El fútbol en Lleida: de los orígenes a la consolidación del fútbol comarcal (1910-1937) (y III)

 

La crisis de los años treinta

Tras la Dictadura, la reanudación de las libertades y la democratización de las instituciones civiles repercutieron favorablemente en la emergencia del asociacionismo, del que el deporte fue el más representativo. No obstante, el amplio abanico de entidades, muchas de ellas bajo concepciones ideológicas, configuró un mosaico de piezas difíciles de encajar (Torrebadella, 2006). Entidades de tipo nacionalista, políticas, católicas, naturistas o anarquistas, tuvieron una coexistencia que como cita Jaume Barrull (1986) podían llegar a la confrontación directa, que como en el caso de Lleida, se expresaba cuando se enfrentaban en el fútbol equipos de signo católicos contra otros de signo comunista.

El director de La Rambla, Josep Sunyol Garriga, en 1930 hizo acto de presencia en algunas de las poblaciones leridanas, como Tàrrega, Mollerussa, Balaguer o Lleida. Sunyol no pasó por alto el hecho transmitir la propaganda, la finalidad deportiva y social del semanario que publicaba. En 1930, La Rambla, con el lema «Deporte y Ciudadanía» pretendía agrupar todas las fuerzas deportivas populares con la proclama de un discurso catalanista de izquierda. En esta dirección fueron varias las entidades que proclamaron este discurso como el Tàrrega CS, el Centro de Deportes de Lleida y la Unión Deportiva Balaguerina.

Hacia finales de los años veinte, el deporte popular en Cataluña residía principalmente en las bases asociativas del fútbol y había alcanzado  manifestaciones de pasión desenfrenada y excesiva violencia. Con el fin de contener y de canalizar el exceso de fuerzas de la juventud futbolística, Josep Sunyol remarcó en tierras leridanas, lugar donde la tensión había llegado a graves enfrentamientos, el ideario de cordura y serenidad ciudadana que había de caracterizar al deporte catalán:

«No basta en dar patadas de rutina con un cuero lleno de aire, se debe poner la cordura y la serenidad, no vaya a conquistar laureles deportivos por la violencia que os proporciona vuestro desarrolla corporal , no vaya a la lucha deportiva a dar puñetazos ni patadas con la mala intención pues esto no representa ni victoria ni honor. Los bíceps, los puñetazos y las patadas con toda la mala intención lo habéis de guardar para cuando llegue la hora de la dignidad ciudadana. Los campos del deporte de nuestra tierra son para fortalecer los músculos más no para ponerlos a prueba dentro de los mismos. » (T., 1930)

A principios de los años treinta, el fútbol en las comarcas leridanas era todo un éxito. En Lleida ciudad se contaba con numerosos equipos: Lleida SC., AE. Lleida (Los Calaveras), CD Rayo, Peña Europa, Peña Samitier, Fejocistas, Lleida Atlético Club, Racing Leridano, Ferroviarios, Unión Deportiva Obrera, CD Núria, Peña Gomà, Escuela del Trabajo, Instituto, etc.

En 1930 en el Campeonato Provincial participaban un total de 40 equipos. Estos estaban repartidos con 12 en la primera categoría, mientras que la segunda categoría había 12 equipos en el grupo de Les Borges Blanques, 4 en el de Mollerussa, 6 en el de Lleida y 6 en el de Solsona.

En la temporada 1931/32 se inició el primer Campeonato de Fútbol Amateur de Lleida, que continuó hasta la temporada 1935/36 (Santallusia, 1933). El Ayuntamiento de Lleida era la entidad que ofrecía la Copa al equipo campeón de cada temporada: «Dado los precedentes existentes para esta clase de deporte y entendiendo de que debe haber el correspondiente estímulo para que todo deporte sea practicado con el amor propio que requiere la cultura física» (Ayuntamiento de Lleida: exp. núm. 680 de 1936). Al parecer este campeonato se detuvo en la temporada 1932/33, ya que en la prensa se pedía a la presidencia de la Junta organizadora la reanudación del mismo con el objeto de recuperar y aumentar el prestigio futbolístico. Sin embargo, en 1934, el crítico deportivo «Jabalina» consideraba el fútbol leridano como una de las actividades deportivas con menos actividad y credibilidad de las practicadas en Lleida: «El fútbol está en la actualidad casi deshecho, se puede decir que no hay un club con una organización seria que lleve garantía en la actuación «(Jabalina, 1935). En esta época el deporte leridano se había extendido en popularidad a otras prácticas como el ciclismo, la natación, el atletismo, el boxeo o el baloncesto.

Hacia 1925 un grupo de animados ex alumnos del Colegio de los Hermanos Maristas organizó un equipo de fútbol que, a la postre, se concretó como la «Sección Exalumnos Maristas» (AEM) (Diario de Lérida, 2/06/1926, p. 3). En este equipo, que llevaba el nombre de Clavé FC, se encontraban los señores Piedra, Montagut, Días, Balaguer, Quintillà, Medina, Peinado, Quintana, Torrero y Baiget. A partir de 1931, las actividades de la Sección Deportiva se detuvieron unos años, puesto que las circunstancias políticas de la época limitaron sus ambiciones. En 1934 volvieron las actividades deportivas con el impulso y la dinamización del hermano Castrasana (Asociación Ex-alumnos Maristas, s. a.). En 1936 la entidad adquirió unos terrenos en la carretera de Corbins donde instalaron un campo de fútbol, que hoy todavía existe con una importante vitalidad futbolística. Tras la Guerra Civil, la AEM era la única entidad futbolística que quedaba y de la que surgieron los elementos futbolísticos para fundar el «Lérida Balompié», el equipo antecesor de la actual Unión Deportiva Lleida (Moncayo 1996). En los primeros años del franquismo del fútbol de la AEM sobresalieron jóvenes que nutrieron los primeros equipos de la ciudad. La Sección Deportiva AEM tuvo durante los años cuarenta y cincuenta un destacado en otros deportes como el atletismo o el baloncesto. En la actualidad, la AEM, en su vertiente deportiva, es considerada la entidad más antigua de Lleida.

Una demostración de la actividad deportiva y cultura de la Escuela del Trabajo la podemos seguir en la revista Escuela. En los números publicados aparecen diferentes crónicas de las secciones deportivas creadas por los alumnos como la de gimnasia, fútbol o atletismo. Estos jóvenes llegaron a desplazarse al Pirineo con el objeto de enfrentarse con el equipo escolar de la Seu d’Urgell (Escola, 1932). En el equipo de fútbol de Escuela del Trabajo, entre 1934 y 1936, se destacó Antonio Anguera, natural de Térmens, que una vez terminada la guerra jugó con el primer equipo del FC Barcelona en la temporada 1940/41.

Fuera de Lleida había clubes en casi todas las poblaciones importantes, o que superaban el millar de habitantes. También los clubes o equipos de fútbol fueron constituidos en poblaciones más pequeñas como en Guardia de Tremp de 340 habitantes (La Vanguardia, 21/07/1934, p. 7). Prueba de la actividad futbolística comarcal era la competición o torneo del Baix Segre del año 1936 en el que participaban equipos de las poblaciones de Almatret, Torres de Segre, Soses, Seròs, Aitona, Sudanell, Massalcoreig y Albatàrrec.

Como ya hemos indicado, el fútbol llegó al Valle de Aran, pero también a otras zonas del Alto Pirineo como así lo demostraban las poblaciones de Rialp y Esterri d’Àneu que confraternizaron amistosos partidos en la primavera de 1933, dándose noticia de ello en La Vanguardia:

86

La Vanguardia, 6 de mayo de 1933, p. 28.

96

La Vanguardia, 17 de junio de 1933, p. 29.

En La Pobla de Segur la sección juvenil «Palestra» tuvo una importante actuación que se canalizó, sobre todo, en el equipo de fútbol constituido en 1932. El equipo de Palestra dispuso de su propio campo y, en 1934, participó en un campeonato con otros equipos de las tierras de Lleida, que ganó (Fusté, 2002).

El domingo 14 de abril de 1935 volvió a jugarse el Campeonato de Fútbol Amateur, disputándose la Copa Ciudad de Lleida (La Tribuna, 15 de abril de 1935). En ese mismo año, el 1 de mayo, se creó la Unió Esportiva Lleida, entidad deportiva que trató de reunir otros intereses deportivos además del fútbol (Polèmica, 10/06/1935, p. 4). Esta entidad dispuso del equipo de fútbol que fue conocido con el nombre de «Calaveras» que presidió Eduardo Ponsoda.

Prácticamente la rivalidad del fútbol de los años treinta se concentró en los equipos AE Lleida -«Los calaveras»-» y el Lleida SC. Ambos equipos dispusieron de sus campos de fútbol. Los primeros actuaron en el Campo de Deportes y el segundo en el Camp de la Bordeta.

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Escudos de los equipos de fútbol Juventut Republicana FC y Lleida FC.

En el transcurso de la Guerra Civil las entidades deportivas de Lleida se corresponsabilizaron solidariamente en la lucha contra el fascismo siguiendo las directrices del Comissariat d’Educació Física i Esports de la Generalitat de Catalunya, así como las llamadas del Comitè Català pro Esport Popular. También, la Federación Catalana de Fútbol transmitió un comunicado a todos los clubes con campo de juego propio, para que organizasen partidos de solidaridad y contribuyeran a la recaudación de ayudas en beneficio de las milicias (Pujadas y Santacana, 1995b). Revisando la poca prensa que existe de este período –Acràcia y U. H. P.– comprobamos que las Juventudes Socialistas Unificadas, la Escuela del Trabajo, el Lleida SC, Deportivo Rápido Leridano y otros equipos organizaron partidos en los terrenos de juego de la Bordeta, Camp d’Esports y Campo Escolar. 

Durante la Guerra Civil el fútbol fue el único deporte que aún tuvo cierto protagonismo, aunque la mayor parte de la actividad se efectuó fuera de las competiciones oficiales. Es decir, que de vez en cuando, había algún que otro partido amistoso o de solidaridad con el frente. A nivel regional, los únicos equipos que mantuvieron una actividad oficial fueron el FC Tàrrega SC y el Lleida SC. El primero jugó el Campeonato regional o de Cataluña de 1936, en el equipo B de la segunda preferente, conjuntamente con los equipos de Reus, Tarragona, Amposta, Gracia y Mora d’Ebre. El Lleida SC en 1937 aún disputaba el Campeonato de Cataluña y jugaba sus partidos en el Campo de la Bordeta.

La Asociación Esportiva Lleida también continuaba jugando partidos de nivel. El Mundo Deportivo refiriéndose a los partidos que disputaban los clubes leridanos contra el segundo equipo del FC Barcelona y el Granollers, comentaba que en Lleida «va en aumento la afición al fútbol y continuamente se están jugando partidos de clase entre los clubes locales y nuestros profesionales de primera fila» (08/06/1937, p. 6). Ciertamente, el fútbol en Lleida mostraba tanta popularidad que durante la temporada 1936/07 continuaba disputándose un campeonato oficial de semi-amateurs, que concluyó con la final entre los equipos de la Escuela del Trabajo y la Unión Esportiva Obrera (Acràcia, 13/05/1937)

Conclusiones

Entre 1910 y 1937 se constituyen más de 206 entidades, asociaciones o equipos de fútbol. El crecimiento más importante se produce entre 1920/24, momento en el que se constituyen 91 clubes, que representan el 44 % de todas asociaciones que practicaron el fútbol. En todo el período son 88 los municipios en los que se constituyen clubes, destacándose principalmente Lleida con 55 equipos, que representa un 42 % de total de los censados y Tàrrega con 35, que representa un 27 % de los equipos censados [Gráfico. 1]. Prácticamente confirmamos que toda población que superaba los 1000 habitantes tenía constituido un equipo de futbol.

Somos conscientes que no hemos recogido la totalidad de las poblaciones y de los equipos formados. Con el tiempo podremos llegar a completar con más precisión el censo en torno al asociacionismo del fútbol en la provincia de Lleida. No obstante, aunque estos datos no pueden tomarse como definitivos, representan una muestra suficientemente significativa de lo que creemos que fue la realidad.

Los datos aquí expuestos y analizados nos conducen a presentar a la provincia de Lleida como la zona de España, en donde el asociativo del fútbol fue mayor entre el período de (1910 a 1937). Aunque esta hipótesis la deberemos contrastar en posteriores estudios, no cabe duda que la provincia de Lleida representa la mejor muestra del impacto y la eclosión del asociacionismo  futbolístico popular de los años veinte.

En Lleida, el fútbol ayudó al desarrollo del asociacionismo deportivo y juvenil y se convirtió en el principal elemento de ocio. Asimismo el fútbol respondió a la necesidad de la democratización social y fue el reactivo para popularizar la cultura física en sectores obreros y en poblaciones agrarias.

Este estudio es una muestra que se puede generalizar en el ámbito de todo el territorio catalán. No obstante, la provincia de Lleida representa, en este caso, el mejor exponente de la evolución del asociacionismo deportivo popular del primer tercio del siglo XX.

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Nómina cronológica asociativa en torno al fútbol en la Provincia de Lleida (1911-1937)

Any

Entitat

Localitat

1911 FC Urgell Bellpuig
1911 FBC Castellserà Castellserà
1913 FC Montserrat Lleida
1913 Ilerda FC Lleida
1914 Valira FC La Seu d’Urgell
1914 FC Lleida Lleida
1914 Associació Foot-ball Lleida Lleida
1914 Tàrrega FC Tàrrega
1914 Calasanci Tàrrega
1915 Associació Cultural Lleidatana ( en 1918 FC Joventut) Lleida
1915 El Colonial Lleida
1915 FC Salas Salas de Pallars
1915 FC Tremp Tremp
1916 Associació Cultural Catalanista Lleida
1916 Atlètic Metal·lúrgic posteriorment FC Lleidatà Lleida
1917 Burgussió Societat de Foot-ball Balaguer
1917 FC Lleidatà Lleida
1917 Associació Cultural La Tarota Mollerussa
1917 El Mollerussa Mollerussa
1917 Centre Cerverí Cervera
1918 FC Juneda Juneda
1918 CF Borges Les Borges Blanques
1918 FC Joventut (Joventut Republicana de Lleida) Lleida
1918 FC Mollerussa Mollerussa
1918 Club Pirenaic Solsona
1918 CF Organyà Organyà
1919 Societat Esportiva del Segre /Unió Esportiva del Segre Balaguer
1919 FC Bellpuig Bellpuig
1919 FC Bellvís Bellvís
1919 FC Castellnou de Seana Castellnou de Seana
1919 FC Guissona Guissona
1919 FC La Pobla de Segur La Pobla de Segur
1919 FC Miralcamp Miralcamp
1919 Sporting Club Mollerussa
1919 FC Palau d’Anglesola Palau d’Anglesola
1919 FC Les Oluges Les Oluges
1920 Cervera FC Cervera
1920 FC Torà Torà
1920 Club Trempolí d’Esports Tremp
1920 FC Verdú Verdú
1920 FC Minerva (Després FC Vilanova de la Barca) Vilanova de la Barca
1921 FC Cervià Cervià
1921 Joventut Radical Lleida
1921 FC Colossals Tàrrega
1922 Olímpic Club Artesa de Segre Artesa de Segre
1922 FC Espluga Calva Espluga Calva
1922 FC La Fuliola La Fuliola
1922 PFM Sport Club Pobla de Segur La Pobla de Segur
1922 Joventut Nacionalista de Borges Les Borges Blanques
1922 CADCI de Lleida Lleida
1922 Catalunya (infantil) Lleida
1922 Mercurio (infantil) després Ardits Lleida
1922 Campos Eliseos (infantil) Lleida
1922 Deportivo (infantil) Lleida
1922 Penya Esportiva Salvat Lleida
1922 FC Angularia Palau d’Anglesola
1922 FC Ponts Ponts
1922 FC Puigverd de Lleida Puigverd de Lleida
1922 FC Sanahuja Sanahuja
1922 FC Ràpid Tàrrega
1922 Internacional (infantil) Tàrrega
1922 Colossals FC (infantil) Tàrrega
1922 Els Grandiosos D (infantil) Tàrrega
1922 Atlètic FC (infantil) Tàrrega
1922 F. C. Targarí (infantil) Tàrrega
1922 Els valents del Inter (infantil) Tàrrega
1922 Sporting Tàrrega Tàrrega
1922 FCD Català (infantil) Tàrrega
1922 Centre Deportiu Tàrrega FC Tàrrega
1922 FC Térmens Térmens
1922 FC Torres de Segre Torres de Segre
1922 FC Vallbona de les Monges Vallbona de les Monges
1923 FC Agramunt Agramunt
1923 FC Alcoletge Alcoletge
1923 FC Arbeca Arbeca
1923 FC El Soleràs El Soleràs
1923 FC Guimerà Guimerà
1923 Penya Esportiva Guissona Guissona
1923 Sant Lorenzo (infantil) Lleida
1923 Martinenc (infantil) Lleida
1923 Roma (infantil) Lleida
1923 Club Esportiu Segre (infantil) Lleida
1923 Catalunya Deportiu (infantil) Lleida
1923 Venus (infantil) Lleida
1923 CD Urgell (infantil) Lleida
1923 Ilerda (infantil) Lleida
1923 Jovincels (infantil) Lleida
1923 Ràpit Lleyda Lleida
1923 Avenç Lleydatà Lleida
1923 Espanyol (infantil) Lleida
1923 Atlatic (infantil) Lleida
1923 Sícoris (infantil) Lleida
1923 Imperial (infantil) Lleida
1923 Mariola (infantil) Lleida
1923 Natura (infantil) Lleida
1923 FC Lleida (Penya Salvat) Lleida
1923 FC Sant Martí de Maldà Sant Martí de Maldà
1923 FC Sarroca Sarroca
1923 FC Talladell Talladell
1923 Nova Germanor Tàrrega
1923 DC Tranquils Tàrrega
1923 Català FC Tàrrega
1923 11 HP (Equip l’antiga usança) Tàrrega
1923 FC Terror Tàrrega
1923 Catalunya FC Tàrrega
1923 FC Torrebesses Torrebesses
1923 FC Vilagrassa Vilagrassa
1923 FC Vinaixa Vinaixa
1924 FC Albesa Albesa
1924 FC Albí Albí
1924 FC Almacelles Almacelles
1924 FC Alpicat Alpicat
1924 FC Artesa de Lleida Artesa de Lleida
1924 FC Corbins Corbins
1924 FC La Granadella La Granadella
1924 FC La Portella La Portella
1924 Borges JN (Joventut Nova) Les Borges Blanques
1924 FC Linyola Linyola
1924 FC Julio César (antic Lleydatà) Lleida
1924 FC Maials Maials
1924 FC Montgai Montgai
1924 FC Renaixement Ponts
1924 FC Puigverd de Lleida (infantil) Puigverd de Lleida
1924 FC Sudanell Sudanell
1924 Sparta Targarina (4ª Equip del Tàrrega FC) Tàrrega
1924 FC Torrefarrera Torrefarrera
1924 FC Torregrossa Torregrossa
1925 FC Balaguer Balaguer
1925 Clave FC. Secció Exalumnes Maristes AEM. Lleida
1925 Foment del Futbol Tàrrega
1926 FC La Granja d’Escarp La Granja d’Escarp
1927 Sport Club Aranès Bossòst
1927 FC Camarasa Camarasa
1928 CD Solsona Solsona
1928 Tàrrega Sport Club Tàrrega
1928 Penya Balcells Tàrrega
1928 FC Victoria Tàrrega
1928 Penya Veritables Tàrrega
1929 FC Albatàrrec Albatàrrec
1929 CD Alfés Alfés
1929 Unió Esportiva Balaguerina Balaguer
1929 CF Belianes Belianes
1929 FC Bellcaire Bellcaire
1929 FC Castelldans Castelldans
1929 FC Coll de Nargó Coll de Nargó
1929 FC Golmés Golmés
1929 FC Ivars d’Urgell Ivars d’Urgell
1929 CD La Bordeta Lleida
1929 Club Cap i Cua Lleida
1929 CD Venus Lleida
1929 Lleida SC (Calaveres) Lleida
1929 FC Penelles Penelles
1929 CD Poal Poal
1929 Raymat SD Raïmat
1929 FC Sant Ramon Sant Ramon
1929 FC Seròs Seròs
1929 FC Tornabous Tornabous
1929 FC Germanor Torrebesses
1930 Penya Balaguerina Balaguer
1930 Club Esportiu Català Cervera
1930 CD Núria Lleida
1930 Ferroviaris AE Lleida
1930 CD Rayo Lleida
1930 Penya Europa Lleida
1930 Penya Samitier Lleida
1930 Racing Lleidatà Lleida
1930 Penya Gomà Lleida
1930 Unió Esportiva Obrera Lleida
1930 FC Rialp Rialp
1931 Centre d’Esports Lleida
1931 Agrupació Tradicionalista Lleida
1931 Palestra Tàrrega
1932 FC Aitona Aitona
1932 FC Almatret Almatret
1932 Federació de Joves Cristians Balaguer
1932 FC Bell-lloc Bell-lloc
1932 FC Guardia de Tremp Guardia de Tremp
1932 Palestra La Pobla de Segur
1932 FC La Seu d’Urgell La Seu d’Urgell
1932 Bloc Obrer i Camperol Lleida
1932 Escola del Treball Lleida
1932 Federació de Joves Cristians de Lleida Lleida
1932 FC Massalcoreig Massalcoreig
1932 FC Soses Soses
1932 Penya Bancària (suplents del Tàrrega SC) Tàrrega
1932 CS Català i/o Penya Català Tàrrega
1932 Palestra Tremp
1933 FC Esterri d’Àneu Esterri d’Àneu
1933 Penya Espanya Tàrrega
1933 Unió d’Estudiants Targarins Tàrrega
1934 FC Àger Àger
1934 CD Ivars Ivars
1934 Atlètic Esports Club Pobla de Segur La Pobla de Segur
1934 Federació de Joves Cristians (Grup 235 «Horitzons») Tàrrega
1934 Escola Cervantes Tornabous
1935 CD Joventut d’Àger Àger
1935 Unió Esportiva Agerense Àger
1935 Unió Esportiva Lleida Lleida
1935 FC Sort Sort
1935 Agrupació Esportiva Targarina Tàrrega
1935 Penya Sami Balaguer
1936 FC Figuerola Figuerola
1936 Societat Esportiva Orfeó Tremp
1937 JCI POUM Tàrrega
1937 Joventuts d’Estat Català Tàrrega
1937 Penya Maurin Tàrrega

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El fútbol en Lleida: de los orígenes a la consolidación del fútbol comarcal (1910-1937) (II)

3.    El boom de los años veinte

El modelo deportivo de JR y su magnífico Camp d’Esports creado en 1919, fue a principios de los años veinte una referencia para todas las sociedades deportivas y ciudades de España (Reyes, 1926). La validación democrática de la JR y su discurso ideológico con el lema «Juventud y ciudadanía» o «deporte y ciudadanía», descolló una actividad propagandística que se extendió por toda la provincia (Torrebadella, 2003).

Frederic Godàs en el Mitin de afirmación deportiva celebrado en Barcelona en 1919, expuso la labor realizada en Lleida por la JR y concretó que uno de los medios más eficaces para educar a la juventud era la extensión democrática y popular del deporte (El Mundo Deportivo, 23/09/1919, p. 2). Este Mitin prácticamente coincidió con la inauguración del Camp d’Esports y fue utilizado en la coyuntura ideológica, que facilitaba el desenlace de la I Guerra Mundial. Además, en estos momentos, el contexto fue aprovechado en beneficio de las demandas que trataban de incorporar el deporte en el ejército y, particularmente, del fútbol (Martín, 1919), así como de las reivindicaciones para asistir a la Olimpiada de Amberes (El Mundo Deportivo, 23/09/1919, p. 2)

En Lleida la verdadera popularidad y rivalidad del fútbol empezó con los años veinte y con la campaña de propaganda ideológica de la JR. Asimismo, los futbolistas leridanos también querían participar del protagonismo de la «Furia española» (Lleida, 15/11/1921, p. 74). La afición futbolista se consolidó en una doble coyuntura, favorecida por el discurso localista de la JR y el despertar del fervor nacionalista con el éxito internacional de la Selección española. Ello provocó que muy pronto, en la temporada 1920/21, se constituyera la Delegación de la Federación Regional de Fútbol, que presidida por Joan Moles Ornella, organizó el primer campeonato de la provincia (Prenafeta, 1947). En estos años se destacaba el Centro Deportivo Tàrrega FC, que ganó invicto el Campeonato Provincial durante los años 1920, 1921, 1922 y 1923. En 1921, el campeonato provincial de fútbol era jugado por seis equipos: CD Tàrrega, SC Mollerussa, Balaguer, Granitik Blok FC (Bellvís), Cerverí CS y JR Lleida.

El partido final del Campeonato provincial en la temporada 1922/23, contra el equipo de la JR, fue jugado en el Campo de Deportes del CD Tàrrega FC y presenciado por 3.500 espectadores (Crònica targarina, 29/03/1923). Los quince equipos participantes en el Campeonato provincial de la temporada 1922/23 estaban repartidos en dos grupos:

A: Granitik Blok FC (Bellvís), CD Lleida (JR), Sporting Club de Mollerussa, FC Borges, CD Tàrrega, Juventut FC, Club Cerverí d’Esports, FC Miralcamp y SD del Segre. El campeón de grupo fue el CD Tàrrega.

B: FC Verdú, FC Bellpuig, FC Valira (La Seu d’Urgell), FC Cervera, FC Minerva, Olímpico Club (Artesa de Segre). El campeón de este grupo fue el FC Verdú (Lleyda Deportiva, 10/05/1923).

En estos primeros años el fútbol creció considerablemente y un importante número de poblaciones se incorporaron a la afición futbolística: Verdú y Torà en 1920, Cervià y Maldà, en 1921; Torres de Segre, Puigverd de Lleida, Vallbona de les Monges, Maials, Sanahuja y Ponts, en 1922; Arbeca, Torrebesses, El Soleràs y Alcoletge, en 1923; La Granja d’Escarp, en 1926, Camarasa, en 1927, y también, seguramente, otras poblaciones que se nos han pasado por alto.

El fútbol leridano llegó también a las poblaciones más importantes del Pirineo. Así sorprende descubrir que hacia 1927 ya se practicaba el fútbol en el Valle de Aran con el Sport Club Aranés y que en el Campo de Deportes de Bossòst, se disputaban encuentros con los clubes franceses más cercanos al Valle (El País, 08/04/1927).

Volviendo a Lleida, en 1923 la Peña Deportiva Salvat formó su equipo de fútbol, el FC Lleida y emplazó su propio campo de juego al margen izquierda del rio Segre, delante del antiguo cine Vinyes (Prenafeta, 1947). Con esta nueva instalación, la entidad superó los 1.500 socios (Meritoria tasca…, 1923). Se dice que este equipo fue el primero en profesionalizarse, ya que comenzó a pagar con dinero a los jugadores (Sol y Torres, 1989).

En Lleida ciudad, entre 1914 a 1925, se destacó Antoni Sabater Mur (1879-1949), profesor de Educación física del Liceo Escolar. Este acreditado pedagogo reafirmó en sus clases la importancia educativa del deporte escolar y, sobre todo del fútbol. En 1922, Sabater aceptó una iniciativa de la JR para organizar un campeonato de fútbol infantil. El Liceo Escolar participó en el campeonato con su equipo el Cataluña FC, que finalmente alcanzó el triunfo. Al finalizar el campeonato, el Cataluña FC se fusionó con el Deportivo FC, de la unión de esta fusión surgió el Cataluña Deportivo FC. La nueva entidad llegó a reunir hasta cinco equipos que participaron en numerosos encuentros, disputando partidos con otras entidades de la Provincia. En aquel tiempo, muchos de los equipos de Lleida surgían del Liceo y del empuje del profesor Sabater. En estos años la JR llegó a tener hasta veinte equipos infantiles organizados (Ribes, 1928). Este singular dato indica la promoción realizada por la JR para consolidar el futbol en el ámbito escolar.

La amplia visión pedagógica de Sabater supo dirigir el entusiasmo y la pasión de los escolares por el fútbol. Con su iniciativa se adelantó a la moderna visión educativa de los deportes, sabiendo extraer el fruto de los valores educativos, canalizando las energías físicas y el modelo competitivo hacia una formación más acorde con los criterios cívicos que la sociedad imprimía, aunque evitando los peligros y las desmesuras (Torrebadella, 1999):

«La finalidad de nuestro fútbol es esencialmente educativa, casi diríamos pedagógica. Si nuestros discípulos juegan al Fútbol es para que este deporte llega a un extremo de popularidad que arrastra pequeños y grandes, de modo que quienes se consideraban responsables de la actuación de nuestros hijos y discípulos no podían seguir otros caminos que, o dejar- hacerles tal como ellos entendieran el deporte, con todos los peligros que se podían derivar, o intervenir guiándolos, evitando, en todo lo posible aquellos peligros, y tratando de sacar provecho en beneficio de la pasión que los dominaba.» (Sabater, 1980)

En el primer Campeonato de Fútbol Infantil, aunque solamente participaron cuatro equipos: Deportivo Cataluña, Campos Elíseos, Mercurio y Deportivo, el éxito y eco fue asombroso. Para el año siguiente se organizó un segundo campeonato, pero en esta ocasión con 18 equipos inscritos, divididos en tres grupos y un total de 250 jugadores. El Campeonato fue ganado por el equipo Ardits (Correo de Lérida, 21/10/1922). Este acontecimiento informa de la importante popularidad y afición del fútbol entre los más jóvenes. Según Prenafeta (1947), en esta misma temporada los Ardits fueron los campeones de Cataluña. Estos jóvenes llegaron a jugar varias veces con el equipo infantil del FCB, que incluso, le llegaron a ganar (El Mundo Deportivo, 9/03/1923, p. 2).

Los resultados y algunas de las crónicas del Campeonato infantil fueron incorporados en la Jornada Deportiva, que en aquellos años representaba la prensa deportiva más popular y de calidad que se publicaba en Cataluña. Este hecho motivaba a los escolares, y a la vez les despertaba la afición para seguir los acontecimientos del deporte catalán (Caroh, 1922). En la Jornada Deportiva (29/12/1922) se citaban los equipos infantiles del Campeonato de Lleida, en los que ya tomaban participación algunos equipos de otras poblaciones: FC Natura, FC Imparcial, Cataluña Deportivo, Ardits, FC Juventut, FC Ilerda, FC Jovincells, FC Venus, FC Español, CD Urgell, CD Segre, FCC Roma , CD Leridano, Club Cerverí de Deportes, FC San Lorenzo, Catalònia del Joventut FC, Bellpuig FC, SC Mollerusa, Gladiator y Atlético del Turo (p. 14-15). Otros destacados equipos infantiles de la provincia fueron Les Borges Blanques y el Tàrrega.

En Tàrrega, la primera población futbolística de la provincia, también se organizó en ese mismo año un campeonato de fútbol infantil, «Copa Vida Nueva» con la participación de ocho equipos.

«VIDA NOVA siente la necesidad de demostrar su simpatía y su admiración por nuestros campeones de mañana y les ofrece una copa. VIDA NOVA ofrece a los pequeños equipiers una copa, que será como las que ganan los equipos formados por hombres mayores. Será un trofeo que nosotros ofrecemos como tributo de admiración a la afición infantil. Y ya desde ahora, piden a la Junta del CD Tàrrega FC que quiera encargarse de organizar y reglamentar este tipo de torneo entre los pequeños futbolistas, de acuerdo con todas las leyes del juego y las condiciones que quiera señalar, y que nosotros ofrecemos publicar con todo lujo de detalles en nuestro número próximo.» («L’afició infantil al futbol», Vida Nova, Tàrrega, 15/06/1922, núm. 11)

El éxito de participación infantil incentivó al CD Tàrrega FC en la organización de un segundo campeonato. A partir de esta fecha, el campeonato infantil de Tàrrega se jugó sin interrupción. Al margen del fútbol escolar, la creación de equipos infantiles fue habitual en otras poblaciones, pudiendo afirmar que casi todos los clubes de la provincia dispusieron de su propio equipo infantil. En ocasiones los infantiles viajaban con el primer equipo para disputar un partido previo al oficial.

El desarrollo del fútbol en los años veinte se constató con un extraordinario creciendo de clubes, equipos y aficionados de todo tipo. En 1923 la Federación Provincial de Foot-ball disponía oficialmente de 42 clubes (El País, 29/08/1923). En el grupo A participaban nueve equipos: FC Juventud, CD Tàrrega, FC Lleyda, Borges FC, C Cerverí, SC Mollerussa, CD Lleida, DS Balaguer y FC Verdú (La Jornada Deportiva, 5/11/1923, p. 16-17). El fútbol era ya todo un espectáculo, que polemizaba en la prensa deportiva regional, pero también en la prensa local, como así lo hizo Lleyda Deportiva, una revista semanal editada por la JR que nacía y ponía a consideración de la afición todos los «pros y contras» del fútbol. Los encuentros futbolísticos locales eran ampliamente anunciados y se hacía un seguimiento especializado con destacadas crónicas. Asimismo los semanarios de entretenimiento locales también se hacían eco de los partidos más importantes de la jornada.

En 1923 la población de Balaguer invitó a Samitier para enseñar los llamados «secretos» del fútbol. Este encuentro animó a Samitier, que volvió a repetir la experiencia con la presencia de otros destacados compañeros y jugadores del FC Barcelona, como Ricardo Zamora y Paulino Alcántara (Aznar, 1983).

La pasión desenfrenada del fútbol dio lugar a muchos enfrentamientos que fueron más allá del terreno deportivo. Las rivalidades entre clubes y afición eran una constante y los conflictos llegaban incluso a la violencia. Por este motivo el Comité Provincial de Foot-ball solicitaba al público contener las energías y un comportamiento más cívico:

«La Federación de Clubes de Foot-ball de la provincia de Lérida, cree su deber el dirigir por medio de las presentes líneas a los públicos que habitualmente honran con su presencia los campos de los diversos Clubes que la integran, para rogarles con el mayor interés, que tengan la bondad de dejar a la sola y exclusiva discreción de los Árbitros el juzgar el desarrollo del juego y el resolver las incidencias que se produzcan durante los partidos, limitándose a comentar lo que pueda parecer discutible y aplaudir lo que le parece agradable, pero abstenerse de dirigirse a los jugadores y a los referées, ya que la diversidad de opiniones y la violencia con que a menudo se manifiestan, desconciertan a todos los intervinientes en el juego, en detrimento de la serenidad y la nobleza que deben presidir las luchas deportivas. La Federación se siente movida a hacer este ruego porqué la afición a los deportes ha adquirido un alto grado de popularidad y entusiasmo, y todos los que lo aman por la belleza de su práctica y por la utilidad de sus fines, debemos estar interesados en que no sean maleados por apasionamientos que muchas veces nada tienen que ver con el deporte y que llegan a la máxima exacerbación, cuando se mezclan particulares simpatías y llamaradas de patriotismo local, lo que si no son respetables en sí no debieran enturbiar nunca la dignidad del deporte.

Los referées deben ser una autoridad y la única voz autorizada en los Campos de deporte, y si bien son susceptibles de error como todo el mundo, se concederá un margen de condescendencia a su voluntad de acertar y convenir en que están en mejor actuación y con mucha mayor preparación para precisar las cosas.

La Federación espera de la cultura de los públicos que será atendida la suplica con el que se evitarán incidentes desagradables como los que se han convertido y que está en la memoria de todos, la repetición de los cuales es de desear que no se produzcan, pues siempre dejan lugar a que sin deliberada voluntad de nadie se conviertan consecuencias lamentables.» (Comité provincial de Foot-ball, 1923, p. 7-8).

fc-juventud-republicana

Equipo infantil del FC Juventut Republicana, temp. 1923/24.

El fútbol leridano aprovechó las fiestas locales para rivalizar con los mejores equipos del momento. Así recibió la visita de importantes equipos catalanes y algunos de extranjeros. Para la Fiesta Mayor de 1921 hubo en el Camp d’Esports un partido entre el FC Barcelona y el Europa (Prenafeta, 1947). El 27 de septiembre de 1922, el FCB, que había logrado el reciente Campeonato de España, jugó en Lleida un emocionante partido con el Joventut FC. El equipo barcelonés se impuso al local por un contundente 10 a 0. Como anécdota podemos decir que en aquel tiempo Prenafeta, el portero del Juventut, era considerado como el mejor jugador de la provincia (Crónica deportiva…, 1922). El titular de la Jornada Deportiva era: «En Lérida Alcántara juega su primer partido de entrenamiento» (28/08/1922).

El 28 de junio de 1923, se jugó un partido internacional entre el FC Lleida de la Peña Salvat y el SK Meteor VIII de Praga, con motivo de la inauguración del nuevo campo del equipo leridano (El País, 28/06/1923). También en Tàrrega, para la Fiesta Mayor, se jugaron partidos de exhibición entre equipos internacionales, como el disputado entre el equipo checoslovaco del CS Moravia y el alemán de Nuremberg, F. Verein (El País, 11/05/1923). En Lleida, el 4 y 5 de abril, para las fiestas de Pascua Florida de 1926, se hacía eco El País (3 de abril, p. 1) de otro importante encuentro entre el primer equipo del FC Barcelona y el Joventut FC.

Oficialmente, el FC Lleida fue fundado por los socios de la Peña Salvat el 8 de abril de 1923. Como ya hemos dicho, la entidad dispuso de un campo propio a orillas del río y muy pronto llegó a superar el millar de asociados. Esta entidad, estuvo vinculada a los sectores más conservadores; tanto es así, que en el período de la Dictadura de Primo de Rivera, jugaba encuentros de casa en el Camp d’Esports, ya que el FC Juventut había reducido considerablemente su actividad deportiva -siendo técnicamente censurado- y sus mejores jugadores fueron fichados por otros equipos, como Castillo que fue al FC Barcelona o Lletjós al RCD Español (Ribes, 1928).

Primer equipo del FC Juventud Republicana, temp. 1923/24.

Primer equipo del FC Juventud Republicana, temp. 1923/24.

El fútbol leridano también incorporó importantes figuras como Martínez Surroca, destacado jugador del primer equipo del FC Barcelona. Titular indiscutible a comienzos de los años veinte, jugó con Zamora, Alcántara, Samitier, Piera, Torralba, Gracia, etc. Hacia finales de los años veinte, Surroca jugó en el Tàrrega y también en el FC Lleida, la temporada 1926/27 (Fontcuberta, 1924).

En 1924 la Federación Catalana de Fútbol tenía asociadas en la provincia de Lleida 42 entidades, en Girona 29, en Tarragona 28 y en Barcelona 149 (Peris, 1924). Este hecho reafirma la emergencia deportiva de las comarcas de Lleida y la voluntad de participar en los eventos del deporte moderno. Así para la temporada de 1924/25, la competición provincial se resolvía entre 36 equipos formados en dos grupos (Crònica Targarina, 1924/25)

Grupo A: Verdú, Cerverí, Borges Blanques, Juventut, Julio César (antiguo Leridano), Balaguer, Mollerussa y Tàrrega.

Grupo B: Albesa, Agramunt, Alcoletge, Almacelles, Alpicat, Artesa de Lleida, Olímpico de Artesa de Segre, CD Anglesola, Bellpuig, Borges JN, Cervera CD, Corbins, Granadella, Juneda, Maials, Montgai, Sarroca, Sudanell, Portella , Puentes FC, Renacimiento de Ponts, Puigverd, Sant Martí de Maldà, Torrefarrera, Torres de Segre, Torregrossa, Vilagrassa, y Vilanova de la Barca.

A nivel regional, el fútbol en Lleida nunca alcanzó grandes éxitos. Fue un deporte muy popular que se practicaba por diversión y por cultura física, hasta el momento manteniéndose al margen de la profesionalización, en la que cayeron algunos de los equipos catalanes. En la temporada 1924/25, el único equipo leridano en el Campeonato Catalán Regional era el FC Lleida, que militaba en el grupo B.

El Comité Provincial de Fútbol quedó constituido en 1924 con la representación de los equipos: Presidente, FC Borges; Vicepresidente, CD Cervera; Tesorero, Bellpuig FC, Contador, Juventud FC (Lleida); Secretario, FC Juneda; Vocales, FC Puigvertenc y Olímpico Club de Artesa de Segre (Crònica Targarina, 13/09/1924, p. 11).

A partir de estos años, el fútbol tomaba el aprecio de negocio. El espectáculo, la profesionalización de los jugadores o el pago de sueldos, cambió la manera amateur de concebir el juego. Incluso surgieron equipos que pagaron la cuota para librar del servicio militar a sus jugadores, como sucedió en el CD Tàrrega FC, con Güell y Llobera (Crònica Targarina, 13/09/1924, p. 11). Sin embargo, el fútbol leridano no llegó a la profesionalización y los equipos más importantes pasaron apuros económicos.

Hacia marzo de 1926 el Diario de Lérida lanzó la idea de establecer una unión entre los dos equipos más emblemáticos de la ciudad, el FC Juventut y el FC Lleida. Esta propuesta tenía por objetivo acabar con la pésima economía que arrastraban las dos entidades y, que a la postre, afectaba al desarrollo y promoción del fútbol leridano. También, con la unión de las dos entidades, se deseaba poner freno a las rivalidades y a los rencores sociales dentro del fútbol, que se manifestaban también en la división política que enfrentaba a los dos clubes (AB, 1926). En 1927 todavía estaba viva la idea de unificar las dos entidades futbolísticas. Aunque se realizaron varias reuniones entre los directivos del FC Juventud y el FC Lleida, en ninguna de ellas se alcanzó un mínimo acuerdo para concertar la deseada unión. A la nueva entidad que debía constituirse se le propuso el nombre de Unió Esportiva Lleida, pero finalmente no pudo ser, por una cuestión tan simple como era la denominación. Parece que el FC Lleida no quería perder su nombre original (Lleida, 10/07/1927, p. 32).

En este año, Esteve Garriga (1927), el entrenador del FC Lleida, dedicaba unas advertencias a los jugadores de su propio equipo, a fin de estimular los hábitos higiénicos y morales necesarios para el carácter deportivo. En definitiva, lo que solicitaba a sus jugadores era más seriedad, disciplina y responsabilidad:

«Mientras nuestros equipiers no quieran prepararse físicamente, nada beneficioso se conseguirá y si, ir al fracaso haciendo un desgate de energías que arruinará su organismo.

El presentarse a los entrenos o horas antes de un partido, con el pitillo en la boca, y a lo mejor llevando impresos en el rostro señales de agotamiento, fruto de una noche de orgía, no conducen más que a la ruina de sus pulmones.» (Garriga, 1927)

En 1928 se hablaba del «receso del fútbol», admitiendo que en las comarcas de Lleida ya no existía el entusiasmo de principios de los años veinte y, que en Lleida ciudad, poco le faltaba. A. Bergés mencionaba que en la temporada 1927/28 se registró una «lamentable decadencia» (Ribes, 1928, p. 377). La causa de esta situación, que se registró en toda Cataluña, era la llamada «crisis del fútbol», que propiciaba una «desviación» hacia la profesionalización y el espectáculo (Guardiola, 1926). En Lleida la crisis del fútbol propició en la prensa la aparición algunos artículos de análisis y de opinión:

«Hoy el fútbol ya no es un deporte. Es un espectáculo carísimo por todos los conceptos. Por los clubes porque son una sangría para ellos debido al profesionalismo de los actuales jugadores. Para los socios porque ellos son los verdaderos paganos de la actual situación.

Por eso sólo ha sido posible mantener una organización fuerte de círculos que cuentan muchos socios e ingresos extraordinarios y aún con todo y su situación económica es muy aguada e inestable.

El profesionalismo y el fútbol espectáculo han sido la causa de su deceso y hoy la afición sólo se mantiene en núcleos de grandes poblaciones donde costará mucho perderse definitivamente por los intereses creados que lo sostienen.» (J. M ª. M., 1928)

Estas opiniones fueron repitiéndose durante varios años. El deporte se anudaba del concepto amateur y de los valores del fair play que lo habían caracterizado en sus inicios. El fútbol fue uno de los primeros deportes que se desvió de este ideario. La influencia de la obra de George Hebert (1925 y 1931) El sport contra la educación física, marcó una discusión doctrinal que repercutió en todo el deporte nacional, y en especial en aquellos deportes, que como el fútbol, tendían a la especialización y al profesionalismo (Torrebadella, 2009).

Primer Equipo del FC Lleida temporada 1927/28.

Primer Equipo del FC Lleida temporada 1927/28.

En noviembre de 1928 la Crónica targarina se preguntaba si volvía a prosperar el fútbol en Tàrrega, ya que los antiguos equipiers volvían a reaparecer por el campo de deportes a entrenarse. Asimismo, este semanario deseaba que el entusiasmo se convirtiera en un impulso para recuperar los éxitos iniciales del CD Tàrrega FC» (Crònica Targarina, 17/11/1928). La reanudación de la afición futbolística en Tàrrega dio lugar a la creación del Tàrrega Sport Club, entidad que con el apoyo del comercial Antoni Gallinat, construyó un nuevo Campo en el extremo del Arrabal del Carmen, al lado de la carretera de Cervera (Crònica Targarina, 24/11/1928).

Esteve Garriga (1929), Instructor de Gimnasia Titular y entrenador de FC. Borges, en la Crónica Deportiva de Tàrrega se propuso analizar los aspectos técnicos que requerían los entrenamientos del fútbol y las normas que se podían seguir. Esteve Garriga observaba la poca preparación física de los futbolistas y la falta que, entonces, había de técnicos bien preparados para dirigir los entrenamientos:

«Un jugador de fútbol, por regla general, es un joven entre 18 y 25 años, y por tanto, está en plenitud de su vida, su juventud hace que este joven al practicar este juego deportivo se desarrolle, adquiriendo fuerte complexión muscular, amplitud torácica y buena resistencia física, si todos esos jóvenes que hoy se dedican al fútbol, si pocas tener un médico o un entrenador que además del fútbol los hiciera practicar una científica y ordenada lección de Gimnasia educativa diariamente, ganarían no solamente el sentido antes expuesto, sino que además del desenrollo muscular y torácica (muchas veces contraproducente), obtendrán un desarrollo físico armonizado de todo su cuerpo, logrando que lo que todavía se hace por afición al fútbol, se convirtiera en una necesidad corporal de todos sentida y obtendría el mejoramiento de la raza, del que saldrían directamente beneficiados nuestros hijos del mañana.» (Garriga, 1929)

Durante los años veinte, el fútbol catalán experimentó un crecimiento sin precedentes. Esta obsesión por el fútbol se sintió especialmente en la provincia de Lleida, en donde casi cada pueblo tenía su equipo. Hacia finales de la década las circunstancias y la profesionalización de los jugadores, que poco o mucho, todos querían ganar dinero, hicieron cambiar muchas cosas y algunos equipos, incluso, dejaron de jugar.

En 1922 en las tierras de Lleida se citaban 8 entidades futbolísticas oficializadas por la Federación Catalana y Lleida estaba por encima de Girona y Tarragona. Estos datos eran referidos sólo a los clubes que participaban en competiciones de ámbito regional. Con el tiempo hubo un descenso, puesto que en 1928 estas entidades eran reducidas sólo a dos (Ribes, 1928). En cuanto a la confrontación provincial, en 1924 la participación era de 24 entidades (Pujadas y Santacana, 1995a). En 1929, en la recopilación que hace Josep Palou (1990), cita que el Campeonato Provincial era disputado por 37 clubes: FC Camarasa, Castelldans FC, Balagueró SC, FC Calaveras del CADCI, CD Venus, CD La Bordeta, Club cap-i-cua de Lleida, Sant Martí de Maldà FC, Belianes FC, Mollerussa FC, FC Alfés, Bellcaire FC, Guissona FC, San Ramón FC, FC Golmés, Bell-lloch FC, SC de Organyà, Ponsic de Ponts, Tornabous FC, CD Angular, Castellnou de Seana FC, FC Cervià, Arbeca FC, CD Poal, FEC Penelles, Vallfogona FC, CD Guimerà FC, Albi FC, CD Solsona, Torrebesses FC, Seròs FC, FC Alba de Albatàrrec, SD Reymar, FC Germanó de Torrebesses, FC de Coll de Nargó, Ivars d’Urgell FC y FC Sanahuja.

fc-juventud-republicana-3En 1929 una conferencia en Tàrrega del Sr. Masdeu, entonces presidente del Comité Provincial de Federación Catalana de Fútbol, constataba que en Lleida, la tarea futbolística había alcanzado su éxito gracias a su independencia y descentralización de la Federación Catalana, logrando el reconocimiento de la personalidad autónoma. Es decir, Lleida disponía de un Comité Provincial y de una buena organización «con derecho a hacer y deshacer». En esta organización, también se contaba con un Colegio Provincial de Árbitros y un Tribunal de Competición (Masdeu, 1929).




El fútbol en Lleida: de los orígenes a la consolidación del fútbol comarcal (1910-1937) (I)

Resumen: Los orígenes y desarrollo del fútbol en la Provincia de Lleida, entre 1910 y 1937 representan el modelo de crecimiento del asociacionismo deportivo catalán en el primer tercio del siglo XX. El análisis de la evolución del fútbol comarcal en Lleida permite descubrir las singularidades coyunturales de este deporte en un ámbito de acción popular y rural. Una interpretación crítica y estadística del asociacionismo deportivo a través del fútbol en la provincia de Lleida, recapitula la discusión ideológica que subyace en el convulso período que va de las influencias regeneracionistas de principios del siglo XX hasta el conflicto de la Guerra Civil.

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El trabajo se organiza en una interpretación cronológica del asociacionismo futbolístico (1910-1937). Asimismo se ofrece un inventario inédito de los primeros clubes o entidades en torno al futbol comarcal en Lleida.

Palabras Clave: historia del fútbol, fútbol comarcal, orígenes del fútbol en Lleida.

•1.    Las primeras realizaciones

En los orígenes del fútbol leridano siempre se ha referenciado a Manuel Azoz, que según Prenafeta (1947) fue quien introdujo el fútbol en Lleida, hacia 1910. Sin embargo, probablemente ya fue practicado con anterioridad, como uno de los contenidos de la educación física escolar. Al respecto, hay que añadir que este deporte, antes de ser una práctica de clubes, fue introducido en las escuelas dela Institución Libre de Enseñanza (ILE), que hacia 1883 tomaban como guía el modelo de educación física anglosajón basado fundamentalmente en los deportes (San Martín, 1888; Rubio, 1893).

Asimismo, a partir de 1894, la Dirección General de Instrucción Pública, a través de la conocida circular de Eduardo Vincenti (C. 18/03/1894), dejó constancia por la preferencia del modelo de educación física utilizado por la ILE. Como seguimiento de esta directriz, los juegos y los deportes pasaron a formar parte de los programas educativos, como así quedó reafirmado en algunos de los manuales de texto publicados por los profesores de Gimnástica de aquella época, en los que se incorporaba reglamentos del juego del «balón a pié» (Torrebadella, 2012).Por tanto, hay que tener presente la susceptibilidad de que el fútbol, ya fuera iniciado antes de 1910 por algunos de los centros educativos de la ciudad, como ya fuera el Instituto o bien el Colegio de los Hermanos Maristas; consideración que justificaría también la pronta presencia del deporte en este último centro.

Como dato excepcional hay que remarcar que el Diario de Lérida, 13 de setiembre de 1903,anunciaba para el programa de las Fiestas de Otoño «un gran partido de foot-ball en el Campo de Marte», previsto para el día 14 a las 17:00h. Esta noticia nos da a conocer la primera noticia de la práctica del fútbol en Lleida. Lamentablemente, la falta de documentos periodísticos de esta época nos ha impedido conocer el desenlace de esta actuación. Mientras no aparezcan más datos sobre esta noticia, debemos pensar que probablemente este partido fuera un ensayo entre los elementos deportivos de la ciudad, tal vez animados por alguna aportación forastera principalmente de Barcelona o de Tarragona, lugares en donde el fútbol ya había tomado carta de naturaleza.

En 1906 en el colegio Hermanos Maristas el profesor Juan Manuel de Salas sustituyó a Alfred Samper, antiguo profesor de Gimnástica. El nuevo profesor, que también se había incorporado en el Instituto de Segunda enseñanza, venía de Badajoz y conocía perfectamente el fútbol y el desarrollo que este deporte tuvo en la ciudad extremeña con la organización de varios campeonatos escolaresen 1900 incentivados por el profesor Luciano Sampérez (Los Deportes, 21/10/1900, p. 662).

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Una de las primeras columnas periodísticas hablando del fútbol se localiza en El Pallaresa. El columnista trataba la excesiva violencia de los deportes, sobre todo del fútbol y de las repercusiones de los accidentes y los importantes traumatismos que ocurrirían de su práctica: «Si antes matábamos a las criaturas con el exceso de fatiga cerebral, ahora llevamos el camino de matarlos a fuerza de excesos de juego muscular. De suerte que estos son beneficiosos, pero no debemos olvidar que el hartazgo, aun siendo de perdices es malísimo»(FSP, 1906).

Sin embargo, según citaba Prenafeta (1947), los inicios de la práctica del fútbol en Lleida ciudad se ubican hacia 1910. Decía que se trataba de un grupo de amigos que de forma espontánea jugaban en el antiguo Campo de Marte. El juego estaba dirigido por Manuel AzozArizcuren, un destacado sportsmen barcelonés que vino a trabajar en Lleida:

«El primer día festivo de marzo de 1910 cogió el balón partiendo hacia el Campo de Marte y allí ataviado con pantalón corto de color blanco, medias y zapatos de reglamento, empezó a jugar solitariamente, causando extraño asombro a cuantos transitaban por la carretera cercana que probablemente pensaban en sus adentros la inutilidad del ejercicio y la ridiculez del vestido que llevaba para practicarlo e incluso por los comentarios que en alguna ocasión captó de los espontáneos espectadores, creíanle expuesto a una pulmonía.

Fueron varias las veces que acudió al citado Campo de Marte pero casi siempre debía jugar sin conseguir lo probasen quienes le contemplaban, ya que de esta forma hubiérase distraído y hecho menos monótono su ejercicio. Pero más adelante algunos chiquillos y soldados, siguiendo sus lecciones, intentaron jugar mostrándose reacios en hacerlo porque la falta de costumbre no permítales dar dirección a las patadas a la pelota fallando la mayor parte de las veces mientras en otras tropezaban con el pie en el suelo o perdían estabilidad cuando levantaban la pierna para devolver un balón alto, percances debidos a la falta de práctica.

Azoz era un entusiasta deportista y si bien, según cuenta, ni jugaba en el Campo de Marte con aires de inventar el fútbol en Lérida porque su intención era entrenarse y captar a quien pudiera interesarle con el fin de organizar ataques a gol que convirtiesen más eficaz su entreno, en cambio la novedad que esto representaba para quienes le contemplaban, la admiración que les producía el dominio de la pelota de Azoz tanto con los pies como con la cabeza, constituyó probablemente, incluso sin habérselo propuesto, la iniciación de la práctica del balompié en ésta al darlo a conocer y por ello es justo figure en el primer relato de la historia del fútbol leridano.» (Prenafeta, 1947)

•2.    Los primeros clubs de fútbol

En la provincia de Lleidalos primeros encuentros futbolísticos que hemos identificado loshallamos fuera de la comarca del Segrià. Enla Fiesta Mayor de Castellserà, el 14 de mayo de 1911, se presentó un partido de foot-ball infantil entre los equipos FBC Castellserà, vistiendo camiseta roja, y FC Urgell, vistiendo camiseta blanca (El Ideal, 13 de maig de 1911, p. 2).

En noviembre de este mismo año, Gabriel Viñas dejaba constancia en la prensa, que en Lleida no había todavía ninguna entidad futbolística, pero que sin embargo, sí que existía un grupo de aficionados al deporte, que trataban de crearuna comisión para fundar el que debería ser el primer club de foot-ballde la ciudad(Viñas, 1911).

En Mollerussa, en enero de 1913, y probablemente antes, también se estaba practicando el fútbol, pues El Idealofrecía la noticia de encuentros entre los equipos de Catalán y Espanyol, con sus correspondientes plantillas (Futbolista, 1913).

En Lleida, según Prenafeta (1947), en 1913 se constituyó el equipo del «Montserrat», formado por un grupo de alumnos del Colegio de los Hermanos Maristas. No es extraño que el primer equipo de fútbol de Lleida saliera bajo la protección de un centro educativo confesional, puesto que, como ya hemos tratado, el citado colegio fue susceptible de practicar el juego del foot-ball, con la llegada del profesor Juan Manuel de Salas. Asimismo, el colegio seguíael modelo pedagógico que estaba de moda en otros colegios de congregaciones católicas, en los que se incorporaba en el currículo de la educación físicala práctica de la gimnasia -generalmente a través del método sueco-con el complemento de los deportes.

El jugador de fútbol del CD Tàrrega SC Lluís Martínez Surroca, presidente honorífico que fue de la entidad targarina, decía en una entrevista de prensa que se inició a la edad de los doce años, en el equipo Ilerda, allá por el año 1913 (Acció Comarcal, 26/03/1932). Al menos, esta información concede la posibilidad de suponer una entidad futbolística, no contrastada, antes de las que citaremos a continuación.

Para la Fiesta Mayor de 1914, los clubes de foot-ball de Barcelona, Universitario e Internacional, vinieron a Lleida para disputar la «Copa de plata». Estos equipos jugaron un partido entre ellos, con el objetivo de dar a conocer el juego y hacer algunos aficionados(El Mundo Deportivo, 14 y 21/05/1914).

Al poco tiempo de este partido, el 11 de junio, de 1914 se formó la Junta Directiva del CF Lleida, otro de los primeros clubes de la ciudad, con Manuel Andreu de presidente, Carlos Larrosa, de vicepresidente; Emilio Pardiñas, de tesorero, y José Vera y Josep Llorens, de vocales (El Correo de Lérida, 16/06/ 1914). En El Correo de Lérida (13 de juny de 1914), se ofrecían ánimos al entusiasmo deportivo de estos jóvenes emprendedores, manifestando que en Lleida hacían falta asociaciones deportivas y el ambiente de cultura física que se estaba generando en toda Cataluña.

«Con verdadera fruición leí en el Correo de Lérida del sábado que por fin se ha llenado el vacío que tanto tiempo ha se dejaba sentir en nuestra ciudad, siendo un hecho la creación de una sociedad de sport en el que predomina el atlético deporte del foot-ball; pero por fin se ha llegado ya a lo que tanta falta hacia para la regeneración de la juventud que empieza a ascender las gradas de la vida y por cierto está muy necesitada de educación física.

No podía suceder de otro modo pues poblaciones menos importantes que Lérida están dando vivas demostraciones de que en ellas simpatiza y a veces en gran escala los deportes que tanto tienden a desarrollar las mermadas fuerzas de la raza.»(Amateur, 1914)

Unos días más tarde, el 22 de junio, se creó la Asociación Foot-ball Lleida,que reunía unos sesenta socios. La Junta Directiva fue constituida por Mario Sol, como presidente; M. Armengol, como vicepresidente; J. Verdú, como secretario, J. Franco, como vicesecretario; J. Salvat, como tesorero; J. Larrosa, como contable, y M. Andreu, M. Guasch y J. Virgili, como vocales (El Correo de Lérida, 21 i 22, de juny de 1914).

Estos equipos se constituyeron en el mismo año en que José Elías Juncosa publicaba en Barcelona su famoso libro Football Asociation, una obra que sirvió de manual técnico para el aprendizaje de este deporte,que tantos servicios decía prestar a la educación y regeneración física (Torrebadella, 2009).

Podemos afirmar que, en junio de 1914, el fútbol de Lleida ya se consolidaba como seria realidad con la proyección de dos clubes perfectamente constituidos. Sin embargo, ante esta afición en la prensa se intentaba alentar a la juventud para que participara del fútbol, al mismo tiempo que se trataba de alejar los temores que los pocos entendidos veían en este deporte. Así se decía que había una cierta oposición y retraimiento a este sport, y que la gente lo miraba con prevención o miedo por su carácter enérgico y violento (Amateur, 1914).

En El Pallaresa (13 y 28/07/1914) se recoge la constitución del equipo Foot-ball Lleyda, que pronto recibió la propuesta de jugar con el Club de Tarragona y con el Huesca Sport Club. El club leridano solicitó inmediatamente su inscripción en la Federación Catalana de Foot-ball. En la composición del primer equipo de la Asociación de Foot-ball Lleydase encontraban: Carlos Larrosa, de portero; Julio Boldú y José Catí, en defensa; Jaime Virgilio, ManelRàfols y Josep Laboira, en el centro; Tallada, Andrés, Verdú, Martínez y Quijada, en la delantera, siendo el Sr. Julio Buldú el capitán.

Estos primeros equipos realizaban entrenamientos diarios, a partir de las 18:00 h., en la llanura del monte deGardeny. Pronto organizaron los primeros partidos oficiales, incorporando también equipos infantiles que, al mismo tiempo, que aprendían y se iban aficionando al juego, fueron forjando la primera cantera leridana (Crac, 1913a y 1913b).

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Casi simultáneamente a la configuración de los equipos leridanos, en la comarca del Urgell el fútbol también era promocionadopor los padresde la escuela Pía de Tàrrega, entidad que despertó una pronta afición. Así se creó en 1914 el Tàrrega FC, del que se ha dicho que fue el primer equipo de las tierras de Lleida en darse de alta en la Federación Catalana de Fútbol (Torrebadella, 2011). Este mismo equipo, en 1920 se convirtió en el CD Tàrrega FC, entidad que en años sucesivos destacó por el fomento y práctica de otros deportes como el ciclismo, el atletismo, el boxeo o el baloncesto.

También en Cervera el juego del fútbol tomaba protagonismo en las escenas recreativas de los escolares. A falta de un terreno de juego apropiado, el Sr. Arturo Bové cedió a los escolares una gran plaza del almacén de vino para que éstos no tuvieran impedimento alguno en la práctica del fútbol (Nuevo Ambiente, 09/08/1914)

En Balaguer también había algunos jóvenes que se propusieron construir un terreno de juego para practicar el foot-ball, (La Falç, 01/11/1915, p. 7). Probablemente estos aficionados fueron alumnos de la escuela Pía de Balaguer, que deseaban emular la popular recreación deportiva que se había instalado en la escuela Pía de Tàrrega. El Campo de juego era el conocido con el nombre deEscrivà (Valls, 1935). Esta afición fue la que llevó a la creación en 1917 del equipo de fútbol de la sociedad cultural Bargussió, que disputó su primer encuentro contra otro deTàrrega (La Falç, 17/11/1917, p. 11-12).

Para la Fiesta Mayor de Lleida de 1915, la Asociación Foot-ball Club Lleida disputó el primer Trofeo del Ayuntamiento contra el Deportivo de Reus («De Sport», El Pallaresa, 15 y 17/05/1915). A partir de la fecha, el Trofeo del Ayuntamiento siempre estuvo presente en la Fiesta Mayor de la ciudad. La popularidad del fútbol fue creciendo dilatadamente durante la segunda década de siglo: la Asociación Cultural Leridana y el «Colonial», en 1915; el Atlético Metalúrgica, en 1916, el FC Lleida, en 1917, y el FC Juventud, 1918 (Prenafeta, 1947).

JuliMontull (1916) redactó un artículo en el que acentuó el triste diagnóstico del ambiente deportivo de Lleida, ciudad que ni tan siquiera el fútbol llegaba al protagonismo que adquiría en otras ciudades catalanas:

«Se cuenta en nuestra capital con un mal construido Club de foot-ball que unas veces desaparece para luego reaparecer pero por desgracia siempre que esto último sucede es perdiendo fuerza y elementos; lo componen algunos jóvenes que aunque voluntariosos les falta la dirección y apoyo necesarios para poder medrar y ponerse a la altura de cualquier otro Club de otra región» (Montull, 1916)

El 2 de noviembre de 1917 se iniciaba el primer Gran Trofeo del fútbol leridano. Se trataba de una competición futbolística organizada por el director del Colegio de los HH. Maristas, el hermano Hipólito que entregó una magnifica Copa artística al campeón (El Pallaresa, 3/11/1917).

En esta época se decía que el Cervera Foot-ball Club era el mejor equipo de la comarca (El Ideal, 28/12/1918). Sin embargo, esta percepción debía cambiar con la presencia de otros equipos. En enero de 1918, una vez terminado el magnífico campo de fútbol del Camp d’Esports, la Juventud Republicana de Lleida (JR) iniciaba una sección de fútbol y unos entrenamientos dirigidos por el popular ex jugador del FCB Cabriel Viñas. Durante el mes de diciembre, la entidad se anunció en El Ideal con objetivo de captar aficionados y sportsmen (El Ideal,12 y 14/12/1918). El FC Juventud -de la JR- disputó su primer partido el 1 de enero de 1919, contra el CD Cerverí con motivo de la inauguración del Camp d’Esports.

Hay también que constatar una cierta presencia política en los equipos deportivos. Sí algunos partidos políticos organizaron directamente sus secciones futbolísticas, otros tenían alguna que otra afinidad. Así podemos hablar del FC Leridano, que fue promovido por simpatizantes del partido Radical (1917), el FC Juventud de JR (1918) o la Peña Salvat que tenía una tendencia derechista y que dio origen al FC Lleyda (1922). Esta rápida proliferación de equipos también logró que cada equipo construyera su propio campo (Torres y Sol, 1989).

En las comarcas leridanas, los primeros clubes de fútbol fueron de igual modo las asociaciones deportivas que tuvieron más éxito. Entre las primeras debemos citar elTàrrega FC (1914), el Club de Fútbol Tremp, el FC Salàs, el FC Valira en La Seud’Urgell y en Solsonala Juventud Católica (1915), que se extinguió por falta de afición (Lacetània, 26/10/1918, p. 5), hasta que más tarde apareció el Club Pirenaic (1918), que dio origen al FC Solsona (Colomés, 1996). Otros equipos constituidos fueron el CF Balaguer (1916), el CF Organyà, el CF Borges, el FC Juneda y el CD Cerverí (1917), el FC Mollerussa, Castellnou de Seana, Palau d’Anglesola, La Pobla de Segur, Guissona, Bellpuig, Borges Blanques, Miralcamp, Bellvísy Les Oluges (1919). Es decir, que antes de iniciar los años veinte, aparte de Lleida ciudad, el fútbol ya tenía presencia en veinte poblaciones de la Provincia.

Antes de continuar, veamos como en 1919un joven de 13 años de Mollerussa, contextualizaba el hecho deportivo del fútbol desde una visión local:

«El número de la fiesta mayor que me gustó más fue, el partido de foot-ball. Es un juego o sport que desarrolla el cuerpo; pues en este juego todas las partes del cuerpo se ponen en movimiento. En los buenos partidos, hay médico y botiquín, por lo arriesgado que es para los jugadores, pues con facilidad pueden hacerse daño.

El team de este pueblo lucho con los de Cervera, pero como los cerverenses eran ya dados a este juego, ganaron a los dos de este pueblo con facilidad. Pero por eso no deben desmayar los de Mollerusa, pues así como harán ejercicio serán más fuertes, conocerán los ardiles del juego y otro día podrán ganar a otros jugadores.

Animo jugadores de Mollerusa, así ganareis en salud y quizá en gloria.

Esos partidos me recuerdan los ejercicios gimnásticos de Grecia, que eran los sanos, fuertes, robustos y ágiles de la antigüedad.

Dais con vuestro ejemplo, quizá un mejoramiento de la raza. Fuera los anémicos y raquíticos, con los ejercicios gimnásticos. ¡Viva los sports!» (Pascual, 1919).