1942 – Nacimiento de “La Máquina” de River Plate

Si le preguntaran hoy a un simpatizante de River, joven o no tanto, cómo formaba la delantera de «La Máquina», seguramente contestaría de corrido y sin pensar: «Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Deambrosi».

Estos cinco ases y otros que se incorporaron luego por el recambio, fueron parte fundamental de ese equipo que desde 1941 hasta 1949 jamás bajó de los primeros tres puestos de la tabla.

Cuando el 7 de junio de 1942, por la 8va. fecha del campeonato, River le ganó 6 a 2 a Chacarita en Villa Crespo, el periodista Ricardo Lorenzo «Borocotó» tituló en El Gráfico: «Jugó como una máquina el puntero».

Si bien parece injusto designar con ese pomposo título exclusivamente a la delantera, no caben dudas que la eficacia demostrada lo justifica. Pero la defensa también tuvo muchísimo que ver y en varios de esos torneos resultó la menos vencida.

Se puede decir que la famosa delantera aumentó su potencial cuando Adolfo Pedernera ocupó el centro. Hasta ese momento era puntero, derecho o izquierdo, ya que su jerarquía le permitía jugar en ambas puntas, incluso en los puestos de «insiders», como se llamaban antes a los que luego fueron el «8» y el «10».

El alejamiento de Bernabé Ferreyra en 1939 no pudo ser cubierto adecuadamente. Luis María Rongo, Eladio Vaschetto y Carlos Peucelle alternaron en ese puesto el año en que Bernabé, luego de jugar apenas dos partidos, debió abandonar el fútbol por una lesión de la que nunca pudo reponerse totalmente.

Para 1940 el titular fue Roberto D’Alessandro, arribado de Rosario Central, que anotó 25 goles en los 30 partidos, pero al año siguiente su estrella fue decayendo, aunque River resultó campeón ante la defección de San Lorenzo en las últimas fechas.

Se cuenta que una controversia entre Carlos Peucelle, en su último año de actividad como futbolista, y el técnico Renato Cesarini en 1942 por la ubicación de Pedernera en el ataque, dio lugar a su formación definitiva. Cesarini prefería a D’Alessandro como centro delantero, y se resistía a ubicarlo a Pedernera en ese puesto, pero después de un encuentro con Independiente en las fechas finales de ese año donde River ganara 4 a 0 en Avellaneda con una demostración futbolística superlativa, terminó convenciéndose. Esa vez jugaron juntos por primera vez con esa alineación: Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Angel Labruna y Aristóbulo Deambrosi.

Deambrosi, Moreno y Pedernera eran los más «veteranos», ya que habían debutado en 1935 y Muñoz y Labruna los más jóvenes llegados a primera en 1939.

En 1942 River incorporó a un defensor de la reserva de Racing, de poca estatura y gran habilidad: Félix Loustau. Cesarini lo fue convenciendo para que jugara de puntero izquierdo. Y ahí el maestro acertó plenamente. Quienes lo vieron jugar aseguran que fue uno de los más grandes de la historia en ese puesto.

Y así fueron alternando las puntas del ataque: por la derecha Muñoz y por la izquierda Loustau, mientras Deambrosi lo hacía en ambos extremos cuando era requerido.

En 1944, luego de jugar unos pocos partidos, José Manuel Moreno emigró a México tentado por ventajosos contratos que ofrecía el fútbol azteca que se llevó a varios jugadores argentinos y uruguayos en esos años.

El puesto de Moreno fue cubierto por Alberto Gallo, un correcto delantero, pero que estaba a años luz de la calidad del «Charro». No obstante, el ataque riverplatense no perdió eficacia. Siempre conducido por Pedernera y sin Moreno, River fue segundo de Boca en 1944 y campeón en 1945.

Una tarde de julio de 1946 volvió Moreno y la gente desbordó la cancha de Ferro. Y para demostrar que sus cualidades estaban intactas, anotó tres de los cinco goles con que River venció a Atlanta.

Podemos decir que ese fue el último año de esa notable delantera. A final de 1946, se fue Pedernera, dejado libre luego de 12 temporadas en el club junto con Deambrosi.

Para reemplazarlo en 1947, River recurrió a un joven de inferiores que regresó luego de estar a préstamo en Huracán: Alfredo Di Stéfano.

Sin las características del gran Adolfo, Di Stéfano tomó la posta y llevó a River a la obtención del campeonato de 1947. En la punta derecha apareció Hugo Reyes, que tampoco tenía las condiciones de Muñoz, ausente ese año, pero que no desentonó.

Di Stéfano no era el conductor nato, pero tenía una capacidad goleadora notable. Años más tarde, primero en Millonarios de Bogotá y luego en el Real Madrid, fue considerado uno de los más grandes delanteros de la historia, ya que a su calidad de goleador sumó la de gran estratega de aquel recordado equipo «merengue» de la segunda mitad de los años 50.

Sólo Labruna y Loustau permanecieron en River hasta 1959 y 1957 respectivamente. Los demás se fueron pronto: Moreno y Di Stéfano en 1949 y Muñoz en 1951.

Pero también hubo en esos años de esplendor otros notables jugadores que eclipsados por los titulares nunca tuvieron oportunidades de sobresalir. Uno de ellos fue Antonio Báez, suplente de Moreno, que estaba en Tigre cuando José Manuel viajó a México. Y cuando volvió a River en 1946, también lo hizo Moreno, así que siguió como suplente. Finalmente se lo llevó Platense.

Otros fueron los hermanos Roberto y Oscar Coll, ambos ídolos en Chile, especialmente el primero, José «Miseria» García, que se fue a Nacional en 1946 e hizo una campaña notable y Mario Mososano, que llegó de Newell’s y apenas jugó un partido.

Pero todo ataque debe estar respaldado por una buena defensa. Y River la tuvo y de gran calidad. Arqueros como Sebastián Sirni, Antonio Rodríguez, Héctor Grisetti y el gran Amadeo Carrizo, defensores de la talla de Ricardo Vaghi, Avelino Cadilla, Eduardo Rodríguez y medios como Norberto Yácono, Bruno Rodolfi y José Ramos que conformaron una línea media de extensa campaña a la que en 1945 se sumó «Pipo» Rossi, conformaron un equipo que dejó una huella imborrable.

Han pasado más de 70 años del nacimiento de aquel gran equipo que nunca será olvidado. Brillaron acaso en la época de mayor esplendor del fútbol argentino.




La selección argentina y su aislamiento: 1948-1955

Terminaba 1947 y la selección argentina alcanzaba el escalón más alto en el podio de América. Con un fútbol arrollador, brillante y nombres que hicieron la historia grande, como Di Stéfano, Méndez, Moreno, Pontoni, Perucca, Sued, «Pipo» Rossi, entre otros, se adjudicó el Sudamericano (Copa América) de Guayaquil.

Guillermo Stábile, su técnico, sólo tenía el problema de decidir a quien sacar, porque había tres o cuatro jugadores de primerísimo nivel para un mismo puesto.

Pero 1948 trajo malos vientos para el fútbol argentino. Con la profesionalización de 1931 llegó la organización, pero también las consabidas pujas entre dirigentes y jugadores por los sueldos, premios y demás. La mayoría de los clubes se atrasaban en los pagos, especialmente los denominados «chicos», término referido a la estructura de las instituciones y no al poder futbolístico. Solo tres se salvaban del desorden: Ferrocarril Oeste, Vélez Sarsfield e Independiente, cuyos dirigentes se empeñaron siempre en resguardar el patrimonio de sus instituciones firmando contratos que estaban seguros podían pagar.

A veces la protesta de los jugadores terminaba en una sanción por parte del club. Y en esa situación se vio involucrado el arquero peruano José Soriano, de River, suspendido en 1946 y que luego tuviera activa participación en la creación de Futbolistas Argentinos Agremiados.

 En el ambiente se percibía la inminencia de un conflicto y luego de cumplirse la 25ª. jornada del torneo de 1948, los profesionales se declararon en huelga. Fue la más larga en la historia de nuestro fútbol, ya que recién culminó seis meses después, en la segunda fecha de 1949. No obstante el acuerdo logrado, muchos jugadores emigraron a Colombia y México fundamentalmente.

Durante ese vacío futbolístico, se disputó en Brasil la Copa América de 1949 y Argentina decidió no participar argumentando no poder formar un equipo competitivo debido a la huelga. Uruguay, que estaba en la misma situación, optó por enviar un equipo de menor nivel, pero estuvo presente.

La actitud argentina molestó a las autoridades brasileñas que en represalia impidieron a sus clubes jugar frente a los argentinos y el caso más saliente fue la negativa al Bangú de Río de Janeiro de jugar un partido amistoso ya pactado con el Racing Club.

La A.F.A., que por entonces presidía Valentín Suárez, consideró inamistosa la decisión de la Confederación Brasileña y también retiró la inscripción al mundial de 1950 a pesar de haber designado el plantel y realizado algunas prácticas para la accesible eliminatoria en la que debía enfrentar a Chile y Bolivia, grupo en el que clasificaban dos.

 Así fue que la selección argentina estuvo más de dos años sin competir. No hubo encuentros en 1948 y 1949. Recién en marzo de 1950 jugó ante Paraguay dos partidos por la Copa Chevallier Boutell que significaron un empate 2 a 2 y un claro triunfo por 4 a 0. Fueron los únicos del año y ambos se llevaron a cabo en Buenos Aires, donde la última presentación había sido ante Brasil por el Sudamericano Extra en febrero de 1946. Es decir que estuvo cuatro años sin jugar en casa.

Al año siguiente, regresó a Europa luego de 23 años. Al parecer, el presidente Perón, enterado de que la selección inglesa nunca había caído en Wembley ante un equipo no británico, propuso a su ministro de Hacienda, el Dr. Ramón Cereijo, a la vez presidente del Racing Club, que gestionara en la A.F.A. la realización de un partido en la catedral del fútbol. El pedido tuvo éxito y hacia allí partió nuestra selección con lo mejor que había en casa. El encuentro frente a Inglaterra se jugó el 9 de mayo y significó una derrota honrosa por 2 a 1, concretada en los minutos finales, en una tarde excepcional del arquero argentino Miguel Armando Rugilo. Posteriormente se despidió en Dublin venciendo a la débil Irlanda por 1 a 0. Eso fue todo en ese año.

A fines de 1952 volvió al viejo mundo jugando solamente dos partidos. Por primera vez se presentó en España, donde ganó 1 a 0 y días más tarde en Lisboa derrotó a Portugal 3 a 1. Ese mismo año, se disputó en Santiago de Chile el primer torneo Panamericano Profesional y Argentina estuvo ausente y lo mismo ocurrió con la Copa América de 1953 realizada en Lima, donde triunfó Paraguay.

Tres partidos (en realidad dos y medio) jugó Argentina en 1953. El 14 de mayo recibió la visita de Inglaterra, a quien venció 3 a 1 en cancha de River ante una multitud pese a ser un día laborable y tres días después la revancha quedó inconclusa por un intenso temporal que obligó a la suspensión del encuentro los 22 minutos del primer tiempo con el marcador cerrado. En julio llegó por primera vez a nuestra tierra la selección española, que fue vencida 1 a 0.

Continuando con su desacertado aislamiento, la A.F.A. tampoco asistió al mundial de Suiza. Las razones nunca fueron aclaradas. En cambio disputó a finales de ese año otros dos partidos en Europa. En Roma, cayó 2 a 0 frente a Italia y el Lisboa, le ganó 3 a 1 a Portugal. Como vemos, todos partidos amistosos y sin ninguna participación en competencias importantes.

 Por fin, al iniciarse 1955, la entidad rectora del fútbol argentino tomó la decisión de retornar al ruedo internacional. Y fue la Copa América de 1955 en Santiago de Chile la que marcó el retorno de Argentina, un retorno con victoria, como si nada hubiera cambiado. Nuevamente era campeón de Sudamérica, como en 1947, aunque con Brasil ausente. Su gran adversario estaba ya en la antesala del gran espaldarazo en Suecia.

Después de ese triunfo, nuevamente se llamó a silencio. Tras la caída ese mismo año del gobierno de Perón, la A.F.A. fue intervenida y se inició una nueva etapa. Y en 1956 volvió el equipo nacional a competir asiduamente. Jugó 17 partidos, uno más que en los ocho años anteriores.

 Ese alejamiento de las competiciones resultó nefasto y lo pagó caro en Suecia por dos razones: la primera porque la situación financiera de los clubes hicieron que el gran equipo que ganó la copa América de 1957 en Lima se esfumara rápidamente, ya que los principales jugadores fueron transferidos a Europa y en segundo lugar porque no hubo, previo a la competencia mundial, enfrentamientos con equipos europeos. Sólo en 1956 se jugó con Checoslovaquia e Italia en Buenos Aires. El resto fueron amistosos con los vecinos del continente.

 Nada sabían los dirigentes y cuerpo técnico del progreso europeo. Y el sueño mundialista recibió un duro golpe con la goleada recibida por los checos por 6 a 1. Pero además, el triunfo de Brasil en Suecia puso al equipo carioca en la cima de América. El trono, había cambiado de manos.

 




Goleadores de antes: Bernabé Ferreyra

El fútbol argentino ha tenido a través de su rica historia goleadores inolvidables con cifras asombrosas. Si bien es cierto que las marcaciones de antaño no eran ni por asomo como las actuales, señalar más de 200 goles es una hazaña reservada a unos pocos. Tan pocos que en el profesionalismo sólo 10 fueron los que superaron esa cifra.

Uno de ellos fue Bernabé Ferreyra, apodado «El Mortero de Rufino» o «La Fiera», un goleador que en 1932 batió todas las marcas, colmó los estadios y hasta llegaron a ofrecer un premio al arquero que se mantuviera invicto ante su poderoso remate.

Nació en Rufino (Santa Fe) el 12 de febrero de 1909. Se inició en el club Jorge Newbery de su ciudad natal cuando tenía 15 años. Al trasladarse su familia a Junín en 1927, pasó a jugar en el club B.A.P., sigla del Buenos Aires al Pacífico, nombre con que se conocía a la actual línea San Martín que llegaba hasta Chile.

Con el club ferroviario ganó el campeonato juninense de ese año al vencer 1 a 0 a Sarmiento con un gol marcado por él. Fue por esos días que fue probado en Talleres de Remedios de Escalada, pero no pasó la prueba y se volvió  Junin.

En 1929 el encargado del fútbol de Tigre, Alberto Monge, lo trajo al club de Victoria y ya no se fue más. El presidente Victorio Micheli le ofreció 200 pesos por mes disfrazados de «viáticos» Eran tiempos del llamado amateurismo «marrón». Debutó en la tercera fecha el 25 de agosto (el campeonato comenzó a mediados de año) frente a Banfield. Tigre ganó 3 a 1 con dos goles suyos, el primero anotado al minuto de juego.

En noviembre de 1930 fue solicitado por Vélez junto con Francisco Varallo para integrarse a una gira de cinco meses que abarcó Valparaíso, Santiago de Chile, Lima, La Habana, México DF y Nueva York. De los 75 goles marcados en la gira, Bernabé hizo 38 y Varallo 13. Cuando regresaron en mayo de 1931, ya era profesional. Tigre fue uno de los 18 clubes que ingresaron en la era rentada.

El 30 de agosto jugó su primer partido de ese año ante Quilmes y marcó los cuatro goles con que Tigre se impuso por  4 a 1. Pero acaso su actuación más recordada en esa temporada fue en la fecha 18ª. Tigre perdía 0-2 con San Lorenzo a 16 minutos del final cuando en siete minutos señaló tres goles que dieron vuelta el resultado.

En 1932 River, que ya era considerado «millonario» por las costosas compras de 1931, lo contrató por la suma de 32.000 pesos moneda nacional, todo un récord para la época.

Su aparición en el equipo de la banda fue espectacular. Marcó 19 goles en las primeras 12 fechas. Tal fue la sensación que produjo, que el diario «Crítica» que dirigía Natalio Botana, ofreció una medalla de oro al primer arquero que no fuera batido por «el gran Bernabé».

En la fecha 13 River y Huracán empataban 1 a 1 (gol de Peucelle) en Alvear y Tagle cuando el partido se suspendió a los 62 minutos por falta de luz. Bernabé no convirtió, pero el partido no había terminado. En las dos jornadas siguientes volvió a anotar ante Atlanta y Boca, pero en la fecha 16, Independiente le quitó el invicto con una goleada 5 a 0.

La medalla le correspondió al arquero rojo Néstor Sangiovanni, pero al completarse  el 13 de julio el encuentro con Huracán no hubo nuevos goles, es decir que Ferreyra tampoco marcó. Entonces el diario decidió premiar también a Cándido de Nicola, el arquero de Huracán.

En ese su primer año en River, marcó 44 goles en los 33 partidos disputados.

Bernabé ganó los campeonatos de 1932, 1936 y 1937. Este fue su último año de gloria. Los golpes hicieron mella en sus piernas y sus lesiones aparecieron cada vez con más frecuencia. En 1938 apenas jugó 9 partidos, hasta que en 1939 debió abandonar el fútbol a poco de comenzado el certamen.

Los números que dejó desde el 25 de agosto de 1927 hasta el 28 de mayo de 1939, cuando jugó su último partido ante Newell’s, fueron éstos:

En Tigre (1929-1931) – 50 partidos – 46 goles

En River (1932-1939) – 184 partidos – 187 goles

Total: 234 partidos y 233 goles.

Bernabé y Luis María Rongo son los únicos jugadores en la historia de River que marcaron más goles que partidos jugados.

Su primer gol se lo marcó al arquero de Banfield Abel Winkelman en 1929 y el último a Roberto Novara de Argentino de Quilmes diez años después.

Chacarita fue el equipo a quien más goles le convirtió, 17, y Sebastián Gualco fue el arquero más vencido: 12 veces.

Jugando para Tigre nunca le marcó a River y en el «millonario» le convirtió 11 a su ex club.

En toda su carrera ejecutó 24 penales: convirtió 16, desvió 3 y le atajaron 5 – (67% de eficacia)

Los arqueros que le contuvieron fueron: Atilio Losavio (Argentinos 1932), Sebastián Gualco (Platense 1932), Blas Fernando Bello (Independiente 1934), Eduardo Alterio (Atlanta 1935) y Ezequiel Aranda (Quilmes 1937).

Además del campeonato de primera división, jugó las siguientes copas oficiales:

En River – Copa Competencia de 1932 – 1 partido – 1 gol

En River – Copa Adrián Beccar Varela 1933 – 4 partidos – 3 goles

Bernabé Ferreyra ocupa el noveno puesto en la lista de máximos goleadores del profesionalismo después de Angel Labruna (243), Arsenio Erico (242), Herminio Masantonio (255), Manuel Gregorio Pelegrina (231), José Francisco Sanfilippo (227), Martín Palermo (227), Ricardo Roberto Infante (217) y Oscar Mas (215). Después están Bernabé y Carlos Bianchi con 206.

En la selección argentina no tuvo fortuna. Jugó apenas cuatro partidos y no pudo hacer goles, pero fue campeón en el Sudamericano de 1937.

Los partidos con la celeste y blanca fueron éstos:

29/05/1930 – Argentina 1-1 Uruguay – Copa Newton – Cancha de San Lorenzo

14/12/1933 – Uruguay 0-1 Argentina – Amistoso en Montevideo – Estadio Centenario

30/12/1936 – Argentina 2-1 Chile – Campeonato Sudamericano – Cancha de San Lorenzo

01/02/1937 – Argentina 2-0 Brasil – Campeonato Sudamericano – Cancha de San Lorenzo

Opiniones y anécdotas

Ese gran periodista y escritor que fue Osvaldo Ardizzone, lo evocó así en la desaparecida revista «Goles Match»:

«Y en esos inmaduros albores del profesionalismo argentino, debo detenerme en este acontecimiento histórico que protagonizó Bernabé Ferreyra, a mi juicio, el gran protagonista de la década del treinta y un fenómeno popular que a despecho de las técnicas incipientes de la promoción, admite un paralelo con la trascendencia de nuestro Diego Maradona. ¿Qué fue

Bernabé Ferreyra? El domingo de Buenos Aires y hasta del país. Fue la ansiedad de cada partido por la espera de ese gol infalible. Fue el personaje que rastreó y capturó el olfato periodístico de Natalio Botana, que desde las páginas de su «Crítica» acribilló a Bernabé con los bautismos que nacían de la ocurrencia del pueblo y de los periodistas deportivos, como «El Mortero de Rufino», como «La Fiera», o ese único «Bernabé» que nunca necesitó del Ferreyra para identificarse. A tal punto que Botana y Crítica organizaron una competencia entre los arqueros instituyendo una medalla para aquél que no fuera vencido por los despiadados taponazos de «La Fiera». Y que incorpora en la historia a Cándido De Nicola, aquel arquero de Huracán y Néstor Sangiovanni, de Independiente, que luego de noventa minutos de amenazas salieron ilesos…».

(Nota: en realidad De Nicola jugó 62  minutos porque en la reanudación fue reemplazado por Oscar Bermúdez).

Ricardo Lorenzo «Borocotó» fue amigo de Alberto Monge, el hombre que lo trajo a Tigre y ambos esperaron ansiosamente el debut de Bernabé en la selección en el partido con Uruguay de 1930 y así lo contó en una revista también desaparecida de los años 50 que se llamó «Pinceladas Deportivas»:

«Fuimos varios los que bregamos por la inclusión de Ferreyra en la selección. No lo hacíamos únicamente por la amistad con Monge, sino porque estábamos convencidos que el taponazo de Bernabé podía acordar la victoria. Fue elegido y jugó… y muy mal. Los que tanto luchamos por él, quedamos junto con el gordo Monge, completamente desorientados.

Salió de la cancha silbado y abucheado. Después supimos la verdad: esa mañana del partido Bernabé había donado sangre para su hermana enferma…».

El historiador Nazareno Atilio Scialpini se refiere así en su libro «La Historia de Tigre» a la inclusión de Ferreyra en la gira de Vélez de 1930:

«Corría el año 1930 cuando Vélez Sarsfield realizó una interesante gira al exterior, la cual comenzó con una ingeniosa «mula» o trampa.

En los contratos firmados entre el empresario de la gira y los clubes sobre los puntos que iban a visitarse, quedó especificado que deberían integrar la delegación «players» de reconocida fama en la Argentina y no menos de tres integrantes del «team» que intervino en la disputa del campeonato mundial. Para llenar este último requisito, habían sido elegidos Fernando Paternoster (Racing), Carlos Peucelle (Sportivo Buenos Aires), Francisco Varallo (Gimnasia) y Manuel Ferreira (Estudiantes de La Plata). Pero a este último, debido a la posición que ocupaba Estudiantes en el campeonato  donde peleaba la punta con Boca, le fue negado el permiso para viajar y además Carlos Peucelle sólo podía hacer la primera parte de la gira. Sin esos dos jugadores, se vulneraba un importante punto del contrato.

Ni tonto ni perezoso, el empresario, ante la dificultad de último momento, lo solucionó inteligentemente; de manera que no pudiendo llevar al piloto olímpico Manuel Ferreira, se llevó al piloto de Tigre Bernabé Ferreyra, cuyo parecido estriba sólo, como se dice por ahí, en lo blanco del ojo y en lo redondo del cuerpo, pero que en cambio tiene la similitud del apellido (la «i» y la «y» se asemejan y se confunden con frecuencia) y del puesto que ocupan en el equipo.

Así fue como ligó de colado el viaje el Ferreyra de Tigre, al que podríamos llamar la «mula del piloto olímpico». Lo gracioso del caso fue que, precisamente el jugador que debido a su apellido viajó en la gira, fue el triunfador de la excursión, el hombre atracción de las canchas que visitaron, el formidable shoteador que hizo realidad la ristra de triunfos excelentes que se trajo Vélez Sarsfield».

Fue tanta la popularidad que alcanzó en 1932, que una vez en el vestuario fue a saludarlo el presidente Agustín P. Justo y otra nada menos que Carlos Gardel quien quiso conocerlo personalmente.

Le molestaban terriblemente los botines de aquella época y se los mandaba a hacer de medida. Se cuenta que para que su remate fuera más potente, cuando jugaba como local, mojaba la pelota antes para que pesara más.

Murió el 22 de mayo de 1972.

Así era Bernabé Ferreyra, aquel de las hazañas que mi padre riverplatense me contaba y que por lo que investigué, no estaban alejadas de la realidad.

Fuentes consultadas:

La Historia del Club Tigre – Nazareno Scialpini – 2000

Los Centenarios del gol – Guillermo Gasparini – 1998

El Libro del fútbol – Editorial Abril – 1975

Historia de un siglo rojo y blanco – Ariel Estévez – 2006




Arqueros improvisados

No siempre en el fútbol se permitieron los cambios. En Argentina, hasta 1959 esto estaba vedado en partidos oficiales de campeonato, no así en algunos torneos internacionales como ser la Copa América y en amistosos.  Recién en esa temporada se incorporó el «arquero suplente» que podía ingresar únicamente por lesión del titular. En nuestro país, a partir del Torneo Nacional de 1968 estuvo permitido un cambio antes de finalizar el primer tiempo. Esto duró poco y ya en 1970 comenzaron a autorizarse dos modificaciones. Pero el tema del arquero no varió. Por lesión estaba permitido, pero por expulsión no podía ingresar el suplente. Un jugador de campo debía ir al arco. Por todo esto, el anecdotario futbolístico se ha nutrido de situaciones en que defensores o delanteros debieron ocupar el arco circunstancialmente. Vamos a repasar algunos de ellos.

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En la primera fecha del campeonato de 1913 de la Federación Argentina, en el partido Estudiantes de La Plata-Independiente, el arquero de rojo William Peterson dejó a su equipo con 10 jugadores al abandonar el campo de juego molesto por los fallos del árbitro por considerar que perjudicaba a su equipo. Eso sucedió a los 34 minutos del primer tiempo y cuando Independiente ya perdía 4 a 0. ¿Habrá sido por enojo o el temor de recibir más goles en los 56 minutos que faltaban?

La cuestión fue que el defensor Manuel Delucchi tuvo que ir al arco. Sobre el final de la primera etapa Independiente reaccionó y logró dos goles, pero en la segunda Estudiantes consolidó su ventaja con dos nuevos tantos con Delucchi en el arco que sellaron el 6 a 2 definitivo.

Pocos días después, la CD roja expulsó del club al irascible portero.

 Un hecho similar ocurrió en 1924 en la vieja cancha de Crucesita la tarde que en Independiente debutó el gran Alberto Lalín. Jugaban los rojos con Atlanta y ganaban 1 a 0 hasta el minuto 85, cuando Luis Ravaschino marcó en sólo tres minutos tres nuevos goles poniendo el marcador 4 a 0. Al producirse el cuarto gol, el arquero de Atlanta, Pedro Banchero, abandonó la cancha enojado con el juez Emilio Colombo y en los minutos restantes el arco lo ocupó el defensor César del Cerro. Poco después el partido finalizó sin nuevos incidentes.

Pero al año siguiente, Pedro Banchero fue protagonista de otra situación parecida y también frente a Independiente en la misma cancha.

Con el marcador 1 a 1, al llegar el minuto 67, el juez Enrique Pyke otorgó penal a favor de Independiente. Cuando Raimundo Orsi se aprestaba a ejecutarlo, Banchero dejó el arco en señal de protesta y otra vez César Del Cerro lo reemplazó y no pudo evitar la conquista que puso en ventaja al diablo.

Pero lo curioso fue que inmediatamente de convertido el penal, Banchero ingresó nuevamente a ocupar su puesto como si nada hubiera pasado…

Finalmente, el puntero izquierdo Benjamín Delgado empató el partido a los 81 y todo terminó en paz.

 Otra de Atlanta en el año 1927. En la última fecha, jugada el 1° de enero de 1928 apareció desde el inicio custodiando el arco del «bohemio» el half izquierdo Italo Nardi. Seguramente habrá sido por lesión de Pedro Banchero que seguía siendo el titular y también del suplente.

La cuestión es que con Nardi al arco, Atlanta le ganó 2 a 1 a Vélez.

 En el campeonato de 1937, Tigre visitó a Ferro y a los 5 minutos se lesionó su arquero Oscar Bermúdez. El delantero Luciano Agnolín fue a ocupar la portería y recibió seis goles. Tigre perdió 6 a 4.

 En el campeonato de 1940, cuando Rosario Central enfrentó a San Lorenzo en la 24ª fecha en el Gasómetro, se encontró en desventaja al minuto de juego por gol de brasileño Waldemar do Brito. En la jugada se lesionó su arquero Juan Martínez, quien debió abandonar la cancha, pasando a defender el arco el zaguero Ignacio Díaz. Así, con un jugador menos y un arquero improvisado, Central empató a los 8 minutos por intermedio de Ricardo Lino Cisterna y sacó ventajas con dos goles de Aníbal Maffei a los 33′ y 67′. Luego Isidro Lángara empató con dos tantos, uno de penal. El 3 a 3 final no le quita el carácter de hazaña al equipo rosarino.

 Seis fechas después, Central tuvo la mala suerte de que sus tres arqueros, Pedro Araiz, Héctor Ricardo y Juan Martínez estuvieran lesionados para el encuentro ante Estudiantes en la Plata. ¿Y quién fue al arco ese día? Pues nuevamente Ignacio Díaz, pero esta vez desde el minuto cero. El partido lo ganó ajustadamente Estudiantes 1 a 0 con gol de Juan José Negri a los 38 minutos y según cuentan las crónica, Díaz jugó bastante bien.

 El 5 de septiembre de 1943 jugaban Boca y Chacarita en la Bombonera. Con los goles de Pío Sixto Corcuera a los 10 y Severino Varela a los 15, el local se imponía 2 a 0. En la jugada del segundo tanto, se lesionó el «inglés» Isaac López, arquero de Chacarita, quien fue retirado de la cancha y ya no pudo regresar. Al arco fue el zaguero Italo Emanuelli  quien debió soportar como pudo el aluvión boquense y recibió nada menos que ocho goles. Boca ganó esa tarde por 10 a 1.  

Otra de Boca y Chacarita. En el campeonato de 1948, el «funebrero» produjo la sorpresa de ganarle a Boca por 5 a 1. Victoria doblemente importante, no sólo por la categoría del adversario si no por las circunstancias en que fue conseguida. Cuando el marcador estaba 2 a 1 se lesionó su arquero Segundo Díaz. Como no había cambios, el puntero Marcos Busico ocupó el arco. Minutos después, Mario Boyé le remató un penal que dio en un poste y como si fuera poca la desgracia de Chacarita, cinco minutos más tarde fue expulsado el centro delantero Humberto De Luca. Así, con dos jugadores menos y un delantero ocupando el arco, Chacarita logró anotar tres goles más concretando una hazaña memorable. Francisco Campana esa tarde marcó cuatro goles.

El 16 de octubre de 1949 jugaron en La Plata, Gimnasia y River. Al minuto de juego debió irse lesionado el arquero platense Antonio Cammarata y el zaguero Oscar Chiarini ocupó la valla. En esa situación desventajosa, Gimnasia marcó dos goles: a los 28′ por Fernando Walter y a los 31′ el puntero Ruperto Arístides Camacho aumentó con un gol olímpico.

En el segundo tiempo, Emilio Fizel descontó para River a los 56′, pero a los 70′ Gimnasia sufrió otra baja al retirarse lesionado su centro delantero Jaime Sarlanga.

Heroicamente el equipo de La Plata aguantó hasta el final imponiéndose por 2 a 1.

El 20 de mayo de 1951, en cancha de Racing, el local le ganó 1 a 0 a Estudiantes de La Plata. Los visitantes sufrieron la expulsión de su arquero Antonio Gioffre cuando apenas se llevaban jugados 6 minutos. El centro delantero y goleador Ricardo Infante pasó a defender la valla estudiantil quien no pudo evitar que Manuel Blanco le marcara el único gol del partido a los 2 minutos de la segunda etapa.

Cuando River y Vélez se enfrentaron en el Monumental en la segunda fecha de las revanchas de 1953, ambos estaban a un punto de los líderes Racing e Independiente.

Ante un lleno total, disputaron un partido muy friccionado y lleno de brusquedades. Ganaba Vélez 1 a 0 cuando casi al finalizar el primer tiempo, en uno de los tantos incidentes que hubo, fueron expulsados el delantero Vicente Gambardella de River y el arquero velezano Nicolás Adamo por agredirse. El técnico Victorio Spinetto le indicó entonces al puntero derecho Ernesto Sansone que ocupara el arco.

En la segunda etapa, Eliseo Prado logró el empate, que se mantuvo hasta el minuto 88 cuando el puntero izquierdo Juan Carlos Mendiburu de tiro libre puso a Vélez en ventaja. Parecía que con Sansone en la valla, Vélez concretaría la hazaña de ganar en el Monumental; pero no pudo ser.

Ya a punto estaba el inglés Harry Dyckes de pitar el final, cuando un corner ejecutado por Vernazza desde la derecha, dio en el travesaño y Oscar Mantegari, prácticamente sobre la línea cabeceó y empató ante la desesperación del improvisado arquero velezano.

El santiagueño Juan Pío Barraza, zaguero y capitán de Independiente, debió jugar en el arco durante 57 minutos en el partido ante Lanús de 1955 en Avellaneda por lesión de Emilio Abraham a los 33 minutos.

Sobrellevó bastante bien la pesada carga y se mantuvo invicto. El resultado fue 0 a 0 y los comentarios hablaron de que no pasó demasiados apurones en un encuentro muy aburrido.

El clásico de Avellaneda de 1956, jugado por la cuarta fecha en el Estadio Presidente Perón, tuvo un incidente de mucha repercusión en su momento por la derivación posterior.

Racing ganaba 1 a 0 con gol de Omar Orestes Corbatta cuando faltando 10 minutos, el árbitro inglés Ronald Lynch sancionó un penal en contra de los rojos.

Se vio entonces al arquero Emilio Abraham correr hacia el juez para protestar el fallo. En el envión, lo atropelló y fue expulsado. El informe fue lapidario: agresión. El Tribunal de Penas no tuvo piedad y le dio un año de suspensión.

Hace poco tiempo, tuvimos la oportunidad de conversar con don Emilio sobre la fatídica jugada y nos aseguró que no tuvo ninguna intención de agredirlo. Sólo que en su corrida lo llevó por delante. Esa fue la única expulsión del correcto arquero en su carrera.

Finalizado el incidente, el defensor Alejandro Urriste debió ir al arco y no pudo detener el penal que ejecutó Corbatta con la maestría que le era propia y que consolidó la victoria por 2 a 0.

En el Nacional de 1978 Boca perdió en su cancha con Gimnasia y Esgrima de Mendoza por 5 a 1. Estando el marcador 2 a 1, fue expulsado Hugo Gatti a los 75′ y como ya se habían hecho los dos cambios, Miguel Angel Bordón ocupó el arco y a él le convirtieron tres goles más en apenas 15 minutos que sellaron el catastrófico resultado.

En el Torneo Reducido de la Primera B de 1985, en el partido San Miguel-Defensores de Belgrano, fue expulsado el arquero visitante Mario Gualberto Alles y debió reemplazarlo el volante Horacio «Banana» Galbán. Estaban 0 a 0 y el empate clasificaba a «Defe», pero en una de las últimas jugadas, el delantero Sánchez marcó para San Miguel y lo dejó afuera.

Un caso curioso es el del volante de Rosario Central Leandro Luis Borzani. Cuando en Arroyito jugaron en el 2006 Central y Cerro Porteño por la Copa Libertadores, los arqueros Juan Ojeda y Hernán Castellano no pudieron actuar por estar lesionado el primero y sancionado el segundo. Debutó entonces el tercer arquero, Cristian Alvarez, pero no pudieron presentar  suplente, así que Borzani, que llevaba la camiseta N° 5 de acuerdo con la lista de buena fe y que jugó los 90 minutos, estaba dispuesto a ir al arco en caso de una emergencia. Por suerte para él, no fue necesario, pero para Central fue una noche negra ya que perdió 2 a 0.

Cinco jugadores de campo detuvieron penales al haber ocupado el arco circunstancialmente:

El primero fue el defensor de River Julio Alberto Nuin en 1959 a Norberto Desanzo de Atlanta. Ese día Amadeo Carrizo fue expulsado y Atlanta ganó 1 a 0 en cancha de Huracán.

Iselín Santos Ovejero, de Vélez Sarsfield a Delio Onnis de Gimnasia en el Metropolitano de 1969 cuando un minuto antes José Miguel Marín fue expulsado. Vélez ganó 3 a 0 en La Plata.

Juan Carlos Cárdenas, de Racing, en el Metro de 1971 a Roberto Artemio Gramajo de Rosario Central. Aquí fue expulsado el arquero Rubén Guibaudo. El partido se jugó en Arroyito y Racing ganó 2 a 1.

Oscar López Turitich, de Platense a Fernando Morena de Boca Jrs. en el Metro de 1984 a los 87′ cuando en cancha de Vélez empataron 2 a 2. Habiendo agotado los cambios, fue al arco por lesión de Gabriel Puentedura.

David Carlos Nazareno Bisconti de Rosario Central a Darío Scotto, de Platense en el Clausura de 1992. Reemplazó al expulsado Roberto Bonano y Platense ganó 5 a 0 en Vicente López.

En el partido Los Andes-Almagro, por las semifinales del Nacional B de 2000, fue expulsado el arquero Martín Ariel Bernacchia del equipo de José Ingenieros por cometer penal como último recurso.  Almagro ya había hecho los tres cambios y por lo tanto el arco fue ocupado por el volante Francisco Maciel. La pena estuvo a cargo del arquero de Los Andes, Darío Sala, quien convirtió el tanto y de esta forma dio la victoria a su equipo que accedió a la siguiente fase. Había ocurrido un hecho inusual: un arquero ejecutando un penal y un jugador de campo intentar detenerlo …

Seguramente habrá muchos más, pero éstos son algunos de los ejemplos más significativos.

Ricardo Ismael Gorosito – Miembro del Centro para la Investigación de la historia del Fútbol

Fuentes:

Diarios EL Mundo, La Nación, La Prensa, La Argentina, Clarín años varios.

Revista El Gráfico y Goles, años varios.

Página web «sentimientobohemio.com»

Revista «Mundo Deportivo» mayo de 1951

 




Los partidos con más goles en el profesionalismo argentino

Esta reseña pretende recordar aquellos partidos del fútbol profesional argentino de Primera División (1931-2009), donde se registraron marcadores abultados. Para ello hemos tomados los encuentros en los que se marcaron 14, 13, 12 y 11 goles.  Además, como datos adicionales, agregamos algunos partidos de Segunda División, salpicado con anécdotas y curiosidades.

14 goles (3 partidos)

18/11/1945 – Huracán 10 Rosario Central 4

La primera de ellas ocurrió en 1945 al disputarse la 28ª fecha.

Huracán enfrentó a Rosario Central en cancha de San Lorenzo debido a que estaba construyendo su actual estadio. Ambos ya estaban fuera de la lucha. El «Globo» marchaba cuarto a 11 puntos del puntero y luego campeón River y Central todavía no había escapado definitivamente del temido descenso porque se encontraba a cuatro puntos del último que era Gimnasia a tres fechas del final.

El resultado fue 10 a 4 a favor de Huracán que se convirtió en el segundo equipo del profesionalismo en anotar esa cantidad en un partido. Ya veremos quien lo precedió.

HURACAN

10

ROSARIO CENTRAL

4

 Cancha de San Lorenzo (Local Huracán)

Juez: Ricardo Riestra

Huracán: Sebastián Gualco; Carlos Marinelli, Jorge A.Alberti; Rubén Banchero, Eusebio Videla, Jorge Titonell; Delfín Unzué, Norberto Méndez, Juan Carlos Salvini, Llamil Simes y Heraldo Ferreyro.

Rosario Central: Héctor Ricardo; Enrique Maffei, Santiago Armándola; Juan Carlos Julián, Tranquilino Mello, Alfredo Fogel; Angel De Cicco, Benjamín Santos, Federico Geronis, Waldino Aguirre y Rubén Marracino.

Goles PT: 10′ L.Simes (H); 16′ D.Unzué (H); 21′ E.Videla (H); 27′ L.Simes (H); 32′ W.Aguirre (RC); 37′, 39′, N.Méndez (H); 41′ A.De Cicco (RC) – (6-2)

Goles ST: 8′ D.Unzué (H); 10′ B.Santos (RC); 22′ J.C.Salvini (H); 23′ L.Simes (H); 38′ W.Aguirre (RC); 41′ N.Méndez (H).

02/10/1960 – Racing  11  Rosario Central 3

La «Academia» tuvo en 1960 una notable delantera que con 72 goles fue la más efectiva del torneo. En la 21ª fecha enfrentó en el estadio Presidente Perón a Rosario Central, que por segunda vez resultó protagonista de una goleada en contra de tal magnitud.

Antes de esa jornada, el puntero era Independiente con 28, seguido de Argentinos con 27 y Racing con 26. Rosario Central transitaba por la mitad de la tabla, sin chances para pelear la punta pero sin riesgos del descenso.

Al ganar 11 a 3, el equipo de Pizzuti logró su más abultada victoria en el profesionalismo.

RACING CLUB

11

ROSARIO CENTRAL

3

Cancha de Racing

Juez: Manuel Velarde

Racing: Osvaldo Jorge Negri; Norberto Anido, Juan Carlos Murúa; Néstor De Vicente, Víctor Rodríguez, Vladislao Wenceslao Cap; Omar Orestes Corbatta, Juan José Pizzuti, Pedro Enrique Mansilla, Rubén Héctor Sosa y Raúl Oscar Belén.

Rosario Central: Edgardo Norberto Andrada; Norberto Claudio Bautista, Néstor Lucas Cardoso; Carlos Alberto Alvarez, Juan A. Lombardi, Oscar Ramos; Antonio Rodrigues, Indalecio López, Marcelo Pagani, Juan Alberto Castro y Francisco Rodrigues.

Goles PT: 6′ R.Sosa (RA); 20′ Pizzuti (RA); 21′ R.Sosa (RA); 25′ J.Lombardi (RO); 27′(p) O.Corbatta (RA); 30′, 37′ A.Rodrigues (RO) – (4-3)

Goles ST: 1′ P.Mansilla (RA); 11′ O.Corbatta (RA); 14′ P.Mansilla (RA); 16′ J.J.Pizzuti (RA); 20′, 25′ R.Sosa (RA); 42′(p) O.Corbatta (RA)

A los 40′ del ST, Francisco Rodrigues (RO) desvió un penal.

06/10/1974 – Banfield  13   Puerto Comercial 1

En los desaparecidos Campeonatos Nacionales participaron algunos equipos que estaban muy lejos del nivel pretendido para un torneo de esa magnitud. Uno de ellos fue Puerto Comercial, un club de Ingeniero White, cercano a Bahía Blanca, que diera al fútbol argentino figuras como Ernesto Lazzatti, Aníbal Troncoso y Héctor Rodolfo Baley entre otros, pero que en 1974, año de su única participación, tuvo una muy pobre actuación.

De 18 partidos ganó solamente dos y perdió los 16 restantes. Su valla recibió 75 goles y fue la más vencida del torneo. En la 12ª fecha enfrentó como visitante a Banfield y recibió la más abultada derrota de un equipo en la era profesional: 13 a 1.

Banfield tampoco hizo una gran campaña y no logró clasificar en el grupo finalizando tercero a 12 puntos de Boca y a 10 de Central, los dos que pasaron a la rueda siguiente.

Este partido dejó para la estadística tres récords que aun se mantienen: Banfield es el único equipo de primera división que marcó 13 goles en un partido; Juan Alberto Taverna, con sus siete goles, es el máximo anotador en un encuentro y la diferencia de 12 goles es la más amplia. Veremos luego que hubo otra, pero con atenuantes.

En la primera rueda, como visitante, Banfield había ganado 4 a 0 y Taverna marcó dos goles.

BANFIELD

13

PUERTO COMERCIAL

1

Cancha de Banfield

Juez: Roberto Goicoechea

Banfield: Ricardo La Volve; Eduardo Alberto Pipastrelli, José Bautista Romero, José Luis Terzaghi, Raúl Alberto Giustozzi, Silvio Ramón Sotelo (45′ Angel Manuel Silva), Hugo Norberto Mateos (45′ Ricardo Girado), Rubén Flotta, Enrique Lanza, Juan Alberto Taverna y Luis Alberto Roselli.

Puerto Comercial: Juan Alberto Tolú; César Ernesto Colman (80′ Rubén Contardi), Eduardo Lugones (45′ Rubén Viani), Osvaldo Baley, Roberto Oscar Núñez, Mario Domingo Rachi, Jorge Edgardo Solís, Enrique Alberto Dekker, José Luis Jalil, Juan Carlos Nani y Oscar Romero.

Goles PT: 5′(p), 7′ J.Taverna (B); 11′ E.Lanza (B); 15′ L.Roselli (B); 31′, 37′, 39′ J.Taverna – (7-0).

Goles ST: 2′ J.B.Romero (B); 7′ E.Lanza (B); 13′ M.Rachi (PC); 16′ L.Roselli (B); 26′ E.Pipastrelli (B); 42′, 43′(p) J.Taverna.

Juan Alberto Tolú, el arquero más vencido en un partido del profesionalismo, nació el 3 de mayo de 1948 en Bahía Blanca. En ese Nacional de 1974 jugó cuatro partidos y todas fueron derrotas con 27 goles recibidos: 0-4 con Central Norte (Salta), 0-9 con Boca, 0-1 con Jorge Newebery (Junin) y el 1-13 con Banfield, su último partido, aunque luego siguió jugando por su club en la Liga del Sur.

Juan Alberto Taverna nació el 13 de abril de 1948 en 25 de Mayo (Bs. Aires), apenas 20 días antes que Tolú. Jugó en Estudiantes de La Plata (1968-1971) 47 partidos con 20 goles; Boca (1976) 28 partidos y 10 goles; Banfield (1972 y 1974-1975) 67 partidos y 43 goles; Gimnasia y Esgrima L.P. (1977-1978) 30 partidos y 4 goles. Total 172 presencias y 77 goles.

Luego de Estudiantes actuó brevemente en México y en el Murcia. Se retiró a los 30 años, regresó a su ciudad natal y se dedicó al comercio de cereales.

Pocos meses después de haber logrado su récord de goles, vivió una situación muy amarga al dar positivo el control antidoping, el primero en Argentina, en un partido ante River jugado el 16 de marzo de 1975. Fue sancionado por un año, pero luego de seis meses la A.F.A. lo rehabilitó, reconociendo que hubo una confusión o un acto de sabotaje en el control.

13 goles (1 partido)

08/12/1976 – Ferro  10  San Lorenzo (Mar del Plata 3

Sucedió en el Nacional de 1976, donde Ferro marcó 10 goles por primera y única vez en su historia.

Ambos compartieron la Zona D y mientras los de Caballito no clasificaron por un punto al haber finalizado tercero detrás de Talleres (Córdoba) y Newell’s, los marplatenses ocuparon la última colocación con apenas 7 puntos y 53 goles en contra.

F.C. OESTE

10

SAN LORENZO (M. del Plata)

3

Cancha de Ferro

Juez: Aldo Ottone

Ferro: Raúl Victorio Malavolta; Domingo Iellamo, Oscar Alfredo Garré, Roberto César Franco (50′ Rubén Adolfo Papandrea), Néstor Oca (45′ Norberto Eiras), Juan Domingo Rocchia, Claudio Crocco, Carlos Alberto Arregui, Carlos Alberto Vidal, Héctor Ángel Arregui y Jorge Omar Parisi.

San Lorenzo (MdP): Rubén Alberto Lucangioli (45′ Luis Del Bueno); Carlos Alberto Moreno, Fermín Aquino, Adalberto Adrián Casariego, Alberto Larroquet, Sergio Elio Fortunato (59′ Luis Alberto D’Estéfano), Juan Vicente Miccio, Francisco Galay, Norberto Eresuma, Alejandro Mascareño y Ricardo Blanco.

Goles PT: 11′(p) J.D.Rocchia (FCO); 31′ R.Franco (FCO); 36′ H.Arregui (FCO); 40′ J.D.Rocchia (FCO); 42′ H.Arregui (FCO) – (5-0)

Goles ST: 8′ N.Eiras (FCO); 9′ N.Eresuma (SL); 19′ C.Vidal (FCO); 24′ A.Mascareño (SL); 32′ C.Vidal (FCO); 41′ O.Parisi (FCO); 42′ C.Arregui (FCO); 44′(p) N.Eresuma (SL).

A los 40′ del ST se retiró lesionado Claudio Crocco (FCO).

Vemos que de los 13 jugadores utilizados por Ferro, siete de ellos marcaron goles.

El arquero Lucangioli fue reemplazado por Del Bueno en el ST, pero los goles fueron repartidos: 5 a cada uno…

12 goles (9 partidos)

07/06/1942 – Boca Juniors 11  Tigre 1

Fue Boca el primero en marcar 11 goles. El vencido, Tigre, descendió esa temporada mientas el equipo de la ribera no estuvo nunca en el lote de vanguardia y finalizó en el 5° puesto a 11 puntos del River campeón.

La misma tarde que Boca convertía los 11 goles, por el campeonato de Segunda División, Rosario Central le ganaba en Arroyito a Nueva Chicago por 12 a 1, partido que recordaremos al final de esta nota.

BOCA JUNIORS

11

TIGRE

1

Cancha de Boca

Juez: Juan J. Molinari

Boca: Juan Estrada; Luis Laidlaw, Víctor Valussi; Carlos Adolfo Sosa, Ernesto Lazzatti, Alfredo Zárraga; Marcial Barrios, Pío Sixto Corcuera, Angel Laferrara, Raúl Ítalo Valsechi y Julio Rosell.

Tigre: Antonio Giglio; Ricardo José Chanes, Oscar Basso; Fernando Rubio, Eusebio Videla, Luis María Spinetti; Mario Tosoni, Raimundo Sandoval, Miguel Clidanor Quinteros, Mario Enrique Casagrande y Domingo Lazarte.

Goles PT: 6′ P.Corcuera (B); 9′ A.Laferrara (B); 27′ A.Zárraga (B); 34′ M.Barrios (B); 35′ J.Rosell (B); 44′ M.Barrios (B) – (6-0)

Goles ST: 1′ J.Rosell (B); 16′ M.Barrios (B); 38′ R.Valsechi (B); 40′ A.Laferrara (B); 41′ E.Casagrande (B); 44′ J.Rosell (B).

El consuelo del equipo de Victoria ese año fue la revancha que se tomó en la segunda rueda cuando se impuso por primera vez en el profesionalismo a Boca 2 a 1 con goles marcados en los dos minutos finales.

18/04/1948 – Independiente 10  Rosario Central 2

Fue en la primera fecha de un campeonato signado por la huelga más larga de la historia que desembocó en un éxodo de más de 150 jugadores, especialmente hacia Colombia y México.

Las últimas cinco fechas se jugaron con elementos juveniles y los rojos ganaron el título merced a una victoria ante Racing, puntero hasta ese momento y que luego no se presentara en las dos últimas fechas. Nuevamente le tocó a Rosario Central ser uno de los protagonistas y en esta fecha debutaron los árbitros británicos contratados por la A.F.A.

INDEPENDIENTE

10

ROSARIO CENTRAL

2

Cancha de Independiente

Juez: Aubrey White

Independiente: Osvaldo Simonetti; Manuel Eiras, Antonio Arrigó; Benito Rivas, Eduardo Castro, José Pedro Batagliero; Camilo Rodolfo Cerviño, Vicente de la Mata, Juan Manuel Romay, Mario Fernández y Reinaldo Mourín.

Rosario Central: Roberto Quatrocchi; Oscar Esteban Mansilla, Lídoro Soria; Daniel Sosa, César Castagno, Vicente Altomonte; Osvaldo Pérez, Benjamín Santos, Alejandro Mur, Juan Eduardo Hohberg y Antonio Vilariño.

Goles PT: 3′ C.Cerviño (I); 8′ V. de la Mata (I); 25′ C.Cerviño (I); 30′, 39′ J.M.Romay (I) – (5-0)

Goles ST: 2′ J.M.Romay (I); 11′ C.Cerviño (I); 24′ R.Mourín (I); 36′ A.Mur (RC); 38′ A.Vilariño (RC); 39′, 41′ M.Fernández (I).

Al igual que Tigre ante Boca en 1942, Rosario Central se tomó amplio desquite en la segunda rueda y goleó al rojo por 5 a 1.

24/11/1935 – Tigre  3  Independiente  9

De todas las goleadas consideradas en esta nota, ésta es una de las dos logradas por un equipo visitante.

En esa temporada Independiente fue sub-campeón de Boca y Tigre el último de la tabla en tiempos en que todavía la flamante A.F.A. no había establecidos los ascensos y descensos. Como estaba construyendo su actual estadio, inaugurado al año siguiente, Tigre jugó como local en la vieja cancha de River de Av. Alvear y Tagle.

TIGRE 3
INDEPENDIENTE 9

Cancha de River (Local Tigre)

Juez: Lorenzo Martínez

Tigre: Ernesto Parini; Alfredo Luaces, Francisco Succo; Ernesto Albarracín, Aquiles Baglietto, Santiago Oubiñas; Emilio Blanco, Eibar Ríos, Jaime Sarlanga, Adolfo Ramón Juárez y Antonio Américo Alberino.

Independiente: Cilenio Cuello; Luis Manuel Fazio, Fermín Lecea; Juan Ferrou, Juan Carlos Corazzo, Celestino Martínez; Raimundo Bibiani Orsi, Andrés Coll, Luis Mata, Antonio Sastre y Marcelino Funes.

Goles PT: 14′, 20′ A.Coll (I); 31′, 32′ L.Mata (I); 35′, 37′ A.Sastre (I) – (6-0)

Goles ST: 1′ A.Alberino (T); 6′ E.Ríos (T); 11′(p) R.Orsi (I); 15′ J.Sarlanga (T); 25′ A.Sastre (I); 37′ L.Mata (I).

30/10/1938 – Huracán  9  Tigre  3

Otra vez Tigre fue víctima de un abultado resultado en contra en el año en que se marcaron 1.334 goles en 272 partidos. El promedio es impensado para el fútbol de hoy: 4,90 por encuentro. Un récord aun vigente y que seguramente lo será por muchísimos años.

A pesar del gran equipo que tenía, Huracán apenas se ubicó 8° en la tabla, en tanto Tigre fue 13°.

HURACAN 9
TIGRE 3

Cancha de Huracán

Juez: José Carlini

Huracán: Bruno Barrionuevo; Carlos Marinelli, Jorge Alberti; Juan Bongiovanni, Victorio Adamo, José Sosa; Carlos Belfiore, Daniel Bálsamo, Herminio Masantonio, Emilio Baldonedo y Juan Belmonte.

Tigre: Elías Sarquis; Manuel Quiroga, Terófilo Juárez; Pío Antonio Vorraso, Eusebio Videla, Fernando Rubio; Juan Alberto Fattoni, Eibar Ríos, Juan Andrés Marvezzi, Aníbal Troncoso y Ricardo Zatelli.

Goles PT: 5′ J.Belmonte (H); 11′ E.Ríos (T); 17′ E.Baldonedo (H); 20′ J.Marvezzi (T); 30′ E.Ríos (T); 35′ J.Belmonte (H) – (3-3)

Goles ST: 9′ D.Bálsamo (H); 13′ E.Baldonedo (T); 25′ J.Belmonte (H); 30′ D.Bálsamo (H); 36′ E.Baldonedo (H); 41′ D.Bálsamo.

La debacle tigrense se produjo en el segundo tiempo, ya que en el primero terminó 3 a 3.

10/11/1935 – Lanús  8  Atlanta  4

La 30ª fecha de 1935 donde Independiente le anotó 9 goles a Tigre, se jugó desdoblada. Cuatro partidos el 10 de noviembre y los cinco restantes dos semanas más tarde. En el primero de esos dos días, se produjo el único 8 a 4 de la historia en el período que estamos reseñando y lo protagonizaron Lanús, el vencedor y Atlanta, que en esa temporada tuvieron muy flojas campañas. El «granate» fue 11° y el «bohemio» 15°.

LANUS 8
ATLANTA 4

Cancha de Lanús

Juez: Enrique Liñeyro

Lanús: José María Pérez; Luis Villa, Juan Manuel Baigorria; Pedro Pompey, Amadeo Severino, Atilio Ducca; Oscar Paseggi, Ismael Martínez, Angel Alfonso, Silvestre Pisa y Daniel Pícaro.

Atlanta: Eduardo Alterio; Santiago Carignano, Josué Murúa; Ernesto Bulotta, Abel Soria, Luis Narvaiz; Santiago Altamirano, Isidoro Lorenzo, Pedro Numa, Oscar Irazoqui y Roberto Martino.

Goles PT: 5′ A.Alfonso (L); 31′ S.Pisa (L); 36′ O.Paseggi (L); 38′, 40′ A.Alfonso (L); 44′ S.Pisa (L) – (6-0)

Goles ST: 7′ D.Pícaro (L); 20′ O.Irazoqui (A); 22′ P. Numa (A); 24′ S.Altamirano (A); 34′ D.Pícaro (L); 43′ S.Altamirano (A).

27/05/1945 – Estudiantes 7  Vélez Sarsfield 5

Dos veces se registró este marcador. La primera fue en 1945 en la sexta fecha.

ESTUDIANTES L.P. 7
VELEZ SARSFIELD 5

Cancha de Estudiantes de La Plata

Juez: Juan José Alvarez

Estudiantes: Gabriel Ogando; Juan Eguiguren, Nicolás Palma; Luis Villa, Saúl Ongaro, Santiago Ardanaz; Bernardo Vilariño, Juan José Negri, Ricardo Infante, Fortunato Desagastizábal y Julio Gagliardo.

Vélez: Alberto Héctor Martinuzzi; Víctor Daniel Curutchet, Blas Angrisano; José Salvador Rossi, José Cocellato, Armando Mauricio Ovide; Eduardo Heisecke, Emilio Espinoza, Juan José Ferraro, Nicolás Fortunato Arrúa y Jorge Cano.

Goles PT: 10′ B.Vilariño (E); 14′ R.Infante (E); 23′ J.Cano (VS); 39′ R.Infante (E). (3-1)

Goles ST: 1′ R.Infante (E); 2′ J.Cano (VS); 7′ F.Desagastizábal (E); 29′ J.J.Ferraro (V); 38′ y 40′ J.Gagliardo (E); 42′ J.J.Ferraro (VS); 44′ E.Heisecke (VS).

22/03/1999 – G. y Esgrima L.P.  7  G. y Esgrima (Jujuy)  5

Pasaron 54 años y se repitió el resultado El vencedor fue el otro equipo de La Plata.

G. Y ESGRIMA L.P. 7
G. Y ESGRIMA (Jujuy) 5

Cancha de Gimnasia y Esgrima La Plata

Juez: Roberto Ruscio

G. y Esgrima L.P.: Enzo Leonardo Noce, Jorge Héctor San Esteban, Ariel Gustavo Pereyra, Leandro Cufré, Andrés Roberto Yllana (85′ Guillermo Larrosa), Daniel Germán Cavallo, Pedro Antonio Troglio, Sebastián Ariel Romero, Facundo Sava, Mariano Messera y Gustavo Reggi (64′ Gustavo Enrique Dueña).

G. y Esgrima (Jujuy): Hernán Claudio Castellano, Marcos Antonio Sandy, Diego Gastón Ordóñez (58′ Rubén Orlando Mencia), Pablo Gustavo Piro, Alejandro Santiago González (77′ Pedro Antonio Guiberguis), Fernando Casartelli, Daniel Alejandro Juárez, Iván Sabino Castillo (45′ Carlos Enrique Garnier), Carmelo Daniel Ruscitto, Carlos Leonardo Morales Santos y Mario Humberto Lobo.

Goles PT: 3′ F.Sava (G); 5′ M.Messera (G); 10′ S.Romero (G); 20′ G.Reggi (G); 24′ M.Lobo (GJ); 27′ C.Morales Santos (GJ); 34′ M.Messera (G); 42′ A.González (GJ). (5-3)

Goles ST: 57′ C.Ruscitto (GJ); 74′ F.Sava (G); 82′ M.Lobo (GJ); 85′ M.Messera (G).

Expulsado: 87′ Morales Santos (GJ).

Empates a puro gol

En dos oportunidades se registró el empate en seis goles. La primera en 1941 y la última en 2000.

13/04/1941 – Estudiantes 6  Atlanta 6

Este resultado, de la 3ª. fecha del campeonato, tuvo una curiosa derivación. Para esa temporada, Atlanta había contratado al arquero uruguayo Horacio Graneros. Debutó en la primera fecha y recibió 5 goles ante River que se impuso 5 a 0. En la segunda, fue Boca quien propinó al «bohemio» una nueva goleada por 7 a 1. Y al recibir otros seis en este partido, completó 18 goles en contra en apenas tres jornadas. Fue su último partido. Nunca más apareció en la valla de Atlanta.

ESTUDIANTES 6
ATLANTA 6

Cancha de Atlanta

Juez: Ubaldo Ruiz

Atlanta: Horacio Graneros; Juan Delfino Rodríguez, José Bedia; José Valle, Antonio Del Felice, Francisco Aguirre; Aníbal Tenorio, Ismael Zabaleta, Norberto Pairoux, Francisco Rodríguez y José Martínez.

Estudiantes: Gabriel Ogando; Eduardo Enrique Rodríguez, Nicolás Palma; Héctor Blotto, Saúl Ongaro, Eduardo Sande; Julio Gagliardo, Juan José Negri, Julio Gómez, Carlos José Cirico y Manuel Gregorio Pelegrina.

Goles PT: 7′ M.Pelegrina (E); 8′ J.Gagliardo (E); 24′ I.Zabaleta (A); 29′ E.Sande (E); 30′ M.Pelegrina (E); 37′ J.Martínez (A); 43′ F.Rodríguez (A). (3-4)

Goles ST: 3′ N.Pairoux (A); 5′ J.Martínez (A); 20′ I.Zabaleta (A); 26′ M.Pelegrina (E); 30′ J.Gagliardo (E).

Como se ve, hubo alternativas a granel en la progresión de marcador. Estudiantes se retiró ganancioso en la primera etapa, pero en la segunda Atlanta logró colocarse 6 a 4 arriba.

Pero no solamente el fin de la actuación del arquero Graneros tiene como anécdota este encuentro. En la delantera de Estudiantes de esa tarde se anunció la presencia del puntero derecho José Abdón Seguer, jugador que provenía de Tiro Federal de Rosario. Al parecer, poco antes de comenzar el encuentro, se hicieron presentes directivos del club rosarino reclamando el pago del pase del jugador. Como no se concretó, impidieron que actuara a pesar de haber firmado la planilla. Entonces en su lugar salió Julio Gagliardo, pero sin alterar la planilla. Por lo tanto oficialmente el que jugó fue Seguer, pero en realidad quien hizo dos goles y el empate definitivo, fue Gagliardo.

19/03/2000 – G. y Esgrima L.P. 6  Colón 6

Pasaron 51 años para que el empate más abultado se volviera a repetir. El equipo platense, local en esta oportunidad, estuvo siempre en desventaja y logró la ansiada igualdad con un penal cuando ya expiraba el tiempo. Los medios coincidieron en conceptuar la actuación del árbitro Cordero como mala.

G. Y ESGRIMA L.P. 6
COLON 6

Cancha de Gimnasia

Juez: Hugo Cordero

Gimnasia: Guillermo Hernando; Guillermo Oscar Sanguinetti, Jorge Héctor San Esteban, Leandro Cufré (45′ Leonardo Ariel Mansilla), Gustavo Enrique Dueña (45′ Fernando Gatti); Pedro Antonio Troglio, Marcelo Gómez, Favio Fernández, Pablo Andrés Sánchez, Mariano Messera y Facundo Sava.

Colón: Joaquín Irigoytía; Jorge Alberto Bontemps, Alcides Victorio Píccoli, Héctor Rodríguez Peña, Dante Rubén Unali; Pablo Javier Ricchetti (57′ Pablo Morant), Diego Castagno Suárez, Esteban Valencia (45′ Claudio Marini), Javier Delgado; Claudio Enría (88′ Julio César Toresani) y Esteban Oscar Fuertes.

Goles PT: 5′(p) E.Fuertes (C); 14′ F.Sava (G); 22′ E.Fuertes (C); 33′ E.Valencia (C); 38′ L.Cufré e/c (C); 45′ F.Sava (G). (2-4)

Goles ST: 1′ P.Sánchez (G); 15′ P.Morant (C); 18′ y 30′ F.Sava (G); 40′ E.Fuertes (C); 45′(p) J.San Esteban (G).

Expulsado: 89′ Alcides Píccoli (C).

Dos goleadores de este encuentro aún están en actividad: Facundo Sava y Esteban Fuertes, eternos amigos del gol.

11 goles (17 partidos)

Para no extendernos demasiado, brindamos los resultados y goleadores solamente.

01/12/1968 – Vélez Sarsfield 11  Huracán (B.Blanca) 0

Goles: Omar Wehbe (5), José Luis Luna (4), José Demetrio Solórzano, Carlos Bianchi (VS).

05/08/1943 – Boca Juniors 10  Chacarita Juniors  1

Goles: Pío Sixto Corcuera (4), Severino Varela (3), Jaime Sarlanga (2) y Mario Emilio Boyé (B) – Mario Rodolfo Sierro (CH).

Aquí hubo un atenuante. Al marcar Boca su segundo gol a los 15′, debió retirarse lesionado el arquero Isaac López (Chacarita). El zaguero Ítalo Emanuelli cubrió la valla y a él le marcaron los ocho goles restantes.

11/08/1974 –  River Plate  10  Huracán (San Rafael) 1

Goles: Carlos Manuel Morete (3), Norberto Osvaldo Alonso (2), Víctor Rodolfo Marchetti (2), Ernesto Mastrángelo (2), Walter Horacio Durso (RP) – Juan Carlos Ureta (HSR).

20/11/1938 –  Independiente 9  Chacarita Juniors 2

Goles: Arsenio Erico (4), Antonio Vilariño (2), Juan José Zorrilla, Vicente de la Mata, Antonio Sastre (Ind) – Alberto Palomino y Juan Manuel Baigorria e/c (CH).

15/11/1941 – Newell’s  9  Lanús  2

Goles: René Pontoni (3), José Belarmino Cantelli (3), Mario Morosano, Atilio Ducca e/c y Juan Gayol (NOB) – Luis Arrieta y Héctor Luis Ingunza (L).

01/08/1954 – Rosario Central   9   Tigre  2

Goles: Juan Portaluppi (4), Antonio Hugo Zin (2), Antonio Gauna, Humberto Rosa y Oscar Massei (RC) – Juan Carlos Burgos y Ernesto Cucchiaroni (T).

07/10/1956 –  Rosario Central  9  Chacarita Juniors  2

Goles: Alberto Dolores Sánchez (2), Miguel Antonio Juárez (2), Oscar Mottura (2), Juan Alberto Castro (2) y Alberto José Ducca (RC) – Roberto Leonardo Brookes y Enrique Esquide (CH).

02/06/1940 – Lanus  8  Estudiantes L.P.  3

Goles: Luis Arrieta (5), José García (2), Alberto Lorenzo (L) – Angel Laferrara, Manuel Pelegrina (2) (E).

15/11/1970 – Kimberley (Mar del Plata) 8  Talleres (Córdoba) 3

Goles: Juan José Valiente (4), José Malleo (2), José Emilio Mitrovich, Salvador Catalano (K) – José López, Antonio Del Río, Roberto Rodolfo Cortéz (T).

06/12/1972 –  San Lorenzo (Mar del Plata)  8  Independiente (Trelew)  3

Goles: Norberto Eresuma (3), Juan Domingo Loyola, Hipólito Rojas, Alejandro Mascareño, Alberto Manicler e/c y Héctor Tomás Buyatti (SLMdP) – Jorge Bersán, Alberto Parsechián y José Luis Montero (Ind.).

El arquero Alberto Parsechián señaló dos goles en el Nacional de 1972, ambos de penal y fue el segundo de la historia luego de Eduardo Alterio (Chacarita) cuando le marcó a Tigre en 1931.

27/09/1931 – Racing Club  7  Independiente  4

Goles: Vicente Del Giúdice (3), Roberto Mellone (2), Alberto Fassora, Alfredo Devincenzi (R)

– Manuel Seoane, Roberto Porta, Felipe Cherro y Juan Ernesto Betinotti (I).

La mayor diferencia de goles entre «grandes» hasta el momento. Este fue el primer clásico de Avellaneda del profesionalismo.

19/06/1938 – Estudiantes L.P.  7  Chacarita Juniors  4

Goles: Angel Laferrara (3), Manuel Pelegrina (2), Sebastián Potro y José Gómez (E) – Alberto Palomino (2), Alberto Galateo y César Roggero (CH).

20/04/1941 – Lanús  4  Platense  7

Goles: Alberto Lorenzo (3), Luis Arrieta (L) – Florecio Arigós (5), Juan S. Prado y Roberto Orlando (P).

Al término de la primera etapa Lanús se imponía por 4 a 2, revirtiendo Platense el resultado en la segunda mitad. El goleador Florencio Arigós tuvo un paso muy breve por Platense. Entre 1940 y 1941 apenas jugó 17 partidos y marcó 12 goles, siendo hasta el momento el único que señaló cinco goles en un partido del «calamar» en primera división.

04/10/1936 – G. y Esgrima L.P.  6   Tigre  5

Goles: Manuel Fidel (2), Tomás González (3) y Pedro Lofeudo (GyE) – Eibar Ríos (4) y Juan Guardia (T).

Causa extrañeza ver que un jugador haya marcado cuatro goles en un partido y su equipo terminó derrotado, pero no es el único caso.

07/04/1940 – Lanús  6  Rosario Central  5

Goles: Alberto Lorenzo (3), Luis Arrieta (2) y José García (L) – Francisco Sosa (3), Ernesto Allende y Bernardo Vilariño (RC).

23/05/1940 – Racing Club  6  Lanús  5

Goles: Tiberio Godoy (2), Oscar Martín Larretchart (2), Enrique García y Delfín Benítez Cáceres (R) – Alberto Lorenzo, Luis Arrieta (3) y Jorge Grandín (L).

03/11/1940 – G. y Esgrima L.P.  6  Platense  5

Goles: Manuel Fidel (3), Daniel Cornelio Sabio (2) y Alberto Belén (GyE) – Enrique Amiano (2), Eduardo Oviedo, Florencio Arigós y Gregorio Esperón (P).

A los 47′ Felipe Marrero (Platense) le detuvo un penal a Roberto Scarone.

Goleadas no consideradas:

En la segunda fecha del Metropolitano de 1971, Independiente derrotó a Platense 11 a 1 como visitante en cancha de Chacarita. No consideramos este partido porque el equipo «calamar» presentó a último momento un conjunto de juveniles de inferiores ante la negativa de los profesionales de salir a jugar por problemas económicos.

Otra por las mismas razones sucedió en el torneo 1986/87 entre Argentinos Juniors y Talleres de Córdoba. Éstos, alistaron un equipo totalmente juvenil que cayó por 12 a 0.

Por haberse obtenido en condiciones anormales, no las hemos incluido en esta nota.

Dos goleadas en el ascenso (Primera B)

07/06/1942 – Rosario Central  12  Nueva Chicago  1

Goles: Waldino Aguirre (6), José Eduardo Martínez (2), Ernesto Vidal, Bernardo Vilariño, Constancio Claro Rivero y Angel De Cicco (RC) – Eugenio Bassino (NCH).

29/03/1958 – Nueva Chicago  9  Banfield  4

Goles: Norberto Calandria (4), Edgardo Jorge D’Ascenzo (2), Alberto Dacquarti (2) y Héctor Cambón (NCH) – Patricio Jofré (2), Raúl Miguel Graziolo y Rafael Amaya (B).

La mayoría de estos resultados se obtuvieron en las tres primeras décadas de nuestro fútbol. Tiempos de tácticas ofensivas que con el tiempo se fueron perdiendo. Todo se hizo más parejo y hoy dudamos mucho que vuelvan a repetirse con la asiduidad de entonces.