El Pontevedra del “Hai que roelo” (1963-70). Segunda parte

Tras su gran temporada en Segunda, el curso 64-65, el Pontevedra regresa a la máxima categoría del fútbol español con la pretensión de que su nuevo paso por ella no sea tan breve como en la experiencia anterior. Para lograr dicho propósito, el club granate refuerza su plantilla en determinadas posiciones. Para empezar, se marchan Recalde (al Badalona),  y Pose (al Algeciras), y los tres porteros -el cedido Rodri regresa al Atlético de Madrid, Mújica pasa al Burgos y también se va Fermín – y llegan otros tantos nuevos guardametas: el catalán Celdrán, procedente del Elche, y los vascos Cobo  ( Sporting de Gijón ) y Martín ( Indauchu ). En la defensa es novedad el experimentado lateral derecho de la Real Sociedad Irulegui, en la zona ancha el centrocampista del Orense Quiroga, y en la delantera el extremo derecho asturiano Fuertes, del Real Valladolid, así como el soriano Plaza.

También hay novedades en el banquillo, donde un técnico veterano, Juan Ochoa (Juan Otxoantezana Milikua, Plencia, Vizcaya, 1912. Fallecido en 1998), va a sustituir al joven Marcel Domingo. Ochoa tendrá a sus órdenes a la siguiente plantilla: Celdrán, Cobo, Martín, Azcueta, Batalla, Cholo, Irulegui, Calleja, Vallejo, Norat, Roldán I, Fuertes, Martín Esperanza, Ceresuela, Neme, Odriozola, José Jorge, Quiroga, Roldán II, Plaza e Iglesias. Miguel Otero Rodríguez continúa como presidente de la entidad.

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1965-66: PRIMERA VUELTA

La Liga 1965-66 va a dar comienzo el 4 de septiembre de 1965 en «La Rosaleda», frente a un conjunto también recién retornado a Primera, el C.D.Málaga. Empate a cero, y esta alineación por parte de los gallegos: Celdrán; Azcueta, Batalla, Cholo; Calleja, Roldán I;  Neme, Martín Esperanza, Ceresuela, Vallejo y Odriozola. Para comenzar no estaba mal un positivo, pero va a estar mucho mejor el resultado de la segunda jornada, donde el primer visitante de «Pasarón», el Athletic de Bilbao, sucumbe por un claro 3 a 0. Un resultado tan abultado sorprenderá a todo el mundo, máxime teniendo en cuenta que en el partido inaugural  los «Leones» se habían merendado al Betis por un aplastante 6 a 1. Pero los pontevedreses van a realizar un sobresaliente encuentro, tanto en defensa como en ataque. Neme abrió el marcador en el primer minuto, y él mismo se encargó de hacer el 2-0 en el 27, cerrando la cuenta Vallejo en el 80, cuando ya el choque enfilaba hacia su recta final. Resultó lesionado el bilbaíno Etura, y el cuadro gallego se colocaba en el tercer lugar de la clasificación general.

En la tercera jornada los granates no van a poder sacar nada positivo, pero es que el desplazamiento se las traía: nada menos que al feudo del vigente campeón liguero, todo un Real Madrid. Aun así, los de Ochoa plantaron cara muy dignamente, causando una grata impresión, y sólo doblaron la rodilla mediante un solitario gol del veteranísimo Puskas conseguido ya en el minuto 73 de juego. Pero al domingo siguiente, 26 de septiembre, iban a conseguir una de esas resonantes victorias que dan prestigio a un equipo. Visitaba «Pasarón» el Barça, que a la sazón encabezaba la tabla en compañía del Atlético de Madrid. Los locales mostraron una gran seguridad defensiva ante la delantera catalana, la más realizadora de la categoría hasta el momento, y sus veloces contragolpes doblegaron la mejor técnica azulgrana. Ceresuela marcó en el minuto 12, y Neme remachó la victoria en el 50. Estas fueron las alineaciones, a las órdenes del buen colegiado vizcaíno señor Gardeazábal: por el Pontevedra, Celdrán; Azcueta, Batalla, Cholo; Calleja, Roldán I; Neme, Martín Esperanza, Ceresuela, Vallejo y Odriozola, y por parte del Barcelona, Sadurní; Foncho, Olivella, Eladio; Vergés, Gallego; Rifé, Pereda, Re, Seminario y Serafín. Los gallegos eran cuartos por la cabeza.

Y saltarían a la tercera posición a la semana siguiente, al derrotar a domicilio al Mallorca en un magnífico encuentro por un concluyente 0 a 3, obra de Neme, en dos ocasiones, y Odriozola, marcando dos tantos más que no subieron al marcador. Y siete días más tarde, el 10 de octubre de 1965, se va a producir un hecho histórico, pues merced a su victoria en «Pasarón» sobre el Sabadell (2 a 1), el Pontevedra va a alcanzar por primera vez en su historia el liderazgo de la División de Honor, aunque empatado a 9 puntos con Valencia, Atlético de Madrid y Real Madrid. Martín Esperanza abrió el marcador para los gallegos en el minuto 5, empató Morollón para los arlequinados en el 65, y deshizo finalmente la igualada Neme en el 81. Un Neme que, con 6 tantos en su haber, pasaba a encabezar también la tabla de goleadores.

Sin embargo la séptima fecha del campeonato  arrojó un jarro de agua fría sobre los animosos jugadores y seguidores pontevedreses. El colista Betis, con un Mateos en magnífica forma,  venció rotundamente al flamante líder  en el «Benito Villamarín», por 3 a 0, con tantos de Girón ( 2 ) y Ansola, descendiendo los gallegos a la cuarta posición. Pero van a rehacerse rápidamente con un nuevo triunfo lejos de sus lares, en esta ocasión en el «Estadio Insular» y frente a la Unión Deportiva Las Palmas, donde el publico canario acabó rendido ante la espléndida labor de conjunto del cuadro granate, que se llevó justamente la victoria con un solitario tanto del cántabro Odriozola, conseguido en el minuto 28 de la primera parte. El Pontevedra seguía cuarto en la general y ya se perfilaba como el auténtico equipo-revelación del campeonato

Ascendería una posición en la novena jornada, refrendando su gran momento de forma, al derrotar con claridad en «Pasarón» a un Valencia que estaba despachando un gran inicio de campeonato. Ceresuela en el minuto 45, y Neme en el 51 pusieron el 2 a 0 en el marcador. Y completarían la tercera parte de la Liga con otro resonante triunfo como visitantes, batiendo en «El Arcángel» a un siempre difícil Córdoba por 0 a 2, , en sendos fallos defensivos de los verdiblancos muy bien aprovechados por Ceresuela y Odriozola. Ya eran segundos, con 15 puntos y 7 positivos, a dos del líder, el Atlético de Madrid, y por delante de conjuntos  del calibre de Real Madrid, Athletic de Bilbao, Zaragoza  y Barcelona.

La undécima jornada va a ser otra de esas fechas históricas que se graban con letras de oro en la historia de un club. Es el 28 de noviembre de 1965, y se van a enfrentar en «Pasarón» el líder y el segundo clasificado. El choque  despierta una expectación sin precedentes, y va a ser incluso retransmitido por radio a muchos países latinoamericanos, donde residía una amplia colonia gallega, que sufragará el elevado coste que conlleva tal cobertura. Con arbitraje del catalán Pintado Viu, estas fueron las formaciones que presentaron ambos conjuntos: por el Pontevedra, Celdrán; Azcueta, Batalla, Cholo; Calleja, Vallejo; Fuertes, Martín Esperanza, Ceresuela, Neme y Odriozola, y por el Atlético de Madrid, Madinabeytia; Rivilla, Griffa, Colo; Ruíz Sosa, Glaría; Ufarte ( pontevedrés de nacimiento, aunque formado futbolísticamente en Brasil), Luís, Mendonça, Adelardo y Collar, un auténtico equipazo. Un tiempo para cada cuadro,  mejores los locales en la primera parte, pero superados por los colchoneros en la segunda mitad, en la que solamente la gran actuación del guardameta Celdrán impidió el triunfo  madrileño. Pero fue Odriozola  quien conseguiría el único gol del encuentro, en el minuto 46, un tanto que situaba de nuevo al Pontevedra al frente de la clasificación, con 17 puntos y 17 positivos, empatado con Atlético de Madrid y Valencia, pero aventajándoles gracias a su mejor «goal average» particular con ambos.

La gesta del club granate, representativo de una pequeña capital de provincia que apenas pasaba de 50.000 habitantes,  no va a pasar desapercibida, ni dentro, ni tampoco fuera de nuestras fronteras. Es por estos mismos días cuando un grupo de aficionados  comienza a exhibir una pancarta en la que aparece  un hueso, y la leyenda «Hai que roelo», así, escrita en gallego («Hay que roerlo», en castellano»), frase que se populariza con rapidez, y cuyo recuerdo llegará  hasta nuestros días. También la prensa se hace eco de una curiosísima anécdota. En un fútbol ya tan profesionalizado  como el español, en el que sus estrellas cobran elevadas fichas y sabrosas primas, el capitán del modesto equipo que provisionalmente lidera el campeonato, Eduardo Dapena Lis, «Cholo», se gana la vida conduciendo a diario un trolebús de la línea Pontevedra-Marín. La noticia, al parecer, salió incluso en el mismísimo diario moscovita «Pravda», órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética, aunque la edición -por razones obvias -no llegó nunca a España.

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Pero la suerte de la siguiente jornada, la número 12, va a ser esquiva. En su visita a «Sarriá», el Pontevedra  saldrá derrotado ante el Español por un claro 2 a 0, ambos conseguidos en la segunda parte por Miralles, en un partido en  donde únicamente destacó la actuación del guardameta Celdrán, catalán de origen. Los granates descienden a la tercera posición, tras su efímero liderato, y en la fecha que hace el número 13, tampoco les acompañará la fortuna, pues el Zaragoza se lleva un punto de «Pasarón», en un buen encuentro donde Neme se adelantó en el marcador, pero el uruguayo Endériz igualaría finalmente para los maños. Los gallegos siguen en el tercer puesto.

El miércoles 8 de diciembre de 1965, festividad de la Inmaculada Concepción, se va a celebrar el el estadio «Santiago Bernabéu» de Madrid un partido internacional con carácter amistoso entre las selecciones de España e Inglaterra. La gran novedad es la presencia del delantero del Pontevedra Neme entre los convocados por el seleccionador nacional José Villalonga. Su gran temporada no ha pasado desapercibida, y va a ser premiado de ese modo. Neme, es decir, Nemesio Martín Montejo, nacido el 31 de diciembre de 1939 en Sanchón de la Sagrada, provincia de Salamanca, es el primer jugador charro en llegar a la Selección Absoluta ( tras él lo harían Luciano Sánchez «Vavá», Vicente Del Bosque, Luís García, Patxi Ferreira y Álvaro Arbeloa ), y  saltará al campo en el minuto 35 de partido, sustituyendo a Carlos Lapetra. Tan sólo llegaría a jugar en esta ocasión con «la Roja», aunque con anterioridad estuvo convocado para el encuentro de desempate que disputó España contra la República de Irlanda en el Parque de los Príncipes de París el 10 de noviembre de 1965, y que le brindó al combinado nacional el pasaporte para el Mundial de Inglaterra gracias a un solitario gol de Ufarte. Estas fueron las formaciones que españoles y británicos presentaron la noche del debut de Neme como internacional: por España, Iribar; Sanchís, Olivella, Reija; Glaría, Zoco; Ufarte, Adelardo, Marcelino, Ansola y Lapetra ( Neme ), y por inglaterra, Banks; Cohen, Jackie Charlton, Wilson; Moore, Stiles; Ball, Hunt, Bobby Charlton, Baker ( Hunter ) y Eastham. Marcaron Baker y Hunt, y el arbitraje corrió a cargo del trencilla italiano «Signore» Concetto Lo Bello.

La jornada 14 tampoco resultó fructífera para un Pontevedra que parecía estar perdiendo algo de gas. El Elche, con un equipo en el que destacaban jóvenes como Canós, Lico, Marcial o Vavá ( autor de los dos goles ) realizó un gran partido y se deshizo de los gallegos por 2 a 0. Los de Ochoa seguían en la tercera plaza. Pero van a alcanzar la segunda, el honorífico «Subcampeonato de invierno», en la última fecha de la primera vuelta, al imponerse en «Pasarón» al Sevilla por la mínima -2 a 1 – con goles de Vallejo y Neme, y Cardo para los andaluces. Completaban así, a pesar de los últimos tropiezos, un excelente primer tramo de  competición, muy por encima de cualquier expectativa. 20 puntos y 6 positivos, que se desglosaban en 9 triunfos, 2 empates y tan sólo 4 derrotas, con 19 goles a favor y nada más que 11 encajados. El líder, el Atlético de Madrid, les aventajaba en tres puntos, y el Valencia y el Real Madrid tenían la misma puntuación que los gallegos. De «Pasarón», convertido en un auténtico fortín, únicamente había volado un punto.

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1965-66: SEGUNDA VUELTA

La segunda ronda la inicia el Pontevedra en casa, el 2 de enero de 1966, superando ampliamente al Málaga por 3 a 0, en un encuentro jugado sobre un auténtico barrizal. Neme en dos ocasiones, ambas en la primera mitad, y Fuertes en la segunda, fueron los autores de los goles. El jugador salmantino encabezaba en aquel momento la tabla de realizadores, empatado a 11 tantos con el colchonero Luís Aragonés. Los granates van a perder, no obstante, la segunda plaza, tras su visita al siempre complicado campo de «San Mamés». En «la Catedral» el Athletic se impondrá por 2 a 0 sin jugar un buen partido, pero el Pontevedra se presentó con demasiadas bajas en sus filas. El joven Ormaza y Argoitia fueron los autores de los goles rojiblancos, ambos en la primera parte, y el cuadro gallego sufrió la expulsión de Calleja mediada la segunda mitad.

El encuentro más interesante de la decimoctava jornada se juega en el terreno de «Pasarón», donde se enfrentan el tercero – Pontevedra – y el segundo, Real Madrid, separados únicamente por un punto. Sin embargo el cuadro local no saldrá airoso del trance, y verá como se distancia un poco más de la cabeza. Los blancos despacharon un partido muy completo, de lucha constante, y se adelantaron con un inapelable 0 a 3, obra de Amancio, en dos ocasiones, y Pirri. Neme hizo el gol del honor para los locales.

La puntilla a las ya remotas aspiraciones pontevedresas, se la dio el Barça en el «Camp Nou», al endosarle un inapelable 3 a 0. Sobre un campo bastante embarrado, los gallegos resistieron con su portería a cero durante toda la primera parte, pero después vieron como Eladio, y ya en las postrimerías del encuentro Rifé por partida doble, conseguían un claro resultado que aun pudo ser mayor, con arreglo a los merecimientos de ambos conjuntos. El Pontevedra ya era quinto, y estaba ofreciendo en los últimos partidos un rendimiento muy inferior al de la primera vuelta. Aunque afortunadamente para ellos, en la jornada número 20 fueron capaces de derrotar por la mínima a un Mallorca muy necesitado de puntos. Neme, el hombre-gol de los granates, abrió el marcador, empató acto seguido el bermellón José Luís, y ya en la segunda parte Iglesias hizo el 2-1 definitivo. El Pontevedra era cuarto,  justo cuando se cumplían las dos terceras partes del campeonato.

Pero retrocederá un par de posiciones a la siguiente jornada, la número 21, tras perder en Sabadell por un gol a cero, marcado por el lanero Vidal, en un partido crucial para los de la «Creu Alta», sumidos en plena zona de descenso. Y también se aliviará un poco el colista Betis siete días más tarde en «Pasarón», al arrancar un meritorio empate sin goles. Resultado sorprendente, pero que reflejaba a las claras cómo los gallegos iban deshinchándose paulatinamente. Van a salir mejor librados, no obstante, en la jornada 23, también en su feudo, tras derrotar por 1 a 0 a otro equipo que se debatía en terreno  peligroso, la Unión Deportiva Las Palmas, gracias a un gol de Vallejo, conseguido a pocos minutos de comenzado el encuentro. El cuadro gallego se mantenía cómodamente en sexta posición, con el Valencia, séptimo, a cinco puntos de distancia.

Precisamente era el campo del Valencia el que los pontevedreses visitaban en la siguiente jornada, la que hacía el número 24. Y van a salir fuertemente goleados de «Mestalla». 4 a 0 para los «ches», con tantos de Palau, Paquito, Guillot y Totó. Y continuaron los malos resultados siete días más tarde, cuando el Córdoba visitó Pontevedra y cosechó un valioso empate a uno . Neme, una vez más,  adelantó a los locales en el marcador al filo del descanso, pero Juanín igualó en la reanudación para los de la Ciudad de los Califas. El declive granate era ya muy evidente, y aun se puso más de manifiesto en la siguiente jornada, cuando le tocó visitar el domicilio de uno de los más firmes candidatos al título, el Atlético de Madrid, que le batió ampliamente por 4 a 0, conseguidos por Luís, Cardona, Adelardo y Collar, a pesar de que los gallegos opusieron bastante resistencia en la primera parte, para bajar los brazos a continuación.

Respiraron algo en la jornada 27, donde un  Español muy necesitado de puntos rindió visita  «Pasarón». Ceresuela, en dos ocasiones, y Fuertes pusieron el 3 a 0 en el marcador. Tras este partido el Pontevedra ascendía provisionalmente a la quinta plaza. Pero de ahí le descabalgaría una nueva derrota, esta vez en «La Romareda», ante el Real Zaragoza, que en un encuentro de mero trámite se impuso sin grandes dificultades en la segunda mitad, con dos tantos marcados por Gozalo, un suplente habitual, y el «magnífico» Santos. Peligraba incluso la sexta plaza.

Y seguía peligrando al término de la penúltima jornada, pues el Elche se llevaba otro positivo de «Pasarón», en un partido que no tenía más trascendencia que ver si el ilicitano Vavá, una de las grandes revelaciones del campeonato, era capaz de alzarse con el «Trofeo Pichichi» al máximo goleador. Por lo pronto, no va a conseguir marcar, aunque el que si lo hizo fue su compañero Lezcano, que casi al final del tiempo reglamentario logró la igualada, neutralizando el gol anotado por Fuertes mediada la primera parte.. Precisamente esos dos mismos equipos, Pontevedra y Elche, se disputarían la sexta plaza en la trigésima y última jornada del torneo.

Y al final, quien se va a llevar el gato al agua  será el conjunto franjiverde, que derrotará en «Altabix» a su gran rival regional, el Valencia, por 2 a 1 ( con un tanto de Vavá, que finalmente se alzará con el «Pichichi», desbancando al colchonero Luís Aragonés), mientras que los granates caían en el «Sánchez Pizjuán», derrotados por el Sevilla merced a un solitario gol de Lizarralde. Terminaba así, con la victoria del Atlético de Madrid, uno de los campeonatos más abiertos y disputados de los últimos años, donde los dos equipos madrileños y el Barcelona habían rivalizado por el título, y el Pontevedra se convirtió en el gran animador durante casi las dos terceras partes del torneo.

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BALANCE FINAL

A la conclusión de la Liga 65-66, el Pontevedra era séptimo, con 31 puntos y un positivo. Había conseguido la victoria en 13 partidos, hecho tablas en 5 ocasiones, y salido derrotado en 12 encuentros, con  31 goles a favor y 34 en contra. Su primera vuelta había sido excelente, muy por encima de lo esperado, pero en la segunda sus números ya habían dejado bastante que desear. De ello habla a las claras el hecho de que su puntuación en la primera ronda del campeonato casi dobla a la cosechada en la segunda, y en cuanto a su balance de goles, mientras que en el tramo inicial marcó 19 y sólo encajó 11, en el segundo las tornas se invertirían, obteniendo únicamente 12 tantos, mientras que su meta era perforada en 23 ocasiones. Si su primera vuelta, en lugar de ser excepcional, hubiera concluido con similares guarismos, el cuadro pontevedrés habría descendido a Segunda sin remisión.

En «Pasarón» los granates habían obtenido 24 de esos 31 puntos, con un saldo de 10 victorias, 4 empates y una sola derrota ( ante el Real Madrid ), marcando 25 goles y encajando únicamente 9, mientras que como visitantes consiguieron  7 puntos, gracias a 3 victorias y un empate,  regresando derrotados en 11 ocasiones, anotando solamente 6 dianas y recibiendo 25. Queda meridianamente claro, pues, que el Pontevedra basó su buena temporada en la fortaleza que exhibió como local en su terreno de juego, donde únicamente va a ceder seis puntos, mientras que en los desplazamientos se mantuvo en un excelente tono durante la primera vuelta, pero en la segunda fue incapaz de traerse un solo positivo para sus lares.

Restaba todavía por jugarse la Copa, aunque en el «Torneo del KO» la trayectoria pontevedresa iba a ser breve. Emparejado con otro equipo gallego, el Deportivo de La Coruña, que acababa de ascender a Primera División como campeón del Grupo Norte, el primer partido de la eliminatoria de dieciseisavos de final se disputa el 10 de abril, y los herculinos obtienen una clara victoria en «Pasarón» por 0 a 2. En la vuelta, los granates logran imponerse por 2-1, pero su victoria va a ser insuficiente para seguir adelante.

Finalizaba así una temporada histórica, en la que el cuadro de «Pasarón» se había impuesto a casi todos los grandes del fútbol español, dejando un gratísimo sabor de boca a sus aficionados y haciéndoles vibrar como nunca. La gran incógnita estribaba ahora en saber si el Pontevedra sería capaz de reeditar en la siguiente campaña un rendimiento tan brillante ( a despecho del «pinchazo» final ), o, por el contrario, su magnífico desempeño iba a ser flor de un día. La solución, en el próximo y último capítulo de esta serie.




Luces y sombras en el Badía de 2B (1ª parte).

A finales de la década de los 70 del siglo pasado, el Club Deportivo Serverense se encontraba inmerso en una profunda crisis económica que a punto estuvo de provocar la desaparición del fútbol en el municipio de Son Servera (Mallorca). Afortunadamente, el recién fundado CF Atlético Badía Levante lo adquirió y fusionó con su primer equipo, naciendo así el CD Badía Cala Millor de Son Servera. Después de 36 años de historia, el Club Deportivo Serverense continuaba en la categoría de la Preferente balear, aunque ahora bajo un nuevo nombre y otra dirección. En cuanto a esta última, fueron algunos de los grandes empresarios turísticos de Cala Millor quienes posibilitaron el hacer realidad el sueño de la Segunda División B.

La temporada 1981/82 fue la primera para el renovado equipo. El Badía finalizó la liga como líder de la Preferente balear con 22 victorias, 7 empates y 5 derrotas, consiguiendo 55 goles a favor, 20 en contra –siendo el equipo menos goleado del grupo- y 51 puntos. Algunos de los partidos más destacados fueron aquellos donde el Badía ganó por goleada, como el 5 a 0 contra La Victoria y La Real o por 4 a 0 contra el Alaró. Siendo campeón del grupo disputó el play-off de ascenso ganando cinco de los seis partidos, con lo que ascendió por primera vez en su historia a la Tercera División balear.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1981/82. Año del ascenso a Tercera División. De pie: Víctor, Paquito, Duró, Pascual y Chema. Agachados: Cánovas, Pedro González, Cebrián, Badía, Toni Llull y Mira.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1981/82. Año del ascenso a Tercera División. De pie: Víctor, Paquito, Duró, Pascual y Chema. Agachados: Cánovas, Pedro González, Cebrián, Badía, Toni Llull y Mira.

Durante las cinco temporadas siguientes el equipo obtuvo unos estupendos resultados, finalizándolas entre los cinco primeros clasificados. En la quinta temporada, 1986/87, el Badía consiguió concluir la liga ocupando la tercera plaza, a un punto del segundo, el Atlético Baleares, y a diez del campeón, el Sporting Mahonés. El conjunto, que tuvo que luchar hasta el último minuto de liga, consiguió acabar entre los tres primeros en la última jornada, cuando se enfrentó al Escolar de Capdepera a quien venció por la mínima. Con el ascenso automático de los dos primeros clasificados, el Badía se preparaba para disputar el play-off, pero la ampliación de la 2B le brindó el ascenso directo. Fue el premio para una gran, y el que es más importante, regular temporada.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 330, 25 mayo 1987.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 330, 25 mayo 1987.

El Mundo Deportivo, 4 septiembre 1987, pág. 23.

El Mundo Deportivo, 4 septiembre 1987, pág. 23.

Las vacaciones de 1987 fueron cortas a la vez que intensas, había una enorme ilusión por competir en la nueva y tan deseada categoría. Después de cuarenta y dos años de fútbol oficial en la zona se producía el primer y hasta el momento único ascenso a la Segunda B. El objetivo principal en este curso era disfrutar de la categoría de bronce del fútbol español aunque también se aspiraba a la permanencia.

Para ello se llevó a cabo la elección del nuevo presidente que, tras la dimisión de Romeo Sala, pasó a ser el señor Miguel Meca. La nueva directiva, con un presupuesto de 28 millones de pesetas y sin deudas, apostó por renovar al técnico Pedro González, que llevaba ya dos cursos a cargo del equipo y que había sido jugador del mismo en las cuatro temporadas anteriores. En cuanto a la plantilla, después de algunas bajas importantes como la del delantero Artabe y la retirada de Martín Munar, se fichó a Salas, Pastor, Salvuri, Obrador y Femenías –procedentes del Mallorca Atlético-, Toni Mesquida y G. Riera -del Manacor-, Badía –del Isleño- y Julián Murillo -del Trajana-. También se reforzó el equipo con algunos juveniles de la cantera como Juan García, Fuster, Nebot y Ordinas. Así la plantilla del Badía para el curso 1987/88 se formó con Julio y Parera en la portería, acompañados de Jaime, Sebastián, Pastor, Salas y Mesquida en la defensa. En el mediocampo estaban Toni Llull, Carrió, Nadal, M. A. Llull, Riera y Salvuri, y los hombres ofensivos eran Mut, Sansó, Company, Obrador, Femenías y Badía.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1987/88. De pie: Femenías, Salas, Pastor, Salvuri y Parera. Agachados: Jaime, Obrador, Toni Llull, Mut, Mesquida y Nadal.

El CD Badía Cala Millor de Son Servera. Temporada 1987/88. De pie: Femenías, Salas, Pastor, Salvuri y Parera. Agachados: Jaime, Obrador, Toni Llull, Mut, Mesquida y Nadal.

La primera liga en Segunda B fue durísima para el Badía. Aunque parecía que los primeros partidos iban a ser los peores, por la falta de recorrido en la categoría, lo cierto es que fueron los que le permitieron situarse en la zona media de la clasificación. El partido en mayúscula de la primera vuelta, y de toda la liga, se dio en la jornada número 14 de liga en el campo del Mollerussa, líder de la clasificación, invicto en su feudo y máximo goleador del grupo. La tarde se presentaba victoriosa para los locales ya que el rival, un modesto Badía no excesivamente bien clasificado, se perfilaba como un contrincante asequible para el líder. Pero el Badía sorprendió y llegó al descanso con el 1-2 definitivo demostrando que no existe enemigo pequeño. El once visitante fue Julio, Sebastián, Mesquida, Pastor, Salas, Nadal, Salvuri, Riera (Llull), Femenías, Obrador (Sansó) y Jaime. El Mollerussa, que dominó en la mayor parte del encuentro, creó pocas ocasiones de gol, mientras el Badía, con una excelente defensa y una gran actuación de su portero, supo aprovechar los errores del contrario. Los goles del Badía fueron obra de Salas y Obrador. En cuanto a la defensa de los de Pedro González, el técnico del Mollerussa en sus declaraciones realizadas al final del partido se quejó de “la muralla que hemos tenido siempre delante. El Badía ha dispuesto dos líneas de cinco hombres que nos han impedido jugar como es habitual en nosotros”. En cuanto a la prensa, esta recogió en sus titulares la excepcionalidad del duelo: “BOMBAZO” EN MOLLERUSSA. Un superdefensivo, pero ordenado, Badía Cala Millor sorprendió a un líder que se las prometía felices, En el Municipal de Mollerussa, Mollerussa 1-Badía Cala Millor 2 ¡¡¡Chapeau!!! Para el Badía y El Badía dio ayer la campanada al vencer en el feudo del líder.

Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987, pág. 3.

Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987, pág. 3.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987.

Titular de la portada de Esportiu Comarcal, núm. 347, 31 noviembre 1987.

El Mundo Deportivo, 1 diciembre 1987, pág. 22.

El Mundo Deportivo, 1 diciembre 1987, pág. 22.

Así pues, con 7 partidos vencidos, 5 empatados y 7 perdidos, puede afirmarse que la primera vuelta había sido bastante aceptable dada las numerosas dificultades de la categoría. Pero pese al buen resultado general, esta primera parte de liga evidenció que el equipo estaba descompensado, tenía una magnífica defensa pero fallaba en el ataque. Con todo esto, la segunda vuelta se presentaba esperanzadora de cara a mantener la categoría. Pero a los dos últimos partidos de la primera vuelta, en que se perdió, se sumaron once derrotas consecutivas más, con lo que el equipo empezó a ocupar la zona de descenso, incluso llegando en algún momento a ser el equipo más goleado del grupo.

Afortunadamente la mala racha empezó a cambiar con la victoria por la mínima contra el Fraga en la jornada número 31. A la que siguió el empate en el feudo del Sporting Mahonés, una victoria contra el líder Mollerussa y dos empates más contra el Endesa y el Poblense. Nuevamente el Badía volvía a soñar con la permanencia, la cual estuvo en el aire hasta la última jornada.

En esta, el Badía debía enfrentarse a otro insular, el Constancia de Inca. Los dos equipos se jugaban la permanencia, mientras el Badía estaba dieciseisavo en la clasificación con 32 puntos y 6 negativos, el Constancia se encontraba en una posición por debajo con un punto menos. La final levantó una enorme expectación entre ambas aficiones, pues el perdedor del encuentro regresaría a la Tercera balear. En el enfrentamiento como visitante el once presentado por el Badía fue Julio, Jaime, Mesquida, Sebastián, Salas, Pastor, Obrador, Nadal, Salvuri, Llull (Valderrama) y Sansó. Por su parte, el Constancia alineó a Martínez, Doro, Pons, Ballester, Nuviala, Viedma (Mas), Mota, R. Díaz, Cantallops y Vaquer. Fue un partido de alta tensión, anunciándose así en la previa de la prensa, como finalmente fue, los dos equipos lucharon por hacerse con la victoria, pero finalmente el partido acabó en tablas (1-1). Los dos goles de la jornada fueron de Femenías, de los visitantes, y de Roberto, de los locales. Los de González se jugaban la permanencia y al final consiguieron su objetivo. Pero no todo fue alegría, el encuentro acabó en una verdadera batalla campal entre jugadores y aficionados, con algunos jugadores del Badía heridos, el más grave fue Sebastián Nebot. Titulares como La batalla de las Islas, 1-1: el Constancia-Badía acabó en batalla campal, Batalla campal en el “Camp Nou” de Inca deslucieron la felicidad de los de Pedro González. La prensa durante los siete días posteriores al partido siguió hablando de los desagradables incidentes hasta que el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol multó al club local y clausuró el campo durante seis meses.

El Mundo Deportivo, 22 mayo 1988, pág. 38.

El Mundo Deportivo, 22 mayo 1988, pág. 38.

El Mundo Deportivo, 23 mayo 1988, pág. 46.

El Mundo Deportivo, 23 mayo 1988, pág. 46.

Así finalizaba esta primera temporada en la división de bronce. Había sido una temporada muy complicada y así se reflejó en los resultados finales, el Badía acabó dieciseisavo en la clasificación, la última plaza de la salvación, con 33 puntos, 10 victorias, 13 empates, 15 derrotas, 35 goles a favor y 54 en contra. Aunque no todo fue negativo, el equipo consiguió mantener la categoría siendo el único equipo que consiguió doblegar al líder y campeón, el Mollerussa, en los dos encuentros disputados.




El fútbol nocturno en México

Hoy en día, los partidos nocturnos son vistos como algo normal. Grandes reflectores dotados de la más alta tecnología sirven para tener bien iluminadas las canchas y las tribunas, los palcos de lujo, cada uno con pantalla, refrigerador y horno, que también utilizan la energía eléctrica y en algunos casos, energía solar o eólica.

Remontémonos al pasado, muy atrás ha quedado ya 1940. En México gobernaba el general Lázaro Cárdenasi, las ciudades comenzaban a tener un despunte en relación a las zonas rurales y el fútbol en México era aún amateur.

Insurgentes Sur y Álvaro Obregón, 1940c. Col. Villasana y Torres

Insurgentes Sur y Álvaro Obregón, 1940c. Col. Villasana y Torres

En la ciudad de México existían grandes porciones de llano y calzadas polvorientas sin asfaltar, como la Calzada de la Verónica. Aquí al cruce con la Calzada de la Tejaii estaba el Parque Españaiii en donde el 28 de marzo de 1940 se jugó por vez primera un partido oficial, nocturno en nuestro país.

Parque España Col. Cía Mexicana Aerofoto Archivo: ICA

Parque España Col. Cía Mexicana Aerofoto Archivo: ICA

La idea había sido concebida por un chileno ex jugador del América y entonces delegado en la Liga Mayor por dicho Club. Pedro Barra García, dijo que en América del Sur era todo un acontecimiento esta clase de partidos y que les auguraba enorme éxito en lo económico. No hubo que decir más, casi de inmediato fue aceptada su idea con la que además se jugarían también por vez primera, los partidos a visita recíproca tal y como se celebraban los encuentros de Copa en Inglaterra y España.

El juego marcado para la inauguración de este hecho tan relevante, fue el primer partido del Torneo de Copa, que tocaba en suerte jugarlo a dos equipos de tradición: Real Club España y Atlante.

Jugada y gol del Primer Partido Nocturno en México         Col. CarlosCalderónC

Jugada y gol del Primer Partido Nocturno en México
Col. CarlosCalderónC

El estadio esa noche se encontraba a reventar. Todo mexicano afecto al fútbol quería presenciar tal acontecimiento. En las gradas llamadas de sombra, se podían apreciar hombres vestidos de traje y sombrero de copa y mujeres con sus mejores ropas que acudían cual si fueran a presenciar la ópera o el ballet. En las zonas populares, los obreros asistían también de traje o de mezclilla para ver lo que sería un espectáculo digno de contar.

Como la Liga anunció que la entrada a las mujeres sería gratuita, familias enteras acudieron a conocer lo que significaba ver un partido de fútbol nocturno.

Portada La Afición 28 de marzo de 1940.

Portada La Afición 28 de marzo de 1940.

La compañía de Luz y Fuerza colocó postes de luz en las esquinas de la cancha y en las partes altas del inmueble. La cancha, perfectamente iluminada, salvo en la zona de corner, daba un espectáculo fabuloso. Las tribunas, en cambio, permanecieron en la más absoluta penumbra. Vendedores de botanas tuvieron que ayudarse de lámparas de mano y cerillas, para mostrar sus productos.Nocturno05

El partido dio inicio a las 20:45 jugándose un excelente encuentro en donde los morenos del Atlante vencieron al son de dos goles contra cero a los hispanos. Para manejar el encuentro se echó mano del mejor árbitro del momento, el internacional Carlos Esteva.

Alineaciones del primer partido nocturno en México.

Alineaciones del primer partido nocturno en México.

Tal éxito causó el fútbol nocturno que una línea de camiones se presentaba al término de los encuentros para llevar a los felices aficionados hasta los puntos de convergencia de las principales rutas de autobuses y tranvías.Nocturno07

En diciembre, sin embargo, ocurrió algo digno para Ripley, cuando los partidos nocturnos se suspendieron por que el Departamento del Distrito Federal, dueño de los reflectores que eran aprovechados para alumbrar el terreno de juego, pidió los mismos, porque serían utilizados -como cada temporada- para iluminar las fiestas de fin de año en la ciudad…

Nocturno08


i Lázaro Cárdenas, fue presidente de México de 1934 a 1940.

ii La Teja, que se asentaba en los terrenos pertenecientes a la hacienda de este último nombre y propiedad del señor Martínez de la Torre y que había sido fraccionada a finales del s XIX y principios del XX.

iii Para más información, consulte Estadios del Club España:  http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2014/05/estadios-del-club-espana/