El Real Madrid adelanta al Barcelona como mejor equipo de lo que se lleva del siglo XXI

En 2020 se hizo un balance de los primeros 20 años del siglo XXI. Entonces el Barcelona aventajaba al Real Madrid en más de cien puntos en la clasificación del ranking español. Eran años en los que la rivalidad entre los dos clubs más fuertes de España se personificaba en el liderazgo de Messi o de Cristiano Ronaldo. A la hora de la confección del ranking 2000-2020, se apuntaba que el gran reto del Barcelona era responder a la marcha de Messi, ya que la gestión del Real Madrid se estaba mostrando firme y tenía mejores perspectivas una vez acabado el ciclo de Cristiano Ronaldo.

Y así ha sido. El FC Barcelona, pese a sus altibajos, sí ha mantenido un buen nivel en las competiciones nacionales, compensando la ventaja perdida en Liga y ampliando la ya sustancial en Copa. Pero ha sido en el plano internacional donde el Real Madrid ha dado el vuelco decisivo para hacerse con la primera plaza del ranking 2000-2025. Llama la atención tan gran diferencia entre los dos equipos punteros en este espacio, cuando en el nacional es el Barcelona el que domina. En este sentido, no se puede dejar de lado que en el ranking UEFA el Atlético de Madrid también superó al Barcelona a la hora de ganarse una plaza en el Mundial de Clubs.

Criterios para la confección del ranking

Para poder conservar la diferencia de rango de competición que se establece entre las diferentes categorías del fútbol nacional y de los torneos internacionales, se ha establecido una tabla de ponderación por puntos.

El centro de referencia es el Campeonato de Liga de Primera División, donde se otorgan 3 puntos por victoria, uno por empate y cero por derrota. El resto de categorías ponderan su puntuación. Respecto a las competiciones por eliminatorias, como el Campeonato de España o la Supercopa, se puntúan como nivel 1, cada partido de manera individual. Solo se registra el resultado final, incluido el de la prórroga, si la ha habido. Las tandas de penaltis no se contabilizan como victoria, por lo que son computadas como empate.

La Copa RFEF se categoriza como nivel 3. Las copas que organizan las federaciones autonómicas (Copa Catalunya, Trofeo Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Copa Castilla y León, Copa Real Federación Andaluza de Fútbol…) se computan como nivel 5.

Así queda registrado en la siguiente tabla:

Competiciones nacionales Victoria Empate Derrota
Nivel 1
Primera División / Campeonato España / Supercopa
3 1 0
Nivel 2
Segunda División*
1,5 0,5 0
Nivel 3
Segunda B* (2000-2021) / 1ª RFEF* / Copa RFEF
0,75 0,25 0
Nivel 4
3ª División* (2000-2021) / 2ª RFEF*
0,25 0 0
Nivel 5
Máxima regional* (2000-2021) / 3ª RFEF* / Copas regionales
0,1 0 0
Nivel 6 o inferior
Otras categorías regionales
0 0 0

*Incluidas las eliminatorias y fases de ascenso.

El fútbol internacional ha introducido numerosas modificaciones en la jerarquía de sus competiciones. Eso ha obligado a realizar un importante reajuste en las ponderaciones para poder reflejar debidamente la diferencia existente entre niveles. Se han tomado dos líneas referenciales: 1) toda competición internacional tiene como mínimo la misma ponderación que el nivel 1 de las competiciones nacionales; y 2) La base de competición referencial es la liguilla de la Champions League. De esta manera se han ponderado los puntos:

Competiciones internacionales Victoria Empate Derrota
Nivel 1
Rondas finales Champions League / Supercopa /
Copa Intercontinental / UEFA-CONMEBOL / Mundial de Clubs
12 4 0
Nivel 2
Liguilla Champions League / repesca Champions League
9 3 0
Nivel 3
Previa Champions / ronda finales Europa League / Copa UEFA
4.5 1.5 0
Nivel 4
Rondas previas y liguilla Europa League / Europa Conference /
rondas previas Copa de la UEFA, Copa Intertoto
3 1 0

El objetivo de esta ponderación es dar las mismas oportunidades para establecer un ranking a los equipos más poderosos y a los más modestos. Asimismo, no se otorga ningún tipo de puntuación añadida por obtención del título o ascenso, según la competición. Solo se contabilizan los resultados de los partidos jugados. Si se trata de un formato por eliminatorias, el hecho de ir ganando fases permite ir progresando en este sistema de puntos. Un equipo que empieza la fase previa de la Champions League, si accede a la fase de grupos, pasaría del nivel 3 al nivel 2. Si además se clasifica para las eliminatorias directas, sumaría sus nuevos resultados con el nivel 1. Y si ese equipo alcanza el triunfo, tendrá acceso a nuevos torneos de nivel 1, como son la Supercopa de Europa o el Mundial de Clubs.

En la estructura del fútbol nacional también se generan mejores opciones de puntuación para los equipos campeones o bien clasificados. Ganar el Campeonato de España da derecho a jugar la Supercopa. Igualmente, los mejores equipos clasificados de Primera División participarán en la temporada siguiente en las competiciones continentales. Al quedar campeón de 3ª RFEF, se gana el derecho de jugar el Campeonato de España, por poner unos ejemplos.

Este sistema de ponderaciones ha demostrado ser muy fiable, mucho más que el simple cómputo de títulos obtenidos. En una final de copa, si hay empate, los dos equipos suman la misma puntuación; sin embargo, si contabilizamos solo títulos, los penaltis otorgan el triunfo a uno y la derrota al otro. También se ha rechazado introducir cualquier tipo de bonificaciones por títulos, ya que distorsionarían el sistema de ponderaciones.

Lógicamente, el hecho de aplicar puntos sobre las eliminatorias a doble partido puede generar alguna discrepancia en la interpretación, puesto que el vencedor se decide en 180 minutos. Es un factor que ha sido evaluado y se ha desechado, por el hecho de que su incidencia es pequeña. La base del presente ranking es puntuar juego por juego, de tal manera que el que más partidos disputa, tiene una mayor proyección en las competiciones.

El Real Madrid lidera el ranking del siglo XXI

Para la confección del presente ranking se han contabilizado todos los partidos de todas las competiciones oficiales en las que han participado los equipos que han disputado al menos una temporada en Primera o Segunda División entre las ediciones 2000/01 y 2024/25.

Este es el ranking general:

 

Global 2000-2025 Puntos
1 Real Madrid CF 4602,00
2 FC Barcelona 4424,30
3 Club Atlético de Madrid 2872,50
4 Valencia CF 2464,00
5 Sevilla FC 2461,50
6 Villarreal CF 2154,50
7 Athletic Club, Bilbao 1794,00
8 Real Betis Balompié, Sevilla 1567,50
9 Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 1567,00
10 RC Deportivo de La Coruña 1535,00
11 RC Celta de Vigo 1438,00
12 RCD Espanyol de Barcelona 1376,80
13 CA Osasuna, Pamplona 1287,50
14 RCD Mallorca, Palma 1270,75
15 Getafe CF 1263,25
16 Málaga CF 1170,50
17 Levante UD, Valencia 1094,50
18 Real Valladolid CF 1087,50
19 Real Zaragoza 1071,00
20 Rayo Vallecano de Madrid 1055,00
21 Deportivo Alavés, Vitoria 1045,75
22 Real Racing Club, Santander 911,25
23 UD Almería 901,00
24 Real Sporting de Gijón 897,00
25 UD Las Palmas 868,50
26 SD Éibar 866,25
27 Elche CF 850,50
28 Girona FC 800,95
29 Cádiz CF 795,00
30 CD Tenerife, Santa Cruz de Tenerife 770,75
31 Granada CF 768,20
32 CD Leganés 733,25
33 Albacete Balompié 715,75
34 CD Numancia de Soria 669,75
35 RC Recreativo de Huelva 665,65
36 Córdoba CF 655,25
37 Real Oviedo 615,25
38 SD Huesca 612,65
39 AD Alcorcón 600,75
40 Real Murcia CF 599,25
41 Club Gimnàstic de Tarragona 584,05
42 SD Ponferradina, Ponferrada 574,25
43 CD Mirandés, Miranda de Ebro 559,50
44 Hércules de Alicante CF 536,00
45 FC Cartagena 518,00
46 CD Lugo 480,75
47 Xerez CD, Jerez de La Frontera 450,60
48 Burgos CF 448,75
49 FC Barcelona Atlètic 448,75
50 Real Madrid Castilla CF 440,25
51 Racing Club Ferrol 438,50
52 CD Castellón 431,50
53 Real Unión Club, Irún 425,50
54 C y D Leonesa, León 421,25
55 CE Sabadell FC 391,80
56 CD Alcoyano, Alcoy 370,50
57 Pontevedra CF 358,25
58 CF Fuenlabrada 351,50
59 Real Jaén CF 348,30
60 Villarreal CF /B 347,60
61 Sevilla Atlético 343,00
62 Bilbao Athletic 342,50
63 UD Salamanca * 341,50
64 Real Sociedad de Fútbol /B, San Sebastián 321,50
65 UD Logroñés, Logroño 305,55
66 CP Ejido 276,00
67 SD Amorebieta 264,25
68 Algeciras CF 247,50
69 CD Guadalajara 242,70
70 FC Terrassa 238,05
71 CF Reus Deportiu * 228,45
72 Alicante CF * 216,60
73 CF Rayo Majadahonda 210,75
74 Universidad CF, Las Palmas * 210,75
75 UCAM Murcia CF 199,70
76 UE Lleida * 199,25
77 CD Eldense, Elda 194,25
78 UE Llagostera * 194,05
79 Atlético Malagueño, Málaga 186,15
80 Ciudad de Murcia CF * 180,50
81 UD Vecindario * 174,35
82 CD Badajoz * 173,25
83 Lorca Deportiva CF * 165,25
84 Extremadura UD, Almendralejo * 155,20
85 UD Ibiza 147,95
86 FC Andorra 134,80
87 CF Extremadura, Almendralejo * 133,75
88 Lorca FC * 127,85
89 SD Compostela, Santiago de Compostela * 81,60
90 CP Granada 74 * 68,90

*Clubs disueltos o desaparecidos.

Estas 25 temporadas han dado mucho de sí. Aunque el Real Madrid es el primer clasificado con cierta ventaja sobre el Barcelona, la balanza tiene importantes vaivenes, como se puede apreciar si atendemos a las clasificaciones parciales por competiciones.

En el Campeonato Nacional de Liga existe prácticamente un empate técnico en el primer puesto. El Barcelona, con 12 triunfos, fue el club que más veces ganó el título de campeón. A continuación están Real Madrid, 9; y Valencia y Atlético de Madrid, 2 títulos cada uno. Pero a la hora de contabilizar solo los puntos sumados en estos 1000 partidos, el Real Madrid, no solo reduce la ventaja azulgrana, sino que acumula dos puntos más.

El Atlético de Madrid, que comenzó el siglo en Segunda División, pese a tener dos participaciones menos, se clasifica en tercera posición con notable ventaja sobre los otros dos históricos con los que pugna por ese puesto de honor.

Sevilla, con una temporada en Segunda División, y Valencia empatan en cuarto lugar, y hay que resaltar al Villarreal, que aventaja al Athletic en más de cien puntos, por la sexta plaza.

Así quedan los diez primeros, atendiendo solo a su puntuación alcanzada en el Campeonato Nacional de Liga de Primera División:

Liga 2000-2025 Puntos
1 Real Madrid CF 2076,00
2 FC Barcelona 2074,00
3 Club Atlético de Madrid 1653,50
4 Sevilla FC 1480,00
5 Valencia CF 1480,00
6 Villarreal CF 1441,50
7 Athletic Club, Bilbao 1330,00
8 Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 1269,50
9 Real Betis Balompié, Sevilla 1220,50
10 RCD Espanyol de Barcelona 1129,00

[…]

En el Campeonato de España/Copa del Rey ha habido un mayor número de clubs que se han proclamado campeones: Zaragoza (2001, 2004), Deportivo (2002), Mallorca (2003), Betis (2005, 2022), Espanyol (2006), Sevilla (2007, 2010), Valencia (2008, 2019), Barcelona (2009, 2012, 2015, 2016, 2017, 2018, 2021, 2025), Real Madrid (2011, 2014, 2023), Atlético de Madrid (2013), Real Sociedad (2020), Athletic (2024).

Los ocho títulos que ha celebrado el Barcelona le llevan a liderar la clasificación de Copa con una ventaja impresionante: 49 puntos sobre el Sevilla y 91 sobre el Real Madrid. Como ya se ha apuntado, en el formato de copa, cada eliminatoria que se gana abre más oportunidades de aumentar la puntuación en el ranking.

Tras el Barcelona, el Sevilla se destaca del resto de equipos en la segunda posición. Los sevillistas, además de haber ganado dos veces el campeonato, han sido finalistas otras dos.

Por la tercera plaza, la pugna se decanta por el Real Madrid, pero Atlético de Madrid, Valencia y Athletic están lo suficientemente cerca como para aspirar a adelantar a los madridistas con dos o tres temporadas buenas.

Así quedan los diez primeros puestos del ranking atendiendo al Campeonato de España:

Copa 2000-2025 Puntos
1 FC Barcelona 340,00
2 Sevilla FC 291,00
3 Real Madrid CF 249,00
4 Club Atlético de Madrid 236,00
5 Valencia CF 234,00
6 Athletic Club, Bilbao 233,00
7 Real Betis Balompié, Sevilla 174,00
8 RC Celta de Vigo 172,00
9 RCD Mallorca, Palma 156,00
10 CA Osasuna, Pamplona 150,00

[…]

En los campeonatos nacionales, el Barcelona ocupa la primera plaza con 101 puntos de diferencia sobre el Real Madrid, ya que en la Supercopa de España los azulgranas suman 10 puntos más que los madridistas. Sin embargo, esa sustancial ventaja queda totalmente anulada a la hora de computar las competiciones continentales, donde el Real Madrid demuestra una absoluta superioridad sobre el Barcelona.

Para empezar, en la fase de grupos o liguillas, el Barcelona ha jugado una menos, además de haber obtenido un global inferior de puntos, que en el momento de aplicar su valor ponderado la diferencia aumenta a 37 puntos a favor del Real Madrid.

Esta ha sido la participación de los equipos españoles en la fase de grupos o liguillas:

 

Liguilla de Campeones Participaciones J G E P F C Pts x3*
Real Madrid CF 25 152 101 28 23 365 160 331 937
FC Barcelona 24 146 97 27 22 325 129 318 900
Club Atlético de Madrid 14 86 44 23 19 137 85 155 419
Valencia CF 11 66 32 15 19 103 68 111 303
Sevilla FC 9 54 22 14 18 79 74 80 212
RC Deportivo de La Coruña 5 30 11 11 8 39 45 44 110
Villarreal CF 4 24 7 8 9 26 31 29 71
Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 3 18 5 7 6 16 20 22 52
Málaga CF 1 6 3 3 0 12 5 12 30
RC Celta de Vigo 1 6 2 3 1 7 6 9 21
RCD Mallorca, Palma 1 6 3 0 3 4 9 9 27
Real Betis Balompié, Sevilla 1 6 2 1 3 3 7 7 19
Athletic Club, Bilbao 1 6 2 1 3 5 6 7 19
Girona FC 1 8 1 0 7 5 13 3 9

*Ponderación aplicada nivel 2 internacional.

Las rondas finales de la Champions League, ponderadas con la máxima puntuación, destacan al Real Madrid sobre el Barcelona en 148 puntos. A esto hay que añadir que el Real Madrid, al haber ganado la Copa de Europa siete veces, ha tenido acceso a la Supercopa europea y a la Copa Intercontinental, donde también ha sumado una cantidad considerable de puntos más que el Barcelona. El Barcelona, en efecto, venció la Champions cuatro veces, de ahí su magnífica puntuación, aunque muy por debajo de la del Real Madrid, dado que los azulgranas superaron la fase de grupos en cuatro ocasiones menos que los madridistas.

 

 

Eliminatorias directas Participaciones J G E P F C Pts x4*
Real Madrid CF 25 133 71 24 38 240 162 237 948
FC Barcelona 21 111 57 29 25 194 130 200 800
Club Atlético de Madrid 11 43 17 12 14 45 44 63 252
RC Deportivo de La Coruña 4 28 12 4 12 35 34 40 160
Valencia CF 6 29 8 13 8 35 33 37 148
Villarreal CF 3 16 4 7 5 17 19 19 76
Sevilla FC 5 12 3 4 5 16 19 13 52
Málaga CF 1 4 1 1 2 4 4 4 16
Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 2 4 0 0 4 1 6 0 0
RC Celta de Vigo 1 2 0 0 2 2 5 0 0

*Ponderación aplicada nivel 1 internacional

El reciente Mundial de Clubs ha permitido a Real Madrid aumentar su distancia sobre el Barcelona, que no pudo acceder al ver superada su puntuación UEFA por el Atlético de Madrid.

La evolución de estos 25 años a través de quinquenios.

La tabla presenta las puntuaciones obtenidas por los equipos en cada quinquenio:

 

 

Equipo 2000-2025 2020-2025 2015-2020 2010-2015 2005-2010 2000-2005
1 Real Madrid CF 4602,00 1031,00 960,00 1058,00 630,00 923,00
2 FC Barcelona 4424,30 746,00 937,00 1063,30 963,90 714,10
3 Club Atlético de Madrid 2872,50 668,00 773,00 690,00 444,00 297,50
4 Valencia CF 2464,00 285,00 453,00 529,50 508,00 688,50
5 Sevilla FC 2461,50 454,50 599,00 466,00 619,00 323,00
6 Villarreal CF 2154,50 495,00 415,00 371,50 487,00 386,00
7 Athletic Club, Bilbao 1794,00 388,50 396,00 408,50 283,50 317,50
8 Real Betis Balompié, Sevilla 1567,50 430,50 278,50 272,00 268,50 318,00
9 Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 1567,00 456,00 322,50 309,00 186,50 293,00
10 RC Deportivo de La Coruña 1535,00 101,50 186,50 214,00 334,00 699,00
11 RC Celta de Vigo 1438,00 274,00 310,00 236,50 229,00 388,50
12 RCD Espanyol de Barcelona 1376,80 231,20 287,50 265,40 322,00 270,70
13 CA Osasuna, Pamplona 1287,50 290,00 206,50 211,50 312,50 267,00
14 RCD Mallorca, Palma 1270,75 261,00 151,25 196,50 304,00 358,00
15 Getafe CF 1263,25 235,00 280,00 253,00 336,00 159,25
16 Málaga CF 1170,50 131,00 178,50 340,00 203,50 317,50
17 Levante UD, Valencia 1094,50 214,50 233,00 285,50 180,50 181,00
18 Real Valladolid CF 1087,50 193,50 200,50 216,50 231,50 245,50
19 Real Zaragoza 1071,00 143,50 169,00 196,00 260,50 302,00
20 Rayo Vallecano de Madrid 1055,00 264,00 180,50 240,50 154,00 216,00
21 Deportivo Alavés, Vitoria 1045,75 227,50 263,50 129,50 141,25 284,00
22 Real Racing Club, Santander 911,25 133,75 111,25 157,75 282,00 226,50
23 UD Almería 901,00 200,50 146,50 225,00 226,50 102,50
24 Real Sporting de Gijón 897,00 172,50 179,00 198,00 187,00 160,50
25 UD Las Palmas 868,50 193,00 185,50 193,50 137,50 159,00
26 SD Eibar 866,25 191,50 258,00 149,25 116,00 151,50
27 Elche CF 850,50 207,00 147,50 198,50 154,50 143,00
28 Girona FC 800,95 293,60 203,30 165,60 91,10 47,35
29 Cádiz CF 795,00 203,50 189,75 113,50 154,50 133,75
30 CD Tenerife, Santa Cruz de Tenerife 770,75 163,50 164,50 109,25 165,50 168,00
31 Granada CF 768,20 225,50 209,00 213,50 71,50 48,70
32 CD Leganés 733,25 193,00 232,00 107,75 75,75 124,75
33 Albacete Balompié 715,75 132,25 136,75 125,75 143,50 177,50
34 CD Numancia de Soria 669,75 42,75 148,00 140,00 166,50 172,50
35 RC Recreativo de Huelva 665,65 38,15 67,00 141,50 220,50 198,50
36 Córdoba CF 655,25 89,00 134,25 174,50 114,50 143,00
37 Real Oviedo 615,25 179,00 153,50 102,75 68,25 111,75
38 SD Huesca 612,65 162,90 178,00 130,25 102,00 39,50
39 AD Alcorcón 600,75 108,75 153,50 190,00 86,50 62,00
40 Real Murcia CF 599,25 60,50 90,25 126,00 158,00 164,50
41 Club Gimnàstic de Tarragona 584,05 87,30 122,25 102,10 152,20 120,20
42 SD Ponferradina, Ponferrada 574,25 124,25 123,50 143,00 113,50 70,00
43 CD Mirandés, Miranda de Ebro 559,50 156,50 151,25 150,00 44,75 57,00
44 Hércules de Alicante CF 536,00 33,00 82,75 144,00 192,50 83,75
45 FC Cartagena 518,00 138,50 101,25 106,75 113,50 58,00
46 CD Lugo 480,75 101,00 143,50 125,50 66,75 44,00
47 Xerez CD, Jerez de La Frontera 450,60 13,20 12,20 84,20 185,50 155,50
48 Burgos CF 448,75 141,50 63,75 54,75 81,00 107,75
49 FC Barcelona Atlètic 448,75 73,25 83,50 144,50 68,50 79,00
50 Real Madrid Castilla CF 440,25 69,00 73,75 109,00 97,00 91,50
51 Racing Club Ferrol 438,50 104,00 64,25 55,00 90,50 124,75
52 CD Castellón 431,50 112,50 49,00 36,50 144,50 89,00
53 Real Unión Club, Irún 425,50 66,75 67,50 87,75 108,50 95,00
54 C y D Leonesa, León 421,25 73,25 123,50 49,75 72,50 102,25
55 CE Sabadell FC 391,80 70,45 64,50 123,35 63,10 70,40
56 CD Alcoyano, Alcoy 370,50 70,25 60,00 102,50 108,50 29,25
57 Pontevedra CF 358,25 51,50 73,50 32,25 102,50 98,50
58 CF Fuenlabrada 351,50 88,50 114,75 56,00 45,00 47,25
59 Real Jaén CF 348,30 10,75 47,80 104,25 90,75 94,75
60 Villarreal CF /B 347,60 84,25 79,00 91,00 79,50 13,85
61 Sevilla Atlético 343,00 42,00 83,25 67,00 86,25 64,50
62 Bilbao Athletic 342,50 51,00 75,75 80,25 60,25 75,25
63 UD Salamanca 341,50 53,25 144,25 144,00
64 Real Sociedad de Fútbol /B, San Sebastián 321,50 79,75 69,25 61,00 60,25 51,25
65 UD Logroñés, Logroño 305,55 68,75 98,50 82,50 40,50 15,30
66 CP Ejido 276,00 20,50 131,00 124,50
67 SD Amorebieta 264,25 95,00 64,75 66,75 21,00 16,75
68 Algeciras CF 247,50 61,00 36,75 38,00 32,25 79,50
69 CD Guadalajara 242,70 22,20 28,00 111,25 60,00 21,25
70 FC Terrassa 238,05 20,70 22,00 19,60 60,60 115,15
71 CF Reus Deportiu 228,45 96,35 59,95 42,00 30,15
72 Alicante CF 216,60 17,60 107,00 92,00
73 CF Rayo Majadahonda 210,75 54,50 89,50 21,50 19,25 26,00
74 Universidad CF, Las Palmas 210,75 25,50 98,50 86,75
75 UCAM Murcia CF 199,70 34,75 101,00 51,25 12,70 0,00
76 UE Lleida 199,25 0,00 15,00 87,15 97,10
77 CD Eldense, Elda 194,25 86,50 27,75 30,25 29,50 20,25
78 UE Llagostera 194,05 22,00 67,90 97,60 5,65 0,90
79 Atlético Malagueño, Málaga 186,15 10,40 32,00 28,00 33,75 82,00
80 Ciudad de Murcia CF 180,50 70,50 110,00
81 UD Vecindario 174,35 31,60 73,25 69,50
82 CD Badajoz 173,25 30,25 33,75 109,25
83 Lorca Deportiva CF 165,25 94,25 71,00
84 Extremadura UD, Almendralejo 155,20 24,50 87,00 34,75 8,95
85 UD Ibiza 147,95 101,75 46,20
86 FC Andorra 134,80 106,65 21,05 2,20 0,00 4,90
87 CF Extremadura, Almendralejo 133,75 30,25 103,50
88 Lorca FC 127,85 0,85 65,00 57,00 5,00 0,00
89 SD Compostela, Santiago de Compostela 81,60 81,60
90 CP Granada 74 68,90 42,90 26,00

El primer quinquenio fue para el Real Madrid y el Deportivo era el tercero.

El siglo XXI comenzó con una inusual igualdad entre los equipos más fuertes. El Valencia, con 192 puntos, abrió el milenio con la puntuación más alta, por encima de los 183 del Real Madrid y los 162 del Deportivo. El Barcelona arrancaba en cuarta posición, con 123,1 puntos.

Dos años le costó al Barcelona colocarse en segunda posición tras un Madrid autoritario que comandaba la tabla. Mientras el Deportivo, aunque iba perdiendo fuerza poco a poco, aguantaba en el tercer puesto el empuje del Valencia, que también vio reducida puntuación en la temporada 2004/05.

Así quedaron las diez mejores puntuaciones del quinquenio 2000-2005:

 

 

2000-2005 Puntos
1 Real Madrid CF 923,00
2 FC Barcelona 714,10
3 RC Deportivo de La Coruña 699,00
4 Valencia CF 688,50
5 RC Celta de Vigo 388,50
6 Villarreal CF 386,00
7 RCD Mallorca 358,00
8 Sevilla FC 323,00
9 Real Betis Balompié 318,00
10 Athletic Club 317,50
10= Málaga CF 317,50

[…]

El periodo 2005-2010 tuvo en el Barcelona y el Sevilla sus dos grandes protagonistas

El Real Madrid entró en este segundo tramo con una ventaja de 208,9. Y el Barcelona se encargó de contrarrestarla durante los siguientes cuatro años: redujo 83,1 puntos en 2005/06, 30,1 al año siguiente, 50,1 más en 2007/2008 y dio el vuelco en el ranking del siglo en la temporada 2008/09 al sumar 85,5 puntos más que los blancos. Para cerrar el ciclo, en la campaña 2009/10, los azulgranas añadieron otros 85,1 puntos de diferencia a su favor.

El Real Madrid, durante estas cinco temporadas, había bajado su nivel, aunque manteniendo una línea alta. Fue el Barcelona el que sumó puntuaciones impresionantes. Los azulgranas hacían valer que eran el mejor equipo del mundo, pues aportaba la base de la Selección Española de campeona de Europa y ganadora de un Mundial.

Otro destacado del segundo quinquenio fue el Sevilla. De las cinco, en cuatro campañas sobrepasó los 100 puntos, sumando un total de 111 puntos más que el Valencia, que había bajado un peldaño más su rendimiento.

Irrumpían con relativa fuerza el Villarreal y el Atlético de Madrid, mientras que el Deportivo seguía perdiendo posiciones.

Esta fue la clasificación del periodo 2005-2010:

 

 

2005-2010 Puntos
1 FC Barcelona 963,90
2 Real Madrid CF 630,00
3 Sevilla FC 619,00
4 Valencia CF 508,00
5 Villarreal CF 487,00
6 Club Atlético de Madrid 444,00
7 Getafe CF 336,00
8 RC Deportivo de La Coruña 334,00
9 RCD Espanyol de Barcelona 322,00
10 CA Osasuna 312,50

[…]

Lo que en la general del siglo XXI, 2000-2010, ofrecía la siguiente lista de los diez primeros:

                                                                                                                                                            

Ranking Puntos
1 FC Barcelona 1678,00
2 Real Madrid CF 1553,00
3 Valencia CF 1196,50
4 RC Deportivo de La Coruña 1033,00
5 Sevilla FC 942,00
6 Villarreal CF 873,00
7 Club Atlético de Madrid 741,50
8 RCD Mallorca 662,00
9 RC Celta de Vigo 617,50
10 Athletic Club 601,00

[…]

Como ya se señaló, el Barcelona tomaba el mando y lo hacía con 125 puntos de ventaja sobre el Real Madrid.

El Valencia, pese a haber entrado en una línea de descenso, aguantaba el empuje del Sevilla, que todavía no reunía una puntuación suficiente para desplazar al Deportivo, en decadencia.

El Villarreal confirmaba su solidez como club y la gran novedad era el Atlético de Madrid, que ya ocupaba la séptima posición del ranking, remontando posiciones.

De 2010 a 2015 más dominio del Barcelona e irrupción decisiva del Atlético de Madrid.

Durante los cinco años que corresponden al periodo 2010-2015 el pulso entre Barcelona y Real Madrid alcanzó las máximas puntuaciones. Y pese a que el Barcelona puso el listón en 1063 puntos, tan solo se despegó del Real Madrid en 5, porque los blancos también sumaron una gran cantidad de triunfos. Eran los años de oro de Leo Messi. El mérito del Real Madrid era competir ante un FC Barcelona intratable.

Para el Atlético empezó la etapa con Diego Simeone y se reflejó ampliamente en las puntuaciones obtenidas. Superó con claridad a Valencia y Sevilla.

Esta fue la clasificación del periodo 2010-2015:

 

 

2010-2015 Puntos
1 FC Barcelona 1063,30
2 Real Madrid CF 1058,00
3 Club Atlético de Madrid 690,00
4 Valencia CF 529,50
5 Sevilla FC 466,00
6 Athletic Club 408,50
7 Villarreal CF 371,50
8 Málaga CF 340,00
9 Real Sociedad de Fútbol 309,00
10 Levante UD 285,50

[…]

Y en la parcial 2000-2015:

 

2000-2015 Puntos
1 FC Barcelona 2741,30
2 Real Madrid CF 2611,00
3 Valencia CF 1726,00
4 Club Atlético de Madrid 1431,50
5 Sevilla FC 1408,00
6 RC Deportivo de La Coruña 1247,00
7 Villarreal CF 1244,50
8 Athletic Club 1009,50
9 Málaga CF 861,00
10 RCD Mallorca 858,50

[…]

El Barcelona aumentaba en esos 5 puntos ya señalados su ventaja sobre el Real Madrid. La incógnita era si ambos equipos iban a mantener un rendimiento similar o si uno de los dos acabaría cediendo.

El Valencia retenía, con casi 300 puntos de margen, su tercera posición gracias a su rendimiento del primer decenio, pero era evidente que el Atlético de Madrid había iniciado su remontada. De hecho, había anulado la desventaja de 200 puntos que tenía respecto al Sevilla y ya se ponía en cuarta posición. Igualmente, el Deportivo seguía su descenso, aunque gracias a sus primeros años del siglo, seguía figurando por delante del Villarreal.

El Athletic entraba en el Top-8, mostrando una solidez institucional que daba margen al optimismo.

De 2015 a 2020 El Barcelona empieza a ceder terreno, pero retiene la primera posición. El Atlético de Madrid se confirma como el tercer equipo español.

Durante el período 2015-2020 empezaron a surgir problemas institucionales en el seno del Barcelona con repercusión deportiva. Messi entró en una fase irregular y el resto del equipo se vio arrastrado. Estas circunstancias se materializaron en eliminatorias en Champions con partidos catastróficos del Barcelona, algunos difíciles de entender. El Madrid se mostró más regular y supo encontrar su línea de rendimiento pese a la marcha de Cristiano Ronaldo.

De todas formas, Madrid y Barcelona tuvieron una rentabilidad en los partidos muy parecida, aunque la puntuación se inclinó a favor de los madridistas, que recortaron en 23 puntos la desventaja acumulada hasta entonces.

El Atlético sí confirmó con mucha fuerza su trayectoria ascendente. Obtuvo una puntuación muy alta gracias a su tremenda regularidad en la Liga y algunos éxitos europeos. Arrasó a sus rivales en la lucha por el tercer puesto español: aventajó en 174 al Sevilla y en 320 al Valencia.

Esta fue la clasificación del cuarto quinquenio, el de 2015-2020:

 

 

2015-2020 Puntos
1 Real Madrid CF 960,00
2 FC Barcelona 937,00
3 Club Atlético de Madrid 773,00
4 Sevilla FC 599,00
5 Valencia CF 453,00
6 Villarreal CF 415,00
7 Athletic Club 396,00
8 Real Sociedad de Fútbol 322,00
9 RC Celta de Vigo 310,00
10 RCD Espanyol de Barcelona 287,50

[…]

Y en la clasificación parcial 2000-2020 también reflejó importantes cambios:

 

 

2000-2015 Puntos
1 FC Barcelona 3678,30
2 Real Madrid CF 3571,00
3 Club Atlético de Madrid 2204,50
4 Valencia CF 2179,00
5 Sevilla FC 2007,00
6 Villarreal CF 1659,50
7 RC Deportivo de La Coruña 1433,50
8 Athletic Club 1405,50
9 RC Celta de Vigo 1164,00
10 RCD Espanyol de Barcelona 1145,60

[…]

El Barcelona se proclamaba mejor equipo del siglo XXI en sus primeros veinte años. Sin embargo, había dejado entrever que algunos puntos delicados, como el relevo generacional y, en especial, el de Messi. Circunstancias que aparentemente el Real Madrid ya tenía resueltas.

El Atlético daba un golpe de autoridad, adelantando a un Valencia que había entrado en una crisis institucional al ejercer como propietario del club Peter Lim. El Sevilla, con sus altibajos, tampoco acababa de convertirse en la alternativa. Y el Villarreal, aunque a mucha distancia, ya era el sexto de España gracias a la gestión de su directiva, que sin salirse de un guion establecido, le da al club una tremenda estabilidad.

2020-2025 Quinquenio decisivo: el Real Madrid desbanca al Barcelona y se proclama mejor equipo español del primer cuarto del siglo XXI.

El quinto quinquenio empezó con el segundo título liguero de la era Simeone para el Atlético, que, si no llega a ser por su bajón en las competiciones europeas, hubiese podido quedar por delante de un Barcelona sobrepasado por las circunstancias.

El club azulgrana entró en esta recta final del primer cuarto de siglo con una ventaja de 107,3 puntos sobre el Real Madrid. Hasta que en la temporada 2022/23 El Real Madrid enjugó y superó esa puntuación y se hizo con el primer puesto con autoridad, conservándolo hasta la campaña 2024/25.

El Atlético se mostró firme en la Liga y mejoró en la Copa. Como ya se ha señalado, no estuvo más acertado en Europa, sin embargo, su rendimiento fue superior al del Barcelona y, por eso, ganó el derecho a participar en el Mundial de Clubs, donde sus dos victorias significaron una mejora importante en su puntuación.

Este período también sirvió para confirmar al Villarreal como uno de los clubs españoles con mejores perspectivas gracias a su acertada gestión.

Esta fue la clasificación del periodo 2020-2025:

 

 

2020-2025 Puntos
1 Real Madrid CF 1031,00
2 FC Barcelona 746,00
3 Club Atlético de Madrid 668,00
4 Villarreal CF 495,00
5 Real Sociedad de Fútbol 456,00
6 Sevilla FC 454,50
7 Real Betis Balompié 430,50
8 Athletic Club 388,50
9 Girona FC 293,60
10 CA Osasuna 290,00

[…]

El ranking del primer cuarto de siglo quedó así ordenado:

 

 

2000-2025 Puntos
1 Real Madrid CF 4602,00
2 FC Barcelona 4424,30
3 Club Atlético de Madrid 2872,50
4 Valencia CF 2464,00
5 Sevilla FC 2461,50
6 Villarreal CF 2154,50
7 Athletic Club, Bilbao 1794,00
8 Real Betis Balompié, Sevilla 1567,50
9 Real Sociedad de Fútbol, San Sebastián 1567,00
10 RC Deportivo de La Coruña 1535,00

[…]

Tendencias para las próximas temporadas

No hace falta tener una bola de cristal para aventurar que la lucha Real Madrid-Barcelona por la hegemonía del fútbol español se va a mantener en lo más alto. La dinámica de ambos clubs es muy diferente. El Real Madrid ha demostrado que sus proyectos han mantenido una línea de continuidad y supieron responder en los momentos más difíciles, al menos ofreciendo seria competencia, cuando el Barcelona poseía el mejor equipo del mundo.

Las circunstancias que rodean al Barcelona actual reflejan un ambiente de inestabilidad constante que, de momento, su directiva logra salvar sobre la marcha. Este Barcelona es un club que no acaba de generar la confianza de antaño, lo que deja abiertas demasiadas dudas para el futuro inmediato. Cierto es que el proyecto con Hansi Flick cerró la temporada 2024/25 con éxito, lo suficiente como para alimentar el optimismo, pero quedan pendientes los aspectos económicos que podrían repercutir negativamente en el club. De hecho, esa gestión ya se ha llevado una sanción de la UEFA.

El Atlético de Madrid mantiene en su entrenador el alma del proyecto. Ha conseguido ser el tercer equipo español sin ningún rival que le haga sombra, aunque a distancia de los dos gigantes. Los beneficios económicos alcanzados le están permitiendo invertir en la contratación de jugadores decisivos, por lo que, ese tercer puesto parece que está asegurado. Lo de alcanzar a Madrid y Barcelona, eso ya está más cerca de la quimera que de la realidad.

El Villarreal es el favorito para colocarse en cuarta posición. La gestión de club es impecable y año tras año, además de realizar un gran fútbol, se afianza entre los mejores equipos españoles y europeos. Valencia y Sevilla, en cambio, mientras estén sometidos al rigor de su precaria economía seguirán perdiendo fuerza. Les salvan sus canteras, que producen jugadores muy competitivos y con proyección.

El Athletic Club también presenta un futuro esperanzador. El proyecto deportivo ha tomado forma y ha dado muy buenos resultados en los últimos años. El éxito está en esa coordinación entre los jugadores veteranos y las nuevas incorporaciones, que se refleja en un estilo de juego efectivo. Las opciones del Athletic pasan por prolongar su presencia en los torneos continentales.

El Betis acabó encontrándose en Europa, lo que le ha dado un mayor margen de proyección. Todo dependerá si es capaz de mantener esa línea. En cambio, la Real Sociedad, tras unas temporadas muy brillantes, ha desmontado su equipo y tiene un futuro bastante incierto. Imanol Alguacil armó un conjunto muy competitivo, que se proyectó en la triunfadora Selección Española. Al final, el calendario y las libras esterlinas le pasaron factura.

Y el resto de equipos queda pendiente del acierto de sus directivas y proyectos para vivir unos años sin sobresaltos.




Cuando la religión conoce al fútbol: redefiniendo los orígenes del balompié

El 24 de octubre de 1857 Nathaniel Creswick y William Prest, dos amantes del críquet, redactaron el acta fundacional del primer club de fútbol de la historia, ubicado en la ciudad inglesa de algo más de medio millón de habitantes actuales que sigue dando nombre a la existente pero humilde entidad.

A decir verdad, es muy importante la palabra «redactaron» del párrafo anterior, ya que puede ser la línea divisoria que decanta la balanza de los orígenes del balompié hacia Inglaterra o Escocia.

Una pequeña parroquia del suroeste de Escocia

En los últimos meses, tanto medios nacionales como internacionales se han hecho eco de un impresionante hallazgo en un frondoso -a la vez que paradójicamente yermo- enclave situado al suroeste del país escocés. Hablamos del término de Anwoth, una pequeña parroquia que se encuentra a unos dos kilómetros al oeste de Gatehouse of Fleet, un municipio de 990 habitantes dentro del área administrativa del consejo de Dumfries y Galloway.

Foto cenital Anwoth.

Aquellos parajes elegidos en 1973 por el director Robin Hardy para su afamada película El hombre de mimbre han escondido durante siglos lo que parece ser un primitivo origen del fútbol, no tan alejado en la línea del tiempo como el juego de pelota mesoamericano, pero sí con anterioridad al Sheffield FC, guardando ciertas similitudes que vale la pena considerar.

Ged O’Brien, investigador irlandés con arraigadas raíces escocesas, es el principal responsable de asegurar la existencia de la práctica del fútbol en las primeras décadas del siglo XVII. Fundador del Scottish Football Museum, lleva 35 de sus 66 años tras los pasos del terreno de juego cercano al austero asentamiento de Anwoth, el cual lleva acusando durante siglos la inexorable despoblación hacia grandes urbes. Sin embargo, aquel lugar puede presumir de tener la documentación que acredita la práctica del fútbol a finales de 1620 impulsado por un fenómeno de masas todavía más estruendoso: la religión.

Samuel Rutherford y la iglesia presbiteriana

En 1560, Escocia apostató del catolicismo para convertirse en protestante, derivando gradualmente al presbiterianismo. En palabras de Ged, este cambio eliminó toda jerarquía eclesiástica entre el pueblo y Dios. «La Biblia era la evidencia suprema y única de la obra de Dios en la Tierra. Si no estaba en la Biblia, no era cristiana. Por esta razón, la Navidad dejó de celebrarse. No era bíblica. Hasta la década de 1970 los escoceses solían trabajar la mañana del 25 de diciembre, porque la Navidad no estaba en la Biblia».

Los presbiterianos se propagaron y fundaron diversas iglesias como la de Anwoth, con fecha de apertura en 1627. Un empresario local de clase alta solicitó el cargo de ministro a un reputado teólogo escocés llamado Samuel Rutherford, quien estuvo al mando hasta 1636. Su figura juega un papel central en esta historia para que la existencia de un primitivo balompié en su zona de mando haya llegado hasta nuestros oídos: odiaba el balón y todo lo que representaba.

Siempre de acuerdo a las investigaciones de Ged, la figura de Rutherford alcanzó la suficiente envergadura como para contar con biógrafos que atestiguaron con detalle diversos momentos de su vida. Es por ello que, durante su estadía en la iglesia de Anwoth, expresó por escrito su enfado y desazón al comprobar que los jóvenes feligreses estaban más preocupados en practicar el fútbol en un campo aledaño que en acudir a misa los domingos. La ira era doble; aquel deporte provocaba ausencias personales, pero también sacrilegios al no constar en la Biblia y, por ende, ser motivo de repulsa para las creencias presbiterianas.

Las reglas de aquel balompié son una incógnita, pero las frecuentes quejas de Rutherford permiten deducir la reiteración de aquellas incursiones deportivas, lo que dotaba al fútbol de una regularidad que se extendía a los habitantes de aquellas tierras, los mismos que se juntaban cada domingo para presuntamente acudir a misa, formando, casi por inercia, el equipo de la iglesia. Lo frecuente, casi ritual, suele denotar organización, lo que invita a pensar en que aquellos partidos abandonaban la improvisación en busca de una coherencia en el juego, un dogma que permitiría desechar la comparación con el fútbol medieval, más conocido por los anglosajones como mob football y que, pese a gozar de la etiqueta de antesala del deporte actual, destacaba por la inclusión de 200 personas en un mismo terreno común luchando por un esférico de una manera realmente prosaica.

Un campo de juego intacto por su (in)utilidad

«Junto al campo hay piedras antiguas de la Prehistoria. Rutherford las señaló y dijo que eran sus testigos ante los pecadores que jugaban al fútbol. Aludía a versículos de la Biblia. Las piedras se conocieron como los Testigos de Rutherford. Siguen allí y han sido validadas por los expertos en arqueología de Archaeology Scotland». El paso de los siglos podía haber provocado que aquel campo que aparece en los escritos fuera poco más que una idea mental de su fisonomía, pero una concatenación de casualidades ha permitido que siga existiendo con una similitud abrumadora respecto al siglo XVII.

Ubicado en una colina a unos 100 metros sobre el nivel del mar, su tierra es tan sumamente yerma que jamás ha sufrido conatos de cultivo o algún tipo de excavación sujeta a cambios agrícolas. De hecho, y como si de una cueva de los Maquis de la Guerra Civil española se tratase, su geolocalización se antoja realmente complicada para alguien que no sea de la zona. Ged, asiduo visitante para sus labores detectivescas, lo recuerda como un lugar extremadamente plano que mide unos 80 metros de largo por 50 metros. Dos de sus lados forman un anfiteatro natural, por lo que no se ve el campo hasta que se está justo en él. De hecho, en su último acercamiento tardó nada menos que dos horas desde Anwoth debido a los desniveles y algabas que se encontró por el camino.

De vuelta varios siglos atrás, al no poder arar ni usar ese terreno, se convirtió en el lugar de encuentro por antonomasia de los feligreses, por lo que Samuel Rutherford, a través del tribunal de la iglesia local, la «Kirk Session», registró los nombres de los pecadores para definir posibles castigos por su impía conducta, proveyendo una evidencia documentada de que se jugaba al fútbol todas las semanas en esta y posiblemente otras parroquias de Escocia. «Perth, Elgin, Glasgow, Inverness, Forres, Blairgowrie, Aberdeen, Lamington, Fordyce…» enumera con fluidez Ged.

Los pobres no escribían su historia

En definitiva, la existencia documentada de aquel lugar de práctica deportiva futbolística evidencia no solo la existencia de que en Anwoth, y por ende Escocia, ya había personas pateando artefactos redondeados en el siglo XVII, sino que lo ejercían de una manera regular -cada domingo de misa que aprovechaban para estar juntos-, así como su carácter popular, una afición del pueblo perseguida por los altos estamentos de poder. Sin embargo, ¿por qué no ha llegado jamás a las asociaciones de historiadores tales hechos cruciales en la historia del fútbol? Ged nos responde: «es un tema a debatir con documentación y hechos, pero me he encontrado con la negativa a hablar de ello de varios investigadores ingleses. La gente trabajadora no escribía su historia. O bien lo hacían las clases altas, o bien no se hacía. Por eso, un pequeño grupo de hombres de clase alta de un puñado de escuelas privadas inglesas ha logrado convencer a todos de que ellos inventaron el fútbol. Anwoth demuestra que es mentira».

 

 




Los subterráneos de una gira

Y si América estaba difícil, Europa podía darse por descontada, como escenario de una completa demolición hasta 1945, de carencias inimaginables y una ingente tarea reconstructora a lo largo del siguiente decenio, sin tiempo ni voluntad en los países occidentales para cuanto no fuera rehacerse desde la nada, gracias al Plan Marshall, la prodigalidad estadounidense en materia crediticia, y el sacrificio extenuante de 200 millones de supervivientes. La Bundesliga germana, por ejemplo, entendida como un Campeonato Nacional de Fútbol, no pudo nacer hasta el inicio de los 60. El balompié galo, profesional de segundo rango, ni siquiera lograba desbancar a un rugby todavía semi amateur. Si alguien hubiese soñado en Holanda con sus posteriores equipos-apisonadora, tachonados de estrellas, sin la menor duda hubiese ido a para al manicomio, fundamentalmente porque ese deporte posbélico tenía carácter de amateurismo marrón. Únicamente en Italia y España se empezaba a tirar la casa por la ventana, bien es verdad que aquí con muchos matices.

En plena autarquía y estando muy vívidos en el recuerdo las hambres y el frío medianamente paliados desde el peronismo argentino, con las fronteras abiertas a la importación de jugadores extranjeros, distintos clubes irían haciendo hueco al exotismo: El mexicano Borbolla, contratado por un Real Madrid en horas bajas; los argentinos Rafael Franco y el platense Ponce, avanzadilla de la “Orquesta Canaro” en el Deportivo de La Coruña; Mateo Nicolau, Marcos Aurelio y Florencio Caffaratti, argentinos igualmente, del Barcelona; Horacio Herrero en el Valencia; Manuel Rocha, el escocés Watson y Navarro Cánovas en ese mismo club “merengue”, aún por explotar; Ben-Barek, el paraguayo Aveiro, Ernesto Candía y Valdivielso en el At Madrid; Juan Camer y José Antonio Vucetich en el R. C. D. Español; el francés Dard en el Sevilla; Oscar Garro en el Celta… Entre ellos, no pocos petardazos, como el propio Borbolla, primero de la España posbélica, Watson, Vucetich, o Navarro Cánovas. Y esos fiascos, precisamente, saltaron de lo puramente deportivo a la esfera política, económica, y los sobrios despachos del Banco de España, donde se preguntaban hasta qué punto era lícito despilfarrar en contrataciones extranjeras de futbolistas, unas divisas imprescindibles para la adquisición de petróleo, nitratos o patentes. ¿Para eso se había ganado una guerra?, clamaban distintas voces falangistas, órgano del que además dependía directamente el deporte español, fuere aficionado o profesional.

Las discrepancias sobre cómo debía ser tratado nuestro deporte rey, no eran nuevas. De hecho, si en algo coincidía el modelo ideológico republicano y el falangista, era en la contemplación del deporte como actividad lúdica, sana y no profesional. El primer presidente federativo franquista, Sr. Troncoso, ya manifestó, apenas tomara posesión del cargo, que en su mente no cabía otro fútbol que el desarrollado por gente con otra profesión, además de la futbolística, “para evitar los abundantes casos de indigencia, propios del pasado, cuando al despedirse de la pelota muchos jóvenes se encuentran, sin oficio ni beneficio, en la cola de los menesterosos”. Y añadió: “En el futuro no se expedirán fichas federativas a quienes no gocen de un oficio, o estudien de verdad”.

Fraseología altisonante, contradicha de inmediato. Porque la del fútbol fue una batalla en la que el franquismo hasta entonces victorioso, iba a ser derrotado sin paliativos. Cuando la prensa aireó el traspaso satisfecho desde el Valencia C. F. al Atlético de Bilbao, por su extremo izquierdo Guillermo Gorostiza, los falangistas más doctrinarios se hicieron cruces. “¡Intolerable!” -pudo leerse, y escucharse a través de las ondas radiofónicas-. “Intolerable el mal ejemplo del fútbol, con tantas familias de bien sufriendo, pese al esfuerzo de las autoridades por llevar lumbre y pan a cada hogar”. En su afán de medirlo y tasarlo todo, aquellas mismas autoridades fijaron límites salariales para los futbolistas, según compitieran en 1ª o 2ª División, y fuesen o no internacionales. “Sueldo máximo el de coronel”, se acordó al cabo, en lo que no era sino genuflexión ante el poder de la pelota y su mundillo. Pero aunque esa medida mantuvo su vigencia hasta el Rubicón de los años 60, prácticamente todos los clubes siguieron poniéndosela por montera. En lo que el Régimen y las autoridades deportivas, económicas y del ministerio de Asuntos Exteriores no estaban dispuestos a transigir, era en lo tocante a las giras de equipos españoles por el extranjero. No en vano, pudieran presentarse envueltas en trilita.

Desde el ministerio de Hacienda, e incluso desde el Banco de España, se adujo que esos hipotéticos fijos devengados a los clubes, al fin y al cabo representaban una inyección de divisas. Más aún, que cabía contemplarlas como justa retribución del fútbol a las finanzas del país, cuando tanto dinero salía hacia Argentina, Paraguay o México, cada vez que una entidad contrataba jugadores foráneos. Los economistas, claro está, únicamente tenían ojos para sus balances, mientras otros pensaban en clave política. Eran muchos los republicanos españoles exiliados en México, Venezuela, Chile o la República Argentina. ¿Quién estaba en condiciones de garantizar que alguna o todas esas giras, sirvieran de escaparate propagandístico a las colonias de exiliados? ¿Cómo evitar desde Madrid, con miles de kilómetros de océano por medio, que el público entonase himnos como “A las barricadas”, enronqueciera con vivas a la República o, si el equipo visitante procediera de Cataluña o las Vascongadas -término del momento- vociferase “goras” o “viscas” a Euzkadi o Catalunya, y cantase a pleno pulmón el “Eusko gudariak”, la “Internacional”, “Els segadors” o “El gallo rojo”? Había que andar con pies de plomo, so pena de propiciar un ridículo internacional con titulares en el los medios americanos del tipo: “La cancha se pronunció masivamente contra Franco”.

Así las cosas, se articuló cada paso a dar, en el supuesto de teóricas ofertas a clubes nacionales para cruzar el charco.

Estas debían ser estudiadas y autorizadas por la Federación Española, no sin antes someterlas al buen juicio de la Delegación Nacional de Deportes -órgano falangista-, el ministerio de Asuntos Exteriores, como principal concernido, y el de Hacienda, representado por el Banco de España, quien validaría o no las cuantías ofrecidas, siempre en divisas fuertes, tipo dólar o libra esterlina, y las considerase aceptables en lo económico, garantizando además el cobro antes de efectuar los viajes. Total, un viacrucis de enrevesado cumplimiento.

Las últimas visitas de nuestros clubes o equipos a la América hispana, corrieron a cargo del Athletic Club bilbaíno, poco antes del estallido bélico; del F. C. Barcelona, en plena Guerra Civil, y del Euzkadi, equipo propagandístico compuesto mayoritariamente por jugadores del Athletic Club, con incrustaciones del Madrid, Oviedo, Barcelona, Betis, Baracaldo, Athletic de Madrid y Arenas de Guecho, cuando todo el gobierno vasco del Lehendakari Aguirre penaba desde su exilio parisino, en vísperas de que Hitler se apoderara de Francia. En 1947, el bonaerense San Lorenzo de Almagro realizó una apoteósica gira por España, coincidiendo con la retirada de embajadores como castigo a las connivencias franquistas con el fascismo de Hitler y Mussolini, el envío de toneladas de víveres desde Argentina para paliar el hambre de un país destrozado, y anticipándose a la visita europea de Evita Perón, con su cohorte de asistentes, costureras y ayudas de cámara, casi como una emperatriz renacentista. Se giraron invitaciones a clubes españoles, para actuar a la recíproca, pero extraoficialmente trascendió que “no se daban las circunstancias más propicias para corresponder a ese honor”. Pura obviedad, puesto que el San Lorenzo se había paseado por nuestros terrenos de juego, evidenciando cuán lejos estaba el fútbol patrio de la táctica “WM”, y demás modernidades en un deporte que evolucionaba desde las posiciones estáticas hacia otro concepto más coral. La R.F.E.F. ordenó mediante circular a sus clubes profesionales, la implantación de aquella nueva táctica a partir del siguiente campeonato, además de anticipar que no se autorizaría ninguna gira de clubes a países extranjeros. Se temía, y con razón, no dar la talla.

Al cabo, los embajadores extranjeros regresarían a Madrid, tuvo lugar un paulatino acercamiento a los Estados Unidos y no prosperaron en las Naciones Unidas nuevas propuestas de castigo a España, solicitadas por algunas naciones americanas, con México dirigiendo la orquesta. Nuestro fútbol también progresó lo suyo, en poco tiempo.  Ramallets, Gonzalvo III, Puchades, Estanislao Basora, Zarra, Panizo y Gainza, acaudillando a la selección nacional, se clasificaron cuartos en el Mundial brasileño de 1950, derrotando además a Inglaterra con un gol feote de Zarra, que todo nuestro país “vió” por la radio, antes de ser inmortalizado en las secuencias del “No-Do”. Al menos en lo deportivo, sí cabía pensar que nuestros clubes estaban en condiciones de no desentonar lejos de casa. Otra cuestión era si llegaban ofertas apetecibles desde el exterior, o si “la superioridad” viese en ellas, además de un negocio, escaso riesgo político. Capítulo éste en el que tenían mucho que decir los embajadores desperdigados por América.

En 1959, el Real Madrid presidido por Santiago Bernabéu de Yeste, obtuvo autorización para emprender una gira dirimiendo partidos en Ámsterdam, Bogotá, Cali, Quito y New York. Era, entonces, buque insignia de nuestro fútbol y referencia europea de primer orden, tras haberse proclamado campeón continental en las cuatro ediciones hasta entonces disputadas: 1956, 1957, 1958 y 1959. Si alguien podía dar el do de pecho fuera de nuestras fronteras, era el conjunto liderado desde el césped por Alfredo Di Stéfano. Un equipo que tras causar admiración en el viejo continente, despertaba múltiples simpatías al otro lado del océano, y no sólo entre emigrantes, refugiados españoles o sus respectivas descendencias, sino en las aficiones de ultramar, cualesquiera que fuesen sus colores. Una gira “saldada muy en positivo, desde todos los puntos de vista”, según sentenciara el propio Don Santiago, a su manera excelente relaciones públicas. Pero durante ese mismo año, al menos otro club español, el At. Bilbao, también trató de embarcarse en otra gira.

Lo hizo a la chita callando, sin levantar polvaredas, tanteando el terreno, antes de poner manos a la obra, según acredita la correspondencia dirigida desde esa entidad al entonces ministro de Asuntos Exteriores, Fernando M.ª Castiella. Así rezaba el escrito membretado en la bilbaína calle Bertendona, N.º 3, con fecha del 11 de junio y rúbrica del presidente rojiblanco, Enrique Guzmán Martínez:

 

“Mi querido amigo:

Inmediatamente después de recibir tu muy atenta del 9 de cts. Me apresuro a manifestarte el sentimiento de gratitud de la Junta Directiva por todas las atenciones y desvelos que tienes con nuestro querido club.

Lamentamos muy de veras el no poder realizar esta gira por Caracas, pero por encima de todo estamos siempre bien dispuestos a acatar las decisiones de nuestras Autoridades.

Quisiéramos saber si podríamos efectuar una salida a Chile, Perú y Ecuador, países de donde se nos ofrece la posibilidad de celebrar unos partidos en el mes de Julio. A tal fin se desplaza a Madrid el secretario de esta Junta, D. Pablo de Juaristi, para gestionar en la Real Federación Española de Fútbol y el Ministerio de Asuntos Exteriores, la concesión del oportuno permiso para poder celebrar estos encuentros, que esperamos nos produzcan beneficios económicos y deportivos.

Te agradeceré recibas el Sr. Juaristi, quien te expondrá detalladamente el nuevo itinerario y demás aspectos de esta nueva idea.

Te repito mi reconocimiento y rogándote recibas un fuerte abrazo, se despide tu buen amigo

Enrique Guzmán”

Original del intercambio epistolar entre Enrique Guzmán y el ministro de Exteriores Fernando M.ª Castiella.

 

Lamentablemente no ha podido hallarse ningún escrito sobre la solicitud previa para desplazarse a Venezuela, ni la respuesta del ministro Castiella, quizás porque esa petición bilbaína pudo haberse entregado en mano a la propia R.F.E.F., y dicho documento, como tantos otros miles del órgano deportivo nacional, no sobreviviera al traslado social desde la madrileña calle Alberto Bosch, hasta su actual emplazamiento en el municipio de Las Rozas. No cabe duda, en cambio, acerca de la elección de Fernando M.ª Castiella como embajador rojiblanco ante la Delegación Nacional de Deportes y el ente federativo, no sólo porque detentase brújula y timón en el Ministerio de Exteriores, sino por ser bilbaíno con corazoncito atlético, y amigo personal de Enrique Guzmán, presidente del club entre 1950 y 1959, de la muy influyente Sociedad Bilbaína en 1963 y 1964, así como consejero en varias sociedades vizcaínas, entre ellas del Banco de Bilbao.

Es lícito, en cambio, aventurar por qué no se aceptó la propuesta de un periplo venezolano, atendiendo al elevado número de exiliados vascos en su capital, a la manifiesta definición nacionalista de su potente centro social, y a la hostilidad con que desde aquellas instalaciones seguía contemplándose al franquismo imperante en la lejana patria natal, por más que hubiesen transcurrido veinte años desde la derrota bélica. Una negativa desde las alturas que parece se prefirió disfrazar, piadosamente, con excusas poco sostenibles, tratando de señalar a terceros como culpables. Al menos eso daba a entender un nuevo escrito dirigido por el mandatario rojiblanco, Enrique Guzmán, a su amigo y ministro Castiella. Decía así:

 

“Bilbao 10 de Julio de 1959

Excmo. Sr. D. Fernando María Castiella

Ministro de Asuntos Exteriores

Madrid

Querido Fernando:

Por causas ajenas a nuestra voluntad, que parecen motivadas por algunas informalidades de clubes españoles e italianos con clubes sudamericanos con los que sostuvieron gestiones, hemos visto frustrada nuestra excursión a América, ya que, en el posible plazo de una demora para nuestra salida, nos encontraríamos dentro del periodo preparatorio para la nueva temporada española, situación que nos era imposible mantener.

Lo cierto, querido Fernando, que para una vez que decidimos airear el equipo por el exterior, nos resultó imposible lo de Caracas, México D. F. y ahora, el resto. Ha sido una lástima porque confiamos en el equipo y además, hubiéramos ayudado con una respetable cifra (a) la economía del Club, a través, naturalmente, del Instituto Español de Moneda Extranjera.

Las cartas para las Embajadas que tan amablemente me habías facilitado te las adjunto, haciéndote presente las más rendidas gracias.

Espero que el año próximo podamos realizar el viaje y tengamos mejor suerte.

Muchas gracias por todo y recibe el fuerte abrazo de tu buen amigo,

Enrique Guzmán”

 

Lo de México era nuevo. No se mencionaba en el anterior escrito, con lo que cabría suponer se añadió posteriormente a la propuesta que el secretario atlético defendiese personalmente en la R.F.E.F. Si así hubiera sido, un mayúsculo error de cálculo, puesto que si Caracas ya de por sí pudiera hacer pensar en posibles problemas, México, o más concretamente su Distrito Federal, casi los garantizaba.

La resignación del presidente Atlético, Enrique Guzmán, al no cumplir su sueño de partir en gira por América.

 

Aquel país seguía sin reconocer a la España franquista. Peor aún: era el único en aceptar oficialmente al gobierno republicano exiliado; un gobierno sin tierra ni súbditos a quienes gobernar, sin fiscalidad, capacidad legislativa ni representatividad real, por más que hubiera tratado de acercarse a la Europa occidental, instalándose en París. Para que nada faltase, el gobierno mexicano presidido por el general Lázaro Cárdenas había blanqueado el expolio llevado a cabo por Negrín e Indalecio Prieto, y permitió su manejo sin la más mínima rendición de cuentas, dando pie a todo tipo de quejas y denuncias elevadas desde facciones alejadas del socialismo, o el nacionalismo vasco, como fueren la CNT o izquierdistas catalanes. Y para colmo, Ávila Camacho, sucesor de Cárdenas en la presidencia mexicana, militar igualmente, sacralizó la devolución de aquel ingente tesoro a los expoliadores, luego de que el propio gabinete de Cárdenas, curándose en salud, amagase con ponerlo bajo custodia del estado.

Pretender se autorizase un periplo deportivo por una nación donde la Embajada española carecía de oficialidad, hasta el punto que a sus cancilleres tan sólo se les otorgaba un permiso de estancia como residentes rentistas, equivalía a vivir muy de espaldas al momento político.

La historiografía oficial del Athletic Club no es que pasase de puntillas sobre estos hechos. Simplemente, narró en un párrafo lo que no había sido. En la “Historia del Athletic Club”, obra en fascículos auspiciada por la propia entidad durante los años 80, puede leerse: “Las dos últimas referencias del Athletic en esta campaña del 58-59, quizás deban hacerse a la invitación hecha al Athletic para participar en la “Pequeña Copa del Mundo” a disputar en Caracas, y que fue aceptada por el club; y la segunda sería el regalo que el obispo de la diócesis, don Pablo Gúrpide Beope, hizo al Athletic: un reliquia de San Mamés, el patrón de los leones rojiblancos. En el correspondiente medallón se podía leer: Ex ossibus S. Mamés M. Y en la tarjeta que el obispo escribió de su puño y letra: Con verdadero afecto a nuestro querido Athletic de Bilbao. El Obispo de Bilbao”.

Enrique Guzmán Martínez, presidente del Atlético de Bilbao cuando no prosperase la proyectada gira por América.

No hubo gira tampoco al término de la siguiente temporada. Ni por Venezuela, el Distrito Federal mexicano, Chile o Perú, ni por ningún otro país del cono Sur americano. Y tampoco durante la primera mitad de los años 60, siendo mandatario rojiblanco Javier Prado (1959-1965). Y es que para enredar más las cosas, cierto incidente menor durante la disputa de un partido amistoso de la selección española en Argentina, dio la razón a quienes preconizaban evitar ir al río en evitación de perder la ropa.

Con vistas a la fase clasificatoria para el Mundial de Chile, se decidió medir a nuestros internacionales contra adversarios potentes, luego de repetidos fracasos. De modo que durante el verano de 1960, “la roja” se desplazó a Lima, Santiago de Chile y Buenos Aires, para enfrentarse a las selecciones respectivas de aquellos países. Y allí, en el estadio Núñez, del River Plate, el doctor de la Fuente Chaos, presidente federativo y máximo responsable de la comitiva, vio desplegarse frente al palco donde ocupaba su localidad, una bandera republicana de siete u ocho metros. Si hubo gritos o vivas a la España derrotada, no debieron llegar a sus oídos, según manifestara después. Pero su reacción fue inmediata: Reaccioné enérgicamente, desde luego -manifestó ante la prensa-. Hablé con el jefe de policía, que estaba a nuestro lado. Y advertí que el partido no se jugaba, que nos retirábamos a la caseta mientras aquella bandera no desapareciese. Tardaron unos minutos, porque el jefe de policía tuvo que dar la vuelta al campo, acompañado por un alto directivo de Argentina. Cuando volvieron nos fueron expuestas a las autoridades españolas toda clase de disculpas. Según se nos dijo, los responsables habían sido unos espectadores, probablemente de origen español, expatriados tras la Guerra Civil. Pero lo importante es que se quitó aquello de allí, porque en caso contrario ese encuentro no se hubiera disputado”.

Si eso ocurría en Buenos Aires, con muchos más descendientes de Galicia que de cualquier otra región española, además emigrantes económicos, antes que por razones políticas, de Caracas o el Distrito Federal pudiera esperarse una glorificación republicana o nacionalista vasca, tan pronto saltase al césped un elenco representativo de Vizcaya o Guipúzcoa. Al menos esa fue la visión de los cancilleres directamente concernidos, como podrá apreciarse en el siguiente capítulo.

Pese a todo, no iban a faltar propuestas de giras o excursiones a distintos países de la América hermana, depositadas sobre mesas presidenciales de nuestros clubes más señeros. Los avispados intermediaros que desde el despunte de los años 50 surtieran de futbolistas sudamericanos a entidades europeas, acababan de descubrir una nueva beta aurífera en las series o exhibiciones organizadas al otro lado del Atlántico, y en los cada vez más habituales torneos veraniegos, disputados en el viejo continente. Para alimentar la nueva fiebre hacían falta equipos, muchos equipos, y cuanto más exóticos mejor. Así que en vez de contentarse con traer o llevar futbolistas de uno en uno, empezaron a hacerlo al por mayor. Había muchas ciudades cuyos equipos no competían en 1ª o 2ª División. ¿Por qué no regalar a sus habitantes -con dinero municipal, obviamente-, espectáculos de primer orden dirimidos por el Palmeiras, Fluminense, Botafogo, Independiente de Avellaneda, Rosario Central, o el Guadalajara mexicano? Ver a todas esas estrellas foráneas cuando la televisión en blanco y negro no las introducía en los bares, o las salitas de estar, constituía un lujo inesperado. Y ya, de paso, lo natural era corresponder a la recíproca con las naciones del otro lado, llevando hasta sus estadios formaciones de la madre patria. Los hasta entonces chamarileros del balón tardaron muy poco en convertirse en respetados hombres de negocios, aunque más de una vez siguieran dando gato por liebre.

Fueron años de vino y rosas para los italianos argentinizados Mr. Rossi o Diego di Leo. Para el armenio afrancesado Arturo Bogossian o el argentino Félix Latrónico, con muchos tentáculos extendidos en Brasil, y para toda una cohorte de subagentes desperdigados por el cono Sur. E igualmente, claro, para los españoles Luis Guijarro, De la Hoz, o Roberto Dale. Por ende, como los torneos veraniegos se celebraban durante el paréntesis entre dos temporadas, numerosos secretarios técnicos adquirieron la costumbre de reforzar sus plantillas con quienes procedentes del otro lado del mar, destacaran en esos amistosos. Y, ¡oh maravilla!, casualmente esos chicos solían tener un abuelo de Torrijos o Alicante, de Galicia o Navarra, burgalés, pacense o salmantino. En suma, doble negocio. Al fijo por exhibir conjuntos sudamericanos en la piel de toro, Francia, Holanda, Portugal o Italia, se sumaba un porcentaje por cada negociación de traspaso con final feliz.

Quede, como colofón, un apunte sobre el amigo del presidente rojiblanco Enrique Guzmán, mediador en lo que no pudo ser y político injustamente olvidado, por más que estuviese entre lo mejorcito del periodo comprendido entre el aperturismo tibio y los primeros brotes del tardofranquismo. Hombre que, además, supo endulzar con disculpas no hirientes, el agror de toda ilusión hecha pedazos.

Fernando M.ª Castiella (Bilbao 9-XII-1907 – Madrid 25-XI-1976) inteligente y muy aplicado, concluyó el bachillerato en el Instituto bilbaíno a los 16 años, con matrícula de honor en todas las asignaturas. Estudió Derecho en el embrión de lo que luego sería la prestigiosa Universidad de Deusto, examinándose como alumno libre en las universidades de Zaragoza, Valladolid y Madrid, puesto que las materias allí impartidas aún carecían de oficialidad. A los 22 años obtuvo una beca para ampliar estudios de Derecho Internacional en París, Ginebra, La Haya y Cambridge, ya ejercía como docente a los 25 años y con 26 obtuvo el doctorado. A punto de cumplir los 28 logró por oposición la cátedra de Derecho Internacional en la Universidad tinerfeña de La Laguna, aunque pronto solicitase una excedencia para iniciar en Madrid su actividad política.

Miembro destacado de la Juventud Monárquica de Bilbao, y Tradicionalista declarado, apenas se hubo proclamado la República fue detenido y encarcelado en San Sebastián, pechando con acusaciones de propagandista y contrabando de armas, hasta salir bien librado del trance. El estallido bélico sobrevino cuando se hallaba en Madrid, y tuvo que permanecer oculto donde buenamente pudo hasta refugiarse en la empajada de Noruega, entre junio de 1937 y febrero de 1939, cuando de noche alcanzó el área franquista, donde sería nombrado oficial honorario del cuerpo jurídico militar. Voluntario en la División Azul, alistándose como soldado raso pese a que en razón de sus estudios tenía garantizados los galones de capitán, estuvo ocho meses adscrito a la Sección de Asalto de la 15ª Compañía del Regimiento de Infantería N.º 262, en las inmediaciones del río Voljov, a su paso por Nóvogorod, como encargado de transmisiones, enlace motorizado y combatiente de primera fila. A su regreso, en 1942, fue nombrado Delegado Nacional del Servicio Exterior de Falange, sustituyendo a Ximénez de Sandoval, luego del escándalo desatado acerca de la posible homosexualidad del saliente. Pero aquello no era lo suyo. Cinco meses después renunciaba a un cargo del que ni siquiera llegó a tomar posesión, para detentar la dirección del Instituto de Estudios Políticos y el decanato de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas en la Universidad Madrileña. Tras ser uno de los redactores del Fuero de los Españoles, ley aprobada en 1945, ejercería como embajador en Perú hasta 1951, reencauzando las relaciones bilaterales con aquel país, cuyo voto en la Asamblea de las Naciones Unidas pasó de ser muy hostil a España, a decantarse por el ingreso de nuestro país en dicho órgano supranacional. Finalmente sería trasladado a la legación de la Santa Sede, donde suscribiera el Concordato, y entre 1957 y 1969 la fue encomendada cartera ministerial de Asuntos Exteriores, donde hizo gala de un aperturismo malísimamente asimilado por Luis Carrero Blanco y la facción dura, o para entonces trasnochada, del franquismo.

Fernando María Castiella, ministro de Asuntos Exteriores. La amistad personal del presidente rojiblanco con quien más poder detentaba a la hora de autorizar excursiones futbolísticas por el extranjero, ni mucho menos se tradujo en un trato de favor para la entidad vizcaína.

A él se deben los acuerdos de doble nacionalidad establecidos con casi todos los países de América del Sur, una sustancial mejora en las relaciones con Francia y Alemania, de las que derivaron pingües beneficios para la actividad turística, así como distintos encontronazos con Inglaterra, fruto de su constante reclamación sobre el peñón gibraltareño. Estuvo detrás del cierre de la verja, que tanto complicó la vida a los súbditos de su graciosa majestad en la colonia, y dirigió la primera carta de solicitud de ingreso para España en la Comunidad Económica Europea (febrero de 1962), que Charles De Gaulle y el Premier británico desestimaron de inmediato. En paralelo, trabajaba para que el presidente norteamericano Eisenhower pisase suelo español en diciembre de 1959, y propulsó el reconocimiento de la libertad religiosa, asunto que produjo enorme incomodidad, tanto en la cúpula arzobispal, como entre los sectores más fundamentalistas del Régimen, de nuevo con Carrero Blanco erigido en feroz opositor. Su relación personal con el militar cántabro aún iba a continuar pudriéndose, cuando presentara un plan para la descolonización de Guinea Ecuatorial. El santoñés, mano derecha de Franco y al decir de muchos quien manejaba los resortes del Régimen entre bambalinas, aprovecharía un escándalo económico e iceberg de corrupción, como fuera el Caso Matesa, para deshacerse de él, así como de Manuel Fraga Iribarne, otro reformista, y José Solís Ruiz, “la sonrisa del Régimen”, fervoroso franquista y un estorbo por su proximidad con “el Caudillo”.

Cerrado su ciclo político, regresó a la cátedra en la madrileña Universidad Complutense, al tiempo de detentar una membresía en el Tribunal Permanente de Arbitraje Internacional de La Haya, y el cargo de consejero en el Banco Hispano Americano. Su fallecimiento tuvo lugar precisamente junto a los ascensores de la sede central madrileña, como consecuencia de un infarto cuando acudía a la convocatoria de dicho Consejo de Administración. Al día siguiente sus restos mortales recibían sepultura en el cementerio bilbaíno de Derio. Carrero Blanco había efectuado tres años antes ese mismo viaje sin retorno, víctima de un atentado todavía envuelto en especulaciones, con múltiples cabos sueltos y apenas alguna respuesta a tantas preguntas. Pero mientras el legado de Castiella fuese aprovechado durante la transición democrática por su “visión exterior a largo plazo”, según Marcelino Oreja Aguirre, o “la desideologización de la política exterior con Hispanoamérica”, si ponemos voz a Celestino Arenal, Luis Carrero Blanco permanece bajo el polvo de una Historia oscura, como el palio dictatorial de tiempos que no convendría conjurar ni a manera de divertimento.




Fútbol y Guerra Civil en Cartagena (II)

Empezando por la familia Sanz Cabo, diremos que, el patriarca, Mariano Sanz Zabala, moriría en 1914. Su mujer, Cándida Cabo, fallecería en plena guerra civil, en mayo de 1938, habiendo visto morir a cuatro de sus hijos; Dolores, que nacería muerta, Emilio, de un infarto fulminante, Mariano, de tuberculosis, y Nicolás, también de una afección cardíaca. De ninguno de ellos tuvo su muerte relación con la guerra, ya que morirían en la década de los años 20 del siglo pasado. Además, también fallecería Amalia Sanz Zabala, hermana de Mariano, en 1926.

 

La familia posee, actualmente, y entonces, un panteón familiar en el cementerio de Nuestra Señora de los Remedios. Allí, en los bombardeos de 1938, de los cuales varios afectaron a parte importante del barrio de Santa Lucia y alrededores, incluido el camposanto mencionado, destruyeron totalmente el enclave de descanso eterno de la familia Sanz Cabo.

Familia Sanz Cabo al completo. Mariano Sanz Zabala y Cándida Cabo, acompañados de sus hijos Miguel, Pablo, Nicolás, Librada, Mariano y Emilio. Colección Pablo Sanz Martínez

 

Colección Pablo Sanz Martínez

Además, acabada la guerra, o al menos posterior al citado bombardeo, fallecerían las hermanas del patriarca, Mariano Sanz Zabala, Providencia, y Paca, (en la foto superior, con sus sobrinos nietos, Pablo Sanz Guitián y María Luisa Sanz Guitián, hijos de Pablo Sanz Cabo), no habiendo podido establecer donde se le dio sepultura la quinta hermana, María del Amor Sanz Zabala, madre de Mariano Anselmo Castillo Sanz. Este nombre, que a priori no despierta inquietud en el lector, debería. El citado Mariano Castillo es padre de José Carlos Castillo García Tudela, primer cartagenero en ser internacional con la selección absoluta de España, además de jugador del FC Barcelona en la consecución del primera liga (1928/29).

La plantilla del FC Barcelona 1928/29, campeón de la primera liga, con Castillo. Lo situamos en la fila media, en el centro

También vestiría las elásticas de Atlético de Madrid, CE Sabadell y Girona. Enrolado en el Red Star francés, dejó el fútbol en activo para volver a España por un asunto familiar grave, que no hemos podido precisar. Una vez en España, fue condenado a seis años de cárcel, de los que finalmente cumpliría un semestre. Para los años 40 del pasado siglo, José Carlos establecería su residencia definitiva en Colombia, donde participaría en las negociaciones del “no” fichaje de Alfredo Di Stefano por el FC Barcelona. En el país cafetero fallecería en 1981.

Posteriores al bombardeo, cuando ya la sinrazón de la guerra había acabado, una década después, serían enterrados, en 1949, Pablo Sanz Cabo, tras su fallecimiento por complicaciones cardíacas, y lo mismo pasaría con Miguel, en 1951, a causa de la diabetes que padecía. Del linaje de Pablo Sanz Cabo, se encuentran también enterrados en el panteón familiar, su mujer, María Luisa Guitián Carlos- Roca, y su hijo, Pablo Sanz Guitián. Los Carlos-Roca tendrán protagonismo en otra parte de la historia que también desarrollaremos.

Enterramientos de Pablo y Miguel Sanz Cabo, en 1949 y 1951 respectivamente. Archivo Municipal de Cartagena.

La última en fallecer, ya en la España democrática, fue Librada Sanz Cabo, la única fémina de la familia. Casada en 1906 con el librepensador e ingeniero de minas, Pepe Tapia Martínez, tuvieron tres hijos; Pepe, Caridad y Anita. De Anita, su marido, Manuel Fernández Truchaud, casados en 1934, es quien descubre el macabro y espeluznante estado del panteón tras los bombardeos a finales de 1938. Sabemos, por testimonios familiares, que la destrucción del enclave familiar llegó a tal magnitud, que Manuel recogería los huesos de los ya enterrados hasta entonces (Emilio Sanz, Mariano Sanz- hijo y padre-, Amalia, Nicolás, etc.) y el cuerpo de Cándida, al que se le había dado sepultura el 10 de mayo de 1938. Él mismo, se encargaría de reconstruirlo. Todo hace intuir, por las medidas del panteón, que nada tiene que ver el estado actual, con el anterior a 1938.

Enterramiento de Cándida Cabo Lagorio. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Pepe Tapia, su esposa, Librada Sanz, y sus tres hijos. Colección Pablo Sanz Martínez.

 

Boda de su hija, Caridad, con Pedro Martínez. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Estado actual del panteón familiar. Fondo José Mª García.

 

Respecto a Pablo Sanz Cabo, se le imputaría, por ambos bandos, la pena capital, aunque por suerte nunca sería ejecutada. Miguel Sanz Cabo y Pablo Sanz Cabo, cuando la guerra está en sus primeros albores, marchan a Francia, advertidos y buscado por ambos bandos. A Pablo, una falsa acusación de los directivos de una inmobiliaria cartagenera, CISA, le pudo costar caro, además de la búsqueda y posterior captura que los anarquistas querían realizar con la persona de Pablo, tras “salvar de la quema” a varios militares en los juicios sumarísimos, rompiendo la inhumana regla que decía, que de cada 10 represaliados, uno debía morir.  El revanchismo, en este caso, venía dado, también, por la defensa de Pablo, como abogado, de los adquirientes de las Casas Baratas que, proyectando en primer término, 1500 viviendas, construirían únicamente 49, en esta fase. Pablo Sanz defendería a los acreedores, es decir a los propietarios de las casas que nunca se construirían. Unos, por defender a trabajadores o gente humilde, y otros, por ser de la alta alcurnia cartagenera, pusieron en el punto de mira a integrantes de la familia Sanz Cabo.

La saca de los 49 es uno de los mayores fusilamientos que se llevaron a cabo en Cartagena durante la guerra civil. Éste, se hizo buscando justificación en el bombardeo sobre Cartagena de la madrugada del 18 de octubre de 1936, en donde, fallecería, entre otros, Juan Madrid Méndez, el jugador de fútbol cartagenero que era la promesa de entonces del fútbol local y que ya lo analizamos en el primer capítulo. Recordamos que, Cartagena, como base naval de la República, recibiría entre 80 y 117 bombardeos durante la contienda civil.

Uno de los fusilados en la saca de los 49, José Barreda Terry, y la placa que recuerda el infame suceso en el Cementerio de los Remedios.

 

Uno de los fusilados será el infante José Barreda Terry, en la saca de la muerte, que es defendido por Pablo Sanz Cabo. A estas casi 50 víctimas, no se les daría sepultura hasta octubre de 1939. Otro protagonista, sin quererlo, de esta relación, será Eduardo Pérez Trillo, al que dedicamos también unas líneas en este trabajo, ya que sería tesorero del Cartagena FC.

Pablo también sería conocido en la ciudad por ganar el pleito que, en 1932, anuló los despidos a los trabajadores de la Maestranza del Arsenal. Éstos, tras su defensa, pasarían a ser indefinidos, es decir, plantilla del astillero. Tanta fue la repercusión del hecho, que el mismo Ayuntamiento de Cartagena organizó un acto en reconocimiento del abogado cartagenero.

Cartagena, a través de su alcalde, agradece a Pablo Sanz su intercesión para con los trabajadores del Arsenal, en 1932. Colección Pablo Sanz Martínez.

 

Meses antes de la guerra, en mayo de 1936, unos republicanos asaltarían el domicilio del comandante Armando Sánchez Fuensanta. Pablo defendería los intereses del militar, querellándose contra los responsables.

Este totum revolutum en cuanto a la defensa de los intereses judiciales de personas tan variopintas, le hacía no posicionarse de un lado concreto, por lo que él, y su hermano Miguel, fueron objeto de persecución.

De la familia Sanz Cabo, jugarían al fútbol Emilio, Pablo y Miguel Sanz Cabo, además de ser directivos estos dos últimos. Además, también disputaría algún partido, el padre de José Carlos Castillo García Tudela, que como hemos dicho es Mariano Anselmo Castillo Sanz.

 

 

Los hermanos Pablo, Miguel y Emilio, jugaron al fútbol, al igual que su primo, Mariano Castillo. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Pablo, una vez en Francia, y enterado del fusilamiento de Barreda Terry, donde se había encontrado con su hermano Miguel, decide volver a España, y se instala en Burgos. Dentro de la dudosa legalidad de los encarcelamientos, el que se pretendía con Pablo era ilegal. Se le quería aplicar la ley de fugas, por lo que hubo que demostrar que no había sido así. Depuesto de su cátedra de francés, que la ostentaba desde 1928, le sería devuelta. A su vuelta a España, es detenido y encarcelado en Burgos, donde permanece casi dos meses. Lo librará del fusilamiento una maniobra familiar. Su tío Joaquín, coronel de infantería en excedencia, se presentó en el penal, cargado de condecoraciones y cuadraturas castrenses, a interesarse por el reo Pablo Sanz.

El desistimiento definitivo por Pablo Sanz, vendría al recibir la orden directa en Burgos, del general responsable de la 6º región militar, cartagenero de nacimiento, José López Pinto Berizo, al que había recurrido en ayuda su suegra María desde Sevilla, alegando que Pablo Sanz Cabo, su yerno, era el único sustento de toda esa extensa familia, quince mujeres más el pequeño Pablo, esgrimiendo que sus dos únicos hijos (de María) varones habían fallecido como mártires nacionales de la causa en los primeros días de la contienda, abocándola, por tanto, con su exigua pensión, a ser la única mantenedora de la familia. Los fallecidos serían Ramón Carlos-Roca y Carlos-Roca, y su hermano Francisco Javier, hijos de Ramón y la citada María. Ambos, el primero comandante de ingenieros de la Armada, y el segundo, alférez de navío, serían fusilados a bordo del crucero España número 3, el 15 de agosto de 1936, junto a Carlos de Miguel Roncero, el que fuera presidente del Cartagena FC, del que ya nos ocupamos en el primer capítulo. Junto con ellos, también caería Rafael Guitián Carlos-Roca, que es hermano de la mujer de Pablo Sanz Cabo. Rafael Carlos-Roca del Villar, alumno de la escuela de ingenieros de montes, también sería fusilado al comienzo de la guerra civil, junto a Alfonso Torres, su primo José Luis Terry, y el arcipreste Pedro Gambín, entre otros, en el Puerto de la Cadena.

No sería la única vez que el citado general mediara en favor de Pablo. Lo haría de nuevo, cuando éste, en 1938, fue trasladado a Salamanca, zona menos controlada, con viles intenciones. Meses antes, él mismo se había autodenunciado para que se abriera una causa contra él, para demostrar que nada tenía que esconder. En la sentencia absolutoria aparecen muchísimos nombres que, digamos, dan la cara por el Sr. Sanz Cabo, entre ellos, el de José García Vaso Linares, el abogado y político cartagenero, que se encontraba, en la época, en las antípodas políticas de los Sanz Cabo.12 páginas, escritas a mano, que no tuvieron más remedio que dar por cerrada la auto denuncia de Pablo.

Sentencia, con el fallo de absolución de Pablo Sanz Cabo. Colección Pablo Sanz Martínez.

 

Respecto a Miguel Sanz Cabo, sobre los años 20 del siglo pasado se enamora locamente de Salud Cano, conocida cupletista española, aunque modificando su apellido por Ruiz. Tendrán dos hijos, Fe y Luis. Viven juntos, en concubinato concupiscente, es decir, sin contraer matrimonio. Hasta el estallido de la guerra civil, y su huida a Francia, así serán las cosas. Tras el comienzo del conflicto bélico, como hemos visto, Pablo volverá a España, pero Miguel se quedará algún tiempo más en el país galo.

Estancia de Miguel Sanz Cabo en Perpiñán. Colección Marifé Higueras.

 

Una vez ya terminado el conflicto, su deseo es volver a España, auspiciado también por las necesidades por las que estaba pasando su familia y casi obligado por las continuas reprimendas de su hermano Pablo, ya en España, que era quien mantenía económicamente a la familia. Sigue un sabio consejo, y decide casarse, ya que facilitaría las cosas a su regreso a la España franquista. Organizan una boda por poderes, es decir, que uno de los contrayentes no está físicamente en la ceremonia, si no que ha concedido a un apoderado, su papel de novio. En este caso, lo haría un sobrino de Miguel, José, hijo de Librada y Pepe Tapia. Como padrino de este enlace actuaría el hermano del novio real, Pablo Sanz. La boda sería una autentica tragicomedia, ya que los gritos de “Que se besen” harían la risa para el público. Recordamos que la novia “se casaba” con su sobrino político. Por tanto, hubo que recurrir por parte de Pablo Sanz Cabo, al soborno de los asistentes para que guardaran silencio, con el lógico cabreo del párroco.

Salud Ruiz con sus hijos, Luis y Fe. Colección Pablo Sanz Martínez.

 

Ya en España, Miguel sería exonerado de cualquier responsabilidad tras acabar la guerra. En su vuelta a España, sería investigando y absuelto, tal y como demuestra su sentencia absolutoria

Sentencia de absolución de Miguel Sanz Cabo. Colección Marifé Higueras.

 

Una vez hecho el análisis de la familia Sanz Cabo, que debemos agradecer inmensamente a Pablo Sanz Martínez, nieto de Pablo Sanz Cabo, su predisposición para con este autor, con el fin de enriquecer este estudio, con casi un sinfín de fotografías y documentos familiares, nos ocuparemos de otros protagonistas. Por las investigaciones de José Ignacio Corcuera, al que este autor agradece su implicación en este artículo, hoy sabemos que la FEF, una vez acabada la Guerra Civil, dirigió circulares a todas las territoriales, con el fin de que éstas le comunicaran al superior organismo, los clubes que habían “sobrevivido a la guerra”, invitándolas a informarle de jugadores y directivos muertos o asesinados, lógicamente pertenecientes al bando sublevado. El objetivo era hacer un homenaje colectivo, que nunca se llevaría a cabo, y publicar una memoria con todos los nombres, que tampoco.

Nuestra siguiente figura relacionada con el balompié cartagenero y con la guerra civil, es Eduardo Pérez Trillo. Natural de Manila (Filipinas), vendría a Cartagena, junto a su familia, en las oleadas de emigrantes procedentes del país asiático, tras el Desastre del 98, cuando España perdió sus posesiones en ultramar, como Cuba o la propia Filipinas. A bordo del vapor León XIII, llegaría a Cartagena por las gestiones de su cuñado, Guillermo Lacave Díez, casado con la hermana de Eduardo, Pilar.

Eduardo Pérez Trillo. Colección Eduardo Pérez Trillo Blanco.

 

Guillermo Lacave Díez. Colección Eduardo Pérez Trillo Blanco.

Mercedes Sánchez Fuster. Colección Eduardo Pérez Trillo Blanco.

 

Eduardo Pérez Trillo, es hijo del médico D. Juan Pérez Andrés, español, natural de San Lorenzo del Escorial, y de Ana María del Pilar Calixta Trillo Figueroa y López Gadea, de origen pinoy. Guillermo, siendo alférez de navío, sería condecorado en el mentado conflicto por la toma de Maragondón, un municipio de la provincia de Cavite, con la cruz roja del mérito militar. Tras el enfrentamiento de 1898, sería destinado a Fernando Poo, en Guinea Ecuatorial. El propio Guillermo, se encargaría de la educación de Eduardo, una vez establecida la familia en Cartagena. Años después, fijarían su residencia en la calle Andino, y del matrimonio con Mercedes Sánchez Fuster nacerían seis hijos.

Los seis hijos del matrimonio Pérez-Trillo Sánchez; Juan, María Dolores, Pilar, Eduardo, Ana y Mercedes. Colección Eduardo Pérez Trillo Blanco.

 

Eduardo Pérez Trillo, sería tesorero en la Junta Directiva del Cartagena FC que presidiría Luis Vial y Diestro, el mismo que sería alcalde de Cartagena tras la Guerra Civil y se encargaría, como máxima autoridad municipal, de las depuraciones en la ciudad departamental. Eduardo, guardaba en sacas de lona las recaudaciones de los partidos para, cuando tocaba, pagar a los jugadores su asignación correspondiente. Cuando contaba con 50 años de edad, y siendo empleada de la Sociedad Española de Construcciones Navales, la Navantia de hoy, estando afiliado a Renovación Española, fue detenido a los pocos días de la sublevación y, conducido a la cárcel de San Antón. Sería condenado a 6 años y un día de prisión, pero, en represalia por el primer bombardeo que sufrirá la ciudad el 18 de octubre de 1936, serían fusilados en la tapia del cementerio Ntra. Señora de los Remedios, él y 48 caballeros más.

Eduardo Pérez Trillo, en el centro, afiliado a Renovación Española, en la parte izquierda, y en la derecha, siendo tesorero del Cartagena FC. Archivo Municipal de Cartagena y Colección Eduardo Pérez Trillo Blanco.

 

La extensa biografía, y la fotografía de Eduardo Pérez Trillo han sido rescatadas del libro que escribiría su hijo Eduardo, “Un trompeta para la República”. La otra pasión de Eduardo era el ajedrez y, junto con un grupo de amigos, fundaría el Círculo de Ajedrez “Capablanca”, del que también era miembro José María Arnao Alix, director de la cárcel de San Antón. Según relata en la obra, sabiendo que, a algunos compañeros de partido los habían detenido, él seguía haciendo su vida normal. La policía secreta, iría buscar a Eduardo a su domicilio. Avispado su hijo, se fue de casa por la puerta de atrás con la intención de avisar a su padre de que la policía lo esperaba. Como no tenía nada que esconder, Eduardo se personaría en su domicilio, y acompañaría a los agentes a someterse a las preguntas del señor comisario, bajo la promesa de que sería un rato. De hecho, hasta le indicaron que no cogiera mudas de ropa. La realidad, es que nunca volvería a su hogar.

Condena de Eduardo Pérez Trillo, de 6 años y un día de prisión mayor. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Pieza de la condena a Eduardo Pérez Trillo. AGRM.

 

Angelillo.

 

En el mentado libro, ¡Lo que son las cosas!, Eduardo hijo desvela la causa real de la muerte de un jugador cartagenero que destacó en su época, Angelillo, del que la prensa siempre habló de grave enfermedad del extremo zurdo. Tras su periplo por el Efesé, marcharía a Castellón, donde también maravillaría con sus jugadas para, al cabo del tiempo, volver a Cartagena, donde se enrolaría de nuevo en el Cartagena FC. De repente, desapareció de las alineaciones y, el 21 de junio de 1942, se le hizo un homenaje en un partido recaudación para su enfermedad, ya retirado del fútbol. El origen de la muerte de Ángel Pérez Jiménez estuvo en el Molinete, centro de la vida alegre de la Cartagena del siglo pasado. No pudo superar una fuerte enfermedad venérea y, sin penicilina ni antibióticos, sin cobrar, porque “si no juegas, no cobras”, y sin seguro médico, fallecería escasos dos meses después.

Extracto del expediente de Eduardo Pérez Trillo, integrante de la saca de los 49. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Agradecer a Eduardo Pérez Trillo Blanco, su predisposición a aportar, para este estudio, datos y documentos gráficos para la parte correspondiente a su abuelo Eduardo.

Quien sería vocal de la directiva cartagenera, elegidos el 28/1/1926, junto con, entre ellos Eduardo Pérez Trillo, sería Antonio Egea Larrosa, vocal del Cartagena FC. Nos centraremos en él, en las siguientes letras.

Elección de nueva directiva, con Antonio Egea Larrosa. Archivo Municipal de Cartagena.

 

En el documento de la territorial de la Región de Murcia, rescatado por Corcuera, aparecen ocho nombres, a saber: Alfonso Torres López y José Mediavilla Sánchez, presidentes de honor del Cartagena FC, y Carlos de Miguel Roncero, presidente del Efesé en la temporada 1934/35. De los tres, ya nos ocupamos de sus biografías en la primera parte de Fútbol y Guerra Civil en Cartagena. Además, están anotados los nombres del ya mencionado Eduardo Pérez Trillo, Antonio Egea Larrosa, Ramón de Navía Osorio Castropol, Gustavo Martínez Schmidt y Mariano Ibáñez Iglesias.

 

Archivo Municipal de Cartagena.

 

El abogado Antonio Egea Larrosa, lorquino de nacimiento, vendría al mundo el 13 de abril de 1888. Su madre, sería Teresa Larrosa, y su padre, Alfonso Egea. Tendría tres hijos, con Dolores Pérez; Alfonso, Teresa, y Emma, la prolífera poetisa cartagenera. Nacida Emma en 1932, se casaría con el escritor y abogado, Eugenio Martínez Pastor.

Emma Egea Pérez.

 

Seis años después, Emma empieza a sufrir los síntomas de una enfermedad rara, llamada síndrome de Kükelberg-Weander, una patología neurológica que, a la postre, la dejará fatídicamente paralizada. Es durante el proceso de la enfermedad cuando recurrirá a la poesía. Emma, morirá sin descendencia.

Respecto a su padre, fue socio de número del Cartagena FC, es decir, con un sillón numerado en la grada del Almarjal, cuyo valor era de 250 pesetas. Afiliado a Unión Patriótica y, además, contador de fragata, sería asesinado en el paraje de Hoya de los Gatos, en Baños y Mendigo, en el Puerto de la Cadena, entre las Ventas de La Paloma y La Virgen, junto con Alfonso Torres López y José Maestre Zapata, a los que ya desentrañamos en el primer capítulo de Futbol y Guerra Civil en Cartagena.

Mitin de Unión Patriótica, en 1928, celebrado en el Teatro Circo.

 

A ellos, se les sumaría el arcipreste cartagenero Pedro Gambín. De Egea Larrosa, junto con Alfonso Torres, y del presidente del sindicato agrícola del Campo de Cartagena, Luis Malo de Molina, serían las gestiones para que el agua del Taibilla llegara a Cartagena, entre otras localidades de la Región de Murcia.

Relación de caballeros fusilados en el Puerto de la Cadena.

 

Lápida instalada en el lugar del fusilamiento de los ocho caballeros.

 

Recorte de prensa de la comunión de Caridad, hija de Alfonso Torres, oficiada por el arcipreste Pedro Gambín. Los caballeros serían fusilados juntos.

 

Personalidades locales y provinciales de Unión Patriótica. Fondo Diego Victoria Moreno.

 

No hemos podido identificar, en las diferentes fotografías disponibles, es decir, tanto la foto superior, como una anterior de un mitin de Unión Patriótica, a Antonio Egea Larrosa. Se ha buceado en la hemeroteca, consultando casi la totalidad de la obra de Emma, por si en alguna obra hubiera una fotografía de su padre, ya que, su fusilamiento en 1936, cuando ella tenía 4 años, fue un golpe duro para la familia. Descartado esto, y como decía, sabiendo que murió sin descendencia, se indagó en su familia política. Su marido, Eugenio Martínez Pastor, es hermano de Manuel Martínez Pastor, un prestigioso abogado cartagenero que falleció hace algo más de dos años. Su hijo, del mismo nombre, dirige ahora el despacho, al quien también se ha dirigido el autor de este artículo, sin éxito. Por tanto, cerramos este capítulo intuyendo que Antonio Egea Larrosa está en la foto superior, como lo están Eduardo Pérez Trillo, Alfonso Torres y José Mediavilla.

En 1925, contemporáneo en el tiempo a la construcción del Estadio de El Almarjal, se aprobaría por parte de la directiva del Cartagena FC, la modificación del artículo referente a los socios, ampliándolo, para que, en lo sucesivo, existirían socios honorarios, protectores de número y propietarios de primera y segunda categoría.

Los socios propietarios, tendrían una tribuna, por valor de 500 pesetas de entonces. Entre los que adquirieron estas ubicaciones privilegiadas en el campo de fútbol, se encontrarán Alfonso Torres, Carlos Ávalos, Luis Vial, Antonio Sintas, o el propio Antonio Egea Larrosa, que sería fusilado el 15 de agosto de 1936 en el puerto de la Cadena.

Ramón de Navia-Osorio Castropol y su esposa, Amparo Aguirre Girón. Fondo familia Navía Osorio.

 

Otro socio propietario (con tribuna asignada) del Cartagena FC, sería Ramón de Navía Osorio y Castropol. Nacido el 9 de febrero de 1877, en Priorio (Oviedo), se casaría con Amparo Aguirre Girón, matrimonio del cual nacerían 5 hijos: José María, Mª Concepción, Eduardo, Mª Paz y Mª Luisa. De tradición derechista y católica, ingresaría en la Armada Española muy joven. Su padre, José María de Navía Osorio y Campomanes, sería el X marqués de Santa Cruz de Marcenado. Su madre, sería María Josefa Castropol Trelles.

Ramón de Navia-Osorio Castropol. Fondo familia Navía Osorio.

 

Siendo guardiamarina, sobrevivió a la batalla naval de Santiago de Cuba, a bordo del crucero Almirante Oquendo, llegando a La Coruña, a bordo del vapor Alicante, en la primera expedición de supervivientes tras el conflicto de 1898.

Repatriación de Ramón Navía Osorio Castropol. BNE.

 

La curiosidad, casualidad o destino, marcó a esta familia desde tiempo antes. En la placa de caídos que se muestra a continuación, aparecen los nombres de Lazaga y Rodríguez Bárcena; dos familias de marinos se unían después por una cuestión nupcial. La abuela materna, Dª Margarita Lazaga de Baralt, se casaría con Manuel Rodríguez Bárcena. Dos linajes “condenados” a encontrarse. Además, Ramón Navía Osorio Castropol, nuestro protagonista, conoció y estuvo con el padre de la abuela Margarita, en la guerra mencionada, en el crucero acorazado Oquendo

Esquela de caídos en la Guerra de Santiago y Cuba, en el monumento de Héroes de Cavite, que existe en el Puerto de Cartagena. Fondo familia Navía Osorio.

 

Manuel Rodríguez Bárcena, y sus tres hijos. Fondo familia Navía Osorio.

 

Para julio del año 1900, sería promovido a alférez de Fragata, prestando parte de su servicio en el crucero Nueva España. En 1902, se encuentra destinado en el buque Lepanto, como alumno de la escuela de Torpedos. En 1916, sería nombrado auxiliar del estado mayor del apostadero de Cartagena. En septiembre de este mismo año, sería condecorado, por parte del gobierno francés, con la medalla de plata, de Salvamento, siendo ya teniente de navío, y estando embarcado en el cañonero Temerario, por las labores de socorro al crucero auxiliar Eros. En 1921, sería nombrado segundo jefe interino del Estado Mayor del Departamento de Cartagena. Ya en 1924, ostentaría el cargo de jefe de la estación torpedista de Cartagena.

Invitación oficial de Filipinas a Ramón Navía Osorio, a una cena el 14 de octubre de, en el Palacio de Malacañang, residencia del presidente del gobierno filipino. Fondo familia Navía Osorio.

 

Sus relaciones con otros países, como la de Japón o Filipinas, lo llevaron a que el gobierno español lo autorizara a llevar la cruz de cuarta clase del Sol Naciente de Japón. En el rotativo ABC, del 3 de mayo de 1927, se observa una fotografía de la dotación del Blas de Lezo, donde se identifica a Ramón, tras terminar el banquete con el que los agasajó la colonia española en China

Ramón Navía Osorio, entre otros oficiales españoles, rodeados de sus homólogos japoneses. Fondo familia Navía Osorio.

 

Ramón Navía Osorio, entre ciudadanos españoles, en Japón. ABC.

 

Ramón Navía Osorio, con la dotación del crucero Blas de Lezo, en Manila. Fondo familia Navía Osorio.

 

Ya en época republicana, a comienzos de 1933, sería nombrado comandante del crucero “Méndez Núñez”. A mediados de 1933, sería destinado como mando de la flotilla de Destructores de Cartagena, alcanzando el grado de contraalmirante el 27 de diciembre de 1934. Para 1935, que era segundo jefe de estado mayor, se decretó que fuera él, de forma interina, quien despachara los asuntos de esta jefatura.

En los primeros albores de la sublevación del 18 de julio de 1936, se sumaría a ella, actuando intensamente en la preparación del golpe de estado, siendo jefe del Estado Mayor de la Marina. En primer término, ésta fracasaría en Cartagena, siendo arrestado, no sin antes haber intentado que toda la flota a su mando zarpara del puerto. Se puso en contacto con los cónsules de Alemania e Inglaterra, pero no pudo abandonar Cartagena. Aun habiendo sido absuelto por el delito de sedición, fue fusilado en una saca de presos el 20 de octubre de 1936, en el campo de deportes del Arsenal Militar.

Relación de Caídos por Dios y por España, perteneciente al Archivo Municipal de Cartagena.

 

Amparo Aguirre Girón, de luto riguroso, tras la muerte de Ramón Navía Osorio. Fondo familia Navía Osorio.

 

Desde estas líneas, dejar constancia de las aportaciones, y agradecimiento por ello, de la familia Navia- Osorio Rodríguez de Aballe, concretamente por parte de Alfonso, José Ramón, Luis, Álvaro, María del Socorro y Margarita, tanto gráficas como documentales.

Gustavo Martínez Schmidt nacía en Cartagena el 24 de diciembre de 1888. Hijo de Pascual Martínez y Clara Schmidt, familia dedicada al vidrio, elegiría la profesión de su padre, la de maestro. Vecino del castizo barrio de Santa Lucía, de la calle Molina, se casaría con Salvadora Gómez Ugartamendía, y tuvieron cuatro hijos; Carlos, José, Carmen y Gustavo, siendo este último, a la postre, el conocido dibujante Martz Schmidt. Su hijo Gustavo, profesional del humor gráfico, trabajaría en la editorial Bruguera durante buena parte de su vida laboral. Colaboró, en obras que hoy los españoles recuerdan; Don Danubio, El Doctor Cataplasma, o el profesor Tragacanto y sus clases que es de espanto. “Heredaría” el dibujar a Doña Urraca, tras la muerte de su creador, Miguel Bernet.

Detención de Gustavo Martínez Schmidt. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Gustavo Martínez. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Cada año, desde la proclamación de la Segunda República en 1931, fue creciendo la tensión, encontrando su punto álgido durante la Cuaresma, entre católicos, y a su vez procesionistas, y lo republicanos, lo que hizo que la animadversión entre ellos también aumentara. En 1932, por ejemplo, se produce un incendio en la toalla de la cruz que porta en su trono la Stma. Virgen de la Piedad. En 1933, por citar algún incidente, durante la procesión del Viernes Santo, se arroja un gato al paso del tercio de la Agonía. Llegamos a 1936, y se produce “La Llamada”, que no es más que un Cabildo donde se decide si sacar o no, las procesiones a la calle. Con el acuerdo afirmativo, la tradición cartagenera dice que hay que marchar al Ayuntamiento en busca del cheque municipal. Al paso de este cortejo, habría una manifestación de corte izquierdista. Produciéndose una gran tumulto de gente, e incluso algún forcejeo, solo resulta roto, que sepamos, el clarinete, de uno de los músicos que acompañaba a la comitiva camino del consistorio municipal. El 30 de marzo de 1936, se decide, con las cofradía presentes, en una reunión, no sacar las procesiones a la calle para 1936. El Jueves Santo, 9 de abril, había sido convocada una manifestación de izquierdas, precisamente en uno de los días más importantes para los cristianos y procesionistas. Esto fue entendido por los segundos como una ofensa, que se encontraron con los izquierdistas en plena calle Mayor de Cartagena, donde habría una refriega, con centenares de personas, lanzamientos de botellas y sillas incluido. Por este altercado, serían detenidos, entre otros, José Mediavilla Sánchez, desarrollado en el primer capítulo, y Gustavo Martínez Schmidt.

Gustavo Martínez Schmidt. Colección familia Martínez Schmidt.

 

Como curiosidad, diremos que Nicomedes Gómez Carrión, es suegro de Gustavo Martínez Schmidt. El mentado Gustavo, se casaría con una de las hijas de Nicomedes, Salvadora. Gómez Carrión será, a la postre, padre de Nicomedes Gómez Sánchez, fundador de la imprenta del mismo nombre, sita en el callejón de Zorrilla, donde nacería el insigne marino cartagenero Isaac Peral y Caballero.

Registro con la fecha de fusilamiento de Gustavo. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Gustavo sería fusilado la madrugada del 13 de octubre de 1936. Fue sacado de su casa, con la excusa de “dar un paseo”. Su familia se refugiaría en casa de la abuela María, en El Albujón, hasta el final de la contienda.

Donativo de Gustavo Martínez al Cartagena FC. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Como socio de número del Cartagena FC, lo que en la práctica era asegurarse un sillón numerado en la grada del Estadio Cartagenero los días de partido, con valor de 250 pesetas, contribuiría, con sus donativos, a la adquisición de jugadores para el primer equipo del Efesé.

En esta parte, hemos contado con la contribución de Gustavo Martínez Schmidt Salamanca, nieto de nuestro protagonista. Agradecerle, desde aquí, sus aportaciones para este estudio

Casimiro Bonmatí Azorín. Fondo familia Bonmatí Carrión.

 

Para terminar este capítulo, nos detendremos en la figura de Casimiro Bonmatí Azorín, que nacería en una familia de tradición republicana, en Cartagena, el 22 de septiembre de 1901, y fallecería en la misma ciudad el primero de mayo de 1966. Sus padres, serían Severino Bonmatí, natural de Hondón de las Nieves (Alicante), y Carmen Azorín, nacida en Novelda, de la misma provincia.

Se licenció en Medicina en 1925, en la Universidad de Barcelona, para después especializarse en dermatología, y fundar el Patronato Antituberculoso de Cartagena. Ingresará, con el número uno, en el Cuerpo de Inspectores Municipales de Sanidad del Distrito de Murcia y, en 1934, en el de Médicos Dermatólogos del Estado. Fue director del Dispensario Antivenéreo, presidente de la Cruz Roja y de la Asociación Española contra el Cáncer de Cartagena. Perteneció, a la Academia Española de Dermatología y Sifilografía, y a la Real Academia de Medicina y Cirugía de Murcia, siendo el primer médico perteneciente a este organismo que ejercía fuera del municipio de Murcia, habiendo nacido o no en la capital del Segura.

Casimiro Bonmatí, médico en 1925, en el último año de carrera, en Barcelona. Fondo familia Bonmatí Carrión.

 

Anuncio de la consulta médica de Casimiro Bonmatí, para 1929. Archivo Municipal de Cartagena.

 

Casado con Adelina Limorte Mira, nacida en Hondón de las Nieves (provincia de Alicante), tendrían cuatro hijos, siendo Enrique el mayor, que fallecería a los seis años. Al pequeño, nacido años después de la muerte del primogénito, también se le pondría como nombre Enrique, por el enorme parecido entre ambos. Cuando el pequeño Enrique vino al mundo, Casimiro tendría 12 años y Carmen, 10. La foto inferior, fechada en los inicios de los años 50 del siglo pasado, fue realizada en Hondón de las Nieves, pueblo natal de Adelina y de Severino, esposa y padre de Casimiro Bonmatí, respectivamente.

Casimiro y Adelina rodeados por sus hijos. A la izquierda; Casimiro, a la derecha, Mª Carmen, y delante, Enrique. Fondo familia Bonmatí Limorte.

 

Casimiro fue un fantástico divulgador científico; impartiría conferencias, realizaría charlas de divulgación, y publicaría ensayos, artículos periodísticos, etc. En total, más de doscientos trabajos sobre medicina, arte, sociología y educación.

Fue autor de libros como “Higiene pública de Roma”, “Un trabajo de retaguardia”, y “Arte, ciencia y felicidad”. El último ejemplar mentado, contó con prólogo del doctor Gregorio Marañón. Casimiro Bonmatí, tiempo atrás a su publicación, ofreció una conferencia en el casino cultural de Elche. Marañón le enviaría una carta, expresándole que, un paciente, le había comunicado la excelsa ponencia de Bonmatí. Tras leer el contenido de ésta, Casimiro seguiría el consejo Marañón, tras leerla éste, y la publicaría, con su prólogo. Conseguiría entrar en el círculo médico y político del doctor Marañón, además de trabajar codo con codo con el cardiólogo, también cartagenero, Luis Calandre.

Adelina y Casimiro, en su casa de Cartagena, a principio de los años 60 del pasado siglo. Fondo familia Bonmatí Limorte.

 

Por si fuera poco, todo lo anteriormente expuesto, Casimiro Bonmatí también sería un prolífero político. En la década de los años 20 del siglo pasado, una vez instalado en Cartagena, fundará el primer Comité Revolucionario Republicano. Tras el frustrado levantamiento de Jaca, de diciembre de 1930, en favor de la República, con la intención de derrocar a Alfonso XIII, se convierte en uno de sus grandes líderes locales. Se convertirá en concejal en las elecciones municipales de 1931, por el partido Republicano Radical Socialista, aunque más tarde militaría en el partido Acción Republicana, de Manuel Azaña. Su afán docente, le lleva a liderar las Misiones Pedagógicas, que promulgaban la idea de la cultura; entre otras cosas, llevar la lectura y la escritura a todos los rincones de España, ya que, se afirmaba en prensa, cosas tan duras como reales; “Nuestros campesinos tienen el cerebro seco como la tierra que cultivan”.  Aun siendo de ideas republicanas, Casimiro Bonmatí asistió a la salida de Alfonso XIII, hasta 1931 rey de España, por el puerto de Cartagena, hacia el exilio, una vez proclamada la II República Española. Con la muchedumbre exaltada, el jefe del dispositivo policial le preguntó a Casimiro Bonmatí qué cuál tenía que ser la actuación correcta. Casimiro le diría qué la obligación de la policía era que el rey machara intacto, qué no le pasara nada. Durante la guerra civil, fue militarizado y ocuparía el cargo de capitán médico de la marina.

Estaría cuatro veces preso, una comprendida, entre el 6 de mayo de 1939 hasta el 11 de agosto del mismo año, para volver a ingresar en la prisión el 19 de agosto, y volver a salir en libertad el 8 de octubre.

Escrito de libertad para Casimiro Bonmatí, en 1939. AGRM.

 

En 1940, volverá a entrar como reo, otros dos meses, desde el 25 de mayo al 23 de julio, en la prisión habilitada “Las Agustinas”. El nombre, lo había heredado del convento de la orden mentada, Primero, sería usado como almacén durante la guerra, y posteriormente, como cárcel.  Años después, en 1945, volvería al presidio, aunque solo serán 48 horas.

Cartilla con el ingreso en prisión, en 1940, de Casimiro Bonmatí. AGRM.

 

Según su hijo Enrique, que oyó contar un testimonio familiar, acabada la contienda civil, fue detenido, acusado, entre otras cosas, al parecer, de «excesivo celo atendiendo a heridos y enfermos republicanos». Adelina, esposa de Casimiro, empezó a inquietarse, ya no solo por su destino tras un posible juicio, sino por temor a una ejecución sin juicio previo. Esa preocupación le llevó a contactar con un primo suyo, Enrique Alcaraz, por ser sobrino del Obispo de Badajoz (José María Alcaraz Alenda). Fue él quien, tras confirmar que el Dr. Casimiro Bonmatí era «una persona de orden, además de republicano», finalmente intercedió para que fuera excarcelado a la mayor brevedad.

José María Alenda, obispo de Badajoz.

 

Esto, forjaría una amistad entre el obispo Alcaraz y Casimiro Bonmatí, tanto que cada mes de agosto, la familia Bonmatí Limorte iba a visitarlo a su casa de verano en Aspe. Enrique, comprendería el porqué de la amistad del clérigo y su padre tras preguntar a su tía María. La familia Bonmatí Limorte era agasajada, en la residencia de D. José María, con una excelsa merienda, ya que el reverendo contaba con servicio doméstico.

Casimiro era un convencido republicano, heredado de su padre, Severino Bonmatí, que contrajo matrimonio con Carmen Azorín. A Severino Bonmatí Vicedo, le tocó en suerte realizar el servicio militar en Cartagena, en la Marina. De carácter inquieto, buscaría “algo que hacer”, y se pondría a trabajar en la contabilidad de la Confitería Cañizares, que se encontraba en la esquina de la Calle Duque con Montanaro. Casimiro Cañizares Poveda, dueño de la confitería, se casaría, tras quedar viudo de María Girao, con Concepción Vicedo Cañizares, tía carnal de Severino, ya que ella, y la madre de Severino, Remedios, eran hermanas. Al morir Concepción Vicedo en 1910, deja en herencia la confitería a Severino.

Perito mercantil de profesión, marchaba a Novelda asiduamente, a una academia, para conseguir el título de dicha profesión.

Severino Bonmatí, padre de Casimiro.

 

Publicidad de Confitería Cañizares.

 

En la vertiente futbolística de Casimiro, encontramos la fundación del CD Los Tigres, a principios de 1932, de la mano de personalidades como José Carreño o Juan Buendía, y bajo la presidencia, tiempo después de Casimiro Bonmatí. El mencionado Juan Buendía sería quien, 8 años después, fusionaría al equipo felino con el Plus Ultra Lisvert, para formar la Unión Deportiva Cartagenera, actual Cartagena FC. Curiosamente, contra el equipo del Lisvert, sería el primer partido de la vida futbolística del equipo blanquiazul, en 1932. Quinquillas y Bafalliú eran los buques insignia de los albiazules. Sin campo de fútbol propio, sus primeros encuentros los jugaría en el Stadium Cartagenero.

El equipo del CD Los Tigres, con autoridades y la madrina de los Cruzados Rojos. Fondo familia Bonmatí Carrión.

 

El escudo del CD Los Tigres.

 

Realizando un plano detalle del banderín mostrado en la foto, podemos ver la inscripción “Los CR – CD Los Tigres”. Los CR son, sin género de duda, los Cruzados Rojos. La fecha del partido será el 26 de marzo de 1933, y el banderín, será un obsequio que Los Cruzados le harán a los felinos. Ramo de flores en mano, se encuentra la señorita Carmen Carrión Medina, elegida por entonces madrina de los Cruzados Rojos, junto a Casimiro Bonmatí, presidente del equipo. Dicho obsequio, estuvo expuesto, los días de antes del partido, en la Camisería Romero, en la Calle Mayor de Cartagena. El encuentro sería arbitrado por el ex jugador del Cartagena FC, Lucio Jauregui.

 

 

Fachada de la Camisería Romero.

 

No tardaría el ayuntamiento cartagenero en cederle un espacio a este conjunto. Se le prestaría lo que debió ser, y nunca fue, el Parque de Recreos, la actual Casa de la Juventud, esquina de Juan de la Cosa, con Paseo Alfonso XIII, entonces Paseo de la Libertad. Quedando impracticable durante la Guerra Civil, el terreno sería usado por el Ejército de Tierra, por la Sociedad de Cazadores de Cartagena, y también por el Frente de Juventudes de la Falange. El CD Los Tigres sería considerado el equipo de la República.

Rondalla en el Campo de Los Tigres. Fondo José Ibarra Bastida.

 

Por último, hacer extensible el agradecimiento sincero a Enrique Bonmatí Limorte, hijo de Casimiro, y a la nieta de éste, Mª Ángeles Bonmatí Carrión, por haber surtido al autor de este estudio de documentos gráficos y testimonios familiares que, sin duda, han engrandecido este documento.




El primer estadio de fútbol de Jerez

  1. Los antecedentes.

Desde el siglo XVIII, pero especialmente durante el XIX, Jerez de la Frontera experimentaría un importante desarrollo y transformación de su industria del vino, en parte, como consecuencia de la llegada de comerciantes y empresarios procedentes sobre todo de Gran Bretaña -irlandeses y escoceses primero, e ingleses después- quienes se instalaron en esta ciudad trayendo consigo algunas de sus distracciones predilectas y entre ellas, como no, la práctica de los sports.

Obviamente, esta circunstancia no afectará únicamente al ámbito deportivo sino que la economía, la arquitectura, las costumbres sociales, el lenguaje, la moda, las creencias religiosas y, en general, casi todos los aspectos de la vida cotidiana de esta notable colonia de ciudadanos británicos asentados en aquel Jerez desembarcaron igualmente con ellos, modificando de este modo la fisonomía y el tejido social de la ciudad porque además la rica burguesía vinatera y la aristocracia locales mostraron una gran fascinación por el british lifestyle.

En este caldo de cultivo resulta lógico que el foot-ball recalara en Jerez como uno más de sus entretenimientos, haciéndolo como era habitual en Inglaterra de la mano del críquet. Y es que en esta primera época del balompié jerezano, fueron los integrantes del Jerez Cricket Club quienes organizaron diferentes encuentros de fútbol, al menos, en 1869 y 1870.

Campo de críquet junto al Hipódromo de Caulina

Fue el escenario de las referidas partidas de foot-ball protagonizadas por el Jerez Cricket Club. Este campo era adyacente a un hipódromo provisional -que solo estuvo en activo cinco años- situado en los Llanos de Caulina, frente a la enorme planicie que ahora constituye el acceso al Circuito de Jerez-Ángel Nieto y a varios kilómetros del centro de la ciudad. El campo de críquet -o ground– ocupaba una extensa llanura de hierba y en su interior se habilitaba un campo para la práctica del fútbol.

  1. El fútbol resurge en Jerez.

Una vez la actividad del Jerez Cricket Club decayó, hacia finales del siglo XIX, el juego del foot-ball también se perdió con él, hasta que a principios del siglo siguiente comenzó una segunda etapa del balompié en Jerez, cuando alcanzó una mayor implantación y popularidad entre la población local. Los primeros espacios en los que se practicó el fútbol en el casco urbano de Jerez fueron las bodegas y los terrenos de algunas viñas como La Esperanza y San José, emplazada esta última en el parque González Hontoria, así como en algunas explanadas de tierra repartidas por diferentes zonas de la ciudad. La progresiva aparición de los primeros clubes trajo consigo la construcción de campos más estables, aunque todavía abiertos y muy rudimentarios, donde los espectadores se situaban de pie alrededor del terreno de juego.

La Pista de San Benito (1911)

Era un centro de entrenamiento para caballos de carreras propiedad del empresario bodeguero José Garvey que, tiempo más tarde, se convertiría en hipódromo y en sede de la Yeguada Militar. Estaba situado en una gran extensión de terreno sobre la que hoy se asienta la barriada de La Unión y contiguo a la actual Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre. En 1911 se habilitó en su interior un campo de fútbol de medidas reglamentarias, con una tribuna que ofrecía mayor comodidad a los espectadores. Era la sede principal del club decano local, el Jerez Foot-ball Club, aunque no se utilizaría de manera continuada. La imagen nos muestra la Pista de San Benito -llamada así por encontrarse en la zona homónima de la ciudad- en los años 60 del siglo pasado y resulta útil para suponer la ubicación del rectángulo de juego, intuimos que cercano a la entrada.

Campo de la Venta de los Negros (1911)

Se situaba junto al puente de Cádiz y al inicio del camino de la Cartuja, y era también conocido como el campo de la Venta Paraíso. Comenzaría a ser utilizado en el mes de diciembre de 1911 por el Jerez F.C., aunque tampoco llegó a consolidarse como emplazamiento permanente. En 1913 pasó a ser propiedad del España F.C.

Campo del parque González Hontoria (1912)

Terreno de juego provisional habilitado en el recinto ferial con causa de la disputa de la Copa de Jerez del año 1912, ganada por el Jerez F.C. Como parte del programa de festejos de la Feria de primavera, se programó esta exhibición que pretendía acercar al público general un nuevo concepto de fútbol como espectáculo.

Campo del Camino de los Alunados (1913)

Situado en lo que hoy es la barriada de La Vid, era el terreno de juego de otro club local, el Fortuna F.C. En 1929 fue reinaugurado al ser adquirido por un equipo de nueva creación, el Gimnasta F.C.

Campo de la Vía (1922)

Fue el terreno de juego donde el Jerez F.C. reapareció tras varios años de inactividad, aunque esporádicamente disputaría algunos encuentros en otros escenarios, como el campo que los Hermanos Maristas disponían en el parque González Hontoria, al lado del paso a nivel del ferrocarril. El Campo de la Vía se levantó en las inmediaciones de la plaza de toros y de la línea férrea, junto al cuartel de caballería la calle Pajarete. Su esperado estreno, que despertó una gran animación entre los aficionados, ansiosos por ver de nuevo en acción a su equipo, lo constituyó un partido amistoso ante el R.C. Recreativo de Cádiz celebrado el 16 de abril de 1922.

  1. Las primeras competiciones oficiales.

En tales circunstancias, el fútbol jerezano difícilmente podía progresar y ponerse a la altura de lo que estaba sucediendo en otras poblaciones importantes de la región, donde este deporte estaba mucho más desarrollado a nivel competitivo y, lógicamente, de infraestructuras, por lo que el Jerez F.C. precisaba de unas instalaciones más adecuadas para el desarrollo de sus partidos.

Campo de la Venta (1923-27)

Fue la primera sede estable del Jerez F.C. y el primer campo de fútbol propiamente dicho de esta ciudad. Quedó inaugurado el 14 de enero de 1923 con un partido ante el Mirandilla F.C. de Cádiz, venciendo los jerecistas por dos goles a uno ante unos 3000 espectadores, aunque se vería sometido en los dos siguientes años a progresivas mejoras, hasta cumplir con las exigencias reglamentarias al quedar completamente acotado con una valla de madera a finales de 1924. De este modo, el Jerez F.C. pudo inscribirse por fin en las competiciones oficiales organizadas por la Federación Regional Sur y además comenzar a cobrar entradas mediante las que costear el mantenimiento de la entidad. Se ubicaba en una parcela cedida por el Ayuntamiento junto a la Venta de San José y al parque González Hontoria, y disponía de una tribuna de preferencia, varias filas de asientos y entrada de general, así como de un mástil donde se izaban las banderas nacional y del Jerez F.C. los días de partido.

  1. El primer estadio jerezano: el Stadium González-Byass (1927-32).

El Campo de la Venta era un recinto austero y funcional, que había supuesto una mejora evidente con los campos abiertos anteriores. Pero con todo, carecía de los niveles de seguridad y comodidad demandados por el club más importante de la ciudad de cara a su crecimiento como sociedad deportiva, por lo que se entendía necesario dotar a la entidad de un estadio más acorde a dichas pretensiones. Es por ello que el 18 de febrero de 1927, el Jerez F.C. celebró una junta general donde se dieron los primeros pasos para la adquisición de un nuevo campo que acogiera en adelante sus encuentros.

La flamante instalación llevaría el nombre de Stadium González-Byass, según estaba estipulado en la cláusula número 14 del contrato bajo el que dicha empresa vinatera arrendaba por cien pesetas mensuales la hermosa finca de su propiedad sobre la que se levantaba el estadio -el Recreo de Villa Elena- al Jerez F.C., responsable de sufragar las obras de remodelación así como su mantenimiento.

El nuevo estadio se erigió aprovechando un campo de fútbol ya existente que había sido inaugurado el día 22 de febrero de 1925 por el Jerez Bote Club, novel equipo nacido en julio de 1924. Se ubicaba en la avenida de América -hoy avenida Alcalde Álvaro Domecq-, donde su situaban sus dos accesos, en unos terrenos entre los actuales Hotel Sherry Park y la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre. En esta imagen, de principios de los 70 del siglo XX respectivamente, todavía podemos apreciar dónde parece que se situaba el rectángulo de juego, así como algunos restos de los muros y gradas.

El estadio no solo estaba orientado a la práctica futbolística sino que, como recogía la crónica de El Guadalete posterior a su inauguración, «tan pintoresco lugar ha de ser, sin duda alguna, el punto obligado de reunión de las tardes domingueras, no sólo por las personas aficionadas a este viril deporte, sino por cuantos gustan de pasar unas horas en el campo, sin otro objeto que el de disfrutar de las bellezas que nos brinda la naturaleza«. Y es que, en esta época, los partidos de fútbol eran concebidos como momentos de encuentro propicios para el esparcimiento social.

Su puesta de largo tendría lugar el 27 de marzo de 1927, cuando el Jerez F.C. y el Español F.C. de Cádiz se enfrentaron en partido amistoso con un lleno absoluto y la presencia de altas personalidades de la política y de la sociedad jerezanas, además de varios representantes de la Federación Regional Sur y la Real Federación Española de Fútbol.

La superficie del terreno de juego era de tierra y, sumado al espacio para el público, poseía unas medidas de 97 metros de largo por unos 75 de ancho, que le permitían albergar encuentros de Primera Categoría regional. Disfrutaba de localidades de general, de tribuna y de preferencia, en las que había centenares de asientos, palcos y galerías altas, y estaba circundado por completo por una alta valla de mampostería y madera.

Son muy pocas las fotografías que se han conservado de este estadio, prácticamente todas correspondientes al día de su inauguración y son las que acabamos de mostrar. Para esta ocasión aportamos algunas más localizadas recientemente y, aunque no cuentan con una excesiva calidad, son valiosas pues nos aportan nuevos puntos de vista del estadio hasta ahora no conocidos. La primera aparece en la revista Xerez en fiestas de 1927, y en la misma podemos apreciar el lateral donde estaba instalada la tribuna de madera.

Por otro lado, en la portada del semanario local Ráfagas del día 13 de octubre de 1930 se incluyeron unas imágenes en las que se observan las localidades de general del estadio, situadas en el lateral opuesto a la tribuna. Estas son de especial relevancia pues además constituyen las únicas conocidas sobre un partido de fútbol en juego disputado en el estadio González-Byass.

Este estadio fue utilizado por el Jerez Foot-ball Club -y por su efímero sucesor el Jerez Sporting Club- hasta 1932, puesto que el 8 de enero de 1933 fue inaugurado el histórico Stadium Domecq para acoger los encuentros del nuevo Xerez Foot-ball Club, fundado en el mes de diciembre anterior.

Dicho reciento se construyó igualmente sobre un campo preexistente en la finca Villa Mercedes, el Stadium del Parque (1932), propiedad anteriormente de la U.D. Jerezana. Disponía de graderíos de preferencia y de general pudiendo albergar a más de 3000 espectadores y además contaba con una pista que lo circundaba en la que tenían lugar pruebas atléticas y ciclistas. Tras posteriores reformas y ya de la mano del Xerez F.C., experimentaría un salto cualitativo notable ya que fue el primero en disponer de una superficie de hierba (1940), puesto que en él se disputarían encuentros de categorías profesionales durante el siguiente medio siglo, hasta que en 1988 se inauguró el actual Estadio Chapín. Pero esa es ya otra historia.




La Selección de Fútbol de IFNI y su doble partido contra el Real Club Victoria, 1948 (I)

Continuamos con la historia de la selección de fútbol de Ifni tras la tremenda decepción que supuso la anulación de la gira prevista por Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y Gran Canaria para los primeros meses de 1947. Fue un largo proceso que se inició en noviembre de 1946 con el ofrecimiento del presidente del C. D. Lanzarote y culminó con la suspensión total del proyecto por la crisis entre el Marino C. F. y la Federación Regional de Fútbol de Las Palmas en agosto de 1947.

Pese al revés sufrido, la federación ifneña nunca abandonó el proyecto de poder enfrentar un equipo, en este caso su selección, contra equipos foráneos y comprobar así cual era el potencial real del fútbol local. Vemos como en febrero de 1948 se retoma la idea del viaje a Canarias con entusiasmo renovado. En el semanario A.O.E., del 8 de febrero de dicho año, aparecen varias noticias sobre este particular. Se aumentan los precios para ver los partidos a 3 pesetas en tribuna y preferencia y 1 peseta en general. El fin último de esta subida es ”lograr fondos para el próximo desplazamiento de un conjunto seleccionado del Territorio a Canarias y, además, porque los clubs locales viven en la penuria”. Más adelante, nos informa del inicio de la preparación de los jugadores que irían al archipiélago, previsiblemente en abril. Los jugadores preseleccionados son: Carmelo, Moreno y León, como porteros; Darías, Lamolda, Pajuelo y Pablo, como defensas; Pepucho, Marrero, Castillo, Augusto, Sogorb y Cardiel, como centrocampistas; y Chencho, Santacruz, Galván, Déniz, Trizás, Castillo y Salvador, como delanteros. Bajo las órdenes de Gadea Rey, el plan semanal de preparación para el equipo será de educación física los martes y un partido de entrenamiento con un conjunto local los jueves (A.O.E., n. 140, 8 de febreo de 1948, p. 3).

Todo parece ir muy deprisa y el 22 de febrero se conoce ya el próximo rival. Es este caso es el Real Club Victoria, el otro gran equipo de Las Palmas de Gran Canaria, junto al Marino C. F., contra el que se había jugado en julio de 1946:

“Continúa preparándose inténsamente la Selección. Ya se va concretando el desplazamiento a Canarias. El Real Club Victoria ha manifestado al Sr. Mulero, que esperan tan sólo conocer las fechas que determine la Federación de Las Palmas, para perfilar el viaje de los ifneños al Archipiélago” (A.O.E., n. 142, 22 de febrero de 1948, p. 2).

Al día siguiente, Aire Libre nos infoma de las negociaciones llevadas a cabo directamente por el presidente de la federación ifneña  y los equipos de Gran Canaria. Titulado El fútbol en Sidi-Ifni, está firmado por Aramis en Ifni en febrero, y dice así:

“A su regreso de Canarias, el presidente de la Federación Ifneña de, Teniente Coronel don Manuel Mulero Clemente, ha infomado a sus colaboradores de las gestiones que realizó en las islas para lograr un próximo e intenso intercambio deportivo entre el Archipiélago y el África Occidental Española.

Se ha mostrado muy bien impresionado el señor Mulero de la amable acogida que se le dispensó en los medios futbolísticos de Las Palmas, lamentando que por otras ocupaciones oficiales, se viera imposibilitado de continuar viaje a Tenerife, como eran sus deseos.

Con los presidentes del Real Victoria y del Marino, sostuvo un amplio cambio de impresiones, ratificándose el anterior ofrecimiento de estos equipos de jugar varios partidos con un conjunto seleccionado de Ifni, en Las Palmas y devolución de visita de dichos clubs a este Territorio.

También encontró las mayores facilidades en el presidente de la Empresa Estadio de Las Palmas, don Eufemiano Fuentes. Las recaudaciones íntegras de los partidos concertados, le serán entregadas a la federación ifneña.

Para el mes de abril, ha sido fijada la fecha de la excursión de los jugadores de Ifni a Canarias y para junio –final  de temporada- la visita a Ifni del Real Victoria, concediéndosele primacía a este equipo, por haberlo hecho el Marino, en el verano de 1946.

En el próximo mes de marzo vendrán a Ifni, invitados por la federación, nuestros queridos compañeros, Andrés Llombert Santana, entrenador del Marino y Martín Moreno, redactor-jefe de ‘Palestra’, preparándose en honor de estos críticos deportivos, diversos agasajos.

Hasta aquí, en síntesis, las gestiones de don Manuel Mulero en Las Palmas. Hemos de subrayar la importancia que las mismas tienen para el fútbol de Ifni. Será ahora precisamente cuando se van a constatar los progresos efectuados.

A dos meses vista del desplazamiento de nuestros jugadores a Canarias, se prepara intensamente el conjunto seleccionado. La afición, identificada con el gran esfuerzo que realiza la Federación, presta también todo su apoyo y puede afirmarse que en Sidi-Ifni se vive un magnífico ambiente deportivo, pues todos reconocen la importancia, y hasta cierto punto el atrevimiento que representa este paso que ahora se va a dar. Y lo que todos desean es que se quede lo mejor posible en esta primera salida al exterior” (Aire Libre, n. 262, 23 de febrero de 1948, p. 2).

Los acontecimientos avanzan con rapidez y el 29 de marzo el semanal africano nos presenta la carta que la directiva del Real Club Victoria envía al presidente de la federación confirmando los acuerdos tomados con anterioridad:

Real Club Victoria – Juan Rejón nº 95 . Puerto de la Luz – Las Palma de Gran Canaria –Como consecuencia de las conversaciones entre Vd. Y nuestro Directivo, Don Domingo Alonso Jiménez, sobre el desplazamiento de nuestro equipo de fútbol a esa localidad, la Directiva de este Real Club, por unanimidad, acordó aceptar en todas y cada una de sus partes los extremos tratados en aquellas conversaciones para realizar nuestra visita.  Le hacemos presente que la cantidad que a este Real Club correspondiera por los partidos que se celebren, la cede para que de la misma se haga el uso que se estime más necesario. Sobre la fecha de nuestra visita ya hemos consultado a la Federación Regional, para que señale días libres y fecha, que en su día le transmitiremos para su conocimento. Estima esta Directiva que para dar mayor realce en este Territorio a los partidos que se celebren, deberían antes acudir a esta Capital el Club o Selección con los que iremos   a contender. Esperamos que con los partidos que hayan de celebrarse se intensifiquen las relaciones deportivas entre las Islas Canarias e Ifni y que tanto ayuda nuestra privilegiada situación geográfica y nuestros mutuos deseos – Dios guarde Vd muchos años – Las Palmas, 31 de enero de 1948 – El secretario – Ilegible – El Presidente accidental – Marrero – Sr. Don Manuel Mulero – Sidi Ifni”. (A.O.E., n. 143, 29 de febrero de 1948, p. 2).

El periodista pide, creemos que deforma innecesaria, que los jugadores “tomen el mayor interés en los entrenamientos” y los clubs “aporten también su más decidida colaboración” para el éxito del fútbol local “en sus próximas contiendas, con uno de los más potentes equipos de Canarias” (A.O.E., n. 143, 29 de febrero de 1948, p. 2).

Después de los entrenamientos y partidos jugados, los jugadores seleccionados para el desplazamiento a Canarias son: porteros, León y Carmelo; defensas, Lamolda, Pajuelo y Darías; medios, Pepucho, Sogorb, Cardiel y Pablo; y delanteros, Chencho, Santacruz, Galván, Castillo, Déniz y Trizás (A.O.E., n. 143, 29 de febrero de 1948, p. 2).

Los entrenamientos siguen su desarrollo tal y como estaba previsto:

“Sigue desarrollándose normalmente el plan de preparación señalado por la Federación con el conjunto selecionado de Ifni. Los martes se dedica a educación física y los jueves, a partido con un equipo local. Gadea Rey pone en la tarea confiada a su dirección su acostumbrada tenacidad y su indudable competencia y los muchachos responden admirablemente, con disciplina y puntualidad” (A.O.E., n. 144, 7 marzo de 1948, p. 2).

El A.O.E., se hace eco de las crónicas de los semanarios deportivos Aire Libre y Palestra sobre el fútbol ifneño, las gestiones de Sr. Mulero y la curiosidad que despierta la primera visita al archipiélago de un equipo el África Occidental Española. Nos informa también de que las negociaciones entre la federación y el Real C. Victoria continúan “esperándose tan solo concretar las fechas” (A.O.E., n. 145, 14 de marzo de 1948, p. 2).

En el programa de las fiestas de abril, que conmemoran el “XIV Aniversario de la incorporación a España del Territotio de Ifni”, incluye para el domingo, 4 de abril, a las 17 horas: “En el Estadio de Tiradores, gran partido de fútbol. Presentación de la Selección de Sidi Ifni” (A.O.E., n. 147, 28 de marzo de 1948, p. 4).

El 4 de abril, se anuncia para esa tarde a las 4 y media el partido entre la selección y la Balompédica C. F., “reforzada con algunos elementos, entre ellos Augusto y Sabas, del Atlético” (A.O.E., n. 148, 4 de abril de 1948, p. 2).

El resultado fue de 4 a 2, a favor de la selección. Los goles fueron marcados por Sabas, dos, y Castillo II, dos, para el combinado y Castillo I y Güili para la Balompédica. Una vez más, Aramis escribe la historia del partido:

“[…] Prometía el partido ser bueno, pero lo deslució el fuerte viento reinante. Los equipos nada podían hacer con aquel vendaval y tuvieron que adaptar su rendimiento a las circunstancias […]

La Selección presentó un ataque modificado, pues no puede contarse ya con Santacruz y Deniz. Ciertamente dos bajas sensibles, que han obligado a ensayar a Galván como interior, colocando a Sabas en el vértice. No nos parece que la probatura alcance el resultado apetecido, pues Galván, pese a su voluntad y a sus condiciones, no es el interior derecho que necesita la Selección y, por añadidura, es el mejor delantero centro del Territorio, aunque Sabas también actuara el domingo con acierto. Tendrá que cavilar bastante el seleccionador antes de decidir la composición definitiva de la triplet, que actuará en Las Palmas. Como lo que debe conservarse a toda costa es la eficacia conjuntiva, sugerimos que quizás sería atinado intercalar a Güili –si confirma su recuperación, que ya apuntó brillantemente el domingo – y pasar a Castillo II al lado derecho, pues su gran clase le permite amoldarse a cualquier puesto, completándose el trío con Galván o Sabas.

En los medios notamos la mejoría de Cardiel, que fue el mejor de la linea, en contraste con el fallo de Sogor, y la tarde gris de Pepucho. Lamolda sifue siendo el puntal de la defensa, no ya solo por sus facultades, sino también por su pundonor y entusiasmo. León hizo unas cuantas paradas de maestro […]

En las tres semanas que restan para el desplazamiento a Las Palmas se intensificará la preparación y se darán los últimos toques al equipo […]” (A.O.E., n. 149, 11 de abril de 1948, p. 2).

Debajo de la crónica del partido se nos informa de la fecha definitiva del partido en Las Palmas:

“En la Federación se ha recibido una comunicación del Real Victoria, de Las Palmas, concretando definitivamente el viaje de la Selección de Ifni. Este se llevará a cabo en la última semana del corriente mes, siendo probable que la presentación de nuestros jugadores se efectúe el próximo día 29, que es fiesta en Las Palmas, por conmemorase la incorporación de Gran Canaria a la Corona de Castilla.

Nuestra organismo federativo ultima los detalles de la excursión y rodea a la preparación de los seleccionados de la máxima meticulosidad, a sabiendas de la trascendencia que tiene este partido con el Victoria, que también en Las Palmas se espera con curiosidad e interés” (A.O.E., n. 149, 11 de abril de 1948, p. 2).

El 11 de abril se juega el segundo partido de preparación, también contra la Balompédica. El resultado fue más ajustado, la selección venció por 3 a 2, sin que sepamos el nombre de los goleadores. Aramis escribe la crónica del encuentro:

“[…] el tiempo se nos mostró desfavorable, con ese insistente y molesto vientecillo, que tan difícil hace el control del juego.

La victoria de los seleccionados, fue el producto de su mayor conjunto y precisión, pese a que la Balompédica luchó, como es habitual en ella, con gran entusiasmo y férrea voluntad […]

Nos gustó muchísimo la gran labor de los  interiores Castillo II y Güili, que se entienden muy bien, rápidos en en la ejecución del pase, con balón raso y servido con temple y no exento de eficacia […] una de las cosas que observamos con más agrado en ellos, fue ese afán –magnífico afán – de bajar la pelota, que es como surge el buen fútbo y con lo que únicamente podrá hacerse frente al potente conjunto del Real Victoria.

Galván le echa mucho nervio a su juego, pero necesita serenarse un poco más ante la puerta. No obstante, creemos que debe ser el ariete de la Selección […] Chencho y Trizás no estuvieron el domingo a la altura de ocasiones anteriores […] En la medular observamos el rendimiento satisfactotio de Pablo […] Es una valla muy difícil de pasar y, aunque en crear juego no resalte mucho, brega incansablemente, se sitúa bien y ‘seca’ a los delanteros que le abordan. Cardiel tiene ya mucha más consistencia, va perdiendo sus vacilaciones y se amolda bien a las disposiciones del entrenador. Pepucho, en buena forma, es insustituible en esta linea […] Sogor. Recordamos que, cuando empezó la temporada, este jugador ofreció una serie de actuaciones magníficas, no ya solo por el pundonor que derrocha sino por la calidad innegable de su fútbol. En cambio ahora Sogor atraviesa por un descenso –nosotros esperamos que pasajero – […] Es de esperar que sepa reaccionar a tiempo y sometido a una preparación especial para él, con menos balón desde luego, vuelva a ser el de antes […] ganó la condición de mejor medio centro del Campeonato. 

Del trío defensivo, elástico y seguro, como siempre, el bravo Lamolda, un poco menos de acierto en Darías y buena labor de los porteros León y Carrasco, que actuaron uno en cada tiempo […]

La selección se va a Tagraga en estos días. Allí quedará recluida, haciendo vida campestre, hasta el mismo día 5, en que emprenderan viaje, por vía aérea, a Las Palmas […]” (A.O.E., n. 150, 18 de abril de 1948, p. 4).

En la misma página, se habla de la recuperacíon de Güili tras una período de baja forma durante la temporada en su equipo, el C. D. Ifni: “Un partido y los sucesivos entrenamientos han bastado para decidir a la Federación en la inclusión en el cuadro seleccionado” (A.O.E., n. 150, 18 de abril de 1948, p. 4).

Se incluye también un pequeño homenaje al seleccionador Gadea Rey, confirmado en su puesto tras su gran labor del año pasado. Se le define como “saturado de fútbol, que lo practicó asiduamente y con éxito antes, y que, ahora, sabe imponer a sus discípulos su provechosa experiencia”. Tiene “un carácter cordial y abierto, que le hace ganarse pronto la simpatía de todos”. El articulista espera que sus enseñanzas calen en los jugadores más allá del resultado de los dos partidos previstos (A.O.E., n. 150, 18 de abril de 1948, p. 4).

Una cuarta noticia referida a la selección aparece ese mismo día. Sin firma y titulada La actuación de la Selección en Las Palmas, nos informa de la recepción por la federación de un radiotelegrama enviado por el Real Club Victoria. En él se confirma el día del 28 de abril como la fecha del primer partido en la capital Gran Canaria. Además, ”[…] el Victoria hace saber que cederá al conjunto ifneño, la recaudación íntegra que se obtenga en el partido, incluso la parte propocional que le corresponde a la Empresa del Estadio, que está cargo del Marino”. Incide en la gran expectación que ha despertado el partido entre la afición canaria y la prensa, que además resalta el auge del fútbol en el enclave. El resto del escrito reitera aspectos ya conocidos como la intensa preparación a la que han sido sometidos los jugadores seleccionados  y la importancia que el intercambio entre el fútbol canario y el ifneño tiene para conocer el verdadero nivel de éste (A.O.E., n. 150, 18 de abril de 1948, p. 4).

Al día siguiente, 19 de abril, Aramis informa en Aire Libre de que el próximo 28 es el día elegido para el partido Real Club Victoria – Selección de Ifni. Los jugadores están concentrados en Tagraga hasta el día 25 que saldrán en avión. Remarca la gran implicación moral y material del Gobierno del enclave, el ayuntamiento, el resto de organismos oficiales, el sector comercial y la afición ifneña para éxito del viaje. La expectación es enorme y se está intentando la retransmision radiofónica del evento. Incluye una posible alineación ifneña que coincide en gran parte con la presentada por García Domínguez y que podemos ver en la ficha del partido. Sólo difieren en que Aramis incluye a Cardiel y el informador canario a Sogorb (Aire Libre, n. 270, 19 de abril de 1948, p. 3).

El diario Falange también se hace eco de la próxima visita de la selección de Ifni, la cita erróneamente como “la selección de fútbol de Sidi-Ifni” (Sidi Ifni es la capital del terrorio de Ifni), el día 28. Incluye dos noticias que, lamentablemente, no se llegaron a producir:

“Jugará otro encuentro con el Marino y se desplazará luego  a Tenerife, donde también disputará dos partidos” (Falange, n. 5722, 25 de abril de 1948, p. 6).

Aramis, realiza una entrevista al Tte. Coronel Manuel Mulero, “presidente de la Federación Ifneña de Deportes”, que, lógicamente, tiene como eje central el partido contra el Real Club Victoria. Su primera respuesta es de agradecimiento al Gobernador del enclave, el jefe del sector aéreo, cuerpos, organismos oficiales, particulares y afición por el apoyo prestado al doble enfrentamiento contra el equipo canario. Resalta la importancia del intercambio y espera poder repetirlo anualmente. Es consciente de la dificultad que supone enfrentarse al Real Victoria,  un equipo “avezado y ducho, acoplado y que juega en su casa […] club de historial y de primer orden en las Isla […]”. Pese a ser la primera salida del equipo y los nervios lógicos del momento, espera que los jugadores hagan un buen papel y, sobretodo, que su juego sea digno y deportivo ante “un público inteligente y nuevo para nosotros” que refleje el trabajo y esfuerzo realizado.  Anuncia que los jugadores partirán a Las Palmas el día 25 para jugar el 28 y regresaran pronto al territorio para continuar los entrenamientos para el segundo encuentro. Acompañará al equipo, como delegado, el capitán Sanz Municio. Finalmente, da las gracias por las facilidades dadas al equipo canario y a la Federación de Fútbol de Las Palmas (A.O.E., n. 151, 25 de abril de 1948, p. 2).

Tras la entrevista, se incluyen los próximos pasos de los seleccionados. Estos han estado recluidos en Tagraga, a unos 18 km de Sidi Ifni, “haciendo vida campestre, cultivando asiduamente la educación física y recibiendo una alimentación abundante y nutritiva”. El viernes, 23, volveran a la capital y partirán vía aérea hoy, 25, a Las Palmas. El aparato saldrá de la pista norte (oficina de Iberia) para que la afición, la federación en pleno, directivos y jugadores de los clubes puedan “expresar a los muchachos el mayor aliento ante este trascendental viaje” (A.O.E., n. 151, 25 de abril de 1948, p. 2).

La federación informa de que nada más conocerse el resultado final del encuentro “se dará a conocer por medio de los altavoces de Radio Sidi Ifni, instalados en la Plaza de España, así como en la pizarra del Club Deportivo Ifni (Casa de España)” (A.O.E., n. 151, 25 de abril de 1948, p. 2).

En el número siguiente, del 2 de mayo, se describe el complicado viaje que tuvo la selección y los federativos.  A primera hora del domingo, 25 de abril, el combinado salió del aeropuerto ifneño. Fueron despedidos por un gran número de aficionados, el Tte. Coronel Mulero y el secretario de la federación, Sr. Pedrajas. Por problemas técnicos tuvieron que pernoctar en Cabo Juby. Partieron el lunes por la mañana las Palmas y llegaron a las doce. Por la tarde “realizaron un entrenamiento en el Estadio, a puerta cerrada, consistente en breves ejercicios físicos y un poco de peloteo”. La nota termina destacando como “todos los periódicos de Las Palmas e, incluso, la emisora de radio EAJ-50, destacó con profusión la visita de los ifneños, significando que, pese a pesar de la modestia de los jugadores y de ser la primera salida al exterior, constituía una verdadera novedad esta presentación frente al Victoria, con lo cual Ifni se incorpora definitivamente al concierto del fútbol nacional” (A.O.E., n. 152, 2 de mayo de 1948, pp. 3-4).

El omnipresente Aramis escribe el lunes 26 de abril, en el semanario Palestra, un nuevo recordatorio sobre la llegada de la selección africana para jugar contra el Real Club Victoria. Repite aspectos y datos ya conocidos, el crecimiento del fútbol en el pequeño enclave y su intento de conocer su nivel respecto a otros territorios, la implicación de las autoridades o la construcción de un nuevo estadio. Quizás, la parte más novedoda es el breve repaso que hace de los seleccionados ifneños y sus equipos de procedencia:

“Por vez primera, un equipo de Ifni va actuar en Canarias. Viene a constituir este paso como un a modo de confrontación de posibilidades del fútbol del África Occidental Española. Después de unos años, en Sidi Ifni se ha llevado a cabo una paciente y meritoria labor deportiva local, organizando clubs, con sus juntas directivas y su buen número de partidarios; desarrollando dos competiciones ofiaciales al año, construyendo un magnífico Estadio, que es el orgullo de la Ciudad y que en nada tiene que envidiar a los mejores de su género […]

Esta temporada ha sido decisiva para la evolución del fútbol ifneño. La Federación acometió una reorganización profunda, dando a todos los equipos la adecuada estructuración civil y fijando las directrices futuras, una de las cuales la constituyen este desplazamiento a Canarias, con el cual se abre una nueva etapa que signará la más estrecha cordialidad deportiva entre el Archipiélago y el Territorio […]

Nadie desconoce aquí las muchas dificultades que encierra el partido del día 28 para nuestros jugadores: ambiente desconocido, presentación ante un público nuevo,

Adversario de categoría, nerviosismo perfectamente lógico, si se tiene en cuenta que es la primera vez que se actúa fuera de este Territorio. Más también es justo señalar que la más alta moral, el más fervoroso entusiasmo anima a nuestra muchachada […]

Este equipo, en su mayoría, está integrado por jugadores procedentes de Canarias, que residen en Ifni. Hagamos un breve repaso. En la puerta figura León, muchacho prometedor, agilísimo y decidido. Le escudan dos zagueros discretos: Darías, que fue del Atlético de Las Palmas, y Lamolda, éste peninsular. La medular tiene su mejor figura en Pepucho, medio ala del Unión Portuense, en pasadas temporadas. Pablo es un eje trotón y que domina muy bien el juego alto, y Sogor, el más veterano del cuadro, perteneció al Hércules de Alicante. En el ataque, Chencho y Trizás son dos extremos rápidos y con buen toque de balón, aquel de Tenerife y éste de Sevilla; Castillo y Güili, interiores, son de Las Palmas y saben enlazar muy bien y disparar sin titubear y, por último, el ariete Sabas, es valiente, acosador y maneja el disparo con ambos pies con facilidad.

Este es, a grandes rasgos el equipo ifneño […] Toda la afición de ifni espera con ansiedad el posible resultado, porque también todos saben lo que se juega en este partido, que no es ni más ni menos que las posibilidades futuras del fútbol en el África Occidental Española. Ifni, 22-4-48” (Palestra, n. 139, 26 de abril de 1948, p. 3).

El miércoles, 28 de abril, el diario Falange, anuncia para esa tarde el partido Real Club Victoria – Selección de Ifni. El escrito, firmado Q, es alagador y optimista:

“Por vía aérea llegaron el pasado domingo a nuestra ciudad los componentes de la selección de fútbol de Sidi Ifni, en la que militan destacadas figuras de la Península y de nuestro archipiélago que cumplen sus debere en aquel territorio. Las noticias recibidas de Ifni han hablado de la intensa y meticulosa preparación a que  han estado sometido los jugadores desde hace meses, y últimamente concentrados en un lugar propio para que los elementos que nos visitan se encuentren en las debidad condiciones para este choque, al que en Ifni se da trascendental importancia, ya que se trata de la primera salida del fútbol ifneño y en ello se ha depositado grandes esperanzas en la afición y dirigentes deportivos de aquellos territorios.

El Real Victoria, en linea de franca recuperación, tendrá ocasión magnífica esta tarde de pulsar las posibilidades y superación de su cuadro, remozado con elementos prometedores y en el que ya han depositado su confianza sus incondicionales.

Así las cosas, vamos a ser espectadores de un choque emotivo. Los ifneños vienen estupendamente preparados, con moral altísima y entrenados admirablemente. El partido se nos figura como un regalo de novedad en momentos en que nos cansamos un poco de presenciar lo mismo. Necesitamos de lo nuevo, y la selección de Ifni llega en la mejor ocasión. Ya veremos si lo que mucho y bueno que nos han contado tiene realidad esta tarde […]” (Falange, n. 5724, 28 de abril de 1948, p. 3).

Para terminar esta primera parte del artículo nos acercaremos, brevemente, a la historia del Real Club Victoria, de Las Palmas de Gran Canaria. Los inicios del club  se remontan a 1907, cuando Pepe Gonçalvez y varios compañeros crean, con jugadores del Unión Central del Puerto, en el Puerto de la Luz un equipo llamado Victoria. No tiene sede social ni se registra oficialmente. En 1910 se funda el Sporting Club Victoria, con Agustín Domínguez como primer presidente. El 8 de julio de 1914 se redactan sus estatutos y son aprobados por la Delegación del gobierno el 14 de julio de 1914, fecha oficial de su fundación. El 5 de febrero de 1923 S. M. el Rey Alfonso XIII aceptó el nombramiento de Presidente de Honor  y por Real Cédula se le otorgó  el título de Real, como queda de manifiesto en su nombre y en la corona de remata su escudo. En 1931 cambia su nombre a Club Deportivo Victoria, recuperando su nombre en 1940. El 14 de marzo de 1973 el entonces príncipe y futuro rey, Juan Carlos I, fue nombrado Presidente de Honor del club.

La figura de José Gonçalves García es básica en los primeros años del Victoria y del fútbol canario. Nacido en Las Palmas en 1894 viajó y estudió varios años en Inglaterra, concretamente en la ciudad de Newcastle. Cuando regresó a Canarias se trajo el reglamento del fútbol, las ideas básicas para entrenar y jugar ese nuevo deporte, con disciplina, sacrificio y técnica. Ejerció como entrenador, delantero centro, portero y presidente del club. Destacó también como árbitro. Fue uno de los promotores  de la Federación Canaria de fútbol y del Colegio Canario de Árbitros. Su admiración por la reina Victoria explica el nombre del equipo. Su estancia en Newcastle y su afición por el equipo local hizo que comprase allí la primera equipación del Club Victoria: camiseta a rayas blancas y negras, pantalón negro y medias negras. Falleció un 27 de febrero de 1934, a los 39 años de edad.

Entre 1911 y 1912, el Victoria se mantuvo invicto pero perdió su imbatibilidad ante el otro gran equipo capitalino, el  Marino C. F., por un gol a cero en mayo de 1912. El partido no llegó a concluir por la invasión del campo por los seguidores de ambas escuadras. Así se inició una histórica y feroz rivalidad que sólo desaparecerá con la fundación de la U. D. Las Palmas en 1949.

El Victoria fue el primer equipo canario que viajó a Península. Entre  abril  y julio  1925 jugó contra:  el Valencia F. C. dos veces (empate a uno el primero y derrota por tres a cero el segundo); otros dos partidos contra el C. D. Castellón (sendas victorias canarias por tres a cero); tres partidos contra el U. E. Sans (con una victoria y dos derrotas); un partido contra el Stadium Zaragozano (con victoria); uno contra el Ibera, de Zaragoza (empate a dos); otro, con victoria, contra la S. D. Huesca; dos encuentros contra la R. S. Gimnástica Española, de Madrid (dos victorias canarias); un partido contra el C. D. Sabadell (derrota canaria); un partido contra el Iluro S. C., de Mataró (empate a dos); otro contra el Gracia F. C., de Barcelona (empate a uno), y uno final contra el Español de Cádiz (victoria por uno a dos). En total fueron 16 partidos con cuatro empates, cuatro derrotas y ocho victorias.

También fue el primer equipo  canario en disputar un campeonato Nacional. En concreto la Copa de España de 1930. Eliminan al Valladolid en primera ronda. El primer  partido termina con empate a uno y el segundo, jugado en Sevilla, acaba con un claro 5 a 1 para el equipo canario. En la segunda ronda se enfrenta al R. C. D. Español y sale duramente derrotado por 5 a 1 en Barcelona y 3 a 1 en Valencia. Jugó también las copas de España de 1933  y 1935, siendo eliminado por el Atlético de Madrid, primero, y el Ceuta Sport, después.

En 1937 consiguen tener campo de futbol propio, llamado Pepe Gonçález, a la entrada de lo que hoy es el Muelle Grande, por concesión de la Junta de Obras del Puerto. A los jugadores victoristas de esa época se les conocía como los carboneros ya que muchos de ellos eran trabajadores del carbón que se suministraba a los barcos que arribaban al puerto. Por extensión, ese apodo se aplicó también al equipo.

Entre sus títulos locales y regionales podemos destacar: 1942, campeón de Gran Canaria y de Canarias; 1944, campeón de Gran Canaria y de la Liga Interregional Canaria, 1947, campeón de Gran Canaria, campeón de la Liga Interregional Canaria y de la primera copa de Canarias; y 1949, campeón de Gran Canaria, invicto, y de la Liga Interregional Canaria.

El primer jugador canario en ser internacional absoluto por España fue elegido mientras jugaba en el Español, pero había sido jugador del C. D. Santa Catalina (Atlético Club Las Palmas) y del Real Club Victoria: José Padrón Martín (1907-1944). Sólo jugó cinco partidos amistosos, alguno de carácter histórico. Debutó el 17 de marzo de 1929 contra Portugal y marcó dos goles. En el Metropolitano de Madrid, participó en la primera derrota de Inglaterra contra un equipo continental. Jugó dos encuentros contra Checoslovaquia y termina su breve presencia en el equipo nacional con la primera victoria española en tierras italianas.

Pese a las reticencias iniciales, en unión del Marino C. F., el Atlético Club Las Palmas, El Arenas Club y el Club Deportivo Gran Canaria, participa en la fundación de la U. D. Las Palmas el 16 de agosto de 1949. Los escudos de los cinco equipos fundadores aparecen en el escudo del nuevo equipo. El Victoria aportó material, 10 jugadores y su entrenador, Luis del Valle. Cede también al nuevo club su corona y  así la U. D. Las Palmas fue el primer club con corona en su escudo pese a no tener el título de Real.

En 1994, en el centenario del nacimiento de Pepe Gonçalez se produce el hermanamiento con el Newcastle United F. C. En la temporada 2010-2011 la U. D. Las Palmas utilizará como segunda equipación el uniforme del Real Club Victoria, como recuerdo y homenaje al centenario de uno de sus clubes fundadores.

Actualmente, tiene su sede en el Paseo de Las Canteras, 4. Es una entidad social-lúdico-deportiva sin ánimo de lucro centrada especialmente en deportes acuáticos.  No tiene equipo profesional de fútbol pero si equipos de formación y fútbol base 1.

 

 

BIBLIOGRAFÍA

ARMAS DE LA NUEZ, Antonio de (1996), Historia de la U. D. Las Palmas, Volumen I, Tomo I. Bilbao; editor U. D. Las Palmas.

GARCíA DOMÍNGUEZ, Javier (1995), Pepe Gonçalves y la fundación del Sporting Victoria, en http://www.historiadelfutbolcanario.com/php/index.php?option=com_content&task=view&id=143&Itemid=30

GARCÍA DOMÍNGUEZ,  Javier, Cien Años de Fútbol Canario. Las Palmas de Gran Canaria: Autoedición electrónica, volumen I, 1890- 1925 (2021, 2ª edición); volumen II, 1926- 1939 (2009).

MEDINA, Ambrosio, El Real Club Victoria. Ayer, hoy y siempre. Cuadernos de Fútbol, CIHEFE, n. 165, junio 2024, en https://cuadernosdefutbol.com/2024/06/el-real-club-victoria-ayer-hoy-y-siempre/

NAVARRO  TEJERA, Manuel (s. f.), Real Club Victoria. Fundación del Real Club Victoria, en https://www.lahistoriadelfutbolcanario.com/secciones.php?tabla=subcategorias&num=27

Real Club Victoria, en https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Club_Victoria

Real Club Victoria (web oficial), en https://mail.realclubvictoria.com/historia_real_club_victoria

VV.AA. (2021), Los 36 futbolistas canarios de la Selección Española (1920-2021). Sevilla: AyB Editorial, pp. 12-18.




Ramiro: Un brasileño con raíces orensanas

Ramiro tenía también origen español – gallego igualmente, para más señas, pues sus padres procedían de la provincia de Orense – , pero había nacido ya en Brasil, y allí en su primer apellido cambiaron la “z” final por una “ese” . Era un medio volante de ataque, como se decía entonces, alto, bien plantado y con una clase exquisita. Tanta, que va a jugar nada más ni nada menos que al lado del mismísimo Pelé, en las filas del Santos. El Atlético de Madrid, que ya tenía en sus filas otro brasileiro, el goleador campeón del Mundo Edvaldo Yzidio Neto, Vavá, y de propina a un angoleño, Jorge Mendonça, le fichará, junto a su hermano y coequipier Álvaro, que ocupaba una posición más adelantada en el campo, y ya había sido varias veces internacional con la Canarinha. Curiosamente, Ramiro no fue el que más llamó la atención de los técnicos colchoneros, sino Álvaro, aunque la estancia de este en el Metropolitano, sería muy breve, y al año siguiente volvería a cruzar el Charco al no haberse consolidado en el equipo titular.
Cuentan los que tuvieron la suerte de verle jugar, que Ramiro ha sido uno de los mejores centrocampistas que se hayan enfundado la camisola rojiblanca del Atleti. Tranquilo, pausado -algunos le achacaban cierta lentitud- , con una gran visión de juego y una técnica sobresaliente, sabía leer perfectamente los partidos, y al margen de su labor en la medular, lo mismo podía incorporarse al ataque con mucho peligro (en la Liga 60-61 fue el segundo máximo realizador del equipo, tan solo por detrás de Joaquín Peiró), que incrustarse en la zona central de su defensa, aprovechándose de su elevada estatura -1,81-, echando una mano, y lo que fuese menester, a Griffa y a Glaría, la “Doble G”, menudo par de angelitos. Un futbolista completísimo, en resumidas cuentas.

 

COMPAÑERO DE PELÉ

Ramiro vino al mundo en Sao Paulo, el 11 de febrero de 1933, dos años después que Álvaro. Ambos van a empezar a jugar en un equipo de la colonia española de Baixada Santista, ya que sus padres eran emigrantes de procedencia galaica, pero mientras que Álvaro se irá al Santos, Ramiro se enrolará en las categorías inferiores de Fluminense, en Rio, hasta que sea contratado también por el club de Vila Belmiro, a comienzos de 1955, reuniéndose de esa manera con su hermano, con el que guardaba un notable parecido físico, y se irá acoplando a la posición de medio derecho, aunque a menudo jugará como lateral, o incluso en bastantes ocasiones lo hará como central. Muy pronto se revela como un futbolista polivalente, buen marcador y eficaz en el contraataque. Será tricampeón estadual con Santos, y ganador del prestigioso “Teresa Herrera” y la Taça Río-Sao Paulo. En total va a disputar 248 partidos con los blanquinegros (106 como lateral derecho, 102 de volante, y 40 en el centro de la defensa), anotando únicamente dos goles. Y entre 1955 y 1956 contará hasta 11 apariciones en la Selección Brasileña.

 

VISITA A ESPAÑA, Y FICHAJE POR EL ATLETI

En 1959, y con un mes de diferencia, tras una gira europea con el Santos -en el curso de la cual jugarán un amistoso en el “Santiago Bernabéu”-, los dos hermanos Rodríguez Valente ficharán por el Atlético de Madrid, pues no ocupaban plaza de extranjeros al ser sus padres oriundos de la provincia de Orense. La estancia de Ramiro será larga, pues va a prolongarse hasta 1965, ya con 32 años cumplidos, mientras que Álvaro, que se desempeñaba como atacante de banda derecha, tan sólo permanecerá una temporada en el cuadro colchonero (fallecerá joven, en 1991, por complicaciones de la diabetes que sufría), a pesar de que comenzó muy fuerte, marcando un par de goles el día de su debut en el Metropolitano, aunque luego iría apagándose. Sin embargo Ramiro, que se estrena en un Atleti-Barça (0 a 1), no tardará en lograr la titularidad, formando una estupenda medular con el joven Chuzo.

 

TRIUNFO EN EL METROPOLITANO

En esa campaña 59-60 juega ya 16 partidos de Liga, y otros 9 en la “Copa del Generalísimo”, proclamándose el Atlético campeón del Torneo del KO por primera vez en su historia, al batir en la final a su eterno rival blanco por 3 a 1. La siguiente temporada ya es la de su consagración definitiva, con 24 presencias ligueras (y nada menos que 11 goles), y un nuevo titulo de Copa, batiendo otra vez al Real Madrid y en el mismo escenario del año anterior, esta vez por 3 a 2, lo cual les da derecho a los rojiblancos para tomar parte en una competición continental de nuevo cuño, la Copa de Europa de Campeones de Copa, conocida coloquialmente y para abreviar como “Recopa”. Y ese Atleti que se manejaba tan bien en los torneos por eliminatorias se va a coronar campeón europeo al vencer a la potente Fiorentina italiana, y con Ramiro en el centro del campo, por supuesto.
En 1962-63 ya es otro talentoso joven, Jesús Glaría, su socio en la línea media. Subcampeones de Liga tras un Real Madrid intratable, llegarán nuevamente a la final de la “Recopa”, pero ahí ya se encuentran con un hueso imposible de roer, el Tottenham londinense, que les golea en el encuentro definitivo (5 a 1). Y a pesar de que el curso siguiente es muy flojo en lo concerniente al Torneo de Regularidad, alcanzan otra final por quinto año consecutivo, la de Copa, aunque son superados por un gran Zaragoza. Y siempre con Ramiro en el equipo. En la temporada 64-65 acarician incluso el título de Liga, que finalmente se va para el “Bernabéu”, ya con algunos Ye-yés vestidos de blanco. Y como no hay cinco sin seis, en la final copera del 65 se cuelan otra vez los colchoneros, para tomarse la revancha de su derrota del año anterior ante los maños, venciendo por 1 a 0, con gol del hondureño Cardona. Pero ya Ramiro no va a ser de la partida (su lugar lo ocupa el sevillano Ruiz Sosa)

 

ENTRENADOR EN BRASIL Y VECINO DEL VÉNETO

Ramiro ya tiene 32 años, y tras seis magníficas temporadas abandona el club colchonero al finalizar el curso 64-65, de modo que no vivirá in situ el gran triunfo en la Liga 65-66, después de quince años sin catarla, y como maravillosa despedida a un entrañable Metropolitano”, sustituido unos meses más tarde por un flamante estadio levantado en las orillas del Manzanares, el Aprendiz de río. Regresará a Brasil, y bastantes años después, en 1991, aceptará la propuesta del Santos para dirigir a su antiguo club, que atravesaba entonces por horas bajas. Pero esa sería una ocupación muy puntual, en su biografía, pues durante mucho tiempo ha residido en Río, dedicado a la construcción inmobiliaria, y realizando también funciones de representante oficial del club santista en el Estado de Río de Janeiro. Más adelante, y por motivos de salud, se va a trasladar a la región del Véneto, en Italia, residiendo en la localidad de Vicenza con parte de su familia. Convertido en uno de los decanos de Santos, O Glorioso Albinegro Praiano, acaba de dejarnos a los 92 años de edad, con el recuerdo de su fina estampa y su juego elegante en la retina de quienes tuvieron la suerte de verlo en acción vestido de rojiblanco.




Resumen de la temporada:1950 – 1951