Los orígenes del Real Betis Balompié

En la década de 1870 numerosas compañías y empresas británicas se instalan en Vigo, Bilbao, Barcelona, Huelva, Jerez o Sevilla. Las colonias de población británica que allí se ubican trasladan los hábitos y costumbres deportivas para sus ratos de ocio, siendo el fútbol uno de los deportes que practican, junto al cricket o al remo.

También las tripulaciones marineras que comunicaban esas localidades con Gran Bretaña serán unos practicantes habituales y propagadores de la novedosa modalidad deportiva.

Por otro lado, está el caso de los jóvenes integrantes de la burguesía, que se trasladan a Inglaterra para estudiar o para desarrollar prácticas profesionales, y que conocen de forma directa la expansión del Foot-Ball, ya convertido allí en un espectáculo de masas, y que, al regresar a sus lugares de origen, repiten lo que han visto y practicado en el Reino Unido y son propagadores del nuevo juego del fútbol en Barcelona, Madrid o Bilbao.

En febrero de 1869 la prensa gibraltareña y jerezana recoge la noticia de un encuentro deportivo en Jerez entre miembros del Jerez Cricket Club y marineros de un buque de la Royal Navy atracado en Cádiz, en el que además de un partido de criquet se disputó “una partida de foot-ball, sumamente animada, en la que hubo alguna contusión de poca importancia”.

A partir de 1873 en Riotinto hay constancia segura de la práctica futbolística, entre otros deportes, en la colonia británica allí instalada dedicada a la minería, básicamente del cobre. Es en Riotinto, donde en 1878 se crea el primer club (Riotinto Foot Ball Club).

En 1889 se funda el Huelva Recreation Club, el origen del Recreativo de Huelva, el club decano del fútbol español, también relacionado con la colonia británica vinculada a la minería de Riotinto.

En Sevilla, aun teniendo también raíces de procedencia británica en el siglo XIX, el fútbol no arraiga en la ciudad y su implantación definitiva será más tardía y ya en el siglo XX.

Así en 1890 el club de fútbol de la colonia británica de Sevilla contendió con el club onubense del Recreativo, en una serie de duelos jugados en Sevilla y Huelva. Sin embargo, al contrario de lo que sucedió en Huelva, el club británico de Sevilla dejó de competir en 1892 y de él nunca más se supo.

No es hasta 1905 cuando tenemos constancia de un nuevo intento futbolístico en Sevilla, pues en octubre de ese año la prensa da cuenta de la constitución de una Sociedad de Foot-ball, pero que tampoco registra ninguna actividad práctica durante esos años.

No será hasta 1908, octubre en el caso del Football Club, y septiembre en el caso del Balompié, cuando tenemos constancia de la práctica futbolística en Sevilla de forma habitual, continua y organizada.

En el caso concreto del Balompié la primera noticia que tenemos es una inserción en el periódico madrileño el Imparcial el 12 de septiembre de 1908 y que dice lo siguiente:

Nos comunican desde Sevilla que se ha constituido allí una sociedad de deportistas bajo el título de España Balompié.

La felicitación con que nuestros amables comunicantes nos favorecen, se la devolvemos, muy afectuosa a los balompedistas (así se firman, y hacen bien) que tienen el buen gusto de decir en español lo que la rutina y el culto cursi al exotismo apenas aciertan a decir en lengua extraña”.

Respondía esta nota de prensa a la campaña emprendida en los medios de prensa de la época por el periodista Mariano de Cavia en agosto de 1908, en favor del uso de la palabra Balompié en lugar del anglicismo Foot-Ball.

Una campaña que dio lugar en periódicos como El Heraldo, El Liberal, El Imparcial o El País a la propuesta de diversos nombres para sustituir al anglicismo con el que se designaba esta modalidad deportiva, siendo la del Balompié, propuesta por Mariano de Cavia, la que terminó aceptándose.

Aunque tradicionalmente se daba 1907 como fecha de fundación del Balompié es más que evidente que si la palabra no se inventó hasta agosto de 1908, no pudo ser antes de esa fecha la formación del club.

Sí es más que posible que jugaran antes de manera informal; por ejemplo, la imagen más antigua conocida de sus integrantes nos remite a 1906, así como algún testimonio años después de alguno de sus fundadores. Lógicamente antes de la formación y constitución de un club para una práctica deportiva, lo normal es que esa modalidad deportiva sea practicada con anterioridad por sus integrantes, aunque sin llegar a formalizar la constitución de club alguno.

¿Y quiénes eran estos integrantes? Pues jóvenes estudiantes que se formaban sobre todo en la Academia Politécnica Sevillana, una institución educativa especializada desde 1894 en la preparación de las pruebas para el ingreso en las carreras militares, así como en las escuelas de Ingenieros, Derecho, Comercio, Aduanas, Correos y Telégrafos. También tenía secciones de estudios de primera y segunda enseñanza.

En menor medida también en el grupo fundador se integran estudiantes de otras academias de Sevilla, como la Academia Cívico-Militar.

A finales de enero de 1909 la nueva sociedad presenta su reglamento interno ante el Gobierno Civil de Sevilla, y el 1 de febrero es anotada oficialmente en el Registro de Asociaciones del Gobierno Civil. Lo hace con el nombre de Sevilla Balompié y como finalidad de la sociedad se declara “cultivar los deportes”, lo que concuerda perfectamente con el primer artículo del reglamento de 1909 que dice textualmente: “La Sociedad denominada Sevilla Balompié tiene por objeto cultivar los deportes, especialmente el que lleva por título”.

La primera junta directiva del Sevilla Balompié es presidida por Alfonso del Castillo Ochoa, Roberto Vicente de Mata como vicepresidente, Juan del Castillo Ochoa tesorero, Vicente Peris Castellano secretario, Salvador Morales vicesecretario, y José Sequeiros Olmedo, Gabriel Badillo Gener, Jacinto Wesolowski Zaldo, Antonio Gutiérrez Fernández y Edmundo Wesolowski Zaldo como vocales. Una media de 20 años es la que presentan las edades que conocemos de 8 de los 10 miembros de esta primera junta balompedista.

En ese mismo mes de febrero la prensa sevillana recoge las crónicas de los dos primeros partidos conocidos del Sevilla Balompié: sendos amistosos contra el Sevilla Football Club, con derrota por 4 a 0 en al primero y victoria por 2 a 1 en el segundo. Estos encuentros se juegan en el Prado de San Sebastián, una amplia extensión que sólo se usa para las Ferias de Abril y San Miguel, mientras que el resto del año se utiliza para el pastoreo de ganado, maniobras de los regimientos militares y, a partir de estas fechas, para las prácticas deportivas de las sociedades futbolísticas sevillanas.

El uniforme que utiliza el Sevilla Balompié está compuesto por camiseta azul, pantalón blanco y medias negras. Los partidos que se disputan a lo largo de este 1909 son todos de carácter amistoso, contra el Sevilla FC o contra las tripulaciones de los numerosos barcos británicos que atracan habitualmente en el puerto de Sevilla por motivos comerciales.

En enero de 1910 el Sevilla Balompié sale por primera vez de la ciudad, para disputar un Campeonato de Andalucía que organiza en Huelva el Recreativo onubense.

En abril de 1910 tenemos las primeras noticias de un nuevo club: el Betis Football-Club, con vestimenta blanca y que se enfrenta en varias ocasiones al Sevilla Balompié, en algunas de ellas coaligado con el Sevilla Football-Club. En noviembre de 1911 El Betis FC es absorbido por el Sevilla FC, del que de nuevo se separa en febrero de 1912.

Desde noviembre de 1910 el Sevilla Balompié adopta los colores verdiblancos. Lo hace por iniciativa de Manuel Ramos Asencio, quien había estudiado en el colegio marista de Dumfries, en Escocia, cerca de Glasgow. En este colegio impartía clases Andrew Kerins (el hermano Walfrid), quien en 1888 había fundado el Celtic Football Club, y es este el fundamento de los colores verdiblancos, procedentes del club que agrupaba a la comunidad católica de Glasgow de origen irlandés.

En Sevilla el fútbol se fue popularizando en estos años y se fundaron numerosos clubs: el Recreativo de Sevilla Foot-Ball en 1911, y en 1913 el Andalucía Foot-Ball Club, Football Club Español, Sociedad Híspalis Football Club, Ideal Club, Estrella Football Club, Gimnástica de Sevilla, Athletic Football Club, etc.

Todo ello conduce a la celebración desde 1911 de la Copa Sevilla, un campeonato por eliminatorias organizado por el Ayuntamiento de Sevilla y que se convierte en el campeonato oficioso local. El Sevilla Balompié venció en 3 de las 4 ediciones disputadas, demostrando su hegemonía en el fútbol local en estos años.

Desde el año 1913 vive en Sevilla Herbert Richard Jones, quien llega procedente de Cádiz, en donde fue uno de los principales componentes del Español Football Club gaditano. Su traslado a Sevilla por motivos profesionales hace que entre a formar parte del Sevilla Balompié.

El Betis Football-Club prosiguió con su vida, bastante más azarosa que la del Balompié. Tras separarse del Sevilla FC a finales de febrero de 1912 mantuvo su actividad hasta el verano de 1913, pero en septiembre sus componentes se habían ya integrado en otros clubs de la ciudad. El proyecto no terminaba de cuajar y por segunda vez desaparece la actividad del equipo.

En marzo de 1914 vuelve a reorganizarse por tercera vez. En su composición predominan los antiguos integrantes que se vuelven a reunir, procedentes de diversos equipos, pero sobre todo desde el Sevilla FC que había recogido a la mayoría de sus componentes el año anterior.

En esta reorganización tendrá ahora mucho peso el carácter institucional, ya que, en el mes de agosto de 1914, tras los pertinentes contactos realizados por el marqués de Mochales con el marqués de la Torrecilla, mayordomo del rey Alfonso XIII, el club recibe el título de Real, lo que supone un fuerte espaldarazo institucional en una sociedad profundamente conservadora, como era la España de la Restauración, y en el que la monarquía aún conservaba un gran prestigio social.

La prensa especuló en ese verano de 1914 con una posible fusión entre el Sevilla Football Club y el Sevilla Balompié. La intención no era otra que “arrancar de Huelva la Copa del Campeonato de Andalucía, la cual hace cuatro años que está en poder del Recreativo de dicha ciudad”. (El Noticiero Sevillano, 1 de agosto de 1914)

Sin embargo, el 14 de septiembre una junta general extraordinaria del Sevilla Balompié nombraba presidente a Herbert Richard Jones. Esta nueva directiva será la que propugnará la fusión con el ya Real Betis Football Club.

Es el 18 de octubre cuando el Real Betis Football Club celebra su último partido, un amistoso en el que pierde 3-0 con el Sevilla Balompié. Un mes después, éste juega su último partido como tal, cuando se impone 6-0 al Español Football Club.

Por esas fechas ya estaban en marcha las conversaciones para la fusión de ambas sociedades, aspecto que fue aprobado en sendas juntas generales extraordinarias: la del Sevilla Balompié el 6 de diciembre y la del Real Betis Football Club el 8 de diciembre.

El Liberal en su edición del 17 de diciembre ya nos informa claramente sobre el tema: “Las Sociedades de Foot-Ball Real Betis Foot-Ball Club y Sevilla Balompié, han acordado su unión formando un solo Club con el nombre de Real Betis Balompié. Esta Sociedad inaugurará su temporada sportiva el domingo 27 con un match de foot-ball en Tablada a beneficio de la Liga contra la Trata de Blancas. También tiene concertados varios partidos con los teams de Cádiz, Huelva y Sevilla.”

El 21 de diciembre se solicitó a la Casa Real por parte del Real Betis Football Club autorización para unirse con el Sevilla Balompié, bajo la denominación de Real Betis Balompié. El día 23 la Casa Real dio su aprobación.

Y el día 27 de diciembre de 1914 se jugó el partido antes citado y en el que el equipo onubense del Recreativo se impuso con claridad por 1 a 3.  José Fernández Zúñiga, Antonio Gutiérrez, Hilario Navarro, Antonio Palacios, Herbert Jones, Andrés Hermosa, Enrique Añino, Carmelo Navarro, José Hermosa, Santana y Francisco Carrión fueron los alineados ese día.

De ese mismo 27 de diciembre son los estatutos del Real Betis Balompié, que constan de 39 artículos en los que se detalla el funcionamiento de la sociedad, con apartados en los que se establecen los diversos tipos de socios, las condiciones para su admisión, los derechos y obligaciones de éstos, las características de la Junta Directiva y de los diversos integrantes de ésta.

Desde el primer momento el elemento balompedista será el predominante, dado su mayor potencial futbolístico y social. La mayoría de los jugadores pertenecen al Balompié, así como los colores del club, que en su primer partido viste de verdiblanco, los colores de la sociedad balompedista, frente a los verdinegros del Betis. Incluso el primer presidente del Real Betis Balompié es Herbert Richard Jones, el presidente y jugador del Sevilla Balompié.

Ya en los primeros días de enero de 1915 se juegan nuevos partidos. Contra los gibraltareños del Britannia Football Club los días 3 y 4 de enero, con sendas derrotas en Tablada 0-4 y en el Prado de San Sebastián 2-6. Para enfrentarse al poderoso equipo de la Roca incluso se refuerza con 2 jugadores sevillistas: Spencer y Pérez.

Curiosamente en estos dos partidos contra los gibraltareños el Real Betis Balompié viste de amarillo y negro, equipación recuperada en la temporada 2014-15 como la tercera del club bético.

Finalmente, el 6 de enero de 1915 se produce la primera victoria del Real Betis Balompié, en este caso la más dulce de las victorias, pues es en un amistoso frente al eterno rival. Se pone en juego una copa donada por la Sociedad Artística Sevillana y el equipo bético se impone por 1 a 0 con gol de Henke.

El equipo en esta ocasión viste con jersey verde botella. De los 11 jugadores alineados sólo uno, Gutiérrez, proviene del antiguo Betis FC, mientras que los 10 restantes jugaban en el Sevilla Balompié. Es una clara señal de quién predomina de forma clara en el nuevo Real Betis Balompié, lo que llevará a algunos disidentes al intento de reconstituir de nuevo al Betis Football Club de forma independiente, aunque su intento no tuvo mayor trascendencia.

El Real Betis Balompié, como hemos visto, asume mayoritariamente el legado del Sevilla Balompié, lo que se plasma incluso a nivel legal en el Registro de Sociedades del Gobierno Civil, donde sobre la inscripción originaria del Sevilla Balompié en el asiento número 283 del 1 de febrero de 1909 se tacha la palabra “Sevilla” y se sustituye por la denominación “Real Betis”.

Y ya tenemos de forma definitiva al Real Betis Balompié constituido. Pronto, en el mes de febrero, se jugaría una nueva edición de la Copa de Sevilla, en la que el Real Betis Balompié se alzaría con una nueva victoria tras imponerse en la semifinal al Sevilla FC 2-1 y al Español FC 3-0 en la final.




El primer partido de fútbol radiado en España

Hasta ahora creíamos que el primer partido de fútbol radiado en España fue la final de Copa jugada en Zaragoza, en el campo de Torrero, el 15 de mayo de 1927 entre el Real Unión de Irún y el Arenas Club de Guecho.

Sin embargo, a raíz de una serie de investigaciones recientes podemos afirmar que al menos hubo un partido radiado anterior a esa final.

Fue en la misma competición, el Campeonato de España, en el partido de desempate de los cuartos de final jugado en Madrid, campo de Chamartín, entre el Fútbol Club Barcelona y el Real Betis Balompié el 2 de mayo de 1927, es decir, 13 días antes de la gran final de Zaragoza.

A este partido llegaron barcelonistas y béticos tras haber ganado cada uno en su respectivo terreno de juego: 4-1 en Las Corts para los blaugranas en el partido de ida jugado el 17 de abril, y 1-0 en el Patronato para los verdiblancos en el de vuelta disputado el 24 de abril.

Como por entonces la diferencia de goles no contaba para la competición se tuvo que disputar un partido de desempate en terreno neutral.

Para decidir el campo de juego se realizó un sorteo en la Federación Española de Fútbol el 28 de abril, dado que también se tenía que dirimir otro desempate en Madrid entre el Arenas y el Celta. El azar determinó que estos equipos jugasen el domingo 1 de mayo en el Metropolitano, mientras que Barcelona y Betis lo harían el lunes 2 de mayo en Chamartín.

La expectación creada en Sevilla para este encuentro fue muy alta, organizándose incluso un tren especial para desplazar a aficionados a presenciar el encuentro, además de enviados especiales de los periódicos sevillanos.

El domingo 1 de mayo en la prensa sevillana se inserta un anuncio habitual de la época en la que se da cuenta de la programación radiofónica de la emisora local EAJ-17, asociada a Unión Radio, y en el que se avisa que el lunes 2 de mayo a las seis de la tarde se darán noticias del partido a celebrar en Madrid entre Barcelona y Betis.

Posteriormente, ya el día 3 de mayo junto a la crónica detallada del partido, repleto de incidentes y en el que el club catalán venció 1-0, se inserta otra noticia en la que se habla de la retransmisión radiofónica, a cargo del “speaker” Celestino Horario, redactor deportivo de la agencia Febus.

Y también una nota inserta en prensa por parte del Real Betis Balompié, en la que se animaba a la afición a recibir en la estación ferroviaria de Plaza de Armas a la expedición bética de regreso de Madrid esa misma noche, deja claro en su inicio que el partido fue radiado y escuchado en Sevilla.

Queda la duda si esta retransmisión radiofónica fue también para Barcelona, pues hasta ahora en la prensa barcelonesa no se ha encontrado rastro de que así fuese. ¿Podría haberse retransmitido sólo para Sevilla a tenor del interés despertado en la ciudad hispalense?




100 años de la gira del Real Betis por Canarias

En este mes de noviembre se cumplen 100 años de la gira que el Real Betis Balompié hizo por Canarias, siendo el primer equipo peninsular que visitó los terrenos de juego canarios.

En Sevilla la actividad futbolística tras el verano se reanudaba en el mes de octubre y el Betis en 1919 la inició con dos amistosos ante el Nacional y frente a un combinado formado por jugadores del Industria y del Triana. Dos encuentros que sirvieron para ir cogiendo la forma y que se solventaron con cómodas victorias. Era también tiempo de acondicionar el terreno de juego, así como de reparar el vallado que lo cercaba, conocido popularmente como las tablas verdes.

El objetivo más importante de la temporada en esta época era el Campeonato de Andalucía, disputado en forma de liguilla entre los 4 equipos de primera categoría andaluces (Recreativo de Huelva, Español FC de Cádiz, Sevilla FC y Real Betis Balompié) y que se iniciaría en esta ocasión el 30 de noviembre. La primera plaza en el campeonato daba opción a participar en el Campeonato de España, que se disputaba en forma de eliminatorias entre los vencedores de los campeonatos regionales.

La expedición bética, compuesta por 14 jugadores (Portillo, Vilches, Peña, Barragán, Iglesias, Llinat, Arcos, Henke, León, Ramón, Rey, Moya, Paquirri y Santos) partió de Sevilla hacia Cádiz para embarcarse en el vapor Reina Victoria de la Compañía Trasantlántica, que hacía mensualmente la línea Barcelona-Buenos Aires, con paradas en Almería, Málaga, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires. Les acompañaban el vicepresidente del club, José Luis Herrera Montenegro, y el tesorero Julio Vega.

El vapor Reina Victoria en el muelle de Cádiz

El vapor Reina Victoria en el muelle de Cádiz

Antes de partir el martes 28 de octubre disputaron dos amistosos en Cádiz frente al Español FC, con una victoria 1-2 el día 26 y un empate a 1 el día 27. Curiosamente será el ex presidente del Sevilla FC, Francisco Alba, el que, como representante del Tenerife Sporting Club en Sevilla, informa mediante un telegrama al presidente de este club, Mario García Canes, de la partida de la expedición bética desde el muelle gaditano: “Embarcó en vapor Reina Victoria primer equipo Real Betis, reforzadísimo. Le acompaña el presidente del club y numerosos aficionados. Despedido muelle, gobernador y otras autoridades. Aclamadísimos. Salúdales, Alba”. Por su parte el club verdiblanco transmitió el siguiente telegrama: “En vapor Reina Victoria salió el equipo. Saludos. Real Betis Balompié”.

Tras arribar a Santa Cruz de Tenerife el 30 de octubre pronto llegaron los primeros partidos. El sábado 1 de noviembre a las 16,30 el campo tinerfeño de Miraflores adornado con gallardetes y banderas, y con la asistencia de las autoridades, gobernador civil y presidente del Cabildo, “presenta un aspecto animadísimo”. Tras los habituales hurras entre los jugadores es el Betis quien pone el balón en juego.

GiraBetis02El partido finaliza con victoria bética 1-2 con goles de Julio para los locales y de Rey y Paquirri para los visitantes.

Al día siguiente se repite el partido, con nueva victoria verdiblanca, esta vez por 2-3.

Tras los dos primeros encuentros en Santa Cruz llega el tercer partido, esta vez en la cercana localidad de San Cristóbal de La Laguna el miércoles 5 de noviembre, frente al Hespérides Football Club local, a quien se impone 0-1 el Betis con un tanto de Henke.

Para el fin de semana siguiente la expedición bética se traslada a la isla de Gran Canaria, a la que llega el viernes 7 de noviembre. Al día siguiente tiene lugar el primer encuentro, ante todo un histórico del fútbol canario: el Sporting Club Victoria de Las Palmas. El resultado al final del partido refleja un empate a 1.

El domingo 9 de noviembre nuevo partido en el campo España de Las Palmas, esta vez frente al Gran Canaria, al que el Betis derrota 1-4. Tras el partido los componentes del equipo verdiblanco fueron “obsequiados espléndidamente” por parte del club grancanario.

Entre semana, el jueves 13 de noviembre llega la primera derrota, de nuevo en el campo España y frente al Marino, el otro gran club de la época en Las Palmas, quien se impone 2-1 al Betis.

GiraBetis03El Betis vuelve  a Tenerife el viernes 14, y el domingo 16 de noviembre en el campo de Miraflores se enfrenta al Tenerife Sporting Club, en un encuentro en que se pone en juego una copa donada por el Ayuntamiento de la capital tinerfeña. Ante el empate a 0, dos días después se repite el partido, en el que vence el club local por 2 a 1, con goles de Croisier y Bello para el Tenerife y Carmelo para el Betis. Como novedad en este encuentro la presencia del jugador y capitán bético Carmelo Navarro, quien no había acudido en el viaje inicial a Canarias por estar realizando el servicio militar en Cádiz.

GiraBetis04Terminado el encuentro, y para poner fin a la estancia bética en Tenerife, la expedición verdiblanca fue homenajeada por el Tenerife SC, primero en el café Excelsior y luego con un banquete en Villa Benítez.

Y el último encuentro de nuevo en Las Palmas, donde el miércoles 19 de noviembre se empata a 0 contra el Marino.

El vapor Barceló, de la Compañía Transmediterránea, fue el que puso de nuevo a la expedición bética en la Península.

El vapor Barceló en el muelle de Sevilla

El vapor Barceló en el muelle de Sevilla

El 23 de noviembre el Betis volvía a Sevilla después de una brillante excursión, con 11 encuentros disputados (2 en Cádiz y 9 en Canarias), y con un balance de 5 victorias, 4 empates y 2 derrotas, 16 goles a favor y 11 en contra.

Una semana después, el 30 de noviembre el Campeonato de Andalucía echaba a andar con un Betis 2 Sevilla 1 jugado en el campo del Patronato.




100 años del campo del Patronato

El pasado mes de noviembre se cumplieron 100 años desde que el Real Betis Balompié se trasladó al campo del Patronato.

Desde prácticamente sus inicios el club bético, y su inmediato antecesor el Sevilla Balompié, al igual que el resto de clubs de la ciudad, tuvo como escenario el terreno municipal del Prado de San Sebastián, el mismo en el que durante la primavera se celebraba la Feria de Abril que en esos albores del siglo XX, además de su carácter festivo, aún mantenía una importante faceta de compra y venta de ganado.

Este uso del terreno del Prado de San Sebastián obligaba a levantar los terrenos deportivos en esa época del año, como se refleja detalladamente en los acuerdos municipales de cesión del espacio a los clubs deportivos, que también estipulaba que debían estar libres para la Feria de San Miguel que se celebraba a finales de septiembre.

Dado que la temporada deportiva se jugaba fundamentalmente en otoño e invierno esta supresión de los terrenos de juego no afectaba a la competición en sí, y no tenía más incidencia que la propia tarea de desmontar en la primavera y volverla a montar en el otoño toda la infraestructura con la que se contaba: vallas y cercados, casetas, sillas, etc, así como la limpieza y pintado del terreno de juego.

Los campos sevillanos en esta época aún eran de tierra, y no será hasta que se exija el uso de hierba en las competiciones nacionales y regionales de primera categoría, ya en la década de los años 20, cuando se les dote de una cubierta vegetal.

El campo de juego bético estaba ubicado en la zona de la Enramadilla y era conocido popularmente como el de las tablas verdes, por estar pintada de este color la valla de madera que lo cercaba.

Pero en mayo de 1918 la autoridad municipal, con el alcalde liberal Pedro Rodríguez de la Borbolla al frente, determinó ampliar la urbanización permanente de los terrenos del Prado de San Sebastián, para ampliar el espacio ferial, lo que imposibilitaba seguir con su uso deportivo.

Ante ello, tanto el Real Betis Balompié como el Sevilla Fútbol Club, tuvieron que trasladar sus instalaciones de juego a otro emplazamiento para la temporada 1918-19.

En el caso de la entidad sevillista se buscó la protección de la Marquesa de Esquivel, uno de los linajes nobiliarios locales, quien cedió al club blanco unos terrenos ubicados en la Avenida de la Reina Victoria (actual Avenida de la Palmera), cercanos a su residencia familiar, en el sector sur de la ciudad, una de las zonas de expansión urbanística de la misma. Como agradecimiento el club nombró al hijo de la marquesa miembro de la directiva del club. El campo sevillista, conocido como Reina Victoria, nombre de la esposa inglesa de Alfonso XIII, será el terreno de juego del Sevilla Fútbol Club hasta 1928, en que de nuevo por las obras urbanísticas que se acometieron en la zona para ubicar en ella la Exposición Iberoamericana de 1929 se vio obligado a trasladarse a la zona de Nervión.

El Real Betis Balompié solicitó al Ayuntamiento el arrendamiento de unos terrenos también en la zona sur de la ciudad, conocidos como la Huerta del Fraile, al final del Barrio del Porvenir y colindantes con la línea ferroviaria Sevilla-Cádiz y diversas instalaciones industriales, como la Catalana de Gas, la fábrica de aceites y jabones de los Luca de Tena, la fábrica de ácido carbónico líquido de La Coromina o la Central térmica de la Compañía Sevillana de electricidad.

Pudo influir en esta decisión el viejo proyecto de 1914 del Real Betis Football Club de instalar su terreno de juego en esta Huerta del Fraile, proyecto que quedó simplemente en eso. La Huerta del Fraile era entonces un terreno baldío y conocemos hasta 3 peticiones de la sociedad futbolística al ayuntamiento sevillano en los meses de septiembre, octubre y diciembre de 1914. La absorción de esta sociedad por el Sevilla Balompié y su transformación en Real Betis Balompié, que le dio acceso a los terrenos del Prado de San Sebastián, hizo caer en el olvido este proyecto, aunque ahora ante la necesidad se volvió a retomar.

Un acuerdo municipal del 21 de junio de 1918 autorizaba el establecimiento del campo de juego en los terrenos de la Huerta del Fraile con las siguientes condiciones:

1)   La valla, que será de madera con una altura que no exceda los dos metros, cercará el campo de juego en la extensión de terreno que se representa en el plan presentado para la primitiva instalación

2)   El Ingeniero Municipal determinará el emplazamiento de la valla a fin de que el campo de juego quede fuera de la zona de obras proyectadas

3)   Destinado el referido campo exclusivamente al juego de football, no se permitirá el ejercicio de otro sport ni espectáculo de ningún género

4)   La autorización para establecer la referida valla no significa derecho alguno para la Sociedad Betis Balompié, que queda obligada a retirarla temporal o definitivamente cuando se le ordene sin derecho a reclamación ni indemnización de ninguna clase

5)   La citada Sociedad abonará en concepto de arbitrio por ocupación de vía pública la cantidad de quinientas pesetas anuales, en la siguiente forma: doscientas cincuenta pesetas en la primera decena de Enero y otra igual en la primera quincena de Abril.

El primer partido que se disputa es en amistoso el 1 de noviembre de 1918 contra el Sevilla FC y en el que se imponen los visitantes 1-5.

Patronato01Como podemos leer desde el primer momento el nuevo terreno de juego es identificado con el sitio del Real Patronato Obrero. Se trata de una institución destinada a promover la mejora de vida de los obreros que en 1915 construyó 74 viviendas colindantes con la Huerta del Fraile, y que terminará dando nombre al campo de juego al que con frecuencia se denominará el Campo del Patronato.

Patronato02Los orígenes sociales de los componentes de Sevilla y Betis son muy similares en sus primeros tiempos, básicamente miembros de la burguesía acomodada (estudiantes, comerciantes o profesiones liberales), que son los que se pueden permitir en esta época la práctica de la actividad deportiva. Sin embargo, desde esos años se va a producir una asimilación del Betis como un equipo popular frente al Sevilla como un equipo más exclusivista. En ello pudo influir la asociación del equipo blanco con la casa aristocrática que les proporcionó el terreno de juego de Reina Victoria, mientras que el Betis ubicó su nuevo campo en un entorno en el que la población obrera tenía más visibilidad dado el entorno de fábricas industriales que lo rodeaban.

Como ejemplo de este entorno esta imagen del equipo bético posando ante una de las porterías del campo del Patronato y delante de un paisaje de construcciones industriales, con naves y chimeneas.

Patronato03El primer partido oficial en el nuevo terreno de juego del Patronato se celebró el 24 de noviembre de 1918, cuando el equipo bético derrotó por 9 a 1 al Español FC de Cádiz en partido de la tercera jornada del Campeonato de Andalucía, siendo el jugador Benítez el autor del primer tanto oficial en el Patronato.

La infraestructura del campo de juego en esta primera etapa era muy básica, limitándose el club a trasladar a la nueva ubicación los materiales de los que ya disponía en el terreno de la Enramadilla, es decir las tablas verdes para cercarlo y poco más. Y se daba la circunstancia de que los terrenos de la Huerta del Fraile estaban en una hondonada respecto a lo situados alrededor, por lo que desde fuera del campo era perfectamente visible lo que sucedía en el interior.

Hubo incluso un proyecto en 1922 para reubicar el terreno de juego bético en las inmediaciones del barrio de Nervión, aunque al final no se llevó a cabo.

La asamblea de socios que en febrero de 1924 elige a Ramón Navarro Cáceres como presidente del club acuerda también la reconstrucción del campo, dado el mal estado en que se encontraba. Unas obras que se acometieron en el verano de 1924 y que consistían en sustituir el cercado de madera por una obra de mampostería con graderíos en la zona de tribuna, diversas construcciones auxiliares y otras actuaciones para evitar los frecuentes encharcamientos que sufría el terreno de juego cuando llovía.

Vista aérea del Patronato en 1926

Vista aérea del Patronato en 1926

Las dimensiones del terreno de juego se ampliaron (111 metros por 75 son las medidas que da el Anuario de la Federación en 1926) con una capacidad para 5.000 personas. La crónica inserta en El Liberal de Sevilla el 16 de diciembre de 1924 sobre el partido inaugural nos da más detalles sobre la nueva obra: “Un terreno de juego amplio, hermoso, con dimensiones casi máximas. Una gran caseta para los jugadores, de planta baja y alta, con toda clase de servicios, para comodidad y aseo de los equipiers; tribunas soberbias, con todos sus asientos numerados; terrazas en general y preferencia, bancadas alrededor de la pista, hermosos palcos para el público, prensa, directivos y Federación… Un hermoso sueño convertido en realidad por obra y gracia del entusiasmo deportivo y cariño al Club de su presidente, señor Navarro, en primer término, directivos y socios”.

Patronato05Loa partidos inaugurales se disputaron frente a los barceloneses de la Unió Esportiva Sants, que por aquel entonces formaba parte de la élite del fútbol catalán. El 14 de diciembre el Betis se impuso 1-0, mientras que el día 15 fueron vencedores los visitantes por 0-2.

Patronato06En la imagen Betis y Sants posan antes del inicio de uno de los partidos, apreciándose al fondo las nuevas construcciones en el graderío y el paisaje industrial a la izquierda de la imagen.

Hay que reseñar que en el campo del Patronato, además de jugar el Real Betis Balompié, fue relativamente frecuente que se jugasen otros partidos, bien de las categorías locales sevillanas o bien de partidos de campeonatos regionales que necesitaban de un terreno neutral Una muestra de este segundo caso podemos ver en este Jerez FC-Malagueño FC de febrero de 1926.

Patronato07Y de enero de 1927 es esta muestra del Campeonato B local en el que compiten dos equipos trianeros (el Fabié FC y la Gimnástica de Triana) y dos sevillanos (el Iberia FC y el Industria FC).

Patronato08Incluso el Sevilla FC utilizó el campo del Patronato en una ocasión como terreno de juego local, en el partido de Copa que le enfrentó al Valencia el 8 de abril de 1928.

La llegada de Ignacio Sánchez Mejías a la presidencia bética en mayo de 1928 va a suponer otro salto en el crecimiento del club, tanto en el terreno deportivo como en el social y en el económico. El fútbol desde 1926 ya había reconocido sin ambages su carácter profesional y las estructuras de los clubs tuvieron que adaptarse a esa nueva realidad. Un proceso que no fue fácil y que fue dejando bastantes caídos por el camino.

La asamblea de socios celebrada el 26 de septiembre de 1928 acuerda una reforma profunda del campo del Patronato, construyéndose una tribuna cubierta y una fila de palcos, así como dotando a las instalaciones de un campo de entrenamiento. También se proyectan un frontón, campos de tenis, gimnasio y una piscina cubierta.

Patronato09El 28 de octubre de 1928 tiene lugar la inauguración del nuevo recinto en el partido que enfrenta al Real Betis Balompié con el Real Málaga FC correspondiente a la jornada 2 del Campeonato de Andalucía, con victoria local por 4 a 0.

Patronato10En diciembre de 1929 se formaliza un nuevo acuerdo con el Ayuntamiento de Sevilla que invalida el suscrito en junio de 1918. Tiene una duración por espacio de 25 años y se amplía la superficie de terrenos arrendados, hasta totalizar 43.421 metros cuadrados. Con esta ampliación el club se puede plantear ya la construcción de las pistas de tenis y del frontón. En paralelo también sube el importe a pagar al Ayuntamiento: 6.000 pesetas anuales abonadas en las primeras quincenas de enero y julio. Todas las obras a realizar corren a cuenta del club, así como su mantenimiento, y deberán revertir al Ayuntamiento en al plazo de 25 años.

Así en noviembre de 1929 se inaugura el Frontón Betis, un edificio destinado a la práctica de este deporte que en esos años movía mucho dinero en el terreno de las apuestas. El club concede la explotación a una sociedad que se constituye con el nombre de Deportes Béticos S.A., y el Frontón Betis se inserta en el circuito de pelotaris profesionales que en estos tiempos recorrían las ciudades españolas.

Patronato11De las construcciones de esta época la única que a día de hoy queda en pie es precisamente el Frontón Betis, convertido en almacén municipal.

Patronato12La otra entidad que sobrevive todavía es el Betis Tenis Club, que en 1930 construyó sus campos de tenis y se constituyó en una sociedad independiente, aunque muy ligada en estos inicios al club verdiblanco.

Patronato13En la década de los años 30 el campo del Patronato será testigo de una época dorada en la historia del club. En la Copa de 1931, aún con el Betis en Segunda División, se alcanza la final de Copa tras eliminar a 3 equipos de Primera División: Real Sociedad, Real Madrid y Arenas.

Al año siguiente, en la temporada 1931-32, el Betis se proclama campeón de la Segunda División y el equipo asciende a Primera en el Patronato, en la jornada del 3 de abril de 1932 venciendo 3-1 al Deportivo de La Coruña.

Se vive una época de esplendor que culmina en la temporada 1934-35 cuando se consigue el título de Campeón de Liga de Primera División, y en el Patronato el equipo se muestra invencible: 9 victorias y 2 empates, con 22 goles a favor y 5 en contra, con gloriosas jornadas como la del 13 de febrero de 1935 con una victoria 1-0 sobre el otro aspirante al título, el Madrid FC, al que se derrota con un gol de Timimi a Zamora, que desde ese día forma parte ya de la leyenda verdiblanca.

Tras la temporada 1935-36 el club se plantea abandonar el campo del Patronato y arrendar el Estadio de la Exposición, inaugurado en 1929 y que tras unos años de utilización para todo tipo de eventos deportivos, políticos, espectáculos  y hasta campo de instrucción policial, estaba prácticamente abandonado. El contrato suscrito con el Ayuntamiento hispalense el 16 de julio de 1936 suponía el abandono del campo del Patronato, que fue cedido por el municipio a la Federación Cultural y Deportiva Obrera.

Los sucesos que dos días después acaecieron en la ciudad, imposibilitaron esta cesión del Patronato a esa entidad obrera, mientras que el club verdiblanco no se estrenó en su nuevo emplazamiento en Heliópolis hasta marzo de 1939.

Un total de 283 partidos disputó el Betis en el campo del Patronato, entre partidos oficiales de diversas competiciones (Liga de Primera y Segunda División, Campeonato de Copa, Campeonato de Andalucía, Campeonato Mancomunado, Copa Andalucía) y amistosos tanto del primer equipo como del conjunto reserva.

Incluso se dio la curiosa circunstancia de que en una ocasión, el 12 de noviembre de 1929, el Betis actuó en el Patronato como equipo visitante, al enfrentarse a la Balompédica Linense en el Campeonato de Andalucía y usar el terreno sevillano como local el equipo linense, al tener su campo inhabilitado

El equipo que más veces se enfrentó al Betis en el Patronato fue el Sevilla FC. El máximo goleador bético en estos 18 años fue Enrique Garrido, quien marcó 56 goles (42 en partidos oficiales y 14 en amistoso), seguido de Adolfito Sancha con 42 (35 y 7) y Antonio Carrasco con 37 (25 y 12).

Y el jugador que más veces vistió el camisolín verdiblanco fue Adolfito Sancha en 127 partidos, seguido por Jesús Bernáldez (122), Enrique Garrido (117), José Suárez “Peral” (113) y Andrés Aranda (111).




Benito Villamarín. Luces y sombras

BenitoVillamarin01En el pasado mes de agosto se han producido dos efemérides relacionadas con Benito Villamarín: el centenario de su nacimiento, acaecido en la localidad orensana de Puga el 21 de agosto de 1916, y el cincuentenario de su fallecimiento, que tuvo lugar en Sevilla el 15 de agosto de 1966.

Motivo más que suficiente para hacer un balance de su figura como presidente del Real Betis Balompié y del legado que su trayectoria dejó en el club. Que haya pasado ya medio siglo de su etapa nos permite una perspectiva histórica para ponderar su gestión.

Su temprana muerte, así como la bonanza del recuerdo de una época pasada frente al  presente en que se rememoraba, condujeron a una idealización de su década de presidencia, una época idílica en la que todo fueron triunfos y éxitos. ¿Se corresponde eso con la realidad? ¿Qué balance se puede hacer de su gestión? ¿Cuál fue su legado?

Su mandato, que se extendió por espacio de 10 años, en un momento crucial en la historia de la sociedad verdiblanca, se inició el 21 de mayo de 1955, cuando fue elegido presidente por la asamblea del club, y  finalizó el 7 de diciembre de 1965, cuando presentó su dimisión ante la grave enfermedad que padecía desde 1961 y que nueve meses después acabaría con su vida

Cuando Villamarín accede a la presidencia lo hace sustituyendo al coriano Manuel Ruiz, otro hombre providencial que accedió al cargo en 1952, con el club en su quinta temporada consecutiva en la Tercera División. El Betis, reforzada su plantilla tras una fuerte inversión de un millón de pesetas de la época (Marca 1-6-1954), consigue el ascenso en 1954, tras 7 años en la categoría. Son tiempos muy duros para los de Heliópolis, pero en los que se forjó una generación de aficionados que, bajo el lema del Manquepierda, resisten las adversidades deportivas, económicas y sociales, y consiguen devolver al club a la categoría de plata perdida en 1947.

El objetivo inmediato no es otro que volver a la Primera División, un anhelo frecuentemente expresado en todos los documentos de la época. El fracaso en este objetivo en la temporada 1954-55, aunque el equipo se clasifica en un decoroso quinto puesto, y el estado de salud de Manuel Ruiz, que fallecerá al año siguiente, lleva al relevo en la presidencia verdiblanca. En este contexto  llega al club Benito Villamarín, un gallego afincado en Sevilla tras la guerra civil, donde acudeatraído por la presencia en la ciudad andaluza de familiares suyos ya establecidos. Se repite así el proceso migrante que es frecuente a lo largo del tiempo: la presencia de familiares y paisanos que atraen y ayudan al establecimiento del recién llegado.

Benito Villamarín está ligado profesionalmente a la comercialización y exportación de aceitunas, un negocio floreciente en la Sevilla de la época, que mantiene todavía una fuerte importancia del sector primario agrícola y de exportación de materias primas. Su vinculación a este mundo se inició por el negocio familiar que su tío Andrés Villamarín ya poseía, junto a uno de sus hermanos, en Lora del Río. Su boda con Angeles Guillén, natural de este municipio sevillano, lo ancló definitivamente a Sevilla y no marchó a Argentina, donde otro hermano suyo ya estaba instalado.

Sus relaciones comerciales le ponen en contacto con personas importantes del entorno bético, como el ex presidente Francisco de la Cerda, un industrial de origen cordobés dedicado también a la comercialización de aceites y jabones, y que había presidido el club en la temporada 1951-52. Y es también muy decisivo el contacto con Eduardo Sáenz de Buruaga, militar franquista con gran influencia en el club desde comienzos de la década de los 50, del que llegó  a ser presidente honorario.

Cuando en 1955 llega a la presidencia bética el aficionado ve en Villamarínla posibilidad de un respaldo económico importante para el club. Porque no olvidemos que aún estamos en una época en la que los directivos, en el mejor de los casos para ellos, tienen que avalar las inversiones que los clubs realizan, mientras que en otras ocasiones aportan cantidades a fondo perdido. Las ventas de abonos a los socios y de entradas al público en general son prácticamente la única vía de ingreso de los clubs, mientras que la profesionalización de los jugadores y la creciente competencia entre clubs elevan los gastos año tras año.

Así el Betis en el verano de 1955 refuerza el equipo con numerosos fichajes con el único objetivo de ascender a Primera. Se clasifica segundo del Grupo II en la liga regular, participando en la liguilla final de ascenso, pero en ella se vuelve a fracasar.

Una de las características de Villamarín fue la profunda renovación en la dirección del club; de su primera junta directiva son nuevos en el cargo un total de 12  directivos sobre 19. Muchos de ellos repetirán a lo largo de la década en la que Villamarín preside el club, creando así una nueva clase dirigente. Aunque también hay que reconocer que supo integrar también elementos muy válidos de épocas anteriores, como Pascual Aparicio (presidente entre 1949 y 1952), Eduardo Benjumea (presidente de 1944 a 1946), José María Domenech (directivo en los años 30 y 40) o Antonio Ruiz  (directivo en los años 40 y 50).

Pero no hay que negar la existencia en estos primeros años de una oposición a la gestión de Villamarín. Una oposición que duda de la gestión económica, basada en fichajes de alto valor económico, con el único objetivo de recuperar la Primera División. Será conocida como el Mau-Mau, en relación con la organización anticolonialista que en Kenia por esos años se oponía al Imperio Británico. Y se manifiesta abiertamente en junio de 1957 solicitando una junta extraordinaria con 3 puntos muy concretos: la elaboración de unos nuevos estatutos, que fijen claramente derechos y obligaciones, información sobre la marcha económica del club y proyectos para la próxima temporada. Villamarín maneja el asunto con habilidad, asumiendo las peticiones y en la asamblea de julio de 1957 sale reforzado.

El ascenso por fin se logra en la temporada 1957-58 tras una nueva y fuerte inversión en jugadores, incluso  con experiencia en Primera División (Esteban Areta, José Seguer, Heliodoro Castaño,  Jorge Vila, etc) y con un entrenador con una amplia carrera en los banquillos de Primera División como Antonio Barrios.

 Es en estos años finales de la década de los 50 y comienzos de los 60 cuando el mandato de Villamarín va a dar sus mejores frutos. El Betis sube a Primera División y se consolida con facilidad en la máxima categoría, los resultados deportivos y la ilusión renovada propician un auge del Beticismo (entre 1956 y 1960 se fundan 13 peñas béticas, cuando hasta entonces existían 2), la economía del club en eso años marcha sin grandes dificultades y con balances económicos en positivo…

Una de las aspiraciones del club, hacerse en propiedad con el Estadio Municipal de Heliópolis, del que el Betis es arrendatario desde 1936 tras un acuerdo con la última corporación municipal republicana, se consigue en 1961, mediante la compra al Ayuntamiento de Sevilla del estadio por un importe de 14 millones de pesetas. En la asamblea de socios celebrada en agosto  se determina bautizar al recién adquirido estadio con el nombre de Benito Villamarín, que avala personalmente la operación de compra. Es la primera vez que la sociedad verdiblanca cuenta con la titularidad del recinto en el que juega habitualmente.

Ya en enero de 1957 el club había trasladado sus oficinas a un suntuoso edificio en el centro de la ciudad, en la calle Alemanes, frente a la Giralda.

Otro aspecto a destacar de su mandato está en la reivindicación de la memoria histórica del club. Así en 1957 se conmemora el 25 aniversario del primer ascenso a la Primera División, ese mismo año se homenajea la figura de Ignacio Sánchez Mejías, el gran presidente y famoso torero de finales de los años 20, en 1960 se celebra el 25 aniversario del título de Liga brillantemente obtenido n 1935, se reconoce la figura de Eduardo Benjumea, el presidente que en 1946 resistió con valentía los embates federativos en el llamado caso Antúnez, y se celebran con esplendor las Bodas de Oro en 1958, haciéndolas coincidir con el reestreno en la Primera División.

Otro logro a destacar es el apoyo que recibe la cantera verdiblanca. Desde la base del Juventud Balompié que a comienzos de los años 50 comienza a surtir de jugadores al primer equipo, se va constituyendo una estructura de equipos filiales y de cantera que tendrá su mejor exponente en la formación del Triana Balompié, que en 1964 consigue el ascenso a la categoría nacional en Tercera División, y que durante toda una década nutrirá las filas béticas. Durante el mandato de Villamarín hombres como Andrés Aranda, Santiago Tejera, Ernesto Pons, o José María de la Concha forman parte de la estructura técnica del club y serán fundamentales en este apartado.

Y en la línea ya expresada por la sociedad desde su origen, según rezaba el artículo número 1 de los estatutos del club de enero de 1909 (“La sociedad denominada Sevilla Balompié tiene por objeto cultivar los deportes, especialmente el que lleva por título”), se potencian diversas secciones deportivas, de modo que, además del fútbol, en esta época las hay dedicadas al atletismo, baloncesto, balonmano, boxeo,  remo, rugby  y tenis de mesa.

La venta de la máxima figura bética, Luis Del Sol, en 1960 al Real Madrid supuso una ruptura sentimental para gran parte de la afición, pero el equipo no se resintió deportivamente y su venta sirvió para cuadrar el balance económico y reforzar el equipo con jugadores jóvenes y con proyección. No fue así con los traspasos de Colo, Luis y Martínez en 1964 al Atlético de Madrid. El equipo que brillantemente se había clasificado en la tercera posición liguera, la mejor posición desde el título liguero de 1935, no acertó con la renovación ni en el terreno de juego ni en el banquillo, donde Luis Hon suplió a Domingo Balmanya, que prefirió dejar el club con el buen recuerdo de la gran campaña finalizada.

 Agosto de 1964, con la conquista del  Carranza, cuando este trofeo era todo un acontecimiento deportivo mundial, fue el último coletazo deportivo de una época feliz. Al mes siguiente finalizaba la trayectoria bética en la Copa de Ferias, cayendo en la ronda inicial frente al StadeFrançais parisino, en la primera  aparición bética  en competición oficial en Europa.

La temporada 1964-65 se salvó a duras penas, con hasta 4 entrenadores en el banquillo, y un empate agónico en la última jornada en el Nou Camp que libraba al club de la lucha por la promoción. En diciembre de 1965 Villamarín presentaba su dimisión ante sus graves problemas de salud y al final de esa campaña, abril de 1966, el Betis descendía con un gol del Málaga en La Rosaleda en el último minuto del partido.

La figura de Villamarín responde al papel del dirigente de la época, una persona con potencial económico y una incipiente visión empresarial del mundo del fútbol, además de una gestión personalista. Así, aun viéndose rodeado de un buen equipo directivo y técnico, en los últimos años de su mandato sus frecuentes ausencias, por evidentes motivos de salud, condujeron a una cierta parálisis en el gobierno del club y a una gran lentitud en la toma de decisiones.

Esta gestión personalista es la principal sombra en su gestión y, desgraciadamente, será un gran problema en el Betis posterior de la segunda mitad de los años 60. A lo largo del año 1965 Villamarín busca desesperadamente a alguien que sea capaz de jugar el mismo rol que durante años ha desempeñado, pero nadie da el paso de forma definitiva. Tras su dimisión en diciembre de 1965 hasta 4 presidentes pasan por el cargo en el plazo de un año: su hermano Avelino Villamarín hasta mayo de 1966, Andrés Gaviño hasta septiembre, José María Domenech hasta enero de 1967 y Julio de la Puerta desde esa fecha. Toda esa inestabilidad institucional se verá reflejada en el terreno deportivo, con ascensos y descensos deportivos continuos, y con una economía que comienza a deslizarse peligrosamente por la senda del déficit permanente.

Será a partir de la presidencia de José Núñez Naranjo cuando el club comienza a normalizar su situación,  tomando medidas de reajuste económico que permitirán entrar paulatinamente en una fase de asentamiento social, económico y deportivo, que pondrá las bases del club de los años 70.

Villamarín murió joven, y el recuerdo que dejó en el Beticismo y en su subconsciente histórico fue el de una época brillante del club. Y el balance que hemos de hacer coincide en gran medida con ese recuerdo: el Betis de su época vuelve al primer plano deportivo, crece socialmente, tiene una economía saneada, recupera la memoria de tiempos gloriosos para la institución, renueva la estructura dirigente, desarrolla la cantera y las secciones deportivas, se dota de un patrimonio propio y se sientan las bases del Betis moderno.

Pero esa buena situación duró hasta 1964. Desde finales de ese año el club se vio sometido a una situación de inestabilidad institucional, consecuencia de la falta de dirección por la situación personal de Villamarín y  la no continuidad entre sus dirigentes. Todo ese proceso se dejará sentir durante los años posteriores a la finalización de su mandato. Tras su retirada el club permanece en un estado de aletargamiento social, institucionalmente muy inestable y con una economía en retroceso,  que  influirá en el rendimiento deportivo del club en los años venideros.




1938. La gira del equipo nacional por Andalucía y Norte de Africa (II)

Como ya vimos en la entrega anterior el equipo nacional quedó concentrado en Alcalá de Guadaira después de haber jugado en Cádiz, Málaga y Granada.

Bajo las órdenes de Ramón Encinas los 20 jugadores intensificaron la preparación con sesiones de índole físico en los pinares que rodean el Hotel Oromana, y con otras de carácter técnico en el terreno sevillista de Nervión.

Fuente: FE 27 de enero de 1938

Fuente: FE 27 de enero de 1938

Fuente: FE 27 de enero de 1938

Fuente: FE 27 de enero de 1938

El primero de los dos encuentros a celebrar en Sevilla se fija para el domingo 16 de enero y el segundo para el siguiente, el domingo 23, mientras que para el día 30 está previsto jugar en Lisboa contra Portugal.

El primer partido, organizado por la Federación Regional Sur, se juega a beneficio del Ejército  y en colaboración con los obreros de las fábricas militares. La prensa local en los días previos se encarga de alentar la expectación de cara al partido, planteando el reto de igualar lo conseguido en las otras ciudades andaluzas con comentarios como este, aparecido en FE el día 14 de enero: “Granada, Cádiz y Málaga ofrecieron a los organizadores buenas taquilllas. A pesar del mal tiempo, las recaudaciones obtenidas, según nos informan, fueron considerables. Sevilla no ha de ser menos. ¿No es cierto?”.

Fuente: FE 13 de enero de 1938

Fuente: FE 13 de enero de 1938

Para favorecer la asistencia de público al partido se resuelve facilitar la presencia de los socios del Betis Balompié y del Sevilla FC, que sólo deberán pagar la mitad de la entrada correspondiente.

Fuente: FE 15 de enero de 1938

Fuente: FE 15 de enero de 1938

El equipo nacional se enfrenta a una llamada selección andaluza, aunque en realidad el equipo está formado por jugadores que militan en los clubs sevillanos, independientemente del origen geográfico de los jugadores, además de otros,  como Tabales, Irastorza y Leoncito, que se hallan en la capital andaluza.

El equipo nacional, con camiseta verde y pantalón negro, forma con Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Germán, Soladrero, Aranaz; Epi, Agustín, Campanal, Herrerita y Vázquez.

La selección andaluza, a la que dirige Pepe Brand, viste camisolín rojiblanco y pantalón azul, y alinea a: Tabales; Joaquín, Deva; Peral, Bohórquez (Félix), Irastorza; Saro, Torróntegui, Hoyos, Leoncito y Valera.  El árbitro, como en todos los encuentros anteriores,  es el sevillano Manolo Ocaña.

El equipo nacional se impone por 3 tantos a 1, a pesar de que se adelantan los locales con gol de Leoncito en la primera parte. Tras el descanso llega el empate en una falta que Agustín desde el borde del área coloca en la escuadra de la meta defendida por Tabales. En la segunda parte el extremo Epi desarbola con frecuencia a la defensa andaluza. Una jugada suya por banda termina en un centro preciso para que Campanal haga el 2-1. El mismo Epi, el gran triunfador de la tarde, hace el 3-1 a pase de Vázquez.

GiraAndalucia205GiraAndalucia206El encuentro del domingo 23 vuelve a repetir el escenario del campo de Nervión, aunque cambia en esta ocasión el destino de los ingresos  del encuentro. Será Auxilio Social, el organismo dependiente de la Falange, el beneficiario de la recaudación.

Fuente: FE 21 de enero de 1938

Fuente: FE 21 de enero de 1938

El día 23, en palabras textuales de la prensa del momento, “el campo de la avenida de Eduardo Dato volvió a registrar una gran entrada. Había interés en ver al equipo nacional y respondió el público como el acontecimiento se merecía. Auxilio Social, a cuyo beneficio se celebraba el encuentro, puede estar satisfecho. A las tres en punto saltan los equipos al campo. Formados en el centro del terreno, en unión del árbitro y de los jueces de línea, escuchan, brazo en alto, el himno de la Falange. “

Ramón Encinas cambia la alineación respecto al domingo anterior, dando entrada a Ipiña y Vergara. El equipo forma, pues, con: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Aranaz, Germán, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez. También cambia la vestimenta, pues se pasa a camiseta blanca y pantalón negro, con el yugo y las flechas como escudo del equipo. Será el uniforme que se vestirá en el partido de Lisboa una semana después.

Dibujo de Guillermo Eizaguirre. Fe 25 de enero de 1938

Dibujo de Guillermo Eizaguirre. Fe 25 de enero de 1938

La selección andaluza, de nuevo con camiseta rojiblanca y pantalón azul, alinea a InchaustI; Zabala, Deva; Peral, Soladrero, Alcázar; Saro, Torróntegui, Leoncito, Agustín y Emilín. El equipo se refuerza respecto a la semana anterior con jugadores del equipo nacional como Inchausti, Zabala, Soladrero, Agustín y Emilín.

En la segunda parte Emilín pasa al equipo nacional y Vázquez al andaluz, Peral  e Inchausti se alinean por Ipiña y Eizaguirre, mientras que sus puestos en la selección andaluza los ocupan Félix y Tabales.

Saro adelanta al equipo local en la segunda parte, empatando a falta de diez minutos Vergara.

Fuente: FE 24 de enero de 1938

Fuente: FE 24 de enero de 1938

El viernes 28 de enero, desde la céntrica Plaza Nueva de Sevilla, partía la expedición hacia Lisboa en autobús, haciendo noche en Badajoz ese mismo día. Dieciséis jugadores (Eizaguirre e Inchausti como porteros, Ciriaco, Quincoces y Zabala como defensas, Aranaz, Germán, Soladrero y Peral, medios, Epi, Saro, Campanal, Vergara, Agustín, Herrerita y Vázquez delanteros), el entrenador Ramón Encinas, el masajista Birichinaga y el vicepresidente de la Federación Juan López García, componen la expedición, que es despedida por el presidente de la Federación Regional Sur Antonio Calderón.




1938. La gira del equipo nacional por Andalucía y Norte de África (I)

La decisión de la FIFA en noviembre de 1937 de permitir a la Federación de Fútbol instalada en el bando rebelde la organización de partidos de carácter internacional, aunque sin darles el carácter de oficial, llevó a esta Federación a organizar dos partidos amistosos contra Portugal. El primero se jugó en Vigo el 28 de noviembre de 1937 y terminó con la victoria del conjunto luso por 1-2, en lo que supuso la primera derrota en partido de selecciones con Portugal. La falta de competición en los seleccionados, no se jugaba desde el inicio de la guerra civil, fue la principal causa esgrimida para explicar la derrota, a pesar de que se habían jugado varios encuentros preparatorios en Irún, San Sebastián, Pamplona, Vitoria, Bilbao, Santander, Valladolid, Burgos y Ferrol.

De cara al segundo partido con Portugal, previsto en Lisboa a finales de enero, se decidió intensificar la preparación, concentrando a los seleccionados en Sevilla y realizando una gira por diversas localidades andaluzas.

Así el 31 de diciembre llegaban a Sevilla 15 jugadores: Inchausti (Zaragoza), Ciriaco (Madrid FC), Quincoces (Madrid FC), Zabala (Athletic Club), Aranaz (Osasuna), Germán (Racing), Ipiña (Athletic Madrid), Epi (Donostia), Vergara (Osasuna), Agustín (Celta), Herrerita (Oviedo FC), Soladrero (Oviedo FC), Emilín (Oviedo FC), Vázquez (Deportivo) y Olivares (Zaragoza). Allí se les unieron los sevillistas Eizaguirre, Campanal y Joaquín y los béticos Peral y Saro, para totalizar 20 jugadores.

Quien no llegó a Sevilla fue el seleccionador Amadeo García Salazar, al sufrir un grave accidente automovilístico en las inmediaciones de Valladolid cuando se dirigía a la capital andaluza desde Vitoria. Fue Ramón Encinas, el técnico gallego que había dirigido al Sevilla en la última campaña liguera, quien se hizo cargo de los seleccionados.

El día 2 de enero se celebra en Cádiz el primer partido, frente al conjunto local. El encuentro, cuyos beneficios económicos se destinan al Ejército, despierta bastante expectación y se pone en juego un trofeo donado por la Diputación Provincial. Pero ala hora del partido “el terreno de juego estaba convertido en una laguna. A las tres en punto de la tarde llegaron las autoridades que tomaron asiento en la tribuna, junto al vicepresidente de la Federación Española de Fútbol, señor López García, y los directivos del Cádiz FC. La hija del gobernador civil hizo el saque de honor, siendo obsequiada con ramos de flores por Quincoces y Beguiristain, capitanes del once nacional y del Cádiz”.

A las órdenes de Manuel Ocaña los equipos formaron así:

Equipo Nacional, con camiseta verde y pantalón negro: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Aranaz, Germán, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez.

Cádiz, con camiseta amarilla y pantalón azul: Inchausti; Núñez, Joaquín; Peral, Beguiristain, Alcázar; Saro, Agustín, Torróntegui, Leoncito y Bracero.

El equipo cadista sólo alinea realmente a 2 jugadores propios (Núñez y Beguiristain), pues los otros que juegan o pertenecen al seleccionado o acuden al partido para reforzar al conjunto local, en los casos de Alcázar, Torróntegui, Leoncito y Bracero.

Aunque nada más iniciarse el encuentro Bracero bate a Eizaguirre, la superior calidad del seleccionado se impone. Empata Campanal con un tiro desde fuera del área, y Vázquez hace el segundo también con otro tiro lejano que se le escapa de las manos a Inchausti.

Antes de acabar la primera parte Epi hace el tercero y Campanal el cuarto, bajo una lluvia torrencial.

En la segunda parte una lesión de Joaquín le obliga a abandonar, siendo sustituido por el sevillista Félix. A la media hora del partido Campanal hace el quinto a pase de Herrerita.

Al día siguiente en el Ayuntamiento se hace entrega del trofeo donado por la Diputación Provincial.

GiraAndalucia01El jueves 6 de enero, aprovechando la festividad del día de Reyes, el equipo se desplaza a Málagapara enfrentarse a una selección local. El campo de los Baños del Carmen aparece exornado con toda la parafernalia propia del momento: banderas, guirnaldas patrióticas y bandas de música que antes del partido interpretan los himnos de Falange, el Oriamendi y el Nacional, mientras que jueces, jugadores, autoridades y público escuchan en silencio y brazo en alto.

Es de nuevo Manuel Ocaña el encargado de dirigir el encuentro, formando así los conjuntos:

Equipo Nacional, con camiseta verde y pantalón negro: Eizaguirre; Ciriaco, Quincoces; Germán, Soladrero, Ipiña; Epi, Vergara, Campanal, Herrerita y Vázquez.  Soladrero por Aranaz es la novedad respecto al partido de Cádiz.

Selección Local, con camiseta blanquiazul y pantalón blanco: Pedrín; Chales, Zabala; Peral, Segura, Aranaz; Inciarte, Llona, Calderón, Agustín y Ochoa. En esta ocasión son 4 los jugadores del seleccionado (Zabala, Peral, Aranaz y Agustín) los que refuerzan al equipo local, mientras que el resto del combinado es una amalgama de jugadores malagueños (Pedrín, Chales) con jugadores de otros equipos.

A los 15 minutos Vergara hace el 0-1, al rematar una  jugada de Campanal, empatando al poco tiempo Agustín. Campanal marca el 1-2 en un gran tiro y a los 30 minutos de nuevo el ariete asturiano marca el 1-3 rematando de cabeza una jugada por la banda de Epi. Y a falta de 2 minutos para el descanso un nuevo remate cabeza de Campanal es el cuarto tanto, tras jugada por la otra banda de Vázquez.

Al inicio de la segunda parte Saro suple a Vergara en el equipo nacional, y al poco tiempo del reinicio Calderón hace el segundo gol del equipo local. Pero la selección impone su mayor calidad y marca dos nuevos tantos: Saro el quinto y Campanal el sexto.

En un choque con un contrario se retira Quincoces lesionado, siendo sustituido por Joaquín. El partido finaliza con victoria para el equipo nacional por 2-6

GiraAndalucia02El domingo 9 de enero es el Stadium de Los Cármenes el marco elegido para el tercer partido de la gira. Al igual que en los dos anteriores la recaudación obtenida irá en beneficio del Ejército, y la prensa local se encarga de caldear el ambiente previo para que la afición responda:  “Cádiz y Málaga han dado la nota de patriotismo agotando todas las localidades, y haciendo una recaudación brillantísima. Granada no puede ser menos en este alarde de buenos sentimientos”.

A las tres y cuarto en punto comenzó el partido, después de que dos bandas de música de Falange Española Tradicionalista interpretaran los correspondientes himnos, “ante el respetuoso saludo del público y de los jugadores alineados en el campo y que terminaron con entusiásticos vivas a España y a Franco”.

Es de nuevo el colegiado sevillano Manuel Ocaña quien dirige el encuentro formando a sus órdenes los siguientes onces:

Equipo Nacional, con camiseta verde y pantalón negro: Eizaguirre; Ciriaco, Joaquín; Germán, Soladrero, Aranaz; Epi, Agustín, Campanal, Herrerita y Saro.

Recreativo de Granada, con camiseta y pantalón blanco: Inchausti; Zabala, Chales; Torquemada, Segura, Bombillar; Ochoa, Ruibal, Calderón, Sanmillán e Inciarte. El equipo granadino, además de Inchausti y Zabala del equipo nacional fue reforzado con los malagueños Chales y Segura.

Herrerita marca el 0-1 para el combinado nacional, con el que termina la primera parte. Epi, en jugada personal en la que burla al portero Inchausti, hace el 0-2  y una nueva jugada personal de Epi sirve en bandeja a Campanal para que haga el tercer tanto, resultado con el que finalizó el partido.

Después del partido los directivos del club granadino obsequiaron a la expedición con una zambra gitana celebrada en la Escuela de Estudios Árabes.

GiraAndalucia03El día 11 de enero el equipo nacional volvió a Sevilla, concentrándose en Alcalá de Guadaira, concretamente en Oromana, donde continuaría la preparación para el partido de Lisboa.

Allí les esperaba una intensificación de los entrenamientos, dado que no tendrían que desplazarse de forma continua como en esta primera semana de enero, y dos partidos más en Sevilla.




La gira del Betis por Alemania en 1925

En el recién finalizado mes de agosto se cumplieron 90 años de la gira que el Real Betis Balompié realizó por Alemania.

Fue en agosto de 1925 cuando el conjunto verdiblanco llevó a cabo esta expedición, disputando un total de cuatro partidos contra equipos alemanes.

Con frecuencia, desde finales de la década anterior, el Betis realizó diversas giras futbolísticas aunque hasta ese momento siempre dentro de las fronteras españolas. Así en 1919 fue el primer equipo peninsular que jugó en Canarias, disputando 8 partidos entre las islas de Tenerife y Gran Canaria. Y durante la primera mitad de la década de los 20 el camisolín verdiblanco apareció por los terrenos de juego de Madrid, Vigo, Murcia, Barcelona, Bilbao, Santander, Gijón, Langreo, Cartagena, Valencia, Alicante, Oviedo, etc.

Ahora se dio un paso adelante con una gira por tierras centroeuropeas, una actividad cada vez más frecuente, ligada a la expansión del fútbol como espectáculo y al desarrollo de los medios de transporte.

La República de Weimar, el sistema democrático y parlamentario que sustituyó al Segundo Reich tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, pasó por graves dificultades económicas, sociales y políticas entre 1919 y 1923, pero a partir de 1924, con el Plan Daves se inició la recuperación económica. Los tratados de Locarno de 1925 supusieron el retorno de Alemania a la escena internacional, concretada en su ingreso en la Sociedad de Naciones en 1926.

Es en este contexto en el que el fútbol alemán retoma el contacto con el resto de Europa, pues había permanecido al margen desde 1914. De hecho Alemania no participó en los Juegos Olímpicos de Amberes en 1920 ni en los de París en 1924, y no sería hasta las Olimpiadas de 1928 en Ámsterdam cuando volvieran a la máxima competición futbolística.

En mayo y junio de 1925 fue el equipo barcelonés de la Unió Esportiva Sants el primero en realizar una gira futbolística por Alemania, disputando un total de 5 partidos, mientras que coincidiendo con la expedición bética será la Real Sociedad la que juegue 2 partidos también en agosto de 1925.

La expedición bética partió de Sevilla el 10 de agosto, realizando la siguiente ruta ferroviaria: Sevilla-Madrid-Barcelona-París-Colonia.

No existía por esa época un torneo nacional de Liga en Alemania, sino que se disputaban campeonatos regionales. Los vencedores, y desde 1925 también los subcampeones, luchaban por el Campeonato Alemán mediante un torneo por eliminatorias.

El sábado 15 de agosto el Betis disputó su primer partido frente al FC ViktoriaFosrt, club fundado en 1901 y que se disolvió en 1945 tras la división de la ciudad entre las dos Alemanias. En ese año 1925 el FC Viktoria fue el vencedor de uno de los torneos regionales, el Campeonato del Sureste, lo que le dio oportunidad de jugar el Campeonato Alemán, siendo eliminado por el SchwarzWeissEssen.

BetisporAlemania01En el partido contra el Betis se impuso claramente el conjunto alemán por 4 a 0.

Al día siguiente, en la cercana localidad de Breslau, el Betis se enfrentó al VereinigteBreslauerSportfreunde, club fundado en 1919, y que fue el dominador en la época del Campeonato del Sureste, pues lo ganó en 1920, 1921, 1922, 1923, 1924 y 1927. Tras la Segunda Guerra Mundial Breslau pasó a ser la actual Wroclaw polaca, desapareciendo el club alemán.

BetisporAlemania02En este segundo partido el Sportfreunde se impuso por 2 goles a 0, ante unos 4.000 espectadores.

Una semana después, el sábado 22 de agosto el Betis se enfrenta al FC Hanau 93, el club más antiguo del estado de Hessen, siendo uno de los clubs fundadores de la Asociación Alemana de Fútbol en 1900. Data de 1893 y es el único de los 4 a los que se enfrentó el Betis que continúa activo.

BetisporAlemania03En este partido el Betis cosechó una importante derrota por 6 goles a 1.

El domingo 23 de agosto se disputó el último partido de la gira, frente al ASN Nürnberg, club fundado en 1911 y que en esa época era el tercero de la región tras el FC Nürnberg y el SpVggFurth.

BetisporAlemania04El conjunto bávaro se impuso por 1 a 0.

La gira alemana se cerró por lo tanto con 4 derrotas. Por manifestaciones posteriores de los jugadores béticos sabemos que en estos resultados influyó el hecho de jugar sobre hierba, algo que por entonces suponía un duro hándicap para los equipos andaluces, que disputaban sus partidos sobre tierra. No sería hasta la Asamblea de la Federación celebrada en julio de 1925 cuando se impuso la norma de que los encuentros de competición oficial se disputaran sobre hierba, y su aplicación en los años posteriores siempre estuvo salpicada de polémicas.

Se jugaron los partidos con la nueva modificación de la regla XI adoptada por la FIFA, en virtud de la cual ya sólo serían necesarios dos jugadores para evitar el fuera de juego, cuando hasta entonces habían sido tres.

Destacó la prensa alemana el papel de dos jugadores béticos: Andrés Aranday el portero José Torres, a quien le pusieron de sobrenombre “El Gato”.  También menciona la prensa alemana que en el equipo bético faltaban algunos jugadores habituales, por encontrarse desplazados en la guerra de Marruecos.

BetisporAlemania05Para los jugadores béticos fue toda una experiencia, destacando en sus relatos posteriores cómo fueron tratados en todas partes, sobre todo el recibimiento que tuvieron en Breslau, y la impresión producida por grandes ciudades como París y Berlín. Se intercambiaron diversos obsequios con los clubs alemanes, como copas, placas y bandejas conmemorativas de la expedición.

El 29 de agosto en la estación de Córdoba de la ciudad hispalense el Betis fue recibido a su vuelta por directivos, aficionados y familiares de los jugadores. La gira por Alemania había concluido.




Andrés Aranda. Con las botas puestas

AndresAranda01El próximo 10 de marzo se cumplirán 50 años del fallecimiento de Andrés Aranda Gutiérrez.

Decir Andrés Aranda en la historia del Real Betis Balompié es mencionar uno de los grandes mitos de la historia de la entidad verdiblanca.

Una entidad en la que lo fue todo y a la que incluso dedicó su propia vida literalmente.

Andrés Aranda nació en la localidad sevillana de Lora del Río el 27 de agosto de 1905, trasladándose a Sevilla en 1917. La capital andaluza durante esa década creció vertiginosamente, pasando de 158 mil habitantes en 1910 a 205 mil en 1920. La ciudad se hallaba en un proceso de expansión y remozamiento urbano, con la perspectiva de la Exposición Iberoamericana, que aunque se retrasaría hasta el final de la década siguiente, atrajo una abundante mano de obra desde su entorno rural.

La familia Aranda se instaló en el barrio de la Puerta Real, y allí el joven Andrés formó parte de uno de los muchos equipos populares que formaban las categorías locales: la Agrupación Deportiva Museo.

En este equipo fue observado por técnicos del Betis e incorporado a sus filas en 1921, cuando contaba 16 años. Junto a él también su  compañero en la AD Museo Manuel Nogueras “Manolín”, otro de los futbolistas importantes del Betis durante la década de los 20.

Con estas, y otras incorporaciones de equipos locales, el Betis tenía que ir renovando año tras año su plantilla  de jugadores, en una época en la que el fútbol teóricamente era amateur, pero en la que veía como su equipo era expoliado de sus mejores jugadores por el eterno rival, con un mayor poderío económico y social, que le servía para “pescar” entre los jugadores béticos. Hasta la regulación definitiva del profesionalismo en 1926 esa fue la tónica en el fútbol sevillano.

Andrés Aranda debutó oficialmente con el Real Betis Balompié el 13 de noviembre de 1921 en la primera jornada del Campeonato de Andalucía, con una victoria 3-1 sobre el Sevilla FC. Se inicia así una brillante carrera futbolística que durante 13 temporadas le verá jugando en el equipo verdiblanco en todas las posiciones del equipo, incluso de portero: en un amistoso contra el Recreativo de Huelva en el Velódromo el 23 de diciembre de 1923 suplió al lesionado Jesús. Y de nuevo contra el Deportivo de La Coruña sustituyó a Jesús “Manos Duras”, en partido de Liga ante una lesión del portero bético.

Andrés Aranda fue un auténtico comodín, destacando por su entrega y lucha aunque también fue un jugador con técnica. En sus años con el equipo bético pudo comprobar cómo éste fue creciendo durante toda la segunda mitad de los años 20, a partir de que la regulación del profesionalismo puso orden en el mercado futbolístico. Así consiguió el campeonato de Andalucía de 1928, la disputa de la final de Copa en 1931 y el ascenso a Primera División en 1932.

Final de Copa 1931. Aranda es el sexto por la izquierda

Final de Copa 1931. Aranda es el sexto por la izquierda

Su último partido lo jugó el 25 de diciembre de 1933 en Nervión, un partido amistoso entre los reservas del Sevilla y el Betis. Ponía así punto a una carrera con casi 300 partidos disputados entre oficiales y amistosos con el Real Betis Balompié.

Ingresó en los escalafones técnicos del club, encargándose de la preparación del equipo amateur durante 1934 y 1935.

Andrés Aranda, entrenador del amateur en 1935

Andrés Aranda, entrenador del amateur en 1935

En octubre de 1935 le llega su oportunidad al mando del primer equipo. Y le viene de forma inesperada, pues,  tras la marcha de Patrick O´Connell al FC Barcelona en el verano de 1935, es el inglés Charles Slade el encargado de dirigir la plantilla verdiblanca.

Pero en el Campeonato de Andalucía previo al inicio de la Liga 35-36 los resultados son desastrosos: el equipo campeón de Liga no gana ningún partido con el técnico inglés durante 7 jornadas, con derrotas sonrojantes ante el Xerez, Racing de Córdoba, Mirandilla o Malacitano. Andrés Aranda es nombrado entrenador con solo 30 años y clasifica al Betis, devaluado respecto al año anterior tras la marcha de Areso y Lecue, en mitad de la tabla en una tranquila séptima posición.

Aranda será el entrenador bético tras la guerra civil, en una desafortunada campaña que da con el equipo en Segunda División. El 8 de septiembre recibió un homenaje por parte del Betis antes de un amistoso que enfrentó al Betis con el Xerez FC.

Andrés Aranda recibe un cuadro en su homenaje

Andrés Aranda recibe un cuadro en su homenaje

Si nunca abandonó al Betis como futbolista sí tuvo que hacerlo en los banquillos, siendo el Xerez FC su primer destino, aunque su buen rendimiento con los blanquiazules (segundos en la Segunda División en la campaña 1942-43) le llevó a retornar a un Betis que pugnaba por retornar a Primera a mitad de los 40.

Tras no conseguirlo siguió su peregrinaje por los banquillos de la geografía andaluza y extremeña: Olímpica Jiennense, Recreativo de Huelva, Extremadura, Ayamonte,  etc, además de volver al banquillo del Betis durante dos campañas en Tercera División (1949-50 y 1950-51) en las que se rozó el ascenso a Segunda, pero sin conseguirlo.

En la segunda mitad de la década de los 50 Andrés Aranda retorna a su club, integrándose en la nómina técnica. En ese puesto estará hasta 1965, cuando en marzo es llamado para sustituir en el banquillo del primer equipo al canario Rosendo Hernández de forma provisional. En su debut por quinta vez en el banquillo bético el 7 de marzo el Betis pierde en Altabix 3-1 con el Elche.

De allí el Betis se traslada a la localidad de Aracena para realizar una concentración preparatoria. La muerte le sorprendió a los 59 años a causa de una angina de pecho.

Su sepelio al día siguiente en Sevilla supuso una amplia movilización de los seguidores béticos, que acudieron a rendir una emotiva despedida a uno de los jugadores más queridos en la historia del club.

En las páginas de Marca el periodista Carlos Méndez “Cronos” le dedicó un artículo de homenaje titulado “Con las botas puestas”.

Así murió Andrés Aranda.




100 años del Real Betis Balompié

Estamos actualmente celebrando el centenario de la fusión que se produjo en diciembre de 1914 entre el Real Betis Football Club y el Sevilla balompié, y que dio lugar al Real Betis Balompié.

Ambas sociedades estaban entre las que competían en la Sevilla de hace 100 años. Una ciudad en la que el fútbol ya estuvo presente desde finales del siglo XIX, a través de la colonia de comerciantes británicos y sus contactos con la vecina Huelva.

Los dos principales clubs de la ciudad, el Sevilla Football Club y el Sevilla Balompié, tienen una fundación muy cercana, en torno a la segunda mitad del año 1908. Y prácticamente formalizan su actividad en los primeros meses de 1909, mediante la redacción de sus respectivos reglamentos y su inscripción en el Registro del Gobierno Civil de Sevilla.

Reglamento del Sevilla Football Club fechado en febrero de 1909

Reglamento del Sevilla Football Club fechado en febrero de 1909

Reglamento del Sevilla Balompié fechado en Enero 1909

Reglamento del Sevilla Balompié fechado en Enero 1909

Sin embargo no fueron las únicas sociedades formadas para la práctica futbolística en la capital andaluza.

Del Betis Football Club ya tenemos noticias en 1910, y a él se suma en 1911 el Recreativo de Sevilla Football Club. Ya en 1913 asistimos a toda una eclosión de diversos clubs: Andalucía Football Club, Football Club Español, Sociedad Híspalis Football Club, Ideal Club, Estrella Football Club, Gimnástica de Sevilla, Athletic Football Club, etc. Y en 1914 nuevas sociedades se añaden a la extensa lista: Sociedad Ibérica Football Club, Giralda Football Club, Club Deportivo de Football, Triana Football Club, etc.

El fútbol en Sevilla estaba en plano auge y se comenzaba a popularizar entre una población que, no olvidemos, tenía a las corridas de toros como el gran espectáculo lúdico, predominante en una ciudad fundamental en el arte taurino.

Como es habitual en estos casos no estaban muy claras aún las fronteras entre unos clubs y otros, por lo que es frecuente que los jugadores se alineasen con diversos equipos. La Copa de Sevilla, organizada por el Ayuntamiento hispalense, era la competición más importante, además de otras que se organizaban en Huelva o Cádiz, como los incipientes Campeonatos de Andalucía o la Copa del Centenario.

Desde 1913 tenemos localizado en Sevilla a Herbert Richard Jones, procedente de Cádiz y donde fue uno de los principales promotores y jugador del Español Football Club gaditano. Su traslado a Sevilla fue por motivos profesionales, incorporándose al Sevilla Balompié.

Herbert Richard Jones

Herbert Richard Jones

El originario Betis Football Club de 1910, tras un periodo de inactividad, volvió a reorganizarse en marzo de 1914. Y lo hizo con fuerza, sino en el terreno de juego, sí en el institucional, pues en el mes de agosto, tras los pertinentes contactos llevados a cabo por el Marqués de Mochales con el Marqués de la Torrecilla, mayordomo de Alfonso XIII, el club recibía el título de Real, lo que suponía un fuerte espaldarazo institucional en una sociedad profundamente conservadora, como era la de la España de la Restauración, y con el prestigio que aún tenía la institución monárquica.

Concesión del título de Real al Betis Football Club

Concesión del título de Real al Betis Football Club

También la prensa especuló en ese verano con una posible fusión entre el Sevilla Football Club y el Sevilla Balompié. La intención no era otra que “arrancar de Huelva la Copa del Campeonato de Andalucía, la cual hace cuatro años que está en poder del Recreativo de dicha ciudad”. (El Noticiero Sevillano, 1 de agosto de 1914)

Sin embargo, el 14 de septiembre una junta general extraordinaria del Sevilla Balompié nombraba presidente a Herbert Richard Jones. Esta nueva directiva será la que propugnará la fusión con el ya Real Betis Football Club.

Es el 18 de octubre cuando el Real Betis Football Club celebra su último partido, un amistoso en el que pierde 3-0 con el Sevilla Balompié. Un mes después, éste juega su último partido como tal, cuando se impone 6-0 al Español Football Club.

Por esas fechas ya estaban en marcha las conversaciones para la fusión de ambas sociedades, aspecto que fue aprobado en sendas juntas generales extraordinarias: la del Sevilla Balompié el 6 de diciembre y la del Real Betis Football Club el 8 de diciembre.

El Liberal en su edición del 17 de diciembre ya nos informa claramente sobre el tema: “Las Sociedades de Foot-Ball Real Betis Foot-Ball Club y Sevilla Balompié, han acordado su unión formando un solo Club con el nombre de Real Betis Balompié. Esta Sociedad inaugurará su temporada sportiva el domingo 27 con un match de foot-ball en Tablada a beneficio de la Liga contra la Trata de Blancas. También tiene concertados varios partidos con los teams de Cádiz, Huelva y Sevilla.”

Cartel anunciador del partido contra el Recreativo de Huelva

Cartel anunciador del partido contra el Recreativo de Huelva

El 21 de diciembre se solicitó a la Casa Real por parte del Real Betis Football Club autorización para unirse con el Sevilla Balompié, bajo la denominación de Real Betis Balompié. El día 23 la Casa Real dio su aprobación.

Y el día 27 de diciembre de 1914 se jugó el partido antes citado y en el que el equipo onubense se impuso con claridad por 1 a 3.  José Fernández Zúñiga, Antonio Gutiérrez, Hilario Navarro, Antonio Palacios, Herbert Jones, Andrés Hermosa, Enrique Añino, Carmelo Navarro, José Hermosa, Santana y Carrión fueron los alineados ese día.

Imagen del partido contra el Recreativo en Tablada

Imagen del partido contra el Recreativo en Tablada

Desde el primer momento el elemento balompedista será el predominante, dado su mayor potencial futbolístico y social. La mayoría de jugadores pertenecen al Balompié, así como los colores del club, que en su primer partido viste de verdiblanco, los colores de la sociedad balompedista, frente a los verdinegros del Betis. Incluso el primer presidente del Real Betis Balompié es Herbert Richard Jones, el presidente y jugador del Sevilla Balompié.

Ya en los primeros días de enero de 1915 se juegan nuevos partidos. Contra los gibraltareños del Britannia Fottball Club los días 3 y 4 de enero, con sendas derrotas en Tablada 0-4 y en el Prado de San Sebastián 2-6. Para enfrentarse al poderoso equipo de la Roca incluso se refuerza con 2 jugadores sevillistas : Spencer y Pérez.

Curiosamente en estos dos partidos contra los gibraltareños el Real Betis Balompié viste de amarillo y negro, equipación recuperada en esta temporada 2014-15  como la tercera del club bético.

Imagen del partido contra el Britannia FC en el Prado de San Sebastián

Imagen del partido contra el Britannia FC en el Prado de San Sebastián

Finalmente el 6 de enero se produce la primera victoria del Real Betis Balompié, en este caso la más dulce de las victorias, pues es en un amistoso frente al eterno rival.  Se pone en juego una copa donada por la Sociedad Artística Sevillana y el equipo bético se impone por 1 a 0 con gol de Henke.

El equipo en esta ocasión viste con jersey verde botella. De los 11 jugadores alineados sólo uno, Gutiérrez, proviene del  antiguo Betis FC, mientras que los 10 restantes jugaban en el Sevilla Balompié. Es una clara señal de quién predomina de forma clara en el nuevo Real Betis Balompié, lo que llevará a algunos disidentes al intento de reconstituir de nuevo al Betis Football Club de forma independiente, aunque su intento no tuvo mayor trascendencia.

El Real Betis Balompié, como hemos visto, asume mayoritariamente el legado del Sevilla Balompié, lo que se plasma incluso a nivel legal en el Registro de Sociedades del Gobierno Civil, donde sobre la inscripción originaria del Sevilla Balompié en al siento número 283 del 1 de febrero de 1909 se tacha la palabra “Sevilla” y se sustituye por la denominación “Real Betis”.

 Inscripción en el Registro del Gobierno Civil de Sevilla

Inscripción en el Registro del Gobierno Civil de Sevilla

Y ya tenemos de forma definitiva al Real Betis Balompié constituido. Pronto, en el mes de febrero, se jugaría una nueva edición de la Copa de Sevilla, en la que el Real Betis Balompié se alzaría con una nueva victoria tras imponerse en la semifinal al Sevilla FC 2-1 y al Español FC 3-0 en la final.

Pero esa es ya otra historia…




Ignacio Sánchez Mejías, el presidente torero

SanchezMejias01

El pasado 13 de agosto se cumplieron 80 años del fallecimiento de Ignacio Sánchez Mejías. Murió en Madrid a la edad de 43 años, víctima de la cornada que le dio el toro Granaíno en la plaza de Manzanares dos días antes. Trasladado a una clínica de Madrid, falleció a consecuencia de las complicaciones que la cornada en la ingle le produjo. Fue trasladado a Sevilla y enterrado entre el pesar de la población en general y de la afición bética en particular.

Entre mayo de 1928 y septiembre de 1929 Ignacio Sánchez Mejías fue el presidente del Real Betis Balompié. E incluso fue nombrado presidente de honor a continuación, ejerciendo una importante influencia en las directivas béticas al menos hasta septiembre de 1931.

Sánchez Mejías había nacido en Sevilla en 1891, en una familia de clase media. Su padre, médico, intentó encauzar en la misma profesión a su hijo, pero éste fue reacio al estudio. Ya desde niño prefirió al ambiente taurino que, no olvidemos, era con diferencia el espectáculo con mayor atracción popular a comienzos del siglo XX.

Su pasión por el mundo del toreo le llevó a fugarse de su casa con 18 años, embarcando de polizón con rumbo a América. Allí, tras numerosas vicisitudes, entró a formar parte de diversas cuadrillas que por entonces “hacían las Américas”;  volvió a España en 1914 como un consumado banderillero y novillero en ejercicio.

Al año siguiente se casó con Dolores Gómez, hermana de la gran figura del momento, Joselito el Gallo, y poco a poco se fue abriendo camino en la profesión, de forma y manera que en 1919 tomó ya la alternativa como matador de toros en Barcelona.

Ignacio Sánchez Mejías fue un torero de raza y valentía, y en los años 20 lo podemos considerar ya un torero plenamente establecido y triunfante, dentro del escalafón taurino de la época.

Pero lo que hace a Sánchez Mejías distinto y tan peculiar está en su personalidad y su interés por otras muchas facetas de la vida.

Mantuvo frecuentes relaciones con la brillante intelectualidad de la época, siendo amigo de gran parte de los literatos y poetas que conformaron la llamada Generación del 27. Este elenco de figuras literarias tomó este nombre a raíz de las reuniones celebradas en Sevilla, organizadas por el Ateneo de esta ciudad, para conmemorar el tercer centenario del fallecimiento de Luis de Góngora, poeta cultista cordobés. Todas las actividades desarrolladas por el grupo (José Bergamín, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Jorge Guillén, Rafael Alberti, etc) fueron financiadas económicamente por Sánchez Mejías, convertido en el mecenas que hizo posible la celebración.

El mismo fue autor de diversas obras teatrales, como el drama Sinrazón, estrenado en Madrid en 1928, y la comedia Zayas, estrenada ese mismo año en Santander.

Se interesó por muchos otros temas, desde la aviación y su desarrollo (fue piloto aéreo), la agricultura, en su cortijo de Pino Montano, o la presidencia de la Cruz Roja, el juego del polo y  el mecenazgo de eventos deportivos, como por ejemplo la asistencia por primera vez al Cross de las Naciones de Atletismo en 1929 en París del equipo español, que ayudó a subvencionar con seis mil pesetas.

Con el Betis entró en contacto en el año 1928, cuando dos directivos del equipo, Juan Alfonseca y Adolfo Cuéllar, le ofrecieron la presidencia del club. En una entrevista aparecida en el diario sevillano La Unión, a los pocos días de acceder a la presidencia en mayo de 1928, manifestaba su simpatía por el equipo verdiblanco a raíz “de haber coincidido en varias capitales de España, haciéndome pasar con sus actuaciones ratos muy agradables” .

SanchezMejias02

Cabe destacar que el Betis en este momento se encontraba en una franca etapa de expansión. En enero de 1928 consiguió por primera vez ganar el Campeonato de Andalucía, hasta entonces casi siempre en manos del Sevilla FC. Hay que señalar que desde la regulación del profesionalismo en 1926 el Betis pudo “defenderse” del eterno rival, que con frecuencia le arrebataba a sus mejores jugadores aprovechándose del llamado “amateurismo marrón”. A partir de esa fecha los jugadores béticos son profesionales, y, como tales, no pueden romper el contrato que les liga a su club.

En la asamblea de socios celebrada el 27 de mayo de 1928 Ignacio Sánchez Mejías es proclamado presidente del Real Betis Balompié. Entre las primeras medidas estuvo la de promover el deporte mediante el apoyo a las secciones de pedestrismo, ciclismo, frontón, esgrima, boxeo y náutica. Y a los pocos días se anunciaba la presencia en Sevilla de uno de los equipos punteros de la época: el CD Europa barcelonés.

SanchezMejias03

Desde el primer momento Ignacio Sánchez Mejías va a combatir el favoritismo federativo. Así en la asamblea de la Federación Nacional celebrada en julio de 1928 el club se manifiesta en contra del sistema que le otorga 2 votos, siendo el campeón vigente, mientras que al Sevilla le da 4, siendo subcampeón.

En una carta pública del 13 de julio de 1928 se expresa con contundencia contra la Federación Regional Sur: “Nuestra Delegación Regional no está capacitada para lo que pudiéramos llamar la verdadera labor, por representar sólo y exclusivamente a uno de los clubs, olvidando en toda ocasión que los intereses deportivos regionales no pueden circunscribirse a militar apasionadamente en un solo bando, y sin tener en cuenta que su cargo depende de la voluntad de los clubs regionales”.   

Y concluía con rotundidad: “Por hoy estas declaraciones, que creemos terminarán aquí, ya que los resultados de la asamblea nacional habrán abierto los ojos a los que incautamente creían que las cuestiones de fútbol en Sevilla iban a ser eternamente una merienda de negros”. 

Por esta nota pública la Federación Regional Sur impuso al club una multa de 500 pesetas y le obligaba a retractarse públicamente. No gustaba lo que se decía en ella y mucho menos que se airease a la opinión pública.

En ese mismo  de julio una Junta Extraordinaria de socios del club bético acordó no pagar la multa, y denunciar la doble vara de medir de la Federación Regional, que sí permitió por esas mismas fechas otra nota pública del equipo sevillista. El dinero sería depositado en la Federación Nacional, ante la que se establecería el correspondiente recurso, y se negaba cualquier posibilidad de retractación pública.

En esa misma Junta Extraordinaria Sánchez Mejías lanzó varias ideas: una reforma del Campo del Patronato, con la construcción de un campo anexo de entrenamiento, velódromo, campo de tenis y piscina de natación. Todo ello con un coste estimado de 400 mil pesetas.

Se dieron a conocer las gestiones para la realización de un festival taurino en la Maestranza en el mes de agosto, exclusivamente para los socios del club verdiblanco, y se lanzó la idea de la creación de un casino también para los socios béticos.

SanchezMejias04

En septiembre en una nueva Junta Extraordinaria se presentan unos estatutos reformados para la dirección de la sociedad. Así mismo se informa de las obras de reforma ya iniciadas en el Campo del Patronato, y que consisten en la construcción de una tribuna cubierta, así como de la piscina y el frontón. Se comunica el acuerdo al que se ha llegado con la directiva del Sevilla FC para que sea el Betis el equipo elegido para la inauguración del nuevo recinto sevillista de Nervión.  En este encuentro, jugado el 7 de octubre de 1928, se impuso el Betis 1-2.

El 28 de octubre en un partido del Campeonato de Andalucía contra el Málaga (4-0 para los locales) quedaba inaugurado el nuevo recinto del Campo del Patronato.        

SanchezMejias05

En el terreno deportivo Sánchez Mejías intentó los fichajes de los madridistas Jaime Lazcano y de los donostiarras Martín Marculeta y Francisco Bienzobas. En ambos casos con la oposición de sus clubs, y el choque frontal con la Federación Española de Fútbol. Esto fue definitivo en su decisión de abandonar la presidencia del club bético, por lo que en la asamblea anual de socios del 1 de septiembre de 1929 hizo efectiva su renuncia, siendo elegido para el cargo su amigo Daniel Mezquita. En la misma asamblea fue elegido presidente de honor, aunque su influencia y ascendiente sobre las directivas del club son evidentes hasta 1931 al menos.

Como curiosidad en la asamblea de socios del Sevilla, celebrada en julio de ese mismo año, se acordó la expulsión de Ignacio Sánchez Mejías “por actos realizados en contra del Sevilla FC, acordándose por unanimidad”.   Hay que señalar que en esta época ser socio de ambos clubs no era una circunstancia tan anómala como lo podría ser hoy.

Sánchez Mejías llevaba retirado del toreo activo desde 1926 y en 1934 decidió volver a los  ruedos. Lo hizo en Cádiz el 15 de julio,  toreando posteriormente en San Sebastián el 22 de julio, en Santander el 5 de agosto, en La Coruña el 6 y en Huesca el 10.  No tenía que actuar en Manzanares el día 11, pero lo hizo para sustituir a Domingo Ortega, que estaba lesionado.

A partir de ahí la tragedia anteriormente narrada.

Un año más tarde su amigo Federico García Lorca le dedicó una sentida elegía, el conocido Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

“Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,

Un andaluz tan claro, tan rico de aventura.

Yo canto su elegancia con palabras que gimen

Y recuerdo una brisa triste por los olivos”