
El fútbol tiene historias de todos los colores. Un vistazo a los presidentes de clubes bastaría para descubrir múltiples variedades. Sin esforzarnos mucho, hallaríamos desprendidos y manirrotos, populistas y por demás consecuentes, discretos y megalómanos, ineficientes y capaces de izar sus banderas a los mástiles más altos, advenedizos y devotos con pedigrí, profesionales prestigiosos, industriales…