Despejando la ecuación: el papel del Club X en la fundación del RCD Espanyol de Barcelona (1902 – 1909)

  1. Introducción

El X Sporting Club[1] fue un club de futbol de la ciudad de Barcelona, localidad en la que desarrolló su actividad entre los años 1902 y 1909. Desaparecería como tal en 1909, al modificar su nombre por el de CD Español y convertirse en una entidad polideportiva que incluía las secciones del Club Español de Jiu-Jitsu, que se integraría en la nueva institución. Dicha entidad es en la actualidad un histórico del futbol: el Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona[2].

Aunque eventualmente también vistieron de negro, el uniforme habitual era blanco con el escudo negro en el pecho, (ver imagen 1), el cual consistía en una X rodeada de un círculo abierto en forma de letra C, en lo que parece emular la forma de un balón (ver imagen 2). Su campo de juego estaba “en las cercanías de Casa Antúnez” (Nolla Duran, 1976: 25) (ver imagen 3) y sus jugadores eran conocidos como “els incògnits” (Closa et al., 2001: 39) El X, que nació como “la sección deportiva del Círculo Artístico” (Oliva, 2017: 25), fue un club importante durante la primera década de siglo, compitiendo en los primeros campeonatos de Cataluña, y siendo campeón en los años 1906, 1907 y 1908.

Aunque, pese su interés intrínseco como institución deportiva relevante en su época, el conocimiento de la historia del X Sporting Club tiene un valor añadido al representar una pieza fundamental para construir los primeros capítulos de la historia del RCD Espanyol de Barcelona. Un mayor conocimiento de la historia del X debe ayudar a intentar responder algunas cuestiones planteadas a nivel de discusión historiográfica. ¿En qué año se fundó el Espanyol? ¿Qué año debería, pues, celebrarse la efeméride? ¿Fueron Club Español de Football y CD Español una misma entidad? Dar respuesta definitiva a estas cuestiones es una tarea compleja por dos motivos. El primero tiene que ver con la flexibilidad de interpretación de muchas de las fuentes primarias sobre las que se trabaja, habitualmente de tipo periodístico. El segundo motivo, a su vez, nos remite a la práctica inexistencia de aproximaciones historiográficas de carácter científico que hayan tratado el pasado del Espanyol, ya que la gran mayoría de obras de referencia son, también, relatos periodísticos. Entendemos, no obstante, que el planteamiento de una breve semblanza de lo que fue el Club X, repasando su desarrollo deportivo y la manera en la cual se relacionó con el Espanyol, ha de aportar nuevas herramientas analíticas para reflexionar sobre las cuestiones antes planteadas. De esta manera, el presente artículo aspira a aportar nuevos planteamientos para la discusión sobre los orígenes históricos del RCD Espanyol de Barcelona, y a fomentar nuevas investigaciones sobre la época en cuestión.

En las siguiente líneas, pues, expondremos de manera sumaria el origen, desarrollo y evolución del X, y veremos cómo ello influenció de manera directa en el devenir histórico del Espanyol.

Imagen 1: Alineación de “X”, campeón del Campeonato de Cataluña de 1906 – 1907. Fuente: Los Deportes, Año 11, número 449, 30 de marzo de 1907, página 341. Fotografía de J. Busqueta.

 

Imagen 2: Escudo del Club X. Fuente: Wikimedia Commons.

 

Imagen 3: Los 12 campos de juego existentes en Barcelona en el año 1902, con el campo del Club X ubicado en la zona de Montjuïc – Can Tunis. Fuente: Closa et. al. (2001: 28).

  1. Breve historia del Club X

A continuación, se expondrá el recorrido del Club X desde sus inicios en el año 1902 hasta su “disolución” en el año 1909.

2.1 Orígenes

El contexto futbolístico de la Barcelona de la primera década del Siglo XX era notablemente prolífico a nivel de clubes. Además de los clásicos Football Club Barcelona y Club Español de Football[3], fundados en 1899 y 1900 respectivamente, y del decano oficioso Català Football Club[4], existieron numerosas entidades dedicadas a la práctica del futbol. Así, el Hispania, el Universitari, el Catalonia, el Internacional, y otros, conformaban el elenco de equipos que se disputaban la hegemonía local en las primeras y arcaicas competiciones que se llevaban a cabo.

“Háblase de la fundación del ‘F. C. X.’”[5]. De tan escueta manera anunciaba el semanario Los Deportes del 9 de marzo de 1902 el nacimiento de la entidad. La noticia también hacía referencia a la fundación de otro club llamado “Club Argeliano de F.”, y a la desaparición del “Nacional”, cuyos jugadores pasaron a engrosar las filas del “F.C. Condal”. Como decíamos, el fútbol estaba en pleno auge y era común el constante movimiento existente entre fundaciones y desapariciones de las entidades dedicadas a su práctica.

Desde sus inicios, el X se inmiscuyó en la realidad futbolística de la ciudad. Fue uno de los clubes integrantes de la Asociación de Clubs de Football, cuyos estatutos entrarían en vigor el 1 de enero de 1903, siendo aprobados por los clubes Barcelona, Català, Catalonia, Catalunya, Español, Hispania, Iberia Internacional Irish, Salud, Universitari y el propio X (Nolla Duran, 1976). Dicha entidad sería el embrión de la que posteriormente fue la Federación Catalana de Football, fundada en 1907 y presidida en sus inicios por Isidre Lloret, directivo del X. Lloret, quien fuera también socio del extinto Club Español de Football, fue la persona a cargo de la transición entre la Asociación de Clubs de Football y la Federación Catalana de Clubs de Football. Tras dos años en el cargo – presidió la Federación entre enero de 1907 y Octubre de 1908 -, cesó en 1908 al ser protagonista de una polémica en la que se le acusaba de trato de favor a su equipo, el X.

2.2 Primeros años

Los primeros años del X a nivel deportivo transcurrieron con más pena que gloria. En la temporada 1902/1903 se inscribió en la Copa Barcelona. Dicha competición, organizada por el FC Barcelona, venía a suceder a la Copa Macaya, y fue el antecedente directo del Campeonato de Cataluña iniciado la temporada posterior. Once equipos se inscribieron en la competición, aunque tres de ellos, incluyendo el propio X, se retirarían en el inicio del campeonato. El FC Barcelona sería el campeón.

En la temporada 1903/1904 tuvo lugar la primera edición del Campeonato de Cataluña de Football. Se trataba de la primera competición organizada sin el patrocino directo de ningún club, siendo gestionada a través de la Asociación de Clubs de Football. Se inscribieron un total de 10 equipos, que acabaron siendo 9 al finalizar la competición, tras la retirada del Iberia. El X finalizaría en penúltima posición, con únicamente 3 puntos, adquiridos tras una victoria y un empate en sus partidos contra el Ibérico, último clasificado. El Español CF se alzaría con la victoria en este primer campeonato.

En la temporada 1904/1905 únicamente compitieron 5 equipos. El X finalizaría último clasificado, tras conseguir dos únicos puntos ganando uno de sus dos partidos con el Català, penúltimo clasificado. El ganador sería el Barcelona. Esa temporada se disputó también una liga de segundos equipos, donde competirían los 5 clubes que formaban el campeonato de Cataluña más el Joventut. El segundo equipo del X finalizaría también en última posición, empatado con el Català, ambos con dos puntos (Lozano, 1990).

2.3 Los años dorados del X

Con fecha de 7 de enero de 1906, el Club Español de Football notifica a la Asociación de Clubs de Football su retirada del Campeonato de Cataluña, ya que no disponía de los jugadores necesarios para participar en la competición. El motivo era realmente simple y pragmático. Una buena parte de los jugadores del primer y segundo equipo, estudiantes universitarios, debían abandonar la ciudad y proseguir sus carreras fuera de Barcelona, algunos de ellos incluso en el extranjero. La idiosincrasia del club, pues, le había pasado factura. Como remarca Bravo Escarza (1953: 22), “el ‘Español’, nacido en la Universidad, suspendió sus actividades debido a las naturales exigencias escolares de la Universidad”.

Este hecho significó un giro de 180 grados en la dinámica deportiva del X, ya que aquellos jugadores del Español CF que permanecieron en Barcelona se pasaron a sus filas. El nivel deportivo del X, pues, aumentaba considerablemente. Así lo constata J. Elías en una crónica en el semanario Los Deportes, donde escribía que el X “viene a convertirse en potencia de primer orden, gracias a haber recibido el refuerzo de algunos jugadores del disuelto «Español», que lo convierten de club de ínfima categoría en nuevo Campeón”[6].

De esta manera, el X se alzaría con el campeonato de Cataluña en las temporadas 1905/1906, 1906/1907 y 1907/1908. En su primer campeonato se impondría a Internacional, Barcelona y Català, en el segundo a Barcelona y Català, y en el tercero y último a Barcelona, España y Català. Cabe reseñar que fueron victorias no exentas de polémica, especialmente la última temporada, donde se acusó a la Federación Catalana, dirigida por el directivo del X Isidre Lloret, de favoritismo hacia su equipo (García Castell, 1968). Como campeón regional, el X se ganó la posibilidad de participar en el Campeonato de España, pero declinó su participación por tres años consecutivos.

2.4 “Disolución”

En el año 1909 el X dejará de existir como se le conocía hasta ese momento, cambiando su nombre por el de CD Español, y absorbiendo al Club Español de Jiu-Jitsu. Así daba cuenta de ello el Semanario Los Deportes: “El «X Sporting Club» dedicado exclusivamente al foot-ball, en reunión de socios, acordó cambiar el nombre que llevaba por el de «Club Deportivo Español», ingresando acto mediato del cambio de nombre a militar en esta entidad deportiva, los que fueron socios del que se llamó «Club Español de Jujutsu». Coincidiendo estos hechos con la época de renovación de junta, vínose en reformar los Estatutos y en nombrar aquélla”[7].

Para comprender el proceso de fundación del CD Español hay que tener en cuenta el contexto en el que, tras tres años fuera, varios de los antiguos miembros del Español CF retornan a Barcelona. Es entonces cuando se inician los contactos para intentar hacer resurgir al extinto Club Español de Football, existiendo dos personas que jugarán un papel clave en el proceso: el jugador y capitán del X Emili Sampere y el fundador del Club Español de Jiu-Jitsu Julià Clapera, ambos exjugadores del Español CF.

Segura Palomares (1974: 44) recoge las palabras del propio Julià Clapera explicando el proceso de refundación del Espanyol: “Al deshacerse el club en 1906, los jugadores que quedaron, capitaneados por Emilio Sampere, que era primo mío, se incorporaron al X Sporting Club y allá continuaron jugando al fútbol. Yo, por mi parte, fundé el Club Español de Jiu-Jitsu, en el que también integré a antiguos socios españolistas. Al llegar el año 1909 habían vuelto algunos de los estudiantes que se marcharon tres años atrás y fueron a verme a mí o a Sampere con idea de resucitar el Español. Así que un buen día decidí entrevistarme con Emilio, que a la sazón era el capitán del X. Pronto llegamos a la conclusión de que lo mejor sería fusionar nuestros dos clubs y volver a darle vida a aquel que tanta gloria había alcanzado en su etapa inicial… A principios de 1909 convoqué una reunión de socios del Club Español de Jiu-Jitsu en nuestro local social, sito en la calle Aribau número 21. Asistieron a ella también Sampere y los del X así como varios jugadores del Club Internacional. Se trató de la fusión y hubo mayoría. Decidimos llamar en adelante a la entidad Club Deportivo Español. El equipo de fútbol se formó con la base del X y la masa social con éstos y los del Jiu-Jitsu”.

Encontramos también en la Obra de Segura Palomares (1974: 55) el testimonio de Miquel Piferrer sobre la fusión: “Yo era socio del Club X, y al producirse la fusión con el Club Español de Jiu-Jitsu, gracias a la gestiones de Emilio Sampere y Julián Clapera, pasé a ser socio del Club Deportivo Español, al igual que la mayoría de mi antiguo equipo».

El CD Español pasaría directamente a competir en primera división del campeonato de Cataluña, ya que su eclosión no supuso una fundación desde cero sino una mutación del antiguo X Sporting Club. Con aprobar el cambio de nombre de la entidad a través de los estatutos hubo suficiente para proseguir con la actividad futbolística. Así, la nueva entidad competiría en el campeonato de Cataluña en lugar del X Sporting Club, a la vez que recibiría la masa social del Club Español de Jiu-jitsu y sus secciones deportivas. Tanto X como Club Español de Jiu-jitsu se consideran desde entonces entidades desaparecidas.

Aun siendo una institución diferenciada del extinto Español CF, el CD Español nacía con la clara vocación de ser su heredera. De esta manera, aquella modestísima institución impulsada en 1900 por varios jóvenes universitarios liderados por Ángel Rodríguez, y que fue denominada en un primer momento Sociedad Española de Football, forjaba la identidad de la nueva institución, mientras que el X, pese a aportar la estructura orgánica necesaria para su existencia, veía como su herencia quedaba en la periferia simbólica de la nueva entidad.

Imagen 4: Escudos y años de existencia de Club Español de Football, X Sporting Club y Club Deportivo Español (infografía). Fuente: elaboración propia.

  1. La relación entre X y Espanyol: una fuente de controversia

Pese a la evidente relación existente entre ambas, no cabe ninguna duda de que Football Club X y Club Español de Football eran entidades diferentes. En el momento de fundación del X, el Español CF ya existía, y no fue hasta la desaparición de este último que pueden surgir algunos interrogantes sobre el papel del X en relación a la historia del Espanyol. Ciertamente, cuando el Club Español de Football cesa actividades en 1906 y el X acoge a varios de sus jugadores en sus filas, puede proyectarse la percepción de una unión entre ambas instituciones, aunque tal cosa nunca existió. Algunas obras sobre la historia del Espanyol, que tampoco profundizan sobre el tema, pueden llegar incluso a insinuar dicha unión (Lasplazas y Pardo, 1941), y es que a la hora de reconstruir un relato histórico, como el del Espanyol en este caso, tener un agujero inconcluso como el habido entre los años 1906 y 1909, supone una dificultad añadida. Por ello no es extraño encontrar en la web del propio club que el escudo original del Club Español de Football estuvo vigente hasta 1910[8], una cosa extraña cuando dicha entidad dejó de operar en 1906.

3.1 Coexistencia deportiva

Aunque, amistosos aparte, X y Español únicamente se enfrentaron en competición oficial en el Campeonato de Cataluña de la temporada 1904/1905, ambas entidades fueron rivales entre 1902 y 1906. La temporada 1902/1903, en la que se disputó la Copa Barcelona, no se enfrentaron, ya que el X se retiró de la competición justo en los inicios. En la temporada 1903/1904, tampoco se enfrentaron en el primer Campeonato de Cataluña, ya que el X cedió sus puntos al Español en los dos partidos correspondientes a la liga de ida y vuelta. Aunque ello parezca una especie de trato de favor, seguidismo, o incluso corrupción, “era práctica habitual que un equipo modesto cediera los puntos a un grande sin llegar a jugar para que éste descansara o llegara a jugar algún amistoso” (Lozano, 1990: 2). Se entendía que la diferencia entre ambos equipos era lo suficientemente notoria como para que esta práctica no repercutiera en la integridad ni el resultado final de la competición. En la temporada 1904/1905 sí que llegaron, como decíamos, a enfrentarse en partido oficial, con ambas victorias para el Español. Ya en la 1905-1906, tras la retirada del Club Español de Football, no hubo más oportunidades para competir entre ambos (Lozano, 1990).

3.2 ¿Un mismo club?

Algunos autores remarcan la afinidad existente entre X y Español, como Nolla Duran (1976: 56) cuando habla de que “fiel al programa españolista, el ‘X Club de Football’ vino a suplir al Español” (1976: 56). De esta manera, sugiere una cierta afinidad a la hora de entender la filosofía de ambos clubes, aunque dicha afirmación no la sustenta con ningún argumento posterior.

Lasplazas y Pardo (1941), por su parte, defienden de manera recurrente que “Español y ‘X’ son un mismo club que en algunos instantes toma un nombre y en otros momentos el otro” (1941: 15), que “el ‘X’, siendo el ‘X’, es el Español” (1941: 17) o, en referencia al periodo 1906 – 1909, que “los jugadores son, en realidad, los mismos, y el Club tiene una evidente continuidad” (1941:14). Para sustentar sus afirmaciones, muestran la comparativa entre la última alineación del X, en partido contra el Català el 14 de febrero de 1909, con la primera alineación del C.D. Español, en partido contra el Barcelona, donde Gibert, Castillo, Irizar, Soler, Viles, Ponz, Berdié, Sampere y Grau están presentes tanto en la primera como en la segunda. Un argumento que sirve para reforzar la obviedad de que el CD Español nace de las cenizas del X, aunque no posibilita justificar una relación en años anteriores ni sostiene, por supuesto, las categóricas afirmaciones previamente mencionadas.

Segura Palomares (2001: 40) llega a afirmar que tanto Emili Sampere como el resto de jugadores del extinto Club Español de Football que pasaron a las filas del X, lo hicieron “con la intención de mantener el fuego sagrado del Espanyol en suspensión temporal, a la espera de mejores circunstancias para volver a encender la hoguera” (2001: 40), o también que “Sampere, todo un jugador, esperaba el momento oportuno para reactivar su verdadero club, ganando amigos entre sus compañeros accidentales, con la idea de arrastrar a los mejores cuando llegara la hora” (2001: 43). Dichas aseveraciones, sin embargo, no parecen ser más que la construcción de un relato metafórico, ya que en ningún caso los testimonios por él consultados mencionan el planteamiento de ese objetivo desde la situación inicial de cese de actividades del Club Español de Football.

Resulta evidente que hay una continuidad entre X y Espanyol, pero ésta se ciñe únicamente a la relación entre X Sporting Club (1907 – 1909) y CD Español (1909 –…), nunca entre Football Club X (1902 – 1907) y Club Español de Football (1900/1 – 1906). Nada unía a estos últimos más allá de que el X se convirtiera en lugar de acogida de aquellos jugadores huérfanos de equipo tras la desaparición del Club Español de Football. El CD Español, sin embargo, se funda sobre los cimientos orgánicos e institucionales del X Sporting Club. Tanto es así que el X ni siquiera decretó su disolución. Como ya se ha comentado, una adaptación en los estatutos fue suficiente para dar el paso y competir bajo la identidad del CD Español, reforzado con la masa social del Club Español de Jiu-Jitsu y sus diferentes secciones deportivas.

El hecho de que el X no decretara una disolución, sino un cambio de nombre y posterior fusión, plantea un inconveniente claro a quien pretenda defender una continuidad histórica entre CD Español y Español CF basada en el papel intermedio del X, ya que a nivel estructural, si existe una referencia directa que establezca una línea de continuidad con el pasado ésta es la del X Sporting Club. De esta manera, los orígenes del Espanyol podrían encontrarse en la fundación del Football Club X en 1902, y no en 1900 con la fundación de la Sociedad Española de Football.

3.3 La cuestión de las Bodas de Oro del Espanyol

Las dudas con respecto al tipo de relación existente entre X y Espanyol han podido ser motivo de discusión sobre algún tema acaecido a lo largo de la historia del Espanyol. Ciertamente, el contar los años 1906 – 1909 como si el Espanyol hubiera existido implica reconocer en cierta medida que X y Espanyol fueron una misma entidad en aquella época, lo cual hemos desmentido con anterioridad. De esta manera, el hecho de que esta cuestión haya permanecido inconclusa ha provocado con posterioridad alguna polémica a nivel historiográfico que excede a la propia polémica original sobre la existencia o no del Espanyol en la época 1906 – 1909. Tal es el caso de la problemática sobre la celebración de las Bodas de Oro del Espanyol.

La diversidad de lecturas existente sobre la fecha fundacional del Espanyol, sin duda alimentada por el papel del X durante los años 1906 – 1909, provocó un arduo debate sobre cuándo deberían celebrarse las Bodas de Oro de la entidad, lo cual acabó sucediendo finalmente en el año 1953. Suena extraño, ya que se tomaba como referencia la fundación de la Sociedad Española de Football en el año 1900, como así se hizo con posterioridad, en la celebración de las Bodas de Platino y del Centenario. Estas dos últimas efemérides, sin embargo, se celebraron contando los años justos, en 1975 y 2000, respectivamente.

Sin duda, celebrar los 50 años de existencia a los 53 años es una cosa fuera de lo común. Segura Palomares (1974, 2001) argumenta que el motivo para celebrar tan extraña efeméride se debe a la propia dejadez de la entidad, tal y como también sucedió con las Bodas de Plata, que nunca llegaron a celebrarse. Aunque semejante planteamiento expone varias incertidumbres, ya que es el mismo autor quien afirma, como así veremos con posterioridad, que sí existió debate sobre cuándo celebrar los cincuenta años de existencia. De cualquier modo, la hipótesis de Segura Palomares (2001) apunta a que el cincuentenario no se celebró en 1950 por desidia de la propia directiva, aunque la existencia de obras de referencia sobre la historia del Espanyol editadas con anterioridad, como las de Carballo y Julià (1941) o Lasplazas y Pardo (1941), así como el hecho de contar con los propios testimonios de la época, hace que Segura Palomares tenga también en cuenta la propia incompetencia de la directiva como posible explicación. Justo Conde (1990: 113), por su parte, menciona que las Bodas de Oro “no se habían celebrado tres años antes, cuando hubiera correspondido hacerlo, por las difíciles circunstancias que atravesaba la entidad”. En este caso, la justificación para no celebrar el cincuentenario cuando tocaba se encuentra en la precaria situación del club, en constante conflicto entre familias y con el trasfondo de la disputa sobre la propiedad del Estadio de Sarrià[9].

Sobre esta discusión, no nos aventuraremos a establecerlo aquí de manera axiomática, pero son demasiados antecedentes como para no tomar seriamente en cuenta la hipótesis de que sí se conocía, ciertamente, la fecha de fundación de 1900, pero que no se tomaría ésta en cuenta como referencia al considerar que durante la época 1906 – 1909 no existió la entidad. Así lo justificó el Espanyol, de hecho, aunque Segura Palomares (2001) lo tome como una excusa para justificar el propio error del club. Así pues, las Bodas de Oro se celebrarían con diversos actos entre el 28 de marzo y el 1 de abril 1953, alegando a modo justificativo que “se había escogido el 1953 porqué el club había estado tres años inactivo y de esta manera se cumplían los cincuenta de vida efectiva” (Closa et. al., 2001: 259). La confusión, sin embargo, llegaba a tal punto que el cartel oficial de los actos de celebración anunciaba las fechas 1903 – 1953 (ver imagen 5).[10]

Con respecto al mencionado debate habido en la época al que hace mención Segura Palomares (2001), sobre cuándo establecer la fecha del cincuentenario del Espanyol, encontramos una primera referencia en el año 1950. Ya entonces Julià Clapera, uno de los artífices de la fundación del CD Español en 1909, promovió sin éxito que la celebración debía realizarse tras los 50 años de la fundación de la Sociedad Española de Football. Con posterioridad, otras voces autorizadas dentro de la historia del Espanyol tomaron parte en el debate. Así, además del propio Clapera, el fundador de la Sociedad Española de Football, Ángel Rodríguez, reivindicaba el año 1900 como la referencia para celebrar la efeméride. Emili Sampere, por su parte, reclamaba que el club nació en 1909 y que ésta debería ser la fecha de referencia. Vemos, pues, como ambos fundadores del CD Español en 1909, Clapera y Sampere, tenían posiciones divergentes al respecto. En cualquier caso, como ya se ha comentado, la decisión que se tomó fue la de tomar el 1900 como referencia de la fundación y restarle los 3 años entre el cese de actividades del Club Español de Football y la fundación del Club Deportivo Español.

Imagen 5: Emblema promocional de los actos de celebración de las Bodas de Oro del RCD Español. Fuente: EL MUNDO DEPORTIVO. Edición de jueves 26 de marzo de 1953. Página 3.

  1. RCD Espanyol de Barcelona: una fundación y dos orígenes

El CD Español nace en 1909, fruto de la decisión del X Sporting Club de cambiar el nombre de su entidad, y la posterior adhesión de las secciones deportivas del Club Español de Jiu-Jitsu. Por tanto, aunque sus orígenes puedan buscarse con anterioridad, podemos afirmar que el actual RCD Espanyol de Barcelona nace en ese justo momento. A partir de aquí, pueden trazarse dos posibles caminos para encontrar el origen primigenio del club.

Uno de ellos seguiría una línea continuista, y entendería que la Institución originaria del CD Español sería el propio X Sporting Club, nacido en 1902 como Football Club X. Una hipótesis que se justifica a nivel orgánico, ya que, al modificar únicamente los estatutos y ejecutar el cambio de nombre, el X no llegaría a desaparecer, sino que únicamente mutaría sus signos de identidad.

Imagen 6. Antecedentes a la fundación del Club Deportivo Español. Hipótesis sobre el origen orgánico (infografía). Fuente: elaboración propia.

La otra línea sería la que ha seguido siempre la historia oficial del Espanyol, buscando sus orígenes en el Club Español de Football, nacido como Sociedad Española de Footbal en 1900. La vocación e idiosincrasia del CD Español como elemento de continuidad con el Español CF, así como la evidente vinculación personal y sentimental de los jugadores y socios de ambas instituciones, avala la presente hipótesis. Para reforzarla, se hace también énfasis en la idea de que el Club Español de Football nunca llegó a decretar su disolución, sino únicamente un cese de actividades, con lo que la fundación del CD Español supondría a efectos prácticos una vuelta a la actividad.

Una hipótesis que ha sido defendida en todas las obras clásicas que han tratado sobre la historia del Espanyol, y que tiene uno de sus referentes más arcaicos en “La Verdad Deportiva”[11], órgano de difusión de la Peña Ibérica[12] que se publicó entre enero de 1928 y mayo de 1929. En la mencionada publicación había una sección titulada “Historial del RCD Español”[13], que en su edición de 22 de diciembre de 1928 critica a “los aficionados que creen o suponen partir la historia o fundación del Español”[14], en clara referencia al periodo 1906 – 1909. A partir del análisis de la mencionada sección, se identifica claramente la narrativa histórica sobre la fundación del Espanyol que aún hoy día se plantea desde la historia oficial del club.

Imagen 7. Antecedentes a la fundación del Club Deportivo Español. Hipótesis sobre el origen sentimental (infografía). Fuente: elaboración propia.

La hipótesis sobre el origen sentimental es totalmente defendible, aunque, para avalar su validez, sería necesario reexaminar el periodo 1906 – 1909 con el objetivo de ensamblar un relato coherente que llegue hasta el año 1900. Que el Espanyol, bien como CEF o como CDE, no existió durante esos tres años es una obviedad. Así pues, deberían rehuirse aquellas narrativas históricas que establecen una solución de continuidad desde 1900 en adelante, ya que ello implicaría reconocer al Club X como si fuera el propio Espanyol, y tal cosa no fue así, como se ha intentado mostrar a lo largo del presente texto. Sería más prudente, pues, hablar de una fundación en 1909 – CDE – inspirada en otra fundación de 1900 – CEF ex. SEF –, y dejar al X como lo que fue durante esos tres años, un club ajeno al Espanyol que se reforzó con algunos de sus exjugadores.

El Club Español de Football nunca comunicó su desaparición sino que “suspendía indefinidamente sus actividades” (Closa et. al.,2001: 46), y es precisamente en ese carácter de indefinido donde está la clave. Esto es así porque, si bien el CD Español recogía el bagaje deportivo y sentimental del Español CF, su fundación no supuso el renacimiento de éste, ya que, como hemos visto, el CD Español formalmente no era más que el X Sporting Club con un nuevo nombre y nuevas secciones deportivas. Al Club Español de Football, desde 1906, podemos considerarlo, pues, o desaparecido, o en un permanente estado de latencia tras la anunciada suspensión de actividades con carácter indefinido. Obviamente, parece que lo más sensato es optar por la primera opción.

  1. Consideraciones finales

La breve historia del Club X, una de las tantas entidades existentes en la Barcelona de principios de siglo XX que se dedicaba a la práctica del futbol, trasciende a la figura histórica del propio X. Ello es así ya que, los análisis que pretendan establecer una historia del Espanyol solvente, que tome en cuenta todos los aristas e imbricaciones pertinentes y que pretenda construir un relato con la máxima objetividad posible, no pueden obviar el papel del X como institución precursora del Espanyol a nivel orgánico. De igual manera, conocer y reconocer la relación existente entre Football Club X y Club Español de Football como entidades diferenciadas entre 1902 y 1906, y la única existencia del X durante los años 1906 – 1909, solidifica la objetividad del mencionado relato.

El RCD Espanyol de Barcelona nace como tal en 1909, después de que una modificación de los estatutos del X Sporting Club habilitara que éste cambiara su nombre por el de CD Español. Afirmar esto no implica tener que renunciar a encontrar los orígenes del Espanyol en la fundación de la Sociedad Española de Football el año 1900. Sí que requiere, sin embargo, valorar todos los caminos que llevaron a la fundación de 1909, así como clarificar el protagonismo de cada una de las instituciones que participaron en el mencionado proceso de fundación. De esta manera, y sin ánimo de plantear tesis irrebatibles, se afirma que los orígenes fundacionales del Espanyol pueden tener más de una lectura.

Todas las referencias clásicas sobre la historia del Espanyol repiten una misma narrativa, y obvian la conexión estructural entre X Sporting Club y CD Español que permite plantear la hipótesis del origen orgánico, en la cual la propia fundación del X seria el origen del Espanyol. La narrativa oficial sobre la historia del Espanyol, basada en relatos ajenos a la solvencia de la Historia ciencia, ha aceptado determinados axiomas que, cuanto menos, pueden ser debatidos, tal y como se ha pretendido en estas líneas.

Tal es la aportación del presente artículo. Abrir nuevas vías de investigación histórica que ayuden comprender mejor la compleja idiosincrasia histórica e identitaria del Espanyol, y fomenten la actualización crítica de algunos de los análisis aquí presentados. El conjunto de fuentes primarias que pueden aun analizarse sobre esta época debería posibilitarlo, ayudando así a afianzar una historiografía solvente dedicada al estudio del pasado del RCD Espanyol de Barcelona.

  1. Referencias

Bravo Escarza, José (1953). Historial Deportivo del RCD Español. 1900 a 1953. Barcelona: RCD Español.

Carballo, Eduardo; Juliá, Juan (1941). RCD ESPAÑOL. Su vida, su historia, sus triunfos. Barcelona: Basa y Pagès.

Conde, Justo (1990). Equipos con Historia. RCD Español. Madrid: Universo Editorial.

Closa, Antoni; Rius, Jaume; Vidal, Joan (2001). 1900 – 2000. Un segle de futbol català. Barcelona: Federació Catalana de Futbol.

Garcia Castell, Joan (1968). Història del Futbol Català. Barcelona: Aymà Editora.

Lasplazas, José Leoncio; Pardo, Carlos (1941). Historial del Real Club Deportivo Español. Madrid: Ediciones Alonso.

Lozano Ferrer, Carles (1990). Història del Campionat de Catalunya. 1903 – 1940. Valencia: CIHEFE.

Mota Muñoz, José Fernando (2020). ¡Viva Cataluña espanyola! Historia de la extrema derecha en la Barcelona republicana (1931 – 1936). València: PUV.

Nolla Duran, Jaime (1976). Ayer y hoy del futbol catalán. Barcelona: Federación Catalana de Fútbol.

Oliva, Héctor (2017). RCD Espanyol. Història d‘un sentiment. Barcelona: Editorial Base.

Segura Palomares, Juan (1974). Historia del RCD Español. Barcelona: La Gran Enciclopedia Vasca.

Segura Palomares, Juan (2001). Cien años de historia del RCD Espanyol de Barcelona. Barcelona: La Fundació RCDE.

VV.AA. (1928). El llibre d’or del futbol català. Barcelona: Edicions Monjoia.

[1] X Sporting Club fue la denominación oficial que adoptó la entidad a partir de la temporada 1907/1908. Hasta entonces, y desde su fundación en el 1902, el nombre era Football Club X. Ver EL MUNDO DEPORTIVO. Edición de jueves 6 de febrero de 1908, página 4.

[2] Siempre que se haga referencia al club sin mencionar siglas, se escribirá según la nomenclatura actual en lengua catalana: Espanyol. Cuando se utilicen las siglas, relativas a cada una de las denominaciones oficiales que haya tenido la entidad a lo largo de su historia, se escribirá según la época concreta a la que se esté haciendo referencia: Español CF, CD Español, RCD Español y RCD Espanyol de Barcelona. Cuando se escriba Español, en castellano, se hará referencia al Club Español de Football.

[3] Si bien el orden de las siglas que muestra el escudo oficial del Club Español de Football es CEF, la abreviación utilizada al utilizar nombre y siglas será Español CF.

[4] El puesto de decano del futbol barcelonés se lo disputaban entre el Català FC y el FC Barcelona. El Català fue el primer club fundado en Barcelona, aunque el primero en dejar constancia documental de su fundación fue el Barcelona. Por ello ambos clubes se disputaban la distinción.

[5] LOS DEPORTES. Año 06, no. 009 (9 marzo 1902), p. 138.

[6] LOS DEPORTES. Año 14, no. 540 (15 abril 1910), p. 114.

[7] LOS DEPORTES. Año 13, no. 513 (28 febrero 1909), p. 45.

[8] Ver web del RCD Espanyol de Barcelona: https://www.rcdespanyol.com/ca/escut/. Consulta 29/08/2021

[9] Con la entrada de Paco Sáenz a la presidencia en la temporada 1947/1948, el Espanyol adquirió en propiedad el Estadio de Sarrià, abonando 5 millones de pesetas al anterior dueño, Genaro de la Riva. El año 1951 se inauguraría la Grada del Gol Sur, en lo que significó ampliar en 11.000 personas la capacidad del campo, pasando de 17.740 a prácticamente 30.000 localidades.

[10] Segura Palomares achaca parte de la confusión al Llibre d’or d’el futbol català (VV.AA, 1928), donde de manera errónea se establece que el cambio de denominación de Sociedad Española de Football a Club Español de Football se realizó en el año 1903.

[11] El Trabajo de búsqueda, síntesis y análisis sobre “La Verdad Deportiva” ha sido llevado a cabo por Javier Robles Montesinos, cuya cooperación y generosidad ha permitido la inclusión de los datos expuestos en el presente artículo.

[12] Peña Ibérica fue la denominación que desde 1925 tomó la Peña Deportiva Ibérica, fundada en 1923 por un grupo de seguidores del RCD Español. Se trataba de una organización de carácter marcadamente ultraderechista, que se reivindicaba como españolista tanto en lo deportivo como en lo político, y que entendía su vinculación con el RCD Español como una estrategia para potenciar su discurso (Mota Muñoz, 2020).

[13] La sección “Historial del RCD Español” se publicó únicamente en los números 28, 29, 30 y 33 de “La Verdad Deportiva”.

[14] LA VERDAD DEPORTIVA. Número 30, de 22 de diciembre de 1928. Página 2.




El origen de los colores blanquiazules del RCD Espanyol de Barcelona: Apuntes para el debate historiográfico.

  1. Introducción

Desde el año 1910, la equipación principal del RCD Espanyol de Barcelona consiste en franjas verticales de color blanquiazul. El escudo, de igual forma, está formado por un círculo donde dichas franjas verticales caen diagonalmente de derecha a izquierda. Sobre el origen tanto del escudo como de los colores de la camiseta, la web del club hace alusión a “los actuales colores blanquiazules, aquellos que lucía en su blasón el almirante Roger de Llúria”[1]. Existen, sin embargo, voces críticas en al ámbito historiográfico que niegan la veracidad de la versión oficial, y relacionan los colores blanquiazules del RCD Espanyol con los colores de la Casa Real Borbónica.

A través del siguiente artículo se analizará la versión oficial del club, aportada por quien ha pasado a la historia como el cronista oficial de la historia del Espanyol, el periodista Juan Segura Palomares, y se establecerá una dialéctica argumentativa con la versión crítica, que tiene en el historiador Josep María Solé Sabaté a su máximo exponente.

  1. El inicio de la historia

El 28 de octubre de 1900 es la fecha fundacional del RCD Espanyol de Barcelona a nivel oficial. Se toma este día como referencia por la aparición de una nota en el popular semanario Los Deportes, en la que podía leerse: “Es tanta y tan grande la admiración que reina entre los aficionados al foot-ball, que cada día son más numerosos; pues la afición a este deporte cunde de una manera tan extraordinaria que en estos días se ha constituido una nueva sociedad, con el título de “Sociedad Española de Foot-ball”, compuesta de muchos y distinguidos jóvenes”.

A cargo del proceso fundacional estuvieron 3 jóvenes estudiantes de la Universidad de Barcelona, Ángel Rodríguez, Octavi Aballí y Lluís Roca. Ángel Rodríguez Ruiz, primer presidente del club, era hijo de Rafael Rodríguez Méndez, médico andaluz catedrático de Higiene en la Universidad de Barcelona y Rector de la misma entre 1902 y 1905. Vinculado políticamente con el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, Rafael Rodríguez Méndez era asimismo presidente de la Sociedad Gimnástica Española. Es precisamente al amparo de dicha institución que se constituye la Sociedad Española de Football, entidad que pasaría a denominarse en el 1901 como Club Español de Foot-Ball.

La nueva entidad nacía con la vocación de reivindicar la práctica del fútbol entre la gente local. Por aquel entonces, las experiencias más habituales de práctica del futbol en Barcelona eran promovidas por ciudadanos extranjeros, en una gran mayoría de casos miembros de empresas británicas radicadas en la ciudad[2].

La entidad desaparece en 1906 por no reunir los jugadores necesarios para competir. La mayoría de los jugadores restantes jugarán con el X Sporting Club, el cual, tras fusionarse con el Club Español de Jiu-jitsu, daría lugar al renacido Club Deportivo Español en el año 1909. A partir de 1912, tras la concesión del título de Real por parte de Alfonso XIII, la entidad pasaría a denominarse Real Club Deportivo Español. Salvo en la época republicana (1931-1939), donde el Real desaparece oficialmente, ese sería el nombre oficial del club hasta que en al año 1995 pasó a denominarse Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona, normalizando el nombre en lengua catalana y añadiendo la especificación geográfica barcelonesa.

Los primeras equipaciones eran de color amarillo, ya que uno de los miembros del club, fabricante de tejidos, disponía de numeroso material de esas características que pudo ser aprovechado para hacer uniformes (Bravo Esparza, 1953). Con posterioridad, y nuevamente por una mera cuestión de pragmatismo, los jugadores vestirían de color blanco, ya que eran los tejidos más económicos y accesibles para vestir a todo el equipo. No sería hasta después de la refundación del club en 1909[3], ya como Club Deportivo Español, que la entidad se planteara la consolidación de unos colores y escudo de carácter definitivo, cosa que se hizo finalmente en el año 1910.

  1. La versión oficial

La primera mención al origen de los colores blanquiazules del Espanyol la encontramos en la primera gran obra de referencia sobre la historia del club, cuya autoría es de Juan Segura Palomares (1974), y que vio la luz muy poco tiempo antes de la celebración de las bodas de platino del RCDE[4]. Por primera vez, se habla de que los colores blanquiazules fueron instaurados de manera oficial para representar al Espanyol inspirados en los colores del blasón del almirante Roger de Llúria.

En el año 1910, el uniforme del Club Deportivo Español pasaría a ser formado por rayas verticales de color blanquiazul, y el escudo oficial, inspirado por el escudo de armas de Roger de Llúria, sería “una circunferencia roja, que cerraba en su interior blanco tres rayas azules verticales, sobre las que se escalonaban, en negro, las letras C.D.E., iniciales de Club Deportivo Español” (Segura Palomares, 1974: 52-53) (ver imagen 2). Siempre según Segura Palomares (1974), el diseño del escudo corrió a cargo del socio Eduard Corrons, quien además llevó adelante la propuesta en Asamblea el día 20 de febrero de 1910 para que fuera aprobada su oficialidad de manera totalmente unánime.

De esta manera, quedaba atrás el escudo que había representado a la entidad hasta entonces, que “consistía en un madroño con colores nacionales, sobre cada uno de les cuales figuraba una de las letras: C.E.F. Club Español de Futbol” (Segura Palomares, 1974: 53) (ver imagen 1). Con posterioridad, tras la concesión del título de Real por parte de Alfonso XIII, el propio Eduard Corrons modificaría el escudo incorporando la corona sobre el círculo, y ampliando el borde rojo del mismo para incorporar las letras Real Club Deportivo Español (ver imagen 3). Asimismo, las rayas azules sobre fondo blanco dejarían de estar orientadas verticalmente para hacerlo de forma inclinada. La siguiente correlación de escudos del RCD Espanyol, así como sus correspondientes fechas, ha sido extraída de la web oficial del club, donde se obvia la época republicana (1931 – 1939).

Imagen 1: Escudo del Club Español de Futbol (1901 – 1910)

 

Imagen 2: Escudo del Club Deportivo Español (1910 – 1912)

 

Imagen 3: Escudo del Real Club Deportivo Español (1912 – 1998)

 

Imagen 4: Escudo del Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona (1995 – 2005)

 

Imagen 5: Escudo del Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona (2005 – actualidad)

La veracidad de este hecho, sin embargo, ha sido puesta en duda ya que no existe, al menos hasta el momento, documentación que verifique el hecho de que el Almirante Roger de Llúria tuviera un escudo de armas con los colores blanquiazules. Al respecto, podemos acudir a la otra gran obra de referencia sobre la historia del RCD Espanyol, también escrita por Segura Palomares (2001), en este caso coincidiendo con el centenario del Club. Allí, Segura Palomares vuelve a mencionar que Eduard Corrons realizó el diseño del escudo inspirándose en los colores de Roger de Llúria, aunque en esta ocasión, además de fiar la versión a la palabra del antiguo socio españolista, deja entrever el hecho de que la fundación oficial del club se firmara en un local de la propia calle Roger de Llúria, y que tal vez este hecho hubiera podido influir en la decisión del propio Corrons[5].

Consciente de las dudas suscitadas sobre la historia de Corrons, Segura Palomares menciona que, pese a todas las dudas e incertidumbres al respecto, ningún historiador “ha podido demostrar lo contrario” (Segura Palomares, 2001: 20). Él, por su parte, asegura haber consultado con antiguos socios que en los años 60 le habían asegurado haber visto el famoso grabado del Escudo de Roger de Llúria sobre el que supuestamente se había inspirado Eduard Corrons. Para dar credibilidad a su historia aporta un nombre, el del señor Miquel Piferré, socio desde 1909, quien daría fe de aquellos hechos. Finaliza la discusión sobre la fiabilidad de la versión de Corrons aludiendo a que “es la intención lo que cuenta; y la intención era adoptar los colores de Roger de Llúria” (Segura Palomares, 2001: 20).

  1. La versión alternativa

De entre las voces que en el mundo de la historiografía han rebatido la versión explicada por Segura Palomares (1974, 2001), destaca la de Josep María Solé Sabaté. Catedrático de Historia Contemporánea por la UAB, y recurrente tertuliano y columnista, en su obra se encuentran varias referencias sobre la historia social y política del Futbol Club Barcelona[6].

A través de alguna de sus columnas de opinión en la prensa, donde trata sobre temas de futbol y sociedad, habitualmente con perspectiva histórica, ha afirmado que los colores blanquiazules del Espanyol no son originarios de Roger de Llúria sino que están inspirados en los colores borbónicos. Dicha afirmación, además, no se ciñe únicamente al club catalán, sino que afecta de igual manera a otros clubes como el Deportivo, la Real Sociedad o el Málaga[7].

Para refutar la historia oficial del Espanyol, inspirada en la obra de Segura Palomares, Solé Sabaté argumenta que “en cap de les quatre grans cròniques catalanes, de Jaume I, Bernat Desclot, Ramon Muntaner i Pere el Cerimoniós, escrites a finals del segle XIII i durant el XIV i considerades el millor conjunt historiogràfic de l’Europa medieval, s’esmenta que el color dels vents sigui blau i blanc, com manta vegada ha explicat el prestigiós professor de la Universitat de Barcelona Anton Espadaler, especialista en literatura medieval catalana” (Solé Sabaté, 31 / 08 / 2015). De esta manera, pone de relieve que no existe evidencia empírica alguna para sostener que el blanco y el azul se correspondían con los colores del blasón del almirante.

Sobre la relación concreta entre los colores del Espanyol y los de la Casa de Borbón, Solé Sabaté afirma que els colors blau i blanc de la camiseta de la Real Sociedad, el Deportivo, el Saragossa, l’Espanyol i altres són d’origen borbònic. Monàrquic. No democràtic, ni popular” (31 / 08 / 2015). De igual modo hace alusión al origen de la bandera argentina, la cual también dice estar inspirada en los colores borbónicos. Observamos, pues, como hace referencia a un notable medievalista y a las principales crónicas de la época para refutar la relación entre los colores del Espanyol y los de Roger de Llúria. Sin embargo, a la hora de relacionar los colores del Espanyol, o incluso los de la bandera argentina, con la Casa Real Borbónica, no aporta referencia alguna que apoye dichas afirmaciones.

  1. Notas para la discusión

Aunque queda totalmente al margen del propósito del presente texto, sí puede afirmarse que existe un debate historiográfico de amplio recorrido sobre el origen de la bandera argentina, dentro del cual se tiene en cuenta la versión que afirma sin tapujos que los colores albicelestes están inspirados en el blanco y el azul de los borbones. Y es que, ciertamente, los inicios de la revuelta criolla de 1810 se enmarcaban en el contexto de ocupación de España por parte de la Francia napoleónica, y el movimiento insurreccional liderado por Manuel Belgrano reivindicaba la fidelidad a Fernando VII, el Borbón depuesto. En estos términos hablaba el que fuera presidente de Argentina entre 1868 y 1874, Faustino Domingo Sarmiento[8]: “Las fajas celestes y blancas son el símbolo de la soberanía de los reyes españoles sobre los dominios, no de España sino de la Corona, que se extendían a Flandes, a Nápoles, a las Indias; y de esa banda real hicieron nuestros padres divisa y escarapela, el 25 de Mayo, para mostrar que del pecho de un rey cautivo tomábamos nuestra propia Soberanía como pueblo, que no dependió del Consejo de Castilla, ni de ahí en adelante dependería del disuelto Consejo de Indias”. El mediático historiador argentino Felipe Pigna (2016) sostiene que lo más probable es que el origen de la bandera argentina se encuentre en la banda de la Real Orden de Carlos III, establecida en 1771 por dicho monarca, quien se inspiró en la túnica y manto de la Virgen en su advocación de la Inmaculada Concepción, declarada Patrona Universal de los Reinos de España e Indias en 1760. Por su parte, la versión que desmiente dicha vinculación de manera clara sostiene que Manuel Belgrano, creador de la bandera, se inspiró en los colores del primer escudo de la Ciudad de Buenos Aires, creado por el Gobernador Jacinto de Láriz en el año 1649 (ver imagen 6) (Perazzo, 2005).

Imagen 6: Primer escudo de la ciudad de Buenos Aires

Así pues, resulta sencillo cotejar la afirmación de Solé Sabaté al respecto del origen borbónico de la bandera argentina, sobre el cual se ve, por cierto, que existe un debate abierto con versiones contrapuestas. Sobre el origen borbónico de los colores del RCD Espanyol de Barcelona, sin embargo, no existe hasta el momento teoría historiográfica solvente que explique dicha relación.

Lo que sí aporta Solé Sabaté en su argumento contra la teoría expuesta por Segura Palomares, es la relación de este último con el régimen franquista, afirmando también que la teoría es una invención que le permitió hacer fortuna en el tardofranquismo y durante la transición (Solé Sabaté, 31 / 08 /2015). Ciertamente, la trayectoria política de Segura Palomares estuvo siempre vinculada al régimen franquista, donde ejerció varios cargos en el seno del movimiento y nunca ocultó su admiración por la figura de José Antonio Primo de Rivera, tal y como también apunta el propio Solé Sabaté.

Cuesta ver, sin embargo, la relación de la trayectoria política de Segura Palomares con la validez de su teoría al respecto de los colores blanquiazules del Espanyol. Profesar un ideario político antidemocrático y contrario a valores como la tolerancia, la convivencia y los derechos humanos, tal y como hacía Segura Palomares, lo invalida a buen seguro en su acción u opinión sobre dichas materias. Pero en este caso, Segura Palomares únicamente recoge el testimonio de los que aseguraban haber visto el grabado con los colores del Escudo de Roger de Llúria con el que el socio Eduard Corrons se inspiró para diseñar el escudo del Espanyol. Lo que habría que invalidar, pues, es la exposición hecha sobre la recogida del testimonio, y no hacer una enmienda a la totalidad de su teoría que se fundamente en la controvertida trayectoria política del autor. Invalidar la versión de segura Palomares en base a su ideología y trayectoria política durante el franquismo resulta aún menos convincente si se toma en cuenta que, precisamente, la relación entre el Espanyol y Roger de Llúria a través de los colores blanquiazules ha sido identificada desde los sectores más catalanistas del club como motivo de reivindicación. El hecho de que el Espanyol luzca los colores de la armada medieval catalana implica estrechar a nivel simbólico la relación entre el club y Cataluña[9], dando pie a afianzar los argumentos de aquellos sectores de la afición que se sienten cercanos al nacionalismo catalán y al independentismo. Es por ello que no acaba de visualizarse que la militancia franquista de Segura Palomares sea motivo alguno para invalidar su aportación, ya que, en este caso, tal vez tendría más sentido que, puestos a inventar, hubiera desarrollado una teoría que acercara más al Espanyol a su relación con la España unitaria defendida por el franquismo.

A la hora de plantear la relación entre los colores borbónicos y los del Espanyol, resulta también pertinente el análisis de la cuestión cronológica. Tal como también menciona el propio Solé Sabaté (Solé Sabaté et al., 1996), la consecución del título de “Real” al club por parte del monarca Alfonso XIII se lleva a cabo en el año 1912. Es decir, con posterioridad a la instauración del escudo y los colores blanquiazules, cuestión datada en el año 1910. Así pues, debería desestimarse el establecimiento de ningún tipo de correlación entre la concesión de los “honores reales” y los colores del club. Podría aducirse, tal vez, una posible motivación anticipada a la propia consecución del título de Real, aunque a día de hoy ello no pase de ser una mera hipótesis.

  1. Conclusiones

Aunque el argumentario expuesto por Solé Sabaté no se ha presentado a través de un foro científico sino mediante uno de opinión, donde no existe ningún filtro sobre la veracidad de lo expuesto, la autoridad y el prestigio de Solé Sabaté obliga a tomar en consideración su postura aun cuando no venga acompañada de un análisis en profundidad. Dicho lo cual, y según lo expuesto con anterioridad, no parece existir una fuente histórica solvente que valide la relación entre los colores borbónicos y los del RCD Espanyol de Barcelona. Así, lo que parece más prudente desde un punto de vista estrictamente científico, sería aparcar semejante teoría en el bloque de las hipótesis y esperar a que alguien sea capaz de aportar alguna certeza sobre la misma.

Sobre la teoría expuesta por Segura Palomares, ésta da pie a la presentación de la siguiente reflexión global que tiene que ver con una deficiencia estructural a la hora de acercarse al pasado del Espanyol desde un punto de vista estrictamente científico. Dicho de otro modo, existe un gap notable con respecto al estudio del pasado del RCD Espanyol de Barcelona, y es que, a diferencia de otros clubes, éste no ha sido tratado propiamente por historiadores. El caso de Segura Palomares es un claro ejemplo. Gracias a él y a su importante obra se tiene conocimiento de una gran mayoría de los aspectos de la historia del Espanyol que hasta hoy día se conocen, y, por ello, Segura Palomares siempre será una referencia en el estudio del pasado del RCD Espanyol. Su labor como cronista es impagable, eso es un hecho, aunque no deje de ser el estudio del pasado expuesto con los ojos del periodista que era. Dicha condición no es baladí, ya que, desde el punto de vista metodológico, probablemente un historiador hubiera tenido más herramientas de justificación y verificación de los hechos presentados, en este caso el origen de los colores blanquiazules del RCD Espanyol de Barcelona. Segura Palomares defiende su teoría con argumentos tales como el anteriormente mencionado señor Miquel Piferré, y el de “otros consocios de su época consultados – quienes, por ley de vida, desgraciadamente ya han muerto – me testificaron que Corrons, al que habían conocido y tratado, propuso los colores y diseñó el escudo guiado por un antiguo grabado…Grabado que ellos aseguraban haber visto” (Segura Palomares, 2001: 20). Sin entrar en debatir sobre la honestidad de sus palabras, lo cual queda bastante alejado del propósito de este texto, sí que puede afirmarse que, de haber sido la teoría de un historiador, ésta hubiera tenido mejores mecanismos de defensa ante la impugnación de la misma. Un historiador, en tanto que científico social, hubiera planteado una exposición metodológica clara y estructurada en la manera de acceder a la información a la que accedió Segura Palomares, basada en una planificación solvente destinada a recabar los datos de carácter cualitativo que sostuvieran un proceso de investigación en el marco metodológico de las ciencias sociales.

Así pues, como conclusión final habría que remarcar la importancia, por un lado, del fomento de la honestidad historiográfica a la hora de introducir nuevas teorías si es que éstas pretenden hacer crecer el conocimiento histórico. Perder de vista esta premisa puede conllevar la difusión de opiniones no fundadas en evidencia empírica y, por tanto, crear confusión. Asimismo, parece también de suma importancia la promoción de estrategias científicas de conocimiento del pasado asociadas a una entidad histórica de la importancia RCD Espanyol de Barcelona. De esta manera, salen beneficiados tanto la Historia ciencia y sus profesionales, como el propio club, que verá con ello reforzada su posición como sujeto histórico de relevancia.

  1. Referencias

Bravo Escarza, José (1953). Historial Deportivo del RCD Español. 1900 a 1953. Barcelona: RCD Español.

Nolla Duran, Jaime (1976). Ayer y hoy del futbol catalán. Barcelona: Federación Catalana de Fútbol.

Perazzo, Alberto Rubén (2005). Origen de nuestros colores: azul celeste y blanco. Comunicaciones del Congreso Internacional de Vexilología XXI “Vexilobaires 2005”. Disponible en: http://internationalcongressesofvexillology-proceedingsandreports.yolasite.com/resources/21st/ICV21_Perazzo.pdf Consulta: 18 – 01 – 2021

Pigna, Felipe (2016). Manuel Belgrano: el hombre del bicentenario. Buenos Aires: Ed. Planeta.

Portabella Isidoro, Jesús (2010). Diccionari nomenclàtor de les vies públiques de Barcelona. Barcelona: Ajuntament de Barcelona.

Segura Palomares, Juan (1974). Historia del RCD Español. Barcelona: La Gran Enciclopedia Vasca.

Segura Palomares, Juan (2001). Cien años de historia del RCD Espanyol de Barcelona. Barcelona: La Fundació RCDE.

Solé Sabaté, Josep Maria (21-12-2010). Els símbols en el futbol. El Punt Avui.

Solé Sabaté, Josep Maria (31-08-2015). El blau i el blanc són borbònics. L’Esportiu.

Solé Sabaté, Josep Maria; Llorens Vila, Carles; Strubell Trueta, Antoni (1996). Sunyol, l’altre president afusellat. Lleida: Pagès editors.

Solé Sabaté, Josep Maria; Finestres Martínez, Jordi (2006). El Barça en guerra (1936 – 1939). Barcelona: Angle editorial.

[1] Ver el apartado de Historia en la página web del club: https://www.rcdespanyol.com/es/historia/ Consulta 14/01/21

[2] Una experiencia similar fue emprendida un año antes por Jaume Vila i Capdevila, fundador y presidente del Català Futbol Club, entidad que muy en sus inicios únicamente aceptaba jugadores catalanes.

[3] El Semanario Los Deportes así lo anunciaba el 28 de febrero de 1909: «una nueva y potente entidad ha venido a completar el número de las que en Barcelona se dedican a la práctica y propaganda de los deportes, la que lleva un nombre tan simpático como Club Deportivo Español»

[4] Coincidiendo con las Bodas de oro del Español, el club editó un monográfico que recogía la historia de sus primeros 50 años (Bravo Escarza, 1953), aunque no hace mención ninguna a la adopción de los colores blanquiazules ni, por tanto, al motivo de su elección.

[5] Ver Nolla Duran, Jaime (1976: 14): “La primera reunión se efectuó en Casa Martino, calle Lauria esquina Diputación”. Sobre el nombre de la calle, ésta se denominó Roger de Lauria entre el periodo 1863 – 1933, y Lauria entre los años 1933 y 1980. Desde 1980 se la conoce por su actual denominación, Roger de Llúria (Portabella Isidoro, 2010).

[6] A destacar: Sunyol, l’altre president afusellat (1996); y El Barça en guerra 1936 – 1939 (2006)

[7] Ver Solé Sabaté (21-12-2010; 31-08-2015).

[8] Extraído de Pigna, Felipe: La creación de la bandera. Disponible en https://www.elhistoriador.com.ar/la-creacion-de-la-bandera/ Consulta 18 / 01 / 2021

[9] Como muestra de esta relación, uno de los colectivos independentistas más conocidos en el seno de la afición blanquiazul lleva el nombre de Roger de Llúria, y otorga anualmente el premio “Perico Almogàver” a aquellas personas que contribuyan a fortalecer la visión de un club arraigado en el país.