La Selección Canaria derrotó al San Lorenzo de Almagro

Retrospectiva de un encuentro internacional

Martes, 10 de enero de 1950

 Estadio de juego CHAMARTIN (Madrid)

Nuestra selección hizo un magnífico partido, sorprendiendo a los argentinos con gran brío y buen fútbol.

Hernández (2), Cabrera y Gallardo marcaron los goles canarios

Gran Expectación. La gran expectación que había suscitado el anunciado encuentro entre el club argentino San Lorenzo de Almagro y la Selección Canaria, formada ésta por jugadores isleños de los muchos que se encuentran fichados en la península, quedó plenamente demostrada con la magnífica entrada, que, pese a ser el martes día laborable, registró el amplio y madrileño Estadio de Chamartín, que ofreció un aspecto de entera solemnidad al presentar ocupadas casi la totalidad de sus muchos miles de localidades, dando mayor realce a esta solemnidad el hallarse el recinto profusamente engalanado con multitud de banderas y gallardetes con los colores de España y la Argentina.

Diversas autoridades españolas y argentinas, así como federativos y periodistas, de ambos países, en unión de varios jugadores del San Lorenzo de Almagro, ocupando asientos en la tribuna, siendo retransmitido el partido para América por Radio Nacional y filmadas sus fases más interesantes por los operadores del Noticiario Español “NO-DO”.

Objeto del encuentro. Como es sabido, se concertó este encuentro en homenaje del que fue gran crítico deportivo de “Pueblo” y en otro tiempo excelente futbolista, José María Úbeda, recientemente fallecido, destinándose la recaudación del mismo a auxiliar a su familia. El equipo argentino se prestó cariñosamente a este homenaje y beneficio en atención a los méritos que concurrían en José María Úbeda y a la situación precaria porque atraviesa su familia, y también en agradecimiento a las muchas atenciones recibidas durante ésta su segunda escalada en la Madre Patria.

Equipos y árbitro. El primer “once” que saltó al terreno de juego fue la Selección Canaria, haciéndolo el San Lorenzo de Almagro instantes más tarde. Ambos conjuntos fueron acogidos con grandes ovaciones y al hacer su entrada en la cancha el árbitro señor Marrón, del Colegio Castellano, los equipos quedaron alineados de esta forma:

Selección Canaria: Cristóbal (Alonso); Farías, Cástulo, Núñez; Rosendo Hernández, Silva; Durán, Hernández (Lobito Negro), Gallardo, Molowny y Cabrera. (Camiseta amarilla y pantalón negro).

San Lorenzo de Almagro: Carletti; Martínez, Dodero; Puerta, Mauriño, Piñeiro (Berterame); Rasquín, Parra, Gambina, Martorelli y Silva. (Camiseta azulgrana y pantalón blanco).

“Pese a estar prevenidos los argentinos de que el fútbol canario es similar al suyo, nuestra selección sorprendió y venció rotundamente al San Lorenzo de Almagro, con un juego altamente preciosista y muy efectivo, de verdadera categoría internacional, causando fuerte admiración.

Los canarios se adelantaron en la primera parte con sus cuatro “píldoras”,  pero… los argentinos aminoraron su “dolor” y desventaja en la segunda fase.

Hernández (2), Cabrera y Gallardo, autores de los goles. El resultado pudo haber sido escandaloso”.

La alineación del “once” argentino no es la habitual, pues es notada la falta de algunos de sus titulares, algunos jugadores aparecen también en puestos que no son los suyos.

Los canarios dominan desde los primeros minutos: A la cuatro y cuarto es puesto el balón en juego, iniciándose éste con un avance de los argentinos, al que corresponden los canarios con otro, mejor llevado, que muere por una falta de Mauriño. Ejecutado el castigo por Hernández, el balón va fuera, sucediéndose seguidamente del saque de puerta un segundo avance de los del San Lorenzo, cortando Farías el peligro al despejar una pelota que había sido bombeada sobre la meta de Cristóbal.

Brilla el fútbol canario y se desconciertan los argentinos. Los seleccionados canarios, llenos de codicia, empiezan a jugar muy serenos, a su estilo preciosista y muy efectivo –pase corto, raso y rápido– sorprendiendo vivamente a los argentinos, que, pese a ser su juego de características similares, se desconciertan rotundamente, obstinándose en practicar, inexplicablemente, un juego europeo –de pases largos– que no les va y que desarmoniza en absoluto con el de sus contrarios, no pudiendo evitar con tan equivocada táctica que los avances canarios sean tan frecuentes como peligrosos en el terreno de un modo indiscutible.

En un peligrosísimo avance de los isleños se produce una nueva falta de Mauriño, que sacada por Silva no trae consecuencias. Se registran seguidamente varias estupendas jugadas de los isleños, completamente malabares, que mantienen al público en constante tensión, y a renglón seguido detiene Cristóbal un tiro de Gambina, al ejecutar el delantero centro argentino una falta cometida por el medio volante Hernández, por haber cortado éste con las manos una internada de los delanteros contrarios, cuyos avances, poco frecuentes, son tan suaves como ineficaces, debido a la extraordinaria actuación del conjunto canario, coordinadísimo en todas sus líneas. No obstante, logran reaccionar levemente los del San Lorenzo, pero sin la soltura necesaria.

¡Primer gol canario! Justamente en el minuto diez tiene lugar un nuevo peligroso ataque canario, culminando Hernández la emocionante jugada con un gol de imponente factura, al rematar imparablemente un balón que le fue servido por Molowny y que éste había recibido de Cabrera. La ovación es estruendosa, agitando el público millares de pañuelos.

Los canarios acentúan su dominio. Puesto el balón en nuevo en movimiento los canarios redoblan su entusiasmo y hacen brillar más aún su juego, dominando resueltamente la situación. Los argentinos, por su parte, se muestran más desorientados. Molowny efectúa una lucidísima jugada personal, pero falla al intentar pasar a Durán y la falta va fuera. Luego es Silva el que lleva a cabo otro impresionante avance, sorteando a varios jugadores y haciendo avanzar a sus delanteros, pero falla también al intentar poner el cuero en los pies de Gallardo, cuando ya el gol parecía inminente. Al momento, siempre sin dar tiempo a los argentinos para reponerse, se produce una nueva jugada, que hace levantar al público de sus asientos, en la que interviene toda la delantera canaria con motivo de un servicio de Núñez, que recogió un buen pase de Silva. Núñez cede a Hernández y éste avanza, sorteando a varios contrarios, para entregar luego a Molowny, quien sirve a Gallardo y éste a Cabrera, pero éste, acosado por varios contrarios en la misma boca del gol, intenta retrasar la pelota y la pierde, al ser zancadilleado por un adversario.

Sacada la falta, el esférico va a Molowny y de éste a Gallardo, despejando finalmente la defensa argentina la apurada situación. El público ovaciona a los canarios por su gran juego y a los argentinos por su defensa, brindando los seleccionados nuevas jugadas preciosistas que ponen en grave aprieto al meta Carletti, que está en continuo movimiento, efectuando varias paradas de mérito.

Una nueva magnífica jugada de la delantera canaria, que está siendo excelentemente servida por los hombres de la retaguardia, es mal rematada por Hernández, interceptando luego Cristóbal otro disparo de Gambina al ejecutar éste otra falta cometida por el medio volante Hernández. Un centro muy cerrado de Cabrera lo remata Durán, saliendo fuera el balón. Un sorprendente tiro de Gallardo sale más tarde rozando el poste izquierdo de la portería argentina.

Los argentinos se reponen un poco y los avances se suceden ahora por ambas partes, pero siempre jugando y dominando más el “once” canario. Avanza Martorelli y cede a su extremo Silva, dando lugar el disparo de éste a que Cristóbal despeje de puños a córner, castigo que se tira sin consecuencias. Molowny “fabrica” otro avance de los suyos y acaba cediendo la pelota a Gallardo, quien tira fuerte y con intención, luciéndose Carletti en una gran parada y resultando conmocionado debido a la entrada que le hace Gallardo. El árbitro amonesta al canario y el público abuchea al jugador, pero sin razón, pues la entrada fue involuntaria, obligado por la velocidad que traía.

Juego violento. A partir de este momento hace su aparición, a ratos, el juego violento, practicado por ambas partes, tónica que se mantiene hasta las postrimerías del partido, perjudicándose con él por igual los dos bandos. El árbitro se muestra impasible ante esta actitud de los jugadores, dando lugar a que se produzcan varios actos desagradables, pero que no llegan a empañar la grandiosidad de la emocionante contienda.

Siguen dominando los canarios, y jugando mucho mejor que sus contrarios. Se ejecuta una falta dentro del área argentina, sin consecuencias. Silva y Hernández producen otra gran jugada que el segundo brinda a Molowny y éste a Gallardo, pero Carletti, en una oportuna salida, gana la acción al delantero centro canario y salva otro instante comprometido. Los canarios siguen jugando con mucha rapidez y efectividad, luciéndose mucho Cabrera, Molowny y Hernández, así como Cástulo y Núñez. Por los argentinos, Puerta, que está cortando mucho juego, y Martínez, en la defensa. Un pase de Farías a Durán da lugar a un centro de éste y a un ataque en tromba de la delantera que acaba en córner contra los argentinos. Lo tira Cabrera, cabecea Hernández y el balón va fuera. El juego canario continúa impresionando a los argentinos, causándoles admiración. El público aplaude a los dos equipos, pero anima constantemente a los canarios, que están haciendo un partido memorable, desarrollando un juego de categoría verdaderamente internacional. Al interceptar un centro de Rasquín la defensa isleña impide el remate de Bambina.

¡Segundo gol! Hay una jugada muy buena entre Molowny y Durán y el balón va a Cabrera. El extremo izquierda canario ejecuta seguidamente una jugada rapidísima y embarca un tiro violentísimo que Carletti no puede interceptar. Es el segundo gol de los seleccionados, a los veintitrés minutos, siendo recibido por el público con todos los honores.

Alonso sustituye a Cristóbal y… ¡sigue la racha! Seguidamente tiene lugar la única sustitución habida durante este encuentro: el cambio de Cristóbal por Alonso, por lesión de aquél, al tirarse a los pies de un contrario. Los canarios vuelven a la carga, pasando la meta argentina por verdaderos apuros. Molowny hace otra maravillosa jugada. Vistosamente va limpiando de contrarios su camino, pero le quitan la pelota de modo indebido cuando ya estaba a pocos metros de la portería enemiga. El público reclama penalty. Viene después un buen despeje de Cástulo y a continuación otra gran jugada, muy rápida, de Cabrera, perdiendo Gallardo un gol que estaba ya hecho. Los canarios vuelven a jugar horrores y los argentinos no logran sobreponerse. Gallardo falla un cabezazo con el que pudo mandar el cuero a las mallas.

¡Tercer gol! Nueva extraordinaria jugada de Molowny y gran remate de Gallardo, logrando éste el tercer tanto para los canarios. Enorme ovación del público y algunas protestas, a las que se suman las de los jugadores argentinos. Pero el gol fue obtenido limpia y merecidamente, por la oportunidad de Gallardo y por la superioridad de los canarios sobre el terreno. 3-0

¡Cuarto gol! Mucho pase y lentitud en los argentinos, fútbol de categoría por parte de los canarios, una nueva brillante intervención de Cástulo y, a poco tiempo del anterior ¡el cuarto gol de los seleccionados!, logrado por Hernández, el internacional, a los treinta minutos de juego, seguido de otra explosión de entusiasmo público.

Desaliento en los argentinos. A partir de este cuarto tanto, que hace presumir la seguridad de una victoria clara y rotunda para los isleños y para el fútbol español, los argentinos se desalientan. Pese a sus esfuerzos, no pueden contrarrestar un juego tan vigoroso y brillante como el que están realizando sus contrarios, juego que es de extraordinaria categoría internacional.

Cástulo ejecuta un buen despeje y seguidamente otro de cabeza. Luego despeja Farías, más tarde Núñez corta un avance de escaso peligro y es Silva el que luego ofrece a sus delanteros un buen servicio. Durán cede un balón a Molowny y éste lanza a Gallardo, parando muy bien Carletti el balonazo de aquél. Luego de una lucida intervención de Cabrera, tira el medio volante Hernández una falta, Piñeiro se resiente de un golpe y viene después otro córner contra el San Lorenzo. Lo tira Molowny, muy cerrado, rematando Durán fuera. Hay otra buena jugada de Cabrera y Molowny, señalando el árbitro fuera de juego del segundo.

Reacción argentina. Reaccionan ahora los argentinos y un chut de Rasquín sale por encima del larguero. Un gran remate de Silva, el extremo izquierda del San Lorenzo, va a las nubes. Sigue reaccionando el equipo del San Lorenzo, pero viene un nuevo ataque canario y Gallardo pierde otro gol. Con haber afinado solo un poquito, hubiera marcado. Alonso hace seguidamente un buen blocaje, Mauriño cede a córner a favor de los canarios, que es tirado sin consecuencias y a un estupendo remate de Cabrera, Carletti incurre en otro córner, al despejar apuradamente de puños. Este córner lo tira Molowny y… tampoco pasa nada. El chut de un delantero argentino roza el travesaño de la portería de Ortega y Farías corta después un bonito avance de sus contrarios. Los canarios ejecutan otra impresionante internada y Molowny, en jugada soberbia, cede el balón a Hernández, pero éste, acosado por varios contrarios, pierde la pelota. Molowny tira otro córner, también sin consecuencias, y el canario Silva ejecuta una falta, despejando Dodero. Un pase alto a centro, del mismo Silva, lo corta Puerta, que está jugando muy bien, siendo él y Martínez los figuras del San Lorenzo. Otra buena jugada entre Molowny y Durán y ejecución de un libre indirecto por Hernández, cerca del penalty, yendo fuera el balón. Luego, otra interesantísima internada de los delanteros canarios, una falta contra los argentinos, por zancadilla, otra contra los canarios y un buen despeje de Cástulo, acabando la primera parte sin más novedades y siendo despedidos los equipos con una cariñosísima ovación.

Opiniones en el descanso. Justo y honestos los directivos y jugadores argentinos en sus apreciaciones, reconocen al acabar los primeros cuarenta y cinco minutos del partido el juego netamente superior de los canarios, manifestando unánimemente que, si bien el San Lorenzo no ha sacado a todos sus titulares, tampoco es posible acoplar una selección en unas cuantas horas, pese a lo cual el conjunto canario ha desarrollado una primera parte de juego admirable, de verdadera categoría internacional, que habla bien claro del potencial actual del fútbol hispano. Refiriéndose a las brusquedades en el juego declaran que éstas han tenido lugar por parte de los dos bandos, perjudicándose ambos igualmente.

El descanso duró más tiempo del reglamentario, por no reaparecer en la cancha a su debido tiempo los jugadores argentinos, que fueron reclamados por el público y silbados al salir, comenzando la segunda parte con varios minutos de retraso.

Segundo tiempo. Avanza de entrada el San Lorenzo y responde a continuación los canarios con otra internada, por el lado de Cabrera. Alternativas sin consecuencias y falta contra los canarios. Núñez corta un avance de Rasquín. Grandiosa internada de Molowny, que es zancadilleado sin intención. Protesta del público, retirándose el interior canario a la banda, lesionado. El castigo por la zancadilla a Molowny lo tira el medio Hernández sobre la puerta y alto, yendo fuera el balón. Molowny es asistido en la banda. Contra una buena de los del San Lorenzo hay otra de los seleccionados.

El juego es alterno, pero con más vistosidad y codicia por parte de los isleños. Después de una buena intervención de Cástulo, el balón sale fuera. Los canarios juegan en campo contrario, haciendo intervenir con frecuencia a Carletti. Avance argentino y excelente parada de Alonso. Gallardo es zancadilleado y tira Durán la falta, bombeando sobre la puerta. Remata Cabrera y bloca muy acertadamente Carletti. Puerta y Martínez siguen jugando muy bien. Reacciona el San Lorenzo, pero los canarios se defienden serenamente de los ataques contrarios. Un chut de Mauriño roza el larguero de Alonso. Vuelve a dominar el equipo canario. Nuevo gran despeje de Cástulo de cabeza. Se incorpora Molowny. Ataca San Lorenzo y hay gran peligro para Alonso, que se arroja a los pies de un jugador para salvar un instante de verdadero apuro. Vuelve a reaccionar el San Lorenzo y domina.

Decae el equipo canario. Debido al esfuerzo de la primera mitad y parte de la segunda, o bien porque ya consideran asegurada la victoria, el equipo canario juega ahora bastante menos que en la primera mitad.

Cabrera salva una situación comprometida. Silva, Molowny y Gallardo hacen una bonita combinación. Un tiro de Farías, desde muy lejos, se estrella en el travesaño argentino. Poco después ocurre lo mismo en el marco canario, a un disparo de los argentinos.

Primer gol argentino. Lo obtiene el extremo Silva, a los catorce minutos, de modo inesperado, por lo que es acogido con frialdad.

Sigue el juego y las brusquedades. Gallardo pierde otra ocasión. Puerta juega con mucha calidad. Martínez intercepta un buen avance canario. Se registran algunas entradas bruscas por ambas partes. Reacción manifiesta de los argentinos y dominio suyo.

Segundo gol argentino. Lo obtiene el mismo extremo Silva, a los cuatro minutos del anterior, también inesperadamente.

Los argentinos acentúan su dominio. Gallardo pierde otra oportunidad para marcar, en una jugada muy rápida. Dominio completo de los argentinos. Avances esporádicos de los canarios. Remate de Martorelli, yendo fuera el balón. El árbitro se muestra apático y sin categoría para un partido de esta clase, dando lugar su pasividad y falta de autoridad a nuevas asperezas en el juego. Se lesiona en un encontronazo el defensa Martínez y el público increpa al árbitro. Molowny falla otra gran oportunidad. Los argentinos no saben sacar producto a su dominio. Los canarios se defienden bien a pesar de ser dominados siguen dando sensación de gran equipo, actuando con mucha serenidad. Centro muy bueno de Durán, intento de remate por parte de Hernández y hay otra gran protesta. Martínez despeja dos veces seguidas a tiros de Silva y Hernández.

Los últimos diez minutos. Carletti bloca bien un centro bombeado del medio Hernández. Los canarios parecen reaccionar. Hay internada de Molowny y Hernández y una gran jugada de Molowny con Cabrera que acaba en falta de Martínez a Cabrera. La ejecuta Hernández, medio volante, y Cabrera remata fuera. Se registra una nueva intervención de Cástulo y Martínez frena otra gran jugada de Molowny. Farías hace un espectacular despeje y viene seguidamente un momento peligrosísimo para la portería canaria, despejando Ortega a córner. Se tira el córner y viene otro momento de gran peligro, sucediéndose los remates a gol. Tiro de Molowny y nuevo córner contra los argentinos. Después, un chut de Gallardo es bien detenido por Carletti. Otras buenas jugadas de los canarios y una grandiosa de Molowny, que pudo haber sido el quinto gol, pero Carletti salió a tiempo y neutralizó el tiro del interior canario con una parada colosal. Cástulo aleja otro peligro, Martínez juega muy bien cortando unos últimos peligrosos avances de la tripleta central canaria. Los últimos minutos son de juego alterno, terminando el partido, de gran categoría internacional, como queda demostrado, con la victoria de la Selección Canaria, a  todas luces merecida.

Los jugadores mejores por la Selección fueron Hernández, Molowny, Cástulo y Silva, y por el San Lorenzo, Puerta, Martínez, Parra y Silva. El San Lorenzo sacó cinco córners y la Selección nueve.




La tournée de los argentinos «Gimnasia y Esgrima»

Corría el mes de enero de 1931 cuando desembarcaba en nuestro Puerto de La luz, la Delegación deportiva enviada a Europa, el equipo campeón de la Argentina, «Gimnasia y Esgrima», de La Plata. Dicha embajada, serían nuestros huéspedes. En nuestro «terruño» jugaron cinco encuentros. Hoy vamos a reseñarles el primero de ellos.

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Domingo, 11 de enero de 1931

AMISTOSO INTERNACIONAL

GIMNASIA Y ESGRIMA

MARINO .C.

Dosis de ensueños, emotividad, carácter, ilusión, fantasía, pasión, y… cuantos otros «ingredientes» o «regates» se quieran introducir en la coctelera para la jornada deportiva de hoy

El Gimnasia y Esgrima, vence al Marino F. C.

escudo

3 – 2. El Stadium. Con motivo del encuentro de fútbol concertado entre el Gimnasia y Esgrima, de La Plata, República Argentina y el Marino F. C., subcampeón de Gran Canaria, presentaba el Campo de Deportes España, uno de sus habituales aspectos, en días de gran solemnidad balompédica.

La gradería «popular», salvo algunos claros, se encontraba abarrotada de público, lo propio ocurría con la «universitaria», y en las sillas de pista, palcos, preferencia y otros sectores del campo, el público ocupaba asientos en gran número.

El interés que había despertado el encuentro era grande. Y se justificaba sobradamente. El equipo forastero había triunfado en Madrid y Barcelona, frente a fuertes cuadros de reconocida valía y ello era aliciente principalísimo para que el debut del equipo argentino, arrastrara al Campo de Deportes España aquella formidable masa de aficionados al noble deporte.

Antes de comenzar. Flotaba en el ambiente la impaciencia que se había apoderado de todos los que nos encontrábamos en el campo, y los comentarios y augurios sobre el resultado del encuentro eran muchos y variados.

Los equipos en la cancha. A las tres y veinticinco minutos irrumpió en la cancha el Gimnasia-Esgrima, que es recibido con una prolongada salva de aplausos, a los que contestan los homenajeados con los ¡hurras! de rigor. Momentos después aparecen los subcampeones, repitiéndose la ovación.

El árbitro. De común acuerdo entre los directivos de ambos clubes, es designado para arbitrar el encuentro el colegiado don Ambrosio Díaz Casanova, uno de los más competentes de nuestro Colegio.

Sorteo del campo y entrega de un banderín. Verificado el correspondiente sorteo del campo eligen puerta los forasteros, que optan por la del poniente, y Guerra, hace entrega al capitán forastero de un artístico banderín con los colores populares.

Y entre los ¡hurras! de los azules y los aplausos del público, los jugadores pasan a ocupar sus puestos respectivos.

Alineación de los equipos. Los «onces» contendientes se alinearon así:

Gimnasia-Esgrima: Bottasso; Di Giano, Tarrio; Chalú, Minella, Belli; Curell, Arrillaga, Díaz, Demaría y Morgada,

Marino: Aparicio; Matías, Guerra; Del Pino, González, Rodríguez; Victorio, Sosa, Domingo, Toledo y Sosa II

Comienza el partido. A las tres y treinta en punto Domingo pone en juego el balón y la delantera azul, en rápido avance, se desborda hacia la portería forastera, falla Tarrio, en la defensa y Victorio se cuela limpiamente, centra un balón muy pegado al marco, interviene Bottasso y la jugada degenera en un córner, que Toledo envía fuera del campo por encima de las mallas. El público deja oír sus primeros aplausos.

Seguidamente una nueva arrancada de los populares degenera en otro córner, que saca Rodríguez y que Minella se encarga de alejar.

El referee corta el juego impetuoso de los subcampeones pitando varios «fauts».

A un fallo de Guerra, el ala derecha forastera se interna en los terrenos del goal y Aparicio interviene con gran soltura deteniendo un balón que le sirve Arrillaga.

Una jugada espeluznante. El esférico desde la tripleta central popular, pasa a los pies de Toledo, que lo cede, con mucha rapidez a Victorio, corre éste la línea, centra de manera admirable y Sosa I, mete la cabeza, besando el balón el larguero.

La ovación, premiando la bonita jugada, es atronadora.

A continuación un chut de Arrillaga, origina un córner en la puerta popular, que es tirado sin consecuencias.

El primer «goal». Corresponde el honor de hacer funcionar por primera vez el marcador a los de casa y en la siguiente forma:

La línea de ataque azul y en vistoso avance llega a las mallas encomendadas a Bottasso, sin que pudieran impedirlo medios y defensas forasteros, a pesar de los esfuerzos realizados y a un centro de Victorio, templado, matemático, enorme, Toledo remata a «goal» fuertemente, perforando la puerta de los campeones argentinos.

Han transcurrido dieciocho minutos de juego y la ovación que suena en el campo dura largo tiempo.

Otro córner y el empate. Demaría chuta a «goal» y Aparicio detiene el balón a duras penas. Se castiga con otro córner el marco de los campeones argentinos, que es sacado por Victorio y va fuera, empujado el balón por el viento y, poco después, Casanova anula un precioso avance de los blanquinegros por «off-side» marcadísimo de Curell.

Y a los veinticinco minutos de juego Díaz, el excelente delantero centro del Gimnasia-Esgrima, obtiene de forma espléndida el empate aprovechando un pase de Curell.

Dos córners más y… final del primer tiempo. Como cosa más importante anotamos a continuación un chut de Domingo, que muere en las manos de Bottasso. Un córner contra el Marino, que saca Curell, algo abierto y que Toledo aleja. Los repetidos fallos de Del Pino y la actuación francamente mala de González, que motiva peligrosas coladas de los forasteros es causa de que nuestros defensas tengan que multiplicarse en sus puestos, especialmente Guerra, y por último, un córner contra el Marino, por el ala derecha que Toledo se encarga también de alejar.

El segundo tiempo. Apenas comenzado los forasteros atacan una y otra vez, promoviendo momentos de verdadero peligro ante el marco defendido por Aparicio, ataque que se prolongan y que son causa de que se tiren dos córners seguidos contra los azules, uno de ellos por despeje apretadísimo del meta popular.

El silbato del «referee» señala poco después la propia falta en los terrenos de nuestros adversarios y tirado por Rodríguez, Minella se encarga de despejar, alejando todo peligro.

Hay aplausos prolongados para un tiro de Domingo, que recoge Bottasso y la defensa azul se luce una y otra vez en sus continuas intervenciones.

Un córner que degenera en «goal». Victorio saca con poco acierto un córner contra los forasteros. Anotamos un buen tiro de Arrillaga, que Aparicio lanza por encima del larguero, salvando un tanto seguro y sacado por Morgada, lo remata Díaz de cabeza, muriendo el balón dentro de las mallas populares.

Han transcurrido veinte minutos de la segunda parte.

El tercer «goal» de los argentinos. A continuación se tira otro córner contra el Gimnasia-Esgrima. Avanza luego, rápido, el quinteto atacante forastero y un chut de Arrillaga, desde lejos, no esperado por Aparicio, sorprende la buena fe de éste y se cuela por la portería como Pedro por su casa. Fue una verdadera sorpresa para todos en general.

Este tanto se lo apuntaron los argentinos tres minutos después del segundo.

El segundo «goal» del Marino y final del partido. A una salida inoportuna del meta forastero, los populares están a punto de conseguir un goal. Se tira luego un córner contra el Marino, sin que provocara algo que mereciera la pena de anotarse y cinco minutos antes de finalizar el partido Sosa I, aprovechando un centro de Victorio, bate brillantemente a Bottasso.

Después, sólo muchos deseos de empatar por parte de los azules y no pocos de los argentinos por conservar la victoria.

Impresión final. La impresión que nos ha producido el Gimnasia-Esgrima, no puede ser mejor.

Es un once en que sus componentes obedecen a una técnica de juego, de positivos resultados. Observan una colocación excelente, pasan con soltura al compañero, sin regateos inútiles, con conocimiento de causa y en el ataque mantienen un acoplamiento perfecto. Ante el marco, su serenidad es desconcertante y extraña para nosotros. De ahí – nuestro juicio – que su juego rinda tanto provecho. Este equipo nos va a dar muchos disgustos, si la cosa no se enmienda.

De los componentes del once forastero brillaron con luz propia Minella, Arrillaga y Morgada, sin que esto quiera decir que el resto no valga. Si algo flaqueó fue la defensa, y en el primer tiempo tan solo, pues en el segundo estuvo admirable.

El Marino, mereció perder y perdió. Ha sido una de las tardes en que peor se ha desenvuelto en el campo. Salvo los quince o veinte minutos primeros, en todo lo demás no dio pie con bola.

El arbitraje de Casanova inteligente e imparcial.

Manuel Navarro Tejera es autor de la página «Historia del fútbol canario» www.historiadelfutbolcanario.es

Agradecimientos a Ángelo Clerici, Ricardo Gorosito, Patricio Minig y Jorge Gallego por su colaboración.




Historia del fútbol canario -Reseña de una época -1928-

HISTORIA DEL FÚTBOL CANARIO – Reseña de una época – 1928 –

 Miércoles, 4 de julio de 1928

 Foot-Ball Internacional

Cancha de juego: Campo de Deportes España

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SELECCIÓN CHILENA

REAL CLUB VICTORIA

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Un encuentro que dejará huella

El mayor acontecimiento deportivo visto en Canarias

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Un equipo olímpico tal y como se ha presentado en el Stadium de Ámsterdam es sin duda a lo más que puede aspirar un aficionado que no ha salido de las Islas Canarias (España). Buenos equipos españoles y extranjeros profesionales ingleses, hemos visto en la isla de Gran Canaria. Faltaba solo un once representativo de una nación para poder decir que aquí se ha visto todo cuanto hay que ver en fútbol.

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Tal acontecimiento sin precedentes en nuestra historia futbolística, es el que se nos ofrece para el próximo miércoles al aprovecharse el paso por Las Palmas de Gran Canaria del equipo Olímpico de Chile, uno de los mejores cuadros que se han presentado en las recientes Olimpiadas de Ámsterdam. 

Como se llegó a la organización del match. En viaje de ida hacia Ámsterdam, al tocar en este puerto el vapor que les conducía, los chilenos aprovecharon su breve estancia para efectuar un entreno sobre la pista del Campo de Deportes España, circunstancia que motivó atenciones y agasajos hacia los forasteros por parte de personas interesadas en el deporte local, a que aquellos correspondieron prometiendo hacer lo posible por complacer a la afición canaria, caso de al regreso volver a pasar por este puerto.

 Tan gentilmente han cumplido los chilenos su promesa, que a pesar de haberles prohibido su federación retrasar por ningún motivo el regreso, causa esta de no poder quedarse en Las Palmas de Gran Canaria para jugar varios partidos. Al embarcar en Holanda telegrafiaron al digno Cónsul de su nación, don Julio C. Rodríguez comunicándole que estaban dispuestos a jugar un partido aprovechando las breves horas que el barco permaneciera en este puerto. 

El Marino o Victoria debe ser quien contienda con los chilenos. El equipo olímpico visitante es una fuerte Selección constituida a base de los mejores jugadores chilenos. Selección debidamente entrenada y ahora de magnífica «forma», después de los partidos jugados en las olimpiadas de Ámsterdam. Pensar que en su día pueda formarse una Selección Canaria, es pensar con los pies; lo mismo decimos de «refuerzos», jugadores que no se entenderían con los demás y que sería peor el remedio que la enfermedad. Lo más lógico es un equipo completo y para ello nos da lo mismo que sea Marino que Victoria, pues tanto monta que monta tanto, el que se enfrente a la potente Selección chilena. 

Y si partimos de la base que habrá de perderse, pues es lo lógico que nos derrote una Selección Olímpica, para nosotros tendría menos consecuencia el que perdiera un equipo que no una Selección, que al fin y al cabo representaría al fútbol canario.

 Reseña del encuentro disputado entre la Selección Chilena y el Real Club Victoria. 

0 – 2. El Stadium. Animadísimo aspecto presentaba hoy el Campo de Deportes España, con motivo del partido de fútbol concertado entre los «onces» Real Club Victoria, local, y Olímpicos chilenos, aprovechando el regreso de estos a su país después de su intervención en la Olimpiada de Ámsterdam. 

Constitución de los equipos. Al irrumpir en el campo los jugadores son recibidos por el público con atronadores aplausos. El Real Club Victoria viste sus peculiares colores y el «once» forastero jerséi celeste y pantalón blanco, alineándose en la siguiente forma: 

Real Club Victoria: Correa; Arturo, Frías II; Moreno, Mandarria, Martín; Ramos, Navarro, Álamo, Hilario y Ortiz. 

Olímpicos chilenos: Cortés; Chaparro, Linfo; Rivero, Torres, Morales; Bravo, Zubiarre, Carbonell, Schneeverger y Olguin. 

El árbitro y los jueces de línea. Actúa de referee el inteligente excolegiado, don Pedro Cárdenes, secundado en su labor por los jueces de línea, don Miguel Gil (español) y don Germán Reyes (chileno). 

Elección de campo. Elegido campo por el equipo local, que opta por la puerta de Poniente, y tras los ¡hurras! de rigor da comienzo el partido. 

El primer tiempo. Sacan los forasteros y en los primeros momentos son de tanteo de fuerzas por ambas partes, imprimiéndose poco a poco al partido la nota efervescente y propia que caracteriza a esta clase de encuentros. Es decir: ese nerviosismo y agitación rayana en lo inconcebible, en que el patadón sin acierto ni fin determinado sucede, repentinamente, la jugada combinada y preciosista que se aplaude. 

Momentos de interés. Más compenetrados de la labor a desarrollar por el mero hecho de que los avances y ataques realizados habían dado margen sobrado para que los bandos rivales se dieran cuenta mutuamente del enemigo que tenían que vencer comienza a desarrollarse un juego aunque movido y duro tal vez con exceso no falto de tecnicismo y mucha voluntad, que ora se estrellaba ante la férrea muralla de los defensas forasteros, ora fracasaba a la intervención de sus medios o luego iba a morir a los pies de los «backs» realistas o a desbaratarse ante las líneas delanteras porteñas. 

En este estado de cosas, de inmejorable calidad futbolística el tiempo transcurre a medida que aumenta el interés del público, y sobre todo lo realizado se destaca notablemente en bien llevado avance de las huestes realistas por el ala izquierda que inútilmente trató de interceptar la tripleta central forastera y que a duras penas malogró la propia defensa; pero otra vez el esférico en poder de los chicos realistas cuyos avances secundan los medios, da motivo para que el guardameta forastero intervenga repetidas veces deteniendo un par de tiros bien colocados demostrándose con ello sus envidiables condiciones. 

Los delanteros chilenos Zubiarre y Carbonell con la ayuda del medio centro de su equipo Torres, llegan a la puerta realista y después de sortear la defensa cediendo aquellos la pelota a Schneeverger, éste remata de un chut fuerte la bonita jugada, que muere en las manos de Correa en medio de una prolongada ovación. 

Se suceden un sin fin de ataques por lo que se ven comprometidas ambas puertas y surge  el… 

Primer goal. Después de lo anotado en lo que se acentuó un ligero dominio de los de casa, el ala derecha del «once» blanquinegro corre la pelota con rapidez vertiginosa; recibe un pase Hilario, logra éste batir la tripleta central chilena, sortea difícilmente la defensa y a pocos metros de la puerta después de engañar al portero desmarcándolo chuta y de un tiro limpio, sesgado, suavemente, magnífico, inconmensurable, perfora la red chilena, goal que es acogido por el público con una nutrida y prolongada salva de aplausos. 

Dos córners y final del primer tiempo. A partir de este momento la lucha es más enconada, arrecian los ataques forasteros cuyos equipiers se multiplican en el campo; decae el equipo local en acometividad, pero rehechos nuevamente vuelven a las andadas y uno de sus avances degenera en córner contra los olímpicos chilenos, que despeja de un plongeón el guardameta, interviene luego varias veces Correa y tras marcarse otro córner contra la puerta realista, que despeja de cabeza Martín, finalizan los cuarenta y cinco minutos de juego con la pelota en poder de los medios realistas. 

El segundo tiempo. Antes de comenzar éste, entre los capitanes de los equipos se cambian artísticos ramos de flores quienes los ofrecen a las hermanas de don Julio G. Rodríguez, Cónsul de Chile en Las Palmas, galantería con la que el público simpatiza, dejando oír sus aplausos y tras las pitadas de rigor verifican el saque los del Victoria, que pierde el balón prontamente; intervienen Frías que despeja flojamente y da paso a que Carbonell y Olguín comprometan con sus tiros rasos la meta defendida por Correa; se tira un córner contra las mallas chilenas que despeja la defensa; un chut de Pepín que recoge Álamo y lo lanza a la puerta sin consecuencias y después de un faut contra el Victoria que puso en grave aprieto al marco atacado, con un estupendo remate de cabeza del medio centro Carbonell que recoge Correa, y finaliza la primera etapa de juego. 

Un sin fin de off-sides. La rapidez puesta en los avances por el equipo chileno, motiva el que el Referee, señor Cárdenes, corte aquellos por marcadísimos off-sides, y contagiados los de casa con el proceder de los forasteros, por iguales causas, ven malogradas sus bonitas combinaciones, mereciendo especial mención en esta otra fase del partido un pase adelantado de Álamo que recoge Navarro, pero acosado éste por la defensa, se ve precisado a entregar el balón, cuando era inminente el goal por la escasa distancia que le separaba de la puerta adversaria. 

El segundo goal. Sin dominio, propiamente dicho, continúa desarrollándose el encuentro con gran satisfacción por parte del público y gran entusiasmo por la de los jugadores. Surge un saque de línea por conducto de Pepín que centra admirablemente y al recogerlo Álamo éste lo remata de cabeza por el ángulo opuesto consiguiendo el segundo goal, tanto inesperado por el guardameta olímpico y que pretendió protestar uno de los jugadores chilenos alegando el off-side de Álamo por desconocer tal vez, que ello no existe, según el Reglamento vigente, en el saque de línea. 

Un lesionado y otros pormenores. El segundo goal marcado por las huestes realistas arrastra consigo un juego durísimo por parte de los chilenos y violencia tras violencia van sucediéndose las jugadas con la misma rapidez y acometividad que al principio del encuentro. Al lesionarse el medio derecha Rivero con una contusión en la rodilla le sustituye Reyes, que actuaba de juez de línea y a éste otro un reserva del equipo. Hilario, que está jugando horrores toda la tarde, en una jugada individual llega a pocos pasos del marco forastero, pero agotado físicamente, apenas si cuenta con ánimos para escapar de la furia de los defensas que salieron a su encuentro con muy malas intenciones, pero que él burló con su proverbial rapidez, pero el balón que les entregó, que por cierto llevaba todas las características de convertirse en el tercer goal de la tarde. 

Dos córners contra el Victoria. Morales, al arrebatar la pelota a Pepín, le carga feamente; un despeje flojo de Arturo crea una comprometida situación ante su marco; se tiran dos córners casi seguidos contra los realistas; Martín cae lesionado, vuelve al juego a los terrenos chilenos no sin que antes hayan intervenido con acierto ambos guardametas; otro fallo de Arturo que aprovechan los delanteros olímpicos para entregar la pelota a Correa, que evitó un goal seguro; un pase de Álamo a Hilario que muere en las manos de Cortés; despeje soberbio de Chaparro que anula un bien llevado avance de los realistas y nueva y comprometida situación frente al marco local, que despeje Martín de cabeza. 

Otro córner y final del partido. A una arrancada de las huestes porteñas chuta Hilario a goal y el portero envía a córner el esférico, tira la falta Ortiz medianamente y despeja la defensa y momentos después el referee dio por terminado el encuentro en el que se adjudicó el triunfo el Real Club Victoria por dos goals a cero.

 Otra perspectiva. Cuando los dos equipos salieron al campo, el público los recibió con un nutrido y cariñoso aplauso, que no cesó mientras los capitanes de ambas partes se abrazaban y cambiaban un afectuoso saludo.

 Causa buena impresión en el público el ver que los once jugadores del chileno son fuertes y robustos, aunque bastante más bajos de estatura que los nuestros. 

Empieza el partido y desde el primer momento nos damos cuenta de que el equipo olímpico es excelente, sin ponderación alguna, pero advertimos en ellos cierto desconocimiento del campo donde se desenvuelven, lo que unido al cansancio del viaje, les coloca en un grado de inferioridad con respecto al Victoria. 

Estos desarrollan una labor magnífica, destacándose de una manera muy notable Ortiz y Correa. Las paradas de éste desconcertaron desde el principio a los olímpicos. 

En este tiempo los chilenos no lograron ningún goal, y los nuestros metieron uno, debido al gran Hilario. 

La labor del equipo olímpico dejó bastante que desear en este primer tiempo, aunque hicieron jugadas admirables que el público, cortés y deferente, premió con cariñosos aplausos. 

En el segundo tiempo ya jugaron mejor los chilenos, notándose en ellos algo más de energía y conocimiento del campo. Pero los valientes del Victoria no cejaron, y desarrollaron un juego admirable que les condujo a la meta, logrando otro goal que fue el definitivo. 

Como dijimos antes, en este segundo tiempo demostraron los chilenos que no eran un equipo cualquiera, y que los nuestros, al medir sus fuerzas con ellos, nos han dado a entender que valen mucho también. Naturalmente queda siempre la duda para los olímpicos, de que han perdido por las circunstancias en que han jugado: desconocimiento del campo, la precipitación del viaje, etc., pero a través de estas dificultades que no perdía de vista el público, ha dejado entre nosotros muy buena impresión de su actuación fugaz en esta isla. 

Cuando terminó el partido y en todo él, fueron muchos los aplausos con que el público reconoció el mérito de ambos equipos, sobre todo en distintas jugadas admirables del chileno. 

No podrán decir los olímpicos que aquí se le ha tratado mal, aunque no nos hayan podido ganar. 

El capitán del Victoria y el del chileno fueron obsequiados con grandes ramos de flores. Los once nuestros recibieron calurosas felicitaciones, amén de los incesantes aplausos con que el entusiasta público les premió. Reciben nuestra sincera felicitación por esta victoria que señala en su brillante historial un día de gloria más. 

Una nota triste hemos observado y, en verdad, que no estuvo bien: es que al salir del campo el equipo chileno, no se le despidió con un cariñoso aplauso, pues no debemos olvidar que, aunque vencidos en buena lid, eran huéspedes nuestros, siquiera por breves horas. 

Impresión final. Muy breve por cierto, pero muy expresiva. El equipo olímpico chileno es de lo mejorcito que ha actuado en el Campo de Deportes España. Su línea delantera, inmejorable, la tripleta central estupenda, la defensa segurísima, el guardameta excelente. El conjunto no es un equipo completo, por líneas sí; rápido en el pase, veloz en el avance, tanto dominan el juego alto como el bajo; resistentes, fuertes, inteligentes, voluntariosos y entusiastas. En resumidas cuentas: Un excelente equipo en toda la extensión de la apalabra, digno de mejor suerte. 

De la actuación del Victoria el mejor elogio que puede hacerse es el recordar los dos goals obtenidos ante adversarios tan temibles y tan compenetrados de su labor, mereciendo un elogio aparte Hilario y Álamo, almas del encuentro, quienes desarrollaron, con la ayuda de sus compañeros, una labor inteligente hasta el extremo. 

El triunfo del Real Club Victoria fue limpio y justo. 

El señor Cárdenes, árbitro del encuentro, aparte de demostrarnos que sabe juzgar un partido de tan elevada categoría poniendo en el fiel la balanza, se nos justificó una vez más como el insustituible para estos casos, por su honradez e imparcialidad. 

Manuel Navarro Tejera es autor de la página «Historia del fútbol canario» www.historiadelfutbolcanario.es 




Historia del Foot-ball Canario

Gracias por la invitación. En esta mi primera reseña desearía escribir sobre los inicios  deportivos balompédicos, campos de fútbol, clubes, semblanzas de jugadores, anécdotas, etc. más relevantes de la leyenda viva de la Historia del Fútbol Canario. Por lo que debo comenzar así:

… En aguas atlánticas se localizan unos peñascos conocidos universalmente como «Islas Afortunadas». Uno de ellos es nuestra paradisíaca isla de Gran Canaria, Atalaya de España en el Atlántico. Tiene como capital la hermosa ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. Sin lugar a dudas, es la más cosmopolita de esas «semillas» que emergen en este asentamiento Oceánico.

Como en todas partes, aquí también llegó, tiempos ha… «la fiebre» del deporte del balón redondo, o sea el fútbol.

Iniciación al fútbol… En la última década del siglo XIX, a finales de mil ochocientos noventa y…, puede decirse que se inicio la practica del deporte balompédico en las Islas Canarias.

En Gran Canaria, se constituyeron los primeros clubes, siendo, entre otros: Gran Canary, Las Palmas F. C., «Club Gimnástico», Club Canario, Unión Central del Puerto, «Los Veintidós», «Pipiolo», «Tristany» «Buenos Aires», «Marino F. C.»

Pocos años más tarde, se fundó el «Artesano» y «Sporting Club Victoria» en 1910. El «Deportivo», ulteriormente refundido en «C. D. Porteño»; continuó  la constitución del «Santa Catalina» y Fomento.

Allá por 1914, el «Tristany» por acuerdo de su Junta Directiva paso a denominarse «Club Deportivo Gran Canaria». Asimismo por esas fechas el Marino F. C. pasó a denominarse «Las Palmas Sporting Club», pero por muy poco tiempo ya que, una nueva reunión de los Directivos tuvo como consecuencia la reposición del primitivo nombre, o séase: Marino F. C. Más tarde entró en acción el «Español», etc. etc.

Los primeros partidos se jugaron en el «teso» del Metropole y Santa Catalina. Después se pasó a jugar en la cancha del Rompeolas – Explanada Muelle Grande – (más tarde llamado, Pepe Gonçalvez); también se jugó en el Campo del Sagrado Corazón de María, Campo de Deportes España, Campo del Marino, Campo del Porteño, Bellavista, etc. y por supuesto en Estadio Las Palmas.

Posteriormente entró en escena la Sociedad Gimnástica, Argentino, Unión Marina, Arenas Club. Todos estos «teams» capitalinos, jugaron en la primera categoría regional.

A principios de 1926, el C. D. Porteño, empezó a tambalearse. Algunos díscolos «elementos» de su directiva, socios y simpatizantes al no estar conformes con la figura de su Presidente, don Federico Silva Rojo, persona recta, cabal y que lo dio todo en pos de la Sociedad y «team», y que bajo su mandato, en años anteriores, había logrado hacerle Campeón, así como engrandecer su palmares deportivo, éste al dejar la presidencia, el popular Club porteño se fue yendo poco a poco, «proa al marisco», es decir al «garete».

Con el fin de evitar un desastre mayor, escaso tiempo después se fusionaba con el Real Club Victoria. Año fatídico, pues con él desapareció unos de los «teams» históricos y que tantas tardes de emoción repartió por los campos de fútbol canarios. De sus filas salieron grandes jugadores, citemos algunos a modo de ejemplo: A. González, Sindo, García, Álvarez «Furrunga», etc.

Con fecha 7 de agosto de 1926 el Club Deportivo Santa Catalina, tras pasar muchas penalidades, desamores, «problemas» de régimen interno, rebeldía de algunos de sus elementos,  etc., y tras una reestructuración, su celoso Presidente, Doctor García de Celis y Junta Directiva deciden cambiar de nombre por el de: «Atlético Club», acuerdo que fue ratificado por la Federación Española de Fútbol. Los colores de su elástica: rojo y blanco, a rayas verticales, de ahí su sobrenombre de «colchoneros», aunque siempre fueron más conocidos como los «leones del Puerto».

Otros clubes históricos aunque nunca participaron en la máxima categoría, si bien en alguna ocasión jugaron la promoción de ascenso, son:

«Artesano», «Sporting de San José», «Hespérides», «Granados», «C. D. Estrella», «Luz y Progreso», «Rehoyano», «Ferreras», «Polonio», «U. S. Roque», «Peñarol», «Apolinario», «Canalejas», «Levante», «Acevedo», «Luz y Vida», etc.

En la vecina Isla de Tenerife se constituyeron los teams: Nivaria, Patria, Teide, Isleño, Sporting Club, Nackens, Real Hespérides, Norte, Icodense, Gara, Fomento, más tarde modificó su nombre pasándose a llamar Real Unión. Once Tinerfeños, posteriormente refundido en C. D. Tenerife, Salamanca, Iberia, Price, Portuense, etc.

En La Palma, se constituyeron el Club Deportivo Mensajero, Sociedad Tenisca, Unión Deportiva  Los  Llanos  de  Aridane,  etc.

En  Lanzarote: Titerroygrata, C. D. Arrecife, C. D. Lanzarote; y así en las restantes Islas.