Biblioteca Martialay – Religión y Deporte: un boomerang

Quizá sea un axioma decir que la Historia se repite. No es que el caminar del hombre sea en círculo como si anduviera perdido en el desierto de los tiempos o en los páramos helados de las épocas. Si no que el giro de la Historia parece marcar una espiral infinita de eje vertical, de tal suerte que los puntos de cada una de las curvas quedan colocados sobre los de las anteriores pero distanciados verticalmente tanto cuanto estén alejadas cada una de las curvas.

No hay en ese devenir histórico distancias iguales en el desarrollo vertical. Tampoco son iguales esos bucles de la espiral. Unos tienen el radio de enormes dimensiones – decenios, siglos… – y otros son muy reducidos, cuestión de semanas, años… – de tal suerte que ese gigantesco «muelle», al que se puede asimilar el total de la Historia, es completamente asimétrico. Enormes giros junto a reducidísimas vueltas; curvas casi pegadas como las cotas topográficas de una montaña y otras inmensamente separadas como las curvas de nivel de un gigantesco desierto sin accidentes topográficos.

La Historia de repite, sí, pero con separaciones muy variadas y con radios  absolutamente distintos en sus momentos de coincidencia. De aquí lo difícil de prever cuándo se van a producir sus semejanzas -que a veces son casi identidades- y cuando el recorrido parece totalmente nuevo.

Sí, la Historia es maestra de la vida, pero resulta ser una profesora nada monótona y siempre dispuesta a sorprender al alumno, por avisado que éste sea.

Puede asegurarse que hay unos puntos coincidentes a lo largo del desarrollo histórico entre deporte y religión.

Es más, ambos coinciden en los tiempos de paganismo en las civilizaciones humanas y se distancian en las fases de religiosidad de los pueblos.

No cabe duda que es difícil tener una referencia del ser humano antes de ser pasado por el tamiz de la civilización. No se trata de intentar escrutar la mente de aquel ser refugiado en las cuevas y que veía con asombro aparecer el sol y marcharse al cabo de la jornada, dejándole frío, oscuridad, peligro, miedos… Posiblemente el sol fuera el primer dios para ese ser primitivo. Y desde él, el hombre supo que tenía unas obligaciones para alguien fuera de su mundo y de su dimensión.  Es decir que la curva religiosa empieza en el hombre mucho antes que la idea del deporte. Porque si la religión parece ser consustancial con el ser humano, el deporte se separa de la necesidad del trabajo cuando el ser humano pasa a tener ocio. Sin ocio no hay deporte -de hecho no lo ha habido en las sociedades humanas-, sólo existe el trabajo. El hombre corre para perseguir a sus presas a las que caza por necesidad vital, las asaeta con su lanza, lucha contra ellas o contra otro semejante que le disputa la presa, carga con su botín y lo transporta a hombros a su morada. Cuando todo eso lo tiene resuelto, emplea ese tiempo en cazar, en lanzar la jabalina o el peso, en correr para mantener la salud o para competir con otros semejantes… El deporte en su esencialidad es una imitación de la caza o de la guerra, menesteres iniciales de las sociedades humanas.

El deporte nace y se desarrolla en las clases sociales que disponen de tiempo, esto es en las adineradas.

Tal es, en el curso histórico, la fase de la civilización griega. Origen del deporte organizado por esa misma sociedad.

Grecia inventa los dioses con una inmensa facilidad. La riqueza de la mitología habla de la superficialidad religiosa de los griegos. Tal proliferación de dioses no hace más que indicar un paganismo total. Los dioses, salvo para el sector más ignorante del pueblo, resultan más unos «objetos» decorativos y de diálogo poético que una creencia emanante de la fe profunda, razonada y sincera.

Grecia inventa el deporte. Lo eleva a rito casi religioso -o religioso total- con  las ceremonias fastuosas que culminan con los Juegos Olímpicos que se celebran cada cuatro años. Pero esa gran fiesta exige una dedicación de los atletas en entrenamientos y competiciones menores para la selección de los mejores y el perfeccionamiento de los elegidos para representar a cada pueblo en la gran ceremonia final

Los grandes triunfadores son inmediatamente deificados y objeto de un culto manifestado por las estatuas de similar entidad que las de los dioses.

El primer punto de contacto de las dos trayectorias -deporte y religión- se produce en Grecia. Y no es un simple choque incidental sino un caminar juntas durante un tiempo apreciable en el discurrir histórico.

Cuando la civilización griega es arrollada por otros modos de entender la vida, la tradición deportiva se mantiene en pie en tanto en cuanto la nueva sociedad está inmersa en un paganismo similar -de hecho Roma conserva los dioses romanos aun cuando los cambia el nombre-; deporte y religión forman parte de un mismo concepto en el que dioses y héroes permanecen juntos, con la peculiaridad de que entre los héroes no solamente cuentan los bélicos sino en igual dimensión los deportistas.

A medida que los pueblos bárbaros se apoderan del mundo conocido van separándose esas líneas. La religiosa va afirmándose en esos pueblos. La deportiva desaparece en tanto en cuanto son sociedades que carecen de ocio. Y el entretenimiento del pueblo -agobiado por el trabajo de una vida dura y de combate- se llena con el ceremonial religioso. Ceremonial particularmente rico cuando esos pueblos van convirtiéndose al cristianismo con una riquísima liturgia, con una pléyade de Santos, producto del martirio previo a la conversión. El deporte queda subordinado a la preparación directa de la guerra y sus héroes -sus campeones- son absorbidos por los de los combates, las batallas y las conquistas.

¿Cuándo en la espiral de la Historia van a coincidir las posiciones de religión y deporte?

Cuando la sociedad, fuertemente construida en el entorno de las catedrales, vaya perdiendo esa cohesión que le proporciona una religión común, que exige grandes gestas bélicas para recuperar sus tierras ancestrales. No otra cosa es en España la Reconquista, contra el invasor musulmán, y en el resto de Europa

el envío de sus «campeones» a las misiones de las Cruzadas.

A finales del siglo XIX, a compás de la revolución industrial, le separación entre las trayectorias de la religión y deporte se mantiene en un paralelismo de ajenidad que le viene de los siglos anteriores.

Pero el deporte empieza a tomar forma. En la sociedad industrial enriquecida empieza a aparecer el «sport» y unos diletantes practicantes de escaso número pero de infinita influencia en la masa trabajadora. Porque el obrero -nuevo concepto del trabajo- imita al patrón y en sus momentos de descanso se lanza tras una pelota de fútbol  o se encierra bien en un frontón bien en un cuadrilátero  para competir sin otra finalidad que la del ejercicio físico y la notoriedad dentro del barrio o de la fábrica y en mayor medida de la comarca al vencer a los de las tierras inmediatas.

Pero la religiosidad es otra dimensión. Las trayectorias del deporte y la religión siguen absolutamente separadas.

Las tesis paganas e incluso antirreligiosas que emanan de la revolución francesa y que se expanden por todo el mundo, van marcando -ahora puede verse, pero no se vio en su momento-  el acercamiento de esas trayectorias que se repelían desde el paganismo grecolatino.

El paganismo moderno ha puesto su empeño en la promoción del deporte de una forma evidente.

Los grandes estadios, los lujosos pabellones deportivos han ido sustituyendo a las catedrales cristianas a lo largo de todo el mundo. Los clubes con sus asociados han suplantado a la reunión en las parroquias. Las manifestaciones deportivas, las competiciones han tomado el puesto de las muestras litúrgicas semanales y las grandes festividades anuales. Las riadas de aficionados en su marcha hacia el estadio, con sus músicas, sus pancartas, sus banderas, sus uniformidades han suplantado en el imaginario colectivo primario del inculto hombre de la modernidad, a las procesiones.

Los iconos de Santos y mártires han sido sustituidos por las siluetas de los deportistas de mayor culto -atención a esta palabra-, de mayor entidad, clase y calidad de los clubes. Los milagros ya no los hacen los Santos, los milagros con un lanzamiento, una carrera, un gol, un KO… lo hacen esos seres mágicos, diferentes,  a los que aún no se les llama dioses, sino sólo ídolos, por el momento.

A medida que el paganismo se ha enseñoreado de la sociedad contemporánea -con una evangelización global a través de unos medios de «predicación» fabulosos: prensa, radio, televisión… – los héroes deportivos van transformándose en dioses.

El boomerang se ha producido. ¿Cuánto puede durar la simbiosis entre religión y deporte? ¿Siglos como en la vieja civilización grecolatina? O será un contacto, un choque más bien, fugaz, en dimensión histórica, del que no sabemos sus causas ni sus efectos.

Esto es lo apasionante del discurrir histórico. Estamos en el umbral de la suplantación total de la religión por la manifestación deportiva. La civilización antigua ha coincidido con la de hoy. La historia se está repitiendo. El boomerang realizándose.

La Historia es el recuento del pasado. Las consecuencias del hecho actual y su desarrollo corresponden a quienes puedan contemplar lo sucedido y comprobar los hechos y su impacto en la sociedad que está respirando, viviendo ahora mismo.

Misión de Dios el saber cómo va salir todo esto. Pero como estamos en una sociedad pagana, Dios no sirve para nada. ¿O sí?




Las giras del Sunderland por España. Historia de un equipo legendario

El Sunderland fue uno de los equipos punteros de Inglaterra en la primera mitad del siglo XX. Su etapa entre los grandes se prolongó hasta el estallido de la segunda guerra mundial, un tiempo en el que fueron también uno de los clubes más cotizados a la hora de viajar lejos de Gran Bretaña para disputar exhibiciones y partidos amistosos. España fue uno de los lugares en los que dejaron huella, aunque sus aventuras por la península ibérica también tuvieron eco en la prensa anglosajona por otros motivos. La visión inglesa de la segunda de sus giras reflejaba a una España vulgar y ordinaria en la que no se respetaban condiciones mínimas de seguridad y salud para los deportistas. Exagerados o no, el paso del Sunderland por nuestro país no dejó indiferente a nadie.

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Agotados, desnutridos, deshidratados y profundamente afectados por lo que habían vivido en España. Así contaron los jugadores del Sunderland el segundo de sus recorridos por la península ibérica. Después de llegar a las Islas Británicas declararon en el diario The Sunday Sun:

las habilidades futbolísticas de los equipos españoles son el menor de los obstáculos a vencer, ya que la pérdida de la capacidad física se produce cuando se entrena bajo un calor agotador y se juegan partidos contra equipos únicamente interesados en derribar el prestigio de Gran Bretaña.

También exageraron cuando decidieron relatar las diferentes instalaciones que visitaron:

los estadios tienen hospitales para árbitros debido al comportamiento de los aficionados, que normalmente les producen lesiones con piedras o patadas (…), afortunadamente nosotros no hemos tenido problemas con el referee, que dio validez a un gol de Gallacher cuando el goalkeeper rival llevó claramente el balón detrás de la línea.

Al hilo de la última frase puntualizaban que, al menos ahora los colegiados se dedicaban a impartir justicia cuando dirigían partidos entre equipos hispanos e ingleses:

¡que diferente de las condiciones de hace unos años! cuando los árbitros españoles eran chauvinistas, hasta el extremo de pasar la pelota a un jugador español y aún de golear a favor del equipo de casa.

El Sunderland AFC en España

La expectación por ver en acción al Sunderland era máxima. Los black cats fueron uno de los conjuntos más poderosos de Inglaterra a comienzos del siglo XX, y en la década de los treinta todavía mantenían gran parte de su crédito. En 1935 estuvieron muy cerca de volver a ganar la First Division por sexta vez en su historia, pero el Arsenal de George Allison (uno de los herederos de Chapman) le adelantó en la clasificación. Con el subcampeonato bajo el brazo fueron contratados para jugar dos amistosos, uno ante la selección castellana y otro en el estadio de Montjuic a beneficio de la Mutua Esportiva.

Barcelona esperaba con entusiasmo al formidable equipo inglés desde el año anterior, cuando el Sunderland visitó nuestro país para ser el Sparring de la selección española justo antes de que ésta viajara a Italia para participar en su primer mundial. Bilbao, Madrid y Valencia, habían sido entonces las ciudades que tuvieron la fortuna de poder admirar en directo las evoluciones de una expedición donde destacaban el escocés James «Jimmy» Connor, el delantero Bobby Gurney y el medio ofensivo Patrick «Patsy» Gallacher.

Durante su segundo viaje también formó parte de la expedición el portero James Horatio «Jimmy» Thorpe, cancerbero cuya muerte cambió una regla del fútbol. Thorpe murió el 16 de febrero de 1936, 4 días más tarde de recibir una patada en la cabeza durante un encuentro ante el Chelsea; desde entonces quedó prohibido que los jugadores de campo golpearan el balón cuando un portero ya lo había blocado. En la imagen podemos ver a Thorpe durante uno de sus partidos en España, el disputado en el estadio de Montjuic.

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Como decimos, el Sunderland ya había agradado en 1934, cuando el Doctor García Salazar, seleccionador nacional, probó a sus jugadores en tres enfrentamientos ante ellos. Había posiciones que no estaban definidas de cara al mundial, por ejemplo la de portero suplente que se disputaban el azulgrana Nogués y el arquero del Athletic, Blasco. En San Mamés el combinado español empató a tres, alineando un equipo formado por Nogués; Ciriaco, Quincoces, Cilaurren, Muguerza, Marculeta, Ventolrà, Iraragorri, Lángara, Chacho y Gorostiza, todos ellos jugadores que acudieron posteriormente a Italia.

El 15 de Mayo de 1934 España y el Sunderland empataron a dos goles en Chamartín, mientras que cinco días más tarde los ingleses se imponían por 1-3 en el estadio de Mestalla. Lo cierto es que el Sunderland era un conjunto de una calidad inmensa, al que la selección (que solo un mes más tarde le pondría las cosas muy complicadas a la Italia de Pozzo en el mundial) no pudo ganar en ninguno de los tres enfrentamientos. Lo que sí consiguió asegurar el «team» inglés fue embolsarse una considerable suma de dinero por jugar en España, y de paso ayudar a que las arcas locales presentaran unos magníficos números. Confiar en el Sunderland era un valor seguro para el espectáculo y la rentabilidad monetaria.

Fue tan grande el éxito, que no pasó desapercibido en el resto de la geografía nacional; al año siguiente varios clubes y selecciones regionales se pelearon por obtener una visita del Sunderland. Así fue como la Federación Catalana les contrató para que se enfrentasen a una selección de jugadores de la región, aunque no sería a bajo coste precisamente. Los ingleses exigían cobrar por adelantado la mitad de la bolsa de los dos encuentros que debían jugar en España. Serían dos porque la Federación inglesa no dio opción a que se jugaran más. Oviedo y Valencia también se interesaron en ver al equipo en acción, pero fue imposible esta vez. La expectación en Barcelona ante el primer encuentro fue inmensa, e incluso la colonia británica residente en Baleares se interesó por la visita de los black cats; se fletó un barco para quien tuviera interés en presenciar el partido.

Las peticiones del Sunderland no se quedaron en el cobro por adelantado, ya que exigieron «Wagon-Lit» (coche cama) desde que cruzaran la frontera y múltiples comodidades en su alojamiento. Eso sí, sobre el campo cumplieron y se mostraron inmensamente superiores en los dos encuentros que disputaron. Primero ganaron a la selección catalana 1-7, un resultado que escoció a los aficionados y que recibió críticas muy duras por parte de la prensa española. Era de esperar una derrota, más si cabe teniendo en cuenta que alguno de los que hubiera integrado el equipo se encontraba en Colonia jugando el Alemania-España previsto para el 12 de mayo de 1935, pero una diferencia tan extraordinaria en el marcador se antojaba del todo inexplicable.

Selección Catalana:

Nogués; Blanch, Rafa; Guzmán, Rosalench, Franco; Prat (después entró Betancourt), Raich, Gual, Escolá y Cabanes

Sunderland:

Thorpe; W.Murray, Hall; Thomson, Johnson, Hastings; Davis, Carter, Gurney, Gallacher y Connor

Escolá marcó para Cataluña

Gurney en tres ocasiones, Gallacher en dos ocasiones, Carter y Davis  marcaron para el Sunderland

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El 15 de mayo de 1935 se enfrentaron en Madrid a la selección de Castilla y volvieron a vencer, aunque esta vez con un tanteo más bajo, 1-2. Los jugadores del Sunderland demostraron mucha superioridad ante el voluntarioso combinado local que se presentó en Chamartín.

Selección Castellana:

Pacheco; Mesa, Quesada; León, Marculeta, López; Lazcano, Hilario, Elicegui, Chacho y Diz

Sunderland:

Thorpe; Hall, Shaw; Thomson, Hasting, Mc.Nab; Davis, Carter, Gurney, Gallacher y Connor

Elicegui marcó para Castilla

Gallacher marcó los dos goles del Sunderland

Principales fuentes consultadas

– Hemeroteca de El Mundo Deportivo

– Hemeroteca de ABC

– Hoja oficial de la provincia de Barcelona

– Otras publicaciones comprendidas entre enero de 1934 y junio de 1935




En el Centenario del Colegio Regional del Centro de Árbitros; después Colegio Castellano y Comité Madrileño.

EL COLEGIO DE ÁRBITROS MÁS ANTIGUO DE ESPAÑA:

COLEGIO DE ÁRBITROS DE LA FEDERACIÓN

REGIONAL DEL CENTRO

15-04-1914

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El diario Heraldo de Madrid, en su número 8947, del 31 de mayo de 1915, publicó una breve historia del Colegio de Árbitros de la Federación Regional del Centro, con el visto bueno del presidente de esta federación, don José Cañas.

En su página 4 podemos leer:

«(…) damos hoy comienzo a la publicación de datos interesantísimos sobre la actuación del Colegio de árbitros de la región Centro, cuyo éxito es de todos conocido, puesto que no solo ha funcionado con perfecta regularidad en la región, sino que ha sido utilizado por otros para partidos interesantísimos.

En la junta general celebrada por este Colegio el día 24 del corriente quedó elegida la siguiente Directiva:

Presidente, Alfonso Albéniz; Secretario, Carlos Dieste; Vocal, Martín Juantorena; Vocal suplente, Ezequiel Montero.

Para representar al Colegio en la próxima Asamblea de la región Centro se nombró a los sres. Dieste y Kindelán (D.M.) [Debería decir J.M., por José Manuel].

La Memoria leída y aprobada en dicha reunión dice así:

En cumplimiento de los preceptos del artículo 2.º de los Estatutos por los cuales se ha regido este Colegio hasta ahora, os he convocado para celebrar la Junta General Ordinaria de nuestra entidad, correspondiente a la temporada que termina, 1914/15.

Como sabréis, este Colegio fue constituido el 15 de abril de 1914, eligiéndose para formar la base de esta entidad a los señores D. Manuel Prast, D. José Manuel Kindelán, D. Alfonso Albéniz, D. Julián Ruete y D. Bernardo Menéndez.

Se aprobó que se eligiera una Junta, compuesta de un presidente, D. Manuel Prast; de un Secretario, D. Julián Ruete; un vocal, D. Alfonso Albéniz, y un vocal suplente, D. José Manuel Kindelán.

Don José Manuel Kindelán Duany (Cádiz, 8 de octubre de 1887), acreditado sportman (en la foto con traje de esgrima) y uno de los fundadores de la RFEF y del Colegio de Árbitros de la Región Centro.

Don José Manuel Kindelán Duany (Cádiz, 8 de octubre de 1887), acreditado sportman (en la foto con traje de esgrima) y uno de los fundadores de la RFEF y del Colegio de Árbitros de la Región Centro.

El 9 de mayo de 1914, en vista de la renuncia de sus respectivos cargos por los sres. Prast y Kindelán, se eligió la Junta siguiente:

Presidente, D. Alfonso Albéniz; Secretario, D. Julián Ruete; Vocal, D. Bernardo Menéndez, y vocal suplente, D. Eulogio Aranguren.

Este último ha sido elegido miembro del Colegio, después de haber sufrido exámenes satisfactorios.

Alfonso Albéniz Jordana (Barcelona, 1886), de pie junto a su familia. Su padre, Isaac Albéniz es el primero de la izquierda. Alfonso Albéniz fue jugador (el primero en jugar en el FC Barcelona y en el Real Madrid), árbitro, directivo, diplomático…

Alfonso Albéniz Jordana (Barcelona, 1886), de pie junto a su familia. Su padre, Isaac Albéniz es el primero de la izquierda. Alfonso Albéniz fue jugador (el primero en jugar en el FC Barcelona y en el Real Madrid), árbitro, directivo, diplomático…

Por fin, el 19 de mayo de 1914, vista la renuncia de D. Julián Ruete, se eligió como Secretario a D. Bernardo Menéndez, dejando vacante el cargo de vocal suplente, para cuyo puesto fue elegido más tarde el sr. Sócrates Quintana.

Hoy día, el Colegio lo integran 14 individuos; es decir, que desde su constitución han ingresado en el Colegio nueve individuos, después de haber sufrido exámenes satisfactorios.

Los árbitros de primera categoría son los siguientes:

Por elección en la Junta de constitución:

1. Manuel Prast

2. José Manuel Kindelán

3. Alfonso Albéniz

4. Julián Ruete

5. Bernardo Menéndez

Por ingreso después de examen:

6. Eulogio Aranguren

7. Percy Paulson

8. Carlos Dieste

9. Sócrates Quintana

En esta primera categoría la numeración corresponde, en lo referente a los miembros por elección en Junta de constitución, a los números de votos que obtuvieron y, después, a partir del sexto, por orden de antigüedad.

Los árbitros de segunda categoría son los siguientes:

1. D. Antonio Pelous

2. D. Ricardo Rocamora

3. D. Martín Juantorena

4. D. Ezequiel Montero

5. D. Antonio de Cárcer

Todos estos señores han ingresado después de examen satisfactorio y la numeración corresponde a los méritos que, según opinión de la Junta, tienen los señores citados, y su ingreso a la primera categoría creo que debe verificarse siguiendo la numeración consignada, después de haber arbitrado algunos partidos más satisfactoriamente.

Para mayor facilidad en el funcionamiento del Colegio, los trabajos de Secretaría fueron encomendados a la Presidencia. Esta formuló unos estatutos que fueron aprobados por la Junta, y que someto ahora a la definitiva aprobación de ustedes para que puedan incluirse en los Estatutos de la Federación regional del Centro, que se aprobarán en la próxima Asamblea de dicha entidad.

Labor realizada: Al final de la temporada pasada, 1913/14, fue el miembro de este Colegio sr. Percy Paulson quien arbitró el partido final del Campeonato de España.

Durante la temporada que termina, 1914/15, este Colegio ha arbitrado 84 partidos, en la siguiente forma: 12 partidos de campeonato de primera categoría, 42 ídem id. de segunda, 20 ídem íd. de tercera, 10 ídem de fuera de campeonato, 2 semifinales de campeonato de España, y también hubiéramos arbitrado la final del campeonato a no ser por la enfermedad del sr. Dieste.

Y, entre paréntesis, con referencia a esta final tengo que lamentar que la Real Federación, al enterarse de la enfermedad del sr. Dieste, contraída en uno de los viajes que realizó para este Colegio, no acudiera a nosotros para nombrar un sustituto.

[Esa final del campeonato de España de 1915 finalmente la arbitraría el jugador del Irún Sporting Club Walter Hermann, de nacionalidad suiza].

Y siguiendo el paréntesis, hablando de la Real Federación, debo hacer constar que en repetidas ocasiones he solicitado de dicha Federación que reconozco oficialmente a los miembros de este Coelgio, primero y único constituido en las regiones españoles hasta la fecha, cumplimentando así la Federación del Centro lo establecido en los Estatutos de la Real Federación. Esta aún no ha accedido a nuestra justa petición.

Los señores que han arbitrado partidos esta temporada y que aún no pertenecen al Colegio son los siguientes: Sres. D. Pablo Bilbao, D. David de Ormaechea, D. Emiliano Zuloaga, D. Guillermo Larrañaga, D. Federico Larrañaga, D. Ángel Teja, D. Ramón Teja, D. Feliciano Rey, D. Miguel Costa, D. Francisco Gomila, D. Saturnino Villaverde y D. Julio Chulilla.

Entre todos creo que hay uno que pronto podrá ingresar en nuestra segunda categoría, y es D. Pablo Bilbao, cuyos exámenes hasta la fecha han sido bastante buenos.

Los restantes, con un poco más de práctica, creo que también llegarán a formar parte de nuestra entidad.

Entre los miembros del Colegio han destacado tres figuras: D. Julián Ruete, D. Eulogio Aranguren y, sobre todo, D. Carlos Dieste, que ha sido para las demás regiones el mejor ejemplo del cuidado y atención que el Colegio de Árbitros de la Federación Centro pone en la designación de los mismos, buscando los que por sus méritos y conocimientos son merecedores de representarlo.

D. Julián Ruete Muniesa (29 de enero de 1887), jugador, entrenador, árbitro y directivo.

D. Julián Ruete Muniesa (29 de enero de 1887), jugador, entrenador, árbitro y directivo.

Don Carlos Dieste, a costa de sacrificios y cansancios personales, ha sido árbitro de las finales regionales de la región gallega y de las semifinales Galicia-Vascongadas, y en todas partes ha merecido elogios, que no son frecuentes en España para la labor ingrata del árbitro.

Propongo, por lo tanto, un voto de gracia a favor de dicho Sr. D. Carlos Dieste.

Y ahora me quedan por expresar mi más expresivas gracias a todos los señores que me han prestado su colaboración durante esta temporada.

Ningún partido de campeonato ha quedado sin árbitro, y todos los elegidos para arbitrarlos han acudido con la mayor puntualidad y el mayor buen deseo.

La Junta de este Colegio puede estar satisfecha de la labor realizada durante el primer año de su constitución, y quiere hacer público su agradecimiento por la ayuda desinteresada y eficaz que ha recibido de los elementos futbolísticos de Madrid.

Visto del presidente de la F. R. C.

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Constitución de otros colegios de árbitros:

– Colegio de árbitros de la federación catalana: 1 de octubre de 1915

– Colegio de árbitros de la federación del norte: 26 de septiembre de 1916 (este comprendía las zonas guipuzcoana, vizcaína y cántabra)

Nota del autor: El texto original de El Heraldo de Madrid no incluía fotos. Las cursivas y negritas de la frase «este Colegio fue constituido en 15 de abril de 1914» son del autor.

Agradecimientos: Mi mayor gratitud hacia doña Ana Buzón Kindelán por facilitarme esta y otras fotos de su abuelo, don José Manuel Kindelán, pertenecientes a su archivo personal. También a doña Dolors Barrull, secretaria del Festival i Curs de Música Isaac Albéniz, por la foto familiar. Y por supuesto a mi buen amigo César de la prida por su apoyo.

Fuentes: Biblioteca Nacional de España y Revista «El Árbitro».




Césped con crespón negro

Erróneamente suele citarse a Pedro Berruezo como primer futbolista español en morir sobre un campo de fútbol. Desde estas mismas páginas, Julio Jareño, al tratar el fatídico suceso del Pasarón pontevedrés, matizaba describiéndolo como primer futbolista profesional español fallecido en un terreno de juego. Hubiese quedado perfecto consignando, simplemente, «en uno de nuestros terrenos de juego». Porque lo cierto es que treinta años antes, otro profesional español dejaba de existir sobre una camilla con olor a linimento, en la vecina Francia.

El infortunado Pedro Berruezo. Aunque a menudo se afirme lo contrario, no fue nuestro primer futbolista en fallecer sobre un terreno de juego.

El infortunado Pedro Berruezo. Aunque a menudo se afirme lo contrario, no fue nuestro primer futbolista en fallecer sobre un terreno de juego.

Se trató de Esteban Cifuentes, jugador del Español barcelonés antes de la Guerra Civil, que optó por huir de la contienda cruzando la frontera pirenaica. Una vez al otro lado ingresaría en el Nimes, convirtiendo su aventura en una apuesta semejante a la de otros muchos compatriotas, cuya condición de futbolistas en buena medida les resolvía la integración. Aquel fue, empero, un viaje sin retorno, puesto que el 30 de octubre de 1938, tras haberse enfrentado al Arras, se desplomó en el vestuario sin que sirviesen de nada los intentos por reanimarlo mediante respiración artificial. Llegó agonizante a un centro médico, para fallecer dos horas más tarde, en opinión de los galenos víctima de un infarto.

Al margen de Cifuentes, nuestro fútbol se cubrió de luto varias veces, antes de que Berruezo pusiera al balón un crespón negro. Repasemos, siquiera a vuelapluma, algunos de esos tristes momentos.

El 19 de marzo de 1947, Felipe Agra, «Felipín» para el fútbol, extremo derecho del Arosa, se sintió indispuesto a la media hora del partido en que los arosanos visitaban al Club Santiago. Tras retirarse al vestuario en el campo de Santa Isabel sufrió una parada cardiaca, de la que no lograría recuperarse.

Dos años después, el lunes 6 de octubre de 1949, Juan Roura Altimira, del C. D. Mataró, expiraba tras sufrir un fuerte encontronazo con el extremo derecho del C. D. Manacor, mientras ambos equipos dirimían el primer enfrentamiento liguero de la temporada.

Aquel partido, curiosamente, se había iniciado entre el más puro ambiente festivo. Y no faltaban motivos, puesto que para ambos contendientes representaba su histórico debut en 3ª División. Si sobre el papel podía considerarse superiores a los mataroneses, el entusiasmo de los mallorquines fue igualando las cosas, a medida que transcurría el tiempo. A los veinte minutos de la segunda mitad, cuando el C. D. Mataró parecía cómodo con el empate, su defensa Roura tuvo que cortar el avance del extremo derecho local, aún a costa de llevar la peor parte. Bastó una simple mirada del masajista para ordenar la retirada a vestuarios del lesionado, y una vez en él, ante el mal aspecto que presentaba, se optó por trasladado hasta el hospital de Palma. Allí apreciaron fractura muscular, con desgarro de los gemelos por la región tibial interior. Si bien la pierna era insalvable, para amputarla debían estabilizar al herido, sumamente débil tras la brutal pérdida de sangre. Ni siquiera las varias transfusiones sanguíneas practicadas resultaron suficientes, y Roura, un modesto formado entre los infantiles del Horta barcelonés, que luego de pasar a su primer equipo habría de fichar por los gualdinegros de Mataró tres temporadas atrás, expiraba hacia el atardecer del día 6.

La directiva manacorí se volcó en atenciones con el conjunto catalán. Era cuanto podía hacerse ya: agilizar trámites para que el cadáver llegase a Barcelona el miércoles 8 a bordo del vapor-correo de Palma, y pudiera recibir honras fúnebres en Horta ese mismo día por la tarde.

El dolor une a las gentes del fútbol. Siempre ha sido así. Y apenas un mes más tarde, cundo C. D. Tortosa y C. D. Mataró coincidieron en otro desplazamiento a Palma para enfrentarse respectivamente al Constancia de Inca y Atlético Baleares, la directiva tortosina se comprometió a disputar un partido en Mataró, completamente gratis, a beneficio de los familiares del infortunado. Sintiéndose en deuda, los mandatarios del Mataró corresponderían desplazando a su equipo hasta Tortosa en julio de 1950, para el homenaje a Casiano, uno de los primeros mitos deportivos en el delta del Ebro.

Rafael Galayo Sánchez, vástago de una conocida familia santanderina, simultaneaba la práctica de fútbol y baloncesto, actividad esta última con la que representó a la selección española juvenil formada por el Frente de Juventudes para competir en Ostende. El domingo 20 de setiembre de 1953 guardó una vez más el marco del Real Santander Amateur -Franco había prohibido el empleo de términos extranjeros, como Racing, Sporting o Athletic-, ante el Laredo, en choque correspondiente al campeonato de Primera Regional. Tratando de interceptar un avance adversario chocó contra el delantero centro, resultando ligeramente conmocionado. Como aparentara reponerse, continuó jugando sin problemas visibles. Por la tarde asistiría al encuentro de 1ª División Santander – Valencia, y ya durante la noche, al sufrir fuertes dolores de cabeza, fue conducido con urgencia al hospital de Valdecilla. Allí le fue practicada una trepanación, sin lograr salvarle la vida. Falleció a primeras horas de la tarde del martes 22, a causa del coágulo sanguíneo en su cerebro.

Y aún hubo más víctimas. Como Pedrito, Cuchu, Amadeo, y estirando un poco la interpretación, hasta el murciano José Antonio Romero.

La filiación real de Pedrito correspondía a Pedro López Castro, jugador del Coya la temporada 1954-55 y esperanza del fútbol vigués. Al hallarse cumpliendo el servicio militar, disputó un partido amistoso con sus compañeros, marineros de la Escuela de Transmisiones de la Armada. Víctima de otro encontronazo sería retirado del campo con fuerte conmoción cerebral, dando luego impresión de recuperarse. Su estado, sin embargo, comenzó a empeorar hasta el punto de no recuperarse del coma. Falleció el martes 2 de octubre de 1956, a los 20 años.

El alavés José Luis Zuaza Fernández, «Cuchu», simultaneaba a sus 21 años la actividad deportiva con el trabajo en los talleres vitorianos de Esmaltaciones San Ignacio. Muchos pensaban acabaría colgando el mono, redimido por el fútbol, pues antes de que echase a rodar el cuero la temporada 1959-60, su tercera campaña en el Club Deportivo Vitoria, había gustado a los técnicos del Orense en la prueba a que lo sometieron. Entre que la oferta económica se le antojó insuficiente para abandonar el hogar paterno, y que meses más tarde debía incorporarse a filas, prefirió seguir vistiendo la camiseta del Vitoria, en 3ª División. Desgraciadamente, durante la disputa del partido liguero ante el Villafranca guipuzcoano en Mendizorroza, cayó desplomado tras pelear al portero un balón alto. Fue el propio guardameta quien reclamó con gesto imperioso la entrada del masajista y practicante, viendo inmóvil a su adversario. Pero aunque éstos apenas perdieron tiempo en saltar al césped, nada se pudo hacer. Esa misma tarde, concluido ya el partido, comenzó a esparcirse la suposición de que el cancerbero guipuzcoano había propinado un golpe fortísimo a Cuchu en el corazón. Justo cuanto necesitaba el guardameta para abatirse más, puesto que el delantero del Vitoria, aún habiendo contando con los cuidados de algún doctor y varios practicantes en los vestuarios de Mendizorroza, fallecía aquel funesto 27 de setiembre del 59. Las conclusiones de la autopsia, atribuyendo la defunción a un infarto consecuencia del sobreesfuerzo físico, casi pusieron las cosas en su sitio. Ya sólo faltaba un gesto. Y la directiva del Vitoria no quiso parecer cicatera, imponiendo al portero del Villafranca su insignia de plata, a modo de consuelo y desagravio. Al no existir todavía una Federación Alavesa, la Guipuzcoana, de la que dependía el balompié babazorro, tuvo a bien correr con los gastos del sepelio. Desde la prensa se cifraría en 20.000 ptas. la indemnización de la Mutualidad a la familia del finado, si bien voces de este organismo se encargaron de elevar dicha cuantía hasta las 1000.00, consuelo muy relativo, por más que Cuchu rondara las 3.000 mensuales en Esmaltaciones. Y a partir de ahí el silencio, un tupido manto de olvido hasta que en el camino del sevillano Emilio Amadeo también se emboscara la fatalidad dos años más tarde.

Guardaba el marco del C. D. Moravia, militante en la liga local sevillana, la temporada 1961-62, cuando se llevó la peor parte el domingo 8 de octubre de 1961, en otro choque con José Carlos Silva, delantero del C. D. Corral. Tampoco le faltaron cuidados, primero en el campo de la Residencia y posteriormente en el hospital Virgen de los Reyes. Pero no hubo remedio. El golpe de rodilla contra su cráneo había producido gravísimos daños en el encéfalo, causantes del óbito el martes 10. Con sólo 19 años, Emilio Amadeo Herrera se convertía en nuevo expediente de la Mutualidad, desde cuyos despachos, meses después, se expediría cheque a la familia por 85.000 ptas. Sus compañeros, movilizados desde el primer instante, habían conseguido reunir para entonces otras 12.000, fruto de múltiples recaudaciones e iniciativas.

El deceso más enrevesado, sin embargo, en el que concurrieron mayores dosis de inoportunidad e irregularidades reglamentarias, tuvo como protagonista activo al Samboyano en 1951, cuando los de la ribera del Llobregat competían en Primera Regional. Les tocaba disputar en campo tarraconense un partido intrascendente para la clasificación, y sólo pudieron presentarse con 10 efectivos ante la plaga de lesiones que los asolaba. Poco antes de saltar al césped, Farrés, una especie de hombre para todo en el club, si bien su labor específica consistía en ayudar al utillero, se ofreció a completar el once suplantando a cualquiera de los lesionados. El fútbol no le era ajeno, puesto que había  actuado como guardameta en ese mismo club años atrás. Garantía o razón suficiente -así debieron pensar al menos entrenador y directivos- para arriesgarse a la suplantación. Farrés saltó al campo como Martínez, uno de los lesionados, ocupando la demarcación de atacante, y a falta de escasos minutos para la conclusión se desplomó ante el espanto general, víctima de fulminante ataque cardiaco. Tuvo que ser Francisco Suriol, capitán y entrenador de aquel Samboyano, quien explicase al árbitro que el fallecido no era Martínez, sino Farrés, que Martínez ni siquiera se había desplazado, y que el difunto, por ende, carecía de ficha federativa. Tras la redacción del acta, el delegado tarraconense contactó con la autoridad gubernativa, recibiendo instrucciones concretas respecto al levantamiento del cadáver. Suriol, sin embargo, volviendo a pensar por su cuenta, se las ingenió para sacar al difunto de los vestuarios y llevarlo hasta Sant Boi.

Naturalmente, días después fue convocado por el gobernador para dar explicaciones. Aquellos no eran tiempos contemporizadores con la desobediencia o cualquier burla a la legalidad. Si la alineación indebida ya estaba francamente mal, su actuación con el cadáver sobrepasaba todos los límites. Así que  Francisco Suriol, inteligente o muy bien aconsejado, visitó primero al presidente de la Federación Catalana, pidiéndole mil perdones, justificando su desobediencia al gobernador en el estado de confusión que tan inesperado óbito le había producido, jurando que acataría sin rechistar la sanción que se le impusiera. El presidente, compadecido, acabaría ofreciéndose a charlar con el gobernador para que tan grave asunto se diluyera.

Lo que ni Suriol, ni el gobernador de Tarragona o el presidente de la Catalana pudieron, fue mitigar económicamente la mala situación en que quedaban los deudos del difunto. Sin ficha, no había cobertura de la Mutualidad Deportiva. Y sin cobertura, el benéfico organismo no soltaba una peseta. El gesto desprendido de Farrés concluía catastróficamente.

La lista aún podría ser más amplia, pero probablemente convenga cerrarla con el murciano José Antonio Romero Sánchez, interior y delantero centro del Novelda la temporada 1961-62, en 3ª División. Al ser destinado a Ceuta para cumplir el servicio militar obligatorio como soldado de Ingenieros afecto a esa Comandancia, se enroló en el Riffien de cara al ejercicio 1962-63. Y con la expedición ceutí viajó a Málaga para enfrentarse al Atlético Malagueño, cuando dos horas antes del choque fue encontrado muerto en su habitación del hotel, un aciago 29 de noviembre de 1962. Por un operario que sustituía en el pasillo alguna bombilla fundida, se supo que el joven había salido del dormitorio un rato antes, quejándose de un fuerte dolor de cabeza. Volvió a tumbarse en el lecho y todo lo de más no fueron sino conjeturas. Por increíble que se nos antoje, el partido Atlético Malagueño – Riffien, del Grupo Andaluz de 3ª División, se disputó a su hora. A nadie pareció conmover la estupefacción y abatimiento de sus compañeros. Pero eso sí, caritativos con quien muy bien pudo haberse desplomado sobre el césped de la capital costasoleña, antes del pitido inicial se guardó un minuto de silencio.

Todos éstos fueron algunos desgraciados decesos, sin apenas cabida en los medios de difusión. Los más llamativos, quizás. Los más impactantes. Aunque también cayeron virtualmente sobre el césped los fallecidos «in itinere», quienes encontraron la muerte en un desplazamiento del equipo, al doblar una curva en cualquier carretera o estrellarse contra un camión regresando del entrenamiento. En suma, aquellos casos que serían catalogados como accidente laboral si el futbolista hubiera merecido la consideración de trabajador por cuenta ajena, circunstancia, por cierto, sólo reconocida hace apenas 30 años.

Con respecto a este capítulo, probablemente el suceso más recordado sea el correspondiente al Francisco Mamblona Valverde, delantero valenciano nacido en el barrio del Cabanyal, que tras pasar por el Levante, Jumilla, Hércules, Alicante y Castellón, encaró con enorme brío la temporada 1950-51 en un Melilla de 2ª División muy bien cuajado. Durante la campaña anterior, en febrero de 1950, sería dado de baja, junto con Hernández, al contender ambos con algunos directivos de la Plana. Los blanquinegros notaron extraordinariamente la ausencia de su goleador (había marcado 23 tantos en 23 partidos durante la campaña 1948-49, en 2ª División), hasta el punto de acabar descendiendo a 3ª. Poderoso y valiente, su constante brega y la facilidad con que remataba cuanto le pusieran en el área se veían mermadas por una personalidad  cuanto menos curiosa. No le gustaba estrechar la mano en el saludo, por ejemplo, y, precavido, para las ocasiones en que le resultara imposible evitar tan simple cortesía portaba en el bolsillo un frasquito de alcohol, con cuyo contenido se desinfectaba, restregándoselo más o menos disimuladamente. Pues bien, este hombre ocupaba un asiento del autobús que desplazaba al Melilla para disputar su choque ante el Granada cuando, en las inmediaciones de Loja, un fatídico 26 de enero de 1951, se produjo el accidente. Mamblona resultaría muerto en el acto, al igual que su compañero Juan Martín López y el utillero, en tanto Llopis, Valle y García presentaban heridos de gravedad. Si bien el sepelio sería celebrado en Granada, sus restos acabaron reposando en Valencia. La gran burla, suponiendo que un accidente tonto no constituya bastante burla de por sí, es que gracias a sus brillantes actuaciones era seguido por las secretarías técnicas de varios clubes de 1ª y se daba por descontado que al fin, durante 1952, lograría vestirse de corto en la máxima categoría.

El 16 de octubre de 1955 también se tiñó de luto el fútbol, cuando después de disputar un partido, el coche en que regresaba desde Falces (Navarra) parte del elenco sangüesino, volcó a medio kilómetro escaso de Sangüesa. El interior Félix San Martín, el medio José Mª San Miguel e Ignacio Huarte, uno de los guardametas, resultaron gravemente heridos. Peor suerte tuvo Saturnino Goñi, el otro portero, pues nada pudo hacerse por salvar su vida.

Algo muy semejante acaeció 3 años después por tierras aragonesas, cuando el 3 de agosto de 1958 los jugadores del Fraga regresaban a Zaragoza en una furgoneta «DKW», tras el correspondiente entrenamiento. A la altura de Candasnos, sin que se sepa bien cómo, el vehículo chocó frontalmente con un camión «Mercedes», incendiándose de inmediato al estallar el depósito de gasolina. El conductor del camión, con lesiones menores, se jugó literalmente el tipo rescatando de las llamas a cuantos pudo. Pese a ello, las heridas de algunos jóvenes futbolistas resultaron tan tremendas como para expirar en la clínica de Fraga, poco después de ser conducidos. Fueron los casos del extremo Manuel Castejón y el delantero centro Julián Vidal, quien por cierto se hallaba a prueba y por lo tanto aún carente de ficha. A ellos han de añadirse quienes sucumbieron en la cuneta, víctimas del impacto: el conductor de la «DKV», el entrenador del Fraga, Fermín Pousa, antiguo árbitro que se había centrado en los banquillos tras ser Nº 1 de su promoción en los exámenes para entrenador regional dos temporadas antes, y el delantero de Utebo Fructuoso Bona, «Fortu» para el fútbol. Julián Vidal, trotamundos de bronce, había jugado con el C. D. Cacereño la temporada anterior, festejando 8 goles. Y también, sí, también aquella vez, el destino pareció complacerse trazando uno de sus desconcertantes círculos concéntricos, puesto que el camión era propiedad de Epi, antiguo extremo de la Real Sociedad de San Sebastián y Valencia C. F., convertido en  transportista apenas hubo colgado las botas.

Todo quedaba entre gentes del fútbol, pena incluida.

No menos penoso y absurdo resultó el accidente que cortase de cuajo la existencia del castellonense Vicente Balaguer Arnau, «Rabasa» para el mundo del balón, en la por lo general soleada Tarragona. Tras forjarse bajo el marco del Castellón Amateur y debutar con el primer equipo de La Plana, guardó el portal del Amposta (temporadas 1959-60 y 60-61), Badalona (61-62, 62-63 y 63-64) y Sans de Barcelona (1964-65). Precisamente aquel sería su gran campeonato, hasta el punto de ser distinguido por el diario barcelonés «El Mundo Deportivo» como guardameta menos goleado en el grupo catalán de 3ª División. Este tipo de galardones siempre ayudan a obtener mejores contratos y su caso distó mucho de constituir excepción, puesto que el Reus Deportivo se aprestó a contratarlo para el ejercicio 1965-66, pese al esfuerzo económico que ello conllevaba. Así las cosas, el lluvioso 10 de setiembre de 1965, cuando con su compañero de equipo Revert se dirigía en moto a Reus desde Amposta, su lugar de residencia, el vehículo pilotado por Revert chocó contra un automóvil frente al camping de Montroig, en plena curva. Un infortunado derrape, según las primeras investigaciones, por culpa del mojado asfalto. Rabasa, que seguía a Revert en otra motocicleta, no lograría evitar el trompazo contra los dos vehículos siniestrados. De poco sirvió que el turismo estuviese conducido por un médico castellonense, puesto que el buen guardameta falleció en el acto. Tenía 24 años y estaba casado desde hacía poco. Corría el 9 de setiembre de 1965.

El bravo central guipuzcoano Andoni Sarasola encontró la muerte cuando el triunfo deportivo llamaba a su puerta.

El bravo central guipuzcoano Andoni Sarasola encontró la muerte cuando el triunfo deportivo llamaba a su puerta.

Como tampoco es cuestión de convertir este espacio en un monótono catálogo, quede como punto final el suceso que se llevó por delante a Andoni Sarasola Celaichiqui, fornido mocetón de Amézqueta y probablemente el defensa central con más porvenir cuando el decenio del 60 tocaba a su fin.

Las buenas actuaciones de Sarasola durante las dos campañas en la S. D. Beasáin (1963-64 y 64-65), lo catapultaron a un Deportivo Alavés de 3ª División, pero con fundadas aspiraciones al ascenso, meta finalmente lograda en 1967-68. La campaña siguiente pareció bordarlo en 2ª, convirtiéndose en eje de una línea destructiva aún recordada: el mutrikotarra Bernardo bajo los palos, Ezquerra en el lateral derecho, Ayerbe en el izquierdo y él imponiendo respeto con el 5 a la espalda. Durante toda la segunda vuelta fueron muchas las informaciones que lo situaron, junto a Bernardo, en distintos clubes de 1ª División. A él especialmente, la estrella del conjunto «babazorro». Quien más pujó, el que más dinero estuvo en condiciones de ofrecer al guipuzcoano, fue el Real Club Deportivo Español barcelonés. Ya se había apalabrado el traspaso desde las tres partes para el venidero ejercicio 1969-70, cuando con la temporada prácticamente concluida, a expensas sólo de disputar una promoción donde los vitorianos iban a jugarse la permanencia ante el Bilbao Atlético (recuérdese que Franco prohibió denominaciones extranjeras, como Athletic, Racing o Sporting), la muerte le tendió otra emboscada.

Fue en el término Alavés de Eguino, el 13 de junio de 1969, al estrellarse su débil utilitario contra un camión. La noticia, además, llegó a las oficinas blanquiazules por boca de otro compañero, que cuando acudía a entrenar por esa misma carretera pudo ver en la cuneta, destrozado, el coche de su defensa central. La fuerte naturaleza de Sarasola tan sólo pudo resistir dos días, ante la gravedad de unas lesiones consideradas desde el primer examen incompatibles con la vida. En esa lamentable situación anímica, los jugadores del Deportivo Alavés hubieron de afrontar los dos partidos de promoción. No faltaron llamamientos a la hermandad, a mantener la categoría como póstumo homenaje al compañero caído, por más que psicológicamente estuvieran desfondados. Y el estado anímico, hoy nadie lo duda, siempre acaba pasando factura.

Sobre el césped, especialmente durante los 90 minutos de San Mamés, los alaveses fueron una sombra de sí mismo. Aunque querían, les resultaba imposible dar más, circunstancia aprovechada por unos cachorros hambrientos de gloria. Los blanquiazules de Vitoria encararían el Campeonato 1969-70 en 3ª, ya sin Bernardo, su otra estrella, traspasado al por entonces económicamente poderoso Calvo Sotelo de Puertollano. Obviamente, la defunción de Sarasola supuso para la entidad de Vitoria un serio estoconazo económico, al esfumarse el ya cerrado traspaso al Español. Pero aún así, nadie, en la entidad, tuvo el mal gesto de recordarlo, quién sabe si porque entonces, aun sometido a la tiranía de los balances, el fútbol no había olvidado su dimensión humana o hasta si se quiere sentimental.

Sirvan estas líneas como tardío homenaje no ya a los citados, sino a cuantos modestos del cuero pusieron un día, sólo durante unas horas, crespón negro al césped, antes que Pedro Berruezo, considerado por tantas voces primer futbolista español en caer con las botas puestas.




Campeonato del mundo sub’20 1999 (II): la confección del equipo

Iñaki Sáez hizo pública la lista definitiva de convocados para el Campeonato del Mundo sub’20 de Nigeria 1999 el 24 de marzo, sólo diez días antes de la inauguración del torneo. Largos meses de pruebas, entrenamientos, partidos, visitas, conversaciones y visionado de cintas se traducían por fin en dieciocho nombres cuyo anuncio no encontró más repercusión que la que ofrecen los apartados de noticias breves en los diarios. Ni siquiera los deportivos se hicieron demasiado eco, ocupados como estaban con la concentración de la selección absoluta de José Antonio Camacho para los partidos contra Austria y San Marino de clasificación para la Euro’2000 y, sobre todo, siguiendo la odisea de los internacionales yugoslavos para escapar de los recién iniciados bombardeos de la OTAN por la guerra de Kosovo.

Ese escaso impacto mediático era, ciertamente, bastante comprensible. No sólo había temas de mayor interés para el aficionado medio, sino que entre aquellos jóvenes apenas había un par de nombres reconocibles para la mayoría de los seguidores. A diferencia de lo que había ocurrido por ejemplo en 1995, cuando la presencia en el combinado nacional sub’20 de los principales estandartes de las canteras de Real Madrid y Barcelona, Raúl González e Iván de la Peña, había disparado el interés de la afición española por el Campeonato del Mundo juvenil, en esta ocasión la mayor parte de los futbolistas eran prácticamente unos desconocidos para el gran público y esa circunstancia terminaba por relegar a un lógico segundo plano al Mundial sub’20 de Nigeria.

De hecho, si antes del torneo los elegidos por Sáez consiguieron aparecer en una portada del diario Marca (la del 31 de marzo, en una esquina y con foto cortada) fue por mostrar su apoyo al periódico deportivo, a cuyos enviados especiales las autoridades nigerianas habían denegado el visado por culpa, presuntamente, de un reportaje publicado veinte días antes sobre los problemas de seguridad y salubridad del país africano, el único tema relacionado con el Campeonato del Mundo que parecía noticiable. El tiempo demostraría que, pese a su tono alarmista, el artículo no se alejaba mucho de la realidad, pero al parecer molestó demasiado a alguien importante en la burocracia de la nación organizadora. Tras la queja de Marca en su portada del día 30, acompañada de nuevos e inquietantes datos (como un informe del Ministerio de Exteriores español que recomendaba no viajar a Nigeria por turismo), y la recriminación del gobierno de España y de la propia FIFA, la embajada nigeriana terminaría dando marcha atrás y un redactor del diario madrileño pudo finalmente cubrir el evento.

"Portadas de Marca de los días 30 y 31 de marzo de 1999. En la del 31 aparecen, a la derecha, algunos miembros de la selección española sub'20 solidarizándose con el diario".

«Portadas de Marca de los días 30 y 31 de marzo de 1999. En la del 31 aparecen, a la derecha, algunos miembros de la selección española sub’20 solidarizándose con el diario».

Pero, más allá de esas cuitas diplomáticas, deportivamente la cita no interesaba demasiado y la discreta actuación del equipo nacional en el Europeo sub’18 de Chipre tampoco ayudaba a generar expectación: a juzgar por su trayectoria, España no llegaría a Nigeria como una de las selecciones favoritas al título. Caprichos del destino, o de los dioses, o de lo que ustedes quieran, el 24 de abril de 1999, exactamente un mes después de que se publicara la convocatoria, la selección española derrotaba a Japón en el Estadio Nacional de Lagos y se alzaba con su primer (y hasta la fecha único) Mundial sub’20. Y entonces sí: el equipo copó por méritos propios las portadas de la prensa nacional. Pero todo a su tiempo.

Porque, si bien sólo los protagonistas de aquella gesta pasarían a la historia del fútbol español, hubo otros muchos futbolistas que también tuvieron su pequeña parte de responsabilidad en el éxito cosechado en Nigeria, ya fuera por su participación durante la fase de clasificación o por su presencia en los diversos torneos amistosos y concentraciones que ayudaron al seleccionador a conformar el plantel definitivo. Como los campeones del mundo sub’20 de 1999, unos tendrían más fortuna que otros en su carrera posterior, pero justo es que se les nombre a todos ellos en un mismo artículo. Y a eso vamos.

Para empezar, conviene precisar que casi todos los futbolistas que aparecerán de aquí en adelante habían tenido ya alguna experiencia en otras categorías de la selección española; categorías en las que coincidieron con otros muchos jugadores que también pueden presumir de haber compartido vestuario con algunos de los futuros campeones del mundo juveniles y de haber colaborado en mayor o menor medida en la formación de aquel grupo. Este artículo, empero, se centra únicamente en las variaciones en la composición de la selección sub’18 desde que arrancó aquel ciclo mundialista sub’20 en la temporada 1997/1998: retrotraernos hasta la primera convocatoria de la sub’15 supondría perder perspectiva sobre el tema principal y alargar el texto hasta límites inabarcables para casi cualquier lector, por muy paciente que sea. En cualquier caso, quien tenga interés por conocer esos primeros pasos de la generación de 1979 encontrará en el «Todo sobre todas las selecciones» de Félix Martialay material más que de sobra para satisfacer su curiosidad.

Como quedó dicho en el artículo publicado en «Cuadernos de Fútbol» el mes pasado, la fase de clasificación para el Campeonato de Europa sub’18 de 1998 había comenzado para España en octubre en 1997, con una liguilla a doble vuelta frente a Italia y Bélgica. Un total de veintidós jugadores, de los que sólo nueve acabarían viajando a Nigeria año y medio después, estuvieron presentes en alguno de esos cuatro primeros partidos:

Porteros: Juantxo Elía (Osasuna) y Dani Mallo (Deportivo de La Coruña).

Defensas: Francisco Javier Jusué y Pablo Orbaiz (Osasuna), Félix Robles y Juan Francisco Leo Bermejo (Real Madrid), Helio Álvarez Barrera (Real Oviedo), Samuel Baños (Sporting de Gijón), Moisés Pereiro (FC Barcelona) y Sergio Pelegrín (RCD Espanyol).

Centrocampistas: Xavi Hernández, Mario Rosas y Antonio Hidalgo (FC Barcelona), Gonzalo Colsa (Racing de Santander), David Sousa (Real Madrid), Miguel Ángel Núñez (UD Las Palmas) y José Javier Barkero (Real Sociedad).

Delanteros: Pablo Couñago (Celta de Vigo), Rubén Suárez (Sporting de Gijón), Gabri García (FC Barcelona), Álex Lombardero (CD Lugo) y Francisco Javier Aguilera Cortés (Atlético de Madrid).

El oviedista Helio Álvarez (defensa que debutó en Primera con dieciséis años pero que luego desarrolló casi toda su carrera en equipos asturianos de divisiones inferiores), Francisco Javier Aguilera Cortés (delantero de la cantera del Atlético de Madrid que tampoco pudo descollar en su trayectoria posterior) y el central Samuel Baños (salido de la prolífica cantera del Sporting de Gijón, jugó también en Segunda en Murcia, Xerez, Levante, Alcorcón y Sabadell) ya no volverían a ser citados con esta generación.

Tras dejar asegurado el pase al play-off de acceso a la fase final del Campeonato de Europa, el bloque de esa sub’18 viajó a Uruguay para disputar el «Memorial Álvaro Fabián Perea Berrospe» a comienzos de febrero de 1998. Iñaki Sáez introdujo media docena de caras nuevas en el equipo (entre las que se encontraban las de varios habituales en las convocatorias de esta generación en otras categorías), pero sólo dos de esos futbolistas (Aranzubia y Varela) volverían a contar luego para el seleccionador:

Porteros: Juantxo Elía (Osasuna) y Dani Aranzubia (Athletic Club).

Defensas: Francisco Javier Jusué y Pablo Orbaiz (Osasuna), Félix Robles y Juan Francisco Leo Bermejo (Real Madrid), Moisés Pereiro (FC Barcelona) y Francisco José Cordero «Rubio» (Sevilla FC).

Centrocampistas: Fernando Varela (Real Betis), Antonio Hidalgo (FC Barcelona), Gonzalo Colsa (Racing de Santander), Miguel Ángel Núñez (UD Las Palmas), Miguel Ángel García Tébar (Albacete) y David Cuéllar (Athletic Club).

Delanteros: Pablo Couñago (Celta de Vigo), Rubén Suárez (Sporting de Gijón), Álex Lombardero (CD Lugo) y Alejandro Castro «Jandro» (Valencia CF).

En el torneo uruguayo se despedirían del grupo Antonio Hidalgo (entonces en los juveniles del Barça y que luego pasó por Tenerife, Málaga, Zaragoza, Osasuna y Albacete antes de recalar en Sabadell) y su compañero Moisés Pereiro (que tras salir de la cantera culé pasó por Racing de Ferrol, Zamora o Montañeros), si bien este último, al haber nacido en 1980, todavía pudo acudir a algún partido más con la siguiente generación de internacionales sub’18. De ente los «novatos», Miguel García (juvenil del Albacete, recordado por el infarto que sufrió en pleno partido cuando pertenecía al Salamanca y que puso punto final a su carrera en 2010), Alejandro Castro «Jandro» (perla asturiana del Valencia,  no llegó a cuajar en Primera con Celta y Alavés y ha acabado asentándose en Girona tras pasar por el Nàstic de Tarragona), Francisco José Cordero «Rubio» (del juvenil del Sevilla pasó al filial del Barça para acabar volviendo al  Sevilla B, previa parada en el Mensajero, y luego jugó para Granada, Reus, Tomelloso o Atlético Sanluqueño) y David Cuéllar (centrocampista navarro que apenas tendría oportunidades en sus dos etapas en el primer equipo del Athletic Club y que también jugaría en Elche, Nàstic, Murcia o Salamanca) tampoco regresarían a la selección tras aquella experiencia en Sudamérica.

Mientras Iñaki Sáez dirigía a ese combinado catalogado como sub’20 en el país charrúa, Juan Santisteban reunía a una sub’18 un tanto especial para jugar la tradicional «Copa del Atlántico» que se celebra anualmente en el amable invierno grancanario. La idea de la Federación Española era aprovechar la coincidencia de ambos torneos amistosos para probar al mayor número posible de candidatos para reforzar el equipo que se jugaba la presencia mundialista; así, junto con algunos jugadores del 80 que deberían formar la selección juvenil de la temporada 1998/1999, el técnico sevillano trabajó también con varios chavales nacidos en 1979 que podrían ayudar a España a clasificarse para el Mundial de Nigeria. Esos futbolistas fueron:

Portero: Dani Mallo (Deportivo de la Coruña).

Defensas: Yago Yao Alonso-Fueyo (Sporting de Gijón), Gaspar Gálvez (Atlético de Madrid) y Carlos Laza Quintana (Racing de Santander).

Centrocampistas: Antonio Manuel Sánchez Gómez (Real Madrid), Fernando Soriano (Real Zaragoza) y Fran Yeste (Athletic Club).

Delantero: Koldo Leoz (Osasuna).

Los demás jugadores convocados para esa edición de la Copa del Atlántico habían nacido, como decía, en 1980: de todos ellos sólo Xavi Hernández (FC Barcelona) estaba realmente en los planes de Iñaki Sáez para el Mundial sub’20, por lo que he preferido omitir sus nombres. De los futbolistas nacidos en 1979 arriba indicados ya no volverían a tener más oportunidades en esta peculiar carrera mundialista Yago Yao Alonso-Fueyo (canterano del Sporting de Gijón que también jugó en el Celta de Vigo, Oviedo, Cádiz o Levante antes de enrolarse en el Coruxo, donde aún permanece), Carlos Laza (que no pasó del filial del Racing de Santander), Manu Sánchez (malagueño formado en el Real Madrid que vivió una de las mejores etapas del Málaga antes de recalar en el Hércules y retirarse en Antequera) y Koldo Leoz (futbolista de la cantera de Osasuna cuya carrera, tras pasar un año cedido en Sabadell y dejar el filial rojillo, discurrió por categorías regionales; actualmente es concejal de deportes en el Ayuntamiento de Estella).

En cualquier caso, ninguno de los jugadores a prueba durante esa Copa del Atlántico de 1998 (que para España acabó a las primeras de cambio, al caer en semifinales por 2-3 ante Dinamarca) formó parte del equipo que con tanto sufrimiento superó a Israel en el play-off del Europeo. Sólo el portero Dani Mallo y Xavi Hernández estuvieron en ambas convocatorias, pero como los dos habían estado presentes también en todos los encuentros de clasificación anteriores parecía claro que ellos no habían ido a Gran Canaria como simples meritorios. En la dura eliminatoria contra los hebreos el seleccionador utilizó estos diecinueve jugadores:

Porteros: Juantxo Elía (Osasuna) y Dani Mallo (Deportivo de La Coruña).

Defensas: Francisco Javier Jusué y Pablo Orbaiz (Osasuna), Félix Robles y Juan Francisco Leo Bermejo (Real Madrid) y Sergio Pelegrín (RCD Espanyol).

Centrocampistas: Fernando Varela (Real Betis), Xavi Hernández, Mario Rosas y Jofre Mateu (FC Barcelona), Gonzalo Colsa (Racing de Santander), Gerard López (Valencia CF), David Sousa (Real Madrid), Miguel Ángel Núñez (UD Las Palmas) y José Javier Barkero (Real Sociedad).

Delanteros: Pablo Couñago (Celta de Vigo), Rubén Suárez (Sporting de Gijón) y Álex Lombardero (CD Lugo).

El doble enfrentamiento contra Israel sirvió para que Gerard López (ausente del equipo hasta esos dos partidos) dejara claro que por aquel entonces era, muy probablemente, el mejor futbolista español de esa generación, pero también para que Sergio Pelegrín (central criado en el Espanyol, pasó por varios equipos de Segunda B y por Salamanca y Rayo Vallecano en Segunda antes de llegar a su actual club, el Elche) y Miguel Ángel Núñez (canterano de la U.D. Las Palmas que llegó a jugar en Primera con el Numancia en la temporada 2004/2005 antes de recalar en el Universidad de Las Palmas, Atlético Baleares o Vecindario) dijeran adiós al equipo nacional. Los dos habían participado durante la fase de clasificación y, en el caso del canario, también en el torneo de Uruguay, pero no convencieron a Sáez para ir a la fase final del Europeo sub’18 y tampoco pudieron reengancharse después.

De cara a ese decisivo campeonato continental el seleccionador español apostó por el mismo bloque que había superado aquel play-off: además de las dos bajas comentadas, la única novedad fue la reincorporación del polivalente futbolista azulgrana Gabri, que ya había jugado algunos partidos previos. Estos fueron, por tanto, los dieciocho seleccionados que lograrían en Chipre una agónica clasificación para el Mundial sub’20:

Porteros: Juantxo Elía (Osasuna) y Dani Mallo (Deportivo de La Coruña).

Defensas: Francisco Javier Jusué y Pablo Orbaiz (Osasuna), Félix Robles y Juan Francisco Leo Bermejo (Real Madrid).

Centrocampistas: Fernando Varela (Real Betis), Xavi Hernández, Mario Rosas y Jofre Mateu (FC Barcelona), Gonzalo Colsa (Racing de Santander), Gerard López (Valencia CF), David Sousa (Real Madrid) y José Javier Barkero (Real Sociedad).

Delanteros: Pablo Couñago (Celta de Vigo), Rubén Suárez (Sporting de Gijón), Álex Lombardero (CD Lugo) y Gabri García (FC Barcelona).

Pasado el susto de Larnaca, el portero Juantxo Elía (de Osasuna, jugó también en el Murcia antes de retirarse prematuramente por una lesión de espalda), titular durante la clasificación pero que en Chipre había sido suplente de Dani Mallo, ya no volvería a ser citado por el seleccionador, al igual que el central Félix Robles (perteneciente entonces al Real Madrid, desarrolló su carrera posterior en Onda, Ávila o Móstoles), un fijo para Sáez hasta ese momento. Tampoco regresaría el extremo Jofre Mateu (canterano del Barcelona, destacó en Levante, Espanyol, Murcia, Rayo Vallecano y Valladolid antes de recalar en Girona), futbolista nacido en 1980 que había estado en el Campeonato de Europa de Chipre adelantándose un año a su generación y que se reenganchó a la siguiente sub’18, la que le correspondía por edad: con ella sufriría en marzo de 1999 una lesión de rodilla que terminaría por descartarle definitivamente para el Mundial sub’20.

Con el inicio de la temporada 1998/1999 llegaba el momento de que cada jugador se ganara un puesto en el fútbol profesional: los minutos acumulados en sus respectivos equipos serían fundamentales tanto para acelerar su desarrollo futbolístico y humano como para formar parte de la selección española en el Campeonato del Mundo. Sobre todo porque el combinado que participaría en el Mundial sub’20 de Nigeria no volvió a disputar un partido hasta enero de 1999, en una nueva edición de la «Copa del Atlántico» que el seleccionador aprovechó para seguir viendo candidatos y, especialmente, para resolver parte de las dudas que le generaba la retaguardia del equipo.

En esa edición participaron seis equipos: la selección juvenil canaria, la de Dinamarca y las sub’20 de España, Alemania, Portugal y Estados Unidos, estas cuatro clasificadas para Nigeria 1999. Con la baja de Xavi (que alternaba el primer equipo del F.C. Barcelona con el filial) y Gerard (cedido por el Valencia en el Alavés), que eran sus principales jugadores ya habituales en Primera División, España entró en el torneo directamente en semifinales: ahí derrotó por la mínima a Estados Unidos (1-0, gol de Pablo Couñago) y luego se llevó el título al vencer en la prórroga de la final a Alemania (2-1, con goles de David Sousa y Benthin en propia puerta para España y de Schaper para los germanos). La convocatoria española para el torneo grancanario, disputado a poco más de dos meses del ansiado Mundial sub’20, estuvo formada por los siguientes jugadores:

Porteros: Dani Mallo (Deportivo de La Coruña) y Dani Aranzubia (Athletic Club).

Defensas: Francisco Javier Jusué y Pablo Orbaiz (Osasuna), Juan Francisco Leo Bermejo (Real Madrid), Carlos Marchena (Sevilla FC) y Pablo Coira (SD Compostela).

Centrocampistas: Fernando Varela (Real Betis), Gonzalo Colsa (CD Logroñés), David Sousa (Real Madrid), Fernando Soriano (Real Zaragoza), Iker Urraka y Fran Yeste (Athletic Club) y José Javier Barkero (Real Sociedad).

Delanteros: Pablo Couñago (CD Numancia), Rubén Suárez (Sporting de Gijón), Álex Lombardero (CD Lugo) y Pedro Vega (UD Las Palmas).

En esa Copa del Atlántico dirían adiós al equipo dos habituales: David Sousa (centrocampista perteneciente al Real Madrid que estuvo luego en Valladolid, Getafe, Rayo o Albacete), quien, al igual que Jofre, era de la generación del 80 y se incorporó a la siguiente sub’18; y el portero Dani Mallo (del Deportivo de La Coruña, hoy en el Lugo tras pasar por el Girona), que había sido el suplente de Juantxo Elía durante la fase de clasificación pero que luego había sido titular (por delante de Elía) en la fase final del Europeo. El jugador local Pedro Vega (que salió de la U.D. Las Palmas para jugar en Segunda con el Polideportivo Ejido y el Levante antes de regresar al club en el que se formó, donde se retiró del fútbol profesional al final de la pasada temporada) tuvo en Canarias su primera ocasión para intentar demostrar al seleccionador que podía tener un hueco en el equipo definitivo, pero no logró impresionar lo suficiente a Iñaki Sáez como para volver a ser llamado. Y tampoco lo consiguió Fernando Soriano (canterano del Real Zaragoza que parece definitivamente asentado en la U.D. Almería tras un breve paso por Osasuna), uno de esos jugadores de 1979 que habían disputado la Copa del Atlántico el año anterior.

En cambio, Dani Aranzubia, que no había vuelto a una convocatoria desde aquel torneo en Uruguay un año antes, y Pablo Coira, lateral derecho sin experiencia internacional pero establecido como titular indiscutible en la S.D. Compostela en Segunda División, convencieron a Iñaki Sáez en los minutos que disputaron en Canarias no sólo para viajar a Nigeria, sino para hacerlo como titulares. Y, paradojas de la vida, el central que el técnico vizcaíno estaba buscando para terminar de ajustar la defensa resultó que jugaba en su club como mediocentro: Carlos Marchena, debutante como Coira en una selección de cualquier categoría, había disputado esa temporada una docena de partidos en Segunda División con el Sevilla, casi siempre como pivote defensivo; sin embargo, Sáez encontró en él al líder que la zaga española necesitaba.

Con el sevillista atrás, Pablo Orbaiz se asentó definitivamente en el centro del campo (puesto en el que era fijo en Osasuna, aunque en la selección actuaba muchas veces como central), surgiendo así la columna vertebral de un equipo campeón. Además, la presencia de Coira permitiría al seleccionador colocar a Varela en su posición natural, la de centrocampista diestro, ya que hasta entonces había usado al bético mayoritariamente como lateral. La última nota destacada de la Copa del Atlántico de 1999 fue la reincorporación definitiva de Fran Yeste, que por entonces comenzaba a asomar la cabeza en el primer equipo del Athletic, tras un año ausente de la selección.

Después de aquel torneo amistoso en enero, Iñaki Sáez sólo dispuso de dos breves concentraciones de dos días para entrenar en Madrid con los jugadores que se mantenían en sus planes de cara al ya inminente Mundial sub’20. Para la primera tanda, celebrada los días 2 y 3 de marzo de aquel 1999, el seleccionador contó con veinticinco futbolistas:

Porteros: Dani Aranzubia (Athletic Club) e Iker Casillas (Real Madrid).

Defensas: Francisco Javier Jusué (Osasuna), Juan Francisco Leo Bermejo (Real Madrid), Carlos Marchena (Sevilla FC), Pablo Coira (SD Compostela), Gaspar Gálvez y Roberto Rodríguez Durán (Atlético de Madrid), Álvaro Rubio (Real Zaragoza) y David Bermudo (FC Barcelona).

Centrocampistas: Pablo Orbaiz (Osasuna), Fernando Varela (Real Betis), Gonzalo Colsa (CD Logroñés), Xavi Hernández y Mario Rosas (FC Barcelona), Iker Urraka y Fran Yeste (Athletic Club), José Javier Barkero y Mikel Aranburu (Real Sociedad) y Gerard López (Deportivo Alavés).

Delanteros: Pablo Couñago (CD Numancia), Rubén Suárez (Sporting de Gijón), Gabri García (FC Barcelona), Sergio Francisco Ramos (Real Sociedad) y David Asensio López (Athletic Club).

Cabe destacar que, pese a estar citados, los jugadores de la Real Sociedad Mikel Aranburu y Sergio Francisco Ramos no pudieron acudir por culpa de sendas lesiones. En esa concentración se produjo el corte definitivo: dieciocho de estos futbolistas, supuestamente los elegidos para el Mundial sub’20, serían convocados dos semanas más tarde para una nueva sesión de entrenamientos a celebrar los días 16 y 17. Siete fueron, por tanto, los descartes de Iñaki Sáez entre ambas miniconcentraciones y el primero a quien hay que mencionar es sin duda Juan Francisco Leo Bermejo, hasta entonces uno de los indiscutibles para el seleccionador nacional. Fichado por el Real Madrid en edad juvenil procedente del Espanyol y cuarenta veces internacional en categorías inferiores, Leo había sido titular en todos los partidos de esta selección, pero sufrió una luxación de hombro jugando con el Real Madrid C después de la primera tanda de entrenamientos de marzo y el club merengue desaconsejó su viaje a Nigeria. Además de aquella inoportunísima lesión, este lateral izquierdo sufriría muchas más (y de gran importancia) en su carrera posterior y no terminaría de despegar en ninguno de los numerosos clubes a los que perteneció (Villarreal, Jaén, Alcoyano, Huesca o Lorca, entre otros).

Además del desafortunado Leo Bermejo, a la primera tanda de entrenamientos de marzo también acudieron dos defensas del Atlético de Madrid: Roberto Rodríguez Durán (que no había estado antes con este grupo y que luego jugaría en Extremadura, Talavera o Cacereño) y Gaspar Gálvez (conocido por su paso por Atlético, Oviedo, Valladolid, Albacete, Alavés, Córdoba y Mirandés, y que ha recalado este invierno en Huesca). A pesar de que no había vuelto a ser convocado desde entonces, Gaspar ya había estado en la Copa del Atlántico de 1998; a la de 1999 había acudido Iker Urraka (centrocampista formado en el Athletic Club que se retiró en 2011 tras pasar por multitud de equipos de la Segunda División B), pero ninguno de ellos pudo superar este último corte. Tampoco lo consiguió su compañero en el Athletic David Asensio (delantero que más adelante jugaría para Extremadura, Alicante, Eibar, Palencia y Beasain), citado a última hora para sustituir al lesionado Sergio Francisco Ramos (cuya carrera discurrió luego por la Segunda B y que hoy entrena al histórico Real Unión de Irún, el club de su ciudad y en el que más tiempo estuvo como jugador). Sergio Francisco, para quien aquella concentración hubiera supuesto su primera experiencia a las órdenes de Sáez, fue lógicamente otro de los descartados.

Por último, a Mario Rosas (en su día gran promesa del Barça, su innegable calidad sólo se vio con cuentagotas en Salamanca, Cádiz, Castellón, Huesca o Hércules, entre otros equipos) le perjudicó la incorporación de Orbaiz a la línea de medios y acabó corriendo la misma suerte que Sousa, Jofre y David Asensio: por edad todavía podía formar parte de la selección sub’18 que buscaba su hueco en la fase final del Europeo de 1999 y ahí decidió dejarle el técnico vasco, pese a que había estado en el primer partido clasificatorio de 1997 e incluso había disputado la fase final de Chipre. Y es que el único jugador nacido en 1980 que viajó a Nigeria fue un Xavi Hernández que, a diferencia de Mario, empezaba a ganarse definitivamente la confianza del exigente Louis van Gaal en el primer equipo del F.C. Barcelona.

En el lado opuesto se encontraban los tres jugadores para quienes esos entrenamientos de principios de marzo suponían su primera experiencia con la selección sub’20 y que sí lograrían ganarse un puesto en la lista definitiva. Uno de ellos fue Iker Casillas: nacido en 1981, la presencia del mostoleño no sorprendía tanto por su juventud, que nunca había sido un problema para los seleccionadores nacionales a la hora de incorporarlo a equipos por encima de su edad, como por el hecho de que venía de jugar (y ganar) la Meridian Cup. La competición que por entonces enfrentaba a las mejores selecciones sub’17 del año anterior en Europa y África se había disputado entre enero y febrero en Sudáfrica y no parecía lógico, edad aparte, que uno de aquellos jóvenes jugadores repitiera viaje al continente africano menos de un mes y medio después para otro torneo de selecciones. Pero Sáez tenía muy claro cuál era ya el nivel de Casillas y acabó convocando al portero madridista no sólo para esos entrenamientos de marzo, sino también para el Mundial sub’20 y para los dos partidos oficiales que la selección sub’21 debía jugar inmediatamente antes de que arrancase el campeonato en Nigeria.

Con el osasunista Jusué como uno de los fijos (sólo él, Colsa, Rubén Suárez y Pablo Couñago estuvieron en todos los partidos desde octubre de 1997) y el visto bueno del seleccionador a Coira y Marchena en la Copa del Atlántico de 1999, la que sería retaguardia titular terminaría de completarse con la presencia del lateral zurdo David Bermudo. El catalán militaba en el Barcelona C, de Tercera División, y tampoco había jugado nunca con las selecciones inferiores; si había estado en los primeros entrenamientos del mes como una alternativa más, a los segundos acudió ya con el puesto asegurado para el Mundial por el contratiempo sufrido por Leo Bermejo.

En una convocatoria compuesta por sólo dieciocho jugadores con los que disputar hasta siete partidos en veinte días no había demasiado hueco para recambios específicos, así que la capacidad de adaptación a varios puestos resultó clave para conseguir un sitio. Por ello, aunque obviamente no fuera el único motivo, los Varela, Gabri, Rubén Suárez o Gonzalo Colsa siempre se mantuvieron en los planes de Sáez, y quizás también por esa razón el tercer novato que se ganó una plaza en el equipo definitivo en esas concentraciones previas fue el canterano zaragocista Álvaro Rubio, otro central polivalente que, como Orbaiz y Marchena, podía jugar en el centro del campo.

En resumen, los dieciocho futbolistas reunidos en Madrid los días 16 y 17 de marzo eran quienes teóricamente deberían figurar en la lista definitiva de convocados que se anunciaría la siguiente semana. Y prácticamente así fue: salvo un jugador, la convocatoria final fue la misma que la de estos últimos entrenamientos, dos jornadas que incluyeron una vacunación contra la fiebre amarilla y la hepatitis B y un amistoso contra el filial del Real Madrid que la selección perdió por 1-0. Esa penúltima lista es la que figura a continuación:

Porteros: Dani Aranzubia (Athletic Club) e Iker Casillas (Real Madrid).

Defensas: Francisco Javier Jusué (Osasuna), Carlos Marchena (Sevilla FC), Pablo Coira (SD Compostela), Álvaro Rubio (Real Zaragoza) y David Bermudo (FC Barcelona).

Centrocampistas: Pablo Orbaiz (Osasuna), Fernando Varela (Real Betis), Gonzalo Colsa (CD Logroñés), Xavi Hernández (FC Barcelona), Fran Yeste (Athletic Club), José Javier Barkero y Mikel Aranburu (Real Sociedad) y Gerard López (Deportivo Alavés).

Delanteros: Pablo Couñago (CD Numancia) Rubén Suárez (Sporting de Gijón) y Gabri García (FC Barcelona).

Así que el único futbolista que fue convocado para los segundos entrenamientos de marzo de 1999 pero no figuró en la lista definitiva para ir al Mundial sub’20 fue Mikel Aranburu. El de Azpeitia llevaba casi mes y medio jugando habitualmente como titular en el primer equipo de la Real Sociedad y, por esa misma razón, se perfilaba como uno de los puntales del centro del campo español pese a carecer de experiencia en las selecciones inferiores; sin embargo, una contractura le había impedido acudir a la primera concentración de marzo y una inoportuna gripe le obligó a quedarse en casa también durante la segunda. Leves molestias que, no obstante, no le impidieron disputar todos los encuentros ligueros del equipo donostiarra en aquel mes de marzo, lo cual ha contribuido a levantar ciertas suspicacias sobre los verdaderos motivos de su ausencia.

Sobre todo porque el que luego se convirtiera en capitán del equipo txuri-urdin hasta su retirada en 2013 nunca ha escondido sus ideas nacionalistas, apoyando pública y continuamente la lucha por el reconocimiento oficial de la selección de Euskadi, entre otras muchas reivindicaciones. Sin embargo, en una entrevista publicada en el imprescindible libro «La patria del gol: fútbol y política en el Estado español» de Daniel Gómez Amat (2007, Alberdania) el propio jugador señalaba que, aunque no había sido nunca internacional, fue convocado dos veces por la selección española sub 20 «pero no fui porque en una estaba enfermo y en otra lesionado, y luego ya no me volvieron a llamar«. Es decir, lo mismo que contaron los medios en marzo de 1999. Unas líneas más abajo Aranburu comentaba que, en caso de una hipotética llamada de la selección absoluta española, le daría las gracias al seleccionador por el reconocimiento que eso supondría pero no acudiría a la convocatoria. Por ello resulta lógico pensar que, si realmente hubiera renunciado al Mundial sub’20 de 1999 por sus ideas políticas, una persona de su sinceridad no habría tenido reparo alguno en decirlo ocho años después en esa misma entrevista. Quisiera ir o no a Nigeria con la selección española, parece que nunca tuvo que enfrentarse a tal decisión.

Debido a que no había podido trabajar con él en ningún momento a lo largo de todo este proceso de formación del equipo, Iñaki Sáez prefirió prescindir de Aranburu y reforzar la parcela ofensiva de la selección sub’20 con el jugador del Lugo Álex Lombardero, futbolista que podía jugar en todas las posiciones del frente de ataque (especialmente como extremo diestro o segundo punta) y que había sido el segundo máximo goleador español en la fase de clasificación para el Europeo sub’18. Con el reenganche del gallego, que había estado presente en todas las convocatorias anteriores salvo en las de los entrenamientos de marzo de 1999, se completaba la relación de dieciocho futbolistas que, en principio, viajarían a Nigeria:

Porteros: Dani Aranzubia (Athletic Club) e Iker Casillas (Real Madrid).

Defensas: Francisco Javier Jusué (Osasuna), Carlos Marchena (Sevilla FC), Pablo Coira (SD Compostela), Álvaro Rubio (Real Zaragoza) y David Bermudo (FC Barcelona).

Centrocampistas: Pablo Orbaiz (Osasuna), Fernando Varela (Real Betis), Gonzalo Colsa (CD Logroñés), Xavi Hernández (FC Barcelona), Fran Yeste (Athletic Club), José Javier Barkero y Mikel Aranburu (Real Sociedad) y Gerard López (Deportivo Alavés).

Delanteros: Pablo Couñago (CD Numancia), Rubén Suárez (Sporting de Gijón), Gabri García (FC Barcelona) y Álex Lombardero (CD Lugo).

Pero esa convocatoria tan discretamente anunciada el 24 de marzo resultó no ser la definitiva. Antes de viajar al Mundial sub’20, Gerard, Xavi y Casillas debían incorporarse a la selección sub’21 para jugar dos partidos de clasificación para la fase final del Europeo de la categoría. El día 26 de marzo Austria encajó un 4-0 en el Ciudad de Valencia que no fue ni mucho menos la mayor de las goleadas que sus equipos nacionales recibirían aquella semana a orillas del Turia, puesto que la noche siguiente se produciría el recordado 9-0 que volvió a enganchar definitivamente a la afición española al carro de la nueva selección de Camacho. La sub’21 puso rumbo entonces a Enschede, Países Bajos, para disputar el 30 de marzo el primero de los duelos que decantaría a favor de España el liderato de aquel grupo de clasificación. Mientras tanto, la sub’20 se quedaba concentrada en Madrid, desde donde volaría a Amsterdam el día 31 para recoger a Sáez, Gerard, Xavi, Casillas y al resto de miembros del equipo técnico y federativo e iniciar desde allí el viaje al país africano.

Y el azar, los dioses, el destino o aquello en lo que cada uno crea quisieron que Gerard López (Alavés, Valencia, Barcelona, Mónaco, Recreativo de Huelva y Girona fueron sus equipos profesionales) no subiera nunca a ese último avión. A falta de siete minutos para finalizar el duelo ante los neerlandeses (que acabaría con 0-1 para España con gol de Albert Luque) el centrocampista catalán entraba al campo sustituyendo a Xavi y poco después recibía un golpe en el pómulo izquierdo que le obligaba a abandonar el terreno de juego. Al día siguiente, en vez de coger el vuelo a Lagos con la sub’20, Gerard regresó a Madrid con el resto de la sub’21 para someterse a una exploración más en profundidad.

En ella se confirmó el peor diagnóstico: fractura del arco cigomático y un periodo de baja que los doctores estimaron en un mes. Con una máscara protectora sobre el rostro, Gerard volvería a jugar sólo doce días más tarde, el 11 de abril de 1999, pero el que debía haber sido el segundo Mundial sub’20 de su carrera había terminado para él antes de empezar: esa tarde no saltó al césped del estadio Liberation de Port Harcourt para enfrentarse a Honduras, sino al del estadio vitoriano de Mendizorroza en el que el Alavés recibía al Deportivo de La Coruña en partido de Liga.

En su lugar Iñaki Sáez decidió llamar a otro delantero centro, en parte para reforzar un ataque que quedaba cojo sin los goles que aportaba Gerard llegando desde atrás y en parte para premiar a otro joven de gran proyección: David Aganzo (Real Madrid), nacido como Iker Casillas en 1981 y que, al igual que su compañero, venía de ganar la Meridian Cup en Sudáfrica. Su llegada a Nigeria, acompañado por el preparador físico Carlos Lorenzana, fue el perfecto ejemplo del caos organizativo imperante en el país anfitrión: a pesar de que la FIFA se encargaba de todos los traslados de los participantes, un error en la comunicación de los horarios hizo que nadie acudiera al aeropuerto para recoger a los dos españoles y ambos tuvieron que buscarse la vida por sus propios medios para llegar al hotel de concentración en la ciudad de Calabar.

Con esa incorporación de ultimísima hora quedaba definitivamente conformada la plantilla que acabaría conquistando el Campeonato del Mundo sub’20 de Nigeria 1999. Los entonces casi anónimos Dani Aranzubia, Iker Casillas, Pablo Coira, Carlos Marchena, Francisco Javier Jusué, David Bermudo, Álvaro Rubio, Pablo Orbaiz, Xavi Hernández, Gonzalo Colsa, Fernando Varela, Fran Yeste, José Javier Barkero, Gabri García, Álex Lombardero, Rubén Suárez, Pablo Couñago y David Aganzo sólo necesitarían tres semanas  de victorias y buen juego para que sus nombres quedaran grabados para siempre en la historia futbolística española. Pero la treintena de futbolistas que compartieron con ellos algún tramo de ese mágico viaje y que han quedado en el olvido seguro que también sienten aquel éxito como algo suyo. Y es que, al menos en parte, sí que lo es.

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Fuentes consultadas:

Gómez Amat, Daniel: «La patria del gol: fútbol y política en el Estado español» (2007), Alberdania.

Martialay, Félix: «Todo sobre todas las selecciones» (2007), Ed. Librerías Deportivas Esteban Sanz.

Hemeroteca diarios «Marca» y «El Mundo Deportivo» (marzo 1999).

www.bdfutbol.com

Agradecimientos: Fernando Carreño.




V Copa de Europa 1959/60: Real Madrid CF

El duelo entre el Real Madrid y el CF Barcelona traspasó las fronteras españolas para extenderse a las competiciones europeas. Los azulgrana había dominado en el panorama nacional frente a un Real Madrid intratable. Desde un principio un posible final hispana incluso entraba en la lógica, siempre y cuando los otros aspirantes a desbancar a los blancos fuesen debidamente superados.
De nuevo los rivales más importantes de los equipos españoles procedían de Inglaterra e Italia. El Wolverhampton Wanderers repetía por segundo año consecutivo y esperaba superar la actuación de la edición anterior. Para el AC Milan era su tercera presencia.
En otro sentido, el KuPS, campeón finlandes, se retiró de la competición una vez que ya estaba emparejado con el campeón de Alemania Occidental, sin motivo relavente que no sea por cuestiones económicas y por su reducido margen de competitividad.

Participantes:

PARTICIPANTES EN LA V EDICIÓN (número de participaciones incluida la presente temporada)

FSG Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental)
ASK Vorwärts Berlin (Alemania Oriental)
Wiener SC (Austria)
RSC Anderlecht (Bélgica)
CDNA Sofia (Bulgaria)
ČH Bratislava (Checoslovaquia)
B1909 Odense (Dinamarca)
Glasgow Rangers FC (Escocia)
CF Barcelona (España)
Real Madrid CF (España)
KuPS Kuopio (Finlandia)
OGC Nice (Francia)
Olympiakos SF Pireas (Grecia)
Sparta Rotterdam (Holanda)
Csepel SC (Hungría)
Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra)
Linfield AFC (Irlanda del Norte)
Shamrock Rovers FC (Irlanda)
AC Milan (Italia)
AS La Jeunesse d’Esch sur Alzette (Luxemburgo)
ŁKS Łodż (Polonia)
FC Porto (Portugal)
Petrolul Ploieşti (Rumanía)
IFK Göteborg (Suecia)
BSC Young Boys Bern (Suiza)
Fenerbahçe SK İstanbul (Turquía)
FK Crvena zvezda Beograd (Yugoslavia)

Estos fueron los campeones de liga de países en ese momento miembros de la UEFA de la temporada 1958* o 1958/59 que no participaron en la V Copa de Europa: Partizani Tirana (Albania*), ÍA Akranes (Islandia*), Lillestrøm SK (Noruega) y Spartak Moskva (Unión Soviética*).
Desarrollo:

Se mantuvo el formato de la edición anterior, con una primera ronda para conformar los octavos de final de la que quedaba exento el vigente campeón, el Real Madrid CF, y unos equipos por sorteo.

En el caso de empate en el global de una eliminatoria se tenía que jugar un partido de desempate en un terreno neutral acordado por los dos rivales.

Eliminatoria previa> CF Barcelona: CDNA Sofia (Bulgaria)

El primer rival para el CF Barcelona ya era conocido para el público español. En la anterior edición de la Copa de Europa se había enfrentado al Atlético de Madrid. Fue necesario un tercer partido para decidir la eliminatoria a favor de los rojiblancos. De todas formas, El CF Barcelona partía como claro favorito.

Partido de ida:

Resultados previos:

CDNA Sofia:

15/08/1959    Liga Jornada 1           CDNA Sofia – Dunav Ruse                              5-1

22/08/1959    Liga Jornada 2           CDNA Sofia – Botev Plovdiv                            0-0

28/08/1959    Liga Jornada 3           Septemvri Sofia – CDNA Sofia                        1-2

CF Barcelona:

25/08/1959    Amistoso                  CD Condal – CF Barcelona                              3-9

29/08/1959    Carranza Semifinal     CF Barcelona – R Standard CL                         4-3

30/08/1959    Carranza Final           Real Madrid – CF Barcelona                            4-3

El CDNA iba primero, empatado a puntos con el Botev Plovdiv y el el Levski Sofia. En España, todavía sin empezar la liga, el Trofeo Ramón de Carranza había tenido una final muy intensa y emocionante entre el Real Madrid y el CF Barcelona. Consecuencia de ese partido vino la duda de Tejada que finalmente fue resuelta a favor de Ribelles.

copaeuropa013

3 de septiembre de 1959

Sofía, estadio Vasil Levski, 55000 espectadores.

Árbitro: John Clough (Inglaterra).

CDNA Sofia, 2; CF Barcelona, 2.

Goles: 1-0 (16′) Rakarov. 1-1 (30′) Segarra. 1-2 (61′) Martínez. 2-2 (80′) Kolev.

CDNA Sofia: Georgi Naydenov; Kiril Rakarov, Manol Manolov, Nikola Kovachev; Stefan Boshkov, Gavril Stoyanov; Dimitar Milanov, Bogomil Martinov, Panayot Panayotov, Ivan Kolev, Krum Yanev <entrenador: Krum Milev>.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Fernando Olivella, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Enrique Gensana; Enrique Ribelles, Evaristo de Macedo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Ramón Alberto Villaverde <entrenador: Helenio Herrera>.

Empujado por su público el CDNA buscó dominar al CF Barcelona desde el principio. Sin embargo mostraron un jeugo demasiado horizontal, sin arriesgar el balón, confiando en la tremenda potencia de disparo que tenían sus delanteros y la gran llegada de sus defensas. Precisamente su lateral derecho abrió el marcador a lo que replicó el CF Barcelona con dos jugadas: la primera se castigó con penalty que Luis Suárez echó fuera, pero la segunda, a servicio del propio Suárez, Segarra estableció el empate. Tras el descanso los locales aprietan y es un contragolpe en el que Eulogio Martínez adelanta al CF Barcelona. Ramallets se convierte en el jugador más aplaudido tras la insistencia del CDNA, que finalmente obtiene su premio con un gol de Kolev en un lanzamiento que sorprendió al portero barcelonista.

Opinión de los protagonistas:

Stefan Boshkov: «El resultado hay que considerarlo justo: si nosotros dominamos más el Barcelona se mostró más efectivo».

Helenio Herrera: «Ya dije que en el peor de los casos lograríamos el empate».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

CF Barcelona:

13/09/1959    Liga Jornada 1   CF Barcelona – Atlético Bilbao                                 4-1

20/09/1959    Liga Jornada 2   Elche CF – CF Barcelona                                        2-1

CDNA Sofia:

18/09/1959    Liga Jornada 4   CDNA Sofia – Spartak Pleven                                 2-0

Mientras el CF Barcelona cayó en Altabix de manera inesperada, el CDNA preparó su desplazamiento con antelación, aunque conocedor de sus pocas posibilidades.

copaeuropa023

23 de septiembre de 1959

Barcelona, Nuevo Estadio del CF Barcelona, 80 espectadores.

Árbitro: Arthur Edward Ellis (Inglaterra).

CF Barcelona, 6; CDNA Sofia, 2.

Goles: 1-0 (6′) Kubala. 2-0 (11′) Kubala de p. 2-1 (24′) Milanov. 3-1 (39′) Evaristo. 4-1 (45′) Kubala de p. 4-2 (57′) Martinov. 5-2 (68′) Evaristo. 6-2 (78′) Evaristo.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Fernando Olivella, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Enrique Gensana; Eulogio Martínez, Laszlo Kubala, Evaristo de Macedo, Luis Suárez, Zoltán Czibor <entrenador: Helenio Herrera>.

CDNA Sofia: Georgi Naydenov; Kiril Rakarov, Manol Manolov, Nikola Kovachev; Stefan Boshkov, Gavril Stoyanov; Dimitar Milanov, Bogomil Martinov, Panayot Panayotov, Ivan Kolev, Krum Yanev <entrenador: Krum Milev>.

Reaparecieron Kubala y Czibor. La delantera azulgrana era una de las más poderosas del continente y no tuvo piedad contra la mejor condición física de los búlgaros. Antes del cuarto de hora Kubala ya había sentenciado la eliminatoria con dos goles, uno de tiro libre y el otro de penalty. Un fallo de Ramallets permitió al CDNA recortar distancias, pero el final de la primera parte dejó todo finiquitado. La renta era demasiado amplia. En la segunda parte el juego decae en intensidad y el balón recorre las dos áreas. Entonces, de nuevo el CF Barcelona muestra su mayor efectividad y cierra la noche con una amplia goleada.

Opinión de los protagonistas:

Helenio Herrera: «Hemos impuesto un ritmo de juego más rápido. Dejándoles jugar a su ritmo puede perder con ellos cualquier equipo que no sea el Barcelona».

Krum Milev: «Demasiados tantos, tres de ellos vinieron a cosecuencia de dos penaltis y un tiro libre. 3-2 hubiese sido más justo».

Resultados – Eliminatoria previa ida vta tot
AS La Jeunesse d’Esch sur Alzette (Luxemburgo) – ŁKS Łodż (Polonia) 5-0 1-2 6-2
Fenerbahçe SK İstanbul (Turquía) – Csepel SC (Hungría) 1-1 3-2 4-3
OGC Nice (Francia) – Shamrock Rovers FC (Irlanda) 3-2 1-1 4-3
ASK Vorwärts Berlin (Alemania Oriental) – Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra) 2-1 0-2 2-3
Olympiakos SF Pireas (Grecia) – AC Milan (Italia) 2-2 1-3 3-5
CDNA Sofia (Bulgaria) – CF Barcelona (España) 2-2 2-6 4-8
Glasgow Rangers FC (Escocia) – RSC Anderlecht (Bélgica) 5-2 2-0 7-2
ČH Bratislava (Checoslovaquia) – FC Porto (Portugal) 2-1 2-0 4-1
Linfield AFC (Irlanda del Norte) – IFK Göteborg (Suecia) 2-1 1-6 3-7
Wiener Sport-Club (Austria) – Petrolul Ploieşti (Rumanía) 0-0 2-1 2-1
Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental) – KuPS Kuopio (Finlandia) [se retiró]

Propiamente no hubo sorpresas, aunque algunas eliminatorias tuvieron un tanteo global menos previsible. Glasgow Rangers consiguió la máxima diferencia, así como tres equipos, entre ellos el Wolverhampton, pasaron por un gol. Más apuros de los previstos para el AC Milan y el OGC Nice. Por contra, amplio margen para la Jeunesse Esch frente al representante polaco. El Cseple SC confirmó que el fútbol húngaro seguía acusando la intervención soviética al caer ante el Fenerbahçe.

Octavos de final> Real Madrid CF: AS la Jeunesse d’Esch/Alzette (Luxemburgo)

La participación del Real Madrid en la V Copa de Europa se abrió frente a un modestísimo club, compuesto por jugadores aficionados que trabajan principalmente en las minas e hierro de Esch. Hasta ese momento, los representantes luxemburgueses se habían caracterizado por ser unos rivales muy combativos en su terreno, pese a tener muy limitados sus recursos de juego. Todo el mundo sabía que el Real Madrid iba a ganar. Las apuestas estaban en la diferencia de goles.

Partido de ida:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

04/10/1959    Jornada 4          Real Zaragoza – Real Madrid                                  2-2

11/10/1959    Jornada 5          Real Madrid – Atlético Bilbao                                   3-1

18/10/1959    Jornada 6          Elche CF – Real Madrid                                          1-5

En liga el Real Madrid había arrancado como era de esperar demostrando que su ataque era su línea más sólida, especialmente tras su goleada en Altabix, un terreno de juego incómodo.

copaeuropa033

21 de octubre de 1959

Madrid, estadio Santiago Bernabeu, 50000 espectadores.

Árbitro: Julio Campanati (Italia).

Real Madrid CF, 7; AS la Jeunesse d’Esch/Alzette, 0.

Goles: 1-0 (25′) Di Stéfano. 2-0 (34′) Puskás. 3-0 (43′) Herrera. 4-0 (53′) Mateos. 5-0 (62′) Puskás. 6-0 (77′) Herrera. 7-0 (83′) Puskás.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Rafael Lesmes; Juan Santisteban, José María Zárraga; Jesús Herrera, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Francisco Gento <entrenador: Fleitas Solich>.

AS la Jeunesse d’Esch/Alzette: René Hoffmann; Raymond Denis, Victor Heinen; Wladislaw Janik, René Pascucci, Raymond Ruffini; Jules Meurisse, Ernest Jann, Paul May, Marcel Theis, Albert Schaak <entrenador: Georges Berry>.

No hubo ni sorpresa ni historia. Demasiada diferencia en calidad, forma física, experiencia… frente a la ingenuidad de un equipo que se conocía inferior. Hubo un momento en el partido que los delanteros madridistas se empeñaron en que Gento marcase, era el día de su cumpleaños, pero el extremo cántabro esa noche estuvo de pésima puntería y falló todo lo que le llegó. El resultado pudo ser muchísimo más amplio.

Opinión de los protagonistas:

Fleitas Solich: «Ellos poseen solo entusiasmo».

René Pascucci: «Ha sido el mejor partido de nuestra vida».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

25/10/1959    Jornada 7          Real Madrid – CA Osasuna                                     7-0

01/11/1959    Jornada 8          Atlético Madrid – Real Madrid                                  3-3

Luxemburgo preparó de forma festiva la visita del Real Madrid. El equipo local recuperó a su portero titular, ausente en Madrid. Su único objetivo era lograr hacer algún gol al campeónd de Europa. El Real Madrid reajustó su equipo titular cubriendo la baja de Gento con Canario y modificó su línea defensiva. Pudo jugar Didí, pero finalmente se alienó Mateos. El partido se presentaba como si fuese un entrenamiento.

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4 de noviembre de 1959

Luxemburgo, Estadio Municipal, 20000 espectadores.

Árbitro: Vicenzo Orlandini (Italia).

AS la Jeunesse d’Esch/Alzette, 2; Real Madrid CF, 5.

Goles: 1-0 (10′) Theis. 1-1 (13′) Vidal. 2-1 (15′) Schaak. 2-2 (18′) Mateos. 2-3 (25′) Di Stéfano. 2-4 (29′) Puskás. 2-5 (31′) Mateos.

AS la Jeunesse d’Esch/Alzette: Paul Steffen; Raymond Denis, Robert Mond; Victor Heinen, René Pascucci, Raymond Ruffini; Jules Meurisse, Ernest Jann, Paul May, Marcel Theis, Albert Schaak <entrenador: Georges Berry>.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Manuel Quevedo «Pantaleón«, José Emilio Santamaría, José María Zárraga; José María Vidal, Antonio Ruiz; Jesús Herrera, Enrique Mateos, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Darcy Silveira «Canario» <entrenador: Fleitas Solich>.

Frente al juego bravo y deportivo de los luxemburgueses el Real Madrid se limitó a seguir un guion previsto. Empujaron los locales y lograron adelantarse por dos veces en el marcados, más bien por fallos blancos que por aciertos propios, todo sea dicho. Pero a la media hora ya señalaba el marcador 2-5. La Jeunesse logró marcar y el Madrid no abusó de su rival. Sobró la segunda parte.

Opinión de los protagonistas:

Georges Berry. «Hemos mejorado nuestro juego respecto al que hicimos en Madrid».

Fleitas Solich: «El cambio de Didí por Mateos se produjo por el mal tiempo».

Octavos de final > CF Barcelona: AC Milan (Italia)

En octavos de final el CF Barcelona se tuvo que enfrentar a otro importante rival, además de aspirante al título europeo. Todo el mundo sabía que iba a ser una de las eliminatorias más importante de la competición. Los italianos habían sido derrotados 6-3 por el Real Madrid ese mismo verano en la V edición del trofeo Ramón de Carranza.

Partido de ida:

Resultados previos:

AC Milan:

11/10/1959    Liga Jornada 4       AC Milan – SSC Napoli                                       3-1

18/10/1959    Liga Jornada 5       Genoa C&FC – AC Milan                                     0-2

25/10/1959    Liga Jornada 6       Milan AC – Udinese Calcio                                   3-1

CF Barcelona:

25/10/1959    Liga Jornada 7       UD Las Palmas – CF Barcelona                            0-8

28/10/1959    C Ferias 1/2 ida     Selección de Belgrado – CF Barcelona                  1-1

01/11/1959    Liga Jornada 8       CF Barcelona – Real Valladolid                             5-1

El codo a codo liguero con el Real Madrid ya estaba totalmente planteado. El CF Barcelona pese a acumular dos derrotas a estas alturas era primero empatado a puntos con los madridistas y además había encarrilado las semifinales de la Copa de Ferias con un empate ante la selección de Belgrado. El Milan tenía la baja de Schiaffino y el Barça se presentaba sin Kubala.

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4 de noviembre de 1959

Milán, Stadio Comunales, 54000 espectadores.

Árbitro: Marcel Lequesne (Francia).

AC Milan, 0; CF Barcelona, 2.

Goles : 0-1 (12′) Vergés. 0-2 (16′) Suárez.

AC Milan: Giorgio Ghezzi; Alfio Fontana, Francesco Zagatti; Nils Liedholm, Cesare Maldini, Vincenzo Occhetta; Gastone Bean, Carlo Galli, José João Altafini, Ernesto Grillo, Giancarlo Danova <entrenador : Luigi Bonizzoni>.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Fernando Olivella, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Enrique Gensana; Martín Vergés, Evaristo de Macedo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Ramón Alberto Villaverde <entrenador: Helenio Herrera>.

De nuevo el planteamiento con solvencia de Helenio Herrera obtuvo un gran provecho. Con el 0-2 la eliminatoria queda casi zanjada. El equipo azulgrana saltó al terreno de juego buscando la victoria y evitando quedar encerrado en su área. Sorprendió así a los milanistas que suponían un partido defensivo de su rival. La iniciativa del CF Barcelona además se vio plenamente compensada con un 0-2 al filo del cuarto de hora. Una gran renta para un equipo con las ideas claras. Luego sí, llegaron varias oportunidades para el Milan, pero también para el Barça. Para muchos, una de las claves fue la alineación de Vergés de falso extremo derecha, pues su función estuvo en neutralizar al sueco Liedholm y cumplió a la perfección.

Opinión de los protagonistas:

Luigi Bonizzoni: «Los dos goles en frío y en el corto transcurso de tres minutos desconcertaron a nuestros jugadores frente a un Barcelona en vena e aciertos y que todo le salía bien».

Helenio Herrera: «Nuestra táctica fue sencillamente anular a Liedholm, cerebro inteligente del juego del Milan».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

CF Barcelona:

08/11/1959    Liga Jornada 9   Granada CF – CF Barcelona                                    0-0

15/11/1959    Liga Jornada 10  CF Barcelona – Real Sociedad                                 3-0

AC Milan:

08/11/1959    Liga Jornada 7   Internazionale Milano – AC Milan                              0-0

15/11/1959    Liga Jornada 8   Calcio Padova – AC Milan                                       2-0

22/11/1959    Liga Jornada 9   AC Milan – Bari AS                                                2-0

En Liga, el empate en Granada no supuso ningún cambio de trayectoria. El 3-0 ante la Real Sociedad confirmaba la excelente capacidad goleadora del equipo. En cambio el Milan llegaba a Barcelona ofreciendo muchas dudas. Había salvado el honor con su empate en San Siro, pero la derrota en Padua abría las críticas sobre su juego. Pocos pensaban en que los rojinegros puiesen dar la campanada en Barcelona.

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25 de noviembre de 1959

Barcelona, Nuevo Estadio del CF Barcelona, 90000 espectadores.

Árbitro: Maurice Guigue (Francia).

CF Barcelona, 5; AC Milan, 1.

Goles: 1-0 (10′) Kubala. 2-0 (19′) Segarra. 3-0 (32′) Kubala. 3-1 (38′) Ferrario. 4-1 (65′) Czibor. 5-1 (69′) Kubala.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Fernando Olivella, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Enrique Gensana; Ramón Alberto Villaverde, Evaristo de Macedo, Eulogio Martínez, Laszlo Kubala, Zoltán Czibor <entrenador: Helenia Herrera>.

AC Milan: Giorgio Ghezzi; Alfio Fontana, Cesare Maldini; Benedetto D’Angelo, Alessandro Salvadore, Nils Liedholm; Gastone Bean, Vincenzo Occhetta, José João Altafini, Paolo Ferrario, Giancarlo Bacci <entrenador: Luigi Bonizzoni>.

Los italianos trataron de plantar cara con la esperanza de forzar un tercer partido. Antes de los veinte minutos ya sabían que no tenían nada que hacer. Ante un público que apoyaba con admiración a su equipo, el CF Barcelona brilló con total intensidad, desarbolando con precisión y maestría todas las líneas e su rival. Fue partido casi perfecto, lo que alentaba la euforia azulgrana en vísperas de su cruce liguero contra el Real Madrid un días más tarde.

Opinión de los protagonistas:

Helenio Herrera: «El Barcelona salio a jugar pensando en el partido del domingo contra el Real Madrid. Tenían que reservarse tan pronto como consiguieran dos goles de ventaja».

Luigi Bonizzoni: «Nos faltaron cinco titulares indisponibles. Hemos venido con todo lo que teníamos disponible».

Y ese domingo el Real Madrid derrotó al CF Barcelona por 2-0 en el Bernabeu.

Resultados – Octavos de final ida vta tot
Real Madrid CF (España) – AS la Jeunesse D’Esch/Alzette (Luxemburgo) 7-0 5-2 12-2
Fenerbahçe SK İstanbul (Turquía) – OGC Nice (Francia) 2-1 1-2 3-3
Crvena zvezda Beograd (Yugoslavia) – Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra) 1-1 0-3 1-4
AC Milan (Italia) – CF Barcelona (España) 0-2 1-5 1-7
Glasgow Rangers FC (Escocia) – ČH Bratislava (Checoslovaquia) 4-3 1-1 5-4
Sparta Rotterdam (Holanda) – IFK Göteborg (Suecia) 3-1 1-3 4-4
B1909 Odense (Dinamarca) – Wiener SC (Austria) 0-3 2-2 2-5
BSC Young Boys Bern (Suiza) – FSG Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental) 1-4 1-1 2-5
Desempates:
OGC Nice (Francia) – Fenerbahçe SK İstanbul (Turquía) 5-1
Sparta Rotterdam (Holanda) – IFK Göteborg (Suecia) 3-1

 

Los dos equipos españoles salvaron con fuerte tanteo sus respectivas eliminatorias, destacando el 7-1 del CF Barcelona ante un rival muy difícil. Wolverhampton Wanderers, Eintracht Frankfurt y Wiener SC también pasaron son solvencia. Mientras el OGC Nice sufrió la dureza turca y necesitó un tercer partido, donde se impuso ya con claridad.

Cuartos de final> CF Barcelona: Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra)

De nuevo el sorteo fue exigente con el CF Barcelona y una vez más debía enfrentarse al rival más difícil de los que quedaban.

Partido de ida:

Resultados previos:

CF Barcelona:

24/01/1960    Jornada 19        CF Barcelona – Atlético Madrid                                2-1

31/01/1960    Jornada 20        Sevilla CF – CF Barcelona                                      0-3

07/02/1960    Jornada 21        CF Barcelona – Real Oviedo                                    3-1

Wolverhampton Wanderers FC:

23/01/1960    Jornada 27        Blackburn Rovers – Wolverhampton Wanderers         0-1

30/01/1960    FA Cup 1/16      Wolverhampton Wanderers – Charlton Athletic           2-1

06/02/1960    Jornada 28        Wolverhampton Wanderers – Blackpool FC                1-1

Tanto CF Barcelona como Wolverhampton Wanderers no lideraban sus respectivos campeonatos, pero mantenían sus aspiraciones. El CF Barcelona estaba a tres puntos del Real Madrid mientras que los lobos figuraban en tercera posición por detrás del Tottenham Hotspurs y el sorprendente Burnley FC.

Helenio Herrera anunció que el Barcelona necesitaba de al menos tres goles para poder viajar con ciertas grantías a las Islas Británicas.

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10 de febrero de 1960

Barcelona, Nuevo Estadio de CF Barcelona, 80 espectadores.

Árbitro: Gérerd Versyp (Bélgica).

CF Barcelona, 4; Wolverhampton Wanderers FC, 0.

Goles: 1-0 (8′) Villaverde. 2-0 (16′) Kubala. 3-0 (65′) Evaristo. 4-0 (80′) Villaverde.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Isidro Flotats, Enrique Gensana, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Martín Vergés; Eulogio Martínez, Laszlo Kubala, Evaristo de Macedo, Luis Suárez, Ramón Alberto Villaverde <entrenador: Helenio Herrera>.

Wolverhampton Wanderers FC: Malcolm Finlayson; Edward A Sturat, Gerald W Harris; Harold Edwin Clamp, George W Showell, Ronald Flowers; Norman Victor Deeley, Peter Frank Broadbent, James R Murray, Robert H Mason, Desmond T Horne <entrenador: Stanley Cullis>.

Salió el Wolverhampton dispuesto a sorprender y casi lo consigue. El efecto duró siete minutos, porque después el CF Barcelona empezó a moverse. Todo cambió con el gol de Villaverde, refrendado por Kubala al filo del cuarto de hora. Flotats se lesionó en el minuto 31, pero el juego del Barça no se vio especialmente afectado. Luis Suárez se mostró como el gran director del equipo y provocó el descalabro total del equipo inglés. Al final, el objetivo marcado por HH quedó superado, algo quepudo conseguirse incluso con un mayor margen de goles.

Opinión de los protagonistas:

Helenio Herrera: «La eliminatoria no está resulta. No puedo borrar de mi mente la niebla, el frío, el barro y las veintitantas mil carracas animando de continuo a sus jugadores».

Stanley Cullis: «Nada que objetar, ha vencido el mejor».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

Wolverhampton Wanderers FC:

20/02/1960    FA Cup 1/8        Luton Town – Wolverhampton Wanderers                 1-4

23/02/1960    Jornada 30        Wolverhampton Wanderers – Luton Town                 3-2

27/02/1960    Jornada 31        Wolverhampton Wanderers – West Bromwich            3-1

CF Barcelona:

14/02/1960    Jornada 22        CF Barcelona – UD Las Palmas                                8-0

21/02/1960    Jornada 23        Real Valladolid – CF Barcelona                                1-4

28/02/1960    Jornada 24        CF Barcelona – Granada CF                                    5-4

El CF Barcelona aprovechó el tropiezo importante del Real Madrid, que perdió 4-1 en Sevilla, para colocarse a un punto a falta de seis jornadas. También el Wolverhampton afrontaba el final de la temporada inglesa con fuerza, pues estaba a un punto del Tottenham Hotspurs y se clasificaba para los cuartos de final de la Copa.

Conscientes de que tenín que realizar una proeza, los lobos presentaron el partido con la intención de dar un buen espectáculo a su afición.

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2 de marzo de 1960

Wolverhampton, Molineux Grounds, 55000 espectadores.

Árbitro: Lucien van Nuffel (Bélgica).

Wolverhampton Wanderers FC, 2; CF Barcelona, 5.

Goles: 0-1 (29′) Kocsis. 1-1 (35′) Murray. 1-2 (44′) Kocsis. 1-3 (49′) Kocsis. 1-4 (74′) Kocsis. 2-4 (78′) Mason. 2-5 (85′) Villaverde.

Wolverhampton Wanderers FC: Geoffrey Sidebotton; George W Showell, Gerald W Harris; Harold Edwin Clamp, William John Slater, Ronald Flowers; Norman Victor Deeley, Peter Frank Broadbent, James R Murray, Robert H Mason, Desmond T Horne <entrenador: Stanley Cullis>.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Fernando Olivella, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Enrique Gensana; Luis Coll, Sándor Kocsis, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Ramón Alberto Villaverde <entrenador: Helenio Herrera>.

El CF Barcelona hizo un partido extraordinario. Fútbol de ataque, velocidad y efectividad, especialmente Kocsis que marcó cuatro goles. Frente saltó un Wolverhampton que peleó constantemente, mostrando su mejor cara pese a la adversidd del marcador. El juego desplegado por los azulgranas daban una imagen impresionante, máxime si tenemos en cuenta que no alieneó a Kubala. Pero el trabajo de Luis Suárez marcaba una diferencia abismal e insuperable para el jeugo de desplazamientos largos que ofrecieron los campeones ingleses.

Opinión de los protagonistas:

Stanley Cullis: «No podíamos haberperdido ante mejor equipo».

Helenio Herrera: «Ha sido una victoria tremenda».

Cuartos de final> Real Madrid CF: OGC Nice (Francia)

Era la segunda vez que se cruzaban españoles y franceses. Lógicamente, el Real Madrid partía como favorito.

Partido de ida:

Resultados previos:

OGC Nice:

10/01/1960    Jornada 24        OGC Nice – Toulouse FC                                        1-0

17/01/1960    Jornada 25        OGC Nice – SC Nimes                                           2-1

31/01/1960    Jornada 26        FC Sochaux-Montbéliard – OGC Nice                        1-2

Real Madrid CF:

17/01/1960    Jornada 18        RCD Español – Real Madrid                                     1-1

24/01/1960    Jornada 19        Real Madrid – Real Zaragoza                                  2-1

31/01/1960    Jornada 20        Atlético Bilbao – Real Madrid                                   1-3

Con su victoria en San Mamés el Real Madrid daba un golpe al Atlético Bilbao que se había unido al Barcelona en la lucha por el título. La victoria en Bilbao daba confianza a un equipo que empezaba a mostrarse muy irregular. Frente el OGC Nice, cuarto y descolgado en su campeonato, esperaba dar la sorpresa en la Copa de Europa.

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4 de febrero de 1960

Niza, Stade du Ray, 21400 espectadores.

Árbitro: Abel da Costa (Portugal).

OGC NICE, 3; Real Madrid CF, 2.

Goles: 0-1 (15′) Herrera. 0-2 (30′) Rial. 1-2 (54′) Nurenberg. 2-2 (67′) Nurenberg de p. 3-2 (72′) Nurenberg.

OGC Nice: Georges Lamia; Alphonse Martinez, César Gonzales, Alain Cornu; André Chorda, François Milazzo; Jacques Foix, Héctor De Bourgoing, Kaita Barrou, Jean-Pierre Alba, Victor  Nurenberg <entrenador: Jean Luciano>.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Miche García; Juan Santisteban, José María Vidal; Jesús Herrera, José Héctor Rial, Enrique Mateos, Ferenc Puskás, Francisco Gento <entrenador: Fleitas Solich>.

Partido con dos mitades totalmente diferentes. La primera tuvo a un Real Madrid dispuesto a sentenciar la eliminatoria. Pero en la segunda mitad el centro del campo blanco se hundió, se difuminó lamentablemente. Influyó el primer gol del OGC Nice tempranero y merecido. Siguió un penalty por zancadilla de Santisteban y exageración del héroe local Nurenberg. Para fortuna del equipo español, con 3-2 los locales se mostraron cansados con el esfuerzo y no llegaron a conseguir un cuarto gol que hubiese comprometido al Real Madrid.

Opinión de los protagonistas:

Victor Nurenberg: «No puedo ocultar mi satisfacción por haber logrado los tres goles de mi equipo ante un rival de la categoría del Real Madrid».

Fleitas Solich: «Jugamos mejor en la primera parte y ellos en la segunda; lo que pasó es que marcaron más tantos».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

14/02/1960    Jornada 22        CA Osasuna – Real Madrid                                     1-2

21/02/1960    Jornada 23        Real Madrid – Atlético Madrid                                  3-2

28/02/1960    Jornada 24        Sevilla CF – Real Madrid                                        4-1

OGC Nice:

07/02/1960    Jornada 27        OGC Nice – Stade de Reims                                   1-4

21/02/1960    Jornada 28        Stade Rennais – OGC Nice                                     3-1

Estrepitosa derrota del Real Madrid que dejaba que el CF Barcelona se colocase a un solo punto. Peor que el resultado fue la mala imagen del equipo. Tampoco venía el OGC Nice en su mejor momento ya que sus dos últimas derrotas le había relegado a la sexta posición en la clasificación.

Los franceses se presentaban en Madrid con la esperanza que el portero internacional Georges Lamia pudiese contener los ataques madridistas. Los blancos preparaban el partido con la intención de dar la talla europea.

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2 de marzo de 1960

Madrid, estadio Santiago Bernabeu, 100000 espectadores.

Árbitro: Eduardo Gouveira (Portugal).

Real Madrid CF, 4; OGC Nice, 0.

Goles: 1-0 (21′) Pepillo. 2-0 (40′) Gento. 3-0 (45’+5′) Di Stéfano. 4-0 (51′) Puskás.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Miche García; Antonio Ruiz, José María Vidal; Jesús Herrera, Pepillo García, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Francisco Gento <entrenador: Fleitas Solich>.

OGC Nice: Georges Lamia; Alphonse Martinez, César Gonzales, Alain Cornu; André Chorda, François Milazzo; Jacques Foix, Héctor de Bourgoing, Kaita Barrou, Jean-Pierre Alba, Victor Nurenberg <entrenador: Jean Luciano>.

Y volvió el Madrid europeo. El OGC Nice saltó fuerte y decidido, pero pronto se vieron empujados sobre su área por un Di Stéfano dispuesto a no conceder respiro a su rival. Tras dos ocasiones, fue Pepillo, novedad en la alineación, quien abrió el marcador. Ese gol no cambió el ambiente de nervios y juego fuerte, lo que los rojinegros aprovecharon para adelantar sus líneas. Sin embargo, cerca del final de la primera parte un gol de Gento a pase de Di Stéfano materializaba la remontada. Y antes del descanso una jugada clave: penalty contra el OGC Nice, con expulsión de Bourgoing que agredió al árbitro. Lo falló Puskás, pero el juego se prolongó cinco minutos más, tiempo aprovechado por Di Stéfano para hacer el 3-0. El Real Madrid salió en la segunda parte para no dar tregua al rival. A los seis minutos de la reanudación la eliminatoria ya no ofrecía dudas. La clave del partido estuvo, al igual que en Niza, en la media, donde esta vez la madridista se mostró firme y muy superior a la de los franceses.

Opiniones de los protagonistas:

Fleitas Solich: «Cuando se juega en un clima de nervios se perjudica el espectáculo».

Jean Luciano: «El reloj del árbitro nos ha fastidiado. Nos marcaron un tercer gol que decidía mucho a los cincuenta minutos».

Eduardo Gouveira: «Al pitar el penalty paré el cronómetro y se me olvidó ponerlo en marcha».

Resultados – Cuartos de final ida vta tot
OGC Nice (Francia) – Real Madrid CF (España) 3-2 0-4 3-6
CF Barcelona (España) – Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra) 4-0 5-2 9-2
Sparta Rotterdam (Holanda) – Glasgow Rangers FC (Escocia) 2-3 1-0 3-3
FSG Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental) – Wiener SC (Austria) 2-1 1-1 3-2
Desempate:
Glasgow Rangers FC (Escocia) – Sparta Rotterdam (Holanda) 3-2

 

Aplastante la eliminatoria del CF Barcelona sobre el campeón inglés. También se resolvió bien la del Real Madrid. Mientras, el Eintracht Frankfurt resolvía el duelo centroeuropeo por solo un gol y en el duelo más flojo hubo que esperar a un tercer partido para que los escoceses llegasen a las semifinales.

Semifinales> Real Madrid CF (España) – CF Barcelona (España)

Los emparejamientos de semifinales adelantaron la final. Los dos equipos más poderosos debían disputarse una plaza, mientras que el campeón alemán partía como favorito frente al Glasgow Rangers.

Partido de ida:

Resultados previos:

CF Barcelona:

03/04/1960    Liga Jornada 28  CF Barcelona – Valencia CF                                    2-1

10/04/1960    Liga Jornada 29  RCD Español – CF Barcelona                                   0-1

17/04/1960    Liga Jornada 30  CF Barcelona – Real Zaragoza                                5-0

Real Madrid CF:

03/04/1960    Liga Jornada 28  Granada CF – Real Madrid                                      3-4

10/04/1960    Liga Jornada 29  Real Madrid – Real Sociedad                                   4-0

17/04/1960    Liga Jornada 30  UD Las Palmas – Real Madrid                                  0-1

En la jornada 26 de Liga el CF Barcelona derrotó por 3-1 al Real Madrid y se colocaba en primer lugar por gol-average global. Una mínima diferencia que mantuvo en las siguientes jornadas que le valió para proclamarse campeón de Liga. Tras el final liguero, Fleitas Solich cedió el banquillo a Miguel Muñoz.

Las semifinales europeas daban paso a una posible revancha blanca o a la confirmación de un nuevo rey europeo.

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21 de abril de 1960

Madrid, Estadio Santiago Bernabeu, 120000 espectadores.

Árbitro: Reginal J Leafe (Inglaterra).

Real Madrid CF, 3; CF Barcelona, 1.

Goles: 1-0 (17′) Di Stéfano. 2-0 (28′) Puskás. 2-1 (37′) Martínez. 3-1 (84′) Di Stéfano.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Enrique Pérez «Pachín«; José María Vidal, Antonio Ruiz; Jesús Herrera, Luis Del Sol, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Francisco Gento <entrenador: Miguel Muñoz>.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Isidro Flotats, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Juan Segarra, Enrique Gensana; Luis Coll, Sándor Kocsis, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Ramón Alberto Villaverde <entrenador: Helenio Herrera>.

Los dos equipos empezaron muy nerviosos, ofreciendo un juego impreciso y desajustado. Eso se compensaba con incertidumbre y emoción. Pero fue el Real Madrid el que primero enfrió sus ánimos y encontró el primer gol, de bella de factura, con un cabezazo de Di Stéfano a centro de Puskás. El otro Luis, Del Sol, tomó el mando cuando los ataques barcelonistas eran repelidos por la defensa blanca. Y así llegó el 2-0 con un remate colocado de Puskás. Y también hubo polémica, porque el CF Barcelona acortó distancias cuando el línea había levantado su banderín. Pero el árbitro lo dio por bueno, pese a las protestas. Ese gol volvió a desmontar al Real Madrid más que dar ánimos al CF Barcelona. La segunda parte fue tan imprecisa como la primera, con solo un gol, casi al final, que a juicio de la prensa, dejaba la eliminatoria más cerca de un tercer partido que de quedar decidida.

Opinión de los protagonistas:

Miguel Muñoz: «Hemos podido marcar algún gol más porque el conjunto ha jugado con fuerza y calidad».

Helenio Herrera: «Cuando llegó el último gol del adrid se etaba más cerca del 2-2 que del 3-1».

Partido de vuelta:

Resultados previos:

CF Barcelona:

24/04/1960    Copa 1/16 ida    CF Barcelona – Club Ferrol                                     7-1

Resultados previos:

Real Madrid CF:

24/04/1960    Copa 1/16 ida    Real Madrid – Baracaldo AH                                    3-0

Con las bajas de Segarra y Coll en el CF Barcelona y de Santamaría en el Real Madrid, ambos equipos se prepararon para la segunda parte de la semifinal.

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27 de abril de 1960

Barcelona, Nuevo Estadio de CF Barcelona, 80000 espectadores.

Árbitro: Arthur Edward Ellis (Inglaterra).

CF Barcelona, 1; Real Madrid CF, 3.

Goles: 0-1 (25′) Puskás. 0-2 (68′) Gento. 0-3 (75′) Puskás. 1-3 (89′) Kocsis.

CF Barcelona: Antonio Ramallets; Isidro Flotats, Francisco Rodríguez «Rodri«, Sigfrido Gracia; Martín Vergés, Enrique Gensana; Eulogio Martínez, Sándor Kocsis, Evaristo de Macedo, Luis Suárez, Luis Coll <entrenador: Helenio Herrera>.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Miche García, Marquitos Alonso, Enrique Pérez «Pachín«; José María Vidal, Antonio Ruiz; Darcy Silveira «Canario«, Luis Del Sol, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Francisco Gento <entrenador: Miguel Muñoz>.

Lo que debió ser un partido táctico acabó siendo un descalabro azulgrana. HH se veía ya en la final porque tenía las claves para derrotar al Real madrid. Le salió mal, muy mal. Flotats era el encargado de frenar los contragolpes de Gento y no pudo. Eulogio Martínez tenía que desplazar la defensa blanca hacia su banda y no se movieron. El Real Madrid estuvo firme atrás y rápido adelante. El Barcelona, que solo apretó de salida, cayó impreciso y superado. Nadie hubiese pensado que la victoria del Real Madrid iba a ser tan contundente. Con el 0-1 el Real Madrid dio el golpe definitivo y con el 0-3 el público entregado aplaudía las jugadas de Di Stéfano. Al final, con la honrilla del gol de Kocsis, se despidió con ovación al eterno rival y abucheos para el entrenador local.

Opiniones de los protagonistas:

Helenio Herrera: «No se pueden ganar todos los partidos; al frente del equipo he disputado ciento veinte encuentros y solo perdimos trece».

Miguel Muñoz: «Pasé temor en los primeros veinte minutos, pero luego los hemos superado en todos los aspectos del juego».

Resultados – Semifinales ida vta tot
Real Madrid CF (España) – CF Barcelona (España) 3-1 3-1 6-2
FSG Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental) – Glasgow Rangers FC (Escocia) 6-1 6-3 12-4

 

Pese a su dolorosa derrota ante el Real Madrid, el 4 de mayo el CF Barcelona ganaba por 4-1 al Birmingham City, 0-0 en la ida, y se proclamaba campeón de la II Copa de Ferias. En la Copa de Europa, el FSG Eintracht Frankfurt resolvía con extrema facilidad su eliminatoria ante el campeón escocés.

Final> Real Madrid CF: FSG Eintracht Frankfurt

Partido de ida:

Resultados previos:

Real Madrid CF:

01/05/1960    Copa 1/16 vta           Baracaldo AH – Real Madrid                            1-1

08/05/1960    Copa 1/8 ida             Real Madrid – Cultural Leonesa                        5-0

FSG Eintracht Frankfurt:

24/04/1960    Jornada 29                Viktoria Aschaffenburg – Eintracht Frankfurt     4-4

01/05/1960    Jornada 30                SSV Reutlingen – Eintracht Frankfurt                2-3

05/05/1960    C Europa 1/2 vta        Glasgow Rangers – Eintracht Frankfurt             3-6

Mientras el Real Madrid preparaba la final, su quinta, con las primeras eliminatorias de la Copa del Generalísimo, el Eintracht había quedado cuarto de la Oberliga Sud, lo que le impedía jugar la fase final por el campeonato alemán.

El público escocés estaba dividido. Por un lado pesaba mucho el resultado obtenido por el representante alemán ante el Glasgow Rangers. Por otro, la experiencia y el nombre del Real Madrid junto con su alto rendimiento en circunstancias parecidas le colocaba por delante en las apuestas.

copaeuropa133

18 de mayo de 1960

Glasgow, Hampden Park, 135000 espectadores.

Árbitro: John A Mowat (Escocia).

Real Madrid CF, 7; FSG Eintracht Frankfurt, 3.

Goles: 0-1 (18′) Kreß. 1-1 (27′) Di Stéfano. 2-1 (30′) Di Stéfano. 3-1 (46′) Puskás. 4-1 (56′) Puskás. 5-1 (60′) Puskás. 6-1 (71′) Puskás. 6-2 (72′) Stein. 7-2 (73′) Di Stéfano. 7-3 (75′) Stein.

Real Madrid CF: Rogelio Domínguez; Marquitos Alonso, José Emilio Santamaría, Enrique Pérez «Pachín«; José María Zárraga, José María Vidal; Darcy Silveira «Canario«, Luis Del Sol, Alfredo Di Stéfano, Ferenc Puskás, Francisco Gento <entrenador: Miguel Muñoz>.

FSG Eintracht Frankfurt: Egon Loy; Friedl Lutz, Hermann Höfer; Hans Weilbächer, Hans-Walter Eigenbrodt, Dieter Stinka; Richard Kreß, Diter Lindner, Erwin Stein, Alfred Pfaff, Erich Meier <entrenador: Paul Oßwald>.

El resultado más amplio dado en una final europea. Di Stéfano y Puskás fueron los protagonistas de posiblemente el partido más espectacular que ha hecho el Real Madrid en su historia. Lamentablemente para un buen Eintracht Frankfurt, las puertas de la gloria estaban flanqueadas por el mejor Real Madrid de todos los tiempos y tuvo que conformarse con ser el digno rival de tan poderoso equipo. Y eso que el primer gol lo marcaron los alemanes. Después fue un derroche de fútbol, de combinaciones, pases y de certeros remates. Nadie frenó a Di Stéfano, nadie pudo parar la puntería de Puskás.

Opinión de los protagonistas :

Miguel Muñoz : «El equipo no ha ahorrado esfuerzos. Durante los noventa minutos ha luchado a todo tren. Ni después de haber marcado siete goles trató de reposar».

Paul Oßwald : «Di Stéfano y Puskás son estrellas de un equipo maravilloso».

Resultados –  Final ida vta tot
Real Madrid CF (España) – FSG Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental) 7-3

 

Epílogo

 

Al final el Real Madrid tuvo la oportunidad de sumar un nuevo título al disputar la final de la Copa del Generalísimo, pero esa noche se encontró con un Atlético de Madrid pletórico. Los rojiblancos superaron el gol inicial de Puskás con tres respuestas: Collar, Jones y Peiró.

 

Estadísticas:

 

 

 

 

JUGADORES DEL CLUB de FÚTBOL BARCELONA (POS) PJ G
Luis COLL Hortal (a) 3
Zoltán CZIBOR Suhai (a) 2 1
EVARISTO de Macedo Filho (a) 6 4
Isidro FLOTATS Vilanova (d) 3
Enrique GENSANA Merola (m) 8
Sigfrido GRACIA Royo (d) 8
Sándor KOCSIS Peter (a) 3 5
Laszlo KUBALA Stecz (a) 3 7
Eulogio MARTÍNEZ Ramiro (a) 8 2
Fernando OLIVELLA Pons (d) 5
Antonio RAMALLETS Simón (g) 8
Enrique RIBELLES Seró (a) 1
Francisco Rodríguez García «RODRI« (d) 7
Juan SEGARRA Iracheta (m) 7 2
Luis SUÁREZ Miramontes (a) 7 1
Martín VERGÉS Massa (d) 3 1
Ramón Alberto VILLAVERDE Vázquez (a) 6 3

 

 

 

JUGADORES DEL REAL MADRID CF (POS) PJ G
Darcy Silveira dos Santos «CANARIO« (a) 3
Luis DEL SOL Cascajares (a) 3
Alfredo DI STÉFANO Laulhe (a) 6 8
Rogelio Antonio DOMÍNGUEZ López (g) 7
Francisco GENTO López (a) 6 2
Jesús HERRERA Alonso (a) 5 3
Rafael LESMES Bobed (d) 1
MARQUITOS Alonso Imaz (d) 6
Enrique MATEOS Mancebo (a) 3 3
MICHE García Martín (d) 3
Enrique Pérez Díaz «Pachín« (d) 3
Manuel Quevedo Vernetta «PANTALEÓN« (d) 1
PEPILLO García Castro (a) 1 1
Ferenc PUSKÁS Biro (a) 7 12
José Héctor RIAL Laguía (a) 1 1
Antonio RUIZ Cervilla (m) 4
José Emilio SANTAMARÍA Iglesias (d) 6
Juan SANTISTEBAN Troyano (m) 2
José María VIDAL Bravo (m) 6 1
José María ZÁRRAGA Martín (m) 3

ASÍ FUE LA TEMPORADA DE LOS EQUIPOS CAMPEONES DEL AÑO ANTERIOR DE LAS FEDERACIONES MIEMBROS DE LA UEFA EN 1960
CLASIFICACIÓN OBTENIDA EN LA TEMPORADA 1959* o 1959/60 EN LIGA

Pto J G E P F C Pts
Partizani Tiranë (Albania*) 14 9 5 0 27 6 23
Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental) 1 30 16 5 9 81 57 45
ASK Vorwärts Berlin (Alemania Oriental*) 26 13 9 4 49 24 35
Wiener SC (Austria) 26 17 4 5 71 35 38
RSC Anderlecht (Bélgica) 30 16 5 9 69 42 37
CDNA Sofia (Bulgaria) 22 12 8 2 42 18 32
ČH Bratislava (Checoslovaquia) 26 12 6 8 40 26 30
B1909 Odense (Dinamarca*) 2 22 14 5 3 47 28 33
Glasgow Rangers FC (Escocia) 34 17 8 9 72 38 42
CF Barcelona (España) 30 2 22 6 86 28 46
KuPS Kuopio (Finlandia*) 18 9 3 6 37 30 21
OGC Nice (Francia) 38 17 6 15 71 74 40
Olympiakos Pireas (Grecia) 30 16 8 6 52 24 70
Sparta Rotterdam (Holanda) 34 14 6 14 53 52 34
Csepel SC (Hungría) 12º 26 8 4 14 23 40 20
Wolverhampton W (Inglaterra) 42 24 6 12 106 67 54
Linfield AFC (Irlanda del Norte) 22 12 5 5 63 46 29
Shamrock Rovers (Irlanda) 22 12 3 7 50 32 27
AC Milan (Italia) 34 17 10 7 56 37 44
ÍA Akranes (Islandia*) 10 5 1 4 30 19 11
AS Jeunesse d’Esch (Luxemburgo) 22 15 4 3 62 25 34
Lillestrøm SK (Noruega) 3 14 8 3 3 28 21 19
ŁKS Łodż (Polonia*) 22 6 8 8 35 35 20
FC Porto (Portugal) 26 12 4 9 48 36 30
Petrolul Ploieşti (Rumanía) 22 8 8 6 33 23 24
IFK Göteborg (Suecia*) 22 14 3 5 56 28 31
BSC Young Boys (Suiza) 26 20 2 4 86 44 42
Fenerbahçe SK (Turquía) 4 38 27 6 5 88 38 60
Spartak Moskva (Unión Soviética*) 22 8 8 6 32 28 24
FK Crvena zvezda (Yugoslavia) 22 15 3 4 47 25 33

1 Alemania Occidental no tenía un grupo único de primera división. Los datos corresponden a la Oberliga Occidental.

2 Dinamarca participaba con el campeón de ese mismo otoño.

3 El campeonato noruego se componía de dos grupos. El Lillestrøm SK quedó primero del grupo A, pero perdió la final contra el Fredrikstad FK, campeón del grupo B.

4 Turquía disputó su primer campeonato unficado.

CAMPEONES DE LIGA 1958* Y 1958/59 DE LAS FEDERACIONES PERTENECIENTES A LA UEFA EN 1959

Pto J G E P F C Pts
Partizani Tiranë (Albania*) 14 9 5 0 27 6 23
HSV Hamburg (Alemania Occidental) 1 30 20 5 5 96 38 45
SC Wismut (Alemania Oriental) 26 17 5 4 44 25 39
SK Rapid Wien (Austria) 26 18 6 2 87 32 42
LSK Lierse (Bélgica) 30 16 6 8 57 40 38
CDNA Sofia (Bulgaria) 22 12 8 2 42 18 32
Spartak Hradec K (Checoslovaquia) 26 13 8 5 43 27 34
B1909 Odense (Dinamarca*) 2 22 14 5 3 47 28 33
Heart of Midltohian (Escocia) 34 23 8 3 102 51 54
CF Barcelona (España) 30 2 22 6 86 28 46
HIFK Helsinki (Finlandia*) 18 11 5 2 43 26 27
Stade de Reims (Francia) 38 26 8 4 109 46 60
Panathinaikos AO (Grecia) 30 22 5 3 59 20 79
AFC Ajax (Holanda) 34 22 6 6 109 44 50
Ujpesti Dózsa (Hungría) 26 17 6 3 52 26 40
Burnley FC (Inglaterra) 42 24 7 11 85 61 55
Glenavon FC (Irlanda del Norte) 22 17 1 4 67 28 35
Limerick FC (Irlanda) 22 15 0 7 46 26 30
FC Juventus (Italia) 34 25 5 4 92 33 55
KR Reykjavík (Islandia*) 10 10 0 0 41 6 20
Valetta FC (Malta) 3 14 11 2 1 40 8 24
Fredrikstad FK (Noruega) 4 14 10 3 1 41 16 23
KS Górnik Zabrze (Polonia*) 22 16 4 2 55 23 36
SL Benfica (Portugal) 26 20 5 1 75 27 45
CCA Bucureşti (Rumanía) 22 15 4 3 52 25 34
Djurgårdens IF (Suecia*) 22 11 10 1 46 20 32
BSC Young Boys (Suiza) 26 20 2 4 86 44 42
Beşiktas JK (Turquía) 5 38 29 7 2 68 15 65
Dinamo Moskva (Unión Soviética*) 22 13 5 4 42 21 31
FK Crvena zvezda (Yugoslavia) 22 15 3 4 47 25 33

1 Alemania Occidental no tenía un grupo único de primera división. Los datos corresponden a la Oberliga Norte.

2 Dinamarca participaba con el campeón de ese mismo otoño.

3 Malta entró a formar parte de la UEFA en 1960.

4 El campeonato noruego se componía de dos grupos. El Fredrikstad FK, primero del grupo B, se proclamó campeón al derrotar al Lillestrøm SK, vencedor del grupo A, en la final.

5 Turquía disputó su primer campeonato unficado.

 

ESTADÍSTICA POR PAÍSES 1955-1960

Part

PJ

PG

PE

PP

GF

GC

PTS

España

9

67

44

9

14

188

91

97

Francia

5

32

18

4

10

73

49

40

Italia

5

29

14

6

9

64

53

34

Alemania Occidental

4

26

11

7

8

61

52

29

Inglaterra

4

24

11

5

8

55

40

27

Escocia

5

24

11

2

11

43

49

24

Yugoslavia

5

20

8

6

6

47

33

22

Hungría

5

20

8

5

7

50

39

21

Austria

5

22

7

5

10

43

45

19

Checoslovaquia

4

14

7

2

5

20

19

16

Suiza

5

17

5

5

7

20

29

15

Alemania Oriental

3

15

5

4

6

25

22

14

Suecia

5

18

5

4

9

30

30

14

Holanda

5

16

6

1

9

27

36

13

Dinamarca

5

13

3

4

6

17

27

10

Bulgaria

4

11

4

1

6

23

28

9

Rumanía

4

12

4

1

7

19

31

9

Turquía

3

9

3

2

4

12

18

8

Polonia

5

11

3

2

6

10

25

8

Bélgica

5

14

4

0

10

21

45

8

Portugal

5

12

2

2

8

18

30

6

Luxemburgo

4

12

3

0

9

17

47

6

Irlanda del Norte

3

6

1

1

4

6

20

3

Sarre

1

2

1

0

1

5

7

2

Grecia

1

2

0

1

1

3

5

1

Irlanda

3

6

0

1

5

6

26

1

Finlandia

1

2

0

0

2

0

7

0

ESTADÍSTICA POR CLUBS 1955-1960

Part

PJ

PG

PE

PP

GF

GC

PTS

Real Madrid CF (España)

5

37

27

4

6

112

42

58

AC Milan (Italia)

3

20

10

3

7

53

39

23

Stade de Reims (Francia)

2

16

10

2

4

41

20

22

Manchester United FC (Inglaterra)

2

16

9

3

4

43

24

21

FK Crvena zvezda Beograd (Yugoslavia)

3

14

6

4

4

33

20

16

OGC Nice (Francia)

2

14

7

2

5

29

25

16

Glasgow Rangers FC (Escocia)

3

16

7

1

8

31

38

15

Club Atlético de Madrid (España)

1

10

6

1

3

25

9

13

SC Wismut Karl-Marx-Stadt (Alemania Oriental)

2

13

4

4

5

23

19

12

Wiener SC (Austria)

2

12

4

4

4

21

18

12

BSC Young Boys Bern (Suiza)

3

11

4

4

3

15

16

12

CF Barcelona (España)

1

8

5

1

2

26

13

11

FSG Eintracht Frankfurt (Alemania Occidental)

1

7

4

2

1

23

15

10

Vasas SC Budapest (Hungría)

1

8

4

2

2

18

11

10

BV Borussia Dortmund (Alemania Occidental)

2

10

4

2

4

24

19

10

MTK Budapest (Hungría)

2

8

4

1

3

24

18

9

IFK Göteborg (Suecia)

2

10

4

1

5

21

19

9

FAC Fiorentina (Italia)

1

7

3

3

1

8

6

9

Club Atlético Bilbao (España)

1

6

4

1

1

16

14

9

CDNA Sofia (Bulgaria)

4

11

4

1

6

23

28

9

R Standard CL (Bélgica)

1

6

4

0

2

14

8

8

SC Schalke 04 (Alemania Occidental)

1

7

3

2

2

13

13

8

Hibernian FC Edingurgh (Escocia)

1

6

3

1

2

9

5

7

VTJ Dukla Praha (Checoslovaquia)

2

6

3

1

2

7

9

7

AGF Aarhus (Dinamarca)

3

8

2

3

3

9

14

7

SK Rapid Wien (Austria)

3

10

3

1

6

22

27

7

Sparta Rotterdam (Holanda)

1

6

3

0

3

12

11

6

Wolverhampton Wanderers FC (Inglaterra)

2

8

2

2

4

12

16

6

Sevilla CF (España)

1

6

2

2

2

9

13

6

FK Partizan Beograd (Yugoslavia)

1

4

2

1

1

11

9

5

ČH Bratislava (Checoslovaquia)

1

4

2

1

1

8

6

5

AFC Ajax Amsterdam (Holanda)

1

4

2

1

1

6

7

5

Fenerbahce IS İstanbul (Turquía)

1

5

2

1

2

8

11

5

Sporting CP Lisboa (Portugal)

2

6

2

1

3

13

18

5

SK Slovan Bratislava (Checoslovaquia)

1

4

2

0

2

5

4

4

Gwardia Warszawa (Polonia)

2

5

1

2

2

6

9

4

Dinamo Bucuresti (Rumanía)

1

4

2

0

2

8

13

4

AS la Jeunesse d’Esch/Alzette (Luxemburgo)

2

7

2

0

5

11

21

4

Djurgårdens IF (Suecia)

1

4

1

1

2

5

5

3

Grasshopper-Club (Suiza)

1

4

1

1

2

5

6

3




Historia de la International Football Association Board (1888)

International Football Association Board

1888

 

 

 

Actas de la Asamblea General Anual

La International Board se reunió en Wrexham el lunes 25 de junio de 1888, presidiendo el Mayor Marindin, y estando presentes los señores C. Crump (Inglaterra), J. Williamson y J. Reid (Irlanda), I.G. Thomas y J. Taylor (Gales) y J. Abraham y C. Campbell (Escocia).

Se realizaron las siguientes modificaciones en las reglas del juego:

– Regla 4.- (Adición) «Todo balón que sobrepase las líneas de fondo o de banda, bien a ras de suelo o por el aire, no se considera en juego».

– Regla 7.- Primera línea – Cuando el balón es «jugado» en lugar de «chutado».

Última línea – En ambos casos ningún «contrario» en lugar de «otro jugador».

– Regla 10.- Después de «empujar a un adversario» ha de figurar: «Ningún jugador puede cargar a un contrario por detrás a menos que el oponente se encuentre de cara a su propia portería o en opinión del árbitro o los jueces de línea ese jugador esté interfiriendo a propósito con su adversario».

– Regla 11.- Después de «…gutapercha en las suelas o tacones de sus botas o en sus espinilleras» ha de poner: «si se usan tiras o tacos en las suelas o tacones de las botas, estos no sobresaldrán más de media pulgada, deberán tener las fijaciones al mismo nivel que el cuero. Las tiras deberán ser transversales y lisas, de no más de pulgada y media de longitud y de media pulgada de anchura. Los tacos deberán ser redondeados por completo y no menores de media pulgada de diámetro; en ningún caso cónicos o puntiagudos. A cualquier jugador que sea descubierto infringiendo esta regla se le prohibirá seguir tomando parte en el partido».

– Regla 12.- Se cambia a la nº 16.

– Regla 14.- Se cambia a la nº 17.

– Regla 15.- Se cambia a la nº 14. Después de «detener el juego», en la segunda línea, ha de poner: «en el momento en el que lo crea oportuno, cuando estime necesario hacerlo».

– Nueva Regla 15.- «En el caso de que el juego haya de detenerse temporalmente por cualquier causa, y el balón no haya salido por las líneas de banda o de fondo, el árbitro reanudará el juego lanzando el balón hacia arriba en el mismo punto donde el juego fue suspendido, no pudiendo disputar el mismo los jugadores de ambos equipos hasta que éste haya caído al suelo».

– Regla 14.- (Nueva Regla) «Ninguna modificación en las Reglas del Juego tendrá validez a menos que primero haya sido aprobada por una mayoría de dos tercios de los presentes en la Asamblea General Anual, o en una asamblea general especial de una de las asociaciones nacionales que posteriormente sea ratificada por unanimidad por representantes de las cuatro asociaciones nacionales en la conferencia convocada por la asociación a la que corresponda el turno, en el mes de junio de cada año».

También se hicieron las siguientes modificaciones en la definición de tiro libre.

– Segundo párrafo.- En cualquier dirección «el jugador» en lugar de «el chutador».

En el comienzo de la última frase en lugar de «… pero en ningún caso…» deberá poner «… a menos que se encuentren situados sobre su propia línea de fondo».

– Quinto párrafo.- Deberá poner «agachándose enfrente o detrás de él».

Se produjo una discusión sobre si originalmente se había tenido la intención de que el término «lo» fuera colocado después de la palabra «jugar» en la penúltima línea de la Regla 5. Todos los reglamentos lo tienen menos el irlandés. El Mayor Marindin se comprometió a verificar cuál era el texto original y si la Board había debatido con anterioridad sobre dicha cuestión.

La regla 14 no está incluida en ninguno de los reglamentos a excepción del de la Asociación Inglesa de Fútbol. Los representantes de esta asociación se comprometieron a comprobar si la Board había autorizado la inserción de la misma dentro de las Reglas del Juego en alguna asamblea anterior. Si no es así la Asociación Inglesa deberá trasladarla a otra posición dentro de sus estatutos para preservar la uniformidad.

La Board no consideró adecuado establecer una regla respecto al peso del balón sin disponer de más información sobre el tema, pero recomendó que este punto fuera tratado el año siguiente.

También se estimó conveniente que la Regla 12 (referente a la designación de los árbitros y umpires) fuera reescrita por completo para adecuarla al método que ahora se sigue en las competiciones de Copa. Se recomendó, por consiguiente, que el año siguiente figurara en el orden del día para que esto pudiera realizarse de manera formal siguiendo los cauces habituales.

También se encontraban presentes los siguientes representantes:

Inglaterra: El Mayor Marindin y C. Crump

Gales: J. Taylor, I.G. Thomas

Irlanda: J. Williamson y J. Reid.

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Tras la lectura del acta de la reunión de 1888, pasamos a confrontar aquéllas reglas con las actuales.

Regla 4 (adición).- Se vuelve sobre el tema de las líneas perimetrales para tratar de dejar fijado el concepto de que forman parte del terreno de juego.

Es muy interesante observar que, ya mucho más adelante, la IB dictó una decisión que fue acoplada a la regla 9 y que decía textualmente que «las líneas pertenecen a las áreas que delimitan. Como consecuencia, LAS LÍNEAS DE BANDA Y DE META forman parte del terreno de juego.»

Este concepto quedó como tal durante muchísimo tiempo, hasta que en 1997 -cuando se redacta nuevamente el RF- directamente fue incluído en la regla 1, sección «Marcación del terreno», primer párrafo, donde se establece que «El terreno de juego será rectangular y estará marcado con líneas. Dichas líneas PERTENECERÁN a las zonas que demarcan».

Regla 7.- Se hacen dos modificaciones en su definición.

Regla 10.- Es muy interesante analizar la infracción referida a la carga y -dentro de ésta- a la carga por la espalda sobre un adversario. Y es que allí podía observarse de la licitud de la carga por detrás en el caso de que el adversario se encontrase de espaldas (de cara a su arco) o interfiriendo en el camino .

Actualmente todos sabemos que la carga contra un rival es siempre punible, ya que así lo establece taxativamente el apartado 4 de la regla 12 en la sección en que describe las faltas posibles y que derivan en tiro libre directo. No se habla ahora (desde 1995) de dos tipos de cargas como hasta entonces, cuando se establecían como causales de tiro libre directo el «cargar violenta o peligrosamente a un adversario » y el «cargar por la espalda a un adversario que no hace obstrucción».

Este último tipo de falta deriva claramente del antiguo concepto del que partimos al examinar el acta de 1888.

Regla 11.- Esta Regla vuelve a incursionar en el tema de la seguridad en el calzado, al que hemos hecho referencia en trabajos anteriores. Sabemos que actualmente la Regla 4 sólo remite al tema bajo el vocablo «calzado», cuyos parámetros de seguridad  los establecerá el árbitro verificándolos antes o aún durante el partido.

Las antiguas reglas 12; 14 y 15 mutan a los números 16; 17 y 14 respectivamente, mientras que la nueva 15 aclara que el árbitro podrá detener el juego cuando, a su leal saber y entender, «lo crea oportuno o lo estime necesario».

La nueva regla 14, mientras tanto, establece claramente las normas de procedimiento interno de la IB para modificar disposiciones anteriores o crear nuevas.

A las mínimas reformas referentes a los tiros libres, hay que resaltarles fundamentalmente el deseo de aclarar los procedimientos de forma sobre la ejecución y recepción de los remates.

Se pospone lo relacionado con las características que deberá cumplir el balón, lo que es realmente novedoso ya que hasta esta sesión nunca se habían incluído. Seguramente las estudiaremos en el acta de la próxima sesión de la IB.

 

 

 

La regla 12, por último, refería a la forma de designación de árbitros y umpires, tema que no entendemos como procedente para ser incorporado a un conglomerado de reglas y que -de hecho- no forma parte de reglamentaciones más modernas.  Es interesante destacar aquí que la palabra «umpire», que muchos creen de origen inglés, no lo es, lo que se comprueba fácilmente si uno tiene acceso a un diccionario de la época y donde no se la hallará. Parece ser que tiene raíces en el francés antiguo donde, además, tiene una acepción que podría considerarse como relacionada con la función y que es «el hombre que está solo».




I Trofeo Internacional de Fútbol “Ciudad de Palma de Mallorca”.

Con el nombre de I Trofeo Internacional de Fútbol «Ciudad de Palma de Mallorca» se presentaba en 1969 el que por ahora ha sido el mayor torneo estival de fútbol internacional de Mallorca.

Durante la temporada 68/69, el R.C.D. Mallorca volvía a recuperar la Primera División. Los días posteriores a conseguir el ascenso, el Gobernador Civil presidió la presentación y el sorteo del I Trofeo Internacional de Futbol «Ciudad de Palma de Mallorca» que se disputaría los días 8, 9 y 10 de agosto en el Estadio Luis Sitjar. El Alcalde de Palma tenia mucha ilusión depositada en el Torneo ya que éste debía representar «el primer paso hacia el definitivo enraizamiento de la competición en nuestro calendario deportivo-turístico». El sorteo deparó que la primera semifinal fuera F.C. Barcelona-Hamburgo S.V. y la segunda semifinal fuera Standard de Lieja-R.C.D. Mallorca.

Para presenciar el torneo se pusieron a la venta entradas y abonos. Las entradas más caras para presenciar un partido de los cuatro que se iban a disputar era de 300 pesetas en Tribuna Cubierta, mientras que la más barata era en la General Goles equivalente a 100 pesetas. En cuanto a los abonos, estos oscilaban entre 900 y 300.

El primero de los tres equipos invitados que compareció en la isla fueron los alemanes del Hamburgo SV. El entrenador Knöpfle, del Hamburgo, atendió a los medios de comunicación a su llegada y dijo que era una gran honor participar en el torneo por la calidad de sus participantes. El Hamburgo se presentaba con los siguientes jugadores: (1) Ozcan; (2) Saadmann, (6) H. Schulz, (3) Tzurbjuan; (8) Zalezyk, (5) Holf, (4) Nofly; (7) Beyer, (9) Fock, (10) Hönig y (11) Dringeljtein, además del portero Suschkonsky, el defensa Scholl, el medio M. Schulz y los delanteros Rotchkey y Hellfritz. El jugador más importante del Hamburgo, Uwe Seeler, no pudo asistir al torneo ya que días antes sufrió un tiron.

El Barcelona aterrizo horas más tarde en Mallorca y al frente de la expedición estaba su entrenador Salvador Artigas, el cual ya advirtió a su llegada que había traído para diputar el torneo a los jugadores que más en forma estaban: los porteros Sadurni y Reina; los defensas Gallego, Torres, Eladio y Franch; los centrocampistas Rifé, Zabalza y García Castany; los delanteros Pujol, Pellicer, Fusté, Reixach, Mendoza, Bustillo y Zaldúa.

La primera semifinal disputada el 8 de agosto entre el Barcelona y el Hamburgo acabo en tablas en el marcador (2-2) en un Luis Sitjar abarrotado. Los blaugranas pasarían a la final por penaltis. Ese mismo día aterrizó en Mallorca el equipo belga del Standard de Lieja entrenado por M. Haus. El equipo belga estaba compuesto por los porteros Piot y Mathy; Beurcet, Jeck, Thissen, Blaise, Dewalcque, Van Moer, Pilot, Semmeling, Takac, Kostedde, Depirenx, Cvetler, Galic y Henrotay.

El día 9 se disputó la segunda semifinal entre el Mallorca y el Standard. El equipo dirigido por Haus derrotó al conjunto anfitrión y acedía a la final por 1-2 con goles de Van Moer y Dewalcque. Conesa anotaría para los bermellones. El Mallorca que acababa de ascender a Primera División estaba dirigido por Sergio Rodríguez el cual presentó la siguiente alineación para enfrentarse a los belgas: Gost; Doro, Sana, Victoriero; Robles, Parera; Terol (Proúgenes), Colom (Sarrachini), Cáceres, Conesa y Puig (Pérez).

En el último día del torneo, el Mallorca se impuso al Hamburgo (1-0) contra todo pronostico disputando una brillante y eficaz segunda parte. Cáceres fue el autor del único gol del partido. Justo despues, el Barcelona se impuso al Standard de Lieja (1-0) en la finalísima del torneo. Los de Salvador Artigas merecieron y consiguieron la victoria ante el poderoso equipo belga con un gol de Pujol en los instantes finales del partido.

El Trofeo Ciudad de Palma cumplió las expectativas y en los años posteriores se convirtió en un referente entre los torneos de futbol estivales por los grandes equipos que acudían cada año, además de ser habitualmente la presentación del R.C.D. Mallorca antes de empezar cada temporada.




Historias de la Selección (II). España rompe la imbatibilidad de Inglaterra (15 de mayo de 1929).

Inglaterra llega a Madrid para la disputa de un partido amistoso contra nuestra Selección. Los ingleses, considerados los creadores, grandes maestros de este deporte y máximos expertos en lides internacionales (habían jugado su primer partido en 1872), no solían cruzar mucho el Canal para enfrentarse a combinados continentales pues lo consideraban algo poco menos que indigno. Sus compromisos eran casi siempre con equipos de las Islas Británicas y sólo en veintidós ocasiones habían jugado contra selecciones de la Europa continental, con un balance demoledor: veintiuna victorias y  un empate, con 120 goles a favor y 28 en contra. Sin ir más lejos, antes de pasar por la piel de toro, habían hecho parada y fonda en Francia y Bélgica, con sendas incontestables goleadas, tenidas por todos como naturales: 1-4 en París y 1-5 en Bruselas. El equipo español, por su parte, disfrutaba también de un buen momento. Tras su aparatosa eliminación de los Juegos de Amsterdam a manos de Italia, José María Mateos se había hecho cargo de la Selección y había decidido dar un aire renovado al equipo con la incorporación de una savia nueva capaz de vencer a Portugal (5-0) en el mes de marzo y a Francia (8-1) en abril. No es de extrañar, pues, la curiosidad y el interés que suscitaba el partido contra los ingleses.

El día de San Isidro de 1929, el estadio Metropolitano de Madrid presentaba un aspecto inmejorable. Lleno a rebosar (cerca de cincuenta mil espectadores), con la presencia de las máximas autoridades incluida la de los infantes don Juan, don Gonzalo y don Jaime de Borbón y la del embajador inglés. El encuentro es, además, retransmitido por radio, por vez primera en España. En los alrededores del estadio, más de quince mil personas llegadas desde todas las partes del país. La expectación del choque no tiene precedentes e incluso, en las inmediaciones, comienza a funcionar la reventa de entradas. A las cinco en punto de la tarde y bajo un bochornoso calor, más propio del estío andaluz que de la primavera madrileña, los británicos saltan al terreno de juego acompañados por el belga Jean Langenus, quizá el mejor árbitro del mundo, lo que otorga al partido, aún más, vitola de encuentro importante. Poco después sale España. Mateos repite el mismo once que había vapuleado un mes antes a los franceses, con el único retoque del españolista Padrón en lugar del realista Bienzobas en el puesto de interior izquierda y pone a jugar a Zamora; Quesada, Quincoces; Prats, Marculeta, Peña; Lazcano, Goiburu, Gaspar Rubio, Padrón y Yurrita. Los ingleses, convencidos de su superioridad, habían mostrado desde su llegada a España una actitud altanera y prepotente, manifestada en alguna entrevista previa y confirmada en el momento en el que su Comité Técnico daba la alineación: Dixie Dean, uno de los mejores goleadores del mundo, si no el mejor, se quedaba fuera del equipo. No era necesario, supuestamente, para vencer a los españoles. Lo pagarán caro.

No obstante, Inglaterra da muestras de su potencial apenas interpretado el God Save the King. Con gran maestría y un fútbol rápido e incisivo, pone cerco a la portería de Zamora. El guión del partido parece cumplirse cuando, a los 20 minutos, ya vence 0-2 gracias a los goles de Bradford y Carter, que aprovechan sendos servicios de su vertiginoso extremo derecha Adcock. España, dominada y un tanto desorientada, no termina de tomarle la medida al partido, pero cuenta con el talento y oportunismo de su ariete, Gaspar Rubio, quien recibe un  medido pase de Lazcano y con un suave remate desde cerca logra acortar distancias, a los 34 minutos. Gaspar Rubio Meliá. Veintiún años. Natural de Serra, Valencia y jugador del Real Madrid. En el momento del partido, finales de la temporada 1928-29, era, posiblemente, el futbolista más genial del concierto internacional y, aún hoy, puede considerarse como uno de los delanteros más excepcionales que ha dado el fútbol español. Era un virtuoso, un mago, un genio de la pelota, capaz de destrozar defensas contrarias con su preciso chut, su imprevisible dribling, su asombrosa habilidad con el balón en los pies y su magnífica facilidad goleadora. Con los blancos, por ejemplo, firmó 73 goles en 75 partidos y con la Selección, 9 tantos en sus 4 encuentros internacionales. Pero era tan genial y extraordinario como indolente, discontinuo, singular y maniático. Lo tuvo todo para convertirse en un futbolista de leyenda y se quedó en el esplendor de la flor de un día. Conocido como El Rey del Astrágalo por su recurrente fingimiento de lesiones en este hueso del pie, siempre se tomó el fútbol como un entretenimiento para ganar dinero, nunca como una obligación profesional. En 1930, repentinamente, cuando era un indiscutible ídolo nacional, decidió fugarse a Cuba, dejando con un pasmo a su club y su Selección. Cuando volvió, casi dos años después, ya no era el mismo…

Pero habíamos dejado al inclasificable Mago Gaspar batiendo la portería de Hufton en el Stadium Metropolitano, poniendo el 1-2 en el marcador. El estadio, que es un clamor, enloquece definitivamente cinco minutos después. Aprovechando el desconcierto que produce siempre un gol en contra, Lazcano sorprende a la defensa y portero inglés con un fuerte y súbito chut y logra empatar el encuentro a poco para el descanso. En las gradas la muchedumbre estalla de júbilo y el terreno de juego es invadido por multitud de aficionados, que son desalojados. Los jugadores se van a descansar con el sorprendente 2-2 en lo que, muchos años después, los cursis llamarán el electrónico.

La segunda mitad comienza como la primera. Los pross vuelven a la carga, heridos en su orgullo, y se hacen de nuevo con las riendas. A los cinco minutos, Hugh Adcock se confirma definitivamente como la gran pesadilla de la tarde para Jacinto Quincoces. Vuelve a liar al defensa vizcaíno con un zigzagueante regate y su centro lo remata otra vez a la red Carter. Zamora ni lo ve venir. El resultado, favorable a los visitantes, parece ahora el más esperado, el que todo el mundo veía como lógico. Hill tiene en sus botas el 2-4, pero Zamora responde con una de esas paradas que le hicieron irrepetible. La intervención del capitán español da alas al equipo que vuelve a plantar cara a sus contrincantes. Los últimos once minutos son apoteósicos. En el 79, se produce una magnífica jugada colectiva de la línea delantera local, culminada con un pase atrás de Goiburu y un soberbio testarazo de Gaspar Rubio, que firma de nuevo las tablas. El público vibra y el partido es cada vez más emocionante. Lo británicos buscan la puerta española con peligro,  pero en un rápido contraataque de España, a los 82 minutos, Goiburu consigue el cuarto para nuestro equipo, que no da ninguna opción posible a otra reacción de Inglaterra.

El encuentro termina. España acaba de obtener una victoria histórica. Acaba de derrotar al gran conjunto inglés. Al imbatible conjunto inglés, que caía por primera vez en su historia fuera de las Islas Británicas. La noticia causó sensación en todo el mundo balompédico y la derrota inglesa fue resaltada internacionalmente como una hazaña sobresaliente del conjunto español. Seguramente, podría hablarse de uno de los hechos deportivos más destacados de todo 1929. Pasados 85 años de aquella gesta, aún hoy el España-Inglaterra de mayo del 29, debe ser incluido entre los partidos más importantes de la historia de nuestra Selección.

CONTEXTO HISTÓRICO.

Pero, lógicamente, en 1929 ocurrieron en el mundo otros muchos hechos que marcaron el año. Entre otros, destacaríamos los siguientes:

Se produce un desplome sin precedentes de la bolsa de Nueva York, que dará lugar a una dramática crisis económica mundial. León Trotski es expulsado por Stalin de la Unión Soviética. Refugiado en México, terminará siendo asesinado en 1940 por un espía soviético. En un congreso celebrado en Barcelona, la FIFA acuerda que el primer Campeonato del Mundo de fútbol se dispute en Uruguay al año siguiente. El 9 de mayo se inaugura en Sevilla la Exposición Iberoamericana y el día 19, abre sus puertas en Barcelona, la Exposición Internacional. Se entregan en Hollywood los primeros premios del Academy Award of the Merit, que más tarde recibiría el nombre de Óscar, el galardón cinematográfico más importante del mundo. El 14 de febrero son asesinados a tiros, en Chicago, siete miembros de la banda rival de Al Capone, lo que se dio en llamar La matanza de San Valentín. Algunos personajes ilustres nacidos en 1929: Martin Luther King, Audrey Hepburn, Zoltan Czibor, Sandor Kocsis, Jacqueline Kennedy, Lev Yashin y Grace Kelly.




Campeonato Nacional de Liga 1962-63: dos equipos revelación a falta de uno (Real Oviedo y Real Valladolid)

El equipo revelación es uno de los tópicos al uso del fútbol nuestro de cada día, el modesto  que se cuela de rondón en el festín de los grandes, al menos a la hora de los entremeses o el primer plato, el visitante inesperado que anima la rutina depredatoria donde siempre los peces de mayor tamaño – histórico y presupuestario – se tragan a los chicos. El fenómeno ocurre casi todos los años, pero en la liga española a veces se presenta por partida doble. Por ejemplo, en la ya lejana temporada 1962-63, en la que dos humildes conjuntos de provincias, aunque orgullosos de sus blasones, el Real Oviedo y el Real Valladolid, se encaramaron a los primeros lugares de la clasificación, y durante varias jornadas incluso rivalizaron por el liderato con el todopoderoso Real Madrid de los Di Stefano, Puskas, , Santamaría, Gento o Amancio. Para la historia de ambos clubes esa campaña resulta imborrable, aunque las jóvenes generaciones de aficionados la desconozcan por completo. Mas para eso precisamente estamos nosotros, para recordar cuando en dos terrenos de juego humildes se pudo soñar durante algunos meses con empresas más elevadas que lograr la simple permanencia en la categoría. Pero antes de ponernos manos a la obra y analizar detalladamente el desarrollo de esta  temporada inolvidable para asturianos y castellanos, conviene recordar de dónde venían ambas escuadras…

El Real Valladolid, por lo pronto, procedía de Segunda División, triunfante en la promoción de ascenso a la máxima categoría tras quedar clasificado como subcampeón del Grupo Norte. Los de Pucela habían ascendido a la División de Honor por vez primera al final de la temporada 47-48, y se mantuvieron en la élite durante diez temporadas consecutivas, alcanzando su momento cumbre en la campaña 49-50, cuando tras un notable desempeño liguero, aflojando únicamente en el último tramo, consiguieron clasificarse para la final de la Copa del Generalísimo, en la que cayeron en la prórroga por 4 a 1 frente al Athletic de Bilbao, por entonces el gran clásico del «Torneo del KO». Descendidos al finalizar el curso 57-58, recuperaron rápidamente la categoría al año siguiente, con un equipo conocido como el de «los monaguillos», por la juventud de muchos de sus componentes (Ramírez, Mirlo, Morollón, Pereda, Beascoechea…). Permanecieron en Primera con apuros durante dos campañas, y nuevamente al finalizar la 60-61 se fueron a Segunda. Allí, como ya hemos dicho,  ocuparon la segunda plaza  del Grupo Norte, con 40 puntos y 10 positivos sobre 60 posibles ( eran ligas de 30 partidos, con 2 puntos por victoria y 1 por empate ), con 17 triunfos, 6 partidos finalizados en tablas y 7 derrotas, y la muy estimable cantidad de 64 goles a favor por tan sólo 31 en contra.

En la promoción de ascenso les correspondió a los blanquivioletas el verse las caras con todo un histórico venido a menos, el RCD. Español, que jamás había perdido la categoría desde el comienzo del Campeonato Nacional de Liga, allá por el año 1929, aunque ya había tenido que defender su puesto entre los grandes en más de una ocasión. El partido de ida se disputó en Barcelona, y los de «Sarriá» lo liquidaron con un corto 1-0, marcado por el delantero brasileño Indio a los 27 minutos de juego. A poco de comenzar la segunda parte, los locales desperdiciaron una gran oportunidad para abrir brecha en el marcador, al enviar el argentino Carranza un penalti a las manos del guardameta vallisoletano Calvo. El encuentro de vuelta se disputó en el viejo «Zorrilla» el 6 de mayo de 1962, con  la gran expectación que es de suponer. A las órdenes del colegiado valenciano señor Birigay, ambos equipos presentaron las siguientes alineaciones: por el Real Valladolid, Calvo; Gómez, García Verdugo, Pinto; García, Sanchís; Mirlo, Ramírez, Morollón, Rodilla y Molina, y por el RCD. Español, Joanet; Argilés, Abel, Ribas; Gordejuela, Bartolí; Muñoz, Domínguez, Sastre, Indio y Camps, una formación cuajada de jugadores de corte defensivo, previsiblemente para tratar de mantener la exigua ventaja blanquiazul. Tardó en moverse el marcador, hasta que García consiguió inaugurarlo en el minuto 74, y ya planeaba sobre ambos conjuntos el fantasma de un partido de desempate cuando el salmantino Rodilla, futuro jugador españolista, consiguió el 2-0 definitivo, el tanto que devolvía a los pucelanos a Primera División, y desalojaba por vez primera a los periquitos de su sempiterno lugar entre la élite.

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En cuanto al Real Oviedo, su campaña 61-62 fue menos épica, aunque también atravesaron por momentos de apuro, librándose de la promoción en la última jornada por un solo punto. El cuadro azul se clasificó finalmente en décimo puesto, con 27 puntos y 3 negativos, y el siguiente balance: 10 victorias, 7 empates y 13 derrotas, con 27 goles a favor y 47 en contra. En teoría la única aspiración de ambos clubes para el  curso siguiente era lograr la permanencia, y en cuanto a los refuerzos, los asturianos incorporaron a sus filas a varios jugadores ( el meta Madriles, los defensas  Solé y Datzira , el medio Icazurriaga, y los delanteros Parés, Livinho y Joao Jorge, los dos últimos brasileños), mientras que los castellanos mantenían  prácticamente la misma plantilla del año anterior, con el central uruguayo Pini como única gran novedad. No repetían, sin embargo, los respectivos entrenadores, dándose la curiosa coincidencia de que tanto uno como otro habían tenido tres ocupantes en el banquillo durante el curso 61-62: Paco Lesmes ( de la jornada 1 a la 16 ), Manuel Soler ( de la 17 a la 30 ) y Heriberto Herrera ( sólo en los partidos de promoción ) en el Real Valladolid, y Fernando Argila ( de la jornada 1 a la 7, Enrique Rubio Sañudo -futuro presidente de la entidad  – en la octava, y Álvaro ( desde la novena a la finalización del campeonato ) en lo que respecta al Real Oviedo.

Veamos ahora quienes eran los hombres que iban a afrontar la temporada 62-63 en ambos clubes. La plantilla del Real Oviedo, dirigida por el ya veterano técnico vasco Juan Otxoantezana Milikua (más conocido entonces como Juanito Ochoa ), estaba compuesta por los siguientes jugadores: Alarcia, Madriles, Boudón; Toni, Datzira, Marigil, Álvarez, Solé, Azcueta; Iguarán, Paquito, Icazurriaga, Agustín; Girón, Sánchez Lage, José Luís, Joao Jorge, José María, Livinho, Alejandro, Alcorta, Larrea, Artabe, Parés, Moncho y Calleja. El Real Valladolid, por su parte, presentaba los siguientes efectivos, a las órdenes del novel técnico catalán Antoni Ramallets, legendario guardameta del Barça y la Selección Española, que recibiera el sobrenombre de «El gato de Maracaná»: por su gran actuación en el Mundial brasileño de 1950: Calvo, Estrems, Zumalabe; García Verdugo, Pini, Pinto, Domenech, Paredes; Ramírez, Sanchís, García, Ealo; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla, Molina, Robert, Joselín, Martínez y Rodríguez.

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PRIMERA VUELTA ( 16 de septiembre de 1962-6 de enero de 1963 )

La edición número 32 del Campeonato Nacional de Liga arrancó el domingo 16 de septiembre de 1962. El Valladolid se desplazó a Córdoba, donde el cuadro local debutaba como equipo de Primera división, y perdió por 1 a 0, mientras que el Oviedo era goleado en «La Romareda»  ( 5 a 0 ) por un Real Zaragoza en vena de aciertos,  que aun no era el de «Los Magníficos» pero tenía una delantera temible, en la que junto a Marcelino y Lapetra brillaban veteranos como Miguel y Duca, y jóvenes como el peruano Juan Seminario, «Pichichi» la temporada anterior. En esta primera clasificación del curso, los castellanos eran decimoterceros, y los asturianos penúltimos.

En la segunda jornada ( 23 de septiembre ), ambos conjuntos vencieron en su propio terreno. El Oviedo al Córdoba por 2 a 0 ( José María y Sánchez Lage ) y el Valladolid a Osasuna con más apuros ( 2 a 1, obra de Sanchís y Morollón ), Es en la tercera fecha del campeonato ( 30 de septiembre ) cuando los dos estrenan su casillero de positivos. El Oviedo triunfa en Pamplona sobre Osasuna por 2 a 3 ( con tantos de Iguarán, Sánchez Lage y Girón ), mientras que el Valladolid arranca un empate sin goles en el «Luís Sitjar» ante el Mallorca. Los asturianos ya son sextos, y los castellanos ocupan la novena posición.

La cuarta jornada ( 7 de octubre ) confirma el buen momento de ambos cuadros. El Valladolid derrota al Athletic de Bilbao en «Zorrilla»  por 2 a 1, con goles de Morollón y Aramendi, y los ovetenses se deshacen del Mallorca en el «Tartiere»  por un claro 2-0 ( Paquito y Larrea ). El Oviedo ya es cuarto, a dos puntos del líder Real Madrid, y tras él marchan los blanquivioletas, en quinta posición. La siguiente jornada ( 14 de octubre ), frena algo a los dos conjuntos, puesto que el Oviedo  – que no obstante juega un buen encuentro -resulta derrotado en San Mamés por un Athletic muy acertado,  3 a 1, haciendo el brasileño Livinho el tanto de los astures, y el Valladolid empata en Sevilla ante el Betis, 2 a 2, con goles de Morollón y Aramendi. Ahora los de Pucela son cuartos, mientras los asturianos ocupan la sexta plaza.

El 21 de octubre se disputa la sexta jornada, y el Valladolid recibe en «Zorrilla» al líder, el Real Madrid. Los locales van a despachar un soberbio encuentro, acabando con la imbatibilidad de los merengues, que son alcanzados en el liderato por sus vecinos del Atlético de Madrid. El choque fue sumamente emocionante, y en él los blanquivioletas van a igualar dos veces la ventaja madridista, para luego decantar a su favor el marcador con dos nuevos goles. Marcó primero Puskas, empató Endériz, nuevamente Puskas adelantó a los blancos, Rodilla consiguió equilibrar el resultado, y en la recta final del encuentro el extremo izquierdo Molina y otra vez Rodilla pusieron en todo lo alto el 4-2 definitivo, consiguiendo una victoria histórica. Por su parte, el Real Oviedo se deshizo por la mínima del Betis en el «Tartiere» en un partido vibrante que registró nada menos que siete goles, siendo obtenidos los de los azules por Girón, en dos ocasiones, Paquito y José María, anotando Luís Aragonés ( 2 ) y Areta II por los verdiblancos.  El Valladolid era cuarto, y el Oviedo sexto, ambos con 8 puntos, cerca de los puestos de cabeza, y se empieza a hablar ya de equipos revelación.

La séptima jornada ( 28 de octubre ) significará un parón para ambos, ya que van a salir derrotados de sus respectivas visitas. Claro que los rivales eran de aúpa, Barcelona y Real Madrid. En el «Camp Nou» los azulgranas se van a imponer a los castellanos por un ajustado 2 a 1, haciendo Endériz el gol blanquivioleta, mientras que en el «Bernabéu»  los merengues vencen a los carbayones por el mismo resultado, con tantos de Félix Ruíz y Gento, marcando Girón para un Oviedo que jugó bien, pero fue poco incisivo de cara a la meta contraria. Al finalizar esta séptima jornada, los vallisoletanos siguen en cuarta posición y los asturianos en sexta. Haciendo un inciso en el desarrollo de la Liga, resulta interesante reseñar que el día 1 de noviembre se van a enfrentar en el Estadio «Santiago Bernabéu» las selecciones de España y Rumanía, en partido valedero para la Copa de Europa de Naciones, la que después sería popularmente conocida como «Eurocopa». España goleará ampliamente a los rumanos por 6 a 0, y en el combinado nacional debuta el oviedista Paquito, formando línea media con el colchonero Jesus Glaría, señal de que su magnífico rendimiento en las filas azules no le pasaba desapercibido al nuevo seleccionador nacional, José Villalonga.

El día 4 de noviembre se disputa la octava jornada del campeonato, y el Oviedo va a conseguir otro de esos triunfos que dan moral y prestigio a un equipo modesto, al derrotar claramente en el «Carlos Tartiere»  a todo un Barcelona, que llegaba como segundo clasificado. Y aun pudo ser mayor el resultado si los delanteros locales no hubiesen fallado ocasiones clarísimas para marcar. José María, el catalán Parés y Girón  anotaron para los asturianos, y el canario Vicente hizo el solitario tanto barcelonista. El Valladolid se impuso también sin demasiados problemas al Málaga por 2 a 0, con dianas de Morollón y Molina. Balance de la jornada: Valladolid cuarto y Oviedo sexto, los dos con 10 puntos y 2 positivos, a dos de los colíderes, los equipos madrileños.

La novena fecha del campeonato ( 11 de noviembre ) fue triunfal para ambos, que se imponen en campo contrario. El Valladolid lo hizo en «Altabix», superando al Elche por 2 a 3, marcando Rodilla, Morollón y Endériz, y el Oviedo venció más claramente en «La Rosaleda», 1-3, con tres goles de su delantero José Luís, aunque sufrió la expulsión de Girón. El Valladolid seguía siendo cuarto, y el Oviedo ya era quinto, ambos con los mismos puntos, doce, y cuatro positivos. Volvieron a triunfar en la siguiente jornada, la décima ( 18 de noviembre ), en la que los asturianos apabullaron al Elche en el «Tartiere» con un inapelable 6 a 1 (con goles de José María e Icazurriaga -en dos ocasiones- , José Luís y Sánchez Lage, mientras el Valladolid encontraba más resistencia en el Deportivo de La Coruña, al que va a derrotar por 3 a 1, con tantos de Molina, Morollón y el deportista Manín en propia puerta. Al finalizar esa jornada – que marcaba el primer tercio de la competición -, los vallisoletanos ya eran segundos, a un solo punto del Real Madrid, al igual que los asturianos, que ocupaban la tercera posición debido a su peor coeficiente general.

La undécima jornada ( 9 de diciembre ) va a deparar, por fin, el el primer enfrentamiento directo entre los dos equipos que más estaban llamando la atención en lo que iba de campeonato. El partido se disputó en «Zorrilla», y puso en las taquillas el cartel de «no hay billetes». Los dos conjuntos presentaron las siguientes alineaciones: por el Real Valladolid, Calvo; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla y Molina ( es decir, el equipo de gala ), y por el Real Oviedo, Alarcia; Toni, Datzira, Azcueta; Icazurriaga, Paquito; Parés, Sánchez Lage, José Luís, Iguarán y José María, con las ausencias destacadas de los titulares Marigil y Girón, todos ellos a las órdenes del colegiado vizcaíno señor López Zaballa. Un tiempo para cada equipo, aunque los locales aprovecharon mejor las ocasiones y se impusieron por 2 a 0, con tantos marcados por Morollón y Rodilla en la primera mitad. Después de este resultado el Valladolid continuaba en segunda posición de la tabla con 16 puntos, uno menos que el Real Madrid, y el Oviedo descendía provisionalmente a la cuarta plaza, igualado con el Atlético de Madrid.

Ambos cuadros volvieron  a ponerse a la par en la duodécima jornada ( 16 de diciembre ), pues mientras que el Oviedo derrotaba en la capital asturiana al Deportivo de La Coruña, merced a un solitario gol del argentino Sánchez Lage, el Valladolid caía derrotado en Mestalla ante el Valencia, en un espectacular partido en el que subieron ocho goles al marcador. Los «ches se adelantaron con dos tantos de ventaja, pero los castellanos lograron igualar a tres, aunque los levantinos acabaron por decantar el resultado a su favor. Waldo y Guillot ( en dos ocasiones ) y Héctor Núñez marcaron por los locales, y Molina, Rodilla y Morollón por el Valladolid, que ahora era tercero, igualado de nuevo con el Oviedo, cuarto, ambos con 16 puntos y cuatro positivos.

Victorias locales claras de asturianos y castellanos en la jornada número 13 ( 23 de diciembre ). El Oviedo superó al Valencia por 2 a 0, marcando el joven y prometedor José María por partida doble, a la vez que el Valladolid se deshacía del Sevilla ( 3-1) en el transcurso de un gran encuentro en el que Morollón abrió el marcador al transformar un penalti, empató el hispalense Oliveros, y después el mismo Morollón y Rodilla, los dos máximos artilleros blanquivioletas, decantaron el resultado hacia su bando. Valladolid segundo, y Oviedo tercero, con 18 puntos y cuatro positivos, alejándose de escuadras en teoría tan potentes como Barcelona, Valencia y Athletic de Bilbao.

La decimocuarta jornada ( 30 de diciembre ) va a suponer la llegada del Oviedo a la cabeza de la clasificación, igualado a puntos con el Real Madrid, aprovechando que los del «Santiago Bernabéu»  son amplia y sorprendentemente derrotados en Mallorca, ante el cuadro bermellón, por 5 a 2. Los asturianos, por el contrario, se imponen al Sevilla en el «Sánchez Pizjuán» sobre un terreno impracticable, por 2 goles a 3, marcando por el Oviedo José Luís, José María e Iguarán. El Valladolid, sin embargo, va a salir también goleado del «Metropolitano», tras un gran encuentro de ambos conjuntos, saldado con la victoria de los colchoneros por 5 a 2, un marcador tal vez demasiado abultado para los merecimientos de los pupilos de Ramallets, que llegaron a adelantarse  por 1 a 2, con sendos tantos de Rodilla, aunque el Atlético de Madrid, en un extraordinario segundo tiempo les endosó cuatro goles. La clasificación general, tras disputarse el último partido del año 1962,  va a quedar de la siguiente manera: segundo el Real Oviedo, con 20 puntos y 6 positivos, los mismos que el líder Real Madrid, y cuarto el Valladolid con 18 puntos y 4 positivos.

Finaliza la primera ronda del campeonato el domingo 6 de enero de 1963, Día de Reyes. Y Sus Majestades de Oriente les traen buenos regalos a ambas aficiones. En Oviedo los azules golean – 3 a 0 -a todo un aspirante al título, el Atlético de Madrid, que presentó batalla pero sucumbió en la segunda parte, período en que fue expulsado su lateral internacional Rivilla. José Luís consiguió los tres goles asturianos. Y en «Zorrilla» el Valladolid se va a imponer con más apuros, por 2 a 1,  a otro rival importante, el Real Zaragoza, con goles de los inevitables Morollón y Rodilla. De modo que el balance de esta primera mitad de la Liga va a ser excelente para los dos equipos: el Oviedo es segundo, empatado a 22 puntos y 6 positivos con el Real Madrid, y el Valladolid ocupa la tercera posición, con dos puntos y dos positivos menos. Si los dos son capaces de repetir ese sensacional rendimiento en la segunda vuelta, estamos hablando casi de números de campeón. Lo cierto es  que la permanencia, la principal aspiración de ambos a principios de temporada,  ya no parece correr peligro…

SEGUNDA VUELTA ( 13 de enero de  1963-21 de abril de 1963)

El 13 de enero arranca la segunda fase del campeonato, pero antes, el miércoles 9, se disputa en el «Camp Nou» barcelonés un amistoso internacional entre las selecciones de España y Francia, que termina sin que llegue a inaugurarse el marcador. Pero lo más significativo va a ser la presencia en el combinado nacional tanto del oviedista Paquito, que ya había actuado en dos ocasiones con el equipo español, como la del blanquivioleta Morollón, que debutaba en esas lides, y que a la sazón encabezaba la clasificación de goleadores con 11 tantos, por delante de dos monstruos como los madridistas Puskas y Di Stefano, y de su propio compañero de equipo Rodilla.

Pero el partido del domingo siguiente iba a resultar igualmente memorable para el madrileño Emilio Morollón, puesto que va a anotar nada menos que cuatro tantos en la estrepitosa goleada de los suyos  al Córdoba ( 6 a 0 ), siendo Rodilla y Sanchís los autores de los otros dos. El Oviedo, por su parte, encontrará muchas más dificultades en el Zaragoza, al que derrota en el «Tartiere» gracias a un solitario tanto marcado por Sánchez Lage. Las posiciones en la tabla no se modifican: Oviedo colíder junto al Madrid, y Valladolid en tercer lugar.

Sin embargo la decimoséptima jornada ( 20 de enero ), va a resultar muy negativa para ambos conjuntos, ya que los dos van a salir fuertemente derrotados en sus respectivos desplazamientos. El Oviedo caerá en «El Arcangel» ante el Córdoba por un rotundo 4 a 0, conseguido ya por los andaluces en la primera media hora de juego, y el Valladolid, aunque dominará más en «San Juán», se limitará a recoger el balón de dentro de su portería ( 4 -1 para Osasuna, salvando Aramendi el honor castellano ). Las posiciones en la tabla no se modifican, empero, aunque el Real Madrid esprinta merced a su victoria en Riazor frente al Deportivo, y toma dos puntos de ventaja sobre el Oviedo.

Jornada número 18, 27 de enero de 1963. El Real Madrid abre un poco más de brecha en la cabeza de la clasificación, gracias a su aplastante victoria en el «Camp Nou» sobre el Barcelona, 1 a 5, con 3 goles de Puskas, más dos dianas de Di Stefano y Gento. El Oviedo, sin embargo, va a proporcionar la sorpresa de la jornada, al no poder pasar del empate en el «Tartiere» ante un Osasuna que llegaba situado en los últimos lugares. Campo típicamente norteño, en muy malas condiciones, y ventaja momentánea para los navarros, al transformar un máximo castigo, enjugada luego por el empate local, conseguido por Girón. El Valladolid, por su parte, se comporta mejor, y derrota al Mallorca en Pucela por 2 a 0, siendo Rodilla y Molina los autores de los goles. Asturianos y castellanos se mantienen en segunda y tercera posición, respectivamente, pero la ilusión de aspirar a todo se va diluyendo poco a poco.

Y más que se diluirá en la siguiente jornada, la decimonovena ( 3 de febrero ), cuando ambos conjuntos regresen de vacío de sus respectivas salidas, y con el mismo adverso resultado, 3 a 0. El Athletic de Bilbao fue el verdugo de un  Valladolid muy peleón, en un partido marcado por la presencia de la nieve sobre el césped, mientras que en Mallorca los locales se deshicieron con suma facilidad del cuadro azul. Las posiciones de ambos equipos no se modifican, pero el Real Madrid ya le saca cinco puntos al Oviedo, mientras que el Atlético madrileño se sitúa ya a un solo punto de los vallisoletanos.

El 10 de febrero se disputa la jornada número 20, y el campeonato consume su segundo tercio, con un intratable Real Madrid ya muy destacado en cabeza, con 6 puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, que ahora son dos, el Valladolid y el Oviedo, empatados a 26 puntos merced al nuevo tropiezo asturiano, esta vez en su propio terreno y ante el Athletic de Bilbao – empate a uno -. Jugaron mejor los asturianos, pero el guardameta vasco Carmelo se erigió en la figura del encuentro, parándolo todo a excepción de un remate de Sánchez Lage. También despachó una gran actuación el arquero vallisoletano Calvo, impidiendo la derrota de los suyos en «Zorrilla» ante el Betis. Y como los sevillanos no consiguieron marcar y el Valladolid sí lo hizo en una única ocasión, obra de su «Pichichi» Morollón, los dos puntos se quedaron en casa.

La vigesimoprimera jornada ( 17 de febrero ) va a vivir otro enfrentamiento en la cumbre, el que disputaron Real Madrid y Valladolid en la capital de España. Y los merengues van a devolverle el tanteo de la primera vuelta a los castellanos, puesto que se impondrán por un claro aunque excesivo 4 a 1, con goles de Felix Ruíz ( 2 ), Amancio y Gento, anotando Morollón el tanto visitante. El Oviedo volverá a perder, esta vez en el «Benito Villamarín» ante el Betis, y tras un buen partido donde los hispalenses fueron más efectivos en el remate ( 2 a 1 ). Icazurriaga marcó para los asturianos. El Real Madrid ya aventaja nada menos que en siete puntos al segundo clasificado, que ahora es el Atlético de Madrid, con 27. Valladolid y Oviedo eran tercero y cuarto, respectivamente, a uno de los colchoneros. Era evidente que su rendimiento había bajado en picado, y también que sus posiciones de privilegio comenzaban a peligrar.

El 24 de febrero, vigesimosegunda jornada, el Real Madrid dio ya la puntilla a las remotísimas aspiraciones oviedistas al derrotar a los azules en el «Tartiere» merced a un solitario gol de Puskas. Por su parte, el Valladolid salvó los muebles en «Zorrilla», donde doblegó al Barça con un tanto de Morollón, que nuevamente se ponía al frente de la clasificación de goleadores. Los castellanos seguían terceros, mientras que el Oviedo caía a la quinta plaza, superado también por el Valencia, y con el Zaragoza a sus alcances.

La jornada número 23 se disputó el 3 de marzo, y nuevamente los marcadores no les fueron muy propicios a blanquivioletas y azules. Menos al Oviedo, por supuesto, que caía en el «Camp Nou» por un escueto pero suficiente 2-1( con gol del brasileño Joao Jorge ), mientras que el Valladolid arrancaba un punto en «La Rosaleda», al empatar a un tanto con un Málaga metido de lleno en zona peligrosa. Ramírez fue el autor del gol de los de Pucela. Ambos equipos conservaban sus posiciones de la semana anterior.

El 10 de marzo se jugó la vigesimocuarta jornada, muy negativa para el Valladolid, y más esperanzadora para el Oviedo, que tras siete partidos sin ganar se reencontró con la victoria, al derrotar al Málaga por 2 a 0, con goles de Joao Jorge y Sánchez Lage. Debacle del Valladolid ante el Elche en «Zorrilla» ( 0 a 2 ). El cuadro local  fue sorprendido por dos contragolpes ilicitanos, y vio como el segundo puesto se  alejaba. Valladolid tercero, y Oviedo cuarto. Ese fue el balance de la jornada.

Y la que hacía el número 25 del campeonato volvió a ser funesta para ambos conjuntos, que salieron derrotados en sus respectivos desplazamientos. El Deportivo de La Coruña venció al Valladolid por 1 a 0 en «Riazor», y el Elche se impuso al Oviedo en «Altabix» por 2 a 1, con goles de Romero y Cardona, mientras que Sánchez Lage marcaba por los astures. El Real Madrid, merced a su apretado triunfo en el «Bernabéu» por 4-3 sobre el segundo clasificado, el Atlético de Madrid, se proclama ya matemáticamente campeón de la Liga 62-63 a falta aun de cinco jornadas por disputarse. El Valladolid es tercero momentáneamente, y el Oviedo cae a la quinta posición, rebasado por el Valencia.

El 24 de marzo, correspondiente a la vigesimosexta jornada, se vieron de nuevo las caras Real Valladolid y Real Oviedo, esta vez en el «Carlos Tartiere». A las órdenes del árbitro ceutí señor Cózar, estas fueron las alineaciones: por el cuadro asturiano, Madriles; Azcueta, Datzira, Marigil; Iguarán, Paquito; Girón, Sánchez Lage, Joao Jorge, José Luís y José María, y por los blanquivioletas, Estrems; García Verdugo, Pini, Pinto; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Joselín, Morollón, Rodilla y Molina. El partido no tuvo historia, y la superioridad oviedista fue total, 4 a 0, con goles de Joao Jorge ( 2 ), Sánchez Lage e Iguarán. En la clasificación general, el Oviedo, tercero, adelantaba al Valladolid, quinto, superándole por un punto, e inclinando también el «goal average» particular a su favor.

La siguiente jornada, la 27, invirtió sin embargo las tornas, pues mientras que el Valladolid derrotaba al Valencia por 1-0 en «Zorrilla» con un nuevo gol de Morollón, los asturianos caía en La Coruña por 2 a 1, en un encuentro donde el brasileño Joao Jorge, autor del tanto «carbayón» , resultaría expulsado. El Valladolid volvía a ser tercero, pero ya lejos del subcampeonato, y el Oviedo pasaba ahora a ocupar la cuarta plaza, aunque muy amenazada por un cuarteto de perseguidores formado por Valencia, Zaragoza, Barcelona y Athletic de Bilbao.

En la jornada 28, correspondiente al 7 de abril, ambas escuadras van a salir derrotadas, pero la del Oviedo en Mestalla va a ser sonada, 5 a 0, y ante un rival directo, que le relega hasta la sexta plaza. El brasileño Waldo marcó tres goles, y el Oviedo fue una sombra de lo que había sido durante buena parte de la temporada. Más decorosa fue la caída del Valladolid en el «Sánchez Pizjuán» ante el Sevilla, 3-2, con un «doblete» de Rodilla. Los vallisoletanos eran ahora cuartos, pero con muchos equipos tras su estela.

LLegamos ya a la penúltima jornada del campeonato, la que se disputó el 14 de abril, y en ella los asturianos se desquitaron del varapalo sufrido en tierras levantinas, aunque a costa de un Sevilla que entraba así en terreno peligroso. 5 a 1 para los pupilos de Ochoa, marcados por Iguarán ( en dos ocasiones ), Toni, José María y José Luís. El Valladolid, por su parte, tampoco lo hizo mal, y se impuso en su feudo a un Atlético de Madrid que ya tenía asegurada la segunda posición. 2 a 1 para los blanquivioletas, con goles de los de siempre, es decir, Morollón y Rodilla. De cara al último partido saldrían como tercero el Valladolid, y cuarto el Oviedo, a la espera ambos de revalidar o invertir dichas posiciones, que serían las mejores de su historial liguero hasta entonces

Y por fin, tras treinta fechas y ocho meses de competición, el Campeonato Nacional de Liga 1962-63 llega a su fin. Para el Valladolid lo hace encajando un severo correctivo en «La Romareda»  ante el Real Zaragoza ( 6 a 2, salvando Rodilla el honor pucelano por partida doble ), mientras que el Oviedo conseguía un meritorio empate sin goles en el «Estadio Metropolitano» ante el subcampeón Atlético de Madrid. De ese modo, ambos cuadros revelación quedaban finalmente empatados a 33 puntos, ocupando los asturianos la tercera plaza gracias a su mejor «goal average» particular con respecto a los castellanos, cuartos.

BALANCE FINAL

Real Oviedo y Real Valladolid animaron el campeonato hasta la decimonovena jornada, en la que el Real Madrid ya cobró una evidente ventaja sobre ambos ( 5 y 6 puntos, respectivamente ). Pero su primera vuelta fue tan excelente como sorprendente, con unos guarismos que daban casi proyección de campeón, aunque al final el Real Madrid tan sólo se dejó once puntos por el camino, y conquistó el torneo con una superioridad aplastante, aventajando nada menos que en doce puntos al segundo clasificado, el Atlético de Madrid. Y si bien  a priori nadie esperaba un rendimiento tan sobresaliente por parte de un recién ascendido y de un equipo que se había salvado por los pelos de la promoción la campaña anterior, diversos factores van a coincidir para explicar el gran desempeño de azules y blanquivioletas.

Por un lado, su propio potencial, basado en un centro del campo muy potente, que en el Oviedo estaba formado por el asturiano Paquito, el vasco Iguarán y el veterano futbolista argentino Sánchez Lage, la estrella del equipo, apoyados en una estupenda defensa, Toni, Datzira y Marigil, con dos buenos extremos, Girón y sobre todo el jovencísimo José María, posteriormente toda una leyenda en las filas del Real Club Deportivo Español, y por el centro el vasco José Luís, mientras que en el Valladolid el triángulo mágico de la zona central lo componían el valenciano Sanchís, el manchego Ramírez y el uruguayo Endériz, con dos extremos muy incisivos, el argentino Aramendi y el alicantino Molina, y dos auténticos hombres-gol moviéndose por el centro del ataque, el madrileño Morollón y el salmantino Rodilla, sin desdeñar una zaga donde el también madrileño García Verdugo, el  charrúa Pini y el malagueño Pinto, ex del Barça, imponían su ley.

El hecho de que tanto Ochoa como Ramallets encontrasen una alineación ideal, y pudieran disponer de sus principales efectivos durante toda la campaña, colaboró eficazmente al buen resultado final, aunque es evidente que ambos equipos bajaron ostensiblemente su rendimiento en la segunda mitad de la competición. Así el Oviedo, que hizo 22 puntos en la primera vuelta, tantos como el que más, únicamente conseguiría 11 en la segunda, atravesando por una larga racha de malos resultados. Si su balance de goles había sido positivo en los quince primeros partidos ( 34 frente a 22, o sea + 12 ), en los segundos se invirtió dicha tendencia ( 18 frente a 24, es decir, -6), y en cuanto al Valladolid, los castellanos van a conseguir en la primera ronda 20 puntos ( 31 a 24 en goles ), y sólo 13 en la segunda ( 20 a 29 en goles ). Y también, y sin ánimo de menospreciar la gesta de Oviedo y Valladolid, es justo señalar que algunos equipos teóricamente fuertes como Barcelona, Zaragoza, Valencia o Athletic de Bilbao van a despachar una campaña muy gris, sobre todo en el caso de los «leones», que terminarán la Liga incluso con negativos.

El gran desempeño de los vallisoletanos va a suponer que el cuadro blanquivioleta sea invitado a tomar parte en la International Soccer League, un intento de popularizar el fútbol en los Estados Unidos mediante la organización de un torneo en el que tomaban parte diversos equipos europeos y algunos cuadros locales. Los pucelanos van a jugar un total de seis encuentros durante el mes de julio de 1963, la mayor parte de ellos en Nueva York, ganando dos, empatando uno y perdiendo tres. El año anterior, curiosamente, el invitado de la Liga española había sido el Real Oviedo.

Sin embargo, ambos cuadros no van a tener continuidad en la siguiente temporada, 63-64. El Oviedo perderá a dos de sus futbolistas más destacados, Paquito y Sánchez Lage, traspasados al Valencia por culpa de las estrecheces económicas del club, mientras que el Valladolid se desprende del centrocampista charrúa Endériz, fichado por el Real Zaragoza, de García Verdugo, que pasa también al Valencia, y de Molina, que recala en el Betis, por motivos análogos. Los asturianos, muy lejos de repetir la exitosa campaña 62-63, se verán abocados a jugar la promoción para mantenerse en Primera, lo que finalmente lograrán al imponerse al Hércules de Alicante, pero lo del Valladolid va a ser infinitamente peor, puesto que los castellanos descenderán como colistas, con una puntuación muy pobre: 19 puntos y 11 negativos. Las bajas en la plantilla habían afectado a los dos equipos, evidentemente, al marcharse jugadores muy importantes para su esquema, pero también el hecho de verse muy pronto con negativos, pesó sobre su moral. Y es que el fútbol no deja de ser  un estado de ánimo, y el encantamiento ya había abandonado el «Carlos Tartiere» y «Zorrilla», rumbo a otros lares ( 1963-64 fue el año del Betis y el Elche, que tomaron a su vez el relevo como equipos revelación ) . Pero al menos fue un bonito espejismo mientras duró…




¡El Pachuca Athletic Club no nació en 1900!

Don Félix Martialay, sin duda el mejor historiador del fútbol español, y con quien tuve el gusto de colaborar a distancia, poco antes de su muerte,  decía que al escribir una historia, en este caso de fútbol, «hay que dejar espacios vacíos, hojas en blanco, sobre todo en los primeros capítulos, porque siempre aparecen pasajes y datos desconocidos hasta entonces, que van llenando los huecos de la historia…»i

Y así es, afortunadamente cada día surgen nuevos documentos, perdidos muchos de ellos en un baúl viejo, entre los recuerdos del abuelo y otros tantos en archivos desconocidos, o, como en este caso, en periódicos que ya no estaban abiertos a consulta y que gracias a la modernidad de la digitalización, de nueva cuenta podemos acceder a ellos.

Tal y como ha ocurrido en algunas partes del mundo, en donde se han encontrado nuevos datos sobre el origen del fútbol local, en nuestro país ocurre algo similar. La digitalización de periódicos antes inaccesibles, nos acercan a fuentes directas, para conocer, en este caso, un poco más de la historia del fútbol mexicano.

En México, el Fondo Reservado de la Hemeroteca Nacional, que resguarda la Universidad Nacional Autónoma de México, mantenía ciertas restricciones con algunos ejemplares, sobre todo los que estaban en mal estado. Entre estos, algunas publicaciones de finales del siglo XIX, se encontaban en catálogo, pero la realidad es que siempre estaban en mantenimiento y por tanto, fuera del alcance de prácticamente todos los investigadores.

Hoy en día, la UNAM ha tenido a bien digitalizar gran parte de ese acervo y aunque todavía algunos ejemplares están fuera de circulación, por que su estado es en verdad deplorable o simplemente porque no han sido digitalizados, con los que ya están en la base de información del HNDMii se ha podido rearmar un poco la historia.

Gracias a esto, he podido consultar día por día, grandes publicaciones como Two Republicsiii, The Mexican Heraldiv o The Mexican Sportmanv.

Entre los múltiples temas, han aparecido grandes datos sobre otros deportes, como el tenis, el cricket o el fútbol americano, tanto el que se jugaba en esos momentos en Estados Unidos, como el que se comenzaba a desarrollar en nuestro país y que será cuestión de otro análisis.

El motivo que aquí me ocupa, es tratar de poner fin a la disyuntiva generada desde hace muchos años sobre cual es el primer equipo de fútbol en México.

pachuca01Pocos son los libros de historia del fútbol que se han escrito en nuestro país y muchos hemos reconocido a El Libro de Oro del Fútbol Mexicano de Juan Cid y Muletvi,  como la mayor obra hecha hasta el momento. Sin embargo, se publicó a inicios de la década de los sesenta y desde entonces muchas cosas han cambiado.

Una de las grandes discusiones, radican en la creación de los primeros clubes. Por un lado, se afirma que el primero fue el Club Pachuca, hacia finales de 1900, según el propio Libro de Oro, mientras que el club, celebró los 100 años en el 2001, dando como fecha noviembre de 1901 como su creaciónvii.

Orizaba, por su parte, da el año de 1898 en el que se conformó el Orizaba Athletic Club, mientras que en la ciudad de México, el Club Reforma inicia actividades en 1894.

Invitación para la creación del Reforma Athletic Club

Invitación para la creación del Reforma Athletic Club

viii

Como podemos observar, el Club Reforma de 1894 sería el primero constituido, solo que, según sus propios archivos, en el Club se jugaban diversos deportes como cricket, golf, tenis, baseball y se realizaban pruebas atléticas, pero es hasta 1901, con la petición del Pachuca Athletic Club, que se interesan en formar un equipo de fútbolix.

En ese orden, el Orizaba Athletic Club, de 1898, se consideraría el pionero, pero no se tiene mayores datos de que cuando surgió el club deportivo, se jugara al fútbol, además de que también aceptó la invitación del club Pachuca para conformar un equipo para la Liga próxima a crearse en 1902.

Haciendo un breve paréntesis, antes de que iniciara el siglo XX, en México ya existía una liga, pero de otro deporte que también trajeron los mineros ingleses: El Criquet o Cricket, ya que de las dos formas se le llamaba en la prensa.

Esta liga, estaba compuesta por el México Unión Cricket Club, decano de los clubes en México, y que inicia actividades en 1827, tan solo dos años después de que los Cornish ingleses llegan a «la pequeñísima población de Real del Monte, en las montañas al norte de la Ciudad de México»x A partir de 1880 se comenzó a llamar tan solo México Cricket Club. Este club, jugaba encuentros con visitantes extranjeros y con un par de clubes más que surgieron en la capital, enfocados únicamente al cricket, pero se les unió el Pachuca Cricket Club, que surgió en la década de los ochenta, el Reforma, que inició sus actividades como ya mencioné en 1894 y el Puebla Cricket Club, que surge a principios de los años noventa, cuando se crea el Puebla Athletic Club en 1893, con lo que se constituyó la liga y que siguió sus actividades ya iniciado el siglo XX.

Al Orizaba, inclusive, se le invitó a la liga de cricket y posteriormente, cuando el Puebla no aceptó jugar en la naciente liga de fútbol, se le hizo extensiva la invitación al cuadro veracruzano. Era tal el éxito de esta liga, que estas instituciones jugaban también entre ellas partidos de tenis y de golf.

The Mexican Herald octubre 28 de 1901

The Mexican Herald octubre 28 de 1901

Surge el Reforma Athletic Club

pachuca04Fue el 16 de marzo de 1894, cuando un entusiasta de los deportes,  Thomas Phillips, convocó a una reunión para tratar el tema de la creación de un club que tuviera una sede fija en la que se pudieran practicar varios deportes. En esta reunión, se acordó la fundación del Reforma Athletic Club: «Una asociación civil que fomentaría la actividad deportiva, social y cultural entre los súbditos británicos y estrecharía lazos entre ingleses y mexicanos»xi

Este club, sin embargo y aún cuando se funda pensando en jugar varios deportes, asume como deporte principal el cricket, seguido del tenis, el beisball, el golf y el polo, pero no se forma un equipo de fútbol, este se daría a inicios de 1901.

La creación del Pachuca Athletic Club

Como mencioné con anterioridad, la fecha de creación del Pachuca Athletic Club por años se ha manejado como del año 1900, pero esto es en realidad falso, ya que  una nota del periódico en el diario Two Republics del 4 de octubre de 1895xii, en la sexta columna, aparece un apequeña sección llamada PACHUCA NOTES  y en esta, se menciona la reciente creación del Pachuca Athletic Club y en donde se indica  que se jugarán todos los deportes, menos el Cricket, esto, porque ya existía un equipo constituido de este deporte y no querían interferir con el mismo, ya que prácticamente los mismos integrantes del equipo de cricket lo serán de los diversos deportes del  Pachuca Athletic Club, incluyendo el fútbol.

Two Republics del 4 de octubre de 1895

Two Republics del 4 de octubre de 1895

Dos días después, The Mexican Herald, sacó una nota en donde se hace mención del naciente Pachuca Athletic Club, en la que se incluyen varios deportes, por un lado está el Pachuca Cricket Club, se habla del tenis y también del fútbol, ya como Pachuca Football Club, el cual tiene sus instalaciones en la Hacienda de la Luz.

The Mexican Herald 6 de octubre de 1895

The Mexican Herald 6 de octubre de 1895

¿Se habla del Pachuca Football Club? Así es, por lo que nos da nuevos indicios de que un Club de Fútbol ya existía de antes.

Buscando todavía más atrás, en el periódico Two Republics, encontramos lo siguiente el 8 de noviembre de 1892xiii:

Two Republics 8 de noviembre de 1892

Two Republics 8 de noviembre de 1892

¡Así es, antes del Pachuca Athletic Club, ya existía el Pachuca Football Club, por lo menos desde finales de 1892!

El diario menciona que el día 2 de noviembre, hubo un encuentro de fútbol, en la propiedad de Francis Rules, quien era un ingeniero inglés y cuyo hijo Francis H. Rules, según el censo de población de 1930xiv, nació en México, con lo cual también terminaría el mito de los jugadores nacidos en Inglaterra, porque es casi seguro que este jugó, ya que después aparece en las crónicas como jugador del Pachuca Athletic Club.

Censo de Población estado de Hidalgo 1930, cortesía de Ancestry.com

Censo de Población estado de Hidalgo 1930, cortesía de Ancestry.com

Este es sin duda, antecedente directo, porque se fusiona con el equipo de Cricket para pasar a la fundación del Pachuca Athletic Club. Bajo la observación de estos históricos documentos, podemos aseverar que el Pachuca Athletic Club es el primer club de fútbol constituido en México, salvo que nuevos datos en un futuro muestren lo contario.

Queda por definir exactamente donde botó el primer balón en nuestro país, si fue en la ciudad de México, Real del Monte o el mismo Pachuca, ya que por un lado los colegios ingleses de la capital, los Cornish situados en Real del Monte y en Pachuca se pelean esa distinción. ¿Saldrán a la luz nuevos documentos en donde podamos definir algún día esto? Yo creo que si, pero en este momento, celebremos los ya casi 119 años del Club Pachuca.


i Acostumbrábamos intercambiar ideas via correo electrónico, mientras le mandaba información de los Vascos en México. Esto en particular me lo dijo el 17 de noviembre del 2007.

ii http://www.hndm.unam.mx/ En su introducción dice: «El proyecto de la HNDM representa la ascensión al espacio virtual del más completo patrimonio hemerográfico de México; su portal es la entrada a ese mundo donde las publicaciones periódicas que han acompañado sin fatiga a este país, emergen de las bóvedas donde aguardaron pacientemente el día de volver a circular y enfrentar a su destinatario, el momento de regresar a su natural dominio»

iii The Two Republics se publicaba en inglés, en la ciudad de México, de 1867 a 1900.

iv The Mexican Herald, publicado en inglés, ciudad de México, de 1895 a 1915.

v The Mexican Sportman, primera publicación especializada en deportes en México, en inglés e intermitentemente en español. Surge en 1896 y tan solo duró un año en circulación. No se tienen muchos ejemplares en existencia en la Hemeroteca Nacional.

vi El Libro de Oro del Futbol Mexicano, escrito en cuatro tomos, consta de treinta y seis capítulos y 926 paginas.

vii Ver al respecto: Calderón Cardoso, Carlos. Pachuca, La Cuna del Futbol. México, 2001.

viii Invitación para la creación del Reforma Athletic Club, Documento del Archivo del Club Reforma.

ix «…Así el Pachuca Athletic Club puso todo su entusiasmo y recursos en conformar la primera liga nacional, quedando esta propuesta materializada en 1902…» Boletín RAC Febrero 1986.

x Williams, Richard. Cornwall England & Hidalgo México. Cap. La llegada. P. 31.

xi Carta de T.R. Phillips, 1894, Archivo del Reforma Athletic Club (RAC).

xii Two Republics 4 de octubre de 1895.

xiii Two Republics 8 de noviembre de 1892

xiv Censo de Población de 1930, estado de Hidalgo  cortesía de Ancestry.com  Confirmaría que Francis H. Rules, jugador del Pachuca Athletic Club ya conformada la liga, nació en México.