Destino España: Japoneses en la liga española

Este artículo tiene como objetivo hacer un repaso por todos los futbolistas de origen japonés que han participado en mayor o menor medida en el fútbol español. Dando lugar al crecimiento de la imagen de nuestra liga en el continente asiático y al desarrollo de una cultura futbolística ampliada. Jugadores exóticos, pero con potencial que han contribuido a la mejora y posicionamiento de nuestra competición en el contexto internacional como una de las mejores del mundo.

Conformando parte de las ligas más punteras del mundo desde hace décadas, la liga española se ha configurado como uno de los destinos más atractivos para futbolistas de todos los continentes y todas las nacionalidades. Sin embargo, y alejado del estereotipo de jugador extranjero típico representado por grandes talentos centroeuropeos y sudamericanos, también es necesario hacer una parada en otros tipos de culturas futbolísticas que han llegado hasta nuestras fronteras con mayor o menor éxito pero que han aportado un toque exótico al fútbol nacional.

Como complemento a este argumento, este artículo se encuentra basado en aquellos futbolistas de nacionalidad japonesa que han jugado o siguen jugando en diversos equipos de nuestra geografía y que han contribuido en gran medida a la expansión del fútbol español en territorio asiático. Un hecho que se deriva principalmente desde principios de este siglo con las famosas giras de los conjuntos más representativos de nuestro fútbol como Real Madrid o Barcelona. Todo ello asumiendo la presencia de jugadores procedentes del país del sol naciente, como veremos a continuación, como una circunstancia constatada a finales del siglo XX con la llegada del fútbol contemporáneo y sin fronteras como una realidad palpable.

Concretamente, más de una quincena de futbolistas con nacionalidad japonesa son los que han participado en competiciones nacionales profesionales, aunque con actuaciones y premisas muy desiguales. Algunos de estos futbolistas llegaron como jóvenes promesas con gran potencial, otros con la vitola de jugadores de rotación con características diferentes e incluso otros aterrizaron con carreras dilatadas siendo futbolistas de amplio bagaje y con un recorrido interesante en diversos países europeos.

De esta manera, y como se expondrá a lo largo de este artículo, determinados jugadores de esta lista se han convertido en pilares básicos de la selección nipona durante varios años llegando contando con un gran número de internacionalidades y siendo pioneros del fútbol asiático en el panorama internacional y concretamente en el continente europeo.

Otros por el contrario no tuvieron tanta fortuna en su experiencia en nuestro país, pese a que todos ellos han conformado y afianzado la idea de fútbol global y han contribuido a la mejora de nuestra liga para instaurarse como una de las punteras a nivel internacional.

Dicho lo cual, se va a comentar cada uno de los jugadores nipones que han pasado por nuestra liga, es decir, desde los pioneros hasta aquellos que a día de hoy siguen creciendo en nuestro fútbol ya consolidados en la élite futbolística nacional y continental.

Sotaro Yasunaga

El primer futbolista nipón en disputar partidos dentro del fútbol profesional español fue el delantero Sotaro Yasunaga que llegó en el mercado invernal de 1997 a la UE Lleida, que por entonces militaba en Segunda División, a través de una cesión desde el club japonés Yokohama Marinos.

El joven delantero japonés llegaba como una promesa interesante al conjunto catalán que por aquel entonces dirigía Juande Ramos, y a pesar de no conseguir hacerse nunca con un hueco en el equipo titular, sí que tuvo protagonismo durante el año natural que estuvo en nuestro país llegando a disputar un total de 34 partidos en Segunda División en los que consiguió anotar 4 tantos. Todo ello antes de regresar a su equipo de origen durante el mercado invernal de 1998.

Años después y tras continuar su trayectoria en su país, Yasunaga tuvo una segunda etapa en España. Esta vez para integrarse en las filas de Racing de Ferrol en la temporada 2002/2003 en forma de cesión, de nuevo desde el propio Yokohama, para conformar un equipo gallego que se hizo popular por la gran cantidad de nacionalidades que estaban presentes en esa plantilla dirigida por otro mito de los banquillos españoles como Luis César Sampedro.

Sin embargo, en esta ocasión y a pesar de permanecer otro año completo en Ferrol, su participación fue menos destacada jugando tan solo 26 partidos y anotando un gol. En invierno de 2003, Sotaro volvió a Japón donde finalizaría su carrera deportiva en Kashiwa Reysol. Siendo un jugador popular en el país nipón donde llegó a ser campeón de liga y teniendo el honor de ser el primer futbolista japonés en participar y anotar en el fútbol profesional español.

Shoji Jo

El siguiente futbolista japonés cronológicamente que militó en nuestro país fue otro atacante menudo pero recordado. En este caso y dando un paso más allá de lo que consiguió Yasunaga, nos encontramos con el primer jugador japonés de disputó un partido en la máxima categoría del fútbol nacional: Shoji Jo.

El delantero internacional por el país del sol naciente llegó en el enero del año 2000 al Real Valladolid en forma de cesión desde el clásico club japonés del Yokohama Marinos como su compatriota Yasunaga. De la misma manera que Sotaro, Shoji tampoco consiguió afianzarse en el once titular del equipo de Gregorio Manzano que contaba con futbolistas de mucho renombre en la competición como Caminero, Víctor o García Calvo.

 Aunque si que tuvo la posibilidad de participar en 12 encuentros llegando a marcar dos goles con la camiseta pucelana y convirtiéndose por consiguiente en el primer futbolista japonés en conseguir un tanto en la máxima categoría.

En el invierno de 2001, Shoji terminó su andadura en España volviendo a su equipo de origen donde permanecería hasta dos temporadas adicionales antes de ser transferido al Vissel Kobe y posteriormente al Yokohama FC donde finalizaría su carrera profesional.

Shoji Jo con la zamara del Real Valladolid. Fuente: https://as.com/futbol/2020/05/19/primera/1589884798_050660.html

Akinori Nishizawa

El año 2001 también fue testigo de la llegada de otro jugador internacional japonés que llegaba a España con la vitola de jugador prometedor como fue el caso de Akinori Nishizawa. A diferencia de los dos ejemplos anteriores, Nishizawa ya contaba con experiencia previa en Europa antes de integrarse en las filas del RCD Espanyol en ese mercado invernal.  Un hecho contrastado puesto que el jugador japonés había estado cedido en el Volendam de Países Bajos donde pasó un tanto desapercibido.

Después de la aventura neerlandesa el jugador japonés volvió a su equipo de origen, el Cerezo Osaka, desde donde recalaría en nuestro fútbol por una cantidad cercana a los 600.000 €. Un hecho que le convirtió en el primer futbolista nipón en ser traspasado a un club español. Sin embargo, y en paralelo a sus dos predecesores en este estudio, tampoco consiguió hacerse con un rol principal en el conjunto blanquiazul tras no convencer nunca a su entrenador por aquel entonces, Paco Flores.

Si bien es cierto que los periquitos contaban con una gran plantilla acentuada especialmente en las posiciones de ataque con leyendas del club de la talla de Tamudo o De Lucas, el futbolista japonés solo tuvo la opción de participar el seis partidos en los que no consiguió anotar ningún tanto.

Seis meses después de su llegada y tras su poca participación, Nishizawa puso rumbo a Inglaterra para integrarse en las filas del Bolton Wanderers donde tampoco consiguió demostrar su calidad. Después de su aventura europea, Akinori volvió a su país para jugar de nuevo en su equipo histórico, el Cerezo Osaka, club en el que acabaría su trayectoria futbolística.

Un futbolista pionero en su participación en el balompié europeo y que alcanzó como logro principal en su carrera la Copa Asia del año 2000 con su selección nacional.

Yoshito Okubo

El siguiente nombre en esta lista es una de las grandes promesas del fútbol japonés que presenciamos en nuestra liga, Yoshito Okubo. En el mercado invernal de 2005 el Mallorca se hacía con la cesión de un futbolista de renombre en el fútbol asiático y que venía de despuntar en el Cerezo Osaka con tan solo 22 años. Una experiencia corta pero suficiente para poder integrarse en el equipo insular que contaba con cierta inestabilidad, ya que esa misma temporada fueron tres entrenadores los que desfilaron por el banquillo mallorquín finalizando ésta con Héctor Cúper como técnico. 13 partidos y 3 goles fueron su primer bagaje en la isla, lo que propició que el Mallorca se hiciese con sus servicios en propiedad la siguiente campaña por una cifra de 1,5 millones.

Su segunda experiencia fue también positiva en el seno de conjunto bermellón donde disputó 26 partidos y marcó 2 goles, acompañando a futbolistas de nivel como Arango, Tuni o Víctor. Siendo hasta esa fecha el jugador japonés más recordado en nuestras fronteras con diferencia y el que más participaciones y goles anotados poseía en ese momento.

En el verano de 2006 regresó a su país para jugar en el Cerezo Osaka y el Vissel Kobe, hasta que en 2009 pudo vivir su segunda experiencia en Europa para integrase en las filas del Wolsburgo con el que solo disputó 9 partidos pero con el que consiguió el mayor hito de su carrera tras proclamarse campeón de la Bundesliga con el equipo alemán.

Después de este paso por el conjunto germano regresó a Japón para jugar en varios conjuntos de la liga nipona como el Vissel Kobe, el FC Tokio o el Tokio Verdy entre otros para finalizar la trayectoria de uno de los primeros futbolistas japoneses verdaderamente importantes en nuestra competición.

Okubo celebrando un gol durante un partido del RCD Mallorca. Fuente: https://www.diariodemallorca.es/fotos/rcd-mallorca/2021/11/20/okubo-primer-futbolista-japones-mallorca-59751013.html#foto=1

Kenji Fukuda

Otro delantero nipón que aterrizó en el fútbol nacional, aunque en esta ocasión no pudo alcanzar la élite de la Primera División y tuvo su participación íntegra en la categoría de plata, fue Kenji Fukuda. Un jugador con una carrera profesional totalmente atípica debido a que fue desarrollada en gran medida en América principalmente en México y Paraguay donde jugó en equipos de nivel como el Pachuca o el Guaraní.

En enero de 2006, el delantero japonés llegaba al CD Castellón en forma de préstamo que militaba en la segunda categoría de nuestro fútbol en el que tuvo cierto protagonismo disputando 17 encuentros y consiguiendo dos tantos para el conjunto valenciano.

Su vinculación con el equipo de Castellón finalizó en ese mercado estival en el que volvió a recalar en otro conjunto histórico de segunda como el CD Numancia. En Soria, Fukuda alcanzó su mejor nivel puesto que completó la temporada 2006/2007 dipuntando 39 partidos de los cuales 29 comenzó en el once titular, un síntoma evidente de que contaba con la confianza de su técnico en aquella campaña siendo el mítico Andoni Goikoetxea. Con el equipo soriano el nipón logró diez dianas y contó con muy buenos momentos durante ese año completo.

Su buen hacer esa temporada, le permitió tener una tercera aventura en nuestro país llegando con la carta de libertad a la UD Las Palmas en el mercado estival de 2008 que también se encontraba disputando la Segunda División. Sin embargo, y a pesar de las expectativas, el japonés no contó con muchas oportunidades en Gran Canaria donde tan solo pudo participar en 15 encuentros y anotar 3 tantos con la zamarra amarilla.

Tras su participación en España, Fukuda fue traspasado en verano de 2008 al Ionikos Nikeas de la Liga Griega para finalizar su carrera profesional en Japón y Hong Kong donde acabó retirándose en las filas del Metro Gallery.

Shunsuke Nakamura

El próximo nombre constituye la mayor leyenda del fútbol japonés que ha pasado por nuestra liga, constituyendo también la segunda incorporación nipona en la historia del RCD Espanyol tras la llegada del comentado Nishizawa, y no es otro que Shunsuke Nakamura. Cuyo palmarés incluye ser dos veces campeón de Asia con la selección nipona, campeón de todas las competiciones existentes en Escocia y dos veces nombrado mejor futbolista japonés del año.

La leyenda japonesa llegaba en el verano de 2009 a Barcelona con la carta de libertad procedente del Celtic de Glasgow como un jugador totalmente contrastado en el panorama europeo e internacional. Sin embargo, su rendimiento en nuestro país dejó bastante que desear no llegando a alcanzar las expectativas que se habían generado tras su fichaje. Con tan solo 13 partidos disputados como periquito de los cuales solo seis titularidades y ningún tanto conseguido, el conjunto barcelonés decidió traspasar al futbolista tan solo seis meses después de su llegada.

De esta forma el jugador fue transferido al Yokohama Marinos en febrero de 2010 por una cifra cercana al millón de euros poniendo fin a una corta estancia en España de una las mayores figuras asiáticas de siglo XXI. En su país permanecería durante seis temporadas más en distintos equipos antes de su retirada en 2023 en el conjunto japonés del Yokohama FC.

Akihiro Ienaga

Muy distintas fueron las expectativas del siguiente futbolista de este artículo, puesto que, en contraposición a Nakamura, llegaba en enero de 2011 a Mallorca una joven promesa procedente del Gamba Osaka. El extremo diestro llegaba a la isla con la carta de libertad dispuesto a vivir su primera experiencia profesional en Europa y fuera de su país.

A pesar de que nunca llegó a contar con la confianza indiscutible de Michael Laudrup ni de Joaquín Caparros durante el año natural que permaneció en el conjunto bermellón, el atacante japonés participó en 18 encuentros en Primera División y anotó 2 goles. Permaneciendo a la altura de Okubo, su predecesor en la isla mallorquina.

En febrero de 2012, el futbolista salió cedido rumbo al continente asiático pero esta vez no a su Japón natal sino a Corea del Sur para integrarse en las filas Ulsan Hyundi, uno de los equipos con más renombre de todo el continente asiático. De hecho, durante esa temporada Ienaga se proclamó campeón de la Champions de Asia con el conjunto coreano, logrando por consiguiente uno de los mayores hitos de su carrera.

En verano de 2012, y tras solo cinco meses de aventura coreana, Ienaga volvía a la isla para volver a ser traspasado en forma de préstamo durante una temporada a uno de sus equipos históricos como el Gamba Osaka que se encontraba en la segunda categoría del fútbol nipón y con el que consiguió el ascenso.

Tras su buen rendimiento Akihiro regresó a Mallorca en el mercado estival de 2013, para enrolarse en un conjunto que había descendido a la categoría de plata de nuestro país donde disputó 7 encuentros bajo las órdenes de Jose Luis Oltra antes de finalizar su etapa en España en enero de 2014, cuando obtuvo la carta de libertad para volver a su país de origen y conformar parte de la plantilla del Omiya Ardija.

Mike Havenaar

Uno de los futbolistas japoneses menos al uso y alejado del estereotipo físico del típico jugador asiático, aterrizaba en Córdoba el delantero japonés Mike Havenaar para completar la plantilla de un equipo andaluz que había conseguido el hito de alcanzar la máxima categoría del fútbol nacional la temporada anterior.

El altísimo atacante japonés llegó libre procedente del Vitesse neerlandés donde había vivido su primera experiencia en Europa y con el que había tenido un rendimiento prometedor. Sin embargo, nunca alcanzó un bagaje valorable en Córdoba poco favorecido también por la tormentosa campaña que sufrió el club cordobés durante su etapa en Primera División. Sin conseguir afianzarse en el once y con tan solo 5 participaciones con el equipo, Mike terminó su estancia en nuestro país durante el invierno de 2015 cuando obtuvo la carta de libertad y enrolarse en un nuevo proyecto en el fútbol europeo, concretamente en el HJK Helsinki.

Después de una nueva experiencia en el fútbol neerlandés en las filas del ADO Den Haag, el delantero decidió volver a su Japón natal donde prosiguió su carrera antes de retirarse en 2023.

Ibusuki Hiroshi

Muy parecido en cuanto a la forma de interpretar el juego y físicamente a Mike Havenaar, Hiroshi llegaba a España con tan solo 17 años como una de las mayores promesas del fútbol nipón. Con 1,96 de altura el delantero prometía ser un exponente generacional del fútbol japonés, pero nunca llegó a consolidarse en nuestra liga.

En enero de 2009 aterrizaba en Girona para configurarse como una alternativa ofensiva de un equipo que militaba en Segunda División bajo las órdenes de Raül Agné. Aunque su juventud y su inexperiencia solo le permitieron jugar 6 partidos sin gol durante esa campaña.

Posteriormente, múltiples préstamos y transferencias en equipos de categorías inferiores como Real Zaragoza B, Sabadell o Sevilla Atlético le llevaron a progresar futbolísticamente, llegando a debutar en la máxima categoría del futbol español durante su etapa en Nervión.

Aunque nunca llegó a despuntar en ninguno de los clubes en los que estuvo hasta que decidió volver a Japón donde tras varias temporadas fue traspasado al Adelaide United de la liga australiana donde permanece en activo.

Takashi Inui

El caso de Takashi Inui constituye uno de los mayores talentos japoneses que han pasado por nuestras fronteras y que mejor rendimiento ha logrado en España. En verano de 2015, el habilidoso interior japonés llegaba a Eibar procedente del Eintracht de Frankfurt a cambio de medio millón de euros.

Muy pronto se haría con la titularidad en el equipo de Jose Luis Mendilibar en el que permanecería tres temporadas completas, alcanzando la cifra de más de 80 partidos con el conjunto armero en la máxima categoría y logrando más de una decena de goles.

Su gran rendimiento conllevó el interés del Real Betis con el que firmó tras desvincularse del Eibar como agente libre en el verano de 2018. Sin embargo, en Sevilla no alcanzó la regularidad que demostró en Eibar y tras solo seis meses en el conjunto verdiblanco en el que jugó 8 partidos sin éxito anotador fue cedido al Alavés donde finalizaría la temporada.

Después de finalizar dicho préstamo, el futbolista sería traspasado de nuevo al conjunto armero por una cantidad de 2 millones de euros para vivir su segunda experiencia en Eibar. En su segunda etapa también consiguió brillar, pero no fue tan prolífera como la primera. Aun así permaneció dos campañas más en el equipo vasco disputando más de 50 partidos hasta que en la segunda de ellas el club descendió y con ello se produjo la finalización del paso de uno de los mayores talentos japoneses que han pasado por nuestro fútbol. Aún en activo en su país y en las filas del Shimzu S-Pulse de la Segunda División japonesa apura sus últimos días como profesional.

Inui defendiendo la camiseta del Eibar. Fuente: https://www.lavanguardia.com/deportes/futbol/20190724/463684299839/inui-eibar-mercado-de-fichajes.html

Daisuke Suzuki

El primer defensa nipón que ha participado en nuestro fútbol llegó a España con aires de promesa consagrada en su país. Procedente del Kashiwa Reysol aterrizó con la carta de libertad en Tarragona para unirse a las filas del Gimnástic en invierno de 2016 que en aquel entonces se encontraba en Segunda División.

Titular indiscutible desde su llegada a Cataluña, Suzuki se mantuvo tres temporadas en el equipo en las que disputó más de 60 partidos consiguiendo tan solo un gol.

Tras finalizar contrato con el equipo tarraconense Suzuki decidió poner rumbo de vuelta a su país para regresar al Kashiwa y tras pasar por otros equipos japoneses se mantiene en activo en el JEF United de la segunda división japonesa.

Hiroshi Kiyotake

Con la vitola de un fichaje ilusionante llegaba el habilidoso mediocentro ofensivo a las filas del Sevilla FC, por el que el conjunto de Nervión desembolsó 6,5 millones de euros al Hanover 96 de la Bundesliga. Un jugador contrastado en Alemania puesto que previamente había destacado en el FC Nürnberg que había apostado por el joven japonés que despuntaba en el Cerezo Osaka.

Muchas más expectativas que realidad trajo el nipón a nuestra liga puesto que solo duró en ella medio año. Sin lograr en ningún momento la confianza de Jorge Sampaoli y tras solo disputar 4 partidos con el conjunto del Sánchez Pizjuán, el japonés puso rumbo a su club de origen en el país del sol naciente, el Cerezo Osaka, que pagó por el futbolista una cantidad cercana a los 5 millones de euros. Por lo que el Sevilla recuperó parte de la inversión económica pero nunca las ilusionantes expectativas que despertó el asiático en la parroquia andaluza.

Gaku Shibasaki

En el extremo opuesto al caso de Kiyotake, encontramos a uno de los jugadores japoneses que mejor se ha adaptado a nuestra competición como Gaku Shibasaki.

Tras realizar un excelso Mundial de Clubes en la temporada 2016/17 donde el Kashima Antlers estuvo muy cerca de eliminar al Real Madrid, el centrocampista japonés consiguió una fama internacional notable que propició su aterrizaje en ese mismo mercado invernal en la plantilla del CD Tenerife con la carta de libertad bajo el brazo. 12 partidos con el conjunto insular y un casi ascenso a Primera División esa temporada, conllevaron que durante el siguiente verano Gaku llamara la atención del Getafe CF que acababa de ascender.

En el conjunto azulón permaneció durante dos campañas completas en las que disputó una treintena de encuentros en primera hasta que en el verano de 2020 llegó libre al Deportivo de la Coruña que se encontraba en Segunda División.

En Galicia también tuvo una gran participación, pero no pudo evitar la debacle de los coruñeses y su caída más allá del fútbol profesional, recalando la siguiente temporada en otro equipo de la categoría de plata como el CD Leganés. De nuevo en Madrid, Gaku contó con gran participación durante las tres temporadas que permaneció en Leganés con más de 30 encuentros disputados en cada una, acabando este mismo verano su vinculación con el conjunto pepinero.

Actualmente y tras unos meses de inactividad, el medio japonés sigue en el profesionalismo en su país y en el club que le dio la oportunidad de ser conocido en el viejo continente, el Kashima Antlers.

Yosuke Ideguchi

Otra joven promesa que tuvo un paso testimonial por el fútbol nacional fue Yosuke Ideguchi. El centrocampista japonés llegó a nuestro país en el mercado invernal de 2018 en calidad de cedido por parte del Leeds United que poseía los derechos del jugador. La Cultural Leonesa fue el destino del nipón que integró el conjunto leonés disputando 5 partidos en Segunda División, pero sin convencer a su entonces técnico el gallego Rubén de la Barrera.

Más ilusión que rendimiento hicieron que Yosuke solo permaneciera en León durante el segundo tramo de la temporada 17/18. Un equipo muy internacional pero que no puedo asentarse en la categoría de plata descendiendo esa misma campaña a 2ªB después de haber logrado el ascenso el año anterior.

En verano de 2018 volvió al Leeds para volver a protagonizar un préstamo esta vez con destino Alemania para jugar con el Greuther Fürth antes de regresar al Gamba Osaka. Una gran temporada en su país volvió a llamar la atención del viejo continente, atrayendo el interés del Celtic de Glasgow que desembolsó una cantidad próxima a los 750.000 euros. En Escocia se logró alzar con el doblete antes de ser cedido de nuevo a su país para participar en los éxitos del Avispa de Fukuoka donde permanece actualmente a préstamo por el conjunto escocés.

Shinji Kawaga

Otra de las grandes leyendas del fútbol japonés de las últimas décadas que aterrizó en nuestro país buscando relanzar una carrera que se había estancado en los últimos años. Hablamos de uno de los futbolistas asiáticos más laureados en el viejo continente con títulos en Alemania, Inglaterra y Grecia. Campeón de la Premier League con el Manchester United, de la Bundesliga con el Borussia Dortmund donde tuvo un papel estelar y campeón de Asia con su combinado nacional.

Todo ese currículum hacía presagiar que la llegada de Kagawa a Zaragoza podría ser un pelotazo épico para devolver la ilusión al club maño que se encontraba estancando en la categoría de plata.  En agosto de 2019 el Real Zaragoza apostaba por la contratación del internacional japonés por el que pagó 3 millones de euros al Borussia Dortmund para hacerse con los servicios del medio.

Sin embargo, más focos que fútbol atrajo Shinji en La Romareda a pesar de hacerse con un hueco en el once titular de Víctor Fernández desde su llegada. Realmente Kagawa buscaba ser el referente de una plantilla confeccionada para conseguir el ascenso a la máxima categoría y así lo demuestran los 31 partidos que disputó en la capital maña, aunque no pudieron alcanzar el éxito que se habían marcado al principio de la temporada.

En octubre de 2020 Kagawa abandonó Zaragoza con más sombras que luces y la carta de libertad otorgada por una directiva que no valoró su actitud siempre positiva, lo que utilizó para enrolarse en el Paok de Salónica y posteriormente en el conjunto belga del Sint-Truden, antes de volver a las filas del Cerezo Osaka donde permanece en activo.

Kagawa el día de su presentación con el Real Zaragoza. Fuente: https://www.cartv.es/aragondeporte/nuestro-deporte/shinji-kagawa-una-pieza-clave-desaparecida-en-combate-2874

Shinji Okazaki

De una leyenda como Kagawa, a todo uno de los componentes de una de las mayores sorpresas de la historia del fútbol de clubes representada por el Leicester City de Claudio Ranieri, como Shinji Okazaki.

El delantero japonés llegó a Málaga procedente de los foxes con la carta de libertad para vivir su primera experiencia en nuestro país después de haber desarrollado una extensa carrera en el continente europeo. Stuttgart y Mainz en la Bundesliga antes de llegar a la Premier League por una cantidad de 11 millones de euros y conformar la plantilla del Leicester City varias campañas. Conquistando aquella Premier League que estará por siempre en la mente de todos los aficionados.

Un nuevo desafío para el nipón que aterrizaba en la Costa del Sol para llevar al Málaga al ascenso, pero meses convulsos en el club institucionalmente hicieron que Okazaki ni llegase a debutar con el conjunto boquerón y finalmente acabase militando esa temporada en la SD Huesca.

En territorio oscense acabó siendo un futbolista decisivo para conseguir ganar el campeonato de segunda y lograr por consiguiente a la máxima categoría. Esa temporada en la categoría de plata Shinji participó en más de una treintena de encuentros y anotó 12 goles trascendentales para sumar un nuevo título en su carrera. La siguiente campaña Okazaki permaneció en Aragón para debutar en Primera División con el equipo oscense volviendo a integrar los onces titulares de Míchel primero y Pacheta después, pero sin mucho éxito, puesto que el equipo nunca alcanzó el nivel suficiente para conseguir la permanencia.

El descenso propició la salida del nipón de Huesca, pero no de nuestras fronteras, ya que durante el verano de 2021 se unió a las filas del FC Cartegena donde vivió su última experiencia en España siendo también un fijo en las alineaciones de Luís Miguel Carrión. Tras su aventura en la comunidad murciana puso rumbo a Bélgica donde sigue en activo en el Sint-Truiden

Takefusa Kubo

La gran esperanza japonesa de las próximas décadas y como uno de los grandes jóvenes de referencia internacional encontramos a Take Kubo, un futbolista criado en España y que ha pasado por diversos equipos de nuestra liga hasta encontrar la estabilidad actual que posee en San Sebastián.

El talento de Take fue descubierto siendo apenas un crio en Japón cuando llamó la atención de La Masía aterrizando en Barcelona en enero de 2011. Siguió despuntando en las categorías base del FC Barcelona hasta que, en verano de 2015, y tras la nueva normativa que afectaba a los jugadores extranjeros que integraban las canteras de los clubes europeos, regresó a Japón para enrolarse en el Tokyo FC.

Con la mayoría de edad ya cumplida y muchas ofertas de los mejores clubes del mundo bajo el brazo, Take decidió dar el paso de volver a España, pero esta vez no a Barcelona sino a su eterno rival y firmar por el Real Madrid.

Sin embargo, nunca llegó a debutar en partido oficial vestido de blanco por un exceso de futbolistas extracomunitarios lo que llevó a encadenar una serie de cesiones que facilitaron su progresión. La primera en el mercado estival de 2019 para poner rumbo al RCD Mallorca donde empezó a dar muestras de su calidad en un club con predisposición al triunfo de futbolistas de índole internacional.  Una temporada duró su préstamo en el conjunto insular de Vicente Moreno en la que contó con su confianza participando en 35 partidos y viendo portería en cuatro ocasiones. Aunque su buena actuación en el conjunto bermellón no pudo evitar su descenso de categoría.

Sin oportunidades de blanco, la siguiente campaña Kubo recaló en el Villarreal de Unai Emery donde llegó con un rol de importancia que fue perdiendo durante la temporada en virtud de los jóvenes talentos de la cantera groguet que fueron quitándole protagonismo. Tanto es así que, en el mercado invernal de esa campaña, el Real Madrid rompió el préstamo con el conjunto amarillo y el japonés acabó la temporada en el Getafe. Un hecho que no le impidió contar en su palmarés con la Europa League que consiguió el Villarreal ese año y en la que Take participó de manera notable.

Tampoco le fueron del todo bien las cosas en Getafe, por lo que en el mercado estival de 2021 el futbolista volvió a salir cedido al lugar donde mejor rendimiento había ofrecido, la isla de Mallorca. Con la confianza de Luis García primero y Javier Aguirre después, Take fue creciendo hasta ser un futbolista importante en el esquema del técnico mexicano disputando casi una treintena de partidos.

Tras finalizar su segunda experiencia en Mallorca, Kubo decidió dejar Madrid definitivamente y salir de una vez por todas traspasado lo que le llevó a recalar en la Real Sociedad que pagó 6,5 millones por sus derechos. Entonces, y bajo las órdenes de Imanol, ha conseguido comenzar su explosión definitiva como uno de los jugadores de banda diestra más talentosos del panorama internacional. Alcanzando un nivel estratosférico en la competición nacional y demostrando sus virtudes esta campaña en Champions League.

Tanta ha sido su mejoría en las dos temporadas que lleva en San Sebastián que según la prestigiosa web de fútbol Transfermarkt (2024) su valor de mercado actual alcanza los 50 millones de euros por los 7,5 millones en los que estaba valorado a su llegada a Donosti o los 2 millones en los que se tasaba su ficha cuando llegó a Madrid.

Un jugador descomunal que permanece en nuestro fútbol y cuyo techo se desconoce teniendo además en cuenta su juventud pese a la carrera profesional tan variopinta que le abala.

Taichi Hara

El último nombre en sumarse a este listado es el prometedor delantero japonés Taichi Hara. Su 1,92 m de altura fueron suficiente aliciente para que el Alavés emprendiera el fichaje del nipón que en agosto del 2021 firmó por el club vitoriano procedente del NK Istra croata.

Sin embargo, ese mismo verano salió cedido hacia la liga belga, concretamente al Sint-Truden, donde hizo una campaña notable. El descenso del club vasco a Segunda División provocó que la siguiente campaña Hara pudiera formar parte de la plantilla, participando en 15 encuentros y marcando un gol. Ayudando al equipo a regresar ese mismo año a la máxima categoría.

Aunque tras una segunda experiencia muy breve en Bélgica, Hara regresó el pasado verano a su país para unirse al Kyoto Sanga donde permanece.

Taichi Hara durante su presentación. Fuente: https://www.eitb.eus/es/radio/radio-vitoria/programas/radio-vitoria-deportes/radio-vitoria-deportes-actualidad/detalle/8953787/masato-sugimori-el-sueno-de-taichi-hara-es-hacer-pareja-con-take-kubo-en-seleccion-de-japon/

Takuma Asano

El último rostro procedente de Japón en llegar a nuestro país aterrizaba en Mallorca durante el pasado mercado estival procedente de la Bundesliga, concretamente del VFL Bochum a coste cero.  Un jugador desequilibrante que llegó al viejo continente hace una década para integrarse en las filas del Arsenal, donde no contó con demasiadas oportunidades viéndose obligado a enrolarse en una serie de cesiones que incluirían clubes como el Stuttgart o el Partizán de Belgrado.

Internacional con la selección nipona desde 2015, ha llegado al conjunto balear con la esperanza de ser una de las sensaciones de nuestra competición siendo una pieza fundamental en el conjunto de Jagoba Arrasate.

Jugadores japoneses que estuvieron en España, pero no llegaron a debutar como profesionales

Nobuyuki Zaizen

SI bien es cierto que Yasunaga fue el primer japonés en disputar minutos en España, no fue el pionero en llegar a nuestro país. Puesto que en el mercado estival de 1996 llegaba al Logroñés una promesa exótica para conformar una plantilla novedosa tras el ascenso de los riojanos. Aunque la aventura de Zaizen en España terminó antes de comenzar debido a los inconvenientes surgidos a raíz de la Ley Bosman. Por lo que el japonés no llegó ni a debutar en Las Gaunas, volviendo a Japón con rapidez donde permanecería parte importante de su carrera con un breve paso por Tailandia donde se retiró en 2012.

Hiroki Abe

Otra promesa que en este caso nunca llegó a ser realidad fue Hiroki Abe, quién llegó a la cantera del Barcelona por una cantidad próxima al millón de euros procedente del Kashima Atlers en el verano de 2019. Dos temporadas en el filial azulgrana con luces y sombras que no le permitieron debutar nunca con el primer equipo. Hasta que el verano pasado recaló en las filas del Urawa Reds japonés para relanzar su breve trayectoria.

Otros jugadores de origen nipón han participado en categorías inferiores del balompié nacional pero no han llegado a disputar partidos en el denominado “fútbol profesional”. Sin embargo, otros futbolistas con pasaporte o ascendencia japonesa se encuentran actualmente en canteras de equipos punteros en España en edades cortas y que cuentan con un futuro muy prometedor por lo que es muy posible que este listado aumente en las próximas temporadas.

Webgrafía

https://as.com/futbol/2020/05/19/primera/1589884798_050660.html

https://www.cartv.es/aragondeporte/nuestro-deporte/shinji-kagawa-una-pieza-clave-desaparecida-en-combate-2874

https://www.diariodemallorca.es/fotos/rcd-mallorca/2021/11/20/okubo-primer-futbolista-japones-mallorca-59751013.html#foto=1

https://www.eitb.eus/es/radio/radio-vitoria/programas/radio-vitoria-deportes/radio-vitoria-deportes-actualidad/detalle/8953787/masato-sugimori-el-sueno-de-taichi-hara-es-hacer-pareja-con-take-kubo-en-seleccion-de-japon/

https://www.lavanguardia.com/deportes/futbol/20190724/463684299839/inui-eibar-mercado-de-fichajes.html

https://www.transfermarkt.es/




Destino España: estadounidenses en la Liga Española

El siglo XXI ha sido absolutamente trascendental para la difusión del fútbol por todo el planeta y para su conversión en un producto global que genera pasión e interés en la mayoría de países del mundo.

En esta concepción contemporánea, la llegada de futbolistas talentosos de cualquier nacionalidad a las grandes ligas europeas es una realidad y por supuesto la liga española no ha sido una excepción a esta circunstancia. Aunque no solo se trata de un camino unidireccional en el que se importa talento desde el viejo continente, sino que también se ha producido un auge de jugadores europeos que se marchan a destinos exóticos por diversos motivos que hacen de la globalización del producto futbolístico un hecho fehaciente.

En el caso concreto de este artículo vamos a centrarnos en la explosión de este deporte en Estados Unidos, un país donde el fútbol no posee tanta admiración como otros, pero que en las últimas décadas ha vivido una transformación muy importante en la que se ha apostado sin titubeos por crear una cultura futbolística asentada a raíz de la creación de una liga nacional competitiva y el desarrollo de escuelas futbolísticas que generan interés entre los más jóvenes de la sociedad.

De hecho, el potencial económico de la Major Soccer League (MLS) ha sido históricamente definitivo para que jugadores legendarios hayan decidido finalizar sus carreras deportivas en el continente americano. Una circunstancia que sin duda ha sido determinante para desarrollar un interés en la población por este deporte además de las tradicionales giras veraniegas de los grandes equipos europeos para lograr la puesta a punto temporada tras temporada. Así futbolistas históricos como Beckham, Kaká, Lampard, Henry, Villa o Raúl han decidido pasar por el continente americano en los últimos años por distintas partes de país lo que sin lugar a dudas ha contribuido a desencadenar el concepto futbolístico por la totalidad del mismo.

Esta tendencia ha provocado en concordancia que jugadores de nacionalidad estadounidense lleguen a nuestra liga para formar parte de algunos de los mejores equipos españoles desde finales de los años 90. Una circunstancia que se ha convertido en un continuo discurrir convirtiéndose en frecuente poder visualizar algún jugador de esta nacionalidad en la Primera División Española.

En la década de los 90 llegarían los primeros jugadores relevantes con pasaporte estadounidense a nuestra Liga, con el aterrizaje principal del mítico guardameta Kasey Keller en Vallecas y desde entonces 11 futbolistas más han debutado en la más alta competición española, siendo un total de 15 si contamos además tres casos de jugadores nacidos en Estados Unidos pero que poseen otras nacionalidades alternativas.

Aunque no solo jugadores ampliamente reconocidos o con trayectorias ya dilatadas son los que han llegado a nuestras fronteras, sino que cada vez es más frecuente poder encontrar futbolistas de corta edad buscando el aprendizaje del viejo continente. Tanto es así que diferentes clubes de nuestra geografía están empezando a hacerse con los servicios de jóvenes talentos norteamericanos para reforzar sus filiales con la esperanza de que alguno de ellos pueda convertirse en la próxima estrella de la competición.

Todas estas razones nos llevan a analizar específicamente el paso cada de uno de los estadounidenses que han jugado en nuestra competición nacional y la trascendencia que han tenido en sus respectivos equipos.

Kasey Keller

El primer gran exponente del fútbol estadounidense en desembarcar en la Primera División Española fue el portero internacional Kasey Keller. Firmado por el Rayo Vallecano en la temporada 1999/2000 procedente del fútbol británico tras finalizar su contrato con el Leicester City.

Su llegada supuso un antes y un después en la llegada de jugadores procedentes de Norteamérica y más concretamente de Estados Unidos. Realmente su adaptación fue muy satisfactoria al conjunto madrileño como portero titular con el que disputó 51 partidos en la máxima competición nacional recibiendo 95 goles en este periodo. Hasta que el Totenham Hotspurs se interpuso en su camino y el arquero decidió poner rumbo a White Hart Line para proseguir con su longeva carrera que le llevaría a conocer la Bundesliga y a retirarse en su país natal a los 41 años en las filas de los Seattle Sounders. Con el reconocimiento de mejor portero de la temporada tras 20 años de trayectoria profesional en cuatro países diferentes.

Kasey Keller defendiendo la portería del Rayo Vallecano. Fuente: https://www.unionrayo.es/keller-ascenso-rayo-vallecano-2021/

Daniel Szelela

El siguiente futbolista norteamericano en llegar a nuestra competición fue el jugador nacido en Nueva Jersey, Daniel Szetela, cuyo paso por el Racing de Santander fue ciertamente fugaz y para nada recordado. Tanto es así que no llegó siquiera a debutar en Liga con el conjunto cántabro, aunque sí que participó en un partido de Copa del Rey.

El norteamericano no cuajó y en el mismo mercado invernal de la temporada 2007/2008, apenas seis meses después de su llegada procedente de la MLS fue cedido al Brescia que en ese momento se encontraba jugando en Serie B donde finalizó la temporada.

Daniel con la camiseta del Racing de Santander. Fuente: https://webdelracing.com/jugador.php?id=88

En el conjunto italiano permaneció a préstamo dos temporadas y a su vuelta a Santander tampoco tuvo la oportunidad de hacerse sitio en la primera plantilla. En la temporada 2009/2010 volvió a su país para integrase en las filas del DC United sin haber disputado ningún partido de liga con el conjunto cántabro.

Jozy Altidore

Uno de los nombres que más ilusión crearon a su llegada a nuestra liga fue Jozy Altidore. Con apenas 16 años el Villarreal pagó una cifra superior a los 7 millones por la gran perla de la MLS que despuntaba en la gran manzana con el New York RB. Unas circunstancias que supusieron una gran presión para un futbolista que llegó a participar en partidos de liga, copa y competición europea con el submarino.

Su temprana edad y su falta de experiencia en el continente europeo le llevaron a formar parte de numerosas cesiones en distintos países. La primera en la temporada 08/09 le llevó hasta el sur de nuestro país, concretamente al Xerez donde finalizó la temporada. A continuación, su destino fue el Reino Unido para integrarse en las filas del Hull City y una tercera cesión con destino Turquía en las filas del Bursaspor.

Jozy Altidore en su presentación como jugador del Villarreal. Fuente: https://blogfutbolero.com/top-10-promesas-del-futbol/

Todo ello sucedió hasta que en la temporada 2011/2012 el Villarreal traspasó por una cifra cercana al millón y medio al delantero estadounidense al AZ Alkmaar de la Eredivisie. Así se puso punto y final a la aventura española de una de las mayores promesas norteamericanas que han pasado por nuestro fútbol.

Oguchi Onyewu

Siendo uno de los grandes nombres del Mundial de Sudáfrica 2010 por su gran papel con la selección estadounidense, el central nacido en Washington aterrizaba en nuestra liga en la temporada 2012/2013 de la mano de un Málaga que en aquel año alcanzaba las mayores cotas de su historia participando en la máxima competición continental.

El zaguero llegó a la Costa del Sol en forma de cesión por una temporada procedente del Sporting de Portugal que poseía sus derechos por aquel entonces. Sin embargo, su rendimiento un tanto irregular no le impidió jugar una quincena de partidos con el conjunto andaluz incluyendo la fase de grupos de la Champions League.

Esa circunstancia ligada a los graves problemas económicos del conjunto blanquiazul hizo que este jugador volviera a Portugal para proseguir su carrera profesional lejos de nuestras fronteras.

Shaquell Moore

El siguiente jugador constituye uno de los casos más extraños, pero mejor adaptados a nuestro país y a nuestra competición.  El lateral estadounidense quedó libre tras el draft de la MLS del año 2014, un hecho que le trasladó hasta nuestro fútbol para integrarse en las filas del Huracán Moncada y posteriormente del Oviedo Vetusta participantes del Grupo III de la Segunda División B.

Su buen hacer en esta categoría llamó la atención de ojeadores de equipos de mayor nivel hasta que en la temporada 2016/2017 firmó por el Levante UD. Con el equipo granota disputó 6 partidos en Primera División, pero al no cuajar en el equipo fue cedido durante una campaña al Reus y actualmente es una pieza clave del esquema del CD Tenerife que pelea para el ascenso a la máxima categoría.

Con casi una centena de partidos en Segunda y un gol anotado podemos afirmar que es un jugador perfectamente adaptado a nuestro fútbol, y a sus 25 años de edad, no es de extrañar que pueda protagonizar una progresión mayor en los próximos años.

Sergiño Dest

El caso del futbolista del Barcelona es algo más peculiar que los anteriores puesto que a pesar de haber nacido en la ciudad de Almere, ubicada geográficamente en Países Bajos y haber desarrollado toda su carrera deportiva en las categorías inferiores del Ajax de Amsterdam, el jugador eligió declararse elegible con la selección estadounidense con la que a sus apenas 21 años ha sido ya internacional en 17 ocasiones anotando dos goles.

Un combinado nacional que posee multitud de talentos jóvenes entre los que se encuentra el lateral que se establece uno de los futbolistas más prometedores en su posición de todo el continente. Esa circunstancia y después de todo lo demostrado en un equipo histórico europeo como el Ajax pese a su corta edad, llevaron al conjunto culé a desembolsar 21 millones de euros por el talentoso lateral en la temporada 2020/2021.

Un hecho que le ha permitido ser dueño de varios registros históricos dentro de nuestra competición como ser el primer jugador internacional con Estados Unidos en participar en un “Clásico” y en ganar un título en el fútbol español con la consecución de la Copa del Rey levantada en la misma temporada de su aterrizaje en la ciudad condal.

Más de 50 partidos en liga con el club blaugrana y otros tantos en competiciones europeas demuestra que es un jugador de presente y de futuro que debe tener un papel principal en la consecución de próximos títulos.

Estadounidenses de origen conocidos por otras nacionalidades

Este subapartado está integrado por tres jugadores que a pesar de haber nacido en Estados Unidos han sido reconocidos en el contexto futbolístico por concurrir con otros pasaportes.

Salvador Muñiz Artime “Negri”

Si bien hasta la llegada de Kasey Keller al Rayo Vallecano no se produjo el primer desembarco de una figura relevante estadounidense en nuestro fútbol, el primer futbolista nacido en el país norteamericano que participó en la máxima competición nacional lo haría con mucha antelación.

Salvador Muñiz “Negri” nació en el estado de Missouri a principios del siglo XIX y su pasión por el balompié produjo su desembarco como futbolista en el Oviedo con el que jugó tres partidos a principios de la década de los 40. Eso sí lo hizo con pasaporte español en una competición donde la participación de jugadores extranjeros estaba muy limitada y analizada.

Giuseppe Rossi

Posiblemente el futbolista con mayor trascendencia de Estados Unidos que ha participado en nuestra competición, pese a que ha sido conocido por ser internacional, con la selección italiana es Giuseppe Rossi. De hecho, se puede considerar al hábil delantero nacido en Nueva Jersey como un jugador legendario dentro de nuestro fútbol con más de 170 partidos disputados en la máxima competición española.

En el verano de 2007 el goleador ponía rumbo al fútbol español tras un fuerte desembolso producido por el Villarreal que pagó 10 millones de euros al Manchester United por un jugador sin demasiada experiencia en el primer nivel europeo, pero con unos números muy importantes en categorías inferiores. Cinco temporadas de amarillo marcadas por una gravísima lesión de rodilla no empañaron la trascendencia del delantero en nuestra liga con 64 goles anotados y 20 asistencias repartidas. Además de participar en Champions y Europa League con un papel destacado.

Rossi celebrando un gol como futbolista del Villarreal. Fuente: https://www.europapress.es/deportes/futbol-00162/noticia-rossi-devuelve-villarreal-champions-20110823232043.html

En la temporada 2012/2013 y tras percances graves en forma de lesión, Rossi fue traspasado a la Fiorentina por la misma cantidad por la que llegó a España años atrás con la firme intención de relanzar su carrera, aunque sin mucho éxito.

 Desde el conjunto italiano todavía tendría la posibilidad de recalar dos veces más en nuestra competición en forma de cesión, pero con escasa relevancia. En enero de 2016 llegó a enfundarse la zamarra del Levante como hombre de relumbrón, pero sin grandes números. Además en el mercado veraniego de ese mismo año llegó a Vigo para conformar una plantilla importante en el Celta. Siendo este su último paso por España y dejando una huella imborrable en nuestro país como futbolista histórico de nuestra liga.

Amro Tarek

El último de los jugadores pertenecientes a esta caracterización es el jugador internacional por Egipto, aunque nacido en Los Ángeles, Amro Tarek. Un defensa central por el que el Betis pagó 300.000€ al El Gouna, un equipo puntero del país de los faraones, tras despuntar en categorías inferiores de diversos conjuntos alemanes entre los que se encontraban el Wolsburgo o el Friburgo.

Su llegada no tuvo ningún peso en la entidad verdiblanca y en el mercado invernal de la campaña 2015/2016 fue cedido a la MLS, concretamente al Columbus Crew, apenas seis meses después de su aterrizaje y sin haber debutado en liga. Un préstamo que tampoco surgió efecto y que conllevó que un año después de firmar por el conjunto sevillano se desvinculara del mismo para volver a Egipto con la carta de libertad y comprometerse con el Enppi SC.

Jóvenes promesas de futuro llegadas a nuestro país

Además de todos los futbolistas comentados anteriormente existen una serie de promesas que se encuentran actualmente en periodo de formación en los filiales de grandes equipos de nuestro país o que han llegado jovencísimos a nuestra liga con grandes prestaciones anteriores pero que aún están por explotar a primer nivel.

Posiblemente el mayor talento estadounidense sub-20 del que disponemos en nuestras fronteras es el futbolista del Valencia Yunus Musah. Puesto que a sus apenas 19 años y tras despuntar en las categorías inferiores del Arsenal, llegó al club che para reforzar el filial con el que apenas disputó 17 partidos para romper todas las expectativas y hacerse un hueco en el primer equipo.

Yunus Musah con el primer equipo del Valencia. Fuente: https://us.as.com/us/2020/11/08/futbol/1604865582_778738.html

Cierto es que la convulsa situación del equipo valencianista le ha ayudado a contar quizá más de la cuenta a su temprana edad, pero lo que es evidente es que los 61 partidos que ha disputado en liga son aval suficiente para pensar que estamos ante un jugador de muchísimo futuro. Además, su buen hacer le ha llevado a consagrarse también como internacional absoluto con el combinado de Estados Unidos, siendo el jugador neoyorquino una pieza básica para el futuro de una selección muy prometedora.

En esta línea, aunque con mucho menos recorrido aún en el fútbol español se encuentra Luca Warrick Koleosho, jugador nacido en Turnbull, aunque con todo su desarrollo futbolístico realizado en nuestro país. Pero su gran proyección le ha llevado a consolidarse en el juvenil del Espanyol, equipo con el que esta misma temporada ha debutado en primera con tan solo 17 años.

Caso similar es el del joven Jonathan Gómez nacido en North Richmond ha sido traspasado este mismo mercado invernal por una cantidad cercana a los 100.000 € a la Real Sociedad para reforzar su equipo filial que en este caso se encontraba jugando en Segunda División. Un lateral aguerrido y muy rápido que se ha ganado el puesto como titular en el segundo equipo donostiarra desde su llegada disputando 14 partidos. Aunque sin la posibilidad aún de debutar en primera por la gran cantidad de laterales de relumbrón que posee el conjunto txuri-urdin.

En contraposición otros nombres que apuntaban alto y que recalaron en nuestro país con grandes expectativas de futuro, no han podido triunfar en nuestra competición optando por buscar nuevos horizontes para relanzar sus carreras deportivas.

Es el caso del jugador natural de Miami, Konrad de la Fuente. Canterano del Barcelona y una de las grandes promesas de la masía que llegó incluso a debutar con el primer equipo en Copa del Rey fue traspasado al Olympique de Marsella por 3 millones en el verano de 2021 tras la gran apuesta realizada por el club presido por Pablo Longoria.

Esta temporada también ha pasado por la liga el central Matt Miazga, canterano del Chelsea y que ha jugado a préstamo en el Alavés con el que ha participado en 10 encuentros pero que no ha llegado a brillar como se esperaba para poder asentarse en nuestras fronteras.

Por último, el joven talento desarrollado en la cantera del Schalke 04 Matthew Hoppe por el que el Mallorca ha apostado considerablemente tras el descenso del equipo alemán. 3,5 millones desembolsó el conjunto insular por el delantero sub-21 estadounidense que ya ha disputado 5 partidos en la élite pero que no ha podido estrenarse todavía como goleador con el equipo bermellón.

Matthew Hoppe en su presentación como jugador del Mallorca. Fuente: https://www.jornadaperfecta.com/blog/analisis-fantasy-matthew-hoppe/

Futuros desembarcos

En lo relativo a próximos talentos que pueden despuntar en nuestra competición en esta temporada 2022/2023 hay que mencionar un fichaje confirmado por el Celta de Vigo procedente de la Eredivisie, Luca de la Torre. El internacional estadounidense por el que se ha pagado una cifra cercana al millón de euros, llega tras afianzarse en el Heracles Almelo con el que ha disputado en torno a 70 partidos anotando 2 goles. Por lo que sin duda puede ser otro norteamericano ilustre que despunte en el futuro.

Webgrafía

https://blogfutbolero.com/top-10-promesas-del-futbol/

https://www.europapress.es/deportes/futbol-00162/noticia-rossi-devuelve-villarreal-champions-20110823232043.html

https://www.jornadaperfecta.com/blog/analisis-fantasy-matthew-hoppe/

 https://www.unionrayo.es/keller-ascenso-rayo-vallecano-2021/

https://us.as.com/us/2020/11/08/futbol/1604865582_778738.html

https://webdelracing.com/jugador.php?id=88




Los Magníficos del Real Zaragoza

Las últimas décadas del fútbol español han estado marcadas por un claro dominio de equipos con presupuestos ciertamente exuberantes, que apenas han permitido al resto de conjuntos poder pelear por la mayoría de entorchados. Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid principalmente y algunas etapas, temporales pero exitosas, de Valencia, Sevilla y Deportivo de la Coruña han copado prácticamente todos los títulos ligueros y coperos sin dejar apenas opciones a los modestos.

Por este motivo es difícil pensar, sobre todo para los más jóvenes, que hubo una etapa donde el fútbol no era el negocio multimillonario que representa hoy en día, y que algunos equipos ubicados en grandes ciudades del país, conseguían retener a sus estrellas sin que se produjeran los éxodos masivos actuales que acaban con los jugadores más prometedores aprovechando las grandes cantidades monetarias que pueden ofrecer los principales equipos. Un tiempo pasado donde existía un componente de igualdad y de lealtad, que hacía que muchos futbolistas pudieran iniciar y acabar sus carreras en el mismo equipo, dándole al fútbol de la época una dosis de romanticismo que actualmente se encuentra en un claro peligro de extinción.

Este es el caso de dos jugadores españoles que se convirtieron en leyenda del fútbol nacional de la década de los 60 sin jugar en ninguno de los denominados “Grandes” de nuestro país, llegando a participar activamente en la Selección Española y con un papel protagonista en los éxitos de aquel conjunto: Marcelino Martínez y Carlos Lapetra. Lejos de los focos de Madrid y Barcelona, ambos jugadores llegaron al primer equipo del Real Zaragoza a principios de los 60 integrando el mejor equipo que se recuerda en la capital maña y consiguiendo alzarse con los primeros títulos de la entidad.

Una década prodigiosa

La historia del Real Zaragoza como institución comenzaba a principio de los años 30, a partir de la unificación de los dos equipos precursores que subdividían la realidad futbolística de la ciudad. Sin embargo, habría que esperar tres décadas para presenciar la consolidación de un equipo puntero en cuya plantilla militaban varios de los mejores futbolistas de la época que hicieron las delicias del ambiente futbolístico de la capital zaragozana.

Aunque pocos podrían augurar que uno de los grandes estrenos cinematográficos de la época, como lo fue la película “Los Siete Magníficos” dirigida por John Sturges y protagonizada por Steve McQueen entre otros, sería clave de inspiración para nombrar a los legendarios futbolistas del Real Zaragoza en la década de los 60. Así surgió el apodo de “Los Cinco Magníficos” para bautizar al equipo integrado por: Canario, Santos, Villa, Marcelino y Lapetra; acompañados de otros jugadores internacionales con la selección española como Reija.

Un equipo surgido a partir del capital resultante tras la venta del antiguo campo del Torrero, que consiguió reunir en su plantilla a jóvenes talentos procedentes de diversas zonas de la geografía nacional y otros jugadores extranjeros ya consolidados de en la liga española. Así llegaron Reija y Marcelino procedentes del Deportivo de la Coruña y del Racing de Ferrol, Lapetra que dio el salto procedente del Guadalajara y los ex jugadores del Real Madrid: Villa y Canario.

Fue a partir de 1960 cuando comenzó a configurarse esta quinta con las llegadas de Reija, Marcelino, Lapetra y de un peruano llamado Juan Seminario que sería capaz de alzarse con el trofeo Pichichi con 25 goles en la temporada 61/62, imponiéndose a delanteros míticos como Ferenc Puskás. A todos ellos se unieron en la temporada 62/63, un joven tinerfeño de 22 años llamado Eleuterio Santos que despuntaba y de qué manera en el equipo de su ciudad; y el sevillano criado en la cantera del Real Madrid Juan Manuel Villa, que llegaba tras una buena temporada en la Real Sociedad.

Y desde ese momento los éxitos no dejaron de sucederse, comenzando por esa misma temporada 62/63 en la que el equipo maño consiguió alcanzar el subcampeonato de la por entonces llamada Copa del Generalísimo, dejando atrás a equipos como el Atlético de Madrid o Valencia. A pesar de que en la final no pudo sobreponerse a un esplendoroso FC Barcelona, que le endosó un serio correctivo en forma de 3-1 en la final disputada en el Camp Nou. Una final que el Zaragoza alternó con un más que meritorio quinto puesto en Liga, adquiriendo el billete para jugar en Europa la siguiente temporada clasificándose para la extinta Copa de Ferias.

Esa buena temporada serviría de consagración para un equipo joven al que se le apreciaban maneras, pero que necesitaba de algún fichaje de cierto relumbrón para adquirir la experiencia necesaria para alzarse con el primer título de su historia. Con esa idea en la cabeza, la directiva zaragozana llegó a un acuerdo para hacerse con los servicios de todo un campeón de la Copa de Europa como Darcy Silveira dos Santos “Canario”, que llegaba procedente del Sevilla.

Imagen de los 5 Magníficos. Fuente: https://www.heraldo.es/noticias/deportes/futbol/real_zaragoza/2014/04/23/real_zaragoza_los_anos_magnificos_283744_611027.html

Una pieza principal del esquema maño que completaría su quinteto ofensivo cuyas prestaciones no tardarían en hacerse patentes. Pues a un meritorio cuarto puesto en Liga al término de la competición 63/64, el Zaragoza conseguiría alzar el primer título nacional de su historia tras vencer en la final de la Copa del Generalísimo al Atlético de Madrid con goles de Villa y Lapetra. Aunque el exitoso curso no acabaría en esa final, ya que el Real Zaragoza también se alzaría con la Copa de Ferias tras derrotar por 2-1 en la gran final disputada en el Camp Nou, al vigente campeón de la competición: el Valencia. Villa y Marcelino rubricarían los tantos de la finalísima para el conjunto aragonés, que en su periplo por Europa había dejado fuera a conjuntos tan poderosos como la Juventus de Turín en cuartos de final o el Ligeois belga en semifinales. Un glorioso éxito que llevaría al Zaragoza a participar en la Recopa de Europa del siguiente año.

Tras los primeros triunfos tanto en el contexto nacional como continental, la temporada 64/65 se presentaba como una ocasión espléndida para establecerse en la élite futbolística nacional. El buen trabajo desde la dirección consiguió retener a los futbolistas más codiciados y, a pesar de no conseguir ningún fichaje de relumbrón en el mercado estival, sería más que suficiente para repetir los éxitos del curso anterior. Un tercer puesto en Liga clasificaría al equipo para la Copa de Ferias, mientras que en territorio copero conseguirían alcanzar su tercera final consecutiva, aunque en esta ocasión sucumbió en la final ante el Atlético de Madrid. En el terreno europeo, el equipo maño tuvo una participación más que meritoria llegando hasta semifinales de la Recopa donde cayó eliminado ante el West Ham por un global de la eliminatoria de 3-2, quedándose a las puertas de una final que hubiese sido histórica para aquella generación.

Un Zaragoza temible y ya consolidado entre los equipos punteros del país, comenzaba una temporada 65/66 con el deseo y obsesión de dar un paso más allá. Manteniendo sus pilares a salvo una temporada más, a pesar de las ofertas que rondaban a sus estrellas, se disponían a repetir finales y trofeos. El primero llegaría tras vencer, en su cuarta final consecutiva de la Copa del Generalísimo, al Athletic Club de jugadores como Iribar. Dos de los más altos exponentes de la delantera aragonesa como Villa y Lapetra, firmarían los goles que darían al Zaragoza su segundo título en cuatro años, obteniendo el premio extra de volver a disputar la Recopa de Europa. Y a punto estuvieron de recalcar el palmarés de la temporada 63/64, pero un mal partido de vuelta en la final de la Copa de Ferias contra el Barcelona acabó con el sueño zaragozano.

La temporada 66/ 67 comenzaría con una gran ilusión por reeditar la buena actuación en la Recopa de Europa donde el equipo maño partía como uno de los favoritos. Aunque su participación en la segunda máxima competición continental se acabaría en cuartos de final, tras una eliminatoria muy equilibrada con el Glasgow Rangers. No tan bueno sería su periplo por la Copa del Generalísimo, cayendo en dieciseisavos de final frente a un equipo menor como el CD Europa, dando al traste con las ilusiones de conquistar otra corona en su competición fetiche. Sin embargo, el curso fue salvado con un meritorio quinto puesto en Liga y su correspondiente clasificación para la siguiente edición de la Copa de Ferias.

Las siguientes temporadas el equipo trataría de mantenerse en la zona alta del fútbol nacional, pero tras algunas participaciones más que dignas en la competición copera y en la Copa de Ferias, en la temporada 69/ 70 se produjo el decaimiento del equipo refrendado con la decimotercera posición liguera que acabaría con la racha triunfal de un equipo de leyenda y que será recordado para la posteridad en la capital maña.

El papel de los zaragocistas en una selección campeona

No hay duda de que la selección española de la década de los 60 ha sido una de las más exitosas y legendarias de toda la historia del fútbol nacional. Aunque no solo por su manera de entender el juego o por los futbolistas que en ella coincidieron y que forman parte del patrimonio futbolístico de nuestro país, sino que principalmente han sido, son y serán recordados por alzar por primera vez la Eurocopa tras vencer a la Unión Soviética en la final disputa en el mítico Santiago Bernabeu en 1964.

Nombres de relumbrón como los madridistas Amancio Amaro y Zoco, los barcelonistas Fusté, Pereda y Zaballa o los jugadores que ya por aquel entonces se encontraban fuera de nuestras fronteras como es el caso de Luís del Sol y de nuestro único balón de oro, Luis Suárez, participaron e integraron una selección que aspiraba a todo. Unos jugadores que apenas necesitan presentación aún hoy en día, mitos de nuestro fútbol que integraban una selección de ensueño que consiguió alcanzar un entorchado muy deseado y pionero.

Sin embargo, más allá de todo este elenco de estrellas se encontraban otro grupo de futbolistas menos conocidos a nivel continental, pero con un talento increíble que se constituyeron como un arma muy eficaz. En este punto, el Real Zaragoza a través de “Los Magníficos” tuvo un papel principal en la configuración de esta selección, puesto que el equipo maño fue el conjunto junto al FC Barcelona que más jugadores aportó a la convocatoria de la fase final de la Eurocopa de la Selección Española de 1964 con un total de cuatro, dos más que el todopoderoso Real Madrid (que se había proclamado campeón de Liga esa temporada).

Aunque no cabe duda que la iniciativa, más que controvertida y criticada entre aficionados y periodistas, de contar con cuatro jugadores del equipo aragonés fue únicamente tomada por el seleccionador José Villalonga. Una decisión difícil y que demostraba una gran personalidad por su parte al dejar fuera de la convocatoria final, debido a problemas físicos y decisiones técnicas, a futbolistas de la talla de: Betancort, Isidro, Gento, Serena, Segarra, Adelardo o Collar.

Sin embargo, el técnico tenía plena confianza en la base de jugadores del equipo zaragozano que ese curso se había proclamado campeón de la Copa del Generalísimo. De esta manera formaron parte de aquella expedición final: Reija, Villa, Marcelino y Lapetra. Pero lejos de lo que muchos podían pensar al comienzo de la fase final, el papel de los jugadores zaragocistas en aquella Eurocopa distaría mucho de considerarse residual, hasta el punto de convertirse en protagonistas ineludibles del triunfo español.

A comienzos del año 1964, la UEFA había convenido que sería España el país que albergaría las semifinales y la final de aquella Eurocopa. Un motivo más para la motivación del conjunto nacional, que llegaba hasta esa ronda tras imponerse en octavos y cuartos de final a las selecciones de Irlanda del Norte e Irlanda, respectivamente.

En semifinales esperaba un combinado altamente incómodo y fuerte físicamente como la selección de Hungría, una de las grandes potencias de la época que se encontraba dirigida por Lajos Baróti y donde brillaban jugadores de la talla de: Albert, Nagy o Fenyvesi. Como se esperaba, el partido se caracterizó por una igualdad manifiesta entre ambos conjuntos, por lo que tan solo un error defensivo o una brillantez individual podrían decantar la balanza. Un Santiago Bernabéu hasta la bandera con más de 100.000 espectadores, llevó en volandas a la selección para imponerse en la prórroga al combinado húngaro con un gol de Amancio. Un partido donde los zaragocistas Lapetra y Marcelino partieron en el once titular, ocupando la delantera española por expreso deseo del técnico y resultaron importantes en la victoria final.

Alineación Selección Española Final de la Eurocopa 1964. Fuente: https://equiposdefutbol2.blogspot.com/2016/06/seleccion-de-espana-1963-64.html

Sin embargo, el protagonismo decisivo de esta delantera no sería plausible hasta la finalísima que se disputaría cuatro días después en el mismo escenario, contra uno de los combinados más temibles de la década como la Unión Soviética del mítico portero, Lev Yashin. Una final que acabaría por encumbrar la figura de Marcelino como autor del segundo tanto de un partido disputadísimo, que acabaría por suponer el primer gran título para las vitrinas de un país que ya por aquel entonces respiraba fútbol. El gol más importante de la carrera del delantero frente a uno de los mejores guardametas de la historia, que suponía la consagración de una idea futbolística, de un país y de una generación irrepetible en el seno del Real Zaragoza.

Webgrafía

https://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2015/06/historia-de-la-eurocopa-ii-espana-1964/

https://equiposdefutbol2.blogspot.com/2016/06/seleccion-de-espana-1963-64.html

https://www.heraldo.es/noticias/deportes/futbol/real_zaragoza/2014/04/23/real_zaragoza_los_anos_magnificos_283744_611027.html

https://www.realzaragoza.com/club/historia/los-magnificos




La explosión de Rafa Benítez: CD Tenerife 2000/2001

Históricamente, el fútbol ha sido una disciplina elitista y resultadista, donde las oportunidades son escasas y los triunfos demasiado perecederos. Este contexto, no beneficia de ninguna manera a aquellos profesionales que buscan su desarrollo y evolución, y mucho menos si se trata de personas sin experiencia previa que avale su trabajo. De esta manera, son muchos los entrenadores, preparadores físicos, pensadores e incluso futbolistas incomprendidos, que no han sido capaces de triunfar en este mundo, por falta de valentía de algunos dirigentes o por una comprensión del juego, adelantada a la época donde les tocó ubicarse.

Afortunadamente, este no es el caso de uno de los entrenadores españoles más reconocidos a nivel internacional, debido a los grandes éxitos cosechados en multitud de equipos y países: Rafael Benítez. Sin embargo, una carrera tan prolífera en los banquillos no se establece como fruto de la casualidad ni por el talento de jugadores concretos en momentos puntuales, sino que el éxito en clubes tan diversos como Valencia, Liverpool o Inter de Milán, demuestra grandes dotes de liderazgo y una gran versatilidad de esquemas de juego, que le han permitido consagrar un currículum para nada desdeñable. Aunque toda historia triunfal tiene un comienzo, para muchos desconocido, y en este caso, el destino quiso que la explosión meteórica del técnico madrileño tuviera lugar en Tenerife, con un equipo muy joven pero extremadamente talentoso.

Aunque cabe considerar a Benítez como mucho más que un entrenador al uso, puesto que, junto a su cuerpo técnico, fue uno de los precursores en España de lo que posteriormente se conocería como entrenamiento integral, donde los jugadores ejercitan el aspecto físico mientras trabajan numerosos ejercicios con el balón como protagonista. De hecho, uno de los denominadores comunes durante todas sus experiencias profesionales ha sido la preparación física de todos sus futbolistas. Llegando incluso a afirmar que los jugadores toman mejores decisiones cuando se encuentran en buena forma física, aumentando sus pérdidas y decisiones erróneas en los momentos en los que no se encuentran en su óptimo rendimiento.

Línea ascendente en los banquillos nacionales

Tras una carrera como jugador poco triunfal, Rafa comienza su trayectoria como técnico en las categorías inferiores del Real Madrid, en el lugar donde se había formado como futbolista en su juventud, y la que siempre había considerado su casa.

A finales de los ochenta comenzó a entrenar a futbolistas en edad juvenil, con los que consiguió sus primeros triunfos en los banquillos, en forma de Ligas y Copas en esa categoría. Unos títulos que le dieron la oportunidad de coger las riendas del Real Madrid Sub-19, con el que volvió a triunfar en forma de dos Copas de S. M. Rey y una Liga en la temporada 1992/1993. Estos logros le permitieron ascender en el escalafón interno del conjunto madridista, hasta llegar al primer filial madridista en la temporada 1993/1994, llegando a un Real Madrid B en transición, donde destacaban nombres como Morales o Dani García Lara.

Pero su paso por el filial iba a ser realmente corto, solamente estaría al frente del equipo 27 jornadas, cuando su buen hacer iba a llamar la atención de Vicente del Bosque, con quién se incorporaría como entrenador adjunto a la dirección del primer equipo esa misma temporada, tras la destitución de Benito Floro. La temporada siguiente volvería a establecerse como técnico del primer filial madridista, terminando, esta vez sí, el curso completo.

Su buen rendimiento, le valió sus primeras oportunidades fuera de la organización madridista. Primero en Valladolid, un equipo recién ascendido a Primera División por los problemas financieros de otros clubes, lo que permitió al equipo pucelano establecerse en la máxima categoría del fútbol español, en cuyas filas se podía encontrar futbolistas de la talla de Iván Campo, Rubén Baraja o César Sánchez. Aunque esta experiencia no acabó como se esperaba, ya que, tras 23 jornadas, Rafa fue destituido de su cargo por los malos resultados cosechados. Era un equipo muy joven, sin experiencia en la élite y que tardó en aclimatarse a la categoría, pero con mucho talento como refrendan los nombres anteriores.

Esta desilusión, actuó como aprendizaje clave en su trayectoria en los banquillos, del que derivó la oportunidad de aterrizar en Pamplona, para dirigir al Club Atlético Osasuna que por entonces se encontraba en Segunda División. Sin embargo, esta sería una de las experiencias más desastrosas de su carrera como entrenador, ya que solo estuvo al frente del equipo navarro durante 9 jornadas.

Estos fracasos culminarían con la llegada de un éxito realmente poco esperado, y que serviría para comenzar a labrarse un nombre a nivel nacional. En la temporada 97/98, Rafa Benítez se hizo cargo del Extremadura en Segunda División, tomando el testigo de Jesús María Ortuondo, un técnico clave en la historia del conjunto extremeño y con el que consiguió su primer ascenso a primera, dos años antes. Un conjunto humilde y que no contaba con grandes figuras a priori, pero que a base de buen juego y saber estar, consiguieron la heroicidad del ascenso a primera, el segundo de toda su corta historia.

Aunque la siguiente campaña en la máxima categoría fue otro cantar, y a pesar de sus esfuerzos acabando la temporada en decimoséptima posición, terminó por descender a la categoría de plata por el sistema clasificatorio entonces imperante.

Después del descenso con el equipo extremeño, Rafa estaría una campaña completa sin equipo, tras la cual le llegaría la posibilidad de entrenar a un conjunto diferente y que por aquel entonces se hallaba en Segunda División, el CD Tenerife, una oportunidad que cambiaría por completo su trayectoria en los banquillos.

Una temporada para enmarcar

En verano del año 2000, Rafa aterrizaba en Tenerife para hacerse cargo de un conjunto que había invertido en la llegada de multitud de jugadores jóvenes, procedentes de las canteras de los mejores equipos del país, que buscaban una oportunidad para reivindicarse.

De hecho, ese curso no solo iba a ser la consagración del técnico madrileño, sino que también lo sería de un conjunto de jugadores que verían como su carrera daría un salto meteórico. Aunque sin olvidarnos del matiz, de que muchos de ellos venían de jugar en Segunda B, por lo que esa temporada debutaron en la división de plata del fútbol español. Una oleada de juventud diseñada para complementar a jugadores ya experimentados, que configuraban el núcleo sólido de un vestuario que soñaba con el ascenso.

Rafa Benítez en su etapa en Tenerife, temporada 2000/2001. Fuente: https://atlanticohoy.com/front/post/tag/el-estreno-de-rafa-benitez

Rafa Benítez en su etapa en Tenerife, temporada 2000/2001. Fuente: https://atlanticohoy.com/front/post/tag/el-estreno-de-rafa-benitez

De esta manera llegaron futbolistas de edad Sub-23, en busca de minutos de aprendizaje, sin saber que sería un trampolín excelente para llamar a la puerta de equipos de prestigio mundial. En ese periodo de fichajes estival, llegaron nombres de la talla de Curro Torres, lateral procedente de la cantera del Valencia; Luís García y Antonio Hidalgo, que llegaban desde el filial blaugrana; David Charcos, que ponía rumbo a Tenerife directamente desde la cantera de Atlético de Madrid, Pep Lluís Martí, que cambiaba ese verano Mallorca por Tenerife o Sergio Aragoneses, que llegaba procedente del filial del Celta de Vigo. También se fichó a un centrocampista mexicano, que desplegaría prácticamente la totalidad de su carrera en el fútbol español, y que sería internacional con la selección azteca en más de 100 ocasiones como Gerardo Torrado. Nombres a los que hay que sumar el de Miguel Ángel Ferrer “Mista”, que ya había aterrizado en Las Islas un año antes desde el filial madridista, y que sería determinante en este curso. Esta generación de insolente juventud, se incorporaría a un conjunto donde ya brillaban futbolistas históricos del equipo tinerfeño como Federico Lussenhoff, Alexis Suárez, Pier Luigi Cherubino o Igor Simutenkov.

Y es que tal era el potencial de aquella plantilla, que 25 de sus jugadores, incluyendo algunos canteranos que participaron en aquel curso como Ayoze Díaz, llegaron a debutar en la máxima categoría del fútbol español. 4 de ellos participaron en la máxima competición continental, alguno de ellos incluso jugando finales como Curro Torres y llegando a alzarse con el cetro como es el caso de Luis García. Cuatro de ellos alcanzaron a debutar con la selección nacional absoluta (Luis García, Curro Torres, Pier y Mista), mientras que cuatro integrantes más de esa plantilla fueron internacionales con sus respectivos países (Torrado con México, Simutenkov con Rusia, Marioni y Pablo Paz con Argentina).

Rafa se establecía en la isla tinerfeña con el aval de su ascenso con el Extremadura y con una fama de juego poco vistoso, que le ha acompañado toda su carrera. Sin embargo, este Tenerife era un conjunto con oficio y con una buena base táctica, otorgada por su entrenador, pero también era un equipo muy ofensivo y extremadamente competitivo.

Prueba del dominio del equipo en las dos áreas, fueron los 58 goles a favor en toda la temporada (tercer mejor registro del campeonato tras el Sevilla y el Atlético de Madrid), y los 32 goles en contra recibidos (segunda mejor cifra tras el Recreativo de Huelva).  Estos números fruto del trabajo colectivo, sirvieron por engrandecer dos nombres por encima del resto: Sergio Aragoneses en la portería y Luís García como realizador, que, a pesar de no ser delantero centro, finalizó el curso con 16 dianas como cuarto máximo realizador de la categoría.

Paco Ayestarán y Pep Lluís Martí celebrando el ascenso del CD Tenerife. Fuente: https://www.tintaamarilla.es/noticia/2017/09/27/155/25771-El_breve_y_exitoso_paso_de_Ayestaran_por_el_CD_Tenerife.html

Paco Ayestarán y Pep Lluís Martí celebrando el ascenso del CD Tenerife. Fuente: https://www.tintaamarilla.es/noticia/2017/09/27/155/25771-El_breve_y_exitoso_paso_de_Ayestaran_por_el_CD_Tenerife.html

Todas estas circunstancias facilitaron el ascenso del CD Tenerife a Primera División, tras haber finalizado la temporada en tercer lugar tras los dos equipos sevillanos: el Sevilla y el Betis. Un ascenso, que como en el caso del Extremadura, no era uno de los objetivos principales a principio de curso, pero que sirvió para llamar la atención de grandes conjuntos.

Como resultado de la extraordinaria temporada, el siguiente curso se produjo una desbandada. Comenzando por el héroe en los banquillos, puesto que el Valencia puso sus ojos sobre Rafa Benítez, al que acabaría firmando ese mismo verano. Ese cambio de aires también arrastraría a dos de los héroes del ascenso, Curro Torres y Mista, que, de la misma manera, aterrizaron en la capital del Turia. Tampoco seguiría el máximo goleador de la temporada, ya que Luís García cambió Tenerife por Valladolid ni Gerardo Torrado. Lo que produjo una cierta inestabilidad, que terminaría por traducirse en el descenso el año siguiente, tras finalizar el curso en penúltima posición, bajo la dirección de Pepe Mel en primer lugar y de Javier Clemente posteriormente.

De Tenerife al estrellato

Realmente, Rafa Benítez siempre ha expresado su gratitud al club tinerfeño, recordando con mucho cariño aquella temporada que pasó en Canarias. Rememorando el aprendizaje adquirido, el fútbol realizado y los extraordinarios futbolista que tenía a su disposición.

Y no es para menos, ya que ese curso redondo le valió la oportunidad de sustituir a Héctor Cúper al frente de un Valencia, que venía de ser finalista de la Champions League el año anterior. Una oportunidad absolutamente aprovechada por el técnico madrileño, puesto que con el equipo ché, ganó 2 Ligas y un Copa de la UEFA.

Estos títulos le llevaron a firmar por el Liverpool en su primera experiencia en el extranjero, donde marcaría una época y saborearía las mieles del triunfo tras ganar la Champions League, en la tan recordada final en Estambul frente al Milán en el año 2005. Ese equipo pasará a la historia del fútbol como el “Spanish Liverpool”, puesto que contaba con cinco jugadores nacionales entre su plantilla (Xabi Alonso, Luís García, Morientes, Josemi y Antonio Núñez), a los que se unieron posteriormente Pepe Reina y Fernando Torres.

Después se produjeron experiencias diversas con el Inter de Milán, Chelsea, Nápoles o incluso su queridísimo Real Madrid, con resultados dispares. Aunque todas estas vivencias alrededor del mundo le han permitido alzarse con trece títulos internacionales en tres países diferentes, además de conseguir diversos galardones individuales entre los que destacan: dos veces nombrado mejor entrenador por la UEFA, en las temporadas 2003-2004 y 2004-2005; la distinción como Mejor Entrenador del Mundo por La Gazzetta dello Sport en 2009 o las seis veces distinguido como Manager del Mes en la Premier League, entre los años 2005 y 2013.

Por lo tanto, se puede considerar la carrera de Rafa Benítez de todo punto exitosa en los banquillos de media Europa, pero con un inicio y punto de inflexión bastante desconocido en el banquillo del Heliodoro Rodríguez López de Tenerife, de donde saltó al estrellato del fútbol mundial.

Webgrafía

https://atlanticohoy.com/front/post/tag/el-estreno-de-rafa-benitez

http://www.rafabenitez.com/web/es/palmars/12/

https://www.tintaamarilla.es/noticia/2017/09/27/155/25771El_breve_y_exitoso_paso_de_Ayestaran_por_el_CD_Tenerife.html




El romanticismo de la Copa: Castilla de la 79/80

Introducción

La Copa de Su Majestad el Rey, denominada así desde la temporada 76/77, es siempre un torneo donde año tras año los protagonistas son equipos humildes, que obtienen como recompensa al trabajo bien hecho, la visita de los mejores equipos de la competición. Unos modestos que alegran navidades y llenan taquillas, pero que suele vender su piel bastante cara ante los jugadores menos habituales de los gigantes españoles. Y es que se ha convertido en tradición navideña que los equipos de primera acudan con los menos habituales y plagados de canteranos para hacer frente a los trámites de las primeras rondas coperas.

Sin embargo, esto no fue siempre así, hubo una época en las que los filiales podían participar como equipos independientes de sus mayores en el torneo del KO. Caso aparte fue la temporada 1979/1980, cuando tuvo lugar la final copera más surrealista de la historia disputada entre el Real Madrid y su filial, el Castilla. Un Castilla que por aquel momento militaba en Segunda División, y cuyo camino hasta la final, fue un disfrute para muchos aficionados. Una gesta en toda regla, que no ha podido ser repetida en los años sucesivos debido a que la Federación Española, prohibió la presencia de los filiales en la competición, a pesar de que algunas generaciones sí que han tenido el nivel suficiente para llegar lejos muy lejos en esta competición.

Como ejemplo de esto, podríamos imaginar con cierta nostalgia que hubiera sucedido si el Barcelona B de la temporada 00/01, hubiera participado con jugadores como Víctor Valdés, Iniesta, Arteta, Motta, Trashorras o Fernando Navarro. Sea como fuere, esta prohibición acababa, con historias tan románticas y en cierto modo heroicas, que siguen sucediendo en otros deportes como el balonmano, y que nos dejó sin un aliciente más para seguir esta competición.

Un equipo de leyenda

Conseguir una gesta de estas características no es tarea sencilla, teniendo en cuenta además de que se trataba de jugadores sub-21 e incluso algunos de ellos, aún se encontraban en edad juvenil. Sin embargo, este hecho no impidió que el Castilla se impusiera a equipos de categorías superiores y con mucho prestigio dentro del fútbol español.

Unos jugadores que comenzaron a brillar desde muy jóvenes, y cuyo talento comenzó a surgir desde las entrañas de la capital. En ese equipo destacaban bastantes jugadores, algunos de los cuales forman parte hoy en día de la historia del fútbol español y del madridismo. Entre ellos podemos encontrar a Ricardo Gallego, que alcanzó el primer equipo del Real Madrid y las 42 internacionalidades con la selección española; el mítico portero Agustín, quién defendió la portería madridista en la final de Copa de Europa del año 1981; o José Manuel Ochotorena, histórico entrenador de porteros del Valencia y la Selección Española. También pertenecían a esta generación por edad, aunque no pertenecían a la plantilla esa temporada por estar en el equipo juvenil: Miguel Porlán “Chendo, un lateral consolidado en la primera plantilla que también logro debutar con la selección española, y que hoy en día hace las veces de delegado del conjunto blanco.

Once titular Castilla final de Copa 79/80. Fuente: https://as.com/futbol/2017/05/26/primera/1495764476_799556.html

Once titular Castilla final de Copa 79/80. Fuente: https://as.com/futbol/2017/05/26/primera/1495764476_799556.html

Aunque más allá de nombres individuales, destacaba la unión del grupo y el talento de unos jugadores fuera de lo normal. Tanto es así, que los once futbolistas titulares en la finalísima de Copa terminarían jugando en la máxima categoría del fútbol español, además de otros ocho jugadores que participaron en aquella temporada con el Castilla, con más o menos protagonismo. Nueve de ellos consiguieron su objetivo principal, llegando a vestirse de corto con el primer equipo madridista, y algunos de ellos formando parte de la primera plantilla en los años sucesivos; cuatro de ellos consiguieron disputar más de una decena de partidos en la máxima competición continental; dos de ellos participaron en las olimpiadas de Moscú 1980 y tres de ellos consiguieron debutar con la selección absoluta.

Estos registros nos hablan, sin duda, de una de las generaciones más prolíferas de la cantera madridista, y siempre recordada por aquella gesta prácticamente inverosímil. Sin embargo, la historia no ha sido de todo benévola con ellos puesto que han sido ligeramente eclipsados por la generación de “La Quinta del Buitre”, quienes marcaron un antes y un después en el Real Madrid y en el fútbol español en general, consiguiendo además varios récords con el Castilla, y llegando a conseguir incluso ganar la Segunda División Española en la temporada 83/84.

Un camino pedregoso

A pesar de la calidad de sus jugadores, alcanzar la final de Copa no fue tarea sencilla para el Castilla, teniendo que sortear equipos rocosos y de superior categoría, valorando además que en esa edición las eliminatorias se disputaban a doble partido.

El camino comenzaba con dos equipos de categoría inferior, pero que vendieron su piel muy cara, en las dos primeras rondas. En primer lugar, el Castilla se deshacía del Extremadura con relativa superioridad, tras endosarle un 10-2 como global de la eliminatoria. En segunda ronda esperaba otro rival de menor división pero que planteó mayor batalla como la AD Alcorcón, al que superó en el partido de vuelta por un contundente 4-1. Mientras que en tercera ronda se enfrentaría al Racing de Santander al que venció en Madrid por 3-1, resultado que resultaría suficiente para alcanzar la siguiente fase.

En cuarta ronda comenzaron los rivales de mayor envergadura, comenzando por el Hércules CF que por aquel entonces militaba en Primera División, aunque como ocurre actualmente, La Copa era el terreno adecuado para dar paso a los menos habituales. En este caso, comenzó la tradición de remontadas gloriosas dando la vuelta al 4-1 de la ida en Alicante, derrotando al Hércules por 4-0 en el feudo madridista. En octavos de final, el sorteo le depararía el todopoderoso Athletic Club de Bilbao, al que después de una ida sin goles, venció en San Mamés por 1-2 en una jornada histórica para estos futbolistas.

La competición avanzaba, y los rivales crecían en dificultad, tanto es así que en cuartos de final esperaba la Real Sociedad de jugadores como: Arconada, López Ufarte o Perico Alonso, entre otros. Un equipo extraordinario diseñado para pelear por La Liga, de hecho, esa misma temporada quedaron subcampeones del campeonato nacional tras el Real Madrid. El pase se cerraría tras otra remontada ganando 2-0, después de que el Castilla perdiera 2-1 en San Sebastián. Una vez consumada la eliminación de la Real Sociedad, la gente comenzó a imaginar que esta romántica historia podría culminar con el Castilla levantando el trofeo, a pesar de que aún quedaban verdaderos equipazos en liza, siendo conocidos con el apodo de “Matagigantes”.

La semifinal les depararía otro de los gigantes de la época, el Sporting Club de Gijón donde militaba la leyenda “Quini”. Un equipo que pelearía hasta las últimas jornadas por el Campeonato de Liga, alcanzando la tercera posición. Un pase a la final realmente complicado, y como no, para lograrlo sería preciso otra heroica remontada, después de perder por 2-0 en El Molinón. Para la ocasión un Bernabéu hasta la bandera, engalanado como en las mejores ocasiones, aunque esta vez para vivir un verdadero acontecimiento histórico. Con esta receta y la ilusión de los jóvenes como referente, el Castilla estuvo a la altura venciendo el partido por 4-1 y colándose en su primera, y por supuesto, última final de Copa.

Una final cargada de morbo y presión, puesto que se enfrentarían al equipo mayor, al todopoderoso Real Madrid de jugadores como: Juanito, Pirri o Santillana, que había conseguido su billete tras eliminar en los penaltis, en una eliminatoria igualadísima, al Atlético de Madrid. Desde el momento en que se conocieron los contendientes de la finalísima, la prensa nacional empezó con un ejercicio manifiesto de presión intensa sobre el primer equipo blanco. De hecho, diversos jugadores castillistas reflejaron la rareza del encuentro y el cierto temor intrínseco de ganar al Real Madrid. Si bien es cierto, que ningún futbolista alude a ninguna presión por parte del club, si relatan un cierto vértigo de alcanzar el título.  Y es que no era una situación sencilla, ya que algunos medios titulaban directamente que, si el Castilla conseguía la victoria, todos los integrantes de la primera plantilla deberían ser despedidos.

Con todos estos alicientes, llegó el día clave, el 4 de junio de 1980, y como no podría ser de otra manera en el estadio Santiago Bernabéu. Pasara lo que pasara, la Copa se quedaría en las vitrinas de La Castellana, pero el honor de muchos jugadores de la primera plantilla estaba en juego. Así que un Real Madrid, herido en el orgullo, salió a morder como en las grandes ocasiones, como si en vez de ser una final de Copa del Rey fuese una final de Copa de Europa.  Y claro el Castilla no estaba preparado para aquel vendaval, unos vientos huracanados que se acentuaron a partir del minuto 20, cuando Juanito abrió el marcador, y hasta ahí la oposición del Castilla. Lobos contra corderos, una ametralladora humana que culminaría en goleada, con la participación de: Santillana, Del Bosque, García Hernández, Sabido y Juanito que administraron un severo correctivo, en forma de 6-1, que acababa con el sueño de una generación que permanecerá en la retina de todos los amantes del fútbol. Una derrota abultada que no sentó bien a los jóvenes, que, en algunos casos, serían integrantes de la primera plantilla en los años venideros. De hecho, el portero Agustín cuenta que era tal su enfado, que no quiso hablar con nadie en toda la noche, y no participó en la famosa fotografía que sellaba la hermandad entre el filial y primer equipo.

Foto de la hermandad después de la final entre primer equipo y filial. Fuente: https://curiosidadesdelfutbol.files.wordpress.com/2012/05/castilla1980.jpg

Foto de la hermandad después de la final entre primer equipo y filial. Fuente: https://curiosidadesdelfutbol.files.wordpress.com/2012/05/castilla1980.jpg

La Recopa de Europa: un premio ilusionante pero poco realista

Como premio a la extraordinaria temporada realizada, con todo el merecimiento y justicia por ser finalistas de Copa, el Castilla estaba clasificado para disputa la próxima edición de la Recopa de Europa. En este caso, era el campeón de Copa quién tenía derecho a participar en esta competición, pero al estar clasificado el Real Madrid para la Copa de Europa como campeón de Liga, este privilegio fue cedido al finalista de Copa, un Castilla que militaba en segunda división.

Una circunstancia que no se ha vuelto a repetir en nuestro país, y que tiene pocas similitudes en el fútbol europeo, ya que tan solo ha sucedido en los casos del Milwall en la temporada 2004/ 2005 y Wigan Athletic en la 2013/2014 en Inglaterra; el F.C. Geungnon en la 2001/2002 en Francia; y el Alemannia Aachen en la 2004/2005 en Alemania. Todos ellos participaron en la ya antigua, Copa de la UEFA, aunque para presenciar un precedente parecido a la gesta del Castilla, hay que remontarse hasta la temporada 76/ 77, cuando el Southamton participó en la Recopa de Europa tras proclamarse campeón de la FA Cup ante el Manchester United el año anterior.

Pero el Castilla, como era previsible no estaba preparado para afrontar esta competición con garantías, y más teniendo en cuenta que tan solo cuatro jugadores repetían en el once tipo del equipo, debido a las numerosas bajas que tuvieron lugar como consecuencia de cesiones, transferencias y subidas al primer equipo. Por lo tanto, se encontraban ante un contexto desconocido y con jugadores sin ninguna experiencia a nivel europeo, y lo que es aún peor, sin haber compartido apenas minutos en el terreno de juego.

A pesar de todo, el sorteo le deparó un enfrentamiento contra el West Ham United, un equipo londinense para nada desdeñable. Y a pesar de la inferioridad teórica, el Castilla asombró a todos tras vencer en la ida por 3-1, en un partido marcado por los grandes altercados sucedidos con los pocos hinchas ingleses que acudieron al Bernabéu. Unos hechos que provocaron que el partido de vuelta, en el que era por aquel entonces el estadio del conjunto londinense, Boleyn Ground, se jugara a puerta cerrada. El encuentro estuvo marcado por el mal arranque del conjunto madrileño, que rápidamente se encontró con un 3-0 en el marcador, aunque un gol de Bernal mandó el partido a la prórroga. En ese momento, y a pesar de diversas ocasiones en botas de futbolistas del Castilla, el equipo acabó sucumbiendo ante la experiencia del combinado inglés, que cerró el marcador en un contundente 5-1, acabando así con el sueño europeo del filial madridista.

Bibliografía

Blog Colgados por el fútbol. Consultado en: https://colgadosporelfutbol.com/el-famoso-real-madrid-castilla-de-la-final-de-copa-de-1980/

Diario AS, del 26 de mayo de 2017. Consultado en: https://as.com/futbol/2017/05/26/primera/1495764476_799556.html

https://curiosidadesdelfutbol.files.wordpress.com/2012/05/castilla1980.jpg

https://es.besoccer.com/noticia/la-final-de-copa-disputada-entre-el-madrid-y-su-filial-414462




Didí, “El príncipe etíope”

En el año 1863 tenía lugar en la famosa taberna londinense Freemasons’, la fundación y creación de las primeras reglas futbolísticas de la historia. Desde aquel entonces, el fútbol ha evolucionado en demasía, aunque reflejando siempre el contexto político y social que acompañaba los distintos escenarios deportivos.

De hecho, el fútbol del siglo XXI también se encuentra influido por la sociedad en la que vivimos, puesto que encontramos un deporte globalizado, donde se mueven cantidades de dinero escandalosas y estamos habituados a reclamar estrellas mundiales en los equipos más importantes, sin apenas importar su salario o nacionalidad. Sin embargo esto no siempre fue así, en el año 1928 tuvo lugar el primer campeonato nacional de fútbol en España, en el que el F.C. Barcelona salió victorioso tras derrotar a los otros nueve equipos participantes.

Evidentemente eran otros tiempos, ya que hasta la temporada 1934-1935, tras una reunión celebrada en Madrid, en el seno de la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País en 1933, no se pudo oficialmente incorporar futbolistas extranjeros que no tuvieran la nacionalidad española por cualquier circunstancia. Los primeros en hacerlo fueron el F.C. Barcelona y el Racing, comenzando con una costumbre de refuerzos que se vería interrumpida por la Guerra Civil, puesto que durante su transcurso la mayoría de los futbolistas foráneos decidió hacer las maletas y volver a sus respectivos países.

Aquella temporada 1934-1935, contaba con 8 jugadores extranjeros mientras que casi un siglo después, en la temporada 2018-2019, los equipos nacionales de primera división contaban en sus plantillas con 182 futbolistas nacidos fuera de nuestras fronteras. Una diferencia abismal, que deja entrever el contexto social y deportivo de estas primeras décadas del siglo XXI.

Una vez argumentada esta circunstancia, este artículo se basa en una de las figuras más  relevantes de la década de los 50 y un pionero del fútbol mundial. De hecho, fue el primer jugador brasileño en completar una temporada con la camiseta del Real Madrid, junto a su compatriota “Canário”: hablamos de Waldir Pereira, conocido en el argot futbolístico como “Didí”. Convirtiéndose además en el primer jugador negro del equipo blanco. Una figura un tanto desconocida para los aficionados en la actualidad, pero de gran importancia en la época, allanando el camino para la llegada de otros futbolistas cariocas a lo largo de las décadas posteriores. Sin embargo, no fue el primer futbolista brasileño en disputar un partido oficial con el conjunto merengue, ya que ese honor corresponde a Fernando Giudicelli, quién en el año 1935 disputó un Real Madrid – Racing de Santander, que finalizó con victoria del conjunto cántabro por 2 goles a 4.

Corría el año 1958, cuando un adolescente brasileño de tan solo 17 años, conocido como Pelé, se echaba a la espalda a su selección para alzarse con el título de campeón del mundo, por primera vez en la historia del país carioca. Una exhibición extraordinaria que deslumbró al resto de jugadores que conformaban un once para el recuerdo. Djalma Santos, Garrincha y el propio Didí, formaban parte de la constelación de estrellas que conformaban el combinado brasileño, que derrotó a la selección sueca en la final mundialista. De aquella selección se hablaba como el mayor espectáculo de la Tierra, absolutamente irrepetible (Ribeiro, 2014)

Como resultado de aquel hito y de su excelente manera de entender el juego, el Real Madrid, y más concretamente el gran Santiago Bernabéu, se vio atraído por  el entonces jugador del Botafogo, decidiendo invertir en un jugador diferente, con una calidad extraordinaria y que dominaba con maestría uno de los lanzamientos más peculiares de la época, y que pasaría a la historia del fútbol como la “folha seca”, una  forma de golpeo peculiar que en sus inicios fue consideraba insolente (De Toledo, 2004). Un golpeo, que ha sido incluso estudiado desde diversas disciplinas científicas (Aguiar y Rubini, 2006). Así fue como en el año 1959 el talento brasileño, fue convencido para dejar su Brasil natal y dar el salto a Europa, y más concretamente a Madrid, donde no le esperaba un equipo cualquiera, sino un equipo de leyenda. Junto con su compatriota Darcy Silveira Dos Santos “Canário”, llegaron a la capital para reforzar una plantilla que llevaba siendo campeona de Europa durante cuatro años consecutivos.

Imagen de Didí con la camiseta del RealMadrid. Fuente:http://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/didinid304795&sa=U&ved=0ahUKEwj_neyIpZ7jAhWwAWMBHeCiAqo4KBDBbggYMAE&usg=AOvVaw1pIfHoIgvczQv6smrcaO8-

Imagen de Didí con la camiseta del RealMadrid.
Fuente:http://www.google.com/url?q=https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/didinid304795&sa=U&ved=0ahUKEwj_neyIpZ7jAhWwAWMBHeCiAqo4KBDBbggYMAE&usg=AOvVaw1pIfHoIgvczQv6smrcaO8-

El fichaje de todo un campeón del mundo, se hizo eco en gran parte de la prensa de la época, e incluso llegó a causar cierto revuelo en un vestuario repleto de estrellas. En ese Madrid vigente campeón de Europa, destacaban jugadores como Rial, Paco Gento, “el balón de oro” Raymond Kopa y por supuesto Don Alfredo Di Stefano. Un equipo, que se reforzaba con uno de los mayores talentos futbolísticos de la década, y que además contaba con el aval de la increíble Copa del Mundo que había realizado.

Aunque la realidad de su llegada fue bien distinta, de hecho se puede considerar a Didí como uno de los grandes fracasos de la gestión de Santiago Bernabéu como presidente de la institución de Chamartín. Todos los ingredientes hacían presagiar un éxito rotundo, pero lo cierto es que el futbolista brasileño nunca llegó ha adaptarse al equipo ni a la ciudad. A raíz de esa circunstancia multitud de rumores, habladurías y demás, se extendieron por la capital. Se hablaba de nostalgia hacia su país, su ciudad y su familia; otros comentaban episodios racistas que habría sufrido en nuestro país a finales de los 50, aunque nunca se supo con exactitud cual fue el verdadero inconveniente. El único hecho irrevocable como comentó Di Stefano en alguna ocasión, es que Didí no se esforzaba lo suficiente, y eso era bastante comentado en el seno del vestuario y la siempre exigente afición madridista. Didí era un jugador de clase extrema, un futbolista adelantado a su tiempo, en cierta manera poseía ciertas similitudes con Xavi, Iniesta o Modric (si buscamos una comparación actual); unas características que no encajaban con el juego tosco, imperante en aquellos años. Incluso el propio futbolista, reconoció en alguna ocasión que en Madrid le exigían las veces de recuperador y creador, mientras que él no era un jugador propio de tareas defensivas, ni mucho menos iba al suelo con asiduidad.

Sin embargo, la difícil situación del mediocentro en el seno del club blanco, no impidió al equipo madridista alzarse con otro cetro continental en la temporada 1959- 1960, en el estadio escocés de Hampden Park, frente al mítico Eintracht de Frankfurt por 7 goles a 3, en una de las mayores exhibiciones de Puskás y Di Stefano. Un título de campeón de Europa amargo para el futbolista brasileño, que no disputó ningún minuto en aquella final, pero que conseguía uno de los hitos más relevantes en aquella época, ser Campeón del Mundo y de Europa.

Didí con la camiseta verde-amarela. Fuente: http://coolfootballbcn.blogspot.com/2011/07/didi.html

Didí con la camiseta verde-amarela. Fuente: http://coolfootballbcn.blogspot.com/2011/07/didi.html

Un año más tarde, Didí hizo las maletas rumbo a su país de origen, concretamente al Botafogo, donde se proclamaría campeón del Campeonato Carioca en 1961 y 1962. También alzaría su segundo título mundial con la selección brasileña en Chile en el año 1962, donde el conjunto carioca derrotó a la selección de Checoslovaquia en la final que se celebró en el Estadio Nacional de Santiago. Didí colgaría las botas en México, en las filas de los Tiburones Rojos de Veracruz, poniendo fin a la carrera de un jugador estratosférico, que actualmente se encuentra en la lista de los 20 mejores futbolistas del siglo XX para la IFFHS.

Referencias

Aguiar, C. E., & Rubini, G. M. (2006). La aerodinámica de la pelota de fútbol. Revista de Enseñanza de la Física, 19(1), 71-82.

De Toledo, L. H. (2004). Didi: a trajetória da folha-seca no futebol de marca brasileira. Artes do corpo, 2, 79.

Ribeiro, P. (2014). Didi: O gênio da folha seca. Gryphus Editora.