A la UEFA tampoco le gustan las mates
Como ya sucediera en el mundial de Suráfrica 2010, en esta última Eurocopa 2012 se postulaban un número múltiple de jugadores candidatos al galardón de la Bota de Oro. Hasta seis jugadores diferentes se encontraban en disposición de obtener el preciado trofeo.
Torres (España) 5 partidos (189′) 3 goles 1 asistencia
Dzgoev (Rusia) 3 partidos (253′) 3 goles 0 asistencias
Mandzukic (Croacia) 3 partidos (270′) 3 goles 0 asistencias
Gómez (Alemania) 5 partidos (282′) 3 goles 1 asistencia
CR7 (Portugal) 5 partidos (480′) 3 goles 0 asistencias
Balotelli (Italia) 6 partidos (421′) 3 goles 0 asistencias
Siguiendo un criterio parecido, con matices, al tomado por la FIFA en el pasado mundial, el resultado ha sido que debido a las asistencias, los dos candidatos mejor situados serían Torres y Mario Gómez, empatados a goles y asistencias, pero como el último gol de Torres y la asistencia se producen en el transcurso de la final, la decisión es que la Bota de Oro sea para él. Como ya ocurriera hace dos años, la arbitrariedad y las «ideas felices» campan a sus anchas en estos organismos, hábiles recaudadores de divisas, pero nulos en la tarea de analizar con objetividad el hecho futbolístico.
Si se hubiera argumentado que la efectividad goleadora de Torres era mejor que la de Gómez, la cosa aún tendría cierto pase, pero usar el hecho de que gol y asistencia se produjeran en la final, como un valor a favor e ignorar que justamente ocurrieron cuando Italia jugaba con diez jugadores, por lesión de Motta, es cuando menos ridículo.
Es por esto que vamos a realizar un análisis con los criterios ya establecidos en mi artículo «A la FIFA no le gustan las mates» (http://www.telefonica.net/web2/kawligas/cdf/fifasuma.pdf )
ANÁLISIS DIFERENCIAL DE LOS GOLEADORES DE LA EURO 2012
El primer hecho que se nos presenta es que todos los goleadores marcaron tan solo en dos partidos diferentes y lo hicieron con un gol aislado en un partido y dos goles en otro. Este hecho, factible cuando los campeonatos son tan cortos, no nos ayuda a discriminar entre los goleadores, por lo que acudimos a los cálculos según la valoración equitativa de necesidad.
Valoración equitativa de necesidad
Torres (España) 3 goles 3 ptos. 1 pto./gol
Dzgoev (Rusia) 3 goles 2’5 ptos. 0’833 ptos./gol
Mandzukic (Croacia) 3 goles 2’5 ptos. 0’833 ptos./gol
Gómez (Alemania) 3 goles 6 ptos. 2 ptos./gol
CR7 (Portugal) 3 goles 6 ptos. 2 ptos./gol
Balotelli (Italia) 3 goles 3 ptos. 1 pto./gol
Utilizando el criterio expuesto en el artículo anteriormente citado, la VMGC (Valoración media por gol conseguido) aplicado a la Valoración equitativa de necesidad, los datos nos dicen que los jugadores acreedores al galardón deberían haber sido Mario Gómez y Cristiano Ronaldo, cada uno con un VMGC 2 ptos./gol. El empate aquí debería poderse romper usando criterios adicionales, como su aportación al conjunto de su equipo en el caso de la valoración equitativa, o su importancia como goles que ganan el partido en la valoración acumulativa. Tanto en un caso como en el otro seguirían estando empatados. No nos queda más que establecer el criterio adicional de la efectividad obtenida por cada uno durante el tiempo de juego que acumularon. Aquí las diferencias son claras. Mario Gómez logró sus 3 tantos en 282 minutos, lo que supone marcar un gol cada 94 minutos, mientras que CR7 estuvo 480 minutos en el terreno de juego, lo que hace que marcara cada 160 minutos.
Habida cuenta de los datos obtenidos, mi opinión es que la Bota de Oro debía haber ido a parar a Mario Gómez, en base a su VMGC más efectividad.
Una versión ampliada de este artículo se puede encontrar en esta dirección:
http://www.futmath.blogspot.com.es/











































En este año 2010 se podría conmemorar, en términos de anticuario y de un modo no estricto, la mayoría de edad de la afición por coleccionar cromos de fútbol. La colección más antigua que tenemos registrada, data de un modo impreciso de 1910, por lo que desde ya mismo puede ser considerada una antigüedad con todo derecho. Pero situemos en el tiempo y en sus términos precisos de qué estamos hablando.
Dentro de estas coordenadas debemos situar la colección Enseñanza del juego de Foot-Ball Asociación, editada por la empresa Litografías J. López de Barcelona, alrededor de 1910. La colección, a lo largo de 25 cromos de dimensiones 7’3 x 11’2 (algunos cromos tienen orientación vertical y otros apaisada), va desgranando todos los detalles del juego del foot-ball, desde las dimensiones del terreno de juego hasta las jugadas más exquisitas, culminando la colección, como muchas de la época, en el cromo que encarna el objetivo final del juego: el goal. No siendo muy diferente a otras colecciones que persiguen el mismo propósito: ilustrar a los nuevos conversos al sport sobre el modo correcto de jugar al foot-ball asociación, algunos detalles nos sitúan ante la, hasta el momento, colección más antigua conocida. El propio título nos revela que se distingue entre el originario fútbol frente al rugby, conocido a veces simplemente como foot-ball. Pero es en cuatro de los cromos donde apreciamos la verdadera antigüedad de la colección. Bien sabido es que el fútbol moderno proviene de las islas británicas y que su terminología está plagada de anglicismos. Pero… ¿qué habría que hacer si ha sido ahut? ¿En qué parte del campo debo situarme para sacar una cona? ¿Debería ser felicitado por mi último choot? ¿Por qué el referee ha pitado goems? La colección incorpora en esos cuatro cromos términos que están a medio camino entre la transcripción fonética del inglés al castellano y la incógnita más absoluta. Si bien ahut nos remite de forma bastante obvia a un fuera de banda (out en inglés), o choot podemos intuir que se refiere a un fuerte lanzamiento con el pie a la portería (un chut de los de toda la vida), ¿nos parecería tan sencillo identificar cona con córner o goems (verdadero galimatías) con tocar el balón con las manos? Evidentemente, no. Recuerdo a mi padre diciendo orsay cuando se producía un fuera de juego o faus cuando el saque de banda era mal ejecutado, pero los términos que aparecen en la colección nos remiten, de forma indefectible, a los comienzos del juego en nuestro país. La colección puede encontrarse con dos anunciantes principales. Ambos son potentes productores de chocolates de la época: Chocolates Amatller (aún existe la marca) y Chocolates Jaime Boix. Los cromos aparecerían en el interior de los productos de ambas marcas y debieron venderse una buena cantidad de tabletas por la cantidad de colecciones completas que han llegado en buen estado hasta nuestros días.
