
En 1962, la selección española acudió a la fase final del Mundial de Chile, cargada de esperanza. Tras su ausencia en Suiza 1954 (apeados por la inocencia del «bambino», que acabó favoreciendo a Turquía) y Suecia 1958 (al imponerse Escocia en la fase previa), incluso los menos entusiastas soñaron con la posibilidad de acariciar algún…