Zamora y el trono huérfano

Los focos apuntaban a un joven Francisco Fonoll como la mayor promesa de las porterías nacionales, pero encontró la muerte en su debut con el Nàstic a los 18 años

Zamora01Uno de los primeros iconos del fútbol español se retiró al término de la temporada 1937- 1938. Buscando el cobijo del Niza francés, Ricardo Zamora colgaba los guantes en el exilio después de dejar atrás una exitosa carrera que se repartió entre Espanyol, Barcelona y Real Madrid. El trono del arquero barcelonés quedó huérfano durante años, hasta que la prensa nacional e internacional fijó su ilusionada mirada en un muchacho catalán, a quién osaron bautizar como ‘el nuevo Zamora’.

La figura de Francisco Fonoll (Poblet, 1935) es prácticamente desconocida hoy en día. Y lo es porque el guardameta tarraconense jamás tuvo la oportunidad de erigirse como heredero de ‘el Divino’. El destino, cruel, le tenía preparada la muerte llegada la mayoría de edad. Una acción desafortunada le dañó un riñón el día que defendía el arco del Nàstic por primera vez; las complicaciones no pudieron ser superadas y ‘Quico’ falleció el 3 de octubre de 1953.

Zamora02La prensa tenía motivos para apuntar que podía ser
el ‘nuevo Zamora’. En abril de 1953 se disputó en Bélgica el Campeonato Europeo de
juveniles. Fonoll actuó como portero titular durante todo el torneo, que se adjudicó la entonces
todopoderosa Hungría. Las fantásticas actuaciones bajo palos fueron clave para llevar a España hasta
semifinales. La selección sucumbió ante Yugoslavia por 3-1 y se tuvo que conformar con el cuarto puesto final.

El magnífico Europeo que cuajó Fonoll despertó el interés de las primeras espadas del país. Su progresión prometía ser meteórica; en pocos meses podía pasar de defender la portería del Tarraco, filial del Gimnàstic, a fichar por un club de Primera División. Asegura el periodista tarraconense Enric Pujol que “la semana siguiente a su debut, con el jugador convaleciente, el FC Barcelona ya se reunió con el Nàstic para su traspaso”. Lo más seguro es que Fonoll hubiera completado el curso en Tarragona, para después foguearse “en Segunda con el filial de los azulgranas, el España Industrial”, opina Pujol. El salto no hubiese estado directo al primer equipo, pero el Barça ya lo tenía en cuenta.

Un debut trágico

El Nàstic alcanzó la gloria durante tres temporadas en Primera División, de 1947 a 1950, siendo el primer equipo en ganar en Chamartín (1-3 en 1948) como hito más remarcable. Bajó a Segunda, donde tras tres temporadas tocó fondo, descendiendo a la categoría de bronce, en la que estuvo encallado dos décadas.

El primer partido en Tercera fue un bochorno; los tarraconenses salieron escaldados de Manresa (3-0), con una mala actuación del portero Freixas. De cara a la segunda jornada, el entrenador Emilio Aldecoa estaba decidido a agitar la portería. En plenas fiestas de Santa Tecla, el 20 de setiembre de 1953 le llegó el turno a Fonoll. Formado en el Talleres Sevil tarraconense, el guardameta hizo valer su seguridad por bajo y su agilidad para contribuir al primer triunfo liguero en el estadio de la Avenida Catalunya ante el Sants, por 3-2. Encajó dos goles, “pero hizo dos o tres paradas de mérito”, relata Pujol.

Corría el minuto 78 cuando Fonoll salió a por un balón colgado con la valentía que le caracterizaba. El portero grana tuvo la mala fortuna de chocar con su compañero Romà. El fuerte golpe en el riñón no le impidió completar los 90 minutos. Días más tarde, el joven de 18 años empezó a orinar sangre. Fue trasladado a la Mutual Deportiva de Barcelona, donde parecía recuperarse. Una infección lo complicó todo; el 3 de octubre fallecía, causando una mayúscula consternación en la ciudad y el balompié nacional.

Zamora03Representantes de las Federaciones Catalana y Española, de los clubes -entre ellos el Barcelona- y autoridades locales encabezaban la multitudinaria comitiva de unas dos mil personas el día de su funeral. Sus compañeros en el Tarraco transportaron el féretro hasta la iglesia de Sant Joan, que despedía a una de las mayores promesas en las porterías que había dado el fútbol español hasta la fecha. Quién sabe si hubiese sido el ‘nuevo Zamora’.

Zamora04Reportaje realizado para la materia de “Historia del Periodismo Deportivo” que imparte Xavier G. Luque en el Máster de Periodismo Deportivo de la UPF.




Un debut por todo lo alto

A pocas horas de celebrarse el clásico en el Bernabéu, el Barcelona se encontraba concentrado en el Hotel Barajas de la capital española. Sentados en la cama mirando la Santa Misa, ya que era un domingo por la mañana y no había muchas más opciones, se encontraban los porteros del Barça, Sadurní (titular) y Mora (suplente). De pronto, la puerta de la habitación se abrió y entraron el técnico holandés, Rinus Michels, junto a los dos preparadores físicos del equipo. Michels: “Sadurní, ¿cómo te notas el codo?”. El portero negó con la cabeza, tenía claro que no podría jugar aquel partido. El entrenador azulgrana terminó la conversación sin ninguna reacción al respecto: “Bueno, pues Mora, jugarás tú”, palabras que aún siguen inmortalizadas en la memoria de Valentí Mora cuando recuerda emocionado el partido en el que debutó con el primer equipo del Barça. De manera anecdótica y entre risas, el guardameta explica que ni siquiera sabía que Sadurní, con quien había pasado todo el día juntos, estaba lesionado: “Joder tío, me hubieras podido decir que te dolía el codo, que de este modo me hubiera estado preparando, y ahora me estás tirando el muerto a mi…”.

Debut01Mora tuvo una larga lucha interior para concienciarse de que tanto físicamente como técnicamente estaba preparado para jugar
aquel partido. El único frente abierto lo tenía
consigo mismo, había de sentirse seguro de su talento: “Llegué a la conclusión que notenía que pensar con lo que podía salir mal,sino pensar en lo positivo. Esta filosofía esla que me dio la confianza para enfrentarmea tal reto”, pero a la vez era una lucha
contrarreloj para el guardameta. Ese partido
era la oportunidad que tantos años había
estado esperando, era el momento de
demostrar que valía para ocupar ese sitio
“Tenía delante una gran responsabilidadque asumir porque además tenía que quedarbien porque no podía fallar ese día. Si fallaba, o el equipo fallaba, todas las culpashubieran recaído hacia mi persona y estohubiera sido el fin de mi carrera”. El portero tarraconense no quiso decir nada a su familia, quería llevarlo solo para poder concentrarse en el encuentro: “Se enteraron al poner la televisión y verme salir. Yo no les dije nada porque pensé que les dejaría sufriendo y no quería hablar con nadie; quería llevarlo solo y no dije nada”. Aunque la primera parte terminó con un resultado de 0-2 Mora tenía miedo puesto que el Madrid aún tendría posibilidades de remontar el partido; sin embargo, la segunda parte acabó siendo un festival de goles del equipo culé. Ese 17 de febrero del 1974 en el Bernabéu también se pudo disfrutar de la emblemática figura del holandés Johan Cruyff vistiendo los colores del Barça, por aquel entonces recién llegado a la liga española procedente del Ajax. La figura de Cruyff se definía con una sola palabra, “respeto”: “la gente sentía un gran respeto hacia su figura. Cada estadio al que íbamos a jugar se llenaba, la gente se moría por ver en directo el espectacular fútbol de Cruyff”.

Gracias a la espera y el sacrificio de Mora por
conseguir jugar con el club de sus sueños
desde que era un niño, el portero debutó en un partido extraordinario y del que todavía ahora, pasados más de 45 años, se sigue hablando. Un 0-5 en el Bernabéu era impensable en aquellos años
puesto que el equipo barcelonista llevaba catorce años esperando superar a un Real Madrid líder indiscutible en el ámbito del fútbol español.
Los seguidores blancos reconocieron la superioridad de los azulgranas poniéndose de pie y aplaudiéndolos. Ese mismo año Valentí Mora acabó cumpliendo a la vez dos sueños, jugar con el primer equipo del Barça y ganar la liga.

Debut02Reportaje realizado para la materia de “Historia del Periodismo Deportivo” que imparte Xavier G. Luque en el Máster de Periodismo Deportivo de la UPF.




La Maravilla Elástica

El viernes 24 de mayo de 2019, a los 89 años, falleció Manuel Pazos González, excelente portero y el futbolista deportivamente más longevo entre todos los españoles que han pasado por nuestro Campeonato de 1ª División. La prensa nacional, sin embargo, apenas dedicó una decena de líneas insustanciales, de corta y pega, a su despedida definitiva. Injusto desdén, aunque lamentablemente lógico, cuando absortos más que nunca entre aromas de fútbol y mucha salsa rosa, al minuto y resultado de Mbapé, Neymar, Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos o Guardiola y sus lazos reivindicativos, para el “aficionado” medio de nuevo cuño los decenios del 50 y 60 en el pasado siglo suenan a medioevo. Y algo tendrá que ver, también, el hecho de que demasiados informadores conviertan a “Google” en su único y deficiente archivo. “Lo que no está en Google no existe”, se asegura sin sonrojo, obviando que el buscador ofrece mayoritariamente una suma de repeticiones y lugares comunes, muy pegados al presente. Pazos también está en “Google”, pero escondido, atrincherado en las hemerotecas. Seguir su rastro entre tanta página desvaída y amarillenta resulta laborioso, cuando no frustrante. Por Dios, ¡qué trabajo!, en plena dictadura de la inmediatez. Y sobre todo, menudo engorro, cuando casi toda la digitalización a partir de microfilmes no admite la selección y el pegado.

Manuel Pazos en un cromo de la temporada 1953-54.

Manuel Pazos en un cromo de la temporada 1953-54.

Ni Pazos, ni otras leyendas de nuestra niñez o la adolescencia de nuestros padres, merecen el olvido. Máxime cuando su único déficit, en el reino de la gratuita idolatría, probablemente haya sido no darse al autobombo. Ahora, mientras se engalana con ocres, jalde y granates el otoño -una de las dos estaciones en que más destacó durante sus tiempos de corto-, se antoja justo dedicar, tanto a él como a varios de los que con este gallego elegante cruzaron caminos, cierta atención. Como sonido ambiente podrían servirnos las ovaciones del “No-Do”, una musiquilla estridente, realzando el blanco y negro, y la voz todavía joven de Matías Prats, con ese engolamiento tan suyo de juglar solemne, válido para inauguraciones, paseos bajo palio y gestas atléticas que, ya entonces, se enseñoreaban del patio, las plateas, o el gallinero eufemísticamente rebautizado como “Paraíso”, impregnados de alcanfor.

Antonio Pazos nació en Cambados (Pontevedra), el 17 de marzo de 1930. Su niñez y pubertad, por tanto, estuvieron marcadas por los boniatos de huerta, escasos, incluso cuando no se helaban de madrugada, los sempiternos apagones, una escuela con dos retratos vigilantes, cánticos del “Cara al Sol”, kiries, novenas y letanías, promesas de desarrollo que parecía no iban a cumplirse nunca, y la determinación por triunfar, costara lo que costase. Dando por bueno, incluso, más de un bofetón paterno, pues para sus progenitores aquella loca pasión por el fútbol sólo era una pérdida de tiempo. Tras pasar por el Carabela juvenil, equipo de Cambados, con 17 años ya jugaba en el Pasarón, compitiendo contra hombres de pelo en pecho. Este equipo pontevedrés venía a ejercer como filial encubierto, aunque sin nexo societario, del Pontevedra C. F. Por ello resulta extraño que a los técnicos granates les pasaran inadvertidos durante tanto tiempo sus vuelos de poste a poste. En el Carabela solía jugar de interior derecho, aunque él ansiara hacerlo bajo el marco. Un día se lesionó portero, ocupó su lugar, y ya no volvería a vérsele nunca bregando de medio campo hacia adelante. Cuando por fin la directiva pontevedresa se decidió a transmitirle su propuesta, el Real Club Celta, que llevaba algún tiempo siguiéndole, intervino con otra oferta económica mejor. Y no tuvo dudas. Los de la capital militaban en 3ª División, en tanto el club celtiña lo hacía contra Real Madrid, Valencia, Sevilla, los dos Atléticos, Barcelona, Español, Zaragoza, Coruña… Alguien que sin poleas ni grúas, tan sólo a viva fuerza debía construir un futuro, estaba obligado a ver en 1ª División el escaparate soñado.

Formación del R. C. Celta, la temporada 1950-51. Arriba, de izda. a dcha., Atienza, Sansón, Díaz, Cabiño, S. Vázquez, Gaitos; abajo Lolín, Pineda, Hermidita, Pazos y Olmedo

Formación del R. C. Celta, la temporada 1950-51. Arriba, de izda. a dcha., Atienza, Sansón, Díaz, Cabiño, S. Vázquez, Gaitos; abajo Lolín, Pineda, Hermidita, Pazos y Olmedo

La temporada 1951-52 se convertiría en grande para Kubala, campeón, con Ramallets, Gonzalvo, Basora y César. No menos buena para un At. Bilbao que arrebató al Real Madrid la segunda plaza, alineando a Carmelo, Canito, Garay, Nando, Manolín, y todavía a su quinteto de oro: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza. Y hasta para un Atlético Tetuán aupado a la máxima categoría, con el marroquí Chicha en gran estrella. Pazos, a sus 21 primaveras, sería suplente de Simón. Un suplente que en cinco tardes bajo el marco transmitió sensaciones de arrebatarle la titularidad en seguida.

Su primera ficha con el Real Club Celta consistió en 10.000 ptas. anuales, 1.500 en concepto de sueldo mensual, y otras 30.000 suplementarias tan pronto superase los 6 partidos. Prácticamente ningún trabajador de su edad alcanzaba el billete de mil al mes, en el arranque de los años 50. Con las 2.000 que le entregaron a manera de anticipo, compró un traje, zapatos, y regalos para sus hermanos pequeños. Ante semejante alarde, aquellos padres tan pegados al suelo que pisaban, empezaron a mirar el fútbol de mejor modo. No, al muchacho no le pintaban mal las cosas. Al equipo, en cambio, ya era otro cantar. Traspasados al Real Madrid Sobrado y Gabriel Alonso, su 9º puesto entre 16 equivalía a trotar por tierra de nadie. Y peor aún iba a rodarles la pelota durante el siguiente ejercicio, en parte a causa de una larga gira por América que, si bien sirviera para aliviar un tanto las arcas, se comió aquella pretemporada. Mantener la categoría con un elenco que no acababa de responder en lo físico, constituyó todo un éxito.

Pazos, por el contrario, vivía en una nube. Si sólo fue titular en 20 partidos ligueros, ha de buscarse el motivo en la lesión que sufriera el 2 de noviembre en el Metroplitano. Los porteros, entonces, no anidaban bajo el larguero ni pretendían resolver situaciones de uno contra uno mediante prácticas extraídas del balonmano. Si alguien escapaba lanzado hacia su marco, se lanzaban de cabeza a por el balón. Tenían algo de gladiadores, de héroes inconscientes, capaces de encoger el alma a los espectadores con sus alardes temerarios. Y aquella vez, cuando antes del descanso se lanzó a los pies de Juncosa para evitar lo que hubiera sido un gol, se llevó la peor parte. El choque violentísimo alarmó a todos. Árbitro y adversarios reclamaron inmediatamente la asistencia del masajista, quien, asustado por el torrente de sangre en que se transformara aquella boca partida, y sin esperar a los camilleros, ordenó retirarlo en brazos, justo cuanto hoy a nadie se le ocurriría. En el sanatorio madrileño Nuestra Sra. de Guadalupe se apreció fractura de los dos maxilares, paladar y nariz, así como luxación de clavícula. El tanteador reflejaba igualada a un gol y durante la segunda parte, desconcentrados los célticos, inquiriendo repetidamente si se sabía algo sobre el compañero, encajaron 3 goles más. Pazos, inactivo hasta el 21 de diciembre, pudo reaparecer en El Molinón, ante el Real Gijón, para rubricar un empate.

Ya tenía su bautismo de sangre, y además el Real Madrid de Di Stéfano, Molowny, Olsen, Lesmes II, Navarro y Gento, pretendía contratarlo.

La campaña 1953-54, sustanciado su traspaso al club de don Santiago Bernabéu, fue titular en 17 partidos de Liga, sobre 30. Marca nada desdeñable, porque equivalía a sentar en la grada o el banquillo a Juanito Alonso. Cantó el título de Liga y tuvo de todo. Situaciones incómodas, al verse comparado sistemáticamente con Alonso, un trato no muy favorable desde la prensa, y cierta incomprensión ante sus adornos pintureros. Según confirmaría más adelante, nunca llegó a sentirse a gusto. Las aficiones adversarias le trataban mejor que el público de Chamartín. Para el siguiente ejercicio, y ante la evidencia de que no iba a tenerlo fácil, se le recetó una cesión al Hércules, donde lució de sobra en 25 partidos, para firmar un 6º puesto final. Durante aquel verano, el At Madrid lo puso en su punto de mira. Bernabéu no era hombre que regalase nada, y menos a un adversario tan próximo, pero finalmente, con una mejora de ficha, se convirtió en futbolista “colchonero”.

Formación del Real Madrid: arriba, de izda. a dcha. Pazos, Navarro, Oliva, Lesmes II, Migule Muñoz, Zárraga; abajo Vidal, Olsen, Di Stéfano, Molowny, Gento I

Formación del Real Madrid: arriba, de izda. a dcha. Pazos, Navarro, Oliva, Lesmes II, Migule Muñoz, Zárraga; abajo Vidal, Olsen, Di Stéfano, Molowny, Gento I

Aún era el tiempo de porteros no muy altos, aunque agilísimos. El propio Juanito Alonso, campeón en las primeras Copas de Europa “merengues”, fue uno de ellos. El alicantino Pepín, baluarte de la U. D. Las Palmas e internacional durante su etapa bética, el valenciano Martínez, trasplantado a Sabadell, o Celdrán, fruto de la cantera “culé”, respondían igualmente al patrón. Pazos medía algún centímetro más, no muchos, pero nadie superaba sus vuelos antológicos. Internacional con la selección “B”, la misma prensa que mientras defendiese el portal blanco lo analizara con lupa, acabaría regalándole el apodo honorífico de “Maravilla Elástica”. Lo era, en verdad, para gozo del reporterismo gráfico. Sin descomponer la figura y como si en lugar de cartílagos poseyera muelles, blocaba balones bombeados o a la búsqueda del ángulo, cualquiera diría que suspendido del travesaño mediante hilos invisibles. Atajaba balones, y además ofrecía espectáculo. Aunque a veces, claro, tanto alarde se tradujera en catástrofe.

Solía ocurrir en invierno, sobre todo, cuando el balón rebozado en barro se escurría entre los dedos, o pesaba un quintal. Había que poseer muñecas de acero para atajarlo, como las del catalán Vicente, internacional sin excesiva fortuna cuando fichó por el Real Madrid, a quien con mucho acierto pusieron por sobrenombre “El Grapas”. Aquellas tardes de lluvia, con campos irregulares y surcos hondos, como de siembra, trazados en el tarquín, constituían una pesadilla para los guardametas, y en especial para cuantos anteponían la estética sobre la austera eficacia. Rendía muchísimo más en campos secos, donde fuera posible anclar firmemente sus tacos en la toma de impulso. Dicho de otro modo, durante primavera y otoño. Entonces no sólo gozaban los fotógrafos, sino las mujeres, todavía escasas, que empezaban a pasar por taquilla. Porque si alguien contribuyó a abrirles la puerta de los estadios, ese fue Pazos.

Estirada marca de la casa, en el Metropolitano, durante un At Madrid - R Madrid. Pazos guarnecía el portal “colchonero”.

Estirada marca de la casa, en el Metropolitano, durante un At Madrid – R Madrid. Pazos guarnecía el portal “colchonero”.

Decir que lo encontraban atractivo, es quedarse corto. Su elegancia y solvencia bajo el marco, agigantada con un punto de displicencia, las hacía palidecer. Primero en Vigo y luego en Madrid, comenzaron a congregarse grupitos de jóvenes tras las porterías, puede que ni muy entendidas ni a lo peor aficionadas al fútbol, pero degustadores de tanta plasticidad.

Era escasa la actividad lúdica reservaba para ellas, durante la segunda mitad de los 50 y primeros 60. Paseos cogidas del brazo, o con el novio formal. Sesiones de cine en grupo, como garantía de virtud insobornable. Reuniones a domicilio, con amigas, si ya estaban casadas, mientras los maridos jaleaban a sus estrellas desde el graderío o la tribuna, puro en mano. Una cancioncilla festivalera, desafinada por su popular, aunque efímera intérprete, lo expresaba bien:

“¿Por qué, por qué?,

los domingos por el fútbol me abandonas.

¿Por qué, por qué?,

tú te vas y yo me quedo en casa sola.

¿Por qué, por qué

No me llevas contigo alguna vez?”.

Algunos varones, los más jóvenes, hasta sentían algo parecido a celos, viendo a las espectadoras seguir cada estirada y celebrar aciertos con saltitos y aplausos nerviosos. Había, incluso, quienes espetaban: “¡No te emociones, loca, que está muy ocupado con una artista de toma pan y moja!”.

Lo de su teórica relación, real o imaginaria con cierta figura de las variedades, corrió por los mentideros de la villa sin que el rumor se tradujese en censuras o desdoro personal. Más bien lo contrario. Que una estrella del balón, el cine o los toros encandilase a jóvenes y no tan jóvenes, populares y apetecidas, respondía al patrón que muchos hombres poseían acerca de la masculinidad. Incluso para los espectadores del fútbol canónicamente devotos, este tipo de situaciones llegaban trufadas de una lógica inevitable. Sólo en aras de un mejor entendimiento, recuérdese que aún faltaban varios estíos para que Manolo Escobar engrosara su cuenta corriente cantando aquella errónea construcción gramatical: “No me gusta que en los toros te pongas la minifalda”.

El caso es que, sin pretenderlo, Pazos habría contribuido a convertir el fenómeno futbolístico en expresión, si no más digerible, al menos con cierto atractivo para bastantes mujeres. Lo mismo que mucho más tarde iba a ocurrir con el barcelonista Migueli, el británico David Beckham, y sobre todo con Cristiano Ronaldo.

Digresiones al margen, sus primeras temporadas atléticas casi fueron para enmarcar. Sobre 120 partidos de Liga correspondientes a los primeros cuatro torneos, sólo se perdió 6. El quinto año ya fueron 7 sus ausencias. Y entre los dos últimos ejercicios sólo pudo sumar 10 titularidades. Acababa de estrenar su trigésimo segunda primavera, y desde la cúpula rojiblanca se prefirió apostar por el argentino Madinabeytia como relevo. Si económicamente había salido muy bien para los usos de aquella época, con 800.000 ptas. de ficha por tres temporadas, primas, sueldos mensuales y estímulos aparte, en lo puramente deportivo alzó dos trofeos de Copa y otro de Recopa, competición europea disputada entre todos los triunfadores en sus respectivos torneos del K.O. Los títulos de Liga resultaban virtualmente inaccesibles para quienes no fueran Real Madrid o Barcelona. Desde que en 1954 festejase la consecución del campeonato como “merengue”, hasta 1965, tan sólo el At. Bilbao rompió esa ley no escrita el año 56. Los Azulgrana pudieron trazar un paréntesis en 1959 y 1960. Todos los demás trofeos engrandecieron la vitrina de Chamartín, para mayor gloria de Santamaría, Marquitos, Lesmes II, Zárraga, Mateos, Zoco, Del Sol, Rial, Amancio, Puskas, un incombustible Di Stéfano, y hasta Manolín Bueno, acostumbrado a celebrar tanto éxito desde la grada, ante la tiranía de Paco Gento. Pazos, libre de compromiso, aceptó la oferta girada desde Elche. Acuerdo que, por cierto, se sustanció en plena Gran Vía, al rubricar su contrato sobre el capó de un “Seat 600”, tras recibir 100.000 ptas. en cheque bancario, a manera de anticipo.

Abanicado por el palmeral, “La Maravilla Elástica” gozó de una eterna segunda juventud. Entre un público entusiasta y perplejo, como si no acabaran de creer que un equipo de pueblo -Elche rondaba los 50.000 habitantes- diese la cara ante los grandes del firmamento balompédico, disfrutaba casi tanto como al iniciarse en Vigo. También ayudó el buen ambiente del vestuario, donde más que una suma de individualidades compitiendo a cara de perro, todos parecían un puñado de amigos. Y por supuesto, la entrega de su presidente, José Esquitino, fraguado entre penurias no tan lejanas, cuando la plantilla evitó una quiebra por insolvencia, constituyéndose en cooperativa. Solía ficharse barato, mirando los billetes al trasluz, y se vendía no por gusto, sino para cuadrar balances. Pero eso sí, los jugadores cobraban puntualmente. En setiembre de 1962, los franjiverdes iban a encarar su cuarta temporada consecutiva en la elite, desde que el mismo presidente pensara en César Rodríguez, magnífico rematador ya para pocos trotes y medio retirado en Francia, otorgándole la camiseta con el número 9 y galones de entrenador. A César le habían bastado un par de años para saltar desde 3ª hasta 1ª División. Sueño al que no era ajeno el intermediario Arturo Bogossian, pícaro armenio con muy buen trato, firmes tentáculos por Paraguay, bastante desfachatez y cierta ética, en un 80 % reservada para los clubes compradores. El 20 % restante daba para muy poco, si habían de repartírselo casi cien representados.

En el viejo Altabix, mediados los años 60. El 5º puesto logrado la campaña 1963-64 sigue siendo, 55 años después, mejor clasificación ilicitana.

En el viejo Altabix, mediados los años 60. El 5º puesto logrado la campaña 1963-64 sigue siendo, 55 años después, mejor clasificación ilicitana.

Por su mediación llegaron Fausto Laguardia en 1959, Cayetano Ré y Juan Ángel Romero, en 1960, Juan Carlos Lezcano en el 62, Juan Gualberto Casco en el 65 y Ricardo González en 1968, paraguayos todos ellos, casi a precio de saldo, para ofrecer un excepcional rendimiento. Otras perlas americanas, como el hondureño José Enrique Gutiérrez Cardona, arribaron casi por casualidad. A éste lo habían visto en Altabix con el modesto Elvas de Portugal, durante un bolo en pretemporada. La directiva ilicitana quedó boquiabierta. Sólo tenía 19 años y se comportaba como un veterano. Fintaba, se iba hacia el punto de penalti, sorteaba las tarascadas y escondía, bajo su aparente fragilidad, un descaro apabullante. Para colmo, saldaría la campaña de presentación con 23 goles en 25 partidos. Cayetano Ré, por el contrario, inspiró algún recelo. Su baja estatura semejaba para un ariete, en aquel tiempo de pánzeres rotundos, lo que el vértigo para un trapecista, o la tartamudez en un niño de San Ildefonso. “No se dejen engañar -arguyó Bogossian-. Es un águila en el área, le basta medio palmo para revolverse y marca goles con las dos piernas. No es fácil ser internacional con Paraguay, y éste es titular fijo”. Como al armenio le avalaban otras incorporaciones meritorias, decidieron arriesgarse. Tres veranos después obtenían un buen pico por su traspaso al Barcelona.

Ré hizo el número 76 entre los paraguayos a quienes Bogossian acompañaba en su salto del charco, entre ellos a toda la delantera mundialista en Suecia. Y al menos este pequeño estilete no efectuó el viaje engañado. Juan Ángel Romero, por el contrario, fue víctima de una fea celada.

Llegó al aeropuerto de Barajas convencido de ingresar en el Real Madrid. Seis temporadas rindiendo en el Nacional de Montevideo a gran nivel, lo hubieran justificado. Ya en el coche, mientras Madrid quedaba atrás, en lontananza, conoció la verdad. Al menos la que quiso contarle Bogossian: “De momento irás al Elche. El Madrid está sobrecargado de extranjeros y tienen que hacerte sitio. Sólo va a depender de ti que aprieten”. Romero no había oído nunca una palabra sobre ese club. Tenía sueño, a causa del “jet lag” y dormitó a ratos por la llanura, pese al mal estado de la carretera. De cuando en cuando, algún molino iluminado por dos cuernos de luna y toda aquella despoblación, le llevaban a preguntarse dónde iría a parar. Amanecía cuando vislumbraron el palmeral. “Palmeras, sólo palmeras y más palmeras -recordaba el propio Romero muchos años después-. Yo no veía rastro de ciudad. Cuando por fin nos fuimos acercando, quedé atónito. Estaba acostumbrado a Montevideo y aquello… En el fútbol uruguayo no era ningún don nadie. Vamos, que ni loco hubiera salido, si no era hacia un club grande. De buena gana habría dado la vuelta”. Siete temporadas luciendo el escudo de la Dama, otra el del Hércules y dos el del Ilicitano, le hicieron cambiar de opinión, puesto que pese a no triunfar como entrenador acabaría para siempre en Alicante, donde su llama se apagó a los 74 años, el 17 de junio de 2009.

Con Juan Carlos Lezcano tampoco es que Bogossian luciera mucha honestidad. En Madrid se encontró con que nadie le esperaba. Venía del Santiago Morning chileno, supuestamente reclamado por el Valencia C. F. Llamó a la embajada paraguaya para pedir ayuda, recibiendo por toda respuesta que a última hora habían cambiado los planes e iba a empezar en el Elche. “No sabía ni donde quedaba eso, y cuando me indicaron que cerca de Benidorm, ya me hice una idea. Ese núcleo veraniego sí me sonaba, por el Festival de la Canción. Tomé un autobús nocturno, paró en Albacete, bajé a estirar las piernas y partieron sin mí. Un señor de Villena, o Villajoyosa, me llevó en su coche hasta Elche. A lo que entonces era la ciudad, o sea más naves que calles. Firmé al día siguiente y por aquí sigo, a mis 80 años. Lo di todo y después de 9 temporadas me hicieron salir por la puerta falsa, pese a jugar la única final de Copa en la historia verdiblanca. Todavía no sé por qué se me negó un homenaje”.

A Pazos, como carecía de cualquier nexo con Arturo Bogossian, nadie le incumplió lo pactado. Las porterías de Altabix fueron suyas durante 7, de los 8 ejercicios como ilicitano. En 1968-69, con 39 años a cuestas y 4 titularidades en el torneo de Liga, abandonó la entidad, aunque no el fútbol. Acaban de incorporar al guipuzcoano Araquistáin, desde el Real Madrid, y la parroquia de Altabix, quién sabe si porque lo de “Maravilla Elástica” se antojara largo y quizás cursi, había preferido apodarlo “El Conde”, en honor a su elegancia bajo el larguero. Durante esos 8 años, todos en 1ª, había asistido al rejuvenecimiento del equipo, con la incorporación de varios noveles más adelante ilustres: Canós, Marcial Pina y Vavá en 1964; Llompar, Lico y Curro el año siguiente; Juan Manuel Asensi en 1966; Ciriaco y el infortunado Ballester, de cara a la campaña 68-69. Lico y Marcial equilibraron balances con su traspaso al R. C. D. Español. Ballester dejó también sus buenos dineros en caja, cuando el Real Madrid pensara en él como lateral derecho para los siguientes diez o doce años. Asensi sería rentabilísimo fichaje azulgrana, y a Ciriaco tampoco hubo forma de retenerlo. Todos, menos este último, fueron internacionales absolutos. Ballester, que hubiera podido eternizarse con el dorsal 2 de la camiseta roja, tan sólo pudo lucirla una vez. La fatalidad, primero en forma de tremenda lesión, y luego un cáncer, lo arrebataron en plena juventud.

Algunas de esas perlas llegaron de forma pintoresca. Por ejemplo, cierto viajante de zapatería y socio del Elche C. F., mientras cumplía con su ruta por Salamanca, Extremadura y las estribaciones de Gredos, hizo noche en Béjar, a tiempo de presenciar un partido de fútbol. Esa tarde, el delantero centro le dejó pasmado. Iba al choque una y otra vez, remataba hasta los peores melonazos y ni siquiera era torpe con el balón en los pies. Apenas de vuelta, se dejó caer por la sede del club: “Acabo de ver a un chico que las da todas -dijo-. Seguro que ahora es barato, pero me da en la nariz que no tardando mucho valdrá millones. Deberíais ir a verlo. Es la referencia atacante del Béjar Industrial”. ¡Qué gran ojeador perdió el fútbol sesentero en la persona de ese comercial!. Los técnicos franjiverdes, tras estudiar al chico un par de tardes, lo ficharon. Era Luciano Sánchez García, en las alineaciones “Vavá”, ariete aguerrido, internacional y máximo goleador del Campeonato 65-66, sobre quien Alfredo Di Stéfano, cuando lo tuvo a sus órdenes, dijera: “Es increíble. Si le lanzas una piedra, la rematará con toda el alma, aunque sepa se hará daño”. Aquellos defensas toscos únicamente podían pararlo tirando de guadaña. Y a base de guadañazos, consiguieron dejarlo muy mermado. Entonces, olvidando cuánto había hecho por la entidad, le señalaron la puerta de salida.

Pazos no quiso colgar los guantes. Después de 21 años compitiendo en categoría senior, es difícil anestesiar al gusanillo. De manera que fichó por el Novelda, con la ilusión de un principiante. Y puesto que el físico le acompañara, durante los siguientes 8 años continuó en el Abarán, Thader de Murcia y Santa Pola, hasta jugar su último partido en 1977, cumplidos los 47 años. Todo ello sin arrastrase, como atestiguaron distintos cronistas: “Quien tuvo, retuvo. Y Pazos aún retiene mucho”. “Como casi siempre, Pazos entre los mejores”. “Aunque Pazos falló en el gol, evitó otros dos con sendas estiradas de pañuelos y ovación prolongada”. “Ya quisieran muchos de superior categoría, y algunos de 2ª, estar como él. No pasan los años”.

Pero si él no echaba ningún vistazo al calendario, otros lo miraron muy bien.

Equipo femenino del Elche, en los años 70, entes que las mujeres gozasen de competiciones “oficiales”. Manuel Pazos había contribuido lo suyo, llamando su atención, siquiera fuese como espectadoras.

Equipo femenino del Elche, en los años 70, entes que las mujeres gozasen de competiciones “oficiales”. Manuel Pazos había contribuido lo suyo, llamando su atención, siquiera fuese como espectadoras.

Ocurrió hallándose el Elche en situación comprometida. Alguien, en la directiva, parece sacó a relucir su nombre, como solución de emergencia. Y acabó imponiéndose el criterio de quienes temían dar mala imagen, tanto a socios como a canteranos. Si alguien con edad para ser padre de medio equipo fuere visto como única esperanza, nada bueno cabía esperar del futuro. Entonces Pazos, a quien debían haberle contado algo, reconoció humildemente: “Pues claro que me hubiera hecho ilusión. Continuaba en buena forma y pude haber ayudado. Pero tampoco es cuestión de dar vueltas a lo que nunca se pudo concretar”.

Por fin retirado, continuó viviendo en Elche, con su esposa, Mª Jesús Moreno Quintana, y los cuatro hijos del matrimonio, uno de ellos, Francisco Javier, también portero en el Deportivo Ilicitano, primera plantilla verdiblanca -donde sólo llegaría a alinearse en algún amistoso-, y Villena. La sombra de algunos progenitores resulta excesivamente alargada, por culpa de tanto empeño en buscar comparaciones. Lo supieron de sobra Markel Iribar, hijo del formidable meta atlético, el vástago de Juan Antonio Deusto Olagorta, también portero, “Torito” Aquino, hijo de “El Toro”, goleador llegado desde América, Ricardo Escolá, descendiente de José, referencia barcelonista, antes y después de la guerra, o el hijo de Ignacio Zoco y María Ostiz. Como todos ellos, sin posibilidad de ser él mismo, habría de abandonar pronto. Aquel gallego de Cambados con devoción mediterránea, montó un bar junto al campo de Altabix y trabajó como representante comercial, hasta convertirse en clase pasiva. Parecía gozar de una salud aceptable, y su óbito sorprendió un tanto. Lo mismo que la parquedad con que quisieron recordarlo.

El At Madrid había efectuado un par de mudanzas, desde sus días en el Metropolitano. Suelen decir que durante ellas siempre se pierda algo. Objetos, recuerdos, memoria… Tal vez por eso, su estela apenas llegó al nuevo estadio “colchonero”. Tampoco hubiera sido ningún disparate que la Liga Iberdrola guardase un minuto de silencio antes de cada partido, en la inmediata jornada. Pazos nunca fue directivo, ni dirigió plantillas o fundó equipos femeninos, y con toda probabilidad ni una sola jugadora supiese que hace mucho tiempo, sin proponérselo, contribuyó a allanarles el camino. Quizás alguna de sus abuelas aplaudiera un día, a pie de campo, sus plásticas palomitas. Por ahí se empezó.

Porque antes de que jugaran al fútbol, había que hacerles sitio en la grada. Y él, a muchas, las llevó en volandas.




…Y Carmelo, de delantero centro.

Cuando este artículo sea publicado faltarán escasas fechas para que la selección española se enfrente a Noruega en encuentro clasificatorio para la próxima Eurocopa de Naciones a celebrar el próximo año.

De nuestra relación con los noruegos quedará para siempre en la memoria el partido amistoso que se disputó 24 de abril de 1996 –segundo en el historial de ambas selecciones-, disputado en Oslo, en el estadio Ullevaal Stadion. Aquel día, con Javier Clemente como seleccionador, la noticia no estuvo en el resultado –empate a cero-, sino en la circunstancia que acaeció en el minuto 78 del encuentro. España había agotado “su material de banquillo”. Además de López, Donato, Kiko y Alfonso, que ya habían saltado al terreno de juego para sustituir a sus respectivos compañeros, habían sido seleccionados también Alcorta, Sergi y Caminero,  si bien, todos ellos estaban lesionados, de tal suerte que en el banquillo solamente quedaba el portero suplente José Francisco Molina Jiménez.

El defensor López tenía problemas para continuar en el campo. Ante la tesitura de jugar con diez componentes el último cuarto de hora, y para no dar ventaja al equipo contrario por inferioridad numérica, ocurrió lo que nadie esperaba, el seleccionador optó por una decisión que podría calificarse como,  al menos, sorprendente. “Jose, calienta” le indicó Clemente. Jose, era Molina, el portero  del Atlético de Madrid, que todavía estaba inédito con la selección española. El cancerbero iba a debutar, pero no en su demarcación habitual, sino como interior izquierdo.

Carmelo01Molina se movió con soltura por la banda, como si estuviera en sus dominios del área grande. Jugó quince minutos, tocó nueve balones y únicamente una vez lo envió silbando a Noruega. Su actuación fue más que digna; es más, en uno de sus toques, el balón casi termina en gol, lo que hubiera sido el acabose. Con decir que fue el disparo más peligroso de España en todo el partido, queda definido el choque.

Al finalizar, Molina se expresó con frases como “…cuando vi que Clemente iba en serio fui a lo que saliese…”; “…hay que jugar de lo que sea…”; “…el seleccionador me dijo que me pegara a la izquierda, que hiciese lo que supiera y así lo hice…”; “…si llego a marcar el gol, me voy del campo…”.

Para los nostálgicos de aquella España de los 90, el conjunto que se presentó en terreno noruego, con camiseta y pantalón azul, fue el formado por Zubizarreta (capitán), Belsué, Abelardo, Nadal, Ferrer, Hierro (López, 53’) (Molina, 78’), Amor (Donato, 53’), Manjarín, Guerrero (Kiko, 53’), Luis Enrique (Alfonso, 53’) y Pizzi.

Único debutante por España: Molina y sus circunstancias.

Aquella anécdota fue lo más destacado del partido. Toda la prensa internacional se hizo eco del estreno de un portero como jugador de campo. Así se escribe la historia.

En su trayectoria con la selección española, Molina fue convocado en veinte ocasiones, disputando 9 encuentros. En julio del año pasado, fue nombrado director deportivo de la Selección por la Real Federación Española de fútbol en sustitución de Fernando Hierro.

Hasta entonces, el firmante de este artículo había creído que esta circunstancia no se había producido anteriormente – ¡qué cosas! -. Repasando la documentación que se ha ido acumulando a lo largo de los años, me topé no hace mucho con la noticia de que, 39 años antes, había ocurrido un hecho similar.

Les cuento. El 30 de Mayo de 1957, en el estadio bilbaíno de San Mamés, se celebró un encuentro amistoso del equipo vasco contra el conjunto inglés del Burnley F.C. Según informan los papeles, salvo el trío de la defensa del Atlético, el resto del equipo no tuvo su tarde. Mal partido, que la escasa afición rojiblanca asistente al estadio se podía haber ahorrado y no hubiera pasado nada. Para colmo, perdieron por 1 – 5.

El Atlético formó con Carmelo, Canito, Garay (Etura), Sertucha, Maguregui, Santamaria, Julito (Bilbao), Aguirre, Uribe, Arteche (Echarri) y Gainza. Los ingleses se presentaron con Mc Donald, Angus, Adamson, Winton, Setih, Shannon, Newlands, Mc Ilroy, Robson, Chelsebrough y Connolly. El único gol bilbaíno fue anotado por Uribe a los cuatro minutos de comenzado el encuentro; posteriormente vino la avalancha inglesa y adiós muy buenas.

Carmelo02Y como en Noruega, pasó lo que pasó. En la segunda parte se retiró Gainza, saliendo de nuevo al campo Julito, que ya había sido sustituido anteriormente. Después, el portero Lezama reemplazó a Carmelo. A los veinticinco minutos de este periodo, se lesionó el defensa Canito y al no tener más jugadores disponibles, pues los ya sustituidos estaban lesionados, durante unos momentos el Atlético jugó con solamente diez jugadores. El entrenador, Fernando Daucik, ordenó que, de nuevo, Carmelo Cedrún volviera al terreno de juego, figurando el número 11 en su camiseta (históricamente este número era asignado al extremo izquierdo) pero en la demarcación de…¡delantero centro!.

Por aquel entonces, el hecho se calificó entre los aficionados de… ¡ tomadura de pelo ! ¡ esto no se ha visto nunca ! ¡ flaco servicio al jugador ! ¡ es una burla !…y otras lindezas emitidas por el respetable aficionado bilbaíno. El periodista de turno, muy prudente él, se expresó con este comentario “…al parecer, la cosa sentó mal al público…”.

Consecuencia. Al día siguiente, el entrenador fue cesado sin contemplaciones. El comunicado que emitió la Junta Directiva fue el siguiente: “Se ha acordado, en sesión celebrada en la mañana de hoy, prescindir de los servicios del entrenador don Fernando Daucik, habiéndoselo comunicado oficialmente al mencionado preparador”. Se daba la paradoja de que había renovado hacía poco tiempo por otra temporada más en el banquillo rojiblanco.

Carmelo Cedrún Ochandategui jugó en el Athletic Club de Bilbao entre 1950 y 1964. Antes de la irrupción de Iribar, que le sustituyó, fue un portero mítico en San Mamés. Internacional con España en trece ocasiones, debutó el 14 de marzo de 1954 ante Turquía y disputó su último encuentro con la selección el 13 de junio de 1963 en el estadio Santiago Bernabéu ante Escocia.

Dedicado a Pilar de los Ríos Clapés.




Portero delantero

Que un jugador ocupe distintas demarcaciones en el campo de juego es muy normal, ya sea a lo largo de su carrera deportiva, de un campeonato o de un único partido. Lo que ya no es tan habitual es que una de esas posiciones sea la de portero. Esta ha sido siempre una demarcación de gran especialización. El portero tiene reglas propias, disfruta de ciertas concesiones dentro de su área, incluso se viste diferente del resto de sus compañeros. Hay quien dice que los porteros están (estamos) todos locos. Hay quien no los considera dentro del juego del equipo, como cuando se hacen comentarios como “jugamos con un 4-4-2” o “el equipo jugó muy mal y solo le salvó el portero”. Lo dicho, no es habitual ver a un portero haciendo las funciones de jugador de campo ni tampoco a un jugador de campo ocupar la portería. A lo largo de la historia de la Selección Española, esto solo ha ocurrido en dos ocasiones.

El 18 de agosto de 1999, en un partido (el 435) amistoso frente a Polonia, el seleccionador nacional, José Antonio Camacho Alfaro (Cieza, Murcia; 8/06/1955) hizo debutar en la portería española a José Francisco Molina Giménez (Valencia; 8/08/1970). Molina entró al campo en el minuto 75 sustituyendo a José Santiago Cañizares Ruiz (Madrid; 18/12/1969). En realidad era su segundo partido como internacional. Su debut realmente había tenido lugar el día 24 de abril de 1996, en un partido (el 405) amistoso frente a Noruega en el Estadio Ulleval de Oslo. En el minuto 53, el seleccionador Javier Clemente Lázaro (Baracaldo, Vizcaya; 12-03-1950) había realizado 4 cambios de los 5 pactados en el partido. En el banquillo, junto a él, estaban, además de Molina, Rafael Alkorta Martínez (Bilbao, Vizcaya; 16/09/1968), José Luis Pérez Caminero (Madrid; 8/11/1967) y Sergi Barjuán Esclusa (Les Franqueses del Vallés, Barcelona; 28/12/1971). Los tres se encontraban con molestias o lesionados, y no estaba previsto que jugaran ese día. Cuando, en el minuto 76, se produjo la lesión del defensa Juan Manuel López Martínez (Madrid; 3/09/1969), Clemente no tuvo más remedio que echar mano del único jugador en condiciones que le quedaba. Molina hizo su debut como interior izquierda, e incluso estuvo a punto de marcar, con el número 18, que los utileros improvisaron con cinta aislante a partir de su número original, el 13.

El primer jugador español que ocupó posición de jugador de campo y de portero fue Marcelino Silverio Izaguirre Sorzabalbere (San Sebastián, Guipuzcoa; 31/08/1897 – 18/11/1935). Silverio fue integrante del equipo español que consiguió la Medalla de Plata en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920. El único partido (el 4) que jugó con la Selección Española fue el que la enfrentó a Italia el 2 de septiembre de 1920 en el Estadio Olímpico de Amberes. Silverio, que jugaba como extremo izquierdo, se vio obligado a ocupar la portería española cuando, en el minuto 78, Ricardo Zamora Martínez (Barcelona; 21/01/1901 – 8/09/1978) fue expulsado. En una salida del cancerbero español, el italiano Emilio Badini (Rosario, Santa Fe, Argentina; 4/08/1897 – 4/08/1956) le dio una patada en la rodilla. Zamora, sin soltar el balón le dio una bofetada en la cara y fue expulsado por el árbitro. Tenía 19 años y esta sería su única expulsión como internacional. La Selección Española se quedaba con solo 9 jugadores, ya que previamente había abandonado el campo en camilla Francisco Pagazaurtundua González-Murrieta (Santurtzi, Vizcaya; 20/10/1894 – 18/11/1958). Eran otros tiempos y Zamora se pudo situar junta a la portería para transmitir instrucciones a Silverio, eventual guardameta. En sus memorias, Ricardo Zamora explicaba este relato: “Ya que no era posible estar en la puerta, me quedé al lado de la meta, dando instrucciones a Silverio, que me obedeció aquellos diez minutos sin discutir una sola vez. Atendiendo a mis voces, iba y venía como yo le decía y, con estilo o sin él, despejó varias situaciones comprometidísimas. Pero faltando tres minutos me desobedeció, proporcionándome un susto que por poco pierdo la respiración. Venía el ataque italiano por su ala izquierda, a nuestra derecha, y de repente el centro, muy cerrado, era un peligro que caía ante la puerta, hacia la que corría Baloncieri. Le grité a Silverio que saliera a interceptar el balón, cogiéndolo con la mano derecha, y ya había pasado la pelota sobre su cabeza cuando él saltó, la dejó escapar con la derecha… la alcanzó con la izquierda y la devolvió tranquilamente. Fui a recriminarle por lo que yo creía torpeza y me contestó riéndose: Pero, ¡hombre! ¿No ves que soy zurdo?”

Sin embargo, para descubrir la auténtica figura del portero delantero tenemos que buscar en la puerta rival. Cornelius Joseph “Con” Martin (Rush, Dublín; 20/03/1923 – 24/02/2013) fue 36 veces internacional, 30 con Irlanda (Football Association of Ireland: FAI) y las 6 restantes con Irlanda del Norte (Irish Football Association: IFA). La IFA fue la federación de Irlanda del Norte hasta 1950. En aquel tiempo podían seleccionar cualquier jugador nacido dentro de la isla de Irlanda. De este modo muchos jugadores de la época formaron con ambas selecciones. Con Martin inició su carrera deportiva practicando “futbol gaélico” un deporte en el que se mezclan reglas del futbol y del rugby. Después dirigiría su carrera hacia el futbol, llegando a jugar en equipos como el Drumcondra (IRL), el Glentoran (IRN), Leeds United (ING) o el Aston Villa (ING). Se ganó el sobrenombre de “Mr Versátil” ya que llegó a jugar de medio centro, lateral derecho e izquierdo, volante izquierdo y delantero. Además, las capacidades adquiridas en la práctica del “futbol gaélico” le permitieron ser también un gran guardameta. De hecho, en 1946 el Manchester United quiso ficharlo para ocupar la portería de Old Trafford, pero Martin rehusó ya que prefería ocupar un puesto de campo. Esto no impidió que en su etapa en el Aston Villa jugara una temporada completa como portero tras la lesión de Joe Rutherford.

Con Martin jugó en 6 ocasiones contra la Selección Española. La primera de ellas (partido 66) fue el 23 de junio de 1946 durante una gira de la Selección Irlandesa por la península ibérica. En el primer partido de la gira, el día 16 ante Portugal, el portero titular de Irlanda, Ned Courtney, se lesionó y Martin ocupó la portería sin encajar ningún gol, por lo que mantuvo el puesto en el partido contra la Selección Española. Martin de nuevo dejó su puerta a cero y los irlandeses se llevaron la victoria por 1-0. Martin jugó el partido vestido de amarillo, por lo que fue apodado “el canario” por la prensa local. Los otros 5 partidos en los que Con Martin se enfrentó a la Selección Española (68, 70, 75, 88 y 102) lo hizo como jugador de campo. Incluso llegó a marcar un gol el 12 de junio de 1949 (partido 75) en la victoria de Irlanda por 4-1 en Dalymount Park, Dublín. Su hijo Michael Paul “Mick” Martin también fue futbolista. Fue internacional por Irlanda en 51 ocasiones y se enfrentó a España 3 veces.




El portero. La confianza del equipo

Portero01Custodiar y asegurar la portería para propiciar la confianza del equipo son algunas de las peculiaridades inherentes al portero, último bastión del equipo en defender y mantener la portería segura para neutralizar las incursiones, los disparos y los remates de los jugadores rivales. Es pues una demarcación que entraña confianza y seguridad en todo el equipo. Así entre las cualidades y condiciones físicas el portero debe de ser coordinado por su agilidad y equilibrio, debe de tener excelente resistencia física a prueba de empujones, agresiones y marrullerías de los jugadores rivales y de las caídas a veces espectaculares para atajar o repeler los balones próximos a su ámbito de acción, debe de ser flexible con buena movilidad articular y excelente extensibilidad muscular, su elasticidad le protegerá de bastantes lesiones, debe de ser robusto y fuerte, debe de ser veloz en su desplazamiento, rápido en el tiempo de reacción, aceleración y desplazamiento, permitiéndole activar sus reflejos, con una relación de peso y altura equilibrado, es fundamental que todas estas cualidades estén concebidas por una mente preparada basada en una sólida personalidad. Entre las cualidades de su carácter la valentía, la decisión, la fortaleza, el equilibrio, la percepción del espacio-tiempo, la atención, la agresividad para tomar las decisiones apropiadas y realizar acciones con bravura además debe de ser un buen comunicador con sus compañeros para coordinar las acciones del equipo. Es importante que tenga paciencia para esperar su oportunidad, su autoconfianza le confiere su estima para convencer a todos. Debe de ser equilibrado para controlar y contener sus emociones de ansiedad, estrés y enfado logrando que no afecten a su rendimiento. Generalmente la demarcación de portero por no desplegar sus condiciones físicas en todo el terreno de juego, permaneciendo en una aptitud más estática, tiene una vida deportiva más prolongada que el resto de jugadores y por esta circunstancia suelen ser también los capitanes de los equipos. Son los jugadores menos sancionados con tarjetas rojas de los equipos, así de las 12.558 expulsiones que se han propiciado en la Competición de Liga en las categorías y temporadas descritas en el siguiente enunciado, sólo han sido expulsados en 458 ocasiones representando el 3’65% de todas las expulsiones, cifra ínfima pues casi representa una tercera parte del total con el porcentaje del 9’09% que le debiera corresponder a cada demarcación de jugadores. Algunos porteros han sido especialistas en lanzamientos de penaltis, así Fenoy y Nacho González han materializado 6 goles de penalti en 1ª División y Racic 8 goles de penalti en 2ª División. Entre las sagas de porteros destacar a Miguel Reina (padre) y a José Manuel Reina (hijo) que han participado con la Selección Nacional Absoluta.

Desglose de porteros por lugar de nacimiento

Son 1.536 los porteros que han participado en el Campeonato Nacional de Liga en 1ª División en todas sus temporadas y en 2ª División desde la temporada 1950-51 hasta la jornada 29 inclusive de la temporada actual 2015-2016 en ambas categorías, si tenemos en cuenta que han participado 16.406 jugadores, los guardametas constituyen el 9’36 % de todos los jugadores. Es pues un porcentaje importante y digno para valorar. En el cuadrante que se inserta a continuación se puede apreciar que predominan especialmente los porteros que han nacido en Vizcaya, siguiéndole a continuación las provincias de Guipúzcoa, Barcelona y Madrid. En las décadas de los años 1970 y 1980 las plantillas de los equipos estaban nutridas de porteros nacidos en Euskadi, eran porteros de garantías, curtidos en diversos deportes, pudiera ser que el bote de la pelota en el frontón o el bote irregular del balón en la arena de la playa propiciasen los reflejos que se precisaban de los porteros. Destacar a las provincias de Tarragona, Lugo, Baleares, Castellón y Pontevedra que tienen un porcentaje de porteros que oscilan sobre el 15% sobre el total de jugadores.

Nacimiento NºPortero Mundiales Selec.Esp Nº Jugd %Port.
Sin datos

133

1.313

10,13

Vizcaya

115

1

7

970

11,86

Guipúzcoa

88

4

8

691

12,74

Barcelona

86

2

7

927

9,28

Madrid

85

3

7

950

8,95

Valencia

67

2

564

11,88

Asturias

62

1

583

10,63

Sevilla

53

1

552

9,6

Argentina

45

9

773

5,82

Pontevedra

43

287

14,98

Coruña

38

2

352

10,8

Navarra

38

337

11,28

Cantabria

37

325

11,38

Baleares

36

238

15,13

Cádiz

36

374

9,63

Alicante

33

1

344

9,59

Castellón

30

200

15

Las Palmas

29

2

335

8,66

Zaragoza

26

1

1

195

13,33

Santa CrTenerife

24

257

9,34

Murcia

23

1

264

8,71

Córdoba

21

1

213

9,86

Uruguay

18

2

262

6,87

Girona

17

174

9,77

Tarragona

17

2

108

15,74

Badajoz

15

142

10,56

Francia

14

230

6,09

Málaga

13

221

5,88

Valladolid

12

97

12,37

Lugo

11

1

72

15,27

Toledo

11

2

87

12,64

Portugal

10

3

149

6,71

Serbia

10

1

150

6,66

Álava

10

1

1

90

11,11

Almería

9

74

12,16

Burgos

9

1

75

12

Huelva

9

120

7,5

La Rioja

9

1

90

10

Ourense

9

1

1

91

9,89

Alemania

8

1

60

13,33

Paraguay

8

2

156

5,13

Jaén

8

110

7,27

Salamanca

8

108

7,41

Albacete

7

84

8,33

Granada

7

131

5,34

Lleida

7

109

6,42

Croacia

6

2

75

8

Brasil

6

392

1,53

León

6

117

5,13

Ciudad Real

5

80

6,25

Bélgica

4

2

19

21,05

Holanda

4

73

5,48

Hungría

4

1

46

8,7

Italia

4

60

6,66

Marruecos

4

1

62

6,45

Cáceres

4

1

41

9,76

Ceuta

4

38

10,53

Cuenca

4

35

11,43

Palencia

4

44

9,09

Polonia

3

2

26

11,54

Rumanía

3

2

50

6

Chile

3

1

65

4,62

Colombia

3

2

50

6

Camerún

3

2

42

7,14

Huesca

3

44

6,82

Segovia

3

26

11,54

Costa Rica

2

2

11

18,18

Méjico

2

1

43

4,65

Austria

2

19

10,53

Checa

2

15

13,33

Dinamarca

2

40

5

Grecia

2

1

14

14,29

Noruega

2

1

12

16,66

Rusia

2

1

28

7,14

Suecia

2

26

7,69

Bolivia

2

7

28,57

Venezuela

2

32

6,25

Nigeria

2

1

37

5,41

Guadalajara

2

12

16,66

Mellilla

2

35

5,71

Zamora

2

37

5,41

Australia

1

1

5

2

Cuba

1

8

12,5

Honduras

1

1

16

6,25

Canadá

1

3

33,33

U.S.A.

1

1

9

11,11

Eslovaquia

1

11

9,09

Eslovenia

1

8

12,5

Israel

1

14

7,14

Lituania

1

3

33,33

Macedonia

1

9

11,11

Montenegro

1

19

5,26

Suiza

1

21

4,76

Turquía

1

1

10

10

Filipinas

1

4

25

Castilla Nueva

1

2

50

Argelia

1

4

25

Ghana

1

18

5,55

Senegal

1

17

5,88

Togo

1

1

3

33,33

Ávila

1

23

4,35

Soria

1

20

5

Teruel

1

29

3.45

Otras nac/prov.

363

TOTAL

1.536

 58

 51

16.406

9.36

Desglose de porteros por equipos

Los porteros utilizados por los equipos que han participado en el Campeonato Nacional de Liga en las categorías y temporadas aludidas de 1ª y 2ª Divisiones ofrecen la primacía del Atlético de Madrid, sobrepasando el porcentaje de 10% de los jugadores entre los equipos situados en las 25 primeras posiciones por sus puntuaciones: Tenerife, Athletic Club y Atlético de Madrid. Las Palmas y Málaga C.F. sitúan los porcentajes más bajos entre los equipos.

Equipos

Porteros

Jugadores

%Porteros

Rak.

Atlético Madrid

64

611

10,47

5

Hércules

63

678

9,29

21

Valladolid

62

632

9,81

15

Racing Santand.

62

663

9,35

13

Espanyol

62

707

8,77

6

Murcia

62

708

8,76

20

Levante

58

622

9,32

34

Tenerife

57

541

10,54

24

Betis

56

575

9,74

11

Rayo Vallecano

55

600

9,16

23

Real Madrid

54

544

9,93

1

Zaragoza

54

578

9,34

9

Celta

54

592

9,12

10

Mallorca

54

620

8,71

19

Valencia

53

534

9,93

4

Barcelona

53

578

9,17

2

Osasuna

51

569

8,96

17

Elche

51

574

8,88

22

Deportivo

51

605

8,43

12

Sporting

50

534

9,66

14

Sabadell

50

571

8,76

25

Recreativo

49

561

8,73

33

Sevilla

48

590

8,14

7

Alavés

47

504

9,33

30

Córdoba

47

529

8,88

32

Oviedo

45

543

8,29

16

Athletic

41

400

10,25

3

Cádiz

41

468

8,76

29

Granada

41

470

8,72

26

Salamanca

41

479

8,56

31

Castellón

41

488

8,40

28

Albacete

40

424

9,43

37

Xerez

38

396

9,60

40

Real Sociedad

38

459

8,28

8

Las Palmas

38

500

7,60

18

Jaén

36

279

12,90

47

Logroñés

35

355

9,86

36

Gimnàstic

32

346

9,25

44

Éibar

32

397

8,06

38

Málaga C.D.

31

326

9,51

27

Mestalla

27

227

11,89

52

Burgos

26

258

10,08

39

Ferrol

26

326

7,98

46

Badajoz

25

271

9,22

48

Lleida

25

368

6,79

42

Villarreal

23

310

7,42

35

Getafe C.F.

22

234

9,40

43

Numancia

22

271

8,12

45

Sestao

21

190

11,05

54

Baracaldo

21

212

9,91

51

Extremadura

19

181

10,50

53

Pontevedra

16

148

10,81

49

Barcelona B

16

174

9,20

56

Málaga C.F.

15

197

7,61

41

Almería U.D.

14

179

7,82

50

Compostela

13

111

11,71

55

Otros Equipos

754

7.616

9,90

91

Total

3.022

32.423

9,32

147

 Mejores porteros del  Campeonato Nacional de Liga

En el cuadrante que se inserta se clasifican a los 100 porteros mejor situados según baremación por partidos disputados como titular, goles anotados y tarjetas rojas infringidas, detallados los coeficientes en esta Revista Digital de Cuadernos de Fútbol en los nº 49 y ampliado en el nº 57. Se reflejan los datos de las columnas que se citan:

TPDI representa la temporada inicial con la debutó y TPF la temporada final con la finalizó su carrera futbolística en la Competición de Liga de 1ª y 2ª Divisiones.

T.1ªD., T.2ªD. y T.T.: Representan las temporadas en las que han sido titulares por haber disputado más jornadas que ningún guardameta del equipo, en 1ª División, 2ª División y en Total de las 2 Categorías.

P.S.: Constituye el número de partidos que han jugado en la Selección Nacional Absoluta.

T.R.: Son las tarjetas rojas que han significado la expulsión en las categorías de 1ª y 2ª Divisiones.

Total: Representa el número de puntos que han obtenido al aplicar los coeficientes de baremación aludidos según partidos disputados, goles anotados y tarjetas rojas exhibidas.

N.: Simboliza el número de equipos en los que han militado en 1ª y 2ª Divisiones.

Ptdos.: Es el número de partidos que han disputado como titular en ambas categorías.

Jugadores

TPDI

TPF

T.1ªD.

T.2ªD

T.T.

P.S.

T.R.

Total.

N

Ptdos

1

Buyo

76/77

95/96

16

3

19

7

2

349,464

3

664

2

Zubizarreta A.

81/82

97/98

17

 

17

126

2

344,198

3

622

3

Esnaola J.R.

65/66

84/85

15

3

18

1

328,061

2

557

4

Iribar

61/62

79/80

16

1

17

49

313,569

2

489

5

Carmelo Cedrún

50/51

66/67

15

 

15

13

290,500

2

415

6

Ignacio Eizaguirre

41/42

59/60

13

 

13

18

284,740

3

378

7

Casillas

99/00

2014/15

15

 

15

165

2

277,734

1

508

8

Pazos M.

51/52

68/69

14

 

14

1

264,500

5

380

9

Cañizares J.

89/90

2007/08

12

2

14

46

2

256,789

6

498

10

Busto J.Mª.

42/43

57/58

13

 

13

254,262

1

338

11

Arconada

75/76

88/89

12

 

12

68

245,604

1

414

12

Castro J.A.

67/68

83/84

11

3

14

233,359

1

416

13

Molina J.F.

93/94

2006/07

12

1

13

9

2

228,605

5

433

14

Prats A.

92/93

2007/08

9

3

12

4

224,001

4

464

15

Ablanedo II

83/84

98/99

11

 

11

4

4

211,934

1

400

16

Fenoy

75/76

87/88

9

2

11

209,902

2

379

17

Víctor Valdés

2002/03

2013/14

11

 

11

20

3

209,368

1

387

18

César Sánchez

93/94

2011/12

9

 

9

1

4

208,632

5

396

19

Pepín Casas

51/52

66/67

9

3

12

2

202,066

3

328

20

Ramallets

48/49

60/61

11

 

11

35

201,923

1

286

21

Esteban Andrés

97/98

2015/16

8

4

12

1

201,361

5

427

22

Miguel Reina

64/65

79/80

11

 

11

5

198,430

3

309

23

Alberto López

92/93

2007/08

8

1

9

2

196,916

2

384

24

Leo Franco

98/99

2015/16

10

2

12

4

193,250

5

386

25

Cedrún A.

80/81

96/97

10

 

10

4

190,291

4

350

26

Urruti F.

73/74

85/86

10

 

10

5

1

186,482

3

305

27

Ceballos J.Mª.

89/90

2002/03

8

3

11

6

182,890

1

392

28

Acuña J.

41/42

54/55

10

 

10

1

181,360

2

238

29

Juanmi G.

87/88

2007/08

8

3

11

1

3

177,123

6

375

30

N’Kono

82/83

92/93

7

3

10

1

174,485

2

342

31

Maté J.

78/79

90/91

4

6

10

174,253

4

390

32

Aranzubía

2000/01

2013/14

8

1

9

1

5

173,062

3

340

33

Argila

41/42

55/56

7

3

10

1

172,541

3

276

34

Unzué

86/87

2002/03

8

 

8

1

170,506

4

317

35

Iraizoz

2004/05

2015/16

8

1

9

1

170,165

3

326

36

Palop

97/98

2012/13

7

1

8

3

169,262

3

329

37

Toni Jiménez

90/91

2003/04

6

3

9

3

2

168,152

5

363

38

Sadurní

61/62

74/75

8

 

8

10

167,024

1

246

39

Lezama R.

42/43

59/60

8

1

9

1

166,603

4

235

40

Aouate

2003/04

2013/14

9

 

9

3

166,113

3

311

41

Vicente Train

55/56

66/67

8

1

9

7

164,033

4

249

42

Biurrun

83/84

93/94

8

 

8

163,773

4

295

43

D’Alessandro R.

74/75

83/84

8

1

9

163,471

1

280

44

Yarza

53/54

68/69

9

1

10

163,430

1

251

45

Pesudo

55/56

73/74

8

1

9

162,961

6

262

46

Valentín Mora

68/69

84/85

4

6

10

1

162,438

6

355

47

Sempere

80/81

93/94

9

1

10

3

162,126

1

299

48

Araquistáin J.

55/56

72/73

7

1

8

6

161,242

5

249

49

Juanito Alonso

49/50

59/60

9

 

9

2

159,762

1

225

50

Valencia J.J.

91/92

2005/06

6

5

11

3

159,141

6

369

51

Ricardo L.

96/97

2010/11

7

1

8

2

3

159,087

5

310

52

Fernando Peralta

80/81

96/97

4

5

9

4

157,276

4

355

53

Miguel Ángel Glez.

67/68

84/85

7

1

8

18

155,708

2

263

54

Pérez Sáez

79/80

88/89

6

2

8

155,527

2

295

55

Juan Luis Mora

93/94

2008/09

6

2

8

1

155,021

5

328

56

Abel R.

84/85

95/96

8

1

9

2

3

154,554

3

304

57

Contreras P.

92/93

2007/08

6

2

8

1

6

150,827

6

323

58

Pérez Balada

41/42

50/51

9

 

9

149,908

3

188

59

Trías J.

39/40

52/53

8

 

8

1

149,032

2

183

60

Kike B.

89/90

2006/07

3

9

12

7

147,400

5

397

61

Benegas J.Mª.

53/54

66/67

6

4

10

146,734

6

261

62

Ric. Zamora (hijo)

51/52

65/66

6

4

10

1

146,709

7

273

63

Rodri José

64/65

77/78

5

4

9

146,363

2

282

64

Izcoa

69/70

80/81

5

5

10

145,679

2

294

65

Kameni

2004/05

2015/16

7

 

7

3

144,711

2

270

66

Martínez Palomar

59/60

74/75

5

3

8

144,210

3

259

67

Toño Rdgez

2003/04

2015/16

7

2

9

4

143,105

5

296

68

Roberto Fdez.

2002/03

2014/15

4

6

10

2

142,766

3

356

69

Emilio Isierte

85/86

97/98

5

4

9

1

141,283

4

306

70

Paco Ruiz

70/71

85/86

3

5

8

141,050

2

301

71

Roberto Sant.

86/87

94/95

7

1

8

1

140,822

1

271

72

Bilbao V.

57/58

74/75

1

10

11

140,640

5

368

73

Betancort A.

56/57

72/73

6

1

7

2

140,307

3

218

74

Deusto

67/68

78/79

7

 

7

1

140,081

3

222

75

Lopetegui

85/86

2001/02

3

5

8

1

139,806

6

316

76

Ñito

60/61

74/75

5

3

8

1

139,760

5

250

77

Velasco Juan

43/44

58/59

6

1

7

1

139,382

2

193

78

López Vallejo

93/94

2009/10

3

6

9

1

139,044

4

336

79

Otero J.I.

52/53

65/66

5

5

10

1

137,190

3

261

80

Castell J.

74/75

88/89

1

10

11

137,081

5

361

81

Cobo J.Mª.

56/57

69/70

4

4

8

136,523

5

256

82

Bravo C.

2006/07

2015/16

6

2

8

1

134,148

2

266

83

Artola P.

70/71

83/84

6

 

6

133,041

2

215

84

Alarcia

62/63

74/75

4

4

8

132,397

5

245

85

Viti G.

79/80

93/94

5

3

8

2

132,143

1

288

86

Jaro P.

83/84

97/98

6

 

6

1

130,565

5

243

87

Santamaría J.J.

71/72

80/81

3

4

7

1

125,536

3

280

88

Rodri Roberto

64/65

75/76

6

1

7

125,184

4

206

89

Moyà

2004/05

2014/15

6

 

6

2

124,656

4

231

90

Blasco G.

28/29

35/36

8

 

8

5

124,433

1

113

91

Saso

46/47

57/58

6

 

6

124,385

2

170

92

Molina Miguel Á.

62/63

76/77

2

8

10

3

124,055

4

303

93

Diego López R.

2005/06

2013/14

6

 

6

1

3

123,711

3

232

94

Alba P.

77/78

88/89

4

4

8

122,596

1

261

95

Nogués J.J.

30/31

41/42

7

 

7

1

122,143

1

115

96

Emilio Esteban

68/69

79/80

4

3

7

121,290

3

237

97

Rdo Zamora (pad.)

28/29

35/36

7

 

7

46

121,120

2

108

98

Willy D.

2004/05

2013/14

4

5

9

5

120,825

2

302

99

Diego Alves

2007/08

2015/16

7

 

7

1

120,784

2

222

100

Carnevalli

73/74

78/79

6

 

6

119,823

1

194

Portero02Francisco Buyo Sánchez. Betanzos (Coruña).13.01.1958

76-79 Deportivo, 80-85 Sevilla, 86-95 Real Madrid.

Portero muy seguro y espectacular ha sido el jugador que más partidos ha jugado en la Liga en 1ª y 2ª Divisiones con 664 partidos de titular.

Portero03Andoni Zubizarreta Urreta. Vitoria. 23.10.1961

81-85 Athletic, 86-93 Barcelona, 94-97 Valencia.

Portero sobrio, muy seguro, sereno, con anticipación a la jugada, le faltaba algo de agilidad y le sobraba conformismo. Es el jugador que más partidos ha jugado de titular en la 1ª División.

Portero04José Ramón Esnaola Larburu. Andoain (Guipúzcoa). 30.06.1946

65-72 Real Sociedad, 73-84 Betis.

Mítico portero del Betis, serio y flemático, valiente que transmitía seguridad,  un auténtico parapenaltis. Se desligó de la Real Sociedad para permitir que los jóvenes porteros del equipo siguieran evolucionando.

Portero05José Ángel Iríbar Cortajarena. Zarautz (Guipúzcoa). 01.03.1943

61-62 Basconia, 62-79 Athletic.

 “El Txopo”, legendario portero, dominaba el espacio, medía con la mirada la distancia de peligro, mantenía la calma en los momentos difíciles, sabía volar, interceptar y caer con sutileza con el balón. Ha sido un mito.

Portero06Carmelo Cedrún Ochandategui. Amorebieta-Etxano (Vizcaya). 06.12.1930

50-63 Athletic, 64-66 Espanyol.

Portero de garantía, seguro, dominador del juego aéreo, muy práctico en las paradas de penaltis.

Portero07Ignacio Eizaguirre Arregui. Donostia.07.11.1920

41-49 Valencia, 50-55 Real Sociedad, 56-59 Osasuna.

Guardameta completo, tenía estatura, era atlético, decisión, reflejos y espectacular. En los momentos decisivos no controlaba sus nervios.

Portero08Iker Casillas Fernández. Madrid.20.05.1981

99-14 Real Madrid.

Portero rápido de reflejos, con gran potencia en sus piernas y muy ágil en el uno contra uno, realiza paradas espectaculares. Además es enérgico y líder. Es el jugador que más partidos ha jugado con la Selección española.

Portero09Manuel Pazos González Cambados (Pontevedra) 17.03.1930

51-52 Celta, 53-54 Real Madrid, 54-55 Hércules, 55-61 Atlético Madrid, 62-68 Elche.

Muy ágil, hábil y espectacular.

Portero10José Santiago Cañizares Ruiz. Madrid 18.12.1969.

89-90 Castilla, 90-91 Elche, 91-92 Mérida, 92-93 Celta, 94-97 Real Madrid,

98-07 Valencia.

Portero ágil, valiente y con buena elevación aérea, aunque no siempre sabía medir las salidas. Cuando el gol es inevitable, produce cierta impresión de estatismo. Su visión panorámica a menudo confería el primer pase al contragolpe.

Portero11José María Busto Llano. Portugalete (Vizcaya). 12.11.1923

42-57 Sevilla.

Portero de extraordinarios reflejos, muy sobrio y seguro, excelente en sus salidas, dominaba las situaciones mano a mano, aportaba tranquilidad al equipo.

Portero12Luis Miguel Arconada Echarri. Portugalete (Vizcaya) 12.11.1923

75-88 Real Sociedad.

Ágil con velocidad de colocación, buenos reflejos, dotes de mando y valiente.

Portero13Jesús Antonio Castro González. Oviedo. 23.01.1951.

67-83 Sporting.

Portero muy regular en el Sporting, hermano de Quini, murió ahogado para salvar a dos niños.

Portero14José Francisco Molina Jiménez. Valencia. 08.08.1970.

93-94 Villarreal, 94-95 Albacete, 95-99 Atlético Madrid, 00-05 Deportivo, 06-07 Levante.

Portero que se prodigaba en sus continuas y acertadas salidas, jugando el balón con los pies. Su sobriedad, su visión del juego y su personalidad han imprimido carácter a sus equipos. Muy seguro en tiros de media distancia y balones aéreos.

Portero15Antonio Prats Cervera. Capdepera (Baleares). 09.09.1971.

92-94 Mallorca, 95-96 Celta, 96-04 Betis, 05-06 Mallorca, 07-08 Hércules.

Guardameta seguro, era potente por lo que se impulsaba con facilidad, disponía de buena pegada y juego de campo con su pierna derecha, especialista en los golpes francos.

Portero16Juan Carlos Ablanedo Iglesias “Ablanedo II”. Mieres (Asturias). 02.09.1963.

83-98 Sporting.

Portero pequeño que ha conseguido tres trofeos zamoras y ha tenido algunas lesiones importantes. Era rápido, ágil y con buenos reflejos.

Portero17Carlos Alberto Fenoy MuguerzaBuenos Aires (Argentina). 15.10.1948.

75-79 Celta, 80-87 Valladolid.

Portero de mucho carácter, con reflejos y excelente en el mano a mano, lanzador de penaltis.

Portero18Víctor Valdés Arribas. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona). 14.01.1982.

02-13 Barcelona.

Portero muy ágil, con muy buenas condiciones físicas. Domina el juego aéreo y el uno contra uno, tiene capacidad de mando. También juega con los pies. Posee cinco trofeos Zamora.

Portero19César Sánchez Domínguez. Coria (Cáceres). 02.09.1971

1993-99 Valladolid, 2000-2004 Real Madrid, 2005-07 Zaragoza, 2008-2010 Valencia, 2011-12 Villarreal.

César Sánchez, “el coyote”, portero que ha militado en los equipos de la Liga siempre en la 1ª División, desde su debut en la temporada tras suplir al meta croata del Valladolid Ravnic ante el Barcelona, continuó su periplo por los equipos del Real Madrid con pocos partidos por la competencia de Iker Casillas, Zaragoza, Valencia y Villarreal, en donde en la temporada 2011-12 con el equipo del submarino amarillo fue el jugador de más edad en la competición de la Liga. Se le ha caracterizado en su actividad deportiva por su enorme ilusión, su predisposición al trabajo constante, como si fuese un crío.

Portero20José Casas Gris “Pepín”. Valencia. 16.11.1931

51-52 Alicante, 51-59 Las Palmas, 1960-64 Betis, 1965-67 Las Palmas

Dominio del área, mando sobre los compañeros de la zaga, ágil, buenos reflejos y espectacular en los balones bloqueados.

Portero21Antonio Ramallets Simón. Barcelona. 04.07.1924.

48-60 Barcelona.

Portero que no usaba guantes, destacaba por su velocidad,  inteligencia y reflejos.

Portero22Esteban Andrés Suárez. Avilés (Asturias). 27.06.1975

97-01 Oviedo, 02-03 Atlético Madrid, 03-04 Sevilla, 05-07 Celta, 08-13 Almería U.D.,

15-16 Oviedo.

Seguro con confianza, buena colocación y excelentes reflejos, bueno por alto y rápido saliendo a los pies del contrario.

Portero23Miguel Reina Santos. Córdoba. 24.01.1946

64-65 Córdoba, 66-72 Barcelona, 73-79 Atlético Madrid.

Elástico, anticipación y supremacía en el área.

Portero24Alberto López Fernández. Irún (Guipúzcoa). 20.05.1969

92-05 Real Sociedad, 06-07 Valladolid.

Portero regular, fiable, con tesón y ambición.

Portero25Leonardo Noeren Franco. San Nicolás-Buenos Aires (Argentina). 20.05.1920

98-99 Mallorca B, 99-03 Mallorca, 04-08 Atlético Madrid, 10-13 Zaragoza, 15-16 Huesca.

Velocidad de reacción, seguro, con buena técnica, concentración, muy bien en los balones por alto.

Portero26Andoni Cedrún Ibarra. Durango (Vizcaya). 05.06.1960

80-81 Athletic, 83-84 Cádiz, 84-94 Zaragoza, 96-97 Logroñés.

Hijo del guardameta Carmelo Cedrún, con gran envergadura, gran manejo del juego por alto, de buenos reflejos y colocación.

Portero27Francisco Javier González Urruticoechea. Donostia (Guipúzcoa). 17.02.1952

73-75 Real Sociedad, 77-80 Espanyol, 81-85 Barcelona.

Ágil, espectacular, seguridad, reflejos, valentía y capacidad de liderazgo.

Portero28José María Ceballos Vega. Pámames-Liérganes (Cantabria). 07.09.1968

89-02 Racing Santander.

Muy ágil, muy regular, seguro.

Portero29Juan Acuña Naya. A Coruña. 14.02.1923

41-53 Deportivo, 54-55 Juvenil.

Buena colocación, buen despeje de puños, valiente en las salidas.

Portero30Juan Miguel García Inglés “Juanmi”. Cartagena (Murcia). 09.03.1971

87-88 Cartagena, 91-92 Real Madrid B, 93-01 Zaragoza, 02-03 Deportivo, 03-06 Murcia, 07-08 Gimnàstic.

Ágil, seguro y con confianza.

Portero31Thomas N’Kono. Dizangué (Camerún). 20.07.1956

82-89 Espanyol, 91-92 Sabadell.

Muy ágil de buenos reflejos, muy tranquilo, de buena colocación




Oiga, que él no tuvo la culpa.

Jugar un Mundial de fútbol es para elegidos, pero disputar cinco consecutivos significa entrar directamente en su historia. Este honor únicamente lo han logrado hasta ahora dos jugadores, uno de ellos,  Antonio Félix Carbajal Rodríguez, portero de la Selección Nacional de México.

Carbajal, conocido en el mundo del fútbol como “Tota” cuyo apodo le viene de su infancia cuando no podía todavía pronunciar Toño y acertaba a decir “Tota”, o “Cinco Copas”, por razones evidentes, nació en León (México) el 7 de junio de 1929.

En sus primeros tiempos de aficionado al fútbol, siendo niño, nuestro protagonista jugaba de delantero, si bien, el fallecimiento de un hermano, atropellado en la calle, motivó que su padre le prohibiera jugar al fútbol. Por ello, Carbajal trataba de jugar de portero haciendo de marco la puerta de su casa con lo cual cuando su padre aparecía por allí, él podía disimular haciendo como que contemplaba el partido de los amigos como un espectador.

Carbajal01Se formó en los equipos inferiores del Oviedo, que era un club de raíz española que estaba ubicado en la capital federal, pasando posteriormente al Real Club de España donde coincidió con Gaspar Rubio, que había sido delantero del Real Madrid. Más tarde fichó por el Club León donde estuvo jugando hasta su retirada de los campos de juego pasando a ser entrenador del mismo.

Pronto fue seleccionado para disputar la Olimpiada de Londres celebrada en 1948, aunque el único partido que disputó México trajo como consecuencia su eliminación al perder con Corea por 5 a 3 el dos de agosto de 1948. Carbajal fue suplente, actuando como titular su compañero Quintero.

Como decíamos al principio, Carbajal es protagonista por derecho propio por disputar cinco Mundiales, es decir, competir al máximo nivel durante la friolera de 20 años. Únicamente, otro jugador ha disputado tal número de Mundiales: Lothar Matthaeus (Alemania) en 1982, 1986, 1990, 1994 y 1998, jugando partidos en cada uno de ellos.

Pero lo particular de nuestro invitado es que en los Campeonatos Mundiales en los que participó (1950, 1954, 1958, 1962 y 1966), jugó 11 partidos y únicamente su selección ganó uno de ellos. Se ha leído muchas veces, como curioso dato de los Mundiales, que Carbajal ha pasado a la historia por esta circunstancia, pero hay que afirmar que él no jugaba solo, por lo que estimamos que no puede atribuírsele tal cúmulo de adversidades dado que, es obvio, actuaban otros diez compañeros con él.

Para el Mundial de Brasil de 1950 fue seleccionado para actuar como arquero titular. México disputó estos encuentros:

El 24 de junio, derrota ante Brasil por 0 a 4. Fue el partido inaugural del Campeonato, pero no hubo color en el desarrollo del mismo. En Maracaná (Río de Janeiro) Brasil pasó por encima de México. Carbajal recibió dos goles de Ademir (que luego sería el máximo goleador de la competición), Jair y Baltazar.

Cuatro días más tarde, de nuevo derrota ante Yugoslavia por 4 -1; y el dos de julio, el tercer partido perdido, esta vez, ante Suiza por 2 -1.

En 1954, México logra clasificarse nuevamente para disputar la Copa del Mundo que se celebra en Suiza, debutando ante Brasil el 16 de junio. Pinga, con dos goles, Baltazar, Didí y Julinho redondean una derrota por 5 a 0, aunque esta vez el portero mexicano fue Mota.

Tres días después, ante Francia, Carbajal sí actúa. Después de ir perdiendo por dos a cero, logran empatar a dos en el minuto 85 de juego, pero Kopa, en el minuto 88, de penalti señalado por el árbitro español Asensi, logra la victoria para los galos.

En 1958 el Mundial se celebra en Suecia. El primer encuentro lo disputan ante los anfitriones el 8 de junio. Otra vez se trata del partido inaugural. Carbajal va a disputar su tercer mundial consecutivo, ya como capitán de su selección. Suecia contaba con un extraordinario plantel en sus filas: Hamrin, Liedholm, Gren, Skoglund y Simonsson. Éste último, más tarde se convertiría en jugador del Real Madrid, aunque sólo disputó tres partidos de Liga marcando un gol. El resultado, nuevamente, es de derrota, esta vez, por 3 a 0.

El segundo encuentro que disputa México, por fin, se logra un empate a un gol ante la selección de Gales. La selección galesa fue ganando el partido desde el minuto 32, empatado los mexicanos en el último minuto del encuentro por obra del extremo derecho Belmonte.

Y de nuevo, el 15 de junio, se produce otra derrota más, esta vez ante Hungría por 4 goles a 0, y eso que la potente selección húngara estaba ya muy devaluada por las fugas de sus mejores jugadores a países de Europa occidental.

Como si de una maldición se tratara, en el siguiente Mundial celebrado en Chile en 1962, se debuta otra vez ante Brasil, vigente campeón del Mundial anterior. Y nueva derrota, esta vez por 2 a 0, con goles de Zagalo y Pelé.

En su segundo partido, ante España, en encuentro celebrado el 3 de junio, Carbajal se llevaría un gran disgusto. Faltaban treinta segundos para finalizar el encuentro cuando Peiró marcó el gol del triunfo. La imagen de Carbajal llorando junto al poste de su portería todavía se recuerda. Los datos de aquel encuentro fueron:

En el Estadio de Sasualito, de Viña del Mar, a las órdenes del árbitro Branko Tesanic (Yugoslavia), los equipos nacionales formaron así:

España: Carmelo; Rodri, Santamaría, Gracia; Vergés, Pachín; Del Sol, Peiró, Puskas, Luis Suárez y Gento (capitán). Por parte de Méjico actuaron Carbajal (capitán); Del Muro, Sepúlveda, Jáuregui; Cárdenas, Nájera; Del Águila, Reyes, H. Hernández, Jasso y Díaz.

Carbajal02El último partido del Mundial de 1962 lo disputaron ante Checoslovaquia. Por fin se consiguió la primera victoria en una Copa del Mundo para México y para Carbajal. Se ganó a los checos por tres goles a uno. Checoslovaquia quedaría subcampeona del Mundo al perder por 1 a 3 en la Final disputada ante Brasil.

Llegamos al Mundial de Inglaterra de 1966. Carbajal va convocado con su selección pero como suplente de Calderón. Se comienza empatando a un gol ante Francia el 13 de julio. Esperanzador, si bien Carbajal no disputa este encuentro ni el siguiente ante Inglaterra donde México vuelve a perder por 2 a 0, con goles de Bobby Charlton y Hurts. Como saben, Inglaterra ganó este Mundial en una polémica final ante la República Federal de Alemania.

Y el 19 de julio, Carbajal, ya con 37 años, debuta en su quinto y último Mundial ante Uruguay en el estadio de Wembley. Ya sin ninguna posibilidad de clasificación para la siguiente fase, el resultado fue de empate a cero. Carbajal logró mantener su portería imbatida.

Carbajal debutó en un Mundial en Maracaná y se despidió en Wembley. No habrá muchos que puedan decir lo mismo.

Carbajal era un portero supersticioso. Una de sus manías la tuvo con la camiseta interior con la que disputaba los partidos, no con el jersey del equipo. Siempre jugaba con la misma camiseta. Obviamente, su color inicial esmeralda, fue pasando con el tiempo por una amplia gama difuminada de colores…Se cuenta que también al salir al terreno de juego, iba botando un balón desde el vestuario hasta el centro del campo y desde allí hasta la portería que tenía que defender. Al llegar allí, golpeaba el poste cinco veces, saltaba cinco veces al larguero, y daba  otros cinco golpes al poste contrario. Después exclamaba “¡Que empiece el partido!”. Otra más, debajo de las medias llevaba otras dos, una de color negro y otro de color blanco.

Carbajal, en sus 5 Mundiales, jugó 11 partidos, con un total de 1 victoria, 2 empates y 8 derrotas, recibiendo 25 goles. Como ya hemos indicado, la culpa no fue sólo suya, tenía otros diez compañeros sobre el terreno de juego.

De todas maneras, ante este – se puede decir – deficitario balance, cuántos quisieran poseer tal curriculum mundialista.

Fue elegido como el mejor portero de la CONCACAF del siglo XX, y distinguido con la Orden al Mérito del Centenario F.I.F.A..

Carbajal, ahí queda eso.




Betancort, portero de fútbol.

Es una frase sencilla, corta. Betancort, portero de fútbol. Sólo cuatro palabras. Pero ¡qué grande! ¡Betancort! su estrella ya está en el cielo desde el pasado 15 de marzo; seguro que allí, en lo Alto, habrá sido recibido con todos los honores y con todas las puertas abiertas, de par en par.

 Su hija Yela anunció la triste noticia. Seguro que sabe mejor que nadie lo que significó su padre para los que tuvieron la suerte de tenerlo cerca; ella, por ejemplo, o cualquier persona a quien ya le falte la figura paterna, sabemos que la tarea de ser padre o madre no es fácil, pero eso no se llega a conocer, hasta que no se es padre o madre; se podrá entender entonces que se tarde mucho en comenzar a valorar justamente lo que los padres han hecho por nosotros. Con los años se va comprendiendo totalmente. Tener gratitud es sentir que has recibido algo que sabes que no podrás pagar nunca. En el caso de nuestros padres, eso se siente desde el corazón: su tiempo, su ejemplo, su paciencia…tantas cosas vividas que, los recuerdos, ahora, se ponen de pie, como decía mi padre.

Betancort01Don Antonio seguirá disfrutando del fútbol con los dos equipos del alma a los que perteneció  a largo de su vida deportiva, la U.D. de Las Palmas y el Real Madrid, que ahora se lo disputarán. No hay que temer nada, estoy seguro de que tuvo muchos amigos y allí estarán arropándolo para que no se sienta solo.

El firmante de este artículo, que ya va peinando canas, recuerda a este magnífico portero entre sus brumas infantiles más tiernas. En los años 60 y 70, para todos los niños de entonces, Betancort nos cautivó de pleno.

Coleccionábamos los álbumes de fútbol, cuyos cromos debíamos pegar ayudándonos de unos recipientes de “pelikan” al que había que añadir una poquita agua para que, una vez, mínimamente disuelto el pegamento, nos sirviera para incluir con admiración a nuestros ídolos en el libro de la Liga. Cuando el álbum estaba completo, a causa del pegamento, su grosor había aumentado tres o cuatro veces. Abríamos con asombro e inquietud los sobres que vendían en los quioscos, y la alegría era inmensa cuando aparecía ante nosotros la figura de algún jugador de nuestro equipo favorito. Con Betancort pasaba así ¡ nos había salido Betancort !

Betancort02Desde luego, en la escuela, memorizar los afluentes de cualquier río nos traía por la calle de la amargura, pero sabernos la alineación del Real Madrid, eso seguro que no nos costaba ningún trabajo. No tenía ninguna dificultad ¡ caramba !. Es más, algunos amigos, hasta se sabían el peso y la altura ¡ qué barbaridad !…

La alineación de los madrileños se comenzaba a recitar por Betancort. ¿Quién no recuerda a Betancort, Calpe, De Felipe, Sanchís, Pirri, Zoco…? Además, se les nombraba con el ritmo preciso, con sus intervalos protocolarios: Betancort…; Calpe, De Felipe, Sanchis…; Pirri, Zoco… ;  Eso permanece grabado en lo más hondo de nuestra memoria. Han pasado ya muchos años, los ríos supongo que seguirán su curso, pero aquellas alineaciones siguen ahí, al acecho, esperando que las repitamos una vez más…

El Sr. Betancort Barrera, D. Antonio Rodrigo, había nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 13 de marzo de 1937. Dos días después de su cumpleaños, en este año 2015, se nos ha ido. Dicen que siempre se van los mejores…en este caso, es así, sin duda.

Con edad juvenil, después de iniciarse en el Unión Grupo, ingresó en el club de Las Palmas (juvenil), ascendiendo después al primer equipo donde se mantuvo desde 1955 hasta 1961. Su debut en Liga con el equipo amarillo se produjo el 3 de febrero de 1957, en la jornada nº 21 de aquella liga, empatando a dos goles ante el Español, en partido celebrado en Sarriá. Por entonces, Betancort era el portero suplente, a la sombra del titular Pepín, así como de otro portero, Castellanos.

Después de fichar por el Real Madrid en 1961, aquella temporada 61-62 se la pasó en blanco (en el club madrileño estaban en nómina Araquistáin, Vicente, Domínguez, Fermín y Bagur); después de una cesión al Deportivo de La Coruña, en 1963 regresó a Chamartín para permanecer hasta 1971, llegando a ser uno de los jugadores más emblemáticos de la historia del Real Madrid.

Durante ese periodo de años, con sus característicos jersey y pantalón negros,  disputó 129 partidos de Liga, 21 de Copa, 24 de Copa de Europa, uno en Recopa, así como dos encuentros de Copa Intercontinental.

Debutó en Copa de Europa el 23 de septiembre de 1964 en partido jugado contra el Odense danés, con victoria del Real Madrid por 2 goles a 5 (Gento –tres- , Grosso y Puskas). Aquel día la alineación madridista fue la compuesta por Betancort, Miera, Santamaría, Pachín, Müller, Zoco, Amancio, Félix Ruiz, Grosso, Puskas y Gento.

Fue Campeón de Liga en 6 ocasiones, 2 de la Copa de España (si bien en la final de 1962 el portero titular contra el Sevilla fue Araquistáin, y en la de 1970 fue Junquera contra el Valencia).

Igualmente, fue ganador del Trofeo Zamora en 1965 y 1967.

Betancort03También fue Campeón de la Copa de Europa de 1966. Betancort era el portero titular en el torneo europeo. Había jugado las eliminatorias contra el Feyenoord, Kilmarnock y Anderlecht. Pero el 13 de abril de 1966 en el encuentro de ida de la semifinal contra el Inter de Milán, Betancort se lesionó, aunque logró aguantar todo el encuentro (entonces no estaba permitido la sustitución de los porteros) y mantener la portería de su equipo a cero; ganó el equipo merengue por 1 a cero con gol de Pirri a los doce minutos. El partido de vuelta ya no pudo jugarlo (el Real Madrid empató a un gol) ni –lo más triste- la Final contra el Partizán de Belgrado cuando se ganó la 6ª Copa de Europa.  Aquel equipo, recordarán, fue “bautizado” como el Real Madrid de los “yeyé”. Esta expresión se relacionaba por entonces con la juventud que era partidaria de la revolución musical y cultural que llegaba a España desde Inglaterra. Parece ser que al presidente, Bernabéu, esta expresión no le pareció tan rechazable como hubiera podido pensarse, pues al fin y al cabo, se había ganado la Copa de Europa y eso frenaba otras expresiones…

Una de las actuaciones más destacadas de Betancort en Copa de Europa, según dicen mis papeles, se produjo nada menos que Old Trafford, en partido de ida jugado el 24 de abril de 1968. Esa noche, paró todo lo que llegaba a las inmediaciones de su portería; tan solo pudo claudicar con el gol de la victoria del Manchester United materializado por George Best.

Posteriormente, regresó a la Unión Deportiva de Las Palmas donde permaneció, hasta retirarse, disputando las temporadas 1971-72 y 1972-73. Más tarde, fue secretario técnico del equipo de su tierra, siendo principal artífice de los fichajes de Brindisi, Carnevali y Morete, entre otros.

Con la Selección española, Betancort disputó dos encuentros:

27 de octubre de 1965: España 4 – 1 Irlanda (Eire).

10 de noviembre de 1965: España 1 – 0 Irlanda (Eire).

El primer encuentro se celebró en Sevilla, en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Se disputaba el partido de vuelta de la eliminatoria de clasificación para la VIII Copa del Mundo de Inglaterra de 1966. Con José Villalonga como seleccionador, España ganó con goles de Pereda (39’, 43’ y 67’) y Lapetra (73’) anotando por parte irlandesa Mc Evoy a los 27 minutos. Fue el encuentro número 155 de España y Betancort fue el debutante nº 322 con la selección española.

La alineación de España fue: Betancort; Rivilla, Olivella (capitán), Reija; Glaría IV, Zoco; Ufarte, Pereda, Marcelino, Suárez y Lapetra.

Betancort04El segundo partido de Betancort se disputó en París, en el estadio Parque de los Príncipes. El motivo del mismo era el encuentro de desempate para la clasificación del Mundial de 1966. España volvió a ganar, esta vez por 0 a 1, con gol de Ufarte a los 82 minutos. La alineación que presentó España fue la misma que en el partido de Sevilla.

Hay que indicar también que nuestro portero fue suplente con España en otras 11 ocasiones:

5 de mayo de 1965: Irlanda 1 – 0 España.

8 de mayo de 1965: Escocia 0 – 0 España.

8 de diciembre de 1965: España 0 – 2 Inglaterra.

23 de junio de 1966: España 1- 1 Uruguay.

13 de julio de 1966: Argentina 2 -1 España. (Campeonato del Mundo).

15 de julio de 1966: Suiza 1 – 2 España (Campeonato del Mundo).

20 de julio de 1966: Alemania Federal 2 – 1 España (Campeonato del Mundo).

25 de mayo de 1967: Inglaterra 2 -0 España.

31 de mayo de 1967: España 2 -0 Turquía.

3 de abril de 1968: Inglaterra 1- 0 España.

11 de diciembre de 1968: España 1 – 1 Bélgica.

Antonio Betancort fue apodado “siete manos”. Fue un portero sobrio, corpulento y de extraordinarios reflejos al que rendimos sincero y emocionado homenaje desde las páginas de Cuadernos de Fútbol de nuestra Asociación.

Betancort, portero de fútbol. Sólo cuatro palabras. Pero ¡ qué grande !.

Hasta siempre. Gracias, portero.




Ramón Llorens, un hombre de la casa (1950)

RamonLlorens01En el protocolo del fútbol profesional, establecido ya hace bastantes décadas, la destitución, cese o dimisión de un entrenador en plena campaña acostumbra ser seguida por el nombramiento de un técnico-puente, hasta que un nuevo responsable es entronizado en el banquillo, con la esperanza de que la situación de crisis se reconduzca de manera positiva, regresen los buenos resultados y el equipo remonte puestos en la clasificación. No siempre se produce esa situación, claro está, y a veces los clubes ya tienen una nueva bala preparada en la recámara para ser disparada, y el relevo se produce de forma automática,  pero es bastante habitual que durante una o incluso varias semanas se mantenga dicha interinidad, y todas las partes implicadas sean conscientes de ello, así como de que tampoco se pueden esperar milagros, sino lo que en términos taurinos se conoce como «una faena de aliño»         En la larga historia del Barça esa circunstancia ha ocurrido en varias ocasiones, una de ellas a mediados de la temporada 1949-50, cuando el uruguayo Enrique Fernández, a cuyas órdenes el club había conquistado las ligas 47-48 y 48-49, así como la primera edición de la «Copa Latina», disputada en 1949, va a soltar las riendas del equipo, debido a los malos resultados y a una serie de puntuales desencuentros con sectores de la afición, la prensa y el propio club (se hablaba de enfrentamientos con varios destacados jugadores de la plantilla, y también con el secretario técnico Josep Samitier, predecesor suyo en el banquillo) Tras la decimoséptima jornada, y dos dolorosas derrotas consecutivas ante Real Madrid y Sevilla, Fernández va a presentar la dimisión, y la Junta Directiva presidida por Agustí Montal i Galobart nombrará en su lugar a Ramón Llorens, antiguo guardameta azulgrana y que entonces se hallaba al frente del equipo de Aficionados, desempeñando una magnífica labor y promocionando excelentes jugadores para la primera plantilla.

PEQUEÑO GRAN PORTERO

Ramón Llorens i Pujadas había nacido en la misma Barcelona, concretamente en el barrio del Poble Sec, en las faldas de la montaña de Montjuich -al igual que lo harían el futuro capitán del Barça y la Selección Española Ferrán Olivella, y el famoso cantautor Joan Manuel Serrat -, el Día de Todos los Santos de 1906. Había ingresado en el club a edad temprana, forjándose en sus categorías inferiores en la posición de portero. A despecho de su escasa estatura, demostró pronto tener grandes cualidades para el puesto. En los años 20 no era tan habitual como hoy en día que los arqueros poseyeran una aventajada estatura, pero ya en el Barça de dicha década actuaban dos míticos guardametas de considerable talla y envergadura, el catalán Ricardo Zamora y el húngaro Frantz Platko. Llorens, para destacar, demostraba cualidades tales como agilidad, reflejos, decisión y valentía. Su debut en la meta azulgrana va a producirse en un partido amistoso celebrado en «Les Corts» el 9 de mayo de 1926, con el Daring de Bruselas como rival. Perdieron los catalanes por 1 a 2, y esta fue su alineación: Llorens; Coma, Borrás; Elías, Ollé, Peiró; Vinyals, Scarone, Casanovas, García y Parera. Se trataba de un equipo cuajado de suplentes, pero en el que llamaba la atención la presencia del gran jugador uruguayo Héctor Scarone, futuro Campeón del Mundo con «la Celeste» en 1930, y que entonces había sido fichado por el Barça, aunque no rindió lo que se esperaba de él, pues nunca llegó a integrarse en el equipo, y abandonaría pronto la disciplina barcelonista.

En las campañas 26-27 y 27-28 el joven Llorens iría entrando poco a poco en la dinámica del equipo, jugando ya con cierta asiduidad. Su momento de gloria llegaría en el Campeonato de España de 1928, en la final disputada en los Campos de Sport de El Sardinero, en Santander, frente a la Real Sociedad de San Sebastián. Una final que va a durar más de un mes, 40 días para ser exactos, pues necesitó de tres encuentros para arrojar un vencedor. El primer partido, celebrado el 20 de mayo, ante unos 18.000 espectadores y bajo una lluvia típicamente norteña, se caracterizará por una gran dureza, siendo incluso calificado de «violento» por la prensa de la época. La primera parte terminó sin goles, y en la reanudación se adelantó el Barça, al marcar Samitier en el minuto 53, empatando los donostiarras cuando faltaban ya pocos minutos para concluir el encuentro, por mediación de Mariscal, en el minuto 83. Fue una auténtica batalla campal, dejando varias bajas en el bando catalán, entre ellas la del guardameta magiar Platko, herido en la cabeza, circunstancia que inspiró el famoso poema de Rafael Alberti, presente en el campo, la «Oda a Platko», en la que, entre otras cosas, se refiere al arquero blaugrana llamándole «oso rubio de Hungría». La lesión le incapacitará para jugar el encuentro de desempate, 48 horas después y en el mismo escenario, y allí va a tener Llorens  su gran oportunidad .

El segundo encuentro, disputado ya con buen tiempo, aunque soplara algo de viento,  va a ser también muy duro, expulsando el árbitro, el mítico Pedro Escartín, al azulgrana Guzmán y al blanquiazul Cholín. Nuestro hombre tan sólo va a encajar un gol, el conseguido por el realista Kiriki en el minuto 32, igualando la contienda Piera en el 69. La nueva igualada obligó a celebrar un tercer partido, de nuevo  en idéntico  escenario, aunque bastantes días más tarde, el 29 de junio de 1928, ya entrado el verano. Tarde soleada y casi lleno (17.000 espectadores), y en esta ocasión  el Barça va a imponerse con cierta claridad, por 3 goles a 1 – resultado con el que se llegó al descanso – , marcados por Samitier (minuto 8), Arocha (minuto 21) y Sastre (minuto 25), mientras que Zaldúa hacía el tanto vasco, que fue el de la momentánea igualada, a los 16 minutos. El partido ya discurrió por cauces más deportivos, aunque el colegiado, señor Pablo Saracho, tuvo que expulsar del terreno de juego a Carulla y a Mariscal por mutua agresión. Así formaron los campeones, que lo fueron por octava vez en su historia, conquistando su primer trofeo en propiedad: Llorens; Walter. Más; Guzmán, Castillo, Carulla; Piera, Sastre, Samitier (capitán), Arocha y Sagi-Barba

El pequeño guardameta barcelonés va a figurar en la expedición que cruzaría «el Charco», en la primera gira azulgrana por Sudamérica celebrada en ese mismo año 28, disputando varios partidos, y algunos meses después, cuando arranca el Campeonato Nacional de Liga, en febrero de 1929, se sentará en el banquillo, aunque no llega a jugar un solo encuentro. Platko primero, y más tarde Nogués, van a cerrarle el acceso a la portería, pero siempre que eran reclamados sus servicios, cumplía como los buenos. En la Liga 30-31, sin embargo, le tocó ser protagonista de la más dura derrota cosechada por el Barça en toda la historia del Torneo de la Regularidad, 12 a 1 en San Mamés ante el Athletic de Bilbao, el 8 de febrero de 1931. Se habló entonces de «huelga de piernas caídas» por parte de los jugadores, deseosos ya de cobrar más dinero en aquellos primeros compases del profesionalismo, pero si hubo algo así, el propio Llorens lo desconocía. El caso es que por primera vez en la Liga un equipo subía dos guarismos al marcador,, con nada menos que siete tantos obra del rojiblanco Bata,  y esta fue la alineación damnificada: Llorens; Zabalo, Portas; Martí, Roig, Castillo; Piera Goiburu (el autor del «gol del honor» azulgrana), Sastre, Arnau y Parera. En 1933, empero, va a causar baja en el club, tras recibir la carta de libertad, pero pronto retornará a él en calidad de jugador «amateur» (en el más genuino sentido del término), sin cobrar un céntimo y como suplente del internacional Nogués, manteniéndose ahí hasta 1936. Su último partido oficial lo jugará el 8 de diciembre de 1935, precisamente en los viejos «Campos de Sport de El Sardinero», escenario de sus momentos de gloria, y ante el Racing de Santander, que derrotó claramente por 4 goles 0 a un Barça que aquel día formó con él en la puerta, más Areso, Zabalo, Raich, Balmanya, Berkessy, Ventolrá, Bardina, Escolá, Enrique Fernández y Pagés. En total, en esas once temporadas, va a disputar 108 partidos.

Cuando estalla la Guerra Civil, colaborar como asesor deportivo con el Comité de Trabajadores que se hace cargo del club tras la trágica muerte del presidente Josep Sunyol en el frente de Guadarrama, fusilado por las fuerzas sublevadas contra el gobierno del Frente Popular, y para evitar que la CNT confisque la entidad. Pero no se va a contentar con dar buenos consejos, sino que volverá a calzarse los guantes de nuevo a partir de 1937. No toma parte en la famosa gira por México y Nueva York, cuyos beneficios apuntalarían la maltrecha economía barcelonista en momentos muy difíciles, pero después llegará a actuar en más de 30 encuentros, tanto de carácter amistoso como   enmarcados en algunas de las competiciones que se disputan en la zona republicana (Campeonato de Cataluña 1937-38  o Liga Catalana de 1938) . Y va a darse la circunstancia de que será herido en dos ocasiones en el curso de los bombardeos que sufre la ciudad de Barcelona por parte de la aviación fascista italiana, una vez en el vientre y la otra en el hombro, según cuentan Josep M. Solé i Sabaté y Jordi Finestres en el libro El Barça en guerra (1936-1939)

DESCUBRIDOR DE TALENTOS Y ENTRENADOR DE EMERGENCIA

Una vez finalizada nuestra contienda fratricida, Ramón Llorens va a permanecer al servicio del Barcelona, haciéndose cargo durante décadas de diversos equipos de las categorías inferiores (infantiles, juveniles, «amateur», filiales…).

Su fructífero trabajo de cantera descubrirá a numerosos jugadores que luego rendirían señalados servicios al Barça. Bajo su sabia dirección el equipo de Aficionados se proclamó Campeón de España el 21 de mayo de 1949, en «Les Corts», al derrotar al Indauchu por 3 a 2, con el siguiente once: Garriga; Roma, Biosca, Blanch; Llabaría, Pintanell; Vallés, Bosch, Aloy, Ferrer y Manchón, con dos goles de Manchón y uno de Ferrer. Muy poco después medio equipo pasaría a formar parte de la primera plantilla del Barça, y concretamente Biosca, Bosch y Manchón no tardarían en ser internacionales. Fue este un partido curioso, pues – tal como contó nuestro compañero José Ignacio Corcuera en un interesante artículo publicado aquí mismo, en el número 46 de Cuadernos de Fútbol -, el Barcelona trató de llevar la final a su propio feudo, para enmarcarla dentro de la celebración de su 50 Aniversario, y para ello ofreció compensar a su rival, la S.D. Indauchu de Bilbao, con la muy respetable suma de 100.000 pesetas de la época, algo a lo que en concreto se opusieron dos destacados miembros del equipo vizcaíno, los hermanos Rafael y Jaime Escudero -más tarde él mismo jugador del Barça-, argumentando que ese hecho contravenía flagrantemente el espíritu «amateur», y negándose ambos en consecuencia a participar en la final.

El 29 de enero de 1950 Llorens va a debutar en el banquillo como entrenador del primer equipo, contando con la ayuda en la sombra del mismísimo Pep Samitier en calidad de «asesor técnico», y formando de hecho un tándem. Y en este caso, va a cumplirse una vez más esa ley no escrita que dice que a nuevo entrenador, partido ganado. 2 a 0 en «Les Corts» al Deportivo de La Coruña, que aquella temporada figuraba en los primeros lugares de la clasificación, con goles del argentino Marcos Aurelio y el gallego Guimerans en propia meta. Formaron ese día: Ramallets; Calvet, Corró, Curta; Gonzalvo III, Gonzalvo II; Basora, Marcos Aurelio, César, Aretio y Nicolau. Sin embargo, a la semana siguiente sufre su primer revés como técnico del Barça. El Valladolid le derrota por 2 a 1 en «Zorrilla» (con gol de Seguer), aunque se trata también de un excelente cuadro blanquivioleta, que esa misma temporada llegará hasta la final de Copa – que perdería ante el Athlertic de Bilbao por 4-1 -, con un magnífico equipo en el que destacaban el guardameta Saso, los hermanos Lesmes en defensa, la línea media Ortega-Lasala, y en el ataque los internacionales Coque y Aldecoa.

Pero en el siguiente desplazamiento se resarce con un excelente resultado logrado en «Atocha» ante la Real Sociedad, 2-4, con tantos de César, Basora, Aretio y Seguer. Y al otro domingo golea al Real Oviedo en «Les Corts», 5 a 0, con un «póker» de César y el tanto restante obra de Nicolau. Aunque la irregularidad del equipo se pone de manifiesto una vez más siete días más tarde, al caer en «Mestalla» ante el Valencia por un claro 4 a 0. Y sin embargo el 5 de marzo es capaz de imponerse en Barcelona al Atlético de Madrid – que a la postre sería el campeón -, con un solitario gol del argentino Humberto Giménez. Al domingo siguiente obtiene un gris empate a cero en Málaga, antes de que el campeonato se detenga para que la Selección Española prepare y dispute la eliminatoria contra su homóloga de Portugal, valedera para la clasificación con vistas al Mundial que ese verano se celebra en Brasil, y en la que el combinado nacional conquistará plaza para un certamen en el que obtendrá un brillante cuarto puesto.

Tras más de un mes de parón, la Liga se reanuda el 16 de abril, con victoria mínima azulgrana en «Les Corts» – 2 a 1 – sobre el Celta de Vigo, otro de los equipos-revelación de la campaña, gracias a los goles de César y Navarro II, finalizando el torneo con un descafeinado «verbi» frente al Español  en «Sarriá», que termina con empate a 2 (César y Gonzalvo III). Llorens había cogido al Barça en octava posición,  con 17 puntos y un negativo, y concluye el campeonato con el equipo ocupando la quinta plaza, con 29 puntos y tres positivos.

Para la Copa del Generalísimo el Barça va a contar con un par de importantes refuerzos, el delantero del Athletic de Bilbao Jaime Escudero, y el defensa del Deportivo de La Coruña José María Martín, un jugador con inquietudes artísticas, y que pronto llegaría a internacional. El sorteo empareja a los catalanes con el Racing cántabro (a la sazón «Real» Santander), que acababa de ascender de nuevo a Primera División tras una excelente temporada, y que contaba con una delantera muy goleadora. El primer partido se celebra en «Les Corts», y el Barça se impone con claridad por 4 a 1, con goles de César y el recién llegado Escudero, ambos por partida doble. La eliminatoria parece en franquía, pero en los «Campos de Sport de El  Sardinero», la tarde del 7 de mayo de 1950, va a saltar la gran sorpresa, y los montañeses conseguirán remontar la desventaja que se traían de la Ciudad Condal, superándola con un concluyente 5 a 1, con goles de Joseíto (2), Nemes, Alsúa II y Echeveste, mientras que Navarro II, ya al filo del tiempo reglamentario, hacía el tanto del honor para los azulgranas, que en esa tarde aciaga, la última de Ramón Llorens como responsable del primer equipo, presentaron la siguiente formación: Ramallets; Calo, José María Martín, Gonzalvo II; Gonzalvo III, Seguer; Basora, Escudero, César, Aretio y Navarro II

Un mes más tarde, el Barça va a descubrir en «Sarriá», el feudo españolista, a un extraordinario jugador que militaba en un equipo de expatriados, el Hungaria, donde actuaban futbolistas huidos de varios países del otro lado del «Telón de Acero» (Hungría, Checoeslovaquia, Rumanía, Yugoslavia…) . El delantero, rubio y fornido, poseedor de una calidad y un físico extraordinarios, se llama Ladislao Kubala, y el conjunto está entrenado por su cuñado, el técnico eslovaco Ferdinand Daucik, antiguo defensa internacional. Tras un corto pero azaroso proceso de negociación, Kubala – que no obstante estaba suspendido por la FIFA, a causa de su huida de Hungría por motivos políticos – suscribe contrato con el Barça, y con él también lo hace su cuñado Daucik, que será  el nuevo inquilino del banquillo barcelonista. Llorens, disciplinadamente, retorna a sus anteriores ocupaciones. En total había dirigido al Barça durante algo menos de cuatro meses, en 11 partidos, con un balance de 6 victorias, 2  empates y 3 derrotas, con 22 goles a favor y 17 en contra, y un porcentaje de triunfos del 54,55%

El 15 de junio de 1952 recibirá en «Les Corts» un merecidísimo homenaje, en un partido en el que el Barça derrotó al Olympique de Niza por 8 a 2, con Marcel Domingo defendiendo la meta del equipo galo. A principios de los años 70 cumplirá sus Bodas de Oro al servicio del Barça, en uno u otro puesto, siempre allá donde le necesitasen. Una peña blaugrana de la localidad vallesana de Rubí, llevará su nombre, y él viajará a menudo acompañando al equipo, en unos tiempos muy diferentes a los actuales, cuando los reveses eran más frecuentes que los triunfos, claro que estos, cuando se producían,  sabían a gloria bendita. Va a fallecer en Barcelona, la ciudad que le vio nacer, el 4 de febrero de 1985, a los 78 años de edad. Algunos años antes, con motivo del 75 Aniversario del club blaugrana, había declarado cosas como las siguientes:  «A mí me ha dado el Barcelona mucho más de lo que yo le di. Yo le presté mi servicio, mi fidelidad y mi apasionamiento, pero él me ha dado la vida». Y añadiría: «el Barça no me debe nada, pero me gustaría que cuando muriera, me envolviesen en su bandera que es la mía. Me gustaría que, una vez muerto, los barcelonistas dijeran que de algo he servido en el Barça y que los jugadores, sean quienes sean, me dediquen el primer gol del siguiente partido». Palabras suficientemente elocuentes y definitorias de lo que es  amor a unos colores, y que no necesitan de ningún comentario.