Campeonato Nacional de Liga 1962-63: dos equipos revelación a falta de uno (Real Oviedo y Real Valladolid)

El equipo revelación es uno de los tópicos al uso del fútbol nuestro de cada día, el modesto  que se cuela de rondón en el festín de los grandes, al menos a la hora de los entremeses o el primer plato, el visitante inesperado que anima la rutina depredatoria donde siempre los peces de mayor tamaño – histórico y presupuestario – se tragan a los chicos. El fenómeno ocurre casi todos los años, pero en la liga española a veces se presenta por partida doble. Por ejemplo, en la ya lejana temporada 1962-63, en la que dos humildes conjuntos de provincias, aunque orgullosos de sus blasones, el Real Oviedo y el Real Valladolid, se encaramaron a los primeros lugares de la clasificación, y durante varias jornadas incluso rivalizaron por el liderato con el todopoderoso Real Madrid de los Di Stefano, Puskas, , Santamaría, Gento o Amancio. Para la historia de ambos clubes esa campaña resulta imborrable, aunque las jóvenes generaciones de aficionados la desconozcan por completo. Mas para eso precisamente estamos nosotros, para recordar cuando en dos terrenos de juego humildes se pudo soñar durante algunos meses con empresas más elevadas que lograr la simple permanencia en la categoría. Pero antes de ponernos manos a la obra y analizar detalladamente el desarrollo de esta  temporada inolvidable para asturianos y castellanos, conviene recordar de dónde venían ambas escuadras…

El Real Valladolid, por lo pronto, procedía de Segunda División, triunfante en la promoción de ascenso a la máxima categoría tras quedar clasificado como subcampeón del Grupo Norte. Los de Pucela habían ascendido a la División de Honor por vez primera al final de la temporada 47-48, y se mantuvieron en la élite durante diez temporadas consecutivas, alcanzando su momento cumbre en la campaña 49-50, cuando tras un notable desempeño liguero, aflojando únicamente en el último tramo, consiguieron clasificarse para la final de la Copa del Generalísimo, en la que cayeron en la prórroga por 4 a 1 frente al Athletic de Bilbao, por entonces el gran clásico del «Torneo del KO». Descendidos al finalizar el curso 57-58, recuperaron rápidamente la categoría al año siguiente, con un equipo conocido como el de «los monaguillos», por la juventud de muchos de sus componentes (Ramírez, Mirlo, Morollón, Pereda, Beascoechea…). Permanecieron en Primera con apuros durante dos campañas, y nuevamente al finalizar la 60-61 se fueron a Segunda. Allí, como ya hemos dicho,  ocuparon la segunda plaza  del Grupo Norte, con 40 puntos y 10 positivos sobre 60 posibles ( eran ligas de 30 partidos, con 2 puntos por victoria y 1 por empate ), con 17 triunfos, 6 partidos finalizados en tablas y 7 derrotas, y la muy estimable cantidad de 64 goles a favor por tan sólo 31 en contra.

En la promoción de ascenso les correspondió a los blanquivioletas el verse las caras con todo un histórico venido a menos, el RCD. Español, que jamás había perdido la categoría desde el comienzo del Campeonato Nacional de Liga, allá por el año 1929, aunque ya había tenido que defender su puesto entre los grandes en más de una ocasión. El partido de ida se disputó en Barcelona, y los de «Sarriá» lo liquidaron con un corto 1-0, marcado por el delantero brasileño Indio a los 27 minutos de juego. A poco de comenzar la segunda parte, los locales desperdiciaron una gran oportunidad para abrir brecha en el marcador, al enviar el argentino Carranza un penalti a las manos del guardameta vallisoletano Calvo. El encuentro de vuelta se disputó en el viejo «Zorrilla» el 6 de mayo de 1962, con  la gran expectación que es de suponer. A las órdenes del colegiado valenciano señor Birigay, ambos equipos presentaron las siguientes alineaciones: por el Real Valladolid, Calvo; Gómez, García Verdugo, Pinto; García, Sanchís; Mirlo, Ramírez, Morollón, Rodilla y Molina, y por el RCD. Español, Joanet; Argilés, Abel, Ribas; Gordejuela, Bartolí; Muñoz, Domínguez, Sastre, Indio y Camps, una formación cuajada de jugadores de corte defensivo, previsiblemente para tratar de mantener la exigua ventaja blanquiazul. Tardó en moverse el marcador, hasta que García consiguió inaugurarlo en el minuto 74, y ya planeaba sobre ambos conjuntos el fantasma de un partido de desempate cuando el salmantino Rodilla, futuro jugador españolista, consiguió el 2-0 definitivo, el tanto que devolvía a los pucelanos a Primera División, y desalojaba por vez primera a los periquitos de su sempiterno lugar entre la élite.

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En cuanto al Real Oviedo, su campaña 61-62 fue menos épica, aunque también atravesaron por momentos de apuro, librándose de la promoción en la última jornada por un solo punto. El cuadro azul se clasificó finalmente en décimo puesto, con 27 puntos y 3 negativos, y el siguiente balance: 10 victorias, 7 empates y 13 derrotas, con 27 goles a favor y 47 en contra. En teoría la única aspiración de ambos clubes para el  curso siguiente era lograr la permanencia, y en cuanto a los refuerzos, los asturianos incorporaron a sus filas a varios jugadores ( el meta Madriles, los defensas  Solé y Datzira , el medio Icazurriaga, y los delanteros Parés, Livinho y Joao Jorge, los dos últimos brasileños), mientras que los castellanos mantenían  prácticamente la misma plantilla del año anterior, con el central uruguayo Pini como única gran novedad. No repetían, sin embargo, los respectivos entrenadores, dándose la curiosa coincidencia de que tanto uno como otro habían tenido tres ocupantes en el banquillo durante el curso 61-62: Paco Lesmes ( de la jornada 1 a la 16 ), Manuel Soler ( de la 17 a la 30 ) y Heriberto Herrera ( sólo en los partidos de promoción ) en el Real Valladolid, y Fernando Argila ( de la jornada 1 a la 7, Enrique Rubio Sañudo -futuro presidente de la entidad  – en la octava, y Álvaro ( desde la novena a la finalización del campeonato ) en lo que respecta al Real Oviedo.

Veamos ahora quienes eran los hombres que iban a afrontar la temporada 62-63 en ambos clubes. La plantilla del Real Oviedo, dirigida por el ya veterano técnico vasco Juan Otxoantezana Milikua (más conocido entonces como Juanito Ochoa ), estaba compuesta por los siguientes jugadores: Alarcia, Madriles, Boudón; Toni, Datzira, Marigil, Álvarez, Solé, Azcueta; Iguarán, Paquito, Icazurriaga, Agustín; Girón, Sánchez Lage, José Luís, Joao Jorge, José María, Livinho, Alejandro, Alcorta, Larrea, Artabe, Parés, Moncho y Calleja. El Real Valladolid, por su parte, presentaba los siguientes efectivos, a las órdenes del novel técnico catalán Antoni Ramallets, legendario guardameta del Barça y la Selección Española, que recibiera el sobrenombre de «El gato de Maracaná»: por su gran actuación en el Mundial brasileño de 1950: Calvo, Estrems, Zumalabe; García Verdugo, Pini, Pinto, Domenech, Paredes; Ramírez, Sanchís, García, Ealo; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla, Molina, Robert, Joselín, Martínez y Rodríguez.

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PRIMERA VUELTA ( 16 de septiembre de 1962-6 de enero de 1963 )

La edición número 32 del Campeonato Nacional de Liga arrancó el domingo 16 de septiembre de 1962. El Valladolid se desplazó a Córdoba, donde el cuadro local debutaba como equipo de Primera división, y perdió por 1 a 0, mientras que el Oviedo era goleado en «La Romareda»  ( 5 a 0 ) por un Real Zaragoza en vena de aciertos,  que aun no era el de «Los Magníficos» pero tenía una delantera temible, en la que junto a Marcelino y Lapetra brillaban veteranos como Miguel y Duca, y jóvenes como el peruano Juan Seminario, «Pichichi» la temporada anterior. En esta primera clasificación del curso, los castellanos eran decimoterceros, y los asturianos penúltimos.

En la segunda jornada ( 23 de septiembre ), ambos conjuntos vencieron en su propio terreno. El Oviedo al Córdoba por 2 a 0 ( José María y Sánchez Lage ) y el Valladolid a Osasuna con más apuros ( 2 a 1, obra de Sanchís y Morollón ), Es en la tercera fecha del campeonato ( 30 de septiembre ) cuando los dos estrenan su casillero de positivos. El Oviedo triunfa en Pamplona sobre Osasuna por 2 a 3 ( con tantos de Iguarán, Sánchez Lage y Girón ), mientras que el Valladolid arranca un empate sin goles en el «Luís Sitjar» ante el Mallorca. Los asturianos ya son sextos, y los castellanos ocupan la novena posición.

La cuarta jornada ( 7 de octubre ) confirma el buen momento de ambos cuadros. El Valladolid derrota al Athletic de Bilbao en «Zorrilla»  por 2 a 1, con goles de Morollón y Aramendi, y los ovetenses se deshacen del Mallorca en el «Tartiere»  por un claro 2-0 ( Paquito y Larrea ). El Oviedo ya es cuarto, a dos puntos del líder Real Madrid, y tras él marchan los blanquivioletas, en quinta posición. La siguiente jornada ( 14 de octubre ), frena algo a los dos conjuntos, puesto que el Oviedo  – que no obstante juega un buen encuentro -resulta derrotado en San Mamés por un Athletic muy acertado,  3 a 1, haciendo el brasileño Livinho el tanto de los astures, y el Valladolid empata en Sevilla ante el Betis, 2 a 2, con goles de Morollón y Aramendi. Ahora los de Pucela son cuartos, mientras los asturianos ocupan la sexta plaza.

El 21 de octubre se disputa la sexta jornada, y el Valladolid recibe en «Zorrilla» al líder, el Real Madrid. Los locales van a despachar un soberbio encuentro, acabando con la imbatibilidad de los merengues, que son alcanzados en el liderato por sus vecinos del Atlético de Madrid. El choque fue sumamente emocionante, y en él los blanquivioletas van a igualar dos veces la ventaja madridista, para luego decantar a su favor el marcador con dos nuevos goles. Marcó primero Puskas, empató Endériz, nuevamente Puskas adelantó a los blancos, Rodilla consiguió equilibrar el resultado, y en la recta final del encuentro el extremo izquierdo Molina y otra vez Rodilla pusieron en todo lo alto el 4-2 definitivo, consiguiendo una victoria histórica. Por su parte, el Real Oviedo se deshizo por la mínima del Betis en el «Tartiere» en un partido vibrante que registró nada menos que siete goles, siendo obtenidos los de los azules por Girón, en dos ocasiones, Paquito y José María, anotando Luís Aragonés ( 2 ) y Areta II por los verdiblancos.  El Valladolid era cuarto, y el Oviedo sexto, ambos con 8 puntos, cerca de los puestos de cabeza, y se empieza a hablar ya de equipos revelación.

La séptima jornada ( 28 de octubre ) significará un parón para ambos, ya que van a salir derrotados de sus respectivas visitas. Claro que los rivales eran de aúpa, Barcelona y Real Madrid. En el «Camp Nou» los azulgranas se van a imponer a los castellanos por un ajustado 2 a 1, haciendo Endériz el gol blanquivioleta, mientras que en el «Bernabéu»  los merengues vencen a los carbayones por el mismo resultado, con tantos de Félix Ruíz y Gento, marcando Girón para un Oviedo que jugó bien, pero fue poco incisivo de cara a la meta contraria. Al finalizar esta séptima jornada, los vallisoletanos siguen en cuarta posición y los asturianos en sexta. Haciendo un inciso en el desarrollo de la Liga, resulta interesante reseñar que el día 1 de noviembre se van a enfrentar en el Estadio «Santiago Bernabéu» las selecciones de España y Rumanía, en partido valedero para la Copa de Europa de Naciones, la que después sería popularmente conocida como «Eurocopa». España goleará ampliamente a los rumanos por 6 a 0, y en el combinado nacional debuta el oviedista Paquito, formando línea media con el colchonero Jesus Glaría, señal de que su magnífico rendimiento en las filas azules no le pasaba desapercibido al nuevo seleccionador nacional, José Villalonga.

El día 4 de noviembre se disputa la octava jornada del campeonato, y el Oviedo va a conseguir otro de esos triunfos que dan moral y prestigio a un equipo modesto, al derrotar claramente en el «Carlos Tartiere»  a todo un Barcelona, que llegaba como segundo clasificado. Y aun pudo ser mayor el resultado si los delanteros locales no hubiesen fallado ocasiones clarísimas para marcar. José María, el catalán Parés y Girón  anotaron para los asturianos, y el canario Vicente hizo el solitario tanto barcelonista. El Valladolid se impuso también sin demasiados problemas al Málaga por 2 a 0, con dianas de Morollón y Molina. Balance de la jornada: Valladolid cuarto y Oviedo sexto, los dos con 10 puntos y 2 positivos, a dos de los colíderes, los equipos madrileños.

La novena fecha del campeonato ( 11 de noviembre ) fue triunfal para ambos, que se imponen en campo contrario. El Valladolid lo hizo en «Altabix», superando al Elche por 2 a 3, marcando Rodilla, Morollón y Endériz, y el Oviedo venció más claramente en «La Rosaleda», 1-3, con tres goles de su delantero José Luís, aunque sufrió la expulsión de Girón. El Valladolid seguía siendo cuarto, y el Oviedo ya era quinto, ambos con los mismos puntos, doce, y cuatro positivos. Volvieron a triunfar en la siguiente jornada, la décima ( 18 de noviembre ), en la que los asturianos apabullaron al Elche en el «Tartiere» con un inapelable 6 a 1 (con goles de José María e Icazurriaga -en dos ocasiones- , José Luís y Sánchez Lage, mientras el Valladolid encontraba más resistencia en el Deportivo de La Coruña, al que va a derrotar por 3 a 1, con tantos de Molina, Morollón y el deportista Manín en propia puerta. Al finalizar esa jornada – que marcaba el primer tercio de la competición -, los vallisoletanos ya eran segundos, a un solo punto del Real Madrid, al igual que los asturianos, que ocupaban la tercera posición debido a su peor coeficiente general.

La undécima jornada ( 9 de diciembre ) va a deparar, por fin, el el primer enfrentamiento directo entre los dos equipos que más estaban llamando la atención en lo que iba de campeonato. El partido se disputó en «Zorrilla», y puso en las taquillas el cartel de «no hay billetes». Los dos conjuntos presentaron las siguientes alineaciones: por el Real Valladolid, Calvo; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla y Molina ( es decir, el equipo de gala ), y por el Real Oviedo, Alarcia; Toni, Datzira, Azcueta; Icazurriaga, Paquito; Parés, Sánchez Lage, José Luís, Iguarán y José María, con las ausencias destacadas de los titulares Marigil y Girón, todos ellos a las órdenes del colegiado vizcaíno señor López Zaballa. Un tiempo para cada equipo, aunque los locales aprovecharon mejor las ocasiones y se impusieron por 2 a 0, con tantos marcados por Morollón y Rodilla en la primera mitad. Después de este resultado el Valladolid continuaba en segunda posición de la tabla con 16 puntos, uno menos que el Real Madrid, y el Oviedo descendía provisionalmente a la cuarta plaza, igualado con el Atlético de Madrid.

Ambos cuadros volvieron  a ponerse a la par en la duodécima jornada ( 16 de diciembre ), pues mientras que el Oviedo derrotaba en la capital asturiana al Deportivo de La Coruña, merced a un solitario gol del argentino Sánchez Lage, el Valladolid caía derrotado en Mestalla ante el Valencia, en un espectacular partido en el que subieron ocho goles al marcador. Los «ches se adelantaron con dos tantos de ventaja, pero los castellanos lograron igualar a tres, aunque los levantinos acabaron por decantar el resultado a su favor. Waldo y Guillot ( en dos ocasiones ) y Héctor Núñez marcaron por los locales, y Molina, Rodilla y Morollón por el Valladolid, que ahora era tercero, igualado de nuevo con el Oviedo, cuarto, ambos con 16 puntos y cuatro positivos.

Victorias locales claras de asturianos y castellanos en la jornada número 13 ( 23 de diciembre ). El Oviedo superó al Valencia por 2 a 0, marcando el joven y prometedor José María por partida doble, a la vez que el Valladolid se deshacía del Sevilla ( 3-1) en el transcurso de un gran encuentro en el que Morollón abrió el marcador al transformar un penalti, empató el hispalense Oliveros, y después el mismo Morollón y Rodilla, los dos máximos artilleros blanquivioletas, decantaron el resultado hacia su bando. Valladolid segundo, y Oviedo tercero, con 18 puntos y cuatro positivos, alejándose de escuadras en teoría tan potentes como Barcelona, Valencia y Athletic de Bilbao.

La decimocuarta jornada ( 30 de diciembre ) va a suponer la llegada del Oviedo a la cabeza de la clasificación, igualado a puntos con el Real Madrid, aprovechando que los del «Santiago Bernabéu»  son amplia y sorprendentemente derrotados en Mallorca, ante el cuadro bermellón, por 5 a 2. Los asturianos, por el contrario, se imponen al Sevilla en el «Sánchez Pizjuán» sobre un terreno impracticable, por 2 goles a 3, marcando por el Oviedo José Luís, José María e Iguarán. El Valladolid, sin embargo, va a salir también goleado del «Metropolitano», tras un gran encuentro de ambos conjuntos, saldado con la victoria de los colchoneros por 5 a 2, un marcador tal vez demasiado abultado para los merecimientos de los pupilos de Ramallets, que llegaron a adelantarse  por 1 a 2, con sendos tantos de Rodilla, aunque el Atlético de Madrid, en un extraordinario segundo tiempo les endosó cuatro goles. La clasificación general, tras disputarse el último partido del año 1962,  va a quedar de la siguiente manera: segundo el Real Oviedo, con 20 puntos y 6 positivos, los mismos que el líder Real Madrid, y cuarto el Valladolid con 18 puntos y 4 positivos.

Finaliza la primera ronda del campeonato el domingo 6 de enero de 1963, Día de Reyes. Y Sus Majestades de Oriente les traen buenos regalos a ambas aficiones. En Oviedo los azules golean – 3 a 0 -a todo un aspirante al título, el Atlético de Madrid, que presentó batalla pero sucumbió en la segunda parte, período en que fue expulsado su lateral internacional Rivilla. José Luís consiguió los tres goles asturianos. Y en «Zorrilla» el Valladolid se va a imponer con más apuros, por 2 a 1,  a otro rival importante, el Real Zaragoza, con goles de los inevitables Morollón y Rodilla. De modo que el balance de esta primera mitad de la Liga va a ser excelente para los dos equipos: el Oviedo es segundo, empatado a 22 puntos y 6 positivos con el Real Madrid, y el Valladolid ocupa la tercera posición, con dos puntos y dos positivos menos. Si los dos son capaces de repetir ese sensacional rendimiento en la segunda vuelta, estamos hablando casi de números de campeón. Lo cierto es  que la permanencia, la principal aspiración de ambos a principios de temporada,  ya no parece correr peligro…

SEGUNDA VUELTA ( 13 de enero de  1963-21 de abril de 1963)

El 13 de enero arranca la segunda fase del campeonato, pero antes, el miércoles 9, se disputa en el «Camp Nou» barcelonés un amistoso internacional entre las selecciones de España y Francia, que termina sin que llegue a inaugurarse el marcador. Pero lo más significativo va a ser la presencia en el combinado nacional tanto del oviedista Paquito, que ya había actuado en dos ocasiones con el equipo español, como la del blanquivioleta Morollón, que debutaba en esas lides, y que a la sazón encabezaba la clasificación de goleadores con 11 tantos, por delante de dos monstruos como los madridistas Puskas y Di Stefano, y de su propio compañero de equipo Rodilla.

Pero el partido del domingo siguiente iba a resultar igualmente memorable para el madrileño Emilio Morollón, puesto que va a anotar nada menos que cuatro tantos en la estrepitosa goleada de los suyos  al Córdoba ( 6 a 0 ), siendo Rodilla y Sanchís los autores de los otros dos. El Oviedo, por su parte, encontrará muchas más dificultades en el Zaragoza, al que derrota en el «Tartiere» gracias a un solitario tanto marcado por Sánchez Lage. Las posiciones en la tabla no se modifican: Oviedo colíder junto al Madrid, y Valladolid en tercer lugar.

Sin embargo la decimoséptima jornada ( 20 de enero ), va a resultar muy negativa para ambos conjuntos, ya que los dos van a salir fuertemente derrotados en sus respectivos desplazamientos. El Oviedo caerá en «El Arcangel» ante el Córdoba por un rotundo 4 a 0, conseguido ya por los andaluces en la primera media hora de juego, y el Valladolid, aunque dominará más en «San Juán», se limitará a recoger el balón de dentro de su portería ( 4 -1 para Osasuna, salvando Aramendi el honor castellano ). Las posiciones en la tabla no se modifican, empero, aunque el Real Madrid esprinta merced a su victoria en Riazor frente al Deportivo, y toma dos puntos de ventaja sobre el Oviedo.

Jornada número 18, 27 de enero de 1963. El Real Madrid abre un poco más de brecha en la cabeza de la clasificación, gracias a su aplastante victoria en el «Camp Nou» sobre el Barcelona, 1 a 5, con 3 goles de Puskas, más dos dianas de Di Stefano y Gento. El Oviedo, sin embargo, va a proporcionar la sorpresa de la jornada, al no poder pasar del empate en el «Tartiere» ante un Osasuna que llegaba situado en los últimos lugares. Campo típicamente norteño, en muy malas condiciones, y ventaja momentánea para los navarros, al transformar un máximo castigo, enjugada luego por el empate local, conseguido por Girón. El Valladolid, por su parte, se comporta mejor, y derrota al Mallorca en Pucela por 2 a 0, siendo Rodilla y Molina los autores de los goles. Asturianos y castellanos se mantienen en segunda y tercera posición, respectivamente, pero la ilusión de aspirar a todo se va diluyendo poco a poco.

Y más que se diluirá en la siguiente jornada, la decimonovena ( 3 de febrero ), cuando ambos conjuntos regresen de vacío de sus respectivas salidas, y con el mismo adverso resultado, 3 a 0. El Athletic de Bilbao fue el verdugo de un  Valladolid muy peleón, en un partido marcado por la presencia de la nieve sobre el césped, mientras que en Mallorca los locales se deshicieron con suma facilidad del cuadro azul. Las posiciones de ambos equipos no se modifican, pero el Real Madrid ya le saca cinco puntos al Oviedo, mientras que el Atlético madrileño se sitúa ya a un solo punto de los vallisoletanos.

El 10 de febrero se disputa la jornada número 20, y el campeonato consume su segundo tercio, con un intratable Real Madrid ya muy destacado en cabeza, con 6 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, que ahora son dos, el Valladolid y el Oviedo, empatados a 26 puntos merced al nuevo tropiezo asturiano, esta vez en su propio terreno y ante el Athletic de Bilbao – empate a uno -. Jugaron mejor los asturianos, pero el guardameta vasco Carmelo se erigió en la figura del encuentro, parándolo todo a excepción de un remate de Sánchez Lage. También despachó una gran actuación el arquero vallisoletano Calvo, impidiendo la derrota de los suyos en «Zorrilla» ante el Betis. Y como los sevillanos no consiguieron marcar y el Valladolid sí lo hizo en una única ocasión, obra de su «Pichichi» Morollón, los dos puntos se quedaron en casa.

La vigesimoprimera jornada ( 17 de febrero ) va a vivir otro enfrentamiento en la cumbre, el que disputaron Real Madrid y Valladolid en la capital de España. Y los merengues van a devolverle el tanteo de la primera vuelta a los castellanos, puesto que se impondrán por un claro aunque excesivo 4 a 1, con goles de Felix Ruíz ( 2 ), Amancio y Gento, anotando Morollón el tanto visitante. El Oviedo volverá a perder, esta vez en el «Benito Villamarín» ante el Betis, y tras un buen partido donde los hispalenses fueron más efectivos en el remate ( 2 a 1 ). Icazurriaga marcó para los asturianos. El Real Madrid ya aventaja nada menos que en siete puntos al segundo clasificado, que ahora es el Atlético de Madrid, con 27. Valladolid y Oviedo eran tercero y cuarto, respectivamente, a uno de los colchoneros. Era evidente que su rendimiento había bajado en picado, y también que sus posiciones de privilegio comenzaban a peligrar.

El 24 de febrero, vigesimosegunda jornada, el Real Madrid dio ya la puntilla a las remotísimas aspiraciones oviedistas al derrotar a los azules en el «Tartiere» merced a un solitario gol de Puskas. Por su parte, el Valladolid salvó los muebles en «Zorrilla», donde doblegó al Barça con un tanto de Morollón, que nuevamente se ponía al frente de la clasificación de goleadores. Los castellanos seguían terceros, mientras que el Oviedo caía a la quinta plaza, superado también por el Valencia, y con el Zaragoza a sus alcances.

La jornada número 23 se disputó el 3 de marzo, y nuevamente los marcadores no les fueron muy propicios a blanquivioletas y azules. Menos al Oviedo, por supuesto, que caía en el «Camp Nou» por un escueto pero suficiente 2-1( con gol del brasileño Joao Jorge ), mientras que el Valladolid arrancaba un punto en «La Rosaleda», al empatar a un tanto con un Málaga metido de lleno en zona peligrosa. Ramírez fue el autor del gol de los de Pucela. Ambos equipos conservaban sus posiciones de la semana anterior.

El 10 de marzo se jugó la vigesimocuarta jornada, muy negativa para el Valladolid, y más esperanzadora para el Oviedo, que tras siete partidos sin ganar se reencontró con la victoria, al derrotar al Málaga por 2 a 0, con goles de Joao Jorge y Sánchez Lage. Debacle del Valladolid ante el Elche en «Zorrilla» ( 0 a 2 ). El cuadro local  fue sorprendido por dos contragolpes ilicitanos, y vio como el segundo puesto se  alejaba. Valladolid tercero, y Oviedo cuarto. Ese fue el balance de la jornada.

Y la que hacía el número 25 del campeonato volvió a ser funesta para ambos conjuntos, que salieron derrotados en sus respectivos desplazamientos. El Deportivo de La Coruña venció al Valladolid por 1 a 0 en «Riazor», y el Elche se impuso al Oviedo en «Altabix» por 2 a 1, con goles de Romero y Cardona, mientras que Sánchez Lage marcaba por los astures. El Real Madrid, merced a su apretado triunfo en el «Bernabéu» por 4-3 sobre el segundo clasificado, el Atlético de Madrid, se proclama ya matemáticamente campeón de la Liga 62-63 a falta aun de cinco jornadas por disputarse. El Valladolid es tercero momentáneamente, y el Oviedo cae a la quinta posición, rebasado por el Valencia.

El 24 de marzo, correspondiente a la vigesimosexta jornada, se vieron de nuevo las caras Real Valladolid y Real Oviedo, esta vez en el «Carlos Tartiere». A las órdenes del árbitro ceutí señor Cózar, estas fueron las alineaciones: por el cuadro asturiano, Madriles; Azcueta, Datzira, Marigil; Iguarán, Paquito; Girón, Sánchez Lage, Joao Jorge, José Luís y José María, y por los blanquivioletas, Estrems; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Joselín, Morollón, Rodilla y Molina. El partido no tuvo historia, y la superioridad oviedista fue total, 4 a 0, con goles de Joao Jorge ( 2 ), Sánchez Lage e Iguarán. En la clasificación general, el Oviedo, tercero, adelantaba al Valladolid, quinto, superándole por un punto, e inclinando también el «goal average» particular a su favor.

La siguiente jornada, la 27, invirtió sin embargo las tornas, pues mientras que el Valladolid derrotaba al Valencia por 1-0 en «Zorrilla» con un nuevo gol de Morollón, los asturianos caía en La Coruña por 2 a 1, en un encuentro donde el brasileño Joao Jorge, autor del tanto «carbayón» , resultaría expulsado. El Valladolid volvía a ser tercero, pero ya lejos del subcampeonato, y el Oviedo pasaba ahora a ocupar la cuarta plaza, aunque muy amenazada por un cuarteto de perseguidores formado por Valencia, Zaragoza, Barcelona y Athletic de Bilbao.

En la jornada 28, correspondiente al 7 de abril, ambas escuadras van a salir derrotadas, pero la del Oviedo en Mestalla va a ser sonada, 5 a 0, y ante un rival directo, que le relega hasta la sexta plaza. El brasileño Waldo marcó tres goles, y el Oviedo fue una sombra de lo que había sido durante buena parte de la temporada. Más decorosa fue la caída del Valladolid en el «Sánchez Pizjuán» ante el Sevilla, 3-2, con un «doblete» de Rodilla. Los vallisoletanos eran ahora cuartos, pero con muchos equipos tras su estela.

LLegamos ya a la penúltima jornada del campeonato, la que se disputó el 14 de abril, y en ella los asturianos se desquitaron del varapalo sufrido en tierras levantinas, aunque a costa de un Sevilla que entraba así en terreno peligroso. 5 a 1 para los pupilos de Ochoa, marcados por Iguarán ( en dos ocasiones ), Toni, José María y José Luís. El Valladolid, por su parte, tampoco lo hizo mal, y se impuso en su feudo a un Atlético de Madrid que ya tenía asegurada la segunda posición. 2 a 1 para los blanquivioletas, con goles de los de siempre, es decir, Morollón y Rodilla. De cara al último partido saldrían como tercero el Valladolid, y cuarto el Oviedo, a la espera ambos de revalidar o invertir dichas posiciones, que serían las mejores de su historial liguero hasta entonces

Y por fin, tras treinta fechas y ocho meses de competición, el Campeonato Nacional de Liga 1962-63 llega a su fin. Para el Valladolid lo hace encajando un severo correctivo en «La Romareda»  ante el Real Zaragoza ( 6 a 2, salvando Rodilla el honor pucelano por partida doble ), mientras que el Oviedo conseguía un meritorio empate sin goles en el «Estadio Metropolitano» ante el subcampeón Atlético de Madrid. De ese modo, ambos cuadros revelación quedaban finalmente empatados a 33 puntos, ocupando los asturianos la tercera plaza gracias a su mejor «goal average» particular con respecto a los castellanos, cuartos.

BALANCE FINAL

Real Oviedo y Real Valladolid animaron el campeonato hasta la decimonovena jornada, en la que el Real Madrid ya cobró una evidente ventaja sobre ambos ( 5 y 6 puntos, respectivamente ). Pero su primera vuelta fue tan excelente como sorprendente, con unos guarismos que daban casi proyección de campeón, aunque al final el Real Madrid tan sólo se dejó once puntos por el camino, y conquistó el torneo con una superioridad aplastante, aventajando nada menos que en doce puntos al segundo clasificado, el Atlético de Madrid. Y si bien  a priori nadie esperaba un rendimiento tan sobresaliente por parte de un recién ascendido y de un equipo que se había salvado por los pelos de la promoción la campaña anterior, diversos factores van a coincidir para explicar el gran desempeño de azules y blanquivioletas.

Por un lado, su propio potencial, basado en un centro del campo muy potente, que en el Oviedo estaba formado por el asturiano Paquito, el vasco Iguarán y el veterano futbolista argentino Sánchez Lage, la estrella del equipo, apoyados en una estupenda defensa, Toni, Datzira y Marigil, con dos buenos extremos, Girón y sobre todo el jovencísimo José María, posteriormente toda una leyenda en las filas del Real Club Deportivo Español, y por el centro el vasco José Luís, mientras que en el Valladolid el triángulo mágico de la zona central lo componían el valenciano Sanchís, el manchego Ramírez y el uruguayo Endériz, con dos extremos muy incisivos, el argentino Aramendi y el alicantino Molina, y dos auténticos hombres-gol moviéndose por el centro del ataque, el madrileño Morollón y el salmantino Rodilla, sin desdeñar una zaga donde el también madrileño García Verdugo, el  charrúa Pini y el malagueño Pinto, ex del Barça, imponían su ley.

El hecho de que tanto Ochoa como Ramallets encontrasen una alineación ideal, y pudieran disponer de sus principales efectivos durante toda la campaña, colaboró eficazmente al buen resultado final, aunque es evidente que ambos equipos bajaron ostensiblemente su rendimiento en la segunda mitad de la competición. Así el Oviedo, que hizo 22 puntos en la primera vuelta, tantos como el que más, únicamente conseguiría 11 en la segunda, atravesando por una larga racha de malos resultados. Si su balance de goles había sido positivo en los quince primeros partidos ( 34 frente a 22, o sea + 12 ), en los segundos se invirtió dicha tendencia ( 18 frente a 24, es decir, -6), y en cuanto al Valladolid, los castellanos van a conseguir en la primera ronda 20 puntos ( 31 a 24 en goles ), y sólo 13 en la segunda ( 20 a 29 en goles ). Y también, y sin ánimo de menospreciar la gesta de Oviedo y Valladolid, es justo señalar que algunos equipos teóricamente fuertes como Barcelona, Zaragoza, Valencia o Athletic de Bilbao van a despachar una campaña muy gris, sobre todo en el caso de los «leones», que terminarán la Liga incluso con negativos.

El gran desempeño de los vallisoletanos va a suponer que el cuadro blanquivioleta sea invitado a tomar parte en la International Soccer League, un intento de popularizar el fútbol en los Estados Unidos mediante la organización de un torneo en el que tomaban parte diversos equipos europeos y algunos cuadros locales. Los pucelanos van a jugar un total de seis encuentros durante el mes de julio de 1963, la mayor parte de ellos en Nueva York, ganando dos, empatando uno y perdiendo tres. El año anterior, curiosamente, el invitado de la Liga española había sido el Real Oviedo.

Sin embargo, ambos cuadros no van a tener continuidad en la siguiente temporada, 63-64. El Oviedo perderá a dos de sus futbolistas más destacados, Paquito y Sánchez Lage, traspasados al Valencia por culpa de las estrecheces económicas del club, mientras que el Valladolid se desprende del centrocampista charrúa Endériz, fichado por el Real Zaragoza, de García Verdugo, que pasa también al Valencia, y de Molina, que recala en el Betis, por motivos análogos. Los asturianos, muy lejos de repetir la exitosa campaña 62-63, se verán abocados a jugar la promoción para mantenerse en Primera, lo que finalmente lograrán al imponerse al Hércules de Alicante, pero lo del Valladolid va a ser infinitamente peor, puesto que los castellanos descenderán como colistas, con una puntuación muy pobre: 19 puntos y 11 negativos. Las bajas en la plantilla habían afectado a los dos equipos, evidentemente, al marcharse jugadores muy importantes para su esquema, pero también el hecho de verse muy pronto con negativos, pesó sobre su moral. Y es que el fútbol no deja de ser  un estado de ánimo, y el encantamiento ya había abandonado el «Carlos Tartiere» y «Zorrilla», rumbo a otros lares ( 1963-64 fue el año del Betis y el Elche, que tomaron a su vez el relevo como equipos revelación ) . Pero al menos fue un bonito espejismo mientras duró…




¡El Pachuca Athletic Club no nació en 1900!

Don Félix Martialay, sin duda el mejor historiador del fútbol español, y con quien tuve el gusto de colaborar a distancia, poco antes de su muerte,  decía que al escribir una historia, en este caso de fútbol, «hay que dejar espacios vacíos, hojas en blanco, sobre todo en los primeros capítulos, porque siempre aparecen pasajes y datos desconocidos hasta entonces, que van llenando los huecos de la historia…»i

Y así es, afortunadamente cada día surgen nuevos documentos, perdidos muchos de ellos en un baúl viejo, entre los recuerdos del abuelo y otros tantos en archivos desconocidos, o, como en este caso, en periódicos que ya no estaban abiertos a consulta y que gracias a la modernidad de la digitalización, de nueva cuenta podemos acceder a ellos.

Tal y como ha ocurrido en algunas partes del mundo, en donde se han encontrado nuevos datos sobre el origen del fútbol local, en nuestro país ocurre algo similar. La digitalización de periódicos antes inaccesibles, nos acercan a fuentes directas, para conocer, en este caso, un poco más de la historia del fútbol mexicano.

En México, el Fondo Reservado de la Hemeroteca Nacional, que resguarda la Universidad Nacional Autónoma de México, mantenía ciertas restricciones con algunos ejemplares, sobre todo los que estaban en mal estado. Entre estos, algunas publicaciones de finales del siglo XIX, se encontaban en catálogo, pero la realidad es que siempre estaban en mantenimiento y por tanto, fuera del alcance de prácticamente todos los investigadores.

Hoy en día, la UNAM ha tenido a bien digitalizar gran parte de ese acervo y aunque todavía algunos ejemplares están fuera de circulación, por que su estado es en verdad deplorable o simplemente porque no han sido digitalizados, con los que ya están en la base de información del HNDMii se ha podido rearmar un poco la historia.

Gracias a esto, he podido consultar día por día, grandes publicaciones como Two Republicsiii, The Mexican Heraldiv o The Mexican Sportmanv.

Entre los múltiples temas, han aparecido grandes datos sobre otros deportes, como el tenis, el cricket o el fútbol americano, tanto el que se jugaba en esos momentos en Estados Unidos, como el que se comenzaba a desarrollar en nuestro país y que será cuestión de otro análisis.

El motivo que aquí me ocupa, es tratar de poner fin a la disyuntiva generada desde hace muchos años sobre cual es el primer equipo de fútbol en México.

pachuca01Pocos son los libros de historia del fútbol que se han escrito en nuestro país y muchos hemos reconocido a El Libro de Oro del Fútbol Mexicano de Juan Cid y Muletvi,  como la mayor obra hecha hasta el momento. Sin embargo, se publicó a inicios de la década de los sesenta y desde entonces muchas cosas han cambiado.

Una de las grandes discusiones, radican en la creación de los primeros clubes. Por un lado, se afirma que el primero fue el Club Pachuca, hacia finales de 1900, según el propio Libro de Oro, mientras que el club, celebró los 100 años en el 2001, dando como fecha noviembre de 1901 como su creaciónvii.

Orizaba, por su parte, da el año de 1898 en el que se conformó el Orizaba Athletic Club, mientras que en la ciudad de México, el Club Reforma inicia actividades en 1894.

Invitación para la creación del Reforma Athletic Club

Invitación para la creación del Reforma Athletic Club

viii

Como podemos observar, el Club Reforma de 1894 sería el primero constituido, solo que, según sus propios archivos, en el Club se jugaban diversos deportes como cricket, golf, tenis, baseball y se realizaban pruebas atléticas, pero es hasta 1901, con la petición del Pachuca Athletic Club, que se interesan en formar un equipo de fútbolix.

En ese orden, el Orizaba Athletic Club, de 1898, se consideraría el pionero, pero no se tiene mayores datos de que cuando surgió el club deportivo, se jugara al fútbol, además de que también aceptó la invitación del club Pachuca para conformar un equipo para la Liga próxima a crearse en 1902.

Haciendo un breve paréntesis, antes de que iniciara el siglo XX, en México ya existía una liga, pero de otro deporte que también trajeron los mineros ingleses: El Criquet o Cricket, ya que de las dos formas se le llamaba en la prensa.

Esta liga, estaba compuesta por el México Unión Cricket Club, decano de los clubes en México, y que inicia actividades en 1827, tan solo dos años después de que los Cornish ingleses llegan a «la pequeñísima población de Real del Monte, en las montañas al norte de la Ciudad de México»x A partir de 1880 se comenzó a llamar tan solo México Cricket Club. Este club, jugaba encuentros con visitantes extranjeros y con un par de clubes más que surgieron en la capital, enfocados únicamente al cricket, pero se les unió el Pachuca Cricket Club, que surgió en la década de los ochenta, el Reforma, que inició sus actividades como ya mencioné en 1894 y el Puebla Cricket Club, que surge a principios de los años noventa, cuando se crea el Puebla Athletic Club en 1893, con lo que se constituyó la liga y que siguió sus actividades ya iniciado el siglo XX.

Al Orizaba, inclusive, se le invitó a la liga de cricket y posteriormente, cuando el Puebla no aceptó jugar en la naciente liga de fútbol, se le hizo extensiva la invitación al cuadro veracruzano. Era tal el éxito de esta liga, que estas instituciones jugaban también entre ellas partidos de tenis y de golf.

The Mexican Herald octubre 28 de 1901

The Mexican Herald octubre 28 de 1901

Surge el Reforma Athletic Club

pachuca04Fue el 16 de marzo de 1894, cuando un entusiasta de los deportes,  Thomas Phillips, convocó a una reunión para tratar el tema de la creación de un club que tuviera una sede fija en la que se pudieran practicar varios deportes. En esta reunión, se acordó la fundación del Reforma Athletic Club: «Una asociación civil que fomentaría la actividad deportiva, social y cultural entre los súbditos británicos y estrecharía lazos entre ingleses y mexicanos»xi

Este club, sin embargo y aún cuando se funda pensando en jugar varios deportes, asume como deporte principal el cricket, seguido del tenis, el beisball, el golf y el polo, pero no se forma un equipo de fútbol, este se daría a inicios de 1901.

La creación del Pachuca Athletic Club

Como mencioné con anterioridad, la fecha de creación del Pachuca Athletic Club por años se ha manejado como del año 1900, pero esto es en realidad falso, ya que  una nota del periódico en el diario Two Republics del 4 de octubre de 1895xii, en la sexta columna, aparece un apequeña sección llamada PACHUCA NOTES  y en esta, se menciona la reciente creación del Pachuca Athletic Club y en donde se indica  que se jugarán todos los deportes, menos el Cricket, esto, porque ya existía un equipo constituido de este deporte y no querían interferir con el mismo, ya que prácticamente los mismos integrantes del equipo de cricket lo serán de los diversos deportes del  Pachuca Athletic Club, incluyendo el fútbol.

Two Republics del 4 de octubre de 1895

Two Republics del 4 de octubre de 1895

Dos días después, The Mexican Herald, sacó una nota en donde se hace mención del naciente Pachuca Athletic Club, en la que se incluyen varios deportes, por un lado está el Pachuca Cricket Club, se habla del tenis y también del fútbol, ya como Pachuca Football Club, el cual tiene sus instalaciones en la Hacienda de la Luz.

The Mexican Herald 6 de octubre de 1895

The Mexican Herald 6 de octubre de 1895

¿Se habla del Pachuca Football Club? Así es, por lo que nos da nuevos indicios de que un Club de Fútbol ya existía de antes.

Buscando todavía más atrás, en el periódico Two Republics, encontramos lo siguiente el 8 de noviembre de 1892xiii:

Two Republics 8 de noviembre de 1892

Two Republics 8 de noviembre de 1892

¡Así es, antes del Pachuca Athletic Club, ya existía el Pachuca Football Club, por lo menos desde finales de 1892!

El diario menciona que el día 2 de noviembre, hubo un encuentro de fútbol, en la propiedad de Francis Rules, quien era un ingeniero inglés y cuyo hijo Francis H. Rules, según el censo de población de 1930xiv, nació en México, con lo cual también terminaría el mito de los jugadores nacidos en Inglaterra, porque es casi seguro que este jugó, ya que después aparece en las crónicas como jugador del Pachuca Athletic Club.

Censo de Población estado de Hidalgo 1930, cortesía de Ancestry.com

Censo de Población estado de Hidalgo 1930, cortesía de Ancestry.com

Este es sin duda, antecedente directo, porque se fusiona con el equipo de Cricket para pasar a la fundación del Pachuca Athletic Club. Bajo la observación de estos históricos documentos, podemos aseverar que el Pachuca Athletic Club es el primer club de fútbol constituido en México, salvo que nuevos datos en un futuro muestren lo contario.

Queda por definir exactamente donde botó el primer balón en nuestro país, si fue en la ciudad de México, Real del Monte o el mismo Pachuca, ya que por un lado los colegios ingleses de la capital, los Cornish situados en Real del Monte y en Pachuca se pelean esa distinción. ¿Saldrán a la luz nuevos documentos en donde podamos definir algún día esto? Yo creo que si, pero en este momento, celebremos los ya casi 119 años del Club Pachuca.


i Acostumbrábamos intercambiar ideas via correo electrónico, mientras le mandaba información de los Vascos en México. Esto en particular me lo dijo el 17 de noviembre del 2007.

ii http://www.hndm.unam.mx/ En su introducción dice: «El proyecto de la HNDM representa la ascensión al espacio virtual del más completo patrimonio hemerográfico de México; su portal es la entrada a ese mundo donde las publicaciones periódicas que han acompañado sin fatiga a este país, emergen de las bóvedas donde aguardaron pacientemente el día de volver a circular y enfrentar a su destinatario, el momento de regresar a su natural dominio»

iii The Two Republics se publicaba en inglés, en la ciudad de México, de 1867 a 1900.

iv The Mexican Herald, publicado en inglés, ciudad de México, de 1895 a 1915.

v The Mexican Sportman, primera publicación especializada en deportes en México, en inglés e intermitentemente en español. Surge en 1896 y tan solo duró un año en circulación. No se tienen muchos ejemplares en existencia en la Hemeroteca Nacional.

vi El Libro de Oro del Futbol Mexicano, escrito en cuatro tomos, consta de treinta y seis capítulos y 926 paginas.

vii Ver al respecto: Calderón Cardoso, Carlos. Pachuca, La Cuna del Futbol. México, 2001.

viii Invitación para la creación del Reforma Athletic Club, Documento del Archivo del Club Reforma.

ix «…Así el Pachuca Athletic Club puso todo su entusiasmo y recursos en conformar la primera liga nacional, quedando esta propuesta materializada en 1902…» Boletín RAC Febrero 1986.

x Williams, Richard. Cornwall England & Hidalgo México. Cap. La llegada. P. 31.

xi Carta de T.R. Phillips, 1894, Archivo del Reforma Athletic Club (RAC).

xii Two Republics 4 de octubre de 1895.

xiii Two Republics 8 de noviembre de 1892

xiv Censo de Población de 1930, estado de Hidalgo  cortesía de Ancestry.com  Confirmaría que Francis H. Rules, jugador del Pachuca Athletic Club ya conformada la liga, nació en México.




Las filmaciones más antiguas del fútbol español

Estudiando la relación entre cine y fútbol he encontrado tres puntos donde apoyarme para realizar este artículo:

a)      película con temática futbolística más antigua;

b)      partido más antiguo filmado y

c)      partido femenino más antiguo filmado.

Es muy posible que hoy mismo pueda aparecer alguien con filmaciones anteriores, de lo cual yo me alegraría mucho. Pero hasta el momento, al menos, esto es lo que he encontrado:

FOOT-BALL EN FAMILIA

Primera filmación conocida, con temática futbolística, proyectada en un cine español.

El día 30 de mayo de 1911 fue publicitada en La Voz de Galicia formando parte de la cartelera de ese día del Pabellón Lino.

filmaciones01

Desconozco todo sobre esta película; si es una comedia o aparece un partido de foot-ball real; si es española o extranjera; su autor…

La he rastreado sin fortuna. Ojalá en el futuro pueda conocerse algún dato sobre ella.

Tan solo puedo asegurar que si fuese española sería la más antigua conocida con temática futbolística, tanto en su realización como en su proyección.

En cualquier caso es la más antigua conocida en ser proyectada en un cine español.

PABELLÓN LINO.

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Construido como pabellón modernista, todo de madera, funcionó desde el 27 de junio de 1905. Como cine comenzó a funcionar desde el 21 de julio de ese mismo año. Su propietario era Lino Pérez Lastres. Situado en los actuales jardines de Méndez Núñez. Sufrió dos remodelaciones hasta que un incendio el 3 de noviembre de 1919 acabó con él definitivamente.

LINO PÉREZ LASTRES.

Nació en 1860 y falleció en diciembre de 1918.
Comenzó vendiendo periódicos y libros y editando tarjetas postales con fotos de La Coruña que hacía su amigo José Sellier.
Más tarde se reconvirtió en empresario de espectáculos de teatro y variedades y en propietario del Pabellón Lino donde también se proyectaba cine.

«TORNEO DE FOOT-BALL»

Esta filmación también se promocionó en la cartelera del Salón París con el título «Un partido de foot-ball en La Coruña».

La descubrí en el verano de 2012 y publiqué la noticia en el nº 35 de los Cuadernos de Fútbol de CHEFE, en septiembre de 2012. Este es el enlace:

http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/09/hace-100-anos-17/

Es la filmación más antigua conocida de un partido del fútbol español. Un documental de un partido de fútbol jugado en La Coruña el 24 de junio de 1911, concretamente el que disputaron el Real Club Deportivo de La Coruña y el Vigo Foot-Ball Club y en el que se prestaba especial atención a la toilette del público femenino asistente y al aspecto de las localidades.

Es la segunda filmación conocida con contenido futbolístico proyectada en España. El «Salón París» de La Coruña la estrenó el 2 de julio de 1912, un año después de la disputa del torneo al precio de cuarente céntimos la butaca o quince la general. Desafortunadamente se desconoce su paradero.

La filmación la realizó D. Eduardo Villardefrancos, propietario del Salón París, con motivo de la celebración de un torneo de fútbol benéfico organizado por la Asociación de la Prensa de La Coruña.

En principio, el torneo iba a ser disputado por el Real Club Coruña (no confundir con el Real Club Deportivo de La Coruña, su rival ciudadano), el Real Club Deportivo Español de Barcelona y el Victoria FC de Ferrol. Desavenencias económicas entre el club coruñés y la Asociación de la Prensa llevaron a esta a abandonar la idea. La mejor disposición del club rival coruñés hizo que días después la Asociación de la Prensa retomara la idea de organizar el torneo. La iniciativa del Deportivo y de los vecinos vigueses, Vigo y Fortuna, este último campeón de Galicia, hizo que finalmente pudiese disputarse el torneo los días 24 y 25 de junio de 1911.

La organización fue algo excepcional para el entramado futbolístico de la época. Nunca se le dio tanta importancia al fútbol coruñés como en esa ocasión. Se imprimieron las bases del torneo y se entregaron a los asistentes junto con unos elegantes carnets y un lapicero, sujeto con cordón de seda, con el cual se podía tomar nota de todas las incidencias que ocurriesen en los cuadritos dispuestos para ello.

El campo se adornó vistosamente gracias a la labor realizada por los artistas señores Saborit y Abelló, junto a Julio Wonemburger y el tallista Delbe. Carteles pintados por  artistas coruñeses como Miguel, Llorens y Barros engalanaron los escaparates de los industriales Ferrer, Tizón, Hervada o La Cantábria  y La Villa de París.

La banda de música de la Casa de Misericordia amenizó los prolegómenos de los partidos.

También los tranvias se pusieron a disposición del público piebolista, sacando todos los vehículos necesarios tanto antes como al término de los matches.

Los precios de las entradas fueron desde las dos pesetas del abono por silla para el abono de los dos días hasta la peseta y veinticinco céntimos para una sola tarde. Las entradas más populares costaron treinta céntimos y sesenta la banqueta.

El trofeo, una copa de plata labrada traída desde Alemania, sería para quién consiguiese más puntos.. Quedó expuesta, durante la disputa del trofeo, en el escaparate de la casa Ferrer, junto a las medallas cinceladas de oro y plata.

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Así la describió La Voz de Galicia el 22 de junio: Sobre un elegante pie, surge, ceñido por ramas de laurel, un balón de plata, delicadamente imitado, coronado por artística poma.

Con la presencia en Riazor del capitán general y el gobernador militar, entre otras personalidades, y bajo un chaparrón dio comienzo el torneo con el enfrentamiento entre los conjuntos del Deportivo coruñés y el Vigo.

Villardefrancos hacía correr metros de celuloide y los fotógrafos de Ferrer dejaban impresas imágenes para la posteridad mientras la banda del Hospicio, dirigida por Prados, amenizaba con valses la salida de ambos conjuntos.

Y con los ¡hurras! de rigor dio comienzo el match.

Real Club Deportivo de La Coruña: Ramos, Ancos, Joaquín Pérez, Álvarez, A. Pérez, Rajoy, Silva, Rodilla, Virgilio, Macho, López.

Vigo Foot-Ball Club: Peck, J. Gil, Avelino Díaz, Bryant, Federico Castro, Martín, Adams, Arturo Álvarez, Hawthorne, Fernando Castro, Ventura Lago.

Referee: José Rodríguez, del Fortuna.

Goles: 0-1 Ancos p.p. 30′;  (0-1); 1-1 Joaquín Pérez 50′; 1-2 Hawthorne 60′.

Pese a los esfuerzos de los deportivistas los vigueses manejaron mejor el partido, con Peck soberbio en la meta y un ataque letal, venciendo por  un gol a dos.

Como segundo partido y último el enfrentamiento entre los rivales vigueses, algo no visto desde hace mucho tiempo, por fin un partido amistoso, pese a los intentos que en Vigo se han hecho por verlo realizado.

Real Club Fortuna: Raúl López, Luis García, Manuel Silva, A. Abad, R. Morán, Serafín González, Lino González, Francisco Estévez, José Rodríguez, Choni, Alfredo Ruiz.

Vigo Foot-Ball Club: Peck, J. Gil, A. Iglesias, Briand, F. Castro, Martín, Adams, José Rodríguez, Hawthorne, Fernando Castro, Lago.

Referee: ´lvarez, del Deportivo.

Gol: (0-0); 1-0 Pancho

La primera mitad fue de dominio del Vigo que jugó a favor del viento pero que no fue capaz de perforar la meta de Raúl por poco.

La segunda parte fue de un contínuo toma y daca, de un loco ir y venir. Finalmente Pancho consiguió mojar en la porteria del Vigo. Normal, después del chaparrón de agua y juego.

¿Y ahora?.

De acuerdo con el artículo 7º de las bases publicadas, se anotaron dos puntos por partido ganado.

Por tanto, el Vigo FC tenía dos puntos y otros dos el Fortuna.

Reunidos los capitanes con la Asociación de la Prensa no llegaron a un acuerdo en la interpretación de las bases. Mientras la asociación y el Vigo FC pensaban que el Fortuna debería jugar un partido frente al Deportivo el Fortuna pensaba que debería ser campeón al entender que se habían jugado eliminatorias; el Vigo había eliminado al Deportivo y este había vencido a sus paisanos en la final En caso de seguir la interpretación de la asociación la victoria del Deportivo le haría empatar a dos tantos y habría que jugar todos los partidos de nuevo pero eso no iba a ser posible pues los vigueses debían volver a su localidad esa misma noche. Estaba finalizando el domingo.

Finalmente los trofeos no fueron entregados.

Salón París

Inaugurado el 17 de junio de 1908. Anteriormente fue un taller de carpintería, otro de moda llamado «Salón Villa de París», un estudio fotográfico y Salón de Variedades. Comprado el edificio por D. Eduardo Villardefrancos, encargó una obra de remodelación del edificio al arquitecto D. Florián Calvo para que lo convirtiera en un cine. En los años cuarenta el mismo fue remodelado y en 1951 pasó a llamarse «Cine París» título que aún figura en el edificio. Cerró el 17 de octubre de 1999 y se convirtió en una tienda de ropa del grupo Inditex, Pull & Bear. Trece años después de su cierre y por un día volvió el cine, concretamente el 10 de mayo de 2012, con motivo de La Noche Blanca.

Cuando cesó su actividad lo hizo con un aforo de 342 personas y siendo la sala de cine más antigua de España en funcionamiento.

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Eduardo Villardefrancos

( La Coruña, 1873 – + La Coruña ? )

Exhibidor, operador y empresario cinematográfico.

¿Por qué se filmó ese partido en La Coruña y se exhibió en el Salón París?. ¿Quién filmó?.

Eduardo Villardefrancos, dueño del Salón París, era también propietario de una cámara con la que salía a tomar imágenes de todos aquellos actos públicos que en la ciudad herculina se celebraban. Una vez tomadas las imágenes, las proyectaba en su cine antes de las películas.

Echando un vistazo a la cartelera notamos que resultaba bastante amena pues mostraba mucha variedad; deportes, ferias, fiestas, el puerto…

Tanto en la Filmoteca Nacional como en el Centro Galego de Artes da Imaxe desconocen su paradero, aunque es muy posible que se haya deteriorado con el paso de los años.

«IRÚN 1912».

Este es el título con el que se conoce este primer documento fílmico vasco. Meses más tarde de la grabación de «Torneo de Foot-Ball» nos encontramos con esta otra filmación que podemos considerar como la filmación conocida más antigua del fútbol español de entre las que se conservan.

Con motivo de las fiestas del Alarde irunés de 1912 un cámara anónimo tomó imágenes de la villa irunesa y de su fiesta principal. Dichas fiestas se celebraron el 30 de junio de 1912. Pero no es aquí donde nos detenemos. Esto es anécdota para nosotros.

En el mes de septiembre de 1912, concretamente el día 11, Rácing Club de Irún y Athletic Club de Bilbao se enfrentaron en partido amistoso. Con la presencia de la Familia Real en el palco de autoridades del campo de Kostorbe, el camarógrafo filmó al público presente, muy peripuesto él todo hay que decirlo, y obviamente imágenes del partido y de los jugadores. Podemos ver a un joven Patricio Arabolaza como bromeaba ante la cámara. El encuentro acabó con la victoria athletica por 1-2.
Se ha dado como fecha del partido, por otras fuentes, ésta del 11 de septiembre. He indagado sobre algún partido más que hayan podido jugar en el mismo lugar ambos contendientes y hay uno anterior, jugado sobre el mes de junio y que contó también con la presencia Real, pero ha quedado descartado dado que cayó un chaparrón tal que el Rey incluso decidió abandonar las instalaciones antes de finalizar el partido.

Como ya he comentado se desconoce al autor pero hay otra persona muy importante en la vida de esta filmación, Ana Marquesán, conservadora de la Filmoteca de Zaragoza la descubrió allá por los años ’90 y la restauró. Anteriormente perteneció a la colección de D. Raúl Tartaj.

En este enlace podemos visionar el documento:

http://www.sanmarciales.com/2011/12/30/irun-1912/

«CLARITA Y PELADILLA EN EL FOOT-BALL»

La película española más antigua conocida que toma el fútbol como parte de su guión. Fue estrenada el 25 de mayo de 1916.

Filmada en 1914, con Benito Perojo como director, guionista y actor principal. Peladilla es el personaje que representa Perojo, una imitación de Charlot a la española.

Peladilla invita a su compañera Clarita (María Moreno) a pasar una tarde en el foot-ball, concretamente en el campo de O’Donnell a ver el derby entre Madrid FC y Athletic Club de Madrid y después a merendar a la Moncloa.

Película muda, se le añadió narración en la década de los cincuenta.

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Benito Perojo González

(Madrid 14.6.1894 – Madrid, 11.11.1974).

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Actor, director, guionista y productor. Considerado uno de los padres del cine español. Creador del personaje chapliniano «Peladilla». En la piel de este personaje realizó las siguientes películas: «Garrotazo y tentetieso», «Peladilla cochero de punto», «Donde las dan las toman», «Clarita y Peladilla en el foot-ball» y «Clarita y Peladilla en los toros». Desarrolló su carrera cinematográfica entre España, Alemania durante la guerra civil y una etapa de seis años durante la década de los cuarenta en Argentina, trabajando con Imperio Argentina en varias películas. Con «Marianella» consiguió un premio en la Bienal de Venecia. Caballero de la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil (18 de julio de 1966). Fue uno de los primeros en emplear el color y utilizar la fórmula de coproducciones. Como realizador cuenta con más de cien películas y como productor más de doscientas cincuenta. Y como descubridor de estrellas contamos con el debut en el cine de María Fernanda Ladrón de Guevara y Concha Piquer. En su filmografía podemos encontrar «Morena Clara», «La copla de la Dolores», «La casta Susana», entre muchas más.

«FÚTBOL FEMENINO EN EL NO-DO»

Años antes de comenzar a organizarse el fútbol femenino actual las mujeres ya habían jugado al fútbol en España, aunque de manera esporádica. La noticia del primer partido femenino en España data del 31 de mayo de 1914.

Hasta la Segunda República no tenemos noticia de nuevos partidos femeninos ni de figuras del balón.

Tras la Guerra Civil y la victoria del bando Nacional, el papel de la mujer en el fútbol se limita a las gradas como lugar más próximo al balón. Pero, como muchas veces ocurre, una cosa es lo que se dice y otra la realidad. Sabemos que la práctica del fútbol para la mujer estaba prohibida pero mira por donde que revisando la colección de No-Do nos encontramos con que alguna cana al aire hubo.

Según el nº 1136 B,  correspondiente al 12 de octubre de 1964, las mujeres tenían prohibida la práctica del toreo a pie y el fútbol pero como una excepción tuvieron la posibilidad de disputar una competición organizada para ellas en la 3ª Olimpiada de Educación y Descanso. Con copa, medallas y todo.

http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-1136/1469035/

Listado de filmaciones futbolísticas más antiguas que conozco relacionadas con el fútbol y cine español:

1.-        Foot-Ball en familia (1911)

2.-        Torneo de Foot-Ball (1911)

3.-        Irún 1912 (1912)

4.-        Clarita y Peladilla (1914)

5.-        Match entre el Arenas y el Vigo (1919)

6.-        Real Madrid – Barcelona (1927)

7 –        Sevilla – Barcelona (1929)

Fuentes consultadas:

Faro de Vigo

La Voz de Galicia

Mundo Deportivo

Biblioteca Nacional

Biblioteca Digital de Donostia

RTVE

Filmoteca Nacional

No-Do

O bosque inanimado. Cen anos de cine en Galicia (Eduardo Galán)

Libro branco do audiovisual galego. O cine en Galicia. (Xunta de Galicia. Presidencia.

Secretaría Xeral de Comunicación. Dirección Xeral de Comunicación Audiovisual)

Culturagalega.org Historia do cine galego (1896-1979)

Los inicios del cine en Galicia: Las primeras películas y las primitivas fórmulas de exhibición (1896-1908) (José Luis Castro de Paz)

XIII Feira Histórica Arteixo 1900: «Arteixo de cine» (Concello de Arteixo»

SanMarciales.com

Wikipedia

Gracias a Juan Luis Franco por haber compartido momentos  e información sobre el tema.




Árbitros y arbitrajes: Cualquier tiempo pasado no fue mejor

A veces, sobre todo en tiempos difíciles, suele asaltarnos la tentación de almibarar el pasado. Este ejercicio, además, puede verse favorecido por las lagunas que de por sí crea a su antojo nuestra memoria. «Para nevadas las de antes», oímos a menudo. «Ya no hay modales; se ha perdido el señorío». «Hoy los ladrones campan a sus anchas; aún no hace tanto, los negocios se cerraban con un apretón de manos». O llevando el asunto a nuestro terreno: «Las estrellas de ahora son pura mantequilla; Gallego, Camacho, Migueli, Campanal, Asesnsi… esos sí estaban forjados en acero». «Los árbitros no dan una; antaño, en cambio, apenas la pifiaban». La memoria y sus lagunas. La mala memoria generadora del axioma «todo tiempo pasado fue mejor».

¿Mejor?. ¿Estamos seguros?.

Pues no. Ni muchísimo menos por cuanto tiene que ver con árbitros y arbitrajes. Sirva para salir de dudas y sin otro interés que el puramente demostrativo, un puñado aleatorio de ejemplos.

La temporada 1926-27, es decir dos años antes de instituirse el Campeonato Nacional de Liga, se registraron muy serios incidentes en la localidad vizcaína de Durango, durante la disputa de un partido con el Deportivo Alavés. Por esa época los choques entre ambos clubes solían estar cargados de trilita, al considerarse, y no sin motivo, de máxima rivalidad. Los vitorianos, valiéndose de su mayor poderío económico, solían pescar a gusto entre el mocerío durangués. Y eso, claro, dolía. Poco antes, por ejemplo, los babazorros habían contratado al buen extremo Alberto Ruiz, ofreciéndole una colocación laboral en Vitoria. En tales circunstancias, el bueno de Ruiz hubiese podido esperar cualquier cosa, menos un clamoroso recibimientos. Menos, aún, siendo suyo el gol del triunfo alavés. Sin embargo los incidentes tuvieron en Camio, jugador bronco, de rompe y rasga, su gran protagonista. Luego de amedrentar, zurrar soterradamente, pellizcar, empujar y no dejar a un solo santo en su peana, olvidándose del balón arreó un puñetazo a Pachiquín, alias deportivo del universitario Francisco Arroitajáuregui. Debió ser lo que faltaba, puesto que el público saltó al embarrado campo en masa: los durangueses para entendérselas con Camio y los vitorianos, que habían llegado hasta Durando en autobuses y camiones formando legión próxima a las 1.000 almas, en defensa de su jugador o para afianzar su enemistad con los anfitriones. En un momento, el rectángulo se convirtió en improvisado ring. Ni siquiera el árbitro, en su intento de tomar las de Villadiego, saldría ileso. Alguna fuente señala a la guardia civil como responsable de sus hematomas, en tanto otras reparten responsabilidades entre huestes vizcaínas y alavesas al cincuenta por ciento. Quede empero, como hecho contrastado, que los guardias irrumpieron en pleno tumulto a caballo, sacudiendo palos sin contemplaciones arengados por su capitán, de apellido Gárate: «¡Sacudid!. ¡Sacudid, coño!».

Vaya si sacudieron.

Valga a modo reflexión que el público de aquella época entendía los lances del juego de modo un tanto particular. Precisamente esa misma temporada y sin cambiar de campo, Sebastián Municha, otro jugador durangués, perdido cualquier control persiguió a Royo, futbolista del Club Elexalde de Galdácano, mientras el balón seguía en juego. Debió ser una carrera emocionante, con final inesperado, puesto que cuando Royo volvió el rostro queriendo medir distancias, se encontró con un puñetazo soberbio. Municha no quiso ni aguardar la decisión arbitral. Mientras Royo continuaba tendido en el césped, medio inconsciente, tomó el camino de un vestuario al que tardaría en llegar. Y es que su tía Martina, espectadora del lance y en teoría entendida en soberanos manotazos, pues no en vano estaba casada con el pelotari Toribio Unamuno, le salió al encuentro para estamparle dos sonoros besos de felicitación.

Como las filias y fobias del fútbol nunca han sido duraderas, Royo habría de vestir más adelante la camiseta blanquiazul de la Cultural duranguesa. Municha, por su parte, militó en el Zaragoza durante varias temporadas.

Lo importante no era cómo empezaban las cosas, sino el modo en que a veces concluían.

Lo importante no era cómo empezaban las cosas, sino el modo en que a veces concluían.

Haríamos mal, no obstante, si adjudicásemos a esta villa vizcaína todas las calamidades. Muy lejos de ella, en Cataluña, tenían lugar situaciones aún más graves, como pudo comprobar el árbitro Sr. Planell, la temporada 1931-32.

Remitiéndonos a la información de época, parece evidente que su actuación en el Samboiá – Tarrasa F. C., decisivo para el ascenso a Primera Categoría Catalana, fue algo más que desafortunada. Parcialísimo, despectivo en algunos lances, torpe y lento, tuvo mucho que ver en la victoria de los egarenses por 0-1. El triunfo hubiese brindado al Samboiá -esa era entonces su grafía- la alegría del ascenso. Y claro, cuando después de varios dislates gruesos el Sr. Planell pitó injustamente penalti contra los de casa, se produjo la invasión de campo. Planell pudo encerrarse en el vestuario y allí permaneció, custodiado por la fuerza pública, que durante casi dos horas tuvo serias dificultades para contener tanto ánimo exaltado. Al rato, esa misma fuerza pública lo acompañó hacia la estación ferroviaria, que ni siquiera lograron alcanzar. Se habían formado piquetes y uno de ellos, al avistar la comitiva, dio aviso. Perseguidos por un buen puñado de hinchas vengativos, guardias y árbitro tuvieron que refugiares en un pinar hasta que cayera la noche. Entonces, sólo cuando la oscuridad los volvió invisibles, pudieron alcanzar la estación de Gavá.

La experiencia debió ser tan traumática que el Sr. Planell, a quien popularmente se conocía como «L´Espardenyer», no volvería a arbitrar jamás.

A Planell, o «L´Espardenyer», le faltó pragmatismo. Para entonces muchos compañeros de silbato habían descubierto que en su actividad lo importante era pasar desapercibidos. Incluso si se liaba la marimorena. ¿Qué otra cosa, si no, hizo el colegiado del Samboiá – Manresa correspondiente al torneo regional 1923-24?. La crónica de «El Mundo Deportivo» evita cualquier comentario:

Apenas habían transcurrido 15 minutos del segundo tiempo cuando se liaron a puñetazos dos jugadores, siendo separados por sus compañeros y, cuando la cosa parecía resuelta, saltó al campo uno del público agrediendo al jugador del Samboiá y ¡aquí fue Troya! pues al corresponder el agredido en la misma forma, provocó una invasión del terreno y sesión de pugilato entre ambos grupos. Este bochornoso espectáculo no tuvo otra consecuencia que una soberana paliza propinada al promotor del incidente.

¿Dónde estaba el árbitro?.

Pues seguramente en el mismo sitio que quien fuera designado para dirigir el Samboiá – Vilafranca de 1931-32. En el limbo.

Aquella vez, el defensa samboyano Puig tuvo un rifirrafe con el atacante a quien marcaba. Puig debió insultarle y su adversario respondió con perfecto crochet. El público, que como puede apreciarse, era en Sant Boi bastante más que de rompe y rasga, saltó al campo e inició la persecución del agresor, quien no vio otra salida que refugiarse en una casa próxima.

Con el tiempo, sin embargo, los árbitros aprendieron algo más que a contemporizar. Lo acreditaría con creces el trencilla de un Camarles – Samboyano la campaña 1966-67. Los locales ganaban 1-0 cuando en el último minuto señaló penalti contra los anfitriones. Aunque marcó el Samboyano, ese árbitro decretó la nulidad del gol. Hubo reclamaciones, claro, y solicitud de explicación por parte del delegado visitante, a quien el colegiado aseguró que si bien había anulado el tanto, lo hizo evitando males mayores, ante la creciente agresividad del público; pero que se tranquilizara, porque él iba a consignar en su acta un empate a uno.

Aquel hombre debía tener fe ciega en ser ascendido de categoría y no volver a pisar, ni como espectador, el campo del Camarles. Más o menos lo mismo que otro modesto del silbato un par de años antes, en abril de 1964, cuando estableció el récord universal de prolongación sobre el tiempo reglamentario, con nada menos que 32 minutos de pitanza.

Sucedió en Cocentaina (Alicante), con ocasión del choque Contestano – Benicarló, correspondiente a la 1ª Categoría Regional levantina. Los forasteros vencían por 2-3 cuando el Sr. Mora, humilde colegiado de aquella tarde, no se atrevió a pitar el final a causa de las amenazas vertidas por los futbolistas anfitriones, antes y durante el choque, según declaró en su informe a la Federación Regional. «Tenemos que ganar», le conminaban. «Ya puedes apañártelas, si es que quieres seguir vivo». Pero los chicos del Contestano andaban bastante mejor de lengua que de fundamentos balompédicos, puesto que ni con el favor arbitral conseguían la victoria. Sólo cuando los jugadores del C. D. Benicarló comprendieron de qué iba el asunto y dieron facilidades, los alicantinos lograron adelantarse en el marcador y Mora pudo poner fin al sufrimiento. Como es lógico, el delegado visitante cursaría la correspondiente reclamación apenas hubo llegado a las oficinas del club, por si la denuncia arbitral resultara insuficiente. El miércoles, reunido de urgencia el Comité de la Federación Regional, acordó «dar por válida la victoria del Benicarló 2-3, resultado imperante cuando el encuentro cumplió su tiempo reglamentario».

Treinta y dos minutos de esfuerzo inútil, como no fuere para ver el nombre del club en toda la prensa nacional, rebozado de oprobio.

A otros árbitros, en cambio, se les iba la mano contemporizando, hasta organizar escándalos mayúsculos. Y para escándalo de manual, el vivido en un Huesca – Tortosa de la campaña 1949-50, correspondiente a la liguilla de ascensor a 2ª División.

Tras clasificarse subcampeones en su grupo de 3ª, los tortosinos encaraban con entusiasmo sus posibilidades de ascenso a la división de plata, hasta topar el 4 de junio de 1950 con el colegiado Sr. Echave. Este personaje venía de una severa purga por acuerdo fechado del 7 de febrero de 1950, cuya nota a los medios de difusión rezaba así: «La Federación Española de Fútbol comunica la inhabilitación del árbitro Sr. Echave, del Colegio Guipuzcoano, por su falta de autoridad y lenidad en la represión del juego violento durante el partido Madrid – Valencia, lo que se comunica al Comité Central de Árbitros para su baja definitiva». Pues bien, luego de tres meses en chiqueros, el Sr. Echave volvía a uniformarse de negro zaíno, reservando para dicha ocasión un cuidadísimo repertorio.

El filo de los primeros 45 minutos, el marcador registraba empate a uno. En dos minutos de prolongación, puesto que continuó jugándose hasta cumplido el minuto 47, el C. D. Tortosa anotó dos goles más. Aunque la primera mitad se hubiera desarrollado sin incidentes, la retirada a vestuarios resultó un tanto complicada. El árbitro hacía cosas raras, no parecía muy normal. En vista de ello, algún directivo oscense perteneció le visitase un médico durante el descanso, no ya con idea de aplicarle el estetoscopio, sino más bien para verificar un posible etilismo. Lejos de arredrarse, Echave dio un paso al frente, según la crónica del «Diario Español»: «Señores, esto se me pasa en un cuarto de hora. Expulso a medio equipo del Tortosa y verán como gana el partido el Huesca».

Al menos aquel colegiado era hombre de palabra, puesto que en la primera jugada expulsó a Casiano, siguiéndole Pahuet en la segunda. Como con tanta expulsión continuada hubiera podido atribuírsele falta de recursos, acto seguido pitó un penalti a favor del Huesca, expulsando, además, al tortosino Toha, y advirtiendo a su compañero Capilla: «La próxima te toca a ti». Indignados, los 8 jugadores del Tortosa aún sobre el césped decidieron retirarse, siendo ovacionados desde el graderío por la afición adversaria. Sólo gracias a la mediación de su entrenador y a las súplicas de los directivos desplazados, conscientes de pechar con severas sanciones si el conato de retirada desembocaba en abandono, los rojiblancos se avinieron a continuar el partido, que en adelante transformarían en charlotada: ni una sola patada, ni la más leve disputa del cuero, carreras las justas y pasividad extrema. Al final otros 9 goles del Huesca, cuyos jugadores «de proponérselo hubiesen podido marcar 18 ó 20, o sea tantos como el tiempo hubiera permitido», al decir del citado periódico. Un 10-3 para la posteridad.

La «Hoja Oficial del Lunes» de Zaragoza coincidía al cien por cien: «Cualquiera que no haya presenciado este partido creerá que ha dejado contenta a la afición oscense y se equivoca totalmente. El espectáculo de esta tarde lo detestamos vencedores y vencidos. El culpable de lo ocurrido, el árbitro Sr. Echave, que en mala hora lo rehabilitaron después de una larga temporada de inactividad por deficiente actuación en Chamarreen. ¿Qué habrán hecho Tortosa y Huesca para probar si el Sr. Echave puede seguir siendo árbitro?».

Ni los golazos que solía marcar el recientemente fallecido José Otero (en la imagen uno del Campeonato 1948-49) hubiesen servido de nada aquella tarde en Huesca. Los muchachos del C. D. Tortosa luchaban contra un elemento muy concreto, vestido de negro.

Ni los golazos que solía marcar el recientemente fallecido José Otero (en la imagen uno del Campeonato 1948-49) hubiesen servido de nada aquella tarde en Huesca. Los muchachos del C. D. Tortosa luchaban contra un elemento muy concreto, vestido de negro.

Ninguno de los dos contendientes pudo lograr el ascenso, y ha de añadirse que ni aún contando con aquellos dos puntos hubiera visto el Tortosa abiertas las puertas de 2ª. El trencilla Echave, a saber si durante sus tres meses de inhabilitación o mientras se curtía por campos de la Regional guipuzcoana, había aprendido algo fundamental: el peligro estaba en que perdieran los de casa. Ahorraría lo suyo en pomadas y bálsamo, pero deportiva y federativamente acabó rodando sin puntilla.

No menos sonoro fue otro «affaire» en la por entonces paradisíaca Mallorca.

El 4 de diciembre de 1951, durante la disputa del Atlético Baleares – Alcoyano, correspondiente al Campeonato de 2ª División, también se organizó buena. Con 2-0 a favor del conjunto balear, el árbitro, Sr. Saz, sancionó un penalti muy dudoso en el área local. Poco después, los insulares Álvarez y Miguelín serían derribados clamorosamente ante el marco alcoyano, sin que el trencilla se diese por enterado. Cuando el Alcoyano obtuvo el empate tras haber hecho falta al guardameta Calpe, se lió. El delantero Jaime Brondo, hombre de genio vivo, arrolló al colegiado con los puños por delante, hasta hacerle besar el césped. Expulsado, como es lógico, la ducha no pareció enfriarle, puesto que según el diario «Baleares» «Acabado el partido y vestidos los jugadores en ropa de calle, Brondo intentó agredirle». La crónica no reflejaba, quizás porque su autor era hermano del pretendido agresor, que Jaime Brondo se había pertrechado en los vestuarios con un martillo, y que visto el cariz de los acontecimientos, el trencilla optó por refugiarse en la caseta. Al ir aumentando el número de congregados, temiéndose algo muy serio, el directivo Ramón Dot apeló al ingenio. Obtuvo un traje de mujer, vistieron con él al de negro y lo introdujeron en un coche. El Comité de Competición habría de recetar a Brondo un año de suspensión, al tiempo que felicitaba a la directiva «por su decidida y adecuada actuación en el partido del pasado domingo». El punto, empero, voló hacia El Collao, y los baleáricos se quedaron sin el concurso de un hombre fundamental durante nada menos que doce meses.

Terrible en verdad.

Tan terrible como la actuación en Rentería de José González Echeverría, al que en su época de defensa derecho -jugó con el Vasconia de San Sebastián y Osasuna de Pamplona, en este último las temporadas 1939-40 y 1940-41- lo apodaron precisamente así, «Terrible», por la agresividad de sus entradas y el peligro que para la integridad de cada adversario se derivaba de su sola presencia. Tras colgar las botas fue famoso árbitro de fútbol, aunque tampoco logró librarse del escándalo. Durante mucho tiempo serían recordadas sus provocaciones en Rentería, donde protagonizó un esperpéntico arbitraje entre el C.E.S. y el Touring, saldado con 5 expulsiones en el Touring renteriano y 2 en el C.E.S. Éste, por lo tanto, acabó con 9 futbolistas sobre el campo y los de Rentería con 6; en el marcador, un doloroso 0-2, siendo concedido el segundo tanto en flagrante fuera de juego. Pese a inicios tan poco halagüeños, alcanzó la máxima categoría de nuestro fútbol e incluso el internacionalato. En Rentería unos ripios se encargaron de que la afrenta no fuera olvidada tan fácilmente:

El Colegio de Árbitros Guipuzcoano

tiene en su seno a una calamidad

dicen que Terrible tiene de apodo y claro que es terrible de verdad.

¡Qué vergüenza y qué rabia nos da

que mantenga la Federación

colegiados tunantes como ése, por eso el Touring tuvo su sanción!.

Lo que no pudo el Beasáin en Sempere

Y menos el Añorga en Michelín

Lo pudo el señor Terrible en Larzábal

Aunque estuvo a punto de sucumbir.

¡Qué vergüenza y qué rabia nos da…!

Lo de utilizar la poesía como altavoz para la descalificación, no sólo respondía a ocurrencias de guipuzcoanos. También lo hicieron junto al delta del Ebro, en Tortosa, la temporada 1957-58.

El 1 de noviembre de 1957, mientras los locales se enfrentaban al Olot, se produjo una monumental tangana tras la incomprensible anulación de un gol. Queriendo proteger al árbitro, Sr. Pérez Moreno, el propio comisario de policía, D. Federico Sánchez, saltó al campo y hasta recibió la agresión del trencilla, para quien a primer golpe de vista no debió ser sino otro presunto atacante.

La cosa acabó con disculpas del colegiado ante el señor comisario, la dimisión de todos los directivos tortosinos, con su presidente a la cabeza, y cierre del campo para los siguientes cuatro partidos que los blanquirrojos hubieron de disputar como locales en la vecina Amposta. Pero sobre todo, aquellos hechos han quedado para la historia gracias al ingenio de Juan de Cadup, quien desde la «Voz del Bajo Ebro» y por aquello de representarse el Tenorio justo el día de Todos los Santos, cuando tuvieron lugar los incidentes, pergeñó unas estrofas que empezaban así:

¡Cuán gritan esos malditos!

más mi menda no perdona

y en llegando a Barcelona

¡pagarán caros sus gritos!

El Sr. Pérez Merino

fue el Tenorio y fue el maldito

porque confundió su pito

con el pito del sereno

Yo al Comisario agredí

yo un gol bien claro anulé

y en Tortosa, al fin, dejé

memoria amarga de mí

Quién sabe si para equilibrar los desmanes del Sr. Echave en Huesca, Tortosa, localidad reflejada en la imagen, se levantó en  armas contra Pérez Moreno. La “broma” ni mucho menos les salió barata.

Quién sabe si para equilibrar los desmanes del Sr. Echave en Huesca, Tortosa, localidad reflejada en la imagen, se levantó en armas contra Pérez Moreno. La “broma” ni mucho menos les salió barata.

Nadie piense que estas cosas sucedían por dejación federativa, puesto que pocas veces les temblaba la mano a la hora de arrear. En La Cava, localidad próxima a Tortosa y Amposta, tuvieron ocasión de comprobarlo precisamente aquella misma campaña, la del árbitro agresor convertido en Tenorio de pacotilla muy a su pesar. Porque tras los incidentes acaecidos el 11 de abril de 1958, durante la disputa de un La Cava – San Andrés en el campo de La Mingola, los directivos cavenses, como protesta ante la dura y a su entender injustificada sanción recetada, decidieron no desplazar al equipo hasta Villafranca del Penedés, donde debían jugar la siguiente jornada. Al verse en tal actitud un pulso intolerable, desde Barcelona optaron por eliminarlos de la tabla. O más exactamente, para mayor mortificación, por borrar todas y cada una de sus actuaciones, manteniendo a La Cava en el puesto 22 de su grupo VI, en 3ª, con 0 partidos jugados, 0 victorias, 0 empates, 0 derrotas, y naturalmente 0 puntos, con descenso sin paliativos a Regional.

Por cuanto respecta a lo individual, el defensa albacetense Manuel Salas López, todo un mito en la entidad manchega, gracias a sus 15 campañas defendiendo aquella camiseta desde el arranque de los 50 hasta mediados de los 60, también recibió una señora purga a raíz de los penosos incidentes acaecidos durante la disputa de un partido de promoción a 2ª División, contra el Recreativo de Huelva, en los estertores de la siguiente temporada. Nada menos que 24 partidos de suspensión. Tres cuartos de la campaña 1959-60 en blanco, para meditar sobre sus excesos físicos y verbales. Y no fue el único en sentir la dura vara del Comité de Competición.

Ya en los 60, decenio con demostrable multiplicación de panes y peces, de tenue apertura a Europa y adiós definitivo a la autarquía, de abrazo al turismo y las primeras «suecas» de Amberes, Liverpool, el Devonshire o la banlieu parisina, no puede decirse que cambiáramos mucho en lo tocante al balón redondo. Como se aseguraba entonces, ciertas cosas obedecían a poderosas razones de raza.

Así parecieron entenderlo en Sant Boi. O para ser escrupulosos con la nomenclatura de época, en san Baudilio de Llobregat.

El último partido que el Samboyano -hoy Santobiá- disputó en casa la campaña 1960-61, ante el «Nastic» de Tarragona, fue también la primera y hasta hoy única oportunidad en que los seguidores de tan modesta entidad veían al club de sus amores impreso en el boleto quinielístico. Y es que al no disputarse partidos de 1ª, el Patronato tuvo que echar mano a varios choques de 2ª División y hasta alguno de 3ª. Los de Sant Boi dilucidaban en el embite sus escasas posibilidades de mantener la categoría y, consecuentemente, todo el pueblo empujaba a su manera. Lástima que el Sr. Paredes, árbitro designado, no supiese estar a la altura. «Su actuación fue sencillamente calamitosa», juzgó la prensa. «Él solito encendió los ánimos de la afición». El caso es que un espectador fue detenido cuando estaba a punto de sacramentar al del silbato con un pedrusco de kilo y medio, y a falta de 23 minutos para la conclusión, imperando un 1-1, Paredes quiso redondear el desastre señalando un penalti contra el Samboyano que nadie vio ni por aproximación. Fue el acabóse, puesto que el propio delegado de campo saltó al césped, echó a correr en diagonal hacia el área, se apoderó del esférico, situado ya sobre el punto fatídico, y dijo que la pena no se lanzaba con un balón del club, que ya estaba bien la broma. Paredes, claro está, tuvo que suspender el partido en medio de una bronca monumental, de la que poco a poco fue haciéndose eco hasta el vecindario que no había visto el partido. La huida de aquel árbitro en su coche tuvo mucho de dantesca, no en vano desde los balcones, en el barrio de la Muntanyeta, le lanzaban macetas, desperdicios y objetos diversos. Para colmo, ni siquiera la Federación estaría inspirada, al ordenar la disputa de esos 23 minutos restantes a puerta cerrada, con protección policial, sí, pero en el propio campo de Sant Boi. Como dicho terreno se hallaba rodeado de taludes, casas con fachada al mismo y hasta un túmulo o ligera montaña, los samboyanos se congregaron en masa, no sólo en defensa de sus colores, sino porque siempre salen a cuenta los espectáculos de gorra. El «Nastic» marcó su pena máxima y luego quiso mantener el 1-2 encerrándose, lo que facilitó el dominio arrollador de los locales. Por su parte el colegiado Paredes, quién sabe si vengativo o víctima de su propia mediocridad, volvió a dar la nota no queriendo saber nada de un penalti clamoroso en el área tarraconense.

Los de Sant Boi no sólo perdieron el partido, sino que bajaron a categoría Regional y durante algún tiempo se sintieron señalados desde la Federación Catalana y el colectivo arbitral. Quien esto leyere colegirá que no faltaban motivos, si bien los sucesos más graves de 3ª División aquella temporada tuvieron lugar en Gavá, el 12 de febrero, al finalizar un partido ante el Hospitalet.

Con 2-3 en el tanteador, la afición, enfadada, derribó el portón del vestuario y mientras el trencilla se duchaba lo dejaron sin ropa de calle. Puesto que no podía salir como Dios lo trajo al mundo, el club hubo de prestarle un chandal. Casi peor el remedio que la enfermedad, puesto que cuando los enojados forofos del Gavá vieron al enemigo luciendo el escudo de sus amores en el pecho, lo tomaron a la tremenda. ¿Qué era aquello?. ¿Una provocación?. Los más lanzados se dirigieron a por él, amenazando con lincharlo, en tanto los gregarios de siempre engrosaban la algarada. Hubo de ser la benemérita quien, disparando varias ráfagas al aire con sus armas reglamentarias, disolviese a la multitud.

Varios meses antes, Patrice Lumumba y sus partidarios, con el apoyo de la URSS, volvieron del revés al antiguo Congo Belga. Y puesto que la España oficial no quería ni imaginarse al virus comunista prendiendo en África, nuestros medios de difusión se hicieron eco, con todo lujo de detalles, de mil barbaries escenificadas en la disidente región de Katanga, fuesen causados dichos desmanes por las fuerzas de Lumumba, mercenarios belgas o agentes de la CIA. El caso es que sin duda influido por ese ambiente, el redactor de «El Mundo Deportivo», al pergeñar su crónica del Gavá – Hospitalet, no tuvo el menor empacho en tildar literalmente de «congoleños» a los aficionados gavanenses.

Por no salir de Cataluña, dos años más tarde, el 13 de marzo de 1963, otro árbitro quiso eludir problemas favoreciendo sin pudores a la U. D. San Martín, hoy Martinenc F.C. Los barceloneses iban mal clasificados. Tanto como para ir pensando en el «goal-average» particular con sus más directos oponentes. Y en esas le tocó recibir  al C. D. Tortosa, que en el choque de ida se había impuesto por 5-1.

Bronca, lo que se dice bronca, no hubo. Pero escándalo sí. Y de órdago. Con nada menos que 5 penaltis fue sancionado el Tortosa, todos ellos transformados, para redondear un sospechosísimo tanteador final de 8-3 favorable al San Martín. Cinco goles de diferencia, por lo tanto. Justo los que necesitaba para superar los cuatro en contra con que partía. El árbitro, claro, fue despedido entre ovaciones, como suele premiarse a los caseros. Aunque la prensa, al menos parte de ella, no tuvo empacho en reconocer que como mínimo tres de esos penaltis ni por lo más remoto se atrevería a señalarlos pitando fuera.

La U. D. San Martín, pese a todo, concluyó en el puesto 14 entre los 16 que conformaban el Grupo VII de 3ª. Descendían a Regional desde el duodécimo en adelante, así que le tocó purgar. Lástima.

Casi al mismo tiempo, la rivalidad existente entre las dos capitales extremeñas se tradujo en auténtica algarada durante un choque entre C. D. Cacereño y el ya desaparecido C. D. Badajoz. Juan Mª Ibarreche Ocerín, ariete vasco del Cacereño, futbolista de los de antes, corpulento, con muy buen remate de cabeza y sangre caliente, acabaría perdiendo los papeles. Sin poder contenerse, agredió primero al árbitro y luego a los jueces de línea, que lógicamente acudieron en auxilio de su compañero. La Federación, cansada de tanto desmán, quiso mostrarse ejemplar y lo sería, en efecto, imponiendo al delantero nada menos que 17 partidos de suspensión. Todo un desastre para el muchacho pues, al quedarle colgados varios partidos de sanción cara al siguiente ejercicio, no muchos clubes se atreverían a cargar con su ficha y no utilizarlo durante unos meses. Pero miren por dónde, la suerte acabaría aliándose con él en un repleto estadio Santiago Bernabeu, cuando el ferrolano Marcelino batió a «La Araña Negra» mediante colocado remate de testa a centro de Pereda. Ese gol suponía el triunfo ante los soviéticos en la final de una Eurocopa. Y como la FEF estaba muy poco acostumbrada a festejar títulos -ese, precisamente, inauguraba su palmarés de selecciones senior-, quiso que la alegría alcanzase a todos, incluidos los castigados.

Ibarreche pudo así, gracias a la amnistía decretada, iniciar el Campeonato 1964-65 goleando con el Cacereño. Veintiún tantos, nada menos, sumaría al final del mismo, justo uno menos que en 1960-61, cuando por primera vez se le viera castigar redes en Cáceres.

Ibarreche había disputado 3 campañas en 2ª División con la bilbaína Sociedad Deportiva Indauchu y otra con el Basconia de Basauri. Su facilidad goleadora sin duda debería haberle granjeado más presencia en el fútbol de plata. Mala suerte, quizás. Esos falsos regates que a veces el fútbol reserva a sus protagonistas. Un mal fario, en todo caso, del que pudo rescatarlo sin ser consciente de ello, el mejor rematador por alto de la época.

Los desmanes no sólo ocurrían en campos de arena o tierra prensada, por territorios perdidos donde el fútbol tiene algo de heroico. Mediados los 70, José María García, entonces voz deportiva de la Cadena SER, se hizo eco tras presenciar en directo un partido en El Molinón, de la angustia vivida por un linier cuando, desde el graderío, trataron de estrangularlo con el cordón de una bota de vino. Afortunadamente, Quini, José Manuel, y algún otro compañero de ese Sporting de película, se percataron a tiempo y pudieron evitarlo. Por esa época, recuérdese, los campos se enjaularon. O mejor dicho se enjauló a los espectadores, quienes a la postre sostenían el espectáculo.

Historias acreditativas de que no todo tiempo pasado fue mejor, en lo tocante al silbato. Algo, sin  embargo, no ha cambiado. La abnegación de tantos directivos modestos, el espíritu deportivo de muchos árbitros vocacionales y el buen entendimiento entre ambos estamentos, traducido por lo general en respeto, ayuda, y llegado el caso en sincero agradecimiento. Para sustentar la afirmación, pocos hechos tan claros como el acaecido en Durango, allá donde arrancaba este trabajo, una olvidada mañana del 16 de marzo de 1941.

El Amboto y los valles del Duranguesado. Este risueño marco sirvió de fondo a la arriesgada peripecia del árbitro vizcaíno Sr. Pardo.

El Amboto y los valles del Duranguesado. Este risueño marco sirvió de fondo a la arriesgada peripecia del árbitro vizcaíno Sr. Pardo.

Lo vivió en carne propia el Sr. Pardo, «reffery» de un Cultural – Galdácano. Entre los galdacaneses destacaba  Obispo, delantero centro clásico, chicarrón macizo, bronco, prototipo de ariete tanque, capaz de derribar cualquier muro. El clásico jugador al que fuera de casa suele pitársele falta en cada choque. Pero aquella mañana, cualquiera que fuesen las razones, el Sr. Pardo sólo vio malas artes en quienes pretendían impedirle el remate. Hasta cuatro jugadores culturalistas tomaron el camino del vestuario antes de tiempo. Concretamente y por este orden, Aguirre, Odriozola, Aranda y Lafuente. Los durangueses pretendían comérselo. No importaba tanto el resultado de su Cultural, sino que aquel individuo aprendiese con quién se las jugaba. Nada más señalarse el final, José María Larracoechea, directivo de los de monumento, arrastró al colegiado hasta el caserío del conserje, inmediato al campo. Allí pudo atrincherarlo mientras él corría hacia la carretera para detener al primer coche. Tras la Guerra Civil, apenas si existía tráfico por la Nacional San Sebastián – Bilbao. Transcurrieron los minutos, lentos y angustiosos. Por fin un vehículo a la vista, cuyo conductor hubo de pisar el freno al verlo gesticular en medio del asfalto. Imposible entenderse con él, puesto que sólo hablaba alemán. Aquella misma tarde, la selección española se enfrentaba en San Mamés a la de Portugal y el viajero de atrás, sin duda un alto militar del Tercer Reich, había cruzado la frontera para presenciar el espectáculo. Téngase en cuanta que entonces Francia estaba ocupada por las tropas de Hitler y no pocos militares engalonados pasaban con alguna regularidad a la «amiga» España, ansiosos de enfrascarse en alegres francachelas. Así que otra vez a esperar. Cuando llegó el segundo coche ya pudo volver al caserío, salir con el árbitro, Sr. Pardo, por una ventana de la parte trasera, y correr hasta el vehículo como alma que llevase el diablo. Sin tiempo para despedidas, el comprensivo conductor embragó hacia Bilbao, ha de suponerse que bastante asustado.

– Lo que has hecho está muy feo -censuró al bueno de Larracoechea su amigo Pablo Sanroma, furibundo seguidor culturalista-. El sinvergüenza ese necesitaba una lección nuestra.

Parte de los convecinos, aquellos que pese a correr campo a través llegaron demasiado tarde a la carretera, asentían de palabra o con la cabeza.

Por la tarde, José María Larracoechea, dispuesto a no perderse el debut como internacional de Isaac Oceja, se desplazó a Bilbao. E iba a entrar en San Mamés cuando alguien, una masa desdibujada, se le abrazó a punto de deshacerse en lágrimas.

– Gracias, amigo -pudo escuchar al fin-. Si no es por ti, hoy la palmo.

Naturalmente, era el árbitro Pardo, a quien la Federación Vizcaína tuvo la delicadeza de remitir la correspondiente invitación para el choque, resuelto a favor de España por un incontestable 5-1.

Parece claro: con respecto al arbitraje, no todo tiempo pasado fue mejor.

Aunque algunas cosas tampoco es que hayan cambiado tanto.




Congreso FIFA 1906 (III)

Congreso de la FIFA

3 y 4 de junio de 1906 en Berna

Acta

Sesión del 3 de junio

La sesión se abre a las 9 horas de la mañana, bajo la presidencia del Sr. Victor E . Schneider, delegado de Suiza y vicepresidente de la FIFA, en ausencia del presidente.

Están presentes los Sres.:

D .B . Woolfall, F .J .Wall y H. Walker, representantes de la Football Association Ltd. de Inglaterra.

E.L . Holland y V. E . Schneider, Asociación Suiza de Fútbol

A. Espir, Union des Sociétés françaises de sports athlétique

C .A . W .Hirschman, Nederlandsche Voetbal Bond

R. Hefner, Deutscher Fussball Bund

Horacek Miloslaw y Max Egon Raym, Bohemian Football Association

Rag . Luigi Bosisio, Federazione Italiana del Football

Los Sres. L .Mühlinghaus (Union Belge des Stes de Sports Athlétiques) y el Sr. Sylow (Dinamarca) se excusan por correspondencia, igual que España, que otorga poder al Sr. V .E . Schneider .

El Sr. Schneider da la bienvenida a los delegados extranjeros y se felicita de verlos reunidos en número tan elevado. Hace la exposición sobre la situación de la Federación y en particular del Boletín Oficial.

1. Aprobación de las actas

Las actas del Congreso de 1905 se aprueban sin ninguna observacion.

2. Cuestión sobre el Boletín Oficial

El Sr. Hefner propone la supresión del Boletín Oficial y que se reemplace por circulares.

Los Sres. Bosisio y Espir proponen reemplazarlo en parte por el boletín oficial de cada una de las Federaciones.

Los representantes de Inglaterra proponen que en vez de publicar un Boletín Oficial sería más preferible que la FIFA envíe sus comunicados a cada asociación y que estas las publiquen en su órgano oficial.

3.  Lengua oficial de la FIFA.

Los delegados de la Football Association proponen que una sola lengua sea oficial y solicitan al Congreso que aprueben que esta sea el francés. Así se aprueba por unanimidad.

4. Campeonato Internacional

El Sr. Woolfall declara que la FIFA todavía no tiene bases suficientemente estables, que no existe la seguridad de que en cada país existe una federación que organice el fútbol; en definitiva, que para crear un campeonato internacional hay que estar seguro de que todas las asociaciones juegan con las mismas reglas.

El Sr. M . Hefner cree que dada la larga duración de los campeonatos nacionales es muy difícil organizar un campeonato internacional.

El Sr. Schneider pide al Comité que en el próximo Congreso se someta a votación un proyecto de reglamento. Se aprueba.

5. Unificación de las reglas del fútbol

En cuanto a las reglas del fútbol, que es necesario unificar, el Sr. Woolfall propone las reglas inglesas. El Sr. Schneider pide que las asociaciones se pongan inmediatamente a adoptar las reglas inglesas. Los delegados de la FA Ltd. Se ofrecen para enviar a las distintas asociaciones durante este mes de junio los reglamentos puestos al día de la asociación inglesa.

El Sr. Espir destaca que ciertos países como Francia adoptan desde su publicación todas las nuevas reglas o modificaciones de la FA Ltd., pero que para otros países puede resultar arbitrario cambiar de un día al otro los reglamentos. En consecuencia lo que importa es que la Federación Internacional invite a las otras asociaciones a adoptar las reglas inglesas que serán las únicas válidas en los partidos internacionales.

Formula la proposición siguiente:

« El Congreso de la FIFA, reunido en Berna el 3 de junio de 1906, reconociendo que las diferentes asociaciones deben jugar según las reglas únicas del juego de la FA, invita a todas las asociaciones que practican este deporte a adoptar las reglas de la FA Ltd., que los delegados de la FA se ofrecen a enviar a las diferentes asociaciones»

Esta proposición es aceptada por unanimidad, con agradecimientos para los delegados de la FA Ltd.

6 . La Federación Internacional solo reconoce a las asociaciones que rijan ellas solas el fútbol en su país.

El Sr. Woolfall propone que las diversas asociaciones sometan su estatus a la FIFA para que esta se asegure de que es la única federación de fútbol del país. Se adopta.

7. Petición de la Asociación Checa.

La Asociación Checa somete al Congreso una petición en virtud de la cual pide ser admitida en la FIFA. La definición de la palabra « país » inscrita en los estatutos de la Federación se pone en discusión.

El Sr. Schneider propone hacer una excepción a favor de la Asociación Checa.

El Sr. Holland declara que desde su punto de vista solo se puede reconocer una asociación en Austria. Los delegados de Inglaterra tienen la opinión de reconocer tres: Austria, Hungría y Bohemia.

El Sr. Bosision propone que estas tres asociaciones se reunan en una asociación única, pero que la presidencia y la residencia cambie cada año por turnos.

El Sr. Hirschman propone aceptar por un año a las tres asociaciones. Se aprueba esta proposición.

Los delegados ingleses proponen no reconocer a los españoles hasta que no tengan el estatus de una asociación. El Comité se encarga de hacer lo necesario en este sentido.

Preguntan cuál es la situación de la USFSA en relación con sus federaciones profesionales. El Sr. Espir expone la situación de la USFSA. El Congreso, tras la petición de los representantes de la Football Association, ruegan a la USFSA que aporte al Comité los documentos que prueben que es la única que rige el fútbol en Francia. El delegado de Francia declara que la situación está claramente establecida según el tratado entre la USFSA y la Fédération des Sociétés athlétiques professionnelles de Francia.

8. Definición de partidos internacionales.

Partido internacional es únicamente el partido que juega el equipo representativo de un país contra el de otro. El resto de partidos serán considerados únicamente como partidos inter-club.

9. Comisión de estudios

El Sr. Walker propone nombrar una comisión para estudiar las cuestiones principales y proporcionar reglas estables a la Federación Internacional. El Congreso aprueba esta moción, y sobre la proposición del Sr. Walker, nombre como miembros de esta comisión a los Sres. Woolfall, Hefner, Hirchman y Schneider.

El Congreso da plenos poderes a esta comisión. El reglamento que elabore esta comisión entrará en vigor desde su publicación.

10. Nacionalidad

Sobre la cuestión, presentada por el Sr. Walker de las condiciones de nacionalidad exigible para los partidos internacionales, el Comité decide que la nacionalidad será definida según las leyes de cada país.

Se suspende la sesión a las 12:30.

Se reanuda a las 14 :30. El Sr. Enderli, presidente de la Asociación Suiza de Fútbol, asiste a la sesión.

11. Elección del Comité 1906-07

Se eligen por unanimidad los siguientes señores:

Presidente: Sr. Woolfall, FA . Ltd .

Vicepresidente primero : Sr. V .E . Schneider, A .S .P .

Vicepresidente segundo : Sr. A.Espir, U .S .F .S .À .

Secretario-tesorero : Sr. C .A .W . Hirablman, N .V .B .

Secretario adjunto : Sr. Boxhammer, D .F .B .

12. Proposiciones individuales

A. Proposiciones de Alemania, defendidas por el Sr. Hefner:

1. La disminución o supresión del plazo de 15 días obligatorios previstos en los estatutos para pedir la autorización de jugar partidos internacionales. Esta proposición se reenvía a la comisión de estudio.

2. Cada asociación dará a las federaciones vecinas la lista de los clubs y les informará de las expulsiones y descalificaciones. Se reenvía a la comisión.

3. El Comité de la FIFA será informado inmediatamente de la descalificación de un club de una asociación. Reenviado a la comisión.

4. La descalificación de una asociación solo podrá tener lugar por acuerdo de todas las otras y por una duración que no podrá ser superior a 4 semanas. Reenviado a la comisión.

5. Publicacion de las decisiones en el Boletín Oficial. Reenviado a la comisión.

6. En el futuro, reunión del próximo Congreso entre las fiestas de Semana Santa y de Pentecostés, y nunca más tarde de 8 días antes de esta fiesta. Esta propuesta se decide inmediatamente. Cada Congreso decidirá la fecha y lugar del siguiente Congreso.

Bajo propuesta del Sr. Hirschman se decide que el próximo Congreso tendrá lugar en Holanda, en Pentecostés. Se aprueba por unanimidad.

Se levanta la sesión a las 5 de la tarde.

Sesión del 4 de junio

Se abre la sesión a las 9:00 horas.

Se presentan los mismos delegados que el día anterior.

B. Proposiciones y preguntas de Inglaterra

1 . Partidos internacionales.

El Sr. Woolfall pide que se hable sobre los partidos internacionales y los países continentales. Por ahora no hay opinión, pero él estará contento de escuchar las opiniones de las naciones representadas y hará un informe para la Football Association. En su opinión solo pueden celebrarse dos partidos internacionales cada año entre el equipo inglés y el continente. El Congreso da la lista de los partidos internacionales ya establecidos para la temporada que viene.

Son los siguientes: Francia-Suiza, Bélgica-Holanda (y vuelta), Francia-Bélgica, Bohemia-Hungría (y vuelta).

Se adopta la proposición siguiente del Sr. Holland : cada Congreso fijará las fechas de los partidos internacionales para la temporada siguiente.

Inglaterra declara que eligirá a sus contrarios únicamente entre las naciones representadas en el Congreso.

2. Giras

El Sr. Wollfall declara que para el futuro las giras solo se harán si los clubs obtienen el permiso de sus asociaciones. Algunos delegados destacan que en el artículo 6 de los estatutos de la FIFA se prevé este caso.

El Sr. Woolfall declara que numerosos equipos ingleses han jugado en el continente, y que estos equipos eran la agrupación momentanea de jugadores reclutados para la circunstancia.

El Congreso confirma el artículo 6 de los estatutos.

3. Giras individuales

Bajo petición del Sr. Woolfal el Congreso prohíbe formalmente toda gira o partido emprendido por un jugador con un fin especulativo lucrativo.

13. Cuestiones financieras

El Sr. Schneider informa al Congreso que el secretario-tesorero no tiene las cuentas al día. Propone establecer y hacer verificar la situación financiera y enviar el informe a las diferentes federaciones.

Los representantes de Inglaterra piden que el presidente y el secretario-tesorero se encarguen de esta tarea, para la cual ofrecen el apoyo de la FA Ltd. en caso necesario. Esta proposición de la FA Ltd. es aceptado.

Terminado el orden del día se decide que las actas de las sesiones del Congreso las redacte el vicepresiente y a su costa se imprima y se envíe a las diferentes asociaciones.

El Sr. Schneider, antes de levantar la sesión, agradece a los delegados de haber sido tan numerosos y de haber hecho un viaje tan cansado para colaborar con los trabajos del Congreso y se felicita del acuerdo unánime que siempre rige en las discusiones sobre las numerosas cuestiones planteadas. Plantea su deseo para que el nuevo Comité vea a la Federación crecer y prosperar.

Los delegados de las diferentes asociaciones toman sucesivamente la palabra y agradecen a la Asociación Suiza de Fútbol por su excelente acogida y particularmente a su delegado el Sr. Schneider por la manera perfecta de preparar y dirigir los trabajos del Congreso.

Se levanta la sesión a las 11 de la mañana.

Los vicepresidentes, V .E . Schneider y B . Espir




IV Copa de Europa 1958/59: Real Madrid CF

Participantes:

Hasta casi última hora estvuo pendiente la presencia del Manchester United en la IV Copa de Europa. La UEFA, de manera extraordinaria, había invitado al equipo de Old Trafford tras la catástrofe aérea que tanto había conmocionado al mundo futbolístico. Al final Inglaterra contó con un único representante, su campeón de liga, el Wolverhampton Wanderers.

Participó por primera vez el campeón de Finlandia. Turquía, que en la edición anterior no tuvo representante, en esta ocasión contó con el Beşiktaş SK de Estambul. Curiosamente su emparejamiento con el campeón griego, el PAE Olympiakos provocó la retirada de este por las tensiones entre ambos países por su intervención en la isla, entonces británica, de Chipre.

PARTICIPANTES EN LA IV EDICIÓN (número de participaciones incluida la presente temporada)

FC Schalke 04 (Alemania Occidental)
SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental)
Wiener Sport Club (Austria)
R Standard CL (Bélgica)
CDNA Sofia (Bulgaria)
VTJ Dukla Praha (Checoslovaquia)
KB København (Dinamarca)
Heart of Midlothian FC (Escocia)
Real Madrid CF (España)
Club Atlético de Madrid (España)
HPS Helsinki (Finlandia)
Stade de Reims (Francia)
PAE Olympiakos (Grecia) retirado
DOS Utrecht (Holanda)
MTK Budapest (Hungría)
Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra)
Drumcondra FC Dublin (Irlanda)
Ards FC Newtonards (Irlanda del Norte)
Juventus FC Torino (Italia)
AS Jeunesse d’Esch sur Alzette (Luxemburgo)
SK Polonia Byotm (Polonia)
Sporting CP Lisboa (Portugal)
Petrolul Ploieşti (Rumanía)
IFK Göteborg (Suecia)
BSC Young Boys Bern (Suiza)
Beşiktaş SK İstanbul (Turquía)
NK Dinamo Zagreb (Yugoslavia)

Estos fueron los campeones de liga de países en ese momento miembros de la UEFA de la temporada 1957* o 1957/58 que no participaron en la IV Copa de Europa: Partizani Tirana (Albania*), ÍA Akranes (Islandia*), Viking IL Stavanger (Noruega) y Dinamo Moskva (Unión Soviética).

Desarrollo:

La competición tuvo un desarrollo similar al de la edición anterior. Siendo finalmente 27 el número de participantes hubo una eliminatoria previa de la que saldrían 11 equipos para unirse con los cuatro exentos por sorteo más el vigente campeón, Real Madrid CF para jugar los octavos de final. Volvió a participar el segundo clasificado de la liga española, el Club Atlético de Madrid, que llegaría a protagonizar unas semifinales con su eterno rival muy igualadas.

En el caso de empate en el global de una eliminatoria se tenía que jugar un partido de desempate en un terreno neutral acordado por los dos rivales.

Eliminatoria previa> Club Atlético Madrid: Drumcondra FC Dublin (Irlanda)

Se presentaba el Atlético Madrid en la máxima competición europea ante un rival muy inferior. Los rojiblancos había reunido una de las delanteras más potentes de la competición al contar con el campeón del mundo Vavá, junto a sus dos internacionales Peiró y Collar, a los que se les unía procedente del RC Deportivo, el afro-portugués Jorge Mendonça. En la presentación ante su público dieron un buen espectáculo derrotando al FC Porto, aunque, en el primer partido de liga, tuvieron muchos apuros ante un muy bien ordenado Real Oviedo.

Partido de ida:

Resultados previos:

Club Atlético de Madrid:

31/08/1958    Amistoso           Atlético Madrid – Levante UD                                  1-1

07/09/1958    Amistoso           Atlético Madrid – FC Porto                                      3-0

14/09/1958    Liga Jornada 1   Atlético Madrid – Real Oviedo                                  2-0

Drumcondra FC Dublin:

31/08/1958    Shield Cup         Drumcondra FC – Evergreen Utd                             3-1

07/09/1958    Shield Cup         Drumcondra FC – Sligo Rovers                               6-0

14/09/1958    Shield Cup         Shamrock Rovers – Drumcondra FC                        3-1

Los irlandeses llegaron a Madrid sin levantar ninguna expectación. De hecho, sus jugadores, mejor dicho, el equipo y el club entero, eran totalmente desconocidos para el público español. El entrenador rojiblanco anunció que iba a repetir la alineación del domingo anterior, la que había derrotado al Real Oviedo en Liga.

copaeuropa012

17 de septiembre de 1958

Madrid, Estadio Metropolitano, 50000 espectadores.

Árbitro : Julio Campanati (Italia).

Club Atlético de Madrid, 8 ; Drumcondra FC Dublin, 0.

Goles: 1-0 (2′) Peiró. 2-0 (6′) Vavá. 3-0 (51′) Peiró. 4-0 (56′) Collar. 5-0 (61′) Vavá. 6-0 (63′) Mendonça. 7-0 (67′) Mendonça. 8-0 (76′) Collar.

Club Atlético de Madrid: Manuel Pazos; Santiago Orgaz «Verde«, Alberto Callejo, Alvarito Rodríguez; Antonio González «Chuzo«, Rafa Delgado; Miguel González, Jorge Mendonça, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

Drumcondra FC Dublin: Maurice M G Swan; Cristopher Fullam, Seán Smith, John Wade; John Campbell, Thomas Rowe; William Coleman, Brendan Healy, John C Lawlor, Michael White, Dermot Cross <entrenador: Lar O’Byrne>.

No necesitó el Atlético apretar dada la marcada diferencia entre ambos equipos. Los dos goles iniciales dieron paso a un anodino primer tiempo. Después, el monólogo de la segunda parte elevó el marcador hasta ocho, repartiéndose los tantos a pares entre los cuatro mejores delanteros locales.

Opinión de los protagonistas:

Ferdinand Daučik: «Esperaba ganar, pero el resultado ha superado mis más íntimos deseos».

Lar O’Byrne: «El resultado no es justo. El Atlético mereció más goles».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

Club Atlético de Madrid:

21/09/1958    Liga Jornada 2   Valencia CF – Atlético Madrid                                  4-2

28/09/1958    Liga Jornada 3   Atlético Madrid – Real Sociedad                               2-0

Resultados previos:

Drumcondra FC:

21/09/1958    Shield Cup         Limerick FC – Drumcondra FC                                3-3

28/09/1958    Shield Cup         Drumcondra FC – Dundalk FC                                 1-2

El Atlético, de tres jornadas disputadas en España, había ganado sus dos partidos en el Metropolitano, pero había perdido en Valencia. Teniendo en cuenta que Mestalla siempre ha sido un terreno difícil, el balance rojiblanco simplemente cubría el expediente. Viajaron a Irlanda a firmar el trámite europeo.

copaeuropa022

1 de octubre de 1958

Dublín, Dalymount Park, 20000 espectadores.

Árbitro: Julio Campanati (Italia).

Drumcondra FC , 1; Club Atlético de Madrid, 5.

Goles: 0-1 (16′) Peiró. 0-2 (19′) Csoka. 0-3 (45′) Collar. 1-3 (51′) Fullam de p. 1-4 (67′) Peiró. 1-5 (86′) Vavá.

Drumcondra FC: Maurice M G Swan; Cristopher Fullam, Alfred Girvan, John Wade; Brendan Healy, Thomas Rowe; William Coleman, Michael White, John Larkin, Dermot Cross, John Campbell <entrenador: Lar O’Byrne>.

Club Atlético de Madrid: Manuel Pazos; Antonio González «Chuzo«, Alberto Callejo, Alvarito Rodríguez; Agustín Sánchez, Feliciano Muñoz Rivilla; Josef Csoka, Jorge Mendonça, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>. Reservas: Miguel San Román, Esteban Villaverde, Agustín Sánchez y Luis Rusiñol.

Animados por su público, el representante irlandés, ofreció un encuentro combativo para defender más su honor que su portería. En todo momento la superioridad del Atlético fue manifiesta, si bien, los locales lograron provocar dos penaltis. El primero fue detenido por Pazos a los 20 minutos. El segundo significó su único gol en la eliminatoria.

Opinión de los protagonistas:

Cristopher Fullam: «Creo que el Atlético de Madrid es el mejor rival que he tenido en toda mi vida».

Ferdinand Daučik: «No hemos podido dormirnos… porque ellos han batallado sin descanso».

Resultados – Eliminatoria previa ida vta tot
Juventus FC Torino (Italia) – Wiener Sport-Club (Austria) 3-1 0-7 3-8
NK Dinamo Zagreb (Yugoslavia) – VTJ Dukla Praha (Checoslovaquia) 2-2 1-2 3-4
KB København (Dinamarca) – FC Schalke 04 (Alemania Occidental) 3-0 2-5 5-5
Club Atletico de Madrid (España) – Drumcondra FC Dublin (Irlanda) 8-0 5-1 13-1
SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental) – Petrolul Ploiesti (Rumanía) 4-2 0-2 4-4
AS La Jeunesse d’Esch (Luxemburgo) – IFK Göteborg (Suecia) 1-2 1-0 2-2
SK Polonia Bytom (Polonia) – MTK Budapest (Hungría) 0-3 0-3 0-6
DOS Utrecht (Holanda) – Sporting CP Lisboa (Portugal) 3-4 1-2 4-6
R Standard CL (Bélgica) – Heart Of Midlothian FC (Escocia) 5-1 1-2 6-3
Ards FC Newtonards (Irlanda del Norte) – Stade de Reims (Francia) 1-4 2-6 3-10
Beşiktaş SK İstanbul (Turquía) – PAE Olympiakos (Grecia) [se retiró]
Desempates:
FC Schalke 04 (Alemania Occidental) – KB København (Dinamarca) 3-1
SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental) – Petrolul Ploiesti (Rumanía) 4-0
IFK Göteborg (Suecia) – AS La Jeunesse d’Esch (Luxemburgo) 5-1

Hasta tres desempates hicieron falta para completar la eliminatoria previa. Como ya se ha dicho, el representante griego se retiró por cuestiones políticas y permitió al Besiktas pasar de ronda. De todos los emparejamientos, no por que ganase el Wiener Sport-Club, que tenía un equipo muy fuerte, sino por la apabullante goleada con la que remontó a la Juventus, fue el que más llamó la atención.

Octavos de final: Club Atlético de Madrid> CDNA Sofia (Bulgaria)

La competición iba a entrar en serio para el Atlético en octavos. El CDNA dominaba totalmente el panorama búlgaro. No solo había ganado el campeonato anterior, sino que llegaba vencedor también del torneo nacional que se había disputado a una vuelta para ajustar al nuevo ritmo de calendario. El CDNA tenía un conjunto muy disciplinado y con una gran preparación física. Llegaba a Madrid con siete victorias en siete jornadas en su liga nacional.

Partido de ida:

Resultados previos:

Club Atlético de Madrid:

19/10/1958    Liga Jornada 6   Atlético Bilbao – Atlético Madrid                               1-2

26/10/1958    Liga Jornada 7   Atlético Madrid – RCD Español                                 3-2

02/11/1958    Liga Jornada 8   Real Madrid – Atlético Madrid                                  5-0

CDNA Sofia

19/10/1958    Liga                 CDNA Sofia – Slavia Sofia                                      2-1

25/10/1958    Liga                 CDNA Sofia – Spartak Varna                                  2-1

Mientras en la Liga, el Atlético de Madrid había demostrado que no iba a poder responder a la lucha Real Madrid-CF Barcelona. Pese a su victoria en San Mamés, el 5-0 en el Bernabeu dejaba a los rojiblancos en tercera posición. Recibieron severas críticas por la abultada diferencia. Se empezaban a escapar los dos más pdoerosos.

El Atlético solicitó el estadio Santiago Bernabeu para poder jugar el encuentro en horario nocturno y el Real Madrid, como buen vecino, se lo cedió.

copaeuropa032

5 de noviembre de 1958

Madrid, Santiago Bernabeu, 80000 espectadores.

Árbitro: Paul Wyssling (Suiza).

Club Atlético de Madrid, 2; CDNA Sofia, 1.

Goles: 1-0 (60′) Vavá. 1-1 (77′) Dimitrov. 2-1 (79′) Peiró.

Club Atlético de Madrid: Manuel Pazos; Miguel González, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Rafa Delgado; Agustín Sánchez, Jorge Mendonça, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

CDNA Sofija: Georgi Naydenov; Kiril Rakarov, Manol Manolov, Nikola Kovachev; Petar Aleksiev, Gavril Stoyanov; Dimitar Milanov, Georgi Dimitrov, Panayot Panayotov, Ivan Kolev, Krum Yanev <entrenador: Krum Milev>.

Una gran diferencia de estilo de juego. El Atlético buscaba la inspiración de sus delanteros que una y otra vez eran incapaces de desordenar a una defensa militarmente pertrechada. La alineación de Miguel como lateral fue una sorpresa, con la intención de recargar la banda derecha de ataque. Sin embargo los búlgaros se mostraron muy rocosos. Vavá estuvo habilidoso en el primer gol, salvando la salida del portero. Y, aunque el Atlético siguió buscando un nuevo gol, en un contragolpe, un defectuoso despeje de Pazos dejó en bandeja el empate. Por fortuna para el Atlético, Peiró volvió a adelantar a su equipo dos minutos más tarde. Era un solo gol de renta, muy pequeña para aquellos tiempos.

Opinión de los protagonistas:

Ferdinand Daučik: «Si en Sofía luchamos como aquí y tenemos un poco más suerte, no se puede decir que esté resulta la eliminatoria».

Krum Milev: «Veníamos con la ilusión de arrancar un empate que creo hemos merecido».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

Club Atlético de Madrid:

09/11/1958    Liga Jornada 9   Atlético Madrid – Real Gijón                                    1-1

16/11/1958    Liga Jornada 10  RC Celta – Atlético Madrid                                      0-1

23/11/1958    Liga Jornada 11  Atlético Madrid – CA Osasuna                                 2-0

CDNA Sofia

11/11/1958    Liga                 Minyor Pernik – CDNA Sofia                                   0-1

El Atlético marchaba en tercera posición en la liga. Parecía que había fijado ya su once titular, si bien, seguía mostrándose con irregularidad e, incluso, con problemas para solventar sus partidos.

copaeuropa042

26 de noviembre de 1958

Sofia, Stadium Vasil Levski, 50000 espectadores.

Árbitro: Paul Wyssling (Suiza).

CDNA Sofia, 1; Club Atlético de Madrid, 0.

Gol: 1-0 (63′) Panayotov.

CDNA Sofija: Georgi Naydenov; Kiril Rakarov, Manol Manolov, Nikola Kovachev; Stefan Boshkov, Gavril Stoyanov; Dimitar Milanov, Georgi Dimitrov, Panayot Panayotov, Ivan Kolev, Krum Yanev <entrenador: Krum Milev>.

Club Atlético de Madrid: Manuel Pazos; Santiago Orgaz «Verde«, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Feliciano Muñoz Rivilla; Miguel González, Jorge Mendonça, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

Se jugó según lo previsto. La meteorología anunciaba una densa niebla y así fue, se pudo haber suspendido el partido. En el aspecto táctico también se siguió el guión: defensa firme del Atlético tratando de alcanzar el empate, o en su defecto, el tercer partido. Y hubo resultado por defecto, porque los ataques locales merecieron ese gol y quizá alguno más, especialmente en la primera parte, aunque no desmontaron una defensa siempre bien organizada. La segunda parte tuvo a un Atlético más peligroso que a punto estuvo de adelantarse. Y del 0-1 se pasó al 1-0. Igualada la eliminatoria ambos equipos buscaron un gol definitivo que no consiguieron. Finalmente el Atlético regresó vivo de Sofía.

Opinión de los protagonistas:

Krum Melev: «Creo que los dos equipos jugaron menos que en Madrid; pero, así y todo, merecimos ganar la eliminatoria».

Ferdinand Daučik: «Estamos contento con el comportamiento de nuestros jugadores, que no tuvieron suerte en el aprovechamiento de las ocasiones creadas».

Partido de desempate:

Resultados previos:

Club Atlético de Madrid:

30/11/1958    Liga Jornada 12  Real Betis – Atlético Madrid                                    3-2

07/12/1958    Liga Jornada 13  Atlético Madrid – Real Zaragoza                              7-1

14/12/1958    Liga Jornada 14  CF Barcelona – Atlético Madrid                                5-0

CDNA Sofia

29/11/1958    Liga                 CDNA Sofia – Spartak Pleven                                 0-0

El Atlético llevaba una temporada por debajo de lo que se esperaba de una plantilla con tan grandes nombres. Si ya fue una decepción su derrota en Sevilla, la goleada ante el Barcelona confirmaba que las aspiraciones iniciales quedaban ya totalmente descartadas. De hecho, en el Camp Nou la actitud de los atléticos dio a entender que la Copa de Europa empezaba a ser el objetivo principal.

Así se desplazaron a Ginebra, con tres porteros, puesto que Pazos, lesionado en el último partido, era duda. Rafa fue elegido para sustituir a Rivilla, baja también por lesión.

copaeuropa052

18 de diciembre de 1958

Ginebra (Suiza), Stade des Charmilles, 30000 espectadores.

Árbitro: Daniel Mellet (Suiza).

Club Atlético de Madrid, 3; CDNA Sofia, 1.

Goles: 0-1 (17′) Yanev. 1-1 (42′) Vavá. 2-1 (100′) Callejo. 3-1 (108′) Vavá de p.

Club Atlético Madrid: Manuel Pazos; Santiago Orgaz «Verde«, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Rafa Delgado; Miguel González, Jorge Mendonça, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

CDNA Sofija: Georgi Naydenov; Kiril Rakarov, Manol Manolov, Nikola Kovachev; Petar Aleksiev, Gavril Stoyanov; Dimitar Milanov, Georgi Dimitrov, Panayot Panayotov, Ivan Kolev, Krum Yanev <entrenador: Krum Milev>.

Expulsado: Rafa (40′)

Victoria contra las adversidades. De entrada el público mostró su apoyo al equipo búlgaro, que tomó la iniciativa al sentirse más cómodo sobre el terreno blando y resbaladizo. Eso le permitió adelantarse en el marcador y aunque Collar, que fue el mejor de su equipo, provocó un penalty, Vavá no lo aprovechó. Al poco se lesionó Callejo y permutó su puesto con Miguel, obligando a Vavá a retrasarse para reforzar el medio. Peor se puso el panorama cuando el árbitro decretó la expulsión de Rafa por intercambio de patadas con un rival. Peiró también tenía que desdoblarse para contrarrestar la superioridad del CDNA. Hasta que Vavá en una contra sorprende con un latigazo y empata el partido. En la segunda parte, el Atlético buscó a sus puntas, y apareció Collar, al que anularon un gol que hubiese sido definitivo. Hubo que llegar a la prórroga, donde siempre Collar superando a sus defensas centró al bulto, donde el lesionado Callejo se anticipó y marcó el 2-1. Ocho minutos después, Collar vuelve a deshacerse de sus marcadores y es derribado ya dentro del área. Vavá sí materializó esta vez el penalty y sentenció un partido épico a favor del Atlético de Madrid.

Opinión de los protagonistas:

Ferdinand Daučik: «No he visto en mi vida un encuentro más adverso como el de hoy, ni el árbitro, ni las expulsiones, ni las lesiones pudieron con el coraje del Atlético».

Manol Manolov: «Desaprovechamos oportunidades clarísimas y además sufrimos reacciones durísimas de los jugadores españoles. Lo justo hubiese sido un empate».

Octavos de final: Real Madrid CF > Beşiktaş SK İstanbul (Turquía)

La experiencia española contra rivales turcos se ceñía a los encuentros entre las selecciones absolutas de mal recuerdo. El fútbol turco, duro y muy físico, no gustaba nada a los españoles. Cierto era que el Real Madrid era el vigente campeón y el Besiktas debutaba en la competición. En teoría no habría de crear problemas.

Partido de ida:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

26/10/1958    Liga Jornada 7   CF Barcelona – Real Madrid                                    4-0

02/11/1958    Liga Jornada 8   Real Madrid – Atlético Madrid                                  5-0

09/11/1958    Liga Jornada 9   Real Oviedo – Real Madrid                                      0-2

Beşiktaş SK

08/11/1958    Torneo Ankara   Hacettepe SK – Beşiktaş SK                                   1-1

09/11/1958    Torneo Ankara   Galatasaray SK – Beşiktaş SK                                 1-1

La lucha en el Campeonato Nacional de Liga se había reducido a los dos equipos más fuertes. La vetnaja adquirida por el Real Madrid fue frenada de golpe con el rotundo 4-0 a favor del Barcelona. De todos modos, el Real Madrid recobró fuerza al apabullar a sus vecinos del Atlético de Madrid. Los blancos iban líderes con un punto de ventaja y 32 goles en nueve partidos.

copaeuropa062

13 de noviembre de 1958

Madrid, estadio Santiago Bernabeu, 60000 espectadores.

Árbitro: Piero Bonetto (Italia).

Real Madrid CF, 2; Beşiktaş SK İstanbul, 0.

Goles: 1-0 (57′) Santisteban. 2-0 (90′) Kopa.

Real Madrid CF: Juanito Alonso; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Juan Santisteban, José María Zárraga; Raymond Kopa, José Héctor Rial, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas, Francisco Gento <entrenador: Luis Antonio Carniglia>. Reservas: Rogelio Antonio Domínguez, Miche García, Antonio Ruiz y Ramón Marsal.

Beşiktaş SK İstanbul: Varol Ürkmez; Kamil Üzülme, Münir Altay; Gürcan Berk, Özcan Esinduy, Ahmet Berman; Aleko Sofyanidis, Kaya Köstepen, Ahmet Özacar, Faik Solmaz, Çoskun Taş <entrenador: Leandro Remondini>.

Expulsados: Di Stéfano (86′) y Münir (86′).

Partido ultradefensivo de los turcos, que además no concedieron ninguna facilidad empleándose con fuerza. Su portero fue el jugador más destacado. El Real Madrid no hizo un juego interesante y solo tuvo plausible su insistencia por buscar goles. Los blancos no cedieron en ningún momento y respondieron con fuerza a un rival que supo plantarle combate. Tardó en llegar el primer gol, desde fuera del área, y tanto se hacía rogar el segundo, que a falta de cuatro minutos Di Stéfano y Münir fueron expulsados en una reyerta. Con el tiempo cumplido, se organizó un tremendo lío en la línea del gol turca tras un corner y al final el árbitro concedió el gol, presumiblemente logrado por Kopa.

Opinión de los protagonistas:

Luis Antonio Carniglia: «El 2-0 no es resultado para ir tranquilos a Estambul».

Leandro Remondini: «El segundo gol ha sido marcado de manera absolutamente ilegal».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

16/11/1958    Liga Jornada 10  Real Madrid – Valencia CF                                      3-0

23/11/1958    Liga Jornada 11  Real Sociedad – Real Madrid                                   0-0

El Real Madrid mantenía su mano a mano con el Barcelona sin opciones para un tercer rival. Pese a marchar en primer lugar, el empate en San Sebastián reduce a un punto su ventaja sobre el segundo. La prensa madrileña señala, aun así, em empate como un buen resultado previo a su viaje a Estambul, pues se establecieron muchas similitudes entre el equipo donostiarra y el turco.

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27 de noviembre de 1958

Estambul, Kendi Stadion Dolmabahçe, 30000 espectadores.

Árbitro: Cesare Jonni (Iralia).

Beşiktaş SK İstanbul, 1; Real Madrid CF, 1.

Goles: 0-1 (14′) Santisteban. 1-1 (64′) Köstepen.

Beşiktaş SK İstanbul: Varol Ürkmez; Kamil Üzülme, Metin Erman; Faik Solmaz, Özcan Esinduy, Ahmet Berman; Aleko Sofyanidis, Gürcan Berk,Kaya Köstepen, Recep Adanir, Ahmet Özacar <entrenador: Leandro Remondini>.

Real Madrid CF: Juanito Alonso; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Antonio Ruiz, José María Zárraga; Joseíto Iglesias, Juan Santisteban, Raymond Kopa, Ferenc Puskas, Francisco Gento <entrenador: Luis Antonio Carniglia>.

Esta vez el Real Madrid salió con ventaja. La forma de conseguir el 2-0 en la ida obligaba a los blanquinegros a tratar de crear juego. En un terreno embarrado, los madridistas supieron hacer valer sus mejores condiciones técnicas y controlaron con solvencia todo el juego. Joseíto suplió a Di Stéfano al que no se le echó de menos, especialmente al montar el ala derecha con Santisteban, decisivo en la eleiminatoria. Por contra, la floja participación de Puskas daba pie para cuestionar su incorporación en el equipo. El Besiktas pueso empeño e ilusión. Tuvieron sus oportunidades y forzaron un empate, digno resultado. Con ello cerraban una eliminatoria frente al máximo dominador de la competición. Cayeron con honor.

Opinión de los protagonistas:

Leandro Remondini: «No jugaron dos de mis titulares. A pesar de ello creo que debimos forzar el partido de desempate».

Luis Antonio Carniglia: «La inclusión de Santisteban en el ataque fue un acierto».

Resultados – Octavos de final ida vta tot
Real Madrid CF (España) – Beşiktaş SK İstanbul (Turquía) 2-0 1-1 3-1
Wiener Sport-Club (Austria) – VTJ Dukla Praha (Checoslovaquia) 3-1 0-1 3-2
Wolverhampton Wanderers (Inglaterra) – FC Schalke 04 (Alemania Occidental) 2-2 1-2 3-4
Club Atletico de Madrid (España) – CDNA Sofia (Bulgaria) 2-1 0-1 2-2
MTK Budapest (Hungría) – BSC Young Boys Bern (Suiza) 1-2 1-4 2-6
IFK Göteborg (Suecia) – SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental) 2-2 0-4 2-6
Sporting CP Lisboa (Portugal) – R Standard CL (Bélgica) 2-3 0-3 2-6
Stade de Reims (Francia) – HPS Helsinki (Finlandia) 4-0 3-0 7-0
Desempates:
Club Atletico de Madrid (España) – CDNA Sofia (Bulgaria) 3-1

Los octavos no dieron lugar a sorpresas. La eliminatoria más igualada se decantó con cierta sorpresa para el FC Schalke 04, que estaba llevando una temporada irregular. El Wiener Sport-Club tuvo más problemas de los esperados con el campeón checoslovaco, aunque era lógico, dada la rivalidad que existía entre ambas capitales. El Real Madrid no goleó al Besiktas y el Atlético de Madrid necesitó un tercer partido, pero los dos equipos españoles pasaron a los cuartos de final.

Cuartos de final: Club Atlético de Madrid > FC Schalke 04 (Alemania Occidental)

Primer enfrentamiento en Copa de Europa entre un equipo alemán y un español. Precisamente no atravesaban ninguno de los dos su mejor momento en la temporada.

Partido de ida:

Club Atlético de Madrid:

08/02/1959    Liga Jornada 21  Atlético Madrid – Atlético Bilbao                               0-1

15/02/1959    Liga Jornada 22  RCD Español – Atlético Madrid                                 2-2

22/02/1959    Liga Jornada 23  Atlético Madrid – Real Madrid                                  2-1

FC Schalke 04:

15/02/1959    Oberliga Oeste   Viktoria Köln – Schalke 04                                      3-2

22/02/1959    Oberliga Oeste   Schalke 04 – Borussia Dortmund                             1-5

01/03/1959    Oberliga Oeste   Rot-Weiß Essen – Schalke 04                                  1-0

El Atlético deambulaba por la zona media de la clasificación, sin opciones, mostrando demasiados puntos débiles. Sin embargo, sacó su orgullo precisamente ante el Real Madrid en una tarde en que todo apuntaba que sería una victoria blanca. El Atlético realizó el mejor juego en muchos meses, derrotó con claridad a su rival y además le relegó al segundo puesto. Con ese partido los rojiblancos cobraban ánimos para enfrentarse a un Schalke 04 no bien conocido. Se respetaba a los alemanes por haber eliminado al Wolverhampton Wanderers, aunque su rendimiento en la Oberliga Occidental le alejaba para entrar en la fase final alemana.

Dado que el Real Madrid jugaba en esa misma fecha en Viena, el Atlético volvió a solicitar el estadio Santiago Bernabeu para jugar su encuentro europeo.

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4 de marzo de 1959

Madrid, Santiago Bernabeu, 80000 espectadores.

Árbitro: Antonio Moriconi (Italia).

Club Atlético de Madrid, 3; FC Schalke 04, 0.

1-0 (47′) Vavá. 2-0 (73′) Miguel. 3-0 (90′) Peiró.

Club Atlético Madrid: Manuel Pazos; Feliciano Muñoz Rivilla, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Isacio Calleja; Miguel González, Agustín Sánchez, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

FC Schalke 04: Manfred Orzessek; Karl Borutta, Helmut Laszig; Horst-Günther Karnhof, Günther Brocker, Helmut Jagielski; Willi Koslowski, Hans Nowak, Heinz Kördel, Willi Soya, Bernhard Klodt <entrenador: Edmund Frühwirth>.

Expulsado: Borutta (60′).

Resultó todo más facil de lo que presentaba la prensa en días anteriores. El recuperado Atlético del domingo volvió a jugar y dominó totalmente a su rival. El Schalke 04 planteó el partido muy retrasado, muy defensivo y facilitó el dominio local. Aguantaron la primera parte, hasta que Vavá, oportunista, resuelve un ataque del Atlético. La expulsión del lateral alemán fue una muestra de la dureza con que se emplearon, especialmente con Collar. Según las crónicas, el árbitro debió señalar dos penaltis contra los visitantes.

Opinión de los protagonistas:

Ferdinand Daučik: «El Atlético ha demostrado que sabe replicar perfectamente a todos los equipos y en todos los terrenos».

Edmund Frühwirth: «Antes de pitarse la falta que originó el tercer gol local, hubo otra del Atlético».

Partido de vuelta:

Club Atlético de Madrid:

08/03/1959    Liga Jornada 24  Real Gijón – Atlético Madrid                                    3-2

14/03/1959    Liga Jornada 25  Atlético Madrid – RC Celta                                      3-1

FC Schalke 04

08/03/1959    Oberliga Oeste   Schalke 04 – Alemannia Aachen                              0-0

14/03/1959    Oberliga Oeste   Rot-Weiß Oberhausen – Schalke 04                         1-2

Decididamente el Atlético solo mantenía su interés en la Copa de Europa porque en la Liga, simplemente con ofrecer una cierta imagen en el Metropolitano le bastaba para estar en la segunda línea, aunque a mitad de marzo marchase en quinto lugar a dos puntos del tercero, el Atlético Bilbao. Su objetivo era entrar en semifinales, donde ya conocía que su rival saldría del partido Real Madrid-Wiener SC.

En Alemania se ambientó el partido desde la prensa, pues el Schalke 04 logró su primera victoria tras la pausa invernal ante el Rot-Weiß Oberhausen, hecho que no debería inquietar a los españoles que llegaban con tres goles de ventaja. El objetivo del Schalke estaba en provocar un tercer partido.

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18 de marzo de 1959

Gelsenkirchen, Glückauf-Kampfbahn, 40000 espectadores.

Árbitro: Leopold Sylvain Horn (Holanda).

FC Schalke 04, 1; Club Atlético de Madrid, 1.

Goles: 1-0 (1′) Nowak. 1-1 (90′) Vavá.

FC Schalke 04: Manfred Orzessek; Günther Brocker, Helmut Laszig; Horst-Günther Karnhof, Otto Laszig, Helmut Jagielski; Willi Koslowski, Hans Nowak, Günther Siebert, Heinz Kördel, Bernhard Klodt <entrenador: Edmund Frühwirth>.

Club Atlético Madrid: Manuel Pazos; Feliciano Muñoz Rivilla, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Isacio Calleja; Miguel González, Agustín Sánchez, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

Nada más sacar de centro, la primera jugada, Nowak se deshace de Mendiondo derribándolo pero el árbitro deja seguir dispara y bate a Pazos. Un gol en frío que dio fuerzas a los locales y obligó al Atlético a replegarse firmemente. Capearon el temporal de toda la primera parte como pudieron. En cambio, tras el descanso, más seguros con dos goles de ventaja, mostraron sus armas de ataque en peligrosos contragolpes. El reloj jugaba a su favor. La fuerza del Schalke se diluía mientras que el Atlético crecía en juego. Hubo un gol anulado a Vavá, otro no concedido tras remate del brasileño que el portero posiblemente sacó de dentro, hasta que el delantero centro, insistente, empató justo al final con un disparo a media distancia.

Opinión de los protagonistas:

Bernhard Klodt: «Merecimos la victoria ya que dominamos mucho más y tuvimos ocasiones de haber conseguido algún tanto más».

Ferdinand Daučik: «El gol que nos marcaron fue ilegal y nosotros metimos tres tantos».

Cuartos de final: Real Madrid CF> Wiener Sport-Club (Austria)

Ese mismo verano de 1958, en el gaditano Trofeo Carranza, ya se habían enfrentado los dos equipos con victoria del Real Madrid por 5-3. Los españoles partían como favoritos, pese a que el Wiener Sport-Club estaba atravesando un gran momento, sin olvidar el 7-0 con que habían eliminado a la Juventus de Turín.

Partido de ida:

Real Madrid CF:

08/02/1959    Liga Jornada 21  Real Zaragoza – Real Madrid                                  1-2

15/02/1959    Liga Jornada 22  Real Madrid – CF Barcelona                                    1-0

22/02/1959    Liga Jornada 23  Atlético Madrid – Real Madrid                                  2-1

Wiener Sport-Club:

28/02/1959    Liga                 Wiener AC – Wiener SC                                         0-3

Miguel Muñoz ocupó el puesto circunstancialmente de entrenador del Real Madrid ante el Atlético. Luis Antonio Carniglia padeció un cólico nefrítico que le llevó al quirófano. No pudo saborear la victoria sobre el Barcelona porque el liderato le duró una semana. El presidente Santiago Bernabeu se mostró muy duro con sus jugadores, hecho que se agravaba con las declaraciones de Kopa donde manifestaba su interés por regresar a Francia.

El Wiener Sport-Club marchaba primero e invicto en su liga, aunque empatado a puntos con el Rapid, con el que mantenía un mano a mano muy cerrado por el título austríaco.

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4 de marzo de 1959

Viena, Praterstadion, 80000 espectadores.

Árbitro: Albert Alsteen (Bélgica).

Wiener Sport-Club, 0; Real Madrid CF, 0.

Wiener Sport-Club: Rudolf Szanwald; Erich Hasenkopf, Heinrich Büllwatsch, Alois Jaros; Rudolf Oslansky, Leopold Barschandt; Walter Horak, Adolf Knoll, Erich Hof, Josef Hamerl, Karl Skerlan <entrenador: Hans Pesser>.

Real Madrid CF: Juanito Alonso; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Juan Santisteban, José María Zárraga; Raymond Kopa, José Héctor Rial, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas, Francisco Gento <entrenador: Miguel Muñoz>.

Expulsión: Puskas (37′)

Miguel Muñoz tenía las ideas muy clara y le preocupa especialmente la capacidad realizadora de sus rivales. Por eso planteo un partido de contención en espera de que sus dos extremos fuesen capaces de superar a la defensa austriaca. Y el Madrid salió valiente y respondón, quizá demasiado, porque Puskar repelió una dura entrada, de las muchas, y fue expulsado. Entonces sí, ya con diez jugadores, Di Stéfano se retrasó definitivamente y participó del juego defensivo de su equipo. La segunda parte fue un constante dominio local incapaz de obtener al menos un gol de renta.

Opinión de los protagonistas:

Johannes Pesser: «Debimos ganar. Los españoles se cerraron a la defensiva, empleándose con excesiva dureza, sobre todo en la segunda parte».

Miguel Muñoz: «Se ha empleado una táctica sin fisuras, de modo que los peligrosos delanteros vieneses no pudieron hacer nada».

Partido de vuelta:

Real Madrid CF:

08/03/1959    Liga Jornada 24  Real Madrid – Real Oviedo                                      4-0

15/03/1959    Liga Jornada 25  Valencia CF – Real Madrid                                      1-1

Wiener Sport-Club:

11/03/1959    Liga                 Wiener SC – Admira Wien                                      6-2

15/03/1959    Liga                 WSV Donawitz – Wiener SC                                    2-4

El empate en Valencia, que en la práctica no era mal resultado, propiamente significaba una nueva concesión del Real Madrid al Barcelona, que ya le sacaba dos puntos, y el gol-average, a falta de cinco jornadas para el final. El 1-1 había sido un fuerte revés que ponía la Liga muy difícil.

Por contra, el Wiener Sport-Club seguía confiando en su delantera, asombrosamente eficaz, capaz de marcar diez goles en sus dos últimos partidos de liga.

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18 de marzo de 1959

Madrid, estadio Santiago Bernabeu, 90000 espectadores.

Árbitro: Maurice Guigue (Francia).

Real Madrid CF, 7; Wiener SC, 1.

Goles: 1-0 (8′) Mateos. 1-1 (9′) Horak. 2-1 (14′) Di Stéfano. 3-1 (64′) Di Stéfano. 4-1 (67′) Rial. 5-1 (69′) Di Stéfano. 6-1 (75′) Di Stéfano. 7-1 (89′) Gento.

Real Madrid CF: Juanito Alonso; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Juan Santisteban, José María Zárraga; Raymond Kopa, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano, José Héctor Rial, Francisco Gento <entrenador: Miguel Muñoz>.

Wiener Sport-Club: Rudolf Szanwald; Erich Hasenkopf, Heinrich Büllwatsch, Stefan Neudauer; Rudolf Oslansky, Leopold Barschandt; Walter Horak, Adolf Knoll, Erich Hof, Josef Hamerl, Karl Skerlan <entrenador: Hans Pesser>.

Empezó el partido con iniciativa madridista y la defensa austriaca a la espera. Lo esperado, pero el intercambio de golpes inicial pudo perjudicar al Real Madrid. Por fortuna estaba Di Stéfano que se encontró con un tremendo espacio en el centro del campo. Des ahí armó el equipo y dio toda una lección, tanto como creador de juego desarbolando la defensa visitante como de goleador al marcar cuatro de los siete goles. El Winer SC aguantó sus opciones durante la primera parte. Después quedó totalmente borrado.

Opinión de los protagonistas:

Miguel Muñoz: «El Madrid ha hecho otro gran partido en la Copa de Europa».

Hans Pesser: «No pueden estrablecerse diferencias: esta noche el mejor del Real Madrid ha sido el Real Madrid».

Resultados – Cuartos de final ida vta tot
Wiener Sport-Club (Austria) – Real Madrid CF (España) 0-0 1-7 1-7
Club Atletico de Madrid (España) – FC Schalke 04 (Alemania Occidental) 3-0 1-1 4-1
BSC Young Boys Bern (Suiza) – SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental) 2-2 0-0 2-2
R Standard CL (Bélgica) – Stade de Reims (Francia) 2-0 0-3 2-3
Desempates:
BSC Young Boys Bern (Suiza) – SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental) 2-1

El desempate que se inclinó a favor del Young Boys permitió a los suizos alcanzar la semifinal, siendo el más débil de los cuatro. El Stade de Reims tuvo más problemas de los esperados con el Standard de Lieja y tuvo que hacer un buen encuentro para remontar el 2-0 de la ida. Real Madrid y Atlético de Madrid confirmaron los pronósticos que los colocaban en semifinales.

1/2 Real Madrid CF – Club Atlético de Madrid
Con la aplastante goleada que el Real Madrid eliminó al representante austriaco, y la sólida eliminatoria del Atlético de Madrid, los cuartos de final daban paso a una atractiva semifinal

Partido de ida:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

05/04/1959    Liga Jornada 28  Real Madrid – Sevilla CF                                        8-0

12/04/1959    Liga Jornada 29  Atlético Bilbao – Real Madrid                                   4-1

19/04/1959    Liga Jornada 30  Real Madrid – RCD Español                                     3-3

Club Atlético de Madrid:

05/04/1959    Liga Jornada 28  Real Zaragoza – Atlético Madrid                              2-1

12/04/1959    Liga Jornada 29  Atlético Madrid – CF Barcelona                                1-1

19/04/1959    Liga Jornada 30  UD Las Palmas – Atlético Madrid                              2-2

Nada más acabar la Liga, el Real Madrid segundo y Atlético de Madrid quinto, los dos equipos madrileños se cruzaban en busca del trono europeo. Quince puntos aventajaban a los madridistas en la clasificación final. Pero la Copa de Europa no entendía de puntos.

Para muchos era la final anticipada. Luis Antonio Carniglia, ya recuperado de su dolencia, había vuelto al banquillo madridista. Solo tenía la duda de Kopa, que al final no pudo alinearse. El Atlético, con menos presión, preparó tácticamente el partido en El Plantío.

Los antecedentes más inmediatos: 5-0 para el Madrid en la primera vuelta, 1-0 para el Atlético en la segunda.

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23 de abril de 1958

Madrid, Santiago Bernabeu, 120000 espectadores.

Árbitro: John A Mowat (Escocia).

Real Madrid CF, 2; Club Atlético de Madrid, 1.

Goles: 0-1 (13′) Chuzo. 1-1 (15′) Rial. 2-1 (33′) Puskas de p.

Real Madrid CF: Rogelio Antonio Domínguez; Miche García, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Juan Santisteban, Antonio Ruiz; Enrique Mateos, José Héctor Rial, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas, Francisco Gento <entrenador: Luis Antonio Carniglia>.

Club Atlético Madrid: Manuel Pazos; Feliciano Muñoz Revilla, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Isacio Calleja, Antonio González «Chuzo«; Miguel González, Jorge Mendonça, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

Los fallos de las delanteras fueron lo más llamativo de un partido de nervios. Tras el 2-1 de penalty marcado por Puskas, Vavá tuvo el empate en otro penalty. Y como en Ginebra, también lo falló. Para la prensa, ni uno ni otro fueron falta, para una mala calificación para el árbitro. El Atlético salió más centrado, gracias a la posición de Miguel, retrasado en centro del campo, donde empezaban a detener el juego del Madrid. Eso les permitió adelantarse en el marcador al rechace de un córner, si bien, Rial empató dos minutos después. La táctica atlética consiguió su objetivo porque Di Stéfano se vio obligado a retrasarse para compensar a sus compañeros, y Di Stéfano lejos del área era menos Di Stéfano. Hasta que llegaron los dos penaltis, inexistentes. La segunda parte mostró a un Madrid más comprometido a no recibir un gol que a buscar el tercero y a un Atlético si la decisión suficiente para restablecer el empate. El Metropolitano tendría que decidir… o no.

Opinión de los protagonistas:

Luis Antonio Carniglia: «Merecimos un gol más. El penalty de ellos, no; el que le hicieron a Di Stéfano, sí.

Ferdinand Daučik: «Ganó quien tuvo más suerte. Pero un gol en contra no es desventaja: eso se demostrará el día 7».
Partido de vuelta:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

26/04/1959    Copa 1/16 ida    CF Extremadura – Real Madrid                                0-5

03/05/1959    Copa 1/16 vta    Real Madrid – CF Extremadura                                3-0

Club Atlético de Madrid:

26/04/1959    Copa 1/16 ida    Atlético Madrid – CD Basconia                                 5-1

03/05/1959    Copa 1/16 vta    CD Basconia – Atlético Madrid                                 2-0

Amnbos equipos disputaron la primera eliminatoria de Copa del Generalísimo contra equipos de Segunda División. Enfrentamientos decididos en la ida, el Atlético sacó un equipo muy circunstancial en Basauri. Lo que importaba era la Copa de Europa.

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7 de mayo de 1959

Madrid, Estadio Metropolitano, 50000 espectadores.

Árbitro: Reginald J Leafe (Inglaterra).

Club Atlético de Madrid, 1; Real Madrid CF, 0.

Gol: 1-0 (43′) Collar.

Club Atlético de Madrid: Manuel Pazos; Feliciano Muñoz Rivilla, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Isacio Calleja; Miguel González, Agustín Sánchez, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

Real Madrid CF: Rogelio Antonio Domínguez; Miche García, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Juan Santisteban, Antonio Ruiz; Raymond Kopa, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano, José Héctor Rial, Francisco Gento <entrenador: Luis Antonio Carniglia>.

Sorprendió el planteamiento de Carniglia, al colocar a Di Stéfano de salida en el centro del campo, desplegando un 4-2-4 que cedía la iniciativa a los rojiblancos. El Madrid había decidido defender su ventaja. Y el Atlético tenía que atacar. Más sólido y con el objetivo más definido, el Atlético logró igualar la eliminatoria poco antes del descanso. Entonces se jugó una segunda parte emocionante, pero no trepidante. Di Stéfano volvió a la delantera y pronto se dio cuenta de que el Atlético podría aprovechar el vacío en el centro del campo. El Madrid prefirió no arriesgar y restableció definitivamente el equilibrio. Habría un partido de desempate.

Opinión de los protagonistas:

Ferdinand Daučik: «A la tercera, va la vencida: espero que nos clasificaremos».

Luis Antonio Carniglia: «Tendrán que ocurrir muchas cosas para eliminar al Real Madrid».
Partido de desempate:

La UEFA había puesto como medida obligatoria que los desempates ser jugasen en terreno neutral. No pensó que se enfrentasen dos equipos de la misma ciudad y estaba dispuesta a hacer una excepción en este caso. Los dos equipos discutieron, propusieron y rechazaron varias sedes, empezando por el mismo estadio Santiago Bernabeu donde ya había jugado el Atlético como local dos partidos. El CF Barcelona ofreció su estadio para la final, hasta que finalmente La Romareda de Zaragoza fue designada como sede del partido antesala de la final de Stuttgart.

Resultados previos:

Real Madrid CF:

10/05/1959    Copa 1/8 ida      Real Madrid – Atlético Bilbao                                   4-1

Club Atlético de Madrid:

10/05/1959    Copa 1/8 ida      RCD Español – Atlético Madrid                                 1-0

A las cinco de la tarde y en caso de persistir el empate tras la prórroga de 30 minutos, la suerte decidiría el finalista.

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13 de mayo de 1959

Zaragoza, estadio de La Romareda, 20000 espectadores.

Árbitro: Arthur Edward Ellis (Inglaterra).

Real Madrid CF, 2; Club Atlético de Madrid, 1.

Goles: 1-0 (16′) Di Stéfano. 1-1 (18′) Collar. 2-1 (42′) Puskas.

Real Madrid CF: Rogelio Antonio Domínguez; Miche García, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Antonio Ruiz, José María Zárraga; Raymond Kopa, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskas, Francisco Gento <entrenador: Luis Antonio Carniglia>.

Club Atlético de Madrid: Manuel Pazos; Feliciano Muñoz Rivilla, Alberto Callejo, José María González «Mendiondo«; Antonio González «Chuzo«, Isacio Calleja; Miguel González, Agustín Sánchez, Edvaldo Izídio Neto «Vavá«, Joaquín Peiró, Enrique Collar <entrenador: Ferdinand Daučik>.

Hubo eliminatoria hasta el final, hasta el minuto 88′ cuando Peiró tuvo en sus botas el empate, pero falló. Esta vez hubo mejor juego y muchísima emoción. Estaba claro que la relativa superioridad del Real Madrid quedaba contrarrestada por la calidad del rival, que sabía cómo hacerle daño. Ni el temprano gol de Di Stéfano, al que respondió Collar casi de inmediato desatascaba una eliminatoria muy igualada. Al filo del descanso la presión del Madrid, que llegó a meter al Atlético en su área, tuvo éxito con un tiro de Puskas que sorprendió a Pazos. La segunda parte mantuvo la incertidumbre del marcador, mientras uno buscaban el empate, los otros la sentencia. Hasta el minuto 88′ donde los atléticos quemaron su último aliento.

Opinión de los protagonistas:

Luis Antonio Carniglia: «Hay que ver la facilidad con que llegamos a la portería de Pazos».

Ferdinand Daučik: «Kopa, Di Stéfano y Puskas levantaron el partido: la victoria es justa».

Resultados – Semifinales ida vta tot
Real Madrid CF (España) – Club Atletico de Madrid (España) 2-1 0-1 2-2
BSC Young Boys Bern (Suiza) – Stade de Reims (Francia) 1-0 0-3 1-3
Desempates:
Real Madrid CF (España) – Club Atletico de Madrid (España) 2-1

La misma tarde que el Real Madrid confirmaba su presencia en Stuttgart el Stade de Reims repetía un 3-0 para remontar el partido de ida. Se repetía la final de la primera edición de la Copa de Europa.

Final: Stade de Reims (Francia)

Resultados previos:

Real Madrid CF:

17/05/1959    Copa 1/8 Vta     Atlético Bilbao – Real Madrid                                   0-1

24/05/1959    Copa 1/4 ida      Real Madrid – Sevilla CF                                        3-1

28/05/1959    Copa 1/4 vta     Sevilla CF – Real Madrid                                        1-0

Stade de Reims

17/05/1959    Lilga                 LOSC Lille – Stade Reims                                       0-2

23/05/1959    Liga                 Stade Reims – Olympique Lyonnais                          1-2

28/05/1959    Liga                 SC Nimes – Stade Reims                                       2-2

Con el Real Madrid ya clasificado para las semifinales de la Copa del Generalísimo, y con la moral muy alta, dado que desde su eliminatoria contra el Atlético todo le había salido bien. Por contra, el Stade de Reims acababa de finalizar en cuarto puesto en una liga dominada por el OGC Nice. En el equipo francés destacaba con diferencia el hispanofrancés Just Fontaine, máximo goleador del Mundial de Suecia. De todos modos, el Real Madrid partía como claro favorito.

copaeuropa151

3 de junio de 1959

Stuttgart, Neckarstadion, 80000 espectadores.

Árbitro: Albrt Dusch (Alemania Occidental).

Real Madrid CF, 2; Stade de Reims, 0.

Goles: 1-0 (1′) Mateos. 2-0 (47′) Di Stéfano.

Real Madrid CF: Rogelio Antonio Domínguez; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, José María Zárraga; Juan Santisteban, Antonio Ruiz; Raymond Kopa, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano, José Héctor Rial, Francisco Gento <entrenador: Luis Antonio Carniglia>.

Stade Reims: Dominique Colonna; Bruno Rodzik, Robert Jonquet, Raoul Giraudo; Armand Penverne, Robert Lamartine; René Bliard, Michel Leblond, Just Fontaine, Roger Piantoni, Jean Vincent <entrenador: Albert Batteux>.

Una final muy diferente a las hasta entonces disputadas. El Stade de Reims era consciente de sus limitaciones y salió a marcar un ritmo lento, de posesión de balón para contener la velocidad madridista, más vertical. Y se le rompió el esquema en el primer minuto, porque Mateos a pase de Zárraga abrió el marcador. Y pese a que los franceses insistieron en el juego lento, y que Kopa se lesionó y se mantuvo testimonialmente en el campo, el Real Madrid siguió mandando, con un Di Stéfano más de centrocampista que de delantero, con frialdad para no contestar a la dureza francesa y con la paciencia para buscar un gol que le mantuviese más cómodo en el campo. Y este gol llegó al poco de empezar la segunda parte, al culminar Di Stéfano, en su segundo intento, un ataque madridista. Stuttgart había amanecido con mayoría francesa, y por la noche solo se escuchaban cánticos españoles. El Real Madrid había ganado su cuarta Copa de Europa con demasiada superiroridad en la final.

Opinión de los protagonistas :

Luis Antonio Carniglia: «El Madrid ha mandado en el segundo tiempo. Evidentemente, hemos superado con amplitud a los franceses».

Albert Batteux: «Creo que el triunfo del Real Madrid ha sido justo, pero en el final de la primera parte pudimos igualar».

Resultados – Final
Real Madrid CF (España) – Stade de Reims (Francia) 2-0

Estadísticas

JUGADORES DEL CLUB ATLÉTICO DE MADRID (POS) PJ G
AGUSTÍN Sánchez Quesada (a) 6 0
ALVARITO Rodríguez Ros (d) 2 0
Isacio CALLEJA García (m) 5 0
Alberto CALLEJO Román (d) 10 1
Antonio González Álvarez «CHUZO» (m) 10 1
Enrique COLLAR Monterrubio (a) 10 5
Josef CSOKA Szira (a) 1 1
José María González García «MENDIONDO» (d) 8 0
Jorge Alberto de MENDONÇA Paulino (a) 6 2
MIGUEL González Pérez (a) 9 1
Manuel PAZOS González (p) 10 0
Joaquín PEIRÓ Lucas (a) 10 6
RAFA Delgado González (m) 3 0
Feliciano Muñoz RIVILLA (d) 7 0
Edvaldo Izídio Neto «VAVÁ» (a) 10 8
Santiago Orgaz Fernández «VERDE» (d) 3 0

JUGADORES DEL REAL MADRID (POS) PJ G
Juan Adelarpe ALONSO (p) 4 0
Alfredo DI STÉFANO Laulhe (a) 7 6
Rogelio Antonio DOMÍNGUEZ López (g) 4 0
Francisco GENTO López (a) 8 1
JOSEÍTO Iglesias Fernández (a) 1 0
Raymond Kopaszewski Wlodarczyck «KOPA» (a) 7 1
Rafael LESMES Bobed (d) 7 0
MARQUITOS Alonso Imaz (d) 5 0
Enrique MATEOS Mancebo (a) 5 2
MICHE García Martín (d) 3 0
Ferenc PUSKAS Biro (a) 5 2
José Héctor RIAL Laguía (a) 6 2
Antonio RUIZ Cervilla (m) 5 0
José Emilio SANTAMARÍA Iglesias (d) 8 0
Juan SANTISTEBAN Troyano (m) 7 2
José María ZÁRRAGA Martín (m) 6 0

ASÍ FUE LA TEMPORADA DE LOS EQUIPOS CAMPEONES DEL AÑO ANTERIOR
DE LAS FEDERACIONES MIEMBROS DE LA UEFA EN 1959
CLASIFICACIÓN OBTENIDA EN LA TEMPORADA 1958* o 1958/59 EN LIGA

Pto J G E P F C Pts
Partizani Tiranë (Albania*) 14 7 5 2 27 12 19
FC Schalke 04 (Alemania Oc) 1 11º 30 9 9 12 57 52 27
SC Wismut (Alemania Or*) 26 10 8 8 43 32 28
Wiener SC (Austria) 26 20 6 0 104 35 46
R Standard CL (Bélgica) 30 16 10 4 64 31 42
CDNA Sofia (Bulgaria*) 2 11 7 4 0 19 9 18
CDNA Sofia (Bulgaria) 2 22 13 6 3 37 16 32
VTJ Dukla Praha (Checoslovaquia) 26 12 7 7 40 30 31
KB København (Dinamarca*) 22 10 4 8 48 48 24
Heart of Midlothian (Escocia) 34 21 6 7 92 51 48
Real Madrid CF (España) 30 21 5 4 89 29 47
HPS Helsinki (Finlandia*) 18 11 4 3 38 26 26
Stade de Reims (Francia) 38 19 10 9 84 59 48
PAE Olympiakos (Grecia) 18 14 2 2 43 19 48
DOS Utrecht (Holanda) 34 17 10 7 56 47 43
MTK Budapest (Hungría) 26 15 4 7 45 26 34
Wolverhampton W (Inglaterra) 42 28 5 9 110 48 61
Drumcondra FC (Irlanda) 22 11 4 7 30 26 26
Ards FC (Irlanda del Norte) 22 10 3 9 53 51 23
ÍA Akranes (Islandia*) 5 4 1 0 23 9 9
FC Juventus (Italia) 34 16 10 8 74 51 42
AS Jeunesse d’Esch (Luxemburgo) 22 14 4 4 58 22 32
Viking IL Stavanger (Noruega) 3 14 7 3 4 25 17 17
KS Polonia Byotm (Polonia*) 22 12 7 3 49 21 31
Sporting CP Lisboa (Portugal) 26 12 7 7 50 28 31
Petrolul Ploieşti (Rumanía) 22 15 1 6 47 23 31
IFK Göteborg (Suecia) 4 33 22 3 8 92 48 47
BSC Young Boys (Suiza) 26 16 6 4 79 42 38
Beşiktaş SK (Turquía) 5 18 8 2 8 28 26 18
Dinamo Moskva (Unión Soviética*) 22 14 3 5 44 25 31
NK Dinamo Zagreb (Yugoslavia) 22 9 4 9 35 28 22

1 Alemania Occidental no tenía un grupo único de primera división. Los datos corresponden a la Oberliga Occidental.

2 Bulgaria cambió el ciclo primavera/otoño por otoño/primavera.  Hubo un campeonato en 1958 a una sola vuelta.

3 El campeonato noruego se componía de dos grupos. El Viking IL Stavanger quedó cuarto del grupo A.

4 Suecia cambió el ciclo otoño/primavera por primavera/otoño, por lo que no hubo campeón en 1958/59. El IFK Göteborg ganó el el global del torneo a tres vueltas 1957/58 y 1958.

5 Turquía no tenía campeonato nacional. Los datos corresponden a la liga de Estambul.

CAMPEONES DE LIGA 1958* Y 1958/59 DE LAS FEDERACIONES PERTENECIENTES A LA UEFA EN 1959

Pto J G E P F C Pts
Partizani Tiranë (Albania*) 14 7 5 2 27 12 19
SG Eintracht Frank. (Alemania Oc) 1 30 22 5 3 71 25 49
ZASK Vorwärts Berlin (Alemania Or*) 26 17 4 5 50 24 38
Wiener SC (Austria) 26 20 6 0 104 35 46
RSC Anderlecht (Bélgica) 30 19 6 5 72 23 44
CDNA Sofia (Bulgaria*) 2 11 7 4 0 19 9 18
CDNA Sofia (Bulgaria) 2 22 13 6 3 37 16 32
CH Bratislava (Checoslovaquia) 26 16 8 2 56 27 40
Vejle BK (Dinamarca*) 22 14 2 6 66 32 30
Glasgow Rangers FC (Escocia) 34 21 8 5 92 51 50
CF Barcelona (España) 30 24 3 3 96 26 51
KuPS Kuopio (Finlandia*) 18 13 0 5 40 22 26
OGC Nice (Francia) 38 24 8 6 80 38 56
PAE Olympiakos (Grecia) 18 14 2 2 43 19 48
Sparta Rotterdam (Holanda) 34 20 11 3 83 30 51
Csepel SC (Hungría) 26 14 6 6 56 25 34
Wolverhampton W (Inglaterra) 42 28 5 9 110 48 61
Shamrock Rovers (Irlanda) 22 15 4 3 58 29 34
Linfield FC (Irlanda del Norte) 22 17 0 5 69 27 34
ÍA Akranes (Islandia*) 5 4 1 0 23 9 9
AC Milan (Italia) 34 20 12 2 84 32 52
AS Jeunesse d’Esch (Luxemburgo) 22 14 4 4 58 22 32
Lillestrøm SK (Noruega) 3 14 9 1 4 36 25 19
ŁKS Łodz (Polonia*) 22 13 6 3 61 24 32
FC Porto (Portugal) 26 17 7 2 81 22 41
Petrolul Ploieşti (Rumanía) 22 15 1 6 47 23 31
IFK Göteborg (Suecia) 4 33 22 3 8 92 48 47
BSC Young Boys (Suiza) 26 16 6 4 79 42 38
Fenerbahçe SK (Turquía) 5 18 14 4 0 47 7 32
Spartak Moskva (Unión Soviética*) 22 13 6 3 55 28 32
FK Crvena zvezda (Yugoslavia) 22 14 3 5 50 19 31

1 Alemania Occidental no tenía un grupo único de primera división. Los datos corresponden a la Oberliga Sur. El SG Eintracht Frankfurt se proclamó campeón al ganar la final al Kickers Offenbach por 5-3.

2 Bulgaria cambió el ciclo primavera/otoño por otoño/primavera.  Hubo un campeonato en 1958 a una sola vuelta.

3 El campeonato noruego se componía de dos grupos. El Lillestrøm SK, primero del grupo B, ganó la final al Fredrikstad FK por 2-2 y 4-1.

4 Suecia cambió el ciclo otoño/primavera por primavera/otoño, por lo que no hubo campeón en 1958/59. El IFK Göteborg ganó el el global del torneo a tres vueltas 1957/58 y 1958.

5 Turquía no tenía campeonato nacional. Los datos corresponden a la liga de Estambul.

ESTADÍSTICA POR PAÍSES 1955-1959

España 7 52 33 8 11 131 68 74
Francia 4 25 14 3 8 58 36 31
Italia 4 25 13 5 7 58 43 31
Inglaterra 3 18 9 4 5 46 28 22
Yugoslavia 4 18 8 5 5 46 29 21
Hungría 4 18 8 4 6 47 35 20
Alemania Occidental 3 19 7 5 7 38 37 19
Suiza 4 15 5 4 6 18 24 14
Escocia 4 15 6 1 8 21 26 13
Alemania Oriental 2 13 4 4 5 23 19 12
Austria 4 16 5 2 9 34 39 12
Checoslovaquia 3 10 5 1 4 12 13 11
Suecia 4 13 3 4 6 18 20 10
Dinamarca 4 11 3 3 5 15 22 9
Bulgaria 3 9 4 0 5 19 20 8
Rumanía 3 10 4 0 6 18 29 8
Bélgica 4 12 4 0 8 19 38 8
Holanda 4 10 3 1 6 15 25 7
Portugal 4 10 2 2 6 17 26 6
Polonia 4 9 2 2 5 8 19 6
Luxemburgo 3 8 2 0 6 9 33 4
Turquía 2 4 1 1 2 4 7 3
Sarre 1 2 1 0 1 5 7 2
Irlanda del Norte 2 4 0 1 3 3 13 1
Finlandia 1 2 0 0 2 0 7 0

ESTADÍSTICA POR CLUBS 1955-1959        40 primeros

Real Madrid CF (España) 4 30 21 4 5 81 32 46
Stade de Reims (Francia) 2 16 10 2 4 41 20 22
Manchester United FC (Inglaterra) 2 16 9 3 4 43 24 21
AC Milan (Italia) 2 16 9 2 5 47 29 20
FK Crvena zvezda Beograd (Yugoslavia) 2 12 6 3 3 32 16 15
Atlético Madrid (España) 1 10 6 1 3 25 9 13
SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental) 2 13 4 4 5 23 19 12
BSC Young Boys Bern (Suiza) 2 9 4 3 2 13 11 11
Vasas SC Budapest (Hungría) 1 8 4 2 2 18 11 10
BV Borussia Dortmund (Alemania Occidental) 2 10 4 2 4 24 19 10
MTK Budapest (Hungría) 2 8 4 1 3 24 18 9
Club Atlético Bilbao (España) 1 6 4 1 1 16 14 9
FAC Fiorentina (Italia) 1 7 3 3 1 8 6 9
R Standard CL (Bélgica) 1 6 4 0 2 14 8 8
Schalke 04 (Alemania Occidental) 1 7 3 2 2 13 13 8
CDNA Sofia (Bulgaria) 3 9 4 0 5 19 20 8
Hibernian FC Edingurgh (Escocia) 1 6 3 1 2 9 5 7
OGC Nice (Francia) 1 7 3 1 3 14 12 7
VTJ Dukla Praha (Checoslovaquia) 2 6 3 1 2 7 9 7
SK Rapid Wien (Austria) 3 10 3 1 6 22 27 7
AGF Aarhus (Dinamarca) 3 8 2 3 3 9 14 7
Sevilla CF (España) 1 6 2 2 2 9 13 6
FK Partizan Beograd (Yugoslavia) 1 4 2 1 1 11 9 5
Wiener SC (Austria) 1 6 2 1 3 12 12 5
IFK Göteborg (Suecia) 1 5 2 1 2 9 9 5
AFC Ajax Amsterdam (Holanda) 1 4 2 1 1 6 7 5
Sporting CP Lisboa (Portugal) 2 6 2 1 3 13 18 5
SK Slovan Bratislava (Checoslovaquia) 1 4 2 0 2 5 4 4
Gwardia Warszawa (Polonia) 2 5 1 2 2 6 9 4
Dinamo Bucuresti (Rumanía) 1 4 2 0 2 8 13 4
Glasgow Rangers FC (Escocia) 2 7 2 0 5 9 15 4
Djurgårdens IF (Suecia) 1 4 1 1 2 5 5 3
Grasshopper-Club (Suiza) 1 4 1 1 2 5 6 3
AS Saint-Etienne (Francia) 1 2 1 0 1 3 4 2
Galatasaray IS (Turquía) 1 2 1 0 1 3 4 2
KB København (Dinamarca) 1 3 1 0 2 6 8 2
CWKS  Legia Warzawa (Polonia) 1 2 1 0 1 2 4 2
CCA Bucuresti (Rumanía) 1 3 1 0 2 6 8 2
1FC Saarbrucken (Sarre) 1 2 1 0 1 5 7 2
IFK Norrköping (Suecia) 2 4 0 2 2 4 6 2



España 1962, Helenio Herrera y la H3C (Primera parte)

INTRODUCCIÓN

Uno de los capítulos más interesantes y controvertidos de la historia de la selección española tuvo lugar en 1962. Pablo Hernández Coronado y Helenio Herrera compartieron labores técnicas al frente del equipo nacional, siendo conocida esta dupla por parte de la prensa como la fórmula H3C (las tres H; H de Helenio, H de Herrera y H de Hernández, + la C de Coronado).

En este estudio repasaremos los acontecimientos sucedidos desde que España logra la clasificación para la Copa del Mundo de 1962 hasta la resolución del campeonato. Arrancaremos con un análisis contextual de la situación de la selección en ese momento y con el Informe Escartín. El hecho de que los dos seleccionadores de esta época (Pedro Escartín y Pablo Hernández Coronado) redactaran dos informes al finalizar su trabajo, permite acotar nuestra investigación entre dos puntos de la historia, el que va desde el Informe Escartín (enero de 1962) al Informe Hernández Coronado (julio de 1962).

En el primer capítulo abordaremos la cronología de hechos que llevaron a Helenio Herrera a ser elegido entrenador de España en el mundial. También analizaremos la fase de preparación y el proceso de selección de los jugadores que acudieron al campeonato. Ya en la segunda entrega repasaremos el equipo, la actuación y todos los acontecimientos que sucedieron, durante y después de Chile 1962, en torno a la selección española.

CONTEXTO HISTÓRICO

La selección española logró la clasificación para la VII edición de la Copa del Mundo, que se celebraría en Chile en 1962, derrotando en dos eliminatorias a doble partido a País de Gales y Marruecos. El equipo se encontraba en una época complicada tras los dos campeonatos mundiales en los que estuvo ausente, y también debido a la renuncia forzada en plena competición acontecida en la primera Eurocopa de Naciones frente a la Unión Soviética.

A pesar de haber asegurado una plaza para el mundial de Chile, el juego de España fue muy pobre en los encuentros de clasificación, y el propio seleccionador marroquí les auguró un futuro muy negro si no mejoraban su nivel en los meses que restaban para el torneo. El seleccionador era Pedro Escartín, que como había anunciado previamente, se despediría una vez logrado el billete para el campeonato. Su último encuentro fue un empate contra Francia en un partido amistoso celebrado en diciembre de 1961.

El periodo Escartín fue aceptable en cuanto a resultados, pero no tanto respecto a las sensaciones que transmitió el equipo. Durante esta etapa la selección no perdió ningún partido, pero la falta de cohesión en el grupo y el nivel mostrado en las eliminatorias, preocupaban de forma evidente a periodistas y aficionados. A finales de 1961 el puesto de seleccionador queda vacante, por lo que encontrar a la persona idónea para desempeñar el cargo se convierte en el objetivo principal de la Federación española presidida por Benito Pico.

Asumir el puesto de seleccionador era una decisión arriesgada, ya que a pesar de que España volvería a participar en un campeonato del mundo tras 12 años de ausencia, la situación no era fácil, y más teniendo en cuenta que el criterio de selección de jugadores y la planificación se encontraba en situación embrionaria a pocos meses del comienzo de la cita mundialista.

El 18 de diciembre de 1961, Pablo Hernández Coronado es elegido como nuevo seleccionador español. Se trata de un hombre que ya dirigió a España en el pasado, con unas credenciales excelentes en varias vertientes del fútbol y un fino sentido de la ironía que plasmaba en sus escritos; Hernández Coronado contará con plenos poderes en su labor preparatoria. Al mismo tiempo en Italia, la federación nacional del país transalpino había anunciado la incorporación de Helenio Herrera al comité técnico de la selección, donde también se confirma la presencia de Giovanni Ferrari y Paolo Mazza.

Herrera compaginaría a partir de ese momento su actividad en el Inter de Milán con el trabajo en la selección italiana; labor por la que no recibiría compensación económica. Hernández Coronado anunció que confeccionaría el equipo desde los primeros días del nuevo año, pero que dejaría a última hora la elección del entrenador que debería preparar a sus seleccionados. Antonio Barrios, José Villalonga o Luis Miró, eran algunos de los favoritos que los medios de comunicación presentaban para el puesto, unas quinielas en las que no aparecía Helenio Herrera debido a su reciente designación en Italia.

EL INFORME ESCARTÍN

Como recapitulación de su etapa, Pedro Escartín elaboró un informe sobre los jugadores que había tenido a su disposición en el equipo nacional. El documento debía ser útil para el nuevo seleccionador, ya que en él se especificaba la opinión que tenía el técnico saliente de los futbolistas que aspiraban a acudir a Chile. El informe era de una confidencialidad absoluta, pero el diario MARCA lo publicó íntegramente el 3 de enero de 1962.

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La versión del periódico decía que una de las copias que Escartín realizó fue olvidada en un taxi de Madrid. Casualmente, un redactor del diario la encontró y posteriormente decidió publicarla, según MARCA sin cometer delito alguno ya que en ningún momento se especificaba en el documento una prohibición directa acerca de su reproducción. Evidentemente esta versión no convenció a muchos escépticos, incluido el propio Escartín, que se mostró muy molesto y acusó directamente al abogado Francisco Villena de haber filtrado a la prensa su testamento deportivo.

El escándalo fue mayúsculo, ya que en el «Informe Escartín» se podían leer críticas a Gento, dudas sobre el estado físico de Di Stefano y Santamaría, e incluso filtraciones acerca de posibles traspasos como el que debería llevar en poco tiempo a Zoco desde Osasuna al Real Madrid. El año del mundial comenzaba de la forma más convulsa posible, al mismo tiempo que Hernández Coronado intentaba ofrecer a los medios una aparente tranquilidad.

El 18 de enero se sortean los grupos de la primera fase del campeonato y aparecen los primeros pronósticos sobre el resultado. Así, France Football vaticina que la selección española llegaría a las semifinales, donde viviría un hipotético partido ante Chile en caso de que se cumpliera su predicción de cruces. No era tan mala la imagen que se tenía en los países cercanos acerca de nuestro fútbol, una opinión también motivada por los grandes resultados que estaban consiguiendo los equipos españoles en las competiciones internacionales de clubes.

SITUACIÓN DE HERRERA

Uno de los grandes aspirantes a lograr hacerse con la supremacía europea era el Inter de Milán dirigido por Helenio Herrera, que durante los primeros meses del año viviría varios enfrentamientos ante equipos españoles: un doble choque frente al Valencia en la Copa de Ferias y dos amistosos ante Barcelona y Real Madrid que a la postre resultarán decisivos en el futuro de la selección nacional. Herrera no pasaba por su mejor época en Italia, donde una serie de resultados habían dejado al cuadro lombardo prácticamente sin opciones de ganar la liga.

Los métodos de H.H comienzan a ser cuestionados por prensa y aficionados, en un momento en el que la verborrea del «mago» parece no convencer con la consistencia que lo hizo en el pasado. En febrero de 1962 su futuro es incierto, y tal vez por ello Herrera comienza a crear controversia en torno a su persona. El 1 de febrero de 1962, Diario de Zamora se hace eco de unas manifestaciones en las que el entrenador afirma que a final de temporada recalará en el Real Madrid.

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«Al término de la temporada dejaré el Inter y marcharé al Madrid, del que he recibido una ventajosa oferta: carta blanca y una compensación anual de seis millones de pesetas».

Un mes más tarde de estas manifestaciones, el Inter juega un encuentro amistoso ante el Real Madrid a beneficio de la Campaña Pro vivienda del necesitado. Es durante este viaje a la capital de España cuando se concreta la propuesta de que Herrera sea el técnico que acompañe a Hernández Coronado en el campeonato del mundo de Chile. Ambos mantienen una reunión en un restaurante italiano de la Avenida del Generalísimo, según fuentes oficiales para tratar asuntos relacionados con Luis Suárez, jugador del Inter y miembro de la selección en ese momento. Tras el encuentro la Agencia ALFIL lanza la siguiente nota: «El preparador de la selección española será Helenio Herrera».

Pronto Hernández Coronado desmiente la noticia para tranquilidad de gran parte de la prensa y el colectivo de entrenadores españoles, resabiados todos por su experiencia con Herrera. Pero en pocos días comenzarán a llegar las contradicciones de unos y otros, al mismo tiempo que la bautizada H3C (H.H + H.C) va tomando forma. El éxito de la propuesta de Hernández Coronado estaba supeditado a varios puntos:

1º- Hernández Coronado tenía confianza plena en las aptitudes de Herrera, pero debería hacer frente a la oposición de parte de la Federación y la gran mayoría de los entrenadores nacionales.

2º- El compromiso de Herrera con el Inter, ya que el club debería dar permiso a la Federación Española para poder contar con el técnico durante las semanas de preparación y disputa del campeonato.

3º- El compromiso de Herrera con la selección italiana. Helenio formaba parte de la comisión de técnicos encargada de seleccionar y dirigir a la Azzurra en Chile 1962.

4º-El contrato y las limitaciones del técnico. Herrera sólo aceptaría el puesto por una cantidad económica razonable para sus intereses y posiblemente no querría intromisiones en la manera de dirigir al equipo.

HERRERA CAMBIA ITALIA POR ESPAÑA

De forma sorprendente, el 14 de marzo parte de la prensa española publica que Helenio Herrera ha dimitido de su puesto en el comité técnico de la selección italiana. Mino Spadaccini, supervisor federal del fútbol de su país, dio a conocer la carta en la que H.H renunciaba a su cargo. Las razones por las que Herrera decidió tomar una decisión tan radical no quedaron del todo esclarecidas en su momento, pero el técnico se excusó afirmando que la presión recibida en los últimos días por parte de los medios de comunicación había sido insoportable.

Días antes de abandonar el cargo, el técnico había protagonizado una ardua polémica con el jugador Omar Sivori. El 25 de febrero el Inter y la Juventus de Turín empataron a dos goles en la liga italiana. El choque se jugó en los días previos al partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa de Europa 1961-62 que debían disputar el Real Madrid y el conjunto Bianconero. Herrera criticó a su rival y dejó entrever que no sería un problema para él que el equipo español eliminara a la Juventus; las palabras escocieron tanto a la estrella de la Juve Sivori, que éste manifestó que no jugaría el mundial si Helenio era uno de los técnicos.

En la práctica es difícil creer que la presión mediática fuera la razón real de su dimisión, ya que Helenio Herrera se manejaba a la perfección con ella e incluso disfrutaba de la polémica. En el momento de renunciar a su puesto en Italia, Herrera ya conocía que era el elegido para dirigir a la selección española.

Los rumores volvieron a primera plana en los días previos a su nombramiento oficial. El diario MARCA publicó:

«Si se ha querido buscar para entrenar a la selección española el hombre más desacreditado, la puntería ha sido sensacional».

Pero la decisión de Hernández Coronado era firme, y así lo demostró con el escrito que dirigió al Inter de Milán en el que solicitaba permiso para poder contar con H.H.

El 26 de marzo de 1962, la Asamblea general de la Federación Española de fútbol decide «APROBAR LA PROPUESTA DEL SELECCIONADOR NACIONAL, DON PABLO HERNÁNDEZ CORONADO, DESIGNANDO PREPARADOR DE LA SELECCIÓN A DON HELENIO HERRERA».

La noticia, aunque esperada, cae como un jarro de agua fría en el fútbol nacional. Así Miguel Muñoz, entrenador del Real Madrid, declara tras un partido de copa ante el San Sebastián:

«Supone un menosprecio total para nosotros, creo que existen en España muchos entrenadores con la suficiente garantía para ir a Chile con la selección».

En líneas similares se manifestó Kubala, técnico del Club de fútbol Barcelona:

«La designación de Herrera constituye un menosprecio para los entrenadores españoles».

Otros como Domingo Balmanya optaban por no mostrar abiertamente su disconformidad:

«No tengo nada que oponer. Tiene título español y está al corriente del pago de sus cuotas en la Agrupación de Preparadores».

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Dos días después de su nombramiento como seleccionador, Herrera dimitió de su puesto como entrenador del Inter. La decisión venía provocada por la renuncia que el presidente Angelo Moratti había presentado poco antes. El técnico dejaba la puerta abierta de cara a una posible vuelta (hecho que finalmente sucedió) al finalizar el campeonato del mundo condicionada a la continuidad de Moratti.

FASE DE PREPARACIÓN

El 14 de Abril de 1962, Pablo Hernández Coronado ofrece la lista de 40 jugadores preseleccionados para la cita mundialista.

Porteros:

Carmelo (Atlético de Bilbao), Sadurní (Barcelona), Araquistain y Vicente (Real Madrid), Zamora (Mallorca).

Defensas:

Echeverría y Etura (Atlético de Bilbao), Calleja y Rivilla (Atlético de Madrid), Garay, Rodri, Gensana y Gracia (Barcelona), Santamaría (Real Madrid), Campanal II (Sevilla), Mestre y Piquer (Valencia), Reija (Zaragoza).

Medios:

Segarra y Vergés (Barcelona), Pachín (Real Madrid), Zoco (Osasuna), Paquito (Oviedo), Ruiz Sosa (Sevilla).

Delanteros:

Aguirre (Atlético de Bilbao), Collar, Jones, Mendoza, Peiró y Adelardo (Atlético de Madrid), Martínez (Barcelona), Amancio (Deportivo de la Coruña), Camps (Español), Luis Suárez (Inter de Milán), Di Stéfano, Del Sol, Gento y Puskas (Real Madrid), Guilot (Valencia), Marcelino (Zaragoza).

De esta lista se realizó una primera criba en la que se cayeron Zamora, Calleja, Mestre, Piquer, Campanal II, Zoco, Paquito, Camps, Marcelino, Mendoza y Jones.

– El 29 de abril se disputa el primer encuentro de preparación en el estadio Metropolitano ante el F.C Saarbrücken. El once con sus respectivos cambios de la selección española es el siguiente:

Sadurní; Echeverría (Reija y Rivilla), Gensana (Echeverría), Reija (Garay); Ruiz Sosa (Vergés), Garay (Gensana); Amancio (Suárez), Guillot (Amancio), Martínez, Suarez (Adelardo) y Collar.

Resultado: 5-3 (Goles de Ruiz Sosa, Martínez, Amancio, Vergés y Adelardo).

Partido en el que se realizan numerosos cambios y pruebas. Destaca el rendimiento de Luis Suárez y prácticamente toda la prensa coincide en nombrar al joven Amancio como la estrella del encuentro.

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El 1 de mayo los seleccionados se concentran en Algorta (Vizcaya), lugar escogido debido a las previsiones de clima, que lo asemejaban a Viña del Mar, donde España disputaría los tres encuentros de la primera fase del mundial. Helenio Herrera ya dirige los entrenamientos y pronto se incorporarán los jugadores seleccionados del Real Madrid tras perder la final de la Copa de Europa en Ámsterdam ante el Benfica. También llegan los jugadores del Valencia y todavía faltan los del Atlético de Madrid.

– El 4 de mayo se disputa el segundo encuentro de preparación en el estadio El Sardinero de Santander frente al Stade Rennais. España forma de la siguiente manera en cada uno de los dos tiempos:

Primer tiempo: Carmelo; Rodri, Garay, Gracia; Segarra, Gensana; Amancio, Aguirre, Guillot, Suárez y Collar.

Segundo tiempo: Sadurní; Rdri, Echeverría, Garay; Ruiz Sosa, Etura; Aguirre, Amancio, Guillot, Suárez y Collar.

Resultado: 3-0 (Goles de Segarra, Guillot y Amancio).

Partido de escaso nivel futbolístico por parte de los dos equipos en el que España se mostró firme en defensa y notablemente imprecisa en ataque. Destacaron Garay, Gracia y Segarra.

– El 6 de mayo se disputa el tercer encuentro de preparación, de nuevo ante el Stade Rennais pero esta vez en San Mamés. Los onces de la selección en cada uno de los tiempos son los siguientes:

Primer tiempo: Araquistain; Pachín, Santamaría, Reija; Segarra, Garay; Del Sol, Puskas, Di Stéfano, Suárez y Gento.

Segundo tiempo: Carmelo; Echeverría, Garay, Gracia; Vergés, Pachín; Del Sol, Puskas, Di Stéfano, Suárez (Amancio) y Gento.

Resultado: 5-1 (Goles de Suárez, Di Stéfano, Segarra, Di Stéfano y Puskas).

Muchas dudas en el equipo español y desconcierto entre prensa y aficionados. A pocas fechas del comienzo del campeonato todavía no existía un extremo derecho definido, y varios jugadores habían actuado en posiciones diversas durante los encuentros de preparación. Hernández Coronado todavía debía descartar a siete jugadores que no acudirían a Chile, por lo que los nervios entre los seleccionados iban en aumento.

– El 11 de mayo se disputa el cuarto encuentro de preparación, el VfL Osnabrück es el rival y el partido vuelve a tener a San Mamés como escenario. Los onces de España son los siguientes:

Primer tiempo: Vicente; Rodri, Gensana, Echeverría; Ruiz Sosa, Etura; Amancio, Guillot, Martinez, Aguirre y Gento.

Segundo tiempo: Sadurní; Rodri, Echeverría, Gracia; Etura, Vergés; Aguirre, Amancio, Martínez, Guillot y Gento.

Resultado: 2-2 (Goles de Amancio y Amancio).

Mal partido de España que fue sorprendida por el juego brusco del equipo alemán. Varios de los seleccionados buscaron el lucimiento personal ante la amenaza de ser parte de los jugadores descartados, algo que perjudicó al juego de grupo del equipo. El mejor del encuentro fue Gento.

– El 13 de mayo se disputa el quinto encuentro de preparación, de nuevo ante el VfL Osnabrück pero esta vez en el estadio de Atocha en San Sebastián. Los onces de España son los siguientes:

Primer tiempo: Araquistain; Pachín, Santamaría, Reija; Segarra, Garay; Del Sol, Martínez, Di Stéfano, Suárez y Gento.

Segundo tiempo: Carmelo; Rivilla, Santamaría, Reija; Segarra, Garay; Peiró, Martínez, Di Stéfano (Suárez), Adelardo y Gento.

Resultado: 5-0 (Goles de Di Stéfano, Di Stéfano, Adelardo, Martínez y Suárez).

Buen partido de España con un Luis Suárez magistral. Di Stéfano se retiró del juego con una dolorosa contractura (detalle de prensa a final del párrafo, Hoja oficial de la provincia de Barcelona Pag.14). Inmediatamente solicitó un informe al doctor Cabot para conocer el alcance real de la lesión. Tras el encuentro se hace público los siete descartes finales que no viajarán a Chile: Vicente, Etura, Gensana, Aguirre, Guillot, Amancio y Ruiz Sosa.

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– El 17 de mayo se disputa el quinto y último encuentro de preparación. El rival es el Bayern Múnich alemán en el estadio Metropolitano. La alineación española es la siguiente:

Carmelo (Araquistain); Rivilla, (Pachín), Santamaría, Reija; Segarra, Garay; Del Sol, Peiró (Puskas), Martínez, Suárez y Gento.

Resultado: 5-1 (Goles de Del Sol, Gento, Puskas, Puskas y Puskas).

Gran encuentro ante el público madrileño en el que de nuevo volvió a brillar Luis Suárez. La defensa jugó su mejor partido y tanto Hernández Coronado como Helenio Herrera se mostraron satisfechos con el rendimiento de los seleccionados.

RECAPITULACIÓN DE LA PRIMERA PARTE

El 21 de Mayo, los 22 seleccionados y el equipo técnico y directivo viajaron a Chile para comenzar la participación en la Copa del Mundo. Finalizaba una fase de preparación no exenta de críticas por parte de la prensa. A Hernández Coronado se le acusó de haber confeccionado una selección políticamente correcta con representación de muchos clubes, dejando de lado la conjunción del equipo y el funcionamiento como grupo.

Muchas críticas iban dirigidas a la edad de algunos jugadores escogidos, ya que no se entendía que jóvenes promesas como Amancio o Zoco hubieran quedado fuera y sin embargo otros futbolistas en la trayectoria final de sus carreras sí hubieran sido seleccionados. Uno de los descartados que se mostró más crítico con la decisión fue el sevillista Ruiz Sosa, que tildó a la concentración previa como una «tomadura de pelo y pérdida de tiempo» para los jugadores que no iban a acudir al campeonato.

La gran preocupación táctica estaba relacionada con la ausencia de un extremo derecho nato, una posición para la que se barajaban varias opciones, todas con futbolistas que debían ser recolocados. El equipo viajó con una gran incógnita, saber si Alfredo Di Stéfano podría participar finalmente en el campeonato. Lo cierto es que el jugador era más pesimista de lo que manifestaban los propios médicos, unos temores que terminaron confirmándose en una triste realidad para el equipo.

La mala relación entre Di Stéfano y Helenio Herrera fue uno de los focos de polémica en la expedición, ya que se dudaba del interés real que tenía la estrella del Real Madrid por recuperarse y participar en el campeonato. Herrera por su parte se había mostrado cauto en la preparación, menos comunicativo con los medios y tenso ante la gran responsabilidad que se avecinaba; los jugadores declararon estar encantados con los métodos de H.H.

En pocos días España iba a arrancar la participación en el tercer campeonato del mundo de su historia. Checoslovaquia, México y Brasil, serían los rivales de la primera fase. El camino emprendido 6 meses atrás con la llegada de Hernández Coronado al puesto de seleccionador, viviría su punto culminante en Chile. Viña del Mar juzgaría el valor real de la H3C.

Principales fuentes consultadas en esta primera parte:

Diario MARCA

Hemeroteca de El Mundo Deportivo

Hemeroteca de ABC

– Félix Martialay: «Historia de la Selección Española de Fútbol». Obra inédita, Madrid 1966

Archivo Hoja del Lunes

– Archivo La Stampa




Campeonato del Mundo sub’20 1999 (I): El camino hacia Nigeria

Todo pudo haber acabado antes de empezar en al menos dos ocasiones, y eso debería servirnos para ser conscientes de que la línea que separa el éxito no ya del fracaso, sino del simple olvido, de todo aquello que no pasará a la historia sencillamente por no haber llegado a tener la ocasión de hacerlo, es más que fina y está caprichosamente trazada por el azar, o por los dioses, o por aquello en lo que cada uno crea. Porque también es casualidad, o cruel capricho divino, o vaya usted a saber qué, que precisamente quien evitó en esas dos ocasiones un ingrato adiós prematuro tuviera que decir prematuramente adiós a la cita que haría pasar a la posteridad a aquel grupo de chavales, quedando así su nombre completamente olvidado, como si nunca hubiera tenido nada que ver en esa histórica conquista.

Evidentemente hubo otros compañeros que también ayudaron a salvar aquellas delicadas situaciones (y a que todas las demás fueran por los cauces previstos) y que igualmente se quedaron sin su parte del botín, pero el caso de Gerard López Segú es especialmente doloroso: él rescató dos veces a España cuando todo estaba a punto de irse al traste y él era el llamado a liderar el equipo en el Campeonato del Mundo sub’20 de Nigeria 1999, hasta que un inoportuno encontronazo en Enschede, Países Bajos, apenas un día antes de viajar a Lagos le borró de la lista de embarque y de la gloria. Esa fractura de pómulo sufrida en un partido de la sub’21 debió de dolerle casi tanto como quedarse en tierra con la maleta hecha y las vacunas puestas, aunque tal vez lo más doloroso sea pensar que, de haber estado Gerard en Nigeria, todo hubiera sido distinto: quizás, quién sabe, con Gerard en el campo España no hubiese ganado aquel Mundial sub’20. O tal vez sí. Nunca lo sabremos.

Un Mundial que, por otro lado, tampoco tenía que haber sido en Nigeria, porque el Mundial de Nigeria debería haber sido en 1995, y entonces sí que nada sería lo mismo. Porque seguramente para empezar a hablar del Campeonato del Mundo sub’20 de Nigeria 1999 no esté de más recordar que, si todo hubiera ido según lo previsto, ese torneo jamás habría existido. Es decir, sí que habríamos visto un Mundial sub’20 en Nigeria y quizá hasta lo hubiese ganado España, pero no en 1999 sino en 1995; el de 1999 se habría disputado en cualquier otro país y a partir de ahí todo sería distinto. Por de pronto, seguramente no estaríamos escribiendo nada de esto, pero el azar, los dioses o el destino quisieron que el Campeonato del Mundo sub’20 de Nigeria 1995 fuera suspendido el 9 de febrero de aquel mismo año, sólo un mes y dos días antes de la fecha prevista para su comienzo. Y ahí empezó realmente esta historia.

A los típicos y esperados problemas con las infraestructuras se habían unido unos graves e inoportunos brotes de malaria y meningitis en las sedes de Enugu y Kaduna y eso, sumado a una inestabilidad política en el país que se había trasladado a la propia federación nigeriana de fútbol, terminó de convencer a la FIFA para posponer el que debía ser el primer Mundial de cualquier categoría organizado por el África negra. Si bien desde un primer momento se habló de cancelación definitiva, las presiones políticas hicieron que cuatro días más tarde se acordara dejarlo todo en un simple aplazamiento para dar tiempo a que la situación se normalizara. Sin embargo, el 16 de marzo de 1995 el entonces presidente de la FIFA Joao Havelange anunció finalmente la suspensión del torneo: aunque la emergencia sanitaria había pasado, persistían los problemas de seguridad y las principales aseguradoras internacionales se negaban a cubrir el evento.

Mientras las autoridades de Nigeria ponían el grito en el cielo por una decisión que tildaban de cobarde y racista, la FIFA se movió con inusitada rapidez y el día 20 de marzo hizo oficial tanto el cambio de sede como las fechas definitivas del Mundial juvenil de aquel año, que arrancaría por fin el 13 de abril en Qatar. Gracias a la buena disposición de las autoridades del pujante emirato y a las menores exigencias organizativas que requería un campeonato que entonces sólo disputaban dieciséis selecciones, apenas dos meses después de la cancelación inicial los Raúl, Iván de la Peña, Míchel Salgado, Joseba Etxeberría o Fernando Morientes viajaron al corazón del Golfo Pérsico para vivir su propia aventura, que acabaría con una meritoria (a la par que agridulce) cuarta posición final. Pero, como decía Michael Ende, esa es otra historia y será contada en otra ocasión.

Justo antes del inicio del siguiente Mundial sub’20, el de Malasia’97, la FIFA dio un voto de confianza a Nigeria (que, como protesta, no había enviado a su selección al Mundial de Qatar’95) y le encargó la organización del torneo de 1999. El país africano tenía ante sí una nueva oportunidad y también un nuevo reto: dar cobijo ya no a dieciséis, sino a veinticuatro combinados nacionales, para lo cual los dirigentes nigerianos lanzaron un órdago a la grande habilitando nada menos que ocho sedes, el doble de las previstas para 1995, en lugar de las seis exigidas por FIFA. Para ello se construyeron cuatro estadios nuevos y se remozaron otros tantos con la pasmosa celeridad que siempre suele provocar una generosa exención de impuestos para las empresas contratistas. El mensaje era evidente: Nigeria haría todo lo que fuera necesario con tal de ofrecer una buena imagen al mundo.

Los estadios, en cualquier caso, eran sólo una pieza más del complicado engranaje que implica la organización de un Mundial: los hoteles, los transportes y las telecomunicaciones, puntos críticos de cualquier evento deportivo de gran magnitud, también deberían reunir unas condiciones mínimamente aceptables de calidad para no interferir en la competición futbolística juvenil más importante del planeta. Llegado por fin el momento de la disputa del campeonato, Nigeria completaba su particular transición a la democracia (su Constitución actual quedó aprobada apenas un mes después de albergar el Mundial) y la FIFA aseguró orgullosa que las autoridades locales habían cumplido con todas sus exigencias. Quienes viajaron allí para jugar, para arbitrar o simplemente para contarlo no lo tienen tan claro: el estado de los alojamientos en varias sedes distaba mucho de lo ideal, los apagones eléctricos y cortes en la señal televisiva fueron demasiado frecuentes en algunos estadios y las condiciones higiénicas y de salubridad supusieron más de un quebradero de cabeza para muchas delegaciones. Pero después de todo lo vivido durante los cuatro años anteriores, en la FIFA prefirieron hacer la vista gorda con esos detalles: sólo la escasez de público motivada por los altos precios de las entradas mereció algún comentario negativo en el Informe Técnico oficial del campeonato.

Mientras el país africano se preparaba a conciencia para su gran momento, los demás comenzaron el largo camino clasificatorio para la cita nigeriana. Como en Malasia’97, en el Campeonato del Mundo sub’20 de 1999 habría veinticuatro selecciones: esta vez serían seis europeas, cinco africanas, cuatro asiáticas, cuatro sudamericanas, cuatro norte y centroamericanas y una oceánica. En el viejo continente las plazas se repartirían en la fase final del Campeonato de Europa sub’18 que se celebraría en Chipre en el verano de 1998, pero llegar allí no iba a resultar precisamente fácil, y no sólo por los rivales: el formato de competición no ofrecería a todos las mismas opciones.

Con los chipriotas clasificados de oficio para esa fase final, cuarenta y nueve selecciones iniciaron su andadura divididas en catorce grupos. Sólo el campeón de cada grupo pasaría a la fase intermedia, consistente en una eliminatoria directa a ida y vuelta cuyos siete ganadores obtendrían el billete a Chipre. Una simple división (49 entre 14) nos permite vislumbrar el primer problema, y es que los grupos no tenían el mismo número de componentes. Era, en todo caso, algo inevitable: las nuevas federaciones surgidas en los noventa por la escisión de la URSS y Yugoslavia se iban incorporando paulatinamente a UEFA y FIFA y cada año variaba el número de participantes en los campeonatos juveniles, dificultando la organización de sus fases previas.

En esta edición en concreto la UEFA sorteó siete grupos de cuatro selecciones y otros siete grupos de sólo tres equipos, la manera más racional de cuadrar los números. Pero si el sistema de competición de esa primera fase no ofrecía las mismas oportunidades de clasificación a todas las selecciones era, principalmente, por la falta de uniformidad en la forma de resolver esos grupos. Y es que eran las propias federaciones quienes, una vez sorteados los grupos, negociaban el formato: a las más modestas les interesaba una liguilla que se resolviera en una semana para ahorrar gastos, mientras que las más poderosas podían permitirse acordar una liguilla a doble vuelta que aumentara el margen de error. Y, obviamente, no es lo mismo jugarse una clasificación en dos o tres partidos que en seis.

En ese Europeo sub’18, seis de los siete grupos de cuatro selecciones se decidieron mediante liguillas a una vuelta en una misma sede (el formato que se usa en la actualidad), y lo mismo ocurrió con cinco de los grupos de tres selecciones, mientras que los tres grupos restantes se resolvieron mediante una liguilla clásica a doble vuelta. Es decir, que hubo selecciones que tuvieron que fajarse durante seis partidos a lo largo de tres meses para conseguir lo que otras obtuvieron en apenas ciento ochenta minutos de juego; visto de otro modo, hubo quien tuvo cinco partidos para recuperarse de una mala tarde que para otra selección fue directamente fatal.

España, encuadrada en el Grupo X de clasificación junto a Italia y Bélgica, pudo gozar de esa aparente ventaja que suponía el doble enfrentamiento contra cada uno de sus rivales, aunque lo cierto es que demostró sobradamente no necesitarla. Abrimos el imprescindible «Todo sobre todas las selecciones» (2007; Ed. Librerías Deportivas Esteban Sanz) del maestro Félix Martialay y nos encontramos con que aquel peculiar campeonato arrancó para España el 2 de octubre de 1997, en Plasencia (Cáceres), con una victoria por 2-0 ante Bélgica gracias a los goles de Álex Lombardero y David Sousa. Luego, el 29 de octubre, llegaría el triunfo por 3-1 frente a Italia en Ourense, con dos goles de Pablo Couñago y otro de Álex Lombardero (y un tal Andrea Pirlo por parte transalpina), antes de devolver en noviembre las visitas a belgas e italianos.

Desplazamientos que se saldaron con otras dos victorias y, curiosamente, por los mismos tanteadores: 0-2 en Eupen, Bélgica, el  5 de noviembre (con tantos de Barkero y nuevametne Álex Lombardero), y 1-3 en Andria, Italia, el 20 de ese mismo mes (gracias a dos goles de Pablo y uno de Barkero, anotando otra vez Pirlo el tanto italiano). De esa manera tan autoritaria el equipo dirigido por Iñaki Sáez lograba su acceso a la eliminatoria a doble partido que decidiría los clasificados para la fase final de Chipre. Una vez allí sólo habría que evitar ser últimos de grupo para ganarse el derecho a participar en el Mundial sub’20.

Aunque quedaba mucho camino por recorrer había que ir preparándose para todo, así que la Federación Española aceptó gustosa la invitación de la asociación uruguaya para participar en el «Memorial Álvaro Fabián Perea Berrospe», torneo amistoso de homenaje a un prometedor lateral de Peñarol y subcampeón mundial sub’20 en Malasia’97 que había fallecido trágicamente en un accidente de tráfico sólo tres meses después de rozar la gloria en la cita malaya (el propio Perea había macado el gol de oro que clasificó a Uruguay para la final). Así que entre el 1 y el 13 de febrero de 1998, al otro lado del charco y previo paso por Francia, donde derrotó 1-2 a la sub’18 gala en otro amistoso, España se las vio con cuatro selecciones sudamericanas: Argentina, Brasil, Chile y la anfitriona Uruguay.

El torneo, catalogado como sub’20, fue en realidad un test de primer nivel para los sub’19 de las cinco naciones, ya que todas acudieron con las generaciones que deberían luchar por su plaza en el Mundial de 1999 (al final sólo Chile se quedaría sin viajar a Nigeria). En el caso español, y a pesar de la ausencia de algunos de los jugadores que se podían considerar fijos a tenor de lo visto hasta ese momento, aquel torneo en «territorio enemigo» debía servirle a Sáez para evaluar el desempeño de los suyos ante rivales de gran entidad y para que los propios jugadores tuvieran la experiencia de enfrentarse a unas selecciones contra las que no suele haber muchas oportunidades de medirse fuera de los campeonatos oficiales. El llamado «Mundialito sub’20» de 1998 fue, en definitiva, una oportunidad inmejorable para calibrar la madurez y fortaleza de un grupo llamado a hacer historia, aunque por entonces muy pocos se habrían aventurado a pronosticar su éxito.

Y lo cierto es que en Uruguay no hubo grandes alegrías: se perdieron los dos primeros partidos contra Brasil, liderada por un imparable Ronaldinho (3-0), y Argentina (2-1), para luego superar con apuros a Chile (3-2) y terminar con una tranquila e intrascendente victoria frente a Uruguay (2-0). La albiceleste de Gabi Milito, Luciano Galletti y Aldo Duscher se llevaba el trofeo con pleno de victorias, el centrocampista cántabro Gonzalo Colsa se traía un sorprendente premio como máximo goleador y España se volvía a casa con la constatación de su inferioridad respecto a las grandes favoritas y con mucho trabajo todavía por hacer: lo primero y más inmediato, superar a Israel para poder seguir soñando con Nigeria. Y a fe que no resultó tarea sencilla.

Tras la heterogénea primera fase de clasificación, las catorce selecciones supervivientes se lo jugaban todo en la eliminatoria de acceso al Campeonato de Europa sub’18 de Chipre. Decir que se trataba de un duelo a vida o muerte tal vez suene demasiado a tópico, pero pocas veces en el fútbol la realidad es tan cruda como en esa ronda juvenil: vencer era seguir en la lucha por el sueño mundialista; perder, para la mayoría de jugadores, supondría cerrar dolorosa y prematuramente su carrera internacional. El 21 de abril de 1998 Aranjuez acogía el partido de vuelta en el que España recibía a Israel, que para llegar a esa eliminatoria sólo había tenido que ganar un partido a Países Bajos y otro a San Marino en un triangular disputado en casa. Todo parecía haber quedado decidido en el partido de ida, jugado en Ashkelon y saldado con una victoria española por 0-2 con doblete de Gerard, pero en esos noventa minutos en el estadio «El Deleite» de la localidad madrileña España pasó por todo un espectro de emociones entre las que, paradójicamente, apenas hubo hueco para la que daba nombre al escenario del partido.

Tal vez confiados por la ventaja de la ida, los de Sáez se complicaron innecesariamente la vida y, en un pésimo partido, estuvieron a punto de quedarse en la cuneta. Israel llegó al descanso con ventaja de 0-1 gracias a un gol de Liron Vilner; al comienzo de la segunda parte Gerard López empataba el marcador y parecía devolver las cosas a su cauce normal, pero el tanto de Yossi Benayoun cuando todavía quedaba media hora por jugar dejaba a España al borde del abismo. Un tercer gol hebreo hubiera supuesto la eliminación de un equipo hispano convertido en un auténtico manojo de nervios, pero los visitantes no fueron capaces de volver a batir la meta del osasunista Juantxo Elía y público y jugadores pudieron, por fin, celebrar una muy sufrida clasificación para la fase final del Europeo.

Más allá del susto y de la confirmación de que Gerard era la auténtica figura del equipo (no en vano era el único que había acudido al Mundial sub’20 de Malasia’97), el partido de Aranjuez dejó claro que a aquella generación le faltaban aún mimbres defensivos y algo más de regularidad y consistencia en todas las líneas para poder pensar en cotas mayores. Acudir al Mundial sub’20 de Nigeria estaba mucho más cerca, sí, pero en ese mes de abril de 1998 las ilusiones por conquistarlo (si es que existían, porque en el seno del equipo el único objetivo era clasificarse) parecían carecer de fundamento alguno. Caprichos del destino, o de los dioses, o de lo que ustedes quieran, el 21 de abril de 1999, exactamente un año más tarde de esa agridulce derrota ante Israel, España derrotaba a Mali y se plantaba en la final del Campeonato del Mundo sub’20. Pero todo a su tiempo. Nigeria aún quedaba muy lejos, y para viajar allí todavía habría que superar una última e inesperada prueba de fuego.

No es Chipre escenario habitual de grandes batallas en el mundillo futbolístico, pero en aquel extraño verano de 1998 la cálida isla mediterránea se cruzó dos veces en el camino de la selección española para marcar decisivamente su futuro. El 5 de septiembre la selección absoluta reafirmó la pobre imagen que había dejado en el Mundial de Francia y cayó sonrojantemente derrotada por 3-2 ante la selección chipriota en el que fue, no sin cierto suspense por los días que tardó en confirmarse su cantado adiós, el último partido de Javier Clemente al frente del combinado nacional. Pocos habrán olvidado ese resultado; sin embargo, no es tan común encontrar a alguien que sepa que, a finales de julio de aquel mismo año y casualmente en el mismo escenario, el estadio Antonis Papadopoulos de Larnaca, la selección española sub’18 que acabaría ganando el Mundial sub’20 estuvo a un minuto de perpetrar un gatillazo que hubiera supuesto un abrupto y más que discreto punto final a su historia.

La fase final del Europeo sub’18 de 1998 arrancó el 19 de julio. Las selecciones juveniles de España, Croacia, Alemania, Inglaterra, Portugal, Irlanda y Lituania llegaban a Chipre para unirse al anfitrión en la lucha por el título continental; lucha que, en último término, estaba reservada sólo a los campeones de los dos grupos en que se dividieron los ocho participantes. El objetivo mínimo que todos compartían era quedar entre los tres primeros de cada grupo y obtener así billete para el Mundial sub’20 de Nigeria 1999; España, por su parte, quería repetir el éxito de 1995 (único entorchado sub’18 que lucía por entonces en las vitrinas de la RFEF) y el más cercano de la sub’21, que en mayo de ese mismo 1998 había ganado en Rumanía el campeonato de su categoría, también con Iñaki Sáez en el banquillo. El sorteo emparejó a España con Portugal, Alemania y Lituania en la sede de Larnaca, y el debut se produjo ante una Portugal que contaba con Simao Sabrosa y Hugo Leal como hombres más destacados. En el duelo ibérico fue nuevamente Gerard, quién si no, el que inauguró el marcador en la segunda parte, y tras el empate luso conseguido por Carreira sería Pablo Couñago quien anotara el 2-1 definitivo.

Con los primeros tres puntos en el bolsillo, la contundente derrota de Lituania por 1-7 ante Alemania parecía asegurar a España una plaza para el Mundial y convertía el duelo ante los germanos en el decisivo para meterse en la gran final del Europeo. Pero en esa segunda jornada la pegada de Alemania se impuso desde el inicio y el 3-0 que campeaba en el marcador a los veinte minutos (dos goles de Enrico Kern y uno de Sebastian Deisler) resultó una losa imposible de levantar. Ni siquiera cuando José Javier Barkero logró batir a Timo Hildebrand llegó la reacción hispana: un nuevo gol de Deisler antes de que se cumpliera la primera media hora de juego finiquitaba el duelo (el 4-1 ya no se movería) y dejaba a España fuera de la lucha por el título: los de Sáez sólo podrían sumar seis puntos, los mismos que ya tenía Alemania, y aun en el caso de un hipotético triple empate con Portugal que obligara a acudir a la diferencia de goles para deshacer la igualada, la goleada encajada ante los germanos arruinaba cualquier opción española.

Se trataba, sin duda, de una decepción, pero España todavía podía volver de Chipre con un meritorio lugar en el podio. El triunfo ante Lituania en el último encuentro se daba por hecho antes de empezar y el equipo español saltó al campo pensando que, al menos, una victoria alemana en el otro enfrentamiento del grupo le permitiría disputar el tercer y cuarto puesto. Pero si algo nos ha enseñado el fútbol a lo largo de su historia es que le gusta castigar este tipo de elucubraciones y cálculos anticipados. Aquel 23 de julio no sólo Portugal dominó cómodamente su partido ante Alemania (los lusos  ganaron 2-0, anotando ambos goles antes del descanso) sino que durante muchos minutos España se vio, contra todo pronóstico, fuera incluso del Mundial sub’20.

Ya fuese otra vez por el exceso de confianza, o por el calor del tórrido estío chipriota, o por el buen hacer de los lituanos, el caso fue que en la primera parte los de Sáez no pudieron abrir el marcador y en la segunda se toparon con un gol en contra, obra de Vidas Alunderis nada más volver del vestuario, que puso todo patas arriba. Con los marcadores momentáneos de aquella tarde España y Lituania sumarían tres puntos por los seis de alemanes y portugueses: como el primer criterio de desempate era el resultado particular, Lituania obtendría el tercer puesto del grupo y por tanto el último pasaje a Nigeria. Con más de media hora por delante para arreglar el desaguisado España se volcó en ataque, creó ocasiones y llegó a estrellar hasta cuatro balones en los palos, pero se veía incapaz de superar a un incómodo rival que incluso se quedó con diez jugadores en los últimos minutos.

Entonces, cuando todo parecía perdido, apareció el líder de esa generación, el mismo que ya había sacado las castañas del fuego ante Israel, para poner las cosas en su sitio: Gerard López marcaba el gol de la igualada en el minuto 89 y con él clasificaba virtualmente a España para el Mundial sub’20 de 1999. El postrero tanto de Jofre Mateu en el descuento sólo sirvió para evitar el borrón que en cualquier caso hubiera supuesto el empate contra los bálticos y para, de rebote, dejar a Portugal fuera de la final del torneo: los resultados definitivos de la jornada generaban un triple empate a seis puntos en la cabeza del grupo y Alemania conseguía la primera posición gracias a su mejor golaveraje general.

Los germanos, en cualquier caso, tampoco lo pudieron celebrar demasiado: un par de días después, la República de Irlanda comandada por Robbie Keane y Richard Dunne les superaba en los penaltis para lograr un histórico doblete para el fútbol de Eire y también para su seleccionador Brian Kerr, pues la selección sub’16 había ganado unos meses antes el Europeo de su categoría a las órdenes del propio Kerr. Un enorme éxito que sumar al tercer puesto en el Mundial sub’20 de Malasia’97 (torneo en el que Irlanda eliminó a España en cuartos de final) y que hacía presagiar a su absoluta un brillante futuro que, sin embargo, no acabó de traducirse luego en grandes resultados.

Junto a las dos finalistas, las selecciones de Croacia, Portugal, Inglaterra y España obtuvieron también pasaje para Nigeria. Por delante quedaban ocho meses para crecer y para buscar soluciones a las evidentes debilidades del equipo, que para Iñaki Sáez se concentraban preocupantemente en la parcela defensiva. No en vano, hasta diez de los dieciocho convocados para aquel Campeonato de Europa sub’18 terminarían acudiendo a Nigeria (Jusué, Orbaiz, Varela, Xavi, Gonzalo Colsa, Gabri, Barkero, Rubén Suárez, Alex Lombardero y Pablo Couñago, a los que podríamos añadir a Gerard López, convocado para el Mundial y que no pudo viajar por su lesión de ultimísima hora), pero de todos ellos únicamente Jusué era defensa nato y sólo él y Orbaiz (además de Varela, que ocasionalmente ocupaba el lateral derecho) jugaban habitualmente en la selección como zagueros. Una auténtica revolución que, afortunadamente, dio sus frutos.




La era dorada del C.E. Sabadell (1965-1972). Segunda parte

TEMPORADA 68-69: UN HISTÓRICO CUARTO PUESTO

Martínez, Echevarría, Comas; Isidro, Pini, Arnal, Romero, Diego; Marañón, Torrent, Muñoz, Frigols; Ortuño, Montesinos, Vidal I, Garzón, Pujol, Latorre, Seminario y Zaballa. Estos son los hombres con los que va a contar Pasieguito para una nueva campaña luchando en la máxima categoría del fútbol español. Las principales novedades las constituyen la marcha de Vall, que retorna al Español tras su larguísima cesión, y la de Antoni Vidal, fichado por el Real Madrid, así como la retirada del gran capitán Ángel Sertucha, el central que jugaba con un pañuelo anudado a la frente ( que recibe un merecidísimo homenaje el 27 de octubre de 1968, en un partido amistoso contra el Athletic de Bilbao, con triunfo rojiblanco por 1 a 4 ) y también la de Casado. Igualmente Camps pasa al Mallorca, equipo donde el buen extremo colgará definitivamente las botas. Por contra, ingresan en el club dos jugadores de procedencia levantina: el veterano lateral valenciano Alberto Arnal, con muchas temporadas de experiencia con los de Mestalla, y el joven interior del Onteniente, flamante Segunda División,  José Luís Garzón. También regresa Romero, cedido el último año al Xerez, y además, las proverbiales buenas relaciones existentes entre Barça y Sabadell vuelven a dar sus frutos, con el traspaso definitivo de Torrent, y la cesión de Pujol y Lluis Vidal, el hermano mayor del ahora jugador madridista.

Los arlequinados inician la liga con muy buen pie, victoria en Los Cármenes sobre el recién ascendido granada, mediante un gol de Garzón. Y a la siguiente jornada incluso se colocan como provisionales líderes del campeonato -igualados con Real Madrid y UD. Las Palmas- tras vencer en la Nova Creu Alta al Real Zaragoza con un solitario tanto de Torrent. Ya no volverán a abandonar los primeros lugares, mostrándose muy seguros en su propio terreno – con la única excepción de una derrota ante el Atlético de Madrid -, y finalizando la primera vuelta con 15 puntos y un positivo. Pero en la segunda ronda conseguirán mejorar aun ese resultado, y el cuadro lanero va a acabar en cuarto lugar, tras Real Madrid, Las Palmas y Barcelona ( y por encima de clubes mucho más poderosos como Atlético de Madrid, Valencia, Real Zaragoza o Athletic de Bilbao ), con 32 puntos y dos positivos y un excelente balance de 10 victorias, 12 empates y solamente 8 derrotas, con 33 goles a favor y 34 en contra, posición que les da derecho a tomar parte en la Copa de Ferias la siguiente temporada. Garzón, con 9 tantos, y Pujol con 8, fueron los máximos goleadores del cuadro de Pasieguito, que una vez más fue ratificado en el banquillo, demostrando los buenos frutos que pueden dar la confianza y la continuidad. El equipo se había hecho fuerte en la Nova Creu Alta, donde había conseguido 22 puntos, cediendo únicamente seis empates y una sola victoria visitante, mientras que a domicilio había obtenido 10 puntos, con dos triunfos y seis igualadas. El Sabadell era en aquel momento el segundo club catalán, ya que el RCD. Español, con una plantilla impresionante – Osorio, Mingorance, Lico, Glaría, Amas, Marcial, Re, Rodilla o José María – , acababa de descender a Segunda División por segunda vez en toda su historia.

Lamentablemente, y dado su excelente rendimiento, el Barça va a repescar a Lluís Pujol ya para el torneo de Copa ( a la vez que renunciaba a sus derechos sobre el otro Lluís, Vidal, cuyo desempeño durante la temporada no había pasado de discreto ). Al mismo tiempo se especulaba acerca del posible interés del club azulgrana por Fernando Ortuño, jugador que había destacado en el tercio final de la competición liguera, llamando la atención de los principales clubes españoles, pero finalmente el joven delantero oriundo de Granollers va a continuar en las filas arlequinadas, donde ya se consagrará definitivamente en la siguiente temporada.

TEMPORADA 69-70: UN PASEO POR EUROPA Y SALVADOS POR LOS PELOS

De cara al curso 69-70, con la aventura europea como gran novedad, el C.E. Sabadell se refuerza con un par de jugadores veteranos pero de talla internacional. Estamos refiriéndonos al bilbaíno Luís Aguirre y al ex-barcelonista Chús Pereda, dos nombres ilustres del fútbol español de la época. También causa alta el joven Cristo, un prometedor extremo procedente del Real Betis Balompié, así como Palau, que retorna a su club de origen  después de  una experiencia no demasiado positiva en Can Barça. Por el contrario, son baja Echevarría, Frigols, Latorre y Seminario, quien tras una década en el fútbol europeo, regresa a su Perú natal. De modo que la plantilla arlequinada va a quedar formada por los siguientes hombres: Martínez, Comas, Nicolau; Isidro, Pini, Arnal, Muñoz, Diego, Camps II, Romero, Farrás; Marañón, Torrent, Montesinos, López; Zaballa, Pereda, Aguirre, Ortuño, Garzón, Cristo, Vidal I y García.

La temporada arranca muy positivamente, y al finalizar la tercera jornada el Sabadell es segundo en la tabla, empatado a puntos con el líder Athletic de Bilbao y con el Real Madrid. Y tampoco le van nada mal las cosas en su debut en competición europea, pues consigue un esperanzador resultado en el partido de ida de los treintaidosenos de final de la Copa de Ferias, al derrotar al Brujas belga por 2 a 0 en la Nova Creu Alta. Tan histórico encuentro se disputó el día 17 de septiembre de 1969, y los pupilos de Pasieguito presentaron la siguiente alineación: Comas; Isidro, Pini, Arnal; Montesinos, Muñoz; Zaballa, Pereda, Palau, Garzón y Cristo. Los tantos  fueron conseguidos uno en cada tiempo, el primero por Zaballa a los 38 minutos de juego, y el segundo y definitivo por Cristo, en el minuto 86 de partido. Sin embargo, en la devolución de visita a la preciosa ciudad flamenca, los laneros van a pagar la novatada, y serán aplastados por los locales con un concluyente 5 a 1, que pone un abrupto final a su aventura europea. Palau hizo el gol del honor en el minuto 59 -que supuso el momentáneo 4 a 1 – y el Sabadell presentó el siguiente once: Comas; Isidro, Pini, Arnal; Marañón, Muñoz ( Romero ); Ortuño, Montesinos, Palau, Garzón y Zaballa.

Y también, a partir de la cuarta jornada liguera, el conjunto arlequinado va a entrar en una dinámica negativa que le llevará muy cerca de los puestos de descenso ( en esta temporada, concretamente, los tres últimos de la clasificación final ). De dicha zona de peligro le sacarán los dos resultados con los que concluye la primera vuelta: una victoria sobre el Sevilla en la Nova Creu Alta, y sobre todo un inesperado triunfo en el propio terreno del líder, el Atlético de Madrid, con un solitario gol de Vidal que fue como un auténtico regalo de Navidad para la afición arlequinada ( el partido se jugó el día 21 de diciembre ) y que les dejó, en el ecuador de campeonato, en la décima posición, con 14 puntos y dos negativos, abriendo una considerable brecha con respecto a los ya casi desahuciados Pontevedra y Mallorca, aunque la tercera plaza de descenso se preveía que iba a estar muy reñida. Y es que aquellas navidades del 69 fueron especialmente felices para los habitantes de la industriosa ciudad lanera en general,  y los seguidores arlequinados en particular, con una verdadera lluvia de millones, puesto que en el sorteo extraordinario de la Lotería Nacional, celebrado el día 22 de diciembre, resultó premiado con el «Gordo» el número 59.536, cuyas doce series habían sido vendidas íntegramente en Sabadell, y en concreto en la Administración número 3. El número fue adquirido por el tesorero de la Peña Futbolística Arlequinada, y estaba muy repartido entre sus socios y simpatizantes.

La segunda vuelta va a traer dos triunfos de prestigio en la Nova Creu Alta, de esos que convierten a un equipo pequeño en «matagigantes». El primero se consigue al derrotar al Barça por 3 a 2, con dos goles y una magnífica actuación del veterano Marañón, tras remontar un 0-2 adverso, y el segundo, el 1 de marzo de 1970, es una goleada histórica sobre el Real Madrid – al que los arlequinados  no vencían desde la temporada 1946-47 -, que cae por tres a cero, con goles de Marañón, Garzón y Ortuño. Esta fue la alineación que puso en liza Pasieguito en tan señalada jornada: Martínez; Isidro, Pini, Arnal; Montesinos, Marañón; Ortuño ( Cristo ), Romero ( Torrent ), Vidal I, Garzón y Palau. Tras este resultado el Sabadell parecía tener ya definítivamente asegurada la permanencia, un año más, pero ya no volverá a ganar otro partido, y a cada semana iría perdiendo gas, hasta el punto de llegar al último encuentro, en su propio feudo y ante un Atlético de Madrid que se jugaba nada menos que el título, salvado por los pelos, a pesar de que ganaron todos sus rivales directos ( y los laneros perdieron ante los colchoneros, que se proclamaron campeones ), gracias a su mejor «goal average» particular con el Deportivo de La Coruña, finalmente descendido. El balance  del conjunto vallesano quedaba como sigue: 10 victorias, 5 empates y 15 derrotas, con 31 goles a favor y 37 en contra, y un total de 25 puntos y 5 negativos, lo que le suponía ocupar la decimotercera posición.

Tras una campaña 68-69 muy tranquila, habían vuelto de nuevo los apuros. Pero el presidente Rossón tenía un plan que tal vez podía significar una buena dosis de seguridad para su equipo, la ampliación de la Primera División de 16 a 18 equipos, algo que finalmente el Pleno de la Federación Española de Fútbol va a aprobar para que entre en vigor en la temporada 1971-72. A más equipos, mayores posibilidades de que los que ya están dentro puedan permanecer. Pero dejemos el fútbol de los despachos y regresemos al fútbol que se juega sobre el césped… El curso 69-70 va a completarse con la disputa de una nueva edición de la «Copa del Generalísimo», y en dieciseisavos el Sabadell se deshace sin demasiadas dificultades del Mestalla, filial valencianista, tras una derrota por la mínima en la ciudad del Turia ( 1 a 2 ), y un claro triunfo en la Nova Creu Alta ( 3-0 ). En octavos el rival a batir va a ser la Real Sociedad ( 2 a 0 para los locales en Sabadell, y 1 a 0 para los donostiarras en el viejo Atocha ). Pero en cuartos, el Athletic de Bilbao  va a ser ya un obstáculo insalvable, pues los leones remontarán en San Mamés, con un ajustado marcador de 2 a 0, la desventaja que se traían de la Nova Creu Alta, donde habían sido doblegados por 2 goles a 1.

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TEMPORADA 70-71: UN CURSO GRÍS

La última temporada con sólo 16 equipos en Primera la afronta el Sabadell con el mismo equipo a los mandos – Rossón y Pasieguito -, y un puñado de novedades en la plantilla. Vienen Martín, Taulats, Jenaro, García Soriano, Quiles, De Diego, Otiñano, Rodri, el paraguayo Jara, y regresa de su decepcionante periplo por el Real Madrid Antoni Vidal, -que dada la presencia en el equipo de su hermano mayor Lluís pasará a ser conocido como «Vidal II» -, y se van Diego, Camps II, Farrás, García y dos jugadores importantes en la última campaña, el defensa Romero y el delantero Ortuño, traspasados a Barcelona y Real Madrid respectivamente. En teoría la plantilla no debería resentirse de la marcha de estos dos últimos para «hacer caja». Llama la atención la presencia  de nada menos que seis jugadores procedentes de la región valenciana: Martínez, Martín, Arnal, Jenaro, Garzón y Quiles. Estos son los efectivos con los que Pasieguito trataría de conseguir la permanencia, un año más: Martínez, Comas, Nicolau: Isidro, Pini, Arnal, Martín, Torrent; Taulats, López, Jenaro, Montesinos, Marañón, Garzón; De Diego, Quiles, , Palau, García Soriano, Cristo, Vidal I, Vidal II, Otiñano,  Rodri y Jara.

Al producirse la ampliación de la categoría en la campaña siguiente, tan sólo van a descender a Segunda dos equipos, ascendiendo cuatro. Y desde bastante temprano Elche y Zaragoza, tal vez un tanto sorprendentemente a la vista de su historial anterior, ocuparán los dos últimos puestos. La trayectoria del cuadro arlequinado, por consiguiente, no va a tener demasiados sobresaltos por ese motivo, aunque en absoluto puede considerarse como buena, pues al final va a sumar tan sólo 21 puntos, el registro más pobre desde que regresara a la División de Honor en 1965, ocupando por segundo año consecutivo la decimotercera posición. 8 triunfos, 5 partidos terminados en tablas y 17 derrotas, con sólo 28 goles a favor y la friolera de 49 en contra, no eran en absoluto unos buenos números, a pesar de haber vuelto a salvar la categoría. El guipuzcoano Rafael De Diego, que había llegado procedente del Real Madrid ( y que años más tarde fallecería prematura y trágicamente en la localidad asturiana de Luanco, a consecuencia de una explosión de gas ), fue el artillero más destacado de los laneros, obteniendo 9 dianas.

Tal vez la nota más positiva de toda la temporada – al margen de conseguir nuevamente la permanencia – fue lograr un nuevo triunfo en la Nova Creu Alta sobre el gran y poderoso rival regional, el Barça. Sucedió en la jornada número 19, el  24 de enero de 1971. Marcó primero Garzón en el minuto 34, empató Rexach para los azulgranas en el 49, y en el 68 de nuevo Garzón hizo subir al marcador el resultado que ya sería definitivo. Esta fue la alineación arlequinada: Martínez; Martín, Pini, Arnal; Montesinos, Marañón; García Soriano ( Palau ), Jenaro, De Diego, Garzón y Quiles. En las filas del equipo iba produciéndose la natural renovación, pues desaparecían veteranos como Isidro ( que al final de la campaña se retiraría del fútbol, y muy pronto se vería aquejado de graves problemas en la vista ), y les sustituían jóvenes como Martín, García Soriano, Jenaro o Quiles.

Muy decepcionante va a ser el breve paso del Sabadell por la «Copa del Generalísimo», ya que será eliminado a las primeras de cambio por un equipo de Segunda División, el Club Deportivo Logroñés, para más «inri» recién ascendido a la categoría de plata del fútbol español. En la Nova Creu Alta vencieron los de Pasieguito por un escuálido 1 a 0, para caer en Las Gaunas por 2 a 0. El resultado no hacía presagiar nada bueno de cara a la siguiente campaña, un presentimiento negativo que el traspaso al Sevilla de las dos máximas figuras del equipo ( al menos en lo tocante a la efectividad goleadora ), De Diego y Garzón, no hacía sino acentuar. La incertidumbre, una vez más, iba a ser inseparable compañera de la fiel afición arlequinada.

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TEMPORADA 71-72: AMARGO DESPERTAR DE UN HERMOSO SUEÑO

La Primera División del fútbol español estrena su nuevo formato, con 18 equipos y el correspondiente incremento de fechas, y posiblemente también de recaudaciones. En Sabadell se confía en no sufrir los apuros de las dos últimas campañas, pero todo el mundo reconoce que aun así la papeleta se presenta complicada. Algunos nombres ilustres como Isidro – al que se le tributa también un merecido homenaje con un partido frente a la Unión Española de Chile – o Torrent abandonan el equipo, al retirarse de la práctica activa del deporte. Les acompañan en su adiós Comas, Nicolau, López y Rodri, más los dos valiosos elementos traspasados al Sevilla, De Diego y Garzón, algo que ya se estaba volviendo habitual para cuadrar el presupuesto al final de cada ejercicio. Son nuevos, el guardameta Irazusta, casualmente sobrino de Pasieguito, el barcelonista Franch – del que se espera que pueda cubrir dignamente la ausencia de Isidro -, Catalán, Piñel, Moya, el valencianista Vilar (teórico sustituto de Torrent ), Castellanos, Burgos, y finalmente un par de jugadores con vitola internacional: el navarro Zaldúa, tras diez temporadas en el Barça, y el paraguayo Jara, procedente del Valencia, que se va a encontrar en la plantilla lanera con otro compatriota de su mismo apellido. Estos son los mimbres de que dispone el ya veterano ocupante del banquillo de la Nova Creu Alta para intentar hacer un buen cesto:  Irazusta, Martinez; Martín, Franch, Pini, Catalán, Vilar, Romero, Piñel, Arnal, Moya;  Jenaro, Montesinos,  Marañón, ,Taulats, López, Castellanos;  Zaldúa, Quiles, Cristo, Jara I,  Vidal I, Garcia Soriano, Palau,  Burgos, Otiñano, y Jara II

La temporada 71-72 empieza mal, pero va a aun acabar peor. En el primer compromiso liguero el Sporting de Gijón se llevará los dos puntos del feudo vallesano. Esta fue la alineación que actuó en el estreno oficial de la temporada, aquel 5 de septiembre de 1971: Martinez; Franch, Pini, Martín; Catalán, Marañón; Jara, Montesinos, Zaldúa, Jenaro ( Palau ) y Quiles ( Cristo ). El siguiente partido es una visita al Vicente Calderón, donde el Atlético de Madrid aplasta a los arlequinados con un contundente 5 a 0, de modo que al final de la segunda jornada van a ostentar el farolillo rojo. Tres victorias ante el Betis, Deportivo de La Coruña y Burgos les permiten respirar un poco y salir provisionalmente de los puestos de peligro en la jornada número 12, pero a partir de dicho momento enhebrarán una serie de resultados negativos ( seis encuentros consecutivos sin conocer la victoria ),  que van a situarlos nuevamente a la cola de la clasificación, lugar que prácticamente ya no abandonarán hasta el final del campeonato.

Una sorprendente victoria ante el Atlético de Madrid ( 3 a1 en la Nova Creu Alta, con goles de Franch, Jara II y Cristo ) les da un poco de aire, pero tras una nueva derrota en su propio feudo ante el Real Madrid, en la jornada 22, ya van a ocupar en propiedad la última posición, hasta el momento en que se produzca el descenso matemático, varias jornadas antes de concluir la competición. Restando unos pocos partidos, y como prueba de buena vecindad, el Barcelona va a cederle al Sabadell a su antiguo jugador Romero, dado que el nuevo técnico blaugrana, el holandés Rinus Michels, no contaba con él, pero evidentemente su concurso no será suficiente para enderezar el rumbo de una nave que se iba a la deriva. El 14 de mayo de 1972 el C.E. Sabadell, tras siete inolvidables años en la élite,  se va a despedir de la Primera División para una larga temporada. Y lo va a hacer con una derrota en la Nova Creu Alta ante la Unión Deportiva Las Palmas por 0 a 1, y con la siguiente alineación: Martínez; Franch, Vilar, Arnal; Montesinos, Romero; García Soriano, Jenaro, Vidal I ( Cristo ), Palau y Quiles. El cuadro catalán había sumado únicamente 23 puntos, que se desglosaban en 7 victorias, 9 empates y 18 derrotas, con 27 goles a favor y 52 en contra, un balance en verdad paupérrimo.

Para poner el colofón a tan nefasta temporada, los de Pasieguito van a ser eliminados de la Copa nuevamente a las primeras de cambio, y otra vez por un equipo de Segunda División, en este caso el Pontevedra, pues a pesar de vencer los laneros en Pasarón por 0 a 1, en la devolución de visita los gallegos se impondrán por 0 a 2. Se abría así una nueva etapa en la historia del club arlequinado, una etapa en la que ya no iba a estar dirigido ni por Ricardo Rossón – aunque este continuaría aun en el cargo una temporada más –  ni por Pasieguito. Entre 1972 y 75 va a militar en Segunda División, descendiendo a Tercera en esa última fecha. Permanecería allí durante un par de temporadas, para retornar a la categoría de plata – ahora denominada «Segunda A» en 1977, manteniéndose  en ella hasta 1983. Una campaña en Segunda B, la 83-84, sería el prólogo de otra fase brillante en la historia del club lanero, aunque en esta ocasión bastante más breve. Tras actuar dos años en Segunda A, el C.E. Sabadell asciende a Primera División en 1986, con un equipo del que forman parte jugadores como Capó, Lino, Serrat, Perico Alonso, Joaquín Villa, Merayo o Nacho. Dos temporadas entre los grandes, nuevo descenso a Segunda A, para caer hasta Tercera por deudas en 1993-94, jugar la mayor parte del tiempo en Segunda B, y por fin regresar a Segunda A en 2011, categoría en la que milita actualmente.

El balance de estas siete campañas consecutivas en Primera División, entre 1965 y 1972,  se sustancia en 214 partidos disputados, con 66 victorias, 48 empates y 100 derrotas, marcando 218 goles y encajando 307. El cuadro lanero había ido formando cada temporada su respectiva plantilla a base de retales, haciendo honor a la especialización textil de su ciudad, con jugadores desechados por equipos grandes ( se le podría comparar con el famoso «Salón de los rechazados», aquella exposición que se celebró en París en el año 1863 y en la que colgaron sus cuadros los pintores impresionistas, al margen de los canales oficiales del arte de su época ), puesto que se van a vestir de arlequinados muchos jugadores que eran descartados por clubes como el Barcelona, Real Madrid, Valencia o Athleic de Bilbao. La mayoría venían con denominación de origen blaugrana ( Torrent, Marañón, Comas, Montesinos, Zaballa, Seminario, Lluís Vidal, Palau, Pereda, Franch, Zaldúa…), pero los había también con pasado merengue ( Isidro, Casado, De Diego… ), valencianista ( Martínez, Cabello, Arnal, Jara, Vilar…) o rojiblanco ( Sertucha, Izaola, Latorre, Mauri… ). Lo que apenas sí hay son canteranos catalanes, pues el Barça se llevaba a casi todos los jugadores que despuntaban en la región ( como, por ejemplo, un oriundo de la misma Sabadell, el lateral izquierdo internacional Eladio Silvestre ). Una experiencia futbolística, por lo tanto, de lo más meritoria, compitiendo con los grandes sin un elevado presupuesto, apostando por la continuidad en la dirección técnica, y haciendo siempre de la necesidad virtud.




El Fútbol Británico Antes de la International Board (1863-1886)

Es esta la segunda parte del tema citado; comprende el período 1874-1886. Igual que en el trabajo anterior, la cronología  hará referencia a los siguientes puntos:

I. Fundaciones (Clubes y Asociaciones)

II. Partidos y Competencias.

III. Reglas (Aspectos Básicos)

IV. Comentarios y Curiosidades.

1874

I..

Edimburgo, Escocia: Heart of Midlothian F.C.

Birmingham, Inglaterra: Aston Villa F.C. y Bolton Wanderers F.C.

II.

Glasgow (07 mzo.) Escocia 2, Inglaterra 1. Tercer partido «internacional»…

Kennington Oval, Londres (14 mzo.). La Copa para la Universidad de Oxford; fue su único  éxito en la competencia.

III.

Portero. Regla 8. «El goalkeeper podrá ser cambiado durante el juego, pero no más de un jugador actuará como goalkeeper al mismo tiempo (…).

El reemplazo del portero era posible sólo por otro jugador de campo.

IV.

Sam Weller Widdowson, futbolista del Nottingham Forest, ideó y usó las

espinilleras. Éstas procedían del cricket, deporte que también practicaba.

Las recortó y usó bajo las medias; más tarde se hicieron obligatorias. Como árbitro, Widdowson dirigió (Nottingham, 1891) el primer partido con redes en las porterías.

1875

I.

Edimburgo, Escocia: Hibernian F.C.

Inglaterra: Blackburn Rovers F.C. y Birmingham City F.C..

III.

Ningún gol podrá ser convertido por tiro libre. El tiro de esquina y el saque inicial estaban incluídos en esta prohibición… Incorporación del

travesaño; la regla indicó : (…) cinta o travesaño (…); ambos autorizados…

Cambio de porterías sólo en el medio-tiempo. Hasta entonces se producía

después de cada gol..

IV.

El gol directo de  corner fue válido entre 1872 y 1875; luego, la «veda» duraría hasta 1924. El primero conocido fue el 13-mzo.-1875. Su autor: Alexander George Bonsor (Old Etonians F.C.), en partido final de Copa…

Un equipo de Oxford realizó una gira por la actual Alemania. El viaje, de

índole cultural, incluyó  fútbol. Los universitarios produjeron la primera visita del fútbol británico a Europa continental..

1876

I.

Wrexham, Gales, 02 feb. The F.A. of Wales o Cymdeithas Pêl-droed Cymru. Es la tercera asociación  – de carácter nacional-  más antigua.

II.

Glasgow, 25 mzo. Escocia 4 Gales 0. Debut internacional galés.

1877

I.

Inglaterra. Wolverhampton Wanderers F.C. y Blackpool F.C.

III. Las reglas de Sheffield (1858) se unificaron  con las de la F. Association.

1878

I.

Inglaterra. Everton F.C. (Liverpool). West Bronwich Albion F.C. e Ipswich Town F.C.

II.

Londres, 23 mzo.  The Wanderers F.C. conquistó su quinta y última Copa.

Desaparecida en 1881, la entidad londinense fue la primera en lograr

-en el mundo- cinco torneos  futbolísticos.

IV.

Sheffield,  Bramall Lane (14 oct.). Primer  match con luz artificial. Jugaron

dos equipos (azules y rojos) de la Sheffield F.A. ; 20.000 asistentes…        Los colores del ya citado Wanderers fueron: negro, naranja y lila, en listas

horizontales…

1879

I.

Inglaterra. Sunderland F.C. y Fulham F.C. (Londres)

Irlanda. Cliftonville Football & Athl. C.  (Belfast);club decano.

1880

I..

Belfast ,Irlanda, (18 abr.) Irish F.A. Desde la division de la isla (1921) esta federación representa a Irlanda del Norte (Gran Bretaña).

Inglaterra. Manchester City F.C. y  Preston North End F.C. (Preston).

1881

II..

Belfast, (09 abr.) Para el Moyola Park A.F.C. (Castledawson),  la primera

edición de la Copa irlandesa. Fundado en 1880, juega hoy en el tercer

nivel del fútbol de Irlanda del Norte.

III.                                                                                                                    Árbitro: primera mención en las reglas. Actuaba fuera del campo e

intervenía sólo en caso de desacuerdo entre los umpires.

1882

I..

Inglaterra. Corinthian F.C. y Tottenham Hotspur F.C, ambos de Londres.

II.

Belfast (13 feb.). Inglaterra 13 Irlanda 0. Fue el debut internacional de éstos y es el resultado más amplio entre  selecciones británicas.

III.

Manchester, (06 dic). International Conference. Las cuatro asociaciones nacionales se reunieron a efectos de establecer coincidencias en los

diferentes códigos de reglas.

1883

II..

Londres (31 mar.). Final de Copa:  Blackburn Olympic F.C. 2 Old Etonians F.C 1; hubo 84 clubes iniciales.

III..

Portería. Eliminación de la cinta (tape). Sólo larguero o travesaño (bar).

IV.

El éxito del «Olympic» fue el primero de un club del norte. En los 37 años siguientes – sólo en 1901- el ganador fue un club de Londres… Las profesiones del team de Blackburn fueron: tejedores, taberneros, un asistente de dentista, un maestro plomero y un obrero siderúrgico. El fútbol iniciaba una nueva etapa deportiva y social..

1884

II..

El  «British Home Championship» fue un torneo anual (1884-1984), entre  las cuatro asociaciones británicas.  Escocia ganó los cuatro primeros  (1884-85-86 y 87); el penúltimo compartido con Inglaterra. Fue el primer certamen  entre selecciones nacionales.

1885

II..

Arbroath, Escocia, 12 set. Arbroath F.C. 36  Bon Accord F.C. (Aberdeen) 0.

Este score, obtenido en la Copa de Escocia, es el más alto de todo el

historial del fútbol británico.

IV..

Legalización del profesionalismo en Inglaterra. Fue la lógica  consecuencia de la apertura del fútbol desde los colegios y universidades a las regiones

industriales del centro y norte. Los clubes de allí fueron los primeros en «captar», c. 1880, jugadores escoceses..

1886

III..

Londres, 02 jun. Con el antecedente de la International Conference (1882),

quedó constituída  la International F.A. Board (I.F.A.B.). La integraron dos

miembros de cada una de las cuatro asociaciones británicas. Las Leyes de Juego pasaron de la F. Association a una entidad independiente. En 1913 dos delegados de F.I.F.A. se integraron al Board. Éste es el único ente mundial facultado a modificar el reglamento..




El Cine y el fútbol en México (parte 3).

Comenzaba una nueva década en México: los años 80. El país estaba inmerso en una verdadera crisis en todos los sentidos: política, con un gobierno que perdía el rumbo día a día; económica, tras una terrible devaluación del peso ante el dólar y con prácticas económicas que endeudaron al país como nunca se había visto; crisis social y hasta deportiva. En el cine, no era la excepción.

Si bien quedaban visos de un cine familiar, cuyo último vestigio en temas deportivos fue El Chanfle IIi, que apareció en las pantallas el 14 de enero de 1982, demostraba que el cine estaba en crisis.

mexico011En esta película de «fútbol» no aparece ninguna jugada deportiva. Aparece, eso si, un balón, pero este es utilizado como el objeto codiciado por muchos y no precisamente porque se utilice para ser pateado, sino porque en él se han escondido joyas que valen miles de dólares.

La película, filmada casi en su totalidad en un hotel de la cadena Holiday Inn en la ciudad mexicana de Taxco, trata las clásicas peripecias entre buenos y malos, entre honrados y ladrones, queriéndose quedar con la bola. Unos, porque saben su contenido y otros, porque la valoran como un recuerdo.

Utilizando su acostumbrado humorismo blanco, Chespirito y su grupo de actores de la conocida serie del Chavo del 8ii, crean situaciones que buscan ser divertidas.

mexico021En 1984, se estrenó Nosotros los peladosiii, que hacía alusión a un clásico del cine mexicano llamado Nosotros los pobresiv, protagonizada por Pedro Infante. Esta cinta, en la que intervienen Hector Suarez, Ernesto Gomez Cruz, un boxeador mexicano «El Puas» Olivares y Pedro Infante Jr. como personajes principales, y cuyo escenario es un típico barrio de la ciudad de México. Uno de esos tantos sitios de la gran Urbe, donde la pobreza no es sinónimo de miseria, un ambiente que sirve para que «el Cautin» (Héctor Suarez), Don Severino ,»El aguarras» y «El puas» vivan entre albures, picardia, chupe y futbol…

Previo al Mundial de 1986, a mediados de mayo, se estrenó una película que trató de presentar el ámbito  social y cultural de una parte de la sociedad mexicana:

Chido Guan, el Tacos de Orov. Esta película, fue  escrita y dirigida por el cineasta mexicano Alfonso Arau y su esposa -en aquel entonces- Laura Esquivel, quien años después triunfaría con su película Como Agua Para Chocolate.

mexico031Protagonizada por su hijo Fernando Arau, la cinta trata la vida de un joven en situación marginal, que gusta de jugar al fútbol y lo hace muy bien y un exjugador retirado, lo ve jugar y lo apoya para que salga adelante, sobre todo sabiendo que se enfrenta a un medio violento, por el barrio en el que vive, a la miseria, falta de educación y, dentro del fútbol, a la corrupción y compra de partidos. Ante todo esto, con sus altas y bajas, el Chido Guan termina por salir adelante y llegar a jugar inclusive con la selección mexicana en pleno mundial de fútbol. Al final, descubre que quien le ayudó desinteresadamente, era su verdadero padre.

La década de los 80, termina con dos películas, secuela una de otra, que son clara muestra de la decadencia que ha alcanzado el cine en México: Fútbol de Alcobavi y El Pichichi del Barriovii.

Películas en donde los albures, las mujeres desnudas y el machismo, afloran durante toda la trama.

mexico041Protagonizadas por el actor mexicano Rafael Inclán, famoso por hacer ese tipo de cintas denominadas de «ficheras» y por una gran cantidad de «actrices» especialistas en desnudarse. Sin una verdadera trama definida, sino simplemente utilizar al fútbol y a Hugo Sánchez, el Pichichi mexicano por aquellos años, triunfador con el Real Madrid, para vender este cine de pornografía velada, afortunadamente no tuvieron éxito, pero sin embargo, ahí quedan como películas mexicanas relacionadas con el más bello de los deportes.

mexico05Pasarían muchos años para que una película mexicana tuviera nuevamente como tema al fútbol. Fue en el 2001, cuando Gustavo Loza, productor de películas para niños, quiso darle un sentido de nuevo familiar. Atlético San Panchoviii, se traslada a un lugar imaginario en donde supuestamente nació el fútbol mexicano y en donde un grupo de niños, aprovechando el regreso de un exjugador profesional que nació precisamente en San Francisco de los Montes,  trata de crear un equipo infantil que compita en una liga intermunicipal.

mexico06El fútbol, se había olvidado en ese pueblo y una serie de eventos, como el que un par de balones caigan accidentalmente de un avión,  dan pie a que se decidan por la creación del equipo.

Una película totalmente familiar, en la que intervienen en algunos minutos jugadores profesionales como el ecuatoriano Alex Aguinaga y el mexicano Octavio «El Picas» Becerril.

Esta película, que pretendió ser la primera de una trilogía, lamentablemente no tuvo el éxito esperado y terminó siendo una más del cine y el fútbol. ∫

En el 2005, una película, producida y dirigida por regiomontanosix, apareció en cartelera 7 Díasx. Entre algunos actores que participan están Martha Higareda, Jaime Camil y Julio Bracho, además de actores locales. La trama inicia a raíz de una arriesgada apuesta del protagonista a favor del equipo Monterrey en una supuesta final de liga frente al América. Hay imágenes de un partido entre ambos equipos, se escucha la narración de Enrique Bermúdezxi. Dos jugadores en específico son abordados durante el encuentro: Cuauhtémoc Blanco y el Cabrito Arellanoxii, aunque el tema central no es el fútbol si no un concierto de U2 y las apuestas. Muy bien lograda es de lo mejor que tenemos, aunque repito, el fútbol es tan sólo un pretexto.

En el 2007, una película que no se estrenó en el la pantalla grande, fue Soccer, Camino a la Gloria. Esta cinta, protagonizada por Poncho De Nigris (hermano del fallecido futbolista Antonio De Nigris), trata la vida de jóvenes adinerados, que tienen todo para destacar, ya sea en los deportes o los estudios, pero que terminan por irse con el camino fácil.  Fútbol, carreras de motos, alcohol, dinero y drogas. No es una película de culto y no tiene nada que amerite la pena recordar.

mexico07Un año después, en el 2008, aparece Rudo y Cursixiii Una película del cineasta Carlos Cuarón protagonizada por Gael García y Diego Luna que muestra la mafia en el fútbol, algunos la catalogan como una anti sport movie. Trata de dos hermanos luchando entre ellos por alcanzar un lugar en el fútbol profesional. Esta cinta tuvo relativo éxito, y mucho tuvo que ver por los protagonistas, no tanto por la trama.

mexico08La película más reciente que aborda el tema del fútbol en México, es Días de Graciaxiv, que apareció en el 2012, y trata sobre uno de los graves problemas del día a día en nuestro país: el secuestro. Es la historia de un policía honesto, un joven secuestrador y una esposa desesperada porque a su marido lo secuestraron. ¿En dónde entra el fútbol? Los Mundiales del 2002, 2006 y 2010 sirven para situar la historia y para contar otras realidades de México.


i Puede verse la película completa en este link: http://www.youtube.com/watch?v=MMxncGuBr-E

ii El Chavo del 8  fue una serie cómica mexicana que duró una década al aire y que trata la historia de un niño de 8 años, huérfano y que tuvo mucho éxito en toda América Latina, contaba con una audiencia semanal estimada en más de 300 millones de televidentes.

iii Puede verse una parte de esta película en el siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=FWQkvDVCiAo

iv Nosotros los Pobres es una película mexicana estrenada en 1948 y que trata la historia de un carpintero muy pobre pero honrado y muy digno, con una sobrina, que no acepta el dinero que la abuela paterna que intenta comprarle a la nieta.

v Parte de la peícula, se puede ver en el siguiente link, es la referente al partido de México-Alemania. http://www.youtube.com/watch?v=k3StxIKhN9E

vi En este link se pude ver la película completa http://www.youtube.com/watch?v=-dbC4z469Xg

vii En este link se pude ver la película completa  http://www.youtube.com/watch?v=ZpTXXr2KHAs

viii La película completa Atlético San Pancho puede verse en este link  http://www.youtube.com/watch?v=woWugMgJiAs

ix Regiomontano es el gentilicio con el que se conoce a los habitantes de Monterrey, Nuevo León, una ciudad mexicana situada al norte del país.

x Película completa, en este link: http://www.youtube.com/watch?v=WBWnmG7XYnM

xi Enrique «El Perro» Bermúdez es un narrador del fútbol mexicano, muy conocido por expresiones como «Tiritito» (tiro sin fuerza rumbo a la portería)  «Donde las arañas hacen su nido» (cuando el balón entra a gol pegado a cualquiera de los dos ángulos del travesaño) y «Zambombazo» (disapro muy potente rumbo a la portería).

xii Cuauhtémoc Blanco y Jesús «El Cabrito» Arellano son dos futbolistas mexicanos, mundialistas y muy queriods por la afición en nuestro país.

xiii En el link siguiente, se puede ver el Detrás de las Cámaras de Rudo y Cursi http://www.youtube.com/watch?v=iI3YnKMNoHo

xiv Triler de la película Días de Gracia http://www.youtube.com/watch?v=0XR7tcammSY




Historias de la selección (I). Los primeros héroes (28 de agosto-5 de septiembre de 1920).

Con la fundación de la Federación Española de Fútbol el 15 de octubre de 1909 no se pudo crear inmediatamente después una selección nacional, compuesta por los mejores futbolistas del país, que pudiera representarnos en las competiciones internacionales más importantes (es decir, Juegos Olímpicos, al no existir aún los Campeonatos del Mundo ni de Europa). Una escisión en el seno de la propia Federación ocurrida un año más tarde, dio lugar a la irrupción de dos organizaciones diferentes: la ya mencionada FEF y la Unión Española de Clubes de Football, dando al traste con la idea de la formación de un equipo nacional. No fue hasta junio de 1913, con la mediación del mismísimo Rey Alfonso XIII, cuando ambas federaciones firman la paz para crear la Real Federación Española de Fútbol, que es inscrita en la FIFA al año siguiente. El estallido de la Primera Guerra Mundial ese mismo 1914 impidió la disputa  durante cuatro años de competiciones deportivas internacionales, con lo que la posibilidad de crear una selección española seguía demorándose. Hubieron de transcurrir 6 años más, hasta 1920, para que esa posibilidad se convirtiera en realidad.

Se celebran ese año en la ciudad belga de Amberes los VII Juegos Olímpicos de la era moderna, también conocidos como los Juegos de la Paz. El deporte español es invitado a participar en el torneo de fútbol, a pesar de no contar aún con un equipo nacional. La RFEF se pone manos a la obra, nombrando en primer lugar un Comité de Selección (o trío de seleccionadores) sobre el que recaerá la tarea de escoger el mejor grupo de jugadores posible para competir en Amberes. Los elegidos son Julián Ruete, José Ángel Berraondo y Francisco Bru, que sin dilación, convocan a los más destacados futbolistas de toda España para confrontarlos en diversos partidos denominados probables contra posibles (gran artículo al respecto el de mi compañero y amigo Luis Javier Bravo, Cuadernos de Fútbol, nº 15). Después de varios encuentros, de dudas y probaturas, al fin se da a conocer la primera lista oficial de una selección española de fútbol. Son los 21 hombres que debían viajar a los Juegos para competir lo más dignamente posible contra las grandes potencias futbolísticas del momento: Eizaguirre (Real Sociedad) y Zamora (FC Barcelona), como porteros; Arrate y Carrasco (Real Sociedad), Otero (Vigo Spórting) y Vallana (Arenas), como defensas; Artola (Real Sociedad), Belauste y Sabino (Athlétic Club), Eguiazábal (Real Unión) y Samitier y Sancho (FC Barcelona), como centrocampistas; Acedo y Pichichi (Athlétic Club), González y Moncho Gil (Vigo Spórting), Pagaza (Arenas), Patricio (Real Unión), Sesúmaga (FC Barcelona), Silverio (Real Sociedad) y Vázquez (Rácing del Ferrol), como delanteros. Acompañados por el seleccionador Francisco Bru (el único de los tres que viajó), el tesorero Luis Argüello y el masajista Manuel Lemmel, los veinte intrépidos e ilusionados futbolistas (Ramón González, enfermo, se quedó en España), parten hacia Bruselas el jueves 12 de agosto desde la estación de Irún. Les esperan, nada menos, que unos Juegos Olímpicos y el hecho, seguro, de pasar a la historia del balompié patrio.

Ya en tierras belgas, el sorteo no es nada favorable para nuestros chicos. Dinamarca será el primer rival, en el cruce de octavos de final. Se trata de una de las mejores formaciones de la época, que había jugado su primer encuentro internacional en 1908 y que contaba ya con dos medallas olímpicas de plata (1908 y 1912), o lo que en esos momentos era decir casi lo mismo, dos subcampeonatos del mundo. El estadio La Butte, en la subsede de Bruselas, será el escenario elegido y el colegiado holandés Willem Eymers, el juez de la contienda. El sábado 28 de agosto de 1920 dos catalanes, un gallego y ocho vascos forman el primer once inicial de una selección española de fútbol. Tal honor cupo a: Zamora; Otero, Arrate; Samitier, Belauste, Eguiazábal; Pagaza, Sesúmaga, Patricio, Pichichi y Acedo.

Comienza el match y los expertos jugadores daneses se lanzan en pos de un fácil triunfo ante los bisoños futbolistas españoles, que visten con camiseta roja y calzón blanco. Lo que no saben los nórdicos es que enfrente tienen a diez fantásticos jugadores y a un joven portero barcelonés de 19 años, llamado Ricardo Zamora, que acabará convirtiéndose en un mito del fútbol mundial. Y poco tardó en presentar sus credenciales. Su inconmensurable actuación, con paradas colosales, dejó boquiabiertos a cuantos espectadores se dieron cita en el estadio del Unión Saint-Gilloise, que jamás habían visto algo parecido, según cuentan las crónicas del partido. Tal fue la actuación del cancerbero español, que terminó sacado a hombros por sus compañeros  y provocó un inesperado e insólito abandono: Agustín Eizaguirre, el otro portero de la expedición española, visto el panorama, decidió hacer las maletas y regresar a San Sebastián al día siguiente. Sabía que, con semejante competencia, no saborearía jamás las mieles de la internacionalidad. Y no se equivocó. El partido es vistoso y vibrante, con ocasiones en ambas áreas, más claras ante la meta del incontestable Zamora. No obstante, es España la que marca primero, a los 20 minutos, por medio de Patricio, aunque el señor Eymers anula su gol por fuera de juego. Con el empate inicial se llega al descanso. A los nueve minutos de la segunda parte llega el tanto del sorprendente triunfo español. Pagaza chuta contra la portería de Hansen y el rechace lo recoge de nuevo el extremo arenero para ceder atrás. Patricio, que viene en carrera, remata imparablemente a la red. Había visto la luz el primer gol en la andadura internacional de nuestra selección.

La sorpresa es mayúscula. El encuentro termina con el triunfo español y la alegría indescriptible de los nuestros, que abandonan el estadio entre hurras y vítores. Hay que descansar. Al día siguiente esperan los anfitriones, los máximos aspirantes al oro, en los cuartos de final. Paco Bru introduce cuatro cambios  para este segundo compromiso en el once inicial, pero no pueden impedir la derrota española ante una superior Bélgica, muy arropada desde las gradas por su gente. A los 37 minutos Robert Coppée, con un fuerte disparo desde lejos, bate a Zamora, que no consigue repetir su memorable actuación del partido anterior. Gol histórico también, pues es el primero que recibe la selección española. Tras el descanso, dos tantos más del propio Coppée certifican el triunfo local. España acorta distancias por medio de Arrate, al transformar un penalti, pero el 3-1 es ya inamovible. Esta derrota deja a España fuera del camino de la final, pero según el complejo sistema de competición, pasa a disputar un torneo paralelo por la segunda plaza.

Y nuestro primer rival en el camino de la plata será la recia selección sueca, el día 1 de septiembre. Puede afirmarse sin temor a la equivocación, que el partido frente a Suecia en el estadio Olímpico de Amberes ha sido el más pendenciero, bronco y violento que ha disputado nuestro equipo en toda su dilatada historia. Más que partido, el enfrentamiento resulta una auténtica batalla campal. Desde el minuto uno hay golpes, marrullería, juego duro, violencia. Al descanso vence Suecia por la mínima gracias al acierto de Dahl, pero a los pocos minutos de la reanudación llega la jugada del partido: falta contra la portería sueca que se decide a botar Sabino. En ese momento se escucha en todo el estadio el grito del capitán español, José Mari Belauste, que pasará a la historia: «¡¡ a mí el pelotón, Sabino, que los arrollo !!» Dicho y hecho. Sabino cuelga la pelota y Belauste, con una fuerza brutal, cabecea a gol arrollando literalmente a cuatro defensas contrarios hasta el interior de su propia portería. A diez minutos para la conclusión, Acedo hace el segundo para España y aunque se pasa por el susto del penalti fallado por Olsson en el 87, entre más patadas, puñetazos, codazos y agresiones de todo tipo, nuestro equipo logra eliminar a los suecos y se gana, por bemoles, el derecho a disputar las semifinales del campeonato. Acababa de nacer la furia española.

Al día siguiente, también en el estadio Olímpico, la selección se enfrenta a Italia por un puesto en la final del subcampeonato. Gran partido de nuestros chicos que se deshacen con facilidad de la squadra azzurra a la que, por cierto, no volveremos a derrotar en partido de competición oficial hasta la final de la Eurocopa 2012. Aunque la espera acabará mereciendo la pena, 92 años sin vencer a los transalpinos se antoja una barbaridad. Pero de esta historia ya nos ocuparemos en otro momento. Victoria de España, pues, con dos goles de Sesúmaga y clasificación para la final por la medalla de plata. Para el anecdotario de nuestro equipo nacional queda la expulsión de Ricardo Zamora por parte del belga Paul Putz a los 78 minutos, que obligó al extremo Silverio a ocupar su puesto bajo los palos.

Tres días más tarde, el 5 de septiembre de 1920, en el mismo escenario, España y Holanda juegan la final del torneo por el segundo puesto. El vencedor será medalla de plata. La hazaña de nuestros jugadores, nuestros primeros héroes, no puede dejar de alabarse por muchas décadas que hayan transcurrido. Un grupo de futbolistas seleccionados por vez primera para la ocasión, casi sin conocerse entre sí, con nula experiencia internacional, se había plantado a las puertas de un subcampeonato olímpico, algo así como un segundo puesto de un campeonato mundial de la época. El señor Bru decide alinear esa tarde a Zamora; Vallana, Arrate; Samitier, Belauste, Eguiazábal; Moncho Gil, Sesúmaga, Patricio, Pichichi y Acedo. Dos goles de Sesúmaga y otro de Pichichi dejan en mera anécdota el logrado por Groosjohan y consuman definitivamente el inesperado y heroico primer gran éxito de España en campeonatos internacionales. La medalla de plata que los valientes pioneros españoles trajeron colgada del cuello desde Amberes supone, todavía hoy, uno de nuestros mayores logros futbolísticos.

CONTEXTO HISTÓRICO

Algunos hechos históricos ocurridos en 1920, año del nacimiento de la selección española de fútbol:

El Tratado de Versalles, del 10 de enero, pone fin a la Primera Guerra Mundial. Mahatma Gandhi es elegido nuevo líder del Congreso Nacional Indio en Nueva Dheli. Warren G. Harding, por su parte, es el nuevo presidente de los Estados Unidos. En enero, había entrado en vigor la Ley Seca. En la plaza de Talavera, de una cornada, muere José Gómez Ortega, conocido como Gallito (o Joselito), el gran mito taurino de la época. Se desintegra el Imperio Otomano. Turquía pasa a convertirse en el territorio que es ahora. Se crea la Sociedad de Naciones, antecesora de la actual Organización de las Naciones Unidas. Ese año nacen, entre otras personalidades, Isaac Asimov, Federico Fellini, Karol Wojtyla (Papa Juan Pablo II), Juan Antonio Samaranch y Fritz Walter.




Las siete federaciones españolas de fútbol (IV)

En el mes de abril de 2013 empecé una serie de ocho artículos sobre las siete federaciones españolas de fútbol que por haberse cruzado diversos temas no he podido continuar hasta ahora. Entroncamos pues con la tercera parte publicada en septiembre de 2013 y hablamos hoy de la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball.

Como ya venimos diciendo es sorprendente la ignorancia que hasta tiempos muy recientes se ha tenido sobre las federaciones, e incluso sorprende la que algunos siguen manteniendo a pesar de estar entre los interesados en estos temas. En consecuencia no hay otro remedio que empezar primero por decir lo que no es la Unión de Clubs.

En primer lugar, no existió una federación llamada «Unión de Clubs» en 1902. Aunque es una tesis que no tiene ya prácticamente eco, hay quienes todavía de manera contumaz siguen afirmando que Ceferino Rodríguez Avecilla organizó una federación con este nombre con motivo de la Copa del Ayuntamiento de Madrid de 1902 y que habría funcionado hasta 1903; según otros se habría organizado en 1903. Como ya dijimos en nuestra biografía de Avecilla (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/04/biografia-de-ceferino-rodriguez-avecilla/) es imposible que tal federación existiera y que no dejara nota alguna por escrito ni en Los Deportes de Barcelona ni en el Heraldo del Sport de Madrid, y tampoco en ninguna de las tres revistas publicadas por el propio Avecilla: Heraldo del Sport, Mundo Sportivo y Gaceta del Sport. En efecto ninguna prueba hay de esta supuesta federación, por lo que nos permitimos afirmar rotundamente y mientras nadie demuestre lo contrario, que no existió.

En segundo lugar, tampoco existió una Unión de Clubs en 1910. Hasta hace unos años era difícil rastrear esta época, pero tras la publicación completa de la hemeroteca de El Mundo Deportivo parece sorprendente, si no indignante, que haya quienes siguen manteniendo que sí existió. Basta con dedicar unas cuantas horas a la lectura detenida del periódico para entender la verdad de lo que ocurrió.

Todo el mundo sabe, pues así está publicado en todas las historias del Campeonato de España, que en 1910 se jugaron dos campeonatos distintos y que en consecuencia hubo dos campeones; el organizado por la «federación española» (FECF) y el tradicionalmente atribuido a la «unión de clubs». Por cierto que muchas veces el segundo va unido de adjetivos despectivos tales como «rebeldes», «disidentes» o hasta «sediciosos». Estos adjetivos los ha heredado la historiografía de manera absolutamente acrítica asumiendo el criterio de la FECF, y deben ser necesariamente matizados.

La realidad es que en ese 1910 no hubo ninguna Unión de Clubs. Lo ocurrido realmente es que una serie de clubs no reconocieron a la FECF como federación nacional única, y simplemente continuaron celebrando el Campeonato de España de acuerdo con el reglamento vigente. Puesto que la Copa de 1909 la había ganado el Club Ciclista de San Sebastián, al año siguiente organizaría el campeonato la Real Sociedad como continuadora del anterior. Y así ocurrió, con los clubes que no se habían adherido a la FECF: la propia Real Sociedad, el Athletic Club y el Madrid FC.

El argumento concreto era el siguiente: en efecto el art. 20 del reglamento dice que si existiera una federación española esta organizará el Campeonato, pero puesto que la FECF no reúne a todos los clubes españoles, no puede hablarse de federación. En consecuencia, puesto que no hay federación, el Campeonato debe organizarlo el club ganador de la edición anterior.

En septiembre de 1910 finalmente los citados clubes llegaron a un acuerdo y se afiliaron por primera vez a la FECF, a cambio de que esta reconociera la validez del Campeonato de España que ellos habían organizado. En todo caso, y en lo que aquí nos afecta, estos clubes no montaron ninguna federación ni en consecuencia la llamaron Unión de Clubs.

Aclarados esos dos puntos, es momento de decir qué sí es la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball. Fundada en San Sebastián el día 12-12-1912, tal y como se lee en las páginas de Vida Sportiva se hizo contra la inoperancia de la FECF; por ejemplo, se decía, España seguía sin haber jugado ningún partido internacional. Sus principales valedores fueron los directivos de la Real Sociedad y el propio presidente del Barcelona, Hans Gamper, quien a su vez lo había sido también de la FECF.

Presidida por Enrique Pardiñas Barreiro, en efecto desde su fundación pretendió mostrar sus diferencias con la FECF. Entre otras y desde luego, la principal fue la organización del primero partido internacional de España, disputado contra Francia el 25-5-1913. Así narraba este partido Félix Martialay en su obra ¡Amberes! Allí nació la furia española:

El encuentro se jugó el 25 de mayo de ese 1913. Arbitró el señor Berraondo, directivo de la Unión Española de Clubs y quien había llevado las gestiones de la contratación del equipo francés.

Jugaron:

UNIÓN ESPAÑOLA: Agustín Eizaguirre (Real Sociedad); Arrate (R. Sociedad), Bello (Irún Sporting); Figueroa (Irún S.), Echevarría (R. Sociedad), Pombo (Real Club Coruña); Angoso (Irún S.), Prada (Auténtico de Pontevedra), Arzuaga (C.D. Bilbao), Elósegui (R. Sociedad), Minondo (R.Sociedad).

LIGA FRANCESA: Chayrigués (Red Star); Massip (Red Star), Gamblin (Red Star); L’Hermithe (C.A. París), Barreau (C.A. Vitry), Pelan (C.A.S.A); Nigli (C.A. Suisse), Petel (C.A. París) Gravier (C.A. París), Fenouillére (Red Star), Lepage (Red Star).

El señor Berraondo, además de arbitrar el encuentro, fue el seleccionador del equipo de la Unión Española de Clubs. Como todos los seleccionadores recibió no pocas críticas por el equipo formado. El centro de tales censuras provenía por no haber contado con Masana y Amechazurra, ambos barcelonistas. Injustas críticas, porque la culpa no había sido del señor Berraondo sino de la Federación Catalana, la oficial, que se negó a que figurara ningún componente del Barcelona, club que, como se sabe, formaba parte de la Football Associació Catalá. No obstante, el Barcelona puso a disposición de la Federación Catalana a los dos jugadores. Ni el club recibió respuesta a su ofrecimiento, ni los jugadores fueron llamados.

Los capitanes de los equipos eran, respectivamente, Barreau y Arzuaga. La gran figura que había atraído al público era el portero francés Chayrigués. Al final del encuentro, había no menor admiración por el joven Agustín Eizaguirre, de 17 años.

El primer tiempo terminó con empate a cero. Las dos delanteras jugaron muy bien, pero fueron superadas por las defensas, anulando cuantos intentos se hicieron por perforar las metas contrarias. Y los pocos disparos que iban hacia la red se encontraban con dos magníficos guardametas. Los mejores de esos primeros 45 minutos.

La segunda parte fue de una emoción tremenda. Ambos equipos iban a por la victoria con un ardor que quizá hubiera asustado a los profesionales de veinte años después. Se jugaba con nobleza, pero una nobleza que no economizaba una fuerza total. Prácticamente saltaban chispas en cada encontronazo.

En el minuto 75, Lepage recibió el balón a cuatro metros de la puerta. Cruzó el balón al otro poste e hizo estéril el plongeon de Eizaguirre. El balón llevaba mucho efecto y aun cuando Eizaguirre lo detuvo, no pudo evitar que se le colara en la red. El gol llegó cuando mejor estaban jugando los españoles.

Un gol que les desmoralizó. El dominio pasó a ser francés. Todo daba la razón a quienes habían cantado que los franceses eran los poseedores de la mejor técnica futbolística de Europa.

Pero cuando faltaban cinco minutos para el final algo pareció suceder en el equipo español. Un especie de súbita fiebre. Un ímpetu soterrado. Como un escalofrío. Como si, de repente, tuvieran la inyección de un motor suplementario. Y todos se echaron hacia adelante con rabia.

El balón iba a trompicones, pero iba. Los franceses se replegaron como asustados. Parecían no explicarse cómo ese equipo mansamente entregado a su gol, replegado conformista y medrosamente, se había transformado en una especie de fiera colérica que les atacaba sin tregua y con una potencia tremenda.

Internada de Angoso por la izquierda. Entra en el área gala. Parece que va a chutar. Chayrigués se sitúa, en un salto, junto a su poste derecho intuyendo hacia allí el tiro del irundarra. Pero  Angoso amaga el disparo y cede a Arzuaga que corría a su derecha. El tiro del bilbaíno empalmando el balón según le llegaba, llevó el balón al poste contrario. ¡El empate!. ¡Uno a uno!. Enorme entusiasmo en el público irunés, que recibió con inusitado júbilo y aplausos el gol español.

Pero ya no quedaba tiempo para más… Pese al torrente de balones que caía sobre Chayrigués y que volvía a darle patente de portero excepcional.

El señor Berraondo señaló el final del partido cuando los españoles atacaban desesperadamente la puerta visitante.

El equipo español jugó bien y a ratos muy bien. La figura fue Eizaguirre que admiró a todos con sus extraordinarias paradas. En gran medida gracias a una línea de zagueros sensacional. Arrate no dejó moverse al ala izquierda francesa. Pero no fue nada sobresaliente la actuación de la línea media y de aquí las dificultades de la defensa hispana y la inoperancia de la delantera. La tripleta central falló lo indecible. Sin embargo, los extremos hicieran filigranas y enviaron balones como para que la victoria española hubiera sido clara y quizá abultada. Pero…  Eizaguirre, Arrate, Angoso y Minondo fueron los mejores.  De los franceses, Chayrigués; hizo un paradón asombroso a un tiro fuerte, raso y colocado de Minondo.

El resultado se consideró como un éxito.  Pero tuvo unas consecuencias inesperadas para los unionistas.

Como ya dijimos recientemente la Unión de Clubs fue la primera federación española en obtener el título de Real, el 15-2-1913. Curiosamente también esto se lo negaron contumazmente algunos.

La UECF fue la primera federación pues en organizar un partido internacional y en ser nombrada Real. Eso muestra la fuerza que adquirió rápidamente, como también cabe inducir del hecho de que la FECF aceptara disolverse para fundar la RFEF.

La UECF ha sido muy injustamente tratada por la historiografía del fútbol español, limitada al menos en este punto a copiar lo que de la UECF habían dicho sus enemigos. Pero los hechos demuestran que bien al contrario fue una federación fuerte, pujante y con mucha más iniciativa que la FECF, cuyo principal mérito era simplemente el de ser una federación fundada anteriormente. Pero la antigüedad por sí misma no es ningún mérito, como de forma genial afirmó en cierta ocasión Gustavo Bueno: «cuanto más antigua, más cerca estará del mono».

En este breve artículo no puedo desarrollar con detenimiento los argumentos, pero sí quiero dejar constancia de que mi posición al valorar a la Unión de Clubs es clara: fue la federación española más importante antes de la RFEF. Y el mérito principal lo encuentro en la tergiversada acusación de «disidentes», pues gracias a su «disidencia» de una federación inoperante España consiguió jugar su primer partido internacional. Que fueron disidentes de la FECF, sí, pero bendita disidencia.




Ranking mundial de clubs de la IFFHS 2013

Un año más la IFFHS ha publicado la clasificación definitiva del Ranking Mundial de Clubs que atrae a una inmensa mayoría de aficionados de los cinco continentes. A los pocos minutos de aparecer en su página oficial www.iffhs.de es divulgada por las principales agencias de noticias, recogida por los periódicos, tanto especializados como generalistas, así como citado en miles de páginas web. Con una repercusión universal, los comentarios que se vierten sobre la lista de equipos que aparecen y el orden establecido inundan foros de opinión y se complementan artículos firmados por todo tipo de personas, desde profesionales de máximo rigor hasta aficionados de poco recomendable calificativo.

La filosofía central de este ranking pretende establecer una correspondencia ponderada del rendimiento de todos los equipos de primera división del mundo a lo largo de un año y fijar una clasificación significativa de esta valoración. Partiendo de esta idea, es necesario señalar qué competiciones son sensibles de ser baremadas y fijar una jerarquía entre ellas en función a su prestigio y nivel de participantes. Cada competición tiene asignado un valor que se traduce en puntos según los partidos ganados, empatados o perdidos1. Hay que precisar que no existen bonificaciones ni por títulos conquistados ni por rondas o fases superadas. Se premia, por lo tanto, el mayor número de partidos ganados de forma absoluta. Por eso, el equipo que más partidos dispute, más probabilidades tiene para sumar más puntos y ser el ganador del Ranking Mundial de Clubs.

Así ha quedado en la edición del presente año:

Club World Ranking 2013
by IFFHS

(1st January 2013 – 31st December 2013)

1 FC Bayern München Deutschland/4 370,00
2 Real Madrid CF España/4 290,00
3 Chelsea FC, London England/4 273,00
4 Club Atlético de Madrid España/4 251,00
5 FC Barcelona España/4 247,00
6 Paris Saint-Germain FC France/4 240,00
7 FC Basel 1893 Schweiz/3 239,00
8 Clube Atlético Mineiro, Belo Horizonte Brasil/4 238,00
Tottenham Hotspur FC, London England/4 238,00
10 SL Benfica, Lisboa Portugal/3 232,00
11 FC Rubin Kazan’ Russia/3 223,50
12 BV Borussia 09 Dortmund Deutschland/4 218,00
13 FC Viktoria Plzeň Ceská Republika/3 214,50
14 Club Independiente Santa Fe CD, Bogotá Colombia/3 214,00
15 Arsenal FC, London England/4 212,00
Manchester City FC England/4 212,00
17 Club Olimpia, Asunción Paraguay/3 208,50
18 Sevilla FC España/4 208,00
19 Juventus FC, Torino Italia/4 205,00
20 SS Lazio, Roma Italia/4 204,00
21 SC FC Steaua Bucureşti România/3 200,50
22 Club Libertad, Asunción Paraguay/3 199,50
23 Celtic FC, Glasgow Scotland/3 199,00
24 CA Vélez Sársfield, Buenos Aires Argentina/4 197,00
25 Trabzonspor AŞ Türkiye/3 196,00
26 Manchester United FC England/4 193,00
27 Club Atlético Nacional SA, Medellín Colombia/3 192,50
28 KRC Genk Belgique/3 187,00
29 FC Zenit St Petersburg Russia/3 186,50
30 Fenerbahçe SK, İstambul Türkiye/3 183,50

La superioridad del FC Bayern München ha sido absoluta. El campeón alemán ha sumado 196 puntos en competiciones internacionales, 126 en la Bundesliga y 48 de copa alemana: sus 370 puntos es la máxima cifra histórica desde que se reformó la baremación. Esta trayectoria exitosa queda además refrendada por haber ganado la FIFA Club World Cup, la UEFA Champions’ League, La Bundesliga y la DFB Pokal (Copa de Alemania). El Bayern ha dominado todos los frentes donde ha participado, condición que se exige al equipo que aspire a ser el número uno del Ranking Mundial de Clubs.

Los puestos siguientes han estado muy disputados. Hay que señalar que las diferencias entre estos cuatro equipos, del segundo al cuarto, han quedado fijadas en función al número de  derrotas que hayan sufrido en las distintas competiciones. Insistimos en que no existen bonificaciones extra ni por títulos ni por rondas superadas, porque muchos aficionados se confunden con estos términos.

Con estas condiciones, en segunda posición ha quedado el Real Madrid CF. Curiosamente el club madrileño no ha logrado ningún título, pero en todos los que compitió estuvo muy cerca de conseguirlo. Desglosando su puntuación queda con 126 en competición europea, 128 en liga y 36 por la Copa del Rey donde fue finalista. Hacen un total de 290.

La gran temporada del Chelsea FC se ve reflejada en esa tercera posición. Sus 273 puntos proceden de la siguiente manera: 141 en competiciones europeas, 108 de la Premier League y 24 de la FA Cup. Los londinenses se proclamaron campeones de la UEFA Europa League.

El Club Atlético de Madrid, dirigido por el argentino Diego Pablo Simeone, confirma el gran momento histórico que atraviesa el club con esta cuarta posición. Los rojiblancos sumaron 114 puntos en el Campeonato Nacional de Liga, 48 en la Copa del Rey que ganaron y 89 en las competiciones europeas. Su temprana eliminación en la UEFA Europa League 2012/13 le ha perjudicado mucho, pues de haber llegado más lejos hubiese aspirado a superar a sus eternos rivales.

El FC Barcelona, brillante campeón de liga española en la que suma 132 puntos es el equipo que alcanza la cifra más alta en este apartado. Sin embargo, en la Copa del Rey suma 24 puntos por superar tan solo los cuartos de final. Su bajo rendimiento, respecto a los equipos que le anteceden, en la UEFA Champions’ League, donde suma 91 puntos le relega a esta quinta plaza. El «Barça» nada más ganó un partido en la fase directa de la edición 2012/13 y en la fase de grupos de la actual ha empatado un partido y perdido otro, demasiados tropiezos que se penalizan muy fuerte cuando existe tanta competencia.

Magníficas puntuaciones las alcanzadas por el Paris Saint-Germain FC y el FC Basel 1893. Sorprende especialmente el equipo suizo. Pero los números no engañan y simplemente reflejan una extraordinaria regularidad tanto en Europa como en sus competiciones locales.

En un sentido opuesto, vemos que el subcampeón europeo y de Alemania, el BV Borussia 09 Dortmund, está colocado en el puesto número 12. Lo cierto es que pese a su magnífica campaña europea de la temporada 2012/13 hay que señalar que perdió sus dos últimos partidos (en semifinales en Madrid y la final), así como en la actual también ha sufrido otras dos derrotas en la fase de grupos. Si a esto señalamos su pésima actuación en la BDF Pokal donde cayó en cuartos (suma solo 12 de la presente edición) y sus discretos 94 puntos en la Bundesliga explica que no figure siquiera entre los diez primeros.

Algo parecido sucede con los equipos ingleses, salvo el Chelsea FC. El campeón de Liga inglesa, el Manchester United contó 104 puntos en el campeonato local, a los que añade 12 puntos por una ronda ganada en la FA Cup. Discretos números para las exigencias del ranking que acaba de hacer sentencia al sumar solo un empate en las eliminatorias directas de la UEFA Champions’ League 2013 (7 puntos), que no se compensa con los 70 puntos de la presente edición. Y el Manchester City, aunque suma más puntos en las competiciones nacionales, hay que señalar que entre enero y mayo de 2013 no puntuó en Europa porque había sido eliminado.

Los equipos americanos han tenido un año demasiado irregular. El campeón de la Copa Libertadores, el Clube Atlético Mineiro, se clasificó octavo en la Séria A brasileña, lo que se traduce en 84 puntos para el Ranking Mundial de Clubs. Su mejor rendimiento, como es lógico, estuvo en las competiciones internacionales, pero, también hay que decirlo, su actuación en la FIFA Club World Cup fue decepcionante.

También ha flojeado los equipos argentinos, frente a Colombia y Paraguay que han experimentado una fuerte mejoría. Por otra parte los equipos mexicanos dominan totalmente la Zona de CONCACAF. Cierto es que cuentan con la ventaja de competir  tanto en la Copa Libertadores como en la CONCACAF Champion’s League.

Ciñéndonos a los equipos españoles, al margen de los tres ya comentados anteriormente podemos comentar:

Pto Club Puntos
2 Real Madrid CF 290,00
4 Club Atlético de Madrid 251,00
5 FC Barcelona 247,00
18 Sevilla FC 208,00
52 Valencia CF 159,00
80 Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 137,00
82 Real Betis Balompié, Sevilla 136,00
160 Málaga CF 101,00
217 Levante UD, Valencia 86,00
247 Athletic Club, Bilbao 80,00
291 RCD Espanyol de Barcelona 74,00
345 Granada CF 66,00
345 Getafe CF 66,00
427 Rayo Vallecano de Madrid 58,00
427 CA Osasuna, Pamplona 58,00
458 Real Valladolid CF 56,00
458 RC Celta de Vigo 56,00
743 Villarreal CF 40,00
1153 Elche CF 26,00
1194 UD Almería 24,00

El Sevilla FC es claramente el cuarto club español y, dentro de lo que cabe, ocupa un magnífico 18º lugar. Se ha visto beneficiado por la puntuación alcanzada en las eliminatorias previas de la Europa League, ciertamente, pero también contabiliza a su favor haber llegado hasta las semifinales de Copa del Rey 2013.

El Valencia CF supera a la Real Sociedad por los puntos europeos y Copa del Rey. Los donostiarras tienen una excelente puntuación en el Campeonato Nacional de Liga, pero recordemos que superaron por poco a los valencianistas en la temporada pasada. En la actual, el equipo blanquiazul ha perdido prácticamente todas sus opciones para subir puestos tras su flojísima actuación en la UEFA Champions’ League, aunque conservan su baza en la Copa del Rey.

La influencia de las competiciones europeas también se hace notar en las puntuaciones del Real Betis, Málaga CF y Levante UD. Los sevillanos, aunque están sufriendo mucho este año en La Liga, en cambio, han logrado pasar a las eliminatorias directas de la Europa League. Por su parte, recordemos que el Málaga CF llegó a ser eliminado de manera increíble por el Borussia Dortmund en 2013, así como el Levante UD, que también tuvo un recorrido importante en la Europa League.

El resto de equipos ya reflejan con precisión su rendimiento en el Campeonato Nacional de Liga. Recordemos que se contabilizan los partidos de enero a diciembre de 2013. Se nota el gran trayectoria del Athletic Club en la presente campaña, que de refrendarse con una clasificación para competiciones europeas le permitirá ascender muchos puestos en el Ranking Mundial de Clubs de 2014.

Cierran la lista de equipos españoles el Villarreal CF, Elche CF y UD Almería porque solo pueden contabilizar los puntos obtenidos desde agosto a diciembre, ya que previamente militaban en la Segunda División.

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1 Criterios de puntuación para confeccionar el Ranking Mundial de Clubs establecidos por el Comité Ejecutivo de la IFFHS en Salzburgo, Austria, en enero de 2007:

COMPETICIONES (INTER)CONTINENTALES

COMPETICIONES CONTINENTALES

Puntos / partido

GANA

EMPATA

PIERDE

UEFA Champions’ League

14

7

0

UEFA Europa League

12

6

0

UEFA Super Cup

14

7

0

Copa Libertadores (CONMEBOL)

14

7

0

Copa Sudamericana (CONMEBOL)

12

6

0

CAF Champions’ League

9

4,5

0

Confederations Cup (CAF)

7

3,5

0

AFC Champions’ League

9

4,5

0

AFC Cup

7

3,5

0

AFC Presidents Cup

4

2

0

CONCACAF Champions’ League

9

4,5

0

OFC Champions’ League

5

2,5

0

FIFA Club World Cup (no incluida la final)

14

7

0

FIFA Club World Cup (final exclusivamente)

21

10,5

0

Si un partido se decide por penaltis, contabiliza como empate para los dos equipos contendientes.

COMPETICIONES NACIONALES

Se dividen en cuatro niveles de rendimiento, de tal manera que el nivel 4 corresponde a las ligas más fuertes. Nótese el número que figura junto al nombre de cada país, pues es el indicador de nivel de liga.

Cada nivel tiene una puntuación diferente por partido.

El potencial de las ligas nacionales se decide en función a la clasificación que obtengan en el ranking anual de ligas más fuertes del mundo.

LIGAS NACIONALES

Puntos / partido

GANA

EMPATA

PIERDE

Nivel 4

4

2

0

Nivel 3

3

1,5

0

Nivel 2

2

1

0

Nivel 1

1

0,5

0

COPAS NACIONALES

Puntos / ronda

GANA

EMPATA

PIERDE

Nivel 4

12

6

0

Nivel 3

8

4

0

Nivel 2

5

2,5

0

Nivel 1

1,5

0,75

0

No se contabilizan las «super copas» nacionales de ningún país.

Los puntos de las copas nacionales se contabilizan por eliminatorias, no por partidos, pues hay países que deciden las rondas a partido único y otros lo hacen a dos partidos. También hay federaciones que forman grupos o liguillas en algunas fases de esta competición. El resultado global decide los puntos. En el caso de que una eliminatoria se resuelva por valor doble de goles marcados en campo contrario o por penaltis se considera empatada para los dos contendientes.

En las copas nacionales solo se consideran las cuatro últimas rondas (octavos, cuartos, semifinales y final), con el fin de establecer el mismo referente para todos los países del mundo.




Pedro Cea y Lorenzo Fernández: algunas precisiones sobre su lugar de nacimiento

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En julio de 2010 publiqué en esta revista el artículo «¿Seguro que ningún español ha sido campeón del mundo?» (1) en el que me hacía eco de lo publicado en diversos medios de comunicación y webs de Galicia sobre el lugar de nacimiento de los futbolistas uruguayos Pedro Cea y Lorenzo Fernández [campeones del mundo en 1930 y olímpicos en 1924 (Cea) y 1928 (ambos)]. Se aseguraba que los dos habían nacido en Redondela (Pontevedra) y habían emigrado de niños a Uruguay.

Desde Montevideo han negado siempre esa versión y aseguran que ambos nacieron en dicha capital. El problema, tal y como explicábamos entonces, era la ausencia de pruebas documentales en cualquiera de las dos hipótesis. Desde Uruguay no aportaban ningún certificado de nacimiento y del Registro Civil de Redondela los incautos que nos atrevíamos a escribir no recibíamos ningún tipo de respuesta. Parecía una cuestión destinada a eternizarse sin remedio. Periódicamente algún periódico gallego lo sacará a colación y algún historiador uruguayo protestará y los artículos en Wikipedia serán editados una y otra vez cambiando el lugar de nacimiento, de Redondela a Montevideo y viceversa.  No me gusta ser cómplice de este tipo de polémicas estériles ni dejar cosas pendientes, por eso retomo el tema casi cuatro años después para cerrarlo con las pruebas documentales que he podido encontrar desde entonces.

El 19 de febrero de 1927 el barco Pan América partió desde Montevideo y llegó a Nueva York el 15 de marzo. A bordo viajaba el Club Nacional de Montevideo para realizar una gira por Estados Unidos, Cuba y México. Tenemos el registro de entrada en el puerto (2) y en el mismo podemos leer MONTEVIDEO como lugar de nacimiento de José Pedro Cea y Lorenzo Fernández. Todos los miembros de la expedición eran uruguayos de nacimiento excepto Juan C. Kirschberg (nacido en Husum, Alemania). Era el kinesiólogo del equipo.

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Sobre José Pedro Cea podemos aportar un documento muy posterior que nos confirma Montevideo como lugar de nacimiento. Concretamente su visado de entrada a Brasil para presenciar la victoria uruguaya en el Mundial de 1950 (3)

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Además este curioso documento nos permite descubrir el nombre de sus padres: José Cea y María Urrriza y dar un paso más en la búsqueda documental en el Registro Civil de Uruguay. El nombre completo de su padre era José Cea Araujo y el de su madre María Urriza Iriarte.

Por los apellidos del padre es fácil suponerle origen gallego (¿conexión con Redondela?) y por los de la madre origen vasco (lo que explicaría el apodo de «Vasco» Cea por el que fue conocido nuestro protagonista).

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¿Y sobre Lorenzo Fernández «el gallego» tenemos algo más que confirme Montevideo como lugar de nacimiento además del registro del Pan América de 1927? Pues no de forma concluyente, pero consta la inscripción de un Lorenzo Fernández en el Registro Civil (sección 4) de Uruguay el 12 de septiembre de 1899. En el departamento de Canelones. Sus padres se llamaban Eusebio Fernández e Hipólita Cabrera.

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Con todo ello debemos concluir que la respuesta a la pregunta pendiente desde 2010 «¿Seguro que ningún español ha sido campeón del mundo?» era NO. Ningún español (ningún nacido en España) había sido campeón del mundo de fútbol hasta que la selección española ganó el Mundial de Sudáfrica.

José Pedro Cea Urriza y Lorenzo Fernández eran futbolistas uruguayos nacidos en la República Oriental del Uruguay.

Notas:

(1) http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2010/07/%C2%BFseguro-que-ningun-espanol-ha-sido-campeon-del-mundo-de-futbol/

(2)  «New York, New York Passenger and Crew Lists, 1909, 1925-1957,» index and images, FamilySearch. Consultado el 19-01-2014

(3)  «Brasil, Cartões de Imigração, 1900-1965,» index and images, FamilySearch. Consultado el 19-01-2014




Futbolistas en el limbo

A medida que el fútbol -todavía «foot-ball»- fue ganando adeptos y dejó de constituir diversión sólo para estudiantes o jovencitos de buena familia, cuando los equipos comenzaron a llenarse de carpinteros, albañiles, picapedreros o dependientes de comercio, se hizo evidente la penuria a que esos jugadores podían quedar abocados si se lesionaran gravemente. Con una pierna escayolada o el brazo en cabestrillo, resultaba imposible palear carbón a una caldera, subirse al andamio, manejar el torno, trepar por los canchales maza en mano, y hasta despachar metros de tela o cuartillos de aceite. Cada lesión importante implicaba una merma en los ingresos profesionales ajenos al fútbol, lo que ya era malo de por sí. Pero aún peor sería si debieran hacer frente a gastos médicos, intervenciones quirúrgicas u hospitalizaciones. Por no hablar, claro, de cualquier secuela física arrostrada de por vida.

El Dr. Moragas, benefactor del fútbol y los futbolistas en tiempos muy difíciles, hoy injustamente olvidado.

El Dr. Moragas, benefactor del fútbol y los futbolistas en tiempos muy difíciles, hoy injustamente olvidado.

Parecía evidente que correspondía a los clubes correr con el monto de dichas eventualidades. Al fin y al cabo, los percances tenían lugar defendiendo sus colores. Pero, ¿qué ocurría si los daños eran en verdad serios y las entidades modestas a más no poder?. ¿Quién debía rascarse el bolsillo entonces?. ¿Los directivos, habitualmente seleccionados entre lo más pudiente de cada localidad?. ¿Y hasta qué límite?. Incluso, ¿qué directivos?. Porque muy bien pudieran darse dimisiones de mandatarios. ¿Debían asumir los recién incorporados, quizá, obligaciones contraídas por otros a título puramente personal?. Espinosa cuestión, sobre la que se empeñó ardorosamente Emilio Moragas Ramírez, deportista aficionado, cirujano vocacional y alma máter de la futura Mutualidad de Futbolistas.

Corría 1930 cuando, con mucho esfuerzo y el aliento del entonces presidente de la Federación Catalana de Foot-ball, logró poner en marcha la Mutual Deportiva de Cataluña. Gracias a una entrevista concedida a «El Mundo Deportivo» en abril de 1933, conocemos por el propio Dr. Moragas que dos años se habían atendido 500 casos, «algunos de gravedad, aunque por suerte ninguno extremo», y que tan loable empresa nació con un gasto de 10.000 ptas., calculándose en otras 8 ó 9.000 el costo mensual de mantenimiento y servicios. Cifras bastante más que notables para la época, por mucho que hoy puedan antojársenos baladíes. Baste observar, a título de referencia, que el precio de un automóvil «Ford» sedan, modelo S.H.P., cuando poseer vehículo implicaba disfrutar de riqueza esdrújula, suponía un desembolso de 6.650, a tenor de lo publicitado en prensa por el importador concesionario. Y claro, esas 8 ó 9.000 ptas. mensuales ni de lejos llegaban a reunirse con las cuotas. Para equilibrar balances se organizaban cada cierto tiempo partidos amistosos a beneficio de la organización, por más que su impulsor y responsable prefiriese otras fórmulas nunca alcanzadas: «Establecer un «día de la Mutual», por ejemplo -proponía en la entrevista-. El inaugural de cada temporada, con todas las recaudaciones de Cataluña destinadas a la institución». Bello sueño, jamás puesto en práctica.

En el futuro, la Mutual se transformó en punto de partida para otro empeño semejante, de ámbito estatal. Corrían tiempos proclives a la caridad (Auxilio Social), el socorro profesional (Sanatorio de Toreros), los colegios de huérfanos (de Ferroviarios o la Guardia Civil) y montepíos o mutualidades diversas, fueren éstos para funcionarios, excombatientes o caballeros mutilados. Una red a mitad de camino entre el voluntarismo y la eficacia, aunque imprescindible para paliar el déficit asistencial característico de la posguerra. Al frente de aquella Mutualidad, la de Futbolistas, nadie mejor que el Dr. Moragas Ramírez. Bueno, el doctor y «Rini», Mariano Martínez Vallés en el registro civil, antiguo extremo derecho del Sants, Español y Patria de Zaragoza, fidelísimo ayudante en la delegación de Barcelona como recepcionista, conserje, enfermero u hombre orquesta.

Sería la Mutualidad quien socorriera durante decenios a millares de futbolistas, sin establecer distinción entre astros y modestos. Los clubes, mediante aportaciones realmente módicas, quedaban a cubierto de eventualidades inimaginables, en tanto a los jugadores se les garantizaba la atención del más experimentado equipo en lesiones deportivas.

Y pese a todo, de cuando en cuando saltaban a la luz casos estremecedores, con futbolistas en tierra de nadie, a merced del temporal, abandonados en una especie de limbo.

Ocurrió con el guardameta canario Félix Pérez García (6-V-1923), Pérez II en las alineaciones, para distinguirlo de su hermano, el también portero José, internacional contra Portugal en enero de 1941, ostentando Eduardo Teus el cargo de seleccionador nacional. Tras defender los marcos de Racing y Victoria en Las Palmas, viajaría a Alicante para fichar por el Hércules, integrándose a continuación en las disciplinas del Español y «Nastic» de Tarragona, desde donde tras descender a 2ª División la campaña 1949-50 recaló en modesto Novelda, de 3ª. Fue la suya una carrera sin suerte. O mejor, trufada de infortunio. Si deportivamente Dauder sólo le permitiera saltar al campo 7 veces en la máxima categoría, una fatídica tarde veraniega a punto estuvo de perder la vida bajo el solazo de Villena.

Ocurrió en 1951, formando con un combinado alicantino ante el C. D. Villena. Concluido su vínculo con el Novelda, como tantos otros se hallaba a la búsqueda de equipo para el ejercicio 1951-52. No eran esos, precisamente, choques muy amistosos. Solían probarse jugadores y de cuanto hiciesen durante hora y media dependía su porvenir en los siguientes 9 meses. Un lance del juego lo puso a los pies de Dirst, delantero marroquí a prueba, que obviamente no estaba para concesiones. Lejos de saltar, el marroquí metió la pierna. Y Félix Pérez quedó en el polvo, con el cráneo fracturado.

Un traslado urgente al hospital de Alicante y la rápida intervención quirúrgica le salvaron la vida, luego de dos noches en coma. Su carrera, en cambio, había acabado, como desde el primer instante vaticinaron los galenos. Para entenebrecer más su porvenir, el guardameta canario se las veía encarando la ruina. ¿Cómo, de dónde iba a sacar el dinero con que afrontar tanto gasto médico?. Después de diez años trotando por distintos campos, a los 28, sólo iban a quedarle deudas.

¿En qué quedamos?, podrán preguntarse. ¿No estaba precisamente la Mutualidad para evitarlo?. Pues sí, aunque con matices. Porque resulta que Pérez II, al igual que Dirst, involuntario causante de su desgracia, aún estaba sin equipo. Sin ficha, nadie cotizaba por él a la Mutualidad. Y sin haber cotizado… En fin, las dudas como mínimo.

Parte de la prensa nacional se hizo eco del galimatías, apuntando hacia la indefensión en que pudieran hallarse cientos de futbolistas cada año, durante el verano. Algunos dardos dirigidos hacia la Mutualidad afinaron tanto como para provocar que su entonces presidente, Manuel Troyano de los Ríos, saltase a la palestra: «No es cierto que la Mutualidad le haya abandonado -aseguró-. Nadie hasta ahora ha presentado a Pérez una sola factura de hospital. ¿De dónde sale vaya a quedar en la indigencia?». Y a continuación, en tono más mesurado, explicaba que cualquier futbolista sin equipo podía continuar acogido al organismo durante todo un año, siempre y cuando abonase las correspondientes cuotas, las mismas que hasta ese instante hubiesen satisfecho por él sus anteriores clubes.

Aseveraciones para salir del paso. Puro brindis al sol o aquilatada respuesta estatutaria. Palabras vanas. Porque, ¿cuántos futbolistas seguían cotizando, aún encontrándose en paro?. ¿Y si las secuelas se prolongasen más de un año?. Puesto que todos los jugadores confiaban ciegamente en la posibilidad de encontrar equipo, lo cierto era que únicamente los clubes nutrían el libro mayor de la Mutualidad. Pérez II y tantos como él, se hallaban en el limbo asistencial mientras competían a prueba cada pretemporada. Por eso, en el mundo del balón nadie hizo mucho caso a Manuel Troyano. Bien al contrario, volvería a ponerse en marcha el habitual resorte de la solidaridad, el mismo que cíclicamente sacaba del atolladero a compañeros en desgracia, como ocurriese en el pasado con Alfonso, por ejemplo (perdió una pierna en Gijón, siendo jugador del Murcia, tras estrellarse fortuitamente contra el meta Lerín), y sucedería más adelante con Martínez, Ramón, Berruezo, Claudio, y un etcétera bastante amplio.

Aún sin secarse la tinta empleada en las declaraciones de Manuel Troyano, «Marca» recogía que los jugadores de la Cultural Leonesa acababan de abrir una cuenta recaudatoria, encabezada por las 50 ptas. del árbitro leonés Blanco Pérez. Desde Alicante se confirmaba un suplemento en las entradas del partido Hércules – Valencia, con idéntico motivo. Y entre tanto, el propio infortunado dirigía una súplica a la Delegación Nacional de Deportes, depositando toda su confianza en el «laureado general Moscardó».

Los jugadores de fútbol pudieran pertenecer a una casta privilegiada, como tantas veces se aseguraba en referencia a los de 1ª División, aunque sobre ciertos órdenes demostraban hallarse mucho más indefensos que cualquier obrero. La iniciativa del Dr. Emilio Moragas Ramírez, aún habiéndose acreditado magnífica tampoco era perfecta. Y el buen doctor ya no estaba para corregir deficiencias o matices. En diciembre de 1952, cuando Pérez II pretendía encarar el nuevo reto de forjarse otra vida, inauguraban en los jardines de la hoy ya desaparecida sede catalana de la Mutualidad Deportiva, un monumento en memoria de su impulsor. Una vez más, homenaje póstumo.

Durante los años siguientes pocas cosas cambiaron, tal vez porque soplasen vientos contrarios a la reivindicación, o quién sabe si por puro desinterés. La realidad es que avanzados los 60 continuaban disputándose partidos con jugadores a prueba, pertenecientes -y perdón por el mal chiste- al Limbo Club de Fútbol. Volvió a quedar de manifiesto cuando Juan Carlos Touriño y Francisco Casal se acercaron a las instalaciones del At. Madrid arrastrados por Guijarro, el más afanoso intermediario de la época. Ambos procedían del Quilmes, contaban con padres gallegos -circunstancia que les confería el estatus de oriundos- y distaban bastante de ser meritorios. Casal, «fornido defensa de cierre, seguro, valiente y rotundo», según las crónicas, venía tasado en millón y medio de ptas. Touriño, con la carrera de Perito Mercantil concluída, «estilizado marcador, capaz de rendir en funciones destructivas por el centro del campo», en cuatro millones y medio. Teóricamente venían para firmar como atléticos, pero su viaje fue desde el principio un verdadero despropósito.

Para empezar, nadie acudió a esperarles al aeropuerto. Personados en las instalaciones «colchoneras», a punto estuvieron de negarles la entrada. Sólo la buena voluntad de un empleado les permitió desentumecerse, entrenando por su cuenta durante un rato. Luego ese mismo empleado tuvo que aguantar a pie firme el rapapolvo de su superior: «No son jugadores del Atlético de Madrid. ¿Cómo los ha dejado entrenar en nuestro campo?. La ropa deportiva es para uso del club, no del primero llama a la puerta». Al rato, ese mismo jefe iracundo tuvo que excusarse por no haber recibido en Barajas a los dos futbolistas y a su presidente en el Quilmes, señor Vázquez. Raro. Todo muy raro desde el comienzo.

Touriño: antes de convertirse en defensa del Real Madrid vivió durante 45 minutos en el limbo futbolístico.

Touriño: antes de convertirse en defensa del Real Madrid vivió durante 45 minutos en el limbo futbolístico.

Fueron transcurriendo los días y a Touriño y Casal parecía se los hubiera tragado la tierra. Ni un partido, ni un mal bolo festivo en su haber. ¿En serio le interesaban al club rojiblanco?. ¿Para qué habían sobrevolado el Atlántico, entonces?, se preguntaban los informadores, no sin razón. A última hora, cuando ya tocaba cerrar las plantillas, pudo vérseles con la camiseta rojiblanca, formando en una especie de equipo B y sólo durante el primer tiempo. Un partido menor, de los contratados por compromiso y a dirimir en condiciones tan ajenas a la profesionalidad como reñidas con el espectáculo.

Cuando fechas más tarde se decidió no contar con ninguno de ellos, al presidente del Quilmes bonaerense, Antonio Vázquez, se le soltó la lengua: «Vinimos contratados por la empresa Guijarro-Oses, según parece porque al Atlético le interesaban los muchachos -dijo-. En el compromiso no entraban las pruebas. O mejor dicho, sólo pruebas médicas, no técnicas. Eso se sale un poco de la ética del fútbol. Y además, ¡qué prueba!. Cuarenta y cinco minutos de un matinal, con el calor, sin conocer a los compañeros…». Tanto en opinión del dirigente como de los futbolistas, se les había faltado al respeto, «porque no son, no somos cualquier cosa, sino profesionales de óptima condición. Poner a prueba a Touriño, que cuenta para el seleccionado argentino, es como hacerlo con Pirri. No hemos venido acá para sumergirnos en el encanto de Madrid, sino para negociar las transferencias de dos jugadores de nuestra institución».

Desde el Atlético de Madrid se había optado por la elegancia: «El club no está en condiciones económicas para adquirir a los jugadores». Gran verdad, a buen seguro. Pero chirriaba con la confidencia deslizada anteriormente por un directivo madrileño al redactor de «As» Miguel Vidal: «Touriño no interesa al Atlético; no firmará».

El enojo del presidente argentino, comprensible tras haber perdido una posibilidad de negocio, tampoco era ajeno a otra cuestión: la prueba técnica; ese medio partidillo matinal. Porque, ¿y si se hubiera lesionado cualquiera de los dos?. Sin contrato con el Atlético ni perspectivas de firmarlo, el gran damnificado habría sido Quilmes. La misma entidad que clamaba, por boca de su presidente, acerca del feo gesto consistente en alinear a prueba dos futbolistas ajenos, rehuyendo ulteriores compromisos. La otra pata del banco, el tingladillo de intermediación y representaciones Guijarro-Osés, con quien el club argentino pactara viaje y frustrado traspaso, se habría llamado a andanas. Si todo hubiese ido bien, apretón de manos, intercambio de puros, sonrisa ante la prensa gráfica y jugoso talón bancario en concepto de asesoría, gestión y corretajes varios. Pero al primer síntoma de descarrilamiento… Touriño y Casal no podían esperar nada bueno de esa parte. Aunque quizás no lo supieran al poner un pie en Barajas, se convencieron mirándose en el espejo de otro compatriota con menos suerte, apellidado Marín. Llegó desde Vélez Sarsfield, creyéndose contratado por un club español. Y apenas fallaron unas negociaciones ni siquiera hilvanadas, si te he visto no me acuerdo. «No comprendo cómo se puede hacer eso con un profesional, y además estimable -denunció el propio Touriño-. De no haber sido por nuestra compañía, hubiera estado completamente desatendido. Tuvo la suerte de encontrarnos aquí».

Partidillos veraniegos sin ficha deportiva ni bajo el protector paraguas de la Mutualidad, intermediarios alérgicos al escrúpulo deontológico, ambición deportiva e incontenible ilusión. Ingredientes para un cóctel explosivo donde la víctima, si tal hubiere, sólo podía ser el artista. Justo quien, pese a su decisiva importancia en el invento, apenas pasaba de simple mercancía.

Francisco Roberto Casal (la prensa española lo llamó siempre Alberto, por error) disputó 25 partidos con Quilmes entre 1966 y 1968, y 21 con Argentinos Juniors en 1969, todos ellos en la 1ª División Argentina. A partir de ahí desapareció de la máxima categoría. Juan Carlos Touriño Cancela (Buenos Aires 14-VII-1944) continuó en el Quilmes hasta fichar por el Real Madrid, en setiembre de 1970. Tras salir de la «casa blanca» pasó por Independiente de Medellín, nuevamente Quilmes, y Gimnasia y Esgrima de La Plata. Campeón de nuestra Liga en 3 ocasiones y dos veces de Copa, dada su condición de oriundo fue una vez internacional absoluto, con Kubala como seleccionador. A partir de su retirada (1978) dirigiría desde el banquillo al Palencia y recreativo de Huelva, a la Asociación de Futbolistas Argentinos -sindicato equivalente a nuestra AFE- y publicó un volumen de poemas titulado «Trigo y cardos».

Ambos, aunque no tuviesen constancia exacta de ello, también vivieron en el limbo durante 45 minutos, una mañana veraniega del ya lejano 1968.

Dos casos más, tan sólo, entre la legión de futbolistas que por pura inconsciencia o «vergüenza torera», se la jugaron sin aspavientos.




Manuel Olivares, el primer grande del fútbol balear

La condición insular supone una evidente peculiaridad en cualquier sistema político o social. Las Islas Baleares han visto cómo sus condiciones y relaciones con la Península debían desarrollarse con estas limitaciones. Hasta la llegada del avión, no era sencillo mantener una comunicación fluida con otras regiones, incluso entre las propias Islas. Cada Isla miraba hacia adentro y no se puede hablar de una cultura Balear común. Esto también tenía su propia repercusión en el ámbito deportivo. Se organizaban campeonatos insulares, sin interacción con otras provincias españoles lo que limitaba su crecimiento y competitividad. A día de hoy, Baleares puede presumir de una gran hornada de deportistas de primer nivel. Los Nadal, Lorenzo, Rudy Fernández, Sergio Llull, Joan Llaneras, Carlos Moyá y un largo etcétera han logrado enmendar un vacío histórico ampliamente prolongado. La presencia de futbolistas de primer nivel ha sido escasa. Apenas se puede encontrar a tres jugadores de las Islas que han alcanzado la internacionalidad absoluta con España. El primero de ellos, un rostro escasamente conocido y reivindicado, Manuel Olivares, ex jugador de Alavés y Real Madrid entre otros, pichichi de la temporada 32-33, campeón de dos títulos ligueros y el primer futbolista nacido en Mallorca que se enfundó «la Roja».

Los orígenes de Manuel Olivares han limitado que desde Mallorca se ensalce más su figura. Nacido en Son Servera en el año 1909. Hijo de un miembro del Cuerpo de Carabineros (cuerpo policial que vigilaba costas y fronteras y que en 1940 se integró en la Guardia Civil) que estaba destinado en la Isla. Posteriormente, su padre fue trasladado a San Sebastián, y allí, con más edad comenzó a emerger la figura de este delantero goleador. Primero en el modesto Avión de San Sebastián, posteriormente en 1928 se incorpora al Alavés, con el que logra el a la máxima categoría en la campaña 30-31. En su debut en 1ª (y también el del club vitoriano), anota los dos tantos en un encuentro que acaba empate a dos con la Real Sociedad.

Su facilidad goleadora y su inteligencia sobre el campo son notables. Tanto, que conseguirá ser Internacional. Una sola aparición, el 14 de junio de 1930 en un partido en Praga, ante Checoslovaquia en el que se impondrían los locales por 2-0. En España, junto a Olivares se alinea nombres como los de Zamora Ciriaco, Quincoces, Padrón o Gorostiza. Algunos de ellos compañeros en el Alavés, otros lo serán en la siguiente temporada…

…Y es que el Madrid, que ya había borrado el Real de su nombre con la proclamación de la República decide incorporarlo. Con los blancos saborea el éxito. Dos campeonatos ligueros consecutivos, los de 1932 y 1933. En esa segunda campaña además es el máximo goleador del campeonato, algo que ya rozó la anterior aunque fue únicamente aventajado por dos tantos por Bata, jugador del Athletic. Al año siguiente, otro título, la Copa de la República del año 34. Aunque Olivares no disputa la final y ha reducido su protagonismo.

Abandona Madrid y regresa a San Sebastián, para competir en el Donostia Fc (nombre que emplea la Real durante el periodo republicano). Después de ahí pasa al Zaragoza, donde se convierte en entrenador-jugador.  Estalla la Guerra y a Olivares no se le encuentran vinculaciones políticas ni se rememoran noticias durante ese periodo. No abandona España, ni se ve salpicado por sus raíces paternas de Carabinero (Cuerpo que en su mayoría optó por posicionarse del lado Republicano). Finalizado el conflicto, Olivares vuelve en activo al Zaragoza en 1ª división. Después lo haría con el Hércules, con el Málaga en Segunda, para acabar colgando las botas en 1943 en el Algeciras, con el que asciende a Tercera División. En los dos últimos casos, ejerciendo de entrenador-jugador. En los banquillos después tendrá mayor recorrido dirigiendo a diversos conjuntos hasta 1954. Acabó sus días en Madrid, trabajando como corredor de seguros, y falleciendo a los 67 años. Los medios de la época apenas dedicaron líneas a su muerte.  Y es que Olivares fue uno de esos jugadores que destacó en los inicios del balompié nacional. De los primeros pichichis, de los primeros campeones y de los primeros internacionales. Pero su rostro ha quedado un tanto olvidado. Sin vinculación deportiva con las Baleares que le vieron nacer, con una condición de migrante por diversos lugares, pocas banderas se levantan para recordarlo. Y sus cifras, 82 partidos en 1ª, 54 goles y el pionero de los apenas tres internacionales que ha aportado Baleares a la Selección, lo merecen.




Las reglas experimentales de los 90: el fútbol que estuvo a punto de ser

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Es de ley reconocer que tuvo momentos interesantes, emoción en sus justas dosis y algún destello aislado de brillantez, pero es algo comúnmente aceptado que el Campeonato del Mundo de Italia 1990 deparó un paupérrimo espectáculo futbolístico, consecuencia sin duda del rumbo tomado por el deporte rey durante la década de los ochenta. Con honrosas excepciones, los planteamientos eminentemente defensivos basados en la potencia física, los marcajes pegajosos (cuando no directamente violentos) y el encorsetamiento táctico estaban a la orden del día; la figura del hombre libre, muy habitual en aquellos años, reflejaba a la perfección el cambio de tendencia que se había producido a lo largo de la década anterior en la concepción global del juego: el líbero había perdido su función ofensiva de los años setenta para limitarse a ser un mero corrector de los desajustes defensivos de sus compañeros. Por otro lado, el considerado mejor equipo del momento, el AC Milan de Arrigo Sacchi, basaba su éxito en una asfixiante presión y en una ejecución magistral de la trampa del fuera de juego a partir de las cuales se edificaba su, por otra parte, portentoso juego de ataque. Pero, pese a los esfuerzos didácticos del entrenador milanista, para la mayoría de aficionados la táctica del fuera de juego era sinónimo de destrucción, pues comprimía a veinte jugadores en pocos metros en torno al centro del campo y plagaba el juego de interrupciones. Además, empezaba a extenderse peligrosamente por toda Europa: como todo lo que triunfa tiende a ser imitado, las tácticas de Sacchi eran recogidas por otros muchos entrenadores que, sin los mimbres de que disponía el italiano y con una idea menos completa y desarrollada que la original, intentaban aplicar en sus equipos algunos de esos conceptos en busca de una mayor solidez defensiva, buscando antes el cero en la portería propia que el gol en la contraria.

Las pérdidas deliberadas de tiempo eran otro gran problema. Si bien los colegiados ya amonestaban al jugador que demoraba en exceso un saque de banda o de falta, todavía no tenían medios para luchar efectivamente contra, por ejemplo, las lesiones fingidas y los tratamientos médicos que se aplicaban sobre el propio terreno de juego. Pero quizás lo peor de todo fuera esa práctica tan común de hacer correr el reloj sin que ocurriera absolutamente nada y que tenía como protagonistas a los porteros. Los guardametas podían recoger el balón con sus manos tantas veces como quisieran y por eso no era extraño verlos hacer una parada, caminar los cuatro pasos que entonces se les permitía dar, echar el balón al suelo, conducirlo por el área y volver a cogerlo cuando algún delantero se les acercaba. Y también era más que frecuente que, en cuanto el marcador era favorable, defensas y portero se dedicasen a pasarse el balón tranquilamente, a escasa distancia para no errar el pase y siempre en condiciones de que el cancerbero pudiera atrapar la bola en la seguridad de sus manos. El portero se la daba al defensa, que se la devolvía; el guardameta recogía el balón y o bien se la devolvía al defensa o bien la conducía por el área, la volvía a coger y se la pasaba a otro compañero para desesperación de público y rivales y sin que el árbitro pudiera hacer nada, pues reglamentariamente el balón se mantenía siempre en juego. Según palabras del entonces secretario general de la FIFA, Joseph Blatter (MD, 18/08/92), un estudio durante ese Mundial de Italia 1990 cifró el promedio de tiempo que cada portero retenía el balón sin jugarlo en dos minutos y medio por partido; si tenemos en cuenta que, antes y ahora, el tiempo efectivo de juego por partido suele rondar por término medio los cincuenta y cinco minutos, nos encontramos con que en muchos partidos se disputaban realmente menos de la mitad de los noventa reglamentarios.

El resultado de estas y otras tácticas conservadoras fue que en Italia’90 la media anotadora fue de 2’21 goles por partido, la más baja de todas las ediciones mundialistas disputadas hasta entonces, y eso hizo que la FIFA, que al parecer ya llevaba pensando en actuar sobre el asunto desde España’82, se decidiera a mover ficha. El 28 de junio de 1990, en plena disputa del Mundial de Italia y a propuesta de la Federación Escocesa, la International Board aprobaba un ligero cambio en la norma del fuera de juego: desde el inicio de la siguiente temporada ya no se señalaría infracción si el atacante destinatario del pase estaba en línea con el penúltimo defensor. La revisión de la Regla nº XI, sin duda la que más quebraderos de cabeza ha dado a árbitros, jugadores, entrenadores y aficionados de todo el mundo a lo largo de los 150 años de historia de este deporte (y, al mismo tiempo, la que más contribuyó a su desarrollo táctico en el siglo XX), pretendía incrementar el número de ocasiones de gol al habilitar situaciones que hasta ese momento eran ilegales. No fue la única novedad introducida en el reglamento: aquel mismo día se oficializaba también la obligación de los árbitros de mostrar tarjeta roja directa al jugador que cortase una ocasión de gol mediante un derribo o agarrón por detrás. Esta última medida ya se estaba aplicando en la cita italiana, en la que, por otra parte, la labor arbitral estaba siendo muy controvertida: las cámaras de televisión dejaron en evidencia la pésima vista de demasiados colegiados y la FIFA decidió cambiar los criterios de selección y formación de los equipos arbitrales de cara a 1994, fomentando además la especialización de los jueces de línea.

El inicio de la persecución al juego violento y la enésima variación de la regla del fuera de juego fueron, por tanto, el primer paso hacia un nuevo fútbol. Sin embargo, aquel era todavía un paso muy corto, casi tanto como el que magistralmente ejecutaban Franco Baresi y sus compañeros de la zaga rossonera para anular a los delanteros rivales. Y era corto sobre todo porque, además de la lógica preocupación deportiva por el rumbo general tomado por el fútbol, la necesidad de mejorar el espectáculo balompédico surgía de una poderosa razón económica que empezaba a inquietar a los dirigentes de la FIFA. Si el fútbol no incrementaba su atractivo ofensivo iba a ser difícil que el poco entendido público de Estados Unidos mostrara interés en la cita mundialista de 1994 y, en ese caso, el problema no iba a ser tanto el enorme fracaso comercial del campeonato en sí como su presumible consecuencia posterior: el gigantesco mercado estadounidense quedaría definitivamente vedado para el soccer. Hacían falta nuevas ideas y por ello el Comité Ejecutivo de la FIFA, en su reunión del 13 de diciembre de 1990, anunció la creación de un grupo especial de trabajo para analizar la posible introducción de reformas en el juego. Dicho grupo trabajaría en paralelo con una remozada comisión arbitral de cara a que la International Board, el único organismo con capacidad para reformar el reglamento, tomara las decisiones más adecuadas para que el fútbol evolucionara hacia parámetros más atractivos para el espectador. Así surgió la Task Force «Fútbol 2000», un foro en el que futbolistas, entrenadores, árbitros, directivos y periodistas de todo el mundo intercambiaban opiniones y aportaban y estudiaban propuestas de cambios normativos. Bajo la tutela de Joseph Blatter, nombres como los de Hugo Sánchez, Michel Platini, Ruud Gullit, Arrigo Sacchi, Zvonimir Boban, Carlos Alberto Parreira, Marco Tardelli, Franz Beckenbauer, Thomas Ravelli, Dunga o Josep Lluís Núñez (el entonces presidente del F.C. Barcelona) acudían periódicamente a diversos congresos y reuniones para discutir sobre posibles mejoras del reglamento.

De aquella tormenta de ideas salieron más de setecientas sugerencias, muchas de las cuales fueron catalogadas directamente como absurdas; algunas quedaron aparcadas tras su correspondiente fase de estudio (como las de agrandar las porterías, dividir los partidos en cuartos o reducir los equipos a diez jugadores), mientras que otras se acabarían implantando sin demasiado revuelo, como la de poner el nombre de los jugadores en las camisetas, permitir que el portero pudiera moverse sobre la línea de gol en los lanzamientos de penalti, aumentar a tres el número permitido de cambios, delimitar un área técnica en torno a los banquillos, crear la figura del cuarto árbitro o castigar con más severidad las entradas por detrás. Esos cambios relativamente menores (aunque algunos de gran importancia, como el de las tres sustituciones o la apuesta decidida por erradicar el juego violento a base de tarjetas) se introdujeron directamente en el fútbol profesional sin demasiadas probaturas, pero había otras ideas que por su potencial revolucionario requerían de una cierta experimentación práctica antes de ser incluidas definitivamente en el reglamento oficial del fútbol.

Y así fue como los campeonatos mundiales de categorías inferiores surgidos a finales de los setenta y principios de los ochenta, y que hasta entonces sólo servían para promocionar el fútbol base y hacer que los jóvenes proyectos de estrellas acumularan experiencia internacional, se convirtieron durante la primera mitad de los noventa en el banco de pruebas preferido de la FIFA y la International Board. Como en todo experimento, hubo algún que otro éxito y numerosos fracasos; algunas normas se desecharon tras un único torneo y otras requirieron un par de citas para terminar de demostrar su ineficacia, pero todas pusieron en serias dificultades a unos chavales que, generalmente, apenas tenían tiempo para acostumbrarse a los inventos reglamentarios antes de iniciar la pelea por nada más y nada menos que un título mundial. Cierto es que experimentar primero con los más jóvenes no era nada nuevo: antes de la creación de los torneos oficiales organizados por la FIFA, citas como la Copa Príncipe Alberto (torneo para selecciones juveniles disputado en Montecarlo entre 1971 y 1985 en honor del entonces heredero monegasco) ya habían sido utilizadas para probar innovaciones en el reglamento, algunas de las cuales se retomarían en los años noventa. Desde mediados de los setenta, en el estadio Luis II se vieron expulsiones temporales de diez minutos por cada tarjeta amarilla, mini-córners lanzados desde la intersección de la línea del área grande con la de fondo, muerte súbita en las prórrogas, tiros libres directos sin barrera o saques de banda con el pie, pero una cosa es un trofeo amistoso y otra muy distinta un Campeonato del Mundo. Un Mundial de categoría inferior, de acuerdo, pero un Mundial al fin y al cabo, la única oportunidad para muchos jóvenes futbolistas de participar en un torneo de tal calibre. Mientras se desoían las sugerencias para mejorar los propios campeonatos juveniles (como la de introducir más de un día de descanso entre partido y partido, por ejemplo), los muchachos se convirtieron en cobayas para mejorar ese fútbol profesional al que muchos de ellos jamás llegarían; un fútbol que, de haber adoptado todas las normas testadas en esos campeonatos, sería hoy muy diferente del deporte que conocemos.

Sólo hay que pensar en el enorme impacto que ha tenido en el fútbol moderno la única gran aportación de todo ese proceso reformador de los años noventa: la introducción en el reglamento de la norma de la cesión voluntaria al portero, que castiga con libre indirecto al guardameta que recoja con sus manos un pase voluntario de un compañero realizado con el pie. Esta regla se experimentó por primera vez en el primer campeonato usado como laboratorio, el Mundial sub’17 de 1991, celebrado entre el 16 y el 31 de agosto de aquel año también en Italia (en realidad la sede designada originalmente había sido Ecuador, pero una epidemia de cólera en Sudamérica obligó a trasladar el torneo a Europa). Se produjo algún despiste propiciado por la novedad y por la tierna edad de los jugadores, pero en general la experiencia fue bastante positiva y la International Board no dejó pasar ni un año para incluir la nueva norma en el reglamento. Lo hizo en su reunión del 30 de mayo de 1992, disponiendo su entrada en vigor justo para el comienzo del torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Barcelona, y los resultados tampoco se hicieron esperar demasiado: sancionar con libre indirecto las cesiones voluntarias no sólo produjo una notoria dinamización del ritmo de juego al imposibilitar las pérdidas de tiempo de los porteros, sino que favoreció los mecanismos de presión adelantada, potenció el desarrollo técnico de los defensas (que ante la presión rival ya no podían limitarse a pegar un pelotazo hacia atrás para que su portero lo recogiera) y dio origen a una nueva concepción del puesto de guardameta, que pasaba definitivamente a ser el primer atacante del equipo y un futbolista más en el que apoyar el juego. Muchos porteros de la vieja escuela sufrieron para adaptarse al cambio, pero pronto surgieron jóvenes valores como el neerlandés Edwin van der Saar o, dentro de nuestras fronteras, el valenciano José Francisco Molina, que por sus condiciones técnicas e importancia táctica en sus respectivos conjuntos se convirtieron en figuras referentes de este nuevo fútbol.

Sin embargo, el resto de ocurrencias discutidas en el seno de la Task Force Fútbol 2000 y puestas a prueba en los Mundiales juveniles no tuvieron tanto éxito. La primera medida experimental (y fracasada) que cabe destacar se probó también en el Mundial sub’17 de 1991 y estaba relacionada, cómo no, con el fuera de juego, que entonces parecía ser una de las fijaciones de la FIFA. Desde 1907 la regla del off-side se aplica a partir de la línea medular, pero en aquel Mundial se limitó su aplicación a los últimos 16’5 metros de cada campo; es decir, sólo existiría el fuera de juego desde la altura del área grande, cuya línea frontal se prolongó hasta las bandas para delimitar visualmente la nueva zona en la que existía la infracción. Curiosamente, o quizás no tanto, el primer experimento similar se había producido en 1973 en Estados Unidos, el país cuyo mercado ahora se pretendía conquistar, cuando la peculiar y extinta NASL trazó una línea del fuera de juego a 35 yardas de cada portería. En aquel entonces la FIFA se había posicionado en contra del invento y llegó a amenazar a la NASL con retirarle su reconocimiento, pero finalmente optó por hacer la vista gorda porque la repercusión de la norma en el juego fue bastante limitada. Las defensas que en un principio decidieron adelantarse hasta esa altura fueron duramente castigadas por avispados delanteros a la caza de algún pelotazo a la espalda de los centrales; sin la sofisticada presión ideada una década después por Sacchi, treinta y dos metros libres eran demasiados para jugárselos a la carrera con los puntas, así que los equipos estadounidenses no tardaron en olvidarse de esa línea para montar sus sistemas defensivos y volvieron a tácticas más tradicionales. Al final, el principal uso que se dio a aquella nueva línea pintada sobre los campos norteamericanos fue la de servir como punto de partida de los lanzadores en los peculiares shoot-outs establecidos para deshacer los empates, en los que cada jugador disponía de cinco segundos para superar al portero rival en un mano a mano.

Pero en la prueba que la FIFA hizo en el Mundial sub’17 de 1991 la distancia desde la línea del fuera de juego hasta la portería era casi la mitad que en la vieja NASL, así que el problema fue otro. Como observador del campeonato y miembro de la Task Force Fútbol 2000, Arrigo Sacchi se tiraba de los pelos (metafóricamente hablando, claro) ante la obtusa mentalidad de quien había ideado la norma para castigar el uso presuntamente defensivo de su afamada táctica: «Los técnicos que tenemos una concepción moderna del fútbol usamos la táctica del fuera de juego como arma ofensiva, porque ello te obliga a atacar y defender con los once jugadores. Con esta regla lo que lograrán es que se coloquen dos líneas defensivas a 16 metros del portero, lo que hará el juego más aburrido» (MD, 30/08/1991). Y lo cierto es que el maestro italiano tenía razón. Se suponía que al retrasar y reducir la zona de aplicación del off-side se producirían menos interrupciones y se generarían más ocasiones porque el balón podría llegar más veces a las inmediaciones del área; sin embargo, la experiencia de ese Mundial sub’17 no fue nada satisfactoria. Según consta en Informe Técnico del propio campeonato, ninguna selección halló rivales dispuestos a disputar amistosos bajo las reglas experimentales, así que los entrenadores se plantaron en Italia sin haber desarrollado soluciones tácticas pensadas expresamente para la nueva norma. Aunque los equipos no fijaron a sus delanteros cerca de la línea para obligar a la defensa rival a quedarse tan retrasada, el temor a que los puntas se situaran legalmente entre la espalda de los centrales y la portería llevó a la mayoría de selecciones a replegarse en torno a la frontal de su área en cuanto perdían el balón.

De ese modo, cuando un equipo recuperaba la posesión sus centrocampistas veían cómo la zaga rival, en lugar de salir a presionar achicando espacios como era habitual, reculaba casi hasta su área para no verse cazada por un pase en profundidad, así que en las transiciones defensa-ataque el centro del campo se convertía en una larguísima pradera en la que no existía más oposición que la que fueran capaces de presentar los mediocentros del equipo contrario. Una escasa resistencia que era relativamente fácil de superar a base de conducciones y pura potencia física: nunca el concepto de jugador «box to box» estuvo mejor empleado que en aquel Mundial juvenil. En definitiva, los equipos se partían con más facilidad de la ya habitual en los conjuntos sub’17 y las ocasiones tampoco aumentaron de forma significativa, puesto que al final en la mayoría de los ataques los delanteros tenían poco recorrido para buscar el desmarque y, con las defensas tan hundidas, hacía falta mucha paciencia, coordinación y precisión en el pase para generar una situación clara de gol. Algunos seleccionadores incluso llegaron a culpar al desbarajuste táctico provocado por la norma experimental el mal papel de sus equipos en el torneo; no fue el caso de España, que llegó a la final y la perdió contra una selección de Ghana sospechosamente madura para estar compuesta por jugadores de entre 14 y 17 años. Pero ésa es otra historia.

La idea de la línea del fuera de juego quedó definitivamente desechada tras el descafeinado amistoso (pobre juego, pésima entrada y un Johan Cruyff que ni siquiera quiso sentarse en el banquillo blaugrana) que F.C. Barcelona y Real Madrid disputaron en el Camp Nou el 11 de septiembre de aquel 1991, en el marco del «Desafío» entre ambos clubes auspiciado por Canal +, y que hasta la fecha es el último encuentro no oficial celebrado entre ambos gigantes. El partido se jugó con las normas del Mundial sub’17 que había terminado unos días antes y los profesionales lo tuvieron claro: sin cesiones el fútbol era mucho más fluido, pero la línea del fuera de juego era tan absurda que renegó de ella incluso Julio Salinas, el delantero que por sus características físicas mejor pareció entender las posibilidades que le brindaba la nueva norma (podía actuar casi como un pivote de balonmano para fijar a los centrales en la línea y descargar para compañeros que llegaban desde atrás). Jugadores y entrenadores de uno y otro equipo coincidieron en señalar que no contribuía en absoluto a mejorar el espectáculo ofensivo y requería de los centrocampistas, obligados a recorrer continuamente arriba y abajo los más de sesenta metros entre las áreas, el esfuerzo físico de auténticos maratonianos. La conclusión general fue que así sería imposible jugar dos o tres partidos a la semana; a los adolescentes que habían disputado en Italia seis encuentros en catorce días no les preguntó nadie. En cualquier caso, la FIFA tomó nota y desde entonces la línea del fuera de juego ya sólo se pinta en los campos de fútbol siete.

Uno de los temas recurrentes en las reuniones de la Task Force Fútbol 2000 (junto con el de las expulsiones temporales y los cambios ilimitados, medidas que nunca llegaron a ponerse en práctica esos años pese a la insistencia de sus defensores) era la reforma de los sistemas de desempate: muchos consideraban que las tandas de penaltis suponían un estímulo para que los conjuntos defensivos se metieran atrás en el tiempo extra con el objetivo de jugárselo todo en una tanda en la que partían con el 50% de posibilidades de ganar. En la memoria de todos estaban las dos semifinales de Italia’90, resueltas desde los once metros, e incluso el técnico que llevó al Estrella Roja a conquistar su recordada Copa de Europa en 1991, Ljupko Petrovic, había reconocido que su única prioridad en la prórroga de aquella final había sido intentar llegar a los penaltis. Se planteó seriamente la posibilidad de utilizar las estadísticas de saques de esquina o de tarjetas amarillas como criterios para resolver los empates en favor del equipo que más ambición ofensiva hubiera mostrado, hubo quien propuso la descabellada idea de reducir paulatinamente el número de jugadores en las prórrogas para abrir espacios y algunos, como Johan Cruyff, abogaron incluso por retomar el invento de la NASL para eliminar las prórrogas y sustituir los penaltis por acciones de uno contra uno. Finalmente se optó por adaptar el viejo concepto de prórroga tomado de la antiquísima Cromwell Cup disputada en Sheffield en 1868 y en la que, al terminar el tiempo reglamentario de la final en empate, se acordó finalizar el partido en cuanto alguien marcara. El sistema se había usado en varias competiciones de la primera mitad del siglo XX y se retomó, como ocurriera en la Copa Príncipe Alberto que la selección española sub’18 ganó en 1975, limitado a los treinta minutos de la prórroga reglamentaria y no como en los viejos tiempos, en los que no solía haber ninguna duración máxima estipulada. Pero lo cierto era que, a comienzos de los años noventa, mucha gente del mundo del fútbol entendía que, más que un retorno a los orígenes del balompié, se trataba de un nuevo guiño para atraer al poco entendido público estadounidense al Mundial de 1994: al fin y al cabo, las ligas norteamericanas de hockey sobre hielo y fútbol americano también resolvían sus tiempos extras en el momento en que un equipo lograba anotar.

En esta ocasión fue la UEFA quien tomó la delantera innovadora. La entonces llamada «muerte súbita» se aplicó por primera vez en un torneo internacional oficial en el verano de 1992, en la fase final del Europeo sub’18 disputada en Alemania, y hubo que esperar hasta la final del campeonato, disputada en la localidad bávara de Bayreuth el 25 de julio de 1992, para ver su primera puesta en escena: en el minuto 9 de la prórroga Turquía anotaba el 2-1 con el que derrotaba a Portugal (NOTA: si hacemos caso de varios artículos turcos que rememoran el torneo fue Tarkan Alkan quien marcó en la prórroga y no Mustafa Kocabey, como figura en la versión inglesa de la web de la UEFA -no siempre del todo fiable- y en otras bases de datos consultadas, como la de RSSSF). La International Board aprobó este sistema de desempate a finales de febrero de 1993 con carácter experimental, aunque ya meses antes Sepp Blatter aclaraba que sería demasiado prematuro usarla en el Mundial de 1994. Pero sí se probó en el Mundial sub’20 de Australia, que arrancó sólo una semana después de la decisión de la IFAB y en el que el jugador local Anthony Carbone tuvo el honor de pasar a la historia como el autor del primer tanto decisivo en un torneo FIFA. Carbone, centrocampista que formó parte de las categorías inferiores del Nottingham Forest pero que luego desarrollaría su carrera profesional en su país natal, marcó de cabeza en el minuto 99 el gol que les daba a los «socceroos» la victoria por 2-1 en su duelo de cuartos de final contra Uruguay, en partido disputado en Brisbane el 13 de marzo de 1993.

En aquel Mundial sub’20 sólo llegó a la prórroga otro partido: el choque entre Inglaterra y México también de cuartos de final y que acabaron llevándose los ingleses en la tanda de penaltis; nadie tuvo claro si la actitud eminentemente defensiva mostrada por británicos y mexicanos en el tiempo suplementario se debió a la nueva norma o fue una simple prolongación de lo visto en los primeros noventa minutos. Durante la primavera de 1993 la UEFA siguió usando el sistema en su Europeo sub’16, en el que hubo tres prórrogas y sólo una se resolvió antes de los penaltis (victoria de Polonia ante Francia en semifinales); además, la J-League japonesa, inaugurada en mayo de ese año y que no contemplaba la posibilidad de que sus partidos acabaran en empate, también implantó la muerte súbita como forma de resolver esos duelos, y la Confederación de Norte y Centroamérica (CONCACAF) fue la primera en experimentarla en encuentros de selecciones absolutas: el 22 de julio de 1993, en partido de semifinales de la Copa de Oro disputado en Dallas, el estadounidense Cle Kooiman dio a su equipo el pase a la final con un gol a Costa Rica en el minuto 103.

Pero tras los primeros meses seguía sin haber unanimidad sobre el efecto real que la nueva norma producía en el desarrollo de los partidos y sus tiempos suplementarios: aparte de para incrementar la tensión de jugadores y público, ¿servía para que los equipos atacaran más o todo lo contrario? Nadie era capaz de responder de forma taxativa. En el posterior Mundial sub’17, celebrado en agosto en Japón, tan solo hubo ocasión de ponerla en práctica una vez más (nuevamente en un partido de cuartos y con Australia como protagonista, aunque esta vez quien marcó fue su rival, la selección de Ghana) y la única conclusión definitiva de las pruebas de 1993 fue que a la «muerte súbita» debía cambiársele el nombre por uno con menos connotaciones funestas. La regla del «gol de oro», ya con esa denominación, fue adoptada definitivamente tras el Mundial de Estados Unidos y se modificó tras el de Corea del Sur y Japón en 2002 para convertirla en la regla del «gol de plata»: en caso de gol la prórroga proseguía hasta llegar al término del periodo en el que se hubiera marcado y, de no haber entonces empate, se daba por finalizado el partido. No obstante, diez años después de su implantación la corriente mayoritaria de opinión ya estaba claramente en su contra, por lo que finalmente fue eliminada de las competiciones internacionales en el verano de 2004, después de la Eurocopa de Portugal, volviéndose al mecanismo tradicional de treinta minutos de prórroga y penaltis.

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Una vida más efímera tuvo la otra gran idea que se probó en 1993. Cuando en 2009 Arsène Wenger sugirió que, en vista de lo que hacía el hoy recientemente retirado Rory Delap en el Stoke City, sería mejor que se dejara sacar de banda con el pie, puede que el entrenador alsaciano del Arsenal tuviera en su cabeza la medida que, junto con la muerte súbita, fue anunciada en la semana previa al Mundial sub’20 de 1993. Porque se trataba exactamente de eso: de efectuar los saques de banda con el pie. Según los teóricos detrás del invento, no tenía sentido que los saques laterales se hicieran con la mano cuando absolutamente todas las demás reanudaciones del juego se realizaban con el pie: el fútbol no tenía por qué seguir siendo el único deporte que obligaba a usar en una acción concreta una parte del cuerpo prohibida para el resto de situaciones. Nuevamente se trataba de una vuelta a los orígenes del fútbol (y a algo probado en los setenta en Montecarlo), pues la obligación de sacar con las manos no había aparecido en el reglamento hasta 1882. El nuevo sistema prácticamente convertía los saques de banda en libres indirectos, ya que obligaba a los rivales a situarse a una distancia de al menos 9’15 metros del punto desde el que se efectuara el saque e impedía que se pudiera anotar gol de manera directa, aunque seguiría sin existir fuera de juego tras un saque lateral. Para los expertos designados por la FIFA para redactar el Informe Técnico del Mundial sub’17 de 1993, primer torneo FIFA en el que se probó, los resultados del experimento fueron muy positivos: la consecuencia más obvia fueron los cuatro goles que se anotaron en el torneo en acciones de saque de banda (la misma cantidad que en lanzamientos de esquina), cuando en el Mundial sub’20 de Australia, sacando con las manos, sólo se había logrado un tanto a raíz de un saque lateral. Pero la influencia de la norma en el juego no acababa ahí.

Por un lado se observaba que porteros y defensas intentaban evitar los despejes sin sentido para no conceder un saque de banda en una zona cercana al área, lo cual era destacado como un aspecto positivo pues redundaba en un mayor tiempo de juego efectivo y a la larga debería contribuir a mejorar el nivel técnico de los defensores. Al mismo tiempo, los equipos intentaban adentrarse en campo rival con más ahínco con la esperanza de poder forzar un lanzamiento lateral del que surgiera una ocasión, lo que se interpretaba como una mayor tendencia ofensiva, algo que siempre complacía a la FIFA. La parte negativa del experimento venía dada por el tiempo que se perdía en algunos lanzamientos, pues obviamente los que se producían en zonas de peligro eran botados por el especialista a balón parado del equipo y éste necesitaba unos cuantos segundos para llegar a la posición, colocar el balón, pedir que los rivales se colocaran a la distancia reglamentaria y efectuar el saque. En todo caso, los técnicos de la FIFA consideraban que el colegiado ya tenía mecanismos para evitar las demoras innecesarias y además sugerían posibles soluciones a ese problema, como la de obligar a sacar de banda al jugador que estuviera más cerca del lugar por el que hubiese salido el balón.

Sin embargo, pese a la interpretación mayoritariamente positiva de esos expertos, en el seno de la Task Force Fútbol 2000 no acababan de estar convencidos de la idoneidad de la norma: los equipos profesionales, formados por jugadores adultos y con mayor potencia física que quienes habían disputado ese Mundial sub’17, podían sucumbir fácilmente a la tentación de colgar balones al área rival prácticamente desde cualquier posición aprovechando la inexistencia del fuera de juego, y el fútbol corría el riesgo de acabar convirtiéndose en un triste espectáculo de pelotazos largos en busca de un cabezazo o un rebote afortunado. Aunque su introducción en el Mundial de Estados Unidos estaba descartada de antemano, la FIFA parecía firmemente decidida a implementar los saques de banda con el pie en el año 1996, así que durante la temporada 1994/1995 se realizó el experimento definitivo en las segundas divisiones de Bélgica y Hungría y en la Isthmian League (una de las divisiones regionales inglesas, llamada entonces Diadora League por cuestiones de patrocinio). La única novedad con respecto a la prueba del Mundial sub’17 era que se mantenía la opción de sacar con la mano: cada jugador podría elegir qué tipo de lanzamiento realizar en cada momento, aunque quien fuera a sacar con el pie debería alzar un brazo para indicarlo. Observando hoy vídeos de aquellos partidos cabe reconocer que los saques con el pie dan sensación de mayor continuidad en el juego (especialmente los realizados en corto, pues facilitaban sobremanera el control de balón del receptor), pero los temores sobre la proliferación de los balones colgados se confirmaron en las tres ligas y la idea acabó siendo rechazada.

Tras el fracaso de los saques de banda con el pie la necesidad de probar nuevas reglas pareció diluirse. Una vez pasado el Mundial de Estados Unidos, la última gran prueba de novedades normativas fue la que se llevó a cabo en el Mundial femenino de Suecia 1995. Era el segundo Campeonato del Mundo oficial para selecciones absolutas femeninas y la escasa profesionalización del fútbol femenino lo convertía, a ojos de la FIFA, en otro laboratorio ideal para sus experimentos. En aquella ocasión se trató de probar los tiempos muertos técnicos: cada seleccionador o seleccionadora podría pedir dos recesos de dos minutos de duración a lo largo del partido para dar instrucciones a sus jugadoras. No tuvieron demasiado éxito: muchos equipos no hicieron uso de este nuevo derecho y, aún así, a mitad del campeonato hubo que refinar la norma para que no se utilizara en perjuicio del rival y sólo pudiera pedirse tiempo muerto cuando se tuviera un saque de banda o de puerta a favor. Nuevamente un solo torneo bastó para desechar la idea; desde entonces los tiempos muertos sólo han aparecido puntualmente en determinados torneos disputados bajo condiciones excesivas de calor (como el Europeo sub’19 de Austria en 2007), algo que precisamente parece que volverá a ocurrir en el próximo Campeonato del Mundo de Brasil 2014.

Al final, las únicas novedades incluidas en el reglamento de Estados Unidos 1994 fueron la concesión de tres puntos por victoria en la fase de grupos y la posibilidad de realizar un tercer cambio si el portero resultaba lesionado tras haber agotado las dos sustituciones ordinarias, medidas que se aplicaron directamente sin probarse antes en torneos de categorías inferiores. A ellas había que añadir una menor permisividad arbitral ante las llamadas faltas tácticas y las entradas por detrás y, lógicamente, la principal variación normativa introducida entre los Mundiales de 1990 y 1994, la inclusión de la cesión al portero como una nueva infracción sancionable con tiro libre indirecto. Irónicamente, vistas las pruebas llevadas a cabo en los años anteriores en aras de un mayor espectáculo ofensivo, la final entre Brasil e Italia acabó con 0-0 y se decidió en la tanda de penaltis; pero la media goleadora en aquel Mundial subió de los 2’21 tantos por partido registrados en Italia’90 a 2’69 y, en general, la ambición ofensiva mostrada por la mayoría de selecciones fue digna de elogio, especialmente en comparación con lo visto cuatro años antes. El público estadounidense respondió, sus autoridades encarrilaron la creación de una nueva liga profesional en el país a través de la cual impulsar la afición al balompié y la FIFA respiró aliviada. Misión cumplida.

A partir de entonces, y exceptuando quizás la introducción definitiva del tercer cambio en 1995, los esfuerzos innovadores quedaron reducidos a realizar pequeños retoques en normas ya existentes (como la eliminación del fuera de juego posicional o la sustitución de la limitación de pasos por un tiempo máximo para que los porteros soltaran el balón tras cogerlo), tendencia que se mantiene a día de hoy: la única novedad potencialmente revolucionaria testada en los últimos tiempos ha sido la de la tecnología de línea de gol, puesta recientemente a prueba en el Mundial de Clubes de Marruecos 2013 y que, esperemos, suponga un gran avance hacia la modernización del fútbol en uno de sus aspectos más mejorables. Con la perspectiva del tiempo, e insistiendo una vez más en el acierto que fue prohibir las cesiones al portero, del proceso reformador de los años noventa emerge una conclusión clara: lejos de normas extravagantes y cambios drásticos en el reglamento, reducir la dureza de los contactos físicos a través de la acción arbitral fue, sin duda, el principal elemento normativo que contribuyó al cambio de tendencia en el deporte rey que tanto perseguía la FIFA. Al final no era tan complicado: sólo se trataba de dejar que se volviese a jugar al fútbol.




La era dorada del C.E. Sabadell: 1965-1972 (Primera parte)

En casi todas las temporadas aparece un «equipo revelación», un conjunto que no forma parte de los grandes de la categoría y del que no se esperan a priori brillantes resultados, pero que se las arregla para situarse en los primeros lugares de la tabla. Le ocurrió también al C.E. Sabadell durante su periodo más largo de estancia en la Primera División del fútbol español, entre los años 1965 y 1972, cuando se clasificó en una más que meritoria cuarta posición (temporada 1968-69), lo cual le dio derecho a jugar al año siguiente la Copa de Ciudades en Feria, o «Copa de Ferias» a secas, una competición continental que hoy podría homologarse a la «Europa League»

Entonces el cuadro vallesano se llamaba oficialmente «Centro de Deportes Sabadell», y era un club con escasa experiencia en la División de Honor. Fundado en 1903, había comenzado a llamar la atención a mediados de los años 30, poco antes de nuestra Guerra Civil. Militaba entonces en Segunda, y en la temporada 33-34 se había proclamado contra todo pronóstico Campeón de Cataluña, imponiéndose brillantemente a los habituales primates Barça y Español, con un fenomenal registro (11 partidos ganados, 1 empatado y 2 perdidos; 34 goles a favor y 19 en contra, y un total de 23 puntos, tres más que los dos grandes equipos barceloneses). Tomó parte, por consiguiente, en la edición de la Copa de 1935 – que entonces se denominaba «Campeonato de España» – y tras eliminar a Celta, Betis y Levante, se clasificó para la final, donde se encontraría con el Sevilla CF, que también accedía a ella por vez primera. El encuentro decisivo tuvo lugar en el terreno madrileño de Chamartín, el 30 de junio de 1935, con arbitraje de Pedro Escartín, y concluyó con el rotundo triunfo de los hispalenses por 3 a 0, marcados por Campanal (en dos ocasiones) y Bracero. Estas fueron las formaciones que presentaron ambos conjuntos: por el Sevilla, Guillermo Eizaguirre; Euskalduna, Deva; Alcázar, Segura, Fede; López, Torróntegui, Campanal, Tache y Bracero, y por el Sabadell, Massip; Morral, Blanch; Argemí, Font, Gracia; Sangüesa, Calvet, Gual, Barceló y Parera.

Pronto vendría la contienda fratricida, que en lo futbolístico se saldaría con la suspensión de las competiciones nacionales y también con la muerte y el exilio de numerosos jugadores, pero tras ella se iba a producir de nuevo un buen momento para los de la Creu Alta, que lograrían ascender a Primera División en la temporada 42-43. Militarían en ella durante las campañas 43-44, 44-45, 46-47, 47-48 y 48-49, pero tras su segundo descenso padecerían una prolongada «travesía del desierto», que les llevaría incluso al pozo de la Tercera División en 1963, aunque en el transcurso de únicamente dos temporadas, 63-64 y 64-65, pasarían del infierno al paraíso.

Pero tal vez convendría antes hablar un poco del marco donde se inscribía este curioso club de singular y arlequinada equipación, sin parangón entre sus homólogos.

Sabadell era sin discusión, a mediados de los años 60 del siglo pasado, la capital lanera de España. Había sido una de las localidades pioneras de la Revolución Industrial en la Cataluña del XIX, hasta el punto de recibir el apelativo de «la Manchester catalana». Ya en el siglo XX, su población  aumentó de manera vertiginosa, dado el poder de atracción que sus numerosas fábricas ejercían sobre los inmigrantes de la España menos favorecida. De ese modo pasaría de 23.375 habitantes en el año 1900, a los 105.339 de 1960, es decir, que había más que cuadruplicado su población. Ese incremento demográfico se mantuvo durante los años 60 – a mitad de la década cuenta ya con unos 150.000 habitantes -, lo cual trajo aparejado un crecimiento urbano descontrolado, con un gran déficit en equipamientos (alumbrado, pavimentación, alcantarillado, enseñanza…). Sin embargo había un aspecto en el que Sabadell era modélica dentro de aquella España aceleradamente desarrollista pero en tantos órdenes subdesarrollada aun: el deporte. No en vano, en 1967 la «Asamblea de periodistas deportivos españoles» va a proclamar a la localidad vallesana como «la ciudad piloto del deporte español», puesto que en ella tenían su sede más de medio centenar de sociedades dedicadas a diferentes disciplinas, y a que contaba con unas instalaciones de las que no disponían entonces muchas capitales de provincia.

TEMPORADA 64-65: POR FIN EL ASCENSO, 16 AÑOS DESPUÉS

El Sabadell regresó a Segunda tras su breve paso por la Tercera División durante la campaña 63-64. En el Grupo VII de Tercera, los arlequinados quedaron campeones, con 58 puntos conseguidos en 38 partidos. Ganaron 27 encuentros, empataron 4 y perdieron 7, con un magnífico balance de 92 goles a favor y 42 en contra. En la fase de ascenso les tocó enfrentarse primero al C.D. Castellón, al cual eliminaron con ciertos apuros, cayendo por 1 a 0 en Castalia y ganando por 3 a 1 en la Creu Alta. Más asequible resultó el siguiente y último rival, el Albacete Balompié. En la ciudad manchega el Sabadell se impuso ya por 0 a 1, redondeando la faena con una clara victoria por 3 goles a 0 en su feudo. Era el 14 de junio de 1964.

De nuevo en Segunda, los laneros afrontaron la temporada con los siguientes efectivos: Martínez, Romero, Quincoces; Diego, Sertucha, García Verdugo, Izaola, Arqué, Marañón- que se iría al Levante mediada la campaña -, Tejedo, Martí, Noya, Castaños, Navarro, Cabello, Planellas, Palau, Sabino, Periquín, López, Basaras, Peña y Roger. Eran nuevos tres jugadores procedentes del Valencia, el guardameta Martínez, el veterano defensa García Verdugo y el delantero Cabello, así como el ex-barcelonista Ramón Marañón y el ex-malloquinista Arqué. También se incorpora un joven valor formado en la cantera blaugrana, Palau.  El entrenador va a ser el antiguo internacional del Valencia Bernardino Pérez Elizarán, más conocido futbolísticamente como Pasieguito, componente de una mítica línea medular junto al legendario Antonio Puchades. El Sabadell realizará una gran campaña, acabando la temporada como segundo clasificado del Grupo Norte gracias a la sorprendente derrota del Sporting de Gijón en el último partido, en su feudo de «El Molinón» y ante un renqueante  Osasuna (0 a 3), mientras que los arlequinados se imponían por la mínima al Europa, el club escapulado del barrio barcelonés de Gracia  ( 2 a 1 ).

El equipo asturiano había llegado a esa última jornada con un punto más que los laneros – 38 por 37 -, con el «goal average» particular entre ambos igualado y el general muy favorable, de modo que un simple empate, pasase lo que pasase en «La Creu Alta»  llevaría a los rojiblancos a la promoción, pero saltó la sorpresa. Los catalanes, por lo tanto, se clasificarán para jugar la promoción de ascenso, que les corresponde disputar frente al Real Murcia, que defendía la categoría. En el primer encuentro, en «La Condomina», el 6 de junio de 1965, se produce un esperanzador empate a 2, con goles de Cabello y esta alineación: Martínez; García Verdugo, Sertucha, Diego; Arqué, Martí; Cabello, Palau, Sabino, Navarro y Castaños. En el partido de vuelta, celebrado en «La Creu Alta», el 13 de junio, los vallesanos se impusieron por un solitario tanto, marcado también por el valenciano Cabello en el minuto 75. La alineación fue la misma que siete días antes.

Coincidiendo con el ascenso, va a hacerse cargo de la presidencia el dinámico industrial textil Ricardo Rossón, que ya había ejercido dicho cargo entre los años 1955 y 58. Se da la circunstancia de que recoge el testigo de manos del propio alcalde de Sabadell, su colega en el Gremio de Fabricantes Antoni Llonch (el emblemático  primer edil vallesano   Josep María Marcet  también había regido los destinos del club durante varios periodos)

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TEMPORADA 65-66: AL BORDE DEL ABISMO

El Centro de Deportes Sabadell afronta la temporada de su retorno a la Primera División con los siguientes efectivos: Martínez, Benegas, Romero, Quincoces; Isidro, Sertucha, Muñoz, Alavedra, Pedreño, Diego, Izaola; Mauri, Martí, Torrent, Arqué, Hernández; Vall, Noya, Sabino, Vidal, Camps, Ortuño, Morollón, Navarro, Castaños y Palau. Eran novedades en la plantilla el veterano guardameta Benegas,  los madridistas Isidro y Morollón, el levantinista Pedreño, el mítico «león» Mauri, el españolista Vall, los barcelonistas Alavedra, Torrent, Vidal y Camps, Hernández – el padre de Xavi – y el joven Ortuño. Por contra, son baja García Verdugo, Tejedo, Cabello – uno de los hombres claves del ascenso, cedido por el Valencia, que regresa a Mestalla -, Planellas, Periquín, López, Basaras, Peña y Roger. Muchas altas, que en teoría refuerzan al cuadro arlequinado en esta su nueva aventura por la élite del fútbol español.

El calendario va a depararles un terrorífico comienzo de temporada, con Real Madrid y Barça como enemigos en los primeros compromisos. Los de Pasieguito se estrenan el sábado 4 de septiembre de 1965 en partido nocturno, nada menos que en el Santiago Bernabéu, ante el cuadro merengue -vigente campeón liguero- y con el siguiente equipo: Martínez; Muñoz, Sertucha, Diego; Arqué, Torrent; Palau, Martí, Sabino, Navarro y Castaños. Van a defenderse bien y únicamente caerán derrotados merced a un solitario tanto de Pirri, anotado en el minuto 51. Y ocho días más tarde, con una Creu Alta hasta los topes, claramente desbordada por las expectativas de la nueva categoría, reciben a todo un Barça  en un encuentro donde la experiencia de los azulgranas se acabará imponiendo al entusiasmo de los locales por 1 a 3, marcando Vall el primer gol vallesano en esta nueva andadura por la Primera División.

Al término de esta segunda jornada el Sabadell es el farolillo rojo de la tabla, pero todo el mundo parece estar de acuerdo en pensar que lo peor ya ha pasado…Y de hecho, al domingo siguiente los arlequinados logran su primer triunfo, y en campo contrario, al derrotar al Mallorca con un gol de Muñoz en el Luís Sitjar de Palma. Sin embargo, los laneros no van a abandonar las posiciones de peligro en toda la primera vuelta, que para ellos termina con un paupérrimo balance de tan sólo 8 puntos ( con seis negativos ), como colistas, con tres victorias, dos empates y diez derrotas, 14 goles a favor y 22 en contra. Aun así, la directiva va a seguir apostando por Pasieguito. La segunda vuelta se inicia con unos derroteros muy similares, pero dos cruciales victorias en casa y por la mínima, ante rivales directos, Mallorca y Las Palmas, les dan vida de nuevo. En la jornada vigésimo tercera, y tras otra buena racha, conseguirán salir por vez primera de los puestos de descenso directo y promoción tras una sorprendente victoria en Mestalla, merced a un gol de Vall, aunque vuelven de nuevo a la zona de peligro en las jornadas 24 y 26, para respirar un poco en la 29, la penúltima, tras derrotar a otro claro competidor, el Málaga, por 3 a 2 en la Creu Alta. Así afrontan la última y definitiva jornada con opciones de salvarse del todo, pero también de caer en promoción e incluso descender.

Visitan San Mames y son claramente derrotados por el Athletic (3 a 0), y al final van a acabar con los mismos puntos que los dos conjuntos que bajan, Mallorca y Betis, pero su mejor average particular les permite el mal menor de la promoción. Disputada esta casi tres meses después de finalizada la liga regular, esta va a suponer para el cuadro arlequinado la permanencia, merced a su victoria sobre el Celta de Vigo por 2 a 0 ( Torrent y Vall ), y su empate sin goles en la ciudad gallega. Estos son los hombres que consiguieron mantener la categoría: Martínez; Isidro, Sertucha; Muñoz; Mauri, Torrent; Vall, Noya, Sabino, Marti y Camps (en el segundo encuentro, Alavedra y Palau sustituyeron a Sertucha y Camps respectivamente)

Curiosamente, en la «Copa del Generalísimo» los vallesanos realizarán un buen papel, eliminando en dieciseisavos de final al Europa, tras un partido de desempate en Barcelona en el que vencen por 2 a 0 ( 1-1 y 0-0 habían sido los resultados de los dos encuentros ), superando al Real Valladolid en octavos ( 2 a 0 en Sabadell y derrota mínima por 1 a 0 en la capital castellana ), y cayendo ante el Zaragoza, futuro campeón, en cuartos, aunque por un tanteo inapelable: 1-4 en la «Creu Alta» y 3 a 0 en «La Romareda»

TEMPORADA 66-67: TRANQUILIDAD  Y ADIÓS A LA VIEJA «CREU ALTA»

Se había sufrido mucho, aunque con final feliz, y de cara a la campaña 66-67, con un nuevo terreno de juego ya en construcción, se producen algunas novedades para apuntalar al equipo. Llegan los guardametas Echevarría y Rovira, el lateral internacional del Real Madrid Casado, el defensa Romero, el medio Ruiz, retorna Ramón de Pablo Marañón, así como Cabello, y son también alta varios jugadores de vanguardia ( los levantinos Bautista y Portalés, y el vasco Latorre ). Por contra, se van los guardametas Benegas, Romero y Quincoces, Alavedra, Pedreño, Hernández, Arqué, Mauri, Morollón, Navarro y Castaños, siendo cedidos a causa del servicio militar Diego y Ortuño. Así queda configurada la plantilla para el nuevo curso: Martínez, Echevarría, Rovira; Isidro, Sertucha, Casado, Muñoz, Romero; Marañón, Torrent, Ruiz; Vall, Palau, Noya, Vidal, Camps, Cabello, Bautista, Portalés, Sabino, Latorre y Martí.

Tras los grandes agobios del curso anterior, la temporada 66-67 va a ser de una relativa placidez en cuanto a los resultados y la posición del equipo en la tabla. Arrancan los laneros en los primeros lugares – en la sexta jornada son quintos, superando incluso al propio Barça, aunque en la decimoquinta, al finalizar la primera vuelta, los de Pasieguito caen al undécimo puesto, con 12 puntos y un negativo, dentro de la zona peligrosa. Sin embargo las cosas van a pintar mucho mejor para ellos en la segunda ronda, que se inicia con una goleada al Hércules en la Creu Alta ( 5 a 2 ), y un meritorio empate en San Mames ante el Athletic de Bilbao, que meten de lleno al cuadro catalán en la zona media.

Su posición se consolida en la jornada número 18, cuando el Barça visita Sabadell y es claramente batido por 2 goles a 0, marcados por Camps y Marañón – dos ex-azulgranas – en la primera media hora de juego. Dejemos constancia para la historia de las alineaciones de ambas escuadras en aquel ya lejano 22 de enero de 1967: por los arlequinados, Martínez; Isidro, Sertucha, Casado; Marañón, Torrent; Vall, Palau, Noya, Vidal II y Camps, y por los barcelonistas, Sadurní; Benítez, Gallego, Eladio; Borrás, Torres; Zaballa, Pereda, Zaldúa, Fusté y Pujol. En total, doce jugadores catalanes sobre el campo, seis por cada equipo.

Para la vigésima jornada, en la que los vallesanos van a golear en su feudo al potente Valencia por 3 a 0, el equipo ya suma ocho jornadas consecutivas imbatido, y situado en el séptimo lugar de la tabla, observa muy de lejos los puestos de peligro. Al final va a clasificarse en una magnífica octava plaza con 30 puntos, sin positivos ni negativos, con un balance de 11 partidos ganados, 8 empatados y 11 perdidos, con 35 goles a favor y 38 en contra, habiéndose movido casi siempre por la zona media. El atacante Palau va a ser su artillero más destacado, consiguiendo un total de 10 tantos. En la Copa va a eliminar en dieciseisavos de final a la Real Sociedad, venciendo en ambos partidos por 0 a 2 y 3 a 1, para caer en octavos frente al Granada por 0 a 1, en un tercer partido de desempate celebrado en Madrid, tras sendos empates a uno en «Los Cármenes» y la «Creu Alta»

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TEMPORADA 67-68: NUEVO CAMPO Y APUROS AL FINAL

Con Pasieguito una temporada más en el banquillo, el Sabadell va a afrontar esta tercera campaña consecutiva en Primera División – en la que estrenará su flamante campo – con importantes novedades. Causan alta cuatro jugadores procedentes del Barcelona, el cántabro Zaballa, los canteranos Comas y  Montesinos,  y el peruano Seminario, un fichaje de campanillas este, por más que el astro sudamericano se encontrase ya en el declive de su carrera deportiva, tras un paso no demasiado brillante por Can Barça. También son novedad futbolistas de perfil más modesto como el levantino Frigols, García e Isidro II, un extremo montañés procedente del Atlético de Madrid, y también un veterano defensa central uruguayo de escasa cabellera llamado Pini, que daría un excelente rendimiento. También regresan los «licenciados» Diego y Ortuño. Por el contrario son baja en la plantilla Rovira, Torrent – que retorna al Camp Nou tras su cesión -, Ruíz, Noya ( traspasado al Atlético de Madrid ), Cabello, Bautista, Portalés, Sabino, Latorre y Martí. Por consiguiente, la plantilla arlequinada estará compuesta por: Martínez, Echevarría, Comas; Isidro I, Pini, Muñoz, Sertucha, Casado, Frigols, Diego; Marañón, Montesinos, García; Vall, Palau, Seminario, Vidal, Zaballa, Ortuño, Camps e Isidro II

El 20 de agosto de 1967 se va a proceder a la inauguración de la Nova Creu Alta, un precioso recinto con capacidad para  20.000 espectadores ( de ellos 4870 sentados ), mientras que el viejo campo tan sólo podía albergar a unos 7500 en total. Su construcción había costado unos 27 millones de pesetas, siendo el arquitecto que lo proyectó Gabriel Barcons. En el partido inaugural el C.D. Sabadell se va a enfrentará al Barcelona, y conseguirá la victoria por 1 o 0, siendo el jugador Vall el primero en marcar en el nuevo campo. En los prolegómenos del encuentro un helicóptero del Aeroclub de Sabadell se posó en el centro del terreno de juego, y de él descendió la «pubilla» de la ciudad, la señorita Clara Vila, llevando el balón con el que iba a disputarse el choque. El Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, el catalán Juan Antonio Samaranch, realizó el saque de honor, en presencia de los capitanes de ambos conjuntos, Sertucha y Zaldúa, autoridades asistentes y trío arbitral, encabezado por el señor Pintado, del Colegio Catalán. Estas fueron las formaciones que presentaron ambos equipos en tan histórico encuentro: por el Centro de Deportes Sabadell, Martínez ( Comas ); Isidro I, Sertucha, Casado ( Diego ); Marañón ( Muñoz ), Pini; Vall, Palau, Seminario, Montesinos e Isidro II ( Camps ), y por el Barcelona, Sadurní ( Reina ); Borrás ( Benítez ), Torrent ( Olivella ), Eladio ( Tores ); Muller ( Endériz ), Gallego ( Zabalza ); Oliveros ( Zaballa ), Vidal ( Pereda ), Zaldúa ( Pellicer ), Fusté ( Pujol ) y Jiménez ( Rexach ). El único gol del partido se produjo en las postrimerías de la primera parte. Isidro II bota un córner, Seminario peina de cabeza la pelota, y Vall la envía imparablemente al fondo de las mallas.

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La temporada comenzó bien para los arlequinados, que en la octava jornada se encontraban en  la quinta posición de la tabla,  con 9 puntos, por delante de clubes como Athletic de Bilbao, Español, Valencia o Zaragoza, pero van a ir perdiendo fuelle, y finalizan la primera vuelta en la undécima posición, con 14 puntos, que no constituían en absoluto un mal registro, pero que en esta ocasión les dejaban cerca de los puestos de promoción. Van a iniciar la segunda fase del campeonato muy bien, derrotando al líder, el Atlético de Madrid, por 1 a 0 en la Nova Creu Alta, con un solitario gol de Vall, aunque una mala racha de resultados les acercará a la zona peligrosa. Así, en la jornada 26 están ya en puestos de promoción, pero una victoria ante el Español en la fecha 29 (2 a 1) y un buen empate en San Mames a un gol, les van a dejar un año más en Primera, superando por tan sólo un punto al promocionista Córdoba. En el «Torneo del KO», y tras apear de la competición por los pelos al Xerez Deportivo en dieciseisavos (0 a 2 y 3 a 0), caen estrepitosamente eliminados ante el Real Zaragoza en octavos: 0 a 0 en la «Nova Creu Alta» y 1 a 5 en «La Romareda»

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El Cine y el fútbol en México (parte 2)

Las Chivas Rayadas y Los Fenómenos del Fútbol habían mostrado el camino a seguir para las peículas de fútbol.  Los aficionados querían ver al Guadalajara, equipo compuesto en su totalidad por elementos mexicanos.

Por aquellos años, un partido había despertado la inquietud de los aficionados, el América-Guadalajara. Si bien el equipo tapatío estaba compuesto por mexicanos, el conjunto de la ciudad de México buscaba contratar a los mejores elementos extranjeros que estuvieran a disposición.

El 5 de agosto de 1959, el América vencio 2-0 a las Chivas, con tantos de Eduardo Palmer dentro de la jornada 7 de la liga. Las Chivas que en ese momento era el líder del torneo, perdió su primer lugar a causa de la derrota. América, con gran poderío, hizo ver mal al campeón en su propia cancha. El cuadro capitalino, había vencido por identico marcador de 2-0 y en Guadalajara a los otros dos equipos tapatíos: Oro y Atlas.

El entrenador de las chivas Arpad Fekete, enojado, manifestó que tan sólo había sido suerte del cuadro capitalino, y que si en ese momento se volvieran a enfrentar, los vencerían con facilidad, a lo que Fernando Marcos, entrenador del América, contestó de inmediato: «Cuando usted quiera, al fin que ya sabe que mi teléfono es el 2-0, 2-0, 2-0, haciendo alusión a los marcadores. Los ánimos se caldearon y la prensa especializada les dedicó páginas enteras a ambos conjuntos. Así, nacía ya sin discusión, el clásico de clásicos América-Guadalajara…i

El partido de vuelta (12 noviembre 1959) , fue seguido por todos los medios, inclusive, la trasmisión de televisión se realizó simultáneamente por dos canales de telesistemas (hoy Televisa), para que en toda la República se pudiera ver el encuentro. El escenario fue Ciudad Universitaria que con casa llena marcó un hito al ver un estadio dividido casi por la mitad en favor de uno y otro equipo. Considerado al día siguiente como «el choque del año» por la prensa, fue un verdadero duelo de estrategias, mismas que inició Marcos cuando mandó a un reportero por la alineación contraria y Fékete un verdadero zorro del desierto, incluyó a Luis de la Torre como delantero, sin embargo, en cuanto salieron los reporteros de su vestuario ordenó que Luis dejara de calentar y que pedro Nuño se pusiera sus arreos de juego para salir con un 4-2-4 y no un 4-3-3 como pensaba Fernando Marcos que sería la formación del rebaño. La formación chiva ahogó a un América que salió para jugar en forma diferente y se encontró, sorpresivamente con que habían sido engañados.  El América cayó 2-1, el público salió más que contento y los directivos también al ver que la taquilla era de $319,554.00, todo un récord en el estadio  de Ciudad Universitaria.

cinemexico011A partir de aquí, todos seguían cada encuentro entre estos dos enemigos y el cine lo aprovechó en una película de 1966 Tirando a gol.ii

Esta cinta, trata de la rivalidad y amor entre una porrista de las chivas (Lola Beltrán) y uno del América (David Reynoso) y sus hijos, futbolistas rivales, pero que se enamoran de las hermanas del enemigo. Una comedia con dejos de drama y final feliz, que tiene como pretexto al fútbol. Vale la pena ver a jugadores del América  como Zague, Fragoso, «Pescado» Portugal y Arlindo y de las chivas Valdivia y los infaltables Chava Reyes y Nacho Calderón, al comentarista mexicano Fernando Marcos, así como escenarios de la ciudad de México de los años sesenta.

cinemexico021En 1967, se estrena El Pícaro. Es la primer historia en donde el protagonista principal es un portero. Éste tenía la virtud de contar con unos guantes mágicos que le ayudaban a detenerlo todo y a conseguir a las muchachas que quisiera. Como cosa curiosa, el personaje principal le fue dado a un actor de nombre Amador Bendayan, nativo del país menos futbolero de América Latina: Venezuela.  La película no tuvo mayor éxito y solo se exhibió en un solo cine, el Mariscala.

cinemexico031En 1970, tras la Copa del Mundo en nuestro país, se estrena México 70.iii Es un documental sobre el Mundial pero con trama de ficción para lograr atrapar a los espectadores. Trata sobre un niño mexicano (rubio y de ojos azules) que quiere ver un partido de la Copa del Mundo en el Azteca y que decide viajar por todo el país para cumplir sus sueños de ver a Pelé jugando, mientras su madre se la pasa buscándolo. Vale la pena por todos los instantes de fútbol que se presentan y por los escenarios de diversas ciudades de México. Cabe mencionar que parte de la película fue costeada con patrocinio de una casa refresquera, por lo que en algunas escenas aparece la botella de la conocida marca de refresco de cola.

La década de los setenta, cerraría con dos películas de índole cómico y ambas exhibidas en 1979. La primera de ellas, El Futbolista Fenómeno.iv Esta cinta, ponía fin a la zaga deportiva de películas protagonizadas por el comediante mexicano Adalberto Martínez «Resortes», que tras sus éxitos con El Beisbolista Fenómeno (1951), El Luchador Fenómeno (1952) y El Aviador Fenómeno (1960), quería rematar con éxito con el deporte más popular.

La película, fue pensada para estrenarse durante la Copa del Mundo de 1978 y tenía como «personaje» principal a la selección mexicana, pero fue tal el ridículo del tricolor, al quedar en el último lugar del Mundial realizado en Argentina, que Resortes prefirió volver a grabar las escenas en donde intervenían los jugadores nacionales y lo cambió por una supuesta selección latinoamericana, que en realidad era el equipo Toluca. La trama trata de un vendedor de cervezas (Resortes) que es secuestrado por unos extraterestres, quienes le dan poderes especiales para ser un extraordinario futbolista. Sirve de pretexto esta bizarra película, para ver en acción a futbolistas como Héctor Hugo Eugui, Walter Gassire, Rigoberto Cisneros y al «Morris» Ruiz.

La otra película estrenada en ese año, fue realizada por la cadena de televisión más poderosa de México: Televisa, a través de su filial Televicine. La cinta, llamada El Chanflev es una película de humor blanco protagonizada por el comediante Chespirito, quien le daba vida al Chavo del Ocho y al Chapulín Colorado en la televisión.  La cinta, es una especie de parodia del fútbol mexicano,  en donde el principal personaje es el equipo de fútbol América, que por cierto es equipo de Televisa. Aquí, sin utilizar a jugadores verdaderos, sino actores de las series de Chespirito, podemos «reconocer» a futbolistas emblemáticos como Borja (Carlos Villagrás, Quico)  o la del entrenador Nacho Trelles (Ramón Valdés, don Ramón). El Chanfle, es el utilero del equipo en donde su honradez y su torpeza son parte de la trama.

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i Para conocer la historia completa, Calderón Cardoso, Carlos, Club de Fútbol América 95 años. Editorial Televisa, México. p. 32-33.

ii Escenas de la película Tirando a gol http://www.youtube.com/watch?v=0U6QOBwmDpg

iii Trailer de la película México 70 http://www.youtube.com/watch?v=Sh1CFdO2ElI

iv Película completa El futbolista fenómeno http://www.youtube.com/watch?v=2zMGZQBuKWQ

v Película completa http://www.youtube.com/watch?v=AyaK22ELZ_Y