Así surgieron los Cuadernos de Fútbol

En el mes de septiembre de 2014 la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha reconocido a través de su base de datos Latindex a los Cuadernos de Fútbol como una revista de carácter científico y calidad universitaria.

Huelga decir la satisfacción de los que escribimos en los Cuadernos, que vemos con ello reconocido el esfuerzo que todos los meses hacemos para ofrecer una revista cada vez de más calidad, incorporando investigaciones novedosas, a veces de gran calado, junto con textos divulgativos de máximo interés.

Este reconocimiento universitario que anunciamos recientemente en nuestra página web es una buena oportunidad para echar la vista atrás y ver cuál ha sido nuestra trayectoria desde que publicamos el número 1 de esta segunda época de los Cuadernos el día 13-7-2009. Y dada la ocasión, aprovechamos también para recordar la primera etapa de los Cuadernos, editados por la RFEF y de tan buen recuerdo para todos.

Haremos pues a continuación un breve bosquejo narrativo, para terminar con una lista detallada de los artículos publicados en la primera etapa de los Cuadernos de Fútbol.

En febrero del año 1999 se publicó el primer número de la primera época de los Cuadernos de Fútbol. Había sido idea de Félix Martialay, que la RFEF publicara una revista con artículos de carácter histórico que sirviera como plataforma para que todos los historiadores españoles pudieran publicar sus estudios.

La idea fue muy bien acogida por el entonces jefe de relaciones externas y hoy secretario general Jorge Pérez Arias, quien dio luz verde a la nueva revista: se publicaría mensualmente y como separata de la revista Fútbol, editada por la propia RFEF.

Recuerdo que estuve presente cuando eligieron el nombre. “¿Y cómo la llamamos?”, dijo Jorge. Bernardo Salazar guardó silencio y a Félix Martialay se le ocurrió sobre la marcha el nombre de Cuadernos de Fútbol, “como la francesa Cahiers du Cinéma”.

La primera época de los Cuadernos duró algo más de tres años, siendo hoy los 16 ejemplares publicados una joya de coleccionista además casi inaccesible. De los actuales miembros de CIHEFE solo José Ignacio Corcuera llegó a publicar en ellos.

Pasados los años, diez desde aquellos primeros ejemplares, le propuse a don Félix recuperar su idea inicial de una revista abierta a todos los historiadores del fútbol. El Internet nos ofrecía sin duda muchas más posibilidades para darnos a conocer y conseguir así aglutinar al mayor número posible de historiadores en torno a la revista y al CIHEFE. A la vista está que ese objetivo de difusión se consiguió.

Y una vez más se volvió a plantear cómo llamar a la revista. Desde luego nuestro nombre favorito era el de Cuadernos de Fútbol, pero suponíamos que seguiría registrado. Así que sin muchas expectativas lo comprobamos y resultó estar el nombre libre, por lo que rápidamente lo registramos. Recuerdo que nos llevamos una gran alegría, porque emocionalmente nos permitía más fácilmente establecer la relación con los primeros a los que tanto cariño guardábamos.

A partir de ahí el trabajo fundamental fue el de Eugenio Llamas, diseñador y responsable técnico de la revista, y sin quien nunca habrían visto la luz los Cuadernos.

Tuvimos también la suerte de que yo tenía pendiente de publicar una entrevista que le había hecho hacía unos meses a Gustavo Bueno, y desde luego que no podía haber mejor manera de empezar esta nueva época de la revista que encabezándola con quien muchos dicen que es el filósofo español más importante de toda la historia. Por ello y por su amable participación en el I Foro Félix Martialay don Gustavo fue elegido socio de honor de CIHEFE.

Martialay aceptó ser director de la revista, pero su inesperada muerte el 9 de septiembre de ese 2009 le impidió serlo más allá de los dos primeros números. Desde el número 3, dedicado íntegramente a don Félix, yo fui el director, y desde el número 51 es Fernando Arrechea quien ocupa el puesto.

Es oportuno rescatar un correo electrónico que guardo con especial cariño. Fue uno de los últimos que recibí de Martialay, remitido a todos los socios del CIHEFE el 15-7-2009, dos días después de la publicación del número 1 de esta segunda etapa de los Cuadernos de Fútbol. Decía así don Félix:

Querido presidente y consocios:

Ya están aquí los Cuadernos. He guardado silencio no porque no estime en lo que valen vuestros trabajos y visiones. Pero como no cultivo el Internet no tenía piedra de toque para comparar.

Me han parecido preciosos.

Aun cuando muchas de las cosas que aquí se dicen son conocidas por nosotros, no deja de ser una necesidad difundirlo por una parcela superior a la de Jacinto y su restaurante.

Magnífico lo de la sindicación de futbolistas. Quizá sea ese el modelo de colaboración ideal.

Y sorprendente lo de Vicente con el Orense nada menos… Se nota que ha hecho un esfuerzo para no limitarse a dar tres capotazos a un club de Cataluña. Muy bien.

Muy interesante y novedoso, al menos para mí, lo de la Exposición de Valencia en 1909. No tenía ni idea del hecho y, además, Javier lo ha delineado perfectamente. Perfecto.

Lo de mi libro, querido Víctor, me parece impúdico. Aunque tengas razón, que esa es otra historia. Perdonad que parezca un poco teoría de empujón a lo Mariano Moreno. “O echas incienso a granel o no cobras”. Miradlo desde fuera de nuestro mutuo afecto…

Todo ha quedado muy bien. Por ello hay que felicitarnos todos, pero principalmente a Víctor y Eugenio que son los que han hecho imagen un sueño. Enhorabuena.

Félix.

NOTA: Jacinto es uno de los dueños del restaurante Don Jamibe, sito en la calle del General Orgaz 23, justo enfrente de la sede del periódico La Nación, cuyo editor era Martialay.

Cuadernos de Fútbol, primera época (febrero 1999-abril 2002).

Número 1, adjunta al núm. 17 de la revista Fútbol, febrero de 1999.

–       Bernardo Salazar: Extranjeros en el fútbol español (págs. 6-28).

–       Félix Martialay: La selección B de 1927 fue una Selección A (págs. 29-66).

Número 2, adjunta al núm. 19 de la revista Fútbol, abril de 1999.

–       Félix Martialay: Creación de la UEFA (págs. 4-21 -I-).

–       Bernardo Salazar: El nacimiento de la FIFA (págs. 4-23 -II-).

Número 3 adjunta al núm. 20 de la revista Fútbol, mayo-junio de 1999.

–       Bernardo Salazar: Orígenes de nuestra federación (págs. 4-14).

–       Félix Martialay: Ponencistas y antiponencistas (págs. 15-58).

Número 4 adjunta al núm. 21 de la revista Fútbol, julio de 1999.

–       Félix Martialay: Los puntos sobre las íes: los verdaderos campeones del mundo (págs. 4-18).

–       Tomás de Cos: El nacimiento de la furia española (págs. 19-21).

–       Bernardo Salazar: Del azul Mahón a rojiblancos alados (págs. 22-42).

Número 5 adjunta al núm. 22 de la revista Fútbol, octubre de 1999.

–       Félix Martialay: La copa latina (págs. 4-25).

–       Bernardo Salazar: Las tácticas en el fútbol (págs. 26-42).

Número 6 adjunta al núm. 23 de la revista Fútbol, noviembre de 1999.

–       Bernardo Salazar: La promoción: la historia favorece a los de primera (págs. 4-17).

–       Félix Martialay: Recuperación de Levante, otro historia de un equipo olvidado (págs. 18-34).

Número 7 adjunta al núm. 24 de la revista Fútbol, diciembre de 1999.

–       Bernardo Salazar: El descubrimiento de América futbolístico (págs. 4-19).

–       Félix Martialay: Dos partidos internacionales olvidados (págs. 20-50).

Número 8 adjunta al núm. 25 de la revista Fútbol, enero de 2000.

–       Félix Martialay: Primer viaje a México de una “selección” española (págs. 4-17).

–       José Ignacio Corcuera: Historia y anécdotas en torno al banquillo (págs. 18-33).

–       Bernardo Salazar: At. Tetuán: un club español, una ciudad extranjera (págs. 34-50).

Número 9 adjunta al núm. 26 de la revista Fútbol, febrero de 2000.

–       Félix Martialay: Los homenajes a Ricardo Zamora, “El Divino” (págs. 4-21).

–       Bernardo Salazar: Gimnástica y Racing, dos clubes madrileños (págs. 22-38).

Número 10 adjunta al núm. 27 de la revista Fútbol, marzo de 2000.

–       Félix Martialay: El torneo más largo de la historia del fútbol español, la Copa del Presidente de la RFEF (págs. 4-16).

–       Félix Martialay: La Copa Mediterráneo (págs. 17-20).

–       Bernardo Salazar: La investigación, soporte fundamental de historias y estadísticas (págs. 21-30).

Número 11 adjunta al núm. 28 de la revista Fútbol, abril de 2000.

–       Luis Miguel González: Telmo Zarra, el héroe de Maracaná (págs. 4-21).

–       Bernardo Salazar: Uruguay, ráfaga en Vigo y un huracán en París (págs. 22-34).

Número 12 adjunta al núm. 29 de la revista Fútbol, noviembre de 2000.

Extra sobre las selecciones españolas durante el verano del año 2000

–       Fernando Garrido: España, penalti al limbo y adiós a las semifinales (págs. 4-11).

–       Luis Villarejo: La casa de España y la carpa de internet, un bien necesario (págs. 12-13).

–       Javier Orive: Más estrellas que en el cielo y más goles que nunca, 85 (págs. 14-18).

–       Anónimo: Francia, campeona del mundo, también lo es de Europa (págs. 19-21).

–       Susana Barquero: España sub 21, medalla de bronce pese a las muchas lesiones (págs. 22-25).

–       Anónimo: A España sub 18 le tocó vivir la cruz frente a Rusia (pág. 26).

–       Anónimo: Chequia sub 16 nos cerró el paso en cuartos de final (págs. 27-28).

–       Anónimo: España femenina sub 18 hizo historia al obtener el subcampeonato (págs. 29-30).

Número 13 adjunta al núm. 36 de la revista Fútbol, junio de 2001.

–       Gabriel Gascón: Antonio Baró, el padre del fútbol profesional (págs. 4-24).

–       Félix Martialay: Campeonato de España amateur (págs. 25-34).

Número 14 adjunta al núm. 39 de la revista Fútbol, enero de 2002.

–       Luis Arnaiz: Todos los mundiales a través de los sellos (págs. 4-15).

–       Juan José Talavante: Apodos de campeonato (págs. 16-30).

Número 15, adjunta al núm. 40 de la revista Fútbol, marzo de 2002.

En la portada aparece con el título de Cuadernos de Fútbol y subtítulo Documenta, pero en el interior solo como Documenta y con número 1.

–       José Lello: El modelo europeo del deporte y sus desafíos (págs. 2-7).

Número 16 (aparece 15) adjunta al núm. 41 de la revista Fútbol, abril de 2002.

–       Julio Peñate: Fútbol y escritura, azar y poesía (págs. 4-38).

–       Ramón Fuentes: Entradas, carteles e historias de fútbol, en Chiquifrú (págs. 39-50).




Ángel Caballero: un seleccionado singular

En 2007 Félix Martialay publicó “Todo sobre todas las selecciones”, imprescindible prontuario acerca de las selecciones nacionales inferiores, desde Sub-15 hasta Sub-23, incluyendo los cuadros olímpico y militar. Entre sus 799 páginas de apretada tipografía, con miles de alineaciones y decenas de miles de futbolistas, casi todos citados mediante filiación completa, no figura Ángel Caballero. Y debería hacerlo, puesto que fue convocado por el seleccionador nacional juvenil, Eusebio Martín, para el partido que España disputó ante Italia, en Sevilla, el 2 de marzo de 1963.

AngelCaballero01Ángel Caballero Saiz (Burgos 19-IX-1944), medio más potente que técnico, jugaba entonces en el Juventud Círculo Católico de la capital burgalesa, un clásico en la 3ª División castellana. Henchido de ilusión llegó a Madrid, donde habría de ejercitarse durante unos días con sus coyunturales compañeros. Ensayo de jugadas, disparos a balón parado, rondos, achiques defensivos, ensamblaje táctico entre líneas… Lo imprescindible para que el seleccionador pudiera hacerse una idea sobre los mimbres con que contaba y armara el cesto.

Entonces, como hoy, cada jugador llevaba sus botas. Sin embargo la Federación Española prestaba, para entrenar, un chándal y zapatillas de lona con refuerzo de goma en la puntera. Playeras, en suma, aunque durante los 60 y primeros 70 fuesen ascendidas a “botas de baloncesto”. Pues bien, una de las que a él le tocaron, sobreviviente a múltiples ejercicios, carecía de cordón para abrocharla. Inútilmente revolvería todo el vestuario con ayuda del utillero, en busca de una cuerda y así apañarse. No la había. “Ni cuerda, ni cinta para sujetar medias, ni nada” -gruñía el responsable del material- “Aquí no hay nada”. Al fin tuvo que empalmar dos trozos de cordón y saltarse varios ojales, puesto que seguía sin lograr la longitud necesaria. Otros tiempos, qué duda cabe.

El estado del material federativo en el arranque de los 60 dejaba mucho que desear. Aquella era otra España, irreconocible para los juveniles de hoy.

El estado del material federativo en el arranque de los 60 dejaba mucho que desear. Aquella era otra España, irreconocible para los juveniles de hoy.

España alineó en el estadio Sánchez Pizjuán a Rodri; Castellano, Martos, Aranguren; Santi, Roberto; Cruz, Pirri, Landa, Uriarte y Gonzalo. Fidel Uriarte Macho, que como “Chuchi” Aranguren ya había debutado con el primer equipo de San Mamés, era el gran capitán de aquel conjunto. Puesto que no podían efectuarse sustituciones, a excepción de la del guardameta y aún ésta mediando lesión del titular, sólo se vestían de corto 12. Y a él le tocó ser espectador, junto a los más adelante futbolistas de muchos quilates Bartolomé Llompart (pilar de un gran Elche durante 12 años, junto a Pazos, Ballester, Iborra, Canós, Lico, Marcial, Curro, Lezcano, Vavá, Asensi, un Ángel Romero ya en horas bajas, o Casco), Arieta II (internacional absoluto y sucesor de su hermano en el Athletic bilbaíno, por más que colgase las botas defendiendo los intereses del Hércules, luego de 10 campañas vistiendo de rojiblanco), Joaquín Sierra “Quino” (también internacional senior y estrella bética antes de recalar en el Valencia, despedirse en el Cádiz y luchar por los derechos de sus compañeros desde la presidencia de AFE), o el asturiano Ángel Abelardo (Valencia C. F. y Sporting de Gijón). Cuando el árbitro suizo Karl Keller señaló el final de la contienda, los italianos se dieron por satisfechos con el empate a dos. Once días más tarde, en el campo romano de Flaminio, eliminaban a los nuestros imponiéndose por un apretado 3-2.

Liquidación de dietas por desplazamiento a la concentración de Madrid, ante el partido contra Italia. Expedida a favor de Ángel Caballero.

Liquidación de dietas por desplazamiento a la concentración de Madrid, ante el partido contra Italia. Expedida a favor de Ángel Caballero.

Sorprende que España pudiese caer con un elenco tan apañado, máxime si lo comparamos con el equipo adversario, donde únicamente “Giggi” Riva, estandarte del mejor Cagliari, alcanzaría el estrellato. Incluso Bercellino, autor de los dos tantos en Sevilla y del inaugural en Roma, quedaría un tanto diluido entre los grandes. Buena parte de los nuestros, en cambio, encontraron en el fútbol bastante más que un porvenir. Rodri sucedería al valenciano Mut bajo los 3 palos del Sevilla, y luego aún defendió el marco de Mendizorroza, cuando se decía que el Deportivo Alavés era un Barça de 2ª. Francisco Castellano, primero con Guedes a su lado y después formando pareja con Niz, Felipe o Germán, se eternizó en el viejo Insular de Las Palmas. También Aranguren fue otro eterno en el Athletic, como el ya comentado Fidel Uriarte o Santi, Santiago Gutiérrez Calle, en Santander. Pirri llenaría varias páginas de oro en el Real Madrid, entre la sexta Copa de Europa y el tránsito a la masiva incorporación de extranjeros. Landa, por su parte, si bien dejara  sentado que nuestra máxima categoría no le quedaba grande, tal vez apuntase más de lo que pudo dar en el Real Valladolid o el Betis. Antonio Gonzalo, en fin, gran esperanza del fútbol catalán, habría de quedar difuminado, quién sabe si por aquello de que toda regla debe incluir la excepción. Uno por uno, los españoles habrían de acreditar a posteriori más que sus oponentes. Pero la categoría juvenil englobaba a jóvenes desde 15 hasta 17 años, y los azzurri siempre han sido selección muy competitiva. Mientras numerosas Federaciones componían conjuntos con adolescentes prometedores y chicos un poco más curtidos -Rodri o Quino, por ejemplo, sólo contaban 16 años-, Italia solía elegir a quienes frisaban la edad límite reglamentaria.

Sin haber debutado como internacional, pero no por ello insatisfecho, Ángel Caballero regresó a Burgos. Lo natural hubiese sido acabar en el seno del ya extinto Real Burgos, por aquella época en 2ª División, puesto que en la cantera burgalesa no abundaban precisamente los preseleccionados nacionales. Sin embargo hubo de permanecer dos temporadas más en el Juventud, probablemente porque su directiva buscara resolver problemas financieros traspasándolo. Y entre el pido y no doy, a los mandamases del Burgos se les agotó la paciencia.

Durante el verano de 1965, sin cumplir aún los 21, puso proa hacia el mar, suscribiendo la cartulina del Rayo Cantabria, filial de un Racing que por imperativo franquista seguía llamándose Real Santander. Para entonces ya se había asegurado un rinconcito en la historia del fútbol burgalés, pues formó parte del equipo que jugara el último partido oficial en Zatorre (26-IV-1964), zanjado con victoria ante el Europa Delicias por 1-0. Y a punto estuvo de redondear la anécdota, inaugurando las nuevas instalaciones de El Plantío. Se le adelantó el Burgos (13-IX-1964) derrotando 2-0 a la bilbaína Sociedad Deportiva Indauchu. Él y sus compañeros del Juventud sólo pudieron disputar el segundo choque, una semana más tarde. Pero eso sí, redoblarían el triunfo burgalés con un 4-0 ante el Astorga.

Los de la capital cántabra fueron días de esperanza. Cada campaña solían ser varios los jóvenes llamados a dar el salto desde 3ª División hasta la categoría de plata, donde competía el primer equipo santanderino. Sin embargo habrían de ir pasando los meses, huérfanos de oportunidades. Tampoco ayudaba que la directiva racinguista, en su deseo de escalar a la máxima categoría, depositase golosamente sus pupilas en hombres ya contrastados. Pero sí tendría, en cambio, ocasión de participar en “Volver a vivir”, la coproducción hispano-italiana que Mario Camus, con Raf Vallone en el papel principal, rodase en las instalaciones del viejo Sardinero.

Era una película sobre fútbol, en cuyo metraje abundaban lances de partidos reales. Pero claro está, también hacía falta filmar secuencias de entrenamientos, y éstas con Vallone impartiendo órdenes, corrigiendo posiciones o arengando a sus huestes. Escenas no de entrenamientos reales, sino recreadas exprofeso, para cuyo concurso se abrió el portillo a los jóvenes del Rayo Cantabria.

Programa de mano sobre la cinta rodada en el viejo Sardinero. Su fotogénica tribuna lucía espléndida en blanco y negro.

Programa de mano sobre la cinta rodada en el viejo Sardinero. Su fotogénica tribuna lucía espléndida en blanco y negro.

“Una experiencia tan curiosa como divertida, y además nos pagaron muy bien”, reconocía Ángel, recién cumplida la setentena. “Después, en el cine, quedaba ese morbo de ver si habrían dado por bueno tal o cual plano, donde te filmaron de lleno. Por cuanto a mí respecta, salía en varias tomas fugaces”.

Sin advertirlo siquiera, el antiguo preseleccionado juvenil empezaba a fraguar su más que singular biografía futbolística.

En 1967, con 22 años, suscribía la ficha del Real Valladolid. Durante la semana y siguiendo sucesivamente órdenes de Molinuevo, Orizaola y Barrios, entrenaba junto a De la Cruz, Docal I, Lizarralde, Aguilar, Álvarez, Quique, Salvi, Melo, Román, Molina, Lorenzo, Lasa, Gatell o Lariño, componentes de la primera plantilla. Y los domingos se alineaba con el Europa Delicias, feracísimo vivero del que iban a surgir figuras tan destacadas como Cardeñosa. “Compartía pensión con Quique, que era leonés, Alberto, asturiano, y Melo, extremeño. Los tres serían fichados por el At. Madrid. Más que amigos parecíamos hermanos, puesto que siempre andábamos juntos. Eso es lo mejor que deja el fútbol: la relación personal, el recuerdo de unos años magníficos y tanta ilusión compartida. Porque los buenos propósitos dejan mucho mejor sabor de boca cuando se comparten”.

Fueron dos temporadas en el antiguo Zorrilla, llegando a debutar como blanquivioleta durante la segunda, el 16 de febrero de 1969, obteniendo un valioso empate en El Clariano ante un siempre animoso Onteniente. Después otra campaña junto al Ebro, vistiendo la camiseta del ya desaparecido Club Deportivo Logroñés. Y desde allí hacia México, en compañía de Docal I (José Antonio Docal Nates; Laredo, Cantabria, 7-XII-1944), contratados por el Oro de Guadalajara. Allí se encontraron con Ángel Suárez Martínez, murciano de Aljúcer que había lucido su cabellera pelirroja por toda nuestra geografía como futbolista del Barcelona Aficionado, Puigreig, Condal, Gimnástico de Tarragona, Cartagena, Betis, Cádiz, Celta de Vigo y Badajoz: “!Anda!, dijimos. ¿Y éste qué hace aquí?. Encima jugando de delantero centro”.

Suárez (28-VIII-1939) se había iniciado como interior de ataque o ariete, llegando a sumar en tal demarcación 22 goles durante la temporada 1960-61, para gozo del Cartagena y su hinchada. Y aunque el Betis lo adquiriese como complemento atacante, Ferdinand Daucik, siempre propenso a los experimentos, quiso sacarle más provecho situándolo en la zona ancha e incluso como defensa central. Semejante ocurrencia habría de perjudicarle mucho, pues no en vano para el puesto de central debía competir con Eusebio Ríos, a la sazón uno de los mejores en nuestra liga, en tanto la zona ancha bética pertenecía a Martínez, malogrado infaustamente tras fichar por el At. Madrid. Al Real Club Celta había llegado como centrocampista y lo mismo a Badajoz, cedido durante una campaña por los vigueses. Sólo al desembocar en México, rondando la treintena, pudo reencontrarse con el dorsal número 9. Lo que ni Docal ni Caballero sabían es que un año antes hubiese dejado la camiseta celtiña para vestir la áurea, y que en el viaje le hubiesen acompañado otros dos españoles: Iborra, hijo del guardameta barcelonista que se exiliara tras el periplo “culé” de 1937, y Fernández.

Escudo del Oro de Guadalajara, fundado en 1923. Después se convertiría en Oro de Jalisco, para concluir desapareciendo con dicha denominación.

Escudo del Oro de Guadalajara, fundado en 1923. Después se convertiría en Oro de Jalisco, para concluir desapareciendo con dicha denominación.

México acababa de cerrar su Mundial del 70, el que pasaría a la historia por un “gol” de Pelé que nunca entró y las deslumbrantes demostraciones de la “canarinha”. Brito, Carlos Alberto, Clodoaldo, Gerson, Rivelino, Tostao, Pelé y Jairzinho, sobre todo Jairzinho, extremo vertical, con regate y gol, levantaban de sus asientos una y otra vez a los espectadores. En aquella fase final parece nació la más adelante muy socorrida “ola”. Y desde luego se degustó un fútbol de ensueño, sólo repetido 40 años después por el F. C. Barcelona de Pep Guardiola. Pero el balompié mexicano, claro está, tenía poco que ver con el de Brasil.

“El Oro era propiedad de españoles. Nos pagaron 550.000 ptas. y estuvimos de maravilla. -recuerda Ángel-. El presidente regentaba dos restaurantes, donde nos hacían sentir en casa. Su modo de entender el juego, con poco desgaste, me permitía brillar con potencia y entrega. Cuando observaron mi tiro de media distancia acabaron adelantándome un poco, ejerciendo labores de enlace. Entonces pude practicar más frecuentemente el disparo a puerta. Se me dio bien aquello, no voy a negarlo”.

Bastante más que bien, ateniéndonos a cuanto sobre él se escribiera en la prensa mexicana.

“Caballero, por lo que pudo verse, es un elemento, combativo, tenaz y decidido; no es el tipo de jugador que se achica ante los tropiezos; el hombre perseveró, prodigó su ir y venir durante todo el juego, tocó el balón como para demostrar que sabe su negocio, y terminó anotando un golazo que fue la puntilla de los freseros”.

(La noche que Docal y él se presentaban con el Oro)

“Un golazo de Ángel Caballero redondeó la victoria de casa. Ocurrió en el último minuto de juego, cuando recibió el servicio de Brambila y desde 30 metros tiró y colocó el balón en el ángulo superior derecho”.

(Con ocasión de un triunfo ante Irapuato por 3-1)

“Sólo se salvó Caballero, quien posee colocación, toque de balón y buen disparo a gol, aún cuando su marcaje es deficiente”.

(Al caer por 2-0 ante los Tiburones Rojos de Veracruz, complicándose el futuro)

Concluido el campeonato, la entidad fue adquirida por mexicanos y hubo liquidación de efectivos. A él le propusieron renovar, pero sin españoles al mando ni Docal a su lado, se le hizo cuesta arriba. Al fin y al cabo había ido allí acompañando al amigo. Si no contaban con el ariete de Laredo, tampoco es que él pintara mucho.

Quien sí permaneció en México fue Suárez, a quien por el color de su cabello todos llamaban “Panocha”. El Oro, poco después, se convertiría en Jalisco. Y Ángel Suárez, tras colgar las botas, se hizo árbitro, pitó en la 1ª División azteca e incluso degustó el internacionalato. Como árbitro, precisamente, viajaría a España durante 1981, para dirigir en Cartagena un partido amistoso entre los locales y el Slovan de Bratislava. Por supuesto volvió a tomar el avión de vuelta, pero en 1990 decidió volver a nuestra tierra con carácter definitivo. Lástima que le desvalijaran el coche y aquellos cacos se llevasen parte del dinero acumulado al otro lado del océano.

Testimonio goleador de Caballero en el Oro mexicano.

Testimonio goleador de Caballero en el Oro mexicano.

Caballero, mientras tanto, había acompañado a su amigo Paco Docal en el retorno. Y casi inmediatamente supo que Trapattoni, andado el tiempo prestigioso entrenador adornado con 20 títulos, pero en ese momento forjándose en los banquillos, estaba configurando en Madrid un equipo para el campeonato estadounidense, cuyos gestores o capitalistas, según se aseguraba, eran de Canadá. Como tenía familia en Madrid, introdujo las botas en una bolsa deportiva diciéndose que además de rendirles visita, bien podía probar fortuna.

No era extraño que algún equipo norteamericano disputase “bolos” invernales por nuestros pagos, o que planificasen el futuro probando a distintos futbolistas. Tres años y medio antes, allá por diciembre de 1967, Puskas había acampado en las inmediaciones de Madrid, armando otro equipo. Se aseguró contaba con los españoles Rey, Arranz y Antonio Collar, y aunque los tres se alinearan ante equipos del cinturón madrileño, lo cierto es que acabaron integrándose en otros conjuntos de la North American Soccer League.

Ángel Caballero Saiz en la actualidad.

Ángel Caballero Saiz en la actualidad.

En la prueba hizo lo que sabía, causando buena impresión, puesto que le hablaron de fichar. No queriendo engañarles, habló muy claro: “Miren, les dije, me faltan unos meses para acabar la carrera de perito industrial, tengo novia y me casaré tan pronto empiece a trabajar. Así que si viajo a los Estados Unidos será sólo por dinero”. Entonces le ofrecieron 1.100.000 ptas. al cambio, con todos los gastos de residencia cubiertos. Un señor capitalito para 1971, cuando por medio millón más se podía comprar un piso de 90 metros cuadrados, los buenos oficinistas con implicación acreditada liquidaban en torno a las 12.000 mensuales y pocas, muy pocas dependientas de comercio, superaban los 8 billetes de a 1.000. Todo ello sin contar con los rumores sobre una posible devaluación de nuestra moneda, cuyo primer efecto sería redondear al alza aquella cifra. “Pero ofrecían, nada más. Sin anticipos, avales ni depósitos. Vamos, que en esas condiciones firmarles el contrato hubiese sido un puro ejercicio de fe. Y sabiendo que aquellos equipos se deshacían con la misma facilidad que los montaban…”

Su prudencia ni mucho menos estaba de más, porque hasta nuestra prensa deportiva llegaban ecos de operaciones similares, resueltas mediante espantada. “O sea que como ni ellos ni yo dimos nuestro brazo a torcer, me vine a Laredo, montando una inmobiliaria. Y hubo boda, claro. Más tarde me hice también perito judicial. El futbol se había acabado”.

Al menos así lo creía, aunque el veneno del balón continuara encharcándole las venas. Por eso, porque seguía envenenado, con otros cinco laredanos de pro -Paco Llama, Borja Calle, Felipe Manjares, Carlos San Román y Víctor Gutiérrez- a los que acabaría uniéndose el presidente del club local, puso en marcha el Primer Torneo Juvenil Villa de Laredo, celebrado los días 14, 15 y 16 de agosto de 1981. Hoy, al borde de su XXV edición, sería imposible citar a cuantos con su presencia lo dignificaron: Andrinúa, Luis Enrique, Juanele, Pardeza, Sanchís, Solana, Urzáiz, Kike Burgos, Castillejo, Julen Guerrero, Pep Guardiola, “Chuchi” Macón, Iván De la Peña, Garitano, Arnau, Guillermo Amor, Arpón, Luis García, el guardameta Juanmi… Eso por cuanto respecta a jugadores, porque también se darían cita técnicos como Vicente Miera, Gregorio Benito, Nicolás Estéfano, Toni Grande, Chechu Rojo, “Chus” Pereda, Luis Fernández, Amorrortu, José Ángel Iribar, Teodoro Nieto, Iñaki Sáez, Nando Yosu o Paco Gento, quien además efectuó el saque de honor, junto a Pereda, en la 1ª edición del torneo.

El Torneo Juvenil de Laredo organizado entre otros por Ángel Caballero, se convirtió en todo un referente de dicha categoría.

El Torneo Juvenil de Laredo organizado entre otros por Ángel Caballero, se convirtió en todo un referente de dicha categoría.

Como si no tuviera bastante con el torneo, se animó a sacar licencia de Agente FIFA -representante de futbolistas, para entendernos-, creando Anchusport en sociedad con el ya desaparecido “Chus” Pereda, internacional durante su militancia en el Barcelona y seleccionador nacional de distintas categorías inferiores. No estaba mal para quien creyó haber dejado el fútbol en 1971.

“Ahora, mirando hacia atrás con perspectiva, observo que mi momento estuvo en México. Si me hubiese quedado, quién sabe qué pudo ocurrir. Pero no me arrepiento de  mis decisiones. Al fin y al cabo, pocas cosas resultan tan improductivas e inútiles como parchear el pasado. La vida siempre está ahí delante”.

Para él, plenamente activo a los 70, liderando un negocio y en la directiva de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas, sin la menor duda. El fútbol, que fue y continúa siendo eje en su vida, le ha regalado infinidad de relaciones y afectos, a la par que unos cuantos recuerdos materiales no menos cargados de cariño. Como esa camiseta con el 3 a la espalda que sudase Luis De la Fuente durante la última final de Copa ganada por el Athletic, ante el Barcelona, en el año del doblete. Título, por cierto, tras cuyo pitido final Diego Armando Maradona habría de ensombrecer la fiesta, desatando una monumental tangana.

Sirvan pues estas líneas no sólo como reparación de un olvido, sino a modo de reconocimiento hacia quienes, exultantes, recibieron en su día la convocatoria de un seleccionador nacional. Y ello cualquiera que fuese la meta a donde llegaran corriendo sobre el césped, forjasen o  no biografías singulares. Porque todos, durante unas cuantas horas, se sintieron acariciados por la gloria. Algo, reconozcámoslo, al alcance de muy pocos.




Desvelando internacionales (I)

Internacionales01Cuando nuestro maestro Martialay publicó en 2009 y 2010 sus libros últimos sobre las selecciones españolas, 36 jugadores quedaron sin identificar con nombre y dos apellidos.

Podemos asegurar que fue un verdadero desgarro para don Félix no poder identificar a todos, pero la titánica tarea encontró algunos escollos que fueron insalvables. N los archivos federativos, ni el archivo del coronel Juan Garrido del Río, ni la hemeroteca vegetal ni la digital, ni ningún historiador local y ni siquiera los seleccionadores que convocaron a algunos de los desconocidos pudieron ayudarnos.

El último empujón lo dimos con él, pero Martialay llevaba más de cuarenta años recopilando la información de las selecciones y sus jugadores, sobre todo las de aquellas selecciones que por no ser la absoluta quedaban siempre en el olvido de cronistas e historiadores.

Todo había empezado, decía él, cuando un amigo le dijo en un bar que aquel muchacho que estaba al fondo de la barra terminaba siempre las discusiones futbolísticas recordando que él había sido internacional con España. Cuando don Félix le preguntó al respecto él respondió que en efecto lo había sido, pero que no con la absoluta, siendo la primera reacción del maestro la de quitarle toda importancia según la moda general.

Pero quedó en la memoria aquella anécdota, y al tiempo Martialay entendió que si había sido seleccionado, si se había vestido la camiseta de España y si habían escuchado el himno, entonces eran tan internacionales como los absolutos y que merecían un reconocimiento. Así que volvió al bar, le agradeció a aquel internacional el haberle advertido de aquello y comenzó la tarea de recopilación. Una tarea que por lo demás hoy sería imposible porque los archivos sobre la mayor parte de partidos no existe y porque la prensa durante decenios no informó a veces ni del resultado de muchos partidos.

Una sola fuente hay para el estudio de las selecciones españolas diferentes de la absoluta, y esa es el libro de Félix Martialay Todo sobre todas las selecciones.

El caso es que una tarde veraniega cualquiera nos pareció oportuno volver sobre aquellos 36 desconocidos e imposibles jugadores, algunos de los cuales solo había sido convocado pero no había llegado a debutar, a ver si alguna novedad podían aportar las nuevas tecnologías, a ver si podía dar nombre e identidad a alguno de esos 36 jugadores.

Como esperaba Google no dio nada, pero nuestro Google particular que es el archivo de José Ignacio Corcuera ha conseguido sacar para siempre del anonimato a 4 de los 36 jugadores, dos de los cuales sí debutaron y en consecuencia merecen desde hoy ser reconocidos con todos los honores como internacionales españoles. Son los siguientes:

Carvajal: también alineado como Fernández Carvajal, formó parte de la convocatoria de la selección de aficionados para el I Torneo FICEP disputado en París los días 2 y 5 de julio de 1958 (partidos 4 y 5 de la selección amateur). Jugó los dos, pero no marcó ningún gol. Se trata de Jaime Fernández Carvajal, nacido en Madrid el 8-12-1938. Procedente del Imperio madrileño llegó al Real Madrid aficionados en la temporada 1957-58. Pasó al año siguiente al Plus Ultra, en el que permaneció tres temporadas disputadas todas ellas en segunda división. Al año siguiente (1961-62) recaló en el Salamanca.

Escobosa: jugó el mismo torneo que Carvajal, y anotó un gol en el primer partido y dos en el segundo. Se trata de José Antonio Escobosa Vela, nacido en Madrid el 17-3-1938. Cuando fue seleccionado jugaba en el Club Deportivo Madrileño; posteriormente pasó al Rayo Vallecano, al Plus Ultra (1960-61) y al Cádiz (1961-62), temporadas estas dos últimas disputadas en segunda división. Posteriormente pasó por el Conquense, Rayo Vallecano, Toledo y finalmente Getafe.

Badía: no llegó a ser internacional, pero sí fue convocado para el Campeonato del Mundo militar jugado en Asturias los primeros días de julio de 1965 (partidos 5-7). En el libro de Martialay aparece por error como suplente solo en el primero de los partidos, pero también lo fue en el segundo y en el tercero. Se trata de José Manuel Badía Ferriols, nacido en Masanasa (Valencia) el 1-1-1943. Había disputado esa temporada 1964-65 en el Mestalla, pero al año siguiente lo fichó el Badajoz, ambos años en segunda división. Desde la temporada 1969-70 jugó en el Alcoyano en tercera, retirándose por fin en 1972-73 con el Olímpico de Játiva, también en tercera.

Montaña: tampoco llegó a ser internacional, solo fue convocado para el partido contra Inglaterra sub 18 jugado en el campo de La Viña (Alicante) el 9-2-1972 (partido 81). Se trata de Manuel Montaña (no Montana, como aparece en el libro). Jugador valenciano, desarrolló toda su carrera en equipos de la zona. Jugó cuatro temporadas en el Acero de Sagunto en tercera división (desde 1967-68 a 1970-71), cerrando su trayectoria al año siguiente en el Paterna. Presumiblemente antes de recalar en Sagunto había jugado al menos una temporada en el Nules. Su segundo apellido sigue siendo una incógnita.

Desvelados y presentados pues los cuatro jugadores encontrados se preguntará el lector por qué el título del artículo indica que se trata de la primera parte del artículo, si ya más fuentes no puede haber. Pero sí, hay una más, la que don Félix llamó “la vaca”, es decir, su propio archivo. Y la ayuda directa de alguno de los protagonistas. Seguiremos con ello.




Del nacimiento y demás circunstancias de Ricardo Zamora

RicardoZamora01«De mi nacimiento y demás circunstancias, las gentes saben más que yo; muchas hay que me vieron nacer, y grabado se les quedó el día y la hora. Claro que sus datos no concuerdan con los míos, y en disputar cuáles son los exactos no me enredo, que mi fe de bautismo y certificado de nacimiento, capaces son de tomarlos como falsos y amañados. No obstante, conste que éste último asegura que nací el 21 de enero de 1901.» (1)

Así empieza el Capítulo 1 («De mi nacimiento y demás circunstancias») de las Memorias de Ricardo Zamora, publicadas por Abc en 1988 y nos parece una forma harto curiosa de empezar unas memorias. Curiosa por la ambigüedad sobre el lugar (no especificado) y la fecha (sobre la que se reconoce controversia) de nacimiento del protagonista quien lo relata en primera persona, reconociendo que existía polémica al respecto y no queriendo (o pudiendo) zanjar la misma.

Puede sorprender esta cuestión a muchos de los lectores, para los que el lugar y fecha de nacimiento del mítico portero Ricardo Zamora Martínez (Barcelona, 21 de enero de 1901) es algo evidente. Así por ejemplo el 21-1-2001 Bernardo Salazar en As (págs. 23-25) y Enrique Ortego en Abc (págs. 22-24) publicaron sendos artículos celebrando el centenario de Zamora sin hacer referencia alguna a posibles dudas.

Sin embargo es un viejo tema recurrente para algunos, una de esas polémicas Guadiana que aparece y desaparece cuando le apetece, aunque siempre sin abandonar el acotado espacio de las conversaciones de sobremesa ni el formato del chascarrillo informal.

Creemos llegado el momento de poner negro sobre blanco este viejo tema «del nacimiento y demás circunstancias de Ricardo Zamora» y todo lo que sabemos sobre el mismo con el mayor respeto y rigor. El personaje lo merece: Ricardo Zamora, «El Divino». Uno de los mejores guardametas de la historia del fútbol. Portero del Español, Barcelona, Real Madrid. Exiliado en Niza durante la Guerra Civil jugó en el Olympique nizardo junto a Samitier. Internacional en 46 ocasiones, medalla de plata en Amberes 1920. Auténtico fenómeno sociológico en su época, su popularidad le llevó a protagonizar dos películas: Por fin se casa Zamora (1926) y ¡¡¡Campeones!!! (1943). Entrenador de numerosos equipos, seleccionador de España y Venezuela. Comentarista y periodista deportivo. El trofeo al portero menos goleado de la Liga lleva su nombre. Su hijo Ricardo Zamora de Grassa (1933-2003) también fue portero de varios equipos…

Sobre la fecha de nacimiento

La fecha generalmente aceptada de 21-1-1901 en Barcelona consta desde antiguo. No solo es la que Zamora da en sus memorias de Abc, sino que era la que había utilizado el propio Zamora durante toda su vida deportiva; pueden verse a este respecto las fichas federativas.

Sin embargo no es cierto que esta sea la fecha que consta en el Registro Civil, como pretende Zamora. Su inscripción se produjo en el juzgado del Distrito Universidad de Barcelona el 16-2-1901, y en ella consta que dos días antes (14-2-1901) el niño Ricardo Antonio Pablo Zamora Martínez había nacido a las 6 de la mañana en el piso segundo del número 189 de la calle Diputación de la Ciudad Condal. Primera divergencia con lo que Zamora explicaba en sus memorias: su certificado de nacimiento NO indica que naciera el 21 de enero de 1901, indica el 14 de febrero de 1901.

¿Por qué esta divergencia? ¿Por qué estas dos fechas? A priori cabría pensar varias interpretaciones, incluso en un simple descuido de los padres que habiendo olvidado inscribir al niño en el día prefirieron mentir y dar una fecha próxima a la inscripción. Pero siendo esto posible, parece improbable precisamente por el hecho de que Zamora se apoyara para dar la fecha de 21-1-1901 precisamente en el documento que demostraba lo contrario.

Poco más podemos decir, salvo constatar la diferencia y recordar las palabras de Zamora: “muchas hay que me vieron nacer, y grabado se les quedó el día y la hora. Claro que sus datos no concuerdan con los míos”. Una lectura atenta no permite descartar que Zamora esté reconociendo que “sus datos” (21-1-1901, según dice el Registro Civil) sean peores que los de aquellos que lo vieron nacer y a quienes se les quedó grabado el día y la hora.

De hecho si Zamora conocía su inscripción en el Registro Civil sabía a ciencia cierta que su afirmación era falsa, por lo que en tal caso esta interpretación del texto sería la buena y en consecuencia Zamora no estuviera sino reconociendo que no había nacido cuando decía.

No podemos descartar que este raro problema con las fechas sea consecuencia directa de lo que explicamos en el punto siguiente.

Sobre la identidad de sus padres

Nada dice Zamora en sus memorias sobre sus padres, pero siempre que se habla de ellos se hace en los mismos términos. Así por ejemplo Félix Martialay en ¡Amberes! Allí nació la furia española (pág. 118) dice:

Pese a haber nacido en Barcelona, su padre era un médico gaditano; su madre, valenciana.

Nos encontraríamos pues ante el Sr. Zamora, médico gaditano, y la Sra. Martínez, de origen valenciano. Padres además de otros dos hijos, Amparo y Francisco, fallecidos ambos jóvenes.

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Sin embargo la partida de nacimiento vuelve a llevarnos la contraria. Su madre en efecto era valenciana, de 39 años, y se llamaba María de los Desamparados Martínez Mauricio. Pero su padre, don Francisco Zamora Bon, de 51 años, no era médico; el Sr. Zamora era un jornalero natural de Alberique (Valencia), que además se encontraba ausente (“está ausente”) en el momento del nacimiento e inscripción de Ricardo Zamora.

¿Fantasía pues o simple error lo del “médico gaditano” que decía Martialay? No. Al médico lo tenemos en la misma partida de nacimiento, ya que es precisamente quien comparece en el juzgado para inscribir al niño. Se trata del doctor Gaspar Baldó Galiana, nacido en Cádiz, aunque alicantino de origen y de residencia antes de trasladarse a Barcelona, soltero y de 34 años; es quien ha asistido a la madre en el parto y quien comunica que Francisco Zamora Bon «está ausente».

El doctor Gaspar Baldó Galiana no era un simple médico en la Barcelona de la época. Era el médico del Registro Civil del distrito de la Lonja, del Frontón Palace y de la compañía «España S.A. Previsión y Seguros Sociales».

Al enviudar la madre de Zamora el Dr. Baldó se casó con ella, y Ricardo se convirtió en su «hijo entenado». He aquí la sorpresa: el médico que asistió en el parto y que inscribió al niño en el Registro Civil se convertía años más tarde en el esposo de la madre y en el padrastro del niño al que inscribió «en ausencia del padre». Un niño que no pocas veces habló del Dr. Baldó como “mi padre”.

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El doctor Gaspar Baldó Galiana (1867-1928) en sus últimos años.

El doctor Gaspar Baldó Galiana (1867-1928) en sus últimos años.

Sobre el lugar de nacimiento

Si dudas hay sobre la fecha de nacimiento, no menos hay sobre el lugar. Cuando falleció Zamora (8-9-1978) escribió Pedro Escamilla en Marca (2): «Había nacido el día 21 de enero de 1901. Los historiadores no se ponen demasiado de acuerdo, pues, aunque la creencia general es que nació en Barcelona, en la calle Diputación, precisamente entre Villarroel y Casanovas, hubo algunos que afirmaron que su lugar de nacimiento fue Castellón de la Plana.»

En efecto, es un rumor o chascarrillo que circula en los mentideros de los historiadores del fútbol desde hace decenios: Ricardo Zamora no habría nacido en Barcelona en febrero de 1901 (pese a ser inscrito en la capital catalana como si así hubiera ocurrido) sino en la provincia de Castellón (generalmente se dice en Castellón de la Plana, en alguna ocasión se menciona Torreblanca) unas semanas o meses antes.

En el Diario Mediterráneo de Castellón el 10 de septiembre de 1978 pudo leerse: «¿Tenía Zamora ascendencia castellonense? No sabemos si en los antepasados cercanos a Zamora había algún castellonense, pero la verdad es que el gran portero estuvo muy ligado a Castellón, ya veremos por qué, a lo largo de los años 20. Al margen de ello, en el Diario de Castellón ya en agosto de 1928, cuando comienza a hablarse del fichaje de Ricardo por el Madrid, se dijo el día 3: «Se dice que Zamora se va al Madrid, lo sentimos mucho por nuestro comprovinciano

Es un rumor antiguo, como podemos constatar en esta referencia indirecta de 1978 y directamente en la prensa de los años 20-30. Por ejemplo en El Luchador: Diario Republicano el 6 de septiembre de 1932: «Todos sabéis algo de Zamora. Su prestigio ha conseguido traspasar las fronteras. Zamora es popular en todas partes. Nació en Castellón en 1901. Tiene, por tanto 31 años.»

Lamentablemente para esta incógnita no podemos aportar ni una sola prueba que afirme o desmienta nada, y es muy probable que no exista. No deja de ser llamativo que en las citadas memorias de Abc no diga Zamora nada sobre su lugar de nacimiento, pero ninguna conclusión puede extraerse de ello. Hasta la fecha no hemos encontrado la fe de bautismo, y quizá solo sea ese documento el que nos pudiera ayudar a resolver la incógnita. Mientras tanto la prudencia nos exige mantener a Barcelona como la cuna de Zamora.

Conclusiones:

– Ricardo Zamora nació oficialmente en Barcelona el 14 de febrero de 1901, sus padres eran valencianos.

– Según el testimonio del propio Ricardo Zamora recogido en sus Memorias publicadas en ABC en 1988 su nacimiento se produjo el 21 de enero de 1901. No indicaba el lugar.

– El rumor según el cual Ricardo Zamora habría nacido en Castellón aunque fuera inscrito en Barcelona semanas después por problemas familiares viene circulando desde los años 20 del pasado siglo como mínimo. No podemos certificarlo y no entraremos en los problemas familiares ni en el detalle de los chismes o rumores.

Notas:

(1) ZAMORA, R. , Memorias de Ricardo Zamora, Abc, 17 de enero de 1988.

(2) ESCAMILLA, P., Ricardo Zamora, «el divino», Marca, 9 de septiembre de 1978.




Ceferino Rodríguez Avecilla: algunas precisiones

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En el número 31 de los Cuadernos de Fútbol publicamos un artículo en el que conseguimos sacar del anonimato a Ceferino Rodríguez Avecilla, uno de los personajes clave del origen del fútbol en España y sumamente olvidado y vilipendiado hasta nuestro artículo. Decíamos allí que habíamos dedicado varios meses para reconstruir su biografía, y que a pesar de ello había varios puntos que quedaban lamentablemente oscuros. Confiábamos quizá en que con la publicación de nuestro texto algún familiar y conocido pudiera tomar contacto con nosotros y resolvernos las dudas o ampliarnos cualquier elemento de los que quedaban por completar.

Es cierto que la biografía tuvo muy buena acogida, puesto que era un personaje de vital importancia para el fútbol pero también para el periodismo y la literatura, y sorprendentemente había caído en el olvido en las tres áreas. De hecho ni tenía entonces biografía en la Wikipedia, ni la tiene aún hoy. Hasta el punto de que la Real Academia de la Historia nos encargó la biografía de Avecilla para el Diccionario Biográfico Español, pues nos habíamos convertido en la principal fuente biográfica del personaje.

Entre las incógnitas que recogíamos nos quedaba la fecha y lugar de fallecimiento, y saber si volvió alguna vez a España desde su exilio en México. Y acaso la más importante, si había tenido familia.

Pues bien, es preciso hacer público que doña Sofía Leticia Duval Rodríguez, residente en México DF, se puso en contacto con nosotros hace algunos meses para ayudarnos con el trabajo. ¡Se trataba ni más ni menos que de la nieta de don Ceferino Rodríguez Avecilla! Muy amablemente nos confirmó que su abuelo nunca había vuelto a España, y que falleció a mediados de 1956 en el Sanatorio Español de la capital mejicana. Nos envió también las dos fotos que se incorporan al texto, y nos pidió que añadiéramos este texto que con sumo gusto añadimos:

Pueden agregar que fue un hombre de gran corazón, quien como desafortunadamente como todos los grandes hombres falleció en absoluta pobreza, aunque siempre contó y contará con mi más profundo amor.

He aquí un paso más en la reconstrucción biográfica de uno de los personajes más apasionantes de la primera década de nuestro fútbol. Confiemos en seguir avanzando.

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El secreto de Raimundo Saporta

Raimundo Saporta dijo alguna vez que no escribiría sus memorias “porque tendría que mentir”. No sabemos a qué mentiras se refería. Posiblemente aludía a secretos sobre su carrera brillante y prolongada de gestor deportivo vinculado al Real Madrid o al deporte internacional. Aunque también existe la posibilidad que hablara de sus propios orígenes familiares sobre los que siempre ha existido confusión. Una confusión a la que el propio Saporta contribuyó en vida por motivos que revelaremos. En el presente artículo intentaremos aclararlo sin emitir ningún juicio moral sobre los motivos que pudieron llevarle a hacerlo. Motivos que, como veremos, pueden ser considerados perfectamente comprensibles y razonables.

Siempre se ha dicho que Raimundo Saporta Namias nació en París el 16 de diciembre de 1926 (y así aparece en toda su documentación española, por ejemplo en su Certificado de Defunción). Sobre sus padres hemos leído muchas cosas: que su padre era español y su madre francesa, que su padre era de origen judío y nacido en Marruecos, que su madre era armenia, que su madre era suiza, que eran rumanos, etc. Todas estas versiones pueden encontrarse haciendo una búsqueda en Internet o tirando de hemeroteca. La más extendida es la primera de las enumeradas y que el propio Raimundo explicó en numerosas ocasiones: “nacido en París de padre español y madre francesa”.

Visado de entrada en Brasil (1961) con los datos oficiales españoles de Raimundo Saporta. (1)

Lo cierto es que su padre (Jaime Saporta Magriso) había nacido en Salónica (entonces Imperio Otomano, actual Grecia) el 27 de septiembre de 1887 y su madre (Simona Nahmias) en Constantinopla (Imperio Otomano. Actual Estambul, Turquía) el 8 de febrero de 1902. Ambos eran judíos sefarditas, descendientes directos de judíos expulsados de España en 1492 y miembros de conocidas familias hebreas de Salónica, muchos de los cuales se trasladaron a Constantinopla tras la anexión de la ciudad a Grecia en 1912. El único hermano de Raimundo (Marcelo) también nació en Constantinopla/Estambul el 20 de marzo de 1923.

Según todas las biografías de Marcelo Saporta (2) (más conocido como Marc Saporta, destacado escritor e intelectual) la familia Saporta Nahmias vivió en Estambul hasta la crisis del 29, tras la que emigraron a París donde Jaime Saporta siguió con los negocios de banca que ya había iniciado en Turquía. Aquí surge una importante duda: ¿si la familia no emigra a París hasta después de 1929 cómo pudo Raimundo nacer allí en 1926?

Para resolver el misterio intentamos localizar la inscripción de Raimundo Saporta en el Registro de París (État civil de la Ville de Paris) con resultado infructuoso. No consta, no nació allí. ¿Cómo localizarlo pues? En las fichas del Consulado Español en la capital francesa de 1940 en las que sí aparecen sus padres Jaime Saporta, Simona Nahmias y su hermano Marcelo Saporta (3). Jaime y Marcelo eran ciudadanos españoles aunque jamás habían pisado España, lo que no es extraño pues tras el Decreto del general Primo de Rivera de 1924 que daba la nacionalidad española a los judíos sefarditas muchos se acogieron a él en las comunidades de los Balcanes. Simona Nahmias estuvo inscrita en el Consulado Español de París hasta 1964, la ficha de Raimundo ha desaparecido. ¿Qué había sido de Raimundo? En todo caso la vía francesa estaba totalmente cerrada, ni el registro civil ni el consulado español.

Segunda vía, dar por supuesto que nació en Estambul y buscarlo allí. Mismo camino: primero el registro civil, y nada. Seguimos por el Archivo del Consulado de España en Estambul, conservado en el Archivo General de la Administración; y nada. Tampoco en los Archivos Estatales turcos. Segunda vía también cerrada.

¿Cabía una tercera vía? Sí, las instituciones judías de Estambul. Nos pusimos en contacto con la Comunidad Judía de Turquía y hasta con el Rabinato, pero nada. Todos los intentos para localizar algún certificado de nacimiento de Raimundo Saporta fueron infructuosos. Y aunque en todos los documentos españoles de Raimundo Saporta consta París como lugar de nacimiento las dudas eran razonables, ¿habría nacido en Estambul? Parecía imposible confirmarlo documentalmente aunque era nuestra hipótesis.

Los Saporta Nahmias se integraron bien en la numerosa comunidad de judíos sefarditas emigrados a París. Muchos sefardíes de los Balcanes ya habían adaptado la lengua y cultura francesa en sus ciudades de origen por la eficiente labor educativa y cultural de la Alianza Israelita (Alliance Israélite Universelle) y su integración en Francia fue rápida. En 1937 Jaime (“James”) Saporta fue noticia en toda la prensa francesa por sufrir el robo de 120.000 francos en un autobús (4).

Cuando dábamos todo por perdido y no teníamos más que quedarnos con una mera hipótesis sobre el lugar de nacimiento de Saporta he aquí que aparece una nueva y quizá ya sí última opción.

Puesto que sabíamos que en esos años felices en París los hermanos Marcelo y Raimundo habían estudiado en el Lycée Carnot, ¿acaso no tendrían ellos alguna ficha o expediente que nos demostrara lo que sospechábamos? Varios correos electrónicos sin respuesta y varias llamadas de teléfono siempre respondidas con evasivas presagiaban que esta cuarta vía nos daría el mismo resultado que las tres primeras. Pero la casi ya desesperación nos llevó a presentarnos directamente en el 145 de la avenida de Malesherbes de París y contar nuestra batallita. De la recepción nos mandaron al desván (le grénier), y allí en el cuarto piso sin ascensor de uno de los edificios nos recibieron cuatro encantadores jubilados del Lycée que prometieron ayudarnos.

A los pocos días recibimos un sobre remitido por la asociación de antiguos alumnos (5) en la que su presidente Jean Pierre Chavatte nos remitía por fin la prueba documental que durante meses habíamos buscado sin cesar: ¡Constantinopla!

Expediente del alumno Raymond Saporta, Lycée Carnot. Curso 1938-1939 (5)

Raymond (Raimundo) Saporta nació en Constantinopla (Estambul) el 16 de diciembre de 1926. Además, gracias a una anotación al margen (“espagnol”) podemos saber que al igual que su padre y su hermano también era ciudadano español antes de viajar a Francia. Los felices años parisinos tocaron a su fin con la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana de Francia en 1940. Para esa fecha parece que la aparición de Constantinopla como lugar de nacimiento empezaba a ser un problema para Raimundo Saporta por ser excesivamente indicativa de su condición sefardita y en las notas de su último curso en París (1940-1941, con los alemanes en la ciudad) su lugar de nacimiento quedó en blanco.

Expediente del alumno Raymond Saporta, Lycée Carnot. Curso 1940-1941 (5)

Para los judíos franceses se aproximaba la persecución y la muerte y algunos dirigentes de la comunidad sefardita lo sabían y tuvieron una idea para intentar evitarlo: tramitar pasaportes españoles (como hemos comentado muchos de ellos, como Jaime Saporta, lo habían hecho previamente en los consulados de los Balcanes) amparándose en el Decreto de Primo de Rivera de 1924 y pedir ayuda al cónsul Bernardo Rolland de Miota. Entre los más destacados referentes de la comunidad estaban los hermanos Nicolás y Enrique Saporta Beja (parientes de los Saporta Nahmias) quienes realizaron gestiones ante el cónsul Rolland (cuya actitud flexible y benévola salvó miles de vidas) hasta que este fue destituido en 1943 por el Ministerio de Asuntos Exteriores (5).

Dedicatoria y mensaje de gratitud de Enrique Saporta a Bernardo Rolland en 1957.

Entre las ideas de los Saporta y Beja estuvo la conversión al catolicismo para facilitar los trámites y la entrada en España. Desconocemos si esas conversiones fueron numerosas o puntuales, meramente de conveniencia o en algunos casos reales. Tampoco sabemos si fue el caso de los Saporta Nahmias, aunque cuando Raimundo Saporta falleció en 1997 se celebró un funeral católico y su esquela estuvo presidida por la cruz. También sabemos de alguna conversión anterior a la Segunda Guerra Mundial (6): Jaime Marcel Nahmias Carasso se presentó voluntario en 1936 para combatir con las tropas franquistas (carlistas concretamente) en la Guerra Civil y fue rechazado (“a causa de su raza o de su inutilidad física visible”). Consta que era un judío sefardita nacido en Salónica, residente en Francia y convertido al catolicismo. También era pariente de Raimundo Saporta. Así mismo sabemos que en algunos casos el cónsul Rolland aconsejaba a los sefarditas que viajaban a España que no indicaran ciudades orientales (Salónica, Estambul, etc.) como su lugar de nacimiento porque eran demasiado indicativas de su condición de judíos. Podría ser una explicación al “París” que aparece desde entonces en toda la documentación española de Raimundo Saporta como lugar de nacimiento.

Son años traumáticos sobre los que los protagonistas rara vez han dejado testimonio. Sabemos que los Saporta Nahmias (Namias a partir de entonces, la h desaparece) se instalan en Madrid en 1941, lejos de los soldados alemanes y el Holocausto (en el que perecerán muchos familiares suyos y buena parte de la comunidad sefardita de Salónica) aunque eso no supone la tranquilidad y la felicidad para ellos. Poco tiempo después de llegar un tranvía atropella a Jaime Saporta y lo mata. Doña Simona se queda viuda con dos hijos en un país extranjero al que acaba de llegar. País recién salido de una guerra civil y gobernado por los vencedores. Unos vencedores que han contado con la ayuda del nazismo, nazismo del que ellos han huido para sobrevivir. Son judíos (al margen de su posible conversión al catolicismo) en un país cuyo Jefe de Estado acaba de hacer un discurso de Fin de Año alabando a los Reyes Católicos por expulsar a los judíos en 1492 y haber ahorrado a España un “problema judío” (7) y que podía entrar en la guerra con el Eje en cualquier momento. De hecho los judíos residentes en España eran vigilados por la policía como “potencialmente peligrosos” y existió un Archivo Judaico sobre ellos (8) que tras la derrota del Eje en 1945 fue expurgado. El régimen franquista no era monolítico ni coherente en este tema y en el mismo convivían antisemitas fanáticos con filosefardíes, la actitud heroica de algunos diplomáticos españoles durante el Holocausto es prueba de ello. El propio Franco alternaba frases antisemitas como las del discurso de Fin de Año de 1939 previamente comentado o la retórica sobre el “contubernio judeo-masónico” con comentarios de simpatía hacia los sefardíes (9) o iniciativas culturales como la inauguración en 1941 de la Escuela de Estudios Hebraicos (adscrita al CSIC) con la edición de la revista Sefarad.

Era difícil saber lo que podía suceder en la España de los años 40 y la situación psicológica y emocional de aquella joven viuda y sus hijos es fácilmente imaginable. Era necesario y urgente reinventarse. Doña Simona lo sabía, era culta e inteligente y lo hizo de forma brillante. A partir de aquel día pasó a ser una dama francesa viuda de un banquero español y sus hijos eran unos huérfanos hispano-franceses. Su perfecto dominio del francés, el fuerte acento galo que les acompañaría de por vida hablando en castellano y un apellido aparentemente español (Saporta) que pocos reconocerían como judío hicieron el resto.

El resto de la historia es conocido: el joven Raimundo se integra bien en Madrid y nunca se separará de su idolatrada madre. Estudia en el Liceo Francés, se hace un hueco en el reducido mundillo del baloncesto madrileño como brillante gestor y allí Santiago Bernabéu se fija en él y le encarga organizar el torneo de baloncesto del 50 Aniversario del Real Madrid. La gestión es tan brillante que Saporta se convierte en el principal colaborador de Bernabéu. Una historia de lealtad y amistad de muchos años. La trayectoria de Saporta como dirigente en el Real Madrid, la Federación Española de Baloncesto, la FIBA o el Mundial de Fútbol 1982 es conocida por todos. Su contribución al nacimiento de las Copas de Europa de fútbol o baloncesto o a la Liga española del deporte de la canasta también. Fue gran amigo de Juan Antonio Samaranch, del Rey Juan Carlos y de todos los dirigentes del deporte europeo y mundial de la segunda mitad del siglo XX.

Indudablemente para el régimen franquista no debía ser desconocido el origen de Raimundo Saporta, lo que no le supuso ningún problema y nunca fue objeto de comentarios en la controlada prensa de la época.

Tan buena fue la relación de Saporta con el régimen que se dieron estampas tan llamativas como esta:

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1961. Raimundo Saporta Namias recibiendo la Encomienda de Isabel la Católica (la reina que expulsó de España a sus antepasados en 1492) de manos de Fernando María de Castiella (ministro de Asuntos Exteriores, coautor en 1941 del libro irredentista falangista Reivindicaciones de España, voluntario de la División Azul).

El único roce (menor) de Raimundo Saporta con el régimen franquista se produce en 1973 cuando el club blanco agasaja y condecora al general israelí Moshe Dayan en un partido de baloncesto Maccabi de Tel Aviv-Real Madrid, las imágenes no gustaron en el gobierno. Las relaciones entre los dos clubs fueron siempre excelentes a pesar de que España no reconocería al Estado de Israel hasta 1986. Saporta tuvo mucha influencia en ello.

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Por el contrario Marcelo (de espíritu más rebelde e inconformista) nunca se adaptará a España y acaba regresando a Francia y nacionalizándose francés en 1958, allí será Marc Saporta. Desarrolla una brillante carrera literaria y periodística y fallece en 2009.

En la transición democrática algunos grupúsculos neonazis publicaron listas de “judíos españoles en el poder” y Saporta aparecía en ellas con los errores habituales (“padre judío marroquí”, etc.) sin la menor repercusión, los orígenes de Raimundo Saporta nunca preocuparon a la prensa. Esos tiempos de agitación pasaron sin más y Raimundo vivió unos años más o menos tranquilos (tuvo algunos problemas de salud) siempre junto a doña Simona hasta su fallecimiento y sólo entonces (con casi 70 años) contrajo matrimonio con su compañera de toda la vida: Arlette Politi Treves. Oficialmente Arlette era otra francesa (París, 06/10/1930) residente en Madrid desde la Segunda Guerra Mundial, vecina de los Saporta desde siempre. En realidad Arlette (fallecida en 2009) también era una sefardita. La inscripción de su nacimiento tampoco ha podido ser localizada en el Registro de París…

Probablemente España sigue siendo un país antisemita y los judíos españoles optan por un perfil bajo o por guardar algún secreto como medida de protección. Fue el caso del judío sefardita Raimundo Saporta Nahmias (Estambul, 16 de diciembre de 1926 – Madrid, 2 de febrero de 1997), uno de los más importantes dirigentes del deporte español en la historia, cuya biografía debe ser modificada a partir de hoy. 

Notas:

(1) «Brasil, Cartões de Imigração, 1900-1965,» index and images, FamilySearch.

(2) http://fr.wikipedia.org/wiki/Marc_Saporta

(3) Fichas del Consulado Español de París gentileza de Alain de Tolédo.

(4) L´Humanité, Le Petit Parisien, La Croix, La Populaire, etc. 13 y 14 de mayo de 1937.

(5)  U.P.A.L.Y.C.A.  Archives Lycée Carnot (Paris) Listes des éleves (C. V.)

(6) La lettre Sépharade. Etudes: 1940/1942. Le Sefardi du consul d´ Espagne. https://sites.google.com/site/lalettresepharade/home/la-revue-par-numero/numero-44/etudes-1940-1942-le-sefardi-du-consul-d-espagne

(7)  Rother, Bernd, Franco y el Holocausto. Marcial Pons, 2005

Álvarez Chillida, Gonzalo, El antisemitismo en España, la imagen del judío (1812-2002), Marcial Pons, 2002.

(8) Discurso de Francisco Franco de Nochevieja de 1939: «Los motivos que han llevado a distintas naciones a combatir y a alejar de sus actividades a aquellas razas en que la codicia y el interés es el estigma que las caracteriza, ya que su predominio en la sociedad es causa de perturbación y peligro para el logro de su destino histórico. Nosotros, que por la gracia de Dios y la clara visión de los Reyes Católicos, hace siglos nos libramos de tan pesada carga…”

(9) Israel Garzón, Jacobo, El Archivo Judaico del Franquismo, Revista Raíces nº33, 1977. http://www.gariwo.net/dl/El-Archivo-Judaico-del-Franquismo.pdf

(10)  “Judíos, moros y cristianos aquí estuvieron y al contacto con España se purificaron”, “Cuando los fariseos decidieron la muerte de Jesús escribieron a las sinagogas pidiendo su asentimiento, los judíos españoles no sólo lo negaron, sino que protestaron…”  (Frases pronunciadas en la película Raza por el protagonista con guión escrito por Francisco Franco).

Agradecimientos: Rafael W. González Cabrera, Jacobo Israel Garzón, Alain de Tolédo, Laurence Abensur-Hazan, François Azar,  Susana Doñoro Fernández,  U.P.A.L.Y.C.A. Lycée Carnot.




Congreso FIFA 1906 (III)

Congreso de la FIFA

3 y 4 de junio de 1906 en Berna

Acta

Sesión del 3 de junio

La sesión se abre a las 9 horas de la mañana, bajo la presidencia del Sr. Victor E . Schneider, delegado de Suiza y vicepresidente de la FIFA, en ausencia del presidente.

Están presentes los Sres.:

D .B . Woolfall, F .J .Wall y H. Walker, representantes de la Football Association Ltd. de Inglaterra.

E.L . Holland y V. E . Schneider, Asociación Suiza de Fútbol

A. Espir, Union des Sociétés françaises de sports athlétique

C .A . W .Hirschman, Nederlandsche Voetbal Bond

R. Hefner, Deutscher Fussball Bund

Horacek Miloslaw y Max Egon Raym, Bohemian Football Association

Rag . Luigi Bosisio, Federazione Italiana del Football

Los Sres. L .Mühlinghaus (Union Belge des Stes de Sports Athlétiques) y el Sr. Sylow (Dinamarca) se excusan por correspondencia, igual que España, que otorga poder al Sr. V .E . Schneider .

El Sr. Schneider da la bienvenida a los delegados extranjeros y se felicita de verlos reunidos en número tan elevado. Hace la exposición sobre la situación de la Federación y en particular del Boletín Oficial.

1. Aprobación de las actas

Las actas del Congreso de 1905 se aprueban sin ninguna observacion.

2. Cuestión sobre el Boletín Oficial

El Sr. Hefner propone la supresión del Boletín Oficial y que se reemplace por circulares.

Los Sres. Bosisio y Espir proponen reemplazarlo en parte por el boletín oficial de cada una de las Federaciones.

Los representantes de Inglaterra proponen que en vez de publicar un Boletín Oficial sería más preferible que la FIFA envíe sus comunicados a cada asociación y que estas las publiquen en su órgano oficial.

3.  Lengua oficial de la FIFA.

Los delegados de la Football Association proponen que una sola lengua sea oficial y solicitan al Congreso que aprueben que esta sea el francés. Así se aprueba por unanimidad.

4. Campeonato Internacional

El Sr. Woolfall declara que la FIFA todavía no tiene bases suficientemente estables, que no existe la seguridad de que en cada país existe una federación que organice el fútbol; en definitiva, que para crear un campeonato internacional hay que estar seguro de que todas las asociaciones juegan con las mismas reglas.

El Sr. M . Hefner cree que dada la larga duración de los campeonatos nacionales es muy difícil organizar un campeonato internacional.

El Sr. Schneider pide al Comité que en el próximo Congreso se someta a votación un proyecto de reglamento. Se aprueba.

5. Unificación de las reglas del fútbol

En cuanto a las reglas del fútbol, que es necesario unificar, el Sr. Woolfall propone las reglas inglesas. El Sr. Schneider pide que las asociaciones se pongan inmediatamente a adoptar las reglas inglesas. Los delegados de la FA Ltd. Se ofrecen para enviar a las distintas asociaciones durante este mes de junio los reglamentos puestos al día de la asociación inglesa.

El Sr. Espir destaca que ciertos países como Francia adoptan desde su publicación todas las nuevas reglas o modificaciones de la FA Ltd., pero que para otros países puede resultar arbitrario cambiar de un día al otro los reglamentos. En consecuencia lo que importa es que la Federación Internacional invite a las otras asociaciones a adoptar las reglas inglesas que serán las únicas válidas en los partidos internacionales.

Formula la proposición siguiente:

« El Congreso de la FIFA, reunido en Berna el 3 de junio de 1906, reconociendo que las diferentes asociaciones deben jugar según las reglas únicas del juego de la FA, invita a todas las asociaciones que practican este deporte a adoptar las reglas de la FA Ltd., que los delegados de la FA se ofrecen a enviar a las diferentes asociaciones»

Esta proposición es aceptada por unanimidad, con agradecimientos para los delegados de la FA Ltd.

6 . La Federación Internacional solo reconoce a las asociaciones que rijan ellas solas el fútbol en su país.

El Sr. Woolfall propone que las diversas asociaciones sometan su estatus a la FIFA para que esta se asegure de que es la única federación de fútbol del país. Se adopta.

7. Petición de la Asociación Checa.

La Asociación Checa somete al Congreso una petición en virtud de la cual pide ser admitida en la FIFA. La definición de la palabra « país » inscrita en los estatutos de la Federación se pone en discusión.

El Sr. Schneider propone hacer una excepción a favor de la Asociación Checa.

El Sr. Holland declara que desde su punto de vista solo se puede reconocer una asociación en Austria. Los delegados de Inglaterra tienen la opinión de reconocer tres: Austria, Hungría y Bohemia.

El Sr. Bosision propone que estas tres asociaciones se reunan en una asociación única, pero que la presidencia y la residencia cambie cada año por turnos.

El Sr. Hirschman propone aceptar por un año a las tres asociaciones. Se aprueba esta proposición.

Los delegados ingleses proponen no reconocer a los españoles hasta que no tengan el estatus de una asociación. El Comité se encarga de hacer lo necesario en este sentido.

Preguntan cuál es la situación de la USFSA en relación con sus federaciones profesionales. El Sr. Espir expone la situación de la USFSA. El Congreso, tras la petición de los representantes de la Football Association, ruegan a la USFSA que aporte al Comité los documentos que prueben que es la única que rige el fútbol en Francia. El delegado de Francia declara que la situación está claramente establecida según el tratado entre la USFSA y la Fédération des Sociétés athlétiques professionnelles de Francia.

8. Definición de partidos internacionales.

Partido internacional es únicamente el partido que juega el equipo representativo de un país contra el de otro. El resto de partidos serán considerados únicamente como partidos inter-club.

9. Comisión de estudios

El Sr. Walker propone nombrar una comisión para estudiar las cuestiones principales y proporcionar reglas estables a la Federación Internacional. El Congreso aprueba esta moción, y sobre la proposición del Sr. Walker, nombre como miembros de esta comisión a los Sres. Woolfall, Hefner, Hirchman y Schneider.

El Congreso da plenos poderes a esta comisión. El reglamento que elabore esta comisión entrará en vigor desde su publicación.

10. Nacionalidad

Sobre la cuestión, presentada por el Sr. Walker de las condiciones de nacionalidad exigible para los partidos internacionales, el Comité decide que la nacionalidad será definida según las leyes de cada país.

Se suspende la sesión a las 12:30.

Se reanuda a las 14 :30. El Sr. Enderli, presidente de la Asociación Suiza de Fútbol, asiste a la sesión.

11. Elección del Comité 1906-07

Se eligen por unanimidad los siguientes señores:

Presidente: Sr. Woolfall, FA . Ltd .

Vicepresidente primero : Sr. V .E . Schneider, A .S .P .

Vicepresidente segundo : Sr. A.Espir, U .S .F .S .À .

Secretario-tesorero : Sr. C .A .W . Hirablman, N .V .B .

Secretario adjunto : Sr. Boxhammer, D .F .B .

12. Proposiciones individuales

A. Proposiciones de Alemania, defendidas por el Sr. Hefner:

1. La disminución o supresión del plazo de 15 días obligatorios previstos en los estatutos para pedir la autorización de jugar partidos internacionales. Esta proposición se reenvía a la comisión de estudio.

2. Cada asociación dará a las federaciones vecinas la lista de los clubs y les informará de las expulsiones y descalificaciones. Se reenvía a la comisión.

3. El Comité de la FIFA será informado inmediatamente de la descalificación de un club de una asociación. Reenviado a la comisión.

4. La descalificación de una asociación solo podrá tener lugar por acuerdo de todas las otras y por una duración que no podrá ser superior a 4 semanas. Reenviado a la comisión.

5. Publicacion de las decisiones en el Boletín Oficial. Reenviado a la comisión.

6. En el futuro, reunión del próximo Congreso entre las fiestas de Semana Santa y de Pentecostés, y nunca más tarde de 8 días antes de esta fiesta. Esta propuesta se decide inmediatamente. Cada Congreso decidirá la fecha y lugar del siguiente Congreso.

Bajo propuesta del Sr. Hirschman se decide que el próximo Congreso tendrá lugar en Holanda, en Pentecostés. Se aprueba por unanimidad.

Se levanta la sesión a las 5 de la tarde.

Sesión del 4 de junio

Se abre la sesión a las 9:00 horas.

Se presentan los mismos delegados que el día anterior.

B. Proposiciones y preguntas de Inglaterra

1 . Partidos internacionales.

El Sr. Woolfall pide que se hable sobre los partidos internacionales y los países continentales. Por ahora no hay opinión, pero él estará contento de escuchar las opiniones de las naciones representadas y hará un informe para la Football Association. En su opinión solo pueden celebrarse dos partidos internacionales cada año entre el equipo inglés y el continente. El Congreso da la lista de los partidos internacionales ya establecidos para la temporada que viene.

Son los siguientes: Francia-Suiza, Bélgica-Holanda (y vuelta), Francia-Bélgica, Bohemia-Hungría (y vuelta).

Se adopta la proposición siguiente del Sr. Holland : cada Congreso fijará las fechas de los partidos internacionales para la temporada siguiente.

Inglaterra declara que eligirá a sus contrarios únicamente entre las naciones representadas en el Congreso.

2. Giras

El Sr. Wollfall declara que para el futuro las giras solo se harán si los clubs obtienen el permiso de sus asociaciones. Algunos delegados destacan que en el artículo 6 de los estatutos de la FIFA se prevé este caso.

El Sr. Woolfall declara que numerosos equipos ingleses han jugado en el continente, y que estos equipos eran la agrupación momentanea de jugadores reclutados para la circunstancia.

El Congreso confirma el artículo 6 de los estatutos.

3. Giras individuales

Bajo petición del Sr. Woolfal el Congreso prohíbe formalmente toda gira o partido emprendido por un jugador con un fin especulativo lucrativo.

13. Cuestiones financieras

El Sr. Schneider informa al Congreso que el secretario-tesorero no tiene las cuentas al día. Propone establecer y hacer verificar la situación financiera y enviar el informe a las diferentes federaciones.

Los representantes de Inglaterra piden que el presidente y el secretario-tesorero se encarguen de esta tarea, para la cual ofrecen el apoyo de la FA Ltd. en caso necesario. Esta proposición de la FA Ltd. es aceptado.

Terminado el orden del día se decide que las actas de las sesiones del Congreso las redacte el vicepresiente y a su costa se imprima y se envíe a las diferentes asociaciones.

El Sr. Schneider, antes de levantar la sesión, agradece a los delegados de haber sido tan numerosos y de haber hecho un viaje tan cansado para colaborar con los trabajos del Congreso y se felicita del acuerdo unánime que siempre rige en las discusiones sobre las numerosas cuestiones planteadas. Plantea su deseo para que el nuevo Comité vea a la Federación crecer y prosperar.

Los delegados de las diferentes asociaciones toman sucesivamente la palabra y agradecen a la Asociación Suiza de Fútbol por su excelente acogida y particularmente a su delegado el Sr. Schneider por la manera perfecta de preparar y dirigir los trabajos del Congreso.

Se levanta la sesión a las 11 de la mañana.

Los vicepresidentes, V .E . Schneider y B . Espir




Las siete federaciones españolas de fútbol (IV)

En el mes de abril de 2013 empecé una serie de ocho artículos sobre las siete federaciones españolas de fútbol que por haberse cruzado diversos temas no he podido continuar hasta ahora. Entroncamos pues con la tercera parte publicada en septiembre de 2013 y hablamos hoy de la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball.

Como ya venimos diciendo es sorprendente la ignorancia que hasta tiempos muy recientes se ha tenido sobre las federaciones, e incluso sorprende la que algunos siguen manteniendo a pesar de estar entre los interesados en estos temas. En consecuencia no hay otro remedio que empezar primero por decir lo que no es la Unión de Clubs.

En primer lugar, no existió una federación llamada «Unión de Clubs» en 1902. Aunque es una tesis que no tiene ya prácticamente eco, hay quienes todavía de manera contumaz siguen afirmando que Ceferino Rodríguez Avecilla organizó una federación con este nombre con motivo de la Copa del Ayuntamiento de Madrid de 1902 y que habría funcionado hasta 1903; según otros se habría organizado en 1903. Como ya dijimos en nuestra biografía de Avecilla (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/04/biografia-de-ceferino-rodriguez-avecilla/) es imposible que tal federación existiera y que no dejara nota alguna por escrito ni en Los Deportes de Barcelona ni en el Heraldo del Sport de Madrid, y tampoco en ninguna de las tres revistas publicadas por el propio Avecilla: Heraldo del Sport, Mundo Sportivo y Gaceta del Sport. En efecto ninguna prueba hay de esta supuesta federación, por lo que nos permitimos afirmar rotundamente y mientras nadie demuestre lo contrario, que no existió.

En segundo lugar, tampoco existió una Unión de Clubs en 1910. Hasta hace unos años era difícil rastrear esta época, pero tras la publicación completa de la hemeroteca de El Mundo Deportivo parece sorprendente, si no indignante, que haya quienes siguen manteniendo que sí existió. Basta con dedicar unas cuantas horas a la lectura detenida del periódico para entender la verdad de lo que ocurrió.

Todo el mundo sabe, pues así está publicado en todas las historias del Campeonato de España, que en 1910 se jugaron dos campeonatos distintos y que en consecuencia hubo dos campeones; el organizado por la «federación española» (FECF) y el tradicionalmente atribuido a la «unión de clubs». Por cierto que muchas veces el segundo va unido de adjetivos despectivos tales como «rebeldes», «disidentes» o hasta «sediciosos». Estos adjetivos los ha heredado la historiografía de manera absolutamente acrítica asumiendo el criterio de la FECF, y deben ser necesariamente matizados.

La realidad es que en ese 1910 no hubo ninguna Unión de Clubs. Lo ocurrido realmente es que una serie de clubs no reconocieron a la FECF como federación nacional única, y simplemente continuaron celebrando el Campeonato de España de acuerdo con el reglamento vigente. Puesto que la Copa de 1909 la había ganado el Club Ciclista de San Sebastián, al año siguiente organizaría el campeonato la Real Sociedad como continuadora del anterior. Y así ocurrió, con los clubes que no se habían adherido a la FECF: la propia Real Sociedad, el Athletic Club y el Madrid FC.

El argumento concreto era el siguiente: en efecto el art. 20 del reglamento dice que si existiera una federación española esta organizará el Campeonato, pero puesto que la FECF no reúne a todos los clubes españoles, no puede hablarse de federación. En consecuencia, puesto que no hay federación, el Campeonato debe organizarlo el club ganador de la edición anterior.

En septiembre de 1910 finalmente los citados clubes llegaron a un acuerdo y se afiliaron por primera vez a la FECF, a cambio de que esta reconociera la validez del Campeonato de España que ellos habían organizado. En todo caso, y en lo que aquí nos afecta, estos clubes no montaron ninguna federación ni en consecuencia la llamaron Unión de Clubs.

Aclarados esos dos puntos, es momento de decir qué sí es la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball. Fundada en San Sebastián el día 12-12-1912, tal y como se lee en las páginas de Vida Sportiva se hizo contra la inoperancia de la FECF; por ejemplo, se decía, España seguía sin haber jugado ningún partido internacional. Sus principales valedores fueron los directivos de la Real Sociedad y el propio presidente del Barcelona, Hans Gamper, quien a su vez lo había sido también de la FECF.

Presidida por Enrique Pardiñas Barreiro, en efecto desde su fundación pretendió mostrar sus diferencias con la FECF. Entre otras y desde luego, la principal fue la organización del primero partido internacional de España, disputado contra Francia el 25-5-1913. Así narraba este partido Félix Martialay en su obra ¡Amberes! Allí nació la furia española:

El encuentro se jugó el 25 de mayo de ese 1913. Arbitró el señor Berraondo, directivo de la Unión Española de Clubs y quien había llevado las gestiones de la contratación del equipo francés.

Jugaron:

UNIÓN ESPAÑOLA: Agustín Eizaguirre (Real Sociedad); Arrate (R. Sociedad), Bello (Irún Sporting); Figueroa (Irún S.), Echevarría (R. Sociedad), Pombo (Real Club Coruña); Angoso (Irún S.), Prada (Auténtico de Pontevedra), Arzuaga (C.D. Bilbao), Elósegui (R. Sociedad), Minondo (R.Sociedad).

LIGA FRANCESA: Chayrigués (Red Star); Massip (Red Star), Gamblin (Red Star); L’Hermithe (C.A. París), Barreau (C.A. Vitry), Pelan (C.A.S.A); Nigli (C.A. Suisse), Petel (C.A. París) Gravier (C.A. París), Fenouillére (Red Star), Lepage (Red Star).

El señor Berraondo, además de arbitrar el encuentro, fue el seleccionador del equipo de la Unión Española de Clubs. Como todos los seleccionadores recibió no pocas críticas por el equipo formado. El centro de tales censuras provenía por no haber contado con Masana y Amechazurra, ambos barcelonistas. Injustas críticas, porque la culpa no había sido del señor Berraondo sino de la Federación Catalana, la oficial, que se negó a que figurara ningún componente del Barcelona, club que, como se sabe, formaba parte de la Football Associació Catalá. No obstante, el Barcelona puso a disposición de la Federación Catalana a los dos jugadores. Ni el club recibió respuesta a su ofrecimiento, ni los jugadores fueron llamados.

Los capitanes de los equipos eran, respectivamente, Barreau y Arzuaga. La gran figura que había atraído al público era el portero francés Chayrigués. Al final del encuentro, había no menor admiración por el joven Agustín Eizaguirre, de 17 años.

El primer tiempo terminó con empate a cero. Las dos delanteras jugaron muy bien, pero fueron superadas por las defensas, anulando cuantos intentos se hicieron por perforar las metas contrarias. Y los pocos disparos que iban hacia la red se encontraban con dos magníficos guardametas. Los mejores de esos primeros 45 minutos.

La segunda parte fue de una emoción tremenda. Ambos equipos iban a por la victoria con un ardor que quizá hubiera asustado a los profesionales de veinte años después. Se jugaba con nobleza, pero una nobleza que no economizaba una fuerza total. Prácticamente saltaban chispas en cada encontronazo.

En el minuto 75, Lepage recibió el balón a cuatro metros de la puerta. Cruzó el balón al otro poste e hizo estéril el plongeon de Eizaguirre. El balón llevaba mucho efecto y aun cuando Eizaguirre lo detuvo, no pudo evitar que se le colara en la red. El gol llegó cuando mejor estaban jugando los españoles.

Un gol que les desmoralizó. El dominio pasó a ser francés. Todo daba la razón a quienes habían cantado que los franceses eran los poseedores de la mejor técnica futbolística de Europa.

Pero cuando faltaban cinco minutos para el final algo pareció suceder en el equipo español. Un especie de súbita fiebre. Un ímpetu soterrado. Como un escalofrío. Como si, de repente, tuvieran la inyección de un motor suplementario. Y todos se echaron hacia adelante con rabia.

El balón iba a trompicones, pero iba. Los franceses se replegaron como asustados. Parecían no explicarse cómo ese equipo mansamente entregado a su gol, replegado conformista y medrosamente, se había transformado en una especie de fiera colérica que les atacaba sin tregua y con una potencia tremenda.

Internada de Angoso por la izquierda. Entra en el área gala. Parece que va a chutar. Chayrigués se sitúa, en un salto, junto a su poste derecho intuyendo hacia allí el tiro del irundarra. Pero  Angoso amaga el disparo y cede a Arzuaga que corría a su derecha. El tiro del bilbaíno empalmando el balón según le llegaba, llevó el balón al poste contrario. ¡El empate!. ¡Uno a uno!. Enorme entusiasmo en el público irunés, que recibió con inusitado júbilo y aplausos el gol español.

Pero ya no quedaba tiempo para más… Pese al torrente de balones que caía sobre Chayrigués y que volvía a darle patente de portero excepcional.

El señor Berraondo señaló el final del partido cuando los españoles atacaban desesperadamente la puerta visitante.

El equipo español jugó bien y a ratos muy bien. La figura fue Eizaguirre que admiró a todos con sus extraordinarias paradas. En gran medida gracias a una línea de zagueros sensacional. Arrate no dejó moverse al ala izquierda francesa. Pero no fue nada sobresaliente la actuación de la línea media y de aquí las dificultades de la defensa hispana y la inoperancia de la delantera. La tripleta central falló lo indecible. Sin embargo, los extremos hicieran filigranas y enviaron balones como para que la victoria española hubiera sido clara y quizá abultada. Pero…  Eizaguirre, Arrate, Angoso y Minondo fueron los mejores.  De los franceses, Chayrigués; hizo un paradón asombroso a un tiro fuerte, raso y colocado de Minondo.

El resultado se consideró como un éxito.  Pero tuvo unas consecuencias inesperadas para los unionistas.

Como ya dijimos recientemente la Unión de Clubs fue la primera federación española en obtener el título de Real, el 15-2-1913. Curiosamente también esto se lo negaron contumazmente algunos.

La UECF fue la primera federación pues en organizar un partido internacional y en ser nombrada Real. Eso muestra la fuerza que adquirió rápidamente, como también cabe inducir del hecho de que la FECF aceptara disolverse para fundar la RFEF.

La UECF ha sido muy injustamente tratada por la historiografía del fútbol español, limitada al menos en este punto a copiar lo que de la UECF habían dicho sus enemigos. Pero los hechos demuestran que bien al contrario fue una federación fuerte, pujante y con mucha más iniciativa que la FECF, cuyo principal mérito era simplemente el de ser una federación fundada anteriormente. Pero la antigüedad por sí misma no es ningún mérito, como de forma genial afirmó en cierta ocasión Gustavo Bueno: «cuanto más antigua, más cerca estará del mono».

En este breve artículo no puedo desarrollar con detenimiento los argumentos, pero sí quiero dejar constancia de que mi posición al valorar a la Unión de Clubs es clara: fue la federación española más importante antes de la RFEF. Y el mérito principal lo encuentro en la tergiversada acusación de «disidentes», pues gracias a su «disidencia» de una federación inoperante España consiguió jugar su primer partido internacional. Que fueron disidentes de la FECF, sí, pero bendita disidencia.




Congreso FIFA 1905 (II)

Acta del 2º Congreso de la Federación Internacional de Fútbol Asociación celebrado en París, del 10 al 12 de junio de 1905.

El Sr. Robert Guérin, presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociación desea la bienvenida a los delegados.

Están presentes los siguientes:

Suiza: Victor E . Schneider de Ginebra

Holanda: Hirschman de Amsterdam

Dinamarca: Sylow de Copenhague

Bélgica: Mühlinghaus de Bruxelles

Francia: Robert Guérin y M. Espir de París.

El presidente hace una exposición sobre la situación de la Federación e indica los resultados obtenidos desde su fundación.

Constata que la Federación italiana todavía no ha dado su adhesión a la Federación Internacional. Se lleva al orden del día la cuestión de excluir o no a la federación italiana.

Se da lectura a una carta del Sr. Haminer (Eslavia) en la que declara que su federación está completamente de acuerdo con el Congreso y envía su poder. En consecuencia el Sr. Espir representará a la federación checa «Eslavia».

La cuestión de la afiliación de una de las dos federaciones suecas se pone en el orden del día.

El presidente pone al Congreso al corriente del acta de la conferencia de Londres del 1 de abril de 1905, y da lectura de una carta del Sr. Wall, secretario honorario de la Football Association Ld en la que se excusa de no poder asistir al Congreso ya que se halla en el extranjero.

La cuestión de continuar dando un voto de confianza a la conferencia de Londres se pone en el orden del día.

El Congreso dirige sus agradecimientos sinceros y unánimes al Baron de Laveleye, presidente de l’U .B .S .S .A ., por el valioso concurso aportado a la Federación. Se pone en el orden del día su nominación como miembro de honor.

La proposición del Sr. Schneider (Suiza) de que el reglemento adoptado entre en vigor el 1 de septiembre de 1905 se lleva al orden del día, del mismo modo que las del Sr. Sylow (Dinamarca) respecto a: 1. Obligación de prevenir en caso de partido internacional al delegado de la Federación al menos dos semanas antes; 2. la correspondencia de la Federación será redactada en inglés, por el Sr. Hirschman, proponiendo además un reglamento para los partidos internacionales; de España, creación de una copa internacional (calificación de los jugadores), además de la cuestión de Austria-Hungría y la del trofeo internacional de Tourcoing.

El secretario del Congreso,

André Espir.

Segunda sesión. Domingo por la mañana, 11-6-1905.

Presentes. Sr. Robert Guérin (Francia), Schneider (Suiza), Sylow (Dinamarca), Hirschman (Países Bajos y Alemania), Mithlinghaus (Bélgica), Espir (Austria y España).

Se da lectura a una carta enviada por el Sr. Carlos Padrós (Madrid FC) en la que se excusa de no haber podido estar en París, volviendo a dar el poder de la Federación española; el Sr. Espir representará a esta federación.

Se aprueba el acta del Congreso de 1904.

El Barón de Laveleye, presidente de la UBSSA, es nombrado miembro de honor de la FIFA.

El Congreso agradece a la Asociación alemana sus deseos expresados en el despacho de hoy; el Sr. Hirschman representará a Alemania.

Se recuerda a las federaciones contratantes que para la FIFA tiene una especial importancia el artículo del reglamento en que se exige el anuncio y la autorización anteriores a todo partido internacional.

A estos efectos, el Sr. Schneider propone la creación de un Boletín Oficial. El Sr. Schneider se ofrece para imprimirlo a su costa. Se acepta por unanimidad, con agradecimientos.

Este boletín se publicará regularmente y mencionará los estatutos y reglamentos de la FIFA, las autorizaciones de partidos y todas las informaciones que interesen a las federaciones contratantes. Se publicará en francés y en alemán los días 1 y 15 de cada mes; en caso de urgencia podrán publicarse números extra en fechas diferentes. El boletín será enviado a las federaciones; los Sres. Mühlinghaus y Scheneider se ocuparán respectivamente de la redacción francesa y alemana del Boletín.

Situación de las diferentes federaciones

Suecia

El Sr. Sylow está encargado de hacer una investigación al respecto de las dos federaciones suecas.

Austria

Se escribirá al Sr. Hammer, de la Federación Eslavia para preguntarle si ha continuado con su proposición formulada en la conferencia de Londres, de afiliarse a la federación austriaca.

Islas británicas

El Comité tomará una decisión tras tomar conocimiento de los resultados de la International Board, y tras comunicárselo a los diferentes delegados de la FIFA.

Entrada en vigor del reglamento (proposition de Schneider)

La decisión del Congreso de 1904 se confirma y el reglamento entrará en vigor el 1 de septiembre de 1905.

Proposición de la Dansk Boldapil Union (Unión Danesa de Fútbol):

La proposición nº 1 de la DBU se adopta bajo la forma siguiente :

1. Adhesión al artículo 6. Esta autorización deberá ser solicitada al menos quince días antes a los delegados de las federaciones interesadas.

Las relaciones internacionales tendrán lugar entre los delegados de la Federación Internacional. Cada delegado podrá dar sus poderes al secretario general de la Asociación a la que pertenezca. En cuanto a la proposición nº 2, respecto de la lengua de la correspondencia oficial, se decide que será en francés, alemán o inglés.

Se invita a las federaciones a ponerse al corriente de pago antes de final de julio.

El secretario del Congreso.

André Espir

Tercera sesión, lunes 12 de junio de 1905

Presentes: Sres. Robert Guérin (Francia), Sylow (Dinamarca), Espir (Austria y España), Schneider (Suiza), Hirschman (Países Bajos y Alemania), L Mühlinghaus (Bélgica).

Proyecto en relación con la creación de una Copa Internacional.

Dos proposiciones se han presentado, por el Sr. Mühlinghaus y por España.

El Congreso adopta el principio de un Campeonato Internacional que se disputará en 1906 bajo las siguientes condiciones. Europa está dividida en cuatro grupos :

1º grupo : Islas británicas

2º grupo : España, Francia, Bélgica y Países Bajos.

3º grupo: Suiza, Italia, Austria y Hungría

4º grupo: Alemania, Dinamarca y Suecia.

Los partidos tendrán lugar por eliminación dentro de cada grupo, eligiéndose por sorteo los países y las ciudades, salvo entre países no limítrofes, en los que se jugará en terreno neutral salvo que haya acuerdo entre las partes.

Los ganadores de cada grupo se clasificarán para semifinales ; las semifinales y la final tendrán lugar en la misma ciudad durante el Pentecostés. Esta ciudad será designada por el Congreso.

Cada federación designará un equipo que se encargará de defender sus colores; los jugadores tendrán que ser nacionales de sus países de acuerdo con sus leyes. Los árbitros serán neutrales.

Los gastos de viaje de los jugadores serán a cargo de sus federaciones respectivas, salvo en convenios especiales. Los gastos de organización serán a cargo del país en el que se dispute el campeonato. Los beneficios netos de las semifinales y final se repartirán de la manera siguiente:

5 % a la federación internacional.

10 % a la federación organizadora.

85 % a repartir entre las cuatro federaciones que participen en las semifinales.

El Sr. V .E . Schneider ofrece un trofeo que se disputará en el campeonato. El Congreso agradece con entusiasmo al Sr. Schneider.

El Congreso encarga a la Federación Suiza de organizar el torneo de semifinales y finales del campeonato internacional de 1906.

Las inscripciones para el campeonato deberán ser dirigidas a la secretaría antes de finales de agosto de 1905. El Congreso tendrá lugar en Suiza durante las fiestas de Pentecostés.

El Comité se reelige por unanimidad y sin modificación para 1906 :

Presidente: Robert Guérin, rue St . Honoré 229, Paris.

Vicepresidente primero: V.E . Schneider, Ginebra.

Vicepresidente segundo: C .A .W . Hirschman, Amsterdam,, P-C- Hoofstraat 78.

Secretario-tesorero: L . Melinghaus, Bruselas, 48 Rue de Mhaerbeck.

Secretario adjunto : 1 . Sylow, Copenhague, 1 Bernatorfgade.

Los miembros del Congreso agradecen a la USFSA por su acogida y hospitalidad.

El Secretario del Congreso.

André Espir.




La fundación del Real Madrid (respuesta a Franco)

En el mes de octubre de 2013 publiqué junto con mi buen amigo Luis Javier Bravo Mayor un artículo al que dimos en llamar «La aguja del pajar» en que expusimos con todo el detalle conocido los orígenes primeros del fútbol en la ciudad de Madrid y la fundación del Real Madrid CF. Como allí se decía, las noticias que teníamos hasta la fecha eran siempre repeticiones de lo dicho por Rosón en 1940 en su Historia del Real Madrid y ampliado en el Libro de Oro de 1952.

Este artículo, extenso por lo demás, recibió respuesta de Juan Luis Franco Sánchez, publicada en el número 49 de estos Cuadernos de Fútbol, titulada «¿En qué siglo se fundó el Real Madrid?» en que afirma añadir cinco «piezas al puzle» que en su opinión serían de utilidad para aclarar los puntos que Bravo Mayor y yo decíamos que necesitaban de más claridad.

Nosotros sosteníamos la tesis de que el Madrid se fundó a primeros de octubre de 1901, y Franco lo que viene a plantear es que quizá lo único ocurrido en esa fecha fue una tramitación administrativa que culminaría en abril de 1902, y que en realidad la sociedad era de fecha anterior. En definitiva, por qué el Madrid no iba a ser la Sociedad de Foot-ball de Luis Bermejillo que ya jugaba al fútbol a finales de 1897.

A pesar de que el texto de Franco es muy bienvenido, no podemos ocultar nuestra sorpresa por la confusión conceptual que está en la base de su respuesta. Lo cual a pesar de que no deja él de acusarnos a nosotros precisamente de lo mismo.

En el fondo vuelve a plantearse una vez más el tan manido tema de las fundaciones de los clubs, cuestión para nosotros ya resuelta en el artículo de febrero de 2011: «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico». En aquel texto, que no ha sido contestado por nadie, nos adscribíamos a la doctrina que entiende que el momento genético del contrato de sociedad es el acuerdo de voluntades, con independencia de cualquier formalidad (forma escrita, registro administrativo, etc.).

Sobre esa base escudriñamos los textos encontrados sobre el origen del fútbol en Madrid y con exquisito cuidado establecimos cinco sociedades diferentes en los orígenes del fútbol madrileño:

  • Sociedad de Foot-ball: presidida por Bermejillo y existente desde finales de 1897.
  • Equipo de los Ingenieros de Minas.
  • Nueva Sociedad de Foot-ball, fundada en octubre de 1900 en una taberna de la calle de la Cruz, probablemente presidida por Julián Palacios.
  • Sky FC, fundado en octubre de 1900 y presidida por Ángel Mayora. En 1902 cambió su nombre por el de New FC.
  • Madrid FC, fundado en octubre de 1901 y presidida también por Julián Palacios, jugó su primer partido el 6-10-1901.

Como el propio Franco recuerda en su texto nosotros mismos dijimos que la aparición de nuevas fuentes nos permitirían matizar nuestra tesis o reafirmarla, pero lamentablemente a fecha de hoy ningún texto nuevo ha aparecido.

Lo que quizá no expusimos con claridad es que cuando hablábamos de apuntalar nuestra tesis con nuevas pruebas nos referíamos al número de sociedades, no una vez más al concepto de sociedad y a su momento genético. Por qué afirmamos que había cinco sociedades está explicado en nuestro texto y admite ampliación, matización y corrección, pero nuestro concepto de sociedad es firme. Es lícito tener otro concepto y hasta varios conceptos distintos dependiendo del momento cronológico o del interés de quien escribe, pero nosotros partimos de uno unívoco, claro y distinto.

Cierto es que muchas veces no es fácil establecer con precisión la fecha del «acuerdo de voluntades», y que es posible encontrar diversas hipótesis plausibles en casos de ausencia de pruebas, pero ese es un problema distinto.

Franco sostiene, a modo de hipótesis vacía de prueba, que el Madrid FC en 1901 no se fundó sino que se registró administrativamente. Y que de hecho, dice él, es lo que nosotros queremos decir (aunque no nos demos cuenta). Ocurre que ni nosotros queremos decir eso, ni existe prueba alguna que lo sostenga. Y nosotros no fingimos hipótesis (hypotheses non fingimus).

Sobre la base del concepto de sociedad expuesto, unívoco, claro y distinto, de su momento genético, y con los textos de que disponemos, insistimos en la tesis que mantuvimos en «La aguja del pajar», sin que ninguna de las cinco «piezas del puzle» que Franco afirma añadir aporten en realidad nada más allá de confusión a lo que nosotros intentamos aclarar en aquel artículo. Veámoslo someramente, encabezando los párrafos con la afirmación de Franco.

Pieza 1: unifiquemos criterios. Nos remitimos íntegramente al artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico» de febrero de 2011, afirmando no obstante que nosotros no pretendemos «unificar criterios» diversos, sino establecer uno general.

Pieza 2: parámetros para constituir un club en el siglo XIX. Ídem. Es un error establecer «parámetros» diferentes para la constitución de una sociedad dependiendo de cualquier clasificación aleatoria que se pretenda (fecha de constitución, objeto social, etc.). Con esos errores pretendimos terminar en el artículo anterior.

Pieza 3: nueva normativa sobre asociaciones a principios del siglo XX. Confunde el derecho civil por el que se rigen las sociedades (y del mercantil como especialidad del civil) con el derecho administrativo relativo al registro de estas sociedades.

Pieza 4: sociedades y clubs. De acuerdo en que son dos términos diferentes que designan la misma realidad. Ya quedó expuesto en nuestro artículo doctrinal.

Pieza 5: El Madrid del XIX. En este punto, a modo de conclusión de lo anterior, expone aunque sin claridad que el Real Madrid podría haberse fundado en el siglo XIX. Sí, cierto, e incluso antes, pero no sustenta su afirmación en ninguna prueba. Se limita a reproducir un texto de 1924 que copia el de Alejandro Barba de 1911 que nosotros citábamos en nuestro artículo y las meras hipótesis de que quizá las cosas no son como nosotros las contamos y que pudieron ser de otra forma. Lo hace introduciendo el nombre peculiar de «Protomadrid» aunando con él a todas las sociedades anteriores al Madrid FC, en un ejemplar y raro ejercicio de esencialismo retrospectivo huérfano además de toda prueba.

Agradecemos en consecuencia sinceramente el esfuerzo y la amabilidad de Juan Luis Franco por intentar añadir «piezas al puzle» del origen del fútbol en Madrid.




Paul Heubi, el suizo que enseñó a jugar al fútbol en Madrid

Muchos son los lugares, algunos libros y algunas páginas web, en que podemos encontrar el nombre de Paul Heubi. En todos ellos se afirma que fue quien animó la Sociedad de Foot-ball, primer club madrileño de fútbol (1897) y quien les enseñó las reglas.

Todos esos libros y webs sacan su nombre directamente o a través de terceros del Libro de Oro del Real Madrid (1952), en que se le cita y precisamente con palabras del primer presidente madridista, Julián Palacios:

[…] El propio don Julián [Palacios] -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores de aquel Foot-ball Sky que él conoció siendo un chico: «no éramos más de treinta los socios, y solo pagábamos la cuota unos cuantos. El principal animador del club era un suizo llamado Paul Heubi. Era difícil reunir un equipo, y más de una vez tuvimos que jugar siete u ocho. Otras les prestábamos jugadores a los contrarios que en el fondo éramos nosotros mismos, porque solo existía el Sky […]

Como en todo lo que tiene que ver con lo que Rosón llamaba la «edad de piedra» del fútbol madrileño, nada se ha añadido sobre este curioso sujeto que al parecer era suizo y fue quien enseñó a jugar al fútbol en Madrid. Así lo había dicho el propio Rosón en su historia de 1940:

A la sazón figuraba en las filas del Sky un suizo llamado Paul Heubi, que puede decirse que fue quien enseñó a jugar a los que después fueron magníficos elementos.

Junto con esas citas encontramos una de mucho valor que publicamos en nuestro artículo «La aguja del pajar», la entrevista de los hermanos Giralt en El Imparcial (5-9-1928):

Antes de fundar el Madrid ya jugábamos al fútbol… Nosotros fuimos los introductores del fútbol en Madrid cuando éramos unos chiquillos de dieciséis años… Entonces fundamos el Skay (sic), que fue el primer equipo constituido en la Corte. Y jugábamos como podíamos: siete contra siete, catorce contra doce, cinco contra cinco o contra seis… Hasta que llegó un suizo, apellidado Polevi (sic), que es el que nos instruyó en el juego de una manera reglamentaria.

Así pues, dejando al margen la experiencia de la Institución Libre de Enseñanza, desconectada de los primeros clubs, parece confirmado que fue Paul Heubi el primero en enseñar a jugar al fútbol en Madrid.

Ahora bien, ¿quién fue Paul Heubi?

Paul Heubi, un suizo en Madrid

Hemos buscado mucho y con ahínco, y gracias al Google y tras meses de trabajo hemos podido entrar en contacto con algunos de los descendientes directos de Paul Heubi, y en concreto con su nieta Mary Heubi, residente en Canadá, quien tanto nos ha ayudado a reconstruir aun de manera escueta la biografía de su abuelo.

El ciudadano suizo Paul Aimé Heubi (Paul Heubi II), nació en 1878. Fue el mayor de los diez hijos habidos en el matrimonio de Paul Heubi I (1855-1917) y Berthe Neuschwander (1859-1914), que posan juntos en esta fotografía.

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Su padre es un personaje conocido en Suiza por ser uno de los primeros pedagogos, fundador entre otras de la escuela Brillantmont de Lausana, aún hoy abierta, y en cuyo despacho aparece en esta foto.

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Paul Heubi II era empleado de banca. Y sabemos que precisamente ese fue el motivo que le trajo a Madrid, pues fue contratado por la oficina del Credit Lyonnais en la capital de España. Probablemente llegó aquí en 1898, con veinte años, y aunque solo tenemos noticias de que seguía aquí al año siguiente es probable que estuviera más tiempo.

Ya antes de venir a España había trabajado en la sede de Lausana del Banco de Winterthur, y aunque ignoramos su completa trayectoria profesional sabemos que en el momento de su fallecimiento era subdirector del Banco Popular Suizo de la ciudad de Montreux.

Su infancia la había pasado en Lausana, donde en ese momento su padre era director del instituto. De allí marchó directamente a España, y a su regreso se casó con Marguerite Masson (1883-1973), con la que tuvo cuatro hijos: Violette (1911-1988), Madelon (1913-1990), Paul François (1917-2005) y Robert (1923-1941). Hijo de Paul François (Paul Heubi III) y Helen Allen (1930-2013) es Mary Heubi, quien como decimos nos ha aportado los datos conocidos.

Sabemos que Heubi nunca perdió su afición por el deporte, tan importante para el desarrollo del fútbol en Madrid. Y que a su regreso a Suiza fue presidente del FC Montreux-Sports, equipo actualmente en categoría regional.

Igualmente era un gran músico, y formaba parte de la Orquesta del  Conservatorio de Montreux.

Paul Heubi II murió joven, el 3-8-1927 a la edad de 49 años. Lo hizo inopinadamente en la estación de tren de Vevey, una población a diez kilómetros de Montreux. Precisamente en la necrológica publicada por el diario Le Matin (6-8-1927) encontramos un bosquejo de su vida:

El martes por la tarde murió en Vevey, en la estación de tren, Paul Heubi-Masson, subdirector del Banco Popular Suizo de Montreux.

El Sr. Heubi se encontraba en la estación de Vevey con su mujer y algunos amigos para ir a Lausana en tren cuando de repente se empezó a sentir mal. Llevado a la oficina del jefe de la estación murió al cabo de una hora tras una embolia. El Dr. Narbel, que vino de inmediato, solo pudo constatar la muerte del Sr. Heubi.

Paul Heubi, de 49 años, era un hombre muy querido. Hijo del Sr. Heubi, jefe de instituto en Lausana, había hecho primero estudios en esta ciudad y después una estancia en el extranjero, en España en particular. De regreso a Suiza se casó con la Srta. Masson, hija de Georges Masson. Trabajó mucho tiempo como cajero en el Banco Popular Suizo, del que fue nombrado subdirector hace algunos años.

Hombre muy deportivo, el Sr. Heubi había sido presidente central del club Montreux-Sports. Músico excelente, formaba parte de la Orquesta del  Conservatorio del Montreux, que ahora pierde un colaborador muy querido.

Por último no podemos terminar este artículo sin mostrar la joya que Mary Heubi nos ha facilitado: la foto de su abuelo. Este es Paul Heubi II:

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Congreso FIFA 1904 (I)

FEDERATION INTERNATIONALE DE FOOTBALL ASSOCIATION

Congreso Internacional de Football Association

Celebrado en 1904 en la sede de la Union dés Sociétés Françaises de Sports

Athlétiques de París (229, Rue St . Honoré).

Sesión del 21 de mayo de 1904.

Comenzó a las 14:30 bajo la presidencia del Sr. Fringnet, vicepresidente de la U.S.F.S.A.

Presentes:

  • Sr. Hirschmann (Nederlandsche Voetbal Bond)
  • Sr. Schneider (Association Suisse dé Football)
  • Sr. Sylow (Dansk Boldspil Union)
  • Sres. Robert Guérin y A. Espir (Union dés Sociétés Françaises
  • de Sports Athlétiques)
  • Sres. Mühlinghaus y Kahn (Union Belge dés Sociétés de Sports Athlétiques)

El Sr. Fringnet da la bienvienida a los delegados extranjeros.

Correspondencia: Carta del Dr. Karding anunciando la sustitución del Sr. Manning por el Sr. Heineken (D.F.B.)

Carta de la F.A. de Inglaterra excusándose por no hacerse representar y anunciando la creación de un Congreso en Londres en 1905.

Carta del Madrid FC excusándose de no enviar delegados y enviando su poder (el Sr. Espir representa a España).

El Sr. Robert Guérin da cuenta de una entrevista mantenida con el Sr. Kornerup, vicepresidente de la Federación Sueca (Svenska Bollspil Förbundet), adhiriéndose al Congreso y a su tratado (el Sr. Sylow representa también a Suecia).

Las horas de las sesiones se fijan de la manera siguiente:

14 :30 a 17 :00 el sábado (21 de mayo)

10 :00 a 12 :00 el domingo (22 de mayo)

9 :00 a 12 :00 el lunes (23 de mayo)

14 :00 a 17 :00 si es necesario (23 de mayo)

Los delegados presentes, tras un cambio de puntos de vista sobre el proyecto de tratado, deciden inscribir en el orden del día de la sesión del 22 la discusión definitiva sobre las cuestiones y proposiciones siguientes sobre los diversos artículos del proyecto:

Art . 1 . Proposición del Sr. Hirschmann tendente a dejar al Comité Internacional el poder de autorizar los partidos con equipos de federaciones no adheridas al tratado.

Proposiciones de los Sres. Schneider y Sylow : entrada en vigor del tratado el 1º de septiembre de 1905.

Art . 2 . Observación del Sr. Hirschmann sobre el caso de un jugador que haya estado en el extranjero y vuelva a su país de origen.

Art . 4 . Proposición de los Sres. Schneider y A. Espir : la multa prevista será a favor de la Federación Internacional y no a favor de los clubes.

Observación del Sr. Hirschmann sobre la situación de las sociedades de zonas fronterizas.

Art . adicional. Pregunta del Sr. Robert Guérin sobre la Asociación [XXXX] (ilegible)

Se levanta la sesión a las 18:00 horas.

Sesión del 22 de Mayo de 1904

Presentes: Sres. Muhlinghaus y Kahn (U.B.S.S.A.), Schneider (A.S.F.),

Hirschmann (N.V.B.), Sylow (D.B.U. y S.B.F.), Robert Guérin (U.S.F.S.A.) y A . Espir ( U.S.F.S.A. y Madrid F.C.).

Se abre la sesión a las 10 :15 horas.

Tras haber recordado que cada federación tiene derecho a una sola voz, los delegados inician una discusión sobre los proyectos y proposiciones del orden del día.

Los artículos 1 a 6 se aprueban por unanimidad.

Se posponen para el orden del día de la sesión del 23 de mayo las cuestiones y proposiciones siguientes :

Del Sr. Schneider: los delegados serán en sus países respectivos los intermediarios necesarios para las relaciones entre la Federación Internacional y las federaciones respectivas.

Del Sr. Hirschman. El Comité redactará un reglamento para los partidos internacionales.

De los Sres. Robert Guérin y Espir. Creación de un Campeonato internacional.

Cotización de las Federaciones.

Se levanta la sesión a las 13 :10.

A . Espir .

Sesión del 23 de mayo de 1904.

Presentes : Sres. Schneider (A.S.F.), Sylow (D.B.U. y S.B.F.), A. Espir

(U.S.F.S.A. y Madrid F.C.), Robert Guérin (U.S.F.S.A.), Kahn y

Muhlinghaus (U.B.S.S.A.) y Hirschman (N.V.B.)

Se abre la sesión a las 9 :20 horas.

El Congreso toma conocimiento del despacho del Dr. Karding (D.F.B.).

Alemania se adhiere al Congreso.

Los artículos 6 a 10 son aprobados por unanimidad, al igual que los reglamentos de administración de la Federación Internacional.

Por unanimidad, el Comité de la Federación para el año 1904 se compone como sigue :

  • Presidente: M . Robert Guérin (Francia)
  • Vicepresidente primero: M . Schneider (Suiza)
  • Vicepresidente segundo: M . Hirschman (Holanda)
  • Secretario: M . Muhlinghaus (Bélgica)
  • Secretario adjunto: M . Sylow (Dinamarca) .

Se levanta la sesión a las 12 :05 y se reabre a las 13:20.

El tratado y los Estatutos de la Federación Internacional se adoptan por unanimidad en la segunda lectura y son firmados por los delegados.

El Sr. Muhlinghaus, en nombre de los delegados extranjeros, agradece enfáticamente a los representantes de la U.S.F.S.A. por la acogida que han hecho de los colegas de otras federaciones.

Se levanta la sesión a las 15 :00 horas.

A . Espir




La aguja del pajar: el origen del fútbol en Madrid

Tal y como se dice en las líneas siguientes hace años que nos habíamos dedicado a la tarea de glosar el origen del fútbol en Madrid. Por exceso de originales lo teníamos en cola, pero una reciente publicación nos ha motivado a adelantar este texto. La web www.lapalanganamecanica.com ha hallado una noticia publicada en la revista El Campo (16-11-1879) en el que se deja constancia de una curiosa asociación intitulada Cricket y Foot-ball (Club) constituida en ese noviembre de 1879 y que a pesar de su nombre no llegó nunca a jugar al fútbol.  A continuación se explica con cierto detenimiento cuál fue el origen y cómo se empezó a jugar al fútbol en la capital de España.

I. Algunos comentarios introductivos

Antes de entrar en materia parece que se exigen algunos comentarios sobre este estudio que pretende glosar con toda la minuciosidad que nos es posible el origen del fútbol en la ciudad de Madrid incluida la fundación de la sociedad que hoy tiene por nombre Real Madrid CF. En este sentido nos vamos a mantener en la misma línea que los glosadores anteriores de la historia madridista, que siempre introducen unas ciertas indicaciones de la historia del fútbol en Madrid antes de hablar de la del propio club blanco.

Quizá lo primero que podamos hacer sea llamar precisamente la atención sobre el hecho de que en el año 2013 pueda decirse algo nuevo sobre una materia que por su importancia necesariamente debería ser bien conocida. Siempre podrían encontrarse datos nuevos que pudieran matizar lo ya conocido, pero resulta difícil de creer que ninguna información cierta se haya publicado hasta ahora sobre la fundación del que es el club de fútbol más importante del mundo. Este hecho tan llamativo desde luego que merece una explicación que entendemos que no solo puede basarse en la desidia de los historiadores madridistas, y por ello nos detendremos todo lo posible en hacer una historia de la historiografía madridista.

Sin que con ello nos adelantemos al desarrollo de nuestras tesis sí queremos afirmar de inicio que el tema es extremadamente difícil; y por eso precisamente el sintagma con el que jocosamente nos hemos permitido titular este trabajo, siguiendo el ejemplo del famoso lingüista Watkins, al que al parecer le gustaba dar siempre títulos extravagantes e irónicos a sus libros. Así por ejemplo Cómo matar un dragón no es sino el trabajo más detallado sobre poética indoeuropea que existe. Lo hacemos también, es preciso reconocerlo, teniendo in mente un chiste que Eugenio contaba con su habitual maestría: «era un tío con tan mala suerte que se sentó en un pajar y se clavó la aguja».

Creemos que la mejor manera de demostrar la dificultad del tema es el hecho de que la única tesis doctoral dedicada al fútbol madrileño (El fútbol en Madrid: de actividad lúdica a espectáculo de masas -1898-1945-) su autor Jesús Polo del Barrio le dedica a explicar cómo llegó el fútbol a Madrid no más de una página.

El trabajo que ahora presentamos lo hemos desarrollado a lo largo de dos o tres años, aunque con largas intermitencias. De hecho después de varios meses de parón desesperado nuestro buen amigo Fernando Arrechea ejerció el impulso necesario para que hiciéramos los últimos esfuerzos y buscáramos las últimas fuentes que estaban a nuestro alcance y le diéramos finalmente la forma que aquí presentamos.

Terminamos esta especie de introducción adelantando que el trabajo ha dado buenos frutos y que entre tanta paja hemos podido encontrar algunas agujas. Eso sí, claramente insuficientes. Se hace imprescindible encontrar más documentos que avalen las tesis que aquí vamos a defender o que por el contrario las desmientan. Y tienen que existir. No es posible que ciudades como Sevilla, Huelva o Barcelona puedan tener un caudal de información tan sumamente superior al que tenemos en Madrid. Es imposible. Como solía decir don Félix Martialay, sin duda debe de ser impericia de los autores; pero ojo, no solo de nosotros, sino también de todos los que nos precedieron en la tarea.

Son en consecuencia las páginas que siguen un simple bosquejo de la historia del fútbol en Madrid hasta la fundación del Madrid FC, pues para nada más que para un «bosquejo» dan las fuentes de que disponemos. Como decíamos anteriormente estudiaremos en primer lugar lo que llamamos «estado de la cuestión», intentando reconstruir la «historia de la historiografía», para después aportar las fuentes nuevas y las conclusiones a las que con su luz hemos llegado.

Concluimos diciendo que aun a riesgo de alargarnos en las citas las copiaremos completas. Pretendemos por un lado que quien lea estos folios no necesite estar permanentemente consultando las fuentes a las que nos referimos, no siempre de fácil acceso, y por otro lado evitar cualquier posible duda de quien lea estas cuartillas.

II. Estado de la cuestión

1. Planteamiento general y primera historia del Real Madrid (1940)

Como decíamos en la introducción no se conoce ningún estudio del origen del fútbol en Madrid que no sean las primeras páginas de las diversas historias escritas del Real Madrid. Todas empiezan hablando del Sky FC e incluso algunas de la Institución Libre de Enseñanza para terminar afirmando con requiebros de todo tipo que el Madrid FC se fundó el 6-3-1902 pero que ya tenía presidente desde 1900. Algunos autores reconocen que no es fácil de entender que haya presidente de algo que no existe hasta dos años después, pero otros pasan por encima con total naturalidad. Como ejemplo en la página web oficial del Real Madrid se dice:

En la primera década del siglo XX se gestan los inicios del fútbol y de sus clubes en España. En Madrid, Julián Palacios funda, en 1900, el embrión de lo que sería el futuro Real Madrid. En 1902, un grupo de aficionados instituye con carácter oficial el Madrid Foot Ball Club, y crea su primera Junta Directiva, presidida por Juan Padrós.

Aunque parece afirmarse con claridad que hasta 1902 no se funda el Madrid FC por el contrario en la lista de presidentes de la entidad aparece el primero Julián Palacios entre 1900 y 1902. Es curioso cómo la contradicción en este punto se presentó ante los redactores de ABC que escribieron el libro del 75 aniversario del Madrid1 y que presentaron la lista de presidentes con un título que decía «De Padrós a Bernabeu» para luego encontrarla encabezada por Palacios.

Estas contradicciones no son ni mucho menos recientes, sino que bien al contrario aparecen por primera vez en 1940, y por ello es necesario hacer como avanzábamos la «historia de la historiografía». En efecto en diciembre de 1940 se publicó la primera historia conocida del Real Madrid: 40 años de historia del Madrid FC: 1900-1940, firmado por «Un Veterano».

Quien se escondía tras ese pseudónimo era Manuel Rosón Ayuso (Madrid 1901 – Madrid 1-9-1985), el autor que mejor conocía lo que él llamaba la edad de piedra del fútbol madrileño. Periodista polifacético, era funcionario del Ayuntamiento de Madrid y desempeñaba su trabajo en la Hemeroteca Municipal, de la que llegó a ser director. Conocía perfectamente toda la prensa deportiva madrileña de finales del XIX y primeros del XX, y a él le debemos íntegramente lo que hoy sabemos del origen del fútbol madrileño y del Real Madrid. Entre 1917 y 1936 firmó con el pseudónimo de Eme Erre, pero después de la guerra utilizó el de Un Veterano.

Cuenta así Rosón por primera vez cómo fue la fundación del equipo blanco:

Una buena mañana de marzo los aficionados que se dirigen al apartado se asombran primero y se indignan después. En plena avenida de la Plaza de Toros, en sus propias narices, un grupo de locos hace cosas extrañas. Unos cuantos corren desaforados detrás de una gran pelota de cuero; otros parecen no intervenir más que de vez en cuando, y todos van vestidos de modo que intranquiliza a aquellos simpáticos menestrales. Ellos, que usan calzoncillos de cintas, no pueden concebir cómo aquellos auténticos aspirantes a pupilos del ilustre doctor Esquerdo llevan las canillas al aire, los pantalones doblados por encima de la rodilla y van en camiseta, o poco menos. Su instinto pudoroso se rebela ante aquel libertinaje inaudito. Los «guindillas», gravemente erguidos sobre sus terribles pies plagados de juanetes, no se deciden a correr a golpes de sable a aquellos bigardos, pero buenas ganas se les pasan. Y lo peor es que son señoritos, que los amigos que presencian los extraños ejercicios van vestidos à la dernière, y que casi todos tienen ya pelos en la cara. Los hay que lucen rizosas barbas y quienes lánguidos bigotes. No es pues cosa de chicos, no.

Y aquella mañana de marzo de 1902, un inolvidable domingo día 9, queda clavada la bandera del fútbol en Madrid. Una revista de la época (Heraldo del Sport, 15 de marzo de 1902), dice que aquel ensayo «es el primero de los que se propone verificar la Sociedad Madrid FC para que sirva de ensayo a sus jugadores y poder formar el primer team.

No cometamos la ingratitud de pasar por alto los nombres de los veintidós jugadores que sirvieron de base para designar el «cuadro» definitivo:

Azules: Meléndez (A.); Padrós, Spottorno (M.), Gorostizaga, Mendía, Páramo; Neyra, Giralt (A.), Palacios (F.), Mertens y Rodero. Rojos: Giralt, Meléndez (E.), Molera; Salvador, Valcárcel (L.), Spottorno (A.); Stampher, Palacios (Julián), Varela, Celada y Bueno. Para calmar la ansiedad del lector digamos que vencieron los azules por uno a cero.

Un grupo de muchachos de la clase acomodada, muchos de los cuales han cursado estudios en Inglaterra, trabaja sin descanso por encauzar las actividades del nuevo deporte. Entre ellos figuran varios cuya tenacidad es verdaderamente ejemplar. Se trata de Julián Palacios y de los hermanos Juan y Carlos Padrós, que con entusiasmo verdaderamente heroico y excepcional van sembrando una semilla que no tardará en germinar generosamente. La Sociedad puede decirse que está en marcha.

El mencionado semanario Heraldo del Sport dice en su segundo número correspondiente al 8 de marzo de 1902 refiriéndose a la «aclimatación» del nuevo juego: «Parece que va tomando carta de naturaleza entre nosotros un ejercicio inglés llamado foot-ball. En Barcelona hay varias sociedades constituidas con el único objeto de dedicarse a este sport, y lo mismo sucede, aunque en menor escala, en Vigo, Bilbao, Málaga y otros puntos que tienen numerosa colonia inglesa que ha fomentado la afición a este juego. En Madrid hay ya dos sociedades, que son el Foot-ball Sky cuyo presidente es el Sr. Mayora, y la Madrid Foot-ball Club, bajo la presidencia del Sr. Palacios (Julián). Aunque en nuestro modo de ser no encaja por completo la afición a este juego, sin embargo no se puede negar que cuenta con bastantes entusiastas y los domingos por la mañana, día en que se pueden verificar los partidos, se ven los campos de ambas sociedades muy concurridos, desplegándose por los jugadores el mismo ardor y entusiasmo que puedan desplegar los anglo-sajones. La sociedad Madrid Foot-ball Club celebrará en breve junta general a fin de designar los jugadores que han de formar el primer team de la misma. Con este objeto en el primer partido que se celebre (probablemente el 9 de este mismo mes) se colocarán los jugadores en diferentes puestos para que se puedan apreciar las condiciones de cada uno y señalar así los que hayan de ocupar en dicho primer team. Los más indicados para figurar en dicho team son los señores siguientes: Neyra, Giralt (F., A. y M.), Palacios (J. y J.), Celada, Spottorno, Padrós, Gorostizaga y Meléndez».

Se ha hecho mención del Foot-ball Sky. Este club, constituido sin trámites oficiales, es decir sin el envío de reglamos al Gobierno Civil, se fundó probablemente en 1897 y puede ser considerado como el primero que existió en Madrid, y desde luego como precursor del glorioso Club que nos ocupa, pues muchos de sus jugadores fueron los fundadores de este. A la sazón figuraba en las filas del Sky un suizo llamado Paul Heubi, que puede decirse que fue quien enseñó a jugar a los que después fueron magníficos elementos. Por cierto que en aquel entonces la técnica del delantero centro era bien sencilla: quitar al portero de delante; la del defensa, arrollar al delantero, y charlar con el guardameta o echar un cigarrillo cuando las circunstancias lo permitían. Llegó a tal punto la manía de compartir el vicio de fumar con el placer de practicar el fútbol que el inglés Johnson, uno de los primeros equidistas que tuvo el Madrid, hubo de publicar unas curiosas advertencias dedicadas a sus compañeros de juego en las que les recomendaba la abolición del tabaco y que los partidos no durasen tres horas, puesto que el tiempo era de noventa minutos y que se perdía lamentablemente en discusiones inútiles.

El jueves 6 de marzo de 1902 se celebra una Junta extraordinaria y se elige la siguiente directiva:

Presidente: D. Juan Padrós

Vicepresidente: D. Enrique Varela

Secretario: D. Manuel Mendía

Tesorero: D. José de Gorostizaga

Vocales: D. Antonio S. Neyra, D. Mario Giralt, D. Carlos Mertens, D. Álvaro Spottorno y D. Arturo Meléndez.

El campo se halla situado en las cercanías de la plaza de toros, casi en la venida, sin que en aquel remoto entonces tenga límites, puesto que la urbanización no ha llegado hasta aquí. Está circundado por una zanja que impide su invasión por los no iniciados, y que los volquetes lo conviertan en vertedero. Las porterías se guardan en un zaquizamí cercano, una pequeña taberna en la que languidecen viejas litografías de La Lidia, salpicadas por el paso de muchas generaciones de moscas. No es, pues, una entelequia. «Ellos», los precursores, cargan con las porterías y se visten -se desvisten- allí mismo. Cruzan la calle de Narváez entre chacotas y vayas de los castizos y hasta soportan alguna que otra Pedrea organizada por los pequeños diablos del barrio del «Ciego».

Una idea soberbia cruza por la mente de D. Carlos Padrós, hermano del presidente, al que sucederá en breve: puede organizarse un concurso o campeonato entre las sociedades que comienzan a alborear en España. Para ello es necesario legalizar la vida del Madrid, darle carácter oficial. Y el día 18 de abril de 1902 se somete al gobernador la siguiente instancia:

«Juan Padrós Rubió, del comercio de Madrid, que habita calle de los Madrazo, número 25, tercero izquierda, a V. E. respetuosamente expone:

Que con objeto de constituir una sociedad de juegos de sport que se denominará Madrid Foot-ball Club le acompaña las bases por que ha de regirse, para su aprobación.»

El domicilio queda instalado provisionalmente en Alcalá, número 48, donde los señores Padrós poseen una gran tienda de modas, desaparecida ya, que se titula «Al capricho».

Se estudia el uniforme del equipo. El recuerdo de los célebres Corinthians, los amateurs ingleses, admirados por los que estudiaron en Londres, prevalece, y se acuerde que sea ese precisamente el uniforme de los madrileños. Un uniforme blanco, sin mácula, que significa pureza. El artículo 18 del reglamento reza así en su apartado 3º: «Pantalón y blusa blancos, medias negras con vueltas, y cinturón con los colores nacionales, completándose con un casquete azul oscuro». La blusa está cruzada por una ancha banda morada, representativa del austero color de Castilla, en la que figura el escudo de Madrid bordado en colores.

En 22 de abril se celebra la primera Junta. He aquí el párrafo inicial del acta: «Don Manuel Mendía, secretario de la Sociedad Madrid Foot-ball Club certifico: Que el folio 1º del libro de actas de esta sociedad aparece lo siguiente: «En Madrid, a veintidós de abril de mil novecientos dos, reunidos los iniciadores de esta sociedad, bajo la presidencia de D. Juan Padrós, dicho señor la declara legalmente constituida en vista de haber sido aprobado el reglamento por el señor gobernador civil de la provincia». Acto seguido se procedió al nombramiento de la directiva, confirmándose a la que fue elegida el 6 de marzo anterior.

Queda pues fundada oficialmente la sociedad cuya gloriosa historia tratamos torpemente de bosquejar. Son treinta y nueve años de vida ejemplar y magnífica.

Se ha copiado íntegro este texto porque ya en él aparecen los elementos que han marcado hasta hoy las narraciones de la fundación del Real Madrid y la introducción del fútbol en la ciudad. En concreto las siguientes:

  • En 1897 se fundó el Sky FC, primer club madrileño dedicado al fútbol y del que deriva directamente el Madrid FC.
  • Ninguna referencia se hace a la fundación del Madrid FC, por más que se den dos fechas diferentes: si nos atenemos al título del libro la fundación fue en 1900, pero si nos fijamos en la última frase del texto fue en 1901 («treinta y nueve años de vida»).
  • Frente al desconocimiento absoluto del asunto que le lleva incluso a tan flagrante contradicción, conoce sin embargo con detalle cómo se llevó a cabo la inscripción del Madrid en el Registro. Entendemos que este es precisamente el motivo por el que años más tarde triunfó la fecha de 6-3-1902 como la de fundación para la celebración primero de las bodas de oro del club y las del centenario después.

2. El libro de Oro del Real Madrid

Todos los libros de historia del Real Madrid se basan directamente en el excelente trabajo realizado por un equipo de periodistas dirigidos por Federico Carlos Sainz de Robles para celebrar el cincuenta aniversario del club madridista. El Libro de oro del Real Madrid CF publicado en 1952 por Ediciones Ares tuvo como redactores principales a Manuel Rosón, Eduardo Teus, Alberto Martín Fernández («Juan Deportista»), José M. Fernández Gómez, Pedro  Termens y Ramón Melcón2. Ningún nombre aparece en el libro salvo el del director y los dibujantes (Ángel Esteban y Blanco Varas), pero la nómina completa apareció publicada en el Boletín del Real Madrid en el que se hacía la presentación de la obra.

Por las referencias que hace sabemos que el primer capítulo lo escribió también Manuel Rosón, que en el decenio largo que pasó entre el libro anterior y este debió de mantener muchas entrevistas con los protagonistas de los muy primeros años porque pudo ampliar notablemente la información que publicó en 1940. Eso sí, el único cambio que hizo sobre el esquema que hemos señalado fue el de añadir un punto anterior, el de 1890 y la Institución Libre de Enseñanza. A pesar de tener muchos más datos mantuvo inalterado los otros tres puntos, y muy probablemente por eso no pudo sacar consecuencias diferentes.

Veamos qué decía de cada uno de los cuatro puntos.

A.   1890 y la Institución Libre de Enseñanza

Ya en 1890 habían regresado a la península algunos jóvenes profesores de la Institución Libre de Enseñanza que habían acudido a Inglaterra a perfeccionar y ampliar sus estudios. Aquellos muchachos usaban sombrero hongo de copa alta y ala corta, fumaban en pipa y se rasuraban el rostro. Persistía aún la manía británica de considerar el fútbol como un «secreto de guerra», y ellos, como espías atómicos de nuestros agitados tiempos, se trajeron la fórmula para ensayarla en Madrid. Se juega aquí pues con anterioridad a las «experiencias» de la «campa» de Lamiaco en Bilbao; de la Bonanova en Barcelona o de las «traiciones» de los funcionarios ingleses de las minas de Tharsis en Huelva, los primeros en destapar en la península, y entre ellos el pomo de futbolísticas esencias tan celosamente guardado en las Islas. Antes en suma de que el benemérito suizo Hans Gamper encienda en Barcelona la mecha de la afición; de que Astorquia, Castellanos o Acha lo hagan en Bilbao; de que Bermejillo (que presidió el Foot-ball Sky), Palacios o los Padrós realicen lo propio en Madrid, o de que Maté y Tellechea adquieran en Ónuba las enseñanzas británicas.

Y los jóvenes profesores de la Institución, que han asimilado los preceptos educativos de Albión, son los mejores amigos de sus alumnos, a los que acompañan en sus paseos matutinos de miércoles y domingos. El lugar preferido es el del camino de El Pardo. Llegan todos hasta la Puerta de Hierro; recorren los rincones donde «el Sordo» se recogía para preparar sus piedras litográficas, y visitan el emplazamiento de la famosa «Quinta» donde se consumaron tantos ardientes amoríos del maestro. Y merienden a orillas del aprendiz de río, y juegan a la gallina ciega… Hasta que una mañana, uno de aquellos graduados de Oxford o Cambridge suelta un balón sobre las praderitas que Goya ha inmortalizado en sus tapices y en sus cuadros. Es cosa mágica: los chicos, como los corzos jóvenes de la vecina Casa de Campo corren alegremente detrás de la pelota y aprenden la gran lección futbolística que les brindan sus profesores.

La semilla está echada y germina muy pronto. Tanto que los chavales aquellos, tan pronto como les apunta el bozo, son los continuadores de una obra emprendida tan sencillamente. Y es entonces (1896-1897) cuando surge el Foot-ball Sky, padre prolífico del fútbol castellano.

En aquel declinar del siglo las clases aristocráticas consideraban como ineludible detalle de buen tono enviar a sus descendientes a que estudiasen en Inglaterra, y los chicos que iban a Oxford o Cambridge eran generalmente hijos de potentados que preparaban a sus herederos en la entonces plácida lucha por la vida en la practicidad y hechuras británicas. Otros, más distinguidos aún, o más ricos, caían en Etton, corazón pedagógico de la nobleza británica. Estos chicos de Etton usaban y usan unas chisteras y unos amplios cuellos almidonados. Aquel colegio era una fábrica de gentleman. Muchos de aquellos muchachos son hoy personajes ilustres, y sería injusto omitir en esta crónica que también estuvieron en Albión -y aún siguen yendo- los hijos de las más poderosas familias valencianas, murcianas o canarias (la fruta); de Vizcaya (los navieros que dieron la famosa generación de los «señoritos» de Bilbao); de Andalucía (los vinos y el sherry); de Asturias (las minas); o de Cataluña (los tejidos de Tarrasa y Sabadell).

Una vez en España aquellos chicos fueron los más exaltados defensores del fútbol. Y aquí encontraron un terreno perfectamente abonado. En cualquier punto del litoral donde existiera colonia inglesa, el flemático míster, una vez descorrido el velo del «secreto», era el primero en predicar con el ejemplo, cuando no eran los tripulantes de los barcos de la «Home Fleet», que surcaban las rías altas y bajas de Galicia como Pedro por su casa. Y siempre la vecindad del Peñón ejercida en todo el campo de Gibraltar…

B. Fundación del Sky FC

Es en 1902 (Heraldo del Sport, Madrid) cuando con relación a esa herencia del Sky se dice el 15 de marzo: «La antigua sociedad Football Sky, que data de 1897, ha cambiado este título por el de New Foot-ball Club3«.

[…] Es entonces, iniciado ya el siglo, cuando aquella semilla fructifica en ubérrima proporción. La juventud que encarnan los Palacios, Padrós, Meléndez, Gorostizaga, Mendía, Neyra, Varela, Giralt y tantos otros se rebela contra aquella arteriosclerosis nacional e inicia lo que algunos llaman «campaña de regeneración». Claro está que no sería posible enumerar aquí las «campañas de regeneración» que en aquella época fueron emprendidas.

Lo cierto es que fueron ellos los que pusieron en marcha la máquina y que el Foot-ball Sky, que se consumiera plácidamente para reencarnar en el New, fue enterrado sin los honores merecidos a los seis años de su nacimiento, acaecido en la Moncloa, que fue donde primeramente sentaron sus reales los futbolistas madrileños, luego de los felices ensayos realizados a la vera del Manzanares. Aunque no transcurriría mucho tiempo sin que la rama más recia del viejo tronco surgiera y se estableciera en los altos de la calle de Velázquez, esquina a Lista (el «campo de Estrada»), para afincarse después en los de la de Alcalá, al final de la «civilización» urbana.

Se ha dicho en el capítulo anterior que cuando surgió el New de entre las cenizas del Sky existía ya el Madrid. Pero como todo lo esencialmente local ha sido tomado siempre a broma por los propios madrileños, nadie hasta que surgió la tenacidad de los Padrós se tomó la molestia de encauzar aquellas actividades tan desordenadas […].

De ahí se infiere que, aun en vida del propio Sky, y absorbida una parte muy importante de esa sociedad por el propio Madrid, que estaba ya presidido por el que fue luego ilustre patriarca de las artes gráficas, D. Julián Palacios, no se preocupara este ni nadie de legalizar la situación. Pero ese «testamento» transcrito ya del primitivo club a favor del New, parece obedecer más bien a las rencillas que a la sazón existían entre aquellas sociedades. La noticia anterior del Heraldo del Sport corresponde al 15 de marzo de 1902. pues bien, una semana antes, el día 8, decía la propia revista lo siguiente: «en Madrid hay ya dos sociedades, que son la Foot-ball Sky, y cuyo presidente es el Sr. Mayora y la Madrid Foot-ball Club, bajo la presidencia del Sr. Palacios (Julián)».

Es decir, que en el transcurso de ocho días hubo un desdoblamiento del Sky, que pasó a mejor vida, para dar paso al New, que una semana antes no contaba en este mundo de los vivos. La presidencia, que en 1897 y 1898 ostentara D. Luis Bermejillo, estaba vinculada en 1902, como queda dicho en la persona de D. Ángel Mayora, que pasó a ser tesorero del New, recayendo entonces aquel cargo presidencia en D. Manuel Vallarino. Por cierto, que el nuevo club siguió ostentando los viejos colores, que fueron dieciocho años después los de la selección nacional: pantalón azul y blusa roja, aunque en algunas ocasiones aquel fuera blanco.

[…] Se ha hecho antes tímida referencia al primer sitio donde los muchachos del Madrid comenzaron a darle a la bolita. El «campo de Estrada» estaba en la calle de Lista, esquina a la de Velázquez. Era una amplia y descarnada superficie que tomaba su nombre del apellido de un marmolista, Estrada, que tenía allí su taller y su domicilio. Y aunque el barrio de Salamanca era ya realidad a medias, lo cierto es que aquel amplio sector del Ensanche era conocido en el resto de la Villa como los «altos de la calle de Velázquez», con la misma liberalidad con que se denominaba a los del Hipódromo o a los de la Moncloa, lugar este también de mucha tradición futbolística. La edificación más cercana, exceptuado naturalmente el domicilio de Estrada, con su mirador, era un convento, el de las Jerónimas. Allí fue pues donde aquel brote purísimo comenzó a familiarizarse con la denominación lógica y popular que hoy ostenta nuestra gloriosa entidad. Y allí era donde se habían refugiado los restos del prolífico club que primeramente practicó el fútbol en Madrid. Todavía predominaban los colores rojo (la blusa) y azul (el pantalón) de aquel ilustre Foot-ball Sky tan reiteradamente mencionado en esta historia.

[…] El propio don Julián [Palacios] -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores de aquel Foot-ball Sky que él conoció siendo un chico: «no éramos más de treinta los socios, y solo pagábamos la cuota unos cuantos. El principal animador del club era un suizo llamado Paul Heubi. Era difícil reunir un equipo, y más de una vez tuvimos que jugar siete u ocho. Otras les prestábamos jugadores a los contrarios que en el fondo éramos nosotros mismos, porque solo existía el Sky. Los colores del uniforme eran blusa roja y pantalón azul, pero también era difícil que hubiera media docena de jugadores vestidos lo mismo. Cuando unos cuantos formamos el primitivo Madrid, el Sky no daba ya casi señales de vida. Entonces lo presidía Mayora, pero todo eso ocurría en 1901.

C.   Fundación del Madrid FC

Es allí donde puede y debe decirse que nace el Madrid, que preside primeramente Palacios. Anda muy corrido el primer año del siglo y las actividades de la incipiente Sociedad se limitan a «interminables partidos, a fumar y a charlar», como aseguró después aquel pintoresco Mr. Johnson en sus memorables consejos. No existen referencias concretas acerca de esas actividades iniciales, pero es lógico que esos «interminables partidos» no fueron exclusivamente disputados entre los jugadores del Sky y del naciente e incontrolado Madrid -aún no existía el New-, sino que intervendrían también cuantos aficionados noveles tuvieran gusto de ello.

Y allí, precisamente allí, es donde D. Julián Palacios, el presidente del Madrid, conoció a la que fue después su esposa ejemplar y hoy es su viuda inconsolable: una hija de Estrada. Es curiosa la coincidencia, pero D. Ángel Barquín, otro de los fundadores del Madrid, está casado con la hija de otro marmolista insigne, D. Faustino Nícoli, que luego fue primer teniente de alcalde del municipio madrileño. Y es igualmente curioso que al lado del campo que después tuvo el Madrid en la Avenida y del que tuvo el Athletic en la ronda de Vallecas hubiera talleres dedicados a la misma industria. Era, sin duda, la «edad de piedra».

Fue a últimos de 1901 cuando nuestro club se trasladó a la castiza barriada de Pardiñas. Seguía presidiéndolo D. Julián, y ya figuraban entre sus socios los hermanos Padrós, que procedían igualmente del campo de Estrada. No tardaría en surgir el espíritu creador de don Carlos.

[…] Palacios, como ya se sabe, es el primer presidente del Madrid en la etapa precursora que pudiéramos llamar de las zapatillas que era como verdaderamente andaba el club, sin preocuparse, como se ha dicho ya, de otra cosa que de darle a la bolita. La época de Palacios, incontrolada, borrascosa, esporádica y de despiste, viene a ser el virus que prende en todos después de la vacunación colectiva de la juventud madrileña contra el fatalismo y la desgana, representada por el gesto de aquellos muchachos que acometieron la «campaña de regeneración nacional» de que nos hablan los periódicos de aquel entonces. Pero ya se sabe que todas las «fuerzas vivas» emprendían a la sazón una campaña semejante.

El propio don Julián -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores […]. Cuando unos cuantos formamos el primitivo Madrid, el Sky no daba ya casi señales de vida. Entonces lo presidía Mayora, pero todo eso ocurría en 1901. Por entonces presidía yo también el recién constituido Madrid, pero no nos ocupábamos de legalismos. Mi cuñado Gorostizaga fue también uno de los primeros directivos de aquel Madrid. Claro está que entonces no pensábamos ser parientes. Después el espíritu de organización de los Padrós dio nueva vida al Madrid. Cuando yo jugaba como delantero centro no dejaba tranquilos a los porteros contrarios, aunque ellos se defendían también con sus cargas de carrerilla. Pero se perdía el tiempo hablando y fumando. He conocido a un guardameta que se sentaba en una silla delante de un valedor y se tomaba una gaseosa tan tranquilo. Y aunque todo aquello ocurría detrás de la línea y a un lado de la portería, se armaban las grandes tremolinas cada vez que avanzaban los delanteros contrarios. El que más sabía en aquella época era un inglés muy simpático que tomaba tan en serio el fútbol que se casó un sábado y jugó al día siguiente por la mañana.

Don Julián se refería a Mr. Arthur Johnson, el feliz autor de las instrucciones conocidas.

Por último conviene señalar que en el primero de los apéndices del libro en el que se hacen semblanzas de los presidentes madridistas aparece Julián Palacios con mandato entre 1900 y 1902, manteniendo así la incoherencia que ya aparecía en la obra de 1940.

En cuanto al punto cuarto, sobre la inscripción del Madrid en el Registro no hay ninguna novedad reseñable en el Libro de oro, por lo que no es necesario copiar las referencias.

A modo de resumen podemos afirmar que además de nuevos datos que podríamos llamar accesorios Rosón añade en esta obra los elementos siguientes:

  • El fútbol llegó a Madrid en 1890 a través de profesores de la Institución Libre de Enseñanza que habían hecho estudios en Inglaterra. No se dan nombres.
  • El primer presidente del Sky FC fue Luis Bermejillo. Primero jugaron en la Moncloa y después pasaron al Campo de Estrada.
  • Según Julián Palacios el Madrid FC se fundó en 1901, presidido por él y con Gorostizaga también en la junta directiva. Empezó jugando en el mismo Campo de Estrada, pero a finales de 1901 fueron a la barriada de Pardiñas.

3. Obras posteriores

A partir de 1952 se han debido de publicar no menos de 15 historias del Real Madrid, pero todas ellas han sido copia directa del Libro de oro. Por añadir algún texto reciente anotamos a continuación lo publicado en Cien años del Real Madrid (tomo VI, págs. 6-9) escrito por Bernardo Salazar:

En Madrid fueron los alumnos y algunos jóvenes profesores de la Institución Libre de Enseñanza los pioneros en practicar el soccer. Fue en 1890, en la margen derecha del río Manzanares, en las praderas existentes junto a la Puerta de Hierro, que entonces daba entrada a la Casa de Campo, de propiedad regia.

Miércoles y domingos forman alegres grupos que realizan paseos en busca de contacto con la naturaleza. Visitan la Quinta del Sordo, donde el gran Francisco de Goya preparaba sus piedras litográficas, meriendan a orillas del aprendiz de río y juegan a la gallina ciega hasta que aparece sobre la pradera un pelotón tras el que corren para golparlo ejercitando sus habilidades ante la sorpresa de algunos paseantes. Lógicamente se van despojando de forma paulatina de sus sombreros hongos de copa alta y ala corta, de sus levitas y de otras incómodas prendas que coartan su libertad de movimientos. Pronto se plantaron unas cañas en el suelo unidas por una cuerda en cuyo centro se ataba un pañuelo para que se viese claramente la situación de la portería.

Según las viejas crónicas fue un profesor suizo, con diversas grafías al reflejar su apellido, tal vez Heubi sea el correcto, quien se constituyó en el alma Mater del primitivo football madrileño.

[…] Los jóvenes estudiantes de la Institución crecieron y algunos continuaron practicando su deporte favorito. Hicieron prosélitos y formaron una agrupación deportiva a la que bautizaron con el anglófono nombre de Foot-ball Club Sky. Era a principios de 1897.

Aunque no se cumplieron los trámites oficiales de confeccionar un reglamento y enviarlo al Gobierno Civil para tomar forma legal, sí existía una junta directiva formada por Luis Bermejillo como presidente, el conde de la Quinta de la Enjarada como tesorero y Martos y Careaga como vocales. De inmediato solicitaron a Paul Heubi que les aleccionase en las normas futbolísticas. Heubi fue el primero en enseñarles el uso reglamentario de la carga, en uno de los solares existentes en los desmontes de la Moncloa, por donde más tarde se extendería la calle de Vallehermoso.

La treintena escasa de asociados, de la que no todos pagaban regularmente la cuota mensual establecida, se reunía los domingos por la mañana. Los asistentes montaban las porterías, en las que pronto sustituyeron la cuerda superior por un larguero de madera encajado en los postes laterales, y se repartían en dos equipos, de número indeterminado para que todos pudiesen jugar. El uniforme lo constituía una camisa roja y un pantalón azul, aunque se respetaba poco la uniformidad. Los más enterados utilizaban una gorrilla, cap, que habían visto cubriendo los cabellos de los internacionales ingleses.

Los partidos eran eternos, a no ser que el balón perdiese su contenido y hubiera que suspender el juego. Unos se iban y otros llegaban. Los más alejados a la acción del juego consumían un cigarrillo que depositaban cuidadosamente en el suelo al acercarse la pelota y los adversarios y luego, cuando había pasado el peligro, lo recogían para seguir exhalando su humo. El juego continuaba y los goles no subían al marcador inexistente hasta configurar resultados que hoy se dan en balonmano: 17 a 12. De pronto el propietario del esférico recordaba que su presencia era requerida en otro lugar y sentenciaba: «quien marque el último gana». En cuanto se producía el goal recogía su tesoro bajo el brazo, se calaba el sombrero y salía pitando hacia su compromiso.

Poco a poco iban incorporándose nuevos footballers. A veces había que dejar a algunos de mirones y no siempre eran los menos dotados. Ser el dueño del balón aseguraba un puesto y el de los amigos más íntimos, y, lógico, nacieron los recelos y las disidencias.

En 1900 era presidente Ángel Mayora cuando un importante grupo capitaneado por Julián Palacios se desgajó del Sky. Tal vez también influyese en ello la lejanía del campo de juego para un grupo que vivía en los aledaños del naciente barrio de Salamanca y la incorporación de los jugadores que practicaban en la Escuela de Ingenieros de Minas.

Los disidentes se aposentaron en un solar anejo al taller del marmolista Estrada, sito en lo que hoy es la manzana que forman las calles Velázquez, Padilla, Núñez de Balboa y Lista. En aquella época era un enorme descampado donde se elevaba el convento de la Concepción Jerónima que conservaba la tumba de Beatriz Galindo, La Latina, maestra de Isabel la Católica.

Allí, en el almacén de Estrada, se guardaban los postes y largueros de las porterías, que se montaban y desmontaban por los jugadores. Eran tiempos luego definidos como «los de las porterías al hombro».

Cuándo y quién decidió que el nombre del nuevo equipo llevara el nombre de la ciudad es un enigma. Como también lo es el periodo en que Julián Palacios ejerció la presidencia ya que, algunas publicaciones, mencionan a veces como presidente a Enrique Varela de Seijas, quien más tarde fue afamado dibujante y grabador.

La realidad es que, antes de su legalización, existía un Madrid Foot-ball Club (único equipo que llevó el nombre de la ciudad en el suyo propio hasta 1947, cuando el Atlético lo incorporó al suyo), que jugaba en el campo de Estrada, lo presidía Julián Palacios y tenía una cincuentena de socios.

A riesgo de habernos extendido excesivamente en las citas hemos preferido copiarlas íntegramente para que el lector tenga claro cuál es el estado actual de la cuestión, de qué punto exacto partimos. Lo que nos permite concluir en primer lugar que todos los autores son tributarios de Rosón, como él mismo ya decía en 1951 (Boletín del Real Madrid, nº 3):

Bucear acerca de los orígenes del fútbol de la Villa y del oso y el madroño […] es cantar un poco el «himno de la pescadilla», esa que según los cánones culinarios se sirve mordiéndose la cola.

Y por otro lado saber que hay cuatro hitos en la introducción del fútbol en Madrid a los que al menos a modo de hipótesis debemos prestar atención:

  • 1890: introducción en la Institución Libre de Enseñanza.
  • 1897: fundación del Sky FC.
  • 1901: fundación del Madrid FC.
  • 1902: registro oficial del Madrid FC.

III. Introducción en la ILE

El fútbol en la Institución Libre de Enseñanza

Los más remotos vestigios del fútbol madrileño fueron plenamente desconocidos hasta las pocas notas que Rosón hizo en el Libro de Oro. Y como ha venido ocurriendo, las noticias que posteriormente se han publicado sobre la cuestión han sido todas copia de aquellas escritas por Rosón.

Aunque nos encontremos en los momentos más primeros no resulta paradójico el hecho de que sea de toda nuestra narración la etapa que más documentada tenemos, en concreto gracias al Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE).

Ciertamente este es el único capítulo que no merecería estar en un estudio titulado La aguja del pajar, puesto que la única labor necesaria para cuanto aquí se presenta no era sino la obvia: leer el boletín de la institución para conocer las actividades de la institución. Aquí solo nos encontramos ante la desidia de los «estudiosos», incluyendo los más reconocidos.

Debemos empezar por la única nota que ya era conocida, citada aunque errónea y parcialmente por Anastasio Martínez Navarro en su artículo «Los juegos corporales en la educación», publicado en la obra colectiva Un educador para un pueblo (UNED, Madrid, 1987; págs. 177 y ss.). Se trata de un fragmento del artículo «Los juegos corporales en la educación», escrito por Ricardo Rubio y publicado en el BILE nº 391 (1893, págs. 145 y ss.):

¿Qué historia podemos hacer nosotros de los juegos escolares en España? Podríamos decir que «se pierde en la noche de los tiempos»… futuros. Nada hay organizado oficialmente. Nuestros lectores saben que la Institución libre dedica todos los miércoles por la tarde y muchísimos domingos del curso al juego corporal en el soto del puente de San Fernando, juego de maestros y alumnos, obligatorio los miércoles y potestativo los domingos. Esta costumbre, cuyos resultados son cada día más satisfactorios, comenzó en nuestra casa al año de empezar sus clases, en 1877; entonces salíamos todos los días a pasear con nuestros alumnos y tomábamos parte en sus juegos del marro, del salto, del tin, etc.

Pero en 1882 fue cuando se organizaron los partidos normales con la dirección de Mr. S. H. Capper, el querido amigo a quien tanto recuerdan los antiguos alumnos de la Institución (aquellos que, siendo entonces sus discípulos, eran al mismo tiempo sus compañeros) y cuyo interés por nuestra obra sigue tan vivo como cuando lo teníamos entre nosotros, tomando parte en ella.

Mr. Capper nos enseñó el rounders, que es aún hoy el juego favorito de los alumnos de aquella época. Después, en 1889, a la vuelta de una visita a Inglaterra de uno de nuestros profesores, se introdujo el foot-ball, que desde entonces viene siendo nuestro juego de invierno, habiendo quedado el rounders como menos violento, para los meses más calurosos de primavera.

Este movimiento a favor de los juegos escolares de nuestro país, iniciado y mantenido por la Institución no ha quedado completamente reducido al círculo de sus alumnos; en nuestros partidos de foot-ball y de rounders vienen tomando parte otras personas, alumnos y hasta profesores de la Universidad, y aun personas de edad madura, atraídos por la propaganda de los más entusiastas. Fuera de esto apenas tenemos noticias de otros ejercicios atléticos de la juventud española que los organizados por los clubs de regatas en algunos de nuestros puertos y por las sociedades de velocipedistas que existen en varias capitales; debiendo citar entre estas últimas la fundada en Oviedo por alumnos y profesores de aquella Universidad.

Dos preguntas surgen inmediatamente: quién es Capper y quién fue el profesor que en 1889 introdujo el fútbol en la ILE.

Sobre Capper nos permitimos ceder la palabra al profesor Cossío, quien con motivo de la muerte del primero publicó en el propio BILE de 31-7-1925 (nº 784). Dice así bajo el título de «Stuart Henbest Capper»:

Muchos de los antiguos alumnos lo recuerdan y lo recordarán siempre con cariño, pues de él fueron a la vez compañeros y alumnos de la Institución durante varios años. Stuart Henbest Capper, tutor del hijo del ministro británico en Madrid, Sir Robert Morier, llegó aquí en 1882, en la primera juventud de los 20 años, y presentado en la Institución de los Macpherson, se consideró él y fue considerado por todos desde el primer instante como si hubiera nacido entre nosotros.

En una excursión de alumnos por tierra de Salamanca hizo su entrada. Fue esto simbólico. No faltó ya a ninguna otra. Y en su convivencia con esta casa hubo una reciprocidad de beneficios, basada precisamente en las dos notas más salientes que cultivó la Institución desde su origen: los juegos corporales y la educación de las bellas artes al igual de las otras disciplinas.

Inglés de pura cepa, menos intelectualista que humano, sano de espíritu y de cuerpo, alegre, intrépido, ágil, fuerte, jugador de raza, enseñó con su ejemplo a profesores de su edad y a alumnos, e introdujo entre ellos juegos atléticos sociales ingleses, que han tardado 30 años en aparecer luego por otro camino; y no ha habido en este orden, superior al suyo, ningún otro influjo. Los niños de las escuelas públicas de Madrid, sin saberlo, juegan en las plazuelas -senderos misteriosos- lo que Capper nos trajo.

A cambio de lo que nos dejara, se llevó, no fue poco, la orientación central para toda su vida. Capper, maestro en artes por la Universidad de Edimburgo, sabía sólidamente lo que todo inglés estudioso sabía entonces al licenciarse en Filosofía: latín, griego y matemáticas. De latín y griego, y sobre todo de inglés, dio clase entre nosotros. Algunos de aquellos muchachos no habrán aprendido más inglés desde entonces, y recordarán con amor su noble y franca camaradería, y aquellos tes de las cinco, tan joviales, en su bonito cuarto de la embajada, lleno de libros y recuerdos de viaje.

Desde la primera excursión, Capper, que nada conocía de la historia del arte, se enamoró perdidamente de la arquitectura. Tuvo la fortuna de cultivar el trato de Riaño, de Fernández Jiménez y de Velázquez, a cuya clase en la Escuela de Arquitectura y en la Institución asistió asiduamente. Con él y con Beruete aprendió a dibujar, lo que antes no sabía; y al salir de España, abandonada la tutoría del hijo de Morier, fue derecho sin vacilar a la Escuela de Bellas Artes de París, a prepararse para ser arquitecto. Y lo consiguió, en efecto, a los muy pocos años.

Construyó en Glasgow y en Edimburgo, contribuyendo a la conservación de antiguos monumentos y a nuevas orientaciones en la estética de los edificios. Pero él no quería construir, sino profesar la teoría y la historia de la arquitectura. Y en la primera ocasión que tuvo concursó a la dirección del Departamento de Arquitectura creado por la universidad de Mac Gill, de Montreal, en el Canadá, y el influjo de la Institución continuó favoreciéndole en este segundo paso de sus deseos profesionales, pues gracias a los testimonios de nuestra casa obtuvo Capper el puesto ambicionado.

En él permaneció bastantes años, hasta venir a igual Departamento en la Universidad Victoria, de Manchester. Y aquí estuvo hasta el momento de la guerra, en que, enfermo hacía tiempo del corazón, y tampoco en edad de tomar armas, el gobierno lo envió a Egipto para la censura de la correspondencia, utilizando su perfecto conocimiento de varios idiomas. El castellano llegó a hablarlo y escribirlo como uno cualquiera de nosotros.

Sus relevantes servicios hicieron que el gobierno lo mantuviese en Egipto después de la guerra, y allí ha sido uno de los más poderosos resortes de la política británica en los últimos tiempos. Enfermo al parecer de gripe durante pocos días, cuando se creía ya casi bueno, murió de repente en el hospital de El Cairo en que se hallaba. Su salud, ya débil, estaba ahora más quebrantada por el exceso de trabajo material y sobre todo de preocupaciones con motivo de los acontecimientos.

Su memoria será siempre grata a los antiguos profesores y a los alumnos que con él convivieron, y su bienhechor influjo en la Institución, bendecido mientras esta subsista.

Las diversas notas y referencias publicadas sobre Capper en relación con la ILE beben todas de esta necrológica4.

La fecha de 1889 como la de introducción del fútbol en la ILE se apoya no solo en el artículo anterior de 1893, sino en otras referencias en el propio BILE. Así por ejemplo dice el propio Francisco Giner de los Ríos en su artículo «La higiene de las vacaciones» (BILE nº 363 de 31-3-1892, págs. 83 y ss.)

Nosotros mismos, los adultos -se comprende que en diversa proporción según el vigor de cada cual- experimentamos los propios efectos en nuestras excursiones, ejercicios y juegos. Por ejemplo, las partidas de foot-ball que a veces se verifican los domingos, cuando ocupan únicamente la mañana, dejando libre el resto del día para un reposo casi absoluto en el campo, constituyen una combinación muy superior a la de aquellas otras que duran mañana y tarde, y cuyos efectos sentimos todos (particularmente los más endebles) en el mal trabajo del lunes.

Del mismo modo afirma Rafael Altamira en su artículo «Asociaciones escolares» (BILE nº 376, 15-10-1892, págs. 293 y ss.):

A la educación física conceden bastante las asociaciones escolares. En Inglaterra se formaron desde luego sociedades especiales para atender a este fin, desarrollando los juegos libres: foot-ball, rounder, paper-chase, ejercicios natación, remo, etc.; y sabido es que todos los años se celebran competencias de regatas y de juegos entre dos célebres universidades, y que las tales competiciones constituyen una fiesta nacional. Mucho hacen también en este orden las asociaciones americanas. En cuanto a las francesas, han llegado a la gimnasia, a la esgrima, al velocípedo y al foot-ball.

En España no conozco otras manifestaciones de este género que el Club de velocipedistas, creado en Oviedo con el concurso de profesores y alumnos de la Universidad, y la Sociedad de juegos físicos, formada por alumnos y profesores de la Institución Libre de Enseñanza y continuada por la corporación de antiguos alumnos.

Precisamente en el BILE nº 380 (15-12-1892, págs. 365 y ss.) se presentaba la Corporación de Antiguos Alumnos de la Institución Libre de Enseñanza, presidida por Julián Besteiro. Entre los estatutos de la misma conviene destacar el artículo 3º:

Se considera como antiguos alumnos de la Institución a todos los que hayan recibido directamente su influjo en cualquiera de las esferas en que lo viene ejercitando (clases, cursos breves, excursiones y ejercicios corporales).

Lamentablemente lugar casi nulo ocupa el fútbol en el magnífico artículo titulado «Los ejercicios y juegos corporales en España», escrito por el profesor Pedro Blanco Suárez (BILE nº 413, 31-8-1894, págs. 227 y ss.):

Aunque sin carácter de sociedad, en alguno de los puertos de Francia, Biarritz, Hendaya, San Juan de Luz, se jugaba en pasados veranos a este [lawn-tennis] y otros juegos ingleses (rounders, foot-ball) por la sociedad aristocrática española que veranea en dichos puntos.

Llegados a este punto quedaría por despejar una de las incógnitas que se nos planteaban: ¿quién fue el profesor que en 1889 introdujo el foot-ball en la ILE? Una hipótesis novedosa la encontramos en la obra El Real Madrid en la historia de España (2002), del profesor Bahamonde Magro. Dice así:

La Institución Libre de Enseñanza cumplió un papel fundamental en la introducción y difusión del fútbol en Madrid como práctica deportiva. Desde su nacimiento la Institución había promovido la incorporación de la cultura física y el ejercicio deportivo, valorándolos como elementos indispensables en la formación integral del individuo. La práctica deportiva penetró en los planes de estudio y en los espacios físicos de la Institución. El excursionismo fue su logro más palpable.

Profesores y alumnos de la Institución viajaron a Inglaterra. Allí entraron en contacto con el espíritu deportivo que impregnaba a los collages británicos y allí conocieron el juego del foot-ball. Manuel Bartolomé Cossío, profesor de la Institución y sucesor de Francisco Giner de los Ríos en 1915 a la cabeza de la misma, insistía en que él había sido el introductor del primer balón de fútbol, de origen inglés, con el que se jugaba en Madrid, en las cercanías de la Puerta de Hierro y del río Manzanares, a finales del siglo XIX. En aquellas praderas coincidían profesores y alumnos de la Institución practicando el nuevo deporte.

No es de extrañar, pues, que alguno de los fundadores del Madrid Foot-ball Club o quienes jugaron en los primeros tiempos procedieran de esta ambientación. Incluso aparece algún apellido sonoro que no deja lugar a la duda. El caso más patente podría ser el de los hermanos Adolfo y Vicente Álvarez-Buylla Lozana, herederos directos del catedrático krausista de la Universidad de Oviedo Adolfo Álvarez Buylla. Uno de los hermanos, Adolofo, llegó al Madrid en 1903 y continuó en el equipo hasta 1911. Vicente arribó más tarde, en 1908, para pasar posteriormente a las filas del Español de Madrid y del Racing. Los dos hermanos alternaron su actividad deportiva en el Madrid y en el Stadium de Avilés.

Manuel Rodríguez Arzuaga, polifacético deportista, representa fielmente el espíritu de la Institución, cuyo alumno fue. Había practicado el rugby en Francia, el fútbol y el remo en Inglaterra, y fue uno de los impulsores del desarrollo del fútbol en la Institución. Hombre de elevada posición económica, ejerció el mecenazgo del fútbol madrileño a la altura de 1910 […]

Tenemos pues la primera pista, si bien carente de fuentes5. ¿Fue de verdad Cossío, el redactor de la necrológica de Capper, quien trajo en 1889 el primer balón de foot-ball? Por lo que sabemos, la pista parece buena.

En primer lugar sabemos que en 1889 Cossío era profesor de la ILE, y que tenía muy buena relación con Capper. Pero no solo eso, sabemos también que precisamente en 1889 Cossío hizo un viaje de estudios en Inglaterra, y que estuvo hospedado en casa de Capper.

¿Fue pues Cossío quien en su visita a la casa de Capper vino con los primeros balones de foot-ball a Madrid? Parece que sí.

IV. Fundación de la primera Sociedad de Foot-ball

No son pocas, hemos de reconocerlo, las dudas que tenemos sobre la fundación del Sky FC. O mejor dicho, sobre si el equipo que se estableció como asociación el día 5-1-1898 presidido por Luis Bermejillo Martínez-Negrete es o no el Sky.

Empecemos no obstante por presentar las notas de prensa que hemos localizado del club presidido por Bermejillo:

La Época, 29-12-1897 (pág. 1).

Todas las mañanas, desde hace algunos días, sale de la calle de san Marcos donde vive el Sr. Bermejillo el mail coach de este señor, ocupado por él y por varios amigos de tan distinguido sportman.

Van todos a los terrenos que se hallan detrás del Retiro, donde juegan animadas partidas de foot-ball.

No hace mucho tiempo hizo su aparición en Madrid, con gran éxito, el juego del polo. Ahora empieza a privar el foot-ball, con éxito extraordinario también.

Es posible que en breve organicen los aficionados a este sport una fiesta a la que serán invitadas aristocráticas señoras.

La Correspondencia de España, 4-1-1898 (pág. 1).

La moda, que se impone con sus caprichos, varía en todo constantemente; pero más que nada en sport.

Han estado en Madrid sucesivamente de moda los patines, el ciclismo, el Lawn-tennis, el polo y las variadas combinaciones de gymkena.

Ahora el sport de moda es el foot-ball, juego inglés que consiste en jugar a la pelota con el pie. Casi todas las mañanas juegan partidos en el frontón del Retiro los señores Bermejillo, marqués de Tovar, Vázquez Chávarri, Montojo, Villalba, Iturbe, Sanjuanena y otros muchos.

El nuevo juego es ahora en Madrid la última palabra de la moda.

La Época, 6-1-1898 (pág. 1) y La Correspondencia de España (pág. 3)

Los socios del foot-ball se han reunido ayer tarde en casa del Sr. Bermejillo y han elegido la siguiente junta directiva:

Presidente: D. Luis Bermejillo

Tesorero y secretario: Sr. Conde de la Quinta de la Enjarada

Vocales: Sres. Careaga y Martos (D. Jacinto).

Gadeón, 6-1-1898 (pág. 3)

Dice un periódico: «Ahora el sport de moda es el foot-ball, juego inglés que consiste en jugar a la pelota con el pie».

Desde mañana me dedico al foot-ball. Porque pienso que en el año presente hemos de dar muchos puntapiés y es bueno ir ejercitando la puntería.

La Época, 17-1-1898 (pág. 1)

Continúan muy animados los partidos de foot-ball. Al del jueves por la tarde se proponen asistir muchos curiosos, amigos de los jugadores.

El foot-ball, que como es sabido, es ahora el juego de moda, va a establecerse en los nuevos Campos Elíseos.

En aquel sitio, que ha de ser uno de los más amenos de Madrid, se edificará con dicho objeto un chalet, al que se harán excursiones por las tardes y en el que se servirán meriendas que resultarán seguramente agradabilísimas.

La Correspondencia de España, 30-1-1898 (pág. 2)

Ayer ha habido mucha gente en el foot-ball, que cada día cuenta con más número de socios y está más animado.

La Época, 3-3-1898 (p. 1)

Hoy, jueves, ha estado muy animado el Hipódromo, donde se ha jugado la acostumbrada partida de polo.

Han asistido a presenciarlo bastantes señoras de las cuales son constantes en su asistencia todos los lunes y los jueves.

Mañana, a las tres de la tarde, se jugará también, en el campo dispuesto para ello detrás de las tapias del Retiro, la última partida de foot-ball.

Entre los jugadores que más se distinguen en este sport figuran siempre los Condes de Lérida, Urbasa y Quinta de la Enjarada, y los Sres. Pignatelli, Careaga y Bermejillo, entre otros.

La Época, 5-3-1898 (pág. 1)

A pesar del mal tiempo asistieron ayer tarde varias señoras al partido de foot-ball que se jugó detrás de las tapias del Retiro.

El partido, el último que se jugará por ahora, resultó muy comprometido y animado.

En primer lugar nos llama la atención la cierta abundancia de notas que encontramos, en que casi se va siguiendo partido a partido las andanzas de los pioneros futbolistas madrileños. Ahora bien, en ningún momento se le llama Sky FC a este club, al que ni siquiera se le llama de ninguna manera. Cuando se presenta la junta directiva que se reunió el día 5-1-1898 se habla de «los socios del foot-ball», por lo que parece que el primer nombre debió de ser simplemente Sociedad de Foot-ball, muy común por otro lado en otras muchas ciudades para el primer club de fútbol que se fundaba.

Ignoramos la fecha de fundación de esta Sociedad de Foot-ball ya que sabemos que en el mes de diciembre de 1897 ya jugaban al fútbol. En todo caso la reunión importante tuvo lugar el 5-1-1898 en la casa de Luis Bermejillo para designar junta directiva y en definitiva, entendemos, constituirse formalmente como sociedad. Ningún rastro queda por cierto de esta sociedad en el Registro de Asociaciones.

La ausencia repentina y prolongada de notas de prensa nos hacen pensar que la sociedad perdió pronto sus ímpetus iniciales, tal y como se dice en La Época, 16-8-1899 (pág. 1):

El automovilismo es hoy el sport de moda. Al generalizarse el uso del nuevo vehículo entre las personas elegantes de ambos mundos, ha venido a causar grave daño a la bicicleta, al Lawn-tennis, al foot-ball, al yatching y a otros deportes extranjeros, dejándolos oscurecidos.

No obstante algunos meses antes la Revista Nueva (15-2-1899, pág. 730) decía lo siguiente:

Dos sociedades existen en la actualidad que se dedican en Madrid a practicar este sport.

En el invierno pasado nacieron ambas, siendo la primera fundada por el conocido sportman Sr. Bermejillo, la que juega sus partidos junto a las tapias del Retiro. La otra juega sus partidos en un solar de la plaza de toros.

Ahora dícese que piensan instalarlo en el Hipódromo, fundando un verdadero club.

Nótese que una vez más no se hace referencia a que la sociedad de Bermejillo se llame Sky FC, si bien tampoco le da nombre a la otra. En realidad el nombre de Sky FC por lo que hemos podido localizar no aparece precisamente hasta 1902:

Heraldo del Sport, 8-3-1902 (págs. 5-6): «Foot-ball» (Un Goal-Keepper).

Parece que va tomando carta de naturaleza entre nosotros el juego inglés llamado «foot-ball». En Barcelona hay varias sociedades constituidas con el único objetivo de dedicarse a este sport, y lo mismo sucede aunque en menor escala en Vigo, Bilbao, Málaga y otros puntos que tienen numerosa colonia inglesa que ha fomentado la afición a este juego.

En Madrid hay dos sociedades, que son la Foot-ball Sky y cuyo presidente es el Sr. Mayora, y el Madrid Foot-ball Club bajo la presidencia del Sr. Palacios (J.).

Y en el mismo Heraldo del Sport, una semana después (15-3-1902):

La antigua sociedad Foot-ball Sky ha cambiado este nombre por el de New Foot-ball club, y en la elección de su junta directiva han sido designados los señores siguientes:

Presidente: Manuel Vallarino

Vicepresidente: Fernando Valcárcel

Secretario. Guillermo García Martino

Tesorero: Ángel Mayora

Vocales: Emilio Valenti, Luis Díaz y Juan A. Núñez.

Como dijimos ya anteriormente en una nota al pie Rosón en el Libro de Oro copia las dos notas pero incluye una frase que no está en el original y que cambia completamente la realidad. En la segunda de ellas, después del nombre de la sociedad, inserta «fundada en 1897». Ignoramos los motivos, pero evidentemente el error es de fundamental importancia.

La realidad de las notas de prensa, en que solo se habla de Sky FC en 1902 y al equipo de Bermejillo no se le da nombre o incluso pueda intuirse que se llamara sin más «Sociedad de Foot-ball». De entre los protagonistas solo nos refuerza la realidad de las notas de prensa el caso de un desconocido para el fútbol llamado Antonio de Hoyos y Vinent, que afirmó en ABC (11-11-1930):

Hace 27 años (sic), con 13, jugué en el primer equipo, fundado y presidido por Bermejillo.

Le fallan los cálculos a Hoyos al colocar al equipo de Bermejillo en 1903, pero sí recuerda bien que jugó cuando tenía 13 años pues en efecto había nacido en 1885. Y ni rastro de que el club se llamara Sky FC.

Pero salvo Hoyos, todos los demás testimonios que tenemos de los protagonistas afirman que ese equipo de Bermejillo se llamaba Sky FC. El primero que localizamos es de los hermanos Giralt en El Imparcial (5-9-1928):

Antes de fundar el Madrid ya jugábamos al fútbol… Nosotros fuimos los introductores del fútbol en Madrid cuando éramos unos chiquillos de dieciséis años… Entonces fundamos el Skay (sic), que fue el primer equipo constituido en la Corte. Y jugábamos como podíamos: siete contra siete, catorce contra doce, cinco contra cinco o contra seis… Hasta que llegó un suizo, apellidado Polevi (sic), que es el que nos instruyó en el juego de una manera reglamentaria.

Mucho antes, el 24-3-1910 (pág. 2) decía así El Mundo Deportivo, se supone que con información que había facilitado el propio Giralt:

Armando Giralt, de 24 años, empezó a jugar muy joven en 1898 en el Sky, hoy desaparecido.

Junto a los Giralt tenemos el resto de testimonios que conocemos a través de Rosón, quien es justo reconocerlo, parecía interesado en defender que el equipo de Bermejillo era el Sky FC como se demuestra con el «error» en la transcripción de la nota de prensa. Rosón tuvo trato directo con muchos de aquellos pioneros y si él defendía esa tesis indudablemente sus motivos debía de tener. Ahora bien, no debemos desechar de plano la opción de que se trate de un error.

Hemos constatado que entre los protagonistas que años después hablaron de estos primeros años había una mezcla clara entre personajes y sociedades. Como casi siempre eran los mismos jugadores los protagonistas terminan por confundirse y afirmar la identidad de sociedades que hoy podemos demostrar que no es cierta, por más que tuvieran jugadores en común. ¿Es el caso del Sky FC? Por otro lado si analizamos detenidamente las palabras de Julián Palacios a Rosón nunca se dice que el Sky del que habla se fundara en 1898 y que fuera el de Bermejillo:

[…] El propio don Julián [Palacios] -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores de aquel Foot-ball Sky que él conoció siendo un chico: «no éramos más de treinta los socios, y solo pagábamos la cuota unos cuantos. El principal animador del club era un suizo llamado Paul Heubi. Era difícil reunir un equipo, y más de una vez tuvimos que jugar siete u ocho. Otras les prestábamos jugadores a los contrarios que en el fondo éramos nosotros mismos, porque solo existía el Sky. Los colores del uniforme eran blusa roja y pantalón azul, pero también era difícil que hubiera media docena de jugadores vestidos lo mismo. Cuando unos cuantos formamos el primitivo Madrid, el Sky no daba ya casi señales de vida. Entonces lo presidía Mayora, pero todo eso ocurría en 1901.

Lo único que dice Palacios es que el Sky existía en 1901, que su presidente era Mayora, y que estaba a punto de desaparecer.

Desde un punto de vista absolutamente escéptico nos permitiríamos concluir que a falta de más pruebas sabemos que hubo una primera sociedad de fútbol que probablemente se llamara sin más justo así, Sociedad de Foot-ball, fundada el 5-1-1898, presidida por Luis Bermejillo, que jugaba sus partidos en las tapias del Retiro, que seguía existiendo en febrero de 1899 y de cuya continuación no se tiene noticia alguna. Lo que precisamente podemos poner en relación con lo que decía el redactor de Alrededor del Mundo, 22-5-1902 (pág. 324) en su artículo «El foot-ball y cómo se juega»

[…] En Madrid empezó hace algunos años a iniciarse la afición a este deporte, pero las sociedades que entonces se constituyeron nacieron para morir casi de seguida.

Gran oportunidad habría tenido el redactor para haber dicho que excepción entre las sociedades que desaparecieron casi según se constituían era el Sky FC de Bermejillo. Y no lo hizo. Ahora bien, tendríamos que explicar por qué desde 1910 los protagonistas identificaban al club de Bermejillo con el Sky FC que sabemos que existe en 1902 y que se cambia de nombre al de New FC.

Del mismo modo tampoco se tiene noticia alguna de esa «otra» sociedad de fútbol que según dice el cronista de la Revista Nueva jugaba al fútbol al lado de la plaza de toros ya en 1899 y que se había fundado en fechas parecidas a la de Bermejillo. A simple modo de hipótesis nos planteamos si no se trataría del equipo de los ingenieros de minas a los que se refieren también los Giralt en la entrevista citada:

Después surge el equipo de los estudiantes de Ingenieros de Minas que tenían su terreno también sin vallar en la calle de O’Donnell. Con ellos jugamos dos partidos, empatando a cero el primero de ellos y venciendo por un goal en el segundo. Más tarde se disuelve este equipo, y uniéndose al Skay algunos de sus elementos constituimos el Madrid.

Nos movemos en el terreno de la hipótesis, pero dados las reliquias con las que contamos nos permitimos plantear la siguiente tesis por supuesto a salvo de encontrar más pruebas que puedan hacernos rectificar o por lo contrario apuntalar nuestra idea:

  • El 5-1-1898 se fundó la primera Sociedad de Foot-ball en Madrid, de la que no se tiene noticia desde febrero de 1899.
  • Al tiempo había otra sociedad, que quizá pudo ser la de los ingenieros de minas.

El relato nos obliga a cortar aquí las conclusiones sobre el Sky FC, que planteamos en el apartado siguiente. Ahora bien, adelantamos que defenderemos la tesis de que se fundó en octubre de 1900.

V. Fundación del Madrid FC

Los datos que presentamos en este apartado son tan novedosos como los de los apartados anteriores, pero hemos de reconocer que tienen mucha mayor trascendencia pues no en vano aclaran si no de manera definitiva sí de una manera muy notable la fundación del equipo más importante del mundo.

Para mayor claridad empezamos el capítulo con dos referencias muy tempranas en las que se habla de la fundación del Madrid FC:

Arte y Sport, 8-3-1903

Madrid FC proviene de la fusión de los Clubs Skay y Nueva Sociedad, eligiendo como campo de juego el que esta última poseía frente a la Plaza de Toros, y en la actualidad cuenta con gran número de socios, teniendo cinco equipos […] pues desde su fundación, que fue en noviembre de 1901, no ha dejado de organizar concursos de todas clases.

Alrededor del Mundo, 22-5-1902 (pág. 324): «El foot-ball y cómo se juega»

[…] En Madrid empezó hace algunos años a iniciarse la afición a este deporte, pero las sociedades que entonces se constituyeron nacieron para morir casi de seguida. Hace sin embargo unos dos años reuniéronse todos los elementos dispersos y formaron la sociedad Madrid Foot-ball Club.

Primero fueron muy pocos socios y el Club, que era presidido por D. Julián Palacios, llevaba una existencia tan lánguida que este invierno pasado no contaba más que con unos quince socios; ahora ha llegado a reunir setenta, y ha podido organizar los partidos que tanto han llamado la atención en competencia con los clubs más acreditados de España.

Ambas notas, de fechas muy parecidas y absolutamente próximas a los hechos de los que hablan, resultan sin embargo contradictorias. Para el redactor de Arte y Sport el Madrid se fundó en noviembre de 1901 y para el de Alrededor del Mundo en torno a mayo de 1900. Partiendo de la base de que ambos debían conocer perfectamente el tema del que hablaban y que por lo tanto lo que decían ambos debía ser cierto, se hace necesario interpretarlas ambas de manera no literal para intentar darle coherencia y concluir en consecuencia que no son contradictorias.

Empecemos por la primera. ¿Fusión del Sky y la «Nueva Sociedad»? ¿Cuál es esa «Nueva Sociedad» de la que jamás se ha oído ni leído? No mucho, pero algo de rastro ha dejado en la prensa:

La Época, 4-5-1901

En el campo de la Sociedad de Foot-Ball, detrás del Retiro y al lado del Tiro de Pichón, se jugó por sus socios el 2 del corriente, de diez a doce de la mañana, como de costumbre, un competidísimo partido muy igualado, pues hicieron tres goals Lorenzo (M.), Neira (A. S.) y Palacios (J.), azules, y dos goals Giralt (Armando), encarnado.

Todos los demás jugadores (22 entre todos) contribuyeron a tan buen resultado.

Mañana domingo se repetirá con la misma combinación.

El Liberal, 15-5-1901 (pág. 3) y Diario Oficial de Avisos de Madrid, 16-5-1901, (pág. 3)

Hoy y mañana la Nueva Sociedad de Foot-ball jugará dos grandes partidos en su campo, situado detrás del Retiro. Los socios aprovechan para jugar todos los días festivos. Hubo pues partido el domingo pasado de mucha animación. Hicieron tres goals los Sres. Neira (B.) y Giralt (A.), azules, por uno del Sr. Palacios (J.).

El Liberal, 20-5-1901 (pág. 3)

El partido jugado ayer por la Nueva Sociedad de Foot-Ball fue reñidísimo. Tomó parte el Sr. Femiville, de la Sociedad FC de Lausanna de Suiza, que hizo un tanto (encarnados) por tres los azules, Neira (A.) y Padrós (F.), ayudados eficazmente por los señores Gorostizaga (J.), Valero (A.), Giralt (M.) y Henry, que se distinguieron mucho.

El Liberal, 27-5-1901 (pág. 3)

Ayer se jugó el último partido de foot-ball de la temporada. Fue sin duda el más competido y el más brillante de todos. Hubo cargas, caídas e incidentes de verdadero interés.

Hevoby, Parajes (P.) y Padrós (J.), azules, hicieron seis tantos y cuatro los encarnados Patsche, Giralt y Varela.

Aunque concluida la temporada a causa de la estación es probable que haya todavía algún partido de primera mañana a juzgar por el entusiasmo creciente de los socios.

Leyendo los nombres de los jugadores de la Nueva Sociedad de Foot-ball constatamos cómo la inmensa mayoría eran precisamente aquellos que estarían después en el Madrid FC.

Las incógnitas no es que sean muchas, es que son todas. Pero quizá la principal dejando de lado el porqué del olvido de esta Nueva Sociedad es por qué la fundaron y sobre todo cuál era la «antigua sociedad» contra la que montaron esta nueva. ¿La antigua era la de Bermejillo que según la prensa podría haberse llamado sencillamente «Sociedad de Foot-ball»?

Ninguna referencia tenemos de cuándo pudo fundarse la Nueva Sociedad de Foot-ball, salvo que tomemos como referencia al redactor de Alrededor del Mundo y demos por buena la fecha de 1900 («unos dos años» antes de 1902). Como decíamos antes la confusión entre las sociedades y los sujetos es continua, y aquí podemos hallarnos ante un buen ejemplo que tiene además otro rastro en el libro que Alejandro Barba publicó en 1912 en su libro Foot-ball, basse-ball y Lawn-tennis:

[El Madrid FC] es la sociedad de foot-ball más antigua de la corte; se fundó en octubre de 1900 […].

El fútbol era un deporte que se jugaba en invierno, y por ello es más probable que en efecto la Nueva Sociedad de Foot-ball se fundara en octubre de 1900; lo cual cuadraría también más o menos con la nota de Alrededor del Mundo, que decía en mayo de 1902 «unos dos años antes». En todo caso Alejandro Barba debió de preguntar a los miembros del Madrid FC para escribir esa pequeña nota, lo que demuestra que ya en 1912 estos confundían a la Nueva Sociedad con el Madrid FC.

Sea como sea lo que sí sabemos es que tal y como decía Julián Palacios a Rosón el Madrid FC se fundó en 1901, y como afirma el redactor de Arte y Sport por fusión del Sky y la Nueva Sociedad de Foot-ball. Ignoramos cuándo y por qué se decidió crear el Madrid FC, aunque suponemos que cabe entender que el hecho de llamarla con el nombre de la ciudad se basa en que quizá pudo plantearse como el fin de algunas posibles rencillas. El caso es que el 6-10-1901 la nueva sociedad Madrid FC jugó su primer partido. Así lo contaba Luis Zozaya en La Correspondencia de España (8-10-1901, pág. 2).

La sociedad Madrid Foot-Ball Club inauguró ayer por la mañana sus partidas de foot-ball en su terreno del Retiro, inmediato al Tiro de Pichón.

Jugose un partido a seis goals que ganó el bando rojo, formado por los Sres. Varela, Páramo, Padrós, Giralt (A. y J.), Pacheco y Bueno.

Constituía el team azul, derrotado, los señores Giralt (M.), Palacios, Lorenzo, Sepúlveda, Valentí, Valero y Lasalle.

Todos los socios están muy animados y dispuestos a que se jueguen importantes matchs durante la próxima temporada de invierno.

Podemos pues en este punto saber que la Nueva Sociedad de Football se fundó en octubre de 1900 y que el Madrid FC se fundó un año después, en octubre de 1901. Por más que no conozcamos fechas exactas de fundación ni de reuniones celebradas con tal fin. Este esquema nos permite además salir del problema tradicional que ya Rosón tenía en el Libro de Oro de poner la fundación del Madrid en 1901 pero a Palacios como presidente desde 1900. Probablemente este fue presidente primero de la Nueva Sociedad y después también presidente del Madrid FC.

Ahora bien, para complicar un poco más la cosa debemos traer a colación una vez más las palabras de los hermanos Giralt, que dan algún detalle sobre la fundación del Madrid FC:

Más tarde se disuelve este equipo [el de los ingenieros de minas] y uniéndose al Skay algunos de sus elementos constituimos el Madrid. Esto fue el año noventa y ocho. Nos habíamos reunido en una tienda de vinos de la calle de la Cruz, que hoy subsiste; allí organizamos la nueva Sociedad entre el entusiasmo de todos… Pero llegado el momento de elegir los colores del equipo surgieron las discrepancias… Unos defendíamos el uniforme blanco… Otros se obstinaban en que debía vestir el equipo de camisa roja y pantalón blanco… No hubo acuerdo, y los partidarios del blanco formamos el Madrid FC mientras que los que se manifestaron por el rojo y blanco crearon el New, que luego se transformaría en el Athletic.

La mezcla de los Giralt pasados los años es estupenda, pero si obviamos algunos errores de su memoria quizá saquemos algo en claro. Entendemos que se refiere no al año 1898 sino a 1900 cuando «organizamos la nueva Sociedad» (minúsculas y mayúsculas del original). «Nueva Sociedad» precisamente frente a la vieja a la que él llama Sky pero que nosotros insistimos en llamar simplemente «Sociedad de Foot-ball». Pero cuenta cómo al no terminar bien las negociaciones en la taberna se funda el New, lo que sabemos que no ocurrió hasta 1902.

Entendemos que el relato de los Giralt, apoyándonos en los datos que conocemos por las notas de prensa, se refiere al mes de octubre de 1900. La vieja Sociedad de Foot-ball de Bermejillo y los ingenieros de minas se reúnen para montar la Nueva Sociedad de Foot-ball pero surgen rencillas y por eso los que no estuvieron de acuerdo con vestir de blanco decidieron continuar por su cuenta y montaron el Sky que en 1902 cambió de nombre a New (¿New Sky FC?).

Planteada esta hipótesis tendríamos que explicar por qué todos los protagonistas entienden que el Sky fundado en octubre de 1900 es el mismo que la Sociedad de Foot-ball de Bermejillo. Sin que podamos afirmar nada rotundamente entendemos que la explicación debe de estar o bien en la continuación de los individuos o bien incluso en la continuación del uniforme rojo.

En resumen, y a falta de cualquier otro dato que nos permita confirmar nuestras tesis o nos obligue a cambiarlas, planteamos que en Madrid hubo las siguientes sociedades:

  • Sociedad de Foot-ball: presidida por Bermejillo, creada el 5-1-1898.
  • Equipo de los Ingenieros de Minas.
  • Nueva Sociedad de Foot-ball, fundada en octubre de 1900 en una taberna de la calle de la Cruz, probablemente presidida por Julián Palacios.
  • Sky FC, fundado en octubre de 1900 y presidida por Ángel Mayora. En 1902 cambió su nombre por el de New FC.
  • Madrid FC, fundado en octubre de 1901 y presidida también por Julián Palacios, jugó su primer partido el 6-10-1901.


1 75 años del Real Madrid C. de F., Prensa española SA, 1977. Pág. 16

2 Y como colaboradores a los siguientes: Juan Antonio Sánchez de Ocaña, Pablo Hernández Coronado, Domingo Fernández Barreira, Carlos de Arjona, Luis Vilardell, Fernando Espada, Juan León, Fernando Cárcer, Ángel Cruz Martín, Benito Picó, Emilio Suárez Marcelo y Federico Carlos Sainz de Robles.

3 Aunque más adelante citemos nosotros esta nota es preciso aclarar en este punto que ese no es el tenor literal de la nota. Rosón añade de su cosecha el «que data de 1897», que no aparece en el original.

4 Así por ejemplo Eugenio M. Otero Urtaza en Manuel Bartolomé Cossío: trayectoria vital de un educador (págs. 92-93).

5 Esta carencia de fuentes provoca un simpático error en Mallon (2002), quien sostiene que el Sr. Cossío le dijo personalmente a Bahamonde en una entrevista que era él quien había traído el fútbol a España.




Las reales federaciones españolas de fútbol

Cortamos este mes el serial que sobre las siete federaciones españolas de fútbol para dar cuenta «en tiempo real» de un hallazgo magnífico en el Archivo de Palacio: toda la documentación sobre la concesión del título de Real a las diversas federaciones españolas.

Una vez más, como tantas veces ocurre con la historia de nuestro fútbol, un ajeno que tope con este artículo se sorprenderá de nuestra sorpresa, pues casi imposible resulta que hasta ahora no supiéramos cuántas federaciones habían sido Reales. Según la mayor parte de las publicaciones la Unión Española de Clubs jamás fue Real («a pesar de que usaban el título sin tenerlo»), al igual que tampoco lo fue la Federación Española de Clubs de Foot-ball. Solo la RFEF actual es Real, según la mayor parte de textos.

Quizá no resulte superfluo que esta posición había sido superada hace tiempo, y los autores tenían otra que a la luz de la documentación también ha quedado casi en ridículo. Sabíamos que la UECF sí había sido Real (pues constan notas de prensa en Vida Deportiva y La Vanguardia), pero no teníamos claro si la FECF lo había sido o no: no había ninguna nota de prensa que lo certificara, pero es cierto que a partir de una fecha apareció siempre usando el título. Raro que lo usara sin tenerlo, pero raro también que no anunciaran a bombo y platillo que lo tenían.

El caso más curioso era el de la RFEF. Desde su fundación el 1-9-1913 utilizó en su nombre el título de Real, que suponíamos heredado de la UECF o en su caso de ambas originales (UECF y FECF). Ahora bien, ¿cabe «heredar» el título de Real? Nuestra sensación siempre fue que la RFEF había utilizado el Real por simple continuación y sin que hubiera base fija alguna. De hecho en ningún sitio se publicó ninguna concesión de título, ni había ninguna documentación al respecto.

Ahora toda nuestra teoría se viene abajo, y según vamos a presentar a continuación tres de las siete federaciones españolas han sido Reales. Por orden de concesión, la RUECF, la RFECF y la RFEF.

Veamos una por una.

Real Unión Española de Clubs de Foot-ball

La solicitud del título está fechada en San Sebastián el 2-2-1913 y firmada por el presidente Enrique Pardiñas. Se le pide también que acepte la presidencia de honor.

El día 10-2-1913 el secretario particular de SM El Rey, don Emilio María de Torres, intercedió ante el Jefe de la Casa Real, el marqués de Torrecilla, para acelerar la petición, lo que volvió a hacer el 14-2-1913.

Esta segunda petición sí fue oída y el 15-2-1913 Alfonso XIII aceptó la presidencia de honor de la federación y le concedió a esta el título de Real (Signatura: AGP, RA13, Caja 8801 Exp. 64).

Real Federación Española de Clubs de Foot-ball

Esta federación contó con la presidencia de honor de Alfonso XIII desde su constitución, pero curiosamente no obtuvo el título de Real. Quizá no le dieron ninguna importancia sus dirigentes, pero al ostentar el título los enemigos de la RUECF fue cuando lo necesitaron para equipararse. De hecho sabemos que si el presidente Juan Padrós pidió el título fue porque en la FIFA le habían dicho que un argumento a favor de la RUECF era que esta sí era Real. De tal modo que el 29-5-1913 hizo la solicitud y al mismo día siguiente, 30-5-1913, este le fue concedido (Signatura: AGP, RA13, Caja 8801 Exp. 63).

Real Federación Española de Foot-ball

Como es bien sabido las dos anteriores federaciones desaparecieron para poder formar una sola, a la que llamaron RFEF. El día 24-9-1913 escribió el vicepresidente primero Ricardo Ruiz Ferry, haciendo funciones de un todavía inexistente presidente, solicitando poder usar el título de Real que habían usado desde la fundación.

Fue al día siguiente, 25-9-1913, cuando el rey concedió el título. Quizá por ello muchas fuentes siguen creyendo que esa fue la fecha de fundación de una RFEF que por el contrario se había fundado el 1-9-1913.




El centenario de la federación regional catalana

Redoblamos nuestro artículo de este mes para celebrar al igual que el centenario de la federación nacional española el de una de las regionales más importantes de nuestro país, la catalana.

Y es que junto con el cisma federativo español entre la FECF y la UECF existía en Cataluña un cisma parecido entre la Federación Catalana de Clubs de Foot-ball y la recién formada Foot-ball Association.

Este cisma federativo regional no puede entenderse al margen de los movimientos para la UECF, y por ello su solución tuvo un camino muy similar y ocurrió en las mismas fechas, tanto en su origen como en su solución.

Al terminar la temporada 1911-12 el organismo rector del fútbol catalán era la Federación Catalana de Clubs de Foot-ball, fundada el 9-12-1906 como una asociación nueva y completamente diferente de la anterior y ya desaparecida Asociación de Clubs (fundada el 12-11-1902 como una federación española). Nada pues tenían que ver la una y la otra, ni por supuesto estas a su vez con la Federación Gimnástica Española y su reunión celebrada en Barcelona el 11-11-1900.

En esos momentos Hans Gamper, uno de los promotores de la Federación Española de Clubs de Football, se mostraba muy contrario a la gestión que del fútbol se estaba haciendo y por ello se propuso montar una federación a la que finalmente se daría en llamar Unión Española de Clubs de Foot-ball. De forma paralela y dado que la Federación Catalana estaba íntimamente unida a la FECF se decidió igualmente a fundar una nueva federación catalana, a la que se llamó Foot-ball Asociación Cataluña.

Hasta tal punto la fundación de la UECF y de la FAC eran parte de una misma estrategia que la primera se fundó el 12-12-1912 y la segunda al día siguiente, respetando escrupulosamente la jerarquía entre la nueva federación nacional y la regional. De la fundación de la segunda se daba noticia en La Vanguardia (14-12-1912):

Bajo la presidencia del delegado del FC Barcelona se reunieron anoche los representantes de quince clubs entre seniors y juniors, acordando la constitución de la nueva federación que se llamará Foot-ball Asociación Cataluña.

Quedaron aprobados los estatutos y la forma en que se compondrán las categorías de jugadores para luchar por el Campeonato de Cataluña, que empezará a celebrarse el 12 de enero próximo.

La comisión organizadora la constituyen los delegados de los clubs Barcelona, Gimnástich, TBH, Sarriá y Cataluña.

Casi un mes después, el 10-1-1913, se elegía junta directiva y a Francisco de Moxó como presidente. Se daba así la noticia en El Mundo Deportivo (16-1-1913):

El viernes último reuniéronse en uno de los salones del Ateneo Barcelonés, los presidentes  de los clubs federados a la novel entidad «Foot ball Asociación Cataluña», estando presentes los clubs: «Catalá S. C.», «F. C. Barcelona», «Avenç N. R.», «Badalona F. C.», «Gimnástich A. E. P.», «Catalunya S. C.», «Sarriá S. C.», «T. B. H.», «Sparta F. C.», «Palamós F. C.», «Olot Deportivo», «Manresa F. C.», «Catalonia F. C.», «Mataró F. C.», «Athlétic F. C.», «Vilasar F. C.». Abierta la sesión por el presidente de la comisión organizadora, el delegado del «F. C. Barcelona dio cuenta de las gestiones practicadas, que merecieron la unánime aprobación y se procedió a la elección de Junta directiva que quedó constituida en la siguiente forma:

Presidente, D. Francisco de Moxó.

Vicepresidente, D. H. Gamper.

Tesorero: D. A. Peris.

Secretario: Dr. S. Mundi.

Vocales: D. J. Casades, D. S. Patxot y don J. Balaguer.

Inmediatamente los señores allí presentes tomaron posesión de sus cargos y se nombró una comisión formada por los Sres. Peris, Mundi y Casades, para que, en unión del Sr. Gamper, fueran a visitar al Sr. Moxó para darle las gracias por haber aceptado la presidencia, dispensando su autorizada protección a la novel entidad.

Seguidamente tomáronse acuerdos de importancia para la organización del campeonato de este año que principiará el próximo domingo y otros actos que se irán conociendo oportunamente. Para solemnizar la inauguración, se combinaron cuatro equipos inter-clubs, para que el domingo próximo pasado dieran una muestra de fraternidad, como así lo efectuaron. Levantose la sesión para ir a poner un telefonema al presidente de la «Unión Española de Clubs de Foot-ball», saludándole en nombre de diez y seis clubs y 3.800 asociados que se adherían a la entidad de su presidencia.

A los efectos que aquí nos interesan nos bastará con decir que en esta temporada ambas federaciones tuvieron plena fuerza y vigor, hasta el punto de que se disputaron dos campeonatos regionales que ganaron el España FC y el FC Barcelona respectivamente.

Terminada la temporada 1912-13 se celebró la junta general de la Federación Catalana. En esta, celebrada el 26-6-1913, los presentes acordaron ponerse en comunicación con la FAC con el objetivo de solventar los problemas existentes. Así, se les envío la siguiente carta que fue publicada en El Mundo Deportivo (17-7-1913):

Atentos al acuerdo que se adoptó en la última asamblea general celebrada por esta Federación, tenemos el honor de dirigirnos a Vd. para expresarle que los clubs adheridos a la misma, verían con mucho gusto que se estableciese la unión entre todos lo existentes en Cataluña. Aunque harto comprendemos que no está en su mano el poder resolver este asunto por su propia voluntad, conocidos sus sentimientos conciliadores considerámosle propicio al bien que todos ansiamos, por lo que nos permitimos expresarle que habríamos de ver con satisfacción se dignase, de acuerdo con sus compañeros de Junta, convocar a los clubs adheridos a esa entidad a una Asamblea para consultarles su opinión, confiando en que ésta habrá de estar acorde con la nuestra y que merced a la feliz intervención de Vd. y a nuestra decidida voluntad, puesta al servicio de causa tan hermosa, cesarán las diferencias que pudieron producirse algún día y señalaremos con el acto de fraternidad a que aspiramos llegar dentro de poco, los más bellos derroteros para el próspero florecimiento del foot-ball en nuestra amadísima región.

Fdo. Masferrer y Doménech, presidente y secretario de la Federación Catalana de Clubs de Foot-ball.

La semana anterior (10-7-1913) se encabezaba el rotativo barcelonés con un artículo titulado «Hacia la unión (?)», cuyo texto íntegro era el siguiente; aunque aparecía sin firma todo parece indicar que el redactor era Narciso Masferrer:

Si escribiésemos para nosotros mismos, si el número de nuestro periódico de hoy no estuviese destinado a ir a parar a otras manos que las nuestras, o si pudiésemos lograr que imperase nuestra voluntad, resueltamente habríamos escrito «¡Hacia la unión!» Pero el cronista, que se mete en muchos sitios y que ha recorrido los campamentos donde se hallan establecidos los ortodoxos y los heterodoxos, a pesar de que tiene hoy la misma fe en su voluntad, porque es sincera y honrada, que en épocas inolvidables de titánicas luchas, luchas nobles pro sport, abriga sus dudas y de ahí que las interprete ese signo maldito de interrogación que sustituye al de exclamación que queríamos estampar.

No es menester hacer historia. Un hábil político emigrado de las filas de una entidad muy respetable, se las compuso como mejor pudo y supo para conseguir una formidable mayoría en una famosa Asamblea. De tal modo y manera logró pintar las cosas que consiguió satisfacer sus ambiciones, pero estas provocaron un cisma fenomenal del que el mismo maquiavélico enredador debió arrepentirse, pues pronto abandonó el puesto que había conseguido, con objeto de no ser un obstáculo para que las corrientes volvieran a juntarse y pudiera reclamarse la paz, que ansiaban todos los que e buena fe practican o simpatizan con el foot-ball.

Nosotros, que tenemos demostrado que solemos estudiar las cosas y que cuando nos lanzamos por un camino, lo hacemos resueltamente, posponiendo las más caras afecciones y las amistades más íntimas a la prosperidad y fomento del sport y al bienestar de los que practican y lo propagan, combatimos en el periódico y en una junta general el que frente una Federación, fuese a establecerse otra.

Hemos ido viendo como se desarrollaban los sucesos, nos hemos lamentado de los míseros resultados que ha dado la campaña última, cuyos campeonatos no han logrado atraer al público a los campos de foot-ball porque los partidos no revestían ningún interés, salvo uno de triste recordación, y hemos pedido en diversas ocasiones que ese estado de cosas, cesase por el bien y por los prestigios de que debe de ir rodeado el foot-ball.

En la última junta general de la FCCF los delegados de los mismos clubs que hace nueve meses provocaron el cisma, con una buena fe que nadie puede negarles, comprendiendo que la situación no debía prolongarse por más tiempo, acordaron que verían con mucho gusto que se procediese a la unión de todos los clubs bajo la enseña de la ya vieja entidad catalana, dispuesta sin duda alguna a rejuvenecerse cambiando de hábitos, adquiriendo vestidura nueva, pero conservando el nombre antiguo que es lo menos que podía desear, y noble era que lo pidiese. En la tercera sesión de esa asamblea se ha elegido la Junta directiva y en ella figuran elementos de todos los matices, cuyos nombres podrán discutirse, pero que nos consta que hállanse bien dispuestos a procurar y conseguir una perfecta armonía y esta actitud suya es tanto más meritoria por cuanto una vida no es raquítica, cuentan con crecido número de clubs, con fondos existentes en caja y con esa misma Junta o con otros hombres que no les faltan, pueden capear el temporal y llegar a puerto, porque la voluntad no falta tampoco.

La FAC acaba de nacer a la vida, tiene por eje principal un club (al que hemos tratado siempre tan desinteresadamente, con tanto cariño, que sin estar por encima de nosotros, nada ni nadie, nos han atribuido el ser órganos suyos en la prensa) y en derredor del cual viven compactos una porción de clubs a él sinceramente afectos, que no moverían ninguno de sus miembros sin que la cabeza que los dirige imprimiera su voluntad a nervios y músculos. Pero la existencia de la FAC no es próspera, su vida es lánguida desde su nacimiento y vivirán con honor pero no alcanzarán la gloria.

El «Barcelona», el club Campeón no ganará nada viviendo en el ostracismo y poco menos que en el retraimiento, dentro de la vida regional en sus relaciones con la vida nacional e internacional ya sabemos a donde ha llegado. Esa situación se hace insostenible y debe despejarse. Trátase ahora de ir primeramente a la unión de todos, olvidando lo pasado y haciendo firme propósito de no incurrir en ninguna otra lucha de emboscada que no sea la-noble y franca del campo del juego.

Reuniose la FCCF y acordó solicitar la entente.

Reúnase la FAC y acepte el parlamentar.

Reúnanse los plenipotenciarios de una y otra y acuerden la unión, estatutos nuevos, conducta nueva, Junta nueva y adelante por el bien de Cataluña sportiva.

Unidos podremos imponer nuestra fuerza a las entidades nacionales, uniéndonos, tal vez ante el acto de civismo nuestro, contribuyamos a la unión de las federaciones nacionales. Hagamos labor de atracción que es lo que incumbe hacer a los que de verdad se interesan por el fomento del deporte.

Si algunos a las razones, anteponen intereses particularistas, habrá que señalarse ante la pública opinión, a cuyo efecto El Mundo Deportivo abre hoy un proceso en donde anotaremos las declaraciones de unos y otros, de tirios y troyanos para que al fin, sin prejuicio nuestro de ningún genero, resplandezca la verdad, y la opinión pública, que no se equivoca nunca, juzgue sinceramente, falle en justicia y sepamos a que atenernos en este desdichado pleito que urge terminarlo con un fuerte abrazo.

La semana siguiente con toda probabilidad vuelve a ser Masferrer quien en El Mundo Deportivo (24-7-1913) continuaba con un artículo titulado esta vez «La unión se impone»:

Desde hace quince días nuestros redactores han ido inquiriendo para satisfacer los anhelos naturales de su director, lo que las gentes opinan respecto de la conveniencia o no conveniencia de fundir en una sola, las dos federaciones existentes.

Rara es la persona, amante del foot-ball, que no se haya inclinado, -al ser consultada en el sentido expuesto-, por la fusión de ambas entidades, reconociendo que la temporada pasada ha constituido una época completamente perdida y estéril para el foot-ball.

Lo propio en el campo de la FCCF que en el de la FAC se sienten legítimos afanes de unión y concordia. En el de la FCCF se han olvidado ciertos hechos lamentabilísimos que dieron lugar a la escisión y por unánime acuerdo se encaminan a una franca reconciliación.

En los cuarteles de la FAC no se han podido olvidar tan fácilmente hechos memorables y se sienten recelos y temores de que de nuevo se inicien complots políticos que pudieran dar nuevamente al traste con la concordia que se sueña, de ahí las dudas y las zozobras, de ahí la tardanza en contestar a la petición de mano formulada por la antigua federación, dudas y zozobras que muchos footballistas encuentran justificadas.

Uno de los puntos principales que motivaron la separación del «Barcelona», de la FCCF fue la intransigencia de ciertos elementos de querer admitir en los teams nacionales a jugadores extranjeros y este asunto de importancia suma, que estudiamos en su día colocándonos resuelta y favorablemente al lado del «Barcelona», es el primero que debe ser objeto de estudio, por las personas encargadas de la confección del nuevo reglamento, como lo será por parte de los delegados que concurran a la Asamblea general de la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball, enmendando un rarísimo error, un pecado de noble hidalguía en que incurrimos, negando que los jugadores extranjeros pudiesen jugar con nosotros, porque muy torpe tendrá que ser quien no adivine que la Unión Internacional compuesta de internacionales (verdad de Pero Grullo que conviene hacer resaltar), jamás admitirá en su seno a entidades que sistemáticamente se nieguen a dejar jugar en sus teams, en sus campeonatos, en los partidos internacionales a jugadores que pertenecen a otras naciones que no sea la nuestra.

El foot-ball es un juego internacional, indiscutiblemente el que mayor desarrollo alcanza dentro del mundo deportivo a la hora de ahora y no se puede, ni se le debe negar la entrada en nuestros teams a un jugador extranjero que traslada su residencia a Barcelona, con el hecho de que no ha vivido un par de años en nuestra ciudad.

Resuelto este punto, sin el cual no puede haber avenencia ni con los de dentro ni con los de fuera, estudiado de la manera más equitativa cuanto afecta al «profesionalismo» y «amateurismo, cosa no difícil de aclarar porque dentro de Sociedades deportivas de otra índole, se deslindaron perfectamente los campos, sin detrimento de la dignidad de unos y otros, y llevando a la dirección de la entidad federal a personas que antepongan al amor decidido que profesan a su club, el de la justicia e imparcialidad con que deben ser zanjadas las cuestiones, incluso las que le afecten directamente, el problema que se trata de resolver tendrá solución rápida y satisfactoria, y entre todos habremos hecho un gran bien al deporte en general y al foot-ball en particular.

Si conforme lo esperamos, dentro de pocos días los clubs de la FAC aceptan la entente cordiale, entendemos que los plenipotenciarios que se designen no pensarán al reunirse que van a discutir y firmar un nuevo «tratado de París». Ni súplicas ni imposiciones: Avenencia. Inspirándose en el bien de todos realizarán una obra que se impone y en la que ha de presidir siempre la cultura que han de tener los de arriba para imponerla a los de abajo.

Seguía así El Mundo Deportivo de la misma fecha (24-7-1913) respecto de la asamblea de la FAC del 21-7-1913:

Por lo que se refiere a la más o menos probable fusión, entre las federaciones catalanas, diremos que el lunes por la tarde celebró sesión la Junta directiva de la Foot-ball Asociación Cataluña, sin que a ella asistieran individuos tan caracterizados en la misma y de temperamento tan conciliador como los Sres. Moxó y Gamper.

Que en dicha sesión, lejos de accederse ala indicación que nos pareció muy razonable de la FCCF de que se convocase a todos los clubs adheridos a la F. A. C. para conocer su parecer respecto a la unión, se tomaron acuerdos que dilatan la solución de un problema que no admite medias tintas, ni encubiertas diplomatiquerías.

Después hemos sabido que entre antiguos amigos ha habido pourparlers, como hemos Sabido que personas que debieran ser discretas han pecado de todo lo contrario en su incomprensible afán de aliarse con quienes eran no hace mucho sus más implacables enemigos.

Lo que ignoramos es lo ocurrido anoche en la sesión de Junta directiva de la FCCF, si se debió leer alguna misiva de Moxó a Masferrer y si éste en su afán de información, partirá para San Sebastián a ven como pelan la pava el Ferry con la Pardiñas. Lo que resultaría gracioso es que la FAC no se quisiera casar con la FCCF y en cambio el travieso Ferry se fugase con la Real Unión Española de Clubs de Football.

Lo que fuere sonará.

Resulta curioso comprobar cómo el mismo día 21-7-1913 la FAC había respondido a la FCCF y cómo sin embargo pareció oportuno a la redacción de El Mundo Deportivo no hacerse eco de esta carta; o a la FCCF ocultar durante unos días la carta que habían recibido. La siguiente (EMD, 31-7-1913):

Consecuentes con la norma que se trazó la Foot-ball Asociación Cataluña, al constituirse, de laborar pro sport, debemos hacer constar la satisfacción que nos ha causado la bien pensada y escrita comunicación que la FCCF de su digna presidencia nos remitió el diez de los corrientes.

Como Vds. deseamos ardientemente que todos los footballistas de Cataluña se unan en fraternal abrazo y desde luego pueden ustedes creer que no encontraran por nuestra parte, nada más que facilidades, si tienen la amabilidad de puntualizar cómo podría llevarse a cabo la deseada unión ya que nadie mejor que Vds. está tan al corriente de si han desaparecido las causas que nos obligaron a separarnos.

Pueden Vds. creer que será grande nuestra alegría si consiguen unir a los footballistas catalanes para que juntos, comprendiendo los amplios horizontes que señala la palabra exótica sport, laboren por esta hermosa tierra que por ser emporio de la cortesía y de la hospitalidad, merece que sus hijos la hagan fuerte no solamente de cuerpo sino también de alma.

Rogamos a Dios que les conceda muchos años de vida y acierto en sus gestiones.

Barcelona, 21 de julio de 1913. El Presidente F. de Moxó. El Secretario Luis Balagué.

Y comentaba el redactor:

Anoche [30-7-1913] se debió reunir la Junta directiva de la FCCF para tratar de este importante asunto y por las impresiones que hemos podido recoger entendemos que la contestación será la de que la Federación ansía la unión sin condiciones para poder cumplir los anhelos de los que sienten de verdad el sport y lo aman con entusiasmo.

Por las noticias publicadas la semana siguiente sabemos que a su vez la FCCF envió una nueva carta a la FAC, de la que lamentablemente ignoramos su literalidad. Nos da noticia nuevamente El Mundo Deportivo (7-8-1913):

Para tratar de la comunicación enviada por la Federación Catalana, está convocada para mañana la Junta consultiva de la FAC, la cual se espera acordará entablar las negociaciones, para llegar a la deseada unión.

Pero la noticia principal publicada ese día era el acta de la reunión celebrada en San Sebastián el 30-7-1913 en virtud de la cual se firmaba la paz entre la FECF y la UECF, consistente en la desaparición de las dos y la creación de una nueva, la RFEF. De esta acta, que hemos reproducido íntegramente en nuestro artículo anterior, es necesario destacar aquí los siguientes puntos:

3º. Aceptar con carácter provisional una división regional de Federaciones autónomas que comprenda cuatro grandes grupos, que ulteriormente podrán establecer entro de cada región Subdelegaciones regionales o Subfedearciones, y que comprendan las siguientes provincias:

A)    Región Norte: Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Rioja.

B)    Región Centro: Castilla y Andalucía.

C)    Región Este: Cataluña, Valencia, Alicante y Murcia.

D)    Región Oeste: Santander, Asturias y Galicia.

4º. Invitar por circular mancomunada a los clubs españoles de dichas regiones, legalmente constituidos para que elijan dos delegados por cada región, que en representación asistan a la reunión que tendrá lugar en Madrid el día 1º de Septiembre próximo, a las tres de la tarde, en el domicilio del Real Aero Club de España, Ventura de la Vega núm. 4. Dichos delegados, cuyos poderes no podrán ser transferibles, deberán ser portadores de la lista de individuos que componen la Directiva regional elegida y de la lista de los Clubs que intervinieron en su elección, así como del reglamento que para su gobierno adoptan, el cual no es precios sea común a todas las regiones.

En consecuencia la unión de las dos federaciones catalanas debía tener lugar necesariamente de la misma manera que se iba a producir la de las dos españolas: por la desaparición y la creación de una nueva: la Federación Regional del Este.

Del mismo modo entresacamos estos dos párrafos de la circular enviada a todos los clubes españoles:

Las bases de unión y de paz, firmadas por la Real Federación y la Real Unión en esta fecha nos imponen el grato encargo de dirigir a ese Club la presente circular invitándole a ponerse, sin pérdida de tiempo, al habla con los demás clubs de la región a que corresponde el que usted preside, dentro de la división provisional que hemos acordado, para imprimir la mayor urgencia a los trabajos que para llegar a la constitución legal de esa región ha de efectuarse, y que habrán de estar terminados antes de fines del mes de Agosto.

Con objeto de no herir susceptibilidades, queda encargado de convocar a la reunión correspondiente el club más antiguo de cada región, y en la imposibilidad de conocer en este momento cuál es dicho club, rogamos a usted tenga la bondad de buscar el medio de facilitar esta labor utilizando, por ejemplo, la valiosa cooperación de la prensa de esa localidad.

En la región este el honor de convocar la reunión para fundar la nueva federación este correspondió al FC Barcelona, que no tardó en proceder en consecuencia. Ignoramos la fecha, pero el club envió al resto de clubs catalanes la siguiente convocatoria:

La Junta directiva del FC Barcelona por encargo y en cumplimiento del acuerdo tomado en 30 de Julio del corriente año, por las dos federaciones nacionales RFECF y RUECF tiene el honor de invitar a los clubs de foot-ball de Cataluña, Valencia y Murcia, a que manden delegados representativos de los mismos en número de dos, como máximo, a la reunión que tendrá lugar el 23 de los corrientes, a las 9 y media de la noche en el local que el FC Barcelona posee en Barcelona, Rambla de las Flores, 18, 1°, para constituir la Federación de Levante y nombrarles dos delegados que en representación suya han de concurrir a la Asamblea que tendrá lugar en Madrid, el 1° de septiembre próximo. Los delegados han de ir provistos del nombramiento firmado por el presidente y secretario de su club respectivo.

Así pues la nueva Federación del Este se constituyó el 23-8-1913. Así contaba la reunión El Mundo Deportivo, 28-8-1913:

A las diez y media de la noche D. Joaquín Peris de Vargas, vicepresidente 1º del FC Barcelona, el club decano de Levante, abrió la sesión congratulándose de la presencia en la casa del Barcelona de tantos delegados. Se congregaron estos en número de cuarenta y ocho. Propuso que por sus años y por méritos propios presidiese nuestro querido director señor Masferrer y así fue aprobado.

El Sr. Masferrer explicó el objeto de la reunió, y después de breves frases de los señores Torres Ullastres, que actuaba de secretario, y de otros delegados, quedó acordado la constitución de la Federación del Este.

Suspendida por breves momentos la sesión para que los delegados se pusiesen de acuerdo para la elección de cargos, fueron designados por aclamación al reanudarse los señores siguientes:

Masferrer, del Gladiator; Torres Ullastres, del Barcelona; Torrens, del Universitari; Madico, del Español; Sánchez, del Salud; Boronat, del Barcino; y Berrondo del Hispania de Valencia.

En la junta están representados cuatro clubs juniors y tres seniors.

Inmediatamente después se trató de la labor que habrán de realizar los delegados de nuestra Federación en la Asamblea madrileña. Con gran alteza de miras se estudió el esquema de reglamento que la comisión organizadora de la Federación Nacional ha hecho circular entre los clubs y todos los delegados estuvieron unánimes en la orientación que nuestros representantes deberán tratar de dar a la nueva Federación, conviniéndose por último dar un voto de confianza al Comité Directivo para que esté dé instrucciones concretas y terminantes a los delegados que vayan a Madrid.

Al ir a procederse al nombramiento de delegados el Sr. Peris (D. Aparicio) propuso que la votación fuese secreta y sin previo acuerdo entre los delegados a fin de que éstos pudieses libre y espontáneamente designar a quienes prefiriesen, pero esto no fue aceptado y por aclamación fueron designados los señores Torres Ullastres y Torrens para que vayan a Madrid a tomar parte en la constitución de la Federación única.

Se habló por último de la organización de un partido al que pudiese intitularse «Partido de la Paz» y se levantó la sesión, en la que se laboró grandemente y con entusiasmo por la prosperidad del foot-ball.

El designado Partido de la Paz se disputó el 31-8-1913, y el 8-9-1913 tuvo lugar un Banquete de la Paz, ambos para celebrar el fin de las disidencias entre las ya desaparecidas FCCF y la FAC. De este banquete se dio noticia extensa en El Mundo Deportivo (11-9-1913):

Digno remate de la nunca bastante ponderada unión futbolística, en buena hora iniciada por la antigua Federación Catalana de Clubs de Foot-Ball, fue, sin discusión de ningún género, el fraternal banquete de la paz deportiva habido el lunes pasado por la noche en el Mundial Palace, y al cual asistieron más de setenta comensales, representativos de todas las fuerzas del foot-ball catalán.

Que la paz futbolística en Cataluña es un hecho palpable, cierto e imperecedero, nos lo demostraron, sin lugar a dudas, todos los clubs barceloneses en el famoso Gran Partido de la Paz. Que la Paz Futbolística Nacional hase firmado, tras unánimes deliberaciones sostenidas en la Corte por los delegados de las regiones en que se halla dividida España, demuéstralo asimismo la constitución de la Real Federación Española de Clubs de Foot-Ball… Que esta unión es sincera, única, espontáneamente pedida por las fuerzas vivas del foot-ball, y jamás establecida por la diplomacia, que casi siempre otorga o rechaza a capricho o mandato de conveniencias particulares de directores, jefes o poderes, nos lo ha asegurado de manera tangible el banquete de delegados celebrado en Madrid, y el simpático acto de la misma índole habido el lunes en Barcelona.

Tras animado departir en el transcurso del banquete entre jugadores, periodistas, aficionados y directores, inició los discursos el señor Torres Ullastres, delegado de la Federación del Este en la Asamblea Nacional Constitutiva, con una detallada explicación de lo que fue dicha asamblea constituyente, las actuaciones suya y de su compañero señor Torrens en la misma, y el resultado hermoso y grande, que de ella ha resultado en pro del deporte español.

Hablaron luego en términos plausibles acerca de la paz los señores Puig de Bacardí, presidente del Universitary Sporting Club, Sánchez y Sampere.

El señor Elías Juncosa, redactor de sport de La Veu de Catalunya, habló en nombre de todos los periodistas que allí estaban congregados, y por último, nuestro querido director y expresidente de la Federación del Este, don Narciso Masferrer, pronunció un ingenuo discurso relativo al acto, a su actuación en la unión, de respuesta a todo lo manifestado por los oradores que le precedieron en el uso de la palabra, de gracias a los futbolistas, prensa, delegados, amigos y significados elementos madrileños que han demostrado de hecho, palabra y escritos la cooperación que están dispuestos a prestar constantemente al cada día más floreciente progreso deportivo barcelonés, discurso que fue acogido con nutridos aplausos por parte de los comensales, a quienes satisfizo extraordinariamente la peroración última, con la cual han desaparecido para siempre las separaciones entre antiguos amigos, algunos elementos periodísticos y no pocos futbolistas.

Como final de tan hermoso acto el señor Torrens dio lectura a las numerosas adhesiones recibidas al Banquete de la Paz, entre las cuales figuraba el siguiente telefonema, dirigido desde Madrid por el señor Ferry, actual vicepresidente de la Real Federación Española de Clubs de Foot-ball, cuyo texto dice:

Lamento muy de veras no hallarme entre ustedes, ruego salude en mi nombre futbolistas catalanes. Viva Federación Catalana. Viva Federación Española.-Ruiz Ferry.

Este telegrama, así como las demás cartas y tarjetas de adhesión, fueron recibidos con una salva de aplausos por los asistentes al banquete.

Bien entrada la noche del lunes, día 8 de Septiembre, dio final la fiesta del Banquete de la Paz.

El Sr. Masferrer era ya expresidentes de la Federación del Este porque esta ya había desaparecido. Se había fundado el 23-8-1913 y desapareció el 6-9-1913. Tan solo dos semanas duró la federación regional catalana que pudo dar la paz futbolística de la región. Lo contaba así El Mundo Deportivo (11-9-1913):

Reunida el sábado pasado por la noche en el local del Barcelona la Junta directora de la Federación del Este, procediose a levantar acta de cuanto manifestaron los delegados que asistieron a la Asamblea nacional, entre cuyas órdenes y acuerdos figuran las siguientes:

a. División de España futbolística en diez regiones.

b. Orden de disolución de cuantas entidades directoras del foot-ball provincial o regional existían antes de la constitución de la nueva RFEF.

c. Constitución de la nueva primera entidad futbolística regional.

En su consecuencia se acordó disolver la «Federación del Este» y remitir un oficio comunicando dicho acuerdo a todos los clubs adheridos a la misma, y refiriendo, mediante la copia del acta de la Asamblea constitutiva de federación nacional, los motivos por los cuales se procedía a tal extremo.

Antes de firmarse el acta de disolución, hízose constar en la misma los siguientes importantes extremos:

1. Que quedaba nombrada una Comisión encargada de distribuir en forma cuanto dinero sobrase de la liquidación de fondos obtenidos por varios conceptos en la federación.

2. Que figurase en acta el agradecimiento y satisfacción que sentía la Federación del Este, en nombre de los futbolistas a quienes representa, por los muchos agasajos, distinciones y deferencias que todos los delegados de las distintas federaciones y la presidencia de la Asamblea constitutiva han tenido con los delegados de la F. del E.

3.° Que constara preeminentemente el unánime voto de gracias que los elementos de la Directiva conceden a sus compañeros señores Torres Ullastres y Torrens, delegados por la Asamblea general, por las acertadas gestiones llevadas a cabo en Madrid.

Y con ello diose fin a la última Junta de la «Federación del Este».

En consecuencia procedía la fundación de la nueva Federación Catalana, según los acuerdos de la RFEF y de la Federación del Este. Para lo que en primer lugar debía procederse a la desaparición formal de las antiguas FCCF y FAC. Ya antes incluso de la creación de la Federación del Este habían tenido varias reuniones entre ambas en que decidieron la desaparición de ambas y la creación de una nueva federación. Así las de 18 y 20 de agosto (EMD, 21-8-1913):

En las noches del lunes y del miércoles se han reunido en el Ateneo Barcelonés los delegados de la FCCF y de la FAC, habiendo acordado en principio disolver ambas entidades y fundar una nueva federación catalana de clubs de foot-ball.

Los delegados hanse dedicado al estudio de un proyecto de estatutos y reglamentos redactado por el Sr. Torres Ullastres, que a cuantos lo conocen les ha parecido en su mayor parte muy aceptable.

Pero el día 20-9-1913 fue la fecha elegida por las dos asociaciones para celebrar sus reuniones de disolución (EMD, 25-9-1913):

La reunión de la FCCF: el sábado por la noche se reunieron en e local de la federación catalana los delegados de los clubs adheridos a la misma.

Se dio cuenta de las gestiones practicadas por la junta directiva para conseguir la ansiada unión entre todos los clubs existentes en Cataluña y lectura de los estatutos por los que deberá regirse la nueva entidad, quedando aprobados con la conformidad de todos los presentes.

La asamblea de la FAC: el sábado por la noche reuniéronse en el local de la federación futbolística Foot-ball Asociación Cataluña los presidentes de las sociedades adheridas al a misma, con objeto de discutir y aprobar los estatutos por que se regirá la nueva y única federación regional de foot-ball.

El Sr. Torres Ullastres, quien en ausencia de D. Francisco de Moxó y de Sentmenat ocupó la presidencia en la Junta general, explicó en primer término las gestiones realizadas en este asunto de unión, y leyó después los nuevos estatutos de la novel federación.

A excepción de varios delegados que se reservaron el derecho de presentar a la Asamblea constitutiva de la federación catalana de clubs de foot-ball, las modificaciones que creen convenientes, tanto los estatutos, en general, como los trámites seguidos, fueron unánimemente aprobados por todas las representaciones de los clubs de foot-ball que formaban la antigua FAC.

Y finalmente el 23-9-1913 tuvo por fin lugar en los locales de la Carrea de los Arcos la reunión fundacional de la Federación Catalana de Clubs de Foot-ball:

Anteanoche, con la asistencia de número considerable de delegados de los clubs más importantes de Cataluña, se constituyó la nueva Federación Catalana de Clubs de Foot-ball.

Presidió el Sr. Masferrer, acompañado en la mesa por los Sres. Peris y Balaguer de la FAC y Green, Doménech y Boronat de la FCCF.

Discutiéronse tres artículos de los Reglamentos, interviniendo en el debate los señores:

Sánchez, Carbó, Torrens, Peris (A.), Giral, Doménech y Boronat, aprobándose acto continuo sin enmienda alguna y por unanimidad.

A continuación se procedió a la elección de cargos, uno por uno, resultando elegido para el cargo de presidente nuestro querido director Sr. Masferrer, quien en un discurso sincero, convincente y elocuente como suyo, expresó el sentimiento que embarga su ánimo al no poder aceptar el honor que se le dispensaba por no permitírselo ni el estado delicado de su salud ni sus numerosas ocupaciones.

Todos los delegados allí presentes le instaron para que aceptara el cargo, que Masferrer consideraba como un señaladísimo voto de gracias, pero no hubo forma de convencerle y se procedió a la elección de nuevo presidente recayendo la votación, muy acertadamente por cierto, en nuestro querido amigo D. Narciso Deop. Para vicepresidente fue elegido D. José Madico. Secretario y vicesecretario fueron designados nuestros queridos compañeros de redacción D. Francisco Doménech y D. Dionisio Sánchez respectivamente; tesorero, D. Enrique Poch, y contador, D. José Boronat.

La sesión terminó confiriéndose a propuesta del Sr. Torrens votos de gracias a los delegados de las fenecidas federaciones que han colaborado en la obra de paz realizada y muy especialmente para el Sr. Masferrer.

Antes de separarse los delegados nuestro director dio tres hurras en honor de la novel Federación, para la que deseamos las mayores prosperidades.

Cataluña ha tenido un total de cinco federaciones regionales, pero la actual es precisamente esta, la fundada el 23-9-1913. En consecuencia en los próximos días se cumplirá el centenario de la paz futbolística en Cataluña, una paz ganada y conseguida gracias al esfuerzo común de todo el fútbol español, que sabía de los evidentes y grandes beneficios de estar unidos bajo una única entidad rectora.




Las siete federaciones españolas de fútbol (III)

Nuevamente nos saltamos el orden cronológico de las federaciones para hablar hoy de la sexta de ellas, la actual Real Federación Española de Fútbol. Este salto nos ha parecido oportuno ya que precisamente el día en que este artículo se publica, 1 de septiembre de 2013 se cumplen 100 años desde su fundación.

Podríamos hacer un extenso artículo con este asunto, y de hecho no perdemos de vista el escribir incluso un libro, pero los datos básicos sobre cómo se fundó la RFEF son de sobra conocidos. Yo mismo publiqué varios artículos en Marca entre el 9 y 12 de noviembre de 2009 que también pueden leerse en el número 5 de los Cuadernos de Fútbol (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2009/12/origen-y-fundacion-de-la-rfef/).

Mi intención en este artículo es simplemente presentar algunos de los documentos más significativos, precedidos de un somerísimo resumen. Nada de lo que aquí se presenta es novedoso, y por ello no merece mayor detenimiento.

Cuando empezó el año 1913 había en España dos federaciones españolas de fútbol, la Federación Española de Clubs (fundada en 1909) y la Unión Española de Clubs (fundada en 1912). Ambas se disputaban la primacía del fútbol español, puesto que como tales federaciones este era su objeto social.

Ambas sabían que la victoria dentro de España era muy difícil puesto que las dos tenían cierta raigambre, por lo que buscaron la victoria en el extranjero: el reconocimiento de la FIFA.

España había estado entre los fundadores de la FIFA pero pronto fue expulsada por no tener una federación única que representara a todo el fútbol español. Ahora tanto la FECF como la UECF intentaban ese reconocimiento, lo que habría supuesto la desaparición casi inmediata de su contraria.

Precisamente por la importancia de esta acción ambas federaciones trabajaron con denuedo y provocaron en última instancia que la FIFA no pudiera decidirse por ninguna y que propusiera dos posibles soluciones: que ambas federaciones organizaran una confederación y que fuera esta la que se inscribiera en la FIFA; o bien que hubiera solo una federación, bien mediante la desaparición de una o bien mediante la desaparición de las dos y la fundación de una nueva.

Las posiciones tan encontradas entre ambas provocó casi irónicamente que la única solución posible fuera la desaparición de ambas y la fundación de una nueva, a la que dieron en llamar Real Federación Española de Fútbol, cuya reunión fundacional tuvo lugar el 1 de septiembre de 1913.

Esta exposición brevísima de los hechos se hace a simple manera de introducción a los textos que vamos a presentar a continuación: las cartas intercambiadas entre ambas federaciones y los textos mediante los cuales establecieron la paz. Extraídos de Vida Sportiva de San Sebastián y de El Mundo Deportivo de Barcelona, son la única base para establecer los hechos tal y como los hemos esquemáticamente presentado.

Cualquier otra interpretación sobre cómo fue el nacimiento de la RFEF se dará de bruces una y otra vez con estos textos. Aunque para no encontrarse con ese problema hay obviamente otra solución, que es hacer como si no existieran.

11-3-1913, carta de la UECF a la FECF [VS 15-3-1913, 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

Sr. Presidente de la FE de Clubs de Football. Madrid.

Muy señor mío:

Por carta que habrá recibido del Sr. Secretario del Comité permanente de la FIFA estará usted enterado del acuerdo adoptado por dicho Comité respecto a la inscripción que en la misma entidad han solicitado la Federación de su digna Presidencia y esta Real Unión Española de Clubs de Foot-ball, acuerdo totalmente denegatorio mientras no se fusionen ambas agrupaciones españolas o mientras no constituyan un comité interfederal análogo al que con tal fin se formó en Francia.

Como según la autorizada opinión del señor Hirschman la Asamblea que en Copenhague se ha de celebrar el 31 de mayo resolverá la cuestión en igual sentido por el Comité permanente, entiendo que, por el buen nombre de nuestro amado país, para impedir que España esté separada del consorcio general de las naciones y para evitar a los clubs españoles los perjuicios de verse imposibilitados de celebrar matches con la mayor parte de los países extranjeros, debemos buscar una solución a la cuestión planteada.

Y ya que desgraciadamente es de todo punto imposible la fusión de ambas agrupaciones, pues nos separan diferencias esenciales, tanto en la cuestión del Reglamento como en la de domicilio social y procedimiento y subsisten las causas originarias de la Unión, creo que puede adoptarse la segunda de las fórmulas propuestas por el prestigioso Secretario del Comité permanente de la FIFA, crear un Comité interfederal análogo al de Francia (con las modificaciones naturales derivadas de la actual situación del foot-ball español) mediante el cual, subsistiendo la independencia entre ambas entidades, correspondería al Comité Español la representación de nuestro país cerca de la FIFA, sería el encargado de formar el equipo nacional en los matches contra los de otros países y en una palabra, tendría la representación de todos los clubs españoles en todas aquellas cuestiones que afectasen a España, como agrupación footballista nacional, dejando a la Federación y a la Real Unión y a los clubs pertenecientes a las mismas, en completa independencia en cuanto al régimen interno, organización de partidos, concursos y campeonatos, etc.

Si como no dudo, abunda usted en estas ideas impuestas por los más elementales deberes de patriotismo, creo procedente que nos reunamos para tratar acerca del particular ya que por carta sería difícil y largo de entendernos. Con motivo del Campeonato de España marchará a Barcelona la mayor parte de los miembros de esta Real Unión, y podríamos en dicha Capital o en Zaragoza (punto medio entre Barcelona y Madrid) conferenciar respecto al particular y formar un proyecto que someteríamos a la aprobación de nuestras respectivas directivas.

Esperando su contestación queda de Vd. Afmo. s. s. q. b. s. m. El Secretario, Julián Olave. Vº Bº El Presidente, Enrique Pardiñas.

19-3-1913, carta de la FECF a la Real Sociedad de San Sebastián [VS 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

Señor D. Enrique Pardiñas, Presidente de la R. S. San Sebastián. San Sebastián.

Muy señor mío:

Refiriéndome a su carta del 11, firmada por el Secretario con el Bº Vº de usted, como representantes ambos de UECF, cúmpleme manifestarle que también desearíamos la fusión de las dos agrupaciones o alguna otra viable solución, pero para tratar directamente con usted creo que debería ponerse la Sociedad de San Sebastián que usted presidente, al corriente de sus pagos con esta Federación.

31-3-1913, carta de la FECF a la Real Sociedad de San Sebastián [VS 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

Señor D. Julián Olave, Secretario de la R. S. San Sebastián. San Sebastián.

Muy señor mío:

Confirmo mi anterior 19 del corriente dirigida al Presidente de la Real Sociedad de San Sebastián, D. Enrique Pardiñas, y como no he recibido contestación me dirijo a Vd. Para que haga el favor de manifestárselo y ver si me contesta y podemos llegar al acuerdo que desea la FIFA.

En espera de su contestación quedo de Vd. Muy atento y afmo. s. s. El Presidente, Juan Padrós.

6-4-1913, carta de la UECF a la FECF [VS 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

Sr. Presidente de la FE de Clubs de Football. Madrid.

[…]

Resulta por lo tanto que es la Federación la que no ha contestado a la carta que esta Real Unión Española ha dirigido con fecha 11 de marzo y, lo que es peor, que se niega la Federación a contestar a ella mientras el club donostiarra no pague lo que Vd. Dice que le debe; de modo que esa Federación involucra dos cuestiones completamente distintas, la que afecta a los intereses de reclamación entre el club donostiarra y esa entidad (confusión realmente inexplicable); y además el bien general del foot-ball en España y hasta el prestigio fooballístico de nuestro país, lo posterga esa Fedearción a  una cuestión particular existente entre la misma y la Real Sociedad, en la que se ventilan unos cientos de pesetas.

Como en esta Real Unión sabemos, afortunadamente, deslindar los asuntos y dar a cada cosa la importancia que merece, concretamos la contestación que desea en los siguientes términos:

1º. Que esta Real Unión Española de Clubs de Foot-ball no es la Real Sociedad de Foot-ball de Sant Sebastián, y por lo tanto, las reclamaciones que tenga que hacer al club donostiarra deben dirigirlas al mismo, sin que esta Real Unión tenga que mezclarse en ellas y menos aún tratándose de reclamaciones puramente particulares entre el club donostiarra y Vds., nacida de actos anteriores a la creación de la Real Unión.

2º. Que nuestra entidad nacional no debe contestación a ninguna carta de Vds. Y que por lo contrario es la Federación la que no ha respondido a la que le dirigimos con fecha 11 de marzo en la que tratábamos, según hemos indicado, de asuntos de la mayor importancia para todos los clubs españoles, lo mismo para los adheridos a esta Real Unión que para los Federados.

Quedo de V. afmo. s. s. q. b. s. m. Julián Olave.

19-4-1913, carta de la FECF a la UECF [VS 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

[…]

A la proposición de usted de la formación de un comité interfederal, debo manifestarle que hay dos dificultades muy grandes; una que no es la «Unión» una entidad tan poderosa con la que tengamos que tratar de igual a igual como ha pasado en Francia con las diversas asociaciones, y la otra que aunque Vd. opina y se permita suplicarme que no mezcle en cuestiones ni deseos el nombre de una altísima personalidad, precisamente es todo lo contrario de lo que debe de hacer esta Federación, puesto que ¿cómo quiere Vd. que obremos nosotros en contra de lo que él desea, después de manifestarnos que no reconocía más Federación que la nuestra y que a ella prestaría todo su apoyo?

[…]

14-5-1913, carta de la FECF a la UECF [VS 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

Señor D. Enrique Pardiñas, Presidente de la RUECF. Mayor 3, San Sebastián.

Muy señor mío:

Ayer recibí una carta del Secretario de la FIFA en que me da casi como seguro que si la inteligencia entre las dos Federacioens no está establecida nos retiran a ambas el permiso de jugar con los equipos extranjeros, y ante esta probabilidad que perjudicaría a algunos clubs, le ruego que me conteste a la mayor brevedad (para que tenga tiempo de comunicárselo a la FIFA) si estarían Vds. Conformes en unirse a nosotros bajo bases autónomas que someteríamos a la FIFA como mediadora, ya que esta Federación no puede hacer otra cosa después de lo que le dije en mi última carta.

En espera de su pronta contestación me repito de usted muy atento y s.s. Juan Padrós.

22-5-1913, carta de la FECF a la UECF [VS 15-6-1913 y EMD 3-7-1913]

Señor D. Enrique Pardiñas, Presidente de la RUECF. San Sebastián.

Muy señor mío:

Hoy escribo al Sr. Hirschmann, Secretario de la FIFA, que por nuestra parte le nombramos árbitro para que busque a su juicio la solución y forma de l’entente que juzgue mejor aceptando su decisión, para que de este modo la FIFA pueda ya reconocer a España definitivamente entre las demás naciones.

Con este motivo me repito de usted muy atento y s.s. Juan Padrós.

XX-7-1913, carta de la FECF a la UECF [EMD 31-7-1913]

Creemos que ha llegado el momento de que la Federación y esta Real Unión pongan término a la división existente en España entre los clubs de Foot-ball.

En la prensa de Bilbao hemos leído diferentes artículos en los que se expresa el deseo de que desaparezcan ambas entidades, sabemos que entre los clubs de Vizcaya y Guipúzcoa, se van a realizar gestiones encaminadas a formar la Federación Vasca con independencia de una y otra agrupación; es muy probable que la fusión de las Fedearciones Catalanas sea un hecho en cuanto desaparezca el obstáculo que para conseguirlo constitutye el hecho de pertenecer a distintas agrupaciones españoles, y el Sr. Hirschmann, secretario de la FIFA, a quien la anterior directiva de la entidad que usted dirige nombró árbitro para resolver el pleino que tenían con esta Real Unión, dice en su última carta que no habiendo sido aceptada la idea de crear un comité interfederal, «la única solución posible consisten en disolver las existentes y formar una nueva asociación española con afiliadas organizaciones provinciales». Supongo que ustedes habrán recibido de dicho señor una carta análoga.

Por amor al sport, por patriotismo y por delicadeza entendemos que la Federación Española y esta Real Unión, adelantándose a los acuerdos que puedan adoptar los clubs adheridos a una y siguiendo los consejos del secretario de la FIFA, deben constituir una nueva agrupación bajo moldes distintos de los que se han empleado hasta ahora para dar forma a la unión y dirección de los clubs españoles de foot-ball.

Y puesto que, según noticias, usted estará en Irún durante la próxima semana, podrá entonces celebrarse una reunión a la que asistirán usted y un delegado de la Unión, los representantes de los clubs vascos y madrileños, quizás los de Barcelona y los de las sociedades de Galicia.

Y por si antes de su viaje a Irún quisiera usted cambiar impresiones con sus compañeros de directiva, me permito indicarle, a grandes rasgos, las bases bajo las que podría crearse la nueva entidad.

Sabe usted que la dificultad para toda agrupación española consiste en organizar el campeonato de la manera más perfecta y que al mismo tiempo responda al actual estado de foot-ball en nuestra nación. Por eso voy a ocuparme, en primer término, de esta materia.

Las eliminatorias del campeonato se jugarían por regiones; los vencedores de las mismas lucharían entre sí formando cuatro grupos, y los que en estos triunfasen quedarían clasificados para las finales del campeonato, las cuales revestirían gran brillantez, pues tomaría parte en ellas el mejor club de cada grupo; los partidos se jugarían por puntos, desterrando el vicioso sistema de efectuarlo por eliminación; se celebrarían seis matchs que seguramente producirían ingresos suficientes para pagar los cuantiosos gastos que origina a los clubs el acudir a las finales del campeonato, y para fallar las cuestiones que sugieran existiría una Junta constituida por un representante de cada uno de los clubs que tomasen parte en las finales y un presidente designado por el Comité interregional, contra cuyas resoluciones no cabría apelación alguna.

En la cuestión de los jugadores extranjeros, que ha sido el punto en que ha habido siempre cuestiones y diferencias de criterio, no habría hoy dificultad alguna, pues las notificaciones que en el Reglamento de la Federación se han hecho últimamente han sido causa de que coincidan las bases de las dos agrupaciones en esta materia.

La forma en que el foot-ball debe estar organizado es la propuesta por el secretario de la FIFA la que ustedes proyectan implantar, la que nosotros hubiésemos establecido; la formación de regiones con autonomía completa; en cuanto a la celebración de concursos y partidos y la creación de un Comité nacional integrado por un representante designado por cada región y un presidente elegido por los representantes. La misión única de este Comité consistiría en ostentar la representación de España en las asambleas de la FIFA, concertar los partidos internacionales, formar ele quipo de nuestro país; resolver las cuestiones que surgieren entre dos equipos pertenecientes a distintas regiones o entre estas y designar la persona que había de presidir la Junta jurado de las finales del campeonato. Se pondría en conocimiento de la FIFA la disolución de la Federación y de la Unión, la creación del nuevo Comité, el cual solicitaría y obtendría seguramente, la inscripción en la FIFA, con lo que los clubs españoles que forman parte de las regiones adheridas al comité inter-regional serían los únicos que podrían celebrar los matchs con los equipos extranjeros, con lo que se conseguiría reunir, entorno del nuevo organismo, a todos los clubs españoles.

Respecto a la residencia de este Comité puede fijarse en Madrid si esto sirve de satisfacción a la entidad que usted dirige. En cuanto al lugar en que han de jugarse las finales del próximo campeonato, cuestión a primera vista de imposible solución, dada la oposición de intereses entre el Racing de Irún y el Barcelona, la solución puede consistir en que en 1914 se juegue en una de estas dos poblaciones en la que designase la suerte; el 1915 en la otra; el 1916 en el domicilio del campeón de 1914; el 1917 en el campeón de 1915 y así sucesivamente.

Faltan, claro es, cuestiones de detalle que se acordarían sin dificultad alguna.

Tales son, a grandes rasgos, las bases de la nueva entidad y el medio de que acabe el desbarajuste que hoy existe entre los clubs de foot-ball.

Si como esperamos, dejando a un lado cuestiones de amor propio y guiándose tan solo por el entusiasmo que a esa Federación inspira el foot-ball, aceptan en principio las bases propuestas o cuando menos la idea de la creación de un nuevo organismo formado con los elementos integrantes de las dos agrupaciones, es de creer que en nuestro país arraigará definitivamente el foot-ball y acabará para siempre la anarquía que hoy se ha enseñoreado de este sport. Si la Federación desdeña la idea que proponemos nos cabrá la satisfacción de haber hecho, por nuestra parte, cuanto ha sido posible para poner remedio a la enfermedad que ha herido de muerte al foot-ball español y que de no aplicarle pronto remedio, acabará con este sport antes de lo que muchos se figuran.

Queda de usted affmo. s. s. q. b. s. m. por la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball, el secretario, Julián Olave.

Acta de la reunión habida el 30-7-1913 en San Sebastián entre representantes de ambas federaciones

Reunidas en San Sebastián las representaciones legales de la RUECF y la RFE para sentar las bases de un acuerdo que, fundiendo ambas entidades en una sola, de así forma efectiva a la coincidencia de criterios que pone de manifiesto la carta dirigida por la Real Unión a la Real Federación, y que ha motivado esta reunión, acuerdan lo siguiente:

1º. Suspender desde esta fecha la admisión de Clubs a la afiliación de una y otra entidad.

2º. Que en el periodo de tiempo a transcurrir desde esta fecha y la junta de que luego se hace mención queden los clubs en libertad de celebrar partidos amistosos, sin que sea obstáculo la diferencia de afiliación hasta hoy existente, sirviendo de Tribunal arbitral para los incidentes deportivos que en dichos partidos pudieran suscitarse una comisión permanente, compuesta por los Sres. Berraondo, Angoso, Ruete y Dieste y por el presidente del club más antiguo de los existentes en la localidad donde se haya celebrado el partido objeto de reclamación.

3º. Aceptar con carácter provisional una división regional de Federaciones autónomas que comprenda cuatro grandes grupos, que ulteriormente podrán establecer entro de cada región Subdelegaciones regionales o Subfedearciones, y que comprendan las siguientes provincias:

A)    Región Norte: Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Navarra y Rioja.

B)    Región Centro: Castilla y Andalucía.

C)    Región Este: Cataluña, Valencia, Alicante y Murcia.

D)    Región Oeste: Santander, Asturias y Galicia.

4º. Invitar por circular mancomunada a los clubs españoles de dichas regiones, legalmente constituidos para que elijan dos delegados por cada región, que en representación asistan a la reunión que tendrá lugar en Madrid el día 1º de Septiembre próximo, a las tres de la tarde, en el domicilio del Real Aero Club de España, Ventura de la Vega núm. 4. Dichos delegados, cuyos poderes no podrán ser transferibles, deberán ser portadores de la lista de individuos que componen la Directiva regional elegida y de la lista de los Clubs que intervinieron en su elección, así como del reglamento que para su gobierno adoptan, el cual no es precios sea común a todas las regiones.

5º. En la reunión del 1º de septiembre, y además de las proposiciones que al final de la junta presenten los delegados, se seguirá el siguiente orden del día:

– Designación del título social de la nueva entidad nacional, fusión de las dos anteriores y constitución del Comité directivo.

– Reglamento de relaciones entre las regiones y el Comité directivo y Estatutos para el funcionamiento de este (para facilitar la labor de los delegados regiones, los clubs recibirán impreso el proyecto aprobado recientemente por la Directiva de la Real Federación, en el que anotarán sus observaciones o discrepancias, pudiendo presentar proyecto completo).

– Bases para los partidos finales del campeonato de España.

Nota. Los acuerdos se tomarán por mayoría de votos, y en caso de empate decidirá el voto de la persona elegida para presidir dicha reunión, extraña a los delegados reunidos.

6º. El Comité directivo será el encargado de determinar la localidad donde han de jugarse los partidos finales del campeonato de España de 1914.

San Sebastián, 30 de julio de 1913. Por la RUE Julián Olave, secretario. Por la RFE Ricardo Ruiz Ferry, presidente.

Circular enviada a los clubs de acuerdo con el acuerdo anterior

Muy señor nuestro:

Para nadie que se interese por el movimiento futbolista español puede ser un secreto la necesidad que se imponía de terminar, de una vez para siempre, con las incertidumbres, las disidencias y demás obstáculos que se venían oponiendo al encauzamiento de la vida futbolista española.

Las bases de unión y de paz, firmadas por la Real Federación y la Real Unión en esta fecha nos imponen el grato encargo de dirigir a ese Club la presente circular invitándole a ponerse, sin pérdida de tiempo, al habla con los demás clubs de la región a que corresponde el que usted preside, dentro de la división provisional que hemos acordado, para imprimir la mayor urgencia a los trabajos que para llegar a la constitución legal de esa región ha de efectuarse, y que habrán de estar terminados antes de fines del mes de Agosto.

Con objeto de no herir susceptibilidades, queda encargado de convocar a la reunión correspondiente el club más antiguo de cada región, y en la imposibilidad de conocer en este momento cuál es dicho club, rogamos a usted tenga la bondad de buscar el medio de facilitar esta labor utilizando, por ejemplo, la valiosa cooperación de la prensa de esa localidad.

Confiados en que ese Club ha de facilitar la patriótica labor que a todos nos corresponde, quedamos de usted muy seguros servidores q. e. s. m. Por la RUE Julián Olave. Por la RFE, Ruiz Ferry.

Acta de la reunión celebrada en Madrid el día 1º de septiembre en el domicilio del Real Club de España y con arreglo a la convocatoria circular del 30 de julio de 1913

Reunidos a las tres de la tarde los delegados de las federaciones regionales del Norte, Este y Oeste acuerdan esperar hasta las Cuatro para empezar la sesión con objeto de aguardar la llegada de los delegados de la federación Centro-Sur.

A las cuatro de la tarde da principio la sesión tomando parte en ella los Sres. D. Mariano Arana y D. Luis Carradeno por la federación del Norte; D. Luis Torres Ullastres y D. José Torres pon la del Este; y por la del Oeste D. Manuel Hidalgo y D. Arcadio Padín.

Los reunidos acuerdan nombrar para que les presida en sus debates a D. Ricardo Ruiz Ferry, actuando de auxiliar en esta reunión el Sr. D. Julián Ruete y de Secretario en las siguientes el Sr. Torrens.

Diose lectura a la orden del día tratándose en primer lugar del nombre de la nueva federación, acordándose por unanimidad denominarla Real Federación Española de Football y reservando el derecho los delegados ausentes para ratificar y discutir este acuerdo.

A continuación ratificase en igual forma que el anterior acuerdo el nombramiento de presidente honorario de la federación recaído en la persona de S. M. El Rey.

Acuérdese luego que la residencia del Comité directivo sea la capital de España.

La delegación Este da lectura al proyecto de reglamento que presenta a la deliberación de la junta de delegados.

Subsistiendo la ausencia de los delegados del Centro-Sur acuerdan los presentes dar a esta lectura y sus comentarios el carácter de cambio de impresiones.

A las 7 de la tarde se levanta la sesión acordando celebrarlas desde mañana de 11 a 1 de la misma y de 3 a 8 de la tarde.




Las siete federaciones españolas de fútbol (II)

Aunque en el primer artículo de nuestra serie colocábamos a esta Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball como cronológicamente la tercera de las federaciones españolas, empezaremos el análisis con ella dado que no en vano fue precisamente la que nos hizo plantearnos toda esta serie.

En efecto en los últimos meses y con la más que inestimable ayuda de Luis Javier Bravo Mayor pudimos reconstruir muchos datos hasta el momento desconocidos de esta federación, cuya importancia en la historia del fútbol español está todavía por explicar. Hoy nos detendremos únicamente a defender que se trata de una federación española, según la definición que de tal concepto ofrecimos en el número anterior.

En primer lugar quizá sea conveniente hacer un análisis léxico del propio sintagma que da título a la federación, «Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball», y en concreto al adjetivo «madrileña». De hecho este puede parecer el principal escollo para nuestra tesis. ¿Por qué se llamaba «madrileña» si se trataba de una «española»?

El sintagma puede tener dos significados bien diferentes en función del que le demos al adjetivo «madrileña». O bien se trata de una federación que solo admite a clubes madrileños o bien es una federación de clubes cuyo origen geográfico está indeterminado sita en Madrid. Si se tratara de una federación actual nos hallaríamos sin duda ante el primero de los significados, en el que el adjetivo restringe el ámbito de la federación, con el que se pretende decir en definitiva que es madrileña y no española. Pero varios son los datos que nos permiten saber que en el caso de la Asociación Madrileña nos encontramos ante el segundo significado, en el que se da por supuesto que el ámbito geográfico al que se refiere es España.

El primer dato lo encontramos en los estatutos de la propia federación, en el mismísimo artículo primero: «se denominará Asociación Madrileña de Clubs de Foot-Ball y su objeto será fomentar la afiliación a este sport por cuantos medios estén á su alcance, como concursos, partidos extraordinarios, etc., y facilitar las relaciones entre los Clubs que lo practiquen, juzgando en definitiva las diligencias que pudieran surgir». Queda claro que no se restringen los clubes a aquellos domiciliados en la región madrileña.

Por otro lado no podemos dejar de lado algunas de las noticias publicadas respecto de la federación, tales como la siguiente:

Se está organizando la Federación de los Clubs de foot-ball de España, medida necesaria dada la importancia que este sport adquiere entre nosotros, y se habla de solicitar a S.M. una copa que se disputarán todos los años las sociedades que aspiren a obtener el campeonato de España […] (La Correspondencia de España, 3-11-1902).

¿Por qué pues llamarla «madrileña»? Creemos que la explicación debemos encontrarla en el hecho de que el día 12-11-1902, precisamente mientras se estaba organizando en Madrid la federación, se fundó en Barcelona la llamada «Asociación Clubs Foot-ball», en cuyo nombre no aparecía gentilicio alguno. ¿Cómo diferenciar pues a la madrileña de la barcelonesa? Pues precisamente añadiendo el adjetivo «madrileña» en el nombre de la asociación. Que nacía con la vocación de ser española lo sabemos por los estatutos y por la prensa, pero el hecho de que se adelantaran unas semanas en Barcelona a crear su propia asociación impedía que la que se iba a fundar en Madrid fuera la Asociación Española de Clubs de Foot-ball.

De hecho que Carlos Padrós quisiera fundar una federación española tiene más sentido que suponer que quisiera solo una restringida a Madrid. No olvidemos que esta federación era consecuencia directa del torneo que había organizado en mayo de 1902 convocado para equipos de toda España y que de hecho mientras fundaba la federación le solicitaba al Rey una copa para disputarla en el Campeonato de España. Carlos Padrós pensaba en organizar el fútbol español, no el fútbol madrileño.

Otra prueba de ello es la primera junta directiva de la federación, que presidida por el propio Padrós, tenía como vicepresidente a un ciudadano francés, François Hodans, y como secretario ni más ni menos que a un primo del rey, Francisco de Borbón. Desde luego que no era la junta directiva de una federación destinada a las cinco sociedades que había en Madrid, ya que entre otras cosas contaba con el apoyo directo de la familia real.

Aun con ser todo esto importante quizá la prueba definitiva venga por el hecho de que los países de Europa fundadores de la FIFA reconocían a la federación llamada madrileña como la representante del fútbol español.

En efecto en la reunión de la junta directiva de la federación celebrada el día 9-11-1903 se dio lectura a una carta remitida por la Unión de Sociedades Francesas de Deportes Atléticos firmada por el presidente de la sección de fútbol, Robert Guérin, que decía lo siguiente:

1. Las Federaciones abajo firmantes se reconocen mutuamente como las únicas Federaciones que han de regir al Sport Foot-Ball Asociación en sus países respectivos.

2. Está prohibido a todo miembro que pertenezca a una de las Federaciones adheridas tomar parte en campeonatos oficiales con Federaciones diferentes en una misma temporada.

3. Todo miembro expulsado en una de las Federaciones, lo es igualmente en las otras.

4. Los Círculos que no hubiesen denunciado una falta con cinco días por lo menos de anterioridad al match internacional organizado por una de las Federaciones adheridas o bajo sus auspicios, estarán obligados a pagar al Club organizador, bajo pena de suspensión de seis meses a lo menos, una indemnización equivalente al importe de los gastos ocasionados por el match (gastos de carteles, publicidad, etcétera), independientemente de una cantidad fijada en beneficio del club lesionado.

5. En el caso de que sobreviniere un litigio en los matchs internacionales organizados bajo los auspicios de una Federación adherida, los reglamentos de juego adoptados por la Federación internacional y los estatutos de la Federación en el país donde se ha celebrado el match, decidirán la cuestión.

Decía Guérin que ya se habían adherido las federaciones francesa, belga y suiza, y en la junta celebrada ese 9-11-1903 la federación llamada madrileña decidió igualmente adherirse. No eran sino las primeras gestiones para la fundación de una federación internacional de fútbol, y España fue el cuarto país en adherirse, precisamente a través de la «única federación que ha de regir el sport football asociación en sus país», por usar las palabras del propio Guérin.

Independientemente de que la federación llamada madrileña fuera a todos los efectos la federación española de fútbol no se podía obviar la dificultad objetiva que suponía que hubiera en España dos federaciones. Hecho que por cierto ocurriría en nuestro país hasta en dos ocasiones más, en 1912-13 y 1937-39. Y todo parece indicar que unificar ambas asociaciones fue uno de los principales empeños de Ceferino Rodríguez Avecilla, elegido presidente de la llamada madrileña el 4-1-1904.

La primera referencia la encontramos en Los Deportes del 28-2-1904:

[…] Se está trabajando para ir a la Unión o Federación de ambas Asociaciones de foot-ball de Madrid y de esta [Barcelona], con lo cual dicho está que más hemos de querer unir que fomentar disidencias.

Unos días después encontramos una referencia en el madrileño Arte y Sport (10-3-1904):

[…] Ha partido de los catalanes la idea de constituir la Federación Española de Clubs de Foot-ball, estando trabajando mucho en ese sentido el notable y distinguido profesor de armas Sr. Alesson.

Y continúa Los Deportes el 13-3-1904:

La directiva de la Asociación [de Clubs de Cataluña], reunida el pasado jueves […] entre otros asuntos varios, acordose en principio cooperar a la constitución de la Federación Española de Clubs de Foot-ball cuyos preliminares eran hasta hoy oficiosos, y unidos a la feliz solución del conflicto de Madrid, hace sea muy probable deje de ser un proyecto la reciprocidad entre todas las Asociaciones y Clubs de nuestra patria.

Las noticias continúan a la semana siguiente (20-3-1904), como respuesta al artículo citado de Arte y Sport, donde se da nota minuciosa de cómo surge el proyecto de la nueva federación española:

[…] Afirmamos: la idea de constituir la Federación Española de Clubs de Foot-ball partió del presidente de la Federación Madrileña Sr. Avecilla, expuesta en su carta particular al director de Los Deportes Sr. [Manuel L.] Linares; este consultó el caso con la redacción en pleno, que la constituyen con él Llunas y Escardó, pasó la idea a respetables personalidades de la junta de la Asociación de Clubs de Foot-ball de Barcelona y así germinó el proyecto que hoy va a dar su fruto.

Y finalmente el 27-3-1904, además de anunciar la aparición del nuevo periódico madrileño la Gaceta del Sport publicado por Avecilla, se afirma la buena nueva:

Durante la estancia en Madrid de los clubs que acuden a jugar el Campeonato de España se convocará la primera reunión de la Federación Española de Clubs de Foot-ball.

Ahora bien, como es bien sabido el Campeonato de España fue un desastre, y lo más probable es que ni siquiera llegara a haber reunión alguna de esa federación española. En todo caso ninguna noticia tenemos de lo pasó, ya que Los Deportes no dio ni un solo párrafo de lo ocurrido en Madrid durante el torneo. ¿Por qué este silencio absoluto sobre un tema que venían siguiendo ininterrumpidamente desde hacía varios números?

Pero el silencio también llegó a los medios madrileños, donde ni siquiera Avecilla publicó su opinión de lo ocurrido durante el Campeonato y su idea de unir las dos federaciones, a la que por otro lado no hizo ninguna referencia desde sus crónicas del Diario Universal. ¿Por qué?

En nuestro estudio sobre el Campeonato de España planteamos la hipótesis de que hubo un boicot directo de Carlos Padrós con ayuda del Athletic Club al campeonato organizado por Avecilla. ¿Era el motivo precisamente la creación de una federación española ajena a Padrós, que supondría eliminar a Padrós del plano internacional ya que habría sido el nuevo presidente, presumiblemente Avecilla, quien habría estado presente en la fundación de la FIFA?




Las siete federaciones españolas de fútbol (I)

En el número 22 de los Cuadernos de Fútbol en un artículo firmado por el CIHEFE se publicó una lista minuciosa y a lo que sé impecable de los presidentes de las federaciones españolas de fútbol. Se decía precisamente en el texto que le acompañaba que llamaba la atención como ni siquiera todas las fuentes se ponían de acuerdo no ya en los presidentes y sus fechas, sino más allá, ni siquiera en cuántas ni cuáles federaciones de fútbol había habido en España.

Nosotros defendíamos cuatro, de acuerdo con lo que podríamos llamar historiografía tradicional: la FECF (1909-13), la UECF (1912-13), la RFEF (1913-) y la RFEF (1937-39). En efecto no dábamos ningún dato nuevo que no pudiera encontrarse fácilmente por ejemplo en los libros de Vicente Martínez Calatrava, pero en ese momento nos pareció oportuno dejar sentado con toda claridad que con independencia de su más o menos larga existencia las cuatro eran federaciones españolas de fútbol. Y tal porque por razones precisamente de carácter historiográfico, de quien escribió las historias, muchas veces se despreciaba a la UECF con apelativos tales como «disidentes» y negándoles incluso su verdadero carácter de federación.

Ahora bien, releyendo ese artículo me viene a la cabeza la famosa cita de san Agustín respecto del tiempo: «Si no me preguntas lo que es, sé lo que es, pero como me lo preguntes ya no lo sé» (Quid ergo est tempus? Si nemo ex me quaerat, scio; Si quaerente explicare velim, necio). En efecto el redactor de aquel artículo parte necesariamente de un concepto supuestamente pre-definido de «federación española de fútbol» y entiende que los cuatro ejemplares antedichos presentan todas las características del concepto. Al modo en que al contemplar cuatro figuras geométricas dadas reconocemos que son triángulos solo si tenemos previamente un concepto claro y distinto de triángulo y constatamos que las figuras dadas cumplen con las características predefinidas.

En ese artículo se daba por supuesto el concepto de «federación española de fútbol» (en adelante FEF), lo que ya al propio autor le provocó problemas que prefirió obviar al citar a la Federación Gimnástica Española y negarle en carácter de FEF ¿Cuáles fueron sus criterios? Puedo afirmar que ninguno, pues quien redactó aquel texto fui yo mismo.

Al escribir ahora este nuevo artículo, que en alguna medida es segunda parte de aquel, no parece ocioso el preguntar por qué en aquel momento no entendí necesario definir el concepto de FEF. La respuesta he de encontrarla en que los cuatro ejemplares de federación que allí enumeré eran de forma palmaria FEF y por lo tanto no era imprescindible un análisis pormenorizado. El único problema lo presentaba la FGE y lo solventé, lo creí solventar, de forma rápida y poco cuidadosa.

He aquí que el problema se me presenta realmente al estudiar las federaciones supuestamente regionales anteriores a la reconocida como primera FEF en 1909, y en concreto la Asociación de Clubs de Football con sede en Barcelona (1902-1907) y la Asociación Madrileña de Clubs de Football (1902-1904). Ambas han sido reconocidas siempre por la historiografía como federaciones regionales, pero nosotros vamos a defender que ambas fueron federaciones españolas de fútbol. Puesto que este planteamiento supone una novedad nos hemos visto obligados a hacer lo que ya debimos haber hecho en la anterior ocasión: definir el concepto de FEF, constatando por cierto que ningún motivo hay para dejar fuera como en aquella ocasión hicimos a la FGE. En consecuencia defendemos que en España ha habido siete FEF.

Una FEF es una asociación formada por otras asociaciones, cuyo objeto social es el de organizar con carácter exclusivo la práctica del fútbol en España y que actúa de acuerdo con su objeto social:

  1. Debe tratarse de una asociación constituida de acuerdo con el ordenamiento jurídico vigente. A estos efectos nos remitimos a nuestro artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico» (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2011/02/2170/).
  2. Las sociedades formantes pueden ser clubes o federaciones de ámbito territorial inferior en las que están inscritos los clubs (federación de federaciones de ámbito territorial inferior o federación de clubs). La relación entre federaciones será en todo caso jerárquica, se trate por delegación ascendente (de la inferior a la superior) o descendente (de la superior a la inferior).
  3. El objeto social deben ser organizar el fútbol de toda España. De tal modo la coexistencia de dos es necesariamente polémica en la medida en que mutuamente se impiden la realización del fin social.
  4. Cabe exigir la realización objetiva de su voluntad definida en el objeto social: se exige el reconocimiento de terceros, y en caso de coexistencia el reconocimiento de la federación en conflicto.

Toda FEF debe cumplir obligatoriamente estos cuatro requisitos, si bien el 2 y 3 tres no son excluyentes: también pueden aceptarse miembros individuales (FGE) y el objeto social puede compartirse con otros (organizar otros deportes: todos la FGE y fútbol-sala y similares la RFEF actual).

Por supuesto podemos hacer una abstracción mayor y definir el concepto de «federación deportiva», que sería una sociedad que tendría por objeto organizar la práctica de un deporte determinado (fútbol, tenis, atletismo, etc.) en un ámbito geográfico determinado (España, Sevilla, Andalucía, etc.).

Entendemos en consecuencia que puesto que una FEF es una sociedad esta tiene como elemento constitucional la voluntad de las partes, la voluntad que concretamente hemos definido. Ningún problema tenemos pues en reconocer la posible coexistencia de dos o más asociaciones con el mismo fin, por más que la mera coexistencia demuestre el fracaso de las que existen. Cabría establecerse la comparación con la idea de imperio, que por más que se constitutivamente universal, siempre coexiste con otros (Darío y Alejandro, EE.UU y la URSS).

Dejamos sentado lo anterior a los efectos de oponernos a la concepción de la IFFHS que prescinde del elemento subjetivo y solo reconoce una «federación» cuando esta es única en el país, cuando ha conseguido realizar su objetivo social. Nos oponemos por razones no solo conceptuales (tendríamos también que prescindir de la idea de imperio) sino por razones fundamentalmente históricas: en España han coexistido en varios momentos dos federaciones objetivamente reconocidas mutuamente y hasta por la FIFA: así en 1913 y 1938.

La posición de la IFFHS llega al extremo cuando entiende que debe elegir entre las dos federaciones y decidir cuál es la buena y cuál es la mala, y con base en su «decisión» reconocer oficialidad a unos torneos sí y a otros no. Volveremos en los próximos meses no obstante sobre el asunto de la «oficialidad», pues es menester también el de definir el tal concepto.

Definido pues el concepto de FEF se hace necesario presentar unas líneas sobre las 7 FEF que ha habido en España, y en particular sobre las tres primeras, las que hasta la publicación de este artículo jamás han sido consideradas y que merecen en nuestra opinión y según los criterios definidos aparecer como tales en los anales de la historia. Pero eso lo haremos en el próximo artículo.




Dos reuniones de historiadores del fútbol: Historia contra memoria histórica

La primera edición de nuestro Foro Félix Martialay tuvo como uno de sus temas la memoria histórica, concepto que fue brillantemente expuesto por José Manuel Rodríguez Pardo y recogido en su artículo http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2010/10/futbol-y-memoria-historica-2/.

Traigo a colación la oposición entre la Historia y la memoria histórica con motivo de glosar brevemente dos reuniones de historiadores del fútbol que tuvieron lugar hace algo menos de quince años. Hace unas semanas Javier Bravo halló un documento referido al titulado I Congreso de Historiadores del Fútbol, celebrado en Ferrol los días 1 y 2 de diciembre del año 2000. Organizado por el Círculo Racinguista, fue impulsado por Carlos Castro Pinhão, autor entre otros de dos magníficos anuarios del fútbol gallego.

De aquella reunión contamos con la nota de prensa publicada en La Voz de Galicia (http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2000/11/30/313509.shtml) y, puesto que Bernardo Salazar dio una conferencia que tituló «As mentiras do futbol» también salió reseña en el As. Pero más aún, aunque por razones logísticas ningún miembro del CIHEFE estuvo presente, los organizadores tuvieron a bien enviarnos el manifiesto que hicieron público como conclusión de la reunión, que para general conocimiento publicamos ahora junto con la carta enviada a los organizadores por la Fundación Zerumuga.

Dicho lo cual, el recordar la oposición entre Historia y memoria histórica venía al caso porque ese encuentro de Ferrol (del que conservamos al menos las pruebas y documentos citados) tuvo su origen en una reunión organizada en Madrid por el propio Carlos Castro en la que se discutieron todo tipo de asuntos sobre la historia y en la que principalmente tuvimos la oportunidad de conocernos personalmente muchos que hasta entonces solo nos conocíamos por carta o teléfono. Yo personalmente conocí aquel día a José Ignacio Corcuera y al presidente José del Olmo, a quien le tiré una coca cola encima al extenderle la mano para saludarlo. Empezamos bien.

El caso es que frente a la reunión de Ferrol, plenamente documentada, de la madrileña nadie conserva ningún dato concreto, por lo que para reconstruirla nos hemos visto obligados a tirar de la memoria histórica de los presentes. ¿Cómo no llegar a un acuerdo en el recuerdo de algo ocurrido hace menos de 15 años y precisamente entre historiadores acostumbrados a ejercitar la memoria?

Recuerda el primero: fue el mismo año que lo de Ferrol, en primavera.

Afirma el segundo: recuerdo que hacía frío porque dejamos todos los abrigos apartados. Fue en el año 2000.

Sostiene el tercero: hacía muy buen día, íbamos en manga corta. Y recuerdo bien que Víctor estaba en el último año de instituto (1999).

Termina el cuarto: fue necesariamente en el año 2001 porque se hizo después de lo de Ferrol.

Por pudor omito los nombres de los cuatro memoriólogos expertos, uno de los cuales por cierto soy yo mismo. Pero todos ellos se enfrentan además con el recuerdo que de esa reunión aparece en un artículo sobre la historia del CIHEFE publicado en los Cuadernos de Fútbol, que coloca la reunión al principio de verano del año 2000: http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/02/historia-del-cihefe-iiiel-despacho-de-la-calle-general-orgaz/

Intentando sacar algo en claro, y corrigiendo lo expuesto en aquel artículo, me atrevería a decir que la reunión debió de ser en 1999 y que quizá fue en marzo. Ambas conclusiones, absolutamente sujetas a rectificación, las saco porque quien las afirmó da detalles externos que le dan mayor verosimilitud al recuerdo: los abrigos y mi instituto. Por lo demás, parece que sí hay consenso en que se celebró un sábado, que fue en la cafetería El Parterre, en la calle de Alberto Bosch y que estuvimos presentes los siguientes:

  1. Luis Javier Bravo Mayor
  2. Carlos Castro Pinhão
  3. José Ignacio Corcuera Lizaso
  4. Pedro Luis Ferrer
  5. Juan Manuel Julián
  6. Ángel Lebaniegos Sánchez
  7. Félix Martialay Martín-Sánchez
  8. Víctor Martínez Patón
  9. José María del Olmo Rodríguez
  10. Bernardo Salazar Acha
  11. José Vicente Tejedor Carnicero
  12. Jorge Valverde Alonso

Terminado el disparate de nuestra memoria histórica y constatado con un ejemplo práctico la confianza con que pueden tomarse sus conclusiones, termino el artículo con la seriedad que confieren los documentos, los relativos a la reunión de Ferrol.

I ENCUENTRO DE HISTORIADORES DEL FÚTBOL

Para una asociación modesta y de corta vida como el Círculo Racinguista resulta un motivo de orgullo poder contribuir, con la organización de este I Encuentro de Historiadores de Fútbol de la península ibérica, a sentar las bases de una Cultura de Fútbol que sitúe la defensa del patrimonio histórico de este deporte en el lugar que se merece. El Círculo Racinguista agradece muy sinceramente la presencia en este evento de Jorge Valverde, Júlio Soares, Ángel Lebaniegos, Daniel Horcajada, Antón Ferreiro, Manuel Julián, Fernando Gallego, Miguel Domínguez Vaz y de Bernardo de Salazar, a quien consideramos una autoridad en este ámbito que nos une. Y, cómo no, a José Ginés, Jorge Leira y a nuestros compañeros Carlos Castro, Francisco Rodríguez y Alfredo Fernández. Ojalá que estas jornadas fuesen provechosas para todos y que vuestra estancia en nuestra ciudad haya sido muy grata.

Por último, el agradecimiento para el Ayuntamiento de Ferrol en las figuras de su Alcalde, Ilmo. Sr. D. Xaime Bello, y del responsable de Deportes, D. Fernando Blanco, por el apoyo incondicional que han mostrado para que esta reunión tuviese lugar.


MANIFIESTO DE FERROL POR LA DEFENSA DEL PATRIMONIO HISTÓRICO DEL FÚTBOL

El fútbol, deporte con casi siglo y medio de historia, ingresa en el tercer milenio como una de las manifestaciones más seguidas del mundo. La trascendencia social que ha cobrado lo convierte en uno de los productos, vinculados a la cultura del ocio, más importantes en los últimos cincuenta años. Tal es su dimensión que distintas actividades han implicado sus intereses en este juego.

La historia del fútbol es tan vieja como la del propio deporte y muestra de ello son las publicaciones y literatura que han corrido durante este tiempo. Éstas no han estado, siempre, gobernadas por el rigor necesario, bien porque la voluntad para la conservación de los datos fuera menor, ya por las dificultades para su recogida, quizá porque la perspectiva de uso de los mismos fuese diferente, incluso por la desidia de los que debieran tomarlos y guardarlos. En cualquier caso, la cultura del fútbol ha venido marcada por diferentes matices en cada país, y ha manifestado su diversidad de acuerdo a varios modelos de trabajo y expresión.

La península ibérica es una de las áreas en las que la importancia de la historia ha ocupado un plano secundario. La dejadez de clubes e instituciones ha ido aparejada a la frecuente inexactitud de informaciones aparecidas en los medios de comunicación y, unido a ello, la publicación de trabajos, fundamentalmente memorísticos, llenos de lagunas por el alejamiento de sus autores de los documentos oficiales y de las visitas a hemerotecas para el contraste correcto y paciente de las fuentes secundarias.

La nueva eclosión del fútbol, la necesidad de que se genere información sobre el mismo día a día, los movimientos económicos que lo han penetrado, entre otros, ha modificado ciertas conductas provocando la aparición de historias mal documentadas y oportunistas, y un comercio de datos que pretenden mostrar una realidad que es más incierta que veraz.

Ante la necesidad de defender el pasado y el presente, distintas personas dedicadas a la historia del fútbol, quieren sensibilizar a todos los implicados en nuestro deporte para la preservación de su patrimonio, haciendo estas breves y básicas recomendaciones:

– Que todo club constituido, y dependiente de una federación, esté obligado a presentar una memoria, o anuario, al final de cada temporada, sobre los hechos deportivos acaecidos en la misma (copia correspondiente a cada entidad de las actas de los partidos, comunicación de resoluciones de comités en las que estén afectados, u otras oficiales de cualquier entidad e índole, inexcusablemente, y en todo caso, cuando se trate de públicas).

– Que las federaciones, tanto nacional como territorial, destinen, en sus partidas, ayudas específicas a los clubes dependientes de las mismas para que, desde las bases, se conserve su patrimonio cumplimentando, así, el punto anterior.

– Que la LFP obligue a todos los clubes que militan en las categorías profesionales, a crear museos y espacios para la conservación y el desarrollo de la historia de los mismos.

– Que las federaciones nacionales que no lo posean, creen un servicio de historia documentación, con ramificaciones en las territoriales, que sirva de pilar para la constitución de asociaciones de historiadores, y que sus integrantes tengan un documento acreditativo con el que puedan acceder a los documentos que necesiten para sus trabajos.

– Que todas estas entidades cuenten con personas cualificadas para realizar estas labores porque la preservación del material que poseen pertenece, a parte de a ellos, a la sociedad a la que pertenecen.

Igualmente, y a modo de método de conservación, al menos, para clubes de LFP:

– Microfilmado preliminar, como medida de conservación y seguridad, de las actas de los clubes, y documentos históricos.

– Restauración, documento a documento, en laboratorio especial.

– Acondicionamiento en carpetas de cartón no ácido y depósito en armarios con estantes horizontales.

– Clasificación y ordenación de los documentos de acuerdo a criterios biblioteconomísticos.

– Depósito en Base de datos de descripción.

– Scanerización de las imágenes de los documentos a partir de microfilm para su archivo en disco óptico.

– Gestión integrada de los sistemas de archivo, para permitir un rápido acceso a la descripción de los documentos y a su visualización a partir del disco óptico.

En Ferrol, a 2 de Diciembre de 2000

Firman:
Daniel Hocajada i Badía
Jorge Manuel Deza Rey
Bernardo de Salazar y Acha
Júlio Horácio Oliveira Soares
Alfredo Fernández Martínez
Francisco José Rodríguez Freire
José Jesús Ginés Vázquez
Carlos Castro Pinhão
Fernando Gallego Arzuaga
Jorge Manuel Leira Antón
Jorge Valverde Alonso
Antón Ferreiro García

FUNDACIÓN ZERUMUGA

En primer lugar, queremos mostrar nuestro apoyo al Manifiesto de Ferrol por la defensa del Patrimonio Histórico del Fútbol. Además de excusarnos por no participar en estas interesantes jornadas, tan afines a nuestros sentimientos, sí queremos aportar algunas ideas o reflexiones que, esperamos, tengan eco en este Encuentro.

Tomando al pie de la letra «patrimonio histórico del fútbol», aunque pueda parecer mentira, nadie se ha comprometido nunca, en este país, a difundir, haciendo un seguimiento riguroso, una historia de fútbol, es más, nadie se ha preocupado jamás en crear una cultura del fútbol que enganche a la gente.

Aquí todos tienen culpa, desde los grandes medios de comunicación, que a pesar de manejar suntuosos presupuestos, nunca se han comprometido con el rigor que un comunicador debe dar a un deporte de masas, a la administración, que jamás se ha preocupado de documentar la historia del fútbol, en un país en el que el número de seguidores va en aumento, por no hablar de los jóvenes que practican este deporte, sin más conocimientos que los técnicos.

Esa falta de historia, hace que seamos cada vez más pobres culturalmente y, además, nos convierte sólo en hinchas, no en seguidores de nuestros equipos.

Nunca hemos visto reclamar a la Federación, el derecho a contar la historia del fútbol, pero sí hemos visto picotear en diferentes proyectos sin continuidad, faltos de rigor, aburridos y sin suficiente valor histórico.

Quizás, y sólo a través de algunos clubes, se puede vislumbrar algo de la historia del fútbol, pero claro, con el punto de vista de sus colores. No es una crítica, pues gracias a algunos libros que realizan clubes, con motivo de sus aniversarios, podemos ir hacia atrás y medio comprender cómo hemos llegado hasta aquí.

No quisiéramos que, con lo escrito anteriormente, se menospreciara a aquellas publicaciones, que han editado, o editan, puntualmente sus trabajos de fútbol. Podríamos incluso poner muchos ejemplos interesantísimos.

Otro aspecto que reprendemos es la difusión de los libros de fútbol, ¿es qué hace pertenecer a un grupo mediático, con mucho poder editorial, para difundir aquellas publicaciones de fútbol de indiscutible interés? Por lo visto sí, ya que en los últimos tiempos, hemos observado como se publican biografías, ensayos, literatura de fútbol más o menos interesantes, pero apoyadas sólo si el autor o autores pertenecen a importantes medios de comunicación, o si el supuesto autor es un personaje relevante.

Esa falta de difusión que rodea las publicaciones MODESTAS, es lo que con este escrito queremos denunciar, sabemos por nuestra experiencia que existen en este país muchas personas dispuestas a trabajar en este campo histórico olvidado por los «grandes comunicadores». Sabemos que existe una falta de apoyo para incentivar estos trabajos, pero también sabemos que no queremos sólo quejarnos, sino que estamos dispuestos a subsanar este período de ignorancia y por ello creemos que debemos unirnos los que de alguna manera ya nos conocemos y hacer un llamamiento a todas aquellas personas anónimas apasionadas como nosotros en poner al descubierto esta historia del fútbol y avanzar, en el futuro, hacia un profundo conocimiento que nos represente a todos.

Sin más tiempo que perder, en los últimos días del año 2000, y a pocos de empezar el nuevo siglo, tenemos que trabajar y dar forma a nuestro Rothmans 2000-20001, sólo recogiendo todo lo acontecido en las diferentes categorías, de forma clara y amena, lograremos salir de este ocultismo en que vivimos los que amamos el fútbol. Para ello hemos de crear grupos de trabajo y entregarnos, de forma rigurosa a contar, dato a dato, lo acontecido esta temporada. Si logramos hacerlo, será el primer rayo de luz de un gran proyecto, puede que muchos años no veamos en los estantes de nuestras librerías lo que podamos ver en la más modesta librería inglesa, tal vez no logremos, en mucho tiempo, dar la calidad que merecen estas publicaciones, pero sólo trabajando, conseguiremos cambiar las cosas.




Arbitró Cojamonte

Supongo que hace ya algo más de dos años. Ocurrió en medio del espléndido trabajo que estaba haciendo Javier Bravo para localizar e identificar a todos los árbitros que han pitado algún partido de primera división o de la Copa. Por cierto, que le llevó meses, pero lo terminó con mucho éxito. El caso es que un buen día se encontró con el Sr. Cojamonte, árbitro de la temporada 1947-48.

Javier tenía acceso a las listas de todos los árbitros colegiados, y después de leer con detenimiento no solo la de ese año sino también las de años anteriores y posteriores, Javier desistió: no encontraba al Sr. Cojamonte. Y así me lo hizo saber en nuestra reunión semanal, así que aprovechamos para investigar lo que en ese momento estaba en nuestras manos sobre el dicho Sr. Cojamonte.

Lo primero que hicimos fue localizar los encuentros que había pitado, y resultó que solo había sido uno, entre el Igualada y el Sans el día 28 de octubre de 1947. Así aparecía en nuestros datos de la Copa. Así que tiramos de El Mundo Deportivo, a ver qué podíamos encontrar sobre Cojamonte.

Y la primera sorpresa que nos llevamos es que el partido del Igualada de esa fecha lo ha pitado un tal Álvarez, por lo que en principio podíamos dar por cerrado el asunto. ¡A saber de dónde había salido lo de Cojamonte! Pero rápidamente nos dimos cuenta de que el rival del Igualada no es el Sans sino el España Industrial. ¿Tenemos mal la fecha o mal el rival?

Comprobamos, y el resto de partidos de Copa de esa eliminatoria se juegan el 28 de diciembre, así que rápidamente nos dimos cuenta de que había sido simplemente un error de tecleo. Pero claro, un error al fin y al cabo. Buscamos pues el 28 de diciembre y en efecto ese día habían jugado el Igualada y el Sans. ¿Encontraremos algo sobre Cojamonte?

Encontramos la crónica publicada tres días después, y cuando leímos no había duda: «arbitró, a tono con el partido, Cojamonte». Así que todo el camino nos había servido solo para corregir la fecha, lo que en realidad tampoco no era poco. Pero Cojamonte seguiría como enigma.

A todo esto, con la crónica en la pantalla, dijo Javier: «espera, espera, amplíalo más». Y leemos entero: «Arbitró, a tono con el partido, Cojamonte, rias, del colegio aragonés». «¿Cojamonte, rias? ¿De qué va esto? A ver, amplíalo más aún».

Y al tener casi solo esa frase en la pantalla fuimos viendo cómo «Cojamonte» se fue convirtiendo en «flojamente», para nuestra risa abundante, mitad desesperación y mitad resignación. La realidad es que había pitado «flojamente, [T]rias, del colegio aragonés».

Como muy bien dice muchas veces nuestro buen amigo José Ignacio Corcuera, el problema que tenemos los historiadores del fútbol es que no tenemos un archivo de Simancas, y que nuestras fuentes de investigación son sumamente limitadas. Y eso por más que ahora con el Internet hayamos multiplicado nuestro acceso a prensa antigua y a otras fuentes de información.

Pero la duda es y debe ser permanente. ¿Cuántos Cojamontes tenemos en nuestros datos? ¿Cuántos en nuestros libros y artículos? ¿Cuántos en nuestras bases de datos?

Casi que prefiero no pensarlo, pero yo por lo pronto lo tengo claro: arbitró Cojamonte.