Los orígenes del Real Betis Balompié
En la década de 1870 numerosas compañías y empresas británicas se instalan en Vigo, Bilbao, Barcelona, Huelva, Jerez o Sevilla. Las colonias de población británica que allí se ubican trasladan los hábitos y costumbres deportivas para sus ratos de ocio, siendo el fútbol uno de los deportes que practican, junto al cricket o al remo.
También las tripulaciones marineras que comunicaban esas localidades con Gran Bretaña serán unos practicantes habituales y propagadores de la novedosa modalidad deportiva.
Por otro lado, está el caso de los jóvenes integrantes de la burguesía, que se trasladan a Inglaterra para estudiar o para desarrollar prácticas profesionales, y que conocen de forma directa la expansión del Foot-Ball, ya convertido allí en un espectáculo de masas, y que, al regresar a sus lugares de origen, repiten lo que han visto y practicado en el Reino Unido y son propagadores del nuevo juego del fútbol en Barcelona, Madrid o Bilbao.
En febrero de 1869 la prensa gibraltareña y jerezana recoge la noticia de un encuentro deportivo en Jerez entre miembros del Jerez Cricket Club y marineros de un buque de la Royal Navy atracado en Cádiz, en el que además de un partido de criquet se disputó “una partida de foot-ball, sumamente animada, en la que hubo alguna contusión de poca importancia”.
A partir de 1873 en Riotinto hay constancia segura de la práctica futbolística, entre otros deportes, en la colonia británica allí instalada dedicada a la minería, básicamente del cobre. Es en Riotinto, donde en 1878 se crea el primer club (Riotinto Foot Ball Club).
En 1889 se funda el Huelva Recreation Club, el origen del Recreativo de Huelva, el club decano del fútbol español, también relacionado con la colonia británica vinculada a la minería de Riotinto.
En Sevilla, aun teniendo también raíces de procedencia británica en el siglo XIX, el fútbol no arraiga en la ciudad y su implantación definitiva será más tardía y ya en el siglo XX.
Así en 1890 el club de fútbol de la colonia británica de Sevilla contendió con el club onubense del Recreativo, en una serie de duelos jugados en Sevilla y Huelva. Sin embargo, al contrario de lo que sucedió en Huelva, el club británico de Sevilla dejó de competir en 1892 y de él nunca más se supo.
No es hasta 1905 cuando tenemos constancia de un nuevo intento futbolístico en Sevilla, pues en octubre de ese año la prensa da cuenta de la constitución de una Sociedad de Foot-ball, pero que tampoco registra ninguna actividad práctica durante esos años.
No será hasta 1908, octubre en el caso del Football Club, y septiembre en el caso del Balompié, cuando tenemos constancia de la práctica futbolística en Sevilla de forma habitual, continua y organizada.
En el caso concreto del Balompié la primera noticia que tenemos es una inserción en el periódico madrileño el Imparcial el 12 de septiembre de 1908 y que dice lo siguiente:
“Nos comunican desde Sevilla que se ha constituido allí una sociedad de deportistas bajo el título de España Balompié.
La felicitación con que nuestros amables comunicantes nos favorecen, se la devolvemos, muy afectuosa a los balompedistas (así se firman, y hacen bien) que tienen el buen gusto de decir en español lo que la rutina y el culto cursi al exotismo apenas aciertan a decir en lengua extraña”.
Respondía esta nota de prensa a la campaña emprendida en los medios de prensa de la época por el periodista Mariano de Cavia en agosto de 1908, en favor del uso de la palabra Balompié en lugar del anglicismo Foot-Ball.
Una campaña que dio lugar en periódicos como El Heraldo, El Liberal, El Imparcial o El País a la propuesta de diversos nombres para sustituir al anglicismo con el que se designaba esta modalidad deportiva, siendo la del Balompié, propuesta por Mariano de Cavia, la que terminó aceptándose.
Aunque tradicionalmente se daba 1907 como fecha de fundación del Balompié es más que evidente que si la palabra no se inventó hasta agosto de 1908, no pudo ser antes de esa fecha la formación del club.
Sí es más que posible que jugaran antes de manera informal; por ejemplo, la imagen más antigua conocida de sus integrantes nos remite a 1906, así como algún testimonio años después de alguno de sus fundadores. Lógicamente antes de la formación y constitución de un club para una práctica deportiva, lo normal es que esa modalidad deportiva sea practicada con anterioridad por sus integrantes, aunque sin llegar a formalizar la constitución de club alguno.
¿Y quiénes eran estos integrantes? Pues jóvenes estudiantes que se formaban sobre todo en la Academia Politécnica Sevillana, una institución educativa especializada desde 1894 en la preparación de las pruebas para el ingreso en las carreras militares, así como en las escuelas de Ingenieros, Derecho, Comercio, Aduanas, Correos y Telégrafos. También tenía secciones de estudios de primera y segunda enseñanza.
En menor medida también en el grupo fundador se integran estudiantes de otras academias de Sevilla, como la Academia Cívico-Militar.
A finales de enero de 1909 la nueva sociedad presenta su reglamento interno ante el Gobierno Civil de Sevilla, y el 1 de febrero es anotada oficialmente en el Registro de Asociaciones del Gobierno Civil. Lo hace con el nombre de Sevilla Balompié y como finalidad de la sociedad se declara “cultivar los deportes”, lo que concuerda perfectamente con el primer artículo del reglamento de 1909 que dice textualmente: “La Sociedad denominada Sevilla Balompié tiene por objeto cultivar los deportes, especialmente el que lleva por título”.
La primera junta directiva del Sevilla Balompié es presidida por Alfonso del Castillo Ochoa, Roberto Vicente de Mata como vicepresidente, Juan del Castillo Ochoa tesorero, Vicente Peris Castellano secretario, Salvador Morales vicesecretario, y José Sequeiros Olmedo, Gabriel Badillo Gener, Jacinto Wesolowski Zaldo, Antonio Gutiérrez Fernández y Edmundo Wesolowski Zaldo como vocales. Una media de 20 años es la que presentan las edades que conocemos de 8 de los 10 miembros de esta primera junta balompedista.
En ese mismo mes de febrero la prensa sevillana recoge las crónicas de los dos primeros partidos conocidos del Sevilla Balompié: sendos amistosos contra el Sevilla Football Club, con derrota por 4 a 0 en al primero y victoria por 2 a 1 en el segundo. Estos encuentros se juegan en el Prado de San Sebastián, una amplia extensión que sólo se usa para las Ferias de Abril y San Miguel, mientras que el resto del año se utiliza para el pastoreo de ganado, maniobras de los regimientos militares y, a partir de estas fechas, para las prácticas deportivas de las sociedades futbolísticas sevillanas.
El uniforme que utiliza el Sevilla Balompié está compuesto por camiseta azul, pantalón blanco y medias negras. Los partidos que se disputan a lo largo de este 1909 son todos de carácter amistoso, contra el Sevilla FC o contra las tripulaciones de los numerosos barcos británicos que atracan habitualmente en el puerto de Sevilla por motivos comerciales.
En enero de 1910 el Sevilla Balompié sale por primera vez de la ciudad, para disputar un Campeonato de Andalucía que organiza en Huelva el Recreativo onubense.
En abril de 1910 tenemos las primeras noticias de un nuevo club: el Betis Football-Club, con vestimenta blanca y que se enfrenta en varias ocasiones al Sevilla Balompié, en algunas de ellas coaligado con el Sevilla Football-Club. En noviembre de 1911 El Betis FC es absorbido por el Sevilla FC, del que de nuevo se separa en febrero de 1912.
Desde noviembre de 1910 el Sevilla Balompié adopta los colores verdiblancos. Lo hace por iniciativa de Manuel Ramos Asencio, quien había estudiado en el colegio marista de Dumfries, en Escocia, cerca de Glasgow. En este colegio impartía clases Andrew Kerins (el hermano Walfrid), quien en 1888 había fundado el Celtic Football Club, y es este el fundamento de los colores verdiblancos, procedentes del club que agrupaba a la comunidad católica de Glasgow de origen irlandés.
En Sevilla el fútbol se fue popularizando en estos años y se fundaron numerosos clubs: el Recreativo de Sevilla Foot-Ball en 1911, y en 1913 el Andalucía Foot-Ball Club, Football Club Español, Sociedad Híspalis Football Club, Ideal Club, Estrella Football Club, Gimnástica de Sevilla, Athletic Football Club, etc.
Todo ello conduce a la celebración desde 1911 de la Copa Sevilla, un campeonato por eliminatorias organizado por el Ayuntamiento de Sevilla y que se convierte en el campeonato oficioso local. El Sevilla Balompié venció en 3 de las 4 ediciones disputadas, demostrando su hegemonía en el fútbol local en estos años.
Desde el año 1913 vive en Sevilla Herbert Richard Jones, quien llega procedente de Cádiz, en donde fue uno de los principales componentes del Español Football Club gaditano. Su traslado a Sevilla por motivos profesionales hace que entre a formar parte del Sevilla Balompié.
El Betis Football-Club prosiguió con su vida, bastante más azarosa que la del Balompié. Tras separarse del Sevilla FC a finales de febrero de 1912 mantuvo su actividad hasta el verano de 1913, pero en septiembre sus componentes se habían ya integrado en otros clubs de la ciudad. El proyecto no terminaba de cuajar y por segunda vez desaparece la actividad del equipo.
En marzo de 1914 vuelve a reorganizarse por tercera vez. En su composición predominan los antiguos integrantes que se vuelven a reunir, procedentes de diversos equipos, pero sobre todo desde el Sevilla FC que había recogido a la mayoría de sus componentes el año anterior.
En esta reorganización tendrá ahora mucho peso el carácter institucional, ya que, en el mes de agosto de 1914, tras los pertinentes contactos realizados por el marqués de Mochales con el marqués de la Torrecilla, mayordomo del rey Alfonso XIII, el club recibe el título de Real, lo que supone un fuerte espaldarazo institucional en una sociedad profundamente conservadora, como era la España de la Restauración, y en el que la monarquía aún conservaba un gran prestigio social.
La prensa especuló en ese verano de 1914 con una posible fusión entre el Sevilla Football Club y el Sevilla Balompié. La intención no era otra que “arrancar de Huelva la Copa del Campeonato de Andalucía, la cual hace cuatro años que está en poder del Recreativo de dicha ciudad”. (El Noticiero Sevillano, 1 de agosto de 1914)
Sin embargo, el 14 de septiembre una junta general extraordinaria del Sevilla Balompié nombraba presidente a Herbert Richard Jones. Esta nueva directiva será la que propugnará la fusión con el ya Real Betis Football Club.
Es el 18 de octubre cuando el Real Betis Football Club celebra su último partido, un amistoso en el que pierde 3-0 con el Sevilla Balompié. Un mes después, éste juega su último partido como tal, cuando se impone 6-0 al Español Football Club.
Por esas fechas ya estaban en marcha las conversaciones para la fusión de ambas sociedades, aspecto que fue aprobado en sendas juntas generales extraordinarias: la del Sevilla Balompié el 6 de diciembre y la del Real Betis Football Club el 8 de diciembre.
El Liberal en su edición del 17 de diciembre ya nos informa claramente sobre el tema: “Las Sociedades de Foot-Ball Real Betis Foot-Ball Club y Sevilla Balompié, han acordado su unión formando un solo Club con el nombre de Real Betis Balompié. Esta Sociedad inaugurará su temporada sportiva el domingo 27 con un match de foot-ball en Tablada a beneficio de la Liga contra la Trata de Blancas. También tiene concertados varios partidos con los teams de Cádiz, Huelva y Sevilla.”
El 21 de diciembre se solicitó a la Casa Real por parte del Real Betis Football Club autorización para unirse con el Sevilla Balompié, bajo la denominación de Real Betis Balompié. El día 23 la Casa Real dio su aprobación.
Y el día 27 de diciembre de 1914 se jugó el partido antes citado y en el que el equipo onubense del Recreativo se impuso con claridad por 1 a 3. José Fernández Zúñiga, Antonio Gutiérrez, Hilario Navarro, Antonio Palacios, Herbert Jones, Andrés Hermosa, Enrique Añino, Carmelo Navarro, José Hermosa, Santana y Francisco Carrión fueron los alineados ese día.
De ese mismo 27 de diciembre son los estatutos del Real Betis Balompié, que constan de 39 artículos en los que se detalla el funcionamiento de la sociedad, con apartados en los que se establecen los diversos tipos de socios, las condiciones para su admisión, los derechos y obligaciones de éstos, las características de la Junta Directiva y de los diversos integrantes de ésta.
Desde el primer momento el elemento balompedista será el predominante, dado su mayor potencial futbolístico y social. La mayoría de los jugadores pertenecen al Balompié, así como los colores del club, que en su primer partido viste de verdiblanco, los colores de la sociedad balompedista, frente a los verdinegros del Betis. Incluso el primer presidente del Real Betis Balompié es Herbert Richard Jones, el presidente y jugador del Sevilla Balompié.
Ya en los primeros días de enero de 1915 se juegan nuevos partidos. Contra los gibraltareños del Britannia Football Club los días 3 y 4 de enero, con sendas derrotas en Tablada 0-4 y en el Prado de San Sebastián 2-6. Para enfrentarse al poderoso equipo de la Roca incluso se refuerza con 2 jugadores sevillistas: Spencer y Pérez.
Curiosamente en estos dos partidos contra los gibraltareños el Real Betis Balompié viste de amarillo y negro, equipación recuperada en la temporada 2014-15 como la tercera del club bético.
Finalmente, el 6 de enero de 1915 se produce la primera victoria del Real Betis Balompié, en este caso la más dulce de las victorias, pues es en un amistoso frente al eterno rival. Se pone en juego una copa donada por la Sociedad Artística Sevillana y el equipo bético se impone por 1 a 0 con gol de Henke.
El equipo en esta ocasión viste con jersey verde botella. De los 11 jugadores alineados sólo uno, Gutiérrez, proviene del antiguo Betis FC, mientras que los 10 restantes jugaban en el Sevilla Balompié. Es una clara señal de quién predomina de forma clara en el nuevo Real Betis Balompié, lo que llevará a algunos disidentes al intento de reconstituir de nuevo al Betis Football Club de forma independiente, aunque su intento no tuvo mayor trascendencia.
El Real Betis Balompié, como hemos visto, asume mayoritariamente el legado del Sevilla Balompié, lo que se plasma incluso a nivel legal en el Registro de Sociedades del Gobierno Civil, donde sobre la inscripción originaria del Sevilla Balompié en el asiento número 283 del 1 de febrero de 1909 se tacha la palabra “Sevilla” y se sustituye por la denominación “Real Betis”.
Y ya tenemos de forma definitiva al Real Betis Balompié constituido. Pronto, en el mes de febrero, se jugaría una nueva edición de la Copa de Sevilla, en la que el Real Betis Balompié se alzaría con una nueva victoria tras imponerse en la semifinal al Sevilla FC 2-1 y al Español FC 3-0 en la final.
El domingo 1 de mayo en la prensa sevillana se inserta un anuncio habitual de la época en la que se da cuenta de la programación radiofónica de la emisora local EAJ-17, asociada a Unión Radio, y en el que se avisa que el lunes 2 de mayo a las seis de la tarde se darán noticias del partido a celebrar en Madrid entre Barcelona y Betis.
Posteriormente, ya el día 3 de mayo junto a la crónica detallada del partido, repleto de incidentes y en el que el club catalán venció 1-0, se inserta otra noticia en la que se habla de la retransmisión radiofónica, a cargo del “speaker” Celestino Horario, redactor deportivo de la agencia Febus.
Y también una nota inserta en prensa por parte del Real Betis Balompié, en la que se animaba a la afición a recibir en la estación ferroviaria de Plaza de Armas a la expedición bética de regreso de Madrid esa misma noche, deja claro en su inicio que el partido fue radiado y escuchado en Sevilla.
Queda la duda si esta retransmisión radiofónica fue también para Barcelona, pues hasta ahora en la prensa barcelonesa no se ha encontrado rastro de que así fuese. ¿Podría haberse retransmitido sólo para Sevilla a tenor del interés despertado en la ciudad hispalense?
El partido finaliza con victoria bética 1-2 con goles de Julio para los locales y de Rey y Paquirri para los visitantes.
El Betis vuelve a Tenerife el viernes 14, y el domingo 16 de noviembre en el campo de Miraflores se enfrenta al Tenerife Sporting Club, en un encuentro en que se pone en juego una copa donada por el Ayuntamiento de la capital tinerfeña. Ante el empate a 0, dos días después se repite el partido, en el que vence el club local por 2 a 1, con goles de Croisier y Bello para el Tenerife y Carmelo para el Betis. Como novedad en este encuentro la presencia del jugador y capitán bético Carmelo Navarro, quien no había acudido en el viaje inicial a Canarias por estar realizando el servicio militar en Cádiz.
Terminado el encuentro, y para poner fin a la estancia bética en Tenerife, la expedición verdiblanca fue homenajeada por el Tenerife SC, primero en el café Excelsior y luego con un banquete en Villa Benítez.
Como podemos leer desde el primer momento el nuevo terreno de juego es identificado con el sitio del Real Patronato Obrero. Se trata de una institución destinada a promover la mejora de vida de los obreros que en 1915 construyó 74 viviendas colindantes con la Huerta del Fraile, y que terminará dando nombre al campo de juego al que con frecuencia se denominará el Campo del Patronato.
Los orígenes sociales de los componentes de Sevilla y Betis son muy similares en sus primeros tiempos, básicamente miembros de la burguesía acomodada (estudiantes, comerciantes o profesiones liberales), que son los que se pueden permitir en esta época la práctica de la actividad deportiva. Sin embargo, desde esos años se va a producir una asimilación del Betis como un equipo popular frente al Sevilla como un equipo más exclusivista. En ello pudo influir la asociación del equipo blanco con la casa aristocrática que les proporcionó el terreno de juego de Reina Victoria, mientras que el Betis ubicó su nuevo campo en un entorno en el que la población obrera tenía más visibilidad dado el entorno de fábricas industriales que lo rodeaban.
El primer partido oficial en el nuevo terreno de juego del Patronato se celebró el 24 de noviembre de 1918, cuando el equipo bético derrotó por 9 a 1 al Español FC de Cádiz en partido de la tercera jornada del Campeonato de Andalucía, siendo el jugador Benítez el autor del primer tanto oficial en el Patronato.
Loa partidos inaugurales se disputaron frente a los barceloneses de la Unió Esportiva Sants, que por aquel entonces formaba parte de la élite del fútbol catalán. El 14 de diciembre el Betis se impuso 1-0, mientras que el día 15 fueron vencedores los visitantes por 0-2.
En la imagen Betis y Sants posan antes del inicio de uno de los partidos, apreciándose al fondo las nuevas construcciones en el graderío y el paisaje industrial a la izquierda de la imagen.
Y de enero de 1927 es esta muestra del Campeonato B local en el que compiten dos equipos trianeros (el Fabié FC y la Gimnástica de Triana) y dos sevillanos (el Iberia FC y el Industria FC).
Incluso el Sevilla FC utilizó el campo del Patronato en una ocasión como terreno de juego local, en el partido de Copa que le enfrentó al Valencia el 8 de abril de 1928.
El 28 de octubre de 1928 tiene lugar la inauguración del nuevo recinto en el partido que enfrenta al Real Betis Balompié con el Real Málaga FC correspondiente a la jornada 2 del Campeonato de Andalucía, con victoria local por 4 a 0.
En diciembre de 1929 se formaliza un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla que invalida el suscrito en junio de 1918. Tiene una duración por espacio de 25 años y se amplía la superficie de terrenos arrendados, hasta totalizar 43.421 metros cuadrados. Con esta ampliación el club se puede plantear ya la construcción de las pistas de tenis y del frontón. En paralelo también sube el importe a pagar al Ayuntamiento: 6.000 pesetas anuales abonadas en las primeras quincenas de enero y julio. Todas las obras a realizar corren a cuenta del club, así como su mantenimiento, y deberán revertir al Ayuntamiento en al plazo de 25 años.
De las construcciones de esta época la única que a día de hoy queda en pie es precisamente el Frontón Betis, convertido en almacén municipal.
La otra entidad que sobrevive todavía es el Betis Tenis Club, que en 1930 construyó sus campos de tenis y se constituyó en una sociedad independiente, aunque muy ligada en estos inicios al club verdiblanco.
En la década de los años 30 el campo del Patronato será testigo de una época dorada en la historia del club. En la Copa de 1931, aún con el Betis en Segunda División, se alcanza la final de Copa tras eliminar a 3 equipos de Primera División: Real Sociedad, Real Madrid y Arenas.
En el pasado mes de agosto se han producido dos efemérides relacionadas con Benito Villamarín: el centenario de su nacimiento, acaecido en la localidad orensana de Puga el 21 de agosto de 1916, y el cincuentenario de su fallecimiento, que tuvo lugar en Sevilla el 15 de agosto de 1966.




El encuentro del domingo 23 vuelve a repetir el escenario del campo de Nervión, aunque cambia en esta ocasión el destino de los ingresos del encuentro. Será Auxilio Social, el organismo dependiente de la Falange, el beneficiario de la recaudación.


El jueves 6 de enero, aprovechando la festividad del día de Reyes, el equipo se desplaza a Málagapara enfrentarse a una selección local. El campo de los Baños del Carmen aparece exornado con toda la parafernalia propia del momento: banderas, guirnaldas patrióticas y bandas de música que antes del partido interpretan los himnos de Falange, el Oriamendi y el Nacional, mientras que jueces, jugadores, autoridades y público escuchan en silencio y brazo en alto.
El domingo 9 de enero es el Stadium de Los Cármenes el marco elegido para el tercer partido de la gira. Al igual que en los dos anteriores la recaudación obtenida irá en beneficio del Ejército, y la prensa local se encarga de caldear el ambiente previo para que la afición responda: “Cádiz y Málaga han dado la nota de patriotismo agotando todas las localidades, y haciendo una recaudación brillantísima. Granada no puede ser menos en este alarde de buenos sentimientos”.
El día 11 de enero el equipo nacional volvió a Sevilla, concentrándose en Alcalá de Guadaira, concretamente en Oromana, donde continuaría la preparación para el partido de Lisboa.
En el partido contra el Betis se impuso claramente el conjunto alemán por 4 a 0.
En este segundo partido el Sportfreunde se impuso por 2 goles a 0, ante unos 4.000 espectadores.
En este partido el Betis cosechó una importante derrota por 6 goles a 1.
El conjunto bávaro se impuso por 1 a 0.
Para los jugadores béticos fue toda una experiencia, destacando en sus relatos posteriores cómo fueron tratados en todas partes, sobre todo el recibimiento que tuvieron en Breslau, y la impresión producida por grandes ciudades como París y Berlín. Se intercambiaron diversos obsequios con los clubs alemanes, como copas, placas y bandejas conmemorativas de la expedición.
El próximo 10 de marzo se cumplirán 50 años del fallecimiento de Andrés Aranda Gutiérrez.














