Helenio Herrera en Rimini
De José López CarreñoEl pasado mes de Febrero tuve la oportunidad de acompañar a la República Italiana a un grupo de profesoras y alumnos de ambos géneros de la Escuela Oficial de Idiomas, en la disciplina de italiano, en su viaje por las ciudades de Bolonia, Ravenna, Forlì, Rimini y San Marino.
Al permanecer unas horas en Rimini –según dicen, se la conoce como la Benidorm de Italia-, y transitar por su calles plenas de historia, los pajarillos de la memoria comenzaron a revolotear para recordar lo que desde mi juventud había oído y leído. Helenio Herrera, también conocido por “H.H.” o “El Mago”, entre otros, había sido técnico del club local en esta bella ciudad de la región de Emilia-Romaña en dos etapas.
De Helenio Herrera Gavilán está todo dicho, o casi todo. De hecho, mis compañeros de CIHEFE Fernando Cuesta y José Hernández ya han dedicado muchas páginas a su figura (ver los Cuadernos nº 52, 54, 71 y 72). En esta ocasión vuelvo sobre él para recordar, en concreto, su paso por el club italiano de Rimini.
No se trata aquí de glosar su tan dilatada y exitosa carrera del técnico nacido en Buenos Aires (de padres españoles) y fallecido en Venecia en 1997. Según él mismo afirmaba, siempre dijo que había nacido en 1916. Años después de su muerte, se descubrió algo insólito. Su viuda, Fiora Gandolfi, manifestó a la prensa en marzo de 2000 que acababa de descubrir, que su marido no había nacido cuando él decía, sino seis años antes, en 1910. El guiño había sido muy simple: H.H. había modificado su fecha de nacimiento en el pasaporte añadiendo al cero de 1910 una pequeña coleta para transformarlo en un seis. Como dijo Fiora entonces: “Helenio era así, un genio en todos los aspectos de su vida”.
Después de entrenar, entre otros, a equipos como el Real Valladolid, Atlético de Madrid -ganó las Ligas de las temporadas 1949-50 y 1950-51-, Málaga, Coruña, Sevilla, Os Beleneses, Barcelona –donde obtuvo 2 Ligas, 2 Copas de España y 1 Copa de Ferias-, perpetuándose durante varios años al frente del Inter de Milán – con el que conquistó 2 Copas de Europa, 2 Copas Intercontinentales y 3 títulos de Liga-, Roma y de nuevo Inter de Milán en la temporada 1973-1974, Helenio sufrió un infarto a principios de 1974 por el que permaneció algunos años alejado de los banquillos.
Volvió en la temporada de 1976-77 para entrenar en el club de Rimini, encuadrado en la Serie B (equivalente a la Segunda División en España), junto con otro técnico, Giorgio Perversi, desde las jornadas 8ª a 13ª. Posteriormente, ya a partir de la 14ª jornada y hasta el final de la Liga, el entrenador del Rimini fue Angelo Bechetti.
Estos fueron los resultados:
8ª jornada, 14-11-1976: Rimini 2-0 Brescia.
9ª jornada, 21-11-76: Avellino 0- 2 Rimini.
10ª jornada, 28-11-1976: Rimini 2-0 Taranto.
11ª jornada, 05-12-1976: Rimini 0-1 Lecce.
12ª jornada, 12-12-1976: Vicenza 1-0 Rimini.
13ª jornada, 19-12-1976: Rimini 1-2 Pescara.
Aquella temporada Rimini quedó clasificado en el décimo segundo lugar de la tabla, con 9 partidos ganados, 15 empatados y 14 perdidos, con 25 goles a favor y 27 en contra.
En aquella temporada, coincidió con un jugador llamado Paolo Sollier, centrocampista de difícil carácter, ácrata. Muchos pensaban que Helenio Herrera chocaría con Sollier al poco de tenerlo a sus órdenes. Sin embargo, su relación fue otra. Según contaba el propio jugador: “H.H. exigía el cien por cien de cada uno de nosotros. Yo daba el 101%.” Según se cuenta, poco antes de la Navidad de 1976, Sollier quería ir a París con una amistad. Necesitaba cuatro días, si bien los jugadores solo disponían de tres jornadas de vacaciones y no sabía cómo pedirle al entrenador un día más. Herrera terminó dándole las llaves de su apartamento en París aunque Sollier las rechazó. La única condición para obtener el permiso era que el jugador se entrenara al menos una vez durante su estancia en la capital francesa. Parece que Sollier se entrenó en los Jardines de Luxemburgo. Sollier respondió en el terreno de juego posteriormente respondiendo satisfactoriamente al entrenador. Se cuenta que cuando Helenio se fue de Rimini, dejó un paquete para entregárselo a Sollier. Era un cojín, donde podía leerse una leyenda en árabe, que invitaba a la revolución permanente. “Un piccolo regalo de tu amigo, Helenio Herrera”.
Más tarde, en una segunda etapa, retornó de nuevo al banquillo de Rimini en la temporada 1978-1979 en calidad de asesor técnico, que seguía militando en la Serie B; esta vez en colaboración con el entrenador Giovanni Bonanno, dado que, según la normativa italiana de entonces, por su avanzada edad, no podía obtener la calificación de entrenador como tal. Helenio permaneció en el club desde marzo de 1979 durante dos meses. Giorgio Sereni había sido el técnico hasta la jornada nº 22. Desde la vigésimotercera, tanto Bonanno como Herrera se hicieron cargo del equipo; sin embargo, “El Mago” solamente permaneció en la estructura del club hasta la jornada nº 30, ocho encuentros.
Los resultados se que obtuvieron en estas 8 jornadas, fueron:
Jornada nº 23, 11-3-1979: Rimini 1-0 Sambenedettese.
Jornada nº 24, 18-3-1979: Brescia 2-1 Rimini.
Jornada nº 25, 25-3-1979: Cesena 1-0 Rimini.
Jornada nº 26, 01-4-1979: Rimini 2-2 Foggia.
Jornada nº 27, 08-4-1979: Bari 0-0 Rimini.
Jornada nº 28, 14-4-1979: Rimini 1-2 Ternana.
Jornada nº 29, 22-4-1979: Lecce 1-0 Rimini.
Jornada nº 30, 29-4-1979: Rimini 0-0 Spal, de Ferrara.
En total, una victoria, tres empates y cuatro derrotas. Al final del campeonato, el Rimini quedó clasificado en el puesto 19º, con 24 puntos, consecuencia de haber ganado 3 encuentros (menor número de victorias en el Campeonato), 18 empates y 17 derrotas, con 17 goles a favor y 39 en contra. Con estos números descendió a la Serie C1 junto con Foggia, Nocerina y Varese.
Posteriormente en 1979 volvió a entrenar al Barcelona donde ganó en 1981 la Copa del Rey al Sporting de Gijón por 3 goles a 1.
Cuando H.H. falleció, su figura fue glosada durante el funeral por uno de sus hijos, Helios, por el alcalde veneciano Massimo Cacciari, por los periodistas Emanuel Horodiceanu y Giorgio Lago, así como por su pupilo predilecto Giacinto Facchetti. El féretro fue cargado en una góndola, con cuatro gondoleros, para hacer su último viaje hasta el cementerio de San Michele. Allí, el cuerpo de Herrera fue incinerado en una ceremonia privada y las cenizas enterradas en un lugar soleado y alto, como Herrera había dispuesto.
Por cierto, el gran defensa Facchetti recibió de manos de Helios, el cuaderno con los secretos futbolísticos del “Mago”. Facchetti agradeció a la viuda de H.H., “…que haya respetado su voluntad al darme un material tan personal, porque este libro era un misterio, yo no sabía que lo conservaba”.
Actualmente, el Rimini Calcio figura en la Lega Pro, Grupo 2º (equivalente a la Segunda División B de España) clasificado en los últimos lugares de la misma.