A hombros en el Bernabéu.

Al hilo de una famosa invasión de campo dijo una vez Antonio Calderón, el histórico gerente madridista, que “Ha pasado lo que suele pasar en cualquier pueblo”. La frase causó gran indignación y revuelo, por cuanto el destinatario era el público del Camp Nou y el motivo de la invasión una decisión arbitral muy polémica. Tan escandaloso fue aquello, que medio siglo después aún sigue siendo anatema mencionar a los aficionados culés el nombre de José Emilio Guruceta. Sin embargo, no todas las invasiones suelen ser producto del enfado y la ira, y mucho menos tienen como objetivo intentar dañar a un jugador o al trencilla de turno. Mas habitual era saltar al pasto, como lo llamaba Di Stéfano, para expresar alegría y gratitud hacia sus propios jugadores. La obtención de un título, una goleada al eterno rival o el querer abrazar a un ídolo eran motivos recurrentes para ello. Sin embargo, más raro era saltar al césped de un estadio que no es el tuyo para festejar una victoria visitante, una derrota o alabar una actuación arbitral. Todos estos ejemplos tuvieron lugar en el Santiago Bernabéu, lugar de alegrías y tristezas no solo para el Real Madrid, sino para multitud de equipos.

España – Francia (17-3-1955)

Tras el fracaso ante Turquía en marzo del año anterior, y la eliminación por sorteo de clasificarse para el Mundial de 1954, España entró en un letargo de varios meses roto únicamente por el primer partido de la selección B en la Copa del Mediterráneo. Para el primer trimestre del nuevo año volvió cierta normalidad con otro partido de la selección B y un nuevo amistoso ante Francia de la selección absoluta. Al conjunto galo se le tenía tomada la medida, y es que Francia había visitado nuestro país en cuatro ocasiones perdiendo en todas ellas, con un balance de diecisiete goles encajados y tan solo uno a favor. Para insuflar más ánimos se recordaba que el último partido entre ambos, celebrado en Colombes, el combinado español había vencido por 1-5. Lo que no se mencionaba mucho es que aquel partido se jugó seis años antes, y aunque Francia no era una potencia, su fútbol había mejorado bastante desde entonces.

Mientras que llegaban los partidos de marzo el seleccionador Ramón Melcón dispuso de varios encuentros amistosos, como era costumbre en la época, ante equipos extranjeros. Haciendo pruebas con titulares, suplentes y futuribles, se venció al RFC Lieja por 2-0 en el Bernabéu, al Servette suizo por 4-2 en el Metropolitano, al Rapid de Viena por 3-2 en Les Corts y finalmente al Saarbrucken austriaco por 6-1 en el Bernabéu. Salvo en este último encuentro, que, si lo disputaron los titulares, el juego mostrado era esperanzador, aunque no para desbordar la euforia. Esta sin embargo llegó cuando Grecia visitó el Bernabéu para salir goleada por un 7-1 por parte de la selección B española en la Copa Mediterráneo. Aquella inyección de ánimo se daba solo cuatro días antes de recibir a los franceses, en un estadio de Chamartín que agotó las localidades con antelación. La opinión general, tanto en aficionados como en la prensa española y francesa, era una más que probable victoria local, aunque había algunos que no terminaban de fiarse. Benito Díaz, el entrenador elegido por Melcón para el encuentro, lo veía de otra manera: “Mucha gente se va a llevar una sorpresa con el juego de los franceses.” 

Melcón y Díaz tomaron finalmente como base para la selección a los tres primeros equipos del campeonato liguero en esos momentos: Real Madrid, Athletic Club y Barcelona. Con tal decisión Ramallets, Segarra, Marquitos, Lesmes, Muñoz, Bosch, Basora, Molowny, Arieta, Rial y Gainza fueron los once jugadores que saltaron al césped. Por su parte Francia uso al Stade Reims, con cinco jugadores, como la columna vertebral de su combinado. Entre ellos destacaba un extremo sobre el resto y que pronto daría mucho que hablar en Europa: Raymond Kopa. El comienzo del encuentro fue un poco de tanteo, con una España mandando ante una Francia replegada. Apenas se había entrado en calor cuando una jugada entre Rial y Basora acaba en un centro que Gainza aloja en las mallas. España se colocaba por delante en el marcador y en las gradas el público se frotaba las manos. Craso error aquel. Mientras que los nuestros tenían un par de oportunidades más, los franceses empezaron a trenzar jugadas y aprovechar la velocidad de los extremos. El centro del campo español se pierde y emerge en contraposición un conjunto galo que al contragolpe se acerca fácilmente sobre la portería de Ramallets. Gran parte de todo este cambio vino por Kopa, quien se movió hacia el centro del campo para jugar a su antojo. El desorden local era notorio y pasada la media hora se consumó el empate. Un pase de Molowny a Rial lo interceptó la media francesa que en una rápida jugada acabó con Kopa empalmando un duro disparo ante el cual Ramallets no pudo hacer nada. Díaz quita a Molowny, quien simula estar lesionado ya que era la única manera de poder hacer sustituciones, pero nada cambia. La segunda parte es similar. Una España lenta y cansada en el centro y la defensa, junto a una delantera nula, fue incapaz de contrarrestar el empuje de una Francia rápida y ágil con un Kopa soberbio. Sería precisamente este quien haría la jugada del segundo gol para que Vincent marcara. A España no le quedó ni siquiera el consuelo de buscar los errores arbitrales, puesto que el trencilla anuló sendos goles a ambos conjuntos que si parecían legales. 

Con el pitido final los pocos aficionados franceses saltaron al césped para izar a hombros a los héroes de la victoria. Eran pocos los que esperaban aquel triunfo, y menos con aquella superioridad, que no dejo lugar a dudas cuál de los países tenía un mejor porvenir. Como dijo Antonio Valencia en su crónica para MARCA, Napoleón pasó por Chamartín. Lo que no podía intuir es que años después Kopa, el mismo que causó sensación aquella tarde, ficharía por el conjunto blanco para seguir dando alegrías en ese mismo estadio. 

Los franceses Majhoub y Kopa son sacados a hombros en Chamartín. (Federación Francesa de fútbol)

Real Zaragoza – Athletic Club (29-05-1966)

Aquellos fueron unos años gloriosos para el equipo maño. No había alcanzado nunca una final de Copa, pero cuando llegó a ella por primera vez en 1963 le cogió el gusto hasta lograrlo cuatro veces de manera consecutiva. Algo solo accesible por aquel entonces a Real Madrid, Barcelona y Athletic. En Liga tampoco le fue mal y en esa década su “peor” puesto fue un quinto lugar. Por Europa también se asomó logrando ganar la Copa de Ferias de 1964 y clasificándose para una nueva final en esa misma temporada, al derrotar al Leeds United tras un desempate en Elland Road. Los cinco magníficos (Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra) estaban en lo más alto. Enfrente el rey de Copas, el castellanizado Atlético de Bilbao de aquellos años, con 20 entorchados en las vitrinas, aunque sin llegar a una final desde la heroica de 1958. Era su competición fetiche lo que hizo envalentonarse a los aficionados aquel año, pese a que el rival era un Real Madrid que un mes antes había ganado su tercera Copa de Europa. Una copla, a la postre profética, apareció en la Gaceta del Norte: “Y ya te lo dije hermano, que las cosas no están mal; para ganar la final, nos basta con once aldeanos”. Con aquel nombre a priori despectivo, pasó a la posteridad aquel equipo que derrotó a los blancos por 2-0 en el mismo Bernabéu. Tanta fue la euforia de la victoria, que a la vuelta al Botxo, se le atribuye al presidente rojiblanco Enrique Guzmán una frase para la posteridad: “Con once aldeanos les hemos pasado por la piedra”.

Ocho años después la ilusión seguía intacta pero el favoritismo se inclinaba por el conjunto aragonés. Pese a todo desde Bilbao se lanzaron en tromba a por el cupo de entradas, que se acabaron rápidamente. A ello se sumó que la disponibilidad de autocares se esfumó en la provincia y hasta dos trenes especiales colgaron en un santiamén el cartel de completo. En Zaragoza le iban a la zaga y en Madrid se formaron largas colas tanto en las taquillas del Santiago Bernabéu como en las de la propia federación de fútbol. Ambas expediciones velaron armas en El Escorial a la espera del domingo. “Piru” Gainza, entrenador rojiblanco, escondía sus cartas temeroso en parte por los problemas para hacer el once inicial. En la retaguardia tenía dudas con Orue y Echeberria, a los que hizo viajar a Madrid en espera de una recuperación que no llegó. Enfrente Fernando Daucik, el entrenador que guio a los vascos al título del 58 tenía a toda la plantilla zaragocista al completo, por lo que permanecía sereno y tranquilo.

El domingo amaneció con lluvia para desaparecer poco y dejar una tarde agradable. A diferencia de hoy que se mima el terreno de juego con esmero, aquella mañana se jugó en el recinto de la final un partido del campeonato de España para aficionados, algo imposible hoy en día. Por la tarde un casi lleno en Chamartín y es que algunos cientos de entradas, de las localidades de pie, no se lograron vender. El ambiente en las gradas fue espectacular con ambas hinchadas, que jugaban una final inédita, dando un gran colorido al estadio. El Athletic aguantó la mitad del primer tiempo hasta que la balanza se empezó a inclinar hacia el conjunto maño tras el primer gol de Villa. El Zaragoza se adueñó del medio campo y poco antes del descanso Lapetra ponía el 2-0. Con el paso de los minutos la diferencia sobre el césped fue en aumento, que no en el marcador, para acabar dando al Zaragoza su segundo título nacional. Si sobre el ganador hubo unanimidad, Gainza dijo que el Bilbao había hecho todo lo que podía y más pero que el contrario fue superior, también hubo coincidencia en todas las partes al resaltar al mejor jugador del encuentro. Ya no solo fueron los jugadores, sino que el árbitro, el presidente de la federación de fútbol o incluso el delegado nacional de Educación Física y Deportes, resaltaron la gran labor del portero del equipo derrotado. Jose Angel Iribar, con apenas 23 años y ya un fijo en la portería vasca, cuajó una gran tarde en la cual dio una exhibición bajo el marco y evito que el Athletic se llevara una goleada. La afición bilbaína quiso agradecer el empeño de sus jugadores y lo personificó en aquel chaval de Zarautz al que pasearon a hombros por el césped. Durante algunos momentos minutos llegó a darse la casualidad de cruzarse los aficionados zaragocistas, que conducían a su capitán a hombros, mientras los vascos hacían lo mismo con Iribar. Al meta vasco le llegaron a poner la txapela demostrando que para ellos él era su ganador. Nunca una derrota fue tan dulce. El propio jugador reconoció que tras aquello se dio cuenta de cómo era realmente la afición vasca

Iribar es llevado a hombros al final del partido.
(Manu Cecilio – El Correo)

Milan – Ajax (28-05-1969)

Cuando el congreso anual de la UEFA decidió que Madrid fuera la sede de la final de la Copa de Europa, el club blanco ya no tenía ese aliciente para llegar a la final. La andadura de los madridistas ese año había sido corta tras caer eliminado en segunda ronda. En parte el club achacó aquella eliminación a una norma de reciente aprobación por parte de la UEFA, aunque por otro lado también se aprovechó de otra norma que a día de hoy sonaría rara. En la primera ronda el bombo deparó un enfrentamiento contra el conjunto chipriota del AEL Limassol. Este era un equipo prácticamente amateur que jugaba en un campo, que, para la UEFA, no reunía las condiciones necesarias. Lo habitual en estos casos era que el partido se disputara en un terreno neutral, pero el Madrid aprovechó el reglamento y propuso que ambos partidos se disputaran en el Bernabéu. El organismo continental no puso pegas y el conjunto blanco jugó aquella eliminatoria sin salir de Madrid. El enfrentamiento se disputó en el plazo de una semana por lo que el club madridista cedió la taquilla del segundo partido a su adversario, además de cubrir sus gastos de estancia durante esa semana en la capital. A nivel deportivo el enfrentamiento no tuvo color y el Real Madrid gano ambos partidos con un doble 6-0. La siguiente eliminatoria presentaría más dificultad. En el Prater vienes ante el Rapid el Madrid cayó derrotado únicamente por 1-0 gracias a su gran defensa. Aquel resultado no era malo para la vuelta, y pese a serias dudas con Pirri y Amancio, Miguel Muñoz pudo contar con once de garantías para enfrentarse a los austriacos. Sin embargo, aquel no era el año de los blancos en Europa. Al Madrid le costó encontrar puerta y solo lo hizo al filo del descanso para igualar la eliminatoria por medio de Velázquez. Tras pasar por vestuarios llegó el jarro de agua fría con el empate de los visitantes. El Real lo intentó por todos los medios y tan solo a falta de ocho minutos Pirri ponía nuevamente por delante a los madridistas, con un tanto que finalmente fue en vano. La regla del valor doble de los goles en campo contrario eliminaba al Real Madrid.

Aquella norma se había estrenado el año anterior y todavía era un tanto especial. La regla solo aplicaba a los goles que no fueran conseguidos en la prorroga y siempre que fueran antes de las eliminatorias de cuartos de final. A partir de esas eliminatorias se obviaba y se volvía al habitual partido de desempate en campo neutral. También ese año fue conflictivo para la UEFA y la Copa de Europa. En julio de 1968 el organismo ya había realizado el sorteo de la primera ronda, sin embargo, este tuvo que ser modificado poco después. Ese agosto los tanques del Pacto de Varsovia (Unión Soviética, Bulgaria, Polonia y Hungría) invadieron Checoslovaquia en un intento de acabar los tintes aperturistas del gobierno local. La UEFA se reunió de emergencia a finales de ese mes y decidió modificar los emparejamientos de países a ambos lados del llamado “Telón de Acero” para evitar las tentaciones de boicot. Aquello fue casi peor. Llegaron las protestas de los países de ambos lados y tras el nuevo sorteo se sucedieron las retiradas, quedándose Bulgaria, Alemania Oriental, Polonia, Hungría y la Union Soviética sin representante en la máxima competición continental.

Tras la eliminación del Madrid, que se habría enfrentado al Manchester en cuartos de haber ganado, quedaban grandes equipos en liza. El Ajax logro eliminar al Benfica, tras ganar cada uno en el campo del rival por 3-1, después de un partido de desempate en París; el Milan hacía lo propio con el Celtic con un solitario gol de Prati; el Rapid caía ante el Manchester United y un sorprendente Spartak Trnava se colaba en semifinales al derrotar al AEK griego. En semifinales el Ajax derrotó con problemas al conjunto eslovaco mientras que en una gran eliminatoria el Milan derrotaba al Manchester.

La final en el Bernabéu deparó el enfrentamiento entre dos maneras diversas de entender el fútbol. Por un lado, el Ajax de Rinus Michels, al que con el tiempo se le llamaría el padre del “futbol total”, que tanto en el club neerlandés, como posteriormente en la selección de los Países Bajos, desplegó un futbol alegre, rápido, calculado y muy técnico. Algo solo posible gracias a una buena generación de jugadores liderada por un talentoso “flaco” llamado Johan Cruyff. Por su parte enfrente tenía al Milan de Nereo Rocco, uno de los mayores defensores del “catenaccio” que, a través de una defensa férrea, un buen portero y una vanguardia peligrosa ya había logrado una Copa de Europa, una Recopa y la Intercontinental en esa década. A priori un buen partido entre estilos contrapuestos, pero en la realidad una de las finales con mayor diferencia. Con un balón milanista al palo en el primer minuto se intuía lo que podía ser el partido. Y nadie se equivocó. La bisoñez de los neerlandeses no pudo con un Milan más experimentado, aunque realmente solo Rivera y Trapattoni habían jugado en la victoria de la Copa de Europa del 62. Ambos entrenadores fueron fieles a sus sistemas, pero la defensa rossonera supo contrarrestar el peligro del Ajax. Si a esto se le suma que Pierino Prati tuvo su gran noche uno entiende que los italianos se fueran al descanso con un 2-0 obra del ariete milanista. Pese al marcaje al que estuvo sometido Rivera, el italiano logró dirigir a sus compañeros hacia la victoria. Apenas inquieto el Ajax, más allá de por espacio de cinco minutos en la segunda parte que pasaron entre el 2-1 de penalti marcado por Vasovic y el 3-1 marcado por Sormani. El punto álgido lo pondría nuevamente Prati para cerrar el partido con un 4-1 demoledor.

La alegría de los seguidores italianos no se pudo contener y es que el Milán igualaba los dos títulos de sus vecinos interistas. Cuando Ortiz de Mendibil dio por concluido el partido decenas de ellos invadieron el césped para intentar conseguir las camisetas de sus ídolos. Tal fue la invasión que incluso Rivera, el capitán italiano, tardó casi diez minutos en subir al palco a recoger el trofeo. En aquellos años la organización, tan escrupulosa que vemos hoy en día, no existía y todo era más espontaneo y alegre. El júbilo de los tifossi llegó a tal punto que varios de ellos no duraron en buscar al árbitro y pasearlo a hombros por el césped. Aquella imagen es algo recurrente para ciertos antimadridistas, que la muestran como si fueran seguidores blancos festejando con el trencilla, tras un supuesto favor arbitral de este. Nada más lejos de la realidad. Ortiz de Mendibil quedó inmortalizado de esa guisa para la historia. El árbitro vasco tuvo una buena actuación en un partido fácil, aunque este ya era todo un veterano en lidiar encuentros importantes. Esta era su quinta final internacional tras una carrera de más de quince años en primera división, en la cual el año anterior había arbitrado un partido en cada jornada del campeonato. Sin embargo, también fue para él un desagravio tras un duro año. Tras el derbi de ida en el Manzanares su permisiva actuación ante las protestas de los jugadores rojiblancos tras el gol del madridista Amancio, fue sancionada por el comité arbitral. En total estaría dos meses sin arbitrar en Liga. Aquella vuelta a hombros fue simbólicamente un reconocimiento a su carrera, en una imagen muy difícil de ver en un terreno de juego.

Ortiz de Mendíbil es paseado por los hinchas italianos.
(Teodoro Naranjo – ABC)




Los Magníficos del Real Zaragoza

Las últimas décadas del fútbol español han estado marcadas por un claro dominio de equipos con presupuestos ciertamente exuberantes, que apenas han permitido al resto de conjuntos poder pelear por la mayoría de entorchados. Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid principalmente y algunas etapas, temporales pero exitosas, de Valencia, Sevilla y Deportivo de la Coruña han copado prácticamente todos los títulos ligueros y coperos sin dejar apenas opciones a los modestos.

Por este motivo es difícil pensar, sobre todo para los más jóvenes, que hubo una etapa donde el fútbol no era el negocio multimillonario que representa hoy en día, y que algunos equipos ubicados en grandes ciudades del país, conseguían retener a sus estrellas sin que se produjeran los éxodos masivos actuales que acaban con los jugadores más prometedores aprovechando las grandes cantidades monetarias que pueden ofrecer los principales equipos. Un tiempo pasado donde existía un componente de igualdad y de lealtad, que hacía que muchos futbolistas pudieran iniciar y acabar sus carreras en el mismo equipo, dándole al fútbol de la época una dosis de romanticismo que actualmente se encuentra en un claro peligro de extinción.

Este es el caso de dos jugadores españoles que se convirtieron en leyenda del fútbol nacional de la década de los 60 sin jugar en ninguno de los denominados “Grandes” de nuestro país, llegando a participar activamente en la Selección Española y con un papel protagonista en los éxitos de aquel conjunto: Marcelino Martínez y Carlos Lapetra. Lejos de los focos de Madrid y Barcelona, ambos jugadores llegaron al primer equipo del Real Zaragoza a principios de los 60 integrando el mejor equipo que se recuerda en la capital maña y consiguiendo alzarse con los primeros títulos de la entidad.

Una década prodigiosa

La historia del Real Zaragoza como institución comenzaba a principio de los años 30, a partir de la unificación de los dos equipos precursores que subdividían la realidad futbolística de la ciudad. Sin embargo, habría que esperar tres décadas para presenciar la consolidación de un equipo puntero en cuya plantilla militaban varios de los mejores futbolistas de la época que hicieron las delicias del ambiente futbolístico de la capital zaragozana.

Aunque pocos podrían augurar que uno de los grandes estrenos cinematográficos de la época, como lo fue la película “Los Siete Magníficos” dirigida por John Sturges y protagonizada por Steve McQueen entre otros, sería clave de inspiración para nombrar a los legendarios futbolistas del Real Zaragoza en la década de los 60. Así surgió el apodo de “Los Cinco Magníficos” para bautizar al equipo integrado por: Canario, Santos, Villa, Marcelino y Lapetra; acompañados de otros jugadores internacionales con la selección española como Reija.

Un equipo surgido a partir del capital resultante tras la venta del antiguo campo del Torrero, que consiguió reunir en su plantilla a jóvenes talentos procedentes de diversas zonas de la geografía nacional y otros jugadores extranjeros ya consolidados de en la liga española. Así llegaron Reija y Marcelino procedentes del Deportivo de la Coruña y del Racing de Ferrol, Lapetra que dio el salto procedente del Guadalajara y los ex jugadores del Real Madrid: Villa y Canario.

Fue a partir de 1960 cuando comenzó a configurarse esta quinta con las llegadas de Reija, Marcelino, Lapetra y de un peruano llamado Juan Seminario que sería capaz de alzarse con el trofeo Pichichi con 25 goles en la temporada 61/62, imponiéndose a delanteros míticos como Ferenc Puskás. A todos ellos se unieron en la temporada 62/63, un joven tinerfeño de 22 años llamado Eleuterio Santos que despuntaba y de qué manera en el equipo de su ciudad; y el sevillano criado en la cantera del Real Madrid Juan Manuel Villa, que llegaba tras una buena temporada en la Real Sociedad.

Y desde ese momento los éxitos no dejaron de sucederse, comenzando por esa misma temporada 62/63 en la que el equipo maño consiguió alcanzar el subcampeonato de la por entonces llamada Copa del Generalísimo, dejando atrás a equipos como el Atlético de Madrid o Valencia. A pesar de que en la final no pudo sobreponerse a un esplendoroso FC Barcelona, que le endosó un serio correctivo en forma de 3-1 en la final disputada en el Camp Nou. Una final que el Zaragoza alternó con un más que meritorio quinto puesto en Liga, adquiriendo el billete para jugar en Europa la siguiente temporada clasificándose para la extinta Copa de Ferias.

Esa buena temporada serviría de consagración para un equipo joven al que se le apreciaban maneras, pero que necesitaba de algún fichaje de cierto relumbrón para adquirir la experiencia necesaria para alzarse con el primer título de su historia. Con esa idea en la cabeza, la directiva zaragozana llegó a un acuerdo para hacerse con los servicios de todo un campeón de la Copa de Europa como Darcy Silveira dos Santos “Canario”, que llegaba procedente del Sevilla.

Imagen de los 5 Magníficos. Fuente: https://www.heraldo.es/noticias/deportes/futbol/real_zaragoza/2014/04/23/real_zaragoza_los_anos_magnificos_283744_611027.html

Una pieza principal del esquema maño que completaría su quinteto ofensivo cuyas prestaciones no tardarían en hacerse patentes. Pues a un meritorio cuarto puesto en Liga al término de la competición 63/64, el Zaragoza conseguiría alzar el primer título nacional de su historia tras vencer en la final de la Copa del Generalísimo al Atlético de Madrid con goles de Villa y Lapetra. Aunque el exitoso curso no acabaría en esa final, ya que el Real Zaragoza también se alzaría con la Copa de Ferias tras derrotar por 2-1 en la gran final disputada en el Camp Nou, al vigente campeón de la competición: el Valencia. Villa y Marcelino rubricarían los tantos de la finalísima para el conjunto aragonés, que en su periplo por Europa había dejado fuera a conjuntos tan poderosos como la Juventus de Turín en cuartos de final o el Ligeois belga en semifinales. Un glorioso éxito que llevaría al Zaragoza a participar en la Recopa de Europa del siguiente año.

Tras los primeros triunfos tanto en el contexto nacional como continental, la temporada 64/65 se presentaba como una ocasión espléndida para establecerse en la élite futbolística nacional. El buen trabajo desde la dirección consiguió retener a los futbolistas más codiciados y, a pesar de no conseguir ningún fichaje de relumbrón en el mercado estival, sería más que suficiente para repetir los éxitos del curso anterior. Un tercer puesto en Liga clasificaría al equipo para la Copa de Ferias, mientras que en territorio copero conseguirían alcanzar su tercera final consecutiva, aunque en esta ocasión sucumbió en la final ante el Atlético de Madrid. En el terreno europeo, el equipo maño tuvo una participación más que meritoria llegando hasta semifinales de la Recopa donde cayó eliminado ante el West Ham por un global de la eliminatoria de 3-2, quedándose a las puertas de una final que hubiese sido histórica para aquella generación.

Un Zaragoza temible y ya consolidado entre los equipos punteros del país, comenzaba una temporada 65/66 con el deseo y obsesión de dar un paso más allá. Manteniendo sus pilares a salvo una temporada más, a pesar de las ofertas que rondaban a sus estrellas, se disponían a repetir finales y trofeos. El primero llegaría tras vencer, en su cuarta final consecutiva de la Copa del Generalísimo, al Athletic Club de jugadores como Iribar. Dos de los más altos exponentes de la delantera aragonesa como Villa y Lapetra, firmarían los goles que darían al Zaragoza su segundo título en cuatro años, obteniendo el premio extra de volver a disputar la Recopa de Europa. Y a punto estuvieron de recalcar el palmarés de la temporada 63/64, pero un mal partido de vuelta en la final de la Copa de Ferias contra el Barcelona acabó con el sueño zaragozano.

La temporada 66/ 67 comenzaría con una gran ilusión por reeditar la buena actuación en la Recopa de Europa donde el equipo maño partía como uno de los favoritos. Aunque su participación en la segunda máxima competición continental se acabaría en cuartos de final, tras una eliminatoria muy equilibrada con el Glasgow Rangers. No tan bueno sería su periplo por la Copa del Generalísimo, cayendo en dieciseisavos de final frente a un equipo menor como el CD Europa, dando al traste con las ilusiones de conquistar otra corona en su competición fetiche. Sin embargo, el curso fue salvado con un meritorio quinto puesto en Liga y su correspondiente clasificación para la siguiente edición de la Copa de Ferias.

Las siguientes temporadas el equipo trataría de mantenerse en la zona alta del fútbol nacional, pero tras algunas participaciones más que dignas en la competición copera y en la Copa de Ferias, en la temporada 69/ 70 se produjo el decaimiento del equipo refrendado con la decimotercera posición liguera que acabaría con la racha triunfal de un equipo de leyenda y que será recordado para la posteridad en la capital maña.

El papel de los zaragocistas en una selección campeona

No hay duda de que la selección española de la década de los 60 ha sido una de las más exitosas y legendarias de toda la historia del fútbol nacional. Aunque no solo por su manera de entender el juego o por los futbolistas que en ella coincidieron y que forman parte del patrimonio futbolístico de nuestro país, sino que principalmente han sido, son y serán recordados por alzar por primera vez la Eurocopa tras vencer a la Unión Soviética en la final disputa en el mítico Santiago Bernabeu en 1964.

Nombres de relumbrón como los madridistas Amancio Amaro y Zoco, los barcelonistas Fusté, Pereda y Zaballa o los jugadores que ya por aquel entonces se encontraban fuera de nuestras fronteras como es el caso de Luís del Sol y de nuestro único balón de oro, Luis Suárez, participaron e integraron una selección que aspiraba a todo. Unos jugadores que apenas necesitan presentación aún hoy en día, mitos de nuestro fútbol que integraban una selección de ensueño que consiguió alcanzar un entorchado muy deseado y pionero.

Sin embargo, más allá de todo este elenco de estrellas se encontraban otro grupo de futbolistas menos conocidos a nivel continental, pero con un talento increíble que se constituyeron como un arma muy eficaz. En este punto, el Real Zaragoza a través de “Los Magníficos” tuvo un papel principal en la configuración de esta selección, puesto que el equipo maño fue el conjunto junto al FC Barcelona que más jugadores aportó a la convocatoria de la fase final de la Eurocopa de la Selección Española de 1964 con un total de cuatro, dos más que el todopoderoso Real Madrid (que se había proclamado campeón de Liga esa temporada).

Aunque no cabe duda que la iniciativa, más que controvertida y criticada entre aficionados y periodistas, de contar con cuatro jugadores del equipo aragonés fue únicamente tomada por el seleccionador José Villalonga. Una decisión difícil y que demostraba una gran personalidad por su parte al dejar fuera de la convocatoria final, debido a problemas físicos y decisiones técnicas, a futbolistas de la talla de: Betancort, Isidro, Gento, Serena, Segarra, Adelardo o Collar.

Sin embargo, el técnico tenía plena confianza en la base de jugadores del equipo zaragozano que ese curso se había proclamado campeón de la Copa del Generalísimo. De esta manera formaron parte de aquella expedición final: Reija, Villa, Marcelino y Lapetra. Pero lejos de lo que muchos podían pensar al comienzo de la fase final, el papel de los jugadores zaragocistas en aquella Eurocopa distaría mucho de considerarse residual, hasta el punto de convertirse en protagonistas ineludibles del triunfo español.

A comienzos del año 1964, la UEFA había convenido que sería España el país que albergaría las semifinales y la final de aquella Eurocopa. Un motivo más para la motivación del conjunto nacional, que llegaba hasta esa ronda tras imponerse en octavos y cuartos de final a las selecciones de Irlanda del Norte e Irlanda, respectivamente.

En semifinales esperaba un combinado altamente incómodo y fuerte físicamente como la selección de Hungría, una de las grandes potencias de la época que se encontraba dirigida por Lajos Baróti y donde brillaban jugadores de la talla de: Albert, Nagy o Fenyvesi. Como se esperaba, el partido se caracterizó por una igualdad manifiesta entre ambos conjuntos, por lo que tan solo un error defensivo o una brillantez individual podrían decantar la balanza. Un Santiago Bernabéu hasta la bandera con más de 100.000 espectadores, llevó en volandas a la selección para imponerse en la prórroga al combinado húngaro con un gol de Amancio. Un partido donde los zaragocistas Lapetra y Marcelino partieron en el once titular, ocupando la delantera española por expreso deseo del técnico y resultaron importantes en la victoria final.

Alineación Selección Española Final de la Eurocopa 1964. Fuente: https://equiposdefutbol2.blogspot.com/2016/06/seleccion-de-espana-1963-64.html

Sin embargo, el protagonismo decisivo de esta delantera no sería plausible hasta la finalísima que se disputaría cuatro días después en el mismo escenario, contra uno de los combinados más temibles de la década como la Unión Soviética del mítico portero, Lev Yashin. Una final que acabaría por encumbrar la figura de Marcelino como autor del segundo tanto de un partido disputadísimo, que acabaría por suponer el primer gran título para las vitrinas de un país que ya por aquel entonces respiraba fútbol. El gol más importante de la carrera del delantero frente a uno de los mejores guardametas de la historia, que suponía la consagración de una idea futbolística, de un país y de una generación irrepetible en el seno del Real Zaragoza.

Webgrafía

https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2015/06/historia-de-la-eurocopa-ii-espana-1964/

https://equiposdefutbol2.blogspot.com/2016/06/seleccion-de-espana-1963-64.html

https://www.heraldo.es/noticias/deportes/futbol/real_zaragoza/2014/04/23/real_zaragoza_los_anos_magnificos_283744_611027.html

https://www.realzaragoza.com/club/historia/los-magnificos




Historia de los distintos trofeos homenaje a Santiago Bernabéu

Hablar sobre Santiago Bernabéu es hacerlo sobre un visionario que fue capaz de ver el futuro multitudinario que le esperaba al fútbol. Tildado de orate por la mayoría, convenció a Rafael Salgado y a una gran mayoría de socios y aficionados madridistas para exponer su dinero en pos de la construcción de un estadio que duplicaba la capacidad del existente, en una zona que seguía estando fuera de la Capital. Un caudillo paternalista que hizo indivisible su figura junto al nombre del club durante los 35 años que dirigió el timón de la nave blanca. Una figura con sus luces y sus sombras al que se le acuso de ciertas actitudes dictatoriales en la presidencia, con apenas oposición interna, y en conveniencia con las altas esferas del estado durante el régimen político del General Franco.

No es objeto de debate en este artículo la complejidad de su figura, sino el rescatar del olvido ciertos datos que ayudan a comprender la importancia de la persona y lo que influyó en el fútbol español y europeo.

Santiago Bernabéu recibió en vida multitud de homenajes, condecoraciones y premios, entre los que podemos destacar la Presidencia de Honor del Real Madrid, la Gran Cruz al Mérito Civil, la Medalla de Oro al Mérito Deportivo, la Legión de Honor Francesa, etc.… Sin embargo no era sólo en los grandes eventos donde le gustaba estar, siempre que la agenda lo permitía estaba presente en las celebraciones de las peñas madridistas.  Incluso cuando su enfermedad se encontraba en estado avanzado, pudo estar en la inauguración de la Peña Las Banderas, ultima a la que asistió.

Los socios por su parte le homenajearon en bastantes ocasiones, ya fuera con cenas de agradecimiento, homenajes o con la recogida de fondos para otorgarle la Medalla de Oro al Mérito del Real Madrid, única en su género.

Tras el fallecimiento del patriarca su sucesor en la presidencia, Luis De Carlos, decidió crear un trofeo en recuerdo de la memoria de Bernabéu. Un trofeo a la altura del gran presidente que congregaría en torno a un balón a los mejores equipos del continente. Estamos hablando del conocido Trofeo Santiago Bernabéu y que en el verano del 2016 se disputó la XXXVII Edición. Sin embargo, y a la luz de los hechos que muestro, éste no fue el primer Trofeo deportivo dedicado a la figura de Don Santiago. Antes hubo varios, y no solo de fútbol, los cuales todos giraron a un denominador común: honrar la figura del mejor presidente de la historia del Real Madrid. Veámoslos.

Trofeo Santiago Bernabéu de Balonmano Juvenil (1959-1961)

La sección  de Balonmano del Real Madrid CF tuvo una corta pero agitada vida. Creada durante un breve lapso en 1944, quedó en suspenso poco después hasta que reanudó sus actividades a comienzos de la década de los 50 cuando volvió a competir en el Campeonato de Castilla de la modalidad. Combinó durante varios años la modalidad de Balonmano a 7 y a 11 jugadores, siendo el primer club en ganar el Campeonato de España en ambas categorías.

En Abril de 1958, en las eliminatorias previas para la fase final del Campeonato de España de balonmano a 7, derrotó al CD Andorra Teruel y al Don Bosco de Vigo en el Palacio de Deportes de la Ciudad Condal. Para la fase final se decidió jugar los cuartos de final entre Sabadell y Granollers en recintos al aire libre. En esta última ciudad le toco jugar al Real Madrid contra el anfitrión, mientras que Atlético de Madrid y San Fernando se disputarían la otra plaza de semifinales.

El día del encuentro hizo acto de presencia una contingencia en la cual no había pensado la organización: la lluvia. En Sabadell optaron por trasladar los partidos al Palacio de Deportes de Barcelona, mientras que en Granollers optaron por intentar jugar. A la hora del partido, 20:30,  seguía lloviendo por lo cual ante la ausencia de un delegado federativo fueron los propios clubes quienes decidieron esperar para ver si dejaba de llover. Pasadas un par de horas el Real Madrid opto por volver al Hostal dado que no había seguridad que los partidos se jugaran y dado que tampoco había orden federativa de mantenerse allí. Sin embargo poco después amainó la lluvia y entre los jugadores de los equipos presentes limpiaron la pista donde jugaron Atlético de Madrid y San Fernando. Tras este partido se quiso jugar la otra semifinal, siendo casi medianoche, pero al no estar presente el conjunto madridista el delegado federativo, que había llegado más tarde, optó por levantar acta de la incomparecencia del Real Madrid por lo que quedaba descalificado. Esto no sentó bien al Real Madrid quien elevó recurso, pese a que la competición había finalizado, a la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes.

El tiempo fue pasando y a comienzos de 1959 el club madridista no había recibido respuesta al recurso presentado. Al mismo tiempo la Federación Castellana enviaba al club el proyecto con las bases para el nuevo Campeonato nacional liguero, con unas condiciones poco apetecibles bajo la visión del club madrileño. Esto unido a que tampoco había presentado el Real Madrid equipo para el Campeonato Regional de Balonmano a 11, auguraba un futuro nada halagüeño a la sección.

Finalmente el club optó por no participar en competiciones oficiales con los equipos senior y decidió potenciar a la cantera con la creación de un torneo juvenil, denominado “Trofeo Real Madrid”, al cual se le quería dar un carácter intersocial únicamente. Al hacerse público dicho torneo llegaron a las oficinas de la calle Valenzuela numerosas peticiones de colegios pidiendo participar en el mencionado torneo, aduciendo que parte de los integrantes de sus equipos eran socios madridistas o hijos de los mismos. El club al observar la demanda existente optó por abrir el torneo a diversos colegios de la Capital para satisfacer la demanda de sus socios y aficionados.

Tras una elección de los participantes, en la cual primó el no hacer una competición muy extensa y que pudiera afectar en los exámenes de los estudiantes, se optó por realizar un torneo de 8 equipos en formato de Liga pero a una sola vuelta y a disputarse en las instalaciones madridistas del Frontón Fiesta Alegre a partir de Abril de 1959. El Real Madrid participó con 2 equipos formados por sus juveniles y que llevarían el nombre de Real Madrid y Santiago Bernabéu; mientras que los colegios seleccionados fueron: Colegio Maravillas, Colegio San Pablo, Nuestra Señora del Buen Consejo, Sagrada Familia, Colegio del Pilar e Institución Jamer. Finalmente se decidió cambiar el nombre del torneo para promover un homenaje al presidente madridista, por lo cual se denominó “Trofeo Santiago Bernabéu”, lo que le convierte en el primer torneo organizado por el Real Madrid en homenaje a la figura del mítico presidente.

TrofeoBernabeu01La idea madridista cuajó en el público y en todas las jornadas disputadas arrastro a un sinfín de espectadores a los partidos, los cuales llenaron bastantes veces las instalaciones del Frontón madridista. Al estar respaldado el torneo con la experiencia y el saber hacer del Real Madrid, tanto desde la Jefatura Provincial de Educación Física del Frente de Juventudes como desde la Obra Sindical de Educación y Descanso, se apoyó en gran manera el torneo facilitando, entre otras cosas, los árbitros oficiales que participaron en el torneo.

TrofeoBernabeu02La emoción del trofeo se mantuvo durante todas las jornadas y no fue hasta la última jornada, celebrada el 17 de Junio, donde se decidió el ganador del mismo. Colegio Maravillas y Santiago Bernabéu se disputaron el título en la última jornada. Un partido con alternancias en el marcador hasta el descanso con victoria madridista por 13-11. Sin embargo en una gran segunda parte donde el Colegio Maravillas logro darle la vuelta el marcador para ponerse 18-20 a falta de 4 minutos, parecía anticipar la victoria visitante.  Pero como marca el ADN madridista, este nunca se da por vencido y en un final electrizante el Santiago Bernabéu lograba dar la vuelta al partido venciendo por 25-21 y logrando ser el Campeón del “I Trofeo Santiago Bernabéu” de Balonmano Juvenil en Sala.

El delegado de la sección, José Borrero, hace entrega del Trofeo al capitán madridista.

El delegado de la sección, José Borrero, hace entrega del Trofeo al capitán madridista.

Como recuerdo para la historia, el listado de los jugadores madridistas que consiguieron aquel triunfo: Navarro Vega & Alonso (Porteros), Tejero, Torroba, Jenaro, López, Seseña, Villar, Arguindey, Jiménez y Rosendo.

Los dos equipos que se disputaron el “ I Trofeo Santiago Bernabéu” (Santiago Bernabéu & Colegio Maravillas)

Los dos equipos que se disputaron el “ I Trofeo Santiago Bernabéu”
(Santiago Bernabéu & Colegio Maravillas)

Tras el éxito alcanzado en la primera edición los responsables madridistas organizaron una segunda edición del Trofeo. Se volvió a contar con los 8 equipos que jugaron el primer torneo y se amplió con 4 equipos más: AD Altis, Colegio Huérfanos del Ejercito, Delta y Academia España, seleccionados entre mas de 15 equipos que se habían presentado para participar en la 2ª edición. Se decidió jugar en dos grupos de 6 equipos, en sistema de Liga a una única vuelta, en la sede del Frontón Fiesta Alegre los miércoles y viernes entre Abril y Mayo, siempre que no coincidiera con otros eventos en el Frontón. Los 2 primeros de cada grupo se enfrentarían en semifinales mientras que el resto jugarían la clasificación del puesto cinco al doce.

Banderín del II Trofeo Santiago Bernabéu

Banderín del II Trofeo Santiago Bernabéu

Desde el comienzo los finalistas de la primera edición se mostraron como los claros favoritos al título. Las previsiones se cumplieron. En un Fiesta Alegre a rebosar, el 8 de Junio de 1960, se jugó la gran final y el partido de consolación. El Santiago Bernabéu y el Colegio Maravillas volvieron a jugar un emocionante partido final que necesitó de 2 prorrogas para dilucidar el ganador. Un empate a 13 al final del tiempo reglamentario, que dio paso a la primera prorroga donde ambos equipos marcaron 3 goles. Una nueva prórroga con máxima igualdad dando tan solo fue capaz de marcar un gol el representante  madridista, a la postre suficiente para ganar y renovar el título del año anterior, pero esta vez por 17-16. En el partido de consolación, la Sagrada Familia derroto por 14-9 al AD Altis.

El directivo Luis De Carlos entrega al capitán madridista, Jiménez, el trofeo en disputa.

El directivo Luis De Carlos entrega al capitán madridista, Jiménez, el trofeo en disputa.

El equipo “Santiago Bernabéu” posa con el cuerpo técnico y el trofeo conquistado.

El equipo “Santiago Bernabéu” posa con el cuerpo técnico y el trofeo conquistado.

Nuevamente el Real Madrid volvió a organizar una edición del Trofeo Santiago Bernabéu  en 1961. Con algunas bajas y altas  de colegios y asociaciones, finalmente 12 equipos participaron en el mismo: Santiago Bernabéu, Real Madrid, Delta, San Pablo, Instituto Nebrija, Colegio del Pilar, Colegio del Buen Consejo, Colegio Sagrado Corazón, Colegio Sagrada Familia, Colegio de Sordomudos, Academia Unig e Institución Jamer. El formato fue idéntico al del año anterior y nuevamente se volvió a disputar en las instalaciones del local social madridista.

Ausente el Colegio Maravillas, el Santiago Bernabéu apenas tuvo rival en la liguilla con lo cual llego fácilmente a la final donde le esperaba el otro conjunto madridista. Pese a la diferencia de calidad y experiencia, recordemos el Santiago Bernabéu era el equipo A juvenil madridista y el Real Madrid el equipo B, estos hicieron frente a sus “mayores” y no se lo pusieron fácil aunque nuevamente volvió a vencer el torneo el Santiago Bernabéu esta vez por un resultado de 15-13. Para mayor alegría de los finalistas y del resto de equipos presentes en la entrega de trofeos, el propio presidente madridista fue quien hizo entrega de los trofeos que portaban su nombre.

TrofeoBernabeu08Para el recuerdo queda la plantilla madridista que se hizo con el título por tercer año consecutivo: Paredes, Toba y Alonso en la puerta; Yarza, Tejero, Prast, Jimenez, Jones, Abril, Zamora, García y De la Lastra.

Los equipos finalistas: agachados el Santiago Bernabéu; de pie el Real Madrid.

Los equipos finalistas: agachados el Santiago Bernabéu; de pie el Real Madrid.

La sección de balonmano seguía jugando con el equipo juvenil e inferiores con buenos resultados, en este 1961 consiguió ser subcampeón de Castilla y España y disputo un total de 122 partidos obteniendo 10 trofeos. Sin embargo este sería el último torneo jugado en homenaje al presidente madridista. Los motivos no están claros. Puede que el aumento de partidos de la sección dejara pocas fechas libres para la realización; o el tener que disputar los partidos en el mismo local donde otras secciones, incluida la de Baloncesto, disputaban sus encuentros dificultara el planificar las fechas del torneo; o quizás el tener que acarrear con todos los gastos en una época que el club no tenía la economía boyante y que a la postre fue uno de los motivos para que la sección desapareciera poco después motivada por un fuerte control del gasto superfluo en el club, con aquellas secciones amateurs y que prácticamente eran todo pérdidas. Recordemos que el club tenía alrededor de una decena de secciones en ese momento y con superávit prácticamente solo lo daba la de fútbol.

Lo que sí queda claro con las pruebas enseñadas es que éste fue el primer Trofeo realizado en el seno de la entidad en homenaje a Don Santiago Bernabéu, más de 20 años antes que el creado en la época de Luis De Carlos. Sin embargo éste no sería el único como veremos ahora.

El Frontón Fiesta Alegre, sede madridista durante más de 3 lustros.

El Frontón Fiesta Alegre, sede madridista durante más de 3 lustros.

Trofeo Santiago Bernabéu (Fiestas San Isidro 1978)

La víspera del partido homenaje a Manolo Velázquez, el máximo mandatario madridista se sintió repentinamente enfermo en su retiro estivo de Santa Pola. Tras una revisión médica se le recomendó no viajar a Madrid, pero Bernabéu no atendió a razones y viajó para estar en el homenaje al jugador madrileño así como a la cena posterior que tuvo lugar el 24 de Agosto. Tanto esfuerzo le pasó factura y al día siguiente recayó acentuando los síntomas: Don Santiago padecía una obstrucción intestinal. Ante el temor de un agravamiento de su estado fue internado en la Clínica San Camilo donde fue operado. Tras un largo, duro y por momentos crítico posoperatorio, el presidente madridista fue dado de alta y se reincorporo a su despacho en la dependencias de Concha Espina el 4 de Noviembre. 2 días más tarde volvía al palco del Bernabéu, en el partido ante el Valencia, en medio de una gran ovación de los aficionados que consiguió poner lágrimas en los ojos del mandatario.

Durante varios meses realizo vida normal y parecía que podía derrotar a la grave enfermedad. Sin embargo la realidad era otra distinta.  El médico que le operó, el Dr. Moreno González-Bueno le había diagnosticado cáncer de colon con metástasis hepáticas con un pronóstico de seis a doce meses de vida. No se hizo público tal diagnóstico y la versión oficial fue que se le había realizado una colostomía.

A mediados de abril, en el prólogo de la Final de Copa entre el FC Barcelona y la UD Las Palmas disputada en el Santiago Bernabéu, Su Majestad don Juan Carlos impone al viejo león de Chamartín la Medalla de Oro al Mérito Deportivo. A comienzos de mes comienza a desencadenarse lo peor. La ictericia hacia acto de presencia al mismo tiempo que sus fuerzas decaían. Aun así tuvo tiempo para presidir el 8 de mayo la cena homenaje en honor de las secciones de fútbol, baloncesto, voleibol y atletismo del Real Madrid. En dicho homenaje y ante 2000 comensales el Alcalde de Madrid, José Luis Álvarez y Álvarez, anuncio que iba a proponer ante el Pleno del Ayuntamiento la incoación de un expediente para la concesión del nombramiento de Hijo Adoptivo de Madrid para Santiago Bernabéu. Al mismo tiempo se conocía la noticia que durante las fiestas de San Isidro se iba a realizar un homenaje deportivo en el Palacio de los Deportes a los tres equipos de la capital que militaban en primera división y que llevaría el nombre del presidente madridista.

TrofeoBernabeu11El ayuntamiento promovió el evento deportivo con varios motivos: como homenaje a los 3 grandes conjuntos de la capital (Real Madrid, Atlético de Madrid y Rayo Vallecano), como fomento del deporte y como homenaje a la larga vinculación de Santiago Bernabéu con la ciudad de Madrid. La comisión organizadora la integraron Eloy Ibáñez, delegado de Cultura y Deportes del Ayuntamiento, y Salvador Santos Campano, vicepresidente del Atlético, en representación de los 3 equipos madrileños. El evento se realizó el 25 de Mayo, dentro de las Fiestas de San Isidro, en el Palacio de los Deportes con entrada gratuita para todos los públicos.

El programa de este I Trofeo Santiago Bernabéu organizado por el Ayuntamiento de Madrid, constó de 3 eventos deportivos:

– 16:45     Balonmano:    Atlético de Madrid – Estrella Roja de Belgrado

– 18:10     Baloncesto:     Real Madrid – Partizan de Belgrado

– 20:00     Fútbol Sala:    Selección Real Madrid/Atlético – Rayo Vallecano

TrofeoBernabeu12Con una asistencia cercana al lleno el Trofeo fue un éxito. En Balonmano los yugoslavos se impusieron a los colchoneros por 25-23 en un encuentro bastante igualado aunque finalmente los visitantes aguantaron el ritmo y consiguieron la victoria. Por el Atlético jugaron: Pagoaga y Díaz Cabezas; Arruti, Alonso (3), Hernández (2), Manrique (5), Aperador (1), Novales (1), De Andrés (6, 2 de penalti), Parrilla (2), González 81) y Morante (2); mientras que por el Estrella Roja lo hicieron: Milatovic, Milhailovic (3), Srijanovic (1), Todorovic (3), Nenadic (5), Mladenovic (1) Markovic (3), Makaric (3), Dokic (2, de penalti), Czvetkovic (4, 2 de penalti) y Lakovic.

TrofeoBernabeu13En Baloncesto los blancos salieron con un quinteto inédito: Prada, Iturriaga, Coughran, Corbalán y Brabender formando un bloque ordenado con un engranaje funcionando a la perfección. El Partizan por su parte basó el partido en la guerra particular que dieron Delipagic y Kicanovic pero que sin embargo no fue suficiente ante la acometida blanca quien acabo venciendo por 122-101. Por los blancos jugaron: Prada (23), Iturriaga (20), Coughran (25), Corbalán (9), Brabender (19), Walter (18), Cabrera (4), Vicente Ramos y Luyk (4); por el Partizan: Todoric (15), Kikanovic (26), Knezevic, Kerzez (8), Babic (2), Maric (6), Vujacic (14), Krekovic (2) y Dalipagic (28).

El plato fuerte de la velada llego con la sesión de fútbol sala. Un combinado formado por Rodri, Grosso, Adelardo, Martínez Jayo, Pantaleón, Ufarte, Amancio y Peiró, se enfrentó a un  Rayo formado por Alcázar, Nieto, Tanco, Potele, Felines, Alvarito, González, Landáburu, Uceda y Fermín. Los jóvenes rayistas dominaron claramente el partido a los veteranos madrileños y acabaron goleando por 6-2 (Fermín, Landáburu, González, Uceda   & 2 de Alvarito; 2 de Ufarte)

Ambos equipos posan al comienzo del encuentro.

Ambos equipos posan al comienzo del encuentro.

Como colofón de fin de fiesta se entregaron los trofeos, con la imagen de la Puerta de Alcalá, junto a la inscripción Trofeo Santiago Bernabéu. El trofeo recibido por el Real Madrid lo recogió Clifford Luyk, quien en un gesto de deportividad se lo entrego al capitán yugoslavo Drazen Dalipagic.

Dalipagic enseña al público del Palacio el trofeo obtenido.

Dalipagic enseña al público del Palacio el trofeo obtenido.

Bernabéu no asistió al evento en su honor. Pese a que la enfermedad estaba en su recta final él seguía con su rutina, 3 días antes había presidio la habitual reunión de los lunes de la junta directiva las fuerzas ya no era las mismas y no se le quiso exponer a un evento tan largo.  Al final de la semana su salud empeoró y ya sólo quedaba esperar un milagro. Entre tanto, en el pleno del 1 de Junio, la corporación madrileña aprobó el nombramiento de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Madrid para el gran presidente. Finalmente su corazón no pudo más y se apagó a las 06:15 del 2 de junio de 1978 en la cama de su casa de la calle de Jericó.

Trofeo Santiago Bernabéu (Almansa 1978)

La ciudad en la cual nació y donde descansan sus restos, quiso honrar su memoria rápidamente. Apenas mes y medio después de su fallecimiento se jugó en la localidad albaceteña el I Trofeo Santiago Bernabéu. Como anfitrión la AP Almansa junto al CF Calvo Sotelo, el Albacete y el Castilla. Del 18 al 20 de Agosto se jugaron las semifinales, el partido de consolación y la gran final en el Polideportivo Municipal.

En la primera semifinal el Almansa venció 1-0 al Calvo Sotelo, mientras que al día siguiente el Castilla se impuso 2-1 al Albacete en un partido con un marcador corto para el juego mostrado por el filial blanco. Bernal y Roales fueron los goleadores blancos. En la gran final sin embargo el Castilla sucumbió ante el conjunto local por 3-2. Castro y Juanín marcaron para el Castilla. Finalmente el Trofeo Santiago Bernabéu se quedó en villa natal del expresidente blanco. En el partido de consolación el Calvo Sotelo venció 2-0 al Albacete.

Para completar la estadística los jugadores madridistas que disputaron el torneo fueron los siguientes: Maté y Montes (porteros); Pérez García, Cortés, Aniano, Lucas, Cobo y Gallego (defensas);  Blanco, Villanueva y Castro (medios) y Roales, Pineda, Juanín, Bernal y Pozo (delanteros)

TrofeoBernabeu16Trofeo Santiago Bernabéu (1979-2016)

Tras el fallecimiento de Bernabéu no eran pocos los que aventuraban una lucha fratricida por el poder en la “Casa Blanca” e incluso lo más agoreros anticipaban un panorama desolador. Todos erraron. Raimundo Saporta, presidente accidental, propuso desde el primer momento unidad como prioridad para el futuro de la entidad. Tras varias reuniones entre todas las “familias”, los socios con peso y apoyos para poder presentarte a unas elecciones y la oposición interna, se llegó a un pacto firmado el 21 de Junio para presentar un único candidato y evitar unas elecciones que pudieran abrir un cisma en la entidad así como un vacío de poder durante varios meses.

En la Sala de Juntas, que su vez era la Sala de Trofeos, Raimundo Saporta, Antonio Calderón, Luis de Carlos, Luis Miguel Beneyto, José María Diéguez, Félix Fernández, Javier Gil de Biedma, Ramón Mendoza, Juan Padilla, Gregorio Paunero, Emilio Riñón y Alejandro Vogel se reunieron para decidir un único candidato. Finalmente se decidieron por la figura de Luis De Carlos quien formaba parte de la Junta Directiva desde 1957 además de ser Tesorero de la entidad desde 1962. Se firmó una declaración, solo los 9 últimos,  y de manera oficiosa quedaba zanjada la sucesión de Bernabéu al frente de la nave blanca. A De Carlos no le salió ningún aspirante y fue la única candidatura presentada que formalizo las 1615 firmas necesarias, por lo cual se le proclamo de manera oficial presidente en la Asamblea General extraordinaria del 4 de septiembre.

Desde que fue proclamado presidente electo, De Carlos comenzó a darle vueltas al futuro del club y una de sus ideas pasaba por la mejor manera de rendir un homenaje a la memoria del expresidente. En primera instancia pensó en la celebración de un gran encuentro contra un gran rival, pero esto se le antojaba demasiado poco. En Noviembre de 1978, el Real Madrid caía derrotado ante el Grasshopper en un partido marcado por la agresión de Juanito al árbitro alemán Prokop. Con esta inesperada eliminación De Carlos vio vía libre para exponer su idea: la creación de un torneo en formato de Liga entre cuatro de los equipos más laureados del continente. Tras obtener la conformidad de Molowny, entrenador de la primera plantilla, y la autorización de la Junta Directiva, se puso manos a la obra para conseguir a los rivales y disputar los partidos durante la temporada en curso. La primera premisa fue contar con los equipos con más títulos de la Copa de Europa en su palmarés.

TrofeoBernabeu17El primer elegido fue el Bayern de Múnich, quien no disputaba ese año competiciones europeas y a estas alturas del año también había sido eliminado del torneo de Copa. El 1 de Diciembre, De Carlos y Antonio Calderón, gerente del club, viajaron a Múnich para entrevistarse con el gerente del club quien se mostró entusiasmado con la idea y tras consultarlo con el presidente de la entidad, se comprometió a participar en la iniciativa. Unos días más tarde De Carlos & Calderón viajaron a Ámsterdam, donde asistieron a la eliminación europea del Ajax ante el Honved de Budapest, para conversar con el presidente holandés, a quien también le gustó la idea y dio su conformidad a la participación del Ajax. El ultimo equipo elegido fue el Liverpool, pero por dificultades con su calendario solo veía factible el participar en un torneo rápido, por lo cual declino la invitación. Para completar la última plaza se pensó en elegir uno de la terna Inter, Benfica y Milan. Al ser difícil la elección se hizo un sorteo para dilucidar esa última invitación. La suerte le correspondió al Milan, con cuyo presidente llego el Madrid rápidamente a un acuerdo.

El 30 de Enero se reunieron en Madrid los representantes de los cuatros clubes junto a un miembro de la UEFA y un representante del Colegio de Árbitros. Tras una larga reunión se fijaron las fechas definitivas del Trofeo que se disputaría entre el 7 de marzo y el 22 de mayo. Los participantes se mostraron entusiasmados. El presidente del Bayern indico a la prensa que le daba más importancia al torneo que a los organizados por la UEFA, mientras que el vicepresidente del Ajax veía grandes beneficios económicos a los participantes así como deseaba que este trofeo tuviera sucesivas ediciones.

TrofeoBernabeu18Sin embargo el club choco frontalmente con Artemio Franchi, presidente de la UEFA por aquel entonces, quien puso pegas a la creación de este torneo. El Madrid en todo momento había puesto al corriente de sus intenciones a la UEFA, ya fuera directamente o indirectamente a través de Pablo Porta presidente de la Federación Española, pero Franchi veía peligrar los intereses de las competiciones europeas con un torneo con formato de liga con los grandes equipos europeos. De Carlos no quiso ir a malas con la UEFA y optó por parar momentáneamente el proyecto aun a sabiendas que ningún artículo del reglamento de la UEFA hacía inviable el jugar el Trofeo Bernabéu. Tras varias  reuniones, cambios de fechas y modalidades, De Carlos retoco su idea inicial para amoldarse a los calendarios y a la UEFA, por lo cual opto por realizar un cuadrangular a finales de Agosto en el estadio madridista con la novedad de hacer extensible el Trofeo a los equipos juveniles de los 4 equipos.

TrofeoBernabeu19El 10 de Agosto De Carlos presentó el Trofeo que se entregaría al vencedor del torneo. Se trataba de una peana de madera con los escudos de los participantes, que sujetaba una reproducción del estadio de Chamartín sobre el que descansaba una monumental copa coronada por un busto de Santiago Bernabéu. Con unas medidas de 1’70 x 1’10 metros estaba trabajado en plata, con un peso total de 67 kilos y un coste superior a los 3 millones de pesetas. Para el resto de participantes se entregaría un busto de menor tamaño con la efigie del viejo presidente.  Todos estos trofeos, realizados en los talleres de la Joyería Alegre, estuvieron expuestos en un escaparate de la Gran Vía madrileña para que los aficionados pudieran verlos más de cerca.

Busto para los equipos participantes del Trofeo

Busto para los equipos participantes del Trofeo

TrofeoBernabeu21Finalmente el 31 de Agosto el tan ansiado Trofeo Santiago Bernabéu levanta el telón en el estadio de Chamartín. Como previa la primer semifinal del partido de juveniles entre el Ajax y el Bayern, que ganaron los holandeses por 3-2 y como gran plato el Real Madrid – Bayern de Múnich con el estreno ante la parroquia blanca del Cunningham y la vuelta de Paul Breitner al Bernabéu. Con un estadio lleno y un ambiente digno de la grandes noches europeas, ambos conjuntos dieron un gran espectáculo aunque por desgracia con resultado desafortunado para el anfitrión. Un gol en el primer minuto obra de Krauss y otro posterior de Rummenigge fueron suficientes ante el gol de Juanito para que los teutones ganaran y se clasificaran para la final. Para la historia quedan los nombres de los jugadores madridistas que hicieron aquel debut en el torneo: García Remón, San José (Navajas), Pirri, Benito, Camacho, Del Bosque, Stielike, Ángel, Juanito, Santillana y Cunningham.

Al día siguiente las otros partidos de semifinales. El Real Madrid juvenil derroto al Milan por 2-1 con goles de Orejón y González. En la semifinal senior, el Ajax tuvo que ir a los penaltis para conseguir derrotar al Milan tras el 1-1 del tiempo reglamentario. Bonsik y Chiodi de penalti por los italianos, fueron los goleadores. En los 11 metros 8-7 para los holandeses y Bigon, capitán italiano, quien marro el ultimo penalti.

En una noche calurosa Real Madrid y Milan jugaron el partido de consolación, que sirvió para reencontrarse a los blancos con la victoria ante su afición. Juanito & Cunningham marcaron los goles que daban el tercer puesto al Real Madrid. Mejor juego del Madrid que tuvo ocasiones para golear ante un Milán que fue un sombra de sí mismo y que solo se vino arriba cuando el Madrid bajó su rendimiento físicamente. A continuación se jugó la final donde el Ajax puso el fútbol y las ocasiones y el Bayer la suerte y los goles. Desatino para los holandeses, que lanzaron 2 balones a los palos y un penalti no señalado, que se transformó en suerte germana en los últimos 5 minutos cuando primero Rummenigge, en un golpe franco directo, y posteriormente Breitner de penalti, le dieron el título y el gigantesco trofeo al conjunto alemán. Para completar el torneo, al día siguiente se celebró la final del Trofeo Juvenil donde el Ajax venció por 1-0 al Real Madrid logrando que ambos trofeos se escaparan de Chamartín.

El trofeo disfrutó de bastante éxito deportivo y pese a que las previsiones de recaudación no se cumplieron, le dejaron un margen de beneficios cercanos a los 35 millones de pesetas al club blanco. Esto sentó las bases para que el club siguiera apostando por este torneo y se usara como presentación ante su público además de mostrar a los grandes conjuntos continentales en vísperas del comienzo oficial de la temporada.

Para la siguiente temporada se optó por modificar el gigantesco trofeo que se entregaba al vencedor y se optó por uno con forma de ensaladera de plata con el escudo del Real Madrid y la efigie de Bernabéu.  Apenas 6 kilos de peso con una base de mármol y unos 70 cm’s de alto que tendrían una réplica en menor tamaño para todos los equipos participantes. Nuevamente se quiso invitar únicamente a equipos campeones de Europa por lo cual se invitó al Bayern de Múnich, en gran parte para obtener la revancha del año pasado, y al Benfica. Para la tercera plaza se pensó en invitar a un campeón inglés, pero las fechas de celebración del torneo lo hacían inviable con la participación de Liverpool y Nottingham Forest. Al solo existir 11 Campeones de Europa por aquel entonces, el Real Madrid sabía que tarde o temprano se tendrían que repetir los asistentes por lo que opto por invitar en su lugar al Dinamo de Kiev. Al mismo tiempo se programó el Torneo de Juveniles en Chamartín con los mismos equipos y un torneo de equipos Alevines que se jugaba en el descanso de los partidos, entre equipos de la ciudad de Madrid.

TrofeoBernabeu22El último fin de semana de Agosto bajo un calor asfixiante tuvo lugar el Torneo. En la primera semifinal el Real Madrid derrotó al Benfica, pero para ello tuvo que ir a los penaltis tras ir ganando 2-0 y ser empatado en los últimos 7 minutos de partido, lo que motivo cierta bronca del respetable. Cunningham hizo los dos goles locales y Humberto por los visitantes. En la otra semifinal el Bayern fue una sombra de sí mismo y tan solo la suerte le dio el pase a la final, tras derrotar en los penaltis al Dinamo tras finalizar empate a 0. El último día de Agosto se celebró el partido de consolación y la gran final. El Dinamo de Kiev venció 2-1 al Benfica en la antesala de la triste final. Un estadio lleno presencio un partido en el cual ambos equipos hicieron uso de artimañas y malas maneras en un ejercicio de anti fútbol. A todo esto ayudo el árbitro con un arbitraje casero que permitió de todo. Entradas sin balón, broncas, peleas y salivazos entre los jugadores que contagiaron al público que acabo lanzando objetos al césped. A nivel deportivo el gol de García Hernández fue contestado por Weiner lo que llevo el partido a la prorroga y posteriormente a los penaltis. En los 11 metros el acierto lo tuvo el conjunto muniqués por lo que volvió a llevarse nuevamente el trofeo para Múnich.

La consolación para el Real Madrid la tuvo en el torneo juvenil al vencer este tras derrotar al Dinamo por 2-0 y al Benfica por 4-0, en un final jugada al día siguiente de la final senior en un estadio vacío.

Llegamos al verano de 1981, durante la presentación de la III edición del Torneo, De Carlos se lamentaba de la cantidad de trofeos que tenía el club blanco y que se le resistía el suyo propio. Sin embargo no quería obtenerlo a toda costa y para dejarlo claro modifico la idea original de invitar a clubes campeones de Copa de Europa para reunir a los equipos más fuertes del momento así como disponer de árbitros extranjeros para evitar suspicacias. En esta edición contó nuevamente con el Bayern de Múnich y los estrenos del Dinamo Tbilisi y el AZ67, equipos hoy en día desconocidos para el gran público pero que en ese momento se trataba del actual Campeón de la Recopa y el subcampeón de la Uefa y Campeón de Liga y Copa Holandesa. Se volvió a modificar el diseño del trofeo, pero esta vez tan solo ligeramente en las asas y en otros elementos decorativos. Este será el trofeo que iremos conociendo con el paso de los años. Igualmente se retoco el calendario para albergar las semifinales en un único día y no coincidir con el torneo de juveniles.

A la tercera fue la vencida: el Real Madrid consiguió vencer su trofeo. Sin embargo el Bayern quiso compartir el protagonismo del torneo de manera indirecta y directa. En semifinales se puso 2-0 el Bayern ante el AZ-67 lo que llevó, no se sabe muy bien por qué motivo, a que el público comenzara a gritar “Tongo, tongo”, “fuera” y pidiendo la dimisión del presidente madridista. En la segunda parte los holandeses apretaron y lograron empatar antes del final del tiempo reglamentario. Nuevamente nos fuimos a los penaltis pero esta vez el azar fue esquivo para los alemanes. A continuación el Madrid se enfrentó a los rusos del Dinamo que no lo pusieron fácil. Hasta 2 veces se adelantaron los visitantes y 2 veces que tuvo que empatar el Madrid hasta que en 4 minutos marcara dos goles más para acabar ganando 4-2, obra de Stielike de penalti, Cunningham, García Hernández y Santillana. En la jornada final apareció el escándalo: el Dinamo-Bayern acabo suspendido al borde del descanso. Un Bayern apático, que parecía que jugaba obligado, se encontraba perdiendo 2-1 tras un penalti discutible. Breitner, que ya tenía una amarilla, opto por irse del campo ante la perplejidad de su entrenador que no había querido cambiarle antes. Poco antes del descanso Rummenigge, que también estaba amonestado, protestó una decisión del linier, al tiempo saltó Breitner del  banquillo, el árbitro indico a Breitner que volviera al banquillo y expulsó a Rummenigge. Éste no quiso irse y tuvo que entrar la policía para acompañarle fuera del césped, mientras los jugadores alemanes al ver esto, liderados por Breitner, optaron por irse del campo. Pes Pérez al comprobar que un equipo se marchaba optó por suspender el partido al borde del descanso. El público monto en cólera al comprobar el esperpento final y se calmó para aplaudir a los jugadores del Dinamo que saludaron desde el centro del campo.

Por parte de la directiva madridista hubo intentos para que se jugara de alguna manera la segunda parte, pero todo resultó infructuoso en cuanto a que el Bayern no daba facilidades y que el árbitro había dado el encuentro como finalizado. Con semejantes mimbres comenzó a la hora planificada la final entre el Madrid y el AZ67. Encuentro soso y aburrido que finalizó tal y como empezó. Al pitido final, con bronca y pitos del público le sucedieron los penaltis donde finalmente el Madrid pudo hacerse con el trofeo a la tercera oportunidad.

En cuanto al Torneo juvenil las semifinales fueron para el AZ67 que derroto 4-3 al Bayern y para el Real Madrid que derroto 1-0 al Dinamo. En la consolación alemanes y soviéticos empataron 5 venciendo estos últimos tras lanzar 22 penaltis. En la gran final el Real Madrid no pudo pasar del empate a 1, con gol de Butragueño, por lo que se jugó el trofeo en los penaltis donde vencieron los holandeses.

1981: por fin el Trofeo se queda en casa

1981: por fin el Trofeo se queda en casa

Durante el resto de la década el torneo siguió adquiriendo cierto prestigio, aun a costa de diversos cambios y problemas, aunque se consideraba el torneo que cerraba el periodo veraniego y daba paso al comienzo oficial de la temporada. Para la 4ª edición se contó con la participación del Standard de Lieja, el Girondins de Burdeos y el Hamburgo. Nuevamente  el trofeo tomo rumbo a Alemania tras derrotar al Girondins por 6-0 en semifinales y 3-1 al Standard de Lieja, quien había derrotado en los penaltis al Real Madrid tras empatar a 0. Éste consiguió acabar tercero en el torneo tras derrotar al Girondins con 2 goles de Pineda. En el torneo juvenil volvió a ganarlo el Real Madrid tras derrotar 3-1 al Girondins y 3-2 al Standard de Lieja.

En 1983 se produjo el gran cambio que a la larga se haría permanente. Con dificultades para concretar el calendario con los equipos elegidos, finalmente se optó por realizar el torneo a un único partido, en este caso contra el Hamburgo, actual Campeón de Europa. Asimismo se dejó de celebrar el torneo juvenil visto el poco apoyo recibido por todos los organismos y dado que apenas congregaba público. En la final de la anterior edición no llegaron a 3000 personas las que asistieron al partido en el Bernabéu teniendo en cuenta que lo jugaba el juvenil blanco. Aunque solo se jugó el mencionado partido contra el Hamburgo, derrotado 3-2 por el Madrid con 2 goles de Santillana e Isidro, como previa se jugó un partido de presentación del Castilla ante el Os Belenenses que finalizo empate a 2 con goles de Míchel y Juliá.

Para la edición de 1984 se volvió a programar un cuadrangular con Colonia, Anderlecht y Feyenoord en 2 fechas seguidas. En semifinales el Colonia derroto 2-1 al Anderlecht mientras que el Real Madrid derrotaba 3-1 al Feyenoord con goles de Valdano, Butragueño y Gallego. En la consolación el Anderlecht goleo 4-0 al Feyenoord mientras que el Real Madrid hizo lo propio con el Colonia 4-1 con goles de Bonet, Lozano, Valdano y Míchel logrando que el trofeo se quedara en Madrid. Sin embargo para el Trofeo de 1985 se volvió a partido único y contra la bestia negra del torneo: el Bayern de Múnich. Un partido amistoso entre los equipos juveniles de ambos conjuntos, con victoria blanca 1-0 con gol de Vilches, precedió al gran partido. Los visitantes se pusieron con un 0-2 con lo que todo parecía indicar que se iría por 3ª vez el trofeo a Múnich. Sin embargo en una media hora electrizante el conjunto merengue le dio la vuelta con 4 goles obra de Hugo Sánchez, Butragueño, Santillana y Valdano. Los fantasmas se alejaron y el trofeo se quedó en la capital.

En 1985 se derrota a la bestia negra del trofeo

En 1985 se derrota a la bestia negra del trofeo

Tras el éxito del año anterior en la 8ª edición se volvió al formato original y por primera vez se reunió a los actuales campeones europeos: Steaua Bucarest (Copa de Europa), Dinamo Kiev (Recopa), Real Madrid (Copa de la Uefa) que junto a un clásico de aquellos años, el Anderlecht, le daba un gran nivel futbolístico al torneo. En semifinales el Real Madrid goleo 4-0 (Míchel 2, Butragueño y Hugo Sánchez) al Campeón de Europa mientras que el Dinamo hacía lo propio por 1-0 al Anderlecht. Los belgas solo pudieron ser últimos del torneo al empatar a 2 contra el Steaua y perder en penaltis. En la gran final en apenas 5 minutos el Real Madrid se colocaba 2-0, obra de Hugo Sánchez y Juanito, pero la potente maquina rusa fue de menos a más y acabo desarbolando al conjunto blanco y consiguió remontar para acabar llevándose el torneo tras ganar 2-3. Esta sería la última edición, a excepción de la celebrada por el centenario del Real Madrid, en la cual jugarían 4 equipos el torneo.

La entidad de los rivales en los años venideros hace que el torneo vaya cambiando de mano de manera constante. En 1987 se golea al campeón de la Liga Inglesa, el Everton, por 6-1 (Butragueño 2, Hugo Sánchez 2, Míchel y Harper en propia puerta); en el 88 el Milan de los holandeses, aun sin jugar Van Basten, golea 0-3 en el Bernabéu; se gana nuevamente el Trofeo esta vez ante el Liverpool por 2-0 (Hugo Sánchez & Butragueño); se vuelve a perder ante el Milan por 1-3 (Parra) en Agosto del 90; se invita por primera vez a un equipo sudamericano, el Colo Colo chileno que venía de obtener la Copa Intercontinental, a quien se derrota sin miramientos por 6-1 (Luis Enrique, Sanchís, Butragueño, Míchel y 2 de Alfonso); Dennis Bergkamp se pasea por Chamartín y el Ajax vence 1-3 (Míchel) en el 92 mientras que en 1993 se empata a 2 (Butragueño y Sanchís) ante el Inter de Milan cayendo en los penaltis. 15 ediciones se habían jugado hasta ese momento y más de la mitad de las ediciones el trofeo abandonó las instalaciones de Concha Espina.

TrofeoBernabeu25A partir de 1994 el Real Madrid encadena 7 títulos seguidos ante rivales de todo tipo: desde grandes equipos europeos como el Ajax y el Milan o el brasileño Palmerias con unos jóvenes Roberto Carlos y Rivaldo en el plantel, hasta semidesconocidos como la AA Portuguesa pasando por equipos que en el momento de enfrentarse al Real estaban muy lejos de reverdecer viejos éxitos, tales como el Benfica, el Santos brasileño o el Peñarol de Montevideo. En Agosto de 2001 se rompe la racha victoriosa tras caer ante el Inter de Milan por 2-1.

Para el año del Centenario. Florentino Pérez rescató la idea original de Luis De Carlos y reedita el cuadrangular original invitando al Bayern de Múnich, Liverpool y Milan. 22 Copas de Europa sobre el césped de Chamartín. Para darle un mayor realce se modifica la ensaladera que se entrega al ganador, que pasa a ser en esta edición una réplica en plata del estadio con un peso de 30 kilos, pero a menor tamaño que el entregado en la primera edición. A comienzos de Agosto llega la cita. En semifinales el Real Madrid derrota 2-0 al Liverpool, con sendos goles de Figo y Portillo, mientras que el Bayern derrota 2-1 al Milan. Nuevamente el Real Madrid ante su bestia negra particular. Para el gran día, en la antesala de la final el Liverpool derrota 2-1 al Milan. Mucha ilusión madridista por obtener su trofeo pero que en la realidad choca con un equipo alemán más rodado y más asentado. Nueva derrota madridista, esta vez por 1-2, y el Bayern que por tercera vez se llevaba el torneo para Múnich.

Los jugadores del Bayern levantando el trofeo de la edición del 2002.

Los jugadores del Bayern levantando el trofeo de la edición del 2002.

A partir de 2003 se acentúa el cambio en la elección de los rivales. Se invita a rivales  de bajo nivel, siendo en algunos casos indignos para participar en la idea original del torneo, combinados de ligas emergentes o equipos de ligas menores habituales de las primeras rondas de competiciones europeas, llegando incluso a posponer la edición de 2007 a  diciembre por falta de fechas o simplemente no jugarse la edición de 2014. Asimismo se aprovechan estos partidos para homenajear a exjugadores del club blanco, en un intento de aprovechar la escasez de fechas, y revitalizar el torneo, que en algunas de estas ediciones llegó a congregar poco más de un tercio del aforo.

Se derrota al River Plate por 3-1, se pierde con el UNAM de México entrenado por el ex ariete madridista Hugo Sánchez y a partir de la edición de 2005 se gana el torneo sucesivamente ante una selección de la Major League Soccer norteamericana, Anderlecht, Partizan (con homenaje a Paco Gento), Sporting de Lisboa, Rosenborg, Peñarol, Galatasaray, Millonarios (con homenaje a Alfredo Di Stéfano), Al-Sadd (con homenaje a Raúl), Galatasary y Stade Reims (con homenaje a la primera Copa de Europa conseguida ante dicho equipo)

La idea original de honrar al mejor presidente de la historia queda diluida con el paso de los años para jugar un simple partido de presentación del conjunto blanco ante su hinchada. Quien sabe que sucederá en los años venideros, ¿se volverá a la ida original o se quedara como un simple partido amistoso como tantos otros? El tiempo lo dirá.TrofeoBernabeu27




El cromo de Santiago Bernabéu

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De todos es conocido que Santiago Bernabéu fue una de las personalidades más destacadas del fútbol nacional y mundial. Su liderazgo indiscutible en el Real Madrid, al cual llevó a lo más alto del fútbol continental, y su legado deportivo forman parte indisoluble de la historia del fútbol español. Era Don Santiago, como lo llamaban sus admiradores y colaboradores, una persona de profundas convicciones y de comportamiento tan rotundo como su oronda figura adulta. Cortado por un patrón único, cuyo molde debió romperse tras su alumbramiento, Don Santiago fue un hombre de fútbol en el sentido más exacto de la expresión. A diferencia de la caterva de arribistas, industriales, constructores y nuevos ricos que se han acercado al fútbol con intención de instrumentalizar ese mundo en su propio beneficio y no en el de la sociedades que rigen, Santiago Bernabéu vivió el fútbol desde su infancia y primera juventud con una pasión que no disminuyó con el paso del tiempo. Muchos, y uno de ellos el modesto autor de este artículo, nunca pensaron que aquella figura grande como una montaña, rematada por un habano quemándose entre los labios, pudiera pertenecer a un antiguo jugador de fútbol, delantero centro del Real Madrid para más señas, desde 1913 hasta 1930. Pero así fue, y aunque aquella época no fue tan fértil en títulos como los 50 y los 60, sí supuso el aprendizaje futbolístico de Bernabéu, quien tras dejar atrás su carrera de futbolista, inició, sin solución de continuidad, la de directivo del Real Madrid. El resto de la historia es conocida.

Mi intención es llamar la atención sobre uno de los pocos cromos conocidos de Bernabéu (a fecha de hoy, sólo dos se conocen). Las razones de esta escasez cabe atribuirlas a dos razones. La primera, la poca relevancia deportiva del Madrid en los años 20, década de la eclosión del fútbol en España y a la que pertenecen una grandísima cantidad de las colecciones de cromos que se han conservado hasta nuestros días. La segunda es el origen de muchas de las colecciones, elaboradas en Cataluña y que centraban su interés en equipos catalanes o en sus rivales más acérrimos, como el Athletic Club o el C. D. Europa. El cromo de Bernabéu sobre el que quiero llamar la atención del lector corresponde a una colección llamada «Football Jugadores Notables». Se trata de una colección, editada a mediados de los años veinte, de 24 cromos impresos a color, de dimensiones 10 x 7, numerados e identificados por la parte de delante y con el dorso libre para incluir publicidad. Los cromos llevan una fotografía pintada a color con una acción y un óvalo con el busto de un jugador destacado. Si bien atribuimos el origen de la colección a la Tipografía Litografía F. Domingo de Barcelona, la gran variedad de dorsos publicitarios que encontramos nos aportan otros editores que, seguramente, debieron comprar el derecho a emitir la misma colección. En gran parte se trata de empresas radicadas en Valencia que luego llevaban su propuesta a diferentes localidades limítrofes, aunque los dorsos también parecen indicar que empresas castellanas debieron distribuir esta colección. La colección es preciosista en su diseño y elaboración, con una acción de un partido sobre la que aparece el busto del jugador. Las imágenes son fotos coloreadas, lo cual otorga un toque muy interesante y atractivo. El listado de jugadores otorga un tercio de los mismos al F. C. Barcelona, otro tercio (bueno un pelín más: 9 cromos) a equipos catalanes y el resto a equipos de fuera de Cataluña. Este es el listado, con su numeración:

1 Martínez Sagi del F.C. Barcelona
2 Ricardo Zamora del R.C.D. Español

3 Bruguera del F.C. Barcelona
4 Samitier del F.C. Barcelona
5 Bordoy del C.D. Europa
6 Bernabéu del Madrid

7 Artisus del C.D. Europa
8 Canals del R.C.D. Español
9 Pelaó del C.D. Europa

10 Peláez del Madrid
11 Juliá del C.D. Europa
12 Javier Bonet del C.D. Europa
13 Piera del F.C. Barcelona
14 Sancho de la U.S. de Sans
15 Alcázar del C.D. Europa
16 Alcántara del F.C. Barcelona
17 Cross del C.D. Europa
18 Arrate del R.S. Sebastian
19 Cabedo del C.S. de Sabadell
20 Torralba del F.C. Barcelona
21 Torres del Fna. de Vigo
22 Conrrado del F.C. Barcelona
23 Minguetti del Madrid
24 Blanco del F.C. Barcelona

«Football Jugadores Notables» constituye, a mi juicio, una de las más bonitas colecciones de la época, precursora del aspecto que, en épocas más próximas a nosotros, tendrían las colecciones de cromos de fútbol, y con un elenco de grandísimas figuras del fútbol como Zamora, Alcántara, Bordoy, Samitier, Pelaó, Arrate o, como no, Bernabéu.