Los comienzos del fútbol en Honduras 1908-1921

Introducción

Durante los años de estudio, el Estado hondureño fue un cautivo del enclave bananero, debido a que compañías bananeras como la Cuyamel Fruit y la United Fruit, utilizaron su debilidad y la de la oligarquía hondureña, por medio de la corrupción, el chantaje y las presiones económicas, para que tanto la política como la política económica les apoyara sus intereses y necesidades (Arancibia, 2001: 41, Laínez y Meza, 1974: 188-217, Posas y del Cid, 1983: 20-123). En Honduras durante los tres primeros decenios del siglo XX prevaleció la inestabilidad política, la cual se expresó por medio de insurrecciones militares o levantamientos armados, liderados por caudillos o bandos políticos ligados a los grupos de poder. Esta inestabilidad política influirá en la poca promoción estatal en las diversiones modernas y en el deporte como agentes de morigeración, civilización y modernización de las costumbres de los sectores populares, y en general en su control social a nivel nacional. Lo cual se comprobará en este artículo.

Sin embargo, en la historia de la enseñanza de la educación física en Honduras durante el período de 1876 a 1934, ocurre el fortalecimiento de la educación física en el sistema escolarizado. En 1891 se suspende la clase de Nociones de Calistenia que era estructurada como la clase de educación física llamada en ese momento como calistenia, la cual se impartía de manera alternativa para los primeros tres grados (primero, segundo y tercero). En 1906 el profesor Pedro Nufio funda en la ciudad de Tegucigalpa la Escuela Normal de Señoritas, donde se comienza a impartir por primera vez la clase de educación física (Educación Física en Honduras, 2018). Sobre el origen del balompié en Honduras se tiene la versión postulada por René Iván Rodríguez, que indica que el balompié fue introducido a Honduras a finales del siglo XIX. Fundamentado en el diario de la familia francesa Ustáritz, que vivía en Puerto Cortés en 1896, Rodríguez afirma que fue don Julio Ustáritz quien llevó el fútbol al país ese mismo año. Don Julio iba junto a un grupo de marineros franceses e ingleses, quienes traían balones y uniformes de fútbol. En sus ratos de ocio, los marineros jugaban al fútbol en los solares baldíos cercanos al puerto. Los trabajadores hondureños —quienes en su mayoría provenían del pueblo vecino de Tulián—, se entretenían viendo jugar a los europeos, y a los pocos días, éstos últimos invitaron a los obreros hondureños a jugar contra ellos. En poco tiempo los jugadores hondureños aprendieron el deporte, el cual se propagó por toda la costa caribeña. Para el caso de la capital, Tegucigalpa, el fútbol llegó en el año de1906 por el profesor Dr. Manuel Saravia, de origen guatemalteco, quien fue contratado por el gobierno para trabajar en la Escuela Normal de Varones. En 1912, se estableció en Tegucigalpa el Club Deportivo Olimpia que se transformaría en el más laureado y seguido del país (Enciclopedia Multimedia Honduras Nuestro País, 1999: 1, Alabarces, 2018: 143-144).

Artículo

Con respecto a los comienzos del fútbol, se sabe que para que el jueves 6 de agosto de 1908, el Dr. Manuel Saravia en compañía de varios de sus estudiantes de la Escuela Normal capitalina, realizaron en un campo cercano a Guacerique, en Tegucigalpa, varios partidos de balompié (La Prensa, viernes 7 de agosto de 1908: 3).

Dr. Manuel Saravia.  Foto propiedad del Dr. Jorge Alberto Amaya Banegas.

Dr. Manuel Saravia.
Foto propiedad del Dr. Jorge Alberto Amaya Banegas.

Pasaran seis años hasta que se vuelva a tener noticias de la práctica del fútbol. Esto se debe a que Honduras a principios del siglo XX era azotada por los efectos de la guerra civil con las consecuentes enormes pérdidas humanas y materiales. Lo que hizo que el Estado hondureño tuviera una participación exigua en la promoción del balompié. Hacia finales de julio de 1914, varios estudiantes habían fundado un club balompédico. El lugar donde funcionaba era el antes citado, y todas las tardes realizaban partidos que eran la distracción preferida de los paseantes que llegaban por aquel lugar. Dado que algunos niños se mezclaban entre los jugadores, se le recomendaba a la policía que los hiciera permanecer aislados, para así evitar que sufrieran graves golpes (El Nuevo Tiempo, martes 21 de julio de 1914: 2).

El nulo apoyo estatal y la inconstancia en la práctica deportiva hizo que pasaran tres años sin conocerse nada de la ejecución del fútbol. Para los jóvenes de la burguesía tegucigalpense la práctica del balompié era vista como un acto social donde no existía el entrenamiento, la constancia y la disciplina. En los primeros días de agosto de 1917, se conocía que ya no se reunía el grupo de jóvenes entusiastas que formaban la sociedad deportiva Sporting Club (El Cronista, miércoles 1 de agosto de 1917: 3). Empero, a finales de ese mes se conocía que estos deportistas practicaban el balompié en La Isla, Tegucigalpa (El Cronista, viernes 30 de agosto de 1917: 3). Para el domingo 2 de diciembre de 1917 se llevó a cabo un partido entre los equipos del Sporting Club y del Honduras Athletic. Los nombres de los integrantes de la primera asociación deportiva eran los siguientes: Goal Keeper: Alberto Erazo. Forwards: Arístides Girón, H. A. Medrano, Francisco H. Guerrero y, Donaldo. Sánchez, Francisco. Halfs-Backs: Héctor Pineda, J.A. Santos. Jorge Smart y Salvador Colindres. Backs: Dr. Ricardo Aguilar y Fernando A. Pérez. Referee: Henry Walter. Linesmen: Hans Wenzel y Jesús Amador (El Cronista, sábado 1 de diciembre de 1917: 3).

El partido lo ganó el Honduras Athletic el cual estaba integrado por: Capitán: Ángel G. Sandoval. Goal Keepers: Lolis Ch. Bennett, Luis Cárdenas y Ángel G. Sandoval. Forwards: Héctor Pineda U., Carlos Noren, Ramón Maradiaga y Alejandro Lara. Half-backs: Manuel López, David Sandoval y Daniel Bustillo. Back: Policarpo Rodríguez. Los integrantes de esta asociación deportiva eran estudiantes escolares, y debido a que era fin de año y época de vacaciones, la mayor parte de ellos viajaban fuera de la capital, quedando solamente la Directiva que se encargaría de hacer los pedidos de materiales para organizarlo definitivamente al comenzar de nuevo las clases (El Cronista, lunes 3 de diciembre de 1917: 2).

El 27 de enero de 1918, en el Barrio Abajo, Tegucigalpa, quedó establecido un club con el nombre de Club Deportivo Herrera, en homenaje al ex Presidente don Dionisio de Herrera, dicha asociación deportiva tendría por objeto principal el desarrollo físico de la juventud tegucigalpense (El Nuevo Tiempo, miércoles 30 de enero de 1918: 3). Para el domingo 12 de mayo, los clubes Little Athletic y el Vatterland se disputarían el campeonato de fútbol en La Isla (El Nuevo Tiempo, sábado 11 de mayo de 1918: 2). Pese a esto, no hay información que certifique quien ganó este campeonato. Tres días después el Sporting Club y el Honduras Athletic, celebraron un reñido partido y se disputaron el campeonato. El encuentro concluyó empatado a cero goles. Este encuentro tenía como fin dar realce al festejo del Día del Árbol (El Nuevo Tiempo, jueves 16 de mayo de 1918: 2). El control estatal se evidenció con la presencia de las bandas de los Altos Poderes y de Infantería.

Para el domingo 2 de junio de 1918, llegaron a Tegucigalpa varios deportistas salvadoreños que pretendían jugar con los clubes capitalinos varios partidos de fútbol.  Sus nombres eran los siguientes: José Ulloa Morazán, A. E. Guirola, J. E. Alcaine, Alberto Bustamante, Carlos Bustamante, Julio C. Yúdice, Rogelio Chantel, R. Imery, V. Huezo, Benjamín Salinas, J. L. Harrison, S. F. Wrigth y Alejandro Suarez (El Nuevo Tiempo, lunes 3 de junio de 1918: 3). Seis después el Alcalde de Tegucigalpa don Antonio Lardizábal les regaló a los clubes Vatterland y Little Athletic, varios balones de fútbol (El Nuevo Tiempo, lunes 10 de junio de 1918: 3).

A finales de julio del año antes referido se tiene conocimiento de que, en los campos del Hatillo, Tegucigalpa, los clubes Vatterland y Sport Tegucigalpa efectuaron dos partidos (Diario El Cronista, martes 30 de julio de 1918: 3).  El 30 de junio en la localidad capitalina de San Juancito se creó el club balompédico denominado Strong-Club; quedando conformada su primera junta directiva de la manera siguiente: Presidente, Leonardo Alvarenga; Vice-Presidente, Gregorio Sauceda; Vocal 1°, Francisco Echeverría; Vocal 2°, Antonio González; Fiscal propietario, Antonio Sauceda; suplente, Antonio Rodríguez; Secretario 1° Francisco Ardón; Secretario 2°, Rafael Montoya; Pro-Secretario, Carlos Cárcamo; y Tesorero, Andrés González h. (El Nuevo Diario, lunes 12 de agosto de 1918: 3).

Para comienzos de setiembre de 1918, la Liga Deportiva de Honduras publicó las Bases y Reglas para la disputa del campeonato de fútbol. En cuanto a las reglas de esta federación, se sabe que, cuando un club deseara formar parte de la Liga, lo manifestaría por escrito al Consejo Supremo; este, previo tramite, aceptara o no la administración del solicitante, comunicando su resolución a las demás corporaciones. Serían condiciones indispensables que un club deberá reunir para su incorporación en la Liga:

1. Que el fin que persiga sea el deporte, en cualquiera de sus manifestaciones.

2. Que fuera de conducta notoriamente moral y de caracterización reconocida.

3. Que tuviera un mes de existencia por lo menos.

4. Que el número de sus miembros no fuera inferior a doce; y

5. Que entre sus miembros no cuente con individuos expulsados de otras asociaciones de su índole.

Cada club asociado enviaría al Consejo Supremo: una copia autorizada de las leyes que lo regirían; una nómina de sus miembros y una del personal de su gobierno, debiendo comunicar al mismo siempre que ocurriera una innovación o se verificara un cambio o supresión.

Para su ingreso debía de pagar una contribución de diez pesos; para su sostenimiento contribuirán mensualmente con la cantidad de diez centavos por cada uno de sus miembros, que hará efectivo dentro de los 15 días subsiguientes al vencimiento del mes.

Cada asociación tendría el derecho de gozar de todos los beneficios que brindara la Federación; de tomar parte en los concursos deportivos y en la disputa de los campeonatos de los juegos; de enviar consultas e interponer demandas ante el Consejo Supremo, y de acreditar Delegados ante la Asamblea General.

Ningún club podría retirarse de la Liga antes de que su decisión fuera aprobada por el Consejo; tampoco podía ser declarado así antes de que transcurrieran treinta días de la fecha de su solicitud. Tampoco podría, separarse mientras existiera un contrato con la Liga o con otra asociación federada, o cuando se haya inscrito en los registros de concursos o concertado desafíos, antes de que estos fueran solucionados.

Era obligación de cada club, evacuar las consultas de que se le hagan y cumplir las penas que se le impusieren. Además, los contendientes se sujetarían al reglamento internacional. Cada partido duraría 90 minutos; si en el partido decisivo resultaba empatado, el mismo podría prorrogarse por 30 minutos más. Al no ser decidido, conservaría el campeonato el que durante la disputa lo hubiera mantenido. El hand comprendería el antebrazo y la mano (El Cronista, lunes 5 de setiembre de 1918: 2).

El 2 de setiembre de 1918, en sesión extraordinaria, tomó posesión la nueva directiva, que dirigiría los destinos de la sociedad deportiva: Sansón Club desde la fecha indicada hasta el 31 de diciembre de ese año. La cual quedó conformada de la siguiente manera: Presidente: Pablo Moncada B. Vicepresidente: José C. Valle. Vocal 1º: Tomás Osorio B. Vocal 2°: Román Barahona. Tesorero: Antonio Salgado E. Secretario 1°: José Ramiro Rodríguez. Secretario 2°: Samuel Da-Costa Gómez. Pro-secretario 1°: Wilfredo Antúnez M. Pro-secretario 2°: Mamerto Santos. Fiscal: Julio C. Zamora (El Cronista, miércoles 11 de setiembre de 1918: 2).

Para el 7 de setiembre del año en mención, el periódico El Cronista dio a conocer los nombres de la nueva junta directiva del Club Sport Tegucigalpa. La cual era la siguiente: Presidente: Francisco Aguilar M. Vicepresidente: Federico Fiallos. Vocal 1°: José María Irías. Vocal 2°: Antonio Galindo. Fiscal: Isidro Soto. Suplente: Vicente Velásquez. Tesorero: Fausto Flores. Suplente: Antonio Maradiaga. Secretario 1°: Luis Fiallos M. Secretario Segundo: Sebastián Reyes O. Pro Secretario 1°: Julio Martínez. Pro Secretario 2°: Pedro Herrera E. También fueron electos como Capitanes de 1° y 2° equipos, los señores: Federico Fiallos y Ramón Colindres respectivamente; y como suplentes: Juan R. Velásquez y Francisco Zavala (El Cronista, sábado 7 de setiembre de 1918: 2).

En la tarde del domingo 8 de setiembre del año citado, se realizó un encuentro deportivo entre el Sporting Club y el Honduras Atletic, el cual terminó en empate a cero (El Cronista, lunes 9 de setiembre de 1918: 3). A finales de octubre se fundó en Choluteca una sociedad deportiva. Sus iniciadores eran los señores don León Leiva y don Felipe Ortiz (Revista Los Sucesos, domingo 27 de octubre de 1918: 11). Choluteca era el punto más lejano a las ciudades cercanas a Tegucigalpa donde el fútbol radicó. Esto se debe a que durante el período liberal, Choluteca adquirió importancia económica por la presencia de una importante colonia de inmigrantes alemanes y era la puerta de entrada al puerto de Amapala en el Golfo de Fonseca (Argueta, 1992; Infante, Fernández, Flores, Márquez y Page, 1993).

Para el sábado 4 de enero de 1919, El Nuevo Tiempo daba a conocer que, en Choluteca se había fundado un club deportivo (El Nuevo Tiempo, sábado 4 de enero de 1919: 3). Para el 21 de abril se llevó a cabo un partido entre el Club Sport Comayagua y el Club Patria de la Academia Militar. El evento lo conquistó el primero (El Nuevo Tiempo, lunes 21 de abril de 1919: 2). El domingo 27 de abril se efectuó otro partido entre el Sporting Club y el Patria, ganando el encuentro el primero por un marcador de un gol contra cero (Revista Tegucigalpa, 1919: 11-12).

Jugadores del Sporting Club (arriba) y del Club Patria (abajo). Quienes el domingo 27 de abril de 1919 realizaron un partido en La Isla, Tegucigalpa.

Jugadores del Sporting Club (arriba) y del Club Patria (abajo). Quienes el domingo 27 de abril de 1919 realizaron un partido en La Isla, Tegucigalpa.

Vista de las personas que presenciaron el partido entre el Club Patria y el Sporting Club.

Vista de las personas que presenciaron el partido entre el Club Patria y el Sporting Club.

Para principios de julio de 1921, se sabía de la reanudación de prácticas deportivas en La Bolsa, Tegucigalpa (Diario Excélsior, martes 11 de julio de 1921: 1). Hacia mediados de agosto del año en mención, el Presidente del Comité Central de los Juegos Atléticos Centroamericanos —que se efectuarían en la ciudad de Guatemala— invitó al Gobierno de Honduras, para que el país participara en las competencias deportivas que se realizarían para conmemorar el centenario de la independencia de Centroamérica. Ante esto el Poder Ejecutivo de Honduras nombró los miembros del Comité Nacional de Deportes, en la forma siguiente: Presidente, Profesor de Estado don Luis Landa; Vicepresidente Ingeniero don Pompilio Ortega; Vocales, 1°, 2° y 3° respectivamente, Dr. Ricardo Aguilar, Profesor Enrique Buck y don Rafael Osorio Jirón; y Secretario don Carlos Gutiérrez h. (Diario Excélsior, martes 16 de agosto de 1921: 1).

Unos días más tarde se conocían los nombres de los jugadores del Club de Fútbol Cabañas, que representarían a Honduras en los juegos centroamericanos, los cuales eran los siguientes: Goal Keeper: Ricardo Fernández; Backs: Ricardo Aguilar y Daniel Bustillo; Half Backs: Sergio Durón, Domingo Castro y Alejandro Lara; Forwards: Luis Cárdenas, José Zúñiga Soto, Arturo Santos P., Raúl Durón M. y Antonio Amargos (Diario Excélsior, martes 30 de agosto de 1921: 1).

Con respecto a la participación de los seleccionados hondureños en los juegos centroamericanos de Guatemala de 1921, se tiene que solo obtuvieron el segundo premio de salto con garrocha, el cual recayó en el joven Domingo Castro (Revista Los Sucesos, domingo 2 de octubre de 1921: 1, Urbina: 2001: 216). Los integrantes de la primera selección hondureña de balompié eran: Luis Cruz Bolaños, Ricardo Aguilar, Ricardo Fernández, Adán Boza, Arnold Estrada, Mariano Carazo, Ramón Rodríguez, Julio Cueto, Carlos Matamoros y Esteban Peralta. En el campo de Marte de la ciudad de Guatemala, los balompedistas antes indicados con jugadores en su mayoría estudiantes de la Universidad de San Carlos Borromeo, enfrentaron al equipo local el 14 de septiembre de 1921, el cual le ganó por un marcador de 9 goles a 0 (Fútbol de Honduras. La primera selección. 1997-2017). La nula ayuda estatal a esta selección nacional hizo que tuviera una pobre participación deportiva, lo cual no contribuyó a fomentar un sentimiento de pertenencia nacional.

Conclusión

El fútbol en Honduras según se pudo comprobar, nació en Honduras en 1908, introducido en el sistema educativo por el profesor guatemalteco Dr. Manuel Saravia, en la Escuela Normal de Tegucigalpa. La práctica del balompié fue un espectáculo capitalino, controlado por la burguesía y la clase militar de esa urbe, de Comayagua y de Choluteca. Esto se debe a que en los lugares antes mencionados se ubicaban los principales centros educativos, el capital y la infraestructura necesaria para ejecutar prácticas deportivas. Para los jóvenes de las burguesías antes citadas la práctica del balompié era vista como un acto social donde no existía el entrenamiento, la constancia y la disciplina. Esto explica el hecho de que pasaran varios años sin conocerse nada de la práctica balompédica. Debido a las guerras civiles que azotaron al país durante al período de estudio el Estado hondureño no promocionó al fútbol a un nivel nacional. Esto se demostró en la nula ayuda a la selección de fútbol de 1921, la cual recibió una paliza de su similar guatemalteca, en los Juegos Deportivos Centroamericanos de 1921, lo que no ayudó a fomentar un sentimiento de pertenencia nacional en el país.

Referencias

Periódicos

La Prensa. Viernes 7 de agosto de 1908.

El Nuevo Tiempo. Martes 21 de julio de 1914.

El Cronista. Miércoles 1 de agosto de 1917.

El Cronista. Viernes 30 de agosto de 1917.

El Cronista. Sábado 1 de diciembre de 1917.

El Cronista. Lunes 3 de diciembre de 1917.

El Nuevo Tiempo. Miércoles 30 de enero de 1918.

El Nuevo Tiempo. Sábado 11 de mayo de 1918.

El Nuevo Tiempo. Jueves 16 de mayo de 1918.

El Nuevo Tiempo. Lunes 10 de junio de 1918.

Diario El Cronista. Martes 30 de julio de 1918.

El Nuevo Diario. Lunes 12 de agosto de 1918.

El Cronista. Lunes 5 de setiembre de 1918.

El Cronista. Sábado 7 de setiembre de 1918.

El Cronista. Lunes 9 de setiembre de 1918.

El Cronista. Miércoles 11 de setiembre de 1918.

El Nuevo Tiempo. Sábado 4 de enero de 1919.

El Nuevo Tiempo. Lunes 21 de abril de 1919.

Diario Excélsior. Martes 11 de julio de 1921.

Diario Excélsior. Martes 16 de agosto de 1921.

Diario Excélsior. Martes 30 de agosto de 1921.

Libros impresos

Alabarces, P. (2018). Historia mínima del fútbol en América Latina. México D.F.: El Colegio de México.

Arancibia, J. (2001). Honduras: ¿Un Estado nacional? Tegucigalpa: Editorial Guaymuras.

Argueta, M. (1992). Los alemanes en Honduras: datos para su estudio. Tegucigalpa: Centro de Documentación de Honduras.

Infante, S., Fernández, M., Flores, S., Márquez, J. y Page, L. (1993). Los alemanes en el sur: 1900-1947. Tegucigalpa: Editorial Universitaria.

Posas, M. y del Cid. R. (1983). La construcción del sector público y del estado nacional en Honduras (1876-1979). San José: EDUCA.

Urbina, C. (2001). Costa Rica y el Deporte 1873- 1921. Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA.

Libro digital

Enciclopedia Multimedia Honduras Nuestro País. (1999). Tegucigalpa: SIGA SA. CD-ROOM.

Revistas

Laínez, V. y Meza, V. (1974). El enclave bananero en la historia de Honduras. Anuario de Estudios Centroamericanos, (1).

Revista Los Sucesos. Domingo 27 de octubre de 1918. Año I. No.4.

Revista Los Sucesos. Domingo 2 de octubre de 1921. Año IV. No. 78.

Revista Tegucigalpa. Sábado 3 de mayo de 1919. No.116. Serie XXIX.

Direcciones electrónicas

Fútbol de Honduras. La primera selección. 1997-2017. Recuperado el 12 de diciembre de 2019 de https://hondurasfutbol.com/selecciones-nacionales/la-primera-seleccion/

S.a. Educación Física en Honduras, 2018. Recuperado el 2 de diciembre de 2019 de http://educacion-fisicahn.blogspot.com/2018/04/educacion-fisica-en-honduras.html




Génesis del fútbol en Nicaragua 1909-1928

Introducción

La conexión estable de Nicaragua al mercado mundial a través del café fue impulsada por el gobierno de José Santos Zelaya (1893-1909), quien puso las bases jurídicas, políticas, económicas y sociales para la modernización del Estado nicaragüense y permitieron la consolidación del capitalismo en el país.[1] Con la caída de Zelaya la burguesía conservadora aprobó la ocupación estadounidense con la esperanza de una paz social y una prosperidad económica garantizada. Trató de que el pueblo compartiera su actitud, pero no lo logro. Imputaron la reprobación popular contra la ocupación a la falta de preparación política de las masas y a la falta de self-control. Insistieron, para justificar la intervención, en la supuesta anarquía que reinaba en Nicaragua.[2] La ocupación estadounidense hizo que el Estado nicaragüense perdiera totalmente su independencia del capital extranjero. La dominación económica y financiera llevo a que los banqueros estadounidenses decidieran sobre el presupuesto de Nicaragua, ubicaron las mejoras que se tenían que hacer y determinaron las cantidades que el país tenía que gastar mensualmente en el mantenimiento de su propio Estado.[3]

La llegada del deporte a Nicaragua ocurrió en un contexto donde en las fiestas patronales existían juegos de danza; de los cuales unos tienen su origen en el tributo que los indígenas ofrecían a sus divinidades; mientras que otros dimanan de la conquista y servían para distraer al pueblo con motivo de la celebración de las fiestas religiosas. Entre los principales juegos de danza sobresalen: Los Chinegros, La Vaca, El Toro Guaco, El Toro Encohetado, El Toro Venado, La Yegua, Los Mantudos, Moros y Cristianos, Los Diablos, Las Inditas, La Gigantona, El Enano, El Macho Ratón, El Gigante, El Tabureteado, etc.[4]

Acerca de la llegada del fútbol a Nicaragua se tiene que uno de sus principales precursores fue el profesor Napoleón Parrales Bendaña, quien cursaba estudios superiores en Costa Rica en donde aprendió este deporte. Al retornar al país lo enseñó a sus colegas diriambinos con el fin de que poco a poco la población lo comenzara a practicar. Otra versión apunta que las familias más pudientes enviaban a sus hijos a Europa y regresaron con la fiebre del fútbol en el año de 1907 y juntos crearon la “Sociedad de Ahorro” cuyo objetivo era el de recaudar fondos para el fomento y la práctica del balompié en la ciudad y finalmente se practicó el primer partido oficial en el año de 1910.[5] Fundamentado en todo lo anterior es que se justifica el hecho de estudiar la génesis del fútbol en Nicaragua desde los inicios de sus prácticas en 1909 hasta la formación del primer campeonato en 1928.

Orígenes del balompié en Nicaragua en 1909-1928

Sobre los comienzos de la práctica del fútbol en Nicaragua se sabe que el 15 de septiembre de 1909 se realizó un partido entre dos equipos, compuestos por socios del Managua Sporting Club. El encuentro se verificó en el trillo de los señores Frixione. El equipo Blanco, ganó por dos goles a uno al equipo Azul y Blanco. E. Solís y Francisco Frixione anotaron los dos tantos del equipo Blanco y por el perdedor Azul y Blanco, anotó el gol Julio D` Arbelles.[6] Los deportistas nicaragüenses de principios del siglo XX no eran constantes en sus prácticas y en el sostenimiento de sus asociaciones deportivas, por lo que tuvieron una existencia efímera. La práctica del deporte era vista como un acto social más de los jóvenes acomodados, y no como una actividad que demandaba disciplina y esfuerzo para ejecutarla. Sobre esto se tiene a modo de ejemplo, que a finales de 1917 el club balompédico capitalino Metropolitano, del cual se creía que había desaparecido, volvió a realizar prácticas deportivas.[7]

Francisco Frixione Avilés fue Alcalde de Managua en 1932 y Presidente del Comité Ejecutivo del Distrito Nacional.

Francisco Frixione Avilés fue Alcalde de Managua en 1932 y Presidente del Comité Ejecutivo del Distrito Nacional.

Para el 25 de diciembre de 1917 el Club Metropolitano de Managua concertó un partido de balompié con un club de Chinandega, el cual se verificaría en aquella ciudad.[8] En la realización de partidos de fútbol fuera de Managua influyó de una manera fundamental la creación del ferrocarril, el cual para principios del siglo XX unía el puerto de Corinto en el océano Pacifico con las ciudades de Chinandega, León, Managua, Masaya y Granada.[9] Es en 1920 que el fútbol adquiere el carácter de representación nacional, esto debido a que para domingo 29 de febrero del año en mención se efectuó en Managua, el primer partido de balompié entre unos futbolistas costarricenses y una selección nacional de fútbol de Nicaragua. El partido finalizó empatado a un gol. El partido, se realizó en el campo de deportes de La Momotombo.[10] Fundamentado en todo lo antes citado se tiene que la práctica del balompié en Nicaragua durante los años de estudio fue un fenómeno capitalino que perteneció al ámbito privado, concentrándose en la ciudad de Managua en el campo de deportes de La Momotombo. Asimismo, en sus inicios en el país la práctica del fútbol fue una actividad controlada por la clase dominante, debido a que se ejecutaba entre miembros de las principales colonias extranjeras y de la burguesía nacional, lo que impidió su propagación a los demás sectores sociales. Esto difiere con el caso de Costa Rica, debido a que entre los factores que permitieron la popularización del fútbol en ese país sobresalen: la introducción de la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador; y la práctica por parte de niños y estudiantes del Liceo de Costa Rica, que era el principal centro educativo del país, donde ingresaban a estudiar jóvenes provenientes de lugares alejados del Valle Central, los cuales esparcieron la práctica del balompié al retornar a sus lugares de origen.[11]

El domingo 12 de diciembre de 1920 se llevó a cabo un partido entre el Xolotlán y el equipo de los Hermanos Cristianos.[12] El domingo 14 de agosto de 1921 se efectuaría un partido entre los clubes Xolotlán y Diriangén de Diriamba. Este último practicaba diariamente bajo la dirección del Ingeniero Carlos A. González, quien obtuvo premios en este deporte cuando estudiaba en la Universidad de Stanford.[13]  

Ingeniero Carlos Alberto González.

Ingeniero Carlos Alberto González.

Posteriormente, para el domingo 15 de marzo de 1925 se efectuó un partido entre los clubes Olímpico de Granada y el capitalino Managua. Ganó el primero por dos goles contra uno.[14] Para el domingo 24 de junio de 1928 se realizó un partido entre los equipos managüenses Managua y Centroamérica. El partido se llevó a cabo en el estadio de la Es cuela de Artes.[15] El domingo 1 de junio del año en mención se jugó un partido en Granada entre el Nacional de Managua y el club granadino Centroamérica. Ganó el último por un gol a cero.[16] En septiembre del mismo año el club Railroad le ganó el campeonato de fútbol del país al Metropolitano de León por siete goles a cero.[17]

Conclusión

La práctica del balompié en sus inicios en Nicaragua se concentró principalmente a nivel geográfico en el ámbito capitalino de la ciudad de Managua y perteneció al ámbito privado. A nivel de clase fue una actividad controlada por la clase dominante, debido a que se ejecutaba entre miembros de las principales colonias extranjeras y de la burguesía nacional, lo que impidió su popularización. El ferrocarril permitió que el fútbol se propagara a las otras principales ciudades del Pacífico como Chinandega, León  y Granada. Sobresale el hecho de que los futbolistas nicaragüenses de principios del siglo XX no eran constantes en sus prácticas y en el sostenimiento de sus asociaciones balompédicas, por lo que tuvieron una vida muy corta. La práctica del balompié era vista como un acto social más de los jóvenes acomodados, y no como una actividad que demandaba disciplina y esfuerzo para ejecutarla.   

Referencias

Periódicos

1. El Comercio. Viernes 17 de septiembre de 1909. Año XV. No.3832.

2. El Imparcial. Miércoles 24 de octubre de 1917. Año III. No. 662.

3. ibíd. Viernes 7 de diciembre de 1917. Año III. No.698.

4. El Diario Nicaragüense. Martes 2 de marzo de 1920. Año XIII. No. 4315.

5. La Noticia. Martes 7 de diciembre de 1920. Año VI. No.1103.

6. ibíd. Martes 9 de agosto de 1921. Año VIII. No.1293.

7. La Tribuna. Martes 17 de marzo de 1925. Año VIII. No.2191.

8. ibid. Sábado 23 de junio de 1928. Año XII. No.2373.

9. ibid.. Martes 10 de junio de 1928. Año XII. No.2385.

10. ibid. Miércoles 5 de diciembre de 1928. Año XII. No.2504.

Libros

1. Berrios Mayorga, María. (1960). Juegos nicaragüenses de ayer y de hoy. León: Editorial Hospicio.

2. Boletín Nicaragüense de Bibliografía y Documentación. (1979). No.27. Managua: Biblioteca del Banco Central de Nicaragua. 

3. Guerrero C., Julián N y Soriano de Guerrero, Lola. (1965). Masaya. Monografía.

4. Urbina Gaitán, Chester. (2001). Costa Rica y el Deporte 1873-1921. Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA.

5. Vargas, Oscar René. (1989).  La intervención norteamericana en Nicaragua y sus consecuencias 1910-1925. Managua: DILESA.

Direcciones electrónicas

1. http://www.diriamba.info/Deportes.htm

2. https://kevinrodriguez.wordpress.com/historia-del-futbol-en-nicaragua/

 


[1] Vargas, Oscar René. (1989).  La intervención norteamericana en Nicaragua y sus consecuencias 1910-1925. Managua: DILESA. p.11.

[2] ibid.p.53.

[3] ibid.p.240.

[4] Berrios Mayorga, María. (1960). Juegos nicaragüenses de ayer y de hoy. León: Editorial Hospicio. pp.21-22. También: Guerrero C., Julián N y Soriano de Guerrero, Lola. (1965). Masaya. Monografía. p.107.

[5]Información tomada de: https://kevinrodriguez.wordpress.com/historia-del-futbol-en-nicaragua/ y http://www.diriamba.info/Deportes.htm

[6] El Comercio. Viernes 17 de septiembre de 1909. Año XV. No.3832. p.2. 

[7] El Imparcial. Miércoles 24 de octubre de 1917. Año III. No. 662. p.1.

[8] ibíd. Viernes 7 de diciembre de 1917. Año III. No.698. p.4.

[9] Boletín Nicaragüense de Bibliografía y Documentación. (1979). No.27. Managua: Biblioteca del Banco Central de Nicaragua. 

[10] El Diario Nicaragüense. Martes 2 de marzo de 1920. Año XIII. No. 4315. p.1.

[11]  Urbina Gaitán, Chester. (2001). Costa Rica y el Deporte 1873-1921. Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA. pp.78-82.  

[12] La Noticia. Martes 7 de diciembre de 1920. Año VI. No.1103. p.3.

[13] ibíd. Martes 9 de agosto de 1921. Año VIII. No.1293. p.1.

[14] La Tribuna. Martes 17 de marzo de 1925. Año VIII. No.2191. p.3.

[15] ibid. Sábado 23 de junio de 1928. Año XII. No.2373. p.4. 

[16] ibid.. Martes 10 de junio de 1928. Año XII. No.2385. p.4.

[17] ibid. Miércoles 5 de diciembre de 1928. Año XII. No.2504. p.4.     




Inicios del fútbol en Guatemala (1902-1919)

Introducción

Aunque el modelo de Estado-nación fue exportado a nivel mundial, este no fue calcado fielmente. En Guatemala el Estado, lejos de desempeñar un papel de preventor a nivel de control sanitario, más bien se encargó de hacer todo lo contrario. Por ejemplo, según Mc Creery, la prostitución legal, controlada por el Estado, jugó un papel de importancia, al proteger y hacer valer las tradiciones culturales de la élite de los ladinos. Es destacable el papel tan activo del Estado en introducir a mujeres -que no pertenecían a la élite capitalina o que se les incriminaba- en los lupanares. Es decir, que el Estado no les dejó ni siquiera ejercer en forma voluntaria la prostitución como la forma más viable de sobrevivir.1

El deporte no fue, durante los años estudiados un asunto prioritario para el Estado guatemalteco. Esto se refuerza con lo señalado para el caso de la salubridad pública, donde pese a los estrechos vínculos entre Estrada Cabrera y el gobierno estadounidense, la misión contra la anquilostomiasis de la Fundación Rockefeller de principios del siglo XX no tuvo la acogida necesaria por el dictador y la comunidad médica local. Así, el proyecto guatemalteco fue el más ineptamente llevado a cabo por esta fundación en Centroamérica. Sin asistencia prácticamente del gobierno y con un liderazgo poco ambicioso, el trabajo contra la anquilostomiasis se concentró fuertemente las fincas agroexportadoras del sur y de las planicies costeras, donde radicaban las principales plantaciones de café del país.2

En 1871 ascendió al poder en Guatemala un grupo de gobernantes de filiación liberal, que buscó crear el Estado-nación. Este proyecto político no tuvo una dimensión integradora, pues terminó por ser selectivo. Esta selección se hizo ladino e indígena por la lógica estatal de promover una «ciudadanización diferenciada» entre la población.3 Es palpable el interés estatal en transformar a los trabajadores urbanos y sus redes de poder ladina e indígena rurales en sustento de apoyo a su ideario.

Aunque teóricamente la principal herramienta de construcción de la hegemonía ha sido la política de educación pública,4 la cual durante los años analizados no tuvo como objetivo trastocar las costumbres de los sectores subalternos. Debido a que el régimen de trabajo forzado imposibilitó a los sectores indígenas el acceso a la educación y, cuando la tenían, era en escuelas para indígenas, especializándose en una educación campesina. Por el contrario, el trabajo sí desempeñó un claro rol como medio de coacción y control social y, por lo tanto, de constructor y reproductor de visiones y realidades hegemónicas.

La poca expansión del deporte radicó en el agravamiento del legado estamental colonial por parte de los liberales con la implantación de la bipolaridad indio-ladino. Al mismo tiempo que los liberales adaptaban la estructura estatal a sus intereses políticos y económicos, se dedicaron a expropiar al campesinado de sus tierras comunales y a institucionalizar el trabajo forzado en las plantaciones cafetaleras. Es así como en la sociedad guatemalteca se asentó la gran contradicción de la economía del café, que por una parte, enriquecía a los comerciantes, empresarios agrarios, banqueros extranjeros, políticos corruptos y grandes finqueros; y, por la otra, empobrecía a la masa de trabajadores ladinos e indígenas.

Esta situación hizo que el Estado guatemalteco fuera muy frágil a nivel económico, por lo que su proyecto de creación de un sentimiento de identidad nacional a través del deporte se concentró en el ámbito urbano. En este punto, tanto Guatemala como Costa Rica compartieron a nivel general la misma debilidad económica, por lo que no pudieron superar la pobreza económica de la hacienda pública y las crisis económicas, factores que incidieron en la escasez de instalaciones deportivas adecuadas y el sufi- ciente número de maestros de educación física.5

Además, deben tomarse en cuenta los accidentes geográficos, las problemáticas relativas a los límites políticos-culturales arbitrarios de los pueblos indígenas, y el hermetismo cultural de las comunidades indígenas, las que tenían como su institución comunal representativa y de resistencia cultural a la cofradía.6 Por su parte, la iglesia católica no pudo jugar un papel de mediador entre las poblaciones indígenas y el Estado, debido al programa modernizador de Justo Rufino Barrios, que a partir de 1873, tuvo como uno de sus objetivos centrales la secularización del Estado. En ese mismo año, se trasladó el control de los bienes eclesiásticos al Estado, con lo que posteriormente fueron distribuidos o vendidos. El Estado por su parte tampoco desempeñó este papel.

Con respecto al origen del deporte moderno en Guatemala se tiene que el primer club hípico nacional, el Jockey Club de Guatemala, se fundó en la capital a principios de mayo de 1881. Las disciplinas que surgieron en el país entre 1881 a 1901 fueron las carreras de caballos, el tiro al blanco, la gimnasia, esgrima, polo, tenis, rugby, ciclismo, boxeo y atletismo. Según se nota, todas fueron de ejecución individual, con excepción del polo y el rugby que se practican en forma colectiva. En sus inicios el deporte moderno en Guatemala fue de acceso exclusivo de la élite de la capital -ubicada en la región central del país- y de Quetzaltenango, la principal urbe del occidente cafetalero, espacios donde se resumía en torno a sí la identidad nacional ladina. Estos grupos dominantes también practicaron las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la alemana, la belga, la estadounidense, la italiana y la inglesa. Es de destacar que en esta primera etapa dominaron los deportes individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad.7

Sustentado en el contexto anterior es que el presente artículo pretende estudiar los orígenes del fútbol en Guatemala durante el período 1902-1919, su utilización política y su función en la canalización del conflicto regional entre las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango.

Orígenes del fútbol en Guatemala (1902-1908)

Según las fuentes periodísticas se sabe que el primer club balompédico de Guatemala fue el Guatemala Foot-Ball Club fundado en la ciudad de Guatemala en 1902.8 Empero, la primera referencia a la práctica del fútbol data de un partido que se efectuó en la tarde del domingo 18 de octubre de 1903, en los llanos frente a Villa Linda.9 Esta asociación decana del fútbol nacional estaba compuesta por: Jorge Aguirre Matheu, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde, Jorge Romaña, Carlos Tinoco Sinibaldi, Francisco Sánchez Latour, Luis P. Aguirre, Carlos Purdy, Rodolfo Matheu y Delfino Sánchez Latour.10 Posteriormente, para el domingo 15 de noviembre del año antes citado, una numerosa concurrencia asistió al encuentro que se realizó en este lugar, donde sobresalieron los jugadores de este centro deportivo que llevaban los distintivos blanco y azul semejantes a los de la bandera guatemalteca, de lo que se puede derivar una primera vinculación entre fútbol y nación, al menos para los sectores ladinos y extranjeros que los utilizaron.11

El Guatemala Foot-Ball Club, fundado en septiembre de 1902. De pie y de izquierda a derecha: Jorge Aguirre, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde y Jorge Romaña. Sentados, en el mismo orden: Carlos Tinoco, Francisco Sánchez, Luis Pedro Aguirre, Carlos Aguirre y Carlos Purdy. Adelante, Rodolfo Matheu y Delfi no Sánchez Latour.

El Guatemala Foot-Ball Club, fundado en septiembre de 1902. De pie y de izquierda a derecha: Jorge Aguirre, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde y Jorge Romaña. Sentados, en el mismo orden: Carlos Tinoco, Francisco Sánchez, Luis Pedro Aguirre, Carlos Aguirre y Carlos Purdy. Adelante, Rodolfo Matheu y Delfi no Sánchez Latour.

Después de Guatemala la siguiente ciudad a la que llegó el fútbol fue Quetzaltenango. A mediados de mayo de 1906 se estableció en esa localidad el Quetzaltenango Foot-Ball Club, que hizo su primer ensayo en los llanos de la Nueva Quetzaltenango, por lo que se esperaba que para el domingo 27 de mayo del mes antes citado realizara su primer partido.12 Sin embargo, fue hasta finales de junio de 1907 que se tiene noticia de la verificación del primer encuentro de este centro deportivo.13

La vinculación entre fútbol y nacionalismo también se dio en Quetzaltenango con la noticia de que la municipalidad de esa población en 1906 mandó a elaborar varias medallas, las que fueron otorgadas como premios de los partidos de fútbol que se hicieron para la celebración del 15 de septiembre, el día de la independencia.14 Un partido destacado de principios del siglo XX, lo constituyó el programado para el domingo 18 de noviembre de 1906 entre guatemaltecos y extranjeros. Éste se efectuó de cuatro a seis de la tarde, en el campo de Villa Linda, y fue el primer partido de fútbol de la temporada, siendo ganado por los nacionales.15

Fútbol, identidades regionales y política 1909-1921

En 1909 se estableció la primera unión entre fútbol y política, aspecto que influyó en su propagación por todo el país. Durante las Fiestas de Minerva, y más específi- camente en los días 29 y 30 de octubre, el fútbol fue sancionado como «deporte nacional». A las nueve de la mañana de la primera fecha en el Campo de Minerva, se jugó el partido entre los equipos del club de fútbol de la Escuela Práctica de Varones, imponiéndose el cuadro deportivo del equipo Sidney al del Virginia. Al día siguiente se efectuó el encuentro entre los clubes Gay y Olympic, partido del cual saldría el primer campeón de Guatemala, el Club Gay. Las esposas de los embajadores de Brasil y El Salvador, por encargo del presidente Estrada Cabrera, entregaron las copas de plata que el mandatario obsequió a los centros deportivos en el orden antes mencionado.16 La intención del mandatario con este acto era la de obtener buena imagen, debido al fraude electoral que marcó su segunda reelección y la represión a toda oposición política que caracterizó sus 22 años en el poder. Este gobernante inauguró un nuevo estilo de gobierno basado en el quiebre de la hegemonía altense ocurrida con el triunfo revolucionario liberal de 1871.17

Lic. Manuel Estrada Cabrera. Presidente de Guatemala (1898-1920).

Lic. Manuel Estrada Cabrera. Presidente de Guatemala (1898-1920).

Del evento festivo antes descrito resaltan varios elementos que permiten entender el auge del fútbol en Guatemala. La inclusión del fútbol dentro del programa de las principales festividades del país, como lo eran las fiestas de Minerva de la capital, hizo que la gente que provenía de todas partes del país a estas celebraciones lo llevaran a su retorno a sus respectivas comunidades, aunque para los indígenas estaba aún vedado por la lógica laboral de la plantación cafetalera. La práctica entre los niños hizo que este deporte colectivo marcara una ruptura en la historia del deporte nacional, al permitírsele a ellos su acceso al mismo, cosa que antes había sido coto absoluto de adultos. Sin embargo, hasta este momento el fútbol fue un pasatiempo que no salió del ámbito del sector dominante, por lo que su expansión por la sociedad nacional fue limitada.

Las Fiestas de Minerva de 1909 frente a la Catedral de Guatemala.

Las Fiestas de Minerva de 1909 frente a la Catedral de Guatemala.

Un dato más sobre el fortalecimiento de las identidades regionales entre Guatemala y Quetzaltenango, y la rivalidad que de este hecho se desprende, es el referente a los actos de celebración de la independencia nacional en 1919, en esta última ciudad se realizaron los partidos relativos al campeonato del occidente del país. La copa del título la obsequió el Diario de los Altos, en tanto que el ayuntamiento quetzalteco regaló varios listones. Los resultados del evento fueron los siguientes: el club Virginia ganó tres partidos, dos contra el club Xelajú y uno contra el Concordia, por lo que se hizo acreedor al título en mención.18 Debe aclararse que el campeonato de fútbol del occidente nació por iniciativa de la municipalidad quetzalteca, hecho que originó que los clubes Nacional, Hércules, ABC y Allies fundaran el campeonato capitalino entre sus terceras.19

Posteriormente, para el 26 de octubre de 1919 la Liga de Fútbol de Guatemala, representada por el club Hércules, se enfrentó en la capital a la Liga Quetzalteca. La hegemonía deportiva capitalina se impuso, pues el resultado del encuentro favoreció al Hércules por 1 a 0, obteniendo el título de campeón nacional, la copa Quetzalteca y las coronas con que fueron premiados sus integrantes. Al respecto existe la siguiente crónica: «Al terminar el match se hizo a los vencedores una delirante ovación. Estos reuniéndose en el centro, ante el silencio que se hizo súbitamente, lanzaron al espacio los tres hurras de rigor por Quetzaltenango, respondiendo a ellos la multitud.»20 En torno a lo anterior, es posible que los jugadores capitalinos hicieran este saludo en honor al presidente Estrada Cabrera, oriundo de Quetzaltenango.

Equipo de fútbol del Club Hércules que ganó el campeonato nacional el 26 de octubre de 1919 en Quetzaltenango. Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Aguirre, Arturo Aguirre, capitán, y Percy Zadik. Segunda fila: Manuel Ramírez, Luis Asturias, Wenceslao Aldaz y Rafael Villacorta. Tercera fila: Eduardo Vivas, José Luis Villacorta, Ricardo Lehnhoff, Salvador Maza y Ramiro Gálvez. De este cuadro no jugó Vivas y Gálvez se desempeñó como portero de la Liga Quetzalteca. En la foto faltó Delfino Sánchez Latour.

Equipo de fútbol del Club Hércules que ganó el campeonato nacional el 26 de octubre de 1919 en Quetzaltenango. Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Aguirre, Arturo Aguirre, capitán, y Percy Zadik. Segunda fila: Manuel Ramírez, Luis Asturias, Wenceslao Aldaz y Rafael Villacorta. Tercera fila: Eduardo Vivas, José Luis Villacorta, Ricardo Lehnhoff, Salvador Maza y Ramiro Gálvez. De este cuadro no jugó Vivas y Gálvez se desempeñó como portero de la Liga Quetzalteca. En la foto faltó Delfino Sánchez Latour.

Para el viernes 26 de diciembre, se llevó a cabo en el Campo de Marte de Guatemala el partido por el campeonato nacional, entre las Ligas Quetzalteca y Capitalina, cuyo marcador resultó empatado a cero goles, por lo que el Hércules mantuvo el título nacional de ese año. Miles de personas vieron el partido, lo que le comenzó a imprimir al fútbol el carácter de evento masivo. A las tres y treinta y cinco minutos de la tarde dio incio y concluyó a las seis de la tarde. Se jugaron dos tiempos de cuarenta y cinco minutos cada uno, y veinte minutos más de reposición. La oncena quetzalteca vistió en esta ocasión el uniforme que usaría en todas las contiendas por el campeonato nacional, él cual estaba compuesto por un pantalón corto blanco y una camisa negra, ostentando en el pecho la cabeza de un chivo. Por su parte, el equipo guatemalteco usó un uniforme de color blanco.21 Sobre el emblema relativo a la cabeza del chivo que vestían los quetzaltecos, este se refiere a la oveja que ornaba el campo inferior del escudo de los Altos entre 1836 y 1840. Sin embargo, aunque en 1848, se dio la desaparición en el escudo altense de la oveja, el léxico «chivos» continúa designando a los quetzaltecos en Guatemala.22

La poca promoción estatal en ese momento no permitió la invisibilización de la pugna político-identitaria entre la ciudad de Guatemala y Quetzaltenango, en el que esta última recurría a la reivindicación de una herencia quiché, dentro de un discurso de dimensión centroamericana opuesto al proyecto centralizador capitalino.23 El mercado deportivo -y en general, el cultural- de Guatemala se dividió entre las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango, los principales centros políticos regionales del país, por lo que sus competencias deportivas incluyeron también el elemento de rivalidad política. Al respecto, comparto la aseveración de Jeremy Mac Clancy sobre que «el deporte no es un «reflejo» de alguna esencia postulada de la sociedad, sino una parte integral de la misma, más aún, una parte que puede ser usada como un medio para reflexionar sobre la sociedad».24

Conclusión

El fútbol durante los años analizados comenzó a establecer su unión con la política. Su

inclusión dentro del programa de las fiestas de Minerva de 1909 de la ciudad de Guatemala, posibilitó que la gente que provenía de todas partes del país a estas celebraciones lo llevara a su retorno a sus respectivas comunidades, aunque para los indígenas estaba aún vedado por el trabajo forzado a que estaban sometidos. Poco a poco, la práctica del fútbol entre los niños hizo posible el acceso al deporte en los sectores populares. Debido a lo débil del movimiento trabajador organizado, el fútbol no se expandió del grupo dominante hacia el resto de la sociedad nacional. Además, la no inserción del fútbol en la sociabilidad comunal negó su apropiación a nivel local. De todo esto se desprende que la ejecución del deporte siguiera siendo coto absoluto del grupo dominante criollo, ladino y extranjero, lo que impidió su desarrollo y apropiación a nivel nacional. Debido al exiguo apoyo y control estatal no fue posible invisibilizar la pugna político-identitaria entre Guatemala y Quetzaltenango.


1 Mc Creery, David. «Una vida de miseria y vergüenza: prostitución femenina en la ciudad de Guatemala, 1880-1920». En: Mesoamérica. Año 7., Cuaderno 11. Junio de 1986. Antigua Guatemala: CIRMA. pp. 57-58.

2 Palmer, Steven. «Salud imperial y educación popular. La Fundación Rockefeller en Costa Rica desde una perspectiva centroamericana (1914-1921)». En: Molina, Iván, Palmer, Steven. Educando a Costa Rica. Alfabetización popular, formación docente y género (1880-1950). San José: Editorial Porvenir, 2000. pp. 152-153.

3 En este sentido es necesario la consulta a: Taracena Arriola. Arturo, et.al. Etnicidad, Estado y nación en Guatemala 1808-1944. Guatemala: Nawal Wuj, 2002. Asimismo véase: Piel, Jean. «¿Fuera el Estado del Estado? ¿Afuera la nación? El Quiché oriental frente al Estado-nación guatemalteco de 1821 a 1970. En: Taracena A., Arturo y Piel, Jean. Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995. p. 188. En la misma línea Little-Siebold apunta que, el Estado guatemalteco por su fragilidad económica no pudo tener un fuerte control social de la población. Little-Siebold, Todd, «Guatemala en el período liberal: patria chica, patria grande. Reflexiones sobre el Estado y la comunidad en transición». En: Ibid. pp. 223-236. También: Taracena Arriola, Arturo. Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. Los altos de Guatemala: de región a Estado, 1740-1871. Antigua Guatemala: Editorial Porvenir S.A.-CIRMA, 1997, y Little-Siebold, Todd, «La centrifugación del Estado: sueños centralistas, realidades locales. Formación, deformación y reformación del Estado guatemalteco, 1871-1945». En: Piel, Jean y Little-Siebold, Todd, Entre comunidad y nación. La historia de Guatemala revisitada desde lo local y lo regional. Antigua Guatemala: CIRMA, 1999. pp. 143-165.

4 González Orellana, Carlos. Historia de la educación en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria, 1987.

5 Urbina Gaitán, Chester, «Orígenes de la política deportiva en Costa Rica (1887-1942)». En:

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires. Año 7. No. 34. Abril de 2001.

6 Wilson, Richard. «Comunidades ancladas. Identidad e historia del pueblo maya-q’eqchi'». En: Textos

Ak’ kután. No. 4. Cobán: Centro Bartolomé de las Casas, 1994. p. 23.

7 Para más información véase: Urbina Gaitán, Chester Rodolfo. Deporte y nación (1881-1950). El caso del fútbol en Guatemala. Guatemala: FLACSO, 2007.

8 Diario de Centroamérica. Lunes 29 de diciembre de 1919. Año XL. No. 11.048. p. 1.

9 Ibid. Lunes 19 de octubre de 1903. Vol.CLXXI. No. 6.458. p. 4

10 La Gaceta. Órgano de Publicidad de la Policía Nacional de Guatemala. 20 de enero de 1929. Año IX.

Tomo VII. No. 3. p. 116.

11 Diario de Centroamérica. Lunes 16 de noviembre de 1903. Vol. CLXXI. No. 6.480. p. 4.

12 Ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Vol. CLXXVI. No. 7.189. p. 1.

13 Ibid. Sábado 27 de julio de 1907. Año XXVII. No. 7.529. p. 2.

14 Ibid. Lunes 24 de septiembre de 1906. Vol. CLXXVI. No. 7.195. p. 4.

15 Ibid. Martes 20 de noviembre de 1906. Vol. CLXXVII. No. 7.333. p. 4.

16 Ibid. Jueves 4 de noviembre de 1909. Año XXX. No. 8.169, p. 8.

17 Taracena Arriola, Arturo, «Liberalismo y poder político en Centroamérica (1870-1929)». En: Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. Tomo IV. Las repúblicas agroexportadoras (1870-1945). San José: FLACSO, 1994. p. 213.

18 Diario de Centroamérica. Miércoles 24 de septiembre de 1919. Año XL. No. 10.969, p. 1.

19 El campeón en esta categoría fue el Club Allies. En: Ibid. Viernes 28 de noviembre de 1919. Año XL. No. 11.024, p. 1.

20 Ibid. Miércoles 29 de octubre de 1919. Año XL. No. 10.999. pp.1-2.

21 Ibid. Sábado 27 de diciembre de 1919. Año XL. No. 11.047. p. 1.

22 Taracena Arriola, Arturo. op.cit. 1997. p. 337.

23 Para más información, véase: Taracena Arriola, Arturo. «El regionalismo altense y la élite ladina de Quetzaltenango (1880-1920)». En: Trace. No. 37. Jun 2000. México D.F.: Centre Français d´ Etudes Mexicianes et Centraméricaines. pp. 41-54.

24 Mac Clancy, Jerome, editor. «Sport, identity and etnicithy». En: Oxford: Berg, 1996. p. 4. Tomado de: Alabarces, Pablo. «Los estudios sobre deporte y sociedad: objetos, miradas, agendas». Alabarces, Pablo, (compilador). Peligro de gol. Estudios sobre deporte y sociedad en América Latina. Buenos Aires: CLACSO, 2000. p. 11.




Los orígenes del fútbol en El Salvador (1897-1921)

Introducción

La influencia del liberalismo se hizo sentir principalmente durante el mandato del Dr. Rafael Zaldívar (1876-1884). A nivel general su gestión política giro en torno al mantenimiento de un tratamiento privilegiado para con el sector cafetalero, principalmente en cuanto al cambio en el régimen de propiedad de la tierra. Entre 1881 y 1882 decreto la confiscación de las tierras comunales ejidales y estableció la ley de Jornalero y Creación de Jueces Agrarios, provocando en el occidente del país la reacción de las comunidades indígenas por medio de una serie de levantamientos entre 1885 y 1889. Además, legitimó las reformas económicas y de secularización del matrimonio y la educación. También inició la era del ferrocarril con la apertura de la línea Acajutla-Sonsonate.1

Su intento de perpetuarse en el poder fue interrumpido por la voluntad hegemónica de Guatemala. Es así como llega al poder Francisco Menéndez (1885-1890) quien era caficultor. Suprimió el impuesto de exportación al café, promovió la creación del Banco Particular de El Salvador y la concesión a la compañía británica Salvador Railways Co., para la construcción de los ramales que unían las zonas cafetaleras al ferrocarril de Acajutla en 1885. Durante este gobierno se emitió la Constitución de 1886, la cual establecía definitivamente la secularización del Estado, la responsabilidad de la autoridad civil de asumir el registro civil y la desamortización de los bienes eclesiásticos. También definió la separación de poderes.

Esta Carta Magna fue el instrumento legal que posibilitó la autolegitimación de los sucesivos gobiernos oligárquicos cafetaleros. Sancionó el derecho de propiedad privada sobre la tierra. Todas estas medidas permitieron el inicio en el país de la modalidad de golpes de Estado como mecanismo de ajustes institucionales, «respetando» en esta forma la constitucionalidad. Luego de un pequeño período de provisionalidad de facto, el militar golpista se autolegitimaba en elecciones sin competencia.2

En 1890 Menéndez fue derrocado por general Carlos Ezeta (1890-1894) quien consolidó militarmente la soberanía salvadoreña y fomentó el profesionalismo del ejército a través del Código Militar y la modernización del armamento. En las postrimerías del siglo XIX la elite cafetalera salvadoreña fundamentó su tipo de democracia. El golpista Tomás Regalado (1898-1903) se constituyó en el encargado de viabilizar por la fuerza la transición hacia un mecanismo de selecciones y rotaciones pacíficas.3

A partir de 1903 cada presidente de la República fue electo para un período de cuatro años luego de ser escogido por su predecesor, lo que respetaba el principio de «no reelección». Los candidatos civiles dominaron la arena política entre 1903 y 1931. Sin embargo, el principal apoyo del gobierno venía del ejército. A raíz del asesinato de Manuel Enrique Araujo asume el monopolio del Estado la dinastía Meléndez-Quiñónez la cual estaba formada por dos familias muy importantes en la producción y exportación del café. Este grupo familiar, por medio de parientes, socios y amigos, extendió sus operaciones en el comercio y la agricultura, aliado a la expansión de las inversiones norteamericanas en la construcción de ferrocarriles y el mejoramiento de los puertos. Paralelamente, la administración pública mostró altos niveles de corrupción. La política de concentración de la riqueza llevó a la contestación política, por lo que entraron en escena los sectores medios urbanos demandando una mayor cuota de participación política.4

Desde el mandato de Carlos Meléndez (1913-1914) y (1915-1918) la política hacia las clases dominadas había sido cooptar a los dirigentes gremiales y a los intelectuales. Fue este último sector que se dio a la tarea de resaltar que el progreso no podía ser ajeno a la consolidación de la educación y del juego político. Sin embargo, la imposición fraudulenta de Jorge Meléndez (1919-1923) y el uso de la fuerza para reprimir las manifestaciones de descontento por medio de la denominada Liga Roja, que reunía en gran parte a grupos de campesinos a los que se les había ofrecido tierras y mejores salarios, hizo que los Meléndez-Quiñónez se fueran alejando del gobierno.5

Acerca de la llegada del deporte a El Salvador se tiene que esta actividad se ubica dentro de un contexto general de diversiones, cuya práctica social excluyente hizo que se creara una división marcada con respecto a los sectores que las ejecutaban. Sin embargo, tales entretenciones no se realizaron en un vacío cultural, por lo que no fueron las únicas, ya que pese a la llegada de diversiones modernas, también existían las procesiones religiosas y prácticas lúdicas coloniales como las peleas de gallos, las corridas de toros y el billar. Asimismo, debe resaltarse el interés de los gobernantes liberales de trastocar las pautas de diversión heredadas de la colonia y encauzar la forma de entretención del salvadoreño hacia la práctica del deporte. Una de las diversiones afectadas en este sentido lo constituyó el juego de chibolas o de canicas.6 La prohibición de la ejecución de esta actividad y a otras como los juegos de dados, se debe a las apuestas que se hacían en ellas donde los campesinos dejaban buena parte de su salario – sino todo – lo que les ocasionaba pobreza y el tener pocas posibilidades de consumo.

El origen del deporte moderno en El Salvador fue de acceso exclusivo de la elite de la capital – ubicada en la región central del país – y de Santa Ana, la principal urbe del occidente cafetalero. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad. La elite cafetalera practicó las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la inglesa, la española y la estadounidense. Es de destacar que en sus inicios en el país el deporte moderno estuvo dominado por disciplinas individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. Antes de la aparición del fútbol los deportes que se practicaban en el país eran el ciclismo y las carreras de caballos. Es con el nacimiento de los deportes colectivos – como el balompié que los sectores trabajadores urbanos entraron a la arena deportiva.7 Una vez hecha esta contextualización se procederá a estudiar el origen del fútbol en El Salvador desde sus inicios en 1897 hasta la conformación de la primera selección de esta disciplina en 1921.

El nacimiento del fútbol en El Salvador 1897-1921

Sobre los inicios del balompié en El Salvador se sabe que, a principios de octubre de 1897 varios futbolistas se reunían a practicarlo en el Campo de Marte de San Salvador.8 Posteriormente, para el viernes 28 de julio de 1899 se sabe que regresarían de Santa Ana os miembros del Sport Club de San Salvador que, fueron a esa ciudad a tomar parte del partido de fútbol arreglado allí.9 Según se ha constatado en la capital el balompié era practicado con entusiasmo en el Campo de Marte, lugar que para los días en que había partido era frecuentado por gran número de paseantes.10 Esto hizo que el fútbol se convirtiera a principios de agosto en el deporte favorito de la elite capitalina.11

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Para el domingo 8 de octubre de 1899 el Sport Club de Santa Ana jugó contra su similar de la capital en el Campo de Marte a las 4 de la tarde. Fungió como árbitro don Ricardo Moreira hijo. El triunfo fue obtenido por los visitantes por un marcador de dos goles contra cero. Por Santa Ana participaron: Ángel Álvarez, E. Lewousk, Tomás Trujillo, Rafael Meza hijo, Pedro Geofroy, Manuel Trujillo hijo, Carlos Álvarez A., Rafael I. Sifontes, H. Butter, O. Molina y A. Dowine. El equipo capitalino estuvo compuesto por: F. J. Yúdice, Frederic Sawyer, Otelio Ungo, Manuel Fiallos, Ricardo Sagrera, Salvador Rivas V., Rafael A. Aguilar, Miguel Yúdice hijo, Rodolfo Barón, H. Drews hijo y E. Godfried.12

El auge de la fundación de asociaciones balompédicas en la capital se manifestó con la aparición del Small Foot Ball Club,13 el Wilson Club Salvadoreño,14 el Foot Ball Haculhuatecan Club y el Palecah Pelota Foot’ Match.15 Entre los buenos jugadores del Wilson Club Salvadoreño destacó su portero de apellido Castillo, quien aprendió el juego en Estados Unidos. Sin embargo, la práctica del fútbol decayó volviendo a aparecer esporádicamente hasta mediados de septiembre de 1900 con la inauguración del Jolly Boys Foot Ball Club,16 y, a finales de 1904 con la fundación del Club Hércules.17

El año de 1906 evidenció la participación de infantes en el fútbol. A mediados de mayo de ese año los alumnos del Liceo Santaneco se preparaban a celebrar el 15 de septiembre con un partido en la ciudad de Santa Ana. Para eso invitaron a los alumnos del Instituto Nacional Central de San Salvador. Esta idea se debía a la iniciativa del maestro costarricense Carlos Gagini que laboraba en esta institución educativa del occidente salvadoreño.18 Por otra parte, para inicios de octubre se destacaba en la capital un club balompédico infantil. Ninguno de sus miembros contaba con más de diez años y pertenecían a las principales familias salvadoreñas.19

Carlos Gagini (1865-1925)

Carlos Gagini (1865-1925)

Sobre la práctica del balompié a principios del siglo XX existe la información brindada por Enrique Humberto Flores «El zorro Flores», miembro fundador del club capitalino Cemita en 1908. Según él esta disciplina se jugaba con zapatos de «botón» y con corbata.20 Asimismo, para esta época Mariano Bordas integrante del club Esparta refiere que: «Antes el fútbol era una especie de «pleito», en cuyo desarrollo se empleaba toda clase de mañas».21 Para el domingo 26 de septiembre de 1909 se llevó a cabo en San Salvador un partido entre el Small Club y el Club de fútbol del Liceo Salvadoreño. La mayor parte de los jugadores de ambas corporaciones deportivas eran niños entre 10 a 14 años, lo que demuestra una mayor práctica del fútbol entre los infantes capitalinos.22

El 2 de diciembre de 1910 se realizó un partido en la localidad de Izalco entre el club de ese lugar y el de Sonsonate. Ambas asociaciones jugaron en el costado sur de la iglesia de la Asunción. Una vez finalizado el encuentro todos los jugadores se dirigieron a una recepción preparada por la capitana honoraria del club izalqueño, señorita Luisa Godines y sus ayudantes Elvira Vega, Ángela Pacheco y Manuela Artiga.23 Para el domingo 6 de abril de 1913 en la explanada del Campo de Marte de Santa Ana ocurriría un desafío de fútbol. Se enfrentarían el equipo Azul y Blanco y el Rojo y Blanco. En la noticia que registra este evento por primera vez aparecen los dos capitanes de cada equipo, los dos árbitros, los cuatros guardalíneas y los dos médicos que asistirían a los jugadores.24 Unos pocos meses después en el hipódromo de Nueva San Salvador algunos jóvenes de esa localidad se dedicaban a la práctica del balompié.25

A mediados de enero de 1914 Mardoqueo Corcio Ruano daba clases de fútbol a varios niños capitalinos, para lo cual practicaba ensayos por las tardes en el Campo de Marte.26 Meses después se sabe de la organización en San Salvador de un centro social obrero dedicado exclusivamente al balompié. Sus directivos eran: Presidente, Adrián Silva; Vicepresidente, Martín Santa María; Vocales, Eliseo Jule, Alfonso Azúcar, Juan Rosa Luna, Benjamín Castillo y Manuel Ramírez; Tesorero, Arcadio M. Rivera, y, Secretario, Juan Santos Herrera.27 Durante los primeros días de octubre del año antes citado se establecía en la capital el club de fútbol Patria.28 Para el 24 de diciembre los jóvenes integrantes de estas corporaciones deportivas, concertaron un partido en Santa Tecla, lo cual motivó la elección de reinas de belleza para que condecoraran a la asociación victoriosa.29

Un factor que ayudó a la extensión y popularización del balompié lo constituyó la inclusión de mujeres en las juntas directivas de las corporaciones futbolísticas. Esto se ilustra con el caso del Club Juventud Sportiva de Chinameca, corporación deportiva que incluyó entre sus directivos de 1916 a las señoras Emerenciana Granados, Lucila E. Gómez y Bersabé Granados.30 También se sabe que como obsequio a los vencedores del partido que se efectuó el 3 de agosto del año en mención en San Salvador, la primera dama de ese entonces Sara de Meléndez ordenó que se hicieran unas medallas de plata.31 La inserción del fútbol en las fiestas de El Salvador del Mundo de la capital – principales festividades del país – hizo que el fútbol fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.

En la noche del 29 de agosto de 1918, en el local del Consejo Supremo de la Federación Obrera Salvadoreña, se fundó el Club Maratón. Uno de sus primeros acuerdos lo constituyó el practicar el fútbol junto con otros deportes como el baloncesto, beisbol y tenis.32 Además, en este año se estableció el Club Mercurio, organización balompédica integrada por empleados de comercio capitalinos.33 La participación de los militares en la práctica del fútbol fue un hecho que no pasó inadvertido durante los años de análisis. A principios de agosto de 1919 se fundó en San Salvador un club balompédico integrado únicamente por militares.34 Pese a esto la práctica del fútbol fue un fenómeno dominado por civiles.

Sobre el resultado de la Selección de Fútbol de El Salvador en los Juegos Centroamericanos efectuados en Guatemala en 1921 para conmemorar el centenario de la Independencia de Centroamérica, se sabe que perdió ante su similar de Costa Rica por un marcador de siete goles contra cero, por lo que al existir la eliminación directa por partido perdido no pudo seguir disputando el campeonato balompédico regional.35 Por otra parte, al final de los años de estudio se comienza a manifestar la inserción del fútbol en las celebraciones populares. Más específicamente en 1921, en la ciudad de San Miguel, donde se incluía un partido dentro del programa de festejos de la coronación de la Virgen de la Paz.36 También en 1921 se realizó la disputa final de un campeonato entre varias asociaciones balompédicas capitalinas. La copa de campeonato que, durante tres años fue disputada quedó en manos del Club Maratón.37

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Conclusión

El fútbol en El Salvador nace como una actividad cultural que formaba parte de la sociabilidad de la elite económica, principalmente de las ciudades de San Salvador y Santa Ana. La promoción de su práctica en sus primeros años se debe a su apropiación por parte de los infantes, de los trabajadores y del apoyo que algunas mujeres hicieron al sostenimiento de los clubes de balompié como uno de los principales centros de sociabilidad comunal, así como en su práctica y en la inclusión en festividades comunales. La inserción del fútbol en las fiestas agostinas de San Salvador – principales festividades del país – hizo que este fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.


1 Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. San José: FLACSO, 1994. Tomo IV. Las republicas agroexportadoras. p.187.

2 ibid. p.189.

3 ibid. p.190.

4 ibid. p.218.

5 ibid. pp.228-229.

6 Diario del Salvador. Lunes 7 de mayo de 1917. Año XXX. No.6679. p.1.

7 Urbina Gaitán, Chester. «Origen del deporte moderno en El Salvador (1895-1921)». En: http://www.efdeportes.com/ Revista Digital – Buenos Aires – Año 11 – N° 97 – Junio de 2006 En: http://www.efdeportes.com/efd97/salvador.htm

8 Diario del Salvador. Miércoles 6 de octubre de 1897. Año III. No.648. p.3.

9 ibid. Jueves 27 de julio de 1899. Año VII. No.1142 .p.3.

10 ibid. Viernes 28 de julio de 1899. Año VII. No.1143. p.3.

11 ibid. Miércoles 2 de agosto de 1899. Año VII. No.1147. p.3.

12 ibid. Martes 10 de octubre de 1899. Año VII. No.1202. p.2.

13 ibid. 10 de noviembre de 1899. Año VII. No.1228. p.3.

14ibid. Viernes 17 de noviembre de 1899. Año VII. No.1233. p.2.

15 ibid. Martes 5 de diciembre de 1899. Año VII. No.1248. p.2.

16 ibid. Jueves 13 de septiembre de 1900. Año IX. No.1472. p.3.

17 El Club Hércules fue fundado el 25 de septiembre de 1904. Información contenida en: ibid. Sábado 1 de octubre de 1904. Año XV. No.262. p.1.

18 ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Año XVII. No.3122. p.1.

19 ibid. Jueves 4 de octubre de 1906. Año XVII. No.3232. p.4.

20 El Gran Diario. Sábado 12 de agosto de 1939. Año I. No.45. p.7.

21 ibid. Sábado 19 de agosto de 1939. Año I. No.52. p.6.

22 Diario del Salvador. Lunes 27 de septiembre de 1909. Año XXI. No.4106. p.1.

23 ibid. Miércoles 30 de noviembre de 1910. Año XXIII. No.4453. p.1.

24 ibid. Abril 5 de 1913. Año XXVI. No.5154. p.2.

25 ibid. Miércoles 23 de julio de 1913. Año XXV. No.5261. p.3.

26 ibid. Lunes 19 de enero de 1914. Año XXVII. No.5435. p.8.

27 ibid. Miércoles 7 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5679. p.2.

28 ibid. Jueves 8 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5680. p.2.

29 ibid. Lunes 14 de diciembre de 1914. Año XXVII. No.5737. p.2.

30 ibid. Jueves 3 de febrero de 1916. Año XXIX. No.6127. p.2.

31 ibid. Sábado 22 de julio de 1916. Año XXIX. No.6404. p.1.

32 ibid. Viernes 30 de agosto de 1918. Año XXXI. No.7071. p.3.

33 ibid. Miércoles 11 de diciembre de 1918. Año XXXI. No.7158. p.1.

34 ibid. Viernes 8 de agosto de 1919. Año XXXII. No.7352. p.4.

35 ibid. Martes 18 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7997. p.5.

36 ibid. Martes 11 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7992. p.3.

37 ibid. Lunes 8 de octubre de 1923. Año XXXVI. No.8580. p.2.




El nacimiento del fútbol en Costa Rica (1899)

Introducción

La vinculación formal de Costa Rica con la economía mundial -lograda a mediados del siglo XIX por medio del café- le permitió entrar en contacto más directo con diferentes formas de pensamiento y productos culturales que remodelaron todos los ámbitos de la vida del costarricense. A finales del siglo XIX con el ascenso de los liberales al poder, el país cuenta con una burguesía madura que crea un elaborado sistema de control social mediante el cual transmite e impone su visión al resto de la sociedad1. Dentro del proyecto político-cultural de este sector existe toda una intención por homogeneizar la cultura, donde su visión particular del mundo prevalece, imponiéndose a las demás agrupaciones sociales, asumiéndolas estas para la unidad de los fines económicos y políticos y para la unidad intelectual y moral.

Producto de la europeización cultural de la burguesía nacional, las políticas sociales del Estado se concentraron en controlar, vigilar, civilizar y supervisar a los diferentes sectores subalternos, con el fin de popularizar y vulgarizar los valores y prácticas burguesas, las cuales se consideraban de acuerdo al ideario liberal como los que podían llevar al país al progreso, todo lo cual era producto de la cultura secularizante y cosmopolita en la que se desenvolvía dicho sector desde mediados del siglo XIX.2

Fundamentado en el contexto anterior es que el presente artículo pretende estudiar la importancia de la aparición del fútbol en Costa Rica en 1899 en el tiempo libre de los diferentes sectores sociales costarricenses.

La atrevida intromisión: La aparición del fútbol en Costa Rica (1899)

Con la fundación del Jockey Club de Costa Rica en 1873 se introduce el deporte en este país, su práctica estará estrechamente vinculada con las principales colonias extranjeras radicadas en San José y Puerto Limón -europeas y estadounidense principalmente-, ya que debido a sus lazos socio afectivos con la burguesía nacional y a sus intereses comerciales en torno al café y al banano, es lógico que los primeros clubes deportivos se fundaran en aquellos dos lugares, reforzando así la identidad de clase de esos sectores. De lo anterior se deriva el hecho de que las primeras asociaciones deportivas se dedicaran a actividades que sólo estaban al alcance de sus integrantes, debido a que ellos tenían el suficiente tiempo libre, dinero y preocupación por su salud y apariencia física, aspectos que les permitían sostener sus asociaciones, las cuales tenían un carácter clasista y exclusivo. Basta con observar los nombres de las disciplinas a que se dedicaban: hípica, beisbol, ciclismo y esgrima.3

La revisión de fuentes hemerográficas de Costa Rica confirma que el inicio de las prácticas del fútbol en este país se ubica a principios de julio de 1899 en San José, más específicamente en La Sabana, según lo comprueba La Opinión del martes 4 de julio del año antes citado:

«El domingo estuvimos presenciando [el juego

de Foot-Ball] en la Sabana, formado por per-

sonas de nuestra culta sociedad. Nos parece la

distracción bastante higiénica y algo divertida.

¡Very Well!»4

La Sabana

La Sabana

Otra de las primeras noticias que se tienen acerca de la práctica del balompié, es una que La Prensa Libre publicó el día jueves 6 de julio de 1899, donde se destaca la ejecución que algunos niños hacían de este deporte:

«Bueno y conveniente es el juego de pelotas para

los niños porque ello, más que nada, desarrolla la

musculatura y da vida al organismo. Pero debiera

buscarse para esos juegos ciertos lugares como las

plazas ó la Sabana, y no las calles públicas en donde

siempre hay transeúntes. Sabemos que el martes hubo

varias personas que fueron golpeadas por las bolas. Eso

debe de corregirlo la policía».5

Es de notar cómo se trataba de corregir la práctica desordenada del fútbol en las calles josefinas de antaño y se procuraba encauzar su práctica en sitios donde no afectara la integridad física de las personas, como era La Sabana, por ejemplo.

Junto con lo anterior, hay que señalar la idea que se plantea de que muy posiblemente en sus orígenes en el país la práctica del fútbol era coto cerrado de las personas adultas. Sin embargo, se sabe que algunos niños dejaban de asistir a la escuela, por preferir la práctica del «juego de pelota»:

«[De nuevo] encargamos a la policía los grupos

de niños que se forman en las calles públicas a

jugar a la pelota, con el peligro inminente de las

narices de los transeúntes; por la esquina de

La Granja ya no se puede pasar; se ve que los

niños de esos lados han dejado la escuela para

atender al juego; que grandes batidas las que se

forman allí».6

Los continuos partidos de fútbol realizados en 1899 provocaron poco a poco gran admiración entre los espectadores, según se desprende de un artículo de periódico de agosto de 1899:

«[El juego] de [foot-ball] que tuvo lugar el domingo

en la Sabana, demuestra que ya los sportmen han

adquirido mayor afición al divertimento [english

divertiment] y mas destreza en el sport. Oy yes,

very well, [a]ll right. -God save the queen».7

De la cita anterior se puede deducir la importancia que las costumbres inglesas tenían entre la burguesía, así como la apropiación que realizó en este sentido.

A los aficionados al balompié no les importaban las inclemencias del tiempo, por ejemplo, en la mañana del domingo 3 de setiembre de 1899 hubo en La Sabana gran número de jugadores practicándolo, aún cuando el suelo estaba mojado por haber llovido el día anterior.8

La principal diferencia entre el fútbol y el resto de las disciplinas deportivas que se practicaban hasta ese momento, es que este introduce dos elementos que se encuentran ausentes en las otras disciplinas deportivas: la representación nacional y la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador -este último representado por ingleses-, lo cual ocurre en el ambiente de fiesta cívica del 15 de setiembre de 1899, fecha en que se celebra la independencia nacional.

Estos dos elementos son fundamentales, ya que las otras disciplinas deportivas se realizaban básicamente entre individuos pertenecientes al mismo estrato social, donde no existía la participación del elemento trabajador.

El Equipo Costarricense. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox, Fernando Montealegre, Juanito Montealegre y Carlos Millet. Segunda fila: Chale Chamberlain, Óscar Pinto, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes Mora y Chame Carranza. En el suelo: Roberto Pinto, Mariano Montealegre, Alberto Brenes Mora y Gonzalo Quirós Fonseca. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

El Equipo Costarricense. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox, Fernando Montealegre, Juanito Montealegre y Carlos Millet. Segunda fila: Chale Chamberlain, Óscar Pinto, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes Mora y Chame Carranza. En el suelo: Roberto Pinto, Mariano Montealegre, Alberto Brenes Mora y Gonzalo Quirós Fonseca. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

Los nombres de los contendientes en el partido del viernes 15 de setiembre de 1899 son los siguientes:

Equipo Costarricense: Alberto Brenes Mora (capitán), Óscar Pinto, Gonzalo Quirós, Enrique Brenes Mora, Arturo Brenes, Guillermo Montealegre, Mariano R. Montealegre, Jaime Carranza, Carlos Millet, Juan Montealegre y Roberto Pinto. Suplentes: R. Giralt y J.M. Quirós Blanco.

Equipo Extranjero: R. Johnston (Capitan), C. White, G. Riotte, J. Fenton, J. Harbottle, R. Baird, E. Jenkins, J. Phillips, T. Richards, B. Baldroin y D. White. Suplentes: Dr. H. Farmer y W. Desborough. Juez: Dr. H. Pirie.9

El Equipo Extranjero. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox (segundo de izquierda a derecha), Jim Kelly, Charles Lankester y Robert Johnston. Segunda fila: William White, John Scott, Robert Bishop, Thomas Johnston y Robert Baird. En el suelo: Andy Phillips, John Guillen y William Farmer. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

El Equipo Extranjero. De pie en el orden usual: Frederic Nutter Cox (segundo de izquierda a derecha), Jim Kelly, Charles Lankester y Robert Johnston. Segunda fila: William White, John Scott, Robert Bishop, Thomas Johnston y Robert Baird. En el suelo: Andy Phillips, John Guillen y William Farmer. Foto propiedad de Rodrigo Calvo.

Otro de los primeros encuentros balompédicos de los que se tiene conocimiento fue el estaba previsto para mediados de octubre de 1899, entre el segundo equipo del Club Sportmen de La Sabana -con lo que se supone que esta asociación haya estado integrada por más de once jugadores- y el «Partido Azul» del Liceo de Costa Rica, destacándose entre estos últimos algunos muy tenidos por su destreza, entre los que sobresalen algunos futuros políticos, médicos e intelectuales como: León Cortés Castro, Joaquín García Monge, Solón Núñez y Tobías Zúñiga Montufar.10

Es fundamental señalar la participación de los alumnos del Liceo de Costa Rica, que era el principal centro educativo del país, donde ingresaban a estudiar jóvenes provenientes de lugares alejados del Valle Central, los cuales esparcieron la práctica del fútbol al retornar a sus lugares de origen.

Un hecho que distinguió al fútbol del resto de las otras disciplinas deportivas fue la asistencia de un Presidente de la República a un partido de dicho deporte, ya que el Lic. Rafael Iglesias Castro asistió en la mañana del lunes 25 de diciembre de 1899 a presenciar el partido efectuado entre costarricenses e ingleses, lo cual parece haberle impreso a este deporte un carácter «oficial», pues contaba con el patrocinio del Presidente:

«Para estimular el gusto del foot-ball y sabiendo

que este juego desarrolla el vigor del cuerpo a la

par que corrige las costumbres, el señor Presidente

de la República ha ofrecido a los jóvenes que se

dedican a tan saludable ejercicio, su cooperación

en todo sentido».11

Lo anterior permite esbozar la idea de que el Presidente Iglesias trataba de impulsar el fútbol como un deporte de interés nacional, al cual tenía acceso el sector popular costarricense. Aunque es probable que el verdadero interés de don Rafael en el fútbol era recobrar popularidad, ya que es sabido que gobernó en forma dictatorial durante los ocho años que estuvo en el poder.12

Lic. Rafael Iglesias Castro. Presidente de Costa Rica (1894-1898) y (1898-1902)

Lic. Rafael Iglesias Castro. Presidente de Costa Rica (1894-1898) y (1898-1902)

Con respecto al partido en mención, hay que apuntar que dio inicio a las ocho y media de la mañana, siendo amenizado por la banda marcial. Cada equipo portaba su correspondiente uniforme y los ingleses ostentaban en su campo un hermoso pabellón británico. El partido fue ganado por los ingleses, sobresaliendo entre los perdedores Óscar Pinto, quien conquistó ese día, el puesto de mejor jugador de fútbol de Costa Rica.13

Conforme nuevas diversiones comenzaron a ser aceptadas y practicadas por la burguesía josefina -como fue el caso del fútbol-, se comenzó a pensar en introducirlas entre las formas de celebración, que hasta ese momento se conocían en San José, siendo una de las más importantes las ya famosas fiestas cívicas de esta ciudad:

«Ya es tiempo de que abandonemos la rutina ridícula

y la tradición sosa. Nuestras fiestas cívicas, como

hasta ahora se han celebrado, no pasan de ser un

reflejo de barbarie ó de incultura al menos. Esas

mascaradas grotescas, esas corridas de toros y

á veces de vacas, esa manera de divertirse

bacanalmente el pueblo, á fuerza de licor blanco

ó sea de guaro; esa alegría manifestada en la riña

y en el salvajismo de los alaridos inarmónicos y

olorosos á anís y ron colorado; esa fiebre de juego

prohibido y de abuso sin límites, nada bueno dicen

a favor de la cultura y de la moralidad del pueblo.

Que vengan los carnavales en donde el arte

resplandece, los festejos delicados, los

beneficiosos sports y todo aquello que no

evoque la memoria llena de polvo de la era de

la conquista y de la vida de los indios

incivilizados».14

Del párrafo anterior sobresale un discurso que tiene el objetivo de «civilizar», «educar», y a la vez, «modernizar» las formas tradicionales de celebración y festejo que los sectores populares venían conservando y practicando hasta ese entonces, con el fin de adaptarlas a nuevas formas de diversión que se consideraban más cultas, como por ejemplo, los carnavales y los juegos deportivos.

A principios de diciembre de 1899, el entusiasmo por el balompié comienza a convertirse en un aspecto muy importante para los habitantes de la ciudad de San José, ya que en esta se habían formado tres equipos de fútbol.15

Conclusión

Con respecto al origen del fútbol en Costa Rica este se encuentra directamente vinculado a jóvenes estudiantes pertenecientes a las principales familias de la burguesía cafetalera nacional y a alumnos y personal docente del Liceo de Costa Rica, destacándose los estudiantes de esta institución como elementos propagadores del fútbol en el ámbito nacional.

Los factores que hicieron del balompié un deporte con características especiales para el costarricense son los siguientes: introduce el elemento de representación nacional y la lucha deportiva entre el grupo dominante y el sector trabajador, factores que diferencian al fútbol de las demás disciplinas deportivas que se venían practicando a fines del siglo XIX, las cuales eran ejecutadas entre individuos pertenecientes al mismo grupo social.

Otro factor que marcó la diferencia en el fútbol es que fue el primer deporte al que asiste un Presidente de la República, lo que posiblemente le haya imprimido un carácter oficial y de interés nacional, aunque es probable que también haya sido un medio para ganar popularidad y hacer imagen política.


1 Gil Zúñiga, José Daniel. «Controlaron el espacio, hombres, mujeres y almas 1880-1941». En: Seminario: «Fin de Siglo XIX e identidad nacional en México y Centroamérica». Museo Histórico Cultural Juan Santamaría. Alajuela, Costa Rica, 11-14 de mayo de 1999.

2 Molina Jiménez, Iván y Palmer, Steven, eds. Héroes al gusto y libros de moda. Sociedad y cambio cultural en Costa Rica (1750-1900). San José: Editorial Porvenir, 1992; ________.  El paso del cometa. Estado, política social y culturas populares en Costa Rica (1800-1950). San José: Editorial Porvenir, 1994; Molina Jiménez, Iván. El que quiera divertirse. Libros y sociedad en Costa Rica (1750-1914). San José: EUCR, 1995; Fumero Vargas, Patricia. Teatro público y Estado en San José 1880-1914. Una aproximación desde la historia social. San José: EUCR, 1996; Acuña, Gilbert, et al. «Las exhibiciones cinematográficas en Costa Rica (1897-1950)». Memoria de Seminario. Licenciatura en Historia. Universidad de Costa Rica. 1996; Enríquez Solano, Francisco José. «Diversión pública y sociabilidad en las comunidades cafetaleras de San José: El caso de Moravia (1890-1930)». Tesis de Maestría en Historia. Universidad de Costa Rica. 1998; Urbina Gaitán, Chester. «¿Promoción o prevención? Alcoholismo, Estado e Iglesia en Costa Rica (1850-1936)». En: Repertorio Americano. Heredia: EUNA. Nueva Época. Nro. 7. Enero-Junio de 1999; _________. «Programas radiales, Estado e identidad nacional costarricense (1938-1939)». En: Revista Electrónica de Historia.  Vol.1. Nro.  3.  Abril-Junio del 2000. En: http://ns.fcs.ucr.ac.cr/~historia/portada.html ________. «Homogeneizando culturas. Peleas de gallos, corridas de toros y Estado en Costa Rica (1883-1914)». En: «Revista de Ciencias Sociales». San José: EUCR. Año 43. Nro. 89. 2000-II; y, _________. «Circo, nigromancia y prestidigitación en Costa Rica (1867-1914). Una aproximación desde la historia social». En: ibid. San José: EUCR. Año 43. Nro. 95. 2002-I. En general estas obras refieren que el Estado usó la sociabilidad para transmitir patrones culturales e identitarios -principalmente de tipo nacionalista- con el fin de mantener el respeto a la jerarquía de clase. Sin embargo, su control social se concentró alrededor del Valle Central, región que resumía en torno a sí la idea de nación.

3 Urbina Gaitán, Chester. Costa Rica y el deporte (1873-1921). Un estudio acerca del origen del fútbol y la construcción de un deporte nacional. Heredia: EUNA, 2001. pp.21-62.

4 La Opinión. 4 de julio de 1899. p.3. El paréntesis es mío.

5 La Prensa Libre. 6 de julio de 1899. p.3.

6 ibid. 7 de julio de 1899. p.3. El paréntesis es mío.

7 ibid. 22 de agosto de 1899. p.3. Los paréntesis son míos.

8 La República. 5 de setiembre de 1899. p.2.

9 ibid. 15 de setiembre de 1899. p.3.

10 ibid. 18 de octubre de 1899. p.3. Con respecto a los nombres de los posibles integrantes del «Partido Azul» del Liceo de Costa Rica se obtuvieron de los libros de registro del Liceo de Costa Rica de 1899 y 1900 y los bachilleres de 1899.

11 La República. 25 de diciembre de 1899. p.3.

12 Para más información acerca de la dictadura del Lic. Rafael Iglesias Castro se recomienda la lectura del libro: Orlando Salazar Mora. El apogeo de la República Liberal en Costa Rica 1870-1914. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1990.

13 La República. 29 de diciembre de 1899. p.2.

14 ibid. 21 de setiembre de 1899. p.2. La negrita es mía.

15 ibid. 5 de diciembre de 1899. p.3.