Una colección «divina»: una parada de Zamora

Si alguna figura del fútbol español tuvo una sombra alargada y que impregnó todos los estamentos en una época ya lejana, fue la de Ricardo Zamora, apodado «El Divino». Con una carrera como jugador que se inició en 1916 y que acabó 20 años después, una trayectoria en los banquillos como entrenador, culminada con el puesto de seleccionador nacional y hasta con un par de apariciones cinematográficas en su haber. La década de los años 20 y la primera mitad de los 30 fueron hegemónicas para Zamora. De ello dan fe sus traspasos millonarios del F. C. Barcelona al R. C. D. Español y de allí al Real Madrid, sus actuaciones fabulosas en los Juegos Olímpicos de Amberes, donde tras ganar 1-0 a Dinamarca en el primer partido, salió a hombros del estadio y se acuñó la frase «1-0 y Zamora de portero»; por no decir de su despeje característico con el codo y que recibió carta de naturaleza con su nombre: «la zamorana». Hechos, detalles y leyendas que forjaron el mito de un deportista de primera categoría y arrolladora personalidad, que junto a momentos inolvidables bajo los palos dejaba también suculentas anécdotas como la que cuenta que jugaba con un amigo tras la portería que le sostenía un habano para fumar cuando el partido no le exigía en demasía. La herencia futbolística de Zamora siguió en la persona de su hijo, también portero, como no, y que militó en Primera División en equipos como el Atlético de Madrid, C. D. Málaga, R. C. D. Español o Valencia C. F..

            Uno se da cuenta de la verdadera importancia de Zamora cuando volviendo la vista atrás y rastreando objetos, diarios y coleccionables de los años 20 y 30 comprueba la constante aparición del guardameta icono del fútbol nacional de los años 20. Muñecos, biografías, recortables, postales publicitarias o cromos. Una gran cantidad de colecciones de cromos de los años 20 tienen como primer cromo el de Zamora, incluso algunas que están dedicadas a equipos en los que nunca militó. De todas estas colecciones quiero llamar la atención sobre la titulada «Una parada de Zamora» y que por sus características es especialmente interesante.

 zamora1

zamora-2

zamora-3           

 La marca de chocolates Chocolates Amatller fue una de las pioneras en la difusión del fútbol en su ámbito comercial, sobre todo Cataluña, incluyendo en sus productos cromos que se iban coleccionando y formando diferentes series. Una de las más curiosas fue la colección de 54 cromos titulada: «Una parada de Zamora». La figura de Zamora, inmensa, daba como para plantear una colección larga (en la época las colecciones no solían pasar de 25 cromos) de 54 cromos que nos mostraban en una secuencia de «cine manual» al astro futbolístico realizando una parada.  Dado que el cine era un invento de reciente aparición en la vida y ocio de los españoles, la posibilidad de realizar una breve secuencia (no más de dos segundos) cinematográfica en nuestras propias manos debía parecer algo único. Puedo aportar un detalle personal que quizá revele mejor esta excepcionalidad. Mi suegro es una persona de mucha edad, cumplió 95 años en febrero de 2010. Pues bien, sabedor de mi interés por estas viejas colecciones, me comentó hace años sobre una que a él le dejó impactado en su infancia, en la loclaidad de Mazarrón (Murcia) de donde es originario. Él recordaba, con esa nitidez de los recuerdos infantiles, una colección dedicada a Zamora donde pasando los cromos se veía a éste haciendo una parada. Cuál no fue mi sorpresa al descubrir esta colección y comprobar que encajaba exactamente en los recuerdos añejos de mi suegro.

            Los cromos miden 4’4 cms. x 7’8 cms. y están partidos en dos zonas, la parte superior lleva la imagen de un portero (francamente, nada parecido al Zamora real) mientras que la parte inferior lleva un texto y una imagen referida a la colección, así como la marca comercial, Chocolates Amatller, que la editó. El dorso lleva instrucciones precisas sobre como crear la secuencia de cine manual. El cromo más destacado es el último, el nº 54, que lleva una foto del busto de Zamora enmarcado en un óvalo. Es esta colección una de las más raras y difíciles de completar, por lo que de enconterarse una colección completa hay que convenir que se está ante una pequeña joya del coleccionismo de cromos. A pesar de no disponer de todas las imágenes, he confeccionado una secuencia animada que de alguna manera nos da idea de cómo debía ser la misma cuando las manos inocentes de los niños la reproducían. Espero que os guste.




Hace 100 años

ABRIL 1910

 Son publicadas en prensa las bases para el nuevo Campeonato de España organizado por la Federación Española de Clubs de Foot-Ball. Una vez cerrada la inscripción estos son los clubes inscritos:

De Madrid; la Sociedad Gimnástica Española y la Asgrupación Excursionista Pedestre

de Barcelona; CD Español y FC Barcelona

de Pontevedra; Vigo FC, Real Club Fortuna y Teis FC

de La Coruña; RCD La Coruña

de Bilbao; Bilbao FC

y de Irún; Irún Sporting Club.

  • En El Mundo Deportivo se vierten graves acusaciones sobre el Campeonato jugado en San Sebastián y sobre los tres clubes participantes, hablando incluso de compra del partido que la Real Sociedad jugó frente al Madrid FC. Dicho club da contestación a dicho suelto en La Correspondencia de España aclarando que lo que recibió por parte de la organización fue una subvención para acudir a disputarlo. En un principio, en Junta General celebrada el 31 de enero de 1910, se decidió no acudir al Campeonato por falta de medios materiales siendo conocedores después de la subvención decidiendo entonces acudir.
  • Problemas en el partido de clasificación al Campeonato de España entre San Sebastián Recreation Club e Irún Sporting Club. No estaban colocadas las redes de las porterías ni el campo vallado, sufriendo el partido continuas paradas por invasión del público que andaba excitado e insultaba y amenazaba continuamente a los irundarras.
  • El Athletic Club de Bilbao vence al Lamiaco al FC Barcelona por ¡10 a 1!.
  • Por 7 goles a 0 venció el equipo de Pamplona al de Zaragoza en la capital navarra.
  • En partido eliminatorio del Campeonato de los Pirineos la Real Sociedad venció al Toulouse por 8 goles a 0.
  • España y Barcelona se enfrentan en partido amistoso empatando a dos. El partido era de campeonato pero el España cedió los puntos. Igualmente ocurrió entre Central y Universitari. Central cedió los puntos y en el amistoso vencieron los universitarios.
  • El Madrid FC se ofrece a la revista francesa L’Auto para la disputa de un amistoso internacional en beneficio de las víctimas de Nápoles.
  • Partido en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) entre el madrileño Reina Victoria y el Real Colegio Alfonso XIII de dicha localidad. Se disputarán una copa concedida por S.M. El Rey.
  • Ha sido fundado el Foot-Club de Inca enfrentándose en un reñidísimo partido a un equipo de Palma de Mallorca.
  • Se ha celebrado un partido entre los equipos de Murcia y Alicante venciendo y siendo ovacionados los alicantinos.
  • En Alicante existe un campo deportivo llamado Sportmen’s Club levantino donde entre otros deportes se practica el foot-ball.
  • En Granada existen un par de teams incompletos.
  • Garrido, conocido footballista madrileño, acompañado de José Pacheco pretenden dar la vuelta al mundo a pie.
  • El Foot-Ball Club Vilafranca de Villafranca del Penedés está afiliado a la Asociación de Lawn-Tennis de Barcelona.
  • En Salamanca y Pamplona los esolares son los practicantes del foot-ball.
  • En Pontevedra ha sido fundada la sociedad Sporting Club, nacida dentro de la sociedad Liceo Gimnasio. Parte con las siguientes secciones: foot-ball, gimnástica, esgrima, náutica, lawn-tennis y boxing. La Junta Directiva queda compuesta por los señores José Luis Martínez como presidente; Vicente Vázquez como vicepresidente;  César García como tesorero; Heriberto Fernández como vicetesorero; Evaristo Vázquez como secretario y Pelayo Rudido como vicesecretario.
  • Da comienzo el Concurso de equipos infantiles de Barcelona habiéndose inscrito el Club Central, Europa, Español, Universitari, Català, Andresense y Catalonia.
  • En Maliaño (Cantabria) se disputó un encuentro entre el local Sporting Club y el Santander Foot-Ball Club.
  • Hay noticias de que se juega al foot-ball en Castellón aunque poco. Lo hacen en un campo donde también practican los reclutas y los aficionados al tiro de pichón.
  • Continúan avanzando las obras en el Velódromo de la Ciudad Lineal de Madrid. Se espera que para mediados del mes próximo se pueda celebrar la primera concentración deportiva con carreras a pie, en bicicleta, en motocicleta, foot-ball y polo.
  • Los primeros y segundos equipos del CD Español «Blanco y Negro» de Chihuahua (Méjico) han ganado el Campeonato Internacional jugado en aquella localidad.
  • Es grande la afición al foot-ball en Alemania. El mismo Káiser es aficionado al mismo. Existen más de 1.000 clubes y el número de socios es de 80.000.

 

 

 

 




Copas que fueron ligas y ligas que fueron copas

¿Qué título es más importante, la Liga o la Copa?

La respuesta fue siempre muy sencilla. Cualquier aficionado interpelado daría con la competición correctamente. La cuestión depende del momento en que se haga la pregunta, porque no todo el mundo ha dado la misma solución a lo largo de la historia.

En efecto, Liga o Copa. ¿Qué título otorga la supremacía nacional al vencedor? Actualmente los nombres oficiales que reciben ambas competiciones son prácticamente sinónimos: Campeonato Nacional de Liga y Campeonato de España. Quizá en ello esté la importancia del dilema.

Porque no existe dilema hasta que uno se plantea el sentido de la trascendencia. En el fútbol mundial cada país organiza un número indeterminado de competiciones. Puede haber un único campeonato, sin más, o dos, tres, etc. hasta los que la federación nacional establezca. No hay más límite que el propio calendario. Cada uno es libre de arreglar su casa como desee o más le convenga. Sin embargo, el desarrollo de las competiciones internacionales de clubs ha obligado a que las diferentes confederaciones  continentales tengan que establecer una correspondencia entre las diversas competiciones nacionales, para fijar los derechos de participación. Normalmente son las propias federaciones nacionales quienes marcan los criterios para inscribir a sus clubs en las competiciones internacionales, aunque la confederación continental puede fijar unos requisitos mínimos. Con ello, volvemos a replantearnos el tema: qué campeonatos sirven o no para acceder a la mejor competición, a la «Liga de Campeones» de Europa, Asia, África o CONCACAF y a la «Libertadores» sudamericana.

La FIFA ha solicitado de la IFFHS que establezca un baremo para jerarquizar la importancia de cada campeonato dentro del contexo nacional que sea homologable en el plano internacional. En otras palabras: establecer una correspondencia de equivalencia entre los títulos de un país y de otro.

Para ello la IFFHS ha fijado unas premisas claras y concisas por las que define un organigrama de competiciones que en algunos países llega a ser muy complicado. El caso de España es, aparentemente, bastante sencillo: el Campeonato Nacional de Liga es el galardón más importante, seguido de la Copa (Campeonato de España). Son los dos torneos que la propia UEFA exige organizar a todas las federaciones -aunque luego no sea cierto, como sucede con Liechtenstein-. En un tercer rango están la Supercopa, la Copa de la Liga -si las hubiere-, etc. Las únicas condiciones son que esté organizado exclusivamente por la federación nacional, que sean extensibles a todo el territorio del estado de manera implícita y que dé un vencedor por título y año (no nos ocupa responder aquí a los casos de muchos países hispanoamericanos donde hay Apertura y Clausura).

La cuestión, volviendo al inicio del artículo, es que nuestras competiciones ofrecen unos resultados sorprendentes a la hora de aplicar esta revisión de títulos, por lo que, desde el punto de vista internacional, la importancia de los méritos cambia de manera sustancial.

Empezando por el primer punto: toda competición de la que se predique oficial debe estar organizada directamente por la federación nacional o por una entidad superior que la incluya. La actual RFEF publica en su lista de ediciones del Campeonato de España varias que no se ajustan a esta regla. La primera Federación Española de Clubs de Football se fundó a finales de 1909. Las ediciones del Campeonato de España de 1903 a 1909 fueron organizadas por el Madrid FC o por la Federación Madrileña (que sólo regía en la propia ciudad de Madrid) por lo que no cumplen esta premisa y, por lo tanto, no son homologables para el palmerés nacional desde el punto de vista de la FIFA.

De las dos competiciones que se disputaron en 1910, sólo es reconocida la edición jugada en Madrid, la ganada por el FC Barcelona, pues la de San Sebastián tampoco tiene respaldo federativo alguno, pese a que posteriormente se le reconoció el título al Athletic Club como gesto de restablecimiento de la paz entre federación y rebeldes. Igualmente no se homologa el Campeonato de España de 1913 de Barcelona, organizado por la Real Unión de Clubs de Football. Esta entidad, fundada en 1912, era la manifestación del cisma de base que padecía el fútbol español de la época. Por haber sido constituida más tarde no se le concede la potestad de poner en juego el título de campeón de España, pues ya era responsabilidad de la FECF.

La primera Copa del Generalísimo, 1939, era el premio para el Torneo Nacional de Fútbol, organizado por la propia FEF. Su carácter oficial es incuestionable. Sin embargo convergen una serie de circunstancias que dificultan su homologación. Por un lado, no se convoca -aunque posteriormente fue añadida una grabación de dudoso origen sobre el propio trofeo- como Campeonato de España, título necesario para que el torneo en cuestión se pueda añadir al palmarés de la competición. También es cierto que participan equipos federados y no federados y las fichas de los jugadores transitan excepcionalmente entre los equipos sin haber sido dadas de alta en la propia FEF. Son irregularidades que obligan a revisar profundamente el carácter que tuvo este Torneo Nacional de Fútbol. Es un capítulo pendiente.

Lógicamente el Concurso Madrid 1902, las ligas de 1927/28 -tanto la de la Unión de Clubs Campeones como la de la Liga Profesional-, la Liga del Mediterráneo 1937 y la Copa España Libre 1937 también quedan excluídos por ser todos de iniciativas extrafederativas.

Sólo se considera un campeón nacional absoluto por año. Aplicar este criterio actualmente es una obviedad: el campeón de Liga. Así, podemos fijar que desde 1929 en España hay un campeón absoluto y ése es el ganador del Campeonato Nacional de Liga. No obstante, para ser correctos con la historia, esta competición no fue siempre la que gozó de mayor prestigio en el panorama nacional. En sus comienzos se desarrolló a la sombra del Campeonato de España, título que mantuvo el vencedor de la Copa. Si tuviésemos que poner una fecha definitiva en que la Liga desplazó a la Copa en reconocimiento deberíamos ir a la edición de 1939/40, aunque no esté exenta de discusión.

Lo que sucede es que entre 1910 y 1928 al no haber propiamente un campeonato de Liga, los campeones de Copa asumen el reconocimiento de campeones nacionales, equiparables a los campeones de cualquier otro país y, por lo tanto, son campeones absolutos.

El desarrollo de las competiciones de esos años incluso replantean su concepción. No cabe duda que la Copa de 1910 es heredera de las anteriores ediciones -pese a que no cumplen el primer requisito FIFA/IFFHS-. Curiosamente en 1903, 1905, 1906, 1907 y 1910 -que es la que nos ocupa- se jugó bajo el sistema liga -de todos contra todos- y no hubo final propiamente dicha, aunque sí un desempate en 1907. No tenemos en cuenta la edición de 1908 pues fue a partido único entre los dos inscritos. En definitiva, las contamos como copas, pero fueron realmente ligas.

A partir de 1914, ya bajo la dirección de la RFEF, la competición se estructuró más sólidamente. Los campeones regionales, es decir, los ganadores de las ligas locales, pasaban a disputar el Campeonato de España y de entre ellos salía el campeón absoluto. Este mismo sistema, campeonatos regionales previos y fase nacional después, sirvió para señalar al campeón nacional absoluto de Alemania o Italia hasta que se creó la liga unificada en cada país, por poner ejemplos. No hay ninguna diferencia organizativa en la concepción de estos campeonatos. De ahí que desde un punto de vista internacional sean equivalentes u homologables en rango. Otra cuestión es la correlación histórica de los trofeos y de las competiciones. Como ya hemos dicho, la Copa/Campeonato de España siguió gozando de un mayor prestigio respecto a la Liga antes de la Guerra Civil e incluso en los primeros años de la posguerra. La gran diferencia entre España e Italia radica en que al crearse la liga, los españoles mantuvieron los campeonatos regionales y la Copa -más próximos al modelo inglés-, mientras que en Italia el nuevo sistema otorgó el título nacional a la Serie A y paulatinamente se fueron formando las categorías inferiores asimilando a los campeonatos regionales sin disputarse la Copa.

Con este planteamiento, el palmerés de campeones españoles de 1902 a 1940, queda remodelado de la siguiente manera a la hora de establecer su equivalencia y homologación con las competiciones de los demás países:

Temporada Campeón nacional absoluto (Copa) Campeón de Copa  -no homologado por IFFHS-
1902/03 Athletic Club 2
1903/04 Athletic Club 2
1904/05 Madrid FC 2
1905/06 Madrid FC 2
1906/07 Madrid FC 2
1907/08 Madrid FC 2
1908/09 Club Ciclista 2
1909/10 FC Barcelona 1 Athletic Club 2
1910/11 Athletic Club 1
1911/12 FC Barcelona 1
1912/13 Racing Club Irún 1 FC Barcelona 3
1913/14 Athletic Club
1914/15 Athletic Club
1915/16 Athletic Club
1916/17 Madrid FC
1917/18 Real Unión Club
1918/19 Arenas Club
1919/20 FC Barcelona
1920/21 Athletic Club
1921/22 FC Barcelona
1922/23 Athletic Club
1923/24 Real Unión Club
1924/25 FC Barcelona
1925/26 FC Barcelona
1926/27 Real Unión Club
1927/28 FC Barcelona

1 Organizados por la Federación Española de Clubs de Football.

2 Organizados por clubs o entidades federativas de ámbito local.

3 Organizado por la Real Unión Española de Clubs de Football.

Con la creación de la Liga, el palmarés ya coincide con las publicaciones más conocidas:

Temporada Campeón nacional absoluto (Liga) Campeón de Copa
1928/29 FC Barcelona RCD Español de Barcelona
1929/30 Athletic Club Athletic Club
1930/31 Athletic Club Athletic Club
1931/32 Madrid FC Athletic Club
1932/33 Madrid FC Athletic Club
1933/34 Athletic Club Madrid FC
1934/35 Betis Balompié Sevilla FC
1935/36 Athletic Club Madrid FC
1939/40 Athletic Club Aviación RCD Español de Barcelona

Y en términos absolutos, el palmarés de cada club también se ve alterado:

Club

Campeón nacional absoluto 1

Campeón de Copa 2

Real Madrid CF

32

12

FC Barcelona

26

17

Athletic Club

14

14

Club Atlético de Madrid

9

9

Valencia CF

6

7

Real Unión Club

3

Real Sociedad de Fútbol

2

1

Sevilla FC 3

1

3

Real Betis Balompié

1

2

RC Deportivo de La Coruña

1

2

Racing Club Irún

1

Arenas Club

1

Real Zaragoza

6

RCD Espanyol de Barcelona

4

RCD Mallorca

1

1 Incluye el Campeonato de España de 1910 a 1928 y el Campeonato Nacional de Liga a partir de su primera edición 1928/29.

2 Incluye el Campeonato de España a partir de la edición de 1929.

3 Pendiente de revisión el Torneo Nacional de Fútbol-Copa del Generalísimo de 1939.

Hay que reconocer que las cifras del palmarés pueden ser muy llamativas, acostumbrados a contabilizar la Copa por un lado y la Liga por otro. El cambio en el cómputo de los títulos de 1910 a 1928 dan unos números que reflejan de una manera más justa y proporcionada el mérito histórico de los clubs. El predominio del FC Barcelona en los primeros años del fútbol español le permite reducir distancias frente al Real Madrid CF, máximo dominador de la Liga con claridad. Cierto es que entonces, en la Copa, el equipo madridista reduce sustancialmente la cifra respecto a vascos y catalanes. También es reseñable la presencia de históricos como el Real Unión de Irún o el Arenas Club que en su día fueron campeones absolutos de España en todos los sentidos. Este mérito en su época es comparable al de ser campeón de Liga actualmente.




¿Los mejores árbitros españoles?

Este artículo ha sido el resultado de una cadena de errores. El primer error fue tratar de establecer una lista con los mejores árbitros españoles de la historia. Hombre, Escartín, sin duda, dirán algunos. No, no, Gardeazábal, que pitó tres mundiales. Espera, espera, Ortiz de Mendíbil, que pitó cinco finales internacionales. No hay forma de ponerse de acuerdo en qué es eso de ‘mejor árbitro’.

El segundo error fue el critero a utilizar para establecer esa lista. Podíamos utilizar los grandes logros internacionales, pero, ¿qué vale más, tres mundiales, cinco finales internacionales o pasarse veintisiete años en la comisión de reglas de FIFA? Nada, que no hay forma de cuantificar eso.

También se podrían usar el número de partidos arbitrados en el campeonato de liga. Tercer error. Si repasamos el artículo de noviembre de 2009 de César de la Prida sobre los sistemas de designación en la liga, vemos que durante demasiados años han habido métodos poco objetivos a la hora de designar: sorteo puro, sorteo dirigido, listas elaboradas por los equipos, elección directa de los equipos… Nada que nos sirva para establecer quiénes han sido los mejores.

Se podrían buscar argumentos para utilizar el número de partidos arbitrados en liga, a pesar de lo expuesto en el párrafo anterior. Cuarto error. No es comparable el número de partidos arbitrados en una liga de dieciocho jornadas con otra en la que hubo cuarenta y dos jornadas. Pedro Escartín no está muy arriba en el número de partidos arbitrados en liga, apenas 162. Sin embargo, durante los años en los que estuvo en activo arbitró un tanto por cierto de jornadas mucho mayor que la de árbitros posteriores que tienen un cómputo global mucho mayor que él. Nada, que no es comparable.

El quinto error podría ser fijarse solo en quiénes fueron internacionales y durante cuántos años. Ha habido grandes árbitros en la historia que nunca consiguieron la escarapela FIFA. ¿Quién ha sido más importante en la historia del arbitraje, Pérez Sánchez o Merino González? Habrá opiniones para todos los gustos, por lo que tampoco nos vale este critero.

Y así, de error en error, llegamos a las designaciones de las últimas rondas de la Copa de España, desde los octavos de final a la final. ¿Es este criterio el válido? Posiblemente no, pero es el que más se le acerca. En Copa también hubo designaciones por sorteo y al principio de la historia los árbitros los elegían los equipos, pero en la mayoría de las temporadas la elección la hacía el propio presidente del comité nacional o una comisión designadora. Además, el número de partidos siempre es el mismo: Dieciseis en octavos, ocho en cuartos, cuatro en semifinales y la gran final. Y no depende de que la liga tuviera más o menos jornadas. Bien es cierto que durante muchos años la forma que hubo de desempatar una eliminatoria fue jugando partidos de desempate, pero eso no afecta mucho a las cifras totales. Y, además, esos partidos de desempate los solían arbitrar los mejores de cada temporada.

Bueno, parece que ya nos estamos acercando a un criterio con el que nos sentimos cómodos. Ahora toca discutir por qué solo estudiamos los datos en la era Liga. Y discutir esto nos llevaría a repasar la historia del arbitraje español en sus orígenes, objetivo demasiado ambicioso para un simple artículo. Baste decir que en los primeros años, en las designaciones de Copa, se mezclan los jugadores, con directivos, con espectadores, con árbitros oficiales… Incluso la final de Copa de 1922, tan cercana en el tiempo al inicio de nuestro estudio, fue arbitrada por un francés, Georges Balway, ayudado en las bandas por un jugador del Atlético de Madrid y otro del Celta de Vigo.

Para este estudio podríamos haber elegido empezar en la edición de 1923, o de 1926, o de… Decidimos empezar en 1929, coincidiendo con el inicio del campeonato de Liga, porque nos parecía una fecha históricamente interesante, y porque el campeonato de Liga supuso el despegue del arbitraje «profesional» en España. Además, año arriba o año abajo no supone mucho, en cuanto al ranking general, en un periodo tan largo de estudio.

De esta forma ya tenemos un criterio. ¿Es el mejor? Indudablemente, no. Quizá el método óptimo es una mezcla de varios, pero hasta que podamos estudiar todos y quedar contentos con ellos, tendremos que conformarnos con el mejor de los expuestos hasta ahora.

Para elaborar nuestra lista, primero hemos observado todas las designaciones arbitrales desde octavos hasta la final, desde la edición de 1929 hasta la de este mismo año, 2010. Después, hemos otorgado un punto a la designación en octavos, dos puntos a la designación en cuartos, tres puntos a la de semifinales y cuatro puntos a la de la final. Esto, creemos, es lógico. No es lo mismo arbitrar unas semifinales que unos octavos de final. Y el nivel de los árbitros que arbitran unas rondas u otras tampoco es el mismo. Es difícil ver a un árbitro novato en las últimas ronda, mientras que los octavos se prestan más a premiar a árbitros que empiezan a sobresalir o a árbitros que, sin haber destacado demasiado en su carrera, cumplen su última temporada en activo. Las rondas finales se dejan para los mejores, o así lo han entendido siempre los designadores, la prensa, los aficionados y los propios árbitros.

Alguien podría argumentar que, al hilo del último párrafo, no es lo mismo arbitrar el partido de ida de una ronda, que arbitrar la vuelta. Es cierto, no es lo mismo. Por eso también se nos ocurrió cambiar el sistema de puntuación otorgando medio punto más a los partidos de vuelta que a los de ida. Pero el estudio ya estaba hecho con los primeros datos, y tras unas cuantas temporadas con la nueva puntuación, nos dimos cuenta que los puestos en el ranking no cambiaban sustancialmente. Como mucho había algún árbitro que subía o bajaba uno o dos puestos, pero nada significativo. Y como el objetivo de este artículo es el responder a la pregunta ¿quiénes han sido los árbitros españoles más importantes en la historia?, y no establecer una clasificación meramente numérica, creemos haber acertado con nuestra elección de criterio.

Desde los ya lejanos Arribas Seijás, Comorera Gatuellas, Cruella Tena, De Saracho Goitía, Escartín Morán, Menchaca González, Vilalta Bars o Villena Gascó, primero colegiados que nos encontramos en nuestro estudio, hasta los recientes Estrada Fernández y González González, debutantes en esta misma edición, unos trescientos árbitros han sido designados para arbitrar en las últimas cuatro rondas de la Copa de España. Si tenemos en cuenta que hasta esta temporada unos 900 colegiados han arbitrado partidos de Liga, podemos ver que solo un tercio de ellos han arbitrado las ronda importantes de Copa. En realidad, menos de un tercio, porque en estas rondas de Copa podemos encontrar colegiados que arbitraron estando en segunda división o, incluso, en segunda división B (los últimos de ellos, el navarro Jaso Delgado y el murciano Pereñíguez Pérez en 2002).

Según nuestros datos, el gran campeón en esto de arbitrar partidos importantes en la Copa es el madrileño Pedro Escartín Morán. Además, su ventaja sobre el segundo es inapelable. Para superarle, el segundo debería de haber pitado, por ejemplo, seis finales de Copa más. Esta es la clasificación de los diez primeros:

  1. Escartín Morán: 106 puntos
  2. Melcón Bartolomé: 79 puntos
  3. Vilalta Bars: 74 puntos
  4. Díaz Vega: 63 puntos
  5. Fombona Fernández: 63 puntos
  6. Zariquiegui Izco: 62 puntos
  7. Ortiz de Mendíbil Monasterio: 57 puntos
  8. Arribas Seijás: 57 puntos
  9. Sánchez Arminio: 54 puntos
  10. González Echeverría: 54 puntos

En esta pequeña lista encontramos a colegiados que, sin ninguna duda, todos los estudiosos y aficionados al fútbol español elegirían como algunos de los mejores de la historia. Entre los más modernos destacan el asturiano Díaz Vega y el cántabro Sánchez Arminio, actuales Director Técnico y Presidente, respectivamente, del Comité Técnico de Árbitros. Estamos en buenas manos, pues. O eso nos dicen los datos, al menos.

Algunos nombres importantes para el arbitraje español son lo de Soriano Aladrén (decimotercero), López Nieto (decimosexto), Azón Roma (decimoséptimo), Gardeazábal Garay (decimoctavo), Guruceta Muro (cuadragésimo)…, lo que demuestra la dificultad que hay para entrar en los primeros puestos y la importancia que tienen los diez primeros que podíamo leer un poco más arriba.

¿Y los árbitros en activo, que posiciones ocupan?

  • 12. Mejuto González
  • 14. Iturralde González

31. Pérez Burrull

37. Undiano Mallenco

55. González Vázquez

60. Pérez Lasa

64. Muñiz Fernández

95. Teixeira Vitienes

102. Rubinos Pérez

104. Ramírez Domínguez

Hay más, pero con los diez primeros basta. Este año se retira el asturiano Mejuto González, con lo que no sumará ningún punto más (queda incluida la final de este año), pero por detrás vienen el vizcaíno Iturralde González, al que quedan dos o tres años para seguir acumulando puntos, y que subirá mucho en la clasificación, o el navarro Undiano Mallenco, que está llamado a estar entre los primeros de la lista.

Como no podía ser de otra forma, la lista, en su zona alta, la dominan los colegiados internacionales. ¿En qué posiciones están los no que no consiguieron alcanzar la categoría de internacional?

44. Cruella Tena

48. Merino González

54. Andújar Oliver

56. Marín López

60. Pérez Lasa

66. De Aurré Larrea

70. Sánchez-Molina Soto

71. Martín Álvarez

72. Losantos Omar

73. Valdés Sánchez

No está mal la lista de los diez primeros. Cualquiera de ellos hubiera sido un digno poseedor de la escarapela, y casi todos estuvieron nominados en una o más ocasiones a esa categoría. Por unas cosas u otras, FIFA decidió no concedérsela, o la RFEF no les propuso en el momento idóneo, pero ellos hicieron su trabajo y ahí están en los puestos de honor de la historia del arbitraje español.

Y aquí lo dejamos, porque podríamos estar dando datos sin parar y sacar cientos de conclusiones a la vista de este ranking, pero tampoco conviene abrumar con datos y más datos. Añadiremos que, por supuesto, no hemos respondido a la pregunta de cuáles han sido los mejores árbitros españoles de la historia. Quizá, y nos contentamos con esto, hemos presentado a los colegiados más importantes en la historia del arbitraje español, que no es poco.




El esperpento del Francia-Kuwait

El 16 de Enero de 1982 se celebró en el Palacio de Congresos de Madrid el sorteo de la fase final del Campeonato del Mundo de Fútbol que se debía disputar en Junio y Julio de ese mismo año en España. Las 24 selecciones se repartieron en seis grupos, adjudicándose de antemano los cabezas de serie a las sedes que eligió la organización. Así, a Inglaterra le correspondió el grupo cuarto, cuya sede estaba compartida entre Bilbao y Valladolid, con la ventaja para los británicos de que jugarían todos sus partidos en el Estadio de San Mamés, correspondiendo al resto de selecciones alternar entre dicho estadio y el Nuevo José Zorrilla de Valladolid. Celebrado el sorteo, el grupo quedó compuesto, además de los ingleses, por Francia, Checoslovaquia y Kuwait. Dos de ellos se clasificarían para la siguiente ronda.

El 16 de Junio se enfrentaron Inglaterra y Francia en San Mamés, registrándose la victoria de los primeros por 3-1. Un día después, en el Nuevo Zorrilla, Kuwait conseguía un sorprendente empate ante Checoslovaquia, dejando además pinceladas de buen fútbol en algunos momentos.

El 20 de Junio los ingleses sellaron su pase a la siguiente ronda, al vencer por 2-0 a los checoslovacos, dejando una sola plaza libre que debían disputarse el resto de selecciones en los tres partidos que aún quedaban.

A las 5 y cuarto de la tarde del día 21 de Junio saltaron al césped del Nuevo Zorrilla los representantes de las selecciones francesa y kuwaití, bajo las órdenes del colegiado soviético Miroslav Stupar, con nutrida y ruidosa presencia de aficionados de ambos países. El partido empezó con buen juego de ambos equipos, aunque con mejores ocasiones por parte de los franceses, que acabaron adelantándose en el marcador en el minuto 31 gracias a un tanto de Genghini al lanzar una falta directa. Kuwait acusó el gol y se retiró al descanso con un 2-0 en contra, al marcar Platini tras una jugada personal en el minuto 43. En el minuto 2 de la segunda parte Six hizo el 3-0, siendo Al Buloushi quien acortó distancias en el 24.

La crónica «normal» del encuentro finaliza diez minutos más tarde, cuando se produjo un hecho sorprendente. El centrocampista francés Giresse realizó una buena jugada dentro del área rival y se disponía a driblar a un rival para tirar a puerta. En ese instante, uno de los espectadores que animaban a la selección gala hizo sonar un silbato, interpretando los jugadores kuwaitíes que el árbitro había señalado fuera de juego. Giresse finalmente se deshizo de su rival (que se detuvo al escuchar el silbato), lanzó a puerta y marcó gol. El árbitro se dirigió al centro del campo dando por válido el tanto, mientras los jugadores kuwaitíes protestaban airadamente y acababan dirigiéndose al túnel de vestuarios.

En el palco se encontraba el Jeque Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah, hermano del Emir de Kuwait y presidente de la Asociación de Fútbol de Kuwait. Al empezar el incidente bajó al césped del Nuevo Zorrilla, donde dialogó durante varios minutos con sus jugadores y con el árbitro soviético, rodeados por periodistas y miembros de la Policía Nacional. Finalmente, el Jeque volvió a su lugar en el palco, y los jugadores al suyo en el campo. Pero lo más sorprendente es que Miroslav Stupar se retractó de su decisión anterior, no concedió el gol de Giresse y ordenó continuar el partido con un bote neutral en el punto en que se encontraba el jugador francés antes de disparar a puerta. Durante todo este tiempo, el espectador que había provocado el incidente se refugiaba en el anonimato de la grada, guardando prudentemente el silbato en su bolsillo. Seguramente ni se imaginaba la trascendencia que iba a tener su acción.

El partido dio poco más de sí. Bossis hizo el 4-1 definitivo en el minuto 89 y poco después el colegiado señalaba el final del encuentro sin aplicar ningún descuento, quizá con ganas de desaparecer del lugar de los hechos, consciente de la gravedad de la decisión que había tomado. Un día después, la FIFA decidió dar por válido el resultado del partido, al tiempo que imponía una multa de 25.000 francos suizos a la Federación Kuwaití por conducta antideportiva, amonestaba al Jeque Fahad y a la organización del estadio, y suspendía a Miroslav Stupar hasta una nueva sesión de la Comisión de Árbitros.

A falta de una jornada, con Inglaterra clasificada con cuatro puntos, Francia, con dos, tomaba una ligera ventaja frente a Checoslovaquia y Kuwait, con un punto cada una. El 24 de Junio, otra vez en el Nuevo Zorrilla, franceses y checoslovacos empataban a uno, quedando estos últimos eliminados, mientras aquellos debían esperar que Kuwait no venciese a Inglaterra un día después por más de cuatro goles. Como era de suponer, el milagro no se produjo y los ingleses vencieron por 1-0 a los kuwaitíes en San Mamés, sellando de este modo la clasificación de Francia para la siguiente fase.

La selección francesa acabó ocupando la cuarta plaza en el Campeonato del Mundo, después de una polémica semifinal en Sevilla contra Alemania; la kuwaití abandonó España después de disputar tres partidos en Valladolid, con el balance de un empate y dos derrotas. Del árbitro Miroslav Stupar poco más se supo, mientras el Jeque Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah volvió a aparecer en las noticias cuando se supo de su muerte a manos de tropas iraquíes cuando estas invadieron Kuwait el 2 de Agosto de 1992, poco más de diez años después de su papel protagonista en la esperpéntica situación que se vivió en el Nuevo Zorrilla.




Los saques de esquina para decidir una eliminatoria

Como recoge Oriol Pagés Rosique en su artículo «Tandas de penaltis»  (nº 6 de esta revista CUADERNOS DE FÚTBOL), en las competiciones futbolísticas disputadas mediante el sistema de enfrentamiento a doble partido, el encuentro de desempate -con o sin prórroga- fue desde siempre la fórmula habitualmente utilizada para resolver las eliminatorias que estaban igualadas tras concluir el tiempo reglamentario. Cuando el equilibrio persistía después de uno o más partidos de desempate se acudía al puro azar empleando sistemas como el de lanzar una moneda al aire para determinar el vencedor.

Sin desmerecer la importancia de los llamados torneos del KO en los que se utilizaba habitualmente para otorgar el pase, la especial trascendencia que alcanzaba en ciertos casos la aplicación de este recurso, como podía ser la clasificación para una fase final de un Campeonato del Mundo o la determinación de la categoría en la que había de disputar una temporada un equipo, hacía que estuviese generalmente aceptada la idea de que dejar la resolución al puro albur resultaba inapropiado, siendo necesario encontrar alguna alternativa que tuviese en cuenta criterios futbolísticos. La búsqueda concluyó con la implantación en la temporada 1970/71 de las tandas desde el punto de penalti (y el valor extra de los goles anotados a domicilio en caso de empate).

Como ejemplos de lo anteriormente dicho cabe recordar a Franco Gemma, el niño italiano de 10 años que se hizo famoso al ser la «mano inocente» que eligió la papeleta que clasificó a Turquía en detrimento de España para la fase final del Mundial de Suiza en 1954 tras concluir 2-2 el encuentro de desempate, convirtiéndose así en nuestro país en el «bambino maldito», o lo sucedido en la repesca del conocido como «torneo relámpago» de Mallorca en 1961, con una plaza en juego para jugar en 2ª división en la campaña 1961/62, cuando el Castellón se vio abocado a la 3ª división en beneficio del Sporting de Gijón -R. Gijón de aquella- por el sorteo efectuado con una moneda tras terminar igualados su enfrentamiento, como recoge Eugenio Llamas en el nº 4 de esta misma revista al tratar sobre el mencionado torneo.

 Entre medias se llegó a utilizar un método consistente en premiar al equipo que mayor número de saques de esquina hubiese lanzado. En el Campeonato de Copa (del Generalísimo) de la temporada 1967/68 hubo de recurrirse a la citada solución en una eliminatoria que pasaría a la historia por su duración.

dibujo-1111111111

La citada competición iba a repetir el sistema que ya se había seguido en las anteriores ediciones, consistente en enfrentar a los conjuntos de 2ª división entre sí en una ronda eliminatoria en los primeros meses de la temporada, dejando para la conclusión del Campeonato de Liga la fase de dieciseisavos de final con la entrada en competición de los equipos de 1ª división.

Así pues, los 32 equipos que militaban entonces en la división de plata quedaron emparejados disputando los encuentros los días 1 y 22 de octubre de 1967, tras los cuales cinco eliminatorias quedaron empatadas. Cuatro de ellas se dilucidaron sin problema mediante los correspondientes partidos de desempate jugados en diferentes fechas durante los meses de noviembre y diciembre (U.P. de Langreo, Europa, Jerez y Gimnástica de Torrelavega eliminaron al Granada, R. Jaén, Lérida y Mestalla, respectivamente). La resolución de la otra eliminatoria restante, que enfrentaba al Recreativo de Huelva y al Real Oviedo, se iba a hacer de rogar.

Tras concluir en Oviedo el encuentro de ida con el resultado de 3-2 a favor de los oviedistas y de vencer en el de vuelta los onubenses por 2-1, al contrario de lo sucedido en las otras eliminatorias igualadas, en esta se acordó posponer el desenlace hasta que finalizase la Liga (los dieciseisavos de final de Copa no tenían previsto su inicio hasta el mes de mayo de 1968), si bien no llegaron a cumplir el plazo en su totalidad y la fecha para el partido de desempate acabó siendo la del 19 de marzo de 1968. Como lugar, un terreno neutral: el madrileño campo de Vallecas.

Nada más y nada menos que 171 días después de que se enfrentasen por primera vez en el encuentro de ida, en la mañana de aquel día festivo recreativistas y carbayones empataron a un gol, tras lo cual, buscando deshacer la igualada, disputaron la oportuna prórroga de 30 minutos. Arbitraba Rodríguez Barroso y tras no moverse el marcador durante esa media hora adicional el juego se prolongó durante otra prórroga, esta vez de 10 minutos. Dado que el marcador seguía reflejando 1-1, la pretendida solución se aplicó de nuevo hasta en tres ocasiones más sin que se desequilibrase el tanteador. Brillando los goles por su ausencia en todas las prórrogas disputadas y con varios futbolistas de ambos conjuntos extenuados por el cansancio, se tuvo que decidir al clasificado rebuscando en la reglamentación federativa, aplicando una norma que premiaba al equipo que mayor número de saques de esquina hubiese forzado, clasificándose el Recreativo por haber lanzado 9 córners por 8 del conjunto oviedista.

En definitiva, tras tres encuentros y de la disputa aquel 19 de marzo de 160 minutos de juego (90 del partido normal, 30 de una primera prórroga y 40 más correspondientes a otras cuatro prórrogas de 10 minutos cada una), que totalizaban 340 minutos en la eliminatoria, se tuvo que decidir la clasificación en base a la mencionada regla del mayor número de saques de esquina lanzados.

 

 




Samitier: el primer crack mediático (Barcelona, 1902-1972)

Nació el 2 de febrero de 1902, «el 2 del 2 del 2», vaya. Es evidente que estaba predestinado para la gloria. Hoy diríamos de él que fue el primer crack mediático, junto a su amigo Ricardo Zamora, con quien hizo sus primeras armas en el Barça, allá por el Año de gracia de 1919…Y si bien el hispanofilipino Paulino Alcántara puede ser considerado en estricta justicia como el primer gran ídolo del Barcelonismo ( y el término crack no le iría nada mal a un hombre capaz de romper las redes con sus terroríificos disparos ), este no llegó a alcanzar la dimensión popular de su compañero Samitier, mitad por haber nacido unos pocos años antes, mitad porque compaginaba el balón con los libros y una vez retirado del Fútbol se dedicó a ejercer la Medicina )

Sin embargo Samitier fue todo un ídolo de multitudes, aclamado por una afición que iba in crescendo durante los Felices Años 20, desde los legendarios partidos contra el Sparta de Praga en la antigua cantera de La Fuxarda, hasta la inauguración del Estadio de Montjuich, pasando por la vertiginosa construcción de Les Corts en un tiempo record, en la Primavera de 1922. De hecho, desde 1920 existe ya una Selección Española de Fútbol, y en 1930 se celebrará en Uruguay el primer Campeonato del Mundo. Ya acuden auténticas multitudes a los terrenos de juego españoles, y en este  tiempo de cambio Samitier va a ser unánimemente admirado por su habilidad y genialidad. Apelativos como «El Mago del Balón» o «El Hombre Langosta» ( de esa guisa lo dibujaba el gran caricaturista Valentí Castanys ) hacen justicia a su singular virtuosismo, a su fútbol siempre imaginativo y desconcertante. Con él en sus filas, el Barça de los años 20 es casi imbatible, prácticamente Campeón vitalicio de Cataluña, domina la Copa de España – que se adjudica en 1920, 1922, 1925, 1926 y 1928 – y se apunta el primer Campeonato de Liga, oficialmente conocido como temporada 1928-29, aunque de hecho se jugase de Febrero a Junio de 1929. Numerosas publicaciones periódicas y folletos glosan su figura, y su popularidad llega a ser inmensa. Carlos Gardel, gran amigo suyo, le dedica un tango, y en el cuplé «Jo soc barcelonista» ( que volvería a grabar la pizpireta Guillermina Motta en los años 70 ), su nombre encabeza la nómina de ases blaugranas.

Y en ese Fútbol español que ya se adentra por los caminos del profesionalismo, poniendo en pie una estructura hecha de fichajes, sueldos, técnicos, entrenamientos y viajes a lo largo y a lo ancho de la geografía del país, aunque los tres vértices de nuestra incipiente liga sigan siendo Barcelona, Madrid y el País Vasco, Samitier demostrará ser sumamente rentable – había suscrito su primer contrato con el Barça a cambio de un traje y un reloj con esfera luminosa – Pero es ley de vida que a todo deportista, por destacado que sea, le llega siempre su declive, y de ese modo comienza a ser menos habitual en las alineaciones, y ciertas diferencias con los directivos del club le van a llevar al Real Madrid, donde se reencontrará con su antiguo compañero Ricardo Zamora y conquistará la Liga 32-33 y la Copa del 34, antes de pasar al Niza francés, donde colgaría las botas.

Tras la Guerra Civil se hará entrenador, vertiendo todo el magisterio de  su gran experiencia. El Barça de la difícil Postguerra, huérfano de títulos – a excepción de la aislada Copa del Generalísimo de 1942 -, le entregará su banquillo en 1944, y Sami le devolverá el segundo  Campeonato de Liga de la historia culé la misma temporada de su debut, la 1944-45. Y bien puede decirse que revoluciona el Barça, pues contribuirá a profesionalizar a unos jugadores para los que entonces el fútbol era poco más que un hobby relativamente bien remunerado, regularizando entrenamientos y hasta hábitos alimenticios, al frente de un equipo donde brillaban los Escolá, Mariano Martín, Cesar, Gonzalvo III o Bravo. Pero Sami no durará demasiado en un puesto  siempre tan poco agradecido cuando los resultados no son los óptimos, y su siguiente destino va a ser la Secretaría Técnica del club, donde nuevamente pondrá de manifiesto toda su sabiduría futbolística. A él se le debe el descubrimiento, en un partido disputado en el campo del Español, de un rubio y fornido delantero magiar enrolado en un equipo de apátridas – el Hungaria – que se buscaban la vida jugando encuentros de exhibición. Aquel muchacho se llamaba Ladislao Kubala, y el servicio que Samitier acababa de rendirle a su Barça no tenía precio. También se traería para Les Corts a un tal Alfredo Di Stefano, cuyo frustrado fichaje provocaría una auténtica tormenta político-deportiva, marcando un antes y un después en la historia del fútbol español y europeo, y al no cuajar la jugada logró la contratación de Villaverde, compañero de equipo de la «Saeta Rubia» en el Millonarios colombiano, y algunos años más tarde la del as brasileño Evaristo de Macedo, dos de los sudamericanos de mejor rendimiento de toda la historia barcelonista

La llegada de Helenio Herrera, en 1958, va a suponer, empero,  su segundo exilio del club azulgrana. HH era entonces lo más parecido a un manager general inglés, pues su modus operandi abarcaba múltiples facetas, ya que no sólo entrenaba al primer equipo, sino que también asumía la responsabilidad de rastrear el mercado y contratar  jugadores, e incluso negociaba con la Directiva la política de fichas y primas. El choque entre dos personalidades tan fuertes era inevitable, y ante los plenos poderes de Herrera, a Samitier no le quedó otro remedio que volver a tomar de nuevo el camino de la Capital, donde reinaba como un monarca absoluto su viejo amigo Santiago Bernabéu. Trabajaría durante algún tiempo para el Real Madrid, pero tampoco tardaría mucho en regresar a su querida Barcelona, donde iba a seguir colaborando con el club de sus amores en una tarea que podríamos definir como de «relaciones públicas», sentando cátedra en cualquier acto en el que su presencia fuera requerida. Su repentino fallecimiento, acaecido el 6 de mayo de 1972, congregó en la Ciudad Condal el espontáneo y sincero homenaje de todo el fútbol español hacia uno de los hombres que lo había hecho grande. Se marchaba un futbolista genial e irrepetible, intuitivo e improvisador, y todo un hombre de mundo, un dandy, un bon vivant , un brillantísimo  conversador, lleno de gracia e ingenio . Un auténtico señor de Barcelona, y del Barcelona.




La constitución de la Federación Murciana de Fútbol

La constitución de la Federación Murciana de Fútbol

Desde el año 1919 los equipos de fútbol de Murcia y Albacete estaban adscritos a la Federación Levantina que englobaba, además de los clubes de las dos provincias citadas, a los de Castellón, Valencia y Alicante.

En 1923 varios deportistas murcianos encabezados por Manuel García Calvo, secretario del Real Murcia y director de la revista Murcia Deportiva, maduraron la posibilidad de fundar la Federación Murciana de Fútbol. El principal argumento esgrimido por los partidarios de la escisión radicaba en las dificultades que conllevaban los largos desplazamientos que tenían que realizar los equipos murcianos a las provincias de Valencia y Castellón, y la complicación para llevar a cabo los papeleos y trámites en la sede de la Federación Levantina que se encontraba en Valencia. Los defensores de la escisión razonaban que la creación de la Federación Murciana impulsaría el progreso del fútbol en las provincias de Murcia y Albacete. Se argumentaba que desde el norte de Albacete hasta la costa murciana todos los pueblos contaban con un equipo de fútbol, y algunos con varios, que se limitaban a disputar partidos amistosos debido a los grandes inconvenientes que existían para federar un club.

Pese a que el argumento anterior era lógico, en el fondo subyacía un mal disimulado rencor por las tirantes relaciones entre el Real Murcia y los rectores de la Federación Levantina. La revista Murcia Deportiva protestó en numerosas ocasiones por el presunto caciquismo y las decisiones arbitrarias que supuestamente había tomado la Federación Levantina en varias ocasiones en contra del Real Murcia. Asimismo, los directivos de este club se quejaban de que ejercían un papel secundario en la Federación Levantina, en la que el alicantino José Agulló Asensi, directivo del Natación y enemigo deportivo acérrimo de los murcianos, gozaba de una gran influencia.

En el verano de 1923 se realizan los primeros pasos para lograr una autonomía. En octubre se constituye la Federación Local Murciana de Football con el objetivo de organizar competiciones locales. El éxito de esta entidad fue rotundo, pues en apenas un mes se afiliaron 23 equipos de la ciudad de Murcia y sus alrededores. El 28 de octubre comienza el campeonato de liga en Segunda Categoría y en Infantiles. El 1 de diciembre la Federación Local Murciana de Football legaliza su situación.

Se había cumplido el primer objetivo de crear un organismo que regulara los campeonatos locales, pero la meta era constituir una Federación Murciana, independiente de la Levantina, y afiliada a la Federación Española de Fútbol. Miguel Ángel Cremades y Manuel García Calvo hicieron todo lo que estuvo en su mano para que la separación fuera posible, especialmente el segundo quién sería el principal ejecutor de la idea y quién realizó diversos desplazamientos a Valencia y a Madrid con el fin de reunir la documentación necesaria para presentarla en la Asamblea de Federaciones que se celebraba en Madrid entre los días 25 y 27 de junio de 1924.

El 27 de junio tuvo lugar la exposición de Manuel García Calvo en defensa de la escisión. En el turno de réplica Alfredo Milego, presidente de la Federación Levantina, manifestó «que no echa a nadie pero que si quieren separarse no habrá inconveniente». Curiosamente, la única persona que se opuso a la creación de la Federación Murciana fue el presidente de la Federación Asturiana. Después de esta inesperada objeción, Ricardo Cabot, presidente de la Federación Catalana, propuso la admisión de la Federación Murciana, que finalmente se llevó a cabo.

A partir de ese instante la naciente federación tuvo que trabajar contrarreloj para solventar los trámites que le permitieran constituirse con la antelación suficiente como para poder organizar el Campeonato Regional en la temporada 1924/1925. Los padres de la nueva entidad fijaron el 7 de septiembre como día para celebrar la asamblea de constitución. Durante el verano se conocieron  cuáles eran los documentos que tenían que presentar las sociedades que tuvieran la intención de asistir a la asamblea.

  • 1- Solicitud de ingreso del club aspirante
  • 2- La certificación del Gobierno Civil de estar constituidos legalmente.
  • 3- Dos ejemplares de los Estatutos y Reglamento de las sociedades. respectivas autorizados por el Presidente y el Secretario.
  • 4- Un dibujo a color, reproduciendo el uniforme usado por los jugadores.
  • 5- Descripción del lugar dónde estaba emplazado el campo y las medidas. del mismo, desnivel…etc., expresando también si la valla era de madera o de obra y la cabida del mismo.
  • 6- Composición de la Junta Directiva con expresión de nombres, apellidos y domicilio de los mismos.
  • 7- Designación de domicilio social para la remisión de comunicados.

El 7 de septiembre, a las 10:00 horas, se celebró la asamblea constituyente de la Federación Murciana de Fútbol en el Teatro Circo Villar, situado en el número 10 de la calle Caravija de Murcia. A esta reunión estaban convocados los representantes de los 29 clubes que cumplieron los requisitos exigidos para participar en la competición. Únicamente se permitía la asistencia de un representante por cada equipo para agilizar los trámites y evitar las aglomeraciones.

Finalmente asistieron a la asamblea representantes de 25 de los 29 clubes admitidos. Excusaron su presencia las juntas directivas del Almansa, Archena, Cieza e Iberia de Murcia.

RELACIÓN DE CLUBES FUNDADORES DE LA FEDERACIÓN MURCIANA DE FÚTBOL

CLUB                                       REPRESENTANTE

Alcantarilla Football Club Vicente Escobedo
Almansa Football Club
Alquerías Football Club Juan Martínez
Athlétic Club Jumilla Gabriel Carrión
Archena Football Club
Caravaca Football Club José López Palazón
Cartagena Football Club Carlos Ávalos
Cehegín Football Club Miguel Ángel García
Club Deportivo Cieza
Club Deportivo Europa (Murcia) José Asensio
Club Deportivo Mercantil (Cartagena) José Guillén
Club Deportivo Muleño Martín Perea
Club Deportivo Murciano Luís Morillas
Club Hellín Deportivo Juan Muñoz
Deportivo Balompié (La Ñora) José Ballesta
Football Club Deportivo Abanillense Julio Sánchez
Ford Football Club (Murcia) José Antonio Cascales
Iberia Football Club (Murcia)
Imperial Football Club Salvador Barceló
La Unión Football Club Asensio Saez
Lorca Football Club José García
Real Club Deportivo Español (Murcia) Enrique de la Plaza
Real Murcia Football Club Alfonso Guillamón
Real Unión Deportiva Albacetense Ceferino de Haro
River Thader (Murcia) Enrique Beviar
Sport Club Jumilla Juan Bernal
Unión Balompié de Beniaján Bernardino Barceló
Unión Deportiva Murcia Manuel Martínez
Unión Deportiva Muleña Constantino Herrero

En la lista no figuran el Espinardo Football Club y el Stadium Peral Football Club de Cartagena. Estos equipos no fueron invitados a la asamblea porque no habían cumplido los requisitos exigidos por la Federación. Ambos clubes formalizaron su inscripción unos días después y fueron admitidos para participar en la competición. Se cree que el Fortuna Football Club y la Agrupación Ferroviaria de Murcia también realizaron su inscripción a lo largo del mes de septiembre u octubre, pero al igual que otros equipos (Caravaca, Deportivo Abanillense, Alquerías…etc.) renunciaron a competir.

Durante la mañana se leyeron y aprobaron 79 de los 83 artículos de los estatutos de la Federación. La asamblea se reanudó a las tres y media de la tarde. En primer lugar se aprobó el reglamento y, posteriormente, se suscitó un amplio debate acerca de la división de las categorías y de la confección de los grupos. Una de las decisiones más importantes fue la de establecer las divisiones. Finalmente los directivos de la Federación y los representantes de los clubes acordaron la creación de tres categorías diferentes que quedaron estructuradas de la siguiente forma:

La División 1 recibió el nombre de Primera Categoría Grupo A

La División 2 recibió el nombre de Primera Categoría Grupo B

La División 3 recibió el nombre de Segunda Categoría

Los presentes decidieron dividir a los equipos en función de su nivel. Esta situación supuso un gran problema, pues la mayoría de los clubes inscritos nunca habían participado en competiciones federadas. Por tanto, la decisión de que un equipo compitiera en una división superior o inferior quedaba al criterio (en muchos casos arbitrario) de los asistentes, o a su influencia en la naciente entidad.

Finalmente los equipos quedaron divididos de la siguiente manera

Primera Categoría Grupo A: Cartagena Football Club, Club Deportivo Murciano, Real Murcia y Real Unión Deportiva Albacetense.

Primera Categoría Grupo B: Alcantarilla Football Club, Almansa Football Club, Athlétic Club Jumilla, Club Deportivo Cieza, Club Deportivo Mercantil de Cartagena, Club Deportivo Muleño, Club Hellín Deportivo, La Unión Football Club, Lorca Football Club y Unión Deportiva de Murcia, (se acordó que los equipos quedarían divididos en dos grupos atendiendo al criterio de proximidad geográfica).

Segunda Categoría: Todos los demás equipos federados (también serían divididos en varios grupos atendiendo al criterio de proximidad geográfica)

Más tarde se realizó la votación para elegir a la junta directiva que quedó compuesta de la siguiente manera:

Presidente: Miguel Ángel Cremades

Secretario: Manuel García Calvo

Tesorero: Fernando Perals

Vicepresidente: Un representante de la Junta Directiva del Cartagena. (sería elegido su presidente, Carlos Ávalos)

Vicesecretario: Un representante de la Junta Directiva de la Real Unión Deportiva Albacetense.

Contador: Un representante de la Junta Directiva del Real Murcia.

Asimismo, fueron elegidos varios vocales para representar a los equipos de todas las divisiones.

El 13 de septiembre la nueva entidad presentó la reforma de sus reglamentos en la delegación del Gobierno Civil. A partir de lo sucesivo la antigua Federación Local Murciana de Football pasaría a llamarse Federación Regional Murciana. La sede quedó establecida en la calle del Príncipe Alfonso (actual calle Trapería) 62.

Tras el júbilo inicial no tardaron en llegar los inconvenientes. Varios clubes se vieron desbordados, bien por las cuotas, o bien por otros requisitos impuestos por la Federación Murciana, y renunciaron a participar en la competición. El primero de ellos fue la Unión Muleña. Más tarde otros equipos como el Deportivo Abanillense, el Alquerías, el Club Deportivo Iberia o el Caravaca tomaron la misma decisión. El Almansa se disolvió tras la dimisión de su junta directiva por unos incidentes que se produjeron en un partido amistoso.

Una cuestión que también supuso un problema para algunos clubes fueron las infraestructuras. Varias poblaciones no disponían de un terreno de juego convenientemente acondicionado para albergar partidos de fútbol oficiales. Es posible que alguno de los equipos que renunciaron a participar lo hiciera por la imposibilidad de encontrar un recinto adecuado. En esta situación estaba el Archena, que tuvo que utilizar el campo de la Avenida de la Cierva de Mula como escenario de sus partidos.

Tras confeccionar las categorías la Federación Murciana estableció un plazo para la presentación de las licencias que serían expedidas todos los días no feriados entre el 6 de octubre y el 6 de noviembre de 16 a 17 horas. Una vez finalizado el plazo de presentación de las licencias la entidad ultimó el calendario.

El organismo dividió a los equipos inscritos Primera Categoría Grupo B y en Segunda Categoría en varios grupos siguiendo un criterio de proximidad geográfica. Esta división obedeció a la escasez de fechas, ya que el inicio del campeonato se tuvo que retrasar hasta el mes de diciembre, y a las dificultades que tenían algunos clubes para desplazarse debido a las malas comunicaciones de la época.

Primera Categoría Grupo A: Cartagena Football Club, Club Deportivo Murciano, Real Murcia y Real Unión Deportiva Albacetense

Primera Categoría Grupo B:

Sección Norte: Athlétic Club Jumilla, Club Deportivo Cieza, Club Deportivo Muleño y Hellín Deportivo.

Sección Sur: Alcantarilla Football Club, Club Deportivo Mercantil de Cartagena, La Unión Football Club, Lorca Football Club y Unión Deportiva de Murcia. Los campeones de ambas secciones debían de disputar una eliminatoria a doble partido para dilucidar la única plaza de  ascenso

Segunda Categoría:

Sección Norte: Archena Football Club, Cehegín Football Club y Sport de Jumilla.

Sección Centro: Beniaján Football Club, Imperial de Murcia, Ford de Murcia y Real Club Deportivo Español de Murcia.

Sección Sur: Club Deportivo Europa de Murcia, Espinardo Football Club, River Thader de Murcia y Stadium de Cartagena. Los campeones de ambas secciones debían de disputar una liguilla a doble partido para dilucidar la única plaza de  ascenso.

La primera jornada de liga se celebró el 14 de diciembre. El primer partido en comenzar fue el Español de Murcia-Beniaján, correspondiente al Grupo Centro de Segunda Categoría, que se disputó en el campo de La Torre de la Marquesa de Murcia. Saura, delantero del Español, fue el primer jugador de un equipo adscrito a la Federación Murciana en marcar un gol.

El campeón de Primera Categoría, Grupo A (que finalmente fue el Real Murcia) debía de participar en el Campeonato de España y enfrentarse en la primera eliminatoria a los campeones de las regiones Centro y Sur. Sin embargo, la antigua Federación Levantina, ahora llamada Federación Valenciana, se opuso por sus malas relaciones con la entidad murciana. Alfredo Milego, movió todos sus hilos para desacreditar a la Federación Murciana a la que acusó de no pagar una deuda. Al final, y a propuesta de la Federación Valenciana, se realizó una votación en la que la mayoría de los participantes se mostraron en contra de la participación de los murcianos, lo que determinó la exclusión del Real Murcia del Campeonato de España.

La Federación Murciana de Fútbol celebró su asamblea ordinaria el 7 de junio de 1925. La junta directiva consideró que la organización del Campeonato Regional había sido un éxito. El trabajo de Manuel García Calvo, Miguel Ángel Cremades y los partidarios de la creación de una federación propia sentó las bases de una entidad que ha cumplido 85 años de vida y que actualmente se denomina Federación de Fútbol de la Región de Murcia.




Los comienzos del lenguaje en la prensa futbolística

Los comienzos del lenguaje en la prensa futbolística.

De las partidas y entradas o como contaban esto del fútbol en el siglo XIX

Ciento veinte años han pasado desde aquella primera partida. La amplitud de vocabulario que ahora poseemos no podría ser ni soñada por aquellos primeros cronistas, más pendientes de la información social que de la deportiva.Con escasos vocablos echó a andar la prensa futbolística, inventándolo todo, traduciendo del inglés términos desconocidos para el público. Crónicas con valor pedagógico en las que a la vez que se enunciaba algo, había que explicarlo. «Partida» era un comodín que servía para casi todo. Era un lenguaje poco elaborado, pero con todo el encanto de la inocencia.La principal fuente para este estudio ha sido el periódico «La Provincia» de Huelva (será la referencia mientras no se exprese otra cosa). Las partidas de pelota: Comenzamos nuestro recorrido por este incipiente lenguaje tomando como punto de partida la invitación para que se celebrase, que fue publicada el 28 de febrero de 1890 en el periódico onubense: «y tomen parte en una partida de pelota«.Mientras, en Sevilla, «El Baluarte» anunciaba el mismo día de la disputa, el 8 de marzo, «un math (sin «c») entre las Sociedades de Sevilla y Huelva«.La crónica del día 12, desde Huelva, nos vuelve a hablar de partida: «tomar parte en la partida de «football» (1)» y nos hace una llamada para aclararnos que el «Football» es un juego de pelota muy distraido y a la vez higiénico».La devolución de visita se realiza tres semanas más tarde. En este caso no se invita a «una partida de pelota«, sino a «dos partidas de pelota«: la primera de Lawn Tennis y la segunda de Football. De esta forma se contaba el 18 de marzo: «para tomar parte en dos grandes partidas de pelota, que han de verificarse el sábado 22 del corriente. La primera de «Lawn Tennis» en los jardines del Hotel Colon empezará a la una de la tarde y la segunda de Football en los terrenos frente a la Fábrica de Gas.«Detalle muy importante a tener en cuenta para cualquier investigación, cuando se habla de «partida de pelota» se puede estar jugando a cualquier cosa.El día 22 «La Provincia» anuncia la suspensión de las «dos partidas de pelota» «a causa del fallecimiento del Pastor evangélico Mr. Lundi«. Días más tarde, el 28 «La Provincia» y el 29 «El Baluarte«, vuelven a anunciar, con los mismos términos, las «partidas de pelota«.Esta vez la crónica es menos extensa que en la partida anterior. «El Baluarte» del día 30 utiliza los mismos términos que «La Provincia» de la misma fecha, diríamos que ambas estuvieran escritas por la misma mano. No se menciona la de Lawn Tennis y sólo se hace mención a la partida de Football: «se celebró en Huelva la gran partida de Fottball por los Clubs de aquella capital y Sevilla.«El 1 de enero de 1891 se volvieron a ver en Sevilla. Lo contaba «La Provincia» al día siguiente, en uno de los recortes más jugosos que hemos encontrado, lo firma, el primero que aparece firmado, por un cronista de «El Mercantil Sevillano«, «Salvador López«. Nos va a aportar definiciones inéditas en España hasta ese momento, que veremos más adelante.

En la cabecera de la crónica nos habla de «Match entre los socios». Antes de comenzar con la crónica hace una nota introductoria que justifica el porqué es necesario recurrir al compañero sevillano. No tendría más importancia sino fuera porque en su primera línea nos dice: «En todos los partidos de Football«.Ya en la crónica, nos aclara el término «Football» refiriéndose al «Match«: «Antes de entrar en los pormenores del «Match» (…) El «Football», nombre compuesto de dos vocablos «Foot» pié y «Ball» pelota, indica perfectamente las reglas de este juego.» Posteriormente emplea el término que ya conocemos: «En la partida que tuvimos ocasión…«.Sigue apareciendo con asiduidad la palabra «partida» para referirse al juego, pero en la última crónica de la que disponemos, febrero del 92, se hace un compendio de vocabulario, partida, peleas y partido: «Con el piso en bastante mal estado y con un viento muy fuerte, se efectuó ayer, la importante partida en los Clubs de Huelva y Sevilla, y mas importante aun por haber empatado dichos clubs en sus dos últimas peleas, y ser este el partido decisivo.«La primera vez que hemos localizado la palabra partido, apareció el día 2 de enero de 1891 en «La Provincia» (Huelva): «En todos los partidos de Football«.

La duración de las partidas

De la primera partida que tenemos constancia de su duración es de la primera que se jugó en Tablada. Aproximadamente una hora, ya que «a las cinco en punto empezó la partida, siendo el Club de Sevilla el que botó primero la pelota (…) hasta las seis de la tarde.» El más largo de los que hemos visto fue el jugado en de febrero del 92, último de esta serie de partidas, ya que: «El juego duró próximamente dos horas.» En enero de 1891 se juegan «dos partidas, cada una de cuarenta minutos«. En este caso se nos habla de partidas refiriéndose a nuestros actuales tiempos. Esto lo corrobora más adelante cuando dice: «ya se habían llevado a efecto dos partidas«. En febrero del mismo año volvemos a ver la expresión partida referida a tiempo: «pero al final de la segunda partida«. De una a dos horas solían durar las partidas de estos pioneros del football, aunque nos dicen que el juego se dividía en dos partidas de cuarenta minutos, casi como ahora.

Los componentes de las partidas

El vocablo partida, daba mucho juego en aquella época, se utilizaba, tanto como para designar al partido, como los tiempos en los que se dividía. Pero hay más, una nueva acepción. Así nos daba las alineaciones la crónica de la primera partida: «Los señores que componían las dos partidas son los siguientes«.Lo vemos también en el anuncio previo a la partida de febrero del 92: «los once socios que componen la partida del Club sevillano«.A la hora de dar las alineaciones (sólo figuran en tres de las seis partidas) encontramos otra particularidad en las dos primeras, el citado en primer lugar es el capitán y, además, no sabemos nada de los porteros. Esto lo podemos ver en las alineaciones de las partidas del 8 de marzo del 90: «SEVILLA. Sr. Maccoll, Capitan (…) HUELVA. Sr. Allcock, Capitan» y de enero del 91. «señores L. Birchall, capitan (…) Sres Mac-Coll, capitan«.

El goal

Esto nos lleva a pensar que estos primeros jugadores no se hubieran «especializado» todavía en el puesto de portero. Probablemente, el puesto sería rotatorio entre los jugadores, bien entre todos, bien entre los que quisieran desempeñarlo, o descansar un rato.No es hasta febrero de 1892 cuando, en la alineación, encontramos algo que lo podemos identificar con nuestro actual portero, el goal: «Hé aquí los nombres de los individuos que componen las dos partidas: CLUB SEVILLANO. Sr H. Lindberg, goal, Sr. Macoll, capitan (…) HUELVA. Sr. Jorge Wakelin-goal. (…) (en el séptimo lugar de orden) Sr. J. García Almanza (capitan.)«.Los capitanes ya han pasado a ocupar el puesto que les corresponde en la lista, seguido de la expresión capitan (nótese que en todas las apariciones figura sin tilde). Se usa de nuevo la expresión partidas para referirse a los equipos.Este artículo de 22 de febrero de 1892 nos presenta, por primera vez, a los señores que ocupaban el puesto de goal, nuestro actual portero.Los primeros goal (porteros) conocidos: CLUB SEVILLANO, Sr H. Lindberg; HUELVA, Sr. Jorge Wakelin.

Los jueces

Como el juego era propenso a choques y encuentros, alguien tenía que poner orden, lo que ahora conocemos como árbitro.

Los primeros jueces fueron uno de cada club: «Jueces, Dr. Langdon, por Sevilla y el Dr. Palin por Huelva«. Figura también en esta crónica otro protagonista: «Presidente el Sr. Jonhson«, el cual era el cónsul inglés en Sevilla en aquella fecha.En enero de 1891 tenemos «El juez decidor, señor cónsul inglés», en este caso una figura imparcial y de prestigio social. Ya no preside las partidas, sino que las «juzga».En diciembre de 1891 nos enteramos que «salieron para Sevilla once jugadores y dos jueces de campo«. En febrero del 92 tenemos ya todo un equipo arbitral: «JUECES. D. Enrique Nicholson. D. W. A. Bice. D. Roberto Thompson. D. José Muñoz».Los primeros jueces, primeros árbitros, de los que tenemos sus nombres fueron: Dr. Langdon y Dr. Palin«, lo recogió «La Provincia» el 12 de marzo de 1890.

El goal y la entrada

El gol, palabra de ida y vuelta, esa palabra que hoy todos llevamos a flor de garganta y de la que nada habría que contar, estuvo a punto de dar un paso atrás en la historia, aunque todo empezó con el goal.En la primera partida nos encontramos la palabra goals entrecomillada: «pudieron los de Sevilla colocar 2 «goals» por lo cual salieron victoriosos«.La palabra goals aparece ahora sin comillas en «El Baluarte» del 30 de marzo del 90: «los de Huelva hacer dos goals«.El gol, tan insustituible hoy, desapareció del vocabulario para dar paso a la expresión entrada. En la partida de enero del 91 «ninguno de los dos Clubs pudo ganar, ó sea haber logrado entrar la pelota por debajo de los arcos«, así que tuvimos que esperar a la crónica del 16 de marzo, sobre la partida celebrada un par de días antes para poder ver que «Huelva hizo una entrada«.En febrero del 92 se sigue utilizando el término entrada: «y nuestro paisano el Sr. García Almanza, (capitan) hizo una gran entrada con la cabeza, y cinco minutos después hizo otra magnífica con los pies. Esta dos «entradas» fueron las únicas que se hicieron durante toda la partida, así que Huelva salió victoriosa«.

El terreno de juego y los castillos

La primera definición de un terreno de juego, así como de las porterías, de la que tenemos noticias. No precisa ningún comentario. Lleva la firma de «Salvador López«: «El sitio destinado para llevarlo á efecto fue el Hipódromo de Tablada, en dicho lugar, se escogió un rectángulo de ciento veinte metros por cincuenta y cinco de ancho, donde estaban colocados dos arcos ó castillos, que medían ocho metros de largo por tres de alto.» Publicado el 2 de enero de 1891 en «La Provincia» (Huelva).

Hemerografía citada.

«El Baluarte» (Sevilla). 1890: 8, 29 y 30 de marzo.

«La Provincia» (Huelva). 1890: 28 de febrero; 12, 18, 22, 28, 30 de marzo. 1891: 2 de enero; 16 de febrero; 12 y 16 de diciembre. 1892: 16, 20 y 22 de febrero.

 




El cromo de Santiago Bernabéu

el-cromo-de-santiago-bernabeu

De todos es conocido que Santiago Bernabéu fue una de las personalidades más destacadas del fútbol nacional y mundial. Su liderazgo indiscutible en el Real Madrid, al cual llevó a lo más alto del fútbol continental, y su legado deportivo forman parte indisoluble de la historia del fútbol español. Era Don Santiago, como lo llamaban sus admiradores y colaboradores, una persona de profundas convicciones y de comportamiento tan rotundo como su oronda figura adulta. Cortado por un patrón único, cuyo molde debió romperse tras su alumbramiento, Don Santiago fue un hombre de fútbol en el sentido más exacto de la expresión. A diferencia de la caterva de arribistas, industriales, constructores y nuevos ricos que se han acercado al fútbol con intención de instrumentalizar ese mundo en su propio beneficio y no en el de la sociedades que rigen, Santiago Bernabéu vivió el fútbol desde su infancia y primera juventud con una pasión que no disminuyó con el paso del tiempo. Muchos, y uno de ellos el modesto autor de este artículo, nunca pensaron que aquella figura grande como una montaña, rematada por un habano quemándose entre los labios, pudiera pertenecer a un antiguo jugador de fútbol, delantero centro del Real Madrid para más señas, desde 1913 hasta 1930. Pero así fue, y aunque aquella época no fue tan fértil en títulos como los 50 y los 60, sí supuso el aprendizaje futbolístico de Bernabéu, quien tras dejar atrás su carrera de futbolista, inició, sin solución de continuidad, la de directivo del Real Madrid. El resto de la historia es conocida.

Mi intención es llamar la atención sobre uno de los pocos cromos conocidos de Bernabéu (a fecha de hoy, sólo dos se conocen). Las razones de esta escasez cabe atribuirlas a dos razones. La primera, la poca relevancia deportiva del Madrid en los años 20, década de la eclosión del fútbol en España y a la que pertenecen una grandísima cantidad de las colecciones de cromos que se han conservado hasta nuestros días. La segunda es el origen de muchas de las colecciones, elaboradas en Cataluña y que centraban su interés en equipos catalanes o en sus rivales más acérrimos, como el Athletic Club o el C. D. Europa. El cromo de Bernabéu sobre el que quiero llamar la atención del lector corresponde a una colección llamada «Football Jugadores Notables». Se trata de una colección, editada a mediados de los años veinte, de 24 cromos impresos a color, de dimensiones 10 x 7, numerados e identificados por la parte de delante y con el dorso libre para incluir publicidad. Los cromos llevan una fotografía pintada a color con una acción y un óvalo con el busto de un jugador destacado. Si bien atribuimos el origen de la colección a la Tipografía Litografía F. Domingo de Barcelona, la gran variedad de dorsos publicitarios que encontramos nos aportan otros editores que, seguramente, debieron comprar el derecho a emitir la misma colección. En gran parte se trata de empresas radicadas en Valencia que luego llevaban su propuesta a diferentes localidades limítrofes, aunque los dorsos también parecen indicar que empresas castellanas debieron distribuir esta colección. La colección es preciosista en su diseño y elaboración, con una acción de un partido sobre la que aparece el busto del jugador. Las imágenes son fotos coloreadas, lo cual otorga un toque muy interesante y atractivo. El listado de jugadores otorga un tercio de los mismos al F. C. Barcelona, otro tercio (bueno un pelín más: 9 cromos) a equipos catalanes y el resto a equipos de fuera de Cataluña. Este es el listado, con su numeración:

1 Martínez Sagi del F.C. Barcelona
2 Ricardo Zamora del R.C.D. Español

3 Bruguera del F.C. Barcelona
4 Samitier del F.C. Barcelona
5 Bordoy del C.D. Europa
6 Bernabéu del Madrid

7 Artisus del C.D. Europa
8 Canals del R.C.D. Español
9 Pelaó del C.D. Europa

10 Peláez del Madrid
11 Juliá del C.D. Europa
12 Javier Bonet del C.D. Europa
13 Piera del F.C. Barcelona
14 Sancho de la U.S. de Sans
15 Alcázar del C.D. Europa
16 Alcántara del F.C. Barcelona
17 Cross del C.D. Europa
18 Arrate del R.S. Sebastian
19 Cabedo del C.S. de Sabadell
20 Torralba del F.C. Barcelona
21 Torres del Fna. de Vigo
22 Conrrado del F.C. Barcelona
23 Minguetti del Madrid
24 Blanco del F.C. Barcelona

«Football Jugadores Notables» constituye, a mi juicio, una de las más bonitas colecciones de la época, precursora del aspecto que, en épocas más próximas a nosotros, tendrían las colecciones de cromos de fútbol, y con un elenco de grandísimas figuras del fútbol como Zamora, Alcántara, Bordoy, Samitier, Pelaó, Arrate o, como no, Bernabéu.




Hace 100 años: Marzo de 1910

  • – La Federación Española de Clubs de Foot-Ball toma los siguientes acuerdos:

– Desautorizar el Concurso organizado por el Club Ciclista de San Sebastián, descalificando al club organizador y a los que en él tomen parte;

– Procurar que los clubes inscritos en el Concurso retiren su inscripción y se adhieran a la Federación;

– Organizar en Mayo el Campeonato de la Federación Española;

– Solicitar a todos los clubes afiliados a esta Federación envíen un esquema de proyectos o bases por las que crean debe regirse el Campeonato de España;

– Continuar con la campaña de afiliación de los clubes aún no inscritos en esta Federación;

– Realizar un estudio para reclamar la devolución de la Copa que indebidamente se ha apropiado el Club Ciclista de San Sebastián desde el momento en que no se aviene a disputar el campeonato organizado por la Federación, que es quién según las bases del Campeonato es quién debe organizarlo.

  • – Racing Club vence, en el duelo irundarra, al Sporting Club clasificándose para la siguiente eliminatoria que dé acceso al Campeonato de España (Unión Española de Clubs de Foot-Ball).

Continuando con las pruebas eliminatorias en esta región Racing Club se enfrenta al Vasconia Sporting Club de San Sebastián. Finalmente es el equipo donostiarra quien se clasifica para el Campeonato de España (Unión Española de Clubs de Foot-Ball).

  • – Detalles del Campeonato de España celebrado en San Sebastián:

– Ante numeroso público y con enorme expectación se ha proclamado Campeón de España (Unión Española de Clubs de Foot-Ball) el Athletic Club tras vencer al Vasconia Sporting Club de San Sebastián y al Madrid Foot-Ball Club en el Concurso organizado por el Club Ciclista de San Sebastián, último vencedor del Campeonato y poseedor del trofeo.

– El Madrid debió dirigirse directamente desde el tren hasta el campo por retraso del expreso y sin su delegación completa pues parte de los jugadores llegaban en un tren posterior que no llegó a tiempo. Así, hubo de alinear a dos jugadores donostiarras. Durante el encuentro recibió el apoyo del club donostiarra en su enfrentamiento frente a los bilbaínos. El enfrentamiento entre bilbaínos y donostiarras finalizó con una gran bronca del público dedicada al Athletic por su táctica de lanzar los balones fuera con el fin de no jugar.

– La comisión organizadora intentó la presencia de un árbitro inglés aprovechando la presencia del «team» inglés en la Bella Easo. No fue posible por lo que iniciaron las gestiones para traer un árbitro oficial francés el cual llegó desde Toulouse. Arbitró los tres partidos.

– Al regreso a Bilbao un gran gentío fue a recibir al Campeón a la estación central, junto a la banda de música de Garellano, lanzándose varios chupinazos. El camino hasta los locales de la Federación Atlética lo hicieron ocupando varios coches que a su paso recibieron el cariño de los bilbaínos que atestaban las calles con su presencia.

  • – Para las fiestas de San Sebastián (Guipúzcoa) se celebra el Campeonato de España de foot-ball (Unión Española de Clubs de Foot-Ball) y un partido entre un equipo de la ciudad y otro de Londres. Finalmente fueron tres los encuentros disputados en el terreno de Ondarreta. El primero acabó con la derrota donostiarra por un gol a cinco. En el siguiente vencieron de nuevo los ingleses por ocho goles a cero. Este encuentro contó con la presencia del Ministro de Fomento D. Fermín Cándido Calbetón y Blanchón, natural de San Sebastián. En el último envite empataron a dos tantos, intercambiando las defensas de ambos equipos.

Antes de marchar a sus lares fueron obsequiados con un banquete en el hotel Continental al cual asistió el cónsul británico pronunciándose entusiastas brindis y vivas a España, Inglaterra, Londres y San Sebastián.

  • – Se ha celebrado un encuentro entre el Mahón Foot-Ball Club y una selección de la Federación Catalana en la localidad menorquina. Vencieron los catalanes por seis goles a cero.
  • – La sociedad futbolística de Zaragoza envía una invitación a la de Pamplona para la disputa de un amistoso. Se disputó en el Campo del Sepulcro y terminó con la victoria zaragozana.
  • – Durante la festividad de San José en Villanueva y la Geltrú contendieron en partido amistoso los equipos Vulcá FC de dicha localidad y el Catalunya FC de Tarragona.
  • – En el campo de La Industria, propiedad del FC Barcelona, disputaron un encuentro amistoso los clubes FC Barcelona y Español FC de Madrid. El resultado fue de empate a tres.
  • – En Madrid jugaron un amistoso los primeros equipos del Athletic Club de Madrid y la Sociedad Gimnástica Española venciendo los componentes de «La Veterana» por un gol a dos.
  • – En Murcia se ha jugado un partido entre murcianos y alicantinos. El resultado final es de 16 goles a 1 favorable a los de Alicante.
  • – Sevilla Foot-Ball Club y Huelva RC disputaron el premio del Ayuntamiento de Sevilla. Los onubenses se llevaron el trofeo.
  • – La Sociedad Gimnástica Española elige los puestos vacantes de su junta directiva entre los que está el de Secretario segundo a D. Sócrates Quintana conocido futbolista y árbitro.
  • – Adelantan las obras del Velódromo de la Ciudad Lineal. Tan solo queda construir las gradas. La zona para la práctica del foot.ball ya está preparada.
  • – En el campo del Patronato, en Irún, se juega un partido entre dos equipos locales, el Patronato y el Stad, finalizando el encuentro tres a dos favorable a los dueños del terreno. Lo realmente importante es que juega en el club visitante un grande del fútbol español: Patricio Arabolaza.
  • – También se juega al fútbol en Huesca. El Círculo Sertoriano fue el encargado de organizar un partido.




De dos a tres puntos por victoria

En 1981 la Liga inglesa introdujo la modificación de conceder tres puntos por victoria en lugar de dos como se había hecho hasta entonces. Esta medida pretendía favorecer el juego ofensivo, al castigar a los equipos especuladores que buscasen el empate inicial, aunque desde el primer momento tuvo sus detractores, que basaban sus argumentos en que cuando un equipo marcase un gol se volvería conservador para mantener sus tres puntos en vez de buscar un resultado más amplio.

Inicialmente fueron pocas las federaciones del resto del mundo que se acogieron a este sistema de puntuación (Israel en 1982, Turquía en 1987, Noruega en 1988…), hasta que en 1994 la F.I.F.A. decidió utilizarlo primero en la fase final del Campeonato del Mundo disputado en Estados Unidos y luego en el resto de competiciones organizadas por este organismo, dándole el espaldarazo definitivo.

La U.E.F.A. adoptó los tres puntos por victoria a partir de la temporada 1994-1995, y lo mismo hicieron muchas federaciones nacionales, entre las que destacan la francesa y la italiana. Un año más tarde, el resto de Ligas importantes, entre ellas la española, también dejaron atrás el viejo sistema de dos puntos por victoria.

Después de catorce años, podemos evaluar desde un punto de vista numérico los efectos que tuvo este cambio. En particular, cabría pensar que se hubiera reducido el número de empates y que hubiera aumentado el número de goles marcados. Veamos si esto ha sido realmente así, y comprobemos también qué cambios hubiera habido en cuanto a campeones de Liga, ascensos y descensos en las tres categorías más altas de nuestro fútbol, si las victorias hubieran seguido siendo premiadas con sólo dos puntos.

¿Se ha reducido el número de empates?

El gráfico que aparece a continuación representa el porcentaje de empates respecto a partidos jugados en cada temporada desde la fundación de la Liga española desde 1929 hasta la actualidad, en Primera, Segunda A y Segunda B, sombreando las temporadas a partir de la 1994-1995:

Porcentaje de empates por temporada

Porcentaje de empates por temporada

Como podemos ver, hasta mediados de los años 60, en la Liga española el porcentaje de partidos que acababan en empate estaba entre el 15 y el 20 %, salvo excepciones puntuales que se situaban muy ligeramente por encima o por debajo de esas cifras. En un plazo muy breve, entre 1964 y 1969 se produjo un rápido crecimiento hasta llegar a los alrededores del 25%, donde se mantuvo más o menos estable hasta principios de los 80. En ese momento se produjo un nuevo incremento hasta situarse en el entorno del 30 %, con un máximo del 32,98 % en la temporada 1990-1991. Con esta situación llegamos a la temporada 1994-1995, en la que se produjo el cambio a las victorias de tres puntos. Si miramos la parte derecha del gráfico, comprobamos que la tendencia se mantuvo en torno al 30 % de empates, aunque ligeramente por debajo. Hay que destacar que en Primera División, en las temporadas 2007-2008 y 2008-2009 se ha producido un considerable descenso en el porcentaje de empates hasta el 21,84 %, cifra más propia de los años 60 que de los actuales. Esta reducción, sin embargo, no se ha producido en Segunda A ni Segunda B.

La temporada con más empates en Primera fue la 1984-1985, con un 35,62 %; en Segunda A y en Segunda B fue la 1990-1991, con un 38,95 % y un 32,11 %, respectivamente y en promedio fue también esta misma temporada, con un 32,98 %. Todas ellas son anteriores a 1995.

A partir de estos datos parece que, efectivamente, la medida de poner tres puntos por victoria implicó una reducción, aunque pequeña, al número de empates. Aún es pronto para saber si el descenso de los dos últimos años en Primera División se generalizará a todas las categorías y se mantendrá en el tiempo o si es algo puntual.

¿Ha aumentado el número de goles por partido?

El siguiente gráfico presenta el promedio de goles por partido temporada a temporada en la Liga española, en Primera, Segunda A y Segunda B, sombreando las temporadas a partir de 1995:

Promedio de goles por partido

Promedio de goles por partido

En este gráfico vemos que el promedio de goles por partido experimentó un descenso continuado desde valores superiores a 4 al comienzo de nuestra Liga, hasta quedar ligeramente por encima de 2 a principios de los setenta. Se produjo entonces una ligera recuperación hasta los 2,5 goles por partido en unos pocos años y, desde entonces, la cifra ha estado siempre entre esa cifra y los 2,146 que hubo en la temporada 1990-1991, que fue el mínimo histórico hasta la fecha. La introducción de los tres puntos por victoria en 1995 no afectó al promedio de goles por partido de las tres máximas categorías de nuestra Liga.

Sin embargo, si miramos exclusivamente los partidos de Primera División, vemos que el promedio ha pasado de estar alrededor de 2,5 goles por partido antes de 1995 a mantenerse entre los 2,5 y los 3 después de esa fecha. Parece que la entrada en vigor de los tres puntos por victoria sí ha favorecido al promedio de goles anotados en los partidos de Primera División, aunque no haya ocurrido lo mismo en el resto de categorías.

¿Qué hubiera cambiado en las clasificaciones si hubiéramos seguido con dos puntos por victoria?

Solamente una vez habría cambiado el campeón de Liga en Primera División. En la temporada 2006-2007, el Real Madrid quedó campeón empatado a 76 puntos con el Barcelona, al que superó por los resultados en sus enfrentamientos directos. Si las victorias hubiesen valido dos puntos, el Barcelona hubiera resultado campeón con 54 puntos, por los 53 del Real Madrid.

En cuanto al descenso de Primera a Segunda A, el gran beneficiado habría sido el Extremadura. En la temporada 1996-1997, habría intercambiado su puesto de descenso directo con el Rayo Vallecano, que acabó en Promoción; en la temporada 1998-1999, habría evitado jugar la promoción, a costa del Deportivo Alavés. Además, en la temporada 2003-2004 el Espanyol habría descendido en lugar del Valladolid, en la 2005-2006 lo habría hecho la Real Sociedad en lugar del Deportivo Alavés, en la 2007-2008 el perjudicado habría sido el Osasuna, salvándose el Zaragoza y en la 2008-2009 el puesto de descenso del Betis habría sido para el Sporting de Gijón.

En Segunda División, en la temporada 1998-1999 el Sevilla habría perdido su puesto de promoción de ascenso a costa de Las Palmas, en la 1999-2000 el Salamanca habría ascendido en lugar del Osasuna, en la 2004-2005, el Éibar en lugar del Deportivo Alavés y en la 2008-2009, el Hércules en lugar del Tenerife. El Barcelona B habría descendido en la 1995-1996 en lugar del Sestao, en la 1997-1998, el Logroñés en lugar del Jaén, en la 1998-1999, el Éibar en lugar del Mallorca y en la 2007-2008 el propio Éibar en lugar del Racing de Ferrol.

En Segunda B, habría habido 23 cambios en cuanto a los cuatro equipos que juegan la fase de ascenso, 29 en el puesto de promoción de permanencia y 18 en los puestos de descenso directo.

Conclusiones

Según hemos visto, los datos dicen que el cambio de dos a tres puntos por victoria trajo una pequeña reducción en el número de empates y, sólo en el caso de la Primera División, un aumento en el número de goles marcados. Sin embargo, no podemos deducir que realmente la causa de estas variaciones sea realmente dicho cambio, puesto que no podemos saber qué habría ocurrido de haberse mantenido los dos puntos por partido ganado.

En cuanto a los cambios en algunas clasificaciones, se puede decir lo mismo. Si las victorias hubiesen valido dos puntos en lugar de tres, la mentalidad de algunos equipos en las últimas jornadas podría sido distinta y quizá algunos resultados hubieran cambiado en ellas.




El Trofeo General Moscardó

Muchos aficionados catalanes todavía recuerdan con cierta nostalgia un torneo regional que se hizo popular a finales de los años cincuenta, y estaba considerado como una copa de Cataluña de equipos modestos: el Trofeo General Moscardó, creado en la temporada 1957-58 con la finalidad de recaudar fondos para erigir un monumento a quien fue capitán general de Cataluña durante la primera etapa franquista y posteriormente, tras su retirada del ejército, ostentó el cargo de Delegado Nacional de Deportes hasta su fallecimiento en 1956.

El torneo estaba reservado para los equipos catalanes de Tercera División y vino a cubrir las fechas vacantes tras finalizar el Campeonato de Liga, sobre todo cuando la representación catalana en la categoría quedó sensiblemente recortada de 42 a 34 jornadas. De esta manera los equipos que no tenían opción de luchar por el ascenso, podrían contar con un programa de partidos que les asegurase la actividad hasta el final de la temporada. Además su reglamentación ofrecía diversas fómulas innovadoras, como aceptar, bajo determinadas normas, la alineación de hasta dos jugadores que estuvieran a prueba para un posible fichaje, y sobre todo el sistema que se aplicó en algunas ediciones de resolver los partidos de la fase final mediante «torneo relámpago» o sea tres partidos consecutivos de duración reducida, algo poco frecuente en aquellos tiempos; además se atendía a agrupar a los equipos por proximidad geografica fomentando la rivalidad vecinal.

La copa, ofrecida por la Federación Catalana de Fútbol quedaría en propiedad del equipo que la ganase en tres ediciones, y aunque la competición cambió diversas veces de formato, inicialmente se jugó por eliminatorias, con una fase de repesca que permitió organizar una competición paralela con los equipos eliminados, que tuvieron incluso su premio en una copa de consolación. Cuarenta y un participantes comenzaron el 18 de mayo la competición y después de cuatro rondas eliminatorias los cuatro equipos supervivientes se reunieron en Les Corts para disputar la fase final, dentro de un magnífico festival popular organizado por la Federación Catalana, en ediciones de mañana, tarde y noche, resolviéndose en la jornada matutina el torneo de repesca, ganado por la UD Olot al Badalona. Por la tarde, las finales regionales de juveniles y aficionados, y en la cálida sesión nocturna las semifinales y final del trofeo, ganado por el conjunto barcelonés del Pueblo Seco por 2 a 1 sobre el Club Atlético Iberia. Unos cincuenta mil aficionados llenaron el viejo recinto azulgrana atraidos por este certamen que resultó magnífico y sobrepasó las previsiones más optimistas.

La temporada siguiente se modificó el sistema de competición en su primera fase, jugándose una liguilla de siete grupos y clasificándose dos equipos para la fase decisiva, jugada de nuevo por torneo relámpago en cuatro sedes distintas, y la final ganada por el CD Europa por dos goles a uno sobre la UD Figueras, esta vez ante más de 30.000 aficionados que acudieron nuevamente al histórico campo de Les Corts, para poner broche final a la temporada. El éxito alcanzado por el torneo movió a los organizadores a llevar una propuesta a la Asamblea Nacional para que la fórmula se implantara en otras federaciones regionales con el posterior enfrentamiento entre los respectivos campeones, pero la iniciativa no obtuvo el respaldo de los asambleistas.

El torneo mantuvo su hegemonía durante tres temporadas más en las que el Gimnástico de Tarragona se coronó campeón en Sarriá, al derrotar en la final por 2- 1 al Fabra y Coats; al año siguiente hubo desempate en el Camp Nou y fue vencedor el CD Hospitalet tras igualar a dos goles con el CD Mataró y superarle en los penaltis, ya que su capitán Escarrá transformó los cinco de su tanda y Xirau falló el primero que lanzó para los del Maresme; y el 20 de junio de 1962 fue el CD Condal quien inscribió su nombre en la lista de campeones tras imponerse, en su propio campo de Les Corts por 3-1 ante el CD Tortosa.

El torneo cambió de formato en la sexta edición y volvió a sus origenes, al jugarse de nuevo por eliminatorias y con fase de repesca que permitió a seis equipos eliminados incorporarse de nuevo a la competición en octavos de final. Uno de ellos fue el Gerona, que disputó el partido decisivo frente al CD Europa -incorporado en cuartos tras haber superado con éxito la Promoción de Ascenso a Segunda-, siendo éstos quienes, ratificando su buen momento, ganaron en Sarriá por 3 a 1 y se anotaron su segundo título. Y fue en la temporada siguiente cuando se evidenció el declive. La representación catalana en Tercera División, debido a la reestructuración de la categoría, quedó reducida a veinte equipos y de ellos, tan sólo trece con opciones de disputar el torneo, dando entrada a equipos de la categoría Regional, y además, la decisión del título resultó polémica, porque en el partido final, jugado el 11 de julio en el feudo españolista entre AD Guíxols y Reus Deportivo, no hubo vencedor. Empataron a cero en el tiempo reglamentario, a uno en la prórroga, y en la decisión desde el punto fatídico ambos equipos convirtieron nueve penaltis de los diez lanzados. Se acordó jugar un nuevo partido cuarenta y ocho horas después en el mismo escenario, pero éste no estaba disponible y se tuvo que aplazar. La Federación decidió que se jugase a doble partido, pero el club reusense no estuvo de acuerdo y decidió no acudir ni a su propio campo ni a San Feliu, una semana después, por lo cual fue descalificado y el Guíxols proclamado campeón.

En las siguientes ediciones la popularidad de torneo fue languideciendo. Las fórmulas en las que basó su éxito en las primeras temporadas ya no eran posibles por la merma de equipos participantes, la aparición de otros torneos, el escaso atractivo de los equipos foráneos en la capital, y sobre todo el cambio de hábitos de la sociedad en las tardes dominicales veraniegas. La final de la octava edición se jugó a doble partido, con victoria por 2 a 1 del CD Mataró sobre el AD Balaguer en la ida, y al domingo siguiente empate a dos en la capital leridana, logrado en el último instante por el equipo del Maresme para proclamarse campeón. En la temporada siguiente el CD Mataró volvió a disputar la final, esta vez ante el Gerona CF, al que venció por 3-2 en la ida, pero los gerundenses remontaron en Vista Alegre y acabaron ganando por 4-1, aunque también con polémica ya que el partido fue suspendido por el árbitro en el minuto 37, al marcar los locales el primer gol y enzarzarse los jugadores en una pelea colectiva. El choque se reanudó una semana después, con un jugador menos por bando, y el resto de goles se marcaron en la prórroga.

En la X edición, con 16 equipos en liza, se volvió al sistema de liguilla y al partido único en la final, que se disputó en Sabadell y la ganó el CD Granollers por 3 a 1 ante el CD San Andrés. En la temporada siguiente fue campeón el CF Lloret, al imponerse por 2-1 al Atlético Cataluña, en otra final plagada de incidentes con tres expulsados y muchos contusionados, que curiosamente también tuvo por escenario el terreno de la capital gerundense; y el último en inscibir su nombre en la peana del trofeo fue la UD Figueras, pese a que en su propio campo no fue capaz de marcar un solo gol ni en semifinales ni en la final ante el Gerona CF, siendo necesario el lanzamiento de ¡treinta penaltis! para determinar el vencedor, sin que anteriormente se hubiera fallado ninguno. Una nueva estructuración de las categorías al final de la temporada 1968-69 acabó de apuntillar a un torneo que daba sus últimas bocanadas, pero éste aún tuvo su epílogo para determinar, quien se quedaba con el trofeo en propiedad. Y entre los once equipos que lo habían ganado, el Gerona CF se alzó con él, tras empatar a uno con el CD Europa, el 14 de agosto de 1971, y derrotarle por 2-1 en Vista Alegre, cinco días después.

 

I  EDICIÓN – Temporada 1957-58  (del 18 de mayo al 29 junio de 1958)

Participantes: 41. Partidos: 104. Se jugó por eliminatorias, con semifinales y final por el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 60 minutos en dos tiempos de 30 minutos) en el campo de Les Corts.

SEMIFINALES:  Pueblo Seco – Adrianense 1-0;  CA Iberia – Puigreig 1-0

FINAL:  UD Pueblo Seco – CA Iberia   2-1  (Fontanals, Sales I / Escamilla)

EQUIPO CAMPEÓN, UD Pueblo Seco: Serrat; Baltasar, Delgado, Font; Tosca, Boada; Mira Fontanals, Ribas, Sales I y Sales II.

Paralelamente se disputó una serie de repesca con los equipos eliminados que también tuvo su fase final y trofeo, en la misma fecha y escenario:

SEMIFINALES:  UD Olot – Amposta CF  1-1 (clas. Olot);  Badalona CF – UA Horta 2-0

FINAL:  UD Olot – Badalona CF   1-0  (Esteve)

 

II  EDICIÓN – Temporada 1958-59  (del 26 de abril al 1 de julio de 1959)

Participantes: 36. Partidos: 160. La primera fase se jugó por liguilla en siete grupos y la segunda fase por eliminatorias en el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 40 minutos) en cuatro sedes:

FIGUERAS: Olot – Mataró  2-0;  Figueras – Badalona  1-0;  Figueras – Olot  1-0

AMPOSTA: Gimnástico – Rapitense  2-1; Tortosa – Amposta  2-1; Gimnástico – Amposta  1-0

HOSPITALET: Sans – San Martín  2-1;  Hspitalet – Gavá  2-0;  Hospitalet – Sans  1-0

BARCELONA (Campo Europa): Fabra y Coats – Mercantil  2-0;  Europa – Manlleu  4-1; Europa – Fabra y Coats  0-0 (desempate 2-1)

SEMIFINALES: (Les Corts)  Europa – Gimnástico 1-0; Figueras – Hospitales  2-1

FINAL:  CD Europa – UD Figueras  2-1  (Torreblanca, Valls / Balasch)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Europa: Albadalejo; Prats, Martín, Romá; Seguer, Villacampa; hoscos, Granés, Torreblanca, Valls y Bosch.

 

III  EDICIÓN – Temporada 1959-60  (del 10 de abril al 25 de junio de 1960)

Participantes: 30. Partidos: 144. La primera fase se jugó por liguilla en cinco grupos y en la segunda fase por eliminatorias en el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 40 minutos) en cuatro sedes:

GERONA: Gerona – Manlleu  3-0;  Figueras – Granollers  3-1; Gerona – Figueras 1-1 (clas. Gerona)

TARRAGONA: Hospitalet – La Cava 3-0; Gimnástico – Amposta  2-0;  Gimnástico – Hospitalet  3-1

GAVÁ: Gavá – Sallent  6-2

BARCELONA (Campo Sans): Iberia – Badalona  1-0; Fabra y Coats – Sans 0-0 (clas. F. Coats); Fabra y Coats – Iberia 1-1 (desempate 2-0)

SEMIFINALES:  (Sarriá)  Gimnástico – Figueras  2-0;  Fabra y Coats – Gavá  3-0

FINAL: Gimnástico Tarragona – CD Fabra y Coats  2-1  (Segovia, Navarro / López, pen.)

EQUIPO CAMPEÓN, Gimnástico Tarragona: Juanito; Llobet, Aguilar, Gascón; Moya. Llobet II; Navarro, Gilabert, Serer, Segovia y Fabio.

 

IV EDICIÓN – Temporada 1960-61  (del 23 de abril al 9 de julio de 1961)

Participantes: 33. Partidos: 158. La primera fase se jugó por liguilla en cinco grupos y en la segunda fase por eliminatorias en el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 40 minutos) en cuatro sedes:

MATARÓ: Gerona – Adrianense 1-1 (pp 5-2); Mataró – Badalona  1-1 (pp 5-4); Mataró – Adrianense  0-0  (desempate 3-1)

REUS: Lérida – Gimnástico 2-1;  Reus Deportivo – Gavá  2-1;  Reus Deportivo – Lerida  4-1

HOSPITALET: Sabadell – Olot 0-0 (pp 5-4); Hospitalet – San Martín 1-0;  Hospitalet – Sabadell 1-1  (desempate 4-0)

BARCELONA (campo Júpiter): Júpiter – Manresa  3.0; Europa – Iberia  0-0 (pp 9-5);  Júpiter – Europa  2-1

SEMIFINALES: (Les Corts) Hospitalet – Júpiter  3-0;  Mataró – Reus Deportivo  3-0

FINAL:  CD Hospitalet – CD Mataró 2-2

DESEMPATE: (Camp Nou)  CD Hospitalet – CD Mataró  2-2 (pp 5-0)  (Parés 2 / Esindi, Escolá)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Hospitalet: Albadalejo; Rodríguez, Ortolá, Pons; Gel, Piera; Vega, Pagés, Maíquez, Escarrá y Parés.

 

V EDICIÓN – Temporada 1961-62  (del 29 de abril al 20 de junio de 1962)

Participantes: 33. Partidos: 109. La primera fase se jugó por liguilla en siete grupos y la segunda fase, también por liguilla, en torneo triangular con partidos de una hora, en cuatro sedes. Semifinales y final por eliminatorias en sistema «torneo relámpago».

BARCELONA (campo Sans): Artiguense – Sans  1-0; Condal – Sans 1-0;  Condal – Artiguense 3-2

BARCELONA (campo Europa): Mataró – San Martín  2-2; Europa – San Martín 2-1;  Europa – Mataró  1-1

GERONA: Gerona – Olot  3-2;  Olot – San Celoni  1-1;  Gerona – San Celoni  3-0

TORTOSA: Tarrasa – Igualada  4-1;  Tortosa – Tarrasa  2-0;  Tortosa – Igualada  2-1

SEMIFINALES:  (campo Les Corts)  Condal – Gerona  5-0;  Tortosa – CD Europa  1-1 (pp 5-2)

FINAL:  CD Condal – CD Tortosa   3-1  (Vargas, Gasull, Segovia / Moreno)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Condal: Cantero, Salvador, Nebot, Alcoberro; Bosch, Arnau; Andresín, Segovia, Rifé, Vargas y Gasull.

 

VI EDICIÓN – Temporada 1962-63  (del 28 de abril al 6 de julio de 1963)

Participantes: 26. Partidos: 92. Se jugó por eliminatorias a doble partido, con una fase de repesca que permitió a seis equipos eliminados volver a incorporarse a la competición en octavos de final

SEMIFINALES:  Sans – Europa  1-3; 4-2 y 2-3.    Gerona -Fabra y Coats  4-1; 0-3 y 4-2  

TERCER Y CUARTO PUESTO (en Sarriá):  UD Sans – CD Fabra y Coats  7-3

FINAL  (en Sarriá):  CD Europa – Gerona CF   3-1 (Tomás, Robles 2 / Danés)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Europa: Ramón; Pedrín, Herrera, Pons; Salud, Boada; Joseíto, Duró, Tomás, Robles y Alqueza

 

VII EDICIÓN – Temporada 1963-64  (del 7 de mayo al 11 de julio de 1964)

Participantes: 26. Partidos: 88. Se jugó con el mismo esquema de la edición anterior

SEMIFINALES:  Guíxols – Tortosa  4-1 y 2-2.    Reus Deportivo – San Martín  1-0 y 2-2  

TERCER Y CUARTO PUESTO (en Sarriá):  CD Tortosa – UD San Martín  7-1

FINAL  (en Sarriá):  AD Guíxols – Reus Deportivo  1-1 (pp 9-9)  (Piera, pen./Campos) 

Se acordó jugar de nuevo la final a doble partido, pero el Reus Deportivo se negó y fue descalificado

EQUIPO CAMPEÓN, AD Guíxols: Vilalta; Guasch, Adam, Rius; Matías, Barberá; Ruscalleda, Riera, Balta, Tejedor y Sancho.

 

VIII EDICIÓN – Temporada 1964-65  (del 16 de mayo al 3 de julio de 1965)

Participantes: 13. Partidos: 24. Jugado por eliminatorias a doble partido, incluso la final

SEMIFINALES:  CF Vilafranca – CD Mataró  1-3 y 2-2     CD Moncada – AD Balaguer  3-2 y 0-3

FINAL  partido de ida:  CD Mataró – AD Balaguer  2-1  (Villegas, Roy / Roca)

            Partido de vuelta (en Lérida):  AD Balaguer – CD Mataró  2-2  (Aguilar, Roca / Xirau, Roy)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Mataró:  Visa; Villanueva, Villa, Villegas; Serra, Pons; Roy, Xirau. Esindi, Polo y Camps.

 

IX EDICIÓN – Temporada 1965-66  (del 22 de mayo al 16 de julio de 1966)

Participantes: 19. Partidos: 36. Jugado por eliminatorias a doble partido, incluso la final

SEMIFINALES:  CD Mataró – UDA Gramanet  4-0 y 1-1   Gerona CF – CD Moncada  7-2 y 1-1

FINAL  partido de ida: CD Mataró – Gerona  3-2  (Martínez, Talleda 2 / Granados, Torrent I)

            Partido de vuelta: Gerona CF – CD Mataró  4-1  (Torrent I, Lloveras, Granados 2 / Talleda)

EQUIPO CAMPEÓN, Gerona CF: Mis; Sunyé, Pinto, Torrent II; Noguera, Garza; Torrent I, Moy, Lloveras, Viñolas y Granados. Sala y González actuaron en la ida en lugar de Pinto y Noguera.

 

X EDICIÓN – Temporada 1966-67  (del 14 de mayo al 1 de julio de 1967)

Participantes: 16. Partidos: 53. Se volvió a la liguilla de grupos con los cuatro vencedores de éstos grupos en la eliminatoria de semifinales a doble partido, y la final en campo neutral

SEMIFINALES:  UD Figueras – CD Granollers  3-2 y 1-4   CD San Andrés – CD Tortosa  4-0 y 1-3

FINAL  (en Sabadell): CD Granollers – CD San Andrés  3-1  (Font 2, García / Pons)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Granollers: García; Cutillas, Pujol, Castillo; Ochoa, Balaguer; Ramón, Gili, Font, Aguirre y García.

 

XI EDICIÓN – Temporada 1967-68  (del 12 de mayo al 30 de junio de 1968)

Participantes: 16. Partidos: 54. Se repitió la estructura de la edición anterior.

SEMIFINALES: CD San Andrés – Atl. Catalunña  1-1 y 0-3   CF Lloret – Gerona CF  1-1; 0-0 y 1-0

FINAL  (en Gerona): CF Lloret – Atlético Cataluña   2-1  (Mesa, López / Gil, de pen.)

EQUIPO CAMPEÓN, CF Lloret: García; Irusquieta, Canó, Massaguer; Vaquero, Vilarrasa; Roca, Cot, López, Fontanet y Mesa

 

XI EDICIÓN – Temporada 1968-69  (del 15 de junio al 6 de julio de 1969)

Participantes: 13. Partidos: 22. Dos eliminatorias a doble partido determinaron los cuatro equipos que disputaron la fase final en Figueras, donde se resolvió, a golpe de penalti, la última edición del torneo.

SEMIFINALES:  Gerona CF – CF Villanueva  3-1   UD Figueras – CF Samboyano  0-0 (pp 4-3)

TERCER Y CUARTO PUESTO:  CF Samboyano – CF Villanueva   0-0  (pp 5-4)

FINAL:  UD Figueras – Gerona CF  0-0  (pp 15-14)

EQUIPO CAMPEÓN, UD Figueras: Reig; Colomá; Carrillo, Joselín; Pío, Catalá; Echegoyen, Franco, Castro, Bartolomé y Rivero.

 

EPÍLOGO DEL TORNEO

Participantes: 11. Partidos: 18. Por eliminatorias a doble vuelta entre los que habían logrado inscribir su nombre en el palmarés del torneo para decidir quien de ellos se adjudicaba la copa en propiedad.

SEMIFINALES:  Barcelona Atlético – CD Europa  1-2 y 1-1   CD Mataró – Gerona CF  0-1 y 1-3

FINAL  ida (14 agosto 1971): CD Europa – Gerona CF  1-1  (Vela / Vivolas)

            vuelta (19 agosto 1971): Gerona CF – CD Europa  2-1  (Gruart, Busquets / Hernández)

EQUIPO CAMPEÓN, Gerona CF: García; Diego, Sala, Corona; Ortega (Mayoral), Vivolas; Gruart, Planas, Del Cueto (Parera), Busquets y Moy.




Las distinciones anuales de la IFFHS

En el artículo anterior, publicado en el nº 5 de nuestra revista, se presentaban los criterios con que la IFFHS nomina y elige a los más destacados jugadores, entrenadores, árbitros del año. Por un lado están las distinciones producto de la estadística marcadas por su total objetividad. Por el otro están aquéllas que se deciden por la opinión de los miembros de la propia IFFHS, asociaciones nacionales de historia y estadística de fútbol y -por primera vez- redacciones de las principales publicaciones deportivas.

Los miembros de CIHEFE, a lo largo del mes de diciembre, hicieron una votación previa que harían llegar a la IFFHS. Y, después de conocerse los resultados definitivos, nos complace poder decir que CIHEFE ha coincidido en todos los primeros puestos de todas las categorías.

MEJOR ÁRBITRO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Massimo Busacca 13   Massimo Busacca 225
Jorge Luis Larriondo 9   Roberto Rosetti 147
Hécor W Baldassi 6   Howard M Webb 52
Roberto Rosetti 6   Jorge Luis Larriondo 47
Wolfgang Stark 3   Frank de Bleeckere 45

Undiano Mallenco (2 votos) y Mejuto González (1 voto) también fueron considerados dentro de las preferencias de CIHEFE. Para la IFFHS estos dos árbitros obtuvieron un excelente resultado pues se clasificaron, respectivamente duodécimo (12 votos) y séptimo (22 votos), además de señalar que Medina Cantalejo quedó sexto con 25 votos.

MEJOR ENTRENADOR DE CLUB DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Pep Guardiola (FC Barcelona) 24   Pep Guardiola (FC Barcelona) 300
Arsène Wenger (Arsenal FC) 9   Alex Ferguson (Manchester Utd) 137
Alex Fereguson (Manchester Utd) 7   José Mourinho (Inter Milán) 66
Rafael Benítez (Liverpool FC) 6   Alejandro J Sabella (Estudiantes) 54
Hiddink, Mourinho, Jiménez, Lucescu 3   Mircea Lucescu (Shakhtyor) 45

Entre los miembros de CIHEFE ha habido unanimidad a la hora de elegir al ganador. Todos eligieron al barcelonista Guardiola. En cambio, para el segundo puesto, se destacó ligeramente el técnico del Arsenal de Londres, que se clasificó sexto en la general, a seis puntos del rumano Lucescu. Rafa Benítez quedó decimo tercero (9 votos), sin olvidar a Unai Emery que recibió cinco votos de los miembros de la IFFHS

MEJOR SELECCIONADOR NACIONAL DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Vicente del Bosque (España) 22   Vicente del Bosque (España) 185
Dunga (Brasil) 11   Fabio Capello (Inglaterra) 151
Robert Bradley (EE.UU) 9   Dunga (Brasil) 149
Fabio Capello (Inglaterra) 7   Marcelo A Bielsa (Chile) 82
Marcelo A Bielsa (Chile) 4   Robert Bradley (EE. UU) 32

Dominio absoluto de Vicente del Bosque. Sus resultados son espectaculares, ya que, salvo la derrota ante EE.UU, todos los demás partidos se cuentan por victorias. Ésta es la imagen que da la selección española al exterior y así lo manifiesta la IFFHS. Los cinco primeros son los mismos tanto para CIHEFE como para la IFFHS, aunque parece ser que la Copa FIFA-Sudáfrica 2009 nos influyó más. De ahí el segundo puesto para Dunga y el tercero para el sorprendente Robert Bradley -único que ha logrado vencer a España en los dos últimos años-. Por los dos lados se reconoce el mérito de Capello en Inglaterra y de Bielsa en Chile.

MEJOR PORTERO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Iker Casillas (Real Madrid) 22   Iker Casillas (Real Madrid) 230
Gianluigi Buffon (Juventus) 11   Gianluigi Buffon (Juventus) 150
José M Reina (Liverpool FC) 6   Julio César (Inter Milán) 124
Víctor Valdés (FC Barcelona) 6   Edwin van der Sar (Manchester Utd) 87
Petr Čech (Chelsea FC) 6   Petr Čech (Chelsea FC) 75

La elección de Iker Casillas no ha tenido discusión alguna, aunque para algunos no está precisamente en su mejor momento. Es el portero de la selección española y su presencia es una garantía. Ha obtenido una clara ventaja sobre su inmediato perseguidor. A juicio de los miembros de CIHEFE, en cambio, la presencia de porteros españoles debió ser más siginificativa. En la clasificación general de la IFFHS Víctor Valdés se colocó en sexta posición y Pepe Reina en séptima con 53 y 19 votos respectivamente.

MEJOR JUGADOR CONSTRUCTOR DE JUEGO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Xavi Hernández (FC Barcelona) 24   Xavi Hernández (FC Barcelona) 164
Andrés Iniesta (FC Barcelona) 12   Lionel Messi (FC Barcelona) 143
Cesc Fábregas (Arsenal FC) 7   Kaká (Real Madrid) 99
Frank Lampard (Chelsea FC) 5   Andrés Iniesta (FC Barcelona) 98
Xabi Alonso (Real Madrid) 4   Steven Gerrard (Liverpool FC) 54

La elección de los miembros de CIHEFE ha seguido un criterio bastante conciso a la hora de concebir a un jugador constructor de juego, mientras que los miembros de la IFFHS han sido más heterogéneos. En España el triunfo de Xavi ha sido absoluto, con máxima puntuación. Y ese criterio ha prevalecido en líneas generales entre los votos de la IFFHS. En cambio, mientras que Lionel Messi ha obtenido el segundo puesto, de nosotros no ha recibido ningún punto. La única explicación radica en la definición de qué es un jugador constructor de juego. Messi es un jugador fuera de serie, impresionante, pero no dirige a su equipo. Algo parecido se puede decir de Kaká. Es destacable la presencia de Andrés Iniesta, pieza imprescindible tanto en el FC Barcelona como en la propia selección española.

Concluyendo:

Los resultados de las votaciones de la IFFHS han satisfecho a la mayoría de aficionados y periodistas del fútbol español. Mientras los primeros, especialmente en los foros, no pierden el tiempo en airear sus preferencias particulares elevándolas a categorías absolutas, los profesionales de la información, fecuentemente, necesitan de la publicación de estos premios para respaldar su propia opinión. Por ejemplo, los premios que recibió Lionel Messi de France Football o de la FIFA fueron bien recibidos en Argentina y también en España, aunque de manera más moderada. En cambio, ahora que el ganador ha sido Xavi, la prensa española no ha dudado en señalar el mérito de esta distinción, que, por cierto, Xavi gana por segundo año consecutivo, igual que Iker Casillas.

Tema diferente, como ya anticipé en mi anterior artículo, son las distinciones con referencias estadísticas: liga más fuerte, máximos goleadores… porque muchos confunden datos con opinión. Pero de eso ya hablaremos en otro número.




Putas, vírgenes y arqueros

El vocablo arquero, referido al portero de fútbol o guardameta, resulta de lo más familiar para el aficionado a este deporte. Empleada con profusión en Sudamérica, donde parece localizarse su origen, la palabra se escucha con naturalidad por parte de hispanohablantes de ambos lados del océano.

Sin embargo, parece evidente, el portero defiende un rectángulo vertical configurado por tres palos y una raya de cal, estructura que, en principio, no puede catalogarse como arco, a no ser que el hincha tenga los necesarios conocimientos en materia arquitectónica como para poder relacionar el larguero de la portería con un arco adintelado, esto es, un conjunto de dovelas que estructuralmente trabajen como un arco bajo una envolvente recta, sistema que, en todo caso, nada tiene que ver con dicho travesaño más allá de las apariencias.

No parece, sin embargo, que la designación de la meta como arco, provenga de este terreno, sino más bien, de las semejanzas entre los distintos tipos de puertas, adinteladas o en forma de arco, que el periodista y el aficionado conocen. Indagaremos, pues, en este asunto, sirviéndonos de las herramientas que nos brinda la etimología.

Es precisamente una puerta lo que el arquero-portero defiende, con objeto de evitar que el balón penetre en ese plano vertical por ella delimitado. El portero, a veces llamado cancerbero en un guiño a la mitología clásica, situado «bajo los palos», desarrollará su trabajo del mismo modo que en la antigua Roma, las prostitutas se ubicaban en los soportales porticados de la ciudad. Bajo el arco o fornix, las meretrices ofrecían sus servicios y permanecían -fornicaban- guarecidas y enmarcadas por aquéllos, componiendo una estampa figura-fornix, que la arquitectura emplearía con frecuencia en los templos. En efecto, las figuras de bulto de las deidades, dioses y vírgenes, quedan resguardadas en hornacinas, palabra derivada del fornix latino, bajo el que se situarían esas mujeres tan libres de mácula como plenas de fertilidad. Será con la llamada inversión teológica, cuando vírgenes y santos comiencen a desaparecer de la nueva arquitectura, que ya no gravita sobre númenes, sino sobre hombres que destacan en unas sociedades lanzadas a la industrialización y cada vez más distantes de los valores tradicionales de lo sagrado.

Pese a todo, la terminología religiosa sigue impregnando el lenguaje, incluso el deportivo, dando lugar a la etiqueta de «santo» que sirve para referirse a ciertos porteros especialmente brillantes. Las connotaciones morales negativas que iban ligadas a los citados arcos, también parecen sobrevivir y, del mismo modo que éstas eran encarnadas por la prostituta que se exhibía en el fornix, el portero que en el fútbol moderno no sale de su arco,-amenazado metafóricamente por la posibilidad de que se le caiga encima el larguero-, recibe críticas por su estatismo fornicatorio, contrario a un estilo que el propio reglamento, el que prima el juego con los pies, impulsa.




Real Sporting y Real Oviedo, historia de dos ciudades

El fútbol es un deporte universal por sus reglas e implantación. Pero esa universalidad se despliega normalmente mediante clubes ligados a estructuras políticas con unos flujos y ciclos muy definidos, las ciudades. La ciudad constituye históricamente el origen y el desarrollo de la civilización, en tanto que supone la negación de la sociedad tribal y el establecimiento de una serie de cauces de comunicación, ya sea por vía terrestre, marítima, aérea o incluso mediante complejas comunicaciones electrónicas como las que nos ofrece internet. La Historia Universal está unida a la de las ciudades, ya sea como ciudades-estado al estilo de las polis griegas, ciudades imperiales como la antigua Roma o las ciudades cosmopolitas en el difuso mundo «globalizado» en que vivimos a día de hoy.

Ciudades tan importantes como Madrid, Barcelona, Londres, Milán y otras muchas son sedes de los clubes de fútbol más laureados del mundo en virtud de los recursos económicos y medios humanos que esas urbes proporcionan a la actividad futbolística, sumando aficionados en toda su Nación e incluso fuera de las propias fronteras nacionales, convirtiéndose así en representantes de su ciudad en todo el mundo. Pero también el fútbol nos muestra a ciudades que presumen de rivalidad unas con otras o incluso rivalidades entre vecinos de una misma ciudad, como sucede con el Real Madrid y el Atlético de Madrid o el Betis y el Sevilla, de quienes ya se ha hablado en esta revista. En este caso, tomamos como referencia urbes más modestas, de provincias, como Gijón y Oviedo, pero que sirven como ejemplo de la implantación del balompié en las estructuras urbanas. Estructuras cuya historia está muy por encima de las postizas y ficticias autonomías que en la actualidad se quieren presentar no sólo como partes constituyentes de España, sino incluso como partes soberanas cuya existencia histórica antecede con mucho a la propia España.

Ello se comprueba a nivel de estos dos clubes históricos de Asturias y de España. Los responsables políticos regionales, imbuidos de megalomanía y de autonomismo, proyectaron hace unos años, justo cuando el Real Oviedo había sufrido el trauma de haber descendido a Tercera División, la fusión de ambos clubes y la formación de un «equipo de Asturias». Pero este proyecto no sólo es utópico, sino perjudicial: no sólo porque muchos gijoneses y ovetenses desertarían de su afición al fútbol, sino porque las respectivas ciudades perderían un elemento catalizador tan importante como su club de fútbol, cuyos ciclos en forma de calendario competitivo marcan los ritmos de vida de miles de gijoneses y ovetenses, además de la economía local, al recibir en sus establecimientos hosteleros no sólo a los jugadores del rival de turno, sino a sus respectivas aficiones que se desplazan con el equipo.

Además, el «equipo de Asturias» no podría jugar sin más en Asturias, sino en algún punto localizado, en alguna ciudad, que por motivos demográficos sólo podría ser Gijón u Oviedo, con lo que tal club acabaría siendo de una de las dos ciudades, con el enorme perjuicio para la localidad no escogida. No puede imaginarse mayor cacicada que disolver los equipos de las respectivas ciudades y refundirlos tan arbitrariamente como pretendían los megalómanos dirigentes asturianos, algo que sin embargo estuvo a punto de ver la luz no hace muchos años.

Todo ello tomaba la forma de lo que se ha dado en denominar coloquialmente como «cerco a Oviedo», el menosprecio a toda una ciudad cuya importancia es absurdo negar. Oviedo, sede de la monarquía hispánica durante un siglo, lugar emblemático por sus reliquias para los peregrinos del Camino de Santiago, y capital del Principado de Asturias en recuerdo de su papel como sede regia, ha sido siempre el lugar donde se encontraban las instituciones de gobierno provinciales, con el prestigio que ello conlleva. Sin embargo, el actual gobierno autonómico se han empeñado en negar esa Historia o incluso subsumir a la ciudad en el postizo magma de «lo asturiano», cuya importancia no puede datarse más allá de lo que fue la división provincial obra de Javier de Burgos del año 1833. La reacción contra este «cerco» ha encontrado su canalización precisamente en el fútbol. Uno de los principales motivos de que el Real Oviedo, pese a permanecer hace ya varios años en categorías no profesionales como Segunda División B o incluso Tercera División, bata records de afluencia de espectadores al Nuevo Tartiere durante varias temporadas, es precisamente el hartazgo de ese cerco a la ciudad promovido desde instituciones autonómicas.

Gijón, ciudad que nació como otras muchas ciudades de España en tiempos romanos sobre la existencia de una población celtibérica previa, ha tenido una historia documentada más larga que Oviedo pero también más discreta hasta tiempos modernos, los de la revolución industrial, la minería y el carbón en los que fue no sólo puntera de la región sino también una de las más destacadas de toda España. Tras la reconversión industrial y el frustrado intento de convertirla en ciudad turística, se puede decir, como varios periodistas locales han insinuado recientemente, que Gijón es conocida hoy día gracias al Sporting: el último ascenso a Primera División, en la temporada 2007-2008, movilizó a media ciudad al menos, y todas las tiendas y comercios lucían los colores rojiblancos, fiebre de apoyo al club que sigue aún viva. Hasta las estatuas de Octavio César Augusto y de Pelayo se vistieron como jugador número 12. Todos eran conscientes que figurar en Primera División era una verdadera prueba de existencia de la ciudad, una vez vivida una década de anonimato en Segunda División.

Pero si bien Gijón y Oviedo son ciudades con historia diferente e incluso enfrentadas en virtud de conflictos de clase como los que determinaban sectores económicos como los servicios y la industria hasta tiempos no muy lejanos, los respectivos clubes se asemejan, casi tanto como sus urbes en población, en ser modestos por su palmarés, pues hasta el momento no han conseguido ganar ningún campeonato de Liga ni ninguna Copa del Rey ni tampoco torneos internacionales. Sin embargo, el Sporting estuvo cerca cuando fue segundo en el Campeonato de Liga de Primera División en la temporada 1978-1979 y el Oviedo también lo rondó cuando fue tercero en las temporadas 1934-35, 1935-36 y 1962-63. El Sporting fue dos veces finalista de la Copa del Rey, en 1981 y 1982, sucumbiendo ante los dos grandes clubes del fútbol español, Real Madrid y Barcelona, respectivamente. El Oviedo por su parte fue semifinalista del torneo copero en 1933-34 y 1945-46.

Pese a que la rivalidad entre Oviedo y Gijón se expresó mediante el fútbol ya tiempo atrás, como ha dejado constancia Eduardo Muñoz Valdés en su artículo del número 6 de esta revista sobre los encuentros nocturnos en Oviedo en 1921, para encontrar el primer derby de la historia entre Real Sporting y Real Oviedo hay que remontarse al año 1926, el de la fundación del Real Oviedo (el Sporting había sido fundado ya en 1905), como resultado de la fusión del Real Stadium Club Ovetense y el Real Club Deportivo de Oviedo. El 6 de diciembre de 1926 se disputó en Gijón un partido entre los dos equipos correspondiente al Campeonato Regional que ganó el Sporting por 2 goles a 1. Desde entonces han tenido lugar 102 enfrentamientos oficiales entre ambos conjuntos en distintas categorías y competiciones, que arrojan un balance favorable al Real Oviedo: 43 victorias, frente a 33 derrotas y 26 empates, dándose la anécdota de que si el primer derby lo ganó el Sporting por 2 a 1, el último, que tuvo lugar en el año 2003, lo ganó el Real Oviedo por idéntico marcador.

Al comenzar la década de 1990 ambos equipos vivían consolidados con cierta tranquilidad en Primera División e incluso habían logrado el hito de participar en competiciones europeas en la temporada 1990-91: el Real Sporting directamente, al acabar en quinta posición aquel campeonato y lograr una plaza para participar en la entonces Copa de la UEFA; el Real Oviedo, sexto clasificado, tras la victoria del Atlético de Madrid en la Final de la Copa del Rey que dejaba una plaza libre en dicha competición europea. Era la primera vez que el Real Oviedo lograba clasificarse para dicha competición, la sexta para el Sporting, añadida a las cinco participaciones europeas de su etapa más gloriosa, entre la década de 1970 y la de 1980.

Sin embargo, la temporada siguiente, en la que ambos clubes disfrutaron lo que pudieron el premio europeo (dos rondas el Sporting, la primera únicamente el Oviedo), se culminó la conversión de los clubes profesionales de fútbol en sociedades anónimas deportivas (salvo algunas excepciones), lo que acabó afectando a la forma de gestionar las entidades y en segundo término a los resultados deportivos. Así sucedió que ambos clubes hubieron de sufrir pocos años después el trauma del descenso de categoría: el Sporting tras una temporada 1997-98 con mucha más pena que gloria y el Oviedo unos años después, en la 2000-01, llevando sus duelos a la Segunda División durante las dos temporadas siguientes.

Aunque desde el año 2003 no se han vivido más derbys en torneos oficiales, en parte debido al hundimiento súbito del Real Oviedo desde la Segunda hasta la Tercera División por problemas económicos, oscilando desde entonces entre la Segunda División B y la Tercera División, y tampoco se vislumbra la posibilidad a corto plazo una vez que las distancias se acentuaron con el ascenso del Real Sporting a la Primera División en la 2007-2008 (diez temporadas después de su descenso), donde intentará volver a consolidarse, sus duelos, en consonancia con la historia de estas dos ciudades, siguen siendo muy anhelados: recientemente, el pasado 13 de Octubre, se enfrentaron en Segunda División B el Sporting B y el Real Oviedo en Gijón, con victoria por 1 a 0 del filial rojiblanco frente al primer equipo ovetense. Aunque la noticia no fue el resultado sino las gradas pobladas de El Molinón, a rebosar como si se disputase un partido de Primera División. Anhelo de unas aficiones que esperan volver a ver de nuevo en el césped una rivalidad que no cesa desde hace más de ochenta años.




Héroes de finales

1915: Pichichi consagra su fama

El 2 de mayo de 1915 salieron al campo de Amute, en Irún, el Athletic Club y el Español de Barcelona. A las órdenes del suizo Walter Germann formaron ambos clubes, y entre los 22 jugadores que disputaron la final de Copa, uno entre todos ellos iba a destacar, un delantero cuyo nombre ha atravesado la historia: Rafael Moreno Aranzadi, «Pichichi».

Cuentan las crónicas que el partido no tuvo color, que estuvo constantemente dominado por un Athletic más acostumbrado al terreno de hierba. Al descanso Pichichi ya había hecho de las suyas en dos ocasiones: a los tres minutos, al transformar un penalti, y a los 43 al rematar un córner lanzado por Echevarría. A los quince minutos del segundo tiempo, nuevamente a pase de Echevarría, Pichichi marcó su tercer gol, lo que inclinaba la balanza definitivamente del lado bilbaíno, al par que convertía al célebre delantero en el primero en marcar tres goles en una final. Por aquel entonces eso de las estadísticas era totalmente desconocido y hasta es probable que Pichichi nunca conociera su récord, pero él, que el año anterior había marcado cuatro goles en una semifinal contra el Vigo Sporting, fue el primero en marcar tres en una final. Su eficacia goleadora fue premiada en 1953 por los diarios Marca y Arriba, quienes instituyeron un premio con su nombre para el máximo goleador de la Liga. El primer ganador fue Telmo Zarra, otro héroe de final…

Athletic Bilbao – Español Barcelona = 5-0 (2-0)

2-5-1915, Fuenterrabía (Guipúzcoa): Amute

Árbitro: Walter Germann.

Athletic: Ibarreche; Hurtado, Solaun; Cabieces, Belauste, Mestraitua; Echevarría, Pichichi, Zubizarreta, Iceta, Belauste.

Español: Gibert; Bru, Massana; Lemmel, Pomés, Juanico; Janer, Armet, López, Usobiaga, Sempere.

Goles: 1-0 Pichichi 3′; 2-0 Pichichi 43′; 3-0 Pichichi 60′; 4-0 Zubizarreta 69′; 5-0 Germán 70′.

1916: Félix Zubizarreta iguala a Pichichi

Aunque hoy es todo un desconocido, los 21 jugadores restantes que salieron al campo el 7 de mayo de 1916 para celebrar la final de Copa lo conocían bien. Al igual que Pichichi, Zubizarreta también había marcado cuatro goles en una semifinal, y también contra un equipo de Vigo, el Fortuna; había sido el 25 de abril de 1915.

El rival del Athletic en esta ocasión era el Madrid, y para los bilbaínos era, si cabe, más que una final: si ganaban obtendrían el trofeo en propiedad. El público que llenaba las gradas del campo del Español de Barcelona estaba claramente a favor de los leones de San Mamés, ya que el Madrid había eliminado al Barcelona en las semifinales y eran tiempos en los que más allá de los colores propios uno defendía los colores de la ciudad frente al rival; lo que no podían imaginar es que un hombre entre todos les devolvería el apoyo con goles, los aplausos con un excelente juego: Zubizarreta. Dio el pase del primer gol, rematado por Acedo, y antes del descanso marcó el segundo gol. Pero no contento con eso en el segundo tiempo volvió a marcar en dos ocasiones, rematando un córner lanzado por Germán, y poco antes del final, recogiendo un medido pase de Acedo. ¡Él solo había ganado la final para el Athletic!

Al terminar el partido un grupo de desaprensivos intentó agredir a los jugadores madridistas, que fueron protegidos por los agentes de la autoridad y por los futbolistas bilbaínos. Por la noche, los madridistas visitaron a los bilbaínos en su hotel para felicitarlos por su victoria y agradecerles su deportiva protección. Como es natural los merengues felicitaron especialmente a uno, a Félix Zubizarreta.

Athletic Club Bilbao – Madrid F.C.    4-0 (2-0)

7-5-1916, Barcelona: Campo del Español

Árbitro: Francisco Bru

Athletic: Ibarreche; Solaun, Hurtado; Eguía, Belauste, Cabieces; Echevarría, Pichichi, Zubizarreta, Iceta, Acedo.

Madrid: Teus; Erice, Irureta; Aranguren, René Petit, Castell; Sicilia, Belaunde, Bernabeu, Juan Petit, Sotero Aranguren.

Goles: 1-0 Acedo; 2-0 Zubizarreta; 3-0 Zubizarreta; 4-0 Zubizarreta.

1919: Félix Sesúmaga decidió una de las finales más espectaculares

La Copa de 1919 había supuesto un paso definitivo hacia su modernización: el número de participantes y partidos se había ampliado y por primera vez se jugaba el torneo completo desde los cuartos de final. En el primer partido de éstos, disputado entre el Arenas y el Racing de Madrid, un delantero centro había establecido una marca difícil de superar: ¡7 goles en un mismo partido! Ese mismo delantero sería clave en la victoria final del Arenas: Félix Sesúmaga.

El 18 de mayo, y a las órdenes del inefable Julián Ruete, salieron al campo el Barcelona y el Arenas para disputar una de las finales más espectaculares de la historia. Ya a los 12 minutos dejó Sesúmaga su marca en una jugada personal que terminó con un tiro ajustado al poste. ¡Qué golazo! El marcador se mantuvo con 1-0 durante gran parte de la primera parte, pero a poco de terminar ésta marcó Viñals para el Barcelona. Las cosas se pusieron feas para el Arenas cuando Lakatos, recién comenzada la segunda mitad marcó el 2-1. Los minutos pasaban y el final del partido se acercaba peligrosamente; en esos momentos cercanos ya a la desesperación apareció una mente fría y genialmente goleadora: ¡gol de Sesúmaga! El público volvió a aplaudir entusiasmado al delantero arenero: ese gol traía la prórroga, un premio de treinta minutos para los espectadores. Y como no podía ser de otra manera volvió a ser Sesúmaga quien diera espectáculo, marcando el camino de la victoria con una rapidísima internada que terminó en 3-2. Después vinieron dos goles más, pero quien había terminado con el Barcelona era un jugador con nombre y apellido: Félix Sesúmaga, uno de los más grandes goleadores de nuestra historia.

Arenas de Guecho – Barcelona = 5-2 (2-2)

18-5-1919, Madrid: O’Donnell

Árbitro: Julián Ruete

Arenas: Jáuregui; Vallana, Careaga; Uriarte, Arruza, José María Peña; Ibaibarriaga, Pagaza, Sesúmaga, Barturen, Florencio Peña.

Barcelona: Bru; Reguera, Costa; Torralba, Sancho, Blanco; Viñals, Garchitorena, Martínez, Alcántara, Lakatos.

Goles: 1-0 Sesúmaga 12′; 1-1 Viñals 38′; 1-2 Lakatos; 2-2 Sesúmaga 80′; 3-2 Sesúmaga 96′; 4-2 Florencio Peña; 5-2 Ibaibarriaga 118′.

1936: Zamora fue el protagonista

EN SU ÚLTIMO PARTIDO OFICIAL REALIZÓ SU PARADA MÁS FAMOSA

El 21 de junio de 1936 no menos de 22 mil personas se apretujaban en las 19 mil localidades oficiales de Mestalla para ver la final entre el Madrid y el Barcelona. Hacía un sol de castigo, y los reventas llegaban a vender a 70 pesetas las localidades de general, cuyo precio era de 5.

Aunque el partido no estaba siendo muy bueno, el comienzo había sido trepidante. El Barcelona salió muy impetuoso para sorprender al Madrid, pero fue éste quien marcó el primer gol, por mediación de Eugenio (min. 6′), y el segundo, por mediación de Lecue (min. 12′). El jarro de agua fría fue mitigado cuando en el minuto 29 Escolá marcó a la salida de un corner el 2-1.

Y ahí se terminó prácticamente el partido hasta que, cuando quedan cinco minutos para que se termine la final ataca el Barcelona; Vantolrá se zafa de Lecue y engaña con un quiebro a Quincoces. Todos esperan su tiro, pero cede retrasado y el balón le llega a Escolá. ¡Lo han dejado solo! Mira a puerta y ¡lanza un durísimo tiro raso, justo pegado al poste! Es gol seguro, pero Zamora vuela de palo a palo y hace un paradón asombroso. Su caída ha levantado una polvareda que corta la respiración a los espectadores. Inmediatamente Zamora se levanta con el balón en las manos. Las crónicas dijeron que el aplauso que le brindaron los espectadores duró ni más ni menos que cuatro minutos. Con esta actuación prácticamente concluyó el partido, al final del cual Zamora subió a recibir de manos del presidente de la Federación la Copa que les acreditaba como campeones de España. Al recibirla gritó Zamora: «¡Viva Valencia!, ¡viva el Madrid!, ¡viva España!

Con seguridad ésta es la parada, el paradón, más famoso de la historia de nuestro fútbol, ejecutada como no podía ser menos por el que quizá sea nuestro mejor jugador de todos los tiempos. Lo realizó además en el último partido oficial que disputó: justo tras ganar la última Copa del Presidente de la República decidió retirarse. 17 años en la elite del fútbol eran muchos, 17 años siendo el portero titular de España todavía no han sido igualados.

Madrid – Barcelona = 2-1 (2-1)

21-6-1936, Valencia: Mestalla

Árbitro: Ostalé              

Madrid: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Pedro Regueiro, Bonet, Sauto; Eugenio, Luis Regueiro, Sañudo, Lecue, Emilín.

Barcelona: Iborra; Areso, Bayo; Argemí, Franco, Balmaña; Vantolrá, Raich, Escolá, Fernández, Munlloch.

Goles: 1-0 Eugenio 6′; 2-0 Lecue 12′; 2-1 Escolá 29′.

1939: Campanal fue clave para el primer título de posguerra

En octubre de 1938 se reunió la Asamblea de la Federación de San Sebastián y decidió que «dada la magnífica normalidad que se disfruta en la zona liberada, celebrar una competición nacional por eliminatorias entre clubs regionales clasificados. A esta competición se le ha dado el nombre de Copa del Generalísimo, por disputarse en ella una copa donada, al efecto, por el Caudillo». Participaron diez equipos, y a la final llegaron el Sevilla y el Racing de Ferrol.

La cita tenía lugar en Montjuich, el 25 de junio a las cinco y media de la tarde. El público escuchaba de pie el himno nacional mientras en el césped, en la alineación del Sevilla aparecía como delantero centro Marcelino Campanal, que ya antes de la Guerra había jugado dos temporadas con el Sevilla, y que daría toda una exhibición de juego.

Su primera actuación fue cuando se llevaban cinco minutos de juego, en el que dio un excelente pase a Raimundo con el que éste abrió el marcador. Quince minutos más tarde, aprovechando un fallo de Calichi, marcó el 2-0 de tiro cruzado. La fiesta no había hecho más que comenzar, y a los 27′ Campanal volvió a marcar con un fortísimo disparo desde fuera del área. Antes del descanso Pepillo marcó dos goles más y remachó la goleada que había preparado Campanal.

Los goles continuaron al reanudarse el partido, esta vez para el Racing con dos goles de Silvosa, y el último del Sevilla, marcado una vez más por Campanal. Así pues Marcelino González del Río, tal era el nombre escondido bajo el apodo de Campanal, había marcado tres goles y dado el pase del cuarto. No estaba mal para comenzar el fútbol después de la Guerra…

Sevilla – Racing Ferrol                                     6-2 (5-0)

25-6-1939 (17,30), Barcelona: Montjuich

Árbitro: Arribas

Sevilla: Bueno; Cayuso, Villalonga; Torróntegui, Félix, Leoncito; López, Pepillo, Campanal, Raimundo, Berrocal.

Racing: Alberty; Calichi, Moreno; Bertolí, Silvosa, Basterrechea; Lelé, Gallart, Barón, Edelmiro I, Portugués.

Goles: 1-0 Raimundo 5′; 2-0 Campanal 20′; 3-0 Campanal 27′; 4-0 Pepillo 38′; 5-0 Pepillo 42′; 5-1 Silvosa (p) 53′; 5-2 Silvosa 56′; 6-2 Campanal 62′.

1950: Zarra, máximo goleador

ZARRA OSTENTA EL RÉCORD DE HABER MARCADO 4 GOLES EN UNA FINAL

El estadio de Chamartín presentó un lleno total para recibir al Atlético de Bilbao, al Rey de Copas, y al Valladolid, que aparecía por primera vez en una final copera y que este año había realizado una de las mejores campañas de su historia. A pesar de todo era evidente que el pronóstico no resultaba complicado y que el Atlético de Bilbao debería ser claro vencedor…

Y para hacer honor a tal pronóstico el Atlético salió como una fiera, atacando sin parar como si quisiera terminar el partido cuanto antes. La delantera más famosa de la historia del club bilbaíno no dejaba ni un respiro a la defensa vallisoletana, que sin embargo estaba a la altura de las circunstancias y parecía no inmutarse. Pero a los 14 minutos coge el balón Zarra y se dirige sólo contra la portería de Saso; consigue avanzar unos metros sin embargo Babot no le deja espacio para disparar. Cuando logra ver un hueco, el disparo de Zarra se estrella en Babot, pero con la suerte de que el rechace le favorece al delantero, que se queda solo ante Saso. Y como no se podía esperar de otra manera, Zarra no desaprovechó la oportunidad y con un tiro muy duro batió al portero vallisoletano. ¡Gol!, ¡gol! El primero de la tarde.

A partir de este momento el partido cambió gracias al ímpetu del Valladolid, que parecía decidido a no dar por perdido el partido tan pronto. Sus ataques, aunque siempre infructuosos, no dejaron ni un momento de relajación al Atlético, que apenas podía salir de su campo. Esta tónica continuó durante la segunda parte, en la que parecía que el equipo bilbaíno se dedicaba sin más a mantener la renta conseguida por Zarra. Pero como era previsible, con todo el terreno a su favor y con un rival a su merced, el Valladolid terminó consiguiendo su justo premio a tan sólo cinco minutos del final del partido, por mediación de Coque. Así que esperaba la prórroga…

Y en este tiempo extra los leones de San Mamés no querían más sustos, así que salieron como un verdadero vendaval, liderados por Telmo Zarra. Tan sólo seis minutos tardó en sentenciar el partido, con dos goles que ya lo alzaban, además de con la Copa del Generalísimo, con el honor de ser el primer jugador en marcar tres goles en una final. Aún más, a falta de cuatro minutos para el final marcó el cuarto gol, récord todavía inigualado. Gracias Zarra.

At. Bilbao – Valladolid = 4-1 (1-0) (1-1) (3-1)

28-5-1950, Madrid: Chamartín

Árbitro: Azón

At. Bilbao: Lezama; Canito, Areta, Arámberri; Manolín, Nando; Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo, Gaínza.

Valladolid: Saso; Lesmes I, Babot, Lesmes II; Ortega, Lasala; Revuelta, Coque, Vaquero, Aldecoa, Juanco.

Goles: 1-0 Zarra 14′; 1-1 Coque 85′; 2-1 Zarra 94′; 3-1 Zarra 96′; 4-1 Zarra 116′.




Tres británicos pioneros en la Región de Murcia

El fútbol fue introducido por ciudadanos británicos en varias localidades españolas en las últimas décadas del siglo XIX. Sin embargo, en muchas de estas poblaciones se desconoce el nombre de las primeras personas que practicaron este deporte, o que fundaron el primer club.

En la Región de Murcia han quedado grabados los nombres de tres británicos que pasado a la historia porque fundaron los primeros equipos de fútbol que existieron en sus ciudades de residencia. Se trata de John Gray Watson  (Águilas), Manuel José Pelegrín Dunn (Lorca) y Bernard Haslip Brunton (Cieza).

John Gray Watson (Águilas)

John Gray Watson (conocido en Águilas como Juan Gray) fundó los dos primeros clubes de fútbol que existieron en la localidad de Águilas: el Águilas Football Club (1900-1907) y el Club Deportivo Aguileño (1910-1921). Estos dos equipos pueden ser considerados como los más potentes del fútbol murciano en las décadas de 1900 y 1910, a tenor de su trayectoria y de los resultados cosechados.

Juan Gray había nacido en Aberdeen. Se cree que llegó a Águilas procedente de Cartagena entre 1892 y 1893, atraído por la gran riqueza económica que se había generado en la ciudad a finales del siglo XIX. Es muy probable que antes de la llegada de Gray, los ingleses que residían en Águilas ya jugaran al fútbol, aunque de forma esporádica y desorganizada. En un principio, Gray se dedicó a la compraventa de todo tipo de productos (lagartos, huevos de pájaro…) etc. Más tarde, tras comprobar el gran desarrollo económico de la ciudad, fundó la primera Casa de Banca de Águilas. En apenas unos años se convirtió en un hombre rico, respetado y plenamente integrado en la localidad.

Durante algunos años los ingleses organizaron partidos de fútbol entre ellos ante la indiferencia de los lugareños. Fue entre 1896 y 1897 cuando los aguileños comenzaron a practicar este deporte, impulsados por Gabriel García Mora, un joven de la localidad que había residido durante un tiempo en Aberdeen para aprender inglés. Poco después los españoles retaron a los ingleses en el campo en el que éstos jugaban habitualmente. Durante algún tiempo, ingleses y españoles disputaron partidos de fútbol entre ellos con cierta frecuencia hasta que se decidió crear un equipo de fútbol representativo de la localidad en el que jugaran los mejores jugadores de ambas comunidades.

La responsabilidad de organizar este club recayó en Juan Gray, quien en 1900 fundó el Águilas Football Club. Gray fue presidente, entrenador y mecenas del equipo desde 1900 a 1907, año en que desapareció el Águilas Football Club al no encontrar oponentes a los que enfrentarse. Gray también participó en la fundación del segundo equipo que existió en la localidad: el Club Deportivo Aguileño, aunque en esta ocasión dejó a la presidencia a Joaquín López Morales; no obstante, siguió ejerciendo como entrenador y mecenas. Tal fue su versatilidad que en varias ocasiones actuó como árbitro.

Juan Gray dejó un legado que aún disfrutan los aguileños: el campo de fútbol de El Rubial. El Club Deportivo Aguileño disputaba allí sus partidos desde 1913. El 23 de junio de 1915 Juan Gray compró las tierras mediante escritura pública. El 17 de abril de 1917 se constituyó la Sociedad del Vallado con el objetivo de realizar una serie de mejoras en el campo de El Rubial, entre ellas el cercado de la instalación y la construcción de un palco. Gray aportó los terrenos, mientras que otros ochos socios entregaron dinero en efectivo. El escocés dejó escrito en su testamento que aquel terreno se dedicaría a actividades deportivas mientras hubiera un solo aguileño que quisiera practicar deporte. Ha pasado casi un siglo, y aún a día de hoy, El Rubial acoge los partidos del equipo más representativo de Águilas.

John Gray Watson regresó a Gran Bretaña, dónde falleció a principios de la década de 1930. No dejó descendencia.

Manuel José Pelegrín Dunn (Lorca)

Manuel José Pelegrín Dunn «Mannie», de padre lorquino y madre inglesa, ha pasado a la historia por haber sido el introductor del fútbol en Lorca y el fundador del primer equipo que existió en la ciudad: el Lorca Football Club. Mannie había nacido en 1857 en la localidad inglesa de Newcastle-Upon-Tyne. Era hijo de Manuel José Pelegrín, un lorquino que había sido designado cónsul en Newcastle y de Isabella Agnes Dunn. Los Pelegrín-Dunn eran una familia acomodada que poseía en Newcastle una sociedad que se dedica a la exportación e importación de carbón.

Manuel José Pelegrín se trasladó a Lorca a mediados de la década de 1880 para conocer a su familia paterna, entre cuyos miembros se encontraba su tío Francisco Pelegrín (quien había sido alcalde de Lorca hasta 1881) y para interesarse por la situación de algunas propiedades familiares relacionadas con la minería. Finalmente fijó su residencia en Lorca, ciudad en la que emprendió algunos negocios relacionados con la minería, y en la que contrajo matrimonio con su prima, Ascensión Ellún Pelegrín, en 1886.

Tras adquirir relevancia social en la ciudad, «Mannie» decidió organizar partidos de fútbol entre los jóvenes que mostraron interés por aprender este deporte desconocido. Aquella propuesta del emigrante inglés debió tener una cierta aceptación ya que se ha podido constatar que a mediados de la década de 1890 se jugaba al fútbol en Lorca con una cierta regularidad.

Posteriormente, «Mannie» fundó el primer equipo de fútbol de la localidad: el Lorca Foot Ball Club. Las primeras noticias sobre su existencia se remontan al año 1901 en que disputó un partido ante el Águilas Football Club, si bien se conserva una fuente original que indica que el Lorca Foot Ball Club se organizó a finales del siglo XIX. De este modo es probable que antes de 1901 el Lorca Foot Ball Club disputara algún partido, del que no ha quedado constancia, ante algún equipo formado por representantes de la colonia inglesa que llevaba a cabo los trabajos de construcción del ferrocarril. El primer uniforme del club fue blanquinegro, pues así vestía el Newcastle United, el equipo más representativo de la ciudad natal de «Mannie».

Una de las motivaciones de «Mannie» para sacar al club adelante era la presencia de sus hijos Manuel José y Mariano Patrick, quienes se convirtieron en jugadores del Lorca cuando aún eran adolescentes. Mannie continuó como presidente, entrenador y mecenas durante la primera década del siglo XX, en la que el Lorca concertó muy pocos encuentros al no disponer de rivales a los que enfrentarse, pues en 1904 las relaciones con el Águilas Football Club quedaron rotas. Así pues, la única manera de poder practicar el fútbol con regularidad era organizar partidos entre los componentes de la sociedad.

Hacia 1912 hay un parón en la actividad futbolística. En noviembre de 1914 se refunda el Lorca Foot Ball Club, nombrándose una directiva presidida por Antonio Morata, en la que no figura «Mannie», quien a partir de entonces derivó su actividad hacia el arbitraje (consta su presencia como colegiado en algunos partidos disputados en 1916).

En junio de 1916 presentó la «Guía del Referee», una traducción de la obra Referees Chart publicada por The Football Association Limited. El libro, editado por «Mannie» y Juan Martínez Flores, incluía diagramas explicativos de la regla del fuera de juego y un glosario de términos que se utilizaban habitualmente en el fútbol de la época.

En 1918, en atención a sus conocimientos, fue nombrado entrenador del Lorca Foot Ball Club. Manuel José Pelegrín Dunn «Mannie» falleció en Lorca el 25 de julio de 1919, a la edad de 62 años.

Bernard Haslip Brunton (Cieza)

La introducción del fútbol en la provincia de Murcia sigue una lógica evolución geográfica que va desde la costa hasta el interior. A finales del siglo XIX se jugaba con regularidad en Águilas y en Lorca. Sin embargo no será hasta finales de la década de 1910 y principios de la siguiente cuando el fútbol arraigue en el norte de la región.

Las primeras noticias sobre la práctica del fútbol en Cieza datan del mes de noviembre de 1919. No está claro quien es el introductor de este deporte en la ciudad, pero si se conoce que fue el Consejo de los Exploradores la primera entidad que impulsó su práctica. El primer terreno de juego conocido estaba situado en el Paraje de las Delicias, a las afueras de la localidad.

El historiador ciezano, Alfredo Marín Cano atribuye la fundación del primer equipo de la localidad: el Club Deportivo Cieza al ingeniero inglés Bernard Haslip Brunton. Brunton había nacido en Londres en 1871. Hacia 1895 se trasladó a Murcia para trabajar en las obras de fundación de la empresa Hidroeléctrica del Segura. Las primeras noticias de su vinculación con Cieza datan de 1910. En este año aparece en el periódico murciano El Liberal, una solicitud de Bernard Haslip Brunton, para circular con un automóvil de su propiedad.

Parece ser que Brunton se afincó en Cieza tras contraer matrimonio con Carmen Trigueros Gómez, una vecina de esta localidad. Pese a que conocía el reglamento del fútbol debido a su origen inglés, no hay constancia de que tratara de fomentar su práctica durante la década de 1910.

El interés repentino de Brunton por organizar un club de fútbol debió de responder a una causa muy concreta: su hijo Arturo era uno de los jugadores más destacados en los partidos que disputaban los jóvenes ciezanos entre sí. Con el paso del tiempo aquellos futbolistas sintieron la necesidad de formar un club que representara a la localidad para enfrentarse a equipos de otras poblaciones, pero no disponían de la capacidad organizativa suficiente como para llevar a cabo este proyecto. En ese momento entra en escena Bernard Haslip Brunton, quien (bien a petición de aquellos jóvenes, o bien por iniciativa propia) funda el Club Deportivo Cieza en 1923.

Arturo Brunton fue titular indiscutible en el Club Deportivo Cieza hasta que a principios de 1924 tuvo que marchar a Inglaterra. Parece ser que tras la partida de su hijo, Bernard Haslip Brunton se desvinculó del club, ya que su nombre no figura en ninguna de las relaciones de directivos del Club Deportivo Cieza que se publicaron en la prensa murciana.

El Club Deportivo Cieza tuvo una progresión meteórica. Cuando Arturo Brunton regresó a España catorce meses más tarde, encontró un panorama completamente diferente: el equipo jugaba sus partidos en un campo de fútbol distinto, el número de aficionados había crecido desmesuradamente, y  el Club Deportivo Cieza, reforzado con futbolistas de otras localidades, participaba en la segunda categoría del fútbol regional. Pocos meses más tarde sería campeón, logrando el ascenso a la máxima división del fútbol murciano.

El nivel de la plantilla era mucho más alto, lo que determinó que Arturo Brunton desapareciera de las alineaciones y muy probablemente abandonara la práctica del fútbol. Varios años más tarde sus padres trasladaron su residencia a Blanca. Bernard Haslip Brunton falleció en 1954, a la edad de 83 años




Fútbol, viajes y giras (hasta el año 1900)

La confrontación futbolística demandó -desde siempre- la necesidad de viajar. Las distancias aumentaron a medida que se producía su evolución. Respetando el orden cronológico, citaré datos referentes a estos temas, tanto a nivel mundial como de nuestra región sudamericana.

El primer viaje «exterior a su ciudad» que he hallado fue el que realizó el Sheffield F.C. de Inglaterra a Nottingham en 1865. La visita derrotó por  one goal a nil al Nottingham F.C. . El partido se disputó con las reglas del anfitrión, con 18 jugadores por bando, durante tres horas. La distancia entre ambas ciudades es de 60 kms. El club local fue el precursor del actual Notts. County F.C. Son las dos entidades – fundadas para fútbol- más antiguas: la primera como amateur (1857) y la segunda de carácter profesional (1862)…

La selección inglesa se presentó en Glasgow, Escocia, el 30 de noviembre de 1872. Fue el primer «internacional oficial» y finalizó empatado a cero. Los jugadores ingleses arribaron en el tren del viernes por la noche y cuatro de ellos, en el «nocturno» que  lo hizo a la mañana siguiente, día del juego. Este, acordado para las 2 p.m., comenzó con 20 minutos de atraso. Distancia Londres-Glasgow: 640 kms….

El Royal Engineers F.C., de Chatham, realizó (1873) por el interior de Inglaterra, la primera gira futbolística conocida. En cuatro días se presentó en Sheffield, Derby y Nottingham, derrotando a los representantes locales. Creado en 1859, el R.E.F.C. es el más antiguo club militar de fútbol. Ganó la Copa de Inglaterra en 1875 y en otras tres oportunidades jugó la final…

El primer partido intercontinental conocido se jugó en la universidad de Yale, New Haven, E. Unidos, el 6 de diciembre de 1873. Desde Inglaterra se trasladó un equipo de ex alumnos del colegio de Eton, que fueron derrotados por dos a uno. A pedido de los Old Etonians los equipos jugaron con once jugadores por lado. El viaje, de índole turístico y cultural, tuvo un ingrediente de fútbol. Hasta este momento, el más largo desplazamiento realizado…

El tour  educacional (1875) que realizó la universidad de Oxford por el flamante Imperio Alemán, sirvió para realizar exhibiciones de fútbol. Sin ser éste el motivo principal del viaje, fue la presentación de un equipo britanico en Europa continental…

Escocia, 1881. El primer «tren especial» fue fletado para trasladar a los aficionados del Dumbarton F. C. a Glasgow para la final de Copa contra el  Queen´s Park F.C., decano del fútbol escocés (1867). La fuente no aclaró si el equipo -que fue derrotado- viajó en el mismo trasporte que sus «hinchas». Sólo 22 kms. Separan ambas ciudades…

El ONT-Clark F.C., de Newark, Nueva Jersey fue el ganador de la primera American Soccer Cup en 1885. Esa temporada visitó la provincia canadiense de  Ontario; jugó en Toronto, Dundas, Galt y Berlín (hoy Kitchener), venciendo en 9 de 11 juegos. Fue la gira pionera entre dos paises de las Américas…

Primera visita de un equipo de ultramar a Europa. Fue el 19 de setiembre de 1888 cuando un combinado canadiense se presentó en Escocia. El partido, jugado en Glasgow, finalizó 4:0 favorable a los locales. La inexistencia de una «Asociación Nacional»canadiense (se crearía en 1912)  impide considerar este cotejo como «Internacional A»…

Montevideo y Buenos Aires se enfrentaron -por primera vez- el 15 de agosto de 1889. Habían pasado 21 años desde que elencos de ambas orillas inauguraron las confrontaciones deportivas internacionales; el cricket fue el sport inicial. El partido de fútbol que estoy recordando se jugó en el Montevideo Cricket Club, la entidad más antigua del Uruguay, creada en 1861. Finalizó con triunfo bonaerense por 3 a 1. Los 22 protagonistas tenían apellidos británicos; desconozco si entre ellos había nacidos en nuestros países. La ruta fluvial del Plata se convirtió en una de las más frecuentadas del fútbol mundial…

Así relató el historiador chileno Fernando Larraín Mancheño, el primer encuentro deportivo entre ambos países:

«Un grupo de argentinos, brillante y esforzada delegación deportiva de Buenos Aires,   cortando las distancias, en largos trechos a lomo de mula, apareció en el Puerto con  el objeto de alternar de cricket, tennis y fútbol con los aficionados de este lado de los Andes. Se jugó el encuentro internacional el 25 de noviembre de 1893, en la cancha del Sporting Club, en Viña del Mar (…) Resultó un empate a un goal».

Considerando que el ferrocarril a Chile fue inaugurado en 1910, no fue exagerada la referencia a «lomo de mula». Fue el primer cruce de la Cordillera de los Andes, por causas deportivas…

Restaurant de la estación ferroviaria de Olten, Suiza; 7 de abril de 1895. Delegados de 7 clubes crearon la «Asociación Suiza de Fútbol». ¿Porqué en Olten? Su situación central permitió el fácil traslado desde diferentes puntos del país. La reunión estuvo coordinada con los arribos y regresos de los diferentes trenes. La notable organización -tanto de ferrocarriles como asociaciones deportivas- son de antigua data entre los helvéticos…

Desafortunada fue la primera incursión de un club alemán en campos británicos. En 1896 el Duisburger Turn Verein jugó cuatro partidos contra equipos amateurs de la isla.

Perdió 9 a 0 -dos veces- 15 a 0 y 13 a 0…

El Corinthian A.F.C., afamada entidad amateur de Londres realizó una gira a Sudáfrica, en 1897. Jugó en las distintas colonias 23 partidos, con 21 éxitos y 2 empates. Se convirtió, hasta entonces en el más largo viaje – realizado hasta allí- por motivos futbolísticos..

Mi crónica finaliza en 1900. Viajes y giras son hechos cotidianos en el deporte actual, especialmente en el fútbol. El avión es el «culpable» de ese enorme desarrollo.

Me despido con una pregunta, sin respuesta desde hace tiempo:

¿Cuál fue el primer viaje aéreo de un equipo de fútbol?

 

Un cordial saludo a los aficionados españoles.

Jorge Horacio Gallego

Buenos Aires

Socio del Centro de Investigación de la Historia del Fútbol (C.I.H.F.)

 

Fuentes

Diario La Nación , B. Aires

Diario The Standard, B. Aires

Revistas de la Internacional Federation of  Football History & Statistics. (I.F.F.H.S.)

Libros

El Fútbol en Chile, Fernando Larraín Mancheño (1945) 

El Origen Británico del Deporte Argentino, Víctor Raffo (2004)

From Sheffield With Love, Brendan Murphy (2007)  

Soccer First, John Robinson (1989)

The Code War, Graham Williams (1994)

The History of The Football Association, Geoffrey Green 81953




Enseñanza del juego de Foot-Ball Asociación: Una colección centenaria

El interés por el noble deporte del balompié lleva a sus aficionados a extremos dignos de estudio. Algunos devienen en transformaciones dignas de licántropos, en las gradas de un estadio, en lugar de en las noches de luna llena; o abandonan la corbata y el correcto traje de vendedor para sustituirlos por la elástica de su jugador favorito; incluso, en situaciones muy especiales (estoy pensando en la final de un gran torneo), son capaces de decorar su faz con colores más propios de un spaghetti western que de una personalidad adulta. En ese cajón de sastre de las filias y fobias asociadas al noble deporte que nos apasiona se sitúa el coleccionismo. Ya de por sí una actividad digna de estudio individualizado, el coleccionismo deportivo, y en particular el futbolístico, nos podría llevar a escribir todo un ensayo. Que no se preocupe el amable lector, pues nada más lejos de mi intención escribir un sesudo artículo sobre el coleccionismo deportivo. Mi intención es mucho más humilde. Como autor y editor del Catálogo de cromos de fútbol en España 1910-2009, junto a mi amigo Joseba  Moro, suelo manejar mucha información sobre colecciones de cromos de fútbol y es sobre una de ellas sobre la que me gustaría llamar la atención.

ahutchootEn este año 2010 se podría conmemorar, en términos de anticuario y de un modo no estricto, la mayoría de edad de la afición por coleccionar cromos de fútbol. La colección más antigua que tenemos registrada, data de un modo impreciso de 1910, por lo que desde ya mismo puede ser considerada una antigüedad con todo derecho. Pero situemos en el tiempo y en sus términos precisos de qué estamos hablando.

Durante la segunda mitad y finales del siglo XIX, los avances en las artes gráficas llevaron de forma natural a la invención de la cromo-litografía. Una técnica que permitía la impresión de cualquier imagen en bellos y resultones colores. Sin llegar a la universalidad cromática de la moderna cuatricomía, la cromo-litografía permitió que los grabados monocromos pasaran al baúl de los recuerdos y una nueva era en la representación impresa de imágenes comenzara. De esa técnica proviene la denominación «cromo» para designar a un trozo de papel o cartón ligero, generalmente de forma rectangular, en el que aparece un motivo impreso. Los temas fueron ingenuos al principio, por ejemplo aparecían imágenes de niños jugando o de paisajes decimonónicos, aunque con el transcurrir del tiempo se apreció que era una magnífica forma de promocionar el consumo de algunos productos. De esa forma empezamos a ver como aparecen cromos troquelados en cajas de galletas o de caramelos. Al mismo tiempo, algunos comerciantes valoraron la bondad de los cromos para fidelizar  a su clientela. Fidelizar, un concepto que parece moderno y del siglo XXI, pero que a principios del siglo XX estaba plenamente instalado en las costumbres industriales del pequeño comercio. En las antípodas de la moderna comercialización de los cromos, donde una gran empresa multinancional (Panini) controla el mercado español, en aquellos albores del siglo XX las cosas eran muy diferentes. Generalmente una empresa de artes gráficas, muchas de ellas, si no la  gran mayoría, radicadas en Barcelona y Valencia, generaba una colección. Los temas eran diversos y cubrían terrenos tan amplios como curiosidades, historia, ciencia, variedades o deportes. Y de entre todos los deportes, el foot-ball era el que acaparó la mayor atención de estas empresas de artes gráficas. No olvidemos que nos encontramos en plena era de expansión de los sports que, con focos principales en Madrid, y sobre todo Barcelona (donde abundaban las empresas de artes gráficas), empezaban a impregnar la vida de los españoles de aquellos años. Como corresponde a una labor divulgativa, las colecciones mostraban coloridas imágenes por una cara y aprovechaban el dorso del cromo para incluir datos sobre los nuevos temas que apasionaban al público. Entre las colecciones de aquella época dedicadas al foot-ball abundan las que explican, de forma sencilla pero rigurosa a la vez, cómo se juega al nuevo deporte que causa furor entre los aficionados. Habitualmente en los dorsos siempre se dejaba un espacio para la inclusión de publicidad. Las empresas de artes gráficas ofrecían estas colecciones a diversos comerciantes, con la posibilidad de personalizarlas para sus negocios con la inclusión de publicidad al dorso y de esa forma, premiar a los clientes con cromos que al constituir una colección y ser repartidos periódicamente, hacían que el cliente volviera una y otra vez al negocio hasta conseguir todos los cromos de la colección.cona

goemsDentro de estas coordenadas debemos situar la colección Enseñanza del juego de Foot-Ball Asociación, editada por la empresa Litografías J. López de Barcelona, alrededor de 1910. La colección, a lo largo de 25 cromos de dimensiones 7’3 x 11’2 (algunos cromos tienen orientación vertical y otros apaisada), va desgranando todos los detalles del juego del foot-ball, desde las dimensiones del terreno de juego hasta las jugadas más exquisitas, culminando la colección, como muchas de la época, en el cromo que encarna el objetivo final del juego: el goal. No siendo muy diferente a otras colecciones que persiguen el mismo propósito: ilustrar a los nuevos conversos al sport sobre el modo correcto de jugar al foot-ball asociación, algunos detalles nos sitúan ante la, hasta el momento, colección más antigua conocida. El propio título nos revela que se distingue entre el originario fútbol frente al rugby, conocido a veces simplemente como foot-ball. Pero es en cuatro de los cromos donde apreciamos la verdadera antigüedad de la colección. Bien sabido es que el fútbol moderno proviene de las islas británicas y que su terminología está plagada de anglicismos. Pero… ¿qué habría que hacer si ha sido ahut?  ¿En qué parte del campo debo situarme para sacar una cona?  ¿Debería ser felicitado por mi último choot? ¿Por qué el referee ha pitado goems? La colección incorpora en esos cuatro cromos términos que están a medio camino entre la transcripción fonética del inglés al castellano y la incógnita más absoluta. Si bien ahut nos remite de forma bastante obvia a un fuera de banda (out en inglés), o choot podemos intuir que se refiere a un  fuerte lanzamiento con el pie a la portería (un chut de los de toda la vida), ¿nos parecería tan sencillo identificar cona con córner o goems (verdadero galimatías) con tocar el balón con las manos? Evidentemente, no. Recuerdo a mi padre diciendo orsay cuando se producía un fuera de juego o faus cuando el saque de banda era mal ejecutado, pero los términos que aparecen en la colección nos remiten, de forma indefectible, a los comienzos del juego en nuestro país. La colección puede encontrarse con dos anunciantes principales. Ambos son potentes productores de chocolates de la época: Chocolates Amatller (aún existe la marca) y Chocolates Jaime Boix. Los cromos aparecerían en el interior de los productos de ambas marcas y debieron venderse una buena cantidad de tabletas por la cantidad de colecciones completas que han llegado en buen estado hasta nuestros días.

dorso1 dorso2

Para finalizar, cabe señalar que lo que a nuestros ojos aparece como dibujos plenos de colorido, no son más que fotografías retocadas de forma artística hasta convertirlas en muy buenos dibujos, con una plasticidad y movimientos muy reales, técnica ésta (la de colorear y retocar fotografías) muy extendida en las colecciones de principios del siglo XX.