Las elecciones a la RFEF de 2012: denuncia de Manos limpias contra Ángel Villar

1.   Introducción

Tras la victoria electoral de Ángel María Villar en las elecciones a la RFEF de 2004 que hemos glosado en otro lugar, el siguiente periodo electoral estuvo marcado por la controversia surgida en torno a la Orden Ministerial ECI/3567/2007, de 4 de diciembre, por la que se regulan los procesos electorales de las federaciones deportivas españolas (BOE nº 294, 8-12-2007), emanada del Ministerio de Educación y Ciencia presidido por Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo y con Jaime Lissavetzky como secretario de Estado para el deporte.

Esta orden ministerial, que en medios periodísticos fue conocida como “decreto anti-Villar”, establecía en su artículo 2.3 que “[…] los procesos electorales para la elección de los citados órganos se realizarán coincidiendo con el año de celebración de los Juegos Olímpicos de Verano, debiendo iniciarse dentro del primer trimestre de dicho año. No obstante, las Federaciones deportivas españolas que vayan a participar en los Juegos Olímpicos de Verano iniciarán sus procesos electorales dentro de los dos meses siguientes a la finalización de los mismos”. Puesto que la selección española de fútbol no se había clasificado para los Juegos Olímpicos de Pekín, la orden obligaba a que la RFEF celebrara las elecciones antes del verano a pesar de que también en verano estaba prevista la participación en la Eurocopa de Austria y Suiza.

Como es bien sabido, finalmente el proceso electoral tuvo lugar después del verano, tras la definitiva aprobación del reglamento electoral de la RFEF mediante resolución de la Comisión Directiva del CSD de 29 de septiembre de 2008. En todo aquel proceso no resultó innecesaria la intervención de la FIFA, que hubo de recordar que todos sus miembros están estatutariamente obligados a no aceptar injerencias políticas y que el incumplimiento de tales normas podía generar graves consecuencias deportivas.

Terminado aquel episodio, y próxima la convocatoria del siguiente periodo electoral, el día 21 de septiembre de 2011 la Directora General de Deportes del CSD, Matilde García Duarte, emitió una circular en la que comunicaba a todas las federaciones deportivas españolas que los procesos electorales de 2012 se regirían por la misma orden ministerial de 2007, indicando que los reglamentos electorales no tenían por qué ser modificados.

En consecuencia, y de acuerdo con el citado art. 2.3, el proceso electoral de la RFEF debía iniciarse dentro de los dos meses posteriores al final de los Juegos Olímpicos ya que el fútbol español se había clasificado para jugar en Londres 2012. Sin embargo, la Orden ministerial también tenía una disposición final primera, que tanto la RFEF como el CSD interpretaron como habilitante para celebrar las elecciones en el primer trimestre del año de 2012.

2.   La convocatoria de elecciones de 2012

El día 4 de octubre de 2011 la Real Federación Española de Fútbol dirigió una carta al Consejo Superior de Deportes solicitando que, con base en la disposición final primera de la Orden ECI/3567/2007, se autorizara a que las elecciones que correspondía celebrar en el año 2012 se celebraran en el primer trimestre. Esta solicitud no era extravagante, pues ya para el periodo de 2008 el CSD había autorizado cambios en las elecciones a las federaciones de automovilismo, béisbol y softbol, bolos, colombofilia y tenis, y en 2012 también lo autorizaría para natación y baloncesto.

La citada disposición decía literalmente así:

  1. Corresponde al Consejo Superior de Deportes la interpretación y desarrollo de la presente Orden, en aquello que sea necesario para su aplicación.
  2. Asimismo podrá aprobar, excepcionalmente, y previa solicitud fundada de alguna Federación deportiva española, cambios en alguno de los criterios contenidos en la presente Orden, cuando aprecie la imposibilidad o grave dificultad de su cumplimiento.
  3. En todo caso, será preceptivo el informe de la Junta de Garantías Electorales.

El Consejo Superior de Deportes debía valorar, en definitiva, si existía o no “imposibilidad o grave dificultad” para celebrar el periodo electoral en el segundo semestre del año. Para justificar la concurrencia de tal requisito, la RFEF se basaba en los siguientes argumentos:

  1. Actividad competicional amistosa de la Selección española absoluta de fútbol en el periodo 1 de enero de 2012 a 10 de junio de 2012, frente a la actividad competicional oficial de 1 de septiembre de 2012 a 31 de diciembre de 2012. En el segundo semestre se iban a jugar cinco partidos de clasificación para el Mundial, mientras que en el primer semestre solo se iban a jugar partidos amistosos.
  2. Renovación de los principales contratos de patrocinio en el periodo 1 e septiembre de 2012 a 31 de diciembre de 2012. Dado que los contratos de patrocinio se negocian tras el final de Mundiales y Eurocopas, si al terminar la fase final de la Euro 2012 no hubiera presidente se generaría un perjuicio para la RFEF, que no podría negociar tales contratos.
  3. Planificación deportiva a nivel técnico de la Selección nacional absoluta de fútbol. Dado que el periodo de dos años que hay entre la celebración de una Eurocopa y un Mundial empieza en el mismo momento en que termina la primera, es necesario contar con un presidente que pueda hacer la correspondiente planificación.
  4. Actividad federativa nacional e internacional en el periodo 1 de septiembre de 2012 a 31 de diciembre de 2012. Hay prevista una intensa actividad deportiva en el citado periodo, que no debe coincidir con un periodo electoral. Concretamente el Mundial Sub-20 femenino, el Mundial Sub-17 femenino y el Mundial de fútbol sala.

Solo dos días después de que la RFEF remitiera la carta al CSD se aprobó el RD 1372/2011, de 7 de octubre, en virtud del cual se disponía el cese de Albert Soler, Secretario de Estado-Presidente del CSD. Las elecciones generales se iban a celebrar el 20 de noviembre, por lo que en esa fecha el gobierno estaba en funciones y no podía nombrar nuevo secretario de Estado, de tal modo que la directora general de deportes, Matilde García Duarte ocupó el cargo por suplencia (art. 4.5 del RD 2195/2004).

De acuerdo con la reiteradamente citada disposición final primera de la Orden ECI/3567/2007, la suplente del Presidente del CSD interesó un informe de la Junta de Garantías Electorales de la RFEF, que lo emitió en sentido positivo el 24 de octubre. Dijo así:

“En opinión de esta Junta no existe inconveniente para que, con arreglo a la Orden ECI/3567/2007 de 4 de diciembre, se permita el adelanto de la convocatoria de elecciones para ser celebradas en el primer trimestre de 2012”.

La Junta de Garantías Electorales estaba presidida por Tomás González Cueto (abogado del Estado), y contaba con la vicepresidencia de José Luis Piñar Mañas (catedrático de derecho administrativo). Entre los vocales se encontraba Rafael Catalá Polo, quien años más tarde sería Ministro de Justicia (2014-2018).

Con base en la argumentación esgrimida por la RFEF en su escrito de 5 de octubre, y apoyado en el informe de la Junta de Garantías Electorales, el día 2 de noviembre se dictó el Acuerdo del CSD que autorizó a la celebración de las elecciones en el primer trimestre del año.

Ángel María Villar, de acuerdo con las funciones estatutariamente atribuidas al presidente, convocó elecciones el día 2 de enero de 2012 a la Asamblea General, a la Comisión Delegada y a la Presidencia de la Real Federación Española de Fútbol para su celebración el día 16 de febrero.

Puesto que el Acuerdo del CSD que autorizó al adelanto electoral no fue hecho público, la primera noticia que se tuvo al respecto fue el anuncio del presidente de la RFEF el día 2 de enero, que sorprendió porque era exactamente el planteamiento contrario al que Villar había defendido insistentemente en 2008. Entre los sorprendidos estuvieron aquellos que pretendían presentar una candidatura alternativa, y en concreto Ignacio del Río García de Sola, exconcejal de urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.

Las elecciones se celebraron como estaba previsto el día 16 de febrero de 2012, y Ángel María Villar fue proclamado presidente de la RFEF para su séptimo mandato y sin rivales, con 161 votos a favor, 5 en blanco y 1 nulo. Como veremos a continuación, con la intención de ensombrecer la victoria de Villar, el día anterior a las elecciones el sindicato Manos Limpias presentó una querella temeraria por prevaricación.

3.   El control administrativo de las elecciones

Desde que tuvo conocimiento de la convocatoria electoral, Ignacio del Río hizo cuanto estuvo en su mano para impedir la celebración de las elecciones en el primer semestre del año.

En primer lugar, presentó el 25 de enero un recurso de reposición contra el Acuerdo del CSD de 2 de noviembre de 2011 que autorizó el adelanto electoral, que sería desestimado el 22 de febrero de 2012 en virtud de una resolución dictada por el nuevo presidente del CSD, Miguel Cardenal.

Constatando que la resolución del recurso no se dictaría hasta después de las elecciones, Del Río interesó dos días antes de las elecciones (14 de febrero) ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional la adopción de medidas cautelares consistentes en la suspensión del Acuerdo del CSD de 2 de noviembre y consecuentemente de las elecciones. La Sección Séptima dictó un auto el 15 de febrero por el que rechazó la adopción de tales medidas. Como ya hemos avanzado, ese mismo día 15 de febrero Manos Limpias interpuso la querella.

El Acuerdo del CSD de 2 de noviembre de 2011 y la posterior resolución de 23 de febrero de 2012 fueron objeto de control jurisdiccional, pues tanto la RFEF como Ignacio del Río presentaron contra la misma sendos recursos contenciosos-administrativos. El primero de ellos pretendía que se decretara que el Sr. Del Río no estaba legitimado en el proceso de referencia, y el segundo de ellos que se decretara la nulidad del proceso electoral.

Ambos recursos fueron desestimados. El interpuesto por la RFEF en virtud de la Sentencia de 14 de enero de 2013 dictada por la Sección Séptima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional (ponente Ilmo. Sr. D. Ernesto Mangas González), y el interpuesto por el Sr. Del Río por la Sentencia dictada el mismo día por la misma Sección de la Audiencia Nacional, con ponencia del Ilmo. Sr. José Luis López-Muñiz Goñi.

4.   La denuncia de Manos Limpias

Según hemos adelantado, el día anterior a la celebración de las elecciones de la RFEF (15 de febrero), el Sindicato Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias interpuso una “denuncia criminal” contra Ángel María Villar Llona y Matilde García Duarte por un supuesto “delito continuado de prevaricación” que habrían cometido ambos “al adoptar acuerdos patentemente ilegales en la preparación y convocatoria del proceso electoral”. Aunque la denuncia venía únicamente con la firma del presidente del sindicato, Miguel Bernad Remón, muchos se plantearon en aquellos momentos que la pluma que estaba detrás era la de Javier Tebas.

Tal y como se trasladó a la prensa por parte del Sindicato, en la denuncia se afirmaba que “es obvio que no concurre, ni puede concurrir, ningún tipo de circunstancia o motivo que imposibilitase o dificultara gravemente que el proceso electoral de la RFEF se hubiese iniciado durante los meses de septiembre y octubre (dentro del plazo de los dos meses tras finalizar los Juegos Olímpicos), conforme dispone la Orden”. Igualmente se añadía que la Federación trató de que la convocatoria electoral “pasara lo más desapercibida posible y, naturalmente, sin darle la publicidad y la transparencia que tal convocatoria requería. […] Naturalmente, mediante esta irregular manera de proceder, manifiestamente clandestina, ha tratado de impedir un verdadero y democrático proceso electoral, con la debida participación y concurrencia de candidatos en pie de igualdad, así como evitar reclamaciones e impugnaciones por parte de los estamentos de la Federación”.

Por último, Manos Limpias subrayaba que la Directora General de Deportes del CSD autorizó el adelanto electoral “cuando ya conocía perfectamente que iba a dejar su cargo de forma inminente. De hecho, durante el propio mes de diciembre de 2011 o nada más iniciado el mes de enero de 2012 cesó en su cargo como Directora General de Deportes del Consejo Superior de Deportes (CSD)”.

La denuncia fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción 36 de Madrid, y su titular el Ilmo. Sr. D. Juan Antonio Toro Peña llamó a declarar a Ángel Villar y a Matilde García el día 24 de febrero de 2012.

La instrucción de la causa fue corta, pues el 16 de marzo de 2012 se dictó auto de sobreseimiento libre, resolución que refleja la certidumbre judicial de que no se había cometido delito alguno. Se expresaba el auto en estos términos:

En su consecuencia, no se observa que se haya omitido requisito legal alguno con su conducta, ya que estaba bajo la Junta de Garantías Electorales. Que de la declaración que presta Tomás González Cueto se acredita el cumplimiento de los requisitos administrativos exigidos para el caso, así como el cumplimiento de los exigidos en las normas administrativas. Considera suficiente la petición formulada por la Real Federación Española de Fútbol, existe transparencia y por tanto no existe dato objetivo o subjetivo de ilícito de índole penal respecto de la conducta de Ángel María Villar Llona, por lo que conforme establece el art. 641.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal procede acordar el sobreseimiento libre y por tanto el archivo de la presente causa por no ser los hechos denunciados constitutivos de ilícito penal alguno respecto a Ángel María Villar Llona.

Como era de esperar, Manos Limpias recurrió en reforma, que fue resuelta mediante un auto desestimatorio de 23 de mayo de 2012. La subsidiaria apelación recayó en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, que puso fin definitivo a esta causa en virtud del Auto 268/2013, de 5 de abril (ponente Ilmo. Sr. D. Francisco Jesús Serrano Gassent).

 

5.   Temeridad de la defensa de Manos Limpias

No es una opinión personal de quien escribe el que la actuación procesal de Manos Limpias fuera temeraria, sino que fue la calificación que le dio el citado Auto 268/2013, de 5 de abril, quien consideró que la misma denuncia ya fue temeraria. Aun a riesgo de resultar demasiado exhaustivos, conviene reproducir íntegramente los párrafos que la Sala dedica a justificar la temeridad y la consecuente condena en costas. Dice así:

Considera este Tribunal que cabe apreciar temeridad en la parte apelante desde el inicio de las actuaciones. Entiende esta Sala que la denuncia interpuesta era temeraria, pues del contenido de la misma se desprende que el denunciante no estaba conforme con el adelante del proceso electoral de la Federación Española de Futbol, pero no expone con claridad cuál es la ilegalidad “evidente, patente, flagrante y clamorosa” cometida y que pudiera constituir un delito de prevaricación, pues se limita a señalar que la convocatoria electoral era ilegal por contravenir frontalmente lo dispuesto en la Orden ECI/3567/2007,de 4 de Diciembre, y que en la misma se han cometido varias irregularidades. Si la parte apelante consideraba que la actuación administrativa no se ajustaba a la legalidad y contenía alguna irregularidad, debió acudir a la Jurisdicción adecuada para la revisión de los actos administrativos, que no es otra que la Contenciosa Administrativa.

Y también es temeraria la actuación posterior de la ahora apelante, pues a la semana de interponer la denuncia el Secretario de Estado del Deporte dictó resolución el 22-02-2012 desestimando el recurso interpuesto contra la resolución del Consejo Superior de Deportes de fecha 02-11-2011, y el mismo día de interposición de la denuncia, la Audiencia Nacional, Sección 7, dictó auto de fecha 15-02-2012 denegando la solicitud de medidas cautelarísimas pretendidas. Conocidas estas dos resoluciones era evidente que la pretensión de la parte no podía prosperar, pues el Secretario de Estado del Deporte consideró que la resolución de fecha 02-11-2011 del Consejo Superior de Deportes autorizando la celebración de las elecciones se ajustaba a derecho, y la Audiencia Nacional, Sección 7, dictó auto de fecha 15-02-2012 denegando la solicitud de medidas cautelarísimas, y permitió la celebración del proceso electoral, por lo que no podía sostenerse la existencia de una “ilegalidad evidente, patente, flagrante y clamorosa”, y a pesar de ello la parte denunciante mantuvo el ejercicio de la acción penal.

A lo expuesto debe añadirse que una vez practicadas las diligencias mínimas, especialmente de naturaleza documental (aportación de los expedientes administrativos), por el Instructor se dictó una amplia y motivada resolución acordando el sobreseimiento libre, por no ser los hechos denunciados constitutivos de delito. Y pesar de la claridad y contundencia de este auto, la parte denunciante, de manera claramente temeraria, interpuso recurso de reforma y subsidiario de apelación, sabiendo que la pretensión no podía prosperar. Y a mayor abundamiento, introdujo de manera sorpresiva hechos nuevos y un nuevo delito de falsedad, que no habían sido objeto de denuncia, y ello sin la menor base y sin concretar el delito, que imputa sin mayor fundamento y de manera temeraria.

Y de todo lo expuesto sólo cabe concluir la procedencia de la imposición a la parte apelante de las costas procesales de esta segunda instancia por ser su actuación procesal claramente temeraria.

6.   Conclusiones

A la vista de la resolución de la Audiencia Provincial, difícil será encontrar un caso más claro en el que el derecho penal se utilizó únicamente como mero instrumento para perjudicar a Ángel María Villar, precisamente el día anterior a la celebración de las elecciones. Si como se planteó en su momento, quien estaba detrás de la denuncia era Javier Tebas, la realidad toma un cariz de lo más interesante.

Por otro lado, si analizamos las fechas de este procedimiento penal en relación con el anterior interpuesto en el Juzgado de Instrucción 47, los datos son de particular interés. Pues esta querella de Manos Limpias se interpuso antes de que la Audiencia Provincial resolviera el recurso de apelación interpuesto por Javier Tebas contra el sobreseimiento, de tal modo que ambos procedimientos se solaparon parcialmente en el tiempo.

Si bien este proceso penal apenas tuvo trascendencia dada la flagrante ausencia de contenido incriminatorio, lo cierto es que su estudio no carece de interés. No solo porque se constata el permanente interés de que Ángel María Villar llevara a cabo su acción presidencial mediante la permanente amenaza penal, sino también porque lo ocurrido puede fácilmente interpretarse retrospectivamente a la luz de los hechos ocurridos en el mes de julio de 2017.




El tortuoso camino a las elecciones de la RFEF de 2004

1. Introducción

Ángel María Villar ha sido presidente de la Real Federación Española de Fútbol durante 29 años, a lo largo de siete mandatos que empezaron en su mayor parte sin necesidad de celebración de elecciones por ausencia de rival: 1992, 1996, 2000, 2008, 2012 y 2017. Solo en dos ocasiones tuvo rival: en las primeras elecciones de 1988 y en el año 2004.

Si las elecciones de 1988 contra Eduardo Herrera son relevantes porque fueron las que le permitieron a Villar alcanzar la presidencia de la RFEF, el proceso electoral del año 2004 será recordado para siempre por la particularidad de que su rival fue quien hasta dos años antes había sido el secretario general de la RFEF y máximo ejecutivo de la casa desde el año 1992: Gerardo González Otero.

Las elecciones tuvieron lugar el 26 de noviembre de 2004, y pese a que Gerardo contó con apoyos políticos, sociales y económicos del más alto nivel, no consiguió desbancar de la presidencia de la RFEF a Ángel Villar, que ganó las elecciones por 98 votos frente a los 77 conseguidos por González Otero y 1 por el tercer candidato, Sebastián Losada.

Concluía así un largo proceso de casi dos años durante el que Villar tuvo que enfrentarse a una sucesión de ataques diseñados de forma precisa e inteligente con el fin de impedir que pudiera presentarse a las elecciones o, en su caso, que perdiera todos los apoyos que el fútbol español le había brindado unánimemente en los años inmediatamente anteriores y que perdiera así las elecciones.

A tal efecto, y con documentación de la RFEF presuntamente filtrada a la prensa y a Javier Tebas, entonces vicepresidente de la Liga, este presentó sucesivas denuncias ante el CSD interesando la apertura de dos procedimientos ante el Comité Español de Disciplina Deportiva; se acordó la suspensión de la subvención estatal que anualmente recibía la RFEF, lo que provocó en la práctica un bloqueo económico de la entidad federativa; se incoó un procedimiento en el Tribunal de Cuentas; y se presentaron sucesivas denuncias penales que amenazaban a Villar con el ingreso en prisión. El éxito de cualquiera de estas acciones habría servido por sí solo para conseguir el objetivo de impedir la continuidad de Villar al frente de la federación.

Todo ello perfectamente orquestado, desarrollado de forma simultánea y aireado permanentemente a través de los medios de comunicación del grupo PRISA, que guardaban en la memoria los hechos que habían provocado su querella contra Villar en el año 1996. La relevancia de todas aquellas actuaciones en torno al proceso electoral en la RFEF alcanzó incluso al presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que públicamente pocos días antes de ser ganadas las elecciones (5-3-2004) afirmó en el programa El Larguero de la Cadena Ser que “las noticias que he leído y he escuchado me parecen graves y deberían dar lugar a una exigencia de responsabilidades” en la RFEF. Y añadió que “sería planteable un decreto antiporta como el de Felipe González, en este caso con Ángel María Villar”.

La correcta descripción de todos los hechos ocurridos exige detenernos con cierto nivel de detalle, y por ello estudiaremos en epígrafes sucesivos los hechos previos en que se enmarcó la larga campaña electoral de casi dos años, las denuncias presentadas por Javier Tebas ante el Consejo Superior de Deportes y el bloqueo de la subvención que derivó de aquellas, para concluir con el proceso penal abierto contra Villar y algunos de los más altos directivos y empleados de la RFEF.

2. Hechos previos (1): la destitución de Gerardo González

El día 9 de enero de 2003 estaba prevista la celebración de la Comisión de Presidentes de Federaciones de Ámbito Autonómico, que tendría lugar en la sede de la RFEF en la madrileña calle de Alberto Bosch. Poco antes de la reunión, y sin previo aviso, cinco presidentes de federaciones autonómicas comparecieron en el despacho del presidente Villar con la intención de presentarle un documento que habían recibido y en el que se ponían de manifiesto algunas supuestas irregularidades, que consideraban ciertas, y en virtud de las cuales entendían necesaria la destitución inmediata del vicepresidente económico Juan Padrón y del administrador general José María Castillón.

Ante la sorpresa por tan inopinado y grave planteamiento, Villar propuso que tal informe fuera cuestión que se debatiera en la reunión que a los pocos minutos iban a tener con el resto de presidentes autonómicos. No sin reservas de algunos de los cinco, el documento fue objeto de lectura íntegra ante todos los presidentes. Su contenido generó la sorpresa de todos los presentes, que acto seguido exigieron conocer el nombre de quien había facilitado la información que estaba en la base del informe. Los cinco presidentes estuvieron de acuerdo en los nombres: el vicesecretario general Andrés Berlinches y el secretario general, Gerardo González Otero.

La reacción de los presentes fue airada, pues no solo entendían que el contenido de tales supuestas irregularidades no se correspondía con realidad alguna, sino que se alertaron ante lo que entendieron como falta de lealtad con la RFEF al haber extraído y distribuido documentación sobre la que los empleados tenían contractualmente expreso deber de sigilo. Por todo ello, varios de los presidentes autonómicos pidieron a Villar la inmediata destitución de Gerardo González y de Andrés Berlinches.

Tan solo ocho días más tarde, el 17 de enero, y tras haber mantenido Villar y Gerardo González diversas conversaciones, este último presentó ante el registro oficial de la RFEF una carta dirigida al presidente en la que ponía de manifiesto las mismas irregularidades que previamente había trasladado al grupo de cinco presidentes autonómicos. El hecho de presentarlo a través del registro federativo rompía por sí mismo la relación de confianza necesaria para el cargo de secretario general, por lo que su actuación no dejó otra solución al presidente que proceder a la destitución que le había pedido la mayoría de los presidentes autonómicos.

La RFEF le presentó a Gerardo dos posibles soluciones a su situación laboral: la de volver a su puesto anterior como director de relaciones externas o la de desvincularse definitivamente de la RFEF. Aquel optó por la segunda, y así se hizo constar en el contrato firmado entre las partes el día 29 de enero en virtud del cual recibiría una indemnización de 1.399.404 €. Entre otras cláusulas, constaba la exigencia de confidencialidad absoluta sobre todo aquello que hubiera sabido o conocido como consecuencia de su vinculación laboral con la RFEF.

Dos semanas después, el 14 de febrero, se celebró la siguiente reunión de la junta directiva de la RFEF, en la que se aprobaron los siguientes acuerdos:

1.- Ratificar todas las decisiones que el Presidente ha adoptado y respaldar las que adopte sobre la destitución del ex Secretario General de la RFEF.

2.- Manifestar la absoluta confianza en todos los miembros de la Junta Directiva y ejecutivos de la Real Federación Española de Fútbol en todas sus actuaciones.

3.- Pedir al Presidente, por el bien del fútbol, que ponga en marcha cuantas actuaciones sean necesarias para informar, y en su caso, aclarar, todo lo relativo a la situación creada, sirviéndose de todos los medios materiales y humanos que considere oportunos.

Cumpliendo el tercero de los acuerdos, solo tres días después, el 17 de febrero, el presidente Villar remitió al presidente del CSD un escrito en que interesaba la realización de un “informe de revisión limitada sobre diferentes cuestiones”, que posteriormente fueron especificadas en un escrito de 21 de marzo en las siguientes:

1) Situación de las Subvenciones de las Federaciones Territoriales o autonómicas del ejercicio 2002.

2) Aplicación de los precios de material deportivo estipulados en el contrato de suministro con la empresa Puma en la temporada 2001-2002

3) Primeras licencias profesionales.

a) Comprobación del destino a las categorías formativas, de los fondos procedentes de la tramitación de la primera licencia profesional en España de futbolistas comunitarios y extracomunitarios en los clubes de primera y segunda división del ejercicio 2002.

b) Situación de los fondos procedentes de los clubes inscritos en la LNFP, correspondientes a las primeras licencias profesionales de jugadores nacionales aficionados.

4) Situación de las indemnizaciones satisfechas por las correspondientes compañías de seguros en caso de lesión de los futbolistas pertenecientes a los clubes de primera y segunda división adscritos en la LNFP, en su concurrencia a las selecciones nacionales.

5) Situación de los pagos de los viajes de los familiares de los directivos de la RFEF que se consideran no

6) Situación del sistema de mejoras voluntarias de las prestaciones de la Seguridad Social a trabajadores de la RFEF (legislación relativa a exteriorización de compromisos de prestaciones complementarias)

7) Contingencias de naturaleza fiscal relativas a retenciones y pago del impuesto de sociedades:

a) Situación de las retenciones fiscales de jugadores de la selección nacional absoluta de los ejercicios 2002 y 2003.

b) Situación de las retenciones sobre las dietas de desplazamiento satisfechas a empleados de la RFEF en los ejercicios 2001 y 2002.

c) Situación de la liquidación del impuesto de Sociedades de los ejercicios 2001 y 2002.

8) Asuntos relativos a la Segunda División B:

a) Cuentas de la temporada 2001-02.

b) Situación de los ingresos por retransmisiones televisivas de la temporada 2001-02.

c) Situación de las percepciones de la empresa Adidas en concepto de balones de la temporada 2001-02.

d) Gastos de comisión, de macanización o programación informática, asesores y pleitos, en los ejercicios 2001 y 2002.

9) Comprobación del destino de parte de los fondos estipulados en el contrato suscrito entre la RFEF y Media Park, para la creación y mantenimiento de una escuela arbitral durante los ejercicios 2002 y 2003.

10) Situación de la oferta y pago parcial del Plan Estratégico de Gestión de la Ciudad Deportiva formulado por la empresa AFP Grupo en los ejercicios 2002 y 2003.

11) Situación de los pagos realizados por la RFEF del dinero procedente de la UEFA por la participación de los clubes españoles en competiciones europeas.

Según afirmó la propia RFEF en un comunicado del 10 de abril, “la pretensión de la RFEF cuando solicitó, con fecha 17 de febrero, un informe de revisión limitada, al amparo de la Ley del Deporte (artículo 36.2 e), era fundamentalmente conseguir que el propio Consejo Superior de Deportes tuviera la oportunidad, a través de los mecanismos que considerara oportunos, de comprobar y, en su caso, aclarar que no existe ningún tipo de irregularidad económica en la gestión federativa”.

3. Hechos previos (2): filtración documental y participación de los medios de comunicación

De forma simultánea con lo narrado en el epígrafe anterior, en los primeros días del mes de febrero llegaron varias cajas y carpetas con fotocopias de documentos federativos tanto al diario ABC como a los diversos medios del grupo PRISA.

Gracias a esa documentación, los citados medios de comunicación empezaron una intensa campaña contra el presidente de la RFEF y algunos de sus directivos, que generó descrédito social a la propia federación. Esos mismos documentos llegaron al despacho profesional de Javier Tebas, quien consideró oportuno presentarlos en los diversos procedimientos judiciales de los que hablaremos a continuación.

El secreto profesional que ampara tanto a periodistas (art. 20 CE) como a abogados (art. 24 CE) preserva la identidad de las fuentes de aquellas filtraciones de documentos, algunos de los cuales eran los que habían estado en la base del informe preparado por Gerardo González y Andrés Berlinches que los cinco presidentes territoriales habían trasladado a Villar el 9 de enero.

4. Primera denuncia de Javier Tebas ante el CSD y apertura de un expediente sancionador ante el Comité Español de Disciplina Deportiva

Dos semanas después de la destitución del secretario general de la RFEF, tuvo entrada el 18 de febrero en el registro del Consejo Superior de Deportes el primer escrito presentado por Javier Tebas, en el que acompañaba un amplio dossier de prensa en que se explica fundamentalmente que “los medios de comunicación han reflejado en sus noticias importantes irregularidades de administración y económicas la RFEF” (expositivo tercero) y que “los hechos mencionados han causado importante alarma social y suponen un importante desprestigio para la imagen del fútbol y del deporte en general” (expositivo cuarto). Concluía el escrito interesando la realización en la RFEF de una auditoría de gestión de los últimos cinco años.

Sin dar tiempo a obtener respuesta, el 26 de febrero presentó el Sr. Tebas un segundo escrito al que denominó “ampliación de denuncia” en que se refería a las presuntas retenciones efectuadas por la RFEF respecto a determinadas cantidades correspondientes a los seguros y las licencias de profesionales de clubes o SADs pertenecientes a la LFP y reiterando la solicitud de que el CSD encargara una auditoría de gestión de los últimos cinco ejercicios económicos de la RFEF.

El 13 de marzo presentó el Sr. Tebas un tercer escrito poniendo de manifiesto supuestas irregularidades contables al intentar “falsear” las cuentas y resultados al menos del ejercicio 2002 al contabilizar en ese ejercicio el pago de las cantidades correspondientes a indemnizaciones por lesiones y primeras fichas profesionales de los clubes de fútbol que en realidad no habían sido efectivamente abonadas en dicho ejercicio.

Al día siguiente, el 14 de marzo el Sr. Tebas presentó un cuarto escrito en el que “con la autorización del cliente” (al que no identificaba) aportaba fotocopias de facturas y recibos correspondientes a viajes realizados por personas pertenecientes a la RFEF en las que, a juicio del denunciante, se habrían añadido datos mecanografiados para imputar el pago de los viajes privados de estas personas y familiares a la RFEF. El petitum de este escrito es muy diferente a los anteriores, pues interesa al CSD que “tenga por admitido el presente escrito, lo acumule a los anteriores y previos los trámites oportunos resuelva ordenar una auditoría de gestión lo más urgente posible y asimismo proceda a enviar las denuncias realizadas al órgano de la administración estatal correspondiente para que, independientemente de las responsabilidades administrativas en las que puedan incurrir las personas afectadas, se investigue si los hechos pueden tener otro tipo de responsabilidad”. Pedía, en definitiva, el Sr. Tebas que se remitieran sus escritos como denuncia al juzgado decano de instrucción de Madrid para investigar posibles responsabilidades penales de los intervinientes, incluido el presidente Ángel Villar.

A la vista de estos sucesivos escritos de Tebas y los que Villar había presentado el 17 de febrero y 21 de marzo, la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes, presidida por Juan Antonio Gómez Angulo, previo informe de la abogacía general del Estado, acordó el 10 de abril remitir al Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) toda la información con el fin de que abriera un periodo de información previa para acordar las actuaciones que se debían seguir. Simultáneamente, el CSD rechazaba la petición del Sr. Tebas de realizar una auditoría general de la gestión de la RFEF de los últimos cinco años.

Iniciado el trámite previo de información reservada por parte del CEDD, y tras requerir a la RFEF determinada documentación para hacer un análisis previo sobre la pertinencia o no de abrir un procedimiento sancionador, mediante una providencia de 26 de septiembre dictada en el seno del Expediente 125/2003 acordó la apertura del citado procedimiento concretado en tres los siguientes hechos:

a) Retención presuntamente indebida del dinero proveniente de seguros concertados en relación a clubes cuyos jugadores seleccionados se han lesionado durante el desempeño de cometidos en la correspondiente selección nacional, y demora de su pago.

b) Retención presuntamente indebida de los ingresos que efectúan los clubes por inscripción de las primeras fichas profesionales, que no se entregaron en tiempo a los clubes formadores de los

c) Demora y retraso injustificado en el reintegro de los importes de determinados viajes y gastos particulares de directivos y familiares, efectuados con cargo a la Real Federación Española de Fútbol.

Tales hechos, en caso de ser finalmente probados, podrían ser constitutivos de las infracciones previstas en los arts. 76.2.d) de la Ley del Deporte y 15.c del RD 1591/1992, consistente en la incorrecta utilización de fondos privados. Las sanciones a que se enfrentaban los investigados eran, entre otras, la de inhabilitación (art. 79 de la Ley del Deporte) que habría impedido a Ángel Villar comparecer al procedimiento electoral de 2004. Se nombró instructor del expediente a Abelardo Rodríguez Merino y secretario a Carlos Hernández de la Torre y Galán.

Simultáneamente, y en aplicación del art. 7 del entonces vigente RD 1398/1993, de 4 de agosto, al tener conocimiento el CEDD de la existencia de un procedimiento penal abierto en el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid por los mismos hechos, acordó “suspender el procedimiento del expediente disciplinario incoado por este Comité Español hasta que recaiga la resolución que corresponda en las diligencias previas incoadas ante el Juzgado nº 47 de Madrid”.

Efectivamente, como veremos en el epígrafe correspondiente, como el CSD no remitió las denuncias del Sr. Tebas al juzgado de instrucción tal y como este había interesado, fue el propio Sr. Tebas quien lo hizo, dando así lugar a las Diligencias Previas 459/2003 ante el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid.

No obstante, y aunque el expediente sancionador se suspendió, es muy importante llamar la atención sobre el hecho de que la incoación lo era por la supuesta “incorrecta utilización de fondos privados”, en absoluto se hacía mención alguna a supuestas irregularidades en la utilización de los fondos públicos, lo que sin embargo motivaría la suspensión de la subvención según veremos en el epígrafe siguiente.

Para concluir, es preciso señalar que este expediente disciplinario ante el Comité Español de Disciplina Deportiva no se reabrió en 2013 cuando el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid decretó el sobreseimiento definitivo de la causa penal, por lo que la hipotética responsabilidad administrativa de los denunciados se extinguió por prescripción (art. 80 de la Ley del Deporte).

5. La suspensión de la subvención pública del Consejo Superior de Deportes

El día 10 de marzo, siempre de 2003, el Consejo Superior de Deportes acordó la suspensión temporal de la subvención a la RFEF, que en aquel año iba a ser de 5.250.406,30 €. Aunque la resolución de concesión de subvenciones no se haría hasta el 1 de abril, era costumbre del CSD adelantar a las federaciones deportivas determinadas cantidades a cuenta con el fin de cumplir sus fines. Pocos días antes, el 14 de febrero, la RFEF había recibido un anticipo de 1.609.308 €, que finalmente sería el único que recibiera.

La citada resolución de 1 de abril del Secretario de Estado-Presidente del CSD de concesión de las subvenciones de 2003 se condicionaba la subvención de la RFEF a la realización de un “informe de revisión limitada”, que remitía precisamente al que había interesado el propio Villar en su escrito de 17 de febrero, adelantándose al que justo al día siguiente (18 de febrero) presentaría Javier Tebas denunciando las supuestas irregularidades. Según parece, fue Villar quien le sugirió a Gómez Angulo la conveniencia de introducir esa cláusula suspensiva a la espera de los resultados de ese procedimiento, obviamente confiado en los resultados positivos del mismo.

Como ya señalábamos anteriormente, lo extraño de la situación es que el destino de los fondos públicos de la RFEF no estaba en duda, sino que lo que se investigaba tanto en la vía administrativa como en la vía penal era el destino de fondos privados. Es decir, se bloqueaba una subvención pública que aun tramitada por la RFEF tenía como destino al conjunto del fútbol español bajo el pretexto de supuestas irregularidades en la gestión de fondos privados, lo que en sí mismo presuponía la correcta gestión de los fondos públicos.

De hecho, con rotundidad se expresó al respecto el propio secretario de Estado para el Deporte al empezar su intervención en la Comisión de Educación, Cultura y Deporte del Congreso el día 25 de junio de 2003[1]:

Señorías, comparezco ante esta Comisión para informar, de acuerdo con las solicitudes que obran en la Mesa y en el orden del día, de las actuaciones llevadas a cabo por el Consejo Superior de Deportes en relación con la Real Federación Española de Fútbol y sobre el uso o gestión de los recursos públicos en el seno de la misma, conforme refleja la petición del Grupo de Izquierda Unida. En relación con este punto -que insisto sólo figura en el literal de la solicitud de Izquierda Unida-, puedo afirmar rotundamente ante esta Cámara que todas las subvenciones públicas concedidas a la Real Federación Española de Fútbol por la Administración general del Estado, a través del Consejo Superior de Deportes como organismo competente, están perfectamente acreditadas y justificadas y han estado siempre destinadas al fin y al objeto previstos en las mismas. Señorías, sobre este asunto no cabe discusión al respecto. No obstante, la subvención pública a la federación fue suspendida por el Consejo Superior de Deportes hasta que se aclare la justificación de otros recursos distintos a los públicos en dicha federación. 

Por ello, el 18 de diciembre el Secretario de Estado acordó levantar la condición suspensiva impuesta a la subvención de la RFEF de 2003, si bien con la cautela de retener el dinero “hasta que las circunstancias y el cumplimiento de las obligaciones que ha de llevar a cabo la RFEF hayan sido consideradas suficientes por el CSD, quedando el crédito retenido en la fase administrativa que corresponda”.

Aunque el CSD no llegó nunca a realizar ninguna tarea inspectora en la RFEF, retuvo las cantidades correspondientes a la subvención de los ejercicios 2003, 2004, 2005, 2006 y parcialmente 2007. Esta carencia de ingresos económicos obligó a que la RFEF hipotecara los edificios de su sede social por un total de 18 millones de euros. Volveremos sobre ello en el epígrafe siguiente.

El CSD retuvo esas subvenciones amparándose en el procedimiento que se abrió en el Tribunal de Cuentas por acuerdo de su pleno de 17 de diciembre de 2003, en el que aprobó incluir en el Programa de fiscalizaciones del Tribunal de Cuentas para el año 2004, dentro del apartado V.2 “Informes especiales. Otras fiscalizaciones», la “Fiscalización de la financiación pública de la Real Federación Española de Fútbol y control del destino de dichos fondos por parte del Consejo Superior de Deportes (ejercicios 2002 y 2003)”.

Casi un año más tarde (octubre de 2004), y precisamente dos meses antes de las elecciones a la RFEF, el Tribunal de Cuentas empezó su actividad inspectora, requiriendo tanto al CSD como a la RFEF multitud de información tanto sobre el destino de las subvenciones como del control que había ejercido sobre las mismas. Huelga decir que la incoación de esta actividad sirvió nuevamente como herramienta para el proceso electoral federativo, sin buscar siquiera un mínimo disimulo. En este sentido baste con recordar cómo el diario As (18-10-2004) informó sobre el comienzo de la actividad inspectora del Tribunal de Cuentas con el antetítulo de “RFEF Elecciones”. Este procedimiento ante el Tribunal de Cuentas concluiría en el año 2006, y fue objeto de revisión jurisdiccional que no concluyó hasta el año 2009[2].

6. Segunda denuncia de Javier Tebas ante el CSD

Como se acaba de indicar, y dado el sucesivo bloqueo de las subvenciones estatales, la RFEF acordó hipotecar los inmuebles de su propiedad de la calle Alberto Bosch de Madrid, lo que llevó a cabo el día 15 de julio de 2003. El edificio sito en el nº 13 se hipotecó por una cantidad de 8.809.200 € y el sito en el nº 15 por 9.190.800 €, para un total de 18.000.000 €. Quien firmó la operación fue el propio presidente, que estaba habilitado para concertar operaciones de préstamo, incluso con garantía hipotecaria, en virtud de un acuerdo de la asamblea general de 5 de junio de 1998.

A pesar de que la operación nada tenía de irregular, y que la necesidad económica de la RFEF había sido provocada por la suspensión de las subvenciones motivada a su vez por las denuncias del Sr. Tebas, fue el propio Sr. Tebas quien interpuso una nueva denuncia ante el CSD el 29 de septiembre de 2003 imputando una supuesta infracción disciplinaria muy grave de abuso de autoridad (art. 76. 1 a de la Ley del Deporte) cometida por el Ángel Villar.

La denuncia se presentó por Javier Tebas “como abogado y miembro de la Asamblea General de la RFEF, en representación del CD Badajoz SAD”, si bien el consejero delegado del club pacense presentó al mes siguiente un escrito (22 de octubre de 2003) afirmando que Tebas “durante el último año no ha detentado, ni orgánica, ni estatutariamente, poder de representación de esta sociedad, como sobradamente consta en la hoja de la sociedad del Registro Mercantil de Badajoz”. Por este motivo, el abogado del Estado consideró que, al no tener el denunciante el poder que afirmaba tener, la denuncia debía quedar sin efecto.

No obstante, el Secretario de Estado – Presidente del CSD dictó una resolución el 12 de noviembre de 2003 en la que entró al fondo del asunto y que resolvió en estos términos literales:

Tercero.- Por lo que se refiere a la imputada falta de autorización de la Asamblea General de la RFEF, que de acuerdo con el artículo 29 del Real Decreto 1835/1991, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas Españolas, resultaría preceptiva para la realización de los actos objeto de la denuncia, no cabe ser tomada en consideración, toda vez que consta en el acta de la reunión de la Asamblea General de la RFEF, celebrada el 5 de junio de 1998, que en el punto 4.3 del orden del día se trató el asunto relativo a la «construcción de la Ciudad Deportiva de la RFEF», y en el que figura expresamente que “La Asamblea General acuerda delegar funciones en el Sr. Presidente para la adquisición de terrenos, financiación (préstamos, hipotecas y operaciones similares), firma de contratos, autorizaciones administrativas, adjudicaciones y en general, cuantos actos y negocios jurídicos fueren precisos para llevar el  proyecto a buen fin; así como autorizar la firma del convenio con el Alcalde de las Rozas, para la cesión de terrenos, por 96 votos a favor, ninguno en contra y 1 abstención».

Cuarto.- Por lo que se refiere a la imputación relativa a la falta de autorización del Consejo Superior de Deportes, que el artículo 36 b) de la citada Ley del Deporte, invocado por el denunciante, exige para el gravamen y enajenación de bienes inmuebles que hayan sido financiados, en todo o en parte, con fondos públicos del Estado, tampoco puede considerarse probada, toda vez que ni de la denuncia presentada ni de la documentación obrante en el expediente, ni de las actuaciones y comprobaciones llevadas a cabo por este organismo, cabe colegir que los bienes inmuebles objeto de la hipoteca hayan sido financiados total o parcialmente con fondos públicos del Estado.

En consecuencia, por todo ello, el Presidente del CSD declaró la inadmisión a trámite de la denuncia presentada contra el presidente de la RFEF “por no apreciarse la comisión de la infracción muy grave que se le imputa por parte del denunciante D. Javier Tebas Medrano, ni proceder en consecuencia que este Consejo Superior de Deportes ejerza las facultades previstas en el artículo 84 de la Ley del Deporte, en relación con la propuesta al Comité Español de Disciplina Deportiva de la incoación de expediente disciplinario”.

7. La acción penal ejercida por Javier Tebas

Como vimos anteriormente, la primera de las denuncias interpuestas por Javier Tebas ante el Consejo Superior de Deportes estaba conformada por cuatro escritos diferentes. En el último de ellos (14 de marzo de 2003) interesaba su remisión a los tribunales de justicia penal, y viendo que el CSD no procedió en ese sentido, tomó él mismo la decisión de presentar denuncia ante la jurisdicción ordinaria.

De este modo, el día 2 de junio la representación procesal de Javier Tebas presentó ante el juzgado decano de instrucción de Madrid un escrito al que llamó de “denuncia criminal” por delito societario (art. 295 CP), apropiación indebida (art. 252 CP) y falsedad en documento mercantil (art. 392 CP). El escrito estaba firmado por la letrada Beatriz Naranjo Aybar y la procuradora María Cruz Ortiz Gutiérrez.

Los denunciados eran el administrador general José María Castillón, el vicepresidente económico Juan Padrón, el vicepresidente Juan Espino y Antonio Borrás del Barrio, miembro de la junta directiva y presidente de la federación balear. Entre otras numerosas diligencias que se interesaban, estaba el interrogatorio a Ángel María Villar en calidad de testigo, y la entrada y registro en la sede de la RFEF.

Nueve días más tarde, el 11 de junio el magistrado titular del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid, Ilmo. Sr. D. José Sierra Fernández dictó auto de incoación de diligencias previas, registradas con el nº 459/2003, en el que, entre otras decisiones, acordaba la personación de Javier Tebas como acusación particular. Fue precisamente a instancias del Sr. Tebas que poco después se cambió su posición procesal a la de acusador popular, tras la presentación de un aval de 12.000 €, de acuerdo con la Providencia de 7 de noviembre.

En los meses sucesivos la actuación procesal del Sr. Tebas fue muy intensa, desarrollada fundamentalmente mediante la presentación de hasta nueve escritos de “ampliación de la denuncia”, en los que permanentemente incorporaba hechos nuevos al procedimiento. Hubo escritos de 10 de julio, 26 de septiembre, 29 de septiembre, 23 de octubre de 2003, y 20 de enero, 11 de mayo, 30 de mayo y 26 de julio de 2004.

Esta sucesión de escritos desplegaba una técnica procesal que dudosamente era compatible con lo regulado en el entonces vigente art. 300 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que recogía la exigencia de que cada delito fuera objeto de un sumario diferente. En puridad, todos estos escritos de ampliación de denuncia eran en realidad denuncias nuevas, que en consecuencia debían haberse instruido en procedimientos independientes. Al acumular todas las denuncias en el mismo, se generó un macroproceso que exigía necesariamente una larga instrucción.

Por este motivo, el procedimiento fue calificado por las defensas de los imputados como “causa general”, y así lo expresó por ejemplo la defensa del Sr. Castillón, ejercida por el letrado Esteban Mestre, en un escrito de 2 de julio de 2004:

Que, en mi escrito de 28 de mayo pasado, ya hice constar que, de lo actuado hasta la fecha en las presentes actuaciones, esta parte había podido constatar que la parte denunciante pretende instituir, con estas Diligencias, una causa general contra mi mandante, los otros tres denunciados y, en ·definitiva, todo el equipo directivo de la Real Federación Española de Fútbol; instrumentándola además al servicio de intereses por completo espurios al proceso penal, como son los afanes electorales de un determinado grupo, que desea un cambio en la Presidencia y el equipo directivo actual de la Real Federación Española de Fútbol, y que a este fin utiliza mediáticamente la existencia del proceso que ahora nos ocupa.

Aunque el proceso se dirigió inicialmente contra las cuatro personas citadas, desde el escrito de 29 de septiembre de 2003 la representación procesal del Sr. Tebas insistió sin cesar en la pertinencia y necesidad de que se incluyera también entre los imputados a Ángel María Villar. Del mismo modo reiteró sucesivamente la procedencia de realizar una entrada y registro en la sede de la RFEF. Tales pretensiones fueron respondidas por primera vez por la Providencia de 7 de noviembre de 2003, que se expresó en estos términos:

En cuanto a la solicitud de la acusación particular de que declare el Sr. Villar como imputado, al no apreciar motivos suficientes para dicha citación; no ha lugar a lo solicitado, si bien, tal postura podrá modificarse en atención a las declaraciones que se efectúen, o al examen de la documental y periciales a practicar en esta fase de instrucción.

No ha lugar a la solicitud de mandamiento de entrada y registro en los locales de la RFEF, debido principalmente a la amplitud de la diligencia solicitada y al haber otros medios de conseguir la documentación que se interesa para probar las retenciones de dinero provenientes de seguros, o las cantidades presuntamente indebidas de los ingresos de las primeras fichas.

Esta misma providencia acordó la citación como imputados de Juan Padrón, José María Castillón, Juan Espino y Antonio Borrás, lo que tendría lugar el 17 de diciembre respecto de los dos primeros y el 18 de diciembre respecto de los dos segundos, si bien la del Sr. Borrás terminaría teniendo lugar el 9 de enero siguiente. A las declaraciones de los cuatro imputados, además de los letrados de los investigados y del representante del Ministerio Fiscal, acudió el Sr. Tebas en sustitución de la letrada que él mismo había designado para su defensa en el procedimiento.

A pesar de que el Sr. Tebas volvió a pedir la imputación de Villar al menos otras cinco veces antes de las elecciones de noviembre de 2004, el juez de instrucción se lo denegó y tal declaración no llegó a tener lugar hasta septiembre de 2005, cuando resultó inocua para los fines electoralistas que parecían dirigir toda la actuación de la acusación popular. En este sentido, es muy importante señalar que en todo momento la actuación del titular del Juzgado de Instrucción 47 rechazando la declaración de Villar estuvo avalada por el Ministerio Fiscal, cuyo representante asignado al caso era el Ilmo. Sr. Alejandro Luzón Cánovas, actualmente (2021) fiscal jefe de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada.

Por la citada acumulación de escritos de ampliación de denuncia presentados por la acusación popular, el objeto de las diligencias previas terminó siendo el siguiente:

  1. Retención por parte de la RFEF de distintas cantidades pertenecientes a los clubes y procedentes de la póliza de seguro contratada para cubrir eventuales lesiones que los jugadores pudieran sufrir mientras estuvieran jugando o entrenando con la selección nacional, supuesto regulado en el artículo 339 del reglamento general de la RFEF.
  2. Falta de entrega por la RFEF a los clubs formadores de los futbolistas de las cantidades que aquella recibe de todos los clubes que inscriben la primera ficha profesional de sus jugadores (arts. 128 y 129 del Reglamento RFEF).
  3. Falta de exteriorización del plan de pensiones de la RFEF.
  4. Pago de 60.101 € a la empresa AFP Grupo Consultores de un “informe fantasma” (sic) de cómo debe funcionar la ciudad deportiva de Las Rozas.
  5. Contrato de 1 de enero de 1997 suscrito por la RFEF con la mercantil Estudio 2000, SA (Puma) en virtud del cual esta adquiere la condición de proveedor oficial de las federaciones autonómicas. Según el denunciante, este contrato que ha sido renovado anualmente, resulta perjudicial para los intereses de la RFEF y tenía como único objetivo el de beneficiar a la empresa suministradora del material.
  6. Supuesta utilización de fondos propios de la RFEF para costear viajes privados de determinados directivos y familiares de estos.
  7. Posible delito de fraude de subvenciones en los cinco años anteriores a la incoación de la causa (1998-2002).
  8. Posible apropiación indebida cometida por Villar, que consistiría en que todos los ingresos que recibía procedentes de la FIFA y la UEFA los ingresaría en la RFEF, que después se los entregaría al propio Villar. Esta operativa tendría como único objetivo el de que fuera la RFEF quien hiciera frente a las comisiones bancarias por el cambio de divisa de francos suizos a euros.
  9. Supuesta apropiación indebida cometida por Villar, quien se habría beneficiado de excesos retributivos por parte de la RFEF.

Esta compleja amalgama de hasta nueve imputaciones diferentes fue la que dificultó la instrucción, que por este motivo se prolongó innecesariamente en el tiempo. Al margen de ello, es preciso adelantarlo, el procedimiento concluyó con el sobreseimiento de todas las actuaciones.

Para entender cuál era la posición de las defensas ante las múltiples y diversas acusaciones del Sr. Tebas, resulta pertinente el reproducir algunos párrafos de un escrito de 5 de septiembre de 2005 presentado por la representación procesal de Ángel María Villar y firmado por el letrado Luis Rodríguez Ramos. Entre otras afirmaciones, realizaba las siguientes:

Que la denuncia y sus sucesivas ampliaciones son un cúmulo de omisiones intencionadas e interpretaciones sesgadas y torticeras de una serie de hechos y circunstancias que su representado aclarará convenientemente.

Que el denunciante ha promovido denuncias «anónimas» en los medios de comunicación y, posteriormente, se ha servido de ellas para generar una notitia criminis que presentar ante este Juzgado.

Que el denunciante está instrumentalizando la Justicia, sirviéndose de las resoluciones dictadas por este Juzgado y aportando copia de las actuaciones a los medios de comunicación y diversos órganos deportivos (clubs de 1 a y 2ª División, Presidentes Federaciones Territoriales, Asamblea Federación de Fútbol de Cataluña), quebrantando así el secreto general o externo de la causa establecido en el art. 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Que el denunciante, en fin, en compañía del ex Secretario General y candidato en las recientes elecciones presidenciales de la R.F.E.F., D. Gerardo González (de quien ha reconocido en su declaración que recibió parte de la información utilizada en su denuncia), ha creado una trama destinada a conseguir, afortunadamente sin éxito, la derrota del Sr. Villar en esas elecciones.

8. Las defensas plantean que la acusación popular ha presentado supuestos documentos falsificados

Al margen de las consideraciones anteriores, mención aparte merece una concreta alegación que recogía este mismo escrito de 5 de septiembre de 2005, y que por su gravedad es conveniente reproducir literalmente (negritas en el original). Al margen de que el escrito sea de fecha posterior a las elecciones de 2004, los hechos a que se refiere (20 de enero y 8 de mayo de 2004) son ambos anteriores a tales elecciones. Decía así el escrito:

Que incluso, como ya han puesto de manifiesto algunas defensas, el denunciante se ha permitido aportar documentos falsos, unos manipulados y otros inventados. Y así:

a) A su escrito de 20 de enero de 2004 el denunciante adjuntaba (Doc. 6) dos fotocopias de sendas notas interiores de contabilidad de la R.F.E.F. que reflejaban compras de divisa, supuestamente al Presidente, realizadas el 17 y el 29 de junio de 1998. Tales documentos han sido alterados desde el momento en que en los originales no aparece la anotación manuscrita que precisamente menciona al Sr. Villar como el vendedor de la divisa.

b) A su escrito de 8 de mayo de 2004 el denunciante adjuntaba (Docs. 3 y 4) dos fotocopias: la supuesta nómina del Sr. Villar del mes de enero de 2003 y un hipotético listado con los salarios y Seguridad Social del mes de enero de 2004 correspondiente a los empleados de la R.F.E.F., en el que figura el Sr. Villar. Pues bien, Dña. Alicia Mateo Grande, cajera de la R.F.E.F. que tiene a su cargo en exclusiva la gestión de las nóminas, prestó declaración el 28 de octubre de 2004 manifestando que ambos documentos son una pura invención, sobre todo porque el Sr. Villar nunca ha cobrado por nómina y, por tanto, es imposible que aparezca en la aplicación informática utilizada para el tratamiento de las nóminas de la R.F.E.F. Ello sin contar con las incorrecciones que presentan, tales como cantidades (nunca ha percibido 12.020,24 euros/ mes), niveles (no existe el nivel «1 18 PRESIDENTE») y fechas (ambos documentos son de dos años diferentes y se han impreso el mismo día -08.04.2004-, lo que es absurdo, ya que se podría haber aprovechado para imprimir el listado y nómina del mismo mes y año).

Efectivamente, la alegación de que parte de la documentación presentada al procedimiento por la representación procesal de Javier Tebas no era novedosa, sino que ya la habían puesto de manifiesto las partes desde el escrito de 2 de julio de 2004 firmado por el letrado Esteban Mestre, expresado con la siguiente contundencia:

La parte denunciante, en su desesperado intento de alcanzar, en tiempo electoralmente eficaz, una decisión judicial que pudiera arrojar sospechas de honorabilidad sobre cualquiera de los imputados, o algún otro miembro incluso, del equipo directivo de la Real Federación Española de Fútbol, ha rebasado la línea de la legalidad, incurriendo en conductas que pudieran llegar a ser constitutivas de delito, y en algún caso con la apariencia de pretender llamar a error al Juzgado, y generar resoluciones infundadas, pero de indudable trascendencia mediática.

Dicho en términos estrictamente jurídicos, la representación procesal de Javier Tebas no pudo acreditar la realidad de los documentos que las defensas reputaban falsos. Sin embargo, ninguna de las partes personadas interesó la apertura de diligencias para investigar las posibles responsabilidades penales que pudieran haberse derivado de la actuación.

9. Terminación del procedimiento penal

Aunque queda al margen del objeto de este artículo, y por ello lo reseñamos de forma esquemática, no podemos dejar de señalar que tras siete años de instrucción, el nuevo titular del Juzgado de Instrucción 47 el Ilmo. Sr. D. Adolfo Carretero Pérez dictó el 15 de octubre de 2010 el auto de sobreseimiento provisional y archivo de la causa. Lo hizo a instancias del Ministerio Fiscal, que en un informe de 13 de octubre informó en tal sentido. La representación procesal de Javier Tebas interpuso recurso de reforma, que fue desestimado mediante Auto de 31 de marzo de 2011.

Contra ese auto interpuso recurso de apelación, que fue resuelto mediante el Auto 726/2012, de 10 de diciembre, por la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Madrid (ponente Ilmo. Sr. D. José Joaquín Hervás Ortiz). Este auto revocó parcialmente el sobreseimiento, limitando la reapertura a la supuesta utilización de fondos de la RFEF para pagar viajes privados de algunos familiares de los imputados y la falta de justificación de algunas dietas cobradas por los mismos. Sobre las otras ocho acusaciones se mantenía el sobreseimiento, que consecuentemente devino firme.

Reabierta la causa, y tras dar trámite a las partes para que alegaran lo que a su derecho conviniera, mediante Auto de 28 de enero de 2013 se acordó la continuación del procedimiento por los trámites del procedimiento abreviado contra Juan Padrón, José María Castillón, Juan Espino y Antonio Borrás por un presunto delito de apropiación indebida, mientras que se acordaba nuevamente el sobreseimiento respecto de Ángel María Villar, en estos términos (fundamento jurídico noveno):

En el caso del Sr. Villar, procede el sobreseimiento provisional porque el mismo informe pericial no le imputa viaje ni dieta alguna indebida, ni, en efecto, resulta que tenga obligación de garante respecto de la conducta del resto de los imputados, máxime cuando los organismos de control de la RFEF, la Asamblea General, la Comisión Delegada y, en su caso, el Consejo Superior de Deportes, le advirtiesen de la conducta irregular de los imputados, por lo que no cometió apropiación indebida, ni permitió por omisión que otros la cometiesen, sin que el acusador popular tenga legitimación para pedir la persecución de un delito de administración desleal porque no es público (art 296 C.P.), lo que es predicable del resto de los imputados respecto del delito del art 295 pero no del delito del art. 252 todos del C.P.

Y se añadía en el fundamento de derecho undécimo:

No consta acreditado que el Sr. Villar, presidente de la RFEF se apropiase de cantidad alguna, cobrase dietas injustificadas ni que tuviera la función de controlar las dietas de los demás miembros de la Federación imputados, ni que hubiese sido advertido por los organismos de control de La RFEF de la existencia de irregularidad contable en la conducta de los imputados, por lo que procede el sobreseimiento provisional respecto del mismo, conforme los art 641 nº l y 2 de la LECR.

Dictado el auto de transformación en procedimiento abreviado, y conferido el traslado a las acusaciones para que presentaran sus respectivos escritos de conclusiones, tanto el Ministerio Fiscal como el abogado del Estado se reiteraron en su pretensión de sobreseimiento de la causa. Por su parte, la representación procesal de Javier Tebas no presentó escrito alguno formulando acusación, por lo que en virtud del principio acusatorio que rige nuestro sistema penal, el titular del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid dictó auto de sobreseimiento sin que por lo tanto los hechos llegaran nunca siquiera a ser juzgados.

Curiosamente, los diez años que duró este procedimiento penal se corresponden precisamente con los diez años más exitosos de la historia del fútbol español: la selección absoluta ganó dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010), la sub-21 dos Eurocopas (2011 y 2013), la sub-19 cinco Eurocopas (2004, 2006, 2007, 2011 y 2012), la sub-17 dos Eurocopas (2007 y 2008); una Eurocopa la sub-19 femenina (2004) y dos Eurocopas la sub-17 femenina (2010 y 2011); un Mundial de fútbol sala (2004) y cuatro Eurocopas de fútbol sala (2004, 2006, 2007 y 2011).

10. Conclusiones

Las diversas actuaciones llevadas a cabo para evitar, sin éxito, la victoria electoral de Ángel María Villar en el año 2004, incluyeron denuncias penales y administrativas interpuestas todas ellas por Javier Tebas. Con el proceso penal se generó la amenaza de un posible ingreso en prisión de Villar y algunos directivos, y con los procesos administrativos se consiguió el bloqueo efectivo de la RFEF al dejar esta de recibir la subvención estatal durante cuatro años y tener finalmente que proceder a un reintegro de casi cuatro millones de euros. Simultáneamente, a través de los medios de comunicación se perjudicó el buen nombre no solo de las personas investigadas, que resultaron todas ellas inocentes, sino de la propia RFEF y del conjunto del fútbol español.

A pesar de todo ello Ángel Villar ganó las elecciones por 19 votos a Gerardo González, y dio así comienzo el mandato que culminaría con la victoria de la Eurocopa de 2008, dando inicio a los cuatro mejores años de la historia del fútbol español y de cualquier selección nacional, al ganar un Mundial (2010) y dos Eurocopas consecutivas (2008 y 2012).

[1] Diario Oficial del Congreso de los Diputados, 25 de junio de 2003, núm. 787, pp. 24943 y ss.

[2] Excede del objeto de este artículo el explicar cuál fue el desarrollo del procedimiento ante el Tribunal de Cuentas. En todo caso no resulta improcedente señalar cómo el informe del Tribunal de Cuentas, emitido el 20 de julio de 2006 identificó determinadas irregularidades contables en la gestión de los fondos públicos por parte de la RFEF, sin que pudiera desprenderse responsabilidad penal por ello. El CSD inició tres procedimientos de reintegro por la subvención del año 2002, y se dictaron tres resoluciones de fecha 4 de julio de 2007 en virtud de las cuales se ordenó la devolución por parte de la RFEF de un total de 3.180.536,04 € de principal, más 732.290,58 € de intereses. Aunque la asamblea general acordó el 12 de julio de 2007 recurrir las tres resoluciones, el 29 de agosto la RFEF hizo efectivo el pago mediante dos transferencias, lo que permitió desbloquear las subvenciones pendientes.




La guerra del fútbol televisado (1996) y la primera querella contra Ángel Villar

I. Los derechos televisivos del fútbol en la década de 1990

Aunque Televisión Española inició sus emisiones regulares el 28 de octubre de 1956, desde años antes se venían realizando diversas pruebas para ponerla en marcha. Una de esas pruebas tuvo lugar el 26 de octubre de 1954 y consistió en la retransmisión de un Real Madrid – Real Racing Club de Santander, que sería el primer partido televisado en España.

Desde 1959 TVE incluyó en su parrilla diversos partidos de fútbol, si bien no fue hasta octubre de 1963 cuando se llegó a un acuerdo con la Real Federación Española de Fútbol para televisar todas las semanas un partido de Liga. Inicialmente se televisaba los domingos, pero a partir de la temporada 1971-72 la retransmisión pasó a los sábados, pues fue interés de la RFEF que el fútbol televisado no colisionara con el resto de los partidos que se jugaban también en domingo.

Desde la temporada 1987-88, y en virtud de un convenio suscrito entre la Liga Nacional de Fútbol Profesional, RTVE y las televisiones autonómicas de Galicia, Cataluña y el País Vasco, estas últimas empezaron a emitir en sus respectivos territorios el partido semanal que en el resto de España seguía emitiendo TVE a través de su segunda cadena. Este convenio fue prorrogado hasta la temporada 1989-90, último año en que la Televisión Española emitió partidos del Campeonato Nacional de Liga.

Al terminar la temporada 1988-89, la Liga Nacional de Fútbol Profesional presentó un concurso privado en virtud del cual se ofrecían los derechos para retransmitir un partido por jornada a partir de la temporada 1990-91. Se adjudicó el 20 de julio de 1989 por 19.100 millones de pesetas a la mercantil Promoción del Deporte SA, sociedad controlada por dos socios de Dorna SA y presidida por Carlos García Pardo, también presidente de Dorna SA. Tan solo diez días después, el 1 de agosto de 1989, Promoción del Deporte SA vendió por 19.673 millones de pesetas todos los derechos a las televisiones autonómicas de Cataluña, Valencia, Madrid y País Vasco.

El 11 de enero de 1990 se firmaron dos contratos relevantes. En virtud del primero de ellos, las televisiones de Galicia, Cataluña y País Vasco ofrecieron a las de Madrid, Andalucía y Valencia emitir los partidos que faltaban de esa temporada 1989-90. En el segundo contrato de esa misma fecha el canal autonómico andaluz se incorporó al contrato de 1 de agosto de 1989, lo que le posibilitó emitir el fútbol desde la temporada 1990-91.

Ese contrato de 1 de agosto de 1989 sin embargo no se llegó a ejecutar pues el día 6 de julio de 1990 se firmó una nueva serie de contratos en virtud de los cuales la Liga de Fútbol Profesional cedió los derechos televisivos por ocho temporadas (desde la 1990-91 hasta la 1997-98). Como cesionarios aparecían no solo las televisiones autonómicas, sino también Canal Plus, televisión privada recientemente creada al amparo de la Ley 10/1988, de 3 de mayo, de Televisión Privada.

El conjunto de las televisiones autonómicas pagaría 42.000 millones de pesetas por la emisión de un partido el sábado, y Canal Plus 12.000 millones por la emisión de un partido codificado los domingos. El primer partido emitido en Canal Plus con el sistema de codificado fue el 2 de septiembre de 1990, un Valencia – Atlético de Madrid.

II. La primera guerra del fútbol

Partiendo de la base de que solo los clubes y sociedades anónimas deportivas son dueñas de sus derechos, al margen de cuál sea la entidad encargada de la gestión, a principios del año 1996 la televisión privada Antena 3 TV, a través de la mercantil Gestora de Medios Audiovisuales SA, empezó a negociar directamente con cada uno de los clubes la cesión de los derechos para la emisión de sus partidos a partir de la temporada 1998-99, pensando en el mercado que se iba a abrir de la televisión vía satélite y el pago por visión (pay per view).

Estos movimientos generaron una carrera por conseguir contratos con el mayor número de equipos posible entre la propia Antena 3 y Canal Plus, a la que se sumó la cadena autonómica TV3, ya que la propia asamblea de la Liga de Fútbol Profesional en su reunión de 12 de abril de 1996 autorizó a los equipos a celebrar sus contratos individuales con los medios a partir de la temporada 1998-99.

Gestora de Medios Audiovisuales SA (GMA) firmó contrato con 27 equipos de primera y segunda división por cinco temporadas, desde la 1998-99 hasta la 2002-03. En cada uno de esos contratos se incorporó una cláusula (19ª) que hacía una previsión respecto a las temporadas 1996-97 y 1997-98, estaban incluidas en el contrato de las televisiones autonómicas y Canal Plus firmado el 6 de julio de 1990. En esa cláusula 19ª se contemplaba la posibilidad de que la entidad deportiva firmante pudiera llegar a disponer de los derechos correspondientes a esas temporadas, en cuyo caso se incorporarían al contrato individual firmado por cada entidad futbolística, que de ese modo transmitiría a GMA los derechos correspondientes a las temporadas 1996-97 y 1997-98.

El 11 de julio de 1996 la Liga de Fútbol Profesional acordó pedir a la Forta la modificación del contrato de 6 de julio de 1990 con el fin de que en las dos temporadas siguientes Antena 3 TV pudiera emitir un partido en abierto. El 1 de agosto la Forta aprobó por unanimidad de todos sus miembros abrir el contrato de 1990, a cambio de que se les garantizar la exclusiva de los derechos de emisión de fútbol en abierto entre 1998 y 2003.

Por su parte Sogecable SA, sociedad gestora de Canal Plus, se oponía tajantemente a cualquier modificación del contrato de 6 de julio de 1990.

El 8 de agosto de 1996 se celebró una asamblea extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional donde los clubes asistentes votaron y aprobaron, entre otros, el acuerdo presentado por el Real Madrid C.F. «B», donde se proponía otorgar a Antena 3 TV el derecho de transmitir un partido de Liga los lunes durante las temporadas 1996-97 y 1997-98, en tercera opción tras Canal Plus y las televisiones autonómicas. Si la jornada se jugaba en miércoles, el partido de Antena 3 se emitiría el jueves. En esta asamblea, así como en las inmediatamente anteriores, se representó el enfrentamiento entre Canal Plus y Antena 3 a través de los clubes que habían firmado respectivamente con una y con otra. Tan solo votaron a favor los 27 equipos de Antena 3, hubo una abstención, y aquellos que tenían contrato con Canal Plus se negaron incluso a emitir voto alguno.

En ese mes de agosto de 1996 se sucedieron las negociaciones en todas las bandas implicadas, y finalmente el día 29 una nueva Asamblea Extraordinaria de la Liga acordó de forma temporal que Antena 3 pudiera emitir partidos los lunes durante las cinco primeras jornadas de Liga, tiempo tras el cual, si no se hubiera firmado un contrato definitivo, los clubes podrían negociar unilateralmente sus derechos.

Finalmente, el 17 de octubre de 1996 la LNFP firmó el contrato con Antena 3 y GMA en el que se plasmó la decisión adoptada por la asamblea extraordinaria del 8 de agosto, fijándose un precio por temporada de 3.200 millones de pesetas por temporada. El primer partido de los lunes fue retransmitido el 2 de septiembre de 1996, un RCD Espanyol – Real Sporting de Gijón.

III. El pacto de Nochebuena

Dos meses después, esta “guerra del fútbol” concluyó con el conocido popularmente como Pacto de Nochebuena, en virtud del cual el día 24 de diciembre de 1996 los presidentes de Sogecable y Antena 3, Jesús de Polanco y Antonio Asensio, firmaron un acuerdo para constituir la mercantil Audiovisual Sport SL, participada al 40% por Sogecable y por Antena 3 TV, y al 20% por TV3. Esta sociedad explotaría el 100% de los derechos televisivos del fútbol español y estaría presidida por Manuel Campo Vidal.

El contrato de constitución de Audiovisual Sport SL se firmó el 27 de diciembre de 1996 en la sede madrileña de la Fundación Santillana. Jesús de Polanco afirmó que “hemos firmado la paz del fútbol y eso significa que a partir de ahora en España habrá muchos más españoles que van a ver el fútbol mejor que nunca y van a disfrutar porque habrá fútbol para todo el mundo”. Por su parte, Antonio Asensio manifestó que “hemos llevado a término los esfuerzos que nos pedían desde la Liga de Fútbol Profesional y la secretaría de Estado para el Deporte para unificar los derechos del fútbol”.

En virtud de este contrato, las televisiones autonómicas mantendrían la posibilidad de emitir un partido semanal de Liga de Primera y Segunda en abierto, y Canal Plus un partido de Primera y otro de Segunda codificados los domingos. Antena 3 TV tendría la emisión de veinte partidos en abierto de la Copa del Rey, además de los encuentros de los lunes en la temporada 1996-1997. Además de todo ello, se otorgaron los contratos oportunos para que Audiovisual Sport SL llevara a cabo la explotación de los derechos del pago por visión (pay per view) a través de Canal Satélite Digital, propiedad del grupo Sogecable.

IV. La querella contra Ángel María Villar

Meses antes de llegar al pacto de Nochebuena, y con el ánimo de presionar al presidente de la RFEF, Sogecable SA interpuso una querella criminal contra Ángel María Villar, pues el presidente de la RFEF era la única persona que tenía por sí solo la potestad de impedir la ejecución de los acuerdos tomados por la LFP en relación con la modificación de las fechas de determinados partidos para que pudieran jugarse los lunes. En concreto, el acuerdo aprobado por la Asamblea Extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional el 29 de agosto de 1996.

De acuerdo con el convenio vigente en aquel momento entre la LFP y la RFEF, que fue renovado en los mismos términos el 5 de septiembre de 1996, el calendario de la competición lo elaboraba la LFP y el presidente de la RFEF disponía de diez días a partir de recibirlo para ratificarlo o rechazarlo. Por otro lado, y de acuerdo con el reglamento de la RFEF, el presidente tenía además la potestad de adelantar y retrasar partidos dentro de una jornada:

Libro XVII (De las competiciones nacionales): Art. 14, apartado 2: La RFEF, oído el parecer de la LNFP cuando se trate de primera y segunda división, y prescindiendo de dicho trámite en los demás casos, podrá ponderando la concurrencia de especiales circunstancias, y a solicitud de uno de los clubes contendientes, con la anuencia del otro, autorizar que se adelante o retrase un determinado encuentro, siempre desde luego que no se altere el orden de partidos establecido en el calendario oficial.

Según certificó el secretario general de la RFEF en el seno del proceso penal, el presidente Ángel María Villar había autorizado de forma tácita, como hacía habitualmente, la propuesta de alteración de fecha de los partidos que se celebraban los lunes, lo que tuvo lugar por delegación a través del propio secretario general.

Y fue en esta actuación específica del presidente de la RFEF en la que se basó Sogecable para interponer una querella contra Ángel María Villar, entendiendo que la autorización tácita de retrasar un día la celebración de los partidos Espanyol – Sporting de Gijón y Extremadura – Betis, de la primera y segunda jornadas respectivamente, podía constituir un delito de prevaricación. La querella estaba firmada por dos catedráticos de derecho penal: Gonzalo Rodríguez Mourullo y Horacio Oliva García.

Así se expresaba Canal Plus en un comunicado público que hizo el 18 de septiembre de 1996 en el que anunciaba la interposición de la querella que había tenido lugar ese mismo día:

Sogecable estima como fundamento de la acusación contra el presidente de la RFEF que, pese a las advertencias realizadas al Sr. Villar por Canal Plus antes del comienzo de la presente temporada a fin de que sus decisiones en relación a la modificación del calendario liguero fuesen respetuosas de la legalidad vigente y de las situaciones jurídicas legítimas, autorizó personalmente tal alteración permitiendo la celebración de partidos de la Primera División los lunes”.

[La querella califica tal actuación como delito de prevaricación] “sin perjuicio de lo que dictamine en su día el órgano judicial, dado que el Sr. Villar, como presidente de la RFEF, dictó una resolución sin ser competente para hacerlo y despreciando lo dispuesto en las normas jurídicas que venía obligado a observar y cumplir. Su actuación, según se pone de manifiesto en la querella, ha ido dirigida a favorecer intereses de terceros en detrimento de otros legítimos y facilitando, de ese modo, su lesión”.

V. La tramitación judicial: sobreseimiento libre

La querella interpuesta por Sogecable recayó en el Juzgado de Instrucción 28 de Madrid, cuya titular era la Ilma. Sra. Ana Revuelta Iglesias. La magistrada admitió a trámite la querella mediante auto de 26 de septiembre, en el que acordaba como diligencias diversos exhortos y rechazaba tomar declaración en calidad de imputado a Ángel María Villar, tal y como habían interesado los querellantes.

Tras una inusualmente corta instrucción de menos de un mes, y sin llegar a tomar declaración a Villar, la magistrada dictó auto de sobreseimiento libre el 23 de octubre de 1996, considerado que los hechos imputados en la querella no eran constitutivos de delito alguno. El sobreseimiento, al ser libre ex art. 637.2º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, tenía efectos de cosa juzgada.

La parte dispositiva del auto se expresaba en los siguientes términos literales:

En atención a lo expuesto: dispongo que los hechos origen de las presentes no son constitutivos de delito por lo que procede el sobreseimiento libremente de las presentes actuaciones, previa baja en los libros de registro de este Juzgado.

La representación procesal de la mercantil Sogecable SA interpuso recurso de reforma contra la resolución, que fue íntegramente confirmada por un auto de 27 de noviembre por “no haber sido desvirtuados los fundamentos de derecho que [se] estimó de aplicación al caso”.

El conocimiento del subsiguiente recurso de apelación interpuesto contra el auto de sobreseimiento libre recayó en la Sección Segunda de la Ilma. Audiencia Provincial de Madrid. Sin embargo, no llegó a dictarse resolución de fondo, pues el 5 de febrero de 1997 la representación procesal de Sogecable presentó un escrito desistiendo del recurso. Al día siguiente los magistrados José de la Vega Llanes, Jaime Santos Coronado y Gregorio Díaz Bordallo firmaron el auto en virtud del cual tenían por desistido a Sogecable del recurso interpuesto, y consecuentemente el Auto de 23 de octubre de 1996 dictado por el Juzgado de Instrucción 28 devino firme.

El desistimiento de la acción criminal era consecuencia de la sobrevenida carencia de interés por parte de Sogecable en el procedimiento, dado el acuerdo entre Antena 3 TV y Canal Plus del pacto de Nochebuena y la subsiguiente constitución de Audiovisual Sport SL.

VI. Breve análisis del delito de prevaricación imputado a Villar

Según los querellantes, Villar habría actuado en el ámbito de una función pública en virtud de la delegación de la potestad administrativa del Consejo Superior de Deportes y excediéndose de sus competencias, dado que la aprobación de la modificación de los partidos le correspondería a la Comisión Delegada de la RFEF. La autorización se habría acordado de forma arbitraria y contraria al ordenamiento, y constituiría un acto dictado en el ejercicio de una función pública, por ende de carácter administrativo, por parte de quien ostenta la cualidad de autoridad, el Sr. Villar Llona.

A tal respecto, la magistrada Revuelta Iglesias afirmaba lo siguiente en el auto de sobreseimiento:

Considera el querellante que los hechos dan lugar a un delito de prevaricación tipificado en el art. 404 del Código Penal según L.O. 10/1995 de 24 de noviembre, que dispone que «La autoridad o funcionario Público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo, se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años». El precitado artículo exige determinar a priori «el carácter del asunto» donde la resolución se haya dictado, es decir si es o no administrativo, pues si tal carácter no concurre al considerarse como elemento integrante del tipo su ausencia conlleva necesariamente la exclusión del delito.

La Ley 10/1990 de 15 de octubre, del Deporte, reconoce a las federaciones deportivas españolas naturaleza jurídico-privada, si bien les atribuye funciones públicas de carácter administrativo. Según dice literalmente el preámbulo de la ley, “es en esta última dimensión en la que se sustentan las diferentes reglas de tutela y control que la Administración del Estado puede ejercer sobre las federaciones y que la ley, cautelarmente, ha establecido con un absoluto y exquisito respeto de los principios de autoorganización que resultan compatibles con la vigilancia y protección de los intereses públicos en presencia”. Las concretas atribuciones administrativas delegadas están recogidas como numerus clausus en el art. 33 de esta Ley 10/1990, sin que ninguna otra competencia ejercida por una federación pueda en caso alguno entenderse como administrativa, pues la hipotética delegación carecería de habilitación legal.

A este respecto, se resolvía en el Auto de sobreseimiento con estos términos:

Concluimos por todo, que la LNPF, asociación privada, es la que organiza su propio calendario, careciendo la RFEF de competencia para modificarlo o alterarlo a través de su presidente o Comisión Delegada, como alega el querellante, pues es la propia LNPF quien dentro de sus potestades organizativas actúa y conforme a sus intereses que son los de los Clubes que la forman y que desde luego carecen de carácter de público a los efectos de la Administración Pública, reputándose como una mera actividad privada que debe quedar sujeta a lo establecido en la disposición transitoria segunda del Real Decreto 1835/1991, en relación con el art. 28 de la misma resolución, y el convenio de 5 de septiembre de 1996, que instrumento la coordinación entre la LNFP y RFEF.

Dado que la modificación de la fecha en que se celebrara un partido no podía ser en absoluto considerada actuación de carácter administrativo, la juez Revuelta Iglesias concluía con estas tajantes palabras en relación con la actuación de Ángel María Villar:

La actuación del presidente de la RFEF en este caso se limitó a una ratificación conforme al convenio vigente, acto que desde luego no puede reputarse administrativo, puesto que en ningún momento ejerció funciones públicas o potestad alguna de la Administración (de orden público, disciplinario, etc.), ni tampoco dictado fuera de su competencia, porque sí es atribución suya la ratificación, no pudiendo incardinarse por ello en el art. 404 del Código Penal.

VII. La instrumentalización del derecho penal

Según hemos señalado, la actuación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol se limitó a no impedir el cambio de fecha de dos concretos partidos de las dos primeras jornadas ligueras de la temporada 1996-97, una actuación omisiva de carácter estrictamente privado, realizada en ejercicio de sus potestades reglamentarias y de acuerdo con la expresa solicitud que los clubes implicados realizaron a través de la Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional.

Ángel María Villar era la única persona que tenía la potestad de oponerse al acuerdo de los clubes, y por ello, desde un punto de vista estratégico, aquellos que querían evitar que el acuerdo se llevara a la práctica entendieron la oportunidad de condicionar la actuación de la única persona que podía por sí solo dejar sin efecto el acuerdo que, en su opinión, les perjudicaba.

Según recogió el nº 2 de la revista Fútbol, editada por la RFEF, “las dos personas de confianza de Prisa que lo visitaron [dijeron a Villar]: ‘ejerceremos contra usted acciones judiciales, políticas y sociales’”. Probablemente a esto se refería precisamente Sogecable en el ya citado comunicado emitido el 18 de septiembre en el que decían literalmente que “pese a las advertencias realizadas al Sr. Villar por Canal Plus antes del comienzo de la presente temporada […]”. Por su parte, el diario As recogía en su edición del 6 de septiembre (p. 26) la noticia de una reunión en la sede de la RFEF de Juan Luis Cebrián con Juan Padrón y Gerardo González.

Aunque la potestad de cambiar la fecha de un partido era personalísima del presidente de la RFEF, de acuerdo con el citado art. 14 del libro XVII del Reglamento, la junta directiva decidió emitir una nota pública el día 11 de octubre con el siguiente tenor literal: La junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol, en la reunión celebrada el día de hoy, ha acordado por unanimidad dejar constancia de su rechazo a la acción penal emprendida por Sogecable SA contra D. Ángel María Villar Llona, y al propio tiempo hacer expresa declaración del apoyo y solidaridad incondicionales, tanto en el orden personal como en el institucional que cada uno de sus miembros representan, a la figura del presidente del fútbol español.

Tan solo doce días después de esta nota de la junta directiva, la juez Revuelta Iglesias dictó el auto de sobreseimiento libre, en el que incluyó un párrafo hablando expresamente de la “instrumentalización del derecho penal” de los querellantes. Decía así:

Nos encontramos una vez más ante una clara instrumentalización del derecho penal para fines que le son ajenos, tergiversándolo en su esencia, y buscando con ello soluciones cuyo cauce es propio de otras jurisdicciones, por todo ello procede el sobreseimiento libre de las actuaciones al amparo del art. 637.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

VIII. “Por mí y por los míos” (carta abierta de Ángel María Villar)

Para concluir, y por su interés, parece oportuno reproducir íntegramente la carta abierta que publicó Ángel María Villar en el nº 2 (octubre-noviembre 1996) de la revista Fútbol. Decía así el presidente de la RFEF:

El daño ya está hecho, pero “por mí y por los míos”, que no son otros que mi familia y todas aquellas personas que forman parte del fútbol español, me ha satisfecho el archivo judicial de la querella de Sogecable SA.

Cabe ahora el recurso de la parte querellante, pero la resolución de la jueza, por su claridad y contundencia, ha construido a paliar los efectos de una campaña propagandística contra mi persona, con la palabra “criminal” en mayúsculas, por el único delito de haber cumplido con mi obligación.

El presidente de la RFEF debe atender y procurar el beneficio general del fútbol, y no cabe duda de que la decisión que a la postre propició la querella, adoptada dentro del ejercicio de mis facultades y a petición mayoritaria de los clubes, ha producido un gran beneficio para estos.

Pese al trastorno que siempre ocasiona un procedimiento judicial, sobre todo en cuanto al tiempo que hay que dedicarle, y que hay que restarle lógicamente al trabajo, considero que mi actuación ha sido correcta y que ha estado avalada por la legalidad, la responsabilidad y la democracia.

Si no es bueno que se judicialice el fútbol, mucho menos que personas ajenas al mismo quieran intervenir en cuestiones competenciales. El altísimo nivel actual de nuestro deporte se ha debido en gran medida a la independencia que se ha tenido en su regulación y gestión. Colaboración, siempre, pero evitando injerencias en asuntos fundamentales que puedan llevar al fútbol al sometimiento.

Solicito respeto para nuestro ámbito, el fútbol, que pese a los ingresos actuales, siempre da más que recibe. Creo, además, que ya es hora de que deje de ser el escenario de una guerra comercial, por muy elevados que sean los intereses en juego.

El único espectáculo que interesa y demanda el público es el que va paralelo al movimiento del balón. Todo lo demás es accesorio; es decir, que depende de lo principal o se le une por accidente.




Entrevista a Ángel María Villar (parte 1): 30 años de presidencia de la RFEF

El número de septiembre de 2020 de los Cuadernos de Fútbol está íntegramente dedicado al centenario de la Selección española de fútbol, y qué mejor manera de encabezarlo que con una larga entrevista con el presidente más importante que la RFEF ha tenido en estos cien años. Y no solo por haber sido quien más tiempo ha dirigido el máximo organismo de nuestro fútbol, sino porque con él se ha conseguido el máximo logro de nuestra historia: ganar el Mundial, hazaña de la que ahora se cumplen diez años.

Conocí personalmente a Villar en 1997, en la sede de la RFEF en Alberto Bosch. Y recuerdo muy bien que la impresión que me generó fue muy parecida a la que he vuelto a tener ahora al hablar con él: el presidente del fútbol español era una persona sencilla, inteligente, y muy amable. Yo apenas tenía 15 años, pero recuerdo muy bien su respuesta a un comentario mío sobre un tema que no recuerdo: “¡cómo vienen los jóvenes!”, dijo entre risas. Desde aquella vez siempre que nos cruzamos fue igual de amable conmigo, por lo que despertó en mí un aprecio que fue alimentado por Félix Martialay, que siempre hablaba de Villar con respeto, consideración, y hasta con cariño: “es muy buena persona”, decía don Félix. Hoy yo tengo la misma edad con la que él empezó su presidencia de la RFEF, y al concederme esta entrevista Villar vuelve a ser tan amable como lo fue aquella primera vez.

El presidente más laureado del fútbol español fue futbolista antes que presidente. ¿Tiene algún recuerdo particular de sus 22 partidos como internacional?

Recuerdo perfectamente todos mis partidos internacionales, pero es que tengo un recuerdo muy vivo de toda mi etapa como jugador, y no solo de la primera división, también me acuerdo muy bien de cuando siendo muy niño jugaba en el barrio a dar con el balón a las persianas de las puertas de entrada del campo de San Mamés.

Ángel María Villar en el Athletic Club. Archivo Martialay-CIHEFE

Piense que el campo estaba muy cerca de mi casa, tanto que podía ver el fútbol sin moverme de allí. Y un detalle, en esa casa tan futbolera fue donde yo nací, porque mi madre dio a luz en casa con la ayuda de mi abuela Sofía, que era comadrona.

Y tenga en cuenta que antes de llegar a internacional absoluto jugué en los infantiles y juveniles del Athletic, en regional preferente con el Galdácano y con el Guecho en tercera división. Después en el año 1971 fiché otra vez por el Athletic, y jugué 345 partidos oficiales entre Liga, Copa y competiciones europeas.

En la categoría absoluta de la Selección española jugué 22 veces, y tengo recuerdo muy claro de todos los partidos. Me acuerdo muy especialmente de mi primer partido, cuando debuté contra Turquía el 17 de octubre de 1973 en Estambul en un amistoso para celebrar el 25 aniversario de la Federación Turca. Y también del último partido el 9 de diciembre de 1979: lo jugamos en Limasol y ganamos a Chipre por 3-1, en el que metí un gol a pesar de jugar lesionado. Para aquel último partido yo no había sido inicialmente convocado, pero me llamó Julián del Amo y me dijo que Kubala me necesitaba, así que me presenté en Madrid. Yo insistía en que no podía jugar porque estaba lesionado, pero el caso es que jugué y hasta marqué el primer gol de España. Con esa victoria nos clasificamos para la Eurocopa de 1980.

Turquía-España.17-10-1973, debut de Villar con la Selección. Archivo Martialay-CIHEFE

También me acuerdo muy bien de mi participación en el grupo de clasificación en el Europeo de 1976 de Yugoslavia y la ya citada de Italia de 1980. Fue muy importante la clasificación para el Campeonato del Mundo de 1978 de Argentina, porque España no se había clasificado para las fases finales anteriores de 1970 y 1974. Desde 1978 nos hemos clasificado a todas.

Fíjese que jugar un partido internacional es muy especial, lo primero por la belleza y la responsabilidad que supone representar a tu país. Y además, porque supone que para el seleccionador nacional, en mi caso Ladislao Kubala, eres uno de los mejores de tu profesión en ese momento.

Villar y Kubala. Archivo Martialay-CIHEFE

En definitiva, le aseguro que tengo recuerdos muy entrañables de todas mis etapas como futbolista.

¿Cree que influyó en su labor como presidente el haber jugado con España?

Sin ninguna duda. Mi actividad como jugador en todas las categorías del fútbol español, y por supuesto en la Selección, me dio un conocimiento significativo de parte del fútbol sin la que mi labor como presidente de la RFEF no habría sido en absoluto igual.

Normalmente un exfutbolista opta por ser entrenador, pero usted optó rápidamente por ser directivo.

Efectivamente. Y recuerdo que ya mis compañeros del Athletic siempre me decían que cuando dejara de ser jugador iba a ser dirigente y no entrenador.

Desde muy joven me gustaba defender a mis compañeros, y por ejemplo acompañaba a los capitanes del equipo para discutir con los directivos cada temporada los derechos de los jugadores de la plantilla. Así que llegó un momento en que me di cuenta que debía estudiar Derecho, dejé mis estudios de Químicas en que estaba matriculado y empecé la carrera de Derecho en la Universidad de Deusto con el único fin de estar más preparado para poder defender mejor a mis compañeros. Recuerdo incluso que les hacía a mis compañeros la declaración de la renta, les redactaba las cartas que querían mandar a los directivos, etc.

Incluso siendo todavía futbolista estuvo en la fundación de la AFE en 1978. ¿Qué recuerdos tiene de aquello?

Sí, yo fui uno de los que en 1978 constituyó la AFE, y llegué a ser vicepresidente. También estuve en la primera huelga de los futbolistas profesionales en marzo de 1979, que tenía cuatro objetivos: abolir el derecho de retención, que se nos considerara trabajadores por cuenta ajena, que se nos diese de alta en la Seguridad Social, y tener un régimen fiscal especial.

Al poco tiempo de la huelga se dictó el Real Decreto 318/1981, de 5 de febrero, que nos reconocía como trabajadores por cuenta ajena, y acordaba la obligación de los clubes de darnos de alta en la seguridad social. Aquellos días apasionantes, reivindicativos, de unidad de los jugadores fueron de mucha actividad. Fuimos a hablar los representantes de los jugadores con varios ministerios, y conseguimos al final nuestros objetivos.

Con solo 38 años llegó a la presidencia de la RFEF. ¿Qué Federación y qué fútbol español se encuentra a su llegada? Si tuviera que destacar tres objetivos que marcaron su acción presidencial, ¿cuáles serían? ¿Y cree que cumplió con ellos?

Sí es cierto, llegué a la presidencia con 38 años, pero no se olvide que desde 1981 y hasta que fue elegido presidente de la RFEF fui presidente de la Federación Vizcaína de Fútbol, era joven pero tenía experiencia de gestión.

Mi primer programa electoral de julio de 1988 abarcaba 26 objetivos. Unos eran más importantes que otros, unos de más contenido que otros, y unos más urgentes que otros. Pero todos ellos eran importantes, y por eso me comprometí a cumplir con todos ellos. Y eso hice, cumplí íntegramente mi programa electoral. Y no solo lo digo porque lo recuerde bien, sino porque tengo en casa el programa y de vez en cuando me gusta releerlo.

Después gané otras siete elecciones consecutivas, y no le exagero si le digo que he cumplido todos los programas electorales que confeccioné para cada una de esas elecciones.

De esos objetivos, ¿había alguno por encima de los demás?

Sin duda. Mi objetivo principal como presidente era conseguir éxitos deportivos, y a ello dediqué todos mis esfuerzos durante los 30 años de presidente. Para conseguirlo diseñé organigramas específicos que permitieran dotar de una organización estable a las selecciones nacionales, dediqué todos los recursos económicos, humanos y materiales que me fue posible.

Y humildemente creo que ese objetivo con el que me presenté a la presidencia en 1988 se ha cumplido. Y no piense solo en el Mundial de 2010 o las Eurocopas de 2008 y 2012, piense también en la medalla de oro en Barcelona 1992, la de plata en Sydney 2000, el mundial sub-20 de 1999. Y a eso súmele, por ejemplo, dos campeonatos del mundo consecutivos de fútbol sala en 2000 y 2004, y siete campeonatos de Europa (1996, 2001, 2005, 2007, 2010, 2012 y 2016). Pero no quiero olvidarme de las decenas de títulos que hemos ganado con las selecciones inferiores, que en gran medida servían para construir un modelo que fue el que nos llevó a los mayores éxitos. En particular tres campeonatos de Europa sub-21 (1998, 2011 y 2013), 8 campeonatos de Europa sub-19 (1995, 2002, 2004, 2006, 2007, 2011, 2012 y 2015) y otros 7 campeonatos sub-17 (1991, 1997, 1999, 2001, 2007, 2008 y 2017). Y en el fútbol femenino ganamos la Eurocopa sub-19 en dos ocasiones (2004 y 2017).

A todo ello se le añaden los éxitos deportivos de nuestros clubes: campeones de Europa, campeones del mundo de clubes, campeones de la Liga de Europa, de las Supercopas europeas… Han sido años dorados también para el fútbol español de clubes.

¿Y qué supuso para el fútbol español la construcción de la Ciudad del Fútbol en Las Rozas?

Era uno de aquellos 26 objetivos que le he dicho que me marqué desde el principio: la construcción de una ciudad deportiva. Cuando yo era jugador de la selección nacional absoluta tuve que entrenarme a veces en campos de barro y algunas veces incluso en parques. Sabía que eso no podía seguir igual.

Porque además le diré que en la consecución de todos esos títulos que hemos señalado, ha tenido un papel muy importante el contar con una ciudad deportiva como la que construimos en Las Rozas, que es modelo en todo el mundo, y de la que estoy profundamente orgulloso. Porque da estabilidad a los jugadores, que siempre se entrenan en el mismo sitio, y eso ayuda mucho a generar dinámicas de grupo muy positivas.

Y algo muy importante que no quiero dejar de señalar: de los 38 millones de euros que costó más o menos su construcción, el 30% de los fondos provinieron de dinero público y el 70% de dinero privado. Y un detalle fundamental: ese 30 % de dinero público se había generado a su vez a través del fútbol, porque procedía de las quinielas.

Y en cuanto a la parte administrativa o estructural de la propia RFEF, ¿qué objetivos tenía?

En este sentido diferenciaría una vertiente interna y una vertiente externa. Internamente quería que todos los estamentos del fútbol participaran en la junta directiva de la RFEF: clubes de primera, segunda y tercera; presidentes de federaciones territoriales; presidente del comité técnico de entrenadores; presidente de comité técnico de árbitros, y a los jugadores, representados por tres miembros de la AFE. Todos, absolutamente todos tenían que estar en la junta directiva.

Por otro lado siempre tuve muy claro que había que ayudar a las federaciones autonómicas y al fútbol aficionado. Eso era para mí una prioridad que desarrollé tanto como pude. Fíjese que el 60% de los presupuestos de las federaciones regionales dependía directamente de la RFEF, lo que les permitió aumentar notablemente sus respectivos presupuestos. En muchos casos gracias a esa financiación pudieron adquirir sus domicilios sociales o construir numerosos campos de fútbol. Y todo ello intentamos siempre que fuera con fuentes de financiación privada y no pública, por ejemplo llevando a la selección absoluta a jugar partidos por toda España. La multiplicación de la inversión en el fútbol aficionado y las federaciones autonómicas fue exponencial durante mi mandato.

Y en lo que llamo la vertiente externa, tenía muy claro que además de la estrecha colaboración que teníamos con muchas federaciones extranjeras, España y su federación tenían que estar representados en las organizaciones que toman las decisiones que afectan al fútbol español. Tuve la suerte de poder representar a la RFEF 20 años en el comité ejecutivo de la FIFA y 26 años en el comité ejecutivo de la UEFA, y en ambas llegué a ser vicepresidente primero. De esta última tuve el honor de actuar como presidente durante un año cuando sancionaron a Platini.

¿Algún otro de esos objetivos que quiera destacar?

Sí, desde luego. Ya le he dicho que los 26 objetivos de 1988 eran todos importantes, y tampoco crea que he cambiado mucho mi acción presidencial a lo largo de los años, al margen de los cambios evidentes que se fueron haciendo necesarios para adaptarnos a los tiempos y a las circunstancias que se nos iban planteando. Pero mis objetivos fundamentales siempre fueron los mismos.

Por ejemplo, uno de los temas importantes fue el cambio profundo de formato que introdujimos en la Copa del Rey, en la Supercopa, en la 2ª División B y en la 3ª División. Y creamos una competición que para mí era simbólicamente muy importante: la Copa de la RFEF, que concebimos como un campeonato de España para el fútbol aficionado. Por otro lado también creamos nuevas competiciones de selecciones territoriales no profesionales que permitieron competir a las diferentes federaciones autonómicas. Estas competiciones habían existido en el pasado, pero nosotros las recuperamos.

Además de todo ello también le dimos un nuevo formato al Campeonato de España de juveniles para que tuviera más importancia y fomentamos tanto el fútbol femenino como el fútbol sala para ayudar a su desarrollo, que cuando yo llegué a la presidencia era muy incipiente.

En la relación con otros estamentos, suscribimos convenios de colaboración con la Liga de Fútbol Profesional y la Liga Nacional de Fútbol Sala, apoyamos siempre a la Asociación de Futbolistas Españoles, y establecimos una colaboración estrecha con el Comité Olímpico Español, a cuyo comité ejecutivo pertenecí durante varias legislaturas.

Al margen de esto, el crecimiento del fútbol en estos años ha sido notabilísimo, en todos los aspectos: el número de clubes, equipos, jugadores y árbitros se ha multiplicado sin cesar. A modo de ejemplo, la Escuela Nacional de Entrenadores ha emitido unos 130.000 carnés de entrenadores con Mariano Moreno y Ginés Meléndez de directores.

Son cifras casi increíbles, pero ciertas. Imagínese cómo ha cambiado el fútbol, que el primer control antidopaje se hizo en España a los pocos meses de llegar yo a la presidencia.

Y por supuesto no solo en el fútbol masculino: el desarrollo del fútbol femenino ha sido espectacular, en 2015 nos clasificamos por primera vez para la fase final de un Campeonato del Mundo con Ignacio Quereda de seleccionador nacional. Y en el fútbol sala, como ya le he recordado, fuimos dos veces campeones del mundo y siete de Europa, constituimos la Liga Nacional de Fútbol Sala y hasta integramos a su presidente en la junta directiva de la RFEF. Y no me olvido de la selección nacional de fútbol playa, que jugó su primer partido en 1996.

Por último, durante mi mandato se han celebrado 19 partidos benéficos a favor de la AFE, hemos constituido un fondo de garantía para pagar a los jugadores y hemos apoyado la creación del sindicato de jugadores de fútbol-sala.

Usted también le dio mucha importancia a los árbitros

Por supuesto. Pero no es que yo les diera mucha importancia, ¡es que son muy importantes! Quizá la decisión más relevante que llevé a cabo fue la de realizar un cambio estructural del Comité Técnico de Árbitros para intentar colocar al arbitraje donde siempre se mereció estar. Y precisamente por ello me importó mucho aumentar tanto como pude los honorarios de los árbitros y sus asistentes.

Ángel María Villar presidente de la RFEF. Archivo Martialay-CIHEFE

¿Hubo algún fracaso en su gestión?

En el deporte, como en la vida, considero que no hay fracaso cuando haces todo lo que puedes por conseguir un resultado. Si pones todo lo que pones y a pesar de eso no lo consigues, no es un fracaso. Siempre di de mí mismo lo más posible, tanto en aquellas cosas que salieron bien como en las que no salieron bien, por lo que no me gusta hablar de fracaso.

Dicho eso, hay dos cosas que lamento no haber conseguido para el fútbol español: un título de campeones del mundo con la selección absoluta femenina y la organización de un gran torneo de fútbol masculino. Presentamos candidatura para la Eurocopa de 2004 que terminó organizando Portugal y para el Mundial de 2018, que se celebró en Rusia. Fueron dos desencantos porque lo intenté con todas mis fuerzas pero no lo conseguí.

Y le añado un comentario sobre algo que se criticó mucho durante mi mandato: se decía que no explicaba suficientemente las cosas que hacía. Pero es que yo siempre entendí que mi trabajo como presidente consistía en tomar decisiones y ejecutarlas. En otras palabras, no se trataba tanto de explicar como de ejecutar. Y fíjese hasta qué punto llevé esa máxima que en los treinta años de presidencia yo no pedí que se convocara ni una sola rueda de prensa, ni una. Siempre creí que a un presidente se le debe juzgar por lo que ejecuta, por lo que hace. A un hombre no hay que calificarlo, son los hechos los que lo califican. Pues eso.

Su presidencia fue de casi 30 años, ¿marcaría etapas diferentes? ¿Qué definirían estas etapas, sus objetivos o los equipos de personas con las que los llevó a cabo?

Pues fíjese que yo esas etapas creo que no están definidas por ninguno de los criterios que usted dice sino por las diferentes normas de derecho positivo aprobadas por el Estado, cuya administración siempre ha ejercido un gran intervencionismo sobre las federaciones deportivas nacionales y en particular sobre la RFEF.

Los ejemplos son numerosísimos, pero baste recordar la Ley 10/1990 del Deporte, a la que siguieron nuevas leyes, nuevos reales decretos, la creación de la Liga de Fútbol Profesional con personalidad jurídica o la reconversión obligatoria de los clubes en SAD. Todos ellos han sido cambios muy profundos en el deporte en general y en el fútbol en particular que no han venido del deporte sino de la política estatal.

Yo siempre he sido un profundo defensor de la independencia de la RFEF frente a los poderes públicos, lo que no siempre facilitó mi labor como presidente. Pero estaba convencido de que debía ser así, y por ello aposté siempre.

¿Qué Federación y qué fútbol español dejó al salir de la presidencia?

Lo primero que quiero decirle es que no puedo responder a esta pregunta en singular, es totalmente necesario hablar en plural. Yo no era el único que trabajaba en la Federación, pero sí tuve la gran suerte de dirigir a este grupo humano de directivos, de empleados, seleccionadores, jugadores, a un número importante de personas que pusieron su granito de arena para conseguir los grandes éxitos que consiguió el fútbol español.

Volviendo a su pregunta, le respondo recuperando los objetivos de los que ya hemos hablado. Dejamos una Federación muy activa y líder en el fútbol mundial, avalada por los grandísimos éxitos que tuvimos en los campeonatos de Europa y del mundo tanto de clubes como de selecciones a todos los niveles. Con sus dirigentes en los grandes órganos internacionales al máximo nivel, como las comisiones internacionales.

Con unas competiciones nacionales vistas y seguidas no solo en España sino en el mundo entero. Con muchos jugadores que formaban parte de los equipos ideales de Europa y del Mundo. Con grandes árbitros y con grandes entrenadores nacionales e internacionales.

En resumen, ese fútbol español que es referente en todo el mundo es el que dejamos al salir de la RFEF.

¿Qué dejó pendiente el presidente Villar que no pudo terminar?

Ya le he dicho que lamento no haber sido campeones del mundo de la categoría absoluta del fútbol femenino, y tenía un plan preparado para conseguir el título que lamentablemente no pude desarrollar. Espero no obstante que dentro de poco España sea campeona del mundo también de fútbol femenino.

Si ahora volviese a empezar, ¿qué haría diferente?

No nombraría a algunas personas para determinados puestos. Pero dicho eso, quiero insistir en que tuve en todo momento un magnífico equipo humano de directivos y empleados que trabajaron con lealtad, con entusiasmo y acierto por el bien del fútbol español.

¿Cuál fue su posición en relación con las selecciones autonómicas? ¿Hubo en algún momento posibilidad real de que Cataluña o el País Vasco llegaran a ser admitidas en la UEFA?

No solo aceptamos totalmente las selecciones autonómicas, sino que como ya le he dicho creamos competiciones específicas para ellas. Considero que en cierta medida son la base para otras competiciones y participaciones de nuestras selecciones nacionales.

A nivel internacional se ha permitido que las selecciones autonómicas jueguen con selecciones extranjeras, y de hecho han sido varias las selecciones que lo han hecho. Pero siempre con una condición: que no fuera en fechas en que jugaba la selección absoluta. Por ello solían elegir jugar en Navidad.

Aunque en algunos momentos todas las federaciones territoriales organizaron sus selecciones, actualmente ya solo juegan partidos amistosos de profesionales la Federación Catalana y la Federación Vasca. Pero durante mi mandato ni una ni otra solicitaron formalmente la inscripción en UEFA ni en FIFA. La federación se ha mantenido unida, y sin ninguna duda es algo de lo que también estoy muy orgulloso.

Sin embargo Gibraltar sí entró en la FIFA y la UEFA

El caso de Gibraltar es muy particular, pues para entrar en la UEFA se valieron de los estatutos que estaban vigentes en 1997, momento en que solicitaron su ingreso. Con los estatutos actuales, aprobados en 2001, sería imposible que se inscribieran porque el artículo 5 limita el acceso a los Estados independientes reconocidos por la mayor parte de los miembros de la ONU[1].

Como es sabido, y a pesar de sus estatutos de entonces, la UEFA negó su entrada como miembro a Gibraltar, que presentó recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana, que el 7 de octubre de 2003 dictó un laudo en virtud del cual se obligaba a la UEFA a aceptarlo como miembro[2].

A pesar de ello, y tras ser aprobado su ingreso provisional por el comité ejecutivo de la UEFA el 8 de diciembre de 2006, el congreso celebrado el 27 de enero de 2007 lo rechazó por 48 votos en contra y 3 a favor. De ese congreso recuerdo una intervención brillante del representante suizo: “mi país es un estado confederal, y si permitimos que las partes que integran los Estados entren a la UEFA, los que desapareceremos somos nosotros”.

Así que nuevamente la Federación de Gibraltar recurrió ante el TAS, que dictó un segundo laudo en 2011 en el mismo sentido que el primero, por lo que la UEFA no tuvo otra posibilidad que aceptarlo como miembro, lo que hizo provisionalmente su comité ejecutivo el 1 de octubre de 2012 y de forma definitiva en el congreso celebrado en Londres el 24 de mayo de 2013.

No obstante quiero recordar que en ese congreso había 54 votos, que hubo 53 favorables al ingreso de Gibraltar y 1 en contra, que fue el de España. También votamos en contra de su ingreso en la FIFA, lo que tuvo lugar el 13 de mayo de 2016 igualmente tras un laudo del TAS dictado el 27 de abril de 2016[3].

Usted ha sido vicepresidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA, ¿qué suponen esos puestos a nivel personal?

Efectivamente, y dicho sea con toda modestia, he sido vicepresidente primero de las dos instituciones más importantes en el mundo del fútbol: la UEFA y la FIFA. Y no se llega a esos puestos simplemente por ser presidente de la RFEF, porque lo primero que tienes que hacer es darte a conocer entre los representantes de las federaciones nacionales de otros países para que te voten en el congreso de la UEFA. Y tienen que saber cómo piensas, qué predisposición tienes con el fútbol, cuál es tu pensamiento respecto de los temas importantes.

En términos generales, acceder a un cargo de una institución internacional, ya sea en el ámbito público o privado, es extremadamente difícil porque son puestos muy exigentes y deseados por mucha gente. Me lo marqué desde el principio como un objetivo porque sabía que era bueno para el fútbol español, así que trabajé con mucho esfuerzo para conseguirlo. Y después conseguí algo que es incluso más difícil que llegar, que es mantenerse.

Por supuesto en esas altas instancias, como en todo en la vida, tienes que estar siempre dispuesto a ayudar, a colaborar, a echar una mano. Y muy importante, tienes que demostrar que los compañeros pueden contar contigo en las alegrías y en las penas, que sobre todo estas últimas a veces son demasiadas y muy duras. Si mientes o si no eres leal, sabes que nunca te van a reelegir. Y yo he estado 26 años en el comité ejecutivo de la UEFA y 20 en el de la FIFA, muy pocas personas en la historia del fútbol han estado tanto tiempo en esos puestos de alta representación internacional.

Para mí es un gran honor haber pertenecido a esas dos instituciones, de las que soy un absoluto defensor. Pero al margen de lo que suponga para mí personalmente, lo importante es lo que ha supuesto para el fútbol español.

Ángel María Villar en la UEFA. Archivo Martialay-CIHEFE

Entre 2015 y 2016 ejerció como presidente de la UEFA, sustituyendo a Platini. ¿Cómo fue su relación con él?

Sí es cierto eso, es el cargo más importante en el mundo del fútbol al que ha accedido un español en toda la historia. Pero yo nunca quise utilizar el título de presidente por respeto a Michel Platini, con quien a día de hoy sigo en contacto.

Mi relación con Platini es un buen ejemplo de cómo se desarrollan las relaciones en estos estamentos internacionales. Él se presentó a las elecciones de la UEFA en 2007 frente a Lennart Johansson, que era presidente desde 1990. Yo apoyé e hice campaña por Johansson y perdimos, pero al día siguiente me llamó Platini y me ofreció una vicepresidencia, que acepté con sumo agrado. Ese mismo día le prometí absoluta lealtad, y así me he comportado.

Como ejemplo le contaré que cuando los fiscales suizos vinieron a interrogarle a él y al presidente de la FIFA Joseph Blatter en la casa de la FIFA en Zúrich me quedé hasta el final del interrogatorio para hacerles compañía e intentar echarles una mano. De hecho retrasé un día el vuelo de regreso a Madrid para poder estar con ellos. Más adelante declaré a su favor tanto en la FIFA como en el TAS, porque para mí ambos son inocentes.

Después, cuando llegué a ser la máxima autoridad de la UEFA, intenté por todos los medios ayudar a Platini defendiendo su inocencia e hice todo lo posible para que volviera nuevamente como presidente de la UEFA. Lamentablemente no pudo ser. Al margen de ello, desde el primer día de mi gestión en funciones de presidente estuve en contacto con él permanentemente, y por supuesto le invité a todos los actos de la UEFA y a todos los partidos del Europeo de Francia, jugara Francia o no. Aquel verano lo visité con mi mujer en su estancia de veraneo.

¿Destacaría algo concreto de esa etapa al frente de la UEFA?

Sin duda alguna el Campeonato de Europa de Francia, fueron días tan agotadores como apasionantes. Me levantaba todos los días a las 6 de la mañana en París y me acostaba a la 1 o 2 de la madrugada. Solo la responsabilidad que sientes y lo apasionante del trabajo que estás desarrollando te permite mantener ese ritmo de trabajo.

Tenga en cuenta que en la celebración de un campeonato de ese tipo se juntan dos tipos de responsabilidades: la más alta en la organización y la más alta en la representación. Y a mayores, no dejaba de ser el presidente de la RFEF, con las responsabilidades que eso suponía.

Tenía reuniones a diario con los altos empleados de la UEFA, y por supuesto estaba permanentemente pendiente del teléfono. Pero además recibía a los jefes de estado y de gobierno de los países intervinientes, lo que supone un altísimo honor pero también una altísima responsabilidad. Como ejemplo le pondré que el presidente de la República Francesa nos recibió en el Elíseo, en su estancia de trabajo.

Y como presidente de la RFEF era lo mismo, despachaba todos los días. Cuando España jugaba sus partidos siempre nombraba a una persona de la UEFA para yo poder representar a la RFEF. Tras la eliminación de España volví dos días a Las Rozas e inmediatamente después regresé a Francia.

Joao Havelange y Ángel María Villar. Archivo Martialay-CIHEFE

¿Por qué finalmente no optó a la presidencia de la UEFA en 2016?

Lo pensé mucho, medité mucho si presentarme o no a la presidencia de la UEFA. Hubo varios presidentes de federaciones extranjeras que me animaron a que me presentara, y sé que contaba con su apoyo. Y le diré más, fíjese que yo partía de una posición preferente en una hipotética carrera electoral porque estaba ejerciendo de presidente y eso me podía haber beneficiado mucho, pero nunca utilicé mi puesto para hacer campaña.

Por otro lado hubo dirigentes del fútbol español que me pidieron que me volviera a presentar a la presidencia de la RFEF, y al final me decidí por quedarme en España antes de empezar siquiera la lucha por la presidencia de la UEFA.

¿Cómo influyen en su labor en la presidencia de la RFEF? ¿Qué beneficios ha tenido para el fútbol español su presencia en instituciones internacionales?

Influyen en la labor del presidente de la RFEF muy favorablemente, al menos en dos sentidos. En primer lugar porque se conoce más al fútbol al que representas, por lo que se le quiere más y sobre todo se le respeta más.

Y en segundo lugar porque estás en los órganos que toman las decisiones que después como federación nacional vas a tener que cumplir, por lo que estar en esos órganos te permite influir en esas decisiones que tanto te afectan.

[1] Art. 5: « Membership of UEFA is open to national football associations situated in the continent of Europe, based in a country which is recognised as an independent state by the majority of members of the United Nations, and which are responsible for the organisation and implementation of football-related matters in the territory of their country ».

[2] http://jurisprudence.tas-cas.org/Shared%20Documents/410.pdf

[3] http://jurisprudence.tas-cas.org/Shared%20Documents/3776.pdf




Entrevista a Ángel María Villar (parte 2): el Mundial de 2010 y los grandes éxitos del fútbol español

Ángel María Villar afirma en la primera parte de la entrevista que su objetivo prioritario como presidente siempre fue obtener éxitos deportivos. Al margen de que estos fueron muy numerosos, obviamente el más importante fue ganar la Copa del Mundo en 2010. Victoria que estuvo rodeada, claro, de las Eurocopas de 2008 y 2012, en un periodo de seis años nunca conseguido por ninguna otra selección del mundo. A comentar esos seis años de éxitos dedicamos esta segunda parte de la entrevista.

En primer lugar vamos a hablar de la Eurocopa de 2008, donde se puede establecer un cambio de etapa en el fútbol español.

No, no es cierto, no se puede hablar de cambio de etapa. Lo que vivimos en esa Eurocopa de 2008 celebrada en Austria y Suiza fue la culminación de una etapa, que es muy distinto.

Eurocopa 2008. Archivo Martialay-CIHEFE

¿A qué se refiere con lo de “culminación de una etapa”?

Le voy a responder con unas palabras que no son mías, son de Michel Platini: “trabajad con las selecciones inferiores como lo hace Ángel Villar en la RFEF, que tendréis éxito”. Y le añado otras palabras del seleccionador Vicente del Bosque tras ganar el Mundial en Sudáfrica: “ser campeones no fue una casualidad”.

Ya le he dicho anteriormente que para mí el objetivo principal que debe plantearse un presidente de la RFEF son los éxitos deportivos, y a conseguirlos me empeñé durante todo mi mandato. Y efectivamente yo sabía que no se puede empezar la casa por el tejado, y que la clave del éxito de los jugadores de la selección absoluta está en el trabajo previo que se ha hecho durante años en las selecciones inferiores. Es un trabajo muchas veces silencioso, pero es el que permite plantearse en serio ser campeones de los grandes torneos.

Antes citaba la importancia que usted le confiere a la construcción de una ciudad deportiva…

Por supuesto, es que poder dotar a los jugadores de un sitio estable en el que entrenarse es importantísimo. Pero no solo se trata de eso.

En primer lugar creamos una estructura organizativa nueva para las selecciones nacionales, con un director deportivo al frente al que dotamos de más medios humanos, más medios económicos y más medios materiales. Se trataba de generar una estructura que estuviera al servicio de todas las selecciones, con más seleccionadores, preparadores físicos, preparadores de porteros, cuadros médicos y sanitarios, etc. Y lo importante una vez más, que esa estructura fuera estable.

Por otro lado tuvieron mucha importancia en nuestro planteamiento las federaciones territoriales. Queríamos hacer seguimiento de los jugadores jóvenes, y para eso era importante apoyar la celebración de torneos en el ámbito territorial y la confección de selecciones regionales que disputaran partidos entre sí. Ya le dije antes que yo siempre fui muy partidario de las selecciones territoriales, sobre todo en las categorías inferiores, porque también ellas tienen un papel fundamental en la confección de las selecciones nacionales. Y por otro lado, siempre hubo muy buena interlocución entre los seleccionadores nacionales y los seleccionadores regionales, de tal modo que se acompañaban mutuamente a los partidos y estaban en permanente contacto.

Todo el fútbol español colaboró activamente durante años para desarrollar nuestro proyecto deportivo. Si quiere, podríamos decir que tuvimos la suerte de poner en funcionamiento nuestra filosofía del fútbol español, nuestra manera de concebir este deporte.

Por ello, y volviendo a su pregunta original, no es cierto que la Eurocopa de 2008 fuera un cambio de etapa para el fútbol español. Todo lo contrario, fue el éxito de la etapa que habíamos empezado veinte años antes.

Lleva razón que no podemos olvidar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992

España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Archivo Martialay-CIHEFE

Ese sí que fue nuestro primer gran título en la presidencia, y uno de los objetivos más importantes con los que trabajé a llegar a la RFEF en 1988. Después del Mundial de 1982 era la primera vez que íbamos a jugar en casa en un gran torneo, y yo sabía que no debíamos desaprovechar la oportunidad.

A veces se ha difundido la falsa creencia de que los Juegos Olímpicos son un torneo secundario para el fútbol, que no nos preocupamos por él, pero le aseguro que no sé de dónde ha podido salir esa idea, porque era todo lo contrario. Incluso desde el punto de vista simbólico era un torneo muy importante para el fútbol español, porque fue en unos Juegos Olímpicos donde jugamos nuestro primer partido internacional, del que precisamente ahora se cumplen 100 años.

El caso es que desde el primer momento que entré en la RFEF empezamos a trabajar en unos programas específicos con la mente puesta en ganar los Juegos. Vicente Miera, que era el seleccionador nacional, hizo un trabajo excelente de seguimiento de los jugadores, convocándolos a concentraciones y jugando partidos amistosos por toda España, lo que ayudó a generar expectación y un magnífico ambiente previo a los Juegos Olímpicos.

En el torneo tuvimos una brillante actuación que nos llevó hasta la final, que se disputó en el Camp Nou de Barcelona. El campo estaba lleno para animar a España y en el palco estaba S. M. El Rey don Juan Carlos, por quien solo tengo palabras de agradecimiento por el constante apoyo que le brindó al fútbol durante todo su reinado.

Villar con SSMM Don Juan Carlos y Doña Sofía. Archivo Martialay-CIHEFE

El rival era Polonia y nos lo puso muy difícil, de hecho el primer gol fue de ellos. Pero remontamos, y aunque nos pusimos 2-1 ellos marcaron el empate a 2. Un maravilloso gol de Kiko en el minuto 90 hizo que todo el campo y España entera se pusiera de pie. Teníamos la oportunidad de jugar en casa, y la aprovechamos.

Precisamente a raíz de la celebración de los Juegos de Barcelona empecé a ir a las reuniones de las federaciones olímpicas que se celebraban en el Comité Olímpico Español, y a los pocos años me nombraron miembro del comité ejecutivo del COE con el apoyo total de Alejandro Blanco, hoy presidente.

Ángel María Villar, Roberto Solozábal y Vicente Miera. Barcelona 92. Archivo Martialay-CIHEFE

Pero entre el oro olímpico de 1992 y la Eurocopa de 2008 hubo dieciséis años de sequía.

¡Usted tiene un concepto muy particular de qué es la sequía! Para empezar en el año 1999 ganamos el primer campeonato del mundo organizado por la FIFA con la Selección sub-20 que se jugó en Nigeria. Y tenga en cuenta que ese título no solo fue importante por lo que significó en sí mismo, sino porque en esa Selección que dirigía Iñaki Sáez estaban jugadores como Iker Casillas, Xavi Hernández y Carlos Marchena que después fueron campeones del mundo en 2010.

Pero ese no fue el único Mundial que ganamos: durante esa sequía de la que usted habla la selección absoluta de fútbol sala ganó los campeonatos del mundo de 2000 en Guatemala y 2004 en Taipéi, los dos con Javier Lozano de seleccionador nacional.

A esos Mundiales tiene usted que sumarle 3 campeonatos de Europa sub-21. En 1998 en Rumanía, que el seleccionador era Iñaki Sáez y ganamos a Grecia en la final. Y luego dos consecutivos: en 2011 con Luis Milla en Dinamarca y en 2013 con Julen Lopetegui en Israel.

Y a todos esos títulos tiene que sumarle otros 15 campeonatos de Europa entre las selecciones sub-19 y sub-17, más 2 en el fútbol femenino y 7 en el fútbol sala. Y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, también con Iñaki Sáez de seleccionador.

Le insisto, vaya sequía tan extraña, ¿no le parece?

¿Destacaría algún nombre de todos esos éxitos?

Uno no, destacaría muchos. Para empezar a todos los seleccionadores de la selección absoluta, que han hecho todos un estupendo trabajo. Desde Luis Suárez, al que contraté al mes de entrar en la RFEF, a Vicente Miera, Javier Clemente, José Antonio Camacho, Iñaki Sáez, Luis Aragonés, Vicente del Bosque y Julen Lopetegui. Todos ellos consiguieron siempre clasificar a la Selección para las Eurocopas y los Mundiales, con la única excepción de la Eurocopa 1992.

También han tenido un papel magnífico Fernando Hierro como director deportivo de la Selección, Ginés Meléndez como coordinador de las selecciones inferiores, los seleccionadores femeninos Ignacio Quereda y Jorge Vilda, los de fútbol sala Javier Lozano y Venancio López, y Joaquín Alonso, al frente de la selección de fútbol playa.

Y en las selecciones inferiores ha habido un equipo magnífico de seleccionadores, con Andoni Goicoechea, Jesús Pereda, Juan Santisteban, José Armando Ufarte, Luis Milla, Luis de la Fuente, Santi Denia o Teodoro Nieto, que fue el primer seleccionador femenino y el primer seleccionador de fútbol sala.

Volvamos a la Eurocopa de 2008. ¿Qué recuerdos tiene de los meses anteriores a la celebración del torneo?

Pues fíjese que si tuviera que destacar un recuerdo por encima de los demás sería sin duda la campaña que hizo una parte de la prensa deportiva española para que destituyera a Luis Aragonés. Todo empezó porque perdimos dos de los tres primeros partidos de la ronda de clasificación, contra Irlanda del Norte (3-2) y contra Suecia (2-0).

Yo nunca tuve ninguna duda de que Luis Aragonés era un gran seleccionador, y ni siquiera me llegué a plantear cambio alguno porque si tienes un proyecto en el que crees no tiene sentido alterarlo sin modificar el planteamiento de base. Y si yo estaba seguro de que el planteamiento era el adecuado había que seguir adelante hasta el final. Solo el resultado nos diría si tomábamos una buena decisión o no.

Piense la contradicción que habría supuesto destituir al seleccionador cuando le estoy diciendo que el trabajo que veníamos desarrollando venía de muchos años, apoyado en todo el equipo humano que se conformaba en torno a los jugadores pero en el que los seleccionadores y sus ayudantes eran fundamentales.

Quienes pedían la destitución de Luis no entendían ese trabajo de fondo, pero yo tenía claro que no iba a traicionar nuestro proyecto.

No obstante la campaña era muy dura y por eso llamé a Luis para hablar sobre el tema. “Luis, si tú aguantas yo aguanto”, le dije. “Yo aguanto, presidente”, me respondió él, así que seguimos adelante.

Antes de la celebración del torneo, ¿creía que esta vez sí se podía ganar? ¿Percibía algo diferente a las anteriores grandes citas?

A pesar de los problemas iniciales con esos dos partidos el resto de la clasificación fue muy brillante, por lo que las expectativas que teníamos eran muy positivas. Pero además algo hubo que efectivamente me hacía presagiar que este campeonato iba a ser diferente de los anteriores, y fue precisamente una charla que tuve con el seleccionador nacional antes de viajar.

Luis me dijo: “presidente, estos chicos son capaces de hacer paredes en el área pequeña, este torneo vamos a ganarlo”. Esas palabras, que recuerdo con toda precisión, estuvieron muy presentes durante todo el torneo.

Así que, en resumen, sí, creía que este torneo iba a ser diferente a los anteriores.

¿Cómo vivió ese partido de cuartos de final contra Italia, que fue probablemente la clave de nuestra victoria?

En ningún momento olvidé las palabras de Luis Aragonés, así que fui a ese partido convencido de que lo ganábamos. Ahora bien, con todas las cautelas porque nos enfrentábamos ni más ni menos que a Italia.

Y llegamos a los penaltis, que no son en absoluto una lotería como dice el tópico sino una actuación muy técnica tanto por parte del jugador que lanza como por parte del portero que tiene que pararlo. Claro, tienen un elemento fundamental de suerte, pero más importante que la suerte son la concentración, la calidad del jugador y a su capacidad de mantener la calma.

Mis nervios fueron en aumento, pero en ningún momento dejé de recordar las palabras de Luis. Sentí que en ese partido tuvimos la suerte de los campeones, por lo que mi convicción de que íbamos a ganar la Eurocopa aumentó claramente después de ganar a Italia.

¿Tuvo la oportunidad de hablar con Cesc, que fue quien marcó el penalti decisivo de ese partido?

Hablé en general con todos, pero tenga en cuenta que yo no he sido nunca amigo de discursos ni externos ni internos. Quizá en eso me haya influido mucho el haber sido jugador internacional y poder colocarme perfectamente en la piel de los que en ese momento lo son.

Un jugador que llega a internacional no necesita que su presidente le dé ninguna charla, necesita disfrutar del éxito y mantener toda la concentración para el siguiente partido.

Quizá tan importante como saber qué es lo que tienes que hacer en la vida es saber qué es lo que no tienes que hacer. Y esa máxima la he llevado también a mi labor al frente de la presidencia.

Y llegó la final contra Alemania…

Recuerdo aquel 29 de junio de 2008 como si fuera hoy mismo. Fue un extraordinario día de fútbol, un gran triunfo, un gran éxito. España ganó ese torneo con la práctica unanimidad de la crítica de que éramos la mejor selección, la que mejor fútbol había hecho. Y David Villa fue el máximo goleador y Xavi Hernández el mejor jugador. Teníamos una gran Selección, formada por jugadores modestos y humildes. Yo que he tenido la suerte de conocerlos es lo que más destacaría de ellos: eran estrellas del fútbol mundial pero sobre todo eran humildes. Quizá por ello precisamente fueran grandes estrellas.

Para toda España fue un acontecimiento, hacía 44 años desde que ganamos la última Eurocopa. Quizá lo que más fácilmente sirva para dibujar la importancia que aquel partido tenía para el conjunto de España fue la presencia en el palco de S. M. El Rey don Juan Carlos y del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Tampoco pierda de vista el momento histórico en que nos encontrábamos, en medio de una crisis económica durísima donde los españoles estábamos más necesitados que nunca de eventos positivos que nos subieran la moral. Y el fútbol nos hizo ese regalo a todos.

¿Le hubiera gustado que siguiera Luis Aragonés al frente de la Selección?

Claro que me hubiera gustado, de hecho antes de ir a la Eurocopa le ofrecí la renovación. Era algo que hacía siempre con los seleccionadores: cuando se clasificaban para las fases finales de los grandes torneos les ofrecía la renovación sin someterla a ninguna condición de resultados en esas fases finales. No solo pretendía con ello premiar el trabajo bien hecho, sino liberar al seleccionador de una presión que no iba a ser positiva en su trabajo.

El caso es que Luis me dijo que no quería renovar, así que con el director deportivo de la RFEF, que era Fernando Hierro, nos planteamos quién podía ser el mejor sustituto y pensamos en Vicente del Bosque, con quien hablamos ya antes de la Eurocopa.

Luis estuvo de acuerdo con su sucesor, así que propusimos a la junta directiva el nombramiento de Vicente del Bosque como seleccionador nacional.

Piense que este movimiento era delicadísimo, porque teníamos unos jugadores brillantes, ni más ni menos que campeones de Europa, que conformaban la mejor selección del mundo. Era casi imposible que un cambio tan importante como el de seleccionador pudiera mejorar las cosas, pero había un riesgo de que pudiera empeorarlas. Afortunadamente el cambio fue modélico, y a la vista están los resultados.

Siempre que se acercaba la celebración de un Mundial la prensa vendía que éramos favoritos. Pero esta vez tras haber ganado en la Eurocopa de 2008 la situación era diferente. ¿Creía usted que realmente éramos favoritos ante el Mundial de Sudáfrica?

Sí, desde el primer momento. Habíamos hecho una fase de clasificación perfecta, ganamos los diez partidos y marcamos 28 goles. Nuestro equipo hacía un fútbol brillante, éramos sin duda los mejores del mundo. Y además teníamos la suerte de los campeones.

Villar con la Copa. Mundial 2010. Archivo Martialay-CIHEFE

Por supuesto en una fase final puede pasar de todo, y no habría sido la primera vez que un equipo favorito no solo no gana sino que es eliminado a las primeras de cambio, pero yo tenía plena confianza en que este era nuestro Mundial, que lo íbamos a ganar.

Además le diré que era un Mundial muy especial porque era el primero que se iba a disputar en África, y además en el África subsahariana. Era un éxito sin precedentes para la globalización del fútbol.

Durante el Mundial, ¿cuál fue la actuación del presidente Villar?

Quizá no fuera tan frenética como en la Eurocopa de 2016 que actué como presidente de la UEFA, pero tenga en cuenta que en Sudáfrica yo era presidente de la RFEF, vicepresidente de la FIFA y presidente de la comisión de árbitros. Así que lo primero que puedo decirle es que mi trabajo durante aquellas semanas fue muy intenso, todos los días me levantaba a las 6 de la mañana y me acostaba a las 11 o 12 de la noche.

Como presidente de la RFEF viajé varias ocasiones a Potchefstroom, el lugar donde se entrenaba la Selección. Intenté siempre estar cerca del equipo, por lo que el día anterior a todos los partidos estaba siempre en la concentración de la Selección, comía y dormía con los jugadores. Por supuesto fui a todos los partidos, y cuando no podía estar en la concentración estaba permanentemente informado por mis colaboradores sobre todos los pormenores de la selección. Además mandé a un empleado de la RFEF a que estuviera al lado del cuartel general de la FIFA durante todo el campeonato, así nos enterábamos de todo lo que nos afectaba al minuto.

Por otro lado, como vicepresidente de la FIFA y miembro de la comisión del Campeonato del Mundo estuve en todas las reuniones del comité ejecutivo y de la comisión que se celebraron en Sudáfrica. Y como presidente de la comisión de árbitros de la FIFA me presentaba en el cuartel general de los árbitros en Pretoria, hacía las designaciones con la comisión y controlaba la preparación técnica y física de los árbitros que estaban en el mundial. Para ello tuve como ayudante al exárbitro español José María García-Aranda.

Volviendo al terreno deportivo, el primer partido lo perdimos contra Suiza. ¿Qué sensación tuvo tras ese primer encuentro?

Fue una situación muy delicada, porque nadie había ganado el Campeonato del Mundo tras perder el primero partido. El seleccionador nacional hizo un trabajo magnífico con los jugadores para mantener tanto la calma como el ánimo del grupo, y pudimos superar ese tremendo susto.

El segundo partido contra Honduras fue una de las claves del campeonato. Nadie se acuerda de ese partido porque era teóricamente el más fácil, pero tras venir de una derrota era clave para demostrar si el equipo había superado o no el golpe inicial. De hecho si las cosas se torcían y no ganábamos ahí se acababa nuestro Mundial.

Todos los partidos de aquel campeonato fueron fundamentales, y no se puede prescindir de ninguno de ellos. ¡Qué grandes partidos vivimos! Pero créame, la clave para ganar el título fue ganar a Honduras.

¿Cómo vivió el camino hasta la final?

Podría contarle detalles de cada uno de los partidos, porque como ya le he dicho todos fueron importantísimos y de una satisfacción enorme. Y por supuesto, a cada eliminatoria que accedíamos mi sensación inicial de que podíamos ser campeones del mundo se reafirmaba.

Como resumen de todos aquellos partidos le contaré una frase que me dije a mí mismo después de ganar a Alemania las semifinales, con aquel maravilloso gol de Puyol: “Solo hay un cielo, pero yo estoy en el séptimo”.

Decía antes que no era amigo de darles charlas a los jugadores, pero supongo que antes de la final del Mundial les diría unas palabras.

Sí, por supuesto, era una ocasión única en nuestra historia. Fue unas horas antes del partido, en el Hotel Da Vinci de Johannesburgo en el que estábamos concentrados. Fue una charla muy sencilla y llena de emoción. Les dije que lo habían hecho muy bien, y que ya solo les quedaba el último esfuerzo, que tenían la oportunidad de pasar a la historia del fútbol español y mundial, de dar una inmensa alegría a millones y millones de españoles, aficionados y no aficionados al fútbol. Recuerdo muy bien las palabras con las que terminé: “¡Vais a conseguirlo, estoy seguro!”.

Usted era el presidente de la comisión de árbitros, ¿cómo se eligió el árbitro de la final?

En la comisión teníamos una norma no escrita que consistía en no nombrar árbitro para un partido a aquel que ya hubiera pitado a una Selección si esta había perdido el partido anterior. Se trata de evitar suspicacias y sobre todo de proteger al árbitro.

Creo que Howard Webb era el mejor árbitro del torneo, pero era precisamente el que nos había pitado en el partido que perdimos contra Suiza, por lo que de seguir la norma no podía haber sido nombrado para pitar la final.

Pero resulta que en la comisión el nombre que salió fue el de Webb, precisamente porque era el mejor del torneo. Aunque yo era consciente de que si lo designábamos para la final se incumplía esa norma no escrita, opté por guardar silencio absoluto porque creí que cualquier cosa que dijera o hiciera se podía malinterpretar.

El caso es que al final la norma no se siguió y Webb fue el árbitro de la final. Y en mi opinión, hizo un gran partido.

Hablemos pues de la final. ¿Cómo fue aquel 11 de julio de 2011 hasta que Webb pitó el inicio del partido?

Por la mañana fui a misa, y después pasé el día en el hotel hasta el momento de ir al estadio Soccer City de Johannesburgo. En mis treinta años de presidente siempre me enteré de las alineaciones al llegar al campo, pero aquel día Vicente del Bosque me llamó para decirme quiénes eran los once que iban a jugar.

El campo estaba lleno, el colorido era extraordinario, y había muchos aficionados españoles que habían hecho ese larguísimo viaje solo para ver ganar a España aquel partido.

En el prepalco de la final recuerdo un saludo muy afectuoso con el presidente de la Asociación de Fútbol de Argentina, don Julio Grondona, que según me dijo estaba convencido de que íbamos a ganar: “Ángel, ahora ya vas a poder hablar ante el presidente de la FIFA en nombre de las selecciones que hemos sido campeonas del mundo, yo creo que deberíamos participar en todas las fases finales sin pasar por las eliminatorias previas”.

De España vinieron muchísimas personalidades, pero entre todos ellos me permitirá que destaque a la Reina doña Sofía y a los entonces príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia. No sabe cuánto agradezco el apoyo que la Casa Real ha dado siempre al fútbol durante mi mandato, siempre seré un hombre muy agradecido a la Casa Real.

Antes de empezar el partido los dos presidentes teníamos que bajar desde el palco para saludar a los futbolistas, y yo me dirigí al presidente holandés Michael van Praag y le cogí la mano para bajar juntos. Siempre que hablo con él me recuerda aquel gesto de cogerle la mano.

¿Cómo recuerda el partido?

Recuerdo de memoria la alineación, los cambios, muchas jugadas… El partido fue duro, muy duro. Y aunque tenía mucha confianza en los jugadores, en absoluto tenía la certeza de que fuéramos a ganar.

Por supuesto las dos jugadas que más recuerdo fueron la parada de Iker Casillas a Robben y naturalmente el gol de Iniesta a pase de Cesc en el minuto 116. Si el partido entero se me hizo eterno, los segundos que pasaron después del gol fueron toda una eternidad por si el árbitro pitaba fuera de juego.

Cuando subieron al palco abracé a cada uno de los jugadores, y le aseguro que recuerdo cada uno de esos abrazos como si fueran el único que di. La emoción que me suponía como español ganar un mundial de fútbol se unía a la emoción que tenía como presidente.

Después de que Iker Casillas levantara la copa besé a Ana, mi mujer. Ese beso fue todo cuanto exterioricé mi emoción, porque el formalismo de la representación que ejerces no te permite otra cosa. Pero la emoción que sentía era inmensa.

España campeona del mundo. Sudáfrica 2010. Archivo Martialay-CIHEFE

Y luego bajaron al vestuario…

Sí, la fiesta no solo era enorme por la importancia de lo que habíamos conseguido, sino por todas las personas que pasaron por allí. Por supuesto bajaron los entonces príncipes de Asturias, pero también otras personalidades como Plácido Domingo o Ana Patricia Botín.

Precisamente ese ambiente de fiesta lo aprovechó un empleado de la FIFA para darnos el cambiazo de la copa: cogió la original, se metió con ella en el baño y nos dio la copia que se conserva en la sede de la RFEF. Pero todos los jugadores, los entrenadores y yo mismo llegamos a tocar la original.

¿Se trajo algún recuerdo del Mundial?

Por supuesto. Traje hierba del campo de entrenamiento de Potchefstroom y por supuesto del Soccer City donde jugamos la final. También balones de los partidos, bubuzelas, las pizarras donde Vicente del Bosque expresaba las alineaciones y las tácticas, banderines y ropa. En una palabra, me traje de todo.

Pero luego me di cuenta que no tenía ningún recuerdo de Howard Webb, y le escribí pidiéndole que me mandara algo. Tuvo la amabilidad de mandarme las botas con las que arbitró la final y también el pito de la final.

¿Qué recuerda del recibimiento que se hizo a la Selección al llegar a España?

Apoteósico, el recibimiento fue apoteósico. Primero en Madrid y luego en toda España. No solo los aficionados al fútbol se echaron a la calle a festejar el título, es que toda España estaba en las calles. ¡Qué hermoso saber que hicimos feliz a todo nuestro país!

Volamos en el airbus de Iberia A-340 llamado Albéniz, y al aterrizar en Barajas nuestro primer destino fue el palacio de La Moncloa, en el que nos recibió el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Después fuimos al palacio de La Zarzuela, en el que nos esperaban Sus Majestades los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, que había estado con nosotros en Johannesburgo. Las más altas instituciones del Estado fueron extremadamente amables y cariñosas con nosotros.

Después los jugadores hicieron la presentación de la copa a la ciudad de Madrid, recorriendo las calles en autobús. Había miles y miles de ciudadanos por las calles, todos entusiasmados con lo que habíamos logrado. Fue sin duda alguna la mayor fiesta deportiva que se ha vivido nunca en la capital de España, sin punto de comparación posible con ninguna otra.

Pasadas las semanas yo pedí que la copa del mundo viajara por toda España, todos los españoles tenían que tener cerca la copa, porque era la copa de todos. Y le digo lo mismo, en todos los lugares a los que llevamos la copa se recibió con muchísima alegría y cariño. Incluso llevamos la copa a la sede de la Conferencia Episcopal, donde se generó mucha expectación por nuestra presencia.

Y el 14 de octubre organizaron en la Ciudad del Fútbol un homenaje a los jugadores.

Efectivamente, tres meses después les organizamos un merecidísimo homenaje en Las Rozas. Invitamos a todos los jugadores internacionales, que se unieron al presidente de la FIFA Joseph Blatter, que vino a entregarnos el diploma y un emblema que nos acreditaban como campeones del mundo. Fue una ceremonia inolvidable.

Pero no fue la única, porque poco después empezaron a sucederse los premios, fundamentalmente el Premio Nacional del Deporte, la Placa Olímpica del COE y el premio Príncipe de Asturias. Este último nos lo entregó el que hoy es S.M. el Rey don Felipe, con unas bellísimas palabras: “Os entregamos el reconocimiento, la alegría y el aplauso de toda España”.

¿Cómo describiría a los hombres que hicieron aquello posible?

Lo primero que quiero indicarle es que entre los hombres que lo hicieron posible estaba el equipo técnico, sus ayudantes, los preparadores físicos, los entrenadores de porteros, el cuerpo sanitario, los médicos, los fisioterapeutas, etc., y todos pusieron su granito de arena.

Pero sin ninguna duda los grandes protagonistas fueron los jugadores. Todos ellos eran extraordinarios futbolistas, pero juntos conformaban un equipo humano fuera de serie. Sin ninguna duda eran los mejores del mundo. Eran ambiciosos, trabajadores, experimentados y humildes, reunían todas las cualidades. Con todo merecimiento han pasado a la historia del fútbol nacional y mundial, sus nombres siempre se reflejarán en los libros de historia del fútbol.

Y sobre el seleccionador debo decir lo mismo. Fue un gran acierto ficharle y contratarle por sus magníficos conocimientos sobre fútbol, pero también por su sosiego, su serenidad, su humildad y su saber estar. Merece todo el reconocimiento, porque él fue el timonel que nos llevó a ganar el mundial.

¿Fue el mayor éxito deportivo en toda la historia de España?

Honradamente creo que sí, no lo hay mayor. Tenga en cuenta que esa Selección no solo enamoró a todos los españoles, es que enamoró al mundo entero.

Pero iré más allá, no encontrará otro acontecimiento social del tipo que sea que generara aquella ilusión y aquella cohesión de toda España y todos los españoles. Y si eso siempre es bonito, lo era más aún en momentos en que la crisis económica seguía siendo muy intensa.

Lo que hizo aquel equipo humano fue para España mucho más que un triunfo deportivo.

Varios años después la Selección volvió a Sudáfrica…

Estábamos en deuda con Sudáfrica, nos lo había dado todo. Y yo quería pagar esa deuda simbólica que teníamos con ellos, así que decidí que la mejor forma de agradecimiento era ir allí a jugar un partido amistoso sin rédito económico alguno. El partido lo jugamos en noviembre de 2013. Volver al mismo campo fue extremadamente emotivo, el recibimiento que nos hicieron fue maravilloso.

Le recuerdo que en 2009 habíamos hecho lo mismo como agradecimiento a Austria por el trato que nos habían dado durante la Eurocopa de 2008, fuimos allí a jugar un amistoso sin contraprestación económica.

El siguiente hito para aquel equipo fue la Eurocopa de 2012.

Si le dije antes que el Mundial de 2010 era simbólico por jugarse por primera vez en África, este europeo se jugaba por primera vez en dos países del telón de acero, lo cual no era menos simbólico.

Una vez más hicimos la clasificación perfecta, pues ganamos los ocho partidos y marcamos 26 goles. El fútbol que seguía haciendo la selección era maravilloso, así que llegamos una vez más como favoritos, y con el reto de hacer lo que nadie había hecho hasta ese momento: encadenar dos Eurocopas y un Mundial consecutivos.

¿Fueron días de trabajo intenso para el presidente?

Sí, como siempre en las grandes citas. Tenga en cuenta que, una vez más, a mi labor como presidente de la RFEF se unía la vicepresidencia de la UEFA, que me obligaba a estar presente en las reuniones del comité ejecutivo y de la comisión del torneo, y además era presidente de la comisión de árbitros de la UEFA. Así que volví a mis jornadas maratonianas de levantarme a las 6 de la mañana y acostarme de 12 a 1 de la noche.

Por supuesto, me mantuve informado continuamente de lo que ocurría en la Selección española, y también de cuanto ocurría en el cuartel general de la UEFA que nos pudiera atañer porque tenía en todo momento a un empleado de la RFEF para enterarse de todo lo que pasaba de forma inmediata. Hay veces que perder diez o quince minutos puede ser muy importante, y por ello no nos permitíamos ningún retraso ni ningún descanso.

Nuestra selección volvió a maravillar al mundo entero.

Efectivamente, el torneo que hicimos fue sencillamente perfecto, tan solo pasamos apuros en la semifinal con Portugal, donde nos clasificamos por penaltis.

Recuerdo muy bien algunas jugadas, los goles, las alineaciones…, pero sobre todo tengo presente esa sensación de la que usted habla de disfrutar de cada partido y de estar demostrando palmariamente que éramos los mejores del mundo. Y así se nos reconocía en la prensa de todo el mundo.

Una peculiaridad muy llamativa es que jugamos casi sin delanteros: había defensas y medios, pero atacantes puros no había. Y a pesar de eso, hicimos en la final la mayor goleada hasta la fecha.

Vayamos a la final de Kiev. ¿Hubo charla del presidente a los jugadores?

Efectivamente, era nuevamente una ocasión histórica. La charla fue unas horas antes del partido, en el Hotel Ópera donde se hospedaba la selección.

Pero ya le he dicho que no soy amigo de grandes discursos, así que simplemente les recordé lo felices que habían hecho a millones de personas en España y en todo el mundo ganando el Mundial, y les dije que lo podían volver a repetir, que podían pasar nuevamente a la historia del fútbol europeo y mundial.

Les señalé que ahora que éramos campeones de Europa y del mundo nuestro rival pondría aún más esfuerzo por ganarnos, pero que estaba seguro de que iban a ganar de nuevo y a hacer a toda España de nuevo campeona de Europa.

Y terminé con un sencillo: “¡A por ellos!”.

Con Italia habíamos jugado el primer partido del torneo y habíamos empatado a uno, pero todos sabíamos que la final iba a ser otra historia. ¡Y vaya si lo fue!

Eurocopa 2012. Archivo Martialay-CIHEFE

¿Cuándo supo la alienación que sacaría Del Bosque?

Al llegar al campo. Por supuesto sabía por dónde podían ir los tiros, pero tenía la misma información que cualquier aficionado a la Selección. Ya le dije antes que nunca he llamado a un seleccionador para conocer la alineación de un partido, e igual que antes de la final de Sudáfrica Vicente del Bosque me llamó, esta vez no lo hizo.

La final volvió a ser un acontecimiento para toda España.

Desde luego, bastaba con ver que en el palco asistieron los príncipes de Asturias, actuales reyes de España, y el presidente del gobierno Mariano Rajoy.

Creo que no exagero si le digo que el partido que jugamos fue probablemente la mejor final que se ha jugado nunca en un campeonato de Europa o del Mundo. Hicimos un partido sencillamente perfecto, y así lo reflejó el resultado: 4-0 a Italia, una de las grandes potencias de todo el mundo. Silva, Jordi Alba, Fernando Torres y Mata marcaron los goles.

El presidente Michel Platini entregó la copa al capitán Iker Casillas, y por tercera vez consecutiva volvimos a ver cómo Iker levantaba una copa que era para toda España.

Por supuesto también me traje como recuerdos varios balones, camisetas, ropa, documentación, y hierba del estadio de la final.

Eurocopa 2012. Archivo Martialay-CIHEFE

Y a la vuelta los ciudadanos españoles volvieron a volcarse con sus jugadores

Efectivamente, España y sus ciudadanos demostraron una vez más que estaban volcados con su Selección. En esos años se generó una simbiosis perfecta entre un equipo humano de jugadores extraordinario, dos seleccionadores maravillosos, y un pueblo español unido en torno a ellos.

Esa unión solo la ha conseguido el fútbol, y permítame decirle que estoy profundamente orgulloso de eso.

¿Cree que volveremos a tener una etapa de tantos éxitos como la que tuvimos entre 2008 y 2012?

Ojalá, lo estoy deseando. No va a ser fácil, pero precisamente por ello es una meta a superar. ¡Y ojalá se supere!

¿De los títulos que se ganaron de 2008 a 2012 qué parte se le debe al presidente Villar?

Esos éxitos son consecuencia de muchos años de desarrollar un trabajo que ya estaba diseñado en mi programa electoral de 1988. Pero es evidente que además de tener las ideas hace falta gente que las ejecute, y sin un equipo humano maravilloso y sin un conjunto de jugadores como el que tuvimos en la Selección en esos años nada habría sido posible.

He tenido la enorme suerte de conseguir como dirigente los títulos que no pude conseguir como jugador de fútbol. ¡Qué feliz fui durante muchos años dirigiendo la RFEF!

Ángel María Villar Llona. Archivo Martialay-CIHEFE