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La incautación de la Federación Catalana de Fútbol El fútbol federado en Cataluña tenía otras cuestiones que resolver y vivía al margen de la Olimpiada Popular aunque la Federación Catalana de Fútbol sí pertenecía a la Unió de Federacions Esportives de Catalunya donde el presidente Juan Bautista Roca formaba parte de la directiva junto con

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De la Olimpiada Popular a la Liga del Mediterráneo – Parte II

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La incautación de la Federación Catalana de Fútbol

El fútbol federado en Cataluña tenía otras cuestiones que resolver y vivía al margen de la Olimpiada Popular aunque la Federación Catalana de Fútbol sí pertenecía a la Unió de Federacions Esportives de Catalunya donde el presidente Juan Bautista Roca formaba parte de la directiva junto con Jaime Güell y José Suñol. Nadie podía poner en entredicho la catalanidad de sus dirigentes.

Siguiendo con el programa previsto, el 15 de julio se sorteó el calendario de competición de la Primera División A, la que correspondía al Grupo IV superregional con que se abría la temporada oficial en España. La primera jornada quedó así: Gerona-Badalona; Español-Sabadell y Granollers-Barcelona11. Una primera jornada que debía disputarse el 6 de septiembre de 1936. El 17 se sorteó el calendario de la Primera B, con estos emparejamientos para abrir el torneo: Júpiter-Horta; Sans Tarrasa; Martinenc-Europa y Sant Andreu-Vich13.

En la Asamblea fijada para el 18 de julio se pretendía abordar una reestructuración de las categorías y competiciones regionales con la intención de hacerlas más atractivas. Al menos así lo presentaba una serie de clubs que formaban el grupo de los ampliacionistas. Se oponían a esos cambios los clubs que respaldaban el pacto de Sans, mayoritariamente de Barcelona ya que con tal ampliación también aumentaría el número de desplazamientos14. En medio de esta división entre los clubs del área metropolitana y el resto de la región quedaba la elección del nuevo Consejo Directivo de la Federación Catalana de Fútbol, aunque todo indicaba que habría reelección en los cargos principales.

Pero ese día se produjo el fallido golpe de Estado y no hubo tal asamblea. Al día siguiente, 19 de julio, El Mundo Deportivo anunció su suspensión:

La Asamblea de la Federación Catalana, suspendida. Como consecuencia de la disposición gubernativa suspendiendo los actos públicos, reuniones y asambleas, quedó suspendida también y aplazada para una fecha próxima, que ya será anunciada, la Asamblea ordinaria que para anoche a las diez estaba convocada en el Casino de San Sebastián.

El diario deportivo barcelonés no recuperó su publicación hasta el 25 de julio. Días después la Federación Catalana de Fútbol volvió a una relativa normalización de sus actividades aunque sin aventurar una fecha para la Asamblea suspendida. Eran fechas muy complicadas ya que en Barcelona se había desatado una especie de operación limpieza contra cualquier sospechoso de haber simpatizado con el golpe de estado. Así Damián Cañellas, exsecretario general del Español, acabó siendo asesinado impunemente por el simple hecho de preguntar por el paradero de su hermana a quien las milicias antifascistas previamente también habían asesinado acusada de haber ocultado en su casa a un sacerdote.

Y es que desde el primer momento la reacción popular trató de sofocar a los golpistas. Lo que hubiese sido una gesta del pueblo acabó escapándosele de las manos al Gobierno de la República. Como fue con la disposición con que solicitó la incautación de entidades con valor estratégico en la sociedad. Así se hacía eco de la disposición gubernativa Mundo Obrero el mismo 21 de julio:

El Frente Popular, de acuerdo con las instrucciones del Gobierno, se incauta de los periódicos reaccionarios.
El Gobierno, por medio de una disposición, se ha incautado de todos los periódicos reaccionarios de Madrid. De acuerdo con esta medida, las fuerzas del Frente Popular designaron a sus representantes periodistas para que, a través de la Federación Gráfica, se posesionaran de estos diarios.

Seguidamente el 2 de agosto se procedió a las incautaciones por parte de elementos frentepopulistas de la Federación Española de Fútbol y desde allí se animó a que se procediese en ese sentido en todas las territoriales y clubs.

La urgencia y necesidad de haber incautado la Federación Española de Fútbol quedaba en entredicho si se hacía caso a una nota gubernamental que fue recogida en el diario Sol, con fecha de 6 de agosto:

Las incautaciones deberán limitarse a lo estrictamente necesario.
Nota radiada:
El Comité nacional del Frente Popular, en constante comunicación e inteligencia con el Gobierno entiende que las incautaciones de Compañías, Sociedad, entidades, edificios y servicios deben limitarse a lo estrictamente indispensable para asegurar las urgentes necesidades de la lucha entablada, y desaprueba cuantas se realicen por personas o grupos no autorizados por el Gobierno o por el Comité de incautaciones que legalmente funcione.

Se entiende que los medios de comunicación –por la publicidad que dan de los acontecimientos y decisiones del gobierno-, el transporte, industria, ganadería, agricultura y servicios en general son de vital importancia para que la sociedad siga funcionando con relativa normalidad y por ello, bajo las circunstancias que se vivían entre julio y agosto de 1936 las incautaciones eran la herramienta más efectiva para garantizar todos los servicios. Sin embargo, hubo gente que, pistola en mano, procedió a supuestas incautaciones incontroladas con el consiguiente atropello de los derechos civiles, como lo demuestran esos avisos que empezaron a verse con frecuencia en la prensa fiel a la República. Pero la frontera entre incautaciones justificadas y otras incautaciones legales no era diáfana pues pasados los primeros días se siguió procediendo con las mismas, aunque ya se llevaban a cabo enfocadas hacia el control absoluto por parte del Frente Popular de toda la vida social.

En un sentido pragmático las federaciones y clubs deportivos no eran puntos indispensables para combatir al fascismo. Por eso el mundo del fútbol en un principio se vio sorprendido por esta medida ya que no se sentía soporte imprescindible de la sociedad. Cierto era que muchos directivos, por su situación económica y por su ideología, representaban una imagen conservadora más próxima a los golpistas y por ello, viendo que su vida corría serios riesgos optaron por quitarse del medio, pasando a la zona rebelde, optando por el exilio o escondiéndose en paradero desconocido, como fue el caso del presidente de la Nacional, Leopoldo García Durán.

Visto lo ocurrido en Madrid con la Federación Nacional, en un intento por salvaguardarse del posible expolio el Español se autoincautó y lo dio a conocer mediante una nota publicada en prensa15 el 9 de agosto:

A fin de que el CD Español pueda seguir sin interrupción alguna su normal funcionamiento, los empleados del mismo Ramón Trabal, Manuel Cuervas, Jaime Casamitjana, Marciano Martínez, Nicolás García Cano, José Camarasa, José Palau, Juan Huertas, Manuel Huertas, Luis Gamito, Patricio Caicedo y los jugadores Crisanto Bosch, Pedro Solé y Jorge Quesada, por todos sus compañeros, se han incautado del club que han puesto bajo la tutela de UGT, habiéndose designado a los compañeros Manuel Cuervas, para el cargo de tesorero contador, Ramón Trabal para secretario , Jaime Casamitjana, delegado de los empleados y el jugador Crisanto Bosch, delegado de los jugadores.

Debiéndose, no obstante, designar a un socio para que en representación de todos los socios del club forme parte del Comité, se ruega a los mismos se reúnan entre ellos a fin de que acuerden el compañero en quien recaiga el nombramiento, haciéndolo así, debido a que, por las actuales circunstancias, no es posible la celebración de una Asamblea General.

Se comunica igualmente a los socios que a partir del lunes día 10 del corriente se pasará al cobro a domicilio de los carnets correspondientes al mes de agosto corriente, los que irán firmados por los compañeros Cuervas y Trabal.

La Federación Catalana de Fútbol se tomó su tiempo para responder a la Federación Española ya que se reunió el 12 de agosto. En El Mundo Deportivo del día siguiente se hizo pública la siguiente nota:

Ratificar la incondicional adhesión del Consejo Directivo al Honorable Presidente de la Generalidad de Cataluña.

Contribuir con un donativo de 500 pesetas a las necesidades de los “Hospitales de Sangre”, sin perjuicio de abrir una suscripción entre empleados y personas afectas a la Federación y recomendar a los Clubs afiliados contribuyan a la misma.

Contestar al nuevo Consejo Ejecutivo interino de la Federación Española dándose por enterados de su toma de posesión y deseándoles mucho acierto en el desempeño de sus cargos hasta que se reúna en el próximo octubre la Asamblea y se resuelva en definitiva. A la vez, hacer presente la extrañeza del Consejo Directivo de la Federación Catalana por haber sido desposeídos de sus cargos, los señores Irezábal y Rosich, por ejemplo, ya que su adhesión al régimen, fuera del terreno deportivo, está bien patente, ya que incluso, un hijo del señor Irezábal ha resultado herido luchando en el frente.

Al mismo tiempo, hacer presente al nuevo Consejo Ejecutivo de la FEF que la Federación Catalana no cree necesario hacer las indicaciones recomendadas en su carta a los Clubs afiliados por en estos no se ha producido la menor anormalidad y nunca han dado muestras de desacato al régimen, sino todo lo contrario.

Y por último, hacer constar el disgusto de la Federación Catalana por haberse prescindido en la constitución de ese Consejo Ejecutivo, interino, de adecuada representación a Vasconia y Cataluña, sin considerar la potencialidad deportiva de estas regiones.

Y por si había dudas:

Se acordó hacer constar el sentimiento del Consejo por la muerte de don Damián Cañellas y la reciente desaparición de don José Suñol, por ser dos personalidades deportivas que siempre laboraron por el fútbol catalán.

En este comunicado federativo se puede percibir que el fútbol catalán estaba en otra realidad. El texto no tiene desperdicio.

Empezaba con la expresa confirmación de que la Federación Catalana de Fútbol, que pertenecía a la Unió de Federacions Esportives, era catalana de pura cepa, por delante de española, declarando su incondicional adhesión a la Generalidad. Porque como se pudo ver en los preparativos de la suspendida Olimpiada Popular, el deporte catalán quería hacer su camino por su cuenta. Menos acertado estuvo al adelantar tan solo 500 pesetas para los Hospitales de Sangre, cuando en Madrid los incautadores se habían llevado de la caja federativa las noventa mil pesetas que había16.

Una vez confirmada su catalanidad y su adhesión al gobierno legal –el catalán-, el señor Roca pasaba al ataque desmarcándose de la incautación de Madrid: reclamaba por las destituciones de dos de los tres vicepresidentes, el vasco Ricardo de Irezábal  y el catalán José Rosich –dejaba fuera al madrileño Eusebio Oliver-; confirmaba su identidad regional propia rechazando las indicaciones por las que los clubs catalanes fuesen incautados y exigiendo una representación catalana en la nueva directiva de la Federación Española.

Finalmente, al unir el dolor por la muerte de José Suñol, asesinado por elementos fascistas, y la de Damián Cañellas, demostraba su compromiso con el fútbol, por encima del enfrentamiento político y su rechazo a la violencia. Algo, que teniendo en cuenta las circunstancias en que se emitía significaba arriesgar la vida.

La respuesta a tal comunicado no se hizo esperar: el 14 de agosto pasó lo que hasta entonces se había tratado de evitar. Así lo recogió El Mundo Deportivo un día más tarde:

La F. Catalana y la Liga Amateur incautadas… por el Comité Central de las Milicias, delegado por la Generalidad de Cataluña.
A últimas horas de la tarde de ayer personóse en los locales de la Federación Catalana de Fútbol don Ramón Eroles Sorribes, el cual requirió la presencia de un federativo para proceder a la incautación de dicha entidad en nombre del Comité Central de las Milicias Antifascistas, delegado a dicho efecto por la “Generalidad de Cataluña”.
Poco después compareció el vicepresidente del Consejo Directivo, don José Guardia y, a continuación, el federativo don Agustín Pi, ante los cuales se levantó acta de la incautación de la Federación Catalana, tomando posesión de la Presidencia interina de la misma el señor Eroles.
Tras solventados estos asuntos de trámite, nos recibió el señor Eroles, el cual nos dio cuenta de la medida que se acababa de poner en práctica, añadiendo que, de momento, solo podía anticiparnos sus deseos de adaptar la marcha de la entidad a los momentos actuales, imprimiéndole un carácter más acentuadamente democrático.
Añadió que procurarán estructura en breve un Campeonato de Cataluña amplio y estrictamente democrático.
Terminó diciendo que igual medida se había tomado con la “Lliga Amateur”, delegando en don José Guardia para la Federación Catalana y en don Agustín Pin para la Lliga, para aquellos asuntos de carácter interno de ambas entidades y solventar los asuntos que les afecten en ausencia suya.

Al día siguiente se produjo la incautación del FC Barcelona, donde, al igual que en la del Español, los empleados del club estuvieron listos y procedieron a autogestionarse ellos mismos.

(continúa)

12 El Mundo Deportivo, 16 de julio de 1937.

13 El Mundo Deportivo, 18 de julio de 1937.

14 Los equipos de Barcelona y su cinturón rechazaban esa ampliación porque al aumentar los desplazamientos también aumentaba el presupuesto para cubrirlos; mientras que la visita de clubs procedentes de fuera del cinturón no eran atractivas para el público y por lo tanto no compensaba económicamente ese aumento.

15 El Mundo Deportivo, 9 de agosto de 1937.

16 Del Olmo, José: El torneo Copa España Libre, Ricardo Cabot y las actas de la FIFA. Cuadernos de Fútbol, nº 115. CIHEFE, Madrid 2019.

 

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