Vic Buckingham: flema británica para el banquillo del Barça. 1970-71. Segunda parte
De Fernando Cuesta FernándezEl Barça inicia los entrenamientos de cara a la nueva temporada. Son 24 los jugadores que componen la plantilla, a saber: Sadurní, Reina, Mora, Rifé, Gallego, Eladio, Franch, Ramoní, Romero, Torres, Zabalza, Juan Carlos, Fusté, Rexach, Alfonseda, Marcial, Zaldúa, García Castany, Bustillo, Dueñas, Martí Filosía, Asensi, Castro y Pujol. Doce catalanes y el resto foráneos, fifty-fifty. También arranca sus actividades el nuevo filial azulgrana, procedente de la fusión entre el Condal y el Atlético de Cataluña. Su nombre: Barcelona Atlético. Y así se expresaba su nuevo presidente, el señor Viladomiu: “El nombre de Barcelona Atlético lo tenía aprobado el Barcelona. Las decisiones fundamentales las toma el Barcelona. En la parte técnica, el club es una continuación de los sistemas de Buckingham”. Sus últimas palabras suponían una interesante declaración de principios, pero durante muchos años la promoción de futbolistas para el primer equipo va a ser escasa, y su engarce en éste muy problemático, y habrá que esperar hasta la llegada de Johan Cruyff al banquillo barcelonista, en 1988, para encontrar por fin una auténtica política de cantera, cuyos frutos serán a la larga esplendorosos.
La plantilla barcelonista se traslada a la localidad pirenaica de La Molina dentro de la primera fase de su preparación, para pasar unos días en plena naturaleza, oxigenándose con el aire puro de la montaña. Ni que decir tiene que el gran objetivo para la inminente campaña 70-71 es la conquista del título de Liga, diez años después de la obtención del último entorchado (1959-60). Sorprendentemente Asensi –que cumplía el servicio militar– va a presentarse lesionado. Y tras una serie de amistosos intrascendentes, útiles tan solo para mejorar la puesta a punto, el Barça debuta ante su afición en la V edición del Trofeo “Joan Gamper”. El rival es el Dynamo de Moscú, un buen equipo ruso aunque no demasiado conocido en Occidente, y cuyo mayor atractivo de cara al aficionado lo constituía la presencia en la portería del mítico guardameta soviético Lev Yashin, a la sazón ya a punto de retirarse, y hasta la fecha de hoy el único cancerbero que ha conseguido ganar el prestigioso “Balón de Oro”
Pero el compromiso va a saldarse con una estrepitosa derrota azulgrana por 0 a 5. Haciendo gala de una excelente preparación física y de un fútbol ágil y moderno, los moscovitas destrozarán literalmente al Barcelona, poniendo al desnudo todas sus carencias, tanto ofensivas como defensivas. Reseñemos para la historia la alineación que sufrió tan doloroso varapalo: Reina; Rifé, Gallego, Romero; Torres, Zabalza; Alfonseda (Fusté), Dueñas, Bustillo, Castro (García Castany) y Rexach. En el partido para el tercer y cuarto puesto los locales vencerán al Schalke 04 alemán por 1 a 0 (con gol de Fusté), pero no conseguirán disipar la pésima impresión dejada la noche anterior en el ánimo de sus incondicionales. El trofeo lo conquistará finalmente el Ujpest Dosza húngaro, que vence a los rusos por 3 a 1 en una brillante exhibición. Era la primera vez que el Barça no se alzaba con el Gamper.
Un grupo de socios barcelonistas pide que el “Camp Nou” lleve el nombre del presidente que promovió su construcción, Francesc Miró-Sans. Su petición será estudiada en la Asamblea Ordinaria. La duración de ésta va a ser únicamente de 53 minutos, ya que no se producirá discusión alguna en ninguno de los puntos del orden del día, y al final tampoco se presentará la solicitud de cambio de denominación para el Estadio, puesto que el propio ex mandatario renunció expresamente a ello por carta, al comprobar que la idea no había tenido una favorable acogida. De modo que el recinto en el que el Barça disputaba sus partidos va a seguir siendo conocido oficialmente como “Estadio del Club de Fútbol Barcelona”, aunque popularmente todo el mundo continuaría refiriéndose a él como “el Camp Nou”, o a veces “el Nou Camp”
PRIMERA VUELTA DE UN CAMPEONATO DE LIGA IGUALADÍSIMO
En los siguientes amistosos, tras la debacle sufrida ante los rusos del Dynamo, el Barça no acaba de convencer, y en ese clima dubitativo con respecto a las auténticas posibilidades del equipo va a producirse el debut liguero, rindiendo visita al siempre difícil “San Mamés”. En la Catedral, sin embargo, los azulgranas no harán en absoluto un mal partido y conseguirán arrancar un valioso positivo (1 a 1). Se adelantó en el marcador Pujol, pero terminó empatando Uriarte. Esta fue la alineación barcelonista: Sadurní; Rifé, Gallego, Romero –que sustituía al sancionado Eladio–; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Marcial (Fusté) y Pujol. Estas buenas sensaciones se confirmarían a la semana siguiente, con una rotunda victoria sobre el Real Zaragoza en el “Camp Nou”, por 5 goles a 2. El equipo fue el mismo que se trajo un punto de Bilbao, y los cinco goles fueron obra de Rexach (2), Juan Carlos (2) y Zabalza.
Pero este repentino optimismo, se va a ver algo mermado con un par de desagradables sorpresas. Tanto Dueñas como Asensi, los dos fichajes-estrella de la temporada, tendrán que ser intervenidos quirúrgicamente a causa de sendas lesiones de origen no muy claro. Y en el caso del alicantino, este se verá obligado a pasar de nuevo por la mesa de operaciones algunas semanas más tarde. Decididamente, en el Barcelona siempre ocurrían cosas de lo más inesperado… Aunque al menos en cuanto a resultados no había demasiada queja. En la tercera jornada se pudo ganar en Vigo, pero el empate –1 a 1– tampoco era una mala noticia. Gol de Martí Filosía en “Balaídos”, y la siguiente formación: Sadurní; Rifé, Gallego (Romero), Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Fusté y Pujol.
Primera eliminatoria de la Copa de Ferias frente a un adversario poco temible, el Katowice polaco, un modesto equipo procedente de la región minera de Silesia. Triunfo a domicilio con gol de Rexach, y este equipo: Sadurní; Rifé, Gallego Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Fusté y Pujol. El pase a la siguiente ronda parecía asegurado, aunque en el “Camp Nou” los polacos a punto están de dar la gran sorpresa, pues se adelantan con un peligrosísimo 0 a 2, que dejaría al Barça fuera del torneo. Pero los azulgranas reaccionan en la segunda mitad, y terminan imponiéndose por 3 a 2, con tantos de Pujol, Martí Filosía y Rexach. Jugaron los mismos once que en Katowice, con Marcial reemplazando a Fusté en el segundo tiempo. Durante el partido tuvo lugar un lamentable incidente entre Gallego y parte del público. Y es que el central gaditano andaba de los nervios estos días, porque también se las vio tiesas con el fotógrafo de la revista RB Horacio Seguí, un gran profesional de acrisolado barcelonismo. El club le impuso una sanción al futbolista por estos hechos.
Que Carles Rexach atravesaba por un extraordinario momento de forma, va a volver a ponerse de manifiesto en la cuarta jornada, con motivo de la visita del Sabadell al “Camp Nou”. Se adelantaron los laneros por obra del prematuramente desaparecido Rafael De Diego, pero Marcial, Torres y Rexach –con dos extraordinarios tantos– le dieron la vuelta al marcador, hasta situar en él un claro 4-1. Con razón la mencionada RB bautizó aquella semana al de Pedralbes como “el Niño de Oro del fútbol español”, en el curso de un impactante reportaje gráfico realizado en la cámara acorazada de una entidad bancaria barcelonesa. Estos fueron los hombres que derrotaron a los vallesanos entrenados por Pasieguito: Sadurní: Rifé, Romero, Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Marcial y Pujol. Reina y Fusté reemplazaron a Sadurní y a Marcial, ambos lesionados.
El excelente momento del Barça quedó confirmado al domingo siguiente, en su visita a Elche. Tarde de mucha lluvia y campo impracticable, pero aun así los azulgranas se alzan con la victoria por 0 a 1 (gol de Pujol), un resultado que pudo ser aún mayor si Martí Filosía no llega a desperdiciar un máximo castigo. Esta fue la alineación: Sadurní; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos (Romero), Martí Filosía, Marcial y Pujol. Y en partido nocturno adelantado al sábado, los blaugrana van a dar buena cuenta del Español en un derbi que tan sólo tuvo color local, con goles de Martí Filosia (2) y Marcial. El equipo fue el mismo que había triunfado en “Altabix”, con el único cambio de Romero por Eladio, lesionado.
Debido al nombramiento de Joan Gich como nuevo Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, quedaba vacante el puesto de gerente en el organigrama barcelonista, y Montal lo va a cubrir con un hombre joven (39 años), el economista Armand Carabén. Carabén, un excelente profesional que se movía en círculos próximos a la oposición socialista catalana, aunque totalmente ajeno al fútbol hasta aquel momento, va a ser pieza clave en futuras y trascendentales operaciones, algo a lo que tampoco será ajena la nacionalidad de su esposa, Marjoleen De Meer, procedente de los Países Bajos. Y en este clima de euforia por la buena marcha del equipo, el Barça va a visitar el siempre complicadísimo “Santiago Bernabéu”. El Real Madrid no atravesaba entonces por su mejor momento, aunque dichos partidos en la cumbre eran siempre impredecibles. Pero en esta ocasión nada raro va a suceder, y los azulgranas regresarán de la capital con dos valiosísimos puntos en la buchaca, algo que tan solo había ocurrido en una oportunidad en las dos últimas décadas, concretamente en la temporada 65-66. Zabalza será el autor del único gol del partido, marcado en la primera parte de fuerte disparo, y ello va a permitir al Barcelona mantenerse imbatido tras siete semanas de competición, compartiendo la cabeza de la tabla con el Atlético de Madrid. Estos fueron los héroes del “Bernabéu”, recibidos triunfalmente a su llegada al Aeropuerto del Prat, horas después: Sadurní; Rifé, Gallego, Romero; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Marcial y Pujol. Una alineación que, con el único cambio de Eladio en el lateral izquierdo, estaba ya convirtiéndose en clásica. Y es que las cosas, cuando funcionan, es mejor no tocarlas.
Pero, no obstante, había un amplio sector de la afición barcelonista que le negaba sistemáticamente el pan y la sal a uno de sus jugadores: Martí Filosía. El espigado delantero de Palafrugell nunca había gozado de muchas simpatías en la grada, pese a su origen catalán y ampurdanés. Se le consideraba demasiado frío y lento, y con escaso espíritu combativo, reproches similares a los que poco antes había recibido otra perla de la cantera, su gran amigo Carles Rexach. Sisu interpretaba el fútbol de manera muy distinta a Zaldúa, por poner un ejemplo de jugador con limitados recursos técnicos, pero que suplía esa carencia a base de una constante entrega, de un continuo batallar durante los noventa minutos, por lo cual gozaba del favor general del público culé. Filosía, por el contrario, era un futbolista de notable clase, dotado de un buen disparo con ambas piernas y un excelente remate de cabeza, con una visión de la jugada que le permitía desplazar el esférico al primer toque y jugar incluso sin balón, pero declinaba la persecución de pelotas imposibles de alcanzar, negándose a realizar baldíos esfuerzos pulmonares, y ese concepto del fútbol tan moderno, tan adelantado a su tiempo, no sintonizaba con el gusto de un aficionado rutinario y conservador, que creía únicamente en las virtudes de “sudar la camiseta”, haciendo de él un elemento tan polémico como incomprendido.
La derrota ante la Juventus de Turín -1 a 2- en la siguiente eliminatoria de la Copa de Ferias, va a suponer un relativo jarro de agua fría. El equipo italiano no fue mejor, pero sí más resolutivo, destacando sus grandes estrellas Anastasi y Haller, así como los jóvenes Causio y Bettega. Marcial hizo el gol de un Barcelona que formó así: Sadurní; Rifé, Gallego, Romero; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Marcial y Pujol. Y otra desagradable sorpresa la constituirá el nuevo patinazo en el “Camp Nou” ante un Valencia muy serio, que aquella temporada contaba con Alfredo Di Stéfano en el banquillo. Con el marcador 0 a 1, Martí Filosía malogró un penalty, incidencia que en absoluto ayudaba a mejorar sus profundas diferencias con buena parte del público. La alineación azulgrana fue la misma que unos días antes había caído también ante la Juve.
Y en medio de estas contrariedades, al menos un par de buenas noticias: la recuperación de Dueñas y Asensi marchaba viento en popa, y ambos jugadores podrían reforzar en breve a una delantera cuya producción goleadora comenzaba a descender de nuevo en los últimos partidos, aunque la causa de ello radicase en el superior nivel de los equipos a los que se enfrentaba el Barça, bastante más sólidos que los Zaragoza, Sabadell o Español. Sólido era también el Sevilla preparado por el austríaco Max Merkel, pero en el “Sánchez Pizjuán” los azulgranas van a recuperar los dos positivos que les había birlado el Valencia (0 a 1). Nuevo gol de Rexach, que fue suficiente para doblegar a los hispalenses y situar al Barcelona como líder, con la siguiente alineación: Reina; Rifé (García Castany), Gallego, Romero; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosía, Marcial (Alfonseda) y Pujol. A reseñar el hecho de la presencia de Miguel Reina en la portería, decisión con la que Buckingham inauguraría una etapa en la que el cordobés actuaría en terreno contrario, mientras que Sadurní lo haría en el “Camp Nou”, donde recibía más apoyo que el guardameta andaluz. Al regreso del equipo, nuevo recibimiento jubiloso en El Prat. Parecía que volvían las buenas costumbres…
Y hablando de volver…El que también retornaba a la selección española era Quimet Rifé, que ya había sido internacional absoluto en 1967-68, en la época de Balmanya. Entonces lucía el número 7 a la espalda, pero ahora lo hará como lateral derecho, demarcación en la que estaba desempeñándose con notable solvencia. Junto con sus compañeros de equipo Gallego y Rexach, va a formar parte del combinado nacional que batirá por 3 a 0 a Irlanda del Norte en el “Sánchez Pizjuán” sevillano, encuentro en el que Charly inauguraría el marcador con un terrorífico disparo de los suyos, desde una buena distancia. Con los del Ulster jugó el gran George Best, pero el nivel de sus compañeros dejaba mucho que desear, y el melenudo astro del Manchester United no podía hacerlo todo él sólo…
Tocaba ahora desplazarse a Turín, a intentar remontar el adverso marcador del encuentro de ida. Era una misión muy difícil, y no se va a culminar con éxito. Los piamonteses volvieron a triunfar por 2 a 1, y pusieron punto final a la andadura del Barça por una Copa de Ferias que iba a desaparecer en esta misma temporada, sustituida por un torneo de hechuras similares, pero organizado directamente por el máximo ente futbolístico continental, la Copa de la UEFA. Esta fue la alineación que resultó derrotada en el “Estadio Communale”: Sadurní; Rifé, Gallego, Romero; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos (García Castany), Alfonseda, Marcial (Martí Filosía) y Pujol. Y mientras esto ocurría, el Real Zaragoza –que deambulaba por los puestos de cola de la clasificación– va a dirigirse al Barça en busca de refuerzos, concretamente pretendiendo el fichaje de Zaldúa, que en esta temporada no estaba contando para nada en los esquemas de Mr. Buckingham. Y cuando todo hacía indicar que ya existía acuerdo por parte del jugador y de la Directiva, el traspaso va a quedar en agua de borrajas. Montal se compromete con el bravo delantero a organizarle un partido de homenaje en una fecha aún por designar. El navarro cumplía ya su décima temporada en el club, y era aun relativamente joven –29 años–, pero sus días como azulgrana parecían estar ya contados…
En un encuentro marcado por el signo de las reapariciones –Eladio y Bustillo–, el Granada le puso las cosas bastante difíciles en el “Camp Nou” al Barça, que solamente pudo ganar por un apretado 2 a 1, con goles de Alfonseda y Rexach. Éste fue el equipo: Sadurní; Romero, Gallego, Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Bustillo, Alfonseda y Pujol. Ni el lateral izquierdo ni el ariete cuajaron una buena actuación, y el futuro barcelonista de ambos se antojaba incierto. En el caso de Eladio, a causa de su relativa veteranía –30 años–, y en el del delantero aragonés, porque se temía que ya no volvería a recuperar el nivel anterior a su gravísima lesión en el “Bernabéu”. El Barça continuaba, una semana más, al frente de la clasificación general.
En “Atocha”, sin embargo, los pupilos de Buckingham van a salir derrotados por primera vez en campo contrario en partido de Liga. No se les daba nada bien el terreno de la Real Sociedad a los azulgranas, que encajaron el solitario gol de Arzac en el minuto 79, cuando acariciaban ya un valioso positivo, y formaron así: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Martí Filosa, Marcial y Pujol. Y una semana más tarde un buen Sporting de Gijón, retornado este año a la máxima categoría y con jugadores tan estupendos en sus filas como los internacionales Quini y Churruca, sucumbe por 2 a 0 en el “Camp Nou”, siendo los autores de los goles barcelonistas Alfonseda y Martí Filosía, y esta la alineación del líder: Sadurní; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Juan Carlos; Rexach, Martí Filosía, Alfonseda, Marcial y Pujol (ocho catalanes, ojo al dato). Y aprovechando la festividad del 8 de diciembre, el Estadio va a vestirse de gala para recibir al vigente campeón de la Copa de Europa y de la Copa Intercontinental, el Feyenoord de Roterdamm, en un entretenido partido amistoso que finalizó con victoria azulgrana por 3 tantos a 2 (Rexach, en dos ocasiones, y Martí Filosía fueron sus autores). Otro de los grandes atractivos de este choque internacional lo constituyó el debut de Asensi como jugador barcelonista, casi medio año después de su fichaje. El alicantino mostró buenos detalles, pero acusó, lógicamente, su prolongada inactividad. El público culé, por su parte, no acudió al “Camp Nou” en el número que cabía esperar tratándose de un rival tan cualificado.
Tras su visita a “La Rosaleda” malacitana, el Barça va a seguir al frente de la Liga merced a una nueva victoria –0 a 1– conseguida por medio de otro afortunado gol de Charly Rexach. En el Aeropuerto del Prat, una vez más, se producirá un cariñoso recibimiento a altas horas de la noche. Y es que la sufrida hinchada blaugrana se sentía legítimamente feliz de ver cómo el equipo de sus amores volvía a ocupar una posición acorde con su historial. Estos fueron los jugadores que derrotaron al Málaga: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Juan Carlos; Rexach, Martí Filosía, Alfonseda, Marcial y Fusté (García Castany). Como es lógico, los triunfos tenían una clara repercusión sobre la economía del club, y así lo confirmaba el propio Montal: “En lo que llevamos de Liga se ha recaudado un cincuenta por ciento más que en la anterior”. Y añadía: “Hasta ahora Buckingham ha sabido coordinar a los jugadores. Rexach no tiene precio”
La derrota en Las Palmas, sobre todo por la forma en que esta se produjo –en dos de los goles canarios tuvo una desafortunada intervención Eladio– no va a contribuir sin embargo a ensombrecer un panorama por lo demás bastante despejado, sino que será interpretada como un mero accidente. Tanto “Atocha” –escenario de la anterior– como el “Insular”, parecían campos gafes para un Barça capaz de imponerse en el “Bernabéu”, el “Manzanares” o “Mestalla”, pero al que se le atragantaba puntuar en los feudos de dos clubes mucho más modestos, aunque sus características no les iban en absoluto a los azulgranas, bien sea por el empleo pertinaz y contumaz de la manguera en el caso de los norteños, o por lo muy pesado y largo del viaje a las Islas Afortunadas. Esta fue la alineación barcelonista ante los amarillos: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Juan Carlos; Rexach, Martí Filosía, Alfonseda, Marcial y Pujol (sustituido por Asensi, que hacía de este modo su debut en partido oficial). Rexach y Marcial hicieron los dos tantos catalanes, que no sirvieron para sacar nada positivo.
El año 1970 va a terminar con un gran choque por todo lo alto en el “Camp Nou”, pues se enfrentaban dos de los máximos aspirantes al título, Barça y Atlético de Madrid, vigente campeón de Liga. El partido será televisado en directo a toda España, y ese detalle, unido a lo desapacible de una noche metida en frío y lluvia, hizo que los graderíos no presentasen el buen aspecto que cabía esperar, registrándose poco más de media entrada. Sin embargo el equipo no se dejó llevar por el ambiente invernal, y sentenció el encuentro en una excelente primera mitad (2 a 0), con tantos de Marcial y Rexach. Presionaron más los colchoneros en la reanudación, pero no consiguieron batir a Sadurní, de manera que el Barça iba a proclamarse campeón de invierno, coincidiendo con el final de la primera vuelta. Los azulgranas contaban con 22 puntos, por 21 el Valencia y el Atlético de Madrid, con el Real Madrid más distanciado, aunque a sólo tres de la cabeza. Habían ganado 10 partidos, empatado 2 y perdido 3, con 26 goles a favor y 12 en contra. Esta fue la alineación que recuperó el liderato para los de Mr. Buckingham: Sadurní; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Juan Carlos; Rexach, Marcial, Martí Filosía, Asensi y Pujol.
Carles Rexach, de quien su madre confiesa que “de pequeño dormía con un balón en la cama”, marcha al frente de la tabla de goleadores, aunque no le va muy a la zaga el rojiblanco José Eulogio Gárate, uno de los mejores realizadores de la época, por más que se tratase de un período muy parco en tantos, donde los sistemas defensivos casi siempre les podían a los atacantes, con la subsiguiente merma de espectacularidad en el juego. Y ya que hablamos de goles, es de reseñar que en el tradicional partido que el club regalaba a sus socios la mañana de Navidad, un equipo barcelonista formado por los suplentes habituales –y con el tercer guardameta de la plantilla, Mora, bajo los palos– va a ser ampliamente derrotado por el potente conjunto búlgaro del Bandera Roja de Sofía, que vencerá por 1 a 4, poniendo cierta nota de incertidumbre entre la afición, con respecto al hipotético rendimiento de dichos jugadores si tenían que integrarse en el once titular.
UNA SEGUNDA VUELTA DE INFARTO
El equipo azulgrana inaugura 1971 con un resultado adverso. En el arranque de la segunda vuelta, jornada 16, se enfrenta al Athletic de Bilbao en el “Camp Nou”, y pierde por un sorprendente 0 a 1. El único gol bilbaíno lo marcó Zubiaga a cinco minutos del final, y el guardameta vasco Iribar cuajó una actuación portentosa. En la clasificación general, el Barça cae a la tercera posición con 22 puntos, a uno de los líderes, Valencia y Atlético de Madrid. Pero a Mister Buckingham no parece preocuparle demasiado la derrota ante los Leones: “ Se ha jugado para ganar y eso es lo que cuenta de cara al futuro”. Estos fueron los once barcelonistas que patinaron en el primer encuentro del año: Sadurní; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Juan Carlos; Rexach, Marcial, Martí Filosía, Asensi y Pujol. En la segunda parte Alfonseda sustituyó a Pujol.
En la decimoséptima jornada el Barça va a recuperar los dos puntos que cedió ante el Athletic, derrotando al Real Zaragoza a domicilio por 1 a 2 en un partido en el que no pudo alinearse el máximo goleador del equipo, Carles Rexach, debido a unas ligeras molestias en el muslo derecho. El gol que abrió el marcador lo consiguió el zaragocista Martín, pero Marcial –que jugó un encuentro sensacional– y Pujol van a remontar para los de Buckingham, que presentó en “La Romareda” el siguiente once: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Juan Carlos; Alfonseda, Marcial, Martí Filosía, Asensi (Zabalza) y Pujol. A la jornada siguiente visita el “Camp Nou” el Celta, en partido que también va a ser televisado en directo. El juego dejará bastante que desear, y tal vez el detalle más curioso es que los tres goles del encuentro (2 a 1 a favor del Barça) serán obra de jugadores celestes. Los azulgranas fueron anotados involuntariamente por los celtistas Manolo y Costas al desviar un par de balones comprometidos, mientras que el único que subiría al casillero de los de “Balaídos” lo hizo el delantero Doblas. Jugaron por los locales: Sadurní; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Zabalza; Rexach, Juan Carlos, Marti Filosía (Asensi), Marcial y Pujol. La visita de la expedición viguesa sirvió también para que ambas directivas rubricasen el pase del medio internacional Enrique Costas al Barça, fichaje que se haría público pocos días más tarde. Su precio: diez millones de pesetas y el traspaso del centrocampista gallego Santiago Castro al Celta. Por cierto: los azulgranas eran líderes de nuevo con 26 puntos, uno más que el Atlético de Madrid.
El siguiente desplazamiento era de los más cortitos, sólo hasta la “Nova Creu Alta”. Y al igual que en la temporada anterior, salta nuevamente la sorpresa y el Sabadell se impone por un ajustado 2 a 1. Garzón abrió el marcador, empató Rexach, y otra vez Garzón hizo el tanto definitivo. Con este resultado, el Barça cedía la primera plaza al Valencia, que ahora le aventajaba en un punto. Pero tal vez la nota más negativa del partido fue la pérdida del eficaz centrocampista cántabro Juan Carlos, que resultó lesionado de gravedad en un tobillo a consecuencia de un choque con un paisano suyo, el ex barcelonista Marañón, el mismo jugador que también había estado involucrado en la gravísima lesión sufrida la temporada anterior por el bilbaíno Javier Clemente. Estos fueron los hombres que cayeron una vez más ante los correosos arlequinados: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Asensi; Rexach, Juan Carlos (Zabalza), Martí Filosía, Marcial y Pujol (Alfonseda)
Se inicia febrero con otro inesperado tropiezo en el “Camp Nou”, al empatar a cero con el colista Elche en un partido sencillamente lamentable. Esta fue la alineación azulgrana: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, García Castany; Rexach, Marcial, Alfonseda (Martí Filosía), Asensi y Pujol. Juan Carlos pasa por el quirófano para ser intervenido de una rotura de los ligamentos tibio-peróneos. El plazo de recuperación marcado es de dos meses y medio, con lo que se pierde ya lo que resta de Liga. Y en la jornada 21, nada menos que un derbi: Español-Barcelona en “Sarriá”. Pero en esta ocasión la bolita va a caer del lado de los azulgranas, que en un partido tenso y de escaso juego –el derbi arquetípico, vamos…– se imponen por 0 a 1, con un gol marcado por el discutidísimo Marti Filosía en el minuto 42 del primer tiempo. La alineación barcelonista fue la siguiente: Reina; Rifé, Gallego, Paredes – que hacía así su debut oficial–; Torres, Zabalza (Asensi); Rexach, Romero, Marti Filosía, Marcial y Pujol. En la clasificación general, el Barça es tercero, a un punto del líder, el Valencia.
No deja de ser curioso que un Barça-Real Madrid se celebre el “Día de los Enamorados”, pero el calendario había fijado la fecha del 14 de febrero, y ambos equipos van a saltar al bien cuidado césped del “Camp Nou” para cumplir con su obligación lo mejor posible. También llamaba la atención que el encuentro no fuese televisado en directo, con lo que se preveía una suculenta taquilla para las arcas barcelonistas. Y si bien entró dinero en cantidad, en cambio los dos puntos saldrían rumbo hacia la capital, ante la desilusión del numerosísimo público que se congregó en el feudo culé. Grande hizo el gol madridista, y el Barça formó con: Reina; Rifé, Gallego, Paredes; Torres, Romero; Rexach, Marcial, Martí Filosía, Asensi y Pujol (Alfonseda).
La lucha por el título se había complicado bastante para el Barça, después de los negativos resultados ante Athletic, Elche y Real Madrid, dejando escapar cinco puntos valiosísimos, y el siguiente desplazamiento era nada menos que a “Mestalla”, donde aguardaba el Valencia de Di Stéfano, que esta temporada estaba rindiendo a un magnífico nivel, con un sistema defensivo muy difícil de batir. En la alineación barcelonista van a producirse dos importantes novedades: la reaparición de Fusté, el hombre sobre el que había pivotado el juego azulgrana durante casi una década, y el debut en partido oficial de Teófilo Dueñas en el centro del ataque. Con ellos en el equipo, el Barça cuajará una magnífica actuación, y tan sólo la mala suerte le va a privar de llevarse los dos puntos en litigio, teniendo que conformarse con un muy meritorio empate a uno, que sin embargo no le servía para neutralizar el goal average particular favorable a los chés. Al inicial tanto de Rexach, respondieron los levantinos con una jugada muy afortunada que les dio el empate, ya que un fuerte disparo de Paquito, rechazado por la madera, rebotó en Reina y se introdujo en la portería catalana. Muchos aficionados culés en las gradas, y numerosas oportunidades para los pupilos de Mister Buckingham, que formaron de la siguiente manera: Reina; Rifé, Gallego, Paredes; Torres, Fusté; Rexach, Marcial (Zabalza), Dueñas, Martí Filosía y Pujol.
La nota emotiva del choque de “Mestalla” había girado en torno al debutante Dueñas, cuyo padre falleció la noche anterior, aunque al hijo no se le comunicó la noticia hasta la terminación del partido. Y tal vez como homenaje póstumo hacia su progenitor, el futbolista manchego va a tener ante su nuevo público la presentación que sueñan todos los futbolistas: tres goles y una soberbia actuación. La víctima será el Sevilla, que cayó derrotado por 5 a 2. Pujol y Marcial hicieron los otros dos goles de un Barça que formó así: Reina; Rifé, Gallego, Paredes (Eladio); Torres, Asensi; Rexach, Marcial, Dueñas, Marti Filosía y Pujol. La facilidad rematadora de Dueñas mereció amplios comentarios, e incluso hubo quienes le compararon con el mítico César Rodríguez. ¿Había encontrado por fin el Barça ese ariete goleador que parecía negársele una y otra vez? En la clasificación, los azulgranas eran ahora cuartos, pero a un solo punto del equipo que la encabezaba, el Valencia. No se recordaba una pugna tan reñida por el título desde hacía muchísimo tiempo, ya que hasta cuatro equipos (Valencia, Barça, Atlético de Madrid y Real Madrid) mantenían una cerrada pugna. Y las aspiraciones barcelonistas van a recibir un fuerte espaldarazo a la semana siguiente, tras su brillante triunfo por 0 a 2 en “Los Cármenes”, el siempre espinoso feudo del Granada. Goles de Rexach, que continuaba pisando fuerte de cara al “Pichichi”, y esta alineación: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Asensi; Rexach, Fusté, Dueñas, Martí Filosía y Pujol.
La siguiente víctima del excelente estado de forma culé es la Real Sociedad, que sale goleada del “Camp Nou” por 4 a 0, con tantos de Fusté, Asensi y dos de Rexach, uno de ellos de penalty. Jugaron: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Asensi; Rexach, Fusté, Dueñas, Martí Filosía y Marcial. Y nueva confirmación de este momento tan dulce, y de las muy fundadas aspiraciones al título, con otro valiosísimo triunfo a domicilio en Gijón, aunque los goles –marcados por Asensi y Rexach– no llegaron hasta los últimos diez minutos. Se alinearon en “El Molinón” los mismos once que habían goleado a la Real una semana antes. Parecidas dificultades tuvo el Barça para derrotar al Málaga en la jornada 28. Solamente un gol de Fusté a los 32 minutos de la segunda parte pudo doblegar a la buena defensa malacitana. La alineación triunfadora fue la siguiente: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Asensi (Zabalza); Rexach, Fusté, Dueñas (Alfonseda), Martí Filosía y Marcial. Y a la jornada siguiente se despide la Liga del “Camp Nou” con otro ajustado triunfo ante la UD. Las Palmas –2 a 0–, con goles de Martí Filosía Y Rexach. Los azulgranas formaron con el mismo equipo que había superado al Málaga, con los recambios de Zabalza y Alfonseda. Ya tan sólo restaba un encuentro para finalizar tan disputada Liga, y nada estaba aún decidido…
De los cuatro aspirantes al título, el único ya descolgado era el Real Madrid, pero tanto Valencia –que acababa de solventar in extremis sus dos últimos partidos– como Atlético de Madrid podían arrebatarle el campeonato al Barça. Encabezaba la tabla el conjunto ché con 43 puntos, seguido del cuadro catalán con 42 y el Atlético de Madrid con 41. Los levantinos visitarían en la última jornada a un Español que no se jugaba nada en “Sarriá”, mientras que colchoneros y culés se verían las caras en la ribera del Manzanares. En todo caso, al Barça no le convenía un empate final a puntos con los de “Mestalla”, ya que estos tenían a su favor el goal average particular. Lo más seguro era ir a ganar a Madrid –con lo que seguirían superando en la clasificación a los rojiblancos–, y esperar que el Valencia perdiese en terreno blanquiazul. No lo tenían nada fácil los de Buckingham, que no dependían de sí mismos, pero todo estaba aún por dilucidarse.
Y lamentablemente, las cosas no salieron bien en esta última jornada de infarto y transistores, y el Barça no pudo cantar el tan ansiado alirón, que ya venía resistiéndose desde hacía once años. El Valencia no consiguió puntuar en “Sarriá”, de donde salió derrotado por un gol del españolista Lamata, pero Atlético y Barcelona hicieron tablas –1 a 1–, que era precisamente el peor resultado para ambos, pues una victoria de cualquiera de los dos le hubiese dado el título al vencedor. El Barça abrió el marcador en el minuto 14 del segundo tiempo por mediación de Martí Filosía, cuando ya había marcado también el Español, y durante unos instantes fue virtual campeón, pero la alegría duraría solamente cuatro minutos, pues el colchonero Luís no tardó en igualar la contienda, sin que ya el resultado volviera a alterarse. Jugaron de azul y grana: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Marcial; Rexach, Fusté, Dueñas, Martí Filosía y Pujol. A las 18 minutos del segundo tiempo Asensi sustituyó a Dueñas, y a los 31 Zabalza reemplazó a Fusté. Según parece en los vestuarios, una vez acabado el partido, Agustí Montal no pudo reprimir las lágrimas. Y es que se había estado muy cerca en esta ocasión, rozando la gloria con la punta de los dedos…
El Barça había obtenido idéntica puntuación que el nuevo campeón –43– y nada menos que 20 positivos de treinta posibles, pero algunos tropiezos en su campo habían resultado mortales de necesidad, sobre todo la inesperada derrota por 0 a 2 ante el propio Valencia en la primera vuelta. Los levantinos no ganaban el Torneo de la Regularidad desde la temporada 46-47, y en su triunfo había sido clave la fortaleza defensiva. Alfredo Di Stéfano, que tantos y tantos partidos le había amargado al Barça en su época de jugador madridista, parecía abonado a repetir la jugada, ahora desde el banquillo. Pero la campaña azulgrana no era para echarla en saco roto, pues había sido capaz de mantener el pulso hasta el mismo final, y ello hacía augurar que el tan ansiado triunfo liguero podía no estar ya muy lejano… Además, el desenlace de este reñidísimo campeonato confirmaba que el Real Madrid había perdido la supremacía del fútbol español (dos temporadas consecutivas sin ganar la Liga), y eso representaba siempre una buena noticia en Can Barça. Y por añadidura no todo era decepción, puesto que Carles Rexach había conquistado el Trofeo “Pichichi” al máximo goleador, con 17 tantos, los mismos que el atlético José Eulogio Gárate, que compartió con el de Pedralbes el codiciado galardón. Desde que Cayetano Re lo obtuviese en la temporada 64-65, ningún otro jugador azulgrana había vuelto a inscribir su nombre en él.
REVANCHA EN LA COPA
Por lo tanto, con el buen sabor de boca que el equipo había dejado en la afición, se esperaba mucho de la Copa. Y el primer adversario no era precisamente de los más temibles: el modesto equipo castellonense del Villarreal, ascendido a Segunda División la temporada anterior. Pero en el partido de ida disputado en “El Madrigal” (el actual “Estadio de la Cerámica”) va a producirse una desagradable sorpresa, pues los locales, contra todo pronóstico, se impondrán al Barça por 1 a 0, en un encuentro en el que el reciente fichaje Enrique Costas –que acababa de firmar por tres temporadas– debutó oficialmente con los azulgranas, que formaron así: Reina; Rifé, Paredes, Eladio; Torres, Costas; Rexach, Fusté, Dueñas, Marcial y Alfonseda. Como puede verse, casi el equipo de gala, con las únicas ausencias de Gallego, Asensi y Martí Filosía.
En un flojo partido de vuelta, el Barça conseguirá pasar la eliminatoria, aunque no sin apuros. Discreto triunfo por 2 a 0, con goles de Martí Filosía y Dueñas y la siguiente alineación: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Costas; Rexach, Martí Filosía, Dueñas, Marcial y Asensi. A destacar que por estas mismas fechas el entrenador barcelonista, Mister Buckingham, se encontraba aquejado de serias molestias en la espalda, que le impidieron viajar a Villarreal –donde dirigió al equipo su segundo, Rodri– e incluso sentarse en el banquillo en el “Camp Nou”, teniendo que presenciar el encuentro desde el túnel que daba acceso a los vestuarios. Estos problemas de salud ponían en grave riesgo su continuidad al frente del Barça.
Los octavos de final de la Copa van a deparar un nuevo enfrentamiento entre los dos clubes con mejor historial hasta entonces –y también hasta la fecha– en el Torneo del KO: Barça y Athletic de Bilbao. El encuentro de ida se juega en la Catedral, y el equipo azulgrana regresa con una derrota por la mínima –1 a 0–, que confiere al partido de ida un gran interés, porque la remontada era perfectamente posible. Actuaron en “San Mamés”: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Costas; Rexach, Martí Filosia (Dueñas), Asensi, Marcial (Zabalza) y Pujol. En el minuto 20 de la primera parte resultó lesionado Martí Filosía, y ahí va a terminar la temporada para el polémico delantero de Palafrugell. Será intervenido quirúrgicamente de una “ruptura de la vaina de los peróneos del tobillo izquierdo”, lo cual le va a suponer unos dos meses de inactividad.
En un estupendo partido, televisado en directo a toda España –al igual que lo había sido el choque de ida– el Barça va a imponerse al Athletic por un claro 3 a 0. Abrió el marcador Rojo II, al introducir el balón dentro de su propia meta, y luego Dueñas y Rexach (este último al transformar un penalty) redondearon el resultado. Era un triunfo de los que daban prestigio, ya que marcarle tres goles al fenomenal guardameta José Ángel Iribar no estaba al alcance de todos los equipos. Esta fue la alineación barcelonista: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Costas (Dueñas); Rexach, Marcial, Asensi, Zabalza y Pujol.
En otro orden de cosas, el defensa barcelonista Franch va a aceptar la oferta del Sabadell, y se enrolará en el conjunto arlequinado. Se despide declarando: “Si no he podido triunfar en el Barcelona no ha sido por culpa mía”. Pero mucho más dulce será la despedida de José Antonio Zaldúa, el bravo jugador navarro que había capitaneado al Barça en las últimas temporadas –desde que la llegada de Gallego desplazara a Olivella del equipo titular–, teniendo el honor de levantar el primer “Gamper”, la Copa de Ferias del 66, y sobre todo la épica Copa del 68, la de la Final de las botellas. En su última temporada como azulgrana, Mister Buckingham no había contado en absoluto con él en partido oficial, e incluso se había especulado con su posible traspaso al Zaragoza, pero sin embargo, y siguiendo el camino de tantos antiguos compañeros suyos, su destino va a ser la “Nova Creu Alta”. Aunque antes de engrosar las filas del Sabadell, el Barcelona le va a rendir el merecido homenaje a su incansable entrega y honradez profesional, con un partido ante el Standard de Lieja, en el que los blaugranas se impondrán por 2 a 1.
Los cuartos de final no van a constituir tampoco ningún problema para el Barça, debido a la escasa entidad del rival, el Deportivo de La Coruña. Goleada en el “Camp Nou” –4 a 0–, con tantos de Dueñas, Rexach (2, uno de penalty) y Marcial. En la segunda parte va a reaparecer durante unos minutos el cántabro Juan Carlos, ya repuesto de la grave lesión sufrida en terreno vallesano. Esta fue la formación barcelonista que dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Zabalza; Alfonseda, Marcial, Dueñas, Asensi y Rexach. En “Riazor” el conjunto azulgrana se tomará las cosas con calma, y el resultado final será un anodino empate a cero, con este once: Reina; Rifé, Gallego, Paredes; Torres, Zabalza; Alfonseda, Costas, Dueñas, Marcial y Rexach.
Pero en las semifinales aguarda un auténtico coco, el Atlético de Madrid. Y eso ya son palabras mayores, aunque el primer partido, disputado a la vera del Manzanares, arroja un estupendo resultado, que coloca a los barcelonistas con muchas posibilidades para alcanzar la gran final. 0 a 1, con gol de Marcial, y el siguiente equipo, que hizo un fútbol muy serio: Reina; Rife, Gallego, Eladio; Torres, Costas; Rexach, Marcial, Dueñas, Zabalza y Pujol (Alfonseda). Por estos mismos días también se produce un simpático acontecimiento, y es el homenaje que se celebra en la localidad costera de Calella en beneficio de Eulogio Martínez, el mítico delantero barcelonista de los años 50 y primeros 60, inolvidable autor, entre otros muchos goles, del primer tanto que subió al marcador del “Camp Nou”, la tarde de su inauguración ante la Selección de Varsovia. El Abrelatas atravesaba por una delicada situación económica, y un grupo de amigos se conjuró para echarle una mano y ayudarle a salir del trance. El acto resultó un éxito económico y de público, y en él pudo verse en acción a los Veteranos del Barça, demostrando aquello de que “Quien tuvo, retuvo…” El entrañable Eulogio –al que sus eternos problemas con el peso y una terrible desgracia familiar habían amargado los últimos tramos de su carrera deportiva– se ganaría el sustento de ahí en adelante regentando un bar, hasta que años después, mediada la década de los años 80, un lamentable accidente de tráfico segó su vida cuando aún no había cumplido los cincuenta.
Los problemas de salud de mister Buckingham no terminaban de remitir, y ante esa tesitura la directiva barcelonista va a plantearse el relevo en el banquillo. Su sucesor será un técnico de primerísimo nivel, el holandés Rinus Michels, que acababa de llevar al Ajax de Ámsterdam a la conquista de su primera Copa de Europa. En el entorno culé se piensa que la elección de Michels constituye la prueba fehaciente de que aún se mantenía muy vivo el interés por fichar, tan pronto como la normativa lo permitiera, a Johan Cruyff, que ya era aclamado sin ningún género de dudas como el mejor jugador de Europa, por no decir del mundo.
En ese clima de moderado optimismo de cara al futuro, va a producirse la clasificación del Barça para una nueva final de Copa. No sin apuros, ciertamente, porque el Atlético de Madrid empatará en el “Camp Nou”, fallando alguna que otra ocasión cantada, pero el 1 a 1 pasaporta a los azulgranas hasta el partido definitivo, que se jugaría en el Estadio “Santiago Bernabéu”, entonces escenario habitual de este tipo de eventos, y con el campeón de Liga, el Valencia, como adversario. Abrió el marcador Teófilo Dueñas, y Gárate logró la igualada. Esta fue la alineación barcelonista: Reina; Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Costas; Rexach, Marcial (Asensi), Dueñas, Zabalza y Pujol. El próximo entrenador, Rinus Michels, asistió al encuentro, y tomó buena nota de las evoluciones de los que muy pronto iban a ser sus pupilos.
El domingo 4 de julio de 1971 era la fecha señalada para la disputa de esta nueva final de Copa mediterránea entre valencianos y catalanes –la tercera ya, tras las dos casi consecutivas de los años 1952 y 1954–. En una noche muy calurosa, y a las órdenes del colegiado guipuzcoano señor Sainz Elizondo, ambos equipos presentaron las siguientes alineaciones: por el Valencia, Abelardo; Sol, Barrachina, Vidagany; Jesús Martínez, Claramunt I; Sergio (Claramunt II), Poli, Ansola (Forment), Paquito y Valdez, y por el Barça: Reina, Rifé, Gallego, Eladio; Torres, Costas; Rexach, Marcial, Dueñas, Zabalza y Asensi. El partido –y no es ningún tópico– va a resultar no apto para cardíacos. Se adelantaron los levantinos mediada la primera parte merced a un discutido penalty que transformó Pepe Claramunt. Poco después –a los 32 minutos–, Marcial, lesionado, hubo de ser sustituido por el veterano Fusté, cuyo concurso iba a ser decisivo en el encuentro. Recién comenzada la segunda mitad los chés incrementaron su ventaja, al marcar Paquito en acrobática postura y desde muy cerca, tras un fallo defensivo azulgrana. La cosa pintaba muy mal para el Barça, pero entonces apareció Fusté, que aprovecharía un golpe franco para batir a Abelardo, acortando distancias. Y una nueva sustitución se iba a producir en el bando barcelonista, en el minuto 17 de este segundo período, cuando abandona el terreno de juego Dueñas para ser relevado por Alfonseda. Zabalza va a lograr la igualada con un tiro lejano, que cogerá a Abelardo a contrapié, y con ese resultado se llegará a la prórroga, tras ser expulsado Sol, y con Gallego lesionado cuando ya estaban agotados los dos cambios reglamentarios, quedando el gaditano como una mera figura decorativa. En una jugada confusa, en la que los valencianistas reclamaron falta a su portero, Zabalza va a adelantar al Barça, pero Valdez, al cepillar un balón a la salida de un córner, establecerá un nuevo empate casi inmediatamente. Se juegan ya los últimos minutos del choque, y cualquiera de los dos equipos puede decantar la balanza a su favor, pero Fusté se sacará de su chistera un gran pase en profundidad a Alfonseda, y el delantero catalán va a conseguir el gol de la victoria, que coronará al Barcelona como nuevo campeón de Copa, trofeo que el general Franco entregaría instantes después a un exultante Quimet Rifé.
La expedición azulgrana regresó de Madrid el lunes día 5, por la tarde. En el Aeropuerto del Prat se habían congregado miles de barcelonistas para recibirla, muchos de los cuales escoltaron a los triunfadores durante todo el trayecto hasta la Plaça Sant Jaume, donde el trofeo sería ofrecido a la ciudad, una ciudad que volvía a vibrar de nuevo con la victoria de su club más representativo, en una final que ha pasado a la historia por los muchos goles marcados y por toda la emoción acumulada hasta el postrer pitido del juez de la contienda. Algunos días más tarde, Vic Buckingham se despedía de todos los barcelonistas por medio de una carta abierta, en la cual expresaba su tristeza por tener que dejar la dirección técnica del equipo, y hacía una valoración de las cualidades de cada miembro de la plantilla. Va a dejar tras de sí una estela de caballerosidad y simpatía, y los culés le valorarán como a un auténtico gentleman.
Uno que se va, y otro que viene…Rinus Michels suscribe contrato como nuevo entrenador del Barcelona el martes 13 de Julio (supersticiosos abstenerse). De sus primeras declaraciones como tal –y en castellano– entresacamos algunos párrafos: “no puedo olvidarme de Buckingham y lamento mucho que una inoportuna lesión le haya obligado a dejar el puesto. Me gustaría llevar al Barcelona al primer plano del fútbol nacional, convertido en el mejor equipo de España. También deseo hacer un brillante papel en la Recopa, para que el club pueda recuperar su prestigio internacional, un tanto maltrecho en los últimos años. No puedo hablar a fondo de la plantilla, pero tengo la impresión que con unos pequeños retoques se puede lograr un gran equipo”.
En Madrid se celebra el pleno anual de la Federación Española de Fútbol. Se aprueba el calendario para la Liga 71-72, correspondiéndole al Barça jugar su primer partido en el “Camp Nou”, frente a la Real Sociedad, y a la semana siguiente desplazarse hasta “Sarriá” para contender con el Español. También resultó aprobada la propuesta del Barcelona para que los árbitros fueran designados por sorteo, y no por libre designación del Comité Nacional para cada jornada. A todo esto, la plantilla barcelonista se encontraba ya disfrutando de sus vacaciones. Haciendo un somero balance de la temporada concluida, Rexach se alzaba como el máximo goleador en partidos oficiales, consiguiendo 20 tantos, mientras que Torres no había faltado a ninguna cita, todo lo contrario que Zaldúa, Ramoní, Mora y Franch, que quedaron inéditos, salvo en amistosos. Los cuatro abandonarían en breve la disciplina blaugrana, aunque el prometedor Mora lo hará en calidad de cedido. Su destino va a ser el Elche, donde se reencontraría con sus antiguos compañeros Sanjuán y Romea, y también con los canteranos Chiva y Sitjá, que ni siquiera llegaron a debutar con el primer equipo. Y, por último, el Barça conoce también por esas fechas al que iba a ser su primer rival en la Recopa. Se trataba del modesto Destillery, de Belfast, y la perspectiva del desplazamiento al Ulster ponía los pelos de punta a los responsables del club, dada la situación de abierta violencia por la que atravesaba en aquellos momentos Irlanda del Norte.
Recapitulando, Vic Buckingham había dirigido al Barça en 66 partidos oficiales, con las siguientes estadísticas: 36 victorias (el 54,55 % de los encuentros disputados), 14 empates y 16 derrotas. Con él en el banquillo, el equipo azulgrana había conseguido 104 goles, encajando a su vez 56 tantos. Un subcampeonato de Liga (empatado a puntos con el campeón) y un título de Copa eran sus poderes en temporada y media de trabajo, siendo tal vez su mayor lunar un par de rápidas eliminaciones europeas, a pies de sendos conjuntos italianos.
MR. VIC DESPUÉS DEL BARÇA
Pocos meses más tarde, sin embargo, Mr. Buckingham va a sorprender al mundillo futbolístico español haciéndose cargo de un Sevilla en horas bajas, cuando se rumoreaba que todavía cobraba del Barcelona. El equipo hispalense había arrancado bien la Liga 71-72, reforzado con jugadores de calidad y contrastado experiencia (Garzón, De Diego, Juan Antonio –estos tres debutando ya en el torneo de Copa de 1971–, Manolín Bueno, el eterno suplente de Gento, o el ex-españolista y ex-barcelonista Ramoní ), y a la altura de la jornada número 15, casi en el ecuador del campeonato, ocupaba la cuarta posición en la tabla, pero una serie de malos resultados le llevaron a las puertas del descenso, al puesto 14 (perdían la categoría los tres últimos equipos de la clasificación, de entre 18 conjuntos), y en la jornada vigésimo tercera va a cesar el técnico griego Yiannis Dan Georgiadis (Itaca, 1922-Atenas, 1998), un auténtico trotamundos, que hablaba seis idiomas y había dirigido nada menos que en una decena de países, siendo sustituido interinamente durante una semana por un hombre de la casa, Fernando Guillamón, y en la 25 por el propio Buckingham, que no obstante será incapaz de evitar la catástrofe. Va a debutar en el “Pizjuán” ante un siempre difícil Atlético de Madrid, en un choque saldado con tablas (3 a 3), y este fue el primer equipo presentado por el técnico británico: Rodri; San José (Manolín Bueno), Costas, Hita; Pazos, Toni,; Juan Antonio, Lora, De Diego, Eloy y Berruezo. Su balance al frente de los de “Nervión” ofrece los siguientes números: 2 partidos ganados, 3 empatados y 5 perdidos, con 11 goles a favor y 16 en contra. También dirigiría a los andaluces en una eliminatoria copera, en la que resultaron superados por el Español (3 a 1 en “Sarria” y empate a 3 en el “Sanchez Pizjuán”). Tras un largo paréntesis de tres años, en la temporada 75-76 reaparece en el fútbol heleno, dirigiendo durante esa campaña a Olympiacos. Y tres años más tarde hace lo propio con el Rodos F.C, retirándose al finalizar el curso 79-80, a punto de cumplir los 65 años. Este pionero de tantas cosas en lo futbolístico va a fallecer en Chichester, Inglaterra, el 26 de enero de 1995, a la edad de 79 años, dejando tras de sí el imborrable recuerdo de su caballerosidad y buen hacer profesional.
Y con este artículo damos fin a la larga serie dedicada a los entrenadores del Fútbol Club Barcelona entre los años 1944 y 1971. La arrancamos allá por febrero de 2015 con la figura de Pep Samitier, el legendario Home Llagosta, el técnico con el que entran los modernos métodos de preparación en el banquillo azulgrana, y la finalizamos con la llegada de Rinus Michels, un auténtico Número 1 europeo y mundial, el entrenador top de 1971, el hombre que acababa de hacer campeón de Europa por primera vez al Ajax de Ámsterdam, abanderando una determinada y novedosa idea del Deporte-Rey, un concepto llamado a hacer fortuna, el Futbol Total. Con Michels al frente, la Junta Directiva que presidía Agustí Montal confiaba en que el Barça diera por fin un salto cualitativo, el Gran Salto Adelante –por emplear la terminología maoísta, tan de moda entonces en el mundo de la política–, recuperando la hegemonía del fútbol español y superando a un Real Madrid que, tras más de tres lustros de insultante dominio, comenzaba a mostrar signos de flaqueza. Lo acaecido a partir de este momento, ya forma parte de otra historia…