La Copa Latina

Veinticinco años después[1]

En ese cuarto de siglo (1925-1950) pasaron muchas cosas en el mundo. Desde otra guerra mundial a otras muchas guerras parciales, entre las que había que contar la de España en 1936-39.

¿Cómo se retoma la idea y dónde? No lo sé. Pero voy a aventurar una conjetura que puede ser aproximada a la verdad o resultar pura ciencia – ficción.

Hay que considerar que los países centroeuropeos habían vuelto – con Italia incluida – a la vieja Copa Mitropa. Que mientras la Copa del Mundo, interrumpida desde 1938, era una ilusión para todo el fútbol mundial, que tenía los ojos puestos en Brasil, los Juegos Olímpicos habían dejado de existir, prácticamente, para el fútbol; su exigencia de “amateurismo” bajo juramento había apartado a todas las naciones que a lo largo de los años 30 habían ido adoptando un profesionalismo que ya no podían ocultar. La guerra y la posguerra habían limitado mucho las confrontaciones internacionales de las Selecciones, pero en cambio habían fomentado notablemente los encuentros entre clubes de naciones más o menos próximas o aliadas en la contienda. Había, pues, un ambiente propicio a quien lanzara de nuevo aquella piedra.

Y, aquí viene mi riesgo; podría apostar que fue la misma persona que había lanzado, con tan poca fortuna entre sus compatriotas, aquella primera piedra de 1925.

Hay que ir por partes.

En el Comité ejecutivo de la Delegación Nacional de Deportes estaba Alberto Martín Fernández.

¿Y bien? Pues que el doctor D. Alberto Martín Fernández era, precisamente, Juan Deportista. Quien no sólo estaba en la Delegación Nacional de Deportes sino también en Marca. En este diario fue dando algunos comentarios sobre el tema, preparando un terreno que posiblemente hubiera ya abonado ante el general Moscardó. Abonado y encontrado el visto bueno del propio delegado nacional.

Por otra parte, el Comité directivo de la Real Federación Española de Fútbol estaba presidido por Armando Muñoz Calero.

De la vocación europeísta del señor Muñoz Calero no cabe dudar; era miembro de la FIFA y cualquier idea de ampliación del círculo futbolístico español, tan constreñido por la propia guerra española y la posterior mundial, era bien recibida en la calle Alberto Bosch, nuevo domicilio de la Federación Española que él mismo había propiciado y conseguido. ¡Ah, el viejo edificio que ilustraba la portada del anterior número de estos Cuadernos de fútbol.

Poco a poco se fue concretando el proyecto. En su versión de clubes, que era mucho más factible que la de Selecciones, a la que podía poner el veto la FIFA por ser de su incumbencia y más aún en el umbral de una Copa del Mundo. De la primera versión romántica de la neutralidad de los escenarios, que soñó Juan Deportista en 1925, se prescindió. Sin el apasionamiento del público, sin los estadios llenos, sin taquillas cuantiosas, aquello se hubiera quedado en algo amorfo, descafeinado… se redujeron los ocho partidos que ideó el periodista y se concentraron los encuentros a un solo punto y en tres o cuatro fechas.

A través de la Federación se entabló contacto con las otras latinas, forzosamente limitadas al llamado “mundo occidental”, ya que la otra parte latina de Europa estaba integrada en el bloque soviético de difícil permeabilidad en aquellos años de “guerra fría”. Así pues entrarían, en la ya bautizada como Copa Latina, clubes de España, Francia, Italia y Portugal. Una vez logrado el acuerdo entre Federaciones, para autorizar el torneo en el que se medirían los campeones de cada una de ellas, todo resultó fácil.

Se redactó un reglamento con el siguiente esquema:

1o: Duración indefinida

2o: Estructuración en torneos o ciclos que tendrían una duración de cuatro años cada uno. Sorteándose el orden de localización de cada uno de los ciclos o torneos.

3o: Cada uno de los años participarían los campeones de Liga de cada una de las cuatro naciones participantes.

4o: Cada año se celebraría en uno de los países participantes. Para esta “I Copa Latina” sería España. Luego, Portugal, Italia y Francia.

5o: Se harían dos eliminatorias, por sorteo. Los vencedores se enfrentarían entre sí para designar el campeón; los otros dos para establecer el tercer puesto.

6o: La copa puesta en circulación sería otorgada a la Federación de la nación que tuviera más puntos al finalizar cada ciclo de cuatro años.

7o: Al vencedor de cada ciclo, se entiende que era la Federación nacional correspondiente, se le otorgarían cuatro puntos; al finalista, tres; al tercero, dos y al último uno.

8o: El trofeo, donado por la Real Federación Española de Fútbol, sería perpetuo; manteniéndose en la Federación ganadora de cada ciclo mientras se estuviera jugando el siguiente. Además se establecían unos premios anuales consistentes en: miniatura en plata de la Copa Latina para el vencedor y una placa de plata para el finalista. Para los jugadores: medalla de oro bermellón, plata y bronce, según el orden de clasificación.

El 2 de enero de 1949 hubo una reunión del Comité Organizador cuya nota oficial fue la siguiente:

“Bajo la presidencia de D. Armando Muñoz Calero, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y actuando como secretario el de la misma, D. Ricardo Cabot, ha tenido lugar, en la sala de la Comisión Permanente del Ayuntamiento de Barcelona, la reunión de los representantes de las Federaciones interesadas en la Copa Latina, que aprovechando la celebración del partido internacional España – Bélgica acudieron a esta ciudad. Previamente convocados, al objeto de ultimar los trabajos preparatorios de organización de dicho torneo.

“Representando a las respectivas Federaciones asistieron los señores Delaunay y Bedrignans (Francia), Riveiro dos Reis y Melho (Portugal), Valentini y Copernico (Italia) y Aranguren, Touzón y Pujol (España). «Después de amplia deliberación, por espacio de cuatro horas, durante la cual se examinaron detenidamente todos los puntos del reglamento, queda decidido ya en firme que la primera competición anual de la Copa Latina tenga lugar en España y que la presidencia y la secretaría del Comité Organizador recaigan en el presidente de la RFEF y su secretario general.”

Quedaron, pues establecidas las fechas y se sorteó el orden de partidos. Los representantes de las Federaciones visitantes felicitaron el presidente de la RFEF, señor Muñoz Calero, por su iniciativa de organizar este torneo, al tiempo que expresaban su gratitud por la cariñosa acogida que se les había dispensado.

I COPA LATINA

Los campeones de los torneos de Liga de las naciones participantes habían sido:

Primer ciclo: 1949 a 1952 1a Jornada: 1949

España:

F.C. Barcelona

Portugal:

Sporting Clube de Portugal, Lisboa

Italia:

Torino Calcio

Francia:

Stade de Reims

Aquí se hace forzoso insertar un meandro histórico. Me refiero al Torino. El día 3 de mayo de ese 1949 el Torino, el club más potente de la Italia de posguerra – cinco años consecutivos campeón -, con toda su plantilla internacional, jugaba en Lisboa contra el Benfica en partido de homenaje al gran medio internacional portugués Francisco Ferreira. Ganaron los portugueses; era la primera derrota internacional del club de Turín. Al día siguiente – 4 de mayo – emprendieron el vuelo Lisboa – Turín con escala técnica en Barcelona. La niebla que rodeaba Turín aquella tarde motivó que el bimotor de Alitalia tomara una ruta ligeramente desviada. Cuando el piloto, comandante Meroni, recobró la visibilidad estaba delante de una de las torres laterales de la basílica de Superga – iglesia panteón de los primeros reyes de Italia -. El ala izquierda del avión chocó con la torre y quedó partida; el aparato se precipitó a tierra incendiándose en su choque. No hubo supervivientes. Los treinta y un pasajeros perecieron o en el impacto contra tierra o carbonizados.

En una de las mayores tragedias futbolísticas de la historia desaparecía uno de los mejores grupos de futbolistas que había tenido Italia, e incluso Europa, en toda su historia. Eran estos los nombres de los componentes de aquel excepcional equipo:

Porteros: Bacigalupo y Bailarín II

Defensas: Bailarín I, Rigamonti, Martelli, Maroso y Operto II.

Medios: Grezar, Schubert, Castigliano y Fadini

Delanteros: Loik, Menti, Bongiorni, Gabetto, Valentino Mazzola (padre del que también sería internacional italiano Sandro Mazzola), Ossola y Grava.

La flor y nata del fútbol italiano. Dieciocho ases poco menos que irrepetibles… Junto a ellos morían los directivos señores Agnisetta y Civalleri, el manager Egri Erberstein, el entrenador inglés Lieversley y el masajista Cortina.

El luto en todo el mundo futbolístico y deportivo tuvo una impresionante sinceridad. El Torino, que iba en cabeza de la Liga a falta de cuatro jornadas, fue autorizado a jugarlas con juveniles; pese a todo, se proclamó campeón. Un campeonato ganado por unos hombres ya muertos…

El nuevo Torino era el que unas semanas más tarde iba a competir en la I Copa Latina. Había que consignarlo.

Los partidos de este ciclo se distribuyeron entre Madrid y Barcelona. El resumen de resultados fue el siguiente:

Madrid. Estadio Metropolitano

Sporting de Lisboa – Torino

3-1

Barcelona. Las Corts

Barcelona – Stade de Reims

5-0

Barcelona. Las Corts

Torino – Stade de Reims

5-3

Madrid. Chamartín

Barcelona – Sporting de Lisboa

2-1

 

Con arreglo a la puntuación convenida quedaban así clasificados:

España

 4         puntos

Portugal

 3         puntos

Italia

 2         puntos

Francia

 1         punto

Los partidos

Sporting de Lisboa – Torino= 3-1

Fecha: 20-VI-1949 Árbitro: Sdez (Francia)

Sporting: Azevedo; Barrosa, Marques, Juvenal; Canario, Verisimo; Correia, Vasques, Peyroteo, Travagos, Albano.

Torino:Gandolfi: Bercia, Nay, Cuscela; Macchi (Giuliano; 40’), Gremese; Frizzi, Provisano, Marchetto, Gianmarinaro, Carapellese

Goleadores: 1-0: Peyroteo (11’); 2-0: Peyroteo (24′); 3-0: Peyroteo (50’); 3-1: Marchetto.

Barcelona – Stade de Reims = 5-0

Fecha: 26-VI-1949 Árbitro: Bertolio (Italia)

Barcelona: Velasco; Calvet, Curta, Torra; Gonzalvo III, Gonzalvo II; Basora, Seguer, César, Canal, Nicolau.

Stade: Sinibaldi I; Jakowsky, Jonquet, Marche; Penverne, Petitfils; Bini, Batteux, Sinibaldi II, Sinibaldi III, Flamion.

Goleadores: 1-0: Seguer (4’); 2-0: Basora (25’); 3-0: César (58’); 4-0: Canal (60’); 5-0: Seguer (73’).

Torino – Stade de Reims = 5-3

Fecha: 3-VII – 1949 Árbitro: Azón (España)

Torino: Moro; Bercia, Nay, Cuscela; Gremese, Giuliano; Frizzi, Provisano, Marchetto, Santos, Carapellese.

Stade: Sinibaldi; Jacowsky, Jonquet, Marche; Bini, Petitfils; Paluch, Batteaux, Sinibaldi II, Méano, Flamion.

Goleadores: 1-0: Provisano; 2-0: Marchetto (20’); 2-1: Paluch (40’); 3-1: Provisano (60’); 3-2: Méano (62’); 4-2: Carapellese (65’); 5-2: Carapellese (70’); 5-3: Paluch (76’).

Barcelona – Sporting de Lisboa = 2-1

Fecha: 3-Vil – 1949 Árbitro: Sdez (Francia)

Barcelona: Velasco; Calvet, Curta, Calo; Gonzalvo III, Gonzalvo II; Basora, Seguer, César, Canal, Navarro II.

Sporting: Azevedo; Barrosa, Marques, Juvenal; Canario, Verisimo; Correia, Vasques, Peyroteo, Travagos, Albano

Goleadores: 1-0: César (23’); 1-1: Correia (26’); 2-1: Basora (49’).

Primer ciclo: 1949 -1952 2a Jornada: 1950

El lugar previamente designado era Portugal. Los campeones de las respectivas Ligas habían sido Sport Lisboa e Benfica, de Portugal; Club Atlético de Madrid, de España; Girondins de Burdeos, de Francia y Juventus F. C. De Turín, de Italia; pero por no poder acudir este club, le sustituyó Societá Sportiva Lazio, de Roma, que había sido cuarto en el “scudeto”. Los clubes fueron autorizados por el Comité organizador de la Copa Latina para suplir los jugadores empeñados en la IV Copa del Mundo 1950, por otros de clubes de su país.

Todos los partidos se jugaron en Lisboa. Tuvieron que ser aplazados 48 horas debido a una epidemia de afecciones de garganta que afectó a varios jugadores de todos los equipos contendientes. El resumen de resultados fue el siguiente:

Benfica – Lazio

3-0

Girondins – Atlético de Madrid

4-2

Atlético de Madrid – Lazio

3-1

Benfica – Girondins

3-3 y 2-1

Como puede verse la final necesitó un partido de desempate.

La clasificación quedó establecida así:

Portugal

4 puntos

Francia

3 puntos

España

2 puntos

Italia

1 punto

Y la clasificación general al final de las dos jornadas se ordenaba así:

Portugal (Sporting y Benfica)

3 + 4 puntos

7 puntos

España (Barcelona y A. Madrid)

4 + 2 puntos

6 puntos

Francia (Stade y Girondins)

1+3 puntos

4 puntos

Italia (Torino y Lazio)

2 + 1 puntos

3 puntos

Los partidos

Benfica -Lazio = 3-0

Fecha: 8-VI -1950 Árbitro: Arqué (España)

Benfica: Bastos; Jacinto, Félix, Fernandes; Moreira, Costa; Corona, Arsénio, Julio, Rogério, Pascal.

Lazio: Fioravanti; Antonazzi, Sandroni, Montanari; Piacentini, Alzani; Puccinelli, Magrini, Arce, Flamini, Nyers II.

Goleadores: 1-0: Julio (4’); 2-0: Rogério (pen: 23’); 3-0: Arsénio (76’).

 

Girondins de Burdeos – Atlético de Madrid = 4-2

Fecha: 10-VI-1950 Árbitro: Oliveira (Portugal)

Atlético: Domingo; Farias, Babot, Lesmes II; Cuenca, Hernández; Olmedo, Ben Barek, Pahíño, Carlsson, Estruch.

Girondins: Astresses; Garriga, Swiatek, Mérignac; M’Barek, Gallice; Persillon, Voigt, Kargu, Mustapha, De Harder.

Goleadores: 1-0: Garriga (16’); 2-0: Persillon (44’); 2-1: Ben Barek (48’); 2-2: Carlsson (78’); 3-2: Kargu (82’); 4-2: Mustapha (88’).

Como puede apreciarse, el conjunto rojiblanco español se reforzó con préstamos del Valladolid (Babot y Lesmes II) y del Madrid (Olmedo y Pahíño). Fue un partido violentísimo, hasta tal punto que parte de la prensa lisboeta predijo que si las cosas tomaban esos derroteros los días de la Copa Latina estaban contados. Fueron expulsados Carlsson y Spurio, por agresión mutua (13’); Montanari por juego violento (44’) y Escudero, por agresión a Antonazzi (80’).

Lazio – Atlético de Madrid = 2-1

Fecha: 11 -VI-1950 Árbitro: Tardymann (Francia)

Atlético: Dauder; Tinte, Riera, Lesmes II; Olmedo, Farias; Estruch, Ben Barek, Agustín, Carlsson, Escudero.

Lazio: Fioravanti; Antonazzi, Montanari, Spurio; Piacentini, Sentimenti III; Magrini, Penzo, Hofling, Flamini, Nyers II.

Goleadores: 0-1: Ben Barek (3’); 0-2: Escudero (8’); 1-2: Sentimenti III (74’)

Aunque en menor medida, también los madrileños recurrieron a las cesiones de Lesmes II y Olmedo y forzó la incorporación del guardameta Dauder, al que acababa de fichar procedente del Gimnástico de Tarragona.

Benfica – Girondins = 3-3 (prórroga)

Fecha: 11 -VI-1950 Árbitro: Fombona (España)

Benfica: Bastos; Jacinto, Félix, Fernandes; Moreira, Costa; Corona, Arsénio, Julio, Rogério, Pascal.

Girondins: Astresses; Garriga, Swiatek, Mérignac; M’Barek, Gallice; Persillon, Mustapha, Kargu, Meynieu, Doye.

Goleadores: 1-0: Arsénio (4’); 2-0: Corona (20’); 2-1: Doye (22’); 2-2: Doye (36’); 2-3: Mustapha (44’); 3-3: Julio (56’).

En la prórroga se mantuvo el empate. Hubo que ir a otro partido de desempate.

Benfica – Girondins = 2-1 (prórroga)

Fecha: 12 -VI – 1950 Árbitro: Bertolio (Italia)

Benfica: Bastos; Jacinto, Félix, Fernandes; Moreira, Costa; Corona, Arsénio, Julio, Rogério, Rosario.

Girondins: Astresses; Garriga, Swiatek, Mérignac; M’Barek, Gallice; Persillon, Mustapha, Kargu, Meynieu, Doye.

Goleadores: 1-0: Doye (35’); 1-1: Arsénio (89’); 2-1 Julio (134, gol de oro).

Primer ciclo: 1949 -1952 3a Jornada: 1951

Como estaba previsto, el tercer round de esta I Copa Latina se celebró en Italia. Turín y Milán fueron las sedes designadas por su Federación.

Los campeones de Liga habían sido:

Italia

Milán A.C

Francia

Lille Olympique Sporting Club

Portugal

Sporting Clube de Portugal

España

Club Atlético de Madrid

Los resultados de los partidos fueron los siguientes:

Milán. San Siró

Milán – Atlético de Madrid

4-1

Turín. Comunale

Lille – Sporting de Lisboa

1-1 y 6-4

Milán. San Siró

Sporting de Lisboa – Atlético de Madrid

1-3

Milán. San Siró

Milán – Lille

5-0

Con arreglo a la puntuación convenida la clasificación de esta tercera jornada quedó así:

Italia

4 puntos

Francia

3 puntos

España

2 puntos

Portugal

1 punto

Mientras que la clasificación general tras esos tres asaltos se establecía así:

España (Barcelona, A. Madrid, A. Madrid)

4 + 2 + 2 = 8 puntos

Portugal (Sporting, Benfica, Sporting)

3 + 4 + 1 = 8 puntos

Italia (Torino, Lazio, Milán)

2 + 1+ 4 = 7 puntos

Francia (Stade, Girondins, Lille)

1 + 3 + 3 = 7 puntos

Los partidos

Milán – Atlético de Madrid = 4-1

Fecha: 20 -VI – 1951 Árbitro: Boes (Francia)

Atlético: Domingo; Mencía, Aparicio, Lozano; Silva, Mújica; Juncosa, Mascaró, Pérez Payá, Carlsson, Escudero.

Milán: Buffon; Silvestri, Tognon, Bonomi; Annovazzi, De Grandi; Burini, Gren, Nordahl, Liedholm, Renosto.

Goleadores: 1-0: Renosto (18’); 2-0: Nordahl (22’); 3-0: Renosto (53′); 3-1: Carlsson (70’); 4-1: Renosto (74’).

Lille – Sporting de Lisboa = 1-1

Fecha: 21 -VI – 1951 Árbitro: Asensi (España)

Lille: Angel; Van Cappelen, Van der Hart, Poitevin; Dubreucq, Sommerlyinck; Walter, Jansen, Strappe, Vincent, Lechantre.

Soortina: Gomes (Azevedo; 93’); Caldeira, Passos, Juvenal; Canario, Juca; Martins, Vasques, Correia, Travagos, Albano.

Goleadores: 1-0: Jansen (37’); 1-1: Vasques (57’).

Lille – Sporting de Lisboa = 6-4 (desempate con prórroga)

Fecha: 22-VI -1951 Árbitro: Asensi (España)

Lille: Angel; Van Cappelen, Van der Hart, Poitevin; Dubreucq, Sommerlynck; Jansen, Tempowski, Strappe, Vincent, Lechantre.

Sporting: Azevedo; Caldeira, Passos, Juvenal; Canario, Juca; Martins, Vasques, Correia, Travagos, Albano.

Goleadores: 1-0: Strappe (5’); 1-1: Vasques (29’); 2-1: Strappe (43’); 3-1: Strappe (50’): 3-2: Vasques (58’); 4-2: Strappe (60’); 4-3: Caldeira (65’); 4-4: Vasques (87’); 5-4: Tempowski (94’); 6-4. Strappe (100’).

Atlético de Madrid – Sporting de Lisboa = 3-1

Fecha: 24-VI-1951 Árbitro: Bertolio (Italia)

Atlético: Dauder; Tinte, Mújica, Lozano; Silva, Hernández; Estruch, Mascará, Pérez Payá, Carlsson, Escudero.

Sporting: Azevedo; Caldeira, Wilson, Juvenal: Canario, Verisimo; Pacheco Nobre, Vasques, Correia, Travagos, Albano.

Goleadores: 0-1: Travagos (8’); 1-1: Carlsson (13’); 1-2: Mascará (72’); 1-3: Pérez Payá (89’).

Milán – Lille = 5-0

Fecha: 24-VI-1951 Árbitro: Asensi (España)

Milán: Bufón; Silvestri, Tognon, Bonomi; Annovazzi, De Grandi; Burini, Gren, Nordahl, Liedholm, Vicariotto.

Lille: Angel; Van Cappelen, Van der Hart, Poitevin; Dubreucq, Sommerlynck; Jansen, Tempowski, Strappe, Vincent, Lechantre.

Goleadores: 1-0: Nordahl (32’);         2-0: Nordahl (37’): 3-0: Burini (40’); 4-0:

Nordahl (67’); 5-0: Annovazzi (69’).

Primer ciclo = 1949 – 1951 4o Jornada: 1952

Con esta jornada se terminaba la I Copa Latina. Se disputó en Francia. Los equipos campeones de los cuatro países habían sido:

España

F.C. Barcelona

Italia

Juventus F.C.,de Turín

Portugal

Sporting Clube de Portugal, de Lisboa

Francia

Olympique Gymnastique Club de Niza

Los resultados de los partidos, jugados todos ellos en el estadio de Colombes – del que tan amargo sabor conservaba el Juan Deportista de 1925 – París, fueron los siguientes:

Niza – Sporting de Lisboa

4-2

Barcelona – Juventus

4-2

Juventus – Sporting de Lisboa

3-2

Barcelona – Niza

1-0

Con arreglo a ello, la clasificación de este cuarto ciclo se establecía así:

España

4puntos

Francia

3puntos

Italia

2puntos

Portugal

1punto

Y la clasificación final de esta I Copa Latina daba el siguiente orden:

España (Barcelona, A. Madrid, A. Madrid, Barcelona)

4 + 2 + 2 + 4= 12 puntos

Francia (Stade, Girondins, Lille y Niza)

1 + 3 + 3 + 3 = 10 Puntos

Portugal (Sporting, Benfica, Sporting, Sporting)

3 + 4 + 1 + 1 = 9 puntos

Italia (Torino, Lazio, Milán, Juventus)

2 + 1 + 4 + 2 = 9 puntos

España se proclamaba campeona de esta primera edición de la Copa Latina. Y si bien las glorias iban a la Real Federación, junto con la copa, no por ello se nos puede ir de paseo la memoria. El F.C. Barcelona, ganando dos ciclos, fue el principal artífice de este título. La colaboración del Atlético de Madrid fue más discreta. Al menos siempre consiguió el tercer lugar… Hay que subrayar que tanto Francia como Italia habían puesto en liza a cuatro equipos. Portugal, como España, sólo dos, pero los lusitanos menos equilibradamente que los españoles; ellos habían utilizado tres veces al Sporting Clube de Portugal y una sola vez al Sport Lisboa e Benfica. Para España, dos al Barcelona y otras dos al Atlético de Madrid.

Los partidos

Olympique de Niza – Sporting de Lisboa = 4-2

Fecha: 25 -VI – 1952 Árbitro: Pieri (Italia)

Olvmpiaue: Domingo; Firoud, Belver, Poitevin; Franzoni, González; Courteaux, Carniglia, Cesari, Carré, Ben Tifour.

Sporting: Gomes; Caldeira, Passos, Pacheco; Verisimo, Juca; Pacheco Nobre, Travagos, Vasques, Albano, Rola.

Goleadores: 1-0: Carré (10’); 2-0: Carniglia; 3-0: Carré; 3-1: Verisimo (64’); 3-2: Albano (68’): 4-2: Carré (84’).

Barcelona – Juventus = 4-2

Fecha: 26-VI – 1952 Árbitro: Vlncent (Francia)

Barcelona: Ramallets; Martín, Biosca, Seguer; Bosch, Escudero; Basora, César, Vila, Kubala, Manchón.

Juventus: Viola; Bertucelli, Ferrario Manente; Mari, Piccinini; Muccinelli, K. Flansen, Boniperti, J. Hansen, Praest.

Goleadores: 1-0: Manchón (3’); 2-0: Basora (23’); 2-1: Boniperti (40’); 3-1: Kubala (pen.;48’); 4-1: Ferrario (pp.;53’); 4-2: Boniperti (82’).

Juventus – Sporting de Lisboa = 3-2

Fecha: 28-VI- 1952 Árbitro: Asensi (España)

Juventus: Viola; Bertucelli, Ferrario, Manente; Mari, Piccinini; Boniperti, K. Flansen, Vivolo, J. Flansen, Muccinelli.

Sporting: Gomes; Caldeira, Passos, Pacheco; Verisimo, Juca; Rola, Vasques, Martins, Travagos, Albano.

Goleadores: 1-0: Boniperti (1’); 2-0: K. Flansen (6’); 3-0: Boniperti (14’); 3-1: Martins (31’); 3-2: Martins (75’).

Barcelona – Olympique de Niza = 1-0

Fecha: 29-VI-1952

Árbitro: Dos Reis Santos (Portugal)

Barcelona: Ramallets; Martín, Biosca, Seguer; Bosch, Escudero; Basora, César, Kubala, Aldecoa, Manchón.

Olvmoiaue: Domingo; Firoud, Belver, Poitevin; Martínez, González; Nurenberg, Franzoni, Courteaux, Carré, Ben Tifour.

Goleadores: 1-0: César (79’).

II COPA LATINA

2° ciclo = 1953-1957 1o Jornada = 1953

El sorteo celebrado para determinar el orden de los países en las eliminatorias dio como resultado la iniciación en Portugal, continuando en Francia, Italia y España.

Los campeones respectivos de aquella temporada fueron:

España

 F.C. Barcelona; fue sustituido por el Valencia F.C.

Francia

 Stade de Reims

Portugal

 Sporting Clube de Portugal, de Lisboa

Italia

 F.C. Intemazionale de Milán; pero fue sustituido por el Milán A. C.

La sustitución del Valencia – como todas las demás consignadas fue autorizada por las Federaciones participantes. En el caso español, las fechas de la Copa del Generalísimo coincidían con las de la Copa Latina; se acordó que si el Barcelona seguía en píe en el Campeonato de España ocuparía su lugar en la Copa Latina el segundo clasificado de la Liga. El Barcelona siguió. Y tanto, que fue Campeón de España; por ello le sustituyó el Valencia que había sido subcampeón de la Liga.

Los resultados de esta primera jornada fueron los siguientes;

Oporto

Stade de Reims – Valencia

2-1

Lisboa

Milán – Sporting de Lisboa

4-3

Lisboa

Sporting de Lisboa – Valencia

4-1

Lisboa

Stade de Reims – Milán

3-0

La clasificación quedó establecida así:

Francia

4 puntos

Italia

3 puntos

Portugal

2 puntos

España

1 punto

Los partidos

Stade de Reims – Valencia = 2-1

Fecha: 4-VI-1953 Árbitro: Bernardi (Italia)

Valencia: López; Suñer, Monzó, Díaz; Pasieguito, Puchades; Gago, Buqué, Sócrates, Fuertes, Seguí.

Stade: P. Sinibaldi; Jacowski, Jonquet, Marche; Cicci, Penverne; Appel, Glovacki, Kopa, Templin, Méano.

Goleadores: 0-1: Gago (31’); 1-1: Méano (47’); 2-1: Kopa (62’).

Milán – Sporting de Lisboa = 4-3 (prórroga)

Fecha: 5-VI-1953 Árbitro: Azón (España)

Milán: Buffon; Silvestri, Tognon, Zagatti; Annovazzi, Célio; Burini, Gren, Nordahl, Liedholm, Frignani.

Soortino: Gomes; Caldeira, Passos, Pacheco; Barros, Juca; Vasques, Travagos, Martins, Mendonga, Albano.

Goleadores: 0-1: Vasques (14’); 1-1: Nordahl (66’); 2-1: Nordahl (71’); 2-2: Martins (86); 2-3: Martins (103’); 3-3: Liedholm (117’); 4-3: Frignani (119’).

Sporting de Lisboa – Valencia = 4-1

Fecha: 7-VI-1953 Árbitro: Vincent (Francia)

Valencia: López; Suñer, Monzó, Mangriñan; Taltavull, Puchades; Gago, Pasieguito, Badenes, Fuertes, Seguí.

Soortinq: Gomes; Caldeira, Passos, Vicente; Barros, Juca; Galileu, Vasques, Martins, Travagos, Albano.

Goleadores: 1-0: Vasques (4’); 2-0: Martins (6’); 3-0: Martins (46’); 4-0: Vasques (62’); 4-1: Badenes (75’).

Stade de Reims – Milán = 3-0

Fecha: 7-VI-1953 Árbitro: Viera da Costa (Portugal)

Stade: P. Sinibaldi; Zimny, Jonquet, Marche; Penverne, Cicci; Appel, Glovacki, Kopa, Templin, Méano.

Milán: Buffon; Silvestri, Tognon, Zagatti; Annovazzi, Célio; Burini, Gren, Nordahl, Liedholm, Frignani.

Goleadores: 1-0: Kopa (31’); 2-0: Méano (53’); 3-0: Kopa (53’).

Segundo ciclo = 1953 – 1957 2a Jornada = 1954

Se aplazó debido a la celebración en Suiza de la V Copa del Mundo que se celebraba en las fechas prevista para la II Copa Latina.

2a Jornada = 1955

Con sede en Francia, se reunieron en París los cuatro campeones que ese año había sido:

España

Real Madrid

Francia

Stade de Reims

Italia

Milán A.C.

Portugal

Sport Lisboa e Benfica, pero por haber contraído un compromiso para asistir a la Copa Rivadavia, de Río de Janeiro, fue sustituido por el subcampeón y empatado a puntos C. F. Os Belenenses

Los resultados fueron los siguientes:

Madrid – Os Belenenses

2-0

Stade de Reims -Milán

3-2

Milán – Os Belenenses

3-1

Madrid – Stade Reims

2-0

Con arreglo a ello, la clasificación de la jornada se establecía así:

España

4 puntos

Francia

3 puntos

Italia

2 puntos

Portugal

1 punto


Y la clasificación general de esta II Copa Latina se ordenaba así:

Francia (Stade, Stade)

4 + 3 = 7 puntos

España (Valencia, Madrid)

1 + 4 = 5 puntos

Italia (Milán, Milán)

3 + 2 = 5 puntos

Portugal (Sporting, Os Belenenses)

2 + 1 = 5 puntos

Los partidos

Madrid – Os Belenenses = 2-0

Fecha: 22-VI-1955 Árbitro: Orlandini (Italia)

Madrid: Alonso; Navarro, Oliva, Lesmes II; Muñoz, Zárraga; Molowny, Pérez Payé, Di Stéfano, Rial, Gento.

Belenenses: Pereira; Pires, Silva, Serafim; Vicente, Figueiredo; Dimas, Di Paco, Pérez, Matateu, Tito.

Goleadores: 1-0: Zárraga (14’); 2-0: Pérez Payá (69’).

Stade Reims – Milán = 3-2 (prórroga)

Fecha: 22-VI-1955 Árbitro: Azón (España)

Stade: Sinibaldi; Zimny, Jonquet, Giraudo; Penverne, Siatka; Hidalgo, Glovacki, Kopas, Bliard, Templin.

Milán:Buffon: Silvestri, Pedroni, Maldini; Bergamaschi, Lidholm; Frignani, Schiaffino, Nordahl, Ricagni, Sórensen.

Goleadores: 0-1: Nordahl (36’); 1-1: Glovacki (41’); 2-1: Templin (100’); 2-2: Liedholm (115’);   3-2: Glovacki (138’; gol de oro)

Milán – Os Belenenses = 3-1

Fecha: 26-VI-1955 Árbitro: Gardeazabal (España)

Milán: Buffon; Silvestri, Pedroni, Maldini; Bergamaschi, Liedholm; Frignani, Schiaffino, Nordahl, Ricagni, Sórensen.

Belenenses: Pereira; Pires, Silva, Serafim; Vicente, Figueiredo; Di Paco, Dimas, Pérez, Matateu, Tito.

Goleadores: 1-0:Ricagni; 2-0: Ricagni; 2-1: Matateu; 3-1; Nordahl.

Madrid – Stade Reims = 2-0

Fecha: 26-VI-1955 Árbitro: Campos (Portugal)

Madrid: Alonso; Navarro, Oliva, Atienza II; Muñoz, Zárraga; Molowny, Pérez Payá, Di Stéfano, Rial, Gento.

Stade:     P. Sinibaldi; Zimny, Jonquet, Giraudo; Penverne, Siatka; Hidalgo,

Glovacki, Kopa, Bliard, Templin.

Goleadores: 1-0: Rial (7’); 2-0: Rial (69’).

2° ciclo; 1953-1957 3a Jornada: 1956

Como estaba previsto este tercer round se jugó en Italia, en Milán únicamente. Los campeones de las naciones participantes habían sido:

España

Atlético de Bilbao

Italia

Milán A.C.

Francia

Olympique G.           C. de Niza

Portugal

Sport Lisboa e Benfica.

El desarrollo de los partidos fue el siguiente:

Milán – Benfica de Lisboa

4-2

Atlético de Bilbao – Olympique de Niza

2-0

Benfica de Lisboa – Olympique de Niza

2-1

Milán – Atlético de Bilbao

3-1

Con arreglo a estos marcadores la clasificación de esta jornada se establecía así:

Italia

4 puntos

España

3 puntos

Portugal

2 puntos

Francia

1 punto

Y la clasificación general del torneo daba el siguiente resultado:

Italia (Milán, Milán, Milán)

3 + 2 + 4 = 9 puntos

España (Valencia, Madrid, A. Bilbao)

1 + 4 + 3 = 8 puntos

Francia (Stade, Stade, O. Niza)

4 + 3 + 1 = 8 puntos

Portugal (Sporting, Belenenses, Benfica)

2 + 1 + 2 = 5 puntos

Partidos

Milán – Benfica de Lisboa = 4-2

Fecha: 30-VI-1956 Árbitro:

Milán: Buffon; Maldini, Pedroni, Zagatti; Liedholm, Radice; Mariani, Bagnoli, Dal Monte, Schiaffino, Frignani.

Benfica: Bastos; Jacinto, Artur, Caiado; Alfredo, Angelo; Isidro, Coluna, Aguas, Salvador, Cavem.

Goleadores: 1-0: Mariani (18’); 2-0: Schiaffino (43’); 2-1: Coluna (52’); 3-1: Schiaffino (58’); 3-2: Caiado (65’); 4-2: Bagnoli (73’).

Atlético de Bilbao – Olympique de Niza = 2-0

Fecha: 30-VI-1956 Árbitro:

Atlético: Carmelo; Orúe, Garay, Canito; Mauri, Maguregul; Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe, Gaínza.

Olvmpique: Colorína; Martínez, González, Bonvln; Poltevin, Milazzo; Brun, Ujlaki, Carniglia, Bravo, Nurenberg.

Goleadores: 1-0: Marcaida (14’); 2-0: Arieta (32’)

Benfica de Lisboa – Olympique de Niza = 2-1 (prórroga)

Fecha: 3 Vil – 1956 Árbitro:

Benfica: Bastos; Jacinto, Artur, Caiado; Alfredo, Angelo; Isidro, Coluna, Aguas, Salvador, Cavem.

Olvmpique: Colonna; Nanni, González, Bonvin; Poitevin, Sentini; Nurenberg, Ujlaki, Bravo, Milazzo, Brun.

Goleadores: 0-1: Milazzo (102’); 1-1: Cavem (118’); Aguas (132’; gol de oro).

Milán – Atlético de Bilbao = 3-1

Fecha: 3 – Vil – 1956 Árbitro: Guigue (Francia)

Atlético: Carmelo; Orúe, Garay, Canito; Mauri, Maguregui; Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe, Gaínza.

Milán: Buffon; Fasseta, Maldini, Zagatti; Liedholm, Radice; Mariani, Bagnoli, Dal Monte, Schiaffino, Frignani.

Goleadores: 1-0: Bagnoli (21’); 1-1: Arteche (50’); 2-1: Dal Monte (80’); Schiaffino (88’).

Segundo ciclo: 1953 – 1957 4a Jornada: 1957

Aquí se cerraba la II Copa Latina. El florón de clausura lo ponía España. Concretamente Madrid. El estadio Santiago Bernabéu. El club merengue se había reforzado para este torneo – y también para la Copa de Europa – con el defensa del Zaragoza Torres; un préstamo que no pudo hacer definitivo por decisión aragonesa.

Los campeones de las naciones participantes habían sido:

España

Real Madrid

Francia

A. S. Saint – Etienne

Italia

Milán A.C.

Portugal

Sport Lisboa e Benfica

Los resultados de esta última jornada fueron los siguientes:

Saint – Etienne – Benfica de Lisboa

0-1

Real Madrid – Milán

5-1

Milán – Saint – Etienne

4-3

Real Madrid – Benfica de Lisboa

1-0

Con arreglo a estos resultados la clasificación de esta jornada se decantaba así:

España

4 puntos

Portugal

3 puntos

Italia

2 puntos

Francia

1 punto

La clasificación definitiva de esta II Copa Latina quedó establecida así:

España (Valencia, Madrid, A. Bilbao, Madrid)

 1 + 4 + 3 + 4 = 12 Ptos

Italia (Milán, Milán, Milán, Milán)

 3 + 2 + 4 + 2 = 11 Ptos

Francia (Stade R., O. Niza, Stade.R, Saint-Etienne)

4 + 3 + 1 + 1 = 9 Ptos

Portugal (Sporting, Benfica, Belenenses, Benfica)

 2 + 1 + 2 + 3 = 8 Ptos

Así pues nuevamente España resultaba campeona de esta segunda edición. Dos torneos, dos triunfos. Si en la I Copa Latina había sido el Barcelona quien había llevado el peso del triunfo, en la II Copa Latina había sido el Madrid el mayor contribuyente al triunfo, si bien los bilbaínos habían colaborado con enorme dignidad.

Sin embargo, tal segunda entrega había sido el canto de cisne de este torneo. El último partido de su historia había sido la final Madrid – Benfica. La UEFA ya había puesto en marcha sus iniciativas, en las que tan decisivamente había colaborado España a través de D. Santiago Bernabéu – como ya quedó consignado al tratar del nacimiento del máximo organismo europeo -, y eran otros torneos, otras competiciones, de clubes y de Selecciones, las que llenaban esos deseos de contraste internacional continuo que había esbozado en 1925 el periodista español Juan Deportista.

No era mala cosecha: dos torneos, dos títulos para España. No era posible mayor éxito. Con la inestimable colaboración del Barcelona, Madrid, Atlético de Madrid, Atlético de Bilbao y Valencia.

Los partidos.

Saint – Etienne – Benfica de Lisboa = 0-1

Fecha: 20-VI-1957 Árbitro: Zariquiegui (España)

Saint Etienne: Abbes: M. Tvlinski. R. Tvlinski, Wicart: Domingo, Ferrier: Goujon, Mekhloufi, N’Jolea.Riivers. Lefévre.

Benfica: Costa Pereira: Calado. Serra, Angelo: Zezinho, Alfredo; Palmeiro, Coluna, Aguas, Salvador. Cavem.

Goleadores: 0-1: Calado (16’).

Madrid – Milán = 5-1

Fecha: 20-VI- 1957 Árbitro: Lequesne (Francia)

Madrid: Alonso; Torres, Marquitos, Lesmes II; Muñoz, Ruiz; Joseíto, Kopa, Di Stéfano, Rial, Gento

Milán: Soldán; Maldini, Zannier, Beraldo; Liedholm, Radice; Mariani, Fontana, Ricagni, Bredesen, Cucchiaroni.

Goleadores: 1-0: Genio (20); 1-1: Cucchiaroni (30’); 2-1: Gento (49’); 3-1: Di Stéfano (50’); 4-1: Joseíto (83’); 5-1: Gento (85’).

Milán – Saint Etienne = 4-3

Fecha: 23-VI- 1957 Árbitro: Campos (Portugal)

Milán: Buffon: Maldini. Zannier. Beraldo: Liedholm. Radice: Mariani, Fontana. Ricagni Bredesen, Cucchiaroni.

Saint Etienne: Abbes: M. Tvlinski, Domingo, Wicart: Pevroche, Ferrier: Gouíon, Mekhloufi, Fouilleu. Olesiak, N’Jolea.

Goleadores: 0-1: Wicart; 1-1: Ricagni; 2-1: Mariani (43’); 3-1: Bredesen (78’); 3-2: Mekhloufi (80’); 3-1: N’Jolea (84’); 4-3: Liedholm (88’).

Madrid – Benfica = 1-0

Fecha: 23-VI-1957 Árbitro: Lequesne (Francia)

Madrid: Alonso; Torres, Marquitos, Lesmes II; Muñoz, Ruiz; Joseíto, Kopa, Di Stéfano, Rial, Gento.

Benfica: Bastos; Caiado, Serra, Angelo; Zezinho, Alfredo; Palmeiro, Coluna, Aguas, Salvador, Cavem,

Goleadores: 1-0: Di Stéfano (50’).

[1] Veinticinco años después del primer intento (1925) de crear la competición. Veáse el artículo La Copa Latina. Orígenes en el número 136 de Cuadernos de Fútbol




La Copa Latina. Orígenes

En mi artículo «Creación de la UEFA”[1] mencionaba la Copa Latina como uno de los precedentes de los torneos continentales que ponía en marcha la Federación europea en 1955. Y también hacía mención de la hoy olvidada “Copa Mitropa” que arrancó en 1927 de la mano del austríaco Hugo Meisl. Y ahora, un poco más prolijamente, es llegado el momento de tratar de tal Copa Latina. Si he hecho mención de la “Copa Mitropa” – reservada en principio para los clubes campeones de Europa central – ha sido simplemente para dejar constancia de la fecha de su iniciación.

En España hubo siempre una enorme vocación de los clubes por los contactos europeos. Eran los tiempos en los que el aficionado era el rey de las actividades de los equipos. Ahora el centro de gravedad está en otro sitio…Pues bien, en aquellos años previos al profesionalismo y en los primeros tiempos de éste, en las grandes fechas festivas no solía faltar el partido internacional del club de la ciudad con un famoso equipo extranjero. En los puntos de fútbol grande del triángulo minimalista – y ya saben a qué me refiero – no faltaba en el día de Navidad, el de Año Nuevo, el de Reyes…el partido internacional. Por Bilbao los preferían británicos; por San Sebastián e Irún franceses, por Barcelona, centroeuropeos y en Madrid, rompeolas futbolístico español – perdón -, una mezcla de todo ello.

No resulta extraño que en el pensamiento de los federativos “de la Nacional”, como se decía entonces, y de los más conspicuos escritores de fútbol surgiera la idea de organizar esas visitas de forma menos esporádica, más estable, menos de “programa de ferias y fiestas”. Para ello nada mejor que un torneo anual entre los más sobresalientes equipos hispanos y los de los países ya conocidos por los viajes de sus grandes equipos.

La idea de Juan Deportista

Uno de los adalides periodísticos de los años 20 era «Aire libre», semanario deportivo madrileño que posteriormente tuvo continuidad de título en Barcelona. Pues bien, en ese semanario, concretamente el de fecha 6 de enero de 1925, sin duda a la vista de los partidos navideños de los puntos citados, escribía Juan Deportista el siguiente artículo titulado “El campeonato de fútbol de la Europa latina”. Su texto era el siguiente:

«Vamos a volver sobre una iniciativa a la que hace pocas semanas dimos publicidad en las columnas del fraternal colega Mundo Gráfico. Pensando en la importancia de los partidos nacionales, pero al mismo tiempo en la conveniencia de obtener de ellos una verdadera clasificación a la que sólo cada cuatro años se llega en los Juegos Olímpicos, y de un modo relativo nada más, escribimos a propósito de la posibilidad de organizar un campeonato futbolístico de los países latinos de Europa, en el cual podrían participar las selecciones o los clubs campeones de Francia, Italia, Portugal y España.

“En labios de autorizados aficionados hemos oído comentarios favorables y por ello vamos a insistir para darle en cierto modo a nuestra exposición un carácter oficial, puesto que por conducto regular pretendemos que llegue este escrito hasta los federativos nacionales y ellos nos den su opinión.

“Creemos llegado el momento de estudiar la implantación de un torneo internacional del mediodía de Europa, en el que participaran las naciones en cierto modo afines. Tal torneo debería ofrecer como premio un trofeo que se solicitaría de una alta personalidad y que para quedar en propiedad de una nación debería ser ganado dos años seguidos o tres alternos.

“El aspecto económico, parte dificilísima y delicada de la cuestión, quedaría salvado teniendo presente que los matches serían ocho – esta es nuestra proposición – a jugar en campos de países neutrales para los dos contendientes, lo cual ofrecería a los aficionados al fútbol perspectiva de presenciar contiendas internacionales, en las que aun no siendo participe, estaría interesadísimo por la importancia que del resultado dependería para el propio grupo nacional.

“¿Convendría deportivamente la organización de ese campeonato de la Europa latina que comprendería – dos vueltas de a cuatro partidos – hasta ocho matches eliminatorios? Salta su indudable importancia, a nuestro entender, tan sólo con fijarnos en que, por razones de vecindad, y hasta de psicología, se trata de regularizar las contiendas que repetidamente, pero con irregularidad han ventilado ya dentro y fuera de España.

“Debería tener este campeonato, para que la victoria no ofreciera dudas ni regates, un doble carácter importantísimo el premio que solicitado de Su Majestad el Rey, bien podría ser la magnífica copa de Europa latina, disputada con arreglo a las prescripciones de un reglamento a estudiar puntualmente, y a la circunstancia de que todos los matches se jugaran en terreno neutral, lo que además de proporcionarnos la valiosísima referencia deportiva de unos duelos internacionales, dignos de una Olimpíada, serviría de un modo indispensable a la absoluta neutralidad de la contienda que precisa de todos los requisitos de independencia para ser siquiera intentada.

“Si la idea prosperase, y mucho tememos que los compañeros de Prensa y hasta los federativos futbolísticos la hallen inaceptable por sus múltiples dificultades y aun por otra suerte de causas, en las que quizá nosotros no hayamos pensado, opinamos que lo más sensato sería aconsejar la organización en los años alternos impares al objeto de no coincidir nunca con las fechas olímpicas, y aun de dejar de cuando en vez un plazo anual para medirse con otros países y hasta para el descanso merecido.

“Tiene la modesta iniciativa una liza a la que compararse: el campeonato de selecciones entre las repúblicas suramericanas. Quisiéramos nosotros diferenciarla de aquélla (en busca de una deportividad que a veces pone en peligro la pasión de los públicos), hallando un ambiente absolutamente neutral, que de igual modo favorecería a todos y a nosotros, aficionados, nos proporcionaría la suprema visión de los más positivos valores europeos del balón redondo, en el marco adecuado a semejante torneo internacional.

“Finalmente, creemos que dos vueltas para eludir con el match revancha toda clase de factores equívocos (puesto que habrían de variar siempre los terrenos y países neutrales, serían la definitiva garantía de un campeonato que, si en principio presenta evidentes obstáculos que dependen sobre todo de largos desplazamientos y de dificultades de concentración de equipo, tienen en suma la ventaja deportiva incuestionable de enfrentar, en una verdadera olimpíada de la Europa latina los grupos de futbolistas que se han revelado en los últimos años como los renovadores del sport más popularizado, con una táctica peculiar en cada país que embellece y dignifica el noble juego’’.

 La excelente idea o iniciativa de Juan Deportista no había tenido una feliz concreción, quizá porque el propio periodista no tenía muy claro si el torneo tenía que ser con clubes o con selecciones nacionales. A lo largo del texto se nota esa ambigüedad que hacía perder fuerza a su proposición.

Posiblemente la Real Federación – cuyo Comité ejecutivo estaba compuesto en aquellos momentos por D. Julián Olave (presidente), D. José Rosich (tesorero) y D. Luis Colina (secretario) – muy volcada con la Selección nacional y no menos resentida por la eliminación de España en los Juegos Olímpicos de París – ¡el malhadado gol de Vallana! – no apetecía de nuevas pugnas internacionales. Las comprometidas para esa temporada (Portugal, Suiza e Italia) tenían ya bastante azacaneado al Comité – que había asumido las competencias de “trío seleccionador” – como para buscarse nuevas complicaciones… De aquí que mirara para otro lado, para los clubes, a ver si ellos se sentían aludidos por el artículo de Juan Deportista y entraban al trapo. Pero los cinco que podían hacerlo no se dieron por aludidos. Ni una sola llamada, conocida, se cruzó entre Barcelona, Real Sociedad, Real Unión de Irún, Athletic de Bilbao y Real Madrid para tratar o comentar esa propuesta. Teóricamente eran clubes amateurs y tal torneo implicaría unos desplazamientos largos, unas ausencias prolongadas que los jugadores no podrían cumplir. Si unos meses más tarde iban a arruinar la historia del Celta de Vigo por mor del largo viaje hasta Galicia, no iban a recibir de buen grado un viaje a París o a Roma.

Los franceses habían dado la vuelta a todo. Se habían incluido en la “latinidad”, lo cual tiene cierta lógica de situación, e inmediatamente habían echado mano de su invento de “Latinoamérica”. El Mediterráneo – que era el Mare Nostrum – se les quedaba pequeño. Y se fueron a América. En busca de los grandes campeones ya que Francia en aquellos instantes era futbolísticamente muy poco. Lo cual no era mala contradicción, que adquiría caracteres grotescos al prescindir del fútbol portugués. Portugal podía no ser un país mediterráneo, pero era latino hasta el fondo. Desde luego de línea más directa con la romanidad que Brasil, por poner una nación depositaría de las grandezas portuguesas. La Federación francesa se iba más allá del Atlántico y se olvidaba del más acá. Y hay que consignar que en aquellos momentos el fútbol portugués tenía bastante más entidad que el galo. No deja de ser curioso el que el fútbol francés intentara un torneo en el que él iba a ser el farolillo rojo. Si ante el fútbol español era un segundón, ante Argentina, Brasil o Uruguay era un auténtico pigmeo. E Italia estaba emergiendo con un vigor casi palpable… ¿Qué explicación razonable tenía el montar un torneo para quedar en ridículo?

Y la idea, tan bonita sobre el papel, se fue desflecando. Ya consigna Juan Deportista que los equipos suramericanos venían a Europa no en busca de prestigio, sino de Y como la plata no circulaba a ojos vistas en Europa y en el torneo proyectado no había “managers” que concertaran contratos no le interesaba ni a las selecciones ni a los jugadores. Si en Europa circulaban más mal que bien los amateurs marrones, en el fútbol suramericano eran la moneda corriente. Como oficialmente no existía el profesionalismo, sus jugadores podían ser olímpicos, como lo habían sido los españoles en los Juegos Olímpicos de París y lo serían los italianos en los de Amsterdam. Con ello quiero decir que a las naciones de más allá del Atlántico sólo les interesaba el dinero europeo, porque el prestigio lo tenían que ganar en su terreno, en la Copa América. No ocurría lo mismo con los europeos que, debido al enorme contingente de emigrantes, se encontraban poco menos que en su casa en Argentina y Uruguay, y podían ganar o perder el prestigio en ambas orillas del océano. Total, que los equipos americanos volvieron la espalda al proyecto francés. Los federativos españoles encontraron allí su pretexto para renunciar a un torneo que, debido a lo alto que habían apuntado, resultaba ridículo solamente con los dos países – ¿latinos?, ¿mediterráneos? – invitados.

Y todo terminó allí. O no…

[1] Véase Cuadernos de Fútbo” suplemento número 18 de la revista “Fútbol” de la RFEF, marzo 1999.




De Padrón a Valerón

Los viejos cronistas de fútbol – y hablo de allá por principios de los años 20- encontraron muy apropiado el calificativo que se les daba a las islas Canarias de “Islas Afortunadas” … porque lo eran también para el “foot-ball”.  

Negociantes, navegantes o simples turistas que, a su vez, eran aficionados al fútbol llevaron su vicio hasta los campos canarios y se quedaron un tanto sorprendidos de la calidad de aquellos muchachos que pateaban el balón con una destreza igual o mejor que la de los mejores y más empenachados ases de los clubes más en candelero de la época. Hablaban del Club Victoria… del Marino… del Gran Canaria… del Athletic de Las Palmas…  Todo un mundo nuevo para los peninsulares acostumbrados a pensar que el fútbol se acababa en Miranda de Ebro, porque de ahí para abajo era reino de la tauromaquia.

Era como un cuento de hadas que necesitaba comprobación. Y allá fue, en junio de 1924, el Natación de Alicante convenientemente reforzado con jugadores de la talla de Zamora, Samitier, Pasarín, Félix Pérez, etc. A ver si era verdad esa magia canaria o simples espejismos de marineros llenos de ron.

Los canarios vapulearon a las estrellas.

Al margen de que luego el Victoria fue invitado a jugar en Sevilla, Barcelona, Valencia, Madrid… los avispados “patrones de pesca” de los clubes, con talonarios bien respaldados, se aventuraron a lanzar sus redes en lo que parecía un óptimo caladero. Desde entonces la cantera canaria ha demostrado ser de las más ubérrimas de España. Aun cuando hubo una época –entre los años 30 y 50- en que los equipos punteros acumulaban “joyas” canarias de una forma que, por lo reducido de nuestro fútbol, parecían ser los dominadores del fútbol español. Acaso actualmente haya más canarios repartidos por clubes del resto de España que hubo entonces, pero la dilatación de los mercados y de las competiciones los difumina casi totalmente. Aun se les nota, por supuesto.

Los internacionales absolutos grancanarios, que es lo que me ocupa ahora, han sido quince. Gracias a Dios, salvo a Padrón, he visto jugar a todos. Haría falta posiblemente un folleto para esbozar lo que el recuerdo me ha dejado de cada uno de ellos. Y para no hacer clasificación subjetiva, voy a esbozar esos recuerdos por orden alfabético. 

Betancort – Antonio Betancort Barrera, Las Palmas 13.3.1937- era un portero alto y macizo. Hasta poco tiempo antes y pese al antecedente de Zamora, los aficionados españoles preferían los porteros de mediana estatura y de agilidad contrastada. Pensaban quizá que les era más fácil llegar al suelo que a los gigantones, porque los goles, como afirmaba Hernández Coronado se lograban tirando fuerte, raso y colocado… Acaso también jugara el subconsciente del españolito más bien retaquete que se identificaba con los de su medida. Fue un portero sólido, seguro y que sabía salir. Ser portero del Real Madrid nunca ha sido fácil y él lo fue de forma brillante. Fue internacional en dos ocasiones, pero estuvo de suplente en otros once partidos, lo que indica su permanencia en el carné del seleccionador.

Campos – Francisco Campos Salamanca, Las Palmas 8.3.1916- fue la gran estrella de la posguerra. Posiblemente el responsable de que aquel Athletic-Aviación ganara las dos primeras Ligas de la reiniciación del fútbol español. Parecía bailar cuando llevaba el balón, iba como cayéndose en sus zancadas amplias, pero llevaba la cabeza alta para dibujar el pase letal o para soltar su pierna izquierda de forma inapelable. En mi recuerdo hay un especial cariño para su figura larguirucha y desgalichada. Fue internacional seis veces. Quizá mereció serlo más.

Castellano – Francisco Castellano Rodríguez, Arucas, 17.11.1944- era un defensa contundente en su fondo pero de los elegantes en su forma. De tipo Santamaría; defensor que salía jugando frente a lo habitual entonces del patadón hacia fuera. Imprimía su personalidad en el área sin que se le notara, que es lo más personal en un defensa de clase. Él lo fue. Dos veces internacional y otras tres seleccionado.

Germán – Germán Dévora Cevallos, Las Palmas 26.11.1943- fue un centrocampista que desmentía la fama de intermitentes y desmadejados que solían tener los jugadores isleños. Era un todo terreno peleón y corajudo. Y con clase. Sabía llegar a la portería y golpear con fuerza. Sin ser un estilista, sabía jugar bien el balón y distribuirlo con criterio. Fue cinco veces internacional y otros dos estuvo en el banquillo de los seleccionados. 

Guedes – Juan Guedes Rodríguez. Las Palmas 2.10.1942- era el capitán del equipo cuando un cáncer intestinal segó su vida a los 33 años. Era el típico jugador canario, estilo Campos, longuilíneo, elegante en su juego, arquitecto para armar el equipo y darle personalidad. Desde juvenil se había hecho notar en el fútbol español y fue dejando su rastro de clase en las distintas selecciones “menores”. Fue internacional absoluto en dos ocasiones y otras dos estuvo seleccionado.

Hilario –que no se llamaba Hilario, sino Juan Marrero Pérez, Las Palmas, 8.12.1905- fue un jugador digno de esta época por su carácter de estrella mediática. Rechoncho, macizo, recio. Lo pescó el Deportivo de La Coruña en 1928 y cuenta la leyenda que cuando lo fichó el Madrid tuvo que salir de Galicia vestido de mujer para que sus fanáticos partidarios no le impidieran la marcha. Era un jugador de clase y chutador, pero peleón y marrullero como pocos. Su talón de Aquiles era la intermitencia. Parecía jugar con desgana, como a disgusto, ajeno al juego. De él dijo el presidente del Madrid, Sánchez Guerra, que “si pusiera tanto entusiasmo en el fútbol como jugando al dominó hubiera acabado con el cuadro”. Hilario, cuando le apetecía, acababa con el cuadro. Fue dos veces internacional y en otra ocasión estuvo entre los seleccionados.

Juanito –Juan Francisco Rodríguez Herrera, Arucas 10. 5. 1965-, defensa central que se mantuvo en el candelero de la Primera División lo que su contundencia y colocación merecían. Defensa expeditivo y seguro. Iba muy bien de cabeza y constituía un candado de garantía. Fue cinco veces internacional.

Machín – Francisco Machín Domínguez, Las Palmas 9. 2.1917- fue otro de los famosos campeones del Athletic-Aviación del arranque de los años 40. Con Gabilondo y Germán formó la gran línea media de la posguerra. De su reciedumbre baste decir que en el Aviación Nacional, equipo de guerra, sus compañeros le trocaron el apellido en Machorro. Lo dicho, el holandés Davis hubiera resultado un perrito de aguas a su lado. Si había muescas en el poste es que él lo había mordido.  Fue una vez internacional.

Manuel Pablo – Manuel Pablo García Díaz, Bañaderos 25.1.1976- de los jugadores que están en activo no es menester explicar mucho a los aficionados. Defensa corpulento, contundente, pero con una velocidad pasmosa que le hace ser lo que los cronistas al uso llaman “carrilero”, por su capacidad para internarse rápidamente hasta la puerta contraria. Trece partidos internacionales.

Paco –Francisco Jémez Martín, Las Palmas 18. 4.1970- alarde unas portentosas facultades que le hicieron uno de los defensas más competentes de su reciente época de estrella. Lo fue. Veintiún entorchados internacionales y siete suplencias dan fe de ello.

Padrón – José Padrón Martín, Las Palmas 5.5.1906- fue el primer internacional grancanario de la historia de la Selección española. El invento del seleccionador José María Mateos de llevar bloques en vez de individualidades le abrió un portillo que aprovechó en cinco ocasiones. Jugador de enorme clase y conflictivo por su carácter peleón y díscolo.

Silva –Alfonso Silva Placeres -Las Palmas, 19.3.1926- fue otro de los canarios de tanta clase como intermitencia, de polivalencia total. Cuando Silva jugaba, sólo jugaba él en el partido; los demás, miraban. En la famosa “delantera de seda” del Atlético de Madrid, la seda la ponía él. Cinco veces internacional y siete más seleccionado.

Tonono –Antonio Alfonso Moreno, Arucas, 25.8.1943- de él no sólo hay que recordar su muerte, casi en horas, por una afección hepática que, al parecer, le invadió por una rozadura en un entrenamiento. Era un jugador recio, de clase, que sabía cómo y dónde colocarse para armar el equipo desde atrás. Fue fiel a su club, pese a las ofertas infinitas que le llegaron de los llamados “grandes”. Y fue el segundo grancanario en internacionalidades; nada menos que veintidós y seis presencias en el banquillo.

Valerón – Juan Carlos Valerón Santana, Arguineguín, 17.6.1975- gracias a Dios para recreo de quienes gustamos del fútbol de alta escuela. Cuarenta y seis veces internacional.

Valle –Luis Valle Benítez, Las Palmas, 18.6.1907- fue medio centro, de clase, de escuadra y cartabón, pero en el Madrid de la preguerra no cuajó posiblemente porque aquel era un equipo en el que construía magistralmente era Luis Regueiro y el resto era un equipo de rompe y rasga, de velocidad y rabia. Mal asiento para un científico al que le llegó la oportunidad para un sitio inadecuado y a una edad tardía.

Y esta es la historia[i] de unos hombres que sobresalieron por encima de un nutrido grupo de jugadores grancanarios que fueron excelentes jugadores de club, aunque el dedo del seleccionador de turno no les ungiera para la gloria internacional.

[i] Artículo de Félix Martialay Martín-Sánchez (1925-2009), escrito en 2002.




Los presidentes de las Federaciones Españolas de Fútbol

Quien se sitúe en la terraza de la Ciudad Deportiva de la Real Federación Española de Fútbol y contemple en una vista panorámica las edificaciones, los campos de fútbol, las instalaciones que constituyen la propia Federación, difícilmente podrá entender que hace menos de un siglo, todo aquello cupiera en un paquete envuelto con papel de embalar y atado con el habitual balduque rojo, con el que se solía enviar toda la documentación federativa en el traspaso de poderes de un presidente a su colega que le relevaba.

Muy difícil de entender también que todo ese complejo de edificios pudiera ser reducido –minimizado se dirá hoy- para que cupiera en la trastienda de ultramarinos y confitería de uno de los secretarios generales.  O en un altillo de una de las “boutiques” más afamadas de Madrid, situada en la calle de Alcalá esquina a Cedaceros. O que el acto eugenésico tuviera lugar en una casucha que un zapatero remendón, apodado “El bollero”, había alquilado al Madrid FC en el número 10 de la Avenida de la Plaza de Toros de la capital española. Bien es verdad que el hecho de que tal cuna humildísima estuviera en terrenos reales, pues tales solares pertenecían nada menos que a la Reina doña María Cristina, ya anticipaba el título que iba a ostentar el recién nacido. ¿O hay que decir recién nacida?

La diferencia entre el paquete con un volumen equivalente a un par de cajas de zapatos, al volumen de edificación y terrenos de la actual Real Federación, llevada no a una ecuación de la curva de crecimiento, sino a un sencillo gráfico de un solo trazo andaría muy próximo a la vertical. 

Pero son los hombres quienes, casi siempre a pulso, han conseguido ese prodigio de la multiplicación exponencial del famoso envoltorio con documentos.

Ciertamente que hay que mencionar a Carlos Padrós como primer gigante, aunque curiosamente no llegó a sentarse en el trono federativo. Y todo fue con ayuda de la FIFA. O por mejor decir por su falta de ayuda. Porque el señor Padrós, en su primer y fugaz paso por su criatura llamada Federación Madrileña de Clubs de Foot-Ball, se fue rápidamente al parto de la FIFA, que tenía lugar en París, para inscribir a España entre los fundadores de tal organismo. Pero entre su deseo y el momento del parto, le habían descabalgado malamente de tal Federación. Por ello, en el bautismo por poderes, inscribió al Madrid F.C. que era el que presidía. Y todo fue bien hasta que llegó el III Congreso del máximo y entonces escuálido organismo internacional.  El señor Padrós anunció la participación española en tal evento. Pero había accedido a la presidencia el británico Daniel Burley Woolfall y desaparecido de ella los valedores de don Carlos. La sorprendente respuesta era que España, comadrona de la FIFA, no pertenecía a la FIFA. Porque los clubes no eran entidad nacional; sólo era tal la Federación correspondiente y España no tenía Federación nacional de Fútbol.

Ello fue como el tiro de salida para que Padrós se remangara para ejercer de partero de la Federación Española. Por otra parte, desde Barcelona, Hans Gamper urgió a los clubes catalanes para que se sumaran a la iniciativa madrileña para hacer realidad esa necesidad tanto nacional como internacional. 

El trípode Madrid F.C., F.C Barcelona y Sociedad Gimnástica de Madrid, o sea Padrós, Gamper y Coll, se movieron para que la revista deportiva “Gran Vida”, de Madrid, de octubre de 1909, pudiera decir que ya había Federación Española y que se había ubicado provisionalmente en los locales de la “veterana” Gimnástica en la calle del marqués de Leganés, número 5. 

Añadía el semanario que los clubes que desearan inscribirse mandaran a esa dirección su solicitud. Y agregaba que ya eran 25 sociedades las componentes de esa recién nacida entidad. Eran clubes de Madrid (3), Barcelona (3), Navarra (1), Guipúzcoa (2), Santander (1), Valencia (3), Cartagena (1), Vigo (3), Huelva (1), Toledo (2), La Coruña (1), Tarragona (1), Alicante (1) y El Escorial (3) No, no hay error ni omisión; de Bilbao no había nadie, pese a haber estado en la caseta de la Plaza de Toros, porque entre medio se había cruzado el Campeonato de España con la eliminación del Athletic de forma que consideró injusta y dio una de esas espantadas tan frecuentes en la época del romanticismo amateur.

La fecha de nacimiento fue la del 14 de octubre de 1909. La de inscripción en el registro civil, el 11 de noviembre de ese mismo año.

La primera junta directiva quedó constituida del modo siguiente:

Presidente de honor: S. M. el Rey D. Alfonso XIII

Vicepresidentes honorarios: Los duques de Alba y de Arión.

Presidente ejecutivo: Pedro Sánchez de Neira y Castro, marqués de Casa Alta.

Vicepresidente: Emilio Coll.

Secretario General: José Manuel Kindelán 

Vicesecretario: Adolfo Sixto Hartán.

Tesorero: Ramón Paz.

Contador: Mario Giralt.

Vocales: señores Masferrer, Gamper, Muga, Rodríguez Arzuaga y conde de Torrecedeira. 

A partir de ese momento empezó esa aventura que ha contabilizado la cifra de 34 presidentes.  El analizarlos uno por uno, con sus biografías particulares y deportivas, es algo que desborda los límites de un artículo y que acaso mereciera un libro. Por ello vayan algunas pinceladas de las características generalizadas de algunos de ellos o de conjuntos homogéneos. 

Pedro Escartín se inventó, al filo de finales de los años 20, una frase que resumía todo un concepto: “Gentes del fútbol…Hombres del fútbol”. No, no se refería a los jugadores sino a los dirigentes (Bien que la mayoría de los dirigentes para esas fechas habían pasado por llevar los palos al hombro). Daba fe, con ello, de la existencia de una casta especial, de una nobleza, de un “casino” selectivo que debía ser, en exclusiva, quien manejara el tinglado futbolístico. Bien entendido que tal “orden de la Jarretera”, como la apostilló el periodista Jacinto Miquelarena –sí, el mismo que el de “qué país…”- eran los mandatarios de los grandes clubes del momento. Personajes que, desde su club, intentaban ser el poder en la sombra, y que cuando no lo conseguían montaban las escisiones que tanto retrasaron el progreso de la propia Federación Española.  En el más puro sentido “escartiniano», se puede afirmar que los presidentes de la Real Federación Española fueron siempre “hombres del fútbol”. En ese sentido podemos estar tranquilos.

Siempre he creído que el trípode sobre el que se asentó el nacimiento del deporte español ha sido: aristocracia, medicina y milicia. La lista de presidentes federativos da muy buena cuenta de ello. Cierto es que los hombres de ese ambiguo concepto, de curso en la primera mitad del siglo XX, como era “del comercio” y que hoy se ha transformado en otro no menos genérico como “empresario”, han tenido muy buena parte de responsabilidad en que tanto clubes como Federación pusieran una marcha más en su recorrido.

Del comercio o de la empresa eran los hermanos Padrós, tan decisivos en toda gestión futbolística española. También uno de los más activos y decisivos presidentes como Julián Olave Videa. En tono menor, por lo efímero de su presencia en la Federación, Antonio Bernabéu, pero también “del comercio”; como José Caña, aún más efímero que el anterior. Ya “de la empresa”, estuvo José Luis Roca, antecesor del vigente presidente.

La aristocracia ha quedado poco menos que explícita en la lista de los presidentes: Desde el iniciador marqués de Casa Alta, pasando por el Conde de La Mortera, marqués de Someruelos y finalizando por el conde de Villafuente Bermeja, que fue el menos “hombre de fútbol” que pudiera pensar Escartín, pero al que éste sirvió como seleccionador nacional.

La faceta de los médicos se lleva un buen tramo de la galería de retratos presidenciales. Nada menos que cuatro: Francisco García Molinas, Luis Saura del Pan, Alfonso de la Fuente Chaos y José Luis Costa.

La Milicia, para completar el trípode generador, puede parecer que está en clara minoría pues solamente aparece el teniente coronel Troncoso, pero merced a su doble personalidad profesional hay que agregar al médico militar Saura del Pan, y al jurídico de la Armada Benito Pico.  

La Arquitectura ha dejado dos nombres en el álbum federativo: Javier Barroso, de resonancias rojiblancas del antiguo Metropolitano, y Manuel Valdés Larrañaga, quien desde los títulos en las piscinas llegó al fútbol a través del conducto político.

Un solitario representante de la Banca, a quien quizá hubiera que incluir también en el apartado de empresarios fue Juan Touzón. Y otro, no menos aislado, de la profesión periodística, como fue Ricardo Ruiz Ferry, republicano de pro, pero a quien cupo el honor de encabezar a los presidentes “reales”.

Pero es la abogacía la que se alza con el Santo y la limosna en el timón federativo. Augusto Barcia Trelles fue el primero que llegó a un sillón presidencial que no ocupó. Le siguió David Ormaechea Zubiri, al que se podría llamar por un lado precursor y por otro el de los tristes destinos; lo primero, porque del fútbol saltó al espectáculo teatral: lo segundo, porque finalizó en la cárcel tras unos pagos efectuados con dinero público. Leopoldo García Durán fue, al decir de Ricardo Zamora, el primer presidente que tomó el cargo con sentido profesional; la guerra cortó su mandato que no su presencia en la Federación. Jesús Rivero Meneses fue un presidente de trámite porque como el militar Troncoso entendía el fútbol sin los escartinianos “hombres del fútbol”; a ambos los fulminó la “orden de la Charretera” que, a veces, como el Guadiana, tomaba el nombre de Unión Española de Clubs, “Minimalistas”, Asociación de Clubs, “Ponencistas”…; al primero, porque quiso conseguir que el tránsito del amateurismo al profesionalismo fuera en beneficio de los jugadores; al segundo, porque entró como un potro desbocado en la sede federativa y del primer empujón se cargó el “derecho de retención” de los jugadores. Armando Muñoz Calero consiguió la sede de la calle Alberto Bosch, pero tuvo la desgracia de tropezar con “la pérfida Albión”. Abogados fueron José Luis Pérez Payá y Pablo Porta quienes cubrieron la década de los años 70. Y abogado es Ángel María Villar Llona, el presidente de más largo mandato de la Real Federación.

De todos los componentes del “colegio presidencial” hay diversa graduación en lo que se refiere a “hombres del deporte” y “hombres del fútbol”.

De esta última especie hay varios, pero en honor a la verdad, en cuanto a permanencia como profesional y brillo como internacional es Ángel María Villar, quien presenta un “record” tanto como jugador del Athletic de Bilbao, como internacional con la Selección de España. Profesional también e internacional fue José Luis Pérez Payá, ora como amateur en el Atlético de Madrid, ora como profesional en el Madrid.

Futbolistas de relieve, en unos tiempos de transición al profesionalismo, pero insertos en él fueron Barroso, excelente portero del Athletic de Madrid en los años 30; Saura, extremo del Madrid de los años 20; Costa, del Zaragoza y del Athletic de Madrid de los años 30. Luego, en una escala menor, De la Fuente Chaos, García Durán y Troncoso, algunos de los cuales vivieron en sus carnes las rozaduras en el hombro de los postes. 

“Hombres del deporte” lo fueron todos salvo Sancho Dávila, a quien le tiraba lo taurino, pero a quien corneó el balón como a un intruso en el césped. Hombres del deporte como protagonistas tales como Ramón Paz, gimnasta de enorme relieve, o Manuel Valdés Larrañaga, campeón de España de natación. Y hombres del deporte desde los clubes a las Federaciones Regionales y desde ellas a lo que entonces se llamaba “la Nacional”. Hombres de club fueron todos los demás. Barcia, Caña. Olave, Bernabéu, Barroso, Rivero, Touzón De la Fuente, Pico, Costa, Porta…

Para dar las luces y las sombras de todos estos personajes, ya lo he dicho, haría falta un recorrido por la historia de la Real Federación. Una historia no hacia fuera, epitelial, que esa ha sido tratada en los bosquejos, más o menos afortunados, de la historia del fútbol español; sino una historia hacia dentro, tomando el personaje como eje y haciendo girar a su alrededor las circunstancias de cada momento para analizar los vientos favorables y las tempestades arrasadoras. Posiblemente sería un viaje fascinante que en muchos casos requeriría el apoyo de la psiquiatría. Y lo digo en el más noble sentido de la palabra. Para hacer emerger todos esos interrogantes que sin duda se hicieron muchos de estos presidentes ante situaciones encaradas en solitario y con resultados tan aleatorios como los botes del balón.

“Fútbol es fútbol”, dijo Boskov. Amén.




Descubriendo a todos los jugadores internacionales españoles

Cuando Félix Martialay terminó de escribir en 1968 la primera edición de su magna obra Una historia de la selección española de fútbol, ya dejó escrito que los jugadores internacionales en categorías diferentes a la absoluta merecían no quedar en el olvido, pues “al fin y al cabo defendieron los colores españoles con el mismo entusiasmo y responsabilidad que los profesionales de la máxima categoría” (p. 11).

Posteriormente, en el prólogo de su Todo sobre todas las selecciones (2007), explicó con detalle cómo llegó al convencimiento de que era necesario atribuir la misma importancia a todos los jugadores, desde el campeón del mundo hasta el que jugó una sola vez con la selección sub-15, pues todos estaban igualados por su categoría: todos son internacionales con España. Decía así don Félix: “había muchos españoles que de adolescentes o de jóvenes habían sido internacionales con la misma emoción, entusiasmo y ardor que los super conocidos profesionales, que habían escuchado el himno español con un temor inefable y que habían defendido los colores de su patria con enorme fe” (p. 10).

Dos años antes (2006) Martialay había dado otra lección: no nos olvidemos de aquellos jugadores que fueron convocados con España pero que nunca llegaron a jugar, porque ellos también tuvieron el honor de ser llamados por su país, viajaron con el equipo, se entrenaron, hicieron piña y estuvieron al servicio del seleccionador por si eran necesarios. Ellos también, aunque no llegaran a ser internacionales, merecen estar en los libros de historia de la selección nacional. Y por ello, en su libro Todo sobre la selección española aparecieron por primera vez todos los jugadores convocados en cada uno de los partidos de la selección absoluta. Lo mismo hizo con las selecciones inferiores en su libro Todo sobre todas las selecciones (2008).

En aquellas fechas hicimos un trabajo que recuerdo con mucho cariño para intentar identificar a todos los jugadores que habían sido convocados, apuntando el nombre y los dos apellidos, así como sus datos de nacimiento. Dado el enorme volumen de información, optamos por no publicar todos estos datos en los libros, pero los datos quedaron almacenados para siempre. Volcamos no solo el archivo personal de Martialay, sino que lo completamos con el del coronel Juan Garrido del Río y le añadimos no pocos detalles gracias a José Ignacio Corcuera. Además de las miles y miles de horas de don Félix, echamos juntos decenas de mañanas a completar todo aquello.

Fueron pasando los años y los datos allí quedaron fijos, y sin que don Félix pudiera actualizarlos como había hecho semana a semana durante cincuenta años. Hasta que un día del año 2017 mi querido amigo José López Carreño me dijo que esto no podía seguir así, y que había que recuperar la tarea de don Félix. Así que se puso a recuperar los diez años que nadie había estudiado entre 2007 y 2017. Sin apenas información disponible de la RFEF, López Carreño se puso a bucear entre las más diversas fuentes de información, a hablar con protagonistas y a completar uno a uno todos los partidos que había jugado España en esos diez años. Hasta tuvo que aprender unas cuantas palabras húngaras para poder encontrar algunos datos. Pero los encontró, y desde ese momento siguió actualizando todo hasta la fecha.

En enero de 2021 llegó el momento de juntar el viejo trabajo de don Félix con el de López Carreño, y a esa tarea nos pusimos gracias fundamentalmente a un magnífico equipo de periodistas formado por Lucía Alcaraz, Lucía Carrasco, Enaitz Gárate, Jon Urko García Rodríguez, Eneko Isasi, Jesús López Sánchez, Irene Ruiz Padillo y María Puras. Al terminar el mes de junio de 2021 teníamos por fin una base de datos única y totalmente actualizada con todos los partidos de todas las selecciones españolas y con todos los jugadores. Nadie, ni siquiera la Real Federación Española de Fútbol, tiene nada igual.

Y he aquí que llegó el momento de echar una vista atrás. José López Carreño había conseguido identificar al 100% de los jugadores desde 2007, pero en el trabajo anterior había unos doscientos de los que no teníamos los datos completos. De algunos nos faltaba el lugar de nacimiento, de otros la fecha, y junto a ellos había un pequeñísimo grupo de los que tan solo conocíamos el nombre deportivo y el equipo de procedencia. Era el momento de reanudar la investigación de 2007 y 2008 e intentar encontrar a esos doscientos jugadores y, sobre todo, sacar del anonimato a los que no teníamos identificados.

Fundamentalmente han sido José Vicente Olmos Mico, Fernando Arrechea, Alfonso del Castillo y Lartaun de Azumendi quienes se pusieron manos a la obra y han conseguido completar los datos de más del 60% de los que faltaban, incluyendo el desvelar a todos aquellos de los que solo sabíamos el nombre deportivo. Absolutamente todos. Una vez más, y perdón por la insistencia, un trabajo que nadie había emprendido hasta la fecha.

Pero claro, antes de tener a todos los jugadores nos faltó uno, que resultaba ser un auténtico callejón sin salida. Murillo, del Atlético de Madrid, jugador convocado en dos ocasiones con la selección sub-18 en la temporada 1963. ¿Quién era Murillo? Hicimos todas las búsquedas posibles en todos los medios al alcance, las mismas que habían dado excelentes resultados con el resto de jugadores. Pero Murillo se resistía, ninguna pista era buena y ni siquiera conseguíamos saber su nombre de pila. Así que a la desesperada se nos ocurrió utilizar el Twitter, explicar el trabajo que estábamos haciendo y pedir ayuda por si alguien podía conocer a Murillo o aportar algo sobre él. Era nuestra última esperanza, recurrir a lo que los policías llaman colaboración ciudadana.

Y hubo una primera respuesta. En el blog de Alfonso del Castillo se había publicado en diciembre de 2020 una foto magnífica de la selección en los entrenamientos, y ahí aparecía agachado nuestro Murillo. ¡¡Hay foto de Murillo!! Pero pronto habría más: la peña atlética Bendita Locura envía otra foto (Marca, 10-3-1963) y añaden el nombre de pila, Enrique. Domingo López, socio de CIHEFE, no tarda en encontrar otro recorte de prensa donde aparece la confirmación del nombre.

Ya teníamos el nombre y la foto, y con la ayuda de Hispaligas y de Bendita Locura completamos su trayectoria deportiva: jugó hasta 1965 en el Atlético de Madrid, la temporada 1965-66 la hizo en la Cultural Leonesa y la 1966-67 en el Talavera. José Ignacio Corcuera apostilla: en la Cultural jugó 21 partidos y anotó 2 goles.

La historia de nuestra búsqueda llamó la atención del periodista Manuel Yaben, que publica un reportaje en el diario digital El Independiente explicando el origen y el objeto de la investigación. ¡Hay que dar con Murillo! Casi de inmediato, Xesc Ramis nos da una nueva pista por Twitter: ha localizado a un jugador de bolos que se llama Enrique Murillo. ¿Será el que nosotros buscamos? Imposible de saber, el nombre no es muy frecuente, pero sin confirmación tajante no podemos arriesgarnos. Hemos avanzado mucho, pero nuevamente estamos en un punto muerto. ¿Cómo avanzamos?

En estas Lartaun de Azumendi consigue ponerse en contacto con Manuel Delgado Meco, famoso preparador físico del Athletic Club y de la Selección nacional, que compartió selección castellana con Murillo. Sí, recuerda bien a Murillo, pero no sabe darnos datos ni decirnos qué fue de él. Han pasado casi sesenta años… Eso sí, hay un pequeño detalle que no ha podido olvidar de: en las concentraciones Murillo solo hablaba de bolos, le encantaban los bolos. ¡¡Eureka, apareció, ya lo tenemos!!

La inmensa alegría ha sido que no solo hemos podido identificar a Murillo, sino que hemos podido hablar con él por teléfono y próximamente publicaremos una entrevista completa con él, el último jugador fantasma de los que han sido convocados con la selección española de fútbol.

Los que nos dedicamos a la investigación sabemos que pocas veces el éxito es tan rotundo, y que el camino está más lleno de sinsabores de que alegrías como esta. Son muchísimas veces las que hemos buscado jugadores con el mismo empeño y la búsqueda ha resultado infructuosa, el tiempo dedicado ha sido el mismo pero solo queda el mal sabor de boca de no haber podido hallar lo que buscabas. Afortunadamente no ha sido el caso, y por ello podemos decir que hemos conseguido identificar al 100% de los jugadores que han sido convocados con la selección española de fútbol, hayan o no debutado.

Hemos culminado así un trabajo único que empezó Félix Martialay en 1968 y que sin José López Carreño seguiría estancado en 2007. En otros países, menos laureados y con menos cultura futbolística que España, puede consultarse fácilmente por internet todos los partidos de sus selecciones, con identificación de todos los jugadores. Hasta el momento en nuestro país no ha sido posible, pero nosotros en CIHEFE haremos todo lo posible para ponerlo a disposición de todos los aficionados.

Si no hubiera sido por el trabajo de Martialay y López Carreño muchos de los datos que hemos podido recopilar se habrían perdido y sería imposible reconstruirlos, pues nadie se ha ocupado con el mismo esfuerzo y denuedo de la historia de nuestra selección nacional. Afortunadamente todos los aficionados al fútbol hemos contado con su esfuerzo y dedicación, y gracias a ellos se ha podido reconstruir toda la historia de nuestra selección nacional, lo que es un gran orgullo para CIHEFE y para todo el fútbol español.




Proyecto Centenario de CIHEFE

El pasado día 28 de agosto de 2020 se cumplieron cien años del considerado como primer partido oficial de la Selección española de fútbol. Con ese motivo venimos trabajando en CIHEFE en un proyecto al que hemos dado en llamar “Proyecto Centenario” con el que planteamos llevar a cabo una revisión completa de la historia de nuestra selección nacional.

El primer hito de este proyecto ha sido la reciente publicación del libro de Julio Larrey titulado Selección española: cien años de fútbol internacional (1920-2020), que es ya la tercera edición de la obra cuya publicación empezó Larrey en el año 2016 y que contó con una segunda edición en 2018. La obra tiene 936 páginas y es la monografía más completa de la historia de nuestra selección publicada hasta la fecha.

Un segundo trabajo fundamental es el artículo de Fernando Arrechea que encabeza este número de los Cuadernos de Fútbol, titulado “25 de mayo de 1913. El primer partido de la Selección española de fútbol”, en que reivindica la oficialidad del partido que jugamos contra Francia el 25 de mayo de 1913, desvelando además la identidad completa de aquellos primeros jugadores internacionales españoles. Como mejor prueba de la importancia de aquel partido es preciso recordar la presencia en el campo de Amute de Jules Rimet.

Simultáneamente, hemos constatado cómo ya han pasado catorce años desde que Félix Martialay publicara su obra Todo sobre todas las selecciones, en que por primera vez se publicaron todos los partidos y jugadores de las categorías inferiores de nuestra Selección. Por ello José López Carreño está llevando a cabo la recopilación de todos los datos desde esa fecha con el fin de publicar en los próximos meses libros en que consten todos los datos de todos los partidos y jugadores de todas las selecciones, desde la sub-15.

Hemos optado por editar libros con toda la historia de las selecciones inferiores desde sus primeros partidos hasta la fecha actual, y por ello queremos invitar públicamente a que todos los aficionados o protagonistas que tengan discrepancias con alguno de los datos que publicó Martialay en su Todo sobre todas las selecciones nos las haga llegar a CIHEFE para que, previa comprobación, sean corregidos en la nueva edición. Par ello ponemos a libre disposición el archivo PDF de aquel libro de Martialay que pueden descargarse aquí.

Por otro lado, el propio José López Carreño ha tomado la iniciativa para terminar con una ausencia que hoy en día resulta inexplicable: no existe ningún libro sobre la historia de la selección femenina de fútbol. Por ello hace meses que nos pusimos a trabajar en la reconstrucción de la historia de nuestras selecciones internacionales femeninas y en los próximos meses publicaremos la primera obra en que desvelaremos tanto los partidos como la identidad de nuestras jugadoras internacionales.

Por último, el Proyecto Centenario incorpora José del Olmo y yo mismo hemos continuado la tarea de publicar los tomos inéditos de la magna obra Una historia de la Selección española de fútbol, de Félix Martialay. A la fecha en que se publica este artículo ya se han editado veintisiete volúmenes y confiamos en concluir la tarea a lo largo de este año 2021.

El trabajo que nos hemos propuesto es intenso pero emocionante, y por ello agradecemos toda la colaboración que los aficionados y los protagonistas nos puedan prestar. Querido lector, si has encontrado fallos en el libro de Todo sobre todas las Selecciones no dejes de comunicárnoslos. Y si fuiste un jugador internacional masculino o femenino, te agradecemos que te pongas en contacto con nosotros (cihefe@cihefe.es) para completar tus datos y publicar la información lo más completa posible.

Muchas gracias a todos.




Los linieres y la Selección española.

Hace ya una década que don Félix Martialay Martín-Sánchez, presidente honorario de CIHEFE, publicó el libro “Todo sobre la Selección Española”. Una obra imprescindible para todo seguir del fútbol español que, como bien afirma nuestro presidente D. Víctor Martínez Patón, lleva el sello del “Tucídides de la historiografía deportiva en España”.

Martialay, en su contenido, detalló pormenorizadamente los encuentros que España disputó desde 1920 hasta 2006, coincidiendo con el partido nº 514 que se jugó contra la selección nacional de Costa de Marfil. En aquella elaboradísima información se facilitaban, entre otros numerosos datos, los nombres de los linieres que habían actuado en cada acontecimiento.

Con el fin de complementar, parcialmente, aquella joya de libro, traemos a Cuadernos de Fútbol este mes la primera parte de la información con los nombre de los linieres que han actuado en los posteriores encuentros jugador por España desde el nº 515 hasta el nº 585. En un próximo número, publicaremos desde el nº 586 hasta la actualidad.

El resultado final de cada encuentro que se expresa en el cuadro anexo, menciona en primer lugar los goles de nuestra selección, con independencia de haberse jugado el partido en nuestro suelo, fuera de España o en terreno neutral.

Esperamos que para los amantes de las estadísticas y, en particular, para los seguidores del arbitraje, les pueda servir de utilidad.

 

Partido nº

Fecha

Contra

Result

Linier

Nación

Linier

Nación

515

27/05/2006

Rusia

0-0

Leite Ribeiro

Portugal

Baía Nogueira

Portugal

516

03/06/2006

Egipto

2-0

Andrea Consolo

Italia

Alessandro Stagnoli

Italia

517

07/06/2006

Croacia

2-1

Patrick Reinbold

Francia

Eric Dansault

Francia

518

14/06/2006

Ucrania

4-0

Francesco Buragina

Suiza

Matthias Arnet

Suiza

519

19/06/2006

Tunez

3-1

Aristeu Tavares

Brasil

Edmilson Corona

Brasil

520

23/06/2006

A. Saudita

1-0

Celestin Ntaguingira

Ruanda

Aboudou Aderodjou

Benin

521

27/06/2006

Francia

1-3

Cristiano Copelli

Italia

Alessandro Stagnoli

Italia

522

15/08/2006

Islandia

0-0

Cirian Delaney

Irlanda

Marc Douglas

Irlanda

523

02/09/2006

Liecht.

4-0

Krstevski Ljubomir

Macedonia

Josifov Zoran

Macedonia

524

06/09/2006

Irlanda N.

2-3

Peter Hermans

Bélgica

Walter Vromans

Bélgica

525

07/10/2006

Suecia

0-2

David Babswki

Inglaterra

Philip Sharp

Inglaterra

526

11/10/2006

Argentina

2-1

Vicent Texier

Francia

Stephane Duhamel

Francia

527

15/11/2006

Rumanía

0-1

Fabrizio D’Agostini

Italia

Massimiliano Grilli

Italia

528

07/02/2007

Inglaterra

1-0

Carsten Kadach

Alemania

Sonke Glindemann

Alemania

529

24/03/2007

Dinamarca

2-1

Stéphane Cuhat

Suiza

Francesco Buragina

Suiza

530

28/03/2007

Islandia

1-0

Vicent Texier

Francia

Stephane Duhamel

Francia

531

02/06/2007

Letonia

2-0

Tom Hugh Murphy

Escocia

James Bee

Escocia

532

06/06/2007

Liecht.

2-0

Nikolay Golubev

Rusia

Viacheslav Semenov

Rusia

533

22/08/2007

Grecia

3-2

Jean P. Izzo

Francia

Christophe Capelli

Francia

534

08/09/2007

Islandia

1-1

Jan Hendrik Salver

Alemania

Volker Wezel

Alemania

535

12/09/2007

Letonia

2-0

Shmuel Shteif

Israel

Eyal Hatuka

Israel

536

13/10/2007

Dinamarca

3-1

Roman Slysko

Eslovaquia

Martin Balko

Eslovaquia

537

17/10/2007

Finlandia

0-0

Fredji Harchay

Francia

Nicolas Bottier

Francia

538

17/11/2007

Suecia

3-0

Alessandro Griselli

Italia

Paolo Calcagno

Italia

539

21/11/2007

Irlanda N.

1-0

Carsten Kadach

Alemania

Volker Wezel

Alemania

540

06/02/2008

Francia

1-0

Esa Vehvilainen

Finlandia

Jukka Koskela

Finlandia

541

26/03/2008

Italia

1-0

Roland Heim

Austria

Andreas Fellinger

Austria

542

31/05/2008

Perú

2-1

Ljubomir Krstevski

Macedonia

Petre Kodovski

Macedonia

543

04/06/2008

EEUU

1-0

Egin Doda

Albania

Emilian Bisaku

Albania

544

10/06/2008

Rusia

4-1

Egon Bereuter

Austria

Markus Mayr

Austria

545

14/06/2008

Suecia

2-1

Adriaan Inia

Holanda

Hans Ten Hoove

Holanda

546

18/06/2008

Grecia

2-1

Darren Cann

Inglaterra

Michael Mullarkey

Inglaterra

547

22/06/2008

Italia

0-0

Carsten Kadach

Alemania

Volker Wezel

Alemania

548

26/06/2008

Rusia

3-0

Peter Hermans

Bélgica

Alex Verstraeten

Bélgica

549

29/06/2008

Alemania

1-0

Alessandro Griselli

Italia

Paolo Calcagno

Italia

550

20/08/2008

Dinamarca

3-0

Fredrik Nilsson

Suecia

Joakim Flink

Suecia

551

06/09/2008

Bosnia

1-0

Tom Hugh Murphy

Escocia

Martin Cryans

Escocia

551

10/09/2008

Armenia

4-0

Jukka Koskela

Finlandia

Esa Vehvilainen

Finlandia

553

11/10/2008

Estonia

3-0

Fredrik Nilsson

Suecia

Mathias Klasenius

Suecia

554

15/10/2008

Bélgica

2-1

Frank Andas

Noruega

Thomas Haglund

Noruega

555

19/11/2008

Chile

3-0

Mamika Elikashvili

Georgia

Zaza Menteshashvili

Georgia

556

11/02/2009

Inglaterra

2-0

Eric Dansault

Francia

Laurent Ugo

Francia

557

28/03/2009

Turquía

1-0

Matthias Arnet

Suiza

Francesco Buragina

Suiza

558

01/04/2009

Turquía

2-1

Peter J. Kirkup

Inglaterra

Philip R. Antony

Inglaterra

559

09/06/2009

Azerbaijan

6-0

Oleg Plujnik

Ucrania

Oleg Muravyov

Ucrania

560

14/06/2009

N. Zelanda

5-0

Alexis Fassinou

Benin

Komi Konyoh

Togo

561

17/06/2009

Irak

1-0

Matthew Cream

Australia

Ben Wilson

Australia

562

20/06/2009

Sudáfrica

2-0

Patricio Basualto

Chile

Francisco Mondria

Chile

563

24/06/2009

EEUU

0-2

Pablo Fandino

Uruguay

Mauricio Espinosa

Uruguay

564

28/06/2009

Sudáfrica

3-2

Matthew Cream

Australia

Ben Wilson

Australia

565

12/08/2009

Macedonia

3-2

Arie Brink

Holanda

Coen Droste

Holanda

566

05/09/2009

Bélgica

5-0

Michael Annonier

Francia

David Benech

Francia

567

09/09/2009

Estonia

3-0

Oleksandr Voytyuk

Ucrania

Oleg Pluzhnyk

Ucrania

568

10/10/2009

Armenia

2-1

Patrik Filipek

R. Checa

Antonin Kordula

R. Checa

569

15/10/2009

Bosnia

5-2

Bernhard Zauner

Austria

Klaus Strasser

Austria

570

14/11/2009

Argentina

2-1

Marc Douglas

Irlanda

Damien Mc Grath

Irlanda

571

18/11/2009

Austria

5-1

Carsten Kadach

Alemania

Sonke Glindemann

Alemania

572

02/03/2010

Francia

2-0

Tom Hugh Murphy

Escocia

Martin Cryans

Escocia

573

29/05/2010

A. Saudita

3-2

Roland Heim

Austria

Armin Eder

Austria

574

03/06/2010

Corea Sur

1-0

Mario Strudl

Austria

Matthias Winsauer

Austria

575

08/06/2010

Polonia

6-0

Dimitrios Bozatzidis

Grecia

Dimitrios Gagas

Grecia

576

16/06/2010

Suiza

0-1

Darren Cann

Inglaterra

Michael Mullarkey

Inglaterra

577

21/06/2010

Honduras

2-0

Toru Sagara

Japón

Jeong Hae Sang

Corea del Sur

578

25/06/2010

Chile

2-1

José Luis Camargo

México

Alberto Morin

México

579

29/06/2010

Portugal

1-0

Ricardo Casas

Argentina

Hernán Maidana

Argentina

580

03/07/2010

Paraguay

1-0

Leonel Leal

Costa Rica

Carlos Pastrana

Honduras

581

07/07/2010

Alemania

1-0

Gabor Eros

Hungría

Tibor Vámos

Hungría

582

11/07/2010

Holanda

1-0

Darren Cann

Inglaterra

Michael Mullarkey

Inglaterra

583

11/08/2010

México

1-1

Daniel Williamson

Panamá

Jaime Smith

Panamá

584

03/09/2010

Liecht.

4-0

Mustafá Emre

Turquía

Cem Satman

Turquía

585

07/09/2010

Argentina

1-4

Wilson E. Berrio

Colombia

Humberto Clavijo

Colombia




Biblioteca Martialay: Ponencistas y Antiponencistas (Primera Parte)

En la vida de todos los organismos, como en la de cualquier cosa viva, se producen momentos de tensión con altibajos y esguinces. Creo que el primer gran momento crucial de la vida federativa -al margen de sus iniciales tormentas y balbuceos, más de nacimiento accidentado que de existencia plena- fue el que se puede resumir como «Maximalistas y Minimalistas».
Hay que recordar, simplemente, cómo el fútbol español se dividió en dos bandos cuyo enfrentamiento estuvo a punto de producir una escisión. Ora por parte de los minoritarios en número, que se dieron el nombre de Unión Española de Clubs Profesionales de Fútbol, ora por parte de los que constituían la mayoría en número pero no en historial ni importancia en aquellos momentos.
Salvada aquella grave enfermedad y consolidado -al menos aparentemente- el profesionalismo, el fútbol español no tomaba la altura prevista por los creadores de la Liga.
Ésta, nacida en 1929, había ido perdiendo interés hasta que, al llegar el final de la temporada 1932-33, habían saltado las señales de alarma.

Las causas que señalaban los analistas eran:
a) Había sido un error la implantación del profesionalismo. Al menos había resultado prematura.
1: Significó la ruina de muchos de los equipos más históricos.
2: Había metido en un callejón sin salida a la mayoría de los equipos de Primera División. Y prácticamente a todos los de Segunda.
b) La diferencia de calidad de los equipos participantes en la Primera Liga hacía que los aficionados solamente consideraran de auténtica Primera División al Athletic Club de Bilbao, al F.C. Barcelona y al Madrid F.C.
c) Los partidos de los comparsas no llamaban al público y las taquillas eran paupérrimas. El Athletic Club de Bilbao, según declaraba la Federación Vizcaína, sólo había conseguido llenar San Mamés con ocasión de los partidos con el Madrid; el Donostia había tenido pérdidas, en esa temporada, valoradas en 200.000 pesetas; el Deportivo Alavés se veía abocado a la desaparición, etc.
d) Las cosechas de jugadores no eran, en números absolutos, malas lo que ocurría era que había demasiados patrones de pesca oteando los caladeros. Y las Federaciones que los albergaban se lamentaban, no sólo de que las despojaran de lo mejor que surgía, sino, además, de que adquirían jugadores sin hacer que, en demasiadas ocasiones, fracasaban al ser desarraigados prematuramente de su entorno, al emplearlos en lances superiores a sus fuerzas y formación, exigirles demasiado mirando más lo que habían costado que su entidad real y todo ello excesivamente deprisa. De aquí que los casos de fracasos o decepciones, tanto de las sociedades como de los aficionados, fueran anormalmente numerosos. Así, muchos que podrían haber sido excelentes jugadores, se agotaban, no sólo como futbolistas sino como personas. Unos y otros perdidos por no haberles dejado granar en el semillero. La evidencia de la desigualdad forzaba a muchos clubes a tomar unas decisiones, principalmente en adquisición de jugadores, que les metían en el callejón sin salida de la ruina, al querer vivir por encima de sus posibilidades con resultados deportivos que no podían emular los de los grandes.

– Las cuentas de cada cual.
Las mismas voces, provenientes principalmente de la vieja guardia de la Unión Española de Clubs de Fútbol Profesional – para entendernos, los antiguos Minimalistas – se levantaban para reafirmarse en sus añejos criterios selectivos. ¡Ya lo avisaron! ¡Eran demasiados equipos en la élite! ¡Los ocho equipos pensados en principio era el número óptimo! El resto significaba desinterés del aficionado a la hora de pasar por taquilla o de sacar sus carnets de socio, empobrecimiento en la calidad del juego exhibido, perjuicio para los propios futbolistas profesionales, endeudamiento de las sociedades…
Esa era una de las opiniones que pesaban en el seno de parte de los dirigentes del fútbol español al término de la temporada 1932-33. Pero no la única.
Porque los que aspiraban a más, arremetían contra los de la Unión Española de Clubs porque estimaban que ésta era una fachada sin edificio detrás, un simple forillo sin representación en el que se amparaban unos clubes cuya historia no negaban pero que su presente estaba allí, a la vista de todos: sin entidad, sin fuerza, sin sitio. ¿No era el Europa uno de ellos? Desaparecido. ¿Y el Unión de Irún? En Segunda. ¿Y el Donostia? Poco más o menos ¿Y el Arenas? Braceando para no hundirse…

Para situar ese final de temporada hay que decir que las competiciones estaban así estructuradas:
Primera División: 10 equipos.
Se había proclamado Campeón el Madrid F.C. Descendía, por clasificarse en el puesto 10°, el Club Deportivo Alavés.
Segunda División: 10 equipos
Se había proclamado Campeón: Oviedo F.C.
Subía a Primera División ocupando el lugar del C. Deportivo Alavés Descendía: C. D. Castellón Tercera División: 32 equipos
Campeón: C. D. Sabadell F.C.
Subía a Segunda División ocupando el puesto del C. D. Castellón.
Estos eran los datos tras haber descrito el ambiente en el panorama futbolístico español de fines de temporada.




Biblioteca Martialay: Gamborena, el gran amateur

Gamborena01Hay palabras que dejan de tener significado por el simple hecho de que el objeto a que se refieren desaparece de la vida de los humanos. Un drama rural narrado por un escritor del siglo XIX, en el que los útiles de labranza tienen un protagonismo relevante, será apenas inteligible por un adolescente de hoy. No sabe qué son esas cosas que manejan los protagonistas. Será como una ciencia-ficción del pasado…

Creo que en unos momentos en los que todo el deporte quedaría en la cuneta, si se le aplicaran los códigos del barón de Coubertin, hablar de un amateur puede resultar un anacronismo y, desde luego, una ordinariez. ¿Qué es un amateur?, preguntará un alevín que está adscrito a un club que paga todos sus gastos y le da un dinero para que pueda divertirse con sus compañeros.

Había que decirle una sola palabra: Gamborena.

Francisco “Pachi” Gamborena Hernandorena nació en Irún (Guipúzcoa) el 14 de marzo de 1901. Murió en San Sebastián el 20 de julio de 1982. Era uno de los hijos del carnicero Ignacio, que tenía su establecimiento en la calle Aranzazu. Comenzó a jugar al fútbol en la temporada 1914-15 en el Hispania de Irún. En 1918-19 pasó al Real Unión de Irún, uno de los equipos más grandes de toda la historia del fútbol español. Llevar el timón de  un equipo tan grande exigía ser el mejor. Gamborena lo era. El mejor medio centro del fútbol español. A mi manera de ver, ninguno, por muchos nombres ilustres que se echen en el tablero, le superó. Pequeño de talla, cuando se colocaba en el campo se transformaba en un gigante que parecía tener imán sobre el balón. Durante doce años y a lo largo de 20 partidos internacionales fue el eje de la Selección de España.  Lo que hoy, al ritmo con el que se juega, significaría haber pasado de los cien entorchados. Desde 1921 a 1933 figuró en el equipo nacional.

Al margen del fútbol, que era su hobby, era un simple mozo arrumbador de la Agencia de Aduanas “Viuda de Camón”, lo que le proporcionada entre 60 y 80 céntimos de Euro al mes, según trabajo. Al morir su hermano mayor, Clemente, pasó a llevar la carnicería paterna.

Campeón de España en 1924 y 1927. Internacional, como se ha dicho. Prendas que hacían que cada fin de temporada cayera sobre Irún una nube de “patrones de pesca (hoy directores deportivos, o intermediarios) ofreciéndole lo que pidiera. El Barcelona le propuso la firma de la ficha a cambio de dos establecimientos de carnicería en pleno centro de Barcelona y con  una numerosa clientela asegurada. El Athletic de Bilbao, el Madrid, el Español de Barcelona… A todos les contestó lo mismo: el fútbol era una afición, un placer, no un oficio. Seguía siendo “amateur”, siguió jugando en el Real Unión de Irún hasta que, con 34 años, una afección reumática le obligó a retirarse.

La Federación Española, sabedora de que su situación económica no era nada desahogada, pensó en darle un partido de homenaje que su trayectoria bien merecía.

Aprovechando que el seleccionador, Amadeo García Salazar,  proyectaba un partido de preselección decidió dedicar ese partido a Gamborena. España iba a jugar contra Checoslovaquia y Suiza, en estas naciones, después de haber perdido los otros dos partidos de la temporada en casa contra Austria, en Madrid, y Alemania en Barcelona.

Don Amadeo echó todas sus bazas en el Metropolitano. Lo más florido del fútbol español en esos momentos. La fecha fue el 14 de abril de 1936.

Gamborena02Jugaron:

ROJO: Blasco (Zamora); Zabalo, Aedo; Zubieta, Vega, Blanco; Vantolrá, Regueiro, Vergara, Lecue, Gorostiza.

AZUL: Zamora (Guillermo); Mardones, Quincoces; Gabilondo, Marculeta, Ipiña; Marín, Chacho, Elícegui, Herrerita y Emilín (el del Oviedo).

Ganó el equipo Rojo por 4-2. Los goles fueron así: 1-0 Vergara (16’); 2-0 Vantolrá (27’); 3-0 Vantolrá (27’); 3-1 Zabalo (p, p,; 48’); 3-2 Herrerita (50’); 4-2 Regueiro (60’).

El revés fue para Gamborena. Amaneció un día de lluvia. Y siguió “jarreando” durante todo el día. A la hora del partido, el Metropolitano era casi una laguna. Las gradas estaban prácticamente vacías. El entrenamiento resultó deficitario para la Federación. De beneficio para el jugador, nada.

Gamborena03Zamora lo dejó escrito en “YA”: “Nada pudo sacar económicamente el jugador, que sólo recoge un premio moral de los aplausos de los escasos espectadores que asistieron en una tarde infernal de lluvia y viento”.  El presidente federativo, García Durán, consoló a Gamborena prometiéndole otro partido de homenaje.

Después de la Guerra de 1936-39, Gamborena ejerció como entrenador: Deportivo Alavés, Zaragoza, Atlético de Tetuán, Oviedo… pero el maldito reuma le obligó a abandonar en 1948. Dejó la carnicería a su hijo mayor y se empleó en una agencia de aduanas, en las oficinas, claro.

De vez en cuando, algún periodista se acercaba a Irún y encontraba a un malhumorado Gamborena: “Me deben un partido de homenaje”, clamaba.

Cuando se celebraron las bodas de oro del Real Unión de Irún, en junio de 1966, el delegado nacional de Educación Física y Deportes, señor Elola, entregó al club una placa al Mérito Deportivo y un cheque de 50.000 pesetas para ayuda a las obras del histórico Gal.

Fueron unos actos muy brillantes, con un torneo que ganaron los iruneses con participación de Arenas de Guecho, Real Sociedad y Osasuna. También hubo entre los fastos un Athletic de Bilbao- Barcelona y un Real Madrid – Selección Vasca.

Al acontecimiento acudieron infinidad de viejos irundarras como Gamborena, Emery, Legarreta, Luis Regueiro, Lecuona, Echeveste, Carrasco, Amántegui…

Santiago Bernabéu, el día que jugó el Madrid, invitó a una comida, con sus jugadores, a todos esos veteranos gloriosos.

El presidente de la Federación, Benito Pico, aprovechó ese momento para entrevistarse con Gamborena. Sabedor de la deuda de 1936 le otorgó al veterano la medalla al Mérito Deportivo, le regaló un pasador de corbata de oro con el escudo federativo y un cheque de 25 mil pesetas. Gamborena agradeció todo, pero rechazó el talón bancario: “Yo soy amateur y por otro lado no admito limosnas. Ustedes me deben el partido que me prometieron”.

Murió Gamborena sin que hubiera ocasión de celebrar ese partido. Por otra parte, en aquellas calendas ya nadie sabía quien era Gamborena,  por lo que el beneficio hubiera sido tan escuálido como el de 1936.

Pero, aviso, si por las noches invernales, lluviosas y de ventarrón, se oyen por los pasillos de la Ciudad federativa de Las Rozas unas voces dirigidas a la tercera planta que repiten “Señor Villar ¿y de lo mío qué?”, no lo duden: es Gamborena que, desde el otro mundo, sigue erre que erre.

Gamborena04




Biblioteca Martialay: La contraprima de “El expreso de Irún”

Contraprima01Mal había ido para la Selección Española la temporada de 1932-33. Entonces no estaban inventados términos como los de “ansiedad”, “estrés” o “presión”, fuera ésta mediática o del “entorno”. Toda esa falta de rendimiento, ilusión y energía se le llamaba genéricamente “mandanga”.

La Selección tenía mandanga. El seleccionador –Mateos- iba de una teoría a otra sin encontrar el equipo ideal. El presidente de la Federación –entonces sin título Real- era un afamado abogado llamado Leopoldo García Durán, que creía firmemente en los valores morales del ser humano. Y el secretario general era Ricardo Cabot, un verdadero teórico de los reglamentos del que no se sabía decir si era pragmático porque era catalán o era catalán porque era pragmático.

Y como centro de gravedad de ese triángulo, la mandanga.

El triunfo ante un flojísimo Portugal en Vigo, la derrota ante una Francia de segunda fila y el empate ante Yugoslavia, es decir, tres actuaciones desangeladas y a un tran tran de mercancías hicieron que cada cual tomara sus medidas.

El presidente hizo llegar al hotel de concentración una especie de decálogo del internacional español cuyo punto tercero se refería muy exactamente a la mandanga. Decía: “Jugad desde el primer momento hasta el último con entusiasmo, unidos todos por el mismo ideal de victoria, y así la alcanzareis siempre. Cuando otra cosa suceda, que nunca pueda decirse que han fallado vuestro corazón y vuestro entusiasmo”.

El seleccionador se aseguró el concurso de jóvenes entusiastas como el delantero centro del Unión de Irún Antonio Elícegui, a quien la prensa apodaba “El expreso de Irún”, no se sabe si porque jugaba en el club fronterizo o porque dicho tren era lo más rápido que ofrecía el ferrocarril en España. Porque la verdad es que Elícegui era de Castejón (Navarra).

Y Cabot anunció que en vez de la rutinaria prima normal por partido ganado, establecía una nueva modalidad. Daría nada menos que diez duros por barba y por cada gol de diferencia que se obtuviera.

Bien es verdad que ninguno de los tres tenía una noción exacta de lo que podía dar de sí un rival desconocido: Bulgaria.

Ningún analista fue capaz de determinar la circunstancia del abultado tanteo conseguido sobre los búlgaros. Un tanteo que sigue siendo la plusmarca de la Selección nacional.

a)    Los búlgaros que, sobre ser unos aficionados de poca entidad, se ahogaron en el barrizal de Chamartín y se partieron los pies con el balón español que, además de ser más grande que el utilizado en la Copa Mitropa, acaso estuviera “pesado” a la manera como hacían los clubes nórdicos de la época.

b)    El decálogo presidencial que inflamó las conciencias de los otrora abúlicos y “mandangosos” profesionales.

c)    La modalidad Cabot con las primas “por objetivos”.

Lo que sí es cierto es que cuando ya iban 8-0, Elícegui –al que ya habían anulado un gol por “offside”- recibió un balón de dulce enviado por su “paisano” Luis Regueiro e hizo un agujero en el aire mientras el balón se le iba rebrincando de gozo por haberse librado de un buen leñazo.

Quincoces se fue como un loco a su buen amigo Elícegui –estaban en la misma pensión- y le gritó:

“¡Te aviso, Antonio, como falles otro muerto como éste, te lo descontamos!”

El resultado fue de 13-0. El júbilo de todos era extraordinario. El seleccionador, no sólo por la victoria sino porque se dijo que era un gol para cada jugador y dos para Mateos. E iba tan ufano con su nueva etiqueta de goleador.

El presidente de la Federación se entusiasmaba por la confirmación de sus teorías sobre la eficacia de la persuasión psicológica para espantar la mandanga.

Los incipientes estadísticos porque se acababa de batir un record de goles.

Al único que se le llevaban los diablos era a Cabot. Todos los entusiasmos le costaba nada menos que 850 pesetas por barba. Ese sí que era un verdadero record. Jamás en la Federación se había pagado un capitalazo semejante en primas.

No se calmó ni cuando le dijeron que la taquilla había “arrimado” a las arcas federativas entre ochenta y cien mil pesetas.

Pero en medio de su pesimismo vio un rayo de luz en las palabras de Quincoces que, así, a lo tonto, acababa de darle la idea de la “contraprima”.