La aguja del pajar: el origen del fútbol en Madrid

Tal y como se dice en las líneas siguientes hace años que nos habíamos dedicado a la tarea de glosar el origen del fútbol en Madrid. Por exceso de originales lo teníamos en cola, pero una reciente publicación nos ha motivado a adelantar este texto. La web www.lapalanganamecanica.com ha hallado una noticia publicada en la revista El Campo (16-11-1879) en el que se deja constancia de una curiosa asociación intitulada Cricket y Foot-ball (Club) constituida en ese noviembre de 1879 y que a pesar de su nombre no llegó nunca a jugar al fútbol.  A continuación se explica con cierto detenimiento cuál fue el origen y cómo se empezó a jugar al fútbol en la capital de España.

I. Algunos comentarios introductivos

Antes de entrar en materia parece que se exigen algunos comentarios sobre este estudio que pretende glosar con toda la minuciosidad que nos es posible el origen del fútbol en la ciudad de Madrid incluida la fundación de la sociedad que hoy tiene por nombre Real Madrid CF. En este sentido nos vamos a mantener en la misma línea que los glosadores anteriores de la historia madridista, que siempre introducen unas ciertas indicaciones de la historia del fútbol en Madrid antes de hablar de la del propio club blanco.

Quizá lo primero que podamos hacer sea llamar precisamente la atención sobre el hecho de que en el año 2013 pueda decirse algo nuevo sobre una materia que por su importancia necesariamente debería ser bien conocida. Siempre podrían encontrarse datos nuevos que pudieran matizar lo ya conocido, pero resulta difícil de creer que ninguna información cierta se haya publicado hasta ahora sobre la fundación del que es el club de fútbol más importante del mundo. Este hecho tan llamativo desde luego que merece una explicación que entendemos que no solo puede basarse en la desidia de los historiadores madridistas, y por ello nos detendremos todo lo posible en hacer una historia de la historiografía madridista.

Sin que con ello nos adelantemos al desarrollo de nuestras tesis sí queremos afirmar de inicio que el tema es extremadamente difícil; y por eso precisamente el sintagma con el que jocosamente nos hemos permitido titular este trabajo, siguiendo el ejemplo del famoso lingüista Watkins, al que al parecer le gustaba dar siempre títulos extravagantes e irónicos a sus libros. Así por ejemplo Cómo matar un dragón no es sino el trabajo más detallado sobre poética indoeuropea que existe. Lo hacemos también, es preciso reconocerlo, teniendo in mente un chiste que Eugenio contaba con su habitual maestría: «era un tío con tan mala suerte que se sentó en un pajar y se clavó la aguja».

Creemos que la mejor manera de demostrar la dificultad del tema es el hecho de que la única tesis doctoral dedicada al fútbol madrileño (El fútbol en Madrid: de actividad lúdica a espectáculo de masas -1898-1945-) su autor Jesús Polo del Barrio le dedica a explicar cómo llegó el fútbol a Madrid no más de una página.

El trabajo que ahora presentamos lo hemos desarrollado a lo largo de dos o tres años, aunque con largas intermitencias. De hecho después de varios meses de parón desesperado nuestro buen amigo Fernando Arrechea ejerció el impulso necesario para que hiciéramos los últimos esfuerzos y buscáramos las últimas fuentes que estaban a nuestro alcance y le diéramos finalmente la forma que aquí presentamos.

Terminamos esta especie de introducción adelantando que el trabajo ha dado buenos frutos y que entre tanta paja hemos podido encontrar algunas agujas. Eso sí, claramente insuficientes. Se hace imprescindible encontrar más documentos que avalen las tesis que aquí vamos a defender o que por el contrario las desmientan. Y tienen que existir. No es posible que ciudades como Sevilla, Huelva o Barcelona puedan tener un caudal de información tan sumamente superior al que tenemos en Madrid. Es imposible. Como solía decir don Félix Martialay, sin duda debe de ser impericia de los autores; pero ojo, no solo de nosotros, sino también de todos los que nos precedieron en la tarea.

Son en consecuencia las páginas que siguen un simple bosquejo de la historia del fútbol en Madrid hasta la fundación del Madrid FC, pues para nada más que para un «bosquejo» dan las fuentes de que disponemos. Como decíamos anteriormente estudiaremos en primer lugar lo que llamamos «estado de la cuestión», intentando reconstruir la «historia de la historiografía», para después aportar las fuentes nuevas y las conclusiones a las que con su luz hemos llegado.

Concluimos diciendo que aun a riesgo de alargarnos en las citas las copiaremos completas. Pretendemos por un lado que quien lea estos folios no necesite estar permanentemente consultando las fuentes a las que nos referimos, no siempre de fácil acceso, y por otro lado evitar cualquier posible duda de quien lea estas cuartillas.

II. Estado de la cuestión

1. Planteamiento general y primera historia del Real Madrid (1940)

Como decíamos en la introducción no se conoce ningún estudio del origen del fútbol en Madrid que no sean las primeras páginas de las diversas historias escritas del Real Madrid. Todas empiezan hablando del Sky FC e incluso algunas de la Institución Libre de Enseñanza para terminar afirmando con requiebros de todo tipo que el Madrid FC se fundó el 6-3-1902 pero que ya tenía presidente desde 1900. Algunos autores reconocen que no es fácil de entender que haya presidente de algo que no existe hasta dos años después, pero otros pasan por encima con total naturalidad. Como ejemplo en la página web oficial del Real Madrid se dice:

En la primera década del siglo XX se gestan los inicios del fútbol y de sus clubes en España. En Madrid, Julián Palacios funda, en 1900, el embrión de lo que sería el futuro Real Madrid. En 1902, un grupo de aficionados instituye con carácter oficial el Madrid Foot Ball Club, y crea su primera Junta Directiva, presidida por Juan Padrós.

Aunque parece afirmarse con claridad que hasta 1902 no se funda el Madrid FC por el contrario en la lista de presidentes de la entidad aparece el primero Julián Palacios entre 1900 y 1902. Es curioso cómo la contradicción en este punto se presentó ante los redactores de ABC que escribieron el libro del 75 aniversario del Madrid1 y que presentaron la lista de presidentes con un título que decía «De Padrós a Bernabeu» para luego encontrarla encabezada por Palacios.

Estas contradicciones no son ni mucho menos recientes, sino que bien al contrario aparecen por primera vez en 1940, y por ello es necesario hacer como avanzábamos la «historia de la historiografía». En efecto en diciembre de 1940 se publicó la primera historia conocida del Real Madrid: 40 años de historia del Madrid FC: 1900-1940, firmado por «Un Veterano».

Quien se escondía tras ese pseudónimo era Manuel Rosón Ayuso (Madrid 1901 – Madrid 1-9-1985), el autor que mejor conocía lo que él llamaba la edad de piedra del fútbol madrileño. Periodista polifacético, era funcionario del Ayuntamiento de Madrid y desempeñaba su trabajo en la Hemeroteca Municipal, de la que llegó a ser director. Conocía perfectamente toda la prensa deportiva madrileña de finales del XIX y primeros del XX, y a él le debemos íntegramente lo que hoy sabemos del origen del fútbol madrileño y del Real Madrid. Entre 1917 y 1936 firmó con el pseudónimo de Eme Erre, pero después de la guerra utilizó el de Un Veterano.

Cuenta así Rosón por primera vez cómo fue la fundación del equipo blanco:

Una buena mañana de marzo los aficionados que se dirigen al apartado se asombran primero y se indignan después. En plena avenida de la Plaza de Toros, en sus propias narices, un grupo de locos hace cosas extrañas. Unos cuantos corren desaforados detrás de una gran pelota de cuero; otros parecen no intervenir más que de vez en cuando, y todos van vestidos de modo que intranquiliza a aquellos simpáticos menestrales. Ellos, que usan calzoncillos de cintas, no pueden concebir cómo aquellos auténticos aspirantes a pupilos del ilustre doctor Esquerdo llevan las canillas al aire, los pantalones doblados por encima de la rodilla y van en camiseta, o poco menos. Su instinto pudoroso se rebela ante aquel libertinaje inaudito. Los «guindillas», gravemente erguidos sobre sus terribles pies plagados de juanetes, no se deciden a correr a golpes de sable a aquellos bigardos, pero buenas ganas se les pasan. Y lo peor es que son señoritos, que los amigos que presencian los extraños ejercicios van vestidos à la dernière, y que casi todos tienen ya pelos en la cara. Los hay que lucen rizosas barbas y quienes lánguidos bigotes. No es pues cosa de chicos, no.

Y aquella mañana de marzo de 1902, un inolvidable domingo día 9, queda clavada la bandera del fútbol en Madrid. Una revista de la época (Heraldo del Sport, 15 de marzo de 1902), dice que aquel ensayo «es el primero de los que se propone verificar la Sociedad Madrid FC para que sirva de ensayo a sus jugadores y poder formar el primer team.

No cometamos la ingratitud de pasar por alto los nombres de los veintidós jugadores que sirvieron de base para designar el «cuadro» definitivo:

Azules: Meléndez (A.); Padrós, Spottorno (M.), Gorostizaga, Mendía, Páramo; Neyra, Giralt (A.), Palacios (F.), Mertens y Rodero. Rojos: Giralt, Meléndez (E.), Molera; Salvador, Valcárcel (L.), Spottorno (A.); Stampher, Palacios (Julián), Varela, Celada y Bueno. Para calmar la ansiedad del lector digamos que vencieron los azules por uno a cero.

Un grupo de muchachos de la clase acomodada, muchos de los cuales han cursado estudios en Inglaterra, trabaja sin descanso por encauzar las actividades del nuevo deporte. Entre ellos figuran varios cuya tenacidad es verdaderamente ejemplar. Se trata de Julián Palacios y de los hermanos Juan y Carlos Padrós, que con entusiasmo verdaderamente heroico y excepcional van sembrando una semilla que no tardará en germinar generosamente. La Sociedad puede decirse que está en marcha.

El mencionado semanario Heraldo del Sport dice en su segundo número correspondiente al 8 de marzo de 1902 refiriéndose a la «aclimatación» del nuevo juego: «Parece que va tomando carta de naturaleza entre nosotros un ejercicio inglés llamado foot-ball. En Barcelona hay varias sociedades constituidas con el único objeto de dedicarse a este sport, y lo mismo sucede, aunque en menor escala, en Vigo, Bilbao, Málaga y otros puntos que tienen numerosa colonia inglesa que ha fomentado la afición a este juego. En Madrid hay ya dos sociedades, que son el Foot-ball Sky cuyo presidente es el Sr. Mayora, y la Madrid Foot-ball Club, bajo la presidencia del Sr. Palacios (Julián). Aunque en nuestro modo de ser no encaja por completo la afición a este juego, sin embargo no se puede negar que cuenta con bastantes entusiastas y los domingos por la mañana, día en que se pueden verificar los partidos, se ven los campos de ambas sociedades muy concurridos, desplegándose por los jugadores el mismo ardor y entusiasmo que puedan desplegar los anglo-sajones. La sociedad Madrid Foot-ball Club celebrará en breve junta general a fin de designar los jugadores que han de formar el primer team de la misma. Con este objeto en el primer partido que se celebre (probablemente el 9 de este mismo mes) se colocarán los jugadores en diferentes puestos para que se puedan apreciar las condiciones de cada uno y señalar así los que hayan de ocupar en dicho primer team. Los más indicados para figurar en dicho team son los señores siguientes: Neyra, Giralt (F., A. y M.), Palacios (J. y J.), Celada, Spottorno, Padrós, Gorostizaga y Meléndez».

Se ha hecho mención del Foot-ball Sky. Este club, constituido sin trámites oficiales, es decir sin el envío de reglamos al Gobierno Civil, se fundó probablemente en 1897 y puede ser considerado como el primero que existió en Madrid, y desde luego como precursor del glorioso Club que nos ocupa, pues muchos de sus jugadores fueron los fundadores de este. A la sazón figuraba en las filas del Sky un suizo llamado Paul Heubi, que puede decirse que fue quien enseñó a jugar a los que después fueron magníficos elementos. Por cierto que en aquel entonces la técnica del delantero centro era bien sencilla: quitar al portero de delante; la del defensa, arrollar al delantero, y charlar con el guardameta o echar un cigarrillo cuando las circunstancias lo permitían. Llegó a tal punto la manía de compartir el vicio de fumar con el placer de practicar el fútbol que el inglés Johnson, uno de los primeros equidistas que tuvo el Madrid, hubo de publicar unas curiosas advertencias dedicadas a sus compañeros de juego en las que les recomendaba la abolición del tabaco y que los partidos no durasen tres horas, puesto que el tiempo era de noventa minutos y que se perdía lamentablemente en discusiones inútiles.

El jueves 6 de marzo de 1902 se celebra una Junta extraordinaria y se elige la siguiente directiva:

Presidente: D. Juan Padrós

Vicepresidente: D. Enrique Varela

Secretario: D. Manuel Mendía

Tesorero: D. José de Gorostizaga

Vocales: D. Antonio S. Neyra, D. Mario Giralt, D. Carlos Mertens, D. Álvaro Spottorno y D. Arturo Meléndez.

El campo se halla situado en las cercanías de la plaza de toros, casi en la venida, sin que en aquel remoto entonces tenga límites, puesto que la urbanización no ha llegado hasta aquí. Está circundado por una zanja que impide su invasión por los no iniciados, y que los volquetes lo conviertan en vertedero. Las porterías se guardan en un zaquizamí cercano, una pequeña taberna en la que languidecen viejas litografías de La Lidia, salpicadas por el paso de muchas generaciones de moscas. No es, pues, una entelequia. «Ellos», los precursores, cargan con las porterías y se visten -se desvisten- allí mismo. Cruzan la calle de Narváez entre chacotas y vayas de los castizos y hasta soportan alguna que otra Pedrea organizada por los pequeños diablos del barrio del «Ciego».

Una idea soberbia cruza por la mente de D. Carlos Padrós, hermano del presidente, al que sucederá en breve: puede organizarse un concurso o campeonato entre las sociedades que comienzan a alborear en España. Para ello es necesario legalizar la vida del Madrid, darle carácter oficial. Y el día 18 de abril de 1902 se somete al gobernador la siguiente instancia:

«Juan Padrós Rubió, del comercio de Madrid, que habita calle de los Madrazo, número 25, tercero izquierda, a V. E. respetuosamente expone:

Que con objeto de constituir una sociedad de juegos de sport que se denominará Madrid Foot-ball Club le acompaña las bases por que ha de regirse, para su aprobación.»

El domicilio queda instalado provisionalmente en Alcalá, número 48, donde los señores Padrós poseen una gran tienda de modas, desaparecida ya, que se titula «Al capricho».

Se estudia el uniforme del equipo. El recuerdo de los célebres Corinthians, los amateurs ingleses, admirados por los que estudiaron en Londres, prevalece, y se acuerde que sea ese precisamente el uniforme de los madrileños. Un uniforme blanco, sin mácula, que significa pureza. El artículo 18 del reglamento reza así en su apartado 3º: «Pantalón y blusa blancos, medias negras con vueltas, y cinturón con los colores nacionales, completándose con un casquete azul oscuro». La blusa está cruzada por una ancha banda morada, representativa del austero color de Castilla, en la que figura el escudo de Madrid bordado en colores.

En 22 de abril se celebra la primera Junta. He aquí el párrafo inicial del acta: «Don Manuel Mendía, secretario de la Sociedad Madrid Foot-ball Club certifico: Que el folio 1º del libro de actas de esta sociedad aparece lo siguiente: «En Madrid, a veintidós de abril de mil novecientos dos, reunidos los iniciadores de esta sociedad, bajo la presidencia de D. Juan Padrós, dicho señor la declara legalmente constituida en vista de haber sido aprobado el reglamento por el señor gobernador civil de la provincia». Acto seguido se procedió al nombramiento de la directiva, confirmándose a la que fue elegida el 6 de marzo anterior.

Queda pues fundada oficialmente la sociedad cuya gloriosa historia tratamos torpemente de bosquejar. Son treinta y nueve años de vida ejemplar y magnífica.

Se ha copiado íntegro este texto porque ya en él aparecen los elementos que han marcado hasta hoy las narraciones de la fundación del Real Madrid y la introducción del fútbol en la ciudad. En concreto las siguientes:

  • En 1897 se fundó el Sky FC, primer club madrileño dedicado al fútbol y del que deriva directamente el Madrid FC.
  • Ninguna referencia se hace a la fundación del Madrid FC, por más que se den dos fechas diferentes: si nos atenemos al título del libro la fundación fue en 1900, pero si nos fijamos en la última frase del texto fue en 1901 («treinta y nueve años de vida»).
  • Frente al desconocimiento absoluto del asunto que le lleva incluso a tan flagrante contradicción, conoce sin embargo con detalle cómo se llevó a cabo la inscripción del Madrid en el Registro. Entendemos que este es precisamente el motivo por el que años más tarde triunfó la fecha de 6-3-1902 como la de fundación para la celebración primero de las bodas de oro del club y las del centenario después.

2. El libro de Oro del Real Madrid

Todos los libros de historia del Real Madrid se basan directamente en el excelente trabajo realizado por un equipo de periodistas dirigidos por Federico Carlos Sainz de Robles para celebrar el cincuenta aniversario del club madridista. El Libro de oro del Real Madrid CF publicado en 1952 por Ediciones Ares tuvo como redactores principales a Manuel Rosón, Eduardo Teus, Alberto Martín Fernández («Juan Deportista»), José M. Fernández Gómez, Pedro  Termens y Ramón Melcón2. Ningún nombre aparece en el libro salvo el del director y los dibujantes (Ángel Esteban y Blanco Varas), pero la nómina completa apareció publicada en el Boletín del Real Madrid en el que se hacía la presentación de la obra.

Por las referencias que hace sabemos que el primer capítulo lo escribió también Manuel Rosón, que en el decenio largo que pasó entre el libro anterior y este debió de mantener muchas entrevistas con los protagonistas de los muy primeros años porque pudo ampliar notablemente la información que publicó en 1940. Eso sí, el único cambio que hizo sobre el esquema que hemos señalado fue el de añadir un punto anterior, el de 1890 y la Institución Libre de Enseñanza. A pesar de tener muchos más datos mantuvo inalterado los otros tres puntos, y muy probablemente por eso no pudo sacar consecuencias diferentes.

Veamos qué decía de cada uno de los cuatro puntos.

A.   1890 y la Institución Libre de Enseñanza

Ya en 1890 habían regresado a la península algunos jóvenes profesores de la Institución Libre de Enseñanza que habían acudido a Inglaterra a perfeccionar y ampliar sus estudios. Aquellos muchachos usaban sombrero hongo de copa alta y ala corta, fumaban en pipa y se rasuraban el rostro. Persistía aún la manía británica de considerar el fútbol como un «secreto de guerra», y ellos, como espías atómicos de nuestros agitados tiempos, se trajeron la fórmula para ensayarla en Madrid. Se juega aquí pues con anterioridad a las «experiencias» de la «campa» de Lamiaco en Bilbao; de la Bonanova en Barcelona o de las «traiciones» de los funcionarios ingleses de las minas de Tharsis en Huelva, los primeros en destapar en la península, y entre ellos el pomo de futbolísticas esencias tan celosamente guardado en las Islas. Antes en suma de que el benemérito suizo Hans Gamper encienda en Barcelona la mecha de la afición; de que Astorquia, Castellanos o Acha lo hagan en Bilbao; de que Bermejillo (que presidió el Foot-ball Sky), Palacios o los Padrós realicen lo propio en Madrid, o de que Maté y Tellechea adquieran en Ónuba las enseñanzas británicas.

Y los jóvenes profesores de la Institución, que han asimilado los preceptos educativos de Albión, son los mejores amigos de sus alumnos, a los que acompañan en sus paseos matutinos de miércoles y domingos. El lugar preferido es el del camino de El Pardo. Llegan todos hasta la Puerta de Hierro; recorren los rincones donde «el Sordo» se recogía para preparar sus piedras litográficas, y visitan el emplazamiento de la famosa «Quinta» donde se consumaron tantos ardientes amoríos del maestro. Y merienden a orillas del aprendiz de río, y juegan a la gallina ciega… Hasta que una mañana, uno de aquellos graduados de Oxford o Cambridge suelta un balón sobre las praderitas que Goya ha inmortalizado en sus tapices y en sus cuadros. Es cosa mágica: los chicos, como los corzos jóvenes de la vecina Casa de Campo corren alegremente detrás de la pelota y aprenden la gran lección futbolística que les brindan sus profesores.

La semilla está echada y germina muy pronto. Tanto que los chavales aquellos, tan pronto como les apunta el bozo, son los continuadores de una obra emprendida tan sencillamente. Y es entonces (1896-1897) cuando surge el Foot-ball Sky, padre prolífico del fútbol castellano.

En aquel declinar del siglo las clases aristocráticas consideraban como ineludible detalle de buen tono enviar a sus descendientes a que estudiasen en Inglaterra, y los chicos que iban a Oxford o Cambridge eran generalmente hijos de potentados que preparaban a sus herederos en la entonces plácida lucha por la vida en la practicidad y hechuras británicas. Otros, más distinguidos aún, o más ricos, caían en Etton, corazón pedagógico de la nobleza británica. Estos chicos de Etton usaban y usan unas chisteras y unos amplios cuellos almidonados. Aquel colegio era una fábrica de gentleman. Muchos de aquellos muchachos son hoy personajes ilustres, y sería injusto omitir en esta crónica que también estuvieron en Albión -y aún siguen yendo- los hijos de las más poderosas familias valencianas, murcianas o canarias (la fruta); de Vizcaya (los navieros que dieron la famosa generación de los «señoritos» de Bilbao); de Andalucía (los vinos y el sherry); de Asturias (las minas); o de Cataluña (los tejidos de Tarrasa y Sabadell).

Una vez en España aquellos chicos fueron los más exaltados defensores del fútbol. Y aquí encontraron un terreno perfectamente abonado. En cualquier punto del litoral donde existiera colonia inglesa, el flemático míster, una vez descorrido el velo del «secreto», era el primero en predicar con el ejemplo, cuando no eran los tripulantes de los barcos de la «Home Fleet», que surcaban las rías altas y bajas de Galicia como Pedro por su casa. Y siempre la vecindad del Peñón ejercida en todo el campo de Gibraltar…

B. Fundación del Sky FC

Es en 1902 (Heraldo del Sport, Madrid) cuando con relación a esa herencia del Sky se dice el 15 de marzo: «La antigua sociedad Football Sky, que data de 1897, ha cambiado este título por el de New Foot-ball Club3«.

[…] Es entonces, iniciado ya el siglo, cuando aquella semilla fructifica en ubérrima proporción. La juventud que encarnan los Palacios, Padrós, Meléndez, Gorostizaga, Mendía, Neyra, Varela, Giralt y tantos otros se rebela contra aquella arteriosclerosis nacional e inicia lo que algunos llaman «campaña de regeneración». Claro está que no sería posible enumerar aquí las «campañas de regeneración» que en aquella época fueron emprendidas.

Lo cierto es que fueron ellos los que pusieron en marcha la máquina y que el Foot-ball Sky, que se consumiera plácidamente para reencarnar en el New, fue enterrado sin los honores merecidos a los seis años de su nacimiento, acaecido en la Moncloa, que fue donde primeramente sentaron sus reales los futbolistas madrileños, luego de los felices ensayos realizados a la vera del Manzanares. Aunque no transcurriría mucho tiempo sin que la rama más recia del viejo tronco surgiera y se estableciera en los altos de la calle de Velázquez, esquina a Lista (el «campo de Estrada»), para afincarse después en los de la de Alcalá, al final de la «civilización» urbana.

Se ha dicho en el capítulo anterior que cuando surgió el New de entre las cenizas del Sky existía ya el Madrid. Pero como todo lo esencialmente local ha sido tomado siempre a broma por los propios madrileños, nadie hasta que surgió la tenacidad de los Padrós se tomó la molestia de encauzar aquellas actividades tan desordenadas […].

De ahí se infiere que, aun en vida del propio Sky, y absorbida una parte muy importante de esa sociedad por el propio Madrid, que estaba ya presidido por el que fue luego ilustre patriarca de las artes gráficas, D. Julián Palacios, no se preocupara este ni nadie de legalizar la situación. Pero ese «testamento» transcrito ya del primitivo club a favor del New, parece obedecer más bien a las rencillas que a la sazón existían entre aquellas sociedades. La noticia anterior del Heraldo del Sport corresponde al 15 de marzo de 1902. pues bien, una semana antes, el día 8, decía la propia revista lo siguiente: «en Madrid hay ya dos sociedades, que son la Foot-ball Sky, y cuyo presidente es el Sr. Mayora y la Madrid Foot-ball Club, bajo la presidencia del Sr. Palacios (Julián)».

Es decir, que en el transcurso de ocho días hubo un desdoblamiento del Sky, que pasó a mejor vida, para dar paso al New, que una semana antes no contaba en este mundo de los vivos. La presidencia, que en 1897 y 1898 ostentara D. Luis Bermejillo, estaba vinculada en 1902, como queda dicho en la persona de D. Ángel Mayora, que pasó a ser tesorero del New, recayendo entonces aquel cargo presidencia en D. Manuel Vallarino. Por cierto, que el nuevo club siguió ostentando los viejos colores, que fueron dieciocho años después los de la selección nacional: pantalón azul y blusa roja, aunque en algunas ocasiones aquel fuera blanco.

[…] Se ha hecho antes tímida referencia al primer sitio donde los muchachos del Madrid comenzaron a darle a la bolita. El «campo de Estrada» estaba en la calle de Lista, esquina a la de Velázquez. Era una amplia y descarnada superficie que tomaba su nombre del apellido de un marmolista, Estrada, que tenía allí su taller y su domicilio. Y aunque el barrio de Salamanca era ya realidad a medias, lo cierto es que aquel amplio sector del Ensanche era conocido en el resto de la Villa como los «altos de la calle de Velázquez», con la misma liberalidad con que se denominaba a los del Hipódromo o a los de la Moncloa, lugar este también de mucha tradición futbolística. La edificación más cercana, exceptuado naturalmente el domicilio de Estrada, con su mirador, era un convento, el de las Jerónimas. Allí fue pues donde aquel brote purísimo comenzó a familiarizarse con la denominación lógica y popular que hoy ostenta nuestra gloriosa entidad. Y allí era donde se habían refugiado los restos del prolífico club que primeramente practicó el fútbol en Madrid. Todavía predominaban los colores rojo (la blusa) y azul (el pantalón) de aquel ilustre Foot-ball Sky tan reiteradamente mencionado en esta historia.

[…] El propio don Julián [Palacios] -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores de aquel Foot-ball Sky que él conoció siendo un chico: «no éramos más de treinta los socios, y solo pagábamos la cuota unos cuantos. El principal animador del club era un suizo llamado Paul Heubi. Era difícil reunir un equipo, y más de una vez tuvimos que jugar siete u ocho. Otras les prestábamos jugadores a los contrarios que en el fondo éramos nosotros mismos, porque solo existía el Sky. Los colores del uniforme eran blusa roja y pantalón azul, pero también era difícil que hubiera media docena de jugadores vestidos lo mismo. Cuando unos cuantos formamos el primitivo Madrid, el Sky no daba ya casi señales de vida. Entonces lo presidía Mayora, pero todo eso ocurría en 1901.

C.   Fundación del Madrid FC

Es allí donde puede y debe decirse que nace el Madrid, que preside primeramente Palacios. Anda muy corrido el primer año del siglo y las actividades de la incipiente Sociedad se limitan a «interminables partidos, a fumar y a charlar», como aseguró después aquel pintoresco Mr. Johnson en sus memorables consejos. No existen referencias concretas acerca de esas actividades iniciales, pero es lógico que esos «interminables partidos» no fueron exclusivamente disputados entre los jugadores del Sky y del naciente e incontrolado Madrid -aún no existía el New-, sino que intervendrían también cuantos aficionados noveles tuvieran gusto de ello.

Y allí, precisamente allí, es donde D. Julián Palacios, el presidente del Madrid, conoció a la que fue después su esposa ejemplar y hoy es su viuda inconsolable: una hija de Estrada. Es curiosa la coincidencia, pero D. Ángel Barquín, otro de los fundadores del Madrid, está casado con la hija de otro marmolista insigne, D. Faustino Nícoli, que luego fue primer teniente de alcalde del municipio madrileño. Y es igualmente curioso que al lado del campo que después tuvo el Madrid en la Avenida y del que tuvo el Athletic en la ronda de Vallecas hubiera talleres dedicados a la misma industria. Era, sin duda, la «edad de piedra».

Fue a últimos de 1901 cuando nuestro club se trasladó a la castiza barriada de Pardiñas. Seguía presidiéndolo D. Julián, y ya figuraban entre sus socios los hermanos Padrós, que procedían igualmente del campo de Estrada. No tardaría en surgir el espíritu creador de don Carlos.

[…] Palacios, como ya se sabe, es el primer presidente del Madrid en la etapa precursora que pudiéramos llamar de las zapatillas que era como verdaderamente andaba el club, sin preocuparse, como se ha dicho ya, de otra cosa que de darle a la bolita. La época de Palacios, incontrolada, borrascosa, esporádica y de despiste, viene a ser el virus que prende en todos después de la vacunación colectiva de la juventud madrileña contra el fatalismo y la desgana, representada por el gesto de aquellos muchachos que acometieron la «campaña de regeneración nacional» de que nos hablan los periódicos de aquel entonces. Pero ya se sabe que todas las «fuerzas vivas» emprendían a la sazón una campaña semejante.

El propio don Julián -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores […]. Cuando unos cuantos formamos el primitivo Madrid, el Sky no daba ya casi señales de vida. Entonces lo presidía Mayora, pero todo eso ocurría en 1901. Por entonces presidía yo también el recién constituido Madrid, pero no nos ocupábamos de legalismos. Mi cuñado Gorostizaga fue también uno de los primeros directivos de aquel Madrid. Claro está que entonces no pensábamos ser parientes. Después el espíritu de organización de los Padrós dio nueva vida al Madrid. Cuando yo jugaba como delantero centro no dejaba tranquilos a los porteros contrarios, aunque ellos se defendían también con sus cargas de carrerilla. Pero se perdía el tiempo hablando y fumando. He conocido a un guardameta que se sentaba en una silla delante de un valedor y se tomaba una gaseosa tan tranquilo. Y aunque todo aquello ocurría detrás de la línea y a un lado de la portería, se armaban las grandes tremolinas cada vez que avanzaban los delanteros contrarios. El que más sabía en aquella época era un inglés muy simpático que tomaba tan en serio el fútbol que se casó un sábado y jugó al día siguiente por la mañana.

Don Julián se refería a Mr. Arthur Johnson, el feliz autor de las instrucciones conocidas.

Por último conviene señalar que en el primero de los apéndices del libro en el que se hacen semblanzas de los presidentes madridistas aparece Julián Palacios con mandato entre 1900 y 1902, manteniendo así la incoherencia que ya aparecía en la obra de 1940.

En cuanto al punto cuarto, sobre la inscripción del Madrid en el Registro no hay ninguna novedad reseñable en el Libro de oro, por lo que no es necesario copiar las referencias.

A modo de resumen podemos afirmar que además de nuevos datos que podríamos llamar accesorios Rosón añade en esta obra los elementos siguientes:

  • El fútbol llegó a Madrid en 1890 a través de profesores de la Institución Libre de Enseñanza que habían hecho estudios en Inglaterra. No se dan nombres.
  • El primer presidente del Sky FC fue Luis Bermejillo. Primero jugaron en la Moncloa y después pasaron al Campo de Estrada.
  • Según Julián Palacios el Madrid FC se fundó en 1901, presidido por él y con Gorostizaga también en la junta directiva. Empezó jugando en el mismo Campo de Estrada, pero a finales de 1901 fueron a la barriada de Pardiñas.

3. Obras posteriores

A partir de 1952 se han debido de publicar no menos de 15 historias del Real Madrid, pero todas ellas han sido copia directa del Libro de oro. Por añadir algún texto reciente anotamos a continuación lo publicado en Cien años del Real Madrid (tomo VI, págs. 6-9) escrito por Bernardo Salazar:

En Madrid fueron los alumnos y algunos jóvenes profesores de la Institución Libre de Enseñanza los pioneros en practicar el soccer. Fue en 1890, en la margen derecha del río Manzanares, en las praderas existentes junto a la Puerta de Hierro, que entonces daba entrada a la Casa de Campo, de propiedad regia.

Miércoles y domingos forman alegres grupos que realizan paseos en busca de contacto con la naturaleza. Visitan la Quinta del Sordo, donde el gran Francisco de Goya preparaba sus piedras litográficas, meriendan a orillas del aprendiz de río y juegan a la gallina ciega hasta que aparece sobre la pradera un pelotón tras el que corren para golparlo ejercitando sus habilidades ante la sorpresa de algunos paseantes. Lógicamente se van despojando de forma paulatina de sus sombreros hongos de copa alta y ala corta, de sus levitas y de otras incómodas prendas que coartan su libertad de movimientos. Pronto se plantaron unas cañas en el suelo unidas por una cuerda en cuyo centro se ataba un pañuelo para que se viese claramente la situación de la portería.

Según las viejas crónicas fue un profesor suizo, con diversas grafías al reflejar su apellido, tal vez Heubi sea el correcto, quien se constituyó en el alma Mater del primitivo football madrileño.

[…] Los jóvenes estudiantes de la Institución crecieron y algunos continuaron practicando su deporte favorito. Hicieron prosélitos y formaron una agrupación deportiva a la que bautizaron con el anglófono nombre de Foot-ball Club Sky. Era a principios de 1897.

Aunque no se cumplieron los trámites oficiales de confeccionar un reglamento y enviarlo al Gobierno Civil para tomar forma legal, sí existía una junta directiva formada por Luis Bermejillo como presidente, el conde de la Quinta de la Enjarada como tesorero y Martos y Careaga como vocales. De inmediato solicitaron a Paul Heubi que les aleccionase en las normas futbolísticas. Heubi fue el primero en enseñarles el uso reglamentario de la carga, en uno de los solares existentes en los desmontes de la Moncloa, por donde más tarde se extendería la calle de Vallehermoso.

La treintena escasa de asociados, de la que no todos pagaban regularmente la cuota mensual establecida, se reunía los domingos por la mañana. Los asistentes montaban las porterías, en las que pronto sustituyeron la cuerda superior por un larguero de madera encajado en los postes laterales, y se repartían en dos equipos, de número indeterminado para que todos pudiesen jugar. El uniforme lo constituía una camisa roja y un pantalón azul, aunque se respetaba poco la uniformidad. Los más enterados utilizaban una gorrilla, cap, que habían visto cubriendo los cabellos de los internacionales ingleses.

Los partidos eran eternos, a no ser que el balón perdiese su contenido y hubiera que suspender el juego. Unos se iban y otros llegaban. Los más alejados a la acción del juego consumían un cigarrillo que depositaban cuidadosamente en el suelo al acercarse la pelota y los adversarios y luego, cuando había pasado el peligro, lo recogían para seguir exhalando su humo. El juego continuaba y los goles no subían al marcador inexistente hasta configurar resultados que hoy se dan en balonmano: 17 a 12. De pronto el propietario del esférico recordaba que su presencia era requerida en otro lugar y sentenciaba: «quien marque el último gana». En cuanto se producía el goal recogía su tesoro bajo el brazo, se calaba el sombrero y salía pitando hacia su compromiso.

Poco a poco iban incorporándose nuevos footballers. A veces había que dejar a algunos de mirones y no siempre eran los menos dotados. Ser el dueño del balón aseguraba un puesto y el de los amigos más íntimos, y, lógico, nacieron los recelos y las disidencias.

En 1900 era presidente Ángel Mayora cuando un importante grupo capitaneado por Julián Palacios se desgajó del Sky. Tal vez también influyese en ello la lejanía del campo de juego para un grupo que vivía en los aledaños del naciente barrio de Salamanca y la incorporación de los jugadores que practicaban en la Escuela de Ingenieros de Minas.

Los disidentes se aposentaron en un solar anejo al taller del marmolista Estrada, sito en lo que hoy es la manzana que forman las calles Velázquez, Padilla, Núñez de Balboa y Lista. En aquella época era un enorme descampado donde se elevaba el convento de la Concepción Jerónima que conservaba la tumba de Beatriz Galindo, La Latina, maestra de Isabel la Católica.

Allí, en el almacén de Estrada, se guardaban los postes y largueros de las porterías, que se montaban y desmontaban por los jugadores. Eran tiempos luego definidos como «los de las porterías al hombro».

Cuándo y quién decidió que el nombre del nuevo equipo llevara el nombre de la ciudad es un enigma. Como también lo es el periodo en que Julián Palacios ejerció la presidencia ya que, algunas publicaciones, mencionan a veces como presidente a Enrique Varela de Seijas, quien más tarde fue afamado dibujante y grabador.

La realidad es que, antes de su legalización, existía un Madrid Foot-ball Club (único equipo que llevó el nombre de la ciudad en el suyo propio hasta 1947, cuando el Atlético lo incorporó al suyo), que jugaba en el campo de Estrada, lo presidía Julián Palacios y tenía una cincuentena de socios.

A riesgo de habernos extendido excesivamente en las citas hemos preferido copiarlas íntegramente para que el lector tenga claro cuál es el estado actual de la cuestión, de qué punto exacto partimos. Lo que nos permite concluir en primer lugar que todos los autores son tributarios de Rosón, como él mismo ya decía en 1951 (Boletín del Real Madrid, nº 3):

Bucear acerca de los orígenes del fútbol de la Villa y del oso y el madroño […] es cantar un poco el «himno de la pescadilla», esa que según los cánones culinarios se sirve mordiéndose la cola.

Y por otro lado saber que hay cuatro hitos en la introducción del fútbol en Madrid a los que al menos a modo de hipótesis debemos prestar atención:

  • 1890: introducción en la Institución Libre de Enseñanza.
  • 1897: fundación del Sky FC.
  • 1901: fundación del Madrid FC.
  • 1902: registro oficial del Madrid FC.

III. Introducción en la ILE

El fútbol en la Institución Libre de Enseñanza

Los más remotos vestigios del fútbol madrileño fueron plenamente desconocidos hasta las pocas notas que Rosón hizo en el Libro de Oro. Y como ha venido ocurriendo, las noticias que posteriormente se han publicado sobre la cuestión han sido todas copia de aquellas escritas por Rosón.

Aunque nos encontremos en los momentos más primeros no resulta paradójico el hecho de que sea de toda nuestra narración la etapa que más documentada tenemos, en concreto gracias al Boletín de la Institución Libre de Enseñanza (BILE).

Ciertamente este es el único capítulo que no merecería estar en un estudio titulado La aguja del pajar, puesto que la única labor necesaria para cuanto aquí se presenta no era sino la obvia: leer el boletín de la institución para conocer las actividades de la institución. Aquí solo nos encontramos ante la desidia de los «estudiosos», incluyendo los más reconocidos.

Debemos empezar por la única nota que ya era conocida, citada aunque errónea y parcialmente por Anastasio Martínez Navarro en su artículo «Los juegos corporales en la educación», publicado en la obra colectiva Un educador para un pueblo (UNED, Madrid, 1987; págs. 177 y ss.). Se trata de un fragmento del artículo «Los juegos corporales en la educación», escrito por Ricardo Rubio y publicado en el BILE nº 391 (1893, págs. 145 y ss.):

¿Qué historia podemos hacer nosotros de los juegos escolares en España? Podríamos decir que «se pierde en la noche de los tiempos»… futuros. Nada hay organizado oficialmente. Nuestros lectores saben que la Institución libre dedica todos los miércoles por la tarde y muchísimos domingos del curso al juego corporal en el soto del puente de San Fernando, juego de maestros y alumnos, obligatorio los miércoles y potestativo los domingos. Esta costumbre, cuyos resultados son cada día más satisfactorios, comenzó en nuestra casa al año de empezar sus clases, en 1877; entonces salíamos todos los días a pasear con nuestros alumnos y tomábamos parte en sus juegos del marro, del salto, del tin, etc.

Pero en 1882 fue cuando se organizaron los partidos normales con la dirección de Mr. S. H. Capper, el querido amigo a quien tanto recuerdan los antiguos alumnos de la Institución (aquellos que, siendo entonces sus discípulos, eran al mismo tiempo sus compañeros) y cuyo interés por nuestra obra sigue tan vivo como cuando lo teníamos entre nosotros, tomando parte en ella.

Mr. Capper nos enseñó el rounders, que es aún hoy el juego favorito de los alumnos de aquella época. Después, en 1889, a la vuelta de una visita a Inglaterra de uno de nuestros profesores, se introdujo el foot-ball, que desde entonces viene siendo nuestro juego de invierno, habiendo quedado el rounders como menos violento, para los meses más calurosos de primavera.

Este movimiento a favor de los juegos escolares de nuestro país, iniciado y mantenido por la Institución no ha quedado completamente reducido al círculo de sus alumnos; en nuestros partidos de foot-ball y de rounders vienen tomando parte otras personas, alumnos y hasta profesores de la Universidad, y aun personas de edad madura, atraídos por la propaganda de los más entusiastas. Fuera de esto apenas tenemos noticias de otros ejercicios atléticos de la juventud española que los organizados por los clubs de regatas en algunos de nuestros puertos y por las sociedades de velocipedistas que existen en varias capitales; debiendo citar entre estas últimas la fundada en Oviedo por alumnos y profesores de aquella Universidad.

Dos preguntas surgen inmediatamente: quién es Capper y quién fue el profesor que en 1889 introdujo el fútbol en la ILE.

Sobre Capper nos permitimos ceder la palabra al profesor Cossío, quien con motivo de la muerte del primero publicó en el propio BILE de 31-7-1925 (nº 784). Dice así bajo el título de «Stuart Henbest Capper»:

Muchos de los antiguos alumnos lo recuerdan y lo recordarán siempre con cariño, pues de él fueron a la vez compañeros y alumnos de la Institución durante varios años. Stuart Henbest Capper, tutor del hijo del ministro británico en Madrid, Sir Robert Morier, llegó aquí en 1882, en la primera juventud de los 20 años, y presentado en la Institución de los Macpherson, se consideró él y fue considerado por todos desde el primer instante como si hubiera nacido entre nosotros.

En una excursión de alumnos por tierra de Salamanca hizo su entrada. Fue esto simbólico. No faltó ya a ninguna otra. Y en su convivencia con esta casa hubo una reciprocidad de beneficios, basada precisamente en las dos notas más salientes que cultivó la Institución desde su origen: los juegos corporales y la educación de las bellas artes al igual de las otras disciplinas.

Inglés de pura cepa, menos intelectualista que humano, sano de espíritu y de cuerpo, alegre, intrépido, ágil, fuerte, jugador de raza, enseñó con su ejemplo a profesores de su edad y a alumnos, e introdujo entre ellos juegos atléticos sociales ingleses, que han tardado 30 años en aparecer luego por otro camino; y no ha habido en este orden, superior al suyo, ningún otro influjo. Los niños de las escuelas públicas de Madrid, sin saberlo, juegan en las plazuelas -senderos misteriosos- lo que Capper nos trajo.

A cambio de lo que nos dejara, se llevó, no fue poco, la orientación central para toda su vida. Capper, maestro en artes por la Universidad de Edimburgo, sabía sólidamente lo que todo inglés estudioso sabía entonces al licenciarse en Filosofía: latín, griego y matemáticas. De latín y griego, y sobre todo de inglés, dio clase entre nosotros. Algunos de aquellos muchachos no habrán aprendido más inglés desde entonces, y recordarán con amor su noble y franca camaradería, y aquellos tes de las cinco, tan joviales, en su bonito cuarto de la embajada, lleno de libros y recuerdos de viaje.

Desde la primera excursión, Capper, que nada conocía de la historia del arte, se enamoró perdidamente de la arquitectura. Tuvo la fortuna de cultivar el trato de Riaño, de Fernández Jiménez y de Velázquez, a cuya clase en la Escuela de Arquitectura y en la Institución asistió asiduamente. Con él y con Beruete aprendió a dibujar, lo que antes no sabía; y al salir de España, abandonada la tutoría del hijo de Morier, fue derecho sin vacilar a la Escuela de Bellas Artes de París, a prepararse para ser arquitecto. Y lo consiguió, en efecto, a los muy pocos años.

Construyó en Glasgow y en Edimburgo, contribuyendo a la conservación de antiguos monumentos y a nuevas orientaciones en la estética de los edificios. Pero él no quería construir, sino profesar la teoría y la historia de la arquitectura. Y en la primera ocasión que tuvo concursó a la dirección del Departamento de Arquitectura creado por la universidad de Mac Gill, de Montreal, en el Canadá, y el influjo de la Institución continuó favoreciéndole en este segundo paso de sus deseos profesionales, pues gracias a los testimonios de nuestra casa obtuvo Capper el puesto ambicionado.

En él permaneció bastantes años, hasta venir a igual Departamento en la Universidad Victoria, de Manchester. Y aquí estuvo hasta el momento de la guerra, en que, enfermo hacía tiempo del corazón, y tampoco en edad de tomar armas, el gobierno lo envió a Egipto para la censura de la correspondencia, utilizando su perfecto conocimiento de varios idiomas. El castellano llegó a hablarlo y escribirlo como uno cualquiera de nosotros.

Sus relevantes servicios hicieron que el gobierno lo mantuviese en Egipto después de la guerra, y allí ha sido uno de los más poderosos resortes de la política británica en los últimos tiempos. Enfermo al parecer de gripe durante pocos días, cuando se creía ya casi bueno, murió de repente en el hospital de El Cairo en que se hallaba. Su salud, ya débil, estaba ahora más quebrantada por el exceso de trabajo material y sobre todo de preocupaciones con motivo de los acontecimientos.

Su memoria será siempre grata a los antiguos profesores y a los alumnos que con él convivieron, y su bienhechor influjo en la Institución, bendecido mientras esta subsista.

Las diversas notas y referencias publicadas sobre Capper en relación con la ILE beben todas de esta necrológica4.

La fecha de 1889 como la de introducción del fútbol en la ILE se apoya no solo en el artículo anterior de 1893, sino en otras referencias en el propio BILE. Así por ejemplo dice el propio Francisco Giner de los Ríos en su artículo «La higiene de las vacaciones» (BILE nº 363 de 31-3-1892, págs. 83 y ss.)

Nosotros mismos, los adultos -se comprende que en diversa proporción según el vigor de cada cual- experimentamos los propios efectos en nuestras excursiones, ejercicios y juegos. Por ejemplo, las partidas de foot-ball que a veces se verifican los domingos, cuando ocupan únicamente la mañana, dejando libre el resto del día para un reposo casi absoluto en el campo, constituyen una combinación muy superior a la de aquellas otras que duran mañana y tarde, y cuyos efectos sentimos todos (particularmente los más endebles) en el mal trabajo del lunes.

Del mismo modo afirma Rafael Altamira en su artículo «Asociaciones escolares» (BILE nº 376, 15-10-1892, págs. 293 y ss.):

A la educación física conceden bastante las asociaciones escolares. En Inglaterra se formaron desde luego sociedades especiales para atender a este fin, desarrollando los juegos libres: foot-ball, rounder, paper-chase, ejercicios natación, remo, etc.; y sabido es que todos los años se celebran competencias de regatas y de juegos entre dos célebres universidades, y que las tales competiciones constituyen una fiesta nacional. Mucho hacen también en este orden las asociaciones americanas. En cuanto a las francesas, han llegado a la gimnasia, a la esgrima, al velocípedo y al foot-ball.

En España no conozco otras manifestaciones de este género que el Club de velocipedistas, creado en Oviedo con el concurso de profesores y alumnos de la Universidad, y la Sociedad de juegos físicos, formada por alumnos y profesores de la Institución Libre de Enseñanza y continuada por la corporación de antiguos alumnos.

Precisamente en el BILE nº 380 (15-12-1892, págs. 365 y ss.) se presentaba la Corporación de Antiguos Alumnos de la Institución Libre de Enseñanza, presidida por Julián Besteiro. Entre los estatutos de la misma conviene destacar el artículo 3º:

Se considera como antiguos alumnos de la Institución a todos los que hayan recibido directamente su influjo en cualquiera de las esferas en que lo viene ejercitando (clases, cursos breves, excursiones y ejercicios corporales).

Lamentablemente lugar casi nulo ocupa el fútbol en el magnífico artículo titulado «Los ejercicios y juegos corporales en España», escrito por el profesor Pedro Blanco Suárez (BILE nº 413, 31-8-1894, págs. 227 y ss.):

Aunque sin carácter de sociedad, en alguno de los puertos de Francia, Biarritz, Hendaya, San Juan de Luz, se jugaba en pasados veranos a este [lawn-tennis] y otros juegos ingleses (rounders, foot-ball) por la sociedad aristocrática española que veranea en dichos puntos.

Llegados a este punto quedaría por despejar una de las incógnitas que se nos planteaban: ¿quién fue el profesor que en 1889 introdujo el foot-ball en la ILE? Una hipótesis novedosa la encontramos en la obra El Real Madrid en la historia de España (2002), del profesor Bahamonde Magro. Dice así:

La Institución Libre de Enseñanza cumplió un papel fundamental en la introducción y difusión del fútbol en Madrid como práctica deportiva. Desde su nacimiento la Institución había promovido la incorporación de la cultura física y el ejercicio deportivo, valorándolos como elementos indispensables en la formación integral del individuo. La práctica deportiva penetró en los planes de estudio y en los espacios físicos de la Institución. El excursionismo fue su logro más palpable.

Profesores y alumnos de la Institución viajaron a Inglaterra. Allí entraron en contacto con el espíritu deportivo que impregnaba a los collages británicos y allí conocieron el juego del foot-ball. Manuel Bartolomé Cossío, profesor de la Institución y sucesor de Francisco Giner de los Ríos en 1915 a la cabeza de la misma, insistía en que él había sido el introductor del primer balón de fútbol, de origen inglés, con el que se jugaba en Madrid, en las cercanías de la Puerta de Hierro y del río Manzanares, a finales del siglo XIX. En aquellas praderas coincidían profesores y alumnos de la Institución practicando el nuevo deporte.

No es de extrañar, pues, que alguno de los fundadores del Madrid Foot-ball Club o quienes jugaron en los primeros tiempos procedieran de esta ambientación. Incluso aparece algún apellido sonoro que no deja lugar a la duda. El caso más patente podría ser el de los hermanos Adolfo y Vicente Álvarez-Buylla Lozana, herederos directos del catedrático krausista de la Universidad de Oviedo Adolfo Álvarez Buylla. Uno de los hermanos, Adolofo, llegó al Madrid en 1903 y continuó en el equipo hasta 1911. Vicente arribó más tarde, en 1908, para pasar posteriormente a las filas del Español de Madrid y del Racing. Los dos hermanos alternaron su actividad deportiva en el Madrid y en el Stadium de Avilés.

Manuel Rodríguez Arzuaga, polifacético deportista, representa fielmente el espíritu de la Institución, cuyo alumno fue. Había practicado el rugby en Francia, el fútbol y el remo en Inglaterra, y fue uno de los impulsores del desarrollo del fútbol en la Institución. Hombre de elevada posición económica, ejerció el mecenazgo del fútbol madrileño a la altura de 1910 […]

Tenemos pues la primera pista, si bien carente de fuentes5. ¿Fue de verdad Cossío, el redactor de la necrológica de Capper, quien trajo en 1889 el primer balón de foot-ball? Por lo que sabemos, la pista parece buena.

En primer lugar sabemos que en 1889 Cossío era profesor de la ILE, y que tenía muy buena relación con Capper. Pero no solo eso, sabemos también que precisamente en 1889 Cossío hizo un viaje de estudios en Inglaterra, y que estuvo hospedado en casa de Capper.

¿Fue pues Cossío quien en su visita a la casa de Capper vino con los primeros balones de foot-ball a Madrid? Parece que sí.

IV. Fundación de la primera Sociedad de Foot-ball

No son pocas, hemos de reconocerlo, las dudas que tenemos sobre la fundación del Sky FC. O mejor dicho, sobre si el equipo que se estableció como asociación el día 5-1-1898 presidido por Luis Bermejillo Martínez-Negrete es o no el Sky.

Empecemos no obstante por presentar las notas de prensa que hemos localizado del club presidido por Bermejillo:

La Época, 29-12-1897 (pág. 1).

Todas las mañanas, desde hace algunos días, sale de la calle de san Marcos donde vive el Sr. Bermejillo el mail coach de este señor, ocupado por él y por varios amigos de tan distinguido sportman.

Van todos a los terrenos que se hallan detrás del Retiro, donde juegan animadas partidas de foot-ball.

No hace mucho tiempo hizo su aparición en Madrid, con gran éxito, el juego del polo. Ahora empieza a privar el foot-ball, con éxito extraordinario también.

Es posible que en breve organicen los aficionados a este sport una fiesta a la que serán invitadas aristocráticas señoras.

La Correspondencia de España, 4-1-1898 (pág. 1).

La moda, que se impone con sus caprichos, varía en todo constantemente; pero más que nada en sport.

Han estado en Madrid sucesivamente de moda los patines, el ciclismo, el Lawn-tennis, el polo y las variadas combinaciones de gymkena.

Ahora el sport de moda es el foot-ball, juego inglés que consiste en jugar a la pelota con el pie. Casi todas las mañanas juegan partidos en el frontón del Retiro los señores Bermejillo, marqués de Tovar, Vázquez Chávarri, Montojo, Villalba, Iturbe, Sanjuanena y otros muchos.

El nuevo juego es ahora en Madrid la última palabra de la moda.

La Época, 6-1-1898 (pág. 1) y La Correspondencia de España (pág. 3)

Los socios del foot-ball se han reunido ayer tarde en casa del Sr. Bermejillo y han elegido la siguiente junta directiva:

Presidente: D. Luis Bermejillo

Tesorero y secretario: Sr. Conde de la Quinta de la Enjarada

Vocales: Sres. Careaga y Martos (D. Jacinto).

Gadeón, 6-1-1898 (pág. 3)

Dice un periódico: «Ahora el sport de moda es el foot-ball, juego inglés que consiste en jugar a la pelota con el pie».

Desde mañana me dedico al foot-ball. Porque pienso que en el año presente hemos de dar muchos puntapiés y es bueno ir ejercitando la puntería.

La Época, 17-1-1898 (pág. 1)

Continúan muy animados los partidos de foot-ball. Al del jueves por la tarde se proponen asistir muchos curiosos, amigos de los jugadores.

El foot-ball, que como es sabido, es ahora el juego de moda, va a establecerse en los nuevos Campos Elíseos.

En aquel sitio, que ha de ser uno de los más amenos de Madrid, se edificará con dicho objeto un chalet, al que se harán excursiones por las tardes y en el que se servirán meriendas que resultarán seguramente agradabilísimas.

La Correspondencia de España, 30-1-1898 (pág. 2)

Ayer ha habido mucha gente en el foot-ball, que cada día cuenta con más número de socios y está más animado.

La Época, 3-3-1898 (p. 1)

Hoy, jueves, ha estado muy animado el Hipódromo, donde se ha jugado la acostumbrada partida de polo.

Han asistido a presenciarlo bastantes señoras de las cuales son constantes en su asistencia todos los lunes y los jueves.

Mañana, a las tres de la tarde, se jugará también, en el campo dispuesto para ello detrás de las tapias del Retiro, la última partida de foot-ball.

Entre los jugadores que más se distinguen en este sport figuran siempre los Condes de Lérida, Urbasa y Quinta de la Enjarada, y los Sres. Pignatelli, Careaga y Bermejillo, entre otros.

La Época, 5-3-1898 (pág. 1)

A pesar del mal tiempo asistieron ayer tarde varias señoras al partido de foot-ball que se jugó detrás de las tapias del Retiro.

El partido, el último que se jugará por ahora, resultó muy comprometido y animado.

En primer lugar nos llama la atención la cierta abundancia de notas que encontramos, en que casi se va siguiendo partido a partido las andanzas de los pioneros futbolistas madrileños. Ahora bien, en ningún momento se le llama Sky FC a este club, al que ni siquiera se le llama de ninguna manera. Cuando se presenta la junta directiva que se reunió el día 5-1-1898 se habla de «los socios del foot-ball», por lo que parece que el primer nombre debió de ser simplemente Sociedad de Foot-ball, muy común por otro lado en otras muchas ciudades para el primer club de fútbol que se fundaba.

Ignoramos la fecha de fundación de esta Sociedad de Foot-ball ya que sabemos que en el mes de diciembre de 1897 ya jugaban al fútbol. En todo caso la reunión importante tuvo lugar el 5-1-1898 en la casa de Luis Bermejillo para designar junta directiva y en definitiva, entendemos, constituirse formalmente como sociedad. Ningún rastro queda por cierto de esta sociedad en el Registro de Asociaciones.

La ausencia repentina y prolongada de notas de prensa nos hacen pensar que la sociedad perdió pronto sus ímpetus iniciales, tal y como se dice en La Época, 16-8-1899 (pág. 1):

El automovilismo es hoy el sport de moda. Al generalizarse el uso del nuevo vehículo entre las personas elegantes de ambos mundos, ha venido a causar grave daño a la bicicleta, al Lawn-tennis, al foot-ball, al yatching y a otros deportes extranjeros, dejándolos oscurecidos.

No obstante algunos meses antes la Revista Nueva (15-2-1899, pág. 730) decía lo siguiente:

Dos sociedades existen en la actualidad que se dedican en Madrid a practicar este sport.

En el invierno pasado nacieron ambas, siendo la primera fundada por el conocido sportman Sr. Bermejillo, la que juega sus partidos junto a las tapias del Retiro. La otra juega sus partidos en un solar de la plaza de toros.

Ahora dícese que piensan instalarlo en el Hipódromo, fundando un verdadero club.

Nótese que una vez más no se hace referencia a que la sociedad de Bermejillo se llame Sky FC, si bien tampoco le da nombre a la otra. En realidad el nombre de Sky FC por lo que hemos podido localizar no aparece precisamente hasta 1902:

Heraldo del Sport, 8-3-1902 (págs. 5-6): «Foot-ball» (Un Goal-Keepper).

Parece que va tomando carta de naturaleza entre nosotros el juego inglés llamado «foot-ball». En Barcelona hay varias sociedades constituidas con el único objetivo de dedicarse a este sport, y lo mismo sucede aunque en menor escala en Vigo, Bilbao, Málaga y otros puntos que tienen numerosa colonia inglesa que ha fomentado la afición a este juego.

En Madrid hay dos sociedades, que son la Foot-ball Sky y cuyo presidente es el Sr. Mayora, y el Madrid Foot-ball Club bajo la presidencia del Sr. Palacios (J.).

Y en el mismo Heraldo del Sport, una semana después (15-3-1902):

La antigua sociedad Foot-ball Sky ha cambiado este nombre por el de New Foot-ball club, y en la elección de su junta directiva han sido designados los señores siguientes:

Presidente: Manuel Vallarino

Vicepresidente: Fernando Valcárcel

Secretario. Guillermo García Martino

Tesorero: Ángel Mayora

Vocales: Emilio Valenti, Luis Díaz y Juan A. Núñez.

Como dijimos ya anteriormente en una nota al pie Rosón en el Libro de Oro copia las dos notas pero incluye una frase que no está en el original y que cambia completamente la realidad. En la segunda de ellas, después del nombre de la sociedad, inserta «fundada en 1897». Ignoramos los motivos, pero evidentemente el error es de fundamental importancia.

La realidad de las notas de prensa, en que solo se habla de Sky FC en 1902 y al equipo de Bermejillo no se le da nombre o incluso pueda intuirse que se llamara sin más «Sociedad de Foot-ball». De entre los protagonistas solo nos refuerza la realidad de las notas de prensa el caso de un desconocido para el fútbol llamado Antonio de Hoyos y Vinent, que afirmó en ABC (11-11-1930):

Hace 27 años (sic), con 13, jugué en el primer equipo, fundado y presidido por Bermejillo.

Le fallan los cálculos a Hoyos al colocar al equipo de Bermejillo en 1903, pero sí recuerda bien que jugó cuando tenía 13 años pues en efecto había nacido en 1885. Y ni rastro de que el club se llamara Sky FC.

Pero salvo Hoyos, todos los demás testimonios que tenemos de los protagonistas afirman que ese equipo de Bermejillo se llamaba Sky FC. El primero que localizamos es de los hermanos Giralt en El Imparcial (5-9-1928):

Antes de fundar el Madrid ya jugábamos al fútbol… Nosotros fuimos los introductores del fútbol en Madrid cuando éramos unos chiquillos de dieciséis años… Entonces fundamos el Skay (sic), que fue el primer equipo constituido en la Corte. Y jugábamos como podíamos: siete contra siete, catorce contra doce, cinco contra cinco o contra seis… Hasta que llegó un suizo, apellidado Polevi (sic), que es el que nos instruyó en el juego de una manera reglamentaria.

Mucho antes, el 24-3-1910 (pág. 2) decía así El Mundo Deportivo, se supone que con información que había facilitado el propio Giralt:

Armando Giralt, de 24 años, empezó a jugar muy joven en 1898 en el Sky, hoy desaparecido.

Junto a los Giralt tenemos el resto de testimonios que conocemos a través de Rosón, quien es justo reconocerlo, parecía interesado en defender que el equipo de Bermejillo era el Sky FC como se demuestra con el «error» en la transcripción de la nota de prensa. Rosón tuvo trato directo con muchos de aquellos pioneros y si él defendía esa tesis indudablemente sus motivos debía de tener. Ahora bien, no debemos desechar de plano la opción de que se trate de un error.

Hemos constatado que entre los protagonistas que años después hablaron de estos primeros años había una mezcla clara entre personajes y sociedades. Como casi siempre eran los mismos jugadores los protagonistas terminan por confundirse y afirmar la identidad de sociedades que hoy podemos demostrar que no es cierta, por más que tuvieran jugadores en común. ¿Es el caso del Sky FC? Por otro lado si analizamos detenidamente las palabras de Julián Palacios a Rosón nunca se dice que el Sky del que habla se fundara en 1898 y que fuera el de Bermejillo:

[…] El propio don Julián [Palacios] -fallecido en 1947- le explicaba al autor alguno de los pormenores de aquel Foot-ball Sky que él conoció siendo un chico: «no éramos más de treinta los socios, y solo pagábamos la cuota unos cuantos. El principal animador del club era un suizo llamado Paul Heubi. Era difícil reunir un equipo, y más de una vez tuvimos que jugar siete u ocho. Otras les prestábamos jugadores a los contrarios que en el fondo éramos nosotros mismos, porque solo existía el Sky. Los colores del uniforme eran blusa roja y pantalón azul, pero también era difícil que hubiera media docena de jugadores vestidos lo mismo. Cuando unos cuantos formamos el primitivo Madrid, el Sky no daba ya casi señales de vida. Entonces lo presidía Mayora, pero todo eso ocurría en 1901.

Lo único que dice Palacios es que el Sky existía en 1901, que su presidente era Mayora, y que estaba a punto de desaparecer.

Desde un punto de vista absolutamente escéptico nos permitiríamos concluir que a falta de más pruebas sabemos que hubo una primera sociedad de fútbol que probablemente se llamara sin más justo así, Sociedad de Foot-ball, fundada el 5-1-1898, presidida por Luis Bermejillo, que jugaba sus partidos en las tapias del Retiro, que seguía existiendo en febrero de 1899 y de cuya continuación no se tiene noticia alguna. Lo que precisamente podemos poner en relación con lo que decía el redactor de Alrededor del Mundo, 22-5-1902 (pág. 324) en su artículo «El foot-ball y cómo se juega»

[…] En Madrid empezó hace algunos años a iniciarse la afición a este deporte, pero las sociedades que entonces se constituyeron nacieron para morir casi de seguida.

Gran oportunidad habría tenido el redactor para haber dicho que excepción entre las sociedades que desaparecieron casi según se constituían era el Sky FC de Bermejillo. Y no lo hizo. Ahora bien, tendríamos que explicar por qué desde 1910 los protagonistas identificaban al club de Bermejillo con el Sky FC que sabemos que existe en 1902 y que se cambia de nombre al de New FC.

Del mismo modo tampoco se tiene noticia alguna de esa «otra» sociedad de fútbol que según dice el cronista de la Revista Nueva jugaba al fútbol al lado de la plaza de toros ya en 1899 y que se había fundado en fechas parecidas a la de Bermejillo. A simple modo de hipótesis nos planteamos si no se trataría del equipo de los ingenieros de minas a los que se refieren también los Giralt en la entrevista citada:

Después surge el equipo de los estudiantes de Ingenieros de Minas que tenían su terreno también sin vallar en la calle de O’Donnell. Con ellos jugamos dos partidos, empatando a cero el primero de ellos y venciendo por un goal en el segundo. Más tarde se disuelve este equipo, y uniéndose al Skay algunos de sus elementos constituimos el Madrid.

Nos movemos en el terreno de la hipótesis, pero dados las reliquias con las que contamos nos permitimos plantear la siguiente tesis por supuesto a salvo de encontrar más pruebas que puedan hacernos rectificar o por lo contrario apuntalar nuestra idea:

  • El 5-1-1898 se fundó la primera Sociedad de Foot-ball en Madrid, de la que no se tiene noticia desde febrero de 1899.
  • Al tiempo había otra sociedad, que quizá pudo ser la de los ingenieros de minas.

El relato nos obliga a cortar aquí las conclusiones sobre el Sky FC, que planteamos en el apartado siguiente. Ahora bien, adelantamos que defenderemos la tesis de que se fundó en octubre de 1900.

V. Fundación del Madrid FC

Los datos que presentamos en este apartado son tan novedosos como los de los apartados anteriores, pero hemos de reconocer que tienen mucha mayor trascendencia pues no en vano aclaran si no de manera definitiva sí de una manera muy notable la fundación del equipo más importante del mundo.

Para mayor claridad empezamos el capítulo con dos referencias muy tempranas en las que se habla de la fundación del Madrid FC:

Arte y Sport, 8-3-1903

Madrid FC proviene de la fusión de los Clubs Skay y Nueva Sociedad, eligiendo como campo de juego el que esta última poseía frente a la Plaza de Toros, y en la actualidad cuenta con gran número de socios, teniendo cinco equipos […] pues desde su fundación, que fue en noviembre de 1901, no ha dejado de organizar concursos de todas clases.

Alrededor del Mundo, 22-5-1902 (pág. 324): «El foot-ball y cómo se juega»

[…] En Madrid empezó hace algunos años a iniciarse la afición a este deporte, pero las sociedades que entonces se constituyeron nacieron para morir casi de seguida. Hace sin embargo unos dos años reuniéronse todos los elementos dispersos y formaron la sociedad Madrid Foot-ball Club.

Primero fueron muy pocos socios y el Club, que era presidido por D. Julián Palacios, llevaba una existencia tan lánguida que este invierno pasado no contaba más que con unos quince socios; ahora ha llegado a reunir setenta, y ha podido organizar los partidos que tanto han llamado la atención en competencia con los clubs más acreditados de España.

Ambas notas, de fechas muy parecidas y absolutamente próximas a los hechos de los que hablan, resultan sin embargo contradictorias. Para el redactor de Arte y Sport el Madrid se fundó en noviembre de 1901 y para el de Alrededor del Mundo en torno a mayo de 1900. Partiendo de la base de que ambos debían conocer perfectamente el tema del que hablaban y que por lo tanto lo que decían ambos debía ser cierto, se hace necesario interpretarlas ambas de manera no literal para intentar darle coherencia y concluir en consecuencia que no son contradictorias.

Empecemos por la primera. ¿Fusión del Sky y la «Nueva Sociedad»? ¿Cuál es esa «Nueva Sociedad» de la que jamás se ha oído ni leído? No mucho, pero algo de rastro ha dejado en la prensa:

La Época, 4-5-1901

En el campo de la Sociedad de Foot-Ball, detrás del Retiro y al lado del Tiro de Pichón, se jugó por sus socios el 2 del corriente, de diez a doce de la mañana, como de costumbre, un competidísimo partido muy igualado, pues hicieron tres goals Lorenzo (M.), Neira (A. S.) y Palacios (J.), azules, y dos goals Giralt (Armando), encarnado.

Todos los demás jugadores (22 entre todos) contribuyeron a tan buen resultado.

Mañana domingo se repetirá con la misma combinación.

El Liberal, 15-5-1901 (pág. 3) y Diario Oficial de Avisos de Madrid, 16-5-1901, (pág. 3)

Hoy y mañana la Nueva Sociedad de Foot-ball jugará dos grandes partidos en su campo, situado detrás del Retiro. Los socios aprovechan para jugar todos los días festivos. Hubo pues partido el domingo pasado de mucha animación. Hicieron tres goals los Sres. Neira (B.) y Giralt (A.), azules, por uno del Sr. Palacios (J.).

El Liberal, 20-5-1901 (pág. 3)

El partido jugado ayer por la Nueva Sociedad de Foot-Ball fue reñidísimo. Tomó parte el Sr. Femiville, de la Sociedad FC de Lausanna de Suiza, que hizo un tanto (encarnados) por tres los azules, Neira (A.) y Padrós (F.), ayudados eficazmente por los señores Gorostizaga (J.), Valero (A.), Giralt (M.) y Henry, que se distinguieron mucho.

El Liberal, 27-5-1901 (pág. 3)

Ayer se jugó el último partido de foot-ball de la temporada. Fue sin duda el más competido y el más brillante de todos. Hubo cargas, caídas e incidentes de verdadero interés.

Hevoby, Parajes (P.) y Padrós (J.), azules, hicieron seis tantos y cuatro los encarnados Patsche, Giralt y Varela.

Aunque concluida la temporada a causa de la estación es probable que haya todavía algún partido de primera mañana a juzgar por el entusiasmo creciente de los socios.

Leyendo los nombres de los jugadores de la Nueva Sociedad de Foot-ball constatamos cómo la inmensa mayoría eran precisamente aquellos que estarían después en el Madrid FC.

Las incógnitas no es que sean muchas, es que son todas. Pero quizá la principal dejando de lado el porqué del olvido de esta Nueva Sociedad es por qué la fundaron y sobre todo cuál era la «antigua sociedad» contra la que montaron esta nueva. ¿La antigua era la de Bermejillo que según la prensa podría haberse llamado sencillamente «Sociedad de Foot-ball»?

Ninguna referencia tenemos de cuándo pudo fundarse la Nueva Sociedad de Foot-ball, salvo que tomemos como referencia al redactor de Alrededor del Mundo y demos por buena la fecha de 1900 («unos dos años» antes de 1902). Como decíamos antes la confusión entre las sociedades y los sujetos es continua, y aquí podemos hallarnos ante un buen ejemplo que tiene además otro rastro en el libro que Alejandro Barba publicó en 1912 en su libro Foot-ball, basse-ball y Lawn-tennis:

[El Madrid FC] es la sociedad de foot-ball más antigua de la corte; se fundó en octubre de 1900 […].

El fútbol era un deporte que se jugaba en invierno, y por ello es más probable que en efecto la Nueva Sociedad de Foot-ball se fundara en octubre de 1900; lo cual cuadraría también más o menos con la nota de Alrededor del Mundo, que decía en mayo de 1902 «unos dos años antes». En todo caso Alejandro Barba debió de preguntar a los miembros del Madrid FC para escribir esa pequeña nota, lo que demuestra que ya en 1912 estos confundían a la Nueva Sociedad con el Madrid FC.

Sea como sea lo que sí sabemos es que tal y como decía Julián Palacios a Rosón el Madrid FC se fundó en 1901, y como afirma el redactor de Arte y Sport por fusión del Sky y la Nueva Sociedad de Foot-ball. Ignoramos cuándo y por qué se decidió crear el Madrid FC, aunque suponemos que cabe entender que el hecho de llamarla con el nombre de la ciudad se basa en que quizá pudo plantearse como el fin de algunas posibles rencillas. El caso es que el 6-10-1901 la nueva sociedad Madrid FC jugó su primer partido. Así lo contaba Luis Zozaya en La Correspondencia de España (8-10-1901, pág. 2).

La sociedad Madrid Foot-Ball Club inauguró ayer por la mañana sus partidas de foot-ball en su terreno del Retiro, inmediato al Tiro de Pichón.

Jugose un partido a seis goals que ganó el bando rojo, formado por los Sres. Varela, Páramo, Padrós, Giralt (A. y J.), Pacheco y Bueno.

Constituía el team azul, derrotado, los señores Giralt (M.), Palacios, Lorenzo, Sepúlveda, Valentí, Valero y Lasalle.

Todos los socios están muy animados y dispuestos a que se jueguen importantes matchs durante la próxima temporada de invierno.

Podemos pues en este punto saber que la Nueva Sociedad de Football se fundó en octubre de 1900 y que el Madrid FC se fundó un año después, en octubre de 1901. Por más que no conozcamos fechas exactas de fundación ni de reuniones celebradas con tal fin. Este esquema nos permite además salir del problema tradicional que ya Rosón tenía en el Libro de Oro de poner la fundación del Madrid en 1901 pero a Palacios como presidente desde 1900. Probablemente este fue presidente primero de la Nueva Sociedad y después también presidente del Madrid FC.

Ahora bien, para complicar un poco más la cosa debemos traer a colación una vez más las palabras de los hermanos Giralt, que dan algún detalle sobre la fundación del Madrid FC:

Más tarde se disuelve este equipo [el de los ingenieros de minas] y uniéndose al Skay algunos de sus elementos constituimos el Madrid. Esto fue el año noventa y ocho. Nos habíamos reunido en una tienda de vinos de la calle de la Cruz, que hoy subsiste; allí organizamos la nueva Sociedad entre el entusiasmo de todos… Pero llegado el momento de elegir los colores del equipo surgieron las discrepancias… Unos defendíamos el uniforme blanco… Otros se obstinaban en que debía vestir el equipo de camisa roja y pantalón blanco… No hubo acuerdo, y los partidarios del blanco formamos el Madrid FC mientras que los que se manifestaron por el rojo y blanco crearon el New, que luego se transformaría en el Athletic.

La mezcla de los Giralt pasados los años es estupenda, pero si obviamos algunos errores de su memoria quizá saquemos algo en claro. Entendemos que se refiere no al año 1898 sino a 1900 cuando «organizamos la nueva Sociedad» (minúsculas y mayúsculas del original). «Nueva Sociedad» precisamente frente a la vieja a la que él llama Sky pero que nosotros insistimos en llamar simplemente «Sociedad de Foot-ball». Pero cuenta cómo al no terminar bien las negociaciones en la taberna se funda el New, lo que sabemos que no ocurrió hasta 1902.

Entendemos que el relato de los Giralt, apoyándonos en los datos que conocemos por las notas de prensa, se refiere al mes de octubre de 1900. La vieja Sociedad de Foot-ball de Bermejillo y los ingenieros de minas se reúnen para montar la Nueva Sociedad de Foot-ball pero surgen rencillas y por eso los que no estuvieron de acuerdo con vestir de blanco decidieron continuar por su cuenta y montaron el Sky que en 1902 cambió de nombre a New (¿New Sky FC?).

Planteada esta hipótesis tendríamos que explicar por qué todos los protagonistas entienden que el Sky fundado en octubre de 1900 es el mismo que la Sociedad de Foot-ball de Bermejillo. Sin que podamos afirmar nada rotundamente entendemos que la explicación debe de estar o bien en la continuación de los individuos o bien incluso en la continuación del uniforme rojo.

En resumen, y a falta de cualquier otro dato que nos permita confirmar nuestras tesis o nos obligue a cambiarlas, planteamos que en Madrid hubo las siguientes sociedades:

  • Sociedad de Foot-ball: presidida por Bermejillo, creada el 5-1-1898.
  • Equipo de los Ingenieros de Minas.
  • Nueva Sociedad de Foot-ball, fundada en octubre de 1900 en una taberna de la calle de la Cruz, probablemente presidida por Julián Palacios.
  • Sky FC, fundado en octubre de 1900 y presidida por Ángel Mayora. En 1902 cambió su nombre por el de New FC.
  • Madrid FC, fundado en octubre de 1901 y presidida también por Julián Palacios, jugó su primer partido el 6-10-1901.


1 75 años del Real Madrid C. de F., Prensa española SA, 1977. Pág. 16

2 Y como colaboradores a los siguientes: Juan Antonio Sánchez de Ocaña, Pablo Hernández Coronado, Domingo Fernández Barreira, Carlos de Arjona, Luis Vilardell, Fernando Espada, Juan León, Fernando Cárcer, Ángel Cruz Martín, Benito Picó, Emilio Suárez Marcelo y Federico Carlos Sainz de Robles.

3 Aunque más adelante citemos nosotros esta nota es preciso aclarar en este punto que ese no es el tenor literal de la nota. Rosón añade de su cosecha el «que data de 1897», que no aparece en el original.

4 Así por ejemplo Eugenio M. Otero Urtaza en Manuel Bartolomé Cossío: trayectoria vital de un educador (págs. 92-93).

5 Esta carencia de fuentes provoca un simpático error en Mallon (2002), quien sostiene que el Sr. Cossío le dijo personalmente a Bahamonde en una entrevista que era él quien había traído el fútbol a España.




El archivo general de palacio y el fútbol español: los clubs

El Archivo General de Palacio, creado por Fernando VII en 1814, conserva la documentación relativa a la administración de la Real Casa y del Patrimonio de la Corona desde el siglo XVI hasta 1931. En lo referido al fútbol conserva los expedientes de concesión del Título Real a clubs y federaciones, así como la aceptación de la Presidencia Honoraria por parte del monarca o alguno de sus hijos.

El estudio de todos los expedientes conservados (como veremos no todos los clubs que ostentan el Título Real tienen expediente al respecto en el Archivo) nos depara algunas sorpresas: fechas de concesión del Título que no corresponden a las tradicionalmente aceptadas, solicitudes que fueron rechazadas, clubs que recibieron el Título Real en dos ocasiones, clubs que lo obtuvieron sin solicitarlo…

Haremos un recorrido cronológico del expediente más antiguo al más reciente y nos detendremos en los detalles más significativos. Finalmente relataremos los clubs cuyo expediente no figura e intentaremos darle una explicación. Empecemos por el principio:

El expediente más antiguo (RA13, Caja 8804 Expediente 55) es de 1908 y lleva por título «SM el Rey acepta la Presidencia Honoraria de la Sociedad Deportiva «Club Coruña» y le concede el título de Real» aunque contiene documentación relativa a dos clubs coruñeses (Club Deportivo de la Sala Calvet y Sociedad Deportiva Club Coruña) y al Automóvil Club Valenciano.

Los dos clubs coruñeses son los primeros en solicitar el Título Real y lo hicieron casi simultáneamente y a través de la misma persona: el diputado a Cortes por Bande (Orense) Gabino Bugallal y Araujo (1861-1932). Bugallal solicita el Título para la Sala Calvet en carta del 9 de noviembre de 1908 y para el Club Deportivo Coruña el 19 del mismo mes y año adjuntando cartas de sus respectivos presidentes (Laureano Martínez de la Sala Calvet y  Gaspar Barreras del Club Coruña) con su historial deportivo.

La carta del presidente del Club Coruña tiene esta anotación «Concedido por SM 10 dic. 1908», la carta del presidente de la Sala Calvet no. El expediente contiene la concesión a la Sociedad Deportiva Club Coruña del Título Real y la aceptación de su Presidencia Honoraria por el Rey Alfonso XIII. No consta la misma concesión a la Sala Calvet.

Este fue el primer club «Real» de España: el Real Club Coruña.

Los siguientes clubs en obtener el título son otras dos sociedades norteñas en 1910: la Real Sociedad de San Sebastián (RA13, Caja 8794 Expediente 11, el 10 de febrero de 1910) El título para el club donostiarra fue solicitado y gestionado por Manuel Chaves y Beramendi (1861-1948), conde de Caudilla y Mayordomo de Semana de Alfonso XIII y la Sociedad de Fútbol de Santander (RA13, Caja 8801 Expediente 5, el 16 de julio de 1910).

Sigue el Vigo Foot-ball Club (RA13, Caja 8793 Expediente 109) que recibe el Título Real el 22 de agosto de 1911. La concesión tiene una curiosa anotación a mano «se piden informes, confidencialmente, al Sr. Gobernador Civil de Pontevedra sobre la importancia de esta sociedad». En 1913 el Príncipe de Asturias será nombrado «socio de honor» de dicho club.

Sigue el Club Deportivo Español de Barcelona (RA13, Caja 8801 Expediente 74, el 25 de abril de 1912). Se destaca la intercesión del conde de Maceda, Baltasar de Losada y Torres (1961-1935), Primer Montero del Rey. En su carta solicitando el título el presidente Santiago de la Riva explica que «es una Sociedad fundada en Barcelona en el año mil nuevecientos [sic]» lo que agradará leer a los defensores de 1900 como año fundacional del Espanyol pese a las polémicas al respecto que no son objeto de este artículo.

Siguen cronológicamente un club de Irún (Guipúzcoa), ciudad con gran protagonismo en este relato (al igual que Vigo) por las fusiones de clubs y concesiones de Títulos y aceptaciones de Presidencias Honorarias: el Racing Club de Irún (RA13, Caja 8801, Expediente 99), el 7 de julio de 1913.

Sigue el Vigo Sporting Club (RA13, Caja 8801, Expediente 54), el 27 de febrero de 1914, por fusión del Real Vigo Foot-ball Club («real» desde 1911) y el Sporting Club (sucesor del Real Club Náutico de Vigo). Intercede a su favor Ángel Urzaiz y Cuesta (1856-1926), diputado por Vigo.

Avanzamos y llegamos a uno de los casos curiosos: el Betis (RA13, Caja 8801, Expediente 58). Curioso porque su expediente contiene dos concesiones del Título Real con pocos meses de diferencia: el 17 de agosto se concede al Betis Foot-ball Club por intercesión de su presidente (y senador vitalicio) Miguel López de Carrizosa y de Giles (1857-1919), marqués de Mochales.

Y el 23 de diciembre de 1914 al Betis Balompié, tras la fusión del Real Betis Foot-ball Club con el Sevilla Balompié. Pedro Rodríguez de la Borbolla y Serrano (1881-1945), diputado por Cazalla de la Sierra, remite varias cartas consultando si la fusión implica que el Título Real se hace extensivo a la nueva denominación de la sociedad o si se requiere una ratificación. Precisa que «no hay cambio de Sociedad», casi previendo las polémicas sobre fechas de fundación tan intensas en tiempos recientes y que, repito, no son objeto de este artículo.

Leemos: «Palacio 23 de Diciembre de 1914.

Sr.D. Pedro Rodríguez de la Borbolla.

S.M. el Rey (q.D.g.), enterado de la atenta comunicación que con fecha 21 de los corrientes se ha servido dirigirme, solicitando su Real autorización para hacer extensivo el Título de Real que el Betis Football Club de esa Capital ostenta, a la sociedad Sevilla Balompié que con el mismo ha de fusionarme bajo la denominación Real Betis Balompié, se ha dignado acceder con esta fecha a tan respetuosa petición.

Lo que de Real orden participo a V.S. para su conocimiento y efectos consiguientes.»

También encontramos en el Archivo de Palacio (no nos detendremos en todos los expedientes por no hacer un artículo interminable) las concesiones al Unión Club de Irún (26 de junio de 1915, fusión del Irún Sporting Club y el Real Racing Club), a la Sociedad Gimnástica Española (10 de junio de 1916), al Alfonso XIII de Palma de Mallorca (26 de junio de 1916) o al Madrid FC (RA13, Caja 8820 Expediente 44) con fecha 29 de junio de 1920.

En el caso del Real Madrid es importante destacar que el Título le fue concedido por solicitud del Capitán General «por las facilidades y atenciones que el citado club tuvo con la dicha Junta Central y con los equipos militares que tomaron parte en el Campeonato Militar de España».

Leemos: «S.M. El Rey (q.D.g.) concedió, el día 16 del corriente, a petición del Excmo. Sr. Capitán General y por conducto del Vicepresidente de la Junta Central Militar de Balompié, el Sr. Comandante don Eduardo Suárez Souza, el título de REAL a la Sociedad «Madrid Football Club», por las facilidades y atenciones que el citado Club tuvo con la dicha Junta Central y con los equipos militares que tomaron parte en el Campeonato Militar de España.

El presidente del «Madrid Football Club», es:

Don Pedro Parages Diego-Madrazo.

Domicilio actual del Club:

Calle de O´Donnell, nº31, campo de deportes,

Madrid a 22 de junio 1920.»

El grueso de expedientes corresponden a los años 20: la Sociedad Deportiva Asturiana de Oviedo (19 de marzo de 1922), la Sociedad Atlética Stadium de Zaragoza (19 de abril de 1922), la Sociedad Gimnástica de Torrelavega (5 de marzo de 1923), la Sociedad Español FC de Granada (15 de diciembre de 1923), el Celta de Vigo (23 de febrero de 1924 por fusión del Real Vigo Sporting y el Real Club Fortuna), la Unión Deportiva Luises de Valladolid (10 de mayo de 1924), el Córdoba Sporting Club (27 de junio de 1924) y la Unión Deportiva Albacete (27 de junio de 1924).

Se conservan expedientes (además del comentado al inicio del artículo referente a la Sala Calvet de La Coruña) en los que la solicitud del Título Real no recibe la concesión (al menos de forma explícita) aunque los clubs en cuestión empezaron a utilizarlo a partir del momento en que el Rey o el Príncipe aceptaron la Presidencia Honoraria:

– el Ávila FC (RA13, Caja 8791 Expediente 27, 15 de junio de 1925) tras haber solicitado el Título Real y ofrecer la Presidencia Honoraria al Príncipe de Asturias recibe una carta en la que se autoriza al Príncipe a aceptar la Presidencia pero no se menciona la concesión del Real Título

– el Oviedo FC (RA13, Caja 16232, Expediente 3, 10 de mayo de 1926) envía una carta anunciando la fusión del Real Stadium Ovetense y el Real Club Deportivo de Oviedo y solicitando el Título Real para la nueva sociedad y ofreciendo la Presidencia Honoraria al Príncipe de Asturias bajo la recomendación y apadrinamiento del duque de Santoña. Se les responde que «no hay inconveniente en que Su Alteza el Serenísimo Señor Príncipe acepte la Presidencia Honoraria de la Sociedad deportiva «Oviedo F.C.»…» No se menciona el Título Real.

Encontramos así mismo en el Archivo de Palacio Diplomas de nombramiento de Presidente de Honor al Rey de algunos clubs (Real Club Coruña en 1908, Stadium Club Ovetense en 1918), así como expedientes relativos a la concesión de la Presidencia Honoraria de clubs a miembros de la Familia Real (Athletic de Gijón en 1920, España FC de Granada en 1921), llama la atención el caso del Real FC de La Granja de San Ildefonso (21 de abril de 1925) al Infante Don Jaime porque no consta concesión previa de dicho Título Real al club segoviano.

Otro caso en el que debemos detenernos es el relativo al Recreativo de Huelva (RA13, Caja 8793 Expediente 83) que únicamente contiene esta carta del 14 de enero de 1916 por la que el Rey acepta la Presidencia Honoraria del club.

«Palacio 14 de Enero de 1916. Sr. Presidente de la Junta Directiva del Club Recreativo de HUELVA.

Su Majestad el Rey (q.D.g.) se ha servido aceptar muy gustoso, la Presidencia Honoraria de ese club,  que tan respetuosamente le ofrece su Junta Directiva.

Lo que de Real orden participo a V. para su conocimiento, y efectos consiguientes.»

Es importante destacar que en 1916 el Recreativo no era aún Real, lo que desmiente lo comúnmente creído hasta la fecha (concesión en 1909). Parece que el club onubense pudo empezar a utilizar el Real Título tras esta aceptación de la Presidencia Honoraria del Rey, al igual que otros clubs (Ávila, Oviedo, etc.).

Sobre varios clubs que han utilizado el Título Real no hay ningún expediente en el Archivo:

– Sporting de Gijón. En 1912 Alfonso XIII aceptó la Presidencia Honoraria del Club (existen referencias en la prensa gijonesa: en El Comercio el 26/08/1912 e incluso una fotografía dedicada del Monarca al «Real Sporting de Gijón») y desde esa fecha el club utilizó el Título Real.

– Murcia. La concesión aparece en la prensa en verano de 1923 y el club empieza a utilizar el Título Real en septiembre de aquel año. Referencias posteriores atribuyen las gestiones ante Palacio al directivo Antonio Fontes Pagán.

– No hay tampoco documentación relativa a los siguientes clubs «Reales»: Sociedad Cultural y Recreativa Casino del Real Club de fútbol de Melilla, Balómpedica Linense de La Línea de la Concepción (Cádiz), Juvencia de Trubia (Asturias), Hespérides de La Laguna (Tenerife), Gimnástico de Valencia, Victoria de Las Palmas, Avilés, Sociedad Deportiva Alcalá, Racing Portuense de El Puerto de Santa María (Cádiz), Sporting San José de Las Palmas o Unión de Tenerife.

– De varios clubs existen referencias indirectas en expedientes del Archivo de Palacio sobre su «condición Real»: el Stadium Ovetense, el Club Deportivo de Oviedo, el Fortuna de Vigo o el ya comentando CF de La Granja de San Ildefonso.

– La ausencia de expedientes relativos a otros clubs «Reales» como el Jaén, Monterrey de Salamanca, Tapia de Tapia de Casariego (Asturias), CD San Carlos de Barcelona, Burgos, Carabanchel, Aranjuez, Titánico de Pola de Laviana (Asturias) o CD Gara de Garachico (Tenerife) se explica porque recibieron el Título Real con posterioridad a 1931.

Durante el franquismo hubo también rehabilitaciones de títulos abandonados durante la II República o heredados por nuevas sociedades de otras desaparecidas de la misma ciudad (por ejemplo el Zaragoza en 1951).

Agradecimientos: Archivo General de Palacio Real (AGP), Alberto Díaz Gutiérrez (Gijón),  Eduardo Muñoz Valdés (Oviedo), Juan Antonio Garre (Murcia), Luis Javier Bravo Mayor (Madrid).




Las reales federaciones españolas de fútbol

Cortamos este mes el serial que sobre las siete federaciones españolas de fútbol para dar cuenta «en tiempo real» de un hallazgo magnífico en el Archivo de Palacio: toda la documentación sobre la concesión del título de Real a las diversas federaciones españolas.

Una vez más, como tantas veces ocurre con la historia de nuestro fútbol, un ajeno que tope con este artículo se sorprenderá de nuestra sorpresa, pues casi imposible resulta que hasta ahora no supiéramos cuántas federaciones habían sido Reales. Según la mayor parte de las publicaciones la Unión Española de Clubs jamás fue Real («a pesar de que usaban el título sin tenerlo»), al igual que tampoco lo fue la Federación Española de Clubs de Foot-ball. Solo la RFEF actual es Real, según la mayor parte de textos.

Quizá no resulte superfluo que esta posición había sido superada hace tiempo, y los autores tenían otra que a la luz de la documentación también ha quedado casi en ridículo. Sabíamos que la UECF sí había sido Real (pues constan notas de prensa en Vida Deportiva y La Vanguardia), pero no teníamos claro si la FECF lo había sido o no: no había ninguna nota de prensa que lo certificara, pero es cierto que a partir de una fecha apareció siempre usando el título. Raro que lo usara sin tenerlo, pero raro también que no anunciaran a bombo y platillo que lo tenían.

El caso más curioso era el de la RFEF. Desde su fundación el 1-9-1913 utilizó en su nombre el título de Real, que suponíamos heredado de la UECF o en su caso de ambas originales (UECF y FECF). Ahora bien, ¿cabe «heredar» el título de Real? Nuestra sensación siempre fue que la RFEF había utilizado el Real por simple continuación y sin que hubiera base fija alguna. De hecho en ningún sitio se publicó ninguna concesión de título, ni había ninguna documentación al respecto.

Ahora toda nuestra teoría se viene abajo, y según vamos a presentar a continuación tres de las siete federaciones españolas han sido Reales. Por orden de concesión, la RUECF, la RFECF y la RFEF.

Veamos una por una.

Real Unión Española de Clubs de Foot-ball

La solicitud del título está fechada en San Sebastián el 2-2-1913 y firmada por el presidente Enrique Pardiñas. Se le pide también que acepte la presidencia de honor.

El día 10-2-1913 el secretario particular de SM El Rey, don Emilio María de Torres, intercedió ante el Jefe de la Casa Real, el marqués de Torrecilla, para acelerar la petición, lo que volvió a hacer el 14-2-1913.

Esta segunda petición sí fue oída y el 15-2-1913 Alfonso XIII aceptó la presidencia de honor de la federación y le concedió a esta el título de Real (Signatura: AGP, RA13, Caja 8801 Exp. 64).

Real Federación Española de Clubs de Foot-ball

Esta federación contó con la presidencia de honor de Alfonso XIII desde su constitución, pero curiosamente no obtuvo el título de Real. Quizá no le dieron ninguna importancia sus dirigentes, pero al ostentar el título los enemigos de la RUECF fue cuando lo necesitaron para equipararse. De hecho sabemos que si el presidente Juan Padrós pidió el título fue porque en la FIFA le habían dicho que un argumento a favor de la RUECF era que esta sí era Real. De tal modo que el 29-5-1913 hizo la solicitud y al mismo día siguiente, 30-5-1913, este le fue concedido (Signatura: AGP, RA13, Caja 8801 Exp. 63).

Real Federación Española de Foot-ball

Como es bien sabido las dos anteriores federaciones desaparecieron para poder formar una sola, a la que llamaron RFEF. El día 24-9-1913 escribió el vicepresidente primero Ricardo Ruiz Ferry, haciendo funciones de un todavía inexistente presidente, solicitando poder usar el título de Real que habían usado desde la fundación.

Fue al día siguiente, 25-9-1913, cuando el rey concedió el título. Quizá por ello muchas fuentes siguen creyendo que esa fue la fecha de fundación de una RFEF que por el contrario se había fundado el 1-9-1913.




Donde todo comenzó

El moderno juego del fútbol nació en la noche del lunes 26 de octubre de 1863, en el corazón de una ciudad de lámparas de aceite y coches de caballos, de barbas y sombreros de copa. Fue el año en el que la esclavitud fue abolida en los Estados Unidos, en el que se fundó la Cruz Roja y en el que se dejó oír por primera vez el estruendo del metro de Londres

Ebenezer Morley, un abogado y sportsman residente en Barnes, en el suroeste de Londres, pensó que el fútbol debía contar con un conjunto de reglas de igual manera que el MCC (Marylebone Cricket Club) las tenía para el cricket. Su iniciativa motivó la asamblea en la que, a propuesta suya, se formó la Football Association.

Los capitanes, secretarios y otros representantes de una docena clubes de Londres y alrededores se reunieron en la Freemason’s Tavern (Taberna de los Masones) en Great Queen Street, cerca de donde hoy se encuentra la estación de metro de Holborn, en el centro de Londres. Su objetivo era formar una asociación con el propósito de establecer un conjunto de normas para la reglamentación del juego.

La intención de la FA era la de estandarizar las reglas, resolver las diferencias, no crear un nuevo juego. Morley se convirtió en el primer secretario de la FA, más tarde en su presidente, y esbozó las primeras reglas del fútbol moderno en su hogar al lado del Támesis, en el nº 26 de The Terrace, en Barnes. Éste es el hombre que permitió al fútbol iniciar su largo periplo alrededor del mundo.

Fueron necesarias seis asambleas para que la FA aprobara finalmente aquellas reglas. El primer encuentro celebrado con las mismas se disputó en Limes Field, apenas a dos minutos de camino de la casa de Morley, el sábado 19 de diciembre de 1863. Barnes y Richmond empataron a cero tras hora y media de juego.

La Freemason’s Tavern sufrió ampliaciones y remodelaciones a partir de 1905 y cambió su nombre por el de «Connaught Rooms» en honor del Gran Maestre, el Duque de Connaught. Hacia esa misma época se edificaron viviendas sobre Limes Field en lo que ahora es «Limes Field Road«.

Antes de que se creara la FA el fútbol se encontraba en un estado de hibernación. En la actualidad se extiende por un mundo al que ha atrapado con su magia. Debemos mucho a aquellos hombres de firme propósito y clara visión de futuro que se reunieron por vez primera en la Taberna.

Los clubes representados en la primera asamblea fueron: Barnes, War Office, Crusaders, Forest (Leytonstone), No Names (Kilburn), Crystal Palace, Blackheath, Kensington School, Perceval House (Blackheath), Surbiton, Blackheath Proprietory School y Charterhouse.

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Traducido por Alberto Díaz




Los Niños de la Guerra y el fútbol (1ª parte)

Se conoce como «niños de la guerra» a los aproximadamente 30.000 chicos y chicas de entre 4 y 14 años que el gobierno republicano, el autonómico vasco y distintos partidos políticos o agrupaciones afines, exiliaron a partir de 1937, coincidiendo con el avance de las tropas sublevadas. Aquel vasto despliegue, hoy bastante censurado -por más que en su día lo inspirase la mejor intención-, se proponía ahorrar a la tierna infancia el trauma y las penurias de nuestra conflagración civil. Dudosamente sería éste un púlpito adecuado para recordar aquellos hechos, si no fuera porque entre todos esos expatriados también hubo futbolistas. O por ser más fiel a la realidad, hubo quienes se hicieron futbolistas en el exilio.

Aunque las expediciones hacia un exilio en teoría temporal, ahorrasen a muchos niños el hambre y la miseria de nuestra Guerra Civil, aquella salida representó para muchos un viaje sin vuelta atrás. En otros casos, el regreso estuvo impregnado de tanta angustia y dolor como el de la partida.

Aunque las expediciones hacia un exilio en teoría temporal, ahorrasen a muchos niños el hambre y la miseria de nuestra Guerra Civil, aquella salida representó para muchos un viaje sin vuelta atrás. En otros casos, el regreso estuvo impregnado de tanta angustia y dolor como el de la partida.

Si bien la primera expedición de pequeños partió hacia Francia en setiembre de 1936, sería a partir de marzo de 1937 cuando lo que podríamos denominar organizaciones «oficiales» se enfrascaron en labores de evacuación, inicialmente hacia Francia y la Unión Soviética. Pronto, sin embargo, se añadirían otros países como destinos de acogida: Bélgica, Inglaterra, Suiza, Holanda, Dinamarca, México… Se calcula que en junio de 1938 había en Francia 11.000 menores españoles, muchos de ellos no acompañados por su familia. Una espectacular progresión geométrica desde los primeros 450 niños vascos de entre 5 y 12 años llegados a la «Maison Hereuse» de la isla de Oléron -Casa Feliz en traducción literal- el 20 de marzo de 1937. También en Bélgica hubo otros 5.000, recibidos casi como arma publicitaria por el Partido Socialista Belga (POB-BWP). Alrededor de la mitad fueron confiados al Comité National pour l´Hébergement des Enfants Españols en Belgique (CNHEEB), que tras distribuirlos por distintas colonias costeras concluirían siendo entregados a familias de adopción. El propio cardenal Van Roey, a la sazón arzobispo de Malinas, resultó decisivo con su llamamiento a la adopción por parte de familias católicas. Se estima en 1.200 los menores acogidos por sectores de confesión católica y en no menos de otros  1.000 los tutelados por la Cruz Roja Belga, el Socorro Rojo Internacional, la sección belga de la Internacional para la Infancia y el Grupo Español para la Defensa de la República. Parte de los niños «belgas» habrían de ser repatriados tras la caída del Frente Norte, otros a partir de abril de 1939, cantado ya el triunfo franquista, y en torno a 1.300 permanecieron entre Flandes y Walonia, adoptados legalmente.

Una gran mayoría de aquellos niños, al igual que sucediera con los de Rusia, eran de origen vasco. Y el testimonio de casi todos, recogido en documentales, entrevistas, reflexiones y memorias personales, pone énfasis en un categórico «nunca más», junto a su inmensa sensación de doble desarraigo: el muy doloroso de la partida, ampliado por al despego frío y triste encontrado al retorno. Lejos de su país, casa y familias, bajo un cielo más plomizo, entre la incertidumbre por los que quedaron bajo el bombardeo, una indefinible sensación de abandono y el recuerdo de arengas rancias, los menos culpables en la locura fratricida contaron por semanas los días y en estaciones los meses. Nadie como el hoy olvidado escritor vizcaíno Luis de Castresana (San Salvador del Valle 7-V-1925 – Bilbao 17-VII-1986), «niño de la guerra» también, premio Fastenrath de la Real Academia,  Nacional de Literatura en 1967 y finalista del Planeta en 1970, para trazar aquel cuadro con cariñosa pincelada desde «El otro árbol de Guernica». Allí palpitan los anhelos, la esperanza y desánimo de quienes como él mismo, separados de Bilbao, Baracaldo, Sestao o Lamiaco por algún millar de kilómetros, enjugaban tanta y tan honda nostalgia en los colores del Athletic y el vago recuerdo de sus gestas durante la dirección de míster Pentland.

¿Cómo no iban a surgir futbolistas entre tan amplio semillero?. La gran ventaja del balón de cuero es que con uno pueden competir 22 muchachos, sin necesidad de herramientas sofisticadas u otro utensilio que varias piedras o un montoncillo de ropa señalando las porterías. Hoy, cuando se cumplen 75 años de aquellos acontecimientos, parece buena ocasión de espigar entre quienes, a su vuelta, olvidadas las lágrimas en el muelle de las despedidas, acreditaron ser deportistas de cuerpo entero.

Lezama -Pérez Lezama en sus inicios-, dueño del marco bilbaíno hasta el advenimiento de Carmelo Cedrún, fue claro exponente.

Raimundo Pérez Lezama, un guardameta poco convencional para la época, al que Carmelo oscureció bastante.

Raimundo Pérez Lezama, un guardameta poco convencional para la época, al que Carmelo oscureció bastante.

El colegio donde estuviera acogido junto a su hermano Luis y docenas de chiquillos, se hallaba justo frente al campo del Southampton. Los juegos del patio, por lo tanto, sólo podían orientarse hacia el balón. Un día se encontraron sin portero y Lezama (Baracaldo 29-XI-1922) acabó entre los palos. Ya no le permitieron abandonarlos. Tanto destacaba que acabaron llevándoselo al juvenil del Southampton, para debutar con el primer equipo a los 17 años, nada menos que ante un clásico como el Arsenal. Media temporada después, producida la repatriación, firmaba contrato con los areneros de Guecho (temporadas 1940-41 y 41-42) para acceder en seguida al Athletic. La fatal tuberculosis de Echevarría, indiscutible bajo el marco de San Mamés, precipitó su titularidad y el público fue teniendo conocimiento de novedades muy británicas: el saque a una mano, los reiterados despejes de puño, las salidas fuera del área para cortar con el pie… Lejos de merecer aplausos, alguna de estas innovaciones sería tomada por buena parte del público como pura excentricidad. De la isla, sin embargo, llegaban con él ideas revolucionarias. Por ejemplo, cuando hablaba de entrenar en canchas de tenis pero con balón y utilizando sólo la cabeza para impulsarlo, nadie le tomaba en serio. Veinticinco años después, varios técnicos de tronío incorporarían la fórmula para mejorar el primer toque de sus pupilos. En realidad, al joven guardameta sólo empezaron a verlo como hombre de garantía desde la final copera de 1943. Barinaga, Alsúa, Belmar y compañía, no podían creer que alguien parase tanto en una misma tarde. Y eso que las «lezamadas», o el temor a que las prodigase, le acompañarían durante las 17 temporadas que permaneció en San Mamés, si bien las últimas lo hiciese oscurecido por Carmelo.

La temporada 1955-56, viéndose sin sitio entre los rojiblancos, aceptó reforzar al Baracaldo, correoso club de 2ª División. Habría de volver al Athletic -entonces Atlético, al prohibirse cualquier terminología extranjera- para seguir calentando banquillo. Ya estaba virtualmente retirado cuando la baja por gripe asiática de los tres porteros indauchutarras le animó a vestirse de corto otra vez, por puro altruismo, ante el Condal de Barcelona. Corría el año 1957 y la experiencia debió animarle, porque aún estuvo otras dos campañas (1958-59 y 59-60) en el Sestao, que como Baracaldo e Indauchu militaba en 2ª. Y cual ave fénix, tras un nuevo amago de retirada, volvería al Arenas de Guecho la temporada 1961-62, esta vez en 3ª División.

Guardameta menos goleado de 1ª en 1946-47 e internacional contra Portugal el 26 de enero de 1947, en el estadio Jamor, tuvo la desgracia de coincidir en época con Eizaguirre, más que un obstáculo a la titularidad en la selección nacional, una auténtica pared. De los 4 goles encajados por España aquella tarde (los nuestros salieron derrotados por 4-1) él recibió 2 en los 42 minutos que se le concedieran. Dos títulos de Liga y 6 de Copa, unidos a su larguísima permanencia en el seno Atlético, bastaban para convertirlo en leyenda. Y sin embargo, por esas injusticias que a veces se comete con quienes fueron piedra angular, las directivas bilbaínas hicieron exhibición de cicatería no ofreciéndole el partido homenaje que sobradamente se había ganado y, mucho tiempo después, olvidando invitarle al partido con que la entidad celebrara su primer centenario.

Falleció en La Guardia (Rioja Alavesa) la madrugada del 24 de julio de 2007, a los 84 años, postrado desde hacía tiempo en una silla de ruedas, sin rencores y  sintiendo como durante toda su vida los colores rojiblancos.

Emilio Aldecoa Gómez en su época de jugador “culé”. Probablemente el “niño de la guerra” con mentalidad más británica.

Emilio Aldecoa Gómez en su época de jugador “culé”. Probablemente el “niño de la guerra” con mentalidad más británica.

Emilio Aldecoa y los durangueses José Luis Bilbao y Sabino Barinaga, autor este último del primer gol en el estadio Bernabeu, también bebieron en fuentes británicas. Aldecoa (nacido el 30 de noviembre de 1922 y fallecido el 4 de setiembre de 1999), sufrió el desarraigo primero en las proximidades de Londres y luego más hacia el noroeste. Inglaterra no sólo le formó como futbolista, sino también como persona. Serio, recto, honesto y disciplinado, daba perfectamente la imagen de un «gentleman». Por lo que al fútbol se refiere, comenzó jugando en el English Electric de Stafford. Tuvo suficiente con una temporada para que sus dotes goleadoras le hicieran llegar al Wolwerhampton Wanderers, todo un veterano del deporte anglosajón -fundado en 1877-, aunque sólo con esporádicas apariciones por las divisiones más selectas. Tres temporadas después ingresó en el Coventry, representante de una ciudad muy castigada por los inmisericordes bombardeos germanos. Corrido el tiempo ese habría de ser el primer equipo serio de Michael Robinson, popularísimo entre nosotros pese a haber escanciado con cuentagotas su último fútbol en El Sadar osasunista. Por fin, superadas dos campañas bajo la disciplina del Coventry, Aldecoa pudo lucir en su camiseta rojiblanca el escudo del Athletic, entonces Atlético por imperativo franquista, conforme quedó indicado. Sumaba ya 24 años bien cumplidos y la prensa se hizo oportuno eco del recibimiento tributado por familiares y amigos, aquel primero de julio de 1947 en el bilbaíno barrio de Deusto. Era como si por fin cicatrizara una herida, como si se extendiera un borrón sobre el recuerdo, siempre latente, del miedo, el hambre y la derrota bélica:

Toda la escena familiar fue muy simpática, y luego entraron en funciones los demás conocidos. No faltaron amigos de Emilio. Éste es espigado (pesa unos 70 kilos), alto (1 metro 76), de aspecto muy simpático, que da impresión de discreto e inteligente.

Aldecoa, sin embargo, no contó con toda la confianza de Mr. Bagge, su primer entrenador atlético, para el que además ejerció de intérprete. Y tampoco con la de Josechu Iraragorri, sucesor del británico. Alineado en 24 partidos de Liga y 2 de Copa durante su primera temporada como rojiblanco, y en otros 21 choques ligueros y uno más de Copa en la segunda, con un total de 9 goles marcados entre ambos ejercicios, puso rumbo a Valladolid sin haber triunfado. Dos campañas junto al Pisuerga le granjearon el salto al Barcelona, para enriquecer su palmarés con 2 títulos de Liga, 3 de Copa, 2 trofeos Eva Duarte y uno de la Copa Latina. En 1953 abandonó la disciplina «culé», recalando en Gijón. Ya había conocido para entonces la internacionalidad (30 de mayo de 1948, frente a la República de Irlanda, donde hubo de suplir a Juncosa en el minuto 31) y nuestro fútbol carecía de secretos para él.

Colgadas las botas y establecido en Cataluña, hizo sus primeros pinitos como entrenador en el Hércules de Hospitalet (1955), de donde saltó al Gerona. En 1960, incómodo al no abrirse camino hacia clubes con más relieve, o añorante de Inglaterra, decidió aceptar la oferta del Birmingham City para convertirse en ayudante de entrenador, puesto en el que permanecería 6 temporadas. Luego retornó a la península, haciéndose cargo del Valladolid, Gerona -en varias etapas diferentes-, Recreativo Granada, Caudal y Olot. Parece, además, que Agustín Montal, presidente barcelonista en el arranque de los años 70, le había tanteado para incorporarlo como intérprete de los entrenadores Buckingham y Drake. Cualquiera que fuese el motivo, Aldecoa nunca llegó a reingresar en el seno azulgrana.

Lo que sí hizo, aunque muy pocos lo recuerden, fue intervenir en la película «Once pares de botas» (1954), junto al guardameta Antonio Ramallets y el fino interior izquierdo españolista Francisco Marcet. También figuraron fugazmente en esa cinta José Samitier, Ipiña y Alfredo Di Stéfano, respaldados por actores con tanto empaque como José Suárez, Elisa Montes, Manolo Morán, José Isbert, Carmen Pardo y Javier Armet. No puede decirse que su director, Francisco Rovira Veleta, firmara una obra tan redonda como los balones de cuero, pero sí, al menos, que resultase profético al convertir en entrenador de ficción al serio y sereno Aldecoa, por entonces apenas un debutante en los banquillos de verdad.

Casado con una inglesa menuda, morena y de ojos azules, tuvo dos hijos, de los que el mayor destacó en la gimnasia, antes de convertirse en técnico de aviación de las Fuerzas Armadas Británicas.

Mucha menor trascendencia deportiva tuvo José Luis Bilbao, al que en Durango apodaron «Coventry» por proceder de ese club inglés. Durante la temporada 1947-48 la directiva de la Cultural duranguesa se empeñó en ficharlo, sin contar siquiera con su entrenador. El muchacho, que había estado viviendo en Inglaterra, conocía bien la 2ª división británica y acababa de ser rechazado por el Atlético de Bilbao. En los mentideros de la villa se habló entusiásticamente de su calidad, del negocio que podrían hacer traspasándolo luego a cualquier club de altos vuelos. ¿Qué si era bueno?. ¿Cómo no iba a serlo, procediendo del país donde inventaron el fútbol?. Llegó a asegurarse, sin un átomo de fundamento, que incluso podría haber fichado por el Real Madrid. Bulos gratuitos, como pudo averiguarse pronto. Cuando el entrenador durangués Luis Gutiérrez se vio forzado a incluirlo en las alineaciones, quedaron al descubierto sus deficiencias. Para mal de males, la reestructuración de categorías que aquel año llevó a cabo la Federación Española, hizo descender a la Cultural de 3ª División a categoría Regional, aunque en honor a la verdad hubo mucho de injusticia y tocomocho en esa pérdida de estatus. La Cultural se clasificó 2ª en su liguilla por la permanencia, donde también competían Alavés, Mirandés, Real Unión de Irún y Numancia soriano. La segunda plaza bastaba para mantenerse en 3ª. Pero la Federeación decidió no tener en cuanta la liguilla, primando, en cambio, a los clubes históricos o los representativos de capitales de provincia. Por supuesto protestó toda la prensa vizcaína y hasta se apuntaron leves descalificaciones, muy leves, eso sí, porque la censura tampoco hubiese permitido cargar tintas. Dio igual. Los durangueses se encontraron sin negociete por el frustrado traspaso y condenados al fútbol de Regional.

Sabino Barinaga con la camiseta del Real Madrid. Todo potencia y corazón sobre el césped, falleció a causa de una dolencia coronaria.

Sabino Barinaga con la camiseta del Real Madrid. Todo potencia y corazón sobre el césped, falleció a causa de una dolencia coronaria.

El también durangués Sabino Barinaga Alberdi (15-VIII-1922 – 19-V-1988), vendría a ser el reverso de la moneda puesto que saltó del Southampton al Real Madrid, tras no entenderse en cifras con el Atlético de Bilbao y hacerle más ilusión las 60.000 pesetas anuales de ficha «merengue». Cedido por los blancos al Valladolid y de nuevo en el Real Madrid, Real Sociedad y Betis, nunca sería visto como dechado de perfección técnica, sino como el  poderoso todoterreno que cabía esperar de quien se forjara en un fútbol de ida y vuelta, directo y tan poco dado a la floritura. Entrenador prestigioso tras colgar las botas, desplegó su sapiencia tanto en nuestro suelo como por el extranjero. Osasuna, Betis, Oviedo, Málaga, Atlético de Madrid, Valencia, Sevilla, Mallorca o Cádiz entre los nuestros, y América de México, Lagos nigeriano y las selecciones nacionales nigeriana y marroquí, le tuvieron al frente.

Menos niño y desde Francia, la posguerra también repatriaría al guardameta José Luis Molinuevo (Deusto 22-I-1917 – Gijón 25-XII-2002). Aún siendo muy joven al partir hacia el exilio, ni muchísimo menos podríamos considerarlo niño. En 1936 el Athletic acababa de ficharlo desde el modesto Cantabria Sport, con miras a foguearlo para el Campeonato que el estallido bélico abortaría. Cuando los nacionales entraron en Bilbao huyó a Francia, abriéndose camino entre los galos gracias al fútbol. Perpignan, primero, y Racing de París después, supieron de sus magníficas condiciones. En 1947, cuando las represalias a los huidos ya eran historia, optó por volver al Atlético de Bilbao, tras haberse proclamado campeón de Francia. Sumaba 30 años y habría de mantenerse en el seno rojiblanco durante 3 temporadas, jugando poco. La portería de San Mamés estaba muy bien cubierta entonces, como casi siempre, y pese a sus recursos se le hizo frío e inhóspito el banquillo. Más o menos como le ocurriese al valmasedano Rivero, otro magnífico guardameta de la época que sólo pudo doctorarse en Lérida. Allí, en Cataluña, acuñarían el eslogan «quien no ha visto a Rivero, no sabe lo que es un portero».

Víctimas de nuestra guerra, como los anteriores, fueron el bilbaíno José Arribas y el barcelonés Diego Cuenca. Ambos llegaron a Francia huyendo de bombardeos y las muy previsibles represalias, el primero apenas cruzado el rubicón de la adolescencia y el segundo cuando contaba 11 años. Cada uno a su modo cuajarían con el tiempo envidiables carreras balompédicas.

Nacido en 1921 dentro de una familia pequeño-burguesa, José Arribas hubiera cursado la carrera de Comercio de no interponerse en 1936 aquella dolorosa sangría de tres años. En 1937, con las tropas franquistas asediando Bilbao, el joven Arribas embarcó hacia el exilio en compañía de su madre, dos hermanas y un hermano, en tanto el progenitor y cabeza de familia, republicano convencido, permanecía en el frente. Si bien lograría abandonarlo meses más tarde, consciente de que su causa estaba perdida, y hasta pudo embarcar hacia Argentina, para él no hubo sueños ni nuevas oportunidades. La enfermedad adquirida entre trincheras acabó con sus días en alta mar.

Entre tanto, la huida de los Arribas tuvo tintes de epopeya. El buque, de bandera británica, no fue admitido en los puertos de Burdeos y La Rochelle, y sólo cuando el futuro de los pasajeros derivaba hacia la tragedia obtuvo permiso de atraque en Nantes. La primera comida en tierra de aquel puñado de desesperados tuvo lugar en el campo de Marte, junto al estadio de fútbol, lo que para José Arribas tuvo más de premonición que de pura casualidad, al decir de su familia.

El actual F. C. Nantes, entidad devaluada y en 2ª División, vivió sus mejores días con Arribas como responsable técnico.

El actual F. C. Nantes, entidad devaluada y en 2ª División, vivió sus mejores días con Arribas como responsable técnico.

Jugador del Le Mans entre 1948 y 1952, pasó por los banquillos del Saint Malo (1952-54) y Noyen-sur-Sarthe (1954-60), antes de fichar por el Nantes, donde se mantendría desde 1960 hasta 1976. Fueron 16 años de éxitos, en los que además de implantar un nuevo estilo llegaría a alcanzar ribetes de leyenda vida. Tras el ascenso a 1ª división en 1963 llegaron 3 títulos de liga (1965, 1966 y 1973), tres galardones como mejor técnico francés, un intensísimo y exitoso trabajo de cantera e incluso el honor de ser nombrado seleccionador nacional galo con carácter interino (1966). Por sus alineaciones pasaron, entre otros, el ex-seleccionador nacional francés Claude Arribas, Henry Michel, cerebro en el centro del campo galo durante varias campañas y más tarde seleccionador de diversos países africanos, los posteriormente técnicos del Nantes Jean Claude «Coco» Suaudeau y Ángel Marcos, sin olvidar a Raynald Denoueix, que como responsable de la Real Sociedad obrara el milagro de convertir en aspirantes al título a quienes meses antes habían eludido el descenso en las jornadas finales. Como el cuero siempre ha favorecido la forja de dinastías balompédicas, incluso tuvo por pupilo a su propio hijo mayor, Claude Arribas. Denoueix, siendo entrenador donostiarra, no tuvo ningún empacho en reconocer que el germen de sus conocimientos se lo debía a quien tuviera por maestro durante 10 temporadas, desde que a los 18 años la fortuna quiso cruzar sus caminos. Por esa época muchos entrenadores franceses no pasaban de sargentos chusqueros, demandantes de garra y sacrificio. El bilbaíno, bien al contrario, invitaba a su plantilla a disfrutar del buen juego.

El éxito de los «canarios» con José Arribas al mando estuvo basado en un estilo de doble matiz: concepción de club fundamentada en la explotación de su cantera mediante el aprovechamiento de antiguos futbolistas en la parcela técnica, y sobre el césped un juego veloz, de pase corto y mucho movimiento, empeñado en la ocupación del campo a lo ancho y la supeditación del individuo al colectivo. Una idea muy republicana, si se mira bien: el colectivo por encima de todo; nada de vedettes.

Puestos a elegir el momento más glorioso del bilbaíno en el campeonato galo,  habría que optar por la temporada 1972-73, en la que los amarillos asombraron a todo el país. Fue entonces cuando se acuñó el término «fútbol a la nantesa». Un fútbol avanzado a su tiempo, según recordaba con más de 30 años de distancia la página oficial del Nantes, para cuyo redactor, Arribas fue un precursor.

Pero aunque sus grandes éxitos permanezcan unidos a Nantes, la carrera de Arribas no concluyó en la capital bretona. Los aficionados de Olympique de Marsella (1976-77) y Lille (1977-83), fueron los últimos en aplaudirle. En 1982, a punto de concluir su carrera en los banquillos y con ocasión del Mundial celebrado en nuestro suelo, regresó a Bilbao, quién sabe si para recrear la infancia ya lejana en otra ciudad del todo irreconocible. Porque una vez cumplida su promesa de no cruzar la frontera mientras gobernase Franco, nuestra transición democrática y la gran fiesta del deporte que amaba debió sonarle a música de reconciliación.

José Arribas fue enterrado en Francia durante 1992, pero pese a ello todavía no puede decirse que haya muerto, pues su recuerdo permanece imborrable en Nantes. Setenta y cinco años después de su llegada tiene un busto dedicado y el centro de formación de La Joneleire, uno de los más prestigiosos de Francia, luce orgullosamente su nombre, al igual que el torneo de fútbol juvenil organizado cada año por el club nantés. Y es que la historia del Nantes no podría escribirse olvidando al viejo maestro republicano.

Diego Cuenca (Barcelona 4-XII-1927 – Montendre, Francia, enero 2012) es un absoluto desconocido entre nosotros, por más que se alzara con un campeonato francés. Hijo de republicanos, abandonó con sus padres la ciudad condal en febrero de 1939, cuando la victoria franquista no ofrecía dudas y comenzaban a llegar noticias del trato que los vencedores dispensaban a sus enemigos por las plazas recién tomadas. Su primer destino, como el de tantos otros expatriados, fue el campo de Rulle, próximo a Angoulême. Y con el agrio sabor de la derrota entre dientes, sintiendo no ser de ninguna parte, fue haciéndose hombre entre el eco de los discursos hitlerianos y la amenaza de una nueva bota totalitaria.

Su primer contacto «serio» con el fútbol tuvo lugar en 1942, durante la ocupación alemana. Formando en la Bastidienne, su primer club organizado, saboreó las mieles del triunfo en la Copa del Sudoeste de Francia. Era, al decir de las crónicas, un extremo enjuto, de apariencia frágil, aunque veloz, decidido y capaz de sacar admirables centros sobre el área. También poseía otra curiosa arma: el remate de cabeza. Un remate teóricamente improbable para alguien de su contextura y talla, en tiempos de empuje y choque repetitivo. Remate, en fin, más propio de la habilidad que del derroche físico.

Louis-Albert Oudart, mandatario del Sedan-Torcy, no fue ajeno a sus progresos y le extendió su primer contrato profesional en 1953. Francia, como el resto de Europa, empezaba a reconstruirse. En amplias áreas del territorio galo (Bretaña, alrededores de París o País Vasco-Francés, por ejemplo), el rugby superaba al balompié en protagonismo. Bien mirado, buena parte de los futbolistas franceses eran hijos de inmigrantes. Ahí están los casos de Just Fontaine, máximo artillero en una fase final de los Campeonatos del Mundo (con ancestros españoles) o Raymond Kopa, gran astro europeo de los 50 y primeros 60 (hijo de mineros polacos). O, ¿por qué no?, otros españoles de ese Campeonato por la misma época, varios de cuyos nombres poco o nada nos sugieren, y de ahí la tabla a pie de texto.

El Sedan-Torcy, militante entonces en 2ª División, se encomendó a sus goles buscando ascender a la primera categoría: 15 tantos en 37 partidos la temporada 1953-54 y 11 en 28 encuentros al año siguiente, les permitieron situarse en 1ª. Una vez instalados en la elite, el acierto rematador de Cuenca apenas si pareció experimentar merma: otros 11 goles en 27 partidos, la campaña 1955-56 y 4 en 14 choques el ejercicio 1956-57. Entre estas dos últimas campañas, tanto él como sus compañeros abrazaron la gloria, al imponerse al Troyes en la final de la Copa francesa por 3-1. Ese partido tuvo por marco el imponente estadio de Colombes y Cuenca, precisamente él, sería quien abriese el marcador con un soberbio cabezazo a la salida de un córner.

Diego Cuenca, agachado junto al portero, posa como campeón de la Copa de Francia.

Diego Cuenca, agachado junto al portero, posa como campeón de la Copa de Francia.

La hazaña tuvo repercusión desde la frontera belga a Niza y desde los cabos bretones hasta Biarritz. El campeonato de unos recién ascendidos no dejaba de tener su dimensión épica, que la prensa supo explotar. Un de nuestras secretarías técnicas tampoco permaneció ajena al fenómeno, pues consta que emisarios de la Real Sociedad sondearon al barcelonés sobre la posibilidad de contratarlo. Como para entonces Cuenca se sentía más arraigado a Francia que a una España pintada desde la otra vertiente pirinaica con brocha gruesa y gris, el acuerdo resultó imposible. También desatendería otra jugosa oferta del Nimes. Le había costado tanto contribuir al triunfo del Sedan que ansiaba disfrutar como mínimo otra temporada en el club de Las Ardenas.

La temporada 1957-58 volvió a 2ª División, con el Forbach, para marcar 10 goles en 33 partidos. Y si el siguiente ejercicio habría de iniciarlo con el mismo conjunto, cuando llevaba disputados 12 partidos en los cantó 3 dianas pasó al Perpignan, igualmente en 2ª División. Otros 3 goles en 16 partidos defendiendo a los meridionales sirvieron de broche a su andadura abiertamente profesional, por más que aún correría la banda con las camisetas del Lorient (entonces club menor) y Montendre, donde por fin colgó las botas.

En esta pequeña localidad de la Charente-Maritime acabaría arraigando el barcelonés «de Francia», con su esposa Carmen y sus hijos Lydia, Dalia y Henry. Sólo para matar el gusanillo, sin sueños de gloria o pretensiones más o menos quiméricas, continuó entrenando durante algunos años a varios equipos modestos, mientras por nuestros lares, sobre todo a medida que íbamos creciendo en lo económico y el recuerdo de la Guerra Civil se desleía, quedó confinado al desván de las inutilidades molestas.

Ni siquiera su defunción, cuando contaba 84 años, le otorgó unas líneas en nuestra prensa. Injusto olvido, aunque comprensible, puesto que el nuevo siglo pareció atraparnos en una profunda amnesia sobre muy distintas áreas.

Historias de tiempos muy duros, de esas que durante varios lustros no convino hablar, evitando así la resurrección de viejos demonios. Realidades, no obstante devenidas de un inmenso error, a las que deberá añadirse el recuerdo de esos otros «niños» a los que apenas si se permitió volver: los de la Unión Soviética. Rehenes políticos durante la Guerra Fría, peones del absurdo ajedrez en que habría de convertirse Europa.

En realidad, otro capítulo de la misma desgracia.

Futbolistas españoles con paso por la 1ª División francesa, en el periodo que pudiéramos considerar de posguerra.

JUGADOR TEMPORADAS
Antonio Abenoza 1947-52
Salvador Artigas 1944-53
Feliciano Aylagas 1944-45
Santiago Bravo 1953-54
Luis Cazorro 1947-53
Heliodoro Delgado 1944-53
Patricio Eguidazu 1952-53
Leandro Fernández 1954-55
Antonio García 1944-48
Lazare García 1947-48
Esteban Gómez 1944-52
Manuel Llantes 1948-49
José Mandalúniz 1944-45
Valentín Martín 1950-51
Paco Mateo 1947-50
Venancio Menéndez 1944-45
José Luis Molinuevo 1944-47
Ángel Mora 1944-48
Justo Nuevo 1944-53
Luis Osoro 1947-49
Manuel Pérez 1947-48
Athomagio Rodríguez 1944-49
Emilio Salubert 1955-68
Benito Tobía 1944-45
Santiago Urtizberea 1944-45
Joaquín Valle 1944-45
Luis Valle 1944-45
Antonio Vela 1944-45
Juan Vila 1944-48

Y aún podría añadirse el siguiente terceto de incorporados desde nuestro Campeonato de Liga, como refuerzos y respondiendo a criterios no políticos o circunstanciales, sino a la pura ley del mercado balompédico: José Caeiro (1956-57), Juan González Tacoronte (1953-54) y Julián Vaquero (1950-51).




El nacimiento de la copa europea de clubs campeones

A lo largo de los dos capítulos dedicados al Dilema de la UEFA (Cuadernos de Fútbol nº 42 y 43) hicimos una exposición del nacimiento y desarrollo de la I Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Obligado fue citar la propuesta que surgió desde París en diciembre de 1954. Los periodistas franceses Gabriel Hanot y Jacques Ferran plantearon a la misma FIFA la posibilidad de organizar un torneo de clubs campeones nacionales:

«Antes de que declaremos que el Wolverhampton es invencible, vayamos a Moscú y Budapest. Además hay otros clubs en la actualidad internacional: AC Milan y Real Madrid, por nombrar solo dos. Un campeonato mundial de clubs, o al menos europeo -más grande, más significativo y más prestigioso que la Copa Mitropa y más original que una competición de selecciones- debería ser propuesto».

Hay que recordar que Jacques Ferran había cubierto en 1948 la información para L’Equipe sobre el Campeonato Sudamericano de Clubs celebrado en Santiago de Chile. Participaron los campeones de siete países y siguiendo la fórmula de los campeonatos sudamericanos de selecciones nacionales -una sede y liga entre los participantes-, acabó venciendo el Vasco da Gama de Río de Janeiro, por delante del CA River Plate de Buenos Aires, donde se alineaba Alfredo Di Stéfano.

El antecedente europeo inmediato era la Copa Latina, en la que intervenían clubs de Italia, Francia, Portugal y España, representando a sus respectivas federaciones. Precisamente la edición de 1954 no se llegó a disputar por coincidir con la Copa del Mundo de Suiza. Le hubiese correspondido participar al Real Madrid como campeón español. Más antigua era la Copa Mitropa para países centroeuropeos, si bien, tras la II Guerra Mundial había perdido todo su atractivo.

Como ya vimos en esos dos artículos, en un principio la UEFA no tenía previsto la organización de un torneo de tal naturaleza, máxime cuando Stanley Rous ya había avanzado las gestiones para una competición de selecciones de ciudades. Sin embargo, un grupo de clubs de gran peso en el panorama europeo intuyeron que la idea francesa era bastante más atractiva. En España fue el presidente del Real Madrid CF, Santiago Bernabeu, con la inestimable colaboración de Raimundo Saporta, el que movió los hilos con decisión y profesionalidad.

El 2 de abril de 1955 se reunieron, con la presencia de Jacques Goddet, director de L’Equipe junto a Jacques Ferran, en el Hotel Des Ambassadors de París los delegados de quince equipos europeos: John Battersby (Chelsea FC y representante del fútbol escocés), Albert Roosens (RSC Anderlecht), Harold Lynsas (København Boldklub), Jansen (Rot-Weiss Essen), Carl Serg y Schick (SK Rapid de Viena), Borges de Alburquerque Caheiros (Sporting Clube de Portugal), Lyngsaa (Djurgården IF), Gainovic (SK Partizan de Belgrado), Gustav Sebes (Honvéd de Budapest, representando además a Hungría y a la Unión Soviética), Pienalunga y Rappan (Servette FC de Ginebra), Eugen Keller y Diehl (FC Saarbrücken), Gianni Gianotti (AC Milan), Blaumhoff (Holland Sport), Maurel (Stade de Reims) y Santiago Bernabeu y Raimundo Saporta (Real Madrid CF). También asistieron Ernest Bedrignans, presidente de la asociación de clubs profesionales franceses y los señores Uchaye, Deslisle y Junque en nombre de la Federación Francesa de Fútbol.

Una foto de la reunión en el Hotel Des Ambassadors

Una foto de la reunión en el Hotel Des Ambassadors

En esa reunión destacó sobre todo la exposición de Santiago Bernabeu sobre la organización y posible proyección de un torneo de tal índole. Afianzó el proyecto sobre una relaciones cordiales entre todos los clubs europeos que permitiesen llevarlo a cabo, por encima de las dificultades que puedan surgir -como podría ser la falta de respaldo por parte de la UEFA-. El discurso acabó convenciendo prácticamente a todas las delegaciones.

En un principio se esbozó un reglamento en el que ya se fijaba la participación de clubs campeones de cada país con enfrentamientos a doble partido. Las primeras rondas emparejaban los equipos por criterio geográfico y a partir de cuartos de final entraba el sorteo directo. La reunión, que duró todo el día, fue muy fructífera pues, dirimidos los puntos más importantes, se eligió una junta directiva provisional con el francés Ernest Bedrignans como presidente, el español Santiago Bernabeu como primer vicepresidente y el húngaro Gustav Sebes, subsecretario de Deportes en su país, como segundo vicepresidente.

Se presentó el calendario de la competición: inicio en agosto de 1955, los cuartos se debían disputar entre el 1º de noviembre hasta enero de 1956, las semifinales después del 1º de febrero, y se fijó la final en París para junio de 1956 indistintamente a los equipos clasificados. Con dieciséis participantes el campeón debería disputar tres eliminatorias a doble partido más una final. El club local correría con todos los gastos de organización de cada partido por lo que también se quedaba los posibles beneficios económicos. Todos los partidos se debían disputar en día laborable y preferentemente con iluminación eléctrica.

También se especificó que no se permitían sustituciones, salvo el guardameta en caso de lesión; únicamente podrían participar los jugadores con ficha vigente con su club sin permitirse jugadores de refuerzo de otros equipos. El árbitro siempre sería de nacionalidad neutral a los dos contendientes.

Los hombres elegidos para el comité organizador permanecieron un día más en París, redactando las invitaciones correspondientes a los clubs que les habían dado su apoyo. Entonces ya eran conscientes de que surgirían algunas objeciones, como posteriormente fueron las de Inglaterra y Hungría.

Finalmente todos los equipos respaldaron el proyecto. Los clubs estaban convencidos del éxito de tal competición, aunque no fuese oficial de momento, por el grado de compromiso al que habían llegado. Se fijaron los enfrentamientos de octavos de final en los que el Real Madrid se emparejó con uno de los rivales más flojos, el FC Servette.

La recién nacida UEFA estaba desbordada. Los clubs habían secundado una iniciativa privada y ya habían dispuesto todos los detalles para llevarla a cabo. Las federaciones nacionales también entraron en liza. Al igual que Francia y posteriormente Italia, la RFEF dio todo tipo de facilidades al Real Madrid. Una de las claves estaba en que estos partidos internacionales no iban a interferir ni en los campeonatos nacionales ni en los compromisos de las selecciones nacionales. La UEFA solo tenía una alternativa, ya que no podía detenerlo…

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La confirmación oficial por parte de la UEFA se produjo en la asamblea de París del 21 de junio de 1955nota. De esta manera evitaba que los clubs organizasen por su cuenta un torneo que estaba llamado a tener un gran éxito. Como ya vimos, decidió reconocer la nueva competición bajo el nombre de Copa Europea de Clubs Campeones (nombre original en francés: Coupe des Clubs Champions Européens) porque el término Copa de Europa lo estaba reservando para una competición entre selecciones nacionales. Se nombró un nuevo comité organizador que sustituiría al elegido provisionalmente en la reunión de abril: Ebbo Schwartz (Dinamarca), presidente; Gustav Sebes (Hungría) vicepresidente; Pierre Delaunay (Francia), secretario; y Decon Bauwens (Alemania) y George Graham (Inglaterra), vocales. Como se puede apreciar, Inglaterra, pese a sus reticencias, no se quedó fuera de la organización y colocó un representante.

Aunque a partir de ese momento serían las federaciones nacionales las responsables de la inscripción de sus equipos representantes, se respetó las invitaciones dirigidas a los clubs que participaron en las primeras reuniones, por lo que no todos los conjuntos que disputaron la primera edición habían sido los recientes campeones de liga. Sí hubo renuncias en favor de los vigentes campeones de la temporada 1954/55. El 1º de septiembre se publicó el calendario de la primera ronda, donde todavía faltaba confirmar quién iba a ocupar la vacante producida por la renuncia del Chelsea FC, forzado por la propia FA, si el representante de Polonia o de Checoslovaquia. Lógicamente, se respetó el orden de partidos que la comisión original ya había fijado en abril de ese mismo año.

PARTICIPANTES EN LA I EDICIÓN
CLASIFICACIÓN OBTENIDA EN LA TEMPORADA 1954* O 1954/55

Pto J G E P F C Pts
Rot-Weiss Essen (Alemania Oc) 1
SK Rapid Wien (Austria) 2 26 14 8 4 87 47 36
RSC Anderlecht (Bélgica) 30 19 3 8 75 47 41
AGF Aarhus (Dinamarca) 3 18 8 5 5 34 27 21
Hibernian FC (Escocia) 4 30 15 4 11 64 54 34
Real Madrid (España) 30 20 6 4 80 31 46
Stade de Reims (Francia) 34 19 6 9 78 53 44
PSV Eindhoven (Holanda) 5 6 1 4 1 10 10 6
Voros Lobogo (Hungría*) 6 26 16 3 7 82 34 35
AC Milan (Italia) 34 19 10 5 81 35 48
Gwardia Warszawa (Polonia*) 7 20 9 4 7 24 26 22
Sporting CP Lisboa (Portugal) 8 26 15 7 4 73 27 37
1FC Saarbrucken (Sarre) 9 30 18 5 7 82 51 41
Djurgårdens IF (Suecia) 22 14 5 3 53 27 33
Servette FC (Suiza) 10 26 11 4 11 54 53 26
FK Partizan (Yugoslavia) 11 26 12 6 8 58 36 30

1 Alemania Occidental no tenía campeonato unificado. En primer lugar se jugaba la Oberliga regional, cuatro zonas, de la que se clasificaban los dos primeros. Seguidamente los ocho equipos se repartían en dos grupos, disputando una liguilla, y solo los vencedores accedían a la final. El Rot-Weiss Essen se proclamó campeón en 1955 al derrotar al 1FC Kaiserslautern 4-3 en la final.

2 El campeón de liga austriaca fue el First Vienna FC con 39 puntos (+36), empatado con el Wiener Sport-Club (+35). El SK Rapid de Viena participó invitado como campeón de la temporada 1953/54.
3 El København Boldklub cedió deportivamente la representación de Dinamarca al vigente campeón, el AGF Aarhus.
4 El Aberdeen FC quedó campeón de Liga de Escocia con 49 puntos, tres más que el FC Celtic y 8 más que el FC Rangers. El Hibernian FC, pese a su quinta posición en la liga local, aprovechó la invitación y fue el primer conjunto británico propiamente en participar en una competición europea.
5 La liga holandesa 1954/55 fue ganada por el Willem II Tilburg, que reemplazó al vencedor del año anterior el FC Eindhoven. Aunque a las reuniones asistió el Holland Sport, finalmente el PSV Eindhoven tomó la representación de su país. Hay que señalar que Holanda recientemente había decidido potenciar el profesionalismo. Entonces el campeón de liga salía de una fase final a la que accedían los vencedores de los cuatro grupos que componían la máxima categoría.
6 El Honvéd Budapest renunció a participar, pese a ser el campeón de 1954. Influyó la amistad que había entre Gustav Sebes y Stanley Rous. Pese a todo, Sebes aceptó un cargo en el comité organizador nombrado por la UEFA y Hungría estuvo representada por el Voros Lobogo de Budapest, campeón en 1953 -por decimoséptima vez en su historia-.
7 La liga polaca fue ganada por el Ogniwo Bytom. El Gwardia de Varsovia era el campeón de Copa de 1954. Polonia entró para ocupar la vacante del representante de Inglaterra, que correspondía al Chelsea FC.
8 En la temporada 1954/55 ganó Liga y Copa de Portugal el SL Benfica de Lisboa. El Sporting Clube de Portugal participó en la reuniones como campeón portugués de la temporada 1953/54.
9 El Territorio Libre del Sarre era miembro de la FIFA. A partir de 1951, aunque siguió figurando como federación independiente dentro de la FIFA, su campeonato de liga se integró en el fútbol de Alemania Occidental y los principales equipos entraron en la Oberliga Sudoeste. En 1954 fue una de las federaciones fundadora de la UEFA.
10 FC La Chaux-de-Fonds quedó campeón de Suiza con 42 puntos. Era el equipo suizo más fuerte del momento, sin embargo la invitación fue dirigida al FC Servette de Ginebra por ser el club con más títulos de liga de su país, once. Recordemos que en 1930 el FC Servette organizó una Copa de Europa de clubs en la que España estuvo representada por el Real Unión Club de Irún.
11 El Hajduk Split fue el campeón de Liga yugoslavo con 38 puntos. El SK Partizan era campeón de Copa.
De entre los equipos que no participaron destaca el Chelsea FC, flamante campeón de la liga inglesa. El Chelsea FC intervino en las reuniones previas para la organización del torneo, como sucesor del Wolverhampton Wanderers, precisamente. Pero la Football Association estaba empeñada en respaldar la propuesta, la Copa de Ferias, de Stanley Rous y así, el secretario general de la federación inglesa, Alan Hardaker, instigó al Chelsea FC para que no participase, retirándole todo respaldo. Según ellos, esta nueva competición no era beneficiosa para el fútbol inglés. Fue la gran oportunidad del Chelsea FC para entrar en Europa, porque en la temporada 1955/56 hizo una campaña muy irregular, clasificándose finalmente en decimosexta posición.
Del resto de países no participantes, el más fuerte era la Unión Soviética, que contaba como campeón el Dinamo de Moscú. El fútbol soviético había empezado a abrirse al mundo occidental y seguía siendo una gran incógnita. Sus experiencias internacionales se limitaban a sus giras por Sudamérica durante el invierno ruso. Propiamente eran toda una incógnita. Finalmente prefirieron no participar por motivos de política exterior de la Unión Soviética. También se quedó fuera el fútbol checoslovaco, aunque había perdido mucho potencial tras la II Guerra Mundial. El resto de campeones que no participaron correspondían a ligas y países de menor peso en el concierto internacional.
Estos fueron los campeones de liga de países en ese momento miembros de la UEFA de la temporada 1954* o 1954/55 que no participaron en la I Copa Europea de Clubs Campeones:
Partizani Tirana (Albania*), CDNA Sofia (Bulgaria*), Spartak Sokolovo Praha (Checoslovaquia*), Pyrkivä Turku (Finlandia*), Olympiakos SFP (Grecia), Chelsea FC (Inglaterra), Saint Patrick’s Athletic (Irlanda), Linfield FC (Irlanda del Norte), ÍA Akranes (Islandia*), Stade Dudelange (Luxemburgo), Larvik Turn (Noruega), Flamura Rosie Arad (Rumanía*) y Dinamo Moskva (Unión Soviética).

nota: en el artículo El dilema de la recién nacida UEFA I se señala erróneamente la fecha del 21 de mayo de 1955.




Campeonatos Mundiales de Fútbol (V). Los años 80.

XII Copa del Mundo. España 1982.

Después de once ediciones del Campeonato del Mundo, el mayor acontecimiento internacional de este deporte desembarcaba, al fin, en nuestro país. Desde el punto de vista organizativo, España preparó un Campeonato a la altura de las expectativas. Sin embargo, en el aspecto futbolístico, el desastre fue mayúsculo. Con José Emilio Santamaría en el banquillo y la base de la Real Sociedad, campeona de las dos últimas Ligas, en el once tipo, la Selección española firmaría la peor actuación de un equipo anfitrión en doce Mundiales disputados. España-82 resultó ser el Mundial de las grandes sorpresas: Argelia derrotó a Alemania Federal, Honduras empató con España, Camerún hizo sufrir a Italia hasta el final, Bélgica derrotó a Argentina en el choque inaugural… También fue el primer Mundial con 24 selecciones participantes y con un formato único que no ha vuelto a repetirse. Los 12 equipos clasificados en la primera fase (dos por cada uno de los seis grupos), quedarían encuadrados en otros cuatro grupos de tres selecciones. Los campeones de esos cuatro grupos pasarían a las semifinales. El torneo español conoció también dos registros para la historia: el jugador más joven en debutar en una Copa del Mundo (el norirlandés Norman Whiteside contaba con 17 años y 41 días en el momento de su estreno) y la mayor goleada en la historia de la competición (el 10-1 que Hungría endosó a El Salvador en la primera fase, ha quedado para los anales de los Mundiales). Alemania y Austria protagonizaron en Gijón uno de los episodios más vergonzantes de la historia mundialista. Acordaron un 1-0 favorable a los germanos que clasificaba a ambos para la siguiente ronda y dejaba en la cuneta a la talentosa selección argelina. A partir de este escandaloso paripé, la FIFA decidiría, para las ediciones sucesivas, unificar los horarios de la última jornada de la fase de grupos, para evitar más hechos de este calibre. La vibrante semifinal entre alemanes y franceses, con empate a 3 goles después de 120 minutos, deparó la primera tanda de penaltis de la historia de los Mundiales. La selección italiana, con tres aburridos empates en la primera fase, se transformó a partir de la segunda (derrotando a Argentina y Brasil en el denominado grupo de la muerte) y terminó conquistando su tercera corona, 44 años después de la segunda.

Fase de grupos

Grupo A

Italia-Polonia

0-0

Perú-Camerún 0-0
Italia-Perú 1-1 Conti (10′).

Díaz (84′).

Polonia-Camerún 0-0
Polonia-Perú 5-1 Smolarek (55′), Lato (58′), Boniek (60′), Buncol (68′) y Cioleck (77′).

La Rosa (84′).

Italia-Camerún 1-1 Graziani (60′).

M’Bida (61′).

Clasificados para la segunda fase: Polonia e Italia.

Grupo B

Argelia-Alemania Federal

2-1

Madjer (52′) y Belloumi (68′).

Rummenigge (67′).

Austria-Chile 1-0 Schachner (22′).
Alemania Federal-Chile 4-1 Rummenigge (9′, 56′ y 66′) y Reinders (81′).

Moscoso (90′).

Austria-Argelia 2-0 Schachner (56′) y Krankl (67′).
Argelia-Chile 3-2 Assad (7′), Valenzuela (31′, pp) y Bensaoula (34′).

Neira (60′, pti) y Letelier (73′).

Alemania Federal-Austria 1-0 Hrubesch (11′).

Clasificados para la segunda fase: Alemania Federal y Austria.

Grupo C

Bélgica-Argentina

1-0

Vandenbergh (63′).
Hungría-El Salvador 10-1 Nyilasi (3′ y 83′), Poloskey (10′), Fazekas (23′ y 54′), Toth (51′), Kiss (70′, 74′ y 77′) y Szentes (71′).

Ramírez Zapata (64′).

Argentina-Hungría

4-1

Bertoni (26′), Maradona (28′ y 56′) y Ardiles (60′).

Poloskey (76′).

Bélgica-El Salvador

1-0

Coecke (18′).
Bélgica-Hungría

1-1

Czerniatynski (75′).

Varga (27′).

Argentina-El Salvador

2-0

Passarella (23′, pti) y Bertoni (53′).

Clasificados para la segunda fase: Bélgica y Argentina.

Grupo D

Inglaterra-Francia

3-1

Robson (1′ y 66′) y Mariner (82′).

Soler (25′).

Checoslovaquia-Kuwait 1-1 Panenka (20′, pti).

Al Dajli (66′).

Inglaterra-Checoslovaquia 2-0 Francis (63′) y Barmos (67′, pp).
Francia-Kuwait 4-1 Genghini (31′), Platini (43′), Six (48′) y Bossis (90′).

Al Bouloushi (74′).

Francia-Checoslovaquia 1-1 Six (66′).

Panenka (85′, pti).

Inglaterra-Kuwait 1-0 Francis (29′).

Clasificados para la segunda fase: Inglaterra y Francia.

Grupo E

España-Honduras

1-1

López Ufarte (66′, pti).

Zelaya (7′).

Irlanda Norte-Yugoslavia 0-0
España-Yugoslavia 2-1 Juanito (14′, pti) y Saura (66′).

Gudelj (10′).

Irlanda Norte-Honduras 1-1 Armstrong (9′).

Laing (60′).

Yugoslavia-Honduras 1-0 Petrovic (88′, pti).
Irlanda Norte-España 1-0 Armstrong (48′).

Clasificados para la segunda fase: Irlanda del Norte y España.

Grupo F

Brasil-Unión Soviética

2-1

Sócrates (76′) y Eder (89′).

Bal (34′).

Escocia-Nueva Zelanda 5-2 Dalglish (17′), Wark (30′ y 32′), Robertson (73′) y Archibald (80′).

Sumner (55′) y Woodin (74′).

Brasil-Escocia 4-1 Zico (33′), Óscar (48′), Eder (64′) y Falçao (86′).

Narey (18′).

Unión Soviética-Nueva Zelanda 3-0 Gavrilov (25′), Blokhin (48′) y Baltacha (67′).
Unión Soviética-Escocia 2-2 Chivadze (68′) y Shengelia (85′).

Jordan (15′) y Souness (86′).

Brasil-Nueva Zelanda 4-0 Zico (28′ y 31′), Falçao (55′) y Serginho (68′).

Clasificados para la segunda fase: Brasil y Unión Soviética.

Segunda fase

Grupo 1

Polonia-Bélgica

3-0

Boniek (3′, 26′ y 59′).
Unión Soviética-Bélgica 1-0 Oganesian (48′).
Polonia-Unión Soviética 0-0

Clasificado para semifinales: Polonia.

Grupo 2

Alemania Federal-Inglaterra

0-0

Alemania Federal-España 2-1 Littbarski (50′) y Fischer (75′).

Zamora (82′).

España-Inglaterra 0-0

Clasificado para semifinales: Alemania Federal.

Grupo 3

Italia-Argentina

2-1

Tardelli (56′) y Cabrini (67′).

Passarella (83′).

Brasil-Argentina 3-1 Zico (11′), Serginho (66′) y Junior (74′).

Ramón Díaz (89′).

Italia-Brasil 3-2 Rossi (5′, 25′ y 75′).

Sócrates (11′) y Falçao (68′).

Clasificado para semifinales: Italia.

Grupo 4

Francia-Austria

1-0

Genghini (39′).
Irlanda Norte-Austria 2-2 Hamilton (27′ y 75′).

Pezzey (50′) y Hintermaier (68′).

Francia-Irlanda Norte 4-1 Giresse (33′ y 80′) y Rocheteau (46′ y 68′).

Armstrong (75′).

Clasificado para semifinales: Francia.

Semifinales

Italia-Polonia 2-0 Rossi (22′ y 72′).
Alemania Federal-Francia

(5-4, ptis)

3-3 Littbarski (17′), Rummenigge (103′) y Fischer (110′).

Platini (27′, pti), Tresor (92′) y Giresse (99′).

Tercer y cuarto puesto

Polonia-Francia 3-2 Szarmach (41′), Majewski (45′) y Kupcewicz (47′).

Girard (13′) y Couriol (72′).

Final

ITALIA  3 – ALEMANIA FEDERAL  1

Madrid. Estadio Santiago Bernabéu, 11 de julio de 1982. Árbitro: Arnaldo César Coelho (Brasil).

ITALIA: Zoff; Gentile, Collovatti, Scirea, Cabrini; Bergomi, Oriali, Tardelli, Conti; Graziani (Altobelli, 8′) (Causio, 88′) y Rossi.

ALEMANIA FEDERAL: Schumacher; Kaltz, K.H. Förster, Stielike, B. Föster; Dremmler (Hrubesch, 65′), Breitner, Briegel; Littbarski, Fischer y Rummenigge (H. Müller, 65′).

GOLES: 1-0 (57′), Rossi; 2-0 (68′), Tardelli; 3-0 (81′), Altobelli; 3-1 (83′), Breitner.

Goleadores

6

Rossi (Italia).

5

Rummenigge (Alemania Federal).

4

Zico (Brasil) y Boniek (Polonia).

3

Falçao (Brasil), Giresse (Francia), Kiss (Hungría) y Armstrong (Irlanda del Norte).

2

Fischer y Littbarski (Alemania Federal), Bertoni, Maradona y Passarella (Argentina), Schachner (Austria), Eder, Serginho y Sócrates (Brasil), Panenka (Checoslovaquia), Wark (Escocia), Genghini, Platini, Rocheteau y Six (Francia), Fazekas, Nyilasi y Poloskey (Hungría), Francis y Robson (Inglaterra), Hamilton (Irlanda del Norte) y Tardelli (Italia).

1

Breitner, Hrubesch y Reinders (Alemania Federal), Assad, Belloumi, Bensaoula y Madjer (Argelia), Ardiles y Ramón Díaz (Argentina), Hintermaier, Krankl y Pezzey (Austria), Coecke, Czerniatynski y Vandenbergh (Bélgica), Junior y Óscar (Brasil), M’Bida (Camerún), Letelier, Moscoso y Neira (Chile), Ramírez Zapata (El Salvador), Archibald, Dalglish, Jordan, Narey, Robertson y Souness (Escocia), Juanito, López Ufarte, Saura y Zamora (España), Bossis, Couriol, Girard, Soler y Tresor (Francia), Laing y Zelaya (Honduras), Szentes, Toth y Varga (Hungría), Mariner (Inglaterra), Altobelli, Cabrini, Conti y Graziani (Italia), Al Bouloushi y Al Dajli (Kuwait), Sumner y Woodin (Nueva Zelanda), Díaz y La Rosa (Perú), Buncol, Cioleck, Kupcewicz, Lato, Majewski, Smolarek y Szarmach (Polonia), Bal, Baltacha, Blokhin, Chivadze, Gavrilov, Oganesian y Shengelia (Unión Soviética) y Gudelj y Petrovic (Yugoslavia).

Goles totales: 146.

Goles en propia puerta: Barmos (Checoslovaquia) y Valenzuela (Chile).

Partidos disputados: 52.

Promedio de goles: 2,81.

Los campeones

JUGADOR (dorsal) PUESTO EDAD EQUIPO
Dino ZOFF (1) Portero

40

Juventus
Ivano BORDON (12) Portero

31

Inter
Giovanni GALLI (22) Portero

24

Fiorentina
Franco BARESI (2) Defensa

22

Milan
Giuseppe BERGOMI (3) Defensa

18

Inter
Antonio CABRINI (4) Defensa

24

Juventus
Fulvio COLLOVATTI (5) Defensa

25

Milan
Claudio GENTILE (6) Defensa

28

Juventus
Gaetano SCIREA (7) Defensa

29

Juventus
Pietro VIERCHOWOD (8) Defensa

23

Fiorentina
Giancarlo ANTOGNONI (9) Medio

28

Fiorentina
Giuseppe DOSSENA (10) Medio

30

Torino
Giampiero MARINI (11) Medio

31

Inter
Gabriele ORIALI (13) Medio

29

Inter
Marco TARDELLI (14) Medio

27

Juventus
Bruno CONTI (16) Medio

27

Roma
Franco CAUSIO (15) Delantero

33

Juventus
Daniele MASSARO (17) Delantero

21

Fiorentina
Alessandro ALTOBELLI (18) Delantero

26

Inter
Francesco GRAZIANI (19) Delantero

29

Fiorentina
Paolo ROSSI (20) Delantero

25

Juventus
Franco SELVAGGI (21) Delantero

29

Cagliari

SELECCIONADOR: Enzo Bearzot.

La lista de España

JUGADOR (dorsal) PUESTO EDAD EQUIPO
Luis Miguel ARCONADA (1) Portero

28

R. Sociedad
Javier URRUTICOECHEA (21) Portero

30

Barcelona
MIGUEL ÁNGEL Glez. (22) Portero

34

Real Madrid
José A. CAMACHO (2) Defensa

27

Real Madrid
Rafael GORDILLO (3) Defensa

25

Betis
Miguel TENDILLO (5) Defensa

21

Valencia
José R. ALESANCO (6) Defensa

26

Barcelona
Santiago URQUIAGA (12) Defensa

24

Athlétic
Manuel JIMÉNEZ (13) Defensa

25

Spórting
Antonio MACEDA (14) Defensa

25

Spórting
Miguel Ángel ALONSO (4) Medio

29

R. Sociedad
JOAQUÍN Alonso (8) Medio

26

Spórting
Jesús María ZAMORA (10) Medio

27

R. Sociedad
Enrique SAURA (15) Medio

27

Valencia
Vicente SÁNCHEZ (16) Medio

25

Barcelona
Ricardo GALLEGO (17) Medio

23

Real Madrid
Juan Gómez, JUANITO (7) Delantero

27

Real Madrid
Jesús M. SATRÚSTEGUI (9) Delantero

28

R. Sociedad
Roberto LÓPEZ UFARTE (11) Delantero

24

R. Sociedad
Pedro URALDE (18) Delantero

24

R. Sociedad
Carlos A., SANTILLANA (19) Delantero

29

Real Madrid
Enrique Castro, QUINI (20) Delantero

32

Barcelona

SELECCIONADOR: José Emilio Santamaría.

XIII Copa del Mundo. México 1986.

En el Congreso de la FIFA celebrado en Frankfurt en 1974 se acordó que fuera Colombia el país que organizara la decimotercera edición del Campeonato Mundial de fútbol. Problemas infraestructurales y económicos obligaron a la Federación Colombiana a renunciar a dicha organización, por lo que la FIFA designó a México como sede para la disputa del Mundial. Un terrible terremoto que sacudió al país azteca nueve meses antes de la inauguración del Campeonato puso en jaque a la FIFA, sin tiempo ya para elegir una nueva sede. Dado que el seísmo no afectó a los estadios, finalmente se confirmó a México como país organizador de la Copa del Mundo de 1986. Se convertía, así, en la primera nación que repetía como sede mundialista. México-86 será recordado, sin duda, como el Mundial de Diego Armando Maradona. Pocas veces, en la historia del fútbol, se ha visto un caso tan claro de cómo un solo jugador puede hacer campeón a todo un equipo. Además  de una superioridad abrumadora sobre los defensas rivales, dejó en el recuerdo de todos dos de los goles más famosos de la historia. Ante Inglaterra, en cuartos de final, firmó uno con la mano de Dios y otro, tras espectacular y magistral slalom, considerado como uno de los más bellos de todos los tiempos. Segundo Mundial con 24 finalistas, pero con nuevo formato, pues tras la primera fase aparecen ya las eliminatorias directas, vigentes en la actualidad. Gran selección francesa, campeona de Europa, que practicó posiblemente el mejor fútbol pero que volvió a toparse en semifinales, como cuatro años antes, con la solvencia del conjunto alemán. Por primera vez, desde 1950, España volvía a ser protagonista destacado en una Copa del Mundo. Una competitiva selección en general y un estelar Butragueño, en particular, levantaron el ánimo, el orgullo y la ilusión de todo un pueblo a pesar de la desafortunada eliminación en cuartos frente a Bélgica. Argentina (o Maradona), como queda dicho, se hizo con el título mundial, derrotando a Alemania Federal en la final y añadiendo una segunda estrella a su albiceleste camiseta.

Fase de grupos

Grupo A

Italia-Bulgaria

1-1

Altobelli (44′).

Sirakov (85′).

Argentina-Corea Sur 3-1 Valdano (8′ y 47′) y Ruggeri (19′).

Chang Soun-Park (72′).

Italia-Argentina 1-1 Altobelli (7′, pti).

Maradona (34′).

Bulgaria-Corea Sur 1-1 Getov (12′).

Jong Boo-Kim (70′).

Italia-Corea Sur 3-2 Altobelli (18′ y 73′) y Kwang Rae-Choi (82′, pp).

Soon Ho-Choi (62′) y Jung Moo-Huh (89′).

Argentina-Bulgaria 2-0 Valdano (4′) y Burruchaga (77′).

Clasificados para octavos de final: Argentina, Italia y Bulgaria.

Grupo B

México-Bélgica

2-1

Quirarte (23′) y Hugo Sánchez (39′).

Vandenbergh (45′).

Paraguay-Irak 1-0 Romerito (36′).
México-Paraguay 1-1 Flores (3′).

Romerito (86′).

Bélgica-Irak 2-1 Scifo (16′) y Claesen (22′, pti).

Amaiesh (67′).

México-Irak 1-0 Quirarte (54′).
Paraguay-Bélgica 2-2 Cabañas (50′ y 76′).

Vercauteren (32′) y Veyt (60′).

Clasificados para octavos de final: México, Paraguay y Bélgica.

Grupo C

Francia-Canadá

1-0

Papin (79′).
Unión Soviética-Hungría 6-0 Yakovenko (2′), Aleinikov (4′), Belanov (25′, pti), Yaremtchuk (65′ y 73′) y Rodionov (80′).
Unión Soviética-Francia 1-1 Rats (54′).

Fernández (62′).

Hungría-Canadá 2-0 Eszterhazy (2′) y Detari (76′).
Francia-Hungría 3-0 Stopyra (30′), Tigana (64′) y Rocheteau (85′).
Unión Soviética-Canadá 2-0 Blokhin (59′) y Zavarov (75′).

Clasificados para octavos de final: Unión Soviética y Francia.

Grupo D

Brasil-España

1-0

Sócrates (63′).
Irlanda Norte-Argelia 1-1 Whiteside (6′).

Zidane (59′).

Brasil-Argelia 1-0 Careca (67′).
España-Irlanda Norte 2-1 Butragueño (2′) y Julio Salinas (19′).

Clarke (48′).

Brasil-Irlanda Norte 3-0 Careca (15′ y 88′) y Josimar (42′).
España-Argelia 3-0 Calderé (17′ y 68′) y Eloy (71′).

Clasificados para octavos de final: Brasil y España.

Grupo E

Alemania Federal-Uruguay

1-1

K. Allofs (85′).

Alzamendi (4′).

Dinamarca-Escocia 1-0 Elkjaer (58′).
Alemania Federal-Escocia 2-1 Völler (22′) y K. Allofs (50′).

Strachan (18′).

Dinamarca-Uruguay 6-1 Elkjaer (11′, 69′ y 79′), Lerby (41′), M. Laudrup (52′) y J. Olsen (88′).

Francescoli (45′, pti).

Uruguay-Escocia 0-0
Dinamarca-Alemania Federal 2-0 J. Olsen (43′, pti) y Eriksen (62′).

Clasificados para octavos de final: Dinamarca, Alemania Federal y Uruguay.

Grupo F

Polonia-Marruecos

0-0

Portugal-Inglaterra 1-0 Carlos Manuel (75′).
Polonia-Portugal 1-0 Smolarek (64′).
Inglaterra-Marruecos 0-0
Inglaterra-Polonia 3-0 Lineker (8′, 14′ y 36′).
Marruecos-Portugal 3-1 Khairi (19′ y 28′) y Krimau (62′).

Diamantino (90′).

Clasificados para octavos de final: Marruecos, Inglaterra y Polonia.

Octavos de final

México-Bulgaria

2-0

Negrete (35′) y Servín (61′).
Bélgica-Unión Soviética 4-3 Scifo (56′), Ceulemans (78′), Demol (102′) y Claesen (109′).

Belanov (28′, 70′ y 111′, pti).

Brasil-Polonia 4-0 Sócrates (30′, pti), Josimar (54′), Edinho (78′) y Careca (82′, pti).
Argentina-Uruguay 1-0 Pasculli (42′).
Francia-Italia 2-0 Platini (16′) y Stopyra (56′).
Alemania Federal-Marruecos 1-0 Matthäus (87′).
Inglaterra-Paraguay 3-0 Lineker (32′ y 72′) y Beardsley (56′).
España-Dinamarca 5-1 Butragueño (43′, 57′, 80′ y 89′, pti) y Goicoechea (69′, pti).

J. Olsen (33′, pti).

Cuartos de final

Francia-Brasil

(4-2, ptis)

1-1

Platini (42′).

Careca (18′).

Alemania Federal-México

(4-1, ptis)

0-0
Argentina-Inglaterra 2-1 Maradona (51′ y 54′).

Lineker (81′).

Bélgica-España

(5-4, ptis)

1-1 Ceulemans (34′).

Señor (85′).

Semifinales

Alemania Federal-Francia 2-0 Brehme (9′) y Völler (90′).
Argentina-Bélgica 2-0 Maradona (52′ y 63′).

Tercer y cuarto puesto

Francia-Bélgica 4-2 Ferreri (27′), Papin (43′), Genghini (103′) y Amoros (109′, pti).

Ceulemans (11′) y Claesen (73′).

Final

ARGENTINA  3 – ALEMANIA FEDERAL  2

Ciudad de México. Estadio Azteca, 29 de junio de 1986. Árbitro: Romualdo Filho (Brasil).

ARGENTINA: Pumpido; Cuciuffo, Ruggeri, Brown, Olarticoechea; Giusti, Batista, Enrique, Burruchaga (Trobbiani, 88′); Maradona y Valdano.

ALEMANIA FEDERAL: Schumacher; Berthold, K.H. Förster, Jakobs, Briegel; Eder, Matthäus, Magath (Höness, 60′), Brehme; K. Allofs (Völler, 46′) y Rummenigge.

GOLES: 1-0 (22′), Brown ; 2-0 (55′), Valdano; 2-1 (73′), Rummenigge; 2-2 (82′), Völler; 3-2 (87′), Burruchaga.

Goleadores

6

Lineker (Inglaterra).

5

Maradona (Argentina), Careca (Brasil) y Butragueño (España).

4

Valdano (Argentina), Elkjaer (Dinamarca), Altobelli (Italia) y Belanov (Unión Soviética).

3

Völler (Alemania Federal), Ceulemans y Claesen (Bélgica) y Olsen (J) (Dinamarca).

2

Allofs (K) (Alemania Federal), Burruchaga (Argentina), Scifo (Bélgica), Josimar y Sócrates (Brasil), Calderé (España), Papin, Platini y Stopyra (Francia), Khairi (Marruecos), Quirarte (México), Cabañas y Romerito (Paraguay) y Yaremtchuk (Unión Soviética).

1

Brehme, Matthäus y Rummenigge (Alemania Federal), Zidane (Argelia), Brown, Pasculli y Ruggeri (Argentina), Demol, Vandenbergh, Vercauteren y Veyt (Bélgica), Edinho (Brasil), Getov y Sirakov (Bulgaria), Chang Soun-Park, Jong Boo-Kim, Jung Moo-Huh y Soon Ho-Choi (Corea del Sur), Eriksen, Laudrup (M) y Lerby (Dinamarca), Strachan (Escocia), Eloy, Goicoechea, Julio Salinas y Señor (España), Amoros, Fernández, Ferreri, Genghini, Rocheteau y Tigana (Francia), Detari y Eszterhazy (Hungría), Beardsley (Inglaterra), Amaiesh (Irak), Clarke y Whiteside (Irlanda del Norte), Krimau (Marruecos), Flores, Hugo Sánchez, Negrete y Servín (México), Smolarek (Polonia), Carlos Manuel y Diamantino (Portugal), Aleinikov, Blokhin, Rats, Rodionov, Yakovenko y Zavarov (Unión Soviética) y Alzamendi y Francescoli (Uruguay).

Goles totales: 132.

Goles en propia puerta: Kwang Rae-Choi (Corea del Sur).

Partidos disputados: 52.

Promedio de goles: 2,54.

Los campeones

JUGADOR (dorsal) PUESTO EDAD EQUIPO
Luis Alberto ISLAS (15) Portero

20

Estudiantes
Nery Alberto PUMPIDO (18) Portero

28

River Plate
Héctor Miguel ZELADA (22) Portero

29

América (Méx)
José Luis BROWN (5) Defensa

29

Brest (Fra)
Daniel A. PASSARELLA (6) Defensa

33

Inter (Ita)
Néstor CLAUSEN (8) Defensa

23

Independiente
José Luis CUCIUFFO (9) Defensa

25

Vélez Sarsfield
Óscar Alfredo GARRÉ (13) Defensa

29

Ferrocarril O.
Julio OLARTICOECHEA (16) Defensa

27

Nantes (Fra)
Óscar Alfredo RUGGERI (19) Defensa

24

River Plate
Sergio Daniel BATISTA (2) Medio

23

Argentinos Jrs.
Ricardo BOCHINI (3) Medio

32

Independiente
Jorge Luis BURRUCHAGA (7) Medio

23

Nantes (Fra)
Héctor Alfredo ENRIQUE (12) Medio

24

River Plate
Ricardo Omar GIUSTI (14) Medio

29

Independiente
Carlos Daniel TAPIA (20) Medio

23

Boca Juniors
Sergio Omar ALMIRÓN (1) Delantero

27

FC Tours (Fra)
Claudio Daniel BORGHI (4) Delantero

21

Argentinos Jrs.
Diego A. MARADONA (10) Delantero

25

Nápoles (Ita)
Jorge Alberto VALDANO (11) Delantero

30

R Madrid (Esp)
Pedro Pablo PASCULLI (17) Delantero

26

Lecce (Italia)
Marcelo TROBBIANI (21) Delantero

31

Elche (Esp)

SELECCIONADOR: Carlos Salvador Bilardo.

La lista de España

JUGADOR (dorsal) PUESTO EDAD EQUIPO
Andoni ZUBIZARRETA (1) Portero

24

Athlétic
Javier URRUTICOECHEA (13) Portero

34

Barcelona
Juan Carlos ABLANEDO (22) Portero

22

Spórting
TOMÁS Reñones (2) Defensa

25

At. Madrid
José Antonio CAMACHO (3) Defensa

31

Real Madrid
Antonio MACEDA (4) Defensa

29

Real Madrid
Rafael GORDILLO (6) Defensa

29

Real Madrid
Andoni GOICOECHEA (8) Defensa

29

Athlétic
JULIO ALBERTO Moreno (11) Defensa

27

Barcelona
Miguel Porlán, CHENDO (15) Defensa

24

Real Madrid
VÍCTOR Muñoz (5) Medio

29

Barcelona
Juan Antonio SEÑOR (7) Medio

27

Zaragoza
Enrique SETIÉN (12) Medio

27

At. Madrid
Ricardo GALLEGO (14) Medio

27

Real Madrid
FRANCISCO López (17) Medio

23

Sevilla
Ramón María CALDERÉ (18) Medio

27

Barcelona
Miguel Glez., MÍCHEL (21) Medio

23

Real Madrid
Emilio BUTRAGUEÑO (9) Delantero

22

Real Madrid
Francisco J. CARRASCO (10) Delantero

27

Barcelona
Hipólito RINCÓN (16) Delantero

29

Betis
JULIO SALINAS (19) Delantero

23

Athlétic
ELOY Olaya (20) Delantero

20

Spórting

SELECCIONADOR: Miguel Muñoz.




Sobre el cemento del Valle de los Caídos a Chamartín

INTRODUCCION.

El Boletín del Real Madrid, nº 168 de mayo de 1964, página 9, en su sección «Tiros del maquis», comenta de esta guisa:

«Existe una verdadera obsesión en todo ámbito deportivo de Barcelona con el Real Madrid.

Como síntoma de esa psicosis podemos presentar el número de una revista deportiva (cuyo nombre no cita, pero que se deduce fácilmente, que se trata de BARÇA). En sus trece paginas nombra al Real Madrid nada menos que ¡93 veces ¡. Hemos tenido la paciencia de contabilizarlos y hemos dejado de «contabilizar» los vocablos: madridistas, madrileños, merengues, pentacampeones y otros más que se refieren a nuestro Club. Solo Real Madrid ¡ 93 veces ¡. Esto nos recuerda los tiempos escolares cuando nos imponían un castigo. ¡O acaso lo sea ¡.»

Aunque lo anterior, según la revista, lo refiere a un caso puntual, de la experiencia del autor en el estudio los historiadores barcelonistas es casi ley general.

El Real Madrid es citado con profusión en la historia del FC Barcelona como, por ejemplo, el bastante reciente libro aparecido llamado «100 Momentos Estelares DEL BARÇA» de D. Andreu González Castro. Ediciones Lectio. Noviembre de 2011. ¿Adivinan cual es el momento estelar nº 4 del FC Barcelona? Si, si, justo, ese que lleva por título «Dos catalanes fundan el Real Madrid. 18 de abril de 1902». Aquí para no tener más polémicas se ruega a los madridistas, obvien la fecha de fundación que dice D. Andreu.

TESIS BARCELONISTAS SOBRE EL TEMA TRATADO DEL CEMENTO.

D. Santiago Bernabéu y su Junta, construyen el campo de Chamartín.

Las fechas que hay que conservar en la cabeza son:

Inicio de obras. 27 de octubre de 1944.

Encargo de la construcción: 24 mayo de 1945. Resulta seleccionada la empresa Huarte.

Cimentación y vaciado del campo: Junio de 1945 por la empresa Salanueva.

Inauguración de Chamartín: 14 de diciembre de 1947.

Sobre esta panorámica y las estrecheces de aprovisionamiento de materiales en los años 40, el barcelonismo «de modo documentado y riguroso», como se verá a continuación, indica que el Real Madrid tuvo todo tipo de ventajas, de un régimen que le consentía cualquier cosa, de modo que contrató a la misma empresa que en ese momento estaba realizando el Valle de los Caídos, ósea que Huarte, es la clave del asunto.

Recuerdo a los lectores que se está hablando del Real Madrid de los años 40, donde tiene extraordinarios éxitos deportivos, tanto nacionales como internacionales, por lo que es el equipo franquista, por excelencia, ya desde el día 1 de abril de 1939, por la tarde.

Menos mal que está el barcelonismo para poner las cosas en su sitio, como se verá a continuación con tres ejemplos.

EJEMPLO 1. LIBRO «LA CATEDRAL DEL BARÇA». Autor D. Josep Maria Casanovas. Editor EDECASA. Noviembre 2007. Página 37

» Bernabéu, un hombre sin estudios y escasa formación ( se volverá al final, matizando esta frase «tan documentada») pero muy próximo al poder, estudio rápidamente que había que ser servil al régimen ( también se efectuara un comentario a esta frase).

De esta manera construyó un estadio con todas las ayudas del poder dictatorial, hasta el punto que se cuenta que muchos camiones cargados de cemento destinados a la construcción del Valle de los Caídos se desviaban a la Castellana sin que nadie se sorprendiera».

Este autor tiene otras «perlas» que se podrían tratar en el futuro en este ámbito.

EJEMPLO 2. LIBRO «LA HISTORIA OCULTA DEL REAL MADRID CONTADA POR UN CULÉ». Autor D. Carles Torras. Ediciones Planeta. 2013. Páginas 77, 78 y 79.

El autor de estas letras confiesa que tiene «un especial cariño» a este libro y que va a tratar bastantes de sus «documentados temas». Pero para no producir dispersión, en esta ocasión, solo se trata lo que dice sobre el cemento.

En este caso se hace unas acotaciones previas para centrar al lector.

En este libro su autor D. Carles, como en los guiones de cine hace » flash-back» con sus historias y se salta del Madrid de D. Santiago Bernabéu al de D. Florentino Pérez y al revés. El autor de estas líneas, deja para otros la contestación a sus temas más actuales bajo la dirección del Sr. Pérez y se concentra solo en el Madrid de D. Santiago.

D. Carles en las páginas indicadas arriba, «se inspira» (dicho en fino) en las paginas 513/514/515/ 516 del LIBRO DEL CENTENARIO llamado «Historia del Real Madrid. Tomo II» coordinado por el profesor Bartolomé Escandell Bonet, sin mencionar en ningún momento «su fuente de inspiración».

Para que no se le pueda acusar «de plagio», cambia cierto orden de descripciones de cómo están en el original e introduce algunos «conceptos propios».

Algunos ejemplos de sus «conceptos propios» son:

1º) Cuando el Real Madrid «pide» ayudas oficiales, D. Carles utiliza el verbo «exige» ayudas oficiales. Misteriosamente D. Carles obvia decir que el Real Madrid se pone en contacto con los organismos oficiales y sobre todo con el Ayuntamiento de Madrid, porque el Ayuntamiento de La Coruña, acaba de apoyar, con una importante ayuda, la construcción de un estadio allí.

2º) Pero tal vez, donde pone «mayor creatividad», en esta parte de su narración, es cambiando a su aire, el modo que finaliza el Club todas sus cartas a los estamentos oficiales, según la página 514 del LIBRO DEL CENTENARIO citado. Véanse las dos versiones.

a)     Según Real Madrid. » El Club, en su correspondencia, siempre destaca el beneficio que la ciudad obtiene de la construcción y el que la sociedad deportiva no tenga ningún ánimo de lucro»

b)    Según D. Carles: «En aquella época los máximos representantes del Madrid empezaron a ensayar un discurso que han venido utilizando con asiduidad desde entonces: los favores al Real Madrid son favores a la ciudad y también a la imagen de España, puesto que el club representa la avanzadilla del deporte español.

También se hacía valer que el club no tenía ánimo de lucro al ser sociedad deportiva.»

Con el preámbulo anterior se indica a continuación «su demostrada teoría del cemento».

«En más de una ocasión, la lentitud de llegada de los materiales amenazó con paralizar las obras, y hubo que tirar de picaresca para hacerse con el hormigón y el acero necesarios.

Para ello fue de gran utilidad la empresa a la que se adjudico la obra. Después de la convocatoria de un concurso público, fueron las presiones de las autoridades las que favorecieron la concesión a Huarte y Cia SL., la misma empresa que se encargaba también de la obra gruesa de la estructura y movimiento de tierras del Valle de los Caídos. Hasta en tres ocasiones se suspendió momentáneamente el suministro de cemento y la constructora tuvo que detener los trabajos».

Para que conste, en esta última frase D. Carles lleva razón. En la página 516 LIBRO DEL CENTENARIO ( tomo II), se indica que Huarte remite una carta el 3 de junio de 1946, comentándole al Club «que habían tenido que desorganizar las obras por falta de cemento». Se ve que no debían de tener camiones para traerlo del Valle de los Caídos en esas ocasiones.

Prosigue D. Carles « Según los autores consultados,(que no se indican)gracias a todas estas coincidencias en la gestión de las obras del memorial franquista y del estadio madridista se produjeron en más de una ocasión transvase de materiales, y ambas obras compartieron medios. Se utilizo cemento destinado al Valle de los Caídos en la construcción del Bernabéu cuando se estrangulaba el suministro a la obra del paseo de Castellana».

Por ahora paramos con D. Carles pero se volverá a comentar » sus estudios».

EJEMPLO 3: AUTOR BARCELONISTA DE GOOGLE.

DIRECCION: marbcri2510.blogspot.com.es/2013/ol/medallas-de-oro-del-barça-franco.html.Uiy1T8bxpDs

MAS FACIL: Palabras claves: medallas de oro del barça a Franco. Pasión por el futbol: Sale el primero del listado.

Como los anteriores este autor «da cancha» a mayor tratamiento en el futuro. De momento se fija solo atención en su apartado siguiente: «¿Alguien se cree que el Madrid no recibió en aquella época más subvenciones?

Para construir Chamartín, por ejemplo, Bernabéu utilizaba por la cara, el cemento del Valle de los Caídos, ya que la constructora era la misma, Huarte.

La dificultad para encontrar pruebas contra el Real Madrid es enorme debido a sus fuertes influencias en los estamentos y a su control en los medios.

Sin embargo, es bien fácil localizar información manipulada sobre el Barcelona, aireada por el entorno merengue».

Este documentado autor tiene un final de traca. Ya se volverá a comentar más asuntos de esta página.

LA HISTORIA DESDE LA OTRA ORILLA.

Se ha traído al lector hasta este punto y se promete máxima sencillez y mucha más brevedad, para que conozca el otro punto de vista y luego que saque sus propias conclusiones.

La primera idea que tuvo el autor fue en la lectura del libro «El Valle de los Caídos» por Dom Justo Perez de Urbel, Abad Mitrado de la Santa Cruz (1959). En sus paginas 8/9 puede leerse «La idea de la cruz que debía dominar en la cima preocupaba vivamente a los directores de las obras, y particularmente al inspirador. En 1941 se convocó un concurso con el fin de aunar la colaboración de las mentes más preclaras en España en materia de arquitectura y de ingeniería. Fueron cerca de tres docenas los que se presentaron, bien sea aislados, bien sea en grupo. Se dieron los premios pero ningún proyecto fue aceptado. El problema de la cruz era la gran preocupación: Surgían nuevas ideas, pero ninguna llegó a ser aceptada. Un nuevo entorpecimiento se presentó al caer enfermo de gravedad don Pedro Muguruza, que venía dirigiendo las obras desde el principio: la actividad disminuyó con esto en todos los sectores y se hizo mas sensible cuando poco después murió el ilustre arquitecto: Se ensayó luego el trabajo en común de los tres arquitectos que estaban en el Consejo de Dirección: Otro intento destinado al fracaso: Al fin los tres arquitectos recibieron orden de hacer sendos proyectos que debían estar terminados en los comienzos de 1950.

Habian pàsado diez años desde el comienzo de las obras. Quedaba terminada la explanada de lo que mas tarde seria la basilica; la basilica era todavia un larguísimo túnel sin arte ni forma; de la entraña dura del monte habían salido miles y miles de metros cubicos de granito. Solamente el edificio de la espalda del risco de la Nava estaba casi terminado».

Al leer lo anterior y sacar el autor una idea de que casi en 10 años en el Valle de los Caídos, apenas se había efectuado obra con necesidad de cemento, el próximo paso fue buscar bibliografía sobre Huarte.

Y la suerte sonrió al autor madridista. Existe el libro «Félix Huarte. 1896-1971» de Félix Paredes. Ariel Historia, donde para abreviar como se dijo antes, en su página 483, dentro de la cronología de la actuación de la empresa con los años se puede leer:

1945. Mayo: la junta directiva del Real Madrid C. F. le adjudica la construcción del campo de futbol de Chamartín, futuro Estadio Santiago Bernabéu.

1950. 7 julio: se le adjudican las obras de la cruz del Valle de los Caídos.

CONCLUSION: HUARTE NO ESTUVO AL MISMO TIEMPO CONSTRUYENDO EL VALLE DE LOS CAIDOS Y CHAMARTIN.

Por supuesto en la mencionada cronología entre 1939 y 1950 Huarte no tiene ningún contrato con el Valle de los Caídos.

Se dice en el mencionado libro que D. Félix era osasunista, pero que conservó buena amistad con Bernabéu y que al morir hubo cambio de telegramas entre D. Santiago y los hijos de D. Félix.

ALGUNOS APUNTES A D. JOSEP MARIA CASANOVAS SOBRE D. SANTIAGO BERNABEU.

Se recuerda la frase objeto de este apartado final: «Bernabéu, un hombre sin estudios y escasa formación pero muy próximo al poder, estudio rápidamente que había que ser servil al régimen».

Todo lo que sigue es ABC madridista. Por lo menos los padres de D. Santiago lo intentaron y le tuvieron interno en un colegio religioso en El Escorial durante casi diez años. Por cierto en el mismo sitio, que estudio D. Manuel Azaña. Después pasó a estudiar bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros y luego hizo la carrera de Derecho en la Universidad Central, acabándola en 1915. A continuación se presentó a intendente de la Armada sin éxito. Luego ganó unas oposiciones a Contabilidad del Estado e ingresó en el ministerio de Hacienda y en julio de 1921 fue destinado a Oviedo y pidió la excedencia.

Retornó a Madrid y se puso a hacer los cursillos en la Academia de Jurisprudencia pero dos años más tarde Primo de Rivera suspendió la oposición y se dedico al comercio de helados y luego a la representación de una fábrica de plata y joyas de la suegra de su hermano Marcelo.

Lo anterior esta tomado de las paginas 138/139 del LIBRO DEL CENTENARIO. Tomo I

Con esto se contesta a la primera parte de la frase, procediéndose a continuación a la parte final de la misma.

D. Santiago no tuvo que esperar a la llegada del régimen del general Franco para pensar en construir un campo nuevo, como puede deducirse de leer el Boletín del Real Madrid Nº 220 de septiembre de 1968 en su página 23, siendo en 1931 ya directivo del Real Madrid que dice» Es curioso recoger las declaraciones que hizo a Hoja del lunes en el verano de 1934……» Según las ultimas noticias que tenemos, la prolongación de la Castellana se efectuara a unos 80 metros de nuestro campo. No por eso deja de preocuparnos la cuestión. Porque el Madrid FC precisa uno que tenga no solo mayor cabida de espectadores, sino espacio suficiente para las instalaciones anexas». D. Santiago en 1934 ya tiene en su cabeza, no solo un campo nuevo, sino también una ciudad deportiva.

Para su información don Josep Maria.

DESPEDIDA.

El autor se vuelve a sus cuarteles de invierno a seguir estudiando a los apasionantes historiadores barcelonistas, hablando del Real Madrid. Tiene trabajo futuro de contestación documentada para rato.




Historia de la International Football Association Board (1887)

Actas de la Asamblea General Anual

La International Football Board celebró su segunda asamblea anual en los salones de la Asociación Escocesa de Fútbol el miércoles 1 de junio. El Sr. M. A. Mc A. Kennedy, presidente de la Asociación Escocesa ocupó la presidencia. También se encontraban presentes los señores J. Devlin (Escocia), J.C. Clegg y J. Armstrong (Inglaterra) y J. Sinclair y C. H. Dall (Irlanda). Gales no contó con representación. (El Sr. ¿Smith? secretario de la Asociación Escocesa de Fútbol, actuó como secretario).

Tras la aprobación de los temas a tratar W. Sinclair, secundado por el Sr. Armstrong, propuso que en la definición de un golpe franco («Free Kick») se eliminase la palabra «modo» insertándose  «dirección» en su lugar, y que lo expresado a continuación se añadiese a la regla en cuestión: «La pelota debe rodar sobre sí misma antes de que se considere jugada». Tras alguna discusión, la propuesta fue aprobada por unanimidad.

La propuesta para incluir la expresión «intentando derribar» en la definición de «tripping» (zancadillear a un adversario) provocó alguna controversia. Los Sres. Clegg, Dall y Sinclair se posicionaron a favor de la misma mientras que los Sres. Kennedy, Devlin y Armstrong opinaban que su inserción era innecesaria al considerar que el árbitro contaba con la suficiente autoridad como para garantizar que pudiera pitar falta por un «intento de derribo deliberado». Sin embargo, aceptaron la inserción de las palabras en discusión, pero hicieron constar claramente lo que consideraban que era una interpretación que se sobreentendía.

En lo referido al «Touch» (la parte del campo, en cualquiera de los dos lados del terreno de juego, que se encuentra fuera de la línea delimitada por las banderas) la cuestión de si «un balón en el aire pero sobre la línea se encontraba en juego o no» generó una larga discusión y, no pudiendo llegarse a ningún acuerdo, el asunto fue pospuesto, recomendándose que en la siguiente asamblea quedaran definidas claramente las línea de fondo («Goal Lines») y las de banda («Touch Lines»), y también cuándo un jugador se encontraba o no en juego en relación con las líneas de fondo y de banda, a saber: «Si un jugador que se encontrase fuera de la línea que delimitaba el terreno de juego podía inclinarse hacia delante y cabecear un balón que se encontraba en juego».

Al tratar el tema de que el guardameta sólo podía utilizar las manos en la defensa de su portería, la conferencia determinó que esto significaba «dentro de su propia mitad del terreno de juego».

Las peticiones de un castigo alternativo para las cargas por detrás fueron retiradas.

La propuesta de que las líneas de banda («Touch Lines») discurrieran en ángulo recto con respecto a las líneas de fondo («Goal Lines») solo fue apoyada por los delegados escoceses. El resto de representantes, aunque mostraban una opinión favorable sobre el asunto, pensaban que cada asociación debía incluirlo en las reglas de sus propias competiciones de Copa, sin realizar restricciones en los clubes que se encontrasen fuera de la jurisdicción de las cuatro asociaciones nacionales. En consecuencia, como se buscaba la unanimidad, la moción fue retirada.

El castigo por violar la Regla 2 de las Leyes del Juego es ahora un tiro libre («Free Kick») para el equipo contrario.

La propuesta inglesa de que «las tiras sólo estarán permitidas en las suelas de las botas» fue aceptada ya que tendía a minimizar el peligro, y aunque para algunos pueda suponer una complicación el verse privados de jugar con tacos, todos los jugadores se encontrarán ahora en igualdad.

Se adoptó por unanimidad que: «un súbdito británico nacido en el extranjero tendrá derecho a jugar para la nacionalidad de sus padres».

La Conferencia decidió que un balón sobre la línea puede ser jugado.

Con el agradecimiento al presidente se dio por concluido el acto, que duró dos horas y media.

Después, los delegados fueron invitados a almorzar en el Royal Hotel George Square.

LAS REGLAS EN LA ACTUALIDAD

Como puede observarse a través de la transcripción de las respectivas actas, se trataron temas diversos sobre aspectos de las reglas que ya empezaban a suscitar controversias.

Se nota que la extrema caballerosidad que imbuía a los miembros de la IFAB se manifestaba también en la exigencia de que toda nueva disposición debía ser resuelta por la unanimidad de sus votos, lo que retrasaba claramente la modernización de las reglas.

Así es como algunas posibles y necesarias actualizaciones quedaban en el cajón para mejor oportunidad bajo la calificación de «pospuestas» o «retiradas».

En el primero de los grupos aparece en esta segunda reunión de la IFAB la referencia a la malograda discusión sobre si un balón ubicado sobre la línea (de banderas) debe juzgarse en el interior o no del campo de juego. Sin embargo sobre el final de la minuta puede observarse una acotación que parecería hacer impropia una nueva discusión programada sobre el tema, al decir que «un balón sobre la línea PUEDE ser jugado».

Una decisión de la IFAB que llevaba el número 6 se encontró presente durante décadas al final de la Regla 1(«El terreno de juego») -hasta 1997 exactamente-, diciendo sobre el particular que «las superficies interiores del terreno de juego comprenden la anchura de las líneas que delimitan dichas superficies». En 1997 el concepto fue incorporado al texto de la Regla 1, donde aún puede leerse que «las líneas pertenecerán a las zonas que demarcan». También en 1996 podía verse como única decisión sobre la Regla 9 («Balón en juego o fuera de juego») el siguiente texto que complementaba el concepto: «Las líneas pertenecen a las áreas que delimiten. Como consecuencia, las líneas de banda y de meta forman parte del terreno de juego».

Entre las propuestas «retiradas» aparecen las de exigir ángulos rectos en el dibujo de las marcas y la petición de castigo alternativo para las cargas  por la espalda.

En cuanto a esta última infracción, unificada actualmente bajo el concepto de las cargas en general, las que deben sancionarse con tiro libre directo ante la sola percepción de «imprudencia» por parte del árbitro, fue descripta hasta 1994 inclusive en la regla 12 («Faltas e incorrecciones») diferenciada con la «carga violenta o peligrosa» y calificada como «cargar por la espalda a un adversario que no hace obstrucción», aunque castigada en ambos casos con tiro libre directo o penal. Cabe acotar, además, que la diferenciación de los castigos en tiros libres directos e indirectos recién aparecerá en las Reglas en 1904.

En lo que hace a las ponencias presentadas y aprobadas por unanimidad, se pasa a su tratamiento puntual:

1.- Se modifica la regla 2 sancionada en 1863, llamando «tiro libre» al saque de comienzo.

2.- Se modifica lo dispuesto en la reunión IFAB 1886 en lo relativo a la posibilidad de utilizar tapones en la suela de los botines y restringe a la única posibilidad de usar sólo tiras en dicha superficie. Recordemos que las abrumadoras especificaciones sobre las exigencias al calzado desaparecen en 1990, ante la nueva redacción de la regla 4 («Vestimenta de los jugadores»), que sólo hablará primero de «calzado deportivo», para luego hacerlo simplemente como «calzado», tal cual rige en la actualidad.

3.- Se resuelve que los guardametas podrán utilizar libremente sus manos en toda la extensión de la superficie perteneciente a su propia mitad de terreno. (Este concepto variará profundamente en 1912, cuando se restringe ésa posibilidad únicamente al interior de su propia área penal, tal como sucede aún hoy).

4.- Se elimina la exigencia de dar una determinada dirección al balón en los distintos saques con pelota detenida consagrándose así el derecho del jugador a la libertad de lanzarlo hacia donde quiera salvo en el tiro penal y el saque de comienzo. Se resuelve que, en todos los casos, el balón «deberá rodar sobre sí mismo antes de que se considere jugado», implementándose así por vez primera el momento en que se considera al juego reanudado tras una detención. Esta idea se mantuvo en las Reglas de Juego a lo largo de muchísimos años y recién se modifica el concepto en 1997, cuando se determina que bastará que el balón «sea pateado y se ponga en movimiento» para aceptar que se ha cumplido con las exigencias mínimas de reanudación en todos los saques que realizan con el pie los jugadores. Esta modificación mantiene vigencia actualmente.

5.- Se discutió y aceptó que no sólo es sancionable como infracción el «desplazar a un adversario utilizando las piernas», sino también su «INTENTO DELIBERADO». Se refiera esta acción a lo que conocemos hoy como «zancadilla» o a la simple «patada», lo cierto es lo novedoso de la posibilidad de castigar la tentativa y no únicamente el contacto físico formalizado, concepto que se ha mantenido a través de los tiempos hasta nuestra actual Regla 12 («Faltas e incorrecciones») que permite castigar por simple tentativa con la misma sanción que la falta efectivamente cometida (tiro libre directo o penal), en los tres únicos casos de patada, zancadilla o golpe. La única diferencia con lo establecido en 1887 es que actualmente el árbitro no juzga más (desde 1995 en adelante) la «intencionalidad» como «acto deliberado» exigible para sancionar un tiro libre directo o penal, salvo en la infracción de contacto directo de la mano o brazo con la pelota.

Fuente consultada: «The Football Association 1863 – 1883. A source book» de Tony Brown.




Libro de Oro del fútbol mexicano – Juan Cid y Mulet

Realmente, adjudicarme la autoría de este artículo, puede resultar presuntuoso por mi parte, pero hay que poner el nombre de un autor y así quedará finalmente.

Los verdaderos autores son, por una parte, el autor de la obra, que no es otro que nuestro amigo Enrique Ballesteros, del cual, en otros números de esta revista ya hemos tenido constancia de sus trabajos, y por otra parte, de mi buen amigo Marcelo Assaf, que me puso en el camino de la obra.

Espero que lo disfruten.

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La llegada del fútbol a Lleida

El fútbol ya se practicaba en la ciudad de Lleida en el año 1903.  A esta conclusión llegamos después de leer la primera mención que de este deporte se hace en la prensa local: en la portada del Diario de Lérida del domingo 13 de septiembre de 1903 se publica el «Programa de las ferias y fiestas que han de celebrarse en esta ciudad en los días 12 al 16 del corriente». Para el lunes, 14 de septiembre, está programado «A las 5 de la tarda gran partido de Foot-ball en el Campo de Marte».

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El problema es que ya no hay más reseñas de este partido ni de ningún otro, en los ejemplares anteriores y posteriores a la fecha señalada. Es por ello que no conocemos ni los contendientes ni el marcador de dicho encuentro. Se supone que disputaron el partido jugadores locales, pero con el asesoramiento de gente de fuera, donde el fútbol ya estuviera establecido. Lo único que nos aclara la nota periodística es la localización: se anuncia que se jugarà en el Campo de Marte, que en aquellos primeros años del siglo XX era una gran planicie despoblada situada a los pies de la Seu Vella, donde se celebraban las ferias de ganado de la época y también hacían la instrucción los soldados residentes en la Seu Vella. A medida que aquella zona se fue urbanizando (hoy en día forma parte del barrio Zona Alta de Lleida), trasladó a los primeros «futbolistas» de la ciudad a la espaciosa planicie situada en la cima de la meseta de Gardeny, emplazamiento militar primero y actualmente Parc Tecnològic empresarial de la ciudad.

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De cualquier manera, la paternidad del fútbol en Lleida siempre se le ha otorgado a Prudencio Manuel Azoz Arizcuren, a quien se considera el introductor de este deporte en la ciudad en el año 1910, tal como publica Joan Prenafeta en su libro Historia del deporte leridano (1947).

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Nacido en la localidad navarra de Alsasua en 1889, Azoz llegó a Lleida durante el mes de marzo de 1910, procedente de Barcelona, para trabajar de administrativo en la fábrica de aceites que la firma Manuel Porcar Tió tenía en la ciudad. En Barcelona, donde vivía con su familia desde los 11 años, jugó al fútbol con diferentes clubs modestos, como el del club de tenis la Salut, donde su padre trabajaba de cocinero. Y esta afición la trasladó a Lleida, cumplidos ya los 21 años.

Tal como describe Joan Prenafeta en su libro «Movido por su afición y al objeto de conservar la agilidad y facultades físicas trajo consigo, junto con el equipaje, las prendas para vestirse de jugador. El primer día festivo de marzo de 1910 cogió el balón partiendo hacia el Campo de Marte y allí ataviado con pantalón corto de color blanco, medias y zapatos de reglamento, empezó a jugar solitariamente, causando extraño asombro a cuantos transitaban por la carretera cercana que probablemente pensaban en sus adentros la inutilidad del ejercicio y la ridiculez del vestido que llevaba para practicarlo e incluso, por los comentarios que en alguna ocasión captó de los expontáneos (sic) espectadores, creíanle expuesto a una pulmonía. Fueron varias las veces que acudió al citado Campo de Marte pero casi siempre debía jugar sin conseguir lo probasen quienes le contemplaban, ya que de esta forma hubiérase distraído y hecho menos monótono su ejercicio. Pero más adelante algunos chiquillos y soldados, siguiendo sus lecciones, intentaron jugar mostrándose reacios en hacerlo porque la falta de costumbre no permitíales dar dirección a las patadas a la pelota fallando la mayor parte de las veces mientras en otras tropezaban con el pie en el suelo o perdían estabilidad cuando levantaban la pierna para devolver un balón alto, percances debidos a la falta de práctica. Azoz era un entusiaste deportista y si bien, según cuenta, no jugaba en el Campo de Marte con aires de inventar el fútbol en Lleida porque su intención era entrenarse y captar a quien pudiera interesarle con el fin de organizar ataques a gol que convirtiesen más eficaz su entreno, en cambio la novedad que esto representaba para quienes le contemplaban, la admiración que les producía el dominio de la pelota de Azoz que tanto con los pies como con la cabeza, constituyó probablemente, incluso sin habérselo propuesto, la iniciación de la pràctica del balompié en ésta al darlo a conocer y por ello es justo figure en el primer relato de la historia del fútbol leridano».

Y es así como aquel joven alto y fuerte, bigotudo y desvergonzado, introdujo la práctica del fútbol en la ciudad de Lleida, que entonces tenía unos 24.000 habitantes y vivía de espaldas a un deporte que llegó a España a finales del siglo XIX.

Manuel Azoz, que junto con su hermano también practicó otros deportes como la pelota vasca y el tenis, murió soltero en el barrio de Gràcia de Barcelona el 21 de noviembre de 1974, con 85 años. Sólo vivió un par de años en Lleida, pero su huella permanece intacta en la historia del deporte local.

Pero al margen de Azoz, la colectivización del fútbol en Lleida se consolida cuando los trabajadores extranjeros de la Canadiense (la empresa que entre 1912 y 1916 construye en Lleida las compuertas, el canal y la central de Seròs) se unen a los practicantes locales para jugar partidos.

La Barcelona Traction Light & Power, popularmente conocida como la Canadiense, es una empresa colonial, instalada en diferentes localidades de Catalunya con el objetivo de electrificar el país.

Pere Almacelles, en la revista Ciudad de junio de 1963, escribe un artículo en el que explica que, en los primeros años del siglo XX, sin especificar ninguna fecha, los jóvenes de la buena sociedad leridana practican el «foot-ball» de forma más festiva que otra cosa, en la planicie de Gardeny. Cita los apellidos Banqué, Llorens, Segarra Plubins y Felip y dice que se orientan en la reglamentación que publica la revista deportiva francesa La Vie Au Grand Air. Lo que la revista denomina dribler le balon, ellos lo traducen como baila con la pelota. Así no es extraño que los curiosos que les observan les califiquen despectivamente de bailarinas, por las posturas que adoptan. Además, como que no pueden usar las manos, ponen los brazos en la espalda o en la cintura, lo cual aumenta su ridiculez.

El fútbol llega con cierto retraso a Lleida, a diferencia de otras localidades catalanas y españolas. El hecho de ser una ciudad del interior no ayuda nada, porque los puertos marítimos son la principal vía de entrada de este deporte en la península, gracias a los marineros y a los trabajadores británicos.

El primer equipo de fútbol del que se tiene constancia en la ciudad de Lleida es el Montserrat, en el año 1913. Lo forman alumnos del colegio Montserrat de los Hermanos Maristas y juegan en la planicie de Gardeny. Pero su valor es más testimonial que práctico porque el fútbol, como otros deportes, no se consolida en Lleida hasta que los partidos políticos no trasladan al escenario deportivo sus rivalidades.

El 23 de enero de 1913 el diario local El Ideal publica que «para conseguir formar una entidad futbolística convocamos a todos los aficionados». A partir de este anuncio se organiza un partido, en Gardeny, con dos equipos de 7 jugadores cada uno, que se denominan Català y Espanyol.

Pero el primer club de fútbol de Lleida no se constituye oficialmente hasta el 1914.

El 11 de junio de 1914 El Ideal publica que se constituye la sociedad denominada Club de Foot-ball Lleida, que podemos considerar el primer club de fútbol de la ciudad. El presidente es Manuel Andreu, el vicepresidente Carlos La-Rosa, el secretario Emilio Pardiñas, el tesorero Aurelio Núñez y los vocales son José Vera y José Llorens.

Este mismo periódico publica que pocos días después, el domingo 21 de junio, a las 11 de la mañana, se reunen en las Casas Consistoriales los fundadores de la Asociación Foot-ball Lleida para constituirse oficialmente. El presidente es Mario Sol y tienen unos 60 socios.

Estos clubs tenían la problemática de tener que encontrar equipajes, pelotas, botas y un campo donde poder jugar.

Esta situación de aparente provisionalidad dura hasta el año 1917. Durante este periodo inicial, el fútbol se practica en Lleida con más ilusión que posibilidades de poder competir. Los clubes nacen y mueren con la misma rapidez por la falta de facilidades.

Es así como se fundan diferentes equipos: Associació Cultural Catalanista de Lleida y Club Colonial (1915) y Atlético Metalúrgico (1916).

La situación no varía hasta el año 1917, que es cuando los partidos políticos comienzan a interesarse por el fútbol y le dan el impulso definitivo en Lleida.

Primero es el Partido Radical con el FC Lleidatà (1917); después Joventut Republicana con el FC Joventut (9-11-1918) y finalmente la Penya Deportiva Salvat, de orientación política conservadora, con el FC Lleida (1-2-1923). Cada uno de estos equipos construye su propio campo de fútbol, con especial mención para el todavía existente Camp d’Esports, inaugurado por Joventut Republicana el 1-1-1919, como una de las mejores instalaciones deportivas de Catalunya de la época y con un coste de más de 100 mil pesetas.

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Nacen las rivalidades y el apasionamiento de los seguidores y el fútbol se consolida definitivamente en Lleida porque se convierte en un deporte de competición.

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Josep Pérez, jugador del FC Lleida.

Josep Pérez, jugador del FC Lleida.

Josep Castillo, jugador del FC Joventut.

Josep Castillo, jugador del FC Joventut.




Chillida, el guardameta del arte

Al hablar sobre Eduardo Chillida Juantegui nos viene a la cabeza, por lo general, su faceta artística, de escultor, y es que Chillida es uno de los artistas más relevantes del siglo XX español. Ahora bien, este artículo pretende reconstruir otra faceta de su persona, la futbolística, probablemente menos conocida por el gran público. Su vinculación al mundo activo del fútbol fue breve, catorce fueron los partidos que jugó como guardameta titular de la Real Sociedad en la temporada 1942-43 (11 de liga y 3 de promoción), cuando el equipo militaba en Segunda División, y algún que otro partido amistoso. Desgraciadamente en un partido de promoción contra el Valladolid Chillida se lesionó la rodilla, tras su «recuperación», en el encuentro de reaparición contra el Real Madrid la rodilla se resintió y ese fue su último partido.

Cromo de Chillida, portero de la Real Sociedad.

Cromo de Chillida, portero de la Real Sociedad.

Aunque en algunas ocasiones se ha afirmado que jugó en Primera División, pues esa temporada el equipo donostiarra consiguió el ascenso a la categoría de oro, nunca jugó un partido de competición en Primera. Sí es cierto que al iniciarse la liga en algunos periódicos hubo cierta incertidumbre respecto a su posible vuelta «Si la Real dispone des del primer momento de ese fuerte trío defensivo que pueden formar Chillida, Mancisidor y Tellería, contará el equipo guipuzcoano con una base muy sólida atrás, capaz de frenar a los mejores ataques» (en El Mundo Deportivo, núm. 6218, 19/09/1943) pero la realidad fue que no pudo regresar a los campos de fútbol. Es más, según las declaraciones de su hijo Ignacio, cuando su padre tuvo que abandonar el fútbol por la lesión de rodilla «…se sintió muy triste. Nunca volvió después a un campo de fútbol, aunque continuó siendo seguidor de la Real Sociedad…» (en ABC, núm. 35370, 30/10/2012).

Nuestro protagonista nació en San Sebastián el 10 de enero de 1924. A los 18 años, el 27 de septiembre de 1942 debutó como titular en el primer equipo de la Real Sociedad de San Sebastián, temporada en que el equipo jugaba en Segunda División. En aquel año y hasta 1945 su padre, Pedro Chillida, fue el presidente del equipo donostiarra. El debut se produjo en la primera jornada de liga contra el Osasuna, y aunque el equipo se defendió con enorme entusiasmo perdió en Vitoria por 3 a 2. Este partido también supuso el debut para otros jugadores como Tellería y Santi. Sus demás compañeros del equipo fueron, además de los mencionados; Izaga, Patri, Urbieta, Pérez, Bidegain, Unamuno, Ontoria y Pedrín.

Instantánea tomada en 1943 en el viejo estadio de Atocha.  En el centro de la imagen podemos ver al guardameta Eduardo Chillida

Instantánea tomada en 1943 en el viejo estadio de Atocha. En el centro de la imagen podemos ver al guardameta Eduardo Chillida

La segunda jornada fue en Atocha contra el conjunto balear de Inca, el Constancia, donde la Real solo ganó por la mínima en un partido en el que siempre fueron favoritos los donostiarras, pero la ineficacia del ataque y la gran actuación del guardameta balear hizo que solo ganaran por uno a cero.

Su tercer partido, contra el Sabadell, fue calificado por algunos medios de victoria fácil y rotunda, pues la Real se impuso por 8 a 2 en casa. El cuarto, en campo ajeno, enfrentó al equipo al Ferroviaria al cual marcó ocho tantos convirtiendo al conjunto donostiarra en el más goleador de la liga de Segunda.

La quinta jornada, en Atocha, contra el Gerona (1-0) supuso situar a la Real como líder de la clasificación con una ventaja de dos puntos.

La sexta, con una victoria contra el Alavés (0-2), afianzó ese primer lugar en la tabla, en la séptima batió ampliamente por su rapidez al Terrassa (7-1), en la octava ganó por 2-1 al Osasuna y en la novena empató contra el Constancia.

En la décima, undécima y duodécima jornada Chillida no fue alineado. En la decimotercera, la victoria contra el Alavés por 5 a 1 les proclamó definitivamente vencedores del segundo grupo y les propuso como uno de los más serios aspirantes al ascenso automático.

En la última jornada de liga, los donostiarras se impusieron al Terrassa por 2 a 4 pese a no alinear a todos sus titulares y logró la mayor ventaja al subcampeón de todos los grupos de Segunda.

Fueron numerosos los periódicos que sistemáticamente manifestaron a lo largo de la liga el acierto de la defensa donostiarra, y especialmente la de su portero que defendía con mucho juicio su meta. En los catorce partidos que jugó le encajaron quince goles.

En cuanto a los partidos de promoción en que jugó Chillida, estos enfrentaron al conjunto de la Real contra el Ceuta, Gijón y Valladolid. El encuentro contra el Celta fue uno de los más esperados ya que se enfrentaban los dos campeones de grupos que habían logrado sacar mayor margen de puntos a los subcampeones. Aunque la Real perdió, la prensa nunca dejó de nombrarles, junto al Sabadell, como los favoritos para el ascenso, y así fue.

Ahora bien, el partido trascendental para nuestro protagonista fue el enfrentamiento contra el Valladolid el 14 de febrero de 1943 en el José Zorrilla. En el encuentro se produjo un encontronazo fortuito entre Sañudo, delantero centro del Real Valladolid, y Chillida, que lesionó al portero en la rodilla.

Pese que fue operado varias veces de la rodilla (la triada) y que apareció dos meses después de la lesión, el 19 de abril, en el amistoso que enfrentaba la Real Sociedad al Real Madrid, nunca se recuperó. De hecho, fue en ese mismo partido cuando se resintió nuevamente de la rodilla al salir de la portería para evitar el tanto del empate. Hoy aquella lesión habría estado tratada con buenas garantías de curación.

Posiblemente ese 14 de febrero de 1943 se perdió a un excelente portero, pero el destino le tenía preparado algo muy diferente, ser uno de los genios del arte del siglo XX.

Chillida nunca olvidó el fútbol por eso siempre vinculó el arte de la escultura al del fútbol en numerosas de sus declaraciones «El campo de fútbol es una superficie bidimensional en la cual ocurren una serie de fenómenos, pero da la casualidad que entre el marco de la portería y el área se da un espacio tridimensional, es un diedro, y ahí es donde un buen portero, probablemente, necesite las mismas condiciones que necesita un buen escultor». Pero no fue solo la escultura la que vinculó al fútbol también la pintura, de ahí el cartel que realizó para la Copa del Mundo de Fútbol de 1982 celebrada en España. Diversos artistas crearon carteles vinculados a las ciudades sede de los partidos, él lo hizo para Bilbao. No hay más que observar las manos representadas en su cartel, para entender que las manos que perdió el fútbol las ganó el arte.

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