El largo periplo de la Selección Vasca de Fútbol, su participación en la Liga Mayor de México D.F. en la temporada 1938-39 y su disolución

CONTENIDO:

1.- Introducción y puesta en escena

1.1.- Medidas adoptadas por parte de la Federación Española de Fútbol para la temporada 1936-37

1.2.- Celebración de partidos de carácter benéfico por iniciativa de la Dirección de Seguridad del Gobierno Vasco

1.2.1.- PNV vs. ANV (07-02-37)

1.2.2.- Selección de Vizcaya vs. Selección de Guipúzcoa (28-02-37)

1.2.3.- Partido de revancha PNV vs. ANV (21-03-37)

2.- Nacimiento de la Selección Vasca de Fútbol

2.1.- Salida hacia Francia y posterior gira europea

2.1.1.- Francia y Checoslovaquia

2.1.2.- Estancias en otros países europeos

2.1.2.1.- Cuadro resumen de resultados de la gira europea

3.- Gira americana. Primera parte (México, Argentina, Cuba y Chile)

3.1.- Primera serie de partidos en México D.F., afiliación al fútbol mexicano y, por ende, a la FIFA

3.2.- Primer viaje a América Central Insular (Cuba)

3.3.- Viaje a América del Sur (Argentina y Chile)

3.3.1.- Argentina y el revés de la FIFA

3.3.1.1.- Reacción de la Federación Nacional Mexicana de Fútbol ante la posición de la FIFA

3.3.2.- Chile

3.3.3.- Regreso a Cuba

3.3.- México: Segunda etapa y último destino

3.3.1.- Copa Varón Dandy

3.3.2.- Copa Whisky White Label

3.3.3.- Encuentro Club América-Selección Vasca

3.3.4.- Segundo encuentro contra el combinado Asturias/España

3.4.5.- Copa Oxo

3.4.5.1.- Primer encuentro

3.4.5.2.- Segundo encuentro

3.4.5.3.- Último partido y definitivo

3.4.6.- Viaje al Estado de Jalisco y Copa For-Bec

3.5.- Regreso a México D.F. y participación en su Liga Mayor

3.5.1.- Situación del fútbol mexicano en la época

3.5.2.- Resultados de los encuentros disputados en la Liga Mayor de México D.F. en la temporada 1938-39

3.5.3.- Clasificación definitiva

3.5.4.- Alineaciones del Euzkadi

3.5.5.- Partidos jugados y goles marcados por los componentes del equipo

3.5.6.- Partidos disputados en los parones de la competición de la Liga Mayor

3.5.6.1.- Viajes a Guanajato y Tamaulipas y regreso en ambos casos a México D.F.

4.- Fin de la Guerra Civil española y disolución

  1. Introducción y puesta en escena

Tras el fracaso parcial del golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936 llevado a cabo por una parte de las Fuerzas Armadas contra el Régimen de la Segunda República, estalla, inevitablemente, la Guerra Civil española.

En Madrid, ante el avance de las tropas franquistas sobre la capital, se forma un nuevo gobierno con la finalidad de dar cabida a todas las fuerzas republicanas que combaten la sublevación. Lo preside el dirigente socialista de izquierda, Largo Caballero.

El PNV es invitado a participar. El Euzkadi Buru Batzar (EBB) destaca a Madrid una Comisión, en la que figura José Antonio Aguirre. El acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el PNV es que D. Manuel Irujo Ollo figure como ministro sin cartera y que las Cortes en su primera sesión aprueben el Estatuto de Autonomía para el País Vasco.

El 1 de octubre se reúnen en Madrid los diputados a Cortes, bajo la presidencia de Diego Martínez Barrio. Se aprueba el Estatuto vasco por aclamación y Aguirre interviene en nombre de la Minoría Vasca para proclamar el apoyo vasco a la República.

El 7 de octubre del año 1936 la casi unanimidad de los representantes municipales elige a José Antonio Aguirre y Lecube primer presidente del Gobierno Vasco. El acto oficial del nombramiento tendrá lugar en Guernica, cuando el presidente de la Junta de Defensa de Vizcaya, Echeverría Novoa, lee el acta de proclamación de Aguirre como presidente del Gobierno Vasco.

Entre tanto, la movilización militar, por razón de edad, afecta a los jugadores del Athletic Club así como a los componentes de los equipos federados y a jugadores vascos de otros equipos que en julio de 1936 están de vacaciones en su tierra.

1.1.- Medidas adoptadas por parte de la Federación Española de Fútbol para la temporada 1936-37

De estas medidas se hizo eco la prensa bilbaína, a través de la publicación en los medios de sendas notas.

a) La primera, de gran relevancia para los jugadores inscritos, retenidos o transferibles a favor de Clubs enclavados en zonas ocupadas por fuerzas facciosas, que se encontraban en territorio leal al Poder legítimo del Gobierno republicano (nota publicada en la prensa el día 23 de setiembre de 1936), rezaba así:

Los jugadores inscritos, retenidos o transferibles a favor de Clubs enclavados en zonas ocupadas por fuerzas facciosas, que se hallen actualmente en territorio leal al Poder legítimo del Gobierno, podrán inscribirse libremente por Clubs situados en este último. Estas inscripciones tendrán carácter temporal, y se entenderán sin perjuicio de los Clubs de origen, cuyos derechos revivirán desde que el territorio en que radiquen se reincorpore a la legalidad y se dicte por el Comité ejecutivo la disposición especial que decidirá cada caso.” (circular nº 2 de la Federación Española de Fútbol en la temporada 1936-37).

b) La segunda, por el contrario, hacía referencia al fútbol oficial en las zonas leales a la República y fue publicada en los medios de la capital vizcaína el día 12 de octubre de 1936:

El Comité Ejecutivo de la Federación Española de Fútbol ha tomado los siguientes acuerdos:

Primero.- Suspender la temporada de juego para toda clase de competiciones oficiales de esta Federación mientras no se dicten otras disposiciones que dejen sin efecto las presentes.

Segundo.- Autorizar a las Federaciones Regionales para que procedan de igual manera en cuanto a las competiciones oficiales que les son propias, y en cuanto a las superregionales (sic) en que estén interesadas, sin perjuicio de que si la situación especial de cada región permite estimarle de otro modo, subsistan aquellas que puedan jugarse pero en la inteligencia de que en este caso será bajo su exclusiva responsabilidad.

1.2.- Celebración de partidos de carácter benéfico por iniciativa de la Dirección de Seguridad del Gobierno Vasco

Es en este contexto en el que en Vizcaya (único territorio vasco inicialmente libre) donde, entre otros, se celebran partidos de carácter benéfico por iniciativa de la Dirección de Seguridad del Gobierno Vasco (pro Avión Euzkadi y pro Konsomol).

Merece la pena detenerse en los partidos pro Avión Euzkadi puesto que es precisamente en las fechas de celebración de los mismos cuando se empieza a hablar de la idea de crear una Selección Vasca de Fútbol.

Los primeros meses del año 1937 fueron tiempos difíciles en Euzkadi y con el fin de ayudar y sostener el esfuerzo de la guerra, el Gobierno Vasco, a través de la Dirección de Seguridad, organizó varios partidos que tenían por objeto recaudar fondos para comprar un avión propio. El efecto provocado por el anuncio fue inmediato. Centenares de personas respondieron a la llamada ofreciendo todo aquello que tenían de valor. Fue entonces cuando desde el periódico Tierra Vasca, promotor del partido, ANV (representado por Euzko-Ekintza) lanzó un reto al PNV (representado por el seleccionado Euzko-Gudarostea) consistente en jugar un partido entre selecciones de ambas formaciones políticas nacionalistas.

Al final, de un solo partido previsto se pasó a tres los disputados:

1.2.1.- PNV vs. ANV (07-02-37)

Las formaciones de ambos equipos fueron las siguientes:

Euzko Ekintza (camiseta roja): Eguía; Euskalduna, Aedo; Julián Ramón, ‘Kuki’ Bienzobas, Marculeta; Rejón, Iraragorri, Lángara, ‘Bata’ y Oyaneder.

Euzko Gudarostea (camiseta blanca): Ispizua; Pablito, Areso; Cilaurren, Soladrero, Zubieta; Larrondo (Ruiz en la segunda parte), Unamuno, Gurruchaga, Mandalúniz y Gorostiza.

Los autores de los goles:

Euzko Ekintza: Lángara (3), Iraragorri (2), Rejón y Areso (p. p.).

Euzko Gudarostea: Mandalúniz, Gurruchaga y Gorostiza (3).

Terminado el encuentro el Lehendakari entregó las correspondientes copas a los capitanes Iraragorri (ANV) y Areso (PNV). A continuación pronunció unas elocuentes palabras y, para finalizar el acto, Areso, capitán del Euzko Gudarostea, solicitó a los vencedores un partido de revancha. Iraragorri, en nombre de ANV, aceptó la petición.

1.2.2.- Selección de Vizcaya vs. Selección de Guipúzcoa (28-02-37)

Un mes antes de celebrarse la revancha del anterior partido se enfrentaron las selecciones de Vizcaya y Guipúzcoa cuando el Gobierno Vasco estaba organizando la gira de la Selección Vasca de Fútbol por Europa. Además de la expectación existente entre las aficiones de las dos provincias, este partido suponía un gran aliciente para los jugadores, puesto que de su actuación dependía entrar en la convocatoria de la Selección Vasca.

En efecto, el diario Eguna, en su edición de 18 de febrero de 1937, incluye una pequeña nota en la sección de deportes en la que da cuenta de la decisión adoptada por el Gobierno Vasco encaminada a crear una selección de futbolistas vascos. El destino inicial de la misma sería Francia, Bélgica, Holanda, Irlanda, Inglaterra y la hoy en día extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Los encargados de todos los preparativos serían, según las mismas fuentes, Ricardo de Irezábal, expresidente del Athletic Club y quien a la postre sería el organizador de la gira de la Selección Vasca de Fútbol, y José María Mateos (periodista, cronista y crítico deportivo que se distinguió en sus reseñas de los partidos jugados por el Athletic Club de Bilbao y quien, entre otros cargos deportivos, fue seleccionador nacional en el primer tercio del siglo XX y presidente de la Federación Vizcaína de Fútbol entre los años 1934 y 1942).

Diario Eguna, 18-02-1937. [Texto en euskera a la izquierda y, a la derecha, su traducción en lengua española realizada por el autor del presente trabajo]

Diario Eguna, 18-02-1937. [Texto en euskera a la izquierda y, a la derecha, su traducción en lengua española realizada por el autor del presente trabajo]

Las formaciones de ambos equipos fueron las siguientes:

Vizcaya (camiseta roja): Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Soladrero, Zubieta; Ruiz, Iraragorri, ‘Bata’, Larrínaga y Gorostiza.

Guipúzcoa (camiseta blanca): Eguía; Ciriaco, Areso; ‘Kuki’ Bienzobas, Muguerza, Roberto (Marculeta, min. 46); Insausti, Unamuno, Lángara, Olivares y Sánchez Arana.

Los autores de los goles:

Vizcaya: Iraragorri.

Guipúzcoa: Sánchez Arana y Unamuno.

Artículo redactado por José de Trauko, José María Hernani[1], y publicado en el diario La Tarde, 07-03-1937, argumentando a favor de la expedición al extranjero de la Selección Vasca de Fútbol.).

Artículo redactado por José de Trauko, José María Hernani[1], y publicado en el diario La Tarde, 07-03-1937, argumentando a favor de la expedición al extranjero de la Selección Vasca de Fútbol.).

1.2.3.- Partido de revancha PNV vs. ANV (21-03-37)

Las formaciones de ambos equipos fueron las siguientes:

Euzko Gudarostea (camiseta blanca): Blasco; Pablito, Areso; Cilaurren, Soladrero, Zubieta; Sánchez Arana, Mandalúniz, Unamuno, Larrínaga y Gorostiza.

Euzko Ekintza (camiseta roja): Eguía; Euskalduna, Aedo; ‘Kuki’ Bienzobas, Muguerza, Marculeta; Rejón, Iraragorri, Lángara, ‘Bata’ y Oyaneder.

Los autores de los goles:

Euzko Ekintza: Larrínaga, Zubieta y Mandalúniz.

2.- Nacimiento de la Selección Vasca de Fútbol

Ante el éxito de público y la recaudación económica obtenidos por los eventos deportivos, hay en el fútbol un proyecto alentado por las autoridades del Gobierno Vasco (en especial por el propio Lehendakari Aguirre), proyecto que se materializa en la Selección Vasca de Fútbol, con la inestimable colaboración del periodista deportivo del diario La Tarde Melchor Alegría[2], como organizador y manager, y del Consejero de Asistencia Social, Juan Gracia[3].

Melchor Alegría. Fotografía cortesía de Gregorio Blasco, hijo del mítico portero del Athletic del mismo nombre.)

Melchor Alegría. Fotografía cortesía de Gregorio Blasco, hijo del mítico portero del Athletic del mismo nombre.)

La Selección Vasca estuvo integrada por una buena parte de los jugadores del Athletic Club de los años 30, reforzado por otros ases indiscutibles como Lángara, Luis Regueiro (el diario Eguna, en su edición de 24 de febrero de 1937, le dio equivocadamente por fallecido en el frente del Jarama), Aedo, Areso y un largo etcétera.

La intención del Gobierno Vasco era enviarla al extranjero con un doble objetivo: propagandístico, para dar a conocer la existencia del Gobierno Provisional del País Vasco dentro de la II República española y su posición en la Guerra Civil; y económico, para, teóricamente, recaudar fondos destinados a sostener las colonias de los niños vascos exiliados. En principio, esta expedición de fútbol iba a formar parte de una non nata embajada deportiva vasca.

Para organizar este equipo se contó en un primer momento con la colaboración de Manuel López Llamosas[4], ‘Travieso’ –jugador del Athletic Club en los años 20– que, inicialmente, además de dirigir los primeros entrenamientos, se encargó de la confección de los uniformes con los colores de la ikurriña y el escudo del Gobierno Vasco. Finalmente se quedó en tierra en el momento de partir a París, ocupando su puesto Pedro Vallana[5].

Manuel López Llamosas, Travieso. Fuente: Varela Gómez, Joseba Gotzon: Euskadiko Futbol Selekzioaren Historia/Historia de la Selección de Fútbol de Euskadi. Bilbao, Beitia Ediciones de Historia, 1998.)

Manuel López Llamosas, Travieso. Fuente: Varela Gómez, Joseba Gotzon: Euskadiko Futbol Selekzioaren Historia/Historia de la Selección de Fútbol de Euskadi. Bilbao, Beitia Ediciones de Historia, 1998.)

Pedro Vallana Jeanguenat, Perico. Fuente: Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39 (Apéndice 2 a la historia del Athletic de Bilbao). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.)

Pedro Vallana Jeanguenat, Perico. Fuente: Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39 (Apéndice 2 a la historia del Athletic de Bilbao). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.)

2.1.- Salida hacia Francia y posterior gira europea

Antes de comenzar debo decir que tan solo se hace un breve resumen de lo acontecido puesto que el verdadero objeto de este trabajo es el estudio de la participación del equipo Club Deportivo Euzkadi o, simplemente Euzkadi, en la Liga Mayor de México D.F. en la temporada 1938-39.

El combinado vasco salió hacia Francia a finales de abril y, a pesar de que los jugadores que formaban la Selección Vasca eran de diferentes ideologías, todos ellos se pusieron a disposición del Gobierno de Euzkadi de una manera desinteresada y pasearon el nombre de Euskadi practicando un fútbol de alta calidad y levantando la admiración de miles de personas en los países que visitaron, tanto dentro como fuera de los campos de fútbol.

El 24 de abril de 1937 los seleccionados llegaron a París, siendo recibidos por don Rafael Picavea[6], diputado por Guipúzcoa y delegado del Gobierno Vasco en la capital francesa. Al frente de la expedición viajaba Ricardo de Irezábal Goti[7], expresidente del Athletic Club en dos ocasiones (1919-1920 y 1923-1926), como organizador y Presidente de la delegación; como entrenador y director técnico Pedro Vallana (famoso internacional de los tiempos de la furia española), que perteneció al Arenas y participó en las olimpiadas de París, Amberes y Amsterdam; Perico Birichinaga[8], como masajista; en la labor de manegement-organizador y Secretario, figuraba el periodista Melchor Alegría; Manuel de la Sota[9], en representación del Gobierno Vasco, y Fernando Gutiérrez Alzaga[10], por la Federación Vizcaína (Presidente de la FVF las temporadas 1924-25, 26-27 y desde 1928 a 1932).

Manuel de la Sota

Manuel de la Sota

Ricardo de Irezábal Goti. (Fotografía cortesía de Gregorio Blasco, hijo.)

Ricardo de Irezábal Goti. (Fotografía cortesía de Gregorio Blasco, hijo.)

Perico Birichinaga. Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39 (Apéndice 2 a la historia del Athletic de Bilbao). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.)

Perico Birichinaga. Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39 (Apéndice 2 a la historia del Athletic de Bilbao). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.)

Casi al mismo tiempo, más de treinta y un mil niños vascos y de todo el Estado fueron evacuados hacia varios países europeos.

Así comenzaba una verdadera peregrinación de la Selección Vasca de Fútbol en fechas dramáticas, una aventura cuya misión era teóricamente doble; de un lado, propagandística a favor de la República y, de otro, recaudar dinero para los gudaris internados en centros hospitalarios como consecuencia de las heridas recibidas en los frentes de combate y para los niños exiliados en colonias extranjeras.

2.1.1.- Francia y Checoslovaquia

La Selección debutó el 26 de abril de1937, ganando en el parisino Parque de los Príncipes al campeón de la liga francesa 1936-37, el Racing de París, por 0-3, anotando los tres goles Lángara.

Equipo de la Selección Vasca que disputó el primer partido amistoso contra el Racing de París, venciendo por 0-3. En él se alineaba lo mejor del fútbol vasco, independientemente de los equipos de procedencia de sus componentes. Fila superior (de izquierda a derecha): Pablo Barcos, ‘Pablito’ (Baracaldo, F.B.C.), Gregorio Blasco (Athletic Club) y Pedro Areso (F. C. Barcelona). Fila intermedia (de izquierda a derecha): Leonardo Cilaurren (Athletic Club), José Muguerza (Athletic Club) y Roberto Echevarría (Athletic Club). Agachados de izquierda a derecha): Luis Regueiro (Real Madrid, C. F.), José Iraragorri (Athletic Club), Isidro Lángara (Real Oviedo), Enrique Larrínaga (R. C. Racing de Santander) y Guillermo Gorostiza (Athletic Club).   Fuente: Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.)

Equipo de la Selección Vasca que disputó el primer partido amistoso contra el Racing de París, venciendo por 0-3. En él se alineaba lo mejor del fútbol vasco, independientemente de los equipos de procedencia de sus componentes. Fila superior (de izquierda a derecha): Pablo Barcos, ‘Pablito’ (Baracaldo, F.B.C.), Gregorio Blasco (Athletic Club) y Pedro Areso (F. C. Barcelona). Fila intermedia (de izquierda a derecha): Leonardo Cilaurren (Athletic Club), José Muguerza (Athletic Club) y Roberto Echevarría (Athletic Club). Agachados de izquierda a derecha): Luis Regueiro (Real Madrid, C. F.), José Iraragorri (Athletic Club), Isidro Lángara (Real Oviedo), Enrique Larrínaga (R. C. Racing de Santander) y Guillermo Gorostiza (Athletic Club). Fuente: Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39. Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.)

Esta victoria se vio empañada al día siguiente por la noticia del bombardeo sobre Guernica.

Tras este partido se trasladaron con la compañía Air France a Praga donde jugaron el 6 se mayo contra la Selección Checoslovaca (¿de Praga?) en el estadio del Athletic Club Sparta, siendo derrotados por 3-2.

Una vez de regreso a París (7 de mayo de 1937), salen hacia Toulouse el día 8 de mayo de 1937, ciudad en la que se enfrentan nuevamente al Racing de París al día siguiente (09-05-37), acabando el partido con el resultado de empate a 3 tantos. Vuelven de regreso a París el 10 de mayo donde cierran el ciclo de partidos contra el Racing de París en el estadio Jean Bouin (19-05-37), imponiéndose con un resultado de 2-3, muy a pesar de las críticas ante la actuación arbitral. A modo de ejemplo, veamos lo que decía el cronista anónimo de El Mundo Deportivo de Barcelona en su edición del 20 de mayo: “(…). La prensa francesa dice que el árbitro tuvo la culpa de la nueva derrota de los parisinos, puesto que los dos primeros tantos de los vascos se debieron a ‘offside y que el tercero y último fue debido a un ‘out’ que puso en juego Cilaurren cuando debía haber sido por el medio francés. ¡Tres tantos irregulares nada menos! A pesar de todo estima que Veimante marcó un tanto de corner que no lo era. En resumen, que el resultado debió ser 1-0… a favor del Racing. Pero el árbitro de la ‘liga de París registró 3-2 a favor de la Selección Vasca.

Posteriormente, marchan definitivamente de París el día 20 de mayo y viajan hasta Marsella (ciudad portuaria del sur de Francia, capital del departamento de Bocas del Ródano y de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul) donde permanecieron hasta el 1 de junio. Entre tanto, marchan en busca de descanso a un pequeño pueblecito cercano a la localidad francesa de Toulon.

El 23 de mayo la Selección se enfrentaría al Olympique de Marsella, venciendo en su terreno (2-5), precisamente el día en el que se celebraba el festival de fin de temporada en el que se celebraba la consecución del título de campeón de Liga.

Tras cinco partidos jugados con tres victorias, un empate y una derrota, se trasladan a Sète, donde el 30 de mayo juegan el sexto partido de la gira francesa y el segundo en la costa sur, perdiendo con el equipo de la ciudad (Sète F.C.) por 3 tantos a 1. Al Sète F.C. le cupo el honor de ser el único equipo que había batido a la Selección Vasca en Francia.

Al regreso de Marsella realizaron el segundo viaje a Praga, partiendo en avión desde París el día 13 de junio de 1937. Jugaron el 5 de junio, perdiendo 6-3, contra el Praga en el estadio Slavia[11].

2.1.2.- Estancias en otros países europeos

Comenzaron en Polonia, país fervientemente católico, donde tuvieron serios problemas al ser considerados como rojos comunistas indeseables que cometían toda clase de desmanes. Desde aquí partieron la URSS, donde visitaron y disputaron partidos en las repúblicas de Rusia, Bielorrusia, Ucrania y Georgia, finalizando la gira europea en Escandinavia (Noruega y Dinamarca).

2.1.2.1.- Cuadro resumen de resultados de la gira europea

Racing de París 0 Selección Vasca 3 26-04-37
Selección Checoslovaca 3 Selección Vasca 2 06-05-37
Racing de París 3 Selección Vasca 3 09-05-37
Racing de París 2 Selección Vasca 3 19-05-37
Olympique de Marsella 2 Selección Vasca 5 23-05-37
Football Club de Sète 3 Selección Vasca 1 30-05-37
Sparta (¿Slavia?) Praga 6 Selección Vasca 3 05-06-37
Ruch Wielkie Hajduki (¿Selec. Silesia?) 1 Selección Vasca 5 17-06-37
Lokomotiv de Moscú 1 Selección Vasca 5 24-06-37
Dynamo de Moscú 1 Selección Vasca 2 27-06-37
Dynamo de Leningrado 2 Selección Vasca 2 30-06-37
Dynamo de Moscú(*) 4 Selección Vasca 7 04-07-37
Spartak de Moscú(**) 6 Selección Vasca 2 08-07-37
Dynamo de Kiev 1 Selección Vasca 3 15-07-37
Dynamo de Tbilisi 0 Selección Vasca 2 24-07-37
Selección de Georgia 1 Selección Vasca 3 30-07-37
Dynamo de Minks 1 Selección Vasca 6 09-08-37
Selección Noruega 2 Selección Vasca 5 22-08-37
Selección Obrera de Dinamarca 1 Selección Vasca 11 29-08-37

(*): Reforzado con dos jugadores, uno del Dynamo de Tbilisi y, otro, del Dynamo de Leningrado.

(**): Reforzado con un jugador del Tarenkov, otro del Dynamo de Kiev, otro del Dynamo Metalurg y un cuarto del Lokomotiv de Moscú.

Datos estadísticos:

Partidos jugados: 19

Ganados: 13

Empatados: 2

Perdidos: 4

Goles a favor: 73

Goles en contra: 40

Coeficiente de goles: + 33

Finalizada la gira europea y “(…) con la satisfacción de haber dado cumplimiento a los deseos del Gobierno de Euzkadi, jugando en la Unión Soviética y en los países escandinavos, con resultados excelentes dentro y fuera de los Stadiumes para la finalidad perseguida (…).” (Melchor Alegría), se dirigieron definitivamente a París, vía Londres y de aquí al lugar donde la Selección Vasca fijó su residencia, en Barbizón, cerca de Fontainebleau y a 30 kilómetros de la capital francesa.

La mayoría de los jugadores vascos podía haber resuelto su futuro al fichar por cualquiera de los grandes equipos europeos. No en vano, estos futbolistas eran unos auténticos fenómenos. Pero al mismo tiempo eran conscientes de que si empezaba a surgir alguna baja en la selección, esta desaparecería, así que, fieles a su misión y a su honradez, se comprometieron a mantenerse unidos para continuar la defensa del objetivo por el que un día abandonaron su familia y su hogar. Sacrificaron su profesionalidad y pusieron toda su juventud al servicio de una causa humanitaria sin recibir paga alguna a cambio.

Durante este tiempo que estuvieron en Barbizón se produjo la ruptura por parte de algunos de los componentes, tanto del equipo deportivo como del técnico, del pacto de hermanos que habían hecho todos sus componentes para no separarse hasta que no terminara la guerra, pero algunos de ellos (tres, en concreto), por diversas razones, optaron por regresar a sus casas:

Guillermo Gorostiza (Solicitó permiso para trasladarse de Barbizón a París para ver a su padre, pero donde recaló finalmente fue en España. La opinión que circuló no es otra que la falta de sinceridad para plantear su posición ante sus compañeros. (No obstante, la versión que de este hecho proporciona Wikipedia es completamente diferente y, no obstante, parece ser, digo parece, la más extendida y aceptada:

(…). Entonces Gorostiza desertó del equipo y, sin decir nada a sus compañeros regresó a España, a la zona nacional, donde fue recibido con los brazos abiertos por las autoridades rebeldes. Gorostiza se unió al requeté carlista y luchó con el bando nacional, que lo utilizó para fines propagandísticos hasta el final de la guerra”. (Recuperado de https://es.wikipedia.org/wiki/Guillermo_Gorostiza).

Roberto Echevarría (Estaba recién casado y tenía veinticuatro años. Roberto dijo a sus compañeros que se iba a Bayona a ver a su esposa, pero, probablemente esta le convenció para que regresara a España, cosa que hizo). Otra hipótesis, no confirmada, es la que se vislumbra en la entrevista que se recoge en el vespertino Hierro en su edición de 19 de marzo de 1937 y titulada Roberto Echevarría sigue en cama[12].

Perico Birichinaga (Se dirigió a sus compañeros de viaje y les hizo ver que su esposa se hallaba sola y con hijos pequeños. Fueron los propios jugadores quienes le animaron a que volviera).

El conflicto bélico se alargaba y motivos personales en un caso e ideológicos en otro, hicieron que aquel equipo inicial quedara roto.

Estas bajas se suplieron con Joaquín Rezola[13] (hermano del vicelehendakari Joseba Rezola), Ignacio Aguirrezabala (Txirri II), Tomás Aguirre (hermano del Lehendakari) y José Manuel Urquiola.

En vista de la situación creada, Melchor Alegría reunió a los jugadores y les comentó que un primo de René Petit (Ingeniero y futbolista francés que hizo de intermediario entre el gobierno de Franco y los jugadores vascos que estaban de gira europea con la Selección Vasca de Fútbol ofertándoles el indulto si dejaban la gira y regresaban a la zona sublevada de España) estaba allí para llevar a casa a quien quisiera regresar.

3.- Gira americana. Primera parte (México, Argentina, Cuba y Chile)

Una vez cumplida la doble misión de la Selección en Europa, de propaganda y recaudatoria de fondos para los niños exiliados, la decisión de viajar a América era básicamente propagandística, siendo el periodista Melchor Alegría quien negoció desde París la gira por América.

Durante la gira arribaron a países como México, Argentina, Cuba y Chile. Pero México fue el destino más importante y donde la expedición, tras el gran fiasco de Argentina y la no culminación de contratos en Estados Unidos, Costa Rica o Perú, significó su refugio más seguro y próspero y donde hallaron la mejor acogida.

El 10 de octubre de 1937, antes de embarcar hacia América, ofrecieron un homenaje a su delegado y jefe de expedición, Manu de la Sota, puesto que este abandonaba su quehacer como delegado deportivo.

Los jugadores vascos nunca hubieran podido adivinar la expectación que originó su viaje a México. Cuando aún no habían desembarcado la prensa ya escribía páginas y páginas sobre ellos: Excelsior, El Nacional, El Siglo del Torreón, La Afición, etc., siendo este último uno de los medios mexicanos que más escribió y dio a conocer la popularidad de aquellos jugadores.

Pero en medio de tanta euforia e incertidumbre por ver jugar a los futbolistas en misión humanitaria y propagandística, aparecía la FIFA[14] que admitió en su seno a la Federación Española de Fútbol de San Sebastián, creada por golpistas y militares en octubre de 1937, Federación que, en connivencia con las autoridades de determinados países, excepción hecha de una minoría que no se rindió ante sus exigencias y amenazas, hizo lo indecible para que los partidos de la expedición vasca no fueran permitidos.

Yendo al grano, llegó la Selección Vasca a México, en noviembre de 1937. Iban al frente de la misma, el famoso internacional español Pedro (Perico) Vallana, como Director Técnico, Ricardo de Irezábal Goti, como Presidente de la Delegación ySelecci Melchor Alegría, como Secretario del grupo.

3.1.- Primera serie de partidos en México D.F., afiliación al fútbol mexicano y, por ende, a la FIFA

América 2 Selección Vasca 2 07-11-37
Necaxa 1 Selección Vasca 2 14-11-37
Selección de Jalisco 1 Selección Vasca 5 21-11-37
Selección Nacional de México 1 Selección Vasca 4 28-11-37
Selección Nacional de México 1 Selección Vasca 2 05-12-37
Selección Nacional de México 0 Selección Vasca 4 12-12-37
Piratas(*) 1 Selección Vasca 6 16-12-37
Selección Asturias/España 3 Selección Vasca 1 19-12-37
Selección Asturias/España 2 Selección Vasca 3 26-12-37
Atlante 0 Selección Vasca 3 02-01-38
Selección Nacional de México 3 Selección Vasca 1 09-01-38

(*): La Dirección General de Educación Física del Departamento del Distrito Federal organizó este partido contra un equipo obrero dependiente de la Liga Interzonas de la misma Dirección.

Datos estadísticos:

Partidos jugados: 11

Ganados: 8

Empatados: 1

Perdidos: 2

Goles a favor: 33

Goles en contra: 15

Coeficiente de goles: + 18

Antes de continuar con la narración, merece destacar lo que la prensa deportiva mexicana, a través del periódico La Afición, escribió en relación a Lángara y Regueiro:

«En cuanto Isidro Lángara puso un pie en tierra, la brecha se cerró y el entusiasmo de los fans hecho remolino, lo elevó a lo alto y así avanzó hasta las puertas de la estación, arrollando a su paso señoras, niños, hombres y hasta policías.

Y todo esto con acompañamiento de gritos de entusiasmo -¡Lángara! ¡Arriba Lángara! ¡Viva Lángara!…» (05-11-37. p.4).

Hubo una figura en el entrenamiento de ayer: Isidro Lángara, el famoso artillero centro delantero nacional de España…es un fenómeno a la hora de hacer un remate… o a la hora de enfilar un cañonazo desde cualquier sitio de la cancha…»  (06-11-37. p.1).

«Lángara hizo ayer un gol monumental«. Fue el tercer tanto de su equipo, al principio del segundo tiempo, daba la espalda a nuestra meta y dando una maroma hacia atrás hizo el gol.

[La pelota venía del portero]… Aparentemente ningún…[vasco] la podía ya tener. Se iría a medio campo. Lángara estaba cerca de ella …y la bola lo había pasado. Nunca hemos visto en una jugada menos probabilidad de goal. Pero Lángara se volvió rápidamente y dando la espalda a la meta…alcanzó la bola con el pie derecho. Más no podía voltearse… No se volteó. No. Ahí de espaldas al goal, empeinó la pelota con su pie izquierdo y dando una maroma hacia atrás la echó para goal. La esférica fue por los aires directamente al goal y se metió sin que Estrada hiciera otra cosa que mover los brazos…» (13-12-37.  pp. 1-3).

«Luis Regueiro llamado el Corzo…ese maravilloso interior derecho, uno de los mejores que existen en la tierra, ha dejado ayer …un monumento de jugar al fútbol. Pasarán los días y los meses y los años…pero en México habremos de recordar que vimos jugar a un señor que se llamaba Luis Regueiro y que a pesar de sus caprichos en el campo, de su constante elevar sus brazos al cielo, de su prurito de regañar a sus compañeros, de todas esas cosas, maravilló a cuantos tuvieron la fortuna de verlo en acción…» (27-12-37. p. 1).

Antes de celebrarse los seis últimos partidos de esta primera serie, la Selección Vasca solicitó a la Liga Mayor de la capital México D.F. la afiliación a la misma tal y como recoge el periódico mexicano La Afición en su edición del 8 de diciembre de 1937:

«LA SELECCION VASCA QUEDO AFILIADA DESDE AYER AL FÚTBOL DE NUESTRO PAÍS: «La gran selección vasca de fútbol que nos visita pidió ayer a la Liga Mayor de Fútbol de esta capital, afiliarse a ella y tras de breve discusión, los delegados aceptaron, quedando desde ese momento amparada bajo la Federación Mexicana de este deporte.

Dada la situación en España, los vascos no tienen ninguna Federación bajo la cual ampararse y teniendo que hacer una jira (sic) de tres meses necesitan un amparo, el cual les fue concedido, tanto por la simpatía que ha despertado aquí como por los lazos que nos unen con la madre patria.

Se les concedió un permiso de tres meses para que hagan su jira (sic) y declararon que si al término de ese lapso la situación en su país sigue como hasta ahora, regresarán a México para tomar parte en el campeonato del año entrante«.

De esta manera volvían a ser legales ante la FIFA, pues quedaba al amparo de la Federación Mexicana de Fútbol.

Los dos últimos partidos de la primera serie mexicana se jugaron con posterioridad a estas noticias, en concreto (como puede verse en la anterior tabla) en las dos primera semanas de enero de 1938.

3.2.- Viaje a América Central Insular (Cuba)

El 10 de enero de 1938 la Selección Vasca se trasladó vía marítima a La Habana, donde llegó el 13 de enero, disputando 4 partidos en el estadio Pedro Marrero:

Club Juventud Asturiana 4 Selección Vasca 4 16-01-38
Club Deportivo Centro Gallego 3 Selección Vasca 0 23-01-38
Selección de Cuba 0 Selección Vasca 2 28-01-38
Club Juventud Asturiana 3 Selección Vasca 2 30-01-38

Datos estadísticos:

Partidos jugados: 4

Ganados: 1

Empatados: 1

Perdidos: 2

Goles a favor: 8

Goles en contra: 10

Coeficiente de goles: – 2

3.3.- Viaje a América del Sur (Argentina y Chile)

Aunque la actividad deportiva en Cuba fue mala por el cansancio y lesiones, tras descansar en el interior de la isla hasta el 26 de febrero, víspera del embarque a América del Sur, los jugadores se mostraban animados y deseosos de cumplir las expectativas para la gira que se había programado en Argentina.

3.3.1.- Argentina y el revés de la FIFA

Después de reponerse tras diez intensos meses de cansancio, viajes, partidos, así como otras incidencias y presiones burocráticas, el 27 de febrero de 1938 zarparon desde la Habana, llegando a Buenos Aires el 20 de marzo tras realizar varias escalas (en la que realizaron en la población chilena de Valparaíso disputaron un encuentro, partido en el que resultaron vencedores y del que no existen apenas datos). Más tarde, se unieron a la expedición los jugadores que habían quedado en México en compañía de Melchor Alegría.

No obstante, los 5 partidos que tenían contratados (Club Atlético River Plate [Buenos Aires], Club Atlético San Lorenzo de Almagro [Buenos Aires], Club Atlético Boca Juniors [Buenos Aires], Club Atlético Independiente de Avellaneda [ciudad de Avellaneda, en el Gran Buenos Aires] y Racing Club de Avellaneda [ciudad de Avellaneda, en el Gran Buenos Aires] no llegaron a celebrarse ya que la FIFA obligó a suspenderlos en sesión celebrada en marzo de 1938.

Veamos, a continuación, una serie de extractos de lo dicho y acontecido en esa sesión:

a)En el momento en que este equipo (la Selección Vasca) inicia su gira estaba bajo la autoridad de la Federación Española, con sede en Barcelona; pero desde ese momento todo el territorio del norte de España –comprendiendo las ligas y clubes de cuyos miembros forman parte de este equipo– fue ocupado por las tropas del general Franco y se formó una nueva Federación Española, con sede en San Sebastián Por lo tanto, los jugadores del equipo vasco se encuentran actualmente bajo la jurisdicción de la Federación de San Sebastián”.

b)El Comité Ejecutivo acuerda que no se podrá dar ningún permiso (…) sin el consentimiento de la Federación de San Sebastián”.

c)(…) los jugadores del equipo vasco fueron suspendidos por tiempo indefinido; para permitir su regreso a Europa, la representación diplomática del Gobierno de Franco en Buenos Aires ha dado instrucciones de acordar el pasaje gratuito desde Buenos Aires a cualquier lugar de España de todos los miembros de este equipo. Cada miembro del equipo podrá libremente elegir en que ciudad de España quiere entrar.

Los clubes querían jugar, pero, a pesar de la solicitud de los representantes de la Selección Vasca para que esta pudiera disputar encuentros, el día 30 de marzo de 1938, en sesión a puerta cerrada celebrada por el Comité Directivo de la Federación Argentina se resolvió, por unanimidad, desestimar la petición realizada por aquellos, cediendo así ante las presiones del estamento internacional. Como es natural tal decisión provocó una serie de reacciones dispares entre las partes favorables a la misma y las detractoras, reacciones y opiniones de las que se hizo eco la prensa bonaerense.

Al margen de la decisión de la Federación Española de San Sebastián y la alineación de la FIFA con esta, había que añadir el reconocimiento al general Franco por parte de Argentina, tras Uruguay y Bolivia. La expedición vasca estaba al lado de la República y la recaudación de su gira iba destinada a la resistencia vasca exiliada en Francia.

El 4 de mayo de 1938, el diario La Razón de Buenos Aires dio cuenta de la partida de la Selección Vasca en los siguientes términos: “Los jugadores vascos que han permanecido en esta capital desde hacía más de un mes y que no pudieron actuar en nuestros fields (sic) por las causas que son de dominio público, partieron esta mañana, desde la estación Retiro, con destino a Mendoza, en donde seguirán viaje para Chile.

Desde el país hermano seguirán luego para Cuba, donde disputará una serie de encuentros y, una vez cumplidos sus compromisos allí, actuarán en México, donde se espera con gran interés su presentación.

Numerosos connacionales saludaron a los integrantes de la selección euskara al partir esta mañana”.

Este bloqueo en Argentina provocó el agotamiento de los recursos económicos del grupo y el ambiente se crispó. La consecuencia de esta situación límite fue doble: por un lado, la clara falta de entendimiento entre los delegados del equipo provocó que el entrenador, Pedro Vallana, abandonara el grupo en Buenos Aires para viajar a Uruguay donde residía un hermano y, por otro, el cansancio, el hastío e incluso la enfermedad provocó que varios jugadores dejaran el grupo  [Zubieta, Areso decidió quedarse en Buenos Aires para fichar por el Club Atlético Tigre (Victoria, provincia de Buenos Aires), Chirri II −Ignacio Aguirrezabala− se quedó en la capital porteña donde residía su hermano Marcelino, Chirri I y Egusquiza, el portero suplente, enfermo del pulmón].

Entre tanto, el resto de los jugadores –desoyendo las atractivas ofertas que recibían tanto de equipos americanos como europeos− decidieron continuar unidos y volver a México −donde los jugadores estaban más a gusto porque siempre fueron bien recibidos−, pasando previamente por Chile, donde jugaron tres partidos que finalizaron con sendas victorias vascas y también por Cuba por el motivo que se narrará a continuación. En México, debido a las bajas causadas en el equipo que habían causado una merma en el potencial del mismo, tuvieron que reforzarse con gente local y algunos exiliados que no estaban originalmente en la misma.

3.3.1.1.- Reacción de la Federación Nacional Mexicana de Fútbol ante la posición de la FIFA

La noticia de tales reveses, por una u otras razones, no llegó a la capital azteca hasta el 28 de abril de 1938.

La prensa deportiva mexicana relató en parte la situación vivida de la manera siguiente a través de La Afición (principal medio de comunicación social en el ámbito deportivo de la época que nos ocupa) en su edición de 28 de abril de 1938:

(Llegó) …un cable fechado en Buenos Aires y enviado por la Selección Vasca (…) expresan a la Federación [N. del A: mexicana, supongo] su deseo -y más que eso su necesidad- de volver a México, ya que la federación Argentina, por no desobedecer a la FIFA les prohibió actuar en tierras del Plata (…). Ningún país puede abrirle sus puertas debido a que la FIFA ha decretado una descalificación contra la Selección Vasca ya que esta se ha negado a obedecer el mandato de la Federación Española de volver a la Península. (…) Y si pudieron actuar en nuestras canchas, fue debido a que la Federación Nacional se sintió con las agallas suficientes para darle un revés a la FIFA, es decir para desobedecerla… [ N. del A.: porque la FIFA hizo lo necesario para que México no asistiera al Mundial de 1938 poniendo una serie de obstáculos como que México tenía que jugar en contra de Argentina, siendo que no están en la misma área].

También llegó una carta de la FIFA (…) la que estipula que la filiación de los vascos al fútbol mexicano (…) es ilegal y (…) se prohíbe a México que permita jugar más a los vascos. (…)

Por otro lado, la decisión adoptada por la expedición vasca quedó recogida de la manera siguiente: «Vamos a volver a México. Es un país hospitalario [dijeron los vascos], y aunque todavía no tenemos autorización para volver a jugar ahí, confiamos en que nos irá bien (…). El dinero para tornar a tierra azteca, les (…) [fue] donado por la Presidencia de la República Mexicana…» (La Afición, 28-04-38, p.2).

La Selección Vasca, en base a la decisión adoptada por la Federación Nacional Mexicana de Fútbol en diciembre de 1937 “(…) concesión de un permiso de tres meses para que hagan su jira (sic) y promesa de que si al término de ese lapso la situación en su país sigue como hasta ahora, regresarán a México para tomar parte en el campeonato del año entrante, 1938-39)” y con la mediación del periodista y cronista deportivo Antonio Andere[15], puso en conocimiento de la Federación Nacional la necesidad de volver al país azteca y enrolarse en la Liga Mayor capitalina puesto que se encontraban en condiciones más que desastrosas.

3.3.2.- Chile

El 4 de mayo de 1938 salieron por ferrocarril desde Buenos Aires a Mendoza, donde llegaron al día siguiente. El 6 de mayo recalan en Valparaíso a través del ferrocarril trasandino, y en esta ciudad disputan un partido:

Santiago Wanderers (2) -Selección Vasca (4) / (08-05-38)

En realidad el partido se trató de un encuentro amistoso con el equipo Deportivo Arsenales de Guerra, formado en su mayor parte por jugadores de Wanderers, uno de los mejores conjuntos del país. (…).” (diario bonaerense La Razón en su edición 11 de mayo de 1938).

A pesar de que hay quién dice que los dirigentes de este equipo chileno se saltaron a la torera la prohibición de la FIFA, esto no es cierto. La razón viene motivada por Félix Martialay en su ya comentado libro La Aventura de la Selección Vasca, en su página 294: “ Reveladora noticia que ponía de relieve que la Selección Vasca no jugó contra un equipo federado, sino contra un conjunto que ponía ante sí la pantalla de un organismo oficial, ajeno a la disciplina deportiva de la Federación Chilena. Que todos sus jugadores fueran del Wanderers o que fuera el mismo Wanderers camuflado con otra camiseta, es otra cuestión. Tan otra que, salvo por este rastro de La Nación, todos los demás periódicos picaron en el anzuelo o lo asumieron diciendo lo que realmente fue: el Wanderers. Lo cierto es que así ha pasado a los anales. La trampa de la Federación Chilena fue tan burda como las de los cubanos o los mejicanos.

La expedición vasca permaneció en Valparaíso hasta el 10 de mayo.

3.3.3.- Regreso a Cuba

Tres meses después de partir a la Argentina, el 23 de mayo de 1938 desembarcan nuevamente en la Habana donde estuvieron algo más de dos meses y jugaron 8 partidos en calidad de equipo con transfer mexicano, lo que les sirvió, en gran medida, para solventar los primeros inconvenientes con la FIFA.

Desgraciadamente, el pesimismo comenzó a cundir en la expedición y se sufrieron una serie de fisuras que, a la larga, pudieron suturarse.

En la isla se disputaron los siguientes partidos:

Selección de La Habana 0 Selección Vasca 4 29-05-38
Selección de La Habana 0 Selección Vasca 3 05-06-38
Selección de La Habana 0 Selección Vasca 5 12-06-38
Selección de La Habana 0 Selección Vasca 2 19-06-38
Selección de La Habana 0 Selección Vasca 4 03-07-38
Juventud Asturiana 3 Selección Vasca 2 09-07-38
Deportivo Centro Gallego 4 Selección Vasca 5 24-07-38
Deportivo Hispano América 5 Selección Vasca 3 31-07-38

Aunque los periódicos hablaran de la Selección La Habana, la Selección Vasca compitió realmente contra la Selección Nacional de Cuba. Los partidos inicialmente programados para los días 17 y 21 de julio fueron suspendidos.

Para finalizar con esta serie, cabe destacar que el último encuentro fue el de despedida del público cubano y, a la par, se celebró a beneficio de Egusquiza. A pesar de ello, no asistió mucho público. El Hispano América se reforzó con tres jugadores de la Juventud Asturiana y uno del Iberia. Iraragorri causó baja por decisión médica, su rodilla no acababa de estar bien y su consulta médica en la Habana dio como resultado la necesidad de ser operado; así que, definitivamente, se quedaría en Cuba para ser intervenido quirúrgicamente.

Datos estadísticos:

Partidos jugados: 8

Ganados: 6

Empatados: 0

Perdidos: 2

Goles a favor: 28

Goles en contra: 12

Coeficiente de goles: + 16

3.4.- México: Segunda etapa y último destino

Definitivamente, y desde la perspectiva económica (la recaudación fue muy escasa debido a la poca afluencia de público a los partidos disputados) y deportiva, la Selección Vasca en Cuba no tenía mucho futuro, ya que el fútbol de allí era de un nivel considerablemente más bajo.

Por el contrario, el notable prestigio conseguido en México y la situación del equipo hizo que los empresarios y clubes mexicanos no perdieran la oportunidad de conquistarles.

El 22 de julio del mismo año volvieron a ser noticia ya que Baltasar Junco[16] (empresario de origen asturiano que deseaba revitalizar el fútbol azteca gracias al talento de los jugadores vascos y catalanes y uno de los propietarios del Club España de México D.F.) arregló la incorporación al equipo al fútbol mexicano. Fue una persona que aportó estabilidad a la Selección y uno de los principales valedores para que los jugadores vascos se sintieran como en casa.

En cualquier caso, los jugadores pidieron recuperarse y descansar mientras las instituciones futbolísticas mexicanas preparaban el segundo y definitivo recibimiento a los vascos ya que las cuestiones burocráticas estaban en vía de solución:

“(…). Es un hecho que vienen los vascos. La Liga Mayor aprobó en principio que nos visiten otra vez y solo faltan detalles para su legal apruebe (sic). Todo hace creer que las directivas de los clubes, sobre todo, en vista de que no tienen a la vista serie internacional alguna, darán autorización a sus delegados para enviar a los vascos el cable en que se les diga que puedan venir a jugar a México.” (Extracto de la noticia publicada por La Afición en su página 1 con fecha 28 de julio de 1938).

El diario El Siglo del Torreón publicó también una noticia similar en su edición de 30 de julio.

La Selección Vasca, compuesta por 16 personas, llegó a Veracruz el 3 de agosto de 1938.

Bajo la tutela de Baltasar Junco se disputaron tres partidos en Veracruz para seguir recaudando fondos y así aliviar la maltrecha situación económica.

España de Veracruz 0 Selección Vasca  8 07-08-38
Moctezuma de Veracruz 2 Selección Vasca  6 14-08-38
Iberia de Córdoba 0 Selección Vasca 15 21-08-38

Datos estadísticos:

Partidos jugados: 3

Ganados: 3

Goles a favor: 29

Goles en contra: 2

Coeficiente de goles: + 27

Los 13 jugadores que, a esas alturas expedicionarias, estaban disponibles fueron: Blasco, Aedo, Barcos, Muguerza, Cilaurren, Zubieta, Larrínaga, los dos hermanos Regueiro (Pedro y Luis), Lángara, Emilín (Alonso), Tomás Aguirre (hermano del Lehendakari Aguirre) y Urquiola (sustituto de Gorostiza).

Como la plantilla era reducida, tuvieron que reforzarse con gente local y algunos exiliados o expatriados que no estaban originalmente en la misma. Entre ellos, se unió el centrocampista bilbaíno Félix de los Heros Azcueta, Tache[18] que estaba en México desde mayo de 1937 cuando viajó con la expedición del F.C. Barcelona.

El hecho del resultado de los partidos disputados provocó de nuevo el interés en la afición y en los clubes de la capital donde Junco realizaba ya gestiones para que la Selección Vasca tuviera un apretado calendario de partidos.

El 2 de septiembre de 1938 la FIFA deja de perseguir a la Selección Vasca gracias a la labor de Baltasar Junco y a la de la Federación Mexicana de Fútbol que la acoge en su seno, tal y como recoge La Afición en el mismo día:

LA FIFA REHABILITA A LOS VASCOS: La rehabilitación del equipo vasco por parte de la FIFA pone punto final al largo pleito que tantos y tantos comentarios motivó en la prensa de Centro y Sudamérica. Desde ahora la Selección vasca queda libre para actuar donde mejor le parezca…«.

El juego sucio y rastrero tanto de la Federación Española de San Sebastián como del Generalísimo Franco llega a su fin.

Con antelación al inicio de la Liga Mayor de México D.F. (1938-39), la selección vasca disputó una serie de partidos de los que damos cuenta a continuación:

3.4.1.- Copa Varón Dandy

Diferentes empresas y marcas mexicanas vieron en la Selección una posibilidad de publicitar sus productos y así surgió la Copa Varón Dandy que donaría las perfumerías Parera para el desafío contra el equipo Necaxa (campeón del distrito Federal) al mejor de tres partidos a disputar en el campo del Parque de Asturias.

La Selección ganó los dos primeros encuentros y no hubo necesidad de disputar el tercero.

Necaxa 1 Selección Vasca 4 04-09-38
Necaxa 3 Selección Vasca 7 11-09-38

3.4.2.- Copa Whisky White Label

El segundo torneo que se organizó fue la Copa Whisky White Label donada por Antonio López de Silanes Salinas (nacido en La Rioja emigró a México, donde fue padre de seis hijos y fundó en 1943 Laboratorios Silanes), copa que se jugó a un solo partido en el Parque de Asturias disputado el 18 de septiembre de 1938, encuentro en el que se enfrentó a un combinado de jugadores del Asturias y del España, venciendo la selección vasca por 4 tantos a tres.

Antes de partir hacia Guadalajara, la Selección disputó una serie de encuentros o torneos entre los que caben destacar los siguientes:

3.4.3.- Encuentro Club América-Selección Vasca

Una vez ganada la copa Whisky White Label y, a pesar de las bajas, la Selección Vasca seguía siendo el mejor equipo en tierras mexicanas y el público, que estaba acostumbrado a su imbatibilidad, buscaba un rival capaz de hacer frente al conjunto vasco. Justo entonces, llegó a México D.F. el club América que acababa de realizar una gira triunfal por California (Estados Unidos), ganando los cuatro partidos que disputaron.

Parecía un rival capaz de hacer frente a la Selección vasca, pero, esta no sólo ganó, sino que, por el contrario, lo hizo escandalosamente, venciendo el 25 de septiembre de 1938 al todopoderoso Club América por 8 goles a 2.

3.4.4.- Segundo encuentro contra el combinado Asturias/España

El partido se disputó el 2 de octubre de 1938 y, en un encuentro que, según la prensa capitalina, resultó extremadamente aburrido, la Selección Vasca resultó novedosamente derrotada (el público no estaba acostumbrado a ver perder a la Selección) por un abultado 6-3.

3.4.5.- Copa Oxo

Por mucho que el representante Baltasar Junco programase partidos semanalmente, la expectación del público y la operativa publicitaria no decrecía ya que todas las partes implicadas en la operación resultaban beneficiadas.

Tanto es así que, como anteriormente habían hecho las perfumerías Parera y el empresario Antonio López de Silanes, la cervecería Moctezuma y el diario La Afición, publicaron el 10 de setiembre de 1938 un concurso donde el público podía elegir a los mejores jugadores de México para que se enfrentaran a la Selección Vasca, otorgándose al que acertara un premio de 100 pesos. El concurso finalizó el 5 de octubre, contando con una participación masiva.

El equipo elegido compitió bajo la denominación de México y jugaron tres partidos contra la Selección Vasca, llevándose el ganador la Copa Oxo, donada por la compañía de fabricación de hule del mismo nombre.

3.4.5.1.- Primer encuentro

La Copa se estrenó el 16 de octubre de 1938 en el campo del Parque de Asturias, derrotando el México a la Selección Vasca por 8 tantos a 4. La Selección, de entrada, no pudo contar con Lángara −hospitalizado− y Blasco, lesionado, tuvo que ser sustituido por el barcelonista Josep Iborra quién formaba parte del España de Mexico D.F. junto con otros ases futbolísticos exiliados y pertenecientes al Barcelona.

El 22 de octubre de 1938, antes de celebrarse el segundo encuentro, la prensa mexicana, a través del periódico El Universal, comentaba que “(…). Como ya saben los lectores, el cambio más imperioso registrado en los dos cuadros es el de Iborra por Blasco. El titular de la Selección visitante no se halla en condiciones de defender la meta de su equipo y por ello se solicitó el concurso del guardameta del España. Blasco está enfermo y además lesionado de las manos. (…)”.

3.4.5.2.- Segundo encuentro

Antes de disputarse el segundo partido, los componentes de la Selección recibieron la grata noticia de la llegada de sus compañeros Iraragorri y Egusquiza a la capital mexicana el 21 de octubre. Ambos habían permanecido dos meses y medio en La Habana desde que la expedición marchara de Cuba. Iraragorri se alojó con sus compañeros, mientras que Egusquiza (guardameta suplente de Blasco) quedó ingresado en el Sanatorio Español para continuar su recuperación de la enfermedad pulmonar.

El segundo partido se disputó en el campo del Necaxa (23-10-38), forzando la Selección Vasca el desempate al vencer a su oponente por 6 goles a 2, pero perdiendo, desgraciadamente, al portero Iborra al chocar este con un delantero contrario, siendo sacado del campo en camilla. Pablito ocupó el lugar de portero y en el segundo tiempo al ver que no podía regresar el exbarcelonista, entró Raúl Álvarez (Jorobado), portero mexicano[17].

3.4.5.3.- Último partido y definitivo

Se disputó en el parque de Asturias (30-10-38) y lo ganó la Selección Vasca contra el combinado México (3-1, a favor), consiguiendo así la copa en disputa.

Entretanto y paralelamente al transcurso de la Copa Oxo, hay que destacar que Baltasar Junco estaba intentando que se aprobara el ingreso de la Selección Vasca en la Liga Mayor de México D.F.[19]

3.4.6.- Viaje al Estado de Jalisco y Copa For-Bec

Seguidamente, la Selección viajó hasta el estado de Jalisco para jugar tres partidos en Guadalajara. Era el segundo viaje que realizaron a este estado, tras la visita en noviembre de 1937. Los resultados fueron los siguientes:

Selección de Jalisco(*) 1 Selección Vasca 3     01-11-38
Selección de Jalisco(**) 0 Selección Vasca 4     06-11-38
Club América(***) 0 Selección Vasca 5     14-11-38

(*): Reforzada con jugadores internacionales que defendían los colores de equipos de México D.F.: Urquiaga y Laviada (C. F. Asturias), Fuente (América), García (Asturias) y Ventolrrá (Atlante).

(**): Reforzada con los cinco anteriores más Miguel Gual Gual (Real Club España de México D.F.).

(***): Campeón de la Copa México 1937-38.

La Selección Vasca como campeona indiscutible recibió la Copa For-Bec, entregada a Luis Regueiro por el conocido comerciante D. Juan Billón (para más información sobre esta persona de origen francés puede consultarse https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Bill%C3%B3n).

3.5.- Regreso a México D.F. y participación en su Liga Mayor

Tras el regreso de Jalisco a la capital, el 20 de noviembre de 1938 jugaron en esta un partido a beneficio del Comité de Asistencia Infantil en aquélla contra una selección de jugadores de los equipos capitalinos Atlante y Marte en el Parque de España, venciendo la Selección Vasca por 2 tantos a 1.

Este partido fue el último disputado por la Selección Vasca antes de iniciar la competición de la Liga Mayor de México D.F. temporada 1938-39 en la que compitieron bajo la denominación de Club Deportivo Euzkadi o, simplemente, Euzkadi.

Antes de continuar con este apartado quiero destacar que, a fin de contextualizar la Liga Mayor, es obligado repasar la situación del fútbol mexicano en la época que nos ocupa.

3.5.1.- Situación del fútbol mexicano en la época

El profesionalismo llegó a México en 1943. Cuando la Selección Vasca llegó a tierras mexicanas en 1937, el fútbol mexicano era, en sus palabras, cimarrón, entre amateur y ligeramente profesional. En el Distrito Federal (en la actualidad Ciudad de México) existía la liga más importante llamada Liga Mayor, hoy conocida como Primera División, y estaba formada por el Real Club España, Asturias, Marte, América, Atlante y Necaxa.

En aquellos años se jugaban torneos regionales, pero el efectuado en la capital federal era considerado el más importante del país y por tanto tenía un carácter de nacional, aunque esto sea falso.

Como se ha relatado con antelación, la Selección Vasca tuvo dos etapas en México separadas en el tiempo tan solo por dos expediciones: La primera, a Cuba y, la segunda, a Argentina donde la FIFA impidió que jugaran los partidos que tenían contratados.

Tanto gustó la serie de partidos que jugó en la primera etapa, que en virtud de la situación especial en que se hallaban los componentes de la Selección, la Liga Mayor tomó el acuerdo de acogerlos en su seno, pues era evidente que la aportación que los vascos podían ofrecer al fútbol capitalino garantizaba un éxito seguro.

Tanto por la calidad excepcional que los vascos habían demostrado en sus actuaciones, como por la situación de afiliados a la Liga Mayor en que se hallaban, se pensó que su participación en el campeonato del Distrito Federal ofrecería grandes posibilidades a la economía de los clubes, pues era evidente que la afición había respondido con creces asistiendo al espectáculo.

No era posible, sin embargo, admitirlos con el nombre de selección por razones de índole política, pero se halló una buena solución cambiándole el nombre por el de Club Deportivo Euzkadi o, simplemente, Euzkadi. Este cambio se produjo el 9 de noviembre de 1938.

Mención especial merece en este apartado la figura de Baltasar Junco, ya mencionado anteriormente, pues fue la figura clave para que la Selección se incorporara a la Liga Mayor (sería el séptimo equipo junto a los clubes América, Atlante, Asturias, España, Marte y Necaxa) ya que la situación se antojaba en la España franquista difícil, social y políticamente y los jugadores no estaban por la labor de volver a un país oprimido, perseguido y sin garantías de libertad.

Por otro lado, y en base a informes particulares, que no eran reflejados por la prensa mexicana, cabe destacar que hubo un importante mecenas en la trayectoria del equipo vasco. Este mecenas no era otro que D. Ángel Urraza Saracho, un vasco emigrado, nacido en el municipio vizcaíno de Alonsótegui en el año 1891, y que llegó a Veracruz (México) en el año 1910.

Ángel Urraza Saracho. Fuente: Registro Nacional de extranjeros en México. Archivo General de la Nación de México. © Ministerio de Cultura y Deporte (en la actualidad Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología).

Ángel Urraza Saracho. Fuente: Registro Nacional de extranjeros en México. Archivo General de la Nación de México. © Ministerio de Cultura y Deporte (en la actualidad Ministerio de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología).

Ángel Saracho Urraza. Fuente: Fotografía procedente del archivo familiar Urraza

Ángel Saracho Urraza. Fuente: Fotografía procedente del archivo familiar Urraza

Lo que sí se desprende de este informe es que fue el señor Urraza quién había influido definitivamente para la inserción de la Selección Vasca en la Liga Mayor. De aquí la recuperación del nombre oficial Euzkadi muy a tono con el patrocinio de la ‘hulera’ del señor Urraza y de su equipo de empresa unos años antes.

El informe –eje central de un libro posterior- fue realizado por los afamados y competentes profesores del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, dedicados a lo largo de muchos años a los estudios de los vascos en México, Amaya Garritz y Javier Sanchiz, y en el mismo puede leerse lo siguiente: “(…). El ingreso en la Federación Mejicana de Fútbol, si bien había sido necesario para seguir jugando en el país, acarreó una serie de conflictos que fueron el preludio del fin. Jugar en el Campeonato implicaba dejar de cobrar, como se venía haciendo en los partidos de exhibición. El carecer de familia en el país y un trabajo con el que sustentarse, llevó a que un nutrido grupo de españoles en México (sin distinción política) organizaran una suscripción para cubrir la manutención de los jugadores asignándoseles entre 100 y 700 pesos. (…).

3.5.2.- Resultados de los encuentros disputados en la Liga Mayor de México D.F. en la temporada 1938-39[20]

Jornada

Fecha

Campo

Resultado

1.ª

27-11-38

Parque España

Euzkadi 3 – América 2

Asturias 4 – España 2

2.ª

04-12-38

Parque Asturias

Necaxa 1 – Marte 2

Euzkadi 7 – Atlante 1

3.ª

11-12-38

Parque España

Atlante 1 – Necaxa 4

América 0 – Asturias 1[21]

4.ª

18-12-38

Parque Necaxa

Marte 1- Euzkadi 7

España 7 – América 2

5.ª

08-01-39

Parque Asturias

Asturias 4 – Necaxa 1

España 6 – Atlante 2

6.ª

15-01-39

Parque España

Necaxa 5 – Euzkadi 2

Asturias 3 – Marte 1

7.ª

22-01-39

Parque Necaxa

Marte 4 – España 6

Atlante 2 – América 5

8.ª

29-01-39

Parque España

América 3 – Necaxa 3

Euzkadi 5 – Asturias 4

9.ª

05-02-39

Parque Asturias

Asturias 1- Atlante 1

Euzkadi 5 – España 1

10.ª

12-02-39

Parque Necaxa

América 1 – Marte 0

Necaxa 3 – España 2

11.ª

19-02-39

Parque Asturias

Marte 3 – Atlante 0

América 2 – Euzkadi 1

12.ª

26-02-39

Parque España

España 1 – Asturias 3

Necaxa 5 – Marte 1

13.ª

05-03-39

Parque Necaxa

Euzkadi 4 – Atlante 2

Asturias 3 – América 2

14.ª

12-03-39

Parque España

Atlante 1 – Necaxa 4

Marte 3 – Euzkadi 2

15.ª[22]

26-03-39

Parque Asturias

América 2 – España 2

Asturias 2 – Necaxa 2

16.ª

16-04-39

Parque Necaxa

Atlante 4 – España 3

Asturias 4 – Marte 2

17.ª

23-04-39

Parque Necaxa

América 4 – Atlante 2

Necaxa 2 – Euzkadi 3

18.ª

30-04-39

Parque España

España 0 – Marte 4

Asturias 3 – Euzkadi 3

19.ª

07-05-39

Parque Necaxa

Necaxa 0 – América 6

España 7 – Euzkadi 2

20.ª

14-05-39

Parque España

Marte 2 – América 2

Atlante 4 – Asturias 0

21.ª

21-05-39

Parque España

Atlante 2 – Marte 1

España 4 – Necaxa 2

3.5.3.- Clasificación definitiva[23]

PJ PG PE PP GF GC CG Ptos.
Asturias 12 7 3 2 32 21 +11     17
Euzkadi 12 7 1 4 44 33 +11     15
España 12 5 1 6 41 37   +4     11
América 12 5 3 4 31 26   +5     13
Necaxa 12 5 2 5 32 31   +1     12
Marte 12 4 1 7 24 33    -9       9
Atlante 12 3 1 8 22 42  -20       7
   226 223
       449

3.5.4.- Alineaciones del Euzkadi

1.ª jornada: Blasco; Cilaurren, Pablito; Pedro Regueiro, Muguerza, Zubieta; Urquiola, Tache, Lángara, Larrínaga, Emilín.

2.ª jornada: Blasco; Cilaurren, Pablito; Pedro Regueiro, Muguerza, Zubieta; Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

3.ª jornada: Blasco; Cilaurren, Aedo; Pedro Regueiro, Muguerza, Zubieta; Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

4.ª jornada: Blasco; Cilaurren, Aedo; Pedro Regueiro, Muguerza, Zubieta; Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Tache, Tomás Aguirre.

5.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Zubieta; Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

6.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Zubieta; Tache, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

7.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Zubieta; Tache, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

8.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Zubieta; Tache, Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

9.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Zubieta[24]; Tache, Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Larrínaga, Emilín.

10.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Pedro Regueiro; Urquiola, Luis Regueiro, Lángara, Tache, Emilín.

11.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Pedro Regueiro; Tache, Luis Regueiro, Lángara, Iraragorri, Emilín.

12.ª jornada: Blasco; Pablito, Aedo; Cilaurren, Muguerza, Pedro Regueiro; Guzmán (no existe constancia alguna de él, ni se sabe si es nombre o apellido), Iraragorri, Lángara[25], Larrínaga, Urquiola.

3.5.5.- Partidos jugados y goles marcados por los componentes del equipo

Partidos: Blasco (12), Cilaurren (12), Pablito (10), Pedro Regueiro (7), Muguerza (12), Zubieta (9), Tache (9), Lángara (12), Larrínaga (8), Emilín (10), Iraragorri (2), Aedo (10), Luis Regueiro (10), Urquiola (9), Guzmán (1), Tomás Aguirre (1).

Goles: Blasco: 0, Cilaurren: 0, Pablito: 0, Pedro Regueiro: 0, Muguerza: 0, Zubieta: 0, Tache: 1, Lángara: 18, Larrínaga: 7, Emilín: 7, Iraragorri: 2, Aedo: 0, Luis Regueiro: 7, Urquiola: 2, Guzmán: 0, Tomás Aguirre: 0 (Total: 44).

Máximo goleador: Lángara, con 18 (contra los 20 marcados por Miguel Gual del España, jugador que finalizó la Liga siendo el mejor realizador).

1.ª Vuelta:  13: (3 contra el América, 2 contra el Atlante, 3 contra el Marte, 1 contra el Necaxa, 1 contra el Asturias y 3 contra el España).

2.ª Vuelta: 5 (1 contra el América, 1 contra el Atlante, 1 contra el Marte, 1 contra el Asturias y 1 contra el España).

3.5.6.- Partidos disputados en los parones de la competición de la Liga Mayor

A pesar de jugar en la Liga Mayor la Selección Vasca aprovechaba los parones por unos u otros motivos para continuar sus partidos de exhibición y de este modo poder generar ingresos para subsistir.

3.5.6.1.- Viajes a Guanajuato y Tamaulipas y regreso en ambos casos a México D.F.

La primera salida fue el estado de Guanajuato. Partieron de México D.F. el 10 de diciembre de 1938 y allí, en la ciudad de León, disputaron dos partidos contra la Unión de Curtidores de León los días 11 y 12 (se desconocen los resultados de ambos), regresando desde Irapuato (ciudad mexicana del mencionado estado) a la capital mexicana el 13 de diciembre de 1938, donde el día 1 de enero de 1938 disputaron un encuentro a beneficio de la Cruz Roja Mexicana contra un combinado Atlante/Marte en el Parque Asturias, ganando los vascos por 5-4.

De vuelta a México D.F, se trasladaron al estado de Tamaulipas (fronterizo con el de Ciudad de México), donde compitieron a doble partido (los días 7 y 8 de enero de 1939, respectivamente) en contra del Tampico, venciendo en las dos ocasiones: en la primera, por 5-1 y, en la segunda, por 5-3.

Mientras la Ciudad de México disfrutaba de las fiestas de Carnaval, el C.D. Euzkadi jugó el 21 de febrero de 1939 en el Parque Necaxa un partido a favor de los damnificados de los terremotos que se habían producido en Chile. En dicho partido se enfrentaron al Atlante, finalizando el encuentro con empare a dos goles.

Tras el parón de la Liga por el incendio del Parque de Asturias se volvieron a enfrentar a un combinado Marte/Atlante en el Parque Necaxa, donde el equipo, el 9 de abril de 1939, derrotó de modo abultado al combinado, poniendo el tanteador a 8-2.

3.5.7.- Partido de despedida

El último partido disputado por los restos de la Selección Vasca fue el que le enfrentó el 18 de junio de 1939 al Atlético Corrales de Asunción (Paraguay) que se encontraba de gira en México, finalizando con empate a cuatro tantos.

Necaxa (18-06-39): Euzkadi, 4 - Atlético Corrales de Asunción, 4. De pie (de izquierda a derecha): Blasco, Aedo, Pedro Regueiro, Cilaurren, Urquiaga (sustituto de Blasco)), Iraragorri, Emilín, Luis Regueiro. Muguerza y Melchor Alegría. Agachados (de izquierda a derecha) Rezola (masajista), Urquiola, Barcos (‘Pablito’), Larrínaga, Tomás Aguirre (hermano del Lehendakari), ? (refuerzo), Rodríguez (refuerzo) y ?. Fotografía cortesía de Gregorio Blasco, hijo].

Necaxa (18-06-39): Euzkadi, 4 – Atlético Corrales de Asunción, 4. De pie (de izquierda a derecha): Blasco, Aedo, Pedro Regueiro, Cilaurren, Urquiaga (sustituto de Blasco)), Iraragorri, Emilín, Luis Regueiro. Muguerza y Melchor Alegría. Agachados (de izquierda a derecha) Rezola (masajista), Urquiola, Barcos (‘Pablito’), Larrínaga, Tomás Aguirre (hermano del Lehendakari), ? (refuerzo), Rodríguez (refuerzo) y ?. Fotografía cortesía de Gregorio Blasco, hijo].

Este partido supuso la despedida definitiva tras su andadura por Europa y América, siendo la fecha de celebración del mismo el cierre definitivo de las puertas de los estadios para la Selección Vasca.

El Parque Necaxa, donde se celebró, fue testigo de un final triste, también en lo deportivo, ya que el partido finalizó con una verdadera batalla campal. Una despedida nada deseada.

Lejos de una actuación brillante el equipo ofreció el mayor escándalo de su historia, tanto que tuvo que intervenir la policía de forma directa e Iraragorri expulsado del campo (este, al recibir una carga violenta y sin balón por medio, se dio la vuelta y tumbó, con un gancho de izquierda a Seguell [medio centro], protagonizándose una batalla campal cuyo final fue la expulsión de Iraragorri que tuvo que salir custodiado por la policía). Poco después se organizó otra pelea iniciada por Mendoza (delantero) pero secundada por todos los jugadores. Una vez expulsado Mendoza volvió la calma al terreno de juego.

4.- Fin de la Guerra Civil española y disolución

Aquella aventura tocaba a su fin. Dos largos años sin cesar, salvando infinidad de obstáculos burocráticos, deportivos, deserciones, enfermedades, lesiones …

Los días estaban contados a la espera de una decisión final por parte del Gobierno Vasco.

Se cerró así una página excepcional en la historia del fútbol vasco. Una página que habría merecido ser recordada con un final diferente. Su origen fue el inicio de la Guerra Civil y su final la derrota de la misma a manos del franquismo y su ejército. Pero detrás de esa derrota se escondía una historia de hermanos (?) escrita con una deportividad ejemplar y un orgullo por servir a su País con fidelidad y honestidad.

Como colofón, sus directivos y jugadores, identificados deportiva y espiritualmente con el fútbol mexicano, decidieron disolverse, dejando en libertad a los que habían sido sus integrantes, para que tomaran el camino que creyeran más conveniente.

La gran mayoría de los jugadores optó por rehacer sus vidas en Sudamérica (México, Argentina y Uruguay), pues su hogar había sido destrozado durante la Guerra Civil o no les esperaba un gran recibimiento en su regreso.

Aedo: Fichó por el España a la espera de sus gestiones en Argentina. Pasó al River Plate de Buenos Aires en 1940 y, posteriormente, regresó nuevamente al España de México el mismo año, jugando al menos hasta el año 1945, en sus últimas temporadas actuó como jugador-entrenador.

Aguirre (hermano del Lehendakari): Fichó por el Asturias de México en donde estuvo hasta 1945.

Areso: Se quedó en Buenos Aires al partir la Selección Vasca de regreso a México, jugando en dicha ciudad primero con el Tigre (1938 y 1939) y, después, con el Racing (1940). Regresó a España en 1944, yendo al Barcelona C. F., que le dio la carta de libertad, fichando por el Racing de Santander. Una vez retirado como deportista comenzó su carrera de entrenador en el mismo equipo santanderino, retornando finalmente a España para entrenar al Español de Barcelona.

Blasco: España de México, (1939-40), River Plate de Argentina (1940), España de México (1941-46) y Atlante de México en 1946-47. Se retiró 3n 1947.

Cilaurren: España de México (1939-40), River Plate de Argentina (1940), Peñarol de Montevideo (Uruguay) en 1941, River Plate de Argentina, España de México (1942-45), Atlante de México. Regresó a España en 1953.

Ignacio Aguirrezabala, Chirri II: Se retiró cuando la Selección Vasca abandonó Argentina. Se quedó allí a vivir con su hermano Chirri I, Marcelino, trabajando como ingeniero en una empresa constructora. Regresó a Bilbao en noviembre de 1946.

Egusquiza: Retirado. Se recuperó de su enfermedad, pese a que ya en Cuba le habían extirpado un pulmón. Le prestó ayuda el España de México del que fue entrenador durante muchos años.

Emilio Alonso, Emilín: España de México (1939-40), San Lorenzo de Almagro [Argentina] (1940), Racing de Buenos Aires (?), España de México (1941-45).

Iraragorri: España de México (1939-40), San Lorenzo de Almagro [Argentina] (1939 y 1940), España de México (1941-46). Volvió a España en abril de 1946: Atlético de Bilbao (1946-49). Se retiró en el año 1949, entrenando posteriormente a varios equipos españoles: Atlético de Bilbao (1949-52), Real Valladolid (1952-53), Celta de Vigo (1953-54), Hércules C. F. (1955-56) y S. D. Indauchu (1959-60) y (1962-63).

Lángara: San Lorenzo de Almagro [Argentina] (1939 a 1943) [los seguidores del River Plate nunca olvidarían los cuatro goles que les encajó en su primer partido jugado con el San Lorenzo] y España de México (1943-46). Volvió a España, jugando en el Real Oviedo C. F. las temporadas 1946-47 y 1947-48. Tras su retirada del fútbol, volvió a Argentina.

Larrínaga: Asturias de México (1939-42) y España de México (1942-45), los últimos años como entrenador. Se quedó a vivir en México.

Muguerza: España de México (1939-42) y Atlas de Guadalajara, estado mexicano de Jalisco (1943-44). Se retiró en 1944, quedándose a vivir en México, donde llegó a ser el director técnico del equipo mexicano Asociación Deportiva Monterrey, A.C. en la temporada 1952-53.

Pablo Barcos, Pablito: España de México (1939), Veracruz (Municipio y ciudad más poblada del estado mexicano de Veracruz) y Moctezuma de Orizaba (municipio y ciudad mexicana más poblada del estado mexicano de Veracruz. Varias lesiones de rodilla le llevaron a la retirada definitiva del fútbol activo en el año 1942.

Luis Regueiro: Asturias de México (1940-42) y América de México (1942-43). Tras su retirada hizo algunos pinitos como entrenador. De ideología izquierdista, su implicación con la aventura de la selección de Euskadi le marcó de tal manera que le impidió regresar a España tras finalizar la guerra, a riesgo de ser encarcelado por las autoridades de la dictadura franquista, decidiéndose a quedarse a vivir en México.

Pedro Regueiro: Como su hermano, se quedó a vivir en México, jugando en el Asturias (1941), España y finalmente en el América, los tres de México D.F.

El tiempo transcurría, pero la unión entre los responsables y exjugadores era estrecha; todos los años se reunían el día de Reyes en la sociedad Gaztelupe de México D.F., aprovechando la comida para festejar el cumpleaños de Melchor Alegría.

Sociedad Gaztelupe (México D.F.). 6 de enero de 1979. Fila superior (de izquierda a derecha): Isidro Lángara, Iñaki Alegría, Pedro Regueiro, Enrique Larrínaga, Melchor Alegría, Luis Regueiro, Pablo Barcos (‘Pablito’), Emilio Alonso (‘Emilín’), José Muguerza y Rafael Egusquiza). En el centro de la fotografía, José Mª Urquiola y agachados en la fila inferior y de izquierda a derecha: José Luis Alegría, Sabino Aguirre, Tomás Regueiro y Serafín Aedo. (Fotografía cortesía de Gregorio Blasco hijo.]

Sociedad Gaztelupe (México D.F.). 6 de enero de 1979. Fila superior (de izquierda a derecha): Isidro Lángara, Iñaki Alegría, Pedro Regueiro, Enrique Larrínaga, Melchor Alegría, Luis Regueiro, Pablo Barcos (‘Pablito’), Emilio Alonso (‘Emilín’), José Muguerza y Rafael Egusquiza). En el centro de la fotografía, José Mª Urquiola y agachados en la fila inferior y de izquierda a derecha: José Luis Alegría, Sabino Aguirre, Tomás Regueiro y Serafín Aedo. (Fotografía cortesía de Gregorio Blasco hijo.]

Hubo que esperar hasta el año 1979 para que una nueva selección (no reconocida como oficial a nivel internacional) recogiera el testigo de aquel equipo que peregrinó por Europa y atravesó el Atlántico en un verdadero ejercicio de humanidad y solidaridad con su pueblo.

Notas aclaratorias:

[1]: HERNANI, José María: Desde joven José Mari se aficionó al fútbol llegando a pertenecer a la reserva del «Athletic-Club», quien de diversas ocasiones sustituyó a los jugadores efectivos del «team»; pero sintiéndose afectado por una afección pulmonar, tuvo que abandonar definitivamente sus actuaciones deportivas; entonces se trasladó a San Sebastián y se empleó pero al tiempo, por gustarle más el «botxo”, regresó a Bilbao, en donde trabajó en el periódico vespertino «La Tarde» como redactor deportivo con el seudónimo de “Trauko-zar», siendo muy elogiada su labor. (Recuperado de https://ianasagasti.blogs.com/mi_blog/2012/08/in-memoriam-de-jose-maría-hernani.html).

[2]: ALEGRÍA PÉREZ, Melchor: Nació en Bilbao en 1896. Se casó con Marcelina Iturrioz, bilbaína como él, y tuvo dos hijos. De profesión periodista, trabajo en la sección deportiva del periódico La Tarde de Bilbao. Junto con el consejero Juan Gracia generaron la idea de crear la Selección Vasca de Fútbol. En la misma, actuó como secretario técnico hasta su disolución. Se quedó a vivir en México, donde durante un tiempo trabajó como secretario técnico en el Club Puebla y eventualmente escribió artículos en algunos diarios de la capital. Logró reunir cada año, hasta su muerte en 1993, a sus muchachos en unas agradables y nostálgicas comidas en la sociedad Gaztelupe (México D. F.), para celebrar su cumpleaños, el día de Reyes (6 de enero).

[3]: GRACIA COLÁS, Juan: Político socialista vizcaíno (Bilbao, 1891 – París 1941). Miembro del PSOE de Vizcaya y del sindicato socialista UGT. Fue en varias ocasiones concejal del Ayuntamiento de Bilbao. Consejero de Asistencia Social en el primer Gobierno Vasco del año 1936 y cuando este se exilia, organizó y canalizó las ayudas destinadas a los refugiados en Francia. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial intentó huir, pero enfermó y murió en París. (Resumen extraído de https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Gracia_Colás)

[4]: LÓPEZ LLAMOSAS, Manuel, (‘Travieso’): Parece ser que se apodaba así porque vivía en la Travesía de san Antonio en Baracaldo. Nació en Baracaldo el 1 de mayo de 1900. Jugaba de delantero y fue una vez internacional (30-04-1922, Francia, 0 – España, 4, marcó 2 goles). Jugó en el Athletic, Baracaldo y Cartagena. Ganó la Copa de 1923 al Europa 1-0 con gol suyo. Así mismo, fue jugador de la Selección Vizcaína y entrenador de la Selección Vasca de Fútbol. Entrenó al Baracaldo en 1948-49 y 1949-50. Falleció el 15 de octubre de 1975.

[5]: VALLANA JEANGUENAT, Pedro (‘Perico’): (Algorta, 1897 – Montevideo, 1980). Toda su carrera como futbolista estuvo ligado al club de su ciudad natal, el Arenas Club (1912-29), ganando con el mismo la Copa de España en 1919. Después de retirarse como futbolista, comenzó su carrera como árbitro, llegando a debutar esa misma temporada como árbitro en la Primera división española. A comienzos de 1937 se enroló como entrenador en la Selección de Euzkadi a consecuencia del abandono de Travieso y, con posterioridad, tras caer Bilbao en manos franquistas, marchó a América con la Selección de Euzkadi para proseguir su gira. Debido a algunos roces internos en la selección, y a que llevaba más de un año alejado de su familia, Vallana decidió abandonar su puesto de entrenador al paso de la Selección por Argentina y marchó a Montevideo (Uruguay) donde llegó en 1938, exiliándose en este país que conocía desde que en 1922 disputara allí una serie de amistosos con un combinado de jugadores vascos. Ya en el exilio, se dedicó a trabajar como cronista deportivo en un periódico de la capital, arbitrando también partidos de fútbol de primera división. (Resumen extraído de https://es.wikipedia.org/wiki/Pedro_Vallana).

[6]: PICAVEA Y LEGUÍA, Rafael: (Oyarzun, 1867-París, 1946) fue un político, periodista y empresario. Elegido diputado a Cortes por el distrito de San Sebastián en las elecciones de 1901 y 1903 de la Restauración, también sería senador por la provincia de Guipúzcoa entre 1907 y 1911 y vitalicio en 1923. Además, fue miembro de la Asamblea Nacional Consultiva durante la dictadura de Primo de Rivera y propietario-director del diario El Pueblo Vasco editado en San Sebastián.

Con el advenimiento de la Segunda República en abril de 1931 tras el exilio del rey Alfonso XIII, en el País Vasco y Navarra se organizó una coalición católico-fuerista para presentar candidaturas conjuntas a las Elecciones generales de España de 1931. Esa coalición revindicaba, entre otros temas, la reintegración de los Fueros vasco-navarros abolidos en 1839 mediante un estatuto de autonomía vasco (Estatuto de Estella).

Rafael Picavea se presentó por Guipúzcoa como “independiente católico-fuerista” dentro de dicha coalición, que en este territorio se llamó “Candidatura Pro-Estatuto Vasco”, siendo elegido, constituyendo en las Cortes junto con sus compañeros de las coaliciones católico- fueristas la denominada Minoría Vasco-Navarra, formada por un total de 15 diputados.

Volvió a salir reelegido en las siguientes dos elecciones generales, en las 1933 como derechista independiente y diputado de la minoría y en las 1936 como católico independiente dentro de la candidatura del Partido Nacionalista Vasco vencedora en la segunda vuelta tras la retirada de las derechas. A pesar de ir en las listas del PNV en las elecciones de 1936 nunca llegó a hacerse miembro del partido.

En 1936, una vez comenzada la Guerra Civil se exilió en Francia. Estando allí marchó a París donde fue nombrado delegado del Gobierno de Euzkadi, puesto en el que permaneció durante toda la guerra. Con la invasión de Francia por parte de los nazis en 1940 escapó a la Francia de Vichy y vivió en Marsella, donde estuvo detenido por la policía francesa. Tras la liberación de Francia, se estableció en el País Vasco Francés, primero en Tardets y luego en San Juan de Luz. Ahí fundó en 1943 el Instituto Humanista Gernika y la revista Gernika. (Texto refundido y resumido de http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/eu/picavea-leguia-rafael/ar-114846/ y https://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_Picavea).

[7]: DE IREZÁBAL GOTI, Ricardo: (Bilbao, 1882 – Ciudad de México, 1959). De profesión fue comerciante de materiales de construcción. Presidente del Athletic Club en los periodos 1919-21 y 1923-25 y vicepresidente de la Federación Española de Fútbol. Salió en 1937, durante la Guerra Civil, como Jefe de Delegación de la Selección Vasca de Fútbol. Después de una extensa gira por varios países, llegó a México. Durante su estancia en este país, ocupó el cargo de Presidente del Tribunal de Penas de la Federación Mexicana de Fútbol, colaborando en la elaboración de sus estatutos y reglamentos, aprovechando sus profundos conocimientos futbolísticos. Persona muy querida por su calidad humana. (Información facilitada por la Federación Vizcaína de Fútbol así como, en parte, extraída de http://dbe.rah.es/biografias/65873/ricardo-irezabal-goti).

[8]: BIRICHINAGA SÁENZ, Pedro, (‘Perico Birichinaga’): nació en Sestao (Vizcaya) el 16 de enero de 1898. Ingresó muy joven, con 12 o 13 años, en el Athletic Club con la categoría de botones. Con 16 años de edad pasa al primer equipo y recibe lecciones magistrales acerca de la teoría y práctica del masaje de Mr. Barness, a la sazón entrenador del Athletic Club en aquella época. Cuando en plena Guerra Civil el Gobierno Vasco decide la creación del equipo Euzkadi o Selección Nacional Vasca, Birichinaga es llamado para ejercer la función de masajista y acude inmediatamente. Tras la gira del Euzkadi por toda Europa, la Selección se trasladó a Francia, estableciendo su residencia la selección en Barbizón, cerca de Fontainebleau y a 30 kilómetros de la capital francesa. (Éramos como una compañía de artistas sometida al mejor postor”, recordaba Zubieta. “Los judíos errantes vascos”, los bautizó La Voz de Galicia). Mientras aguardaban nuevos contratos en Europa, recibían emisarios franquistas para convencerles de que regresaran. Durante el tiempo que estuvieron en París, algunos de los componentes de la expedición, entre ellos Birichinaga (que se encontraba escayolado de cintura para abajo como consecuencia de un accidente), optaron por regresar a sus casas. El motivo de su vuelta fue simplemente de índole familiar. Las tropas ‘nacionales’ habían entrado en Bilbao y él quería estar al lado de su mujer y sus dos hijos que residían en el mismo campo de San Mamés, en una casa habilitada a tal efecto. Estuvo prácticamente cincuenta años en activo, hasta que, el 26 de enero de 1958, y víctima de una enfermedad, fue operado, muriendo en el quirófano. Fue una gran pérdida que lloró todo el mundo deportivo y, en especial, el Athletic. Le sucedió en su puesto su primo Guillermo Perdiguero y a este, con posterioridad, el hermano de aquel. Fue también masajista de la Selección Nacional española. (Información proporcionada por sus familiares).

[9]: DE LA SOTA ABURTO, Manuel: (Getxo, 1897 – Getxo, 1979). Hombre de letras y promotor cultural vizcaíno, estudió Derecho en Salamanca y Cambridge, impartiendo en esta última Universidad varios años de docencia. De regreso a Vizcaya, militó en el nacionalismo vasco, no dudando en quedarse en la facción más independentista -PNV de Aberri- al acaecer la división del nacionalismo vasco en 1921.

Desarrolló sus singulares aptitudes creativas impulsando la labor teatral propagandística de la organización. Bajo su dirección se representaron obras suyas o adaptaciones de diversos autores que muchas veces hizo traducir al euskara para su representación. Así mismo, también cultivó la poesía.

Sus ideas políticas no le hicieron, sin embargo, ignorar el importante movimiento literario que se desarrollaba en España en aquella época (generación del 27) y sus colaboraciones se publicaron en la Revista de Occidente, La Gaceta Literaria, Litoral, etc., consagrándose entonces en la prensa vasca su pseudónimo «Txanka». Su apego a las ideas y estética modernista se manifiesta también en su afición al montañismo y es desde 1928 a 1930 director de la revista Pyrenaica. Ello, y su calidad de presidente del Athletic Club de Bilbao (1922-23), le valieron ser designado en 1932 vocal de Deportes en la Junta Permanente de Eusko Ikaskuntza/ Sociedad de Estudios Vascos, cargo en el que se mantuvo hasta 1936. Por otra parte, su amistad con Eli Gallastegui determinó que siguiera a este en su orientación nacionalista impulsora del movimiento “Mendigoizale”, pese a lo cual siempre colaboró con José Antonio Aguirre.

Se exilió en 1937, comenzando en esa época a desarrollar una intensa labor propagandística representando al Gobierno Vasco en la gira iniciada en abril del mismo año por la Selección Vasca de Fútbol por Europa y América y en la del grupo Eresoinka desde diciembre.

Con posterioridad a la finalización de la Guerra Civil, fue designado en el año 1940 delegado del Gobierno Vasco de Nueva York, donde colaboró hasta 1946 en que, acabada la guerra mundial, regresó a su casa «Etchepherdia» de Biarritz. En Lapurdi, donde residió junto con su hermano Ramón hasta su muerte, se dedicó de lleno a los estudios vascos.

Fue uno de los organizadores del Congreso de Estudios Vascos de Biarritz (1948). También fue nombrado académico de la reconstruida Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca)de la postguerra. (Recuperado de http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/sota-aburto-manuel-de-la/ar-108299/).

[10]: GUTIÉRREZ ALZAGA, Fernando: (Deusto, 1896 – Bilbao, 1966). Sus inicios en el fútbol arrancaron en aquel Deusto, todavía no anexionado a Bilbao, cuyo representante futbolístico era el Unión Fortuna, que dejó su puesto en los Campeonatos Regionales a la Sociedad Deportiva Deusto. Directivo del Athletic y de la Federación Vizcaína de Fútbol, siendo presidente de la misma en tres ocasiones (1924-25, 1926-27 y 1928 a 1932) y nombrado Presidente Honorario de esa entidad futbolística. Como árbitro participó en la reglamentación federativa nacional. Así mismo, actuó como seleccionador nacional en tres partidos con otras tantas victorias ante Portugal, Suiza e Italia (1925), las dos primeras logradas en campo contrario, siendo posteriormente (1950) miembro del Comité Asesor del Seleccionador para asistir a los Campeonatos del Mundo celebrados en Brasil (Información proporcionada por la Federación Vizcaína de Fútbol).

[11]: No obstante, yendo a las fuentes de Félix Martialay, en concreto, a la página 61 de su libro titulado La aventura de la Selección Vasca (véase el apartado referencias bibliográficas), se menciona lo siguiente: “(…). …se encuentran datos que niegan la existencia de ese partido. El 13 de junio se jugó en Praga el partido internacional entre la selección checa y Yugoslavia (3-2). Pero no sólo (sic) este partido sino que los más importantes clubs de Praga compitieron en esta fecha: el Slavia empató a dos al Ferencvaros y el Sparta empató con el Admira Praha a uno. Por otra parte, el periódico polaco Urjer Poranny en su edición del día 16 afirma que los vascos ya están en Varsovia procedentes de París. No de Praga. Sino de París. Lo que indica que no estuvieron en Praga. Es decir, esos partidos que jugaron Lángara y Zubieta, no se jugaron. En dicho periódico se da la noticia de la suspensión del previsto partido en Varsovia de la Selección Vasca (Telegrama de Agencia que dice escuetamente: Varsovia. Las autoridades locales han prohibido el partido de fútbol que debía jugarse entre una selección de equipos locales y la Selección Vasca).

[12]: Periodista: “Aprovechamos un viaje a Éibar, visitamos a Roberto Echevarría, el excelente medio izquierda del Athletic Club de Bilbao y del equipo nacional, que, en cuanto tuvo a sus familiares en la zona nacional, se vino a la España de Franco, dejando para siempre a sus compañeros del equipo vasco, que ‘mangonean’ a su antojo Vallana y compañía.

Desgraciadamente, Roberto se encuentra en cama desde hace seis meses, a causa de una lesión en la columna vertebral, si bien ya se encuentra en franca mejoría, esperando salir en breve a la calle ya restablecido.

Cada día se encuentra Roberto más contento de estar entre los suyos y en la España nacional, donde se vive como él suponía, estupendamente.

Veamos ahora las palabras de Roberto:

Los que nos decían que se trabajaba doce horas diarias en la España de Franco, y sólo se cobraba un día a la semana, debían ver esto y luego recibir su justo castigo por el mal que hicieron.

Entre nosotros se hizo una campaña tendenciosa, que yo ni por un momento la creí, y la prueba de ello está en que cuanto se me presentó ocasión de regresar, inmediatamente volví a mi pueblo, Éibar, del que estoy orgullosísimo, ya que en él se trabaja y colabora por la Patria intensamente, como nunca se ha trabajado.’’

Periodista: “Después fue él –Roberto– el que nos pidió detalles acerca del Athletic, de los partidos del campeonato amateur y de la Copa de las Brigadas de Navarra, que se los dimos gustosísimos.

Y como el objeto de nuestra visita no era hacerle una interviú, sino charlar e interesarnos por su salud, nos despedimos de Roberto Echevarría, al que saludamos brazo en alto, correspondiéndonos de igual modo, deseándole al mismo tiempo un pronto y total restablecimiento.” (Fuente: Hierro, 19-03-1938).

(N. del A.: La entrevista está transcrita literalmente y, debido al momento de su realización, no me atrevería a afirmar con absoluta seguridad que las palabras puestas en boca del jugador fueran realmente dichas por él. Por consiguiente, quede esta pequeña entrevista como documento y que esta no sirva de base para emitir un juicio político acerca del jugador).

[13]: Ocupó el puesto de Birichinaga en funciones de masajista que había regresado a España. Nacido en Villafranca de Oria (actual Soraluze) en el año 1907. Fue farmacéutico y ejerció en su pueblo natal. Muy significado políticamente por su pertenencia al PNV desde 1929, así como dirigente del sindicato (ELA-STV), Solidaridad de Trabajadores Vascos. Durante la guerra fue voluntarios en el Ejército Vasco. Tras la toma de Vizcaya, huyó hacia Santander y tuvo la suerte de escapar de la capital cántabra y por vía marítima llegar a Francia. Una vez en suelo galo se acercó a su amigo De la Sota quien lo encajó con el equipo para hacer de masajista e incluso médico de la Selección. Con ella permaneció en México sin que se pueda precisar si regresó o no a España o si falleció en tierra mexicana.

[14]: El día 11 de noviembre de 1937 se hace público en la prensa bilbaína (a través del vespertino Hierro) el reconocimiento por parte de la FIFA de la Federación Nacional de Fútbol (de San Sebastián, creada por golpistas y militares en octubre de 1937) a través de un artículo del que se puede extraer lo siguiente:

(…. ). Afortunadamente, como era de justicia, la F.I.F.A. en su última reunión resolvió el asunto a nuestro favor, reconociendo a la Federación Nacional como legítima, y siendo ella, y nadie más que ella, la que tiene el control de los equipos y de los jugadores de la España liberada. En el Presidente de la F.I.F.A., M. Rimet francés y en los delegados Mauro italiano y Bauwens alemán tuvo España unos magníficos defensores de la justicia y de la legalidad. (…)”.

El día 14 se vuelve a incidir en la noticia, pero esta vez a través de un artículo titulado La F.I.F.A. y España:

Tarde o temprano la verdad y la justicia siempre salen adelante. Otra victoria, ¡una más!, acaba de alcanzar la España de Franco en el mundo internacional. La F.I.F.A., la Federación Internacional de Fútbol, acaba de reconocer a la Federación Nacional, que reside en San Sebastián, concediéndole autorización para concertar partidos internacionales. Bueno, hemos dichos partidos internacionales, pero verdaderamente no es así, ya que lo que nos ha concedido la F.I.F.A. es autorización para concertar partidos con otras naciones pero sin darles carácter de internacionales; es decir, todo es un juego de palabras, ya que podemos jugar con Portugal, Italia y Alemania, si bien no podemos llamar a esos encuentros internacionales. Ahora que podemos decir aquello de… y ‘en siendo de Zaragoza, que me llamen como quieran’. Los argumentos expuestos por nuestros delegados han sido tan claros que los señores que forman el Comité Ejecutivo de la F.I.F.A. han reconocido enseguida a nuestra Federación. Pleno dominio sobre aquellos jugadores y equipos de la España liberada tiene la Federación Nacional que reside en San Sebastián. No nos ha sorprendido la noticia, pues sabíamos cómo pensaba Mr. Rimet, presidente de la Federación Internacional, pero no por eso ha dejado de alegrarnos la buena nueva. Y todo lo que tiene de excelente para nosotros la noticia, la tiene de mala para los rojos, que de día en día van perdiendo lo poco que tenían si es que ‘El Feo’ les dejó algo en la caja. En el mundo deportivo el reconocimiento de la Federación Nacional, de residencia en San Sebastián, se ha comentado y elogiosamente, por cierto, si bien es verdad que varios diarios, incluso de izquierdas, al hablar de las cuestiones deportivas de España, solo hacían referencia a la nuestra, no citando para nada a la de Valencia. Después de este acuerdo, que ya empieza a colmar nuestras ilusiones, no completas aún, pues aún queremos más, según nuestro lema de España Una, Grande y Libre, la Federación Nacional tiene ya atribuciones para concertar partidos con quién crea oportuno. Desde luego, al tomar esta decisión, la F.I.F.A. no ha hecho más que obrar en justicia, dando cumplida satisfacción a los españoles que seguimos a Franco, a los españoles que amamos de verdad a nuestra Patria y la deseamos su engrandecimiento, preocupándonos de la guerra y de la paz, pues queremos que las dos victorias vayan unidas. La España nueva empieza su nueva era futbolística nacida con el partido del día 21 en Vigo y lo hace por derecho propio, una vez reconocida por la más alta autoridad futbolística mundial su legitimidad.” (José Luis Isasi, Diario Hierro de 14 de noviembre de 1937).

La decisión de la FIFA en noviembre de 1937 de permitir a la Federación de Fútbol instalada en el bando rebelde la organización de partidos de carácter internacional, aunque sin darles el carácter de oficial, llevó a esta Federación a organizar dos partidos amistosos contra Portugal. El primero se jugó en Vigo el 28 de noviembre de 1937 y terminó con la victoria del conjunto luso por 1-2, en lo que supuso la primera derrota en partido de selecciones con Portugal.

[15]: ANDERE DAHER, Antonio: (Zacatlán de las Manzanas [Estado de Puebla, México], 1916 –Ciudad de México, 2004), destacado periodista deportivo mexicano. Experto primero en fútbol en el periódico La Afición y luego del boxeo en Televisa (no en vano, escribió un libro con sus memorias del boxeo y fue considerado uno de los expertos a nivel nacional e internacional del deporte de los puños). Fue una de las voces más reconocidas en la televisión mexicana en la narración de históricas peleas de campeonato mundial y destacado periodista en los principales diarios deportivos en este país. Así mismo, escribió sus crónicas deportivas a través de las columnas Puntos de Vista en La Afición, Expresión y en el diario Esto, rotativo deportivo más antiguo en América Latina del que fue director en la década de los ochenta.

 Se inició en el periodismo a la edad de 18 años. Andere fue uno de los discípulos de Fray Nano. El maestro se sentía orgulloso de su alumno Antonio, pues no sólo lo abanderó en diversas ocasiones, sino también lo convirtió en un cronista distinguido.

Andere llegó a cubrir la fuente de futbol, deporte que empezó a crecer en México en 1938 a raíz del triunfo del Necaxa, conformado por los once hermanos, en los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe. Para ese entonces Andere era el encargado del fútbol y del boxeo, dado que Fray Nano no escribía las reseñas, sólo hacía comentarios. Muy pronto fue ascendido a subdirector del periódico.

La reseña que escribió sobre el partido entre Brasil y Uruguay, el famoso Maracanazo (nombre con el que se conoce a la victoria de la selección de fútbol de Uruguay en el partido decisivo de la Copa Mundial de Fútbol de 1950 frente a la selección de fútbol de Brasil. Contra todo pronóstico, Uruguay ganó a Brasil por 2-1 en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro. Por extensión, el término se ha generalizado para definir a aquella victoria de un equipo o deportista, preferentemente una final, en campo ajeno y teniendo todos los factores en contra), en la final de la Copa Mundial de Fútbol celebrada en el país carioca, fue considerada una auténtica obra de arte, incluso, se reprodujo en varios países del mundo.

A la muerte de Fray Nano en 1961, Andere ocupó la dirección del periódico hasta 1980, año en que Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño del Periódico el Universal, compró el periódico. Andere decidió dejar La Afición. Dice un dicho: donde fuisteis caballero, nunca seáis escudero. Fue director del diario Esto y columnista hasta el final de sus días. (Recuperado de: http://www.codeme.com.mx/images/SFCronistas/AAD.pdf).

[16]: JUNCO FERNÁNDEZ, Baltasar: Natural de Llanes (Asturias) nació el 22 de abril de 1871, obteniendo el permiso para emigrar a México el 14 de noviembre de 1885. Para más información puede consultarse el artículo titulado Baltazar: El Rey Mago del Fútbol Mexicano,  escrito el 7 de enero de 2012 por el prestigioso historiador y experto en el fútbol mexicano (editado en el portal digital Mediotiempo de México: https://www.mediotiempo.com/opinion/carlos-calderon/columna-carlos-calderon/baltazar-el-rey-mago-del-futbol-mexicano).

[17]: DE LOS HEROS AZCUETA, Félix: Más conocido como Tache, (Bilbao, 21 de enero de 1910-México D.F.,1 de marzo de 1984), futbolista vasco de las décadas de los años 30 y 40.Començà a destacar el 1932 al Barakaldo CF[7] i el 1934 al Sevilla FC . Empezó a destacar en 1932 en el Baracaldo FC  y en 1934 en el Sevilla FC. A finales de 1936 se unió al Gimnàstic de Valencia. [9][10] Durant la Guerra Civil, el 1937, fitxà pel FC Barcelona , però només va poder disputar partits amistosos, el primer d’ells contra la selecció catalana. Durante la Guerra Civil, en 1937, fichó por FC Barcelona, pero sólo pudo disputar partidos amistosos, el primero de ellos contra la selección catalana. [9][11]Va participar en la gira del Barcelona per Amèrica del Nord. Participó en la gira del Barcelona por Norteamérica. [9] Quan va acabar la gira, va signar per a Brooklyn Hispano, un equip dels Estats Units que va jugar a la American Soccer League.Cuando acabó la gira, firmó en 1938 con el Brooklyn Hispano, un equipo de Estados Unidos que jugó en la American Soccer League. [9] Més tard es va traslladar a Mèxic on va jugar al Club Deportivo Euzkadi a la Lliga Primera Fuerza la temporada 1938/39.Más tarde se trasladó a México donde participó con el Club Deportivo Euzkadi en la Liga Mayor de México D.F. de la temporada 1938/39, liga en la que disputó 9 partidos, marcando 1 gol. Finalizada la Liga, se quedó a vivir en México, jugando en diferentes equipos: També va jugar dues vegades per a l’equip nacional de futbol del País Basc durant aquest període.Posteriorment es va unir a Club España , abans de jugar a diversos equips mexicans. España (1939-42), Moctezuma de Orizaba (1942-43, Albinegros de Orizaba (1943) y Tiburones Rojos de Veracruz. Para más información: https://ca.m.wikipedia.org/wiki/Félix_de_los_Heros_Azcueta

[18]: Raúl Álvarez era ya un jugador muy veterano, pues llevaba jugando en el Club España de México D.F desde finales de los años 20. Abandonó este club, precisamente en diciembre de 1938, pasando al Marte. En ambos clubes fue campeón en México. Portero muy seguro; seguridad unida a una agilidad extraordinaria acompañada de magníficos reflejos. La carencia de suplentes de Blasco –tras la baja de Egusquiza- hizo echar mano de Iborra y en tres ocasiones de este último, Jorobado, quién no defraudó. Al contrario, jugó unos magníficos partidos.

[19]: (…). La posibilidad de que el Euskadi participara como un equipo más en la denominada Liga Mayor mexicana, compuesta sólo por equipos de México D.F. (…) suscitó una cierta polémica entre los principales periódicos mexicanos:

Se tiene muy adelantado el proyecto de hacer que los vascos participen en esta justa en puerta, y, por lo tanto, puedan ganar el trofeo y obtener la satisfacción de un primer lugar en el campeonato de un país que, dígase lo que se quiera en contrario, no es el suyo. A nosotros no nos parece tan bien como a otros colegas la idea de la participación de los vascos en este torneo. Desde luego, esto traerá una división en la colonia española. Si ahora ya está dividida entre el España y el Asturias, la presencia de un conjunto como el de los vascos, que lógicamente traerá muchos éxitos en el campeonato, traerá una nueva división.” (Toros y Deporte [México D.F.], 8 de noviembre de 1938).

Sin duda la decisión de admitir a la selección vasca obedecía más a intereses económicos que a los puramente deportivos, aunque había quien pensaba que ello sería beneficioso para el fútbol de México:

Nosotros creemos que aun cuando los directores de la Liga Mayor tomaron este acuerdo exclusivamente con los ojos puestos en los resultados económicos, de ese acuerdo pueden venir también consecuencias benéficas para el deporte profesional futbolístico mejicano.” (Toros y Deporte [México D.F.], 15 de noviembre de 1938).

En esta misma línea de considerar la participación vasca positiva para el fútbol mexicano, se movieron otros rotativos, que, como La Afición, afirmaban que:

“(…). La permanencia de la selección de Euzkadi y su participación en el próximo campeonato es benéfica para el deporte mejicano (…). Es cierto que restará nivelación a la justa pero bien puede sufrir la Liga esta consecuencia a cambio del beneficio que traerá a los equipos de casa el roce constante de un equipo superior a ellos”. (La Afición [México D.F.], 10 de noviembre de 1938).

En días posteriores, otros periódicos recalcaban la idea de que, a fuerza de perder con los vascos, los equipos mexicanos aprenderían la forma de derrotarlos. Para ellos, la participación del equipo de Euzkadi en la Liga Mayor auguraba una clara victoria del equipo vasco. La prolongada estancia de la expedición de Euzkadi haría que los entrenadores y jugadores nativos desearan copiar su táctica y su estilo de juego, abandonando el “espectáculo de la vistosidad y belleza de ese estilo sudamericano” (Toros y Deporte [México D.F.], 27 de diciembre de 1938).

Otro motivo de este debate vino originado por el hecho de que los equipos Asturias y España (de origen español, como bien indican sus nombres) recibieron presiones de la Federación Española de Fútbol franquista desde San Sebastián, para que no aceptaran al Euzkadi en la Liga, aunque, finalmente, no obtuvieron éxito.

Para finalizar este análisis del revuelo que la incorporación de la selección vasca había levantado en la sociedad mexicana, hay que recoger el rumor que corrió acerca de una condición que se iba a imponer al Euzkadi para aceptar su participación en dicha Liga:

Nos parece haber leído en las condiciones que impusieron a los vascos para entrar en la Liga Mayor que, caso de que ganaran, no se les adjudicaría el título de campeones, sino que este se otorgaría al equipo que quedara en segundo lugar (…). En nuestra opinión es hasta ridículo que se diga oficialmente que se admite a un club en una justa, pero que si la gana, no la gana. Desde luego que la admisión de los vascos en la justa no tenía remedio. Por un lado lo deseaba así un alto funcionario y por otro era deber de humanidad. México es el único país en que este equipo puede estar en paz y ganando lo suficiente para subsistir”. (Toros y Deporte [México D.F.], 27 de noviembre de 1938).

En realidad, esta discusión en torno a la participación del Euzkadi en la Liga Mayor no puede separarse de las diferencias de criterio existentes en la sociedad mexicana y en la colonia española en torno a la Guerra Civil y a la acogida de exiliados.

En cualquier caso, finalmente la Liga decidió inscribir al Euzkadi como un equipo mexicano (puesto que, de lo contrario, hubiera quedado fuera de toda organización deportiva, en un momento en que la FIFA estaba a punto a reconocer a la Federación Española franquista). El Euzkadi iba a participar, por tanto, como un equipo más, en la Liga Mayor. Todavía esta decisión provocó duras críticas en algunos periódicos. Por encima de intereses humanitarios o políticos, entendían que todo se debía a meros intereses económicos. Para el semanario Toros y Deporte, el fútbol mexicano se había convertido “(…) en un espectáculo comercial, explotado por una sociedad en participación, cuyo régimen y movimiento se asemeja más a una empresa mercantil que a una sociedad deportiva”. (Toros y Deporte [México D.F.], 8 de noviembre de 1938).

[20]: Quiero dejar constancia de que los datos aportados en este apartado han sido amablemente proporcionados por Carlos Calderón Cardoso.

[21]:  Si bien el partido el resultado inicial fue de empate a 1 gol, aquel se suspendió antes de su finalización ya que hubo en la tribuna riñas y tumultos entre los seguidores de los equipos contendientes e incluso pequeños conatos de incendios: Ante esta situación  La Liga Mayor falló en primera instancia a favor del Asturias, pero el 25 de diciembre, la Federación Mexicana de Futbol lo hizo a favor del América, pidiendo que se repita el partido, a lo cual el Asturias se negó por considerarlo injusto, concediéndosele finalmente se le da el triunfo al Asturias por un tanto a cero.

[22]: La Liga quedo temporalmente suspendida por el incendio del Parque de Asturias.

[23]: Con relación a este asunto hay todo tipo de interpretaciones y opiniones. ¡Vamos a por ellas!: Empecemos por el desmentido de Santiago de Pablo en El País:

Incluso sus resultados han sido objeto de leyenda, puesto que se ha convertido en un lugar común repetir que (el) Euzkadi se proclamó campeón de la Liga mexicana en 1939 (así lo sigue recogiendo la página web oficial de la Federación Vasca de Fútbol), cuando en realidad quedó subcampeón, por detrás del Asturias.” (El País, 8 de octubre de 2006).

Afortunadamente, hoy en día, gracias a los serios trabajos de investigación llevados a cabo por, entre otros, Fernando Estomba Etxepare (Doctor en Historia Contemporánea. Profesor de la Facultad de Letras en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea [UPV/EHU]), Joseba Gotzon Varela (Investigador no profesional y autor de dos libros referentes a la Selección Vasca de Fútbol (1937-39) y el propio Santiago de Pablo (Catedrático de Historia Contemporánea. Profesor de la Facultad de Letras en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea [UPV/EHU], Campus de Araba), esta información errónea no solo ha desaparecido de dicha página web, sino que, en la actual (www.eff-fvf.eus. © 2019 Euskadiko Futbol Federakundea | Federación Vasca de Fútbol), incluso ha desaparecido, ignorando su existencia (yo al menos no he encontrado mención alguna) no sé si intencionadamente o no.

Sigamos ahora por los datos internos de la tabla clasificatoria de la competición:

a) Clasificación definitiva en base a los datos aportados por Carlos Calderón Cardoso:

PJ PG PE PP GF GC CG Ptos.
Asturias 12 7 3 2 32 21 +11     17
Euzkadi 12 7 1 4 44 33 +11     15
América 12 5 3 4 31 26   +5     13
España 12 5 1 6 41 37   +4     11
Necaxa 12 5 2 5 32 31   +1     12
Marte 12 4 1 7 24 33    -9       9
Atlante 12 3 1 8 22 42  -20       7
   226 223
       449

Máximo goleador de la Liga Mayor: Miguel Gual (20 tantos).

b) Clasificación definitiva en base a los datos que figuran en la web https://es.wikipedia.org/wiki/Liga_Mayor_1938-39

PJ PG PE PP GF GC CG Ptos.
Asturias 12 7 2 3 30 27   +3     16
Euzkadi 12 7 1 4 44 33 +11     15
España 12 6 1 5 46 33 +13     13
América 12 5 3 4 32 27   +5     13
Necaxa 12 5 1 6 32 32     0     11
Marte 12 4 1 7 22 34  -12       9
Atlante 12 3 1 8 22 42  -20       7
   228 228
       456

Máximo goleador: Miguel Gual (20) https://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_Gual_Agustina

Referencias:

Galindo Zárate, Jesús (diciembre de 2007). Historia General del Fútbol Mexicano (Primera edición). México: Francisco J. Camargo. pp. 79-80.

«México – List of Final Tables». Consultado el 6 de marzo de 2016.

«Goleadores torneo 1938-39». p. 24 del documento (814 del libro). Consultado el 9 de diciembre de 2017.

c) Clasificación aportada por Félix Martialay en su libro titulado La Aventura de la Selección Vasca, p. 421.

Exactamente igual que la anterior, excepción hecha de la equivocación cometida al contabilizar los puntos correspondientes al Necaxa. Este ganó 5 partidos y empató 1, por lo que su puntuación debiera ser de 11 y no 12.

PJ PG PE PP GF GC CG Ptos.
Asturias 12 7 2 3 30 27   +3     16
Euzkadi 12 7 1 4 44 33 +11     15
España 12 6 1 5 46 33 +13     13
América 12 5 3 4 32 27   +5     13
Necaxa 12 5 1 6 32 32     0     12
Marte 12 4 1 7 22 34  -12       9
Atlante 12 3 1 8 22 42  -20       7
   228 228
       456

d) Clasificación aportada por Joseba Gotzon Varela Gómez.

Coincide plenamente con la opción b) y se equivoca con el nombre del máximo goleador de la competición; su nombre era Miguel y no Pedro.

e) Clasificación que figura en http://www.rsssf.com/tablesm/mexhist.html#25

PJ PG PE PP GF GC CG Ptos.
Asturias 12 7 3 2 32 24   +8     17
Euzkadi 12 7 1 4 44 33 +11     15
América 12 5 3 4 31 26   +5     13
Necaxa 12 5 2 5 32 31   +1     12
España 12 5 1 6 41 37   +4     11
Marte 12 4 1 7 24 33    -9       9
Atlante 12 3 1 8 22 42  -20       7

f): Clasificación aportada por Fernando Estomba Etxepare.

PJ PG PE PP GF GC CG Ptos.
Asturias 12 7 3 2 32 25   +7     17
Euzkadi 12 7 1 4 44 33 +11     15
América 12 5 3 4 32 26   +6     13
Necaxa 12 5 2 5 32 31   +1     12
España 12 5 1 6 41 37   +4     11
Marte 12 4 1 7 24 33    -9       9
Atlante 12 3 1 8 22 42  -20       7

Personalmente creo la acertada es la opción a), proviniendo la fuente de donde procede: Carlos Calderón Cardoso. Él es, creo que el único, por ahora, y mientras no se demuestre lo contrario, que ha aportado los resultados de todos y cada uno de los encuentros celebrados en la Liga Mayor de México D.F, temporada 1938-39.

[24]: Último partido de Ángel Zubieta con el Euzkadi ya que fue fichado por el San Lorenzo de Almagro de Argentina, llegando a ser su capitán y gran figura.

Antonio Andere, cronista deportivo del diario capitalino La Afición, despidió con estas palabras a Zubieta: “(…). Hoy se va a Buenos Aires el futbolero vasco Ángel Zubieta. En el curso del día de hoy saldrá por la vía aérea rumbo a Buenos Aires, capital de Argentina. El magnífico futbolero Ángel Zubieta se marcha para Sudamérica donde desempeñará el puesto de medio izquierdo en el San Lorenzo de Almagro. Sabemos que se va contra su voluntad. Es más, sabemos que se marcha para Buenos Aires el Zubieta futbolista pero se queda en México el Zubieta hombre y el Zubieta –tragarse esas lagrimillas chavala– enamorado. Vino ayer Ángel Zubieta a nuestra redacción acompañado de Baltasar Junco a despedirse de nosotros y por nuestro conducto del pueblo mexicano. Buen viaje Zubieta. Éxito grande, hasta la vista.” (La Afición, 17-03-1939, p. 7).

[25]: Al siguiente día de disputar la última jornada correspondiente al Euzkadi, jornada en la que se enfrentó en el Parque Necaxa al España el domingo 7 de mayo de 1939, Isidro Lángara, uno de los mejores delanteros que vio el fútbol mundial se despidió de la afición mexicana para ir a jugar al San Lorenzo de Almagro de Argentina junto con su amigo Ángel Zubieta. Tuvo una emotiva despedida en el aeropuerto donde embarcó a bordo de una aeronave de la compañía Pan American.

Antonio Andere, que estuvo presente en su despedida, relató así en su columna de La Afición: “Isidro Lángara salió ayer para Buenos Aires. Toda su fibra, toda su potencia para tirar al marco, toda su portentosa visión de goal parecieron ayer unirse para producir lágrimas. Lloraba como un chiquillo, amarga y desconsoladamente cuando se preparaba para subir al avión en el que iba a Buenos Aires. En el aeródromo estaban sus compañeros, los que habían sido sus compañeros de equipo, multitud de amigos, muchos aficionados que no eran sus amigos pero sí sus admiradores, y al decir adiós a todos y cada uno de ellos encontraba dificultad para vomitar las sílabas y las palabras. Isidro Lángara, jugador de fútbol se fue de México por el aire, ayer a la 1:15 de la tarde. Isidro Lángara, muchacho fino y educado se queda entre nosotros”. (La Afición, 09-05-1939).

Isidro Lángara en su debut en Argentina contra el River Plate, anotó los 4 goles y escribía la leyenda. Pero la humildad nunca le perdió: “Anoté cuatro goles y no jugué como debía hacerlo. Pesado, lento e impreciso en los desplazamientos por obra del largo viaje y la consiguiente inactividad limito mi performance a esa feliz concurrencia de aciertos de remates al arco.” [Zamora, G. A. (2010). El equipo de Fútbol Euzkadi en México 1937-1939. Disertación no publicada para la obtención de licenciatura en Historia, Universidad Nacional Autónoma de México-Facultad de Estudios superiores de Acatlán), Naucalpan de Juárez, México (p. 147)].

Referencias

Aiestaran Álvarez, Carlos: Fútbol y Metralla: Homenaje al sestaoarra rojiblanco José Luis Justel Bollar. Bilbao, Ediciones Beta III Milenio, S. L., 2003.

Aiestaran Álvarez, Carlos: José Antonio Aguirre y Lecube. De futbolista a Lehendakari. Bilbao, Ediciones Beta III Milenio, S.L., 2018.

Calderón Cardoso, Carlos. Anecdotario del fútbol mexicano. México, Editorial Ficticia. 2006.

Calderón Cardoso, Carlos: Crónica del fútbol mexicano, tomo II. Por amor a la camiseta (1933-1950). México, D. F., Editorial Clio, 1998.

Estomba Etxepare, F. (2007). El equipo Euzkadi: Del mito político a la realidad histórica (1937-1939). Revista Historia contemporánea, 35, pp. 791-816.

Garritz, Amaya y Sanchiz, Javier: Euskal Etxea de México. 1ª ed. Vitoria-Gasteiz, Eusko Jaurlaritzaren Argitalpen Zerbitzu Nagusia /Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco, 2003. (Uranzadi bilduma, 13).

Gómez Valera, Joseba Gotzon: 100 años de la Selección Vasca de Fútbol (1915-2015). Loiu, Kdenetarik Eventos, 2015 (Edición en formato pendrive).

Martialay Martín-Sánchez: El Fútbol en la Guerra: La aventura de la Selección Vasca (Tomo IV). Oviedo, HiFer Artes Gráficas, 2016.

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Terrachet, Enrique: El Euzkadi, 1937-39 (Apéndice 2 a la historia del Athletic de Bilbao). Bilbao, La Gran Enciclopedia Vasca, 1976.

Zamora Perusquia, Gerson Alfonso (2010). El equipo de Fútbol Euzkadi en México 1937-39 (Tesis Doctoral no publicada). Naucalpan de Juárez, Estado de México: Facultad de estudios superiores de Ataclan de la Universidad Nacional Autónoma de México.




100 años de la gira del Real Betis por Canarias

En este mes de noviembre se cumplen 100 años de la gira que el Real Betis Balompié hizo por Canarias, siendo el primer equipo peninsular que visitó los terrenos de juego canarios.

En Sevilla la actividad futbolística tras el verano se reanudaba en el mes de octubre y el Betis en 1919 la inició con dos amistosos ante el Nacional y frente a un combinado formado por jugadores del Industria y del Triana. Dos encuentros que sirvieron para ir cogiendo la forma y que se solventaron con cómodas victorias. Era también tiempo de acondicionar el terreno de juego, así como de reparar el vallado que lo cercaba, conocido popularmente como las tablas verdes.

El objetivo más importante de la temporada en esta época era el Campeonato de Andalucía, disputado en forma de liguilla entre los 4 equipos de primera categoría andaluces (Recreativo de Huelva, Español FC de Cádiz, Sevilla FC y Real Betis Balompié) y que se iniciaría en esta ocasión el 30 de noviembre. La primera plaza en el campeonato daba opción a participar en el Campeonato de España, que se disputaba en forma de eliminatorias entre los vencedores de los campeonatos regionales.

La expedición bética, compuesta por 14 jugadores (Portillo, Vilches, Peña, Barragán, Iglesias, Llinat, Arcos, Henke, León, Ramón, Rey, Moya, Paquirri y Santos) partió de Sevilla hacia Cádiz para embarcarse en el vapor Reina Victoria de la Compañía Trasantlántica, que hacía mensualmente la línea Barcelona-Buenos Aires, con paradas en Almería, Málaga, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires. Les acompañaban el vicepresidente del club, José Luis Herrera Montenegro, y el tesorero Julio Vega.

El vapor Reina Victoria en el muelle de Cádiz

El vapor Reina Victoria en el muelle de Cádiz

Antes de partir el martes 28 de octubre disputaron dos amistosos en Cádiz frente al Español FC, con una victoria 1-2 el día 26 y un empate a 1 el día 27. Curiosamente será el ex presidente del Sevilla FC, Francisco Alba, el que, como representante del Tenerife Sporting Club en Sevilla, informa mediante un telegrama al presidente de este club, Mario García Canes, de la partida de la expedición bética desde el muelle gaditano: “Embarcó en vapor Reina Victoria primer equipo Real Betis, reforzadísimo. Le acompaña el presidente del club y numerosos aficionados. Despedido muelle, gobernador y otras autoridades. Aclamadísimos. Salúdales, Alba”. Por su parte el club verdiblanco transmitió el siguiente telegrama: “En vapor Reina Victoria salió el equipo. Saludos. Real Betis Balompié”.

Tras arribar a Santa Cruz de Tenerife el 30 de octubre pronto llegaron los primeros partidos. El sábado 1 de noviembre a las 16,30 el campo tinerfeño de Miraflores adornado con gallardetes y banderas, y con la asistencia de las autoridades, gobernador civil y presidente del Cabildo, “presenta un aspecto animadísimo”. Tras los habituales hurras entre los jugadores es el Betis quien pone el balón en juego.

GiraBetis02El partido finaliza con victoria bética 1-2 con goles de Julio para los locales y de Rey y Paquirri para los visitantes.

Al día siguiente se repite el partido, con nueva victoria verdiblanca, esta vez por 2-3.

Tras los dos primeros encuentros en Santa Cruz llega el tercer partido, esta vez en la cercana localidad de San Cristóbal de La Laguna el miércoles 5 de noviembre, frente al Hespérides Football Club local, a quien se impone 0-1 el Betis con un tanto de Henke.

Para el fin de semana siguiente la expedición bética se traslada a la isla de Gran Canaria, a la que llega el viernes 7 de noviembre. Al día siguiente tiene lugar el primer encuentro, ante todo un histórico del fútbol canario: el Sporting Club Victoria de Las Palmas. El resultado al final del partido refleja un empate a 1.

El domingo 9 de noviembre nuevo partido en el campo España de Las Palmas, esta vez frente al Gran Canaria, al que el Betis derrota 1-4. Tras el partido los componentes del equipo verdiblanco fueron “obsequiados espléndidamente” por parte del club grancanario.

Entre semana, el jueves 13 de noviembre llega la primera derrota, de nuevo en el campo España y frente al Marino, el otro gran club de la época en Las Palmas, quien se impone 2-1 al Betis.

GiraBetis03El Betis vuelve  a Tenerife el viernes 14, y el domingo 16 de noviembre en el campo de Miraflores se enfrenta al Tenerife Sporting Club, en un encuentro en que se pone en juego una copa donada por el Ayuntamiento de la capital tinerfeña. Ante el empate a 0, dos días después se repite el partido, en el que vence el club local por 2 a 1, con goles de Croisier y Bello para el Tenerife y Carmelo para el Betis. Como novedad en este encuentro la presencia del jugador y capitán bético Carmelo Navarro, quien no había acudido en el viaje inicial a Canarias por estar realizando el servicio militar en Cádiz.

GiraBetis04Terminado el encuentro, y para poner fin a la estancia bética en Tenerife, la expedición verdiblanca fue homenajeada por el Tenerife SC, primero en el café Excelsior y luego con un banquete en Villa Benítez.

Y el último encuentro de nuevo en Las Palmas, donde el miércoles 19 de noviembre se empata a 0 contra el Marino.

El vapor Barceló, de la Compañía Transmediterránea, fue el que puso de nuevo a la expedición bética en la Península.

El vapor Barceló en el muelle de Sevilla

El vapor Barceló en el muelle de Sevilla

El 23 de noviembre el Betis volvía a Sevilla después de una brillante excursión, con 11 encuentros disputados (2 en Cádiz y 9 en Canarias), y con un balance de 5 victorias, 4 empates y 2 derrotas, 16 goles a favor y 11 en contra.

Una semana después, el 30 de noviembre el Campeonato de Andalucía echaba a andar con un Betis 2 Sevilla 1 jugado en el campo del Patronato.




El partido que sí se jugó

Es bien sabido que entre los últimos días de diciembre de 1946 y primeros de febrero del 47, el club San Lorenzo de Almagro se embarcó en una exitosa gira por España y Portugal. Sobre ella, poniendo el foco especialmente sobre lo futbolístico, y menos en cuestiones políticas que a la postre iban a ser determinantes, se ha escrito con regularidad desde ambas orillas oceánicas. Siempre sobre los 10 partidos, 8 en España y 2 en Portugal, que el conjunto azulgrana habría dirimido durante esos 45 días. Diez nada más, y no once, como en realidad fueron, por más que hasta la propia historiografía “oficial” de San Lorenzo se empeñe en dejar uno en el tintero.

Para corregir tan insólito error, bueno será repasar aquellos acontecimientos. No ya las crónicas de “Marca”, “Mundo Deportivo”, “ABC”, “Arriba”, “Informaciones”, “El Correo”, “La Vanguardia” o diarios bonaerenses, sino también las circunstancias que impelieron al régimen del 18 de Julio, medio estrangulado por el hambre y las Naciones Unidas, a utilizar una tournée deportiva como corcho salvavidas.

Concluía 1945 cuando se inició el Núremberg el proceso contra varios líderes nazis sobrevivientes al desplome del Reich. Un proceso largo -diez meses-, durante el que buena parte de la prensa española se enzarzó en diatribas sobre la discutible “jurisdiccionalidad” de los vencedores, el parcial método de instrucción, las pruebas algo sesgadas y hasta la misma composición del tribunal. Desde Radio Nacional, el entonces subsecretario de Presidencia, Luis Carrero Blanco, embozado como “Juan de la Cosa”, clamaba en un artículo: “La Justicia, si no persigue como meta la ejemplaridad, se convierte en instrumento de venganza, que es una de las más bajas pasiones humanas; si además es venal, puede llegar hasta el crimen”. Incluso los escasos corresponsales en el extranjero se mostraron beligerantes. “Se ha juzgado con odio”, dictaminó desde París Juan Bellveser. Hábil pirueta, porque si un buen contingente de españoles estaba acostumbrado a las soflamas de andar por casa, se intuía más limpia cualquier visión procedente del exterior. El primero de octubre del 46, era leída la sentencia: doce condenas a muerte y dos únicas absoluciones; las de Schacht y Von Papen. “ABC”, como mudo comentario, compuso un “collage” con cuadros fácilmente reconocibles: La entrega de llaves de Boabdil en Granada, la Rendición de Breda, la captura de Francisco I por el nieto de los Reyes Católicos… Hidalguía española con los vencidos, en suma, como contraposición a la dureza de Núremberg.

Desde distintas cancillerías europeas se consideró, entonces, tocaba mirar hacia el régimen surgido tras la Guerra Civil, analizar su no oculta empatía con el nazismo y ajustar cuentas. El noruego Trygve Lie, secretario general de la ONU, propuso una condena definitiva del franquismo, por fascista y totalitario. A primeros de diciembre, el asunto pasaba a la Asamblea General, tras iniciativa del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Y el “Glorioso Movimiento”, acorralado como nunca, se puso en marcha. Gobernadores civiles y alcaldes acarrearon en camiones hasta Madrid, por carreteras infernales, a cuantos vecinos de provincia o municipio tentara un viajecito a la capital. El 9 de diciembre, “la más espontánea reacción de los españoles nunca vista” llenaba a rebosar la Plaza de Oriente, enarbolando pancartas y dejándose la voz en consignas tan aparentemente “espontáneas”: “Franco, a tus órdenes con pan y sin pan”. “Somos descendientes de Agustina de Aragón”. “Franco manda, España obedece”. “Somos españoles, no muñecos”. “En España manda Franco, porque nos da la real gana”… Tampoco se renunció a traducir el enojo en términos deportivos: “Hoz y martillo, 1; España, 2”. Y por supuesto no podía faltar el alarde carpetovetónico: “Si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS”. Asomado al balcón principal del palacio, el general ferrolano, crecidito, conforme requería la ocasión, pronunció en su discurso algo que desde el exterior sólo podía ser visto como provocación supina: “Prueba de nuestro resurgimiento es llevar al mundo colgado de los pies”.

Ferro, Pontoni y Martino, tres astros del San Lorenzo.

Ferro, Pontoni y Martino, tres astros del San Lorenzo.

La respuesta se hizo esperar poco. Veinticuatro horas más tarde, México, Venezuela, Panamá, Chile y Guatemala, curiosamente cinco naciones de habla hispana, propusieron en la Asamblea General una ruptura completa de relaciones con España, resuelta en la votación con empate a 20. Bélgica, a continuación, pidió se votara su alternativa, consistente en la retirada de embajadores. Y esta vez sí, el régimen, y de paso España, salieron derrotados por 34 a 6, con 13 abstenciones (12-XII-1946). Únicamente Costa Rica, Argentina, República Dominicana, El Salvador, Ecuador y Perú, votaron contra el aislamiento. El 31 de diciembre sólo permanecían en Madrid el nuncio del Vaticano, monseñor Cicognani, y los embajadores de Portugal, Suiza, e Irlanda. La medida, más cosmética que otra cosa, puesto que todas las embajadas continuaron atendidas por funcionarios de menor rango, dejaba al régimen medio grogui. “Menos Franco y más pan blanco”, se atrevían a cuchichear algunas voces, confiando en una redención definitiva caída del cielo, como nuevo maná. Agustín de Foxá, literato y diplomático con ideología nada dudosa, sintetizó en una frase aquella zozobra inesperada: “¡Menuda patada van a darle a Franco en nuestro trasero!”.

De Foxá, autor de “Checas de Madrid”, y por ello englobado en el amplio círculo de corifeos franquistas, también contribuyó a sacar desde Finlandia las cuartillas manuscritas por el disidente italiano Curzio Malaparte. Si “Kaput” pudo llegar a la imprenta, alumbrando de paso parte del horror bélico, fue gracias a don Agustín y su abrigo, transformado en coyuntural portafolios.

Pues bien, en medio de ese panorama sombrío hizo su aparición el San Lorenzo de Almagro, reciente campeón de Argentina con dos puntos de ventaja sobre Boca Juniors y 90 goles a favor, que también lo convirtieron en máximo artillero. Un San Lorenzo al completo, con Farro y Martino, dos interiores creativos, dotados de buena llegada desde la segunda línea, Pontoni, delantero astuto y práctico, Imbelloni, De la Mata, Silva o el vizcaíno Zubieta, todavía hoy el más joven entre nuestros 760 internacionales al vestir la camiseta roja por primera vez. Al frente de tan cumplido elenco, como maestro de ceremonias, su mismísimo presidente, Domingo Peluffo, a quien  nuestra prensa siempre trató de doctor.

El San Lorenzo no era un club cualquiera del otro lado del charco, sino el equipo de los españoles en Buenos Aires, colonia muy nutrida durante los años 30 y 40 del pasado siglo. Al margen de Zubieta, sus colores los habían lucido Fernando García, José Iraragorri, Isidro Lángara y Emilín Alonso, todos, excepto García, náufragos del Euskadi, aquella selección deportivo-propagandística que, abandonada a su suerte, concluyó compitiendo en el Campeonato Mexicano pre profesional, antes de disolverse. En 1939, sólo 7 años antes, aquellos futbolistas fueron objeto de ataques furibundos desde la prensa: “Se arrepentirán esos malos españoles, cuando vuelvan a saciar su hambre en la abundancia de España. La Ley sabrá ponerles en su sitio. Se lo debemos a quienes regaron con su sangre nuestros campos. Se lo deben ellos a tanto mártir de la Cruzada”. Pero de pronto, cuando volvía uno, y todo el equipo que diese cobijo a varios, la España acorralada, amnésica en lo tocante a tirar de hemeroteca, hizo borrón y cuenta nueva.

Entusiasmo. Con una sola palabra podría definirse la acogida del San Lorenzo por prensa y público españoles. La imagen, con Zubieta a hombros, tampoco puede ser más expresiva.

Entusiasmo. Con una sola palabra podría definirse la acogida del San Lorenzo por prensa y público españoles. La imagen, con Zubieta a hombros, tampoco puede ser más expresiva.

Si España estaba aislada, al fútbol patrio no le iba mejor. Prueba de ello es el titular con que “Marca” oficializó la gira: “Al fin vamos a saber si nuestro fútbol es bueno o malo” (19-XI-1946). Y de inmediato, el paseo del equipo argentino por nuestros estadios fue visto y presentado como una ruptura del bloqueo, mensaje de esperanza a los atribulados españoles y promesa de que Franco proveería. La Argentina de Perón, entonces próspera, no iba a dejar en la estacada a sus hermanos de la madre patria. Porque los medios, claro está, conectaron la llegada del San Lorenzo con el panorama de guiños cómplices entre dos regímenes personalistas y autoritarios. El 12 de octubre, dos meses antes de que el equipo sudamericano volase hasta Madrid, el embajador argentino había aprovechado la fiesta de la Hispanidad para engalanar a nuestro dictador con la más alta condecoración de su país. En reciprocidad, Franco otorgaba al presidente argentino el Collar de Isabel la Católica. El 30 de octubre, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, Perón confirmaba aquel idilio mediante rúbrica a un acuerdo comercial, comprometiéndose a resolver el 90 % del déficit de trigo español durante cinco años. Había, pues, que recibir a la formación argentina no como a un adversario, sino como al amigo del alma dispuesto a llenarnos el plato.

escenografía la desplegada por San Lorenzo, que siempre saltaba al campo con las banderas de España y Argentina.

escenografía la desplegada por San Lorenzo, que siempre saltaba al campo con las banderas de España y Argentina.

Quienquiera que diseñase la escenificación y protocolo de aquellos partidos, lo hizo admirablemente. El lunes 23 de diciembre, presentación del San Lorenzo en el Metropolitano ante el líder de nuestra Liga, Atlético Aviación, los argentinos saltaron al césped sujetando una gran bandera española, en medio de cerradísima ovación. Prensa y radio, poco menos que de víspera habían dado cumplida cuenta del acuerdo comercial entre Argentina y España: “Además de 400.000 toneladas de trigo, llegarán a nuestros puertos 120.000 de maíz, 8.000 de aceites comestibles, 16.000 de oleaginosas, 10.000 de lentejas, 20.000 de carne congelada, 5.000 de carne salada, 10.000 de panceta y 50.000 cajas de huevos. Todo ello como intercambio por 15.000 toneladas de palanquilla, 5.000 de chapa de hierro y otras tantas de plomo y corcho, 600 de papel de fumar y 200 de aceituna”. Más adelante, el ministro de Industria y Comercio iba a servir en bandeja nuevos titulares: “Carne y trigo argentinos aseguran el abastecimiento de España durante este año”. ¿Cómo no se iba a recibir entre abrazos al representante deportivo de los Reyes Magos?.

Pero es que, además, los chicos del San Lorenzo jugaban como los ángeles. Por 1-4 cayó el Atlético, repartiéndose Martino y Pontoni los goles bonaerenses. Un resultado que pudo ser más amplio si los visitantes no hubiesen contemporizado durante la segunda mitad, con el choque resuelto. Su fútbol de pase corto, regate filigranero y preciosista, aparentemente plano, pero demoledor en su constante búsqueda de espacios por donde destrozar líneas, constituía absoluta novedad. Tampoco defendían con dos hombres, como era costumbre en nuestro campeonato, sino empleando 3. La teórica debilidad de un centro del campo con sólo dos medios, la resolvían retrasando a los interiores y otorgando con ello más espacio al ariete. En resumidas cuentas, utilizaban la táctica WM. Fue tal su exhibición en Madrid, que el público los despidió lanzando al aire sus sombreros “como muestra de pleitesía ante tan buen juego”, según recogieron los medios bonaerenses. Es muy probable que además de al buen fútbol los sombrerazos premiasen a la nación benefactora, mitigante de tantísima hambre a despecho de cuanto pudiera tejerse desde la ONU.

Por mucho que los argentinos fuesen “amigos”, sus victorias escocían. “El futbol español no debe seguir recibiendo lecciones, aunque nos visiten maestros como los argentinos del San Lorenzo”, tituló Marca.

Por mucho que los argentinos fuesen “amigos”, sus victorias escocían. “El futbol español no debe seguir recibiendo lecciones, aunque nos visiten maestros como los argentinos del San Lorenzo”, tituló Marca.

Sobre esa ayuda argentina y su trastienda, la Historia sigue sin ponerse de acuerdo. Una versión plantea que la embajada británica en Madrid habría informado a su gobierno sobre el terrible desabastecimiento que padecía España, sugiriendo la conveniencia de poner en marcha algún tipo de medida y evitar, de paso, posibles revoluciones comunistas, fruto de la desesperación. Trasladada esa inquietud hasta los Estados Unidos, se convino la ayuda indirecta a España, como medio de ahorrarse el rechazo de la opinión pública tanto inglesa como norteamericana. Estados Unidos habría decidido exportar petróleo a Argentina, a cambio de que ésta enviase cereales a nuestro depauperado país. Otro planteamiento menos romántico sugiere, sencillamente, la necesidad argentina de encontrar mercado para sus excedentes de trigo. Por nuestros pagos, como ya se ha dicho, convenía al régimen acreditarse capaz de resolver problemas sociales, dejando en agua de borrajas cualquier iniciativa de bloqueo. Franco, la “lucecita del Pardo que jamás se apaga”, el “centinela de occidente”, según definición de Galinsoga, velaba el inquieto sueño de sus súbditos.

Claro que una cosa era quitarse el sombrero en la grada, y otra hincar la rodilla sobre el césped, tarde sí y tarde también. Público, prensa y jugadores, tenían su orgullo, como es lógico. Y ello quedó muy de manifiesto durante el segundo partido, otra vez en el Metropolitano, pero contra el Real Madrid de Bañón, Clemente, Corona, Ipiña, Huete, Alsúa, Molowny, Pruden, Belmar y compañía. Fue la tarde de Navidad. Por la mañana hubo que retirar nieve del campo, y la expedición argentina disfrutó de una larga Nochebuena. Ipiña, en el vestuario, arengó a sus compañeros: tenían que demostrar quiénes eran, que sabían jugar al fútbol; el público esperaba verlos victoriosos, debían ser el primer equipo de Madrid, y un buen modo de empezar sería mejorando la actuación colchonera. El Madrid se impuso 4-1, después de un primer tiempo vibrante al que llegaron con 3-0. Pontoni, en el banquillo durante los primeros 45 minutos, acortó distancias tras la reanudación. Y Alsúa, en el minuto 88, cerró el marcador abierto con dos goles de Pruden y uno de Nazario Belmar. A los argentinos se les notó cansados, carentes de chispa. El consabido exceso de horas antes, quizás, por más que ellos se escudaran en el mal estado del terreno, favorecedor del fútbol directo y visceral característico en el once “merengue”.

Cartel del encuentro en San Mamés, resuelto con empate que ambos equipos consideraron justo.

Cartel del encuentro en San Mamés, resuelto con empate que ambos equipos consideraron justo.

La tercera comparecencia de San Lorenzo tuvo lugar en Las Corts, ante un  combinado nacional. No exactamente la selección española, como a veces se ha escrito, si bien había entre ellos varios internacionales. Concretamente, Álvaro, Curta, los hermanos Gonzalvo, Epi, Arza, Herrera, Escudero, e incluso Lángara, de regreso a “su” Oviedo tras peregrinar por Buenos Aires y México. El ariete ya no contaba para nuestro seleccionador, es cierto, pero pese a su veteranía seguía goleando con los asturianos. Fue un partido loco, formidable para el público, saldado con un 5-7 favorable a San Lorenzo, luego de que los españoles se adelantaran con dos goles en el primer cuarto de hora. Pontoni (4 tantos en su haber) volvió a erigirse como el mejor. Lángara tampoco se fue de vacío, al perforar una vez el marco de sus antiguos compañeros. La recaudación arrojó 700.000 ptas. de saldo, verdadero capitalazo en 1947, puesto que un maestro venía a liquidar entre 7.500 y 8.000 anuales.

Hernández Coronado, seleccionador español, intentó justificar la derrota y escurrir el bulto: “Siempre ocurre igual con los combinados. Cada jugador intenta brillar por su cuenta, olvidándose del colectivo. Estoy seguro que ante Portugal todo será muy distinto”. Portugal iba a ser inmediato adversario de la selección auténtica, la, digámoslo así, oficial. “En Argentina creen que el San Lorenzo ganó a una selección española”, titularon distintos medios una nota de “Alfil”, con el propósito de minusvalorar la victoria visitante. Los sudamericanos, entre loas al público por su comportamiento y acogida, pusieron rumbo a Bilbao, donde les esperaba un nuevo choque ante el Atlético en San Mamés. Todos los diarios madrileños informaban que desde las 3 de la madrugada del día 4, para conectar telefónicamente con la capital habría que marcar seis cifras, y no cinco, como hasta entonces.

En Bilbao, los expedicionarios fueron recibidos por el ex ministro de Exteriores José Félix de Lequerica. El alcalde, Juan Zuazagoitia, pronunció un discurso de bienvenida y la banda de música hizo sonar los himnos de España y Argentina. De todo ello se dio cumplida cuenta. Ni una palabra, en cambio, sobre las disensiones que a punto estuvieron de desembocar en suspensión del partido, ante distintas muestras de malestar y lucha clandestina detectadas a lo largo de la industriosa margen izquierda del Nervión. Por fin, el domingo 5 de enero Atlético y San Lorenzo medían sus fuerzas, empatando a 3. El campo se hallaba en malas condiciones, con mucha arena; llovió, hizo frío, y los espectadores, pese a todo, regresaron a casa con un magnífico sabor de boca. Dos goles de Zarra y uno Panizo para los rojiblancos, y los bonaerenses repartidos entre Farro, Silva y el sempiterno Pontoni, sirvieron de corolario a 90 minutos de toma y daca. Los jugadores de San Lorenzo volvieron a saltar portando la bandera española y el ex atlético Ángel Zubieta, recibido entre aplausos, fue despedido con una atronadora ovación.

La gira también sirvió para que avispados publicistas hiciesen negocio. Los jugadores del San Lorenzo, caricaturizados, constituyeron reclamo de un dentífrico, sin abonar nada por derechos de imagen.

La gira también sirvió para que avispados publicistas hiciesen negocio. Los jugadores del San Lorenzo, caricaturizados, constituyeron reclamo de un dentífrico, sin abonar nada por derechos de imagen.

El chauvinismo deportivo de nuestra prensa volvió a manifestarse desde sus efectistas titulares: “Al At. Bilbao le anulan dos goles y empata con el San Lorenzo de Almagro”“En la segunda parte los vascos se impusieron y merecieron la victoria”. Jacinto Miquelarena, pluma muy autorizada antes de la guerra, se sumaba al coro desde Buenos Aires en un servicio especial para Alfil: “El empate del Atlético ante el San Lorenzo se considera como un triunfo argentino”. Los espectadores, por su parte, habían salido sin saber a qué carta quedarse, entre la ofensiva rabiosa y directa de los “leones”, o el pase atrás, la técnica depurada y el bamboleante ritmo de guaracha impuesto por el conjunto azulgrana. Incluso hubo cierta decepción entre los paladines del fútbol racial y escasamente científico. “Tampoco es para tanto, hombre -sintetizaban-. Total, todos juegan como Panizo”. Panizo, amigo del pase corto y con una concepción cerebral del juego, venía siendo cuestionado en San Mamés. Cualquier comparación con él, distaba mucho de ser un piropo.

Prácticamente todas las referencias a esa gira saltan desde el día 5 al 16, donde los “cuervos” se midieron a otro combinado nacional, nuevamente en el madrileño Metropolitano. Pero entre ambos, el día 6, los azulgrana se dejaron caer por Galdácano, localidad natal de Zubieta, homenajeando allí a la madre de su formidable medio centro.

El Club Deportivo Galdácano, militante en categoría Regional, contó para dicho encuentro con el concurso de los atléticos Miguel Gaínza -hermano del gran “Piru”-, Venancio e Iraragorri, este último galdacanés de nacimiento. Por su parte los argentinos consintieron a su portero suplente, Peñalba, y al delantero Aballay, reforzar a su contrincante. Ambos equipos se alinearon así:

San Lorenzo: Blazina; Zubieta, Crespí, De la Mata; Rodríguez, Colombo; Imbelloni, Farro, Pontoni, Martino y Silva.

Galdácano: Peñalba; Bergareche, Gaínza; Gurtubay, Elezcano, Sanz; Galarza, Iraragorri, Aballay, Venancio y Pomposo.

En el San Lorenzo toda la delantera titular, pero varios hombres fuera de sitio desde el centro del campo hacia atrás. Por parte del modesto vizcaíno, un eje central de prestado en el ataque. Se impuso el Galdácano por 4-1, y las modestas arcas “dinamiteras” -el pueblo vivía prácticamente de una industria de explosivos- quedaron colmadas con 90.000 ptas. de recaudación. Lo de menos, sin embargo, fue el resultado, porque la jornada estuvo salpicada de anécdotas.

Puesto que los argentinos venían de disputar otro partido apenas 24 horas antes, se acordó reducir en 15 minutos cada tiempo ante el Galdácano. Esto es, hubo dos mitades, cada una de media hora. En los prolegómenos, el capitán local hizo entrega a Zubieta de un ramo de flores, y éste fue con él hasta la tribuna, donde se hallaba su madre, para ofrecérselo entre nutridos aplausos. Puesto que los vestuarios de Santa Bárbara eran paupérrimos, no gozando siquiera de agua caliente en su única ducha, se acondicionaron otros, a toda prisa, en el Colegio de los Hermanos Maristas. Aquel fue el primer encuentro que veía la madre de Ángel Zubieta, y tras su conclusión, la comitiva sudamericana fue agasajada en el Círculo, un local ya desaparecido, sobre cuyo solar, tiempo después, acabarían levantándose los comedores de “Explosivos Riotinto”. La directiva del San Lorenzo tuvo el detalle de obsequiar al árbitro, modesto trencilla vizcaíno, con un silbato de plata. Ese mismo árbitro, que desde la fecha pitaba con el silbo regalado, fue objeto de una agresión en el propio campo de Santa Bárbara, tiempo después, a resultas de la cual extravió tan entrañable recuerdo mientras rodaba por el suelo. Vanamente trató de recuperarlo, casi sin luz, en tanto su agresor lloraba en la caseta, quién sabe si arrepentido o temiéndose la previsible dureza federativa. Días más tarde, durante el acondicionamiento del terreno, rodillo en ristre, dos directivos galdacaneses dieron con silbato, que entregaron a su legítimo dueño cuando volvió a pitarles en la vecina localidad de Amorebieta.

Este partido que parece no hubiese existido, fue catalogado por “Marca” como “exhibición” en un suelto de veinte líneas. No menos “exhibición” que las realizadas por los de Boedo en La Coruña o Sevilla, puesto que si jugadores del Celta y Oviedo reforzaron el cuadro coruñés en Riazor, también el Sevilla C. F. contó entre sus filas con los argentinos Rodríguez y Aballay, prestados por el San Lorenzo. La única diferencia entre este encuentro y otros de la gira, radica en su duración de 60 minutos, más que justificable tras el esfuerzo de San Mamés. En eso, y en que De la Mota, Rodríguez, Imbelloni, Farro, Martino y compañía, apenas hicieron amago de presionar, corrieron poco y, eso sí, a su triangulación habitual unieron taconazos, toques de espuela y controles a la remanguillé, para pasmo y deleite de quienes pasaron por taquilla.

El jueves 16 de enero, con Franco en un palco engalanado, los expedicionarios jugaron a placer ante otro combinado español, al que derrotaron 1-6. Esa tarde Bañón ocupó la portería, el “colchonero” Aparicio su habitual posición de contundente medio centro, Mencía pasó las de Caín en la zona ancha, e Iriondo y Zarra reforzaron la vanguardia. Su concurso sólo sirvió para que a nuestro fútbol se le colorearan las orejas. Por su parte, Hernández Coronado siguió a la suya: “Se actuó mal, mucho peor que en Barcelona. Claro que un combinado siempre juga menos que un equipo de club”. Hernández Coronado, antiguo guardameta, secretario técnico de tronío, periodista ocasional, inventor del 1-X-2 durante su época en el Patronato de Apuestas Mutuas, trombón, chelo, pandereta, fagot, arpa y voz solista en cualquier orquesta futbolera, solía tener salidas para todo: “Puedo vanagloriarme de ser el primer seleccionador español que ha perdido contra Portugal”, sentenció ante una derrota histórica, sin evaluar las consecuencias de su humorada. Ahora parecía pasar por alto que las selecciones son precisamente eso, entresacas de lo mejor en cada equipo. Secundando el planteamiento, costaba entender por qué los seleccionadores no elegían como representante nacional genuino a un club cualquiera al completo.

El equipo argentino también fue objetivo de la crónica social. En este caso se recoge su visita a San Lorenzo del Escorial.

El equipo argentino también fue objetivo de la crónica social. En este caso se recoge su visita a San Lorenzo del Escorial.

Pero pese al doloroso 1-6, la prensa, en su conjunto, prefirió mostrarse contemporizadora: “Los españoles jugaron menos de lo que saben y de lo que pueden”. Obviamente, nadie trasladó desde Argentina el eco de semejante vapuleo. ¿Para qué?, debieron considerar en las distintas redacciones. Que allá se disfrutase de la victoria, mientras por estos pagos se hacía lo propio con sus vituallas.

Una semana más tarde, en Mestalla no cabía un alfiler sesenta minutos antes del pitido inicial. Seiscientas mil pesetas de caja, nada menos, se contabilizaron. “La primera parte, de clásico y soberbio fútbol español, sorprendió a los argentinos”, tituló “Marca” su crónica del empate a un gol. También pudo haber elegido, por ejemplo, “Eizaguirre mantuvo a raya a los argentinos”, puesto que el internacional guipuzcoano estuvo espléndido.

Carlos Correia, celebrada firma del “A Bola” lisboeta. Tanto él como sus compañeros de profesión experimentaron un gélido baño de realidad cuando el San Lorenzo de Almagro se enfrentó a dos oficiosas selecciones lusas.

Carlos Correia, celebrada firma del “A Bola” lisboeta. Tanto él como sus compañeros de profesión experimentaron un gélido baño de realidad cuando el San Lorenzo de Almagro se enfrentó a dos oficiosas selecciones lusas.

El 28 de enero, en La Coruña, otro nuevo empate, esta vez a cero. Los coruñeses contaron con el refuerzo de los célticos Bermejo, Alonso y Aretio, así como con el ovetense Diestro, y tal circunstancia gustó poco en la ciudad de la luz. “¿Se nos quiere hacer de menos?”, planteó un cronista. Otros llegaron a afirmar que si no jugaba el Deportivo más genuino, lo natural sería suspender el partido. Al fin y al cabo, con ese choque se pretendía celebrar el 40 aniversario de la fundación del Deportivo. ¿Tenía sentido una conmemoración donde los blanquiazules confesaran de antemano su endeblez?. Pura prédica en desierto, porque Riazor dejó poco cemento a la vista. Acuña estuvo sensacional, con varios despejes, salidas a los pies, jugándose el tipo, blocajes marca de la casa… Cuando el árbitro puso punto final a la fiesta, Zubieta y Acuña, que años después iban a coincidir en el vestuario deportivista, fueron paseados a hombros, como toreros. Al día siguiente, tanto la prensa gallega como la nacional, se engallaban: “El Deportivo coruñés supo jugar a los argentinos como convenía”. Y al mismo tiempo reconocía la decisiva contribución del portero albiazul: “Acuña tuvo una tarde extraordinaria”.

Concluía febrero cuando la troupe argentina se desplazó a Portugal, donde le esperaban dos nuevos compromisos, ante el Oporto y una selección lusa. Aquello fue poco menos que una masacre deportiva, contemplada con estupor desde el diario “A Bola”. “Porto 4 – San Lorenzo 9. Sem palavras” (31-I-1944). Y “Equipe Nacional 4 – San Lorenzo 10. Mestres contra discipulos” (2-II-1947). Carlos Correia, Ribeiro Dos Reis o Cándido de Oliveira, tres de los críticos deportivos más respetados entre nuestros vecinos del Atlántico, no se mostraron complacientes en sus juicios, justo cuando parecía que Portugal empezaba a dar pasos de gigante en lo futbolero. Otros medios del país vecino aún resultaron más crueles: “Exibiçäo dos argentinos ante os nossos astros”. Y hasta “10-4. Os portugueses facendo papel de bobos”. Alguna crónica, además, concluía que al apropiarse los visitantes de la pelota, el conjunto luso reaccionó como una banda de pilluelos; entre trompazos y malos modos. En el equipo nacional portugués figuraban varios de los que por esa misma época pusieron a Hernández Coronado y nuestra selección contra las cuerdas, con Peiroteo, su gran figura, a la cabeza. Magnífica oportunidad para que a este lado de la frontera se sacase pecho. “La violencia de los portugueses fue ineficaz ante la maestría argentina”, tituló “Marca”. “Las victorias del San Lorenzo en Portugal han puesto las cosas en su punto. Ni los españoles son tan malos, ni los lusos tienen el mejor fútbol del mundo”. El honor del deporte patrio parecía a salvo. Claro que en un país pendular, como tan a menudo acredita ser el nuestro, donde saltar del todo al nada, del pesimismo absoluto a la glorificación excelsa está a la orden del día, no pocos medios se pasaron de frenada: “Meana estima que debemos cultivar nuestra tradición futbolística. Cuando le hablamos de entrenadores extranjeros, nos dice: Asomarnos al mundo, sí. ¡Pero de eso a necesitarlos…!”

El presidente “cuervo”, Sr. Peluffo, Zubieta, capitán del equipo, y González Grey, directivo, caricaturizados por Ugalde.

El presidente “cuervo”, Sr. Peluffo, Zubieta, capitán del equipo, y González Grey, directivo, caricaturizados por Ugalde.

Desde Oporto y Lisboa, la directiva del San Lorenzo había continuado gestiones tendentes a disputar un nuevo partido en la ciudad condal, esta vez ante el Barcelona C. F. Cualesquiera que fuesen las razones, de índole económica, conforme se manifestó por Cataluña, o producto de la prudencia, luego del vapuleo sufrido en Las Corts por el combinado el día de año nuevo, según se sugirió desde los mentideros, no hubo acuerdo. Y en vista de ello, los sudamericanos pusieron rumbo hacia Sevilla, donde acabaron enfrentándose al equipo blanco, vigente campeón de Liga. Los hispalenses, además de con sus figuras -Bustos, Alconero, Eguíluz, Arza, Herrera o Campos- contaron con el préstamo de los argentinos Rodríguez y Aballay, según parece porque el San Lorenzo quería poner al último en el escaparate. El 5-5 reflejado tras los 90 minutos, lo dice todo. Pura fiesta atacante, toques de lujo, casta sevillana, alternativas en el marcador y el fino olfato de Arza, “Niño de Oro”, conforme habría de rebautizarlo el sevillismo ante el traspaso satisfecho, verdaderamente astronómico para la época. Nuestra prensa, otra vez, quiso hacer pasar la igualada como otra victoria moral. “Un penalty 4 minutos antes del final dio el empate al San Lorenzo en Sevilla”, tituló “Marca”.

Míster Barrick. Sus alabanzas a España fueron convenientemente cacareadas por nuestros medios. Venían muy bien ante la situación de bloqueo internacional.

Míster Barrick. Sus alabanzas a España fueron convenientemente cacareadas por nuestros medios. Venían muy bien ante la situación de bloqueo internacional.

Vistas las cosas con perspectiva, no parece descabellado pensar que bien pudieron mediar consignas en torno a la redacción de esas crónicas. Reconocer el fútbol argentino, sí; aunque sin poner el nuestro a los pies de los caballos. Virtudes tan ensalzadas entonces como virilidad, empuje, sentido del deber y nobleza, están muy presentes en casi todas ellas. España, cercada económica y políticamente, famélica, turbia de horizonte, no podía permitirse el lujo de perder su orgullo. Y para ello se aprovechaban tanto las debacles portuguesas como lo declarado en Inglaterra por el británico míster C. J. Barrick, árbitro que acababa de pitar por nuestros pagos. El suplemento semanal de “Marca” difícilmente hubiera podido mostrarse más transparente:

 “El Daily Mail, entre otros, encabeza con grandes titulares la entrevista con el colegiado, que titula: Tratado como un rey en España”. A lo largo del artículo “Marca” incidía en “la grata impresión producida tanto por nuestro fútbol, como ante la hospitalidad y simpatía que en nuestra Patria ha encontrado, y las agradables condiciones de vida que en la actualidad se disfrutan aquí”. El mismo semanario madrileño, como por casualidad, ensalzaba la alta cotización de nuestros entrenadores, avalada por la oferta que se le había hecho a Travieso, antiguo internacional baracaldés, para dirigir a un equipo americano. Por más que el articulito no citase de qué equipo se trataba, cualquier lector concluiría sobre su pertenencia al campeonato argentino. Y de eso nada. Travieso no habría de ir a Buenos Aires, sino hacia México, cuyo fútbol no sólo era muy inferior al del inmenso país sudamericano, sino incluso al español. Para remate, el 8 de febrero el propio “Marca” componía una portada propia del 28 de diciembre, día de Inocentes. Nada menos que en Buenos Aires situaba a Ricardo Zamora, y no de turismo, sino para entrenar al mismísimo San Lorenzo. Huelga decir que esa primera plana debería estudiarse en las facultades de Periodismo, como ejemplo de bulo interesado, manipulación de la opinión pública y mentira con patas muy cortas. Tanto como la fábula de una gasolina sintética, compuesta por extractos de hierbas y polvillos secretos, que iba a arrojar “a partir de los próximos ocho meses, tres millones de litros diarios de combustible”. O el motor de agua presentado con toda pompa por el sevillano Francisco Gascón en su domicilio-taller con vistas a La Giralda “capaz de acabar con los gasógenos y las dificultades del parque automovilístico nacional tan pronto empiece a fabricarse en serie”. Sin olvidar, claro,  el no menos abracadabrante invento Juan Vidiella, mecánico reusense, empeñado en elevar agua marina hasta las montañas sin otro impulso que el del propio oleaje, resolviendo así las carencias de energía eléctrica mediante saltos de agua diseminados por toda la costa. Disparates sólo superados por el fantástico ingenio de dos hombres, coadjutor uno y radiotelegrafista otro, fabricantes de oro en San Lorenzo del Escorial. El periódico “La Nueva España” llegaba más lejos, asegurando existía “el inevitable tercer hombre, con muchos millones de pesetas, respaldándoles”. Y para guinda, una información atribuida a la prensa soviética, según la cual el gobierno franquista fabricaba bombas atómicas en Ocaña.

Falsedad esdrújula en la portada de Marca. Ricardo Zamora nunca entrenó al San Lorenzo. Nuestros técnicos, en realidad, tenían mucho que aprender sobre fútbol moderno.

Falsedad esdrújula en la portada de Marca. Ricardo Zamora nunca entrenó al San Lorenzo. Nuestros técnicos, en realidad, tenían mucho que aprender sobre fútbol moderno.

Semejante alarde imaginativo -la gasolina milagrosa, los alquimistas escurialenses, la bomba atómica “made in Ocaña” y los saltos de agua salada- fue tomado a chacota de Norte a Sur, en tertulias, reboticas, barberías o portales con kiosco de limpiabotas. Porque en relación a las bombas, y al decir de algunos corresponsales, tampoco faltaron voces desde el exterior clamando ante la amenaza que un país con cartilla de racionamiento y sin dinero, representaba para la paz universal. El delirio de las armas de destrucción masiva no es nuevo, como hoy creemos.

Respecto a la imaginaria contratación de Zamora por el San Lorenzo de Almagro, apenas si circularon bromas. La España futbolera lo creyó a pies juntillas.

Casi paralelamente, los muchachos del San Lorenzo seguían generando noticias bastante útiles. Si con ocasión de su viaje a Bilbao se hizo constar que “parte de la plantilla acudió al santuario de Nuestra Señora de Begoña, asistiendo además a un oficio religioso”, el 10 de febrero, dos días antes de que partieran en vuelo transoceánico, hubo titulares como éste: “Los jugadores del San Lorenzo oyeron misa en los Salesianos de Atocha”. Se recordaba, a manera de explicación, el nacimiento del club, impulsado por un padre salesiano. Todo de lo más oportuno, en pleno nacional-catolicismo, con obispos que hasta hacía unos meses saludaban a la romana sin el más mínimo pudor.

No faltaron tampoco avispados precursores del marketing. Luis Sandrini, humorista y caricato con buena crítica, celebraba su tercera semana en el madrileño cine Imperial dedicando al San Lorenzo una función de su espectáculo “Mientras el cuerpo aguante”. Se sorteaba entre los espectadores un balón firmado por los jugadores bonaerenses.

Balones firmados por la plantilla del San Lorenzo como reclamo en un espectáculo cómico. La mitomanía no viene precisamente de ayer.

Balones firmados por la plantilla del San Lorenzo como reclamo en un espectáculo cómico. La mitomanía no viene precisamente de ayer.

Ya sin el San Lorenzo, hubo que cambiar de repertorio. Sería noticia Jorge Negrete, que estrenaba película en El Palacio de la Prensa, las colas que formaban sus muchísimas devotas a pie de taquilla, y la esperanza de que sin gran demora el ídolo charro pudiera visitar nuestro suelo. Aquella cinta, titulada “Hasta que perdió Jalisco”, no daba para tanto estruendo.

Todo eso cambió de golpe a partir del 9 de junio, con la llegada de Eva Perón. Su gira de 17 días incluía visitas a Italia, Francia, Mónaco, Holanda, Suiza y Portugal, amén de a España, por más que nuestros medios diesen a entender había dejado Buenos Aires con la única intención de pisar la piel de toro. Su fulgurante ascenso desde la precariedad más absoluta hasta el poder, como consorte de Juan Domingo Perón, se asemejaba a los culebrones que tanto representara, primero para la radio y luego en celuloide folletinesco. Por Argentina venía a ser una especie de ministro sin cartera, puesto que inauguraba hospitales, escuelas o asilos, enhebraba vibrantes discursos tan pronto le ponían delante un micrófono, o era vitoreada por sus descamisados como una diosa. Franco no sólo la recibiría a pie de avión, encabezando una comitiva compuesta por el gobierno en pleno, el obispo de la diócesis, tropas en perfecto estado de revista, banda de música y un enjambre de cámaras y fotógrafos, sino que había hecho acondicionar un “Dakota DC-4” de Iberia con dormitorio y sala de estar, para aliviarle el salto transoceánico. También aguardaban en un discretísimo tercer plano, varios coches oficiales a disposición de las doncellas, secretarias, modistas, peluquero, director espiritual y hasta galeno, que componían su enorme y medieval séquito. Tan pronto Evita hubo echado pie a tierra, aireó el primer discurso: “Os traigo el contagio de felicidad de los trabajadores argentinos, y ofrezco mi corazón de mujer, empapado en la nueva justicia que hemos dado a los obreros en mis ciudades y mis campos”.

“Mal empezamos”, se dice cuchicheó un miembro del gobierno, antes de hacer crujir sus bisagras. Luego Evita, con la desenvoltura que la caracterizaba, comenzó a moverse como si fuera no una invitada, sino la mismísima reina de España.

La santa de los descamisados había aprendido a disfrutar de su estatus con extrema rapidez. Según distintas fuentes, sus armarios atesoraban 400 vestidos de alta costura, 100 abrigos de pieles, unos quinientos sombreros de verano, primavera, estío y entretiempo, no menos de 800 pares de zapatos, algunos con brillantes hasta los tacones, y joyas que a finales de los 40 fueron valoradas en casi 20 millones de dólares, o sea 600 millones de ptas. -entonces un dólar valía 32 ptas.-, cuando los trabajadores españoles soñaban con 600 mensuales. En el Palacio Real, luego de que Franco le impusiera la Gran Cruz de Isabel la Católica y el obispo un par de escapularios de la Virgen del Camino, ante la atronadora ovación desatada nada más asomar al balcón, dijo a la cara de nuestro dictador: “Cuando necesites una multitud tan fervorosa, no dudes en llamarme, mi general”. En otra de sus comparecencias públicas hizo que los altavoces propagasen algo de lo más subversivo: “En Argentina trabajamos para que haya menos pobres y menos ricos. ¡Hagan ustedes lo mismo!”. Llegados a este punto cabría preguntarse qué fue del peronismo. O reflexionar, como mínimo, sobre lo fácil que es predicar de viva voz y cuán costoso resulta dar ejemplo.

Muños años después de aquella gira, los herederos de ese San Lorenzo posaron para una revista con trofeos conquistados en nuestro suelo.

Muños años después de aquella gira, los herederos de ese San Lorenzo posaron para una revista con trofeos conquistados en nuestro suelo.

Franco y sus generales sólo volvieron a respirar cuando Evita dijo adiós. La bienvenida al mercante que transportara hasta Barcelona las primeras toneladas de trigo argentino, también tuvo mucho de apoteósica. La carne congelada ya pasó algo desapercibida. Debilidad humana, al fin y al cabo, olvidarlo todo. Por eso, probablemente, el verbo de Eva Perón y la gira del San Lorenzo se convirtieron muy pronto en noticia vieja. Más por lo tocante a Evita, que en relación al San Lorenzo.

Y es que pese a cuanto recogiera la prensa nacional, los futbolistas bonaerenses había dado clases doctorales, poniendo en evidencia un fútbol patrio basado en el entusiasmo, la testiculina y el pundonor; un fútbol rancio, ya periclitado. Conscientes de la realidad, nuestros federativos hicieron llegar a los clubes de 1ª y 2ª una circular conminándolos a poner en práctica cuanto aquella gira dio a entrever. Los “colchoneros”, según parece, tomaron la delantera al resto, retrasando a su medio centro Aparicio hasta convertirlo en defensa central. En 3ª División, por el contrario, se siguió formando al modo clásico, es decir 2-3-5, durante varios años.

Con relación a la política, el bloqueo internacional siguió causando estragos. Faltaban medicamentos, penicilina, jabón, papel, gasolina, energía eléctrica… Y sobraban, quizás, velas encendidas en las capillas. A Franco las cosas se le irían arreglando a medida que se abría una zanja entre la Unión Soviética y sus antiguos aliados. Porque la estratégica posición de la península, tapón del Mediterráneo, unida al feroz anticomunismo del régimen, transformaron al general abominable en útil aliado.

Pero eso ya es otra historia. Quedémonos, de momento, con que el San Lorenzo de Almagro no se exhibió 10 tardes por la península, sino 11. Aquellos 60 minutos de juego y Galdácano como parada y fonda, también existieron.




1938. La gira del equipo nacional por Andalucía y Norte de Africa (II)

Como ya vimos en la entrega anterior el equipo nacional quedó concentrado en Alcalá de Guadaira después de haber jugado en Cádiz, Málaga y Granada.

Bajo las órdenes de Ramón Encinas los 20 jugadores intensificaron la preparación con sesiones de índole físico en los pinares que rodean el Hotel Oromana, y con otras de carácter técnico en el terreno sevillista de Nervión.

Fuente: FE 27 de enero de 1938

Fuente: FE 27 de enero de 1938

Fuente: FE 27 de enero de 1938

Fuente: FE 27 de enero de 1938

El primero de los dos encuentros a celebrar en Sevilla se fija para el domingo 16 de enero y el segundo para el siguiente, el domingo 23, mientras que para el día 30 está previsto jugar en Lisboa contra Portugal.

El primer partido, organizado por la Federación Regional Sur, se juega a beneficio del Ejército  y en colaboración con los obreros de las fábricas militares. La prensa local en los días previos se encarga de alentar la expectación de cara al partido, planteando el reto de igualar lo conseguido en las otras ciudades andaluzas con comentarios como este, aparecido en FE el día 14 de enero: “Granada, Cádiz y Málaga ofrecieron a los organizadores buenas taquilllas. A pesar del mal tiempo, las recaudaciones obtenidas, según nos informan, fueron considerables. Sevilla no ha de ser menos. ¿No es cierto?”.

Fuente: FE 13 de enero de 1938

Fuente: FE 13 de enero de 1938

Para favorecer la asistencia de público al partido se resuelve facilitar la presencia de los socios del Betis Balompié y del Sevilla FC, que sólo deberán pagar la mitad de la entrada correspondiente.

Fuente: FE 15 de enero de 1938

Fuente: FE 15 de enero de 1938

El equipo nacional se enfrenta a una llamada selección andaluza, aunque en realidad el equipo está formado por jugadores que militan en los clubs sevillanos, independientemente del origen geográfico de los jugadores, además de otros,  como Tabales, Irastorza y Leoncito, que se hallan en la capital andaluza.

El equipo nacional, con camiseta verde y pantalón negro, forma con Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Germán, Soladrero, Aranaz; Epi, Agustín, Campanal, Herrerita y Vázquez.

La selección andaluza, a la que dirige Pepe Brand, viste camisolín rojiblanco y pantalón azul, y alinea a: Tabales; Joaquín, Deva; Peral, Bohórquez (Félix), Irastorza; Saro, Torróntegui, Hoyos, Leoncito y Valera.  El árbitro, como en todos los encuentros anteriores,  es el sevillano Manolo Ocaña.

El equipo nacional se impone por 3 tantos a 1, a pesar de que se adelantan los locales con gol de Leoncito en la primera parte. Tras el descanso llega el empate en una falta que Agustín desde el borde del área coloca en la escuadra de la meta defendida por Tabales. En la segunda parte el extremo Epi desarbola con frecuencia a la defensa andaluza. Una jugada suya por banda termina en un centro preciso para que Campanal haga el 2-1. El mismo Epi, el gran triunfador de la tarde, hace el 3-1 a pase de Vázquez.

GiraAndalucia205GiraAndalucia206El encuentro del domingo 23 vuelve a repetir el escenario del campo de Nervión, aunque cambia en esta ocasión el destino de los ingresos  del encuentro. Será Auxilio Social, el organismo dependiente de la Falange, el beneficiario de la recaudación.

Fuente: FE 21 de enero de 1938

Fuente: FE 21 de enero de 1938

El día 23, en palabras textuales de la prensa del momento, “el campo de la avenida de Eduardo Dato volvió a registrar una gran entrada. Había interés en ver al equipo nacional y respondió el público como el acontecimiento se merecía. Auxilio Social, a cuyo beneficio se celebraba el encuentro, puede estar satisfecho. A las tres en punto saltan los equipos al campo. Formados en el centro del terreno, en unión del árbitro y de los jueces de línea, escuchan, brazo en alto, el himno de la Falange. “

Ramón Encinas cambia la alineación respecto al domingo anterior, dando entrada a Ipiña y Vergara. El equipo forma, pues, con: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Aranaz, Germán, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez. También cambia la vestimenta, pues se pasa a camiseta blanca y pantalón negro, con el yugo y las flechas como escudo del equipo. Será el uniforme que se vestirá en el partido de Lisboa una semana después.

Dibujo de Guillermo Eizaguirre. Fe 25 de enero de 1938

Dibujo de Guillermo Eizaguirre. Fe 25 de enero de 1938

La selección andaluza, de nuevo con camiseta rojiblanca y pantalón azul, alinea a InchaustI; Zabala, Deva; Peral, Soladrero, Alcázar; Saro, Torróntegui, Leoncito, Agustín y Emilín. El equipo se refuerza respecto a la semana anterior con jugadores del equipo nacional como Inchausti, Zabala, Soladrero, Agustín y Emilín.

En la segunda parte Emilín pasa al equipo nacional y Vázquez al andaluz, Peral  e Inchausti se alinean por Ipiña y Eizaguirre, mientras que sus puestos en la selección andaluza los ocupan Félix y Tabales.

Saro adelanta al equipo local en la segunda parte, empatando a falta de diez minutos Vergara.

Fuente: FE 24 de enero de 1938

Fuente: FE 24 de enero de 1938

El viernes 28 de enero, desde la céntrica Plaza Nueva de Sevilla, partía la expedición hacia Lisboa en autobús, haciendo noche en Badajoz ese mismo día. Dieciséis jugadores (Eizaguirre e Inchausti como porteros, Ciriaco, Quincoces y Zabala como defensas, Aranaz, Germán, Soladrero y Peral, medios, Epi, Saro, Campanal, Vergara, Agustín, Herrerita y Vázquez delanteros), el entrenador Ramón Encinas, el masajista Birichinaga y el vicepresidente de la Federación Juan López García, componen la expedición, que es despedida por el presidente de la Federación Regional Sur Antonio Calderón.




1938. La gira del equipo nacional por Andalucía y Norte de África (I)

La decisión de la FIFA en noviembre de 1937 de permitir a la Federación de Fútbol instalada en el bando rebelde la organización de partidos de carácter internacional, aunque sin darles el carácter de oficial, llevó a esta Federación a organizar dos partidos amistosos contra Portugal. El primero se jugó en Vigo el 28 de noviembre de 1937 y terminó con la victoria del conjunto luso por 1-2, en lo que supuso la primera derrota en partido de selecciones con Portugal. La falta de competición en los seleccionados, no se jugaba desde el inicio de la guerra civil, fue la principal causa esgrimida para explicar la derrota, a pesar de que se habían jugado varios encuentros preparatorios en Irún, San Sebastián, Pamplona, Vitoria, Bilbao, Santander, Valladolid, Burgos y Ferrol.

De cara al segundo partido con Portugal, previsto en Lisboa a finales de enero, se decidió intensificar la preparación, concentrando a los seleccionados en Sevilla y realizando una gira por diversas localidades andaluzas.

Así el 31 de diciembre llegaban a Sevilla 15 jugadores: Inchausti (Zaragoza), Ciriaco (Madrid FC), Quincoces (Madrid FC), Zabala (Athletic Club), Aranaz (Osasuna), Germán (Racing), Ipiña (Athletic Madrid), Epi (Donostia), Vergara (Osasuna), Agustín (Celta), Herrerita (Oviedo FC), Soladrero (Oviedo FC), Emilín (Oviedo FC), Vázquez (Deportivo) y Olivares (Zaragoza). Allí se les unieron los sevillistas Eizaguirre, Campanal y Joaquín y los béticos Peral y Saro, para totalizar 20 jugadores.

Quien no llegó a Sevilla fue el seleccionador Amadeo García Salazar, al sufrir un grave accidente automovilístico en las inmediaciones de Valladolid cuando se dirigía a la capital andaluza desde Vitoria. Fue Ramón Encinas, el técnico gallego que había dirigido al Sevilla en la última campaña liguera, quien se hizo cargo de los seleccionados.

El día 2 de enero se celebra en Cádiz el primer partido, frente al conjunto local. El encuentro, cuyos beneficios económicos se destinan al Ejército, despierta bastante expectación y se pone en juego un trofeo donado por la Diputación Provincial. Pero ala hora del partido “el terreno de juego estaba convertido en una laguna. A las tres en punto de la tarde llegaron las autoridades que tomaron asiento en la tribuna, junto al vicepresidente de la Federación Española de Fútbol, señor López García, y los directivos del Cádiz FC. La hija del gobernador civil hizo el saque de honor, siendo obsequiada con ramos de flores por Quincoces y Beguiristain, capitanes del once nacional y del Cádiz”.

A las órdenes de Manuel Ocaña los equipos formaron así:

Equipo Nacional, con camiseta verde y pantalón negro: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Aranaz, Germán, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez.

Cádiz, con camiseta amarilla y pantalón azul: Inchausti; Núñez, Joaquín; Peral, Beguiristain, Alcázar; Saro, Agustín, Torróntegui, Leoncito y Bracero.

El equipo cadista sólo alinea realmente a 2 jugadores propios (Núñez y Beguiristain), pues los otros que juegan o pertenecen al seleccionado o acuden al partido para reforzar al conjunto local, en los casos de Alcázar, Torróntegui, Leoncito y Bracero.

Aunque nada más iniciarse el encuentro Bracero bate a Eizaguirre, la superior calidad del seleccionado se impone. Empata Campanal con un tiro desde fuera del área, y Vázquez hace el segundo también con otro tiro lejano que se le escapa de las manos a Inchausti.

Antes de acabar la primera parte Epi hace el tercero y Campanal el cuarto, bajo una lluvia torrencial.

En la segunda parte una lesión de Joaquín le obliga a abandonar, siendo sustituido por el sevillista Félix. A la media hora del partido Campanal hace el quinto a pase de Herrerita.

Al día siguiente en el Ayuntamiento se hace entrega del trofeo donado por la Diputación Provincial.

GiraAndalucia01El jueves 6 de enero, aprovechando la festividad del día de Reyes, el equipo se desplaza a Málagapara enfrentarse a una selección local. El campo de los Baños del Carmen aparece exornado con toda la parafernalia propia del momento: banderas, guirnaldas patrióticas y bandas de música que antes del partido interpretan los himnos de Falange, el Oriamendi y el Nacional, mientras que jueces, jugadores, autoridades y público escuchan en silencio y brazo en alto.

Es de nuevo Manuel Ocaña el encargado de dirigir el encuentro, formando así los conjuntos:

Equipo Nacional, con camiseta verde y pantalón negro: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Germán, Soladrero, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez.  Soladrero por Aranaz es la novedad respecto al partido de Cádiz.

Selección Local, con camiseta blanquiazul y pantalón blanco: Pedrín; Chales, Zabala; Peral, Segura, Aranaz; Inciarte, Llona, Calderón, Agustín y Ochoa. En esta ocasión son 4 los jugadores del seleccionado (Zabala, Peral, Aranaz y Agustín) los que refuerzan al equipo local, mientras que el resto del combinado es una amalgama de jugadores malagueños (Pedrín, Chales) con jugadores de otros equipos.

A los 15 minutos Vergara hace el 0-1, al rematar una  jugada de Campanal, empatando al poco tiempo Agustín. Campanal marca el 1-2 en un gran tiro y a los 30 minutos de nuevo el ariete asturiano marca el 1-3 rematando de cabeza una jugada por la banda de Epi. Y a falta de 2 minutos para el descanso un nuevo remate cabeza de Campanal es el cuarto tanto, tras jugada por la otra banda de Vázquez.

Al inicio de la segunda parte Saro suple a Vergara en el equipo nacional, y al poco tiempo del reinicio Calderón hace el segundo gol del equipo local. Pero la selección impone su mayor calidad y marca dos nuevos tantos: Saro el quinto y Campanal el sexto.

En un choque con un contrario se retira Quincoces lesionado, siendo sustituido por Joaquín. El partido finaliza con victoria para el equipo nacional por 2-6

GiraAndalucia02El domingo 9 de enero es el Stadium de Los Cármenes el marco elegido para el tercer partido de la gira. Al igual que en los dos anteriores la recaudación obtenida irá en beneficio del Ejército, y la prensa local se encarga de caldear el ambiente previo para que la afición responda:  “Cádiz y Málaga han dado la nota de patriotismo agotando todas las localidades, y haciendo una recaudación brillantísima. Granada no puede ser menos en este alarde de buenos sentimientos”.

A las tres y cuarto en punto comenzó el partido, después de que dos bandas de música de Falange Española Tradicionalista interpretaran los correspondientes himnos, “ante el respetuoso saludo del público y de los jugadores alineados en el campo y que terminaron con entusiásticos vivas a España y a Franco”.

Es de nuevo el colegiado sevillano Manuel Ocaña quien dirige el encuentro formando a sus órdenes los siguientes onces:

Equipo Nacional, con camiseta verde y pantalón negro: Eizaguirre; Ciriaco, Joaquín; Germán, Soladrero, Aranaz; Epi, Agustín, Campanal, Herrerita y Saro.

Recreativo de Granada, con camiseta y pantalón blanco: Inchausti; Zabala, Chales; Torquemada, Segura, Bombillar; Ochoa, Ruibal, Calderón, Sanmillán e Inciarte. El equipo granadino, además de Inchausti y Zabala del equipo nacional fue reforzado con los malagueños Chales y Segura.

Herrerita marca el 0-1 para el combinado nacional, con el que termina la primera parte. Epi, en jugada personal en la que burla al portero Inchausti, hace el 0-2  y una nueva jugada personal de Epi sirve en bandeja a Campanal para que haga el tercer tanto, resultado con el que finalizó el partido.

Después del partido los directivos del club granadino obsequiaron a la expedición con una zambra gitana celebrada en la Escuela de Estudios Árabes.

GiraAndalucia03El día 11 de enero el equipo nacional volvió a Sevilla, concentrándose en Alcalá de Guadaira, concretamente en Oromana, donde continuaría la preparación para el partido de Lisboa.

Allí les esperaba una intensificación de los entrenamientos, dado que no tendrían que desplazarse de forma continua como en esta primera semana de enero, y dos partidos más en Sevilla.




Una gira hacia el desastre

Van a cumplirse 30 años desde que los torneos veraniegos dejaron de interesar al aficionado. Para entontes había tantos jugadores brasileños, argentinos, uruguayos, magiares, balcánicos, teutones o africanos en el campeonato español, que la presencia de formaciones como Palmeiras, Botafogo, Videoton, Hajduk, Bayern de Múnich, Peñarol o Independiente de Avellaneda, apenas si desataban curiosidad o morbo. Las recaudaciones bajaban, los cada vez más escasos espectadores salían con la sensación de no haber presenciado nada distinto a cuanto les esperaba durante 8 meses de competición, y así, no pocos ayuntamientos, al fin y al cabo sostenedores del invento, concluyeron por dedicar su aportación a otros fines. Mala noticia para intermediarios, negociantes de distinto pelaje y clubes de postín, acostumbrados a hacer caja sin mucho esfuerzo. Pero también más fechas para la puesta a punto en “stages” y pretemporadas por Holanda, Bélgica, Alemania o la Francia septentrional, lugares donde el termómetro hacía más llevadero un intenso trabajo físico.

Transcurrido algún tiempo, otros organizadores de eventos se esforzaron por encajar la vieja fórmula en el nuevo panorama socioeconómico. El fútbol, gracias sobre todo a la televisión, se había universalizado. Asia, América del Norte y Oriente Medio, lo abrazaban con entusiasmo. Y si en el Golfo Pérsico siempre hubo petróleo, Asia Oriental ya no era un continente rojo, cerrado y deprimido, sino factoría de occidente, paraíso financiero y nicho de potenciales consumistas aún por explorar. Consecuentemente, los torneos de puesta a punto saltaron a New Jersey, Los Ángeles, Osaka, Shanghái, Pequín, Doha, Dubái, Hong-Kong, Singapur, Sídney o Camberra.

Hoy los clubes más señeros tendrían difícil equilibrar balances sin esas giras maratonianas, sin vender camisetas desde Ras-Al-Kkayma hasta Cincinnati, Ganzhou, Bahréin, Seúl, Surabaya o Bangkok, pues del rédito de esos bolos dependerá el futuro de tal o cual contratación a un costo exorbitante. Nada nuevo bajo el sol. Porque durante los años 50 del pasado siglo también hubo clubes, y no uno ni dos, empeñados en salir de pobres haciendo las américas. Aventuras a menudo inciertas, aunque nunca tan catastróficas como la del Racing de Madrid, allá por 1931-32. Una historia de película que merced a cuanto contaron Félix Pérez o Gaspar Rubio, ya de vuelta, y a las charlas de Paco Bru con su amigo Ramón Melcón, es posible reconstruir hasta en sus mínimos detalles.

El Racing de Madrid fue club empeñado a codearse de igual a igual con el Real Madrid, y hasta con alguna ventaja respecto al Athletic durante los años 10 y 20, época dorada del fútbol amateur. Constituido en 1914 por fusión del Cardenal Cisneros y el Regional, no habría de inscribirse en la Federación Castellana hasta 1915. Sus inicios difícilmente pudieron haber sido más espectaculares, al proclamarse campeón regional en su debut y repetir título cuatro años más tarde (1919). Su primer terreno de juego, situado en el Paseo del General Martínez Campos, tardó poco en quedar pequeño ante la rápida cosecha de seguidores. Y entonces, midiéndose siempre con Real Madrid y Atlético, la directiva racinguista quiso gozar de unas instalaciones comparables a los estadios Chamartín y Metropolitano, donde ejercían de anfitriones “merengues” y “colchoneros”. Tras adquirir terrenos en Vallecas y endeudarse muy por encima de lo prudente, dieron comienzo las obras tendentes a levantar un estadio con capacidad para 15.000 espectadores. Dicha cifra, que hoy consideraríamos menor, durante la segunda mitad de los locos 20 podía hacer rico a cualquier club capaz de agotar el papel en sus taquillas.

Aquel estadio, huelga decirlo, iba a lastrar extraordinariamente la economía del Racing. Si ya ocurrió algo parecido al Real Madrid con la construcción del Bernabéu en tiempos de incipiente desarrollo, o al Barcelona tras hipotecarlo todo en el Camp Nou, atisbándose ya los resultados de la implosión tecnócrata, el proyecto de los rojinegros, en una España atormentada por sus conflictos, ideológicamente muy dividida, parca en dinero y sin horizonte claro, tenía todos los visos de temeridad. Por otra parte, ese campo inaugurado el 23 de enero de 1930 con el nombre de Estadio Puente de Vallecas, se hallaba no sólo lejos de Chamberí, donde la entidad contaba con su más amplia masa de seguidores, sino, apurando un poco, lejos de todo. La estación de metro de Puente de Vallecas exigía a los espectadores casi un kilómetro de caminata por superficie sin asfaltar, transformada fácilmente por cualquier chubasco en puro lodazal. Todo ello se tradujo en escasas recaudaciones y muy seria amenaza de ruina.

Para mal de males, al instituirse el Campeonato Nacional de Liga quedó englobado el Racing en el grupo “A” de 2ª División. Una Segunda pura, pues para el siguiente ejercicio desaparecería de un plumazo el grupo “B”, creándose la 3ª División. Los rojinegros de Chamberí, con seis victorias y un empate en 18 partidos, acabaron ostentando el farolillo rojo y, consecuentemente, descendiendo a una categoría en la que casi nadie quiso estar. Porque si convulsos fueron los dos años anteriores al advenimiento de la Liga, tampoco resultó plácido el verano de 1929, ante el plante de numerosas instituciones. La Tercera recién nacida ya era vista como categoría ruinosa, exenta de cualquier interés y tumba segura para cuantos en ella compitiesen. El Racing sólo fue uno entre cuantos perdido el pulso ante la Federación, continuaron negándose a ser de 3ª, por más que ello representara descender otro peldaño hasta categoría Regional. En cualquier caso, más dosis de veneno al enfermo.

Hoy se estima en no menos de 800.000 ptas. el desembolso de los chamberileros para construir su campo. Ochocientas mil ptas. de 1927, 28 y 29, cuando muchos trabajadores debían apañárselas con 300 mensuales. Ochocientas mil, obtenidas mayoritariamente a crédito, cuyos intereses sólo podrían devengarse mediante una masiva afluencia al campo. Algo inimaginable si se competía en la humildísima Regional.

Cromo de Chocolates Amatller (1929) con equipación y escudo del Racing. El emblema del diseño fue adoptado un año antes.

Cromo de Chocolates Amatller (1929) con equipación y escudo del Racing. El emblema del diseño fue adoptado un año antes.

Prisioneros en su propia trampa, los directivos del Racing sólo vieron salida en el salto hacia delante. O hacían realidad la apolillada quimera de una excursión transoceánica, sueño urdido durante los gloriosos días fundacionales, o naufragaban como el Titanic.

Para salir al exterior resultaba preceptivo un permiso de la Federación. Y desde ésta, resentidos como estaban ante el plante del club, lo denegaron. No es menos cierto que la desautorización estuvo envuelta en razones logísticas y económicas, en lo arriesgado del propósito, cuando tantos frentes tenía abiertos la entidad por Madrid y sus alrededores. Vano esfuerzo, porque en el seno rector del Racing todos parecían haberse vuelto sordos. Con una jugada de birlibirloque, desde el club se procedió a contratar nuevos futbolistas; jugadores que al no constar federativamente como adscritos al Racing, bien podían partir por su cuenta hacia América, como agrupación de compadres dispuestos a arañar divisas. Algo que no podía colar, puesto que la prensa se hizo puntual e inmediato eco del proyecto. Aquellos jugadores, además, iban a lucir la camiseta del Racing por ultramar. ¿Cabía mayor desafuero que negar lo evidente?.

El encargado de diseñar la gira fue Paco Bru Sanz, su secretario técnico, hombre con sobrada experiencia y dueño de currículo apabullante: Entre 1899 y 1906, jugador del Internacional barcelonés, F. C. Barcelona y Español de la ciudad condal, además de secretario en las tres entidades; federativo desde 1902 hasta 1918, árbitro entre el 17 y el 23, seleccionador nacional en la Olimpiada de Amberes y entrenador del R. C. D. Español desde 1923 al 26. Y sobre todo conocedor de América más en profundidad que cualquier otro, luego de haber ejercido como seleccionador cubano en 1927 y de Perú en 1930, a modo de paréntesis durante su estancia en el Racing. Si alguien podía llevar a buen puerto un proyecto de tal índole, desde luego ese era él.

“En realidad ya había medio organizado esa tournée durante mi estancia en tierras americanas -confesó al también árbitro y periodista Ramón Melcón-. Culminada mi etapa en Perú volví a hacerme cargo del Racing, y tan pronto concluyó la temporada 1930-31 emprendimos viaje. Perú, Cuba, México y los Estados Unidos, nos esperaban. Entonces no podía imaginar que viviría experiencias tan accidentadas”.

Entre los expedicionarios figuraban, al menos, Tena I, Alfonso Martínez, Gómez, Irles, Arturo, Bernabéu -joven que no ha de confundirse con don Santiago-, Valderrama, Urretavizcaya, Félix Pérez, Cosme, Marcial de Miguel, Plattko, Mondragón, Morera y Lolín. En México se les uniría Gaspar Rubio, fugado del Madrid para hacer caja por su cuenta. Y a todos ellos se les anticipó Bru en quince días, con la intención de ir atando los últimos cabos y vivir en solitario el primer sofoco.

“A mis 46 años ya había sido muchas cosas, pero desde luego no un conspirador, que fue en lo que las circunstancias me convirtieron. Era muy amigo de Germán Marquina, antiguo presidente de la Federación Peruana, cesado al abandonar la presidencia de la República el general Sánchez del Cerro. Al general se le negaba la posibilidad de regresar a su país, y él quería entrar a toda costa para presentarse como candidato a unas nuevas elecciones. Pues bien, cierto día, hallándome en el aeródromo barcelonés, llegó desde Madrid el general peruano, a quien me ofrecí para cuanto necesitase en España. Dijo que iba camino de París, confiando hallar apoyo económico para su campaña electoral, y nos despedimos. Poco más tarde yo emprendí viaje hacia América, queriendo el azar que cuando el buque atracó en Vigo subiese mi viejo amigo Germán Marquina. Juntos hicimos la travesía y al unísono desembarcamos en el puerto panameño de Colón, donde el general Sánchez del Cerro le aguardaba. Luego de saludarnos, fuimos a comer los tres”.

Durante la sobremesa, entre evocaciones y proyectos a medio hilvanar, el general preguntó a Bru si tendría inconveniente en llevar hasta Lima tres cartas suyas, explicando sucintamente su contenido. Necesitaba autorización gubernamental para entrar en Perú, y aquellas misivas pretendía provocar revueltas y asonadas, en tanto los gobernantes no accedieran a levantarle la sanción. Uno de los escritos iba dirigido al director de la Escuela de Cadetes de Chorrillo, otro al jefe superior de policía en Lima, y la última epístola al director de la Escuela de Hidroaviación asentada en Ancón. Forzado por su amistad con el antiguo presidente federativo y venciendo temores, Paco Bru otorgó el sí. Días más tarde llegaba al puerto de El Callao, transportando entre los calcetines tan explosivos documentos. Ya en la Aduana, tras una rutinaria revisión del equipaje, observó aterrado que un policía se le acercaba, rogándole hiciese el favor de acompañarle.

“Pensé que todo se había descubierto -rememoró el protagonista bastantes años, después para el diario “Marca”-. Que alguien pudiera habernos visto almorzando en Colón, o quién sabe si incluso fue testigo de cómo las cartas pasaban a mis manos. Pero el miedo, con ser enorme, quedó empequeñecido ante mi alegría al escuchar la pregunta del funcionario, al tiempo de señalar unos paquetes: ¿Qué lleva usted ahí?. Ya tranquilizado respondí que no tenía la menor idea, y él los abrió. Eran dulces confiados por una familia amiga, cuyos parientes, establecidos en Perú, contactarían conmigo. Chasqueado, me ordenó de mal humor que siguiera mi camino”.

Bru entregó las cartas y transcurrido breve intervalo, al levantarse una mañana, supo que las tropas se habían sublevado. Ni oyó siquiera el escaso tiroteo entre amotinados y defensores del orden institucional. Apenas una hora más tarde, el gobierno autorizaba la entrada de Sánchez del Cerro.

“Tan pronto hubo llegado el general a Lima, me invitó a comer, asegurándome que si ganaba las elecciones podía instalarme en Perú con mi familia, sin necesidad de preocuparme de nada durante toda mi vida, pues él, agradecido, se iba a encargar de todo. Le respondía que me daba por satisfecho si no se producía ningún bochinche durante la estancia del Racing en su país, así me lo garantizó y, en efecto, no ocurrió nada hasta que abandonamos el altiplano”.

Equipo más habitual del Racing durante el primer Campeonato Nacional de Liga.

Equipo más habitual del Racing durante el primer Campeonato Nacional de Liga.

Hasta ese momento, nada más, porque las elecciones, celebradas cuando los racinguistas continuaban por Hispanoamérica, resultaron movidas. Sánchez del Cerro derrotó a sus adversarios, y al salir del tedeum con que celebraba su retorno al poder fue víctima de un atentado, resuelto con unas semanas de cama y la detención del magnicida. Pero puesto que sus enemigos no descansaban, al salir del mismo tempo, algún tiempo después, repitieron la intentona, esta vez con trágicas consecuencias. Sánchez del Cerro se convirtió en historia.

Volviendo al fútbol, los reveses del Racing apuntaron casi tan pronto como la expedición puso pie en Lima. Félix Pérez cayó enfermo de cierta gravedad, viéndose obligado a permanecer en la capital con Marcial De Miguel como única compañía, pues ningún delegado del club quiso permanecer junto al enfermo. Por cuanto a su actuación deportiva respecta, los españoles perdieron el choque de presentación ante una selección o combinado “acusando el cansancio y la falta de ritmo, consecuencia de tan largo viaje”, según manifestaron. Luego tocó medirse al Alianza, el club más potente de Perú, cosechando un meritorio empate a uno. Bru siempre se ufanó de su planteamiento: “Había ordenado a medios y defensas no un marcaje en zona, como era habitual, sino al hombre, cuerpo a cuerpo. Surgió entonces lo del marcaje férreo, por imperativo de las circunstancias, pues sabía que el Alianza era superior a nosotros. Contaba aquel equipo con muchos jugadores de color y hasta uno de origen y rasgos chinos, apellidado Sarmiento”.

El público, dando la victoria peruana por descontada, gritaba al ver a sus futbolistas sin dar una a derechas, entre tanto acoso: “¡Don Paco, eso es tongo, tongo, tongo!. ¡Ha comprado a los negros!”. A tal punto llegó su enojo, que cuando los peruanos abandonaban el estadio fueron perseguidos por las calles. La directiva del Alianza, entonces, se negó a disputar el otro choque comprometido, con la justificación de que una derrota podría acarrear graves consecuencias, ante la convicción popular de que se habrían dejado vencer a propósito. Así que en vez de al Alianza, el Racing se enfrentó a una selección de El Callao en lo que sería su tercera y última comparecencia peruana. Luego partieron hacia La Habana, dejando en Lima a De Miguel y el enfermo Félix Pérez.

Al llegar a Cuba se encontraron con otra revolución. Machado consumía su permanencia en la poltrona gubernamental. Sonaban disparos por todas partes. La sensación de inseguridad era intensísima. Para llegar al campo donde debían jugar, situado a las afueras de La Habana, hacía falta salvoconducto. Inmensa contrariedad, cuya traducción práctica consistió en una afluencia discreta. No obstante, según Bru sacaron 500 dólares en el primer partido contra el Iberia, vencedor por 3-1. La taquilla resultaba determinante, puesto que era el Racing quien lo organizaba todo, no contando con respaldo de ningún empresario.

El Iberia, según nuestros expedicionarios por miedo a perder, -aunque quién sabe si amedrentado por las circunstancias que vivía el país- hizo amago de no jugar más. Paco Bru, entonces, diligenció una demanda judicial, esgrimiendo su contrato. La polémica concluyó con una escisión federativa y disputa a regañadientes del segundo encuentro, donde el Racing salió victorioso. El tercer choque contratado jamás llegaría a celebrarse. Y ahí empezaron las penurias.

“Estábamos sin dinero, pues desde Madrid no lo enviaban conforme a lo prometido. Luego, a nuestra vuelta, supimos los motivos. Pero por de pronto aquello era quedarse a la buena de Dios”. Paco Bru no tuvo más remedio que vender por 3.500 dólares 5 de los 7 partidos contratados en el país azteca. “Lo necesario para desplazarnos a México y pagar la estancia allí durante un mes. Pensaba resarcirme con el ingreso de los otros 2 partidos, pues sabía que el taquillaje iba a ser crecido”. Pero una vez más, el cuento de la lechera iba a tener epílogo lacrimógeno por la leche derramada. “Lástima que mientras los cinco encuentros vendidos arrojaron un capital en taquilla, antes de los otros dos e incluso durante los mismos, justo los más importantes, lloviese. Los campos estuvieron semivacíos, y para mayor desdicha hubo que abonar primas a los jugadores, puesto que por no perder la costumbre ganaban siempre”.

El último choque del Racing en México lo enfrentó al Atlante, conjunto formado sólo por mexicanos y con fama de áspero, turbio y leñero. Paco Bru, pensando en futuras actuaciones por Nueva York, aconsejó a sus jugadores temple y prudencia, evitando lesiones. El Atlante, empleándose con tanta dureza como denuedo, llegó a disponer de ventaja por 3 a 1. Entonces los madrileños comenzaron a achicar balones, lanzándolos descaradamente fuera del estadio. Toda una desconsideración, al sentir del público, si no una burla deliberada. Justo cuanto hacía falta para armar la marimorena.

“Parte de los espectadores saltaron las alambradas, se echaron al campo y nos agredieron. A Gaspar Rubio, incorporado al equipo en México, le dieron una pedrada por la que manaba abundante sangre”. Bru saltó al campo, llevándose al herido sin encontrar oposición, probablemente porque una herida abierta siempre resulta escandalosa. Sin embargo parte de los demás futbolistas recibió su buena dosis de puñetazos, pedradas, puntapiés, arañazos y zancadillas. Pese al buen propósito inicial, todos sufrieron alguna lesión, de más o menos importancia. La tardía irrupción policial se saldó con todos los españoles detenidos, por alteración de orden público. Y puesto que el choque tuvo lugar por la mañana, al hallarse el comisario en los toros, Bru hizo alarde de artes negociadoras, consiguiendo se les permitiera ir al hotel, para comer. Antes, de cualquier modo, los policías fueron olfateando el aliento de cada jugador, uno por uno, cerciorándose de que, en efecto, no habían comido.

Al día siguiente, mientras Paco Bru liquidaba para poner rumbo a Nueva York, recibió una llamada telefónica advirtiéndole que una porción de hinchas mexicanos pretendía asaltar el hotel donde aguardaban los jugadores. “Corrí para allá, comprobando que los guardias tenían acordonado el recinto y se habían llevado a los futbolistas. Llamé al jefe de policía y éste me dijo: “Venga, no más…” A verle fui. Y en cuanto llegue me soltó a bocajarro: ¡Queda usted detenido!”.

Afortunadamente, el dueño del hotel donde se hospedaban era abogado y acudió en su defensa. O mejor dicho, en defensa de todo el equipo, pues la expedición al completo se hallaba en los calabozos. Para entonces, el embajador español, Álvarez del Vayo, con quien el propio Bru había estado en el último partido, se negó a intervenir, pese a ser insistentemente requerido. Sólo gracias al interés del abogado-hostelero, todos fueron puestos en libertad, excepto Valderrama, como capitán, y Bru, en su calidad de responsable absoluto. Dos policías acompañaron horas más tarde a ambos, mientras cenaban fuera de comisaría. Y únicamente serían puestos en libertad después de que el abogado amenazase con una demanda al ministro de Gobernación, tan pronto amaneciese, pues escapaba de cualquier lógica transformar una agresión en presunta alteración del orden. Las sorpresas, empero, no habían terminado aún, si damos por bueno el testimonio de don Paco:

“De buena mañana me reclamaron para arreglar el asunto. Mil pesos por jugador; es decir, 11.000 en total. No tengo dinero, respondí. Volvió a interceder el abogado y la multa se redujo a 10 pesos por cabeza. Pero cuando iba a pagar los 110 pesos, el encargado de recaudación me dijo que esperase a la tarde, pues era ya casi la una y él debía ir a comer. Aceptamos. Y luego, al volver, nos exigieron un recargo del 20 %, por no haber pagado antes de la una. No hubo más remedio que abonar la multa y el recargo. Esa noche emprendimos viaje a Nueva York”.

Humillados, es de suponer, sintiéndose víctimas de una vil y bien orquestada mordida. Pero al menos libres.

Aunque Ricardo Zamora nunca tuvo ficha del Racing, sí lo reforzó puntualmente, para algún bolo. En la imagen junto al capitán racinguista y el herculano Jordá.

Aunque Ricardo Zamora nunca tuvo ficha del Racing, sí lo reforzó puntualmente, para algún bolo. En la imagen junto al capitán racinguista y el herculano Jordá.

El viaje, después de tanto sobresalto, resultó relajante. Cuatro noches y cinco días en vagón de primera, con salón panorámico, comedor, barbero japonés… Lujo propio de millonarios, que hizo renacer el optimismo. Desde el mismo tren se concertaron cuatro partidos en la Gran Manzana, resueltos con derrota por 3-1 en el primero “a causa de la desdichada actuación de Plattko, a quien hubo de sustituir Alfonso Martínez, y a un árbitro parcialísimo en nuestra contra. Para tanto fue lo del “referee”, que el público lo hubiese linchado si nosotros no llegamos a impedirlo”. Fisher, secretario de la FIFA y espectador del encuentro, felicitó a nuestros compatriotas por su caballerosidad. Luego vencieron al Hakoa, a los Portugueses y al Hispania. Y como los fondos no llegaban para regresar a Madrid, hubo que seguir contratando partidos y más partidos. “Jugamos en instalaciones con capacidad para albergar a 120.000 espectadores, y en solares sin graderío”, aseguraron distintos componentes de la expedición. “Fue una odisea, de la que salimos, al fin, con posibilidad de emprender el regreso”, sintetizó Bru.

Odisea mayúscula, en un New York mortecino, víctima de la terrible crisis subsiguiente al crac bursátil de 1929,escenario de quiebras y desahucios, entre colas allá donde sirviesen cucharones de sopa gratuita. Tumba de sueños y paraíso de gánsteres, destiladores clandestinos, prostitutas o sinvergüenzas aclamados como héroes. Cloaca de corrupción generalizada y dinero a raudales bajo mano, producto de una Ley Seca útil sólo para acentuar el alcoholismo y convertir en grandes mafiosos a antiguos delincuentes de pacotilla. Porque la Ley Volstead, no lo olvidemos, como los “Intocables” de Elliot Ness, eran actualidad viva a finales de 1931 e inicio del 32.

Vigente desde el 17 de enero de 1920 hasta su derogación con la XXI Enmienda, el 5 de diciembre de 1933, la Ley Volstead -denominada así en honor al presidente del Comité Judicial de la Casa Blanca, Andrew Volstead-, fondo de tantas novelas y películas, prohibía el consumo de alcoholes en cualquier estado de la Unión. A decir verdad, fue una ley absurda, cuajada de contrasentidos, pues si convertía en ilegal la producción de vino, nunca puso impedimentos, por ejemplo, a la comercialización de zumos de uva en forma de bricks semisólidos, con los que fácilmente se podía elaborar vino casero. Cierto que los envases advertían sobre la prohibición de fermentar esos jugos. Pero a nadie escapaba que semejante producto tenía como único fin la fermentación clandestina. Al Capone, Frank Nitti, Joe Masseria, Frank Costello, Lucky Luciano, Joe Bonano, Vito Genovese o Joe Valachi, entre otros muchos, infringieron todos los códigos para dar de beber en garitos a una población obsesionada por vivir de prisa y no pensar en todo cuanto a su alrededor se derrumbaba. Saltarse la ley se convirtió poco menos que en deporte sin excesivo riesgo. Y contar cómo se había escapado a una redada por la puerta de atrás, aprovechando el tumulto, en magnífico tema de conversación. El embrujo del swing, las roncas voces negras arrancadas del blues, el electrizante jazz de Ben Pollack, Benny Goodman, Cab Calloway o Jack Teagarden, las noches en el “Savoy” o “Cotton Club”, con sus trompetistas llegados desde Nueva Orleans, enfebrecían a quienes, sin saberlo, iban a caer por el tobogán hacia nuevas guerras: la II Mundial por cuanto tocaba a los estadounidense, y la Civil, o incivil, en el caso de Bru y sus muchachos. Porque sí, parte de los expedicionarios también jugaron a embebecerse en aquella doctrina lúdica.

Con ocasión de los partidos en Nueva York, conocieron a gente de muy distintos orígenes y estratos. Italianos, portugueses, compatriotas que decían haber trabajado en Hollywood o ir camino de la meca del celuloide, emigrantes a quienes costaba salir adelante, aventureros… Entre estos, a Juan López, residente a caballo entre Brooklyn, Manhattan y el Bronx, cuyo oficio, según comentara, era el de contragángster. Esto es, dedicado a despojar a otros gánsteres de sus rapiñas o existencias de licor, mediante el expeditivo lenguaje de las armas. Una noche, Juan López se llevó de cena y francachela a Mondragón, Tena, Lolín y Alfonso Martínez, con la mala suerte de vérselas ante pistoleros empeñados en ajustar cuentas. Sólo después de muchas vueltas, giros y regates por calles a oscuras, medio desiertas, lograron despistarlos. La misma titularidad del vehículo empleado en su huida estaba un tanto en entredicho. Cuando los cuatro futbolistas regresaron al hotel, sudaban por cada poro.

Paco Bru, entrenador del Racing y hombre fundamental en la gira.

Paco Bru, entrenador del Racing y hombre fundamental en la gira.

Al cabo tuvieron noticias de que López había acabado del único modo posible: hecho un colador, bajo el plomo de competidores burlados.

Ya en España, los protagonistas de esta aventura entendieron por qué nadie les giró dinero en momentos de máxima dificultad. El Racing se hallaba virtualmente en ruinas. Resulta dudoso que la Federación Centro contribuyese decididamente a repatriarlos, como se aseguró alguna vez, puesto que Paco Bru nunca quiso reconocerlo. Y naturalmente, motivos tenía para estar bien informado. Lo que sí hicieron los federativos fue imponer una multa al club, por desacato -recordemos su prohibición a partir de gira-, y corroborar el descenso decretado con anterioridad. La directiva racinguista se avino a la sanción económica, pero de ningún modo al descenso. Y para manifestar su firmeza retiró al equipo de la competición. Mientras buena parte de su plantilla se desperdigaba, unos cuantos continuaron disputando amistosos por distintos  enclaves peninsulares. Parte de la afición, descorazonada, acabaría uniéndose a la Unión Balompédica Chamberí, fundada en 1927.

Para saldar su deuda con la Federación y ante la imposibilidad de atender el vencimiento de intereses, los mandatarios del Racing no tuvieron más remedio que malvender su flamante estadio. El 4 de febrero de 1932, Fernando de Bernardos, todo un osado, era aupado a la presidencia. Entre sus intenciones, recuperar a la entidad, solicitar el reingreso en la primera categoría del fútbol madrileño, y equipararse al Madrid Football Club y Athletic Club de Madrid. Como quiera que desde la federación se mostrasen inflexibles respecto a la categoría, el club rojinegro se volatiliza virtualmente. Ya no cabía hablar del Racing, sino del Castilla, resultado de agrupar con  la Unión Sporting algún resto del naufragio.

Otros despojos y girones de historia fueron a parar a la Unión Balompédica Chamberí, surgida de fusionar la Asociación Deportiva Chamberí con el C. D. Chamberí. Militaba en 3ª Categoría cuando las fatídicas vacaciones de 1936 estallaron en sangre, pólvora y lágrimas. Tras la derrota republicana, este equipo volvería a la palestra como Racing Club de Chamberí, hasta adoptar en 1941 la denominación de Agrupación Recreativa Chamberí, y reivindicar derechos inherentes al Racing, como presunto heredero legítimo. La Federación, empero, nunca admitió su solicitud de ingresar en 3ª, alegando no disponer de campo propio y contar otras entidades con más derechos. Si hubo maniobras para recabar el apoyo de clubes prestigiosos, como parece, estas gozaron de mínimo recorrido. De poco sirvió a la Agrupación Recreativa atesorar en su vitrina los trofeos del viejo Racing. La solidaridad y el “fair-play” parecían haber ido a pique, como tantas otras cosas, durante aquellos tres años de guerra.

La Agrupación Recreativa Chamberí, superados múltiples avatares por campos de tierra, concluyó disolviéndose la temporada 1976-77. Para entonces pocos sabían algo acerca de una gira tan desesperada como catastrófica. Real Madrid y Atlético, antaño competidores directos del Racing, ya habían ganado títulos de Liga y Copa, asomado a finales europeas e intercontinentales, mudado de campo y contabilizado en varias decenas de miles a su feligresía dominical. Perdido cualquier vestigio de romanticismo, al fútbol sólo se llegaba para corear cantos triunfales e izar trofeos. Pues bien, hubo una vez un mediano que ansioso de convertirse en grande midió muy mal su verdadera fuerza, hizo todo lo posible por aferrarse a la vida e incluso se embarcó en una aventura propia del Siglo de Oro. Todo le salió mal, de acuerdo. Pero, ¿acaso importa?.

La épica no está en el triunfo, sino en la voluntad y el empuje puesto para perseguirlo.




La gira del Betis por Alemania en 1925

En el recién finalizado mes de agosto se cumplieron 90 años de la gira que el Real Betis Balompié realizó por Alemania.

Fue en agosto de 1925 cuando el conjunto verdiblanco llevó a cabo esta expedición, disputando un total de cuatro partidos contra equipos alemanes.

Con frecuencia, desde finales de la década anterior, el Betis realizó diversas giras futbolísticas aunque hasta ese momento siempre dentro de las fronteras españolas. Así en 1919 fue el primer equipo peninsular que jugó en Canarias, disputando 8 partidos entre las islas de Tenerife y Gran Canaria. Y durante la primera mitad de la década de los 20 el camisolín verdiblanco apareció por los terrenos de juego de Madrid, Vigo, Murcia, Barcelona, Bilbao, Santander, Gijón, Langreo, Cartagena, Valencia, Alicante, Oviedo, etc.

Ahora se dio un paso adelante con una gira por tierras centroeuropeas, una actividad cada vez más frecuente, ligada a la expansión del fútbol como espectáculo y al desarrollo de los medios de transporte.

La República de Weimar, el sistema democrático y parlamentario que sustituyó al Segundo Reich tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, pasó por graves dificultades económicas, sociales y políticas entre 1919 y 1923, pero a partir de 1924, con el Plan Daves se inició la recuperación económica. Los tratados de Locarno de 1925 supusieron el retorno de Alemania a la escena internacional, concretada en su ingreso en la Sociedad de Naciones en 1926.

Es en este contexto en el que el fútbol alemán retoma el contacto con el resto de Europa, pues había permanecido al margen desde 1914. De hecho Alemania no participó en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920 ni en los de París en 1924, y no sería hasta las Olimpiadas de 1928 en Ámsterdam cuando volvieran a la máxima competición futbolística.

En mayo y junio de 1925 fue el equipo barcelonés de la Unió Esportiva Sants el primero en realizar una gira futbolística por Alemania, disputando un total de 5 partidos, mientras que coincidiendo con la expedición bética será la Real Sociedad la que juegue 2 partidos también en agosto de 1925.

La expedición bética partió de Sevilla el 10 de agosto, realizando la siguiente ruta ferroviaria: Sevilla-Madrid-Barcelona-París-Colonia.

No existía por esa época un torneo nacional de Liga en Alemania, sino que se disputaban campeonatos regionales. Los vencedores, y desde 1925 también los subcampeones, luchaban por el Campeonato Alemán mediante un torneo por eliminatorias.

El sábado 15 de agosto el Betis disputó su primer partido frente al FC ViktoriaFosrt, club fundado en 1901 y que se disolvió en 1945 tras la división de la ciudad entre las dos Alemanias. En ese año 1925 el FC Viktoria fue el vencedor de uno de los torneos regionales, el Campeonato del Sureste, lo que le dio oportunidad de jugar el Campeonato Alemán, siendo eliminado por el SchwarzWeissEssen.

BetisporAlemania01En el partido contra el Betis se impuso claramente el conjunto alemán por 4 a 0.

Al día siguiente, en la cercana localidad de Breslau, el Betis se enfrentó al VereinigteBreslauerSportfreunde, club fundado en 1919, y que fue el dominador en la época del Campeonato del Sureste, pues lo ganó en 1920, 1921, 1922, 1923, 1924 y 1927. Tras la Segunda Guerra Mundial Breslau pasó a ser la actual Wroclaw polaca, desapareciendo el club alemán.

BetisporAlemania02En este segundo partido el Sportfreunde se impuso por 2 goles a 0, ante unos 4.000 espectadores.

Una semana después, el sábado 22 de agosto el Betis se enfrenta al FC Hanau 93, el club más antiguo del estado de Hessen, siendo uno de los clubs fundadores de la Asociación Alemana de Fútbol en 1900. Data de 1893 y es el único de los 4 a los que se enfrentó el Betis que continúa activo.

BetisporAlemania03En este partido el Betis cosechó una importante derrota por 6 goles a 1.

El domingo 23 de agosto se disputó el último partido de la gira, frente al ASN Nürnberg, club fundado en 1911 y que en esa época era el tercero de la región tras el FC Nürnberg y el SpVggFurth.

BetisporAlemania04El conjunto bávaro se impuso por 1 a 0.

La gira alemana se cerró por lo tanto con 4 derrotas. Por manifestaciones posteriores de los jugadores béticos sabemos que en estos resultados influyó el hecho de jugar sobre hierba, algo que por entonces suponía un duro hándicap para los equipos andaluces, que disputaban sus partidos sobre tierra. No sería hasta la Asamblea de la Federación celebrada en julio de 1925 cuando se impuso la norma de que los encuentros de competición oficial se disputaran sobre hierba, y su aplicación en los años posteriores siempre estuvo salpicada de polémicas.

Se jugaron los partidos con la nueva modificación de la regla XI adoptada por la FIFA, en virtud de la cual ya sólo serían necesarios dos jugadores para evitar el fuera de juego, cuando hasta entonces habían sido tres.

Destacó la prensa alemana el papel de dos jugadores béticos: Andrés Aranday el portero José Torres, a quien le pusieron de sobrenombre “El Gato”.  También menciona la prensa alemana que en el equipo bético faltaban algunos jugadores habituales, por encontrarse desplazados en la guerra de Marruecos.

BetisporAlemania05Para los jugadores béticos fue toda una experiencia, destacando en sus relatos posteriores cómo fueron tratados en todas partes, sobre todo el recibimiento que tuvieron en Breslau, y la impresión producida por grandes ciudades como París y Berlín. Se intercambiaron diversos obsequios con los clubs alemanes, como copas, placas y bandejas conmemorativas de la expedición.

El 29 de agosto en la estación de Córdoba de la ciudad hispalense el Betis fue recibido a su vuelta por directivos, aficionados y familiares de los jugadores. La gira por Alemania había concluido.