Las siete federaciones españolas de fútbol (I)

En el número 22 de los Cuadernos de Fútbol en un artículo firmado por el CIHEFE se publicó una lista minuciosa y a lo que sé impecable de los presidentes de las federaciones españolas de fútbol. Se decía precisamente en el texto que le acompañaba que llamaba la atención como ni siquiera todas las fuentes se ponían de acuerdo no ya en los presidentes y sus fechas, sino más allá, ni siquiera en cuántas ni cuáles federaciones de fútbol había habido en España.

Nosotros defendíamos cuatro, de acuerdo con lo que podríamos llamar historiografía tradicional: la FECF (1909-13), la UECF (1912-13), la RFEF (1913-) y la RFEF (1937-39). En efecto no dábamos ningún dato nuevo que no pudiera encontrarse fácilmente por ejemplo en los libros de Vicente Martínez Calatrava, pero en ese momento nos pareció oportuno dejar sentado con toda claridad que con independencia de su más o menos larga existencia las cuatro eran federaciones españolas de fútbol. Y tal porque por razones precisamente de carácter historiográfico, de quien escribió las historias, muchas veces se despreciaba a la UECF con apelativos tales como «disidentes» y negándoles incluso su verdadero carácter de federación.

Ahora bien, releyendo ese artículo me viene a la cabeza la famosa cita de san Agustín respecto del tiempo: «Si no me preguntas lo que es, sé lo que es, pero como me lo preguntes ya no lo sé» (Quid ergo est tempus? Si nemo ex me quaerat, scio; Si quaerente explicare velim, necio). En efecto el redactor de aquel artículo parte necesariamente de un concepto supuestamente pre-definido de «federación española de fútbol» y entiende que los cuatro ejemplares antedichos presentan todas las características del concepto. Al modo en que al contemplar cuatro figuras geométricas dadas reconocemos que son triángulos solo si tenemos previamente un concepto claro y distinto de triángulo y constatamos que las figuras dadas cumplen con las características predefinidas.

En ese artículo se daba por supuesto el concepto de «federación española de fútbol» (en adelante FEF), lo que ya al propio autor le provocó problemas que prefirió obviar al citar a la Federación Gimnástica Española y negarle en carácter de FEF ¿Cuáles fueron sus criterios? Puedo afirmar que ninguno, pues quien redactó aquel texto fui yo mismo.

Al escribir ahora este nuevo artículo, que en alguna medida es segunda parte de aquel, no parece ocioso el preguntar por qué en aquel momento no entendí necesario definir el concepto de FEF. La respuesta he de encontrarla en que los cuatro ejemplares de federación que allí enumeré eran de forma palmaria FEF y por lo tanto no era imprescindible un análisis pormenorizado. El único problema lo presentaba la FGE y lo solventé, lo creí solventar, de forma rápida y poco cuidadosa.

He aquí que el problema se me presenta realmente al estudiar las federaciones supuestamente regionales anteriores a la reconocida como primera FEF en 1909, y en concreto la Asociación de Clubs de Football con sede en Barcelona (1902-1907) y la Asociación Madrileña de Clubs de Football (1902-1904). Ambas han sido reconocidas siempre por la historiografía como federaciones regionales, pero nosotros vamos a defender que ambas fueron federaciones españolas de fútbol. Puesto que este planteamiento supone una novedad nos hemos visto obligados a hacer lo que ya debimos haber hecho en la anterior ocasión: definir el concepto de FEF, constatando por cierto que ningún motivo hay para dejar fuera como en aquella ocasión hicimos a la FGE. En consecuencia defendemos que en España ha habido siete FEF.

Una FEF es una asociación formada por otras asociaciones, cuyo objeto social es el de organizar con carácter exclusivo la práctica del fútbol en España y que actúa de acuerdo con su objeto social:

  1. Debe tratarse de una asociación constituida de acuerdo con el ordenamiento jurídico vigente. A estos efectos nos remitimos a nuestro artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico» (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2011/02/2170/).
  2. Las sociedades formantes pueden ser clubes o federaciones de ámbito territorial inferior en las que están inscritos los clubs (federación de federaciones de ámbito territorial inferior o federación de clubs). La relación entre federaciones será en todo caso jerárquica, se trate por delegación ascendente (de la inferior a la superior) o descendente (de la superior a la inferior).
  3. El objeto social deben ser organizar el fútbol de toda España. De tal modo la coexistencia de dos es necesariamente polémica en la medida en que mutuamente se impiden la realización del fin social.
  4. Cabe exigir la realización objetiva de su voluntad definida en el objeto social: se exige el reconocimiento de terceros, y en caso de coexistencia el reconocimiento de la federación en conflicto.

Toda FEF debe cumplir obligatoriamente estos cuatro requisitos, si bien el 2 y 3 tres no son excluyentes: también pueden aceptarse miembros individuales (FGE) y el objeto social puede compartirse con otros (organizar otros deportes: todos la FGE y fútbol-sala y similares la RFEF actual).

Por supuesto podemos hacer una abstracción mayor y definir el concepto de «federación deportiva», que sería una sociedad que tendría por objeto organizar la práctica de un deporte determinado (fútbol, tenis, atletismo, etc.) en un ámbito geográfico determinado (España, Sevilla, Andalucía, etc.).

Entendemos en consecuencia que puesto que una FEF es una sociedad esta tiene como elemento constitucional la voluntad de las partes, la voluntad que concretamente hemos definido. Ningún problema tenemos pues en reconocer la posible coexistencia de dos o más asociaciones con el mismo fin, por más que la mera coexistencia demuestre el fracaso de las que existen. Cabría establecerse la comparación con la idea de imperio, que por más que se constitutivamente universal, siempre coexiste con otros (Darío y Alejandro, EE.UU y la URSS).

Dejamos sentado lo anterior a los efectos de oponernos a la concepción de la IFFHS que prescinde del elemento subjetivo y solo reconoce una «federación» cuando esta es única en el país, cuando ha conseguido realizar su objetivo social. Nos oponemos por razones no solo conceptuales (tendríamos también que prescindir de la idea de imperio) sino por razones fundamentalmente históricas: en España han coexistido en varios momentos dos federaciones objetivamente reconocidas mutuamente y hasta por la FIFA: así en 1913 y 1938.

La posición de la IFFHS llega al extremo cuando entiende que debe elegir entre las dos federaciones y decidir cuál es la buena y cuál es la mala, y con base en su «decisión» reconocer oficialidad a unos torneos sí y a otros no. Volveremos en los próximos meses no obstante sobre el asunto de la «oficialidad», pues es menester también el de definir el tal concepto.

Definido pues el concepto de FEF se hace necesario presentar unas líneas sobre las 7 FEF que ha habido en España, y en particular sobre las tres primeras, las que hasta la publicación de este artículo jamás han sido consideradas y que merecen en nuestra opinión y según los criterios definidos aparecer como tales en los anales de la historia. Pero eso lo haremos en el próximo artículo.




Nicolás Fuentes y las primeras historias de Liga y Copa

Hace unos meses presentábamos a Juan María Sáenz de Viguera Fuentes como coautor de la primera historia del Campeonato Nacional de Liga, desde su puesto ejecutivo en Ibérico Europea de Ediciones cuando despuntaba el decenio de los 70. Hoy nos ocupamos de Nicolás Fuentes López (Córdoba 17-VII-1942), responsable de aquel trabajo de campo. Hombre afable, ameno en su exposición, próximo y directo, recuerda  perfectamente aquellos días:

«Juan María acababa de trasladarse a Madrid, contratado por el grupo editorial de quien fuese alcalde de la villa, Agustín Rodríguez Sahagún. Mi padre y su madre eran primos segundos y aunque el parentesco fuese lejano manteníamos bastante trato por esas fechas. Un día me propuso recopilar información sobre el Campeonato Nacional de Liga, para una historia que iban a editar por fascículos. Y acepté, naturalmente. Primero porque el fútbol me gustaba, y segundo porque a todo estudiante le vienen de perlas unas buenas pesetas».

Nicolás Fuentes López. Sus muchas horas en la Hemeroteca Municipal de Madrid apuntalaron los dos primeros intentos de historiar nuestros campeonatos de Liga y Copa.

Nicolás Fuentes López. Sus muchas horas en la Hemeroteca Municipal de Madrid apuntalaron los dos primeros intentos de historiar nuestros campeonatos de Liga y Copa.

Nicolás reconoce unos comienzos dubitativos en la Universidad. Pese a la tradición jurista que le rodeaba -padre, hermanos, y algún otro familiar dedicados al ejercicio del Derecho- se matriculó en Ciencias Químicas, primero, y en Económicas después, entendiendo que la formulación, el laboratorio y los hidrocarburos no eran lo suyo. Respecto al fútbol, en cambio, jamás tuvo dudas: «Simpatizante y seguidor del Athletic, como tantos niños de los 50 y primeros 60, cuando ganaban títulos, aportaban jugadores a la selección y los Carmelo, Orúe, Areta, Canito, Manolín, Garay, impresionante jugador, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza, o los posteriores Arteche, Eneko Arieta, Mauri, Maguregui, Koldo Aguirre, Etura, Merodio, Uribe o Marcaida, casi parecían de la familia». Una pasión que como tantas fiebres juveniles tardaría mucho en pasársele: «Vi en Madrid la presentación de Uriarte, un futbolista inmenso. Y las de Echeverría, Argoitia, Rojo, el menor de los Arieta… Magníficos, todos ellos. E Iribar, ¿qué decir de Iribar a estas alturas?».

El caso es que no pudiendo negarse a la solicitud de su primo, se hizo asiduo de la Hemeroteca Municipal: «Las horas que habré echado allí… Como tuve claro desde el principio que aquella iba a ser tarea larga, allané el camino, mediante propinas, con los dos bedeles más influyentes. Para cuando llegaba ya me tenían preparada la prensa. El «As» antiguo hasta la Guerra Civil y «Marca» a partir de 1939. Siempre «As» y «Marca» para todo el Campeonato de Liga. De ahí salieron las tablas de goleadores, los extractos de crónica, las plantillas y hasta muchas fotografías».

Su método para conformar las distintas plantillas, sin duda una de las aportaciones más valiosas de aquella obra, difícilmente hubiese podido ser más artesanal: «Apuntaba las alineaciones de la primera jornada y a partir de ahí iba añadiendo cada nuevo futbolista, crónica a crónica». A la fuerza ahorcaban. Hasta bien doblado el rubicón de los 50 en el pasado siglo, la prensa no solía hacerse eco, conforme hoy sucede, de presentaciones oficiales en los distintos equipos. En buena medida, porque éstas apenas si se producían. El balón echaba a rodar, sin más, cada final de julio o a primeros de agosto, justo cuando las linotipias funcionaban a destajo con el Tour de Francia, los incipientes deportes náuticos, ecos taurinos de las distintas ferias o el veraneo del Caudillo. Respecto a la consecución de imágenes, eso sí que fue una auténtica odisea. «Las de los primeros años de Liga proceden del viejo «As». El fotógrafo de la propia hemeroteca, vecino mío, por cierto, aunque hasta entonces no nos conociésemos, era todo un manitas. Instalaba el trípode, ajustaba la luz y ya estaban. Perfectas. Recuerdo que en la editorial me daban 15 pesetas por imagen, y con esos tres duros no sólo tenía para pagarle, sino que aún sobraba algo. A partir de la Guerra Civil, a medida que el Campeonato iba avanzando, ya se pudo disponer de fondos o archivos fotográficos más al uso».

Fue el suyo un trabajo arduo, solitario y contra reloj, porque los fascículos salían semanalmente a los kioscos. En la editorial se entendía habitualmente con el Administrador, Vara del Rey, «hombre todopoderoso allí, hijo del general Vara del Rey, y mano derecha de Rodríguez Sahagún. El pilar de aquella industria, compuesta por dos sellos, uno para obra seria y otro centrado en temas más banales. Lo del fútbol salió en éste, claro. Si Vara del Rey no estaba, se hacía cargo de mis anotaciones su secretaria». Coincide con Juan Sáenz respecto al «trabajo» de Ramón Melcón para los prólogos de la Liga y Pedro Escartín para la Copa: «Yo ni los vi. No por la hemeroteca, no. Ni en la propia editorial». Para los críticos de la obra, sin embargo, tanto Escartín como Melcón fueron sus auténticos artífices, puesto que «su sabia dirección ilumina cada página, como no podía ser menos tratándose de autoridad tan contrastada». También cree conocer las razones por las que Juan Sáenz prefirió ocultarse bajo seudónimo: «Era el director y no hubiese estado bien estampar su identidad en letra impresa. Pudiera haberse antojado feo».

Puesto que la historia del Campeonato de Liga constituyó un rotundo éxito, se decidió continuar con el torneo de Copa. Así que otra vez a sumergirse entre tomos de prensa antigua, ahora mucho más amarillenta. «Las primeras ediciones de ese Campeonato había que rastrearlas por distintas cabeceras. El extinto «As» no servía y «Marca» aún tardaría sus buenos 8 lustros en nacer. Para las imágenes, más de lo mismo; trabajo fino del fotógrafo, extrayendo instantáneas de aquellos periódicos. Y luego, cuando empezaron los partidos de entre semana con clubes modestos, se me hizo realmente costoso mantener el ritmo, la cadencia de los fascículos». Hombre de recursos, Nicolás acabaría encontrando una solución: «Destiné una parte de lo que me pagaban para engatusar a dos amigos. Gracias a ellos, la cosa pudo concluir sin agobios. Pero pese a tanto trabajo, según parece lo de la Copa tuvo menos tirón entre el público. Su tirada nunca se aproximó a la del campeonato liguero».

Una obra gratificante aquella «puesto que me pagaron bien; nunca me faltaban 2.000 ptas. en el bolsillo, y entonces, que conste, esa era toda una cantidad». Trabajo entretenido, muy entretenido, sí, pero a causa de la cual quedaron medio empantanados sus estudios: «Es que no había modo de compaginar las dos cosas. Me retrasé durante esos dos años y luego hube de recuperar, sacando tres cursos en 20 meses».

Su primo Juan María acabó dejando el grupo editorial mientras él, ya con la titulación en la mano, primero formó parte de Seguros Plus Ultra, perteneciente al Banco de Bilbao, pasando más adelante a una aseguradora alemana sita en nuestro país. No volvería a dedicarle tiempo a la historia del deporte rey, por más que continuase entreteniendo su ocio con el ejercicio físico: «Porque mirándolo bien, debo llevar 65 años detrás de una pelota. Primero el balón de fútbol, luego las de tenis y ahora las de golf». Eso entre contrato y contrato, primero defendiendo intereses ajenos y más tarde, a raíz de apostar por la independencia, los de su propia correduría.

Recuerdos de otro tiempo, sin bases de datos ni propósitos estadísticos, de una época en que alrededor de nuestro fútbol todo estaba por hacerse, donde colocar la primera piedra implicaba extraer un bloque de la cantera, trabajarlo a cincel, pulir las superficies, cavar una zanja y depositarlo en ella a puro empujón, sin cortes de cinta, charangas, discursetes y abrazos protocolarios. Recuerdos, tan sólo, hasta hace bien poco: «Porque aunque llegué a tener cinco o seis ejemplares de esas historias, fui regalándolas a medida que me las pedían. Ya se sabe, hay veces que no puedes responder con un «no». Pero hace todavía poco, mis hijos me dieron la sorpresa. Habían encontrado los dos tomos de la Liga no sé dónde y me los regalaron. Ahora sólo faltan los de la Copa, aunque al parecer afloran muchísimo menos».

En efecto, apenas se dejan ver. Y es que si bien salieran con posterioridad compilaciones más novedosas, actualizadas hasta nuestros días, los antiguos fascículos de papel satinado e imágenes coloreadas, encuadernados en falsa piel, siguen siendo un tesoro para cualquier aficionado al fútbol con buen paladar.

Para Nicolás Fuentes López, por su abnegado trabajo de hemeroteca, y Juan María Sáenz de Viguera, como padre de la idea y responsable editorial, nuestro homenaje y sincero agradecimiento. Su mérito fue acercar los hermanos Bienzobas, Zubieta, Aedo, Lecue, Arocha, Cilaurren, Yermo, Vallana, Marculeta o los Regueiro, a una generación que apenas sabía nada de ellos, aún habiendo paladeado los grandes momentos de Di Stéfano, Kubala, Lesmes, Villaverde, Ramallets, Arza, César, Puchades, Basora, Silva, Juncosa o Luis Suárez. En cierto modo resucitaron a Alberty -arrebatado por unas fiebres tifoideas- Arocha -víctima de la sangría civil- Enrique Molina -deshecho por un obús a las afueras de Leningrado- o Guillermo Gorostiza, tras beberse este último la vida a gollete. También recordaron a los primeros extranjeros de preguerra -Laviada, Berkessy, Morera, Alonso, Fuentes o Fernández- y al mexicano Borbolla, primero de posguerra y anticipo de muchos fracasos más gruesos. Suyo fue el mérito.

La historia del fútbol español sigue elevándose sobre aquella primera piedra tan suya.




El fútbol y el arte

Las peripecias del cuadro.

Hugo Van der Goes (Gante, 1440 – Oudergem 1482) fue un pintor flamenco del siglo XV, autor entre otras obras de la que me ha llevado a escribir este artículo, «La Adoración de los Reyes» (1470).

Dicha obra se encontró en una capilla lateral del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua de Monforte de Lemos (Lugo), se cree que donada por su fundador, el Cardenal Rodrigo de Castro Osorio (Valladolid, 1523 – Sevilla, 1600).

El ejército napoleónico francés la mutiló arrancando las tablas laterales que representaban la Natividad y la Presentación en el Templo. Hasta que el profesor de dibujo del Instituto de Lugo D. Bartolomé Teijeiro reparó en él en 1872, estuvo acumulando polvo, sin ser identificado, en ese oscuro rincón de la capilla. A Antonio Méndez, crítico de arte monfortino, le corresponde el honor de atribuirle al cuadro su valor real y a W. Armstrong, director del Museo de Dublín, y a M. Leprieur, conservador del Louvre, el de ponerle autoría.

cuadro

Los Padres Escolapios de Monforte de Lemos sufrían viendo como el Colegio, fundado en el siglo XVI,  se encontraba en peligro de derrumbarse. Ante el conocimiento de la existencia de dicha obra y la necesidad urgente de apuntalar el edificio negociaron la venta del cuadro con un agente prusiano llamado W. Gretor, con el que llegaron a un acuerdo inicial de venta con un adelanto de 50.000 pesetas. Los Padres Escolapios pusieron en conocimiento del Duque de Alba, patrono de la Fundación, lo sucedido y este tomó la decisión de escribir el día 20 de abril de 1910 al Conde de Romanones, ministro en aquel momento de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de febrero de 1910 a 9 de junio de 1910) y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ofreciendo al gobierno español la posibilidad de hacerse con el cuadro por la mitad del dinero que íban a pagar los alemanes.

Ante este nuevo expolio del patrimonio español, o al menos así lo consideró una mayoría, un grupo de intelectuales compuesto por José Lázaro Galdeano, Segismundo Moret, Julio Burell, Amós Salvador, Mariano Benlliure, José Moreno Carbonero, Emilia Pardo Bazán, Miguel Blay, Tomás Marina, José Capuz, Ignacio Zuloaga, los hermanos Álvarez Quintero, Eduardo Chicharro y Joaquín Sorolla encabezaron una campaña para que la obra fuese adquirida por el estado español y donada al Museo del Prado, algo que finalmente no consiguieron pues el gobierno español dijo no tener el dinero suficiente para adquirir la obra.

Además de pedirle al gobierno español que destinase fondos para la compra del retablo este grupo de personas comenzó una cruzada para evitar la salida de España de la obra organizando una colecta popular, encauzada a través de la revista «Por el arte» y la Sociedad de Pintores y Escultores, en la que recaudaron 76.000 pesetas, aunque más tarde se supo que por otros cauces hubo más gente que hizo depósitos en el Banco de España con este fin.

En cambio otros personajes de la cultura, como Azorín, no eran partidarios de que el estado hiciese gasto alguno en obras de este tipo, habiendo otros asuntos más importantes y cercanos al ciudadano en que emplear el dinero. No la consideraba una obra de arte genuinamente española y, por tanto, prescindible.

La carta dirigida por el Duque de Alba al Conde de Romanones fue contestada con evasivas y, el 25 de mayo de 1910, se formalizó la venta definitiva por valor de 1.262.800 pesetas al Kaiser-Friedrich-Museum de Berlín. Gracias a ella pudo restaurarse el colegio donde hállanse otras muchas obras de inestimable valor.

Julio Burell y Cuéllar, ministro sucesor del Conde Romanones en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de junio de 1910 a 2 de enero de 1911), embargó la obra, lo cual pudo causar un conflicto diplomático entre España y Alemania, en vísperas de comenzar la Gran Guerra. Llevado el expediente al Congreso por los señores Ortega y Gasset y Burell, el propio Duque de Alba tuvo tuvo que declarar en  julio de 1912. Romanones, como Presidente del Consejo de Ministros de España (14 de noviembre de 1912 a 27 de octubre de 1912) dio orden de que la obra partiese hacia Alemania por una Real Orden.

Hay que reconocer el derecho del Colegio a vender las obras que eran de su propiedad, máxime sin existir una Ley sobre el patrimonio como ocurre en la actualidad.

La salida de España del cuadro comenzó una noche de mediados de diciembre de 1913, partiendo en una carro de bueyes desde el colegio hasta la cercana estación ferroviaria de Canabal, con destino a Vigo, desde donde embarcó para no volver más con dirección a Hamburgo.

Tan solo una condición se puso en la venta y era la de que Alemania devolviese una copia exacta del cuadro, la cual se encuentra en la iglesia del Colegio desde 1920. La tabla original se encuentra en la actualidad en la Gemäldegalerie de los Museos Nacionales de Berlín. El que se tardase tantos años en entregar la copia fue por motivo del comienzo de la Gran Guerra, que impidió a los alemanes hacer entrega de la misma, pero al poco de finalizar esta, cuando ya casi nadie recordaba el pacto, se personaron en Monforte para cumplir con lo acordado

El fútbol y Van der Goes.

El fútbol madrileño quiso sumarse organizando un partido para recaudar fondos con el fin de evitar la pérdida definitiva de la obra.

El recién elegido presidente de la Sociedad Gimnástica Española, D. Ramón González, se reunió en el domicilio de la entidad con los señores Julián Ruete (Athletic Club de Madrid), López (Español  Football Club), Bourbón (Madrid Football Club) y José María Kindelán (Sociedad Gimnástica Española) con objeto de organizar un partido con el fin de que la recaudación obtenida fuese a engrosar la suscripción iniciada para comprar el cuadro de Van der Goes. Los pases de favor expedidos por el Athletic no fueron valederos para este partido.

El día 20 de abril, a las 17 horas veinte minutos en el campo del Athletic se enfrentaron la coalición formada por Athletic y Gimnástica, vestidos con camiseta azul y pantalón blanco, contra la formada por Madrid y Español, uniformados con camiseta gris y pantalón blanco, obteniendo la victoria los primeros por un gol a cero, gol de Somoza en propia puerta, resultando con el que también se llegó al descanso.

No acudió excesivo público siendo la entrada regular y los pases de favor extendidos para la temporada fueron suspendidos en esta ocasión.

Las alineaciones fueron las siguientes:

Athletic – Gimnástica: Clavet, Pérez, Roca, Mandiolo, Kindelán, Quintana, Aspe, Caruncho, Belaunde, Espinosa, Arango

Madrid – Español: Somoza, Álvarez, Bernabeu, Fortunato, Machinbarrena, Eulogio Aranguren, Giral, V. Buylla, Neira, Saura, Rodríguez

Arbitró Sotero Aranguren, del Madrid FC.

Por la mañana también jugaron los segundos equipos del Madrid y la Gimnástica venciendo por 5 a 3 los madridistas.

No he sido capaz de encontrar nada relativo a la cantidad recaudada en el campo athletico, ni un listado, aunque fuese parcial, de las personas o entidades que hubiesen contribuido. Además de la colecta oficial que hizo la Asociación de Pintores y Escultores, hubo otros muchos ciudadanos que hicieron ingresos directamente en el Banco de España y que les fueron devueltos tras la venta del cuadro. La información en la prensa local fue practicamente nula y he tenido que recurrir a otras fuentes para poder realizar este trabajo.

Fuentes:

– ABC, 4 de marzo de 1956.

– ElPaís.com Archivo

– Enciclopedia GER

– Faro de Vigo. «Un siglo de expolio cultural», 17 de mayo de 2008.

– Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores (enero-agosto)

– Mundo Deportivo, 17 de abril de 1913.

– Mundo Deportivo, 24 de abril de 1913.

– Museo del Prado.es

– SalonesArte.es




Primeros intentos de crear una selección nacional de fútbol (1905-1907)

El 13 de noviembre de 1905 se funda la segunda entidad polideportiva nacional tras la Federación Gimnástica Española (1): el Comité Español de los Juegos Olímpicos (conocido como Comité Olímpico Español con posterioridad), una iniciativa del Comité Olímpico Griego para que España acudiera a los Juegos Olímpicos Intermedios de Atenas 1906 (2). Su presidente era Don Julio Urbina y Ceballos-Escalera, marqués de Cabriñana del Monte (Madrid, 8 de enero de 1860 – ibídem, 10 de septiembre de 1937) y el responsable del football Don Carlos Padrós y Rubio (Sarrià, Barcelona, 9 de septiembre de 1870 – Madrid, 30 de diciembre de 1950), presidente del Madrid FC. Otro de sus integrantes relacionado con el fútbol era Eduardo González de Careaga y Escobosa (delegado en Bilbao y responsable del remo y deportes náuticos), cuyo hermano Enrique era el presidente del Athletic. Román Macaya era el delegado en Barcelona.

Carta de Jorge Soto (cónsul de Grecia en Madrid) a Spyridon Lambros (secretario general Comité de los Juegos Olímpicos) comunicándole la composición del Comité Español. 26 de mayo de 1905. HOC-Archives, K7- Φ5-E3.

Carta de Jorge Soto (cónsul de Grecia en Madrid) a Spyridon Lambros (secretario general Comité de los Juegos Olímpicos) comunicándole la composición del Comité Español. 26 de mayo de 1905. HOC-Archives, K7- Φ5-E3.

Finalmente España no acudió a Atenas y el marqués de Cabriñana se disculpó ante los griegos con una carta llena de excusas: «algunos de los que querían acudir eran profesionales», «otros no tenían las condiciones físicas adecuadas para luchar con honor» o «les faltaba educación y savoir vivre«, «el gobierno mostró poco interés…»

Carta del marqués de Cabriñana del Monte a Spyridon Lambros. 6 de abril de 1906. HOC-Archives, K15- Φ11-E3.

Carta del marqués de Cabriñana del Monte a Spyridon Lambros. 6 de abril de 1906. HOC-Archives, K15- Φ11-E3.

Hay que reseñar que el fútbol era objetivo prioritario de esta hipotética expedición olímpica y que hubiera supuesto el debut de nuestra selección (14 años antes de Amberes 1920). La prensa española (Heraldo de Madrid, 28 de marzo de 1906) llega a publicar una lista de posibles olímpicos en Atenas 1906 y en la misma figuran «equipos de jugadores de foot-ball como los del Madrid Foot-Ball Club y el Athletic Club…»primeros-intentos-3

El marqués de Cabriñana y la mayoría de miembros de su Comité mantuvieron un perfil bajo tras el fracaso de la expedición a Atenas 1906 y este primer COE entró en vía muerta. No fue el caso de Carlos Padrós.

Carlos Padrós y Rubio (o Rubió con tilde, de las dos formas se encuentra escrito) fue un político, empresario y dirigente deportivo de biografía bien conocida al ser considerado de forma errónea como el cofundador del Real Madrid en 1902 junto a su hermano Juan (3). Lo que realmente hicieron los hermanos Padrós fue legalizar la sociedad inscribiéndola en el Registro de Asociaciones el 18 de abril de 1902, pero el Madrid FC existía con anterioridad. El papel de los hermanos Padrós en la historia del Real Madrid es equivalente al de Paul Haas y Pere Cabot en la historia del FC Barcelona, fueron los que legalizaron la sociedad (4).

Carlos Padrós (1870-1950)

Carlos Padrós (1870-1950)

Su ambición personal era elevada y sus intentos por controlar el fútbol (y en algún momento la totalidad del deporte) español fueron varios: en diciembre (probablemente el día 6) de 1902 fundó la Asociación Madrileña de Clubs de Football (5) como réplica a la Asociación de Clubs fundada poco antes en Barcelona. El 21 de mayo de 1904 logró presencia española en la fundación de la FIFA. En 1905 formó parte (como hemos visto) del Comité Español de los Juegos Olímpicos como responsable del fútbol y «otros deportes atléticos» e intentó la creación de la primera selección nacional para viajar a Atenas 1906 (todavía en 1912 sería miembro del Comité Ejecutivo del COE del marqués de Villamejor). Ante el fracaso cosechado en 1905-1906 no se desanimó y pocos meses después regresaba a la carga.

El 21 de enero de 1907 enviaba una carta a Narciso Masferrer de El Mundo Deportivo (que se publicaba en dicho diario el día 31) en la que hablaba de la proximidad de los Juegos Olímpicos de Londres 1908 y la necesidad de que España empezara a prepararse para dicha cita. Enfatizando que «Aunque todavía no ha surgido en nuestro país un hombre de suficiente energía y fuerza de voluntad bastante para aunar los esfuerzos de todos sin despertar recelos y agrupando los valiosos elementos con que contamos, funde la Unión Española de Sports», remarcaba con ello que los primeros intentos (la Federación Gimnástica Española y el Comité Olímpico de Cabriñana) habían fracasado y, en cierta manera, proponía su propia candidatura para ser «ese hombre».

Ello podemos deducirlo por lo siguiente: «Con el mejor deseo y dispuesto a retirarme modestamente por el foro cuando otra entidad con más acierto lo organice, he establecido el Campeonato de España de Salto de altura con percha, Lanzamiento de peso y Lanzamiento de disco, dotándolo con premios.»

Además explica que tiene planes para crear una selección nacional de fútbol y una Federación Española de Clubs de Foot-Ball.primeros-intentos-5

Ninguna de las dos cosas sería posible en 1907. Ese partido de un team nacional contra Gibraltar nunca se jugó y la selección no debutaría hasta el 28 de agosto de 1920 en los Juegos Olímpicos de Amberes [sin contar el nunca reconocido oficialmente España (en puridad un combinado de la Unión Española de Cubs) – Francia (combinado de la Liga Nacional de Francia) del 25 de mayo de 1913 en Irún. Que terminó en empate a uno, por cierto (6)].

La Federación Española de Fútbol no quedaría definitivamente constituida hasta el 1 de septiembre de 1913 tras varios fracasos anteriores (como las desaparecidas Federación Española de Clubs de Football de 1909 y la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball de 1912), casi siempre con presencia de los hermanos Padrós en las polémicas, aunque esa sea otra historia.

Reseñar que los rivales de España si se hubiera creado la selección nacional para viajar al torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Atenas 1906 hubieran sido: la selección nacional de Dinamarca, un equipo de Atenas (que se consideraba el representante de Grecia), otro de Salónica (ciudad griega pero perteneciente entonces al Imperio Otomano) y un combinado internacional (en el que jugaban británicos, franceses, un griego y un armenio) que representaba a la ciudad de Esmirna (Imperio Otomano).  Los daneses se hicieron con el oro con facilidad al derrotar a Esmirna 5-1 y a Grecia 9-0 (7).

Más paradójico resultaría en la actualidad, cuando España está intentando impedir la entrada de Gibraltar en la UEFA por segunda vez, conmemorar un España-Gibraltar jugado en Madrid en 1907 como el primer partido de la selección española en la historia.

Otros deportes pueden conmemorar encuentros contra combinados gibraltareños como su primera experiencia internacional, por ejemplo el polo. El 21 de julio de 1897 se disputó en Armilla (Granada) la llamada Copa Internacional organizada por el conde de Benalúa entre un equipo español (formado por el duque de Larios, Ernesto Larios, Leopoldo Larios y el duque de Arión) y el Gibraltar Garrison Polo Club. El equipo  gibraltareño de polo disputó numerosos partidos contra equipos españoles en Granada, Sevilla, Jerez o Madrid hasta 1927 (8).

Notas:

(1) Arrechea, F.

La Federación Gimnástica Española. Entidad precursora de la Federación Española de Fútbol, Cuadernos de Futbol, CIHEFE. Septiembre de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/09/la-federacion-gimnastica-espanola-entidad-precursora-de-la-federacion-espanola-de-futbol/

(2) Arrechea, F.

Los Juegos Olímpicos olvidados. Atenas 1906, Blog Olimpismo, 21 de abril de 2012. http://olimpismo2007.blogspot.com.es/2012/04/los-juegos-olimpicos-olvidados-atenas.html

Arrechea, F.

El nacimiento del Comité Olímpico Español, Blog Olimpismo, 18 de enero de 2012. http://olimpismo2007.blogspot.com.es/2012/01/el-nacimiento-del-comite-olimpico.html

(3) Finestres, J.

Els fundadors catalans del Reial Madrid, Revista Sàpiens, nº43. Mayo de 2006.

(4) Arrechea F.

1899 ó 1902 ¿Cuándo se fundó el Fútbol Club Barcelona?, Cuadernos de Fútbol, CIHEFE. Diciembre de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/12/1899-o-1902-%C2%BFcuando-se-fundo-el-futbol-club-barcelona/

(5) Bravo, L.J. y Martínez Patón, V.

La Asociación Madrileña de Clubs de Football, Cuadernos de Fútbol, CIHEFE. Marzo de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/03/la-asociacion-madrilena-de-clubs-de-football-1902-1904/

(6) Martialay, F.

Amberes. Allí nació la Furia Española, RFEF, 2000.

(7) Mallon, B.

The 1906 Olympic Games. Results for All Competitors in All Events, with Commentary. McFarland, 1999.

(8) Cinnamond, N.J.

El Polo. Notas sobre el polo mundial, el polo en España y los polistas españoles en el extranjero, Libreria Catalonia, 1930.




El dilema de la recién nacida UEFA: Copa de Campeones de Liga o Copa de Ciudades en Ferias. Primera parte.

Antes de la I Guerra Mundial, los partidos entre combinados representativos de ciudades, sobre todo en Europa, gozaron de gran popularidad. Estas selecciones tenían un potencial muy superior al de cualquier club local y los encuentros interciudades levantaban una gran espectación. Entonces, los jugadores eran predominantemente amateurs y se mantenían fieles a su club de toda la vida, acrecentándose así la identificación entre aficionados y entidad deportiva. Cuando los encuentros entre selecciones nacionales se consolidaron, los partidos entre ciudades fueron relegados a un segundo plano. Posteriormente, se conformaron selecciones regionales durante la primera mitad del s. XX. España y Alemania llegaron a organizar torneos oficiales con estos combinados. De esta manera, la jerarquía de partidos quedaba establecida de mayor a menor: internacionales, interregionales o interprovinicales e interciudades.

Durante el periodo entreguerras el profesionalismo se extendió por Europa siguiendo el modelo británico. Aparecieron potentes clubs que atrajeron a los mejores jugadores. Aún así, territorios como Bélgica, Suiza, Holanda, Alemania y los países escandinavos mantuvieron un control del estatuto del jugador amateur, reglamentando la transferencias entre clubs. Gracias a esto, con gran éxito de público se organizaban partidos entre combinados de ciudades aprovechando la fecha en que jugaba la selección nacional. Este tipo de partidos incluso cobraron una mayor importancia al finalizar la II Guerra Mundial por motivos económicos y políticos.

Frente a este tipo de encuentros entre combinados de predominio amateur, el fútbol profesional avanzaba. En muchas ciudades, buscando una mayor capacidad competitiva los distintos clubs se fusionaban y asumían la identificación de las distintas aficiones hasta entonces rivales. Proliferaron por el mundo los distintos campeonatos de liga y también surgió el ánimo de enfrentar campeones de distintos países, para ver qué club tenía una mayor supremacía. En Europa Central se creó, por una propuesta del austriaco Hugo Meisl, la Copa Mitropa, en la que participaban los campeones y subcampeones de Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. En posteriores ediciones entraron equipos de Italia, Suiza y Rumanía. La competición se interrumpió con la II Guerra Mundial. La Copa Mitropa fue considerada la competición internacional de clubs más prestigiosa de Europa y se daba por hecho que el club que la ganaba poseía el mejor equipo del continente.

Acabada la II Guerra Mundial, el fútbol internacional fue recobrando su actividad muy lentamente. Producto de la coordinación entre las cuatro federaciones latinas europeas (Italia, Francia, Portugal y España) se dio un gran paso cuando lograron ponerse de acuerdo y organizar la Copa Latina. Aunque participaban los clubs campeones, estos lo hacían bajo el pabellón de su correspondiente federación nacional. La Copa Latina fue la primera puerta oficial internacional que se abrió a los clubs españoles y la aprovecharon muy bien. Su nivel de competitividad mejoró, más aún, cuando empezaron a llegar las primeras figuras extranjeras. Los triunfos del CF Barcelona en 1949 y 1952, sin dejar de lado la actuación de la selección nacional en el Mundial de Brasil, espolearon los ánimos para proyectar el fútbol español al plano internacional.

Por estas fechas también empiezan a recuperarse la costumbre de jugar partidos entre selecciones regionales. Olvidada la Copa Príncipe de Asturias, los partidos de combinados locales se habían organizado con fines benéficos o festivos. No fueron frecuentes al acabar la Guerra Civil, los equipos se organizaban con los jugadores que componían las plantillas de los clubs locales sin tenerse en cuenta el lugar de nacimiento, además de invitar a figuras de otras regiones. La primera que organizó un partido internacional fue la Federación Castellana, en Madrid. Cuando la selección de Castilla venció 3-1 al Liverpool el 22 de mayo de 1952 alineó a los bilbaínos Panizo y Gaínza, entre otros. En la temporada siguiente jugaron contra el Djurgaarden sueco (5-1) y la selección de París (4-3).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Fijando ya una tradición en mayo de 1954 Madrid (también llamada Selección Castellana para evitar confusión con el Real Madrid) jugó un nuevo partido a beneficio de los campos de los equipos modestos. Se presentó ante el AC Milan, cuarto de la liga italiana, que traían varias bajas, dado que la selección azzurra se estaba preparando para el Mundial de Suiza.

Madrid, 27 de mayo de 1954

MADRID-AC MILAN 4-5

Campo: Santiago Bernabeu.

Árbitro: Novella (España).

Goles:0-1 (1′) Sörensen. 1-1 (8′) Olsen. 1-2 (10′) Silvestri. 1-3 (22′) Larini. 2-3 (32′) Molowny. 2-4 (47′) Mora. 3-4 (78′) Miguel. 4-4 (79′) Olsen. 4-5 (86′) Bergamaschi.

MADRID: Juan Alonso (Real Madrid CF) [Menéndez (Club Atlético de Madrid)]; Navarro (Real Madrid CF), Oliva (Real Madrid CF) [Tinte (Club Atlético de Madrid)], Gabriel Alonso (Real Madrid CF); Silva (Club Atlético de Madrid), Agustín (Club Atlético de Madrid); Miguel (Club Atlético de Madrid), Olsen (Real Madrid CF), Di Stéfano (Real Madrid CF), Molowny (Real Madrid CF) [Mateos (Real Madrid CF)], Escudero (Club Atlético de Madrid). <Elegidos por la prensa, dirigieron los entrenadores del Real Madrid CF y del Club Atlético de Madrid, Enrique Fernández y Ramón Colón respectivamente>. Muñoz (Real Madrid CF) fue baja

AC MILAN: Buffon (Galusso); Silvestri, Presinato (Moreno); Bergamaschi, Pedroni, Piccini (Pistorelli); Moro, Sörensen. Larini, Liedholm, Longoni.

El  siguiente pasó se dio en Barcelona. Cuando la Copa del Mundo de Suiza 1954 entraba en su recta final, la selección de la ciudad de Barcelona retomó sus actuacionen jugando contra la selección de Hamburgo, compuesta por jugadores de los tres equipos de dicha ciudad que militaban en la Oberliga Norte. La prensa también citó el partido como un Alemania Norte-Cataluña, algo bastante lejos de la realidad.

Hamburgo, 26 de junio de 1954

HAMBURGO-BARCELONA 1-3

Campo: Volksparkstadion.

Árbitro: Archer Luty (Inglaterra).

Goles: 0-1 (5′) Arcas. 1-1 (10′) Wehrmann. 1-2 (40′) Tejada. 1-3 (65′) Basora.

mientras se jugaba el mundial de Suiza.

HAMBURGO: Wunstorf (FC St Pauli); Linchtl (FC St Pauli), Meinke (Hamburger SV), Sommerfeld (FC St Pauli); Kalkowsky (FC Altona 93), Brüggen (FC St Pauli); Wehrmann (FC St Pauli), Heitkamp (FC St Pauli), Erb (FC Altona 93), Beck (FC St Pauli), Petersen (FC St Pauli).

BARCELONA: Ramallets (CF Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Segarra (CF Barcelona); Flotats (CF Barcelona), Bosch (CF Barcelona); Basora (CF Barcelona), Suárez (CF Barcelona) [Faura (RCD Español de Barcelona)], César (CF Barcelona), Arcas (RCD Español de Barcelona), Tejada (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reserva: Soler  (RCD Español de Barcelona).

La fundación de la UEFA el 15 de junio de 1954 se produjo en un momento crucial en el desarrollo del fútbol europeo. La UEFA tenía varios proyectos en mente, como la organización de una torneo europeo de selecciones nacionales o tomar la dirección de la recuperada Copa Mitropa. Stanley Rous, entonces presidente de la Football Association, vio interesante regular formalmente los encuentros entre ciudades. El peso del dirigente inglés en la UEFA fue definitivo, ya que impulsó la presencia internacional de las cuatro selecciones británicas y propuso la creación de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias, idea que recibió muy buena acogida, donde participarían selecciones de ciudades y no clubs.

Sin embargo, en diciembre de 1954 desde Francia se planteó un reto inesperado: una competición europea de clubs campeones de liga. Se dice que todo surgió por un comentario que proclamó mejor conjunto del continente al Wolverhampton Wanderers, campeón inglés, por su victoria por 3-2 frente al Budapesti Honvéd SE, campeón húngaro; pero tampoco hay que omitir el hecho de que el Stade de Reims había barrido (3-0) al AC Milan en la final de la Copa Latina de 1953, autoproclamándose mejor equipo de Europa. Inicialmente parecía ser una idea privada, focalizada por L’Equipe; pero tanto Gabriel Hanot, quien lanzó la propuesta, y su compañero Jacques Ferran, que redactó un primer reglamento, se dirigieron a la FIFA, presidida por el belga Rodolf W. Seeldrayers. La idea gustó mucho en la FIFA, si bien, por sus propios estatutos, debía permanecer al margen de competiciones de clubs.

El conflicto estaba servido. Quizá había demasiados intereses. No podemos descartar cierto recelo de la FIFA al ver que la UEFA quería organizar una copa continental que podría rivalizar con el mismo Mundial. No tenía argumentos para frenarla, ya que en Sudamérica se venía disputando también una competición entre naciones sin ningún problema. Por eso hay quien encuentra al menos sospechoso ese decantado interés por la propuesta particular de dos periodistas franceses y la presión que ejerció sobre la recien constituida UEFA para que se hiciese cargo de la nueva competición. El problema estaba en que la UEFA estaba todavía en fase de formación y el proyecto de Stanley Rous había sido su primera apuesta. El seno de la UEFA quedó dividido en partidarios de uno u otro torneo.

En España, la Federación Catalana de Fútbol, atraída por la propuesta inicial de la UEFA, decidió volver a formar un combinado local. Esta vez asumiendo el nombre de Selección Catalana. Como este encuentro coincidió con un partido de entrenamiento de la selección española, junto a los jugadores del CF Barcelona y del RCD Español de Barcelona, para compensar algunas bajas, se alineó el argentino del Real Madrid CF Alfredo Di Stéfano, hecho que en la actualidad nos puede resultar llamativo y que entonces fue visto con gran naturalidad.

Barcelona, 26 de enero de 1955

CATALUÑA-BOLONIA FC 6-2

Campo: Las Corts.

Árbitro: Ramón Azón (España).

1-0 (1′) Faura. 2-0 (3′) Kubala. 3-0 (22′) Di Stéfano. 4-0 (26′) Kubala. 4-1 (27′) Pivatelli. 5-1 (32′) Moll. 6-1 (39′) Moll. 6-2 () Pivatelli.

CATALUÑA: Domingo (RCD Español de Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Gimeno (RCD Español de Barcelona) [M Gonzalvo (CF Barcelona)]; Gámiz (RCD Español de Barcelona), Faura (RCD Español de Barcelona); Basora (CF Barcelona), Villaverde (CF Barcelona) [Mandi (CF Barcelona)], Di Stéfano (Real Madrid CF), Kubala (CF Barcelona), Moll (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reservas: Soler (RCD Español de Barcelona) y César (CF Barcelona)

BOLONIA FC: Giarcelli; Greco (Rota), Ballacci, Giovanni; Nelli (Jensen), Pilmark; Valentinuzzi, Pozzan (García), Pivatelli, Randon, Capello.

La primera señal de giro se produjo ya el 18 de abril de 1955 cuando se anunció que la Copa Internacional de Ciudades en Ferias sería llevada a cabo, no expresamente por el máximo organismo europeo, sino por un comité compuesto por instituciones organizadoras de las ferias internacionales y autoridades políticas y deportivas, entre las que sí figurarían los representates de la UEFA. El 20 de abril se hizo público el sistema de competición en la que participarían doce selecciones de otras tantas ciudades. Formarían cuatro grupos de los que tras disputar una liguilla a dos vueltas, saldrían los semifinalistas. Las dos últimas rondas se resolverían por eliminatoria directa a doble partido. El desarrollo cubriría dos temporadas. Este fue el sorteo:

Grupo primero: Londres, Francfort y Basilea.

Grupo segundo: Colonia, Lausana y Leipzig.

Grupo tercero: Barcelona, Viena y Copenhague.

Grupo cuarto: Milán, Birmingham y Zagreb.

Nacía ya tocada de inicio la Copa de Ferias. Porque, a instancias de la propia FIFA, el 21 de mayo de 1955 el Comité Ejecutivo de la UEFA anunció oficialmente el proyecto de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga (el término Europa quedaba reservado para una competición con selecciones nacionales). La dinámica del torneo era mucho más atractiva que la de Copa de Ferias. Además, era una clara concesión al fútbol profesional practicado por los clubs más poderosos del continente.

No fue una coincidencia que en junio de 1955 se disputase la VI edición de la Copa Latina en Francia. El espectáculo que dieron en semifinales el Stade de Reims y el AC Milan, junto con la exhibición de fútbol entre el campeón francés y el Real Madrid confirmaron que la competición entre campeones nacionales tenía el éxito garantizado. Estas tres entidades fueron posiblemente las que más se implicaron en materializar la organización de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga.

El presidente del Real Madrid CF, Santiago Bernabeu, apostó por el caballo ganador a sabiendas. Había aprovechado el prestigio de la Copa Latina para comprometer a las cuatro federaciones en el proyecto de campeones, justo en esa temporada que volvía a ser campeón de Liga en España. También se unieron los campeones de Alemania, Bélgica, Dinamarca y Suecia. Hasta 16 participantes se completó con invitados de prestigio, aunque no hubiesen vencido en sus ligas ese año.

Fueron los clubs los que decantaron la solución del dilema a favor de la Copa Europea de Campeones de Liga. Precisamente la participación del representante de Viena, es decir, SK Rapid, trajo como consecuencia la retirada de su ayuntamiento de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Milán no se retiró, pero estuvo representada por un equipo formado exclusivamente por jugadores del FC Internazionale.

La única que se mantuvo firme fue la Federación Inglesa, algo lógico, ya que el proyecto partía de su propio presidente. El campeón inglés, el Chelsea FC no recibió el visto bueno federativo para jugar la Copa Europea de Campeones de Liga. Fue la ausencia más notable.

La temporada 1955/56 iba a contar con dos competiciones internacionales. ¿Cuál de las dos iba a tener más éxito?




Campeonatos Mundiales de Fútbol (I). Los años 30.

I Copa del Mundo. Uruguay 1930.

Primer Campeonato del Mundo de la historia, por entonces conocido como Copa Jules Rimet, en honor a su principal impulsor. Sólo 13 países participantes, 4 de ellos, europeos. Montevideo fue la única sede, con tres estadios, que albergaron todos los partidos. Francia-México fue el partido inaugural y el francés Lucien Laurent, el autor del primer tanto. Único Campeonato Mundial donde no se jugó el partido por el tercer puesto. El norteamericano Bert Patenaude fue el primer jugador en lograr tres goles en un partido de una Copa del Mundo. En la final, que enfrentó a Uruguay y Argentina, se llegó al descanso con el marcador favorable a los argentinos (1-2), que habían jugado ese primer período con un balón elegido por ellos. La segunda mitad se disputó con un esférico escogido por los uruguayos, que terminaron imponiéndose por 4-2.

Desarrollo del Campeonato:

Fase de grupos

Grupo A

Francia  4  (Laurent 19′, Maschinot 40′ y 87′ y Langiller 43′).

México   1  (Carreño 70′).

Argentina  1 (Monti 81′).

Francia     0

Chile     3 (Vidal 3′ y 65′ y M. Rosas 52′, pp).

México  0

Chile      1 (Subiabre 65′).

Francia  0

Argentina  6  (Stábile 8′, 17′ y 80′, Zumelzu 12′ y 55′ y Varallo 53′).

México      3  (M. Rosas 42′, pti y 65′ y Gayón 75′).

Argentina  3  (Stábile 12′ y 14′ y M. Evaristo 51′).

Chile          1 (Subiabre 15′).

Clasificado para semifinales: Argentina.

Grupo B

Yugoslavia  2  (Tirnanic 21′ y Bek 30′).

Brasil           1  (Preguinho 62′).

Yugoslavia   4  (Bek 60′ y 67′, Marjianovic 65′ y Vujadinovic 86′).

Bolivia          0

Brasil    4  (Moderato 37′ y 73′ y Preguinho 57′ y 83′).

Bolivia   0

Clasificado para semifinales: Yugoslavia.

Grupo C

Rumanía  3  (Desu 1′, Stanciu 79′ y Kovacs 89′).

Perú         1  (Souza 75′).

Uruguay  1  (Castro 60′).

Perú        0

Uruguay   4  (Dorado 7′, Scarone 28′, Anselmo 31′ y Cea 35′).

Rumanía  0

Clasificado para semifinales: Uruguay.

Grupo D

Estados Unidos  3  (McGhee 41′, Florie 44′ y Patenaude 70′).

Bélgica               0

Estados Unidos  3  (Patenaude 10′, 18′ y 50′).

Paraguay            0

Paraguay  1 (Vargas Peña 40′).

Bélgica      0

Clasificado para semifinales: Estados Unidos.

Semifinales

Argentina            6 (Monti 20′, Scópelli 56′, Stábile 69′ y 87′ y Peucelle 80’y 85′).

Estados Unidos  1 (Brown 89′).

Uruguay      6 (Cea 19′, 66′ y 72′, Anselmo 21′ y 31′ e Iriarte 63′).

Yugoslavia  1  (Vujadinovic 4′).

Final

URUGUAY  4 – ARGENTINA  2

Montevideo. Estadio Centenario, 30 de julio de 1930.

Árbitro: Jean Langenus (Bélgica).

URUGUAY: Ballestrero; Nasazzi, Mascheroni; Andrade, Fernández, Gestido; Dorado, Scarone, Castro, Cea e Iriarte.

ARGENTINA: Botasso; Della Torre, Paternóster; J. Evaristo, Monti, Suárez; Peucelle, Varallo, Stábile, Ferreira y M. Evaristo.

GOLES: 1-0 (12′), Dorado; 1-1 (20′), Peucelle; 1-2 (37′), Stábile; 2-2 (57′), Cea; 3-2 (68′), Iriarte; 4-2 (89′), Castro.

Goleadores

8

Stábile (Argentina).

5

Cea (Uruguay).

4

Patenaude (Estados Unidos).

3

Peucelle (Argentina), Preguinho (Brasil), Anselmo (Uruguay) y Bek (Yugoslavia).

2

Monti y Zumelzu (Argentina), Moderato (Brasil), Subiabre y Vidal (Chile), Maschinot (Francia), Rosas (M) (México), Castro, Dorado e Iriarte (Uruguay) y Vujadinovic (Yugoslavia).

1

Evaristo (M), Scópelli y Varallo (Argentina), Brown, Florie y McGhee (Estados Unidos), Langiller y Laurent (Francia), Carreño y Gayón (México), Vargas Peña (Paraguay), Souza (Perú), Desu, Kovacs y Stanciu (Rumanía), Scarone (Uruguay) y Marjianovic y Tirnanic (Yugoslavia).

Goles totales: 70.

Goles en propia puerta: M. Rosas (México).

Partidos disputados: 18

Promedio de goles: 3,89.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Enrique BALLESTRERO

Miguel CAPUCCINI

Portero

Portero

25

23

Rampla Júniors

Peñarol

José NASAZZI

Ernesto MASCHERONI

Emilio RECOBA

Domingo TEJERA

Defensa

Defensa

Defensa

Defensa

29

22

27

31

Bella Vista

Olimpia

Nacional

Wanderers

José Leandro ANDRADE

Juan CALVO

Lorenzo FERNÁNDEZ

Álvaro GESTIDO

Carlos RIOLFO

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

28

27

30

23

29

Nacional

Misiones

Peñarol

Peñarol

Rosario Central

Juan Peregrino ANSELMO

Héctor CASTRO

José Pedro CEA

Pablo DORADO

Victoriano IRIARTE

Ángel MELOGNO

Pedro PETRONE

Conduelo PÍRIZ

Zoilo SALDOMBIDE

Héctor SCARONE

Santos URDINARÁN

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

25

25

29

22

27

29

25

30

24

31

30

Peñarol

Nacional

Nacional

Bella Vista

Rácing

Bella Vista

Nacional

Nacional

Nacional

Nacional

Nacional

SELECCIONADOR: Alberto Suppici.

II Copa del Mundo. Italia 1934.

Primer Mundial en el que participa España. Nuevo formato de competición. Desaparecen los grupos y se disputa por sistema de copa. Eliminatorias directas a un partido, desde los octavos de final. Uruguay, vigente campeón, no acudió, molesto aún por la escasa participación europea cuatro años antes. Por este motivo, Italia-34 ha sido el único Mundial donde no ha estado presente el campeón de la edición anterior. La presión política que el régimen fascista de Mussolini ejerció sobre los colegiados que dirigieron los encuentros de Italia, provocaron decisiones parciales y caseras de éstos, que sirvieron de ayuda al equipo local para sacar adelante los partidos. Luis Monti y Atilio Demaría, jugadores argentinos nacionalizados italianos y subcampeones en Uruguay-30 con la albiceleste, alzaron la Copa en esta edición defendiendo a la escuadra azzurra. Como Demaría no disputó la final, Monti ha sido en único futbolista de la historia que ha jugado dos finales de un Campeonato del Mundo, con dos países distintos.

Desarrollo del Campeonato:

Octavos de final

Italia               7 (Schiavio 18′, 29 y 64′, Orsi 20′ y 69′, Ferrari 63′ y Meazza 89′).

Estados Unidos 1 (Donelli 57′).

Checoslovaquia  2  (Puc 50′ y Nejedly 67′).

Rumanía              1 (Dobay 11′).

Alemania  5  (Kobierski 25′, Siffling 49′ y Conen 66′, 70′ y 87′).

Bélgica     2  (Voorhoof 29′ y 43′).

Austria   3  (Sindelar 44′, Schall 93′ y Bican 109′).

Francia  2  (Nicolas 18′ y Verriest 116′, pti).

España  3  (Iraragorri 17′, pti y Lángara 25′ y 28′).

Brasil     1  (Leónidas 55′).

Suiza       3  (Kielholz 7′ y 43′ y Abegglen 69′).

Holanda   2  (Smit 19′ y Vente 84′).

Suecia       3  (Jonasson 9′ y 67′ y Kroon 79′).

Argentina   2  (Belis 4′ y Galateo 46′).

Hungría  4  (Teleki 11′, Toldi 31′ y 61′ y Vincze 53′).

Egipto     2  (Fawzi 35′ y 39′).

Cuartos de final

Alemania   2  (Hohmann 60′ y 63′).

Suecia       1  (Dunker 82′).

Austria    2  (Horvath 8′ y Zischek 51′).

Hungría   1  (Sarosi 60′, pti).

Italia      1   (Ferrari 44′).

España   1  (Luis Regueiro 30′).

Checoslovaquia   3  (Svoboda 24′, Sobotka 49′ y Nejedly 82′).

Suiza                    2  (Kielholz 18′ y Jäggi 78′).

Italia      1 (Meazza 12′).

España  0

(Desempate).

Semifinales

Checoslovaquia   3  (Nejedly 21′, 71′ y 80′).

Alemania              1  (Noack 62′).

Italia       1 (Guaita 19′).

Austria    0

Tercer y cuarto puesto

Alemania   3  (Lehner 2′ y 42′ y Conen 27′).

Austria       2  (Horvath 28′ y Sesta 55′).

Final

ITALIA  2 – CHECOSLOVAQUIA  1

Roma. Stadio Nazionale, 10 de junio de 1934.

Árbitro: Ivan Eklind (Suecia).

ITALIA: Combi; Monzeglio, Allemandi; Ferraris, Monti, Bertolini; Guaita, Meazza, Schiavio, Ferrari y Orsi.

CHECOSLOVAQUIA: Planicka; Zenisek, Ctyroky; Kostalek, Cambal, Krcil; Junek, Svoboda, Sobotka, Nejedly y Puc.

GOLES: 0-1 (70′), Puc; 1-1 (80′), Orsi; 2-1 (95′), Schiavio.

Goleadores

5

Nejedly (Checoslovaquia).

4

Conen (Alemania) y Schiavio (Italia).

3

Orsi (Italia) y Kielholz (Suiza).

2

Hohmann y Lehner (Alemania), Horvath (Austria), Voorhoof (Bélgica), Puc (Checoslovaquia), Fawzi (Egipto), Lángara (España), Toldi (Hungría), Ferrari y Meazza (Italia) y Jonasson (Suecia).

1

Kobierski, Noack y Siffling (Alemania), Belis y Galateo (Argentina), Bican, Schall, Sesta, Sindelar y Zischek (Austria), Leónidas (Brasil), Sobotka y Svoboda (Checoslovaquia), Iraragorri y Luis Regueiro (España), Donelli (Estados Unidos), Nicolas y Verriest (Francia), Smit y Vente (Holanda), Sarosi, Teleki y Vincze (Hungría), Guaita (Italia), Dobay (Rumanía), Dunker y Kroon (Suecia) y Abegglen y Jäggi (Suiza).

Goles totales: 70.

Partidos disputados: 17.

Promedio de goles: 4,12.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Giuseppe CAVANNA

Giampiero COMBI

Guido MASETTI

Portero

Portero

Portero

28

31

26

Nápoles

Juventus

Roma

Luigi ALLEMANDI

Umberto CALIGARIS

Eraldo MONZEGLIO

Virginio ROSETTA

Defensa

Defensa

Defensa

Defensa

30

32

28

32

Inter

Juventus

Bolonia

Juventus

Luigi BERTOLINI

Armando CASTELLAZZI

Attilio FERRARIS

Luis MONTI

Mario PIZZIOLO

Mario VARGLIEN

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

29

30

30

33

24

28

Juventus

Inter

Roma

Juventus

Fiorentina

Juventus

Pietro ARCARI

Felice BOREL

Atilio DEMARÍA

Giovanni FERRARI

Enrique GUAITA

Anfilogino GUARISI

Giuseppe MEAZZA

Raimundo ORSI

Angelo SCHIAVIO

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

25

20

25

26

23

28

23

32

28

Milan

Juventus

Inter

Juventus

Roma

Lazio

Inter

Juventus

Bolonia

SELECCIONADOR: Vittorio Pozzo.

La lista de España

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Ricardo ZAMORA

Juan José NOGUÉS

Portero

Portero

33

25

Madrid FC

FC Barcelona

CIRIACO Errasti

Jacinto QUINCOCES

Ramón ZABALO

Defensa

Defensa

Defensa

29

28

24

Madrid FC

Madrid FC

FC Barcelona

Leonardo CILAURREN

Federico Sáiz, FEDE

José IRARAGORRI

Simón LECUE

Martín MARCULETA

José MUGUERZA

Pedro SOLÉ

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

21

26

22

22

26

22

29

Athlétic Club

Sevilla FC

Athlétic Club

Betis

Donostia FC

Athlétic Club

CD Español

Crisanto BOSCH

Guillermo CAMPANAL

Eduardo González, CHACHO

Guillermo GOROSTIZA

Ramón LAFUENTE

Isidro LÁNGARA

LUIS REGUEIRO

Martín VANTOLRÁ

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

26

22

23

25

26

22

25

27

CD Español

Sevilla FC

Deportivo

Athlétic Club

Athlétic Club

Oviedo

Madrid FC

FC Barcelona

SELECCIONADOR: Amadeo García Salazar.

III Copa del Mundo. Francia 1938.

Se repite el formato del Mundial de Italia, con eliminatorias directas. El partido de octavos de final Suecia-Austria no se disputó por incomparecencia de los austríacos. Habían sido invadidos por Alemania y habían perdido su independencia tres meses antes del inicio del Campeonato. Suecia pasó directamente a cuartos de final. España ni se inscribió para este torneo, al estar inmersa en plena Guerra Civil. Ernest Willimowski, de Polonia, primer futbolista en marcar cuatro goles en un mismo encuentro. El seleccionador italiano, Vittorio Pozzo, volvía a llevar a su país al título mundial, convirtiéndose en el primer y único preparador nacional de la historia con dos Campeonatos Mundiales logrados.

Desarrollo del Campeonato:

Octavos de final

Suiza         1 (Abegglen 43′).

Alemania   1 (Gauchel 29′).

Cuba          3  (Socorro 44′ y 103′ y Magriñá 69′).

Rumanía    3  (Bindea 35′, Baratky 88′ y Dobay 105′).

Hungría             6 (Kohut 13′, Toldi 15′, Sarosi 28′ y 89′ y Zsengeller 35′ y 77′).

Indias Orientales Holandesas  0

Francia    3  (Veinante 2′ y Nicolas 16′ y 69′).

Bélgica    1  (Isemborghs 38′).

Checoslovaquia  3  (Kostalek 93′, Zeman 111′ y Nejedly 118′).

Holanda               0

Brasil       6  (Leónidas 18′, 93′ y 104′, Romeu 25′ y Peracio 44′ y 71′).

Polonia    5  (Szerfke 23′, pti y Willimowski 53′, 59′, 89′ y 118′).

Italia         2  (Ferraris 2′ y Piola 94′).

Noruega   1  (Brustad 83′).

Suiza        4  (Walaschek 42′, Bickel 64′ y Abegglen 75′ y 78′).

Alemania  2  (Hahnemann 8′ y Lörtscher 22′, pp).

(Desempate).

Cuba        2  (Socorro 51′ y Fernández 57′).

Rumanía  1  (Dobay 35′).

(Desempate).

Cuartos de final

Suecia  8 (H. Andersson 9′, 81′ y 89′, Wetterström 22′, 37′ y 44′, Keller 80′ y            Nyberg 84′).

Cuba     0

Hungría   2  (Sarosi 40′ y Zsengeller 89′).

Suiza       0

Italia       3  (Colaussi 9′ y Piola 51′ y 72′).

Francia   1  (Heisserer 10′).

Brasil                   1  (Leónidas 30′).

Checoslovaquia  1  (Nejedly 65′, pti).

Brasil                   2  (Leónidas 57′ y Roberto 62′).

Checoslovaquia  1  (Kopecky 25′).

(Desempate).

Semifinales

Italia   2  (Colaussi 5′ y Meazza 60′, pti).

Brasil  1  (Romeu 87′).

Hungría   5  (Jacobsson 19′, pp, Titkos 37′, Zsengeller 39′ y 85′ y Sarosi 65′).

Suecia     1  (Nyberg 1′).

Tercer y cuarto puesto

Brasil    4  (Romeu 44′, Leónidas 63′ y 74′ y Peracio 80′).

Suecia  2  (Jonasson 28′ y Nyberg 38′).

Final

ITALIA  4 – HUNGRÍA  2

París. Stade Olympique de Colombes, 19 de junio de 1938.

Árbitro: George Capdeville (Francia).

ITALIA: Olivieri; Foni, Rava; Serantoni, Andreolo, Locatelli; Biavati, Meazza, Piola, Ferrari y Colaussi.

HUNGRÍA: Szabo; Polgar, Biro; Szalay, Szucs, Lazar; Sas, Vincze, Sarosi, Zsengeller y Titkos.

GOLES: 1-0 (5′), Colaussi; 1-1 (7′), Titkos; 2-1 (16′), Piola; 3-1 (35′), Colaussi; 3-2 (70′), Sarosi; 4-2 (82′), Piola.

Goleadores

7

Leónidas (Brasil).

5

Sarosi y Zsengeller (Hungría) y Piola (Italia).

4

Colaussi (Italia) y Willimowski (Polonia).

3

Peracio y Romeu (Brasil), Socorro (Cuba), Andersson (H), Nyberg y Wetterström (Suecia) y Abegglen (Suiza).

2

Nejedly (Checoslovaquia), Nicolas (Francia), Titkos (Hungría) y Dobay (Rumanía).

1

Gauchel y Hahnemann (Alemania), Isemborghs (Bélgica), Roberto (Brasil), Fernández y Magriñá (Cuba), Kopecky, Kostalek y Zeman (Checoslovaquia), Heisserer y Veinante (Francia), Kohut y Toldi (Hungría), Ferraris y Meazza (Italia), Brustad (Noruega), Szerfke (Polonia), Baratky y Bindea (Rumanía), Jonasson y Keller (Suecia) y Bickel y Walaschek (Suiza).

Goles totales: 84.

Goles en propia puerta: Jacobsson (Suecia) y Lörtscher (Suiza).

Partidos disputados: 18.

Promedio de goles: 4,66.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Carlo CERESOLI

Guido MASETTI

Aldo OLIVIERI

Portero

Portero

Portero

28

30

27

Bolonia

Roma

Lucchese

Alfredo FONI

Eraldo MONZEGLIO

Pietro RAVA

Defensa

Defensa

Defensa

27

32

22

Juventus

Roma

Juventus

Miguel Ángel ANDREOLO

Aldo DONATI

Mario GENTA

Ugo LOCATELLI

Renato OLMI

Pietro SERANTONI

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

25

27

26

22

23

31

Bolonia

Roma

Genoa

Inter

Inter

Roma

Sergio BERTONI

Amedeo BIAVATI

Bruno CHIZZO

Gino COLAUSSI

Giovanni FERRARI

Pietro FERRARIS

Giuseppe MEAZZA

Pietro PASINATI

Mario PERAZZOLO

Silvio PIOLA

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

22

23

22

24

30

26

27

27

27

24

Genoa

Bolonia

Triestina

Triestina

Inter

Inter

Inter

Triestina

Genoa

Lazio

SELECCIONADOR: Vittorio Pozzo.




Los orígenes del fútbol en El Salvador (1897-1921)

Introducción

La influencia del liberalismo se hizo sentir principalmente durante el mandato del Dr. Rafael Zaldívar (1876-1884). A nivel general su gestión política giro en torno al mantenimiento de un tratamiento privilegiado para con el sector cafetalero, principalmente en cuanto al cambio en el régimen de propiedad de la tierra. Entre 1881 y 1882 decreto la confiscación de las tierras comunales ejidales y estableció la ley de Jornalero y Creación de Jueces Agrarios, provocando en el occidente del país la reacción de las comunidades indígenas por medio de una serie de levantamientos entre 1885 y 1889. Además, legitimó las reformas económicas y de secularización del matrimonio y la educación. También inició la era del ferrocarril con la apertura de la línea Acajutla-Sonsonate.1

Su intento de perpetuarse en el poder fue interrumpido por la voluntad hegemónica de Guatemala. Es así como llega al poder Francisco Menéndez (1885-1890) quien era caficultor. Suprimió el impuesto de exportación al café, promovió la creación del Banco Particular de El Salvador y la concesión a la compañía británica Salvador Railways Co., para la construcción de los ramales que unían las zonas cafetaleras al ferrocarril de Acajutla en 1885. Durante este gobierno se emitió la Constitución de 1886, la cual establecía definitivamente la secularización del Estado, la responsabilidad de la autoridad civil de asumir el registro civil y la desamortización de los bienes eclesiásticos. También definió la separación de poderes.

Esta Carta Magna fue el instrumento legal que posibilitó la autolegitimación de los sucesivos gobiernos oligárquicos cafetaleros. Sancionó el derecho de propiedad privada sobre la tierra. Todas estas medidas permitieron el inicio en el país de la modalidad de golpes de Estado como mecanismo de ajustes institucionales, «respetando» en esta forma la constitucionalidad. Luego de un pequeño período de provisionalidad de facto, el militar golpista se autolegitimaba en elecciones sin competencia.2

En 1890 Menéndez fue derrocado por general Carlos Ezeta (1890-1894) quien consolidó militarmente la soberanía salvadoreña y fomentó el profesionalismo del ejército a través del Código Militar y la modernización del armamento. En las postrimerías del siglo XIX la elite cafetalera salvadoreña fundamentó su tipo de democracia. El golpista Tomás Regalado (1898-1903) se constituyó en el encargado de viabilizar por la fuerza la transición hacia un mecanismo de selecciones y rotaciones pacíficas.3

A partir de 1903 cada presidente de la República fue electo para un período de cuatro años luego de ser escogido por su predecesor, lo que respetaba el principio de «no reelección». Los candidatos civiles dominaron la arena política entre 1903 y 1931. Sin embargo, el principal apoyo del gobierno venía del ejército. A raíz del asesinato de Manuel Enrique Araujo asume el monopolio del Estado la dinastía Meléndez-Quiñónez la cual estaba formada por dos familias muy importantes en la producción y exportación del café. Este grupo familiar, por medio de parientes, socios y amigos, extendió sus operaciones en el comercio y la agricultura, aliado a la expansión de las inversiones norteamericanas en la construcción de ferrocarriles y el mejoramiento de los puertos. Paralelamente, la administración pública mostró altos niveles de corrupción. La política de concentración de la riqueza llevó a la contestación política, por lo que entraron en escena los sectores medios urbanos demandando una mayor cuota de participación política.4

Desde el mandato de Carlos Meléndez (1913-1914) y (1915-1918) la política hacia las clases dominadas había sido cooptar a los dirigentes gremiales y a los intelectuales. Fue este último sector que se dio a la tarea de resaltar que el progreso no podía ser ajeno a la consolidación de la educación y del juego político. Sin embargo, la imposición fraudulenta de Jorge Meléndez (1919-1923) y el uso de la fuerza para reprimir las manifestaciones de descontento por medio de la denominada Liga Roja, que reunía en gran parte a grupos de campesinos a los que se les había ofrecido tierras y mejores salarios, hizo que los Meléndez-Quiñónez se fueran alejando del gobierno.5

Acerca de la llegada del deporte a El Salvador se tiene que esta actividad se ubica dentro de un contexto general de diversiones, cuya práctica social excluyente hizo que se creara una división marcada con respecto a los sectores que las ejecutaban. Sin embargo, tales entretenciones no se realizaron en un vacío cultural, por lo que no fueron las únicas, ya que pese a la llegada de diversiones modernas, también existían las procesiones religiosas y prácticas lúdicas coloniales como las peleas de gallos, las corridas de toros y el billar. Asimismo, debe resaltarse el interés de los gobernantes liberales de trastocar las pautas de diversión heredadas de la colonia y encauzar la forma de entretención del salvadoreño hacia la práctica del deporte. Una de las diversiones afectadas en este sentido lo constituyó el juego de chibolas o de canicas.6 La prohibición de la ejecución de esta actividad y a otras como los juegos de dados, se debe a las apuestas que se hacían en ellas donde los campesinos dejaban buena parte de su salario – sino todo – lo que les ocasionaba pobreza y el tener pocas posibilidades de consumo.

El origen del deporte moderno en El Salvador fue de acceso exclusivo de la elite de la capital – ubicada en la región central del país – y de Santa Ana, la principal urbe del occidente cafetalero. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad. La elite cafetalera practicó las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la inglesa, la española y la estadounidense. Es de destacar que en sus inicios en el país el deporte moderno estuvo dominado por disciplinas individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. Antes de la aparición del fútbol los deportes que se practicaban en el país eran el ciclismo y las carreras de caballos. Es con el nacimiento de los deportes colectivos – como el balompié que los sectores trabajadores urbanos entraron a la arena deportiva.7 Una vez hecha esta contextualización se procederá a estudiar el origen del fútbol en El Salvador desde sus inicios en 1897 hasta la conformación de la primera selección de esta disciplina en 1921.

El nacimiento del fútbol en El Salvador 1897-1921

Sobre los inicios del balompié en El Salvador se sabe que, a principios de octubre de 1897 varios futbolistas se reunían a practicarlo en el Campo de Marte de San Salvador.8 Posteriormente, para el viernes 28 de julio de 1899 se sabe que regresarían de Santa Ana os miembros del Sport Club de San Salvador que, fueron a esa ciudad a tomar parte del partido de fútbol arreglado allí.9 Según se ha constatado en la capital el balompié era practicado con entusiasmo en el Campo de Marte, lugar que para los días en que había partido era frecuentado por gran número de paseantes.10 Esto hizo que el fútbol se convirtiera a principios de agosto en el deporte favorito de la elite capitalina.11

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Para el domingo 8 de octubre de 1899 el Sport Club de Santa Ana jugó contra su similar de la capital en el Campo de Marte a las 4 de la tarde. Fungió como árbitro don Ricardo Moreira hijo. El triunfo fue obtenido por los visitantes por un marcador de dos goles contra cero. Por Santa Ana participaron: Ángel Álvarez, E. Lewousk, Tomás Trujillo, Rafael Meza hijo, Pedro Geofroy, Manuel Trujillo hijo, Carlos Álvarez A., Rafael I. Sifontes, H. Butter, O. Molina y A. Dowine. El equipo capitalino estuvo compuesto por: F. J. Yúdice, Frederic Sawyer, Otelio Ungo, Manuel Fiallos, Ricardo Sagrera, Salvador Rivas V., Rafael A. Aguilar, Miguel Yúdice hijo, Rodolfo Barón, H. Drews hijo y E. Godfried.12

El auge de la fundación de asociaciones balompédicas en la capital se manifestó con la aparición del Small Foot Ball Club,13 el Wilson Club Salvadoreño,14 el Foot Ball Haculhuatecan Club y el Palecah Pelota Foot’ Match.15 Entre los buenos jugadores del Wilson Club Salvadoreño destacó su portero de apellido Castillo, quien aprendió el juego en Estados Unidos. Sin embargo, la práctica del fútbol decayó volviendo a aparecer esporádicamente hasta mediados de septiembre de 1900 con la inauguración del Jolly Boys Foot Ball Club,16 y, a finales de 1904 con la fundación del Club Hércules.17

El año de 1906 evidenció la participación de infantes en el fútbol. A mediados de mayo de ese año los alumnos del Liceo Santaneco se preparaban a celebrar el 15 de septiembre con un partido en la ciudad de Santa Ana. Para eso invitaron a los alumnos del Instituto Nacional Central de San Salvador. Esta idea se debía a la iniciativa del maestro costarricense Carlos Gagini que laboraba en esta institución educativa del occidente salvadoreño.18 Por otra parte, para inicios de octubre se destacaba en la capital un club balompédico infantil. Ninguno de sus miembros contaba con más de diez años y pertenecían a las principales familias salvadoreñas.19

Carlos Gagini (1865-1925)

Carlos Gagini (1865-1925)

Sobre la práctica del balompié a principios del siglo XX existe la información brindada por Enrique Humberto Flores «El zorro Flores», miembro fundador del club capitalino Cemita en 1908. Según él esta disciplina se jugaba con zapatos de «botón» y con corbata.20 Asimismo, para esta época Mariano Bordas integrante del club Esparta refiere que: «Antes el fútbol era una especie de «pleito», en cuyo desarrollo se empleaba toda clase de mañas».21 Para el domingo 26 de septiembre de 1909 se llevó a cabo en San Salvador un partido entre el Small Club y el Club de fútbol del Liceo Salvadoreño. La mayor parte de los jugadores de ambas corporaciones deportivas eran niños entre 10 a 14 años, lo que demuestra una mayor práctica del fútbol entre los infantes capitalinos.22

El 2 de diciembre de 1910 se realizó un partido en la localidad de Izalco entre el club de ese lugar y el de Sonsonate. Ambas asociaciones jugaron en el costado sur de la iglesia de la Asunción. Una vez finalizado el encuentro todos los jugadores se dirigieron a una recepción preparada por la capitana honoraria del club izalqueño, señorita Luisa Godines y sus ayudantes Elvira Vega, Ángela Pacheco y Manuela Artiga.23 Para el domingo 6 de abril de 1913 en la explanada del Campo de Marte de Santa Ana ocurriría un desafío de fútbol. Se enfrentarían el equipo Azul y Blanco y el Rojo y Blanco. En la noticia que registra este evento por primera vez aparecen los dos capitanes de cada equipo, los dos árbitros, los cuatros guardalíneas y los dos médicos que asistirían a los jugadores.24 Unos pocos meses después en el hipódromo de Nueva San Salvador algunos jóvenes de esa localidad se dedicaban a la práctica del balompié.25

A mediados de enero de 1914 Mardoqueo Corcio Ruano daba clases de fútbol a varios niños capitalinos, para lo cual practicaba ensayos por las tardes en el Campo de Marte.26 Meses después se sabe de la organización en San Salvador de un centro social obrero dedicado exclusivamente al balompié. Sus directivos eran: Presidente, Adrián Silva; Vicepresidente, Martín Santa María; Vocales, Eliseo Jule, Alfonso Azúcar, Juan Rosa Luna, Benjamín Castillo y Manuel Ramírez; Tesorero, Arcadio M. Rivera, y, Secretario, Juan Santos Herrera.27 Durante los primeros días de octubre del año antes citado se establecía en la capital el club de fútbol Patria.28 Para el 24 de diciembre los jóvenes integrantes de estas corporaciones deportivas, concertaron un partido en Santa Tecla, lo cual motivó la elección de reinas de belleza para que condecoraran a la asociación victoriosa.29

Un factor que ayudó a la extensión y popularización del balompié lo constituyó la inclusión de mujeres en las juntas directivas de las corporaciones futbolísticas. Esto se ilustra con el caso del Club Juventud Sportiva de Chinameca, corporación deportiva que incluyó entre sus directivos de 1916 a las señoras Emerenciana Granados, Lucila E. Gómez y Bersabé Granados.30 También se sabe que como obsequio a los vencedores del partido que se efectuó el 3 de agosto del año en mención en San Salvador, la primera dama de ese entonces Sara de Meléndez ordenó que se hicieran unas medallas de plata.31 La inserción del fútbol en las fiestas de El Salvador del Mundo de la capital – principales festividades del país – hizo que el fútbol fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.

En la noche del 29 de agosto de 1918, en el local del Consejo Supremo de la Federación Obrera Salvadoreña, se fundó el Club Maratón. Uno de sus primeros acuerdos lo constituyó el practicar el fútbol junto con otros deportes como el baloncesto, beisbol y tenis.32 Además, en este año se estableció el Club Mercurio, organización balompédica integrada por empleados de comercio capitalinos.33 La participación de los militares en la práctica del fútbol fue un hecho que no pasó inadvertido durante los años de análisis. A principios de agosto de 1919 se fundó en San Salvador un club balompédico integrado únicamente por militares.34 Pese a esto la práctica del fútbol fue un fenómeno dominado por civiles.

Sobre el resultado de la Selección de Fútbol de El Salvador en los Juegos Centroamericanos efectuados en Guatemala en 1921 para conmemorar el centenario de la Independencia de Centroamérica, se sabe que perdió ante su similar de Costa Rica por un marcador de siete goles contra cero, por lo que al existir la eliminación directa por partido perdido no pudo seguir disputando el campeonato balompédico regional.35 Por otra parte, al final de los años de estudio se comienza a manifestar la inserción del fútbol en las celebraciones populares. Más específicamente en 1921, en la ciudad de San Miguel, donde se incluía un partido dentro del programa de festejos de la coronación de la Virgen de la Paz.36 También en 1921 se realizó la disputa final de un campeonato entre varias asociaciones balompédicas capitalinas. La copa de campeonato que, durante tres años fue disputada quedó en manos del Club Maratón.37

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Conclusión

El fútbol en El Salvador nace como una actividad cultural que formaba parte de la sociabilidad de la elite económica, principalmente de las ciudades de San Salvador y Santa Ana. La promoción de su práctica en sus primeros años se debe a su apropiación por parte de los infantes, de los trabajadores y del apoyo que algunas mujeres hicieron al sostenimiento de los clubes de balompié como uno de los principales centros de sociabilidad comunal, así como en su práctica y en la inclusión en festividades comunales. La inserción del fútbol en las fiestas agostinas de San Salvador – principales festividades del país – hizo que este fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.


1 Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. San José: FLACSO, 1994. Tomo IV. Las republicas agroexportadoras. p.187.

2 ibid. p.189.

3 ibid. p.190.

4 ibid. p.218.

5 ibid. pp.228-229.

6 Diario del Salvador. Lunes 7 de mayo de 1917. Año XXX. No.6679. p.1.

7 Urbina Gaitán, Chester. «Origen del deporte moderno en El Salvador (1895-1921)». En: http://www.efdeportes.com/ Revista Digital – Buenos Aires – Año 11 – N° 97 – Junio de 2006 En: http://www.efdeportes.com/efd97/salvador.htm

8 Diario del Salvador. Miércoles 6 de octubre de 1897. Año III. No.648. p.3.

9 ibid. Jueves 27 de julio de 1899. Año VII. No.1142 .p.3.

10 ibid. Viernes 28 de julio de 1899. Año VII. No.1143. p.3.

11 ibid. Miércoles 2 de agosto de 1899. Año VII. No.1147. p.3.

12 ibid. Martes 10 de octubre de 1899. Año VII. No.1202. p.2.

13 ibid. 10 de noviembre de 1899. Año VII. No.1228. p.3.

14ibid. Viernes 17 de noviembre de 1899. Año VII. No.1233. p.2.

15 ibid. Martes 5 de diciembre de 1899. Año VII. No.1248. p.2.

16 ibid. Jueves 13 de septiembre de 1900. Año IX. No.1472. p.3.

17 El Club Hércules fue fundado el 25 de septiembre de 1904. Información contenida en: ibid. Sábado 1 de octubre de 1904. Año XV. No.262. p.1.

18 ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Año XVII. No.3122. p.1.

19 ibid. Jueves 4 de octubre de 1906. Año XVII. No.3232. p.4.

20 El Gran Diario. Sábado 12 de agosto de 1939. Año I. No.45. p.7.

21 ibid. Sábado 19 de agosto de 1939. Año I. No.52. p.6.

22 Diario del Salvador. Lunes 27 de septiembre de 1909. Año XXI. No.4106. p.1.

23 ibid. Miércoles 30 de noviembre de 1910. Año XXIII. No.4453. p.1.

24 ibid. Abril 5 de 1913. Año XXVI. No.5154. p.2.

25 ibid. Miércoles 23 de julio de 1913. Año XXV. No.5261. p.3.

26 ibid. Lunes 19 de enero de 1914. Año XXVII. No.5435. p.8.

27 ibid. Miércoles 7 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5679. p.2.

28 ibid. Jueves 8 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5680. p.2.

29 ibid. Lunes 14 de diciembre de 1914. Año XXVII. No.5737. p.2.

30 ibid. Jueves 3 de febrero de 1916. Año XXIX. No.6127. p.2.

31 ibid. Sábado 22 de julio de 1916. Año XXIX. No.6404. p.1.

32 ibid. Viernes 30 de agosto de 1918. Año XXXI. No.7071. p.3.

33 ibid. Miércoles 11 de diciembre de 1918. Año XXXI. No.7158. p.1.

34 ibid. Viernes 8 de agosto de 1919. Año XXXII. No.7352. p.4.

35 ibid. Martes 18 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7997. p.5.

36 ibid. Martes 11 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7992. p.3.

37 ibid. Lunes 8 de octubre de 1923. Año XXXVI. No.8580. p.2.




El Fútbol Británico antes de la International Board, (1863-1886)

En anteriores Cuadernos nos hemos referido a la creación de la International F.A. Board, en 1886.

Reseñaré acontecimientos del fútbol británico  anteriores a esa fecha. O sea, desde la fundación de la F. Association. Esta primera parte abarcará el período (1863-73).

La cronología  se basará en los siguientes puntos:

I. Fundaciones (Clubes y Asociaciones)

II. Partidos y Competencias

III. Reglas (Aspectos Básicos)

IV. Comentarios y Curiosidades.

1863

I.

Londres. Civil Service F.C….Chatham. Royal Engineers F.C; ambos clubes militan hoy en el fútbol amateur inglés.

Stoke-on-Trent, Ingl. Stoke City F.C. Es el segundo club profesional más antiguo, detrás del Notts. County F.C., de Nottingham (1862)..

Londres (26 oct.). The Football Association ; es la «decana»  de carácter nacional (Inglaterra). Primer presidente: Arthur Pember, del No Names F.C., de Kilburn, Londres.

II.

Mortlake ,Londres (19 dic.).Richmond F.C. y Barnes F.C. , primer juego con las nuevas reglas, (0:0); ambos son actuales clubes de rugby union.

III.

Redacción inicial por Ebenezer Cobb Morley, capitán del Barnes F.C.; aprobadas (08 dic.)… Algunas inclusiones: Dimensión del  campo de juego y porterías; gol válido a cualquier altura, entre los postes; saque de banda; cambio de lado, luego de cada gol; fuera de juego absoluto (como en el rugby). Prohibición de hacer zancadillas o dar puntapiés al rival. Tampoco llevar el balón con las manos.

Sin referencias de: árbitros, cantidad de jugadores; duración del juego;  tamaño del balón.Sin líneas marcadas en el campo (sólo 4 banderillas).

1865

I.

Nottingham., (Ingl.) . Nottingham Forest  F.C.

III.

Las reglas de la F.A. (1863) no tuvieron aceptación inmediata en todo el país. Existían otros reglamentos, entre ellos el de «Sheffield F.C.», aprobado el 21 oct. de 1858. Su adhesión final a la F.A. (1877) fue un gran avance institucional.

1866

II.

Battersea Park, Londres (31 mar). Primer interciudades; los locales vencieron a Sheffield  por 2 goles y  4 touch-downs a nada. Se jugó con las reglas de la F.A.

III.

Portería, .Incorporación de una soga o cordel (tape)entre los postes, a 2.44 mts. de altura; fue el antecesor del  larguero actual..

Fuera de Juego, no existirá cuando haya 3 adversarios entre el atacante y la meta; fue la modificación del off side absoluto.

IV.

La  adopción del tape fue idea de E.C. Morley, secretario de la F.A. Había presenciado -en Reigate-, un gol producido a  más de 10 mts. de altura.

Sorprendió, en el  interciudades, el  juego de cabeza practicado por  Sheffield. Esta modalidad era desconocida en la región londinense. Antes del partido se acordó el uso de un balón Nº 5 de Lillywhite´s.

1867

I.

Glasgow (09 jul.). Queen´s Park F.C., decano del fútbol escocés.

Sheffield (04 set.). Sheffield Wednesday F.C. (hasta 1929: The Wednesday F.C.)

II.

Sheffield (16 feb./06 mar). Copa Youdan. Fue el primer torneo que haya existido en cualquier tipo de fútbol. Se jugó con las «Reglas de Sheffield», entre 12 clubes de allí, y fue su ganador el vigente Hallam F.C. (fund. 1860).

Battersea Park, Londres (02 nov.).Middlesex  vs.  Surrey/Kent (0:0). Fue el primer juego entre condados.

IV.

Thomas Youdan, dueño del Teatro Alexandra (Sheffield) donó una copa que se disputó sólo ese año. Fue también el primer trofeo de la historia. Hallam F.C. sólo es superado en antigüedad futbolística por el Sheffield  F.C., de 1857.

1869

I.

Kilmarnock, Escocia. Kilmarnock F.C., segundo club más antiguo.

III.

Adopción del tiro de meta (goal-kick ).

IV.

La F.A. tenía 29 clubes afiliados . Hoy, con 32.000 entidades es la mayor Asociación de la F.I.F.A… Es la única que no incluye el nombre del país al que representa: sólo, The Football Association.

1871

I.

Londres  (26 ene.) The Rugby F. Union, (21 clubes). Origen de un nuevo deporte. El reglamento inicial tuvo 59 puntos.

II.

Londres  (11 nov.) Comienzo de The F.A. Cup. Es el torneo más antiguo del mundo y contó con 15 inscriptos iniciales.

III.

Portero, primera mención en las Reglas. Recién en 1909 usaría camisa distinta a la de sus compañeros.

IV.

En las reglas de la Copa (no en las de la F.A.) se mencionaron – primera vez- la duración del juego (1 ½ hs) y la cantidad de jugadores (11 por lado).

1872

I.

Glasgow (¿? mar.)  Rangers F.C.

II.

Londres, Kennington Oval (16 mar.) Primera final de Copa: The Wanderers (Londres): 1 ,Royal Engineers (Chatham): 0. El gol: Morton P. Bett.

Glasgow (30 nov.)  Escocia-Inglaterra (0:0). Primer internacional oficial. Nota en Cuadernos, dic. 2012.

III.

Adopción del tiro de esquina  (corner kick).

IV.

Final de Copa. El teniente Edward W. Creswell, de los perdedores, sufrió fractura de clavícula. A pesar de ello, no abandonó el campo.

1873

I.

Glasgow (13 mar.). The Scottish F.A. (7 clubes).

III.

Londres. Primer Oxford-Cambridge (1:0). Este «clásico» anual es el segundo más antiguo del calendario mundial.

IV.

En la etapa inicial, el association no fue un fútbol de pases o combinaciones.

Las «estrellas»  eran los regateadores que  efectuaban sus acciones en solitario. Cuando perdían el balón intervenían sus compañeros, para recuperarlo  lo antes posible.. Robert W. S. Vidal, apodado «El Príncipe de los Dribleadores» fue la  gran figura en esa función. Campeón con The Wanderers (1872) y  la Univ. de Oxford (1874). Estudiante de Teología, se graduó en 1877; fue entonces,  el  Reverendo Vidal. Primer crack y religioso !!.

Otras figuras iniciales:

Arthur Fitzgerald Kinnaird (The Wanderers, Old Etonians)

John Charles Clegg (The Wednesday )

Francis Arthur Marindin (Royal Engineers)

Charles William Alcock (The Wanderers).

Todos ellos, luego como árbitros y dirigentes, fueron sólidas columnas de la evolución del fútbol..




Orígenes del fútbol en México – Capítulo I

México vivía una época de aparente paz.  El general Porfirio Díaz1 hacía tiempo que gobernaba el país y todo aquello que oliera a europeo era bien recibido en las aduanas mexicanas.

La última década del siglo XIX mostraba un progreso significativo si tomamos en cuenta que el país, tantas veces devastado, había cimentado un acercamiento a la modernidad a través de la tecnología más importante de la época: la locomotora. Miles de kilómetros de vías férreas inundaron regiones antes inhóspitas y los extranjeros, deseosos de conquista, aceptaron la invitación del gobierno mexicano para explorar, conocer y modernizar al México del porfiriato2.

Grandes inventos hacían su aparición: el fonógrafo, el cine  y la luz eléctrica asombraban a propios y extraños3. Nuestro país intentaba mostrarse al nivel de las más destacadas ciudades europeas, con las ventajas del primer mundo y la modernidad del ya cercano siglo XX.

Norteamericanos, franceses, alemanes e ingleses llegaban cargados de las más espectaculares novedades, buscando en el suelo mexicano una oportunidad para hacerse ricos y sentar reales. Entre todo aquello que ingresaba a nuestro país, no solo existían las cosas materiales, sino también aquellas que reconfortaban al cuerpo y al espíritu.

Los mexicanos, poco aficionados a los deportes, comenzaron a descubrir en estos una forma de ejercitar el cuerpo, de hacerse de nuevos amigos, pasar un rato divertido, y sobre todo, matar el tiempo libre que la paz porfiriana les ponía enfrente.

Los paseos ciclistas, el tenis y el golf se convirtieron en los deportes de moda. El béisbol y el atletismo también tuvieron sus grandes espacios. Se crearon diversos complejos, academias y centros dedicados cien por ciento al deporte, así surgió el primer club «mexicano», el Reforma Athletic Club en 1894, en donde el críquet y el tenis eran la única atracción, con la limitante de que solo aceptaba ciudadanos ingleses.  Nacerían posteriormente el Country Club de Churubusco y el Country Club de Reforma, creados por norteamericanos, que dedicaba sus instalaciones especialmente al gol y al béisbol y el Bicycle Riding School, que  era un colegio que promovía el uso de la bicicleta y las «técnicas más modernas» para el mantenimiento de las mismas4.

Ante estas perspectivas, el gusto de los mexicanos se diversificó gracias a las diferentes propuestas deportivas. Según la clase social se accedía a ellas, aunque a finales del siglo XIX parecía que los ricos eran los únicos que tenían el tiempo y el dinero para practicar en forma un verdadero deporte, las clases bajas entre las que se contaban obreros, campesinos y peones de diversa índole, poco conocían del «placer y confort» que el deporte aportaba «en cada uno de nosotros» como se leía en un artículo de  la revista The Mexican Sportsman5 que surgió en 1896 para el deleite de los nuevos deportistas.

Registro de la revista The Mexican Sportman en el Diario Oficial Noº 90 octubre 13 de 1896

Registro de la revista The Mexican Sportman en el Diario Oficial Noº 90 octubre 13 de 1896

El furor ante esta nueva forma de pasar la vida y los ratos libres, trajo una invasión de productos especializados provenientes de Europa y de los Estados Unidos. Llegarían por el Puerto de Veracruz palos de golf, de cricket, bates y pelotas de diversos tamaños, así como unos balones ingleses de cuero, cosidos a mano y con una agujeta o tiento que permitía mantener en el interior una cámara de vejiga de cerdo inflada6.

Cuando se recibieron en la aduana estos balones solicitados por ciudadanos ingleses  que residían en nuestro país, los empleados que los desembarcaron no tenían ni la menor idea de para que servían y solo se limitaron a observarlos con curiosidad.

Los balones, fueron a parar a diversos colegios ingleses de la capital de la República Mexicana7, ahí, se intentó con poco éxito organizar algunos encuentros, ya que eran pocos los interesados. Se calcula -según el diario The Mexican Sportman- que en la capital 30 o 40 jugadores intentaban practicaban el fútbol hacia 1896, pero no más que ese número8.

¿Cuándo llegó a México en realidad el primer balón? Debió  de ser poco antes que este año, pero no tenemos ningún documento que lo avale, por lo que tenemos este año 1896 como punto de partida.

Pero no solo en la ciudad de México se practicaba el balompié, al interior de la República, en sitios de gran confluencia inglesa, sobre todo en lugares dedicados a la minería, también comenzó a prender el deporte de las patadas y sería ahí, en donde alcanzaría por vez primera la esencia de un verdadero deporte, con un club formalmente hecho y que respetaba las diferentes reglas que sobre el fútbol existían y que conocían por practicarlo en su natal Inglaterra.

Estos ingenieros ingleses, pertenecientes a la Compañía Minera de Santa Gertrudis, La Blanca y Real del Monte de Pachuca, deciden fundar un equipo, el primero en el país, de este deporte mágico llamado fútbol, el Pachuca Athletic Club. Ahí mismo, en los terrenos de la mina de La Blanca, instalan también la primera cancha.

Es por esto, que a lo largo de la historia se le ha considerado a Pachuca  como la cuna del fútbol en México.

Equipo Pachuca Athletic Club

Equipo Pachuca Athletic Club

1 Porfirio Díaz fue presidente de México en varios periodos, 1876 (noviembre- diciembre), 1877 febrero -mayo), 1877 (mayo-noviembre) y de 1884-1910.

2 Porfiriato es la forma como la mayoría de los historiadores ha dado por llamar a los 30 años de poder del presidente Porfirio Díaz.

3 El cinematógrafo y el fonógrafo hacían su aparición en 1896 en México y aunque desde 1881 se inició el servicio público de electricidad en la ciudad de México, este comenzó a regularizarse con un tendido de cables más extenso, justo en el mismo año de 1896.

4 El uso de la bicicleta se hizo muy frecuente entre las clases medias y altas, ya que se comenzó a ver al caballo como símbolo de decadencia o de poco «moderno», ya que era el transporte más común, es por esto que los clubes ciclistas tuvieron mucho éxito.

5 Ante la cantidad de nuevos «deportistas», surge esta pequeña revista en inglés que busca hablar de todos los deportes que comienzan a darse y sobre todo, de los clubes en donde se pueden practicar.

6 Se tiene conocimiento de que estos balones llegaron en 1896 para algunos colegios ingleses, pero antes de ellos seguro que algún ciudadano inglés trajo consigo alguno, pero no está consignado con datos fehacientes que puedan demostrarlo.

7 El Positivismo se convirtió en «el fundamento indispensable para orientar la educación» en nuestro país y durante el porfirismo se abrió la entrada a muchos colegios extranjeros, sobre todo ingleses, franceses y norteamericanos. Robles, Martha. Educación y Sociedad en la Historia de México. Publimex, 2010.

8 Más que jugadores propiamente dicho, eran los estudiantes de los colegios ingleses y cada equipo estaba formado por no más de 5 niños, que jugaban en el patio del colegio, en donde los arcos servían de portería.




Historia de la International Football Association Board – I Reunión (1886)

Libro de Actas

La primera asamblea de la International Board se celebró en los salones de la Football Association en Londres, el miércoles 2 de junio de 1886. Estuvieron presentes el comandante Marindin (que ocupó la presidencia) y C.W. Alcock (quien actuó como secretario) representando a Inglaterra; los señores R. Brown (presidente) y A. Kennedy (vicepresidente) de la Asociación Escocesa; los señores A. H. Hunter (secretario) y Roberts de la Asociación Galesa y los señores J. Sinclair (vicepresidente) y J. McAley (secretario) de la Asociación Irlandesa.

Una vez que el comandante Marindin dio a conocer el orden del día la asamblea procedió a elaborar los estatutos de la International Board, siendo adoptados los siguientes (Ver tarjeta)

El comandante Marindin deseaba que el congreso homologara la siguiente resolución, a saber: «Que los jugadores no llevarán ningún tipo de saliente en las suelas o en el tacón de sus botas con la excepción de tiras de cuero lisas de un patrón autorizado».

Gales respaldó la propuesta pero, ante las reticencias de Escocia e Irlanda, finalmente la moción fue retirada.

Con discursos de agradecimiento al presidente y al secretario se dio por concluido el acto.

EL CALZADO EN EL REGLAMENTO DE FÚTBOL

Entendemos que siendo esta la primera entrega cuyo propósito será el de establecer una comparación entre los más antiguos textos reglamentarios emanados de la IFAB y los actuales oficiales, es preciso realizar un ejercicio que presupone una aclaración básica pero ineludible y que es que hay que tener en cuenta que quienes fueron pergeñando las leyes del juego eran quienes, con la práctica activa de ellos mismos, daban por sentados principios que eran para ellos obvios.

Decía Sir Percy Royds en su monumental obra «La historia de las reglas del rugby» que no había que sorprenderse por lo incompleto del enunciado de ellas en un comienzo, ya que ésa precariedad estaba vinculada a que quienes practicaban el juego se «presuponía poseían un conocimiento práctico» del mismo.

Lo mismo sucedía en el incipiente football association, donde los mismos que lo jugaban -quizás hasta sin saberlo- estaban escribiendo los primeros capítulos de las reglas que lo regirían.

Si bien reconocemos el año de 1863 como el de la redacción del primer reglamento, base de nuestro deporte actual, el que pasó a ser acatado por quienes lo diseñaron, nada menos que los integrantes de la recientemente fundada Football Association, de la que fue su primer Presidente don Arthur Pember, un destacado abogado londinense, lo cierto es que su loable preocupación fue la de distinguir los principios básicos de dos deportes que se iban diferenciando notoriamente como lo eran el fútbol y el rugby. No había tiempo para las minucias y éstas debieron esperar.

Cuando se funda la International Football Association Board (IFAB) en 1882, aunque comienza a funcionar en 1886  presidida en primera instancia por George Marindin, aparece por fin el ente que resultará el regulador de las leyes del juego en forma definitiva.

Pasando al análisis del acta de la primera reunión que hemos trascripto más arriba, podemos observar que la primera ponencia referida a las reglas de juego se refiere concretamente a eliminar la peligrosidad del calzado a utilizar por los jugadores.

botas-1

Esta inquietud, que como hemos visto no tuvo repercusión como para su tratamiento, sirve para marcar de todos modos una constante que mantendrá desde entonces el Reglamento de Fútbol y que está relacionada con la protección del físico de los participantes en el juego.

Así es como desde hace largos años, la actual regla 4 en su primer párrafo determina la prohibición del uso de objetos peligrosos para los demás jugadores, concepto ampliado en 1997 al propio usuario.

En lo relativo al calzado permitido para la práctica, es curioso el contrasentido de conceptos al existir resoluciones como las de la IFAB del 22 de junio de 1952, cuando contestando una inquietud de la Federación Alemana aclara que «no es obligatorio el calzado», mientras que la citada regla 4 le dedicaba una enorme extensión a la descripción de las exigencias del mismo.

Así podíamos observar largos párrafos detallando que las tiras que se podían apreciar en las suelas debían ser «de cuero o caucho, transversales y llanas, de 12,7 mm. de largo como mínimo y redondeadas en sus extremos», los tacos «de cuero, caucho, aluminio, plástico o material similar, redondos y planos y con un diámetro mínimo de 12,7 mm, con alvéolos de metal interiores y sin salientes»y las tiras y tacos combinados «únicamente aplicadas en las suelas y de no más de 19 mm de espesor».

botas-2

Para complementar estos conceptos aparece en 1959 el Comité de Arbitraje de  FIFA (hoy Comisión de Arbitraje) recomendando al árbitro diligencia en controlar el estado de las botas. La IFAB hace suya esta recomendación mediante una decisión de 1990.

Paralelamente a esta situación, año a año una decisión IFAB insistía en la no obligatoriedad del uso de las botas o botines, siempre que no se permitiera la presencia simultánea en campo de jugadores con ellos y desprovistos de ellos, ratificando lo ya expresado de la preocupación por el posible daño al que se podrían exponer quienes se presentaran sin protección en sus pies.

Ya hacia fines de la década de 1970 se observa lo anacrónico de la redacción de la regla 4 sobre este tema, especialmente cuando se indica como obligatorio que -en caso de utilizarse botines- estos deberán mostrar un mínimo de diez tacos de 10 mm como mínimo de ancho. Y es que ya en vísperas del Mundial 1978 se podía leer en publicidades sobre botas para fútbol una extensa gama de ofertas que incluían suelas con no más de ocho tacos.

Esto provocó que la IFAB tras algún tiempo reaccionara y entendiera que era inútil seguir con las antiguas exigencias ante el avance de la tecnología en el diseño y la confección del calzado.

Y es que así se le llamó en las reglas: «calzado» desde 1980.

En 1990 se produce un cambio total en la redacción de la consabida regla 4 y se introduce el concepto de «equipo básico obligatorio» para el jugador, que hasta entonces sólo tenía carácter de decisión de la IFAB. El mismo queda constituido por la camiseta, el pantalón corto, las medias, EL CALZADO y las espinilleras, siendo este último elemento incorporado ese año.

Desde entonces el calzado ha devenido de uso obligatorio. Sin embargo, la regla no ha caído en la tentación de largas descripciones sobre su diseño o confección. Simplemente habrá que ceñirse a que debe ser un calzado PARA fútbol y a lo establecido por el párrafo primero de la regla que condiciona su aceptación por parte del árbitro, quien juzgará si existen dudas sobre su peligrosidad para quien lo usa o los demás jugadores.

De los elementos exigidos para el equipo básico obligatorio, es innegable que el calzado es el que presenta mayores posibilidades de constituirse en fuente de riesgos para quien lo usa o el resto de los participantes, por lo que aparece como muy razonable que los árbitros extremen el celo en su control previo a los encuentros o cuando un jugador resuelve cambiarlo en su transcurso.




Partidos amañados

Hace algún tiempo, Javier Tebas, abogado y exvicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional, aseguró desde «Onda 0» estar convencido de que en nuestro deporte rey se amañaban partidos. Semejante aseveración despertaría cierta hostilidad en determinados medios. «Si tan seguro está de algo así, ¿por qué no toma medidas la organización a que pertenece o perteneció durante tanto tiempo?», se preguntaron unos. E incluso otros, volcando mucha más hiel: «¿Se puede saber qué hacen en la L.F.P., aparte de cobrar sueldos magníficos?. ¿Mirar hacia otro lado?». Pero lo cierto es que Tebas añadió un apunte fundamental, omitido alegremente en ciertos foros. «Estoy convencido de que se adulteran partidos -dijo-. Pero una cosa es la certeza moral y otra muy distinta la certeza jurídica. Hay que demostrarlo».

Muy cierto. Nuestro fútbol ha visto apaños, chanchullos, trueques y transacciones más propias de trilero que de ejecutivo, no ya desde que desembarazándose de falsos pudores arrinconase el amateurismo marrón para abrazar la profesionalización, sino incluso antes, cuando, al menos en teoría, imperaban la autoestima y el amor a los colores. Entonces, al igual que iba a ocurrir en decenios posteriores, resultaba poco menos que imposible demostrar la evidencia. ¿Quién, o quiénes iban a aportarla?. ¿Los mismos que se vendían?. ¿Y cómo?. ¿Confesando su indignidad?. ¿Devolviendo lo ingresado, hincándose de rodillas ante la afición y, naturalmente, haciendo las maletas de inmediato?. Los chanchullos quedaban una y otra vez en agua de borrajas, porque los héroes en general no abundan.

Javier Tebas, todo un experto en los pecados del fútbol. Seguro que no le faltaban razones para expresarse como lo hizo.

Javier Tebas, todo un experto en los pecados del fútbol. Seguro que no le faltaban razones para expresarse como lo hizo.

Desde esta misma página se han apuntado situaciones mucho más que sospechosas, si bien carentes de esa «certeza jurídica». Vayan ahora un par de casos más, separados por sus buenos 30 años y circunscritos no a entidades de postín, sino a la modestia más genuina. Evidencia de que la compraventa afectaba, y en buena lógica debe seguir afectando, a cualquier categoría.

Allá por los años 40 del pasado siglo, las competiciones de 2ª y 3ª División eran un puro galimatías. Con las infraestructuras en un estado calamitoso, autobuses quemando gasógeno y trenes que jamás llegaban a la hora, desde la FEF se entendió imprescindible recortar los traslados para el fútbol de bronce, ahorrándole, de paso, dispendios que su depauperada economía tampoco hubiese podido afrontar. Consecuentemente, se formaron grupos reducidos, donde casi todos los choques serían de máxima rivalidad. Ligas, en resumen, con 10 competidores a doble vuelta, y 18 partidos. Competiciones tan breves que forzosamente debían complementarse. Así, concluida esa liga regular, se disputaba otra «Liga Intermedia» entre los mejor clasificados de grupos de proximidad. Y finalmente, para los gallitos de este segundo torneo y los descolgados de 2ª División, una definitiva tercera fase, denominada «de ascenso». Ese fue el marco donde se desenvolvía el Albacete la ya remota edición liguera 1946-47.

Tras sumar 68 goles en la primera fase o Liga Regular, con un promedio próximo a los 4 por partido, obtuvo su clasificación, junto al Tomelloso, para la fase intermedia. Y allí, en la penúltima jornada de, fue donde estalló el gran escándalo, en choque trascendental con la Cultural Leonesa.

Al término del primer tiempo vencían los leoneses con todo merecimiento por 3-1. Sin ser el suyo exactamente un paseo, lo cierto es que habían apabullado a los manchegos. En el vestuario, las preceptivas filípicas del entrenador derrotado, alguna fugaz visita de directivos y un chorrito de agua milagrosa para los magullados. El grito de conjurados y otra vez a jugar. ¿A jugar?. No exactamente, al decir de los cronistas, por cuanto respecta a los muchachos de la Cultural. Su acometividad del primer tiempo parecía haberse esfumado. No corrían, o cuando se decidían a hacerlo ni siquiera llegaban al balón, perdían pelotas fáciles, no apoyaban al compañero en las escasas jugadas… Un bochornoso espectáculo aromatizado de tongo, hasta para el mismísimo árbitro, que habría de reflejar en su acta un 3-5 final.

Los albaceteños, sin embargo, no pudieron saborear la «victoria», puesto que desde la FEF se empleó jarabe de palo, previa investigación del Comité de Competición a espaldas de ambos clubes, hurtándoles de ese modo la posibilidad de emplear argumentos en su defensa:

«En virtud del acuerdo del Comité de Competición, y por haber incurrido en faltas previstas en la Circular número 3 de la temporada 1945-46, epígrafe «sesiones de juntas-resultados irregulares», los clubs C. D. Leonesa y Albacete Balompié fueron excluidos de la competición cuando faltaba por jugar un partido, cuyos puntos se adjudicaron, según lo previsto en el art. 235 del Reglamento, a los respectivos contrarios, R. Valladolid y S. Gimnástica Lucense».

En román paladino, el Albacete, aspirante a la fase de ascenso, quedaba en la cuneta y con su historial por los suelos, como presunto autor de soborno.

Las cosas, por supuesto, no terminaron ahí. Heridos en su orgullo, sintiéndose víctimas de una «grave injusticia», toda la localidad manchega se puso en pie de guerra. Cerraron los comercios, hasta 20.000 vecinos con pancartas contra la Federación o el Comité de Competición, y gritando «¡Injusticia, Injusticia!», se arracimaron en manifestaciones teóricamente espontáneas. Algo semejante a lo ocurrido en Vigo y la ciudad de la Giralda sesentaitantos años después, cuando Sevilla C. F. y Real Club Celta fueron descendidos a 2ª por incumplimiento económico. Y como habría de acontecer con Celta y Sevilla, también al Albacete se le doró en parte la píldora.

Alcanzó tal nivel la revolera manchega que el propio gobernador civil, Antonio Rodríguez Costa, intervino para apaciguar a los manifestantes. En realidad, el hombre estaba atrapado entre dos fuegos. En pleno franquismo de mano dura, con las manifestaciones prohibidas, si no eran jaleando al caudillo, tipificado como delito cualquier congregación de más de 6 personas en la vía pública, 20.000 enojados ciudadanos agitando pancartas podían ser vistos como una auténtica provocación. Bien mirado, Rodríguez Costa sólo hubiera podido tomar dos caminos: el de la fuerza, perdiendo cualquier rasgo de representatividad ante sus administrados, o el de la templanza, aderezada de buenas palabras. Y, hombre inteligente, se decantó por cuanto menos le comprometía.

Él mismo coordinó gestiones ante altas instancias del régimen, dando finalmente su visto bueno a una comisión del club deseosa de ser escuchada por miembros de la FEF y hasta -al menos así se pretendía- por el propio general Moscardó, Delegado Nacional de Deportes. Para que nada faltase, el «Diario de León» se sumaba a la cacofonía, recogiendo en sus páginas una velada coz al Salamanca, favorecido por la resolución federativa, y muy en especial a su presidente:

«Se ha clamado por la justicia y se ha aplicado a presuntos vendedores y compradores de partidos, pero, ¿quién la aplica al presidente del Salamanca, al que le ha costado 12.000 ptas. el acceso a la fase final?».

Aún siendo aquellos tiempos de autocensura, de pensar muy bien lo que se escribía, puesto que entonces jefes de redacción y subdirectores leían cada texto antes de pasar a la linotipia, algunos diarios nacionales hicieron memoria sobre otros casos con implicación de clubes más poderosos, a los que no se aplicó tanto correctivo. Entre tanto, conocedores de que desde altos estamentos políticos se pensaba levantar las sanciones para no enturbiar más los ánimos, la junta directiva de la FEF decidía presentar su dimisión, como protesta. El caso, en efecto, fue revisado, quedando sin validez la expulsión de manchegos y leoneses. Pura patraña, si se mira bien. Floritura de capote, sin asomarse a los cuernos del toro. Porque la realidad fue que aquellos dos partidos suspendidos no se jugaron nunca, que Valladolid y Salamanca pasarían a la siguiente fase, en detrimento del Albacete, si bien ninguno de los dos alcanzara en primera instancia el ascenso a 2ª División. Sólo de rebote, tras promocionar con el Real Santander -Franco había abolido las denominaciones extranjeras, como Sporting, Athletic o Racing-, los vallisoletanos pudieron colarse en el fútbol de plata por la gatera. Para mayor insatisfacción manchega, el secretario general, Sr. Cabot, se reafirmaba y desdecía en el mismo párrafo del acuerdo definitivo, al redactar: «Queda en suspenso la eliminación de los clubs, pero la Circular tercera de los estatutos se ha aplicado con justicia».

Nunca pudo aclararse quién y a qué precio compró aquel partido en León, por más que aún faltando «convicciones jurídicas», como probablemente matizara hoy Javier Tebas, todo apunte a la existencia de compraventa. Se dijo en voz no muy alta, esparciéndose luego como rumor, que el soborno pudo haberlo realizado un gran aficionado a la caza y la pesca, con cargo en los Sindicatos. Presunción a la que, de cualquier modo, tampoco se quiso bautizar con nombre y apellido.

Treinta y dos años más tarde, durante la competición liguera correspondiente a 1978-79 y también en la provincia leonesa, tuvieron lugar otros hechos cuajados de características rocambolescas.

Mario Rolando Castro Fernández, para el fútbol Rolando, acababa de aprobar las oposiciones de Magisterio y tuvo que trasladarse a Avilés, donde se le adjudicó  destino. Jesús Tartilán, entrenador de la actualmente aletargada Unión Deportiva Cacabelense, conocedor de sus virtudes sobre el césped, le animó a fichar por el equipo. Lógicamente sólo podría desplazarse a Cacabelos o donde los bercianos rindieran visita, el mismo día del partido. Y como ejercitarse por su cuenta, sin método ni aplicación táctica, siempre es complicado, gestionó con la directiva y técnicos del Avilés incorporarse a los entrenamientos de aquel elenco. Pintoresca situación, puesto que leoneses y avilesinos compartían grupo de 3ª División.

Rolando, centrocampista organizador nada despreciable, sólo se incorporó a la U. D. Cacabelense bien avanzada la primera vuelta del Campeonato, pero aún así no se libraría de vivir un formidable esperpento. Todo se produjo en los estertores de la competición, cuando S. D. Ponferradina, Deportivo Gijón y Real Avilés C. F.  pugnaban por el primer puesto y los avilesinos debían visitar el campo de Cacabelos. «Esa semana entrené con toda normalidad, aunque a lo largo de la misma surgieran bromas por parte de los jugadores del Avilés, diciéndome que no me esforzara demasiado -narró el protagonista, ya retirado, a José Cruz Vega Alonso-. Pero sin más trascendencia. Yo había hablado con la directiva de la Unión, solicitando algún obsequio para el Avilés, por lo bien que se habían portado conmigo, y de hecho se acordó entregarles unos estuches de vino a cada desplazado».

Llegó el día del partido y cuando Rolando entraba en el campo, un directivo asturiano se acercó a preguntarle si le interesaría jugar con ellos la siguiente temporada. Al contestar afirmativamente, puesto que iba a seguir otro curso académico en la villa avilesina, el directivo ya no anduvo por las ramas: «Pues mira, te prometo una buena ficha si durante el partido de hoy te inhibes lo suficiente y facilitas nuestro triunfo». Si bien el muchacho empezó tomándoselo a chacota, la insistencia del directivo le hizo comprender que hablaba absolutamente en serio. Incómodo, se lo quitó de encima asegurándole que si en su mano estaba, iba a realizar el mejor de los partidos.

Hallándose ya equipado, le llamó aparte el encargado de material del Avilés. Llevaba en la mano un talón con un buen importe, como prima para todos, y pese a escuchar otra negativa rogó lo comentase a sus compañeros, reiterando que el ofrecimiento de jugar con ellos la siguiente campaña seguía en pie. Además de volver a rechazarlo, esta vez se lo contó todo a Tartilán, quien, veterano del fútbol -incluso había militado en la liga estadounidense finalizando los 60- le recomendó no ocultarlo a la plantilla, en evitación de posibles males mayores. Así lo hizo y entre todos decidieron salir a ganar.

Román Tomás López, Román en las alineaciones de esa misma temporada, corroboraba el testimonio: «Tartilán dijo que si aceptábamos, no se sentaba en el banquillo. Nos pusimos de acuerdo en que había que salir a por todas». Y vaya si lo hicieron. Un penalti transformado por Berros otorgó la victoria al Cacabelense, para desesperación asturiana.

Tras el pitido final, el mismo directivo que formulase la primera oferta, quién sabe si temeroso de que el affaire saltase a la luz,  felicitó a Rolando por su actuación. «Además me pidió perdón, dando por bueno el resultado, porque creía que era mejor así. El martes siguiente volví a entrenar con los jugadores del Avilés, que no sabían nada, sin advertir durante el resto de la temporada ningún cambio en la relación que mantenía con aquel club».

La convivencia en cualquier vestuario, más aún si corresponde a clubes modestos, suele ser tan estrecha como para hacer difícil la observancia de secretos. Los futbolistas del Avilés no sabían nada entonces, pero acabaron conociéndolo todo. Y puesto que aquella temporada no estaban al día en cobros, montaron en cólera. No había dinero para satisfacer sus fichas, ¿y resulta que sobraba para sobornar adversarios?. ¿Acaso no hubiese sido mejor tenerlos motivados cumpliendo lo contratado?. Debían considerarles poco, si veían imposible el ascenso no mediando ayudas bajo mano. Resumiendo, la propia plantilla del Real Avilés acabaría aireando la mala ocurrencia de su directivo. «De no existir deudas, todo habría quedado tan sólo entre nosotros», concluía sabiamente Rolando, desde la atalaya del recuerdo.

Incontestable intento de soborno. Intento, nada más, porque quienes pudieron haberse vendido optaron por la honestidad, diciendo «no». Pero, ¿y si hubiesen aceptado el talón?. ¿Cuántos talones o promesas económicas no habrán servido para amañar partidos?. ¿Dónde y cómo amasar la «certeza jurídica» en esos casos?.

Dos ejemplos tan sólo, entre cien sospechas cimentadas sobre hormigón armado. Dos «certezas morales» que como punta de iceberg esconden su silenciosa amenaza. Quede a modo de moraleja que si al Albacete lo apartaron de la fase definitiva, tampoco el Real Avilés C. F. lograría ascender esa campaña. Sólo saboreó la miel en 1983, bajo la nueva denominación de Real Avilés Industrial. Respecto a Rolando, siguió ejerciendo su profesión docente, sin fichar por el club avilesino.




La confección del calendario de liga

Habitualmente diferenciamos las competiciones de fútbol por dos grandes modelos: sistema copa y sistema liga. Detrás vienen sucedáneos de las mismas, condicionados por la brevedad de su desarrollo, como liguilla, cuadrangular, eliminatoria directa, partido de desempate o el, préstamo ya no tan reciente, play-off, además de competiciones mixtas que incluyen fase de liga y fase de copa como la Liga de Campeones de la UEFA.

Explicar en qué consiste una competición copera se presenta sencillo: a base de eliminaciones directas acceden a la final los dos equipos que han superado todas las pruebas anteriores, resultando vencedor el que gane ese último partido. El número ideal de participantes ha de ser 2n, siendo n el número de rondas que se pretenden disputar. Una copa de cinco rondas debe contar con 32 equipos. Como no siempre se reúne ese número exacto se organizan rondas preliminares, o intermedias de ajuste, con tal de que a la hora de disputarse las más importantes (cuartos, semifinales y final) sí se pueda contar con 8, 4 ó 2 equipos.

El sorteo de los emparejamientos tradicionalmente se realizaba cada vez que una ronda estuviese completa. Actualmente, al estar tan recargado el calendario de competiciones, las federaciones tienden a establecer los cruces con cierta antelación, disponiendo unos cuadros de enfrentamientos a partir de vencedores de eliminatorias que van numeradas. Así, por ejemplo, el vencedor de cuartos 1 se enfrentará en semifinales al vencedor de cuartos 2 y el vencedor de cuartos 3 se eliminará con el vencedor de cuartos 4.

Algunos tradicionalistas se quejan de esta innovación porque se elimina la incertidumbre del sorteo. Un equipo modesto puede motivarse para pasar de ronda porque presupone que su próximo rival será, salvo sorpresas, un grande. Pero en esencia no altera el desarrollo de la competición ya que, una vez finalizada, esos cruces resueltos permiten interpretar que el destino estaba escrito desde la primera ronda.

El sistema liga se reconoce como una competición donde todos juegan contra todos. Técnicamente recibe el nombre de round robin. Si el número de participantes es reducido, establecer un calendario es bastante fácil. En un triangular, incluso se puede dejar abierto en función al primer resultado, para garantizar que el último partido, el tercero, sea el que decida el ganador del torneo.

La cuestión se complica según se amplíe el número de participantes. Nuesto Campeonato Nacional de Liga cuenta con 20 equipos, llegó a tener un par de ediciones con 22. Establecer el número de combinaciones diferentes posibles de 2 elementos, un partido, corresponde a una fórmula matemática determinada por un algoritmo que, por simplificar el texto, da un total de 190. Al tener en cuenta el orden de los elementos, local-visitante, esta cifra se duplica hasta 380.

Esencialmente pues, con estas 380 combinaciones registradas garantizamos que el equipo 1 disputará dos partidos contra los otros 19, uno como local y otro como visitante, es decir 38 encuentros. Hasta ahí, es todo muy sencillo.

La primera complicación aparece cuando además exigimos que todos los equipos jueguen simultáneamente sus 38 partidos. Lo que externamente conocemos como jornada no es más que la relación de 10 combinaciones simultáneas de emparejamientos entre los cuales no se puede repetir ningún elemento. Así, la primera jornada de un posible campeonato sería: Equipo 1-Equipo 2; Equipo 3-Equipo 4… Equipo 19-Equipo 20. Esta primera jornada podría decidirse por sorteo directo.

En cambio, el resto de jornadas es imposible confeccionarlo mediante sorteo directo porque más bien pronto tropezaríamos con emparejamientos repetidos obligándonos a rehacer una y otra vez las jornadas.

Para evitar esto, se dividen los elementos en dos filas que irán rotando de tal manera que al desplazarlas alternadamente en un sentido, cada vez quedan emparejados simultáneamente con un rival diferente. Para evitar que el ciclo entre en una repetición viciada es obligatorio fijar uno como comodín, que vaya saltando de un extremo a otro de su columna por cada rotación.

Pondremos un ejemplo sobre un posible campeonato de ocho equipos reconocidos como E1, E2, E3, E4, E5, E6, E7 y EC (comodín). Así se organizaría el calendario por jornadas (las flechas y el signo de igualdad indican el movimiento que corresponde a cada equipo para formar la siguiente jornada): 28 partidos agrupados en 7 jornadas.

Jornada 1
E1 ↓ E2 =
E3 ↓ E4 =
E5 ↓ E6 =
EC ↑↑ E7 =
Jornada 2
EC↓↓ ←E2
E1 = E4↑
E3 = E6↑
E5 → E7↑
Jornada 3
E2↓ E4=
E1↓ E6=
E3↓ E7=
EC↑↑ E5=
Jornada 4
EC↓↓ ←E4
E2 = E6↑
E1 = E7↑
E3 → E5↑
Jornada 5
E4↓ E6=
E2↓ E7=
E1↓ E5=
EC↑↑ E3=
Jornada 6
EC↓↓ ←E6
E4 = E7↑
E2 = E5↑
E1 → E3↑
Jornada 7
E6 E7
E4 E5
E2 E3
EC E1

Con este sistema se resuelve la organización de un round robin agrupando los enfrentamientos por jornadas independientemente al número de participantes, siempre que EC sea el elemento que «suba» o «baje» por cada rotación.

Según este ejemplo, el E1 jugará contra sus rivales siguiendo este orden: E2, E4, E6, E7, E5, E3 y EC. Y el equipo E2 tendrá este orden: E1, EC, E4, E6, E7, E5 y E3. Un aficionado fácilmente identificará una relación ordenada de rivales y llegará a la conclusión de que el E2 juega contra el que jugó previamente contra el E1.

Pero el calendario futbolístico pone otra condición: diferenciar los partidos en casa y fuera. Eso significa duplicar el calendario invirtiendo el orden de las columnas. El inconveniente principal es que EC, por ejemplo, jugaría toda la primera vuelta en casa y seguidamente toda la segunda vuelta fuera. E1 tendría 6 como local y 1 como visitante y así sucesivamente. Por razones obvias, es necesario compensar los partidos de una manera más repartida. Para ello introducimos una nueva alternancia, esta vez de columnas, que cambian cada jornada.

Aún hay que satisfacer otro requerimiento: que los equipos no jueguen tres partidos seguidos en casa o fuera. La solución está en EC que de la misma manera que pasa de abajo a arriba, en cada desplazamiento además debe cambiar de columna, salvo en la penúltima jornada para evitar esos tres partidos consecutivos condicionados. Así quedarían las jornadas 2, 4, 6 y 7, porque las 1, 3 y 5 no sufren cambios:

Jornada 2
E2 = ←EC↓↓
E4↑→ ←E1
E6↑→ ←E3
E7↑→ ←E5
Jornada 4
E4 = ←EC↓↓
E6↑→ ←E2
E7↑→ ←E1
E5↑ → ←E3
Jornada 6
EC↓↓→ ←E6
E7↑→ ←E4
E5↑→ ←E2
E3↑→ ←E1
Jornada 7
E6 E7
E4 E5
E2 E3
E1 EC

Comprobando el resultado final vemos que, por ejemplo, E3 tiene este calendario: E4 (casa), E6 (fuera), E7 (casa), E5 (fuera), EC (fuera), E1 (casa) y E2 (fuera). La segunda vuelta tendría el mismo orden de rivales cambiando el terreno de juego. Mantiene la alternancia exigida de partidos como local y visitante salvo ante la presencia de EC, donde enlaza dos salidas consecutivas para la primera vuelta, que serían dos partidos en casa en la segunda vuelta. Y es que EC, por su doble movimiento provoca que se jueguen dos jornadas seguidas bien en su propio campo bien en campo contrario.

Y para rizar el rizo, además, no queremos que algunos equipos que son de la misma localidad coincidan como locales o visitantes en la misma jornada.

Este requisito no es tan complicado, pero condiciona bastante el desarrollo del sorteo. Si nos fijamos, hay equipos que tienen calendarios opuestos. Cuando uno juega en casa el otro siempre juega fuera y viceversa. Basta con adjudicar un calendario a uno y automáticamente se adjudica a su vecino el otro. Por ejemplo, E1 y E7 cumplen esta condición. Así, en ejemplo imaginario, si el FC Barcelona corresponde a E1, por obligación E7 se adjudica al RCD Espanyol. Igual sucede con el E3 y E4. Si E3 es el Sevilla FC, entonces E4 será el Real Betis. E2 y E5 pueden corresponder al Valencia CF y Levante UD y finalmente E6 y EC los adjudicamos al Atlético Madrid y al Real Madrid, respectivamente.

Así hemos confeccionado un calendario perfecto donde ocho equipos, dos por cada ciudad, disputan una liga donde hay una alternancia de partidos locales-visitantes, nunca coinciden dos equipos de la misma población o dentro o fuera a la vez y, para darle más emoción, hemos reservado que en la última jornada, la 14, se enfrenten en el Bernabeu Real Madrid-FC Barcelona. Esta sería la supuesta primera jornada:

FC Barcelona – Valencia CF

Sevilla FC – Real Betis

Levante UD – Atlético Madrid

Real Madrid – RCD Espanyol

Además de la ya mencionada observación que puede hacer un aficionado al señalar que su equipo juega contra el rival que deja otro determinado a lo largo de la temporada, también podemos comprobar que en una determinada jornada los dos equipos de una ciudad juegan simultáneamente contra otros dos equipos de otra ciudad. Por eso es fácil ver que si el FC Barcelona juega contra el Valencia CF en esa misma fecha el Levante UD recibirá al RCD Espanyol. Pero esta coincidencia no se cumplirá dos veces, es decir, Cuando el Valencia CF juegue contra el RCD Español, Levante UD y FC Barcelona no podrán jugar en esa misma jornada entre sí. Es una cuestión matemática.

Desde la temporada 1933/34

Este sistema de ordenación de partidos se introdujo en la Primera División en la temporada 1933/34, precisamente la última que se disputó con 10 equipos.

Hasta entonces los calendarios habían tenido dos sistemas diferentes. Se confeccionaron unos calendarios mediante unas tablas. El que se utilizó para las temporadas 1928/29, 1929/30, 1931/32 y 1932/33 tenía dos inconvenientes: uno, los equipos jugaban dos partidos consecutivos como locales y otros dos como visitantes en la misma vuelta y dos, el principal, algunos equipos jugaban sus dos últimos partidos en casa o fuera, lo que provocaba cierta distorsión en la clasificación. En 1930/31 se introdujo otra tabla para la realización del calendario, pero no satisfizo a los clubs.

Una vez introducido el sistema explicado a partir de la temporada 1933/34, la confección de los calendarios de liga de todas las categorías, tanto nacionales como regionales fue muy sencilla. Se empezó a notar cuando se fue incrementando el número de participantes, especialmente en la Tercera División de los años 40. En el caso de que el número de equipos fuese impar, se adjudicaba un elemento al «descansa» y desarrollaba el mismo proceso que cualquier otro elemento. Así, un grupo con 15 equipos, disputaba igualmente 30 jornadas, si bien de 7 partidos cada una.

Cuando los equipos canarios accedieron a categoría nacional se modificó el sistema. Por cuestiones de distancia y desplazamiento, los equipos canarios, tanto en Primera como en Segunda División, disputaban consecutivamente dos partidos en campo propio y otros dos en campo contrario. La primera vez que se introdujo este sistema con equipos canarios fue en Segunda División Grupo Sur de la temporada 1952/53. Cuando la UD Las Palmas y el CD Tenerife jugaron en Primera División se extendió a esta categoría, manteniéndose hasta la temporada 1970/71, porque al año siguiente, con 18 equipos ya, no volvió a tenerse en cuenta la condición de insularidad. Previamente se había recuperado el sistema de rotaciones descrito en la Segunda División a partir de la temporada 1968/69 cuando se constituyó definitivamente en grupo único.

En los grupos donde no había equipos canarios, por ejemplo en Segunda División Grupo Norte se mantuvo el sistema de columnas y rotaciones ya expuesto.

¿Cómo pudo ser el sorteo de la presente temporada de Primera División?

Los veinte equipos no entran en un bombo único. El motivo está ya explicado: los que tienen sede en la misma ciudad no pueden jugar el mismo día en su propio campo, o sea, los representantes de Madrid, 2 y 2, Barcelona, Sevilla y Valencia. También hubo relación de proximidad entre Real Zaragoza y CA Osasuna. En cambio no se estableció este año entre los dos vascos ni los dos gallegos entre sí, algo habitual en temporadas anterirores. Por lo tanto, sueltos propiamente quedaron 10 equipos.

Desde la temporada 2011/12 se introdujo una nueva condición, muy discutible por cierto: que Real Madrid y FC Barcelona no se enfrenten en las primeras jornadas del campeonato. En la presente edición, después de comprobar que si pospone demasiado el gran duelo acaba coincidiendo con las semifinales de la Liga de Campeones y merma mucho a los dos rivales, se decidió hacerlo coincidir con la primera ronda directa de la competición europea, los octavos de final.

Ello condiciona muchísimo el sorteo.

En primer lugar hay que darle un número al FC Barcelona y más tarde sortear la jornada en que se debe disputar el primer clásico del año.

Jornada 1 El sorteo adjudicó al FC Barcelona el puesto E-11 y la jornada elegida fue la 7ª, en la que E-11 juega como local contra E-15, que a partir de ahora es el puesto adjudicado al Real Madrid.

Automáticamente RCD Espanyol y Atlético Madrid reciben respectivamente las referencias E-8 y E-4.

Seguidamente reparten las demas plazas ligadas. El Real Betis recibe la E2 que se opone a la E-17, para Sevilla FC.

E1 ↓ E2 =
E3 ↓ E4 =
E5 ↓ E6 =
E7 ↓ E8 =
E9 ↓ E10=
E11 ↓ E12=
E13 ↓ E14=
E15 ↓ E16=
E17 ↓ E18=
EC ↑↑ E19 =

Al Getafe CF le corresponde la E18, ligada con la EC, su opuesta, para el Rayo Vallecano. La E3 es para el Levante UD implicando al Valencia CF en la E16 y tenemos así un doble duelo valenciano-madrileño. Real Zaragoza tuvo la referencia E5 y CA Osasuna la E14.

Finalmente se reparten aleatoriamente las otras referencias: E1 Athletic Bilbao, E6 Real Valladolid, E7 RCD Mallorca, E9 RC Celta, E10 Málaga CF, E12 Real Sociedad, E13 RC Deportivo, y E19 Granada CF.

Jornada 1
E1/ Athletic Bilbao ↓ E2/ Real Betis =
E3/ Levante UD ↓ E4/ Atlético Madrid =
E5/ Real Zaragoza ↓ E6/ Real Valladolid =
E7/ RCD Mallorca ↓ E8/ RCD Espanyol =
E9/ RC Celta ↓ E10/ Málaga CF =
E11/ FC Barcelona ↓ E12/ Real Sociedad =
E13RC Deportivo ↓ E14/ CA Osasuna =
E15/ Real Madrid ↓ E16/ Valencia CF =
E17/ Sevilla FC ↓ E18/ Getafe CF =
EC/ Rayo Vallecano ↑↑ E19/ Granada CF =

Y ya tenemos la primera jornada completa. El calendario se desarrolla estableciendo las rotaciones comentadas por lo que tendrá como segunda jornada:

Real Betis-Rayo Vallecano; Atlético Madrid-Athletic Bilbao; Real Valladolid-Levante UD; RCD Espanyol-Real Zaragoza; Málaga CF-RCD Mallorca; Real Sociedad-RC Celta; CA Osasuna-FC Barcelona; Valencia CF-RC Deportivo; Getafe CF-Real Madrid y Granada CF-Sevilla FC.

Conociéndose el orden original de la primera jornada podemos reconstruir todo el calendario

Desde hace unos años la RFEF facilita el calendario oficial a los medios de comunicación de tal manera que no se ven con claridad las referencias. Es necesario reconstruirlo observando qué equipo juega en casa consecutivamente en las jornadas 2 y 3. Este equipo tendrá la referencia E2 y sus rivales serán EC en la 2ª jornada y E4 en la tercera. A partir de estas identificaciones se reconstruye la tabla aquí expuesta.

En cambio, originalmente la propia RFEF facilitaba el calendario de manera muy rigurosa, y así lo reproducían los periódicos de la época. Esto quiere decir que si encontramos la publicación de la primera jornada, sea de la categoría que sea, automáticamente podremos reconstruir el calendario completo. Es una gran ventaja para el investigador, especialmente en las categorías inferiores. De todas formas se corre un riesgo porque en muchas ocasiones los equipos, con permiso federativo, llegaron a acuerdos para alterar el orden de los partidos, por lo que siempre habrá que ir comprobando paso a paso, fecha a fecha el total desarrollo de la competición.




Positivos y negativos

Hablar de algo del pasado, dando erróneamente por supuesto que es conocido por todos, a veces hace a uno caer en la cuenta de que peina unas canas ausentes en los demás. En éstas estaba yo cuando, hablando de fútbol, saqué a relucir el tema de las antiguas clasificaciones en las que había puntos positivos y negativos, observando como surgían ante mí rostros de extrañeza que me obligaron a exponer en qué consistían. Ya que mis intentos por explicar tal puntuación me temo que no tuvieron demasiado éxito, intentaré hacerlo a continuación por escrito. A ver si tengo mejor suerte.

El sistema era una peculiaridad del fútbol español desde mediados del siglo XX que tenía como criterio básico atribuir a los puntos sumados a domicilio la consideración de «positivos» y a los perdidos como local la de «negativos». Era algo adicional a la verdadera puntuación: 2 puntos por victoria y uno por empate y se traducía en que quien ganaba un encuentro jugando como local, sumaba simplemente los puntos, sin más, al igual que quien perdía a domicilio, que tampoco veía afectada en absoluto su puntuación. Por el contrario, a quien sumaba un empate como visitante se le asignaba en esa puntuación paralela, un punto positivo, que eran dos de ganar, mientras al local que empataba se le adjudicaba un negativo, dos si perdía el encuentro. En la práctica, ni había suma de puntos extraordinarios por puntuar fuera de casa ni resta de los acumulados por perder o empatar en casa. Era algo adicional a la verdadera puntuación -la única válida-, si bien se le atribuía una gran relevancia, era asumido generalmente y recogido en todos los medios al publicar las tablas clasificatorias.

Hasta tal punto era así que, aparte de no entenderse una clasificación sin ellos, incluso se afirmaba que la auténtica puntuación era la que tenía en cuenta esos positivos y negativos y no los puntos reales sumados, como puede apreciarse en este ejemplo tomado del diario Voluntad de febrero de 1945, en el que se dejan de lado los puntos sumados por cada conjunto en beneficio de lo que llama «situación real»:

clas1

En un fútbol muy distinto al actual, se consideraba como normal ganar en casa, motivo por el que se castigaba con negativos perder puntos como local y se premiaba su obtención a domicilio, considerando como positivos los puntos acumulados por un equipo al actuar como forastero.

Con semejante planteamiento lo que se pretendía era aventurar la proyección de puntos que terminaría sumando un equipo al final de temporada si seguía a partir de un instante determinado con una trayectoria «normal» (ganar como local y perder a domicilio). Si lo normal era ganar en casa y perder fuera, un equipo que cumpliese con esa normalidad no acumularía ni positivos ni negativos y su puntuación final le llevaría a la zona media de la tabla. En una competición liguera de, pongamos, 16 equipos, 30 puntos sería lo normal (ganar los 15 partidos en casa, que equivalía a empatar los 30, tanto los de casa como los de fuera). Al final las cuentas salían y, en consecuencia, por ejemplo, quien acababa con 5 positivos terminaba con 35 puntos (5 más de lo normal) y quien lo hacía con 10 negativos terminaba la competición con 20 puntos reales (10 por debajo de lo normal). Y así en todos los casos.

Durante la competición, lo que permitían los positivos y negativos era aventurar cuál podría ser la puntuación final: siguiendo con el ejemplo de la Liga de 16 equipos, quien llevase en una determinada jornada 4 positivos debería terminar con 34, quien sumase 3 negativos 27, etc. siempre que cumpliese con esa «normalidad».

Cuando todos los participantes llevaban el mismo número de encuentros disputados, las diferencias entre el número de puntos reales en comparación con los adicionales era, como mucho, de dos, cuando no todos habían jugado los mismos en casa y fuera. Aquí vemos un ejemplo con dos jornadas consecutivas de febrero de 1947:

clas2

Existían mayores diferencias en determinados momentos cuando -por el propio calendario y/o por circunstancias extraordinarias como los aplazamientos de partidos, que hacían que los distintos equipos llevasen algunos partidos más como locales que como visitantes y viceversa-, se llegaba al extremo de entender que era mejor la situación de quien, en un momento determinado de la competición, por haber jugado más encuentros como visitante, tenía más positivos, aunque acumulase menos puntos reales, algo del todo injustificable, pero que había cuajado quizás por la costumbre.

Como ejemplo, a continuación puede verse una clasificación de febrero de 1976 en la que el At. Madrid es líder con un punto más que el Real Madrid pero tres positivos menos, al haber jugado 11 encuentros como local y 9 de visitante mientras los merengues llevaban disputados sólo 9 en casa y 11 a domicilio:

clas3

Pese a tener un punto menos existía la conciencia general de que la situación del R. Madrid era mejor que la del At. Madrid, pues tener 3 positivos más significaba que le quedaban más partidos por disputar en su campo, al contrario que los colchoneros, con lo que se aventuraba que sería más fácil sumar más puntos para los merengues de ahí en adelante. Aquella temporada 1975/76 sí se cumplió la predicción, pues la terminó ganando el R. Madrid con 48 puntos (+14). Pero fue segundo el Barcelona con 43 (+9) y tercero el At. Madrid con 42 (+8), con lo que parece claro que, en la práctica, tampoco es que el sistema fuese excesivamente fiable.

Para afirmar que un equipo era candidato al título y otro al descenso bastaba con ver los puntos reales que acumulaban en un momento determinado, sin necesidad de argumentarlo en base a los positivos y negativos. Además ambas cosas eran bastante coincidentes.

Aquí podemos ver otro ejemplo, de enero de 1991, en el que se observan las consecuencias de que, por diversas causas, no todos los equipos llevasen disputados el mismo número de encuentros:

clas4

Con el cambio aplicado desde la temporada 1995/96 por el que se otorgan tres puntos al vencedor de un encuentro, afortunadamente los positivos y negativos desaparecieron de un plumazo. Como si nunca hubiesen existido. Al margen de que el nuevo sistema imposibilitaba por sí solo llevar esa puntuación paralela, hacía tiempo que los argumentos en que se basaba habían perdido su fundamento, pues ya no era tan extraordinario ganar a domicilio. Es más, los casos de conjuntos que obtenían similares o mejores resultados jugando fuera de casa no eran tan excepcionales. Las tablas clasificatorias pasaron a recoger simplemente los puntos sumados por cada equipo. Y es que no hace falta más.




Los porteros de la selección

Innsbruck, Austria, 3 de junio de 2010. Las selecciones nacionales de Corea del Sur y de España disputan un amistoso que sirve de preparación a ambas para la inminente Copa del Mundo de Sudáfrica. Al comienzo de la segunda parte, el barcelonista Víctor Valdés debuta como internacional absoluto sustituyendo a Pepe Reina bajo los palos. Seguramente él no lo sabe, pero acaba de convertirse en el 49º portero del equipo español en toda su historia. Éstos han sido, hasta el día de hoy, por orden de internacionalidades,  los 49 guardametas que han defendido, en alguna ocasión, el marco de nuestra Selección:

Iker Casillas. Nació en Madrid, el 20 de mayo de 1981. Siempre en el Real Madrid desde su debut en 1999, un año después ya era internacional absoluto. Ha conquistado 1 Mundial, 2 Eurocopas, 5 Ligas, 1 Copa, 2 Copas de Europa, 1 Intercontinental, 1 Supercopa europea, 3 españolas, 1 Mundial Sub-20 y 1 Trofeo Zamora. Máximo internacional español desde noviembre de 2011, lleva disputados 143 partidos con la Selección, en los que ha recibido 79 goles. Uno de los principales iconos del fútbol mundial actual y mejor portero del mundo para la IFFHS en los últimos 5 años, sus asombrosos reflejos, sus paradas imposibles, sus espectaculares uno contra uno, sus decisivas actuaciones y su impresionante palmarés lo convierten, a sus 31 años, en uno de los grandes mitos del fútbol español de todos los tiempos.

Andoni Zubizarreta. Nacido en Vitoria el 23 de octubre de 1961, jugó en el Alavés, Athlétic, Barcelona y Valencia. Logró seis Campeonatos de Liga, tres Copas del Rey, tres Supercopas, una Copa de Europa, una Recopa y una Supercopa de Europa, además del Trofeo Zamora de la temporada 1986-87. Récord vigente de partidos jugados en la Primera División, con 622, fue el primero de nuestros futbolistas en alcanzar los 100 entorchados internacionales y en disputar 4 Mundiales con la Selección. Con 126 internacionalidades entre 1985 y 1998 y 99 goles encajados, vivió desde el banquillo el subcampeonato europeo logrado por España en 1984. Guardameta sobrio, nada amigo de alardes ni de excentricidades, muy sereno y de gran colocación.

Luis Miguel Arconada. Nació en San Sebastián el 26 de junio de 1954. Jugó siempre en la Real Sociedad, de la que fue su portero y capitán indiscutible durante la mejor época de la historia del club. Consiguió 2 Ligas, 1 Copa y 1 Supercopa, además de tres Trofeos Zamora de forma consecutiva. Insustituible también en el equipo nacional, disputó 68 encuentros y encajó 63 tantos, entre 1977 y 1985, siendo el primer jugador español en sumar 50 partidos con la Selección. Crucial en la Eurocopa-84, para bien y para mal. Sin él, posiblemente, nunca se hubiera jugado aquella final y jamás sabremos qué hubiera pasado en el decisivo choque, si no se le hubiese escurrido aquel balón bajo su cuerpo. Carismático, de agilidad felina y reflejos sobresalientes, fue uno de los grandes porteros europeos de su época.

José Ángel Iríbar. Nacido en Zaráuz (Guipúzcoa), el 1 de marzo de 1943. Fue durante 18 temporadas el indiscutible número uno en el marco del Athlétic, con el que logró 2 Campeonatos de Copa y 1 Trofeo Zamora, además de alcanzar la final de la Copa de la UEFA en 1977. Con la Selección sumó 49 partidos (42 goles) entre 1964 y 1976, plusmarca española durante muchos años. Titular en la Selección campeona de la Eurocopa-64 y en el Mundial de Inglaterra-66, elegante, seguro y de gran regularidad, ha sido considerado como uno de los mejores guardametas del fútbol mundial.

Ricardo Zamora. Nació en Barcelona el 21 de enero de 1901. Jugó en el Universitari, Español, Barcelona, Real Madrid y Niza francés. Consiguió 2 títulos de Liga, 5 Campeonatos de Copa y la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Amberes. El Divino, catalogado durante décadas como el mejor portero de todos los tiempos, fue uno de los personajes más populares de su época y, posiblemente, el primer futbolista mediático de la historia. Intuitivo, ágil, seguro, de gran colocación, espectacular en sus intervenciones y un verdadero ídolo de masas, entre 1920 y 1936 disputó 46 partidos internacionales (récord que se mantendría durante 40 años) y recibió 42 goles, «muchos de ellos, en fuera de juego», como él mismo aseguraba. Considerado hoy por la FIFA el 5º mejor cancerbero de la historia.

Santiago Cañizares. Nació en Madrid, el 18 de diciembre de 1969. De la cantera del Real Madrid, pasó por el Elche, Mérida y Celta de Vigo, antes de volver al equipo merengue, para terminar fichando por el Valencia. Su palmarés cuenta con 5 Ligas, 3 Copas del Rey, 3 Supercopas, 1 Liga de Campeones, 1 Copa de la UEFA, 1 Supercopa de Europa y 1 oro olímpico. Conquistó, también, 4 Trofeos Zamora, 1 con el Celta y 3 con el Valencia. Internacional en 46 oportunidades entre 1993 y 2006, encajando tan sólo 26 goles, nunca llegó a afianzarse como titular indiscutible, aunque su sobresaliente debut frente a Dinamarca hiciera presagiar todo lo contrario. Autoritario, acrobático y espectacular, sirvió de puente entre la época de Zubizarreta y la de Casillas.

Antonio Ramallets. Nació en Barcelona el 4 de julio de 1924. Defendió la portería del Europa, San Fernando, Mallorca, Valladolid y Barcelona, equipo éste último donde viviría su mejor época, pues no en vano, conquistó 6 Ligas, 5 Copas, 2 Copas Latinas, 2 Copas de Ferias y 5 trofeos como portero menos goleado de la Liga, récord aún vigente y sólo igualado por Víctor Valdés 52 años después. Con la Selección sumó 35 entorchados y encajó 50 goles, entre 1950 y 1961. Ágil y muy seguro, se convirtió en uno de los principales artífices del cuarto puesto logrado por España en el Mundial de Brasil, en donde fue catalogado como el mejor guardameta del mundo.

José Manuel Reina. Nació en Madrid el 30 de agosto de 1982. Actual inquilino de la meta del Liverpool, también ha jugado en el Barcelona y en el Villarreal, con el que logró dos títulos de la Intertoto. Con los de Anfield ha conquistado una Supercopa de Europa, una FA Cup, una Community Shield y una Copa de la Liga, además de 3 Guantes de Oro, trofeo que se concede en Inglaterra al portero que consigue más veces mantener su puerta imbatida. Internacional absoluto desde 2005, lleva jugados 26 partidos con nuestro equipo y ha recibido 15 dianas. Siempre a la sombra de Casillas, ha sido su suplente en los tres títulos consecutivos logrados por España, el Mundial 2010 y las Eurocopas 2008 y 2012.

Ignacio Eizaguirre. Nació en San Sebastián el 7 de noviembre de 1920. Defendió el marco de la Real Sociedad (en dos etapas), Valencia, Osasuna y Granada. A orillas del Turia se alzó con tres títulos de Liga, una Copa del Generalísimo y dos Trofeos Zamora. Disputó 18 partidos internacionales entre 1945 y 1952 y fue superado por los delanteros rivales en 31 oportunidades. Acudió al Campeonato del Mundo de Brasil, en donde jugó dos partidos, colaborando en la consecución del cuarto puesto de nuestra Selección. Hijo del también cancerbero Agustín Eizaguirre, llegó a convertirse en el mejor portero español de la posguerra.

Miguel Ángel González. Nacido en Orense, el 24 de diciembre de 1947. Guardameta del CD Orense, Castellón y Real Madrid. Uno de los mejores cancerberos en la historia del Madrid, con una prolífica carrera en Chamartín entre las temporadas 1968-69 y 1985-86, es decir, desde la época de los Yé-Yé hasta la de la Quinta del Buitre. Conquistó 8 títulos de Liga, 5 Copas, 2 Copas de la UEFA y 1 Copa de la Liga, junto con el Trofeo Zamora de la 75-76. En la Selección fue el portero que retiró a Iríbar, para ceder el testigo poco después a Arconada. Entre 1975 y 1978 disputó 18 encuentros internacionales y encajó 9 goles. Titular en el Mundial de Argentina y suplente en el de España, El Gato fue un verdadero felino bajo los palos.

Carmelo Cedrún. Nació en Amorebieta (Vizcaya), el 6 de diciembre de 1930. Catorce temporadas en el Athlétic, tres en el Español y una en Baltimore, Estados Unidos. En San Mamés logró una Liga, tres Copas y se ganó la internacionalidad absoluta en 1954. Hasta 1963 vistió la camiseta de España en 13 oportunidades, recibiendo 20 tantos. Disputó el Campeonato del Mundo de Chile en 1962. Padre del también portero Andoni Cedrún, sería el encargado de ceder el testigo en la meta del Athlétic a un jovencísimo José Ángel Iríbar.

Víctor Valdés. Nacido en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), el 14 de enero de 1982. Guardameta titular del mejor Barça de la historia, pertenece a la primera plantilla desde la temporada 2002-03 y ha conquistado ya 5 Ligas, 2 Copas, 5 Supercopas, 3 Ligas de Campeones, 2 Supercopas de Europa, 2 Mundiales de Clubes y 5 Trofeos Zamora (4 consecutivos), récord absoluto compartido con Ramallets, que lo convierten en el portero culé más laureado de la historia. A pesar de su enorme categoría bajo los palos, sólo ha disputado 11 partidos con la Selección absoluta, desde 2010, con 4 goles encajados. Ha vivido desde el banco los títulos de campeones del mundo (2010) y de Europa (2012) logrados por nuestro equipo nacional. Valiente, seguro y en constante progresión, es uno de los ejemplos más cristalinos de lo que significa compartir época bajo la alargada sombra de Iker Casillas.

Salvador Sadurní. Nació en Arbós (Tarragona), el 3 de abril de 1941. En las filas del FC Barcelona desde los 20 hasta los 36 años, período de tiempo en el que logró una Liga, tres Copas, una Copa de Ferias y tres Trofeos Zamora. Convocado para la Selección en numerosas ocasiones, el hecho de ser coetáneo de Iríbar sólo le permitiría disputar 10 partidos internacionales (8 goles encajados) entre 1963 y 1969. Todo un símbolo del barcelonismo, fue convocado para el Mundial de Chile-62  y para la fase final de la Eurocopa-64 conquistada por España.

José Francisco Molina. Vino al mundo en Valencia el 8 de agosto de 1970. Fue portero del Villarreal, Valencia, Albacete, Atlético de Madrid, Deportivo y Levante. Indiscutible en el Atlético del doblete, tras el descenso a Segunda de los rojiblancos en la temporada 1999-00, fichó por el Deportivo de La Coruña, donde se convirtió en uno de sus principales puntales durante 6 históricas temporadas. Logró una Liga, dos Copas, dos Supercopas y un trofeo Zamora. Con la Selección tuvo en 1996, probablemente, el debut más peculiar e insólito que un guardameta pueda imaginar, cuando el seleccionador, Javier Clemente, decidió darle el espaldarazo internacional alineándolo de extremo izquierda. Sus otros 8 partidos con la elástica nacional los jugó en su puesto natural, encajando 3 goles. Se despidió de la Selección en la Eurocopa de Bélgica y Holanda del año 2000.

José Vicente. Nacido en Barcelona el 19 de diciembre de 1931. Defendió las porterías del Español, Real Madrid, Mallorca y Deportivo. Con los de Chamartín logró 4 Campeonatos de Liga, 1 de Copa, 1 Copa Intercontinental y 3 Trofeos Zamora. En el equipo nacional le tocó ser suplente de grandes como Ramallets e Iríbar, por lo que sólo disputó 7 partidos y encajó 9 goles, entre 1961 y 1963. Conocido como El Grapas por su seguridad en el blocaje, jugó tres partidos de las rondas eliminatorias en la primera Eurocopa que ganó España.

Francisco Buyo. Nacido en Betanzos (La Coruña), el 13 de enero de 1958. Fue portero del Deportivo, Sevilla y Real Madrid, donde se convirtió en uno de los mejores cancerberos de su historia. Con los merengues conquistó 6 Ligas, 2 Copas del Rey, 4 Supercopas y 2 Trofeos Zamora. A pesar de ser uno de los  porteros más destacados de la época, sólo vistió la camiseta de la Selección en 7 oportunidades y recibió 2 tantos, entre 1983 y 1992. Debutó la feliz noche de la goleada a Malta, por lesión de Arconada, para luego convertirse en el eterno suplente de Zubizarreta. De intervenciones impresionantes, agilísimo, elástico y con cierta tendencia a la polémica, acudió a las Eurocopas de 1984 y 1988, aunque no disputó ningún minuto.

José Araquistáin. Nació en Azcoitia (Guipúzcoa), el 4 de marzo de 1937. Perteneció al Eibar, Real Sociedad, Real Madrid, Elche y Castellón. Todos sus títulos los consiguió vestido de blanco, con 6 Ligas, 1 Copa, 1 Copa de Europa y 1 Trofeo Zamora. Curiosamente, con sus dos últimos equipos alcanzó  sendas finales de Copa en 1969 y 1973, aunque perdió las dos frente al Athlétic. Internacional en 6 oportunidades entre 1960 y 1962, recibió 6 goles y defendió la portería española en el último compromiso del Mundial de Chile, ante Brasil, que supuso nuestra vuelta a casa.

Gregorio Blasco. Nació en Mundaca (Vizcaya), el 10 de junio de 1909. Perteneció al Arenas y al Athlétic, antes de su exilio americano tras el estallido de la Guerra Civil. Jugó también en la selección vasca, Real Club España y Atlante (ambos de México) y en el River Plate argentino. En San Mamés logró 4 Ligas, 4 Copas y 3 galardones como portero menos goleado de la Liga. En México conquistó 3 Ligas y 1 Copa. Probablemente, el mejor portero español de su época, Ricardo Zamora aparte. Fue precisamente este hecho, su coincidencia en el tiempo con El Divino, lo que le privó de una carrera internacional a la altura de su categoría. Cinco partidos entre 1930 y 1936 y sólo un gol recibido, de penalti, es su bagaje con nuestra Selección. Potente, rápido en las salidas y segurísimo, se asentó definitivamente en México, donde fallecería en 1983.

Miguel Reina. Nació en Córdoba el 24 de enero de 1946. Jugó en el Córdoba, Barcelona y Atlético de Madrid. Con el equipo culé logró 2 Copas, 1 Copa de Ferias y 1 Trofeo Zamora. A orillas del Manzanares alzó 1 Liga, 1Copa, 1 Copa Intercontinental, otro Trofeo Zamora y alcanzó la final de la Copa de Europa de 1974 que el Atlético perdió ante el Bayern de Munich. Con sólo 20 años fue la gran sorpresa de Villalonga en la lista para el Mundial de Inglaterra, como tercer portero, aunque el gran Iríbar le cerró las puertas de la Selección en no pocas ocasiones, por lo que sólo defendió nuestro marco en 5 oportunidades entre 1969 y 1973, encajando 3 goles. Padre del actual portero del Liverpool, poseía agilidad, elasticidad y vistosidad en sus intervenciones.

Javier G. Urruticoechea. Nació en San Sebastián el 17 de febrero de 1952. Jugó en la Real Sociedad, RCD Espanyol y FC Barcelona. Con el equipo culé conquistó una Liga, tres Copas del Rey, dos Copas de la Liga, una Supercopa y una Recopa de Europa, además de un Trofeo Zamora. Habitual en las convocatorias de la Selección, fue cinco veces internacional y encajó seis goles, entre 1978 y 1980. Espectacular, de grandes reflejos y especialista parando penaltis, fue el primer futbolista español convocado para tres Mundiales distintos (Argentina-78, España-82 y México-86), aunque no llegó a debutar en ninguno de ellos.

Alberto Martorell. Nació el 13 de marzo de 1916 en Madrid. Toda una vida dedicada al Español de Barcelona, portería que defendió durante doce temporadas y con el que logró la Copa del Generalísimo en 1940. Cuatro veces internacional (y 6 goles recibidos) entre 1941 y 1942. Se dedicó a ejercer su otra gran pasión, la medicina, una vez abandonado el fútbol con tan sólo 31 años.

Juan Carlos Ablanedo. Nació el 2 de septiembre de 1963 en Mieres (Asturias). Siempre en su Spórting de Gijón, donde obtuvo tres Trofeos Zamora y llegó a convertirse en toda una institución bajo los palos. Una memorable actuación suya en la final frente a Italia, le valió a la Selección Sub-21 su primera Eurocopa de la categoría, en 1986. Con la absoluta, disputó 4 partidos, siempre como sustituto de Zubizarreta y recibió 2 goles, entre 1986 y 1991, siendo citado para los Mundiales de México-86 e Italia-90. De agilidad y reflejos deslumbrantes, está considerado el mejor portero de la historia del Spórting.

José María Jáuregui. Vino al mundo el 15 de marzo de 1896 en Las Arenas (Vizcaya). Indiscutible en el Arenas de Guecho durante 18 temporadas, conquistó un Campeonato de Copa en 1919. Disputó tres partidos internacionales, los que jugó la Selección en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928. Encajó 9 goles, 7 de ellos en el desempate de cuartos de final ante Italia. Con él bajo los palos, España alineaba por vez primera a un portero que no era Zamora.

Guillermo Eizaguirre. Nació el 17 de mayo de 1909 en Sevilla. Siempre ligado al club hispalense, con el que logró un Campeonato de Copa en 1935. Guardameta completo, elegante, seguro y algo exagerado en las formas, fue otro de los grandes damnificados por compartir época con Zamora, por entonces, el mejor portero del mundo. Muchas convocatorias y sólo tres veces internacional, en los años 1935 y 1936, con nueve balones recogidos del fondo de sus redes. Como seleccionador nacional llevó a nuestro equipo al cuarto puesto en el Mundial de Brasil, en 1950.

Antonio Jiménez, Toni. Nacido el 12 de octubre de 1970 en La Garriga (Barcelona). Jugó en el Figueres, Rayo Vallecano, Espanyol (en dos etapas), At. Madrid y Elche. Obtuvo dos Trofeos Zamora (uno en Segunda División) y fue el guardameta titular de la Selección Olímpica que se colgó la medalla de oro en Barcelona-92. Con la absoluta disputó 3 compromisos internacionales entre 1998 y 1999, en los que logró mantener su portería a cero.

Juan Alonso. Nació en Fuenterrabía (Guipúzcoa) el 13 de diciembre de 1927. Defendió el marco del Logroñés, Ferrol, Real Madrid y Plus Ultra. En Chamartín, en once temporadas, conquistó 4 Ligas, 2 Copas Latinas y las 5 primeras Copas de Europa del club, siendo así el guardameta español que más títulos de campeón de Europa ostenta. En un período de gran rivalidad en la meta de la Selección, disputó dos partidos internacionales en 1958 y 1959, encajando 3 goles. Su firmeza, eficacia y regularidad, hicieron de él uno de los mejores de la época.

José Casas, Pepín. Nació en Valencia el 16 de noviembre de 1931. Guardó la portería del Alicante, UD Las Palmas (en dos etapas) y Real Betis. En octubre de 1963 recibió la llamada del equipo nacional para el partido de vuelta de los octavos de final de la Eurocopa. Un gol de Gento y una extraordinaria actuación del pequeño gran cancerbero valenciano, sirvieron a España para seguir adelante en una competición que acabaría ganado. Su segundo y último entorchado internacional tuvo lugar en Mestalla, en diciembre de ese mismo año, con una derrota por 2 a 1 ante Bélgica.

Antonio Betancort. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, el 13 de marzo de 1938. Jugó en la UD Las Palmas (en dos etapas), Deportivo y Real Madrid, con el que consiguió seis Campeonatos de Liga, dos Copas del Generalísimo, una Copa de Europa y dos Trofeos Zamora. Dos veces internacional y un gol encajado, en 1965, contra Eire, en la clasificación para el Mundial de Inglaterra. De complexión fuerte, sobrio y sin florituras, tuvo una gran competencia bajo los palos del Madrid y la Selección Nacional. Suplente de Iríbar en Inglaterra-66.

Mariano García Remón. Nació en Madrid el 30 de septiembre de 1950. De la cantera del Real Madrid, pasó cedido por el Talavera y el Oviedo antes de recalar definitivamente en la primera plantilla, hasta su retirada quince temporadas después. De blanco logró 7 títulos de Liga, 4 de Copa, 2 Copas de la UEFA y 1 Copa de la Liga y mantuvo con Miguel Ángel, durante varios años,  una fructífera rivalidad por la titularidad de la portería madridista. Fue dos veces internacional, ambas en 1973 y recibió un gol. Portero muy completo, vivió un auténtico calvario con diversas lesiones graves que lastraron su gran proyección.

Abel Resino. Nacido en Velada (Toledo), el 2 de febrero de 1960. Pasó por el Toledo y el Ciempozuelos, antes de recalar en el Atlético de Madrid, donde se convertiría en uno de los mejores guardametas de España. Se retiró en las filas del Rayo Vallecano. Como colchonero conquistó dos Copas del Rey, una Supercopa y el Trofeo Zamora de la temporada 1990-91, la mejor de su carrera, con su plusmarca mundial de 1.275 minutos sin recibir un gol. Potente en el salto, autoritario con su defensa y de grandes reflejos, fue dos veces internacional (con tres goles), ambas en 1991, su mejor año.

Ricardo López. Nació en Madrid el 31 de diciembre de 1971. Ha jugado en el Real Ávila, Atlético de Madrid, Valladolid, Manchester United, Rácing de Santander y Osasuna, donde aún permanece. Con el Atlético logró una Liga y una Copa (fue el suplente de Molina en el gran año del doblete) y en Inglaterra, un Campeonato de Liga con el Manchester, club en el que se mantuvo dos temporadas. Dos veces internacional entre 2001 y 2002 y un gol encajado, viajó como portero suplente de Casillas al Mundial de Corea y Japón en 2002.

Manuel Vidal. Nació en Bilbao el 15 de octubre de 1901. Jugó en los tres grandes del fútbol español de su época, el Athlétic, con el que logró dos Campeonatos de Copa, el Barcelona, con el que conquistó la primera Liga en la temporada 1928-29 y el Real Madrid. El 22 de mayo de 1927, en un amistoso ante Francia disputado en Colombes, sustituía a Zamora bajo los palos de la Selección, disputando de esta manera, su único partido internacional. En los 41 minutos que estuvo en el campo, logró mantener su puerta a cero.

Juan José Nogués. Nació el 28 de marzo de 1909 en Borja (Zaragoza). Fue guardameta del Zaragoza y del Barcelona, equipo con el que logró la Copa del Generalísimo de 1942. Viajó como suplente al Mundial de Italia en 1934 y por lesión de Zamora, hubo de disputar el desempate de los cuartos de final frente a la selección anfitriona. Nuestro equipo cayó por uno a cero, lo que supuso el adiós de España al Campeonato y el de Nogués a la Selección.

José Pérez. Nació en Arrecife, Lanzarote (Las Palmas), el 24 de octubre de 1908. Después de pasar por equipos de las Islas como el Arenal y el Real Club Victoria, ficha por el Hércules de Alicante donde se convertiría en uno de sus principales baluartes. También jugaría en el Granada y el Marino. Fue el guardameta de la Selección en el primer partido de España después de la Guerra Civil, el 12 de enero de 1941. Disputó 42 minutos y no recibió ningún gol. El único internacional absoluto en la historia del Hércules.

José María Echevarría. Nacido en Algorta (Vizcaya) el 30 de octubre de 1920. De la cantera del Athlétic, logró el doblete con el primer equipo en la temporada 1942-43 y un Trofeo Zamora dos años antes. Seis veces seleccionado por el combinado nacional y una sola presencia en el marco español, en 1941, cuando sustituyó a Pérez en el primer compromiso internacional de la posguerra, recibiendo los dos goles de  Portugal (2-2). Con tan sólo 23 años, una enfermedad pulmonar le obligó a dejar la práctica del fútbol, poniendo fin a su corta y prometedora carrera como guardameta.

José Trías. Nació en Barcelona el 16 de octubre de 1921. Catorce temporadas guardando la meta del Español, interrumpidas por una en la que defendió la puerta del Murcia. Con los Periquitos alzó la Copa del Generalísimo en 1940 y le disputó a Martorell la titularidad bajo los palos durante varios años. Una vez internacional, en 1941, con victoria española sobre Portugal por 5-1.

Juan Acuña. Nació en La Coruña, el 13 de febrero de 1923. Toda su vida ligado al Deportivo, meta que defendería durante 20 años. Uno de los mejores guardametas de su generación y pretendido por todos los grandes de España, su fidelidad al equipo de su tierra le permitió lograr cuatro Trofeos Zamora pero, quizá, le privó de una carrera internacional acorde a sus excelentes condiciones. En diciembre de 1941, con 18 años y 10 meses, se convertía en el portero español más joven en debutar con la Selección, marca que aún perdura. En su único compromiso con España, recibió un gol. En 1950 viajó como tercer portero al Mundial de Brasil, donde no disputó ningún minuto, aunque sí pudo disfrutar de la cuarta plaza lograda por nuestro equipo.

José Bañón. Nacido el 19 de abril de 1922 en Alicante. Perteneció al Hércules y al Real Madrid, al que llegó con 21 años. Se adjudicó un Trofeo Zamora y alzó dos Campeonatos de Copa. De sorprendente elasticidad y agilidad, una afección pulmonar le retiró prematuramente, a los 27 años. Dieciocho convocatorias con la Selección y un partido disputado, en 1947, con dos goles recibidos.

Raimundo P. Lezama. Nació en Baracaldo (Vizcaya) el 29 de noviembre de 1922. A los 15 años, a causa de la Guerra Civil, marchó a Inglaterra donde permaneció  hasta 1941. Jugó en el Southampton y Manchester United, antes de regresar a España para enrolarse en el Arenas. De allí, al Athlétic, con el que vivió la época más gloriosa de su historia. Dos Ligas, seis Copas y un Zamora, junto a los Gaínza, Zarra, Panizo, Iriondo, Nando o Venancio, así lo atestiguan. Su influencia inglesa marcaría sus magníficas condiciones como guardameta, convirtiéndose en todo un innovador de la posición. El saque con la mano o a bote pronto, formaban parte de sus novedosos registros. Un partido internacional con dos goles encajados, en 1947, es su balance con la Selección. Uno de los grandes cancerberos vascos de la historia.

Fernando Argila. Nació el 26 de diciembre de 1922 en Barcelona. Comenzó dedicándose al baloncesto, aunque pronto cambiaría la canasta por los tres palos. Tres temporadas en el Barça (con un título de Copa) y 9 en el Oviedo, interrumpidas por la cesión de un año al Atlético de Madrid. En enero de 1954 ocupó por primera y única vez la portería del equipo nacional, ante Turquía, en partido clasificatorio para el Mundial de Suiza, con victoria española por cuatro tantos a uno.

Juan Antonio Deusto. Nació en Bilbao, el 8 de enero de 1946. Quince temporadas como profesional, repartidas entre el Athlétic, el Málaga y el Hércules. En San Mamés logró un título de Copa en cinco años, pero su eterna suplencia de un Iríbar en plenitud le obligó a emigrar al Málaga, donde viviría la cara y la cruz del fútbol. Un Trofeo Zamora en 1972, un partido internacional en 1973 y un descenso en 1975, año en el que aterrizó en el Hércules. Guardameta de una extraordinaria categoría, como a tantos otros coetáneos, Iríbar le privó de un mayor protagonismo. En su única presencia con la Selección, dos goles de Jupp Heynckes le amargaron el debut.

José Luis F. Manzanedo. Nació en Burgos, el 10 de febrero de 1956. Militó en el Burgos, Valencia, Valladolid, Sabadell y Cultural Leonesa. Con el cuadro ché consiguió 1Copa del Rey, 1 Recopa de Europa, 1 Supercopa de Europa y 1 Trofeo Zamora. De grandes reflejos y agilidad, otros grandes porteros de la época le cerraron las puertas de la Selección. Una vez internacional, en 1977, sustituyendo a Arconada en el descanso. Venció España y mantuvo su portería a cero.

José Manuel Ochotorena. Nació en San Sebastián, el 16 de enero de 1961.De la cantera del Real Madrid, debutó con los grandes con apenas 20 años por una huelga de jugadores profesionales. Dos temporadas después subió definitivamente al primer equipo, donde tuvo una gran competencia con Miguel Ángel primero y Buyo después. Con esa plantilla, levantó 3 Ligas, 1 Copa, 2 Copas de la UEFA y 1 Copa de la Liga. Fichó por el Valencia, con el que alcanzó su mejor nivel, con un Trofeo Zamora y la convocatoria para el Mundial de Italia en 1990. Jugó también en el Tenerife, Logroñés y Rácing de Santander. Una vez internacional, en 1989, con victoria sobre Polonia por 1-0.

Julen Lopetegui. Nacido el 28 de agosto de 1966 en Asteasu (Guipúzcoa). Perteneció al Real Madrid, UD Las Palmas, Logroñés, Barcelona y Rayo Vallecano. Sin apenas oportunidades en los dos grandes del fútbol español, sí pudo saborear, al menos, 1 Liga, 1 Copa, 4 Supercopas y 1 Recopa. En el Logroñés, sí gozó de oportunidades para demostrar que era uno de los mejores porteros de España. Jugó un partido con el equipo nacional, en 1994, y formó junto a Zubi y Cañizares el trío de guardametas para el Mundial de Estados Unidos. El único internacional en la historia del Logroñés y actual seleccionador Sub-21.

Juan Miguel García, Juanmi. Nació en Cartagena (Murcia), el 9 de marzo de 1971. Pasó por el Cartagena, Real Madrid, Zaragoza, Deportivo, Murcia y Nástic de Tarragona. Conquistó 3 Copas del Rey, 1 Recopa y 1 Supercopa. Cartagenero él, curiosamente disputó su único partido internacional en su ciudad natal, en un amistoso en el que España venció por 3-0 a Polonia, en enero de 2000.

César Sánchez. Natural de Coria (Cáceres), nació el 2 de septiembre de 1971. Perteneció al Valladolid, Real Madrid, Zaragoza y Valencia. Con los merengues vivió su mejor momento, pues no en vano consiguió 2 Ligas, 2 Supercopas, 1 Liga de Campeones, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa Internacional, llegando incluso a arrebatarle la titularidad al mismísimo Casillas. De grandes condiciones y muy completo, no tuvo tanta suerte en la Selección, en la que jugó sólo un partido y recibió los 4 goles con los que Alemania nos vapuleó en un amistoso, en agosto de 2000.

Pedro Contreras. Nació en Madrid el 7 de enero de 1972. Perteneció a la plantilla del Real Madrid que logró 1 Liga, 1 Supercopa, 1 Copa de Europa y 1 Copa Intercontinental. Sin opciones de jugar en el club blanco, fue cedido una temporada al Rayo Vallecano, para terminar fichando por el Málaga (una Intertoto), el Betis (una Copa del Rey) y el Cádiz. Una vez internacional y cero goles recibidos, en octubre de 2002. El tercer portero de España en el Campeonato del Mundo de Corea y Japón.

Daniel Aranzubía. Nació el 18 de septiembre de 1979 en Logroño. Canterano del Athlétic, perteneció al primer equipo durante 8 temporadas, hasta recalar en el Deportivo de La Coruña en el verano de 2008. En el equipo de Riazor ha conquistado una Copa Intertoto y aún se mantiene como titular. En 1999 alternó el puesto con Casillas en el Mundial Sub-20 de Nigeria que conquistó España y fue el cancerbero titular en los Juegos de Sydney al año siguiente, donde nuestro equipo logró la medalla de plata. Con la Selección absoluta disputó un encuentro, sin recibir gol alguno, en junio de 2004. Convocado para la Eurocopa de Portugal de ese mismo año, vio desde el banquillo los tres partidos de nuestro equipo.

Diego López. Nació en Paradela (Lugo), el 3 de noviembre de 1981. Ha jugado en el CD Lugo, Alcorcón, Castilla, Real Madrid, Villarreal y Sevilla. Recientemente recuperado para el equipo de Concha Espina, por la lesión de Casillas, ocupa su portería desde el pasado mes de enero. Precisamente como suplente de Iker, vivió la consecución del Campeonato Nacional de Liga de la temporada 2006-07. Una vez internacional, en Macedonia, en agosto de 2009, manteniendo su puerta a cero. Muy seguro y con grandes reflejos,  fue el tercer portero en la Copa Confederaciones de Sudáfrica, en la que España se colgó la medalla de bronce.




El nacimiento del fútbol en Costa Rica (1899)

Introducción

La vinculación formal de Costa Rica con la economía mundial -lograda a mediados del siglo XIX por medio del café- le permitió entrar en contacto más directo con diferentes formas de pensamiento y productos culturales que remodelaron todos los ámbitos de la vida del costarricense. A finales del siglo XIX con el ascenso de los liberales al poder, el país cuenta con una burguesía madura que crea un elaborado sistema de control social mediante el cual transmite e impone su visión al resto de la sociedad1. Dentro del proyecto político-cultural de este sector existe toda una intención por homogeneizar la cultura, donde su visión particular del mundo prevalece, imponiéndose a las demás agrupaciones sociales, asumiéndolas estas para la unidad de los fines económicos y políticos y para la unidad intelectual y moral.

Producto de la europeización cultural de la burguesía nacional, las políticas sociales del Estado se concentraron en controlar, vigilar, civilizar y supervisar a los diferentes sectores subalternos, con el fin de popularizar y vulgarizar los valores y prácticas burguesas, las cuales se consideraban de acuerdo al ideario liberal como los que podían llevar al país al progreso, todo lo cual era producto de la cultura secularizante y cosmopolita en la que se desenvolvía dicho sector desde mediados del siglo XIX.2

Fundamentado en el contexto anterior es que el presente artículo pretende estudiar la importancia de la aparición del fútbol en Costa Rica en 1899 en el tiempo libre de los diferentes sectores sociales costarricenses.

La atrevida intromisión: La aparición del fútbol en Costa Rica (1899)

Con la fundación del Jockey Club de Costa Rica en 1873 se introduce el deporte en este país, su práctica estará estrechamente vinculada con las principales colonias extranjeras radicadas en San José y Puerto Limón -europeas y estadounidense principalmente-, ya que debido a sus lazos socio afectivos con la burguesía nacional y a sus intereses comerciales en torno al café y al banano, es lógico que los primeros clubes deportivos se fundaran en aquellos dos lugares, reforzando así la identidad de clase de esos sectores. De lo anterior se deriva el hecho de que las primeras asociaciones deportivas se dedicaran a actividades que sólo estaban al alcance de sus integrantes, debido a que ellos tenían el suficiente tiempo libre, dinero y preocupación por su salud y apariencia física, aspectos que les permitían sostener sus asociaciones, las cuales tenían un carácter clasista y exclusivo. Basta con observar los nombres de las disciplinas a que se dedicaban: hípica, beisbol, ciclismo y esgrima.3

La revisión de fuentes hemerográficas de Costa Rica confirma que el inicio de las prácticas del fútbol en este país se ubica a principios de julio de 1899 en San José, más específicamente en La Sabana, según lo comprueba La Opinión del martes 4 de julio del año antes citado:

«El domingo estuvimos presenciando [el juego

de Foot-Ball] en la Sabana, formado por per-

sonas de nuestra culta sociedad. Nos parece la

distracción bastante higiénica y algo divertida.

¡Very Well!»4

La Sabana

La Sabana

Otra de las primeras noticias que se tienen acerca de la práctica del balompié, es una que La Prensa Libre publicó el día jueves 6 de julio de 1899, donde se destaca la ejecución que algunos niños hacían de este deporte:

«Bueno y conveniente es el juego de pelotas para

los niños porque ello, más que nada, desarrolla la

musculatura y da vida al organismo. Pero debiera

buscarse para esos juegos ciertos lugares como las

plazas ó la Sabana, y no las calles públicas en donde

siempre hay transeúntes. Sabemos que el martes hubo

varias personas que fueron golpeadas por las bolas. Eso

debe de corregirlo la policía».5

Es de notar cómo se trataba de corregir la práctica desordenada del fútbol en las calles josefinas de antaño y se procuraba encauzar su práctica en sitios donde no afectara la integridad física de las personas, como era La Sabana, por ejemplo.

Junto con lo anterior, hay que señalar la idea que se plantea de que muy posiblemente en sus orígenes en el país la práctica del fútbol era coto cerrado de las personas adultas. Sin embargo, se sabe que algunos niños dejaban de asistir a la escuela, por preferir la práctica del «juego de pelota»:

«[De nuevo] encargamos a la policía los grupos

de niños que se forman en las calles públicas a

jugar a la pelota, con el peligro inminente de las

narices de los transeúntes; por la esquina de

La Granja ya no se puede pasar; se ve que los

niños de esos lados han dejado la escuela para

atender al juego; que grandes batidas las que se

forman allí».6

Los continuos partidos de fútbol realizados en 1899 provocaron poco a poco gran admiración entre los espectadores, según se desprende de un artículo de periódico de agosto de 1899:

«[El juego] de [foot-ball] que tuvo lugar el domingo

en la Sabana, demuestra que ya los sportmen han

adquirido mayor afición al divertimento [english

divertiment] y mas destreza en el sport. Oy yes,

very well, [a]ll right. -God save the queen».7

De la cita anterior se puede deducir la importancia que las costumbres inglesas tenían entre la burguesía, así como la apropiación que realizó en este sentido.

A los aficionados al balompié no les importaban las inclemencias del tiempo, por ejemplo, en la mañana del domingo 3 de setiembre de 1899 hubo en La Sabana gran número de jugadores practicándolo, aún cuando el suelo estaba mojado por haber llovido el día anterior.8

La principal diferencia entre el fútbol y el resto de las disciplinas deportivas que se practicaban hasta ese momento, es que este introduce dos elementos que se encuentran ausentes en las otras disciplinas deportivas: la representación nacional y la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador -este último representado por ingleses-, lo cual ocurre en el ambiente de fiesta cívica del 15 de setiembre de 1899, fecha en que se celebra la independencia nacional.

Estos dos elementos son fundamentales, ya que las otras disciplinas deportivas se realizaban básicamente entre individuos pertenecientes al mismo estrato social, donde no existía la participación del elemento trabajador.

El Equipo Costarricense. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox, Fernando Montealegre, Juanito Montealegre y Carlos Millet. Segunda fila: Chale Chamberlain, Óscar Pinto, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes Mora y Chame Carranza. En el suelo: Roberto Pinto, Mariano Montealegre, Alberto Brenes Mora y Gonzalo Quirós Fonseca. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

El Equipo Costarricense. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox, Fernando Montealegre, Juanito Montealegre y Carlos Millet. Segunda fila: Chale Chamberlain, Óscar Pinto, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes Mora y Chame Carranza. En el suelo: Roberto Pinto, Mariano Montealegre, Alberto Brenes Mora y Gonzalo Quirós Fonseca. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

Los nombres de los contendientes en el partido del viernes 15 de setiembre de 1899 son los siguientes:

Equipo Costarricense: Alberto Brenes Mora (capitán), Óscar Pinto, Gonzalo Quirós, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes, Guillermo Montealegre, Mariano R. Montealegre, Jaime Carranza, Carlos Millet, Juan Montealegre y Roberto Pinto. Suplentes: R. Giralt y J.M. Quirós Blanco.

Equipo Extranjero: R. Johnston (Capitan), C. White, G. Riotte, J. Fenton, J. Harbottle, R. Baird, E. Jenkins, J. Phillips, T. Richards, B. Baldroin y D. White. Suplentes: Dr. H. Farmer y W. Desborough. Juez: Dr. H. Pirie.9

El Equipo Extranjero. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox (segundo de izquierda a derecha), Jim Kelly, Charles Lankester y Robert Johnston. Segunda fila: William White, John Scott, Robert Bishop, Thomas Johnston y Robert Baird. En el suelo: Andy Phillips, John Guillen y William Farmer. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

El Equipo Extranjero. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox (segundo de izquierda a derecha), Jim Kelly, Charles Lankester y Robert Johnston. Segunda fila: William White, John Scott, Robert Bishop, Thomas Johnston y Robert Baird. En el suelo: Andy Phillips, John Guillen y William Farmer. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

Otro de los primeros encuentros balompédicos de los que se tiene conocimiento fue el estaba previsto para mediados de octubre de 1899, entre el segundo equipo del Club Sportmen de La Sabana -con lo que se supone que esta asociación haya estado integrada por más de once jugadores- y el «Partido Azul» del Liceo de Costa Rica, destacándose entre estos últimos algunos muy tenidos por su destreza, entre los que sobresalen algunos futuros políticos, médicos e intelectuales como: León Cortés Castro, Joaquín García Monge, Solón Núñez y Tobías Zúñiga Montufar.10

Es fundamental señalar la participación de los alumnos del Liceo de Costa Rica, que era el principal centro educativo del país, donde ingresaban a estudiar jóvenes provenientes de lugares alejados del Valle Central, los cuales esparcieron la práctica del fútbol al retornar a sus lugares de origen.

Un hecho que distinguió al fútbol del resto de las otras disciplinas deportivas fue la asistencia de un Presidente de la República a un partido de dicho deporte, ya que el Lic. Rafael Iglesias Castro asistió en la mañana del lunes 25 de diciembre de 1899 a presenciar el partido efectuado entre costarricenses e ingleses, lo cual parece haberle impreso a este deporte un carácter «oficial», pues contaba con el patrocinio del Presidente:

«Para estimular el gusto del foot-ball y sabiendo

que este juego desarrolla el vigor del cuerpo a la

par que corrige las costumbres, el señor Presidente

de la República ha ofrecido a los jóvenes que se

dedican a tan saludable ejercicio, su cooperación

en todo sentido».11

Lo anterior permite esbozar la idea de que el Presidente Iglesias trataba de impulsar el fútbol como un deporte de interés nacional, al cual tenía acceso el sector popular costarricense. Aunque es probable que el verdadero interés de don Rafael en el fútbol era recobrar popularidad, ya que es sabido que gobernó en forma dictatorial durante los ocho años que estuvo en el poder.12

Lic. Rafael Iglesias Castro. Presidente de Costa Rica (1894-1898) y (1898-1902)

Lic. Rafael Iglesias Castro. Presidente de Costa Rica (1894-1898) y (1898-1902)

Con respecto al partido en mención, hay que apuntar que dio inicio a las ocho y media de la mañana, siendo amenizado por la banda marcial. Cada equipo portaba su correspondiente uniforme y los ingleses ostentaban en su campo un hermoso pabellón británico. El partido fue ganado por los ingleses, sobresaliendo entre los perdedores Óscar Pinto, quien conquistó ese día, el puesto de mejor jugador de fútbol de Costa Rica.13

Conforme nuevas diversiones comenzaron a ser aceptadas y practicadas por la burguesía josefina -como fue el caso del fútbol-, se comenzó a pensar en introducirlas entre las formas de celebración, que hasta ese momento se conocían en San José, siendo una de las más importantes las ya famosas fiestas cívicas de esta ciudad:

«Ya es tiempo de que abandonemos la rutina ridícula

y la tradición sosa. Nuestras fiestas cívicas, como

hasta ahora se han celebrado, no pasan de ser un

reflejo de barbarie ó de incultura al menos. Esas

mascaradas grotescas, esas corridas de toros y

á veces de vacas, esa manera de divertirse

bacanalmente el pueblo, á fuerza de licor blanco

ó sea de guaro; esa alegría manifestada en la riña

y en el salvajismo de los alaridos inarmónicos y

olorosos á anís y ron colorado; esa fiebre de juego

prohibido y de abuso sin límites, nada bueno dicen

a favor de la cultura y de la moralidad del pueblo.

Que vengan los carnavales en donde el arte

resplandece, los festejos delicados, los

beneficiosos sports y todo aquello que no

evoque la memoria llena de polvo de la era de

la conquista y de la vida de los indios

incivilizados».14

Del párrafo anterior sobresale un discurso que tiene el objetivo de «civilizar», «educar», y a la vez, «modernizar» las formas tradicionales de celebración y festejo que los sectores populares venían conservando y practicando hasta ese entonces, con el fin de adaptarlas a nuevas formas de diversión que se consideraban más cultas, como por ejemplo, los carnavales y los juegos deportivos.

A principios de diciembre de 1899, el entusiasmo por el balompié comienza a convertirse en un aspecto muy importante para los habitantes de la ciudad de San José, ya que en esta se habían formado tres equipos de fútbol.15

Conclusión

Con respecto al origen del fútbol en Costa Rica este se encuentra directamente vinculado a jóvenes estudiantes pertenecientes a las principales familias de la burguesía cafetalera nacional y a alumnos y personal docente del Liceo de Costa Rica, destacándose los estudiantes de esta institución como elementos propagadores del fútbol en el ámbito nacional.

Los factores que hicieron del balompié un deporte con características especiales para el costarricense son los siguientes: introduce el elemento de representación nacional y la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador, factores que diferencian al fútbol de las demás disciplinas deportivas que se venían practicando a fines del siglo XIX, las cuales eran ejecutadas entre individuos pertenecientes al mismo grupo social.

Otro factor que marcó la diferencia en el fútbol es que fue el primer deporte al que asiste un Presidente de la República, lo que posiblemente le haya imprimido un carácter oficial y de interés nacional, aunque es probable que también haya sido un medio para ganar popularidad y hacer imagen política.


1 Gil Zúñiga, José Daniel. «Controlaron el espacio, hombres, mujeres y almas 1880-1941». En: Seminario: «Fin de Siglo XIX e identidad nacional en México y Centroamérica». Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Alajuela, Costa Rica, 11-14 de mayo de 1999.

2 Molina Jiménez, Iván y Palmer, Steven, eds. Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa Rica (1750-1900). San José: Editorial Porvenir, 1992; ________.  El paso del cometa. Estado, política social y culturas populares en Costa Rica (1800-1950). San José: Editorial Porvenir, 1994; Molina Jiménez, Iván. El que quiera divertirse. Libros y sociedad en Costa Rica (1750-1914). San José: EUCR, 1995; Fumero Vargas, Patricia. Teatro público y Estado en San José 1880-1914. Una aproximación desde la historia social. San José: EUCR, 1996; Acuña, Gilbert, et al. «Las exhibiciones cinematográficas en Costa Rica (1897-1950)». Memoria de Seminario. Licenciatura en Historia. Universidad de Costa Rica. 1996; Enríquez Solano, Francisco José. «Diversión pública y sociabilidad en las comunidades cafetaleras de San José: El caso de Moravia (1890-1930)». Tesis de Maestría en Historia. Universidad de Costa Rica. 1998; Urbina Gaitán, Chester. «¿Promoción o prevención? Alcoholismo, Estado e Iglesia en Costa Rica (1850-1936)». En: Repertorio Americano. Heredia: EUNA. Nueva Época. Nro. 7. Enero-Junio de 1999; _________. «Programas radiales, Estado e identidad nacional costarricense (1938-1939)». En: Revista Electrónica de Historia.  Vol.1. Nro.  3.  Abril-Junio del 2000. En: http://ns.fcs.ucr.ac.cr/~historia/portada.html ________. «Homogeneizando culturas. Peleas de gallos, corridas de toros y Estado en Costa Rica (1883-1914)». En: «Revista de Ciencias Sociales». San José: EUCR. Año 43. Nro. 89. 2000-II; y, _________. «Circo, nigromancia y prestidigitación en Costa Rica (1867-1914). Una aproximación desde la historia social». En: ibid. San José: EUCR. Año 43. Nro. 95. 2002-I. En general estas obras refieren que el Estado usó la sociabilidad para transmitir patrones culturales e identitarios -principalmente de tipo nacionalista- con el fin de mantener el respeto a la jerarquía de clase. Sin embargo, su control social se concentró alrededor del Valle Central, región que resumía en torno a sí la idea de nación.

3 Urbina Gaitán, Chester. Costa Rica y el deporte (1873-1921). Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA, 2001. pp.21-62.

4 La Opinión. 4 de julio de 1899. p.3. El paréntesis es mío.

5 La Prensa Libre. 6 de julio de 1899. p.3.

6 ibid. 7 de julio de 1899. p.3. El paréntesis es mío.

7 ibid. 22 de agosto de 1899. p.3. Los paréntesis son míos.

8 La República. 5 de setiembre de 1899. p.2.

9 ibid. 15 de setiembre de 1899. p.3.

10 ibid. 18 de octubre de 1899. p.3. Con respecto a los nombres de los posibles integrantes del «Partido Azul» del Liceo de Costa Rica se obtuvieron de los libros de registro del Liceo de Costa Rica de 1899 y 1900 y los bachilleres de 1899.

11 La República. 25 de diciembre de 1899. p.3.

12 Para más información acerca de la dictadura del Lic. Rafael Iglesias Castro se recomienda la lectura del libro: Orlando Salazar Mora. El apogeo de la República Liberal en Costa Rica 1870-1914. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1990.

13 La República. 29 de diciembre de 1899. p.2.

14 ibid. 21 de setiembre de 1899. p.2. La negrita es mía.

15 ibid. 5 de diciembre de 1899. p.3.




La Copa Seamen’s de 1904: el trofeo más antiguo de Andalucía

La vinculación entre el «Huelva Recreation Club» y el «Seamen´s Institute» onubense  fue muy estrecha a partir de 1896, cuando el Recreation Club se pone en manos de los rectores del Seamen´s, que en gran medida eran los mismos que los del Club, para que de ese modo tutelaran los pasos de éste a partir de entonces.

El carácter futbolístico del Recreativo se perpetua bajo la tutela del Seamen´s Institute:

El Recreativo de Huelva, tenía un marcado carácter futbolístico, tal y como lo pone de relieve el hecho de que llegó a jugar, que se sepa documentalmente, entre 1888 y 1893 un total de 17 partidas de football frente por ejemplo a las 6 reuniones de lawn tennis y cricket.

Dicha circunstancia además, también queda puesta de manifiesto con el testimonio del propio D. José Muñoz, en el mes de Marzo de 1892 en la revista «Crónicas del Sport», Vocal del Club en 1889 y que luego también fuera vicepresidente del Recreativo en 1904. Como dato curioso podemos también añadir que fue el propio Sr. Muñoz el que donó la Copa Seamen´s de la que versa este artículo. Leamos lo que dice su testimonio y cómo deja muy claro que «principalmente se disputaban partidas de football«:

copa-seamens-1

La práctica del football, que a partir de 1896 quedó circunscrita a los marineros ingleses y la colonia inglesa, siguió desarrollándose en los terrenos del Velódromo, cedidos exclusivamente al «Huelva Recreation Club» en 1892 por la Compañía minera de Rio Tinto.

Si bien existen bastantes referencias al respecto,  el Recreativo de Huelva, durante dicha etapa, aún bajo la tutela del propio Seamen´s Institute, obviamente siguió teniendo autonomía propia. De hecho esto queda bastante de relieve en la siguiente nota de prensa de 2 de Febrero de 1899, en la que se cita al Sr. Williams Alexander Mackay como «presidente del Huelva Recreation Club» y abiertamente se habla de los «demás invitados de la junta«:

copa-seamens-2

(………)

copa-seamens-3

Finalmente, el «Huelva Recreation Club», decide retomar su andadura al margen del Seamen´s Institute y en enero de 1903 notifica dicha decisión al propio Alcalde de Huelva:

copa-seamens-4

El 15 de Mayo de 1903, el Dr. Mackay hace público en una nota de prensa que aparece en el diario «La Provincia» el que sería el «nuevo Reglamento» del Club Decano. Dicho Nuevo Reglamento fue presentado el 18 de Mayo de 1903 en el Gobierno Civil de la Provincia conforme a la Ley de Asociaciones de 1887, al objeto de hacer las modificaciones pertinentes oportunas en su anterior inscripción. Dicha nota de prensa es del 20 de Mayo de 1903:

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20 de Mayo 1903. “La Provincia”

20 de Mayo 1903. “La Provincia”

Durante todo ese periodo el Club se afana en mejorar y construir nuevas instalaciones en el Velódromo para regocijo de los nuevos socios. Finalmente en Octubre de 1904 el nuevo pabellón y nuevas instalaciones del Club para el football y el Cricket ya estaban listas para su uso.

La inauguración «no oficial», de las nuevas instalaciones se produce el 15 de Octubre, con una partido de football entre el Club Onubense y el Club de Riotinto.

La historica disputa de la Copa Seamen´s:

El día 30 del mes de Abril de 1904 el Seamen´s y el Recre acordaron una partida de football entre los socios del «Huelva Recreation Club» y los marineros del «Seamen´s Institute» para la cual se ponía en juego una bonita Copa de Plata donada por el entonces Vicepresidente y activo socio D. José Muñoz: La «Copa Seamen´s«.

Y si bien existen algunos indicios de partidas disputadas anteriormente entre ambos «teams», por causas no del todo claras dicho match previsto para el día 30 de Abril finalmente no pudo disputarse quedando pospuesto para el 6 del mes de Noviembre. Es probable que teniendo en cuenta la inminente inauguración del nuevo Pabellón e instalaciones del Club para finales del mes Octubre de ese año, ambas instituciones decidieran hacer coincidir con los actos de la propia inauguración la disputa de dicha hermosa Copa de plata.

Finalmente el partido entre ambos equipos se jugó como decíamos el día 6 de Noviembre de 1904, según consta en la diario local «La provincia» de ese mismo día. Y el resultado, otra vez no fue nada positivo para el cuadro Recreativista: 4-2 ganaron los británicos.

Diario El Gráfico. 18 Noviembre de 1904

Diario El Gráfico. 18 Noviembre de 1904

El Gráfico. 18 Noviembre de 1904. La Copa ganada por el Seamen´s

El Gráfico. 18 Noviembre de 1904. La Copa ganada por el Seamen´s

La Copa Seamen´s no se trataba de un título que fuera dirimido a una sola partida o a un único desafío, sino que tenía por objeto estar en posesión y custodia de aquel que la ganara en la última edición en la que dicha Copa hubiera sido puesta en litigio, si bien aquel que la ganara tres veces consecutivas finalmente se haría con la propiedad de la misma. Se trata de una tradición típicamente británica y que trataba de perpetuar los lazos deportivos entre dos o mas «teams».

Así pues en el primer desafío la Copa se fue a las vitrinas del Seamen´s, pero los del Recreativo no debieron quedarse muy conformes y dos domingos después, el 20 de noviembre de 1904, vuelven a disputarla. La victoria por fin sonríe a los del Recreativo, según se expone la prensa local onubense.

Existen algunos indicios de que el «Huelva Recreation Club» había levantado la Copa de la Raza en 1893 y la Copa Heráldica en 1898, pero fehacientemente y en base a pruebas documentales estrictas se puede considerar que es ese día del 20 de Noviembre de 1904 la primera vez que un capitán del Recreativo de Huelva levanta una copa ganada por el Club Decano. Fue William Alcock, ante un emotivo discurso del Reverendo Jeffrey, en la Capilla Anglicana del propio «Seamen´s Institute».

A partir de ahí se sucedieron los partidos, varios cada año, llegando a contabilizarse, según se puede extraer en el diario «La Provincia», hasta 40 encuentros disputados entre el «Seamen´s» y el «Recreation Club».

Finalmente el 1 de enero de 1911 el Recre gana al Seamen´s por 12-0 y la Copa de plata pasa a ser propiedad definitiva del «Real Club Recreativo de Huelva» al tratarse de la tercera victoria consecutiva, según «La Provincia» del 2 de Enero de ese año.

El Recreativo de Huelva, antes de ese 1 de Enero, ya había ganado en otras ocasiones tres veces seguidas al Seamen´s, pero la propiedad de la Copa siguió disputándose entre ambos. Parece obvio que era clara la voluntad del Club y del propio Seamen´s de mantener la tradición establecida en 1904 y los lazos de hermandad existente entre ambos desde 1896.




La tournée de los argentinos «Gimnasia y Esgrima»

Corría el mes de enero de 1931 cuando desembarcaba en nuestro Puerto de La luz, la Delegación deportiva enviada a Europa, el equipo campeón de la Argentina, «Gimnasia y Esgrima», de La Plata. Dicha embajada, serían nuestros huéspedes. En nuestro «terruño» jugaron cinco encuentros. Hoy vamos a reseñarles el primero de ellos.

—oOo—

Domingo, 11 de enero de 1931

AMISTOSO INTERNACIONAL

GIMNASIA Y ESGRIMA

MARINO .C.

Dosis de ensueños, emotividad, carácter, ilusión, fantasía, pasión, y… cuantos otros «ingredientes» o «regates» se quieran introducir en la coctelera para la jornada deportiva de hoy

El Gimnasia y Esgrima, vence al Marino F. C.

escudo

3 – 2. El Stadium. Con motivo del encuentro de fútbol concertado entre el Gimnasia y Esgrima, de La Plata, República Argentina y el Marino F. C., subcampeón de Gran Canaria, presentaba el Campo de Deportes España, uno de sus habituales aspectos, en días de gran solemnidad balompédica.

La gradería «popular», salvo algunos claros, se encontraba abarrotada de público, lo propio ocurría con la «universitaria», y en las sillas de pista, palcos, preferencia y otros sectores del campo, el público ocupaba asientos en gran número.

El interés que había despertado el encuentro era grande. Y se justificaba sobradamente. El equipo forastero había triunfado en Madrid y Barcelona, frente a fuertes cuadros de reconocida valía y ello era aliciente principalísimo para que el debut del equipo argentino, arrastrara al Campo de Deportes España aquella formidable masa de aficionados al noble deporte.

Antes de comenzar. Flotaba en el ambiente la impaciencia que se había apoderado de todos los que nos encontrábamos en el campo, y los comentarios y augurios sobre el resultado del encuentro eran muchos y variados.

Los equipos en la cancha. A las tres y veinticinco minutos irrumpió en la cancha el Gimnasia-Esgrima, que es recibido con una prolongada salva de aplausos, a los que contestan los homenajeados con los ¡hurras! de rigor. Momentos después aparecen los subcampeones, repitiéndose la ovación.

El árbitro. De común acuerdo entre los directivos de ambos clubes, es designado para arbitrar el encuentro el colegiado don Ambrosio Díaz Casanova, uno de los más competentes de nuestro Colegio.

Sorteo del campo y entrega de un banderín. Verificado el correspondiente sorteo del campo eligen puerta los forasteros, que optan por la del poniente, y Guerra, hace entrega al capitán forastero de un artístico banderín con los colores populares.

Y entre los ¡hurras! de los azules y los aplausos del público, los jugadores pasan a ocupar sus puestos respectivos.

Alineación de los equipos. Los «onces» contendientes se alinearon así:

Gimnasia-Esgrima: Bottasso; Di Giano, Tarrio; Chalú, Minella, Belli; Curell, Arrillaga, Díaz, Demaría y Morgada,

Marino: Aparicio; Matías, Guerra; Del Pino, González, Rodríguez; Victorio, Sosa, Domingo, Toledo y Sosa II

Comienza el partido. A las tres y treinta en punto Domingo pone en juego el balón y la delantera azul, en rápido avance, se desborda hacia la portería forastera, falla Tarrio, en la defensa y Victorio se cuela limpiamente, centra un balón muy pegado al marco, interviene Bottasso y la jugada degenera en un córner, que Toledo envía fuera del campo por encima de las mallas. El público deja oír sus primeros aplausos.

Seguidamente una nueva arrancada de los populares degenera en otro córner, que saca Rodríguez y que Minella se encarga de alejar.

El referee corta el juego impetuoso de los subcampeones pitando varios «fauts».

A un fallo de Guerra, el ala derecha forastera se interna en los terrenos del goal y Aparicio interviene con gran soltura deteniendo un balón que le sirve Arrillaga.

Una jugada espeluznante. El esférico desde la tripleta central popular, pasa a los pies de Toledo, que lo cede, con mucha rapidez a Victorio, corre éste la línea, centra de manera admirable y Sosa I, mete la cabeza, besando el balón el larguero.

La ovación, premiando la bonita jugada, es atronadora.

A continuación un chut de Arrillaga, origina un córner en la puerta popular, que es tirado sin consecuencias.

El primer «goal». Corresponde el honor de hacer funcionar por primera vez el marcador a los de casa y en la siguiente forma:

La línea de ataque azul y en vistoso avance llega a las mallas encomendadas a Bottasso, sin que pudieran impedirlo medios y defensas forasteros, a pesar de los esfuerzos realizados y a un centro de Victorio, templado, matemático, enorme, Toledo remata a «goal» fuertemente, perforando la puerta de los campeones argentinos.

Han transcurrido dieciocho minutos de juego y la ovación que suena en el campo dura largo tiempo.

Otro córner y el empate. Demaría chuta a «goal» y Aparicio detiene el balón a duras penas. Se castiga con otro córner el marco de los campeones argentinos, que es sacado por Victorio y va fuera, empujado el balón por el viento y, poco después, Casanova anula un precioso avance de los blanquinegros por «off-side» marcadísimo de Curell.

Y a los veinticinco minutos de juego Díaz, el excelente delantero centro del Gimnasia-Esgrima, obtiene de forma espléndida el empate aprovechando un pase de Curell.

Dos córners más y… final del primer tiempo. Como cosa más importante anotamos a continuación un chut de Domingo, que muere en las manos de Bottasso. Un córner contra el Marino, que saca Curell, algo abierto y que Toledo aleja. Los repetidos fallos de Del Pino y la actuación francamente mala de González, que motiva peligrosas coladas de los forasteros es causa de que nuestros defensas tengan que multiplicarse en sus puestos, especialmente Guerra, y por último, un córner contra el Marino, por el ala derecha que Toledo se encarga también de alejar.

El segundo tiempo. Apenas comenzado los forasteros atacan una y otra vez, promoviendo momentos de verdadero peligro ante el marco defendido por Aparicio, ataque que se prolongan y que son causa de que se tiren dos córners seguidos contra los azules, uno de ellos por despeje apretadísimo del meta popular.

El silbato del «referee» señala poco después la propia falta en los terrenos de nuestros adversarios y tirado por Rodríguez, Minella se encarga de despejar, alejando todo peligro.

Hay aplausos prolongados para un tiro de Domingo, que recoge Bottasso y la defensa azul se luce una y otra vez en sus continuas intervenciones.

Un córner que degenera en «goal». Victorio saca con poco acierto un córner contra los forasteros. Anotamos un buen tiro de Arrillaga, que Aparicio lanza por encima del larguero, salvando un tanto seguro y sacado por Morgada, lo remata Díaz de cabeza, muriendo el balón dentro de las mallas populares.

Han transcurrido veinte minutos de la segunda parte.

El tercer «goal» de los argentinos. A continuación se tira otro córner contra el Gimnasia-Esgrima. Avanza luego, rápido, el quinteto atacante forastero y un chut de Arrillaga, desde lejos, no esperado por Aparicio, sorprende la buena fe de éste y se cuela por la portería como Pedro por su casa. Fue una verdadera sorpresa para todos en general.

Este tanto se lo apuntaron los argentinos tres minutos después del segundo.

El segundo «goal» del Marino y final del partido. A una salida inoportuna del meta forastero, los populares están a punto de conseguir un goal. Se tira luego un córner contra el Marino, sin que provocara algo que mereciera la pena de anotarse y cinco minutos antes de finalizar el partido Sosa I, aprovechando un centro de Victorio, bate brillantemente a Bottasso.

Después, sólo muchos deseos de empatar por parte de los azules y no pocos de los argentinos por conservar la victoria.

Impresión final. La impresión que nos ha producido el Gimnasia-Esgrima, no puede ser mejor.

Es un once en que sus componentes obedecen a una técnica de juego, de positivos resultados. Observan una colocación excelente, pasan con soltura al compañero, sin regateos inútiles, con conocimiento de causa y en el ataque mantienen un acoplamiento perfecto. Ante el marco, su serenidad es desconcertante y extraña para nosotros. De ahí – nuestro juicio – que su juego rinda tanto provecho. Este equipo nos va a dar muchos disgustos, si la cosa no se enmienda.

De los componentes del once forastero brillaron con luz propia Minella, Arrillaga y Morgada, sin que esto quiera decir que el resto no valga. Si algo flaqueó fue la defensa, y en el primer tiempo tan solo, pues en el segundo estuvo admirable.

El Marino, mereció perder y perdió. Ha sido una de las tardes en que peor se ha desenvuelto en el campo. Salvo los quince o veinte minutos primeros, en todo lo demás no dio pie con bola.

El arbitraje de Casanova inteligente e imparcial.

Manuel Navarro Tejera es autor de la página «Historia del fútbol canario» www.historiadelfutbolcanario.es

Agradecimientos a Ángelo Clerici, Ricardo Gorosito, Patricio Minig y Jorge Gallego por su colaboración.




Cuando las delanteras tenían cinco delanteros: Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Alberto (Atl. Madrid. 69-75)

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 Club Atlético de Madrid que se proclamó campeón de Liga 1972/73. De izquierda a derecha, arriba: Melo, Iglesias, Quique, Pacheco, Adelardo y Benegas. Abajo: Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Alberto

Hubo un tiempo en el que los aficionados podían confirmar su devoción por un club cantando la alineación más representativa. Se decían de carrerilla y, es más, el que presumía de buena memoria también era capaz de recitar el equipo titular de la mayoría de sus rivales. Eran los tiempos del 2-3-5 y posteriormente del 3-2-5. Esta última disposición convivió en la prensa con los 4-2-4 y 4-3-3, cuando en muchas ocasiones el cronista modelaba la táctica del entrenador para ajustarla a la disposición clásica. Por eso casi todos hacían referencia a cinco delanteros. 

Una de estas grandes delanteras fue la del Atlético de Madrid de comienzos de los años 70. Conquistó dos campeonatos de Liga y una Copa del Generalísimo, además de ser la única delantera de toda la historia del Campeonato Nacional de Liga que tuvo en una misma temporada dos jugadores compartiendo el galardón de máximo goleador. Durante cinco temporadas estos delanteros fueron el referente histórico del equipo. Este es un repaso de sus gestas: 

Bajo las órdenes de Marcel Domingo el Atlético afrontó la temporada 1969/70 básicamente con la misma plantilla del año anterior. La delantera titular se quedaba un tanto desequilibrada porque la baja del veterano Enrique Collar no se había cubierto propiamente con ningún nombre destacado. A los Ufarte, Luis, Gárate y Adelardo (Irureta era considerado centrocampista) se les añadieron incorporaciones procedentes de categorías inferiores. Entre esos refuerzos estaba Alberto Fernández, del Real Valladolid Deportivo, fichado tras una excelente campaña en Segunda División junto a su compañero Quique Vicente Hernández.

El Atlético abordaba una competición en la que Real Madrid y CF Barcelona, los que más habían invertido en fichajes, partían como firmes candidatos. Los blancos para retener el título y los azulgrana para, de una vez, romper con una sequía liguera que ya duraba diez años. Por detrás, la UD Las Palmas de Luis Molowny aportaba el tono exótico con un fútbol de rasgos muy particulares. 

La campaña, en cambio, se desarrolló bajo un tremendo duelo entre los dos Atléticos, Madrid y Bilbao, que ofrecieron un juego más evolucionado y actualizado, primando el desplazamiento rápido del balón y un centro del campo potente. Quizá la diferencia que decantó el título para los madrileños fue la calidad de sus delanteros, sin despreciar a los bilbaínos que habitualmente se alinearon con Argoitia, Uriarte, Arieta, Clemente y Rojo en su ataque. 

En un principio, la delantera del Atlético de Madrid contaba, como ya hemos señalado, con Adelardo como interior izquierda. Irureta jugaba más retrasado en la línea medular. La banda izquierda era un poco tierra de nadie, ya que si Juan Antonio o Salcedo podían cubrir la posición, Marcel Domingo prefería a un jugador con mayor espíritu de sacrificio y compensase el centro del campo, debido a que por la derecha Ufarte, Luis y Gárate eran decantadamente atacantes. 

La dinámica intensa de la competición provocó algunos reajustes que fueron acertados. Marcel Domingo conmutó las posiciones de Adelardo e Irureta, con lo que el centro del campo ganó mayor regularidad gracias a que el extremeño era un todoterreno incansable. 

La nueva línea delantera era una verdadera sinfonía sobre el campo, desarrollando una gran cantidad de opciones y recursos. Posiblemente la clave estaba en la polivalencia de todos sus jugadores, salvo Ufarte, que era un extremo-extremo por la banda derecha. 

Empezando por Gárate. Formalmente ocupaba el puesto de delantero centro. Su gran calidad técnica le permitía mucho más que quedarse en punta esperando su oportunidad. Gárate era un jugador completísimo: reunía un certero remate tanto de cabeza como con el pie, un hábil regate y además era rápido y tenía una gran visión de la jugada. Siempre seguido de cerca por su correspondiente central, Gárate tenía tendencia a escorarse a la izquierda, arrastrando a su marcador, haciéndole coincidir allí con el lateral derecho, que quedaba un poco bloqueado. Con ello, no solo abría un gran espacio en el centro, sino que cuando arrancaba por la banda tenía mayor ventaja de recorrido sobre su marcador y eso le facilitaba la entrada en el área. 

Este movimiento hacia la izquierda de Gárate también compensaba la sacrificada labor de Alberto, que demostrando unas grandes condiciones físicas, trabajaba muy fuerte en el centro del campo. Alberto no jugaba de extremo aunque llevase el 11. Se movía mucho más retrasado, si bien, poseía un fuerte disparo desde fuera del área, por lo que pese a su menor recorrido ofensivo seguía siendo un peligro. Irureta cerraba el triángulo de la zona con apoyos bien a Gárate, bien al propio Alberto. 

Luis era el elemento más desestabilizador del ataque rojiblanco. Desde su puesto de interior, aprovechaba constantemente los espacios abiertos por Gárate. Gran rematador de cabeza por su altura y llegada, era un extraordinario lanzador de faltas. Se decía de él que era más fácil detenerle un penalty que un tiro libre. Y es que sorteaba las barreras con nitidez para poner el balón junto a un poste. No es que golpease con especial violencia, sino que el balón llevaba un tremendo efecto. Con el tiempo, por motivo de su artrosis, Luis fue perdiendo recorrido, pero ganó en maestría. En las últimas temporadas se alineaba infiltrándose para superar las fuertes molestias, se le veía arrancar en las carreras con esfuerzo y casi cojeando. Y sin embargo siguió siendo pieza fundamental, porque todo lo compensaba con su increíble visión de juego. Fue el hombre que determinó el estilo del Atlético de Madrid durante varias décadas: el contragolpe. 

La banda derecha era de Ufarte. Un fijo en la alineación del Atlético, su regate era muy limpio, encarando al lateral rival, lo mismo amagaba para buscar la línea de fondo y seguidamente recortaba hacia el centro. Así, desde la esquina del área centraba el balón, allí donde Luis y Gárate, cualquiera de los dos, estaba preparado para anticiparse a los defensores. Ufarte no marcaba goles, era quien los servía. 

En la temporada 1969/70, como ya hemos comentado, Marcel Domingo, el nuevo entrenador rojiblanco, de entrada mantuvo a Adelardo de interior izquierda y a Irureta en el centro del campo. Fue la inclusión de Alberto la que orientaba la disposición de un 4-3-3 más que la del 4-2-4. Durante la primera vuelta las posiciones de Adelardo e Irureta se mantuvieron. Fue en la jornada 17ª, segunda de la segunda vuelta, la primera vez que los cinco jugadores compartieron el ataque. Obtuvieron un 2-2 en el Estadio Insular. Y se consagraron una semana más tarde en Valencia. Aquella tarde el Atlético de Madrid remontó un 2-0 adverso con goles de Irureta y Luis 2, servidos por Ufarte y Gárate. Fueron dos puntos, los de entonces, fundamentales para que el equipo confirmase sus serias aspiraciones al título. También hay que decir, para ser justos, que Salcedo, un punto más ofensivo, permutó muchas veces en el puesto con Alberto. Con todo, el rendimiento del ataque rojiblanco quedaba mucho mejor definido a favor del asturiano. Al final el Campeonato de Liga fue para el Atlético de Madrid y Luis y Gárate se proclamaron máximos goleadores junto con el madridista Amancio. 

Al año siguiente el reto del Atlético de Madrid era doble. Por un lado defendía el título y por otro representaba a España en la Copa de Europa. El equipo tuvo un gran comienzo de temporada, mostrando las mismas armas que le habían valido para el éxito del año anterior. Su momento culminante llegó la noche del Cagliari en el Manzanares. El recital fue completo con un Atlético volcado sobre el portal de Albertosi creándole una atmósfera infernal durante media hora hasta que Luis desde fuera del área colocó un ajustado remate a la cepa del poste. Luego el contragolpe madrileño llevó la sentencia también con el mismo protagonista, que cerró la noche con un tercer gol de penalti. Sin embargo una plantilla corta y la lesión de Luis rompieron esa línea que le hubiese llevado a revalidar el título. El Atlético era el equipo que mejor fútbol hacía de España, con diferencia, pero también era el que tenía el calendario más sobrecargado. Hubo dos grandes noches más, como la del 3-0 al Valencia CF, que luego sería el campeón de Liga, y la del 1-0 al Ajax, el que luego seria tricampeón europeo de Cruyff, con gol de Irureta, que no fue suficiente renta porque en Amsterdam el equipo se alineó con notables bajas, entre ellas la de Gárate. Al regreso de Holanda, el empate entre el Atlético y el Barcelona en el Manzanares acabó dando el triunfo liguero al Valencia. 

La temporada 1971/72 quedó muy condicionada por las varias lesiones de Gárate. Eran tiempos en los que la contundencia de los defensores no se frenaba y parecía que tenían demasiado margen para actuar contra los delanteros. Gárate fue una de las víctimas más importantes de esas circunstancias. No solo lo notó el Atlético, sino también la propia selección española. Solo en la recta final del campeonato, cuando ya dirigía el equipo Marx Merkel, el Atlético recuperó su fuerza y su pegada. Precisamente entre los mejores encuentros que ofreció está el 4-1 al Real Madrid a falta de una jornada para el final. Con este resultado, si el Barcelona hubiese ganado en campo del descendido Córdoba, el campeonato hubiese sido para los azulgrana, pero no lo aprovecharon y al final los blancos, con un equipo muy joven, se proclamaron campeones. En la Copa, que entonces se disputaba a continuación de la Liga, el Atlético se impuso con autoridad, derrotando en la final al Valencia CF, que contaba con un equipo mucho más fuerte y competitivo que el que se había llevado la Liga un año antes. 

Luis fue el gran protagonista del éxito en la campaña liguera de la temporada 1972/73. La edad empezaba a hacer mella en los jugadores más veteranos, especialmente Ufarte. La inclusión de Becerra en el eje ofensivo fue importante, porque abría nuevos recursos, además de apoyar a Gárate, ya demasiado castigado. El campeonato empezó con un Barcelona más firme y definitivamente decidido a ganar por fin una Liga. Y así estaba dominando hasta que visitó el Manzanares. Allí apareció el Atlético de las grandes noches y doblegó a líder. Con ello evitó que el Barcelona se escapase en la clasificación. Hasta entonces el verdadero problema del Atlético era su irregularidad y para poder remontar la ventaja barcelonista tenía que mejorar mucho sus resultados. En casa conseguía elaboradas victorias ante equipos que se cerraban muy bien. La clave del éxito definitivo estuvo en los partidos en campo contrario, en el fulminante y certero contragolpe con los que vencía a sus rivales. El Atlético llegó a sumar más puntos fuera que en casa. Y es que Luis, con su maestría montando las escapadas de Gárate y Becerra, controlaba mejor el rendimiento del equipo que el propio Marx Merkel. En los últimos partidos, los decisivos, el Atlético recuperó su delantera de gala y así en la jornada 34, ante el RC Deportivo fue la última vez que se pudo ver en Madrid en el once inicial a Ufarte, Luis, Gárate, Irureta y Alberto. Esa tarde el Atlético se proclamó campeón de Liga. 

Los cinco delanteros continuaron en plantilla un año más. Juan Carlos Lorenzo sustituyó a Marx Merkel. Llegaron los argentinos Ayala y Heredia y la plantilla, por fin, tuvo una extensión apropiada para las necesidades del club. Las constantes permutas en las alineaciones impidió que se volviesen a reunir los cinco formando línea de ataque en ningún momento, aunque sí compartiesen alineación. Precisamente, en la final de la Copa de Europa en la que el Bayern evitó el triunfo del Atlético a un minuto del final, fue la última vez que los cinco compartieron la misma camiseta: Ufarte, Luis, Gárate e Irureta estuvieron en el once inicial. Posteriormente Alberto sustituyó a Ufarte. Aquella noche se cerró una de los ciclos más gloriosos de la historia del Atlético de Madrid. 

Las cifras de los delanteros durante los cinco años relatados: 

Año

UFARTE

Partidos/goles

LUIS

Partidos/goles

GÁRATE

Partidos/goles

IRURETA

Partidos/goles

ALBERTO

Partidos/goles

1969/70

30/4

30/16 *

30/16 *

23/1

29/7

1970/71

30/3

17/3

28/17 *

27/13

30/4

1971/72

27/1

31/11

16/5

33/8

30/3

1972/73

24/1

32/16

24/5

30/8

28/1

1973/74

12/0

23/9

29/11

26/6

27/0

* máximo goleador de la temporada

 Partidos disputados en que intervinieron los cinco delanteros

 

Fecha

Jornada

  rival Res Goleadores clave minutos

14/09/1969

1

F SEVILLA CF 1-0 Gárate 61 T 1m-89m

21/09/1969

2

C UD LAS PALMAS 1-2 Alberto 90 T 1m-90m

28/09/1969

3

C VALENCIA CF 2-0 Orozco 51, Luis 54 R 46m-61m

05/10/1969

4

F RC CELTA 1-1 Gárate 15 T 1m-64m

12/10/1969

5

C RCD MALLORCA 3-1 Luis 15, 43, Gárate 51 T 1m-90m

30/11/1969

12

F PONTEVEDRA CF 2-1 Ufarte 2, Gárate 66 R 59m-90m

07/12/1969

13

C ATLÉTICO BILBAO 2-1 Ufarte 4, Luis 18 R 29m-90m

21/12/1969

15

C CD SABADELL 0-1   R 59m-90m

28/12/1969

16

C SEVILLA CF 1-0 Adelardo 80 R 74m-90m

04/01/1970

17

F UD LAS PALMAS 2-2 Gárate 43, Luis 76 D 1m-86m

11/01/1970

18

F VALENCIA CF 3-2 Irureta 68, Luis 72, 85 D 1m-90m

18/01/1970

19

C RC CELTA 4-0 Gárate 22, 29, 44, Luis 60p T 1m-57m

25/01/1970

20

F RCD MALLORCA 0-1   D 1m-90m

15/02/1970

22

F REAL ZARAGOZA 0-1   D 1m-45m

08/03/1970

24

F ELCHE CF 1-1 Gárate 7 D 1m-75m

15/03/1970

25

C REAL MADRID 3-0 Luis 13, 58, Gárate 76 R 68m-90m

22/03/1970

26

F RC DEPORTIVO 1-0 Salcedo 81 D 1m-66m

29/03/1970

27

C PONTEVEDRA CF 2-0 Luis 7, Adelardo 71 R 30m-72m

19/04/1970

30

F CD SABADELL 2-0 Ufarte 68, Calleja 86 R 80m-90m

03/05/1970

C16i C CÓRDOBA CF 2-1 Luis 29, 77p R 57m-90m

24/05/1970

C 8v F ATLÉTICO BILBAO 1-2 Adelardo 40 R 71m-90

12/09/1970

1

F UD LAS PALMAS 1-1 Irureta 66 D 1m-75m

16/09/1970

Eu16i C AUSTRIA WIEN 2-0 Luis 8, Gárate 53 D 1m-74m

20/09/1970

2

C ATLÉTICO BILBAO 2-0 Gárate 17, 36 D 1m-83m

27/09/1970

3

F REAL ZARAGOZA 1-0 Gárate 42 D 1m-61m

30/09/1970

Eu16v F AUSTRIA WIEN 2-1 Luis 41, Gárate 85 D 1m-90m

04/10/1970

4

C RC CELTA 3-1 Alberto 60, Luis 64, Irureta 87 D 1m-90m

11/10/1970

5

F CD SABADELL 2-0 Gárate 48, Irureta 78 T 1m-77m

25/10/1970

7

F RCD ESPAÑOL 0-0   R 23m-90m

01/11/1970

8

C REAL MADRID 2-2 Irureta 85, Gárate 90 R 73m-90m

05/11/1970

Eu8v C US CAGLIARI 3-0 Luis 33, 72, 89p D 1m-90m

28/02/1971

23

F REAL MADRID 0-1   T 1m-90m

06/03/1971

24

C VALENCIA CF 3-0 Gárate 36, Ufarte 58, Luis 66 T 1m-90m

10/03/1971

Eu4i C LEGIA WARSZAWA 1-0 Adelardo 22 D 1m-45m

14/03/1971

25

F SEVILLA CF 1-1 Irureta 30 D 1m-31m

04/04/1971

28

C SPORTING GIJÓN 2-0 Alonso 6pp, Gárate 74 R 53m-87m

10/04/1971

29

F CD MÁLAGA 0-0   R 57m-90m

14/04/1971

Eu2i C AJAX  AMSTERDAM 1-0 Irureta 43 D 1m-75m

19/03/1972

26

C BURGOS CF 1-0 Luis 76 R 65m-90m

26/03/1972

27

F CÓRDOBA CF 1-0 Ufarte 5 D 1m-90m

02/04/1972

28

C CD MÁLAGA 0-0   D 1m-28m

22/04/1972

31

F UD LAS PALMAS 0-1   R 68m-90m

07/05/1972

33

C REAL MADRID 4-1 Alberto 19,Adelardo 21,Gárate 53,Zoco 85pp D 1m-56m

14/05/1972

34

F REAL BETIS 3-1 Irureta 48, Luis 67, Gárate 89 D 1m-58m

03/06/1972

C 8i C UD LAS PALMAS 1-0 Irureta 57 D 1m-78m

10/06/1972

C 8v F UD LAS PALMAS 0-0   D 1m-68m

03/09/1972

1

C VALENCIA CF 1-3 Luis 18 D 1m-59m

22/04/1973

30

C BURGOS CF 4-2 Becerra 26, Irureta 65,69, Adelardo 76 T 1m-70m

28/04/1973

31

F CF BARCELONA 0-0   R 46m-69m

06/05/1973

32

C GRANADA CF 2-1 Luis 67,85 D 1m-45m

20/05/1973

34

C RC DEPORTIVO 3-1 Luis 42, Adelardo 57, Gárate 70 D 1m-90m

23/05/1973

C 5ªv F RCD ESPAÑOL 0-2   D 1m-90m

 D = los 5 formaron la delantera titular.

T = los cinco entraron en el equipo titular pero no todos en la delantera.

R = Los cinco coincidieron sobre el terreno de juego por sustitución de algún titular. 

Partidos en que jugaron los cinco, pero no llegaron a coincidir sobre el terreno de juego:

 

Fecha

Jornada

  Rival Res Goleadores jugaron
15/11/1969

10

F REAL MADRID 1-1 Adelardo 57 UL(I)GA

23/11/1969

11

C RC DEPORTIVO 2-0 Adelardo 10, Gárate 30 ULGA(I)

12/04/1970

29

C REAL SOCIEDAD 4-0 Gárate 20, 50, Salcedo 31, Alberto 63 ULGA(I)

10/05/1970

C16v F CÓRDOBA CF 2-0 Salcedo 18, Luis 28 U(I)LGA

14/02/1971

22

C RCD ESPAÑOL 3-0 Irureta 42, Gárate 51, Orozco 85 U(L)IGA

28/03/1971

27

F REAL SOCIEDAD 1-0 Gárate U(A)GIL

18/04/1971

30

C CF BARCELONA 1-1 Luis 63 UIG(L)A

11/09/1971

2

C CD SABADELL 5-0 Luis 9, Gárate 20, 35, 50, Becerra 34, ULG(A)I

26/09/1971

4

C VALENCIA CF 0-1   U(A)LGI

17/06/1972

C 4i F CF BARCELONA 2-0 Luis 13, 22 LG(U)IA

24/06/1972

C 4v C CF BARCELONA 1-0 Juan Carlos 2pp L(U)GIA

10/09/1972

2

F REAL OVIEDO 2-0 Gárate 27, Ovejero 47 UG(L)IA

03/12/1972

13

F BURGOS CF 1-0 Benegas 31 ULG(A)I

31/12/1972

16

C REAL ZARAGOZA 0-0   LGIA(U)

21/01/1973

18

F VALENCIA CF 2-1 Gárate 43, Becerra 54 LG(U)IA

04/02/1973

20

F REAL BETIS 0-1   LGIA(U)

25/03/1973

26

F RC CELTA 1-0 Gárate 19 LIG(U)A

08/04/1973

28

F SPORTING GIJÓN 3-2 Salcedo 55, Luis 79, 89 ALG(U)I

02/09/1973

1

F SPORTING GIJÓN 3-0 Becerra 3, Gárate 50, José Manuel 88pp U(A)LGI

08/09/1973

2

C VALENCIA CF 3-1 Gárate 44, 57, Luis 88 U()LGI-(A)

02/12/1973

12

C CR MURCIA 4-1 Gárate 2, 42, Luis 28, Capón 82 ULGI(A)

28/04/1974

32

C CF BARCELONA 2-0 Luis 85p, Heredia 89 LGIA(U)

15/05/1974

EuFinal N BAYERN 1-1 Luis 113 U(A)LGI

 U: Ufarte; L: Luis; G: Gárate; I: Irureta; A: Alberto. (): sustituto.




Club de Football de Sevilla (1890-92), Sociedad de Football de Barcelona (1893-96) y Football Club Barcelona (1899-): ¿sociedades netamente futbolísticas del siglo XIX?

¿Cuál fue el primer club de España dedicado netamente a la práctica del football?. ¿Un Club que contenga el vocablo «football» en su denominación es más futbolero que otro que no lo contenga?. Aparentemente las preguntas son sencillas, pero analizadas en su contexto elemental contienen sus aristas cortantes. 

Durante finales del Siglo XIX en España empezaron a desarrollarse sociedades dedicadas a practicar los diversos sports ingleses, entre ellos el Football, amen de otros sports como el Lawn-tennis o el cricket. Las denominaciones de estas sociedades eran diversas, desde aquellas que incluían los términos «Recreation Club», «asociación atlética» o «asociación deportiva» entre otros, a aquellas en las que aparecía el apellido «Football». En este sentido, y para no dejar en el olvido a otras sociedades de aquella época, además de las indicadas en el encabezado del artículo, también aparecieron otras que tenían el vocablo «football», tales como el Football Club Catalán (1898/) el Palamós Club de football (1898/) o el Águilas Club de football (1896/), pero no se trata de hacer un recuento de estas sociedades, sino de responder con sentido a las preguntas planteadas en un principio. Y con los clubes arriba indicados tenemos suficiente para nuestro cometido. 

Para empezar a responder la primera cuestión debemos hacer una reflexión elemental en forma de pregunta: ¿el simple hecho de llevar el apellido «football» en la denominación de un Club implica que deba darse por sentado que éste únicamente se dedicaba a practicar dicho deporte?. 

Obviamente se puede considerar sin temor a equivocarnos que el hecho de poseer dicho vocablo «football» implica que era el deporte principalmente practicado en todo caso, pero no implicaba en absoluto que fuera el único. En este sentido vamos a analizar algunos casos. El primero puede ser el caso del «Football Club Barcelona» (1899- ). 

Como muy bien se encargó de explicar y detallar el gran investigador D. Fernando Arrechea, el 29 de Noviembre de 1899, aparece la siguiente nota de prensa en los diarios catalanes, que daba el pistoletazo de salida para el Fútbol Club Barcelona: 

1106

 

La dedicación  y el propósito de aquella naciente sociedad queda muy clara en los estatutos presentados en el Gobierno Civil, tal y como, descubrió recientemente el Sr. Arrechea. 

En los mismo puede leerse, en el artículo 1º: «Bajo la denominación de football Club Barcelona se constituye en esta ciudad una sociedad de aficionados al deporte del football, y cuyo fin es el fomento y propagación de este Sport para el desarrollo de la juventud«

 272

 

 Parece obvio que, al amparo de los documentos legales, se trataba de un club cuya finalidad no era inicialmente otra que la del fomento y desarrollo del Football. Sin embargo no pasó demasiado tiempo desde su fundación sin que el club desarrollara otras secciones deportivas. En 1900 el mencionado Club comunica en nota de prensa que iba a crear secciones de cricket, lawn tennis y atletismo, pero sin embargo solo se tiene constancia en prensa de carreras y prácticas atléticas. Este caso tan simple pone de relieve por tanto que el hecho de tener ese apellido («football») contenido en su denominación social, no implica la exclusividad en la práctica del susodicho deporte. 

Sin embargo, la Sociedad de Football de Barcelona (1893-96), en base a los documentos existentes, SI se dedicó netamente a la práctica del football, ya que no se tiene constancia documental alguna de que ésta hubiera jugado a otro sports. Todas sus apariciones señalan a partidas de football contra la Asociación de Torelló y otros Clubes cercanos en los que otros sports eran predominantes.

 Siguiendo con el análisis de los Clubes planteados en el título del artículo, parece que lo mismo que le sucedió al «Football Club Barcelona» (1899-  ) también sucede con el «Club de football de Sevilla» (1890-92)

El 14 de Marzo de 1890, en el diario Escocés «Dundee Courier» se dice lo siguiente en lo que respecta a los propósitos de aquellos pioneros del football sevillano: 

350

 Si bien, tal y como demostró el gran Arrechea en los «cuadernosdefutbol» de Enero de 2013, el primer partido bajo las reglas de la asociación que se juega en España no es en Sevilla, sino en Bilbao, la parte del texto del artículo que nos interesa dice:

«Hace unas seis semanas unos cuantos jóvenes entusiastas de origen británico nos reunimos en uno de los cafés a los efectos de considerar la propuesta de que deberíamos constituir una Asociación atlética, ya que veníamos sintiendo la necesidad de hacer ejercicio«. 

Que duda cabe que la intención de aquellos jóvenes era la de practicar el football como deporte principal, pero desde luego que el carácter «atlético» de esa asociación, tal y como reza en el artículo arriba expuesto, debió de estar muy presente desde el principio, pues casi inmediatamente después de esa fundación, el Club de football de Sevilla también comienza a practicar el tennis. Es desde luego extraño pensar que una sociedad de 1890, pudiera «sobrevivir» deportivamente hablando, únicamente a base de la práctica del football.

 Así en el diario La Provincia, el 18 de Marzo de 1890 se puede leer lo siguiente: 

     » El Club Recreativo de Huelva ha invitado al Club de football de Sevilla para tomar parte en dos grandes partidas de pelota, que han de verificarse el sábado 22 del corriente. La primera de Lawn Tennis en los jardines del Hotel Colón….Y la segunda de Football en los terrenos frente a la Fábrica de Gas. A las 8 de la noche del mismo día se dará un espléndido banquete en el Hotel Colón, en honor de los socios del Club sevillano».

 434

La partida de lawn Tennis entre el Recreation Club y el «Club de football de Sevilla» quedó confirmada y acordada entre ambos clubes en el diario «La Provincia» de 22 de Marzo de 1890, aunque como puede leerse quedó suspendida y trasladada al sábado siguiente debido al fallecimiento del pastor evangélico Mr. Lundie: 

La mencionada nota de prensa dice así: «…el sábado próximo tendrán lugar dichas partidas en los sitios y horas ya anunciadas»

 Todo ello queda de nuevo evidenciado por otra nota de prensa, en esta ocasión aparecida el día 28 de Marzo de 1890 en el Diario «La Provincia«, también, y en la que literalmente se dice:

 «Mañana sábado llegan los socios del Club de Football de Sevilla para tomar parte en las dos partidas de pelota anunciadas. La principal partida, que es la de football se jugará en los terrenos de la fábrica de gas….»

 523 

Es evidente pues que el «Club de football de Sevilla» de 1890 también practicaba por tanto otros Sports propiamente ingleses, lo cual es como hemos apuntado lo más razonable en esa época, si bien el football era el deporte principalmente practicado por ese Club Sevillano. 

El potencial contra-argumento a nuestra tesis: «Sí, pero el –Club de football de Sevilla- (1890-92) o el -football Club Barcelona- (1899- ) practicaban principalmente el football, por eso se pueden considerar como netamente dedicados a ese Sport».

 Este planteamiento o «contra argumento» nos va a servir para responder a la vez a las dos siguientes preguntas:

¿Un Club que contenga el vocablo «football» en su denominación es más futbolero que otro que no lo contenga?, y

-¿Un club que no contenga el vocablo «football» en su denominación podría dedicarse principalmente al «football»?

 Comparemos por ejemplo a ese «Club de football de Sevilla» de 1890 con el único equipo contra el que jugara, El «Huelva Recreation Club» (1889- ), que curiosamente no contiene la palabra «Football» en su denominación social.

 Analicemos para ello el testimonio del Sr. José Muñoz vocal y directivo del «Recreation Club» desde 1889 en una nota de prensa aparecida a principios de 1892, en «Crónicas del Sport» de Madrid:

 618 

«Desde la fundación de este Club se han jugado importantes partidas de Lawn tennis, cricket y PRINCIPALMENTE FOOTBALL, contra Clubs de Rio Tinto, Tharsis, Sevilla y otras poblaciones».

 Como pueden comprobar de nuevo, esos clubes, referidos en la nota de arriba no sólo practicaban football, sino también tennis y Cricket.

 Obviamente  atendiendo al texto de la nota de prensa se entiende que el «Huelva Recreation Club» también jugaba principalmente al football pero, miren por donde, no lleva el vocablo «football» en su denominación social.

 Así pues, si nos atenemos exclusivamente al planteamiento esgrimido en el «contra argumento» arriba expuesto, si el «Huelva Recreation Club» jugaba principalmente al football quiere decir también que se dedicaba netamente al football. 

Por todo ello queda puesto de manifiesto que no necesariamente un club tiene porqué contener en su denominación la palabra «football» para practicar este deporte de forma principal y preferencial. El «Recreativo de Huelva» (1889-  ), al igual que el «football Club Barcelona» y el «Club de football de Sevilla» (1890-92) jugaba desde su fundación también principalmente al football.

 Por todo ello, en realidad, nos resulta del todo absurdo hablar de «Club netamente dedicado al football».

Pero la cuestión verdadera a la que queremos llegar es esta: ¿Un Club que contenga el vocablo «football» en su denominación es más futbolero que otro que no lo contenga?

 Comparamos por ejemplo el «Club de football de Sevilla» (1890-92) y el «Huelva Recreation Club» (1889-   ) en lo que a partidas de football se refiere. De inmediato nos percatamos de algo muy curioso: Que el «Recreation Club» llegó a jugar entre 1888 y 1893 un total de 17 partidos (documentados), mientras que el «Club de football de Sevilla» sólo 6 (todas contra el «Huelva Recreation Club»).

Por tanto también se pone de relieve que el hecho de que una denominación social de un club no contenga el vocablo «football» no implica que dicho Club sea menos futbolero que otro que si la contenga. En este caso concreto por ejemplo, es obvio que el Recreation lo era más que el «Club de football de Sevilla (1890-92).

 Adjunto la tabla de partidas de football del «Huelva Recreation Club» entre 1888 y 1893.

 715

 

7




Dos reuniones de historiadores del fútbol: Historia contra memoria histórica

La primera edición de nuestro Foro Félix Martialay tuvo como uno de sus temas la memoria histórica, concepto que fue brillantemente expuesto por José Manuel Rodríguez Pardo y recogido en su artículo http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2010/10/futbol-y-memoria-historica-2/.

Traigo a colación la oposición entre la Historia y la memoria histórica con motivo de glosar brevemente dos reuniones de historiadores del fútbol que tuvieron lugar hace algo menos de quince años. Hace unas semanas Javier Bravo halló un documento referido al titulado I Congreso de Historiadores del Fútbol, celebrado en Ferrol los días 1 y 2 de diciembre del año 2000. Organizado por el Círculo Racinguista, fue impulsado por Carlos Castro Pinhão, autor entre otros de dos magníficos anuarios del fútbol gallego.

De aquella reunión contamos con la nota de prensa publicada en La Voz de Galicia (http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2000/11/30/313509.shtml) y, puesto que Bernardo Salazar dio una conferencia que tituló «As mentiras do futbol» también salió reseña en el As. Pero más aún, aunque por razones logísticas ningún miembro del CIHEFE estuvo presente, los organizadores tuvieron a bien enviarnos el manifiesto que hicieron público como conclusión de la reunión, que para general conocimiento publicamos ahora junto con la carta enviada a los organizadores por la Fundación Zerumuga.

Dicho lo cual, el recordar la oposición entre Historia y memoria histórica venía al caso porque ese encuentro de Ferrol (del que conservamos al menos las pruebas y documentos citados) tuvo su origen en una reunión organizada en Madrid por el propio Carlos Castro en la que se discutieron todo tipo de asuntos sobre la historia y en la que principalmente tuvimos la oportunidad de conocernos personalmente muchos que hasta entonces solo nos conocíamos por carta o teléfono. Yo personalmente conocí aquel día a José Ignacio Corcuera y al presidente José del Olmo, a quien le tiré una coca cola encima al extenderle la mano para saludarlo. Empezamos bien.

El caso es que frente a la reunión de Ferrol, plenamente documentada, de la madrileña nadie conserva ningún dato concreto, por lo que para reconstruirla nos hemos visto obligados a tirar de la memoria histórica de los presentes. ¿Cómo no llegar a un acuerdo en el recuerdo de algo ocurrido hace menos de 15 años y precisamente entre historiadores acostumbrados a ejercitar la memoria?

Recuerda el primero: fue el mismo año que lo de Ferrol, en primavera.

Afirma el segundo: recuerdo que hacía frío porque dejamos todos los abrigos apartados. Fue en el año 2000.

Sostiene el tercero: hacía muy buen día, íbamos en manga corta. Y recuerdo bien que Víctor estaba en el último año de instituto (1999).

Termina el cuarto: fue necesariamente en el año 2001 porque se hizo después de lo de Ferrol.

Por pudor omito los nombres de los cuatro memoriólogos expertos, uno de los cuales por cierto soy yo mismo. Pero todos ellos se enfrentan además con el recuerdo que de esa reunión aparece en un artículo sobre la historia del CIHEFE publicado en los Cuadernos de Fútbol, que coloca la reunión al principio de verano del año 2000: http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/02/historia-del-cihefe-iiiel-despacho-de-la-calle-general-orgaz/

Intentando sacar algo en claro, y corrigiendo lo expuesto en aquel artículo, me atrevería a decir que la reunión debió de ser en 1999 y que quizá fue en marzo. Ambas conclusiones, absolutamente sujetas a rectificación, las saco porque quien las afirmó da detalles externos que le dan mayor verosimilitud al recuerdo: los abrigos y mi instituto. Por lo demás, parece que sí hay consenso en que se celebró un sábado, que fue en la cafetería El Parterre, en la calle de Alberto Bosch y que estuvimos presentes los siguientes:

  1. Luis Javier Bravo Mayor
  2. Carlos Castro Pinhão
  3. José Ignacio Corcuera Lizaso
  4. Pedro Luis Ferrer
  5. Juan Manuel Julián
  6. Ángel Lebaniegos Sánchez
  7. Félix Martialay Martín-Sánchez
  8. Víctor Martínez Patón
  9. José María del Olmo Rodríguez
  10. Bernardo Salazar Acha
  11. José Vicente Tejedor Carnicero
  12. Jorge Valverde Alonso

Terminado el disparate de nuestra memoria histórica y constatado con un ejemplo práctico la confianza con que pueden tomarse sus conclusiones, termino el artículo con la seriedad que confieren los documentos, los relativos a la reunión de Ferrol.

I ENCUENTRO DE HISTORIADORES DEL FÚTBOL

Para una asociación modesta y de corta vida como el Círculo Racinguista resulta un motivo de orgullo poder contribuir, con la organización de este I Encuentro de Historiadores de Fútbol de la península ibérica, a sentar las bases de una Cultura de Fútbol que sitúe la defensa del patrimonio histórico de este deporte en el lugar que se merece. El Círculo Racinguista agradece muy sinceramente la presencia en este evento de Jorge Valverde, Júlio Soares, Ángel Lebaniegos, Daniel Horcajada, Antón Ferreiro, Manuel Julián, Fernando Gallego, Miguel Domínguez Vaz y de Bernardo de Salazar, a quien consideramos una autoridad en este ámbito que nos une. Y, cómo no, a José Ginés, Jorge Leira y a nuestros compañeros Carlos Castro, Francisco Rodríguez y Alfredo Fernández. Ojalá que estas jornadas fuesen provechosas para todos y que vuestra estancia en nuestra ciudad haya sido muy grata.

Por último, el agradecimiento para el Ayuntamiento de Ferrol en las figuras de su Alcalde, Ilmo. Sr. D. Xaime Bello, y del responsable de Deportes, D. Fernando Blanco, por el apoyo incondicional que han mostrado para que esta reunión tuviese lugar.


MANIFIESTO DE FERROL POR LA DEFENSA DEL PATRIMONIO HISTÓRICO DEL FÚTBOL

El fútbol, deporte con casi siglo y medio de historia, ingresa en el tercer milenio como una de las manifestaciones más seguidas del mundo. La trascendencia social que ha cobrado lo convierte en uno de los productos, vinculados a la cultura del ocio, más importantes en los últimos cincuenta años. Tal es su dimensión que distintas actividades han implicado sus intereses en este juego.

La historia del fútbol es tan vieja como la del propio deporte y muestra de ello son las publicaciones y literatura que han corrido durante este tiempo. Éstas no han estado, siempre, gobernadas por el rigor necesario, bien porque la voluntad para la conservación de los datos fuera menor, ya por las dificultades para su recogida, quizá porque la perspectiva de uso de los mismos fuese diferente, incluso por la desidia de los que debieran tomarlos y guardarlos. En cualquier caso, la cultura del fútbol ha venido marcada por diferentes matices en cada país, y ha manifestado su diversidad de acuerdo a varios modelos de trabajo y expresión.

La península ibérica es una de las áreas en las que la importancia de la historia ha ocupado un plano secundario. La dejadez de clubes e instituciones ha ido aparejada a la frecuente inexactitud de informaciones aparecidas en los medios de comunicación y, unido a ello, la publicación de trabajos, fundamentalmente memorísticos, llenos de lagunas por el alejamiento de sus autores de los documentos oficiales y de las visitas a hemerotecas para el contraste correcto y paciente de las fuentes secundarias.

La nueva eclosión del fútbol, la necesidad de que se genere información sobre el mismo día a día, los movimientos económicos que lo han penetrado, entre otros, ha modificado ciertas conductas provocando la aparición de historias mal documentadas y oportunistas, y un comercio de datos que pretenden mostrar una realidad que es más incierta que veraz.

Ante la necesidad de defender el pasado y el presente, distintas personas dedicadas a la historia del fútbol, quieren sensibilizar a todos los implicados en nuestro deporte para la preservación de su patrimonio, haciendo estas breves y básicas recomendaciones:

– Que todo club constituido, y dependiente de una federación, esté obligado a presentar una memoria, o anuario, al final de cada temporada, sobre los hechos deportivos acaecidos en la misma (copia correspondiente a cada entidad de las actas de los partidos, comunicación de resoluciones de comités en las que estén afectados, u otras oficiales de cualquier entidad e índole, inexcusablemente, y en todo caso, cuando se trate de públicas).

– Que las federaciones, tanto nacional como territorial, destinen, en sus partidas, ayudas específicas a los clubes dependientes de las mismas para que, desde las bases, se conserve su patrimonio cumplimentando, así, el punto anterior.

– Que la LFP obligue a todos los clubes que militan en las categorías profesionales, a crear museos y espacios para la conservación y el desarrollo de la historia de los mismos.

– Que las federaciones nacionales que no lo posean, creen un servicio de historia documentación, con ramificaciones en las territoriales, que sirva de pilar para la constitución de asociaciones de historiadores, y que sus integrantes tengan un documento acreditativo con el que puedan acceder a los documentos que necesiten para sus trabajos.

– Que todas estas entidades cuenten con personas cualificadas para realizar estas labores porque la preservación del material que poseen pertenece, a parte de a ellos, a la sociedad a la que pertenecen.

Igualmente, y a modo de método de conservación, al menos, para clubes de LFP:

– Microfilmado preliminar, como medida de conservación y seguridad, de las actas de los clubes, y documentos históricos.

– Restauración, documento a documento, en laboratorio especial.

– Acondicionamiento en carpetas de cartón no ácido y depósito en armarios con estantes horizontales.

– Clasificación y ordenación de los documentos de acuerdo a criterios biblioteconomísticos.

– Depósito en Base de datos de descripción.

– Scanerización de las imágenes de los documentos a partir de microfilm para su archivo en disco óptico.

– Gestión integrada de los sistemas de archivo, para permitir un rápido acceso a la descripción de los documentos y a su visualización a partir del disco óptico.

En Ferrol, a 2 de Diciembre de 2000

Firman:
Daniel Hocajada i Badía
Jorge Manuel Deza Rey
Bernardo de Salazar y Acha
Júlio Horácio Oliveira Soares
Alfredo Fernández Martínez
Francisco José Rodríguez Freire
José Jesús Ginés Vázquez
Carlos Castro Pinhão
Fernando Gallego Arzuaga
Jorge Manuel Leira Antón
Jorge Valverde Alonso
Antón Ferreiro García

FUNDACIÓN ZERUMUGA

En primer lugar, queremos mostrar nuestro apoyo al Manifiesto de Ferrol por la defensa del Patrimonio Histórico del Fútbol. Además de excusarnos por no participar en estas interesantes jornadas, tan afines a nuestros sentimientos, sí queremos aportar algunas ideas o reflexiones que, esperamos, tengan eco en este Encuentro.

Tomando al pie de la letra «patrimonio histórico del fútbol», aunque pueda parecer mentira, nadie se ha comprometido nunca, en este país, a difundir, haciendo un seguimiento riguroso, una historia de fútbol, es más, nadie se ha preocupado jamás en crear una cultura del fútbol que enganche a la gente.

Aquí todos tienen culpa, desde los grandes medios de comunicación, que a pesar de manejar suntuosos presupuestos, nunca se han comprometido con el rigor que un comunicador debe dar a un deporte de masas, a la administración, que jamás se ha preocupado de documentar la historia del fútbol, en un país en el que el número de seguidores va en aumento, por no hablar de los jóvenes que practican este deporte, sin más conocimientos que los técnicos.

Esa falta de historia, hace que seamos cada vez más pobres culturalmente y, además, nos convierte sólo en hinchas, no en seguidores de nuestros equipos.

Nunca hemos visto reclamar a la Federación, el derecho a contar la historia del fútbol, pero sí hemos visto picotear en diferentes proyectos sin continuidad, faltos de rigor, aburridos y sin suficiente valor histórico.

Quizás, y sólo a través de algunos clubes, se puede vislumbrar algo de la historia del fútbol, pero claro, con el punto de vista de sus colores. No es una crítica, pues gracias a algunos libros que realizan clubes, con motivo de sus aniversarios, podemos ir hacia atrás y medio comprender cómo hemos llegado hasta aquí.

No quisiéramos que, con lo escrito anteriormente, se menospreciara a aquellas publicaciones, que han editado, o editan, puntualmente sus trabajos de fútbol. Podríamos incluso poner muchos ejemplos interesantísimos.

Otro aspecto que reprendemos es la difusión de los libros de fútbol, ¿es qué hace pertenecer a un grupo mediático, con mucho poder editorial, para difundir aquellas publicaciones de fútbol de indiscutible interés? Por lo visto sí, ya que en los últimos tiempos, hemos observado como se publican biografías, ensayos, literatura de fútbol más o menos interesantes, pero apoyadas sólo si el autor o autores pertenecen a importantes medios de comunicación, o si el supuesto autor es un personaje relevante.

Esa falta de difusión que rodea las publicaciones MODESTAS, es lo que con este escrito queremos denunciar, sabemos por nuestra experiencia que existen en este país muchas personas dispuestas a trabajar en este campo histórico olvidado por los «grandes comunicadores». Sabemos que existe una falta de apoyo para incentivar estos trabajos, pero también sabemos que no queremos sólo quejarnos, sino que estamos dispuestos a subsanar este período de ignorancia y por ello creemos que debemos unirnos los que de alguna manera ya nos conocemos y hacer un llamamiento a todas aquellas personas anónimas apasionadas como nosotros en poner al descubierto esta historia del fútbol y avanzar, en el futuro, hacia un profundo conocimiento que nos represente a todos.

Sin más tiempo que perder, en los últimos días del año 2000, y a pocos de empezar el nuevo siglo, tenemos que trabajar y dar forma a nuestro Rothmans 2000-20001, sólo recogiendo todo lo acontecido en las diferentes categorías, de forma clara y amena, lograremos salir de este ocultismo en que vivimos los que amamos el fútbol. Para ello hemos de crear grupos de trabajo y entregarnos, de forma rigurosa a contar, dato a dato, lo acontecido esta temporada. Si logramos hacerlo, será el primer rayo de luz de un gran proyecto, puede que muchos años no veamos en los estantes de nuestras librerías lo que podamos ver en la más modesta librería inglesa, tal vez no logremos, en mucho tiempo, dar la calidad que merecen estas publicaciones, pero sólo trabajando, conseguiremos cambiar las cosas.