Domènec “Mingu” Balmanya: 1956-1958. Primera parte

Balmanya01A diferencia de lo ocurrido con otros técnicos, el paso por el Barça de Domènec Balmanya, el entrañable Mingu, no representó el cénit de su carrera como técnico, sino más bien una de sus primeras etapas. Saltó del banquillo de un recién estrenado «Camp Nou» con sólo 43 años, a pesar de que su encanecido cabello le hacía aparentar unos cuantos más, a una edad en la que muchos entrenadores aun lo tienen todo por demostrar. Y él lo demostró – o mejor dicho, lo corroboró – en numerosos equipos, e incluso en algún que otro despacho, durante las dos décadas siguientes, hasta que su vida particular – familia y negocios – le retiró del fútbol «activo», aunque seguiría cultivando su gran pasión en calidad de comentarista radiofónico hasta prácticamente el momento de su muerte.

Domènec Balmanya Perera nace en Girona el 29 de diciembre de 1914. Su padre tenía una pequeña carpintería en la calle Anselm Clavé, y el chico va a crecer sanote y fuerte, y muy pronto empezará a propinarle patadas a un balón o a lo que se terciase y tuviera forma más o menos redonda, a la vez que cantaba en el coro de la iglesia del Mercadal. En La Dehesa, hermosa arboleda situada a las afueras de la capital gerundense pasará buena parte de esos años formativos, puliendo su técnica individual y aprendiendo a conducir el balón con la cabeza bien alta, si no quería estamparse de morros contra alguno de sus muchos árboles. Alumno del Colegio de los Hermanos de La Salle, donde cursa estudios de Comercio, se inicia en los infantiles del Girona FC. Aun en edad juvenil, y gracias a su poderosa constitución física, muy pronto formará parte del equipo reserva de los rojiblancos, en Segunda Regional.

Sus primeros pasos los dio como delantero, pero en la temporada 33-34 el entrenador José Luís Zabala le bajó a la medular, situándole en la posición de volante derecho. En la campaña siguiente ya ingresa en la primera plantilla del Girona, militando en Segunda División, y destaca tanto que el Barça le va a fichar al terminar dicho curso. El Girona cobró 15.000 pesetas por el traspaso, y el jugador 10.000, que para entonces no estaba nada mal, con un sueldo mensual de 500 pesetas, y una prima de 150 por partido ganado, fruto de unas negociaciones llevadas por su propio padre. Ya en las filas del Barça va a convertirse en uno de los titulares indiscutibles, a las órdenes del técnico irlandés Patrick O´Connell, actuando como medio izquierdo. Los azulgranas, tras algunos años muy grises, contaban entonces con un buen equipo, en el que junto al joven y fornido Mingu figuraban gente de la talla de Nogués, Areso, Zabalo, Berkessy (con el que tendrá posteriormente ciertos desencuentros durante su etapa de entrenador del Real Zaragoza), Raich, Ventolrá, Escolá, Enrique Fernández o Munlloch. En la Liga se clasifican en mitad de la tabla, pero en la Copa llegan hasta la final, aunque son derrotados en «Mestalla» por el Real Madrid (2-1), en un vibrante encuentro donde Balmanya resulta lesionado.

UNA CARRERA PARTIDA EN DOS POR LA GUERRA

Con el estallido de la Guerra Civil se suspenden todas las competiciones nacionales, pero los jugadores barcelonesas reinician los entrenamientos como si nada hubiera ocurrido en agosto de 1936, con vistas a disputar el Campeonato de Cataluña y una nueva e improvisada competición, la Liga Mediterránea, en la que finalmente se impondrán los azulgranas. Con posterioridad, entre mayo y octubre de 1937, el equipo dejará una convulsa Ciudad Condal para embarcarse en una larga gira  por México y Estados Unidos, que entre otras cosas servirá para restañar el maltrecho estado económico de la entidad culé, muy resentido por las numerosas bajas de socios y las escasas recaudaciones de los partidos que seguían jugándose en «Les Corts» en plena Guerra.

A la hora del regreso a Barcelona, algunos futbolistas van a optar por quedarse en México, mientras que otros pasarán a la vecina Francia. Entre estos últimos se encuentra Balmanya, que va a enrolarse en el Séte, un equipo de la Primera División gala, representativo de una pequeña ciudad occitana, en la región del Languedoc-Rosellón, próxima a Montpellier y cuna de grandes escritores y artistas como el poeta Paul Valery, el cantautor Georges Brassens o el guitarrista flamenco «Manitas de plata». Allí actúa junto a  sus compañeros Escolá y Raich, y va a proclamarse campeón de la Liga del país vecino en 1938-39. El 1 de abril de 1939 finaliza la Guerra Civil Española, pero el primero de septiembre del mismo año estalla la que pronto va a convertirse en Segunda Guerra Mundial, y entonces Balmanya deja el Séte, retornando a su ciudad natal, Girona. Las autoridades deportivas del nuevo estado franquista van a suspender por largo tiempo a todos los futbolistas que no se habían incorporado a la España Nacional, de modo que Mingu verá nuevamente truncada su carrera deportiva, y tendrá que sobrevivir durante estos difíciles años dedicándose al negocio familiar de carpintería, mientras mantenía mínimamente la forma jugando partidos de Festa Major por los pueblos.

Al final, los seis años de suspensión impuestos en un primer momento van a quedarse sólo en dos, y así, al iniciarse la temporada 1941-42 ya puede reincorporarse a un Barça renquean, que durante aquella misma campaña se verá obligado a jugar la promoción para mantener la categoría (lo que consigue goleando al Murcia, 5 a 1, en un partido disputado en Madrid), pero una semana antes había conquistado la «Copa del Generalísimo», al derrotar al Athletic de Bilbao por 4 a 3, en un encuentro de lo más emocionante, que se disputó en el viejo campo de Chamartín el 21 de junio de 1942, y en el que el Barça presentó la siguiente alineación: Miró; Zabala, Benito; Raich, Rosalench, Llácer; Sospedra, Escolá, Mariano Martín, Balmanya y Bravo.

Continuará como jugador barcelonista en las dos siguientes campañas, para fichar en 1944 por el Nàstic de Tarragona, cobrando 25.000 pesetas. En total se enfundó la elástica blaugrana en   111 ocasiones, marcando   16 goles. Su trayectoria resultó partida de raíz por nuestra contienda fratricida, impidiendo seguramente que llegase a cotas más elevadas (jamás fue internacional, por ejemplo, aunque también en su época se jugaban muy pocos partidos entre selecciones, por culpa de la Guerra Mundial). Con los bermellones va a ascender desde Tercera a Primera División, donde debutan los de la Imperial Tarraco en la temporada 47-48. Balmanya llegará a realizar incluso las funciones de jugador-entrenador en el curso 1949-50, durante el tramo final del campeonato. Una vez colgadas las botas en el Sant Andreu (1950-51), va a sacarse el título de entrenador regional, y será segundo de su promoción en el cursillo del Nacional, tras Salvador Artigas. Incluso  – todo un estudioso – llegará a realizar un curso en Reims, Francia.

Se estrena en el banquillo en 1952, dirigiendo a su Girona en Tercera División, pero muy pronto, en noviembre de dicho año, recibe la llamada de un Real Zaragoza en apuros, para intentar salvarlo del descenso, cosa que finalmente no pudo lograr. No obstante, continúa al frente del equipo año en Segunda, iniciando la temporada 53-54, aunque al concluir la décima jornada presenta su dimisión a causa de los malos resultados, iniciándose una batalla de declaraciones cruzadas entre Mingu y su predecesor en el cargo,  Elemer Berkessy – que seguía viendo en Zaragoza-. Se daba la curiosa circunstancia de que ambos técnicos habían coincidido como jugadores en las filas del Barça durante la temporada 35-36, y que luego Berkessy fue alumno de Balmanya en la Escuela Nacional de Preparadores, según nos cuenta en su magnífico y documentadísimo artículo, publicado hace unos meses en «Cuadernos de Fútbol»,  Vidal Viñarás de Blas.

En la temporada 54-55 Balmanya casi logra ascender al Real Oviedo, subcampeón del Grupo 1 de Segunda, pero a la postre sólo podrá clasificarse en tercer lugar  en la liguilla de ascenso. Y tras un año en blanco, va a ser el elegido  por el presidente Francesc Miró-Sans para sustituir a Platko en un Barça que lleva ya tres años sin rascar bola. Su experiencia en los banquillos no es mucha, pero su prestigio como profundo conocedor del fútbol le acompaña ya a dónde quiera que va.

EL BARÇA LE BRINDA SU PRIMERA GRAN OPORTUNIDAD COMO ENTRENADOR

En una época en la que aun no se habían inventado los stage de pretemporada -y casi ni se empleaba dicho concepto, sino que se hablaba de «preparación», y posteriormente de «rodaje»- Balmanya, tras la preceptiva presentación en «Les Corts» el lunes 6 de agosto,  se va a llevar a sus flamantes pupilos a la localidad gerundense de Ribes de Freser.  Se conservan varios interesantes testimonios gráficos de la estancia allí de la plantilla barcelonesa, entre ellos la fotografía (ver debajo) de todo el grupo sentado en los peldaños de una gran escalinata de piedra, con el nuevo técnico y sus auxiliares Ángel Mur Navarro y Claudio Pellejero detrás suyo, de pie y con los brazos cruzados, como si fueran los profesores de una clase de aplicados alumnos.

Balmanya02Tras unos días de oxigenación esnifando los puros y límpidos aires pirenaicos, el plantel blaugrana va a regresar a la Ciudad Condal el sábado 11 de agosto.

Se produce  el acostumbrado movimiento de altas y bajas, que ese verano tiene especial incidencia debido al ascenso del España Industrial a Primera División, aunque para poder competir en la máxima categoría del fútbol español se verá obligado a cambiar su nombre por el de «Club Deportivo Condal», ya que la reglamentación entonces vigente impedía la presencia de clubes con nombres de empresa («La España Industrial» era una conocida factoría textil ubicada en el barrio barcelonés de Sants y dedicada al hilado, tejido y estampado del algodón). Dadas las especiales relaciones entre ambos clubes (de hecho, el recién ascendido venía a ser en la práctica un autentico filial del Barça, aunque las autoridades federativas no lo considerasen así), varios jugadores de la plantilla profesional azulgrana pasarán al nuevo primerdivisionario (Goicolea, Hanke, Castañer, Gonzalvo III, Navarro II y Moll), mientras que de sus filas promocionan al Barça el guardameta Pere Estrems, el defensa Ferrán Olivella y el centrocampista Martí Verges, que se unen a las incorporaciones producidas a finales de la anterior temporada 55-56: Ribelles y Gensana, ambos procedentes de la U.E. Lleida, el gerundense Coll y los paraguayos Melanio Olmedo y Eulogio Martínez. De manera que la plantilla barcelonista para la temporada 1956-57 va a quedar configurada de la forma siguiente: Ramallets, Estrems, Olivella, Seguer, Biosca, Brugué, Olmedo, Gracia, Segarra, Gensana, Flotats, Bosch, Vergés, Basora, Tejada, Mandi, Ribelles, Coll, Villaverde, Sampedro, Kubala, Eulogio Martínez, Luís Suárez y Manchón. Causan baja los delanteros Areta II, que pasa al Valencia, y Moreno, que se va a la Unión Deportiva Las Palmas.

Balmanya va a protagonizar una pequeña revolución, dando cancha a lo que dará en llamarse «el equipo experimental». Por aquellos días de 1956 estaba muy de actualidad el término «desestalinización», para referirse al proceso iniciado por el dirigente soviético Nikita Kruschev, el nuevo hombre fuerte del Kremlin, que había denunciado en el XX Congreso del PCUS los «errores» cometidos por el Camarada Stalin, repentinamente fallecido en marzo de 1953. Una vez muerto el todopoderoso líder, la URSS emprende una tímida liberalización conocida como «el Deshielo». Pues bien: en el Barça va a hablarse también de «deskubalización», en el sentido de tratar de limitar la excesiva dependencia que el equipo tenía respecto al juego de su gran estrella surgida del frío. Balmanya  será el encargado de llevar a cabo este reajuste, ocasionado también por el lento pero inexorable declive físico de un Laszi muy castigado por las lesiones, apostando por jóvenes valores de la cantera catalana -los citados Olivella, Vergés y Gensana- que alcanzarían la internacionalidad con la Selección Absoluta antes de que finalizase la temporada de su debut en la máxima categoría, mientras que el guardameta Pere Estrems tendrá que contentarse con permanecer a la sombra del incombustible Ramallets. Del Girona había llegado el extremo ambidiestro Lluis Coll, un jugador que prometía mucho pero al que la mala suerte en forma de lesiones y la gran  competencia en su demarcación (Basora, Manchón, Tejada, Czibor, Villaverde…) impidieron triunfar. También con Balmanya en el banquillo se consolida en el lateral izquierdo de la zaga Sigfrid Gracia, al que Platko había convertido en titular durante el curso anterior. Y, por supuesto, lo hace también el talentoso y casi imberbe Luís Suárez, que irá tomando la manija del equipo, para disgusto de los más acérrimos partidarios de Kubala, porque entre la afición comienza a producirse una especie de cisma, dividiéndose estúpidamente  en dos bandos, «suaristas» y «kubalistas», cuando juventud y experiencia eran perfectamente compatibles en la misma alineación. Y eso, sin contar con el nuevo fichaje para la temporada 56-57, el paraguayo Eulogio Martínez, un delantero tan hábil como rompedor, auténtico «abrelatas» de las defensas contrarias.

Los cambios también traen aparejado el eclipse de algunos jugadores. Gonzalvo III, tras su brillante carrera, pasará a reforzar al Condal, mientras que el peso específico de hombres como Seguer, Flotats, Bosch o Manchón desciende notablemente. No así el de Estanislau Basora, que va a conocer algo parecido a una segunda juventud, ni tampoco el de Segarra, quien una vez desplazado del lateral izquierdo por el joven Gracia, será capaz de reciclarse en la zona media del campo, demostrando gran brillo y jerarquía.

El equipo va a presentarse ante su afición el miércoles 22 de agosto, en un partido amistoso en el cual el Barça vence claramente al Racing de París por 5 goles a 2, obra de Tejada (2), Sampedro, Suárez y Villaverde. Esta fue la alineación azulgrana: Ramallets (Estrems); Gensana (Olivella), Biosca (Brugué), Olivella (Gracia): Bosch (Vergés), Segarra; Tejada (Basora), Villaverde, Kubala (Sampedro), Martínez (Suárez) y Coll (Tejada). Balmanya, en sus exclamaciones a la prensa, va a criticar la impaciencia de la afición, argumentando que «formar un equipo no es cosa de un día ni de semanas, sino de meses». Añade que el trabajo diario ha variado en lo referente a la preparación física, ahora más intensa, y en aspectos tácticos del juego, y pide paciencia hasta que se logre la necesaria compenetración de un conjunto que pretende evolucionar con mayor rapidez que antes. También, durante la nueva temporada, va a aprovechar los jueves para sustituir el entrenamiento de ese día por partidos amistosos disputados en «Les Corts» contra equipos catalanes de Tercera División, alineando en ellos a los suplentes habituales, a jugadores aun faltos de ritmo tras salir de una lesión,  y a jóvenes promesas.

PRIMER ACTO…

El domingo 9 de septiembre de 1956 arranca una nueva edición del Campeonato Nacional de Liga, la que suponía el número 26 desde su inicio. El Barça de Balmanya lo hace en «Les Corts», con el recién ascendido Osasuna como contrincante y la siguiente alineación: Ramallets; Olivella, Biosca, Gracia; Bosch, Segarra; Mandi, Villaverde, Kubala, Suárez y Coll. Palmas de tango y discreta victoria local, con un gol en cada tiempo, obra de Bosch y Villaverde. El primer líder del campeonato va a ser el Real Madrid, tras vencer ampliamente en el «Bernabeu» al Condal, a pesar de todos sus refuerzos barcelonistas (6-0)

Segunda jornada. Derrota en Valladolid (2-1). Los locales pusieron más nervio y velocidad que el Barça. En la primera parte el ex-azulgrana Badenes y el catalán Murillo anotaron el 2-0, y en la segunda Basora acortó distancias nada más iniciada la reanudación. Líder Real Madrid, con 3 puntos, empatado con Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Zaragoza, Las Palmas, Real Sociedad y Sevilla, y el Barça un punto abajo.

Tercera jornada. Marcador de escándalo en «Les Corts»: Barça 7-Atlético de Madrid 3. Floja defensa «colchonera» y cuatro tantos de Luís Suárez y 3 de Justo Tejada, y eso que no jugó Kubala…El Real Zaragoza es sorprendente líder, con cinco puntos, mientras que el Barça ocupa la quinta plaza con cuatro.

Cuarta jornada: Jaén 1-Barça 2. Dominio azulgrana y defensiva local. No obstante abrieron el marcador los andaluces con un tanto de Antoniet, pero Tejada empató antes del descanso, y Luís Suárez, de tiro lejano, consiguió el gol de la victoria barcelonesa. El Athletic de Bilbao es nuevo líder (7 puntos), y el Barça segundo con 6, encabezando un grupo de seguidores completado por Sevilla, Las Palmas y Valladolid. El Real Madrid, vigente primer campeón de Europa, no había empezado bien la competición, y era octavo, con tan sólo cuatro puntos.

Quinta jornada. El Barça – que seguía sin poder contar con Kubala – vence en «Les Corts» sin grandes apuros al Deportivo de La Coruña por 3 a 1 (Suárez, Sampedro y Villaverde). Ahora los blaugranas son segundos en solitario, a un punto del Athletic de Bilbao que comanda la clasificación.

Jornada 6. Choque en la cumbre entre los dos primeros clasificados. El Barça va a lograr un magnífico resultado en el terreno del vigente campeón liguero. Mayor dominio rojiblanco pero peligrosos contraataques azulgranas. Los dos tantos se marcaron en la segunda parte, obra de Suárez -que se estaba mostrando muy goleador en este comienzo de temporada- y Maguregui. Las posiciones seguían igual que una semana antes, pero el Real Madrid ya era cuarto, a sólo dos puntos del líder.

Jornada 7. Tropiezo del Barça en el «Estadio Insular» ante Las Palmas, que venció por la mínima gracias a un gol logrado en la primera mitad. Buena defensiva local, y un Barça que defraudó en su paso por Canarias pese a la reaparición de Kubala. El Athletic de Bilbao seguía al frente de la tabla, pero el Barça cae a la cuarta posición, a 3 puntos de los «leones». El Real Madrid ya es segundo, a dos puntos de los vascos.

Jornada 8. Barça 1- Real Sociedad 0. Victoria catalana con grandes apuros. El cerrojo donostiarra mantuvo su portería a cero hasta 10 minutos antes del final, cuando el joven Vergés batió al meta guipuzcoano. El Bilbao continuaba arriba con 14 puntos, el Real Madrid era segundo (12), y el Barça tercero con 11, empatado con Valladolid, mientras  que Sevilla y Las Palmas ocupaban la quinta y sexta plaza, respectivamente, a cuatro del líder.

Jornada 9. Gran partido en «Mestalla», con dos equipos volcados al ataque y constantes alternativas en el marcador. El resultado final fue de empate a 3, con goles blaugranas de Eulogio Martínez (su primer tanto en Liga), Tejada y Manchón, este último a sólo dos minutos del pitido final. Dos de los goles «ches» los hicieron ex-barcelonistas: Estéban Areta y «Cheché» Martín. El R. Madrid alcanzaba en la cabeza al Athletic, al derrotarle claramente en el «Bernabéu» por 3-0 (Mateos, Kopa y Gento). Barça y Sevilla son tercero y cuarto, a dos puntos de «merengues» y bilbaínos.

Jornada 10. Nuevo duelo de titanes en «Les Corts»: Barça 1-Real Madrid 0. Mejor juego barcelonista, que mereció una victoria más amplia, frustrada por la gran actuación del meta merengue Juanito Alonso. Suárez marco el único tanto del encuentro en el minuto 46, y el flamante fichaje madridista, el delantero francés Raymond Kopa, falló dos claras oportunidades. A las órdenes del vizcaíno Ortiz de Mendíbil ambos equipos presentaron las siguientes alineaciones: por el Barça, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Gensana; Tejada, Sampedro, Eulogio Martínez, Suárez y Manchón, y por el Real Madrid, Alonso; Atienza, Oliva, Lesmes II; Santistéban, Zárraga; Kopa, Marsal, Di Stefano, Mateos y Gento. De nuevo era baja Kubala.

Al finalizar el primer tercio de la competición, la tabla estaba encabezada por el Athletic de Bilbao, con 16 puntos y 4 positivos, seguido por el Real Madrid, Barcelona y Sevilla, empatados los tres a 14 puntos. El Barça ofrecía un balance de 6 partidos ganados, 2 empatados y otros tantos perdidos, con 21 goles a favor (pocos) y 12 en contra. Por otra parte, su gran estrella, Kubala, tan sólo había podido participar en tres encuentros.

Jornada 11. En «Torrero» el recién ascendido Zaragoza va a dar buena cuenta del Barça por 2 a 0, ambos conseguidos en la primera parte, obra de Domingo y Wilson. Dominio alterno en un partido emocionante que dejó al Barcelona cuarto de la general, a 2 puntos del nuevo líder, el Real Madrid, que aprovechó también la derrota del Athletic en «Balaídos» para encaramarse al frente de la clasificación.

Jornada 12. El Barça se deshace con facilidad del Celta en «Les Corts» (4-1: Manchón, Sampedro, Gracia y Tejada), pero el Real Madrid vence en «Mestalla» (1-2), y el Athletic de Bilbao derrota al Condal por 3 a 0 en «San Mamés». Siguen líderes los blancos, empatados a puntos con los «leones», con Barça y Sevilla a 2 puntos.

Jornada 13. Mal resultado para el Barça, ya que en duelo fratricida en «Les Corts», jugando como visitante, no fue capaz de pasar del empate ante el Condal. Estas fueron las formaciones: por los condalistas, Goicolea; Simó, Rodri, Castañer; Gonzalvo III, Roma; Moll, Duró, Moya, Salvador y Bertrán, y por los azulgranas, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Gensana; Tejada, Sampedro, Eulogio Martínez, Suárez y Manchón. Marcó primero Manchón, en el 28, pero empató Duró en el minuto 70. El encuentro se disputó  el 1 de diciembre de 1956, a las órdenes del colegiado señor Blanco Pérez. Y como tampoco el Athletic de Bilbao se lució (perdió 3-0 en Sarrià), el Madrid – que derrotaba al Las Palmas en el «Bernabéu» por el mismo resultado abría brecha en la tabla: 20 puntos, con los vascos y el Sevilla con 18, y el Barça con 17.

Jornada 14. Otro mal resultado blaugrana. En el derbi local, Barça 1 (Manchón)-Español 1 (Coll), en un partido decepcionante,  flojo aunque igualado. Pero el Real Madrid tropieza en su casa frente al Real Zaragoza (3-3), y el Sevilla es apalizado en «San Mames» (5-0). Clasificación: Real Madrid (21), Athletic (20), Barça y Sevilla (ambos con 18)

Jornada 15. Choque de los grandes en «Nervión», con victoria merecida de un buen Sevilla sobre el Barça. 2 a 0 en la primera mitad (Ramoní y Arza), y Bosch que acorta distancias en la segunda. Ramallets atajó un máximo castigo. El Real Madrid, por su parte, vence con claridad al Celta en «Balaídos» (0-3), y el Athletic de Bilbao se impone en Pamplona a Osasuna (1-2). Al llegar al ecuador de la competición, el Madrid es líder – y honorífico «Campeón de Invierno» – con 23 puntos, y le siguen Athletic (22 ), Sevilla (20) y Barça, ya algo descolgado con 17, un registro muy pobre.

SEGUNDO ACTO…

Jornada 16. El Barça no parece levantar cabeza en cuanto a resultados, pero despacha un gran encuentro en «San Juan» frente a Osasuna, con empate final a 2. Se adelantó con sendas dianas de Eulogio Martínez y Kubala (que reaparecía), pero luego los navarros equilibraron la contienda en sólo tres minutos. Vencedor del Condal en «Les Corts» (0-1), el Real Madrid no aflojaba, mientras que el Sevilla se deshacía con apuros de la Real Sociedad en la capital hispalense (3-2), y el Athletic caía en «Zorrilla». Los merengues se distanciaban de sus perseguidores: 3 puntos con respecto a Bilbao y Sevilla, y 6 al Barça, igualado con un buen Valladolid, donde destacaban sus dos goleadores Murilo y Badenes.

Jornada 17. Mal Día de Reyes para el Athletic (cae en San Mamés 1-4 ante el Atlético de Madrid) y Sevilla (pierde 2-0 en Mestalla), y bueno en cambio para Real Madrid (7 a 2 al Español en el «Bernabéu») y Barça (4-0 al Valladolid, con dos tantos de Kubala y Eulogio Martínez y Basora completando la goleada). Ahora los blancos aventajan en 5 puntos a Bilbao y Sevilla, y continúan con el Barça a 6. La liga parecía ponérseles de cara…

Jornada 18. Las distancias  se estrechan debido a los marcadores de este domingo. Cae el Real Madrid en «Nervión» (2 a 0), el Athletic sorprendentemente también en Jaén (4-2) y el Barça – esto ya más lógico – en el «Metropolitano» (2 a 1, con tanto de Basora). Así queda la tabla: 1º Real Madrid (27), 2º Sevilla (24), 3º y 4º Atlético de Madrid – que entra en la pugna – y Athletic de Bilbao (22), y 5º Barça (21)

Jornada 19. Esquiva para las aspiraciones de Sevilla (pierde 3-1 en Zaragoza) y Atlético de Madrid – derrotado en «Atocha» por 2 a 1 -, y mejor para Athletic (2 a 0 al Deportivo de La Coruña en San Mamés) Real Madrid (apurada victoria casera ante Osasuna, 2-1) y Barça, 4 a 2 al Jaén, con tantos de Suárez (2), Basora – de nuevo en gran forma –  y Manchón. El Real Madrid es líder con 29, seguido de Athletic y Sevilla con 24, mientras que el Barça ocupa la cuarta plaza con 23.

Jornada 20. Gran victoria barcelonista en «Riazor» aplastando a un débil Deportivo, 1-6 (Kubala 3, Martínez, Suárez y Manchón). El Real Madrid empata a 3 en «Zorrilla», el Sevilla vence 2-0 al Celta en «Nervión». y el Athletic de Bilbao cae goleado 4-0 en  el «insular». Madrid 30, Sevilla 26, Barça 25, y los dos Atléticos con 24.

Jornada 21. El Barça acaba con todas las aspiraciones del Athletic de Bilbao al derrotarle en «Les Corts» por 2 a 0, con goles de Tejada y Eulogio Martínez en un partido flojo en el que el técnico rojiblanco Daucik presentó un equipo plagado de suplentes, reservando a los titulares para un crucial compromiso en la Copa de Europa. Y en la misma Barcelona, el Condal va a golear contra todo pronóstico al Sevilla por 5-1 (Allende 2 y Basora II 3), mientras que también de manera sorprendente el Atlético de Madrid se llevaba los dos puntos en su visita al «Bernabéu» (0 a 2, con tantos de Peiró y Miguel a la contra), en un pésimo partido de los blancos. La cabeza se estrechaba: 1º Real Madrid (30), 2º Barça (27), 3º y 4º Atlético de Madrid y Sevilla (26) y 5º Athletic de Bilbao (24)

Jornada 22. Vencen los cinco primeros clasificados, y todo permanece igual. El Barça golea en «Les Corts» a la UD. Las Palmas, 6 a 1, con tantos de Bosch (2), Villaverde, Eulogio Martínez, Basora y Kubala, de penalty.

Jornada 23. El Real Madrid se distancia un poco más del Barça, pues mientras los blancos derrotan en la capital al Deportivo de La Coruña con un solitario gol de Mateos, los azulgranas no pueden pasar del empate en «Atocha» (2-2) ante la Real Sociedad, aunque consiguieron nivelar un 2-0 adverso con goles de Eulogio Martínez y Kubala. El Sevilla, por su parte, vence a Las Palmas en «Nervión» (3-1), el Atlético de Madrid pierde 1-0 en Vigo, y el Athletic conquista «Mestalla» (1-2). Real Madrid 34, Barça y Sevilla 30, Atlético de Madrid y Athletic 28.

Jornada 24. Se estrecha mucho la cabeza. El Real Madrid cae en «San Mames» (4-2), el Sevilla lo hace más estrepitosamente aun en «San Juan» – 5 a 2-, el Atlético de Madrid golea al Condal en su feudo del «Metropolitano» (6-2), y el Barça derrota con apuros al Valencia (3 a 2). Basora, Villaverde y Eulogio Martínez marcaron por los catalanes, y Areta II e Iborra por los levantinos. El Madrid ya sólo le sacaba dos puntos al Barça (34-32), y cuatro a un trío perseguidor formado por los dos Atléticos y el Sevilla. El título estaba todavía abierto. Y al domingo siguiente se disputaría un trascendental R. Madrid-Barça en el «Bernabéu»…

Jornada 25. En el «partidazo» de la jornada el Real Madrid va a derrotar por 1 a 0 al Barça, igualando el goal average particular y abriendo de nuevo una considerable brecha. En un encuentro pleno de emoción y con mayor dominio local, Joseíto va a hacer el único gol en el minuto 21. Así formaron ambos equipos, a las órdenes del señor González Echeverría: por los blancos, Juanito Alonso; Becerril, Oliva, Atienza; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Kopa, Di Stefano, Mateos y Gento, y por los blaugranas, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Bosch; Basora, Villaverde, Martínez, Kubala y Suárez. El Atlético de Madrid vence en «Sarriá» (0-1), y el Sevilla se impone al Valladolid por 2 a 0 en «Nervión». El Athletic empataba en Zaragoza, y parecía despedirse definitivamente de sus ilusiones de revalidar el título. Así quedaba la tabla: R. Madrid 36, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla 32, y Athletic 31.

Jornada 26. Vuelven a estrecharse las posiciones, pues el Real Madrid cae estrepitosamente en un embarrado «Atocha», donde la Real le pasa por encima (3-0). El Barça derrota en «Les Corts» al Zaragoza por 4 a 2, todos obra de un Basora como en sus mejores tiempos. Y el Sevilla, en un encuentro también clave, se impone en el «Metropolitano» 1-2 al Atlético de Madrid. Así queda la clasificación, a falta de solamente cuatro jornadas para la conclusión del campeonato: 1º Real Madrid (36), 2º y 3º Barça y Sevilla (34), Athletic de Bilbao con 33, y Atlético de Madrid 32.

Jornada 27. Vencen los tres primeros, y todo sigue igual, con los dos Atléticos descolgándose definitivamente. El Real Madrid se impone al Valencia en la capital (2-0: Mateos y Gento), el Sevilla supera por 3 a 0 al Jaén (los tres goles obra de Arza), y el Barça triunfa 0-2 en «Balaídos», jugando a la contra, con tantos de Suárez y Tejada. A falta de tan sólo tres encuentros el Madrid es líder con 38 puntos, seguido de Barça y Sevilla con 34.

Jornada 28. Continúa el mano a mano Madrid-Barça , mientras que el Sevilla se descuelga de la lucha por el título. Los «merengues» golean a domicilio a la UD. Las Palmas (1-5), los azulgranas le hacen una manita a su filial Condal en «Les Corts» (5 a 0, obra de Suarez, Basora, Manchón, Martínez y Salvador en propia puerta), dejando a los condalistas en una delicada situación, y el Sevilla cae sorprendentemente en «Riazor», ante un Deportivo de La Coruña que lucha denodadamente  por la permanencia. Con ya únicamente cuatro puntos en juego, el Real Madrid aventaja al Barça en dos (con el goal average particular igualado, y el cociente general de goles de ambos muy parejo. Athletic de Bilbao y Sevilla se encuentran a cuatro puntos, y tan sólo los andaluces tienen una remotísima posibilidad de conseguir el título, pues su balance particular con los blancos les es positivo, pero necesitarían hacer pleno, y que los merengues no puntuasen, y además contar con lo que hiciese el Barça…

Jornada 29. Todas esas especulaciones se van a cortar de raíz, pues el Real Madrid hace los deberes y se proclama nuevo campeón por la vía rápida, cantando el alirón  a orillas del Ebro, pues vence en «Torrero» al Zaragoza por 1 a 2, con goles de Mateos, en sendos contragolpes, mientras que el Barça cae en «Sarriá» ante el Español por 2 a 0 (obra de Faura y Arcas, ambos logrados en la segunda mitad). Mal partido culé, sin paliativos, con expulsión de Bosch y extraña falta de intensidad. Los de Balmanya ya únicamente pueden aspirar al segundo puesto (que podría darles acceso a la Copa de Europa  en el caso de que los merengues la conquistasen de nuevo). Para ello era necesario que venciesen a su rival, el Sevilla, que visitaba «Les Corts» para cerrar la competición.

Jornada 30.  En un partido decisivo para obtener el subcampeonato, el Sevilla va a salir airoso del feudo azulgrana, y pocos días más tarde recibirá el premio en forma de participación en la tercera edición de la Copa de Europa, al proclamarse el Real Madrid también campeón continental al derrotar por 2 a 0 a la Fiorentina en el mismísimo estadio «Santiago Bernabéu». Ambos conjuntos van a presentar las siguientes alineaciones, con el señor Birigay como árbitro: por los locales, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Segarra; Basora, Kubala, Martínez, Suárez y Tejada, y por los visitantes, Busto; Romero, Campanal, Valero; Maraver, Enrique; Pepín, Arza, Pepillo, Domenech y Amaro. Se adelantó el sevillista Enrique en el minuto 21, e igualó Kubala en el 46, pero los catalanes fueron incapaces de deshacer el empate.

Por consiguiente, el Barça va a terminar en tercera posición la Liga 1956-57, con 39 puntos y 9 positivos, a cinco del campeón Real Madrid. Había vencido en 16 ocasiones, empatado en 7 y doblado la rodilla en otras tantas, con un balance de 70 goles a favor y 37 en contra. Con respecto a la temporada anterior, había hecho ocho puntos menos. Los socios y aficionados culés no podían considerarse satisfechos. Pero todo va a cambiar en cuanto arranque la Copa…

…Y UN FELIZ EPÍLOGO

La edición de 1957 la disputan únicamente los 16 equipos que militan en la Primera División, y el sorteo dictamina que el Barça se empareje en octavos de final con el Atlético de Madrid. El encuentro de ida tiene lugar en el «Estadio Metropolitano» el 28 de abril, y la eliminatoria va a quedar sentenciada allí mismo, pues los azulgranas se imponen por 2 a 5. Kubala (2), Martínez, Basora y Tejada marcaron por el conjunto catalán. Y el partido de vuelta va a constituir un inolvidable festival del jugador paraguayo Eulogio Martínez, autor nada menos que de siete  goles (y le anularon otros dos). El octavo fue obra de Kubala, y el choque concluyó con un aplastante 8-1 favorable a los propietarios del terreno. El Barça acababa de fichar por esos días a un gran delantero brasileño, Evaristo de Macedo, y este, al observar cómo se las gastaba el ariete guaraní, teórico rival suyo para el puesto, comentó algo así como «no sé para qué me han traído aquí. Tal vez me den una escoba para barrer el vestuario»

Los cuartos de final enfrentan al Barça con el reciente Campeón de Liga, el Real Madrid, y de nuevo el primer encuentro se disputa en la capital. En esta ocasión las fuerzas estuvieron más niveladas, aunque tampoco a nadie le hubiera extrañado una victoria azulgrana. El primer tiempo acabó con el momentáneo triunfo de los locales por dos goles a uno. Marcó por delante Kubala, de tiro flojo pero esquinado, pero poco después igualó Di Stefano al transformar un penalti por manos de Segarra y al que casi llega Ramallets. A diez minutos del descanso se adelantan los locales mediante un buen cabezazo de la «Saeta Rubia». A poco de iniciarse la segunda parte gran jugada de Kubala, que cede a Basora para que el buen extremo consiga el empate. A partir de ahí dominio visitante, que no se tradujo en nuevos goles. El menudo y rapidísimo Flotats realizó uno de sus acostumbrados y excelentes marcajes a Di Stefano, que sin embargo fue el mejor del Madrid.

El encuentro de vuelta se disputa en «Les Corts» el 19 de mayo, y en él los azulgranas van a golear al Real Madrid en otra tarde inspiradísima. Jugando únicamente con Villaverde y Martínez en punta, y Kubala y los extremos evolucionando desde la medular, pero con un enorme despliegue físico en todos sus elementos, el Barça llegó al descanso con un 2 a 0 a su favor, obra de Martínez y Kubala. En la reanudación de nuevo Martínez en tres ocasiones y Villaverde redondearon la goleada, un aplastante 6 a 1, con un autogol de Olivella que no sirvió para nada.

Una vez eliminado el «coco», el panorama parecía expedito para un Barça que atravesaba un momento de forma sensacional, como hacía años que no conocía. Las semifinales las van a disputar   un «irregular Español», un «tesonero Valencia» y una «modesta pero entusiasta Real Sociedad», por emplear los adjetivos que les dedica el librito «La lucha por la Copa», con textos de Víctor Arévalo y publicado en Zaragoza por «Ediciones Deportivas Dinámico», la artesanal empresa aragonesa responsable del popular calendario que en las décadas siguientes fue una especie de pequeña Biblia para los aficionados a la historia y estadística del fútbol español, antes de la llegada de Internet y las bases de datos.

El bombo va a emparejar a donostiarras y catalanes. El día 2 de junio, en «Atocha», el Barça deja vista para sentencia  la eliminatoria al derrotar contundentemente a la escuadra txuriurdin por 1 a 5, con tantos de Tejada y Martínez por partida doble, y Villaverde. El tanto del honor realista lo marcó Gordejuela de penalti en la primera parte, que terminó con victoria visitante por 1 a 2. La única nota triste de un encuentro en el que no se alineó Kubala fue la grave lesión del defensa central barcelonista Gustau Biosca, que se produjo en el minuto 40 de la primera parte, obligándole a abandonar definitivamente el terreno de juego al minuto 10 de la reanudación, aunque la inferioridad numérica no hizo mella alguna en un Barça lanzado y en vena de aciertos. El partido de vuelta ya fue un mero trámite. El Barça – en cuyas filas Brugué reemplazó al lesionado Biosca –  volvió a repetir el mismo resultado que había cosechado en la Bella Easo. Un solo tanto en la primera mitad, obra de Villaverde, y la goleada en la segunda, con una nueva diana de  Villaverde, más las de Martínez – en dos ocasiones -, y Vergés, esta   de formidable disparo desde 30 metros. Ucelay hizo el único tanto vasco.

Y como quiera que el Español consiguió eliminar al Valencia (1-0 en «Sarriá» y empate a uno en «Mestalla»), a la final van a llegar por vez primera – y única hasta la fecha – los dos eternos rivales barceloneses. Esto es lo que dice la obra citada al referirse al marco del partido definitivo, con la alambicada y retórica prosa de la época: «En cuanto se supo que el C. de F. Barcelona y el R.C.D. Español se habían proclamado finalistas, la Federación Catalana de fútbol y las directivas de ambos clubs, haciéndose portavoces de los fervientes deseos de la afición barcelonesa y de toda la región, solicitaron de las altas esferas de Madrid que se diera autorización para que el Estadio de Montjuich, de la Ciudad Condal, fuera el que albergara tan fausta solemnidad balompédica. Por disposición de S.E. el Jefe del Estado se accedió a tal ruego, y se vieron así colmados los cabales anhelos de las partes directamente interesadas.

Desde luego, la gran masa deportiva catalana podía estar orgullosa. Dos representantes suyos, los de más personalidad y con más gloriosos laureles, llegaban gallardamente a esta cita sin parangón en el fútbol nacional, para dirimir un título que, fuere cual fuere su conquistador, quedaría enraizado en el rico solar de aquellas cultas e industriosas tierras, que son prez y pulso de España.

Revisando la historia, teníamos que el C. de F. Barcelona había protagonizado diecisiete finales, saliendo victorioso en doce ocasiones, en tanto que el R.C.D. Español había tomado parte en seis, ganando dos de ellas»

Lógicamente, el Barça era el gran favorito para alzarse con el título. Le avalaban unos números impresionantes: cinco partidos ganados y uno empatado, con 31 goles (16 de ellos marcados por Eulogio Martínez) a favor y sólo 8 en contra, pero el Español presentaba un curioso balance: había vencido en todos los encuentros disputados en «Sarrià», y empatado en las tres salidas, y si bien solamente había logrado 8 tantos, su meta únicamente había sido perforada en 3 ocasiones. Además, se trataba de una final, y ya se sabe que en ese tipo de partidos, a vida o muerte, puede saltar la sorpresa. Y a punto estuvo de hacerlo, pues el marcador no se movió hasta el minuto 34 de la segunda parte. Pero antes expliquemos brevemente el contexto en el cual tuvo lugar el partido decisivo del «Torneo del KO» del año 1957. Sigamos con el relato original:

 «El Jefe del Estado y su señora presidieron el encuentro. Terminado este, Su Excelencia entregó el preciado trofeo al capitán del conjunto vencedor. La tarde, de una bonancible temperatura y con un radiante sol, coadyuvó a la mayor brillantez del acontecimiento, y el Estadio de Montjuich cubrió totalmente su cabida. Hubiera sido preciso un recinto de doble aforo para complacer las peticiones de entradas que no pudieron atenderse».

A las órdenes del árbitro del Colegio navarro señor Daniel Zariquiegui, ambos conjuntos presentaron aquel 16 de junio de 1957 las siguientes alineaciones: por el Barcelona, Ramallets; Olivella, Brugué, Segarra; Vergés, Gensana; Basora, Villaverde, Martínez, Kubala y Sampedro, y por el Español -entrenado por el mítico Ricardo Zamora-, Vicente; Argilés, Cata, Faura; Gámiz, Casamitjana; Ruiz, Sastre, Cruellas, Oswaldo y Moll.  En el Barcelona era baja, naturalmente, Biosca, así como Luisito Suarez, que no había jugado en toda la Copa, y llamaba la atención la presencia del joven Sampedro en detrimento de los más experimentados Manchón y Tejada, mientras que el Español contaba con una sensible ausencia, la de su delantero Arcas, expulsado en el encuentro de vuelta de semifinales, en «Mestalla», y sancionado a consecuencia de ello.

El partido, jugado con una gran deportividad,  va a responder a lo esperado: un gran ataque contra una buena defensa, nervios, emoción y escaso juego, con mayoría de ocasiones del lado azulgrana, y no se va a decantar del lado barcelonista hasta el minuto 79, cuando Vergés bota con temple una falta, y Sampedro se adelanta a la zaga blanquiazul para batir de cabeza a un Vicente hasta entonces inexpugnable. Con un par de oportunidades más para el Barça, y otra para el Español, finaliza un encuentro del que puede decirse que los azulgranas (con Vergés y Gensana inconmensurables) fueron justos vencedores, adjudicándose con todo merecimiento su decimotercer título copero.

Y el Barça culminará su magnífico final de temporada pocos días más tarde con el triunfo en la «Pequeña Copa del Mundo» de Caracas, borrando así el mal sabor de boca dejado en el mismo escenario cuatro años antes. Ahora va a imponerse a Sevilla, Botafogo y Nacional de Montevideo, saliendo además imbatido del torneo, con cuatro victorias y dos empates, marcando 17 goles (Villaverde y Evaristo 6, Tejada 3, Gensana y Martínez) y encajando solamente 6. Suárez y Kubala no formaron parte de la expedición, lo cual resalta aun más el triunfo, aunque el equipo puso en liza ya a sus nuevos fichajes, el brasileño Evaristo y el paraguayo Hermes González.. A la vuelta el «Gran Capitán» Segarra descenderá por la escalerilla del avión que trae al Barça del otro lado del «Charco» llevando en sus manos un nuevo y valioso trofeo. La primera campaña de Mingu en el banquillo culé va a saldarse, por lo tanto, con un notable alto. Había, pues,  fundadas esperanzas de que en el siguiente curso, el 57-58, el Barça prosiguiera por esa senda triunfal. Plantilla no le faltaba para ello…

NOTA. Para la confección de este artículo se han consultado las obras «HISTORIA DE LA LIGA» y «LA LUCHA POR LA COPA», así como diversos ejemplares del diario «EL MUNDO DEPORTIVO» y la revista «BARÇA»




La muerte del capitán del Lleida

Se cumplen 70 años de la muerte del futbolista del Lleida Manuel Iglesias.

CapitanLleida01El miércoles 18 de abril de 1945, a las 8 de la tarde, murió Manuel Iglesias Orriols, el capitán del entonces club conocido como Lérida Balompié, antecesor de la UE Lleida.

Acababa de cumplir 31 años y el fatal y rápido desenlace golpeó cruelmente a toda la sociedad leridana por la popularidad del futbolista.

 CapitanLleida02  CapitanLleida03

Según consta en el acta de defunción, firmada por el juez municipal José Agelet de Saracíbar, la causa de la muerte fue un abceso cerebral, que es la acumulación de pus en el cerebro causada por una infección.

CapitanLleida04Por tradición oral, siempre se ha explicado que Iglesias se constipó durante el invierno de 1945, porque entonces los jugadores se tenían que duchar con agua fría. Este constipado mal curado derivó en una infección en el oído derecho, que no se pudo tratar correctamente por la falta de antibióticos en la época.

En 1945, en el tramo final de la Segunda Guerra Mundial, la penicilina llegó a Barcelona y sólo se le suministraba a quien la podía pagar, ya que un bote costaba 1.500 pesetas (unos 9 euros) en cualquier hospital.

Es curioso de señalar que pocos meses después de la muerte de Iglesias, el 24 de octubre de 1945, el científico escocés Alexander Fleming recibió el Nobel de medicina después de haber descubierto la penicilina en el año 1929.

A Manuel Iglesias le intentó curar sin éxito el Dr. Josep Xammar, uno de los pocos especialistas en otorrinolaringología que había aquellos años en Lleida, en la clínica Montserrat.

Un colesteatoma puede justificar la muerte tan rápida del futbolista.

CapitanLleida05El exjugador del Lleida Manolo Bademunt, ya desaparecido, compartió habitación con Iglesias en sus últimos desplazamientos con el equipo antes de morir y siempre explicaba que, al levantarse por la mañana, el cojín de Iglesias aparecía manchado del pus que le supuraba de su oreja derecha.

Manuel Iglesias jugó su último partido con el Lleida el 25 de marzo de 1945, en el campo del Júpiter de Barcelona, con derrota del Balompié (4-0), en al Torneo de Clasificación de Tercera división. Aquel día jugó con fiebre y sin estar en plenitud de condiciones.

Con el exazulgrana Antonio Franco de entrenador, el Lérida Balompié jugó con: Florensa; Solsona, Doladé; Alonso, Bericua, Bademunt; Mejino, Campabadal, Roselló, Sellart e Iglesias.

18-01-1945. Equipo del Lérida Balompié en Girona: Doladé, Florensa, Solsona, Aldomà I, Alonso y Bademunt. Mejino, Campabadal, Roselló, Sentís e Iglesias.

18-01-1945. Equipo del Lérida Balompié en Girona: Doladé, Florensa, Solsona, Aldomà I, Alonso y Bademunt. Mejino, Campabadal, Roselló, Sentís e Iglesias.

La insistencia de compañeros y amigos obligaron a Iglesias a visitar al médico viendo su decrepitud imparable, pero ya fue demasiado tarde porque murió 24 días después.

Dejó viuda, Buenaventura Ginestà, y una hija de 4 años, Antonieta Iglesias, quien conserva viva en su memoria la última imagen que tiene de su padre: tendido inconsciente en la cama del hospital con la cabeza completamente vendada. Lloró desconsolada porque le dio un beso de

Antonieta Iglesias con 4 años y en la actualidad.

Antonieta Iglesias con 4 años y en la actualidad.

El entierro de Iglesias en la iglesia parroquial de Sant Llorenç de Lleida fue una gran manifestación de duelo. Los jugadores del Lérida Balompié y del CD Leridano, los dos clubs de fútbol de Lleida, transportaron el féretro y acudió al acto la máxima autoridad local de entonces, «el Excelentísimo señor Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento, camarada José Manuel Pardo de Santayana y Suárez».

CapitanLleida08Cuatro días después de la muerte del compañero, el domingo 22 de abril, el Lleida, todavía en estado de shock, jugó en el campo del Granollers, de donde salió goleado 5-0. Se guardó un minuto de silencio y los jugadores llevaron crespones negros en las camisetas.

El martes 24 de abril el Lérida Balompié y el Leridano decidieron jugar un partido amistoso, en el campo de la carretera de Corbins de Lleida, a beneficio de su familia.

Las entradas costaban 5 pesetas y 3 para las señoras y los militares sin graduación.

En total, se recaudaron 8.808 pesetas (unos 53 euros), desgranadas de la siguiente manera: por el partido 5.475; la junta directiva del Balompié aportó 1.500; hubo un donativo anónimo de mil pesetas; 633 por los donativos recibidos en el campo; y un grupo de funcionarios de Hacienda donaron 200 pesetas.

La temporada 1944-45 Iglesias cobraba en el Lérida Balompié 300 pesetas de sueldo mensual y una ficha anual de 1.500 pesetas, a parte de las primas, que oscilaban entre las 50 y 100 pesetas por partido.

Además trabajaba de escribiente en la oficina de los Coloniales Francisco Franquet de Lleida, lo que le permitía ayudar económicamente a su familia de Sant Feliu de Llobregat, donde vivía su madre Joaquina.

El sueldo medio en la industria española el año 1945 era de 12,27 pesetas diarias (unos 0,07 euros) y el precio de un litro de leche era de 1,40 pesetas (0,01 euros).

A pesar de la ayuda recibida, la viuda de Iglesias tuvo muchos problemas económicos y empezó a trabajar en la cocina del Restaurante Zazurca de Lleida, que entonces tenía 48.000 habitantes.

Iglesias y su esposa en los Camps Elisis de Lleida.

Iglesias y su esposa en los Camps Elisis de Lleida.

Manuel Iglesias Orriols, nacido en Sant Feliu de Llobregat el 1 de enero de 1914, era un extremo zurdo rápido, hábil y con un disparo seco y poderoso. Era un auténtico especialista en el lanzamiento de faltas y penaltys.

CapitanLleida10Antes de la Guerra Civil española jugó con el Santfeliuenc, Santboià, Sabadell y Sants.

Iglesias con la camiseta del Santfeliuenc.

Iglesias con la camiseta del Santfeliuenc.

Durante la Guerra sirvió en el ejército republicano del aire y esto le provocó un exilio temporal a Francia y que posteriormente tuviese que marchar desterrado de su localidad natal como represalia.

Iglesias con el uniforme del ejército del aire republicano.

Iglesias con el uniforme del ejército del aire republicano.

Esto le condujo a Lleida en el año 1940. Con el Lérida Balompié (1940-45) jugó un total de 141 partidos oficiales y marcó 55 goles, 9 de los cuales de penalty.

Su apego a Lleida hizo que rechazase una oferta seductora del Mallorca, que quiso ficharle después de marcar 16 goles la temporada 1941-42.

26-09-1943. Iglesias ejerciendo de capitán del Lérida Balompié en Mallorca.

26-09-1943. Iglesias ejerciendo de capitán del Lérida Balompié en Mallorca.

El destino quiso que Manuel Iglesias muriese el mismo mes y el mismo año que Adolf Hitler y Benito Mussolini, ambos en el extremo opuesto de su ideología, que involuntariamente le condujo a Lleida.




¿La Copa Catalunya es oficial?

En este artículo trataremos de probar la plena oficialidad de la Copa Catalunya (conocida entre 1990 y 1993 como Copa Generalitat) ante ciertas dudas que, al parecer, planean sobre la cuestión. Para ello debemos remontarnos a principios del siglo XX.

CopaCatalunya01En diciembre de 1900 se organizó la Copa Macaya, siendo el primer campeonato futbolístico organizado disputado en la Península Ibérica[1] y que en principio se encontraba abierto a todos los clubs de España, aunque sólo se inscribieron clubs catalanes[2]. Y en 1902 nace la Copa Barcelona, que convivió una temporada con la Macaya, convirtiéndose ambas en precedentes del Campionat de Catalunya.

La Federació Catalana de futbol acepta ambas competiciones (Copa Macaya y Copa Barcelona) como antecedentes del Campionat de Catalunya y los tiene en su palmarés oficial como tales.

En 1903 se organiza por la Associació de Clubs de Foot-ball (antecesora de la Federació Catalana de Futbol) el llamado Campionat de Catalunya que se disputará ininterrumpidamente desde estas fechas hasta 1939, año en el que es abolido. El ganador del campeonato pasaba a disputar el Campeonato de España (Copa del Rey o del Presidente de la República). Con el nuevo régimen político instaurado en 1939 dejaron de disputarse estos campeonatos organizados por federaciones regionales que nadie (hasta la fecha) había dudado nunca en considerar oficiales ya que daban acceso al Campeonato de España. El nuevo campeonato de Copa («del Generalísimo») se reglamentó según las nuevas directrices de la Federación Española de Fútbol.

Cuarenta años más tarde coincidiendo con un nuevo cambio político, se restauran las  instituciones democráticas y entre ellas la Generalitat de Catalunya, que vuelve a desempeñar sus funciones amparadas en el Estatut d’Autonomia refrendado por las Cortes Españolas.

Será en 1989 cuando la Federació Catalana de Futbol vuelve a impulsar una competición que debe considerarse continuación del Campionat de Catalunya, se trata en primera instancia de la Copa Generalitat y, posteriormente (1993), de la llamada Copa Catalunya que hasta estas fechas que continua disputándose.

En la citada Copa Catalunya participaban hasta la pasada temporada equipos de tercera división y otras categorías inferiores a los que se iban añadiendo, al avanzar las rondas, equipos de categorías superiores hasta llegar a los dos representantes en la Primera División de la Liga (FC Barcelona y RCD Espanyol). Desde la presente temporada los «dos grandes» juegan la Supercopa de Catalunya y el resto de clubs la Copa Catalunya.

CopaCatalunya02Llegados a este punto podríamos entrar a debatir la conveniencia o no del formato aplicado –ha variado en diversas ocasiones-, las normas que lo rigen, las fechas en que se disputa y otros condicionantes. Para poder llegar a establecer la seriedad o no de la competición cabría valorar también la dificultad para obtener fechas libres para disputarla, teniendo en cuenta los compromisos de los equipos más profesionales que la disputan.

Después de todo lo expuesto y atendiendo –que mejor argumento- a que esta competición, así como la Supercopa de Catalunya de reciente creación, están organizadas por la Federació Catalana de Futbol, reconocida a nivel estatal (RFEF) e internacional (FIFA y UEFA a través de la RFEF) y competente para organizar torneos de fútbol en el ámbito de sus competencias en el territorio de Cataluña[3], concluimos que debe dársele rango de Competición Oficial sin duda alguna pese a los argumentos en contra (la falta de torneos equivalentes en otras Comunidades Autónomas o la previamente citada «falta de seriedad» del torneo, que en absoluto creemos condicionantes de «oficialidad»).


[1] Existen referencias a un torneo organizado por el Club Atleta de los Astilleros del Nervión en el invierno de 1892-1893 aunque no conocemos detalles del mismo (Turuzeta, J., El Athletic Cub. Origen de la Leyenda o cuando el león era aún cachorro. Txertoa, San Sebastián, 2012. P. 86)

[2] Lario, G., Primera edición de la Copa Macaya. Enero-abril 1901. Cuadernos de Fútbol,  nº55, CIHEFE, junio de 2014. Consultado el 21 de marzo de 2015.

[3] Recordemos los criterios de la IFFHS «para el reconocimiento de oficialidad de una competición»:

A.- Para que una competición sea oficial y de carácter nacional ha de estar organizada directamente por la federación nacional correspondiente reconocida formalmente por la FIFA.

B.- Las competiciones organizadas por entidades inferiores o dependientes de la federación nacional correspondiente no pueden ser reconocidas como competiciones oficiales nacionales, sino que dependerán de la competencia de dicho organismo.

C.- Una federación nacional puede organizar un número ilimitado de competiciones oficiales aunque, con la finalidad de establecer la debida correspondencia entre las muy diversas competiciones que organizan las diferentes federaciones afiliadas a la FIFA, se reconoce un único campeonato de liga por temporada y federación y un único campeonato de copa por temporada y federación. La naturaleza de cada una quedará definida en su propio reglamento y en la inscripción de los clubs participantes. Cuando alguna federación cambie el ciclo de la temporada otoño-primavera a primavera-otoño o viceversa, se considerará el período de adaptación al nuevo calendario como una temporada diferente si así lo decidiese la federación nacional responsable.




Arenas Club de Getxo – Club Esportiu Europa: cuando dos “terceras” se enfrentaban en la primera división

A mediados de mayo de 2014, finalizada la liga regular el Arenas Club de Getxo se clasifica tercero en el grupo IV correspondiente al País Vasco de la Tercera División de España, mientras que el Club Esportiu Europa hace lo propio clasificándose en la misma posición en el grupo V correspondiente a Catalunya. Ambos acaban con 69 puntos. Iniciado pues el play-off de ascenso de categoría a Segunda División B, el CE Europa alcanza la 2ª ronda cayendo eliminado por el U.D. Socuéllamos de Castilla La Mancha (grupo 18) y el Arenas Clubse despide también del ansiado ascenso en la 3ª y última ronda ante el C.F. TrivalValderasAlcorcón de la Comunidad de Madrid (grupo 7º) que logra el meritorio ascenso a 2ª B.

Arenas Club de Getxo y Club Esportiu Europa. Vidas paralelas, vidas separadas, como si estuviéramos ante dos hermanos gemelos que se hubieran separado al nacer.

ArenasEuropa01ArenasEuropa02

2015

2015

2015

2015

Ambos equipos formaron parte del grupo selecto de escuadras que fundaron la Liga de Primera División. Ambos equipos con alma y orgullo de equipo grande que han sobrevivido a lo largo de su historia en el pozo del fútbol territorial de sus respectivas regiones, proclamando para sí algún día alcanzar el lugar que les pertenece en el fútbol español.

Suerte dispar que por fortuna de unos y por desgracia de otros, pocos equipos de los que formaron la competición por aquella lejana temporada 1928/29, han tenido que sufrir. De los equipos que disputaronaquel primer Campeonato Nacional de Liga, Athletic Club de Bilbao, Real Madrid y F.C. Barcelona, nunca descendieron de categoría;Real Sociedad, Atlético de Madrid, y RCD Espanyollo hicieron de forma esporádica retornando siempre a la primera división después de un breve lapsus de tiempo;Racing de Santander alternó su trayectoria entre primera y segunda, con breves incursiones en la 2ª B y en la 3ª (cuando no existía 2ª B); el Real Unión de Irún, militó en diversas categorías, hasta encontrar cuasi de forma permanente su sitio en 2ª B, aunque militó hasta 40ª temporadas en 3ª (buena parte de ellas cuando no existía 2ª B); y finalmente Arenas Club de Getxo y CE Europa, completando así los diez equipos que conformaron la primera Liga, sucumbieron a la última categoría nacional, la Tercera División, casi con carácter endémico y de forma permanente, a tal suerte, que en contadas ocasiones la abandonaron, bien para brevemente jugar en 2ª B bien encategorías aún inferiores, si cabe, las divisiones regionales. Arenas participó durante 60 temporadas en la 3ª División, y Europa otras 50 temporadas, si bien es cierto, que en ambos casos, muchas fueron también cuando no existía la 2ª B.

Arenas Club de Getxo y Club Esportiu Europa llegaron a la Primera División con historia parecida, aunque de más relumbrón por parte de los primeros que habían ganado un Campeonato de España en 1919, frente al Racing Club de Madrid, con una historia muy singular(http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/10/un-fallo-historico-dio-al-arenas-su-unico-titulo-nacional/ Autor: Vicente Martínez Calatrava) y se hicieron con el subcampeonato en 3 finales más, las temporadas 1917,1925 y 1927. En cambio el CE Europa se ganó el “premio” de disputar el primer Campeonato Nacional de Liga por haber llegado a la final del Campeonato de España de 1923 que perdió por la mínima frente al Athletic Club de Bilbao (1-0), en la final jugada el 13/05/1923 en Les Corts, campo del F.C. Barcelona, y que es recordada por el gran dominio que ejerció el Europa frente al Athletic, en la que estrelló diez balones alos palos, y en el que el Athletic fue apoyado masivamente por la hinchada del Barcelona herida por haber perdido frente al Europa en la Final de la Copa Catalunya del mismo año (0-1).

Equipo del Europa en la final de Copa de 1923.

Equipo del Europa en la final de Copa de 1923.

Siete años fueron los que se mantuvo el Arenas en la División de Honor, del 1928/29 al 1934/35, mientras que el Europa sólo pudo resistir 3 temporadas, hasta la 1930/31. La progresiva instauración del profesionalismo en el fútbol español desde que se instauró el nuevo sistema de competición liguera, acabó con los grandes clubs amateurs de la época Arenas, Europa, Real Unión, …que no podían competir con los equipos de las grandes capitales ello sumado a la falta de ingresos con los que financiarse.Luego ya vino el periplo para ambos: Arenas 7 años en Primera, 6 en Segunda, 1 enSegunda B, 60 en Tercera, y por su parte el Europa: 3 años en Primera, 5 en Segunda, 1 en Segunda B, 50 en Tercera. El resto para ambos, en categoría Regional.

En total tan sólo 10 han sido los duelos en que se enfrentaron estos dos históricos, todos ellos en la década de los años 20 y principios de los 30.

Partidos oficiales: 6 (Todos ellos en 1ª División)

Fecha

Temporada

Jornada

Local

Marcador

Visitante

Campo

17/02/1929

1928-29

2

Europa

5-2

Arenas

Les Corts

05/05/1929

1928-29

11

Arenas

2-2

Europa

Ibaiondo

22/12/1929

1929-30

4

Arenas

2-3

Europa

Ibaiondo

23/02/1930

1929-30

13

Europa

1-2

Arenas

Guinardó

25/01/1931

1930-31

8

Europa

1-4

Arenas

Guinardó

29/03/1931

1930-31

17

Arenas

1-0

Europa

Ibaindo

ArenasEuropa06ArenasEuropa10Partidos amistosos: 4

Fecha

Local

Marcador

Visitante

13/08/1922

Europa

4-0

Arenas

15/08/1922

Europa

2-0

Arenas

17/08/1922

Europa

7-3

Arenas

Todos ellos en una gira canicular del equipo arenero, que se avino a jugar en Barcelona con el CD Europa aprovechando los actos y festejos del Barrio de Gracia.

Fecha

Local

Marcador

Visitante

26/12/1924

Europa

2-2

Arenas

Y un cuarto y último amistoso, el que se jugó en el Trofeo Matas-La Riva (26/12/1924, campo del Guinardó –Barcelona-, triangular CD Europa, Arenas Club de Bilbao, RCD Español: vencedor Europa).

Estas fueron las plantillas al completo de aquella histórica temporada por la que se dio inicio al primer Campeonato Nacional de Liga de 1928/29 (entre paréntesis se citan los partidos de Liga disputados por cada jugador y los goles que marcó):

Arenas Club de Getxo:

Porteros: Jauregi (3), Uribarri (1) y TomásZarraonaindia -hermano mayor del gran Telmo Zarra- (14). Defensas: Llantada (16), Kareaga (3), Vallana (1) y Arrieta (16).Medios: Agirrezabala (3), Laña (2), Muguruza (5), Urresti (18, 1g), Urkizu, Barrenetxea (11), Rejón (15) y José Luis. Delanteros: Anduiza (5), Suárez (11, 4g), Yermo (15, 11g), Rivero (5), Fidel Sesumaga (1), Saro (14, 3g), Gurrutxaga (16, 8g), Poli (16) y Mentxaka (7, 3g).

Equipo del Arenas la temporada 1928/29

Equipo del Arenas la temporada 1928/29

Club Deportivo Europa:

Entrenador: Mr. Henlein. Porteros: Altés (9, -26g), Florenza (9, -23g), Gil. Defensas: Vigueras (9), Alcoriza (18,1g), Cruz (3), Bosch (1), Iranzo, Serra, Riguera, Nogueras, Anglés. Mediocampistas: Soligó (12), Gámiz (17, 1g), Maurici (17, 3g), Layola (12), Alcazar (6, 3g), Camps, Flaqués. Delanteros: Pellicer (11, 4g), Xifreu (8, 1g), Cros (16, 11g), Colls (7, 2g), Bestit I (18, 10g), Bestit II (3), Ussunaga (4), Ramonzuelo (6, 3g), Cortés (2, 1g), Gándara, Ciordia (10, 5g), Rovira, Izuelo, Escudé, Climent.

El primer partido de Liga jugado entre el Europa y el Arenas se disputó en la 2ª Jornada del Campeonato, concretamente el 17 de febrero de 1929, en el estadio de Les Corts, Barcelona. Fue una jornada especial, puesto que se jugó dicho match como preliminar del Barcelona-Madrid. Los escapulados ganaron con comodidad al Arenas Club por 5-2 con cuatro goles de Cros, siendo uno de ellos el primero para dicho equipo en la Liga, y ademáspara el Europa, su primera victoria en el Campeonato. Para el Arenas no llegaría hasta la quinta jornada, en la que vencería al Athletic Club de Bilbao en Ibaindo por 1-0 con gol de Yermo.

 

 ArenasEuropa08

Jugadores de leyenda:

Manuel Cros (CE Europa)

Jose María Yermo(Arenas Club de Getxo)

 ArenasEuropa09

El último partido que disputarían Arenas Club de Getxo y Club Deportivo Europa sería el 29 de marzo de 1931, correspondiente a la decimoséptima jornada de la 3ª Liga de Primera División, la penúltima del campeonato. Fue en el campo del conjunto arenero, Ibaiondo, donde un tanto de Urresti en el minuto 65, subió al marcador, dejando el resultado final en1-0, siendo suficiente para condenar definitivamente al Europa, colista,al descenso. Ya no tendría margen para escapar de tan penosa situación, puesto que aun venciendo el domingo siguiente al Alavés, y resultando una derrota de suantecesor el Real Unión de Irún, obtendría los puntos para salvarse. Fue por tanto el Arenas, el verdugo del Europa, que no obstante, bien lo merecía a tenor de los resultados que reflejan la clasificación.

Finalmente, el Arenas tampoco supo mantenerse mucho más tiempo en el Campeonato Nacional de Liga. Su último partido lo disputó contra el Real Madrid en Chamartín.  Fue en la temporada 1934-1935, tras materializar una pobre campaña, con tan sólo 3 victorias, y despidiéndose el 28 de abril de 1935 con una dolorosa derrota (6-1), cuando se puso fin al sueño de permanecer entre los mejores.

Los problemas económicos de ambos les llevaron al ostracismo. A punto de desaparecer el Europa, tuvo que fusionarse con el FC de España de Barcelona, convirtiéndose en el Cataluña FC, que desaparecería a final de temporada para refundarse finalmente en un equipo amateur. El Arenascuajó una buena campaña en la Segunda División la temporada 35/36, rozó el ascenso, pero la falta de ingresos sumado al estallido de la Guerra Civil, truncó el retorno y con el tiempo se disipó el nivel que tenía el equipo.

Hoy, afortunadamente, son equipos que perviven con una masa social sólida y que mantienen esperanzas año tras año, de acabar en posiciones de ascenso para poder disputar el play-off que les devuelva poco a poco a su sitio. ¿Dónde acabarán esta temporada 2014-15? ¿jugarán los play-off de ascenso? ¿se verán por fin de nuevo las caras en una hipotética ronda de ascenso de categoría? ¿Volverán algún día a Primera División? ¿Volverán a reencontrarse? Son preguntas que esperemos que con el tiempo se puedan responder positivamente.

El fútbol español les debe una nueva oportunidad.




Ramón Llorens, un hombre de la casa (1950)

RamonLlorens01En el protocolo del fútbol profesional, establecido ya hace bastantes décadas, la destitución, cese o dimisión de un entrenador en plena campaña acostumbra ser seguida por el nombramiento de un técnico-puente, hasta que un nuevo responsable es entronizado en el banquillo, con la esperanza de que la situación de crisis se reconduzca de manera positiva, regresen los buenos resultados y el equipo remonte puestos en la clasificación. No siempre se produce esa situación, claro está, y a veces los clubes ya tienen una nueva bala preparada en la recámara para ser disparada, y el relevo se produce de forma automática,  pero es bastante habitual que durante una o incluso varias semanas se mantenga dicha interinidad, y todas las partes implicadas sean conscientes de ello, así como de que tampoco se pueden esperar milagros, sino lo que en términos taurinos se conoce como «una faena de aliño»         En la larga historia del Barça esa circunstancia ha ocurrido en varias ocasiones, una de ellas a mediados de la temporada 1949-50, cuando el uruguayo Enrique Fernández, a cuyas órdenes el club había conquistado las ligas 47-48 y 48-49, así como la primera edición de la «Copa Latina», disputada en 1949, va a soltar las riendas del equipo, debido a los malos resultados y a una serie de puntuales desencuentros con sectores de la afición, la prensa y el propio club (se hablaba de enfrentamientos con varios destacados jugadores de la plantilla, y también con el secretario técnico Josep Samitier, predecesor suyo en el banquillo) Tras la decimoséptima jornada, y dos dolorosas derrotas consecutivas ante Real Madrid y Sevilla, Fernández va a presentar la dimisión, y la Junta Directiva presidida por Agustí Montal i Galobart nombrará en su lugar a Ramón Llorens, antiguo guardameta azulgrana y que entonces se hallaba al frente del equipo de Aficionados, desempeñando una magnífica labor y promocionando excelentes jugadores para la primera plantilla.

PEQUEÑO GRAN PORTERO

Ramón Llorens i Pujadas había nacido en la misma Barcelona, concretamente en el barrio del Poble Sec, en las faldas de la montaña de Montjuich -al igual que lo harían el futuro capitán del Barça y la Selección Española Ferrán Olivella, y el famoso cantautor Joan Manuel Serrat -, el Día de Todos los Santos de 1906. Había ingresado en el club a edad temprana, forjándose en sus categorías inferiores en la posición de portero. A despecho de su escasa estatura, demostró pronto tener grandes cualidades para el puesto. En los años 20 no era tan habitual como hoy en día que los arqueros poseyeran una aventajada estatura, pero ya en el Barça de dicha década actuaban dos míticos guardametas de considerable talla y envergadura, el catalán Ricardo Zamora y el húngaro Frantz Platko. Llorens, para destacar, demostraba cualidades tales como agilidad, reflejos, decisión y valentía. Su debut en la meta azulgrana va a producirse en un partido amistoso celebrado en «Les Corts» el 9 de mayo de 1926, con el Daring de Bruselas como rival. Perdieron los catalanes por 1 a 2, y esta fue su alineación: Llorens; Coma, Borrás; Elías, Ollé, Peiró; Vinyals, Scarone, Casanovas, García y Parera. Se trataba de un equipo cuajado de suplentes, pero en el que llamaba la atención la presencia del gran jugador uruguayo Héctor Scarone, futuro Campeón del Mundo con «la Celeste» en 1930, y que entonces había sido fichado por el Barça, aunque no rindió lo que se esperaba de él, pues nunca llegó a integrarse en el equipo, y abandonaría pronto la disciplina barcelonista.

En las campañas 26-27 y 27-28 el joven Llorens iría entrando poco a poco en la dinámica del equipo, jugando ya con cierta asiduidad. Su momento de gloria llegaría en el Campeonato de España de 1928, en la final disputada en los Campos de Sport de El Sardinero, en Santander, frente a la Real Sociedad de San Sebastián. Una final que va a durar más de un mes, 40 días para ser exactos, pues necesitó de tres encuentros para arrojar un vencedor. El primer partido, celebrado el 20 de mayo, ante unos 18.000 espectadores y bajo una lluvia típicamente norteña, se caracterizará por una gran dureza, siendo incluso calificado de «violento» por la prensa de la época. La primera parte terminó sin goles, y en la reanudación se adelantó el Barça, al marcar Samitier en el minuto 53, empatando los donostiarras cuando faltaban ya pocos minutos para concluir el encuentro, por mediación de Mariscal, en el minuto 83. Fue una auténtica batalla campal, dejando varias bajas en el bando catalán, entre ellas la del guardameta magiar Platko, herido en la cabeza, circunstancia que inspiró el famoso poema de Rafael Alberti, presente en el campo, la «Oda a Platko», en la que, entre otras cosas, se refiere al arquero blaugrana llamándole «oso rubio de Hungría». La lesión le incapacitará para jugar el encuentro de desempate, 48 horas después y en el mismo escenario, y allí va a tener Llorens  su gran oportunidad .

El segundo encuentro, disputado ya con buen tiempo, aunque soplara algo de viento,  va a ser también muy duro, expulsando el árbitro, el mítico Pedro Escartín, al azulgrana Guzmán y al blanquiazul Cholín. Nuestro hombre tan sólo va a encajar un gol, el conseguido por el realista Kiriki en el minuto 32, igualando la contienda Piera en el 69. La nueva igualada obligó a celebrar un tercer partido, de nuevo  en idéntico  escenario, aunque bastantes días más tarde, el 29 de junio de 1928, ya entrado el verano. Tarde soleada y casi lleno (17.000 espectadores), y en esta ocasión  el Barça va a imponerse con cierta claridad, por 3 goles a 1 – resultado con el que se llegó al descanso – , marcados por Samitier (minuto 8), Arocha (minuto 21) y Sastre (minuto 25), mientras que Zaldúa hacía el tanto vasco, que fue el de la momentánea igualada, a los 16 minutos. El partido ya discurrió por cauces más deportivos, aunque el colegiado, señor Pablo Saracho, tuvo que expulsar del terreno de juego a Carulla y a Mariscal por mutua agresión. Así formaron los campeones, que lo fueron por octava vez en su historia, conquistando su primer trofeo en propiedad: Llorens; Walter. Más; Guzmán, Castillo, Carulla; Piera, Sastre, Samitier (capitán), Arocha y Sagi-Barba

El pequeño guardameta barcelonés va a figurar en la expedición que cruzaría «el Charco», en la primera gira azulgrana por Sudamérica celebrada en ese mismo año 28, disputando varios partidos, y algunos meses después, cuando arranca el Campeonato Nacional de Liga, en febrero de 1929, se sentará en el banquillo, aunque no llega a jugar un solo encuentro. Platko primero, y más tarde Nogués, van a cerrarle el acceso a la portería, pero siempre que eran reclamados sus servicios, cumplía como los buenos. En la Liga 30-31, sin embargo, le tocó ser protagonista de la más dura derrota cosechada por el Barça en toda la historia del Torneo de la Regularidad, 12 a 1 en San Mamés ante el Athletic de Bilbao, el 8 de febrero de 1931. Se habló entonces de «huelga de piernas caídas» por parte de los jugadores, deseosos ya de cobrar más dinero en aquellos primeros compases del profesionalismo, pero si hubo algo así, el propio Llorens lo desconocía. El caso es que por primera vez en la Liga un equipo subía dos guarismos al marcador,, con nada menos que siete tantos obra del rojiblanco Bata,  y esta fue la alineación damnificada: Llorens; Zabalo, Portas; Martí, Roig, Castillo; Piera Goiburu (el autor del «gol del honor» azulgrana), Sastre, Arnau y Parera. En 1933, empero, va a causar baja en el club, tras recibir la carta de libertad, pero pronto retornará a él en calidad de jugador «amateur» (en el más genuino sentido del término), sin cobrar un céntimo y como suplente del internacional Nogués, manteniéndose ahí hasta 1936. Su último partido oficial lo jugará el 8 de diciembre de 1935, precisamente en los viejos «Campos de Sport de El Sardinero», escenario de sus momentos de gloria, y ante el Racing de Santander, que derrotó claramente por 4 goles 0 a un Barça que aquel día formó con él en la puerta, más Areso, Zabalo, Raich, Balmanya, Berkessy, Ventolrá, Bardina, Escolá, Enrique Fernández y Pagés. En total, en esas once temporadas, va a disputar 108 partidos.

Cuando estalla la Guerra Civil, colaborar como asesor deportivo con el Comité de Trabajadores que se hace cargo del club tras la trágica muerte del presidente Josep Sunyol en el frente de Guadarrama, fusilado por las fuerzas sublevadas contra el gobierno del Frente Popular, y para evitar que la CNT confisque la entidad. Pero no se va a contentar con dar buenos consejos, sino que volverá a calzarse los guantes de nuevo a partir de 1937. No toma parte en la famosa gira por México y Nueva York, cuyos beneficios apuntalarían la maltrecha economía barcelonista en momentos muy difíciles, pero después llegará a actuar en más de 30 encuentros, tanto de carácter amistoso como   enmarcados en algunas de las competiciones que se disputan en la zona republicana (Campeonato de Cataluña 1937-38  o Liga Catalana de 1938) . Y va a darse la circunstancia de que será herido en dos ocasiones en el curso de los bombardeos que sufre la ciudad de Barcelona por parte de la aviación fascista italiana, una vez en el vientre y la otra en el hombro, según cuentan Josep M. Solé i Sabaté y Jordi Finestres en el libro El Barça en guerra (1936-1939)

DESCUBRIDOR DE TALENTOS Y ENTRENADOR DE EMERGENCIA

Una vez finalizada nuestra contienda fratricida, Ramón Llorens va a permanecer al servicio del Barcelona, haciéndose cargo durante décadas de diversos equipos de las categorías inferiores (infantiles, juveniles, «amateur», filiales…).

Su fructífero trabajo de cantera descubrirá a numerosos jugadores que luego rendirían señalados servicios al Barça. Bajo su sabia dirección el equipo de Aficionados se proclamó Campeón de España el 21 de mayo de 1949, en «Les Corts», al derrotar al Indauchu por 3 a 2, con el siguiente once: Garriga; Roma, Biosca, Blanch; Llabaría, Pintanell; Vallés, Bosch, Aloy, Ferrer y Manchón, con dos goles de Manchón y uno de Ferrer. Muy poco después medio equipo pasaría a formar parte de la primera plantilla del Barça, y concretamente Biosca, Bosch y Manchón no tardarían en ser internacionales. Fue este un partido curioso, pues – tal como contó nuestro compañero José Ignacio Corcuera en un interesante artículo publicado aquí mismo, en el número 46 de Cuadernos de Fútbol -, el Barcelona trató de llevar la final a su propio feudo, para enmarcarla dentro de la celebración de su 50 Aniversario, y para ello ofreció compensar a su rival, la S.D. Indauchu de Bilbao, con la muy respetable suma de 100.000 pesetas de la época, algo a lo que en concreto se opusieron dos destacados miembros del equipo vizcaíno, los hermanos Rafael y Jaime Escudero -más tarde él mismo jugador del Barça-, argumentando que ese hecho contravenía flagrantemente el espíritu «amateur», y negándose ambos en consecuencia a participar en la final.

El 29 de enero de 1950 Llorens va a debutar en el banquillo como entrenador del primer equipo, contando con la ayuda en la sombra del mismísimo Pep Samitier en calidad de «asesor técnico», y formando de hecho un tándem. Y en este caso, va a cumplirse una vez más esa ley no escrita que dice que a nuevo entrenador, partido ganado. 2 a 0 en «Les Corts» al Deportivo de La Coruña, que aquella temporada figuraba en los primeros lugares de la clasificación, con goles del argentino Marcos Aurelio y el gallego Guimerans en propia meta. Formaron ese día: Ramallets; Calvet, Corró, Curta; Gonzalvo III, Gonzalvo II; Basora, Marcos Aurelio, César, Aretio y Nicolau. Sin embargo, a la semana siguiente sufre su primer revés como técnico del Barça. El Valladolid le derrota por 2 a 1 en «Zorrilla» (con gol de Seguer), aunque se trata también de un excelente cuadro blanquivioleta, que esa misma temporada llegará hasta la final de Copa – que perdería ante el Athlertic de Bilbao por 4-1 -, con un magnífico equipo en el que destacaban el guardameta Saso, los hermanos Lesmes en defensa, la línea media Ortega-Lasala, y en el ataque los internacionales Coque y Aldecoa.

Pero en el siguiente desplazamiento se resarce con un excelente resultado logrado en «Atocha» ante la Real Sociedad, 2-4, con tantos de César, Basora, Aretio y Seguer. Y al otro domingo golea al Real Oviedo en «Les Corts», 5 a 0, con un «póker» de César y el tanto restante obra de Nicolau. Aunque la irregularidad del equipo se pone de manifiesto una vez más siete días más tarde, al caer en «Mestalla» ante el Valencia por un claro 4 a 0. Y sin embargo el 5 de marzo es capaz de imponerse en Barcelona al Atlético de Madrid – que a la postre sería el campeón -, con un solitario gol del argentino Humberto Giménez. Al domingo siguiente obtiene un gris empate a cero en Málaga, antes de que el campeonato se detenga para que la Selección Española prepare y dispute la eliminatoria contra su homóloga de Portugal, valedera para la clasificación con vistas al Mundial que ese verano se celebra en Brasil, y en la que el combinado nacional conquistará plaza para un certamen en el que obtendrá un brillante cuarto puesto.

Tras más de un mes de parón, la Liga se reanuda el 16 de abril, con victoria mínima azulgrana en «Les Corts» – 2 a 1 – sobre el Celta de Vigo, otro de los equipos-revelación de la campaña, gracias a los goles de César y Navarro II, finalizando el torneo con un descafeinado «verbi» frente al Español  en «Sarriá», que termina con empate a 2 (César y Gonzalvo III). Llorens había cogido al Barça en octava posición,  con 17 puntos y un negativo, y concluye el campeonato con el equipo ocupando la quinta plaza, con 29 puntos y tres positivos.

Para la Copa del Generalísimo el Barça va a contar con un par de importantes refuerzos, el delantero del Athletic de Bilbao Jaime Escudero, y el defensa del Deportivo de La Coruña José María Martín, un jugador con inquietudes artísticas, y que pronto llegaría a internacional. El sorteo empareja a los catalanes con el Racing cántabro (a la sazón «Real» Santander), que acababa de ascender de nuevo a Primera División tras una excelente temporada, y que contaba con una delantera muy goleadora. El primer partido se celebra en «Les Corts», y el Barça se impone con claridad por 4 a 1, con goles de César y el recién llegado Escudero, ambos por partida doble. La eliminatoria parece en franquía, pero en los «Campos de Sport de El  Sardinero», la tarde del 7 de mayo de 1950, va a saltar la gran sorpresa, y los montañeses conseguirán remontar la desventaja que se traían de la Ciudad Condal, superándola con un concluyente 5 a 1, con goles de Joseíto (2), Nemes, Alsúa II y Echeveste, mientras que Navarro II, ya al filo del tiempo reglamentario, hacía el tanto del honor para los azulgranas, que en esa tarde aciaga, la última de Ramón Llorens como responsable del primer equipo, presentaron la siguiente formación: Ramallets; Calo, José María Martín, Gonzalvo II; Gonzalvo III, Seguer; Basora, Escudero, César, Aretio y Navarro II

Un mes más tarde, el Barça va a descubrir en «Sarriá», el feudo españolista, a un extraordinario jugador que militaba en un equipo de expatriados, el Hungaria, donde actuaban futbolistas huidos de varios países del otro lado del «Telón de Acero» (Hungría, Checoeslovaquia, Rumanía, Yugoslavia…) . El delantero, rubio y fornido, poseedor de una calidad y un físico extraordinarios, se llama Ladislao Kubala, y el conjunto está entrenado por su cuñado, el técnico eslovaco Ferdinand Daucik, antiguo defensa internacional. Tras un corto pero azaroso proceso de negociación, Kubala – que no obstante estaba suspendido por la FIFA, a causa de su huida de Hungría por motivos políticos – suscribe contrato con el Barça, y con él también lo hace su cuñado Daucik, que será  el nuevo inquilino del banquillo barcelonista. Llorens, disciplinadamente, retorna a sus anteriores ocupaciones. En total había dirigido al Barça durante algo menos de cuatro meses, en 11 partidos, con un balance de 6 victorias, 2  empates y 3 derrotas, con 22 goles a favor y 17 en contra, y un porcentaje de triunfos del 54,55%

El 15 de junio de 1952 recibirá en «Les Corts» un merecidísimo homenaje, en un partido en el que el Barça derrotó al Olympique de Niza por 8 a 2, con Marcel Domingo defendiendo la meta del equipo galo. A principios de los años 70 cumplirá sus Bodas de Oro al servicio del Barça, en uno u otro puesto, siempre allá donde le necesitasen. Una peña blaugrana de la localidad vallesana de Rubí, llevará su nombre, y él viajará a menudo acompañando al equipo, en unos tiempos muy diferentes a los actuales, cuando los reveses eran más frecuentes que los triunfos, claro que estos, cuando se producían,  sabían a gloria bendita. Va a fallecer en Barcelona, la ciudad que le vio nacer, el 4 de febrero de 1985, a los 78 años de edad. Algunos años antes, con motivo del 75 Aniversario del club blaugrana, había declarado cosas como las siguientes:  «A mí me ha dado el Barcelona mucho más de lo que yo le di. Yo le presté mi servicio, mi fidelidad y mi apasionamiento, pero él me ha dado la vida». Y añadiría: «el Barça no me debe nada, pero me gustaría que cuando muriera, me envolviesen en su bandera que es la mía. Me gustaría que, una vez muerto, los barcelonistas dijeran que de algo he servido en el Barça y que los jugadores, sean quienes sean, me dediquen el primer gol del siguiente partido». Palabras suficientemente elocuentes y definitorias de lo que es  amor a unos colores, y que no necesitan de ningún comentario.




El Lleida intenta fichar a Carles Rexach y las primas del presidente Vilaltella.

A finales de la temporada 1966-67 el Lleida (entonces UD Lérida) intenta el fichaje del delantero del Barça Carles Rexach.

En el club catalán están desesperados. A falta de solo 7 jornadas para el final de la liga del Grupo Sur de la Segunda división, el Lleida es el penúltimo clasificado, en zona de descenso directo, con 14 puntos, a uno de distancia del colista, que es el Condal, filial del FC Barcelona.

El Lleida solo ha sumado uno de los últimos 10 puntos posibles y viene de ser goleado en el campo del Constancia (3-0), que es el equipo que le precede en la clasificación y que también lucha para evitar el descenso.

Es el equipo menos goleador del grup (17 goles a favor) y uno de los más goleados (34). Las cosas no pintan nada bien en la segunda temporada consecutiva del Lleida en Segunda división.

El presidente del club, Ramon Vilaltella, no quiere ni oír hablar de la palabra descenso y pide a sus asesores que hagan lo que sea necesario para evitarlo.

Una de las opciones que contemplan es reforzar el equipo con un jugador de calidad contrastada. Es entonces cuando deciden consultar al Barça si existe la posibilidad de obtener la cesión del delantero Carles Rexach (Barcelona, 13-01-1947), que entonces tiene 20 años recién cumplidos y no dispone de minutos en el primer equipo del Barça, con el que había debutado el año 1965, con 18 años, en la Copa del Generalísimo.

El entrenador azulgrana de la temporada 1966-67, Roque Olsen, no cuenta con él para los partidos oficiales.

Carles Rexach en sus inicios con el FC Barcelona.

Carles Rexach en sus inicios con el FC Barcelona.

La temporada anterior, la 1965-66, Rexach le había marcado un gol al Lleida jugando con el Condal. En el Barça desde categoría infantil, es un extremo ambidiestro muy técnico y con un regate sorprendente, con buena visión del juego y magnífico chutador de faltas y penaltys.

Siguiendo los consejos de sus asesores, Ramon Vilaltella contacta con su homólogo en el Barça, el presidente Enric Llaudet, para solicitarle la cesión de esta perla de la cantera azulgrana.

Desde el primer momento Llaudet se muestra muy receptivo con la petición leridana y les dice que desde el Barça no pondrán ningún impedimento y que no pedirán cantidad económica alguna por la cesión del jugador. «Así no podréis decir que el Barça no ayuda al Lleida», les repite constantemente. El único obstáculo que debe superar el Lleida es convencer al jugador de bajar de categoría y jugar los 7 últimos partidos de liga con los leridanos.

Una vez hecha su gestión, Ramon Vilaltella deja el resto de la operación en manos de los directivos Jesús Figueres, Ramon París y Francesc Huguet, que son los que negocian directamente con el jugador.

Con el coche de Francesc Huguet, los tres de desplazan al domicilio de Rexach, en la zona de Pedralbes de Barcelona, y se reunen con el jugador y con su padre, que es el que lleva todas las negociaciones. Su padre, también de nombre Carles, se dedica al comercio y se destaca como un duro negociador. El Lleida le acaba ofreciendo 350.000 pesetas, más el sueldo, por los 7 partidos que quedan de liga. Una pequeña fortuna en aquella época. A pesar de las reticencias iniciales y tras una reunión maratoniana, el padre y el hijo acaban aceptando la oferta leridana.

Con la conformidad de los Rexach, los tres directivos del Lleida regresan a la capital leridana con la satisfacción por el trabajo bien hecho y convencidos de que harán feliz a Vilaltella: han conseguido la cesión de una de las estrellas emergentes del Barça, que puede ser un revulsivo para un Lleida que busca desesperadamente la permanencia.

Pero los tres directivos se llevan una sorpresa monumental cuando el presidente del club leridano les comenta que, tras todo el trabajo realizado, desestima la incorporación de Rexach.

Ramon Vilaltella les dice claramente que, tras reflexionarlo, prefiere invertir las 350.000 pesetas ofrecidas a Rexach en las primas necesarias para conseguir la permanencia y pontifica: «Lo Vilaltella no baixa («Vilaltella no baja»). Y lo acaba consiguiendo.

Ramon Vilaltella (Penelles, 19-02-1899), conocido respetuosamente como Don Ramon, es entonces un acaudalado empresario leridano que había hecho su fortuna con la venta de estropajos y flores artificiales.

Ramon Vilaltella, presidente del Lleida (1962-67).

Ramon Vilaltella, presidente del Lleida (1962-67).

En los 7 últimos partidos de liga, el Lleida es capaz de sumar 10 de los 14 puntos posibles (con 3 victorias, 4 empates y ninguna derrota) y consolida la permanencia en la última jornada de liga, con un empate a nada (0-0) en el campo del Mallorca. En este partido al Lleida solo le hace falta sumar 1 punto para evitar cualquier problema. Y es lo que consigue. Con este equipo: Patiño; Rori, Sabaté, Pantaleón; Iguarán, Forteza; Vallejo, Juanín, Cifre, Ferrando y Barberà.

La expedición del Lleida tras obtener la permanencia en Mallorca.

La expedición del Lleida tras obtener la permanencia en Mallorca.

Por el camino, el Lleida suma una victoria «sospechosa» en el campo del Europa (1-3) en la 26a jornada de liga. Se le conoce com el partido del «tongo», que es lo que chilla el público que aquel día está en el campo de la calle Sardenya. El Lleida se adelanta en el marcador con un gol de Barberà, en el minuto 25, pero el centrocampista local José rompe el «guión» previsto, justo antes del descanso, con un disparo lejano que sorprende tanto a su autor como al portero del Lleida, Patiño. Pero en 2 minutos de la segunda parte (49 y 50) Vallejo y Cifre establecen el 1 a 3 definitivo en el marcador.

En los 7 últimos partidos de liga, el Lleida gana en el Camp d’Esports al Ceuta (3-0) y al Algeciras (2-0) y en el campo del Europa (1-3) y empata, en casa, contra el Málaga (1-1) y el Cádiz (1-1) y en los campos del Levante (3-3) y del Mallorca (0-0).

Equipo del Lleida que derrotó al Algeciras (2-0): Patiño, Castellví, Forteza, Sabaté, Iguarán y Pantaleón. Vallejo, Juanín, Cifre, Ferrando y Barberà.

Equipo del Lleida que derrotó al Algeciras (2-0): Patiño, Castellví, Forteza, Sabaté, Iguarán y Pantaleón. Vallejo, Juanín, Cifre, Ferrando y Barberà.

La «inversión» de Ramon Vilaltella resulta satisfactoria porque el equipo consigue la permanencia y no se echa en falta la no llegada de Carles Rexach.

Aquella temporada el Lleida tiene oficialmente un presupuesto de 4,5 millones de pesetas.

El Lleida acaba en el duodécimo lugar de la clasificación, con 24 puntos, los mismos que tiene el primer equipo que promociona para no bajar, el Atlético Ceuta, pero al que supera en el gol average particular. Solo queda 2 puntos por encima del descenso directo.

Finalmente, los equipos que descienden directamente son el Algeciras y el Condal y promocionan el Constancia de Inca y el Atlético Ceuta, que consiguen la permanencia.

Una vez confirmada la salvación del equipo, el entrenador Rosendo Hernández, que había sustituido en el cargo a Josep Seguer en la 14a jornada de liga, pide al presidente la prima de 100.000 pesetas que tiene estipulada en su contrato por mantener al equipo en Segunda.

Ramon Vilaltella le recrimina que le haga esta petición, conscientes como son todos de la «inversión en primas» que le ha costado la permanencia al presidente, más que por los méritos deportivos del técnico canario.

Vilaltella le recrimina que tiene mucha cara de pedirle aquella prima «porque los partidos los he ganado yo».

Rosendo Hernández, sin inmutarse, le amenaza de explicar todos los tejemanejes a los medios de comunicación y Vilaltella acaba pagando también esta prima.

El técnico Rosendo Hernández en el Camp d'Esports de Lleida.

El técnico Rosendo Hernández en el Camp d’Esports de Lleida.

Al final de la temporada 1966-67 Ramon Vilaltella abandona definitivamente la presidencia del Lleida, después de ocuparla durante 5 temporadas y de invertir en el club mucho dinero a fondo perdido. Pero, tal como era su propósito, lo deja en Segunda división.

Lo que es evidente es que los asesores de Vilaltella no tuvieron mal ojo en aconsejarle el fichaje de Carles Rexach. La temporada siguiente, la 1967-68, se consolida en el primer equipo del Barça y es una de las revelaciones. En total, estuvo 16 temporadas en el primer equipo azulgrana, con el que jugó 449 partidos oficiales. Ganó 1 liga, 4 Copas de España, 1 Recopa y 1 Copa de Ferias. La temporada 1970-71 fue el máximo goleador de la liga española, con 17 goles, empatado con el delantero del Atlético de Madrid Gárate. «Charly» Rexach, «el noi de Pedralbes», fue 15 veces internacional con la selección española, con la que debutó en el año 1969.