El dilema de la recién nacida UEFA: Copa de Campeones de Liga o Copa de Ciudades en Ferias. Segunda parte.

El Ayuntamiento de Barcelona había apoyado el proyecto de Staley Rous. Se pueden interpretar varios motivos, alguno más o menos oculto: presentar una selección local en una competición internacional. Ya hemos visto que la confusión del nombre de selección de Barcelona y selección de Cataluña era muy recurrida por la prensa. Sucedió que el RCD Español decidió no colaborar dejando todo el peso en la plantilla del CF Barcelona. Por eso el equipo representativo de Barcelona lució camiseta blanca y pantalón azul, uniforme de la Federación Catalana de Fútbol, con el escudo de la Ciudad Condal. Los colores reservas fueron camiseta azul y pantalón blanco.

Hay que resaltar que el reglemento de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias era rotundo: solo podían participar ciudades. Los equipos representativos eran inscritos por los propios ayuntamientos de las ciudades y bajo su propia denominación así debían competir. Por lo tanto, el CF Barcelona no disputó esta competición, sino la selección de Barcelona. Subrayamos esta cuestión reglamentaria porque los resultados obtenidos en esta primera Copa Internacional de Ciudades en Ferias no se pueden computar a ningún club. Junto al caso de Milán y el ya explicado de Barcelona, compitieron con jugadores procedentes de un único club las ciudades de Birmingham (porque el Aston Villa no quiso mezclarse con el Birmingham City) y Lausana (porque solo contaba con un club entre Primera y Segunda División suizas, el Lausanne-Sports).

Londres utilizó jugadores de clubs de Primera (Chelsea FC, Arsenal FC, Tottenham Hotspurs), Segunda (Charlton Athletic, Leyton Orient, Fulham FC, West Ham United), Tercera (Millwall FC, Brentford FC, Queen’s Park Rangers, Crystal Palace) e incluso del Clapton FC (equipo no profesional). Fue la selección que mejor impulsó el espíritu lúdico de la competición.

Frankfort participó con jugadores procedentes de la Oberliga Sur (FSV Frankfurt, FC Kickers Offembach, SG Eintracht Frankfurt y SpVgg Neu-Isenburg, este último de Segunda Regional).

Basilea formó su combinado con jugadores de Primera (FC Basel) y Segunda (FC Nordstern).

Leipzig contó con jugadores de sus dos mejores clubs de la Primera División de Alemania Oriental: SC Lokomotive y SC Rotation.

Zagreb se alineó con componentes de los dos clubs representativos, NK Dinamo y el NK Zagreb, junto con un jugador de Segunda División del NK Tresnjevka.

Copenhague siguió el modelo londinense y contó en su selección con representantes de equipos de diferentes categorías: Primera (Akademisk B, BK Frem, Kjøbenhavns B, B1903 y Skovshoved IF), Segunda (B1893) y Tercera (Vanløse IF y Brønshøj B 1919).

Viendo la gran heterogeneidad de los equipos representativos de ciudades, no fue de extrañar que a semifinales llegasen tres combinados compuestos por jugadores de un mismo club, siendo Londres la única selección propiamente que pasó la primera ronda.

La primera fase se extendió a lo largo de las temporadas 1955/56 y 1956/57. El equipo representativo de Barcelona, compuesto íntegramente por jugadores del CF Barcelona, arregló muy temprano sus dos partidos contra Copenhague, puesto que Viena se había retirado. La ida el 25 de diciembre de 1955 y el 26 de abril de 1956. No le costó mucho reducir a la selección de Copenhague, máxime después de comprobar la procedencia de sus jugadores, todos amateur. En ambos encuentros Barcelona lució camiseta blanca y pantalón azul, uniforme de la Federación Catalana de Fútbol, con el escudo de la Ciudad Condal.

Barcelona, 25 de diciembre de 1955

BARCELONA-COPENHAGUE 6-2

Campo: Las Corts.

Árbitro: Armando Marchetti (Italia).

Goles: 1-0 (8′) Areta. 2-0 (10′) Areta. 3-0 (32′) Tejada. 4-0 (41′) Villaverde. 5-0 (59′) Kubala. 5-1 (65′) Lundberg de penalty. 5-2 (75′) Jacobsen. 6-2 (81′) Tejada).

BARCELONA: Ramallets; Seguer, Biosca (Brugué 46′), Gracia; Bosch, Segarra; Tejada, Villaverde, Kubala, Areta, Manchón <entrenador: Domingo Balmanya> [todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

COPENHAGUE: Henriksen (BK Frem); Køppen (Kjøbenhavns B), Verner Nielsen (Akademisk B), Flemming Nielsen (B 1903); John Jørgensen (Skovshoved IF), B Christensen (B 1893); Ejner Jensen (Vanløse IF), J Jacobsen (B 1893), O Andersen (Brønshøj B 1919), Lundberg (Akademisk B), Seebach (Akademisk B) <seleccionadores: Oscar Olsen, Aage Strebøl y Aksel Bjerregaard>.

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Copenhague, 26 de abril de 1956

COPENHAGUE-BARCELONA 1-1

Campo: Idrætsparken.

Árbitro: John Erik Anderson (Suecia).

Goles: 1-0 (60′) Lundberg de penalty. 1-1 (85′) Villaverde.

COPENHAGUE: Henriksen (BK Frem); Køppen (Kjøbenhavns B), Verner Nielsen (Akademisk B); Erik P Jensen (Akademisk B), Bent Jørgensen (BK Frem), Leif Tønnesen (BK Frem); Ejner Jensen (Vanløse IF), Bent Ib Jørgensen (BK Frem), O Andersen (Brønshøj B 1919) [Henning Jensen (BK Frem) 75′], Lundberg (Akademisk B), Lerby (B 1903) <seleccionadores: Oscar Olsen, Aage Strebøl y Aksel Bjerregaard>.

BARCELONA: Ramallets; Seguer, Bisoca, Gracia; Bosch, Segarra; Basora, Villaverde, Areta, Mariano Gonzalvo, Manchón <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

Simultáneamente la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga había disputado sus primeras eliminatorias, de tal manera que abril de 1956 presentaba las semifinales.

El número de participantes, 16, y la dinámica de eliminatoria directa impulsó el atractivo de la competición que se había estrenado el 4 de septiembre de 1955 en Lisboa con un Sporting Clubde de Portugal-FK Partizan de Belgrado. Cuatro días más tarde en Ginebra el Real Madrid CF derrotaba por 0-2 al Servette FC y así iniciaba su exitosa andadura en la competición. A finales de noviembre empezaron los cuartos de final que se extendieron hasta mediados de febrero.

Así llegamos a abril donde en semifinales los representantes de España, Francia e Italia, los mismos tres equipos que en 1955 habían protagonizado una de las ediciones de la Copa Latina más espectaculares, junto con el único conjunto británico, el Hibernian FC escocés, tenían que jugar dos eliminatoria muy atractivas.

Los franceses del Stade de Reims, con Michel Hidalgo, Leon Glovacki y Raymond Kopa vencieron los dos partidos a los escoceses; pero el espectáculo estaba servido en el choque Real Madrid CF-AC Milan. La ventaja de 4-2 de Madrid fue suficiente frente a la derrota por 2-1 de Milán. Y la final, el 13 de junio de 1956, de nuevo en París y de nuevo el Stade de Reims-Real Madrid CF y de nuevo victoria de los españoles (4-3) tal y como había sucedido justo hacía un año. Europa se rindió al Real Madrid CF y a la nueva competición recién nacida.

Lo cierto es que la Copa Internacional de Ciudades en Ferias no pudo nunca entrar en la dinámica de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga. Pese a que por el impulso y peso de Stanley Rous, Londres y Basilea abrieron tempranamente el torneo, las retiradas, la búsqueda de fechas para los partidos y la confección de los distintos combinados enrevesaba el desarrollo del torneo.

Por ejemplo, en junio de 1956, por señalar la misma fecha en que el Real Madrid CF alzaba su primera copa europea, en el Grupo 1 se habían jugado cuatro de los seis partidos previstos; el Grupo 2, aunque solo entraban dos equipos, por retirada de la selección de Colonia, faltaba disputar el encuentro de vuelta; y el Grupo 4 llevaba tres partidos jugados y otros tres pendientes. Solamente se había completado el grupo de los equipos representantes de Barcelona y Copenhague.

Durante toda la temporada 1956/57 Barcelona no jugó ningún partido de competiciones europeas. La Copa Internacional de Ciudades en Ferias necesitó todo el curso para disputar los seis partidos que faltaban para completar la primera fase. Todo un despropósito organizativo que el público castigó con el olvido y la indiferencia. Seis partidos en toda una temporada, frente a la segunda edición de la

Copa Europea de Clubs Campeones de Liga, en la que entraron 22 equipos, contando ya sí con el campeón inglés, Manchester United, que caería en semifinales frente al Real Madrid CF.

El 16 de septiembre de 1957 Lausana venció a Londres en el primer partido de semifinales. Como ya hemos dicho, solo Londres presentaban un combinado jugadores procedentes de los equipos locales de muy variado potencial, frente a Lausana que utilizó jugadores del Lausanne-Sports.

La vuelta, en Highbury, permitió a la selección londinense remontar el 2-1 de la ida con goles de Greaves y Holton. Fuel el 23 de octubre de 1957, el mismo día en que Birmingham y Barcelona abrían su eliminatoria:

Birmingham, 23 de octubre de 1957

BIRMINGHAM-BARCELONA 4-3

Campo: Saint Andrews.

Árbitro: Josef Gulde (Suiza).

Goles: 1-0 (2′) Brown. 1-1 (12′) Tejada. 1-2 (35′) Evaristo. 2-2 (36′) Orritt. 2-3 (40′) Eulogio Martínez. 3-3 (43′) Murphy. 4-3 (60′) Murphy.

BIRMINGHAM: Merrick; Farmer, Allen; Larkin, T Smith, Watts; Astall, Orritt, Brown, Neal, Murphy <entrenador: Arthur Turner>[todos los jugadores pertenecían al Birmingahm City FC].

BARCELONA: Ramallets; Segarra, Olivella, Gracia; Flotats, Bosch; Basora, Villaverde, Eulogio Martínez, Evaristo, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

Barcelona solo pudo equilibrar el gol de ventaja de los británicos gracias al acierto de Kubala a cuatro minutos del final. Ello obligó a organizar un partido de desempate.

Barcelona, 13 de noviembre de 1957

BARCELONA-BIRMINGHAM 1-0

Campo: Nuevo Estadio del CF Barcelona.

Árbitro: Manuel Asensi (España).

Gol: 1-0 (86′) Kubala.

BARCELONA: Estrems; Segarra, Olivella, Gracia; Flotats, Vergés; Basora, Evaristo, Eulogio Martínez, Kubala, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

BIRMINGHAM: Merrick; Hall, Allen; Larkin, T Smith, Neal; Astall, Kinsey, Brown, Murphy, Govan <entrenador: Arthur Truner>[todos los jugadores pertenecían al Birmingham City FC].

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El partido de la selección nacional contra Suiza, último válido para la fase de clasificación para el Mundial de Suecia, se jugó en Lausana dos días antes del desempate de Basilea. Tres jugadores del CF Barcelona, Segarra, Kubala y Luis Suárez, defendieron la camiseta nacional y seguidamente la de la ciudad de Barcelona resolviendo la eliminatoria a su favor.

Basilea, 26 de noviembre de 1957

BARCELONA-BIRMINGHAM 2-1

Campo: St. Jakob.

Árbitro: Gottfried Dienst (Suiza).

Goles: 1-0 (33′) Evaristo. 1-1 (48′) Murphy. 2-1 (83′) Kubala.

BARCELONA: Ramallets; Segarra, Brugué, Gracia; Vergés, Bosch; Basora, Kubala, Evaristo, Luis Suárez, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

BIRMINGHAM: Merrick; Hall, T Smith; Farmer, Watts, Neil; Astall, Orritt, Brown, Murphy, Govan <entrenador: Arthur Turner>[todos los jugadores pertenecían al Birmingham City FC].

Luego, en la final Londres fue mucho más fácil, pese a que contó en el partido de ida con los dos únicos internacionales absolutos de aquellas fechas, los jugadores del Fulham FC Langley y Haynes. El nordirlandés Blanchflower era el jugador más reconocido por la prensa española.

Londres, 5 de marzo de 1958

LONDRES-BARCELONA 2-2

Campo: Stamford Bridge.

Árbitro: Albert Dusch (Alemania).

Goles: 0-1 (7′) Tejada. 1-1 (10′) Greaves. 1-2 (35′) Eulogio Martínez. 2-2 (88′) Langley de penalty.

LONDRES: Kelsey (Arsenal FC); Sillett (Chelsea FC), Langley (Fulham FC); Blanchflower (Tottenham Hotspurs), Norman (Tottenham Hotspurs), Coote (Brentford FC); Groves (Arsenal FC), Greaves (Chelsea FC), Smith (Tottenahm Hotspurs), Haynes (Fulham FC), Robb (Tottenham Hotspurs) <seleccionador: Joseph Mears>.

BARCELONA: Estrems; Olivella, Gensana, Segarra; Vergés, Ribelles; Basora, Villaverde, Eulogio Martínez, Evaristo, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

Con el 6-0 en Las Corts Barcelona respondió al 2-2 de la ida y se proclamó como primera ciudad campeona de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Aquella tarde la selección barcelonesa lució camiseta azul y pantalón blanco en deferencia a la de Londres con la que coincidía en los colores.

Barcelona, 1 de mayo de 1958

BARCELONA-LONDRES 6-0

Campo: Nuevo Estadio del CF Barcelona.

Árbitro: Albert Dusch (Alemania).

Goles: 1-0 (6′) Luis Suárez. 2-0 (8′) Luis Suárez. 3-0 (43′) Eulogio Martínez. 4-0 (52′) Evaristo. 5-0 (63′) Vergés. 6-0 (75′) Evaristo.

BARCELONA: Ramallets; Olivella, Brugué, Segarra; Vergés, Gensana; Tejada, Evaristo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Basora <entrenador: Helenio Herrera>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

LONDRES: Kelsey (Arsenal FC); Wright (West Ham United), Brown (West Ham United), Cantwell (West Ham United); Blanchflower (Tottenham Hotspurs), Bowen (Arsenal FC); Medwin (Tottenham Hotspurs), Groves (Arsenal FC), Smith (Tottenham Hotspurs), Bloomfield (Arsenal FC), Lewis (Chelsea FC) <seleccionador: Joseph Mears>. En el 53′ Kelsey, lesionado, dejó la portería al delantero Groves y se colocó de extremo izquierda.

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A finales de ese mismo mes e mayo de 1958 el Real Madrid ganaba su tercera Copa Europea de Clubs Campeones de Liga en Bruselas, ante 67000 espectadores. Esta vez fueron 24 los equipos participantes. La UEFA ya tenía muy claro qué competición debía contar con su máxima implicación. Con todo, gracias a la tenacidad de Stanley Rous, el Comité Internacional de Ciudades en Ferias anunció la convocatoria para una segunda edición del torneo, y esta vez concediendo la opción de que un club pudiese ser el representante de una ciudad. En esa II Copa Internacional de Ciudades en Ferias participaron 16 ciudades y tardaron en completar el torneo las temporadas 1958/59 y 1959/60.

Ciudad de Barcelona, campeón de la Copa internacional de Ciudades en Ferias 1955-1958: de pie: Ramallets, Olivella, Brugué, Segarra, Vergés, Gensana; agachados: Claudio, Tejada, Evaristo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Basora y Mur (todos los jugadores pertenecientes al CF Barcelona)

Ciudad de Barcelona, campeón de la Copa internacional de Ciudades en Ferias 1955-1958: de pie: Ramallets, Olivella, Brugué, Segarra, Vergés, Gensana; agachados: Claudio, Tejada, Evaristo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Basora y Mur (todos los jugadores pertenecientes al CF Barcelona)




Campeonatos Mundiales de Fútbol (II). Los años 50.

IV Copa del Mundo. Brasil 1950.

Se reanuda el Campeonato del Mundo, después del parón obligado por la Segunda Guerra Mundial. Primer Mundial retransmitido por radio y en el que los jugadores llevan sus camisetas numeradas del 1 al 11. Desaparecen las eliminatorias directas y se crea un formato inédito y único hasta la fecha. Los trece equipos participantes quedan extrañamente repartidos en cuatro grupos. Dos de cuatro, uno de tres y otro de dos selecciones. Los campeones de cada grupo disputarán una liguilla final por el título, a modo de cuadrangular, cuyo primer clasificado resultará el campeón del mundo. Así pues, la edición de Brasil-50, ha sido la única sin final propiamente dicha. Pero  ocurrió que al último partido del cuadrangular, disputado en Maracaná entre Brasil y Uruguay, ambos llegaron con opciones de lograr el título, lo que supuso, en la práctica, una finalísima en toda regla. A los anfitriones les bastaba con el empate, pero recibieron la derrota más dolorosa y dramática de toda su historia, lo que se conoció como el Maracanazo. Segunda participación de nuestra Selección, con un cuarto puesto final que supondría su mejor clasificación mundialista durante 60 años.

Fase de grupos

Grupo A

Brasil-México 4-0 Ademir (32′ y 79′), Jair (65′) y Baltazar (71′).
Yugoslavia-Suiza 3-0 Mitic (59′), Tomasevic (70′) y Ognjanov (84′).
Yugoslavia-México 4-1 Bobek (20′), Cajkowski (23′ y 51′) y Tomasevic (80′).

Ortiz (89′, pti).

Brasil-Suiza 2-2 Alfredo (3′) y Baltazar (32′).

Fatton (17′ y 88′).

Brasil-Yugoslavia 2-0 Ademir (4′) y Zizinho (69′).
Suiza-México 2-1 Bader (10′) y Antenen (44′).

Casarín (89′).

Clasificado para el cuadrangular por el título: Brasil.

Grupo B

España-Estados Unidos 3-1 Igoa (80′), Basora (83′) y Zarra (88′).

J. Souza (17′).

Inglaterra-Chile 2-0 Mortensen (39′) y Mannion (51′).
Estados Unidos-Inglaterra 1-0 Gaetjens (38′).
España-Chile 2-0 Basora (17′) y Zarra (35′).
España-Inglaterra 1-0 Zarra (49′).
Chile-Estados Unidos 5-2 Robledo (16′), Cremaschi (33′ y 60′), Prieto (54′) y Riera (82′).

Wallace (46′) y Maca (49′, pti).

Clasificado para el cuadrangular por el título: España.

Grupo C

Suecia-Italia 3-2 Jeppsson (25′ y 69′) y Andersson (34′).

Carapellese (7′) y Muccinelli (78′).

Suecia-Paraguay 2-2 Sundqvist (17′) y Palmer (25′).

López Fretes (34′) y Atilio López (74′).

Italia-Paraguay 2-0 Carapellese (12′) y Pandolfini (63′).

Clasificado para el cuadrangular por el título: Suecia.

Grupo D

Uruguay-Bolivia 8-0 Míguez (12′ y 51′), Schiaffino (18′, 37′, 54′ y 78′), Vidal (20′) y Ghiggia (83′).

Clasificado para el cuadrangular por el título: Uruguay.

Cuadrangular por el título

Uruguay-España 2-2 Ghiggia (29′) y Varela (73′).

Basora (37′ y 40′).

Brasil-Suecia 7-1 Ademir (17′, 37′, 51′ y 59′), Chico (39′ y 87′) y Maneça (85′).

Andersson (67′, pti).

Uruguay-Suecia 3-2 Ghiggia (39′) y Míguez (77′ y 84′).

Palmer (4′) y Sundqvist (40′).

Brasil-España 6-1 Parra (15′, pp), Jair (21′ y 57′), Chico (29′ y 55′) y Zizinho (61′).

Igoa (70′).

Suecia-España 3-1 Sundqvist (15′), Mellberg (34′) y Palmer (78′).

Zarra (82′).

Partido decisivo del cuadrangular por el título

URUGUAY  2 – BRASIL 1

Río de Janeiro. Estadio Maracaná, 16 de julio de 1950.

Árbitro: George Reader (Inglaterra).

URUGUAY: Máspoli; M. González, Tejera, Gambetta; Varela, Andrade; Ghiggia, Pérez, Míguez, Schiaffino y Morán.

BRASIL: Barbosa; Augusto, Danilo, Juvenal; Bauer, Bigode; Friaça, Zizinho, Ademir, Jair y Chico.

GOLES: 0-1 (47′), Friaça; 1-1 (66′), Schiaffino; 2-1 (79′), Ghiggia.

Goleadores

7

Ademir (Brasil).

5

Schiaffino (Uruguay).

4

Chico (Brasil), Basora y Zarra (España) y Ghiggia y Míguez (Uruguay).

3

Jair (Brasil) y Palmer y Sundqvist (Suecia).

2

Baltazar y Zizinho (Brasil), Cremaschi (Chile), Igoa (España), Carapellese (Italia), Andersson y Jeppsson (Suecia), Fatton (Suiza) y Cajkowski y Tomasevic (Yugoslavia).

1

Alfredo, Friaça y Maneça (Brasil), Prieto, Riera y Robledo (Chile), Gaetjens, Maca, Souza (J) y Wallace (Estados Unidos), Mannion y Mortensen (Inglaterra), Muccinelli y Pandolfini (Italia), Casarín y Ortiz (México), Atilio López y López Fretes (Paraguay), Mellberg (Suecia), Antenen y Bader (Suiza), Varela y Vidal (Uruguay) y Bobek, Mitic y Ognjanov (Yugoslavia).

Goles totales: 88.

Goles en propia puerta: Parra (España).

Partidos disputados: 22.

Promedio de goles: 4.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Roque MÁSPOLI Portero

32

Peñarol
Aníbal PAZ Portero

32

Nacional
Schubert GAMBETTA Defensa

30

Nacional
Matías GONZÁLEZ Defensa

24

C. A. Cerro
William MARTÍNEZ Defensa

22

Rampla Júniors
Eusebio TEJERA Defensa

28

Nacional
Héctor VILCHES Defensa

24

C. A. Cerro
Víctor ANDRADE Medio

23

Central Español
Juan Carlos GONZÁLEZ Medio

25

Peñarol
Washington ORTUÑO Medio

22

Peñarol
Rodolfo PINI Medio

24

Nacional
Obdulio VARELA Medio

32

Peñarol
Julio César BRITOS Delantero

24

Peñarol
Juan BURGUEÑO Delantero

26

Danubio
Alcides GHIGGIA Delantero

23

Peñarol
Óscar MÍGUEZ Delantero

22

Peñarol
Rubén MORÁN Delantero

19

C. A. Cerro
Julio PÉREZ Delantero

24

Nacional
Luis Alberto RIJO Delantero

22

Central Español
Carlos ROMERO Delantero

22

Danubio
Juan Alberto SCHIAFFINO Delantero

24

Peñarol
Ernesto VIDAL Delantero

28

Peñarol

SELECCIONADOR: Juan López.

La lista de España

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Juan ACUÑA Portero

27

Deportivo
Ignacio EIZAGUIRRE Portero

29

Valencia
Antonio RAMALLETS Portero

26

Barcelona
Gabriel ALONSO Defensa

26

Celta
Francisco ANTÚNEZ Defensa

26

Sevilla
Vicente ASENSI Defensa

31

Valencia
José GONZALVO Defensa

30

Barcelona
Rafael LESMES Defensa

23

Real Valladolid
José PARRA Defensa

24

RCD Español
Mariano GONZALVO Medio

28

Barcelona
NANDO González Medio

29

At. Bilbao
José Luis PANIZO Medio

28

At. Bilbao
Antonio PUCHADES Medio

25

Valencia
Alfonso SILVA Medio

24

At. Madrid
Estanislao BASORA Delantero

23

Barcelona
CÉSAR Rodríguez Delantero

29

Barcelona
Agustín GAÍNZA Delantero

28

At. Bilbao
Rosendo HERNÁNDEZ Delantero

29

At. Madrid
Silvestre IGOA Delantero

29

Valencia
José JUNCOSA Delantero

28

At. Madrid
Luis MOLOWNY Delantero

25

Real Madrid
Telmo ZARRA Delantero

29

At. Bilbao

SELECCIONADOR: Guillermo Eizaguirre.

V Copa del Mundo. Suiza 1954.

Se vuelve a los 16 participantes que quedan encuadrados en cuatro grupos de cuatro equipos, con un curioso sistema de clasificación. Se establecen dos cabezas de serie por grupo, que no podrán enfrentarse entre sí y se instaura la prórroga para los encuentros que terminen con empate al final de los 90 minutos. España no estuvo presente, al ser eliminada por Turquía en la fase previa, en un dramático desempate, con sorteo incluido. Pocas veces, en la historia de los Mundiales, una selección aparecía tan unánimemente considerada como la principal favorita y ésta no era otra que la gran escuadra húngara. Cuatro años sin ser derrotada, durante 28 encuentros, con 104 goles logrados y 25 encajados, aparecía ante todos como el equipo a batir. A los 8 minutos de la final,  ya vencía 2-0 a Alemania Federal, que increíble e inesperadamente acabó dando la vuelta al marcador, levantando así su primer título y empezando a forjar su leyenda de equipo ganador e indomable, que dura hasta nuestros días. Suiza-54 fue el primer Mundial seguido por las cámaras de televisión y el campeonato con mejor promedio de goles de la historia, con la friolera de 5,39 tantos por encuentro, siendo el Austria-Suiza de cuartos de final (7-5), el partido con más goles de la historia de la competición. Por vez primera, los jugadores lucirán dorsales fijos durante todo el torneo.

Fase de grupos

Grupo A

Yugoslavia-Francia 1-0 Milutinovic (14′).
Brasil-México 5-0 Baltazar (24′), Didí (29′), Pinga (34′ y 43′) y Julinho (69′).
Francia-México 3-2 Vincent (19′), Cárdenas (46′, pp) y Kopa (88′, pti).

Lamadrid (54′) y Balcázar (85′).

Brasil-Yugoslavia 1-1 Didí (69′).

Zebec (49′).

Clasificados para cuartos de final: Brasil y Yugoslavia.

Grupo B

Hungría-Corea del Sur 9-0 Puskas (11′ y 89′), Lantos (16′), Kocsis (24′, 31′ y 49′), Czibor (59′) y Palotas (76′ y 83′).
Alemania Federal-Turquía 4-1 Schäfer (12′), Klodt (51′), O. Walter (60′) y Morlock (84′).

Suat (3′).

Hungría-Alemania Federal 8-3 Kocsis (4′, 21′, 69′ y 79′), Puskas (17′), Hidegkuti (52′ y 55′) y J. Toth (75′).

Pfaff (28′), Rahn (78′) y Hermann (84′).

Turquía-Corea del Sur 7-0 Suat (10′ y 30′), Lefter (18′), Burhan (38′, 64′ y 70′) y Erol (76′).
Alemania Federal-Turquía

(Desempate)

7-2 O. Walter (7′), Schäfer (11′ y 79′), Morlock (31′, 62′ y 77′) y F. Walter (63′).

Mustafá (22′) y Lefter (84′).

Clasificados para cuartos de final: Hungría y Alemania Federal.

Grupo C

Austria-Escocia 1-0 Probst (32′).
Uruguay-Checoslovaquia 2-0 Míguez (70′) y Schiaffino (84′).
Austria-Checoslovaquia 5-0 Stojaspal (3′ y 65′) y Probst (4′, 21′ y 24′).
Uruguay-Escocia 7-0 Borges (17′, 48′ y 58′), Míguez (31′ y 82′) y Abbadíe (55′ y 84′).

Clasificados para cuartos de final: Uruguay y Austria.

Grupo D

Inglaterra-Bélgica 4-4 Broadis (25′ y 62′) y Lofthouse (37′ y 92′).

Anoul (6′ y 72′), Coppens (66′) y Dickinson (94′, pp).

Suiza-Italia 2-1 Ballaman (18′) y Hügi (79′).

Boniperti (44′).

Inglaterra-Suiza 2-0 Mullen (43′) y Wilshaw (69′).
Italia-Bélgica 4-1 Pandolfini (41′, pti), Galli (49′), Frignani (58′) y Lorenzi (78′).

Anoul (81′).

Suiza-Italia

(Desempate)

4-1 Hügi (12′ y 85′), Ballaman (48′) y Fatton (90′).

Nesti (67′).

Clasificados para cuartos de final: Inglaterra y Suiza.

Cuartos de final

Alemania Federal-Yugoslavia 2-0 Horvat (10′, pp) y Rahn (86′).
Hungría-Brasil 4-2 Hidegkuti (4′), Kocsis (7′ y 88′) y Lantos (60′, pti).

D. Santos (18′, pti) y Julinho (65′).

Austria-Suiza 7-5 Wagner (25′, 28′ y 53′), A. Körner (26′ y 34′), Ocwirk (32′) y Probst (77′).

Ballaman (16′ y 37′) y Hügi (17′, 19′ y 60′).

Uruguay-Inglaterra 4-2 Borges (5′), Varela (38′), Schiaffino (47′) y Ambrois (77′).

Lofthouse (16′) y Finney (68′).

Semifinales

Alemania Federal-Austria 6-1 Schäfer (31′), Morlock (47′), F. Walter (56′, pti y 65′, pti) y O. Walter (61′ y 89′).

Probst (52′).

Hungría-Uruguay 4-2 Czibor (12′), Hidegkuti (47′) y Kocsis (109′ y 117′).

Hohberg (76′ y 87′).

Tercer y cuarto puesto

Austria-Uruguay 3-1 Stojaspal (16′, pti), Cruz (59′, pp) y Ocwirk (79′).

Hohberg (21′).

Final

ALEMANIA FEDERAL  3 – HUNGRÍA  2

Berna. Wankdorf Stadion, 4 de julio de 1954.

Árbitro: William Ling (Inglaterra).

ALEMANIA FEDERAL: Turek; Posipal, Liebrich, Kohlmeyer; Eckel, Mai; Rahn, Morlock, O. Walter, F. Walter y Schäfer.

HUNGRÍA: Grosics; Buzansky, Lorant, Lantos; Bozsik, Zakarias; Czibor, Kocsis, Hidegkuti, Puskas y M. Toth.

GOLES: 0-1 (6′), Puskas; 0-2 (8′), Czibor; 1-2 (10′), Morlock; 2-2 (18′), Rahn; 3-2 (84′), Rahn.

Goleadores

11

Kocsis (Hungría).

6

Morlock (Alemania Federal), Probst (Austria) y Hügi (Suiza).

4

Rahn, Schäfer y Walter (O) (Alemania Federal), Hidegkuti y Puskas (Hungría), Ballaman (Suiza) y Borges (Uruguay).

3

Walter (F) (Alemania Federal), Stojaspal y Wagner (Austria), Anoul (Bélgica), Czibor (Hungría), Lofthouse (Inglaterra), Burhan y Suat (Turquía) y  Hohberg y Míguez (Uruguay).

2

Körner (A) y Ocwirk (Austria), Didí, Julinho y Pinga (Brasil), Lantos y Palotas (Hungría), Broadis (Inglaterra), Lefter (Turquía) y  Abbadíe y Schiaffino (Uruguay).

1

Hermann, Klodt y Pfaff (Alemania Federal), Coppens (Bélgica), Baltazar y Santos (D) (Brasil), Kopa y Vincent (Francia), Toth (J) (Hungría), Finney, Mullen y Wilshaw (Inglaterra), Boniperti, Frignani, Galli, Lorenzi, Nesti y Pandolfini (Italia), Balcázar y Lamadrid (México), Fatton (Suiza), Erol y Mustafá (Turquía), Ambrois y Varela (Uruguay) y Milutinovic y Zebec (Yugoslavia).

Goles totales: 140.

Goles en propia puerta: Dickinson (Inglaterra), Cárdenas (México), Cruz (Uruguay) y Horvat (Yugoslavia).

Partidos disputados: 26.

Promedio de goles: 5.39.

Los campeones

JUGADOR (dorsal) PUESTO

EDAD

EQUIPO
Anton TUREK (1) Portero

35

Fortuna Düsseldorf
Heinz KUBSCH (21) Portero

23

FK Pirmasens
Heinz KWIATKOWSKI (22) Portero

27

Borussia Dortmund
Fritz LABAND (2) Defensa

28

Hamburgo
Werner KOHLMEYER (3) Defensa

30

Kaiserslautern
Hans BAUER (4) Defensa

26

Bayern Munich
Herbert ERHARDT (5) Defensa

23

Fürth
Josef POSIPAL (7) Defensa

27

Hamburgo
Werner LIEBRICH (10) Defensa

27

Kaiserslautern
Horst ECKEL (6) Medio

22

Kaiserslautern
Karl MAI (8) Medio

26

Fürth
Paul MEBUS (9) Medio

30

Colonia
Karl-Heinz METZNER (11) Medio

31

Hessen
Helmut RAHN (12) Delantero

24

Rot Weiss
Maximilian MORLOCK (13) Delantero

29

Nuremberg
Bernhard KLODT (14) Delantero

27

Schalke 04
Ottmar WALTER (15) Delantero

30

Kaiserslautern
Fritz WALTER (16) Delantero

33

Kaiserslautern
Richard HERMANN (17) Delantero

31

Frankfurt SV
Ulrich BIESINGER (18) Delantero

20

Augsburgo
Alfred PFAFF (19) Delantero

27

Eintracht Frankfurt
Hans SCHÄFER (20) Delantero

26

Colonia

SELECCIONADOR: Sepp Herberger.

VI Copa del Mundo. Suecia 1958.

Se mantiene el sistema de competición de 1954, con la salvedad de que todos los componentes del mismo grupo se enfrentarán entre sí. Habrá, también como en Suiza-54,  partido de desempate en caso de igualdad final a puntos. Los dos primeros clasificados de cada uno de los cuatro grupos pasarán a cuartos de final. El partido Inglaterra-Brasil de la primera fase, disputado en Göteborg, registró el primer empate sin goles de los Mundiales. El escocés Bobby Collins logró, ante Paraguay, el gol nº 500 de la historia de la competición. Primer título para Brasil, que además fue la primera selección en conquistar una Copa del Mundo fuera de su continente. El francés Just Fontaine se proclamó máximo goleador con 13 goles en 6 encuentros, una marca difícil de igualar y que ha perdurado a través de los tiempos. La selección canarinha presentó en sociedad a un adolescente de 17 años, con el 10 a la espalda, llamado Edson Arantes do Nascimento y que respondía al sobrenombre de Pelé. Será la gran sensación del torneo y pondrá la primera piedra de una de las carreras deportivas más extraordinarias hasta hoy conocidas.

Fase de grupos

Grupo A

Alemania Federal-Argentina 3-1 Rahn (33′ y 79′) y Seeler (42′).

Corbatta (3′).

Irlanda Norte-Checoslovaquia 1-0 Cush (20′).
Alemania Federal-Checoslovaquia 2-2 Schäfer (59′) y Rahn (70′).

Dvorak (24′, pti) y Zikan (42′).

Argentina-Irlanda Norte 3-1 Corbatta (38′, pti), Menéndez (55′) y Avio (59′).

McParland (4′).

Alemania Federal-Irlanda Norte 2-2 Rahn (21′) y Seeler (79′).

McParland (19′ y 60′).

Checoslovaquia-Argentina 6-1 Dvorak (8′), Zikan (17′ y 83′), Hovorka (39′ y 89′) y Feureisl (69′).

Corbatta (65′, pti).

Irlanda Norte-Checoslovaquia

(Desempate)

2-1 McParland (44′ y 99′).

Zikan (19′).

Clasificados para cuartos de final: Alemania Federal e Irlanda del Norte.

Grupo B

Francia-Paraguay 7-3 Fontaine (25′, 30′ y 68′), Piantoni (51′), Wisnieski (62′), Kopa (70′) y Vincent (84′).

Amarilla (21′ y 44′, pti) y Romero (50′).

Yugoslavia-Escocia 1-1 Petakovic (16′).

Murray (48′).

Yugoslavia-Francia 3-2 Petakovic (16′) y Veselinovic (65′ y 87′).

Fontaine (5′ y 85′).

Paraguay-Escocia 3-2 Agüero (4′), Re (44′) y Parodi (74′).

Mudie (23′) y Collins (76′).

Francia-Escocia 2-1 Kopa (22′) y Fontaine (45′).

Baird (66′).

Yugoslavia-Paraguay 3-3 Ognjanovic (12′), Veselinovic (29′) y Rajkov (74′).

Parodi (21′), Agüero (49′) y Romero (80′).

Clasificados para cuartos de final: Francia y Yugoslavia.

Grupo C

Suecia-México 3-0 Simonsson (17′ y 64′) y Liedholm (58′, pti).
Hungría-Gales 1-1 Bozsik (4′).

J. Charles (26′).

Gales-México 1-1 Allchurch (32′).

Belmonte (89′).

Suecia-Hungría 2-1 Hamrin (34′ y 55′).

Tichy (78′).

Hungría-México 4-0 Tichy (19′ y 46′), Sandor (54′) y Bencsics (69′).
Suecia-Gales 0-0
Gales-Hungría

(Desempate)

2-1 Allchurch (55′) y Medwin (76′).

Tichy (33′).

Clasificados para cuartos de final: Suecia y Gales.

Grupo D

Inglaterra-Unión Soviética 2-2 Kevan (65′) y Finney (84′, pti).

Simonian (13′) y A. Ivanov (56′).

Brasil-Austria 3-0 Altafini (37′ y 80′) y N. Santos (48′).
Inglaterra-Brasil 0-0
Unión Soviética-Austria 2-0 Ilyin (15′) y V. Ivanov (65′).
Brasil-Unión Soviética 2-0 Vavá (3′ y 77′).
Inglaterra-Austria 2-2 Haynes (56′) y Kevan (74′).

Koller (15′) y Körner (71′).

Unión Soviética-Inglaterra

(Desempate)

1-0 Ilyin (68′).

Clasificados para cuartos de final: Brasil y Unión Soviética.

Cuartos de final

Francia-Irlanda Norte 4-1 Wisnieski (43′), Fontaine (56′ y 64′) y Piantoni (68′).
Alemania Federal-Yugoslavia 1-0 Rahn (12′).
Suecia-Unión Soviética 2-0 Hamrin (49′) y Simonsson (87′).
Brasil-Gales 1-0 Pelé (65′).

Semifinales

Brasil-Francia 5-2 Vavá (2′), Didí (39′) y Pelé (53′, 64′ y 76′).

Fontaine (9′) y Piantoni (83′).

Suecia-Alemania Federal 3-1 Skoglund (33′), Gren (80′) y Hamrin (88′).

Schäfer (24′).

Tercer y cuarto puesto

Francia-Alemania Federal 6-3 Fontaine (16′, 36′, 78′ y 89′), Kopa (27′, pti) y Douis (50′).

Cieslarczyk (18′), Rahn (52′) y Schäfer (84′).

Final

BRASIL  5 – SUECIA  2

Solna, Estocolmo. Rasunda Stadion, 29 de junio de 1958.

Árbitro: Maurice Guigue (Francia).

BRASIL: Gilmar; D. Santos, Bellini, Orlando, N. Santos; Zito, Didí; Garrincha, Vavá, Pelé y Zagalo.

SUECIA: Svensson; Bergmark, Börjesson, Axbom; Gustavsson, Parling; Hamrin, Gren, Simonsson, Liedholm y Skoglund.

GOLES: 0-1 (3′), Liedholm; 1-1 (9′), Vavá; 2-1 (32′), Vavá; 3-1 (55′), Pelé; 4-1 (68′), Zagalo; 4-2 (80′), Simonsson; 5-2 (90′), Pelé.

Goleadores

13

Fontaine (Francia).

6

Rahn (Alemania Federal) y Pelé (Brasil).

5

Vavá (Brasil) y McParland (Irlanda del Norte).

4

Zikan (Checoslovaquia), Tichy (Hungría) y Hamrin y Simonsson (Suecia).

3

Schäfer (Alemania Federal), Corbatta (Argentina), Kopa y Piantoni (Francia) y Veselinovic (Yugoslavia).

2

Seeler (Alemania Federal), Altafini (Brasil), Dvorak y Hovorka (Checoslovaquia), Wisnieski (Francia), Allchurch (Gales), Kevan (Inglaterra), Agüero, Amarilla, Parodi y Romero (Paraguay), Liedholm (Suecia), Ilyin (Unión Soviética) y Petakovic (Yugoslavia).

1

Cieslarczyk (Alemania Federal), Avio y Menéndez (Argentina), Koller y Körner (Austria), Didí, Santos (N) y Zagalo (Brasil), Feureisl (Checoslovaquia), Baird, Collins, Mudie y Murray (Escocia), Douis y Vincent (Francia), Charles (J) y Medwin (Gales), Bencsics, Bozsik y Sandor (Hungría), Finney y Haynes (Inglaterra), Cush (Irlanda del Norte), Belmonte (México), Re (Paraguay), Gren y Skoglund (Suecia), Ivanov (A), Ivanov (V) y Simonian (Unión Soviética) y Ognjanovic y Rajkov (Yugoslavia).

Goles totales: 126.

Partidos disputados: 35.

Promedio de goles: 3,6.

Los campeones

JUGADOR (dorsal) PUESTO

EDAD

EQUIPO
Carlos José CASTILHO (1) Portero

31

Fluminense
GILMAR Dos Santos (3) Portero

27

Corinthians
Hideraldo BELLINI (2) Defensa

28

Vasco Da Gama
Djalma SANTOS (4) Defensa

29

Portuguesa
Nilton SANTOS (12) Defensa

33

Botafogo
Nilton DE SORDI (14) Defensa

27

Sao Paulo
ORLANDO Peçanha (15) Defensa

22

Vasco Da Gama
Waldemar ORECO (16) Defensa

26

Corinthians
DINO Sani (5) Medio

26

Sao Paulo
Waldir Pereira, DIDÍ (6) Medio

29

Botafogo
MOACYR Pinto (8) Medio

22

Flamengo
Alves Calazans, ZÓZIMO (9) Medio

26

Bangú
MAURO Ramos (13) Medio

27

Sao Paulo
José Miranda, ZITO (19) Medio

25

Santos
Mario ZAGALO (7) Delantero

26

Flamengo
Edson Arantes, PELÉ (10) Delantero

17

Santos
Manoel Dos Santos, GARRINCHA (11) Delantero

24

Botafogo
JOEL Antonio Martins (17) Delantero

26

Flamengo
Joao ALTAFINI (18) Delantero

19

Palmeiras
Edvaldo Izidio, VAVÁ (20) Delantero

23

Vasco Da Gama
Alves Santa Rosa, DIDA (21) Delantero

24

Flamengo
José Maciá, PEPE (22) Delantero

23

Santos

SELECCIONADOR: Vicente Feola.




Sobre la autoría de los goles. Un caso particular (I). Los tantos de Quini en la temporada 1970-71

Sirva este artículo como continuación, en cierto modo, al publicado en junio del año pasado en la edición nº 33 de Cuadernos, en el que se constataba el resultado del estudio efectuado por el diario La Vanguardia sobre los goles oficiales conseguidos por el delantero leonés César con el C.F. Barcelona en la competición liguera (recordemos que se reducían en tres el número total de tantos del azulgrana).

En el mismo se realizaba también un somero análisis de los problemas con los que en numerosas ocasiones se encuentra el historiador y/o estadístico a la hora de establecer la autoría de los goles cuando existen divergencias entre las fuentes consultadas, pudiendo ser éstas por muy variados motivos, entre los que no faltan los errores en la identificación de jugadores, la propia conveniencia o favoritismo del cronista o medio de comunicación de turno, o, simplemente, la dificultad intrínseca de la jugada en cuestión.

Es este último caso el que nos ocupa en esta oportunidad, la complejidad para determinar quién anota el tanto cuando los hechos a juzgar son confusos, representado en la autoría de dos goles cosechados en sendos   encuentros disputados por el entonces Real Gijón durante la temporada 1970-71, que tienen a Enrique Castro, Quini, en su debut en Primera, como protagonista.

Evidentemente, en la dilatada carrera de un goleador tan prolífico como el «Brujo» ha habido otras oportunidades en donde se ha puesto en cuestión la autoría de alguno de los tantos en los que ha participado (y en la segunda parte de este trabajo, se dará cuenta de algunos de los casos más significativos), pero siempre ha existido una mayoría de medios que decantaban la balanza con claridad en una u otra dirección, cuando no era una única voz la discrepante frente a la unanimidad que imperaba en el resto de crónicas. Sin embargo, en esta ocasión la divergencia de pareceres en las reseñas de los encuentros analizados impide al investigador llegar a alguna conclusión. Es posible que sólo la contemplación de las imágenes registradas en los resúmenes televisivos pudieran sacarnos de dudas. Y quizá ni siquiera así sea factible «desfacer el entuerto».

Los partidos en cuestión son los siguientes (en negrita se establecen los goles que históricamente se han venido otorgando a Quini en los mismos que, no por casualidad, coincide con lo señalado en su momento en el diario Marca):

20-09-70   Liga Real Gijón 3 Sabadell 2 2 goles (se discute la autoría de uno de ellos, que algunos atribuyen a Paquito)

Relación de anotadores: Quini, Valdés, de penalti, y Paquito o Quini // De Diego, Quiles

Conviene apuntar que este encuentro fue televisado en directo para toda España.

1-11-70   Liga Real Gijón 3 Granada 2 Ninguno (Se discute la autoría de un tanto, que varios dan erróneamente a Pascual, otros a Churruca, que fue quien realmente chutó y el resto a Quini, que remachó el balón sobre la línea de meta)

Relación de anotadores: Barrenechea en propia puerta, Pascual, Churruca o Quini y Churruca // Vicente, Juárez

Antes de pasar a ver las reseñas de los goles, conviene señalar que un mismo periodista podía realizar distintas crónicas para diferentes medios. Cuando esto sucede, se hace constar.

En negrita figura el jugador al que se adjudica la autoría, salvo en aquellas ocasiones en las que no queda suficientemente claro este punto, en cuyo caso se deja consignado este hecho mediante unos interrogantes.

Indicar también que, cuando se dispone de fotografías del tanto analizado se ubican al final de los apuntes periodísticos. Lamentablemente, sólo se ha podido obtener imágenes del choque frente al Granada.

Por último, explicar que hemos preferido exponer la descripción de los goles mostrando primero lo señalado por los medios regionales de los equipos contendientes, para después presentar la descripción realizada en los periódicos deportivos. Es importante hacer constar que los diarios especializados y La Hoja salían los lunes, mientras que la prensa escrita regional descansaba ese día, publicando sus crónicas los martes. Esto tiene especial interés, ya que en algún caso deparará sorpresas interesantes.

Ni que decir tiene que la narración de los goles efectuada es tan variopinta que, en ocasiones, puede parecer que asistimos a la descripción de diferentes jugadas. No es el caso.

20-09-70                               Real Gijón 3 Sabadell 2 Liga                                       El Molinón

Prensa local gijonesa

«A los 31 balón largo que recoge Quini, dribla a Pini, tira, rechaza el portero, se hace de nuevo con la pelota, quiebra la salida del meta a sus pies y en posición forzada, dispara cruzado a las mallas.» (Emilio Sánchez Liomi / Hoja del Lunes de Gijón)

«Treinta y dos minutos. Gran jugada de Quini sobre la derecha. El portero se tira a sus pies y le derriba. Consigue recuperarse y tira sesgadísimo para que Paquito, excelentemente colocado, remache el tanto.» (Robustiano Viña Mori ROVI / El Comercio)

«A los 32 minutos, despeje largo de la defensa local que recoge Quini, profundiza, se libra del acoso de dos contrarios, tira, rechaza el portero y vuelve a rematar. Cuando intervenía Paquito ya iba el balón camino de la red.» (Enrique Prendes EPE / Voluntad)

Durante la semana ROVI en El Comercio haría el siguiente apunte sobre el debate que la autoría de este tanto había provocado: «Tema de comentario estos días es el tercer gol del Sporting. Hay quien se lo atribuye a Quini, cuando la realidad fue que lo marcó Paquito, si bien es cierto que fue después de una magistral jugada del interior. De no haber rematado Paquito ¿hubiese llegado el balón a la red? Eso ya no podrá probarse. De todas formas seguramente hay quien llegaría a pensar en que Quini puede ser máximo goleador en Primera División y ante tal posibilidad, bueno es arrimar el ascua a la sardina de su forofismo«.

Prensa local Sabadell

«31 minutos: Tras una serie de rebotes, Quini, con Comas a sus pies, intenta el remate, volviendo el cuero, en afortunado rebote a los pies del propio jugador que centra sobre el marco, rematando Paquito en la misma boca de gol. (3-1)». (J.C.T. / Sabadell)

Prensa regional asturiana

«3-1. Treinta y un minutos. Kini* lucha contra la defensa y el portero. Se lleva el balón por fuerza, por coraje y marca un gol de furia.» (Omicrón II / Hoja del Lunes de Oviedo)

* Es muy probable que el cronista sea Ricardo Vázquez Prada (véase reseña del gol en Región, más abajo). Años mas tarde firmaría las crónicas realizadas para en este medio sin utilizar pseudónimo. No deja de llamar la atención el error en la grafía del jugador, para entonces ya una figura en ciernes del fútbol español.

«En el minuto 31 un balón largo es recogido por Quini, dribla a Pini y dispara, la pelota es rechazada por Comas y de nuevo el interior rojiblanco se hace con el cuero, quiebra al guardameta y casi sin ángulo de tiro bate al portero de los arlequinadas. Tres a uno.» (José de Arango / La Nueva España)

«Media hora del segundo tiempo: Kini llega a borde del área. Le entra Pini. Luchan ambos por el balón. Se acerca a Arnal, que también interviene. Kini sale triunfante. Tira. El balón da en Comas, que queda en el suelo. Kini insiste y dispara a puerta, cuando tres jugadores del Sabadell intentan evitar lo inevitable» (Ricardo Vázquez Prada / Región)

«… y en el minuto 32 Quini en jugada individual, tras varios regates, marca». (¿DAS? / La Voz de Asturias)

Prensa regional catalana

«3-1, 74 minutos: Quini sale con el balón desde la línea de medios, llegando hasta el área contraria, donde espera el reagrupamiento de los defensas para muy bien entre ellos y tirar cuando sale Comas; rechaza el portero, volviendo el balón a Quini, que se abre hacia la izquierda, dribla a un contrario más y tira cruzado. Cuando el balón entra, remacha Paquito. (¿?)» (Santiago Covadonga / La Vanguardia)

«En el minuto treinta y uno, Quini realiza una extraordinaria jugada, con tesón y valentía, llevándose la pelota a trancas y barracas para, finalmente, lograr el tercer tanto». (Agencia LOGOS / El Correo Catalán)

«31 minutos, contraataque del Gijón y avance en profundidad de Quini, que, con agallas, se desenvuelve de dos contrarios y tira a la salida del portero». (Enrique Prendes / Hoja del Lunes de Barcelona) *

* EPE escribía en el diario gijonés Voluntad y era también el cronista de Marca en Gijón.

«A la media hora de juego de esta segunda parte, Quini, el hombre más peligroso de la delantera gijonesa, se interna, dribla a cuantos contrarios se le ponen por delante y remata fuerte, la pelota la desvía un defensa, y cuando Comas pretende hacerse con ella consigue adelantarse nuevamente Quini, quien en posición oblicua al marco tira obteniendo el tercer tanto local». (Especial desde Gijón para Barcelona Deportiva)

Prensa deportiva nacional

«3-1. 77 minutos. En contraataque del Gijón, avanza en profundidad Quini, que dribla a dos contrarios y tira, chocando el balón en el portero y saliendo hacia puerta hasta colarse en la red.» (Enrique Prendes / Marca)

«A los treinta y un minutos hay un balón largo, que recoge Quini, profundizando, para disparar muy fuerte. Rechaza la defensa y ahora Quini asegura el disparo y cruza la pelota al otro lado del marco, lejos del alcance de Comas.» (José de Ceares / As)

«A los treinta y un minutos. Contraataque personal de Quini quien dribla sucesivamente a tres jugadores, incluido Comas, templó un centro sobre puerta y Paquito solamente tiene que empujar el balón (3-1).» (Juan A. Calvo / El Mundo Deportivo)

«En el minuto 31 Quini, haciendo honor a su fama goleadora marcaría el 3-1. Fue una sensacional jugada, tras driblar a varios contrarios y arrebatar el cuero de las mismas manos a Comas.» (J. V. Piñera / Dicen)

«En el minuto treinta y uno Quini logra el tercer tanto.» (Crónica de la agencia Mencheta / Deportes)

El semanario deportivo valenciano otorgaba también el primer tanto al interior sportinguista.

1-11-70                                 Real Gijón 3 Granada 2 Liga                                       El Molinón

Prensa local gijonesa

«A los 20, falta de De la Cruz a Churruca. Cede Valdés al extremo, éste a Pascual que tira, se le escapa de las manos en alto el balón a Ñito y Quini se encarga de remachar el gol en la misma línea de meta, aunque probablemente la pelota hubiera entrado sola.» (Emilio Sánchez Liomi / Hoja del Lunes de Gijón)

«A los  20 minutos, el segundo. Rigo sanciona al Granada por falta a Churruca. La saca Valdés y remata Churruca desbordando a Ñito, pero Quini termina mandando la pelota al fondo del marco granadino.» (ROVI / El Comercio)

«A los veinte minutos, avance peligroso de Churruca, a quien le hacen falta, señalada por el árbitro. La lanza Valdés con temple y Pascual empalma un remate por alto, no muy fuerte. Ñito detiene, pero se le escapa el balón, que se introduce en el marco. Cuando Quini remachó empalmando por alto, el gol estaba ya conseguido. (Luego nos dicen que el remate fue de Churruca y no de Pascual*)». (Enrique Prendes EPE / Voluntad)

* Esto tiene su miga, porque Enrique Prendes era el encargado de realizar la crónica para el diario Marca (que salía los lunes, como todos los diarios deportivos), y adjudicó el tanto a Pascual de cara al trofeo Pichichi.

Prensa local granadina

«A los dieciocho minutos, Churruca es objeto de una de las numerosas faltas que le hizo De la Cruz. La bota Valdés hacia Churruca, éste remata a puerta y cuando la pelota pasa sobre la línea de gol, Quini, que había logrado zafarse del marcaje de Barrenechea y Santos, entra con el balón en la red. (¿?)» (Crónica especial de Juan Alcázar* / Ideal)

* Redactor de El Comercio de Gijón

«Y por si fuera poco, a los veinte minutos llegaba el segundo tanto, ya descrito, con fallo garrafal de Ñito, a quien escapó hacia atrás el flojo envío de Churruca, para que Quini materializara e hiciera inútil el intento de Ñito por rectificar su pifia.» (José Luis Codina) / Patria)

En otro párrafo de la crónica se describía el tanto de la siguiente manera: «…y, por si fuera poco el portero canario tampoco estuvo muy afortunado en los dos tantos encajados, el primero en colaboración con Barrenechea, que fue quien le goleó, y el segundo totalmente suyo, pues el disparo de Churruca resultó tan inocente, que el propio extremo izquierdo del Sporting se llevó las manos a la cabeza cuando vio como su compañero Quini remachaba sobre la misma raya de puerta, quizá ya con el balón traspasando la raya, el segundo gol«.

Prensa regional asturiana

«2-0. Falta que saca el Gijón, remate de Pascual. Ñito falla el blocaje y Quini*, por si acaso, empuja el balón cuando ya había traspasado la raya.» (Omicrón II / Hoja del Lunes de Oviedo)

* Nótese que ya esta corregida la grafía del delantero sportinguista.

«En el minuto veinte hay una falta de De la Cruz a Churruca. La ejecuta Valdés que envía hacia Churruca, éste cede a Pascual quien dispara y la pelota se le escapa de las manos a Ñito, oportunidad que aprovecha Quini para fusilar el gol. Dos a cero». (José de Arango / La Nueva España)

«2-0. A los 20 minutos, Valdés saca una falta contra el Granada. Churruca* pica el balón por alto. Ñito no bloca y la pelota entra en la puerta al mismo tiempo que Quini la empuja por si hubiera duda». (Ricardo Vázquez Prada / Región)

* Indicar que en la reseña del choque se indicaba que el tiro había sido de Pascual. Lógicamente las crónicas insertadas en los diarios del martes habían sido confeccionadas con antelación. Lo que se hizo fue anotar la corrección en el apartado de alineaciones, árbitro y goleadores, de donde se ha extraído la descripción del tanto. Reseñar que, pese a que en ésta no queda perfectamente clara la autoría, en el apartado de anotadores se señalaba a Barrenechea en propia puerta, Quini y Churruca como los ejecutores de los tres tantos rojiblancos.

Llama la atención el hecho de que, si como suponemos Omicrón II es Ricardo Vázquez Prada (hay muchas similitudes en sus crónicas), en la Hoja del Lunes de Oviedo el plumilla otorgara el tanto a Pascual, en lugar de al ariete sportinguista, como sí hace en esta oportunidad.

«Obra el segundo de Quini, aprovechando un tiro de Churruca, en el minuto 22«. (Daniel Arbesú DAS / La Voz de Asturias)

Prensa regional andaluza

Los medios que no son de la provincia traen muy poca información y suele ser a través de agencias. Como ejemplo:

«(…) y a los veinte, Quini remachó el segundo en un balón bombeado por Churruca». (Crónica de la agencia Mencheta / ABC Sevilla)

Prensa deportiva nacional

«2-0. Veinte minutos. Falta por la izquierda que saca Valdés y remata Pascual sobre la marcha. Ñito detiene la pelota, pero se le escapa ya dentro de la red, donde Quini termina de remachar el gol.» (Enrique Prendes / Marca) *

* Así, Pascual ha quedado para la historia como el autor del gol de cara al trofeo Pichichi

«A los veinte minutos llegó el segundo tanto local, en un saque franco recogido por Churruca y coronado con un disparo muy fuerte que Ñito atajó, pero sin poder sujetar la pelota, y Quini, con su oportunismo de siempre, anticipándose a la recogida, clavó el cuero en las mallas.» (José de Ceares / As)

«A los veinte minutos, falta a Churruca, que saca Valdés, y el propio Churruca bate a Ñito.» (Maese ALONSO / El Mundo Deportivo)

«A los diecinueve de esta misma parte, Churruca dispara recogiendo el saque de una falta por alto y sin parar batiendo a Ñito, que no consiguió blocar el esférico.» (Piñera / Dicen)

En el semanario Deportes recogen la misma crónica de Mencheta que publicó el ABC sevillano.

Las fotos del gol ante el Granada en la prensa

Antes (Foto de Guerrero hijo en La Nueva España)

Antes (Foto de Guerrero hijo en La Nueva España)

Durante (Foto de Puche en el diario Patria)

Durante (Foto de Puche en el diario Patria)

Después (Foto  de Vegafer. El Comercio)

Después (Foto de Vegafer. El Comercio)

En aquella temporada, la tabla de goleadores (más comúnmente aceptada) quedó como sigue:

Temp.

G

Ptdos.

G

Ptdos.

G

Ptdos.

1970-71 Gárate (Atl. Madrid)

Rexach (Barcelona C.F.)*

17

28

28

Acosta (Sevilla)                          Pirri (R. Madrid)*                     Irureta (Atl. Madrid)

Quini (R. Gijón)*

13

27   29

27

30

Uriarte (Atl. Bilbao)

11

28

*El asterisco que aparece junto a algunos jugadores denota que se han encontrado recopilaciones en las que el número de goles que se les adjudica varía.

En el caso del goleador asturiano, la diferencia de pareceres podría llevarle a ocupar la segunda posición en solitario de la clasificación (si se le contabilizan dos dianas en el primer choque y una en el segundo), mantenerse en el grupo «perseguidor» (para lo cual cabrían dos posibilidades, en función de si se le adjudican 2 goles en el primer partido y ninguno en el segundo, o bien un tanto en cada uno), e incluso descender a la tercera plaza si únicamente se le otorgara un único tanto.

Por lo que se refiere al resto de futbolistas del equipo gijonés que se ven influidos por las distintas versiones de las crónicas, las estadísticas les asignaban tradicionalmente los siguientes valores al final de la campaña:

Temp.

G

Ptdos.

1970-71 Paquito (R. Gijón)                          Pascual (R. Gijón)                     Churruca (R. Gijón)

3

1

6

17

14

29

Como curiosidad, exponemos cómo varían los datos de los cuatro jugadores sportinguistas ateniéndonos a lo establecido en las reseñas publicadas en los medios de comunicación asturianos y la prensa deportiva nacional:

Hoja del  Lunes Gijón

El Comercio

Voluntad

Hoja del Lunes Oviedo

La Nueva España

Región

La Voz de Asturias

Marca

As

El Mundo Deportivo

Dicen

Temp.

Ptdos.

G

G

G

G

G

G

G

G

G

G

G

1970-71 Paquito                          Pascual

Quini                                          Churruca

17

14

30

29

3

0

14

6

4

0

13

6

3

0

13

7

3

1

13

6

3

0

14

6

3

0

14

6

3

0

14

6

3

1

13

6

3

0

14

6

4

0

12

7

3

0

13

7

Si tomamos en consideración lo señalado en los periódicos regionales de los equipos contendientes con los rojiblancos, los goles dudosos se distribuirían de la manera que sigue:

Sabadell

La Vanguardia

Hoja del Lunes Barcelona

El Correo Catalán

Barcelona Deportiva

Ideal

Patria

ABC Sevilla

Temp.

G

G

G

G

G

G

G

G

1970-71 Paquito                          Pascual

Quini                                          Churruca

1

0

¿?

¿?

0

1

0

1

0

1

0

¿?

¿?

0

1*

0

0

1

0

*El diario Patria adjudicó el tanto a Quini, pero dejó señalado en la crónica que quizá el balón ya estuviese dentro cuando lo remachó el interior sportinguista.

Llegados a este punto cabe preguntarse, en este tipo de situaciones, ¿quién se atreve a ponerle el cascabel al gato?




Orígenes del fútbol en México – Capítulo II

Pachuca: la cuna. Identidad de una historia.

-La historia de la ciudad minera hasta 1900.

-El primer campeonato.

Situado al sur de Atotonilco y al suroeste de Tulancingo, Pachuca de Soto es la ciudad más importante del estado de Hidalgo.

Los restos de los asentamientos humanos más antiguos conocidos, datan de aproximadamente 10,000 años antes de cristo1. Es en el siglo XII de nuestra era cuando el grupo de Azcapotzalco se adueña de los territorios que pertenecían con anterioridad a los texcocanos, y llaman a la ciudad Pachoacan, que en náhuatl significa «estrechez»2.

Hacia 1524, ya con el dominio español, se dieron las primeras apropiaciones de la zona, y en 1528 Francisco Tellez se hizo cargo del lugar. Fue hacia 1555, que la explotación de yacimientos metalúrgicos se hizo extensiva gracias al procedimiento de amalgamación que permitía una mejor extracción a un menor costo de tiempo y dinero3.

La actividad minera se convirtió en el principal núcleo de actividad económica en la zona y esto atrajo a un gran número de exploradores españoles y europeos en general que buscaban hacerse ricos de la noche a la mañana.

La plata producida en Pachuca era de excelente calidad, a tal grado, que en el siglo XVII los comerciantes de Jerusalem y de otras partes de Oriente no aceptaban como paga otra plata que no fuera producida en Pachuca4.

La venta y despojo de terrenos estaba a la orden del día y solamente los personajes con grandes influencias podían mantener sus propiedades a salvo de los múltiples busca fortunas. Para 1750, la población era de 5,000 habitantes y la población flotante sumaba otras mil personas aproximadamente.

Por aquellos años, se fundó el Primer Banco de Avío y se estableció en 1770 el primer sistema de correo entre la ciudad hidalguense y la ciudad de México.

Fue tal la importancia que cobró Pachuca y en general la zona misma, que en 1787 se le declaró como Provincia de Pachuca. Con la lucha de la Independencia iniciada al comienzo del Siglo XIX, la ciudad fue resguardada con los mejores hombres que la corona española tenía al mando, ya que representaba gran parte de la economía que sustentaba a la Península. El insurgente Miguel Serrano intentó una y otra vez tomar la ciuda pero todo fue inútil. En 1812, luego de una larga y cruenta batalla por fin pudo entrar la insurgencia a la ciudad, pero cinco meses después los españoles la recuperaron y se mantuvieron en ella hasta 1821, año en que se proclamó la Independencia.

En 1824 al constituirse la República Federal, la ciudad quedó bajo la jurisdicción del Estado de México. Ese mismo año, la Compañía de los Caballeros Aventureros de las minas del Real del Monte fundaron la primer empresa británica de explotación minera en nuestro país.

En 1849, otro grupo de ingleses fundó la Compañía del Real del Monte y Pachuca, también dedicada a la explotación de yacimientos.

Durante la época de la Intervención Francesa, el ayuntamiento de Pachuca aceptó a esta y en 1863 Maximiliano de Habsburgo fue recibido en forma esplendorosa. Inclusive los británicos, tuvieron que agasajarlo con una comida y hospedarlo en las Cajas Reales. Algunos meses más tarde, los mineros atacaron al batallón francés que custodiaba la ciudad y apoyando a la guerrilla de José María Pérez tomaron la plaza. En reconocimiento a esta labor, en 1869 fue proclamado el estado de Hidalgo y Pachuca fue nombrada su capital5.

La zona creció rápidamente y la modernidad comenzó a aflorar. En 1882 se tendió la primer vía ferrea que se extendió con rapidez y en 1897 la luz eléctrica hizo su aparición. Los mineros, de preponderancia inglesa, gozaban al igual que todo el país de una calma y tranquilidad. La paz porfiriana se mostraba en pleno y se tenía el tiempo libre suficiente para incursionar en otros terrenos y no solo los laborales. El ocio tenía diversas formas de  matarse: pasar un rato con las familias, ir a conocer el  novedoso invento del cinematógrafo que afloraba por diversos poblados montando carpas y pasando las primeras películas del cine mudo o bien, realizando alguna actividad física que conjuntara al grupo de amigos fuera de las minas.

La actividad física entonces se hizo presente. Gracias a la cantidad de ingleses avecindados en Hidalgo, los deportes de grupo son los que más llamaron la atención. Por la cercanía con la ciudad de México, y debida a los clubes que en esta habían surgido, el cricket era uno de los deportes que más se jugaban.

El cricket o críquet, como se le llamó en México, llegó mucho antes que el fútbol a nuestro país. El primer club de este deporte se conformó en 1827, resultando en uno de los primeros clubes de este tipo fuera de la Gran Bretaña. Ese año, diplomáticos y comerciantes , en su mayoría ingleses, fundaron el Mexico Union Cricket Club.

Era tal la cantidad de extranjeros avecindados en México que jugaban críquet, que el club se mantenía por completo de sus cuotas y contaba con un bello terreno y canchas en lo que hoy es la colonia Nápoles. Inclusive, durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo, impuesto por Francia a México de 1864 a 1867, el emperador se dio tiempo de ir a ver -y tal vez a jugar- criquet en estos campos.

El emperador Maximiliano en un receso de un partido de criquet. 1865 c.

El emperador Maximiliano en un receso de un partido de criquet. 1865 c.

El criquet fue cobrando cada día mayor adhesión y con la aparición del periódico The Two Republics, que le dedicaba  espacio a la crónica de estos encuentros, un mayor número de aficionados se sumó a la causa. Los juegos se verificaban los domingos en las canchas del Mexico Union Cricket Club. Este club, desaparecería hacia 1869, tal vez debido a la inestabilidad política y económica del país, por lo que muchos ingleses abandonaron territorio mexicano6.

El reestablecimiento de las relaciones entre Inglaterra y México en 1884, tras 17 años de rompimiento y la gran inversión de la Gran Bretaña en la industria y minería, hizo resurgir el gusto por el críquet.

«Esta vez no sucedía solamente en la ciudad capital. Había un club de críquet en Pachuca, la ciudad minera del estado de Hidalgo -a donde muchos mineros británicos habían llegado desde 1824, cuando la Compañía Minera Real del Monte comenzó sus labores en Londres. Muchos descendientes de los inmigrantes aún vivían en el área, y a ellos se unían continuamente los recién llegados de Cornualla y otras provincias inglesas, los cuales ocupaban puestos en la industria minera en Pachuca y en el poblado cercano de Real del Monte. Una afluencia similar de ingleses llegó hasta la ciudad norteña de Monterrey, sede industrial en expansión, y pronto hubo otro mcc, el Monterrey Cricket Club»7.

A finales de 1889 se jugó un partido de criquet entre el Mexico Cricket Club y el Club Pachuca, tras 25 años sin jugarse8.

Un año más tarde, en noviembre de 1900 algunos de estos mismos juhgadores de criquet que también conocían y habían practicado el fútbol, junto con otros ingenieros y mineros que venían de la fábrica siderúrgica Thames Ironworks que contaba con el club West Ham, fundaban el Pachuca Athletic Club, tal y como ya mencioné en el capítulo anterior.

En la capital, los clubes deportivos existentes, como el Reforma Athletic Club, el British Atlhetic Club, además del mismo México Cricket Club, decidieron también crear sus propios equipos de fútbol.

Reforma Athletic Club

Reforma Athletic Club

En Orizaba, Veracruz, un club deportivo que funcionaba desde 1898 y que fue fundado por escoceses, dueños de la Fábrica de tejido, llamada «El Yute» , también crearon su propio equipo a inicios de 1901: El Orizaba Athletic Club. Duncan Macomish fue el entusiasta iniciador de este conjunto.

Existen algunas controversias, porque en la ciudad de Orizaba, algunos cronistas dan como un hecho que este fue el primer equipo de fútbol, pero no existe ninguna prueba fehaciente de que en 1898 se jugara ahí el fútbol y si, en cambio,  de que se practicaban deportes como el mismo criquet y el beisbol.

En 1902 se constituyó la Liga Mexicana de Footbal Amateur Association con 5 equipos: Pachuca Athletic Club, Reforma Athletic Club, México Cricket Club, El British Club y el Orizaba Athletic Club. Este último, tras 4 partidos jugados, todos ellos en los campos del Club Reforma, se vio coronado como el primer campeón del fútbol mexicano.

Campo del Club Reforma 1910.

Campo del Club Reforma 1910.

CAMPEÓN DE LIGA: ORIZABA

CAMPEÓN DE GOLEO INDIVIDUAL:  John Hogg (Orizaba AC) 5 goles

CAMPEÓN DE COPA MÉXICO: No hubo.

Clasificación

No. Club                   JJ       JG       JE       JP       Gf-Gc             Pts      Dif.

1.-Orizaba AC          4          3          1          0          5-2                  7          +3

2.-Reforma AC         4          2          2          0          11-5                6          +6

3.-British FC             4          2          0          2          7-3                  2          +4

4.-Pachuca AC        4          0          2          2          3-7                  2          -4

5.-México CC           4          0          1          3          2-11                1          -9

Club Orizaba campeón. 1902 ©Archivo Histórico JUVAGOL

Club Orizaba campeón. 1902 ©Archivo Histórico JUVAGOL


1 Lorenzo Monterrubio, Carmen. Historia prehispánica del estado de Hidalgo: Una síntesis. México. Consejo Estatal para la cultura y las Artes de Hidalgo, Centro de Investigaciones, 1996.

2 s/a Monografía del estado de Hidalgo V. 2, México. Secretaría de Desarrollo Social, Instituto Hidalguense de la Cultura, 1993, p. 70.

3 García Tapia, Nicolas. Patentes de invención españolas en el siglo de oro. España. Oficina Española Patentes y marcas, Ministerio de Industria y Energía, 1994, p.70

4 Esta información puede resultar contradictoria, porque la plata procedía de Hidalgo, pero también de Zacatecas y otras minas mexicanas y el pago de bienes que hacía España a otros países europeos por medio de plata mexicana, no determinaba su procedencia y es la misma que finalmente llegaba a Oriente. Canudas Sandoval, Enrique. Las Venas de Plata en la Historia de México: Síntesis de Historia económica, Siglo XIX, vol. 1. México. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco-Editorial Utopía p. 212-234.

5 El 15 de enero de 1869, el presidente de México a través del Congreso de la Unión declara al territorio de Hidalgo como estado, mismo que queda establecido al día siguiente nombrando a Pachuca como capital y agregando la denominación «de Soto» en reconocimiento a Manuel Fernando Soto, quien es considerado como el más grande impulsor en la creación del estado.

6 Además de que en 1867 México y Gran Bretaña habían suspendido relaciones diplomáticas y muchos de lso súbditos de la corona decidieron abandorar territorio mexicano.

7 Costeloe, Michael P. «The Mexico Cricket Club» Letras Libres, México, Nº 88, Abril 2006.

8 Two Republics,




Inicios del fútbol en Guatemala (1902-1919)

Introducción

Aunque el modelo de Estado-nación fue exportado a nivel mundial, este no fue calcado fielmente. En Guatemala el Estado, lejos de desempeñar un papel de preventor a nivel de control sanitario, más bien se encargó de hacer todo lo contrario. Por ejemplo, según Mc Creery, la prostitución legal, controlada por el Estado, jugó un papel de importancia, al proteger y hacer valer las tradiciones culturales de la élite de los ladinos. Es destacable el papel tan activo del Estado en introducir a mujeres -que no pertenecían a la élite capitalina o que se les incriminaba- en los lupanares. Es decir, que el Estado no les dejó ni siquiera ejercer en forma voluntaria la prostitución como la forma más viable de sobrevivir.1

El deporte no fue, durante los años estudiados un asunto prioritario para el Estado guatemalteco. Esto se refuerza con lo señalado para el caso de la salubridad pública, donde pese a los estrechos vínculos entre Estrada Cabrera y el gobierno estadounidense, la misión contra la anquilostomiasis de la Fundación Rockefeller de principios del siglo XX no tuvo la acogida necesaria por el dictador y la comunidad médica local. Así, el proyecto guatemalteco fue el más ineptamente llevado a cabo por esta fundación en Centroamérica. Sin asistencia prácticamente del gobierno y con un liderazgo poco ambicioso, el trabajo contra la anquilostomiasis se concentró fuertemente las fincas agroexportadoras del sur y de las planicies costeras, donde radicaban las principales plantaciones de café del país.2

En 1871 ascendió al poder en Guatemala un grupo de gobernantes de filiación liberal, que buscó crear el Estado-nación. Este proyecto político no tuvo una dimensión integradora, pues terminó por ser selectivo. Esta selección se hizo ladino e indígena por la lógica estatal de promover una «ciudadanización diferenciada» entre la población.3 Es palpable el interés estatal en transformar a los trabajadores urbanos y sus redes de poder ladina e indígena rurales en sustento de apoyo a su ideario.

Aunque teóricamente la principal herramienta de construcción de la hegemonía ha sido la política de educación pública,4 la cual durante los años analizados no tuvo como objetivo trastocar las costumbres de los sectores subalternos. Debido a que el régimen de trabajo forzado imposibilitó a los sectores indígenas el acceso a la educación y, cuando la tenían, era en escuelas para indígenas, especializándose en una educación campesina. Por el contrario, el trabajo sí desempeñó un claro rol como medio de coacción y control social y, por lo tanto, de constructor y reproductor de visiones y realidades hegemónicas.

La poca expansión del deporte radicó en el agravamiento del legado estamental colonial por parte de los liberales con la implantación de la bipolaridad indio-ladino. Al mismo tiempo que los liberales adaptaban la estructura estatal a sus intereses políticos y económicos, se dedicaron a expropiar al campesinado de sus tierras comunales y a institucionalizar el trabajo forzado en las plantaciones cafetaleras. Es así como en la sociedad guatemalteca se asentó la gran contradicción de la economía del café, que por una parte, enriquecía a los comerciantes, empresarios agrarios, banqueros extranjeros, políticos corruptos y grandes finqueros; y, por la otra, empobrecía a la masa de trabajadores ladinos e indígenas.

Esta situación hizo que el Estado guatemalteco fuera muy frágil a nivel económico, por lo que su proyecto de creación de un sentimiento de identidad nacional a través del deporte se concentró en el ámbito urbano. En este punto, tanto Guatemala como Costa Rica compartieron a nivel general la misma debilidad económica, por lo que no pudieron superar la pobreza económica de la hacienda pública y las crisis económicas, factores que incidieron en la escasez de instalaciones deportivas adecuadas y el sufi- ciente número de maestros de educación física.5

Además, deben tomarse en cuenta los accidentes geográficos, las problemáticas relativas a los límites políticos-culturales arbitrarios de los pueblos indígenas, y el hermetismo cultural de las comunidades indígenas, las que tenían como su institución comunal representativa y de resistencia cultural a la cofradía.6 Por su parte, la iglesia católica no pudo jugar un papel de mediador entre las poblaciones indígenas y el Estado, debido al programa modernizador de Justo Rufino Barrios, que a partir de 1873, tuvo como uno de sus objetivos centrales la secularización del Estado. En ese mismo año, se trasladó el control de los bienes eclesiásticos al Estado, con lo que posteriormente fueron distribuidos o vendidos. El Estado por su parte tampoco desempeñó este papel.

Con respecto al origen del deporte moderno en Guatemala se tiene que el primer club hípico nacional, el Jockey Club de Guatemala, se fundó en la capital a principios de mayo de 1881. Las disciplinas que surgieron en el país entre 1881 a 1901 fueron las carreras de caballos, el tiro al blanco, la gimnasia, esgrima, polo, tenis, rugby, ciclismo, boxeo y atletismo. Según se nota, todas fueron de ejecución individual, con excepción del polo y el rugby que se practican en forma colectiva. En sus inicios el deporte moderno en Guatemala fue de acceso exclusivo de la élite de la capital -ubicada en la región central del país- y de Quetzaltenango, la principal urbe del occidente cafetalero, espacios donde se resumía en torno a sí la identidad nacional ladina. Estos grupos dominantes también practicaron las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la alemana, la belga, la estadounidense, la italiana y la inglesa. Es de destacar que en esta primera etapa dominaron los deportes individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad.7

Sustentado en el contexto anterior es que el presente artículo pretende estudiar los orígenes del fútbol en Guatemala durante el período 1902-1919, su utilización política y su función en la canalización del conflicto regional entre las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango.

Orígenes del fútbol en Guatemala (1902-1908)

Según las fuentes periodísticas se sabe que el primer club balompédico de Guatemala fue el Guatemala Foot-Ball Club fundado en la ciudad de Guatemala en 1902.8 Empero, la primera referencia a la práctica del fútbol data de un partido que se efectuó en la tarde del domingo 18 de octubre de 1903, en los llanos frente a Villa Linda.9 Esta asociación decana del fútbol nacional estaba compuesta por: Jorge Aguirre Matheu, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde, Jorge Romaña, Carlos Tinoco Sinibaldi, Francisco Sánchez Latour, Luis P. Aguirre, Carlos Purdy, Rodolfo Matheu y Delfino Sánchez Latour.10 Posteriormente, para el domingo 15 de noviembre del año antes citado, una numerosa concurrencia asistió al encuentro que se realizó en este lugar, donde sobresalieron los jugadores de este centro deportivo que llevaban los distintivos blanco y azul semejantes a los de la bandera guatemalteca, de lo que se puede derivar una primera vinculación entre fútbol y nación, al menos para los sectores ladinos y extranjeros que los utilizaron.11

El Guatemala Foot-Ball Club, fundado en septiembre de 1902. De pie y de izquierda a derecha: Jorge Aguirre, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde y Jorge Romaña. Sentados, en el mismo orden: Carlos Tinoco, Francisco Sánchez, Luis Pedro Aguirre, Carlos Aguirre y Carlos Purdy. Adelante, Rodolfo Matheu y Delfi no Sánchez Latour.

El Guatemala Foot-Ball Club, fundado en septiembre de 1902. De pie y de izquierda a derecha: Jorge Aguirre, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde y Jorge Romaña. Sentados, en el mismo orden: Carlos Tinoco, Francisco Sánchez, Luis Pedro Aguirre, Carlos Aguirre y Carlos Purdy. Adelante, Rodolfo Matheu y Delfi no Sánchez Latour.

Después de Guatemala la siguiente ciudad a la que llegó el fútbol fue Quetzaltenango. A mediados de mayo de 1906 se estableció en esa localidad el Quetzaltenango Foot-Ball Club, que hizo su primer ensayo en los llanos de la Nueva Quetzaltenango, por lo que se esperaba que para el domingo 27 de mayo del mes antes citado realizara su primer partido.12 Sin embargo, fue hasta finales de junio de 1907 que se tiene noticia de la verificación del primer encuentro de este centro deportivo.13

La vinculación entre fútbol y nacionalismo también se dio en Quetzaltenango con la noticia de que la municipalidad de esa población en 1906 mandó a elaborar varias medallas, las que fueron otorgadas como premios de los partidos de fútbol que se hicieron para la celebración del 15 de septiembre, el día de la independencia.14 Un partido destacado de principios del siglo XX, lo constituyó el programado para el domingo 18 de noviembre de 1906 entre guatemaltecos y extranjeros. Éste se efectuó de cuatro a seis de la tarde, en el campo de Villa Linda, y fue el primer partido de fútbol de la temporada, siendo ganado por los nacionales.15

Fútbol, identidades regionales y política 1909-1921

En 1909 se estableció la primera unión entre fútbol y política, aspecto que influyó en su propagación por todo el país. Durante las Fiestas de Minerva, y más específi- camente en los días 29 y 30 de octubre, el fútbol fue sancionado como «deporte nacional». A las nueve de la mañana de la primera fecha en el Campo de Minerva, se jugó el partido entre los equipos del club de fútbol de la Escuela Práctica de Varones, imponiéndose el cuadro deportivo del equipo Sidney al del Virginia. Al día siguiente se efectuó el encuentro entre los clubes Gay y Olympic, partido del cual saldría el primer campeón de Guatemala, el Club Gay. Las esposas de los embajadores de Brasil y El Salvador, por encargo del presidente Estrada Cabrera, entregaron las copas de plata que el mandatario obsequió a los centros deportivos en el orden antes mencionado.16 La intención del mandatario con este acto era la de obtener buena imagen, debido al fraude electoral que marcó su segunda reelección y la represión a toda oposición política que caracterizó sus 22 años en el poder. Este gobernante inauguró un nuevo estilo de gobierno basado en el quiebre de la hegemonía altense ocurrida con el triunfo revolucionario liberal de 1871.17

Lic. Manuel Estrada Cabrera. Presidente de Guatemala (1898-1920).

Lic. Manuel Estrada Cabrera. Presidente de Guatemala (1898-1920).

Del evento festivo antes descrito resaltan varios elementos que permiten entender el auge del fútbol en Guatemala. La inclusión del fútbol dentro del programa de las principales festividades del país, como lo eran las fiestas de Minerva de la capital, hizo que la gente que provenía de todas partes del país a estas celebraciones lo llevaran a su retorno a sus respectivas comunidades, aunque para los indígenas estaba aún vedado por la lógica laboral de la plantación cafetalera. La práctica entre los niños hizo que este deporte colectivo marcara una ruptura en la historia del deporte nacional, al permitírsele a ellos su acceso al mismo, cosa que antes había sido coto absoluto de adultos. Sin embargo, hasta este momento el fútbol fue un pasatiempo que no salió del ámbito del sector dominante, por lo que su expansión por la sociedad nacional fue limitada.

Las Fiestas de Minerva de 1909 frente a la Catedral de Guatemala.

Las Fiestas de Minerva de 1909 frente a la Catedral de Guatemala.

Un dato más sobre el fortalecimiento de las identidades regionales entre Guatemala y Quetzaltenango, y la rivalidad que de este hecho se desprende, es el referente a los actos de celebración de la independencia nacional en 1919, en esta última ciudad se realizaron los partidos relativos al campeonato del occidente del país. La copa del título la obsequió el Diario de los Altos, en tanto que el ayuntamiento quetzalteco regaló varios listones. Los resultados del evento fueron los siguientes: el club Virginia ganó tres partidos, dos contra el club Xelajú y uno contra el Concordia, por lo que se hizo acreedor al título en mención.18 Debe aclararse que el campeonato de fútbol del occidente nació por iniciativa de la municipalidad quetzalteca, hecho que originó que los clubes Nacional, Hércules, ABC y Allies fundaran el campeonato capitalino entre sus terceras.19

Posteriormente, para el 26 de octubre de 1919 la Liga de Fútbol de Guatemala, representada por el club Hércules, se enfrentó en la capital a la Liga Quetzalteca. La hegemonía deportiva capitalina se impuso, pues el resultado del encuentro favoreció al Hércules por 1 a 0, obteniendo el título de campeón nacional, la copa Quetzalteca y las coronas con que fueron premiados sus integrantes. Al respecto existe la siguiente crónica: «Al terminar el match se hizo a los vencedores una delirante ovación. Estos reuniéndose en el centro, ante el silencio que se hizo súbitamente, lanzaron al espacio los tres hurras de rigor por Quetzaltenango, respondiendo a ellos la multitud.»20 En torno a lo anterior, es posible que los jugadores capitalinos hicieran este saludo en honor al presidente Estrada Cabrera, oriundo de Quetzaltenango.

Equipo de fútbol del Club Hércules que ganó el campeonato nacional el 26 de octubre de 1919 en Quetzaltenango. Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Aguirre, Arturo Aguirre, capitán, y Percy Zadik. Segunda fila: Manuel Ramírez, Luis Asturias, Wenceslao Aldaz y Rafael Villacorta. Tercera fila: Eduardo Vivas, José Luis Villacorta, Ricardo Lehnhoff, Salvador Maza y Ramiro Gálvez. De este cuadro no jugó Vivas y Gálvez se desempeñó como portero de la Liga Quetzalteca. En la foto faltó Delfino Sánchez Latour.

Equipo de fútbol del Club Hércules que ganó el campeonato nacional el 26 de octubre de 1919 en Quetzaltenango. Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Aguirre, Arturo Aguirre, capitán, y Percy Zadik. Segunda fila: Manuel Ramírez, Luis Asturias, Wenceslao Aldaz y Rafael Villacorta. Tercera fila: Eduardo Vivas, José Luis Villacorta, Ricardo Lehnhoff, Salvador Maza y Ramiro Gálvez. De este cuadro no jugó Vivas y Gálvez se desempeñó como portero de la Liga Quetzalteca. En la foto faltó Delfino Sánchez Latour.

Para el viernes 26 de diciembre, se llevó a cabo en el Campo de Marte de Guatemala el partido por el campeonato nacional, entre las Ligas Quetzalteca y Capitalina, cuyo marcador resultó empatado a cero goles, por lo que el Hércules mantuvo el título nacional de ese año. Miles de personas vieron el partido, lo que le comenzó a imprimir al fútbol el carácter de evento masivo. A las tres y treinta y cinco minutos de la tarde dio incio y concluyó a las seis de la tarde. Se jugaron dos tiempos de cuarenta y cinco minutos cada uno, y veinte minutos más de reposición. La oncena quetzalteca vistió en esta ocasión el uniforme que usaría en todas las contiendas por el campeonato nacional, él cual estaba compuesto por un pantalón corto blanco y una camisa negra, ostentando en el pecho la cabeza de un chivo. Por su parte, el equipo guatemalteco usó un uniforme de color blanco.21 Sobre el emblema relativo a la cabeza del chivo que vestían los quetzaltecos, este se refiere a la oveja que ornaba el campo inferior del escudo de los Altos entre 1836 y 1840. Sin embargo, aunque en 1848, se dio la desaparición en el escudo altense de la oveja, el léxico «chivos» continúa designando a los quetzaltecos en Guatemala.22

La poca promoción estatal en ese momento no permitió la invisibilización de la pugna político-identitaria entre la ciudad de Guatemala y Quetzaltenango, en el que esta última recurría a la reivindicación de una herencia quiché, dentro de un discurso de dimensión centroamericana opuesto al proyecto centralizador capitalino.23 El mercado deportivo -y en general, el cultural- de Guatemala se dividió entre las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango, los principales centros políticos regionales del país, por lo que sus competencias deportivas incluyeron también el elemento de rivalidad política. Al respecto, comparto la aseveración de Jeremy Mac Clancy sobre que «el deporte no es un «reflejo» de alguna esencia postulada de la sociedad, sino una parte integral de la misma, más aún, una parte que puede ser usada como un medio para reflexionar sobre la sociedad».24

Conclusión

El fútbol durante los años analizados comenzó a establecer su unión con la política. Su

inclusión dentro del programa de las fiestas de Minerva de 1909 de la ciudad de Guatemala, posibilitó que la gente que provenía de todas partes del país a estas celebraciones lo llevara a su retorno a sus respectivas comunidades, aunque para los indígenas estaba aún vedado por el trabajo forzado a que estaban sometidos. Poco a poco, la práctica del fútbol entre los niños hizo posible el acceso al deporte en los sectores populares. Debido a lo débil del movimiento trabajador organizado, el fútbol no se expandió del grupo dominante hacia el resto de la sociedad nacional. Además, la no inserción del fútbol en la sociabilidad comunal negó su apropiación a nivel local. De todo esto se desprende que la ejecución del deporte siguiera siendo coto absoluto del grupo dominante criollo, ladino y extranjero, lo que impidió su desarrollo y apropiación a nivel nacional. Debido al exiguo apoyo y control estatal no fue posible invisibilizar la pugna político-identitaria entre Guatemala y Quetzaltenango.


1 Mc Creery, David. «Una vida de miseria y vergüenza: prostitución femenina en la ciudad de Guatemala, 1880-1920». En: Mesoamérica. Año 7., Cuaderno 11. Junio de 1986. Antigua Guatemala: CIRMA. pp. 57-58.

2 Palmer, Steven. «Salud imperial y educación popular. La Fundación Rockefeller en Costa Rica desde una perspectiva centroamericana (1914-1921)». En: Molina, Iván, Palmer, Steven. Educando a Costa Rica. Alfabetización popular, formación docente y género (1880-1950). San José: Editorial Porvenir, 2000. pp. 152-153.

3 En este sentido es necesario la consulta a: Taracena Arriola. Arturo, et.al. Etnicidad, Estado y nación en Guatemala 1808-1944. Guatemala: Nawal Wuj, 2002. Asimismo véase: Piel, Jean. «¿Fuera el Estado del Estado? ¿Afuera la nación? El Quiché oriental frente al Estado-nación guatemalteco de 1821 a 1970. En: Taracena A., Arturo y Piel, Jean. Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995. p. 188. En la misma línea Little-Siebold apunta que, el Estado guatemalteco por su fragilidad económica no pudo tener un fuerte control social de la población. Little-Siebold, Todd, «Guatemala en el período liberal: patria chica, patria grande. Reflexiones sobre el Estado y la comunidad en transición». En: Ibid. pp. 223-236. También: Taracena Arriola, Arturo. Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. Los altos de Guatemala: de región a Estado, 1740-1871. Antigua Guatemala: Editorial Porvenir S.A.-CIRMA, 1997, y Little-Siebold, Todd, «La centrifugación del Estado: sueños centralistas, realidades locales. Formación, deformación y reformación del Estado guatemalteco, 1871-1945». En: Piel, Jean y Little-Siebold, Todd, Entre comunidad y nación. La historia de Guatemala revisitada desde lo local y lo regional. Antigua Guatemala: CIRMA, 1999. pp. 143-165.

4 González Orellana, Carlos. Historia de la educación en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria, 1987.

5 Urbina Gaitán, Chester, «Orígenes de la política deportiva en Costa Rica (1887-1942)». En:

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires. Año 7. No. 34. Abril de 2001.

6 Wilson, Richard. «Comunidades ancladas. Identidad e historia del pueblo maya-q’eqchi'». En: Textos

Ak’ kután. No. 4. Cobán: Centro Bartolomé de las Casas, 1994. p. 23.

7 Para más información véase: Urbina Gaitán, Chester Rodolfo. Deporte y nación (1881-1950). El caso del fútbol en Guatemala. Guatemala: FLACSO, 2007.

8 Diario de Centroamérica. Lunes 29 de diciembre de 1919. Año XL. No. 11.048. p. 1.

9 Ibid. Lunes 19 de octubre de 1903. Vol.CLXXI. No. 6.458. p. 4

10 La Gaceta. Órgano de Publicidad de la Policía Nacional de Guatemala. 20 de enero de 1929. Año IX.

Tomo VII. No. 3. p. 116.

11 Diario de Centroamérica. Lunes 16 de noviembre de 1903. Vol. CLXXI. No. 6.480. p. 4.

12 Ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Vol. CLXXVI. No. 7.189. p. 1.

13 Ibid. Sábado 27 de julio de 1907. Año XXVII. No. 7.529. p. 2.

14 Ibid. Lunes 24 de septiembre de 1906. Vol. CLXXVI. No. 7.195. p. 4.

15 Ibid. Martes 20 de noviembre de 1906. Vol. CLXXVII. No. 7.333. p. 4.

16 Ibid. Jueves 4 de noviembre de 1909. Año XXX. No. 8.169, p. 8.

17 Taracena Arriola, Arturo, «Liberalismo y poder político en Centroamérica (1870-1929)». En: Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. Tomo IV. Las repúblicas agroexportadoras (1870-1945). San José: FLACSO, 1994. p. 213.

18 Diario de Centroamérica. Miércoles 24 de septiembre de 1919. Año XL. No. 10.969, p. 1.

19 El campeón en esta categoría fue el Club Allies. En: Ibid. Viernes 28 de noviembre de 1919. Año XL. No. 11.024, p. 1.

20 Ibid. Miércoles 29 de octubre de 1919. Año XL. No. 10.999. pp.1-2.

21 Ibid. Sábado 27 de diciembre de 1919. Año XL. No. 11.047. p. 1.

22 Taracena Arriola, Arturo. op.cit. 1997. p. 337.

23 Para más información, véase: Taracena Arriola, Arturo. «El regionalismo altense y la élite ladina de Quetzaltenango (1880-1920)». En: Trace. No. 37. Jun 2000. México D.F.: Centre Français d´ Etudes Mexicianes et Centraméricaines. pp. 41-54.

24 Mac Clancy, Jerome, editor. «Sport, identity and etnicithy». En: Oxford: Berg, 1996. p. 4. Tomado de: Alabarces, Pablo. «Los estudios sobre deporte y sociedad: objetos, miradas, agendas». Alabarces, Pablo, (compilador). Peligro de gol. Estudios sobre deporte y sociedad en América Latina. Buenos Aires: CLACSO, 2000. p. 11.




1942 – Nacimiento de “La Máquina” de River Plate

Si le preguntaran hoy a un simpatizante de River, joven o no tanto, cómo formaba la delantera de «La Máquina», seguramente contestaría de corrido y sin pensar: «Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Deambrosi».

Estos cinco ases y otros que se incorporaron luego por el recambio, fueron parte fundamental de ese equipo que desde 1941 hasta 1949 jamás bajó de los primeros tres puestos de la tabla.

Cuando el 7 de junio de 1942, por la 8va. fecha del campeonato, River le ganó 6 a 2 a Chacarita en Villa Crespo, el periodista Ricardo Lorenzo «Borocotó» tituló en El Gráfico: «Jugó como una máquina el puntero».

Si bien parece injusto designar con ese pomposo título exclusivamente a la delantera, no caben dudas que la eficacia demostrada lo justifica. Pero la defensa también tuvo muchísimo que ver y en varios de esos torneos resultó la menos vencida.

Se puede decir que la famosa delantera aumentó su potencial cuando Adolfo Pedernera ocupó el centro. Hasta ese momento era puntero, derecho o izquierdo, ya que su jerarquía le permitía jugar en ambas puntas, incluso en los puestos de «insiders», como se llamaban antes a los que luego fueron el «8» y el «10».

El alejamiento de Bernabé Ferreyra en 1939 no pudo ser cubierto adecuadamente. Luis María Rongo, Eladio Vaschetto y Carlos Peucelle alternaron en ese puesto el año en que Bernabé, luego de jugar apenas dos partidos, debió abandonar el fútbol por una lesión de la que nunca pudo reponerse totalmente.

Para 1940 el titular fue Roberto D’Alessandro, arribado de Rosario Central, que anotó 25 goles en los 30 partidos, pero al año siguiente su estrella fue decayendo, aunque River resultó campeón ante la defección de San Lorenzo en las últimas fechas.

Se cuenta que una controversia entre Carlos Peucelle, en su último año de actividad como futbolista, y el técnico Renato Cesarini en 1942 por la ubicación de Pedernera en el ataque, dio lugar a su formación definitiva. Cesarini prefería a D’Alessandro como centro delantero, y se resistía a ubicarlo a Pedernera en ese puesto, pero después de un encuentro con Independiente en las fechas finales de ese año donde River ganara 4 a 0 en Avellaneda con una demostración futbolística superlativa, terminó convenciéndose. Esa vez jugaron juntos por primera vez con esa alineación: Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Angel Labruna y Aristóbulo Deambrosi.

Deambrosi, Moreno y Pedernera eran los más «veteranos», ya que habían debutado en 1935 y Muñoz y Labruna los más jóvenes llegados a primera en 1939.

En 1942 River incorporó a un defensor de la reserva de Racing, de poca estatura y gran habilidad: Félix Loustau. Cesarini lo fue convenciendo para que jugara de puntero izquierdo. Y ahí el maestro acertó plenamente. Quienes lo vieron jugar aseguran que fue uno de los más grandes de la historia en ese puesto.

Y así fueron alternando las puntas del ataque: por la derecha Muñoz y por la izquierda Loustau, mientras Deambrosi lo hacía en ambos extremos cuando era requerido.

En 1944, luego de jugar unos pocos partidos, José Manuel Moreno emigró a México tentado por ventajosos contratos que ofrecía el fútbol azteca que se llevó a varios jugadores argentinos y uruguayos en esos años.

El puesto de Moreno fue cubierto por Alberto Gallo, un correcto delantero, pero que estaba a años luz de la calidad del «Charro». No obstante, el ataque riverplatense no perdió eficacia. Siempre conducido por Pedernera y sin Moreno, River fue segundo de Boca en 1944 y campeón en 1945.

Una tarde de julio de 1946 volvió Moreno y la gente desbordó la cancha de Ferro. Y para demostrar que sus cualidades estaban intactas, anotó tres de los cinco goles con que River venció a Atlanta.

Podemos decir que ese fue el último año de esa notable delantera. A final de 1946, se fue Pedernera, dejado libre luego de 12 temporadas en el club junto con Deambrosi.

Para reemplazarlo en 1947, River recurrió a un joven de inferiores que regresó luego de estar a préstamo en Huracán: Alfredo Di Stéfano.

Sin las características del gran Adolfo, Di Stéfano tomó la posta y llevó a River a la obtención del campeonato de 1947. En la punta derecha apareció Hugo Reyes, que tampoco tenía las condiciones de Muñoz, ausente ese año, pero que no desentonó.

Di Stéfano no era el conductor nato, pero tenía una capacidad goleadora notable. Años más tarde, primero en Millonarios de Bogotá y luego en el Real Madrid, fue considerado uno de los más grandes delanteros de la historia, ya que a su calidad de goleador sumó la de gran estratega de aquel recordado equipo «merengue» de la segunda mitad de los años 50.

Sólo Labruna y Loustau permanecieron en River hasta 1959 y 1957 respectivamente. Los demás se fueron pronto: Moreno y Di Stéfano en 1949 y Muñoz en 1951.

Pero también hubo en esos años de esplendor otros notables jugadores que eclipsados por los titulares nunca tuvieron oportunidades de sobresalir. Uno de ellos fue Antonio Báez, suplente de Moreno, que estaba en Tigre cuando José Manuel viajó a México. Y cuando volvió a River en 1946, también lo hizo Moreno, así que siguió como suplente. Finalmente se lo llevó Platense.

Otros fueron los hermanos Roberto y Oscar Coll, ambos ídolos en Chile, especialmente el primero, José «Miseria» García, que se fue a Nacional en 1946 e hizo una campaña notable y Mario Mososano, que llegó de Newell’s y apenas jugó un partido.

Pero todo ataque debe estar respaldado por una buena defensa. Y River la tuvo y de gran calidad. Arqueros como Sebastián Sirni, Antonio Rodríguez, Héctor Grisetti y el gran Amadeo Carrizo, defensores de la talla de Ricardo Vaghi, Avelino Cadilla, Eduardo Rodríguez y medios como Norberto Yácono, Bruno Rodolfi y José Ramos que conformaron una línea media de extensa campaña a la que en 1945 se sumó «Pipo» Rossi, conformaron un equipo que dejó una huella imborrable.

Han pasado más de 70 años del nacimiento de aquel gran equipo que nunca será olvidado. Brillaron acaso en la época de mayor esplendor del fútbol argentino.




Las siete federaciones españolas de fútbol (I)

En el número 22 de los Cuadernos de Fútbol en un artículo firmado por el CIHEFE se publicó una lista minuciosa y a lo que sé impecable de los presidentes de las federaciones españolas de fútbol. Se decía precisamente en el texto que le acompañaba que llamaba la atención como ni siquiera todas las fuentes se ponían de acuerdo no ya en los presidentes y sus fechas, sino más allá, ni siquiera en cuántas ni cuáles federaciones de fútbol había habido en España.

Nosotros defendíamos cuatro, de acuerdo con lo que podríamos llamar historiografía tradicional: la FECF (1909-13), la UECF (1912-13), la RFEF (1913-) y la RFEF (1937-39). En efecto no dábamos ningún dato nuevo que no pudiera encontrarse fácilmente por ejemplo en los libros de Vicente Martínez Calatrava, pero en ese momento nos pareció oportuno dejar sentado con toda claridad que con independencia de su más o menos larga existencia las cuatro eran federaciones españolas de fútbol. Y tal porque por razones precisamente de carácter historiográfico, de quien escribió las historias, muchas veces se despreciaba a la UECF con apelativos tales como «disidentes» y negándoles incluso su verdadero carácter de federación.

Ahora bien, releyendo ese artículo me viene a la cabeza la famosa cita de san Agustín respecto del tiempo: «Si no me preguntas lo que es, sé lo que es, pero como me lo preguntes ya no lo sé» (Quid ergo est tempus? Si nemo ex me quaerat, scio; Si quaerente explicare velim, necio). En efecto el redactor de aquel artículo parte necesariamente de un concepto supuestamente pre-definido de «federación española de fútbol» y entiende que los cuatro ejemplares antedichos presentan todas las características del concepto. Al modo en que al contemplar cuatro figuras geométricas dadas reconocemos que son triángulos solo si tenemos previamente un concepto claro y distinto de triángulo y constatamos que las figuras dadas cumplen con las características predefinidas.

En ese artículo se daba por supuesto el concepto de «federación española de fútbol» (en adelante FEF), lo que ya al propio autor le provocó problemas que prefirió obviar al citar a la Federación Gimnástica Española y negarle en carácter de FEF ¿Cuáles fueron sus criterios? Puedo afirmar que ninguno, pues quien redactó aquel texto fui yo mismo.

Al escribir ahora este nuevo artículo, que en alguna medida es segunda parte de aquel, no parece ocioso el preguntar por qué en aquel momento no entendí necesario definir el concepto de FEF. La respuesta he de encontrarla en que los cuatro ejemplares de federación que allí enumeré eran de forma palmaria FEF y por lo tanto no era imprescindible un análisis pormenorizado. El único problema lo presentaba la FGE y lo solventé, lo creí solventar, de forma rápida y poco cuidadosa.

He aquí que el problema se me presenta realmente al estudiar las federaciones supuestamente regionales anteriores a la reconocida como primera FEF en 1909, y en concreto la Asociación de Clubs de Football con sede en Barcelona (1902-1907) y la Asociación Madrileña de Clubs de Football (1902-1904). Ambas han sido reconocidas siempre por la historiografía como federaciones regionales, pero nosotros vamos a defender que ambas fueron federaciones españolas de fútbol. Puesto que este planteamiento supone una novedad nos hemos visto obligados a hacer lo que ya debimos haber hecho en la anterior ocasión: definir el concepto de FEF, constatando por cierto que ningún motivo hay para dejar fuera como en aquella ocasión hicimos a la FGE. En consecuencia defendemos que en España ha habido siete FEF.

Una FEF es una asociación formada por otras asociaciones, cuyo objeto social es el de organizar con carácter exclusivo la práctica del fútbol en España y que actúa de acuerdo con su objeto social:

  1. Debe tratarse de una asociación constituida de acuerdo con el ordenamiento jurídico vigente. A estos efectos nos remitimos a nuestro artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico» (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2011/02/2170/).
  2. Las sociedades formantes pueden ser clubes o federaciones de ámbito territorial inferior en las que están inscritos los clubs (federación de federaciones de ámbito territorial inferior o federación de clubs). La relación entre federaciones será en todo caso jerárquica, se trate por delegación ascendente (de la inferior a la superior) o descendente (de la superior a la inferior).
  3. El objeto social deben ser organizar el fútbol de toda España. De tal modo la coexistencia de dos es necesariamente polémica en la medida en que mutuamente se impiden la realización del fin social.
  4. Cabe exigir la realización objetiva de su voluntad definida en el objeto social: se exige el reconocimiento de terceros, y en caso de coexistencia el reconocimiento de la federación en conflicto.

Toda FEF debe cumplir obligatoriamente estos cuatro requisitos, si bien el 2 y 3 tres no son excluyentes: también pueden aceptarse miembros individuales (FGE) y el objeto social puede compartirse con otros (organizar otros deportes: todos la FGE y fútbol-sala y similares la RFEF actual).

Por supuesto podemos hacer una abstracción mayor y definir el concepto de «federación deportiva», que sería una sociedad que tendría por objeto organizar la práctica de un deporte determinado (fútbol, tenis, atletismo, etc.) en un ámbito geográfico determinado (España, Sevilla, Andalucía, etc.).

Entendemos en consecuencia que puesto que una FEF es una sociedad esta tiene como elemento constitucional la voluntad de las partes, la voluntad que concretamente hemos definido. Ningún problema tenemos pues en reconocer la posible coexistencia de dos o más asociaciones con el mismo fin, por más que la mera coexistencia demuestre el fracaso de las que existen. Cabría establecerse la comparación con la idea de imperio, que por más que se constitutivamente universal, siempre coexiste con otros (Darío y Alejandro, EE.UU y la URSS).

Dejamos sentado lo anterior a los efectos de oponernos a la concepción de la IFFHS que prescinde del elemento subjetivo y solo reconoce una «federación» cuando esta es única en el país, cuando ha conseguido realizar su objetivo social. Nos oponemos por razones no solo conceptuales (tendríamos también que prescindir de la idea de imperio) sino por razones fundamentalmente históricas: en España han coexistido en varios momentos dos federaciones objetivamente reconocidas mutuamente y hasta por la FIFA: así en 1913 y 1938.

La posición de la IFFHS llega al extremo cuando entiende que debe elegir entre las dos federaciones y decidir cuál es la buena y cuál es la mala, y con base en su «decisión» reconocer oficialidad a unos torneos sí y a otros no. Volveremos en los próximos meses no obstante sobre el asunto de la «oficialidad», pues es menester también el de definir el tal concepto.

Definido pues el concepto de FEF se hace necesario presentar unas líneas sobre las 7 FEF que ha habido en España, y en particular sobre las tres primeras, las que hasta la publicación de este artículo jamás han sido consideradas y que merecen en nuestra opinión y según los criterios definidos aparecer como tales en los anales de la historia. Pero eso lo haremos en el próximo artículo.




Nicolás Fuentes y las primeras historias de Liga y Copa

Hace unos meses presentábamos a Juan María Sáenz de Viguera Fuentes como coautor de la primera historia del Campeonato Nacional de Liga, desde su puesto ejecutivo en Ibérico Europea de Ediciones cuando despuntaba el decenio de los 70. Hoy nos ocupamos de Nicolás Fuentes López (Córdoba 17-VII-1942), responsable de aquel trabajo de campo. Hombre afable, ameno en su exposición, próximo y directo, recuerda  perfectamente aquellos días:

«Juan María acababa de trasladarse a Madrid, contratado por el grupo editorial de quien fuese alcalde de la villa, Agustín Rodríguez Sahagún. Mi padre y su madre eran primos segundos y aunque el parentesco fuese lejano manteníamos bastante trato por esas fechas. Un día me propuso recopilar información sobre el Campeonato Nacional de Liga, para una historia que iban a editar por fascículos. Y acepté, naturalmente. Primero porque el fútbol me gustaba, y segundo porque a todo estudiante le vienen de perlas unas buenas pesetas».

Nicolás Fuentes López. Sus muchas horas en la Hemeroteca Municipal de Madrid apuntalaron los dos primeros intentos de historiar nuestros campeonatos de Liga y Copa.

Nicolás Fuentes López. Sus muchas horas en la Hemeroteca Municipal de Madrid apuntalaron los dos primeros intentos de historiar nuestros campeonatos de Liga y Copa.

Nicolás reconoce unos comienzos dubitativos en la Universidad. Pese a la tradición jurista que le rodeaba -padre, hermanos, y algún otro familiar dedicados al ejercicio del Derecho- se matriculó en Ciencias Químicas, primero, y en Económicas después, entendiendo que la formulación, el laboratorio y los hidrocarburos no eran lo suyo. Respecto al fútbol, en cambio, jamás tuvo dudas: «Simpatizante y seguidor del Athletic, como tantos niños de los 50 y primeros 60, cuando ganaban títulos, aportaban jugadores a la selección y los Carmelo, Orúe, Areta, Canito, Manolín, Garay, impresionante jugador, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza, o los posteriores Arteche, Eneko Arieta, Mauri, Maguregui, Koldo Aguirre, Etura, Merodio, Uribe o Marcaida, casi parecían de la familia». Una pasión que como tantas fiebres juveniles tardaría mucho en pasársele: «Vi en Madrid la presentación de Uriarte, un futbolista inmenso. Y las de Echeverría, Argoitia, Rojo, el menor de los Arieta… Magníficos, todos ellos. E Iribar, ¿qué decir de Iribar a estas alturas?».

El caso es que no pudiendo negarse a la solicitud de su primo, se hizo asiduo de la Hemeroteca Municipal: «Las horas que habré echado allí… Como tuve claro desde el principio que aquella iba a ser tarea larga, allané el camino, mediante propinas, con los dos bedeles más influyentes. Para cuando llegaba ya me tenían preparada la prensa. El «As» antiguo hasta la Guerra Civil y «Marca» a partir de 1939. Siempre «As» y «Marca» para todo el Campeonato de Liga. De ahí salieron las tablas de goleadores, los extractos de crónica, las plantillas y hasta muchas fotografías».

Su método para conformar las distintas plantillas, sin duda una de las aportaciones más valiosas de aquella obra, difícilmente hubiese podido ser más artesanal: «Apuntaba las alineaciones de la primera jornada y a partir de ahí iba añadiendo cada nuevo futbolista, crónica a crónica». A la fuerza ahorcaban. Hasta bien doblado el rubicón de los 50 en el pasado siglo, la prensa no solía hacerse eco, conforme hoy sucede, de presentaciones oficiales en los distintos equipos. En buena medida, porque éstas apenas si se producían. El balón echaba a rodar, sin más, cada final de julio o a primeros de agosto, justo cuando las linotipias funcionaban a destajo con el Tour de Francia, los incipientes deportes náuticos, ecos taurinos de las distintas ferias o el veraneo del Caudillo. Respecto a la consecución de imágenes, eso sí que fue una auténtica odisea. «Las de los primeros años de Liga proceden del viejo «As». El fotógrafo de la propia hemeroteca, vecino mío, por cierto, aunque hasta entonces no nos conociésemos, era todo un manitas. Instalaba el trípode, ajustaba la luz y ya estaban. Perfectas. Recuerdo que en la editorial me daban 15 pesetas por imagen, y con esos tres duros no sólo tenía para pagarle, sino que aún sobraba algo. A partir de la Guerra Civil, a medida que el Campeonato iba avanzando, ya se pudo disponer de fondos o archivos fotográficos más al uso».

Fue el suyo un trabajo arduo, solitario y contra reloj, porque los fascículos salían semanalmente a los kioscos. En la editorial se entendía habitualmente con el Administrador, Vara del Rey, «hombre todopoderoso allí, hijo del general Vara del Rey, y mano derecha de Rodríguez Sahagún. El pilar de aquella industria, compuesta por dos sellos, uno para obra seria y otro centrado en temas más banales. Lo del fútbol salió en éste, claro. Si Vara del Rey no estaba, se hacía cargo de mis anotaciones su secretaria». Coincide con Juan Sáenz respecto al «trabajo» de Ramón Melcón para los prólogos de la Liga y Pedro Escartín para la Copa: «Yo ni los vi. No por la hemeroteca, no. Ni en la propia editorial». Para los críticos de la obra, sin embargo, tanto Escartín como Melcón fueron sus auténticos artífices, puesto que «su sabia dirección ilumina cada página, como no podía ser menos tratándose de autoridad tan contrastada». También cree conocer las razones por las que Juan Sáenz prefirió ocultarse bajo seudónimo: «Era el director y no hubiese estado bien estampar su identidad en letra impresa. Pudiera haberse antojado feo».

Puesto que la historia del Campeonato de Liga constituyó un rotundo éxito, se decidió continuar con el torneo de Copa. Así que otra vez a sumergirse entre tomos de prensa antigua, ahora mucho más amarillenta. «Las primeras ediciones de ese Campeonato había que rastrearlas por distintas cabeceras. El extinto «As» no servía y «Marca» aún tardaría sus buenos 8 lustros en nacer. Para las imágenes, más de lo mismo; trabajo fino del fotógrafo, extrayendo instantáneas de aquellos periódicos. Y luego, cuando empezaron los partidos de entre semana con clubes modestos, se me hizo realmente costoso mantener el ritmo, la cadencia de los fascículos». Hombre de recursos, Nicolás acabaría encontrando una solución: «Destiné una parte de lo que me pagaban para engatusar a dos amigos. Gracias a ellos, la cosa pudo concluir sin agobios. Pero pese a tanto trabajo, según parece lo de la Copa tuvo menos tirón entre el público. Su tirada nunca se aproximó a la del campeonato liguero».

Una obra gratificante aquella «puesto que me pagaron bien; nunca me faltaban 2.000 ptas. en el bolsillo, y entonces, que conste, esa era toda una cantidad». Trabajo entretenido, muy entretenido, sí, pero a causa de la cual quedaron medio empantanados sus estudios: «Es que no había modo de compaginar las dos cosas. Me retrasé durante esos dos años y luego hube de recuperar, sacando tres cursos en 20 meses».

Su primo Juan María acabó dejando el grupo editorial mientras él, ya con la titulación en la mano, primero formó parte de Seguros Plus Ultra, perteneciente al Banco de Bilbao, pasando más adelante a una aseguradora alemana sita en nuestro país. No volvería a dedicarle tiempo a la historia del deporte rey, por más que continuase entreteniendo su ocio con el ejercicio físico: «Porque mirándolo bien, debo llevar 65 años detrás de una pelota. Primero el balón de fútbol, luego las de tenis y ahora las de golf». Eso entre contrato y contrato, primero defendiendo intereses ajenos y más tarde, a raíz de apostar por la independencia, los de su propia correduría.

Recuerdos de otro tiempo, sin bases de datos ni propósitos estadísticos, de una época en que alrededor de nuestro fútbol todo estaba por hacerse, donde colocar la primera piedra implicaba extraer un bloque de la cantera, trabajarlo a cincel, pulir las superficies, cavar una zanja y depositarlo en ella a puro empujón, sin cortes de cinta, charangas, discursetes y abrazos protocolarios. Recuerdos, tan sólo, hasta hace bien poco: «Porque aunque llegué a tener cinco o seis ejemplares de esas historias, fui regalándolas a medida que me las pedían. Ya se sabe, hay veces que no puedes responder con un «no». Pero hace todavía poco, mis hijos me dieron la sorpresa. Habían encontrado los dos tomos de la Liga no sé dónde y me los regalaron. Ahora sólo faltan los de la Copa, aunque al parecer afloran muchísimo menos».

En efecto, apenas se dejan ver. Y es que si bien salieran con posterioridad compilaciones más novedosas, actualizadas hasta nuestros días, los antiguos fascículos de papel satinado e imágenes coloreadas, encuadernados en falsa piel, siguen siendo un tesoro para cualquier aficionado al fútbol con buen paladar.

Para Nicolás Fuentes López, por su abnegado trabajo de hemeroteca, y Juan María Sáenz de Viguera, como padre de la idea y responsable editorial, nuestro homenaje y sincero agradecimiento. Su mérito fue acercar los hermanos Bienzobas, Zubieta, Aedo, Lecue, Arocha, Cilaurren, Yermo, Vallana, Marculeta o los Regueiro, a una generación que apenas sabía nada de ellos, aún habiendo paladeado los grandes momentos de Di Stéfano, Kubala, Lesmes, Villaverde, Ramallets, Arza, César, Puchades, Basora, Silva, Juncosa o Luis Suárez. En cierto modo resucitaron a Alberty -arrebatado por unas fiebres tifoideas- Arocha -víctima de la sangría civil- Enrique Molina -deshecho por un obús a las afueras de Leningrado- o Guillermo Gorostiza, tras beberse este último la vida a gollete. También recordaron a los primeros extranjeros de preguerra -Laviada, Berkessy, Morera, Alonso, Fuentes o Fernández- y al mexicano Borbolla, primero de posguerra y anticipo de muchos fracasos más gruesos. Suyo fue el mérito.

La historia del fútbol español sigue elevándose sobre aquella primera piedra tan suya.




El fútbol y el arte

Las peripecias del cuadro.

Hugo Van der Goes (Gante, 1440 – Oudergem 1482) fue un pintor flamenco del siglo XV, autor entre otras obras de la que me ha llevado a escribir este artículo, «La Adoración de los Reyes» (1470).

Dicha obra se encontró en una capilla lateral del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua de Monforte de Lemos (Lugo), se cree que donada por su fundador, el Cardenal Rodrigo de Castro Osorio (Valladolid, 1523 – Sevilla, 1600).

El ejército napoleónico francés la mutiló arrancando las tablas laterales que representaban la Natividad y la Presentación en el Templo. Hasta que el profesor de dibujo del Instituto de Lugo D. Bartolomé Teijeiro reparó en él en 1872, estuvo acumulando polvo, sin ser identificado, en ese oscuro rincón de la capilla. A Antonio Méndez, crítico de arte monfortino, le corresponde el honor de atribuirle al cuadro su valor real y a W. Armstrong, director del Museo de Dublín, y a M. Leprieur, conservador del Louvre, el de ponerle autoría.

cuadro

Los Padres Escolapios de Monforte de Lemos sufrían viendo como el Colegio, fundado en el siglo XVI,  se encontraba en peligro de derrumbarse. Ante el conocimiento de la existencia de dicha obra y la necesidad urgente de apuntalar el edificio negociaron la venta del cuadro con un agente prusiano llamado W. Gretor, con el que llegaron a un acuerdo inicial de venta con un adelanto de 50.000 pesetas. Los Padres Escolapios pusieron en conocimiento del Duque de Alba, patrono de la Fundación, lo sucedido y este tomó la decisión de escribir el día 20 de abril de 1910 al Conde de Romanones, ministro en aquel momento de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de febrero de 1910 a 9 de junio de 1910) y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ofreciendo al gobierno español la posibilidad de hacerse con el cuadro por la mitad del dinero que íban a pagar los alemanes.

Ante este nuevo expolio del patrimonio español, o al menos así lo consideró una mayoría, un grupo de intelectuales compuesto por José Lázaro Galdeano, Segismundo Moret, Julio Burell, Amós Salvador, Mariano Benlliure, José Moreno Carbonero, Emilia Pardo Bazán, Miguel Blay, Tomás Marina, José Capuz, Ignacio Zuloaga, los hermanos Álvarez Quintero, Eduardo Chicharro y Joaquín Sorolla encabezaron una campaña para que la obra fuese adquirida por el estado español y donada al Museo del Prado, algo que finalmente no consiguieron pues el gobierno español dijo no tener el dinero suficiente para adquirir la obra.

Además de pedirle al gobierno español que destinase fondos para la compra del retablo este grupo de personas comenzó una cruzada para evitar la salida de España de la obra organizando una colecta popular, encauzada a través de la revista «Por el arte» y la Sociedad de Pintores y Escultores, en la que recaudaron 76.000 pesetas, aunque más tarde se supo que por otros cauces hubo más gente que hizo depósitos en el Banco de España con este fin.

En cambio otros personajes de la cultura, como Azorín, no eran partidarios de que el estado hiciese gasto alguno en obras de este tipo, habiendo otros asuntos más importantes y cercanos al ciudadano en que emplear el dinero. No la consideraba una obra de arte genuinamente española y, por tanto, prescindible.

La carta dirigida por el Duque de Alba al Conde de Romanones fue contestada con evasivas y, el 25 de mayo de 1910, se formalizó la venta definitiva por valor de 1.262.800 pesetas al Kaiser-Friedrich-Museum de Berlín. Gracias a ella pudo restaurarse el colegio donde hállanse otras muchas obras de inestimable valor.

Julio Burell y Cuéllar, ministro sucesor del Conde Romanones en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de junio de 1910 a 2 de enero de 1911), embargó la obra, lo cual pudo causar un conflicto diplomático entre España y Alemania, en vísperas de comenzar la Gran Guerra. Llevado el expediente al Congreso por los señores Ortega y Gasset y Burell, el propio Duque de Alba tuvo tuvo que declarar en  julio de 1912. Romanones, como Presidente del Consejo de Ministros de España (14 de noviembre de 1912 a 27 de octubre de 1912) dio orden de que la obra partiese hacia Alemania por una Real Orden.

Hay que reconocer el derecho del Colegio a vender las obras que eran de su propiedad, máxime sin existir una Ley sobre el patrimonio como ocurre en la actualidad.

La salida de España del cuadro comenzó una noche de mediados de diciembre de 1913, partiendo en una carro de bueyes desde el colegio hasta la cercana estación ferroviaria de Canabal, con destino a Vigo, desde donde embarcó para no volver más con dirección a Hamburgo.

Tan solo una condición se puso en la venta y era la de que Alemania devolviese una copia exacta del cuadro, la cual se encuentra en la iglesia del Colegio desde 1920. La tabla original se encuentra en la actualidad en la Gemäldegalerie de los Museos Nacionales de Berlín. El que se tardase tantos años en entregar la copia fue por motivo del comienzo de la Gran Guerra, que impidió a los alemanes hacer entrega de la misma, pero al poco de finalizar esta, cuando ya casi nadie recordaba el pacto, se personaron en Monforte para cumplir con lo acordado

El fútbol y Van der Goes.

El fútbol madrileño quiso sumarse organizando un partido para recaudar fondos con el fin de evitar la pérdida definitiva de la obra.

El recién elegido presidente de la Sociedad Gimnástica Española, D. Ramón González, se reunió en el domicilio de la entidad con los señores Julián Ruete (Athletic Club de Madrid), López (Español  Football Club), Bourbón (Madrid Football Club) y José María Kindelán (Sociedad Gimnástica Española) con objeto de organizar un partido con el fin de que la recaudación obtenida fuese a engrosar la suscripción iniciada para comprar el cuadro de Van der Goes. Los pases de favor expedidos por el Athletic no fueron valederos para este partido.

El día 20 de abril, a las 17 horas veinte minutos en el campo del Athletic se enfrentaron la coalición formada por Athletic y Gimnástica, vestidos con camiseta azul y pantalón blanco, contra la formada por Madrid y Español, uniformados con camiseta gris y pantalón blanco, obteniendo la victoria los primeros por un gol a cero, gol de Somoza en propia puerta, resultando con el que también se llegó al descanso.

No acudió excesivo público siendo la entrada regular y los pases de favor extendidos para la temporada fueron suspendidos en esta ocasión.

Las alineaciones fueron las siguientes:

Athletic – Gimnástica: Clavet, Pérez, Roca, Mandiolo, Kindelán, Quintana, Aspe, Caruncho, Belaunde, Espinosa, Arango

Madrid – Español: Somoza, Álvarez, Bernabeu, Fortunato, Machinbarrena, Eulogio Aranguren, Giral, V. Buylla, Neira, Saura, Rodríguez

Arbitró Sotero Aranguren, del Madrid FC.

Por la mañana también jugaron los segundos equipos del Madrid y la Gimnástica venciendo por 5 a 3 los madridistas.

No he sido capaz de encontrar nada relativo a la cantidad recaudada en el campo athletico, ni un listado, aunque fuese parcial, de las personas o entidades que hubiesen contribuido. Además de la colecta oficial que hizo la Asociación de Pintores y Escultores, hubo otros muchos ciudadanos que hicieron ingresos directamente en el Banco de España y que les fueron devueltos tras la venta del cuadro. La información en la prensa local fue practicamente nula y he tenido que recurrir a otras fuentes para poder realizar este trabajo.

Fuentes:

– ABC, 4 de marzo de 1956.

– ElPaís.com Archivo

– Enciclopedia GER

– Faro de Vigo. «Un siglo de expolio cultural», 17 de mayo de 2008.

– Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores (enero-agosto)

– Mundo Deportivo, 17 de abril de 1913.

– Mundo Deportivo, 24 de abril de 1913.

– Museo del Prado.es

– SalonesArte.es




Primeros intentos de crear una selección nacional de fútbol (1905-1907)

El 13 de noviembre de 1905 se funda la segunda entidad polideportiva nacional tras la Federación Gimnástica Española (1): el Comité Español de los Juegos Olímpicos (conocido como Comité Olímpico Español con posterioridad), una iniciativa del Comité Olímpico Griego para que España acudiera a los Juegos Olímpicos Intermedios de Atenas 1906 (2). Su presidente era Don Julio Urbina y Ceballos-Escalera, marqués de Cabriñana del Monte (Madrid, 8 de enero de 1860 – ibídem, 10 de septiembre de 1937) y el responsable del football Don Carlos Padrós y Rubio (Sarrià, Barcelona, 9 de septiembre de 1870 – Madrid, 30 de diciembre de 1950), presidente del Madrid FC. Otro de sus integrantes relacionado con el fútbol era Eduardo González de Careaga y Escobosa (delegado en Bilbao y responsable del remo y deportes náuticos), cuyo hermano Enrique era el presidente del Athletic. Román Macaya era el delegado en Barcelona.

Carta de Jorge Soto (cónsul de Grecia en Madrid) a Spyridon Lambros (secretario general Comité de los Juegos Olímpicos) comunicándole la composición del Comité Español. 26 de mayo de 1905. HOC-Archives, K7- Φ5-E3.

Carta de Jorge Soto (cónsul de Grecia en Madrid) a Spyridon Lambros (secretario general Comité de los Juegos Olímpicos) comunicándole la composición del Comité Español. 26 de mayo de 1905. HOC-Archives, K7- Φ5-E3.

Finalmente España no acudió a Atenas y el marqués de Cabriñana se disculpó ante los griegos con una carta llena de excusas: «algunos de los que querían acudir eran profesionales», «otros no tenían las condiciones físicas adecuadas para luchar con honor» o «les faltaba educación y savoir vivre«, «el gobierno mostró poco interés…»

Carta del marqués de Cabriñana del Monte a Spyridon Lambros. 6 de abril de 1906. HOC-Archives, K15- Φ11-E3.

Carta del marqués de Cabriñana del Monte a Spyridon Lambros. 6 de abril de 1906. HOC-Archives, K15- Φ11-E3.

Hay que reseñar que el fútbol era objetivo prioritario de esta hipotética expedición olímpica y que hubiera supuesto el debut de nuestra selección (14 años antes de Amberes 1920). La prensa española (Heraldo de Madrid, 28 de marzo de 1906) llega a publicar una lista de posibles olímpicos en Atenas 1906 y en la misma figuran «equipos de jugadores de foot-ball como los del Madrid Foot-Ball Club y el Athletic Club…»primeros-intentos-3

El marqués de Cabriñana y la mayoría de miembros de su Comité mantuvieron un perfil bajo tras el fracaso de la expedición a Atenas 1906 y este primer COE entró en vía muerta. No fue el caso de Carlos Padrós.

Carlos Padrós y Rubio (o Rubió con tilde, de las dos formas se encuentra escrito) fue un político, empresario y dirigente deportivo de biografía bien conocida al ser considerado de forma errónea como el cofundador del Real Madrid en 1902 junto a su hermano Juan (3). Lo que realmente hicieron los hermanos Padrós fue legalizar la sociedad inscribiéndola en el Registro de Asociaciones el 18 de abril de 1902, pero el Madrid FC existía con anterioridad. El papel de los hermanos Padrós en la historia del Real Madrid es equivalente al de Paul Haas y Pere Cabot en la historia del FC Barcelona, fueron los que legalizaron la sociedad (4).

Carlos Padrós (1870-1950)

Carlos Padrós (1870-1950)

Su ambición personal era elevada y sus intentos por controlar el fútbol (y en algún momento la totalidad del deporte) español fueron varios: en diciembre (probablemente el día 6) de 1902 fundó la Asociación Madrileña de Clubs de Football (5) como réplica a la Asociación de Clubs fundada poco antes en Barcelona. El 21 de mayo de 1904 logró presencia española en la fundación de la FIFA. En 1905 formó parte (como hemos visto) del Comité Español de los Juegos Olímpicos como responsable del fútbol y «otros deportes atléticos» e intentó la creación de la primera selección nacional para viajar a Atenas 1906 (todavía en 1912 sería miembro del Comité Ejecutivo del COE del marqués de Villamejor). Ante el fracaso cosechado en 1905-1906 no se desanimó y pocos meses después regresaba a la carga.

El 21 de enero de 1907 enviaba una carta a Narciso Masferrer de El Mundo Deportivo (que se publicaba en dicho diario el día 31) en la que hablaba de la proximidad de los Juegos Olímpicos de Londres 1908 y la necesidad de que España empezara a prepararse para dicha cita. Enfatizando que «Aunque todavía no ha surgido en nuestro país un hombre de suficiente energía y fuerza de voluntad bastante para aunar los esfuerzos de todos sin despertar recelos y agrupando los valiosos elementos con que contamos, funde la Unión Española de Sports», remarcaba con ello que los primeros intentos (la Federación Gimnástica Española y el Comité Olímpico de Cabriñana) habían fracasado y, en cierta manera, proponía su propia candidatura para ser «ese hombre».

Ello podemos deducirlo por lo siguiente: «Con el mejor deseo y dispuesto a retirarme modestamente por el foro cuando otra entidad con más acierto lo organice, he establecido el Campeonato de España de Salto de altura con percha, Lanzamiento de peso y Lanzamiento de disco, dotándolo con premios.»

Además explica que tiene planes para crear una selección nacional de fútbol y una Federación Española de Clubs de Foot-Ball.primeros-intentos-5

Ninguna de las dos cosas sería posible en 1907. Ese partido de un team nacional contra Gibraltar nunca se jugó y la selección no debutaría hasta el 28 de agosto de 1920 en los Juegos Olímpicos de Amberes [sin contar el nunca reconocido oficialmente España (en puridad un combinado de la Unión Española de Cubs) – Francia (combinado de la Liga Nacional de Francia) del 25 de mayo de 1913 en Irún. Que terminó en empate a uno, por cierto (6)].

La Federación Española de Fútbol no quedaría definitivamente constituida hasta el 1 de septiembre de 1913 tras varios fracasos anteriores (como las desaparecidas Federación Española de Clubs de Football de 1909 y la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball de 1912), casi siempre con presencia de los hermanos Padrós en las polémicas, aunque esa sea otra historia.

Reseñar que los rivales de España si se hubiera creado la selección nacional para viajar al torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Atenas 1906 hubieran sido: la selección nacional de Dinamarca, un equipo de Atenas (que se consideraba el representante de Grecia), otro de Salónica (ciudad griega pero perteneciente entonces al Imperio Otomano) y un combinado internacional (en el que jugaban británicos, franceses, un griego y un armenio) que representaba a la ciudad de Esmirna (Imperio Otomano).  Los daneses se hicieron con el oro con facilidad al derrotar a Esmirna 5-1 y a Grecia 9-0 (7).

Más paradójico resultaría en la actualidad, cuando España está intentando impedir la entrada de Gibraltar en la UEFA por segunda vez, conmemorar un España-Gibraltar jugado en Madrid en 1907 como el primer partido de la selección española en la historia.

Otros deportes pueden conmemorar encuentros contra combinados gibraltareños como su primera experiencia internacional, por ejemplo el polo. El 21 de julio de 1897 se disputó en Armilla (Granada) la llamada Copa Internacional organizada por el conde de Benalúa entre un equipo español (formado por el duque de Larios, Ernesto Larios, Leopoldo Larios y el duque de Arión) y el Gibraltar Garrison Polo Club. El equipo  gibraltareño de polo disputó numerosos partidos contra equipos españoles en Granada, Sevilla, Jerez o Madrid hasta 1927 (8).

Notas:

(1) Arrechea, F.

La Federación Gimnástica Española. Entidad precursora de la Federación Española de Fútbol, Cuadernos de Futbol, CIHEFE. Septiembre de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/09/la-federacion-gimnastica-espanola-entidad-precursora-de-la-federacion-espanola-de-futbol/

(2) Arrechea, F.

Los Juegos Olímpicos olvidados. Atenas 1906, Blog Olimpismo, 21 de abril de 2012. http://olimpismo2007.blogspot.com.es/2012/04/los-juegos-olimpicos-olvidados-atenas.html

Arrechea, F.

El nacimiento del Comité Olímpico Español, Blog Olimpismo, 18 de enero de 2012. http://olimpismo2007.blogspot.com.es/2012/01/el-nacimiento-del-comite-olimpico.html

(3) Finestres, J.

Els fundadors catalans del Reial Madrid, Revista Sàpiens, nº43. Mayo de 2006.

(4) Arrechea F.

1899 ó 1902 ¿Cuándo se fundó el Fútbol Club Barcelona?, Cuadernos de Fútbol, CIHEFE. Diciembre de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/12/1899-o-1902-%C2%BFcuando-se-fundo-el-futbol-club-barcelona/

(5) Bravo, L.J. y Martínez Patón, V.

La Asociación Madrileña de Clubs de Football, Cuadernos de Fútbol, CIHEFE. Marzo de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/03/la-asociacion-madrilena-de-clubs-de-football-1902-1904/

(6) Martialay, F.

Amberes. Allí nació la Furia Española, RFEF, 2000.

(7) Mallon, B.

The 1906 Olympic Games. Results for All Competitors in All Events, with Commentary. McFarland, 1999.

(8) Cinnamond, N.J.

El Polo. Notas sobre el polo mundial, el polo en España y los polistas españoles en el extranjero, Libreria Catalonia, 1930.




El dilema de la recién nacida UEFA: Copa de Campeones de Liga o Copa de Ciudades en Ferias. Primera parte.

Antes de la I Guerra Mundial, los partidos entre combinados representativos de ciudades, sobre todo en Europa, gozaron de gran popularidad. Estas selecciones tenían un potencial muy superior al de cualquier club local y los encuentros interciudades levantaban una gran espectación. Entonces, los jugadores eran predominantemente amateurs y se mantenían fieles a su club de toda la vida, acrecentándose así la identificación entre aficionados y entidad deportiva. Cuando los encuentros entre selecciones nacionales se consolidaron, los partidos entre ciudades fueron relegados a un segundo plano. Posteriormente, se conformaron selecciones regionales durante la primera mitad del s. XX. España y Alemania llegaron a organizar torneos oficiales con estos combinados. De esta manera, la jerarquía de partidos quedaba establecida de mayor a menor: internacionales, interregionales o interprovinicales e interciudades.

Durante el periodo entreguerras el profesionalismo se extendió por Europa siguiendo el modelo británico. Aparecieron potentes clubs que atrajeron a los mejores jugadores. Aún así, territorios como Bélgica, Suiza, Holanda, Alemania y los países escandinavos mantuvieron un control del estatuto del jugador amateur, reglamentando la transferencias entre clubs. Gracias a esto, con gran éxito de público se organizaban partidos entre combinados de ciudades aprovechando la fecha en que jugaba la selección nacional. Este tipo de partidos incluso cobraron una mayor importancia al finalizar la II Guerra Mundial por motivos económicos y políticos.

Frente a este tipo de encuentros entre combinados de predominio amateur, el fútbol profesional avanzaba. En muchas ciudades, buscando una mayor capacidad competitiva los distintos clubs se fusionaban y asumían la identificación de las distintas aficiones hasta entonces rivales. Proliferaron por el mundo los distintos campeonatos de liga y también surgió el ánimo de enfrentar campeones de distintos países, para ver qué club tenía una mayor supremacía. En Europa Central se creó, por una propuesta del austriaco Hugo Meisl, la Copa Mitropa, en la que participaban los campeones y subcampeones de Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. En posteriores ediciones entraron equipos de Italia, Suiza y Rumanía. La competición se interrumpió con la II Guerra Mundial. La Copa Mitropa fue considerada la competición internacional de clubs más prestigiosa de Europa y se daba por hecho que el club que la ganaba poseía el mejor equipo del continente.

Acabada la II Guerra Mundial, el fútbol internacional fue recobrando su actividad muy lentamente. Producto de la coordinación entre las cuatro federaciones latinas europeas (Italia, Francia, Portugal y España) se dio un gran paso cuando lograron ponerse de acuerdo y organizar la Copa Latina. Aunque participaban los clubs campeones, estos lo hacían bajo el pabellón de su correspondiente federación nacional. La Copa Latina fue la primera puerta oficial internacional que se abrió a los clubs españoles y la aprovecharon muy bien. Su nivel de competitividad mejoró, más aún, cuando empezaron a llegar las primeras figuras extranjeras. Los triunfos del CF Barcelona en 1949 y 1952, sin dejar de lado la actuación de la selección nacional en el Mundial de Brasil, espolearon los ánimos para proyectar el fútbol español al plano internacional.

Por estas fechas también empiezan a recuperarse la costumbre de jugar partidos entre selecciones regionales. Olvidada la Copa Príncipe de Asturias, los partidos de combinados locales se habían organizado con fines benéficos o festivos. No fueron frecuentes al acabar la Guerra Civil, los equipos se organizaban con los jugadores que componían las plantillas de los clubs locales sin tenerse en cuenta el lugar de nacimiento, además de invitar a figuras de otras regiones. La primera que organizó un partido internacional fue la Federación Castellana, en Madrid. Cuando la selección de Castilla venció 3-1 al Liverpool el 22 de mayo de 1952 alineó a los bilbaínos Panizo y Gaínza, entre otros. En la temporada siguiente jugaron contra el Djurgaarden sueco (5-1) y la selección de París (4-3).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Fijando ya una tradición en mayo de 1954 Madrid (también llamada Selección Castellana para evitar confusión con el Real Madrid) jugó un nuevo partido a beneficio de los campos de los equipos modestos. Se presentó ante el AC Milan, cuarto de la liga italiana, que traían varias bajas, dado que la selección azzurra se estaba preparando para el Mundial de Suiza.

Madrid, 27 de mayo de 1954

MADRID-AC MILAN 4-5

Campo: Santiago Bernabeu.

Árbitro: Novella (España).

Goles:0-1 (1′) Sörensen. 1-1 (8′) Olsen. 1-2 (10′) Silvestri. 1-3 (22′) Larini. 2-3 (32′) Molowny. 2-4 (47′) Mora. 3-4 (78′) Miguel. 4-4 (79′) Olsen. 4-5 (86′) Bergamaschi.

MADRID: Juan Alonso (Real Madrid CF) [Menéndez (Club Atlético de Madrid)]; Navarro (Real Madrid CF), Oliva (Real Madrid CF) [Tinte (Club Atlético de Madrid)], Gabriel Alonso (Real Madrid CF); Silva (Club Atlético de Madrid), Agustín (Club Atlético de Madrid); Miguel (Club Atlético de Madrid), Olsen (Real Madrid CF), Di Stéfano (Real Madrid CF), Molowny (Real Madrid CF) [Mateos (Real Madrid CF)], Escudero (Club Atlético de Madrid). <Elegidos por la prensa, dirigieron los entrenadores del Real Madrid CF y del Club Atlético de Madrid, Enrique Fernández y Ramón Colón respectivamente>. Muñoz (Real Madrid CF) fue baja

AC MILAN: Buffon (Galusso); Silvestri, Presinato (Moreno); Bergamaschi, Pedroni, Piccini (Pistorelli); Moro, Sörensen. Larini, Liedholm, Longoni.

El  siguiente pasó se dio en Barcelona. Cuando la Copa del Mundo de Suiza 1954 entraba en su recta final, la selección de la ciudad de Barcelona retomó sus actuacionen jugando contra la selección de Hamburgo, compuesta por jugadores de los tres equipos de dicha ciudad que militaban en la Oberliga Norte. La prensa también citó el partido como un Alemania Norte-Cataluña, algo bastante lejos de la realidad.

Hamburgo, 26 de junio de 1954

HAMBURGO-BARCELONA 1-3

Campo: Volksparkstadion.

Árbitro: Archer Luty (Inglaterra).

Goles: 0-1 (5′) Arcas. 1-1 (10′) Wehrmann. 1-2 (40′) Tejada. 1-3 (65′) Basora.

mientras se jugaba el mundial de Suiza.

HAMBURGO: Wunstorf (FC St Pauli); Linchtl (FC St Pauli), Meinke (Hamburger SV), Sommerfeld (FC St Pauli); Kalkowsky (FC Altona 93), Brüggen (FC St Pauli); Wehrmann (FC St Pauli), Heitkamp (FC St Pauli), Erb (FC Altona 93), Beck (FC St Pauli), Petersen (FC St Pauli).

BARCELONA: Ramallets (CF Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Segarra (CF Barcelona); Flotats (CF Barcelona), Bosch (CF Barcelona); Basora (CF Barcelona), Suárez (CF Barcelona) [Faura (RCD Español de Barcelona)], César (CF Barcelona), Arcas (RCD Español de Barcelona), Tejada (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reserva: Soler  (RCD Español de Barcelona).

La fundación de la UEFA el 15 de junio de 1954 se produjo en un momento crucial en el desarrollo del fútbol europeo. La UEFA tenía varios proyectos en mente, como la organización de una torneo europeo de selecciones nacionales o tomar la dirección de la recuperada Copa Mitropa. Stanley Rous, entonces presidente de la Football Association, vio interesante regular formalmente los encuentros entre ciudades. El peso del dirigente inglés en la UEFA fue definitivo, ya que impulsó la presencia internacional de las cuatro selecciones británicas y propuso la creación de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias, idea que recibió muy buena acogida, donde participarían selecciones de ciudades y no clubs.

Sin embargo, en diciembre de 1954 desde Francia se planteó un reto inesperado: una competición europea de clubs campeones de liga. Se dice que todo surgió por un comentario que proclamó mejor conjunto del continente al Wolverhampton Wanderers, campeón inglés, por su victoria por 3-2 frente al Budapesti Honvéd SE, campeón húngaro; pero tampoco hay que omitir el hecho de que el Stade de Reims había barrido (3-0) al AC Milan en la final de la Copa Latina de 1953, autoproclamándose mejor equipo de Europa. Inicialmente parecía ser una idea privada, focalizada por L’Equipe; pero tanto Gabriel Hanot, quien lanzó la propuesta, y su compañero Jacques Ferran, que redactó un primer reglamento, se dirigieron a la FIFA, presidida por el belga Rodolf W. Seeldrayers. La idea gustó mucho en la FIFA, si bien, por sus propios estatutos, debía permanecer al margen de competiciones de clubs.

El conflicto estaba servido. Quizá había demasiados intereses. No podemos descartar cierto recelo de la FIFA al ver que la UEFA quería organizar una copa continental que podría rivalizar con el mismo Mundial. No tenía argumentos para frenarla, ya que en Sudamérica se venía disputando también una competición entre naciones sin ningún problema. Por eso hay quien encuentra al menos sospechoso ese decantado interés por la propuesta particular de dos periodistas franceses y la presión que ejerció sobre la recien constituida UEFA para que se hiciese cargo de la nueva competición. El problema estaba en que la UEFA estaba todavía en fase de formación y el proyecto de Stanley Rous había sido su primera apuesta. El seno de la UEFA quedó dividido en partidarios de uno u otro torneo.

En España, la Federación Catalana de Fútbol, atraída por la propuesta inicial de la UEFA, decidió volver a formar un combinado local. Esta vez asumiendo el nombre de Selección Catalana. Como este encuentro coincidió con un partido de entrenamiento de la selección española, junto a los jugadores del CF Barcelona y del RCD Español de Barcelona, para compensar algunas bajas, se alineó el argentino del Real Madrid CF Alfredo Di Stéfano, hecho que en la actualidad nos puede resultar llamativo y que entonces fue visto con gran naturalidad.

Barcelona, 26 de enero de 1955

CATALUÑA-BOLONIA FC 6-2

Campo: Las Corts.

Árbitro: Ramón Azón (España).

1-0 (1′) Faura. 2-0 (3′) Kubala. 3-0 (22′) Di Stéfano. 4-0 (26′) Kubala. 4-1 (27′) Pivatelli. 5-1 (32′) Moll. 6-1 (39′) Moll. 6-2 () Pivatelli.

CATALUÑA: Domingo (RCD Español de Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Gimeno (RCD Español de Barcelona) [M Gonzalvo (CF Barcelona)]; Gámiz (RCD Español de Barcelona), Faura (RCD Español de Barcelona); Basora (CF Barcelona), Villaverde (CF Barcelona) [Mandi (CF Barcelona)], Di Stéfano (Real Madrid CF), Kubala (CF Barcelona), Moll (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reservas: Soler (RCD Español de Barcelona) y César (CF Barcelona)

BOLONIA FC: Giarcelli; Greco (Rota), Ballacci, Giovanni; Nelli (Jensen), Pilmark; Valentinuzzi, Pozzan (García), Pivatelli, Randon, Capello.

La primera señal de giro se produjo ya el 18 de abril de 1955 cuando se anunció que la Copa Internacional de Ciudades en Ferias sería llevada a cabo, no expresamente por el máximo organismo europeo, sino por un comité compuesto por instituciones organizadoras de las ferias internacionales y autoridades políticas y deportivas, entre las que sí figurarían los representates de la UEFA. El 20 de abril se hizo público el sistema de competición en la que participarían doce selecciones de otras tantas ciudades. Formarían cuatro grupos de los que tras disputar una liguilla a dos vueltas, saldrían los semifinalistas. Las dos últimas rondas se resolverían por eliminatoria directa a doble partido. El desarrollo cubriría dos temporadas. Este fue el sorteo:

Grupo primero: Londres, Francfort y Basilea.

Grupo segundo: Colonia, Lausana y Leipzig.

Grupo tercero: Barcelona, Viena y Copenhague.

Grupo cuarto: Milán, Birmingham y Zagreb.

Nacía ya tocada de inicio la Copa de Ferias. Porque, a instancias de la propia FIFA, el 21 de mayo de 1955 el Comité Ejecutivo de la UEFA anunció oficialmente el proyecto de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga (el término Europa quedaba reservado para una competición con selecciones nacionales). La dinámica del torneo era mucho más atractiva que la de Copa de Ferias. Además, era una clara concesión al fútbol profesional practicado por los clubs más poderosos del continente.

No fue una coincidencia que en junio de 1955 se disputase la VI edición de la Copa Latina en Francia. El espectáculo que dieron en semifinales el Stade de Reims y el AC Milan, junto con la exhibición de fútbol entre el campeón francés y el Real Madrid confirmaron que la competición entre campeones nacionales tenía el éxito garantizado. Estas tres entidades fueron posiblemente las que más se implicaron en materializar la organización de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga.

El presidente del Real Madrid CF, Santiago Bernabeu, apostó por el caballo ganador a sabiendas. Había aprovechado el prestigio de la Copa Latina para comprometer a las cuatro federaciones en el proyecto de campeones, justo en esa temporada que volvía a ser campeón de Liga en España. También se unieron los campeones de Alemania, Bélgica, Dinamarca y Suecia. Hasta 16 participantes se completó con invitados de prestigio, aunque no hubiesen vencido en sus ligas ese año.

Fueron los clubs los que decantaron la solución del dilema a favor de la Copa Europea de Campeones de Liga. Precisamente la participación del representante de Viena, es decir, SK Rapid, trajo como consecuencia la retirada de su ayuntamiento de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Milán no se retiró, pero estuvo representada por un equipo formado exclusivamente por jugadores del FC Internazionale.

La única que se mantuvo firme fue la Federación Inglesa, algo lógico, ya que el proyecto partía de su propio presidente. El campeón inglés, el Chelsea FC no recibió el visto bueno federativo para jugar la Copa Europea de Campeones de Liga. Fue la ausencia más notable.

La temporada 1955/56 iba a contar con dos competiciones internacionales. ¿Cuál de las dos iba a tener más éxito?




Campeonatos Mundiales de Fútbol (I). Los años 30.

I Copa del Mundo. Uruguay 1930.

Primer Campeonato del Mundo de la historia, por entonces conocido como Copa Jules Rimet, en honor a su principal impulsor. Sólo 13 países participantes, 4 de ellos, europeos. Montevideo fue la única sede, con tres estadios, que albergaron todos los partidos. Francia-México fue el partido inaugural y el francés Lucien Laurent, el autor del primer tanto. Único Campeonato Mundial donde no se jugó el partido por el tercer puesto. El norteamericano Bert Patenaude fue el primer jugador en lograr tres goles en un partido de una Copa del Mundo. En la final, que enfrentó a Uruguay y Argentina, se llegó al descanso con el marcador favorable a los argentinos (1-2), que habían jugado ese primer período con un balón elegido por ellos. La segunda mitad se disputó con un esférico escogido por los uruguayos, que terminaron imponiéndose por 4-2.

Desarrollo del Campeonato:

Fase de grupos

Grupo A

Francia  4  (Laurent 19′, Maschinot 40′ y 87′ y Langiller 43′).

México   1  (Carreño 70′).

Argentina  1 (Monti 81′).

Francia     0

Chile     3 (Vidal 3′ y 65′ y M. Rosas 52′, pp).

México  0

Chile      1 (Subiabre 65′).

Francia  0

Argentina  6  (Stábile 8′, 17′ y 80′, Zumelzu 12′ y 55′ y Varallo 53′).

México      3  (M. Rosas 42′, pti y 65′ y Gayón 75′).

Argentina  3  (Stábile 12′ y 14′ y M. Evaristo 51′).

Chile          1 (Subiabre 15′).

Clasificado para semifinales: Argentina.

Grupo B

Yugoslavia  2  (Tirnanic 21′ y Bek 30′).

Brasil           1  (Preguinho 62′).

Yugoslavia   4  (Bek 60′ y 67′, Marjianovic 65′ y Vujadinovic 86′).

Bolivia          0

Brasil    4  (Moderato 37′ y 73′ y Preguinho 57′ y 83′).

Bolivia   0

Clasificado para semifinales: Yugoslavia.

Grupo C

Rumanía  3  (Desu 1′, Stanciu 79′ y Kovacs 89′).

Perú         1  (Souza 75′).

Uruguay  1  (Castro 60′).

Perú        0

Uruguay   4  (Dorado 7′, Scarone 28′, Anselmo 31′ y Cea 35′).

Rumanía  0

Clasificado para semifinales: Uruguay.

Grupo D

Estados Unidos  3  (McGhee 41′, Florie 44′ y Patenaude 70′).

Bélgica               0

Estados Unidos  3  (Patenaude 10′, 18′ y 50′).

Paraguay            0

Paraguay  1 (Vargas Peña 40′).

Bélgica      0

Clasificado para semifinales: Estados Unidos.

Semifinales

Argentina            6 (Monti 20′, Scópelli 56′, Stábile 69′ y 87′ y Peucelle 80’y 85′).

Estados Unidos  1 (Brown 89′).

Uruguay      6 (Cea 19′, 66′ y 72′, Anselmo 21′ y 31′ e Iriarte 63′).

Yugoslavia  1  (Vujadinovic 4′).

Final

URUGUAY  4 – ARGENTINA  2

Montevideo. Estadio Centenario, 30 de julio de 1930.

Árbitro: Jean Langenus (Bélgica).

URUGUAY: Ballestrero; Nasazzi, Mascheroni; Andrade, Fernández, Gestido; Dorado, Scarone, Castro, Cea e Iriarte.

ARGENTINA: Botasso; Della Torre, Paternóster; J. Evaristo, Monti, Suárez; Peucelle, Varallo, Stábile, Ferreira y M. Evaristo.

GOLES: 1-0 (12′), Dorado; 1-1 (20′), Peucelle; 1-2 (37′), Stábile; 2-2 (57′), Cea; 3-2 (68′), Iriarte; 4-2 (89′), Castro.

Goleadores

8

Stábile (Argentina).

5

Cea (Uruguay).

4

Patenaude (Estados Unidos).

3

Peucelle (Argentina), Preguinho (Brasil), Anselmo (Uruguay) y Bek (Yugoslavia).

2

Monti y Zumelzu (Argentina), Moderato (Brasil), Subiabre y Vidal (Chile), Maschinot (Francia), Rosas (M) (México), Castro, Dorado e Iriarte (Uruguay) y Vujadinovic (Yugoslavia).

1

Evaristo (M), Scópelli y Varallo (Argentina), Brown, Florie y McGhee (Estados Unidos), Langiller y Laurent (Francia), Carreño y Gayón (México), Vargas Peña (Paraguay), Souza (Perú), Desu, Kovacs y Stanciu (Rumanía), Scarone (Uruguay) y Marjianovic y Tirnanic (Yugoslavia).

Goles totales: 70.

Goles en propia puerta: M. Rosas (México).

Partidos disputados: 18

Promedio de goles: 3,89.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Enrique BALLESTRERO

Miguel CAPUCCINI

Portero

Portero

25

23

Rampla Júniors

Peñarol

José NASAZZI

Ernesto MASCHERONI

Emilio RECOBA

Domingo TEJERA

Defensa

Defensa

Defensa

Defensa

29

22

27

31

Bella Vista

Olimpia

Nacional

Wanderers

José Leandro ANDRADE

Juan CALVO

Lorenzo FERNÁNDEZ

Álvaro GESTIDO

Carlos RIOLFO

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

28

27

30

23

29

Nacional

Misiones

Peñarol

Peñarol

Rosario Central

Juan Peregrino ANSELMO

Héctor CASTRO

José Pedro CEA

Pablo DORADO

Victoriano IRIARTE

Ángel MELOGNO

Pedro PETRONE

Conduelo PÍRIZ

Zoilo SALDOMBIDE

Héctor SCARONE

Santos URDINARÁN

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

25

25

29

22

27

29

25

30

24

31

30

Peñarol

Nacional

Nacional

Bella Vista

Rácing

Bella Vista

Nacional

Nacional

Nacional

Nacional

Nacional

SELECCIONADOR: Alberto Suppici.

II Copa del Mundo. Italia 1934.

Primer Mundial en el que participa España. Nuevo formato de competición. Desaparecen los grupos y se disputa por sistema de copa. Eliminatorias directas a un partido, desde los octavos de final. Uruguay, vigente campeón, no acudió, molesto aún por la escasa participación europea cuatro años antes. Por este motivo, Italia-34 ha sido el único Mundial donde no ha estado presente el campeón de la edición anterior. La presión política que el régimen fascista de Mussolini ejerció sobre los colegiados que dirigieron los encuentros de Italia, provocaron decisiones parciales y caseras de éstos, que sirvieron de ayuda al equipo local para sacar adelante los partidos. Luis Monti y Atilio Demaría, jugadores argentinos nacionalizados italianos y subcampeones en Uruguay-30 con la albiceleste, alzaron la Copa en esta edición defendiendo a la escuadra azzurra. Como Demaría no disputó la final, Monti ha sido en único futbolista de la historia que ha jugado dos finales de un Campeonato del Mundo, con dos países distintos.

Desarrollo del Campeonato:

Octavos de final

Italia               7 (Schiavio 18′, 29 y 64′, Orsi 20′ y 69′, Ferrari 63′ y Meazza 89′).

Estados Unidos 1 (Donelli 57′).

Checoslovaquia  2  (Puc 50′ y Nejedly 67′).

Rumanía              1 (Dobay 11′).

Alemania  5  (Kobierski 25′, Siffling 49′ y Conen 66′, 70′ y 87′).

Bélgica     2  (Voorhoof 29′ y 43′).

Austria   3  (Sindelar 44′, Schall 93′ y Bican 109′).

Francia  2  (Nicolas 18′ y Verriest 116′, pti).

España  3  (Iraragorri 17′, pti y Lángara 25′ y 28′).

Brasil     1  (Leónidas 55′).

Suiza       3  (Kielholz 7′ y 43′ y Abegglen 69′).

Holanda   2  (Smit 19′ y Vente 84′).

Suecia       3  (Jonasson 9′ y 67′ y Kroon 79′).

Argentina   2  (Belis 4′ y Galateo 46′).

Hungría  4  (Teleki 11′, Toldi 31′ y 61′ y Vincze 53′).

Egipto     2  (Fawzi 35′ y 39′).

Cuartos de final

Alemania   2  (Hohmann 60′ y 63′).

Suecia       1  (Dunker 82′).

Austria    2  (Horvath 8′ y Zischek 51′).

Hungría   1  (Sarosi 60′, pti).

Italia      1   (Ferrari 44′).

España   1  (Luis Regueiro 30′).

Checoslovaquia   3  (Svoboda 24′, Sobotka 49′ y Nejedly 82′).

Suiza                    2  (Kielholz 18′ y Jäggi 78′).

Italia      1 (Meazza 12′).

España  0

(Desempate).

Semifinales

Checoslovaquia   3  (Nejedly 21′, 71′ y 80′).

Alemania              1  (Noack 62′).

Italia       1 (Guaita 19′).

Austria    0

Tercer y cuarto puesto

Alemania   3  (Lehner 2′ y 42′ y Conen 27′).

Austria       2  (Horvath 28′ y Sesta 55′).

Final

ITALIA  2 – CHECOSLOVAQUIA  1

Roma. Stadio Nazionale, 10 de junio de 1934.

Árbitro: Ivan Eklind (Suecia).

ITALIA: Combi; Monzeglio, Allemandi; Ferraris, Monti, Bertolini; Guaita, Meazza, Schiavio, Ferrari y Orsi.

CHECOSLOVAQUIA: Planicka; Zenisek, Ctyroky; Kostalek, Cambal, Krcil; Junek, Svoboda, Sobotka, Nejedly y Puc.

GOLES: 0-1 (70′), Puc; 1-1 (80′), Orsi; 2-1 (95′), Schiavio.

Goleadores

5

Nejedly (Checoslovaquia).

4

Conen (Alemania) y Schiavio (Italia).

3

Orsi (Italia) y Kielholz (Suiza).

2

Hohmann y Lehner (Alemania), Horvath (Austria), Voorhoof (Bélgica), Puc (Checoslovaquia), Fawzi (Egipto), Lángara (España), Toldi (Hungría), Ferrari y Meazza (Italia) y Jonasson (Suecia).

1

Kobierski, Noack y Siffling (Alemania), Belis y Galateo (Argentina), Bican, Schall, Sesta, Sindelar y Zischek (Austria), Leónidas (Brasil), Sobotka y Svoboda (Checoslovaquia), Iraragorri y Luis Regueiro (España), Donelli (Estados Unidos), Nicolas y Verriest (Francia), Smit y Vente (Holanda), Sarosi, Teleki y Vincze (Hungría), Guaita (Italia), Dobay (Rumanía), Dunker y Kroon (Suecia) y Abegglen y Jäggi (Suiza).

Goles totales: 70.

Partidos disputados: 17.

Promedio de goles: 4,12.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Giuseppe CAVANNA

Giampiero COMBI

Guido MASETTI

Portero

Portero

Portero

28

31

26

Nápoles

Juventus

Roma

Luigi ALLEMANDI

Umberto CALIGARIS

Eraldo MONZEGLIO

Virginio ROSETTA

Defensa

Defensa

Defensa

Defensa

30

32

28

32

Inter

Juventus

Bolonia

Juventus

Luigi BERTOLINI

Armando CASTELLAZZI

Attilio FERRARIS

Luis MONTI

Mario PIZZIOLO

Mario VARGLIEN

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

29

30

30

33

24

28

Juventus

Inter

Roma

Juventus

Fiorentina

Juventus

Pietro ARCARI

Felice BOREL

Atilio DEMARÍA

Giovanni FERRARI

Enrique GUAITA

Anfilogino GUARISI

Giuseppe MEAZZA

Raimundo ORSI

Angelo SCHIAVIO

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

25

20

25

26

23

28

23

32

28

Milan

Juventus

Inter

Juventus

Roma

Lazio

Inter

Juventus

Bolonia

SELECCIONADOR: Vittorio Pozzo.

La lista de España

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Ricardo ZAMORA

Juan José NOGUÉS

Portero

Portero

33

25

Madrid FC

FC Barcelona

CIRIACO Errasti

Jacinto QUINCOCES

Ramón ZABALO

Defensa

Defensa

Defensa

29

28

24

Madrid FC

Madrid FC

FC Barcelona

Leonardo CILAURREN

Federico Sáiz, FEDE

José IRARAGORRI

Simón LECUE

Martín MARCULETA

José MUGUERZA

Pedro SOLÉ

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

21

26

22

22

26

22

29

Athlétic Club

Sevilla FC

Athlétic Club

Betis

Donostia FC

Athlétic Club

CD Español

Crisanto BOSCH

Guillermo CAMPANAL

Eduardo González, CHACHO

Guillermo GOROSTIZA

Ramón LAFUENTE

Isidro LÁNGARA

LUIS REGUEIRO

Martín VANTOLRÁ

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

26

22

23

25

26

22

25

27

CD Español

Sevilla FC

Deportivo

Athlétic Club

Athlétic Club

Oviedo

Madrid FC

FC Barcelona

SELECCIONADOR: Amadeo García Salazar.

III Copa del Mundo. Francia 1938.

Se repite el formato del Mundial de Italia, con eliminatorias directas. El partido de octavos de final Suecia-Austria no se disputó por incomparecencia de los austríacos. Habían sido invadidos por Alemania y habían perdido su independencia tres meses antes del inicio del Campeonato. Suecia pasó directamente a cuartos de final. España ni se inscribió para este torneo, al estar inmersa en plena Guerra Civil. Ernest Willimowski, de Polonia, primer futbolista en marcar cuatro goles en un mismo encuentro. El seleccionador italiano, Vittorio Pozzo, volvía a llevar a su país al título mundial, convirtiéndose en el primer y único preparador nacional de la historia con dos Campeonatos Mundiales logrados.

Desarrollo del Campeonato:

Octavos de final

Suiza         1 (Abegglen 43′).

Alemania   1 (Gauchel 29′).

Cuba          3  (Socorro 44′ y 103′ y Magriñá 69′).

Rumanía    3  (Bindea 35′, Baratky 88′ y Dobay 105′).

Hungría             6 (Kohut 13′, Toldi 15′, Sarosi 28′ y 89′ y Zsengeller 35′ y 77′).

Indias Orientales Holandesas  0

Francia    3  (Veinante 2′ y Nicolas 16′ y 69′).

Bélgica    1  (Isemborghs 38′).

Checoslovaquia  3  (Kostalek 93′, Zeman 111′ y Nejedly 118′).

Holanda               0

Brasil       6  (Leónidas 18′, 93′ y 104′, Romeu 25′ y Peracio 44′ y 71′).

Polonia    5  (Szerfke 23′, pti y Willimowski 53′, 59′, 89′ y 118′).

Italia         2  (Ferraris 2′ y Piola 94′).

Noruega   1  (Brustad 83′).

Suiza        4  (Walaschek 42′, Bickel 64′ y Abegglen 75′ y 78′).

Alemania  2  (Hahnemann 8′ y Lörtscher 22′, pp).

(Desempate).

Cuba        2  (Socorro 51′ y Fernández 57′).

Rumanía  1  (Dobay 35′).

(Desempate).

Cuartos de final

Suecia  8 (H. Andersson 9′, 81′ y 89′, Wetterström 22′, 37′ y 44′, Keller 80′ y            Nyberg 84′).

Cuba     0

Hungría   2  (Sarosi 40′ y Zsengeller 89′).

Suiza       0

Italia       3  (Colaussi 9′ y Piola 51′ y 72′).

Francia   1  (Heisserer 10′).

Brasil                   1  (Leónidas 30′).

Checoslovaquia  1  (Nejedly 65′, pti).

Brasil                   2  (Leónidas 57′ y Roberto 62′).

Checoslovaquia  1  (Kopecky 25′).

(Desempate).

Semifinales

Italia   2  (Colaussi 5′ y Meazza 60′, pti).

Brasil  1  (Romeu 87′).

Hungría   5  (Jacobsson 19′, pp, Titkos 37′, Zsengeller 39′ y 85′ y Sarosi 65′).

Suecia     1  (Nyberg 1′).

Tercer y cuarto puesto

Brasil    4  (Romeu 44′, Leónidas 63′ y 74′ y Peracio 80′).

Suecia  2  (Jonasson 28′ y Nyberg 38′).

Final

ITALIA  4 – HUNGRÍA  2

París. Stade Olympique de Colombes, 19 de junio de 1938.

Árbitro: George Capdeville (Francia).

ITALIA: Olivieri; Foni, Rava; Serantoni, Andreolo, Locatelli; Biavati, Meazza, Piola, Ferrari y Colaussi.

HUNGRÍA: Szabo; Polgar, Biro; Szalay, Szucs, Lazar; Sas, Vincze, Sarosi, Zsengeller y Titkos.

GOLES: 1-0 (5′), Colaussi; 1-1 (7′), Titkos; 2-1 (16′), Piola; 3-1 (35′), Colaussi; 3-2 (70′), Sarosi; 4-2 (82′), Piola.

Goleadores

7

Leónidas (Brasil).

5

Sarosi y Zsengeller (Hungría) y Piola (Italia).

4

Colaussi (Italia) y Willimowski (Polonia).

3

Peracio y Romeu (Brasil), Socorro (Cuba), Andersson (H), Nyberg y Wetterström (Suecia) y Abegglen (Suiza).

2

Nejedly (Checoslovaquia), Nicolas (Francia), Titkos (Hungría) y Dobay (Rumanía).

1

Gauchel y Hahnemann (Alemania), Isemborghs (Bélgica), Roberto (Brasil), Fernández y Magriñá (Cuba), Kopecky, Kostalek y Zeman (Checoslovaquia), Heisserer y Veinante (Francia), Kohut y Toldi (Hungría), Ferraris y Meazza (Italia), Brustad (Noruega), Szerfke (Polonia), Baratky y Bindea (Rumanía), Jonasson y Keller (Suecia) y Bickel y Walaschek (Suiza).

Goles totales: 84.

Goles en propia puerta: Jacobsson (Suecia) y Lörtscher (Suiza).

Partidos disputados: 18.

Promedio de goles: 4,66.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Carlo CERESOLI

Guido MASETTI

Aldo OLIVIERI

Portero

Portero

Portero

28

30

27

Bolonia

Roma

Lucchese

Alfredo FONI

Eraldo MONZEGLIO

Pietro RAVA

Defensa

Defensa

Defensa

27

32

22

Juventus

Roma

Juventus

Miguel Ángel ANDREOLO

Aldo DONATI

Mario GENTA

Ugo LOCATELLI

Renato OLMI

Pietro SERANTONI

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

25

27

26

22

23

31

Bolonia

Roma

Genoa

Inter

Inter

Roma

Sergio BERTONI

Amedeo BIAVATI

Bruno CHIZZO

Gino COLAUSSI

Giovanni FERRARI

Pietro FERRARIS

Giuseppe MEAZZA

Pietro PASINATI

Mario PERAZZOLO

Silvio PIOLA

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

22

23

22

24

30

26

27

27

27

24

Genoa

Bolonia

Triestina

Triestina

Inter

Inter

Inter

Triestina

Genoa

Lazio

SELECCIONADOR: Vittorio Pozzo.




Los orígenes del fútbol en El Salvador (1897-1921)

Introducción

La influencia del liberalismo se hizo sentir principalmente durante el mandato del Dr. Rafael Zaldívar (1876-1884). A nivel general su gestión política giro en torno al mantenimiento de un tratamiento privilegiado para con el sector cafetalero, principalmente en cuanto al cambio en el régimen de propiedad de la tierra. Entre 1881 y 1882 decreto la confiscación de las tierras comunales ejidales y estableció la ley de Jornalero y Creación de Jueces Agrarios, provocando en el occidente del país la reacción de las comunidades indígenas por medio de una serie de levantamientos entre 1885 y 1889. Además, legitimó las reformas económicas y de secularización del matrimonio y la educación. También inició la era del ferrocarril con la apertura de la línea Acajutla-Sonsonate.1

Su intento de perpetuarse en el poder fue interrumpido por la voluntad hegemónica de Guatemala. Es así como llega al poder Francisco Menéndez (1885-1890) quien era caficultor. Suprimió el impuesto de exportación al café, promovió la creación del Banco Particular de El Salvador y la concesión a la compañía británica Salvador Railways Co., para la construcción de los ramales que unían las zonas cafetaleras al ferrocarril de Acajutla en 1885. Durante este gobierno se emitió la Constitución de 1886, la cual establecía definitivamente la secularización del Estado, la responsabilidad de la autoridad civil de asumir el registro civil y la desamortización de los bienes eclesiásticos. También definió la separación de poderes.

Esta Carta Magna fue el instrumento legal que posibilitó la autolegitimación de los sucesivos gobiernos oligárquicos cafetaleros. Sancionó el derecho de propiedad privada sobre la tierra. Todas estas medidas permitieron el inicio en el país de la modalidad de golpes de Estado como mecanismo de ajustes institucionales, «respetando» en esta forma la constitucionalidad. Luego de un pequeño período de provisionalidad de facto, el militar golpista se autolegitimaba en elecciones sin competencia.2

En 1890 Menéndez fue derrocado por general Carlos Ezeta (1890-1894) quien consolidó militarmente la soberanía salvadoreña y fomentó el profesionalismo del ejército a través del Código Militar y la modernización del armamento. En las postrimerías del siglo XIX la elite cafetalera salvadoreña fundamentó su tipo de democracia. El golpista Tomás Regalado (1898-1903) se constituyó en el encargado de viabilizar por la fuerza la transición hacia un mecanismo de selecciones y rotaciones pacíficas.3

A partir de 1903 cada presidente de la República fue electo para un período de cuatro años luego de ser escogido por su predecesor, lo que respetaba el principio de «no reelección». Los candidatos civiles dominaron la arena política entre 1903 y 1931. Sin embargo, el principal apoyo del gobierno venía del ejército. A raíz del asesinato de Manuel Enrique Araujo asume el monopolio del Estado la dinastía Meléndez-Quiñónez la cual estaba formada por dos familias muy importantes en la producción y exportación del café. Este grupo familiar, por medio de parientes, socios y amigos, extendió sus operaciones en el comercio y la agricultura, aliado a la expansión de las inversiones norteamericanas en la construcción de ferrocarriles y el mejoramiento de los puertos. Paralelamente, la administración pública mostró altos niveles de corrupción. La política de concentración de la riqueza llevó a la contestación política, por lo que entraron en escena los sectores medios urbanos demandando una mayor cuota de participación política.4

Desde el mandato de Carlos Meléndez (1913-1914) y (1915-1918) la política hacia las clases dominadas había sido cooptar a los dirigentes gremiales y a los intelectuales. Fue este último sector que se dio a la tarea de resaltar que el progreso no podía ser ajeno a la consolidación de la educación y del juego político. Sin embargo, la imposición fraudulenta de Jorge Meléndez (1919-1923) y el uso de la fuerza para reprimir las manifestaciones de descontento por medio de la denominada Liga Roja, que reunía en gran parte a grupos de campesinos a los que se les había ofrecido tierras y mejores salarios, hizo que los Meléndez-Quiñónez se fueran alejando del gobierno.5

Acerca de la llegada del deporte a El Salvador se tiene que esta actividad se ubica dentro de un contexto general de diversiones, cuya práctica social excluyente hizo que se creara una división marcada con respecto a los sectores que las ejecutaban. Sin embargo, tales entretenciones no se realizaron en un vacío cultural, por lo que no fueron las únicas, ya que pese a la llegada de diversiones modernas, también existían las procesiones religiosas y prácticas lúdicas coloniales como las peleas de gallos, las corridas de toros y el billar. Asimismo, debe resaltarse el interés de los gobernantes liberales de trastocar las pautas de diversión heredadas de la colonia y encauzar la forma de entretención del salvadoreño hacia la práctica del deporte. Una de las diversiones afectadas en este sentido lo constituyó el juego de chibolas o de canicas.6 La prohibición de la ejecución de esta actividad y a otras como los juegos de dados, se debe a las apuestas que se hacían en ellas donde los campesinos dejaban buena parte de su salario – sino todo – lo que les ocasionaba pobreza y el tener pocas posibilidades de consumo.

El origen del deporte moderno en El Salvador fue de acceso exclusivo de la elite de la capital – ubicada en la región central del país – y de Santa Ana, la principal urbe del occidente cafetalero. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad. La elite cafetalera practicó las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la inglesa, la española y la estadounidense. Es de destacar que en sus inicios en el país el deporte moderno estuvo dominado por disciplinas individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. Antes de la aparición del fútbol los deportes que se practicaban en el país eran el ciclismo y las carreras de caballos. Es con el nacimiento de los deportes colectivos – como el balompié que los sectores trabajadores urbanos entraron a la arena deportiva.7 Una vez hecha esta contextualización se procederá a estudiar el origen del fútbol en El Salvador desde sus inicios en 1897 hasta la conformación de la primera selección de esta disciplina en 1921.

El nacimiento del fútbol en El Salvador 1897-1921

Sobre los inicios del balompié en El Salvador se sabe que, a principios de octubre de 1897 varios futbolistas se reunían a practicarlo en el Campo de Marte de San Salvador.8 Posteriormente, para el viernes 28 de julio de 1899 se sabe que regresarían de Santa Ana os miembros del Sport Club de San Salvador que, fueron a esa ciudad a tomar parte del partido de fútbol arreglado allí.9 Según se ha constatado en la capital el balompié era practicado con entusiasmo en el Campo de Marte, lugar que para los días en que había partido era frecuentado por gran número de paseantes.10 Esto hizo que el fútbol se convirtiera a principios de agosto en el deporte favorito de la elite capitalina.11

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Para el domingo 8 de octubre de 1899 el Sport Club de Santa Ana jugó contra su similar de la capital en el Campo de Marte a las 4 de la tarde. Fungió como árbitro don Ricardo Moreira hijo. El triunfo fue obtenido por los visitantes por un marcador de dos goles contra cero. Por Santa Ana participaron: Ángel Álvarez, E. Lewousk, Tomás Trujillo, Rafael Meza hijo, Pedro Geofroy, Manuel Trujillo hijo, Carlos Álvarez A., Rafael I. Sifontes, H. Butter, O. Molina y A. Dowine. El equipo capitalino estuvo compuesto por: F. J. Yúdice, Frederic Sawyer, Otelio Ungo, Manuel Fiallos, Ricardo Sagrera, Salvador Rivas V., Rafael A. Aguilar, Miguel Yúdice hijo, Rodolfo Barón, H. Drews hijo y E. Godfried.12

El auge de la fundación de asociaciones balompédicas en la capital se manifestó con la aparición del Small Foot Ball Club,13 el Wilson Club Salvadoreño,14 el Foot Ball Haculhuatecan Club y el Palecah Pelota Foot’ Match.15 Entre los buenos jugadores del Wilson Club Salvadoreño destacó su portero de apellido Castillo, quien aprendió el juego en Estados Unidos. Sin embargo, la práctica del fútbol decayó volviendo a aparecer esporádicamente hasta mediados de septiembre de 1900 con la inauguración del Jolly Boys Foot Ball Club,16 y, a finales de 1904 con la fundación del Club Hércules.17

El año de 1906 evidenció la participación de infantes en el fútbol. A mediados de mayo de ese año los alumnos del Liceo Santaneco se preparaban a celebrar el 15 de septiembre con un partido en la ciudad de Santa Ana. Para eso invitaron a los alumnos del Instituto Nacional Central de San Salvador. Esta idea se debía a la iniciativa del maestro costarricense Carlos Gagini que laboraba en esta institución educativa del occidente salvadoreño.18 Por otra parte, para inicios de octubre se destacaba en la capital un club balompédico infantil. Ninguno de sus miembros contaba con más de diez años y pertenecían a las principales familias salvadoreñas.19

Carlos Gagini (1865-1925)

Carlos Gagini (1865-1925)

Sobre la práctica del balompié a principios del siglo XX existe la información brindada por Enrique Humberto Flores «El zorro Flores», miembro fundador del club capitalino Cemita en 1908. Según él esta disciplina se jugaba con zapatos de «botón» y con corbata.20 Asimismo, para esta época Mariano Bordas integrante del club Esparta refiere que: «Antes el fútbol era una especie de «pleito», en cuyo desarrollo se empleaba toda clase de mañas».21 Para el domingo 26 de septiembre de 1909 se llevó a cabo en San Salvador un partido entre el Small Club y el Club de fútbol del Liceo Salvadoreño. La mayor parte de los jugadores de ambas corporaciones deportivas eran niños entre 10 a 14 años, lo que demuestra una mayor práctica del fútbol entre los infantes capitalinos.22

El 2 de diciembre de 1910 se realizó un partido en la localidad de Izalco entre el club de ese lugar y el de Sonsonate. Ambas asociaciones jugaron en el costado sur de la iglesia de la Asunción. Una vez finalizado el encuentro todos los jugadores se dirigieron a una recepción preparada por la capitana honoraria del club izalqueño, señorita Luisa Godines y sus ayudantes Elvira Vega, Ángela Pacheco y Manuela Artiga.23 Para el domingo 6 de abril de 1913 en la explanada del Campo de Marte de Santa Ana ocurriría un desafío de fútbol. Se enfrentarían el equipo Azul y Blanco y el Rojo y Blanco. En la noticia que registra este evento por primera vez aparecen los dos capitanes de cada equipo, los dos árbitros, los cuatros guardalíneas y los dos médicos que asistirían a los jugadores.24 Unos pocos meses después en el hipódromo de Nueva San Salvador algunos jóvenes de esa localidad se dedicaban a la práctica del balompié.25

A mediados de enero de 1914 Mardoqueo Corcio Ruano daba clases de fútbol a varios niños capitalinos, para lo cual practicaba ensayos por las tardes en el Campo de Marte.26 Meses después se sabe de la organización en San Salvador de un centro social obrero dedicado exclusivamente al balompié. Sus directivos eran: Presidente, Adrián Silva; Vicepresidente, Martín Santa María; Vocales, Eliseo Jule, Alfonso Azúcar, Juan Rosa Luna, Benjamín Castillo y Manuel Ramírez; Tesorero, Arcadio M. Rivera, y, Secretario, Juan Santos Herrera.27 Durante los primeros días de octubre del año antes citado se establecía en la capital el club de fútbol Patria.28 Para el 24 de diciembre los jóvenes integrantes de estas corporaciones deportivas, concertaron un partido en Santa Tecla, lo cual motivó la elección de reinas de belleza para que condecoraran a la asociación victoriosa.29

Un factor que ayudó a la extensión y popularización del balompié lo constituyó la inclusión de mujeres en las juntas directivas de las corporaciones futbolísticas. Esto se ilustra con el caso del Club Juventud Sportiva de Chinameca, corporación deportiva que incluyó entre sus directivos de 1916 a las señoras Emerenciana Granados, Lucila E. Gómez y Bersabé Granados.30 También se sabe que como obsequio a los vencedores del partido que se efectuó el 3 de agosto del año en mención en San Salvador, la primera dama de ese entonces Sara de Meléndez ordenó que se hicieran unas medallas de plata.31 La inserción del fútbol en las fiestas de El Salvador del Mundo de la capital – principales festividades del país – hizo que el fútbol fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.

En la noche del 29 de agosto de 1918, en el local del Consejo Supremo de la Federación Obrera Salvadoreña, se fundó el Club Maratón. Uno de sus primeros acuerdos lo constituyó el practicar el fútbol junto con otros deportes como el baloncesto, beisbol y tenis.32 Además, en este año se estableció el Club Mercurio, organización balompédica integrada por empleados de comercio capitalinos.33 La participación de los militares en la práctica del fútbol fue un hecho que no pasó inadvertido durante los años de análisis. A principios de agosto de 1919 se fundó en San Salvador un club balompédico integrado únicamente por militares.34 Pese a esto la práctica del fútbol fue un fenómeno dominado por civiles.

Sobre el resultado de la Selección de Fútbol de El Salvador en los Juegos Centroamericanos efectuados en Guatemala en 1921 para conmemorar el centenario de la Independencia de Centroamérica, se sabe que perdió ante su similar de Costa Rica por un marcador de siete goles contra cero, por lo que al existir la eliminación directa por partido perdido no pudo seguir disputando el campeonato balompédico regional.35 Por otra parte, al final de los años de estudio se comienza a manifestar la inserción del fútbol en las celebraciones populares. Más específicamente en 1921, en la ciudad de San Miguel, donde se incluía un partido dentro del programa de festejos de la coronación de la Virgen de la Paz.36 También en 1921 se realizó la disputa final de un campeonato entre varias asociaciones balompédicas capitalinas. La copa de campeonato que, durante tres años fue disputada quedó en manos del Club Maratón.37

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Conclusión

El fútbol en El Salvador nace como una actividad cultural que formaba parte de la sociabilidad de la elite económica, principalmente de las ciudades de San Salvador y Santa Ana. La promoción de su práctica en sus primeros años se debe a su apropiación por parte de los infantes, de los trabajadores y del apoyo que algunas mujeres hicieron al sostenimiento de los clubes de balompié como uno de los principales centros de sociabilidad comunal, así como en su práctica y en la inclusión en festividades comunales. La inserción del fútbol en las fiestas agostinas de San Salvador – principales festividades del país – hizo que este fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.


1 Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. San José: FLACSO, 1994. Tomo IV. Las republicas agroexportadoras. p.187.

2 ibid. p.189.

3 ibid. p.190.

4 ibid. p.218.

5 ibid. pp.228-229.

6 Diario del Salvador. Lunes 7 de mayo de 1917. Año XXX. No.6679. p.1.

7 Urbina Gaitán, Chester. «Origen del deporte moderno en El Salvador (1895-1921)». En: http://www.efdeportes.com/ Revista Digital – Buenos Aires – Año 11 – N° 97 – Junio de 2006 En: http://www.efdeportes.com/efd97/salvador.htm

8 Diario del Salvador. Miércoles 6 de octubre de 1897. Año III. No.648. p.3.

9 ibid. Jueves 27 de julio de 1899. Año VII. No.1142 .p.3.

10 ibid. Viernes 28 de julio de 1899. Año VII. No.1143. p.3.

11 ibid. Miércoles 2 de agosto de 1899. Año VII. No.1147. p.3.

12 ibid. Martes 10 de octubre de 1899. Año VII. No.1202. p.2.

13 ibid. 10 de noviembre de 1899. Año VII. No.1228. p.3.

14ibid. Viernes 17 de noviembre de 1899. Año VII. No.1233. p.2.

15 ibid. Martes 5 de diciembre de 1899. Año VII. No.1248. p.2.

16 ibid. Jueves 13 de septiembre de 1900. Año IX. No.1472. p.3.

17 El Club Hércules fue fundado el 25 de septiembre de 1904. Información contenida en: ibid. Sábado 1 de octubre de 1904. Año XV. No.262. p.1.

18 ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Año XVII. No.3122. p.1.

19 ibid. Jueves 4 de octubre de 1906. Año XVII. No.3232. p.4.

20 El Gran Diario. Sábado 12 de agosto de 1939. Año I. No.45. p.7.

21 ibid. Sábado 19 de agosto de 1939. Año I. No.52. p.6.

22 Diario del Salvador. Lunes 27 de septiembre de 1909. Año XXI. No.4106. p.1.

23 ibid. Miércoles 30 de noviembre de 1910. Año XXIII. No.4453. p.1.

24 ibid. Abril 5 de 1913. Año XXVI. No.5154. p.2.

25 ibid. Miércoles 23 de julio de 1913. Año XXV. No.5261. p.3.

26 ibid. Lunes 19 de enero de 1914. Año XXVII. No.5435. p.8.

27 ibid. Miércoles 7 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5679. p.2.

28 ibid. Jueves 8 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5680. p.2.

29 ibid. Lunes 14 de diciembre de 1914. Año XXVII. No.5737. p.2.

30 ibid. Jueves 3 de febrero de 1916. Año XXIX. No.6127. p.2.

31 ibid. Sábado 22 de julio de 1916. Año XXIX. No.6404. p.1.

32 ibid. Viernes 30 de agosto de 1918. Año XXXI. No.7071. p.3.

33 ibid. Miércoles 11 de diciembre de 1918. Año XXXI. No.7158. p.1.

34 ibid. Viernes 8 de agosto de 1919. Año XXXII. No.7352. p.4.

35 ibid. Martes 18 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7997. p.5.

36 ibid. Martes 11 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7992. p.3.

37 ibid. Lunes 8 de octubre de 1923. Año XXXVI. No.8580. p.2.




El Fútbol Británico antes de la International Board, (1863-1886)

En anteriores Cuadernos nos hemos referido a la creación de la International F.A. Board, en 1886.

Reseñaré acontecimientos del fútbol británico  anteriores a esa fecha. O sea, desde la fundación de la F. Association. Esta primera parte abarcará el período (1863-73).

La cronología  se basará en los siguientes puntos:

I. Fundaciones (Clubes y Asociaciones)

II. Partidos y Competencias

III. Reglas (Aspectos Básicos)

IV. Comentarios y Curiosidades.

1863

I.

Londres. Civil Service F.C….Chatham. Royal Engineers F.C; ambos clubes militan hoy en el fútbol amateur inglés.

Stoke-on-Trent, Ingl. Stoke City F.C. Es el segundo club profesional más antiguo, detrás del Notts. County F.C., de Nottingham (1862)..

Londres (26 oct.). The Football Association ; es la «decana»  de carácter nacional (Inglaterra). Primer presidente: Arthur Pember, del No Names F.C., de Kilburn, Londres.

II.

Mortlake ,Londres (19 dic.).Richmond F.C. y Barnes F.C. , primer juego con las nuevas reglas, (0:0); ambos son actuales clubes de rugby union.

III.

Redacción inicial por Ebenezer Cobb Morley, capitán del Barnes F.C.; aprobadas (08 dic.)… Algunas inclusiones: Dimensión del  campo de juego y porterías; gol válido a cualquier altura, entre los postes; saque de banda; cambio de lado, luego de cada gol; fuera de juego absoluto (como en el rugby). Prohibición de hacer zancadillas o dar puntapiés al rival. Tampoco llevar el balón con las manos.

Sin referencias de: árbitros, cantidad de jugadores; duración del juego;  tamaño del balón.Sin líneas marcadas en el campo (sólo 4 banderillas).

1865

I.

Nottingham., (Ingl.) . Nottingham Forest  F.C.

III.

Las reglas de la F.A. (1863) no tuvieron aceptación inmediata en todo el país. Existían otros reglamentos, entre ellos el de «Sheffield F.C.», aprobado el 21 oct. de 1858. Su adhesión final a la F.A. (1877) fue un gran avance institucional.

1866

II.

Battersea Park, Londres (31 mar). Primer interciudades; los locales vencieron a Sheffield  por 2 goles y  4 touch-downs a nada. Se jugó con las reglas de la F.A.

III.

Portería, .Incorporación de una soga o cordel (tape)entre los postes, a 2.44 mts. de altura; fue el antecesor del  larguero actual..

Fuera de Juego, no existirá cuando haya 3 adversarios entre el atacante y la meta; fue la modificación del off side absoluto.

IV.

La  adopción del tape fue idea de E.C. Morley, secretario de la F.A. Había presenciado -en Reigate-, un gol producido a  más de 10 mts. de altura.

Sorprendió, en el  interciudades, el  juego de cabeza practicado por  Sheffield. Esta modalidad era desconocida en la región londinense. Antes del partido se acordó el uso de un balón Nº 5 de Lillywhite´s.

1867

I.

Glasgow (09 jul.). Queen´s Park F.C., decano del fútbol escocés.

Sheffield (04 set.). Sheffield Wednesday F.C. (hasta 1929: The Wednesday F.C.)

II.

Sheffield (16 feb./06 mar). Copa Youdan. Fue el primer torneo que haya existido en cualquier tipo de fútbol. Se jugó con las «Reglas de Sheffield», entre 12 clubes de allí, y fue su ganador el vigente Hallam F.C. (fund. 1860).

Battersea Park, Londres (02 nov.).Middlesex  vs.  Surrey/Kent (0:0). Fue el primer juego entre condados.

IV.

Thomas Youdan, dueño del Teatro Alexandra (Sheffield) donó una copa que se disputó sólo ese año. Fue también el primer trofeo de la historia. Hallam F.C. sólo es superado en antigüedad futbolística por el Sheffield  F.C., de 1857.

1869

I.

Kilmarnock, Escocia. Kilmarnock F.C., segundo club más antiguo.

III.

Adopción del tiro de meta (goal-kick ).

IV.

La F.A. tenía 29 clubes afiliados . Hoy, con 32.000 entidades es la mayor Asociación de la F.I.F.A… Es la única que no incluye el nombre del país al que representa: sólo, The Football Association.

1871

I.

Londres  (26 ene.) The Rugby F. Union, (21 clubes). Origen de un nuevo deporte. El reglamento inicial tuvo 59 puntos.

II.

Londres  (11 nov.) Comienzo de The F.A. Cup. Es el torneo más antiguo del mundo y contó con 15 inscriptos iniciales.

III.

Portero, primera mención en las Reglas. Recién en 1909 usaría camisa distinta a la de sus compañeros.

IV.

En las reglas de la Copa (no en las de la F.A.) se mencionaron – primera vez- la duración del juego (1 ½ hs) y la cantidad de jugadores (11 por lado).

1872

I.

Glasgow (¿? mar.)  Rangers F.C.

II.

Londres, Kennington Oval (16 mar.) Primera final de Copa: The Wanderers (Londres): 1 ,Royal Engineers (Chatham): 0. El gol: Morton P. Bett.

Glasgow (30 nov.)  Escocia-Inglaterra (0:0). Primer internacional oficial. Nota en Cuadernos, dic. 2012.

III.

Adopción del tiro de esquina  (corner kick).

IV.

Final de Copa. El teniente Edward W. Creswell, de los perdedores, sufrió fractura de clavícula. A pesar de ello, no abandonó el campo.

1873

I.

Glasgow (13 mar.). The Scottish F.A. (7 clubes).

III.

Londres. Primer Oxford-Cambridge (1:0). Este «clásico» anual es el segundo más antiguo del calendario mundial.

IV.

En la etapa inicial, el association no fue un fútbol de pases o combinaciones.

Las «estrellas»  eran los regateadores que  efectuaban sus acciones en solitario. Cuando perdían el balón intervenían sus compañeros, para recuperarlo  lo antes posible.. Robert W. S. Vidal, apodado «El Príncipe de los Dribleadores» fue la  gran figura en esa función. Campeón con The Wanderers (1872) y  la Univ. de Oxford (1874). Estudiante de Teología, se graduó en 1877; fue entonces,  el  Reverendo Vidal. Primer crack y religioso !!.

Otras figuras iniciales:

Arthur Fitzgerald Kinnaird (The Wanderers, Old Etonians)

John Charles Clegg (The Wednesday )

Francis Arthur Marindin (Royal Engineers)

Charles William Alcock (The Wanderers).

Todos ellos, luego como árbitros y dirigentes, fueron sólidas columnas de la evolución del fútbol..




Orígenes del fútbol en México – Capítulo I

México vivía una época de aparente paz.  El general Porfirio Díaz1 hacía tiempo que gobernaba el país y todo aquello que oliera a europeo era bien recibido en las aduanas mexicanas.

La última década del siglo XIX mostraba un progreso significativo si tomamos en cuenta que el país, tantas veces devastado, había cimentado un acercamiento a la modernidad a través de la tecnología más importante de la época: la locomotora. Miles de kilómetros de vías férreas inundaron regiones antes inhóspitas y los extranjeros, deseosos de conquista, aceptaron la invitación del gobierno mexicano para explorar, conocer y modernizar al México del porfiriato2.

Grandes inventos hacían su aparición: el fonógrafo, el cine  y la luz eléctrica asombraban a propios y extraños3. Nuestro país intentaba mostrarse al nivel de las más destacadas ciudades europeas, con las ventajas del primer mundo y la modernidad del ya cercano siglo XX.

Norteamericanos, franceses, alemanes e ingleses llegaban cargados de las más espectaculares novedades, buscando en el suelo mexicano una oportunidad para hacerse ricos y sentar reales. Entre todo aquello que ingresaba a nuestro país, no solo existían las cosas materiales, sino también aquellas que reconfortaban al cuerpo y al espíritu.

Los mexicanos, poco aficionados a los deportes, comenzaron a descubrir en estos una forma de ejercitar el cuerpo, de hacerse de nuevos amigos, pasar un rato divertido, y sobre todo, matar el tiempo libre que la paz porfiriana les ponía enfrente.

Los paseos ciclistas, el tenis y el golf se convirtieron en los deportes de moda. El béisbol y el atletismo también tuvieron sus grandes espacios. Se crearon diversos complejos, academias y centros dedicados cien por ciento al deporte, así surgió el primer club «mexicano», el Reforma Athletic Club en 1894, en donde el críquet y el tenis eran la única atracción, con la limitante de que solo aceptaba ciudadanos ingleses.  Nacerían posteriormente el Country Club de Churubusco y el Country Club de Reforma, creados por norteamericanos, que dedicaba sus instalaciones especialmente al gol y al béisbol y el Bicycle Riding School, que  era un colegio que promovía el uso de la bicicleta y las «técnicas más modernas» para el mantenimiento de las mismas4.

Ante estas perspectivas, el gusto de los mexicanos se diversificó gracias a las diferentes propuestas deportivas. Según la clase social se accedía a ellas, aunque a finales del siglo XIX parecía que los ricos eran los únicos que tenían el tiempo y el dinero para practicar en forma un verdadero deporte, las clases bajas entre las que se contaban obreros, campesinos y peones de diversa índole, poco conocían del «placer y confort» que el deporte aportaba «en cada uno de nosotros» como se leía en un artículo de  la revista The Mexican Sportsman5 que surgió en 1896 para el deleite de los nuevos deportistas.

Registro de la revista The Mexican Sportman en el Diario Oficial Noº 90 octubre 13 de 1896

Registro de la revista The Mexican Sportman en el Diario Oficial Noº 90 octubre 13 de 1896

El furor ante esta nueva forma de pasar la vida y los ratos libres, trajo una invasión de productos especializados provenientes de Europa y de los Estados Unidos. Llegarían por el Puerto de Veracruz palos de golf, de cricket, bates y pelotas de diversos tamaños, así como unos balones ingleses de cuero, cosidos a mano y con una agujeta o tiento que permitía mantener en el interior una cámara de vejiga de cerdo inflada6.

Cuando se recibieron en la aduana estos balones solicitados por ciudadanos ingleses  que residían en nuestro país, los empleados que los desembarcaron no tenían ni la menor idea de para que servían y solo se limitaron a observarlos con curiosidad.

Los balones, fueron a parar a diversos colegios ingleses de la capital de la República Mexicana7, ahí, se intentó con poco éxito organizar algunos encuentros, ya que eran pocos los interesados. Se calcula -según el diario The Mexican Sportman- que en la capital 30 o 40 jugadores intentaban practicaban el fútbol hacia 1896, pero no más que ese número8.

¿Cuándo llegó a México en realidad el primer balón? Debió  de ser poco antes que este año, pero no tenemos ningún documento que lo avale, por lo que tenemos este año 1896 como punto de partida.

Pero no solo en la ciudad de México se practicaba el balompié, al interior de la República, en sitios de gran confluencia inglesa, sobre todo en lugares dedicados a la minería, también comenzó a prender el deporte de las patadas y sería ahí, en donde alcanzaría por vez primera la esencia de un verdadero deporte, con un club formalmente hecho y que respetaba las diferentes reglas que sobre el fútbol existían y que conocían por practicarlo en su natal Inglaterra.

Estos ingenieros ingleses, pertenecientes a la Compañía Minera de Santa Gertrudis, La Blanca y Real del Monte de Pachuca, deciden fundar un equipo, el primero en el país, de este deporte mágico llamado fútbol, el Pachuca Athletic Club. Ahí mismo, en los terrenos de la mina de La Blanca, instalan también la primera cancha.

Es por esto, que a lo largo de la historia se le ha considerado a Pachuca  como la cuna del fútbol en México.

Equipo Pachuca Athletic Club

Equipo Pachuca Athletic Club

1 Porfirio Díaz fue presidente de México en varios periodos, 1876 (noviembre- diciembre), 1877 febrero -mayo), 1877 (mayo-noviembre) y de 1884-1910.

2 Porfiriato es la forma como la mayoría de los historiadores ha dado por llamar a los 30 años de poder del presidente Porfirio Díaz.

3 El cinematógrafo y el fonógrafo hacían su aparición en 1896 en México y aunque desde 1881 se inició el servicio público de electricidad en la ciudad de México, este comenzó a regularizarse con un tendido de cables más extenso, justo en el mismo año de 1896.

4 El uso de la bicicleta se hizo muy frecuente entre las clases medias y altas, ya que se comenzó a ver al caballo como símbolo de decadencia o de poco «moderno», ya que era el transporte más común, es por esto que los clubes ciclistas tuvieron mucho éxito.

5 Ante la cantidad de nuevos «deportistas», surge esta pequeña revista en inglés que busca hablar de todos los deportes que comienzan a darse y sobre todo, de los clubes en donde se pueden practicar.

6 Se tiene conocimiento de que estos balones llegaron en 1896 para algunos colegios ingleses, pero antes de ellos seguro que algún ciudadano inglés trajo consigo alguno, pero no está consignado con datos fehacientes que puedan demostrarlo.

7 El Positivismo se convirtió en «el fundamento indispensable para orientar la educación» en nuestro país y durante el porfirismo se abrió la entrada a muchos colegios extranjeros, sobre todo ingleses, franceses y norteamericanos. Robles, Martha. Educación y Sociedad en la Historia de México. Publimex, 2010.

8 Más que jugadores propiamente dicho, eran los estudiantes de los colegios ingleses y cada equipo estaba formado por no más de 5 niños, que jugaban en el patio del colegio, en donde los arcos servían de portería.




Historia de la International Football Association Board – I Reunión (1886)

Libro de Actas

La primera asamblea de la International Board se celebró en los salones de la Football Association en Londres, el miércoles 2 de junio de 1886. Estuvieron presentes el comandante Marindin (que ocupó la presidencia) y C.W. Alcock (quien actuó como secretario) representando a Inglaterra; los señores R. Brown (presidente) y A. Kennedy (vicepresidente) de la Asociación Escocesa; los señores A. H. Hunter (secretario) y Roberts de la Asociación Galesa y los señores J. Sinclair (vicepresidente) y J. McAley (secretario) de la Asociación Irlandesa.

Una vez que el comandante Marindin dio a conocer el orden del día la asamblea procedió a elaborar los estatutos de la International Board, siendo adoptados los siguientes (Ver tarjeta)

El comandante Marindin deseaba que el congreso homologara la siguiente resolución, a saber: «Que los jugadores no llevarán ningún tipo de saliente en las suelas o en el tacón de sus botas con la excepción de tiras de cuero lisas de un patrón autorizado».

Gales respaldó la propuesta pero, ante las reticencias de Escocia e Irlanda, finalmente la moción fue retirada.

Con discursos de agradecimiento al presidente y al secretario se dio por concluido el acto.

EL CALZADO EN EL REGLAMENTO DE FÚTBOL

Entendemos que siendo esta la primera entrega cuyo propósito será el de establecer una comparación entre los más antiguos textos reglamentarios emanados de la IFAB y los actuales oficiales, es preciso realizar un ejercicio que presupone una aclaración básica pero ineludible y que es que hay que tener en cuenta que quienes fueron pergeñando las leyes del juego eran quienes, con la práctica activa de ellos mismos, daban por sentados principios que eran para ellos obvios.

Decía Sir Percy Royds en su monumental obra «La historia de las reglas del rugby» que no había que sorprenderse por lo incompleto del enunciado de ellas en un comienzo, ya que ésa precariedad estaba vinculada a que quienes practicaban el juego se «presuponía poseían un conocimiento práctico» del mismo.

Lo mismo sucedía en el incipiente football association, donde los mismos que lo jugaban -quizás hasta sin saberlo- estaban escribiendo los primeros capítulos de las reglas que lo regirían.

Si bien reconocemos el año de 1863 como el de la redacción del primer reglamento, base de nuestro deporte actual, el que pasó a ser acatado por quienes lo diseñaron, nada menos que los integrantes de la recientemente fundada Football Association, de la que fue su primer Presidente don Arthur Pember, un destacado abogado londinense, lo cierto es que su loable preocupación fue la de distinguir los principios básicos de dos deportes que se iban diferenciando notoriamente como lo eran el fútbol y el rugby. No había tiempo para las minucias y éstas debieron esperar.

Cuando se funda la International Football Association Board (IFAB) en 1882, aunque comienza a funcionar en 1886  presidida en primera instancia por George Marindin, aparece por fin el ente que resultará el regulador de las leyes del juego en forma definitiva.

Pasando al análisis del acta de la primera reunión que hemos trascripto más arriba, podemos observar que la primera ponencia referida a las reglas de juego se refiere concretamente a eliminar la peligrosidad del calzado a utilizar por los jugadores.

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Esta inquietud, que como hemos visto no tuvo repercusión como para su tratamiento, sirve para marcar de todos modos una constante que mantendrá desde entonces el Reglamento de Fútbol y que está relacionada con la protección del físico de los participantes en el juego.

Así es como desde hace largos años, la actual regla 4 en su primer párrafo determina la prohibición del uso de objetos peligrosos para los demás jugadores, concepto ampliado en 1997 al propio usuario.

En lo relativo al calzado permitido para la práctica, es curioso el contrasentido de conceptos al existir resoluciones como las de la IFAB del 22 de junio de 1952, cuando contestando una inquietud de la Federación Alemana aclara que «no es obligatorio el calzado», mientras que la citada regla 4 le dedicaba una enorme extensión a la descripción de las exigencias del mismo.

Así podíamos observar largos párrafos detallando que las tiras que se podían apreciar en las suelas debían ser «de cuero o caucho, transversales y llanas, de 12,7 mm. de largo como mínimo y redondeadas en sus extremos», los tacos «de cuero, caucho, aluminio, plástico o material similar, redondos y planos y con un diámetro mínimo de 12,7 mm, con alvéolos de metal interiores y sin salientes»y las tiras y tacos combinados «únicamente aplicadas en las suelas y de no más de 19 mm de espesor».

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Para complementar estos conceptos aparece en 1959 el Comité de Arbitraje de  FIFA (hoy Comisión de Arbitraje) recomendando al árbitro diligencia en controlar el estado de las botas. La IFAB hace suya esta recomendación mediante una decisión de 1990.

Paralelamente a esta situación, año a año una decisión IFAB insistía en la no obligatoriedad del uso de las botas o botines, siempre que no se permitiera la presencia simultánea en campo de jugadores con ellos y desprovistos de ellos, ratificando lo ya expresado de la preocupación por el posible daño al que se podrían exponer quienes se presentaran sin protección en sus pies.

Ya hacia fines de la década de 1970 se observa lo anacrónico de la redacción de la regla 4 sobre este tema, especialmente cuando se indica como obligatorio que -en caso de utilizarse botines- estos deberán mostrar un mínimo de diez tacos de 10 mm como mínimo de ancho. Y es que ya en vísperas del Mundial 1978 se podía leer en publicidades sobre botas para fútbol una extensa gama de ofertas que incluían suelas con no más de ocho tacos.

Esto provocó que la IFAB tras algún tiempo reaccionara y entendiera que era inútil seguir con las antiguas exigencias ante el avance de la tecnología en el diseño y la confección del calzado.

Y es que así se le llamó en las reglas: «calzado» desde 1980.

En 1990 se produce un cambio total en la redacción de la consabida regla 4 y se introduce el concepto de «equipo básico obligatorio» para el jugador, que hasta entonces sólo tenía carácter de decisión de la IFAB. El mismo queda constituido por la camiseta, el pantalón corto, las medias, EL CALZADO y las espinilleras, siendo este último elemento incorporado ese año.

Desde entonces el calzado ha devenido de uso obligatorio. Sin embargo, la regla no ha caído en la tentación de largas descripciones sobre su diseño o confección. Simplemente habrá que ceñirse a que debe ser un calzado PARA fútbol y a lo establecido por el párrafo primero de la regla que condiciona su aceptación por parte del árbitro, quien juzgará si existen dudas sobre su peligrosidad para quien lo usa o los demás jugadores.

De los elementos exigidos para el equipo básico obligatorio, es innegable que el calzado es el que presenta mayores posibilidades de constituirse en fuente de riesgos para quien lo usa o el resto de los participantes, por lo que aparece como muy razonable que los árbitros extremen el celo en su control previo a los encuentros o cuando un jugador resuelve cambiarlo en su transcurso.




Partidos amañados

Hace algún tiempo, Javier Tebas, abogado y exvicepresidente de la Liga de Fútbol Profesional, aseguró desde «Onda 0» estar convencido de que en nuestro deporte rey se amañaban partidos. Semejante aseveración despertaría cierta hostilidad en determinados medios. «Si tan seguro está de algo así, ¿por qué no toma medidas la organización a que pertenece o perteneció durante tanto tiempo?», se preguntaron unos. E incluso otros, volcando mucha más hiel: «¿Se puede saber qué hacen en la L.F.P., aparte de cobrar sueldos magníficos?. ¿Mirar hacia otro lado?». Pero lo cierto es que Tebas añadió un apunte fundamental, omitido alegremente en ciertos foros. «Estoy convencido de que se adulteran partidos -dijo-. Pero una cosa es la certeza moral y otra muy distinta la certeza jurídica. Hay que demostrarlo».

Muy cierto. Nuestro fútbol ha visto apaños, chanchullos, trueques y transacciones más propias de trilero que de ejecutivo, no ya desde que desembarazándose de falsos pudores arrinconase el amateurismo marrón para abrazar la profesionalización, sino incluso antes, cuando, al menos en teoría, imperaban la autoestima y el amor a los colores. Entonces, al igual que iba a ocurrir en decenios posteriores, resultaba poco menos que imposible demostrar la evidencia. ¿Quién, o quiénes iban a aportarla?. ¿Los mismos que se vendían?. ¿Y cómo?. ¿Confesando su indignidad?. ¿Devolviendo lo ingresado, hincándose de rodillas ante la afición y, naturalmente, haciendo las maletas de inmediato?. Los chanchullos quedaban una y otra vez en agua de borrajas, porque los héroes en general no abundan.

Javier Tebas, todo un experto en los pecados del fútbol. Seguro que no le faltaban razones para expresarse como lo hizo.

Javier Tebas, todo un experto en los pecados del fútbol. Seguro que no le faltaban razones para expresarse como lo hizo.

Desde esta misma página se han apuntado situaciones mucho más que sospechosas, si bien carentes de esa «certeza jurídica». Vayan ahora un par de casos más, separados por sus buenos 30 años y circunscritos no a entidades de postín, sino a la modestia más genuina. Evidencia de que la compraventa afectaba, y en buena lógica debe seguir afectando, a cualquier categoría.

Allá por los años 40 del pasado siglo, las competiciones de 2ª y 3ª División eran un puro galimatías. Con las infraestructuras en un estado calamitoso, autobuses quemando gasógeno y trenes que jamás llegaban a la hora, desde la FEF se entendió imprescindible recortar los traslados para el fútbol de bronce, ahorrándole, de paso, dispendios que su depauperada economía tampoco hubiese podido afrontar. Consecuentemente, se formaron grupos reducidos, donde casi todos los choques serían de máxima rivalidad. Ligas, en resumen, con 10 competidores a doble vuelta, y 18 partidos. Competiciones tan breves que forzosamente debían complementarse. Así, concluida esa liga regular, se disputaba otra «Liga Intermedia» entre los mejor clasificados de grupos de proximidad. Y finalmente, para los gallitos de este segundo torneo y los descolgados de 2ª División, una definitiva tercera fase, denominada «de ascenso». Ese fue el marco donde se desenvolvía el Albacete la ya remota edición liguera 1946-47.

Tras sumar 68 goles en la primera fase o Liga Regular, con un promedio próximo a los 4 por partido, obtuvo su clasificación, junto al Tomelloso, para la fase intermedia. Y allí, en la penúltima jornada de, fue donde estalló el gran escándalo, en choque trascendental con la Cultural Leonesa.

Al término del primer tiempo vencían los leoneses con todo merecimiento por 3-1. Sin ser el suyo exactamente un paseo, lo cierto es que habían apabullado a los manchegos. En el vestuario, las preceptivas filípicas del entrenador derrotado, alguna fugaz visita de directivos y un chorrito de agua milagrosa para los magullados. El grito de conjurados y otra vez a jugar. ¿A jugar?. No exactamente, al decir de los cronistas, por cuanto respecta a los muchachos de la Cultural. Su acometividad del primer tiempo parecía haberse esfumado. No corrían, o cuando se decidían a hacerlo ni siquiera llegaban al balón, perdían pelotas fáciles, no apoyaban al compañero en las escasas jugadas… Un bochornoso espectáculo aromatizado de tongo, hasta para el mismísimo árbitro, que habría de reflejar en su acta un 3-5 final.

Los albaceteños, sin embargo, no pudieron saborear la «victoria», puesto que desde la FEF se empleó jarabe de palo, previa investigación del Comité de Competición a espaldas de ambos clubes, hurtándoles de ese modo la posibilidad de emplear argumentos en su defensa:

«En virtud del acuerdo del Comité de Competición, y por haber incurrido en faltas previstas en la Circular número 3 de la temporada 1945-46, epígrafe «sesiones de juntas-resultados irregulares», los clubs C. D. Leonesa y Albacete Balompié fueron excluidos de la competición cuando faltaba por jugar un partido, cuyos puntos se adjudicaron, según lo previsto en el art. 235 del Reglamento, a los respectivos contrarios, R. Valladolid y S. Gimnástica Lucense».

En román paladino, el Albacete, aspirante a la fase de ascenso, quedaba en la cuneta y con su historial por los suelos, como presunto autor de soborno.

Las cosas, por supuesto, no terminaron ahí. Heridos en su orgullo, sintiéndose víctimas de una «grave injusticia», toda la localidad manchega se puso en pie de guerra. Cerraron los comercios, hasta 20.000 vecinos con pancartas contra la Federación o el Comité de Competición, y gritando «¡Injusticia, Injusticia!», se arracimaron en manifestaciones teóricamente espontáneas. Algo semejante a lo ocurrido en Vigo y la ciudad de la Giralda sesentaitantos años después, cuando Sevilla C. F. y Real Club Celta fueron descendidos a 2ª por incumplimiento económico. Y como habría de acontecer con Celta y Sevilla, también al Albacete se le doró en parte la píldora.

Alcanzó tal nivel la revolera manchega que el propio gobernador civil, Antonio Rodríguez Costa, intervino para apaciguar a los manifestantes. En realidad, el hombre estaba atrapado entre dos fuegos. En pleno franquismo de mano dura, con las manifestaciones prohibidas, si no eran jaleando al caudillo, tipificado como delito cualquier congregación de más de 6 personas en la vía pública, 20.000 enojados ciudadanos agitando pancartas podían ser vistos como una auténtica provocación. Bien mirado, Rodríguez Costa sólo hubiera podido tomar dos caminos: el de la fuerza, perdiendo cualquier rasgo de representatividad ante sus administrados, o el de la templanza, aderezada de buenas palabras. Y, hombre inteligente, se decantó por cuanto menos le comprometía.

Él mismo coordinó gestiones ante altas instancias del régimen, dando finalmente su visto bueno a una comisión del club deseosa de ser escuchada por miembros de la FEF y hasta -al menos así se pretendía- por el propio general Moscardó, Delegado Nacional de Deportes. Para que nada faltase, el «Diario de León» se sumaba a la cacofonía, recogiendo en sus páginas una velada coz al Salamanca, favorecido por la resolución federativa, y muy en especial a su presidente:

«Se ha clamado por la justicia y se ha aplicado a presuntos vendedores y compradores de partidos, pero, ¿quién la aplica al presidente del Salamanca, al que le ha costado 12.000 ptas. el acceso a la fase final?».

Aún siendo aquellos tiempos de autocensura, de pensar muy bien lo que se escribía, puesto que entonces jefes de redacción y subdirectores leían cada texto antes de pasar a la linotipia, algunos diarios nacionales hicieron memoria sobre otros casos con implicación de clubes más poderosos, a los que no se aplicó tanto correctivo. Entre tanto, conocedores de que desde altos estamentos políticos se pensaba levantar las sanciones para no enturbiar más los ánimos, la junta directiva de la FEF decidía presentar su dimisión, como protesta. El caso, en efecto, fue revisado, quedando sin validez la expulsión de manchegos y leoneses. Pura patraña, si se mira bien. Floritura de capote, sin asomarse a los cuernos del toro. Porque la realidad fue que aquellos dos partidos suspendidos no se jugaron nunca, que Valladolid y Salamanca pasarían a la siguiente fase, en detrimento del Albacete, si bien ninguno de los dos alcanzara en primera instancia el ascenso a 2ª División. Sólo de rebote, tras promocionar con el Real Santander -Franco había abolido las denominaciones extranjeras, como Sporting, Athletic o Racing-, los vallisoletanos pudieron colarse en el fútbol de plata por la gatera. Para mayor insatisfacción manchega, el secretario general, Sr. Cabot, se reafirmaba y desdecía en el mismo párrafo del acuerdo definitivo, al redactar: «Queda en suspenso la eliminación de los clubs, pero la Circular tercera de los estatutos se ha aplicado con justicia».

Nunca pudo aclararse quién y a qué precio compró aquel partido en León, por más que aún faltando «convicciones jurídicas», como probablemente matizara hoy Javier Tebas, todo apunte a la existencia de compraventa. Se dijo en voz no muy alta, esparciéndose luego como rumor, que el soborno pudo haberlo realizado un gran aficionado a la caza y la pesca, con cargo en los Sindicatos. Presunción a la que, de cualquier modo, tampoco se quiso bautizar con nombre y apellido.

Treinta y dos años más tarde, durante la competición liguera correspondiente a 1978-79 y también en la provincia leonesa, tuvieron lugar otros hechos cuajados de características rocambolescas.

Mario Rolando Castro Fernández, para el fútbol Rolando, acababa de aprobar las oposiciones de Magisterio y tuvo que trasladarse a Avilés, donde se le adjudicó  destino. Jesús Tartilán, entrenador de la actualmente aletargada Unión Deportiva Cacabelense, conocedor de sus virtudes sobre el césped, le animó a fichar por el equipo. Lógicamente sólo podría desplazarse a Cacabelos o donde los bercianos rindieran visita, el mismo día del partido. Y como ejercitarse por su cuenta, sin método ni aplicación táctica, siempre es complicado, gestionó con la directiva y técnicos del Avilés incorporarse a los entrenamientos de aquel elenco. Pintoresca situación, puesto que leoneses y avilesinos compartían grupo de 3ª División.

Rolando, centrocampista organizador nada despreciable, sólo se incorporó a la U. D. Cacabelense bien avanzada la primera vuelta del Campeonato, pero aún así no se libraría de vivir un formidable esperpento. Todo se produjo en los estertores de la competición, cuando S. D. Ponferradina, Deportivo Gijón y Real Avilés C. F.  pugnaban por el primer puesto y los avilesinos debían visitar el campo de Cacabelos. «Esa semana entrené con toda normalidad, aunque a lo largo de la misma surgieran bromas por parte de los jugadores del Avilés, diciéndome que no me esforzara demasiado -narró el protagonista, ya retirado, a José Cruz Vega Alonso-. Pero sin más trascendencia. Yo había hablado con la directiva de la Unión, solicitando algún obsequio para el Avilés, por lo bien que se habían portado conmigo, y de hecho se acordó entregarles unos estuches de vino a cada desplazado».

Llegó el día del partido y cuando Rolando entraba en el campo, un directivo asturiano se acercó a preguntarle si le interesaría jugar con ellos la siguiente temporada. Al contestar afirmativamente, puesto que iba a seguir otro curso académico en la villa avilesina, el directivo ya no anduvo por las ramas: «Pues mira, te prometo una buena ficha si durante el partido de hoy te inhibes lo suficiente y facilitas nuestro triunfo». Si bien el muchacho empezó tomándoselo a chacota, la insistencia del directivo le hizo comprender que hablaba absolutamente en serio. Incómodo, se lo quitó de encima asegurándole que si en su mano estaba, iba a realizar el mejor de los partidos.

Hallándose ya equipado, le llamó aparte el encargado de material del Avilés. Llevaba en la mano un talón con un buen importe, como prima para todos, y pese a escuchar otra negativa rogó lo comentase a sus compañeros, reiterando que el ofrecimiento de jugar con ellos la siguiente campaña seguía en pie. Además de volver a rechazarlo, esta vez se lo contó todo a Tartilán, quien, veterano del fútbol -incluso había militado en la liga estadounidense finalizando los 60- le recomendó no ocultarlo a la plantilla, en evitación de posibles males mayores. Así lo hizo y entre todos decidieron salir a ganar.

Román Tomás López, Román en las alineaciones de esa misma temporada, corroboraba el testimonio: «Tartilán dijo que si aceptábamos, no se sentaba en el banquillo. Nos pusimos de acuerdo en que había que salir a por todas». Y vaya si lo hicieron. Un penalti transformado por Berros otorgó la victoria al Cacabelense, para desesperación asturiana.

Tras el pitido final, el mismo directivo que formulase la primera oferta, quién sabe si temeroso de que el affaire saltase a la luz,  felicitó a Rolando por su actuación. «Además me pidió perdón, dando por bueno el resultado, porque creía que era mejor así. El martes siguiente volví a entrenar con los jugadores del Avilés, que no sabían nada, sin advertir durante el resto de la temporada ningún cambio en la relación que mantenía con aquel club».

La convivencia en cualquier vestuario, más aún si corresponde a clubes modestos, suele ser tan estrecha como para hacer difícil la observancia de secretos. Los futbolistas del Avilés no sabían nada entonces, pero acabaron conociéndolo todo. Y puesto que aquella temporada no estaban al día en cobros, montaron en cólera. No había dinero para satisfacer sus fichas, ¿y resulta que sobraba para sobornar adversarios?. ¿Acaso no hubiese sido mejor tenerlos motivados cumpliendo lo contratado?. Debían considerarles poco, si veían imposible el ascenso no mediando ayudas bajo mano. Resumiendo, la propia plantilla del Real Avilés acabaría aireando la mala ocurrencia de su directivo. «De no existir deudas, todo habría quedado tan sólo entre nosotros», concluía sabiamente Rolando, desde la atalaya del recuerdo.

Incontestable intento de soborno. Intento, nada más, porque quienes pudieron haberse vendido optaron por la honestidad, diciendo «no». Pero, ¿y si hubiesen aceptado el talón?. ¿Cuántos talones o promesas económicas no habrán servido para amañar partidos?. ¿Dónde y cómo amasar la «certeza jurídica» en esos casos?.

Dos ejemplos tan sólo, entre cien sospechas cimentadas sobre hormigón armado. Dos «certezas morales» que como punta de iceberg esconden su silenciosa amenaza. Quede a modo de moraleja que si al Albacete lo apartaron de la fase definitiva, tampoco el Real Avilés C. F. lograría ascender esa campaña. Sólo saboreó la miel en 1983, bajo la nueva denominación de Real Avilés Industrial. Respecto a Rolando, siguió ejerciendo su profesión docente, sin fichar por el club avilesino.




La confección del calendario de liga

Habitualmente diferenciamos las competiciones de fútbol por dos grandes modelos: sistema copa y sistema liga. Detrás vienen sucedáneos de las mismas, condicionados por la brevedad de su desarrollo, como liguilla, cuadrangular, eliminatoria directa, partido de desempate o el, préstamo ya no tan reciente, play-off, además de competiciones mixtas que incluyen fase de liga y fase de copa como la Liga de Campeones de la UEFA.

Explicar en qué consiste una competición copera se presenta sencillo: a base de eliminaciones directas acceden a la final los dos equipos que han superado todas las pruebas anteriores, resultando vencedor el que gane ese último partido. El número ideal de participantes ha de ser 2n, siendo n el número de rondas que se pretenden disputar. Una copa de cinco rondas debe contar con 32 equipos. Como no siempre se reúne ese número exacto se organizan rondas preliminares, o intermedias de ajuste, con tal de que a la hora de disputarse las más importantes (cuartos, semifinales y final) sí se pueda contar con 8, 4 ó 2 equipos.

El sorteo de los emparejamientos tradicionalmente se realizaba cada vez que una ronda estuviese completa. Actualmente, al estar tan recargado el calendario de competiciones, las federaciones tienden a establecer los cruces con cierta antelación, disponiendo unos cuadros de enfrentamientos a partir de vencedores de eliminatorias que van numeradas. Así, por ejemplo, el vencedor de cuartos 1 se enfrentará en semifinales al vencedor de cuartos 2 y el vencedor de cuartos 3 se eliminará con el vencedor de cuartos 4.

Algunos tradicionalistas se quejan de esta innovación porque se elimina la incertidumbre del sorteo. Un equipo modesto puede motivarse para pasar de ronda porque presupone que su próximo rival será, salvo sorpresas, un grande. Pero en esencia no altera el desarrollo de la competición ya que, una vez finalizada, esos cruces resueltos permiten interpretar que el destino estaba escrito desde la primera ronda.

El sistema liga se reconoce como una competición donde todos juegan contra todos. Técnicamente recibe el nombre de round robin. Si el número de participantes es reducido, establecer un calendario es bastante fácil. En un triangular, incluso se puede dejar abierto en función al primer resultado, para garantizar que el último partido, el tercero, sea el que decida el ganador del torneo.

La cuestión se complica según se amplíe el número de participantes. Nuesto Campeonato Nacional de Liga cuenta con 20 equipos, llegó a tener un par de ediciones con 22. Establecer el número de combinaciones diferentes posibles de 2 elementos, un partido, corresponde a una fórmula matemática determinada por un algoritmo que, por simplificar el texto, da un total de 190. Al tener en cuenta el orden de los elementos, local-visitante, esta cifra se duplica hasta 380.

Esencialmente pues, con estas 380 combinaciones registradas garantizamos que el equipo 1 disputará dos partidos contra los otros 19, uno como local y otro como visitante, es decir 38 encuentros. Hasta ahí, es todo muy sencillo.

La primera complicación aparece cuando además exigimos que todos los equipos jueguen simultáneamente sus 38 partidos. Lo que externamente conocemos como jornada no es más que la relación de 10 combinaciones simultáneas de emparejamientos entre los cuales no se puede repetir ningún elemento. Así, la primera jornada de un posible campeonato sería: Equipo 1-Equipo 2; Equipo 3-Equipo 4… Equipo 19-Equipo 20. Esta primera jornada podría decidirse por sorteo directo.

En cambio, el resto de jornadas es imposible confeccionarlo mediante sorteo directo porque más bien pronto tropezaríamos con emparejamientos repetidos obligándonos a rehacer una y otra vez las jornadas.

Para evitar esto, se dividen los elementos en dos filas que irán rotando de tal manera que al desplazarlas alternadamente en un sentido, cada vez quedan emparejados simultáneamente con un rival diferente. Para evitar que el ciclo entre en una repetición viciada es obligatorio fijar uno como comodín, que vaya saltando de un extremo a otro de su columna por cada rotación.

Pondremos un ejemplo sobre un posible campeonato de ocho equipos reconocidos como E1, E2, E3, E4, E5, E6, E7 y EC (comodín). Así se organizaría el calendario por jornadas (las flechas y el signo de igualdad indican el movimiento que corresponde a cada equipo para formar la siguiente jornada): 28 partidos agrupados en 7 jornadas.

Jornada 1
E1 ↓ E2 =
E3 ↓ E4 =
E5 ↓ E6 =
EC ↑↑ E7 =
Jornada 2
EC↓↓ ←E2
E1 = E4↑
E3 = E6↑
E5 → E7↑
Jornada 3
E2↓ E4=
E1↓ E6=
E3↓ E7=
EC↑↑ E5=
Jornada 4
EC↓↓ ←E4
E2 = E6↑
E1 = E7↑
E3 → E5↑
Jornada 5
E4↓ E6=
E2↓ E7=
E1↓ E5=
EC↑↑ E3=
Jornada 6
EC↓↓ ←E6
E4 = E7↑
E2 = E5↑
E1 → E3↑
Jornada 7
E6 E7
E4 E5
E2 E3
EC E1

Con este sistema se resuelve la organización de un round robin agrupando los enfrentamientos por jornadas independientemente al número de participantes, siempre que EC sea el elemento que «suba» o «baje» por cada rotación.

Según este ejemplo, el E1 jugará contra sus rivales siguiendo este orden: E2, E4, E6, E7, E5, E3 y EC. Y el equipo E2 tendrá este orden: E1, EC, E4, E6, E7, E5 y E3. Un aficionado fácilmente identificará una relación ordenada de rivales y llegará a la conclusión de que el E2 juega contra el que jugó previamente contra el E1.

Pero el calendario futbolístico pone otra condición: diferenciar los partidos en casa y fuera. Eso significa duplicar el calendario invirtiendo el orden de las columnas. El inconveniente principal es que EC, por ejemplo, jugaría toda la primera vuelta en casa y seguidamente toda la segunda vuelta fuera. E1 tendría 6 como local y 1 como visitante y así sucesivamente. Por razones obvias, es necesario compensar los partidos de una manera más repartida. Para ello introducimos una nueva alternancia, esta vez de columnas, que cambian cada jornada.

Aún hay que satisfacer otro requerimiento: que los equipos no jueguen tres partidos seguidos en casa o fuera. La solución está en EC que de la misma manera que pasa de abajo a arriba, en cada desplazamiento además debe cambiar de columna, salvo en la penúltima jornada para evitar esos tres partidos consecutivos condicionados. Así quedarían las jornadas 2, 4, 6 y 7, porque las 1, 3 y 5 no sufren cambios:

Jornada 2
E2 = ←EC↓↓
E4↑→ ←E1
E6↑→ ←E3
E7↑→ ←E5
Jornada 4
E4 = ←EC↓↓
E6↑→ ←E2
E7↑→ ←E1
E5↑ → ←E3
Jornada 6
EC↓↓→ ←E6
E7↑→ ←E4
E5↑→ ←E2
E3↑→ ←E1
Jornada 7
E6 E7
E4 E5
E2 E3
E1 EC

Comprobando el resultado final vemos que, por ejemplo, E3 tiene este calendario: E4 (casa), E6 (fuera), E7 (casa), E5 (fuera), EC (fuera), E1 (casa) y E2 (fuera). La segunda vuelta tendría el mismo orden de rivales cambiando el terreno de juego. Mantiene la alternancia exigida de partidos como local y visitante salvo ante la presencia de EC, donde enlaza dos salidas consecutivas para la primera vuelta, que serían dos partidos en casa en la segunda vuelta. Y es que EC, por su doble movimiento provoca que se jueguen dos jornadas seguidas bien en su propio campo bien en campo contrario.

Y para rizar el rizo, además, no queremos que algunos equipos que son de la misma localidad coincidan como locales o visitantes en la misma jornada.

Este requisito no es tan complicado, pero condiciona bastante el desarrollo del sorteo. Si nos fijamos, hay equipos que tienen calendarios opuestos. Cuando uno juega en casa el otro siempre juega fuera y viceversa. Basta con adjudicar un calendario a uno y automáticamente se adjudica a su vecino el otro. Por ejemplo, E1 y E7 cumplen esta condición. Así, en ejemplo imaginario, si el FC Barcelona corresponde a E1, por obligación E7 se adjudica al RCD Espanyol. Igual sucede con el E3 y E4. Si E3 es el Sevilla FC, entonces E4 será el Real Betis. E2 y E5 pueden corresponder al Valencia CF y Levante UD y finalmente E6 y EC los adjudicamos al Atlético Madrid y al Real Madrid, respectivamente.

Así hemos confeccionado un calendario perfecto donde ocho equipos, dos por cada ciudad, disputan una liga donde hay una alternancia de partidos locales-visitantes, nunca coinciden dos equipos de la misma población o dentro o fuera a la vez y, para darle más emoción, hemos reservado que en la última jornada, la 14, se enfrenten en el Bernabeu Real Madrid-FC Barcelona. Esta sería la supuesta primera jornada:

FC Barcelona – Valencia CF

Sevilla FC – Real Betis

Levante UD – Atlético Madrid

Real Madrid – RCD Espanyol

Además de la ya mencionada observación que puede hacer un aficionado al señalar que su equipo juega contra el rival que deja otro determinado a lo largo de la temporada, también podemos comprobar que en una determinada jornada los dos equipos de una ciudad juegan simultáneamente contra otros dos equipos de otra ciudad. Por eso es fácil ver que si el FC Barcelona juega contra el Valencia CF en esa misma fecha el Levante UD recibirá al RCD Espanyol. Pero esta coincidencia no se cumplirá dos veces, es decir, Cuando el Valencia CF juegue contra el RCD Español, Levante UD y FC Barcelona no podrán jugar en esa misma jornada entre sí. Es una cuestión matemática.

Desde la temporada 1933/34

Este sistema de ordenación de partidos se introdujo en la Primera División en la temporada 1933/34, precisamente la última que se disputó con 10 equipos.

Hasta entonces los calendarios habían tenido dos sistemas diferentes. Se confeccionaron unos calendarios mediante unas tablas. El que se utilizó para las temporadas 1928/29, 1929/30, 1931/32 y 1932/33 tenía dos inconvenientes: uno, los equipos jugaban dos partidos consecutivos como locales y otros dos como visitantes en la misma vuelta y dos, el principal, algunos equipos jugaban sus dos últimos partidos en casa o fuera, lo que provocaba cierta distorsión en la clasificación. En 1930/31 se introdujo otra tabla para la realización del calendario, pero no satisfizo a los clubs.

Una vez introducido el sistema explicado a partir de la temporada 1933/34, la confección de los calendarios de liga de todas las categorías, tanto nacionales como regionales fue muy sencilla. Se empezó a notar cuando se fue incrementando el número de participantes, especialmente en la Tercera División de los años 40. En el caso de que el número de equipos fuese impar, se adjudicaba un elemento al «descansa» y desarrollaba el mismo proceso que cualquier otro elemento. Así, un grupo con 15 equipos, disputaba igualmente 30 jornadas, si bien de 7 partidos cada una.

Cuando los equipos canarios accedieron a categoría nacional se modificó el sistema. Por cuestiones de distancia y desplazamiento, los equipos canarios, tanto en Primera como en Segunda División, disputaban consecutivamente dos partidos en campo propio y otros dos en campo contrario. La primera vez que se introdujo este sistema con equipos canarios fue en Segunda División Grupo Sur de la temporada 1952/53. Cuando la UD Las Palmas y el CD Tenerife jugaron en Primera División se extendió a esta categoría, manteniéndose hasta la temporada 1970/71, porque al año siguiente, con 18 equipos ya, no volvió a tenerse en cuenta la condición de insularidad. Previamente se había recuperado el sistema de rotaciones descrito en la Segunda División a partir de la temporada 1968/69 cuando se constituyó definitivamente en grupo único.

En los grupos donde no había equipos canarios, por ejemplo en Segunda División Grupo Norte se mantuvo el sistema de columnas y rotaciones ya expuesto.

¿Cómo pudo ser el sorteo de la presente temporada de Primera División?

Los veinte equipos no entran en un bombo único. El motivo está ya explicado: los que tienen sede en la misma ciudad no pueden jugar el mismo día en su propio campo, o sea, los representantes de Madrid, 2 y 2, Barcelona, Sevilla y Valencia. También hubo relación de proximidad entre Real Zaragoza y CA Osasuna. En cambio no se estableció este año entre los dos vascos ni los dos gallegos entre sí, algo habitual en temporadas anterirores. Por lo tanto, sueltos propiamente quedaron 10 equipos.

Desde la temporada 2011/12 se introdujo una nueva condición, muy discutible por cierto: que Real Madrid y FC Barcelona no se enfrenten en las primeras jornadas del campeonato. En la presente edición, después de comprobar que si pospone demasiado el gran duelo acaba coincidiendo con las semifinales de la Liga de Campeones y merma mucho a los dos rivales, se decidió hacerlo coincidir con la primera ronda directa de la competición europea, los octavos de final.

Ello condiciona muchísimo el sorteo.

En primer lugar hay que darle un número al FC Barcelona y más tarde sortear la jornada en que se debe disputar el primer clásico del año.

Jornada 1 El sorteo adjudicó al FC Barcelona el puesto E-11 y la jornada elegida fue la 7ª, en la que E-11 juega como local contra E-15, que a partir de ahora es el puesto adjudicado al Real Madrid.

Automáticamente RCD Espanyol y Atlético Madrid reciben respectivamente las referencias E-8 y E-4.

Seguidamente reparten las demas plazas ligadas. El Real Betis recibe la E2 que se opone a la E-17, para Sevilla FC.

E1 ↓ E2 =
E3 ↓ E4 =
E5 ↓ E6 =
E7 ↓ E8 =
E9 ↓ E10=
E11 ↓ E12=
E13 ↓ E14=
E15 ↓ E16=
E17 ↓ E18=
EC ↑↑ E19 =

Al Getafe CF le corresponde la E18, ligada con la EC, su opuesta, para el Rayo Vallecano. La E3 es para el Levante UD implicando al Valencia CF en la E16 y tenemos así un doble duelo valenciano-madrileño. Real Zaragoza tuvo la referencia E5 y CA Osasuna la E14.

Finalmente se reparten aleatoriamente las otras referencias: E1 Athletic Bilbao, E6 Real Valladolid, E7 RCD Mallorca, E9 RC Celta, E10 Málaga CF, E12 Real Sociedad, E13 RC Deportivo, y E19 Granada CF.

Jornada 1
E1/ Athletic Bilbao ↓ E2/ Real Betis =
E3/ Levante UD ↓ E4/ Atlético Madrid =
E5/ Real Zaragoza ↓ E6/ Real Valladolid =
E7/ RCD Mallorca ↓ E8/ RCD Espanyol =
E9/ RC Celta ↓ E10/ Málaga CF =
E11/ FC Barcelona ↓ E12/ Real Sociedad =
E13RC Deportivo ↓ E14/ CA Osasuna =
E15/ Real Madrid ↓ E16/ Valencia CF =
E17/ Sevilla FC ↓ E18/ Getafe CF =
EC/ Rayo Vallecano ↑↑ E19/ Granada CF =

Y ya tenemos la primera jornada completa. El calendario se desarrolla estableciendo las rotaciones comentadas por lo que tendrá como segunda jornada:

Real Betis-Rayo Vallecano; Atlético Madrid-Athletic Bilbao; Real Valladolid-Levante UD; RCD Espanyol-Real Zaragoza; Málaga CF-RCD Mallorca; Real Sociedad-RC Celta; CA Osasuna-FC Barcelona; Valencia CF-RC Deportivo; Getafe CF-Real Madrid y Granada CF-Sevilla FC.

Conociéndose el orden original de la primera jornada podemos reconstruir todo el calendario

Desde hace unos años la RFEF facilita el calendario oficial a los medios de comunicación de tal manera que no se ven con claridad las referencias. Es necesario reconstruirlo observando qué equipo juega en casa consecutivamente en las jornadas 2 y 3. Este equipo tendrá la referencia E2 y sus rivales serán EC en la 2ª jornada y E4 en la tercera. A partir de estas identificaciones se reconstruye la tabla aquí expuesta.

En cambio, originalmente la propia RFEF facilitaba el calendario de manera muy rigurosa, y así lo reproducían los periódicos de la época. Esto quiere decir que si encontramos la publicación de la primera jornada, sea de la categoría que sea, automáticamente podremos reconstruir el calendario completo. Es una gran ventaja para el investigador, especialmente en las categorías inferiores. De todas formas se corre un riesgo porque en muchas ocasiones los equipos, con permiso federativo, llegaron a acuerdos para alterar el orden de los partidos, por lo que siempre habrá que ir comprobando paso a paso, fecha a fecha el total desarrollo de la competición.




Positivos y negativos

Hablar de algo del pasado, dando erróneamente por supuesto que es conocido por todos, a veces hace a uno caer en la cuenta de que peina unas canas ausentes en los demás. En éstas estaba yo cuando, hablando de fútbol, saqué a relucir el tema de las antiguas clasificaciones en las que había puntos positivos y negativos, observando como surgían ante mí rostros de extrañeza que me obligaron a exponer en qué consistían. Ya que mis intentos por explicar tal puntuación me temo que no tuvieron demasiado éxito, intentaré hacerlo a continuación por escrito. A ver si tengo mejor suerte.

El sistema era una peculiaridad del fútbol español desde mediados del siglo XX que tenía como criterio básico atribuir a los puntos sumados a domicilio la consideración de «positivos» y a los perdidos como local la de «negativos». Era algo adicional a la verdadera puntuación: 2 puntos por victoria y uno por empate y se traducía en que quien ganaba un encuentro jugando como local, sumaba simplemente los puntos, sin más, al igual que quien perdía a domicilio, que tampoco veía afectada en absoluto su puntuación. Por el contrario, a quien sumaba un empate como visitante se le asignaba en esa puntuación paralela, un punto positivo, que eran dos de ganar, mientras al local que empataba se le adjudicaba un negativo, dos si perdía el encuentro. En la práctica, ni había suma de puntos extraordinarios por puntuar fuera de casa ni resta de los acumulados por perder o empatar en casa. Era algo adicional a la verdadera puntuación -la única válida-, si bien se le atribuía una gran relevancia, era asumido generalmente y recogido en todos los medios al publicar las tablas clasificatorias.

Hasta tal punto era así que, aparte de no entenderse una clasificación sin ellos, incluso se afirmaba que la auténtica puntuación era la que tenía en cuenta esos positivos y negativos y no los puntos reales sumados, como puede apreciarse en este ejemplo tomado del diario Voluntad de febrero de 1945, en el que se dejan de lado los puntos sumados por cada conjunto en beneficio de lo que llama «situación real»:

clas1

En un fútbol muy distinto al actual, se consideraba como normal ganar en casa, motivo por el que se castigaba con negativos perder puntos como local y se premiaba su obtención a domicilio, considerando como positivos los puntos acumulados por un equipo al actuar como forastero.

Con semejante planteamiento lo que se pretendía era aventurar la proyección de puntos que terminaría sumando un equipo al final de temporada si seguía a partir de un instante determinado con una trayectoria «normal» (ganar como local y perder a domicilio). Si lo normal era ganar en casa y perder fuera, un equipo que cumpliese con esa normalidad no acumularía ni positivos ni negativos y su puntuación final le llevaría a la zona media de la tabla. En una competición liguera de, pongamos, 16 equipos, 30 puntos sería lo normal (ganar los 15 partidos en casa, que equivalía a empatar los 30, tanto los de casa como los de fuera). Al final las cuentas salían y, en consecuencia, por ejemplo, quien acababa con 5 positivos terminaba con 35 puntos (5 más de lo normal) y quien lo hacía con 10 negativos terminaba la competición con 20 puntos reales (10 por debajo de lo normal). Y así en todos los casos.

Durante la competición, lo que permitían los positivos y negativos era aventurar cuál podría ser la puntuación final: siguiendo con el ejemplo de la Liga de 16 equipos, quien llevase en una determinada jornada 4 positivos debería terminar con 34, quien sumase 3 negativos 27, etc. siempre que cumpliese con esa «normalidad».

Cuando todos los participantes llevaban el mismo número de encuentros disputados, las diferencias entre el número de puntos reales en comparación con los adicionales era, como mucho, de dos, cuando no todos habían jugado los mismos en casa y fuera. Aquí vemos un ejemplo con dos jornadas consecutivas de febrero de 1947:

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Existían mayores diferencias en determinados momentos cuando -por el propio calendario y/o por circunstancias extraordinarias como los aplazamientos de partidos, que hacían que los distintos equipos llevasen algunos partidos más como locales que como visitantes y viceversa-, se llegaba al extremo de entender que era mejor la situación de quien, en un momento determinado de la competición, por haber jugado más encuentros como visitante, tenía más positivos, aunque acumulase menos puntos reales, algo del todo injustificable, pero que había cuajado quizás por la costumbre.

Como ejemplo, a continuación puede verse una clasificación de febrero de 1976 en la que el At. Madrid es líder con un punto más que el Real Madrid pero tres positivos menos, al haber jugado 11 encuentros como local y 9 de visitante mientras los merengues llevaban disputados sólo 9 en casa y 11 a domicilio:

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Pese a tener un punto menos existía la conciencia general de que la situación del R. Madrid era mejor que la del At. Madrid, pues tener 3 positivos más significaba que le quedaban más partidos por disputar en su campo, al contrario que los colchoneros, con lo que se aventuraba que sería más fácil sumar más puntos para los merengues de ahí en adelante. Aquella temporada 1975/76 sí se cumplió la predicción, pues la terminó ganando el R. Madrid con 48 puntos (+14). Pero fue segundo el Barcelona con 43 (+9) y tercero el At. Madrid con 42 (+8), con lo que parece claro que, en la práctica, tampoco es que el sistema fuese excesivamente fiable.

Para afirmar que un equipo era candidato al título y otro al descenso bastaba con ver los puntos reales que acumulaban en un momento determinado, sin necesidad de argumentarlo en base a los positivos y negativos. Además ambas cosas eran bastante coincidentes.

Aquí podemos ver otro ejemplo, de enero de 1991, en el que se observan las consecuencias de que, por diversas causas, no todos los equipos llevasen disputados el mismo número de encuentros:

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Con el cambio aplicado desde la temporada 1995/96 por el que se otorgan tres puntos al vencedor de un encuentro, afortunadamente los positivos y negativos desaparecieron de un plumazo. Como si nunca hubiesen existido. Al margen de que el nuevo sistema imposibilitaba por sí solo llevar esa puntuación paralela, hacía tiempo que los argumentos en que se basaba habían perdido su fundamento, pues ya no era tan extraordinario ganar a domicilio. Es más, los casos de conjuntos que obtenían similares o mejores resultados jugando fuera de casa no eran tan excepcionales. Las tablas clasificatorias pasaron a recoger simplemente los puntos sumados por cada equipo. Y es que no hace falta más.




Los porteros de la selección

Innsbruck, Austria, 3 de junio de 2010. Las selecciones nacionales de Corea del Sur y de España disputan un amistoso que sirve de preparación a ambas para la inminente Copa del Mundo de Sudáfrica. Al comienzo de la segunda parte, el barcelonista Víctor Valdés debuta como internacional absoluto sustituyendo a Pepe Reina bajo los palos. Seguramente él no lo sabe, pero acaba de convertirse en el 49º portero del equipo español en toda su historia. Éstos han sido, hasta el día de hoy, por orden de internacionalidades,  los 49 guardametas que han defendido, en alguna ocasión, el marco de nuestra Selección:

Iker Casillas. Nació en Madrid, el 20 de mayo de 1981. Siempre en el Real Madrid desde su debut en 1999, un año después ya era internacional absoluto. Ha conquistado 1 Mundial, 2 Eurocopas, 5 Ligas, 1 Copa, 2 Copas de Europa, 1 Intercontinental, 1 Supercopa europea, 3 españolas, 1 Mundial Sub-20 y 1 Trofeo Zamora. Máximo internacional español desde noviembre de 2011, lleva disputados 143 partidos con la Selección, en los que ha recibido 79 goles. Uno de los principales iconos del fútbol mundial actual y mejor portero del mundo para la IFFHS en los últimos 5 años, sus asombrosos reflejos, sus paradas imposibles, sus espectaculares uno contra uno, sus decisivas actuaciones y su impresionante palmarés lo convierten, a sus 31 años, en uno de los grandes mitos del fútbol español de todos los tiempos.

Andoni Zubizarreta. Nacido en Vitoria el 23 de octubre de 1961, jugó en el Alavés, Athlétic, Barcelona y Valencia. Logró seis Campeonatos de Liga, tres Copas del Rey, tres Supercopas, una Copa de Europa, una Recopa y una Supercopa de Europa, además del Trofeo Zamora de la temporada 1986-87. Récord vigente de partidos jugados en la Primera División, con 622, fue el primero de nuestros futbolistas en alcanzar los 100 entorchados internacionales y en disputar 4 Mundiales con la Selección. Con 126 internacionalidades entre 1985 y 1998 y 99 goles encajados, vivió desde el banquillo el subcampeonato europeo logrado por España en 1984. Guardameta sobrio, nada amigo de alardes ni de excentricidades, muy sereno y de gran colocación.

Luis Miguel Arconada. Nació en San Sebastián el 26 de junio de 1954. Jugó siempre en la Real Sociedad, de la que fue su portero y capitán indiscutible durante la mejor época de la historia del club. Consiguió 2 Ligas, 1 Copa y 1 Supercopa, además de tres Trofeos Zamora de forma consecutiva. Insustituible también en el equipo nacional, disputó 68 encuentros y encajó 63 tantos, entre 1977 y 1985, siendo el primer jugador español en sumar 50 partidos con la Selección. Crucial en la Eurocopa-84, para bien y para mal. Sin él, posiblemente, nunca se hubiera jugado aquella final y jamás sabremos qué hubiera pasado en el decisivo choque, si no se le hubiese escurrido aquel balón bajo su cuerpo. Carismático, de agilidad felina y reflejos sobresalientes, fue uno de los grandes porteros europeos de su época.

José Ángel Iríbar. Nacido en Zaráuz (Guipúzcoa), el 1 de marzo de 1943. Fue durante 18 temporadas el indiscutible número uno en el marco del Athlétic, con el que logró 2 Campeonatos de Copa y 1 Trofeo Zamora, además de alcanzar la final de la Copa de la UEFA en 1977. Con la Selección sumó 49 partidos (42 goles) entre 1964 y 1976, plusmarca española durante muchos años. Titular en la Selección campeona de la Eurocopa-64 y en el Mundial de Inglaterra-66, elegante, seguro y de gran regularidad, ha sido considerado como uno de los mejores guardametas del fútbol mundial.

Ricardo Zamora. Nació en Barcelona el 21 de enero de 1901. Jugó en el Universitari, Español, Barcelona, Real Madrid y Niza francés. Consiguió 2 títulos de Liga, 5 Campeonatos de Copa y la medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Amberes. El Divino, catalogado durante décadas como el mejor portero de todos los tiempos, fue uno de los personajes más populares de su época y, posiblemente, el primer futbolista mediático de la historia. Intuitivo, ágil, seguro, de gran colocación, espectacular en sus intervenciones y un verdadero ídolo de masas, entre 1920 y 1936 disputó 46 partidos internacionales (récord que se mantendría durante 40 años) y recibió 42 goles, «muchos de ellos, en fuera de juego», como él mismo aseguraba. Considerado hoy por la FIFA el 5º mejor cancerbero de la historia.

Santiago Cañizares. Nació en Madrid, el 18 de diciembre de 1969. De la cantera del Real Madrid, pasó por el Elche, Mérida y Celta de Vigo, antes de volver al equipo merengue, para terminar fichando por el Valencia. Su palmarés cuenta con 5 Ligas, 3 Copas del Rey, 3 Supercopas, 1 Liga de Campeones, 1 Copa de la UEFA, 1 Supercopa de Europa y 1 oro olímpico. Conquistó, también, 4 Trofeos Zamora, 1 con el Celta y 3 con el Valencia. Internacional en 46 oportunidades entre 1993 y 2006, encajando tan sólo 26 goles, nunca llegó a afianzarse como titular indiscutible, aunque su sobresaliente debut frente a Dinamarca hiciera presagiar todo lo contrario. Autoritario, acrobático y espectacular, sirvió de puente entre la época de Zubizarreta y la de Casillas.

Antonio Ramallets. Nació en Barcelona el 4 de julio de 1924. Defendió la portería del Europa, San Fernando, Mallorca, Valladolid y Barcelona, equipo éste último donde viviría su mejor época, pues no en vano, conquistó 6 Ligas, 5 Copas, 2 Copas Latinas, 2 Copas de Ferias y 5 trofeos como portero menos goleado de la Liga, récord aún vigente y sólo igualado por Víctor Valdés 52 años después. Con la Selección sumó 35 entorchados y encajó 50 goles, entre 1950 y 1961. Ágil y muy seguro, se convirtió en uno de los principales artífices del cuarto puesto logrado por España en el Mundial de Brasil, en donde fue catalogado como el mejor guardameta del mundo.

José Manuel Reina. Nació en Madrid el 30 de agosto de 1982. Actual inquilino de la meta del Liverpool, también ha jugado en el Barcelona y en el Villarreal, con el que logró dos títulos de la Intertoto. Con los de Anfield ha conquistado una Supercopa de Europa, una FA Cup, una Community Shield y una Copa de la Liga, además de 3 Guantes de Oro, trofeo que se concede en Inglaterra al portero que consigue más veces mantener su puerta imbatida. Internacional absoluto desde 2005, lleva jugados 26 partidos con nuestro equipo y ha recibido 15 dianas. Siempre a la sombra de Casillas, ha sido su suplente en los tres títulos consecutivos logrados por España, el Mundial 2010 y las Eurocopas 2008 y 2012.

Ignacio Eizaguirre. Nació en San Sebastián el 7 de noviembre de 1920. Defendió el marco de la Real Sociedad (en dos etapas), Valencia, Osasuna y Granada. A orillas del Turia se alzó con tres títulos de Liga, una Copa del Generalísimo y dos Trofeos Zamora. Disputó 18 partidos internacionales entre 1945 y 1952 y fue superado por los delanteros rivales en 31 oportunidades. Acudió al Campeonato del Mundo de Brasil, en donde jugó dos partidos, colaborando en la consecución del cuarto puesto de nuestra Selección. Hijo del también cancerbero Agustín Eizaguirre, llegó a convertirse en el mejor portero español de la posguerra.

Miguel Ángel González. Nacido en Orense, el 24 de diciembre de 1947. Guardameta del CD Orense, Castellón y Real Madrid. Uno de los mejores cancerberos en la historia del Madrid, con una prolífica carrera en Chamartín entre las temporadas 1968-69 y 1985-86, es decir, desde la época de los Yé-Yé hasta la de la Quinta del Buitre. Conquistó 8 títulos de Liga, 5 Copas, 2 Copas de la UEFA y 1 Copa de la Liga, junto con el Trofeo Zamora de la 75-76. En la Selección fue el portero que retiró a Iríbar, para ceder el testigo poco después a Arconada. Entre 1975 y 1978 disputó 18 encuentros internacionales y encajó 9 goles. Titular en el Mundial de Argentina y suplente en el de España, El Gato fue un verdadero felino bajo los palos.

Carmelo Cedrún. Nació en Amorebieta (Vizcaya), el 6 de diciembre de 1930. Catorce temporadas en el Athlétic, tres en el Español y una en Baltimore, Estados Unidos. En San Mamés logró una Liga, tres Copas y se ganó la internacionalidad absoluta en 1954. Hasta 1963 vistió la camiseta de España en 13 oportunidades, recibiendo 20 tantos. Disputó el Campeonato del Mundo de Chile en 1962. Padre del también portero Andoni Cedrún, sería el encargado de ceder el testigo en la meta del Athlétic a un jovencísimo José Ángel Iríbar.

Víctor Valdés. Nacido en Hospitalet de Llobregat (Barcelona), el 14 de enero de 1982. Guardameta titular del mejor Barça de la historia, pertenece a la primera plantilla desde la temporada 2002-03 y ha conquistado ya 5 Ligas, 2 Copas, 5 Supercopas, 3 Ligas de Campeones, 2 Supercopas de Europa, 2 Mundiales de Clubes y 5 Trofeos Zamora (4 consecutivos), récord absoluto compartido con Ramallets, que lo convierten en el portero culé más laureado de la historia. A pesar de su enorme categoría bajo los palos, sólo ha disputado 11 partidos con la Selección absoluta, desde 2010, con 4 goles encajados. Ha vivido desde el banco los títulos de campeones del mundo (2010) y de Europa (2012) logrados por nuestro equipo nacional. Valiente, seguro y en constante progresión, es uno de los ejemplos más cristalinos de lo que significa compartir época bajo la alargada sombra de Iker Casillas.

Salvador Sadurní. Nació en Arbós (Tarragona), el 3 de abril de 1941. En las filas del FC Barcelona desde los 20 hasta los 36 años, período de tiempo en el que logró una Liga, tres Copas, una Copa de Ferias y tres Trofeos Zamora. Convocado para la Selección en numerosas ocasiones, el hecho de ser coetáneo de Iríbar sólo le permitiría disputar 10 partidos internacionales (8 goles encajados) entre 1963 y 1969. Todo un símbolo del barcelonismo, fue convocado para el Mundial de Chile-62  y para la fase final de la Eurocopa-64 conquistada por España.

José Francisco Molina. Vino al mundo en Valencia el 8 de agosto de 1970. Fue portero del Villarreal, Valencia, Albacete, Atlético de Madrid, Deportivo y Levante. Indiscutible en el Atlético del doblete, tras el descenso a Segunda de los rojiblancos en la temporada 1999-00, fichó por el Deportivo de La Coruña, donde se convirtió en uno de sus principales puntales durante 6 históricas temporadas. Logró una Liga, dos Copas, dos Supercopas y un trofeo Zamora. Con la Selección tuvo en 1996, probablemente, el debut más peculiar e insólito que un guardameta pueda imaginar, cuando el seleccionador, Javier Clemente, decidió darle el espaldarazo internacional alineándolo de extremo izquierda. Sus otros 8 partidos con la elástica nacional los jugó en su puesto natural, encajando 3 goles. Se despidió de la Selección en la Eurocopa de Bélgica y Holanda del año 2000.

José Vicente. Nacido en Barcelona el 19 de diciembre de 1931. Defendió las porterías del Español, Real Madrid, Mallorca y Deportivo. Con los de Chamartín logró 4 Campeonatos de Liga, 1 de Copa, 1 Copa Intercontinental y 3 Trofeos Zamora. En el equipo nacional le tocó ser suplente de grandes como Ramallets e Iríbar, por lo que sólo disputó 7 partidos y encajó 9 goles, entre 1961 y 1963. Conocido como El Grapas por su seguridad en el blocaje, jugó tres partidos de las rondas eliminatorias en la primera Eurocopa que ganó España.

Francisco Buyo. Nacido en Betanzos (La Coruña), el 13 de enero de 1958. Fue portero del Deportivo, Sevilla y Real Madrid, donde se convirtió en uno de los mejores cancerberos de su historia. Con los merengues conquistó 6 Ligas, 2 Copas del Rey, 4 Supercopas y 2 Trofeos Zamora. A pesar de ser uno de los  porteros más destacados de la época, sólo vistió la camiseta de la Selección en 7 oportunidades y recibió 2 tantos, entre 1983 y 1992. Debutó la feliz noche de la goleada a Malta, por lesión de Arconada, para luego convertirse en el eterno suplente de Zubizarreta. De intervenciones impresionantes, agilísimo, elástico y con cierta tendencia a la polémica, acudió a las Eurocopas de 1984 y 1988, aunque no disputó ningún minuto.

José Araquistáin. Nació en Azcoitia (Guipúzcoa), el 4 de marzo de 1937. Perteneció al Eibar, Real Sociedad, Real Madrid, Elche y Castellón. Todos sus títulos los consiguió vestido de blanco, con 6 Ligas, 1 Copa, 1 Copa de Europa y 1 Trofeo Zamora. Curiosamente, con sus dos últimos equipos alcanzó  sendas finales de Copa en 1969 y 1973, aunque perdió las dos frente al Athlétic. Internacional en 6 oportunidades entre 1960 y 1962, recibió 6 goles y defendió la portería española en el último compromiso del Mundial de Chile, ante Brasil, que supuso nuestra vuelta a casa.

Gregorio Blasco. Nació en Mundaca (Vizcaya), el 10 de junio de 1909. Perteneció al Arenas y al Athlétic, antes de su exilio americano tras el estallido de la Guerra Civil. Jugó también en la selección vasca, Real Club España y Atlante (ambos de México) y en el River Plate argentino. En San Mamés logró 4 Ligas, 4 Copas y 3 galardones como portero menos goleado de la Liga. En México conquistó 3 Ligas y 1 Copa. Probablemente, el mejor portero español de su época, Ricardo Zamora aparte. Fue precisamente este hecho, su coincidencia en el tiempo con El Divino, lo que le privó de una carrera internacional a la altura de su categoría. Cinco partidos entre 1930 y 1936 y sólo un gol recibido, de penalti, es su bagaje con nuestra Selección. Potente, rápido en las salidas y segurísimo, se asentó definitivamente en México, donde fallecería en 1983.

Miguel Reina. Nació en Córdoba el 24 de enero de 1946. Jugó en el Córdoba, Barcelona y Atlético de Madrid. Con el equipo culé logró 2 Copas, 1 Copa de Ferias y 1 Trofeo Zamora. A orillas del Manzanares alzó 1 Liga, 1Copa, 1 Copa Intercontinental, otro Trofeo Zamora y alcanzó la final de la Copa de Europa de 1974 que el Atlético perdió ante el Bayern de Munich. Con sólo 20 años fue la gran sorpresa de Villalonga en la lista para el Mundial de Inglaterra, como tercer portero, aunque el gran Iríbar le cerró las puertas de la Selección en no pocas ocasiones, por lo que sólo defendió nuestro marco en 5 oportunidades entre 1969 y 1973, encajando 3 goles. Padre del actual portero del Liverpool, poseía agilidad, elasticidad y vistosidad en sus intervenciones.

Javier G. Urruticoechea. Nació en San Sebastián el 17 de febrero de 1952. Jugó en la Real Sociedad, RCD Espanyol y FC Barcelona. Con el equipo culé conquistó una Liga, tres Copas del Rey, dos Copas de la Liga, una Supercopa y una Recopa de Europa, además de un Trofeo Zamora. Habitual en las convocatorias de la Selección, fue cinco veces internacional y encajó seis goles, entre 1978 y 1980. Espectacular, de grandes reflejos y especialista parando penaltis, fue el primer futbolista español convocado para tres Mundiales distintos (Argentina-78, España-82 y México-86), aunque no llegó a debutar en ninguno de ellos.

Alberto Martorell. Nació el 13 de marzo de 1916 en Madrid. Toda una vida dedicada al Español de Barcelona, portería que defendió durante doce temporadas y con el que logró la Copa del Generalísimo en 1940. Cuatro veces internacional (y 6 goles recibidos) entre 1941 y 1942. Se dedicó a ejercer su otra gran pasión, la medicina, una vez abandonado el fútbol con tan sólo 31 años.

Juan Carlos Ablanedo. Nació el 2 de septiembre de 1963 en Mieres (Asturias). Siempre en su Spórting de Gijón, donde obtuvo tres Trofeos Zamora y llegó a convertirse en toda una institución bajo los palos. Una memorable actuación suya en la final frente a Italia, le valió a la Selección Sub-21 su primera Eurocopa de la categoría, en 1986. Con la absoluta, disputó 4 partidos, siempre como sustituto de Zubizarreta y recibió 2 goles, entre 1986 y 1991, siendo citado para los Mundiales de México-86 e Italia-90. De agilidad y reflejos deslumbrantes, está considerado el mejor portero de la historia del Spórting.

José María Jáuregui. Vino al mundo el 15 de marzo de 1896 en Las Arenas (Vizcaya). Indiscutible en el Arenas de Guecho durante 18 temporadas, conquistó un Campeonato de Copa en 1919. Disputó tres partidos internacionales, los que jugó la Selección en los Juegos Olímpicos de Amsterdam en 1928. Encajó 9 goles, 7 de ellos en el desempate de cuartos de final ante Italia. Con él bajo los palos, España alineaba por vez primera a un portero que no era Zamora.

Guillermo Eizaguirre. Nació el 17 de mayo de 1909 en Sevilla. Siempre ligado al club hispalense, con el que logró un Campeonato de Copa en 1935. Guardameta completo, elegante, seguro y algo exagerado en las formas, fue otro de los grandes damnificados por compartir época con Zamora, por entonces, el mejor portero del mundo. Muchas convocatorias y sólo tres veces internacional, en los años 1935 y 1936, con nueve balones recogidos del fondo de sus redes. Como seleccionador nacional llevó a nuestro equipo al cuarto puesto en el Mundial de Brasil, en 1950.

Antonio Jiménez, Toni. Nacido el 12 de octubre de 1970 en La Garriga (Barcelona). Jugó en el Figueres, Rayo Vallecano, Espanyol (en dos etapas), At. Madrid y Elche. Obtuvo dos Trofeos Zamora (uno en Segunda División) y fue el guardameta titular de la Selección Olímpica que se colgó la medalla de oro en Barcelona-92. Con la absoluta disputó 3 compromisos internacionales entre 1998 y 1999, en los que logró mantener su portería a cero.

Juan Alonso. Nació en Fuenterrabía (Guipúzcoa) el 13 de diciembre de 1927. Defendió el marco del Logroñés, Ferrol, Real Madrid y Plus Ultra. En Chamartín, en once temporadas, conquistó 4 Ligas, 2 Copas Latinas y las 5 primeras Copas de Europa del club, siendo así el guardameta español que más títulos de campeón de Europa ostenta. En un período de gran rivalidad en la meta de la Selección, disputó dos partidos internacionales en 1958 y 1959, encajando 3 goles. Su firmeza, eficacia y regularidad, hicieron de él uno de los mejores de la época.

José Casas, Pepín. Nació en Valencia el 16 de noviembre de 1931. Guardó la portería del Alicante, UD Las Palmas (en dos etapas) y Real Betis. En octubre de 1963 recibió la llamada del equipo nacional para el partido de vuelta de los octavos de final de la Eurocopa. Un gol de Gento y una extraordinaria actuación del pequeño gran cancerbero valenciano, sirvieron a España para seguir adelante en una competición que acabaría ganado. Su segundo y último entorchado internacional tuvo lugar en Mestalla, en diciembre de ese mismo año, con una derrota por 2 a 1 ante Bélgica.

Antonio Betancort. Nació en Las Palmas de Gran Canaria, el 13 de marzo de 1938. Jugó en la UD Las Palmas (en dos etapas), Deportivo y Real Madrid, con el que consiguió seis Campeonatos de Liga, dos Copas del Generalísimo, una Copa de Europa y dos Trofeos Zamora. Dos veces internacional y un gol encajado, en 1965, contra Eire, en la clasificación para el Mundial de Inglaterra. De complexión fuerte, sobrio y sin florituras, tuvo una gran competencia bajo los palos del Madrid y la Selección Nacional. Suplente de Iríbar en Inglaterra-66.

Mariano García Remón. Nació en Madrid el 30 de septiembre de 1950. De la cantera del Real Madrid, pasó cedido por el Talavera y el Oviedo antes de recalar definitivamente en la primera plantilla, hasta su retirada quince temporadas después. De blanco logró 7 títulos de Liga, 4 de Copa, 2 Copas de la UEFA y 1 Copa de la Liga y mantuvo con Miguel Ángel, durante varios años,  una fructífera rivalidad por la titularidad de la portería madridista. Fue dos veces internacional, ambas en 1973 y recibió un gol. Portero muy completo, vivió un auténtico calvario con diversas lesiones graves que lastraron su gran proyección.

Abel Resino. Nacido en Velada (Toledo), el 2 de febrero de 1960. Pasó por el Toledo y el Ciempozuelos, antes de recalar en el Atlético de Madrid, donde se convertiría en uno de los mejores guardametas de España. Se retiró en las filas del Rayo Vallecano. Como colchonero conquistó dos Copas del Rey, una Supercopa y el Trofeo Zamora de la temporada 1990-91, la mejor de su carrera, con su plusmarca mundial de 1.275 minutos sin recibir un gol. Potente en el salto, autoritario con su defensa y de grandes reflejos, fue dos veces internacional (con tres goles), ambas en 1991, su mejor año.

Ricardo López. Nació en Madrid el 31 de diciembre de 1971. Ha jugado en el Real Ávila, Atlético de Madrid, Valladolid, Manchester United, Rácing de Santander y Osasuna, donde aún permanece. Con el Atlético logró una Liga y una Copa (fue el suplente de Molina en el gran año del doblete) y en Inglaterra, un Campeonato de Liga con el Manchester, club en el que se mantuvo dos temporadas. Dos veces internacional entre 2001 y 2002 y un gol encajado, viajó como portero suplente de Casillas al Mundial de Corea y Japón en 2002.

Manuel Vidal. Nació en Bilbao el 15 de octubre de 1901. Jugó en los tres grandes del fútbol español de su época, el Athlétic, con el que logró dos Campeonatos de Copa, el Barcelona, con el que conquistó la primera Liga en la temporada 1928-29 y el Real Madrid. El 22 de mayo de 1927, en un amistoso ante Francia disputado en Colombes, sustituía a Zamora bajo los palos de la Selección, disputando de esta manera, su único partido internacional. En los 41 minutos que estuvo en el campo, logró mantener su puerta a cero.

Juan José Nogués. Nació el 28 de marzo de 1909 en Borja (Zaragoza). Fue guardameta del Zaragoza y del Barcelona, equipo con el que logró la Copa del Generalísimo de 1942. Viajó como suplente al Mundial de Italia en 1934 y por lesión de Zamora, hubo de disputar el desempate de los cuartos de final frente a la selección anfitriona. Nuestro equipo cayó por uno a cero, lo que supuso el adiós de España al Campeonato y el de Nogués a la Selección.

José Pérez. Nació en Arrecife, Lanzarote (Las Palmas), el 24 de octubre de 1908. Después de pasar por equipos de las Islas como el Arenal y el Real Club Victoria, ficha por el Hércules de Alicante donde se convertiría en uno de sus principales baluartes. También jugaría en el Granada y el Marino. Fue el guardameta de la Selección en el primer partido de España después de la Guerra Civil, el 12 de enero de 1941. Disputó 42 minutos y no recibió ningún gol. El único internacional absoluto en la historia del Hércules.

José María Echevarría. Nacido en Algorta (Vizcaya) el 30 de octubre de 1920. De la cantera del Athlétic, logró el doblete con el primer equipo en la temporada 1942-43 y un Trofeo Zamora dos años antes. Seis veces seleccionado por el combinado nacional y una sola presencia en el marco español, en 1941, cuando sustituyó a Pérez en el primer compromiso internacional de la posguerra, recibiendo los dos goles de  Portugal (2-2). Con tan sólo 23 años, una enfermedad pulmonar le obligó a dejar la práctica del fútbol, poniendo fin a su corta y prometedora carrera como guardameta.

José Trías. Nació en Barcelona el 16 de octubre de 1921. Catorce temporadas guardando la meta del Español, interrumpidas por una en la que defendió la puerta del Murcia. Con los Periquitos alzó la Copa del Generalísimo en 1940 y le disputó a Martorell la titularidad bajo los palos durante varios años. Una vez internacional, en 1941, con victoria española sobre Portugal por 5-1.

Juan Acuña. Nació en La Coruña, el 13 de febrero de 1923. Toda su vida ligado al Deportivo, meta que defendería durante 20 años. Uno de los mejores guardametas de su generación y pretendido por todos los grandes de España, su fidelidad al equipo de su tierra le permitió lograr cuatro Trofeos Zamora pero, quizá, le privó de una carrera internacional acorde a sus excelentes condiciones. En diciembre de 1941, con 18 años y 10 meses, se convertía en el portero español más joven en debutar con la Selección, marca que aún perdura. En su único compromiso con España, recibió un gol. En 1950 viajó como tercer portero al Mundial de Brasil, donde no disputó ningún minuto, aunque sí pudo disfrutar de la cuarta plaza lograda por nuestro equipo.

José Bañón. Nacido el 19 de abril de 1922 en Alicante. Perteneció al Hércules y al Real Madrid, al que llegó con 21 años. Se adjudicó un Trofeo Zamora y alzó dos Campeonatos de Copa. De sorprendente elasticidad y agilidad, una afección pulmonar le retiró prematuramente, a los 27 años. Dieciocho convocatorias con la Selección y un partido disputado, en 1947, con dos goles recibidos.

Raimundo P. Lezama. Nació en Baracaldo (Vizcaya) el 29 de noviembre de 1922. A los 15 años, a causa de la Guerra Civil, marchó a Inglaterra donde permaneció  hasta 1941. Jugó en el Southampton y Manchester United, antes de regresar a España para enrolarse en el Arenas. De allí, al Athlétic, con el que vivió la época más gloriosa de su historia. Dos Ligas, seis Copas y un Zamora, junto a los Gaínza, Zarra, Panizo, Iriondo, Nando o Venancio, así lo atestiguan. Su influencia inglesa marcaría sus magníficas condiciones como guardameta, convirtiéndose en todo un innovador de la posición. El saque con la mano o a bote pronto, formaban parte de sus novedosos registros. Un partido internacional con dos goles encajados, en 1947, es su balance con la Selección. Uno de los grandes cancerberos vascos de la historia.

Fernando Argila. Nació el 26 de diciembre de 1922 en Barcelona. Comenzó dedicándose al baloncesto, aunque pronto cambiaría la canasta por los tres palos. Tres temporadas en el Barça (con un título de Copa) y 9 en el Oviedo, interrumpidas por la cesión de un año al Atlético de Madrid. En enero de 1954 ocupó por primera y única vez la portería del equipo nacional, ante Turquía, en partido clasificatorio para el Mundial de Suiza, con victoria española por cuatro tantos a uno.

Juan Antonio Deusto. Nació en Bilbao, el 8 de enero de 1946. Quince temporadas como profesional, repartidas entre el Athlétic, el Málaga y el Hércules. En San Mamés logró un título de Copa en cinco años, pero su eterna suplencia de un Iríbar en plenitud le obligó a emigrar al Málaga, donde viviría la cara y la cruz del fútbol. Un Trofeo Zamora en 1972, un partido internacional en 1973 y un descenso en 1975, año en el que aterrizó en el Hércules. Guardameta de una extraordinaria categoría, como a tantos otros coetáneos, Iríbar le privó de un mayor protagonismo. En su única presencia con la Selección, dos goles de Jupp Heynckes le amargaron el debut.

José Luis F. Manzanedo. Nació en Burgos, el 10 de febrero de 1956. Militó en el Burgos, Valencia, Valladolid, Sabadell y Cultural Leonesa. Con el cuadro ché consiguió 1Copa del Rey, 1 Recopa de Europa, 1 Supercopa de Europa y 1 Trofeo Zamora. De grandes reflejos y agilidad, otros grandes porteros de la época le cerraron las puertas de la Selección. Una vez internacional, en 1977, sustituyendo a Arconada en el descanso. Venció España y mantuvo su portería a cero.

José Manuel Ochotorena. Nació en San Sebastián, el 16 de enero de 1961.De la cantera del Real Madrid, debutó con los grandes con apenas 20 años por una huelga de jugadores profesionales. Dos temporadas después subió definitivamente al primer equipo, donde tuvo una gran competencia con Miguel Ángel primero y Buyo después. Con esa plantilla, levantó 3 Ligas, 1 Copa, 2 Copas de la UEFA y 1 Copa de la Liga. Fichó por el Valencia, con el que alcanzó su mejor nivel, con un Trofeo Zamora y la convocatoria para el Mundial de Italia en 1990. Jugó también en el Tenerife, Logroñés y Rácing de Santander. Una vez internacional, en 1989, con victoria sobre Polonia por 1-0.

Julen Lopetegui. Nacido el 28 de agosto de 1966 en Asteasu (Guipúzcoa). Perteneció al Real Madrid, UD Las Palmas, Logroñés, Barcelona y Rayo Vallecano. Sin apenas oportunidades en los dos grandes del fútbol español, sí pudo saborear, al menos, 1 Liga, 1 Copa, 4 Supercopas y 1 Recopa. En el Logroñés, sí gozó de oportunidades para demostrar que era uno de los mejores porteros de España. Jugó un partido con el equipo nacional, en 1994, y formó junto a Zubi y Cañizares el trío de guardametas para el Mundial de Estados Unidos. El único internacional en la historia del Logroñés y actual seleccionador Sub-21.

Juan Miguel García, Juanmi. Nació en Cartagena (Murcia), el 9 de marzo de 1971. Pasó por el Cartagena, Real Madrid, Zaragoza, Deportivo, Murcia y Nástic de Tarragona. Conquistó 3 Copas del Rey, 1 Recopa y 1 Supercopa. Cartagenero él, curiosamente disputó su único partido internacional en su ciudad natal, en un amistoso en el que España venció por 3-0 a Polonia, en enero de 2000.

César Sánchez. Natural de Coria (Cáceres), nació el 2 de septiembre de 1971. Perteneció al Valladolid, Real Madrid, Zaragoza y Valencia. Con los merengues vivió su mejor momento, pues no en vano consiguió 2 Ligas, 2 Supercopas, 1 Liga de Campeones, 1 Supercopa de Europa y 1 Copa Internacional, llegando incluso a arrebatarle la titularidad al mismísimo Casillas. De grandes condiciones y muy completo, no tuvo tanta suerte en la Selección, en la que jugó sólo un partido y recibió los 4 goles con los que Alemania nos vapuleó en un amistoso, en agosto de 2000.

Pedro Contreras. Nació en Madrid el 7 de enero de 1972. Perteneció a la plantilla del Real Madrid que logró 1 Liga, 1 Supercopa, 1 Copa de Europa y 1 Copa Intercontinental. Sin opciones de jugar en el club blanco, fue cedido una temporada al Rayo Vallecano, para terminar fichando por el Málaga (una Intertoto), el Betis (una Copa del Rey) y el Cádiz. Una vez internacional y cero goles recibidos, en octubre de 2002. El tercer portero de España en el Campeonato del Mundo de Corea y Japón.

Daniel Aranzubía. Nació el 18 de septiembre de 1979 en Logroño. Canterano del Athlétic, perteneció al primer equipo durante 8 temporadas, hasta recalar en el Deportivo de La Coruña en el verano de 2008. En el equipo de Riazor ha conquistado una Copa Intertoto y aún se mantiene como titular. En 1999 alternó el puesto con Casillas en el Mundial Sub-20 de Nigeria que conquistó España y fue el cancerbero titular en los Juegos de Sydney al año siguiente, donde nuestro equipo logró la medalla de plata. Con la Selección absoluta disputó un encuentro, sin recibir gol alguno, en junio de 2004. Convocado para la Eurocopa de Portugal de ese mismo año, vio desde el banquillo los tres partidos de nuestro equipo.

Diego López. Nació en Paradela (Lugo), el 3 de noviembre de 1981. Ha jugado en el CD Lugo, Alcorcón, Castilla, Real Madrid, Villarreal y Sevilla. Recientemente recuperado para el equipo de Concha Espina, por la lesión de Casillas, ocupa su portería desde el pasado mes de enero. Precisamente como suplente de Iker, vivió la consecución del Campeonato Nacional de Liga de la temporada 2006-07. Una vez internacional, en Macedonia, en agosto de 2009, manteniendo su puerta a cero. Muy seguro y con grandes reflejos,  fue el tercer portero en la Copa Confederaciones de Sudáfrica, en la que España se colgó la medalla de bronce.