Domènec “Mingu” Balmanya: 1956-1958. Primera parte

Balmanya01A diferencia de lo ocurrido con otros técnicos, el paso por el Barça de Domènec Balmanya, el entrañable Mingu, no representó el cénit de su carrera como técnico, sino más bien una de sus primeras etapas. Saltó del banquillo de un recién estrenado «Camp Nou» con sólo 43 años, a pesar de que su encanecido cabello le hacía aparentar unos cuantos más, a una edad en la que muchos entrenadores aun lo tienen todo por demostrar. Y él lo demostró – o mejor dicho, lo corroboró – en numerosos equipos, e incluso en algún que otro despacho, durante las dos décadas siguientes, hasta que su vida particular – familia y negocios – le retiró del fútbol «activo», aunque seguiría cultivando su gran pasión en calidad de comentarista radiofónico hasta prácticamente el momento de su muerte.

Domènec Balmanya Perera nace en Girona el 29 de diciembre de 1914. Su padre tenía una pequeña carpintería en la calle Anselm Clavé, y el chico va a crecer sanote y fuerte, y muy pronto empezará a propinarle patadas a un balón o a lo que se terciase y tuviera forma más o menos redonda, a la vez que cantaba en el coro de la iglesia del Mercadal. En La Dehesa, hermosa arboleda situada a las afueras de la capital gerundense pasará buena parte de esos años formativos, puliendo su técnica individual y aprendiendo a conducir el balón con la cabeza bien alta, si no quería estamparse de morros contra alguno de sus muchos árboles. Alumno del Colegio de los Hermanos de La Salle, donde cursa estudios de Comercio, se inicia en los infantiles del Girona FC. Aun en edad juvenil, y gracias a su poderosa constitución física, muy pronto formará parte del equipo reserva de los rojiblancos, en Segunda Regional.

Sus primeros pasos los dio como delantero, pero en la temporada 33-34 el entrenador José Luís Zabala le bajó a la medular, situándole en la posición de volante derecho. En la campaña siguiente ya ingresa en la primera plantilla del Girona, militando en Segunda División, y destaca tanto que el Barça le va a fichar al terminar dicho curso. El Girona cobró 15.000 pesetas por el traspaso, y el jugador 10.000, que para entonces no estaba nada mal, con un sueldo mensual de 500 pesetas, y una prima de 150 por partido ganado, fruto de unas negociaciones llevadas por su propio padre. Ya en las filas del Barça va a convertirse en uno de los titulares indiscutibles, a las órdenes del técnico irlandés Patrick O´Connell, actuando como medio izquierdo. Los azulgranas, tras algunos años muy grises, contaban entonces con un buen equipo, en el que junto al joven y fornido Mingu figuraban gente de la talla de Nogués, Areso, Zabalo, Berkessy (con el que tendrá posteriormente ciertos desencuentros durante su etapa de entrenador del Real Zaragoza), Raich, Ventolrá, Escolá, Enrique Fernández o Munlloch. En la Liga se clasifican en mitad de la tabla, pero en la Copa llegan hasta la final, aunque son derrotados en «Mestalla» por el Real Madrid (2-1), en un vibrante encuentro donde Balmanya resulta lesionado.

UNA CARRERA PARTIDA EN DOS POR LA GUERRA

Con el estallido de la Guerra Civil se suspenden todas las competiciones nacionales, pero los jugadores barcelonesas reinician los entrenamientos como si nada hubiera ocurrido en agosto de 1936, con vistas a disputar el Campeonato de Cataluña y una nueva e improvisada competición, la Liga Mediterránea, en la que finalmente se impondrán los azulgranas. Con posterioridad, entre mayo y octubre de 1937, el equipo dejará una convulsa Ciudad Condal para embarcarse en una larga gira  por México y Estados Unidos, que entre otras cosas servirá para restañar el maltrecho estado económico de la entidad culé, muy resentido por las numerosas bajas de socios y las escasas recaudaciones de los partidos que seguían jugándose en «Les Corts» en plena Guerra.

A la hora del regreso a Barcelona, algunos futbolistas van a optar por quedarse en México, mientras que otros pasarán a la vecina Francia. Entre estos últimos se encuentra Balmanya, que va a enrolarse en el Séte, un equipo de la Primera División gala, representativo de una pequeña ciudad occitana, en la región del Languedoc-Rosellón, próxima a Montpellier y cuna de grandes escritores y artistas como el poeta Paul Valery, el cantautor Georges Brassens o el guitarrista flamenco «Manitas de plata». Allí actúa junto a  sus compañeros Escolá y Raich, y va a proclamarse campeón de la Liga del país vecino en 1938-39. El 1 de abril de 1939 finaliza la Guerra Civil Española, pero el primero de septiembre del mismo año estalla la que pronto va a convertirse en Segunda Guerra Mundial, y entonces Balmanya deja el Séte, retornando a su ciudad natal, Girona. Las autoridades deportivas del nuevo estado franquista van a suspender por largo tiempo a todos los futbolistas que no se habían incorporado a la España Nacional, de modo que Mingu verá nuevamente truncada su carrera deportiva, y tendrá que sobrevivir durante estos difíciles años dedicándose al negocio familiar de carpintería, mientras mantenía mínimamente la forma jugando partidos de Festa Major por los pueblos.

Al final, los seis años de suspensión impuestos en un primer momento van a quedarse sólo en dos, y así, al iniciarse la temporada 1941-42 ya puede reincorporarse a un Barça renquean, que durante aquella misma campaña se verá obligado a jugar la promoción para mantener la categoría (lo que consigue goleando al Murcia, 5 a 1, en un partido disputado en Madrid), pero una semana antes había conquistado la «Copa del Generalísimo», al derrotar al Athletic de Bilbao por 4 a 3, en un encuentro de lo más emocionante, que se disputó en el viejo campo de Chamartín el 21 de junio de 1942, y en el que el Barça presentó la siguiente alineación: Miró; Zabala, Benito; Raich, Rosalench, Llácer; Sospedra, Escolá, Mariano Martín, Balmanya y Bravo.

Continuará como jugador barcelonista en las dos siguientes campañas, para fichar en 1944 por el Nàstic de Tarragona, cobrando 25.000 pesetas. En total se enfundó la elástica blaugrana en   111 ocasiones, marcando   16 goles. Su trayectoria resultó partida de raíz por nuestra contienda fratricida, impidiendo seguramente que llegase a cotas más elevadas (jamás fue internacional, por ejemplo, aunque también en su época se jugaban muy pocos partidos entre selecciones, por culpa de la Guerra Mundial). Con los bermellones va a ascender desde Tercera a Primera División, donde debutan los de la Imperial Tarraco en la temporada 47-48. Balmanya llegará a realizar incluso las funciones de jugador-entrenador en el curso 1949-50, durante el tramo final del campeonato. Una vez colgadas las botas en el Sant Andreu (1950-51), va a sacarse el título de entrenador regional, y será segundo de su promoción en el cursillo del Nacional, tras Salvador Artigas. Incluso  – todo un estudioso – llegará a realizar un curso en Reims, Francia.

Se estrena en el banquillo en 1952, dirigiendo a su Girona en Tercera División, pero muy pronto, en noviembre de dicho año, recibe la llamada de un Real Zaragoza en apuros, para intentar salvarlo del descenso, cosa que finalmente no pudo lograr. No obstante, continúa al frente del equipo año en Segunda, iniciando la temporada 53-54, aunque al concluir la décima jornada presenta su dimisión a causa de los malos resultados, iniciándose una batalla de declaraciones cruzadas entre Mingu y su predecesor en el cargo,  Elemer Berkessy – que seguía viendo en Zaragoza-. Se daba la curiosa circunstancia de que ambos técnicos habían coincidido como jugadores en las filas del Barça durante la temporada 35-36, y que luego Berkessy fue alumno de Balmanya en la Escuela Nacional de Preparadores, según nos cuenta en su magnífico y documentadísimo artículo, publicado hace unos meses en «Cuadernos de Fútbol»,  Vidal Viñarás de Blas.

En la temporada 54-55 Balmanya casi logra ascender al Real Oviedo, subcampeón del Grupo 1 de Segunda, pero a la postre sólo podrá clasificarse en tercer lugar  en la liguilla de ascenso. Y tras un año en blanco, va a ser el elegido  por el presidente Francesc Miró-Sans para sustituir a Platko en un Barça que lleva ya tres años sin rascar bola. Su experiencia en los banquillos no es mucha, pero su prestigio como profundo conocedor del fútbol le acompaña ya a dónde quiera que va.

EL BARÇA LE BRINDA SU PRIMERA GRAN OPORTUNIDAD COMO ENTRENADOR

En una época en la que aun no se habían inventado los stage de pretemporada -y casi ni se empleaba dicho concepto, sino que se hablaba de «preparación», y posteriormente de «rodaje»- Balmanya, tras la preceptiva presentación en «Les Corts» el lunes 6 de agosto,  se va a llevar a sus flamantes pupilos a la localidad gerundense de Ribes de Freser.  Se conservan varios interesantes testimonios gráficos de la estancia allí de la plantilla barcelonesa, entre ellos la fotografía (ver debajo) de todo el grupo sentado en los peldaños de una gran escalinata de piedra, con el nuevo técnico y sus auxiliares Ángel Mur Navarro y Claudio Pellejero detrás suyo, de pie y con los brazos cruzados, como si fueran los profesores de una clase de aplicados alumnos.

Balmanya02Tras unos días de oxigenación esnifando los puros y límpidos aires pirenaicos, el plantel blaugrana va a regresar a la Ciudad Condal el sábado 11 de agosto.

Se produce  el acostumbrado movimiento de altas y bajas, que ese verano tiene especial incidencia debido al ascenso del España Industrial a Primera División, aunque para poder competir en la máxima categoría del fútbol español se verá obligado a cambiar su nombre por el de «Club Deportivo Condal», ya que la reglamentación entonces vigente impedía la presencia de clubes con nombres de empresa («La España Industrial» era una conocida factoría textil ubicada en el barrio barcelonés de Sants y dedicada al hilado, tejido y estampado del algodón). Dadas las especiales relaciones entre ambos clubes (de hecho, el recién ascendido venía a ser en la práctica un autentico filial del Barça, aunque las autoridades federativas no lo considerasen así), varios jugadores de la plantilla profesional azulgrana pasarán al nuevo primerdivisionario (Goicolea, Hanke, Castañer, Gonzalvo III, Navarro II y Moll), mientras que de sus filas promocionan al Barça el guardameta Pere Estrems, el defensa Ferrán Olivella y el centrocampista Martí Verges, que se unen a las incorporaciones producidas a finales de la anterior temporada 55-56: Ribelles y Gensana, ambos procedentes de la U.E. Lleida, el gerundense Coll y los paraguayos Melanio Olmedo y Eulogio Martínez. De manera que la plantilla barcelonista para la temporada 1956-57 va a quedar configurada de la forma siguiente: Ramallets, Estrems, Olivella, Seguer, Biosca, Brugué, Olmedo, Gracia, Segarra, Gensana, Flotats, Bosch, Vergés, Basora, Tejada, Mandi, Ribelles, Coll, Villaverde, Sampedro, Kubala, Eulogio Martínez, Luís Suárez y Manchón. Causan baja los delanteros Areta II, que pasa al Valencia, y Moreno, que se va a la Unión Deportiva Las Palmas.

Balmanya va a protagonizar una pequeña revolución, dando cancha a lo que dará en llamarse «el equipo experimental». Por aquellos días de 1956 estaba muy de actualidad el término «desestalinización», para referirse al proceso iniciado por el dirigente soviético Nikita Kruschev, el nuevo hombre fuerte del Kremlin, que había denunciado en el XX Congreso del PCUS los «errores» cometidos por el Camarada Stalin, repentinamente fallecido en marzo de 1953. Una vez muerto el todopoderoso líder, la URSS emprende una tímida liberalización conocida como «el Deshielo». Pues bien: en el Barça va a hablarse también de «deskubalización», en el sentido de tratar de limitar la excesiva dependencia que el equipo tenía respecto al juego de su gran estrella surgida del frío. Balmanya  será el encargado de llevar a cabo este reajuste, ocasionado también por el lento pero inexorable declive físico de un Laszi muy castigado por las lesiones, apostando por jóvenes valores de la cantera catalana -los citados Olivella, Vergés y Gensana- que alcanzarían la internacionalidad con la Selección Absoluta antes de que finalizase la temporada de su debut en la máxima categoría, mientras que el guardameta Pere Estrems tendrá que contentarse con permanecer a la sombra del incombustible Ramallets. Del Girona había llegado el extremo ambidiestro Lluis Coll, un jugador que prometía mucho pero al que la mala suerte en forma de lesiones y la gran  competencia en su demarcación (Basora, Manchón, Tejada, Czibor, Villaverde…) impidieron triunfar. También con Balmanya en el banquillo se consolida en el lateral izquierdo de la zaga Sigfrid Gracia, al que Platko había convertido en titular durante el curso anterior. Y, por supuesto, lo hace también el talentoso y casi imberbe Luís Suárez, que irá tomando la manija del equipo, para disgusto de los más acérrimos partidarios de Kubala, porque entre la afición comienza a producirse una especie de cisma, dividiéndose estúpidamente  en dos bandos, «suaristas» y «kubalistas», cuando juventud y experiencia eran perfectamente compatibles en la misma alineación. Y eso, sin contar con el nuevo fichaje para la temporada 56-57, el paraguayo Eulogio Martínez, un delantero tan hábil como rompedor, auténtico «abrelatas» de las defensas contrarias.

Los cambios también traen aparejado el eclipse de algunos jugadores. Gonzalvo III, tras su brillante carrera, pasará a reforzar al Condal, mientras que el peso específico de hombres como Seguer, Flotats, Bosch o Manchón desciende notablemente. No así el de Estanislau Basora, que va a conocer algo parecido a una segunda juventud, ni tampoco el de Segarra, quien una vez desplazado del lateral izquierdo por el joven Gracia, será capaz de reciclarse en la zona media del campo, demostrando gran brillo y jerarquía.

El equipo va a presentarse ante su afición el miércoles 22 de agosto, en un partido amistoso en el cual el Barça vence claramente al Racing de París por 5 goles a 2, obra de Tejada (2), Sampedro, Suárez y Villaverde. Esta fue la alineación azulgrana: Ramallets (Estrems); Gensana (Olivella), Biosca (Brugué), Olivella (Gracia): Bosch (Vergés), Segarra; Tejada (Basora), Villaverde, Kubala (Sampedro), Martínez (Suárez) y Coll (Tejada). Balmanya, en sus exclamaciones a la prensa, va a criticar la impaciencia de la afición, argumentando que «formar un equipo no es cosa de un día ni de semanas, sino de meses». Añade que el trabajo diario ha variado en lo referente a la preparación física, ahora más intensa, y en aspectos tácticos del juego, y pide paciencia hasta que se logre la necesaria compenetración de un conjunto que pretende evolucionar con mayor rapidez que antes. También, durante la nueva temporada, va a aprovechar los jueves para sustituir el entrenamiento de ese día por partidos amistosos disputados en «Les Corts» contra equipos catalanes de Tercera División, alineando en ellos a los suplentes habituales, a jugadores aun faltos de ritmo tras salir de una lesión,  y a jóvenes promesas.

PRIMER ACTO…

El domingo 9 de septiembre de 1956 arranca una nueva edición del Campeonato Nacional de Liga, la que suponía el número 26 desde su inicio. El Barça de Balmanya lo hace en «Les Corts», con el recién ascendido Osasuna como contrincante y la siguiente alineación: Ramallets; Olivella, Biosca, Gracia; Bosch, Segarra; Mandi, Villaverde, Kubala, Suárez y Coll. Palmas de tango y discreta victoria local, con un gol en cada tiempo, obra de Bosch y Villaverde. El primer líder del campeonato va a ser el Real Madrid, tras vencer ampliamente en el «Bernabeu» al Condal, a pesar de todos sus refuerzos barcelonistas (6-0)

Segunda jornada. Derrota en Valladolid (2-1). Los locales pusieron más nervio y velocidad que el Barça. En la primera parte el ex-azulgrana Badenes y el catalán Murillo anotaron el 2-0, y en la segunda Basora acortó distancias nada más iniciada la reanudación. Líder Real Madrid, con 3 puntos, empatado con Atlético de Madrid, Athletic de Bilbao, Zaragoza, Las Palmas, Real Sociedad y Sevilla, y el Barça un punto abajo.

Tercera jornada. Marcador de escándalo en «Les Corts»: Barça 7-Atlético de Madrid 3. Floja defensa «colchonera» y cuatro tantos de Luís Suárez y 3 de Justo Tejada, y eso que no jugó Kubala…El Real Zaragoza es sorprendente líder, con cinco puntos, mientras que el Barça ocupa la quinta plaza con cuatro.

Cuarta jornada: Jaén 1-Barça 2. Dominio azulgrana y defensiva local. No obstante abrieron el marcador los andaluces con un tanto de Antoniet, pero Tejada empató antes del descanso, y Luís Suárez, de tiro lejano, consiguió el gol de la victoria barcelonesa. El Athletic de Bilbao es nuevo líder (7 puntos), y el Barça segundo con 6, encabezando un grupo de seguidores completado por Sevilla, Las Palmas y Valladolid. El Real Madrid, vigente primer campeón de Europa, no había empezado bien la competición, y era octavo, con tan sólo cuatro puntos.

Quinta jornada. El Barça – que seguía sin poder contar con Kubala – vence en «Les Corts» sin grandes apuros al Deportivo de La Coruña por 3 a 1 (Suárez, Sampedro y Villaverde). Ahora los blaugranas son segundos en solitario, a un punto del Athletic de Bilbao que comanda la clasificación.

Jornada 6. Choque en la cumbre entre los dos primeros clasificados. El Barça va a lograr un magnífico resultado en el terreno del vigente campeón liguero. Mayor dominio rojiblanco pero peligrosos contraataques azulgranas. Los dos tantos se marcaron en la segunda parte, obra de Suárez -que se estaba mostrando muy goleador en este comienzo de temporada- y Maguregui. Las posiciones seguían igual que una semana antes, pero el Real Madrid ya era cuarto, a sólo dos puntos del líder.

Jornada 7. Tropiezo del Barça en el «Estadio Insular» ante Las Palmas, que venció por la mínima gracias a un gol logrado en la primera mitad. Buena defensiva local, y un Barça que defraudó en su paso por Canarias pese a la reaparición de Kubala. El Athletic de Bilbao seguía al frente de la tabla, pero el Barça cae a la cuarta posición, a 3 puntos de los «leones». El Real Madrid ya es segundo, a dos puntos de los vascos.

Jornada 8. Barça 1- Real Sociedad 0. Victoria catalana con grandes apuros. El cerrojo donostiarra mantuvo su portería a cero hasta 10 minutos antes del final, cuando el joven Vergés batió al meta guipuzcoano. El Bilbao continuaba arriba con 14 puntos, el Real Madrid era segundo (12), y el Barça tercero con 11, empatado con Valladolid, mientras  que Sevilla y Las Palmas ocupaban la quinta y sexta plaza, respectivamente, a cuatro del líder.

Jornada 9. Gran partido en «Mestalla», con dos equipos volcados al ataque y constantes alternativas en el marcador. El resultado final fue de empate a 3, con goles blaugranas de Eulogio Martínez (su primer tanto en Liga), Tejada y Manchón, este último a sólo dos minutos del pitido final. Dos de los goles «ches» los hicieron ex-barcelonistas: Estéban Areta y «Cheché» Martín. El R. Madrid alcanzaba en la cabeza al Athletic, al derrotarle claramente en el «Bernabéu» por 3-0 (Mateos, Kopa y Gento). Barça y Sevilla son tercero y cuarto, a dos puntos de «merengues» y bilbaínos.

Jornada 10. Nuevo duelo de titanes en «Les Corts»: Barça 1-Real Madrid 0. Mejor juego barcelonista, que mereció una victoria más amplia, frustrada por la gran actuación del meta merengue Juanito Alonso. Suárez marco el único tanto del encuentro en el minuto 46, y el flamante fichaje madridista, el delantero francés Raymond Kopa, falló dos claras oportunidades. A las órdenes del vizcaíno Ortiz de Mendíbil ambos equipos presentaron las siguientes alineaciones: por el Barça, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Gensana; Tejada, Sampedro, Eulogio Martínez, Suárez y Manchón, y por el Real Madrid, Alonso; Atienza, Oliva, Lesmes II; Santistéban, Zárraga; Kopa, Marsal, Di Stefano, Mateos y Gento. De nuevo era baja Kubala.

Al finalizar el primer tercio de la competición, la tabla estaba encabezada por el Athletic de Bilbao, con 16 puntos y 4 positivos, seguido por el Real Madrid, Barcelona y Sevilla, empatados los tres a 14 puntos. El Barça ofrecía un balance de 6 partidos ganados, 2 empatados y otros tantos perdidos, con 21 goles a favor (pocos) y 12 en contra. Por otra parte, su gran estrella, Kubala, tan sólo había podido participar en tres encuentros.

Jornada 11. En «Torrero» el recién ascendido Zaragoza va a dar buena cuenta del Barça por 2 a 0, ambos conseguidos en la primera parte, obra de Domingo y Wilson. Dominio alterno en un partido emocionante que dejó al Barcelona cuarto de la general, a 2 puntos del nuevo líder, el Real Madrid, que aprovechó también la derrota del Athletic en «Balaídos» para encaramarse al frente de la clasificación.

Jornada 12. El Barça se deshace con facilidad del Celta en «Les Corts» (4-1: Manchón, Sampedro, Gracia y Tejada), pero el Real Madrid vence en «Mestalla» (1-2), y el Athletic de Bilbao derrota al Condal por 3 a 0 en «San Mamés». Siguen líderes los blancos, empatados a puntos con los «leones», con Barça y Sevilla a 2 puntos.

Jornada 13. Mal resultado para el Barça, ya que en duelo fratricida en «Les Corts», jugando como visitante, no fue capaz de pasar del empate ante el Condal. Estas fueron las formaciones: por los condalistas, Goicolea; Simó, Rodri, Castañer; Gonzalvo III, Roma; Moll, Duró, Moya, Salvador y Bertrán, y por los azulgranas, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Gensana; Tejada, Sampedro, Eulogio Martínez, Suárez y Manchón. Marcó primero Manchón, en el 28, pero empató Duró en el minuto 70. El encuentro se disputó  el 1 de diciembre de 1956, a las órdenes del colegiado señor Blanco Pérez. Y como tampoco el Athletic de Bilbao se lució (perdió 3-0 en Sarrià), el Madrid – que derrotaba al Las Palmas en el «Bernabéu» por el mismo resultado abría brecha en la tabla: 20 puntos, con los vascos y el Sevilla con 18, y el Barça con 17.

Jornada 14. Otro mal resultado blaugrana. En el derbi local, Barça 1 (Manchón)-Español 1 (Coll), en un partido decepcionante,  flojo aunque igualado. Pero el Real Madrid tropieza en su casa frente al Real Zaragoza (3-3), y el Sevilla es apalizado en «San Mames» (5-0). Clasificación: Real Madrid (21), Athletic (20), Barça y Sevilla (ambos con 18)

Jornada 15. Choque de los grandes en «Nervión», con victoria merecida de un buen Sevilla sobre el Barça. 2 a 0 en la primera mitad (Ramoní y Arza), y Bosch que acorta distancias en la segunda. Ramallets atajó un máximo castigo. El Real Madrid, por su parte, vence con claridad al Celta en «Balaídos» (0-3), y el Athletic de Bilbao se impone en Pamplona a Osasuna (1-2). Al llegar al ecuador de la competición, el Madrid es líder – y honorífico «Campeón de Invierno» – con 23 puntos, y le siguen Athletic (22 ), Sevilla (20) y Barça, ya algo descolgado con 17, un registro muy pobre.

SEGUNDO ACTO…

Jornada 16. El Barça no parece levantar cabeza en cuanto a resultados, pero despacha un gran encuentro en «San Juan» frente a Osasuna, con empate final a 2. Se adelantó con sendas dianas de Eulogio Martínez y Kubala (que reaparecía), pero luego los navarros equilibraron la contienda en sólo tres minutos. Vencedor del Condal en «Les Corts» (0-1), el Real Madrid no aflojaba, mientras que el Sevilla se deshacía con apuros de la Real Sociedad en la capital hispalense (3-2), y el Athletic caía en «Zorrilla». Los merengues se distanciaban de sus perseguidores: 3 puntos con respecto a Bilbao y Sevilla, y 6 al Barça, igualado con un buen Valladolid, donde destacaban sus dos goleadores Murilo y Badenes.

Jornada 17. Mal Día de Reyes para el Athletic (cae en San Mamés 1-4 ante el Atlético de Madrid) y Sevilla (pierde 2-0 en Mestalla), y bueno en cambio para Real Madrid (7 a 2 al Español en el «Bernabéu») y Barça (4-0 al Valladolid, con dos tantos de Kubala y Eulogio Martínez y Basora completando la goleada). Ahora los blancos aventajan en 5 puntos a Bilbao y Sevilla, y continúan con el Barça a 6. La liga parecía ponérseles de cara…

Jornada 18. Las distancias  se estrechan debido a los marcadores de este domingo. Cae el Real Madrid en «Nervión» (2 a 0), el Athletic sorprendentemente también en Jaén (4-2) y el Barça – esto ya más lógico – en el «Metropolitano» (2 a 1, con tanto de Basora). Así queda la tabla: 1º Real Madrid (27), 2º Sevilla (24), 3º y 4º Atlético de Madrid – que entra en la pugna – y Athletic de Bilbao (22), y 5º Barça (21)

Jornada 19. Esquiva para las aspiraciones de Sevilla (pierde 3-1 en Zaragoza) y Atlético de Madrid – derrotado en «Atocha» por 2 a 1 -, y mejor para Athletic (2 a 0 al Deportivo de La Coruña en San Mamés) Real Madrid (apurada victoria casera ante Osasuna, 2-1) y Barça, 4 a 2 al Jaén, con tantos de Suárez (2), Basora – de nuevo en gran forma –  y Manchón. El Real Madrid es líder con 29, seguido de Athletic y Sevilla con 24, mientras que el Barça ocupa la cuarta plaza con 23.

Jornada 20. Gran victoria barcelonista en «Riazor» aplastando a un débil Deportivo, 1-6 (Kubala 3, Martínez, Suárez y Manchón). El Real Madrid empata a 3 en «Zorrilla», el Sevilla vence 2-0 al Celta en «Nervión». y el Athletic de Bilbao cae goleado 4-0 en  el «insular». Madrid 30, Sevilla 26, Barça 25, y los dos Atléticos con 24.

Jornada 21. El Barça acaba con todas las aspiraciones del Athletic de Bilbao al derrotarle en «Les Corts» por 2 a 0, con goles de Tejada y Eulogio Martínez en un partido flojo en el que el técnico rojiblanco Daucik presentó un equipo plagado de suplentes, reservando a los titulares para un crucial compromiso en la Copa de Europa. Y en la misma Barcelona, el Condal va a golear contra todo pronóstico al Sevilla por 5-1 (Allende 2 y Basora II 3), mientras que también de manera sorprendente el Atlético de Madrid se llevaba los dos puntos en su visita al «Bernabéu» (0 a 2, con tantos de Peiró y Miguel a la contra), en un pésimo partido de los blancos. La cabeza se estrechaba: 1º Real Madrid (30), 2º Barça (27), 3º y 4º Atlético de Madrid y Sevilla (26) y 5º Athletic de Bilbao (24)

Jornada 22. Vencen los cinco primeros clasificados, y todo permanece igual. El Barça golea en «Les Corts» a la UD. Las Palmas, 6 a 1, con tantos de Bosch (2), Villaverde, Eulogio Martínez, Basora y Kubala, de penalty.

Jornada 23. El Real Madrid se distancia un poco más del Barça, pues mientras los blancos derrotan en la capital al Deportivo de La Coruña con un solitario gol de Mateos, los azulgranas no pueden pasar del empate en «Atocha» (2-2) ante la Real Sociedad, aunque consiguieron nivelar un 2-0 adverso con goles de Eulogio Martínez y Kubala. El Sevilla, por su parte, vence a Las Palmas en «Nervión» (3-1), el Atlético de Madrid pierde 1-0 en Vigo, y el Athletic conquista «Mestalla» (1-2). Real Madrid 34, Barça y Sevilla 30, Atlético de Madrid y Athletic 28.

Jornada 24. Se estrecha mucho la cabeza. El Real Madrid cae en «San Mames» (4-2), el Sevilla lo hace más estrepitosamente aun en «San Juan» – 5 a 2-, el Atlético de Madrid golea al Condal en su feudo del «Metropolitano» (6-2), y el Barça derrota con apuros al Valencia (3 a 2). Basora, Villaverde y Eulogio Martínez marcaron por los catalanes, y Areta II e Iborra por los levantinos. El Madrid ya sólo le sacaba dos puntos al Barça (34-32), y cuatro a un trío perseguidor formado por los dos Atléticos y el Sevilla. El título estaba todavía abierto. Y al domingo siguiente se disputaría un trascendental R. Madrid-Barça en el «Bernabéu»…

Jornada 25. En el «partidazo» de la jornada el Real Madrid va a derrotar por 1 a 0 al Barça, igualando el goal average particular y abriendo de nuevo una considerable brecha. En un encuentro pleno de emoción y con mayor dominio local, Joseíto va a hacer el único gol en el minuto 21. Así formaron ambos equipos, a las órdenes del señor González Echeverría: por los blancos, Juanito Alonso; Becerril, Oliva, Atienza; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Kopa, Di Stefano, Mateos y Gento, y por los blaugranas, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Bosch; Basora, Villaverde, Martínez, Kubala y Suárez. El Atlético de Madrid vence en «Sarriá» (0-1), y el Sevilla se impone al Valladolid por 2 a 0 en «Nervión». El Athletic empataba en Zaragoza, y parecía despedirse definitivamente de sus ilusiones de revalidar el título. Así quedaba la tabla: R. Madrid 36, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla 32, y Athletic 31.

Jornada 26. Vuelven a estrecharse las posiciones, pues el Real Madrid cae estrepitosamente en un embarrado «Atocha», donde la Real le pasa por encima (3-0). El Barça derrota en «Les Corts» al Zaragoza por 4 a 2, todos obra de un Basora como en sus mejores tiempos. Y el Sevilla, en un encuentro también clave, se impone en el «Metropolitano» 1-2 al Atlético de Madrid. Así queda la clasificación, a falta de solamente cuatro jornadas para la conclusión del campeonato: 1º Real Madrid (36), 2º y 3º Barça y Sevilla (34), Athletic de Bilbao con 33, y Atlético de Madrid 32.

Jornada 27. Vencen los tres primeros, y todo sigue igual, con los dos Atléticos descolgándose definitivamente. El Real Madrid se impone al Valencia en la capital (2-0: Mateos y Gento), el Sevilla supera por 3 a 0 al Jaén (los tres goles obra de Arza), y el Barça triunfa 0-2 en «Balaídos», jugando a la contra, con tantos de Suárez y Tejada. A falta de tan sólo tres encuentros el Madrid es líder con 38 puntos, seguido de Barça y Sevilla con 34.

Jornada 28. Continúa el mano a mano Madrid-Barça , mientras que el Sevilla se descuelga de la lucha por el título. Los «merengues» golean a domicilio a la UD. Las Palmas (1-5), los azulgranas le hacen una manita a su filial Condal en «Les Corts» (5 a 0, obra de Suarez, Basora, Manchón, Martínez y Salvador en propia puerta), dejando a los condalistas en una delicada situación, y el Sevilla cae sorprendentemente en «Riazor», ante un Deportivo de La Coruña que lucha denodadamente  por la permanencia. Con ya únicamente cuatro puntos en juego, el Real Madrid aventaja al Barça en dos (con el goal average particular igualado, y el cociente general de goles de ambos muy parejo. Athletic de Bilbao y Sevilla se encuentran a cuatro puntos, y tan sólo los andaluces tienen una remotísima posibilidad de conseguir el título, pues su balance particular con los blancos les es positivo, pero necesitarían hacer pleno, y que los merengues no puntuasen, y además contar con lo que hiciese el Barça…

Jornada 29. Todas esas especulaciones se van a cortar de raíz, pues el Real Madrid hace los deberes y se proclama nuevo campeón por la vía rápida, cantando el alirón  a orillas del Ebro, pues vence en «Torrero» al Zaragoza por 1 a 2, con goles de Mateos, en sendos contragolpes, mientras que el Barça cae en «Sarriá» ante el Español por 2 a 0 (obra de Faura y Arcas, ambos logrados en la segunda mitad). Mal partido culé, sin paliativos, con expulsión de Bosch y extraña falta de intensidad. Los de Balmanya ya únicamente pueden aspirar al segundo puesto (que podría darles acceso a la Copa de Europa  en el caso de que los merengues la conquistasen de nuevo). Para ello era necesario que venciesen a su rival, el Sevilla, que visitaba «Les Corts» para cerrar la competición.

Jornada 30.  En un partido decisivo para obtener el subcampeonato, el Sevilla va a salir airoso del feudo azulgrana, y pocos días más tarde recibirá el premio en forma de participación en la tercera edición de la Copa de Europa, al proclamarse el Real Madrid también campeón continental al derrotar por 2 a 0 a la Fiorentina en el mismísimo estadio «Santiago Bernabéu». Ambos conjuntos van a presentar las siguientes alineaciones, con el señor Birigay como árbitro: por los locales, Ramallets; Olivella, Brugué, Gracia; Vergés, Segarra; Basora, Kubala, Martínez, Suárez y Tejada, y por los visitantes, Busto; Romero, Campanal, Valero; Maraver, Enrique; Pepín, Arza, Pepillo, Domenech y Amaro. Se adelantó el sevillista Enrique en el minuto 21, e igualó Kubala en el 46, pero los catalanes fueron incapaces de deshacer el empate.

Por consiguiente, el Barça va a terminar en tercera posición la Liga 1956-57, con 39 puntos y 9 positivos, a cinco del campeón Real Madrid. Había vencido en 16 ocasiones, empatado en 7 y doblado la rodilla en otras tantas, con un balance de 70 goles a favor y 37 en contra. Con respecto a la temporada anterior, había hecho ocho puntos menos. Los socios y aficionados culés no podían considerarse satisfechos. Pero todo va a cambiar en cuanto arranque la Copa…

…Y UN FELIZ EPÍLOGO

La edición de 1957 la disputan únicamente los 16 equipos que militan en la Primera División, y el sorteo dictamina que el Barça se empareje en octavos de final con el Atlético de Madrid. El encuentro de ida tiene lugar en el «Estadio Metropolitano» el 28 de abril, y la eliminatoria va a quedar sentenciada allí mismo, pues los azulgranas se imponen por 2 a 5. Kubala (2), Martínez, Basora y Tejada marcaron por el conjunto catalán. Y el partido de vuelta va a constituir un inolvidable festival del jugador paraguayo Eulogio Martínez, autor nada menos que de siete  goles (y le anularon otros dos). El octavo fue obra de Kubala, y el choque concluyó con un aplastante 8-1 favorable a los propietarios del terreno. El Barça acababa de fichar por esos días a un gran delantero brasileño, Evaristo de Macedo, y este, al observar cómo se las gastaba el ariete guaraní, teórico rival suyo para el puesto, comentó algo así como «no sé para qué me han traído aquí. Tal vez me den una escoba para barrer el vestuario»

Los cuartos de final enfrentan al Barça con el reciente Campeón de Liga, el Real Madrid, y de nuevo el primer encuentro se disputa en la capital. En esta ocasión las fuerzas estuvieron más niveladas, aunque tampoco a nadie le hubiera extrañado una victoria azulgrana. El primer tiempo acabó con el momentáneo triunfo de los locales por dos goles a uno. Marcó por delante Kubala, de tiro flojo pero esquinado, pero poco después igualó Di Stefano al transformar un penalti por manos de Segarra y al que casi llega Ramallets. A diez minutos del descanso se adelantan los locales mediante un buen cabezazo de la «Saeta Rubia». A poco de iniciarse la segunda parte gran jugada de Kubala, que cede a Basora para que el buen extremo consiga el empate. A partir de ahí dominio visitante, que no se tradujo en nuevos goles. El menudo y rapidísimo Flotats realizó uno de sus acostumbrados y excelentes marcajes a Di Stefano, que sin embargo fue el mejor del Madrid.

El encuentro de vuelta se disputa en «Les Corts» el 19 de mayo, y en él los azulgranas van a golear al Real Madrid en otra tarde inspiradísima. Jugando únicamente con Villaverde y Martínez en punta, y Kubala y los extremos evolucionando desde la medular, pero con un enorme despliegue físico en todos sus elementos, el Barça llegó al descanso con un 2 a 0 a su favor, obra de Martínez y Kubala. En la reanudación de nuevo Martínez en tres ocasiones y Villaverde redondearon la goleada, un aplastante 6 a 1, con un autogol de Olivella que no sirvió para nada.

Una vez eliminado el «coco», el panorama parecía expedito para un Barça que atravesaba un momento de forma sensacional, como hacía años que no conocía. Las semifinales las van a disputar   un «irregular Español», un «tesonero Valencia» y una «modesta pero entusiasta Real Sociedad», por emplear los adjetivos que les dedica el librito «La lucha por la Copa», con textos de Víctor Arévalo y publicado en Zaragoza por «Ediciones Deportivas Dinámico», la artesanal empresa aragonesa responsable del popular calendario que en las décadas siguientes fue una especie de pequeña Biblia para los aficionados a la historia y estadística del fútbol español, antes de la llegada de Internet y las bases de datos.

El bombo va a emparejar a donostiarras y catalanes. El día 2 de junio, en «Atocha», el Barça deja vista para sentencia  la eliminatoria al derrotar contundentemente a la escuadra txuriurdin por 1 a 5, con tantos de Tejada y Martínez por partida doble, y Villaverde. El tanto del honor realista lo marcó Gordejuela de penalti en la primera parte, que terminó con victoria visitante por 1 a 2. La única nota triste de un encuentro en el que no se alineó Kubala fue la grave lesión del defensa central barcelonista Gustau Biosca, que se produjo en el minuto 40 de la primera parte, obligándole a abandonar definitivamente el terreno de juego al minuto 10 de la reanudación, aunque la inferioridad numérica no hizo mella alguna en un Barça lanzado y en vena de aciertos. El partido de vuelta ya fue un mero trámite. El Barça – en cuyas filas Brugué reemplazó al lesionado Biosca –  volvió a repetir el mismo resultado que había cosechado en la Bella Easo. Un solo tanto en la primera mitad, obra de Villaverde, y la goleada en la segunda, con una nueva diana de  Villaverde, más las de Martínez – en dos ocasiones -, y Vergés, esta   de formidable disparo desde 30 metros. Ucelay hizo el único tanto vasco.

Y como quiera que el Español consiguió eliminar al Valencia (1-0 en «Sarriá» y empate a uno en «Mestalla»), a la final van a llegar por vez primera – y única hasta la fecha – los dos eternos rivales barceloneses. Esto es lo que dice la obra citada al referirse al marco del partido definitivo, con la alambicada y retórica prosa de la época: «En cuanto se supo que el C. de F. Barcelona y el R.C.D. Español se habían proclamado finalistas, la Federación Catalana de fútbol y las directivas de ambos clubs, haciéndose portavoces de los fervientes deseos de la afición barcelonesa y de toda la región, solicitaron de las altas esferas de Madrid que se diera autorización para que el Estadio de Montjuich, de la Ciudad Condal, fuera el que albergara tan fausta solemnidad balompédica. Por disposición de S.E. el Jefe del Estado se accedió a tal ruego, y se vieron así colmados los cabales anhelos de las partes directamente interesadas.

Desde luego, la gran masa deportiva catalana podía estar orgullosa. Dos representantes suyos, los de más personalidad y con más gloriosos laureles, llegaban gallardamente a esta cita sin parangón en el fútbol nacional, para dirimir un título que, fuere cual fuere su conquistador, quedaría enraizado en el rico solar de aquellas cultas e industriosas tierras, que son prez y pulso de España.

Revisando la historia, teníamos que el C. de F. Barcelona había protagonizado diecisiete finales, saliendo victorioso en doce ocasiones, en tanto que el R.C.D. Español había tomado parte en seis, ganando dos de ellas»

Lógicamente, el Barça era el gran favorito para alzarse con el título. Le avalaban unos números impresionantes: cinco partidos ganados y uno empatado, con 31 goles (16 de ellos marcados por Eulogio Martínez) a favor y sólo 8 en contra, pero el Español presentaba un curioso balance: había vencido en todos los encuentros disputados en «Sarrià», y empatado en las tres salidas, y si bien solamente había logrado 8 tantos, su meta únicamente había sido perforada en 3 ocasiones. Además, se trataba de una final, y ya se sabe que en ese tipo de partidos, a vida o muerte, puede saltar la sorpresa. Y a punto estuvo de hacerlo, pues el marcador no se movió hasta el minuto 34 de la segunda parte. Pero antes expliquemos brevemente el contexto en el cual tuvo lugar el partido decisivo del «Torneo del KO» del año 1957. Sigamos con el relato original:

 «El Jefe del Estado y su señora presidieron el encuentro. Terminado este, Su Excelencia entregó el preciado trofeo al capitán del conjunto vencedor. La tarde, de una bonancible temperatura y con un radiante sol, coadyuvó a la mayor brillantez del acontecimiento, y el Estadio de Montjuich cubrió totalmente su cabida. Hubiera sido preciso un recinto de doble aforo para complacer las peticiones de entradas que no pudieron atenderse».

A las órdenes del árbitro del Colegio navarro señor Daniel Zariquiegui, ambos conjuntos presentaron aquel 16 de junio de 1957 las siguientes alineaciones: por el Barcelona, Ramallets; Olivella, Brugué, Segarra; Vergés, Gensana; Basora, Villaverde, Martínez, Kubala y Sampedro, y por el Español -entrenado por el mítico Ricardo Zamora-, Vicente; Argilés, Cata, Faura; Gámiz, Casamitjana; Ruiz, Sastre, Cruellas, Oswaldo y Moll.  En el Barcelona era baja, naturalmente, Biosca, así como Luisito Suarez, que no había jugado en toda la Copa, y llamaba la atención la presencia del joven Sampedro en detrimento de los más experimentados Manchón y Tejada, mientras que el Español contaba con una sensible ausencia, la de su delantero Arcas, expulsado en el encuentro de vuelta de semifinales, en «Mestalla», y sancionado a consecuencia de ello.

El partido, jugado con una gran deportividad,  va a responder a lo esperado: un gran ataque contra una buena defensa, nervios, emoción y escaso juego, con mayoría de ocasiones del lado azulgrana, y no se va a decantar del lado barcelonista hasta el minuto 79, cuando Vergés bota con temple una falta, y Sampedro se adelanta a la zaga blanquiazul para batir de cabeza a un Vicente hasta entonces inexpugnable. Con un par de oportunidades más para el Barça, y otra para el Español, finaliza un encuentro del que puede decirse que los azulgranas (con Vergés y Gensana inconmensurables) fueron justos vencedores, adjudicándose con todo merecimiento su decimotercer título copero.

Y el Barça culminará su magnífico final de temporada pocos días más tarde con el triunfo en la «Pequeña Copa del Mundo» de Caracas, borrando así el mal sabor de boca dejado en el mismo escenario cuatro años antes. Ahora va a imponerse a Sevilla, Botafogo y Nacional de Montevideo, saliendo además imbatido del torneo, con cuatro victorias y dos empates, marcando 17 goles (Villaverde y Evaristo 6, Tejada 3, Gensana y Martínez) y encajando solamente 6. Suárez y Kubala no formaron parte de la expedición, lo cual resalta aun más el triunfo, aunque el equipo puso en liza ya a sus nuevos fichajes, el brasileño Evaristo y el paraguayo Hermes González.. A la vuelta el «Gran Capitán» Segarra descenderá por la escalerilla del avión que trae al Barça del otro lado del «Charco» llevando en sus manos un nuevo y valioso trofeo. La primera campaña de Mingu en el banquillo culé va a saldarse, por lo tanto, con un notable alto. Había, pues,  fundadas esperanzas de que en el siguiente curso, el 57-58, el Barça prosiguiera por esa senda triunfal. Plantilla no le faltaba para ello…

NOTA. Para la confección de este artículo se han consultado las obras «HISTORIA DE LA LIGA» y «LA LUCHA POR LA COPA», así como diversos ejemplares del diario «EL MUNDO DEPORTIVO» y la revista «BARÇA»




Platko: El oso rubio de Hungría en el banquillo (1955-56)

Platko01Después de dos técnicos sin pasado azulgrana, Daucik y Puppo, en 1955 va a sentarse en el banquillo de «Les Corts» otro antiguo jugador del club. Pero no se trataba de un futbolista cualquiera, sino de una de las leyendas de gran equipo de los años 20, la década de oro barcelonista hasta aquel momento: Platko, el guardameta húngaro que tuvo la responsabilidad de sustituir a Ricardo Zamora en el marco blaugrana, y salió airoso en el empeño. Llamado Ferenc por su nacimiento en tierras magiares, conocido también como Franz, pues cuando vino al mundo lo hizo en calidad de súbdito del Imperio Austrohúngaro, o incluso Francisco, ya que gran parte de su carrera deportiva, como jugador y posteriormente como entrenador, la va a realizar en países hispanoparlantes, había nacido en Budapest, el 2 de diciembre de 1898, mientras España perdía sus últimos jirones  coloniales, como Ferenc Plattko Kopiletz, en una familia en la que también habría otros dos futbolistas, su hermanos Karoly (Carlos) e István (Esteban), que igualmente serían entrenadores en España entre los años 20 y 50 del pasado siglo.

Alto y corpulento, con un físico muy apropiado para defender la portería de las fieras acometidas de los delanteros de los años 20 y 30, Platko (generalmente llamado así a efectos futbolísticos, con una sola «t») era un guardameta muy completo, con un gran dominio del juego aéreo, una notable capacidad de blocaje y una valentía rayana en la temeridad (rasgo este por el que sería inmortalizado). Sus primeros años como arquero le encontramos en el Vasas húngaro, WAC de Viena, Middlesbrough F. C. inglés y Sparta de Praga, regresando finalmente a su país -una Hungría ahora ya independiente, tras el desenlace de la Primera Guerra Mundial – y a su ciudad de origen, donde militaría en el MTK de Budapest. Se dará a conocer ante la afición barcelonista merced a dos excelentes actuaciones defendiendo la meta de este club en sendos partidos amistosos disputados contra el Barça en «Les Corts» los días 14 y 26 de diciembre de 1922, en los cuales conseguirá mantener su portería a cero (0-0 fue el resultado de ambos choques), frente a una delantera azulgrana donde formaban hombres como Samitier, Vinyals, Piera, Clemente Gracia y Sagi Barba.

El Barça acababa de perder a Ricardo Zamora, fichado por el RCD Español, y su meta la defendían  entonces, temporada 1922-23, Bruguera, como titular, y los porteros suplentes Uriach y Pascual. Los directivos culés van a llegar a un acuerdo con el club de procedencia y con el propio jugador, y este va a incorporarse a la disciplina barcelonista. Su presentación como azulgrana se producirá en un amistoso celebrado el 27 de mayo de 1923 en «Les Corts», frente al conjunto inglés del Bishop Auckland, y en el que los catalanes se impusieron por 5 goles a 0, conseguidos por Sagi Barba y Martí, ambos por partida doble, y Lakatos. Esta fue la primera alineación blaugrana de la que formó parte el gran arquero magiar: Platko; Planas, Surroca; Samitier, Stamper, Carulla; Piera, Lakatos, Martí, Alcántara y Sagi Barba. Su debut oficial, sin embargo, va a hacerse bastante de rogar, y no tiene lugar  hasta casi año y medio más tarde, con motivo de un partido correspondiente al Campeonato de Cataluña, también disputado en el campo de «Les Corts», el 12 de octubre de 1924, y con el Martinenç como rival. El resultado final fue de empate a uno (con gol de Sagi Barba), y este fue el once culé: Platko; Planas, Walter; Torralba, Elías, Bosch – el padre del jugador internacional de los años 50 -; Vinyals, Martí, Piera, Alcántara y Sagi Barba.

La 1924-25  va a ser la temporada de su definitiva consagración, convertido ya en guardameta titular. Pero sin duda alguna su momento de gloria llegará en la final del Campeonato de España celebrada en Santander, en los viejos «Campos de Sport del Sardinero», el 20 de mayo de 1928, con la Real Sociedad de San Sebastián como contrincante. Allí, en un partido épico y durísimo, disputado «a cara de perro» y que finaliza en tablas, su temeraria valentía le va a pasar factura, saliendo descalabrado en la cabeza tras un choque con uno de los impetuosos delanteros. donostiarras, y quedando caído y ensangrentado sobre el césped, pero reteniendo el balón entre sus manos.  Vuelve al campo, con un aparatoso vendaje, una especie de turbante, y su gran pundonor no le va a pasar desapercibido a un ilustre espectador del choque, el poeta andaluz Rafael Alberti, que para honrar su bravura compondrá la famosa «Oda a Platko», donde le define con una fórmula entre lírica y zoológica:  «Oso rubio de Hungría». No podrá alinearse, sin embargo, en el encuentro de desempate, que se juega 48 horas más tarde en el mismo escenario, y finaliza también con empate a uno, ni tampoco en el partido definitivo, más de un mes después – el 29 de junio, e igualmente en terreno santanderino -, y en el que el Barça se impone ya a los guipuzcoanos por 3 goles a 1. En ambos encuentros le sustituyó Ramón Lloréns, un guardameta de reducida estatura pero que despachó también dos fenomenales actuaciones.

LA FORJA DE UN TÉCNICO DURO Y EXIGENTE

Platko va a formar parte de la plantilla azulgrana durante siete años, desde 1923 a 1930. En total disputará 189 encuentros, y en su palmarés figura la conquista de los siguientes títulos: 6 Campeonatos de Cataluña (1923-24 – aunque no llegó a jugar ningún partido -, 1924-25, 1925-26, 1926-27, 1927-28 y 1929-30), 3 Campeonatos de España (1925, 1926 y 1928), y el primer Campeonato Nacional de Liga disputado en nuestro país (1928-29). Con posterioridad va a militar en el Racing Club de Madrid, para finalizar su carrera como futbolista en activo en las filas del Basel suizo, en 1933. Allí va a hacer también sus pinitos como entrenador, en la temporada 32-33, pasando después a Francia, donde dirige al F.C. Mulhouse y al Racing Club de Roubaix.

Durante la campaña 1934-35 va a hacerse cargo de la preparación del Barça, por encargo de la directiva que presidía Esteve Sala. Cuenta con una buena plantilla a sus órdenes, en la que figuran futbolistas como Nogués, Zabalo, Guzmán, Berkessy, Pedrol, Ventolrá, Raich, Escolá, Morera, Cabanes y Enrique Fernández (este ya en la Copa). El equipo se proclamará Campeón de Cataluña, finalizará en sexta posición en el Campeonato Nacional de Liga (a 10 puntos del campeón, el Real Betis Balompié), y en la Copa de España, tras dejar en la cuneta al Sporting de Gijón, va a caer eliminado en cuartos de final por un equipo de Segunda División, el Levante FC, tras un partido de desempate celebrado en el campo zaragozano de Torrero, y en el que vencieron los valencianos por 3 a 0.

A partir de aquí iniciará una trayectoria de trotamundos, que le llevaría a ocupar banquillos en diversos países (Portugal, Estados Unidos, Inglaterra – nada menos que el Arsenal – y Rumanía), para volver a recalar en España durante nuestra Guerra Civil, dirigiendo al Celta de Vigo. En 1939 cruza el Charco, y se establece en Chile, donde va a convertirse en uno de los técnicos más reputados de la historia futbolística del país andino. Dirige en varias épocas al Colo-Colo, con el que se proclamará campeón de la Liga chilena en los años 1939, 1941 (invicto) y 1945. También dirigirá al Santiago Wanderers, al Santiago Morning y a la Selección Nacional de Chile (la genuina «Roja»), así como a dos de los principales conjuntos argentinos, River Plate y Boca Juniors, con un pequeño paréntesis español en la temporada 45-46, en la que se hace cargo de un Real Valladolid que entonces militaba en Tercera División.

El diario «El Mundo Deportivo», en su edición correspondiente al domingo 3 de julio de 1955, informa en su primera plana del fichaje de F. Platko como nuevo entrenador del Barcelona: «Platko entrenador del Barcelona. Así lo confirma la directiva azulgrana». Y añade que ha recibido del C. de F. Barcelona la nota siguiente:  «Debidamente considerado el informe favorable suscrito por el secretario técnico del club, don José Samitier Vilalta, e impuesto de otros que se han recibido por diferentes conductos, el Consejo Directivo, en reunión de esta fecha, ha estimado procedente aceptar en principio la oferta de don Francisco (sic) Platko Kopiletz, para ocupar el cargo de preparador del cuadro de jugadores profesionales del Club de Fútbol Barcelona, previo  cumplimiento de las disposiciones reglamentarias y sujeción a la posterior resolución de los organismos competentes». Y finaliza el rotativo: «Queda confirmada, por lo tanto, la noticia que hace varios días dimos desde estas mismas columnas»

La Junta que preside Miró-Sáns apuesta de nuevo por un entrenador de un perfil determinado, que al igual que en el caso de su predecesor, el italiano Sandro Puppo, se caracteriza -al margen de sus indudables conocimientos tácticos y técnicos- por hacer hincapié en los aspectos disciplinarios, con el propósito manifiesto de que el húngaro ate en corto a una plantilla tan excelente en lo futbolístico como voluble en otros apartados. En su paso por el fútbol chileno se le consideraba como un D.T. (Director Técnico, como gustan de llamar por esos lares) revolucionario. Conocido allí como «el Gringo», introdujo la «WM», con la que ya se había familiarizado durante su experiencia como responsable del Arsenal londinense, y trató de llevar por el camino del profesionalismo a los futbolistas chilenos, no precisamente ejemplares en ese terreno, ganándose fama de tipo duro, muy duro, pero que también hacía de todo un poco, pues ponía gran énfasis en la preparación física, utilizando nuevos métodos de entrenamiento – sobre todo para los porteros-, así como en los aspectos tácticos, marcaba la dieta alimenticia de sus pupilos, y hasta les daba masajes y supervisaba la curación de heridas y lesiones.

55-56: PRIMERA RONDA

Platko va a contar con los siguientes jugadores para tratar de conseguir títulos tras dos años de sequía: Ramallets, Goicolea, Seguer, Biosca, Gracia, Brugué, Hanke, Bosch, Segarra, Flotats, Gonzalvo III, Castañer, Tejada, Villaverde, Kubala, Suárez, Manchón, Areta II, Mandi, Moll, Navarro II, Sampedro, Basora y Moreno. Son bajas con respecto a la temporada anterior los  guardametas Velasco y Caldentey, el delantero Vila (que pasa al Valencia) y sobre todo un histórico, el capitán barcelonista César, el entrañable «Pelucas», que va a fichar por el equipo de su tierra, la Cultural Leonesa, que acababa de ascender por vez primera a la máxima categoría. Los jóvenes Castañer y Sampedro son los únicos refuerzos para esta campaña, durante la cual tres antiguos e ilustres internacionales con los que no va a contar el nuevo técnico, Gonzalvo III, Basora y Moreno, serán cedidos a la U.E. Lleida, a la sazón militando en Segunda División. Al finalizar el curso se incorporarán también dos destacados futbolistas paraguayos, el defensa Melanio Olmedoo y el delantero Eulogio Martínez, aunque actuarán sólo en algunos amistosos, así como los leridanos Gensana (central) y Ribelles (interior) y el extremo gerundense Lluís Coll.

Platko02El Campeonato Nacional de Liga de la temporada 55-56 levanta el telón el domingo 11 de septiembre de 1955., con un Real Sociedad-Barça en «Atocha». Se imponen los azulgranas por la mínima, 1 a 2, con tantos de Segarra y Luís Suárez y la siguiente formación: Ramallets; Seguer, Biosca, Segarra; Flotats, Bosch; Mandi, Villaverde, Kubala, Suárez y Manchón. Como puede observarse, Platko vuelve a confiar en Biosca para el puesto de defensa central, pero no así en Basora, cuya demarcación la ocupa el asturiano Mandi. El primer líder de la competición va a ser el Atlético de Madrid, en virtud de su aplastante victoria sobre el Hércules en el «Estadio Metropolitano», 9 a 0.

Precisamente catalanes y madrileños se enfrentan en la siguiente jornada, en «Les Corts», donde van a hacer tablas (2-2), mercando los goles locales el uruguayo Villaverde por partida doble. Encabeza la tabla la Union Deportiva Las Palmas, con 4 puntos, por 3 los colchoneros y culés. En la tercera fecha el Barça conseguirá dos valiosos positivos al imponerse a domicilio al Murcia en «La Condomina», merced a un tanto logrado por Villaverde. Continúa al frente de la clasificación el conjunto canario, mientras que los blaugranas son terceros.

La cuarta jornada es testigo de una clara victoria barcelonista sobre el Deportivo de La Coruña en «Les Corts», 4 a 1 (Segarra, Manchón, Villaverde y Tejada. Sorprendentemente los amarillos se mantienen en cabeza, con cuatro victorias en otros tantos encuentros, con el Barça como segundo. Pero los de Platko van a conseguir el liderato al domingo siguiente, aprovechándose de la fuerte derrota de los isleños en «San Mames» (5-0), a le vez que los azulgranas vencen al Hércules en su visita a Alicante por 2 a 3 (Suárez, Villaverde y Tejada). El Athletic, entrenado por Daucik, es cuarto, con 6 puntos.

Los catalanes confirman su liderato una semana más tarde, al golear precisamente al Las Palmas en «Les Corts», 4 a 0, con tantos de Tejada (2), Kubala y Suárez. Los «leones» ya son segundos con 8 puntos, a 3 del Barça. Y todo sigue igual tras la séptima jornada, en la que los de Platko se imponen con ciertas dificultades al Alavés en la Ciudad Condal (3 a 1: Kubala, Segarra y Manchón). Pero al domingo siguiente van a perder la imbatibilidad en el siempre complicado terreno de «Zorrilla», al caer por 1 a 0 ante los castellanos, merced a un gol de Domingo a pase de Murillo, en un partido muy igualado. El Athletic  derrota en el derbi regional a la Real Sociedad por 3 a 0, y continúa como segundo, pero ahora a un solo punto de los azulgranas. Tras los bilbaínos, a 3 del líder, se halla un cuarteto perseguidor formado por Atlético de Madrid, Sevilla, Valladolid y U.D. Las palmas. Llama poderosamente la atención el retraso del Real Madrid, el campeón de las últimas dos temporadas, que ocupa la undécima posición, a 6 puntos del Barça.

La novena jornada ofrece un partido siempre atractivo, Barça-Sevilla en «Les Corts». Va a ser un magnífico encuentro, en el que los blaugranas se impondrán finalmente por 3 a 1 (Manchón, por partida doble, y Kubala, haciendo el tanto andaluz Pepillo). El Bilbao no ceja, y triunfa en un campo muy difícil, el «Metropolitano», derrotando a sus «primos» madrileños por 2 a 3. Y justamente siete días después va a producirse cambio de líder, coincidiendo con el final del primer tercio del campeonato. El Barça visita el «Santiago Bernabéu», y cae ante un renqueante pero siempre peligroso Real Madrid por 2 goles a 1.

Platko no va a poder contar ni con Ramallets  (sustituido por Goicolea) ni con Kubala, consiguiendo el gol de la victoria el zaguero madridista Marquitos, que a dos minutos del final deshace la igualada (antes habían marcado Rial y Manchón). Buen partido azulgrana, a pesar de las notables ausencias. El Athletic, al golear al Murcia en «San Mames» (7 a 1) era el nuevo líder, con un punto de ventaja sobre el Barça y dos sobre Las Palmas, el equipo revelación. Excelente primer tercio de la competición para vascos y catalanes, que en el caso de los azulgranas se expresa en 7 victorias, 1 empate y 2 derrotas, con 23 goles a favor (no muchos: el Athletic ha conseguido 34) y 11 en contra, que suponen 15 puntos y 5 positivos, a uno de los rojiblancos.

La jornada número 11 ve la victoria del Barça sobre el Valencia en «Les Corts» (4 a 2, con dos dianas de Kubala, más los tantos de Villaverde y Areta). Va ser un triunfo muy laborioso, en un encuentro de gran vistosidad para el aficionado. Y como quiera que los pupilos de Daucik sólo fueron capaces de arrancar un punto en su visita a «Riazor», ambos conjuntos empatan ahora en cabeza, con 17 puntos. Pero al domingo siguiente el Barça tropieza también en tierras galaicas, siendo incapaz de imponerse al Celta (0-0), mientras que el Athletic vence en «San Mamés» al Hércules por 3 a 1, y vuelve a situarse con un punto de ventaja, en vísperas del choque que enfrentará a ambos conjuntos siete días más tarde en «Les Corts», y que puede tener una gran influencia sobre el resultado final del campeonato.

Es el 18 de diciembre de 1955, y los contendientes van a presentar las siguientes alineaciones: por el Barça, Ramallets; Hanke, Biosca, Gracia; Bosch, Segarra; Tejada, Villaverde, Kubala, Areta y Manchón, y por el Athletic, Carmelo; Orúe, Garay, Canito; Mauri, Maguregui; Bilbao, Marcaida, Arieta, Uribe y Gainza. Inaugura el marcador Tejada (minuto 15), pero Marcaida (68) y Uribe (75), le dan la vuelta al resultado en un buen partido de los rojiblancos, que ahora aventajan a su gran rival en tres puntos (21 a 18)

Justamente siete fechas después, el día de Navidad, tendrá lugar un hito histórico: el primer encuentro de competición europea del Barça, al margen de su participación en las ediciones de 1949 y 1952 de la «Copa Latina». La competición recibirá el nombre de «Copa de Ciudades en Feria», y su formato difiere en algunos aspectos de su coetánea, la «Copa de Europa», que acababa también de ponerse en marcha. Así, su desarrollo va a ser más dilatado, no ciñéndose a los límites de una sola temporada regular (está primera edición se desarrollará entre los años 1955 y 1958), y los equipos que tomarán parte en ella podrán ser tanto clubes como selecciones a base de jugadores que militan en diversos equipos de ciudades europeas donde se celebren ferias de muestras, como por ejemplo Barcelona. Pero en este caso concreto, no van a figurar futbolistas del gran rival ciudadano, el RCD. Español, sino únicamente azulgranas – al parecer por invitación expresa de la Federación Catalana al Barça – , aunque no vestirán su equipación habitual, sino que llevarán la representativa de la ciudad (camisola blanca y pantalón negro, con el escudo de Barcelona en el pecho).

El encuentro  va a disputarse en la mañana de Navidad, con el campo de  «Les Corts» lleno a rebosar. El rival es la Selección de Copenhague, formada por jugadores con carácter amateur, y el Barça se impone fácilmente por 6 goles a 2. El primer tanto «europeo» de la historia del Barça – así como también el segundo –  será marcado por el delantero navarro Estéban Areta  en el minuto 8 de partido, a pase de Kubala. Esta fue la formación «barcelonesa»: Ramallets; Seguer, Biosca (Brugu ), Gracia; Bosch, Segarra (capitán); Tejada, Villaverde, Kubala, Areta y Manchón.

Se reanuda la Liga el primer día de 1956, con un interesantísimo Español-Barça en «Sarriá». Pero el choque no responde a las expectativas creadas, aunque el Barça se lleva pos dos puntos en litigio gracias a un claro 0 a 3 (Kubala, Brugué y Tejada, todos conseguidos en la segunda parte). Y como el Athletic vence con apuros al Alavés en «San Mamés» (3 a 2),los rojiblancos continúan tres puntos arriba. El Real Madrid, que ha ido recuperándose poco a poco, ya es tercero, pero a 6 puntos de los «leones». Siete días más tarde finaliza la primera vuelta. El Barça derrota fácilmente a la Cultural Leonesa en «Les Corts» (4 a 0, con tantos de Areta, Suárez, Tejada y Manchón), pero como el Athletic vence a su vez al Valladolid en «Zorrilla» (2-4), las cosas siguen igual. Los números del Barça en esta primera ronda de la competición son excelentes: 10 victorias, 2 empates y sólo 3 derrotas, con 35 goles a favor y 15 en contra, lo que arroja un magnífico balance de 22 puntos y 6 positivos, pero el Athletic se muestra intratable, y su ventaja resulta ya de consideración, amén de tener el goal average particular también a su favor gracias a su importantísimo triunfo en «Les Corts»

55-56: SEGUNDA RONDA

La decimosexta jornada contempla la victoria del Barça sobre la Real Sociedad en la Ciudad Condal (2 a 0, con goles de Biosca y Bosch), pero el Athletic no afloja, y vence también al Sevilla en «Nervión» por 1 a 2  tras un gran partido (con tantos de Arieta y Mauri). Siguen los tres puntos de ventaja. Que se mantienen también tras el final de la decimoséptima jornada, en la que ambos conjuntos sacan adelante difíciles compromisos: el Barça derrota en el «Metropolitano» al Atlético madrileño por 0 a 2 (Tejada y Areta), mientras que los vizcaínos se deshacen del Real Madrid en «San Mamés» por 3 a 1 (Gainza, Garay y Marcaida, con Olsen salvando el honor «Merengue»)

En la fecha número 18 los azulgranas pasan grandes apuros para derrotar al Murcia en su propio feudo (1 a 0, conseguido por Manchón de tiro lejano). Se trata de una victoria inmerecida pero muy importante, ya que los rojiblancos, después de 13 jornadas imbatidos, caen en Valencia por 1 a 0 (gol de Seguí), y la cabeza se estrecha, pues ahora la ventaja del Athletic se reduce a un solo punto. Pero las posiciones no se alteran al final de la siguiente jornada: aplastante victoria del Barça en La Coruña (0 a 7, con goles de Manchón, Kubala y Sampedro, por partida doble, más otro de Villaverde, y goleada del Athletic al Celta de Vigo en «San Mamés», 4-0. Sigue el codo a codo (31 puntos frente a 30)

Y en la jornada 20, coincidiendo con las dos terceras partes del campeonato, va a producirse nuevo cambio de líder. El Barça derrota en «Les Corts» al Hércules de Alicante tras un partido espectacular (6 a 4, con hat-trick de Kubala, más otros tres tantos obra de Biosca, Bosch y Sampedro), mientras que el Athletic únicamente logra empatar en Canarias (1 a 1), y los azulgranas se colocan en primer lugar por mejor cociente general de goles. Al domingo siguiente no varían las posiciones, pues un gol de Sampedro le da una injusta victoria a los catalanes en el «Insular» (0-1), conseguida ante un rival que acabó el partido con sólo nueve jugadores, mientras que los bilbaínos vencen en «Sarriá» merced a una solitaria diana de Arteche.

Todo sigue igual a la conclusión de la vigesimosegunda jornada, con triunfos del Barça sobre el Alavés en «Mendizorroza» (1 a 3, tantos de Mandi y Villaverde, 2) y del Athletic sobre la Leonesa en La Catedral (3-0), pero en la siguiente el Barça va a lograr despegarse un poco, pues los azulgranas solventan con victoria su enfrentamiento ante el Valladolid en «Les Corts» (2 a 0, obra de Segarra y Kubala), pero los de Daucik no pasan del empate en su verbi regional frente a la Real Sociedad en el terreno donostiarra de «Atocha» (2 a 2), aunque los txuriurdin obtuvieron la igualada ya en tiempo de descuento. Pero las tornas se invierten una semana más tarde, cuando es el Barça quien no puede con el Sevilla en «Nervión» (0-0), mientras que en el duelo entre los dos atléticos, en Bilbao, los «leones» vencen por 2 a 0 e igualan en la clasificación a 39 puntos, aunque los blaugranas mantienen el liderato gracias a su mejor cociente anotador.

La vigesimoquinta jornada es testigo de otro nuevo duelo  de titanes: Barça-Real Madrid en «Les Corts». Dos goles de Villaverde les van a dar el triunfo a los azulgranas, que cuajaran un gran primer tiempo, mientras que en la reanudación un inconmensurable Ramallets impedirá que los delanteros blancos marquen. Y como el Athletic va a caer sorprendentemente en Murcia (2 a 1), el Barça se adelanta ahora con dos puntos de ventaja (41-39). Las cosas parecen ponerse de su parte, pues ya depende únicamente de sí mismo, a falta del crucial partido de «San Mamés»

Pero esa ventaja va a reducirse muy pronto a un solo punto, tras rendir visita a «Mestalla»  a la semana siguiente. El Valencia se impone al Barça por 4 a 2,  con una destacada actuación del ex-blaugrana Vila (autor de dos goles, siendo los autores de los otros tantos «ches» Seguí y Mañó), mientras que por los catalanes anotaron Bosch y Villaverde. Gran primer tiempo de los levantinos, y reacción barcelonista en la segunda   mitad, que no fue suficiente para evitar la primera derrota después de 12 jornadas sin perder un encuentro. El Athletic, por su lado, sólo pudo sacar un empate (2 a 2) en su propio feudo ante el Deportivo de La Coruña, por lo que los hombres de Platko continuaban arriba.

La jornada 27 no altera las posiciones de los dos encarnizados rivales. El Barça se deshace del Celta en «Les Corts» con muchísimos apuros, gracias a dos tantos de Kubala, mientras que el delantero celeste Mauro consigue el de los vigueses. El segundo gol azulgrana llegó en el minuto 96, a causa del mucho tiempo perdido durante el partido. El Athletic va a vencer cómodamente al Hércules en Alicante (0-3). En la siguiente jornada podía decidirse el título, puesto que los rojiblancos recibirían en su feudo de La Catedral a los azulgranas, que contaban con un solo punto de ventaja (44 por 43)

El 8 de abril de 1956 se disputa tan trascendental encuentro. A las órdenes del colegiado aragonés señor Arqué, ambos equipos presentan las siguientes alineaciones: por el Athletic, su equipo de gala, es decir, Carmelo; Orúe, Garay, Canito; Mauri, Maguregui; Arteche, Marcaida, Arieta, Uribe y Gainza, mientras que Platko pone en liza a Ramallets; Seguer, Biosca, Gracia; Bosch, Segarra; Mandi, Villaverde, Flotats, Kubala y Manchón. Llama la atención la presencia de Flotats, habitual medio volante, como teórico delantero centro, aunque el técnico magiar lo solía utilizar como refuerzo para sus líneas de contención en algunos desplazamientos comprometidos. El partido va a tener escasa calidad, debido a los nervios y a la tensión, por lo mucho que estaba en juego, pero la victoria local por 1 a 0 será justa con arreglo a su desarrollo. Maguregui marcó el único tanto en el minuto, al rematar una falta botada por el veteranísimo Gainza. Los «leones», a falta de dos jornadas para la finalización del campeonato, superan al Barça por un punto, y tienen el goal average particular a su favor, en caso de producirse un empate a puntos.

El primero de esos dos partidos finales va a dejar las cosas como estaban. El Barça derrota por la mínima al Español en «Les Corts», gracias a un solitario tanto de Villaverde, en un encuentro decepcionante, mientras que los vascos salen triunfadores de su compromiso en Vitoria ante el Alavés. Por cierto,  que este partido tuvo que aplazarse hasta el lunes, al derrumbarse  una tribuna metálica provisional instalada en «Mendizorroza» debido a la enorme expectación levantada por el choque. El Athletic venció con claridad (0 a 3, obra de Marcaida, Gainza y Uribe). 46 puntos del líder  por 45 de su perseguidor, y toda la ventaja para los rojiblancos, que en la última jornada recibirían en «San Mamés» a un Valladolid que no se jugaba nada, mientras que el Barça se desplazaba a León, para enfrentarse a una Cultural ya descendida. Al Athletic le bastaba con el empate para proclamarse campeón y cantar el «Alirón» delante de su parroquia..

Como de hecho así ocurrió. El Barça hizo sus deberes en León, derrotando a los locales mediante un solitario gol de Luisito Suárez, pero el Athletic no falló. 3 a 0 a los blanquivioletas (Arieta, en dos ocasiones, y Marcaida), con lo que vuelve a alzarse con el título de Liga, con un solo punto de ventaja sobre los azulgranas, trece años después de su último triunfo en el Torneo de la Regularidad, allá por la temporada 42-43. La campaña barcelonista había sido magnífica, superando en puntuación lo conseguido en anteriores ediciones donde se proclamó campeón (1951-52 y 1952-53), aunque con el lunar de marcar pocos goles, únicamente 67, el balance más pobre desde que se jugaba la Liga de 16 equipos. Los de Platko vencieron en 22 encuentros, hicieron tablas en 3, y solamente doblaron la rodilla en 5 ocasiones, encajando nada más que 26 goles (a menos de uno por partido), lo que les había valido para sumar 47 puntos y 17 positivos, que a la postre sirvieron de poco ante la extraordinaria campaña despachada por los discípulos de Daucik. Pocos días después, el conjunto blaugrana disputará su segundo encuentro en el torneo ferial, empatando a 1 gol (Villaverde) en tierras danesas y en horario nocturno – toda una novedad , y clasificándose para  la siguiente fase, que ya no se jugaría hasta entrada la temporada 57-58.

«EXPEDIENTE INFORMATIVO» Y RELEVO

Como ha sido habitual durante mucho tiempo en Can Barça,  la Copa – entonces «del Generalísimo»- aparecía a modo de premio de consolación para enjugar el fiasco liguero. La inician  los azulgranas el 6 de mayo de 1956, derrotando al Hércules en «La Viña» por 1 a 2 (con tantos de Villaverde y Bosch), pero a continuación pasan apuros para eliminar a los alicantinos, ya que en el encuentro de vuelta celebrado en «Les Corts» no pueden pasar del empate (1-1, con gol de Sampedro). Su rival en cuartos de final va a ser nada menos que el Español, con el que no se veían  las caras en el Torneo del KO desde hacía bastante años. La visita a «Sarriá» no va a ser fructífera, porque caen derrotados por un claro 3 a 1 ( Villaverde salvó el honor culé), pero las espadas seguían en todo lo alto, y la remontada era posible al calor del público de  «Les Corts». Sin embargo, en ese preciso momento van a precipitarse los acontecimientos…

El martes 22 de mayo, la Junta Directiva del Barça convoca a los representantes de la prensa barcelonesa a una conferencia que se celebra en un céntrico hotel de la Ciudad Condal. Allí, el secretario técnico de la entidad, Josep Samitier, va a exponer lo siguiente: » Desde hace tiempo las relaciones entre el entrenador señor Platko y los jugadores habían dejado de ser lo francas y cordiales que deben ser, para que en un equipo pueda imperar la disciplina, el compañerismo y la moral necesarias. Esta situación se había agudizado de tal manera en estos últimos tiempos, que la Directiva me encargó la redacción de un informe que diera amplia y cumplida información sobre lo que en realidad ocurría entre el entrenador y los jugadores. Este informe constituye un resumen de la amplia información que me fue necesario recoger para que fuera un fiel reflejo de las verdaderas causas que habían planteado la actual situación. Este informe lo entregué a la Junta Directiva, y esta, mientras estudia la solución que crea más conveniente a los intereses del club, tomó el acuerdo de relevar a Platko del cargo de entrenador, encargándome a mí, interinamente, que desempeñe las funciones de tal»

Samitier va a hacer constar con mucho interés que – tal como recoge el diario «El Mundo Deportivo», de cuyas páginas hemos extraído los hechos – «desempeñaré el cargo de entrenador, con carácter de interinidad, o sea, mientras la directiva termina el estudio del expediente abierto, en cuyo momento, sea cual sea el acuerdo que tome, tiene ya asegurado el servicio de un entrenador titular». Y termina diciendo el secretario técnico azulgrana: «que el momento es difícil y que habré de encontrarme con muy serias dificultades, pero pondré en mi labor el mayor interés y todo mi saber para salir airoso de mi cometido». Al final del acto, los representantes de la prensa barcelonesa, con el mítico periodista José Luís Lasplazas a la cabeza, fueron obsequiados con un vino español.

Pero el relevo en el banquillo no va a obrar milagros, y los blanquiazules dejarán por el camino a sus eternos rivales blaugranas merced a un resultado espectacular, empate a 4 (Tejada, 2, Kubala y Manchón hicieron los tantos culés). El partido tendrá la anécdota añadida de la famosa apuesta realizada por el delantero «perico» Julián Arcas con el dueño de un popular bar, y en la que el españolista alardeaba de que le marcaría nada menos que cuatro goles a Ramallets, que fue exactamente la cantidad de veces en la que el almeriense batiría aquella tarde al legendario guardameta azulgrana.

La eliminación en la Copa, aunque ya de hecho relevado de su cargo, va a significar el punto final de la trayectoria de Platko como técnico barcelonista. El equipo se queda de nuevo en blanco por tercer año consecutivo, pero aunque no se habían alcanzado los objetivos propuestos, el balance del húngaro al frente de una plantilla con la que , según sus palabras, nunca llegó a entenderse debido a su dureza y exigencia (y también a la escasa profesionalidad de alguno de sus miembros, tal como asimismo dejaba entrever), era no era en absoluto desdeñable, con un 76,47 % de victorias en los 35 partidos oficiales disputados (en su primera experiencia, en 1934-35, había obtenido un 51,35 de triunfos), superando de este modo los registros de míticos y laureados técnicos como el propio Pep Samitier, Enrique Fernández o Ferdinand Daucik. Evidentemente, lo que había faltado era suerte y acierto en los partidos decisivos. Con posterioridad tan sólo se situaría por encima de ese porcentaje -aparte de Enric Rabassa, que tan sólo dirigió al Barça en 6 encuentros en 1960- un entrenador de la talla de Helenio Herrera (entre los años 1958 y 1960), puesto que los recientes Pep Guardiola, el malogrado Tito Vilanova y Gerardo «Tata» Martino, quedaron por  debajo de sus números, aunque en lo tocante a títulos obtenidos no haya color, sobre todo en el caso del primero, con un «sextete» en su haber..

Platko03TRISTE Y SOLITARIO FINAL

Tras abandonar el Barça, la carrera de Platko como técnico entrará en un franco declive. San Luís de Quillota, un modesto club de una localidad chilena cercana a Valparaíso  fue su última responsabilidad antes de alejarse definitivamente de los banquillos. En 1974, con motivo del 75 Aniversario del Barça («Bodas de Platino») va a visitar por última vez la Ciudad Condal, en compañía de su esposa Olga. Establecido en Santiago de Chile, en el apartamento F del número 0112 de la avenida Santa María, concedió su última entrevista en 1981, y los últimos años de su vida van a ser muy tristes, en un ambiente de enfermedad, pobreza y olvido. Padecía un cáncer, y los gastos derivados de su tratamiento arruinarán su economía, sumiendo al anciano matrimonio en la pobreza.

Con grandes dificultades de movilidad (estaba en silla de ruedas), llegará a enviar varias cartas a las oficinas del Fútbol Club Barcelona, solicitando ayuda (al parecer, una asociación de antiguos jugadores de Chile le entregaba una asignación mensual, así  como también medicinas, pero esta ayuda se interrumpió posteriormente). En sus misivas hacía también mención al frío que ambos pasaban en su domicilio durante el invierno, y proponía diversas fórmulas para conseguir el dinero que tan imperiosamente necesitaban, tales como la colaboración de cada socio culé con una peseta, o la celebración de un partido amistoso en su beneficio. O incluso una colecta entre los socios para auxiliar a quien se definía como «un verdadero héroe de la final de Santander», incluso más viejo que el propio Barça (había nacido casi un año antes de fundarse el club). A cambio, ofrecía las medallas de oro que le acreditaban como Campeón de España.

Va a recibir finalmente ayuda de la entidad blaugrana, pero fallecerá el 2 de septiembre de 1983, a los 84 años de edad. Antes de morir la había dicho a su esposa Olga, su inseparable compañera, las siguientes palabras: «Cuando yo me muera quiero que mandes al F.C. Barcelona todos mis recuerdos que guardo en el viejo arcón. Nunca podré olvidar a este gran club». Sus restos permanecieron durante más de 30 años en el Mausoleo de Antiguos Deportistas Juan Ramsey, en el cementerio General de Santiago de Chile, hasta que hace tan sólo unos meses fueron trasladados, según informó el diario «El Mercurio», al panteón donde reposan los ex-cracks de Colo-Colo.

Nota. Para la confección de este artículo, entre otras fuentes, se han consultado las siguientes obras: «Historia del Campeonato Nacional de Liga» e «Historia de la Copa», ambas escritas por Enrique y Nicolás Fuentes y publicadas por Ibérico Europea de Ediciones S.A. en 1970 y 1971, respectivamente, así como diversos números de los diarios «El Mundo Deportivo» y «El Mercurio»




El inicio de Luis Aragonés

El 1 de febrero de 2014 nos encontrábamos con una mala noticia. Fallecía Luis Aragonés con 75 años, víctima de una leucemia. Con él se iba una de las mayores figuras de nuestro fútbol. Los más jóvenes, le conocimos ya como un veterano entrenador. Y que siguió manteniéndose en la élite año tras año, ganándose el respeto y en muchos casos admiración donde entrenó. Y fue en muchos lugares, por supuesto en el Atlético de Madrid, al que llevó a conseguir la Copa Intercontinental, una Liga y tres Copas del Rey y acudió a su rescate en Segunda División. Pero también al Betis, al Sevilla, al Valencia, al Espanyol, al Barcelona y al Mallorca, hasta ser designado, por fin, seleccionador nacional y abriendo el brillante recorrido actual con la conquista de la Eurocopa del año 2008. 853 partidos de Liga dirigidos en más de treinta años como técnico.

Pese a conocerle todas sus facetas y sus incontables anécdotas como entrenador, Luis pasó del campo a la banqueta de manera inmediata (en una situación que sigue pareciendo extraña pero que este mismo 2014 han hecho Ryan Giggs en todo un Manchester United o Garry Monk en el Swansea, o Seedorf que se retiró en Brasil para hacerse cargo del Milan al recibir la llamada de Galliani). Sustituyó a Juan Carlos Lorenzo y puso fin a una brillante etapa como jugador. 360 partidos en Primera División y 160 goles. En el Atlético había pasado sus últimas 12 temporadas, había ganado 3 títulos de Liga, otros dos de Copa del Rey, fue el máximo goleador en la campaña 69-70 y había sido subcampeón de Europa en 1974 anotando un brillante tanto de falta. Aragonés también fue internacional con la Selección Española en 11 ocasiones. Antes de brillar en el Calderón, fue jugador del Betis durante tres años, entre 1961 y 1964, y cedido por el Real Madrid, el primer equipo que le dio la oportunidad de jugar en 1ª división fue el Real Oviedo. A lo largo de su carrera entre entrenador y jugador, Aragonés supera los 1500 partidos oficiales. Una cifra tremenda de una persona que estuvo vinculada al fútbol toda su vida.

Hoy a modo de homenaje, volvemos al primer partido de esos 1000 que tuvo a Luis en Primera División. Había comenzado la campaña en el Plus Ultra, el filial del Real Madrid. Pero tras media temporada y llevar ocho tantos anotados, le llegó la hora de probar una cesión y subir un escalón. Un 11 de diciembre de 1960, en el Luis Sitjar de Palma de Mallorca, un Aragonés de 22 años, saltó al campo en un duelo por todo lo bajo. El Mallorca, colista y recién ascendido se impuso en casa por 1-0 al Oviedo, por lo que los asturianos pasaron a ocupar la última posición al acabar la jornada. Al equipo balear, por aquel entonces lo dirigía el mismo Juan Carlos Lorenzo con el que coincidiría en el Atlético y del que heredaría su cargo. En el Oviedo, era Sabino Barinaga el hombre que hizo debutar a todo un mito como Luis. La prensa fue dura con el encuentro, al parecer de bastante pobre calidad y nadie reparó en ese muchacho de Hortaleza que hacía su debut en la máxima categoría. Quizá ese partido ya le hizo ver la crudeza de ser entrenador. Lorenzo, hombre que había conseguido ascender al en dos temporadas al Mallorca desde Tercera a Primera División, por vez primera en su historia y pese a ganar el partido, fue destituido.

Curiosamente… la prensa no terminó de acertar con su nombre y tardó varias jornadas con Luis plenamente instalado en la titularidad en acertar a reflejarlo correctamente. En su debut, los diarios ABC y Mundo Deportivo recogían su nombre como el de “Ruiz” sin figurar nadie con ese apellido en la plantilla. Y así seguiría sucediendo unas jornadas después… Incluso el día que anotó su primer tanto en primera división, en un duelo en casa contra el Santander… Aragonés seguía figurando como Ruiz. Luis era un mero debutante, casi anónimo… No he conseguido averiguar el motivo de la confusión. Incluso, rectificada en algunas jornadas pero que volvía a incurrir en el error posteriormente. Eran los primeros pasos de una de las mayores figuras de nuestro fútbol.