La Veleta

El fútbol, desde sus orígenes, ha sido considerado un deporte masculino, dirigido a hombres fuertes y rudos. En los años 20 y 30 del siglo pasado, la práctica de esta disciplina por parte de las mujeres estaba prohibida, porque los médicos estimaban que era dañino para la salud. Además, en la sociedad estaba mal visto jugar a fútbol y era impensable ver a una fémina practicarlo.

Sin embargo, hubo pioneras dispuestas a romper los estereotipos y las reglas instauradas. Como fue el caso de Ana Carmona Ruiz, más conocida como Nita Carmona, una malagueña que nació el 16 de mayo de 1908 en el barrio de Capuchinos, y que se considera la primera futbolista de España. Pero lograr este hito no iba a ser nada fácil.

Fue el periodista veleño Jesús Hurtado, quién recopilando todas las figuras que habían pasado por el Vélez CF, dio con el apodo “Veleta”. Un mote que le llevaría a encontrar una historia única: “Preguntaba a las personas mayores del barrio y la mayoría ocultaban la verdad tras una sonrisa cómplice, algunos no querían hablar del tema, hasta que descubrí que detrás de ese nombre se encontraba Nita” asegura Hurtado.

Anita Carmona desafió las normas vistiéndose de hombre. Se cortó el pelo y se ocultaba con vendas el pecho para disimular la silueta. Gracias a esto y a la complicidad de sus compañeros, pudo jugar partidos con el Sporting de Málaga y el Vélez CF. “Por eso el apodo de Veleta, porque entraba al vestuario como una mujer y salía disfrazada como un hombre” añade Hurtado. 

Once del Vélez CF en 1922. En el centro, Anita Carmona. Archivo Jesús Hurtado

No obstante, como asegura el periodista, “este disfraz no serviría en muchas ocasiones, y ya fuese por los propios jugadores del equipo rival, que no veían bien que una joven jugase al fútbol y que hasta incluso les ganase a dar patadas, o por los propios aficionados que la delataban o denunciaban”.

Carmona fue castigada y descalificada por disputar partidos con los conjuntos malagueños y su familia la envió al pueblo (Vélez Málaga) tras descubrirla. Aconsejados por un tío médico que aseguraba ser la mejor opción “para no seguir poniendo en riesgo su vida”.

Fue gracias al párroco Francisco Míguez Fernández, fundador del Sporting de Málaga, que Nita pudo cumplir el sueño de practicar este deporte. “Para entrar en el club, Carmona comenzó como ayudante del masajista Juanito Marteache. Además, era la encargada de lavar las equipaciones. Al final, logró disputar algunos encuentros con el equipo, pero sólo los que celebraban fuera de casa para no ser reconocida”, expresa Hurtado.

Cartel del estadio creado por el párroco Francisco Míguez Fernández. Velezedario

De Anita apenas se tienen un par de fotografías, que el periodista Jesús Hurtado logró en sus investigaciones. “La que sale posando con el balón se la hizo en unos carnavales, las fotos en esa época eran costosísimas, y ella, para no levantar sospechas, dijo que iba disfrazada de futbolista”, afirma.

Anita Carmona vestida con la equipación del Sporting de Málaga. Archivo Jesús Hurtado.

Lamentablemente, la historia de Nita acabó pronto. La malagueña falleció en 1940, a los 32 años, debido a una fiebre exantemática, conocida entonces como ‘el piojo verde’. Anita Carmona fue enterrada en el cementerio de San Rafael, en un acto al que acudieron muchos jugadores y compañeros de equipo.

La última gran reivindicación de Nita fue que la enterrasen con la camiseta del Sporting de Málaga. Una muestra de amor a su gran pasión: el fútbol, del que, por mucho que se empeñasen, nunca lograron separarla.




La conquista de los banquillos

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El camino recorrido por las mujeres en el ámbito del fútbol ha sido de todo menos sencillo. En la temporada 2020-2021 han batido un récord, el logro de una cifra histórica en los banquillos de la Primera Iberdrola: cuatro mujeres al frente de equipos de máximo nivel. Un dato inédito desde que en 1983 la Federación Española de Fútbol reconociera el fútbol femenino como deporte oficial.

Pero llegar hasta aquí no fue fácil. Gran parte del mérito y responsabilidad de haber logrado posicionar al fútbol femenino en el lugar donde está hoy, es gracias a esas generaciones de mujeres que lucharon por practicar lo que más les gustaba, el fútbol. Esas pioneras estuvieron sometidas a constantes trabas y siempre en la disyuntiva de si el fútbol era o no el deporte más apropiado para una mujer.

En aquella época además de los impedimentos sociales que oprimían a las mujeres y les dificultaban jugar al fútbol, era impensable que un hombre estuviera a favor de tal desarrollo.

La opinión pública que rodeaba al fútbol femenino y los estereotipos de antifemenidad y de ser un deporte exclusivamente para hombres, complicó el surgimiento de equipos de mujeres. Pero la aparición del Spanish Club en el 1914 de la mano de Francisco Bru puso el fútbol femenino en el punto de mira. Paco Bru trató de fomentar el fútbol femenino gestionando el vestuario de su equipo de la misma manera que un vestuario masculino.

El conjunto de Bru, fue el primer equipo femenino de España e incluso realizó una pequeña gira nacional, pero el estallido de la primera guerra mundial frenó en seco su gira europea.

A principios de los años veinte irrumpió la figura de Irene González, la primera mujer que jugó con hombres en un terreno de juego. Irene desempeñaba el papel de portera, aunque sus apariciones junto a los hombres se quedaron en meras exhibiciones. La jugadora gallega creó su propio equipo, Irene F.C, en el que era la presidenta, portera y capitana. Su actuación bajo la portería la convirtieron en un icono en su tierra. Irene falleció con tan solo 19 años a causa de la tuberculosis, pero abrió el camino a las mujeres que vinieron después.

Todo el esfuerzo llevado a cabo por esas mujeres se vio interrumpido tras la Guerra Civil y la toma de control del deporte por parte de la Falange. El deporte femenino pasó a estar controlado por Pilar Primo de Rivera, creando la conocida sección femenina, en la que el único deporte apto para una mujer era el de ser una excelente esposa. Rodeada de una sociedad reaccionaria apareció una de las estrellas del fútbol de nuestro país, Concepción Sánchez, que además fue partícipe del primer partido entre mujeres el 8 de diciembre de 1970. Sin valientes pioneras como Conchi Sánchez el fútbol femenino en nuestro país sería inconcebible. Ellas abrieron el camino que llevó al fútbol femenino a su situación actual.

La evolución de la liga de fútbol femenino en España ha estado en constantes transformaciones. En 1988 se creó la Liga Nacional femenina, una liga que ha sufrido cambios de forma ininterrumpida. En el año 1996 comenzó a llamarse División de Honor Femenina, en el año 2001 Superliga femenina y finalmente en el año 2011 se instauró el nombre de Primera División Femenina.

A lo largo de esta trayectoria el papel de las mujeres en los banquillos ha sido testimonial. Aunque son muchos los nombres propios que han marcado un antes y un después en los banquillos del fútbol femenino y que son determinantes para el presente y el futuro de las mujeres en el papel de entrenadoras.

Natalia Astrain, que formó parte del cuerpo técnico del Atlético de Madrid Féminas en la consecución de su último título liguero, siendo segunda entrenadora del equipo. Actualmente se encuentra en el extranjero desempeñándose como asistente de un equipo de la NWSL (Liga de fútbol femenino de Estados Unidos).

María Vargas, también en el Atlético de Madrid, estuvo como entrenadora durante dos años en la Superliga femenina, hoy es una de las pocas mujeres que está al frente de una dirección deportiva.

Garbiñe Etxeberria, fichó por la Real Sociedad en el año 2004 y junto a Iñigo Domínguez, lograron el ascenso del equipo vasco a la máxima categoría. Finalmente, en el año 2007 pasó a ser la primera entrenadora del equipo y en el 2008 abandonó los banquillos para tomar las riendas de la dirección deportiva del club. Es una referente como jugadora, como entrenadora y como dirigente del fútbol femenino y además es una de las responsables del fichaje de Natalia Arroyo como entrenadora del club txuri-urdin.

Toña Is, primera entrenadora de la federación española de fútbol, en el año 2015. Su papel en la Federación llevó a las categorías Sub-17 a lo más alto, obteniendo el título de campeonas del mundo y de Europa.

Otras protagonistas fundamentales para el desarrollo y la normalización de la presencia de las mujeres en los banquillos son Milagros Martínez, Laura Torvisco y Jessi Rodríguez.

Tanto Jessi Rodríguez como Milagros Martínez reflejan uno de los problemas que se encuentran muchas de las entrenadoras y es la obligación de marcharse a otro país en busca de mayores oportunidades, ambas trabajan en el extranjero.

A pesar de la clara mejoría en cuanto a la presencia de mujeres en los banquillos, lo cierto es que de 18 equipos que configuran la Primera Iberdrola son sólo cuatro las mujeres que actualmente están en los banquillos. No ha sido hasta la temporada 2020-2021 cuando cuatro mujeres han pasado a formar parte del elenco de entrenadores de la Primera Iberdrola. María del Mar Fernández Montor, más conocida como Maria Pry, Natalia Arroyo, Jenny Benítez e Iraia Iturregi ellas son las caras visibles de las mujeres que están en los banquillos.

Iraia Iturregi, es la última incorporación a un banquillo en la Primera Iberdrola. Se estrenó como primera entrenadora del Athletic Club tras la destitución de Ángel Villacampa. Aunque Iraia ya entrenaba al filial de las leonas y es un emblema dentro del club bilbaíno, siendo la segunda jugadora con más partidos en la historia del equipo. Además, es la primera vez que el Athletic Club apuesta por una mujer para liderar el banquillo de la máxima categoría, lo que demuestra una cierta predisposición al cambio, apostando por la preparación sin importar el género.

Otra de las cuatro entrenadoras es Natalia Arroyo. Su experiencia está ligada a los banquillos de la selección catalana, donde ha pasado por la mayoría de las categorías inferiores hasta dirigir al equipo senior.

La catalana antes de sentarse en los banquillos fue jugadora de fútbol y pasó por equipos como el Barcelona, Espanyol y Levante UD, pero las constantes lesiones obligaron que con tan sólo 22 años colgara las botas. Debutó en la Liga Iberdrola en mayo de 2020, dirigiendo a la Real Sociedad y donde actualmente sigue desempeñando su labor de técnica. 

La Real Sociedad decidió confiar en una joven entrenadora con un conocimiento amplio sobre el fútbol y muy preparada.

Jennifer Benítez, actual entrenadora del Sporting de Huelva, cogió las riendas del equipo tras la dimisión del primer entrenador, Antonio Toledo, en ese momento Jenny era la segunda entrenadora y pasó a ser la encargada de dirigir al Sporting de Huelva. 

Como la mayoría de las entrenadoras Jenny Benítez, comenzó siendo jugadora, sus inicios están vinculados al fútbol sala, pero en el año 2006 fichó por el Sporting de Huelva y colgó las botas en el club onubense en el 2017, once temporadas con la elástica del equipo de su corazón.

En su etapa como jugadora compaginaba sus entrenamientos de futbolista con los entrenamientos a la cantera del club. Jennifer pudo vivir uno de los momentos más especiales del Sporting de Huelva, la consecución del título de la Copa de la Reina en el año 2015, una victoria por 2-1 al Valencia que puso al conjunto blanquiazul en el mapa del fútbol femenino.

La llegada de Jennifer a los banquillos fue un cambio drástico en el equipo, su objetivo siempre ha sido dejar su sello como entrenadora y a base de carácter, intensidad y amor por el escudo, está asentándose en la Primera Iberdrola.

María Pry es la entrenadora por excelencia, de la Primera Iberdrola, lleva 11 años en los banquillos del máximo nivel y además, esta temporada no sólo ha contribuido a que se batiera el récord en el campeonato, sino que ha sido la primera técnica en disputar una final y tener opciones directas de alzarse con el título, aunque finalmente su equipo terminó siendo derrotado y no pudo conseguir un hito más para su curriculum.

Su carrera como técnica la ha llevado por los banquillos del Real Betis, Sevilla y actualmente el Levante UD.

En la temporada 2018 acabó siendo la única mujer al frente de un equipo de la Primera Iberdrola. María Pry es una entrenadora que siempre ha luchado y reivindicado el que las mujeres tengan el lugar que merecen en este deporte.

Carlos Barba /RFEF

La Primera Iberdrola sigue estando dirigida mayoritariamente por hombres y el papel de las mujeres es mínimo. Además, la falta de oportunidades y la poca confianza que depositan los clubes en dejar al frente de los banquillos a las mujeres, obliga a que estas tengan que seguir con su trabajo e incluso formación fuera de nuestro país. Son muchas las que han optado por emigrar con la esperanza de que su trabajo sea reconocido en el extranjero.

Hoy en día el futuro de las mujeres en los banquillos se augura más optimista, ya que llegan a los equipos muy preparadas con mucho estudio y gran experiencia.

Cada vez son más las mujeres que al terminar su etapa como jugadoras pasan a formarse para dirigir los banquillos, pero a pesar de estar preparadas, no tienen la credibilidad y confianza por parte de los cargos más altos para liderar proyectos. 

Lo cierto es que al igual que en otros aspectos de la sociedad, la mujer ha tenido y tiene que demostrar mucho más su valía, pero a base de éxito y constancia están conquistando un área en la que aún queda un largo camino por recorrer.