Gustavo Bueno y Eduardo Inda Socios de Honor del CIHEFE

La asamblea anual de CIHEFE que tuvo lugar en Madrid el 28 de diciembre tomó, entre otros acuerdos, nombrar al filósofo Gustavo Bueno y al periodista Eduardo Inda socios de honor por su personal implicación con nuestra entidad y su participación en el I Foro Félix Martialay.

Desde el primer momento en que la organización del foro fue tomando cuerpo tanto Gustavo Bueno como Eduardo Inda mostraron su interés y su apoyo a nuestros objetivos.

De todos es sabido que Gustavo Bueno lleva tiempo reflexionando sobre el fenómeno del fútbol. Jamás un acotencimiento ni político ni religioso ha sido capaz de reunir tantos millones de personas como lo puede hacer una final de la Copa del Mundo. Pero no es solo este aspecto digno de ser estudiado, sino también la propia concepción del juego, donde el jugador renuncia a una parte de su cuerpo, los brazos, y tiene que conseguir su objetivo, el gol, mediante una combinación de fuerza, habilidad y coordinación con la labor del equipo. En la entrevista que nuestro compañero Víctor Martínez Patón le hizo y publicada en nuestros Cuadernos de Fútbol se puede leer con mayor extensión la singularidad que el fútbol encierra.

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D. Gustavo Bueno recibiendo de manos de D. Víctor Martínez Patón, la placa que le acredita como socio de honor de CIHEFE, miembro oficial de la IFFHS.

La disposición de Eduardo Inda siempre fue muy receptiva, mostrando un gran interés por nuestro trabajo. De hecho las páginas de Marca dieron pública información de la aparición de nuestra revista digital además de comentar sus contenidos. Un hecho muy significativo dado que nuestro enfoque sobre el estudio del fútbol no siempre es fácil de abordar y se aleja del servicio a la actualidad en sentido estricto.  No cabe duda de que es uno de los periodistas más influyentes y con mayor responsabilidad en la presna de hoy y por eso, mayor es nuestro agradecimiento por su implicación participando en el I Foro Félix Martialay.

Este reconocimiento como socios de honor de CIHEFE es algo más que una respuesta de agradecimiento de nuestra parte. Para tal efecto hicimos entrega de sendas placas. Por orden coronológico la primera se entregó en Madrid, el 2 de febrero, en las dependencias de Marca, a Eduardo Inda donde tuve la satisfacción personal de representar a todos mis compañeros. En el acto, Eduardo Inda ratificó su disponibilidad para todos aquellos que abordasen el fútbol con la seriedad y el rigor con que CIHEFE lo hace.

D. Eduardo Inda, Director del diario deportivo Marca, recibiendo de manos de nuestro presidente, D. José del Olmo, la placa que le acredita como socio de honor de CIHEFE, miembro oficial de la IFFHS.

D. Eduardo Inda, Director del diario deportivo Marca, recibiendo de manos de nuestro presidente, D. José del Olmo, la placa que le acredita como socio de honor de CIHEFE, miembro oficial de la IFFHS.

Días más tarde, el 7 del mismo mes, fue Víctor Martínez Patón quien se desplazó hasta Oviedo para entregar nuestra placa conmemorativa al filósofo Gustavo Bueno, quien declaró al recibirla que dicha distinción era un «estímulo» para escribir el libro, que ya tenía previsto, sobre la dimensión del balompié.

Con este reconocimiento CIHEFE agradece a ambos su colaboración totalmente desinteresada en nuestra obra.




Número monográfico sobre la historia de los clubes

En los últimos años con el surgimiento del interés por la estadística del fútbol, a veces como apoyo de la Historia y a veces como sustituta de esta, varios han sido los intentos por presentar un palmarés histórico completo del fútbol español, una clasificación histórica que abarcara hasta la hoy llamada tercera división (cuarta categoría). Principalmente tres: la Arefepedia, la Futbolteca y el Histórico de Dinámico.

Todos ellos partían para sus respectivos trabajos de la voluntad de establecer un criterio uniforme para el estudio de los «equipos de fútbol» en España que abandonara las ideas esencialistas que habían fundado cualquier trabajo anterior.

Estas ideas que denominamos «esencialistas» suponen aceptar que hay (que puede haber) esencia sin existencia, y que la existencia es en definitiva la realización de la esencia preexistente. Así la fundación del FC Barcelona, por ejemplo supone la realización de la idea de FC Barcelona. Por ello si la sociedad «realmente existente» FC Barcelona desaparece su idea puede «reencarnarse» en cualquier otra sociedad: el alma del FC Barcelona puede vivir sin el cuerpo del FC Barcelona.

Esta idea esencialista es la que está presente en afirmaciones que se oyen y se leen sin parar, tales como «el Burgos ya ha desaparecido tres veces» o «el Madrid se ha enfrentado X veces con el Málaga, Y cuando era CD Málaga y Z con el actual Málaga CF».

Bien es cierto que estas tesis esencialistas tienen su base en el hecho ya señalado en nuestros Cuadernos por José Manuel Rodríguez Pardo de que el fútbol es cosa de ciudades (político), y que por lo tanto las sociedades o los equipos que realmente juegan lo hacen representando a la ciudad. Siendo esto cierto, y por lo tanto con sentido, no lo es menos que esta perspectiva hace que el estudio de la competición sea imposible, ya que no solo obvia a los protagonistas realmente existentes (sociedades y equipos), sino que supone no tener en cuenta un dato fundamental: en cada ciudad siempre hay más de un equipo y estos no compiten entre sí por la representación de la ciudad.

Estos estudios anteriormente citados se han encontrado con problemas a los que, en nuestra opinión, no han sabido enfrentarse y resolver de forma definitiva. Y no lo han hecho porque en un momento u otro de sus estudios se han visto obligados a hacer «excepciones» al sistema que habían definido, es decir, se han visto obligados a reconocer que su sistema no funcionaba.

Por ello hemos decidido dedicar el presente número 18 de los Cuadernos de Fútbol monográfico para plantear un sistema de descripción y análisis que bajo ponencia de José del Olmo, Eugenio Llamas y Víctor Martínez Patón ha sido sometido a estudio de todos los miembros del CIHEFE y que en lo sucesivo se aplicará en todos nuestros estudios. Igualmente deberá ser aplicado en cualquier estudio que sobre la cuestión pretenda desarrollarse de acuerdo con criterios oficiales, ya se trate de un estudio sistemático o tan solo de un club determinado.




Premios anuales de la IFFHS: el voto de CIHEFE

CIHEFE, como miembro de la IFFHS, participa en la votación anual de las distintas categorías que hay establecidas. Ya hemos señalado en artículos anteriores que la perspectiva que podamos tener desde España es muy diferente al punto de observación que tengan desde otros países. En las votaciones de la IFFHS participan este año 86 naciones diferentes, por lo que el criterio es bastante amplio y heteregéneo y ha de diferir en muchos aspectos del nuestro.

Con todo, no está de más facilitar las preferencias que los miembros de CIHEFE hemos tenido en las cinco categorías que se deciden por votación, explicando un poco los aspectos que nos han inclinado por una preferencia u otra. Lógicamente, nuestro centro de gravedad está en la Seleccioón, nuestra Liga, y las competiciones europeas de clubs.

No creo que nuestras preferencias estén marcadas por una predisposición al producto nacional, aunque su presencia es manifiesta. Hemos sido bastante ecuánimes, lo que pasa es que si España se proclama campeona del mundo, es previsible que cuente con el personal más destacado o que merezca ser premiado por su trabajo.

Cada miembro de CIHEFE ha ordenado del primero al cuarto sus preferencias, sumando 4, 3, 2 y 1 punto según la posición. Siete han sido los miembros que han intervenido en la votación. Estas han sido nuestras preferencias:

Mejor guardameta: Iker Casillas (Real Madrid CF/España): 27 puntos.

 La actuación de Iker Casillas en la pasada Copa del Mundo ha sido fundamental y, para precisar más, sus intervenciones en la final del mundial sirvieron para catapultarle al número uno de las preferencias. No fue un año fácil para el portero madridista pues su equipo cayó pronto eliminado en la Liga de Campeones y además tuvo que conformarse con el subcampeonato liguero. Silencio y trabajo fueron las respuestas a las críticas que recibió, especialmente tras el primer partido contra Suiza. Su relación con una conocida peiodista sirvió para que pudiesen intervenir también la desacreditable prensa del corazón.

En segundo lugar quedaron empatados con nueve puntos el español del FC Barcelona Víctor Valdés y el brasileño del FC Internazionale Julio César Soares. Se confirma el recnocimiento de estos dos grandes guardametas. La importancia de Valdés en su equipo es máxima ya que está obligado a acertar cada vez que interviene. Julio César también ha recibido un reconocimiento por ser una de las piezas fundamentales en los éxitos del «Inter».

Cons seis puntos se ha colocado el italiano de la FC Juventus Gianluigi Buffon y con cinco el holandés del AFC Ajax Maarten Stekelenburg.

El checo  Petr Čech del Chelsea FC, el francés Hugo Lloris del Olympique Lyonnais y el español David de Gea del Club Atlético de Madrid obtuvieron tres puntos cada uno.

Mejor Constructor de juego: Xavi Hernández (FC Barcelona/España): 28 puntos.

Por segundo año consecutivo CIHEFE elige a Xavi Hernández y por unanimidad. Todos los componentes eligieron como primera opción al barcelonista. No cabe duda que tanto su club como su selección le deben directamente la gloria alcanzada. Ya no sorprende la calidad de este jugador, lo que llama la atención el rendimiento físico que ha mantenido a lo largo de todo el año. La experiencia le ha enseñado a medir constantemente su esfuerzo, por lo que da la impresión que es incansable ya que siempre está bien colocado.

Su compañero de equipo y también español Andrés Iniesta ha ocupado el segundo lugar con 18 puntos. Es un justo reconocimiento a su capacidad creadora compartida con el equipo. Durante la Copa del Mundo hubo momentos difíciles, como en la propia final, en los que Iniesta asumió la necesidad de arriesgar, sacrificarse y buscar la victoria como imperativo. Y gracias a él, a su gol, España obtuvo el premio más grande.

En tercera posición, con diez puntos, otro español: Xabi Alonso. Con un estilo de juego muy diferente a los dos primeros, la potencia de Xabi, el pase largo, su presencia en la zona media y su apoyo a todas las líneas le han convertido en un jugador imprescindible en la actual selección campeona del mundo. A su vez, Xabi Alonso es una pieza fundamental en su club, el Real Madrid CF, pues es él quien controla el peso del ataque madridista.

También ha recibido un justo reconocimiento el holandes del FC Internazionale Wesley Sneijder que recibió 7 puntos. Él fue quien catapultó a Holanda, una selección que no tenía muchos más recursos que las otras selecciones, hasta la final. Casi de igual manera se encargó de darle al FC Internazionale la Liga de Campeones.

Mesut Özil, alemán que empezó el año en el Werder Bremen y pasó al Real Madrid, fue uno de los destacado de la selección animadora del campeonato. Recibió 5 puntos.

 

Mejor Seleccionador Nacional: Vicente del Bosque (España): 28 puntos.

También por unanimidad pues ha sido elegido en primer lugar por todos los componentes del jurado, Vicente del Bosque ha renovado su título. Si la trayectoria de la selección española se había contabilizado por victorias, salvo una derrota accidental contra Estados Unidos, su trabajo en la Copa del Mundo fue impresionante. Porque supo transmitir la confianza necesaria en los momentos difíciles, que los hubo en todos los partidos. Todos los rivales plantearon los partidos para impedir el juego español. Del Bosque tenía que sorprender, engañar, hacerse imprevisible. Por eso, el movimiento táctico de sus jugadores sacrificables, como Pedro, Torres o el propio Villa, el desplazamiento de zona de Iniesta fueron sus principales bazas. Del Bosque supo dirigir a la mejor selección de la competición.

Segundo ha sido elegido el alemán Joachim Löw. Segundo casi por unanimidad pues sumó 20 puntos, de los 21 a los que optaba. El trabajo de Löw tuvo la mala suerte de cruzarse con España en semifinales. Hasta entonces había hecho un juego muy fluido y directo. Su mejor partido fue contra Argentina.

Óscar Washiington Tabárez llevó a Uruguay mucho más lejos de lo que inicialmente se pensaba. Encontró en Diego Forlán al jugador decisivo y así armó a un equipo con mucha capacidad de sacrificio y de respuesta. Sacó el máximo provecho de sus hombres. Se le reconoció su trabajo con once puntos.

Cuarto, y con cinco puntos ha quedado el holandés Bert van Marwijk. Le censuramos el juego violento de su equipo en la final, que tuvo la suerte de prolongar el 0-0 inicial por la condescendencia del árbitro. En cambio, hay que reconocer el trabajo de Holanda, tanto en la fase de clasificación como a lo largo de la fase final.

El argentino Marcelo Bielsa, seleccionador de Chile, recibió tres puntos y cierran la clasificación de nuestras preferencias Milovan Rajevac, seleccionador de Ghana, Gerardo Daniel Martino, Paraguay, y Fabio Capello, Inglaterra.

Lógicamente, Diego Armando Maradona con Argentina no sumó ningún punto. Se plantó con un equipo con Messi, Higuaín, Tévez y Milito que sumaban un total de 106 goles en las principales ligas europeas. Le cabe el honor de presumir de que Messi no marcó ningún gol en el mundial bajo su dirección.

 

Mejor Entrenador de Club: Josep Guardiola (FC Barcelona/España): 22 puntos.

Esta categoría ha estado bastante reñida. La diferencia entre el vencedor, el español del FC Barcelona Josep Guardiola y el segundo, el portugués del FC Internazionales -y ahora del Real Madrid FC- ha sido de tan solo dos puntos.

Ha habido dos enfrentamientos referenciales para que la balanza se inclinase a favor de Guardiola. Primero fue la eliminatoria de la Liga de Campeones, donde Mourinho, con un plantel notablemente inferior, logró eliminar al FC Barcelona. Supo buscarle el fallo y desmontar al rival en San Siro. En Barcelona demostraron oficio y firmeza y contuvieron perfectamente aun contando con un hombre menos. Pero curiosamente, con el Real Madrid CF, con un equipo mucho mejor, sufrió un descalabro total. Falló el equipo y falló Mourinho que no supo medir la distancia con el FC Barcelona. En cambio Guardiola apostó por su esencia de juego y alcanzó una victoria sonada. Ahí estuvo la clave del primer puesto para el entrenador azulgrana.

Tercero ha sido el español del Club Atlético de Madrid, Quique Sánchez Flores, con diez puntos. Ha sido un reconocimiento a su trabajo, especialmente en las condiciones en que se vio para sacar al equipo. Una plantilla descompensada, sin centro del campo, una defensa limitada y una pareja de ataque de élite, posiblemente la mejor de Europa.

Los demás entrenadores ha quedado bastante distanciados: cuatro puntos para Claude Puel del Olympique Lyonnais, empatados con tres puntos Louis van Gaal, FC Bayern München, Alex Ferguson, Manchester United, y Celso Juárez Roth, SC Internacional Porto-Alegre; con dos puntos figuran Arsene Wenger, Arsenal FC London, y Claudio Ranieri, AS Roma; y cierra la lista de puntuados Alejandro Sabella, Club Estudiantes de La Plata, con un punto.

 

Mejor Árbitro del Mundo: Massimo Busacca (Suiza): 12 puntos.

Se ha impuesto en esta categoría la experiencia del suizo, responsable de los partidos más importantes del continente europeo al argentino Héctor Baldassi por tan sólo dos puntos.

La tercera posición ha estado muy reñida, ya que ha habido un triple empate a seis puntos. Dos de ellos dirigieron las dos semifinales de la Copa del Mundo. El uzbeko Ravshan Irmatov ha sido la novedad, tras haber realizado una excelente Copa del Mundo. Con él están el húngaro Viktor Kassai y el uruguayo Jorge Larrionda.

El español Undiano Mallenco sólo recibió un punto. Su principal defecto es su irregularidad pues en un mismo partido es capaz de mantener un rendimiento técnicamente muy alto y seguidamente atropellarse con decisiones de difícil justificación.

También destaca el hecho de que Howard Webb, quien dirigió la final, no ha merecido ningún voto desde CIHEFE. Es llamtivo que un árbitro que tiene un reconocimiento internacional tan grande, en cambio, sea punto de nuestras más severas críticas. No cabe duda de que se nos puede tachar de cierto partidismo. Es posible que no puntuar sea excesivo, pero también es cierto que un árbitro que dirige una final tiene la obligación de hacer cumplir el reglamento y las agresiones, sean en el minuto que sean, se deben sancionar. Ese ha sido el pecado de Webb pues confundió el juego fuerte y de choque con las agresiones que hicieron los jugadores holandeses. No midió con el mismo rasero a ambos equipos y las tarjetas amarillas se repartieron casi equitativamente durante gran parte del partido, lo que no las entradas peligrosas. No nos gustó Webb y por eso no ha recibido ningún voto.




Jacinto Fernández de Quincoces: una entrevista muy especial

Publicada anteriormente en la revista de la IFFHS «Fussball-Weltzeitschrift» Nº 30 (1996)

El triunfo de España en el último Campeonato del Mundo ha sido un éxito sin precedentes. Todas las anteriores tentativas se saldaron con decepción, siempre dejando a un lado el cuarto puesto de Brasil en 1950. También nuestros mejores jugadores habían pasado por el Campeonato Mundial con cierto sabor agridulce, pues la falta de éxito del equipo ensombreció la labor individual. Italia 1934 fue un Mundial especial. Era la primera participación española en la fase final donde  presentaba un plantel muy interesante: Ricardo Zamora, Ciriaco Errasti, Leonardo Cilaurren, Isidro Lángara, Luis Regueiro, Guillermo Gorostiza y… Jacinto Fernández de Quincoces, elegido el mejor defensa del mundo.

Jacinto Fernández de Quincoces López de Arbina. Baracaldo (Vizcaya) 17-VII-1905. Componente, junto a Ricardo Zamora y Ciriaco Errasti, del más famoso terceto defensivo de nuestro fútbol. Ingresó en el Deportivo Alavés a los 18 años, después de haberse forjado en los modestos clubes baracaldeses Giralda y San Antonio, sin que el Athletic de Bilbao mostrase el menor interés por él. Su garra y pundonor, unidos a una calidad técnica muy superior a lo demandado por entonces a los defensas, le llevaron a convertirse en uno de los mejores zagueros de Europa, aunque desde ciertos ámbitos se le achacara excesiva nobleza. Su estampa briosa, con el pañuelo anudado sobre la frente, se hizo popular en el Alavés con el advenimiento del Campeonato Nacional de Liga, durante cuyas tres primeras ediciones disputó los 44 partidos del calendario. En 1931 fue traspasado al Real Madrid con su compañero Ciriaco y el atacante Olivares, a cambio de 60.000 ptas. Permaneció con los blancos hasta 1942, interviniendo en otros 132 partidos, alzándose con dos campeonatos de Liga y otros dos de Copa, y sumando 25 partidos internacionales desde su debut contra México en Ámsterdam, durante los IX Juegos Olímpicos, y su despedida frente a Austria, en el Metropolitano, el 19 de enero de 1936. En ese intervalo hubo un hueco para su presencia en el Mundial de Italia correspondiente a 1934. Apodado «El Autogiro» por su espectacular juego de cabeza y eficacia en los cruces, le fue dedicada una oda por el escritor José García Nieto con ocasión de un memorable partido de Copa contra el Barcelona en 1936. Aunque protagonizó tres películas y tuvo propuestas para actuar de galán en otras más, continuó Ligado al fútbol como entrenador del Zaragoza, Real Madrid, Valencia y Atlético de Madrid, como secretario técnico merengue y seleccionador nacional en dos únicos partidos. Afincado en Valencia, donde tuvo negocios inmobiliarios, fue directivo en el club más representativo de esa ciudad, así como presidente del Mestalla y de la Federación Valenciana de Pelota. Medalla al Mérito Deportivo. Falleció en la capital levantina el 10 de mayo de 1997.

Esta entrevista fue publicada en la revista «Fussball-Weltzeitschrift» Nº 30 (1996) en alemán. Correspondía al capítulo tercero de la historia de la Copa del Mundo de 1934. Fue la última entrevista que Quincoces concedió en su vida y tengo el honor de poder afirmar que disfrutó, porque durante las horas que estuvimos charlando en su casa de Valencia, cada detalle que recordaba lo revivía con entusiasmo.

Sirva este artículo para rememorar a un español coronado en 1934 el mejor del mundo en su posición que no pudo compartir con sus compañeros el título de campeón justo en este año 2010 en que España alcanzó su máximo hito histórico.

Don Jacinto Fernández de Quincoces y López de Arbina, apellido compuesto e ilustre para uno de los mejores futbolistas que ha dado el deporte español. Actualmente tiene 90 años, es de las pocas personas que ha vivido de cerca toda la historia internacional de nuestro fútbol. Cuando la Selección jugó en Amberes en 1920 su primer encuentro él ya combinaba sus partidas de pelota vasca con el fútbol en las calles de Baracaldo.

– Quedan lejos esos tiempos, pero imagino que debe recordarlos con bastante agrado.

– Ya lo creo. Propiamente empecé a jugar en Vitoria, con los Koipes, que significa los aceites, por llamarnos de alguna manera, pues no era equipo ni nada parecido. Jugamos en un terreno de cultivo, que quedaba aprovechable cuando se hacía la siega. Piensa la de baches que tendría. Era la época en que nosotros mismos llevábamos a hombros los palos de la portería.

La primera camiseta ya correspondió a Los Ciclistas, que eran los mismos que los Koipes, pero ya más uniformados. Seguían sin ser un equipo de verdad, porque no teníamos ni competición ni estábamos inscritos en ningún campeonato, pero nos reuníamos casi todos los días de verano para jugar a fútbol y pasarlo bien

– Entonces, ¿cuál fue su primer club?

– Podemos decir que el Desierto de Baracaldo, porque en él llegué a jugar en la Serie C de la Federación Vizcaína, algo así como la tercera categoría. Por entonces no había Liga y los campeonatos eran regionales. Pero allí estuve muy poco tiempo porque mi familia se trasladó de nuevo a Vitoria y ya jugué federado con el Club Deportivo Alavés, que acabada de constituirse como club.

Fue don Amadeo García Salazar, directivo del CD Alavés quien me hizo pasar al primer equipo. Don Amadeo no tenía ni idea de fútbol, no entendía nada, pero veía que yo era un buen chico y por tanto quería premiarme. Claro está que luego Amadeo García Salazar acabaría siendo seleccionador de España, uno de los mejores de todas las épocas, por lo que algo aprendió en el CD Alavés, principalmente.

Quincoces trata al Club Deportivo Alavés de una manera especial. En él aprendió a jugar propiamente al fútbol y en él se consagró como uno de los mejores jugadores españoles de todos los tiempos, en leyenda más exactamente. Cuando habla de su Alavés siempre lo hace en un tono halagüeño, extrapolando la modestia del club a los límites de los más grandes, y lo hace con simpatía, con doble intención, conocedor de que lo importante es el corazón y no el dinero, porque sabe que el Alavés es rico, millonario mejor dicho, espiritualmente.

– El Club Deportivo Alavés representa mucho para usted.

– Lo es todo, se puede decir. Es el mejor club del mundo. Después le siguen el Real Madrid, el Valencia CF, el Real Zaragoza… incluso el Atlético de Madrid. Son todos los mejores clubs del mundo, pero el CD Alavés es el mejor de todos éstos. En él me realicé como jugador y por los grandes momentos que viví con ellos siempre estará en mi corazón.

El Club Deportivo Alavés fue un equipo de los llamados históricos. Tuvo una evolución muy importante porque se fundó muy tardíamente, mucho después que los principales equipos vascos como el Athletic Club o el Arenas Club de Guecho, con los que hubo de competir. Sin embargo, este modesto club concentró una serie de jugadores muy importantes, de nivel internacional que le permitió ensombrecer incluso al todopoderoso Athletic Club.

-Un año fuimos campeón de campeones –se refiere a la temporada 1929/30-, porque el Athletic Club quedó campeón de Liga, además invicto, y de Copa, pero en el Campeonato de Vizcaya nosotros fuimos campeones, por delante del Athletic, por lo que nuestro título era más importante que el de Liga o de Copa de España –señala con cierta picardía-, pues habíamos vencido al campeón de esas competiciones.

En aquellos años teníamos un equipazo, entre otros, además de mi inseparable Ciriaco Errasti, estaban el portero Tiburcio Beristáin, que luego pasaría a la Real Sociedad, el centrocampista Antero González o el interior Baltasar Albéniz. Luego vendría el «Negro» Manuel Olivares, un goleador realmente impresionante.

-Fue con Olivares y Ciriaco con quienes pasaron al Madrid FC, pero antes el Athletic Club de Bilbao quiso contratarle.

-En efecto. Llegué a estar a prueba en el Athletic bilbaíno, pero no les gusté. Ellos se lo perdieron. La verdad fue que me llevaron a jugar un partido amistoso a San Sebastián contra la Real Sociedad en 1926. Me alinearon en la derecha y yo en ese sitio no me aclaraba, por lo que no hice un buen partido. Al final me dieron 25 pesetas, que era lo que costaba el billete en tren para Vitoria y me dijeron que de momento no les interesaba.

Más tarde, un par de años más o menos, volvieron a por mí. Entonces fui yo quien jugó con ellos y estuve si darles la respuesta definitiva hasta el último día en que se cerraba el plazo para presentar las fichas y les dije que no, porque aún me escocía lo que me habían hecho. Me quedé jugando en el CD Alavés con mucho gusto, hasta que vino el Madrid FC.

La culpa de todo la tuvo Pablo Hernández Coronado. Era un hombre extraordinario, como persona y como conocedor de fútbol. Estaba en su mente reforzar al Madrid por líneas y nos eligió a nosotros, a Ciricaco y a mí, pues ya éramos lo suficientemente famosos como para cotizarnos. El Madrid FC pagó 60.000 pesetas por los tres, repartidas a 25.000 para cada uno de los dos internacionales y 10.000 para Olivares, que era el más joven y el menos famoso. Como en aquella época estaba fijado que el 10% del traspaso fuese para el jugador, yo recibí 2.500 pesetas, que para entonces no estaba mal. Me compré un automóvil que me costó 800 pesetas, un modelo deportivo de los que entonces gustaban mucho a las chicas. El Madrid FC me pagaba 1.000 mensuales, menos que el CD Alavés, que me pagaba 1.200, pero en cambio teníamos unas primas más importantes, y además ganábamos casi siempre, por lo que económicamente estaba en la gloria.

En el Madrid FC los comienzos no fueron nada fáciles, sino todo lo contrario. Nos recibieron con relativa frialdad, pues desplazábamos del equipo titular a jugadores muy queridos por la afición, como eran José Torregrosa y Félix Quesada. Lo que sucedía era que Ciriaco y yo estábamos muy compenetrados y nos resultaba muy cómodo jugar juntos. No jugábamos en línea, Ciriaco siempre estaba un poco más adelantado que yo, así él despejaba con más contundencia y yo jugaba el balón. Afortunadamente el problema duró poco, pues pronto llegaron los buenos resultados y el Madrid FC se proclamó campeón de Liga y sin perder ningún partido, igualando la gesta del Athletic Club. Desde entonces nadie volvió a cuestionarnos.

¿Qué ambiente había entre los jugadores, tanto del mismo club como entre los rivales?

-Era un ambiente fabuloso. Nos llevábamos todos muy bien, éramos todos amigos. Indistintamente si uno era del Madrid FC o del Athletic. Nos reuníamos en el Bar Esparza todos, antes y después de los partidos. A ese bar también iba gente del espectáculo, actores, toreros y otros deportistas como boxeadores, ciclistas… y hablábamos, gastábamos bromas, en fin, era una época extraordinaria. Luego, en el campo de fútbol cada uno era de su equipo y no había ningún problema en golpearse. Cuando veía venir al delantero hacia mí, me encantaba salir a su encuentro con todas las fuerzas y despejarlos, a los dos, al balón y al jugador. Lo que ocurre es que no había mala intención, eran jugadas propias de la época y así lo entendíamos todos. No teníamos malos gestos, era la nobleza del deporte. Los más bonito que le podían decir a uno era llamarle «caballero del deporte», por ser limpio frente a los rivales, pero sin dar concesiones.

Si desde el comienzo de su vida deportiva su nombre siempre estuvo ligado a Ciriaco, cuando accedió a la Selección, la pareja se convirtió en trío, al unirse de forma definitiva el guardameta Ricardo Zamora. Para Quincoces la Selección fue otro club más, por la camaradería que había entre los compañeros, que defendió dándolo todo.

¿Cómo llegó a la Selección?

– Mi primer encuentro fue en la Olimpiada de Amsterdam en 1928 contra México. Tuve sitio en el equipo español porque se decidió que fuesen sólo jugadores aficionados. Por entonces, todavía no existía el Campeonato de Liga, pero el profesionalismo había sido aceptado en España, así que José Ángel Berraondo me convocó y jugué los tres partidos de España.

Fue una época en que tuve mucho trabajo porque al regreso el FC Barcelona iniciaba una gira por América, pero antes tenía que jugar la final de Copa. Si la ganaba yo iría de refuerzo con ellos, así que me fui a Santander a animar al Barcelona. Por un día fui seguidor del equipo azulgrana. Y el caso es que yo no les hacía mucha falta, pues tenían defensas de sobra. En cambio, a mí me hacía mucha ilusión el viaje a América, incluyendo los 17 días de ida en barco y otros tantos de vuelta.

Después de la Olimpiada vinieron una serie de partidos internacionales extraordinarios, y del que mejor recuerdo tengo fue aquél en que vencimos a Inglaterra por 4-3 en el Metropolitano. Fue la primera derrota de los ingleses en el continente. Jugamos un gran partido, destacando Gaspar Rubio. Los volvió locos con sus jugadas y su desmarque. Fue el primer jugador que sabía engañar a los defensores, se desmarcaba cuando menos lo esperabas y siempre estaba solo. Para mí ha sido el mejor jugador que ha habido en el fútbol español. Lástima que se rebelara y marchase a México, donde además se rompió la pierna. Cuando regresó ya no fue lo que era y aunque siguió dando espectáculo, ya no pudo llegar al nivel que había alcanzado a principios de los años 30.

España decidió no participar en el Campeonato del Mundo de 1930. Esta decisión no tuvo excesivo eco en la prensa nacional ni entre los jugadores, pues la idea de una competición de este calibre no había sido todavía asimilada. Sin embargo, hubo una mayor repercusión de lo esperado respecto a la programación internacional de la Selección. El calendario de competiciones nacionales, con Campeonato Regional, Liga y Copa ahogaba a la Selección que sólo podía disputar algunos partidos amistosos. El público perdió la costumbre de ver al equipo nacional y los resultados que se fueron obteniendo empezaron a ser excesivamente discretos, hasta llegar a la derrota más amplia recibida, el 7-1 en Londres.

Se había perdido la confianza en la Selección, que necesitó tiempo para ir recuperando credibilidad.

-Las esperanzas de hacer un buen papel en el Mundial no eran muy grandes, ¿es cierto?

-Nada. La gente no daba nada por nosotros. Después de 1930 el equipo español había conseguidos resultados discretos. Posiblemente el que más daño nos hizo fue la derrota en Londres ante Inglaterra. Eso desanimó mucho a todos, pero luego fueron volviendo los triunfos. De hecho, conseguimos dos extraordinarias goleadas, como el 13-0 a Bulgaria y el 9-0 a Portugal, ya en las eliminatorias de clasificación para el Mundial. Lo que pasó fue que en los partidos de preparación que jugamos contra el Sunderland no conseguimos buenos resultados. Primero en Bilbao empatamos a tres, después en Madrid volvimos a empatar y finalmente en Valencia perdimos por 3-1. Los comentarios eran muy pesimistas: «si ante un equipo perdemos, ¿qué haremos ante una selección?» Nadie paraba a considerar que el Sunderland era uno de los equipos ingleses más potententes de la época y que nosotros nos estábamos preparando, acoplando los distintos jugadores para concoernos mejor, aunque entonces ya todos sabíamos cómo jugábamos de sobra.

Lo cierto fue que por España nadie apostaba, e incluso nosotros mismos nos contagiamos de esa opinión. Sobre todo cuando en el viaje a Génova, que lo hicimos en barco desde Barcelona, coincidimos con la expedición brasileña. Ahí vimos la gran diferencia. Los brasileños iban todos elegantemente uniformados, con un trato de primera, mientras que nosotros, cada uno había tenido que buscarse su propio traje y nada más teníamos pagado el billete. Por fortuna, siempre pensábamos que todo eso no debía incidir sobre el terreno de juego.

Contrariamente al ambiente en prensa y aficionados, España esta vez podía reunir un plantel de jugadores lo suficientemente competitivos como para tener un mínimo de confianza en sus posibilidades.

-Repasemos los distintos jugadores que Amadeo García Salazar  llevó a Italia

-La verdad es que don Amadeo tuvo grandes problemas para confeccionar la lista de convocados porque entonces en España había muchos grandes jugadores. Para cerrar la lista de convocados, como ya he dicho, jugamos tres partidos contra el Sunderland, en la que se probaron algunos jugadores para ver exactamente el nivel de juego que tenían, porque conocerlos yo creo que los conocía de sobra. Si hacemos el repaso por líneas, vemos lo acertado que estuvo:

Ricardo Zamora y Juan José Nogués en la portería. De «El Divino» poco puedo añadir a lo que ya se ha dicho en tanto tiempo. Era el mejor, lo que pasa es que a veces nos daba grandes sustos con sus locuras. Cuando menos te lo esperabas se iba a hablar con el público o hacía una salida fuera del área que sorprendía a todos, a atacantes y defensa. Yo ya lo sabía porque en el Madrid FC veníamos jugando juntos, y por eso, cuando le adivinaba sus intenciones yo iba a la portería para cubrir los palos. Así, contra Brasil salvé un gol en la misma raya, porque Ricardo había salido a despejar, pero los delanteros le ganaron la acción y a punto estuvieron de marcar. También reconozco que en esa jugada mi despeje no fue muy legal que digamos, porque lo hice con el codo, la suerte fue que el árbitro no lo vio y no pitó penalty.

El reserva de Zamora era Nogués, del FC Barcelona. Era un portero muy fuerte, grande –para los jugadores españoles de esa época sobrepasar el 1’75m de altura ya era notable-, y muy valiente. Nunca se echaba hacia atrás y cuando venían los contrarios sobre él, salía con fuerza y arrollaba a todo aquel que se le ponía por delante… atacantes, defensores, incluso al árbitro si se ponía por medio.

De defensas fuimos tres. Los titulares éramos Ciriaco y yo. Estábamos muy compenetrados aunque cada uno jugaba de una manera diferente. Ciriaco era muy espectacular. Tal y como caía el balón lo despejaba sin parárselo. Igual le daba que el balón viniese solo o lo llevase un contrario, Ciriaco se cruzaba de cara y despejaba el balón o a los dos, lo que fuese necesario. Las mejores ovaciones se las llevaba cuando hacía pasar el balón por encima de la portería contraria, desde su propio campo… y si lo enviaba fuera del estadio incluso sacaban pañuelos. Yo era diferente, incluso decían que no servía de defensa, porque si me venía el balón con ventaja, me lo paraba y lo pasaba a los centrocampistas, como dicen ahora, lo jugaba. Eso a la gente no le gustaba y a veces tenía que imitar a mi compañero Ciriaco. Reconozco que muchas veces tenía que entrar fuerte a mis rivales, eso sí, siempre al choque y con nobleza. Las lesiones se producían por ir los dos a la vez a jugar el balón, por enocntronazos y no por patadas o entradas por detrás. Había mucha nobleza.

Ramón Zabalo, del FC Barcelona, nos acompañó en la defensa. Era un jugador pequeño, barbilampiño y aniñado, no tenía planta de defensa, pero era muy rápido, llegaba a todas partes y pese a su corta estatura tenía un potente salto que le permitía ganar incluso a gente que le sacaba la cabeza. Era valiente y muy limpio, nunca cometía faltas.

Entre los centrocampistas don Amadeo prefirió a los vascos, porque eran técnicos y sabía empujar al equipo hacia arriba. El mejor de todos era Leonardo Cilaurren. Era propiamente un genio, estaba en todas partes, subía y bajaba sin desmayo. Controlaba el balón como si tuviese guantes y lo colocaba allá donde le daba la gana. Si ahora hubiese algún jugador como él, no sé cuánto se podría pagar. José Muguerza le acompañaba en el centro de la línea media. Era muy trabajador y sabía colocarse siempre cerca de Cilaurren para apoyarle en su juego. Y finalmente Martín Marculeta. Era un jugador muy bajito, no llegaba al 1’60m de altura. Tenía unas piernas gruesas y cortas, pero muy ágiles. Corría a una velocidad increíble y nunca se cansaba. Había partidos en que todos estábamos ya agotados y Marculeta todavía corría por balones que se iban a perder por lal ínea y los alcanzaba y los jugaba. Era increíble. Además, era el que más juego controlaba porque estaba en todas partes y subía al ataque mucho e incluso remataba de cabeza. Finalmente también les acompañó Fede, Federico Sáiz, vasco que jugaba en el Sevilla FC. Éste era el más flojo de la línea media. Era un jugador fuerte, grande, que lo mismo podía servir para apoyar en la defensa que subir al ataque, lo más importante era su talla que impresionaba a los rivales.

Los delanteros fueron los más numerosos porque en España se jugaba con cinco delanteros bien definidos. Los extremos tenían que respetar su zona y no salirse nunca de la banda. Más libres estaban los interiores y el delantero centro, pero siempre se les obligaba a un juego de apoyo para que cada uno pudiese realizar sus movimientos con efectividad. Los interiores eran los más completos porque tenían que ser fuertes y rápidos, tener visión de juego y saber entrar en el área. Para mí los dos mejores eran José Iraragorri y Luis Regueiro. Eran totalmente diferentes. Iraragorri era fuerte, peleón, luchaba sobre todo el terreno y muy peligroso. Tenía un potente disparo y con una extraordinaria puntería. No podíamos dejarle que se parase el balón porque desde fuera del área fusilaba al portero. Luis Regueiro en cambio era más técnico. Su mejor arma era la velocidad. Llegaba a todos los balones por piernas y tenía una elegante carrera, siempre con la cabeza alta para poder jugar con mayor visibilidad. Metía muchos goles gracias a su gran puntería porque no golpeaba fuerte el balón, sólo lo tocaba lo preciso para ponerlo allá donde el portero no pudiese llegar. Era muy vistoso verle correr, hasta el punto que le llamaban la «Gacela blanca». Los otros interiores que fueron a Italia fueron Simón Lecue e Hilario.

Lecue, pese a ser vasco, era un poco miedoso. Trabajaba mucho sobre el terreno de juego y era muy inteligente, tenía mil recursos para jugar el balón, pero se cuidaba demasaido, evitaba el choque constantemente y encuanto recibía algún golpe de más, se apartaba del juego y sólo intervenía cuando se veía con ventaja. Con todo, pienso que fue un gran jugador. Hilario, su verdadero nombre era Juan Marrero, era canario. Era un artista del balón, fino, elegante, jugaba para divertirse y no le importaba no marcar gol con tal de hacer las jugadas bonitas. Era una persona extraordinaria y le queríamos muchísimo. Siempre estaba de buen humor. No hacía mucha gracia cuando contaba su fuga de las Islas Canarias para venirse a jugar a la Península. Como era de esperar, allí Hilario era un ídolo y cuando la gente se enteró de que lo quería fichar el RC Deportivo, montaron guardia en la sede del club y en el puerto para impedirle la salida. Lo que no esperaban fue que Hilario se disfrazó de mujer y así pudo burlar a sus guardias. Lo que no entiendo es cómo pudo hacerlo, pues era muy feo, debió llamar la atención como mujer por lo fea que sería, pienso.

Los extremos, tanto en la derecha como en la izquierda, eran maravillosos. Ramón de Lafuente era rápido y tenía un centro medido. Ponía el balón siempre en la cabeza de su compañero. Cuando vino a jugar con el Athletic de Madrid nos hicimos muy amigos, porque entonces éramos todos muy amigos fuera del campo. Durante el partido nadie conocía a nadie, y eso me pasó con Moncho, recuerdo en una jugada en que venía por la banda, entonces salí yo al cruce y despejé el balón y al pobre Ramón contra el público. Cuando se repuso le dije «no ves que entraba con ventaja y venía yo de cara» y me respondió «sí, pero es que no me podía frenar». Y es que «Moncho» era así, jugaba sin mirar al rival y corría por todos los balones. Luego recibía una gran cantidad de golpes y seguía jugando.

Martín Ventolrá también jugaba por la derecha. Éste era un espectáculo. A pesar de ser extremo tenía un juego de cabeza impresionante. En mi vida he visto ningún jugador con esas características, ni Zarra, ni Santillana, ni ningún otro. Aún recuerdo en el partido en que España derrotó a Alemania en Köln, el público ovacionaba cada vez que Ventolrá jugaba de cabeza, centraba de cabeza hacia el área, y para colmo en ese sitio estaba Lángara, imagínate.

Por la izquierda estaban Gorostiza y Bosch. Guillermo Gorostiza «la Bala Roja» era pura velocidad. Muchos piensan que Gento era un jugador rápido, escierto, pero «Goros» lo era más, porque no hacía la carrera al hueco, el se lanzaba en dirección al defensa que debía despejar y le quitaba el balón con un ligero toque, anticipándose lo suficiente como para llevarse la pelota y no recibir la patada, pues el defensa nunca se paraba, y hacer la jugada. Muchas veces marcaba el gol porque no daba tiempo a que llegasen los demás compañeros al área para recibir el centro y él mismo se encargaba de fusilar al portero. Era un portento.

Crisanto Bosch era más lento, lógicamente. Incluso demasaido lento para ser extremo, pero lo compensaba con su tremenda habilidad. Era muy técnico y sabía colocarse en perfectas condiciones con ventaja sobre los rivales. Remataba como Luis Regueiro, más que con potencia, con colocación, tocando suavemente el balón para ponerlo lo más lejos del portero.

Isidro Lángara era el delantero centro de la Selección. Han pasado muchos años y sigo todavía admirándole. Era un verdadero fuera de serie. Marcaba los goles con una facilidad pasmosa. Y la verdad es que no te lo explicabas. Era un jugador más bien lento, incluso pesado, que le costaba llegar a los balones. Si no lo conocías pensabas que no iba a hacer daño, y, si con todos los defensas pendientes de él era el máximo goleador, imagínate si encima le dabas ventaja. Nunca se paraba el balón y cuando metía la «alpargata», como él decía a la bota, sólo podíamos volver a coger la pelota ya dentro de la portería. No tenía disparo, eso era un cañonazo. De cabeza era impresionante verlo saltar y como se torcía en el aire para jugar con el cuello y colocar el balón en la escuadra. Era un delantero muy completo, capaz de desmoralizar al mejor defensa, porque a lo mejor no tocaba pelota en todo el partido y de pronto era capaz de hacer tres goles y ganar él solo el encuentro. Sin duda era el mejor del ataque.

De sustituto de Lángara vino Campanal. Era el delantero centro del Sevilla FC. Era un jugador muy peleón, se caracterizaba por abrir brecha en la defensa rival. Entraba siempre a muerte y buscaba el gol como fuese, arrollando a defensas, portero, e incluso a compañeros. Era muy fuerte y agresivo, a veces más de la cuenta, pero es que no pensaba en si podía hacer daño o no, él entraba jugándose el físico y la verdad es que le tenían un poco de miedo, sobre todo los porteros.

Eduardo González «Chacho» y Luis Marín completaban la expedición. Eran dos jugadores más polivalentes que podían jugar de volantes o de delantero centro. «Chacho» tenía una izquierda magnífica. Era muy certero y de hecho llegó a marcar seis goles en un solo partido con la Selección, el día del 13-0 a Bulgaria, además era un jugador muy inteligente. Luis Marín era más peleón, no daba un balón por pedido y también marcaba muchos goles. Posiblemente fue el Mundial más que por su clase, por su capacidad de adaptación a casi todos los puestos, y esto era importante porque nunca se puede saber si va hacer falta un determinado jugador o no.

-Con el repaso que hemos dado a la expedición española podemos considerar que fue un conjunto muy compensado, elegido siguiendo una lógica y con grandes posibilidades de éxito. Sin embargo, seguro que hubo voces que lamentaban la ausencia de otros jugadores.

-Naturalmente. En España cada región tiene su propia Selección, es más, cada aficionado encuentra su equipo ideal y no suele coincidir con el seleccionador. Siempre falta alguno que lo hubiese hecho mejor.

Entre los jugadores que no fueron al Mundial, de todas formas, es difícil citar así de memoria a aquellos que no convocaron pero podemos recordar a Guillermo Eizaguirre, al que todos consideraban el verdadero sustituto de Ricardo Zamora. El pobre se lesionó un brazo y no pudo ser convocado. De todas formas el Sevilla FC le pagó el viaje al Mundial como premio a su gran temporada y vino con nosotros, con el brazo en cabestrillo.

Tampoco estuvo en Italia Herrerita. Eduardo Herrera estaba comenzando entonces y ya era más que una promesa una realidad. Pieso que don Amadeo prefirió a Moncho de Lafuente por ser más experimentado y entenderse mejor con José Iraragorri.

Otro jugador del Oviedo FC, Pedro Pena, tampoco viajó, pese a que jugó en el partido contra el Sunderland en Madrid, así como José Torregaray, del Valencia FC, y Pedro Solé, del CD Español de Barcelona. También quedó fuera el portero del Athletic Club de Bilbao, Gregorio Blasco, que ya había jugado en la Selección en otros partidos.

Son nombres de algunos jugadores importantes, pero hay que tener en cuenta que no podían ir todos, porque hubiesen ido cuarenta jugadores todos con clase, y efectivamente, creo que los que estuvieron en Italia fueron dignos representantes de España.

– Y de esta manera se enfocó la fase final. Ahora hablemos de los tres partidos de España. El primero fue ante Brasil.

– No nos gustó en absoluto que el primer partido fuese ante Brasil. Todos sabíamos que tenían un equipo poderoso, aspirante a ganar el torneo. En España se decía que la FIFA había tratado mal a España al no reconocerla cabeza de serie en el sorteo y por eso, de buenas a primeras ya nos enfrentábamos a uno de los mejores.

Además, ya he comentado que en el viaje de Barcelona a Génova coincidimos los dos equipos, pues los brasileños habían estado en España un tiempo de preparación del Mundial, y pudimos ver la diferencia de trato que hubo en el barco.

Pero en el campo todo esto se olvidó. Nosotros teníamos un gran equipo y se le demostramos a los brasileños. Pienso que se confiaron o nos menospreciaron, en especial a nuestros delanteros y cuando se dieron cuenta de lo que tenían delante ya les habíamos hecho tres goles. Y es que Lángara estuvo muy acertado. Fue la verdadera pesadilla, llevando el peligro una y otra vez. Por lo visto no lo conocían y mira por dónde, no se les olvidaría ese nombre.

En la segunda parte nos echamos atrás. También es cierto que Brasil salió dispuesto a cambiar el resultado. Y la verdad es que lo pasamos mal, porque apretaron mucho. Cuando marcaron el 3-1 aún tuvieron oportunidades de volver a marcar, sobre todo en dos. Primero en un penalty que el árbitro nos señaló en contra y que Leónidas1 falló. Lo tiró muy ajustado y Ricardo Zamora supo deternerlo magistralmente. Luego, los ataques brasileños fueron constantes, incluso en uno, en un balón que Zamora no atrapó, Waldemar remató a puerta vacía, pero allí estaba yo para despejarlo,

1 Según crónicas brasileñas, el penalty fue lanzado por Waldemar, pero en la versión española siempre se cita a Leónidas. Insistiendo a Quincoces sobre quién disparó, él se reafirma en Leónidas, jugador negro delgado, frente a Waldemar, al que describe como hombre corpulento y fuerte.

aunque lo hice de «zamorana» -rechazando con el codo-. El árbitro no lo vio porque fue un contrataque rápido y no pudo llegar a tiempo. Era el árbitro un alemán grandote y pesado y apenas corría.

Hay que reconocer que Brasil acabó facilitándonos las cosas porque Waldemar, que era un artista, no pasaba ningún balón a sus compañeros. Se empeñaba en querer regatearnos una y otra vez y nosotros nos limitábamos a verlo venir y despejarlo, una veces el balón y otras a los dos a la vez, pelota y delantero, como se hacía en aquella época.

Mucho más peligroso era Leónidas. Era muy elegante y jugaba con velocidad y precisión. Nos provocó muchas preocupaciones, pero afortunadamente el resto del equipo no estuvo a su altura y, pese a que Brasil tuvo varias oportunidades, pienso que nosotros merecimos ganar con toda justicia porque fuimos mejores.

– Y después vinieron los partidos frente a Italia. En España se habló mucho y mal de la organización del Campeonato, de la encerrona de Florencia y sobre todo de la parcialidad arbitral.

– Claro, aquello fue un robo. Nos robaron en los dos partidos, porque nosotros fuimos mejores que los italianos, ya lo creo y si no llega a ser por decisiones arbitrales partidistas, nosotros hubiésemos eliminado a Italia.

En el primer partido nos marcaron el gol en clara falta, los atacantes italianos se avalanzaron sobre Zamora y otros defensas y al final Ferrari Giovanni empujó el balón con la cabeza. Imagínate que el árbitro, el belga Baert, se quedó quieto pensando en señalar la falta, pero el público gritaba y gritaba de manera insistente y al final cedió ante la presión y acabó señalando el centro del campo.

El partido fue muy duro, porque los italianos parecían tener licencia para todo, especialmente sus dos defensas, Monzeglio y Allemandi, muy flojos técnicamente pero muy duros, incluso violentos. Pero el peor era Monti, en el centro del campo. Jugaba escorado hacia nuestra izquierda y se notó muchísimo, porque en el segundo partido no pudieron jugar ni Fede, ni Gorostiza, o sea, los que se habían atrevido a acercarse por su zona. Monti tuvo una actuación violentísima, que el árbitro se la permitió.

Y ahí no acabó la injusticia, porque en la segunda parte Moncho de Lafuente hizo todo un jugadón, se escapó de los defensar italianos, jugándose la pierna, y en jugada personal marcó el 2-1. Y aquí llegó nuestra sorpresa porque el árbitro lo anuló porque quiso. No hay otra explicación, pues cuando nos comentó que había sido fuera de juego nos pusimos a reír, porque Lafuente había hecho la jugada él solo, sin apoyo de ningún compañero.

Cuando saltamos al terreno de juego para disputar el segunto encuentro, al ver el griterío del público, la fuerte presión ambiental, ya estábamos convencidos de que no íbamos a pasar. Era literalmente un encerrona. Si después de haber sido mejores en el anterior encuentro no nos dejaron ganar, ahora, lo teníamos mucho más difícil.

Además, tuvimos que jugar con muchas bajas. Yo mismo salí al campo con una rodilla muy lastimada, sabiendo que no iba a poder jugar al máximo. Hice un partido muy cerebral, porque tenía una gran responsabilidad, por eso jugué midiendo mucho mis actuaciones, buscando estar colocado lo mejor posible para despejar los ataques italianos.

El problema era que por muy bien que jugásemos, el árbitro siempre se inclinaría a favor de Italia. Y así fue. A Campanal le anuló un gol en fuera de juego que todavía me pregunto cómo se atrevió a anularlo cuando fue un pase al centro del área, donde estaban varios defensores y el único fallo fue del portero Combi que tardó en salir.

Para colmo, Monti siguió castigándonos con su antideportiva costumbre de lesionar a los rivales. En veinte minutos se cargó literalmente a Chacho y a Bosch. Al extremo a los cinco minutos, en una verdadera agresión en medio del campo y a Chacho poco después del gol anulado.

Con todas estas circunstancias negativas, el equipo siguió manteniendo el tipo. Durante la segunda parte somos nosotros quienes tomamos la iniciativa y buscamos el empate. Llegamos a empujar mucho, acorralando a Italia, pero no tuvimos suerte, máxime cuando Luis Regueiro y poco después yo mismo, nos lesionamos y tuvimos que salir del terreno de juego.

Entonces nos quedamos con nueve hombres y muy mermados de fuerzas, hasta el punto que cuando regresamos Luis y yo, ya no hubo suficiente fuelle como para apretar y forzar a Italia. Fue una lástima.

Siempre recordaré ese partido con tristeza porque nos vaciamos para poder superar el ambiente y no nos dejaron. Además, fue la primera vez que era capitán de la Selección, porque Ricardo Zamora no pudo jugar por lesión, y me hubiese gustado haber alcanzado un triunfo.

– ¿Qué tal fue el recibimiento que se les hizo en España al regreso del Mundial? ¿Se comentó posibles injerencias políticas en el acontecimiento deportivo?

– Respecto al recibimiento podemos decir que fue bueno en un sentido objetivo. Los períodicos ya habían denunciado claramente la encerrona de Florencia y fue cuando descargaron todas sus críticas, reconociendo nuestra entrega y nuestro trabajo. Por eso no nos podemos quejar, pero hay que reconocer que entonces no era como hoy, y el ambiente era mucho más frío. Las alabanzas y elogios se incluían en las crónicas de los partidos y en cada partido se volvía a empezar.

También hubo algunos comentarios con segunda intención sobre Italia y «su mundial». Desde que fuimos eliminados aquí ya se dio por seguro que Italia iba a ganar, no porque fuesen los mejores, que no lo eran, sino porque nadie se iba a atrever a pitar en su contra.

Cuando nos enteramos de la sanción al árbitro suizo Mercet, tuvimos una sensación de que se había hecho justicia. Eso demostraba que no habíamos exagerado el trato recibido en la Copa del Mundo, lo que ocurre que ahora pienso que fue muy triste, porque uno va a esa competición con muchas ilusiones y es lamentable que la parcialidad intecionada o no de la organización te elimine injustamente.

– Ya no tuvo ocasión de volver a jugar un Mundial.

– No, y no fue por mi voluntad, claro está. Yo seguí jugando con la Selección e incluso hicimos algunos encuentros memorables. Del que tengo mejor recuerdo fue el que jugamos en Köln, ante Alemania y vencimos por 2-1. Los alemanes tenían un magnífico conjunto y llevaban muchos partidos seguidos sin perder. Nosotros hicimos un gran juego, especialmente Ventolrá que maravilló al público, que demostró ser mucho más deportivo que el italiano, y aplaudió sus jugadas, sobre todo las que hacía con el juego de cabeza. Lángara se encargó de marcar dos grandes goles y nosotros, en la defensa de frenar al mejor delantero alemán, Conen, que siempre se mostró muy peligroso.

Cuando se jugaron las eliminatorias de la Copa del Mundo de 1938, España no pudo competir porque estábamos en plena Guerra Civil, después vendría la Guerra Mundial y con ella la suspensión de las competiciones internacionales.

El paréntesis de la Guerra Civil en España significó la interrupción de todas las actividades oficiales. Sin embargo, en la zona controlada por el General Franco, donde Quincoces residía, se organizaron una serie de torneos, como la «Copa Brigadas de Navarra». Por esas fechas defendió de nuevo los colores del CD Alavés, pese a mantener su ficha por el Real Madrid, ya que se daban unas circunstancias especiales.

En 1939 se restablecieron las competiciones nacionales y Quincoces volvió al Real Madrid. Tenía entonces 34 años, el fútbol profesional había sido abolido y España no estaba para lujos.

– Finalizada su etapa como jugador, siguió ligado al fútbol como entrenador.

– Después de la Guerra Civil aún jugué algunas temporadas con el Real Madrid, pero más por amistad con los directivos y por afición, porque la edad empezaba a pesar y era cuestión de dejar paso a los jóvenes. Con todo, esto me sirvió para no alejarme del deporte y seguir en él más tarde como entrenador.

Nada más dejar el fútbol activo el presidente de la RFEF, don Javier Barroso me dio el cargo de seleccionador y accedí a ello en 1945. Era un cargo demasiado complicado, que me exigía estar lejos de casa demasiado tiempo y no me compensaba en absoluto, por lo que después de dirigir el segundo partido presenté mi dimisión. Después seguí ejerciendo de entrenador de club.

Reconozco que no tuve los mismos éxitos que había alcanzado como jugador, pero sí la misma satisfacción personal de sentirse con el deber cumplido. Para mí lo más importante era establecer el ambiente idónea de amistad y camaradería dentro de la plantilla para formar un grupo homogéneo, donde todos colaboren en su medida. Cuando se consigue esto el equipo es capaz de conseguir todo lo que se proponga uno.

Posiblemente el mayor reto como entrenador lo tuve con el Atlético de Madrid, al que llegué en

la temporada 1954/55. Me encontré con un equipo roto, totalmente desunido, donde todos se inculpaban y nadie se responsabilizaba. Acabó la primera vuelta a un punto del último, perdiendo en casa ante el Valencia. A la salida del partido había un grupo de aficionados esperando y cuando me asomé empezaron a gritar: «Quincoces, échalos a todos, limpia de vagos al equipo», yo que esparaba que se metieran contra mí y era todo lo contrario. Tardé una semana en recuperar a los jugadores, fui haciendo un grupo de amigos y al poco tiempo los resultados ya nos fueron acompañando. En la segunda vuelta sólo nos superaron el Real Madrid de Di Stéfano y el CF Barcelona de Kubala, nosotros fuimos los terceros.

La verdad es que ser entrenador exige tener un sentido del fútbol especial y concoer mucho a tus jugadores. Yo tengo una cosa muy clara, los jugadores hacen a los entrenadores. Cuando es entrenador de un equipo importante, todo jugador que te llevan es porque ya es bueno, ya destaca y uno no le va a enseñar a jugar. El entrenador debe saber conocer a sus jugadores, esa es la clave, y cuando los jugadores se encuentran a gusto con un entrenador, entonces lo hacen buen entrenador. Así ha sido siempre.

Cerrada su etapa como entrenador permaneció ligado al fútbol haciendo funciones de secretaría y asesoría técnica en varios equipos, principalmente en el Valencia CF. Por eso fijó su lugar de residencia en esta ciudad. Los años no perdonan y cada vez se le fue echando de menos en el campo de Mestalla, donde era asiduo, y se refugiando en los partidos televisados. Actualmente, lleva una vida muy tranquila, acostumbra a realizar un paseo matutino por la ciudad, aprovechando la benevolencia del soleado clima de Valencia y después se recoge en su domicilio, en una céntrica calle. Evidentemente, ya no practica la pelota vasca, deporte en el que también destacó, pero todavía conduce su automóvil, su otra pasión, porque siempre estuvo enamorado de los coches.

No cabe duda que acercarse a Quincoces es poder ver de cerca una de las leyendas más importantes del fútbol español, es encontrarse con una extraordinaria persona que merece llevar el calificativo de «caballero del deporte».

Su trayectoria como jugador

1922/23 Los Ciclistas Vitoria

regional

1923/24 Desierto Baracaldo

regional

1923/24 Baracaldo FC

regional

1924/25 CD Alavés

regional

1925/26 CD Alavés

regional

1926/27 CD Alavés

regional

1927/28 CD Alavés

regional

1928/29 CD Alavés

18

0

1929/30 CD Alaves

18

0

1930/31 CD Alavés

18

0

1931/32 CD Alavés

17

0

1932/33 Madrid FC

18

0

1933/34 Madrid FC

18

0

1934/35 Madrid FC

18

0

1935/36 Madrid FC

19

0

1936/37

1937/38

1938/39 CD Alavés

regional

1939/40 Real Madrid

19

0

1940/41 Real Madrid

18

0

1941/42 Real Madrid

5

0

como entrenador

1942-1943 Real Zaragoza CF

1945 Seleccionador nacional (2 partidos)

1945-1946 Real Madrid CF

1947-1948 Real Madrid CF

1948-1954 Valencia CF

1954-1955 Club Atlético de Madrid

1956-1958 Real Zaragoza CD

1958-1960 Valencia CF




El FC Barcelona: el mejor club español de la década 2000-2010

Se impone gracias a sus dos últimas temporadas. Sin embargo, Real Madrid y Sevilla FC dominan las competiciones nacionales por separado.

 El aficionado al fútbol en general tiene una especial inclinación por comentar, debatir o discutir sobre cualquier aspecto de este deporte. Los argumentos que aporta son tan dispares que abarcan desde la subjetividad más irracional hasta la objetividad más absoluta. Aún así, el tema tratado siempre queda abierto a nuevos comentarios y más valoraciones.

Por eso, aprovechando que la el final de la temporada 2009/10 cierra una década de competiciones, hemos tratado de buscar y justificar qué club ha sido el mejor de estos 10 años.

Desde el punto de vista competitivo, una apreciación global de la década no tiene mayor interés, pues en sí no queda reflejada en ningún palmarés de ninguna competición, es cierto. Pero, por el contrario, la evaluación del rendimiento de los clubs a lo largo de un período más o menos largo de tiempo, correctamente referenciada, sirve para valorar debidamente a sus responsables, tanto directivos como demás profesionales implicados. Y en ello radica esta reflexión, que analiza cómo los grandes clubs han reflejado el acierto o no de sus responsables, al margen de los títulos alcanzados.

 Adelantando el resultado de nuestro ejercicio, el club ganador es el FC Barcelona, lo que parece una obviedad dado el gran rendimiento que ha tenido. Sin embargo, cuando entramos a revisar las condiciones, encontramos valoraciones muy interesantes que iremos desarrollando a lo largo del artículo.

 CRITERIOS PARA ESTABLECER LA TABLA DE CLASIFICACIÓN

Hemos mantenido un criterio parecido al Ranking Mundial de Clubs, de la IFFHS, donde las competiciones internacionales tienen mayor puntuación que las nacionales.

 Champions, Supercopa de Europa, Mundial de Clubs: 9 puntos victoria; 3 empate.

Europa League/Copa de la UEFA: 6 puntos victoria; 2 empate.

Liga de Primera División, Copa del Rey y Supercopa de España, Copa Intertoto: 3 puntos victoria; 1 empate.

Segunda División: 1,5 puntos victoria; 0,5 empate.

Segunda División B: 0,75 puntos victoria; 0,25 empate.

No hay ningún plus por ganar una competición, ni alcanzar eliminatorias finales. En caso de resolverse un partido por penaltis, se cuenta como empate para los dos equipos.

Tampoco es necesario incluir un reparto proporcional entre el número de partidos de cada competición y el máximo de puntos, ya que salvo en la Liga, el equipo que más eliminatorias gana se ve compensado porque también es el equipo que más partidos juega.

Y como es lógico, tampoco se ha tenido en cuenta el presupuesto anual de cada club, ni las condiciones económicas de las plantillas, ni nada que se gestara fuera de los terrenos de juego.

 EL FC BARCELONA HA SIDO EL MEJOR DE LA DÉCADA

 Aplicando estas puntuaciones así queda la clasificación final de la década 2000-2010:

 del-olmo-1

  Como se puede comprobar, el FC Barcelona suma un total de 1630 puntos lo que le convierte en el club más destacado de la década. Su ventaja sobre el Real Madrid está basada en su mejor rendimiento en las competiciones internacionales, ya que en la Liga el Real Madrid está por delante. Donde más se nota es la Champions League, donde el FC Barcelonase clasifica por delante del Real Madrid, pese a haber disputado una edición menos, en la que entró en la Copa de la UEFA.

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La diferencia no es de 27 puntos absolutos, sino que al aplicarse la baremación aumenta a 81 a los que hay que sumar los 62 de la Copa de la UEFA (31 x 2) lo que dan una ventaja a los barcelonistas de 143 puntos. El rendimiento del Real Madrid en las últimas cinco ediciones de la Champions, no ha pasado de octavos en ninguna ocasión, ha sido definitivo, pues los madridistas aventajaban notoriamente a los azulgrana con un total de 405 puntos (135 x 3) frente a los 359 (99 x 3 + 31 x 2) de sus rivales en la primera mitad de la década.

 EL REAL MADRID Y EL SEVILLA FC SON LOS MEJORES A NIVEL NACIONAL

 Como ya hemos adelantado, el dominio del FC Barcelona no es absoluto en el cómputo global de la década. Es más, en lo que se refiere a las competiciones nacionales es superado por el Real Madrid y el Sevilla FC en la Liga y en la Copa respectivamente:

del-olmo-3 

El Real Madrid domina la Liga con claridad. El impresionante registro barcelonista de la temporada última quedó minimizado ya que sólo aventajó en tres puntos al Real Madrid. Al margen de los dos más destacados, el Valencia, que ganó dos veces la Liga, es el tercero con autoridad, seguido de los grandes animadores de la Liga en esta década: el Super-Depor, el Villarreal CF, una vez subcampeón, y el Sevilla FC, que jugó en 2ª División en la temporada 2000-01. La ausencia del Atlético de Madrid se debe a sus dos temporadas en 2ª División al comienzo de la década.

 

del-olomo-4

      

 Pese a que el F Barcelona logró ganar el torneo de 2009 y confirmarse como el club que más veces ha ganado la Copa de la historia, en la presente década ha habido dos clubs que le superan en el cómputo general de partidos. El Sevilla FC, con su última victoria, la segunda dentro del decenio, se confirma con doce puntos de ventaja sobre el Atlético de Madrid. Los madrileños no han ganado ninguna edición en estos 10 años, pero sí han sido uno de los equipos más regulares. Por el contrario, tanto Real Madrid como FC Barcelona han tenido serios tropiezos contra equipos de inferior categoría en la Copa. Las eliminaciones del Real Madrid contra el Real Unión (2008/09) y AD Alcorcón (2009/10) no fueron menos sorprendentes que las del FC Barcelona ante el Novelda CF (2002/03) y la UDA Gramenet (2004/05).

 LOS ÚLTIMOS CINCO AÑOS REVELAN OTRAS TENDENCIAS: EL SEVILLA FC DESPLAZA AL REAL MADRID DEL SEGUNDO PUESTO.

 El análisis global de la década oculta unos datos que son muy interesantes y que quedan a la vista en cuanto dividimos el período en dos mitades. Del 2000-2005 al 2005-2010 hay tanta diferencia que es importante echarles una mirada.

Por un lado observemos la clasificación general de ambos períodos:

 del-olmo-5

El Real Madrid comenzó con autoridad dominado prácticamente todas las competiciones. Ganó dos veces la Liga y su éxito en la Champions League se completó con la Supercopa de Europa y el Mundial de clubs. Sólo el Atlético de Madrid, curiosamente, pese a sus dos temporadas en 2ª División, se destacó como mejor club en la Copa del Rey -no entra entre los diez primeros de la clasificación general- sumando 57 puntos. El FC Barcelona es el segundo en la general, pero en la Liga va por delante del Deportivo, al que saca sólo cuatro puntos, y del Valencia CF, ganador de dos ediciones, seis puntos.

 del-olmo-6 

El vuelco se da en los siguientes cinco años. El FC Barcelona se convierte en el dominador total de todas las competiciones: Liga, Copa del Rey y Champions. Aunque el Real Madrid se mantiene cerca en la Liga, donde sólo pierde seis puntos, en la Copa de España y en la Champions suma menos de la mitad de puntos que los barcelonistas. Hasta el punto que el Sevilla FC se convierte en el segundo equipo de España, adelantando a los madridistas, gracias a sus dos victorias en la Copa de la UEFA y otras tantas en la Copa del Rey. El Valencia CF, con un rendimiento inferior, sigue entre los cuatro primeros, aunque seguido muy de cerca por el Villarreal CF. El Atlético de Madrid, ya sin el lastre de las dos temporadas en 2ª División, es el sexto de España, pero aún muy lejos de recuperar el sitio que en décadas anteriores llegó a ocupar.

 CONCLUSIONES

 Esta revisión estadística es bastante significativa. La hegemonía del FC Barcelona en la década no ha sido constante, sino que es el resultado de unas trayectoria ascendente que ha culminado en dos años de notoria superioridad sobre sus rivales.

Con una trayectoria inversa, el Real Madrid ha ido cediendo el dominio a sus rivales. La única competición donde ha mantenido un nivel regular ha sido en el Campeonato de Liga. Sus descalabros coperos, junto con las cinco últimas temporadas europeas han pesado mucho a la hora de valorar el rendimiento del club.

Valencia CF y Sevilla FC han sido la alternativa de los dos más fuertes. En la valoración global de la década, el Valencia CF queda en tercera posición, pero, el Sevilla FC ha protagonizado un quinquenio extraordinario, en el que ha llegado a superar al Real Madrid, desplazándolo de la segunda posición. Mientras los valencianistas tratan de recuperar el nivel de los primeros años, los sevillistas deben consolidar su alto rendimiento para confirmarse de una vez por todas como una alternativa. Siguen siendo víctima de sus propia irregularidad. Finalmente, el Atlético de Madrid, que empezó la década en Segunda División ha recuperado parte del terreno perdido, pero aún está muy lejos del peso que tuvo en los años 60 y 70.

 ANEXO

 Para aquellos que prefieren triunfos y menos estadísticas presentamos algunas tablas, que lo único que hacen es confirmar lo anteriormente expuesto, pero sin profundizar en las correspondientes valoraciones:

 Revisando el palmarés de éxitos:

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 Con 12 títulos el FC Barcelona se confirma como el más laureado, aunque la mitad, 6 triunfos, fueron conseguidos en poco más de un año. Este hecho refleja que hubo un reparto más equilibrado de éxitos entre los demás equipos en los otros nueve años. Con todo FC Barcelona, Real Madrid, Valencia CF y Sevilla FC son los que acumularon un mayor número de trofeos, hasta llegar a un total de 10 clubs con al menos un triunfo.

 Si ponderamos la importancia de las victorias, dando más puntos según la categoría de la competición (6 puntos a la Champions League, 4 a la Copa de la UEFA, 4 a la Liga, 3 a la Copa del Rey, y 2 de bonificación por ganar el Mundial de Clubs y/o la Supercopa de Europa y 1 por la Supercopa de España), no hay prácticamente cambios:

              1         FC Barcelona                       38

             2         Real Madrid CF                    29

             3         Valencia CF                         17

             3         Sevilla FC                            17

             5         Real Zaragoza                       5

 Y si buscásemos la clasificación global de los diez años contabilizando por igual todos los resultados, sumando victorias y empates sin difetenciar las competiciones, así quedarían los clubs:

del-olmo-81  * Sólo entran los equipos que han disputado al menos una temporada en Primera División entre 2000/01 y 2009/10.

 Como se puede ver… todo queda en su sitio. Las ponderaciones sirven para poder valorar con mejor perspectiva los datos.




Sobre el I Foro Félix Martialay

El pasado 21 de septiembre, sobre las 9 de la noche pusimos punto final al I Foro Félix Martialay que a lo largo de dos días intensos se había desarrollado en las dependencias del madrileño CEU San Pablo. Habían sido dos jornadas que nos llenaron de una gran satisfacción por varios motivos: la calidad de las charlas, la afluencia de público, la organización y la respuesta de los medios de comunicación. Era nuestra primera experiencia en este tipo de acontecimientos y habíamos no alcanzado nuestros objetivos, sino superado con creces.

A lo largo del foro muchas veces recordamos a Félix, pensando que su modestia y humildad le hubiesen llevado a rechazar esta propuesta. Y jugamos con ventaja, porque nos aprovechamos de que ya no podría oponerse. Y también, conociéndole como le conocíamos, sabíamos que él se iba a sentir muy contento con lo que en un principio se llegó a alcanzar: llevar el fútbol a la Universidad. Ése era uno de sus sueños y gracias a Víctor Martínez Patón, Félix fue el centro de un acto universitario alrededor del fútbol. Víctor nos lo recordó una y otra vez a lo largo de sus intervenciones, no por el protagonismo de Félix -que todos sabemos que hubiese rechazado cualquier tipo de reconocimiento público-, sino porque el fútbol había entrado por la puerta grande, porque se había demostrado que también de fútbol hablan los intelectuales.

Un buen día Víctor Martínez Patón me comentó su idea de organizar un acto, el que fuese, en reconocimiento de Félix. Entonces era una idea que había que ir dándole sentido, primero y cuerpo después. Meses más tarde, el trabajo inagotable de Víctor, sólo alimentado por su propio entusiasmo, hizo realidad el acontecimiento más importante que ha podido haber en la historia de CIHEFE. Por eso, insisto, sin Víctor no hubiese sido posible este foro.

Centrándonos en las distintas sesiones, las hubo de muy diversas naturalezas. El Foro comenzó con un plato fuerte impresionante: Gustavo Bueno y Jorge Valdano. Como fondo «Fútbol y Filosofía». Grande Gustavo Bueno, rompiendo prejuicios pseudointelectuales, desmenuzando los factores que permiten que el fútbol sea capaz de reunir miles de millones de espectadores en torno a un partido como puede ser la final de un mundial. Comedido y sencillo Jorge Valdano, resaltando aspectos más cercanos a su propia experiencia, proyectándolos hacia la trascendencia del juego.

Al día siguiente el debate en torno al Fútbol y la Memoria Histórica también fue rico y fluido. Muy buena la exposición de José Manuel Rodríguez Pardo sobre la definición del término «Memoria histórica» y su posible aplicación al fútbol. Vicente Martínez Calatrava se ciñó al rigor del dato y defendió la posibilidad de analizar el fútbol a partir de la propia naturaleza del juego. Iván Vélez resaltó la imposibilidad de separar la contextualización del hecho deportivo del entorno sociopolítico que lo alberga. Un debate amplio con intervenciones de los asistentes también con gran criterio.

Después vino la sesión más especial de toda la jornada. El verdadero homenaje a Félix Martialay. Teníamos la idea de centrar las intervenciones sobre la importancia del trabajo de Félix tanto por la amplia información que reunió a lo largo de su vida como la metodologóa que siguió para mantenerla actualizada en todos los campos. Entre los asistentes, junto a los miembros de CIHEFE, una representación de la familia creándose una atmósfera íntima que permitió que cada uno pudiese manifestar la relación personal con Félix. Honesto, apasionado de su trabajo, incansable, humilde, leal… todos reconocimos haber contraído una deuda insalvable con lo que nos transmitió igual como investigador que como persona. No me cabe duda que si grande ha sido el dolor de su pérdida, también es grande el consuelo de haber podido tenerlo como amigo durante todos estos años.

El martes por la tarde se reanudó el Foro con la conferencia de Eduardo Inda. CIHEFE ha de agradecer su presencia y el respaldo que Marca ha prestado al Foro en todo momento. Su exposición, correctamente documentada se centró en el uso que la política ha hecho del deporte en general y de manera más concreta, del fútbol. Resaltó que todos los regímenes, fuesen del sentido político que fuesen, aprovecharon el deporte para transmitir y divulgar su ideología y la imagen de un país. Eduardo Inda mostró estar muy a gusto y comentó de buena gana las cuestiones que el público, especialmente los estudiantes, le hicieron llegar a la mesa.

Y para finalizar, ciñéndonos al tema central del I Foro Félix Martialay, hicimos un repaso a la documentación que se tuvo en cuenta y se trabajó para emitir el informe sobre la Copa España Libre. Después de establecer los aspectos legales, tanto jurídicos como deportivos, se hizo una exposición pormenorizada del contexto histórico de las circunstancias que envolvieron entonces al fútbol nacional. No se puede aceptar más interpretación de la circular federativa del 3 de octubre de 1936 que la que dice el propio texto ni es una cuestión de voluntad política conceder un reconocimiento de forma gratuita a un torneo amistoso así concebido en el momento en que se disputó. Hubo una aceptación unánime entre los asistentes tras la exposición del informe de CIHEFE sobre este torneo.

Y tras repasar brevemente el desarrollo del I Foro Félix Martialay sólo me queda manifestar mi gran satisfacción personal, como presidente de esta entidad, por el grandísimo éxito que se ha alcanzado, felicitar de manera destacada a nuestro compañero Víctor Martínez Patón, verdadero motor de todo el entramado, por su constancia, eficaci y acierto en todas sus gestiones, además  de agradecer en nombre del propio CIHEFE al CEU San Pablo por la cesión de sus instalaciones así como a todos los asistentes, destacando los nombres de Gustavo Bueno, Jorge Valdano y Eduardo Inda, que creyeron en nuestro poryecto desde el primer momento y así lo demostraron con su asistencia totalmente desinteresada.




La clasificación final de la temporada 1979/1980

El partido CD Málaga-UD Salamanca altera la clasificación final según se interprete el fallo del Comité Superior de Disciplina Deportiva.

     En nuestro número 4 de Cuadernos de Fútbol, José Ignacio Corcuera hacía un somero repaso a la compra-venta de partidos, arreglos y acuerdos antideportivos de algunas personas del mundo del fútbol. También señalaba lo difícil que resultaba poder probar el delito ya que las únicas pistas que dirigían las pesquisas eran conversaciones, coincidencias profesionales entre los acusados y, sobre todo, un resultado anómalo. Nunca había justificantes de pago ni acuses de recibo, lógicamente.

    En dicho artículo se mencionaba el caso del CD Málaga-UD Salamanca de la temporada 1979/80, donde finalmente el Comité Superior de Disciplina Deportiva acabó emitiendo un fallo salomónico que expliacaremos detenidamente, porque dejó flecos interpretables.

 La trayectoria del CD Málaga en el Campeonato de Liga no era nada satisfactoria. El 16 de marzo en su encuentro con el Rayo Vallecano, rival directo, el público perdió totalmente la compostura y protagonizó una serie de muy graves incidentes. Primero ante un gol anulado al equipo local cuando el marcador señalaba 0-2, el lanzamiento de objetos hizo detener momentáneamente el partido. En la segunda parte el público siguió con las protestas, reclamó dos penaltis y continuó arrojando de manera intermitente pequeños objetos, hasta que a falta de cuatro minutos los incidentes se agravaron, con intento de derribo de una valla (entonces el césped estaba protegido por unas vallas para evitar el acceso de los espectadores). El árbitro huyó literalmente del terreno de juego y dio por suspendido el partido. El Rayo Vallecano, gracias a esta victoria se distanciaba tres puntos del CD Málaga.

    La sanción que el Comité de Competición acordó fue clausurar el campo de La Rosaleda por un encuentro, que debía cumplirse en Algeciras ante la AD Almería. Ante esta medida el CD Málaga apuró el plazo para presentar el recurso, que llegó a D. Jaime Pedro y Vara de Rey, presidente del Comité de Apelación, a las 20:40 horas del 29 de marzo. El Comité desestimó el recurso por atenderse más a la forma que a los hechos (sic).

    Así, el 30 de marzo, el CD Málaga cumplió con sus amenazas y no se presentó en El Mirador algecireño por lo que perdió el partido por incomparecencia y se le descontaron tres puntos a efectos de clasificación. La AD Almería fue beneficiada pues sumó los dos puntos sin jugar. Con esta sanción el equipo malaguista quedaba prácticamente sentenciado a Segunda División.

    Precisamente la postura intransigente del CD Málaga levantó alguna sospecha, que más tarde sería tenida en cuenta en el caso de compra del partido ante la UD Salamanca. Con esta actuación el CD Málaga quedaba tan descolgado de su objetivo de la permanencia que los partidos que le quedaban para cubrir su calendario sí se prestaban al juego de los maletines. Y parece ser que así sucedió, y no por incentivar a los jugadores para que ganasen, sino para perder.

  En el partido CD Málaga-UD Salamanca, jugado el 27 de abril, jornada 31ª, los locales cayeron por 0-3. Los goles visitantes llegaron tras un autogol el primero, cierta inoperancia defensiva el segundo y mala colocación del portero el tercero. Así los narró Marca en su crónica:

  •  0-1. Quince minutos. Un balón largo llegado de campo salmantino se lo lleva Tomé por la izquierda, acosado por Juan Carlos, quien en el intento de alejar el balón le da un punterazo batiendo a su portero, que se hallaba a media salida.
  • 0-2. Cuarenta y cinco minutos. Falta sacada desde medio campo por Bustillo. Llega el balón a Brizzola, quien estorbado por Muñoz, se mete en el área y envía el esférico por encima del titubeante Corral.
  • 0-3. Cuarenta y seis minutos. En la primera jugada del segundo tiempo, una falta de Heredia a Diarte es sacada muy bien por Corominas por encima de la barrera, entrando el balón por el ángulo contrario al que se encontraba Corral.

  Los comentarios de los dos entrenadores no tuvieron desperdicio, mientras el malaguista Viberti manifestó su decepción reconociendo que había sido el peor partido de la temporada, el responsable salmantino, Mesones, resaltando el mérito de la victoria de su equipo apuntó que en cuanto a lo de «tongo», es inadmisible desde el momento en que el equipo local ha luchado mucho. La frase no tendría mayor importancia si no llega a ser por la sanción que la propia directiva malaguista impuso a cinco de sus jugadores por bajo rendimiento.

 La prensa no tardó en unir cabos lo que obligó al Comité de Competición a iniciar sus propias investigaciones.

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 El posible amaño salió publicado en la prensa: el malaguista Orozco reconoció que le llamaron por teléfono para arreglar el resultado y señaló a Raúl Castronovo como el intermediario. El jugador argentino había militado en el CD Málaga de 1974 a 1977 y también en la UD Salamanca en la temporada 1978/79 donde estuvo a las órdenes de Felipe Mesones. Además, Raúl Castronovo en la temporada 1979/80 fichó por el Algeciras CF, lo que facilitaba ubicarlo en la escena del crimen.

 Durante las investigaciones prestaron declaración por parte del CD Málaga los jugadores Orozco, Migueli, Corral, Macías, Megido y Aráez, y el entrenador, Viberti; por la AD Almería el presidente Sr. García Sánchez; por el Algeciras CF el jugador Castronovo; y por la UD Salamanca los jugadores D’Alessandro y Bustillo, su entrenador Mesones, el presidente Sr. Paniagua López, y el gerente Sr. Sánchez Esteban; además de los señores Minguella y Pareja, empresarios de organizaciones deportivas. También hubo un careo entre Mesones y Castronvo, el Comité se entrevistó con el presidente y vicepresindente del CD Málaga, señores Brinkman Gil y Pérez Gascón respectivamente, y se citó en dos ocasiones al ex-jugador del CD Málaga, Búa que no compareció.

 El Comité consideró que con estos testimonios los hechos quedaban así probados: el viernes 25 de abril de 1980, sobre las 14:15 Castronovo recibió una llamada de Mesones para preguntarle si tenía contacto con alguien del CD Málaga para arreglar el resultado del partido que iban a jugar próximamente con el pago de 4.400.000 pesetas. Seguidamente Castronovo se puso en contacto con Orozco y le transmitió la oferta.

    El sábado 26 de abril mantuvieron una nueva conversación telefónica Castronovo y Orozco donde concretaron que el jugador del Algeciras llevaría el dinero a Málaga y allí hablarían.

    El domingo 27 de abril sobre las 14:00 Corral, después de hablar de su renovación con la directiva, le comunicó al entrenador que ya había decidido lo que tenía que hacer.

    Por otro lado, Castronovo se personó en el bar del hotel Alay de Benalmádena, donde se hospedaba la UD Salamanca, y conversó con Mesones, el gerente Sr. Sánchez Esteban y otros directivos, después vio en sus respectivas habitaciones a otros jugadores salmantinos. Ya por la tarde el propio Castronovo acudió al estadio de La Rosaleda y estuvo en los vestuarios de los dos equipos contendientes.

    El partido tuvo un desarrollo anómalo desde el inicio. El público mostró su disconformidad con la actuación del equipo considerándola irregular. Al final venció la UD Salamanca por 0-3.

    Al finalizar el partido la directiva malaguista y su entrenador decidieron adoptar medidas disciplinarias por el anómalo comportamiento y bajo rendimiento de sus jugadores.

    El Comité llegó a la conclusión de que el dinero de la compra del partido fue llevado a Málaga por conducto privado.

    También se aclararon los antecedentes del CD Málaga-AD Almería ya comentado: el 24 de marzo el presidente de la AD Almería recibió una llamada de un intermediario con una oferta de arreglo del partido, pues contaba con la colaboración de los jugadores Corral, Macías, Aráez, Migueli y Orozco. El ex-jugador malaguista Búa, que residía en Almería, se encargaría de llevar a cabo la operación económica. Como el partido no se jugó, no hubo arreglo alguno.

    Así el Comité consideró que los hechos estaban probados, y que Orozco, Corral, Macías, Aráez, Migueli, Castronovo y Mesones eran responsables. A la hora de fijar la sanción tuvo en cuenta la mayor o menor actuación de unos y otros en el asunto, así como las circunstancias del intento de compra del CD Málaga-AD Almería, y la implicación de la entidad UD Salamanca, beneficiada directamente.

    Finalmente éste fue el acuerdo definitivo del Comité, hecho público el 20 de junio de 1980:

        Primero. Decretar la nulidad del encuentro que disputaron el día 27 de abril del año en curso los clubs Málaga y Salamanca y descontar a este útlimo dos puntos en su clasificación.

        Segundo. Suspender por dos años al entrenador del Salamanca, don Felipe Mesones Temperán; al jugador del Málaga don Julio Orozco Martín y al jugador del Algeciras don Raúl Castronovo Zanón, siéndole de abono a este último el tiempo desde la fecha en que se acordó por este Comité su suspensión provisional.

      Tercero. Suspender por un año a los jugadores del Málaga don Miguel Ramos Vargas, don Pedro Corral Revuelta, don Nicolás Aráez López y don José Díaz Macías.

      Cuarto. Elevar a la Junta directiva de la Real Federación Española de Fútbol la propuesta de inhabilitación a perpetuidad al presidente del Salamanca.

 El fallo del Comité no tiene desperdicio pues sanciona a las personas pero no a los clubs propiamente. El Campeonato de Liga finalizó el 18 de mayo de 1980 confirmándose los descensos del Rayo Vallecano, el Burgos CF y el CD Málaga, que ya tenía tres puntos de sanción por su incomparecencia ante la AD Almería. Al aplicar el acuerdo del Comité de Competición, observamos que la variación en la clasificación no infiere en los descensos, por lo que de haber recurso, éste no tendría consecuencias en el calendario de la temporada siguiente. Sólo afectaría a las sanciones personales.

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 Nótese que desde el primer momento la prensa publicó erróneamente la aplicación de la sanción, ya que todos, absolutamente todos los medios descontaron los dos puntos a la UD Salamanca sobre los 34 que sumaba, cuando realmente contaba con 32, puesto que el partido con el CD Málaga había sido anulado. Otro error transmitido de unos a otros implica la contabilización del partido CD Málaga-AD Almería. Físicamente no se disputó, pero a efectos de clasificación sí se contabiliza como victoria de la AD Almería que suma los correspondientes dos puntos y derrota del CD Málaga, que recibe una sanción de tres puntos menos. El Comité de Competición no otorgó ningún resultado en cuanto al cómputo de goles.

 Las partes implicadas recurrieron al Comité de Apelación, que confirmó todas las sanciones el 23 de julio de 1980.

 Pero el CD Málaga-UD Salamanca no se había terminado todavía. El abogado D. José Cabrera Bazán en representación de los cinco jugadores malaguistas sancionados elevó un recurso al Consejo Superior de Deportes. De igual manera actuó con su representado Felipe Mesones, D. José María Gil Robles y Gil Delgado. El recurso llegó al Comité Superior de Justicia Deportiva de una manera un tanto atípica. Este organismo se creó en octubre de 1980 y se constituyó a principios de 1981. Los plazos de tiempo para presentarlos estaban más que vencidos, sin embargo siguieron su curso y finalmente el 28 de mayo de 1981, con la Liga 1980/81 ya terminada y consumado el descenso de la UD Salamanca, el Comité Superior de Disciplina Deportiva, entendiendo que había falta de pruebas, revocó las sanciones de todos los recurrentes.

 Para entonces, el único que se mantenía en activo era Felipe Mesones, que tras la sanción estuvo trabajando en la UD Salamanca. Aunque el entrenador era Neme, la sombra de Mesones era ineludible. La mala marcha del equipo hizo que primero se marchase el propio Mesones y luego acabase destituido Neme. Los jugadores del CD Málaga se habían retirado de la actividad futbolística todos, por lo que la sanción no les afectó, al menos profesionalmente. Sólo Macías se animó a regresar fichando por el CD Antequerano, para terror de los delanteros de los demás equipos de su grupo de 2ªB.

 Pero quedaron dos flecos por cerrar. La intervención del Comité Superior de Justicia Deportiva sólo tenía competencia en los recursos presentados, por lo que su fallo absolutorio fue para todos aquellos que lo solicitaron. Raúl Castronovo, ya retirado, no se vio beneficiado… ni la UD Salamanca, que como club tampoco recurrió pues su permanencia en la Primera División no fue puesta en peligro.

Aquí radica el problema histórico. Pues pese a  que queda jurídicamente definida la inocencia de todos los implicados, Raúl Castronovo, al no recurrir la sanción confirmada por Apelación, acepta su culpabilidad y, por lo tanto, la existencia de un delito. El amaño del partido CD Málaga-UD Salamanca no se pudo probar en las personas acusadas, de ahí su absolución, pero el perdón de la anulación del partido y la pérdida de dos puntos para la UD Salamanca sólo es recogido de forma implícita y no explícita en el fallo. De ahí que quede en manos de la interpretación histórica su aplicación. Si aceptamos la decisión del Comité Superior de Disciplina Deportiva, la UD Salamanca sumó 34 puntos y quedó novena y si optamos por el criterio de la RFEF sumó 30 puntos y fue decimocuarta ¿Qué clasificación tomamos, con o sin sanción?

 




Gala mundial del fútbol. La IFFHS y CIHEFE reunieron en el mismo acto a José Mourinho y Vicente del Bosque

En el distinguido Hurlingham Club, en el londinense barrio de Fulham, la IFFHS celebró su Gala Mundial del Fútbol con total éxito gracias a la respuesta que dieron tanto los deportistas como los clubs homenajeados.

 La IFFHS fue pionera a la hora de organizar para el mundo del fútbol este tipo de ceremonias, que en sí se convierten en un merecido homenaje para aquellos que han destacado en las distintas facetas de es deporte. Posteriormente se han ido extendiendo estos actos y, por desgracia, con el calendario tan sobrecargado que se padece en la actualidad, es difícil encontrar la fecha idónea.

 Los premios de la IFFHS han alcanzado un prestigio muy merecido. De hecho, es la única organización que distingue mundialmente a árbitros, seleccionadores, máximos goleadores mundiales. Sus distinciones se pueden dividir en dos: aquellas que corresponden a datos estadísticos y aquellas que son el resultado de una votación entre los miembros de la IFFHS. Las primeras están libres de toda sospecha, ya que los resultados son puramente matemáticos y sólo barajando los datos objetivos se define al vencedor. Máximo goleador es el que más goles consigue, el vencedor del Ranking Mundial de Clubs es el que más puntos suma, y la Liga más fuerte del Mundo es la que clasifica mejor a sus clubs en el Ranking Mundial de Clubs. No se tiene en cuenta ni el dinero invertido ni las marcas deportivas patrocinadoras. Los trofeos para los mejores deportistas del año ya tienen otra interpretación, que se hace muy heterogénea, pues intervienen miembros de la IFFHS repartidos por los seis continentes futbolísticos. Esta diversidad entre los votantes garantiza el mayor mérito del vencedor.

 Inicialmente la Gala Mundial del Fútbol estaba prevista para enero de este año. La organización tuvo que posponer la celebración pues el calendario de competiciones impedía la presencia de varios de los distinguidos. De ahí que, tras barajar otras opciones, se decidiera la segunda semana de mayo en el mismo lugar.

 Era una gala bastante especial para el fútbol español, porque entre los distinguidos teníamos a Iker Casillas, Xavi Hernández, Pep Guardiola y Vicente del Bosque, además de los clubs FC Barcelona y Real Madrid CF. Inicialmente la respuesta de los dos clubs españoles fue muy positiva, pues en enero nuestro fútbol tiene un calendario más llevadero. Pero al final, el cambio de fecha y las circunstancias que vivían ambos clubs (la Gala se celebraría entre la jornada 37ª y 38ª del Campeonato Nacional de Liga) aconsejaron que los galardonados no se desplazasen.

 El acto se desarrolló en dos partes claramente diferenciadas. En la primera se hacía entrega de los galardones correspondientes al año 2009. Y en la segunda tuvieron su reconocimiento el mejor club del s. XX por cada uno de los 6 contientes futbolísticos.

Los detalles de los premios se pueden consultar en la página de la IFFHS en este enlace:

http://www.iffhs.de/?b3e36e62b0af12b04fb3417f7370eff3702bb0a35b0f

 Personalmente, lo que más atrae del acto en la reunión de los mejores protagonistas de la historia del fútbol junto con los que marcan la actualidad del deporte. El autobús que trasladaba a los invitados desde el hotel de concentración en Hammersmith hasta el Hurlingham Club era una nave del tiempo que permitía el encuentro de grandes de la historia como el francés Just Fontaine, el uruguayo Fernando Morena o el español Emilio Butragueño con jugadores como el capitán del Saprissa de Costa Rica, Víctor Cordero, o  su compañero Walter Centeno.

 Un encuentro que hay que destacar, por encima de todos, fue el del madridista Amancio Amaro con el capitán del Peñarol Néstor Gonçalves. Ambos recordaron la final Intercontinental de 1966 en la que Peñarol se impuso por calidad y experiencia al Real Madrid «Ye-ye» de Miguel Muñoz. Amancio mencionaba con admiración el magnífico plantel uruguayo, dirigido por un inmenso Pedro Rocha que marcaba los pasos con sus estiletes del Pacífico, el ecuatoriano Alberto Spencer y el peruano Juan Joya. Néstor Gonçalves ponía la raza charrúa.

 No faltó a la cita Just Fontaine, quien retiene el record de goles en una única fase final de la Copa del Mundo. Hijo de española, por casualidades de la vida acabó jugando en Francia, pues sus inicios futbolísticos fueron en el protectorado francés de Marruecos. También Fontaine tuvo la oportunidad de conversar con Golçalves. Coincidieron en un torneo amistoso en Casablanca en 1962. El Stade de Reims llevaba en su delantera a otro monstruo, Raymond Kopa, y los defensas de Peñarol sólo pensaban en poderlos frenar.

Llamaba la atención el suizo Massimo Busacca. Ciertamente se le ve mejor desenvuelto en un terreno de juego, juzgando un partido de máxima tensión, que rodeado de directivos y personalidades del fútbol. Es un hombre modesto que sabe llevar la gran responsabilidad que asume en los partidos decisivos. Un gran árbitro y una gran persona.

 Hablando con Fernando Morena mencionó sus gratos recuerdos de su estancia en el Valencia CF, junto al inolvidable Mario Kempes. De todas formas, separarle de Peñarol es como separar el alma del cuerpo. Por cierto, entre la delegación de Peñarol circulaba una camiseta del Club Atlético de Madrid, como augurio de quien al día siguiente iba a firmar los dos goles más importantes del año para su equipo.

 Vicente del Bosque también acaparó la atención del público, pese a que él prefiere mantenerse en una línea más discreta. No en vano, dirige una de las mejores selecciones del mundo, posiblemente la mejor selección española de la historia. Agradeció con breves palabras el premio recibido compartiéndolo con todo su equipo técnico y con los jugadores a los que les responsabilizó del mismo.

 Mientras Pep Guardiola se quedó en Barcelona velando el último partido de Liga contra el Real Valladolid, José Mourinho se desplazó a Londres en un vuelo particular. Su llegada fue espectacular, rodeado de cámaras. Su relación con el Real Madrid todavía era un rumor, pues faltaba confirmar el Scudetto y jugar la final de la Liga de Campeones. Pero Mourinho es un deportista y cuando recibió el premio de segundo mejor entrenador del año, por detrás del barcelonista, reconoció que Pep lo había hecho todo bien y era el justo vencedor. Sin emabrgo, no estaba contento con ese segundo puesto porque él debe aspirar siempre a ser el primero. Deportividad y competititvidad, las dos mejores cualidades de un caballero. A lo largo de toda la noche no mantuvo ningún contacto con los representantes del Real Madrid, evitando la posible foto que los medios estaban buscando.

 El FC Barcelona estuvo representado por el Sr. Perrin, auténtica personificación del seny catalán. Ya nos conocimos en la gala de Salzburgo, cuando entonces los premiados era Rijkaard, Ronaldinho y Márquez. Ahora venía a recoger el reconocimiento del club como primer clasificado del Ranking Mundial de Clubs. Compartió mesa con Emilio Butragueño y Amaro Amancio.

 En definitiva, fue todo un placer reunir a tantos grandes del fútbol. Compartieron sus experiencias y éxitos. Allá donde hubo y hay una gran rivalidad, en la Gala había un estrecha cordialidad porque, por eso tiene un éxito universal, el fútbol es un deporte.

 

 

 




Escribir la Historia / reescribir la Historia

Escribir la Historia / Reescribir la Historia

Uno de los artículos publicados en Cuadernos de Fútbol fue aireado por los medios de comunicación más diversos, recogido en muchísimos foros de fútbol y focalizado como punto de referencia para quienes escriben o reescriben la Historia. En efecto, Copas que fueron Ligas y Ligas que fueron Copas recibió titulares como: «El CIHEFE no homologa la Copa de 1903 a 1909» (Diario As), «Proponen quitarle 4 títulos al Madrid y uno al Barça» (La Vanguardia), «Le quiere quitar cuatro títulos históricos al Madrid y uno al Barcelona» (Marca), hasta ¡Le quieren robar cuatro títulos al Madrid! (Defensacentral y BlogMadrid), «Podrían quitarle una Copa al Sevilla» (eldesmarque.es), o «la fifa no kiere darnos la copa del 37« (granotas.es)… Eso sin entrar en valorar las aportaciones de los lectores aprovechando el apartado de «opinión» que la mayoría de las páginas de internet tienen a su disposición.

El aspecto que más me llamó la atención, dentro de la diversidad de comentarios, fue el de acusarnos de «reescribir la historia». El argumento principal era defender lo que «todos» sabemos del pasado tal y como nos ha llegado. Lo contrario es mover, cambiar, tergiversar, manipular la Historia. Lo que algunos llaman «reescribir».

Y tienen razón en cuanto al concepto «reescribir», pues no deja de ser sinónimo de revisar, adaptar, opininar… dándole una nueva interpretación, es decir, todos valores subjetivos que siempre son cuestionables pues suelen ir acompañados de notables concesiones a las simpatías, posicionamiento o ideología del autor.

Lo que sucede es que por la distancia en el tiempo, lo que muchos no saben es que la versión que la mayoría tiene de la historia del fútbol es de por sí una «reescritura» de la misma y por lo tanto se mueven en una adaptación o interpretación en el mejor de los casos, hasta llegar a la total manipulación cuando nos referimos al «reescritor» sin escrúpulos.

Así, por ejemplo, en nuestro artículo citábamos que las primeras competiciones coperas se disputaron por puntos enfrentándose todos conta todos. Ese hecho conocido por los que en aquellos años disputaron la competición fue modificado por «reescritores» posteriormente al identificar el torneo con la Copa y cuadricular el palmarés citando como final el último partido de la competición. Eso es «reescribir» la historia. No hubo final (entendida como el partido decisivo entre los dos últimos equipos tras la eliminación del resto de rivales), hubo clasificación por puntos y el vencedor fue el que más puntos sumó. Esta rectificación altera el cómputo de finalistas… porque no los hubo.

Otra inocente -porque propiamente no tiene trascendencia- «reescritura» fue la final de la Copa de la RUECF protagonizada por el FC Barcelona y la Real Sociedad. Fijada a dos partidos, donde, como se produjo empate en ambos enfrentamientos, fue necesario un encuentro de desempate. Vicente Martínez Calatrava nos escribe la historia de esa final en el artículo Una final de Copa de ida y vuelta, contrarrestando así un error histórico (Cuadernos de Fútbol nº 9), pues muchos contabilizan el «partido de vuelta» como primer desempate.

Los errores involuntarios pueden ser más considerables. Hago referencia a la medalla de plata de España en Amberes 1920. Los «reescritores» de la Historia recompusieron el desarrollo del torneo olímpico de tal manera que justificaron la clasificación de España en segundo lugar, pese a quedar eliminada por Bélgica en el segundo partido, porque fue necesario adjudicar la medalla de plata tras la retirada de Checoslovaquia. Nada más lejos de lo que ocurrió y, por lo tanto, de lo que vivieron los protagonistas. La organización dispuso de dos torneos paralelos: uno dirigido a la medalla de oro y otro dirigido a la medalla de plata, donde entraban los equipos que quedaban eliminados del anterior. España cayó con Bélgica y consecuentemente pasó al segundo torneo donde, tras derrotar a Suecia primero, Italia después y Holanda en la final  ganó por méritos propios esa medalla de plata. Más tarde, algún «reescritor», ignorante del doble sistema de competición, reconstruyó el medallero justificando con una carambola de unas suopuestas repescas la entrada de España en podium. Nadie lo cuenta mejor que Félix Martialay en Amberes. Allí nació la furia española.

Otra página «reescrita» de la Selección Nacional corresponde al España-Portugal del 29 de mayo de 1927 que tuvo que jugarse el mismo día del Italia-España por el calendario. Todavía hay quien sigue copiando al «reescritor» de los años 50 que desclasificó el partido como España «B» y de golpe le quitó la internacionalidad a los 11 jugadores que defendieron la camiseta nacional. Recuperar este partido en el palmerés de la Selección Absoluta no se trata de cambiar la Historia, sino de evitar que la cambien.

También ha habido «reescritores» de la Historia con intereses muy evidentes. Incluso en épocas relativamente tempranas, a pesar de que los pioneros de nuestro fútbol todavía vivían. José Ángel Berrando en sus memorias manuscritas sutilmente oscurece la fecha de fundación de la Real Unión Española de Clubs de Football (que fue en 1912), remontándola a 1910 y validando con ello la organización del trofeo de Copa de San Sebastián a cargo de la Real Sociedad. Nada que ver con la realidad. Pero esa supuesta «reescritura» sirvió para que la Real Sociedad, que nunca había ganado la Copa, se alineara en el grupo de los «minimalistas», los seis clubs que la habían ganado, y así formar parte de la élite que originó el Primer Campeonato de Liga en 1928. Años después todavía hay quien contabiliza el título del Club Ciclista de 1909 en el palmarés de la Real Sociedad, que paradójicamente todavía no existía cuando se disputó aquella copa.

Ni que decir tiene que los «reescritores» pierden más credibilidad cuando confunden sus hipótesis como documentación. Ahí ya se combina el partidismo del mal investigador, el empeño personal, la ideología política y el resultado es nefasto. Es el caso de los errores de bulto que han aparecido en la «Historia del Llevant UD», obra prevista en cuatro tomos de los que ya se han publicado los dos primeros. Con ello no les quito el mérito del tiempo invertido en recoger documentación y testimonios. Simplemente señalo que esa labor en ciertos capítulos la echan a perder por anteponer su idea preconcebida a la lógica evaluación de los datos. Es el caso de insistir hasta la saciedad y el aburrimiento del lector que la inscripción en el registro civil del FC Cabañal de 1907 corresponde a la del Levante FC de 1909, y así aumentar en dos años la antigüedad del club. Dos entradas diferentes en el registro civil corresponden a dos sociedades diferentes, por muy estrecha vinculación que uno quiera interpretar que había entre ellas. Más tarde, rechazan la desaparición del primer Levante FC en la segunda década, sin ninguna documentación válida: tan sólo argumenta que la represión política de la clase trabajadora de los Poblados Marítimos de Valencia hacía que la prensa local omitiese cualquier referencia de sus actividades deportivas, en vez de reconocer la profunda crisis que el fútbol valenciano sufrió en ese período que llevó a la desaparición de los clubs más importantes, como el primer FC Valencia. Finalmente, la aparición del tomo II vino acompañada con el anuncio a bombo y platillo de la publicación de argumentos irrebatibles para el reconocimiento oficial de la Copa España Libre. Después de firmar una lamentable entrada sin aportar nada nuevo al tema, José Ricardo March confunde su opinión sobre el informe de CIHEFE con la presentación de pruebas irrefutables. Para ser más concretos, su exposición «objetiva» se basa en que la circular federativa del 3 de octubre de 1936 donde se indica que «se suspende la temporada de juego para todas las competiciones oficiales dependientes de la Nacional» no dice lo que a primera lectura se entiende, sino que en sí se desprende que con ello la Nacional  da permiso a las territoriales para organizar la Liga y/o la Copa. Por eso, -siguiendo la línea argumentativa de José Ricardo March- en la zona mediterránea, las territoriales acordaron un calendario oficial con carácter nacional y organizar, al menos, el Campeonato de España. No tiene ni actas, ni circulares, ni notas de prensa donde se divulgue tal decisión. Según esa hipótesis (delegar en las territoriales la organización de las competiciones nacionales), cualquier federación regional, sin importar qué bando contendiente controlase su territorio, tendría potestad para organizar su Campeonato de Liga y/o su Campeonato de España (la Copa) -dependiendo de sus posibilidades-, e incluso podría haber reclamado la participación en el Campeonato del Mundo de 1938. Confundir la hipótesis como prueba es asumir el significado más peyorativo de «reescribir» la Historia.

Con este repaso podemos ver que quienes «reescribieron» los acontecimientos aprovecharon la falta de memoria colectiva de los aficionados para transmitir su versión. Posteriormente los malos historiadores, aquello que se limitan a copiar literalmente lo que encuentran publicado sin revisar el contenido, potenciaron y extendieron la «reescritura» hasta convertirla en la única versión conocida. Así, de tanto repetir, el error se acaba fijando. CIHEFE apuesta por escribir la Historia y devolver a sus protagonistas el contexto más fidedigno posible, y éste es nuestro compromiso.

 




El penalti más largo del mundo

La Liga tuvo su penalti más largo en la temporada 1976/77: 352 km de distancia y 71 horas y 20 minutos desde que se señaló hasta que se lanzó.

Penalti, en España, penal en el resto del mundo de habla hispana. Una de las jugadas que más comentarios suscita es el penalti. Desde que la International FA Board lo introdujo en el reglamento en 1891 para compensar la gravedad de una falta con la peligrosidad de una jugada, esta sanción ha sido punto de fijación de deportistas, aficionados, periodistas y escritores.

Lo cierto es que se ha convertido en una suerte dentro del ritual futbolístico. Es anhelado recurso de los malos ganadores -vencer de penalti injusto en el último minuto- o descrédito de la puntería de un equipo -no marcar ni de penalti-. Hay penaltis de toda clase: rigurosos, clarísimos, inventados, provocados, de libro, sólo vistos por el árbitro… Y también hay mil maneras de tratar de transformarlo: fuerte y colocado -al hierro de la red, decía un veterano entrenador-, por el centro -confiando en que el portero se iba a mover-, engañando al portero, con paradiña, a lo «Panenka»… E incluso se discute eternamente si se falla o lo para el portero. Lo que todo aficionado tiene claro es que todo supuesto penalti no señalado es contabilizado como gol cuando se perjudica a su equipo, olvidándose de que en la estadística oscila entre el 70% y el 80% la efectividad de los delanteros.

Y ¿cuánto dura un penalti? Hasta en eso la máxima sanción tiene una naturaleza especial dentro del reglamento, pues permite prolongar el juego con tiempo acabado si en el instante final el árbitro castigó con penalti al bando defensor. Entonces, es el juez quien decide, al otorgar o no el tanto tras el lanzamiento de la máxima pena, cuando finaliza el encuentro. Ninguna otra jugada tiene este tratamiento, pese al enfado de público o jugadores cuando, teniendo el balón en posesión, escuchan el final del partido. Propiamente un penalti es un punto en el tiempo. No tiene duración. Se sanciona y se ejecuta de manera inmediata.

Pero no es tan sencillo. El penalti es la única jugada que huele a gol en su propia definición. Y el gol es lo más importante del fútbol. Con él se deciden partidos, clasificaciones, campeonatos… Con un penalti se alcanza la gloria. El lanzador si lo transforma; el portero si lo detiene. Los dos, solos, frente a frente, sí, y detrás de ellos los compañeros, el público, el éxito, la historia si cabe.

Osvaldo Soriano, escritor argentino fallecido en 1997 a los 54 años, aportó una precisosa experiencia sobre el penalti narrando un breve cuento. El penal más largo del mundo. Todos los protagonistas son desconocidos: ni fama, ni dinero. Sólo la pasión por el fútbol. ¿Sólo? Un penalti injusto, señalado ya sobre la hora va a decidir el título del campeonato regional. El árbitro es noqueado por un jugador del equipo sancionado y no se puede lanzar el castigo. Los incidentes se suceden y finalmente habrá que esperar una semana entera para poder saber quién será el campeón. Invito a los lectores a disfrutar con el relato completo en esta dirección http://www.elortiba.org/pasorian.html. Este cuento inspiró al director de cine Roberto Santiago para registrar la película El penalti más largo del mundo. En ella el popular actor Fernando Tejero encarna al guardameta suplente de un modesto equipo regional que podría lograr el ascenso de categoría si detiene el penalti. Una adaptación en clave de comedia, ambientada en un equipo de barrio de Madrid y estimulada por la naturaleza de perdedor del protagonista: ¿será capaz de deterner el penalti?

Curiosamente, en nuestra Primera División española también tuvimos un penalti más largo. Temporada 1976/77, jornada 33, partido Valencia CF-Real Zaragoza. Estadio Luis Casanova -como entonces se llamaba Mestalla-, con muy buena entrada, casi lleno. El Valencia CF, en sexta posición, luchaba por entrar en la Copa de la UEFA, si bien el público acababa de recibir un revés: esa semana habían sido eliminados por el Hércules CF en octavos de final de la Copa. En frente el Real Zaragoza, en situación crítica, empatado con el RC Celta y Racing de Santander, sólo se salvará del descenso uno de los tres.

La afición valencianista abroncó a su equipo para recibirlo, a la eliminación copera había que añadir el mal resultado en Burgos. Tras un comienzo de alternancias, al cuarto de hora el árbitro andaluz Sánchez Ríos señala penalti contra los visitantes en un forcejeo entre Cerveró y Rubial y el matador Kempes adelanta al Valencia CF. No acertó el colegiado, lo que no le importó mucho al público. Entonces el Zaragoza, más necesitado, tomó la iniciativa, tratando el Valencia de sorprender con algún contragolpe. Así se terminó la primera parte y así continuó la segunda, con un 1-0 inquietante, inestable. Hasta que llegó el minuto 84. ¡Penalti! Penalti contra el Valencia. Carrete y Juanjo disputan un balón por alto y finalmente cae el zaragocista. Penalti. Sólo lo ha visto el árbitro. El público protesta ruidosamente y lanza almohadillas al césped. Unos cuantos tratan de llegar al terreno de juego pero son detenidos por los propios jugadores. Parece que se calman los ánimos. Los empleados del club logran despejar el área para que se lance el castigo. Han pasado unos diez minutos, pero de nuevo hay lanzamiento masivo de almohadillas y ahora son más lo exaltados que quieren alcanzar al árbitro. La fuerza pública interviene. El trío arbitral se refugia ya en los vestuarios y desde allí se anuncia la suspensión del partido. Más protestas. Desalojado el estadio ahora son las calles colindantes donde la policía dispersa al público. Mientras, el Racing ya ha dado la vuelta al marcador y junto a la victoria celtiña coloca al Zaragoza antepenúltimo. Ese penalti es puro oxígeno para los aragoneses.

Ante estos hechos la directiva del Valencia se reunió con carácter de urgencia y facilitó el siguiente comunicado:»Primero: lamentar la parcial y desafortunada actuación de Sánchez Ríos. Segundo: sentir y comprender la reacción de nuestra afición, que siempre ha dado pruebas de madurez deportiva a través de su larga historia. Dicha reacción sólo ha podido producirse con la insólita actuación arbitral. Tercero: de conformidad con la reglamentación vigente, la Directiva hará uso de cuantos derechos y acciones correspondan en defensa de los intereses del club«.

Impresionante ejercicio de inmadurez e irresponsabilidad de la directiva valencianista que en ningún momento pide perdón por los hechos. En cambio, el Comité de Competición, el martes siguiente, decidió imponer multa de doscientas mil pesetas al Valencia por incidentes del público de especial gravedad, que determinaron la suspensión del encuentro antes de su normal terminación, apercibiéndole con una clausura de su terreno de juego si se reiteran los hechos de análoga naturaleza. Disponer que prosiga el encuentro en el estadio Santiago Bernabéu, a puerta cerrada, este próximo miércoles, día 18 del actual, a las 18,00 horas, lanzándose el penalty decretado por el árbitro contra el Valencia que no pudo ejecutarse como consecuencia de aquella suspensión.

Además se anunció que la continuación del partido sería dirigida por José Antonio Balsa Ron, del Colegio Oeste, que sustituía al titular, el andaluz Antonio Sánchez Ríos, que la noche del domingo realizó unas molestas declaraciones por televisión. Antonio Sánchez Ríos se retiró del arbitraje ese año.

Las reacciones fueron bastante curiosas. Por un lado la directiva valencianista acató con deportividad la sanción aunque un sector de los aficionados la consideraron dura. El Valencia desplazó a Madrid 12 jugadores, pues ya había utilizado los dos recambios reglamentarios. Por su parte en Zaragoza, desencantados porque esperaban que se les diese ganadores del partido, la incógnita giraba en torno a quién iba a lanzar el penalti. Llamaba la atención el hecho de que durante el entrenamiento del martes no se ensayó la jugada. El entrenador, el francés Lucien Müller, comentó que indicaría qué jugador tomaría tal responsabilidad en los mismos vestuarios del Santiago Bernabeu para evitar la persión psicológica. Todos sabían que iba a ser José González, el especialista del equipo.

Y así, tal y como estaba previsto, saltaron los dos equipos al terreno de juego. Había en torno a un millar de espectadores que se saltaron el a puerta cerrada preceptivo. Lo pudo ver toda España porque, además, el fragmento de partido se televisó en directo. El sorteo de campo dio el fondo norte al Valencia CF y a esa portería se dirigieron Pereira y José González, no hubo sorpresa. José González coloca el balón y echa unos pasos hacia atrás. Pereira en el centro del arco. Balsa da la señal. Pepe se adelanta, da unos pasos, amaga una paradiña y dispara. Pereira adivina la dirección y ataja el balón. Lo ha parado. No. El árbitro señala que Pereira se ha movido antes de que saliera el balón impulsado. Hay que repetir. 352 km de distancia y 71 horas y 20 minutos para lanzar el penalti y hay que repetirlo. Y a la segunda fue gol. Empató el Zaragoza. Luego se llegaron a correr hasta poco más de ocho minutos, pero no se movió el marcador.

Esta es la ficha técnica de tan extraño partido:

VALENCIA CF – REAL ZARAGOZA                       1-1

Fecha: 15 de mayo de 1977. Suspendido en el minuto 84′ se continuó el 18 de mayo de 1977.                         

Estadio: Luis Casanova (35000) – Madrid: Santiago Bernabéu (1000) al 84′.

Arbitro: Sánchez Ríos (Balsa Ron 84′).

Goles: 1-0 (15′) Kempes de penalti. 1-1 (84′) José González de penalti.

Valencia CF: Pereira; Carrete, Castellanos, Cerveró; Arias, Tirapu; Rep (Saura 84′), Teca (Eloy 46′), Kempes, Adorno (Juan Carlos 81′), Valdez <Mestre>.

Real Zaragoza: Nieves; Heredia, José Manuel González, Royo; Blanco, Violeta; Rubial, García Castany, Jordao, José González, Juanjo <L Müller>.

El Valencia CF ya había realizado sus dos cambios, pero según el reglamento, en el caso de que se trate de la reanudación de un partido un equipo puede alinear jugadores diferentes a los que estaban sobre el terreno de juego. Ese fue el caso de Saura que ocupó el puesto de Rep. El Real Zaragoza repitió la misma alienación y no efectuó cambios.

El resultado perjudicaba a ambos equipos. El Valencia aprovechó su desplazamiento a Madrid porque cerraba el campeonato en el Vicente Calderón. El Atlético había cantado su octavo título liguero la semana anterior y se reunía con su afición para festejar el éxito. Los valencianos tenían algunas opciones, aunque remotas para conseguir el cuarto puesto. Al final el Valencia ganó al Atlético, pero sólo celebraron el éxito de Kempes que se proclamó máximo goleador, pues se quedaron fueran de Europa. Por contra, el Real Zaragoza que no dependía de sí mismo, pese a que derrotó al RC Celta en La Romareda, tuvo que acompañarle a Segunda División porque el Racing ganó a la UD Salamanca en El Helmántico.

Finalmente un dato curioso más. Esa misma temporada en Tercera División se produjo un antecedente en el partido CD Laredo-CD Guecho del 23 de enero de 1977. Se disputaba en El Sardinero pues el equipo local tenía clausurado su terreno de juego cuando en el último minuto el árbitro, el Sr. Garagorri, señaló penalti en su contra y expulsó a un defensa por protestar. El marcador iba 1-0. Gonzalo del CD Guecho lo lanzó fuera pero el colegiado ordenó su repetición porque los defensores habían entrado en el área antes de que se moviese el balón. Entonces el público se avalanzó sobre el juez, que salió huyendo a los vestuarios tras recibir varios golpes. La Guardia Civil no le daba garantías para que se pudiese lanzar de nuevo el penalti. En definitiva, el partido se suspendió y el Comité de Competición mandó que se lanzara en San Mamés a puerta cerrada. El CD Guecho consiguió así el empate.

 




Copas que fueron ligas y ligas que fueron copas

¿Qué título es más importante, la Liga o la Copa?

La respuesta fue siempre muy sencilla. Cualquier aficionado interpelado daría con la competición correctamente. La cuestión depende del momento en que se haga la pregunta, porque no todo el mundo ha dado la misma solución a lo largo de la historia.

En efecto, Liga o Copa. ¿Qué título otorga la supremacía nacional al vencedor? Actualmente los nombres oficiales que reciben ambas competiciones son prácticamente sinónimos: Campeonato Nacional de Liga y Campeonato de España. Quizá en ello esté la importancia del dilema.

Porque no existe dilema hasta que uno se plantea el sentido de la trascendencia. En el fútbol mundial cada país organiza un número indeterminado de competiciones. Puede haber un único campeonato, sin más, o dos, tres, etc. hasta los que la federación nacional establezca. No hay más límite que el propio calendario. Cada uno es libre de arreglar su casa como desee o más le convenga. Sin embargo, el desarrollo de las competiciones internacionales de clubs ha obligado a que las diferentes confederaciones  continentales tengan que establecer una correspondencia entre las diversas competiciones nacionales, para fijar los derechos de participación. Normalmente son las propias federaciones nacionales quienes marcan los criterios para inscribir a sus clubs en las competiciones internacionales, aunque la confederación continental puede fijar unos requisitos mínimos. Con ello, volvemos a replantearnos el tema: qué campeonatos sirven o no para acceder a la mejor competición, a la «Liga de Campeones» de Europa, Asia, África o CONCACAF y a la «Libertadores» sudamericana.

La FIFA ha solicitado de la IFFHS que establezca un baremo para jerarquizar la importancia de cada campeonato dentro del contexo nacional que sea homologable en el plano internacional. En otras palabras: establecer una correspondencia de equivalencia entre los títulos de un país y de otro.

Para ello la IFFHS ha fijado unas premisas claras y concisas por las que define un organigrama de competiciones que en algunos países llega a ser muy complicado. El caso de España es, aparentemente, bastante sencillo: el Campeonato Nacional de Liga es el galardón más importante, seguido de la Copa (Campeonato de España). Son los dos torneos que la propia UEFA exige organizar a todas las federaciones -aunque luego no sea cierto, como sucede con Liechtenstein-. En un tercer rango están la Supercopa, la Copa de la Liga -si las hubiere-, etc. Las únicas condiciones son que esté organizado exclusivamente por la federación nacional, que sean extensibles a todo el territorio del estado de manera implícita y que dé un vencedor por título y año (no nos ocupa responder aquí a los casos de muchos países hispanoamericanos donde hay Apertura y Clausura).

La cuestión, volviendo al inicio del artículo, es que nuestras competiciones ofrecen unos resultados sorprendentes a la hora de aplicar esta revisión de títulos, por lo que, desde el punto de vista internacional, la importancia de los méritos cambia de manera sustancial.

Empezando por el primer punto: toda competición de la que se predique oficial debe estar organizada directamente por la federación nacional o por una entidad superior que la incluya. La actual RFEF publica en su lista de ediciones del Campeonato de España varias que no se ajustan a esta regla. La primera Federación Española de Clubs de Football se fundó a finales de 1909. Las ediciones del Campeonato de España de 1903 a 1909 fueron organizadas por el Madrid FC o por la Federación Madrileña (que sólo regía en la propia ciudad de Madrid) por lo que no cumplen esta premisa y, por lo tanto, no son homologables para el palmerés nacional desde el punto de vista de la FIFA.

De las dos competiciones que se disputaron en 1910, sólo es reconocida la edición jugada en Madrid, la ganada por el FC Barcelona, pues la de San Sebastián tampoco tiene respaldo federativo alguno, pese a que posteriormente se le reconoció el título al Athletic Club como gesto de restablecimiento de la paz entre federación y rebeldes. Igualmente no se homologa el Campeonato de España de 1913 de Barcelona, organizado por la Real Unión de Clubs de Football. Esta entidad, fundada en 1912, era la manifestación del cisma de base que padecía el fútbol español de la época. Por haber sido constituida más tarde no se le concede la potestad de poner en juego el título de campeón de España, pues ya era responsabilidad de la FECF.

La primera Copa del Generalísimo, 1939, era el premio para el Torneo Nacional de Fútbol, organizado por la propia FEF. Su carácter oficial es incuestionable. Sin embargo convergen una serie de circunstancias que dificultan su homologación. Por un lado, no se convoca -aunque posteriormente fue añadida una grabación de dudoso origen sobre el propio trofeo- como Campeonato de España, título necesario para que el torneo en cuestión se pueda añadir al palmarés de la competición. También es cierto que participan equipos federados y no federados y las fichas de los jugadores transitan excepcionalmente entre los equipos sin haber sido dadas de alta en la propia FEF. Son irregularidades que obligan a revisar profundamente el carácter que tuvo este Torneo Nacional de Fútbol. Es un capítulo pendiente.

Lógicamente el Concurso Madrid 1902, las ligas de 1927/28 -tanto la de la Unión de Clubs Campeones como la de la Liga Profesional-, la Liga del Mediterráneo 1937 y la Copa España Libre 1937 también quedan excluídos por ser todos de iniciativas extrafederativas.

Sólo se considera un campeón nacional absoluto por año. Aplicar este criterio actualmente es una obviedad: el campeón de Liga. Así, podemos fijar que desde 1929 en España hay un campeón absoluto y ése es el ganador del Campeonato Nacional de Liga. No obstante, para ser correctos con la historia, esta competición no fue siempre la que gozó de mayor prestigio en el panorama nacional. En sus comienzos se desarrolló a la sombra del Campeonato de España, título que mantuvo el vencedor de la Copa. Si tuviésemos que poner una fecha definitiva en que la Liga desplazó a la Copa en reconocimiento deberíamos ir a la edición de 1939/40, aunque no esté exenta de discusión.

Lo que sucede es que entre 1910 y 1928 al no haber propiamente un campeonato de Liga, los campeones de Copa asumen el reconocimiento de campeones nacionales, equiparables a los campeones de cualquier otro país y, por lo tanto, son campeones absolutos.

El desarrollo de las competiciones de esos años incluso replantean su concepción. No cabe duda que la Copa de 1910 es heredera de las anteriores ediciones -pese a que no cumplen el primer requisito FIFA/IFFHS-. Curiosamente en 1903, 1905, 1906, 1907 y 1910 -que es la que nos ocupa- se jugó bajo el sistema liga -de todos contra todos- y no hubo final propiamente dicha, aunque sí un desempate en 1907. No tenemos en cuenta la edición de 1908 pues fue a partido único entre los dos inscritos. En definitiva, las contamos como copas, pero fueron realmente ligas.

A partir de 1914, ya bajo la dirección de la RFEF, la competición se estructuró más sólidamente. Los campeones regionales, es decir, los ganadores de las ligas locales, pasaban a disputar el Campeonato de España y de entre ellos salía el campeón absoluto. Este mismo sistema, campeonatos regionales previos y fase nacional después, sirvió para señalar al campeón nacional absoluto de Alemania o Italia hasta que se creó la liga unificada en cada país, por poner ejemplos. No hay ninguna diferencia organizativa en la concepción de estos campeonatos. De ahí que desde un punto de vista internacional sean equivalentes u homologables en rango. Otra cuestión es la correlación histórica de los trofeos y de las competiciones. Como ya hemos dicho, la Copa/Campeonato de España siguió gozando de un mayor prestigio respecto a la Liga antes de la Guerra Civil e incluso en los primeros años de la posguerra. La gran diferencia entre España e Italia radica en que al crearse la liga, los españoles mantuvieron los campeonatos regionales y la Copa -más próximos al modelo inglés-, mientras que en Italia el nuevo sistema otorgó el título nacional a la Serie A y paulatinamente se fueron formando las categorías inferiores asimilando a los campeonatos regionales sin disputarse la Copa.

Con este planteamiento, el palmerés de campeones españoles de 1902 a 1940, queda remodelado de la siguiente manera a la hora de establecer su equivalencia y homologación con las competiciones de los demás países:

Temporada Campeón nacional absoluto (Copa) Campeón de Copa  -no homologado por IFFHS-
1902/03 Athletic Club 2
1903/04 Athletic Club 2
1904/05 Madrid FC 2
1905/06 Madrid FC 2
1906/07 Madrid FC 2
1907/08 Madrid FC 2
1908/09 Club Ciclista 2
1909/10 FC Barcelona 1 Athletic Club 2
1910/11 Athletic Club 1
1911/12 FC Barcelona 1
1912/13 Racing Club Irún 1 FC Barcelona 3
1913/14 Athletic Club
1914/15 Athletic Club
1915/16 Athletic Club
1916/17 Madrid FC
1917/18 Real Unión Club
1918/19 Arenas Club
1919/20 FC Barcelona
1920/21 Athletic Club
1921/22 FC Barcelona
1922/23 Athletic Club
1923/24 Real Unión Club
1924/25 FC Barcelona
1925/26 FC Barcelona
1926/27 Real Unión Club
1927/28 FC Barcelona

1 Organizados por la Federación Española de Clubs de Football.

2 Organizados por clubs o entidades federativas de ámbito local.

3 Organizado por la Real Unión Española de Clubs de Football.

Con la creación de la Liga, el palmarés ya coincide con las publicaciones más conocidas:

Temporada Campeón nacional absoluto (Liga) Campeón de Copa
1928/29 FC Barcelona RCD Español de Barcelona
1929/30 Athletic Club Athletic Club
1930/31 Athletic Club Athletic Club
1931/32 Madrid FC Athletic Club
1932/33 Madrid FC Athletic Club
1933/34 Athletic Club Madrid FC
1934/35 Betis Balompié Sevilla FC
1935/36 Athletic Club Madrid FC
1939/40 Athletic Club Aviación RCD Español de Barcelona

Y en términos absolutos, el palmarés de cada club también se ve alterado:

Club

Campeón nacional absoluto 1

Campeón de Copa 2

Real Madrid CF

32

12

FC Barcelona

26

17

Athletic Club

14

14

Club Atlético de Madrid

9

9

Valencia CF

6

7

Real Unión Club

3

Real Sociedad de Fútbol

2

1

Sevilla FC 3

1

3

Real Betis Balompié

1

2

RC Deportivo de La Coruña

1

2

Racing Club Irún

1

Arenas Club

1

Real Zaragoza

6

RCD Espanyol de Barcelona

4

RCD Mallorca

1

1 Incluye el Campeonato de España de 1910 a 1928 y el Campeonato Nacional de Liga a partir de su primera edición 1928/29.

2 Incluye el Campeonato de España a partir de la edición de 1929.

3 Pendiente de revisión el Torneo Nacional de Fútbol-Copa del Generalísimo de 1939.

Hay que reconocer que las cifras del palmarés pueden ser muy llamativas, acostumbrados a contabilizar la Copa por un lado y la Liga por otro. El cambio en el cómputo de los títulos de 1910 a 1928 dan unos números que reflejan de una manera más justa y proporcionada el mérito histórico de los clubs. El predominio del FC Barcelona en los primeros años del fútbol español le permite reducir distancias frente al Real Madrid CF, máximo dominador de la Liga con claridad. Cierto es que entonces, en la Copa, el equipo madridista reduce sustancialmente la cifra respecto a vascos y catalanes. También es reseñable la presencia de históricos como el Real Unión de Irún o el Arenas Club que en su día fueron campeones absolutos de España en todos los sentidos. Este mérito en su época es comparable al de ser campeón de Liga actualmente.




Las distinciones anuales de la IFFHS

En el artículo anterior, publicado en el nº 5 de nuestra revista, se presentaban los criterios con que la IFFHS nomina y elige a los más destacados jugadores, entrenadores, árbitros del año. Por un lado están las distinciones producto de la estadística marcadas por su total objetividad. Por el otro están aquéllas que se deciden por la opinión de los miembros de la propia IFFHS, asociaciones nacionales de historia y estadística de fútbol y -por primera vez- redacciones de las principales publicaciones deportivas.

Los miembros de CIHEFE, a lo largo del mes de diciembre, hicieron una votación previa que harían llegar a la IFFHS. Y, después de conocerse los resultados definitivos, nos complace poder decir que CIHEFE ha coincidido en todos los primeros puestos de todas las categorías.

MEJOR ÁRBITRO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Massimo Busacca 13   Massimo Busacca 225
Jorge Luis Larriondo 9   Roberto Rosetti 147
Hécor W Baldassi 6   Howard M Webb 52
Roberto Rosetti 6   Jorge Luis Larriondo 47
Wolfgang Stark 3   Frank de Bleeckere 45

Undiano Mallenco (2 votos) y Mejuto González (1 voto) también fueron considerados dentro de las preferencias de CIHEFE. Para la IFFHS estos dos árbitros obtuvieron un excelente resultado pues se clasificaron, respectivamente duodécimo (12 votos) y séptimo (22 votos), además de señalar que Medina Cantalejo quedó sexto con 25 votos.

MEJOR ENTRENADOR DE CLUB DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Pep Guardiola (FC Barcelona) 24   Pep Guardiola (FC Barcelona) 300
Arsène Wenger (Arsenal FC) 9   Alex Ferguson (Manchester Utd) 137
Alex Fereguson (Manchester Utd) 7   José Mourinho (Inter Milán) 66
Rafael Benítez (Liverpool FC) 6   Alejandro J Sabella (Estudiantes) 54
Hiddink, Mourinho, Jiménez, Lucescu 3   Mircea Lucescu (Shakhtyor) 45

Entre los miembros de CIHEFE ha habido unanimidad a la hora de elegir al ganador. Todos eligieron al barcelonista Guardiola. En cambio, para el segundo puesto, se destacó ligeramente el técnico del Arsenal de Londres, que se clasificó sexto en la general, a seis puntos del rumano Lucescu. Rafa Benítez quedó decimo tercero (9 votos), sin olvidar a Unai Emery que recibió cinco votos de los miembros de la IFFHS

MEJOR SELECCIONADOR NACIONAL DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Vicente del Bosque (España) 22   Vicente del Bosque (España) 185
Dunga (Brasil) 11   Fabio Capello (Inglaterra) 151
Robert Bradley (EE.UU) 9   Dunga (Brasil) 149
Fabio Capello (Inglaterra) 7   Marcelo A Bielsa (Chile) 82
Marcelo A Bielsa (Chile) 4   Robert Bradley (EE. UU) 32

Dominio absoluto de Vicente del Bosque. Sus resultados son espectaculares, ya que, salvo la derrota ante EE.UU, todos los demás partidos se cuentan por victorias. Ésta es la imagen que da la selección española al exterior y así lo manifiesta la IFFHS. Los cinco primeros son los mismos tanto para CIHEFE como para la IFFHS, aunque parece ser que la Copa FIFA-Sudáfrica 2009 nos influyó más. De ahí el segundo puesto para Dunga y el tercero para el sorprendente Robert Bradley -único que ha logrado vencer a España en los dos últimos años-. Por los dos lados se reconoce el mérito de Capello en Inglaterra y de Bielsa en Chile.

MEJOR PORTERO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Iker Casillas (Real Madrid) 22   Iker Casillas (Real Madrid) 230
Gianluigi Buffon (Juventus) 11   Gianluigi Buffon (Juventus) 150
José M Reina (Liverpool FC) 6   Julio César (Inter Milán) 124
Víctor Valdés (FC Barcelona) 6   Edwin van der Sar (Manchester Utd) 87
Petr Čech (Chelsea FC) 6   Petr Čech (Chelsea FC) 75

La elección de Iker Casillas no ha tenido discusión alguna, aunque para algunos no está precisamente en su mejor momento. Es el portero de la selección española y su presencia es una garantía. Ha obtenido una clara ventaja sobre su inmediato perseguidor. A juicio de los miembros de CIHEFE, en cambio, la presencia de porteros españoles debió ser más siginificativa. En la clasificación general de la IFFHS Víctor Valdés se colocó en sexta posición y Pepe Reina en séptima con 53 y 19 votos respectivamente.

MEJOR JUGADOR CONSTRUCTOR DE JUEGO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Xavi Hernández (FC Barcelona) 24   Xavi Hernández (FC Barcelona) 164
Andrés Iniesta (FC Barcelona) 12   Lionel Messi (FC Barcelona) 143
Cesc Fábregas (Arsenal FC) 7   Kaká (Real Madrid) 99
Frank Lampard (Chelsea FC) 5   Andrés Iniesta (FC Barcelona) 98
Xabi Alonso (Real Madrid) 4   Steven Gerrard (Liverpool FC) 54

La elección de los miembros de CIHEFE ha seguido un criterio bastante conciso a la hora de concebir a un jugador constructor de juego, mientras que los miembros de la IFFHS han sido más heterogéneos. En España el triunfo de Xavi ha sido absoluto, con máxima puntuación. Y ese criterio ha prevalecido en líneas generales entre los votos de la IFFHS. En cambio, mientras que Lionel Messi ha obtenido el segundo puesto, de nosotros no ha recibido ningún punto. La única explicación radica en la definición de qué es un jugador constructor de juego. Messi es un jugador fuera de serie, impresionante, pero no dirige a su equipo. Algo parecido se puede decir de Kaká. Es destacable la presencia de Andrés Iniesta, pieza imprescindible tanto en el FC Barcelona como en la propia selección española.

Concluyendo:

Los resultados de las votaciones de la IFFHS han satisfecho a la mayoría de aficionados y periodistas del fútbol español. Mientras los primeros, especialmente en los foros, no pierden el tiempo en airear sus preferencias particulares elevándolas a categorías absolutas, los profesionales de la información, fecuentemente, necesitan de la publicación de estos premios para respaldar su propia opinión. Por ejemplo, los premios que recibió Lionel Messi de France Football o de la FIFA fueron bien recibidos en Argentina y también en España, aunque de manera más moderada. En cambio, ahora que el ganador ha sido Xavi, la prensa española no ha dudado en señalar el mérito de esta distinción, que, por cierto, Xavi gana por segundo año consecutivo, igual que Iker Casillas.

Tema diferente, como ya anticipé en mi anterior artículo, son las distinciones con referencias estadísticas: liga más fuerte, máximos goleadores… porque muchos confunden datos con opinión. Pero de eso ya hablaremos en otro número.




Torneo de Ginebra: 1930

Con motivo de la inauguración de su nuevo recinto deportivo, el Estadio des Charmilles, y coincidiendo con su 40º aniversario, el Servette FC de Ginebra organizó un torneo internacional con la participación de 5 campeones nacionales de Liga, 2 de copa nacional y tres importantes representantes de los mejores países europeos, dejando al margen los equipos británicos y escandinavos. Por la importancia de los participantes y el número de países representados este torneo está considerado como uno de los antecedentes más directos de la Copa de Europa, junto con la Copa Mitropa y la Copa Latina.

Fue todo un acontecimiento que la prensa europea siguió en directo. La presencia de los mejores clubs centroeuropeos daba un enorme prestigio al certamen, máxime cuando estos países decidieron no acudir al I Campeonato del Mundo, en Montevideo, que empezaría tan sólo una semana después de la final del torneo ginebrino. Algunos lo llegaron a considerar como un desfío europeo, pues no hay que olvidar que a Uruguay sólo fueron Francia, Bélgica, Rumanía y Yugoslavia.

Participantes:  
Servette FC Genève Campeón de Liga de Suiza.
First Vienna FC Campeón de Copa de Austria, tercero en la Liga donde el campeón fue el SK Rapid Wien.
SpVgg Fürth Subcampeón de Alemania Sur, cayó en la segunda ronda de la fase final nacional en la que fue campeón el Hertha BSC.
FC de Sète Campeón de Copa de Francia, único torneo nacional pues todavía no había campeonato de Liga en Francia.
SK Slavia Praha Campeón de Liga de Checoslovaquia en la que ganó todos los partidos. Era subcampeón de la Copa Mitropa.
Royal Cercle Sportif Brugeois Campeón de Liga de Bélgica.
Újpesti TE Campeón de Liga de Hungría y vigente campeón de la Copa Mitropa.
Real Unión Club sexto clasificado de la Liga española, donde el campeón fue el Athletic Club.
Bologna Sportiva sexto clasificado de la Liga italiana, donde el campeón fue el Ambrosiana-Inter.
Go Ahead Deventer Campeón de Liga de Holanda

El Real Unión aceptó la invitación formulada a través de la Real Federación Española de Fútbol. No cabe duda que el mejor representante del fútbol español hubiese sido el Athletic Club que había copado los dos títulos. El 30 de marzo cerró el Campeonato Nacional de Liga invicto, con doce victorias y seis empates. El 1 de junio en Montjuich derrotó al Real Madrid en la final de Copa por 3-2, firmando el doblete. Tampoco aceptaron la invitación los otros grandes, posiblemente por los compromisos de la selección española.

España había renunciado a desplazarse a Montevideo por motivos diversos, sin embargo, respetó el calendario de encuentros amistosos enfrentándose a Checoslovaquia en Praga y a Italia en Bolonia. Tras la derrota por 2-0 ante los checos siguió una importante victoria ante los italianos 3-2. En la expedición nacional figuraban Pichi Garizurieta, José Muguerza, Roberto Echevarría, Guillermo Gorostiza y Gregorio Blasco del Athletic Club. Real Madrid, FC Barcelona y RCD Español también contribuyeron con sus mejores jugadores. El Real Unión aportaba un jugador, uno de los mejores del momento, Luis Regueiro.

Propiamente fue un desfío. El Real Unión contaba con una plantilla muy corta que empezaba a ceder ante la fuerza del profesionalismo. De hecho, su infraestructura como club era muy elemental. No contaba con un entrenador y sus jugadores eran aficionados. Para poder reunir un equipo competitivo, capaz de dejar el pabellón español en buen lugar tuvo que recurrir a refuerzos de otros clubs, pues algunos jugadores no podían permitirse el lujo de viajar y estar sin trabajar -y sin cobrar- durante casi quince días.

La expedición del Real Unión Club:

Antonio Emery; Manuel Alza, Román Arrieta (Arenas Club); Pedro Regueiro (Real Betis Balompié), René Petit, Sebastián Vigueras (CD Europa), Francisco Gamborena; Eugenio Hilario (Tolosa FC), Luis Regueiro, José Sastre (FC Barcelona), Emiliano Garmendia, Juan Echevarría (Arenas Club). Santiago Urtizberea se integraría más tarde.

Como se puede comprobar, Pedro Regueiro, ya bético, volvió a su club nodriza para jugar con su hermano Luis. También se reclutó a los veteranos Román Arrieta y Juanito Echevarría, junto con el joven valor Eugenio Hilario del Tolosa FC. El delantero centro internacional José Sastre fue la aportación barcelonista y Sebastián Vigueras, que prefirió unirse al Real Unión y no acompañar a su club, el CD Europa, en la gira por Escandinavia.

El torneo tuvo el siguiente desarrollo:

Primera ronda:            
28 de junio de 1930            
Servette FC Genève (Suiza) First Vienna FC (Austria) 0:7  
29 de junio de 1930            
SpVgg Fürth (Alemania) FC de Sète (Francia) 4:3 (gol de oro)
SK Slavia Praha (Checoslovaquia) Cercle Bruegois (Bélgica) 4:2  
30 de junio de 1930            
Újpesti TE (Hungría) Real Unión Club (España) 3:1  
2 de julio de 1930            
Bologna Sportiva (Italia) Go Ahead Deventer (Holada) 4:0  

Abrió el torneo el equipo anfitrión contra el First Vienna. Los austriacos no dieron opción y consiguieron una gran goleada. Llegaron con 5:0 al descanso. Josef Adelbrecht marcó 4 de los siete goles. Se mostraron como dignos representantes del wunderteam.

Al día siguiente alemanes y franceses protagonizaron un reñidísimo encuentro que necesitó del gol de oro tras la prórroga de 30 minutos. A los 140 minutos de juego el alemán Karl Rupprecht deshizo la igualada. Los franceses tenían las bajas de los yugoslavos Ivan Bek y Ljubiša Stefanović, que habían marchado a Montevideo para jugar con su selección, aunque también habían conseguido refuerzos como el suizo Edmond Kramer del SO Montpellier y el húngaro József Kaucsar del AS Saint-Raphaël.

Seguidamente se presentó el SK Slavia de Praga, uno de los favoritos, frente al campeón belga, que traía la baja del internacional André Saeys que estaba con su selección, aunque no jugó en el mundial. Los checos fueron superiores y sin forzar debidamente dominaron el encuentro. Destacaron los tres goles de Antonín Puč.

El Real Unión debutó el 30. El sorteo no le favoreció en absoluto pues su rival era el potentísimo Újpesti TE de Budapest. Los húngaros eran los actuales campeones de la Copa Mitropa, verdadero antecedente de la Copa de Europa y estaban considerados el mejor club continental. El Újpesti TE llevó la iniciativa pero el Real Unión se mostró firme, oponiendo serias dificultades. Marcaron primero los favoritos, pero Luis Regueiro confirmó que iba a ser uno de los jugadores más destacados del torneo y estableció el empate con que se llegó al descanso. Garmendia lesionado fue sustituido por el europeísta Vigueras -se permitían dos cambios antes de la segunda parte-. Tras la pausa ya se decantó del lado magiar el resultado. Fue un partido muy interesante donde los españoles causaron una grata impresión.

ÚJPESTI TE – REAL UNIÓN 3-1 Ginebra: Charmille (10000) 30.06.1930

Arb: René Mercet (Suiza). 1-0 (29′) Auer. 1-1 (34′) L Regueiro. 2-1 (58′) Auer. 3-1 (78′) Vörös.

Újpesti TE: Aknai; Dudás, J Fogl; Borsányi, Volentik, Víg; Ströck, Auer, Havas, Vörös, Szabó <Lajos Bányai>.

Real Unión: Emery; Alza, Arrieta; P Regueiro, R Petit, Gamborena; Eugenio, L Regueiro, Sastre, Garmendia (Vigueras 46′), Echevarría.

Finalmente, para cerrar la primera ronda, el Bologna Sportiva tuvo más problemas de los esperados contra los aficionados del Go Ahead Deventer. El 0:0 del descanso queda encubierto por el claro 4:0 con que acabó el partido. Los italianos contaron con el refuerzo de Mario Ardissone del US Pro Vercelli. Bruno Maini hizo dos de los cuatro goles. Al equipo pededor, como no accedía a la repesca por motivo de fechas se le concedió la deferencia de pasar directamente a cuartos de final.

Repesca de cuartos:          
1 de julio de 1930          
Servette FC Genève (Suiza) Cercle Bruegois (Bélgica) 2:1
Real Unión Club (España) FC de Sète (Francia) 5:1

El torneo tenía previsto repescar dos equipos de los eliminados en la primera ronda.

En un encuentro muy igualado, el equipo local logró vencer al RCS de Brujas. El Servette FC se adelantó en ek marcador casi al final de la primera parte, pero nada más reanudarse el juego los belgas establecieron el empate. Finalmente Raymond Passello marcó el gol de la victoria.

Después el Real Unión apabulló al FC Sète. Los franceses alegaron que no habían tenido tiempo para reponerse del anterior partido de 140 minutos de duración.Con todo, pudieron alinear a su jugador yugoslavo, Milan Bečić, que estaba pendiente de marchar a América. Lo cierto es que el Real Unión tuvo en Luis Regueiro, entonces con 23 años de edad, a su gran goleador. Destrozó la defensa francesa con suma facilidad. Ya con 5:0 los españoles bajaron su ritmo, previendo que les esperaban nuevos partidos muy difíciles.

FC SÈTE – REAL UNIÓN 1-5 Ginebra: Charmille (1000) 01.07.1930

Arb: Hans Enderli (Suiza). 1-0 (7′) L Regueiro. 20 (27′) L Regueiro. 3-0 (59′) Echevarría. 4-0 (67′) Echevarría. 5-0 (71′) L Regueiro. 5-1 (74′) Kalics.

FC Sète: Frondas; Skiller, Chardar; Lucibello, Kaucsar, Durand; Kramer, Bečić, Lieb, Friedmann, Kalics <Sidney E Regan>.

Real Unión: Emery; Alza, Arrieta; P Regueiro, Gamborena, Vigueras; Eugenio, Sastre, R Petit, L Regueiro, Echevarría.

Cuartos de final:          
2 de julio de 1930          
First Vienna FC (Austria) SpVgg Fürth (Alemania) 7:1
3 de julio de 1930          
Újpesti TE (Hungría) Go Ahead Deventer (Holanda) 7:0
SK Slavia Praha (Checoslovaquia) Real Unión Club (España) 2:1
4 de julio de 1930          
Servette FC Genève (Suiza) Bologna Sportiva (Italia) 4:1

El First Vienna volvió a dar un gran espectáculo goleador y arrasó a los alemanes. El equipo austríaco se adelantó por medio de Fredricht Gschweidl al cuarto de hora y empató el goleador Rupprecht. Luego Gschweidl hizo tres goles más junto a los tres de Gustav Tögel.

Tampoco hubo color en el encuentro entre el Újpesti TE y el Go Ahead. Štephan Auer marcó cuatro goles y Gábor P Szabó dos. Imre Harmath hizo uno.

El mejor partido de cuartos se jugó entre el SK Slavia de Praga y el Real Unión. Los españoles jugaban su tercer encuentro en cuatro días, mientras que los checos se presentaban mucho más descansados. En las filas del SK Slavia figuraban František Plánička, Antonín Vodička, František Junek, František Svoboda y Antonín Puč, titulares del equipo que se habían enfrentado y vencido a la selección española el 14 de junio en Praga. Esa misma mañana se incorporó el delantero centro Santiago Urtizberea que se había desplazado en avión hasta Suiza. Empezó dominando el Real Unión con un juego rápido y efectivo. Así, a pase de Eugenio marcó René Petit. Los irundarras mantuvieron la iniciativa hasta el descanso. Posteriormente, el cansancio por los partidos consecutivos se hizo notar. El Slavia logró el empate al poco de reanudarse el juego y finalmente Svoboda marcó el segundo gol, que según reflejaban las crónicas fue en claro fuera de juego. El Real Unión cerraba su participación dejando una muy buena imagen del fútbol español.

SLAVIA PRAHA – REAL UNIÓN 2-1 Ginebra: Charmille (18000) 03.07.1930Arb: René Mercet (Suiza). 0-1 (19′) R Petit. 1-1 (51′) Soltys. 2-1 (63′) Svoboda.Slavia Praha: Plánička; Ženíšek, Novák; Vodička, Šimperský, König; Junek, Šoltys, Svoboda, Puč, Kratochvíl <John Madden>.

Real Unión: Emery; Alza, Arrieta; P Regueiro, Gamborena, Vigueras; Eugenio, L Regueiro, Urtizberea, R Petit, Echevarría.

El último partido de cuartos de final tuvo como claro vencedor al Servette FC. Los suizos se mostraron superiores a lo largo de todo el encuentro, colocándose con un contundente 4:0 al comienzo de la segunda parte. Luego los italianos, mediante su delantero centro Bruno Maini marcaron el gol del honor.

Semifinales:          
5 de julio de 1930          
SK Slavia Praha (Checoslovaquia) First Vienna FC (Austria) 3:1
Servette FC Genève (Suiza) Újpesti TE (Hungría) 0:3

Junto al Servette FC llegaron a la penúltima ronda tres de los cuatro semifinalistas de la última edición de la Copa Mitropa. Los emperajamientos respetaron el mismo orden, salvo que el SK Rapid de Viena era sustituido por el campeón suizo.

El First Vienna no pudo tomarse la revancha contra el SK Slavia y los checos volvieron a ganar. Aunque se adelantaron los austríacos por medio de Gschweidl, dos goles de Svoboda y uno de Šoltys les cerraron el paso a la final.

En el otro partido el Újpesti TE no tuvo excesivos problemas con los locales. Dominaron a lo largo de todo el partido. La victoria fue firmada con dos goles de Štephan Auer y uno de Gábor P Szabó

Por el tercer puesto:          
6 de julio de 1930          
Servette FC Genève (Suiza) First Vienna FC (Austria) 1:5

En un partido con poca historia el First Vienna se desquitó y goleó al Servette FC. Josef Adelbrecht marcó dos goles y Friedrich Gschweidl uno, con lo que ambos jugadores quedaron empatados a seis goles en el total del torneo en sengundo lugar de la tabla de goleadores.

Final:          
6 de julio de 1930          
Újpesti TE (Hungría) SK Slavia Praha (Checoslovaquia) 3:0

La final volvió a enfrentar al campeón húngaro con el checo, como había sido en la Copa Mitropa. Y una vez más volvió a ganar el Újpesti TE, confirmando así su superioridad en el terreno internacional. Tres goles de János Köves decidieron el partido. Por parte de los checos destacó el guardameta František Plánička, entonces uno de los llamados a sustituir al mítico Ricardo Zamora como mejor portero del mundo.

El balance final del torneo confirma la superioridad del fútbol centroeuropeo sobre el resto de los clubs, especialmente los húngaros. Checos y austríacos repitieron el éxito que habían alcanzado en la Copa Mitropa.

El Real Unión hizo un digno papel. Tuvo la mala suerte de emparejarse precisamente con los dos equipos más poderosos. Además, contra el SK Slavia de Praga no sólo perdió por un gol, sino que ese tanto posiblemente fue conseguido en fuera de juego.

Luis Regueiro, con cuatro goles, se clasificó en sexto lugar en la tabla de goleadores que encabezó el húngaro Štephan Auer que marcó ocho. Luis Regueiro demostró ser uno de los mejores jugadores del torneo.

Sin embargo queda por saber exactamente el papel que hubiesen tenido los campeones de España e Italia. Está claro que el Athletic Club era mucho más fuerte que el Real Unión. Los bilbaínos tenían un juego ofensivo respaldado por una sólida línea media. No perdieron ningún partido en el Campeonato Nacional de Liga. Quién sabe qué resultado hubiesen alcanzado ante los más fuertes del continente.




Las distinciones anuales de la IFFHS

En los primeros días de enero la IFFHS irá publicando sucesivamente los ganadores de las diferentes categorías con que se distinguen anualmente a los profesionales del fútbol. Son un total de diez distinciones que se resuelven de dos maneras muy diferentes: unas tienen como base la estadística pura y fría; mientras las otras son el resultado de las votaciones procedentes de los miembros de la IFFHS o de los usuarios, como es el caso del jugador en activo más popular.

Curiosamente, aquellas que en principio se presentan avaladas por los números, pues se contabilizan puntuaciones, cantidad de goles o porcentajes son vorazmente criticadas tanto por un sector del público como por los propios medios de comunicación. Parece ser que si los datos no dan ganador al club o al jugador que ellos tienen en mente en el preciso momento en que se divulga la noticia, no son de fiar.

Recuerdo el caso del Sevilla FC, vencedor por dos años consecutivos del Ranking Mundial de Clubs (ver los criterios de puntuación http://www.iffhs.de/?bcdbccac3be8e00390b02fc5fdcdc3bfcdc0aec28d6ed113), todo un hito, y los medios de comunicación españoles se indignaron por no ser el Real Madrid o el FC Barcelona. No sólo no habían sido capaces de leerse la dinámica que tiene esta distinción, sino que tampoco son capaces de comprender que el trofeo no premia vistosidad de juego ni la cotización de una plantilla por el precio de sus jugadores. Cuando el Sevilla FC le ganó la Supercopa de Europa al FC Barcelona, el club andaluz sumó 14 puntos por ninguno su rival. Y sumando partidos tras partidos, así se estableció el Ranking.

Admito que se puede comentar la ponderación de las puntuaciones. Incluso podría discutirse el periodo que se aplica para designar al vencedor (enero-diciembre). Lo que debe quedar muy claro es que estos criterios quedan fijados desde la diversidad de opinión del Comité Ejecutivo de la IFFHS. Sus miembros proceden de los seis continentes futbolísticos y, no cabe duda, el fútbol se ve con diferente óptica según nuestro lugar de residencia. Por eso, cuando se leen o escuchan comentarios contra los premios de la IFFHS, la mayoría están marcados por la parcialidad, y, los que no, por la ignorancia.

La construcción de un ranking, en líneas generales, tiene como objetivo englobar el total de partidos oficiales que se disputan en el mundo y premiar a aquel club que se haya mostrado más regular en todos ellos, por encima del hecho de ganar o no alguna de las competiciones. Es una distinción que no se puede comparar con ningún trofeo específico: ni liga, ni copa.  No tiene límites geográficos, pues tiene en cuenta todos los resultados de competiciones internacionales oficiales, y la liga y la copa de todos los países afiliados a la FIFA. Se establece el período de enero-diciembre porque el final de año es la única pausa internacional que han establecido las distintas confederaciones continentales -aunque en algunos países, como Inglaterra, muchas veces celebren incluso doble sesión liguera-.

Lógicamente, se mire como se mire, al final, los equipos más poderosos acaban ocupando los primeros puestos. Pero son las matemáticas las que deciden quien es el ganador. Y eso es incuestionable.

De ahí que todos aquellos que no entienden este sistema, lo único que tienen que hacer es informarse. Excuso al fanático ignorante, que al no ver elegido su equipo se indigna y maldice las estadísticas. Hay un motivo irracional en su postura y, por lo tanto, no es acertado discutir con él, sino una pérdida de tiempo. El problema es que hay un porcentaje amplio de participación de esta gente que se caracteriza por el insulto, menosprecio y paupérrima documentación para justificar sus preferencias.

Más grave es el hecho de que las críticas procedan de los profesionales de los medios de comunicación. Tanto si lo hacen por ignorancia como si lo hacen por defender sus preferencias, pues en ambos casos traicionan el principal motivo de su profesión: informar con objetividad. Malo, muy malo es el periodista que informa desde la ignorancia. Peor el que se deja llevar por sus colores. En ambos casos lo único que consiguen es confundirse con el fanatismo, caprichoso, consentido y transmisor de valores absolutos.

Para la IFFHS el fútbol es un juego. Quizá éste sea el punto de discrepancia con los medios de comunicación: el fútbol es un negocio. Pongamos el caso de un jugador de país africano que disputa un mundial. Para la IFFHS este jugador enriquece su historial, tanto como internacional como, si lo consiguiese, como goleador; para la Prensa, este mismo jugador simplemente aprovecha el escaparate de la competición para subir su cotización y fichar por algún club europeo. Juego versus negocio. Con la diferencia de que la Prensa puede mediatizar la opinión del público. No somos tan idealistas como para prescindir del aspecto material del fútbol, pero no sean tan materialistas como para valorar todo, absolutamente todo el fenómeno deportivo bajo la presión económica.

Hace uno años France-Football modificó su reglamento para adjudicar la Bota de Oro estableciendo puntos en vez de goles. El motivo externo: es más difícil marcar en las ligas más fuertes que en las débiles. El verdadero motivo: adiddas. Sólo apadrinaría el trofeo si había garantías de que el ganador perteneciese a un club de prestigio internacional. Era necesario descartar a los estonios, moldavos, finlandeses, andorranos… y asegurar el premio a españoles, ingleses, alemanes, franceses… al fin y al cabo verdaderos potenciadores del mercado mundial del fútbol. Pero el gol es proporcionalmente igual de difícil en cualquier campeonato. A mejores delanteros hay mejores defensas y a peores delanteros hay peores defensas. Por eso, el premio de la IFFHS se establece para aquel jugador que más ha destacado dentro de su propio campeonato, en proporción a la competitividad de sus rivales.

Contrariamente a lo expuesto anteriormente, los premios de la IFFHS que se deciden por votaciones no sufren las críticas ni en las misma cantidad ni con la misma saña. Por lo visto, la elección del mejor entrenador, seleccionador, portero, constructor de juego o árbitro del mundo no se desvía mucho de lo que la mayoría de los periodistas opinan. Éste es el caso de la elección de Iker Casillas como mejor guardameta de 2008 o la de Xavi Hernández, mejor constructor de juego de 2008. Pero la paz se mantiene siempre y cuando haya esta armonía. Cuando desaparecen las coincidencias, la balanza vuelve a cargarse con el desprestigio y el rechazo. El principal motivo por el que nuestros medios de comunicación -y sus lectores/oyentes-  y la IFFHS discrepen en sus apreciaciones es de origen. Toda elección se hace a partir de la información que uno dispone: partidos televisados y presenciados in situ. Más o menos, en España todos tenemos fuentes parecidas y, por lógica, llegaremos a conclusiones más o menos próximas. La cuestión es que en las votaciones de la IFFHS la opinión procede de casi cien países diferentes, por lo que la diversidad de fuentes se multiplica y los resultados son mucho más heterogéneos. Es la globalización aplicada al fútbol. Si algún miembro hace prevalecer sus preferencias locales en su elección, fácilmente quedan diluidas por el número de votantes.

En definitiva, detrás de cada distinción que otorga la IFFHS hay un profundo respeto por el fútbol como deporte, una amplia reflexión y un rechazo total al partidismo. Principios que muchos deberían aprender a aplicarse.




La Copa de 1902

Ha pasado ya más de un siglo del acontecimiento y vuelve a ser noticia. La directiva del Athletic Club decidió incluir la Copa de 1902 en la camiseta oficial de su club en la final del Campeonato de España-Copa de SM El Rey de 2009, para computarla como si se hubiese tratado de la primera edición de esta competición. La RFEF ya había manifestado que no la reconocía y por tanto no la incluía en el palmerés del torneo.

Este hecho manifiesta una vez más que los acontecimientos sucedidos hace más o menos 100 años están dando juego y que a falta de una investigación seria y profunda, los interesados manejan y mueven los datos según les convenga. ¿Acaso el Athletic Club o la RFEF se han molestado por divulgar una versión plena y extensa de lo que fue realmente la Copa de 1902? ¿Cuál de las dos partes tiene razón?

Vamos a adentrarnos en una historia realmente apasionante, donde los protagonistas se implicaron de tal manera que los hechos han merecido convertirse en la leyenda. Y como tal leyenda, la épica ha ido ocultando la verdad. Por eso, hay quien la considera el primer Campeonato de España de la Historia, por eso, hay quien la considera una competición amistosa, según aplique leyenda o rigor histórico.

LA ORGANIZACIÓN

En 1900 en el seno de la sociedad madrileña Sky FC se produjo una escisión encabezada por Julián Palacios. Estos disidentes fueron el embrión anterior a la constitución ofical del Madrid FC. Ellos se encargaron de mantener la divulgación del fútbol por Madrid. Sin emabrgo, hasta que Juan Padrós no entra en acción la línea que sigue el deporte en Madrid es prácticamente anecdótica.

Juan Padrós entró en escena en 1902. Tenía una gran necesidad de oficializar todos los movimientos, como consciente de que la historia más tarde se lo iba a exigir. Intuyó que las fiestas por la Jura de Alfonso XIII podrían ser un buen respaldo para potenciar el fútbol tanto en Madrid como en España -estaba claro que tenía pleno conocimiento de la práctica del fútbol en Barcelona y Bilbao, se supone que a través de las publicaciones de la época-. Si quería ser escuchado oficialmente, debía representar a una sociedad oficialmente constituida.

Así se agilizaron los hechos: el 6 de marzo asume Juan Padrós la presidencia del Madrid FC con el objetivo de constituir legalmente la sociedad que habría de solicitar la organización del Concurso al Ayuntamiento de Madrid.

Los documentos oficiales se presentaron el 18 de abril y el 22 del mismo mes se declara oficialmente constituida la sociedad Madrid FC regida por la presidencia de Juan Padrós.

Juan Padrós, flamante presidente de la sociedad puso toda su ilusión en organizar un «concurso de fútbol» aprovechando las fiestas de mayo de la capital madrileña, que en esta ocasión coincidían con un acontecimiento histórico: la Jura de la Constitución Española de Alfonso XIII al alcanzar la mayoría de edad.

En efecto, España se produjo una extraña situación tras el fallecimiento de Alfonso XII, pues el príncipe heredero todavía no había nacido. Nombrada regenta la reina, ésta cumplió con las funciones propias de la monarquía. El 17 de mayo de 1886 dio a luz a Alfonso, rey de España desde el mismo momento en que nació. Pero para que Alfonso pudiese gobernar propiamente antes debía cumplir la mayoría de edad constitucional, que en su caso sería, por decisión del Congreso, al cumplir los 16 años. El protocolo exigía que el rey jurase la Constitución y así se dispuso para el mismo día del cumpleaños real. Madrid se engalanó de luces y visitantes y todos los periódicos reflejaron el histórico acontecimiento. El acto de la jura equivalía a la ceremonia de la coronación de otras monarquías, de ahí que muchos titularon el episodio como fiestas de la coronación de Alfonso XIII.

Las negociaciones fueron avanzando rápido pues el «Concurso» debía estar totalmente regulado para las fechas previstas. Tenían poco más que mes y medio para organizarlo y tener el equipo preparado para competir con dignidad.

La alcaldía de Madrid recibió la propuesta de Padrós con agrado. El propio alcalde, don Alberto Aguilera apoyó directamente la organización del evento. El concurso quedó incluido dentro de los actos y festejos, pero la sociedad Madrid FC debería encargarse de todos los pormenores de la organización: redacción de las bases, búsqueda de un trofeo, invitación de los participantes, acondicinamiento del campo… mil cosas en una época en que todo se hacía por telégrafo. No cabe duda que sin la inestimable colaboración de la joven publicación de la época El Heraldo del Sport de Madrid, la difusión y expectación del torneo no hubiese sido la misma.

Pronto se hicieron públicas las bases del «Concurso de Football Asociación», cuyo premio consistía en una Copa de plata cedida por el Excmo. Ayuntamiento de Madrid:

BASES DEL CONCURSO DE FOOTBAL ORGANIZADO POR EL MADRID FC

1ª Podrán tomar parte, en este Concurso, todas las Sociedades españolas de Football Asociación, inscribiéndose hasta el 1º Mayo para lo cual podrán dirigirse al Presidente de la Sociedad «Madrid F.C.», calle de Alcalá, 48, Madrid.

2ª Al inscribirse la Sociedad, presentará la lista del equipo con un númeri ilimitado de suplentes.

3ª El premio quedará propiedad legítima de la Sociedad que lo obtenga.

4ª Se jugará por series, sorteándose los equipos dos á dos, y por este procedimiento será vencedor el que gane la última serie.

5ª En caso de empate, el juez árbitro podrá prolongar al partido por tiempos de 15 minutos.

6ª Los partidos se jugarán con cualquier tiempo, si no hay acuerdo en contra por parte de los capitanes respectivos.

7ª Los jueces se nombrarán de común acuerdo entre los capitanes de los equipos litigantes. En caso de que éstos no lleguen á un común acuerdo, será el Jurado el que lo haga. El juez árbitro, tendrá obligación de dar cuenta al Jurado, en acta firmada por él y los dos capitanes respectivos, y no se aceptará ninguna reclamación pasadas las 48 horas.

8ª Diferencias y reclamaciones de cualquier índole, tienen que hacerse por escrito al Jurado, que se reserva el derecho de reoslver.

Las bases son publicadas en las distintas revistas deportivas que existían en la época. Sabemos que el mismo Juan Padrós envió copia a los clubs barceloneses que estaban disputando la Copa Macaya.

Mientras, el club obtiene del excelentísimo señor alcalde el trofeo de plata que recibe los últimos retoques en los prestigiosos talleres del señor Marabini, encargado de su confección.

¡Y el hipódormo como terreno de juego! El Duque de Sesto, como presidente de la Sociedad de Fomento de la Cría Caballar consiguió de La Sociedad de Carreras y Polo y del Ministerio de Agricultura la cesión del Hipódromo. Se encontraron a falta de pocas fechas con un espacio bien situado y comunicado, en la Castellana -en el enclave que hoy se conoce como Nuevos Ministerios-, pero no con las mejores condiciones. El recinto tenía dos tribunas a un lado y frente a ellas estaba la entrada general para el público mayoritario. El contorno o cuerda del óvalo central medía 1400 metros, lo que dejaba unas dimensiones para la práctica del fútbol de 110m x 90m. Los jugadores se quejarían de un terreno tan ancho. El centro de la pista, romo en cuanto hierba, era fecundo por el estiércol de las cuadras. Hubo que emplearse a fondo para limpiarlo y, además, se empezaron a preparar inyecciones contra el tétanos. Los agoreros, los que estaban en contra de este sport, en seguida predicaron su versión: «Estos chicos se juegan la vida».

Ya estaba todo preparado. Con fecha de dos de mayo los participantes inscritos eran:

De Madrid: Madrid FC y New FC.

De Barcelona: FC Barcelona y Club Español de Football.

De Bilbao: Vizcaya

También llegó la nota del Universitari SC de Barcelona excusando su ausencia por las fechas que coincidían plenamente con los exámenes finales y afectaba a la totalidad de su plantilla compuesta de estudiantes.

ASÍ LLEGARON LOS EQUIPOS

EN MADRID

Los equipos madrileños se presentaron muy mal preparados para el torneo. A lo largo de su historia se habían limitado a jugar partidillos entre sus propios miembros, sin concertar encuentros con otros rivales. Es un tanto curioso, tanto Madrid FC como New FC practicaban el football como una diversión sin ánimo de competición.

Finalmente, cuando en torneo ya estaba totalmente dispuesto, ambos presidentes, Juan Padrós y Ángel Mayora concertaron un partido amistoso. Éste iba a ser el primer partido más o menos serio de la historia del Madrid FC. Aprovecharon la festividad del 2 de mayo para medir sus fuerzas y prepararse para el Concurso.

MADRID FC – NEW FC 1-1 HIPÓDROMO (1000) 02.05.1902

Arb: Juan Padrós. Goles: 0-1Vallarino. 1-1 Sáinz de los Terreros.

Madrid FC: Meléndez, M Spottorno, Stanffer; Mendía, Góngora, Lorenzo; Terreros, Revuelta, Cárdenas, J Palacios y Varela.

New FC: López Amor; J Aragón, Bisbal; J Pérez, Vidal, Piñana; V Pérez, Hodans, Vallarino, Garrido y Díaz

El resultado final demuestra lo igualadas que estuvieron las fuerzas. En la primera parte marcó Vallarino del New FC y en la segunda parte Sáinz de los Terreros consiguió el empate definitivo. Arbitró Juan Padrós.

No cabe duda de que ambos equipos demostraron estar muy poco fogueados y no ofrecían serias garantías ante los rivales que habían anunciado su presencia.

Lo mejor fue la asistencia de público, que acudió en torno a las 1000 personas.

EN BILBAO

La llamada de la competición de Madrid llega cuando actividad futbolística en Bilbao abre sus lazos internacionales. Conviven y de muy buenas maneras dos clubs: Athletic Club y Bilbao FC.

Ricardo Ugalde logra concertar a principios de la primavera de 1902 dos partidos amistosos con los vecinos franceses de Burdeos. Uno de los clubs de la localidad, el Burdigalia, miembro de la USFSA, es el rival.

Para esta doble confrontación internacional los bilbaínos deciden aunar sus equipos en un combinado que se presenta bajo el nombre de Vizcaya. El equipo obtiene dos importantes victorias que merecen el calificativo de «mejor equipo de España» según el cronista de L’Auto-Vélo.

No cabe duda de que este combinado bilbaíno tenía un buen potencial, pues en él se alinearon jugadores con mucha experiencia deportiva: Alejandro de la Sota había jugado en Plymouth, Pedro de Larrañaga en Newcastle y su gran figura, Juan de Astorquia había jugado durante 4 años en Inglaterra. Además contaban en sus filas con varios jugadores ingleses.

BURDIGALIA BORDEAUX – VIZCAYA BILBAO 0-2 BURDEOS 12.03.1902

Arb: ¿. Goles: 0-1 (10′) R Silva. 0-2 (40′) Evans.

Burdigalia: Kuhn; Boyer, Valade; Sudrean, Sarrailh, Paillère; Cornali, Cailhol, Sergenton, Giraud, Cabanol.

Vizcaya Bilbao: Luis Arana (Bilbao FC); Enrique Careaga (Bilbao FC), Ricardo Ugalde (Bilbao FC); Pablo Arana (Bilbao FC), Pedro de Larrañaga(Athletic Club), Alfonso Arana (Bilbao FC); Lewich (Bilbao FC/Inglaterra), Alejandro de la Sota (Athletic Club), Juan de Astorquia (Athletic Club), Luis Silva (Athletic Club), Walter Evans (Bilbao FC/Inglaterra).

VIZCAYA BILBAO – BURDIGALIA BORDEAUX 7-0 BILBAO: 31.04.1902

Árbitro: Mr. Raine. Goles: Astorquia 3, Dyer 4.

Vizcaya: Luis Arana (Bilbao FC); Pedro de Larrañaga (Athletic Club), Alfredo Mills (Athletic Club/Inglaterra); Amador Arana (Bilbao FC), Gregorio Eguren (Athletic Club), Luis Silva (Athletic Club); Walter Evans (Bilbao FC/Inglaterra), Ramón Silva (Athletic Club), L Dyer (Bilbao FC/Inglaterra), Juan de Astorquia (Athletic Club), Enrique Goiri (Athletic Club).

Burdigalia: Kuhn; Ricaud, Mendes; Payres, Paillère, Dumas; Sudrean, Giraud, Guillochean, Krauss, Rabol.

El éxito ante el Burdigalia es total y llena de confianza a los bilbaínos. Cuando reciben la invitación desde Madrid no dan un respuesta convincente de su presencia. Parece ser que el Athletic Club sí está por la labor, pero no tiene todas las garantías. Finalmente, y respaldados por sus dos victorias, deciden rehacer el combinado y se inscriben como Vizcaya. En algunos medios les citaban como Vizcaya-Athletic.

Una vez en Madrid, la expedición bilbaína decide entrenar en el Hipódormo para tomar contacto con el terreno. Celebra un partidillo donde en choque fortuito los hermanos Silva se lesionan. Ramón tiene una herida en la lengua y no puede jugar el primer partido. Este entrenamiento y la lesión del jugador reaparecerán a la hora de relatar las incidencias del torneo.

EN BARCELONA

El FC Barcelona se acababa de proclamar campeón de la Copa Macaya -en aquellos años los torneos se denominaban en función al premio que se disputaba: copa, medalla… y no como hacemos ahora, por sistema de juego: liga, copa-. Era la competición más importante de la ciudad.

  COPA MACAYA 1 2 3 4 5 J G E P F C P
1 FC BARCELONA   1-0 7-0 8-0 15-0 8 8 0 0 60 2 16
2 HISPANIA AC Barcelona 2-4   3-0 5-1 6-0 8 6 0 2 30 7 12
3 CLUB ESPAÑOL DE FOOTBALL Barcelona 0-4 1-2   3-2 2-0 8 3 1 4 11 20 7
4 UNIVERSITARI SC Barcelona 0-9 0-3 3-3   4-2 8 1 2 5 8 33 4
5 CATALÀ SC Barcelona 0-12 0-9 1-2 0-0   8 0 1 7 3 50 1

Había apabullado a sus rivales con resultados de escándalo. En su línea delantera figuraban John Parsons (inglés), Hans Gamper (suizo), Udo Steinberg (alemán), Joaquín C García (español que había jugado en Plymouth) y Gustavo Green (malagueño de nacimiento y de nacionalidad inglesa).

La reacción en Barcelona cuando L’Auto-Vélo afirmó que el Vizcaya era el mejor equipo de España y los bilbaínos asentían fue de aceptar el reto. La invitación para jugar el concurso de Madrid les vino del cielo, porque estaban dispuestos a buscar fechas para montar un desplazamiento a Bilbao y a su vez recibir a sus rivales posteriormente en Barcelona. No les hizo falta.

El problema para el FC Barcelona fue organizar el viaje a Madrid. No pudo contar con todos sus jugadores de la primera plantilla y tuvo que incluir en la expedición a miembros del segundo equipo como Luis Puelles, José Llobet y Alfonso Albéniz, aunque éste ya había disputado varios partidos con los mejores.

No satisfecho con el número de jugadores que podía desplazar, solicitó el refuerzo de los tres Morris del Hispania AC, equipo que no iba a jugar. De esta manera los ingleses Samuel (portero que tenía ya 35 años), James y Henry Morris reforzaron al FC Barcelona.

Estos jugadores eran muy conocidos en Barcelona pues pertenecen al grupo de históricos que introdujeron el fútbol allá por el año 1894, cuando una «Sociedad de Foot Ball» de Barcelona disputaba partidos contra el Torrelló FC. En esos partidos también se pudo ver a los hermanos Parsons, John y Williams, y al suizo Udo Steinberg, co-fundadores del FC Barcelona.

La expedición del FC Barcelona constó de 18 socios: Castellví, Pamies, S Morris, Meyer, J Morris, Gamper, H Morris, Llobet, Witty, Terradas, Parsons, Valdés, Steinberg, Albéniz, O Maier, P Haas, Montañés y Chown. En la relación oficial no se cita a Luis Puelles, que sin embargo, jugó de portero en el primer partido en lugar de Samuel Morris.

Por su parte, el Club Español de Football, en un esfuerzo de su plantilla, consiguió reunir casi a todos sus titulares, salvo dos y se presentó con once jugadores a la cita madrileña porque la consideró histórica. Hay que resaltar que el Club Español de Football eligió ese nombre en oposición al FC Barcelona, pues en sus filas sólo contaba con jugadores de nacionalidad española frente a la plantilla plurinacional barcelonista.

Desde Barcelona se señala que los dos clubs se llevaron a Madrid «4 nuevas y magníficas pelotas Valdés-Swift (golondrina dorada), que sin duda habrán llamado la atención de los aficionados».

Pudo haber un tercer equipo barcelonés, el Universitari SC, pero como ya hemos señalado, las fechas no eran las idóneas para el equipo estudiantil. Los exámenes finales retenían a sus jugadores y les era imposible desplazarse con un mínimo de garantías.

Y ASÍ FUE EL TORNEO

Así comenta el ambiente general del Concurso el semanario Los Deportes de Barcelona en su número 19 del 18 de mayo de 1902:

«El Hipódormo de la Castellana presentaba el martes por la mañana un magnífico aspecto, llenando toda la circunferencia de la pista triple fila de sillas completamente ocupadas de espectadores, predominando las señoras en número considerable. En el resto de la pista se notaban jinetes y carruajes en regular número. Asegúrase que la concurrencia que acudió a presenciar los partidos de football, superó en gran cantidad a la que asistió al Concurso Hípico. Reinaba gran expectación por ser muchos los que no conocían dicho juego. Los clubs presentados eran «Madrid» y «New» de la corte, bando «Vizcaya» de Bilbao y «Barcelona» y «Español» de la ciudad condal. Los favoritos y de los que se esperaba la mejor y definitiva lucha eran el de Bilbao y el «Barcelona». El juego gustó, aplaudiéndose los tantos y buenas jugadas; los vencedores fueron vitoreados, pasándose las sesiones muy divertidas.»

Como se relata, el ambiente era espectacular. Las entradas fueron distribuidas por invitación entre los miembros del Madrid FC a través de sus socios. El New FC también recibió un buen número de entradas. Para la final hubo tal demanda de entradas que incluso hay testimonios que aseguran que tuvieron precio: 0’25 pts las de grada y 0’10 pts la general.

Por sorteo se decide el orden de los partidos.

PRIMERA ELIMINATORIA CONCURSO MADRID 1902

VIZCAYA BILBAO – CLUB ESPAÑOL (BARCELONA) 5-1 MADRID: HIPÓDROMO (2500) 13.05.1902

Arb: Samuel Morris (FC Barcelona). 0-1 (¿?’) Ponz. 1-1 (¿?’) Evans. Y Luego Evans 2, Dyer, Astorquia.

Vizcaya Bilbao: Luis Arana (Bilbao FC); Pedro de Larrañaga (Athletic Club), José Arana (Bilbao FC); Enrique Goiri (Athletic Club), Ricardo Ugalde (Bilbao FC), Luis Silva (Athletic Club); Alejandro De La Sota (Athletic Club), Juan De Astorquia -capitán- (Athletic Club), L Dyer (Bilbao FC/Inglaterra), Cazeaux (Bilbao FC/Inglaterra), Walter Evans (Bilbao FC/Inglaterra).

Club Español de Football (Barcelona): Julián Mora; José María Soler, Joaquín Carril -capitán-; Guillermo Galiardo, Ignacio Aracil, Arturo Galiardo; Raimundo Ruiz, Ángel Ponz, Enrique Montells, G Peña, Santiago Méndez.

FC BARCELONA – MADRID FC 3-1 MADRID: HIPÓDROMO (2500) 13.05.1902

Arb: Luis Arana (Vizcaya). 1-0 (¿?’) Steinberg. 2-0 (¿?’) Steinberg. 2-1 (¿?’) Johnson. 3-1 (¿?’) H Morris de p.

FC Barcelona: Luis Puelles; José Llobet, Arthur Witty -capitán- (Inglaterra); Bartolomé Terradas, George Meyer (Suiza), Miguel Valdés; John Parsons (Inglaterra), Hans Gamper (Suiza), Henry Morris (Hispania AC/Inglaterra), Udo Steinberg (Alemania), Alfonso Albéniz.

Madrid FC: Juan Sevilla; Rafael Molera, Mario Giralt; José Góngora, Álvaro Spottorno, José Palacios; Arthur Johnson (Inglaterra), José Giralt, Antonio Sánchez Neyra, Armando Giralt, Eustaquio Celada.

En ambos partidos se impuso la lógica y ganaron las favoritos. A las 9:00 empezó el primer partido. El Vizcaya se vio sorprendido por el gol españolista, pero luego reaccionó y superó claramente a sus rivales. Junto a los cuatro goles en la segunda parte las crónicas apuntan que hubo un penalty no transformado contra el Vizcaya. También hay que reseñar que ya se empezó a jugar al despiste con las alineaciones, pues hasta última hora no se aseguraba la alineación de los hermanos Arana, de los que se decía que habían chocado entre sí en un entrenamiento y se habían lesionado -posteriormente el rumor hacía referencia a los hermanos Silva-. También fue curioso que los dos equipos coincidiesen en el uniforme, los dos de blanco, por lo que el Club Español de Football accedió a colocarse una cinta roja en el brazo ante la negativa de los bilbaínos a modificar el suyo.

Seguidamente, a las 11:00 y con la presencia del alcalde de Madrid, comenzó el segundo partido. El Madrid FC saltó de blanco con cinturón rojo y gualdo, frente al FC Barcelona de azulgrana y pantalón blanco. El equipo barcelonés demostró su mayor experiencia y rodaje superando a los madrileños que respondieron con entrega y pundonor. Un encontronazo entre uno de los Giralt, José, con el portero barcelonés dio lugar al primer lesionado del torneo, el madridista, que no tuvo mayores consecuencias pues se reincorporó al juego tras recibir las debidas atenciones. El público se mostró incondicional con su equipo al que aplaudió constantemene. También se registraron silbidos contra los jugadores extranjeros del FC Barcelona… y es que el equipo visitante alineó seis foráneos.

Es curioso resaltar que El Imparcial de Madrid también hace crónicas de los dos partidos. No coinciden las alineaciones en ninguno de los dos partidos y además indica que el FC Barcelona tenía 20 suplentes y el Madrid FC 37. No se enteraban mucho.

SEGUNDA ELIMINATORIA CONCURSO MADRID 1902

VIZCAYA BILBAO – NEW FC (MADRID) 8-1 MADRID: HIPÓDROMO (3000) 14.05.1902

Arb: James Morris (FC Barcelona). Goles: ? /Montojo.

Vizcaya Bilbao: Luis Arana (Bilbao FC); Ricardo Ugalde (Bilbao FC), Amado Arana (Athletic Club); Alejandro De La Sota (Athletic Club), José Arana (Bilbao FC), Luis Silva (Athletic Club); Cazeaux (Bilbao FC/Inglaterra), Juan De Astorquia -capitán- (Athletic Club), L Dyer (Bilbao FC/Inglaterra), Ramón Silva (Athletic Club), Walter Evans (Bilbao FC/Inglaterra).

New FC (Madrid): José López Amor; Eugenio Bisbal, Fernando Valcárcel; Luis Díaz, Mira, Federico Salazar; Francisco Hodans, Manuel Vallarino -capitán-, Luis Valdeterrazo, Montojo, Piñana.

Poca historia presentó este partido en el que los bilbaínos, que lucieron camiseta azul y roja con pantalón azul -según una crónica-, arrollaron al New FC, camiseta roja y pantalón azul. La única satisfacción de los madrileños fue el gol que salvó el honor. Del vencedor no se cita la autoría de los goles. Más interesantes fueron las alegaciones bilbaínas para intentar aplazar por un día la final.

FINAL CONCURSO MADRID 1902

VIZCAYA BILBAO – FC BARCELONA 2-1 MADRID: HIPÓDROMO 15.05.1902

Arb: Carlos Padrós. 1-0 (10′) Astorquia. 2-0 (20′) Cazeaux. 2-1 (75′) Parsons

Vizcaya Bilbao: Luis Arana (Bilbao FC); Enrique Careaga (Bilbao FC), Pedro de Larrañaga (Athletic Club); Luis Silva (Athletic Club), Amador Arana (Athletic Club), Enrique Goiri (Athletic Club); Cazeaux (Bilbao FC/Francia), Juan De Astorquia -capitán- (Athletic Club), L Dyer (Bilbao FC/Inglaterra), Ramón Silva (Athletic Club), Walter Evans (Bilbao FC/Inglaterra).

FC Barcelona: Samuel Morris (Hispania AC/Inglaterra); L Pamies, George Meyer (Suiza); James Morris (Hispania AC/Inglaterra), Arthur Witty (Inglaterra), Miguel Valdés; John Parsons (Inglaterra), Hans Gamper -capitán- (Suiza), Udo Steinberg (Alemania), Henry Morris (Hispania AC/Inglaterra), Alfonso Albéniz.

Por fin se vieron cara a cara los dos rivales. No sólo estaba en juego la Copa de plata del Ayuntamiento de Madrid, sino el prestigio de confirmarse como mejor equipo de España, según el reto de L’Auto-Vélo francés. El compromiso en este desafío hizo que de Bilbao fuese una selección local en vez de cualquiera de los dos clubs que había en el momento y que el FC Barcelona echase mano de una triada de extranjeros que defendían al subcampeón de la ciudad, el Hispania AC. En definitiva, el Vizcaya no era un club, sino un combinado y el FC Barcelona aparecía reforzado, aprovechando que el torneo era un encuentro amistoso sin supervisión de ningún estamento oficial.

Y surgió la primera discusión en nuestro fútbol: el Vizcaya se niega a jugar la final en la fecha y hora fijada alegando que ya ha jugado dos partidos, además de un tercero anterior, el del entrenamiento nada más llegar a Madrid. El FC Barcelona se opone a ello, pues muchos de sus jugadores tienen necesidad de regresar a su ciudad lo más pronto posible. El Jurado, que ha de dictaminar, recibe la presión bilbaína de si no accede a sus ruegos ellos se retiran. Finalmente, en reunión conjunta entre la organización y jugadores de ambos clubs se decide que la final se dispute por la tarde. Lo que se escondía detrás de este lío, lo que ciertamente había era que el Vizcaya estaba a la espera de Enrique Careaga. Temiendo que no llegase a la hora del encuentro por la mañana, consiguió retrasarlo a las cuatro de la tarde y así pudo alinear al defensa del Bilbao FC.

A las 16:00 empezó el partido. El Vizcaya con camistea blanca y pantalón azul y FC Barcelona con su uniforme habitual. Cuentan las crónicas que fue un partido muy disputado y de gran caliadad. Los bilbaínos consiguieron dos goles en la primera parte lo que obligó al FC Barcelona a mantener su ofensiva durante toda la segunda parte. Una vez acortada la distancia en el marcador, el acoso contra la portería del Vizcaya fue total, llegándose al final del partido cuando el FC Barcelona estaba lanzado por el empate. El Vizcaya sacó dos corners frente a los 10 del FC Barcelona. Según comentarios, el partido duró 75 minutos. Para algunos cronistas el Vizcaya jugó admirablemente aunque el FC Barcelona demostró ser bastante más fuerte.

Hans Gamper envió este telegrama a Barcelona a las 22:25: «Vizcaya» con team compuesto de los mejores jugadores de Bilbao, ha ganado por 2 contra uno. Partido disputadísimo. Mucho público entusiasmado. Llegaremos sábado tarde.

Por su parte El Liberal de Bilbao publicó que los aficionados y amigos fueron a recibir a los jugadores con una banda de músca y un inmenso cotarro con batería de cohetes. Según el Heraldo del Sport los jugadores fueron vitoreados hasta el domicilio social del Athletic Club en la Calle Nueva, donde se repitieron las manifestaciones de entusiasmo al interpretar la banda el Gernikako Arbola.

LA COPA GRAN PEÑA

La Sociedad Gran Peña de Madrid, animada por el éxito que estaba teniendo la organización del Concurso del ayuntamiento, puso en juego otro premio, donde se decidiría el segundo puesto del Concurso.

La justificación que da el FC Barcelona por su retirada es un poco curiosa: el día 14 debían jugar FC Barcelona y Club Español de Football. Como los españolistas no podían completar el equipo en espera de refuerzos, el club azulgrana decidió por consideración no jugar, y disponerlo para fecha más tardía.

Seguidamente, continuando con la versión de los barcelonistas, el Club Español de Football exigió que el día 16 el Madrid y FC Barcelona se enfrentasen, según el calendario del torneo, sin devolver a los azulgrana el detalle habido anteriormente. Los barcelonistas, que habían ido a Madrid a jugar contra el «Bilbao» primordialmente, consideraron una falta de atención la postura del club españolista y prefirieron renunciar a esta competición, al igual que había hecho previamente el New FC, quizá desmoralizado por el resultado ante el Vizcaya.

Con todo, se quedaron con la sensación de que si el FC Barcelona hubiese reclamado ante el Jurado por sus derechos, hubiese sido escuchado y con casi total seguridad se hubiese llevado este trofeo pues habían demostrado ser superiores a sus rivales.

La versión recogida en Los Deportes tiene un punto que no acaba de encajar: si el torneo es para los equipos eliminados, ¿cómo se puede programar un partido para el día 14 cuando el FC Barcelona todavía debe disputar la final? Difícilmente se podía haber organizado este partido porque el FC Barcelona todavía no había jugado la final y sus aspiraciones a ganar el Concurso estaban intactas. Se complica la cuestión cuando Enrique Goiri, del Vizcaya, en su carta a Los Deportes señala que si el FC Barcelona hubiese jugado este partido contra el Club Español, el combinado bilbaíno no hubiese solicitado el aplazamiento de la final al estar ambos conjuntos en igualdad de condiciones, con dos partidos jugados. Esto quiere decir que el partido FC Barcelona-Club Español sí estaba programado, por lo que la finalidad de la Copa Gran Peña es la que queda en entredicho.

Si la Copa Gran Peña era para dilucidar el segundo puesto del Concurso, está claro que, una vez retirado el New FC, se debería haber disputado entre los tres equipos restantes. Sucedió que, en efecto, hacer jugar al FC Barcelona al día siguiente de la final podía dar a entender que se perjudicaba al club azulgrana, y de ahí su retirada. Aunque también hay que señalar que el FC Barcelona se negó a retrasar un día la final debido a su necesidad de regresar a la ciudad condal, por lo que, da la impresión de que ya había organizado el viaje de vuelta para la misma noche del día 15.

Con ello, sólo quedaban para disputarla un animoso Madrid FC y el Club Español de Football que reclamó de Barcelona la presencia de tres o cuatro jugadores más para afrontar la final del torneo. De ahí que la Copa Gran Peña se limitó a un único partido para decidir el segundo clasificado del Concurso.

FINAL COPA GRAN PEÑA 1902

MADRID FC – CLUB ESPAÑOL (BARCELONA) 3-2 MADRID: LAS VENTAS 16.05.1902

ARB: ?. GOLES: ?

MADRID FC: ?

CLUB ESPAÑOL DE FOOTBALL (BARCELONA): ?

COLETILLA

Enrique Goiri, jugador del Athletic Club y componente del Vizcaya, envió una carta a Los Deportes quejándose de los comentarios publicados en la revista barcelonesa que faltaban un tanto a la verdad. Por ejemplo reseña que en el primer partido el Vizcaya no castigado con ningún penalty. Confirma que fueron los hermanos Silva quienes se lesionaron en el partidillo de entrenamiento y por eso sólo pudo jugar uno de ellos. También justifica a su equipo por la negativa a jugar la final en su día por motivo de cansancio -sin nombrar la espera de Careaga- y echa en cara al FC Barcelona no haber jugado el 14 contra el Club Español -lo que confirma la incertidumbre del reglamento de la Copa Gran Peña-. También comenta que cuando el árbitro pitó el final del partido definitivo, el balón estaba rodando por la zona defensiva del FC Barcelona. Reconoce que el FC Barcelona demostró mayor empuje y fuerza ante los bilbaínos, más jóvenes -con el significado de inexpertos- y mucho más cansados. Y finalmente también señala que si el Vizcaya estaba compuesto por los mejores jugadores de Bilbao, el FC Barcelona alineó a los mejores de Cataluña, pues no olvida la inclusión de los tres ingleses del Hispania AC.

Vamos, que si unos enviaron a una selección, los otros también.

Pero cuando se trata enaltecer el éxito, los fanáticos se disparan y pisotean al verdad. En Bilbao sólo se cita al Vizcaya como si fuese propiamente un club, omitiendo su naturaleza como selección. De todas formas, sí resaltan la ausencia de algunos jugadores que no pudieron desplazarse. Le dan un tinte de falta de preparación -olvidando que el 31 de abril jugaron contra el Burdigalia su segundo partido internacional-. Para eludir la cuestión de Careaga, inciden en demostrar que su equipo llegó agotado a la final -cuentan como partido el entrenamiento realizado al llegar a Madrid- y por ello su insitencia en el aplazamiento. Y finalmente hay que recalcar las desventajas que han tenido que superar ante su adversario, que llegaron a Madrid con 20 suplentes -las dos expediciones barcelonesas, amparados por la crónica de El Imparcial– por 2 de ellos, además de contar con numerosos refuerzos. Al FC Barcelona le llegan a denominar combinado Barcelona-Hispania. Por reseñar, hasta se fija en la vestimenta de los rivales de los que dice que llevaban rodilleras para no lastimarse en las caídas. Como justificación del desarrollo del juego se dice que en la primera parte arrollaron a los barcelonistas pero en la segunda el sol molestaba a los bilbaínos -¿y en la primera parte, a quién molestaba el sol?-. Finalmente, califican de «tremenda derrota para el FC Barcelona». Eso sí es épica: 2-1 no es una goleada.

En El Liberal de Bilbao, con la firma de Cyrano se otorga el título de Campeón de España al Vizcaya. Interesante afirmación, que dentro del contexto de euforia y pasión es incluso aceptable, pues el Vizcaya ganó el primer trofeo disputado entre representantes de varias ciudades. Al fin y al cabo, no olvidemos que bilbaínos y barceloneses estaban dispuestos a demostrar quién era el mejor de España en este concurso.

El problema es hacer caso oficial a esa afirmación. Hemos repasado con detalle todos los acontecimientos que tuvieron que ver con el Concurso Madrid. Un torneo apasionante y muy importante. Digno de recibir una atención especial. Y necesitado de ubicarse en sus legítimo sitio. Ridículo es colocarlo en el palmarés del Campeonato de España, como ridículo ha hecho en las camisetas del Athletic Club en la reciente final copera de Valencia de 2009. El Concurso Madrid no tuvo nada que ver con el Campeonato de España. Durante el desarrollo del mismo sólo se vio el interés que despertaba el fútbol, las enormes ganas de competir entre los equipos de los distintos puntos de España y la necesidad de organizar una competición verdaderamente seria.

El Concurso Madrid, por lo tanto, fue un torneo amistoso. Juan Padrós lo organizó en un tiempo record y gracias a ello pudo decir: si se ha podido organizar este concurso, entonces, con un año de por medio, sí se puede organizar el Campeonato de España.

Lo que sí quedó muy claro fueron dos ideas: constituir una entidad que aglutine a todos los clubs de fútbol y otorgarle a este institución toda la autoridad y competencia para organizar el Campeonato de España con garantías.

Y finalmente un comentario. Dado que el trofeo lo ganó una selección y no el Athletic Club, justo es que la Copa esté expuesta en las vitrinas de la entidad genuínamente heredera de esta primitiva selección, la Federación Vizcaína de Fútbol, porque los trofeos de selecciones se conservan bajo la tutela de las federaciones correspondientes.

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Carta abierta a Félix Martialay

A Félix sólo le puedo mostrar mi más profundo agradecimiento por todo lo que he podido aprender de él. Y sea este reconocimiento para un maestro en todos los sentidos que tan importante vocablo encierra.

Hace más de quince años que Félix y yo nos conocemos. Por entonces CIHEFE estaba dando sus primeros pasos tratando de equipar la investigación de la historia y la estadística del fútbol español a la misma altura de otras asociaciones que gozaban de gran reconocimiento en sus respectivos países. Algunos nombres importantes se acercaron para interesarse por lo que podían obtener de CIHEFE, mientras que los más modestos llegaban ofreciendo su colobaración sin ninguna pretensión. Un buen día Félix se puso en contacto personalmente conmigo: ¿cómo, se trabaja a destajo y no se cobra ni un duro? No fue suficiente para asustarle. Al contrario, a partir de entonces no se puede concebir la existencia de CIHEFE sin Félix. Supo interpretar desde el primer momento el espíritu que nos movía, se convirtió en ejemplo de trabajo e investigación para todos y su constancia sirvió de aliento para que la empresa no se difuminara en los días más adversos.

A lo largo de todos estos años nos hemos reunido en numerosas ocasiones con la excusa de hablar de fútbol. En esos encuentros he de reconocer abiertamente que siempre ha despertado mi admiración ante su inagotable capacidad de trabajo y su persistencia en la búsqueda de pruebas. Sus textos son una verdadera obra de artesanía donde los datos sostienen elaborados comentarios adornados de precisas ilustraciones, todo ello con singular acierto. Jamás le he visto escribir una frase con ligereza o improvisación. Sin ninguna duda, es el mejor historiador que existe del fútbol español y por ello es requerido por la IFFHS para cubrir la información de nuestro fútbol.

Aún así, hay un aspecto que pongo por delante de todos: la amistad que Félix me ha brindado. Una amistad basada en unos lazos de sinceridad, honradez, honestidad, respeto y afecto. Por eso, conociéndole, le pido perdón públicamente por haber escrito estas líneas sin su consentimiento. Es una carta abierta que me ha dictado el inmenso aprecio que siento por un verdadero amigo. Félix, recibe un fortísimo abrazo.

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Miembros del CIHEFE momentos antes de que Félix Martialay recibiera la insignia de oro de la RFEF. De izquierda a derecha: José Ignacio Corcuera, Ramón Moraleda, Félix Martialay, Víctor Martínez Patón y José del Olmo.




Félix no nos ha dejado

El rigor de las leyes naturales nos da estos golpes que nos hacen invocar al Absurdo como única respuesta. Son momentos en que nos planteamos el sentido de la vida, el valor de los actos y la integridad de las personas. ¿Qué queda de una vida?

Félix no nos ha dejado. Ha fallecido, sí, pero Félix no nos ha abandonado. Sigue presente entre nosotros porque marcó un referente y lo compartió con todos los que hemos podido ser sus amigos. Nos lo ha transmitido y nos lo ha dejado impreso en nuestro espíritu.

Impresionante como persona. En este mundo donde las relaciones humanas son complicadas, donde la ambición y los intereses se confunden con las intenciones y deseos, Félix mantuvo siempre un comportamiento modélico. Honesto, honrado, transparente. Firme, recto, consecuente. Respetuoso, receptivo, comunicativo. Habiendo estado en los despachos de los más altos cargos jamás perdió su humildad. Trató por igual, con el mismo respeto, al patrón que al aprendiz.

Si hay que ubicar a Félix en un modelo de hombre dentro de la escala del tiempo, el mejor período es el Renacimiento. Cual contemporáneo Garcilaso, militar fiel hasta la muerte por sus ideales, desarrollaba la sensibilidad más profunda, cultivada a partir del conocimiento de la Historia, la Literatura, el Cine. Y falto de prejuicios intelectuales, trasladó su saber al Fútbol. En sus trabajos combinó su investigación de rigor histórico con una prosa elegante y contundente. Un maestro.

Y los maestros nunca se van. Por eso, Félix no nos ha dejado. Cada vez que tratemos algún tema de la historia de nuestro fútbol aparecerá Félix. Siempre consultaremos el legado de Félix para poder proseguir nuestro trabajo.

Insustituible, inolvidable. Félix sigue con nosotros. Es nuestro referente.

Es mi amigo.




Estadísticas con historia: Pedro Bazán

Pedro Bazán Romero (La Algaba, Sevilla, 26-03-1925) llegó al CD Málaga en la temporada 1946-47 procedente de la Olímpica Jiennense de Tercera División. Aquella temporada el CD Málaga estaba marcado por una total irregularidad que le alejaba de los puestos de ascenso. Precisamente, al comenzar la segunda vuelta se introdujeron varias incorporaciones en el equipo. Entre ellas figuraba un joven interior derecha que estaba destacando en Jaén.

De estatura más bien pequeña, Bazán se caracterizó por ser un interior rápido, con un potente disparo desde fuera del área, así como una llegada muy efectiva en las jugadas de ataque. La mayoría de sus goles se marcaron desde media distancia. La mayoría de las veces era el encargado de lanzar los penaltys, aunque dejó de hacerlo tras fallar en una ocasión. Como buen goleador, también fue un buen oportunista dentro del área e incluso llegó a obtener algunos buenos remates con la cabeza.

Pedro Bazán debutó con el CD Málaga el 29 de diciembre de 1946 en La Rosaleda ante  el Real Zaragoza con un 0-0 que no alteraba la discreta marcha del equipo. Los malagueños clasificaban en décima posición, mientras que el Real Zaragoza estaba a tres puestos por detrás, es decir, penúltimos, pues aquel año la Segunda División constaba de un grupo único de 14 equipos.

En su primer partido ya destacó por su constante búsqueda de gol. Desplazó de la titularidad a Teo, en una tarde en la que el conjunto malagueño había cambiado a cuatro de sus cinco hombres de  ataque. Jugaron: Comas; Jimeno, Rafa; Paquirrini, Tellado, Lezama; Clemente, Bazán, Roldán, Ubis y Emilio.

Una jornada más tarde Bazán marcó su primer gol oficial con el CD Málaga. Un gol importante porque supuso la victoria 1-2, la primera a domicilio en la temporada, el 5 de enero de 1947 en El Collao, terreno del CD Alcoyano. Y, a su vez, a la semana siguiente, se estrenó ante su público, marcando un buen gol ante la Real Sociedad. El CD Málaga, al finalizar el campeonato se clasificó en novena posición.

La temporada 1947/48 era afrontada por el CD Málaga con ilusión y aspiraciones a las plazas de ascenso. Se mantenía el grupo único con 14 participantes, lo que daba buena idea de lo fuerte y duro que iba a ser el campeonato.

Y así fue. Al término de la primera vuelta cinco equipos pugnaban por las dos plazas de ascenso, los cuatro primeros separados por tan sólo dos puntos, mientras que el Club Ferrol, a cuatro del líder, el Real Valladolid, estaba un poco más descolgado. El CD Málaga iba el segundo con un punto por debajo del primero y uno por delante de RC Deportivo y del Hércules CF empatados en tercera posición.

Precisamente la segunda vuelta se abría con dos enfrentamiento entre rivales directos: Real Valladolid-Club Ferrol y CD Málaga-Hércules CF. Mientras que en el primer partido el favorito era el Real Valladolid, en el segundo no estaba tan claro, si bien, el CD Málaga tenía mayor necesidad de victoria. El choque entre ambos conjuntos en la primera vuelta se había saldado con un rotundo 3-0 a favor de los alicantinos, lo que les permitía tener el empate como un resultado aceptable.

Nadie podía suponer que esa tarde iba a ser histórica para el fútbol español. El CD Málaga derrotó al Hércules CF por 9-2 y hubo un protagonista destacado.

BAZÁN

BAZÁN

 

El 4 de enero de 1948, con La Rosaleda llena totalmente y a las órdenes de Mazagatos formaron los dos equipos:

CD Málaga: Comas; Jimeno, Maciá; Laborda, Sagrado, Lezama; Azcúe, Bazán, Roldán, Teo y Emilio.

Hércules CF: Cosme; Soto, Llorca; Ernesto, Robles, Carreño; Mena, Pina, Calsita, Montagut y Ruiz.

Los goles:

1-0 (9′) Un pase de Roldán a Emilio, con cento de éste, permite a Bazán rapidísimo inaugurar el marcador.

2-0 (13′) Centro de Azcúe y remate de Bazán.

3-0 (48′) Corner. El balón llega a Roldán y éste, templado, pasa a Bazán, quien a placer aumenta la diferencia en el marcador.

4-0 (51′) Sagrado pasa a Azcúe, éste corre bien la línea, centra y Bazán, de otro gran chut, marca el cuarto tanto.

4-1 (54′) Barullo ante la meta malagueña y Pina aprovecha para marcar el primer gol de los alicantinos.

5-1 (64′) Tras una falta contra el Hércules, Teo recoge el balón, pasa a Bazán y éste de un gran tiro consigue el quinto gol.

6-1 (69′) Emilio se interna, cruza a Roldán quien a su vez pasa a Bazán y éste, de nuevo clava el balón en la red visitante.

7-1 (75′) Bazán lanza un penalty de forma potentísima y aunque el portero roza la pelota, ésta llega hasta la red.

8-1 (79′) Tras una gran jugada malagueña, centra Emilio y Bazán se hace con la pelota, avanza muy veloz y y marca el octavo tanto.

8-2 (81′) Un ataque de la delantera herculana trae el peligro sobre la puerta local en la que Lezama, por querer enviar el balón a corner lo mete en su puerta.

9-2 (83′) Avance del Málaga, Bazán recibe la pelota, avanza y de tiro cruzado bate por novena vez la portería herculana.

Cuentan las crónicas que el Hércules se resintió por la lesión de su delantero centro, Calsita, en un encontronazo con el defensa Jimeno a los dos mintuos. Aunque regresó al terreno a los diez minutos ya no participó en el juego de su equipo. Con todo, también se resalta la capacidad de lucha de los alicantinos que dieron la cara a lo largo de los 90 minutos. Como suele ser usual en estos casos, el mejor hombre del equipo visitante fue el guardameta, que pese a los goles recibidos, hizo meritorias paradas.

Del CD Málaga se destaca el juego arrollador que elevó el marcador a un tanteo escandaloso. De Bazán, al que el público ovacionó tras su octavo gol con un flamear de pañuelos que coloreó toda La Rosaleda, la crónica de Marca dice que tuvo en sus pies una verdadera ametralladora frente a la puerta visitante.

El propio diario Marca en su número del 8 de enero de 1948 insertó este comentario

titulo1titulo2Ha bastado un solo encuentro para que un jugador, hasta ahora poco menos que desconocido del gran público futbolístico, adquiera una enorme popularidad en toda España. Bazán, el interior derecho del Málaga, es ese jugador, al que ahora elogiarán algunos, acaso con exceso, en tanto que otros negarán la extraordinaria valía del pequeño delantero andaluz. Se le discutirá, en una palabra, lo que supone que le serán abiertas las puertas de la fama.Ciertamente, hay que reconocer que la hazaña del interior del Málaga no es cosa corriente. Tanto, que creemos no ha habido, en toda la historia del fútbol español, un caso semejante. No recordamos a jugador alguno que en un solo partido de torneo nacional se haya apuntado éxito igual.Hace uns meses, en partido de cuartos de final de la Copa, el Atlético de Bilbao conseguía nada menos que doce goles frente al Celta1. Y Gaínza, el extremo izquierdo de nuestra selección marcaba ocho de los doce. Se comentó elogiosamente lo que suponía un récord nacional, y se aseguró que pasaría mucho tiempo hasta que pudiera ser mejorada la marca.Bazán ha conseguido lo que parecía poco menos que imposible. Nueve goles ya supone mucho en el haber de un solo jugador; pero es más importante el número si se tiene en cuenta que Bazán marcó todos los goles de su equipo en el partido, lo que da mayor importancia al hecho.

Ya había clubs de Primera División que a principios de la temporada ofrecieron al sevillano -Bazán es paisano del Algabeño, y fue al Málaga hace poco más de un año procedente de la Olímpica Jiennense, adonde había ido después de actuar en el Cádiz-.

Ahora serán muchos más los que busquen la ficha del jugador, que naturalmente, se hará rogar antes de decidirse a firmar un nuevo contrato.

Mientras tanto el Málaga, que es en la actualidad el equipo que ha marcado más goles en la temporada, seguirá su marcha en el torneo de Liga, confiando en que tiene en su línea de ataque al máximo goleador de España. Al que, por otra parte, no le será fácil repetir tardes semejantes a la que comentamos, pues es de suponer que los defensas contrarios procurarán impedir que el interior de La Rosaleda encuentre ocasión de tirar a la puerta. Claro está que esto dará, en cambio, mayores oportunidades a sus compañeros de línea. Y, al fin y al cabo, el equipo no perderá nada con ello. Ni Bazán tampoco, pues ya ha logrado con esa monumental goleada la máxima popularidad y la seguridad de un excelente contrato.

1Se refiere al Atlético Bilbao-RC Celta 12-1 ida de cuartos de final del Campeonato de España – Copa del Generalísimo, disputado en San Mamés el 18 de mayo de 1947. Según la prensa nacional y la agencia de noticias Agustín Gaínza anotó ocho goles, pero la prensa regional le adjudica siete.

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Finalmente, el CD Málaga acabó clasificado en cuarta posición, puesto que no satisfizo a las aspiraciones del equipo.

Aunque sus nueve goles en un partido supuso su récord, no fue la única vez que Bazán marcaba una serie importante de goles en un partido. Esa misma temporada 1947/48 le había hecho 5 goles al CF Badalona, cifra que repitió años más tarde ante el CD Cartagena. También logró cuatro goles en un mismo partido dos veces más.

En Primera División, sin embargo, su cifra más alta no pasó de tres goles. La primera vez también fue una tarde memorable para su equipo, el CD Málaga, que venció por 6-0 al Real Madrid el 15 de marzo de 1953. Bazán consiguió sus tres goles en 11 minutos, los que van del 11′ al 22′ de la primera parte. La segunda, ya con el RC Deportivo, supuso su contribución al 4-0 que los coruñeses alcanzaron ante la Real Sociedad el 14 de cotubre de 1956.

Precisamente en Atocha, en la segunda vuelta de esa temporada, Bazán disputó su último partido de Liga, el 3 de febrero de 1957.

Pese a desarrollar su vida profesional sin entrar en las plantillas de los grandes, su capacidad goleadora le convirtió en una especie de mito. De hecho, Bazán disputó un partido con la selección española B -el primero de la historia que la Federación Española concertaba de dicha categoría-, pese a estar jugando en Segunda División, compartiendo delantera con los impresionantes Basora, Pahíño, Igoa y Escudero.

La Coruña, Riazor, 20 de marzo de 1949España B, 5; Portugal B, 2España B (camiseta blanca, pantalón negro): Velasco; Casas, Curta (capitán), Gabriel Alonso; Ontoria, Mújica; Basora, Bazán, Pahíño, Igoa, Escudero (Muñoz 46′) <Seleccionador: Ricardo Zamora>.Portugal B (camiseta roja, pantalón azul): Capela (Sebastiao 70′); Figueiredo, Marques (capitán), Alberto; Rebelo (Serafim 46′), Nunes (Alfredo 46′); Lourenço, Vieira, Patalino, Calado, Bentes <Seleccionador: Augusto Silva>.Árbitro: L. Boes (Francia).Goles: 1-0 (7′) Ontoria. 1-1 (11′) Caiado. 2-1 (15′) Igoa. 3-1 (35′) Bazán. 4-1 (43′) Escudero. 5-1 (60′) Igoa de penalty. 5-2 (84′) Bentes.

Aquel día Bazán marcó un gol y pudo conseguir otro, pues fue el encargado de intentar transformar un penalty. Sobre el cuarto de hora de la segunda parte el árbitro sancionó con penalty una acción de la defensa portuguesa. Tras las protestas lusitanas, Bazán lanzó el balón alto, pero el árbitro ordenó la repetición pues el portero visitante se había adelantado antes del disparo. Se organizó un tumulto de protestas de nuevo y tras cinco minutos de interrupción se pudo repetir el lanzamiento. Esta vez fue Igoa el encargado de hacerlo y de transformarlo.

Sus números en la Liga española.

Club temp. Cat J G
Sevilla CF   am    
Sparta Sevilla   am    
Hércules de Cádiz 43-44    
SO Olímpica Jiennense 44-45    
SO Olímpica Jiennense 45-46    
SO Olímpica Jiennense 46-47    
CD Málaga 46-47 12 6
CD Málaga 47-48 26 29
CD Málaga 48-49 25 26
CD Málaga 49-50 16 6
CD Málaga 50-51 28 14
CD Málaga 51-52 27 26
CD Málaga 52-53 26 11
CD Málaga 53-54 27 16
RC Deportivo de La Coruña 54-55 27 13
RC Deportivo de La Coruña 55-56 15 10
RC Deportivo de La Coruña 56-57 8 5



Por qué la Copa de España Libre de 1937 no es un Campeonato de España

El pasado día 10 de julio de 2009 la Asamblea General de la RFEF decidió no conceder la oficialidad al torneo llamado Copa de España Libre, celebrado en el año 1937. El resultado exacto de la votación fue de 122 votos a favor, 2 abstenciones y ninguno en contra.

Esta votación venía propiciada por una Proposición no de Ley del Congreso de los Diputados de 27 de septiembre de 2007 aprobada con el siguiente texto:

[…] Proponer a la Federación Española de Fútbol una investigación para la comprobación de la realización del Campeonato de Copa de 1937, la final de Barcelona de ese año y el resultado que dio como vencedor al Levante UD (sic), y si tuviera resultado positivo, el reconocimiento oficial de ese campeonato, participantes y vencedor a todos los efectos. [Boletín Oficial de las Cortes Generales, Congreso de los Diputados, 3-10-2007].

El texto aprobado enmendaba en algunos puntos el propuesto originalmente por el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds de 2 de febrero de 2005 [Boletín Oficial de las Cortes Generales, Congreso de los Diputados, 15-2-2005], en que se proponía que fuera el propio Congreso de los Diputados el que reconociera la oficialidad del torneo.

Sin embargo el Congreso, con buen criterio, aprobó simplemente que se instara a la RFEF a estudiar y plantear la cuestión, ya que la oficialidad de un torneo de fútbol es cuestión completamente ajena a las competencias de las Cortes Generales. Extrañamente toda la prensa que se hizo eco de la noticia, sin excepción alguna, informó de que el Congreso había aprobado la oficialidad del torneo, recogiendo así el texto original y no el realmente aprobado, lo que ha generado no pocos errores por parte de muchos sectores que pretendían ya plantear un palmarés del Campeonato de España que incluyera como campeón al Levante FC.

La RFEF por su parte cumplió fielmente con el mandato del Congreso de los Diputados y encargó al CIHEFE un estudio técnico en que se diera solución a la cuestión. Por el interés del asunto publicamos a continuación dicho estudio, en el que se ha basado la Real Federación Española de Fútbol para negar la atribución de oficialidad con carácter retroactivo al torneo conocido como Copa de España Libre.

INFORME SOBRE LA COMPETICIÓN «COPA ESPAÑA LIBRE» – «TROFEO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA» DISPUTADA ENTRE JUNIO Y JULIO DE 1937

1. Criterios de la IFFHS para el reconocimiento de oficialidad de una competición.

A.- Para que una competición sea oficial y de carácter nacional ha de estar organizada directamente por la federación nacional correspondiente reconocida formalmente por la FIFA.

B.- Las competiciones organizadas por entidades inferiores o dependientes de la federación nacional correspondiente no pueden ser reconocidas como competiciones oficiales nacionales, sino que dependerán de la competencia de dicho organismo.

C.- Una federación nacional puede organizar un número ilimitado de competiciones oficiales aunque, con la finalidad de establecer la debida correspondencia entre las muy diversas competiciones que organizan las diferentes federaciones afiliadas a la FIFA, se reconoce un único campeonato de liga por temporada y federación y un único campeonato de copa por temporada y federación. La naturaleza de cada una quedará definida en su propio reglamento y en la inscripción de los clubs participantes. Cuando alguna federación cambie el ciclo de la temporada otoño-primavera a primavera-otoño o viceversa, se considerará el período de adaptación al nuevo calendario como una temporada diferente si así lo decidiese la federación nacional responsable.

Breve explicación del punto C: algunos países juegan varias ligas o copas diferentes a lo largo del año, aunque sólo una sirve para clasificarse para las competiciones internacionales de clubs. En España, por ejemplo, además del Campeonato Nacional de Liga y del Campeonato de España-Copa de SM El Rey, se disputa la Supercopa y la Copa de la RFEF, junto a otras competiciones de categorías inferiores. Todas estas competiciones son oficiales indudablemente. En caso de que por cualquier motivo no se celebrase alguna de ellas, ésta no podrá ser sustituida por ninguna de naturaleza o rango diferente. Es decir, si se diese el caso de que no se jugase el Campeonato de España-Copa de SM El Rey, ésta nunca podría ser reclamada por el vencedor de cualquiera de las otras tres competiciones.

2. Aplicación de los criterios de la IFFHS al caso de la «Copa España Libre – Trofeo Presidente de la República»

A.- En la fecha en que se disputó este torneo, durante los meses de junio y julio de 1937, la Federación Española de Fútbol estaba afiliada a la FIFA en activo y tenía plenos poderes para decidir las cuestiones internas del fútbol español como organización legítimamente reconocida por el gobierno de la República Española.

B.- Siendo su presidente oficialmente reconocido por el gobierno de la República Española don José María Mengual, con fecha del 3 de octubre de 1936 y firmada por el secretario de la FEF, don Ricardo Cabot, se envía una circular a todas las territoriales y a todos los clubs en que se les comunica que se «suspende la temporada de juego para TODAS LAS COMPETICIONES OFICIALES dependientes de la Nacional». A su vez, autoriza a las diferentes territoriales a que procedan de igual manera, si bien, si las circunstancias son favorables podrían organizar algunas competiciones de su propia competencia. Con esta circular queda claro que la FEF no organizaría ni Liga, ni Campeonato de España, ni Campeonato de España de Aficionados, ni la Copa de la FEF, ni partidos internacionales de la Selección.

C.- La FEF en la zona controlada por el gobierno republicano no emitió ninguna circular ni convocó ninguna asamblea extraordinaria que revocase la orden anterior mientras estuvo funcionando a lo largo del conflicto bélico.

CONCLUSIÓN: la «Copa España Libre – Trofeo Presidente de la República» no recibió el reconocimiento oficial de la FEF, única entidad con competencia para otorgarlo en aquella fecha.

3. La naturaleza de esta competición

La «Copa España Libre – Trofeo Presidente de la República» fue organizada por iniciativa del presidente del Valencia FC, Sr. Rodríguez Tortajada como así declara en entrevista publicada por El Mundo Deportivo de Barcelona con fecha 28 de mayo de 1937:

«Se están haciendo gestiones para ello como habrás podido observar, pues apenas terminada la Liga -se refiere a la «Liga del Mediterráneo»- se me ocurrió proponer a los clubs valencianos y catalanes la confección de un nuevo torneo, que pensábamos denominarle «Copa Mare Nostrum», cuyo fin era no quedarnos de brazos caídos en plena temporada, suponiendo que mi iniciativa había de ser bien acogida por parte de todos»

Dadas las circunstancias del momento, el presidente del Valencia FC debió de solicitar el patrocinio de esta competición amistosa por parte de la Presidencia de la República con la intención de reforzar y respaldar su proyecto. Como fruto de estas gestiones obtuvo la concesión del trofeo y el consecuente cambio de nombre. La intervención de la Presidencia de la República no aparece reflejada en ningún documento oficial.

El 30 de mayo de 1937 se celebra el sorteo de los partidos en los locales de la Federación Valenciana de Fútbol, la cual, como máxima responsable de la organización, fija el calendario de la competición. Ésta tendrá un curioso desarrollo, ya que en primer lugar los cuatro equipos implicados jugarían una liguilla a dos vueltas y los dos primeros clasificados se disputarían el trofeo en una final, presumiblemente en Valencia.

El propio El Mundo Deportivo anuncia así la competición en su edición del 31 de mayo de 1937:

«Ya tenemos una Copa de importancia para clausurar con ella la temporada oficial de fútbol. Se ha venido hablando de una Copa de España y con la imposibilidad de organizar una competición que pueda llamarse así por el número y calidad de los clubs participantes, surge la «Copa España Libre» por puntos pero con el anuncio de un partido final a disputar entre los dos clubs situados en primero y segundo lugar de la clasificación, después del último match de la segunda vuelta.»

Hay que señalar, para evitar confusiones, que la referencia que se hace a «la temporada oficial» no tiene otro significado que el que encierra en sí mismo: período fijado anualmente por la Federación que va desde el 1 de septiembre hasta el 31 de julio.

En éste artículo deja muy claro que la «Copa España Libre» no pretende ser equiparada con la «Copa de España». Pero no sólo es cuestión de la calidad de los participantes, también hay diferencias importantes en la naturaleza de la propia competición.

Conocida como «Copa de España» esta competición en realidad pone en juego dos méritos: el Campeonato de España por un lado y la Copa por otro. El Campeonato de España es el título oficial con el que se empezó a disputar la competición desde 1903 y que ha mantenido a lo largo de todas sus ediciones. Es un honor que ostenta el club vencedor durante un año. En la final también se disputa el trofeo, aunque con la opción de alcanzarlo en propiedad si se vence tres veces consecutivas o cinco alternas. En 1936 el Madrid FC obtuvo el título de Campeón de España y recibió la Copa de SE Presidente de la República. El club madrileño debía devolver este trofeo a la Federación en el momento en que ésta se lo solicitase para ponerlo en juego en la edición siguiente.

La «Copa España Libre – Trofeo Presidente de la República» es un único mérito que se entrega en propiedad al vencedor, el cual en ningún caso se proclama «Campeón de España». Por ese motivo el Levante FC recibió en propiedad el trofeo que actualmente conserva el club legítimamente heredero, el Levante UD.

Queda ya demostrado que la FEF no organizó ninguna competición oficial durante este período. De todas formas, los organizadores de la «Copa España Libre» nunca consideraron que esta competición alcanzase el mismo rango que el «Campeonato de España» y por lo tanto, con carácter oficial nadie solicitó al Madrid FC que entregase el trofeo ganado en 1936 que retenía en sus vitrinas, puesto que la «Copa España Libre» no se correspondía con «Campeonato de España».

El Madrid FC entregó esta copa a la RFEF en 1940 y ahí permanece depositada porque a partir de esa fecha el Campeonato de España se subtituló como Copa de SE El Generalísimo.

También es la propia FEF la que establece los requisitos de participación de los clubs. En 1936 regía un sistema un tanto complicado pues la Copa tenía varias fases hasta llegar a las rondas finales que eran propiamente la competición. Este sistema fue aprobado y confirmado en la asamblea de mayo de 1936 para la edición de la siguiente temporada, 1936/37.

La «Copa España Libre» quedó confeccionada por invitación directa del Valencia FC a los demás rivales, insistiendo especialmente en la participación del CD Español, pues obtendría mejor taquilla. El propio presidente del Valencia CF se queja del poco interés que tienen sus vecinos valencianos, Levante FC y Gimnástico FC, en participar. Por el contrario, no interesaba la presencia del Granollers SC porque aumentaba el número de desplazamientos y no garantizaba un buena taquilla.

Se dice erróneamente que en la «Liga del Mediterráneo», con la renuncia del FC Barcelona, se establecieron los puestos para participar en la «Copa España Libre». Es una coincidencia que haya sido así. El FC Barcelona consiguió por sus propias gestiones una gira por América, solucionando así la inactividad de la que el presidente del Valencia CF huía. Por lo tanto, cuando cerró su contrato con México y Estados Unidos, todavía no se sabía si se iba a seguir jugando o no en la España republicana.

La inactividad ahogaba a los clubs, especialmente a los catalanes, porque dentro de la irregularidad, habían conservado mejor sus plantillas. En Cataluña la Federación Catalana de Fútbol mantuvo el calendario oficial de sus competiciones regionales que entraban de lleno en las eliminatorias de promoción por esas fechas. Los tres equipos de Primera Catalana que no tenían que jugar eran el CD Español, el Gerona FC y el Granollers SC. Interesados los tres en jugar contra los clubs valencianos, fueron limitados a dos. Se jugó entonces un torneo triangular, destinándose la recaudación al Granollers SC para compensarle de su exclusión.

Dentro de la organización de la «Copa España Libre» destacamos que no había comité de competición, los árbitros eran designados por las territoriales donde se disputaban los partidos y los jugadores se alineaban sin fichas. Con todo, los clubs se comportaron con gran deportividad y las crónicas no reflejan incidentes de consideración.

Hay que señalar que el club vencedor de la «Copa España Libre», el Levante FC alineó a lo largo de la competición hasta cinco jugadores que no le pertenecían: Tarí y J Rubio del Gimnástico FC, Nieto del Athletic Club de Madrid -que fue el máximo goleador del torneo-, Palahí del Murcia FC y Fraisón del Sporting de Gijón.

La final debió disputarse en Valencia, puesto que a ella llegaron los dos equipos valencianos. Sin embargo, ya el 11 de julio de 1937 Gobierno Civil de Valencia suspendió el partido entre el Valencia FC y el Gerona FC por motivos de seguridad y no levantó la prohibición hasta agosto. El Valencia FC-Gerona FC se disputó en Barcelona entre semana y seguidamente, en la fecha acordada, 18 de julio, y también en Barcelona se jugó la final. Curiosamente, las crónicas no hacen mención de la presencia de ninguna autoridad oficial. El presidente de la República, D. Manuel Azaña estaba en Valencia -ese mismo día dio un importante discurso en la Universidad de Valencia condenando el fascismo-, nadie había localizado al presidente de la FEF D. José María Mengual, ni se cita la presencia de D. Ricardo Cabot, secretario de la FEF. Da la impresión de que el trofeo fue entregado por el propio presidente del Valencia FC.

Con todas estas investigaciones se llega a la conclusión de que desde el punto de vista del rigor histórico la «Copa España Libre» fue un torneo amistoso organizado por iniciativa del presidente del Valencia FC.

Queda un fleco por confirmar: ¿quién cedió el trofeo? Sin alterar las investigaciones previas, y en un gesto de condescendencia, aceptemos el hecho no probado de que el trofeo procedía de la misma Secretaría de la Presidencia, tras haberlo solicitado el Valencia FC. Con todo, sería nada más que un gesto anecdótico, con una finalidad política y no deportiva. Curiosamente, en muchos países se disputan trofeos cedidos por sus propios gobernantes, motivo por el cual ya es suficiente para considerarlos no oficiales.

4. Conclusiones

Cuando la Comisión de Educación y Cultura del Congreso de los Diputados redacta el texto que debe servir como base para que la Copa de la República de 1937 sea considerada como una competición oficial a todos los efectos comete importantes errores técnicos e históricos. Es evidente que no debe haber realizado una investigación profunda de los acontecimientos ni de la legislación vigente en su momento.

La única institución válida para otorgar oficialidad a una competición de fútbol es la RFEF y ésta ya fijó el carácter no oficial de la «Copa España Libre» en 1937.

Es posible que hayan confundido los nombres y títulos de ambas competiciones por su cierto parecido: «Campeonato de España – Copa del Presidente de la República» y «Copa España Libre – Trofeo del Presidente de la República». No cabe entender otro motivo.