El primer centenario de Félix Martialay

No es fácil que pase un día en que no me venga a la memoria una frase de don Félix, un recuerdo, una anécdota. Y aunque siempre tengo muy presente la máxima aristotélica de que aun siendo amigo de Platón, hay que serlo más de la verdad, no escondo la dificultad que entraña la pretensión de escribir unas líneas objetivas sobre alguien que tanto ha influido en mi personalidad y mi pensamiento.

Conocí a Martialay en el mes de agosto de 1996, cuando todavía no había cumplido siquiera los quince años. Y aunque han pasado casi ya treinta años recuerdo muy bien todas las circunstancias del encuentro casual en la antigua sede de la Real Federación Española de Fútbol de la calle Alberto Bosch: la compañía de Antonio Campoy y Ángel Lebaniegos, cómo me llamó “niño” (“te llamo niño porque eres un niño, igual que tú debes llamarme a mí viejo porque soy un viejo”) y cómo me regaló su último libro, la Implantación del profesionalismo y el nacimiento de la liga.

La sucesión de momentos importantes de mi vida en los que estuvo Martialay aburriría a cualquier lector, pero sí quiero dejar recuerdo de algunos viajes juntos siempre por cosas de fútbol, de innumerables comidas y algunas cañas, de cientos de horas en la hemeroteca en la que él mismo consiguió que me dejaran entrar antes de cumplir la mayoría de edad.

Desde 1996 hasta pocos días antes de su fallecimiento en 2009 la compañía y el magisterio de Martialay fueron constantes. Las citas en persona las establecimos semanales (ya en la RFEF, ya en la hemeroteca, ya en su oficina o incluso en su casa), pero las llamadas y correos electrónicos eran casi diarios. Cualquier hallazgo, cualquier avance en los trabajos era motivo de conversación, una buena razón para hablar durante unos minutos. Aunque probablemente no sea muy ajustado el llamarlos conversación, porque siempre había un maestro que hablaba y un discípulo que escuchaba y aprendía.

Pero mi experiencia personal resulta irrelevante salvo para mí, por lo que al margen de estas pocas líneas introductorias me gustaría centrar este texto en plasmar algunas líneas que permitan una primerísima aproximación a la obra de Félix Martialay. Pues en esa obra, la mayor parte inédita a su fallecimiento, aparece la verdad del autor, en ocasiones entremezclada con la verdad del personaje. Pues la misma extensión de la obra ya marca necesariamente diversos rasgos del personaje.

Para que se hagan a la idea, aquí tienen unas cifras limitadas a su actividad en torno al fútbol: 33 tomos de historia de la selección española, 9 tomos de la historia del fútbol en la guerra, 5 tomos de artículos periodísticos y un volumen que resume el fútbol en el franquismo. Hablo siempre de su obra inédita, claro. Si trascendemos a la literatura añadimos 18 volúmenes, a los que tenemos que sumar cuatro monografías sobre cine.

Empezando por el final, la recopilación de la crítica cinematográfica de Martialay está pendiente. Aunque en 1991 abandonó el Círculo de Escritores Cinematográficos y con él toda actividad pública en torno al cine, lo cierto es que continuó escribiendo crítica cinematográfica hasta pocos meses antes de su fallecimiento, con el pseudónimo de Tomavistas. Dado que la historia del cine español no puede entenderse sin la figura y la crítica de Martialay, no tengo duda de que tarde o temprano habrá quien emprenda la labor de buscar y publicar toda su obra en este ámbito. Las primeras críticas, las de más difícil identificación, se encuentran todas en el archivo Martialay, por lo que aspirar a publicar la integridad de esta parte de su obra no es tarea imposible aunque quizá sí sea más propia de un equipo de investigadores que de un solo empeñado voluntario.

De entre las cuatro monografías editadas tras su fallecimiento es necesario destacar la titulada Gramática de un lenguaje, escrita por Martialay durante su encarcelamiento en el castillo de Montjuich en el mes de agosto de 1959. No es su presidio un episodio desconocido en la biografía de Martialay, pero sí desde luego sorprendente para quien maneja categorías socio-políticas y psicológicas estrechas.

Cómo puede ser que un militar que mostró tanta afección franquista a través de las páginas de El Alcázar y La Nación hubiera sido detenido y encarcelado por el régimen. La explicación no presenta dificultad alguna para alguien que como Martialay no tenía impedimento en diferenciar la anécdota, por difícil que fuera, de la categoría. Y no solo eso, sino que él se mostraba psicológicamente orgulloso de tal presidio porque había sido por un delito de opinión, lo que le permitía justificar su carácter indómito tanto durante la autocracia, criticando aquello que entendía que debía criticar, como durante democracia mostrando reconocimiento por la obra política de Franco en momentos en que defenderlo suponía casi la muerte civil.

Regresando al fútbol, Martialay escribió su primera crónica en Soria el 30 de marzo de 1941, con quince años. Esta es al menos la primera que se conserva en el archivo Martialay. Y aunque de forma paralela al cine, y siempre paralelas ambas a su profesión militar, el fútbol le acompañó toda la vida. Como jugador, como aficionado, como cronista ocasional, como narrador de historias pasadas, y finalmente como historiador. Estas dos últimas facetas pueden fácilmente distinguirse en la trayectoria de Martialay.

Primera crónica de Félix Martialay.

Su interés por la narración histórica fue muy temprano. Ya en 1957 empezó la publicación de una colección titulada La furia española, con nueve tomitos en los que pretendía aproximar a los más jóvenes las gestas pretéritas de nuestra Selección, empezando naturalmente por Amberes. En 1960 adaptó esos mismos textos para niños en la revista 3 amigos, y en 1966 cambió el lector con una colección de veinticinco reportajes publicados en numerosos periódicos nacionales bajo el título de Los diablos rojos. El éxito de estos textos motivó que Martialay escribiera una segunda serie y hasta una tercera, todas ellas publicadas en 1966.

Estos reportajes llegaron a manos del editor Fermín Uriarte, quien encargó a Martialay la gran historia de la selección española, prevista en cuatro tomos. Hablamos de 1968, con una Selección que contaba menos de cincuenta años de historia. Martialay terminó la obra y hasta la vio maquetada, pero renunció a su publicación cuando la editorial despidió a Fermín Uriarte: “este proyecto es de Fermín Uriarte, si se va él, me voy yo”.

En el prólogo de esos cuatro tomos dejó don Félix unas palabras que empiezan a mostrar la transición entre el contador de historias y el historiador. Dice así: “Pienso que al publicar este libro me he metido en una trampa, pues al poner la palabra ‘fin’ -ahora me doy cuenta-, no he hecho más que empezar”. En efecto, a partir de ese momento empezó a completar todas esas páginas y a añadir las temporadas nuevas, si bien todo ese ingente material quedó escondido en las estanterías particulares de Martialay, sin que fuera posible que ninguna editorial pudiera asumir la publicación de lo que terminarían siendo treinta y tres tomos de historia de la Selección (con fin en 1985).

Casi treinta años pasaron hasta que Martialay publicara su primer libro como historiador, el ya citado Implantación del profesionalismo y nacimiento de la liga, de 1996. Sus labores cinematográficas, radicalmente cortadas en 1991, le habían impedido concluir un estudio completo de historia del fútbol que tuviera un objeto concreto y que fuera por lo tanto de posible publicación. La RFEF fue quien lo publicó, con el entusiasmo del presidente Villar que le pidió que siguiera escribiendo.

Portada del que, probablemente, merezca ser considerado como el primer libro de historia del deporte en España.

En esta obra la narración histórica, a la forma de los viejos cantares de gesta, deja su espacio al estudio documental, al contraste de fuentes primarias y secundarias, a la reproducción literal de los elementos de juicio, y al relato comprensivo de todo ello. En una palabra, deja su sitio a la Historia. Por ello creo que no es exagerado decir que esa obra es la primera de historia del fútbol y de historia del deporte que se ha escrito en España.

En el año 2000 publicó también en la RFEF su obra ¡Amberes! Allí nació la furia española, y tras esta empezó la dedicación del que sería su último empeño: estudiar el fútbol durante la guerra. Su propósito inicial era sencillo, pues constataba que todas las historias publicadas hasta la fecha (todas ellas, cantares de gesta) solventaban el periodo bélico con una línea, a veces con un párrafo, si había suerte con un folio.

Todas decían lo mismo: el fútbol se detuvo entre 1936 y 1939 con motivo de la guerra. Martialay sabía que aquello era simplemente falso, y su propósito inicial no era otro que el de desvelar una historia que estaba siendo ocultada por simple desidia de quienes se dedicaban a cantar gestas y no a hacer Historia. Pero pronto ese interés primero sucumbió a uno segundo que se mostró mucho más potente: la posibilidad de explicar la guerra de España a través del fútbol.

Nos hallábamos en años en los que el sintagma “memoria histórica” comenzó a ser relevante y en los que resultó que la Historia alcanzó un interés político de primer nivel. Una Historia planteada desde unas determinadas coordenadas ideológicas para las que no resulta tan relevante el hecho histórico como su interpretación, hasta el punto de que la interpretación puede construir el hecho mismo. Es decir, tergiversarlo y si es necesario, inventarlo.

Estos planteamientos eran radicalmente contrarios a la concepción de la Historia de Martialay, que no solo aceptaba sino que aplaudía la libre interpretación del hecho histórico, pero que no podía tolerar en absoluto la manipulación del hecho. La mentira era inaceptable para Martialay, y la combatía con toda la intensidad que él podía.

Y eso es precisamente su obra El fútbol en la guerra, un texto histórico combativo contra la mentira permanentemente desperdigada por políticos e historiadores ideologizados. La obra estaba concebida en catorce tomos, pero solo pudo terminar nueve. No obstante, al concluir el correspondiente a la federación catalana recuerdo que don Félix me dijo que intentaría terminarlos todos, pero que lo más importante ya estaba hecho.

Y esta fue la que podemos designar como segunda transición en la obra futbolística de Martialay: pasó de narrador de historias a historiador del fútbol, para terminar haciendo historia político-militar a través del fútbol.

Cuando falleció Martialay en 2009, José Ignacio Corcuera habló en los Cuadernos de las tres vidas de Félix. Se refería a la vida militar, a la cinematográfica y a la del fútbol. Y precisaba con razón que en las tres había tenido una trayectoria brillante. Las líneas que preceden no son más que un pequeño, pequeñísimo, esbozo de algunas cuestiones fundamentales en la obra de Martialay. Pero no cabe duda de que el texto sobre su vida y obra está todavía por escribirse.

Porque una personalidad y una obra como la de Martialay no pueden quedar en el olvido. Por eso este centenario es una magnífica ocasión para recordarle, añadiendo la precisión de que es solo el primer centenario, porque sin duda habrá un segundo y un tercero en los que nuestros descendientes seguirán honrando la figura de quien así lo merece.

Por nuestra parte, el próximo 6 de octubre le rendiremos homenaje en este primer centenario en el Centro Riojano de Madrid con la presencia de Eduardo Torres-Dulce, el exfiscal general del Estado que hablará sobre la vida cinematográfica de Martialay; con Manuel Ruiz de Bucesta, presidente del Instituto de Estudios Históricos Bances y Valdés que hablará sobre su vida militar; y con nuestros académicos numerarios José Ignacio Corcuera y José del Olmo que hablarán sobre el Martialay del fútbol. Quedan todos invitados.




Los estatutos de la Unión Española de Clubs de Foot-ball

Con motivo de la declaración de oficialidad que la junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol (25 de marzo de 2023) ha llevado a cabo respecto del Concurso España de 1912 ganado por el Deportivo de La Coruña, ha vuelto a surgir el recuerdo de la primera división federativa del fútbol español, la protagonizada por la Federación Española de Clubs de Foot-ball y la Unión Española de Clubs de Foot-ball.

Ya hemos señalado en ocasiones anteriores cómo la Historia ha sido profundamente injusta con la Unión de Clubs, y está pendiente de escribirse una completa exégesis de todas las actividades que llevaron a cabo aquellos entusiastas en el poco tiempo que duró su vida federativa. En realidad, falta una monografía que narre con detalle los años que median entre la federación de 1909 y la definitiva de 1913.

Ya hace años (Cuadernos de Fútbol n.º 33) publiqué junto con Javier Bravo los estatutos de la Federación Madrileña de Clubs de Football, y ahora es momento de recuperar íntegros los estatutos de la Unión Española de Clubs de Football, que extraemos de El Mundo Deportivo de 2 de enero de 1913.

Objeto de la Unión

            Art. 1º. La Unión Española de Clubs de Foot-ball tiene por objeto:

  1. Fomentar y estimular en España la afición al Foot-ball association, haciendo que progrese y alcance el mayor desarrollo posible para bien de la cultura sportiva y educación física.
  2. Reglamentar el Foot-ball association uniendo a las diversas sociedades que cultivan este sport y haciendo que se sometan voluntariamente a una entidad directiva, encargada de dictar leyes y disponer todo lo concerniente al mejor gobierno de los clubs, jugadores y árbitros sometidos a su dirección.
  3. Proteger los intereses de los clubs unidos, de los jugadores y árbitros, resolviendo las consultas que se le hagan y dictaminando en las cuestiones y protestas que surjan entre unos y otros con motivo de los partidos o de otras causas dependientes de su jurisdicción.
  4. Organizar el Campeonato de Espala, así como los partidos y concursos que crea conveniente establecer.
  5. Hacer cumplir los presentes Estatutos y penar las infracciones que de ellos y de las disposiciones dictadas se cometan.

Art. 2º. La Unión subsistirá por tiempo indeterminado y tendrá su domicilio en San Sebastián.

Art. 3º. La Unión Española adoptará el reglamento de juego establecido por la Federación Internacional de Londres con las modificaciones que introduzca el Consejo Internacional de dicha Federación inglesa, para lo cual traducirá tan pronto como pueda dicho Reglamento y sus modificaciones y enviará tres ejemplares de la traducción a cada uno de los clubs unidos sin lo que las modificaciones no tendrán fuerza para éstos.

De los Clubs adheridos

            Art. 4º. Podrán adherirse a la Unión todos los clubs de Foot-ball association y aquellas sociedades sportivas que se dediquen a la práctica de este sport. Tanto unas como otras deberán tener su domicilio en España y estar legalmente constituidas.

            Art. 5º. Para obtener el ingreso será necesario una solicitud por escrito firmada por el Presidente y Secretario del club y dirigida al Presidente de la Unión. A la solicitud acompañará un certificado que acredite la constitución legal del club, los Estatutos por que ésta se rige, y una lista con los nombres de los socios y Junta Directiva.

            El Presidente de la Unión dará cuenta en la sesión más próxima de las solicitudes recibidas y la admisión será acordada por la Junta directiva, mediante votación secreta de la que resulten a favor del club solicitante la mitad de los votos emitidos.

            Art. 6º. El club que no reúna en una elección el número suficiente de votos, podrá solicitar nuevamente el ingreso en la Unión periódicamente cada seis meses.

            Art. 7º. Todos los clubs unidos están obligados:

            1º. A satisfacer durante el primer mes de cada año la cuota anual de cincuenta pesetas los de primera categoría y de veinticinco pesetas los de categoría inferior.

            2º. A acatar los acuerdos, fallos y castigos acordados por la Unión y hacer acatarlos a los jugadores y socios de su club.

            3º. A no admitir como socio a un jugador dado de baja en otra Sociedad por falta de pago de cuotas mientras no haya satisfecho éstas al club acreedor.

            4º. A no admitir en sus equipos a aquel jugador que, por acuerdo de la Unión y como castigo, se encontrase inhabilitado para tomar parte en los partidos durante un tiempo determinado.

            En caso de infringirse esta disposición por parte de un club, será castigado por la Unión con una multa de 25 pesetas la primera vez, con 100 la segunda y con descalificación temporal la tercera, y serán conceptuados como perdidos por dicho club todos aquellos partidos en que el jugador inhabilitado hubiera tomado parte.

            5º. A remitir a la Unión en los ocho días primeros de cada mes y en carta certificada, una lista de los nuevos socios del club y de os que hubiesen sido dados de baja, indicando la causa que la haya motivado. Mientras no haga esta remisión no surtirá efecto con respecto a los demás clubs, el hecho de darse de alta o de baja en el club el socio de que se trate.

            6º. A guardar el respeto y consideración debidas a todos y cada uno de los clubs unidos.

            Art. 8º. El carácter del club unido se pierde:

            1º. Por voluntad del interesado, manifestada por escrito dirigido al Presidente de la Unión.

            2º. Por dejar de abonar la cuota anual.

            3º. Por desobediencia grave a los acuerdos, resoluciones y castigos acordados por la Unión.

            4º. Por cualquier acto contrario a las leyes del honor y buena educación, realizado por la Junta Directiva de un club, y que a juicio de la Unión deba ser castigado con dicha pena.

            Art. 9º. Los clubs que ingresen en la Unión continuarán administrando sus intereses y concertando partidos y concursos en la forma que más conveniente les parezca, siempre que sus acuerdos y disposiciones no sean contrarios a los presentes Estatutos, ni a las leyes del juego. El importe íntegro de los beneficios obtenidos pertenecerá al club, sin que la Unión perciba cantidad alguna bajo ningún concepto.

            Art. 10º. Los clubs no unidos no podrán concertar partidos con los unidos.

            Art. 11º. Los clubs unidos tendrán derecho en todo tiempo a saber los nombres de los socios que constituyen cada uno de los clubs, siendo de cuenta del peticionario los gastos que la contestación origine (escribiente, franqueo, etc.)

            Art. 12º. La Unión al comunicar su admisión a cada uno de los clubs que soliciten su ingreso en la misma, enviará una lista con los nombres, por orden alfabético, de los socios de cada uno de los clubs unidos. También comunicará mensualmente a todos los clubs que de ella formen parte los nombres de los que se diesen de baja o de alta en cada uno de los demás.

De la Junta Directiva

            Art. 13º. La Unión se regirá por un Comité Ejecutivo elegido por mayoría de votos en la Asamblea anual y se compondrá de un Presidente, un Vicepresidente, un Secretario, un Tesorero y tres Vocales.

            Art. 14º. La elección será hecha por votación secreta entre los Delegados que irán nombrando, separada y sucesivamente, cada uno de los cargos de la Junta directiva. Los miembros salientes pueden ser reelegidos.

            Art. 15º. Si quedare vacante uno o dos cargos durante el año, serán provistos por la Junta directiva; pero si el número de vacantes llegase a tres se convocará inmediatamente a Asamblea general para hacer los nombramientos.

            Los que se nombren en sustitución de otros, desempeñarán el cargo durante el tiempo que correspondía ejercerlo a aquellos a quienes sustituyan.

            Art. 16º. La Junta directiva será elegida por dos años, renovando en los años pares el Presidente, Tesorero y un Vocal, y en impares los restantes miembros de la Directiva, en la Asamblea general que se celebrará en la segunda quincena de septiembre. En las renovaciones siguientes saldrán los más antiguos.

            Art. 17º. La Junta Directiva enviará anualmente a cada uno de los clubs unidos con quince días de anticipación, por lo menos, a la Asamblea general ordinaria, una Memoria que comprenda los gastos e ingresos, la gestión sportiva de la misma, el número de clubs inscritos y las modificaciones que se hayan introducido en el Reglamento de juego. Todo esto, sin perjuicio de lo establecidos en los artículos 3 y 12.

            Art. 18º. Los libros de contabilidad y los justificantes de los gastos estarán en todo tiempo a disposición de los delegados de los clubs unidos, los cuales podrán examinarlos en el domicilio social sin otro requisito que el de manifestar su deseo al Tesorero-Contador.

            Art. 19º. La Junta Directiva celebrará sesión cuando menos una vez al mes, con el fin de decidir en todos los asuntos pendientes de resolución.

            Art. 20º. Tendrá también obligación de reunirse la Junta Directiva en los casos comprendidos en el artículo 22 núm. 2.

            Art. 21º. La Junta Directiva delibera y acuerda válidamente en primera convocatoria, siempre que se reúnan cuatro o más de los individuos que la constituyen. Los acuerdos se tomarán por mayoría de votos, y caso de empate, el Presidente decidirá el resultado de la votación. En segunda convocatoria los acuerdos adoptados serán válidos sea cualquier el número de individuos que concurran a ella.

Del Presidente

            Art. 22º. El Presidente tiene los derechos y atribuciones siguientes:

            1º. Presidir todas las sesiones y asambleas y dirigir los debates.

            2º. Convocar a la Directiva cuando lo considere necesario o lo soliciten por lo menos la tercera parte de los individuos que componen la misma, o cualquiera de los clubs unidos siempre que expresen por escrito el motivo de su petición, previo depósito de 25 pesetas.

            Dicha cantidad será devuelta al club solicitante, si la Directiva acordase por mayoría absoluta que le asistía la razón en el asunto que motivaba la reunión de la Directiva. En todo caso el club interesado podrá apelar en su día a la Asamblea General.

            3º. Ordenar cuantos pagos se hagan por cuenta de la Unión.

            4º. Autorizar al Tesoro para el cobro de las multas que se impongan, así como para que haga entrega de los premios y subvenciones concedidas por la Unión.

            5º. Ejecutar los acuerdos de la Unión.

            6º. Llevar la firma de la Unión, representándola en todos los actos.

            7º. Firmar las actas de las sesiones en unión del Secretario.

Del Vicepresidente

            Art. 23º. El Vicepresidente sustituirá al Presidente y tendrá las atribuciones y deberes de éste, en caso de ausencia o enfermedad.

Del Secretario

            Art. 24º. Las funciones privativas de este cargo son:

            1º. Redactar las actas de las sesiones celebradas por la Junta Directiva y de las Asambleas generales y extraordinarias celebradas por los clubs unidos.

            2º. Extender los avisos de convocatorias con 48 horas de anticipación para las sesiones de la Junta Directiva y con 8 días para las asambleas, autorizándolas con su firma.

            3º. Llevar un Registro general de los clubs y socios de cada uno de éstos, pasando al Tesorero una nota de las altas y bajas que ocurran en los clubs unidos. También llevará un Registro en el que consten los fallos emitidos por la Junta Directiva con motivo de protestas y reclamaciones de los clubs.

            4º. Extender certificaciones con el Visto Bueno del Presidente.

            5º. Encargarse del archivo de la Unión y libros de actas de la misma.

            6º. Llevar la correspondencia oficial.

            7º. Redactar la Memoria de la gestión sportiva y administrativa de la Unión, presentándola a la aprobación de la Directiva, para que pueda ser leída en la Asamblea General que se celebrará en la segunda quincena de Septiembre.

            Art. 25º. El Tesorero es el encargado de recaudar y custodiar los fondos sociales, tomar razón de las entradas y salidas y hará los pagos mediante libramiento, siempre que vengan ordenados por la Secretaría y visados por la Presidencia.

De los Vocales

            Art. 26º. La misión de los Vocales es auxiliar a los demás individuos de la Junta Directiva en toda clase de trabajos concernientes a la buena administración de la Unión, concurriendo a las sesiones, tomando parte de las deliberaciones, emitiendo votos y supliéndoles en sus cargos en caso de ausencia o enfermedad.

De los Jugadores

            Art. 27º. Sólo podrán tomar parte en los concursos y campeonatos organizados por la Unión los jugadores que reúnan las circunstancias exigidas por el art. 5 del Reglamento para el Campeonato de España, aplicando por analogía a tales concursos los preceptos que para el Campeonato se consignan en dicho artículo y en el 6º.

            Art. 28º. Se exceptúa de lo consignado en el artículo anterior el concurso denominado “Copa España” de que se tratará en el artículo 52, pues en tal concurso podrán jugar los extranjeros que lleven en España dos meses de residencia, cuando menos, durante la cual hayan jugado por un club español cinco partidos, cuando menos, con un intervalo de siete días como mínimun entre cada partido.

            Los extranjeros de que se trata en el artículo precedente habrán de ser amateurs a juicio de las tres cuartas partes de los miembros de la Directiva de la Unión, la cual tendrá derecho a practicar las gestiones que crea conducentes para cerciorarse de ello.

            Art. 29º. Los jugadores están obligados:

            1º. A guardarse unos a otros el respeto y consideraciones impuestos por la buena educación.

            2º. A guardar en todas partes para con el público, durante la celebración de los partidos, las consideraciones y respetos debidos, estándoles prohibido pronunciar palabras mal sonantes, ni realizar actos que estén en desacuerdo con la moral y educación sportiva.

            3º. A aceptar las decisiones del Referée o árbitro y no retirarse del campo de juego por ninguna causa, sin la autorización o mandato del mismo.

            4º. A cumplir los reglamentos de juego establecidos por la Unión y los clubs a que pertenece.

            Art. 30º. Todo jugador que falte a una o varias de estas disposiciones será penado por la Junta Directiva de la Unión con el castigo que estime oportuno.

De los Referées o Árbitros

            Art. 31º. El cuerpo de Referées o Árbitros oficiales de la Unión se compondrá de un número indeterminado de individuos.

            Art. 32º. Las sociedades unidas pueden, si lo desean al hacer inscripciones, indicar los nombres de las personas que, a su juicio, reúnan las condiciones necesarias para desempeñar a conciencia tal difícil misión.

            Art. 33º. Para el nombramiento de árbitro oficial de la Unión se celebrarán en diversas provincias, exámenes teórico-prácticos de las personas propuestas por los clubs, y en caso de ser aprobados se les entregará un certificado o nombramiento que acredite su aptitud para actuar de Referée.

            Art. 34º. Los tribunales para los exámenes serán elegidos por la Junta Directiva entre los elementos más aptos para este fin.

            Art. 35º. Si algún candidato fuera rechazado en un examen no podrá ser examinado de nuevo hasta que haya transcurrido un año.

            Art. 36º. La Junta Directiva se reserva el derecho de nombrar árbitro sin previo examen, a aquellas personas que, a su juicio, hayan demostrado en diversas ocasiones poder desempeñar dicho cargo con pericia e imparcialidad.

            Art. 37º. El Referée está obligado:

            1º. A arbitrar aquellos partidos que la Junta Directiva de la Unión ordene.

            2º. A remitir por escrito a la Junta Directiva en todos los casos una nota o certificado del resultado de partido arbitrado, firmada por los capitanes de los equipos contendientes, dando además cuenta de los incidentes anormales del partido y faltas que los jugadores hubieren cometido.

            3º. A encontrarse en el campo de juego quince minutos antes de la hora fijada para el comienzo del partido.

            Art. 38º. La Junta Directiva podrá imponer a los referées las correcciones que estime oportunas si a su juicio hubiesen cometido alguna falta en el cumplimiento de su deber.

De las Asambleas

            Art. 39º. Todos los años se celebrará en la segunda quincena de septiembre una Asamblea general para proceder al examen de cunetas, gestión sportiva y administrativa de la Junta Directiva, resolver los asuntos que ésta someta a su deliberación y proceder a la renovación de la misma.

            Art. 40º. Las Asambleas extraordinarias se celebrarán siempre que la Junta directiva lo crea conveniente, o cuando lo soliciten por escrito la tercera parte de los clubs unidos.

            Art. 41º. Las convocatorias de las Asambleas se harán con ocho días de antelación por lo menos, mediante carta certificada y anuncios en los periódicos sportivos.

            Art. 42º. Se incluirán entre los asuntos a tratar en las Asambleas toda proposición que esté autorizada por los Delegados de dos clubs, que haya sido presentado tres días por lo menos antes de celebrarse la Asamblea. Se dará cuenta de ella en la primera sesión y se discutirá en la última.

            Art. 43º. En las Asambleas sólo podrán tomar parte los Delegados de los diversos clubs unidos, que tendrán voz y voto. El presidente de la Junta Directiva abrirá la Asamblea y dirigirá los debates, y el secretario estará encargado de levantar acta de la misma; pero ni ellos ni ningún individuo de los que componen la Junta Directiva tendrá voz y voto, excepto en el caso de ostentar la representación de algún club y en el comprendido en el art. 45.

            Art. 44º. Las Asambleas no podrán tomar acuerdos en primera convocatoria sin que asistan la mitad, por lo menos de los Delegados de los clubs unidos. En segunda convocatoria los acuerdos que adopten serán válidos, sea cualquiera el número de los Delegados que asistan a ellas.

            Art. 45º. Los acuerdos se tomarán por mayoría de votos. Si hubiera empate votará el presidente de la Junta Directiva o decidirá la votación en el caso de tener ya voto por ostentar la representación de un club.

            Art. 46º. Cada club será representado por un Delegado investido de poder y autorización escrita y firmada por el Presidente o persona que haga las veces de tal en el club que le nombre, legalizada con el sello del club.

            Art. 47º. Se entenderá revocado este poder por el hecho de presentarse otro de fecha posterior, otorgado a favor de distinta persona, siempre que la Junta Directiva haya sido avisada de dicho cambio.

            Art. 48º. Ningún Delegado podrá ostentar más que la representación de un solo club.

Del Campeonato de España

            Art. 49º. El Campeonato de España tendrá lugar con sujeción al Reglamento especial que para el mismo tiene redactado esta Unión y que servirá de complemento al presente Reglamento.

Concursos y Partidos organizados por la Unión

            Art. 50º. La Unión podrá organizar cuantos concursos y partidos nacionales o internacionales estime convenientes.

            Art. 51º. En los concursos organizados por la Unión y jugados por España, la Junta directiva determinará la localidad y campo en que han de jugarse y las bases a que se ajustarán. Los gastos e ingresos serán por cuenta de la Unión, abonando ésta al club en cuyo campo se juegue, un 5 por 100 de los beneficios obtenidos.

            Art. 52º. Además del Campeonato de España se jugará anualmente una Copa creada por la Unión, denominada “Copa España”, cuyas bases serán las mismas establecidas para el Campeonato de España sin más modificaciones que las siguientes:

            1ª. La inscripción se verificará dentro de los quince días siguientes a la terminación de las finales del Campeonato de España.

            2ª. El sorteo de los clubs y regiones tendrá lugar dentro de los ocho días siguientes a la terminación del plazo de la inscripción.

            3ª. Podrán tomar parte en el mismo los jugadores de que se trata en el art. 28 del Reglamento general de la Unión.

            4ª. El número de extranjeros que figuren en los equipos será ilimitado.

            5ª. Las finales se verificarán en las fechas que designe la Unión en la misma reunión en la que se efectúe el sorteo de que se trata en la 2ª modificación contenida en el presente artículo.

            6ª. Las finales se jugarán en el campo del club que haya ganado la “Copa España” el año precedente.

            Los demás artículos del Reglamento del Campeonato de España se aplicarán literalmente o por analogía al concurso “Copa España”.

            Art. 53º. Si en las fechas fijadas para la celebración de los partidos o concursos organizados por la Unión, el club dueño del campo elegido para jugar aquéllos, tuviese concertado con anterioridad otros partidos, el derecho del club será respetado por la Unión, trasladando ésta a otras fechas dichos partidos o concursos o eligiendo otra localidad para la celebración de éstos.

            Art. 54º. En los partidos jugados en España y en el extranjero correrán por cuenta de la Unión los gastos de viaje y estancia de los jugadores, árbitros y personas que asistan en calidad de representantes de la Unión y quedarán en beneficio de la misma las utilidades que dichos partidos pudieran reportar.

De las Protestas y Reclamaciones

            Art. 55º. Los clubs unidos podrán presentar ante la Junta Directiva de la Unión cuantas protestas y reclamaciones estimen razonables.

            Art. 56º. Las protestas y reclamaciones que se hicieren con motivo de los partidos, deberán ser presentadas o enviadas al presidente de la Junta Directiva de la Unión, dentro de las 48 horas siguientes a la terminación de aquéllos.

            Art. 57º. En ningún caso podrá suspenderse un partido con el fin de consignar una protesta.

            Art. 58º. Las protestas y reclamaciones estarán redactadas con la mayor claridad y sencillez y serán firmadas por el capitán del equipo en caso de cuestiones relacionadas con el juego o de incidentes surgidos durante los partidos; por el presidente del club en todos los demás casos.

            Art. 59º. Con el fin de evitar el abuso, la protesta o reclamación irá acompañada de 25 pesetas, que serán devueltas solamente cuando la resolución o fallo emitido por la Junta Directiva sea favorable al club reclamante.

            Art. 60º. Una vez recibida la protesta o reclamación, el Secretario dará cuenta de ella a la Junta Directiva en la primera sesión que se celebre, y en caso de urgencia el Presidente convocará a Junta a la mayor brevedad posible.

            Art. 61º. La Junta Directiva podrá consultar e interrogar a las personas que a su juicio pueden esclarecer los hechos sobre que verse la protesta o reclamación.

            Art. 62º. Una vez resuelta por la Junta Directiva la protesta o reclamación, el Secretario comunicará el fallo a las partes directamente interesadas.

            Art. 63º. El fallo de la Junta directiva será inapelable y acatado por los clubs unidos.

            Art. 64º. La Junta Directiva cuando lo estime conveniente, podrá, al resolver las protestas o reclamaciones, imponer las correcciones que considere oportunas.

            Art. 65º. El Secretario llevará un libro en que constarán todos los fallos acordados por la Junta directiva sobre protestas o reclamaciones.

De la Modificación de Estatutos y Disolución de la Unión

            Art. 66º. Los artículos 1, 9, 10, 11, 27, 28, 29, 30, 49, 52 y 66 del presente Reglamento no podrán ser modificados durante el espacio de cinco años, contados desde su aprobación, a no ser con el consentimiento unánime de todos los clubs unidos.

            Para la aprobación de los demás artículos será preciso que los aprueben las tres cuartas partes de los clubs unidos.

            Art. 67º. En caso de disolución de la Unión, la Junta directiva procederá a hacer la liquidación de la misma, de los fondos existentes y de los efectos que la pertenezcan; si después de satisfechas todas las cuentas pendientes de pago resultare algún sobrante, éste será destinado a un fin benéfico, que se consignará en el acta de disolución.

De las Uniones Regionales

            Art. 1º. No podrán ingresar en la Unión Española más que una regional por cada una de las que se compone España.

            Art. 2º. La “Unión Española de Clubs de Foot-ball” viene obligada a respetar en todas sus partes la autonomía absoluta de las Uniones regionales y en su consecuencia el régimen interior de cada una de ellas.

            Art. 3º. Las Uniones regionales vienen obligadas a acatar todos cuantos acuerdos de carácter general dicte la Unión Española. Esta a su vez respetará todos aquellos acuerdos de carácter interior tomados por aquéllas.




El partido de la Selección española femenina que faltaba por descubrir

En octubre del pasado año los firmantes de este artículo pudimos presentar una novedosa publicación de la historia de la selección femenina de fútbol de España, compuesta por tres tomos.

El primer tomo dedicado a la selección absoluta, e incluye palmarés, listado de partidos disputados y fichas técnicas de todos los partidos desde 1971 hasta agosto de 2022. El segundo a las selecciones sub-16 a sub-23 e incluye los mismos datos que el tomo anterior. El tercero recoge la lista completa de jugadoras y seleccionadores, con indicación del nombre y dos apellidos, fecha y lugar de nacimiento.

Pero se nos quedó una espinita clavada porque no pudimos conocer los datos de la alineación de España absoluta en un encuentro que se disputó en 23 de mayo de 1981 contra la selección italiana. Le dimos mil vueltas, buscamos en hemerotecas españolas e italianas y preguntamos a cuanta gente se nos ocurrió, no pudimos dar con ello.

Así, hasta que de repente el 10 de marzo de 2023 un amigo italiano, Giovanni Carnesi, que había adquirido la enciclopedia, nos escribió adjuntándonos una página del diario La Libertà del 22 de mayo. Se informaba de que este partido se iba a disputar a las 17,30 horas en Salsomaggiore “…la nacionale italiana di calcio femminile afronta quella spagnola..” y se relacionaban las jugadoras convocadas de ambos equipos. Por parte “spagnole” se citaba a: Elisabetta Sánchez, Rodríguez, Hernández, Locches, Arias, Vic, Oller, Novreda, Campus, Domingo, Nuvas, Peppi, Paqui y Castro.

De igual manera, nos remitía más información del mismo periódico de fecha 24 de mayo. En su página 13 se informaba de aquel encuentro. Por fin, podíamos continuar avanzando en conocer sus detalles.

La alineación que se indicaba de “Spagna” era la compuesta por Mimera (Torente 72’), Nubrega (Campos 62’), Navas, Pietras, Castro, Oller (Belmonte 41’), Domingo, Esenilla, Sánchez, Hernández (Vic 75’) y López. Como seleccionador/a figuraba “Grau”.

Además, pudimos localizar un video del encuentro que fue retransmitido por la RAI (Televisión estatal italiana) de 1’40” de duración con el audio correspondiente del comentarista italiano. Lo estuvimos estudiando para poder lograr conocer algún dato más pero únicamente mencionaba a “Montserrat Guimera” y a “Domingo”, con lo cual estábamos en los párrafos anteriores.

Así que sabíamos que el partido había finalizado con victoria italiana por 5-1, la alineación italiana, que el gol español lo había marcado Domingo en el minuto 69, en fin, tal como lo reflejamos en el libro.

Estuvimos tratando de localizar datos de las jugadoras, contrastando nombres, apellidos y posibles coincidencias para poder elaborar la ficha correspondiente. Asimismo, pensamos en obtener similitudes en las jugadoras entre el encuentro anterior y el posterior al del 23 de mayo, pero el precedente se había jugado casi nueve años antes, el 10 de diciembre de 1972, y el posterior el 5 de febrero de 1983, con lo cual poco o nada podíamos obtener de manera fructífera.

En fin, teníamos la alineación pero con muchísimas dudas; es más, para completar la ficha del partido, debíamos conocer nombre y dos apellidos de las jugadoras, así como fecha y lugar de nacimiento, aspecto que se nos hacía muy cuesta arriba.

A Víctor se le ocurrió, como último cartucho y antes de tirar la toalla, que a lo mejor podríamos tener suerte si llamábamos a María Teresa Andreu, toda una institución en la creación del fútbol femenino en España. Localizamos su teléfono y allí que nos lanzamos a tumba abierta.

María Teresa Andreu Grau está considerada como la pionera del fútbol catalán femenino. Fue jugadora del Fútbol Club Barcelona desde mayo de 1971 a 1982. Comenzó a jugar en la temporada 1971/72, a las órdenes del mítico Antonio Ramallets, finalizando su periplo en activo en la temporada 1981/82, si bien continuó ligada a su club como entrenadora presidiendo la sección de fútbol femenino. En enero de 1982 fue nombrada Presidenta del Comité Nacional del Futbol Femenino en la Real Federación Española de Fútbol; cargo en el que permaneció hasta 1999, consolidando todas las competiciones nacionales de fútbol femenino. Más tarde fue vocal de la Junta directiva del Barcelona entre 2000 y 2003.

Por otra parte, también fue Presidenta del Comité de Fútbol Femenino en la Federación Catalana desde 1980 hasta 2005, potenciando la creación de una liga catalana en la temporada 1981-82. También formó parte del Comité de fútbol femenino de la UEFA desde 1990 a 2003.

En fin, teníamos ante nosotros una verdadera institución del fútbol femenino. La primera satisfacción llegó cuando nos atendió al teléfono, nos identificamos como miembros de CIHEFE y su vez como autores de los libros. Aquella llamada cambió el panorama de manera extraordinaria. Fue el pasado 14 de marzo a mediodía, le explicamos la situación y los datos que nos constaban; la primera sorpresa fue que el seleccionador o seleccionadora “Grau” ¡era ella! El segundo apellido de María Teresa Andreu es Grau. Se nos abrió el cielo. Esto pintaba bien.

Esto sucedió, como hemos dicho, a mediodía. A las 13:50 horas teníamos en el teléfono 10 fotografías de su archivo particular donde constaba multitud de información de diversos medios periodísticos de aquellas fechas.

Así pudimos saber, por ejemplo, que Mimera era Guimera, Torente era Torrente, Nubrega era Nóbrega, Pietras era Piedra, Esenilla era Escamilla, Locches era López, Campus era Campos, y Nuvas era Navas, etc. Todas las jugadoras que representaron los colores de España eran catalanas, porque solo allí estaba organizado el fútbol femenino.

María Teresa nos había enviado la convocatoria compuesta por dieciséis jugadoras, con indicación del equipo al que pertenecían. Puso la maquinaria en funcionamiento para conocer a través de sus contactos, en su caso, los apellidos así como el lugar y fecha de nacimiento. No fue fácil, pero poco a poco, en los días siguientes, fueron cayendo datos como fruta madura. Cuando parecía que ya no se podía saber ninguna más, volvía a escribir informándonos de otro lugar de nacimiento o de otra fecha. Así hasta completar la prácticamente totalidad del plantel.

Así, y en el momento actual, podemos estar orgullosos de haber completado para siempre la historia de la selección española de fútbol femenino, con la alineación completa de aquel partido de 1981 contra Italia, en la que nuestra Selección presentó la siguiente alineación:

España: Montse (Torrente 72’), Heidi (Bea 62’), Navas, Paqui, Castro, Dolors (Belmonte 41’), Domingo, Juani, Eli, Cari (Carmencita 75’), Berna.




Reconstruyendo (una vez más) el Campeonato de España de 1903

En fechas recientes (enero de 2022) dimos cuenta en los Cuadernos de Fútbol (nº 138) de algunos hallazgos recientes en torno a la Copa de 1907[1]. Pretendíamos no solo darlos a conocer, sino insistir con ello en la idea de que es necesario volver una y otra vez sobre temas que creemos resueltos y que con frecuencia no están sino cerrados en falso.

Ahora nos encontramos ni más ni menos con interesantísimas novedades en torno al primero de los Campeonatos de España, el de 1903. Y como en aquel caso, quien nos ha puesto sobre la pista es un anónimo forero con el apodo de “Antonio 3223”[2]. Ya hace años removimos para siempre la historia del Campeonato de España de 1904[3], demostrando que ni siquiera la ganó el Athletic Club como “siempre” se ha afirmado, pero hasta la fecha permanecíamos ignorantes de que la Copa de 1903 no fue en absoluto como “siempre” nos contaron.

Desde la primera historia de la Copa, la de Fielpeña (40 años de historia del Campeonato de España de Fútbol, 1942), siempre se ha explicado que el torneo se celebró por el sistema de liguilla, con la participación del Madrid CF, la Sociedad Española de Foot-ball de Barcelona y el Ahtletic Club de Bilbao. Se jugaron en consecuencia tres partidos y ganó la Copa el equipo bilbaíno por ser quien ganó sus dos encuentros. Esta descripción no apareció por primera vez en Fielpeña, puesto que al menos desde 1922 José María Mateos venía explicándola en estos términos (p. 11)[4]: “El 6 de abril venció el Madrid al Español por 3 a 1. Al día siguiente el Athletic derrotó a los catalanes por 4 a 0. El 8 de abril fue el gran acontecimiento entre el Athletic y el Madrid […]”.

Lo verdaderamente sorprendente es que esta explicación no se sostiene en absoluto a la luz de la prensa de la época, según vamos a ver a continuación. Por ello, y de acuerdo con cuanto vamos a presentar, resulta imprescindible replantear la historia del primer Campeonato de España de Foot-ball.

Preparación y anuncio del Campeonato

El día 6 de diciembre de 1902 se fundó la Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball, presidida por Carlos Padrós, cuyo artículo primero indicaba que “su objeto será fomentar la afiliación a este sport por cuantos medios estén a su alcance, como concursos, partidos extraordinarios, etc., y facilitar las relaciones entre los Clubs que lo practiquen, juzgando en definitiva las diligencias que pudieran surgir[5].

Por ello no puede dejar de sorprender que tan solo un mes después, el día 6 de enero de 1903 se publicara inserto en El Liberal (p. 1) con firma de Luis Lozano, un anuncio del Campeonato de España en que se reproducía un extracto del reglamento, con la indicación de que las “sociedades interesadas [pueden] pedirlas directamente al presidente del Madrid Foot-ball Club, D. Juan Padrós”. Se añadía que “también el presidente de la Federación de Sociedades Madrileñas, D. Carlos Padrós, tiene el propósito de que con el campeonato coincidan otros partidos internacionales, que con justicia han de llamar la atención”.

No se entiende bien si fue un reparto de papeles entre los dos hermanos, o una especie de traición Juan a Carlos, pues lo cierto es que al mes siguiente (16 de febrero, p. 2) la La Correspondencia de España daba cuenta de la dimisión de Carlos Padrós como presidente de la Asociación Madrileña de Clubs “por diferencias habidas con la junta directiva de la Sociedad Madrid sobre la redacción de las bases del Campeonato de España, en el que se disputará la copa de S.M.” (También El Cardo, 22-2, p. 14). En cualquier caso, la dimisión no le fue aceptada hasta su definitiva baja irrevocable del mes de diciembre de 1903.

El reglamento completo del Campeonato de España, organizada por el Madrid Foot-ball Club, con premio de Copa de planta de S.M. El Rey, apareció íntegramente reproducido en El Cardo (8-1-1903, p. 9) y La Correspondencia de España (18-1-1903, p. 1). Rezaba así:

1.º Podrán tomar parte en este concurso todas las Sociedades de Foot-Ball Asociación de España legalmente constituidas.

2.º Para hacer la inscripción habrán de dirigirse al Presidente del Madrid Foot-Ball Club, paseo Plaza de Toros, 10, bajo, antes del 30 de Enero de 1903, en carta firmada por el Presidente o Secretario y acompañando una lista con el bando y suplentes, cuyo número es ilimitado, firmado por el capitán.

3.º No podrán tomar parte en este concurso más que jugadores que pertenezcan a una sola Sociedad y que estén domiciliados en España, por lo menos desde la fecha de la inscripción.

4.º Sólo podrán tomar parte en el concurso en Madrid una Sociedad de cada provincia, y si se inscribieran más de una, jugarán partidos entre sí, bajo las condiciones siguientes:

  1. a) Elegirán entre ellas un jurado que resolverá sin apelación cuanto se origine.
  2. b) En los meses de Febrero, Marzo y antes del 20 de Abril, cada bando jugará dos partidos contra cada uno de los demás, y se apuntará dos puntos por partido ganado y uno si hay empate, ganando el que obtenga mayor número.
  3. c) Si al final del ejercicio hay bandos empatados, el jurado designará los días de encuentros definitivos.
  4. d) Las Sociedades vencedoras en cada provincia serán las que únicamente tomarán parte en el concurso de Madrid.
  5. e) El jurado remitirá a la comisión organizadora el acta del resultado de los partidos antes del 25 de Abril.

5.º Los partidos del concurso en Madrid se celebrarán en la primera quincena de Mayo y en los campos, días y horas que la comisión organizadora anunciará oportunamente.

6.º Estos partidos se jugarán por series eliminatorias, sorteándose los bandos, dos a dos, resultando campeón el que gane la última serie y disponiéndose en días alternos para descanso de los jugadores.

7.º Los partidos se celebrarán con cualquier tiempo si no hay acuerdo en contra por parte de los capitanes respectivos.

8.º Los jueces se nombrarán de común acuerdo entre los capitanes de los bandos. De no estar conformes será el jurado nombrado por la comisión organizadora el que le haga.

9.º En caso de empate, el juez árbitro podrá prolongar el partido por tiempos de quince minutos, con cambio de terreno a los siete y uno de descanso.

10.º El juez árbitro dará cuenta al jurado del resultado de los partidos, en acta firmada por él y los dos capitanes.

11.º Diferencias y reclamaciones de cualquier índole tendrán que hacerse por escrito al jurado antes de veinticuatro horas y su fallo será inapelable.

12.º La Sociedad que obtenga el campeonato queda obligada a disputarlo al año siguiente a las Sociedades que se inscriban, y si fuera vencida, a entregar la copa a la Sociedad vencedora en su provincia o en Madrid.

13.º Si la Sociedad que obtuviera la copa uno o dos años seguidos se disolviera, hará entrega de ella a la comisión organizadora.

14.º En estos partidos regirá cada año el reglamento aprobado últimamente por la Asociación de Clubs de Foot-Ball de Inglaterra.

En lo que a nosotros nos importa, hay que destacar el artículo sexto donde se señala con toda claridad que el torneo se jugará por series eliminatorias y en días alternos. No consta ninguna modificación del sistema del torneo, por lo que no pudo jugarse por sistema de liguilla porque el reglamento decía que se haría por eliminatorias.

Las fechas del torneo

El reglamento ubicaba la celebración del torneo en la primera quincena de mayo, pero finalmente se celebró la primera semana de abril.

El 8 de febrero El Liberal daba la noticia (p. 2) de la presencia de Juan Padrós en Barcelona, al regreso de París, donde tenía la intención de fijar las fechas de celebración del campeonato. Por su parte, el Athletic confirmaba su presencia y hasta anunciaba una alineación[6]. La confirmación de que serían tres los clubes participantes (Athletic, Madrid y Español) aparece en El Cardo de 12 de febrero (p. 12), donde también se da noticia del viaje de Padrós.

Se desconocen cuáles fueron las conversaciones, pero lo cierto es que El Cardo (22-2, p. 14) anunciaba la baja del Español, que proponía no obstante la celebración del campeonato en fechas diferentes a las inicialmente previstas. Debió de ser este el motivo por el que finalmente se adelantó la celebración del torneo a la primera semana del mes de abril.

Los equipos participantes

Un breve comentario merece la identificación de los equipos participantes. El reglamento del torneo exigía para participar que las sociedades estén legalmente constituidas, y tal era el caso del Athletic Club, del Club Español de Foot-ball de Barcelona y del Madrid FC.

Ahora bien, no podemos dejar de lado la reseña que aparece en Los Deportes de Barcelona (12-4-1903, p. 234) quien afirmó que no participó el Athletic sino un “interclub llamado Cruz, formado de jugadores de Athletic y del Bilbao de la capital vizcaína”. De acuerdo con el reglamento no pudo participar formalmente ese equipo Cruz, pero obviamente no podemos desechar esta noticia y sí probablemente reinterpretarla en el sentido de que el Athletic participó con jugadores de ambos clubes, de la misma forma que había hecho en 1902 y que volvería a hacer en 1907 bajo la denominación de Vizcaya.

En otras palabras, bajo el nombre de Athletic Club participó en el Campeonato de España el mismo Club Vizcaya que había jugado el torneo del Ayuntamiento de Madrid de mayo de 1902.

La configuración del torneo

Al ser tres los clubes inscritos y deberse jugar el torneo por eliminatorias, la única solución era hacer un sorteo y liberar a uno de los equipos de participar en las semifinales, ronda que quedaría reducida a la disputa de un partido.

Así lo explicaron una vez más Los Deportes (12-4-1903, p. 12): “Siendo tres los clubs, se hizo a la suerte designación de un partido de eliminación, tocando jugar este el Español y el Madrid, que lo efectuaron el lunes, en el Hipódromo”.

En un sentido parecido se expresaba El Liberal (7-4-1903) al presentar la crónica del primer partido del torneo: “Para este concurso se habían inscrito el Madrid, el Athletic y el Español de Barcelona, por lo cual se acordó que la suerte decidiera quiénes habían de jugar el primer partido, teniendo luego el vencedor que entendérselas con el otro”.

No hay duda pues de que fue un sorteo el que decidió quién pasó directamente a la final y quiénes debían jugar un partido semifinal. Por ello, desde el principio se anuncia que el campeonato se resolverá con dos partidos (y no tres, como habría sido con un sistema de liguilla). Por ejemplo, el 5 de abril, el diario madrileño La Época (p. 3), da cuenta de la llegada “esta mañana” de los equipos procedentes de Bilbao y Barcelona, y anuncia que los partidos se jugarán el lunes (6-4) y el miércoles (8-4).

En resumen, puede afirmarse rotundamente que nunca se jugó un partido entre el Athletic de Bilbao y el Español de Barcelona.

Una nueva corrección en los primeros años de la Copa

Avanzábamos al principio que al menos desde 1922 se ha contado la existencia de ese partido, y que después unos y otros hemos ido copiando, persistiendo y reproduciendo el error[7]. Desconocemos si fue el propio José María Mateos quien inventó una heroica victoria por 4-0, con dos goles de Juan de Astorquia, uno de Walter Evans y otro de Alejandro de la Sota. En realidad, no tiene importancia quién fue el inventor, sino desenmascarar no solo el invento sino a todos aquellos que no hemos sido suficientemente rigurosos en la reconstrucción del primer Campeonato de España de Foot-ball[8].

No deja de ser curioso cómo en los últimos años ha sido necesario reconstruir los campeonatos de 1902, 1903 y 1904. El de 1902 se introdujo en la lista de campeonatos de España al menos desde el anuario de 1922 de José María Mateos (¡de nuevo Mateos!)[9] y de ahí lo copiaron los redactores del primer anuario de la RFEF en la temporada 1926-27 (p. 27). El error fue sucesivamente repetido hasta que en 1997 Bernardo Salazar y Félix Martialay llamaron la atención del mismo en su obra Las grandes mentiras del fútbol español.

Como el palmarés del Campeonato de España no había sido objeto de aprobación por ninguna asamblea de la RFEF, bastaba hacer la corrección sin necesidad de mayor trámite. Así, se aprovechó la efeméride del año 2002, donde se habrían cumplido 100 años de Copa, para cambiarla por la efeméride de las 100 finales, borrando para siempre el falso campeonato de 1902. Se hizo a través de un libro redactado por el periodista Luis Arnaiz Arizmendi, publicado por la RFEF y distribuido con la revista Interviú[10].

El error de la Copa de 1904, del que dimos cuenta extensa hace diez años, no ha sido corregido prácticamente en ningún sitio. Sociológicamente se entiende bien, porque supone “quitarle” una Copa al Athletic a cambio de “dársela” a un equipo desaparecido, el Español de Madrid. No obstante, y desde el punto de vista estrictamente histórico, la cuestión no admite duda, según explicamos en los artículos ya mencionados.

Y ahora ha llegado el momento de cambiar también la historia de la Copa de 1903, igual que a principios de año modificamos la de 1907. ¿Cuáles serán los siguientes cambios? No podemos predecirlos, pero sí podemos afirmar nuestra seguridad de que habrá nuevos cambios, no hay duda.

[1] Martínez Patón, Cuadernos de Fútbol, nº 138, enero 2022:  https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2022/01/la-complicada-copa-de-1907/

[2] Puede leerse su hallazgo en https://www.bdfutbol.com/foro/showthread.php?tid=4250

[3] Tres artículos de Javier Bravo, José Ignacio Corcuera y Víctor Martínez Patón, Cuadernos de Fútbol, nº 32, mayo de 2012: “Historia de la Copa de 1904” (https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/05/historia-de-la-copa-de-1904/), “La Copa de 1904: la polémica posterior” (https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/05/la-copa-de-1904-la-polemica-posterior/) y “Conclusiones: el Athletic no ganó la Copa de 1904” (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/05/conclusiones-el-athletic-no-gano-la-copa-de-1904/).

[4] Athletic Club de Bilbao: 1898-1922, ed. La Editorial Vízcaína.

[5] Javier Bravo y Víctor Martínez Patón, “Estatutos de la Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball”, en Cuadernos de Fútbol, nº 33, junio 2012: https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/06/estatutos-de-la-asociacion-madrilena-de-clubs-de-foot-ball/.

[6] Guardamenta: Acha; zagueros: Larrañaga y Arana (A.); medios: Silva, Cockram y Ansoleaga; Delanteros: Astorquia, Evans, Silva, Sola y Caseaux; suplentes: Montejo, Arana (M.), Pérez, Azputio, Sangtord, Mill, Urquiza, Iradagoitia, Arana, Goirri, Giumen (todos ellos, sic).

[7] También nosotros en la monografía Campeonato de España de Foot-ball (1903-1928), CIHEFE, 2019 en coautoría con Félix Martialay, José del Olmo, José Ignacio Corcuera y a Luis Javier Bravo Mayor

[8] En el capítulo “Torneos y trofeos”, con base redactada por Bernardo Salazar (p. 38).

[9] El fútbol en 1922-23, p. 96.

[10] Fuimos asesores de Arnaiz en aquel libro Cien finales de Copa Félix Martialay, Bernardo Salazar y yo mismo (aunque mi nombre no sale en la portada, sí en la página 3).




La tormenta perfecta contra Villar y las elecciones a la RFEF de 2017 (parte 1)

¿Cuántas vidas tiene Villar? […] Llevan años metiéndole en la cárcel e inhabilitándole, pero la verdad que no hay forma.

Joseba Larrañaga (12-5-2016, El partido de las 12, Cope).

Resumen

Durante los años 2014 y 2015 el CSD tomó una serie de decisiones que perjudicaron a los intereses de la RFEF, mientras que beneficiaban a la LFP presidida por Javier Tebas. Lejos de plegarse a la injerencia estatal, el presidente Villar se enfrentó con intensidad a las decisiones de Miguel Cardenal, apoyando incluso una huelga general del fútbol español que se interpretó en diversos ámbitos como un pulso al gobierno en su conjunto.

Puesto que en el año 2016 iban a celebrarse elecciones en la RFEF, Miguel Cardenal con el probable apoyo de Javier Tebas, diseñó un plan para evitar que Ángel María Villar renovara su presidencia por un mandato más. Así, con la ayuda de Miguel Galán, presentaron dos acciones administrativo-sancionadoras y tres acciones penales, sabiendo que el éxito de cualquiera de ellas supondría la inhabilitación de Villar. Todo ello era siempre filtrado a la prensa por los protagonistas con el fin de crear un estado de opinión contrario a Villar. Las dos acciones administrativas fueron desestimadas, y en las penales Villar tan solo continúa investigado en el caso del Recreativo de Huelva y en el caso soule, que al momento de celebrarse las elecciones estaba bajo secreto de sumario.

Simultáneamente encontraron en Jorge Pérez, secretario general de la RFEF, el candidato alternativo que necesitaban. Pero hacía falta tiempo para preparar convenientemente su candidatura, por lo que desde el CSD se retrasó deliberadamente la aprobación del reglamento electoral de la RFEF, lo que se haría un año más tarde de lo inicialmente previsto.

Ese plazo de un año debía permitir que estallara el caso soule, la gran causa construida a partir de los hechos denunciados ante la Fiscalía tanto por Miguel Cardenal como por Jorge Pérez.

Pero ninguna de todas las actuaciones planteadas consiguió el fin propuesto, y llegado el 22 de mayo de 2017 Ángel María Villar revalidó su presidencia de la RFEF al ganar sin rival.

Solo dos meses después su suerte cambió definitivamente, pero ello no es óbice para afirmar rotundamente que ninguno de sus rivales consiguió el objetivo pretendido: sustituir a Villar por un presidente apoyado por Javier Tebas.

Introducción

A primera hora del martes 18 de julio de 2017 agentes de la UCO se personaron en el domicilio particular en Madrid de Ángel María Villar para llevar a cabo la diligencia de entrada y registro acordada por el titular del Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz. Tras seis horas, y con Villar formalmente detenido, se trasladaron a las dependencias de la Real Federación Española de Fútbol en Las Rozas para continuar allí el registro de las pertenencias de su presidente. También en Madrid y a la misma hora, fue detenido el hijo del presidente Gorka Villar, y en Tenerife el vicepresidente económico de la RFEF Juan Padrón, y Ramón Ángel Hernández Baussou, secretario general de la federación tinerfeña.

Las cámaras de televisión de La Sexta fueron dando puntual noticia de los movimientos de la guardia civil y su famoso detenido, tanto en su domicilio como en la sede de la RFEF. Toda España fue testigo directo de cómo Villar entraba y salía del furgón policial. “Jaque mate el eterno presidente», titulaba al día siguiente el periódico La Razón (p. 48).

Dos días después (20 de julio), tras dos días de calabozo en el cuartel de la guardia civil de Las Rozas, el juez Santiago Pedraz decretó el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de Ángel María Villar Llona, Gorka Villar Bollain y Juan Antonio Padrón Morales, así como la prisión eludible con 100.000 € de fianza de Ramón Ángel Hernández Baussou. Aunque tan solo once días después (31 de julio) se acordó la libertad bajo fianza, el daño ya era irreparable.

Sin posibilidad de entrar en detalles de casos judiciales que continúan sub iudice, en el presente artículo pretendemos describir lo que hemos dado en llamar la “tormenta perfecta” contra Villar, que tuvo como punto más mediático su detención e ingreso en prisión, pero que venía fraguándose desde un año y medio antes.

En efecto, desde finales de 2015 se había puesto en marcha una compleja sucesión de acciones administrativas y penales contra el presidente de la RFEF que siempre venían acompañadas de una magnífica repercusión mediática, facilitada precisamente por los inductores de aquellas acciones. Los actores de aquella tormenta fueron el presidente de la LFP Javier Tebas[1], el presidente del CSD Miguel Cardenal, el secretario general de la RFEF Jorge Pérez Arias, y Miguel Galán, presidente de una escuela de entrenadores madrileña con aspiraciones por tener un cargo federativo.

Al margen de la concreta aspiración de cada uno de los cuatro, todos ellos compartían un objetivo: impedir que Villar repitiera mandato en las elecciones que estaban previstas para el año 2016. La forma más eficaz era impedir que pudiera presentarse a las elecciones mediante una inhabilitación impuesta en vía penal o administrativa, y por si no lo conseguían buscaron un rival que pudiera hacerle frente electoral a un Villar acosado por los procedimientos y la insoportable presión de ciertos medios de comunicación.

A pesar de que las elecciones a la RFEF se retrasaron más de un año sobre el calendario inicialmente previsto, probablemente con el fin de preparar un candidato y dar más tiempo al desarrollo de los diversos procedimientos contra Villar, este consiguió sobrevivir con éxito a la “tormenta perfecta” y ganar las elecciones que finalmente se celebraron el 22 de mayo de 2017.

Cuestión diferente, que trataremos en un próximo artículo, fueron las consecuencias del ingreso en prisión y cómo la Comisión Directiva del CSD bajo la presidencia de un nuevo secretario de Estado, José Ramón Lete, acordó la suspensión de Villar y posteriormente el TAD su destitución de presidente de la RFEF. Como estas dos actuaciones no formaron parte de la “tormenta perfecta” inicialmente diseñada, sino que fueron consecuencias ulteriores de actuaciones llevadas a cabo por personajes diferentes, será cuestión que trataremos en ocasión posterior.

Prolegómenos: la situación de la RFEF tras las elecciones de 2012

Tras las elecciones celebradas el 16 de febrero de 2012, en las que Ángel María Villar ganó sin rival[2], se abría en la RFEF un periodo de calma. La Selección absoluta estaba en un momento dorado que le llevaría a ganar la segunda Eurocopa consecutiva en ese 2012 en Kiev, y desde el punto de vista institucional las circunstancias se mostraban excelentes, pues apenas un mes antes (13 de enero) el gobierno de Mariano Rajoy había designado como secretario de Estado para el deporte a Miguel Cardenal Carro, quien había sido miembro del Comité de Competición de la RFEF de forma ininterrumpida desde 2004 nombrado personalmente por Ángel María Villar.

Efectivamente los dos primeros años de mandato de Miguel Cardenal al frente del CSD fueron de excelente relación con la RFEF y con su presidente, hasta el punto de que se llegó a renunciar por tres años consecutivos (2012, 2013 y 2014) a la subvención del CSD para que el dinero llegara al resto de federaciones deportivas nacionales. También en 2013 se archivó el procedimiento penal abierto desde 2003 en el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid iniciado por Javier Tebas mediante denuncia contra Ángel Villar y otros directivos. Tras el inicial sobreseimiento decretado en 2010 respecto de la mayor parte de acusaciones, la instrucción había quedado limitada al supuesto pago de viajes privados de algunos directivos y a la falta de justificación de algunas dietas[3].

A modo de ejemplo de la buena relación entre el CSD y la RFEF en aquellos momentos, resulta pertinente traer a colación unas declaraciones de Miguel Cardenal el día 6 de marzo de 2012, en que anunciaba cómo la junta directiva de la RFEF había decidido renunciar a la subvención del CSD a favor del resto de federaciones. Se expresaba así[4]:

He recibido una buena noticia. El presidente Villar ha anunciado que la junta directiva ha decidido acoger una petición que le trasladé en la primera entrevista que tuve con él para que la RFEF este año permita que la subvención que le corresponde se pudiera repartir entre otras federaciones que ya son 65 […]. Es un gesto que se debe agradecer y que vamos a recordar. El fútbol español es capaz de ajustarse el cinturón para que otras modalidades puedan llevar a cabo su tarea con suficientes medios y eficacia.

En términos parecidos se expresó Miguel Cardenal cuando meses después, el 17 de septiembre de 2012, Ángel Villar le trasladó la misma decisión respecto de la subvención de 2013 durante una visita al Consejo Superior de Deportes[5]:

Tengo que agradecer el gesto generoso de la Federación de Fútbol. Es un sacrificio, es una cantidad relevante, en torno a 3 o 4 millones de euros, que va a redundar en el resto de las federaciones […]. Se había hecho la invitación a que lo hicieran y el presidente lo ha trasladado a los órganos directivos de la Federación y lo ha confirmado. La invitación era implícita, si ya se le hizo el año pasado en otro escenario, Villar es inteligente y era evidente que se diera por aludido.

Un año después, el 16 de septiembre de 2013, la junta directiva de la RFEF aprobaba la renuncia por tercer año consecutivo a la subvención ordinaria del CSD de 2014, y Miguel Cardenal respondió en los mismos términos elogiosos de años anteriores[6]:

Es un detalle más de Ángel Villar, a quien agradezco personalmente de nuevo la sensibilidad que muestra en estos momentos donde el resto de deportes necesitan de ayuda. El fútbol, en este caso, la Federación, actúa de nuevo como hermano mayor del resto de los deportes y su propuesta a la Junta por tercer año consecutiva es necesario resaltarla públicamente.

El deterioro de la relación entre la RFEF y el CSD: huelga del fútbol español

Ya en el año 2014 desde la RFEF empezaron a percibirse algunos movimientos del CSD favorables a la LFP presidida por Javier Tebas que perjudicaban a los intereses de la RFEF. La primera ocasión fue la desigual minoración de la subvención correspondiente al dinero de las quinielas (4,55%), cuyo fin reglamentario es la obra y equipamiento del fútbol aficionado. En aplicación de las competencias atribuidas al CSD en virtud del RD 403/2013, de 7 de junio, la comisión directiva del Consejo acordó reducir un 26,25% la cantidad correspondiente a la RFEF, mientras que tan solo redujo un 10% la cantidad correspondiente a la LFP.

Lo más llamativo fue que, llegado el año 2014, el CSD retrasó sucesivamente el pago de la subvención de las quinielas, hasta que finalmente por resolución de 3 de febrero de 2015 acordó definitivamente no haber lugar al pago de los 2.856.630,00 € inicialmente concedidos a la RFEF, mientras que sí mantuvo el pago a la LFP.

Simultáneamente, durante el mismo 2014 el CSD empezó la tramitación de una serie de expedientes de reintegro de las subvenciones de los años anteriores. Se daba así la paradoja de que la RFEF había renunciado a tres anualidades de la subvención que lícitamente le correspondía, y simultáneamente el CSD incoaba acciones administrativas sobre subvenciones anteriores que se basaban en una incorrecta gestión documental del destino de los fondos pero que no ponían en duda que el dinero se había dedicado al fin para el que habían sido concedidas. Las cantidades concretas fueron las siguientes:

Anualidad

Fecha de resolución

Principal

Intereses

Total

2010[7]

13/02/2015

1.901.613,04 €

355.141,76 €

2.256.754,80 €

2011[8]

15/04/2016

1.196.848,29 €

241.617,80 €

1.438.466,09 €

2012[9]

10/05/2016

131.792,31 €

20.659,91 €

152.452,22 €

2013[10]

03/06/2015

757.987,00 €

757.987,00 €

2014[11]

03/02/2015

2.856.630,00 €

2.856.630,00 €

TOTAL

 

6.844.870,64 €

617.419,47 €

7.462.290,11 €

Es importante poner el foco en el hecho de que ninguno de los expedientes de reintegro halló indicio alguno de la comisión de hechos delictivos, sino simplemente de irregularidades contables. En otras palabras, los campos de fútbol estaban construidos, pero la RFEF no pudo demostrar documentalmente en qué concretas partidas se gastó el dinero. En caso de que el CSD en el curso de su labor inspectora hubiera encontrado elementos que pudieran suponer la existencia de delitos de fraude de subvenciones o incluso de apropiación indebida, habrían suspendido el procedimiento y dado cuenta alternativamente a la Fiscalía o a la jurisdicción penal. Pero nada de ello ocurrió, con independencia de la obligación para la RFEF de devolver ese dinero con intereses, con el menoscabo que supuso para las arcas federativas y para el fútbol modesto de toda España al que iban destinados esos fondos.

Simultáneamente se dio a conocer un informe redactado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre la actividad deportiva desarrollada en los clubes y entidades sin ánimo de lucro, de acuerdo con el mandato de la disposición adicional 16ª de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de Apoyo a los emprendedores. De acuerdo con este estudio, los clubes aficionados serían considerados como entidades dotadas de ánimo de lucro y tendrían en consecuencia nuevas obligaciones fiscales y a establecer relación laboral con todas aquellas personas que, a cambio de una pequeña contraprestación por gastos, realizan cualquier función en el club (jugadores, entrenadores, masajistas…). La aplicación efectiva de este estudio supondría de facto el fin del fútbol aficionado.

Esta sucesión de actuaciones motivó una intensa reacción por parte del fútbol aficionado español, que era en definitiva el último perjudicado por las decisiones del CSD, tomando la decisión de ir a la huelga. Así, a partir del fin de semana del 15 de febrero de 2015 se suspendieron las competiciones, en periodos alternos, en los territorios de las federaciones asturiana, cántabra, guipuzcoana, vizcaína, alavesa, riojana, catalana, castellano leonesa, extremeña, ceutí, melillense, y canaria (Tenerife y Las Palmas). En el comunicado emitido por la junta directiva de la RFEF el lunes 16, se señalaban como causas de la huelga las siguientes:

a) Por el contenido del estudio efectuado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre la actividad deportiva desarrollada en los clubes y entidades deportivas sin ánimo de lucro.

b) Por el Proyecto de Real Decreto sobre comercialización centralizada de derechos audiovisuales de las competiciones profesionales.

c) Por la gravísima injerencia del CSD en la RFEF.

d) Por la severa disconformidad con el reparto de fondos procedentes de la Quiniela.

e) Por la exigencia de reintegro de subvenciones para obras de fútbol aficionado por el CSD del ejercicio 2010 y revisión justificativa de 2011, 2012 y 2013.

El comunicado terminaba con las siguientes palabras:

Una vez más, ofrecemos nuestra mejor capacidad de diálogo con el Gobierno de España, a través de la RFEF, representante de todos los estamentos del fútbol español.

Lejos de bajar la tensión, pocas semanas después esta llegó a su punto más alto con la aprobación el 30 de abril del RDL 5/2015, en el que se aprobó con rango de ley la comercialización conjunta de los derechos televisivos del fútbol profesional. Como consecuencia de ello, la AFE presidida entonces por Luis Rubiales, acordó convocar una huelga indefinida, lo que fue transmitido a la junta directiva de la RFEF en su reunión del 6 de mayo. A expensas de ello, la propia junta directiva acordó suspender las jornadas correspondientes a los campeonatos nacionales de Liga de todas las categorías a partir del 16 de mayo, dando de este modo diez días de moratoria al gobierno para negociar e intentar solventar los diferentes problemas planteados.

Para justificar la suspensión de las competiciones, insistimos, de todas las categorías incluidas las profesionales, la junta directiva de la RFEF emitió el siguiente comunicado:

El Real Decreto-ley 5/2005 sobre la comercialización de los derechos audiovisuales de las competiciones profesionales constituye una enorme falta de respeto a los derechos del fútbol español representados por la Real Federación Española de Fútbol. Son, entre otros, los siguientes:

a)      Se priva a la RFEF de la titularidad de los derechos audiovisuales de las competiciones de Primera División, Segunda División, Campeonato de España/Copa de Su Majestad el Rey y Supercopa. Dicha titularidad a favor de la RFEF está recogida en el artículo número 78 de los Estatutos de FIFA, en el 48 de UEFA y en los artículos 15 y 198 del Reglamento de la Real Federación Española de Fútbol. 2.

b)      Se priva a la RFEF de su condición como entidad organizadora de las competiciones de Primera y Segunda División. Dicha condición está recogida en la Ley del Deporte de 1990. Consecuentemente se la aparta de la venta de esos derechos. 3.

c)      Se priva a la RFEF de su participación en el órgano de gestión que regula la explotación de los derechos audiovisuales de Primera y Segunda División y, asimismo, del de autorizar la venta de dichos derechos en el extranjero, derechos de los que era titular.

d)      La RFEF no recibe ninguna cantidad de la venta de los derechos audiovisuales de Primera y Segunda División. Sólo actúa como “cartero” entregando a las federaciones territoriales de ámbito autonómico el 1%. El Gobierno indicará cuánto, en base al número de licencias en ellas y determinará su finalidad. El Gobierno establece, pues, la política de distribución y destino.

e)       La Real Federación Española de Fútbol ha sido ignorada a la hora del modo de reparto del dinero del fútbol entre los clubes profesionales, que es de un 90% para los de Primera División y de un 10% para los de Segunda, y también en el del Campeonato de España/Copa de Su Majestad el Rey, que es de un 90% para los clubes de Primera y Segunda División, y de un 10% para los de Segunda B y Tercera. ¿Por qué esos porcentajes y no otros?

f)        El Gobierno (Consejo Superior de Deportes) destina el 0,5% de los ingresos por los derechos del fútbol, que es dinero del fútbol y privado, para la Primera División femenina y distintos sindicatos de jugadores, entrenadores y árbitros, y el 1% para aplicar una política deportiva de ayuda en otras especialidades deportivas y a deportistas de élite. Ese 1,5% total, que es dinero del fútbol y privado, es más del que reciben (1%) todas las federaciones territoriales de fútbol de ámbito autonómico juntas.

g)      La RFEF aparece como garante de los clubes con la Seguridad Social y la Hacienda pública.

h)      Siete clubes que descienden de categoría, tres de Primera a Segunda y cuatro de Segunda a Segunda B, perciben un 3,5% de los ingresos por la venta de los derechos audiovisuales, lo que supone una cifra 3,5 veces superior a la de las federaciones territoriales.

Además, la RFEF quiere hacer constar su absoluta solidaridad con la Asociación de Futbolistas Españoles y lamenta el trato que ha recibido, al ser marginada, tanto a la hora del reparto como a la de no ser convocada a las negociaciones. La RFEF considera, también que todas estas actuaciones constituyen una gravísima falta de respeto a los derechos del fútbol español, a los de FIFA y de UEFA, pero quiere recordar que ya dijo “SÍ” al Real Decreto-ley 5/2015, mas no entregó un cheque en blanco, y que sigue dispuesta a cualquier diálogo que conduzca a la resolución del problema y dé respuesta a sus reclamaciones. La RFEF estima, además, que se podían haber alcanzado los mismos objetivos económicos para los clubes en la comercialización de los derechos audiovisuales si se hubiese producido la participación de todos los actores y desde el inicio, algo que no se ha hecho, y quiere aclarar que se ha reunido dos veces con el ministro de Cultura y Deporte José Ignacio Wert antes de la promulgación del Real Decreto e, igualmente, que solicitó repetidas veces el borrador del Real Decreto-ley que nunca le fue entregado. La RFEF se pregunta, finalmente, qué habría cambiado en el Real Decreto de haber acudido desde el comienzo de su elaboración, lo que nunca se produjo, a la vista de su contenido final, claramente intencionado.

Dos días después (8 de mayo) la LFP interpuso una demanda de conflicto colectivo ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional, interesando que se decretara la ilegalidad de la huelga y consecuentemente su nulidad de pleno derecho. Por su parte, la AFE notificó el 10 de mayo que la huelga tendría inicialmente una duración de siete días (del 16 al 21 de mayo), si bien se reservaban el derecho de ampliación en caso de que no fueran atendidas sus exigencias, que eran las siguientes:

a)      Que se abra un periodo de diálogo social y negociación con la Asociación de Futbolistas Españoles para consensuar un modelo equilibrado de gestión de comercialización de los derechos audiovisuales de] fútbol profesional. Es parte primordial de este objetivo alcanzar un acuerdo con la Liga Nacional de Fútbol Profesional y la Real Federación Española de Fútbol sobre las materias que a continuación se detallan y que afectan a los intereses profesionales de los Futbolistas profesionales, a fin de que dicho acuerdo sea asumido por el Gobierno.

b)      Que se pacte y se establezca una distribución más equitativa entre las distintas categorías del Campeonato Nacional de Liga de los ingresos provenientes de la venta centralizada de los derechos audiovisuales. En este sentido, la actual distribución legal de recursos obtenidos entre los Clubes de Primera División y de Segunda División «A» resulta desproporcionada; favoreciendo precisamente a los equipos que menores dificultades están teniendo para atender los compromisos con sus trabajadores y a aquellos que con más claridad se alejan en la fijación cíe sus niveles salariales del convenio colectivo de aplicación.

c)      Que se pacte y establezca un aumento de la cantidad distribuida al fútbol aficionado, especialmente a la categoría de 2ª división B, que palie el tremendo daño económico que la emisión audiovisual de los encuentros de competiciones profesionales está causando.

d)      Que se destine directamente a favor de las organizaciones sindicales de Futbolistas profesionales, en razón de su representatividad, un porcentaje tasado de los ingresos que pudieran derivarse de la venta centralizada de los derechos citados) para financiar sus gastos de funcionamiento, así como para el cumplimiento de los fines que le son propios.

e)       Que se constituyan legalmente garantías y preferencias de pago con los ingresos provenientes de la nueva regulación de la venta de los derechos audiovisuales, para la atención de las deudas salariales con los futbolistas y demás profesionales que tengan licencia federativa en el mundo del fútbol.

f)        Participación de la organización sindical de futbolistas españoles (AFE) en todos los órganos constituidos en el fútbol profesional, cuya actividad incide, conforme a la nueva regulación de comercialización de derechos audiovisuales, en los intereses y derechos de los futbolistas profesionales.

g)      Dotar a los futbolistas de una mayor seguridad jurídica en todo lo concerniente a la prestación de sus servicios, cumplimento de las condiciones pactadas y percepciones económicas. En este sentido, resulta especialmente grave la introducción de la modificación introducida por dicho Real Decreto-Ley en la Ley 10/1990 del Deporte (Disposición Final 2.4ª), que otorga un mayor reconocimiento a las decisiones unilaterales los órganos de la Liga de Fútbol Profesional, basadas en acuerdes privados que no necesitan la aprobación del CSD y que inciden enormemente en las condiciones laborales y en la carrera deportiva de los futbolistas profesionales.

La tensión de aquellos días, donde estaba en riesgo cierto el final de la Liga en todas sus categorías, incluidas las profesionales, tuvo sin embargo poco recorrido. Las medidas cautelares interesadas por la LFP fueron acordadas mediante Auto de 14 de mayo de 2015 dictado por la Sección Primera de la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional (ponente Ilmo. Sr. D. Ricardo Bodas Martín), que argumentó en el sentido de considerar que la huelga podría tener como objetivo la novación del convenio colectivo vigente entre la AFE y la LFP, lo que no estaría amparado en derecho. Además de ello, y en relación con las medidas cautelares, se pronunciaba en este sentido (fundamento jurídico quinto):

Por lo demás, se ha probado que la celebración de la huelga impediría concluir el campeonato de Primera y Segunda División B en las fechas indicadas, lo que provocará un grave desorden organizativo, cuya resolución es muy difícil de resolver por los compromisos internacionales de España y de los propios clubes, así como por las propias fechas de vacaciones de los futbolistas, sin olvidar que AFE anunció que se reservaba la ampliación de los días de huelga iniciales, lo que nos permite concluir que, si no se adoptara la medida solicitada, se producirían situaciones, que impedirían o dificultarían gravemente la tutela judicial que pudiera otorgarse caso de una eventual sentencia estimatoria, concurriendo, por tanto, los requisitos del art. 728 LEC.

Suspendida la huelga del fútbol español, solo dos semanas después (3 de junio) el CSD dictaba la resolución en el expediente de reintegro correspondiente a la subvención de 2013 en virtud del cual se acordó la devolución por parte de la RFEF de las cantidades que esta había dedicado a la construcción y reparación de campos de fútbol aficionado, obras efectivamente realizadas pero no suficientemente justificadas por los clubes e instituciones beneficiarias de la subvención.

Nueva orden ministerial sobre procesos electorales federativos

El 18 de diciembre de 2015 el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte presidido por el ministro Íñigo Méndez de Vigo, dictó la Orden 2764/2015 que regula los procesos electorales federativos, y en la se modificaban algunos puntos que hipotéticamente podían perjudicar a los intereses electorales de Ángel Villar: fundamentalmente, se reducía el porcentaje de votos de los árbitros, un estamento tradicionalmente partidario del presidente de la RFEF. Además, y entre otras cuestiones, se incorporaban nuevas reglas sobre la moción de censura en las federaciones, en el sentido de favorecer su interposición.

Como era de sobra conocido por el CSD, el mero hecho de la existencia de una norma emanada del Estado que influyera en el reglamento electoral de la RFEF era contrario al Código Electoral Modelo de la FIFA (29-10-2007), que en su art. 2 dice literalmente lo siguiente:

No se permite ninguna clase de injerencia gubernamental en el proceso electoral ni en la composición del cuerpo electoral (asamblea y congreso) de la asociación. Por lo tanto, no se aplicarán las normas gubernamentales que regulen las elecciones a los órganos internos electos de la asociación, ni tampoco se someterán las normas electorales de una asociación a la aprobación de ningún órgano gubernamental. […]

Simultáneamente, y de acuerdo con los estatutos de la FIFA (arts. 14 y 19), cualquier injerencia gubernamental sobre uno de sus miembros podía provocar sanciones, incluida la suspensión del derecho de participar en competiciones internacionales. Esto era sobradamente conocido por el CSD, que sin embargo tomó la decisión de introducir modificaciones en la Orden sin que existiera justificación alguna al respecto, salvo quizá el seguir aumentando la tensión con la RFEF, a la que sabía que ponía en una situación extremadamente delicada, tanto si aceptaba las modificaciones en su reglamento electoral como si no las aceptaba.

Ante esta tesitura, la RFEF optó por redactar un reglamento electoral conforme con la Orden de 2008, que para convocatorias anteriores había sido expresamente aprobado por la FIFA. Este nuevo reglamento fue enviado el 7 de enero de 2016 a todos los miembros de la asamblea general y fue posteriormente aprobado por la comisión delegada el 19 de enero. Al día siguiente (20 de enero) el reglamento fue remitido al CSD acompañado de la solicitud formal de cambio de criterios de la orden ministerial con el fin de que se adaptara a la Orden de 2008 y evitar así problemas con la FIFA. De acuerdo con el calendario propuesto, las elecciones a la presidencia de la RFEF se celebrarían el 22 de abril.

Como veremos en el siguiente epígrafe, el interés de Villar por celebrar las elecciones cuanto antes era evidente, pues en aquellas fechas se estaba fraguando la candidatura de su secretario general Jorge Pérez a la presidencia de la RFEF. De este modo, si el CSD aprobaba el reglamento electoral, no habría tiempo para que un candidato alternativo pudiera rivalizar con Villar.

Quizá fue ese el motivo por el que el CSD no respondió a las peticiones de la RFEF hasta el 18 de julio, siete meses después de que fueron planteadas, lo que alargó sucesivamente la celebración de las elecciones en la RFEF. Intentando evitar precisamente el retraso electoral, la RFEF interpuso recurso contencioso-administrativo contra la orden ministerial, interesando la adopción de medidas cautelares. En el recurso, la RFEF se expresaba en los siguientes términos:

[La orden vulnera] derechos fundamentales, en cuanto pretende que se aprueben por la Administración Pública los Reglamentos Electorales de dichas asociaciones privadas imponiendo determinados criterios, requisitos y formalidades para llevar a cabo los procesos electorales, lo que supone un atentado directo a la potestad de autoorganización de las entidades privadas, como es la RFEF, Y es que considera que la Orden impugnada llega a regular no solo la composición de las Asambleas Generales de las Federaciones Deportivas, sino también, la proporcionalidad en la representación de los estamentos implicados, lo que supone una injerencia de los poderes públicos”. Por este motivo, la RFEF interpuso recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional con solicitud de medidas cautelares para la suspensión de los efectos de la orden.

Las medidas cautelares fueron desestimadas por Auto de 10 de marzo de 2016 dictado por la Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional (ponente Ilma. Sra. Dña. Ana Isabel Resa Gómez).

Sin embargo, es muy importante señalar que, en lo que se refiere al fondo, el recurso fue parcialmente estimado en virtud de la Sentencia 368/2017, de 2 de octubre, dictado por la misma sección y con ponencia del Ilmo. Sr. D. José Guerrero Zaplana. El fallo de la sentencia se expresó en estos términos literales:

Que estimando solo en parte el recurso contencioso-administrativo, interpuesto por el procurador de los tribunales Dª Beatriz María González Rivero, en nombre y en representación de Real Federación Española de Fútbol contra la Orden ECD/2764/2015, de 18 de diciembre, por la que se regulan los procesos electorales en las federaciones deportivas españolas, resolución que confirmamos por ser conforme a Derecho salvo lo previsto en el artículo 19.f) en relación a las mayorías precisas para que triunfe la moción de censura, mención que debe tenerse por no puesta.

Aunque año y medio más tarde, finalmente la justicia le dio la razón parcialmente a la RFEF considerando nula parte de la Orden Ministerial.


[1] Sobre anteriores actuaciones de Javier Tebas contra Villar, véase https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2021/09/el-tortuoso-camino-a-las-elecciones-de-la-rfef-de-2004/.

[2] https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2021/12/las-elecciones-a-la-rfef-de-2012-denuncia-de-manos-limpias-contra-angel-villar/

[3] https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2021/09/el-tortuoso-camino-a-las-elecciones-de-la-rfef-de-2004/

[4] https://as.com/futbol/2012/03/06/mas_futbol/1330988430_850215.html

[5] https://www.diariodenavarra.es/noticias/deportes/mas_deporte/2012/09/17/la_rfef_renuncia_por_segundo_ano_subvencion_del_gobierno_91804_1026.html

[6] https://www.europapress.es/deportes/futbol-00162/noticia-rfef-anuncia-propondra-junta-renuncia-subvencion-csd-tercer-ano-consecutivo-20130916193730.html

[7] Confirmada por la SAN (Sala de lo Contencioso, Sección sexta) en el recurso 41/2016. No consta en CENDOJ la sentencia.

[8] Confirmada por la SAN (Sala de lo Contencioso, Sección sexta) de 2-10-2017 (ponente Ilmo. Sr. D. José Guerrero Zaplana).

[9] Confirmada por la SAN (Sala de lo Contencioso, Sección sexta) de 19-3-2018 (ponente Ilmo. Sr. D. José Guerrero Zaplana).

[10] Confirmada por la SAN (Sala de lo Contencioso, Sección sexta) de 25-7-2018 (ponente Ilmo. Sr. D. Santiago Pablo Soldevila Fragoso).

[11] Confirmada por la SAN (Sala de lo Contencioso, Sección sexta) de 14-12-2017 (ponente Ilma. Sra. Dña. Ana Isabel Resa Gómez).




La tormenta perfecta contra Villar y las elecciones a la RFEF de 2017 (parte 2)

El distanciamiento de Villar y su secretario general: Jorge Pérez candidato a la presidencia de la RFEF

En este momento es pertinente detener la narración para explicar un punto imprescindible para entender los hechos ocurridos en aquellos momentos, y en particular por qué a Villar le beneficiaba celebrar las elecciones cuanto antes: la candidatura de Jorge Pérez a la presidencia de la RFEF.

Jorge Pérez había asumido el cargo de secretario general el día 1 de septiembre de 2004, el mismo año en que Miguel Cardenal ingresaba en el Comité de Competición de la RFEF, si bien había sido el hombre fuerte de la casa desde la destitución en enero de 2003 de Gerardo González, aunque con el cargo de coordinador general.

Según trascendió y el propio Jorge Pérez reconoció, en el año 2014 se puso a sí mismo un bonus de 416.666,67 € equivalente a 1,5 veces su salario y que la RFEF consideró desproporcionado. Por este motivo el presidente perdió definitivamente su confianza en él y fue progresivamente limitando sus funciones al despacho ordinario de sus atribuciones estatuarias, lo que se hizo con la aquiescencia de la junta directiva. Esta limitación de funciones, progresivamente en aumento, generó el descontento de Pérez, quien públicamente afirmaría sentirse víctima de las arbitrarias decisiones de Juan Padrón, siempre acríticamente respaldadas por Ángel Villar.

Tras una sucesión de rumores que acompañaron a Jorge Pérez desde finales del año 2015, finalmente el 2 de febrero de 2016 anunció públicamente su intención de presentarse a la presidencia de la RFEF en el programa El Larguero de la Cadena SER, dirigido por José Ramón de la Morena, uno de los periodistas más críticos con Villar desde la querella interpuesta por el grupo PRISA por la retransmisión de los partidos de los lunes[1]. Tan solo dos días después (4-2-2016), Javier Tebas afirmaba públicamente que ”es una opinión mía personal que tenía que haber un candidato alternativo [a Ángel María Villar] y creo que Jorge Pérez reúne las condiciones. Lleva más de 20 años en la casa y puede reunir lo que le hace falta a la Federación para el cambio, que tiene que ser desde dentro[2].

Por su parte, y aunque Jorge Pérez afirmaba no ser “un hombre de Tebas” y haber tomado la decisión de presentarse sin condicionamiento externo alguno, sí confirmaba explícitamente contar con el apoyo del presidente de la LFP: “me puse en contacto a través de un club con Javier Tebas y le dije ‘quiero presentarme, ¿estarías dispuesto a apoyarme?’ Y me dijo que sí” (Al primer toque, Onda Cero, 9-2-2016). Por su parte, el periodista Ángel Rodríguez en la misma entrevista afirmaba que “la gente de la calle piensa que Jorge Pérez es un hombre de Tebas, que Tebas ha colocado a Jorge Pérez como ariete contra Ángel Villar”.

A esa entrevista en la Cadena Ser se sucedieron otras como la señalada en Al primer toque (9-2-2016), Abc (11-2-2016), El partido de las 12 (12-5-2016) y As (19-7-2016), cuyo contenido era fundamentalmente el mismo: Pérez lamentaba el devenir de la RFEF desde que se habían limitado sus funciones y anunciaba su candidatura a la presidencia. “Desde hace dos años, la verdad, se están haciendo las cosas muy mal, se están cometiendo muchísimos erroresAl primer toque (9-2-2016). Esos dos años coincidían precisamente, claro, con la limitación efectiva de sus funciones ejecutivas dada la pérdida de confianza como consecuencia del cobro del bonus.

Por su parte, Tebas no dejó durante todo el año 2016 de mostrar su público y entusiasta apoyo a la candidatura de Jorge Pérez. Por ejemplo, en un desayuno informativo de Europa Press (10-11-2016), Tebas afirmaba rotundamente que “Jorge Pérez es el candidato idóneo[3].

La asamblea general de la RFEF apoya a Villar y primera querella

Como señalamos anteriormente, los planteamientos realizados por la RFEF respecto a la orden ministerial al CSD el 20 de enero de 2016 no fueron contestados hasta el 18 de julio. Sin embargo, en el mes de febrero el TAD emitió un informe en el que explicaba cómo, previo a poder hacer consideraciones sobre el fondo del reglamento, era necesario introducir expresamente determinadas modificaciones que exigían un cambio en los estatutos de la RFEF. Por este motivo Villar decidió convocar una asamblea general para el 22 de marzo.

En esta asamblea general se sometieron a votación ese cambio de estatutos y a refrendo el reglamento electoral en los términos aprobados por la comisión delegada de la RFEF el 19 de enero, si bien introduciendo la reducción de los asambleístas de 180 a 140 en los términos señalados por el TAD. Como ya era imposible celebrar las elecciones en la fecha inicialmente prevista del 22 de abril, la RFEF solicitó el permiso para celebrarlas en el segundo semestre con el fin de evitar la coincidencia del periodo electoral con la Eurocopa de Francia, lo que le fue concedido por el CSD el 3 de junio tras el informe favorable del TAD.

Varios días antes (17 de mayo) y como consecuencia de una denuncia de Javier Tebas, Miguel Cardenal denunció ante el TAD por entender que Villar estaba retrasando maliciosamente las elecciones, lo que según el presidente del CSD debía suponer su inhabilitación. Por su parte, y exactamente el mismo día (17 de mayo), Miguel Galán interponía querella criminal en los mismos términos.

Si bien ambas acciones, administrativa y penal, fueron desestimadas, sirvieron de forma muy eficaz para trasladar a la opinión pública que el retraso de las elecciones era únicamente imputable a Villar, cuando la realidad era justo la contraria, pues él habría sido el más beneficiado de que las elecciones se celebraran lo antes posible.

El día 3 de agosto el TAD archivó sin más trámite la denuncia de Miguel Cardenal, y lo hizo en términos que merecen ser reproducidos:

1º) La tramitación del Reglamento Electoral se inició con tiempo suficiente para que se procediese a su aprobación y pudiese iniciarse el proceso electoral dentro del primer cuatrimestre de dicho año, tal y como marca la normativa aplicable.

2º) Es razonable entender que si la Real Federación Española de Fútbol no procedió a corregir los defectos jurídicos puestos de manifiesto por el Tribunal Administrativo del Deporte y el Consejo Superior de Deportes, a pesar de haber sido requerida para ello, fue porque el Consejo Superior de Deportes no había resuelto acerca de su petición de cambio de criterio sobre dos de los aspectos más relevantes del contenido del reglamento como eran la moción de censura y la fecha de las elecciones.

3º) Igualmente es posible que si el texto aprobado en la asamblea de 22 de marzo no es remitido al Consejo Superior de Deportes para su aprobación hasta el 4 de mayo de 2016 es precisamente por la falta de respuesta del Consejo Superior de Deportes a su petición del mes de enero.

4º) Igualmente cabe entender que la solicitud de cambio de fechas para la celebración del proceso electoral se realizó el 27 de abril de 2016 porque no existía respuesta para una nueva redacción.

Por su parte, de la acción criminal interpuesta por Miguel Galán conoció el Juzgado de Instrucción 1 de Majadahonda (DPPA 333/2016), que sobreseyó mediante auto dictado el 5 de enero de 2017 (Ilma. Sra. Dña. María Gavilán Rubio).

Segunda querella: el caso Recreativo de Huelva

Como consecuencia de una denuncia presentada por Javier Tebas ante el CSD, el 11 de febrero de 2016 Miguel Cardenal interpuso una denuncia ante el TAD por un supuesto trato de favor con el que la RFEF habría favorecido al Recreativo de Huelva y al Marino de Tenerife.

La denuncia no tuvo recorrido alguno en la vía administrativa, pues fue archivada a limine por el TAD en una resolución dictada el 3 de agosto de 2016. Y ello a pesar de que el TAD es el órgano disciplinario integrado en el propio CSD cuyo presidente había sido el denunciante.

No corrió sin embargo la misma suerte la querella interpuesta por Miguel Galán el 14 de julio, a pesar de tener identidad subjetiva y fáctica con la acción resuelta por el TAD. Seis años después [31-3-2022] continúa en fase de instrucción ante el Juzgado 5 de Majadahonda (DPPA 315/2016).

Una segunda asamblea general de la RFEF apoya a Villar: destitución de Jorge Pérez

A partir del verano las fechas se suceden. La comisión delegada de la RFEF aprueba el 8 de septiembre un tercer reglamento que prevé la celebración de las elecciones para el 20 de diciembre y en el que se incorporan los aspectos señalados por el CSD y el TAD.

Sin embargo, en este caso la respuesta del CSD fue casi inmediata: recibió el reglamento el día 22 de septiembre y lo rechazó cuatro días después (26 de septiembre). Eso motivó que la RFEF denunciara una “actitud consciente y deliberadamente obstruccionista, dilatoria e impeditiva del CSD y su presidente”.

Previendo hipotéticos problemas por parte del CSD, y al mismo tiempo que envió al CSD el reglamento electoral aprobado por la comisión delegada de la RFEF, el presidente Villar convocó la asamblea general para el 11 de octubre con el fin de tener el refrendo de todo el fútbol español a ese nuevo reglamento electoral, tal y como ocurriría.

Al margen de ello, la asamblea fue el escenario elegido por Jorge Pérez para escenificar su enfrentamiento con Villar. El día anterior a la asamblea (10 de octubre), Pérez envió a Villar una carta a través del registro oficial de la RFEF con el fin de que se leyera en la asamblea. La carta se expresaba en los siguientes términos:

Sr. Presidente:

Tras un análisis pormenorizado de toda la documentación referente al proceso electoral de la RFEF 2016, y teniendo en cuenta las últimas reuniones en el seno federativo que han derivado en la convocatoria de la asamblea extraordinaria de mañana y una posterior reunión de junta directiva, considero que no se está informando adecuadamente de las consecuencias de eventuales acuerdos manifiestamente ilegales, tales como la aprobación por la asamblea de un reglamento electoral ya rechazado por el Consejo Superior de Deportes y, sobre todo, una hipotética y ulterior convocatoria de elecciones por parte del presidente de la RFEF y/o su junta directiva.

La convocatoria de elecciones, sin un reglamento aprobado por el CSD, es contraria a la Orden Ministerial que regula el proceso de las elecciones en todas las federaciones deportivas españolas, y los miembros de los órganos federativos que las aprueben pueden incurrir en un ilícito administrativo y/o penal que les conlleve graves consecuencias y sanciones.

Como secretario general de la RFEF, entiendo que es mi deber y responsabilidad procurar que las decisiones federativas sean acordes a la Ley española y a los propios Estatutos federativos (reconocidos por la FIFA) que en su artículo primero someten la institución a aquella de forma voluntaria. En este caso, la legalidad la marca la literalidad de las normas y disposiciones contenidas en la referida Orden Ministerial, a través de los informes y resoluciones del Tribunal Administrativo del Deporte y el propio CSD.

Le pido, Sr. Presidente, que se dé la máxima difusión al presente escrito y que se incluya en la documentación de la Asamblea y Junta directiva de mañana. Creo que es necesario y justo para todas las personas que integran las mismas. Por otra parte, y con objeto de no incurrir yo en responsabilidades no deseadas, le comunico que me abstendré en lo sucesivo de firmar cualquier escrito al respecto.

Atentamente, Jorge Pérez Arias, secretario general.

De acuerdo con la petición de Jorge Pérez, Villar pidió que se leyera públicamente la carta, de la que previamente se había dado copia a todos los asambleístas y a los medios de comunicación. Queda así recogido en el acta de la asamblea (pág. 7):

El señor Presidente señala que si el Secretario General de la RFEF quiere hacer alguna manifestación en relación con la antedicha carta, puede intervenir en este momento, posibilidad que el interesado no utiliza.

Indica entonces el señor Presidente que desea hacer algunas preguntas al señor Secretario General sobre el contenido de dicho escrito, que plantea acto seguido: ¿Por qué considera que «no se está informando adecuadamente de las consecuencias de eventuales acuerdos manifiestamente ilegales»?, según reza literalmente la carta. ¿Qué datos concretos tiene para tan grave afirmación?; ¿a qué eventuales acuerdos se refiere y por qué los considera manifiestamente ilegales?

El señor Secretario General no da ninguna respuesta a estas cuestiones.

Prosigue el señor Presidente preguntando al señor Secretario General a qué escritos se refiere cuando afirma en su carta que «con objeto de no incurrir yo en responsabilidades no deseadas, le comunico que me abstendré en lo sucesivo de firmar cualquier escrito al respecto». ¿Significa eso que hará dejación de sus funciones como Secretario General?

El señor Secretario General no responde a las preguntas formuladas por el señor Presidente, ni hace manifestación alguna.»

Al terminar de tratar todos los puntos del orden del día, y antes de concluir la asamblea, el presidente de la RFEF tomó la palabra y se expresó en estos términos literales:

Deseo poner en conocimiento a esta Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol, conocimiento del y al propio interesado, que es el secretario general, en virtud de mis facultades estatutarias desde este momento ceso al secretario general, qué pasará a desempeñar las funciones propias de su categoría profesional.

Si pública había sido la denuncia de Jorge Pérez de supuestas irregularidades y hasta ilegalidades, públicamente se hacía la destitución de su cargo como secretario general. De forma paralela y también el día anterior a la celebración de la asamblea, el secretario de Estado había enviado a Villar una carta de contenido muy similar a la de Jorge Pérez, que también terminó filtrada a los medios comunicación.

La misma noche de la asamblea Pérez comentó los hechos en el programa de José Ramón de la Morena, El transistor (Onda Cero, 12-10-2016). Veinte días más tardes (31 de octubre) y firmada por el propio Villar, la RFEF remitió la carta de despido por causas disciplinarias.

Jorge Pérez demandó a la RFEF el 19 de diciembre de 2016 por despido improcedente, en un pleito que conoció el Juzgado de lo Social 21 de Madrid y que resolvió mediante sentencia de 31 de marzo de 2017 (aclarada por auto de 16 de junio) a favor de Jorge Pérez en el sentido de reconocer la improcedencia del despido con obligación de indemnizarlo en la cantidad de 444.357,57 € o, alternativamente, readmitirlo en la RFEF con el pago de los salarios de tramitación por valor de 741,78 € diarios. Ambas partes recurrieron en suplicación ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que resolvió mediante la Sentencia 368/2018, de 20 de abril (ponente Ilmo. Sr. D. Javier José París Marín), confirmar íntegramente la anterior resolución. El ulterior recurso de casación interpuesto por Jorge Pérez fue inadmitido a trámite mediante Auto de 9 de mayo de 2019 (ponente Excmo. Sr. D. José Manuel López García de la Serrana).

Al margen de lo anterior, la RFEF envió a Jorge Pérez ad cautelam una segunda carta de despido el día 7 de marzo de 2017 fundada en la participación del exsecretario general en los hechos relativos a una subvención concedida en 2010 por el CSD “para el fomento y fortalecimiento de políticas transversales en materia deportiva” que fueron las que dieron lugar al conocido como “caso Haití”.

Dimisión de Miguel Cardenal y aprobación definitiva del reglamento electoral

Apenas tres días antes de la celebración de esta segunda asamblea general se había conocido la noticia de que el Juzgado de Instrucción 36 de Madrid había llamado a declarar como investigado por malversación de fondos y otros cuatro delitos a Miguel Cardenal, como consecuencia de una querella interpuesta por el presidente de la federación de tenis, José Luis Escañuela, con quien también Cardenal tenía un enfrentamiento intenso desde hacía meses.

Esta imputación provocó la dimisión de Cardenal, que tuvo lugar el 8 de noviembre. Ocho días después (16 de noviembre), José Ramón Lete Lasa fue nombrado secretario de Estado para el Deporte. La RFEF recibió de muy buen grado el nombramiento, y así lo hizo público:

La Real Federación Española de Fútbol quiere hacer llegar su felicitación a José Ramón Lete Lasa por su nombramiento como presidente del Consejo Superior de Deportes, al tiempo que le desea todo tipo de éxitos en su nuevo cargo.

A partir de este momento todas las dificultades fueron diluyéndose. Aunque el 16 de diciembre el CSD rechazó el recurso de reposición interpuesto por la RFEF contra la decisión de 16 de septiembre de no aprobar el reglamento previo, el 9 de enero de 2017 el CSD aceptó que los futbolistas no profesionales pudieran elegir en circunscripción autonómica a sus representantes en la Asamblea, tal y como pedía la RFEF. Así pues, el 18 de enero la RFEF envío un nuevo reglamento electoral, que esta vez sí fue aprobado por el CSD el 31 de enero.

La importancia que cobró no solo para el fútbol sino para el país en general la cuestión surgida en torno a las elecciones de la RFEF se demuestra claramente por el hecho de que el propio presidente del gobierno, Mariano Rajoy, manifestó públicamente en Onda Cero (26 de enero) haber dado órdenes para resolver la cuestión, tan solo cinco días antes de que el CSD diera el sí definitivo:

Estoy convencido de que en pocas fechas se llegará a un entendimiento, que es el mejor procedimiento para resolver problemas. Son las instrucciones que tiene el nuevo Secretario de Estado de Deporte y el director general de Deportes.

El nuevo y definitivo calendario electoral, aprobado por la comisión delegada de la RFEF el 13 de febrero, acordó la celebración de las elecciones a la presidencia de la RFEF se celebrarían el 22 de mayo. De acuerdo con las diversas y sucesivas declaraciones públicas, se presentarían tres candidatos: Miguel Galán, Jorge Pérez y Ángel Villar.

Tercera querella: el caso Haití

Antes de glosar los meses previos a las elecciones es preciso volver a finales de 2016, concretamente al día 30 de diciembre, fecha en que Miguel Galán interpuso una tercera denuncia contra Ángel Villar, en esta ocasión por el supuesto fraude de una subvención concedida por el CSD a la RFEF en el año 2010, en lo que es conocido como el caso Haití.

El caso continúa en fase de instrucción en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Majadahonda, si bien el 9 de junio de 2021 se ha dictado auto por el que se sobresee el caso respecto a Ángel Villar de acuerdo con la petición de la Fiscalía.

Los últimos pasos hacia la reelección de Villar

Tras la aprobación del calendario electoral el 13 de febrero, las noticias sobre la campaña electoral se sucedieron. El día 24 de febrero Jorge Pérez anunció oficialmente su candidatura a la presidencia, y un mes después (24 de marzo) Miguel Galán renunció a favor de Pérez, según afirmaba en un comunicado: “para no perjudicar al otro candidato avalado por la Liga y el fútbol profesional”. En efecto, y aunque en los meses anteriores Jorge Pérez había reiterado no ser el candidato de Javier Tebas, nadie dudaba de que la pugna real en esta campaña electoral estaba entre Ángel María Villar y el presidente de la Liga.

A pesar de los diversos procedimientos administrativos y penales interpuestos contra Villar, la lucha con Jorge Pérez se demostró muy desigual desde el principio. A pesar de la intensísima campaña mediática en contra, Villar demostró pronto su éxito ante todos los estamentos del fútbol español. Tan es así que uno de los medios que mayor campaña habían hecho en contra de Villar, el diario As, ya anunciaba el 8 de abril una segura victoria[4]. El propio As, al dar cuenta el 29 de abril de los resultados a las elecciones a asambleístas titulaba tajantemente: “Villar arrasa y Jorge Pérez y Tebas impugnarán”[5].

Efectivamente, constatada la segura derrota que se les avecinaba, Jorge Pérez y Tebas dejaron de lado el proceso electoral y buscaron fórmulas para invalidarlo. Como venía ocurriendo desde hacía más de un año, era nuevamente la oposición a Villar la que pretendía evitar la celebración de las elecciones en la RFEF.

El 5 de mayo Jorge Pérez presentó un recurso ante el TAD interesando la nulidad de las elecciones a asambleístas, o subsidiariamente la nulidad del voto por correo. A este recurso se añadieron otros presentados por las federaciones autonómicas de Aragón y Andalucía, y por el Club Atlético Pinto. En todos los casos, la consecuencia del éxito de cualquiera de los recursos sería la repetición del proceso electoral. Simultáneamente, Pérez optó por no presentar los avales que afirmaba tener para ser candidato a la presidencia de la RFEF, remitiendo todas sus esperanzas a la anulación por parte del TAD del proceso electoral.

Consecuentemente, el 11 de mayo la Comisión Electoral de la RFEF proclamó al único candidato que había presentado los avales, Ángel María Villar. Al día siguiente (12 de mayo), todas las esperanzas de Jorge Pérez se esfumaron al conocerse que el TAD rechazó la adopción de las medidas cautelares interesadas y que, consecuentemente, las elecciones se celebrarían el 22 de mayo con Villar como candidato único.

Un último intento de Jorge Pérez fue el recurso ante la justicia ordinaria, interesando la adopción de medidas cautelarísimas en el mismo sentido. Sin embargo la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia también las rechazó, señalando que “la prosecución del proceso electoral, incluso su finalización, no supondría un impedimento para la estimación de la nulidad del proceso en caso de acreditarse la concurrencia de cual quiera de las causas previstas legalmente en los recursos que se instaran al efecto lo que generaría los efectos inherentes a la declaración de nulidad en su caso”.

Tal y como estaba previsto, el 22 de mayo se celebraron las elecciones, y Villar ganó con 112 votos a favor, 11 en blanco y ninguno en contra. La validez del proceso electoral fue definitivamente avalada por el TAD, que el 9 de junio resolvió rechazar todos los motivos de impugnación del proceso electoral alegados por las federaciones autonómicas de Aragón y Andalucía, el Club Atlético Pinto y Jorge Pérez Arias. De este modo, Ángel Villar conseguía definitivamente revalidar por octava vez su cargo como presidente de la RFEF.

El entonces ignorado caso soule

Al empezar este artículo hicimos referencia al caso soule y a la definitiva caída de Villar, que tuvo lugar apenas dos meses después de ganar las elecciones. En aquel momento pocas personas tenían conocimiento de la existencia de esta investigación, pues las diligencias instruidas (DPPA 35/2017) en el Juzgado Central de Instrucción 1 de la Audiencia Nacional se hallaban bajo secreto de sumario. Por supuesto, los investigados desconocían completamente su existencia.

Es relevante sin embargo citar algunos hitos que, aunque se conocieron con posterioridad, tuvieron lugar de forma paralela al proceso electoral y probablemente con el fin de intervenir en su resultado.

En primer lugar hay que señalar que quien interpuso la denuncia inicial fue Miguel Cardenal, y lo hizo ante la Fiscalía Anticorrupción el 11 de noviembre de 2015. A esta denuncia le sucedieron otros escritos ampliatorios de 14 de diciembre de 2015, 18 de enero de 2016, 25 de febrero de 2016 y 13 de abril de 2016.

Por su parte, y ya en periodo electoral, el 30 de enero de 2017 Jorge Pérez interpuso una denuncia también ante la Fiscalía Anticorrupción. Aunque las diligencias de la fiscalía eran secretas, resulta muy improbable que Jorge Pérez ignorara su existencia y sin embargo presentara él una denuncia ante el mismo órgano que estaba ya conociendo de aquellos hechos. El 15 de marzo Jorge Pérez ratificó su denuncia, y el 12 de abril aportó un pendrive con documentación extraída de la propia RFEF. Es llamativo cómo esta prueba documental no se aportó con la denuncia inicial y sí cuatro días después de que el diario As diera por segura la victoria de Villar.

Aunque estas actuaciones tenían lugar en absoluto secreto, parece claro que la voluntad de la oposición era que el caso soule estallara antes de las elecciones. Aunque no fue así y Villar consiguió ganar sus octavas elecciones, el estruendoso estallido del caso, que cinco años después continúa en instrucción [31-3-2022], terminó con la carrera de quien lideró el fútbol español en los años de mayores éxitos de nuestra historia.

Carta de 16 presidentes autonómicos en apoyo de Ángel Villar

Para terminar, entendemos procedente reproducir íntegramente una carta redactada por dieciséis presidentes de federaciones autonómicas el día 23 de febrero de 2017 tras una reunión en un hotel de Madrid. Aunque en ese momento no se tenía noticia de lo que finalmente sería el caso soule, esos presidentes decidieron hacer pública un texto muy contundente en apoyo de Villar ante lo que consideraban una operación de acoso y derribo injustificado e injusto.

Los firmantes de la misma fueron los presidentes de las Federaciones de Fútbol del Principado de Asturias (Maximino Martínez), Islas Baleares (Miguel Bestard), Canaria (Antonio Suárez), Cántabra (José Ángel Peláez), Castilla-La Mancha (Antonio Escribano), Castilla y León (Marcelino Maté), Catalana (Andreu Subies), Ceuta (Antonio García), Extremeña (Pedro Ángel Rocha), Madrid (Francisco Javier Díez), Melillense (Diego Martínez), Murcia (José Miguel Monje), Navarra (José Rafael del Amo), Rioja (Jacinto Andrés Alonso), Comunidad Valenciana (Vicente Muñoz) y Vasca (Luis María Elustondo).

El tenor literal de la carta es el siguiente:

El próximo 22 de mayo se celebrarán elecciones a la presidencia de la RFEF. Concluirá en ese preciso momento el proceso que situará al frente de la Real Federación Española de Fútbol al vencedor en las urnas. Las urnas son soberanas.

Un total de 140 electores decidirá quién conducirá los destinos de la RFEF a partir de ese instante. En ese preciso momento se pondrá fin a un proceso que algunas partes han convertido en especialmente tortuoso y muy difícil de hacer realidad. No ha sido el caso de la Real Federación Española de Fútbol, siempre dispuesta a la elaboración del Reglamento adecuado, ni de sus dirigentes y, en especial, de Ángel Villar, sometidos a una persecución sin precedentes. Como en todas ellas, sus autores tienen nombres y apellidos.

No hay precedentes en otros procesos electorales en federaciones deportivas de las trabas sufridas por la RFEF hasta conseguir un Reglamento aprobado. Todas las medidas emprendidas para tratar de conseguirlo fueron rechazadas por el Consejo Superior de Deportes que presidía Miguel Cardenal, en algunos casos tras haber sido aprobadas y en otros añadiendo nuevas exigencias. Miguel Cardenal no solo impidió la posibilidad de dar el visto bueno al Reglamento, sino que hizo uso inadecuado de la información de la que disponía, lo que exige un trato prudente y elegante, filtrándola interesadamente.

Pero hay otros involucrados en este largo acoso de años contra Ángel Villar y, en consecuencia, contra quienes gestionan la RFEF con intenciones que resultan evidentes. El auténtico motor de combustión de esos programas es Javier Tebas, presidente actual de la Liga de Fútbol Profesional, que buscó y encontró a un pre candidato, el ex secretario general de la RFEF. Este operativo está plagado de infinidad de agravios, medias verdades, acusaciones sin sentido y graves calumnias. El terceto ha emprendido acciones disciplinarias, acciones penales, descalificaciones constantes y manifestaciones insostenibles. Solo han conseguido con ello descubrir su auténtica cara. Demostrar qué son, quiénes son y cómo se manejan.

La historia de la persecución emprendida a título individual por Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, no es, sin embargo, un asunto reciente; sus compañeros de aventura, sí. Tebas la inició en 2003. Es, pues, un viejísimo anhelo que hasta ahora y para su desgracia, no le ha dado ningún resultado. Ni en los juzgados de lo penal, ni en otros, a los que acude con más que regular frecuencia, ni en las urnas. Los asuntos denunciados ante el Juzgado de lo Penal número 47 de Madrid fueron, entre otros, una presunta retención indebida de seguros concertados para jugadores de selecciones nacionales, otra presunta retención de ingresos de los clubes por las fichas profesionales de los jugadores, la demora en el reintegro de viajes y gastos particulares de familiares y directivos, y el contrato con la firma deportiva Puma. Asimismo, se abrió un expediente disciplinario por el Comité Español de Disciplina Deportiva, que en el mismo acto quedó suspendido hasta que se resolviera el procedimiento penal. El procedimiento penal fue archivado posteriormente.

A partir de entonces, y hasta ahora mismo, no han dejado de promoverse denuncias y actuaciones siempre con el mismo objetivo e idéntica finalización. Muchas de ellas se han producido con procesos electorales a la vista y en vigor, lo que no deja de ser extraordinariamente llamativo ni causa dudas sobre sus objetivos. En el mismo año 2003, el propio Javier Tebas, representante del C.D. Badajoz, y aliado con el presidente de una Territorial, presentó otra denuncia contra Ángel Villar por presunto abuso de autoridad, escudándose en la constitución de una hipoteca sobre los locales de la Real Federación Española de Fútbol con Caja Madrid, en garantía de la devolución de un préstamo de 18 millones de euros. La denuncia no fue admitida por el Consejo Superior de Deportes.

No contentos con los resultados de los dos primeros intentos, en 2006, el Comité Técnico de Árbitros de la Territorial de Aragón denunció al presidente de la RFEF y al presidente del Comité Técnico de Árbitros, Victoriano Sánchez Arminio, por no convocar este una reunión de las dos debidas de la Comisión de Coordinación lnterterritorial y Relaciones Externas del Arbitraje. Asunto gravísimo, sin duda. El Consejo Superior de Deportes instó al Comité Español de Disciplina Deportiva a la apertura de un expediente. Esta vez tampoco hubo sanción.

En 2007, cuatro años después, Javier Tebas y Roberto Dale solicitaron la reanudación del expediente suspendido por el CEDD en septiembre de 2003 con el mismo resultado: la denuncia fue desestimada. En 2008 [sic, fue 2012], Ignacio del Río entabló un contencioso administrativo por motivos electorales y el sindicato Manos Limpias una acción criminal por la misma razón. Una vez más no consiguieron sus objetivos.

La judicialización del fútbol es la primera de las constantes de quienes pretenden ganar por fuera lo que no son capaces de ganar ni deportivamente, ni, como se ha demostrado sobradamente, en un proceso electoral limpio y democrático, lo que las urnas han demostrado en todas las ocasiones. La persecución, sin embargo, no ha parado ni en medios ni en difusión. Lamentablemente para ellos, la respuesta de los electores ha sido terminante. En el actual proceso electoral, Javier Tebas lidera no solo el monopolio de la campaña de acoso, sino que respalda plenamente y avala a un pre candidato del que el primer día dijo que no era el más adecuado

El año 2015, Javier Tebas, en representación del Alcorcón, solicitó la apertura de expediente disciplinario contra el presidente de la RFEF y los miembros de la Comisión Delegada, entre los que se encontraban Vicente del Bosque y Carlos Velasco Carballo, por adoptar el acuerdo de suspender las competiciones a raíz del Real Decreto TV, Ley sobre Derechos Audiovisuales. Como había ocurrido en todos los casos precedentes, dicha apertura de expediente fue desestimada. Un año más tarde, esto es, en 2016, nuevamente Javier Tebas, ¡quién iba a decirlo!, solicitó la apertura de otro contra el presidente de la RFEF por la aprobación del presente Reglamento Electoral por la Comisión Delegada. Por enésima vez, esta denuncia contra Ángel Villar fue rechazada.

Todas estas acciones han estado salpicadas por multitud de declaraciones ofensivas hacia el presidente de la RFEF. Los acosadores no se han detenido ante nada, involucrando incluso a familiares y amigos de Ángel Villar, una demostración de ruindad que nada tiene que ver con el fútbol, ni, en el más extremo de los casos, con las diferencias de gestión o personales. Un modelo que define fielmente el perfil de ciertos personajes del fútbol y que han llegado a utilizar su dinero, el del fútbol, para constituir la Comisión de Clubes de Segunda B y Tercera y la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino con carácter electoralista y contrarias al actual presidente de la RFEF y a los demás presidentes de federaciones de ámbito autonómico.

Representantes de estas asociaciones nos censuran por no defender al fútbol aficionado y no responder a sus escritos. Lo que nos faltaba: que critiquen a quienes desde siempre se ha volcado con el fútbol aficionado, campo, por cierto, que Jorge Pérez acaba de descubrir después de 25 años ignorándolo y sin haber visitado jamás por iniciativa propia una Territorial. Claro que la de las iniciativas no es, precisamente, una de sus virtudes.

Javier Tebas se ha significado especialmente durante todos estos años. Lo hizo casi en dos centenares de ocasiones. Seis veces denunció a Ángel Villar y seis veces fueron echadas abajo sus denuncias. Tebas añadió a su lista de agraviados y adversarios a futbolistas, clubes y árbitros. Sus desavenencias con la familia del fútbol son notorias. De los primeros, y valga como ejemplo, llegó a señalar que sabían el resultado de un partido (Levante-Real Zaragoza) con antelación y que habían sacado dinero de las apuestas (La Razón, 17 de marzo de 2015). También aseguró aventuradamente que «España no está preparada para ver a un futbolista en la cárcel” (El País, 8 de octubre de 2014); de los segundos afirmó que «se nos ha dicho que tenemos los mejores (árbitros) del mundo, pero esa clasificación no la encuentro por ningún lado» (La Gaceta. 17 de diciembre de 2013). Varios clubes nacionales también se han visto ofendidos repetidas veces.

Hace apenas un mes, el 5 de enero de 2017, una jueza de Majadahonda (Madrid) rechazó la querella presentada por Miguel Galán, uno de los pre candidatos a la presidencia de la RFEF, contra Ángel Villar por la dilación interesada del proceso electoral en la RFEF y no encontró indicios racionales de ilícito penal y archivó la querella. el tribunal administrativo del deporte, a instancia del secretario de estado, Miguel Cardenal, ya había resuelto con anterioridad (03/08/2016) que no se debía abrir expediente al presidente de la RFEF por dicho motivo. cabe recordar, a propósito de esto, que los miembros de este tribunal los nombra la comisión directiva del CSD, en parte, a propuesta del propio secretario de estado, en aquellos momentos, Miguel Cardenal.

Desencantado con sus resultados, Miguel Galán, que también perdió las elecciones a la presidencia de la Territorial de Madrid, confesó hace unas semanas en los medios de comunicación que abandonaba la batalla judicial que tanto tiempo y dinero le había costado. «No puedo seguir luchando para que otros se beneficien de mí. Va me he gastado 150.000 euros y sin Cardenal estoy solo. Se están aprovechando de mis querellas, les he hecho el trabajo sucio» (Diario AS, 6 de noviembre de 2016 y 4 de diciembre de 2016)».

Galán debe haber recuperado fuerzas no se sabe cómo pues no se explica de otra manera que a continuación abriera otro frente por los llamados casos Marino y Recreativo y una denuncia por el de Haití. Es fácil deducir quienes están tras todas acciones de Miguel Galán, al que han proporcionado informaciones verbales y documentales, y cobertura. Este precandidato ha sido denunciado por Ángel Villar por extorsión, coacciones, denuncia falsa y obstrucción a la justicia. Galán había pedido para retirar su querella una serie de insólitas exigencias: ser vicepresidente de la UEFA en el caso de que Villar se presentara a la presidencia, convertirse en vicepresidente primero de la RFEF, en el supuesto de que no la consiguiera … ¡y presidente de la RFEF si lo lograba! Eso amén de reclamar 240.000 euros y otras minucias como la de que Villar hablara con la Asociación Española de Futbolistas (AFE) para que esta retirara la querella contra él por un presunto delito de estafa, falsedad documental y un delito relativo al mercado y los consumidores estafa, y obtener una serie de prebendas para su propia asociación. Hay alguna que otra querella más de los alumnos de su Escuela de Entrenadores.

Jorge Pérez, ex secretario general de la RFEF, tampoco está libre de una investigación judicial por los llamados «casos Marino y Recreativo», al igual que Ángel Villar y otros dirigentes de la Real Federación Española de Fútbol en el número 1 de los de Majadahonda. No se entiende que ciertos personajes del fútbol y algunos medios de comunicación hayan magnificado con aviesas intenciones, y los intereses que todos conocemos, lo uno y silenciado lo otro. Todas esas acciones ponen en rotunda evidencia la existencia de una persecución perpetrada inicialmente hace mucho, que se ha mantenido en el tiempo y que se ha agudizado en la actualidad. Es decir que ha habido acoso y, en consecuencia, acosadores.

No hace falta ser un lince para advertir que tanta insistencia no tiene otro objetivo que el de tratar de conseguir por la vía judicial lo que nunca han podido lograr por la electoral y democrática, algo que persiguen infructuosamente desde hace 14 años. Esa persecución ha alcanzado su mayor intensidad en el actual proceso electoral con la presentación de tres acciones criminales y dos expedientes sancionadores falsos con la única intención de socavar el honor y crédito del presidente de la RFEF. Causa enorme estupor, desde el respeto debido a la discrepancia en la gestión deportiva, que a ellos se haya sumado un sector minoritario del fútbol que no valora los extraordinarios perjuicios que le han causado con esas acciones, ni contemplan estos actos carentes de toda ética como despreciables. Rayando el delito.

A la vista están, sin embargo, los catastróficos resultados que han obtenido.

Como consecuencia de la publicación de esta carta, Miguel Galán interpuso el 28 de febrero de 2017 denuncia ante la Comisión Electoral de la RFEF y posterior recurso ante el Tribunal Administrativo del Deporte (30-3-2017) como consecuencia de la resolución por silencio de la comisión. El 27 de abril de 2017 el TAD dictó resolución por la que se acordó declarar que esta carta suponía una infracción al deber de neutralidad que el art. 12.4 de la Orden ECD/2764/2015 impone a todos los órganos federativos.

Contra esta resolución se interpuso recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que se resolvió mediante la Sentencia 495/2018, de 25 de julio, que desestimó íntegramente las pretensiones de los recurrentes. El posterior recurso de casación fue inadmitido mediante Providencia de 24 de enero de 2019 dictada por la Sala Tercera del Tribunal Supremo, contra la que se presentó recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. El más alto tribunal admitió a trámite el recurso, y dictó finalmente la Sentencia 5/2021, de 25 de enero (ponente Excmo. Sr. D. Antonio Narváez Rodríguez) por la que desestimó íntegramente el amparo solicitado.

 


[1] https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2021/05/la-guerra-del-futbol-televisado-1996-y-la-primera-querella-contra-villar/

[2] https://www.20minutos.es/deportes/noticia/javier-tebas-apoya-jorge-perez-presidente-rfef-2665471/0/

[3] https://ecodiario.eleconomista.es/otros-deportes/noticias/7949505/11/16/Tebas-Jorge-Perez-es-el-candidato-idoneo-la-RFEF-se-ha-quedado-en-Cuentame.html

[4] https://as.com/futbol/2017/04/08/primera/1491602790_855727.html

[5] https://as.com/futbol/2017/04/28/primera/1493400461_296613.html




La complicada Copa de 1907

Creo que no resulta exagerado afirmar que de todas las ediciones del Campeonato de España celebradas desde 1903 hasta la fecha, la disputada entre el domingo 24 y el sábado 30 de marzo de 1907 es aquella cuya reconstrucción resulta más compleja.

Como es sabido, la primera historia de la Copa la publicó en el mes de diciembre de 1942 el periodista Fielpeña, pseudónimo tras el que se escondía Juan Peñafiel Alcázar. Desconocemos cuáles pudieron ser sus fuentes, porque no cita ninguna en absoluto, pero lo cierto es que permitió un primer acercamiento al torneo que hasta entonces era desconocido. De aquel 40 años de historia del Campeonato de España de fútbol no podemos olvidar la forma en que encabezaba el propio Fielpeña su prólogo: “Creemos que algún día el fútbol español tendrá escrita su historia completa”. Setenta años después podríamos reproducir la afirmación con las mismas palabras literales, y precisamente estas líneas son las que bien pueden predicarse de la Copa de 1907: algún día tendrá escrita su historia completa.

El propio Fielpeña explicó correctamente cómo el campeonato se jugó por el sistema de todos contra todos, según el modo habitual desde 1903, y que la concurrencia de cinco clubes hizo que el torneo se prolongara durante una semana. El hecho de que el Madrid FC y el Club Vizcaya terminaran empatados a 6 puntos obligó a la celebración de un partido de desempate.

Esta narración y los resultados de los partidos fueron sucesivamente repetidos en todas las publicaciones posteriores, incluida la famosa Historia de la Copa publicada en 1970 cuya autoría es debida a los primos Nicolás Fuentes y Juan Sáenz (que firmó como Enrique Fuentes)[1].

Frente a aquellas remotas reconstrucciones del torneo, y dada la particular complejidad de esta edición, en CIHEFE hicimos un estudio pormenorizado de la prensa madrileña, que arrojó los resultados que presentamos en la obra Campeonato de España de Foot-ball (1903-1928) publicada en 2019 y en la que tuve el honor de firmar junto a Félix Martialay, José del Olmo, José Ignacio Corcuera y a Luis Javier Bravo Mayor.

En aquella monografía descubrimos por primera vez cómo el partido disputado entre el Madrid FC y el Huelva Recreation Club, de la quinta jornada del torneo (29-3-1907), en realidad fue solo un partido amistoso porque el Recreativo cedió los puntos antes de jugar el partido.

A tal efecto, podemos señalar por ejemplo la crónica publicada por el madrileño diario El País del sábado 30 de marzo de 1907 daba la siguiente crónica con firma de Santiago Paz (pág. 4):

Antes de empezar este match se firmó el acta del partido por el referee, que era del Vigo, el capitán del Madrid y el del Huelva, dando éste por ganado el partido, reconociendo la superioridad del Madrid sobre ellos y a causa también de estar sus jugadores muy cansados, han tenido que jugar tres días seguidos. A pesar de esto se acordó celebrar un partido amistoso entre ambos con objeto de no suspender ninguno y no privar al público de un partido ya anunciado, por jugarse en estas condiciones, lo que el público adivinó en seguida. Jugaron con el Huelva los jugadores del segundo equipo del Madrid, hallándose este también algo variado, sin duda para cogerles descansado con el Vizcaya al jugar el partido definitivo; el público, comprendió, como decimos, que era un partido amistoso, y se reía mucho de los incidentes del juego, ovacionando constantemente al guardameta del Huelva, Valbuena; el resultado final fue cinco goals del Madrid por dos del Huelva.

Puesto que el resultado del partido amistoso fue el mismo que el pactado previamente, victoria del Madrid FC, ningún problema había generado en los historiadores anteriores el desconocer que aquel partido realmente no fue un partido de Copa sino un mero partido amistoso en el que el público “se reía mucho de los incidentes del juego”.

Desconocíamos sin embargo en el momento de publicar el citado libro de 2019 que lo mismo ocurrió con un segundo partido, y por ello es momento de reseñarlo para público conocimiento. Se trata del partido que el propio Recreativo de Huelva debía haber jugado dentro de la cuarta jornada el día anterior (28-3-1907) contra el Club Vizcaya y que terminó con el resultado de 4-0 a favor de los bilbaínos.

Sabemos lo ocurrido gracias a la crónica del periódico La Correspondencia Militar publicada el 30 de marzo de 1907 con firma de Zig-Zag (pág. 3)[2]. Dice así:

Al acabar este juego [el Madrid – Hamilton] nos dio el Sr. Padrós la noticia de que el Club Huelva, que había de jugar con el Vizcaya, renunciaba en favor de este al partido, y que, por deferencia al público, jugarían uno amistoso. Así se hizo, apuntándose cuatro goals los bilbaínos, de los que Valle y Arsuaga jugaron muy bien; Valbuena portero del Huelva, estuvo también muy acertado, a pesar de sus lesiones de los pies.

Por su parte, El Pueblo Vasco (29-3-1907, pág. 2) recogía una versión de los hechos que ha de ser interpretada en conjunto con la anterior. Dice así:

[…] Jugaron después el team Vizcaya y el de Huelva. Durante un primer tiempo de 25 minutos el team Vizcaya hizo cuatro goals por ninguno de sus contrincantes. En vista de este resultado, en el segundo tiempo los jugadores del team de Huelva pidieron a los del Vizcaya que, dándose por vencidos, se jugara la segunda parte amistosamente. Así se efectuó. Se lamentaban los jugadores de que el reglamento no les permitiera descansar, ni sustituirse, ni reforzar el team en caso de inutilidad de alguno de los contendientes por caída u otras circunstancias.

De acuerdo con el reglamento del Campeonato de España los dos tiempos de cada partido duraban 45 minutos, por lo que es obligado entender el término “amistosamente” que utiliza el cronista en sentido meramente popular, usado para señalar simplemente que en la segunda parte no se produjeron goles, no que la primera parte sí fuera partido oficial. Si lo hubiera sido, necesariamente habría durado 45 minutos y no los 25 que se indican.

Dicho cuanto antecede, no hay duda de que los dos últimos partidos del Huelva Recreation Club fueron amistosos y no oficiales, si bien ignoramos si en el futuro aparecerán otras noticias que por ahora son desconocidas y que nos permitan conocer que otros partidos de este campeonato también fueron amistosos por cesión previa de los puntos. Glosando a Fielpeña, esperamos que algún día toda la historia del fútbol español esté bien explicada, y sin duda alguna a esos historiadores del futuro les corresponderá el aclarar la verdadera historia de la Copa de 1907.

 


[1] Véanse los artículos de José Ignacio Corcuera “Juan Sáenz y la primera historia de la Liga” (Cuadernos de Fútbol, nº 30, marzo 2012) y “Nicolás Fuentes y las primeras historias de la Liga y la Copa” (Cuadernos de Fútbol, nº 42, abril 2013).

[2] Tanto esta crónica como la siguiente están reseñadas en https://www.bdfutbol.com/foro/showthread.php?tid=4165 por “Antonio3223”.




Las elecciones a la RFEF de 2012: denuncia de Manos limpias contra Ángel Villar

1.   Introducción

Tras la victoria electoral de Ángel María Villar en las elecciones a la RFEF de 2004 que hemos glosado en otro lugar, el siguiente periodo electoral estuvo marcado por la controversia surgida en torno a la Orden Ministerial ECI/3567/2007, de 4 de diciembre, por la que se regulan los procesos electorales de las federaciones deportivas españolas (BOE nº 294, 8-12-2007), emanada del Ministerio de Educación y Ciencia presidido por Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo y con Jaime Lissavetzky como secretario de Estado para el deporte.

Esta orden ministerial, que en medios periodísticos fue conocida como “decreto anti-Villar”, establecía en su artículo 2.3 que “[…] los procesos electorales para la elección de los citados órganos se realizarán coincidiendo con el año de celebración de los Juegos Olímpicos de Verano, debiendo iniciarse dentro del primer trimestre de dicho año. No obstante, las Federaciones deportivas españolas que vayan a participar en los Juegos Olímpicos de Verano iniciarán sus procesos electorales dentro de los dos meses siguientes a la finalización de los mismos”. Puesto que la selección española de fútbol no se había clasificado para los Juegos Olímpicos de Pekín, la orden obligaba a que la RFEF celebrara las elecciones antes del verano a pesar de que también en verano estaba prevista la participación en la Eurocopa de Austria y Suiza.

Como es bien sabido, finalmente el proceso electoral tuvo lugar después del verano, tras la definitiva aprobación del reglamento electoral de la RFEF mediante resolución de la Comisión Directiva del CSD de 29 de septiembre de 2008. En todo aquel proceso no resultó innecesaria la intervención de la FIFA, que hubo de recordar que todos sus miembros están estatutariamente obligados a no aceptar injerencias políticas y que el incumplimiento de tales normas podía generar graves consecuencias deportivas.

Terminado aquel episodio, y próxima la convocatoria del siguiente periodo electoral, el día 21 de septiembre de 2011 la Directora General de Deportes del CSD, Matilde García Duarte, emitió una circular en la que comunicaba a todas las federaciones deportivas españolas que los procesos electorales de 2012 se regirían por la misma orden ministerial de 2007, indicando que los reglamentos electorales no tenían por qué ser modificados.

En consecuencia, y de acuerdo con el citado art. 2.3, el proceso electoral de la RFEF debía iniciarse dentro de los dos meses posteriores al final de los Juegos Olímpicos ya que el fútbol español se había clasificado para jugar en Londres 2012. Sin embargo, la Orden ministerial también tenía una disposición final primera, que tanto la RFEF como el CSD interpretaron como habilitante para celebrar las elecciones en el primer trimestre del año de 2012.

2.   La convocatoria de elecciones de 2012

El día 4 de octubre de 2011 la Real Federación Española de Fútbol dirigió una carta al Consejo Superior de Deportes solicitando que, con base en la disposición final primera de la Orden ECI/3567/2007, se autorizara a que las elecciones que correspondía celebrar en el año 2012 se celebraran en el primer trimestre. Esta solicitud no era extravagante, pues ya para el periodo de 2008 el CSD había autorizado cambios en las elecciones a las federaciones de automovilismo, béisbol y softbol, bolos, colombofilia y tenis, y en 2012 también lo autorizaría para natación y baloncesto.

La citada disposición decía literalmente así:

  1. Corresponde al Consejo Superior de Deportes la interpretación y desarrollo de la presente Orden, en aquello que sea necesario para su aplicación.
  2. Asimismo podrá aprobar, excepcionalmente, y previa solicitud fundada de alguna Federación deportiva española, cambios en alguno de los criterios contenidos en la presente Orden, cuando aprecie la imposibilidad o grave dificultad de su cumplimiento.
  3. En todo caso, será preceptivo el informe de la Junta de Garantías Electorales.

El Consejo Superior de Deportes debía valorar, en definitiva, si existía o no “imposibilidad o grave dificultad” para celebrar el periodo electoral en el segundo semestre del año. Para justificar la concurrencia de tal requisito, la RFEF se basaba en los siguientes argumentos:

  1. Actividad competicional amistosa de la Selección española absoluta de fútbol en el periodo 1 de enero de 2012 a 10 de junio de 2012, frente a la actividad competicional oficial de 1 de septiembre de 2012 a 31 de diciembre de 2012. En el segundo semestre se iban a jugar cinco partidos de clasificación para el Mundial, mientras que en el primer semestre solo se iban a jugar partidos amistosos.
  2. Renovación de los principales contratos de patrocinio en el periodo 1 e septiembre de 2012 a 31 de diciembre de 2012. Dado que los contratos de patrocinio se negocian tras el final de Mundiales y Eurocopas, si al terminar la fase final de la Euro 2012 no hubiera presidente se generaría un perjuicio para la RFEF, que no podría negociar tales contratos.
  3. Planificación deportiva a nivel técnico de la Selección nacional absoluta de fútbol. Dado que el periodo de dos años que hay entre la celebración de una Eurocopa y un Mundial empieza en el mismo momento en que termina la primera, es necesario contar con un presidente que pueda hacer la correspondiente planificación.
  4. Actividad federativa nacional e internacional en el periodo 1 de septiembre de 2012 a 31 de diciembre de 2012. Hay prevista una intensa actividad deportiva en el citado periodo, que no debe coincidir con un periodo electoral. Concretamente el Mundial Sub-20 femenino, el Mundial Sub-17 femenino y el Mundial de fútbol sala.

Solo dos días después de que la RFEF remitiera la carta al CSD se aprobó el RD 1372/2011, de 7 de octubre, en virtud del cual se disponía el cese de Albert Soler, Secretario de Estado-Presidente del CSD. Las elecciones generales se iban a celebrar el 20 de noviembre, por lo que en esa fecha el gobierno estaba en funciones y no podía nombrar nuevo secretario de Estado, de tal modo que la directora general de deportes, Matilde García Duarte ocupó el cargo por suplencia (art. 4.5 del RD 2195/2004).

De acuerdo con la reiteradamente citada disposición final primera de la Orden ECI/3567/2007, la suplente del Presidente del CSD interesó un informe de la Junta de Garantías Electorales de la RFEF, que lo emitió en sentido positivo el 24 de octubre. Dijo así:

“En opinión de esta Junta no existe inconveniente para que, con arreglo a la Orden ECI/3567/2007 de 4 de diciembre, se permita el adelanto de la convocatoria de elecciones para ser celebradas en el primer trimestre de 2012”.

La Junta de Garantías Electorales estaba presidida por Tomás González Cueto (abogado del Estado), y contaba con la vicepresidencia de José Luis Piñar Mañas (catedrático de derecho administrativo). Entre los vocales se encontraba Rafael Catalá Polo, quien años más tarde sería Ministro de Justicia (2014-2018).

Con base en la argumentación esgrimida por la RFEF en su escrito de 5 de octubre, y apoyado en el informe de la Junta de Garantías Electorales, el día 2 de noviembre se dictó el Acuerdo del CSD que autorizó a la celebración de las elecciones en el primer trimestre del año.

Ángel María Villar, de acuerdo con las funciones estatutariamente atribuidas al presidente, convocó elecciones el día 2 de enero de 2012 a la Asamblea General, a la Comisión Delegada y a la Presidencia de la Real Federación Española de Fútbol para su celebración el día 16 de febrero.

Puesto que el Acuerdo del CSD que autorizó al adelanto electoral no fue hecho público, la primera noticia que se tuvo al respecto fue el anuncio del presidente de la RFEF el día 2 de enero, que sorprendió porque era exactamente el planteamiento contrario al que Villar había defendido insistentemente en 2008. Entre los sorprendidos estuvieron aquellos que pretendían presentar una candidatura alternativa, y en concreto Ignacio del Río García de Sola, exconcejal de urbanismo del Ayuntamiento de Madrid.

Las elecciones se celebraron como estaba previsto el día 16 de febrero de 2012, y Ángel María Villar fue proclamado presidente de la RFEF para su séptimo mandato y sin rivales, con 161 votos a favor, 5 en blanco y 1 nulo. Como veremos a continuación, con la intención de ensombrecer la victoria de Villar, el día anterior a las elecciones el sindicato Manos Limpias presentó una querella temeraria por prevaricación.

3.   El control administrativo de las elecciones

Desde que tuvo conocimiento de la convocatoria electoral, Ignacio del Río hizo cuanto estuvo en su mano para impedir la celebración de las elecciones en el primer semestre del año.

En primer lugar, presentó el 25 de enero un recurso de reposición contra el Acuerdo del CSD de 2 de noviembre de 2011 que autorizó el adelanto electoral, que sería desestimado el 22 de febrero de 2012 en virtud de una resolución dictada por el nuevo presidente del CSD, Miguel Cardenal.

Constatando que la resolución del recurso no se dictaría hasta después de las elecciones, Del Río interesó dos días antes de las elecciones (14 de febrero) ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional la adopción de medidas cautelares consistentes en la suspensión del Acuerdo del CSD de 2 de noviembre y consecuentemente de las elecciones. La Sección Séptima dictó un auto el 15 de febrero por el que rechazó la adopción de tales medidas. Como ya hemos avanzado, ese mismo día 15 de febrero Manos Limpias interpuso la querella.

El Acuerdo del CSD de 2 de noviembre de 2011 y la posterior resolución de 23 de febrero de 2012 fueron objeto de control jurisdiccional, pues tanto la RFEF como Ignacio del Río presentaron contra la misma sendos recursos contenciosos-administrativos. El primero de ellos pretendía que se decretara que el Sr. Del Río no estaba legitimado en el proceso de referencia, y el segundo de ellos que se decretara la nulidad del proceso electoral.

Ambos recursos fueron desestimados. El interpuesto por la RFEF en virtud de la Sentencia de 14 de enero de 2013 dictada por la Sección Séptima de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional (ponente Ilmo. Sr. D. Ernesto Mangas González), y el interpuesto por el Sr. Del Río por la Sentencia dictada el mismo día por la misma Sección de la Audiencia Nacional, con ponencia del Ilmo. Sr. José Luis López-Muñiz Goñi.

4.   La denuncia de Manos Limpias

Según hemos adelantado, el día anterior a la celebración de las elecciones de la RFEF (15 de febrero), el Sindicato Colectivo de Funcionarios Públicos Manos Limpias interpuso una “denuncia criminal” contra Ángel María Villar Llona y Matilde García Duarte por un supuesto “delito continuado de prevaricación” que habrían cometido ambos “al adoptar acuerdos patentemente ilegales en la preparación y convocatoria del proceso electoral”. Aunque la denuncia venía únicamente con la firma del presidente del sindicato, Miguel Bernad Remón, muchos se plantearon en aquellos momentos que la pluma que estaba detrás era la de Javier Tebas.

Tal y como se trasladó a la prensa por parte del Sindicato, en la denuncia se afirmaba que “es obvio que no concurre, ni puede concurrir, ningún tipo de circunstancia o motivo que imposibilitase o dificultara gravemente que el proceso electoral de la RFEF se hubiese iniciado durante los meses de septiembre y octubre (dentro del plazo de los dos meses tras finalizar los Juegos Olímpicos), conforme dispone la Orden”. Igualmente se añadía que la Federación trató de que la convocatoria electoral “pasara lo más desapercibida posible y, naturalmente, sin darle la publicidad y la transparencia que tal convocatoria requería. […] Naturalmente, mediante esta irregular manera de proceder, manifiestamente clandestina, ha tratado de impedir un verdadero y democrático proceso electoral, con la debida participación y concurrencia de candidatos en pie de igualdad, así como evitar reclamaciones e impugnaciones por parte de los estamentos de la Federación”.

Por último, Manos Limpias subrayaba que la Directora General de Deportes del CSD autorizó el adelanto electoral “cuando ya conocía perfectamente que iba a dejar su cargo de forma inminente. De hecho, durante el propio mes de diciembre de 2011 o nada más iniciado el mes de enero de 2012 cesó en su cargo como Directora General de Deportes del Consejo Superior de Deportes (CSD)”.

La denuncia fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción 36 de Madrid, y su titular el Ilmo. Sr. D. Juan Antonio Toro Peña llamó a declarar a Ángel Villar y a Matilde García el día 24 de febrero de 2012.

La instrucción de la causa fue corta, pues el 16 de marzo de 2012 se dictó auto de sobreseimiento libre, resolución que refleja la certidumbre judicial de que no se había cometido delito alguno. Se expresaba el auto en estos términos:

En su consecuencia, no se observa que se haya omitido requisito legal alguno con su conducta, ya que estaba bajo la Junta de Garantías Electorales. Que de la declaración que presta Tomás González Cueto se acredita el cumplimiento de los requisitos administrativos exigidos para el caso, así como el cumplimiento de los exigidos en las normas administrativas. Considera suficiente la petición formulada por la Real Federación Española de Fútbol, existe transparencia y por tanto no existe dato objetivo o subjetivo de ilícito de índole penal respecto de la conducta de Ángel María Villar Llona, por lo que conforme establece el art. 641.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal procede acordar el sobreseimiento libre y por tanto el archivo de la presente causa por no ser los hechos denunciados constitutivos de ilícito penal alguno respecto a Ángel María Villar Llona.

Como era de esperar, Manos Limpias recurrió en reforma, que fue resuelta mediante un auto desestimatorio de 23 de mayo de 2012. La subsidiaria apelación recayó en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid, que puso fin definitivo a esta causa en virtud del Auto 268/2013, de 5 de abril (ponente Ilmo. Sr. D. Francisco Jesús Serrano Gassent).

 

5.   Temeridad de la defensa de Manos Limpias

No es una opinión personal de quien escribe el que la actuación procesal de Manos Limpias fuera temeraria, sino que fue la calificación que le dio el citado Auto 268/2013, de 5 de abril, quien consideró que la misma denuncia ya fue temeraria. Aun a riesgo de resultar demasiado exhaustivos, conviene reproducir íntegramente los párrafos que la Sala dedica a justificar la temeridad y la consecuente condena en costas. Dice así:

Considera este Tribunal que cabe apreciar temeridad en la parte apelante desde el inicio de las actuaciones. Entiende esta Sala que la denuncia interpuesta era temeraria, pues del contenido de la misma se desprende que el denunciante no estaba conforme con el adelante del proceso electoral de la Federación Española de Futbol, pero no expone con claridad cuál es la ilegalidad “evidente, patente, flagrante y clamorosa” cometida y que pudiera constituir un delito de prevaricación, pues se limita a señalar que la convocatoria electoral era ilegal por contravenir frontalmente lo dispuesto en la Orden ECI/3567/2007,de 4 de Diciembre, y que en la misma se han cometido varias irregularidades. Si la parte apelante consideraba que la actuación administrativa no se ajustaba a la legalidad y contenía alguna irregularidad, debió acudir a la Jurisdicción adecuada para la revisión de los actos administrativos, que no es otra que la Contenciosa Administrativa.

Y también es temeraria la actuación posterior de la ahora apelante, pues a la semana de interponer la denuncia el Secretario de Estado del Deporte dictó resolución el 22-02-2012 desestimando el recurso interpuesto contra la resolución del Consejo Superior de Deportes de fecha 02-11-2011, y el mismo día de interposición de la denuncia, la Audiencia Nacional, Sección 7, dictó auto de fecha 15-02-2012 denegando la solicitud de medidas cautelarísimas pretendidas. Conocidas estas dos resoluciones era evidente que la pretensión de la parte no podía prosperar, pues el Secretario de Estado del Deporte consideró que la resolución de fecha 02-11-2011 del Consejo Superior de Deportes autorizando la celebración de las elecciones se ajustaba a derecho, y la Audiencia Nacional, Sección 7, dictó auto de fecha 15-02-2012 denegando la solicitud de medidas cautelarísimas, y permitió la celebración del proceso electoral, por lo que no podía sostenerse la existencia de una “ilegalidad evidente, patente, flagrante y clamorosa”, y a pesar de ello la parte denunciante mantuvo el ejercicio de la acción penal.

A lo expuesto debe añadirse que una vez practicadas las diligencias mínimas, especialmente de naturaleza documental (aportación de los expedientes administrativos), por el Instructor se dictó una amplia y motivada resolución acordando el sobreseimiento libre, por no ser los hechos denunciados constitutivos de delito. Y pesar de la claridad y contundencia de este auto, la parte denunciante, de manera claramente temeraria, interpuso recurso de reforma y subsidiario de apelación, sabiendo que la pretensión no podía prosperar. Y a mayor abundamiento, introdujo de manera sorpresiva hechos nuevos y un nuevo delito de falsedad, que no habían sido objeto de denuncia, y ello sin la menor base y sin concretar el delito, que imputa sin mayor fundamento y de manera temeraria.

Y de todo lo expuesto sólo cabe concluir la procedencia de la imposición a la parte apelante de las costas procesales de esta segunda instancia por ser su actuación procesal claramente temeraria.

6.   Conclusiones

A la vista de la resolución de la Audiencia Provincial, difícil será encontrar un caso más claro en el que el derecho penal se utilizó únicamente como mero instrumento para perjudicar a Ángel María Villar, precisamente el día anterior a la celebración de las elecciones. Si como se planteó en su momento, quien estaba detrás de la denuncia era Javier Tebas, la realidad toma un cariz de lo más interesante.

Por otro lado, si analizamos las fechas de este procedimiento penal en relación con el anterior interpuesto en el Juzgado de Instrucción 47, los datos son de particular interés. Pues esta querella de Manos Limpias se interpuso antes de que la Audiencia Provincial resolviera el recurso de apelación interpuesto por Javier Tebas contra el sobreseimiento, de tal modo que ambos procedimientos se solaparon parcialmente en el tiempo.

Si bien este proceso penal apenas tuvo trascendencia dada la flagrante ausencia de contenido incriminatorio, lo cierto es que su estudio no carece de interés. No solo porque se constata el permanente interés de que Ángel María Villar llevara a cabo su acción presidencial mediante la permanente amenaza penal, sino también porque lo ocurrido puede fácilmente interpretarse retrospectivamente a la luz de los hechos ocurridos en el mes de julio de 2017.




El tortuoso camino a las elecciones de la RFEF de 2004

1. Introducción

Ángel María Villar ha sido presidente de la Real Federación Española de Fútbol durante 29 años, a lo largo de siete mandatos que empezaron en su mayor parte sin necesidad de celebración de elecciones por ausencia de rival: 1992, 1996, 2000, 2008, 2012 y 2017. Solo en dos ocasiones tuvo rival: en las primeras elecciones de 1988 y en el año 2004.

Si las elecciones de 1988 contra Eduardo Herrera son relevantes porque fueron las que le permitieron a Villar alcanzar la presidencia de la RFEF, el proceso electoral del año 2004 será recordado para siempre por la particularidad de que su rival fue quien hasta dos años antes había sido el secretario general de la RFEF y máximo ejecutivo de la casa desde el año 1992: Gerardo González Otero.

Las elecciones tuvieron lugar el 26 de noviembre de 2004, y pese a que Gerardo contó con apoyos políticos, sociales y económicos del más alto nivel, no consiguió desbancar de la presidencia de la RFEF a Ángel Villar, que ganó las elecciones por 98 votos frente a los 77 conseguidos por González Otero y 1 por el tercer candidato, Sebastián Losada.

Concluía así un largo proceso de casi dos años durante el que Villar tuvo que enfrentarse a una sucesión de ataques diseñados de forma precisa e inteligente con el fin de impedir que pudiera presentarse a las elecciones o, en su caso, que perdiera todos los apoyos que el fútbol español le había brindado unánimemente en los años inmediatamente anteriores y que perdiera así las elecciones.

A tal efecto, y con documentación de la RFEF presuntamente filtrada a la prensa y a Javier Tebas, entonces vicepresidente de la Liga, este presentó sucesivas denuncias ante el CSD interesando la apertura de dos procedimientos ante el Comité Español de Disciplina Deportiva; se acordó la suspensión de la subvención estatal que anualmente recibía la RFEF, lo que provocó en la práctica un bloqueo económico de la entidad federativa; se incoó un procedimiento en el Tribunal de Cuentas; y se presentaron sucesivas denuncias penales que amenazaban a Villar con el ingreso en prisión. El éxito de cualquiera de estas acciones habría servido por sí solo para conseguir el objetivo de impedir la continuidad de Villar al frente de la federación.

Todo ello perfectamente orquestado, desarrollado de forma simultánea y aireado permanentemente a través de los medios de comunicación del grupo PRISA, que guardaban en la memoria los hechos que habían provocado su querella contra Villar en el año 1996. La relevancia de todas aquellas actuaciones en torno al proceso electoral en la RFEF alcanzó incluso al presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que públicamente pocos días antes de ser ganadas las elecciones (5-3-2004) afirmó en el programa El Larguero de la Cadena Ser que “las noticias que he leído y he escuchado me parecen graves y deberían dar lugar a una exigencia de responsabilidades” en la RFEF. Y añadió que “sería planteable un decreto antiporta como el de Felipe González, en este caso con Ángel María Villar”.

La correcta descripción de todos los hechos ocurridos exige detenernos con cierto nivel de detalle, y por ello estudiaremos en epígrafes sucesivos los hechos previos en que se enmarcó la larga campaña electoral de casi dos años, las denuncias presentadas por Javier Tebas ante el Consejo Superior de Deportes y el bloqueo de la subvención que derivó de aquellas, para concluir con el proceso penal abierto contra Villar y algunos de los más altos directivos y empleados de la RFEF.

2. Hechos previos (1): la destitución de Gerardo González

El día 9 de enero de 2003 estaba prevista la celebración de la Comisión de Presidentes de Federaciones de Ámbito Autonómico, que tendría lugar en la sede de la RFEF en la madrileña calle de Alberto Bosch. Poco antes de la reunión, y sin previo aviso, cinco presidentes de federaciones autonómicas comparecieron en el despacho del presidente Villar con la intención de presentarle un documento que habían recibido y en el que se ponían de manifiesto algunas supuestas irregularidades, que consideraban ciertas, y en virtud de las cuales entendían necesaria la destitución inmediata del vicepresidente económico Juan Padrón y del administrador general José María Castillón.

Ante la sorpresa por tan inopinado y grave planteamiento, Villar propuso que tal informe fuera cuestión que se debatiera en la reunión que a los pocos minutos iban a tener con el resto de presidentes autonómicos. No sin reservas de algunos de los cinco, el documento fue objeto de lectura íntegra ante todos los presidentes. Su contenido generó la sorpresa de todos los presentes, que acto seguido exigieron conocer el nombre de quien había facilitado la información que estaba en la base del informe. Los cinco presidentes estuvieron de acuerdo en los nombres: el vicesecretario general Andrés Berlinches y el secretario general, Gerardo González Otero.

La reacción de los presentes fue airada, pues no solo entendían que el contenido de tales supuestas irregularidades no se correspondía con realidad alguna, sino que se alertaron ante lo que entendieron como falta de lealtad con la RFEF al haber extraído y distribuido documentación sobre la que los empleados tenían contractualmente expreso deber de sigilo. Por todo ello, varios de los presidentes autonómicos pidieron a Villar la inmediata destitución de Gerardo González y de Andrés Berlinches.

Tan solo ocho días más tarde, el 17 de enero, y tras haber mantenido Villar y Gerardo González diversas conversaciones, este último presentó ante el registro oficial de la RFEF una carta dirigida al presidente en la que ponía de manifiesto las mismas irregularidades que previamente había trasladado al grupo de cinco presidentes autonómicos. El hecho de presentarlo a través del registro federativo rompía por sí mismo la relación de confianza necesaria para el cargo de secretario general, por lo que su actuación no dejó otra solución al presidente que proceder a la destitución que le había pedido la mayoría de los presidentes autonómicos.

La RFEF le presentó a Gerardo dos posibles soluciones a su situación laboral: la de volver a su puesto anterior como director de relaciones externas o la de desvincularse definitivamente de la RFEF. Aquel optó por la segunda, y así se hizo constar en el contrato firmado entre las partes el día 29 de enero en virtud del cual recibiría una indemnización de 1.399.404 €. Entre otras cláusulas, constaba la exigencia de confidencialidad absoluta sobre todo aquello que hubiera sabido o conocido como consecuencia de su vinculación laboral con la RFEF.

Dos semanas después, el 14 de febrero, se celebró la siguiente reunión de la junta directiva de la RFEF, en la que se aprobaron los siguientes acuerdos:

1.- Ratificar todas las decisiones que el Presidente ha adoptado y respaldar las que adopte sobre la destitución del ex Secretario General de la RFEF.

2.- Manifestar la absoluta confianza en todos los miembros de la Junta Directiva y ejecutivos de la Real Federación Española de Fútbol en todas sus actuaciones.

3.- Pedir al Presidente, por el bien del fútbol, que ponga en marcha cuantas actuaciones sean necesarias para informar, y en su caso, aclarar, todo lo relativo a la situación creada, sirviéndose de todos los medios materiales y humanos que considere oportunos.

Cumpliendo el tercero de los acuerdos, solo tres días después, el 17 de febrero, el presidente Villar remitió al presidente del CSD un escrito en que interesaba la realización de un “informe de revisión limitada sobre diferentes cuestiones”, que posteriormente fueron especificadas en un escrito de 21 de marzo en las siguientes:

1) Situación de las Subvenciones de las Federaciones Territoriales o autonómicas del ejercicio 2002.

2) Aplicación de los precios de material deportivo estipulados en el contrato de suministro con la empresa Puma en la temporada 2001-2002

3) Primeras licencias profesionales.

a) Comprobación del destino a las categorías formativas, de los fondos procedentes de la tramitación de la primera licencia profesional en España de futbolistas comunitarios y extracomunitarios en los clubes de primera y segunda división del ejercicio 2002.

b) Situación de los fondos procedentes de los clubes inscritos en la LNFP, correspondientes a las primeras licencias profesionales de jugadores nacionales aficionados.

4) Situación de las indemnizaciones satisfechas por las correspondientes compañías de seguros en caso de lesión de los futbolistas pertenecientes a los clubes de primera y segunda división adscritos en la LNFP, en su concurrencia a las selecciones nacionales.

5) Situación de los pagos de los viajes de los familiares de los directivos de la RFEF que se consideran no

6) Situación del sistema de mejoras voluntarias de las prestaciones de la Seguridad Social a trabajadores de la RFEF (legislación relativa a exteriorización de compromisos de prestaciones complementarias)

7) Contingencias de naturaleza fiscal relativas a retenciones y pago del impuesto de sociedades:

a) Situación de las retenciones fiscales de jugadores de la selección nacional absoluta de los ejercicios 2002 y 2003.

b) Situación de las retenciones sobre las dietas de desplazamiento satisfechas a empleados de la RFEF en los ejercicios 2001 y 2002.

c) Situación de la liquidación del impuesto de Sociedades de los ejercicios 2001 y 2002.

8) Asuntos relativos a la Segunda División B:

a) Cuentas de la temporada 2001-02.

b) Situación de los ingresos por retransmisiones televisivas de la temporada 2001-02.

c) Situación de las percepciones de la empresa Adidas en concepto de balones de la temporada 2001-02.

d) Gastos de comisión, de macanización o programación informática, asesores y pleitos, en los ejercicios 2001 y 2002.

9) Comprobación del destino de parte de los fondos estipulados en el contrato suscrito entre la RFEF y Media Park, para la creación y mantenimiento de una escuela arbitral durante los ejercicios 2002 y 2003.

10) Situación de la oferta y pago parcial del Plan Estratégico de Gestión de la Ciudad Deportiva formulado por la empresa AFP Grupo en los ejercicios 2002 y 2003.

11) Situación de los pagos realizados por la RFEF del dinero procedente de la UEFA por la participación de los clubes españoles en competiciones europeas.

Según afirmó la propia RFEF en un comunicado del 10 de abril, “la pretensión de la RFEF cuando solicitó, con fecha 17 de febrero, un informe de revisión limitada, al amparo de la Ley del Deporte (artículo 36.2 e), era fundamentalmente conseguir que el propio Consejo Superior de Deportes tuviera la oportunidad, a través de los mecanismos que considerara oportunos, de comprobar y, en su caso, aclarar que no existe ningún tipo de irregularidad económica en la gestión federativa”.

3. Hechos previos (2): filtración documental y participación de los medios de comunicación

De forma simultánea con lo narrado en el epígrafe anterior, en los primeros días del mes de febrero llegaron varias cajas y carpetas con fotocopias de documentos federativos tanto al diario ABC como a los diversos medios del grupo PRISA.

Gracias a esa documentación, los citados medios de comunicación empezaron una intensa campaña contra el presidente de la RFEF y algunos de sus directivos, que generó descrédito social a la propia federación. Esos mismos documentos llegaron al despacho profesional de Javier Tebas, quien consideró oportuno presentarlos en los diversos procedimientos judiciales de los que hablaremos a continuación.

El secreto profesional que ampara tanto a periodistas (art. 20 CE) como a abogados (art. 24 CE) preserva la identidad de las fuentes de aquellas filtraciones de documentos, algunos de los cuales eran los que habían estado en la base del informe preparado por Gerardo González y Andrés Berlinches que los cinco presidentes territoriales habían trasladado a Villar el 9 de enero.

4. Primera denuncia de Javier Tebas ante el CSD y apertura de un expediente sancionador ante el Comité Español de Disciplina Deportiva

Dos semanas después de la destitución del secretario general de la RFEF, tuvo entrada el 18 de febrero en el registro del Consejo Superior de Deportes el primer escrito presentado por Javier Tebas, en el que acompañaba un amplio dossier de prensa en que se explica fundamentalmente que “los medios de comunicación han reflejado en sus noticias importantes irregularidades de administración y económicas la RFEF” (expositivo tercero) y que “los hechos mencionados han causado importante alarma social y suponen un importante desprestigio para la imagen del fútbol y del deporte en general” (expositivo cuarto). Concluía el escrito interesando la realización en la RFEF de una auditoría de gestión de los últimos cinco años.

Sin dar tiempo a obtener respuesta, el 26 de febrero presentó el Sr. Tebas un segundo escrito al que denominó “ampliación de denuncia” en que se refería a las presuntas retenciones efectuadas por la RFEF respecto a determinadas cantidades correspondientes a los seguros y las licencias de profesionales de clubes o SADs pertenecientes a la LFP y reiterando la solicitud de que el CSD encargara una auditoría de gestión de los últimos cinco ejercicios económicos de la RFEF.

El 13 de marzo presentó el Sr. Tebas un tercer escrito poniendo de manifiesto supuestas irregularidades contables al intentar “falsear” las cuentas y resultados al menos del ejercicio 2002 al contabilizar en ese ejercicio el pago de las cantidades correspondientes a indemnizaciones por lesiones y primeras fichas profesionales de los clubes de fútbol que en realidad no habían sido efectivamente abonadas en dicho ejercicio.

Al día siguiente, el 14 de marzo el Sr. Tebas presentó un cuarto escrito en el que “con la autorización del cliente” (al que no identificaba) aportaba fotocopias de facturas y recibos correspondientes a viajes realizados por personas pertenecientes a la RFEF en las que, a juicio del denunciante, se habrían añadido datos mecanografiados para imputar el pago de los viajes privados de estas personas y familiares a la RFEF. El petitum de este escrito es muy diferente a los anteriores, pues interesa al CSD que “tenga por admitido el presente escrito, lo acumule a los anteriores y previos los trámites oportunos resuelva ordenar una auditoría de gestión lo más urgente posible y asimismo proceda a enviar las denuncias realizadas al órgano de la administración estatal correspondiente para que, independientemente de las responsabilidades administrativas en las que puedan incurrir las personas afectadas, se investigue si los hechos pueden tener otro tipo de responsabilidad”. Pedía, en definitiva, el Sr. Tebas que se remitieran sus escritos como denuncia al juzgado decano de instrucción de Madrid para investigar posibles responsabilidades penales de los intervinientes, incluido el presidente Ángel Villar.

A la vista de estos sucesivos escritos de Tebas y los que Villar había presentado el 17 de febrero y 21 de marzo, la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes, presidida por Juan Antonio Gómez Angulo, previo informe de la abogacía general del Estado, acordó el 10 de abril remitir al Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) toda la información con el fin de que abriera un periodo de información previa para acordar las actuaciones que se debían seguir. Simultáneamente, el CSD rechazaba la petición del Sr. Tebas de realizar una auditoría general de la gestión de la RFEF de los últimos cinco años.

Iniciado el trámite previo de información reservada por parte del CEDD, y tras requerir a la RFEF determinada documentación para hacer un análisis previo sobre la pertinencia o no de abrir un procedimiento sancionador, mediante una providencia de 26 de septiembre dictada en el seno del Expediente 125/2003 acordó la apertura del citado procedimiento concretado en tres los siguientes hechos:

a) Retención presuntamente indebida del dinero proveniente de seguros concertados en relación a clubes cuyos jugadores seleccionados se han lesionado durante el desempeño de cometidos en la correspondiente selección nacional, y demora de su pago.

b) Retención presuntamente indebida de los ingresos que efectúan los clubes por inscripción de las primeras fichas profesionales, que no se entregaron en tiempo a los clubes formadores de los

c) Demora y retraso injustificado en el reintegro de los importes de determinados viajes y gastos particulares de directivos y familiares, efectuados con cargo a la Real Federación Española de Fútbol.

Tales hechos, en caso de ser finalmente probados, podrían ser constitutivos de las infracciones previstas en los arts. 76.2.d) de la Ley del Deporte y 15.c del RD 1591/1992, consistente en la incorrecta utilización de fondos privados. Las sanciones a que se enfrentaban los investigados eran, entre otras, la de inhabilitación (art. 79 de la Ley del Deporte) que habría impedido a Ángel Villar comparecer al procedimiento electoral de 2004. Se nombró instructor del expediente a Abelardo Rodríguez Merino y secretario a Carlos Hernández de la Torre y Galán.

Simultáneamente, y en aplicación del art. 7 del entonces vigente RD 1398/1993, de 4 de agosto, al tener conocimiento el CEDD de la existencia de un procedimiento penal abierto en el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid por los mismos hechos, acordó “suspender el procedimiento del expediente disciplinario incoado por este Comité Español hasta que recaiga la resolución que corresponda en las diligencias previas incoadas ante el Juzgado nº 47 de Madrid”.

Efectivamente, como veremos en el epígrafe correspondiente, como el CSD no remitió las denuncias del Sr. Tebas al juzgado de instrucción tal y como este había interesado, fue el propio Sr. Tebas quien lo hizo, dando así lugar a las Diligencias Previas 459/2003 ante el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid.

No obstante, y aunque el expediente sancionador se suspendió, es muy importante llamar la atención sobre el hecho de que la incoación lo era por la supuesta “incorrecta utilización de fondos privados”, en absoluto se hacía mención alguna a supuestas irregularidades en la utilización de los fondos públicos, lo que sin embargo motivaría la suspensión de la subvención según veremos en el epígrafe siguiente.

Para concluir, es preciso señalar que este expediente disciplinario ante el Comité Español de Disciplina Deportiva no se reabrió en 2013 cuando el Juzgado de Instrucción 47 de Madrid decretó el sobreseimiento definitivo de la causa penal, por lo que la hipotética responsabilidad administrativa de los denunciados se extinguió por prescripción (art. 80 de la Ley del Deporte).

5. La suspensión de la subvención pública del Consejo Superior de Deportes

El día 10 de marzo, siempre de 2003, el Consejo Superior de Deportes acordó la suspensión temporal de la subvención a la RFEF, que en aquel año iba a ser de 5.250.406,30 €. Aunque la resolución de concesión de subvenciones no se haría hasta el 1 de abril, era costumbre del CSD adelantar a las federaciones deportivas determinadas cantidades a cuenta con el fin de cumplir sus fines. Pocos días antes, el 14 de febrero, la RFEF había recibido un anticipo de 1.609.308 €, que finalmente sería el único que recibiera.

La citada resolución de 1 de abril del Secretario de Estado-Presidente del CSD de concesión de las subvenciones de 2003 se condicionaba la subvención de la RFEF a la realización de un “informe de revisión limitada”, que remitía precisamente al que había interesado el propio Villar en su escrito de 17 de febrero, adelantándose al que justo al día siguiente (18 de febrero) presentaría Javier Tebas denunciando las supuestas irregularidades. Según parece, fue Villar quien le sugirió a Gómez Angulo la conveniencia de introducir esa cláusula suspensiva a la espera de los resultados de ese procedimiento, obviamente confiado en los resultados positivos del mismo.

Como ya señalábamos anteriormente, lo extraño de la situación es que el destino de los fondos públicos de la RFEF no estaba en duda, sino que lo que se investigaba tanto en la vía administrativa como en la vía penal era el destino de fondos privados. Es decir, se bloqueaba una subvención pública que aun tramitada por la RFEF tenía como destino al conjunto del fútbol español bajo el pretexto de supuestas irregularidades en la gestión de fondos privados, lo que en sí mismo presuponía la correcta gestión de los fondos públicos.

De hecho, con rotundidad se expresó al respecto el propio secretario de Estado para el Deporte al empezar su intervención en la Comisión de Educación, Cultura y Deporte del Congreso el día 25 de junio de 2003[1]:

Señorías, comparezco ante esta Comisión para informar, de acuerdo con las solicitudes que obran en la Mesa y en el orden del día, de las actuaciones llevadas a cabo por el Consejo Superior de Deportes en relación con la Real Federación Española de Fútbol y sobre el uso o gestión de los recursos públicos en el seno de la misma, conforme refleja la petición del Grupo de Izquierda Unida. En relación con este punto -que insisto sólo figura en el literal de la solicitud de Izquierda Unida-, puedo afirmar rotundamente ante esta Cámara que todas las subvenciones públicas concedidas a la Real Federación Española de Fútbol por la Administración general del Estado, a través del Consejo Superior de Deportes como organismo competente, están perfectamente acreditadas y justificadas y han estado siempre destinadas al fin y al objeto previstos en las mismas. Señorías, sobre este asunto no cabe discusión al respecto. No obstante, la subvención pública a la federación fue suspendida por el Consejo Superior de Deportes hasta que se aclare la justificación de otros recursos distintos a los públicos en dicha federación. 

Por ello, el 18 de diciembre el Secretario de Estado acordó levantar la condición suspensiva impuesta a la subvención de la RFEF de 2003, si bien con la cautela de retener el dinero “hasta que las circunstancias y el cumplimiento de las obligaciones que ha de llevar a cabo la RFEF hayan sido consideradas suficientes por el CSD, quedando el crédito retenido en la fase administrativa que corresponda”.

Aunque el CSD no llegó nunca a realizar ninguna tarea inspectora en la RFEF, retuvo las cantidades correspondientes a la subvención de los ejercicios 2003, 2004, 2005, 2006 y parcialmente 2007. Esta carencia de ingresos económicos obligó a que la RFEF hipotecara los edificios de su sede social por un total de 18 millones de euros. Volveremos sobre ello en el epígrafe siguiente.

El CSD retuvo esas subvenciones amparándose en el procedimiento que se abrió en el Tribunal de Cuentas por acuerdo de su pleno de 17 de diciembre de 2003, en el que aprobó incluir en el Programa de fiscalizaciones del Tribunal de Cuentas para el año 2004, dentro del apartado V.2 “Informes especiales. Otras fiscalizaciones», la “Fiscalización de la financiación pública de la Real Federación Española de Fútbol y control del destino de dichos fondos por parte del Consejo Superior de Deportes (ejercicios 2002 y 2003)”.

Casi un año más tarde (octubre de 2004), y precisamente dos meses antes de las elecciones a la RFEF, el Tribunal de Cuentas empezó su actividad inspectora, requiriendo tanto al CSD como a la RFEF multitud de información tanto sobre el destino de las subvenciones como del control que había ejercido sobre las mismas. Huelga decir que la incoación de esta actividad sirvió nuevamente como herramienta para el proceso electoral federativo, sin buscar siquiera un mínimo disimulo. En este sentido baste con recordar cómo el diario As (18-10-2004) informó sobre el comienzo de la actividad inspectora del Tribunal de Cuentas con el antetítulo de “RFEF Elecciones”. Este procedimiento ante el Tribunal de Cuentas concluiría en el año 2006, y fue objeto de revisión jurisdiccional que no concluyó hasta el año 2009[2].

6. Segunda denuncia de Javier Tebas ante el CSD

Como se acaba de indicar, y dado el sucesivo bloqueo de las subvenciones estatales, la RFEF acordó hipotecar los inmuebles de su propiedad de la calle Alberto Bosch de Madrid, lo que llevó a cabo el día 15 de julio de 2003. El edificio sito en el nº 13 se hipotecó por una cantidad de 8.809.200 € y el sito en el nº 15 por 9.190.800 €, para un total de 18.000.000 €. Quien firmó la operación fue el propio presidente, que estaba habilitado para concertar operaciones de préstamo, incluso con garantía hipotecaria, en virtud de un acuerdo de la asamblea general de 5 de junio de 1998.

A pesar de que la operación nada tenía de irregular, y que la necesidad económica de la RFEF había sido provocada por la suspensión de las subvenciones motivada a su vez por las denuncias del Sr. Tebas, fue el propio Sr. Tebas quien interpuso una nueva denuncia ante el CSD el 29 de septiembre de 2003 imputando una supuesta infracción disciplinaria muy grave de abuso de autoridad (art. 76. 1 a de la Ley del Deporte) cometida por el Ángel Villar.

La denuncia se presentó por Javier Tebas “como abogado y miembro de la Asamblea General de la RFEF, en representación del CD Badajoz SAD”, si bien el consejero delegado del club pacense presentó al mes siguiente un escrito (22 de octubre de 2003) afirmando que Tebas “durante el último año no ha detentado, ni orgánica, ni estatutariamente, poder de representación de esta sociedad, como sobradamente consta en la hoja de la sociedad del Registro Mercantil de Badajoz”. Por este motivo, el abogado del Estado consideró que, al no tener el denunciante el poder que afirmaba tener, la denuncia debía quedar sin efecto.

No obstante, el Secretario de Estado – Presidente del CSD dictó una resolución el 12 de noviembre de 2003 en la que entró al fondo del asunto y que resolvió en estos términos literales:

Tercero.- Por lo que se refiere a la imputada falta de autorización de la Asamblea General de la RFEF, que de acuerdo con el artículo 29 del Real Decreto 1835/1991, de 20 de diciembre, sobre Federaciones Deportivas Españolas, resultaría preceptiva para la realización de los actos objeto de la denuncia, no cabe ser tomada en consideración, toda vez que consta en el acta de la reunión de la Asamblea General de la RFEF, celebrada el 5 de junio de 1998, que en el punto 4.3 del orden del día se trató el asunto relativo a la «construcción de la Ciudad Deportiva de la RFEF», y en el que figura expresamente que “La Asamblea General acuerda delegar funciones en el Sr. Presidente para la adquisición de terrenos, financiación (préstamos, hipotecas y operaciones similares), firma de contratos, autorizaciones administrativas, adjudicaciones y en general, cuantos actos y negocios jurídicos fueren precisos para llevar el  proyecto a buen fin; así como autorizar la firma del convenio con el Alcalde de las Rozas, para la cesión de terrenos, por 96 votos a favor, ninguno en contra y 1 abstención».

Cuarto.- Por lo que se refiere a la imputación relativa a la falta de autorización del Consejo Superior de Deportes, que el artículo 36 b) de la citada Ley del Deporte, invocado por el denunciante, exige para el gravamen y enajenación de bienes inmuebles que hayan sido financiados, en todo o en parte, con fondos públicos del Estado, tampoco puede considerarse probada, toda vez que ni de la denuncia presentada ni de la documentación obrante en el expediente, ni de las actuaciones y comprobaciones llevadas a cabo por este organismo, cabe colegir que los bienes inmuebles objeto de la hipoteca hayan sido financiados total o parcialmente con fondos públicos del Estado.

En consecuencia, por todo ello, el Presidente del CSD declaró la inadmisión a trámite de la denuncia presentada contra el presidente de la RFEF “por no apreciarse la comisión de la infracción muy grave que se le imputa por parte del denunciante D. Javier Tebas Medrano, ni proceder en consecuencia que este Consejo Superior de Deportes ejerza las facultades previstas en el artículo 84 de la Ley del Deporte, en relación con la propuesta al Comité Español de Disciplina Deportiva de la incoación de expediente disciplinario”.

7. La acción penal ejercida por Javier Tebas

Como vimos anteriormente, la primera de las denuncias interpuestas por Javier Tebas ante el Consejo Superior de Deportes estaba conformada por cuatro escritos diferentes. En el último de ellos (14 de marzo de 2003) interesaba su remisión a los tribunales de justicia penal, y viendo que el CSD no procedió en ese sentido, tomó él mismo la decisión de presentar denuncia ante la jurisdicción ordinaria.

De este modo, el día 2 de junio la representación procesal de Javier Tebas presentó ante el juzgado decano de instrucción de Madrid un escrito al que llamó de “denuncia criminal” por delito societario (art. 295 CP), apropiación indebida (art. 252 CP) y falsedad en documento mercantil (art. 392 CP). El escrito estaba firmado por la letrada Beatriz Naranjo Aybar y la procuradora María Cruz Ortiz Gutiérrez.

Los denunciados eran el administrador general José María Castillón, el vicepresidente económico Juan Padrón, el vicepresidente Juan Espino y Antonio Borrás del Barrio, miembro de la junta directiva y presidente de la federación balear. Entre otras numerosas diligencias que se interesaban, estaba el interrogatorio a Ángel María Villar en calidad de testigo, y la entrada y registro en la sede de la RFEF.

Nueve días más tarde, el 11 de junio el magistrado titular del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid, Ilmo. Sr. D. José Sierra Fernández dictó auto de incoación de diligencias previas, registradas con el nº 459/2003, en el que, entre otras decisiones, acordaba la personación de Javier Tebas como acusación particular. Fue precisamente a instancias del Sr. Tebas que poco después se cambió su posición procesal a la de acusador popular, tras la presentación de un aval de 12.000 €, de acuerdo con la Providencia de 7 de noviembre.

En los meses sucesivos la actuación procesal del Sr. Tebas fue muy intensa, desarrollada fundamentalmente mediante la presentación de hasta nueve escritos de “ampliación de la denuncia”, en los que permanentemente incorporaba hechos nuevos al procedimiento. Hubo escritos de 10 de julio, 26 de septiembre, 29 de septiembre, 23 de octubre de 2003, y 20 de enero, 11 de mayo, 30 de mayo y 26 de julio de 2004.

Esta sucesión de escritos desplegaba una técnica procesal que dudosamente era compatible con lo regulado en el entonces vigente art. 300 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que recogía la exigencia de que cada delito fuera objeto de un sumario diferente. En puridad, todos estos escritos de ampliación de denuncia eran en realidad denuncias nuevas, que en consecuencia debían haberse instruido en procedimientos independientes. Al acumular todas las denuncias en el mismo, se generó un macroproceso que exigía necesariamente una larga instrucción.

Por este motivo, el procedimiento fue calificado por las defensas de los imputados como “causa general”, y así lo expresó por ejemplo la defensa del Sr. Castillón, ejercida por el letrado Esteban Mestre, en un escrito de 2 de julio de 2004:

Que, en mi escrito de 28 de mayo pasado, ya hice constar que, de lo actuado hasta la fecha en las presentes actuaciones, esta parte había podido constatar que la parte denunciante pretende instituir, con estas Diligencias, una causa general contra mi mandante, los otros tres denunciados y, en ·definitiva, todo el equipo directivo de la Real Federación Española de Fútbol; instrumentándola además al servicio de intereses por completo espurios al proceso penal, como son los afanes electorales de un determinado grupo, que desea un cambio en la Presidencia y el equipo directivo actual de la Real Federación Española de Fútbol, y que a este fin utiliza mediáticamente la existencia del proceso que ahora nos ocupa.

Aunque el proceso se dirigió inicialmente contra las cuatro personas citadas, desde el escrito de 29 de septiembre de 2003 la representación procesal del Sr. Tebas insistió sin cesar en la pertinencia y necesidad de que se incluyera también entre los imputados a Ángel María Villar. Del mismo modo reiteró sucesivamente la procedencia de realizar una entrada y registro en la sede de la RFEF. Tales pretensiones fueron respondidas por primera vez por la Providencia de 7 de noviembre de 2003, que se expresó en estos términos:

En cuanto a la solicitud de la acusación particular de que declare el Sr. Villar como imputado, al no apreciar motivos suficientes para dicha citación; no ha lugar a lo solicitado, si bien, tal postura podrá modificarse en atención a las declaraciones que se efectúen, o al examen de la documental y periciales a practicar en esta fase de instrucción.

No ha lugar a la solicitud de mandamiento de entrada y registro en los locales de la RFEF, debido principalmente a la amplitud de la diligencia solicitada y al haber otros medios de conseguir la documentación que se interesa para probar las retenciones de dinero provenientes de seguros, o las cantidades presuntamente indebidas de los ingresos de las primeras fichas.

Esta misma providencia acordó la citación como imputados de Juan Padrón, José María Castillón, Juan Espino y Antonio Borrás, lo que tendría lugar el 17 de diciembre respecto de los dos primeros y el 18 de diciembre respecto de los dos segundos, si bien la del Sr. Borrás terminaría teniendo lugar el 9 de enero siguiente. A las declaraciones de los cuatro imputados, además de los letrados de los investigados y del representante del Ministerio Fiscal, acudió el Sr. Tebas en sustitución de la letrada que él mismo había designado para su defensa en el procedimiento.

A pesar de que el Sr. Tebas volvió a pedir la imputación de Villar al menos otras cinco veces antes de las elecciones de noviembre de 2004, el juez de instrucción se lo denegó y tal declaración no llegó a tener lugar hasta septiembre de 2005, cuando resultó inocua para los fines electoralistas que parecían dirigir toda la actuación de la acusación popular. En este sentido, es muy importante señalar que en todo momento la actuación del titular del Juzgado de Instrucción 47 rechazando la declaración de Villar estuvo avalada por el Ministerio Fiscal, cuyo representante asignado al caso era el Ilmo. Sr. Alejandro Luzón Cánovas, actualmente (2021) fiscal jefe de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada.

Por la citada acumulación de escritos de ampliación de denuncia presentados por la acusación popular, el objeto de las diligencias previas terminó siendo el siguiente:

  1. Retención por parte de la RFEF de distintas cantidades pertenecientes a los clubes y procedentes de la póliza de seguro contratada para cubrir eventuales lesiones que los jugadores pudieran sufrir mientras estuvieran jugando o entrenando con la selección nacional, supuesto regulado en el artículo 339 del reglamento general de la RFEF.
  2. Falta de entrega por la RFEF a los clubs formadores de los futbolistas de las cantidades que aquella recibe de todos los clubes que inscriben la primera ficha profesional de sus jugadores (arts. 128 y 129 del Reglamento RFEF).
  3. Falta de exteriorización del plan de pensiones de la RFEF.
  4. Pago de 60.101 € a la empresa AFP Grupo Consultores de un “informe fantasma” (sic) de cómo debe funcionar la ciudad deportiva de Las Rozas.
  5. Contrato de 1 de enero de 1997 suscrito por la RFEF con la mercantil Estudio 2000, SA (Puma) en virtud del cual esta adquiere la condición de proveedor oficial de las federaciones autonómicas. Según el denunciante, este contrato que ha sido renovado anualmente, resulta perjudicial para los intereses de la RFEF y tenía como único objetivo el de beneficiar a la empresa suministradora del material.
  6. Supuesta utilización de fondos propios de la RFEF para costear viajes privados de determinados directivos y familiares de estos.
  7. Posible delito de fraude de subvenciones en los cinco años anteriores a la incoación de la causa (1998-2002).
  8. Posible apropiación indebida cometida por Villar, que consistiría en que todos los ingresos que recibía procedentes de la FIFA y la UEFA los ingresaría en la RFEF, que después se los entregaría al propio Villar. Esta operativa tendría como único objetivo el de que fuera la RFEF quien hiciera frente a las comisiones bancarias por el cambio de divisa de francos suizos a euros.
  9. Supuesta apropiación indebida cometida por Villar, quien se habría beneficiado de excesos retributivos por parte de la RFEF.

Esta compleja amalgama de hasta nueve imputaciones diferentes fue la que dificultó la instrucción, que por este motivo se prolongó innecesariamente en el tiempo. Al margen de ello, es preciso adelantarlo, el procedimiento concluyó con el sobreseimiento de todas las actuaciones.

Para entender cuál era la posición de las defensas ante las múltiples y diversas acusaciones del Sr. Tebas, resulta pertinente el reproducir algunos párrafos de un escrito de 5 de septiembre de 2005 presentado por la representación procesal de Ángel María Villar y firmado por el letrado Luis Rodríguez Ramos. Entre otras afirmaciones, realizaba las siguientes:

Que la denuncia y sus sucesivas ampliaciones son un cúmulo de omisiones intencionadas e interpretaciones sesgadas y torticeras de una serie de hechos y circunstancias que su representado aclarará convenientemente.

Que el denunciante ha promovido denuncias «anónimas» en los medios de comunicación y, posteriormente, se ha servido de ellas para generar una notitia criminis que presentar ante este Juzgado.

Que el denunciante está instrumentalizando la Justicia, sirviéndose de las resoluciones dictadas por este Juzgado y aportando copia de las actuaciones a los medios de comunicación y diversos órganos deportivos (clubs de 1 a y 2ª División, Presidentes Federaciones Territoriales, Asamblea Federación de Fútbol de Cataluña), quebrantando así el secreto general o externo de la causa establecido en el art. 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Que el denunciante, en fin, en compañía del ex Secretario General y candidato en las recientes elecciones presidenciales de la R.F.E.F., D. Gerardo González (de quien ha reconocido en su declaración que recibió parte de la información utilizada en su denuncia), ha creado una trama destinada a conseguir, afortunadamente sin éxito, la derrota del Sr. Villar en esas elecciones.

8. Las defensas plantean que la acusación popular ha presentado supuestos documentos falsificados

Al margen de las consideraciones anteriores, mención aparte merece una concreta alegación que recogía este mismo escrito de 5 de septiembre de 2005, y que por su gravedad es conveniente reproducir literalmente (negritas en el original). Al margen de que el escrito sea de fecha posterior a las elecciones de 2004, los hechos a que se refiere (20 de enero y 8 de mayo de 2004) son ambos anteriores a tales elecciones. Decía así el escrito:

Que incluso, como ya han puesto de manifiesto algunas defensas, el denunciante se ha permitido aportar documentos falsos, unos manipulados y otros inventados. Y así:

a) A su escrito de 20 de enero de 2004 el denunciante adjuntaba (Doc. 6) dos fotocopias de sendas notas interiores de contabilidad de la R.F.E.F. que reflejaban compras de divisa, supuestamente al Presidente, realizadas el 17 y el 29 de junio de 1998. Tales documentos han sido alterados desde el momento en que en los originales no aparece la anotación manuscrita que precisamente menciona al Sr. Villar como el vendedor de la divisa.

b) A su escrito de 8 de mayo de 2004 el denunciante adjuntaba (Docs. 3 y 4) dos fotocopias: la supuesta nómina del Sr. Villar del mes de enero de 2003 y un hipotético listado con los salarios y Seguridad Social del mes de enero de 2004 correspondiente a los empleados de la R.F.E.F., en el que figura el Sr. Villar. Pues bien, Dña. Alicia Mateo Grande, cajera de la R.F.E.F. que tiene a su cargo en exclusiva la gestión de las nóminas, prestó declaración el 28 de octubre de 2004 manifestando que ambos documentos son una pura invención, sobre todo porque el Sr. Villar nunca ha cobrado por nómina y, por tanto, es imposible que aparezca en la aplicación informática utilizada para el tratamiento de las nóminas de la R.F.E.F. Ello sin contar con las incorrecciones que presentan, tales como cantidades (nunca ha percibido 12.020,24 euros/ mes), niveles (no existe el nivel «1 18 PRESIDENTE») y fechas (ambos documentos son de dos años diferentes y se han impreso el mismo día -08.04.2004-, lo que es absurdo, ya que se podría haber aprovechado para imprimir el listado y nómina del mismo mes y año).

Efectivamente, la alegación de que parte de la documentación presentada al procedimiento por la representación procesal de Javier Tebas no era novedosa, sino que ya la habían puesto de manifiesto las partes desde el escrito de 2 de julio de 2004 firmado por el letrado Esteban Mestre, expresado con la siguiente contundencia:

La parte denunciante, en su desesperado intento de alcanzar, en tiempo electoralmente eficaz, una decisión judicial que pudiera arrojar sospechas de honorabilidad sobre cualquiera de los imputados, o algún otro miembro incluso, del equipo directivo de la Real Federación Española de Fútbol, ha rebasado la línea de la legalidad, incurriendo en conductas que pudieran llegar a ser constitutivas de delito, y en algún caso con la apariencia de pretender llamar a error al Juzgado, y generar resoluciones infundadas, pero de indudable trascendencia mediática.

Dicho en términos estrictamente jurídicos, la representación procesal de Javier Tebas no pudo acreditar la realidad de los documentos que las defensas reputaban falsos. Sin embargo, ninguna de las partes personadas interesó la apertura de diligencias para investigar las posibles responsabilidades penales que pudieran haberse derivado de la actuación.

9. Terminación del procedimiento penal

Aunque queda al margen del objeto de este artículo, y por ello lo reseñamos de forma esquemática, no podemos dejar de señalar que tras siete años de instrucción, el nuevo titular del Juzgado de Instrucción 47 el Ilmo. Sr. D. Adolfo Carretero Pérez dictó el 15 de octubre de 2010 el auto de sobreseimiento provisional y archivo de la causa. Lo hizo a instancias del Ministerio Fiscal, que en un informe de 13 de octubre informó en tal sentido. La representación procesal de Javier Tebas interpuso recurso de reforma, que fue desestimado mediante Auto de 31 de marzo de 2011.

Contra ese auto interpuso recurso de apelación, que fue resuelto mediante el Auto 726/2012, de 10 de diciembre, por la Sección 4ª de la Audiencia Provincial de Madrid (ponente Ilmo. Sr. D. José Joaquín Hervás Ortiz). Este auto revocó parcialmente el sobreseimiento, limitando la reapertura a la supuesta utilización de fondos de la RFEF para pagar viajes privados de algunos familiares de los imputados y la falta de justificación de algunas dietas cobradas por los mismos. Sobre las otras ocho acusaciones se mantenía el sobreseimiento, que consecuentemente devino firme.

Reabierta la causa, y tras dar trámite a las partes para que alegaran lo que a su derecho conviniera, mediante Auto de 28 de enero de 2013 se acordó la continuación del procedimiento por los trámites del procedimiento abreviado contra Juan Padrón, José María Castillón, Juan Espino y Antonio Borrás por un presunto delito de apropiación indebida, mientras que se acordaba nuevamente el sobreseimiento respecto de Ángel María Villar, en estos términos (fundamento jurídico noveno):

En el caso del Sr. Villar, procede el sobreseimiento provisional porque el mismo informe pericial no le imputa viaje ni dieta alguna indebida, ni, en efecto, resulta que tenga obligación de garante respecto de la conducta del resto de los imputados, máxime cuando los organismos de control de la RFEF, la Asamblea General, la Comisión Delegada y, en su caso, el Consejo Superior de Deportes, le advirtiesen de la conducta irregular de los imputados, por lo que no cometió apropiación indebida, ni permitió por omisión que otros la cometiesen, sin que el acusador popular tenga legitimación para pedir la persecución de un delito de administración desleal porque no es público (art 296 C.P.), lo que es predicable del resto de los imputados respecto del delito del art 295 pero no del delito del art. 252 todos del C.P.

Y se añadía en el fundamento de derecho undécimo:

No consta acreditado que el Sr. Villar, presidente de la RFEF se apropiase de cantidad alguna, cobrase dietas injustificadas ni que tuviera la función de controlar las dietas de los demás miembros de la Federación imputados, ni que hubiese sido advertido por los organismos de control de La RFEF de la existencia de irregularidad contable en la conducta de los imputados, por lo que procede el sobreseimiento provisional respecto del mismo, conforme los art 641 nº l y 2 de la LECR.

Dictado el auto de transformación en procedimiento abreviado, y conferido el traslado a las acusaciones para que presentaran sus respectivos escritos de conclusiones, tanto el Ministerio Fiscal como el abogado del Estado se reiteraron en su pretensión de sobreseimiento de la causa. Por su parte, la representación procesal de Javier Tebas no presentó escrito alguno formulando acusación, por lo que en virtud del principio acusatorio que rige nuestro sistema penal, el titular del Juzgado de Instrucción 47 de Madrid dictó auto de sobreseimiento sin que por lo tanto los hechos llegaran nunca siquiera a ser juzgados.

Curiosamente, los diez años que duró este procedimiento penal se corresponden precisamente con los diez años más exitosos de la historia del fútbol español: la selección absoluta ganó dos Eurocopas (2008 y 2012) y un Mundial (2010), la sub-21 dos Eurocopas (2011 y 2013), la sub-19 cinco Eurocopas (2004, 2006, 2007, 2011 y 2012), la sub-17 dos Eurocopas (2007 y 2008); una Eurocopa la sub-19 femenina (2004) y dos Eurocopas la sub-17 femenina (2010 y 2011); un Mundial de fútbol sala (2004) y cuatro Eurocopas de fútbol sala (2004, 2006, 2007 y 2011).

10. Conclusiones

Las diversas actuaciones llevadas a cabo para evitar, sin éxito, la victoria electoral de Ángel María Villar en el año 2004, incluyeron denuncias penales y administrativas interpuestas todas ellas por Javier Tebas. Con el proceso penal se generó la amenaza de un posible ingreso en prisión de Villar y algunos directivos, y con los procesos administrativos se consiguió el bloqueo efectivo de la RFEF al dejar esta de recibir la subvención estatal durante cuatro años y tener finalmente que proceder a un reintegro de casi cuatro millones de euros. Simultáneamente, a través de los medios de comunicación se perjudicó el buen nombre no solo de las personas investigadas, que resultaron todas ellas inocentes, sino de la propia RFEF y del conjunto del fútbol español.

A pesar de todo ello Ángel Villar ganó las elecciones por 19 votos a Gerardo González, y dio así comienzo el mandato que culminaría con la victoria de la Eurocopa de 2008, dando inicio a los cuatro mejores años de la historia del fútbol español y de cualquier selección nacional, al ganar un Mundial (2010) y dos Eurocopas consecutivas (2008 y 2012).

[1] Diario Oficial del Congreso de los Diputados, 25 de junio de 2003, núm. 787, pp. 24943 y ss.

[2] Excede del objeto de este artículo el explicar cuál fue el desarrollo del procedimiento ante el Tribunal de Cuentas. En todo caso no resulta improcedente señalar cómo el informe del Tribunal de Cuentas, emitido el 20 de julio de 2006 identificó determinadas irregularidades contables en la gestión de los fondos públicos por parte de la RFEF, sin que pudiera desprenderse responsabilidad penal por ello. El CSD inició tres procedimientos de reintegro por la subvención del año 2002, y se dictaron tres resoluciones de fecha 4 de julio de 2007 en virtud de las cuales se ordenó la devolución por parte de la RFEF de un total de 3.180.536,04 € de principal, más 732.290,58 € de intereses. Aunque la asamblea general acordó el 12 de julio de 2007 recurrir las tres resoluciones, el 29 de agosto la RFEF hizo efectivo el pago mediante dos transferencias, lo que permitió desbloquear las subvenciones pendientes.




Descubriendo a todos los jugadores internacionales españoles

Cuando Félix Martialay terminó de escribir en 1968 la primera edición de su magna obra Una historia de la selección española de fútbol, ya dejó escrito que los jugadores internacionales en categorías diferentes a la absoluta merecían no quedar en el olvido, pues “al fin y al cabo defendieron los colores españoles con el mismo entusiasmo y responsabilidad que los profesionales de la máxima categoría” (p. 11).

Posteriormente, en el prólogo de su Todo sobre todas las selecciones (2007), explicó con detalle cómo llegó al convencimiento de que era necesario atribuir la misma importancia a todos los jugadores, desde el campeón del mundo hasta el que jugó una sola vez con la selección sub-15, pues todos estaban igualados por su categoría: todos son internacionales con España. Decía así don Félix: “había muchos españoles que de adolescentes o de jóvenes habían sido internacionales con la misma emoción, entusiasmo y ardor que los super conocidos profesionales, que habían escuchado el himno español con un temor inefable y que habían defendido los colores de su patria con enorme fe” (p. 10).

Dos años antes (2006) Martialay había dado otra lección: no nos olvidemos de aquellos jugadores que fueron convocados con España pero que nunca llegaron a jugar, porque ellos también tuvieron el honor de ser llamados por su país, viajaron con el equipo, se entrenaron, hicieron piña y estuvieron al servicio del seleccionador por si eran necesarios. Ellos también, aunque no llegaran a ser internacionales, merecen estar en los libros de historia de la selección nacional. Y por ello, en su libro Todo sobre la selección española aparecieron por primera vez todos los jugadores convocados en cada uno de los partidos de la selección absoluta. Lo mismo hizo con las selecciones inferiores en su libro Todo sobre todas las selecciones (2008).

En aquellas fechas hicimos un trabajo que recuerdo con mucho cariño para intentar identificar a todos los jugadores que habían sido convocados, apuntando el nombre y los dos apellidos, así como sus datos de nacimiento. Dado el enorme volumen de información, optamos por no publicar todos estos datos en los libros, pero los datos quedaron almacenados para siempre. Volcamos no solo el archivo personal de Martialay, sino que lo completamos con el del coronel Juan Garrido del Río y le añadimos no pocos detalles gracias a José Ignacio Corcuera. Además de las miles y miles de horas de don Félix, echamos juntos decenas de mañanas a completar todo aquello.

Fueron pasando los años y los datos allí quedaron fijos, y sin que don Félix pudiera actualizarlos como había hecho semana a semana durante cincuenta años. Hasta que un día del año 2017 mi querido amigo José López Carreño me dijo que esto no podía seguir así, y que había que recuperar la tarea de don Félix. Así que se puso a recuperar los diez años que nadie había estudiado entre 2007 y 2017. Sin apenas información disponible de la RFEF, López Carreño se puso a bucear entre las más diversas fuentes de información, a hablar con protagonistas y a completar uno a uno todos los partidos que había jugado España en esos diez años. Hasta tuvo que aprender unas cuantas palabras húngaras para poder encontrar algunos datos. Pero los encontró, y desde ese momento siguió actualizando todo hasta la fecha.

En enero de 2021 llegó el momento de juntar el viejo trabajo de don Félix con el de López Carreño, y a esa tarea nos pusimos gracias fundamentalmente a un magnífico equipo de periodistas formado por Lucía Alcaraz, Lucía Carrasco, Enaitz Gárate, Jon Urko García Rodríguez, Eneko Isasi, Jesús López Sánchez, Irene Ruiz Padillo y María Puras. Al terminar el mes de junio de 2021 teníamos por fin una base de datos única y totalmente actualizada con todos los partidos de todas las selecciones españolas y con todos los jugadores. Nadie, ni siquiera la Real Federación Española de Fútbol, tiene nada igual.

Y he aquí que llegó el momento de echar una vista atrás. José López Carreño había conseguido identificar al 100% de los jugadores desde 2007, pero en el trabajo anterior había unos doscientos de los que no teníamos los datos completos. De algunos nos faltaba el lugar de nacimiento, de otros la fecha, y junto a ellos había un pequeñísimo grupo de los que tan solo conocíamos el nombre deportivo y el equipo de procedencia. Era el momento de reanudar la investigación de 2007 y 2008 e intentar encontrar a esos doscientos jugadores y, sobre todo, sacar del anonimato a los que no teníamos identificados.

Fundamentalmente han sido José Vicente Olmos Mico, Fernando Arrechea, Alfonso del Castillo y Lartaun de Azumendi quienes se pusieron manos a la obra y han conseguido completar los datos de más del 60% de los que faltaban, incluyendo el desvelar a todos aquellos de los que solo sabíamos el nombre deportivo. Absolutamente todos. Una vez más, y perdón por la insistencia, un trabajo que nadie había emprendido hasta la fecha.

Pero claro, antes de tener a todos los jugadores nos faltó uno, que resultaba ser un auténtico callejón sin salida. Murillo, del Atlético de Madrid, jugador convocado en dos ocasiones con la selección sub-18 en la temporada 1963. ¿Quién era Murillo? Hicimos todas las búsquedas posibles en todos los medios al alcance, las mismas que habían dado excelentes resultados con el resto de jugadores. Pero Murillo se resistía, ninguna pista era buena y ni siquiera conseguíamos saber su nombre de pila. Así que a la desesperada se nos ocurrió utilizar el Twitter, explicar el trabajo que estábamos haciendo y pedir ayuda por si alguien podía conocer a Murillo o aportar algo sobre él. Era nuestra última esperanza, recurrir a lo que los policías llaman colaboración ciudadana.

Y hubo una primera respuesta. En el blog de Alfonso del Castillo se había publicado en diciembre de 2020 una foto magnífica de la selección en los entrenamientos, y ahí aparecía agachado nuestro Murillo. ¡¡Hay foto de Murillo!! Pero pronto habría más: la peña atlética Bendita Locura envía otra foto (Marca, 10-3-1963) y añaden el nombre de pila, Enrique. Domingo López, socio de CIHEFE, no tarda en encontrar otro recorte de prensa donde aparece la confirmación del nombre.

Ya teníamos el nombre y la foto, y con la ayuda de Hispaligas y de Bendita Locura completamos su trayectoria deportiva: jugó hasta 1965 en el Atlético de Madrid, la temporada 1965-66 la hizo en la Cultural Leonesa y la 1966-67 en el Talavera. José Ignacio Corcuera apostilla: en la Cultural jugó 21 partidos y anotó 2 goles.

La historia de nuestra búsqueda llamó la atención del periodista Manuel Yaben, que publica un reportaje en el diario digital El Independiente explicando el origen y el objeto de la investigación. ¡Hay que dar con Murillo! Casi de inmediato, Xesc Ramis nos da una nueva pista por Twitter: ha localizado a un jugador de bolos que se llama Enrique Murillo. ¿Será el que nosotros buscamos? Imposible de saber, el nombre no es muy frecuente, pero sin confirmación tajante no podemos arriesgarnos. Hemos avanzado mucho, pero nuevamente estamos en un punto muerto. ¿Cómo avanzamos?

En estas Lartaun de Azumendi consigue ponerse en contacto con Manuel Delgado Meco, famoso preparador físico del Athletic Club y de la Selección nacional, que compartió selección castellana con Murillo. Sí, recuerda bien a Murillo, pero no sabe darnos datos ni decirnos qué fue de él. Han pasado casi sesenta años… Eso sí, hay un pequeño detalle que no ha podido olvidar de: en las concentraciones Murillo solo hablaba de bolos, le encantaban los bolos. ¡¡Eureka, apareció, ya lo tenemos!!

La inmensa alegría ha sido que no solo hemos podido identificar a Murillo, sino que hemos podido hablar con él por teléfono y próximamente publicaremos una entrevista completa con él, el último jugador fantasma de los que han sido convocados con la selección española de fútbol.

Los que nos dedicamos a la investigación sabemos que pocas veces el éxito es tan rotundo, y que el camino está más lleno de sinsabores de que alegrías como esta. Son muchísimas veces las que hemos buscado jugadores con el mismo empeño y la búsqueda ha resultado infructuosa, el tiempo dedicado ha sido el mismo pero solo queda el mal sabor de boca de no haber podido hallar lo que buscabas. Afortunadamente no ha sido el caso, y por ello podemos decir que hemos conseguido identificar al 100% de los jugadores que han sido convocados con la selección española de fútbol, hayan o no debutado.

Hemos culminado así un trabajo único que empezó Félix Martialay en 1968 y que sin José López Carreño seguiría estancado en 2007. En otros países, menos laureados y con menos cultura futbolística que España, puede consultarse fácilmente por internet todos los partidos de sus selecciones, con identificación de todos los jugadores. Hasta el momento en nuestro país no ha sido posible, pero nosotros en CIHEFE haremos todo lo posible para ponerlo a disposición de todos los aficionados.

Si no hubiera sido por el trabajo de Martialay y López Carreño muchos de los datos que hemos podido recopilar se habrían perdido y sería imposible reconstruirlos, pues nadie se ha ocupado con el mismo esfuerzo y denuedo de la historia de nuestra selección nacional. Afortunadamente todos los aficionados al fútbol hemos contado con su esfuerzo y dedicación, y gracias a ellos se ha podido reconstruir toda la historia de nuestra selección nacional, lo que es un gran orgullo para CIHEFE y para todo el fútbol español.




La guerra del fútbol televisado (1996) y la primera querella contra Ángel Villar

I. Los derechos televisivos del fútbol en la década de 1990

Aunque Televisión Española inició sus emisiones regulares el 28 de octubre de 1956, desde años antes se venían realizando diversas pruebas para ponerla en marcha. Una de esas pruebas tuvo lugar el 26 de octubre de 1954 y consistió en la retransmisión de un Real Madrid – Real Racing Club de Santander, que sería el primer partido televisado en España.

Desde 1959 TVE incluyó en su parrilla diversos partidos de fútbol, si bien no fue hasta octubre de 1963 cuando se llegó a un acuerdo con la Real Federación Española de Fútbol para televisar todas las semanas un partido de Liga. Inicialmente se televisaba los domingos, pero a partir de la temporada 1971-72 la retransmisión pasó a los sábados, pues fue interés de la RFEF que el fútbol televisado no colisionara con el resto de los partidos que se jugaban también en domingo.

Desde la temporada 1987-88, y en virtud de un convenio suscrito entre la Liga Nacional de Fútbol Profesional, RTVE y las televisiones autonómicas de Galicia, Cataluña y el País Vasco, estas últimas empezaron a emitir en sus respectivos territorios el partido semanal que en el resto de España seguía emitiendo TVE a través de su segunda cadena. Este convenio fue prorrogado hasta la temporada 1989-90, último año en que la Televisión Española emitió partidos del Campeonato Nacional de Liga.

Al terminar la temporada 1988-89, la Liga Nacional de Fútbol Profesional presentó un concurso privado en virtud del cual se ofrecían los derechos para retransmitir un partido por jornada a partir de la temporada 1990-91. Se adjudicó el 20 de julio de 1989 por 19.100 millones de pesetas a la mercantil Promoción del Deporte SA, sociedad controlada por dos socios de Dorna SA y presidida por Carlos García Pardo, también presidente de Dorna SA. Tan solo diez días después, el 1 de agosto de 1989, Promoción del Deporte SA vendió por 19.673 millones de pesetas todos los derechos a las televisiones autonómicas de Cataluña, Valencia, Madrid y País Vasco.

El 11 de enero de 1990 se firmaron dos contratos relevantes. En virtud del primero de ellos, las televisiones de Galicia, Cataluña y País Vasco ofrecieron a las de Madrid, Andalucía y Valencia emitir los partidos que faltaban de esa temporada 1989-90. En el segundo contrato de esa misma fecha el canal autonómico andaluz se incorporó al contrato de 1 de agosto de 1989, lo que le posibilitó emitir el fútbol desde la temporada 1990-91.

Ese contrato de 1 de agosto de 1989 sin embargo no se llegó a ejecutar pues el día 6 de julio de 1990 se firmó una nueva serie de contratos en virtud de los cuales la Liga de Fútbol Profesional cedió los derechos televisivos por ocho temporadas (desde la 1990-91 hasta la 1997-98). Como cesionarios aparecían no solo las televisiones autonómicas, sino también Canal Plus, televisión privada recientemente creada al amparo de la Ley 10/1988, de 3 de mayo, de Televisión Privada.

El conjunto de las televisiones autonómicas pagaría 42.000 millones de pesetas por la emisión de un partido el sábado, y Canal Plus 12.000 millones por la emisión de un partido codificado los domingos. El primer partido emitido en Canal Plus con el sistema de codificado fue el 2 de septiembre de 1990, un Valencia – Atlético de Madrid.

II. La primera guerra del fútbol

Partiendo de la base de que solo los clubes y sociedades anónimas deportivas son dueñas de sus derechos, al margen de cuál sea la entidad encargada de la gestión, a principios del año 1996 la televisión privada Antena 3 TV, a través de la mercantil Gestora de Medios Audiovisuales SA, empezó a negociar directamente con cada uno de los clubes la cesión de los derechos para la emisión de sus partidos a partir de la temporada 1998-99, pensando en el mercado que se iba a abrir de la televisión vía satélite y el pago por visión (pay per view).

Estos movimientos generaron una carrera por conseguir contratos con el mayor número de equipos posible entre la propia Antena 3 y Canal Plus, a la que se sumó la cadena autonómica TV3, ya que la propia asamblea de la Liga de Fútbol Profesional en su reunión de 12 de abril de 1996 autorizó a los equipos a celebrar sus contratos individuales con los medios a partir de la temporada 1998-99.

Gestora de Medios Audiovisuales SA (GMA) firmó contrato con 27 equipos de primera y segunda división por cinco temporadas, desde la 1998-99 hasta la 2002-03. En cada uno de esos contratos se incorporó una cláusula (19ª) que hacía una previsión respecto a las temporadas 1996-97 y 1997-98, estaban incluidas en el contrato de las televisiones autonómicas y Canal Plus firmado el 6 de julio de 1990. En esa cláusula 19ª se contemplaba la posibilidad de que la entidad deportiva firmante pudiera llegar a disponer de los derechos correspondientes a esas temporadas, en cuyo caso se incorporarían al contrato individual firmado por cada entidad futbolística, que de ese modo transmitiría a GMA los derechos correspondientes a las temporadas 1996-97 y 1997-98.

El 11 de julio de 1996 la Liga de Fútbol Profesional acordó pedir a la Forta la modificación del contrato de 6 de julio de 1990 con el fin de que en las dos temporadas siguientes Antena 3 TV pudiera emitir un partido en abierto. El 1 de agosto la Forta aprobó por unanimidad de todos sus miembros abrir el contrato de 1990, a cambio de que se les garantizar la exclusiva de los derechos de emisión de fútbol en abierto entre 1998 y 2003.

Por su parte Sogecable SA, sociedad gestora de Canal Plus, se oponía tajantemente a cualquier modificación del contrato de 6 de julio de 1990.

El 8 de agosto de 1996 se celebró una asamblea extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional donde los clubes asistentes votaron y aprobaron, entre otros, el acuerdo presentado por el Real Madrid C.F. «B», donde se proponía otorgar a Antena 3 TV el derecho de transmitir un partido de Liga los lunes durante las temporadas 1996-97 y 1997-98, en tercera opción tras Canal Plus y las televisiones autonómicas. Si la jornada se jugaba en miércoles, el partido de Antena 3 se emitiría el jueves. En esta asamblea, así como en las inmediatamente anteriores, se representó el enfrentamiento entre Canal Plus y Antena 3 a través de los clubes que habían firmado respectivamente con una y con otra. Tan solo votaron a favor los 27 equipos de Antena 3, hubo una abstención, y aquellos que tenían contrato con Canal Plus se negaron incluso a emitir voto alguno.

En ese mes de agosto de 1996 se sucedieron las negociaciones en todas las bandas implicadas, y finalmente el día 29 una nueva Asamblea Extraordinaria de la Liga acordó de forma temporal que Antena 3 pudiera emitir partidos los lunes durante las cinco primeras jornadas de Liga, tiempo tras el cual, si no se hubiera firmado un contrato definitivo, los clubes podrían negociar unilateralmente sus derechos.

Finalmente, el 17 de octubre de 1996 la LNFP firmó el contrato con Antena 3 y GMA en el que se plasmó la decisión adoptada por la asamblea extraordinaria del 8 de agosto, fijándose un precio por temporada de 3.200 millones de pesetas por temporada. El primer partido de los lunes fue retransmitido el 2 de septiembre de 1996, un RCD Espanyol – Real Sporting de Gijón.

III. El pacto de Nochebuena

Dos meses después, esta “guerra del fútbol” concluyó con el conocido popularmente como Pacto de Nochebuena, en virtud del cual el día 24 de diciembre de 1996 los presidentes de Sogecable y Antena 3, Jesús de Polanco y Antonio Asensio, firmaron un acuerdo para constituir la mercantil Audiovisual Sport SL, participada al 40% por Sogecable y por Antena 3 TV, y al 20% por TV3. Esta sociedad explotaría el 100% de los derechos televisivos del fútbol español y estaría presidida por Manuel Campo Vidal.

El contrato de constitución de Audiovisual Sport SL se firmó el 27 de diciembre de 1996 en la sede madrileña de la Fundación Santillana. Jesús de Polanco afirmó que “hemos firmado la paz del fútbol y eso significa que a partir de ahora en España habrá muchos más españoles que van a ver el fútbol mejor que nunca y van a disfrutar porque habrá fútbol para todo el mundo”. Por su parte, Antonio Asensio manifestó que “hemos llevado a término los esfuerzos que nos pedían desde la Liga de Fútbol Profesional y la secretaría de Estado para el Deporte para unificar los derechos del fútbol”.

En virtud de este contrato, las televisiones autonómicas mantendrían la posibilidad de emitir un partido semanal de Liga de Primera y Segunda en abierto, y Canal Plus un partido de Primera y otro de Segunda codificados los domingos. Antena 3 TV tendría la emisión de veinte partidos en abierto de la Copa del Rey, además de los encuentros de los lunes en la temporada 1996-1997. Además de todo ello, se otorgaron los contratos oportunos para que Audiovisual Sport SL llevara a cabo la explotación de los derechos del pago por visión (pay per view) a través de Canal Satélite Digital, propiedad del grupo Sogecable.

IV. La querella contra Ángel María Villar

Meses antes de llegar al pacto de Nochebuena, y con el ánimo de presionar al presidente de la RFEF, Sogecable SA interpuso una querella criminal contra Ángel María Villar, pues el presidente de la RFEF era la única persona que tenía por sí solo la potestad de impedir la ejecución de los acuerdos tomados por la LFP en relación con la modificación de las fechas de determinados partidos para que pudieran jugarse los lunes. En concreto, el acuerdo aprobado por la Asamblea Extraordinaria de la Liga de Fútbol Profesional el 29 de agosto de 1996.

De acuerdo con el convenio vigente en aquel momento entre la LFP y la RFEF, que fue renovado en los mismos términos el 5 de septiembre de 1996, el calendario de la competición lo elaboraba la LFP y el presidente de la RFEF disponía de diez días a partir de recibirlo para ratificarlo o rechazarlo. Por otro lado, y de acuerdo con el reglamento de la RFEF, el presidente tenía además la potestad de adelantar y retrasar partidos dentro de una jornada:

Libro XVII (De las competiciones nacionales): Art. 14, apartado 2: La RFEF, oído el parecer de la LNFP cuando se trate de primera y segunda división, y prescindiendo de dicho trámite en los demás casos, podrá ponderando la concurrencia de especiales circunstancias, y a solicitud de uno de los clubes contendientes, con la anuencia del otro, autorizar que se adelante o retrase un determinado encuentro, siempre desde luego que no se altere el orden de partidos establecido en el calendario oficial.

Según certificó el secretario general de la RFEF en el seno del proceso penal, el presidente Ángel María Villar había autorizado de forma tácita, como hacía habitualmente, la propuesta de alteración de fecha de los partidos que se celebraban los lunes, lo que tuvo lugar por delegación a través del propio secretario general.

Y fue en esta actuación específica del presidente de la RFEF en la que se basó Sogecable para interponer una querella contra Ángel María Villar, entendiendo que la autorización tácita de retrasar un día la celebración de los partidos Espanyol – Sporting de Gijón y Extremadura – Betis, de la primera y segunda jornadas respectivamente, podía constituir un delito de prevaricación. La querella estaba firmada por dos catedráticos de derecho penal: Gonzalo Rodríguez Mourullo y Horacio Oliva García.

Así se expresaba Canal Plus en un comunicado público que hizo el 18 de septiembre de 1996 en el que anunciaba la interposición de la querella que había tenido lugar ese mismo día:

Sogecable estima como fundamento de la acusación contra el presidente de la RFEF que, pese a las advertencias realizadas al Sr. Villar por Canal Plus antes del comienzo de la presente temporada a fin de que sus decisiones en relación a la modificación del calendario liguero fuesen respetuosas de la legalidad vigente y de las situaciones jurídicas legítimas, autorizó personalmente tal alteración permitiendo la celebración de partidos de la Primera División los lunes”.

[La querella califica tal actuación como delito de prevaricación] “sin perjuicio de lo que dictamine en su día el órgano judicial, dado que el Sr. Villar, como presidente de la RFEF, dictó una resolución sin ser competente para hacerlo y despreciando lo dispuesto en las normas jurídicas que venía obligado a observar y cumplir. Su actuación, según se pone de manifiesto en la querella, ha ido dirigida a favorecer intereses de terceros en detrimento de otros legítimos y facilitando, de ese modo, su lesión”.

V. La tramitación judicial: sobreseimiento libre

La querella interpuesta por Sogecable recayó en el Juzgado de Instrucción 28 de Madrid, cuya titular era la Ilma. Sra. Ana Revuelta Iglesias. La magistrada admitió a trámite la querella mediante auto de 26 de septiembre, en el que acordaba como diligencias diversos exhortos y rechazaba tomar declaración en calidad de imputado a Ángel María Villar, tal y como habían interesado los querellantes.

Tras una inusualmente corta instrucción de menos de un mes, y sin llegar a tomar declaración a Villar, la magistrada dictó auto de sobreseimiento libre el 23 de octubre de 1996, considerado que los hechos imputados en la querella no eran constitutivos de delito alguno. El sobreseimiento, al ser libre ex art. 637.2º de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, tenía efectos de cosa juzgada.

La parte dispositiva del auto se expresaba en los siguientes términos literales:

En atención a lo expuesto: dispongo que los hechos origen de las presentes no son constitutivos de delito por lo que procede el sobreseimiento libremente de las presentes actuaciones, previa baja en los libros de registro de este Juzgado.

La representación procesal de la mercantil Sogecable SA interpuso recurso de reforma contra la resolución, que fue íntegramente confirmada por un auto de 27 de noviembre por “no haber sido desvirtuados los fundamentos de derecho que [se] estimó de aplicación al caso”.

El conocimiento del subsiguiente recurso de apelación interpuesto contra el auto de sobreseimiento libre recayó en la Sección Segunda de la Ilma. Audiencia Provincial de Madrid. Sin embargo, no llegó a dictarse resolución de fondo, pues el 5 de febrero de 1997 la representación procesal de Sogecable presentó un escrito desistiendo del recurso. Al día siguiente los magistrados José de la Vega Llanes, Jaime Santos Coronado y Gregorio Díaz Bordallo firmaron el auto en virtud del cual tenían por desistido a Sogecable del recurso interpuesto, y consecuentemente el Auto de 23 de octubre de 1996 dictado por el Juzgado de Instrucción 28 devino firme.

El desistimiento de la acción criminal era consecuencia de la sobrevenida carencia de interés por parte de Sogecable en el procedimiento, dado el acuerdo entre Antena 3 TV y Canal Plus del pacto de Nochebuena y la subsiguiente constitución de Audiovisual Sport SL.

VI. Breve análisis del delito de prevaricación imputado a Villar

Según los querellantes, Villar habría actuado en el ámbito de una función pública en virtud de la delegación de la potestad administrativa del Consejo Superior de Deportes y excediéndose de sus competencias, dado que la aprobación de la modificación de los partidos le correspondería a la Comisión Delegada de la RFEF. La autorización se habría acordado de forma arbitraria y contraria al ordenamiento, y constituiría un acto dictado en el ejercicio de una función pública, por ende de carácter administrativo, por parte de quien ostenta la cualidad de autoridad, el Sr. Villar Llona.

A tal respecto, la magistrada Revuelta Iglesias afirmaba lo siguiente en el auto de sobreseimiento:

Considera el querellante que los hechos dan lugar a un delito de prevaricación tipificado en el art. 404 del Código Penal según L.O. 10/1995 de 24 de noviembre, que dispone que «La autoridad o funcionario Público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo, se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años». El precitado artículo exige determinar a priori «el carácter del asunto» donde la resolución se haya dictado, es decir si es o no administrativo, pues si tal carácter no concurre al considerarse como elemento integrante del tipo su ausencia conlleva necesariamente la exclusión del delito.

La Ley 10/1990 de 15 de octubre, del Deporte, reconoce a las federaciones deportivas españolas naturaleza jurídico-privada, si bien les atribuye funciones públicas de carácter administrativo. Según dice literalmente el preámbulo de la ley, “es en esta última dimensión en la que se sustentan las diferentes reglas de tutela y control que la Administración del Estado puede ejercer sobre las federaciones y que la ley, cautelarmente, ha establecido con un absoluto y exquisito respeto de los principios de autoorganización que resultan compatibles con la vigilancia y protección de los intereses públicos en presencia”. Las concretas atribuciones administrativas delegadas están recogidas como numerus clausus en el art. 33 de esta Ley 10/1990, sin que ninguna otra competencia ejercida por una federación pueda en caso alguno entenderse como administrativa, pues la hipotética delegación carecería de habilitación legal.

A este respecto, se resolvía en el Auto de sobreseimiento con estos términos:

Concluimos por todo, que la LNPF, asociación privada, es la que organiza su propio calendario, careciendo la RFEF de competencia para modificarlo o alterarlo a través de su presidente o Comisión Delegada, como alega el querellante, pues es la propia LNPF quien dentro de sus potestades organizativas actúa y conforme a sus intereses que son los de los Clubes que la forman y que desde luego carecen de carácter de público a los efectos de la Administración Pública, reputándose como una mera actividad privada que debe quedar sujeta a lo establecido en la disposición transitoria segunda del Real Decreto 1835/1991, en relación con el art. 28 de la misma resolución, y el convenio de 5 de septiembre de 1996, que instrumento la coordinación entre la LNFP y RFEF.

Dado que la modificación de la fecha en que se celebrara un partido no podía ser en absoluto considerada actuación de carácter administrativo, la juez Revuelta Iglesias concluía con estas tajantes palabras en relación con la actuación de Ángel María Villar:

La actuación del presidente de la RFEF en este caso se limitó a una ratificación conforme al convenio vigente, acto que desde luego no puede reputarse administrativo, puesto que en ningún momento ejerció funciones públicas o potestad alguna de la Administración (de orden público, disciplinario, etc.), ni tampoco dictado fuera de su competencia, porque sí es atribución suya la ratificación, no pudiendo incardinarse por ello en el art. 404 del Código Penal.

VII. La instrumentalización del derecho penal

Según hemos señalado, la actuación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol se limitó a no impedir el cambio de fecha de dos concretos partidos de las dos primeras jornadas ligueras de la temporada 1996-97, una actuación omisiva de carácter estrictamente privado, realizada en ejercicio de sus potestades reglamentarias y de acuerdo con la expresa solicitud que los clubes implicados realizaron a través de la Asamblea de la Liga de Fútbol Profesional.

Ángel María Villar era la única persona que tenía la potestad de oponerse al acuerdo de los clubes, y por ello, desde un punto de vista estratégico, aquellos que querían evitar que el acuerdo se llevara a la práctica entendieron la oportunidad de condicionar la actuación de la única persona que podía por sí solo dejar sin efecto el acuerdo que, en su opinión, les perjudicaba.

Según recogió el nº 2 de la revista Fútbol, editada por la RFEF, “las dos personas de confianza de Prisa que lo visitaron [dijeron a Villar]: ‘ejerceremos contra usted acciones judiciales, políticas y sociales’”. Probablemente a esto se refería precisamente Sogecable en el ya citado comunicado emitido el 18 de septiembre en el que decían literalmente que “pese a las advertencias realizadas al Sr. Villar por Canal Plus antes del comienzo de la presente temporada […]”. Por su parte, el diario As recogía en su edición del 6 de septiembre (p. 26) la noticia de una reunión en la sede de la RFEF de Juan Luis Cebrián con Juan Padrón y Gerardo González.

Aunque la potestad de cambiar la fecha de un partido era personalísima del presidente de la RFEF, de acuerdo con el citado art. 14 del libro XVII del Reglamento, la junta directiva decidió emitir una nota pública el día 11 de octubre con el siguiente tenor literal: La junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol, en la reunión celebrada el día de hoy, ha acordado por unanimidad dejar constancia de su rechazo a la acción penal emprendida por Sogecable SA contra D. Ángel María Villar Llona, y al propio tiempo hacer expresa declaración del apoyo y solidaridad incondicionales, tanto en el orden personal como en el institucional que cada uno de sus miembros representan, a la figura del presidente del fútbol español.

Tan solo doce días después de esta nota de la junta directiva, la juez Revuelta Iglesias dictó el auto de sobreseimiento libre, en el que incluyó un párrafo hablando expresamente de la “instrumentalización del derecho penal” de los querellantes. Decía así:

Nos encontramos una vez más ante una clara instrumentalización del derecho penal para fines que le son ajenos, tergiversándolo en su esencia, y buscando con ello soluciones cuyo cauce es propio de otras jurisdicciones, por todo ello procede el sobreseimiento libre de las actuaciones al amparo del art. 637.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

VIII. “Por mí y por los míos” (carta abierta de Ángel María Villar)

Para concluir, y por su interés, parece oportuno reproducir íntegramente la carta abierta que publicó Ángel María Villar en el nº 2 (octubre-noviembre 1996) de la revista Fútbol. Decía así el presidente de la RFEF:

El daño ya está hecho, pero “por mí y por los míos”, que no son otros que mi familia y todas aquellas personas que forman parte del fútbol español, me ha satisfecho el archivo judicial de la querella de Sogecable SA.

Cabe ahora el recurso de la parte querellante, pero la resolución de la jueza, por su claridad y contundencia, ha construido a paliar los efectos de una campaña propagandística contra mi persona, con la palabra “criminal” en mayúsculas, por el único delito de haber cumplido con mi obligación.

El presidente de la RFEF debe atender y procurar el beneficio general del fútbol, y no cabe duda de que la decisión que a la postre propició la querella, adoptada dentro del ejercicio de mis facultades y a petición mayoritaria de los clubes, ha producido un gran beneficio para estos.

Pese al trastorno que siempre ocasiona un procedimiento judicial, sobre todo en cuanto al tiempo que hay que dedicarle, y que hay que restarle lógicamente al trabajo, considero que mi actuación ha sido correcta y que ha estado avalada por la legalidad, la responsabilidad y la democracia.

Si no es bueno que se judicialice el fútbol, mucho menos que personas ajenas al mismo quieran intervenir en cuestiones competenciales. El altísimo nivel actual de nuestro deporte se ha debido en gran medida a la independencia que se ha tenido en su regulación y gestión. Colaboración, siempre, pero evitando injerencias en asuntos fundamentales que puedan llevar al fútbol al sometimiento.

Solicito respeto para nuestro ámbito, el fútbol, que pese a los ingresos actuales, siempre da más que recibe. Creo, además, que ya es hora de que deje de ser el escenario de una guerra comercial, por muy elevados que sean los intereses en juego.

El único espectáculo que interesa y demanda el público es el que va paralelo al movimiento del balón. Todo lo demás es accesorio; es decir, que depende de lo principal o se le une por accidente.




Proyecto Centenario de CIHEFE

El pasado día 28 de agosto de 2020 se cumplieron cien años del considerado como primer partido oficial de la Selección española de fútbol. Con ese motivo venimos trabajando en CIHEFE en un proyecto al que hemos dado en llamar “Proyecto Centenario” con el que planteamos llevar a cabo una revisión completa de la historia de nuestra selección nacional.

El primer hito de este proyecto ha sido la reciente publicación del libro de Julio Larrey titulado Selección española: cien años de fútbol internacional (1920-2020), que es ya la tercera edición de la obra cuya publicación empezó Larrey en el año 2016 y que contó con una segunda edición en 2018. La obra tiene 936 páginas y es la monografía más completa de la historia de nuestra selección publicada hasta la fecha.

Un segundo trabajo fundamental es el artículo de Fernando Arrechea que encabeza este número de los Cuadernos de Fútbol, titulado “25 de mayo de 1913. El primer partido de la Selección española de fútbol”, en que reivindica la oficialidad del partido que jugamos contra Francia el 25 de mayo de 1913, desvelando además la identidad completa de aquellos primeros jugadores internacionales españoles. Como mejor prueba de la importancia de aquel partido es preciso recordar la presencia en el campo de Amute de Jules Rimet.

Simultáneamente, hemos constatado cómo ya han pasado catorce años desde que Félix Martialay publicara su obra Todo sobre todas las selecciones, en que por primera vez se publicaron todos los partidos y jugadores de las categorías inferiores de nuestra Selección. Por ello José López Carreño está llevando a cabo la recopilación de todos los datos desde esa fecha con el fin de publicar en los próximos meses libros en que consten todos los datos de todos los partidos y jugadores de todas las selecciones, desde la sub-15.

Hemos optado por editar libros con toda la historia de las selecciones inferiores desde sus primeros partidos hasta la fecha actual, y por ello queremos invitar públicamente a que todos los aficionados o protagonistas que tengan discrepancias con alguno de los datos que publicó Martialay en su Todo sobre todas las selecciones nos las haga llegar a CIHEFE para que, previa comprobación, sean corregidos en la nueva edición. Par ello ponemos a libre disposición el archivo PDF de aquel libro de Martialay que pueden descargarse aquí.

Por otro lado, el propio José López Carreño ha tomado la iniciativa para terminar con una ausencia que hoy en día resulta inexplicable: no existe ningún libro sobre la historia de la selección femenina de fútbol. Por ello hace meses que nos pusimos a trabajar en la reconstrucción de la historia de nuestras selecciones internacionales femeninas y en los próximos meses publicaremos la primera obra en que desvelaremos tanto los partidos como la identidad de nuestras jugadoras internacionales.

Por último, el Proyecto Centenario incorpora José del Olmo y yo mismo hemos continuado la tarea de publicar los tomos inéditos de la magna obra Una historia de la Selección española de fútbol, de Félix Martialay. A la fecha en que se publica este artículo ya se han editado veintisiete volúmenes y confiamos en concluir la tarea a lo largo de este año 2021.

El trabajo que nos hemos propuesto es intenso pero emocionante, y por ello agradecemos toda la colaboración que los aficionados y los protagonistas nos puedan prestar. Querido lector, si has encontrado fallos en el libro de Todo sobre todas las Selecciones no dejes de comunicárnoslos. Y si fuiste un jugador internacional masculino o femenino, te agradecemos que te pongas en contacto con nosotros (cihefe@cihefe.es) para completar tus datos y publicar la información lo más completa posible.

Muchas gracias a todos.




Entrevista a Ángel María Villar (parte 1): 30 años de presidencia de la RFEF

El número de septiembre de 2020 de los Cuadernos de Fútbol está íntegramente dedicado al centenario de la Selección española de fútbol, y qué mejor manera de encabezarlo que con una larga entrevista con el presidente más importante que la RFEF ha tenido en estos cien años. Y no solo por haber sido quien más tiempo ha dirigido el máximo organismo de nuestro fútbol, sino porque con él se ha conseguido el máximo logro de nuestra historia: ganar el Mundial, hazaña de la que ahora se cumplen diez años.

Conocí personalmente a Villar en 1997, en la sede de la RFEF en Alberto Bosch. Y recuerdo muy bien que la impresión que me generó fue muy parecida a la que he vuelto a tener ahora al hablar con él: el presidente del fútbol español era una persona sencilla, inteligente, y muy amable. Yo apenas tenía 15 años, pero recuerdo muy bien su respuesta a un comentario mío sobre un tema que no recuerdo: “¡cómo vienen los jóvenes!”, dijo entre risas. Desde aquella vez siempre que nos cruzamos fue igual de amable conmigo, por lo que despertó en mí un aprecio que fue alimentado por Félix Martialay, que siempre hablaba de Villar con respeto, consideración, y hasta con cariño: “es muy buena persona”, decía don Félix. Hoy yo tengo la misma edad con la que él empezó su presidencia de la RFEF, y al concederme esta entrevista Villar vuelve a ser tan amable como lo fue aquella primera vez.

El presidente más laureado del fútbol español fue futbolista antes que presidente. ¿Tiene algún recuerdo particular de sus 22 partidos como internacional?

Recuerdo perfectamente todos mis partidos internacionales, pero es que tengo un recuerdo muy vivo de toda mi etapa como jugador, y no solo de la primera división, también me acuerdo muy bien de cuando siendo muy niño jugaba en el barrio a dar con el balón a las persianas de las puertas de entrada del campo de San Mamés.

Ángel María Villar en el Athletic Club. Archivo Martialay-CIHEFE

Piense que el campo estaba muy cerca de mi casa, tanto que podía ver el fútbol sin moverme de allí. Y un detalle, en esa casa tan futbolera fue donde yo nací, porque mi madre dio a luz en casa con la ayuda de mi abuela Sofía, que era comadrona.

Y tenga en cuenta que antes de llegar a internacional absoluto jugué en los infantiles y juveniles del Athletic, en regional preferente con el Galdácano y con el Guecho en tercera división. Después en el año 1971 fiché otra vez por el Athletic, y jugué 345 partidos oficiales entre Liga, Copa y competiciones europeas.

En la categoría absoluta de la Selección española jugué 22 veces, y tengo recuerdo muy claro de todos los partidos. Me acuerdo muy especialmente de mi primer partido, cuando debuté contra Turquía el 17 de octubre de 1973 en Estambul en un amistoso para celebrar el 25 aniversario de la Federación Turca. Y también del último partido el 9 de diciembre de 1979: lo jugamos en Limasol y ganamos a Chipre por 3-1, en el que metí un gol a pesar de jugar lesionado. Para aquel último partido yo no había sido inicialmente convocado, pero me llamó Julián del Amo y me dijo que Kubala me necesitaba, así que me presenté en Madrid. Yo insistía en que no podía jugar porque estaba lesionado, pero el caso es que jugué y hasta marqué el primer gol de España. Con esa victoria nos clasificamos para la Eurocopa de 1980.

Turquía-España.17-10-1973, debut de Villar con la Selección. Archivo Martialay-CIHEFE

También me acuerdo muy bien de mi participación en el grupo de clasificación en el Europeo de 1976 de Yugoslavia y la ya citada de Italia de 1980. Fue muy importante la clasificación para el Campeonato del Mundo de 1978 de Argentina, porque España no se había clasificado para las fases finales anteriores de 1970 y 1974. Desde 1978 nos hemos clasificado a todas.

Fíjese que jugar un partido internacional es muy especial, lo primero por la belleza y la responsabilidad que supone representar a tu país. Y además, porque supone que para el seleccionador nacional, en mi caso Ladislao Kubala, eres uno de los mejores de tu profesión en ese momento.

Villar y Kubala. Archivo Martialay-CIHEFE

En definitiva, le aseguro que tengo recuerdos muy entrañables de todas mis etapas como futbolista.

¿Cree que influyó en su labor como presidente el haber jugado con España?

Sin ninguna duda. Mi actividad como jugador en todas las categorías del fútbol español, y por supuesto en la Selección, me dio un conocimiento significativo de parte del fútbol sin la que mi labor como presidente de la RFEF no habría sido en absoluto igual.

Normalmente un exfutbolista opta por ser entrenador, pero usted optó rápidamente por ser directivo.

Efectivamente. Y recuerdo que ya mis compañeros del Athletic siempre me decían que cuando dejara de ser jugador iba a ser dirigente y no entrenador.

Desde muy joven me gustaba defender a mis compañeros, y por ejemplo acompañaba a los capitanes del equipo para discutir con los directivos cada temporada los derechos de los jugadores de la plantilla. Así que llegó un momento en que me di cuenta que debía estudiar Derecho, dejé mis estudios de Químicas en que estaba matriculado y empecé la carrera de Derecho en la Universidad de Deusto con el único fin de estar más preparado para poder defender mejor a mis compañeros. Recuerdo incluso que les hacía a mis compañeros la declaración de la renta, les redactaba las cartas que querían mandar a los directivos, etc.

Incluso siendo todavía futbolista estuvo en la fundación de la AFE en 1978. ¿Qué recuerdos tiene de aquello?

Sí, yo fui uno de los que en 1978 constituyó la AFE, y llegué a ser vicepresidente. También estuve en la primera huelga de los futbolistas profesionales en marzo de 1979, que tenía cuatro objetivos: abolir el derecho de retención, que se nos considerara trabajadores por cuenta ajena, que se nos diese de alta en la Seguridad Social, y tener un régimen fiscal especial.

Al poco tiempo de la huelga se dictó el Real Decreto 318/1981, de 5 de febrero, que nos reconocía como trabajadores por cuenta ajena, y acordaba la obligación de los clubes de darnos de alta en la seguridad social. Aquellos días apasionantes, reivindicativos, de unidad de los jugadores fueron de mucha actividad. Fuimos a hablar los representantes de los jugadores con varios ministerios, y conseguimos al final nuestros objetivos.

Con solo 38 años llegó a la presidencia de la RFEF. ¿Qué Federación y qué fútbol español se encuentra a su llegada? Si tuviera que destacar tres objetivos que marcaron su acción presidencial, ¿cuáles serían? ¿Y cree que cumplió con ellos?

Sí es cierto, llegué a la presidencia con 38 años, pero no se olvide que desde 1981 y hasta que fue elegido presidente de la RFEF fui presidente de la Federación Vizcaína de Fútbol, era joven pero tenía experiencia de gestión.

Mi primer programa electoral de julio de 1988 abarcaba 26 objetivos. Unos eran más importantes que otros, unos de más contenido que otros, y unos más urgentes que otros. Pero todos ellos eran importantes, y por eso me comprometí a cumplir con todos ellos. Y eso hice, cumplí íntegramente mi programa electoral. Y no solo lo digo porque lo recuerde bien, sino porque tengo en casa el programa y de vez en cuando me gusta releerlo.

Después gané otras siete elecciones consecutivas, y no le exagero si le digo que he cumplido todos los programas electorales que confeccioné para cada una de esas elecciones.

De esos objetivos, ¿había alguno por encima de los demás?

Sin duda. Mi objetivo principal como presidente era conseguir éxitos deportivos, y a ello dediqué todos mis esfuerzos durante los 30 años de presidente. Para conseguirlo diseñé organigramas específicos que permitieran dotar de una organización estable a las selecciones nacionales, dediqué todos los recursos económicos, humanos y materiales que me fue posible.

Y humildemente creo que ese objetivo con el que me presenté a la presidencia en 1988 se ha cumplido. Y no piense solo en el Mundial de 2010 o las Eurocopas de 2008 y 2012, piense también en la medalla de oro en Barcelona 1992, la de plata en Sydney 2000, el mundial sub-20 de 1999. Y a eso súmele, por ejemplo, dos campeonatos del mundo consecutivos de fútbol sala en 2000 y 2004, y siete campeonatos de Europa (1996, 2001, 2005, 2007, 2010, 2012 y 2016). Pero no quiero olvidarme de las decenas de títulos que hemos ganado con las selecciones inferiores, que en gran medida servían para construir un modelo que fue el que nos llevó a los mayores éxitos. En particular tres campeonatos de Europa sub-21 (1998, 2011 y 2013), 8 campeonatos de Europa sub-19 (1995, 2002, 2004, 2006, 2007, 2011, 2012 y 2015) y otros 7 campeonatos sub-17 (1991, 1997, 1999, 2001, 2007, 2008 y 2017). Y en el fútbol femenino ganamos la Eurocopa sub-19 en dos ocasiones (2004 y 2017).

A todo ello se le añaden los éxitos deportivos de nuestros clubes: campeones de Europa, campeones del mundo de clubes, campeones de la Liga de Europa, de las Supercopas europeas… Han sido años dorados también para el fútbol español de clubes.

¿Y qué supuso para el fútbol español la construcción de la Ciudad del Fútbol en Las Rozas?

Era uno de aquellos 26 objetivos que le he dicho que me marqué desde el principio: la construcción de una ciudad deportiva. Cuando yo era jugador de la selección nacional absoluta tuve que entrenarme a veces en campos de barro y algunas veces incluso en parques. Sabía que eso no podía seguir igual.

Porque además le diré que en la consecución de todos esos títulos que hemos señalado, ha tenido un papel muy importante el contar con una ciudad deportiva como la que construimos en Las Rozas, que es modelo en todo el mundo, y de la que estoy profundamente orgulloso. Porque da estabilidad a los jugadores, que siempre se entrenan en el mismo sitio, y eso ayuda mucho a generar dinámicas de grupo muy positivas.

Y algo muy importante que no quiero dejar de señalar: de los 38 millones de euros que costó más o menos su construcción, el 30% de los fondos provinieron de dinero público y el 70% de dinero privado. Y un detalle fundamental: ese 30 % de dinero público se había generado a su vez a través del fútbol, porque procedía de las quinielas.

Y en cuanto a la parte administrativa o estructural de la propia RFEF, ¿qué objetivos tenía?

En este sentido diferenciaría una vertiente interna y una vertiente externa. Internamente quería que todos los estamentos del fútbol participaran en la junta directiva de la RFEF: clubes de primera, segunda y tercera; presidentes de federaciones territoriales; presidente del comité técnico de entrenadores; presidente de comité técnico de árbitros, y a los jugadores, representados por tres miembros de la AFE. Todos, absolutamente todos tenían que estar en la junta directiva.

Por otro lado siempre tuve muy claro que había que ayudar a las federaciones autonómicas y al fútbol aficionado. Eso era para mí una prioridad que desarrollé tanto como pude. Fíjese que el 60% de los presupuestos de las federaciones regionales dependía directamente de la RFEF, lo que les permitió aumentar notablemente sus respectivos presupuestos. En muchos casos gracias a esa financiación pudieron adquirir sus domicilios sociales o construir numerosos campos de fútbol. Y todo ello intentamos siempre que fuera con fuentes de financiación privada y no pública, por ejemplo llevando a la selección absoluta a jugar partidos por toda España. La multiplicación de la inversión en el fútbol aficionado y las federaciones autonómicas fue exponencial durante mi mandato.

Y en lo que llamo la vertiente externa, tenía muy claro que además de la estrecha colaboración que teníamos con muchas federaciones extranjeras, España y su federación tenían que estar representados en las organizaciones que toman las decisiones que afectan al fútbol español. Tuve la suerte de poder representar a la RFEF 20 años en el comité ejecutivo de la FIFA y 26 años en el comité ejecutivo de la UEFA, y en ambas llegué a ser vicepresidente primero. De esta última tuve el honor de actuar como presidente durante un año cuando sancionaron a Platini.

¿Algún otro de esos objetivos que quiera destacar?

Sí, desde luego. Ya le he dicho que los 26 objetivos de 1988 eran todos importantes, y tampoco crea que he cambiado mucho mi acción presidencial a lo largo de los años, al margen de los cambios evidentes que se fueron haciendo necesarios para adaptarnos a los tiempos y a las circunstancias que se nos iban planteando. Pero mis objetivos fundamentales siempre fueron los mismos.

Por ejemplo, uno de los temas importantes fue el cambio profundo de formato que introdujimos en la Copa del Rey, en la Supercopa, en la 2ª División B y en la 3ª División. Y creamos una competición que para mí era simbólicamente muy importante: la Copa de la RFEF, que concebimos como un campeonato de España para el fútbol aficionado. Por otro lado también creamos nuevas competiciones de selecciones territoriales no profesionales que permitieron competir a las diferentes federaciones autonómicas. Estas competiciones habían existido en el pasado, pero nosotros las recuperamos.

Además de todo ello también le dimos un nuevo formato al Campeonato de España de juveniles para que tuviera más importancia y fomentamos tanto el fútbol femenino como el fútbol sala para ayudar a su desarrollo, que cuando yo llegué a la presidencia era muy incipiente.

En la relación con otros estamentos, suscribimos convenios de colaboración con la Liga de Fútbol Profesional y la Liga Nacional de Fútbol Sala, apoyamos siempre a la Asociación de Futbolistas Españoles, y establecimos una colaboración estrecha con el Comité Olímpico Español, a cuyo comité ejecutivo pertenecí durante varias legislaturas.

Al margen de esto, el crecimiento del fútbol en estos años ha sido notabilísimo, en todos los aspectos: el número de clubes, equipos, jugadores y árbitros se ha multiplicado sin cesar. A modo de ejemplo, la Escuela Nacional de Entrenadores ha emitido unos 130.000 carnés de entrenadores con Mariano Moreno y Ginés Meléndez de directores.

Son cifras casi increíbles, pero ciertas. Imagínese cómo ha cambiado el fútbol, que el primer control antidopaje se hizo en España a los pocos meses de llegar yo a la presidencia.

Y por supuesto no solo en el fútbol masculino: el desarrollo del fútbol femenino ha sido espectacular, en 2015 nos clasificamos por primera vez para la fase final de un Campeonato del Mundo con Ignacio Quereda de seleccionador nacional. Y en el fútbol sala, como ya le he recordado, fuimos dos veces campeones del mundo y siete de Europa, constituimos la Liga Nacional de Fútbol Sala y hasta integramos a su presidente en la junta directiva de la RFEF. Y no me olvido de la selección nacional de fútbol playa, que jugó su primer partido en 1996.

Por último, durante mi mandato se han celebrado 19 partidos benéficos a favor de la AFE, hemos constituido un fondo de garantía para pagar a los jugadores y hemos apoyado la creación del sindicato de jugadores de fútbol-sala.

Usted también le dio mucha importancia a los árbitros

Por supuesto. Pero no es que yo les diera mucha importancia, ¡es que son muy importantes! Quizá la decisión más relevante que llevé a cabo fue la de realizar un cambio estructural del Comité Técnico de Árbitros para intentar colocar al arbitraje donde siempre se mereció estar. Y precisamente por ello me importó mucho aumentar tanto como pude los honorarios de los árbitros y sus asistentes.

Ángel María Villar presidente de la RFEF. Archivo Martialay-CIHEFE

¿Hubo algún fracaso en su gestión?

En el deporte, como en la vida, considero que no hay fracaso cuando haces todo lo que puedes por conseguir un resultado. Si pones todo lo que pones y a pesar de eso no lo consigues, no es un fracaso. Siempre di de mí mismo lo más posible, tanto en aquellas cosas que salieron bien como en las que no salieron bien, por lo que no me gusta hablar de fracaso.

Dicho eso, hay dos cosas que lamento no haber conseguido para el fútbol español: un título de campeones del mundo con la selección absoluta femenina y la organización de un gran torneo de fútbol masculino. Presentamos candidatura para la Eurocopa de 2004 que terminó organizando Portugal y para el Mundial de 2018, que se celebró en Rusia. Fueron dos desencantos porque lo intenté con todas mis fuerzas pero no lo conseguí.

Y le añado un comentario sobre algo que se criticó mucho durante mi mandato: se decía que no explicaba suficientemente las cosas que hacía. Pero es que yo siempre entendí que mi trabajo como presidente consistía en tomar decisiones y ejecutarlas. En otras palabras, no se trataba tanto de explicar como de ejecutar. Y fíjese hasta qué punto llevé esa máxima que en los treinta años de presidencia yo no pedí que se convocara ni una sola rueda de prensa, ni una. Siempre creí que a un presidente se le debe juzgar por lo que ejecuta, por lo que hace. A un hombre no hay que calificarlo, son los hechos los que lo califican. Pues eso.

Su presidencia fue de casi 30 años, ¿marcaría etapas diferentes? ¿Qué definirían estas etapas, sus objetivos o los equipos de personas con las que los llevó a cabo?

Pues fíjese que yo esas etapas creo que no están definidas por ninguno de los criterios que usted dice sino por las diferentes normas de derecho positivo aprobadas por el Estado, cuya administración siempre ha ejercido un gran intervencionismo sobre las federaciones deportivas nacionales y en particular sobre la RFEF.

Los ejemplos son numerosísimos, pero baste recordar la Ley 10/1990 del Deporte, a la que siguieron nuevas leyes, nuevos reales decretos, la creación de la Liga de Fútbol Profesional con personalidad jurídica o la reconversión obligatoria de los clubes en SAD. Todos ellos han sido cambios muy profundos en el deporte en general y en el fútbol en particular que no han venido del deporte sino de la política estatal.

Yo siempre he sido un profundo defensor de la independencia de la RFEF frente a los poderes públicos, lo que no siempre facilitó mi labor como presidente. Pero estaba convencido de que debía ser así, y por ello aposté siempre.

¿Qué Federación y qué fútbol español dejó al salir de la presidencia?

Lo primero que quiero decirle es que no puedo responder a esta pregunta en singular, es totalmente necesario hablar en plural. Yo no era el único que trabajaba en la Federación, pero sí tuve la gran suerte de dirigir a este grupo humano de directivos, de empleados, seleccionadores, jugadores, a un número importante de personas que pusieron su granito de arena para conseguir los grandes éxitos que consiguió el fútbol español.

Volviendo a su pregunta, le respondo recuperando los objetivos de los que ya hemos hablado. Dejamos una Federación muy activa y líder en el fútbol mundial, avalada por los grandísimos éxitos que tuvimos en los campeonatos de Europa y del mundo tanto de clubes como de selecciones a todos los niveles. Con sus dirigentes en los grandes órganos internacionales al máximo nivel, como las comisiones internacionales.

Con unas competiciones nacionales vistas y seguidas no solo en España sino en el mundo entero. Con muchos jugadores que formaban parte de los equipos ideales de Europa y del Mundo. Con grandes árbitros y con grandes entrenadores nacionales e internacionales.

En resumen, ese fútbol español que es referente en todo el mundo es el que dejamos al salir de la RFEF.

¿Qué dejó pendiente el presidente Villar que no pudo terminar?

Ya le he dicho que lamento no haber sido campeones del mundo de la categoría absoluta del fútbol femenino, y tenía un plan preparado para conseguir el título que lamentablemente no pude desarrollar. Espero no obstante que dentro de poco España sea campeona del mundo también de fútbol femenino.

Si ahora volviese a empezar, ¿qué haría diferente?

No nombraría a algunas personas para determinados puestos. Pero dicho eso, quiero insistir en que tuve en todo momento un magnífico equipo humano de directivos y empleados que trabajaron con lealtad, con entusiasmo y acierto por el bien del fútbol español.

¿Cuál fue su posición en relación con las selecciones autonómicas? ¿Hubo en algún momento posibilidad real de que Cataluña o el País Vasco llegaran a ser admitidas en la UEFA?

No solo aceptamos totalmente las selecciones autonómicas, sino que como ya le he dicho creamos competiciones específicas para ellas. Considero que en cierta medida son la base para otras competiciones y participaciones de nuestras selecciones nacionales.

A nivel internacional se ha permitido que las selecciones autonómicas jueguen con selecciones extranjeras, y de hecho han sido varias las selecciones que lo han hecho. Pero siempre con una condición: que no fuera en fechas en que jugaba la selección absoluta. Por ello solían elegir jugar en Navidad.

Aunque en algunos momentos todas las federaciones territoriales organizaron sus selecciones, actualmente ya solo juegan partidos amistosos de profesionales la Federación Catalana y la Federación Vasca. Pero durante mi mandato ni una ni otra solicitaron formalmente la inscripción en UEFA ni en FIFA. La federación se ha mantenido unida, y sin ninguna duda es algo de lo que también estoy muy orgulloso.

Sin embargo Gibraltar sí entró en la FIFA y la UEFA

El caso de Gibraltar es muy particular, pues para entrar en la UEFA se valieron de los estatutos que estaban vigentes en 1997, momento en que solicitaron su ingreso. Con los estatutos actuales, aprobados en 2001, sería imposible que se inscribieran porque el artículo 5 limita el acceso a los Estados independientes reconocidos por la mayor parte de los miembros de la ONU[1].

Como es sabido, y a pesar de sus estatutos de entonces, la UEFA negó su entrada como miembro a Gibraltar, que presentó recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana, que el 7 de octubre de 2003 dictó un laudo en virtud del cual se obligaba a la UEFA a aceptarlo como miembro[2].

A pesar de ello, y tras ser aprobado su ingreso provisional por el comité ejecutivo de la UEFA el 8 de diciembre de 2006, el congreso celebrado el 27 de enero de 2007 lo rechazó por 48 votos en contra y 3 a favor. De ese congreso recuerdo una intervención brillante del representante suizo: “mi país es un estado confederal, y si permitimos que las partes que integran los Estados entren a la UEFA, los que desapareceremos somos nosotros”.

Así que nuevamente la Federación de Gibraltar recurrió ante el TAS, que dictó un segundo laudo en 2011 en el mismo sentido que el primero, por lo que la UEFA no tuvo otra posibilidad que aceptarlo como miembro, lo que hizo provisionalmente su comité ejecutivo el 1 de octubre de 2012 y de forma definitiva en el congreso celebrado en Londres el 24 de mayo de 2013.

No obstante quiero recordar que en ese congreso había 54 votos, que hubo 53 favorables al ingreso de Gibraltar y 1 en contra, que fue el de España. También votamos en contra de su ingreso en la FIFA, lo que tuvo lugar el 13 de mayo de 2016 igualmente tras un laudo del TAS dictado el 27 de abril de 2016[3].

Usted ha sido vicepresidente de la UEFA y vicepresidente de la FIFA, ¿qué suponen esos puestos a nivel personal?

Efectivamente, y dicho sea con toda modestia, he sido vicepresidente primero de las dos instituciones más importantes en el mundo del fútbol: la UEFA y la FIFA. Y no se llega a esos puestos simplemente por ser presidente de la RFEF, porque lo primero que tienes que hacer es darte a conocer entre los representantes de las federaciones nacionales de otros países para que te voten en el congreso de la UEFA. Y tienen que saber cómo piensas, qué predisposición tienes con el fútbol, cuál es tu pensamiento respecto de los temas importantes.

En términos generales, acceder a un cargo de una institución internacional, ya sea en el ámbito público o privado, es extremadamente difícil porque son puestos muy exigentes y deseados por mucha gente. Me lo marqué desde el principio como un objetivo porque sabía que era bueno para el fútbol español, así que trabajé con mucho esfuerzo para conseguirlo. Y después conseguí algo que es incluso más difícil que llegar, que es mantenerse.

Por supuesto en esas altas instancias, como en todo en la vida, tienes que estar siempre dispuesto a ayudar, a colaborar, a echar una mano. Y muy importante, tienes que demostrar que los compañeros pueden contar contigo en las alegrías y en las penas, que sobre todo estas últimas a veces son demasiadas y muy duras. Si mientes o si no eres leal, sabes que nunca te van a reelegir. Y yo he estado 26 años en el comité ejecutivo de la UEFA y 20 en el de la FIFA, muy pocas personas en la historia del fútbol han estado tanto tiempo en esos puestos de alta representación internacional.

Para mí es un gran honor haber pertenecido a esas dos instituciones, de las que soy un absoluto defensor. Pero al margen de lo que suponga para mí personalmente, lo importante es lo que ha supuesto para el fútbol español.

Ángel María Villar en la UEFA. Archivo Martialay-CIHEFE

Entre 2015 y 2016 ejerció como presidente de la UEFA, sustituyendo a Platini. ¿Cómo fue su relación con él?

Sí es cierto eso, es el cargo más importante en el mundo del fútbol al que ha accedido un español en toda la historia. Pero yo nunca quise utilizar el título de presidente por respeto a Michel Platini, con quien a día de hoy sigo en contacto.

Mi relación con Platini es un buen ejemplo de cómo se desarrollan las relaciones en estos estamentos internacionales. Él se presentó a las elecciones de la UEFA en 2007 frente a Lennart Johansson, que era presidente desde 1990. Yo apoyé e hice campaña por Johansson y perdimos, pero al día siguiente me llamó Platini y me ofreció una vicepresidencia, que acepté con sumo agrado. Ese mismo día le prometí absoluta lealtad, y así me he comportado.

Como ejemplo le contaré que cuando los fiscales suizos vinieron a interrogarle a él y al presidente de la FIFA Joseph Blatter en la casa de la FIFA en Zúrich me quedé hasta el final del interrogatorio para hacerles compañía e intentar echarles una mano. De hecho retrasé un día el vuelo de regreso a Madrid para poder estar con ellos. Más adelante declaré a su favor tanto en la FIFA como en el TAS, porque para mí ambos son inocentes.

Después, cuando llegué a ser la máxima autoridad de la UEFA, intenté por todos los medios ayudar a Platini defendiendo su inocencia e hice todo lo posible para que volviera nuevamente como presidente de la UEFA. Lamentablemente no pudo ser. Al margen de ello, desde el primer día de mi gestión en funciones de presidente estuve en contacto con él permanentemente, y por supuesto le invité a todos los actos de la UEFA y a todos los partidos del Europeo de Francia, jugara Francia o no. Aquel verano lo visité con mi mujer en su estancia de veraneo.

¿Destacaría algo concreto de esa etapa al frente de la UEFA?

Sin duda alguna el Campeonato de Europa de Francia, fueron días tan agotadores como apasionantes. Me levantaba todos los días a las 6 de la mañana en París y me acostaba a la 1 o 2 de la madrugada. Solo la responsabilidad que sientes y lo apasionante del trabajo que estás desarrollando te permite mantener ese ritmo de trabajo.

Tenga en cuenta que en la celebración de un campeonato de ese tipo se juntan dos tipos de responsabilidades: la más alta en la organización y la más alta en la representación. Y a mayores, no dejaba de ser el presidente de la RFEF, con las responsabilidades que eso suponía.

Tenía reuniones a diario con los altos empleados de la UEFA, y por supuesto estaba permanentemente pendiente del teléfono. Pero además recibía a los jefes de estado y de gobierno de los países intervinientes, lo que supone un altísimo honor pero también una altísima responsabilidad. Como ejemplo le pondré que el presidente de la República Francesa nos recibió en el Elíseo, en su estancia de trabajo.

Y como presidente de la RFEF era lo mismo, despachaba todos los días. Cuando España jugaba sus partidos siempre nombraba a una persona de la UEFA para yo poder representar a la RFEF. Tras la eliminación de España volví dos días a Las Rozas e inmediatamente después regresé a Francia.

Joao Havelange y Ángel María Villar. Archivo Martialay-CIHEFE

¿Por qué finalmente no optó a la presidencia de la UEFA en 2016?

Lo pensé mucho, medité mucho si presentarme o no a la presidencia de la UEFA. Hubo varios presidentes de federaciones extranjeras que me animaron a que me presentara, y sé que contaba con su apoyo. Y le diré más, fíjese que yo partía de una posición preferente en una hipotética carrera electoral porque estaba ejerciendo de presidente y eso me podía haber beneficiado mucho, pero nunca utilicé mi puesto para hacer campaña.

Por otro lado hubo dirigentes del fútbol español que me pidieron que me volviera a presentar a la presidencia de la RFEF, y al final me decidí por quedarme en España antes de empezar siquiera la lucha por la presidencia de la UEFA.

¿Cómo influyen en su labor en la presidencia de la RFEF? ¿Qué beneficios ha tenido para el fútbol español su presencia en instituciones internacionales?

Influyen en la labor del presidente de la RFEF muy favorablemente, al menos en dos sentidos. En primer lugar porque se conoce más al fútbol al que representas, por lo que se le quiere más y sobre todo se le respeta más.

Y en segundo lugar porque estás en los órganos que toman las decisiones que después como federación nacional vas a tener que cumplir, por lo que estar en esos órganos te permite influir en esas decisiones que tanto te afectan.

[1] Art. 5: « Membership of UEFA is open to national football associations situated in the continent of Europe, based in a country which is recognised as an independent state by the majority of members of the United Nations, and which are responsible for the organisation and implementation of football-related matters in the territory of their country ».

[2] http://jurisprudence.tas-cas.org/Shared%20Documents/410.pdf

[3] http://jurisprudence.tas-cas.org/Shared%20Documents/3776.pdf




Entrevista a Ángel María Villar (parte 2): el Mundial de 2010 y los grandes éxitos del fútbol español

Ángel María Villar afirma en la primera parte de la entrevista que su objetivo prioritario como presidente siempre fue obtener éxitos deportivos. Al margen de que estos fueron muy numerosos, obviamente el más importante fue ganar la Copa del Mundo en 2010. Victoria que estuvo rodeada, claro, de las Eurocopas de 2008 y 2012, en un periodo de seis años nunca conseguido por ninguna otra selección del mundo. A comentar esos seis años de éxitos dedicamos esta segunda parte de la entrevista.

En primer lugar vamos a hablar de la Eurocopa de 2008, donde se puede establecer un cambio de etapa en el fútbol español.

No, no es cierto, no se puede hablar de cambio de etapa. Lo que vivimos en esa Eurocopa de 2008 celebrada en Austria y Suiza fue la culminación de una etapa, que es muy distinto.

Eurocopa 2008. Archivo Martialay-CIHEFE

¿A qué se refiere con lo de “culminación de una etapa”?

Le voy a responder con unas palabras que no son mías, son de Michel Platini: “trabajad con las selecciones inferiores como lo hace Ángel Villar en la RFEF, que tendréis éxito”. Y le añado otras palabras del seleccionador Vicente del Bosque tras ganar el Mundial en Sudáfrica: “ser campeones no fue una casualidad”.

Ya le he dicho anteriormente que para mí el objetivo principal que debe plantearse un presidente de la RFEF son los éxitos deportivos, y a conseguirlos me empeñé durante todo mi mandato. Y efectivamente yo sabía que no se puede empezar la casa por el tejado, y que la clave del éxito de los jugadores de la selección absoluta está en el trabajo previo que se ha hecho durante años en las selecciones inferiores. Es un trabajo muchas veces silencioso, pero es el que permite plantearse en serio ser campeones de los grandes torneos.

Antes citaba la importancia que usted le confiere a la construcción de una ciudad deportiva…

Por supuesto, es que poder dotar a los jugadores de un sitio estable en el que entrenarse es importantísimo. Pero no solo se trata de eso.

En primer lugar creamos una estructura organizativa nueva para las selecciones nacionales, con un director deportivo al frente al que dotamos de más medios humanos, más medios económicos y más medios materiales. Se trataba de generar una estructura que estuviera al servicio de todas las selecciones, con más seleccionadores, preparadores físicos, preparadores de porteros, cuadros médicos y sanitarios, etc. Y lo importante una vez más, que esa estructura fuera estable.

Por otro lado tuvieron mucha importancia en nuestro planteamiento las federaciones territoriales. Queríamos hacer seguimiento de los jugadores jóvenes, y para eso era importante apoyar la celebración de torneos en el ámbito territorial y la confección de selecciones regionales que disputaran partidos entre sí. Ya le dije antes que yo siempre fui muy partidario de las selecciones territoriales, sobre todo en las categorías inferiores, porque también ellas tienen un papel fundamental en la confección de las selecciones nacionales. Y por otro lado, siempre hubo muy buena interlocución entre los seleccionadores nacionales y los seleccionadores regionales, de tal modo que se acompañaban mutuamente a los partidos y estaban en permanente contacto.

Todo el fútbol español colaboró activamente durante años para desarrollar nuestro proyecto deportivo. Si quiere, podríamos decir que tuvimos la suerte de poner en funcionamiento nuestra filosofía del fútbol español, nuestra manera de concebir este deporte.

Por ello, y volviendo a su pregunta original, no es cierto que la Eurocopa de 2008 fuera un cambio de etapa para el fútbol español. Todo lo contrario, fue el éxito de la etapa que habíamos empezado veinte años antes.

Lleva razón que no podemos olvidar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992

España en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Archivo Martialay-CIHEFE

Ese sí que fue nuestro primer gran título en la presidencia, y uno de los objetivos más importantes con los que trabajé a llegar a la RFEF en 1988. Después del Mundial de 1982 era la primera vez que íbamos a jugar en casa en un gran torneo, y yo sabía que no debíamos desaprovechar la oportunidad.

A veces se ha difundido la falsa creencia de que los Juegos Olímpicos son un torneo secundario para el fútbol, que no nos preocupamos por él, pero le aseguro que no sé de dónde ha podido salir esa idea, porque era todo lo contrario. Incluso desde el punto de vista simbólico era un torneo muy importante para el fútbol español, porque fue en unos Juegos Olímpicos donde jugamos nuestro primer partido internacional, del que precisamente ahora se cumplen 100 años.

El caso es que desde el primer momento que entré en la RFEF empezamos a trabajar en unos programas específicos con la mente puesta en ganar los Juegos. Vicente Miera, que era el seleccionador nacional, hizo un trabajo excelente de seguimiento de los jugadores, convocándolos a concentraciones y jugando partidos amistosos por toda España, lo que ayudó a generar expectación y un magnífico ambiente previo a los Juegos Olímpicos.

En el torneo tuvimos una brillante actuación que nos llevó hasta la final, que se disputó en el Camp Nou de Barcelona. El campo estaba lleno para animar a España y en el palco estaba S. M. El Rey don Juan Carlos, por quien solo tengo palabras de agradecimiento por el constante apoyo que le brindó al fútbol durante todo su reinado.

Villar con SSMM Don Juan Carlos y Doña Sofía. Archivo Martialay-CIHEFE

El rival era Polonia y nos lo puso muy difícil, de hecho el primer gol fue de ellos. Pero remontamos, y aunque nos pusimos 2-1 ellos marcaron el empate a 2. Un maravilloso gol de Kiko en el minuto 90 hizo que todo el campo y España entera se pusiera de pie. Teníamos la oportunidad de jugar en casa, y la aprovechamos.

Precisamente a raíz de la celebración de los Juegos de Barcelona empecé a ir a las reuniones de las federaciones olímpicas que se celebraban en el Comité Olímpico Español, y a los pocos años me nombraron miembro del comité ejecutivo del COE con el apoyo total de Alejandro Blanco, hoy presidente.

Ángel María Villar, Roberto Solozábal y Vicente Miera. Barcelona 92. Archivo Martialay-CIHEFE

Pero entre el oro olímpico de 1992 y la Eurocopa de 2008 hubo dieciséis años de sequía.

¡Usted tiene un concepto muy particular de qué es la sequía! Para empezar en el año 1999 ganamos el primer campeonato del mundo organizado por la FIFA con la Selección sub-20 que se jugó en Nigeria. Y tenga en cuenta que ese título no solo fue importante por lo que significó en sí mismo, sino porque en esa Selección que dirigía Iñaki Sáez estaban jugadores como Iker Casillas, Xavi Hernández y Carlos Marchena que después fueron campeones del mundo en 2010.

Pero ese no fue el único Mundial que ganamos: durante esa sequía de la que usted habla la selección absoluta de fútbol sala ganó los campeonatos del mundo de 2000 en Guatemala y 2004 en Taipéi, los dos con Javier Lozano de seleccionador nacional.

A esos Mundiales tiene usted que sumarle 3 campeonatos de Europa sub-21. En 1998 en Rumanía, que el seleccionador era Iñaki Sáez y ganamos a Grecia en la final. Y luego dos consecutivos: en 2011 con Luis Milla en Dinamarca y en 2013 con Julen Lopetegui en Israel.

Y a todos esos títulos tiene que sumarle otros 15 campeonatos de Europa entre las selecciones sub-19 y sub-17, más 2 en el fútbol femenino y 7 en el fútbol sala. Y una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000, también con Iñaki Sáez de seleccionador.

Le insisto, vaya sequía tan extraña, ¿no le parece?

¿Destacaría algún nombre de todos esos éxitos?

Uno no, destacaría muchos. Para empezar a todos los seleccionadores de la selección absoluta, que han hecho todos un estupendo trabajo. Desde Luis Suárez, al que contraté al mes de entrar en la RFEF, a Vicente Miera, Javier Clemente, José Antonio Camacho, Iñaki Sáez, Luis Aragonés, Vicente del Bosque y Julen Lopetegui. Todos ellos consiguieron siempre clasificar a la Selección para las Eurocopas y los Mundiales, con la única excepción de la Eurocopa 1992.

También han tenido un papel magnífico Fernando Hierro como director deportivo de la Selección, Ginés Meléndez como coordinador de las selecciones inferiores, los seleccionadores femeninos Ignacio Quereda y Jorge Vilda, los de fútbol sala Javier Lozano y Venancio López, y Joaquín Alonso, al frente de la selección de fútbol playa.

Y en las selecciones inferiores ha habido un equipo magnífico de seleccionadores, con Andoni Goicoechea, Jesús Pereda, Juan Santisteban, José Armando Ufarte, Luis Milla, Luis de la Fuente, Santi Denia o Teodoro Nieto, que fue el primer seleccionador femenino y el primer seleccionador de fútbol sala.

Volvamos a la Eurocopa de 2008. ¿Qué recuerdos tiene de los meses anteriores a la celebración del torneo?

Pues fíjese que si tuviera que destacar un recuerdo por encima de los demás sería sin duda la campaña que hizo una parte de la prensa deportiva española para que destituyera a Luis Aragonés. Todo empezó porque perdimos dos de los tres primeros partidos de la ronda de clasificación, contra Irlanda del Norte (3-2) y contra Suecia (2-0).

Yo nunca tuve ninguna duda de que Luis Aragonés era un gran seleccionador, y ni siquiera me llegué a plantear cambio alguno porque si tienes un proyecto en el que crees no tiene sentido alterarlo sin modificar el planteamiento de base. Y si yo estaba seguro de que el planteamiento era el adecuado había que seguir adelante hasta el final. Solo el resultado nos diría si tomábamos una buena decisión o no.

Piense la contradicción que habría supuesto destituir al seleccionador cuando le estoy diciendo que el trabajo que veníamos desarrollando venía de muchos años, apoyado en todo el equipo humano que se conformaba en torno a los jugadores pero en el que los seleccionadores y sus ayudantes eran fundamentales.

Quienes pedían la destitución de Luis no entendían ese trabajo de fondo, pero yo tenía claro que no iba a traicionar nuestro proyecto.

No obstante la campaña era muy dura y por eso llamé a Luis para hablar sobre el tema. “Luis, si tú aguantas yo aguanto”, le dije. “Yo aguanto, presidente”, me respondió él, así que seguimos adelante.

Antes de la celebración del torneo, ¿creía que esta vez sí se podía ganar? ¿Percibía algo diferente a las anteriores grandes citas?

A pesar de los problemas iniciales con esos dos partidos el resto de la clasificación fue muy brillante, por lo que las expectativas que teníamos eran muy positivas. Pero además algo hubo que efectivamente me hacía presagiar que este campeonato iba a ser diferente de los anteriores, y fue precisamente una charla que tuve con el seleccionador nacional antes de viajar.

Luis me dijo: “presidente, estos chicos son capaces de hacer paredes en el área pequeña, este torneo vamos a ganarlo”. Esas palabras, que recuerdo con toda precisión, estuvieron muy presentes durante todo el torneo.

Así que, en resumen, sí, creía que este torneo iba a ser diferente a los anteriores.

¿Cómo vivió ese partido de cuartos de final contra Italia, que fue probablemente la clave de nuestra victoria?

En ningún momento olvidé las palabras de Luis Aragonés, así que fui a ese partido convencido de que lo ganábamos. Ahora bien, con todas las cautelas porque nos enfrentábamos ni más ni menos que a Italia.

Y llegamos a los penaltis, que no son en absoluto una lotería como dice el tópico sino una actuación muy técnica tanto por parte del jugador que lanza como por parte del portero que tiene que pararlo. Claro, tienen un elemento fundamental de suerte, pero más importante que la suerte son la concentración, la calidad del jugador y a su capacidad de mantener la calma.

Mis nervios fueron en aumento, pero en ningún momento dejé de recordar las palabras de Luis. Sentí que en ese partido tuvimos la suerte de los campeones, por lo que mi convicción de que íbamos a ganar la Eurocopa aumentó claramente después de ganar a Italia.

¿Tuvo la oportunidad de hablar con Cesc, que fue quien marcó el penalti decisivo de ese partido?

Hablé en general con todos, pero tenga en cuenta que yo no he sido nunca amigo de discursos ni externos ni internos. Quizá en eso me haya influido mucho el haber sido jugador internacional y poder colocarme perfectamente en la piel de los que en ese momento lo son.

Un jugador que llega a internacional no necesita que su presidente le dé ninguna charla, necesita disfrutar del éxito y mantener toda la concentración para el siguiente partido.

Quizá tan importante como saber qué es lo que tienes que hacer en la vida es saber qué es lo que no tienes que hacer. Y esa máxima la he llevado también a mi labor al frente de la presidencia.

Y llegó la final contra Alemania…

Recuerdo aquel 29 de junio de 2008 como si fuera hoy mismo. Fue un extraordinario día de fútbol, un gran triunfo, un gran éxito. España ganó ese torneo con la práctica unanimidad de la crítica de que éramos la mejor selección, la que mejor fútbol había hecho. Y David Villa fue el máximo goleador y Xavi Hernández el mejor jugador. Teníamos una gran Selección, formada por jugadores modestos y humildes. Yo que he tenido la suerte de conocerlos es lo que más destacaría de ellos: eran estrellas del fútbol mundial pero sobre todo eran humildes. Quizá por ello precisamente fueran grandes estrellas.

Para toda España fue un acontecimiento, hacía 44 años desde que ganamos la última Eurocopa. Quizá lo que más fácilmente sirva para dibujar la importancia que aquel partido tenía para el conjunto de España fue la presencia en el palco de S. M. El Rey don Juan Carlos y del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Tampoco pierda de vista el momento histórico en que nos encontrábamos, en medio de una crisis económica durísima donde los españoles estábamos más necesitados que nunca de eventos positivos que nos subieran la moral. Y el fútbol nos hizo ese regalo a todos.

¿Le hubiera gustado que siguiera Luis Aragonés al frente de la Selección?

Claro que me hubiera gustado, de hecho antes de ir a la Eurocopa le ofrecí la renovación. Era algo que hacía siempre con los seleccionadores: cuando se clasificaban para las fases finales de los grandes torneos les ofrecía la renovación sin someterla a ninguna condición de resultados en esas fases finales. No solo pretendía con ello premiar el trabajo bien hecho, sino liberar al seleccionador de una presión que no iba a ser positiva en su trabajo.

El caso es que Luis me dijo que no quería renovar, así que con el director deportivo de la RFEF, que era Fernando Hierro, nos planteamos quién podía ser el mejor sustituto y pensamos en Vicente del Bosque, con quien hablamos ya antes de la Eurocopa.

Luis estuvo de acuerdo con su sucesor, así que propusimos a la junta directiva el nombramiento de Vicente del Bosque como seleccionador nacional.

Piense que este movimiento era delicadísimo, porque teníamos unos jugadores brillantes, ni más ni menos que campeones de Europa, que conformaban la mejor selección del mundo. Era casi imposible que un cambio tan importante como el de seleccionador pudiera mejorar las cosas, pero había un riesgo de que pudiera empeorarlas. Afortunadamente el cambio fue modélico, y a la vista están los resultados.

Siempre que se acercaba la celebración de un Mundial la prensa vendía que éramos favoritos. Pero esta vez tras haber ganado en la Eurocopa de 2008 la situación era diferente. ¿Creía usted que realmente éramos favoritos ante el Mundial de Sudáfrica?

Sí, desde el primer momento. Habíamos hecho una fase de clasificación perfecta, ganamos los diez partidos y marcamos 28 goles. Nuestro equipo hacía un fútbol brillante, éramos sin duda los mejores del mundo. Y además teníamos la suerte de los campeones.

Villar con la Copa. Mundial 2010. Archivo Martialay-CIHEFE

Por supuesto en una fase final puede pasar de todo, y no habría sido la primera vez que un equipo favorito no solo no gana sino que es eliminado a las primeras de cambio, pero yo tenía plena confianza en que este era nuestro Mundial, que lo íbamos a ganar.

Además le diré que era un Mundial muy especial porque era el primero que se iba a disputar en África, y además en el África subsahariana. Era un éxito sin precedentes para la globalización del fútbol.

Durante el Mundial, ¿cuál fue la actuación del presidente Villar?

Quizá no fuera tan frenética como en la Eurocopa de 2016 que actué como presidente de la UEFA, pero tenga en cuenta que en Sudáfrica yo era presidente de la RFEF, vicepresidente de la FIFA y presidente de la comisión de árbitros. Así que lo primero que puedo decirle es que mi trabajo durante aquellas semanas fue muy intenso, todos los días me levantaba a las 6 de la mañana y me acostaba a las 11 o 12 de la noche.

Como presidente de la RFEF viajé varias ocasiones a Potchefstroom, el lugar donde se entrenaba la Selección. Intenté siempre estar cerca del equipo, por lo que el día anterior a todos los partidos estaba siempre en la concentración de la Selección, comía y dormía con los jugadores. Por supuesto fui a todos los partidos, y cuando no podía estar en la concentración estaba permanentemente informado por mis colaboradores sobre todos los pormenores de la selección. Además mandé a un empleado de la RFEF a que estuviera al lado del cuartel general de la FIFA durante todo el campeonato, así nos enterábamos de todo lo que nos afectaba al minuto.

Por otro lado, como vicepresidente de la FIFA y miembro de la comisión del Campeonato del Mundo estuve en todas las reuniones del comité ejecutivo y de la comisión que se celebraron en Sudáfrica. Y como presidente de la comisión de árbitros de la FIFA me presentaba en el cuartel general de los árbitros en Pretoria, hacía las designaciones con la comisión y controlaba la preparación técnica y física de los árbitros que estaban en el mundial. Para ello tuve como ayudante al exárbitro español José María García-Aranda.

Volviendo al terreno deportivo, el primer partido lo perdimos contra Suiza. ¿Qué sensación tuvo tras ese primer encuentro?

Fue una situación muy delicada, porque nadie había ganado el Campeonato del Mundo tras perder el primero partido. El seleccionador nacional hizo un trabajo magnífico con los jugadores para mantener tanto la calma como el ánimo del grupo, y pudimos superar ese tremendo susto.

El segundo partido contra Honduras fue una de las claves del campeonato. Nadie se acuerda de ese partido porque era teóricamente el más fácil, pero tras venir de una derrota era clave para demostrar si el equipo había superado o no el golpe inicial. De hecho si las cosas se torcían y no ganábamos ahí se acababa nuestro Mundial.

Todos los partidos de aquel campeonato fueron fundamentales, y no se puede prescindir de ninguno de ellos. ¡Qué grandes partidos vivimos! Pero créame, la clave para ganar el título fue ganar a Honduras.

¿Cómo vivió el camino hasta la final?

Podría contarle detalles de cada uno de los partidos, porque como ya le he dicho todos fueron importantísimos y de una satisfacción enorme. Y por supuesto, a cada eliminatoria que accedíamos mi sensación inicial de que podíamos ser campeones del mundo se reafirmaba.

Como resumen de todos aquellos partidos le contaré una frase que me dije a mí mismo después de ganar a Alemania las semifinales, con aquel maravilloso gol de Puyol: “Solo hay un cielo, pero yo estoy en el séptimo”.

Decía antes que no era amigo de darles charlas a los jugadores, pero supongo que antes de la final del Mundial les diría unas palabras.

Sí, por supuesto, era una ocasión única en nuestra historia. Fue unas horas antes del partido, en el Hotel Da Vinci de Johannesburgo en el que estábamos concentrados. Fue una charla muy sencilla y llena de emoción. Les dije que lo habían hecho muy bien, y que ya solo les quedaba el último esfuerzo, que tenían la oportunidad de pasar a la historia del fútbol español y mundial, de dar una inmensa alegría a millones y millones de españoles, aficionados y no aficionados al fútbol. Recuerdo muy bien las palabras con las que terminé: “¡Vais a conseguirlo, estoy seguro!”.

Usted era el presidente de la comisión de árbitros, ¿cómo se eligió el árbitro de la final?

En la comisión teníamos una norma no escrita que consistía en no nombrar árbitro para un partido a aquel que ya hubiera pitado a una Selección si esta había perdido el partido anterior. Se trata de evitar suspicacias y sobre todo de proteger al árbitro.

Creo que Howard Webb era el mejor árbitro del torneo, pero era precisamente el que nos había pitado en el partido que perdimos contra Suiza, por lo que de seguir la norma no podía haber sido nombrado para pitar la final.

Pero resulta que en la comisión el nombre que salió fue el de Webb, precisamente porque era el mejor del torneo. Aunque yo era consciente de que si lo designábamos para la final se incumplía esa norma no escrita, opté por guardar silencio absoluto porque creí que cualquier cosa que dijera o hiciera se podía malinterpretar.

El caso es que al final la norma no se siguió y Webb fue el árbitro de la final. Y en mi opinión, hizo un gran partido.

Hablemos pues de la final. ¿Cómo fue aquel 11 de julio de 2011 hasta que Webb pitó el inicio del partido?

Por la mañana fui a misa, y después pasé el día en el hotel hasta el momento de ir al estadio Soccer City de Johannesburgo. En mis treinta años de presidente siempre me enteré de las alineaciones al llegar al campo, pero aquel día Vicente del Bosque me llamó para decirme quiénes eran los once que iban a jugar.

El campo estaba lleno, el colorido era extraordinario, y había muchos aficionados españoles que habían hecho ese larguísimo viaje solo para ver ganar a España aquel partido.

En el prepalco de la final recuerdo un saludo muy afectuoso con el presidente de la Asociación de Fútbol de Argentina, don Julio Grondona, que según me dijo estaba convencido de que íbamos a ganar: “Ángel, ahora ya vas a poder hablar ante el presidente de la FIFA en nombre de las selecciones que hemos sido campeonas del mundo, yo creo que deberíamos participar en todas las fases finales sin pasar por las eliminatorias previas”.

De España vinieron muchísimas personalidades, pero entre todos ellos me permitirá que destaque a la Reina doña Sofía y a los entonces príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia. No sabe cuánto agradezco el apoyo que la Casa Real ha dado siempre al fútbol durante mi mandato, siempre seré un hombre muy agradecido a la Casa Real.

Antes de empezar el partido los dos presidentes teníamos que bajar desde el palco para saludar a los futbolistas, y yo me dirigí al presidente holandés Michael van Praag y le cogí la mano para bajar juntos. Siempre que hablo con él me recuerda aquel gesto de cogerle la mano.

¿Cómo recuerda el partido?

Recuerdo de memoria la alineación, los cambios, muchas jugadas… El partido fue duro, muy duro. Y aunque tenía mucha confianza en los jugadores, en absoluto tenía la certeza de que fuéramos a ganar.

Por supuesto las dos jugadas que más recuerdo fueron la parada de Iker Casillas a Robben y naturalmente el gol de Iniesta a pase de Cesc en el minuto 116. Si el partido entero se me hizo eterno, los segundos que pasaron después del gol fueron toda una eternidad por si el árbitro pitaba fuera de juego.

Cuando subieron al palco abracé a cada uno de los jugadores, y le aseguro que recuerdo cada uno de esos abrazos como si fueran el único que di. La emoción que me suponía como español ganar un mundial de fútbol se unía a la emoción que tenía como presidente.

Después de que Iker Casillas levantara la copa besé a Ana, mi mujer. Ese beso fue todo cuanto exterioricé mi emoción, porque el formalismo de la representación que ejerces no te permite otra cosa. Pero la emoción que sentía era inmensa.

España campeona del mundo. Sudáfrica 2010. Archivo Martialay-CIHEFE

Y luego bajaron al vestuario…

Sí, la fiesta no solo era enorme por la importancia de lo que habíamos conseguido, sino por todas las personas que pasaron por allí. Por supuesto bajaron los entonces príncipes de Asturias, pero también otras personalidades como Plácido Domingo o Ana Patricia Botín.

Precisamente ese ambiente de fiesta lo aprovechó un empleado de la FIFA para darnos el cambiazo de la copa: cogió la original, se metió con ella en el baño y nos dio la copia que se conserva en la sede de la RFEF. Pero todos los jugadores, los entrenadores y yo mismo llegamos a tocar la original.

¿Se trajo algún recuerdo del Mundial?

Por supuesto. Traje hierba del campo de entrenamiento de Potchefstroom y por supuesto del Soccer City donde jugamos la final. También balones de los partidos, bubuzelas, las pizarras donde Vicente del Bosque expresaba las alineaciones y las tácticas, banderines y ropa. En una palabra, me traje de todo.

Pero luego me di cuenta que no tenía ningún recuerdo de Howard Webb, y le escribí pidiéndole que me mandara algo. Tuvo la amabilidad de mandarme las botas con las que arbitró la final y también el pito de la final.

¿Qué recuerda del recibimiento que se hizo a la Selección al llegar a España?

Apoteósico, el recibimiento fue apoteósico. Primero en Madrid y luego en toda España. No solo los aficionados al fútbol se echaron a la calle a festejar el título, es que toda España estaba en las calles. ¡Qué hermoso saber que hicimos feliz a todo nuestro país!

Volamos en el airbus de Iberia A-340 llamado Albéniz, y al aterrizar en Barajas nuestro primer destino fue el palacio de La Moncloa, en el que nos recibió el presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Después fuimos al palacio de La Zarzuela, en el que nos esperaban Sus Majestades los Reyes don Juan Carlos y doña Sofía, que había estado con nosotros en Johannesburgo. Las más altas instituciones del Estado fueron extremadamente amables y cariñosas con nosotros.

Después los jugadores hicieron la presentación de la copa a la ciudad de Madrid, recorriendo las calles en autobús. Había miles y miles de ciudadanos por las calles, todos entusiasmados con lo que habíamos logrado. Fue sin duda alguna la mayor fiesta deportiva que se ha vivido nunca en la capital de España, sin punto de comparación posible con ninguna otra.

Pasadas las semanas yo pedí que la copa del mundo viajara por toda España, todos los españoles tenían que tener cerca la copa, porque era la copa de todos. Y le digo lo mismo, en todos los lugares a los que llevamos la copa se recibió con muchísima alegría y cariño. Incluso llevamos la copa a la sede de la Conferencia Episcopal, donde se generó mucha expectación por nuestra presencia.

Y el 14 de octubre organizaron en la Ciudad del Fútbol un homenaje a los jugadores.

Efectivamente, tres meses después les organizamos un merecidísimo homenaje en Las Rozas. Invitamos a todos los jugadores internacionales, que se unieron al presidente de la FIFA Joseph Blatter, que vino a entregarnos el diploma y un emblema que nos acreditaban como campeones del mundo. Fue una ceremonia inolvidable.

Pero no fue la única, porque poco después empezaron a sucederse los premios, fundamentalmente el Premio Nacional del Deporte, la Placa Olímpica del COE y el premio Príncipe de Asturias. Este último nos lo entregó el que hoy es S.M. el Rey don Felipe, con unas bellísimas palabras: “Os entregamos el reconocimiento, la alegría y el aplauso de toda España”.

¿Cómo describiría a los hombres que hicieron aquello posible?

Lo primero que quiero indicarle es que entre los hombres que lo hicieron posible estaba el equipo técnico, sus ayudantes, los preparadores físicos, los entrenadores de porteros, el cuerpo sanitario, los médicos, los fisioterapeutas, etc., y todos pusieron su granito de arena.

Pero sin ninguna duda los grandes protagonistas fueron los jugadores. Todos ellos eran extraordinarios futbolistas, pero juntos conformaban un equipo humano fuera de serie. Sin ninguna duda eran los mejores del mundo. Eran ambiciosos, trabajadores, experimentados y humildes, reunían todas las cualidades. Con todo merecimiento han pasado a la historia del fútbol nacional y mundial, sus nombres siempre se reflejarán en los libros de historia del fútbol.

Y sobre el seleccionador debo decir lo mismo. Fue un gran acierto ficharle y contratarle por sus magníficos conocimientos sobre fútbol, pero también por su sosiego, su serenidad, su humildad y su saber estar. Merece todo el reconocimiento, porque él fue el timonel que nos llevó a ganar el mundial.

¿Fue el mayor éxito deportivo en toda la historia de España?

Honradamente creo que sí, no lo hay mayor. Tenga en cuenta que esa Selección no solo enamoró a todos los españoles, es que enamoró al mundo entero.

Pero iré más allá, no encontrará otro acontecimiento social del tipo que sea que generara aquella ilusión y aquella cohesión de toda España y todos los españoles. Y si eso siempre es bonito, lo era más aún en momentos en que la crisis económica seguía siendo muy intensa.

Lo que hizo aquel equipo humano fue para España mucho más que un triunfo deportivo.

Varios años después la Selección volvió a Sudáfrica…

Estábamos en deuda con Sudáfrica, nos lo había dado todo. Y yo quería pagar esa deuda simbólica que teníamos con ellos, así que decidí que la mejor forma de agradecimiento era ir allí a jugar un partido amistoso sin rédito económico alguno. El partido lo jugamos en noviembre de 2013. Volver al mismo campo fue extremadamente emotivo, el recibimiento que nos hicieron fue maravilloso.

Le recuerdo que en 2009 habíamos hecho lo mismo como agradecimiento a Austria por el trato que nos habían dado durante la Eurocopa de 2008, fuimos allí a jugar un amistoso sin contraprestación económica.

El siguiente hito para aquel equipo fue la Eurocopa de 2012.

Si le dije antes que el Mundial de 2010 era simbólico por jugarse por primera vez en África, este europeo se jugaba por primera vez en dos países del telón de acero, lo cual no era menos simbólico.

Una vez más hicimos la clasificación perfecta, pues ganamos los ocho partidos y marcamos 26 goles. El fútbol que seguía haciendo la selección era maravilloso, así que llegamos una vez más como favoritos, y con el reto de hacer lo que nadie había hecho hasta ese momento: encadenar dos Eurocopas y un Mundial consecutivos.

¿Fueron días de trabajo intenso para el presidente?

Sí, como siempre en las grandes citas. Tenga en cuenta que, una vez más, a mi labor como presidente de la RFEF se unía la vicepresidencia de la UEFA, que me obligaba a estar presente en las reuniones del comité ejecutivo y de la comisión del torneo, y además era presidente de la comisión de árbitros de la UEFA. Así que volví a mis jornadas maratonianas de levantarme a las 6 de la mañana y acostarme de 12 a 1 de la noche.

Por supuesto, me mantuve informado continuamente de lo que ocurría en la Selección española, y también de cuanto ocurría en el cuartel general de la UEFA que nos pudiera atañer porque tenía en todo momento a un empleado de la RFEF para enterarse de todo lo que pasaba de forma inmediata. Hay veces que perder diez o quince minutos puede ser muy importante, y por ello no nos permitíamos ningún retraso ni ningún descanso.

Nuestra selección volvió a maravillar al mundo entero.

Efectivamente, el torneo que hicimos fue sencillamente perfecto, tan solo pasamos apuros en la semifinal con Portugal, donde nos clasificamos por penaltis.

Recuerdo muy bien algunas jugadas, los goles, las alineaciones…, pero sobre todo tengo presente esa sensación de la que usted habla de disfrutar de cada partido y de estar demostrando palmariamente que éramos los mejores del mundo. Y así se nos reconocía en la prensa de todo el mundo.

Una peculiaridad muy llamativa es que jugamos casi sin delanteros: había defensas y medios, pero atacantes puros no había. Y a pesar de eso, hicimos en la final la mayor goleada hasta la fecha.

Vayamos a la final de Kiev. ¿Hubo charla del presidente a los jugadores?

Efectivamente, era nuevamente una ocasión histórica. La charla fue unas horas antes del partido, en el Hotel Ópera donde se hospedaba la selección.

Pero ya le he dicho que no soy amigo de grandes discursos, así que simplemente les recordé lo felices que habían hecho a millones de personas en España y en todo el mundo ganando el Mundial, y les dije que lo podían volver a repetir, que podían pasar nuevamente a la historia del fútbol europeo y mundial.

Les señalé que ahora que éramos campeones de Europa y del mundo nuestro rival pondría aún más esfuerzo por ganarnos, pero que estaba seguro de que iban a ganar de nuevo y a hacer a toda España de nuevo campeona de Europa.

Y terminé con un sencillo: “¡A por ellos!”.

Con Italia habíamos jugado el primer partido del torneo y habíamos empatado a uno, pero todos sabíamos que la final iba a ser otra historia. ¡Y vaya si lo fue!

Eurocopa 2012. Archivo Martialay-CIHEFE

¿Cuándo supo la alienación que sacaría Del Bosque?

Al llegar al campo. Por supuesto sabía por dónde podían ir los tiros, pero tenía la misma información que cualquier aficionado a la Selección. Ya le dije antes que nunca he llamado a un seleccionador para conocer la alineación de un partido, e igual que antes de la final de Sudáfrica Vicente del Bosque me llamó, esta vez no lo hizo.

La final volvió a ser un acontecimiento para toda España.

Desde luego, bastaba con ver que en el palco asistieron los príncipes de Asturias, actuales reyes de España, y el presidente del gobierno Mariano Rajoy.

Creo que no exagero si le digo que el partido que jugamos fue probablemente la mejor final que se ha jugado nunca en un campeonato de Europa o del Mundo. Hicimos un partido sencillamente perfecto, y así lo reflejó el resultado: 4-0 a Italia, una de las grandes potencias de todo el mundo. Silva, Jordi Alba, Fernando Torres y Mata marcaron los goles.

El presidente Michel Platini entregó la copa al capitán Iker Casillas, y por tercera vez consecutiva volvimos a ver cómo Iker levantaba una copa que era para toda España.

Por supuesto también me traje como recuerdos varios balones, camisetas, ropa, documentación, y hierba del estadio de la final.

Eurocopa 2012. Archivo Martialay-CIHEFE

Y a la vuelta los ciudadanos españoles volvieron a volcarse con sus jugadores

Efectivamente, España y sus ciudadanos demostraron una vez más que estaban volcados con su Selección. En esos años se generó una simbiosis perfecta entre un equipo humano de jugadores extraordinario, dos seleccionadores maravillosos, y un pueblo español unido en torno a ellos.

Esa unión solo la ha conseguido el fútbol, y permítame decirle que estoy profundamente orgulloso de eso.

¿Cree que volveremos a tener una etapa de tantos éxitos como la que tuvimos entre 2008 y 2012?

Ojalá, lo estoy deseando. No va a ser fácil, pero precisamente por ello es una meta a superar. ¡Y ojalá se supere!

¿De los títulos que se ganaron de 2008 a 2012 qué parte se le debe al presidente Villar?

Esos éxitos son consecuencia de muchos años de desarrollar un trabajo que ya estaba diseñado en mi programa electoral de 1988. Pero es evidente que además de tener las ideas hace falta gente que las ejecute, y sin un equipo humano maravilloso y sin un conjunto de jugadores como el que tuvimos en la Selección en esos años nada habría sido posible.

He tenido la enorme suerte de conseguir como dirigente los títulos que no pude conseguir como jugador de fútbol. ¡Qué feliz fui durante muchos años dirigiendo la RFEF!

Ángel María Villar Llona. Archivo Martialay-CIHEFE




Las primeras imágenes de la selección española de fútbol

No existe ningún archivo histórico de la Selección española de fútbol en que poder consultar datos, fotografías e imágenes de nuestro equipo nacional, así que no podemos estar seguros de cuáles eran las imágenes más antiguas conocidas hasta la fecha. Sin embargo, podemos afirmar con rotundidad que nadie sabía que pudieran existir imágenes en vídeo de la Selección española en Amberes.

El magnífico hallazgo se debe a D. Juan Luis Díaz Serdio: unas breves imágenes del partido de España contra Suecia, jugado el 1 de septiembre y que terminó con victoria española por 2-1. Sí, el famoso partido del “Sabino a mí, que los arrollo”…

Como muy bien precisa el Sr. Díaz Serdio, aunque el narrador identifica estas imágenes con el partido disputado contra los Países Bajos por la medalla de plata, no hay duda de que son del partido de Suecia porque se ve a los suecos fallando un penalti que no fallaron los neerlandeses.

A la espera de que las autoridades competentes creen ese archivo histórico de la Selección española campeona del mundo, presentamos aquí nosotros estas imágenes, esta joya, recuperada gracias a D. Juan Luis Díaz Serdio:

[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=k2nJPgVjSq4[/embedyt]

Para acompañar a estas imágenes reproducimos la crónica completa escrita por Félix Martialay del partido contra Suecia, extraída de su obra ¡Amberes! Allí nació la furia española (RFEF, 2000, pp. 267-272).

Crónica del España – Suecia, por Félix Martialay

Entre el vaivén de las fechas, el me retiro de uno y el me retiro del otro, lo cierto es que el estadio Olímpico, estaba prácticamente vacío. Según unas fuentes, había 1.500 espectadores; según fuentes suecas, 3.000. La diferencia de cifras podía ser desconcertante desde un punto de vista absoluto, pero desde el relativo era irrelevante. El vacío era enorme. El cemento se enseñoreaba del estadio. Por ello extrañaba que los cronistas españoles hablaran de expectación máxima y un lleno en el estadio del Antwerp, de Amberes, claro. Lo que sí ocurría es que las opiniones estaban muy divididas. Unos estaban con los suecos por aquello de que seguían en la competición; otros, con España a la que consideraban perjudicada por el cambio de opinión de los suecos. Pasión en el campo y pasión en las gradas. Demasiada tensión.

Los suecos eran unos gigantes de dibujo. Altos, rubios, esbeltos pero muy musculosos. Hacían gala de su fortaleza y se jactaban de que iban a hacer valer esa superioridad física. Por su parte, los españoles, advertidos de esa prepotencia, salían ceñudos. Enfadados. Dispuestos a todo. Legal o ilegal.

Eran las cuatro y media de la tarde cuando aparecieron los equipos en el campo conducidos por el árbitro italiano señor Giovanni Mauro. Las alineaciones eran las siguientes:

España (camiseta roja y pantalón blanco): Zamora; Vallana, Arrate; Samitier, Belauste (capitán), Sabino; Pagaza, Sesúmaga, Patricio, Pichichi, Acedo.

Suecia (camiseta y pantalón azules): Zander; Lund, Nordenskjöld (capitán); Öijermark, Wicksell, Gustafsson; Bergström, Olsson, Karlsson, Dahl, Sandberg.

Actuaba como juez de línea de España, D. Manuel Castro, Handicap.  Un solo debut en el equipo español: Sabino.

Apenas silba el señor Mauro el comienzo del partido, cuando rueda Samitier a consecuencia de un empujón del extremo Sandberg. Y, poco después, Vallana. Los suecos imponen una violencia terrible. Van descaradamente al bulto, abusando de su fortaleza física. Los empujones, las cargas a destiempo, las zancadillas y los agarrones se sucedían con una frecuencia inusitada. Cunde la sorpresa entre los españoles. ¿Qué es aquello? Y el señor Mauro deja hacer todo. No quería enterarse de nada. Aquello sólo se solucionaba expulsando a medio equipo sueco, y no estaba el horno para bollos después de aquella retirada tan aparatosa como frustrada de los nórdicos. Posiblemente, el señor Mauro pensaba que la protesta sueca se había centrado en la actuación del árbitro del partido con Holanda, y él no quería actuar.

Pronto los españoles empiezan a ponerse al corriente de la situación. Y comienzan también a repartir leña. No se asustan de aquellos gigantones, de poca técnica, pero con mucha violencia y mala intención.

Belauste y Arrate, que tienen parecidas proporciones que los suecos, son los que dan la réplica con más ardor. Arrate asusta con sus entradas y empujones. Y Belauste, con unos gritos descomunales de ánimo, asusta al miedo con sus tacos, tanto con los de las botas como los que salen de su boca. Y eso que Belauste era un dandy.

Dominan ligeramente los suecos. Y en aquel lío de pies por alto y jugadores caídos viene el gol sueco. Gustafsson cruzó el balón hacia el lado izquierdo. Se desplazó Samitier a la izquierda, siguiendo al interior Dahl. Pero el mago llegó un poco tarde. Zamora no se decidió a salir. Se quedó clavado bajo el travesaño, cuando lo lógico era interceptar la trayectoria del balón. Saltó Dahl y cabeceó sin apenas fuerza. La pelota, con un efecto rarísimo, fue cruzada al ángulo. El portero español ya no pudo hacer nada. El balón llegó a la red. ¡Gol! Cero a uno. Iban veinticinco minutos de la primera parte.

El señor Fielpeña, en su libro Los sesenta partidos de la Selección Española de Fútbol, recogía la siguiente confesión de Zamora con respecto a este gol:

Me metieron el gol que me ha causado mayor pena y más sensación dolorosa de mi vida. No quiero echar la culpa a nadie, porque realmente, el culpable fui yo. El avance sueco vino por la derecha. Samitier se corrió hacia el interior, viendo venir el centro. La pelota llegó bombeada y Dahl, interior izquierda, saltó antes que «Sami» y, más que remate, hizo un cambio con la cabeza que resultó un balón colocado al ángulo, que no pude detener. Yo debí prever aquella jugada; a mí no me debió engañar aquel sueco; aunque hubiera sido una torpeza, estaba obligado a salir a seis u ocho metros para despejar el centro. Me dijeron después, para consolarme, que Samitier me había tapado la jugada. En cualquier caso, aquel tanto es uno de los que me han hecho más daño en mi vida futbolística y fui yo el único culpable.

El gol encorajinó a los españoles. Se lanzaron ciegos al ataque. Prendió la furia y eran un alud incontenible. La meta de Zander pasaba por enormes apuros. Llueven allí los balones y son, ahora, Patricio y Acedo los que se juegan el tipo en entradas pavorosas.

Y para más acicate de los españoles, los suecos, una vez marcado el gol, no cesaban de proferir palabras injuriosas contra sus contrarios hispánicos, que, si bien no las entendían, las adivinaban por las muecas despectivas y los gestos burlescos con que iban acompañadas. La barrera que se formó ante Zander era para asustar al más valiente. Y por ello los suecos consideraban ganada la pelea.

Un gol histórico de verdad

Así se llegó al descanso. En la caseta, los españoles, llenos de moraduras, parecían leones enjaulados. Nadie se quejaba de los golpes, sino que estaban deseando comenzar de nuevo para que supieran los suecos lo que era bueno. Y lo supieron…

De salida se inició la batalla. Los puños jugaban tanto como los pies. El público, al ver que los españoles acribillaban a los suecos, les empezaron a jalear. Curiosa psicología la de los públicos. Habían pasado de una admiración bobalicona hacia los musculosos suecos a una especie de odio –quizá la envidia de tanta belleza y fortaleza– que se ponía al servicio de los españoles.

Aquel apoyo del público jaleando y aplaudiendo todas las acciones hispanas fue como la puntilla. Hacían falta pocos ánimos para que los españoles sacudieran como martillos. Se iba descaradamente a por el hombre. Aun los que no tenían el balón estaban enzarzados en el bonito juego de segarse mutuamente los tobillos. El señor Mauro no se enteraba de nada. Seguía minuciosamente el balón, pero como si vigilara la bola de cuero, sin mirar cómo y por qué se movía. Y mucho menos lo que pasaba en sus inmediaciones.

A los cinco minutos llegó el más famoso gol de la historia del fútbol español. Lund dio un descarado manotazo al balón apenas a dos metros del área grande. Mauro señaló la falta. Se dispuso a sacarla Sabino. Cuando ya corría para chutar se oyó el vozarrón de Belauste, que iba corriendo como un bólido: «¡A mí, Sabino, que los arrollo a todos!». Se había formado casi una barrera de suecos. El balón bombeado suavemente por el bilbaíno fue al pecho de Belauste. Siguió éste corriendo, llevando pegado a su pecho el balón. Y entró en la red con la pelota. Allí cayó enredado en las mallas con cuatro suecos: tres que llevaba arrastrando, colgados de su camiseta y piernas, y Zander, que quiso salirle al paso. ¡Gol! ¡Gol! Empate a uno.

Ese gol salvaje, de furia indomable, de corazón y valor, fue coreado con una ovación. Un tanto que se hubiera anulado inmediatamente de haber sido unos años después, pero que emocionó en aquel tiempo por su bravura. Y eso que, entonces, los goles se metían con portero incluido.

Belauste desapareció enterrado por sus compañeros, que acudían a abrazarle. Y el gigantón bilbaíno casi lloraba como un niño al estrechar a sus camaradas.

La entidad y transcendencia de este gol bien merece una detención, sobre todo, habida cuenta que, recientemente, se ha intentado falsear hasta la famosa frase de Belauste.

En primer lugar, el testimonio de D. Manuel Castro Handicap, testigo directísimo de toda la acción y que muy bien pudo registrar tanto la imagen como el sonido. Decía en su libro:

Yo, que estoy actuando de linesman, temo que este match se malogre por la violencia excepcional del juego.

Como el ambiente no es neutral, ni menos legal, «barro» cuanto puedo con el banderín, imitando a mi «camarada» sueco del out opuesto. Todo ello sin hacer caso a las amenazas del público escandinavo. Había que ponerse a tono.

Creemos que el descanso va a servir para calmar los ánimos de los jugadores, pero es todo lo contrario. España, al reanudar el partido, como obedeciendo a una consigna, arremete en forma tan imponente que a los dos minutos logra un freekick frente a una línea lateral del área de penalty.

Sabino va a ejecutar el castigo, y José Mari, situado, en actitud retadora, entre suecos, en la boca del goal, grita: «¡Sabino, a mí el pelotón que los arrollo!». Y, efectivamente, Sabino lo envía por alto, un sueco pretende alcanzarlo; pero surge la corpulencia de Belauste con tal «entrada» y con tan formidable cabezazo al pelotón, que éste y varios suecos ruedan dentro de la portería.

Un verdadero «goal hercúleo».

Ricardo Zamora, por su parte, en sus mencionadas Memorias –las reproducidas en Blanco y Negro treinta años después de la originales de ABC–, narró así ese gol:

Pero una patada de Gustafsson en el rostro de Sabino, no hubo más remedio que castigarla. El freekick dispúsose a tirarlo el mismo jugador y se oyó el vozarrón potente de Belauste: «¡A mí, Sabino, que los arrollo!». Así fue. Recogido el pelotón por el centro medio español, internóse éste a velocidad endemoniada. Wicksell, Lund, Nordenskjöld y Öijermark trataron de oponérsele, pero la furia del vasco era un huracán. Tres de los enemigos rodaron bajo él, aprisionado quedó Zander, el portero. Mientras, Belauste se introdujo en la misma red y de allí no salió hasta que el del pito señaló el centro del campo.

El señor Fielpeña, en su obra citada, escribió:

Y apareció el famoso gol de Belauste, a los cinco minutos. Sabino sacó un golpe franco. Belauste se metió en el área y le gritó a su compañero de club: «¡A mí, Sabino, que los arrollo a todos!». Sabino bombeó hacia él. Belauste paró con el pecho y se lanzó hacia la puerta, rodeado de contrarios, para caer enredado en las cuerdas junto con varios suecos.

D. Ramón Melcón en su Historia de los 80 encuentros internacionales, escribía:

Belauste, conductor del conjunto hispano, animaba a todos, y en ocasión de lanzarse un golpe franco contra los suecos, gritó al que iba a sacar el castigo: «¡Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo!». Y, en efecto, lo mismo que un alud, con el balón pegado al pecho entró el coloso bilbaíno en la puerta sueca, arrastrando materialmente a los contrarios, que colgados de él pretendían cortarle el paso…

Don Francisco Bru, seleccionador nacional, en unas memorias recogidas en julio y agosto de 1959 por D. Ramón Melcón en el vespertino madrileño El Alcázar decía:

Mil veces, millones de veces se ha comentado desde entonces el glorioso gol que haría posible la victoria de España, el que a partir de su consecución, hizo al mundo balompédico entero hablar con admiración y respeto de «la furia española». Se castigó al equipo sueco con un golpe franco que se preparó a lanzar Sabino. Belauste, lanzándose como una tromba al remate, gritó: «¡A mí, Sabino, que los arrollo!». Y, en efecto, Belauste se apoderó del esférico, arrolló a cuantos adversarios le salieron al paso, y, con el pecho, le llevó al fondo del marco de los violentísimos atletas escandinavos.

El señor Lemmel, masajista de la Selección que, en aquel encuentro, por mor de la violencia estaba en la banda, yendo y viniendo, calmando dolores y poniendo tafetanes, explica así el famoso gol:

A los siete minutos Acedo corre la pelota y mete por el ángulo el primer goal para España y no habían transcurrido aún dos minutos cuando logramos el segundo de la victoria. Fue una cosa bárbara y enorme. Al tirarse un free-kick contra Suecia, se oye el vozarrón de José Mari que dice: «Tíramelo a mí, que los arrollo». Y dentro de la puerta fueron a parar, junto con la pelota, en revuelto pelotón, los suecos y españoles que encontró Belauste frente a sí al dar la soberbia acometida.

La cosa no parece tener duda. Lo certifican un vigués, dos barceloneses, un murciano y dos madrileños. Uno de ellos, en el campo como jugador; dos, en la banda, como juez de línea uno y como masajista el segundo; otro, en el banquillo de España, como seleccionador. Todos lo escucharon desde sus trompas de Eustaquio acostumbradas a oír no sólo el idioma español. Pero ninguno con conocimientos de vascuence… Y habida cuenta que, en un estadio capaz para 35 mil personas, solamente había tres mil, las voces de los jugadores se oían con total nitidez.

Ahora, Acedo

Lo que pasó después del gol sobrepasa los límites de la narración de un partido de fútbol. Acaso se pareciese más a la lucha libre. El señor Lemmel tenía que correr de un lado para otro a poner vendas y esparadrapos en los jirones que cortaban los tacos. Era un continuo entrar y salir de los jugadores para ser atendidos en las bandas.

Y para colmo se oyó una voz en español, de uno de los jugadores, que bramaba: «¡Al hombre, al hombre!… ¡Nada de balón!». Aquello fue ya el delirio. Así, mientras el balón estaba en un extremo del campo, en el otro había un montón de cuatro o cinco jugadores a puñetazos y patadas.

En medio de aquella batalla campal, escapa Acedo a todo gas. Patricio corre a su altura gritando como loco para que le pase el balón y arrastrando la pierna derecha, que apenas si puede articular. Se cierra la defensa sobre el ululante Patricio; se adelanta Zander, esperando el centro, y entonces el extremo español larga con la izquierda un zambombazo terrible que sacude violentamente las mallas. ¡Gol! ¡Gol! Dos a uno en el marcador. Era el minuto ochenta.

Los españoles se abrazan jubilosos, dan saltos, chillan, se tiran al suelo dando grandes gritos. Los suecos casi llegan a agredirse entre ellos. Tal es la rabia que les posee. Pero falta diez minutos. Una eternidad…

Los suecos se abalanzan contra el marco de España. Belauste y Sabino se repliegan para ayudar a Vallana y Arrate. Atrás, Zamora está fenomenal. Hace unas paradas magistrales cuando ya hasta el público gritaba el gol.

La violencia sueca ya no tiene límites. Sabino sale despedido de un patadón y un rodillazo simultáneos. Queda tendido en la hierba, retorciéndose por el dolor; sale a por él el señor Lemmel y le tiene que retirar. Pero el sueco agresor es sacado en parihuelas con una clavícula rota.

Aquello indigna a Arrate. Y en cuanto llega a su zona un sueco con el balón, va a patearlo. No era algo extraño en ese partido. El plantarle las dos botas en el pecho a un contrario no era, ni con mucho, lo más violento que se había visto. Pero el señor Mauro pareció despertar en ese momento. ¡Y señaló el punto de penalty! Penalty era, claro; pero como ese pateo pectoral había habido docenas a lo largo de los minutos de juego.

Todos los jugadores españoles se arremolinaron alrededor del italiano. Se le chilló desaforadamente. Hasta hubo algún que otro zarandeo al trencilla. Pero el italiano no se volvió atrás. Siguió marcando el punto fatídico. ¡Y todo eso a tres minutos del final!

La prórroga se ve venir. Pero ¿se podría resistir? Desde luego que no. Ninguno de los veinte puede con la zamarra. Y, si acaso, los suecos están algo menos averiados. Así pues, se hace imprescindible que no haya gol. Sea como sea.

Así lo entiende Samitier. Y va al punto letal. Se pone junto al balón. Lo coge y va muy decidido hacia el árbitro. Se lo enseña. Lo mira el señor Mauro, pero no encontrando nada anormal, ordena que lo vuelva a colocar en su sitio. Lo pone allí. Olsson se adelanta para lanzar el castigo, pero antes de que llegue al balón se le cruza Samitier. Olsson tiene que volver a tomar carrerilla. Cuando va a llegar a chutar se vuelve a interponer el barcelonista. Olsson empieza a ponerse nervioso. El señor Mauro amonesta a Samitier y le amenaza con la expulsión si vuelve a interponerse. Se aleja el medio hispano, pero desde tres metros comienza a lanzar pellas de barro y piedrecitas al balón. El esférico se balancea en el punto blanco. Olsson está descompuesto. Hace señas al árbitro, pero éste, con gesto imperioso, le ordena que acabe ya de una vez. Se precipita el sueco, se azara, y chuta mal. El balón se va fuera, a dos metros del poste izquierdo de Zamora.

Se abrazan los jugadores españoles y bailan alborozados. Samitier, muy serio y ceremonioso, fue a Olsson y le tendió la mano mientras le felicitaba. El sueco, estupefacto, estrechó la mano del mago con un gesto de asombro.

Esos trucos del Langosta eran muy conocidos por sus compañeros. Normalmente esas manipulaciones del balón le servían para colocar una piedrecita ante la pelota; una piedra lo suficientemente pequeña para que no se viera, pero sí lo bastante grande para que desviara la trayectoria del tiro. Entonces, claro, había piedrecitas en el campo, que no era la cuidada alfombra de años después.

Unos instantes más tarde, el árbitro pitaba el final. En el campo quedaban en pie siete españoles y ocho suecos. Los demás estaban caídos por las bandas o siendo atendidos en el vestuario.

La entrada al vestuario fue otra lucha. Ahora ya sin balón. Los jugadores de ambos bandos se enzarzan en una pelea cruenta, sin que valgan las órdenes de directivos y seleccionadores. La Policía tuvo que intervenir para separarlos.

Allí se consagró definitivamente la furia española. Todos los jugadores salieron del campo cantando camino del hotel. ¿Lesiones? No, ya no dolían. Ahora a divertirse. Mañana Dios diría…

La crónica enviada a ABC por el señor Rubryk albergaba los siguientes párrafos:

Menos jugar, de todo se hizo. Raro fue el momento en que no había por tierra dos o tres jugadores. A una carga fuerte se contestaba con otra más todavía, que era replicada con otra violentísima, y duplicada con una brutal. Sonaban los huesos. La leña se daba por ambos lados, sin consideración, siendo lo milagroso el que no hubiese habido graves accidentes.

Empezaron los suecos apuntándose un tanto. Quisieron mantener la ventaja haciendo juego violento. Este fue el toque de generala. De nuestro equipo sale una voz: «Al hombre!», y al hombre se fue. Y a esa raza fuerte, a esos atletas, los vencimos por fuerza y resistencia. Dos tantos nos apuntamos, cuyo honor correspondió a Belauste, que materialmente falto de facultades hizo prodigiosos milagros atacando (llegaron a dejarle el campo libre) y defendiendo. Yo no vi fútbol; pero vi lo que difícilmente se volverá a ver en un campo.

Una consideración final. Los suecos salieron del campo «tonsurados y apaleados»; bien les estuvo. Debieron haber mantenido su palabra y no haber dado motivos a que surgieran desagradables incidentes. Porque si llegaron a creerse por un momento que a España se la trataba de cualquier manera, en el partido vieron con pruebas lo equivocados que estaban.

La opinión del señor Lemmel, tan activo en ese encuentro, manifestada en el semanario barcelonés Fútbol, era la siguiente:

En el partido metió Suecia el primer tanto y a partir de aquí empezó a funcionar la línea de medios. Los suecos rodaban continuamente por el suelo. Sabino y Samitier, a pesar de sus estilos diferentes, acosaban furiosamente a los extremos; en el centro, el trío interior de delanteros suecos a grandes saltos se echaban sobre Belauste para salir rebotados, trompicados. Los suecos acabaron materialmente agotados; a uno se le rompió la clavícula y otros seis apenas podían tenerse en pie. Este ha sido el partido más sucio, duro y fuerte que he visto en mi vida. La culpa de ello la tuvo el árbitro, un señor italiano, que dejó se dieran de golpes los jugadores para que así acabaran todos reventados y al siguiente día el que resultara vencedor jugaría con Italia en malas condiciones. Aún hay otra hazaña de este referee: faltaban escasamente dos minutos cuando nos castigó con un penalty injusto, para que se prorrogara el partido lo reglamentario, o sea, media hora más de juego. ¡Los hay frescos!… De los nuestros salieron contusionados Arrate, Sesúmaga y Patricio.

La calibración del señor Lemmel de la actuación del señor Mauro como árbitro del partido no la había percibido nadie. Ninguno de los comentaristas, que se hicieron cruces de aquella violencia y de la pasividad arbitral, cayó en la cuenta de aquella actuación maquiavélica del italiano para dejar despejado el camino a la selección de su país. Fuera quien fuera, debió pensar el trencilla, llegaría para el arrastre… Esta consideración del masajista español demuestra su perspicacia y su penetración. Ninguno de los periodistas ejercientes o de los posteriores cronistas de la gesta de Amberes se dio cuenta de lo que fue evidente para el señor Lemmel, quien en esas opiniones sobre los partidos de España se mostró muy por encima, periodísticamente hablando, de la mayoría de los profesionales de la pluma que han hablado de estos Juegos Olímpicos.

Ricardo Zamora consignó aquel partido épico en sus recuerdos de la siguiente forma:

Aunque teníamos la consigna de comer pronto y poco, para estar ligeros, me parece que aquel día, muy nerviosos, apenas si probamos bocado. No sabíamos exactamente el equipo, porque Bru y Argüello no habían querido decírnoslo por la noche. Por fin, en el Stadion, donde estábamos a las tres, nos dijeron la alineación. No hubo la menor discusión ni protesta.

Cuando salimos al terreno había bastante público, sin llegar al lleno ni mucho menos. Los suecos, favoritos, por su clase y su talla atlética, fueron más aplaudidos que nosotros. En la caseta se había discutido mucho acerca de la manera de llevar aquel partido, y, exasperados todavía por las informalidades de los rivales, teníamos una autorización relativa para emplearnos por todos los procedimientos que nos autorizase el árbitro, dentro de la mayor dureza. Así se vería en donde estaba la fuerza, si en suecos o en españoles. El arbitraje estaba a cargo de un italiano, y éste nos favoreció algo, porque su criterio meridional no podía ser tan rígido como el de un inglés o un noruego. Además, en una de las líneas corría con la banderita el amigo Manolo de Castro, que, naturalmente, había de favorecernos en aquello que le fuera posible.

Comenzó la lucha a un tren rápido y con una dureza impresionante, impuesta por los suecos. Aunque no lo hubiéramos querido, teníamos que aceptar la batalla con toda la violencia de aquellos hombres, cinco o seis por lo menos de la talla de Belauste. El árbitro castigó al principio algunas cargas bruscas; pero, viendo, luego, que eso era precisamente lo que buscábamos los dos bandos con la misma saña, nos dejó cierta libertad para darnos los golpes más terribles que yo he presenciado en mi vida. Con sinceridad lo declaro; ni antes ni después he actuado en un match donde tuviéramos tanta libertad para producirnos violentamente y donde esa autorización se tomara sin regateos, yendo siempre al cuerpo a cuerpo al mismo tiempo que al balón. Pero un dato quiero precisar: allí más que mala intención, había un afán decidido de deshacernos, de pulverizarnos.

En semejantes condiciones eran constantes las caídas, los dolores agudos cuando se perdía una patada… y una pierna se la encontraba. Tan pronto eran ellos como nosotros los que atacaban; pero en nuestra defensa Arrate imponía un respeto absoluto y Vallana estaba segurísimo. Delante, no es menester repetirlo, Belauste, con su pañuelo atado por las puntas, colocado a modo de gorro, era una verdadera muralla, ayudado por Sabino, más valiente que nunca, y Samitier, formidable de acierto. Pero sobre todos, Belauste, que, al mismo tiempo que jugaba, saltaba, brincaba y corría, daba voces de aliento a todos, que nos sabían a gloria, y gritos terribles a los contrarios, capaces de asustar a un regimiento.

Tras narrar el gol ya consignado en sus Memorias, seguía el meta internacional:

¡Con qué emoción seguí luego la marcha del juego! Los delanteros y los medios se volcaron sobre el campo sueco, cuyos defensas se defendían con un coraje sin igual, y, a pesar de todos los esfuerzos, llegamos al descanso con aquel 1-0 en contra y una rabia indecible en el pecho. Porque ellos, convencidos de su triunfo, salían jactanciosos, altivos, arrogantes.

En la caseta, en vez de mostrarnos decaídos, nos animamos con los compañeros y directivos, y convinimos en redoblar nuestros esfuerzos, haciendo un alarde de entusiasmo, de furia, como nunca se había desplegado.

Apenas salimos al campo, Belauste dio la señal de ataque. Fue el suyo un gesto hercúleo que decidiera a los demás al sacrificio. Creo que el árbitro, asombrado de tanta fiereza, se metió el pito en el bolsillo y nos dejó sacudirnos a nuestro antojo. Una verdadera batalla campal; una pelea brutal de hombres contra hombres. A veces recuerdo que la pelota había salido del terreno de juego y en el suelo continuaban varios hombres dándose patadas sañudamente. En un avance rapidísimo de los suecos, Arrate se fue recto contra el delantero centro y a pocos metros de la puerta chocaron con terrible violencia, pecho contra pecho. No he oído nunca tan claro el ruido de huesos rotos, tronchados, ni he visto una caída tan a plomo como la de aquellos dos valientes. Acudimos, pensando que estaban destrozados, porque la sensación había sido trágica, y, al acercarnos a Arrate nos preguntó el enorme Mariano: «¿Tiene algún golpe, o así, el sueco ese?». Porque el donostiarra, levantándose ágilmente, hizo un gesto de resignación y volvió a su puesto para batirse con la misma rudeza.

Todo esto había sido nada más empezar; porque a los cinco minutos el árbitro castigó a Suecia con un golpe franco no muy lejos del área de penalty. Entonces llegó ese instante decisivo, culminante, de aquel partido. Fue Sabino a lanzar la falta, y Belauste, situado al lado contrario, le gritó de un modo terrible, que todos pudimos oír: ¡Sabino, a mí el pelotón, que los arrollo! Dicho y hecho; el esférico fue al pecho –no a la cabeza– de nuestro gigante, y José Mari inició un sprint rodeado de enemigos, con la pelota clavada en el pecho, que concluyó en la meta, en medio de un revoltijo de hombres que se golpeaban furiosos. ¿Cuántos fauts se producirían en aquella «histórica» jugada? Me parece que el primero que no quiso hacer la averiguación fue el italiano que juzgaba la terrible contienda aquella.

A partir del empate se jugó con verdadero furor. Hoy semejante espectáculo se suspendería siempre. Los suecos ya no se recataban para tirarnos hachazos formidables, hasta que de uno de los nuestros partió el grito: «¡Al hombre!», y aquello fue una caza salvaje. A mí me tocó también algún regalo de aquellos energúmenos, que querían el goal a toda costa. Pero resultó lo contrario; diez minutos después Acedo escapó por el extremo, logró internarse un poco y, cuando todo el mundo esperaba su centro y hasta el portero, contagiado de la emoción, estaba un par de metros fuera del marco, el extremo atlético disparó cruzadísimo, un poco alto, un balón que al portero se le fue por encima de las manos, precisamente por estar fuera de la meta. La pelota entró por el ángulo opuesto, y aquello fue una explosión en los dos campos; los suecos, echándose unos a otros la culpa de lo que sucedía; nosotros, entregados a demostraciones de alegría extraordinarias: revolcarnos por el suelo, golpearnos furiosamente, dar saltos de altura, cabriolas inverosímiles…

El final, un terrible e inacabable final de media hora, fue a tono con las circunstancias. Pero tres minutos antes de concluir, cuando ya creíamos nuestro el partido, Mauro, el árbitro, nos castigó –con razón, con la misma razón con que antes pudo hacerlo veinte veces a ellos y a nosotros– con un penalty, que fue la sacudida de emoción más terrible de aquella tarde. En medio de un silencio sepulcral, se adelantó Ohlson, el interior derecha, preparándose para disparar. El único que no se contagió entonces del sobresalto fue Samitier, que siempre en broma, se dirigió al sueco con ademanes vivos, como queriéndole explicar algo. En vista de que el hombre había emprendido dos veces la carrerilla, y Sami, en el momento preciso, se cruzaba como el que lleva mucha prisa, el árbitro le amonestó. Así y todo, no se estuvo quieto. Se fue a un lado, se puso en cuclillas y desde allí, además de gestos y voces, tiraba trozos de barro al balón, escondiéndose tras los compañeros. Cuando al fin Ohlson tiró el penalty, el hombre estaba descompuesto y el esférico salió a dos metros del poste, con gran regocijo español. De tal modo, que Samitier, siempre en broma, se adelantó a Ohlson, le tomó la mano y le felicitó efusivamente. Fue un último gesto, que demuestra nuestro buen humor.

Luego, Sabino, uno de los que más bravamente entraban, despreciando el peligro, chocó con un delantero. Cayeron los dos como muñecos. Al levantarse, el sueco llevaba una clavícula fracturada; Sabino continuó como si tal cosa.

En los minutos restantes la lucha fue épica. Belauste vino a la defensa y su corpulencia y la de Vallana y Arrate impusieron el respeto suficiente para conservar el triunfo más resonante de los que conquistamos a tanta costa. A tanta costa, como que sólo quedaban en el campo siete suecos y ocho españoles. Los demás estaban en la enfermería.

Pero la contienda no había concluido en el campo. Al ir al vestuario nos insultaron por señas y nosotros, por señas, les respondimos. Ya en el pasillo ellos hacían un gesto con los dedos como si afilaran la punta a un lápiz, y por nuestra parte la contestación, por señas también, se podía traducir a todos los idiomas. Con lo que, como era forzoso, llegamos a las manos. Tanta actividad tomó aquella batalla dentro de los pasillos y vestuarios, que tuvo que intervenir la policía para aplacar los ánimos y separarnos, y cuando, una hora después, dejamos el Stadion, ya se habían marchado los suecos. Nosotros íbamos casi todos cojeando o quejándonos de algún dolor, pero más contentos que si nos hubiera tocado el gordo. Argüello estaba más feliz que nunca, y, a pesar de nuestras lisiaduras, reíamos a mandíbula batiente. Nadie se acordaba de que al día siguiente teníamos que jugar un nuevo y dificilísimo partido: contra Italia.

Por la noche, al meternos en la cama, nos dimos cuenta de lo que había sido el partido contra los suecos. Nadie podía moverse, y a la mañana siguiente, cuando nos reunimos, procedentes de los distintos hoteles donde nos hospedábamos, todo eran lamentaciones y quejas. El pobre Lemmel se pasó la mañana de unos a otros, dándonos masaje, para desentumecer aquellos músculos que no querían obedecernos.

Había, a pesar de todo, un excelente humor y un deseo unánime de salir a jugar contra los italianos, que eran los enemigos que ahora nos correspondían, por vencedores de los noruegos.

Aquella mañana la Prensa nos colmaba de elogios y, si la expectación por presenciar el encuentro final, Checoslovaquia – Bélgica, era enorme, la curiosidad por nuestro partido era extraordinaria. Porque ya nos habían descubierto, los belgas y casi todos los cronistas se inclinaban por el triunfo de «la furia española». Una sola reseña nos indignó: la que decía que nuestro juego no era fútbol, sino un alarde de fiereza, que tenía su reflejo en las plazas en donde las mujeres aclamaban y besaban a los más famosos toreadores. Se pensó hasta en ir a pedir explicaciones al redactor… taurino, pero como el partido de la tarde era, de momento, lo más importante, se aplazó hasta después.




Entrevista a Félix Martialay

El próximo 9 de septiembre de 2019 se cumplirán diez años del fallecimiento de Félix Martialay, presidente de honor del CIHEFE y maestro de la historia del fútbol español. Con ese motivo, y al margen de otros proyectos de recuperación de originales que venimos realizando desde hace ya varios años, he considerado oportuno recuperar una entrevista que le hice a Martialay el 14 de agosto de 2009, apenas tres semanas antes de su fallecimiento.

Fue la última vez que estuve con don Félix, y ninguno de los dos sabíamos que sería la última. Mi intención original era publicar esta entrevista en el número 2 de los Cuadernos de Fútbol, siguiendo a la que se había publicado con Gustavo Bueno en el número 1. Pero el repentino agravamiento de su enfermedad me llevó a guardarla para un mejor momento.

Aprovecho también la ocasión para publicar por primera vez algunas fotos que encontré en el archivo privado de Martialay a las que precisamente hace referencia él en la entrevista, en las que aparece don Félix de joven vestido de futbolista.

– Primero, y esto no lo tengo muy claro, don Félix, ¿usted ha jugado mucho al fútbol?

Primera foto de Félix Martialay con un balón, en Burgos, en 1927.

Primera foto de Félix Martialay con un balón, en Burgos, en 1927.

– No. O sea, yo jugué al fútbol en el colegio y en la Academia General Militar, además de en el primitivo Numancia cuando vivía en Soria. Lo que no te sé decir es por qué me apunté al Numancia, porque entonces en Soria había tres equipos: uno era el Águila Roja, que era el equipo digamos proletario, en el que jugaban los mecánicos, los de los talleres, etc. Luego estaba el Numancia, que era quizás el de menos personalidad, y por último estaba el Urbión, por los picos de Urbión, que era el de la gente acomodada. Durante los veranos era cuando más se jugaba en Soria, porque en invierno estaba todo helado y nevado. En esos años, por ejemplo, jugué contra el padre de Solans, el del Zaragoza, que estaba en el Urbión

No obstante dentro de la mediocridad debía de tener cierta calidad, porque jugué varios partidos seleccionado por Educación y Descanso de Soria y fuimos por toda la provincia. Ahora que lo pienso, ¿quién sería el descerebrado que me seleccionaría? (ríe).

Luego tuve otra actividad futbolera cuando estaba en el batallón de ferrocarriles de Zaragoza, donde nos apuntamos a un campeonato militar con gente muy fuerte.

De todo ello conservo algunas fotos [que se publican para ilustrar la entrevista].

Félix Martialay en el equipo de Soria de 1944.

Félix Martialay en el equipo de Soria de 1944.

Y eso es todo, a mí me interesaba el fútbol más que el jugarlo el trasfondo del fútbol y yo siempre he sido muy aficionado a la historia, con lo cual fui entrando.

– ¿Qué quiere decir con trasfondo?

– Los entresijos del fútbol, no darle una patada al balón, sino la táctica y la técnica. Pronto empecé a ser el entrenador de mis propios colegas. En ese momento inventé yo lo que ahora hace todo el mundo, el saque del centro y no sacar hacia adelante, sacar al interior y del interior al medio centro.

Cuando iba a Soria las crónicas las hacía el hermano del entrenador del Numancia y yo le hacía unos apoyos, como dicen ahora, y ahí empecé a escribir de fútbol. Se publicaban en el periódico de Soria.

– ¿De qué años estamos hablando?

– En el año 1940, 1941 y 1942.

– ¡Pero era usted muy joven!

– Claro, yo empecé a escribir a los ocho años en el periódico del colegio y tengo todo guardado, lo tengo todo. Toda mi obra completa de esa pequeña, quiero decir. Luego tengo carpetas y carpetas de críticas de cine que, como están impresas en aquel papel de tiras, algunas se han borrado.

Primera publicación conservada de Félix Martialay

Primera publicación conservada de Félix Martialay

También es verdad que los años te hacen desinteresarte de las cosas, así que hace mucho tiempo que no vuelvo sobre todo aquello. El tiempo cambia mucho los intereses: antes yo me hubiera dejado la vida por una foto y ahora te dicen “oye esta foto” y joder, pues que le den por culo a la foto. Y eso son los años. Yo lo calibré perfectamente cuando mis nietos llegaban a casa y se ponían a jugar con el cenicero de cristal de roca que habíamos traído de Murano y que habíamos mimado durante años y años. Pues de repente veía a mis nietos con él como si fuera una baratija y les dejaba jugar sin más, sin miedo ninguno a que se rompiera.

Lo mismo me ha pasado con la selección nacional. He escrito mis dos libros y ya he hecho mi labor, ahora tengo que seguir haciendo otras cosas. Ahí he cortado y he cortado, ya está, hasta ahí he llegado.

– ¿Cuándo le surgió el interés por la historia del fútbol?

– Recuerdo que antes de la guerra en casa venían dos periódicos, por la mañana El Debate –claro, era de mi tío y se le apoyaba– y por la tarde Informaciones. Y yo ya arrancaba ya las hojas de las alineaciones de primera y segunda división. Recuerdo también que yo pagaba una perra gorda a un tío que era mayor, no me acuerdo de cómo se llamaba, ni tengo su imagen ni nada, por la última página del Crónica. Crónica era como un Interviú, despelote puro, y venían en la última página fotos de Álvaro, que eran las que yo quería. Por cierto, que ahora que lo pienso creo que aquel viejo abusaba de mí, porque con una perra chica ya habría sido suficiente, que Crónica tenía 32 páginas…

Pero bueno, ahí empecé a guardar y guardar hasta que de repente salió el libro de Fielpeña Los 60 partidos de la selección española y entonces cogí todos mis recortes de años y los tiré: ¡aquí está todo, no necesito todos esos papelotes para nada…!

Félix Martialay en el equipo de Soria de 1944.

Félix Martialay en el equipo de Soria de 1944.

Y ahí empecé a coleccionar libros, y casi de manera simultánea empecé a darme cuenta de que algo fallaba: yo escuchaba los partidos por la radio, sobre todo los internacionales que eran los que siempre me han interesado más, y después cogía el libro y no decía lo mismo. El mejor ejemplo quizá sea el libro de Escartín titulado Lo de Brasil fue así, y no, no fue así ni parecido.

– Usted empezó a comprar libros y luego ha comprado muchísimos, pero nunca con ánimo de coleccionista.

– El coleccionismo es una especie de fetichismo que no me ha interesado nunca. Hombre, si yo hubiera tenido una casa más grande en el sentido de tener un almacén pues no descarto que me hubiera nacido esa manía coleccionista, pero tampoco creo, porque a mí lo que me interesaba era la Historia. Luego lo que pasa es que me da pena tirar los libros, pero vamos que si me pusiera hacía una purga que de los mil más o menos que habrá por casa de fútbol tiraba 700 y me quedaba tan ancho.

– Yo creo que en todos estos libros de historia del fútbol ha habido un antes y un después evidente, que es precisamente su libro Implantación del profesionalismo y nacimiento de la Liga, que es el primer estudio serio que se publica en España (1996).

– Bueno, entenderás que sobre eso no diga nada, pero ya sabes que estoy de acuerdo (ríe).

Félix Martialay en el equipo de la 9ª Unidad de Ferrocarriles de Zaragoza (1949)

Félix Martialay en el equipo de la 9ª Unidad de Ferrocarriles de Zaragoza (1949)

– Quizá el cambio radique en que hasta esa obra los libros no dejaban de ser crónicas periodísticas, pero no había investigación histórica.

– Efectivamente, la mayor parte de libros los escribían periodistas, muchas veces viejas glorias. Incluso periodistas que debían saberse bien las cosas porque las vivieron, y que no sé si es que no se acuerdan o prefieren no acordarse.

Por ejemplo hace unos días el otro día leí un artículo de Jesús Ramos, antiguo director de Marca, en el que pone a caer de un burro a Troncoso, diciendo entre otras cosas que era muy autoritario. Hombre, Jesús, que tú eras director de Marca en los años de Prensa del Movimiento…

Pero es que lo peor es que lo que cuenta no es cierto. Retrotraer el fútbol a 1936 fue una idea genial. Con lo extremadamente difícil que era la situación, todo lo hizo estupendamente: por ejemplo el partido entre el Aviación y el Osasuna. Además que Troncoso fue un hada madrina para todos los futbolistas, porque cuando se enteraba de que fulano había llegado al campo de concentración, y sabía que había sido miliciano, lo sacaba inmediatamente. Habrá salvado la vida a un centenar de futbolistas. Por ejemplo fue el caso de Ortúzar, que era ertzaintza y había pertenecido al PNV. En cuanto llegó al campo de concentración Troncoso lo sacó.

– Si me permite decirlo con estas palabras, usted está obsesionado con el rigor

Félix Martialay vistiendo la camiseta del equipo de Soria.

Félix Martialay vistiendo la camiseta del equipo de Soria.

Sí, sí, obsesionado quizá sea buena palabra, pero es que no hay otra manera de trabajar en serio. Recuerdo hace unos meses que escribí cinco o seis páginas preciosas sobre un tío que había matado a cinco o seis durante la guerra, con todo lujo de detalles. Y cuando ya lo tenía todo perfecto me enteré de que no era él, sino su hermano. Así que los papeles a la basura sin pensarlo. A mí se me podría haber pasado por la cabeza dejarlo, porque a ver quién me hubiera quitado la razón, pero es que el historiador tiene que tirar seis folios o seis tomos si se entera de que no son verdad.

La pista me la dio Rafael Casa de la Vega, que el pobre ahora está muy enfermo. ¡Es que somos muy viejos, leche!

– ¿Cómo tomó conciencia de que había que escribir los libros de fútbol de otra manera?

No sé, yo empecé a escribir y me salía así la cosa. Quiero decir, que no me ponía en plan recio “voy a escribir para la Historia”… Tampoco tengo sentimiento de haber sido precursor en la verdad de la historia del fútbol.

Sí es cierto que por ejemplo Bernardo Salazar tiene una memoria extraordinaria y no escribe mal, pero creo que es más coleccionista que escritor. A él le priva la joyita de una entrada, la joyita de los cromos, la joyita de una foto… Por ejemplo yo he cogido párrafos suyos sobre la creación del Aviación y todo está bien escrito y bien alineado, pero ahí se queda, no tiene producción de fondo. Del mismo modo, en los libros que hemos escrito juntos, por ejemplo España en la Copa de Europa, los capítulos que escribo yo son cuarenta folios y él con diez lo daba por despachado.

En todo caso lo que quiero decirte es que yo no tengo sensación de ser un Cristóbal Colón de la historiografía ni mucho menos, solo es que no sé hacerlo de otra manera.

– En todo caso su reconocimiento es unánime, incluida la medalla de oro que le dieron en la Federación y la inclusión en el Diccionario Biográfico Español de la Real Academia de la Historia.

– Bueno, lo de la Federación no lo digas muy alto que igual me la quitan (ríe). Dispuestos como estamos a quitar honores, ¿por qué no a mí? Yo siempre me pregunto por qué hacen la tontería de quitar la placa y dejar el pantano, que es el verdadero símbolo. Si quieren acabar con el símbolo lo que deben es dinamitar el pantano.

– Por otro lado, y cambiando de tema, usted también ha tenido mucho reconocimiento en el mundo del cine.

– Pues mira, precisamente hace tres días, por la tarde, me llamó un señor que estaba haciendo una tesis doctoral sobre el cine español y que había ido preguntando a la gente y José Luis Borau le había dicho que si seguía vivo hablara conmigo, porque “Félix Martialay fue el punto clave en el cine español”.

– ¿Y por qué dice Borau que usted es el punto clave del cine español?   

– Era la opinión de Borau, no me preguntes qué era el punto clave… Supongo que Borau sabría por qué lo dijo, pero nada más.

– En todo caso su labor en el cine fue mucho más allá de la de un simple crítico, porque un simple crítico no llega a ser clave en el cine.

– Yo fui muchos años presidente del Círculo de Escritores Cinematográficos, y director de Film Ideal. Es que yo parí las revistas Film Ideal, Esquemas de películas y Temas de cine, y todas se publicaban al mismo tiempo. Este señor que está haciendo la tesis me preguntó qué me había motivado a toda aquella creación en catarata. Por ejemplo, por qué creamos Esquemas de películas lo recuerdo muy bien. Yo estaba en Propaganda Popular Católica, y muchos curas venían allí y me decían que querían hacer un cine club pero que no sabían ni tenían información. Así que yo les daba una nota del director y demás, hasta que se me ocurrió hacer eso mismo cada quince días y publicarlo. Fue así de sencillo.

– En revistas de fútbol ha fundado dos con el mismo nombre, Cuadernos de Fútbol. ¿Qué cree que puede significar esta reaparición de los Cuadernos? ¿Qué cree que podemos conseguir con estos nuevos Cuadernos de Fútbol?

– Pues por lo menos que haya gente que lea cosas, quizá a través del internet se pueda conseguir más difusión y que nuestras cosas lleguen a más gente. Ese fue el principal hándicap de los primeros Cuadernos, que solo llegaban a las autoridades y a la prensa, y ni unos ni otros tenían ningún interés.

Félix Martialay en el equipo de la 9ª Unidad de Ferrocarriles de Zaragoza (1949)

Félix Martialay en el equipo de la 9ª Unidad de Ferrocarriles de Zaragoza (1949)

– ¿Cree que es posible una evolución en el fútbol similar a la del cine? Quiero decir, que poco a poco se convierta en objeto de estudio y análisis.

– A ver, volviendo a lo del punto clave de Borau, yo estuve viajando mucho por toda España implantando cines clubs con el objetivo último de que el cine fuera objeto de estudio, y al final conseguimos que estuviera en la universidad. No es que yo hiciera nada ni presionara nada en el ámbito universitario, pero sí hice mucho porque el balón rodara y luego desde la propia Universidad me llamaron, y di clase en la Universidad de Salamanca y en la Universidad Complutense.

Ahora hay una academia de cine y una filmoteca magnífica, por ejemplo. Y no es imposible, claro, que el fútbol siga un proceso paralelo, ojalá. En todo caso me viene a la cabeza lo que me dijo Ymelda Navajo, la directora de La Esfera de los Libros: que el fútbol es un espectáculo más de ver que para estudiar, que nadie lo quiere leer. Pero quizá hasta con más razón se podría decir lo mismo del cine: tú llegas, te sientas, te cuentan un romancito entre el guapo y la guapa y adiós, te vas a casa.

Y lo mismo con la literatura. Los tíos que leen de repente pueden tener interés por comprarse un libro de historia de la literatura. Pero por algún motivo que no sé explicar los que van al fútbol no tienen esa tentación.

– Lo curioso es que se siguen publicando libros de fútbol.

– Y no lo entiendo, porque la mayor parte siguen siendo malísimos. Quizá el caso más sangrante es el de los libros del Barcelona, que es el equipo del que por otro lado más se ha escrito. Los catalanes independentistas son unos farsantes de mil pares de narices, en el 90% de las cosas delicadas o importantes falsean los datos y mienten sin rubor, siempre a favor de su fantasía secesionista.

Félix Martialay en el equipo de la 9ª Unidad de Ferrocarriles de Zaragoza (mayo de 1950)

Félix Martialay en el equipo de la 9ª Unidad de Ferrocarriles de Zaragoza (mayo de 1950)

– ¿Qué papel podría tener la Federación en todo esto?

– Muchísimo, total. Con la cantidad de dinero que hay en el fútbol la Federación podría montar un chiringuito de esto y ni se entera de que lo está pagando. Y podría hacer un trabajo verdaderamente encomiable, riguroso y único en el mundo. Podría aspirar a ser líder mundial en el estudio del fútbol.

– ¿Qué opinión tiene del presidente Villar?

– Personalmente siempre le he tenido mucho aprecio, pero además creo sinceramente que está haciendo mucho bien al fútbol español. Por ejemplo, y esto es clave, ha parado completamente el desarrollo de las selecciones autonómicas. Y esto es fundamental no solo para el fútbol español sino también para la continuidad de España como Estado. Y fíjate que no debe de ser nada fácil, porque dentro de la Federación tiene por ejemplo a Joan Laporta.

Hoy por hoy las selecciones regionales tienen menos fuerza que durante el franquismo; entonces era frecuente que cuando había un partido internacional de España se aprovechaba para hacer un partido de selecciones regionales en otras ciudades. Aquí hoy sería terrible, un escándalo que el mismo día que juega España se jugara un partido entre Cataluña y Navarra.

El desarrollo de las selecciones regionales lo ha parado entero Villar, porque cualquier otro habría dejado manga ancha e incluso podría haberse apoyado en los precedentes, que realmente existieron.




El historiador Juan Garrido del Río

El atento lector de la obra de Félix Martialay se habrá percatado sin duda de los reiterados agradecimientos que nuestro querido maestro le hizo en varios de sus libros a una desconocida figura: Juan Garrido del Río.

Juan Garrido apareció por primera vez en los agradecimientos en la Historia de la Selección Española de fútbol de 1968, inédita y ahora recuperada por CIHEFE. En aquel libro se decía sucintamente así (p. 11):

Y habrá, también, gran cantidad de aficionados, de esos ignorados eruditos, que completarán las lagunas que su archivo admirable no tiene y que sí tenía el mío. En tal sentido quiero subrayar la ayuda prestada por don Juan Garrido, quien me ha brindado no solo su archivo, sino su tiempo para evitar gazapos.

Veintitrés años después volvió don Félix a acordarse de Juan Garrido, esta vez citándolo también con su segundo apellido. Era en el Anuario de 1991 publicado por la RFEF, en cuya página 692 decía así:

La información de resultados, al carecer de las actas de los partidos, se tomaron de los periódicos de cada época y momento. Para su comprobación se consultaron diversas fuentes, principalmente de las publicaciones del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español, y de los archivos particulares de los señores don José del Olmo Rodríguez, don Juan Garrido del Río y don Ramón Moraleda Gutiérrez.

Transcurrieron veinticinco años más y Martialay volvió a acordarse de Juan Garrido. Esta vez fue en su libro Todo sobre la selección española (2006), en cuya página 7 dejó la siguiente dedicatoria:

JuanGarrido01A la memoria del coronel D. Juan Garrido del Río, quien dedicó muchísimas horas de su vida a estudiar el fútbol español y fue anotando minuciosamente todas sus vicisitudes, principalmente las de la Selección de España. Con enorme gratitud.

En la última obra publicada por don Félix en vida, Todo sobre todas las selecciones (2007), en una especie de prólogo llamado “En un principio fue la vaca” (págs. 7 y ss.), el coronel Garrido aparece en varias ocasiones:

[…] Pero mi vaca –la vaca por antonomasia entre los de este oficio de historiadores prolongado por el menester de estadísticos por algunos entrañables amigos–, también refugia parte de su entidad en dos archivadores metálicos de tres cajones en los que se suspenden las carpetas que llevan en su seno otros miles de recortes recogidos en subcarpetas de papel perfectamente rotuladas por aquel amigo del alma que fue el coronel Garrido, a quien rendí homenaje en el libro Todo sobre la Selección Española, antecedente de este.

Pero la vaca, mi vaca, aún se amplía más; se desparrama por el prado de una cincuentena de archivadores manuales, apaisados o verticales, en donde hay fichas de partidos, fichas de jugadores –unas 15.000–, fichas de temporadas enteras. La mayoría de estos documentos, como los del fallecido coronel Garrido, están escritos a mano.

[…] Dudas, a veces urgentes, evacuadas por teléfono, y a veces con estancias de horas y horas a lo largo de mañanas enteras para profundizar en alguna temporada o para consultar alineaciones, autores de goles, circunstancias de algún partido. ¡Qué sé yo…! Lo más grave de la consulta es cuando el estudioso dice solemnemente “veamos las carpetas del coronel”.

[…] Ya en casa, me acerqué a la vaca. No sé si allí, directamente, o previa consulta con el coronel Garrido, que todavía vivía y con el que intercambiaba información, notas manuscritas, datos, hallazgos y errores subsanados […].

Nada mejor que estos párrafos para expresar y entender el aprecio y respeto que Félix Martialay tenía por Juan Garrido del Río. Ahora bien, ¿quién fue este coronel, cuya figura solo es conocida por estos breves retazos que dejó don Félix en sus obras a lo largo de cincuenta años?

Juan Garrido del Río recibiendo de manos de Lorenzo Sanz la insignia de 25 años de socio

Juan Garrido del Río recibiendo de manos de Lorenzo Sanz la insignia de 25 años de socio

Como investigadores de la historia del fútbol nuestro compromiso era indagar sobre quién había sido el coronel Garrido. No podía pasar más tiempo. De él solo conocíamos estas breves notas y su enorme y magnífico archivo, heredado por don Félix al fallecimiento de Garrido y actualmente incorporado al archivo de CIHEFE.

Nos encontrábamos con un nombre y unos apellidos, pero nada más. Ni sabíamos en donde había estado destinado ni el Cuerpo o Arma militar a la que perteneció, ni tampoco sabíamos ningún dato de nacimiento o fallecimiento, así que la tarea no era fácil ni mucho menos. Durante un periodo de tiempo estuvimos tratando de localizar algún dato consultando diversas web de internet donde se detallaban personas fallecidas, pero sin obtener resultados positivos.

Estuvimos consultado número de teléfonos que obtuvimos de una guía telefónica de Madrid, pero figuraban aproximadamente mil números cuyo primer apellido del titular era Garrido, lo que prácticamente suponía buscar una aguja en el pajar. Aun así, se intentó en muchos de esos números, lamentablemente, sin lograr localizar nada.

Más tarde y, cuando estábamos a punto de abandonar el objetivo, por no cejar en nuestro empeño, comentamos el asunto con un vecino que había sido  Coronel de Artillería. Le picó también la curiosidad y se ofreció a acompañarnos al Organismo correspondiente a ver si podíamos obtener algo de luz; allí, nos recibió el Jefe de mismo rango que nuestro amigo.

Le comentamos el motivo de nuestra visita y, muy amablemente, se prestó a tratar de ayudarnos. Tomaron nota del nombre –único dato que teníamos– y quedaron ambos coroneles emplazados para una próxima ocasión si se obtenía información.

Aproximadamente un mes después, nuestro vecino se presentó en casa con una nota escrita a mano donde figuraban los siguientes datos: el nombre de Juan Garrido del Río, una dirección postal y un número de teléfono, así como el nombre de su esposa.

Ya estábamos más cerca de nuestras pretensiones. Nuestro ánimo se elevó considerablemente, pero no fue fácil. Llamamos en varias ocasiones y a distintas horas al número que nos habían facilitado, pero no contestaba nadie. En realidad, desconocíamos si su esposa vivía y si podrían existir hijos de dicho matrimonio; y en ese caso, si continuarían habitando en el domicilio que nos habían facilitado.

Así, hasta que en otra ocasión más, una voz de mujer contestó al teléfono. Preguntamos si la persona que nos atendía al otro de la comunicación era familiar del coronel y, cual sería nuestra sorpresa al contestarnos que precisamente era su hija. Por fin estábamos en el buen camino de la vida del coronel Garrido.

Pero para conocer datos de su biografía tendríamos que esperar un poco más. Cuando hablamos en aquella ocasión con su hija, su ánimo no estaba para más conversación, dado que hacía pocos días que su madre había fallecido. Por tanto, retrasamos para una próxima ocasión nuestra cita; es más, nos indicó que esperáramos algunos meses…

JuanGarrido03Transcurrió dicho tiempo, y volvimos a telefonear. Esta vez, a la primera nos contestó nuestra interlocutora. Después de un largo rato de conversación quedamos para vernos en Madrid, hecho que ocurrió la tarde del sábado 18 de octubre de 2014.

Mientras tomábamos un café en una terraza de un bar, su hija, Victoria, nos fue detallando diversos hechos acaecidos en la trayectoria de su padre. Nos indicó que había nacido el 18 de noviembre de 1920 en Málaga y que su fallecimiento se produjo el 25 de diciembre de 1999, a la edad de 79 años.

Había sido Coronel de Infantería. A su vez, ya su padre había sido igualmente militar. Según nos relató, estuvo destinado, entre otros lugares, en la Academia Militar de Toledo, en el Palacio de Oriente, y había participado en la Guerra del Ifni. Ya en la reserva se dedicó a organizar eventos de militares retirados. Más tarde, lo nombraron Secretario Perpetuo del Cuerpo de Infantería.

JuanGarrido04Magnífico aficionado al fútbol, socio del Madrid, en el cuartel recortaba todos los periódicos que tenía a su disposición para formar pequeñas carpetas con cada uno de los partidos de España. Jubilado y casi hasta su muerte, continuó coleccionando esas magníficas carpetas que ahora custodiamos en CIHEFE.

Valgan pues estas líneas de homenaje y recuerdo al “viejo coronel”, como don Félix solía llamarlo.




Gustavo Bueno, socio de honor del CIHEFE

GustavoBueno01Esta es una de las ocasiones en que más difícil puede resultar sentarse a escribir. El motivo es tan duro que pareciera que al no escribir sobre él estuviéramos negándole realidad al hecho mismo. El pasado día 7 de agosto murió en Niembro nuestro socio de honor Gustavo Bueno.

Personalmente yo conocí a Bueno en marzo de 2009. En ese mes de marzo recuperábamos Félix Martialay y yo la idea de editar una revista de historia del fútbol y andábamos comprando dominios y registrando marcas cuando se nos ocurrió dirigirnos a don Gustavo para encabezar el primer número de la revista haciéndole una entrevista que de alguna manera sirviera de «apadrinamiento».

Sinceramente escribí con poca esperanza de respuesta, pero casi antes de que la carta llegara a Oviedo ya teníamos la respuesta de don Gustavo, que aceptaba encantado. Y efectivamente el 24 de marzo me recibió en Sevilla, en compañía de su nieto Lino Camprubí, y el 13 de julio publicamos el primer número de los Cuadernos de Fútbol encabezados por la entrevista con don Gustavo (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2009/07/entrevista-a-gustavo-bueno/).

Pero su generosidad con nosotros no terminó ahí, sino que lejos de ello y tras el fallecimiento de Martialay, que solo llegó a ver aquel número primero de los Cuadernos, aceptó gustoso participar en el I Foro Félix Martialay (http://www.cihefe.es/foro-felix-martialay/i-foro-felix-martialay/), desplazándose desde Oviedo hasta Madrid con ochenta y seis años y debatiendo con un Jorge Valdano que quedó desbordado por aquel torrente de energía, inteligencia y erudición que era don Gustavo.

En el III Foro Martialay (http://www.cihefe.es/foro-felix-martialay/iii-foro-felix-martialay/) volvimos a contar con su presencia, esta vez mediante un vídeo que nos envió y en el que tuvimos el privilegio de escuchar los esbozos de lo que sería el curso de Santo Domingo de la Calzada (http://www.fgbueno.es/act/act045.htm) y que daría como consecuencia última el libro Filosofía del deporte (http://helicon.es/pen/7848568.htm).

Para reconocer el profundo agradecimiento que sentíamos la junta directiva del CIHEFE, en decisión respaldada por la unanimidad de la asamblea general, propuso invitar a Gustavo Bueno a ser socio de honor, título que tuvo la generosidad de aceptar. Yo personalmente le entregué la placa en Oviedo el día 7 de febrero de 2011 (http://www.fgbueno.es/act/efo005.htm).

Huelga decir el privilegio que para mí a título personal como para la asociación ha supuesto el trato personal y el magisterio directo de don Gustavo. Un privilegio que nos acompañará por siempre y que ha dejado para todos nosotros una huella no solo imborrable, sino sobre todo muy profunda.

En su relación con nosotros Bueno demostró una espléndida generosidad: le bastó recibir una carta de una modesta asociación para atenderla inmediatamente, del mismo modo que siguió atendiendo todas las llamadas que le hicimos. Pero aún más, a través de nosotros ejerció una determinada concepción de la Filosofía según la cual no existen los temas menores. Lo repetía siempre, y así lo dejó por ejemplo encabezando su libro Telebasura y democracia (http://www.fgbueno.es/gbm/gb2002tb.htm). Las palabras que Platón atribuye a Parménides en el diálogo que lleva su nombre:

  • Y en lo que se refiere a estas otras cosas que pudieran parecer bajas –dijo Parménides a Sócrates-, como por ejemplo pelo, fango, basura e incluso lo más vil e innoble, ¿te hallas en la misma perplejidad? ¿Hay o no hay razón para que reconozcas respecto de cada una de estas cosas una idea distinta con existencia independiente de aquellos objetos con quienes mantienen comercio?
  • Nada de eso, -replicó Sócrates-.
  • Es que todavía eres joven, Sócrates –dijo Parménides- y la Filosofía no ha tomado aún posesión de ti. Vendrá el tiempo, si no me equivoco, en que la Filosofía te tendrá más firme en sus garras y entonces no despreciarás ni las cosas más humildes. (Platón, Parménides, 130b).

Sin duda muchos otros recordarán la altura filosófica del profesor Bueno, y lo harán citando los Ensayos materialistas o la Teoría del cierre categorial; y haciéndolo actuarán sabiamente, como cuando algunos le reivindican como el mejor filósofo español de la historia o como el filósofo más importante del siglo XX, a la altura de Platón, Aristóteles o Santo Tomás. Pero sin menos valor me permito reivindicar al Bueno filósofo que, poseído por la Filosofía, habló de fútbol.




Reseña: El fútbol en Valencia y provincia 1910-2014

Ante esta obra de Dani Paller y Paco Múgica,editada por Sólido Ediciones, lo primero que el lector está obligado a reconocer es que se trata de una obra monumental, dicho sea en los diversos sentidos del término.

En un volumen que excede notablemente los hábitos editoriales españoles, a través de las 1.044 páginas que ocupa los autores hacen una revisión exhaustiva de todos los clubes valencianos que hayan participado al menos en la tercera división de Liga.

Organizados alfabéticamente por municipios, se hace una breve exposición histórica de cada uno de los 55 clubes valencianos que se presenta como antesala de una ficha en que se indican los principales datos del club: nombre completo, fecha de fundación, dirección, etc.  A continuación se reproduce en un cuadro toda la trayectoria del club temporada a temporada: categoría, partidos jugados, ganados, empatados y perdidos, goles a favor y en contra, puntos y puesto en la clasificación.

La gran virtud de este cuadro es que no se limita a las temporadas que el club ha militado en tercera división o superiores, sino que completa todas las temporadas aunque hayan sido de divisiones inferiores, de tal modo que la información del club de referencia es completa.

La voluntad de exhaustividad de los autores les lleva a tomar una decisión que a priori es conceptualmente discutible pero que en su caso yo entiendo como virtuosa. Dado que la unidad de referencia que utilizan para construir su obra es el municipio, en aquellos en los que ha habido varias sociedades todas ellas quedan explicadas en torno a la sociedad actual. Ejercitando la idea manifestada por el socio de honor del CIHEFE, Gustavo Bueno, en la entrevista publicada en el número 1 de los Cuadernos de Fútbol, el fútbol es cosa de ciudades, por más que estas participen a través de sociedades. Por ello Palero y Múgica muy oportunamente hacen un repaso por todas las sociedades habidas en cada uno de los municipios representados, pero sin mezclarlos en ningún momento y señalando claramente cuáles fueron unas y cuáles otras.

La explicación de todos los clubes viene acompañada de fotografías del estadio y de la plantilla actual, y en muchas ocasiones se recoge también una colección de fotografías históricas, algunas de las cuales son sencillamente deliciosas.

Que el trabajo de los autores ha sido tan monumental como su obra se puede demostrar con muchos aspectos, pero acaso uno muy claro es el de que han conseguido que cada uno de los municipios tenga la presentación del alcalde y de uno de los concejales. Futbolísticamente irrelevante, demuestra sin embargo muy a las claras que Palero y Múgica no han dejado nada al azar y que han hecho un enorme trabajo.

Resulta en consecuencia este “El fútbol en Valencia y provincia 1910-2014” una obra de referencia inexcusable para todos los aficionados y estudiosos de la historia del fútbol valenciano y español, tal como muy certeramente señalan en sus respectivos prólogos el seleccionador nacional Vicente del Bosque y el presidente de la RFEF Ángel María Villar.




La Liga del Mediterráneo

Nota previa aclaratoria:

El 2 de febrero del año 2005 el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds presentó una proposición no de ley en virtud de la cual se solicitaba que se instara a la RFEF el reconocimiento de «oficial» al torneo jugado en 1937 denominado Copa de España Libre. Aunque no fue aprobada hasta el 27 de septiembre de 2007, para entonces la RFEF contaba con un informe de CIHEFE en el que se demostraba que aquella competición no había sido oficial.

Tal informe quedó publicado en el número 1 de los Cuadernos de Fútbol, y con base en él la Asamblea General de la RFEF rechazó tal reconocimiento el 10 de julio de 2009 por 122 votos a favor, 2 abstenciones y ninguno en contra.

 En el texto de la proposición no de ley se hacía también referencia a la Liga del Mediterráneo. Venía a plantearse que en la temporada 1936-37 se habían continuado las competiciones oficiales (Liga y Copa), y que solo retrospectivamente «el franquismo» le había quitado la categoría que merecían. Dado que esta proposición venía de ámbitos relacionados con el Levante, campeón de la Copa de España Libre, no se pedía explícitamente el reconocimiento también de la Liga del Mediterráneo, pero cierto es que ya planteado parecía un paso siguiente muy probable.

 Por ello en octubre del año 2007, tras la aprobación por el Congreso de los Diputados, la RFEF solicitó a CIHEFE un nuevo informe, esta vez respecto de la Liga del Mediterráneo, firmado por Félix Martialay, José del Olmo y Víctor Martínez Patón.

 Si redactáramos de nuevo el informe es probable que se planteara en términos diferentes, pero entendemos que es oportuno en este momento reproducir el informe tal y cual fue entregado a la RFEF, sin que por ello renunciemos a volver sobre el asunto en futuras ocasiones.

 La conclusión en todo caso no variaría en absoluto: la Liga del Mediterráneo no fue un torneo oficial.

Víctor Martínez Patón (Presidente del CIHEFE), 25 de noviembre de 2015.

La Liga del Mediterráneo (1937)

Informe técnico sobre el carácter del torneo

José del Olmo (IFFHS)

Félix Martialay (IFFHS)

Víctor Martínez Patón (CIHEFE)

1. Antecedentes

Con fecha 8 de febrero de 2005 la Mesa del Congreso, a petición del Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, admitió a trámite bajo la forma de Proposición no de Ley (al amparo del artículo 194 del reglamento del Congreso) la solicitud de “reconocimiento de la Copa de la España Libre o Copa de la República como legal y oficial a todos los efectos”.

Esta solicitud, remitida por la Mesa a la Comisión de Educación y Ciencia del Congreso, se acompañaba de un texto en el que el grupo parlamentario solicitante explicaba las razones que a su juicio avalaban la propuesta. De dicho texto, publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales (15-2-2005, Serie D, núm. 154, págs. 19-21) caben extraerse los siguientes párrafos:

El “alzamiento”, “sublevación” o “golpe de Estado”, como queramos denominarlo, obligó a suspender la competición con su ámbito estatal. No obstante, en la zona de legítimo gobierno institucional se continuó, no se sabe con certeza si por deseo político o social, un campeonato llamado “Liga del Mediterráneo” que venía a paliar el déficit y la penuria deportiva y, por otro lado, contribuir a intentar mantener la normalidad institucional y ciudadana en la zona del estado (sic) todavía bajo el control del Gobierno legítimo.

Esa Liga del Mediterráneo no fue la única competición realizada, también con los mejores equipos clasificados en esa liga se jugó la mal llamada “Copa de la España libre” […].

Cuando la guerra paró la liga española se organizó en el bando no sublevado, es decir, la parte republicana había dos campeonatos regionales (sic):

a)     La Liga mediterránea: Debía (sic) ser jugada por los seis equipos de los dos campeonatos, pero sólo había cuatro equipos inscritos en el campeonato de Levante (Hércules FC, Murcia FC, Cartagena FC se retiraron, porque sus ciudades fueron bombardeadas). La presencia catalana también había sido reducida a cuatro equipos (sin el CS Sabadell y el FC Barcelona). Al final, el torneo fue jugado por los cuatro equipos del Campionat de Catalunya 1937: CE Espanyol (sic), FC Barcelona, Girona FC (sic) , Granollers la FC y los cuatro equipos de Levante: Levante FC, Valencia FC, Gimnástico FC y Castellón Atlético (sic) (este último inscrito para completar ocho equipos).

[…] Por todo ello se presenta la siguiente Proposición no de Ley:

“El Congreso de los Diputados insta al Gobierno a:

[…] 2. Proponer al resto de Federaciones de distintas disciplinas deportivas constituidas, la realización de una investigación para la comprobación de la realización de campeonatos entre los años 36 y 39, de carácter similar al explicitado para el fútbol y si tuvieran resultado positivo, el reconocimiento oficial de dichos campeonatos a todos los efectos”.

Con fecha 27 de septiembre de 2007 se aprobó la Proposición no de Ley, aunque con el texto modificado tras una enmienda presentada por el Grupo Parlamentario Socialista:

Proponer a la Federación Española de Fútbol una investigación para la comprobación de la realización del Campeonato de Copa de 1937, la final de Barcelona de ese año y el resultado que dio como vencedor al Levante U.D. (sic) y, si tuviera resultado positivo, el reconocimiento oficial de dicho campeonato, participantes y vencedor a todos los efectos.

En los párrafos trascritos de la proposición del grupo parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds queda patente junto a la demanda de reconocimiento específico de la Copa de la España libre como Campeonato de España, una voluntad general de reconocimiento de los torneos deportivos disputados durante la última guerra civil española; esta voluntad queda plasmada en el punto segundo del texto estricto de la Proposición no de Ley, que finalmente ha sido suprimido de la aprobada por el Congreso.

Esta voluntad de reconocimiento general es la base que legitima para que otros torneos de fútbol u otros deportes, diferentes de la Copa de la España libre, soliciten en lo sucesivo un reconocimiento oficial.

Entre estos otros torneos cabe destacar aquel al que se hace referencia en diferentes párrafos del texto que acompañaba a la Proposición no de Ley, reproducidos anteriormente. Esto es, la llamada Liga mediterránea o Liga del Mediterráneo.

La solicitud de reconocimiento oficial de la Liga del Mediterráneo es coherente con la de la Copa de la España libre, y cabe suponer que si la pretensión de la segunda es que sea reconocida como Campeonato de España, la de la primera será la de la equiparación como Campeonato Nacional de Liga.

Es por todo ello que el presente informe tiene la pretensión de responder a la pregunta siguiente: ¿debe la RFEF reconocer la Liga del Mediterráneo como la edición de 1936-37 del Campeonato Nacional de Liga?

2.Antecedentes de hecho

Ante la ausencia de documentos oficiales que permitan un estudio directo en las fuentes primarias se detalla a continuación los hechos sobre la base de las noticias publicadas en la prensa, en particular en El Mundo Deportivo de Barcelona.

9 de diciembre de 1936: el Sr. Rodríguez Tortajada, presidente del Valencia FC, presenta en la sede de la Federación Catalana de Fútbol el proyecto de celebración de un torneo entre el Valencia, Levante, Gimnástico y Hércules y los cuatro mejores clasificados del Campeonato de Cataluña. Propone igualmente dos nombres para el torneo: Liga Catalano-Valenciana o Liga Mediterránea. Los representantes de la Federación Catalana rechazan la propuesta puesto que les parece que les va a resultar onerosa económicamente.

7 de enero de 1937: se confirma que los equipos valencianos aceptan el pago de mil pesetas por desplazamiento a los clubes catalanes, por lo que estos finalmente aceptan jugar el torneo. Se ignora la fecha de tal solicitud.

14 de enero de 1937: se anuncia que el nombre definitivo que se le ha dado al torneo es el de Liga Oficial Levante – Cataluña. Días más tarde se produce la última modificación del nombre del torneo, que finalmente se disputará bajo la denominación de Liga del Mediterráneo.

31 de enero de 1937: da comienzo la Liga del Mediterráneo. Sobre los ocho equipos previstos hay un cambio: el Hércules de Alicante renunció a la participación y su plaza fue suplida por el Athletic de Castellón.

2 de mayo de 1937: decimocuarta y última jornada del torneo. El FC Barcelona se proclama vencedor. La clasificación fue la siguiente:

    J    G    E     P     F     C Ptos
Barcelona   14    7    6     1    27    15  20
Valencia   14    7    3     4    32    23  17
Español   14    8    3     3    30    20  17
Gerona   14    6    5     3    27    18  17
Levante   14    5    6     3    30    18  16
Gimnástico   14    3    4     7    18    31  10
Granollers   14    2    4     8    17    36    8
Castellón   14    0    5     9     7    27    5

3. Fundamentos técnicos

3.1. La Fédération Internationale de Football Asociation (FIFA) delegó en la internacional Football Federation of History and Statistics (IFFHS) desde la creación de ésta todos los contenidos históricos y estadísticos, aceptando pues la FIFA como propios todos los criterios y estudios de la IFFHS.

3.2. Los criterios de la IFFHS para el reconocimiento de una competición como oficial son los siguientes:

3.2.1. Para que una competición sea oficial y de carácter nacional ha de estar organizada directamente por la federación nacional correspondiente reconocida formalmente por la FIFA.

3.2.2. Las competiciones organizadas por entidades inferiores o dependientes de la federación nacional correspondiente no pueden ser reconocidas como competiciones oficiales nacionales, sino que dependerán de la competencia de dicho organismo.

3.2.3. Una federación nacional puede organizar un número ilimitado de competiciones oficiales aunque, con la finalidad de establecer la debida correspondencia entre las muy diversas competiciones que organizan las diferentes federaciones afiliadas a la FIFA, se reconoce un único campeonato de liga por temporada y federación y un único campeonato de copa por temporada y federación. La naturaleza de cada una quedará definida en su propio reglamento y en la inscripción de las sociedades participantes. Cuando alguna federación cambie el ciclo de la temporada otoño-primavera a primavera-otoño o viceversa, se considerará el período de adaptación al nuevo calendario como una temporada diferente si así lo decidiese la federación nacional responsable[1].

3.3. Que en la fecha en que se disputó este torneo, durante los meses de enero a mayo de 1937, la Federación Española de Fútbol estaba afiliada a la FIFA en activo y tenía plenos poderes para decidir las cuestiones internas del fútbol español como organización legítimamente reconocida por el gobierno de la República Española.

3.4. Que, siendo su presidente oficialmente reconocido por el gobierno de la República Española don José María Mengual, con fecha del 3 de octubre de 1936 y firmada por el secretario de la FEF, don Ricardo Cabot, se envía una circular a todas las territoriales y a todos los clubes en que se les comunica que se “suspende la temporada de juego para todas las competiciones oficiales dependientes de la Nacional”.  

3.5. Que la FEF en la zona controlada por el gobierno republicano no emitió ninguna circular ni convocó ninguna asamblea extraordinaria que revocase la orden anterior mientras estuvo funcionando a lo largo del conflicto bélico.

4. Explicación terminológica

Una vez examinados los antecedentes de hecho y los fundamentos técnicos cabe añadir antes de emitir una conclusión una breve explicación terminológica que, en nuestra opinión, está en el origen del debate: el significado múltiple de la palabra “liga” y su distinto uso como nombre común y nombre propio.

El vocablo “liga”, cuyo significado original es el de ‘elemento de unión’, tiene entre otros el uso específico que el Diccionario de la Real Academia Española (22ª ed.) define en su quinta acepción como ‘confederación que hacen entre sí los príncipes o Estados para defenderse de sus enemigos o para ofenderlos’.

Ese significado, sinónimo de “federación”, es aquel con el que aparece por primera vez en la lengua del fútbol, en frases como la siguiente: “se constituye la Liga Profesional Española de Clubs de Fútbol[2]”.

Estas ligas de equipos, divididas en tantas categorías o divisiones como sea necesario, disputaban sus torneos con un sistema de competición de todos contra todos. A ese sistema de competición, por oposición al de eliminatorias común en los torneos de Copa, se le designó inicialmente como “sistema de liga”, sintagma que finalmente quedó reducido al último término, esto es, “liga”.

Ese nuevo significado de la palabra “liga” es el recogido en el Diccionario de la Real Academia Española en su séptima acepción: “Competición deportiva en que cada uno de los equipos admitidos ha de jugar con todos los de su categoría”[3]. Este significado de la palabra “liga”, como sustantivo común, es precisamente el que aparece en el sintagma “Liga del Mediterráneo”.

No existe ningún indicio que permita pensar que su uso hace referencia al Campeonato Nacional de Liga, organizado por la Real Federación Española de Fútbol desde 1929, sino que, insistimos, se trata simplemente del mismo nombre común utilizado para dar nombre a de dos torneos diferentes jugados según el mismo sistema de competición: el de todos contra todos.

5. Conclusión

La Liga del Mediterráneo fue uno de los principales torneos de fútbol disputado durante la Guerra Civil española 1936-1939, pero al no haber sido organizado por la Federación Española de Fútbol, única entidad jurídica con capacidad para adoptar decisiones al respecto, no cabe su reconocimiento como torneo oficial.

Por otro lado queda demostrado que la Liga del Mediterráneo no fue el Campeonato Nacional de Liga 1936-37, sino que la presencia de la palabra “liga” simplemente designa el sistema de competición de este torneo. Cualquier pretensión de continuación del Campeonato Nacional de Liga no era posible ya que tal torneo sólo podía ser organizado por la Federación Española de Fútbol, que meses antes había declarado suspendidas todas las competiciones oficiales.

 Madrid, a 29 de octubre de 2007

Informe técnico elaborado* por:

José del Olmo, vicepresidente de la IFFHS y presidente del CIHEFE

Félix Martialay, miembro de la IFFHS y vicepresidente del CIHEFE.

Víctor Martínez Patón, miembro del CIHEFE.

* En 2007


[1] Algunos países juegan varias ligas o copas diferentes a lo largo del año, aunque sólo una sirve para clasificarse para las competiciones internacionales de clubs. En España, por ejemplo, además del Campeonato Nacional de Liga y del Campeonato de España-Copa de SM El Rey, se disputa la Supercopa y la Copa de la RFEF, junto a otras competiciones de categorías inferiores. Todas estas competiciones son oficiales indudablemente. En caso de que por cualquier motivo no se celebrase alguna de ellas, ésta no podrá ser sustituida por ninguna de naturaleza o rango diferente. Es decir, si se diese el caso de que no se jugase el Campeonato de España-Copa de SM El Rey, ésta nunca podría ser reclamada por el vencedor de cualquiera de las otras tres competiciones.

 

[2] Punto primero del llamado « proyecto Muniesa », reproducido íntegramente en F. Martialay Implantación del profesionalismo y nacimiento de la Liga (Madrid, RFEF, 1996), pág. 218.

[3]  Acepción incluida en el DRAE en el suplemento de la edición de 1970.