Homenaje a Alfred Mills. El único extranjero fundador del Athletic.

Alfred Edward Elvin Mills Lizard

(Cornwall, Reino Unido, 15 de diciembre de1874) – (Guecho, Vizcaya, 15 de octubre de 1929).

«Perder o ganar no tiene importancia, lo importante es jugar fuerte, limpio y divertirse» (Alfred Mills).

Alfred Mills “Alfredo el inglés”, de pie, tercero por la izquierda, en una formación de su Athletic Club bilbaíno.

Alfred Mills “Alfredo el inglés”, de pie, tercero por la izquierda, en una formación de su Athletic Club bilbaíno.

¿Cómo llegué hasta John Robert Mills?. Es algo que tengo que agradecer a dos personas. En primer lugar a Marcelo Cavichio Unti, presidente del Instituto Brasileiro de História y Memória do Esporte (IBHME), que hizo lo posible por ponerme en contacto con John y al propio John, que nunca puso ningún impedimento en conocerme, muy al contrario, encontré nada más que facilidades en él.

John es nieto de Alfred Mills, el único extranjero de las 33 personas que fundaron el vizcaíno Athletic Club.

Alfred estuvo presente en la reunión del Café García del 11 de junio de 1901 en la cual se aprobaron los estatutos del Athletic. En aquéllos inicios fue nombrado capitán del segundo equipo y por tanto, miembro de la primera junta directiva. Formó parte de la primera alineación del Bizcaya (coalición de jugadores de Athletic Club y Bilbao FC) que se enfrentó a un team extranjero. Fue en Burdeos, frente al Burdigala, venciendo los vizcaínos por cero goles a dos. También formó en la primera alineación athlética que se enfrentó al Madrid FC (actual Real Madrid CF y en aquella temporada llamado Madrid-Moderno por haberse fusionado con el Moderno FC) el 24 de abril de 1904. En esta ocasión vencieron los leones por 2 goles a 1 de los merengues.

En este trabajo quiero mostraros unas pinceladas de cuatro generaciones de esta familia tan unidas al fútbol español, y al Athletic  en particular, a pesar de las vicisitudes de la vida.

Para ello, que mejor que nos ponga el propio John en el camino. En primer lugar vamos a disfrutar de un relato de una entrevista que le hizo el Profesor José Augusto Dias Jr.

Facultad Cásper Libero – 2008

Disciplina: Historia Contemporánea

Curso: Periodismo


Ejercicio de Historia oral

Relato de la entrevista con John Robert Mills

Clase 1º A de Periodismo

Vasco de nacimiento e inglés de corazón y pasaporte, John Robert Mills nació el día 13 de mayo de 1938, año en que el Athletic de Bilbao, club fundado por su abuelo, único fundador británico junto a 32 vascos, y su «primer» equipo de corazón, cumplió 40 años.

Su padre y su abuelo trabajaron en la misma empresa de telégrafos, y por eso nació en España. En la época de la Guerra Civil Española, Franco nacionalizó las empresas inglesas. De esta forma, su familia fue trasladada de Bilbao a Vigo, ciudad española en la que él nació. Vivió también en Perú, Inglaterra y Brasil. Apasionado por el fútbol, y profundamente ligado al Athletic de Bilbao, Mills cuenta mayores detalles sobre su trayectoria personal y la de su familia, siempre relacionando su historia con la historia del deporte que marcó su vida.

Para comprender la vida de Mills, es preciso tener una noción de historia de sus antepasados. Su abuelo, el señor Alfred Mills, inglés de nacimiento, fue a Bilbao allá por el siglo XIX. Trabajaba en una empresa de telégrafos. Alfred ya jugaba al fútbol en Inglaterra, pero al llegar a España sintió la falta de este deporte tan británico. Siendo así, junto a otros 32 vascos, fundo el Athletic de Bilbao, en 1898. Jugo en el equipo hasta 1904, después se hizo director y falleció en la propia ciudad.

Su padre, también John, como él, trabajó en la misma empresa de telégrafos. Más tarde, durante la Guerra Civil, su padre pidió el traslado a otro lugar. Es enviado a Vigo, ciudad marítima que tenía comunicaciones, vía telégrafo, con el exterior. En esa ciudad es donde nacería John Robert (hijo). Con todo, es enviado a Inglaterra y, con la tensión de la II Guerra Mundial, cada vez más aguda, sus padres piden a la empresa que nuevamente los traslade. Son enviados a Lima, pues John habla español fluidamente.

John Robert llegó a Lima con cuatro años. Allí cursó la antigua Primaria y fue a Inglaterra a cursar los siguientes estudios. En Inglaterra, conoció otra de sus grandes pasiones, el Arsenal. Mills pasaba sus vacaciones en Lekeitio, un bonito pueblo costero del País Vasco. Para él eso era muy divertido, pues salía un poco de la niebla y el frío inglés.

En 1956 retorna a Lima y comienza a trabajar en Goodyear, mientras cursaba Administración. En 1962 cambia de empresa (se marcha a Atlantis) y asiste a la Copa del Mundo de Chile. Fue una de las experiencia más sabrosas de su vida. Durante el torneo conoció personas de varios lugares del mundo e hizo amistad, sobre todo con un grupo de mexicanos, con los cuales mantuvo contacto durante cinco años. Además de eso, conoció a varios jugadores vascos del Athletic de Bilbao, que estaban con la Selección Española, con los cuales tuvo oportunidad de conversar. Asistió a todos los partidos de Brasil, por una curiosa coincidencia, ya que hasta entonces no había tenido vínculos con el país.

Después del Mundial, retorna a Perú. Comienza a trabajar en Atlantis y una de las mayores diversiones era ir al estadio local y asistir a los partidos de los equipos brasileños que visitaban el país andino. En aquélla época, el Santos de Pelé y Pepe, el Botafogo de Didí y Garrincha, el River Plate de Labruna y Lostau, o el Palmeiras de Oberdan y Jair da Rosa Pinto eran verdaderos equipos. Mills quedó enamorado del fútbol brasileño. Otra historia interesante fue cuando pudo jugar con Didí. A mediados de la década de 1960, el Príncipe Etíope de Rancho (1) salió del Botafogo y fue a dirigir al Sporting Cristal de Perú. Poco antes Mills jugó un partido de fútbol con el equipo inglés del Lima Cricket Club junto con el «maestro».

En 1967 la empresa le llamó para marchara Brasil. A priori era para quedarse apenas cuatro años, para hacer un curso de marketing. Después de dos años su jefe le propuso que se quedase aquí definitivamente. Mills consideró la propuesta. Pensó. Y, treinta segundos después, dijo que aceptaba. Aquí en Brasil, antes de conocer a su mujer, conoció su tercera gran pasión: el Sport Club Corinthians Paulista. A pesar de que el club no ganó nada en los últimos diez años, Mills, influido por un colega de trabajo, se sumó a la pasión albinegra.

Un lugar importante para la adaptación de Mills fue el Sao Paulo Athletic Club – SPAC, asociación fundada por ingleses (curiosamente el mismo día de su aniversario, pero cincuenta años antes) que practicaban deportes oriundos de la Tierra de la Reina. El «padre del fútbol brasileño», Charles Miller, jugó al fútbol en ese club. Mills se encontraba muy a gusto en la institución. Practicaba deportes (principalmente el fútbol) y convivía con personas que tenían cultura y ascendencia similar a la suya.

Incluso allí, conoce a su futura esposa, Mónica, anglo-argentina. ¿Cómo?. Jugando al balón con sus hermanos. Con ella tuvo tres hijos: Lawrence Alfred, el mayor; Robert Stuart y Charles John. Estando casado, continuó frecuentando el club y, obviamente, a jugar al fútbol con los amigos. El SPAC le transmitía una sensación de confort y seguridad, tanto que los hijos pasaron muchos momentos de su infancia allí.

Mills no consiguió contener su pasión por el fútbol siguiendo «apenas» a tres equipos y practicando deporte todos los fines de semana hasta los sesenta años.

Existe también el escritor John Mills. Como hombre de letras publicó dos libros sobre Charles Miller: Charles Miller, el padre del fútbol brasileño y Charles Miller 1894, 1994 (este último a pedido del club).

Actualmente, uno de sus entretenimientos es frecuentar las reuniones del grupo de preservación de la Memoria del Fútbol, o Memofut. En este momento, hay periodistas como Sérgio Xavier, Paulo Vinícius Coelho y Celso Unzelte y otros fanáticos del fútbol, anónimos ( de esos que tienen material bastante peculiar). Mills ya escribió artículos para la revista Trivela.

Conclusión.

Durante el encuentro Mills fue bastante solícito y accesible. Lo curioso durante la entrevista fue que siempre encajaba el fútbol en sus respuestas. Por tanto,

El fútbol está íntimamente ligado a su vida. Es imposible imaginar un Mills sin él.

Otro punto interesante, resaltado por él mismo, fue su lado inglés. Orgullosamente británico. Relaciona el hecho de haber pasado por muchos lugares y vivido muchas experiencias al espíritu aventurero y emprendedor tan inherente a los ingleses. Es un hombre sin miedo y al mismo tiempo afable. Siempre de buen humor y cordial, sea por correo electrónico, sea personalmente.

Tras este interesante relato podemos conocer aún mejor a John escuchándole a través de Radio Euskadi, con motivo de la final de la Liga de Europa que disputaron el 9 de mayo de 2012 en Bucarest, su Athletic bilbaíno contra su antaño filial, ese día no tanto, Club Atlético de Madrid. En la grabación también participan sus hijos, Lawrence y Robert. En este programa participó igualmente el dibujante Forges, athlético de pro.

Este es el enlace:

http://www.eitb.com/es/audios/detalle/882689/la-aficion-athletic-volcada-equipo–audio-boulevard/

No puedo por más que dar la razón al Profesor José Augusto cuando hace las consideraciones sobre John. Para mí es igualmente un «gentleman». Y si en algún lugar he leído, que lo he leído, que su abuelo era un personaje simpático, esto es algo que John ha heredado también.

«Un partido es efímero, la amistad es duradera» (John Robert Mills).




Jones, el bilbaíno de Fernando Poo que no pudo jugar en el Athletic

Aunque Miguel Jones Castillo (27-X-1938) naciese en Santa Isabel, hoy Malabo y entonces capital de la Guinea Española, llegaría a Bilbao con su familia siendo niño. Se formó junto al río Nervión como persona, al tiempo de hacerse futbolista entre el cemento de un patio colegial en Lecaroz, Navarra, y los campos de tierra vizcaínos donde jugara con el equipo universitario de Económicas. Fuerte, ágil, dueño de potentísimo salto, sonriente siempre y con cara de angelote bueno, similar a la de aquellos inmortalizados en microsurco por Antonio Machín, el destino lo reservaba para marcar goles. Cualquiera diría que su meta estaba en el Athletic. Pero Jones había nacido en el África Ecuatorial y su piel de charol brillante no pasaba desapercibida. Hoy, sin duda habría sido un canterano más en las instalaciones rojiblancas de Lezama, un buen refuerzo para el ataque de San Mamés. Aquellos, en cambio, eran otros tiempos. Más fundamentalistas por cuanto a la idiosincrasia del club se refiere. O sencillamente, menos necesitados de refuerzos.

Ferdinand Daucik, entonces entrenador del Athletic -Atlético de Bilbao, por ceñirnos a la nomenclatura de esa época-, debió descubrirlo mientras avasallaba a otros estudiantes. Entusiasmado ante sus imponentes condiciones, quiso llevárselo al Athletic aún tropezando con la inicial negativa de Don Wilwardo, padre del muchacho. Daucik, que  no solía aceptar sin más ni más cualquier no, continuó insistiendo. ¿Podía haber algo más grande para un «bilbaíno» que pertenecer al Athletic?. El chico tendría que  compaginar los estudios con la práctica deportiva, ¿y qué?. Otros lo hacían sin mucha dificultad en aquella plantilla. Don Wilwardo, sin duda presionado por la ilusión de su hijo, otorgó finalmente el pláceme. Al fin y al cabo tampoco a él le faltaban motivos para sentirse medio bilbaíno. Había estudiado en «el bocho» y uno de sus grandes amigos, con el que además llegó a jugar en un modestísimo equipo de preguerra, era el padre de «Beti» Duñabeitia, quien transcurrido algún tiempo acabaría convirtiéndose en presidente rojiblanco.

Miguel Jones estuvo entrenando alrededor de un mes con la primera plantilla del Athletic, aún sin ficha federativa. E incluso el 6 de enero de 1956 tendría su regalo de reyes, al alinearse con las figuras rojiblancas en un amistoso contra el Indauchu. Recuerdo imborrable, aunque carente de continuidad, pese al empeño que Daucik pusiera. Las cosas en el Athletic eran como eran, y desde la directiva nadie hizo amago de dar su brazo a torcer. Resignado, el técnico checo concluyó recomendándolo al Baracaldo. Jones contaba 18 años y tuvo bastante con media temporada en 2ª División para hacerse notar. Lasesarre y el barro que se formaba sobre aquel terreno durante los lluviosos inviernos, parecían hechos a medida de sus condiciones. Si nadie lograba competir con él en la disputa de balones colgados, su potencia no exenta de clase en una época de arietes-tanque, bastaba para traer en jaque a las defensas. Corrían buenos tiempos para el fútbol vizcaíno, y hasta para el vasconovarro en general. Con el Athletic, Osasuna y Real Sociedad de San Sebastián entre los más grandes, y Baracaldo, Sestao, Indauchu, Alavés y Eibar en 2ª, el vivero parecía garantizado. Así las cosas, entre tan pródiga cosecha y debido al pobre rendimiento colectivo de los fabriles, a la postre descendidos, su campaña quedó oscurecida en los  medios de difusión. No pasó en cambio desapercibido ante la pupila de Jaime de Olaso, presidente y alma máter de un Indauchu magnífico, por cuyo vestuario desfilaban año tras año los jóvenes del ámbito territorial con más porvenir.

Daucik en primer plano, seguido por Carmelo Cedrún, Arteche y Arieta I. El entrenador checo quiso tener a Jones en la plantilla, durante su brillante etapa bilbaína. Puesto que el empeño resultara inútil, debió esperar 3 años hasta llevárselo a otro Atlético: el de Madrid

Daucik en primer plano, seguido por Carmelo Cedrún, Arteche y Arieta I. El entrenador checo quiso tener a Jones en la plantilla, durante su brillante etapa bilbaína. Puesto que el empeño resultara inútil, debió esperar 3 años hasta llevárselo a otro Atlético: el de Madrid

La temporada 1957-58 ya la inició en Garellano, campo propiedad del Ejército donde disputaban los indauchutarras sus choques como equipo local. Le acompañaba desde Lasesarre el defensa Luis Axpe y debía hacerse un hueco entre las varias novedades de esa campaña para la línea atacante: Javier Barrena, un delantero tosco, aunque efectivo rematador, procedente del Bermeo; Julio Beascoechea, del Basconia, recién ascendido a 2ª para suplir al Baracaldo; Jimy, del Padura de Arrigorriaga; y hasta Gonzalo Elorduy e Isidro Aizpurúa cuando el balón ya había echado a rodar, ambos del Arenas. Aquel equipo, compuesto por un puñado de jóvenes en formación, era realmente soberbio, como acredita un simple repaso a su plantilla: Cobo en la portería (después en el Sevilla, Mallorca y Pontevedra); para la defensa Azcueta (luego Betis y Pontevedra), Eusebio Ríos (valladar bético durante un decenio) y Axpe (años más tarde también efímero jugador de 1ª); en la medular Isasi (indiscutible en el Zaragoza de «Los Magníficos»); y por delante, generando ocasiones de gol, el futuro internacional Chus Pereda (Real Madrid, Sevilla y Barcelona), Coque (hubiese podido ser un futbolista grande sin tomarse la vida a broma durante su estancia en el Celta), Gogénuri, Sasía (ambos con clase, aunque quizás no muy necesitados del fútbol para labrarse un porvenir) y el propio Jones. En el banquillo nada menos que Rafael Iriondo, extremo derecho de una delantera que toda España recitaba hasta dormida, forjándose como el gran técnico que luego fue.

Ese ejercicio el Indauchu tejió un fútbol primoroso, clasificándose en 4ª posición, por detrás de Oviedo, Sabadell y Santander -entonces no Racing, sino Real- y adelantando al Condal, filial del Barcelona, Rayo Vallecano, Alavés, Gerona, Ferrol, Coruña o Tarrasa, entre otros. Todo un triunfo para quienes no podían permitirse el lujo de ascender, para quienes traspasaban sistemáticamente a sus estrellas mas cotizadas y apenas conocían un balance sin números rojos. El campo de Garellano, además, se hallaba a escasos 300 metros de San Mamés. ¿Por qué no podía soñar Jones con cubrir algún día tan exigua distancia?. Las quimeras, ya se sabe, son gratuitas. Aunque en su caso, incluso si representaran algún desembolso, bien hubiera podido permitírselo. Su familia no era precisamente de las necesitadas. Bien al contrario, gozaba de viento a favor introduciendo, distribuyendo y comercializando maderas de Guinea, principal riqueza de la aún colonia o «provincia de ultramar», por toda la vertiente cantábrica.

La temporada 1958-59 comenzó el Indauchu sin Pereda (traspasado al Real Madrid por 850.000 ptas.), ni Cobo y Ríos (en el Sevilla y Betis respectivamente, a cambio de 1.800.000). Pese a todo, con un tercer puesto superaría la clasificación anterior. Fue el gran año de Jones, aunque tuviese que renunciar a su sueño. Porque el Athletic, y en realidad toda la prensa bilbaína, jamás llegaron a verlo como posible refuerzo.

Miguel Jones, en su época más prometedora.

Miguel Jones, en su época más prometedora.

Apenas doce meses antes había ocurrido todo lo contrario respecto a Pereda,  por quien la directiva de San Mamés estuvo muy  interesaba. Forzaron contactos, se barajaron cifras y hubo negociaciones, de las que se hicieron amplio eco los medios locales. ¿Podía lucir el escudo del Athletic un muchacho nacido en Medina de Pomar?. ¿Cabía hacer sitio a los burgaleses, sin emborronar toda una filosofía social?. Según José Mª Mateos, director de «La Gaceta del Norte», rojiblanco furibundo y reconocida autoridad en la materia, nada lo impedía. Había jugado con la selección vizcaína juvenil cuando fuera incorporado al Indauchu de esa categoría desde el Valmaseda. ¿Cómo iba a justificarse que alguien valiera para representar a Vizcaya en el Campeonato estatal de Selecciones Regionales, y no reuniese requisitos ante la propia afición vizcaína a la hora de ser medido por el Athletic?. Según parece, Jaime de Olaso, socio del Athletic además de fundador, presidente y gran mentor en el Indauchu, llegó a ofrecer sin ningún cargo al muchacho, a cambio, eso sí, de que se permitiera a los rojillos disputar en San Mamés sus partidos como local. Buen acuerdo para el Athletic, en teoría, que pronto se vio rezumaba veneno. Baracaldo, Sestao y Basconia de Basauri, los otros clubes provinciales de 2ª División, pusieron el grito en el cielo. Si el Indauchu llegaba a jugar en San Mamés, los socios del Athletic acudirían en masa al campo por pura inercia. Sus taquillas, entonces, se irían a pique. Además, ¿quién les garantizaba que ese no fuera un primer paso hacia la filialidad?. Y de eso nada. Expertos jugadores de mus, los presidentes de esas tres sociedades concluyeron lanzando el órdago: como la directiva rojiblanca se aviniera, tendría en frente al fútbol vizcaíno. Se acabaría aquello de ofrecerles trato preferencial, a cambio de migajas, sobre el mejor fruto de sus canteras.

La directiva atlética, pillada a contrapié, optó por no aceptar ese órdago, a la espera de mejores cartas. Dejaría escapar a Pereda, no sin señalar como antiatlético al presidente del Indauchu, y al mismo tiempo, sin prisa, aunque también sin pausa, comenzó a plantearse el proyecto de constituir un filial desde muy abajo; un equipo que aglutinase a todas las promesas regionales antes de que cualquier otra entidad pudiera considerarlas interesantes. En resumidas cuentas, un torpedo bajo la línea de flotación del Sestao, Baracaldo, Basconia, Indauchu, Guernica, Lemona, Guecho, Erandio, Arenas, Cultural de Durango, Begoña, Santuchu… Años más tarde sería realidad el Bilbao Athletic, -Bilbao Atlético el día de fundación-, entrenado nada menos que por Rafa Iriondo. Un entrenador de 2ª metido en categoría Regional. Aviso por demás explícito que muy pocos entendieron de inicio.

Escudo de la Sociedad Deportiva Indauchu. Modestísimo gallito en la 2ª División de los años 50, hoy hundido en categoría Regional.

Escudo de la Sociedad Deportiva Indauchu. Modestísimo gallito en la 2ª División de los años 50, hoy hundido en categoría Regional.

Pero una cosa era Pereda y otra Jones. Por mucho que hubiera echado espolones en Bilbao, Jones no dejaba de ser guineano. ¿Cómo ocultarlo?. Cierto que se curtió en el fútbol vasco, que aún niño veraneaba en Izarra (Álava), entre bilbaínos de pura cepa, cuando al no estar muy de moda asarse al sol se prefería el fresco de la montaña. Todo eso, sin embargo, no bastaba. La idiosincrasia deportiva del Athletic tanto era fruto del ideario nacionalista como de una palmaria ausencia de necesidad. Al principio, como casi todos los clubes, incorporó numerosos británicos. Llegado el momento de optar entre el espíritu amateur o la profesionalización, abrazó ésta sin falsos pudores, beneficiándose de una postura más timorata en el Arenas -campeón de Copa, no lo olvidemos, 3 veces finalista en la misma y fundador del Campeonato de Liga- a quien tirando de cartera habría de arrebatar sus mejores mimbres. La influencia que los De la Sota tuvieron en el seno rojiblanco desde la segunda mitad de los años 20 hasta la Guerra Civil, obviamente imprimió carácter. El gran patriarca de aquel clan, Ramón de la Sota y Llano, curiosamente nacido en la localidad cántabra de Castro Urdiales, abogado, explotador minero, armador siempre al filo de la navaja por sus flirteos con el riesgo financiero, político y soporte económico del PNV, a la par que una de las mayores fortunas en su época, el hombre que se hiciera llamar Sir Ramón de la Sota a raíz de serle otorgado ese título honorífico (29-IV-1921) por sus servicios al Imperio Británico durante la I Guerra Mundial, propietario de «Excélsior» y «Excelsius» -periódicos deportivos de referencia-, impulsor de la Cámara de Comercio, fundador de Euskalduna y Seguros La Polar, consejero de los bancos de Bilbao y Vizcaya, tampoco dejó de esparcir ideología en el Athletic. Falleció el 17 de agosto de 1936, antes de que el triunfo franquista arrebatase a sus herederos buena parte de los inmuebles y fortuna, y hasta les impusiera una «multa» derivada de «responsabilidades políticas». Sin embargo, aunque los lustros venideros fuesen poco tolerantes con el nacionalismo, éste permanecería latente bajo los colores rojiblancos, reavivándose a partir de la Transición. Puede tomarse como detalle anecdótico, si se quiere, pero una de sus viejas posesiones, el palacio de Ibaigane, es hoy sede del Athletic Club. El simbolismo a veces, habla con voz muy clara.

Digresiones seudoplíticas al margen, la verdad es que a partir de 1939 tampoco tuvo el Athletic, convertido ya en Atlético, ninguna necesidad de alterar parámetros. Al fin y al cabo, seguían ganando Copas y hasta alguna Liga con el producto de la tierra. Ello le otorgaba un carácter especial, diferente al de sus contrincantes, más difícilmente alterable a medida que el tiempo fue corriendo, por aquello de que la costumbre acaba convirtiéndose en ley. Basta para entenderlo un repaso al equipo que con Daucik en el banquillo ganara Liga y Copa en 1955-56, aún contando el Real Madrid con Di Stéfano, Gento, Lesmes II. Molowny, Zárraga, Rial, Roque Olsen o Pérez Payá, y el Barcelona con Ramallets, Biosca, Gracia, Segarra, Seguer, Bosch, Luis Suárez, Kubala, Villaverde, Tejada o Manchón. No es que los jugadores rojiblancos de aquella gloriosa campaña fuesen vascos; es que a excepción de Serafín Areta, pamplonés, todos eran vizcaínos. Carmelo y Arieta, durangueses. Orúe, Canito, Garay y Uribe, bilbaínos. Mauri de Guernica, Maguregui de Miravalles, Arteche guechotarra y Gaínza de Basauri. Por cuanto a los suplentes, Lezama baracaldés, Etura de Sestao, Iraragorri y Azcárate bilbaínos e Izaguirre de Somorrostro. El nacimiento de Merodio en Barcelona debe considerarse accidental, pues su padre, el pelotari «Chiquito de Gallarta», estaba contratado en el frontón de la ciudad condal. Regresó a la zona minera todavía en mantas y su aprendizaje futbolístico tuvo lugar por aquellos campos entre verdes y ferruginosos. Imposible discutir sus credenciales.

Miguel Jones Castillo con camiseta rojiblanca. Pero del Atlético de Madrid.

Miguel Jones Castillo con camiseta rojiblanca. Pero del Atlético de Madrid.

¿Quién iba a plantearse, por lo tanto, en 1959, la contratación de un muchacho con piel acharolada?. Arieta, dueño de la camiseta con el 9 a la espalda, empezaba a hacerse mayor, es verdad. Pronto necesitaría un relevo. Pero no importaba, porque seguro surgiría alguno de Erandio, Ondárroa, Amorebieta, Lanestosa o Galdácano. Hasta podía valer su propio hermano, un chicarrón que según contaban parecía apuntar alto.

El caso es que Jones se fue al Atlético de Madrid, requerido por Ferdinand Daucick, entonces responsable del banquillo «colchonero». Los derechos federativos de Juan Allende y 400.000 ptas. cerraron la operación, cuando el sueldo mensual de un trabajador corriente podía oscilar entre las 3.000 y las 5.500.

En Madrid tuvo de todo. Menos alegrías que desgracias, para ser sinceros, puesto que el infortunio quiso atravesarse en su camino. Además, su formidable condición física terminó convirtiéndolo en comodín: extremo un día, interior otro, ariete de cuando en cuando y hasta alguna vez defensa central. Campeón de Liga en 1965-66, de Copa los años 1960, 61 y 65, así como de la Recopa europea en 1962, viviría durante el ejercicio 61-62 sus mejores fechas, con 13 goles marcados en 19 partidos de Liga. Eneko Arieta, consignémoslo como referencia, marcó ese año 10 para los de San Mamés, en 24 partidos. Pero si Arieta, aún a pesar de sus muchas batallas y los presumibles achaques, casi carecía de competencia, a él le sobraba. Jorge Mendonça y Joaquín Peiró, primero, y muy pronto Adelardo, Cardona y Luis Aragonés, se encargaron de ponérselo difícil. Aunque ninguno de ellos tanto como las lesiones.

Una, sobre todo, habría de dejarlo casi para el arrastre. Pero ya antes pechó con fama de medroso, quién sabe si por conocer en propia carne cómo se las gastaban aquellos defensas de a quién Dios se la dé, San Pedro la bendiga. En el viejo Altabix de Elche, por ejemplo, viendo Juancho Forneris que el prometedor pero aún neófito Llompart no lograba hacerse con su marcaje, aconsejó al mallorquín: «Hazle el teléfono». Como Llompart no entendiese, su compañero argentino tuvo que explicárselo: «En cuanto vaya a por un balón alto le pones la bota en la oreja». Bien mandado, Llompart se aplicó a conciencia. Muchos años después aún recordaba la expresión de Jones: «Se puso blanco y no volvió a moverse».

El dinero, ya se ha dicho, no era tan prioritario para él. Quizás otro cualquiera, más necesitado de gloria y contratos, se hubiese plantado ante los marrulleros. Él, pese a su carácter ganador, jugaba sobre todo por diversión, porque disfrutaba de lo lindo en aquel ambiente y porque siempre es grato verse en la prensa, sentirse admirado e  importante. Dinero ya había en su casa y entonces nadie pensaba pudiera agotarse algún día. Se sabía perfectamente en Bilbao y hasta alguno, como Antonio de Rojo, la voz de Carrusel Deportivo desde San Mamés, lo dijo por la radio un verano, al referirse a cierto coche deportivo que despertaba admiración general en la Feria de Muestras: «También estuvo viéndolo nuestro paisano Miguel Jones, delantero del Atlético de Madrid. Claro que él sí podía pensar en algo más que mirarlo. Del poder al querer media un trecho, y él sí puede».

Ver a Jones en sus buenas tardes constituía todo un espectáculo.

Ver a Jones en sus buenas tardes constituía todo un espectáculo.

Tras jugar poquísimo en 1964-65, recuperarse en parte la temporada 65-66 y volver a la suplencia sistemática en 1966-67, creyó llegado el momento de poner punto final. Entonces recibió una oferta de Osasuna. Novecientas mil pesetas no era moco de pavo para jugar en 2ª y allá fue, a sideral distancia de su mejor forma y con problemas físicos. Dos goles en 10 partidos rubricaron su despedida del césped, las patadas y el olor a linimento. Estaba a punto de cumplir la treintena. Buena edad para vivir más relajadamente y disfrutar.

Nadie podía suponer que con la independencia de Guinea, Anobón, Corisco, Elobey Grande y Elobey Chico, las cosas cambiaran tanto para una familia cuyos miembros ostentaran puestos de privilegio durante el periodo colonial. Francisco Macías, estrafalario presidente del recién nacido país, dio la vuelta a todo lo anterior sin dejar siquiera las telarañas. Esquilmó, se manchó de sangre las manos, revocó permisos de exportación para entregarlos a sus «amigos», lo emponzoñó todo. Y así, quienes poco antes nadaran a favor de corriente, empezaron a verse con el agua demasiado cerca del cuello.

Luego de un tiempo fuera, Miguel Jones volvió a «su» Bilbao. Uno de sus seis  hermanos llegó a hacer algún pinito como entrenador en el Sony San Fernando, de Guinea. Pero duro poco. En realidad, el fútbol no había sido hasta entonces deporte para los Jones. Les tiró mucho más el boxeo desde que Maximiliano, fundador de la ciudad de San Carlos -actual Luba-, ayudase a sus hijos en su implantación. Gracias a Wilfredo Jones, sobre todo, en Guinea se aprendió a dirigir directos, desarbolar guardias, golpear a la contra y templar el uno-dos. También de sus viajes a Canarias y la península importaría Wilfredo el tenis y hasta el baloncesto. Como muy bien recordase el periodista hispanoguineano Paco Zamora, España llegaría a tener con Juan Carlos Jones, genuino producto de esta familia, todo un plusmarquista en los 100 metros lisos no hace mucho. Y paradojas de la vida, otro Jones, de nombre José Luis, primo de nuestro futbolista, sería fiscal en el proceso que allá por 1979 condenó a muerte al despreciable dictador Macías.

Hasta que el domingo 20 de noviembre de 2011 saltase al Sánchez Pizjuán sevillano Jonás Ramalho, ningún joven de color había vestido oficialmente la camiseta del Athletic. Jonás, mulato y con ascendencia angoleña, había nacido en Baracaldo (10-VI-1983), ingresado como cadete en el vivero rojiblanco y disfrutado de la internacionalidad española juvenil. Muchas cosas lo separaban de Miguel Jones, pero algo también los conectaba: el sueño de jugar en el Athletic.

Con el correr del calendario suele adquirirse sabiduría. Hombres e instituciones -no en vano hay seres humanos en ellas- se hacen más permeables. En el Athletic de Ramalho ya había navarros y riojanos, aparte de gipuzcoanos o alaveses, e incluso años antes alguno natural de Extremadura o con raíces en Zamora o Palencia. Por fin cobraba fundamento eso de que un bilbaíno puede nacer donde le apetece. Suerte que Miguel Jones, desde un Bilbao muy distinto al de su infancia, haya podido disfrutar viéndolo.

Al fin y al cabo el Athletic, aún por detrás de la «sucursal» colchonera y el capitidisminuído Indautxu, pura alma en pena de la Regional vizcaína, tampoco deja de ser «su» equipo.




El dilema de la recién nacida UEFA: Copa de Campeones de Liga o Copa de Ciudades en Ferias. Segunda parte.

El Ayuntamiento de Barcelona había apoyado el proyecto de Staley Rous. Se pueden interpretar varios motivos, alguno más o menos oculto: presentar una selección local en una competición internacional. Ya hemos visto que la confusión del nombre de selección de Barcelona y selección de Cataluña era muy recurrida por la prensa. Sucedió que el RCD Español decidió no colaborar dejando todo el peso en la plantilla del CF Barcelona. Por eso el equipo representativo de Barcelona lució camiseta blanca y pantalón azul, uniforme de la Federación Catalana de Fútbol, con el escudo de la Ciudad Condal. Los colores reservas fueron camiseta azul y pantalón blanco.

Hay que resaltar que el reglemento de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias era rotundo: solo podían participar ciudades. Los equipos representativos eran inscritos por los propios ayuntamientos de las ciudades y bajo su propia denominación así debían competir. Por lo tanto, el CF Barcelona no disputó esta competición, sino la selección de Barcelona. Subrayamos esta cuestión reglamentaria porque los resultados obtenidos en esta primera Copa Internacional de Ciudades en Ferias no se pueden computar a ningún club. Junto al caso de Milán y el ya explicado de Barcelona, compitieron con jugadores procedentes de un único club las ciudades de Birmingham (porque el Aston Villa no quiso mezclarse con el Birmingham City) y Lausana (porque solo contaba con un club entre Primera y Segunda División suizas, el Lausanne-Sports).

Londres utilizó jugadores de clubs de Primera (Chelsea FC, Arsenal FC, Tottenham Hotspurs), Segunda (Charlton Athletic, Leyton Orient, Fulham FC, West Ham United), Tercera (Millwall FC, Brentford FC, Queen’s Park Rangers, Crystal Palace) e incluso del Clapton FC (equipo no profesional). Fue la selección que mejor impulsó el espíritu lúdico de la competición.

Frankfort participó con jugadores procedentes de la Oberliga Sur (FSV Frankfurt, FC Kickers Offembach, SG Eintracht Frankfurt y SpVgg Neu-Isenburg, este último de Segunda Regional).

Basilea formó su combinado con jugadores de Primera (FC Basel) y Segunda (FC Nordstern).

Leipzig contó con jugadores de sus dos mejores clubs de la Primera División de Alemania Oriental: SC Lokomotive y SC Rotation.

Zagreb se alineó con componentes de los dos clubs representativos, NK Dinamo y el NK Zagreb, junto con un jugador de Segunda División del NK Tresnjevka.

Copenhague siguió el modelo londinense y contó en su selección con representantes de equipos de diferentes categorías: Primera (Akademisk B, BK Frem, Kjøbenhavns B, B1903 y Skovshoved IF), Segunda (B1893) y Tercera (Vanløse IF y Brønshøj B 1919).

Viendo la gran heterogeneidad de los equipos representativos de ciudades, no fue de extrañar que a semifinales llegasen tres combinados compuestos por jugadores de un mismo club, siendo Londres la única selección propiamente que pasó la primera ronda.

La primera fase se extendió a lo largo de las temporadas 1955/56 y 1956/57. El equipo representativo de Barcelona, compuesto íntegramente por jugadores del CF Barcelona, arregló muy temprano sus dos partidos contra Copenhague, puesto que Viena se había retirado. La ida el 25 de diciembre de 1955 y el 26 de abril de 1956. No le costó mucho reducir a la selección de Copenhague, máxime después de comprobar la procedencia de sus jugadores, todos amateur. En ambos encuentros Barcelona lució camiseta blanca y pantalón azul, uniforme de la Federación Catalana de Fútbol, con el escudo de la Ciudad Condal.

Barcelona, 25 de diciembre de 1955

BARCELONA-COPENHAGUE 6-2

Campo: Las Corts.

Árbitro: Armando Marchetti (Italia).

Goles: 1-0 (8′) Areta. 2-0 (10′) Areta. 3-0 (32′) Tejada. 4-0 (41′) Villaverde. 5-0 (59′) Kubala. 5-1 (65′) Lundberg de penalty. 5-2 (75′) Jacobsen. 6-2 (81′) Tejada).

BARCELONA: Ramallets; Seguer, Biosca (Brugué 46′), Gracia; Bosch, Segarra; Tejada, Villaverde, Kubala, Areta, Manchón <entrenador: Domingo Balmanya> [todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

COPENHAGUE: Henriksen (BK Frem); Køppen (Kjøbenhavns B), Verner Nielsen (Akademisk B), Flemming Nielsen (B 1903); John Jørgensen (Skovshoved IF), B Christensen (B 1893); Ejner Jensen (Vanløse IF), J Jacobsen (B 1893), O Andersen (Brønshøj B 1919), Lundberg (Akademisk B), Seebach (Akademisk B) <seleccionadores: Oscar Olsen, Aage Strebøl y Aksel Bjerregaard>.

uefa01

Copenhague, 26 de abril de 1956

COPENHAGUE-BARCELONA 1-1

Campo: Idrætsparken.

Árbitro: John Erik Anderson (Suecia).

Goles: 1-0 (60′) Lundberg de penalty. 1-1 (85′) Villaverde.

COPENHAGUE: Henriksen (BK Frem); Køppen (Kjøbenhavns B), Verner Nielsen (Akademisk B); Erik P Jensen (Akademisk B), Bent Jørgensen (BK Frem), Leif Tønnesen (BK Frem); Ejner Jensen (Vanløse IF), Bent Ib Jørgensen (BK Frem), O Andersen (Brønshøj B 1919) [Henning Jensen (BK Frem) 75′], Lundberg (Akademisk B), Lerby (B 1903) <seleccionadores: Oscar Olsen, Aage Strebøl y Aksel Bjerregaard>.

BARCELONA: Ramallets; Seguer, Bisoca, Gracia; Bosch, Segarra; Basora, Villaverde, Areta, Mariano Gonzalvo, Manchón <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

Simultáneamente la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga había disputado sus primeras eliminatorias, de tal manera que abril de 1956 presentaba las semifinales.

El número de participantes, 16, y la dinámica de eliminatoria directa impulsó el atractivo de la competición que se había estrenado el 4 de septiembre de 1955 en Lisboa con un Sporting Clubde de Portugal-FK Partizan de Belgrado. Cuatro días más tarde en Ginebra el Real Madrid CF derrotaba por 0-2 al Servette FC y así iniciaba su exitosa andadura en la competición. A finales de noviembre empezaron los cuartos de final que se extendieron hasta mediados de febrero.

Así llegamos a abril donde en semifinales los representantes de España, Francia e Italia, los mismos tres equipos que en 1955 habían protagonizado una de las ediciones de la Copa Latina más espectaculares, junto con el único conjunto británico, el Hibernian FC escocés, tenían que jugar dos eliminatoria muy atractivas.

Los franceses del Stade de Reims, con Michel Hidalgo, Leon Glovacki y Raymond Kopa vencieron los dos partidos a los escoceses; pero el espectáculo estaba servido en el choque Real Madrid CF-AC Milan. La ventaja de 4-2 de Madrid fue suficiente frente a la derrota por 2-1 de Milán. Y la final, el 13 de junio de 1956, de nuevo en París y de nuevo el Stade de Reims-Real Madrid CF y de nuevo victoria de los españoles (4-3) tal y como había sucedido justo hacía un año. Europa se rindió al Real Madrid CF y a la nueva competición recién nacida.

Lo cierto es que la Copa Internacional de Ciudades en Ferias no pudo nunca entrar en la dinámica de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga. Pese a que por el impulso y peso de Stanley Rous, Londres y Basilea abrieron tempranamente el torneo, las retiradas, la búsqueda de fechas para los partidos y la confección de los distintos combinados enrevesaba el desarrollo del torneo.

Por ejemplo, en junio de 1956, por señalar la misma fecha en que el Real Madrid CF alzaba su primera copa europea, en el Grupo 1 se habían jugado cuatro de los seis partidos previstos; el Grupo 2, aunque solo entraban dos equipos, por retirada de la selección de Colonia, faltaba disputar el encuentro de vuelta; y el Grupo 4 llevaba tres partidos jugados y otros tres pendientes. Solamente se había completado el grupo de los equipos representantes de Barcelona y Copenhague.

Durante toda la temporada 1956/57 Barcelona no jugó ningún partido de competiciones europeas. La Copa Internacional de Ciudades en Ferias necesitó todo el curso para disputar los seis partidos que faltaban para completar la primera fase. Todo un despropósito organizativo que el público castigó con el olvido y la indiferencia. Seis partidos en toda una temporada, frente a la segunda edición de la

Copa Europea de Clubs Campeones de Liga, en la que entraron 22 equipos, contando ya sí con el campeón inglés, Manchester United, que caería en semifinales frente al Real Madrid CF.

El 16 de septiembre de 1957 Lausana venció a Londres en el primer partido de semifinales. Como ya hemos dicho, solo Londres presentaban un combinado jugadores procedentes de los equipos locales de muy variado potencial, frente a Lausana que utilizó jugadores del Lausanne-Sports.

La vuelta, en Highbury, permitió a la selección londinense remontar el 2-1 de la ida con goles de Greaves y Holton. Fuel el 23 de octubre de 1957, el mismo día en que Birmingham y Barcelona abrían su eliminatoria:

Birmingham, 23 de octubre de 1957

BIRMINGHAM-BARCELONA 4-3

Campo: Saint Andrews.

Árbitro: Josef Gulde (Suiza).

Goles: 1-0 (2′) Brown. 1-1 (12′) Tejada. 1-2 (35′) Evaristo. 2-2 (36′) Orritt. 2-3 (40′) Eulogio Martínez. 3-3 (43′) Murphy. 4-3 (60′) Murphy.

BIRMINGHAM: Merrick; Farmer, Allen; Larkin, T Smith, Watts; Astall, Orritt, Brown, Neal, Murphy <entrenador: Arthur Turner>[todos los jugadores pertenecían al Birmingahm City FC].

BARCELONA: Ramallets; Segarra, Olivella, Gracia; Flotats, Bosch; Basora, Villaverde, Eulogio Martínez, Evaristo, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

Barcelona solo pudo equilibrar el gol de ventaja de los británicos gracias al acierto de Kubala a cuatro minutos del final. Ello obligó a organizar un partido de desempate.

Barcelona, 13 de noviembre de 1957

BARCELONA-BIRMINGHAM 1-0

Campo: Nuevo Estadio del CF Barcelona.

Árbitro: Manuel Asensi (España).

Gol: 1-0 (86′) Kubala.

BARCELONA: Estrems; Segarra, Olivella, Gracia; Flotats, Vergés; Basora, Evaristo, Eulogio Martínez, Kubala, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

BIRMINGHAM: Merrick; Hall, Allen; Larkin, T Smith, Neal; Astall, Kinsey, Brown, Murphy, Govan <entrenador: Arthur Truner>[todos los jugadores pertenecían al Birmingham City FC].

uefa02

El partido de la selección nacional contra Suiza, último válido para la fase de clasificación para el Mundial de Suecia, se jugó en Lausana dos días antes del desempate de Basilea. Tres jugadores del CF Barcelona, Segarra, Kubala y Luis Suárez, defendieron la camiseta nacional y seguidamente la de la ciudad de Barcelona resolviendo la eliminatoria a su favor.

Basilea, 26 de noviembre de 1957

BARCELONA-BIRMINGHAM 2-1

Campo: St. Jakob.

Árbitro: Gottfried Dienst (Suiza).

Goles: 1-0 (33′) Evaristo. 1-1 (48′) Murphy. 2-1 (83′) Kubala.

BARCELONA: Ramallets; Segarra, Brugué, Gracia; Vergés, Bosch; Basora, Kubala, Evaristo, Luis Suárez, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

BIRMINGHAM: Merrick; Hall, T Smith; Farmer, Watts, Neil; Astall, Orritt, Brown, Murphy, Govan <entrenador: Arthur Turner>[todos los jugadores pertenecían al Birmingham City FC].

Luego, en la final Londres fue mucho más fácil, pese a que contó en el partido de ida con los dos únicos internacionales absolutos de aquellas fechas, los jugadores del Fulham FC Langley y Haynes. El nordirlandés Blanchflower era el jugador más reconocido por la prensa española.

Londres, 5 de marzo de 1958

LONDRES-BARCELONA 2-2

Campo: Stamford Bridge.

Árbitro: Albert Dusch (Alemania).

Goles: 0-1 (7′) Tejada. 1-1 (10′) Greaves. 1-2 (35′) Eulogio Martínez. 2-2 (88′) Langley de penalty.

LONDRES: Kelsey (Arsenal FC); Sillett (Chelsea FC), Langley (Fulham FC); Blanchflower (Tottenham Hotspurs), Norman (Tottenham Hotspurs), Coote (Brentford FC); Groves (Arsenal FC), Greaves (Chelsea FC), Smith (Tottenahm Hotspurs), Haynes (Fulham FC), Robb (Tottenham Hotspurs) <seleccionador: Joseph Mears>.

BARCELONA: Estrems; Olivella, Gensana, Segarra; Vergés, Ribelles; Basora, Villaverde, Eulogio Martínez, Evaristo, Tejada <entrenador: Domingo Balmanya>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

Con el 6-0 en Las Corts Barcelona respondió al 2-2 de la ida y se proclamó como primera ciudad campeona de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Aquella tarde la selección barcelonesa lució camiseta azul y pantalón blanco en deferencia a la de Londres con la que coincidía en los colores.

Barcelona, 1 de mayo de 1958

BARCELONA-LONDRES 6-0

Campo: Nuevo Estadio del CF Barcelona.

Árbitro: Albert Dusch (Alemania).

Goles: 1-0 (6′) Luis Suárez. 2-0 (8′) Luis Suárez. 3-0 (43′) Eulogio Martínez. 4-0 (52′) Evaristo. 5-0 (63′) Vergés. 6-0 (75′) Evaristo.

BARCELONA: Ramallets; Olivella, Brugué, Segarra; Vergés, Gensana; Tejada, Evaristo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Basora <entrenador: Helenio Herrera>[todos los jugadores pertenecían al CF Barcelona].

LONDRES: Kelsey (Arsenal FC); Wright (West Ham United), Brown (West Ham United), Cantwell (West Ham United); Blanchflower (Tottenham Hotspurs), Bowen (Arsenal FC); Medwin (Tottenham Hotspurs), Groves (Arsenal FC), Smith (Tottenham Hotspurs), Bloomfield (Arsenal FC), Lewis (Chelsea FC) <seleccionador: Joseph Mears>. En el 53′ Kelsey, lesionado, dejó la portería al delantero Groves y se colocó de extremo izquierda.

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A finales de ese mismo mes e mayo de 1958 el Real Madrid ganaba su tercera Copa Europea de Clubs Campeones de Liga en Bruselas, ante 67000 espectadores. Esta vez fueron 24 los equipos participantes. La UEFA ya tenía muy claro qué competición debía contar con su máxima implicación. Con todo, gracias a la tenacidad de Stanley Rous, el Comité Internacional de Ciudades en Ferias anunció la convocatoria para una segunda edición del torneo, y esta vez concediendo la opción de que un club pudiese ser el representante de una ciudad. En esa II Copa Internacional de Ciudades en Ferias participaron 16 ciudades y tardaron en completar el torneo las temporadas 1958/59 y 1959/60.

Ciudad de Barcelona, campeón de la Copa internacional de Ciudades en Ferias 1955-1958: de pie: Ramallets, Olivella, Brugué, Segarra, Vergés, Gensana; agachados: Claudio, Tejada, Evaristo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Basora y Mur (todos los jugadores pertenecientes al CF Barcelona)

Ciudad de Barcelona, campeón de la Copa internacional de Ciudades en Ferias 1955-1958: de pie: Ramallets, Olivella, Brugué, Segarra, Vergés, Gensana; agachados: Claudio, Tejada, Evaristo, Eulogio Martínez, Luis Suárez, Basora y Mur (todos los jugadores pertenecientes al CF Barcelona)




Campeonatos Mundiales de Fútbol (II). Los años 50.

IV Copa del Mundo. Brasil 1950.

Se reanuda el Campeonato del Mundo, después del parón obligado por la Segunda Guerra Mundial. Primer Mundial retransmitido por radio y en el que los jugadores llevan sus camisetas numeradas del 1 al 11. Desaparecen las eliminatorias directas y se crea un formato inédito y único hasta la fecha. Los trece equipos participantes quedan extrañamente repartidos en cuatro grupos. Dos de cuatro, uno de tres y otro de dos selecciones. Los campeones de cada grupo disputarán una liguilla final por el título, a modo de cuadrangular, cuyo primer clasificado resultará el campeón del mundo. Así pues, la edición de Brasil-50, ha sido la única sin final propiamente dicha. Pero  ocurrió que al último partido del cuadrangular, disputado en Maracaná entre Brasil y Uruguay, ambos llegaron con opciones de lograr el título, lo que supuso, en la práctica, una finalísima en toda regla. A los anfitriones les bastaba con el empate, pero recibieron la derrota más dolorosa y dramática de toda su historia, lo que se conoció como el Maracanazo. Segunda participación de nuestra Selección, con un cuarto puesto final que supondría su mejor clasificación mundialista durante 60 años.

Fase de grupos

Grupo A

Brasil-México 4-0 Ademir (32′ y 79′), Jair (65′) y Baltazar (71′).
Yugoslavia-Suiza 3-0 Mitic (59′), Tomasevic (70′) y Ognjanov (84′).
Yugoslavia-México 4-1 Bobek (20′), Cajkowski (23′ y 51′) y Tomasevic (80′).

Ortiz (89′, pti).

Brasil-Suiza 2-2 Alfredo (3′) y Baltazar (32′).

Fatton (17′ y 88′).

Brasil-Yugoslavia 2-0 Ademir (4′) y Zizinho (69′).
Suiza-México 2-1 Bader (10′) y Antenen (44′).

Casarín (89′).

Clasificado para el cuadrangular por el título: Brasil.

Grupo B

España-Estados Unidos 3-1 Igoa (80′), Basora (83′) y Zarra (88′).

J. Souza (17′).

Inglaterra-Chile 2-0 Mortensen (39′) y Mannion (51′).
Estados Unidos-Inglaterra 1-0 Gaetjens (38′).
España-Chile 2-0 Basora (17′) y Zarra (35′).
España-Inglaterra 1-0 Zarra (49′).
Chile-Estados Unidos 5-2 Robledo (16′), Cremaschi (33′ y 60′), Prieto (54′) y Riera (82′).

Wallace (46′) y Maca (49′, pti).

Clasificado para el cuadrangular por el título: España.

Grupo C

Suecia-Italia 3-2 Jeppsson (25′ y 69′) y Andersson (34′).

Carapellese (7′) y Muccinelli (78′).

Suecia-Paraguay 2-2 Sundqvist (17′) y Palmer (25′).

López Fretes (34′) y Atilio López (74′).

Italia-Paraguay 2-0 Carapellese (12′) y Pandolfini (63′).

Clasificado para el cuadrangular por el título: Suecia.

Grupo D

Uruguay-Bolivia 8-0 Míguez (12′ y 51′), Schiaffino (18′, 37′, 54′ y 78′), Vidal (20′) y Ghiggia (83′).

Clasificado para el cuadrangular por el título: Uruguay.

Cuadrangular por el título

Uruguay-España 2-2 Ghiggia (29′) y Varela (73′).

Basora (37′ y 40′).

Brasil-Suecia 7-1 Ademir (17′, 37′, 51′ y 59′), Chico (39′ y 87′) y Maneça (85′).

Andersson (67′, pti).

Uruguay-Suecia 3-2 Ghiggia (39′) y Míguez (77′ y 84′).

Palmer (4′) y Sundqvist (40′).

Brasil-España 6-1 Parra (15′, pp), Jair (21′ y 57′), Chico (29′ y 55′) y Zizinho (61′).

Igoa (70′).

Suecia-España 3-1 Sundqvist (15′), Mellberg (34′) y Palmer (78′).

Zarra (82′).

Partido decisivo del cuadrangular por el título

URUGUAY  2 – BRASIL 1

Río de Janeiro. Estadio Maracaná, 16 de julio de 1950.

Árbitro: George Reader (Inglaterra).

URUGUAY: Máspoli; M. González, Tejera, Gambetta; Varela, Andrade; Ghiggia, Pérez, Míguez, Schiaffino y Morán.

BRASIL: Barbosa; Augusto, Danilo, Juvenal; Bauer, Bigode; Friaça, Zizinho, Ademir, Jair y Chico.

GOLES: 0-1 (47′), Friaça; 1-1 (66′), Schiaffino; 2-1 (79′), Ghiggia.

Goleadores

7

Ademir (Brasil).

5

Schiaffino (Uruguay).

4

Chico (Brasil), Basora y Zarra (España) y Ghiggia y Míguez (Uruguay).

3

Jair (Brasil) y Palmer y Sundqvist (Suecia).

2

Baltazar y Zizinho (Brasil), Cremaschi (Chile), Igoa (España), Carapellese (Italia), Andersson y Jeppsson (Suecia), Fatton (Suiza) y Cajkowski y Tomasevic (Yugoslavia).

1

Alfredo, Friaça y Maneça (Brasil), Prieto, Riera y Robledo (Chile), Gaetjens, Maca, Souza (J) y Wallace (Estados Unidos), Mannion y Mortensen (Inglaterra), Muccinelli y Pandolfini (Italia), Casarín y Ortiz (México), Atilio López y López Fretes (Paraguay), Mellberg (Suecia), Antenen y Bader (Suiza), Varela y Vidal (Uruguay) y Bobek, Mitic y Ognjanov (Yugoslavia).

Goles totales: 88.

Goles en propia puerta: Parra (España).

Partidos disputados: 22.

Promedio de goles: 4.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Roque MÁSPOLI Portero

32

Peñarol
Aníbal PAZ Portero

32

Nacional
Schubert GAMBETTA Defensa

30

Nacional
Matías GONZÁLEZ Defensa

24

C. A. Cerro
William MARTÍNEZ Defensa

22

Rampla Júniors
Eusebio TEJERA Defensa

28

Nacional
Héctor VILCHES Defensa

24

C. A. Cerro
Víctor ANDRADE Medio

23

Central Español
Juan Carlos GONZÁLEZ Medio

25

Peñarol
Washington ORTUÑO Medio

22

Peñarol
Rodolfo PINI Medio

24

Nacional
Obdulio VARELA Medio

32

Peñarol
Julio César BRITOS Delantero

24

Peñarol
Juan BURGUEÑO Delantero

26

Danubio
Alcides GHIGGIA Delantero

23

Peñarol
Óscar MÍGUEZ Delantero

22

Peñarol
Rubén MORÁN Delantero

19

C. A. Cerro
Julio PÉREZ Delantero

24

Nacional
Luis Alberto RIJO Delantero

22

Central Español
Carlos ROMERO Delantero

22

Danubio
Juan Alberto SCHIAFFINO Delantero

24

Peñarol
Ernesto VIDAL Delantero

28

Peñarol

SELECCIONADOR: Juan López.

La lista de España

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Juan ACUÑA Portero

27

Deportivo
Ignacio EIZAGUIRRE Portero

29

Valencia
Antonio RAMALLETS Portero

26

Barcelona
Gabriel ALONSO Defensa

26

Celta
Francisco ANTÚNEZ Defensa

26

Sevilla
Vicente ASENSI Defensa

31

Valencia
José GONZALVO Defensa

30

Barcelona
Rafael LESMES Defensa

23

Real Valladolid
José PARRA Defensa

24

RCD Español
Mariano GONZALVO Medio

28

Barcelona
NANDO González Medio

29

At. Bilbao
José Luis PANIZO Medio

28

At. Bilbao
Antonio PUCHADES Medio

25

Valencia
Alfonso SILVA Medio

24

At. Madrid
Estanislao BASORA Delantero

23

Barcelona
CÉSAR Rodríguez Delantero

29

Barcelona
Agustín GAÍNZA Delantero

28

At. Bilbao
Rosendo HERNÁNDEZ Delantero

29

At. Madrid
Silvestre IGOA Delantero

29

Valencia
José JUNCOSA Delantero

28

At. Madrid
Luis MOLOWNY Delantero

25

Real Madrid
Telmo ZARRA Delantero

29

At. Bilbao

SELECCIONADOR: Guillermo Eizaguirre.

V Copa del Mundo. Suiza 1954.

Se vuelve a los 16 participantes que quedan encuadrados en cuatro grupos de cuatro equipos, con un curioso sistema de clasificación. Se establecen dos cabezas de serie por grupo, que no podrán enfrentarse entre sí y se instaura la prórroga para los encuentros que terminen con empate al final de los 90 minutos. España no estuvo presente, al ser eliminada por Turquía en la fase previa, en un dramático desempate, con sorteo incluido. Pocas veces, en la historia de los Mundiales, una selección aparecía tan unánimemente considerada como la principal favorita y ésta no era otra que la gran escuadra húngara. Cuatro años sin ser derrotada, durante 28 encuentros, con 104 goles logrados y 25 encajados, aparecía ante todos como el equipo a batir. A los 8 minutos de la final,  ya vencía 2-0 a Alemania Federal, que increíble e inesperadamente acabó dando la vuelta al marcador, levantando así su primer título y empezando a forjar su leyenda de equipo ganador e indomable, que dura hasta nuestros días. Suiza-54 fue el primer Mundial seguido por las cámaras de televisión y el campeonato con mejor promedio de goles de la historia, con la friolera de 5,39 tantos por encuentro, siendo el Austria-Suiza de cuartos de final (7-5), el partido con más goles de la historia de la competición. Por vez primera, los jugadores lucirán dorsales fijos durante todo el torneo.

Fase de grupos

Grupo A

Yugoslavia-Francia 1-0 Milutinovic (14′).
Brasil-México 5-0 Baltazar (24′), Didí (29′), Pinga (34′ y 43′) y Julinho (69′).
Francia-México 3-2 Vincent (19′), Cárdenas (46′, pp) y Kopa (88′, pti).

Lamadrid (54′) y Balcázar (85′).

Brasil-Yugoslavia 1-1 Didí (69′).

Zebec (49′).

Clasificados para cuartos de final: Brasil y Yugoslavia.

Grupo B

Hungría-Corea del Sur 9-0 Puskas (11′ y 89′), Lantos (16′), Kocsis (24′, 31′ y 49′), Czibor (59′) y Palotas (76′ y 83′).
Alemania Federal-Turquía 4-1 Schäfer (12′), Klodt (51′), O. Walter (60′) y Morlock (84′).

Suat (3′).

Hungría-Alemania Federal 8-3 Kocsis (4′, 21′, 69′ y 79′), Puskas (17′), Hidegkuti (52′ y 55′) y J. Toth (75′).

Pfaff (28′), Rahn (78′) y Hermann (84′).

Turquía-Corea del Sur 7-0 Suat (10′ y 30′), Lefter (18′), Burhan (38′, 64′ y 70′) y Erol (76′).
Alemania Federal-Turquía

(Desempate)

7-2 O. Walter (7′), Schäfer (11′ y 79′), Morlock (31′, 62′ y 77′) y F. Walter (63′).

Mustafá (22′) y Lefter (84′).

Clasificados para cuartos de final: Hungría y Alemania Federal.

Grupo C

Austria-Escocia 1-0 Probst (32′).
Uruguay-Checoslovaquia 2-0 Míguez (70′) y Schiaffino (84′).
Austria-Checoslovaquia 5-0 Stojaspal (3′ y 65′) y Probst (4′, 21′ y 24′).
Uruguay-Escocia 7-0 Borges (17′, 48′ y 58′), Míguez (31′ y 82′) y Abbadíe (55′ y 84′).

Clasificados para cuartos de final: Uruguay y Austria.

Grupo D

Inglaterra-Bélgica 4-4 Broadis (25′ y 62′) y Lofthouse (37′ y 92′).

Anoul (6′ y 72′), Coppens (66′) y Dickinson (94′, pp).

Suiza-Italia 2-1 Ballaman (18′) y Hügi (79′).

Boniperti (44′).

Inglaterra-Suiza 2-0 Mullen (43′) y Wilshaw (69′).
Italia-Bélgica 4-1 Pandolfini (41′, pti), Galli (49′), Frignani (58′) y Lorenzi (78′).

Anoul (81′).

Suiza-Italia

(Desempate)

4-1 Hügi (12′ y 85′), Ballaman (48′) y Fatton (90′).

Nesti (67′).

Clasificados para cuartos de final: Inglaterra y Suiza.

Cuartos de final

Alemania Federal-Yugoslavia 2-0 Horvat (10′, pp) y Rahn (86′).
Hungría-Brasil 4-2 Hidegkuti (4′), Kocsis (7′ y 88′) y Lantos (60′, pti).

D. Santos (18′, pti) y Julinho (65′).

Austria-Suiza 7-5 Wagner (25′, 28′ y 53′), A. Körner (26′ y 34′), Ocwirk (32′) y Probst (77′).

Ballaman (16′ y 37′) y Hügi (17′, 19′ y 60′).

Uruguay-Inglaterra 4-2 Borges (5′), Varela (38′), Schiaffino (47′) y Ambrois (77′).

Lofthouse (16′) y Finney (68′).

Semifinales

Alemania Federal-Austria 6-1 Schäfer (31′), Morlock (47′), F. Walter (56′, pti y 65′, pti) y O. Walter (61′ y 89′).

Probst (52′).

Hungría-Uruguay 4-2 Czibor (12′), Hidegkuti (47′) y Kocsis (109′ y 117′).

Hohberg (76′ y 87′).

Tercer y cuarto puesto

Austria-Uruguay 3-1 Stojaspal (16′, pti), Cruz (59′, pp) y Ocwirk (79′).

Hohberg (21′).

Final

ALEMANIA FEDERAL  3 – HUNGRÍA  2

Berna. Wankdorf Stadion, 4 de julio de 1954.

Árbitro: William Ling (Inglaterra).

ALEMANIA FEDERAL: Turek; Posipal, Liebrich, Kohlmeyer; Eckel, Mai; Rahn, Morlock, O. Walter, F. Walter y Schäfer.

HUNGRÍA: Grosics; Buzansky, Lorant, Lantos; Bozsik, Zakarias; Czibor, Kocsis, Hidegkuti, Puskas y M. Toth.

GOLES: 0-1 (6′), Puskas; 0-2 (8′), Czibor; 1-2 (10′), Morlock; 2-2 (18′), Rahn; 3-2 (84′), Rahn.

Goleadores

11

Kocsis (Hungría).

6

Morlock (Alemania Federal), Probst (Austria) y Hügi (Suiza).

4

Rahn, Schäfer y Walter (O) (Alemania Federal), Hidegkuti y Puskas (Hungría), Ballaman (Suiza) y Borges (Uruguay).

3

Walter (F) (Alemania Federal), Stojaspal y Wagner (Austria), Anoul (Bélgica), Czibor (Hungría), Lofthouse (Inglaterra), Burhan y Suat (Turquía) y  Hohberg y Míguez (Uruguay).

2

Körner (A) y Ocwirk (Austria), Didí, Julinho y Pinga (Brasil), Lantos y Palotas (Hungría), Broadis (Inglaterra), Lefter (Turquía) y  Abbadíe y Schiaffino (Uruguay).

1

Hermann, Klodt y Pfaff (Alemania Federal), Coppens (Bélgica), Baltazar y Santos (D) (Brasil), Kopa y Vincent (Francia), Toth (J) (Hungría), Finney, Mullen y Wilshaw (Inglaterra), Boniperti, Frignani, Galli, Lorenzi, Nesti y Pandolfini (Italia), Balcázar y Lamadrid (México), Fatton (Suiza), Erol y Mustafá (Turquía), Ambrois y Varela (Uruguay) y Milutinovic y Zebec (Yugoslavia).

Goles totales: 140.

Goles en propia puerta: Dickinson (Inglaterra), Cárdenas (México), Cruz (Uruguay) y Horvat (Yugoslavia).

Partidos disputados: 26.

Promedio de goles: 5.39.

Los campeones

JUGADOR (dorsal) PUESTO

EDAD

EQUIPO
Anton TUREK (1) Portero

35

Fortuna Düsseldorf
Heinz KUBSCH (21) Portero

23

FK Pirmasens
Heinz KWIATKOWSKI (22) Portero

27

Borussia Dortmund
Fritz LABAND (2) Defensa

28

Hamburgo
Werner KOHLMEYER (3) Defensa

30

Kaiserslautern
Hans BAUER (4) Defensa

26

Bayern Munich
Herbert ERHARDT (5) Defensa

23

Fürth
Josef POSIPAL (7) Defensa

27

Hamburgo
Werner LIEBRICH (10) Defensa

27

Kaiserslautern
Horst ECKEL (6) Medio

22

Kaiserslautern
Karl MAI (8) Medio

26

Fürth
Paul MEBUS (9) Medio

30

Colonia
Karl-Heinz METZNER (11) Medio

31

Hessen
Helmut RAHN (12) Delantero

24

Rot Weiss
Maximilian MORLOCK (13) Delantero

29

Nuremberg
Bernhard KLODT (14) Delantero

27

Schalke 04
Ottmar WALTER (15) Delantero

30

Kaiserslautern
Fritz WALTER (16) Delantero

33

Kaiserslautern
Richard HERMANN (17) Delantero

31

Frankfurt SV
Ulrich BIESINGER (18) Delantero

20

Augsburgo
Alfred PFAFF (19) Delantero

27

Eintracht Frankfurt
Hans SCHÄFER (20) Delantero

26

Colonia

SELECCIONADOR: Sepp Herberger.

VI Copa del Mundo. Suecia 1958.

Se mantiene el sistema de competición de 1954, con la salvedad de que todos los componentes del mismo grupo se enfrentarán entre sí. Habrá, también como en Suiza-54,  partido de desempate en caso de igualdad final a puntos. Los dos primeros clasificados de cada uno de los cuatro grupos pasarán a cuartos de final. El partido Inglaterra-Brasil de la primera fase, disputado en Göteborg, registró el primer empate sin goles de los Mundiales. El escocés Bobby Collins logró, ante Paraguay, el gol nº 500 de la historia de la competición. Primer título para Brasil, que además fue la primera selección en conquistar una Copa del Mundo fuera de su continente. El francés Just Fontaine se proclamó máximo goleador con 13 goles en 6 encuentros, una marca difícil de igualar y que ha perdurado a través de los tiempos. La selección canarinha presentó en sociedad a un adolescente de 17 años, con el 10 a la espalda, llamado Edson Arantes do Nascimento y que respondía al sobrenombre de Pelé. Será la gran sensación del torneo y pondrá la primera piedra de una de las carreras deportivas más extraordinarias hasta hoy conocidas.

Fase de grupos

Grupo A

Alemania Federal-Argentina 3-1 Rahn (33′ y 79′) y Seeler (42′).

Corbatta (3′).

Irlanda Norte-Checoslovaquia 1-0 Cush (20′).
Alemania Federal-Checoslovaquia 2-2 Schäfer (59′) y Rahn (70′).

Dvorak (24′, pti) y Zikan (42′).

Argentina-Irlanda Norte 3-1 Corbatta (38′, pti), Menéndez (55′) y Avio (59′).

McParland (4′).

Alemania Federal-Irlanda Norte 2-2 Rahn (21′) y Seeler (79′).

McParland (19′ y 60′).

Checoslovaquia-Argentina 6-1 Dvorak (8′), Zikan (17′ y 83′), Hovorka (39′ y 89′) y Feureisl (69′).

Corbatta (65′, pti).

Irlanda Norte-Checoslovaquia

(Desempate)

2-1 McParland (44′ y 99′).

Zikan (19′).

Clasificados para cuartos de final: Alemania Federal e Irlanda del Norte.

Grupo B

Francia-Paraguay 7-3 Fontaine (25′, 30′ y 68′), Piantoni (51′), Wisnieski (62′), Kopa (70′) y Vincent (84′).

Amarilla (21′ y 44′, pti) y Romero (50′).

Yugoslavia-Escocia 1-1 Petakovic (16′).

Murray (48′).

Yugoslavia-Francia 3-2 Petakovic (16′) y Veselinovic (65′ y 87′).

Fontaine (5′ y 85′).

Paraguay-Escocia 3-2 Agüero (4′), Re (44′) y Parodi (74′).

Mudie (23′) y Collins (76′).

Francia-Escocia 2-1 Kopa (22′) y Fontaine (45′).

Baird (66′).

Yugoslavia-Paraguay 3-3 Ognjanovic (12′), Veselinovic (29′) y Rajkov (74′).

Parodi (21′), Agüero (49′) y Romero (80′).

Clasificados para cuartos de final: Francia y Yugoslavia.

Grupo C

Suecia-México 3-0 Simonsson (17′ y 64′) y Liedholm (58′, pti).
Hungría-Gales 1-1 Bozsik (4′).

J. Charles (26′).

Gales-México 1-1 Allchurch (32′).

Belmonte (89′).

Suecia-Hungría 2-1 Hamrin (34′ y 55′).

Tichy (78′).

Hungría-México 4-0 Tichy (19′ y 46′), Sandor (54′) y Bencsics (69′).
Suecia-Gales 0-0
Gales-Hungría

(Desempate)

2-1 Allchurch (55′) y Medwin (76′).

Tichy (33′).

Clasificados para cuartos de final: Suecia y Gales.

Grupo D

Inglaterra-Unión Soviética 2-2 Kevan (65′) y Finney (84′, pti).

Simonian (13′) y A. Ivanov (56′).

Brasil-Austria 3-0 Altafini (37′ y 80′) y N. Santos (48′).
Inglaterra-Brasil 0-0
Unión Soviética-Austria 2-0 Ilyin (15′) y V. Ivanov (65′).
Brasil-Unión Soviética 2-0 Vavá (3′ y 77′).
Inglaterra-Austria 2-2 Haynes (56′) y Kevan (74′).

Koller (15′) y Körner (71′).

Unión Soviética-Inglaterra

(Desempate)

1-0 Ilyin (68′).

Clasificados para cuartos de final: Brasil y Unión Soviética.

Cuartos de final

Francia-Irlanda Norte 4-1 Wisnieski (43′), Fontaine (56′ y 64′) y Piantoni (68′).
Alemania Federal-Yugoslavia 1-0 Rahn (12′).
Suecia-Unión Soviética 2-0 Hamrin (49′) y Simonsson (87′).
Brasil-Gales 1-0 Pelé (65′).

Semifinales

Brasil-Francia 5-2 Vavá (2′), Didí (39′) y Pelé (53′, 64′ y 76′).

Fontaine (9′) y Piantoni (83′).

Suecia-Alemania Federal 3-1 Skoglund (33′), Gren (80′) y Hamrin (88′).

Schäfer (24′).

Tercer y cuarto puesto

Francia-Alemania Federal 6-3 Fontaine (16′, 36′, 78′ y 89′), Kopa (27′, pti) y Douis (50′).

Cieslarczyk (18′), Rahn (52′) y Schäfer (84′).

Final

BRASIL  5 – SUECIA  2

Solna, Estocolmo. Rasunda Stadion, 29 de junio de 1958.

Árbitro: Maurice Guigue (Francia).

BRASIL: Gilmar; D. Santos, Bellini, Orlando, N. Santos; Zito, Didí; Garrincha, Vavá, Pelé y Zagalo.

SUECIA: Svensson; Bergmark, Börjesson, Axbom; Gustavsson, Parling; Hamrin, Gren, Simonsson, Liedholm y Skoglund.

GOLES: 0-1 (3′), Liedholm; 1-1 (9′), Vavá; 2-1 (32′), Vavá; 3-1 (55′), Pelé; 4-1 (68′), Zagalo; 4-2 (80′), Simonsson; 5-2 (90′), Pelé.

Goleadores

13

Fontaine (Francia).

6

Rahn (Alemania Federal) y Pelé (Brasil).

5

Vavá (Brasil) y McParland (Irlanda del Norte).

4

Zikan (Checoslovaquia), Tichy (Hungría) y Hamrin y Simonsson (Suecia).

3

Schäfer (Alemania Federal), Corbatta (Argentina), Kopa y Piantoni (Francia) y Veselinovic (Yugoslavia).

2

Seeler (Alemania Federal), Altafini (Brasil), Dvorak y Hovorka (Checoslovaquia), Wisnieski (Francia), Allchurch (Gales), Kevan (Inglaterra), Agüero, Amarilla, Parodi y Romero (Paraguay), Liedholm (Suecia), Ilyin (Unión Soviética) y Petakovic (Yugoslavia).

1

Cieslarczyk (Alemania Federal), Avio y Menéndez (Argentina), Koller y Körner (Austria), Didí, Santos (N) y Zagalo (Brasil), Feureisl (Checoslovaquia), Baird, Collins, Mudie y Murray (Escocia), Douis y Vincent (Francia), Charles (J) y Medwin (Gales), Bencsics, Bozsik y Sandor (Hungría), Finney y Haynes (Inglaterra), Cush (Irlanda del Norte), Belmonte (México), Re (Paraguay), Gren y Skoglund (Suecia), Ivanov (A), Ivanov (V) y Simonian (Unión Soviética) y Ognjanovic y Rajkov (Yugoslavia).

Goles totales: 126.

Partidos disputados: 35.

Promedio de goles: 3,6.

Los campeones

JUGADOR (dorsal) PUESTO

EDAD

EQUIPO
Carlos José CASTILHO (1) Portero

31

Fluminense
GILMAR Dos Santos (3) Portero

27

Corinthians
Hideraldo BELLINI (2) Defensa

28

Vasco Da Gama
Djalma SANTOS (4) Defensa

29

Portuguesa
Nilton SANTOS (12) Defensa

33

Botafogo
Nilton DE SORDI (14) Defensa

27

Sao Paulo
ORLANDO Peçanha (15) Defensa

22

Vasco Da Gama
Waldemar ORECO (16) Defensa

26

Corinthians
DINO Sani (5) Medio

26

Sao Paulo
Waldir Pereira, DIDÍ (6) Medio

29

Botafogo
MOACYR Pinto (8) Medio

22

Flamengo
Alves Calazans, ZÓZIMO (9) Medio

26

Bangú
MAURO Ramos (13) Medio

27

Sao Paulo
José Miranda, ZITO (19) Medio

25

Santos
Mario ZAGALO (7) Delantero

26

Flamengo
Edson Arantes, PELÉ (10) Delantero

17

Santos
Manoel Dos Santos, GARRINCHA (11) Delantero

24

Botafogo
JOEL Antonio Martins (17) Delantero

26

Flamengo
Joao ALTAFINI (18) Delantero

19

Palmeiras
Edvaldo Izidio, VAVÁ (20) Delantero

23

Vasco Da Gama
Alves Santa Rosa, DIDA (21) Delantero

24

Flamengo
José Maciá, PEPE (22) Delantero

23

Santos

SELECCIONADOR: Vicente Feola.




Quique Ramos Top Ten atlético

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A Miguelón de corazón atlético al que Dios le tenga en su gloria (1968-2013)

Enrique Ramos González nació en Madrid el 7 de marzo de 1956. Sus comienzos futbolísticos fueron en el At. Pinto del cual fue traspasado al equipo rojiblanco por ciento cincuenta mil pesetas en el año 1977. Tras una temporada en el equipo amateur y otra en el At. Madrileño a la ordenes de Joaquín Peiro sus buenas actuaciones no pasaron desapercibidas por Luis Aragonés quien le hizo debutar en la temporada 1979/80 en el primer equipo. Su debut no pudo ser mas afortunado ya que se estreno con gol y victoria en el estadio Rico Pérez de Alicante ante el Hércules a falta de diez minutos para finalizar el partido y con derrota por dos a cero (Moyano y Charles) Quique anoto el primer gol, Luiz Pereira el empate y Leal de penalty en el ultimo minuto conseguían la remontada.

Afianzado como titular durante nueve temporadas en el primer equipo podía jugar tanto de defensa como de centrocampista, velocidad y técnica junto con una pierna izquierda prodigiosa eran esas armas perfectas para desarbolar a sus rivales en ese temido contragolpe tan habitual en el At. Madrid de los años ochenta que tanto gustaba a Luis Aragonés y que tan buenos resultados dio al equipo colchonero.

En su primera temporada jugo un total de 46 partidos (33 de liga, 11 de copa y 2 de competición europea) anotando 3 goles en liga y dos en copa.

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En la temporada 1980/81 jugo 35 partidos (30 de liga y 5 de copa) marcando 1 gol en cada competición.

Sus buenas actuaciones le hicieron que su sueño de ir convocado con la Selección Española se hiciera realidad debutando de la mano de José Emilio Santamaría en su propio estadio en un partido amistoso contra Francia (1-0) gol de Juanito al transformar un penalti del que fue objeto Rubio otro rojiblanco debutante en ese partido. Quique Ramos salto al campo en el minuto 46 sustituyendo al sportinguista Joaquín, fue un 18 de febrero de 1981.

Esta misma temporada volvió a ser convocado para jugar un partido amistoso en el estadio Das Antas de Oporto contra Portugal (2-0) a favor de los lusos Nené y Nogueira marcaron en los minutos finales de partido certificando la derrota española. Quique Ramos sustituyo en el minuto 69 al realista «Perico» Alonso.

En la temporada 1981/82 disputo 44 partidos (34 de liga, 10 copa y 2 de competición europea) anotando 4 goles en liga.

Al finalizar esta temporada formo parte de una lista inicial de veintitrés jugadores para la disputa del Mundial 82 que se celebraría en nuestro país. En  la concentración le comunicaron la mala noticia que el descarte era el ya que en la reglamentación de aquella época solo podían inscribirse veintidós jugadores para la cita mundialista.

Sus números en la temporada 1982/83 fueron 36 partidos (33 de liga y 3 de copa) marcando 2 goles en liga y 1 copa.

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El 5 de octubre de 1983 y ya con Miguel Muñoz de seleccionador fue convocado por tercera vez para disputar un encuentro de carácter amistoso en Paris contra Francia (1-1) Rocheteau y Señor los goleadores. Quique Ramos sustituyo a Andoni Goicoechea tras el descanso.

En la temporada 1983/84 disputo 34 partidos (32 de liga y 2 de copa) anotando 4 goles en liga.

La siguiente temporada 1984/85 jugo un total de 44 partidos (33 en liga, 9 en copa y 2 en competición europea) marcando 2 goles en liga y 1 en copa.

El 12 de junio de 1985 el seleccionador español Miguel Muñoz vuelve a acordarse de Quique Ramos para un partido oficial en Reikiavik contra Islandia perteneciente a la fase de clasificación para el Mundial de Méjico 86. Disputo los noventa minutos reglamentarios el partido termino 1-2 para el seleccionado español anotando Sarabia y Marcos los goles visitantes remontando así el primer y único gol islandés de Thórdarson. Esta fue su ultima participación con el combinado español la dura competencia por el lateral izquierdo con el que entonces contaba la selección con jugadores de la talla de Julio Alberto, Camacho o Gordillo no le permitieron mas participaciones con la «Roja».

Campeones de Copa del Rey. De pie: Votava, Ruiz, Mejias, Clemente, Landaburu y Arteche. Agachados: Julio Prieto, Marina, Hugo Sánchez, Quique Ramos y Rubio.

Campeones de Copa del Rey. De pie: Votava, Ruiz, Mejias, Clemente, Landaburu y Arteche. Agachados: Julio Prieto, Marina, Hugo Sánchez, Quique Ramos y Rubio.

El 30 de junio de ese mismo año el Atlético de Madrid disputaba la final de Copa del Rey en el Santiago Bernabeu contra el Ath. Bilbao, después de eliminar en semifinales al Zaragoza.

A la ordenes del colegiado Miguel Pérez los equipos presentaron las siguientes alineaciones:

Ath. Bilbao: Zubizarreta – Urquiaga – Goicoechea – Lizeranzu -De la Fuente – De Andrés – Gallego – Urtubi – Pachi Salinas – Dani – Julio Salinas.

Sarabia sustituyo a Pachi Salinas y Endika hizo lo propio por Dani.

At. Madrid: Mejias – Votava – Arteche – Ruiz – Clemente – Julio Prieto – Marina – Quique Ramos – Landaburu – Hugo Sánchez – Rubio.

Balbino sustituyo a Clemente y Minguez a Rubio.

El partido finalizo 1-2 a favor del Atlético de Madrid con 2 goles del mejicano Hugo Sánchez que se despedía así de su afición para fichar por el Real Madrid, el gol vizcaíno fue obra del futuro jugador atlético Julio Salinas. Quique Ramos conseguía de este modo su primer titulo oficial.

El 9 de octubre se 1985 se disputaba en el estado Vicente Calderón el partido de ida de la Supercopa de España contra el F.C.Barcelona remontando con goles de Cabrera, Ruiz y Da Silva el tempranero gol del blaugrana Clos.

La vuelta se disputo el 30 de octubre de 1985 y el Barcelona gano con un solitario gol de Alexanco. 3-2 computo total para los atléticos y nuevo titulo para Quique Ramos que jugo ambos partidos.

Campeones de Supercopa de España. De pie: Sergio, Clemente, Mejias, Minguez, Landaburu y Arteche,  Agachados: Cabrera, Tomas, Da Silva, Marina y Quique Ramos.

Campeones de Supercopa de España. De pie: Sergio, Clemente, Mejias, Minguez, Landaburu y Arteche, Agachados: Cabrera, Tomas, Da Silva, Marina y Quique Ramos.

En la temporada 1985/86 disputo 31 partidos (24 de liga y 7 de competición europea) anoto 1 gol en cada competición.

La nota triste de esta temporada se produjo el 2 de mayo de 1986 en la final de la Recopa de Europa que el equipo rojiblanco perdió en Lyon ante el Dinamo Kiev por 3-0 (Zavarov, Blokhin y Evtushenko). Quique Ramos jugo el partido completo pero la superioridad del equipo ruso (plagados de internacionales y estrellas como Blokhin pretendido por el R. Madrid y Belanov) fue manifiesta.

En la temporada 1986/87 jugo un total de 34 partidos (28 de liga, 4 de copa y 2 de competición europea) marcando 2 goles en liga y 1 copa.

El 27 de junio de 1987 nuevo revés para Quique Ramos y para el conjunto rojiblanco al perder la final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad. El partido finalizo 2-2 López Ufarte y Beguiristain para los donostiarras, Rubio y Da Silva para los madrileños. Finalizada la prorroga 4-2 en la tanda de penaltys y titulo en dirección a San Sebastian. Quique Ramos jugo todo el partido.

En la temporada 1987/88 llega Jesús Gil a la presidencia del club en la que seria la ultima de Quique Ramos en el At. Madrid jugo 28 partidos (24 de liga y 4 copa). Al finalizar esta temporada abandona el club junto a Landaburu, Arteche y Quique Setién de manera injusta ya que el presidente les considero responsable del ambiente toxico existente en el vestuario. Aunque los cuatro jugadores ganaron sus juicios correspondientes por despidos improcedentes la imagen futbolística ya nunca seria la misma.

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En la temporada 1989/90 ficha por el Rayo Vallecano recién ascendido a Primera División solo disputo tres partidos con el equipo representativo de la popular barriada madrileña de Vallecas una lesión de menisco en su rodilla derecha le retiro finalmente del futbol. Años después volvió a tener contacto con el mundo del futbol al hacerse cargo de la presidencia del C.D. Toledo tras la marcha de Eduardo Herrera (2002/03).

Quique Ramos fue un jugador referente de la cantera atlética y un gran profesional con un compromiso total con su club y afición, muy querido por esta y siempre recordado por sus continuas galopadas por la banda izquierda del Vicente Calderón y sus medidos centros al área eran casi siempre gol. Formo junto a Landaburu, Julio Prieto y Marina una línea media muy recordada por su garra y calidad en la década de los ochenta.

Disputo un total de 334 partidos como jugador atlético (271 de liga, 46 de copa del Rey y 17 de competición europea) lo que le convierte por derecho propio en uno de los Top Ten del club Atlético de Madrid.




Sobre la autoría de los goles. Un caso particular (I). Los tantos de Quini en la temporada 1970-71

Sirva este artículo como continuación, en cierto modo, al publicado en junio del año pasado en la edición nº 33 de Cuadernos, en el que se constataba el resultado del estudio efectuado por el diario La Vanguardia sobre los goles oficiales conseguidos por el delantero leonés César con el C.F. Barcelona en la competición liguera (recordemos que se reducían en tres el número total de tantos del azulgrana).

En el mismo se realizaba también un somero análisis de los problemas con los que en numerosas ocasiones se encuentra el historiador y/o estadístico a la hora de establecer la autoría de los goles cuando existen divergencias entre las fuentes consultadas, pudiendo ser éstas por muy variados motivos, entre los que no faltan los errores en la identificación de jugadores, la propia conveniencia o favoritismo del cronista o medio de comunicación de turno, o, simplemente, la dificultad intrínseca de la jugada en cuestión.

Es este último caso el que nos ocupa en esta oportunidad, la complejidad para determinar quién anota el tanto cuando los hechos a juzgar son confusos, representado en la autoría de dos goles cosechados en sendos   encuentros disputados por el entonces Real Gijón durante la temporada 1970-71, que tienen a Enrique Castro, Quini, en su debut en Primera, como protagonista.

Evidentemente, en la dilatada carrera de un goleador tan prolífico como el «Brujo» ha habido otras oportunidades en donde se ha puesto en cuestión la autoría de alguno de los tantos en los que ha participado (y en la segunda parte de este trabajo, se dará cuenta de algunos de los casos más significativos), pero siempre ha existido una mayoría de medios que decantaban la balanza con claridad en una u otra dirección, cuando no era una única voz la discrepante frente a la unanimidad que imperaba en el resto de crónicas. Sin embargo, en esta ocasión la divergencia de pareceres en las reseñas de los encuentros analizados impide al investigador llegar a alguna conclusión. Es posible que sólo la contemplación de las imágenes registradas en los resúmenes televisivos pudieran sacarnos de dudas. Y quizá ni siquiera así sea factible «desfacer el entuerto».

Los partidos en cuestión son los siguientes (en negrita se establecen los goles que históricamente se han venido otorgando a Quini en los mismos que, no por casualidad, coincide con lo señalado en su momento en el diario Marca):

20-09-70   Liga Real Gijón 3 Sabadell 2 2 goles (se discute la autoría de uno de ellos, que algunos atribuyen a Paquito)

Relación de anotadores: Quini, Valdés, de penalti, y Paquito o Quini // De Diego, Quiles

Conviene apuntar que este encuentro fue televisado en directo para toda España.

1-11-70   Liga Real Gijón 3 Granada 2 Ninguno (Se discute la autoría de un tanto, que varios dan erróneamente a Pascual, otros a Churruca, que fue quien realmente chutó y el resto a Quini, que remachó el balón sobre la línea de meta)

Relación de anotadores: Barrenechea en propia puerta, Pascual, Churruca o Quini y Churruca // Vicente, Juárez

Antes de pasar a ver las reseñas de los goles, conviene señalar que un mismo periodista podía realizar distintas crónicas para diferentes medios. Cuando esto sucede, se hace constar.

En negrita figura el jugador al que se adjudica la autoría, salvo en aquellas ocasiones en las que no queda suficientemente claro este punto, en cuyo caso se deja consignado este hecho mediante unos interrogantes.

Indicar también que, cuando se dispone de fotografías del tanto analizado se ubican al final de los apuntes periodísticos. Lamentablemente, sólo se ha podido obtener imágenes del choque frente al Granada.

Por último, explicar que hemos preferido exponer la descripción de los goles mostrando primero lo señalado por los medios regionales de los equipos contendientes, para después presentar la descripción realizada en los periódicos deportivos. Es importante hacer constar que los diarios especializados y La Hoja salían los lunes, mientras que la prensa escrita regional descansaba ese día, publicando sus crónicas los martes. Esto tiene especial interés, ya que en algún caso deparará sorpresas interesantes.

Ni que decir tiene que la narración de los goles efectuada es tan variopinta que, en ocasiones, puede parecer que asistimos a la descripción de diferentes jugadas. No es el caso.

20-09-70                               Real Gijón 3 Sabadell 2 Liga                                       El Molinón

Prensa local gijonesa

«A los 31 balón largo que recoge Quini, dribla a Pini, tira, rechaza el portero, se hace de nuevo con la pelota, quiebra la salida del meta a sus pies y en posición forzada, dispara cruzado a las mallas.» (Emilio Sánchez Liomi / Hoja del Lunes de Gijón)

«Treinta y dos minutos. Gran jugada de Quini sobre la derecha. El portero se tira a sus pies y le derriba. Consigue recuperarse y tira sesgadísimo para que Paquito, excelentemente colocado, remache el tanto.» (Robustiano Viña Mori ROVI / El Comercio)

«A los 32 minutos, despeje largo de la defensa local que recoge Quini, profundiza, se libra del acoso de dos contrarios, tira, rechaza el portero y vuelve a rematar. Cuando intervenía Paquito ya iba el balón camino de la red.» (Enrique Prendes EPE / Voluntad)

Durante la semana ROVI en El Comercio haría el siguiente apunte sobre el debate que la autoría de este tanto había provocado: «Tema de comentario estos días es el tercer gol del Sporting. Hay quien se lo atribuye a Quini, cuando la realidad fue que lo marcó Paquito, si bien es cierto que fue después de una magistral jugada del interior. De no haber rematado Paquito ¿hubiese llegado el balón a la red? Eso ya no podrá probarse. De todas formas seguramente hay quien llegaría a pensar en que Quini puede ser máximo goleador en Primera División y ante tal posibilidad, bueno es arrimar el ascua a la sardina de su forofismo«.

Prensa local Sabadell

«31 minutos: Tras una serie de rebotes, Quini, con Comas a sus pies, intenta el remate, volviendo el cuero, en afortunado rebote a los pies del propio jugador que centra sobre el marco, rematando Paquito en la misma boca de gol. (3-1)». (J.C.T. / Sabadell)

Prensa regional asturiana

«3-1. Treinta y un minutos. Kini* lucha contra la defensa y el portero. Se lleva el balón por fuerza, por coraje y marca un gol de furia.» (Omicrón II / Hoja del Lunes de Oviedo)

* Es muy probable que el cronista sea Ricardo Vázquez Prada (véase reseña del gol en Región, más abajo). Años mas tarde firmaría las crónicas realizadas para en este medio sin utilizar pseudónimo. No deja de llamar la atención el error en la grafía del jugador, para entonces ya una figura en ciernes del fútbol español.

«En el minuto 31 un balón largo es recogido por Quini, dribla a Pini y dispara, la pelota es rechazada por Comas y de nuevo el interior rojiblanco se hace con el cuero, quiebra al guardameta y casi sin ángulo de tiro bate al portero de los arlequinadas. Tres a uno.» (José de Arango / La Nueva España)

«Media hora del segundo tiempo: Kini llega a borde del área. Le entra Pini. Luchan ambos por el balón. Se acerca a Arnal, que también interviene. Kini sale triunfante. Tira. El balón da en Comas, que queda en el suelo. Kini insiste y dispara a puerta, cuando tres jugadores del Sabadell intentan evitar lo inevitable» (Ricardo Vázquez Prada / Región)

«… y en el minuto 32 Quini en jugada individual, tras varios regates, marca». (¿DAS? / La Voz de Asturias)

Prensa regional catalana

«3-1, 74 minutos: Quini sale con el balón desde la línea de medios, llegando hasta el área contraria, donde espera el reagrupamiento de los defensas para muy bien entre ellos y tirar cuando sale Comas; rechaza el portero, volviendo el balón a Quini, que se abre hacia la izquierda, dribla a un contrario más y tira cruzado. Cuando el balón entra, remacha Paquito. (¿?)» (Santiago Covadonga / La Vanguardia)

«En el minuto treinta y uno, Quini realiza una extraordinaria jugada, con tesón y valentía, llevándose la pelota a trancas y barracas para, finalmente, lograr el tercer tanto». (Agencia LOGOS / El Correo Catalán)

«31 minutos, contraataque del Gijón y avance en profundidad de Quini, que, con agallas, se desenvuelve de dos contrarios y tira a la salida del portero». (Enrique Prendes / Hoja del Lunes de Barcelona) *

* EPE escribía en el diario gijonés Voluntad y era también el cronista de Marca en Gijón.

«A la media hora de juego de esta segunda parte, Quini, el hombre más peligroso de la delantera gijonesa, se interna, dribla a cuantos contrarios se le ponen por delante y remata fuerte, la pelota la desvía un defensa, y cuando Comas pretende hacerse con ella consigue adelantarse nuevamente Quini, quien en posición oblicua al marco tira obteniendo el tercer tanto local». (Especial desde Gijón para Barcelona Deportiva)

Prensa deportiva nacional

«3-1. 77 minutos. En contraataque del Gijón, avanza en profundidad Quini, que dribla a dos contrarios y tira, chocando el balón en el portero y saliendo hacia puerta hasta colarse en la red.» (Enrique Prendes / Marca)

«A los treinta y un minutos hay un balón largo, que recoge Quini, profundizando, para disparar muy fuerte. Rechaza la defensa y ahora Quini asegura el disparo y cruza la pelota al otro lado del marco, lejos del alcance de Comas.» (José de Ceares / As)

«A los treinta y un minutos. Contraataque personal de Quini quien dribla sucesivamente a tres jugadores, incluido Comas, templó un centro sobre puerta y Paquito solamente tiene que empujar el balón (3-1).» (Juan A. Calvo / El Mundo Deportivo)

«En el minuto 31 Quini, haciendo honor a su fama goleadora marcaría el 3-1. Fue una sensacional jugada, tras driblar a varios contrarios y arrebatar el cuero de las mismas manos a Comas.» (J. V. Piñera / Dicen)

«En el minuto treinta y uno Quini logra el tercer tanto.» (Crónica de la agencia Mencheta / Deportes)

El semanario deportivo valenciano otorgaba también el primer tanto al interior sportinguista.

1-11-70                                 Real Gijón 3 Granada 2 Liga                                       El Molinón

Prensa local gijonesa

«A los 20, falta de De la Cruz a Churruca. Cede Valdés al extremo, éste a Pascual que tira, se le escapa de las manos en alto el balón a Ñito y Quini se encarga de remachar el gol en la misma línea de meta, aunque probablemente la pelota hubiera entrado sola.» (Emilio Sánchez Liomi / Hoja del Lunes de Gijón)

«A los  20 minutos, el segundo. Rigo sanciona al Granada por falta a Churruca. La saca Valdés y remata Churruca desbordando a Ñito, pero Quini termina mandando la pelota al fondo del marco granadino.» (ROVI / El Comercio)

«A los veinte minutos, avance peligroso de Churruca, a quien le hacen falta, señalada por el árbitro. La lanza Valdés con temple y Pascual empalma un remate por alto, no muy fuerte. Ñito detiene, pero se le escapa el balón, que se introduce en el marco. Cuando Quini remachó empalmando por alto, el gol estaba ya conseguido. (Luego nos dicen que el remate fue de Churruca y no de Pascual*)». (Enrique Prendes EPE / Voluntad)

* Esto tiene su miga, porque Enrique Prendes era el encargado de realizar la crónica para el diario Marca (que salía los lunes, como todos los diarios deportivos), y adjudicó el tanto a Pascual de cara al trofeo Pichichi.

Prensa local granadina

«A los dieciocho minutos, Churruca es objeto de una de las numerosas faltas que le hizo De la Cruz. La bota Valdés hacia Churruca, éste remata a puerta y cuando la pelota pasa sobre la línea de gol, Quini, que había logrado zafarse del marcaje de Barrenechea y Santos, entra con el balón en la red. (¿?)» (Crónica especial de Juan Alcázar* / Ideal)

* Redactor de El Comercio de Gijón

«Y por si fuera poco, a los veinte minutos llegaba el segundo tanto, ya descrito, con fallo garrafal de Ñito, a quien escapó hacia atrás el flojo envío de Churruca, para que Quini materializara e hiciera inútil el intento de Ñito por rectificar su pifia.» (José Luis Codina) / Patria)

En otro párrafo de la crónica se describía el tanto de la siguiente manera: «…y, por si fuera poco el portero canario tampoco estuvo muy afortunado en los dos tantos encajados, el primero en colaboración con Barrenechea, que fue quien le goleó, y el segundo totalmente suyo, pues el disparo de Churruca resultó tan inocente, que el propio extremo izquierdo del Sporting se llevó las manos a la cabeza cuando vio como su compañero Quini remachaba sobre la misma raya de puerta, quizá ya con el balón traspasando la raya, el segundo gol«.

Prensa regional asturiana

«2-0. Falta que saca el Gijón, remate de Pascual. Ñito falla el blocaje y Quini*, por si acaso, empuja el balón cuando ya había traspasado la raya.» (Omicrón II / Hoja del Lunes de Oviedo)

* Nótese que ya esta corregida la grafía del delantero sportinguista.

«En el minuto veinte hay una falta de De la Cruz a Churruca. La ejecuta Valdés que envía hacia Churruca, éste cede a Pascual quien dispara y la pelota se le escapa de las manos a Ñito, oportunidad que aprovecha Quini para fusilar el gol. Dos a cero». (José de Arango / La Nueva España)

«2-0. A los 20 minutos, Valdés saca una falta contra el Granada. Churruca* pica el balón por alto. Ñito no bloca y la pelota entra en la puerta al mismo tiempo que Quini la empuja por si hubiera duda». (Ricardo Vázquez Prada / Región)

* Indicar que en la reseña del choque se indicaba que el tiro había sido de Pascual. Lógicamente las crónicas insertadas en los diarios del martes habían sido confeccionadas con antelación. Lo que se hizo fue anotar la corrección en el apartado de alineaciones, árbitro y goleadores, de donde se ha extraído la descripción del tanto. Reseñar que, pese a que en ésta no queda perfectamente clara la autoría, en el apartado de anotadores se señalaba a Barrenechea en propia puerta, Quini y Churruca como los ejecutores de los tres tantos rojiblancos.

Llama la atención el hecho de que, si como suponemos Omicrón II es Ricardo Vázquez Prada (hay muchas similitudes en sus crónicas), en la Hoja del Lunes de Oviedo el plumilla otorgara el tanto a Pascual, en lugar de al ariete sportinguista, como sí hace en esta oportunidad.

«Obra el segundo de Quini, aprovechando un tiro de Churruca, en el minuto 22«. (Daniel Arbesú DAS / La Voz de Asturias)

Prensa regional andaluza

Los medios que no son de la provincia traen muy poca información y suele ser a través de agencias. Como ejemplo:

«(…) y a los veinte, Quini remachó el segundo en un balón bombeado por Churruca». (Crónica de la agencia Mencheta / ABC Sevilla)

Prensa deportiva nacional

«2-0. Veinte minutos. Falta por la izquierda que saca Valdés y remata Pascual sobre la marcha. Ñito detiene la pelota, pero se le escapa ya dentro de la red, donde Quini termina de remachar el gol.» (Enrique Prendes / Marca) *

* Así, Pascual ha quedado para la historia como el autor del gol de cara al trofeo Pichichi

«A los veinte minutos llegó el segundo tanto local, en un saque franco recogido por Churruca y coronado con un disparo muy fuerte que Ñito atajó, pero sin poder sujetar la pelota, y Quini, con su oportunismo de siempre, anticipándose a la recogida, clavó el cuero en las mallas.» (José de Ceares / As)

«A los veinte minutos, falta a Churruca, que saca Valdés, y el propio Churruca bate a Ñito.» (Maese ALONSO / El Mundo Deportivo)

«A los diecinueve de esta misma parte, Churruca dispara recogiendo el saque de una falta por alto y sin parar batiendo a Ñito, que no consiguió blocar el esférico.» (Piñera / Dicen)

En el semanario Deportes recogen la misma crónica de Mencheta que publicó el ABC sevillano.

Las fotos del gol ante el Granada en la prensa

Antes (Foto de Guerrero hijo en La Nueva España)

Antes (Foto de Guerrero hijo en La Nueva España)

Durante (Foto de Puche en el diario Patria)

Durante (Foto de Puche en el diario Patria)

Después (Foto  de Vegafer. El Comercio)

Después (Foto de Vegafer. El Comercio)

En aquella temporada, la tabla de goleadores (más comúnmente aceptada) quedó como sigue:

Temp.

G

Ptdos.

G

Ptdos.

G

Ptdos.

1970-71 Gárate (Atl. Madrid)

Rexach (Barcelona C.F.)*

17

28

28

Acosta (Sevilla)                          Pirri (R. Madrid)*                     Irureta (Atl. Madrid)

Quini (R. Gijón)*

13

27   29

27

30

Uriarte (Atl. Bilbao)

11

28

*El asterisco que aparece junto a algunos jugadores denota que se han encontrado recopilaciones en las que el número de goles que se les adjudica varía.

En el caso del goleador asturiano, la diferencia de pareceres podría llevarle a ocupar la segunda posición en solitario de la clasificación (si se le contabilizan dos dianas en el primer choque y una en el segundo), mantenerse en el grupo «perseguidor» (para lo cual cabrían dos posibilidades, en función de si se le adjudican 2 goles en el primer partido y ninguno en el segundo, o bien un tanto en cada uno), e incluso descender a la tercera plaza si únicamente se le otorgara un único tanto.

Por lo que se refiere al resto de futbolistas del equipo gijonés que se ven influidos por las distintas versiones de las crónicas, las estadísticas les asignaban tradicionalmente los siguientes valores al final de la campaña:

Temp.

G

Ptdos.

1970-71 Paquito (R. Gijón)                          Pascual (R. Gijón)                     Churruca (R. Gijón)

3

1

6

17

14

29

Como curiosidad, exponemos cómo varían los datos de los cuatro jugadores sportinguistas ateniéndonos a lo establecido en las reseñas publicadas en los medios de comunicación asturianos y la prensa deportiva nacional:

Hoja del  Lunes Gijón

El Comercio

Voluntad

Hoja del Lunes Oviedo

La Nueva España

Región

La Voz de Asturias

Marca

As

El Mundo Deportivo

Dicen

Temp.

Ptdos.

G

G

G

G

G

G

G

G

G

G

G

1970-71 Paquito                          Pascual

Quini                                          Churruca

17

14

30

29

3

0

14

6

4

0

13

6

3

0

13

7

3

1

13

6

3

0

14

6

3

0

14

6

3

0

14

6

3

1

13

6

3

0

14

6

4

0

12

7

3

0

13

7

Si tomamos en consideración lo señalado en los periódicos regionales de los equipos contendientes con los rojiblancos, los goles dudosos se distribuirían de la manera que sigue:

Sabadell

La Vanguardia

Hoja del Lunes Barcelona

El Correo Catalán

Barcelona Deportiva

Ideal

Patria

ABC Sevilla

Temp.

G

G

G

G

G

G

G

G

1970-71 Paquito                          Pascual

Quini                                          Churruca

1

0

¿?

¿?

0

1

0

1

0

1

0

¿?

¿?

0

1*

0

0

1

0

*El diario Patria adjudicó el tanto a Quini, pero dejó señalado en la crónica que quizá el balón ya estuviese dentro cuando lo remachó el interior sportinguista.

Llegados a este punto cabe preguntarse, en este tipo de situaciones, ¿quién se atreve a ponerle el cascabel al gato?




Orígenes del fútbol en México – Capítulo II

Pachuca: la cuna. Identidad de una historia.

-La historia de la ciudad minera hasta 1900.

-El primer campeonato.

Situado al sur de Atotonilco y al suroeste de Tulancingo, Pachuca de Soto es la ciudad más importante del estado de Hidalgo.

Los restos de los asentamientos humanos más antiguos conocidos, datan de aproximadamente 10,000 años antes de cristo1. Es en el siglo XII de nuestra era cuando el grupo de Azcapotzalco se adueña de los territorios que pertenecían con anterioridad a los texcocanos, y llaman a la ciudad Pachoacan, que en náhuatl significa «estrechez»2.

Hacia 1524, ya con el dominio español, se dieron las primeras apropiaciones de la zona, y en 1528 Francisco Tellez se hizo cargo del lugar. Fue hacia 1555, que la explotación de yacimientos metalúrgicos se hizo extensiva gracias al procedimiento de amalgamación que permitía una mejor extracción a un menor costo de tiempo y dinero3.

La actividad minera se convirtió en el principal núcleo de actividad económica en la zona y esto atrajo a un gran número de exploradores españoles y europeos en general que buscaban hacerse ricos de la noche a la mañana.

La plata producida en Pachuca era de excelente calidad, a tal grado, que en el siglo XVII los comerciantes de Jerusalem y de otras partes de Oriente no aceptaban como paga otra plata que no fuera producida en Pachuca4.

La venta y despojo de terrenos estaba a la orden del día y solamente los personajes con grandes influencias podían mantener sus propiedades a salvo de los múltiples busca fortunas. Para 1750, la población era de 5,000 habitantes y la población flotante sumaba otras mil personas aproximadamente.

Por aquellos años, se fundó el Primer Banco de Avío y se estableció en 1770 el primer sistema de correo entre la ciudad hidalguense y la ciudad de México.

Fue tal la importancia que cobró Pachuca y en general la zona misma, que en 1787 se le declaró como Provincia de Pachuca. Con la lucha de la Independencia iniciada al comienzo del Siglo XIX, la ciudad fue resguardada con los mejores hombres que la corona española tenía al mando, ya que representaba gran parte de la economía que sustentaba a la Península. El insurgente Miguel Serrano intentó una y otra vez tomar la ciuda pero todo fue inútil. En 1812, luego de una larga y cruenta batalla por fin pudo entrar la insurgencia a la ciudad, pero cinco meses después los españoles la recuperaron y se mantuvieron en ella hasta 1821, año en que se proclamó la Independencia.

En 1824 al constituirse la República Federal, la ciudad quedó bajo la jurisdicción del Estado de México. Ese mismo año, la Compañía de los Caballeros Aventureros de las minas del Real del Monte fundaron la primer empresa británica de explotación minera en nuestro país.

En 1849, otro grupo de ingleses fundó la Compañía del Real del Monte y Pachuca, también dedicada a la explotación de yacimientos.

Durante la época de la Intervención Francesa, el ayuntamiento de Pachuca aceptó a esta y en 1863 Maximiliano de Habsburgo fue recibido en forma esplendorosa. Inclusive los británicos, tuvieron que agasajarlo con una comida y hospedarlo en las Cajas Reales. Algunos meses más tarde, los mineros atacaron al batallón francés que custodiaba la ciudad y apoyando a la guerrilla de José María Pérez tomaron la plaza. En reconocimiento a esta labor, en 1869 fue proclamado el estado de Hidalgo y Pachuca fue nombrada su capital5.

La zona creció rápidamente y la modernidad comenzó a aflorar. En 1882 se tendió la primer vía ferrea que se extendió con rapidez y en 1897 la luz eléctrica hizo su aparición. Los mineros, de preponderancia inglesa, gozaban al igual que todo el país de una calma y tranquilidad. La paz porfiriana se mostraba en pleno y se tenía el tiempo libre suficiente para incursionar en otros terrenos y no solo los laborales. El ocio tenía diversas formas de  matarse: pasar un rato con las familias, ir a conocer el  novedoso invento del cinematógrafo que afloraba por diversos poblados montando carpas y pasando las primeras películas del cine mudo o bien, realizando alguna actividad física que conjuntara al grupo de amigos fuera de las minas.

La actividad física entonces se hizo presente. Gracias a la cantidad de ingleses avecindados en Hidalgo, los deportes de grupo son los que más llamaron la atención. Por la cercanía con la ciudad de México, y debida a los clubes que en esta habían surgido, el cricket era uno de los deportes que más se jugaban.

El cricket o críquet, como se le llamó en México, llegó mucho antes que el fútbol a nuestro país. El primer club de este deporte se conformó en 1827, resultando en uno de los primeros clubes de este tipo fuera de la Gran Bretaña. Ese año, diplomáticos y comerciantes , en su mayoría ingleses, fundaron el Mexico Union Cricket Club.

Era tal la cantidad de extranjeros avecindados en México que jugaban críquet, que el club se mantenía por completo de sus cuotas y contaba con un bello terreno y canchas en lo que hoy es la colonia Nápoles. Inclusive, durante el imperio de Maximiliano de Habsburgo, impuesto por Francia a México de 1864 a 1867, el emperador se dio tiempo de ir a ver -y tal vez a jugar- criquet en estos campos.

El emperador Maximiliano en un receso de un partido de criquet. 1865 c.

El emperador Maximiliano en un receso de un partido de criquet. 1865 c.

El criquet fue cobrando cada día mayor adhesión y con la aparición del periódico The Two Republics, que le dedicaba  espacio a la crónica de estos encuentros, un mayor número de aficionados se sumó a la causa. Los juegos se verificaban los domingos en las canchas del Mexico Union Cricket Club. Este club, desaparecería hacia 1869, tal vez debido a la inestabilidad política y económica del país, por lo que muchos ingleses abandonaron territorio mexicano6.

El reestablecimiento de las relaciones entre Inglaterra y México en 1884, tras 17 años de rompimiento y la gran inversión de la Gran Bretaña en la industria y minería, hizo resurgir el gusto por el críquet.

«Esta vez no sucedía solamente en la ciudad capital. Había un club de críquet en Pachuca, la ciudad minera del estado de Hidalgo -a donde muchos mineros británicos habían llegado desde 1824, cuando la Compañía Minera Real del Monte comenzó sus labores en Londres. Muchos descendientes de los inmigrantes aún vivían en el área, y a ellos se unían continuamente los recién llegados de Cornualla y otras provincias inglesas, los cuales ocupaban puestos en la industria minera en Pachuca y en el poblado cercano de Real del Monte. Una afluencia similar de ingleses llegó hasta la ciudad norteña de Monterrey, sede industrial en expansión, y pronto hubo otro mcc, el Monterrey Cricket Club»7.

A finales de 1889 se jugó un partido de criquet entre el Mexico Cricket Club y el Club Pachuca, tras 25 años sin jugarse8.

Un año más tarde, en noviembre de 1900 algunos de estos mismos juhgadores de criquet que también conocían y habían practicado el fútbol, junto con otros ingenieros y mineros que venían de la fábrica siderúrgica Thames Ironworks que contaba con el club West Ham, fundaban el Pachuca Athletic Club, tal y como ya mencioné en el capítulo anterior.

En la capital, los clubes deportivos existentes, como el Reforma Athletic Club, el British Atlhetic Club, además del mismo México Cricket Club, decidieron también crear sus propios equipos de fútbol.

Reforma Athletic Club

Reforma Athletic Club

En Orizaba, Veracruz, un club deportivo que funcionaba desde 1898 y que fue fundado por escoceses, dueños de la Fábrica de tejido, llamada «El Yute» , también crearon su propio equipo a inicios de 1901: El Orizaba Athletic Club. Duncan Macomish fue el entusiasta iniciador de este conjunto.

Existen algunas controversias, porque en la ciudad de Orizaba, algunos cronistas dan como un hecho que este fue el primer equipo de fútbol, pero no existe ninguna prueba fehaciente de que en 1898 se jugara ahí el fútbol y si, en cambio,  de que se practicaban deportes como el mismo criquet y el beisbol.

En 1902 se constituyó la Liga Mexicana de Footbal Amateur Association con 5 equipos: Pachuca Athletic Club, Reforma Athletic Club, México Cricket Club, El British Club y el Orizaba Athletic Club. Este último, tras 4 partidos jugados, todos ellos en los campos del Club Reforma, se vio coronado como el primer campeón del fútbol mexicano.

Campo del Club Reforma 1910.

Campo del Club Reforma 1910.

CAMPEÓN DE LIGA: ORIZABA

CAMPEÓN DE GOLEO INDIVIDUAL:  John Hogg (Orizaba AC) 5 goles

CAMPEÓN DE COPA MÉXICO: No hubo.

Clasificación

No. Club                   JJ       JG       JE       JP       Gf-Gc             Pts      Dif.

1.-Orizaba AC          4          3          1          0          5-2                  7          +3

2.-Reforma AC         4          2          2          0          11-5                6          +6

3.-British FC             4          2          0          2          7-3                  2          +4

4.-Pachuca AC        4          0          2          2          3-7                  2          -4

5.-México CC           4          0          1          3          2-11                1          -9

Club Orizaba campeón. 1902 ©Archivo Histórico JUVAGOL

Club Orizaba campeón. 1902 ©Archivo Histórico JUVAGOL


1 Lorenzo Monterrubio, Carmen. Historia prehispánica del estado de Hidalgo: Una síntesis. México. Consejo Estatal para la cultura y las Artes de Hidalgo, Centro de Investigaciones, 1996.

2 s/a Monografía del estado de Hidalgo V. 2, México. Secretaría de Desarrollo Social, Instituto Hidalguense de la Cultura, 1993, p. 70.

3 García Tapia, Nicolas. Patentes de invención españolas en el siglo de oro. España. Oficina Española Patentes y marcas, Ministerio de Industria y Energía, 1994, p.70

4 Esta información puede resultar contradictoria, porque la plata procedía de Hidalgo, pero también de Zacatecas y otras minas mexicanas y el pago de bienes que hacía España a otros países europeos por medio de plata mexicana, no determinaba su procedencia y es la misma que finalmente llegaba a Oriente. Canudas Sandoval, Enrique. Las Venas de Plata en la Historia de México: Síntesis de Historia económica, Siglo XIX, vol. 1. México. Universidad Juárez Autónoma de Tabasco-Editorial Utopía p. 212-234.

5 El 15 de enero de 1869, el presidente de México a través del Congreso de la Unión declara al territorio de Hidalgo como estado, mismo que queda establecido al día siguiente nombrando a Pachuca como capital y agregando la denominación «de Soto» en reconocimiento a Manuel Fernando Soto, quien es considerado como el más grande impulsor en la creación del estado.

6 Además de que en 1867 México y Gran Bretaña habían suspendido relaciones diplomáticas y muchos de lso súbditos de la corona decidieron abandorar territorio mexicano.

7 Costeloe, Michael P. «The Mexico Cricket Club» Letras Libres, México, Nº 88, Abril 2006.

8 Two Republics,




Inicios del fútbol en Guatemala (1902-1919)

Introducción

Aunque el modelo de Estado-nación fue exportado a nivel mundial, este no fue calcado fielmente. En Guatemala el Estado, lejos de desempeñar un papel de preventor a nivel de control sanitario, más bien se encargó de hacer todo lo contrario. Por ejemplo, según Mc Creery, la prostitución legal, controlada por el Estado, jugó un papel de importancia, al proteger y hacer valer las tradiciones culturales de la élite de los ladinos. Es destacable el papel tan activo del Estado en introducir a mujeres -que no pertenecían a la élite capitalina o que se les incriminaba- en los lupanares. Es decir, que el Estado no les dejó ni siquiera ejercer en forma voluntaria la prostitución como la forma más viable de sobrevivir.1

El deporte no fue, durante los años estudiados un asunto prioritario para el Estado guatemalteco. Esto se refuerza con lo señalado para el caso de la salubridad pública, donde pese a los estrechos vínculos entre Estrada Cabrera y el gobierno estadounidense, la misión contra la anquilostomiasis de la Fundación Rockefeller de principios del siglo XX no tuvo la acogida necesaria por el dictador y la comunidad médica local. Así, el proyecto guatemalteco fue el más ineptamente llevado a cabo por esta fundación en Centroamérica. Sin asistencia prácticamente del gobierno y con un liderazgo poco ambicioso, el trabajo contra la anquilostomiasis se concentró fuertemente las fincas agroexportadoras del sur y de las planicies costeras, donde radicaban las principales plantaciones de café del país.2

En 1871 ascendió al poder en Guatemala un grupo de gobernantes de filiación liberal, que buscó crear el Estado-nación. Este proyecto político no tuvo una dimensión integradora, pues terminó por ser selectivo. Esta selección se hizo ladino e indígena por la lógica estatal de promover una «ciudadanización diferenciada» entre la población.3 Es palpable el interés estatal en transformar a los trabajadores urbanos y sus redes de poder ladina e indígena rurales en sustento de apoyo a su ideario.

Aunque teóricamente la principal herramienta de construcción de la hegemonía ha sido la política de educación pública,4 la cual durante los años analizados no tuvo como objetivo trastocar las costumbres de los sectores subalternos. Debido a que el régimen de trabajo forzado imposibilitó a los sectores indígenas el acceso a la educación y, cuando la tenían, era en escuelas para indígenas, especializándose en una educación campesina. Por el contrario, el trabajo sí desempeñó un claro rol como medio de coacción y control social y, por lo tanto, de constructor y reproductor de visiones y realidades hegemónicas.

La poca expansión del deporte radicó en el agravamiento del legado estamental colonial por parte de los liberales con la implantación de la bipolaridad indio-ladino. Al mismo tiempo que los liberales adaptaban la estructura estatal a sus intereses políticos y económicos, se dedicaron a expropiar al campesinado de sus tierras comunales y a institucionalizar el trabajo forzado en las plantaciones cafetaleras. Es así como en la sociedad guatemalteca se asentó la gran contradicción de la economía del café, que por una parte, enriquecía a los comerciantes, empresarios agrarios, banqueros extranjeros, políticos corruptos y grandes finqueros; y, por la otra, empobrecía a la masa de trabajadores ladinos e indígenas.

Esta situación hizo que el Estado guatemalteco fuera muy frágil a nivel económico, por lo que su proyecto de creación de un sentimiento de identidad nacional a través del deporte se concentró en el ámbito urbano. En este punto, tanto Guatemala como Costa Rica compartieron a nivel general la misma debilidad económica, por lo que no pudieron superar la pobreza económica de la hacienda pública y las crisis económicas, factores que incidieron en la escasez de instalaciones deportivas adecuadas y el sufi- ciente número de maestros de educación física.5

Además, deben tomarse en cuenta los accidentes geográficos, las problemáticas relativas a los límites políticos-culturales arbitrarios de los pueblos indígenas, y el hermetismo cultural de las comunidades indígenas, las que tenían como su institución comunal representativa y de resistencia cultural a la cofradía.6 Por su parte, la iglesia católica no pudo jugar un papel de mediador entre las poblaciones indígenas y el Estado, debido al programa modernizador de Justo Rufino Barrios, que a partir de 1873, tuvo como uno de sus objetivos centrales la secularización del Estado. En ese mismo año, se trasladó el control de los bienes eclesiásticos al Estado, con lo que posteriormente fueron distribuidos o vendidos. El Estado por su parte tampoco desempeñó este papel.

Con respecto al origen del deporte moderno en Guatemala se tiene que el primer club hípico nacional, el Jockey Club de Guatemala, se fundó en la capital a principios de mayo de 1881. Las disciplinas que surgieron en el país entre 1881 a 1901 fueron las carreras de caballos, el tiro al blanco, la gimnasia, esgrima, polo, tenis, rugby, ciclismo, boxeo y atletismo. Según se nota, todas fueron de ejecución individual, con excepción del polo y el rugby que se practican en forma colectiva. En sus inicios el deporte moderno en Guatemala fue de acceso exclusivo de la élite de la capital -ubicada en la región central del país- y de Quetzaltenango, la principal urbe del occidente cafetalero, espacios donde se resumía en torno a sí la identidad nacional ladina. Estos grupos dominantes también practicaron las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la alemana, la belga, la estadounidense, la italiana y la inglesa. Es de destacar que en esta primera etapa dominaron los deportes individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad.7

Sustentado en el contexto anterior es que el presente artículo pretende estudiar los orígenes del fútbol en Guatemala durante el período 1902-1919, su utilización política y su función en la canalización del conflicto regional entre las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango.

Orígenes del fútbol en Guatemala (1902-1908)

Según las fuentes periodísticas se sabe que el primer club balompédico de Guatemala fue el Guatemala Foot-Ball Club fundado en la ciudad de Guatemala en 1902.8 Empero, la primera referencia a la práctica del fútbol data de un partido que se efectuó en la tarde del domingo 18 de octubre de 1903, en los llanos frente a Villa Linda.9 Esta asociación decana del fútbol nacional estaba compuesta por: Jorge Aguirre Matheu, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde, Jorge Romaña, Carlos Tinoco Sinibaldi, Francisco Sánchez Latour, Luis P. Aguirre, Carlos Purdy, Rodolfo Matheu y Delfino Sánchez Latour.10 Posteriormente, para el domingo 15 de noviembre del año antes citado, una numerosa concurrencia asistió al encuentro que se realizó en este lugar, donde sobresalieron los jugadores de este centro deportivo que llevaban los distintivos blanco y azul semejantes a los de la bandera guatemalteca, de lo que se puede derivar una primera vinculación entre fútbol y nación, al menos para los sectores ladinos y extranjeros que los utilizaron.11

El Guatemala Foot-Ball Club, fundado en septiembre de 1902. De pie y de izquierda a derecha: Jorge Aguirre, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde y Jorge Romaña. Sentados, en el mismo orden: Carlos Tinoco, Francisco Sánchez, Luis Pedro Aguirre, Carlos Aguirre y Carlos Purdy. Adelante, Rodolfo Matheu y Delfi no Sánchez Latour.

El Guatemala Foot-Ball Club, fundado en septiembre de 1902. De pie y de izquierda a derecha: Jorge Aguirre, Gordon Smith, Ricardo Moreira, Arsenio Conde y Jorge Romaña. Sentados, en el mismo orden: Carlos Tinoco, Francisco Sánchez, Luis Pedro Aguirre, Carlos Aguirre y Carlos Purdy. Adelante, Rodolfo Matheu y Delfi no Sánchez Latour.

Después de Guatemala la siguiente ciudad a la que llegó el fútbol fue Quetzaltenango. A mediados de mayo de 1906 se estableció en esa localidad el Quetzaltenango Foot-Ball Club, que hizo su primer ensayo en los llanos de la Nueva Quetzaltenango, por lo que se esperaba que para el domingo 27 de mayo del mes antes citado realizara su primer partido.12 Sin embargo, fue hasta finales de junio de 1907 que se tiene noticia de la verificación del primer encuentro de este centro deportivo.13

La vinculación entre fútbol y nacionalismo también se dio en Quetzaltenango con la noticia de que la municipalidad de esa población en 1906 mandó a elaborar varias medallas, las que fueron otorgadas como premios de los partidos de fútbol que se hicieron para la celebración del 15 de septiembre, el día de la independencia.14 Un partido destacado de principios del siglo XX, lo constituyó el programado para el domingo 18 de noviembre de 1906 entre guatemaltecos y extranjeros. Éste se efectuó de cuatro a seis de la tarde, en el campo de Villa Linda, y fue el primer partido de fútbol de la temporada, siendo ganado por los nacionales.15

Fútbol, identidades regionales y política 1909-1921

En 1909 se estableció la primera unión entre fútbol y política, aspecto que influyó en su propagación por todo el país. Durante las Fiestas de Minerva, y más específi- camente en los días 29 y 30 de octubre, el fútbol fue sancionado como «deporte nacional». A las nueve de la mañana de la primera fecha en el Campo de Minerva, se jugó el partido entre los equipos del club de fútbol de la Escuela Práctica de Varones, imponiéndose el cuadro deportivo del equipo Sidney al del Virginia. Al día siguiente se efectuó el encuentro entre los clubes Gay y Olympic, partido del cual saldría el primer campeón de Guatemala, el Club Gay. Las esposas de los embajadores de Brasil y El Salvador, por encargo del presidente Estrada Cabrera, entregaron las copas de plata que el mandatario obsequió a los centros deportivos en el orden antes mencionado.16 La intención del mandatario con este acto era la de obtener buena imagen, debido al fraude electoral que marcó su segunda reelección y la represión a toda oposición política que caracterizó sus 22 años en el poder. Este gobernante inauguró un nuevo estilo de gobierno basado en el quiebre de la hegemonía altense ocurrida con el triunfo revolucionario liberal de 1871.17

Lic. Manuel Estrada Cabrera. Presidente de Guatemala (1898-1920).

Lic. Manuel Estrada Cabrera. Presidente de Guatemala (1898-1920).

Del evento festivo antes descrito resaltan varios elementos que permiten entender el auge del fútbol en Guatemala. La inclusión del fútbol dentro del programa de las principales festividades del país, como lo eran las fiestas de Minerva de la capital, hizo que la gente que provenía de todas partes del país a estas celebraciones lo llevaran a su retorno a sus respectivas comunidades, aunque para los indígenas estaba aún vedado por la lógica laboral de la plantación cafetalera. La práctica entre los niños hizo que este deporte colectivo marcara una ruptura en la historia del deporte nacional, al permitírsele a ellos su acceso al mismo, cosa que antes había sido coto absoluto de adultos. Sin embargo, hasta este momento el fútbol fue un pasatiempo que no salió del ámbito del sector dominante, por lo que su expansión por la sociedad nacional fue limitada.

Las Fiestas de Minerva de 1909 frente a la Catedral de Guatemala.

Las Fiestas de Minerva de 1909 frente a la Catedral de Guatemala.

Un dato más sobre el fortalecimiento de las identidades regionales entre Guatemala y Quetzaltenango, y la rivalidad que de este hecho se desprende, es el referente a los actos de celebración de la independencia nacional en 1919, en esta última ciudad se realizaron los partidos relativos al campeonato del occidente del país. La copa del título la obsequió el Diario de los Altos, en tanto que el ayuntamiento quetzalteco regaló varios listones. Los resultados del evento fueron los siguientes: el club Virginia ganó tres partidos, dos contra el club Xelajú y uno contra el Concordia, por lo que se hizo acreedor al título en mención.18 Debe aclararse que el campeonato de fútbol del occidente nació por iniciativa de la municipalidad quetzalteca, hecho que originó que los clubes Nacional, Hércules, ABC y Allies fundaran el campeonato capitalino entre sus terceras.19

Posteriormente, para el 26 de octubre de 1919 la Liga de Fútbol de Guatemala, representada por el club Hércules, se enfrentó en la capital a la Liga Quetzalteca. La hegemonía deportiva capitalina se impuso, pues el resultado del encuentro favoreció al Hércules por 1 a 0, obteniendo el título de campeón nacional, la copa Quetzalteca y las coronas con que fueron premiados sus integrantes. Al respecto existe la siguiente crónica: «Al terminar el match se hizo a los vencedores una delirante ovación. Estos reuniéndose en el centro, ante el silencio que se hizo súbitamente, lanzaron al espacio los tres hurras de rigor por Quetzaltenango, respondiendo a ellos la multitud.»20 En torno a lo anterior, es posible que los jugadores capitalinos hicieran este saludo en honor al presidente Estrada Cabrera, oriundo de Quetzaltenango.

Equipo de fútbol del Club Hércules que ganó el campeonato nacional el 26 de octubre de 1919 en Quetzaltenango. Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Aguirre, Arturo Aguirre, capitán, y Percy Zadik. Segunda fila: Manuel Ramírez, Luis Asturias, Wenceslao Aldaz y Rafael Villacorta. Tercera fila: Eduardo Vivas, José Luis Villacorta, Ricardo Lehnhoff, Salvador Maza y Ramiro Gálvez. De este cuadro no jugó Vivas y Gálvez se desempeñó como portero de la Liga Quetzalteca. En la foto faltó Delfino Sánchez Latour.

Equipo de fútbol del Club Hércules que ganó el campeonato nacional el 26 de octubre de 1919 en Quetzaltenango. Primera fila, de izquierda a derecha: Carlos Aguirre, Arturo Aguirre, capitán, y Percy Zadik. Segunda fila: Manuel Ramírez, Luis Asturias, Wenceslao Aldaz y Rafael Villacorta. Tercera fila: Eduardo Vivas, José Luis Villacorta, Ricardo Lehnhoff, Salvador Maza y Ramiro Gálvez. De este cuadro no jugó Vivas y Gálvez se desempeñó como portero de la Liga Quetzalteca. En la foto faltó Delfino Sánchez Latour.

Para el viernes 26 de diciembre, se llevó a cabo en el Campo de Marte de Guatemala el partido por el campeonato nacional, entre las Ligas Quetzalteca y Capitalina, cuyo marcador resultó empatado a cero goles, por lo que el Hércules mantuvo el título nacional de ese año. Miles de personas vieron el partido, lo que le comenzó a imprimir al fútbol el carácter de evento masivo. A las tres y treinta y cinco minutos de la tarde dio incio y concluyó a las seis de la tarde. Se jugaron dos tiempos de cuarenta y cinco minutos cada uno, y veinte minutos más de reposición. La oncena quetzalteca vistió en esta ocasión el uniforme que usaría en todas las contiendas por el campeonato nacional, él cual estaba compuesto por un pantalón corto blanco y una camisa negra, ostentando en el pecho la cabeza de un chivo. Por su parte, el equipo guatemalteco usó un uniforme de color blanco.21 Sobre el emblema relativo a la cabeza del chivo que vestían los quetzaltecos, este se refiere a la oveja que ornaba el campo inferior del escudo de los Altos entre 1836 y 1840. Sin embargo, aunque en 1848, se dio la desaparición en el escudo altense de la oveja, el léxico «chivos» continúa designando a los quetzaltecos en Guatemala.22

La poca promoción estatal en ese momento no permitió la invisibilización de la pugna político-identitaria entre la ciudad de Guatemala y Quetzaltenango, en el que esta última recurría a la reivindicación de una herencia quiché, dentro de un discurso de dimensión centroamericana opuesto al proyecto centralizador capitalino.23 El mercado deportivo -y en general, el cultural- de Guatemala se dividió entre las ciudades de Guatemala y Quetzaltenango, los principales centros políticos regionales del país, por lo que sus competencias deportivas incluyeron también el elemento de rivalidad política. Al respecto, comparto la aseveración de Jeremy Mac Clancy sobre que «el deporte no es un «reflejo» de alguna esencia postulada de la sociedad, sino una parte integral de la misma, más aún, una parte que puede ser usada como un medio para reflexionar sobre la sociedad».24

Conclusión

El fútbol durante los años analizados comenzó a establecer su unión con la política. Su

inclusión dentro del programa de las fiestas de Minerva de 1909 de la ciudad de Guatemala, posibilitó que la gente que provenía de todas partes del país a estas celebraciones lo llevara a su retorno a sus respectivas comunidades, aunque para los indígenas estaba aún vedado por el trabajo forzado a que estaban sometidos. Poco a poco, la práctica del fútbol entre los niños hizo posible el acceso al deporte en los sectores populares. Debido a lo débil del movimiento trabajador organizado, el fútbol no se expandió del grupo dominante hacia el resto de la sociedad nacional. Además, la no inserción del fútbol en la sociabilidad comunal negó su apropiación a nivel local. De todo esto se desprende que la ejecución del deporte siguiera siendo coto absoluto del grupo dominante criollo, ladino y extranjero, lo que impidió su desarrollo y apropiación a nivel nacional. Debido al exiguo apoyo y control estatal no fue posible invisibilizar la pugna político-identitaria entre Guatemala y Quetzaltenango.


1 Mc Creery, David. «Una vida de miseria y vergüenza: prostitución femenina en la ciudad de Guatemala, 1880-1920». En: Mesoamérica. Año 7., Cuaderno 11. Junio de 1986. Antigua Guatemala: CIRMA. pp. 57-58.

2 Palmer, Steven. «Salud imperial y educación popular. La Fundación Rockefeller en Costa Rica desde una perspectiva centroamericana (1914-1921)». En: Molina, Iván, Palmer, Steven. Educando a Costa Rica. Alfabetización popular, formación docente y género (1880-1950). San José: Editorial Porvenir, 2000. pp. 152-153.

3 En este sentido es necesario la consulta a: Taracena Arriola. Arturo, et.al. Etnicidad, Estado y nación en Guatemala 1808-1944. Guatemala: Nawal Wuj, 2002. Asimismo véase: Piel, Jean. «¿Fuera el Estado del Estado? ¿Afuera la nación? El Quiché oriental frente al Estado-nación guatemalteco de 1821 a 1970. En: Taracena A., Arturo y Piel, Jean. Identidades nacionales y Estado moderno en Centroamérica. San José: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 1995. p. 188. En la misma línea Little-Siebold apunta que, el Estado guatemalteco por su fragilidad económica no pudo tener un fuerte control social de la población. Little-Siebold, Todd, «Guatemala en el período liberal: patria chica, patria grande. Reflexiones sobre el Estado y la comunidad en transición». En: Ibid. pp. 223-236. También: Taracena Arriola, Arturo. Invención criolla, sueño ladino, pesadilla indígena. Los altos de Guatemala: de región a Estado, 1740-1871. Antigua Guatemala: Editorial Porvenir S.A.-CIRMA, 1997, y Little-Siebold, Todd, «La centrifugación del Estado: sueños centralistas, realidades locales. Formación, deformación y reformación del Estado guatemalteco, 1871-1945». En: Piel, Jean y Little-Siebold, Todd, Entre comunidad y nación. La historia de Guatemala revisitada desde lo local y lo regional. Antigua Guatemala: CIRMA, 1999. pp. 143-165.

4 González Orellana, Carlos. Historia de la educación en Guatemala. Guatemala: Editorial Universitaria, 1987.

5 Urbina Gaitán, Chester, «Orígenes de la política deportiva en Costa Rica (1887-1942)». En:

http://www.efdeportes.com/ Revista Digital. Buenos Aires. Año 7. No. 34. Abril de 2001.

6 Wilson, Richard. «Comunidades ancladas. Identidad e historia del pueblo maya-q’eqchi'». En: Textos

Ak’ kután. No. 4. Cobán: Centro Bartolomé de las Casas, 1994. p. 23.

7 Para más información véase: Urbina Gaitán, Chester Rodolfo. Deporte y nación (1881-1950). El caso del fútbol en Guatemala. Guatemala: FLACSO, 2007.

8 Diario de Centroamérica. Lunes 29 de diciembre de 1919. Año XL. No. 11.048. p. 1.

9 Ibid. Lunes 19 de octubre de 1903. Vol.CLXXI. No. 6.458. p. 4

10 La Gaceta. Órgano de Publicidad de la Policía Nacional de Guatemala. 20 de enero de 1929. Año IX.

Tomo VII. No. 3. p. 116.

11 Diario de Centroamérica. Lunes 16 de noviembre de 1903. Vol. CLXXI. No. 6.480. p. 4.

12 Ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Vol. CLXXVI. No. 7.189. p. 1.

13 Ibid. Sábado 27 de julio de 1907. Año XXVII. No. 7.529. p. 2.

14 Ibid. Lunes 24 de septiembre de 1906. Vol. CLXXVI. No. 7.195. p. 4.

15 Ibid. Martes 20 de noviembre de 1906. Vol. CLXXVII. No. 7.333. p. 4.

16 Ibid. Jueves 4 de noviembre de 1909. Año XXX. No. 8.169, p. 8.

17 Taracena Arriola, Arturo, «Liberalismo y poder político en Centroamérica (1870-1929)». En: Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. Tomo IV. Las repúblicas agroexportadoras (1870-1945). San José: FLACSO, 1994. p. 213.

18 Diario de Centroamérica. Miércoles 24 de septiembre de 1919. Año XL. No. 10.969, p. 1.

19 El campeón en esta categoría fue el Club Allies. En: Ibid. Viernes 28 de noviembre de 1919. Año XL. No. 11.024, p. 1.

20 Ibid. Miércoles 29 de octubre de 1919. Año XL. No. 10.999. pp.1-2.

21 Ibid. Sábado 27 de diciembre de 1919. Año XL. No. 11.047. p. 1.

22 Taracena Arriola, Arturo. op.cit. 1997. p. 337.

23 Para más información, véase: Taracena Arriola, Arturo. «El regionalismo altense y la élite ladina de Quetzaltenango (1880-1920)». En: Trace. No. 37. Jun 2000. México D.F.: Centre Français d´ Etudes Mexicianes et Centraméricaines. pp. 41-54.

24 Mac Clancy, Jerome, editor. «Sport, identity and etnicithy». En: Oxford: Berg, 1996. p. 4. Tomado de: Alabarces, Pablo. «Los estudios sobre deporte y sociedad: objetos, miradas, agendas». Alabarces, Pablo, (compilador). Peligro de gol. Estudios sobre deporte y sociedad en América Latina. Buenos Aires: CLACSO, 2000. p. 11.




1942 – Nacimiento de “La Máquina” de River Plate

Si le preguntaran hoy a un simpatizante de River, joven o no tanto, cómo formaba la delantera de «La Máquina», seguramente contestaría de corrido y sin pensar: «Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Deambrosi».

Estos cinco ases y otros que se incorporaron luego por el recambio, fueron parte fundamental de ese equipo que desde 1941 hasta 1949 jamás bajó de los primeros tres puestos de la tabla.

Cuando el 7 de junio de 1942, por la 8va. fecha del campeonato, River le ganó 6 a 2 a Chacarita en Villa Crespo, el periodista Ricardo Lorenzo «Borocotó» tituló en El Gráfico: «Jugó como una máquina el puntero».

Si bien parece injusto designar con ese pomposo título exclusivamente a la delantera, no caben dudas que la eficacia demostrada lo justifica. Pero la defensa también tuvo muchísimo que ver y en varios de esos torneos resultó la menos vencida.

Se puede decir que la famosa delantera aumentó su potencial cuando Adolfo Pedernera ocupó el centro. Hasta ese momento era puntero, derecho o izquierdo, ya que su jerarquía le permitía jugar en ambas puntas, incluso en los puestos de «insiders», como se llamaban antes a los que luego fueron el «8» y el «10».

El alejamiento de Bernabé Ferreyra en 1939 no pudo ser cubierto adecuadamente. Luis María Rongo, Eladio Vaschetto y Carlos Peucelle alternaron en ese puesto el año en que Bernabé, luego de jugar apenas dos partidos, debió abandonar el fútbol por una lesión de la que nunca pudo reponerse totalmente.

Para 1940 el titular fue Roberto D’Alessandro, arribado de Rosario Central, que anotó 25 goles en los 30 partidos, pero al año siguiente su estrella fue decayendo, aunque River resultó campeón ante la defección de San Lorenzo en las últimas fechas.

Se cuenta que una controversia entre Carlos Peucelle, en su último año de actividad como futbolista, y el técnico Renato Cesarini en 1942 por la ubicación de Pedernera en el ataque, dio lugar a su formación definitiva. Cesarini prefería a D’Alessandro como centro delantero, y se resistía a ubicarlo a Pedernera en ese puesto, pero después de un encuentro con Independiente en las fechas finales de ese año donde River ganara 4 a 0 en Avellaneda con una demostración futbolística superlativa, terminó convenciéndose. Esa vez jugaron juntos por primera vez con esa alineación: Juan Carlos Muñoz, José Manuel Moreno, Adolfo Pedernera, Angel Labruna y Aristóbulo Deambrosi.

Deambrosi, Moreno y Pedernera eran los más «veteranos», ya que habían debutado en 1935 y Muñoz y Labruna los más jóvenes llegados a primera en 1939.

En 1942 River incorporó a un defensor de la reserva de Racing, de poca estatura y gran habilidad: Félix Loustau. Cesarini lo fue convenciendo para que jugara de puntero izquierdo. Y ahí el maestro acertó plenamente. Quienes lo vieron jugar aseguran que fue uno de los más grandes de la historia en ese puesto.

Y así fueron alternando las puntas del ataque: por la derecha Muñoz y por la izquierda Loustau, mientras Deambrosi lo hacía en ambos extremos cuando era requerido.

En 1944, luego de jugar unos pocos partidos, José Manuel Moreno emigró a México tentado por ventajosos contratos que ofrecía el fútbol azteca que se llevó a varios jugadores argentinos y uruguayos en esos años.

El puesto de Moreno fue cubierto por Alberto Gallo, un correcto delantero, pero que estaba a años luz de la calidad del «Charro». No obstante, el ataque riverplatense no perdió eficacia. Siempre conducido por Pedernera y sin Moreno, River fue segundo de Boca en 1944 y campeón en 1945.

Una tarde de julio de 1946 volvió Moreno y la gente desbordó la cancha de Ferro. Y para demostrar que sus cualidades estaban intactas, anotó tres de los cinco goles con que River venció a Atlanta.

Podemos decir que ese fue el último año de esa notable delantera. A final de 1946, se fue Pedernera, dejado libre luego de 12 temporadas en el club junto con Deambrosi.

Para reemplazarlo en 1947, River recurrió a un joven de inferiores que regresó luego de estar a préstamo en Huracán: Alfredo Di Stéfano.

Sin las características del gran Adolfo, Di Stéfano tomó la posta y llevó a River a la obtención del campeonato de 1947. En la punta derecha apareció Hugo Reyes, que tampoco tenía las condiciones de Muñoz, ausente ese año, pero que no desentonó.

Di Stéfano no era el conductor nato, pero tenía una capacidad goleadora notable. Años más tarde, primero en Millonarios de Bogotá y luego en el Real Madrid, fue considerado uno de los más grandes delanteros de la historia, ya que a su calidad de goleador sumó la de gran estratega de aquel recordado equipo «merengue» de la segunda mitad de los años 50.

Sólo Labruna y Loustau permanecieron en River hasta 1959 y 1957 respectivamente. Los demás se fueron pronto: Moreno y Di Stéfano en 1949 y Muñoz en 1951.

Pero también hubo en esos años de esplendor otros notables jugadores que eclipsados por los titulares nunca tuvieron oportunidades de sobresalir. Uno de ellos fue Antonio Báez, suplente de Moreno, que estaba en Tigre cuando José Manuel viajó a México. Y cuando volvió a River en 1946, también lo hizo Moreno, así que siguió como suplente. Finalmente se lo llevó Platense.

Otros fueron los hermanos Roberto y Oscar Coll, ambos ídolos en Chile, especialmente el primero, José «Miseria» García, que se fue a Nacional en 1946 e hizo una campaña notable y Mario Mososano, que llegó de Newell’s y apenas jugó un partido.

Pero todo ataque debe estar respaldado por una buena defensa. Y River la tuvo y de gran calidad. Arqueros como Sebastián Sirni, Antonio Rodríguez, Héctor Grisetti y el gran Amadeo Carrizo, defensores de la talla de Ricardo Vaghi, Avelino Cadilla, Eduardo Rodríguez y medios como Norberto Yácono, Bruno Rodolfi y José Ramos que conformaron una línea media de extensa campaña a la que en 1945 se sumó «Pipo» Rossi, conformaron un equipo que dejó una huella imborrable.

Han pasado más de 70 años del nacimiento de aquel gran equipo que nunca será olvidado. Brillaron acaso en la época de mayor esplendor del fútbol argentino.




El gran Isidro

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50 historias del Real Oviedo

Intimidades azules

La Asociación Espíritu 2003 publica «50 historias del Real Oviedo», libro de Eduardo Muñoz que sale esta semana a la venta en la tienda del club en el centro comercial Modoo y en el que se recogen diferentes anécdotas, vivencias y curiosidades de los 87 años de vida de la entidad .

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Muchos seguidores del Real Oviedo seguramente no sepan que en la década de los 60 el conjunto azul disputó un Torneo Internacional en Estados Unidos, visitando, entre otras ciudades, Nueva York y Chicago; o que el legendario Antón intentó dejar el club, sin previo aviso, para irse al Real Madrid. Son muchas las anécdotas, los relatos y las crónicas que rodean y acompañan a la entidad oviedista en sus 87 años de historia. Algunas de ellas han sido recogidas por Eduardo Muñoz en el libro «50 historias del Real Oviedo», el tercero que publica la Asociación Espíritu 2003.

«La idea de hacer este libro», comenta Muñoz, colaborador de la sección de historia de «OVD Magazine», publicación digital que edita la asociación oviedista quincenalmente, «surgió porque queríamos plasmar en papel los artículos que durante estos cuatro años habían aparecido en la revista, y de esta manera hacerlos llegar a más gente».

foto2En ese momento llegó la labor de selección. Había que descartar más de la mitad, y no fue sencillo. «Lo principal era hacer un libro ameno, por eso, además de los artículos incluí anécdotas, historias, datos de partidos…y lo dividí por secciones: una dedicada a derbis históricos, otra a las figuras más relevantes, a los momentos en que el Oviedo fue pionero en algo…», cuenta el  autor. «Creo que a los aficionados, que son los destinatarios de este libro, les va a gustar y les va a sorprender conocer algunas cosas como lo que se tardaba en atravesar la península en los años 50 para ir a jugar a Murcia, o como eran los autobuses en los que se desplazaban los equipos», añade.

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Aunque el proyecto se inició hace varios meses, los problemas surgidos en el club el pasado mes de noviembre, y la excelente respuesta obtenida por parte de la afición también tienen su hueco. «Añadimos un apéndice con todo lo que ocurrió durante la ampliación de capital, fue algo increíble y creímos que también debía tener cabida, aunque en un principio no contáramos con ello», declara el escritor.

Muñoz, quien lleva muchos años documentándose sobre la historia del Real Oviedo, asegura que al escribir este libro se ha dado cuenta que, a excepción del escrito por Juan Mesa, «las publicaciones y libros y documentos digitales  que existen en torno al Oviedo están llenos de erratas, hay numerosos fallos, y creo que en estas cosas hay que ser riguroso». Tanto en su web, www.realoviedo.info, como en el libro asegura que todos los datos «están muy contrastados, y si en alguno he dudado, he preferido no ponerlo».

La publicación, que salió a la venta el pasado domingo en el puesto que la asociación oviedista tiene en el Carlos Tartiere -todos los domingos de partido se pondrá a la venta-, podrá adquirirse también desde finales de esta semana en la tienda del club del centro comercial Modoo. Su precio es de 10 euros para los miembros de Espíritu 2003, y 15 euros para el resto.  El consejero Pedro Zuazua ha escrito el prólogo y las ilustraciones son de Pedro Rico.

foto4foto5foto6Agradecemos la colaboración de la autora, Elena Casero, y la de los autores del blog «Real Oviedo 1926 en fotografías» (http://rocf1926.blogspot.com.es/), así como la del autor del libro y socio de CIHEFE Eduardo Muñoz Valdés, al que le deseamos lo mejor tras la publicación de la obra.