Las siete federaciones españolas de fútbol (I)

En el número 22 de los Cuadernos de Fútbol en un artículo firmado por el CIHEFE se publicó una lista minuciosa y a lo que sé impecable de los presidentes de las federaciones españolas de fútbol. Se decía precisamente en el texto que le acompañaba que llamaba la atención como ni siquiera todas las fuentes se ponían de acuerdo no ya en los presidentes y sus fechas, sino más allá, ni siquiera en cuántas ni cuáles federaciones de fútbol había habido en España.

Nosotros defendíamos cuatro, de acuerdo con lo que podríamos llamar historiografía tradicional: la FECF (1909-13), la UECF (1912-13), la RFEF (1913-) y la RFEF (1937-39). En efecto no dábamos ningún dato nuevo que no pudiera encontrarse fácilmente por ejemplo en los libros de Vicente Martínez Calatrava, pero en ese momento nos pareció oportuno dejar sentado con toda claridad que con independencia de su más o menos larga existencia las cuatro eran federaciones españolas de fútbol. Y tal porque por razones precisamente de carácter historiográfico, de quien escribió las historias, muchas veces se despreciaba a la UECF con apelativos tales como «disidentes» y negándoles incluso su verdadero carácter de federación.

Ahora bien, releyendo ese artículo me viene a la cabeza la famosa cita de san Agustín respecto del tiempo: «Si no me preguntas lo que es, sé lo que es, pero como me lo preguntes ya no lo sé» (Quid ergo est tempus? Si nemo ex me quaerat, scio; Si quaerente explicare velim, necio). En efecto el redactor de aquel artículo parte necesariamente de un concepto supuestamente pre-definido de «federación española de fútbol» y entiende que los cuatro ejemplares antedichos presentan todas las características del concepto. Al modo en que al contemplar cuatro figuras geométricas dadas reconocemos que son triángulos solo si tenemos previamente un concepto claro y distinto de triángulo y constatamos que las figuras dadas cumplen con las características predefinidas.

En ese artículo se daba por supuesto el concepto de «federación española de fútbol» (en adelante FEF), lo que ya al propio autor le provocó problemas que prefirió obviar al citar a la Federación Gimnástica Española y negarle en carácter de FEF ¿Cuáles fueron sus criterios? Puedo afirmar que ninguno, pues quien redactó aquel texto fui yo mismo.

Al escribir ahora este nuevo artículo, que en alguna medida es segunda parte de aquel, no parece ocioso el preguntar por qué en aquel momento no entendí necesario definir el concepto de FEF. La respuesta he de encontrarla en que los cuatro ejemplares de federación que allí enumeré eran de forma palmaria FEF y por lo tanto no era imprescindible un análisis pormenorizado. El único problema lo presentaba la FGE y lo solventé, lo creí solventar, de forma rápida y poco cuidadosa.

He aquí que el problema se me presenta realmente al estudiar las federaciones supuestamente regionales anteriores a la reconocida como primera FEF en 1909, y en concreto la Asociación de Clubs de Football con sede en Barcelona (1902-1907) y la Asociación Madrileña de Clubs de Football (1902-1904). Ambas han sido reconocidas siempre por la historiografía como federaciones regionales, pero nosotros vamos a defender que ambas fueron federaciones españolas de fútbol. Puesto que este planteamiento supone una novedad nos hemos visto obligados a hacer lo que ya debimos haber hecho en la anterior ocasión: definir el concepto de FEF, constatando por cierto que ningún motivo hay para dejar fuera como en aquella ocasión hicimos a la FGE. En consecuencia defendemos que en España ha habido siete FEF.

Una FEF es una asociación formada por otras asociaciones, cuyo objeto social es el de organizar con carácter exclusivo la práctica del fútbol en España y que actúa de acuerdo con su objeto social:

  1. Debe tratarse de una asociación constituida de acuerdo con el ordenamiento jurídico vigente. A estos efectos nos remitimos a nuestro artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico» (http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2011/02/2170/).
  2. Las sociedades formantes pueden ser clubes o federaciones de ámbito territorial inferior en las que están inscritos los clubs (federación de federaciones de ámbito territorial inferior o federación de clubs). La relación entre federaciones será en todo caso jerárquica, se trate por delegación ascendente (de la inferior a la superior) o descendente (de la superior a la inferior).
  3. El objeto social deben ser organizar el fútbol de toda España. De tal modo la coexistencia de dos es necesariamente polémica en la medida en que mutuamente se impiden la realización del fin social.
  4. Cabe exigir la realización objetiva de su voluntad definida en el objeto social: se exige el reconocimiento de terceros, y en caso de coexistencia el reconocimiento de la federación en conflicto.

Toda FEF debe cumplir obligatoriamente estos cuatro requisitos, si bien el 2 y 3 tres no son excluyentes: también pueden aceptarse miembros individuales (FGE) y el objeto social puede compartirse con otros (organizar otros deportes: todos la FGE y fútbol-sala y similares la RFEF actual).

Por supuesto podemos hacer una abstracción mayor y definir el concepto de «federación deportiva», que sería una sociedad que tendría por objeto organizar la práctica de un deporte determinado (fútbol, tenis, atletismo, etc.) en un ámbito geográfico determinado (España, Sevilla, Andalucía, etc.).

Entendemos en consecuencia que puesto que una FEF es una sociedad esta tiene como elemento constitucional la voluntad de las partes, la voluntad que concretamente hemos definido. Ningún problema tenemos pues en reconocer la posible coexistencia de dos o más asociaciones con el mismo fin, por más que la mera coexistencia demuestre el fracaso de las que existen. Cabría establecerse la comparación con la idea de imperio, que por más que se constitutivamente universal, siempre coexiste con otros (Darío y Alejandro, EE.UU y la URSS).

Dejamos sentado lo anterior a los efectos de oponernos a la concepción de la IFFHS que prescinde del elemento subjetivo y solo reconoce una «federación» cuando esta es única en el país, cuando ha conseguido realizar su objetivo social. Nos oponemos por razones no solo conceptuales (tendríamos también que prescindir de la idea de imperio) sino por razones fundamentalmente históricas: en España han coexistido en varios momentos dos federaciones objetivamente reconocidas mutuamente y hasta por la FIFA: así en 1913 y 1938.

La posición de la IFFHS llega al extremo cuando entiende que debe elegir entre las dos federaciones y decidir cuál es la buena y cuál es la mala, y con base en su «decisión» reconocer oficialidad a unos torneos sí y a otros no. Volveremos en los próximos meses no obstante sobre el asunto de la «oficialidad», pues es menester también el de definir el tal concepto.

Definido pues el concepto de FEF se hace necesario presentar unas líneas sobre las 7 FEF que ha habido en España, y en particular sobre las tres primeras, las que hasta la publicación de este artículo jamás han sido consideradas y que merecen en nuestra opinión y según los criterios definidos aparecer como tales en los anales de la historia. Pero eso lo haremos en el próximo artículo.




Nicolás Fuentes y las primeras historias de Liga y Copa

Hace unos meses presentábamos a Juan María Sáenz de Viguera Fuentes como coautor de la primera historia del Campeonato Nacional de Liga, desde su puesto ejecutivo en Ibérico Europea de Ediciones cuando despuntaba el decenio de los 70. Hoy nos ocupamos de Nicolás Fuentes López (Córdoba 17-VII-1942), responsable de aquel trabajo de campo. Hombre afable, ameno en su exposición, próximo y directo, recuerda  perfectamente aquellos días:

«Juan María acababa de trasladarse a Madrid, contratado por el grupo editorial de quien fuese alcalde de la villa, Agustín Rodríguez Sahagún. Mi padre y su madre eran primos segundos y aunque el parentesco fuese lejano manteníamos bastante trato por esas fechas. Un día me propuso recopilar información sobre el Campeonato Nacional de Liga, para una historia que iban a editar por fascículos. Y acepté, naturalmente. Primero porque el fútbol me gustaba, y segundo porque a todo estudiante le vienen de perlas unas buenas pesetas».

Nicolás Fuentes López. Sus muchas horas en la Hemeroteca Municipal de Madrid apuntalaron los dos primeros intentos de historiar nuestros campeonatos de Liga y Copa.

Nicolás Fuentes López. Sus muchas horas en la Hemeroteca Municipal de Madrid apuntalaron los dos primeros intentos de historiar nuestros campeonatos de Liga y Copa.

Nicolás reconoce unos comienzos dubitativos en la Universidad. Pese a la tradición jurista que le rodeaba -padre, hermanos, y algún otro familiar dedicados al ejercicio del Derecho- se matriculó en Ciencias Químicas, primero, y en Económicas después, entendiendo que la formulación, el laboratorio y los hidrocarburos no eran lo suyo. Respecto al fútbol, en cambio, jamás tuvo dudas: «Simpatizante y seguidor del Athletic, como tantos niños de los 50 y primeros 60, cuando ganaban títulos, aportaban jugadores a la selección y los Carmelo, Orúe, Areta, Canito, Manolín, Garay, impresionante jugador, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gaínza, o los posteriores Arteche, Eneko Arieta, Mauri, Maguregui, Koldo Aguirre, Etura, Merodio, Uribe o Marcaida, casi parecían de la familia». Una pasión que como tantas fiebres juveniles tardaría mucho en pasársele: «Vi en Madrid la presentación de Uriarte, un futbolista inmenso. Y las de Echeverría, Argoitia, Rojo, el menor de los Arieta… Magníficos, todos ellos. E Iribar, ¿qué decir de Iribar a estas alturas?».

El caso es que no pudiendo negarse a la solicitud de su primo, se hizo asiduo de la Hemeroteca Municipal: «Las horas que habré echado allí… Como tuve claro desde el principio que aquella iba a ser tarea larga, allané el camino, mediante propinas, con los dos bedeles más influyentes. Para cuando llegaba ya me tenían preparada la prensa. El «As» antiguo hasta la Guerra Civil y «Marca» a partir de 1939. Siempre «As» y «Marca» para todo el Campeonato de Liga. De ahí salieron las tablas de goleadores, los extractos de crónica, las plantillas y hasta muchas fotografías».

Su método para conformar las distintas plantillas, sin duda una de las aportaciones más valiosas de aquella obra, difícilmente hubiese podido ser más artesanal: «Apuntaba las alineaciones de la primera jornada y a partir de ahí iba añadiendo cada nuevo futbolista, crónica a crónica». A la fuerza ahorcaban. Hasta bien doblado el rubicón de los 50 en el pasado siglo, la prensa no solía hacerse eco, conforme hoy sucede, de presentaciones oficiales en los distintos equipos. En buena medida, porque éstas apenas si se producían. El balón echaba a rodar, sin más, cada final de julio o a primeros de agosto, justo cuando las linotipias funcionaban a destajo con el Tour de Francia, los incipientes deportes náuticos, ecos taurinos de las distintas ferias o el veraneo del Caudillo. Respecto a la consecución de imágenes, eso sí que fue una auténtica odisea. «Las de los primeros años de Liga proceden del viejo «As». El fotógrafo de la propia hemeroteca, vecino mío, por cierto, aunque hasta entonces no nos conociésemos, era todo un manitas. Instalaba el trípode, ajustaba la luz y ya estaban. Perfectas. Recuerdo que en la editorial me daban 15 pesetas por imagen, y con esos tres duros no sólo tenía para pagarle, sino que aún sobraba algo. A partir de la Guerra Civil, a medida que el Campeonato iba avanzando, ya se pudo disponer de fondos o archivos fotográficos más al uso».

Fue el suyo un trabajo arduo, solitario y contra reloj, porque los fascículos salían semanalmente a los kioscos. En la editorial se entendía habitualmente con el Administrador, Vara del Rey, «hombre todopoderoso allí, hijo del general Vara del Rey, y mano derecha de Rodríguez Sahagún. El pilar de aquella industria, compuesta por dos sellos, uno para obra seria y otro centrado en temas más banales. Lo del fútbol salió en éste, claro. Si Vara del Rey no estaba, se hacía cargo de mis anotaciones su secretaria». Coincide con Juan Sáenz respecto al «trabajo» de Ramón Melcón para los prólogos de la Liga y Pedro Escartín para la Copa: «Yo ni los vi. No por la hemeroteca, no. Ni en la propia editorial». Para los críticos de la obra, sin embargo, tanto Escartín como Melcón fueron sus auténticos artífices, puesto que «su sabia dirección ilumina cada página, como no podía ser menos tratándose de autoridad tan contrastada». También cree conocer las razones por las que Juan Sáenz prefirió ocultarse bajo seudónimo: «Era el director y no hubiese estado bien estampar su identidad en letra impresa. Pudiera haberse antojado feo».

Puesto que la historia del Campeonato de Liga constituyó un rotundo éxito, se decidió continuar con el torneo de Copa. Así que otra vez a sumergirse entre tomos de prensa antigua, ahora mucho más amarillenta. «Las primeras ediciones de ese Campeonato había que rastrearlas por distintas cabeceras. El extinto «As» no servía y «Marca» aún tardaría sus buenos 8 lustros en nacer. Para las imágenes, más de lo mismo; trabajo fino del fotógrafo, extrayendo instantáneas de aquellos periódicos. Y luego, cuando empezaron los partidos de entre semana con clubes modestos, se me hizo realmente costoso mantener el ritmo, la cadencia de los fascículos». Hombre de recursos, Nicolás acabaría encontrando una solución: «Destiné una parte de lo que me pagaban para engatusar a dos amigos. Gracias a ellos, la cosa pudo concluir sin agobios. Pero pese a tanto trabajo, según parece lo de la Copa tuvo menos tirón entre el público. Su tirada nunca se aproximó a la del campeonato liguero».

Una obra gratificante aquella «puesto que me pagaron bien; nunca me faltaban 2.000 ptas. en el bolsillo, y entonces, que conste, esa era toda una cantidad». Trabajo entretenido, muy entretenido, sí, pero a causa de la cual quedaron medio empantanados sus estudios: «Es que no había modo de compaginar las dos cosas. Me retrasé durante esos dos años y luego hube de recuperar, sacando tres cursos en 20 meses».

Su primo Juan María acabó dejando el grupo editorial mientras él, ya con la titulación en la mano, primero formó parte de Seguros Plus Ultra, perteneciente al Banco de Bilbao, pasando más adelante a una aseguradora alemana sita en nuestro país. No volvería a dedicarle tiempo a la historia del deporte rey, por más que continuase entreteniendo su ocio con el ejercicio físico: «Porque mirándolo bien, debo llevar 65 años detrás de una pelota. Primero el balón de fútbol, luego las de tenis y ahora las de golf». Eso entre contrato y contrato, primero defendiendo intereses ajenos y más tarde, a raíz de apostar por la independencia, los de su propia correduría.

Recuerdos de otro tiempo, sin bases de datos ni propósitos estadísticos, de una época en que alrededor de nuestro fútbol todo estaba por hacerse, donde colocar la primera piedra implicaba extraer un bloque de la cantera, trabajarlo a cincel, pulir las superficies, cavar una zanja y depositarlo en ella a puro empujón, sin cortes de cinta, charangas, discursetes y abrazos protocolarios. Recuerdos, tan sólo, hasta hace bien poco: «Porque aunque llegué a tener cinco o seis ejemplares de esas historias, fui regalándolas a medida que me las pedían. Ya se sabe, hay veces que no puedes responder con un «no». Pero hace todavía poco, mis hijos me dieron la sorpresa. Habían encontrado los dos tomos de la Liga no sé dónde y me los regalaron. Ahora sólo faltan los de la Copa, aunque al parecer afloran muchísimo menos».

En efecto, apenas se dejan ver. Y es que si bien salieran con posterioridad compilaciones más novedosas, actualizadas hasta nuestros días, los antiguos fascículos de papel satinado e imágenes coloreadas, encuadernados en falsa piel, siguen siendo un tesoro para cualquier aficionado al fútbol con buen paladar.

Para Nicolás Fuentes López, por su abnegado trabajo de hemeroteca, y Juan María Sáenz de Viguera, como padre de la idea y responsable editorial, nuestro homenaje y sincero agradecimiento. Su mérito fue acercar los hermanos Bienzobas, Zubieta, Aedo, Lecue, Arocha, Cilaurren, Yermo, Vallana, Marculeta o los Regueiro, a una generación que apenas sabía nada de ellos, aún habiendo paladeado los grandes momentos de Di Stéfano, Kubala, Lesmes, Villaverde, Ramallets, Arza, César, Puchades, Basora, Silva, Juncosa o Luis Suárez. En cierto modo resucitaron a Alberty -arrebatado por unas fiebres tifoideas- Arocha -víctima de la sangría civil- Enrique Molina -deshecho por un obús a las afueras de Leningrado- o Guillermo Gorostiza, tras beberse este último la vida a gollete. También recordaron a los primeros extranjeros de preguerra -Laviada, Berkessy, Morera, Alonso, Fuentes o Fernández- y al mexicano Borbolla, primero de posguerra y anticipo de muchos fracasos más gruesos. Suyo fue el mérito.

La historia del fútbol español sigue elevándose sobre aquella primera piedra tan suya.




El fútbol y el arte

Las peripecias del cuadro.

Hugo Van der Goes (Gante, 1440 – Oudergem 1482) fue un pintor flamenco del siglo XV, autor entre otras obras de la que me ha llevado a escribir este artículo, «La Adoración de los Reyes» (1470).

Dicha obra se encontró en una capilla lateral del Colegio de Nuestra Señora de la Antigua de Monforte de Lemos (Lugo), se cree que donada por su fundador, el Cardenal Rodrigo de Castro Osorio (Valladolid, 1523 – Sevilla, 1600).

El ejército napoleónico francés la mutiló arrancando las tablas laterales que representaban la Natividad y la Presentación en el Templo. Hasta que el profesor de dibujo del Instituto de Lugo D. Bartolomé Teijeiro reparó en él en 1872, estuvo acumulando polvo, sin ser identificado, en ese oscuro rincón de la capilla. A Antonio Méndez, crítico de arte monfortino, le corresponde el honor de atribuirle al cuadro su valor real y a W. Armstrong, director del Museo de Dublín, y a M. Leprieur, conservador del Louvre, el de ponerle autoría.

cuadro

Los Padres Escolapios de Monforte de Lemos sufrían viendo como el Colegio, fundado en el siglo XVI,  se encontraba en peligro de derrumbarse. Ante el conocimiento de la existencia de dicha obra y la necesidad urgente de apuntalar el edificio negociaron la venta del cuadro con un agente prusiano llamado W. Gretor, con el que llegaron a un acuerdo inicial de venta con un adelanto de 50.000 pesetas. Los Padres Escolapios pusieron en conocimiento del Duque de Alba, patrono de la Fundación, lo sucedido y este tomó la decisión de escribir el día 20 de abril de 1910 al Conde de Romanones, ministro en aquel momento de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de febrero de 1910 a 9 de junio de 1910) y director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, ofreciendo al gobierno español la posibilidad de hacerse con el cuadro por la mitad del dinero que íban a pagar los alemanes.

Ante este nuevo expolio del patrimonio español, o al menos así lo consideró una mayoría, un grupo de intelectuales compuesto por José Lázaro Galdeano, Segismundo Moret, Julio Burell, Amós Salvador, Mariano Benlliure, José Moreno Carbonero, Emilia Pardo Bazán, Miguel Blay, Tomás Marina, José Capuz, Ignacio Zuloaga, los hermanos Álvarez Quintero, Eduardo Chicharro y Joaquín Sorolla encabezaron una campaña para que la obra fuese adquirida por el estado español y donada al Museo del Prado, algo que finalmente no consiguieron pues el gobierno español dijo no tener el dinero suficiente para adquirir la obra.

Además de pedirle al gobierno español que destinase fondos para la compra del retablo este grupo de personas comenzó una cruzada para evitar la salida de España de la obra organizando una colecta popular, encauzada a través de la revista «Por el arte» y la Sociedad de Pintores y Escultores, en la que recaudaron 76.000 pesetas, aunque más tarde se supo que por otros cauces hubo más gente que hizo depósitos en el Banco de España con este fin.

En cambio otros personajes de la cultura, como Azorín, no eran partidarios de que el estado hiciese gasto alguno en obras de este tipo, habiendo otros asuntos más importantes y cercanos al ciudadano en que emplear el dinero. No la consideraba una obra de arte genuinamente española y, por tanto, prescindible.

La carta dirigida por el Duque de Alba al Conde de Romanones fue contestada con evasivas y, el 25 de mayo de 1910, se formalizó la venta definitiva por valor de 1.262.800 pesetas al Kaiser-Friedrich-Museum de Berlín. Gracias a ella pudo restaurarse el colegio donde hállanse otras muchas obras de inestimable valor.

Julio Burell y Cuéllar, ministro sucesor del Conde Romanones en el Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (9 de junio de 1910 a 2 de enero de 1911), embargó la obra, lo cual pudo causar un conflicto diplomático entre España y Alemania, en vísperas de comenzar la Gran Guerra. Llevado el expediente al Congreso por los señores Ortega y Gasset y Burell, el propio Duque de Alba tuvo tuvo que declarar en  julio de 1912. Romanones, como Presidente del Consejo de Ministros de España (14 de noviembre de 1912 a 27 de octubre de 1912) dio orden de que la obra partiese hacia Alemania por una Real Orden.

Hay que reconocer el derecho del Colegio a vender las obras que eran de su propiedad, máxime sin existir una Ley sobre el patrimonio como ocurre en la actualidad.

La salida de España del cuadro comenzó una noche de mediados de diciembre de 1913, partiendo en una carro de bueyes desde el colegio hasta la cercana estación ferroviaria de Canabal, con destino a Vigo, desde donde embarcó para no volver más con dirección a Hamburgo.

Tan solo una condición se puso en la venta y era la de que Alemania devolviese una copia exacta del cuadro, la cual se encuentra en la iglesia del Colegio desde 1920. La tabla original se encuentra en la actualidad en la Gemäldegalerie de los Museos Nacionales de Berlín. El que se tardase tantos años en entregar la copia fue por motivo del comienzo de la Gran Guerra, que impidió a los alemanes hacer entrega de la misma, pero al poco de finalizar esta, cuando ya casi nadie recordaba el pacto, se personaron en Monforte para cumplir con lo acordado

El fútbol y Van der Goes.

El fútbol madrileño quiso sumarse organizando un partido para recaudar fondos con el fin de evitar la pérdida definitiva de la obra.

El recién elegido presidente de la Sociedad Gimnástica Española, D. Ramón González, se reunió en el domicilio de la entidad con los señores Julián Ruete (Athletic Club de Madrid), López (Español  Football Club), Bourbón (Madrid Football Club) y José María Kindelán (Sociedad Gimnástica Española) con objeto de organizar un partido con el fin de que la recaudación obtenida fuese a engrosar la suscripción iniciada para comprar el cuadro de Van der Goes. Los pases de favor expedidos por el Athletic no fueron valederos para este partido.

El día 20 de abril, a las 17 horas veinte minutos en el campo del Athletic se enfrentaron la coalición formada por Athletic y Gimnástica, vestidos con camiseta azul y pantalón blanco, contra la formada por Madrid y Español, uniformados con camiseta gris y pantalón blanco, obteniendo la victoria los primeros por un gol a cero, gol de Somoza en propia puerta, resultando con el que también se llegó al descanso.

No acudió excesivo público siendo la entrada regular y los pases de favor extendidos para la temporada fueron suspendidos en esta ocasión.

Las alineaciones fueron las siguientes:

Athletic – Gimnástica: Clavet, Pérez, Roca, Mandiolo, Kindelán, Quintana, Aspe, Caruncho, Belaunde, Espinosa, Arango

Madrid – Español: Somoza, Álvarez, Bernabeu, Fortunato, Machinbarrena, Eulogio Aranguren, Giral, V. Buylla, Neira, Saura, Rodríguez

Arbitró Sotero Aranguren, del Madrid FC.

Por la mañana también jugaron los segundos equipos del Madrid y la Gimnástica venciendo por 5 a 3 los madridistas.

No he sido capaz de encontrar nada relativo a la cantidad recaudada en el campo athletico, ni un listado, aunque fuese parcial, de las personas o entidades que hubiesen contribuido. Además de la colecta oficial que hizo la Asociación de Pintores y Escultores, hubo otros muchos ciudadanos que hicieron ingresos directamente en el Banco de España y que les fueron devueltos tras la venta del cuadro. La información en la prensa local fue practicamente nula y he tenido que recurrir a otras fuentes para poder realizar este trabajo.

Fuentes:

– ABC, 4 de marzo de 1956.

– ElPaís.com Archivo

– Enciclopedia GER

– Faro de Vigo. «Un siglo de expolio cultural», 17 de mayo de 2008.

– Gaceta de la Asociación de Pintores y Escultores (enero-agosto)

– Mundo Deportivo, 17 de abril de 1913.

– Mundo Deportivo, 24 de abril de 1913.

– Museo del Prado.es

– SalonesArte.es




Primeros intentos de crear una selección nacional de fútbol (1905-1907)

El 13 de noviembre de 1905 se funda la segunda entidad polideportiva nacional tras la Federación Gimnástica Española (1): el Comité Español de los Juegos Olímpicos (conocido como Comité Olímpico Español con posterioridad), una iniciativa del Comité Olímpico Griego para que España acudiera a los Juegos Olímpicos Intermedios de Atenas 1906 (2). Su presidente era Don Julio Urbina y Ceballos-Escalera, marqués de Cabriñana del Monte (Madrid, 8 de enero de 1860 – ibídem, 10 de septiembre de 1937) y el responsable del football Don Carlos Padrós y Rubio (Sarrià, Barcelona, 9 de septiembre de 1870 – Madrid, 30 de diciembre de 1950), presidente del Madrid FC. Otro de sus integrantes relacionado con el fútbol era Eduardo González de Careaga y Escobosa (delegado en Bilbao y responsable del remo y deportes náuticos), cuyo hermano Enrique era el presidente del Athletic. Román Macaya era el delegado en Barcelona.

Carta de Jorge Soto (cónsul de Grecia en Madrid) a Spyridon Lambros (secretario general Comité de los Juegos Olímpicos) comunicándole la composición del Comité Español. 26 de mayo de 1905. HOC-Archives, K7- Φ5-E3.

Carta de Jorge Soto (cónsul de Grecia en Madrid) a Spyridon Lambros (secretario general Comité de los Juegos Olímpicos) comunicándole la composición del Comité Español. 26 de mayo de 1905. HOC-Archives, K7- Φ5-E3.

Finalmente España no acudió a Atenas y el marqués de Cabriñana se disculpó ante los griegos con una carta llena de excusas: «algunos de los que querían acudir eran profesionales», «otros no tenían las condiciones físicas adecuadas para luchar con honor» o «les faltaba educación y savoir vivre«, «el gobierno mostró poco interés…»

Carta del marqués de Cabriñana del Monte a Spyridon Lambros. 6 de abril de 1906. HOC-Archives, K15- Φ11-E3.

Carta del marqués de Cabriñana del Monte a Spyridon Lambros. 6 de abril de 1906. HOC-Archives, K15- Φ11-E3.

Hay que reseñar que el fútbol era objetivo prioritario de esta hipotética expedición olímpica y que hubiera supuesto el debut de nuestra selección (14 años antes de Amberes 1920). La prensa española (Heraldo de Madrid, 28 de marzo de 1906) llega a publicar una lista de posibles olímpicos en Atenas 1906 y en la misma figuran «equipos de jugadores de foot-ball como los del Madrid Foot-Ball Club y el Athletic Club…»primeros-intentos-3

El marqués de Cabriñana y la mayoría de miembros de su Comité mantuvieron un perfil bajo tras el fracaso de la expedición a Atenas 1906 y este primer COE entró en vía muerta. No fue el caso de Carlos Padrós.

Carlos Padrós y Rubio (o Rubió con tilde, de las dos formas se encuentra escrito) fue un político, empresario y dirigente deportivo de biografía bien conocida al ser considerado de forma errónea como el cofundador del Real Madrid en 1902 junto a su hermano Juan (3). Lo que realmente hicieron los hermanos Padrós fue legalizar la sociedad inscribiéndola en el Registro de Asociaciones el 18 de abril de 1902, pero el Madrid FC existía con anterioridad. El papel de los hermanos Padrós en la historia del Real Madrid es equivalente al de Paul Haas y Pere Cabot en la historia del FC Barcelona, fueron los que legalizaron la sociedad (4).

Carlos Padrós (1870-1950)

Carlos Padrós (1870-1950)

Su ambición personal era elevada y sus intentos por controlar el fútbol (y en algún momento la totalidad del deporte) español fueron varios: en diciembre (probablemente el día 6) de 1902 fundó la Asociación Madrileña de Clubs de Football (5) como réplica a la Asociación de Clubs fundada poco antes en Barcelona. El 21 de mayo de 1904 logró presencia española en la fundación de la FIFA. En 1905 formó parte (como hemos visto) del Comité Español de los Juegos Olímpicos como responsable del fútbol y «otros deportes atléticos» e intentó la creación de la primera selección nacional para viajar a Atenas 1906 (todavía en 1912 sería miembro del Comité Ejecutivo del COE del marqués de Villamejor). Ante el fracaso cosechado en 1905-1906 no se desanimó y pocos meses después regresaba a la carga.

El 21 de enero de 1907 enviaba una carta a Narciso Masferrer de El Mundo Deportivo (que se publicaba en dicho diario el día 31) en la que hablaba de la proximidad de los Juegos Olímpicos de Londres 1908 y la necesidad de que España empezara a prepararse para dicha cita. Enfatizando que «Aunque todavía no ha surgido en nuestro país un hombre de suficiente energía y fuerza de voluntad bastante para aunar los esfuerzos de todos sin despertar recelos y agrupando los valiosos elementos con que contamos, funde la Unión Española de Sports», remarcaba con ello que los primeros intentos (la Federación Gimnástica Española y el Comité Olímpico de Cabriñana) habían fracasado y, en cierta manera, proponía su propia candidatura para ser «ese hombre».

Ello podemos deducirlo por lo siguiente: «Con el mejor deseo y dispuesto a retirarme modestamente por el foro cuando otra entidad con más acierto lo organice, he establecido el Campeonato de España de Salto de altura con percha, Lanzamiento de peso y Lanzamiento de disco, dotándolo con premios.»

Además explica que tiene planes para crear una selección nacional de fútbol y una Federación Española de Clubs de Foot-Ball.primeros-intentos-5

Ninguna de las dos cosas sería posible en 1907. Ese partido de un team nacional contra Gibraltar nunca se jugó y la selección no debutaría hasta el 28 de agosto de 1920 en los Juegos Olímpicos de Amberes [sin contar el nunca reconocido oficialmente España (en puridad un combinado de la Unión Española de Cubs) – Francia (combinado de la Liga Nacional de Francia) del 25 de mayo de 1913 en Irún. Que terminó en empate a uno, por cierto (6)].

La Federación Española de Fútbol no quedaría definitivamente constituida hasta el 1 de septiembre de 1913 tras varios fracasos anteriores (como las desaparecidas Federación Española de Clubs de Football de 1909 y la Real Unión Española de Clubs de Foot-ball de 1912), casi siempre con presencia de los hermanos Padrós en las polémicas, aunque esa sea otra historia.

Reseñar que los rivales de España si se hubiera creado la selección nacional para viajar al torneo de fútbol de los Juegos Olímpicos de Atenas 1906 hubieran sido: la selección nacional de Dinamarca, un equipo de Atenas (que se consideraba el representante de Grecia), otro de Salónica (ciudad griega pero perteneciente entonces al Imperio Otomano) y un combinado internacional (en el que jugaban británicos, franceses, un griego y un armenio) que representaba a la ciudad de Esmirna (Imperio Otomano).  Los daneses se hicieron con el oro con facilidad al derrotar a Esmirna 5-1 y a Grecia 9-0 (7).

Más paradójico resultaría en la actualidad, cuando España está intentando impedir la entrada de Gibraltar en la UEFA por segunda vez, conmemorar un España-Gibraltar jugado en Madrid en 1907 como el primer partido de la selección española en la historia.

Otros deportes pueden conmemorar encuentros contra combinados gibraltareños como su primera experiencia internacional, por ejemplo el polo. El 21 de julio de 1897 se disputó en Armilla (Granada) la llamada Copa Internacional organizada por el conde de Benalúa entre un equipo español (formado por el duque de Larios, Ernesto Larios, Leopoldo Larios y el duque de Arión) y el Gibraltar Garrison Polo Club. El equipo  gibraltareño de polo disputó numerosos partidos contra equipos españoles en Granada, Sevilla, Jerez o Madrid hasta 1927 (8).

Notas:

(1) Arrechea, F.

La Federación Gimnástica Española. Entidad precursora de la Federación Española de Fútbol, Cuadernos de Futbol, CIHEFE. Septiembre de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/09/la-federacion-gimnastica-espanola-entidad-precursora-de-la-federacion-espanola-de-futbol/

(2) Arrechea, F.

Los Juegos Olímpicos olvidados. Atenas 1906, Blog Olimpismo, 21 de abril de 2012. http://olimpismo2007.blogspot.com.es/2012/04/los-juegos-olimpicos-olvidados-atenas.html

Arrechea, F.

El nacimiento del Comité Olímpico Español, Blog Olimpismo, 18 de enero de 2012. http://olimpismo2007.blogspot.com.es/2012/01/el-nacimiento-del-comite-olimpico.html

(3) Finestres, J.

Els fundadors catalans del Reial Madrid, Revista Sàpiens, nº43. Mayo de 2006.

(4) Arrechea F.

1899 ó 1902 ¿Cuándo se fundó el Fútbol Club Barcelona?, Cuadernos de Fútbol, CIHEFE. Diciembre de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/12/1899-o-1902-%C2%BFcuando-se-fundo-el-futbol-club-barcelona/

(5) Bravo, L.J. y Martínez Patón, V.

La Asociación Madrileña de Clubs de Football, Cuadernos de Fútbol, CIHEFE. Marzo de 2012. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2012/03/la-asociacion-madrilena-de-clubs-de-football-1902-1904/

(6) Martialay, F.

Amberes. Allí nació la Furia Española, RFEF, 2000.

(7) Mallon, B.

The 1906 Olympic Games. Results for All Competitors in All Events, with Commentary. McFarland, 1999.

(8) Cinnamond, N.J.

El Polo. Notas sobre el polo mundial, el polo en España y los polistas españoles en el extranjero, Libreria Catalonia, 1930.




El dilema de la recién nacida UEFA: Copa de Campeones de Liga o Copa de Ciudades en Ferias. Primera parte.

Antes de la I Guerra Mundial, los partidos entre combinados representativos de ciudades, sobre todo en Europa, gozaron de gran popularidad. Estas selecciones tenían un potencial muy superior al de cualquier club local y los encuentros interciudades levantaban una gran espectación. Entonces, los jugadores eran predominantemente amateurs y se mantenían fieles a su club de toda la vida, acrecentándose así la identificación entre aficionados y entidad deportiva. Cuando los encuentros entre selecciones nacionales se consolidaron, los partidos entre ciudades fueron relegados a un segundo plano. Posteriormente, se conformaron selecciones regionales durante la primera mitad del s. XX. España y Alemania llegaron a organizar torneos oficiales con estos combinados. De esta manera, la jerarquía de partidos quedaba establecida de mayor a menor: internacionales, interregionales o interprovinicales e interciudades.

Durante el periodo entreguerras el profesionalismo se extendió por Europa siguiendo el modelo británico. Aparecieron potentes clubs que atrajeron a los mejores jugadores. Aún así, territorios como Bélgica, Suiza, Holanda, Alemania y los países escandinavos mantuvieron un control del estatuto del jugador amateur, reglamentando la transferencias entre clubs. Gracias a esto, con gran éxito de público se organizaban partidos entre combinados de ciudades aprovechando la fecha en que jugaba la selección nacional. Este tipo de partidos incluso cobraron una mayor importancia al finalizar la II Guerra Mundial por motivos económicos y políticos.

Frente a este tipo de encuentros entre combinados de predominio amateur, el fútbol profesional avanzaba. En muchas ciudades, buscando una mayor capacidad competitiva los distintos clubs se fusionaban y asumían la identificación de las distintas aficiones hasta entonces rivales. Proliferaron por el mundo los distintos campeonatos de liga y también surgió el ánimo de enfrentar campeones de distintos países, para ver qué club tenía una mayor supremacía. En Europa Central se creó, por una propuesta del austriaco Hugo Meisl, la Copa Mitropa, en la que participaban los campeones y subcampeones de Austria, Hungría, Checoslovaquia y Yugoslavia. En posteriores ediciones entraron equipos de Italia, Suiza y Rumanía. La competición se interrumpió con la II Guerra Mundial. La Copa Mitropa fue considerada la competición internacional de clubs más prestigiosa de Europa y se daba por hecho que el club que la ganaba poseía el mejor equipo del continente.

Acabada la II Guerra Mundial, el fútbol internacional fue recobrando su actividad muy lentamente. Producto de la coordinación entre las cuatro federaciones latinas europeas (Italia, Francia, Portugal y España) se dio un gran paso cuando lograron ponerse de acuerdo y organizar la Copa Latina. Aunque participaban los clubs campeones, estos lo hacían bajo el pabellón de su correspondiente federación nacional. La Copa Latina fue la primera puerta oficial internacional que se abrió a los clubs españoles y la aprovecharon muy bien. Su nivel de competitividad mejoró, más aún, cuando empezaron a llegar las primeras figuras extranjeras. Los triunfos del CF Barcelona en 1949 y 1952, sin dejar de lado la actuación de la selección nacional en el Mundial de Brasil, espolearon los ánimos para proyectar el fútbol español al plano internacional.

Por estas fechas también empiezan a recuperarse la costumbre de jugar partidos entre selecciones regionales. Olvidada la Copa Príncipe de Asturias, los partidos de combinados locales se habían organizado con fines benéficos o festivos. No fueron frecuentes al acabar la Guerra Civil, los equipos se organizaban con los jugadores que componían las plantillas de los clubs locales sin tenerse en cuenta el lugar de nacimiento, además de invitar a figuras de otras regiones. La primera que organizó un partido internacional fue la Federación Castellana, en Madrid. Cuando la selección de Castilla venció 3-1 al Liverpool el 22 de mayo de 1952 alineó a los bilbaínos Panizo y Gaínza, entre otros. En la temporada siguiente jugaron contra el Djurgaarden sueco (5-1) y la selección de París (4-3).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Selección Castellana que derrotó al Liverpool FC en 1952: de pie, Gabriel Alonso (Real Madrid CF), Mugica (Club Atlético de Madrid), Lesmes I (Real Valladolid Deportivo), Muñoz (Real Madrid CF), Lesmes II (Real Valladolid Deportivo), Adauto (Real Madrid CF); agachados, Eizaguirre (Real Sociedad de Fútbol), Juncosa (Club Atlético de Madrid), Ben Barek (Club Atlético de Madrid), Pérez Payá (Club Atlético de Madrid), Panizo (Club Atlético de Bilbao) y Gaínza (Club Atlético de Bilbao).

Fijando ya una tradición en mayo de 1954 Madrid (también llamada Selección Castellana para evitar confusión con el Real Madrid) jugó un nuevo partido a beneficio de los campos de los equipos modestos. Se presentó ante el AC Milan, cuarto de la liga italiana, que traían varias bajas, dado que la selección azzurra se estaba preparando para el Mundial de Suiza.

Madrid, 27 de mayo de 1954

MADRID-AC MILAN 4-5

Campo: Santiago Bernabeu.

Árbitro: Novella (España).

Goles:0-1 (1′) Sörensen. 1-1 (8′) Olsen. 1-2 (10′) Silvestri. 1-3 (22′) Larini. 2-3 (32′) Molowny. 2-4 (47′) Mora. 3-4 (78′) Miguel. 4-4 (79′) Olsen. 4-5 (86′) Bergamaschi.

MADRID: Juan Alonso (Real Madrid CF) [Menéndez (Club Atlético de Madrid)]; Navarro (Real Madrid CF), Oliva (Real Madrid CF) [Tinte (Club Atlético de Madrid)], Gabriel Alonso (Real Madrid CF); Silva (Club Atlético de Madrid), Agustín (Club Atlético de Madrid); Miguel (Club Atlético de Madrid), Olsen (Real Madrid CF), Di Stéfano (Real Madrid CF), Molowny (Real Madrid CF) [Mateos (Real Madrid CF)], Escudero (Club Atlético de Madrid). <Elegidos por la prensa, dirigieron los entrenadores del Real Madrid CF y del Club Atlético de Madrid, Enrique Fernández y Ramón Colón respectivamente>. Muñoz (Real Madrid CF) fue baja

AC MILAN: Buffon (Galusso); Silvestri, Presinato (Moreno); Bergamaschi, Pedroni, Piccini (Pistorelli); Moro, Sörensen. Larini, Liedholm, Longoni.

El  siguiente pasó se dio en Barcelona. Cuando la Copa del Mundo de Suiza 1954 entraba en su recta final, la selección de la ciudad de Barcelona retomó sus actuacionen jugando contra la selección de Hamburgo, compuesta por jugadores de los tres equipos de dicha ciudad que militaban en la Oberliga Norte. La prensa también citó el partido como un Alemania Norte-Cataluña, algo bastante lejos de la realidad.

Hamburgo, 26 de junio de 1954

HAMBURGO-BARCELONA 1-3

Campo: Volksparkstadion.

Árbitro: Archer Luty (Inglaterra).

Goles: 0-1 (5′) Arcas. 1-1 (10′) Wehrmann. 1-2 (40′) Tejada. 1-3 (65′) Basora.

mientras se jugaba el mundial de Suiza.

HAMBURGO: Wunstorf (FC St Pauli); Linchtl (FC St Pauli), Meinke (Hamburger SV), Sommerfeld (FC St Pauli); Kalkowsky (FC Altona 93), Brüggen (FC St Pauli); Wehrmann (FC St Pauli), Heitkamp (FC St Pauli), Erb (FC Altona 93), Beck (FC St Pauli), Petersen (FC St Pauli).

BARCELONA: Ramallets (CF Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Segarra (CF Barcelona); Flotats (CF Barcelona), Bosch (CF Barcelona); Basora (CF Barcelona), Suárez (CF Barcelona) [Faura (RCD Español de Barcelona)], César (CF Barcelona), Arcas (RCD Español de Barcelona), Tejada (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reserva: Soler  (RCD Español de Barcelona).

La fundación de la UEFA el 15 de junio de 1954 se produjo en un momento crucial en el desarrollo del fútbol europeo. La UEFA tenía varios proyectos en mente, como la organización de una torneo europeo de selecciones nacionales o tomar la dirección de la recuperada Copa Mitropa. Stanley Rous, entonces presidente de la Football Association, vio interesante regular formalmente los encuentros entre ciudades. El peso del dirigente inglés en la UEFA fue definitivo, ya que impulsó la presencia internacional de las cuatro selecciones británicas y propuso la creación de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias, idea que recibió muy buena acogida, donde participarían selecciones de ciudades y no clubs.

Sin embargo, en diciembre de 1954 desde Francia se planteó un reto inesperado: una competición europea de clubs campeones de liga. Se dice que todo surgió por un comentario que proclamó mejor conjunto del continente al Wolverhampton Wanderers, campeón inglés, por su victoria por 3-2 frente al Budapesti Honvéd SE, campeón húngaro; pero tampoco hay que omitir el hecho de que el Stade de Reims había barrido (3-0) al AC Milan en la final de la Copa Latina de 1953, autoproclamándose mejor equipo de Europa. Inicialmente parecía ser una idea privada, focalizada por L’Equipe; pero tanto Gabriel Hanot, quien lanzó la propuesta, y su compañero Jacques Ferran, que redactó un primer reglamento, se dirigieron a la FIFA, presidida por el belga Rodolf W. Seeldrayers. La idea gustó mucho en la FIFA, si bien, por sus propios estatutos, debía permanecer al margen de competiciones de clubs.

El conflicto estaba servido. Quizá había demasiados intereses. No podemos descartar cierto recelo de la FIFA al ver que la UEFA quería organizar una copa continental que podría rivalizar con el mismo Mundial. No tenía argumentos para frenarla, ya que en Sudamérica se venía disputando también una competición entre naciones sin ningún problema. Por eso hay quien encuentra al menos sospechoso ese decantado interés por la propuesta particular de dos periodistas franceses y la presión que ejerció sobre la recien constituida UEFA para que se hiciese cargo de la nueva competición. El problema estaba en que la UEFA estaba todavía en fase de formación y el proyecto de Stanley Rous había sido su primera apuesta. El seno de la UEFA quedó dividido en partidarios de uno u otro torneo.

En España, la Federación Catalana de Fútbol, atraída por la propuesta inicial de la UEFA, decidió volver a formar un combinado local. Esta vez asumiendo el nombre de Selección Catalana. Como este encuentro coincidió con un partido de entrenamiento de la selección española, junto a los jugadores del CF Barcelona y del RCD Español de Barcelona, para compensar algunas bajas, se alineó el argentino del Real Madrid CF Alfredo Di Stéfano, hecho que en la actualidad nos puede resultar llamativo y que entonces fue visto con gran naturalidad.

Barcelona, 26 de enero de 1955

CATALUÑA-BOLONIA FC 6-2

Campo: Las Corts.

Árbitro: Ramón Azón (España).

1-0 (1′) Faura. 2-0 (3′) Kubala. 3-0 (22′) Di Stéfano. 4-0 (26′) Kubala. 4-1 (27′) Pivatelli. 5-1 (32′) Moll. 6-1 (39′) Moll. 6-2 () Pivatelli.

CATALUÑA: Domingo (RCD Español de Barcelona); Argilés (RCD Español de Barcelona), Parra (RCD Español de Barcelona), Gimeno (RCD Español de Barcelona) [M Gonzalvo (CF Barcelona)]; Gámiz (RCD Español de Barcelona), Faura (RCD Español de Barcelona); Basora (CF Barcelona), Villaverde (CF Barcelona) [Mandi (CF Barcelona)], Di Stéfano (Real Madrid CF), Kubala (CF Barcelona), Moll (CF Barcelona) <seleccionador: José Lasplazas>. Reservas: Soler (RCD Español de Barcelona) y César (CF Barcelona)

BOLONIA FC: Giarcelli; Greco (Rota), Ballacci, Giovanni; Nelli (Jensen), Pilmark; Valentinuzzi, Pozzan (García), Pivatelli, Randon, Capello.

La primera señal de giro se produjo ya el 18 de abril de 1955 cuando se anunció que la Copa Internacional de Ciudades en Ferias sería llevada a cabo, no expresamente por el máximo organismo europeo, sino por un comité compuesto por instituciones organizadoras de las ferias internacionales y autoridades políticas y deportivas, entre las que sí figurarían los representates de la UEFA. El 20 de abril se hizo público el sistema de competición en la que participarían doce selecciones de otras tantas ciudades. Formarían cuatro grupos de los que tras disputar una liguilla a dos vueltas, saldrían los semifinalistas. Las dos últimas rondas se resolverían por eliminatoria directa a doble partido. El desarrollo cubriría dos temporadas. Este fue el sorteo:

Grupo primero: Londres, Francfort y Basilea.

Grupo segundo: Colonia, Lausana y Leipzig.

Grupo tercero: Barcelona, Viena y Copenhague.

Grupo cuarto: Milán, Birmingham y Zagreb.

Nacía ya tocada de inicio la Copa de Ferias. Porque, a instancias de la propia FIFA, el 21 de mayo de 1955 el Comité Ejecutivo de la UEFA anunció oficialmente el proyecto de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga (el término Europa quedaba reservado para una competición con selecciones nacionales). La dinámica del torneo era mucho más atractiva que la de Copa de Ferias. Además, era una clara concesión al fútbol profesional practicado por los clubs más poderosos del continente.

No fue una coincidencia que en junio de 1955 se disputase la VI edición de la Copa Latina en Francia. El espectáculo que dieron en semifinales el Stade de Reims y el AC Milan, junto con la exhibición de fútbol entre el campeón francés y el Real Madrid confirmaron que la competición entre campeones nacionales tenía el éxito garantizado. Estas tres entidades fueron posiblemente las que más se implicaron en materializar la organización de la Copa Europea de Clubs Campeones de Liga.

El presidente del Real Madrid CF, Santiago Bernabeu, apostó por el caballo ganador a sabiendas. Había aprovechado el prestigio de la Copa Latina para comprometer a las cuatro federaciones en el proyecto de campeones, justo en esa temporada que volvía a ser campeón de Liga en España. También se unieron los campeones de Alemania, Bélgica, Dinamarca y Suecia. Hasta 16 participantes se completó con invitados de prestigio, aunque no hubiesen vencido en sus ligas ese año.

Fueron los clubs los que decantaron la solución del dilema a favor de la Copa Europea de Campeones de Liga. Precisamente la participación del representante de Viena, es decir, SK Rapid, trajo como consecuencia la retirada de su ayuntamiento de la Copa Internacional de Ciudades en Ferias. Milán no se retiró, pero estuvo representada por un equipo formado exclusivamente por jugadores del FC Internazionale.

La única que se mantuvo firme fue la Federación Inglesa, algo lógico, ya que el proyecto partía de su propio presidente. El campeón inglés, el Chelsea FC no recibió el visto bueno federativo para jugar la Copa Europea de Campeones de Liga. Fue la ausencia más notable.

La temporada 1955/56 iba a contar con dos competiciones internacionales. ¿Cuál de las dos iba a tener más éxito?




Pedro Berruezo: Barro, sudor y muerte

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A  mi amiga Mar con toda mi estima.

El 7 de enero de 1973 el futbol español en general y la grandes familias sevillistas y malaguistas en particular, se oscurecieron de luto y tiñeron de tristeza y de conmoción el panorama futbolístico por la noticia del fallecimiento del jugador Pedro Berruezo en el estadio pontevedrés del Pasaron. Berruezo fue el primer futbolista profesional español que falleció en un terreno de juego. Ocho lustros después mi pequeño homenaje a este gran y honrado deportista, extremo de extraordinaria zurda y de gran compromiso con sus colores.

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Pedro Berruezo Martín nació en Melilla el 22 de mayo de 1945. Sus comienzos futbolísticos fueron en el Melilla. En la temporada 1963-64 forma parte de la plantilla del At. Malagueño, las cuatro siguientes temporadas vistió la del C.D. Málaga.

En el año 1968 es traspasado al Sevilla F.C. por una cantidad de cuatro millones doscientas mil pesetas donde permaneció hasta el día de su muerte. En sus cinco temporadas en el club de Nervión su rendimiento fue notable.

En la temporada 1972-73 el club sevillista estaba hundido en el pozo de la Segunda División del futbol español e inmerso en una grave crisis institucional tras la dimisión de su presidente José Ramón Cisneros.

El calendario liguero quiso que el 7 de enero el Sevilla C.F. visitara Pontevedra para disputar su partido de futbol correspondiente a la decimaoctava jornada de liga contra el equipo titular de esa ciudad gallega. Ese mismo día Berruezo escribió a su esposa Gloria Bernal (la cual estaba encinta) y a su pequeña hija, una postal desde el Parador Nacional de Turismo de la ciudad pontevedresa donde el equipo blanco estaba alojado. El periodista alcaleño José María García publico dicho texto en el diario deportivo AS cuando se cumplió el treinta aniversario del fallecimiento del jugador Berruezo  A continuación detallo dicho texto por su valor periodístico y su alta carga emocional y sentimental:

«Hola chatillas: Dentro de poco salimos para el campo pues son las 2 de la tarde del domingo y mientras estoy en la habitación me pongo contigo con estas líneas. ¿Qué tal estáis? ¿Y la pequeña? Me figuro lo guapa y graciosa que estará con el trajecito de marmota y su cochecito. Y tú, ¿qué tal? Cuídate en comer y todo lo necesario. Esta noche te llamaré. Bueno, esto te lo digo y me escucharás antes de leerlo. Supongo que tu madre y hermana seguirán bien. Dale besos a la niña y familia, y para ti, de quien mucho te quiere, tu Pedro».

Ya en el campo y a las órdenes del colegiado Balsa Ron los equipos presentaron las siguientes alineaciones:

Pontevedra C.F.: Amador, Hachero, García T., Amavisca, José Manuel, Norat, Neme, Jorge, Vava, Amutio y Suco II.

Sevilla C.F.: Paco, Blanco, Catalán, Hita, Pazos, Bea, Bueno, Lora, Acosta, Berruezo (Garzón) y Sanjose (Lebrón).

La primera mitad finalizo 1-0 a favor del equipo local. En el minuto 5 de la reanudación Blanco sacaba de banda sobre Berruezo, el propio Blanco hacia estos valiosos comentarios sobre lo vivido

«Íbamos nosotros a sacar de banda y Pedro intento correr para desmarcarse. Justo entonces cayó al suelo».

«Algunos nos quedamos petrificados, sin podernos mover y otros lloraban como niños……..» (al enterarse sus compañeros de la noticia del fallecimiento)

Otro testimonio estremecedor fue el del jugador sevillano Rodri

Pedro comenzó a hacer una flexión como hacía siempre que no se encontraba bien, quiso intentar ponerse en pie miró al banquillo y gritó con mucha fuerza ¡¡¡eeeeeeh!!! Jamás olvidaré ese grito. Pedro se desplomó al suelo levantando la mano derecha. Salimos corriendo hacia él, el médico del Pontevedra saltó la grada y Manolín Bueno, que era el que estaba más cerca, le metió la mano en la boca para que no se tragara la lengua. Los camilleros de la Cruz Roja lo trasladaron a los vestuarios. En un lado de la camilla estaba Isabelo, yo al otro«.

Inmediatamente fue trasladado al vestuario donde fue atendido por el doctor del Pontevedra Díaz Lema y Antonio Gómez el kinesiólogo del equipo blanco que viajo en lugar del medico del club Antonio Leal Graciani, este ultimo ausente no viajo a Pontevedra con el equipo por motivos personales. Al no reaccionar a la inyección de coramina que le fue puesta se decidió trasladarlo de forma urgente a la clínica Mayoral, a su llegada sufrió una parada cardiaca irreversible.

El propio Antonio Leal Graciani relato en La Actualidad Española como recibió la noticia de la muerte de Berruezo, fue, tras la conversación con el presidente Eugenio Montes Cabeza:

–       Presidente: «¿Sabes que ha pasado en Pontevedra?»

–       Doctor Leal: «Si, que hemos perdido por 2-0»

–       Presidente: «Ha pasado una cosa gravísima»

–       Doctor Leal: «¿Qué ha pasado, Don Eugenio?

–       Presidente: «Que se ha muerto Berruezo»

«A mi me dicen en aquellos momentos que se ha acabado el mundo y no me hubiese causado tanta impresión», termino su relato el doctor Leal.

Los jugadores sevillistas no se enteraron del fatal desenlace hasta finalizar el partido que termino con el resultado de 2-0 con los goles pontevedreses de Neme y Vava. Tras unas diligencias rápidas y efectivas el cuerpo sin vida de Berruezo viajo a Sevilla llegando en la tarde de lunes donde le esperaban veinticinco mil personas. La capilla ardiente se instalo en el Sánchez Pizjuan y su cuerpo fue velado durante la noche por sus compañeros de equipo. Desde el propio estadio salio el cortejo fúnebre rumbo hacia Málaga donde fue enterrado.

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Aunque su muerte se certifico como colapso cardiaco hubo voces discrepantes que pensaban que su fallecimiento se debió a un infarto cerebral, basándose en que Berruezo había sufridos varios desfallecimientos, el primero en Alicante, después en Sabadell y el ultimo y mas fuerte ante el Baracaldo el 10 de diciembre de 1972. A partir de ese momento quedo ingresado en la clínica Santa Isabel y fue tratado por el doctor Felipe Martínez donde se creo un cuadro de médicos para examinar las causas de sus desvanecimientos. Después de numerosas pruebas medicas y un chequeo exhaustivo no se detecto anomalía alguna por lo que tras tres semanas de baja, se reincorporo al equipo para jugar en Pontevedra, donde se encontró con la muerte.

El contrato del futbolista con el Sevilla C.F. estaba pendiente de renovación por lo que la directiva organizo un partido homenaje, su viuda percibió casi cinco millones de pesetas procedentes del club, de la Mutualidad Deportiva y del encuentro homenaje. El 20 de febrero de 1976 la Magistratura de Trabajo estimo una demanda de la viuda entendiendo como accidente de trabajo el fatal acontecimiento, condenando al club a entregarle quince mil trescientas pesetas mensuales hasta la mayoría de edad de sus hijos.

Casualidades de la vida su hijo póstumo Pedro Berruezo Bernal tuvo la ocasión de jugar en el Pasaron treinta y cinco años después vistiendo la camiseta de la A.D. Ceuta.

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El 7 de enero de 2010, el Sevilla C.F. le rindió un merecido homenaje en el estadio Ramón Sánchez Pizjuan, presidido por su presidente José María del Nido y acompañado de su viuda y demás familiares descubrieron en el acceso al palco una talla en bronce a la cera de su figura.

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Pedro Berruezo fue aclamado y venerado por su afición, a la cual supo ganarse por su pundonor y entrega a esos colores donde llevo siempre cosido el escudo sevillista a su corazón. Mito en vida con su fallecimiento comenzo su leyenda.




Campeonatos Mundiales de Fútbol (I). Los años 30.

I Copa del Mundo. Uruguay 1930.

Primer Campeonato del Mundo de la historia, por entonces conocido como Copa Jules Rimet, en honor a su principal impulsor. Sólo 13 países participantes, 4 de ellos, europeos. Montevideo fue la única sede, con tres estadios, que albergaron todos los partidos. Francia-México fue el partido inaugural y el francés Lucien Laurent, el autor del primer tanto. Único Campeonato Mundial donde no se jugó el partido por el tercer puesto. El norteamericano Bert Patenaude fue el primer jugador en lograr tres goles en un partido de una Copa del Mundo. En la final, que enfrentó a Uruguay y Argentina, se llegó al descanso con el marcador favorable a los argentinos (1-2), que habían jugado ese primer período con un balón elegido por ellos. La segunda mitad se disputó con un esférico escogido por los uruguayos, que terminaron imponiéndose por 4-2.

Desarrollo del Campeonato:

Fase de grupos

Grupo A

Francia  4  (Laurent 19′, Maschinot 40′ y 87′ y Langiller 43′).

México   1  (Carreño 70′).

Argentina  1 (Monti 81′).

Francia     0

Chile     3 (Vidal 3′ y 65′ y M. Rosas 52′, pp).

México  0

Chile      1 (Subiabre 65′).

Francia  0

Argentina  6  (Stábile 8′, 17′ y 80′, Zumelzu 12′ y 55′ y Varallo 53′).

México      3  (M. Rosas 42′, pti y 65′ y Gayón 75′).

Argentina  3  (Stábile 12′ y 14′ y M. Evaristo 51′).

Chile          1 (Subiabre 15′).

Clasificado para semifinales: Argentina.

Grupo B

Yugoslavia  2  (Tirnanic 21′ y Bek 30′).

Brasil           1  (Preguinho 62′).

Yugoslavia   4  (Bek 60′ y 67′, Marjianovic 65′ y Vujadinovic 86′).

Bolivia          0

Brasil    4  (Moderato 37′ y 73′ y Preguinho 57′ y 83′).

Bolivia   0

Clasificado para semifinales: Yugoslavia.

Grupo C

Rumanía  3  (Desu 1′, Stanciu 79′ y Kovacs 89′).

Perú         1  (Souza 75′).

Uruguay  1  (Castro 60′).

Perú        0

Uruguay   4  (Dorado 7′, Scarone 28′, Anselmo 31′ y Cea 35′).

Rumanía  0

Clasificado para semifinales: Uruguay.

Grupo D

Estados Unidos  3  (McGhee 41′, Florie 44′ y Patenaude 70′).

Bélgica               0

Estados Unidos  3  (Patenaude 10′, 18′ y 50′).

Paraguay            0

Paraguay  1 (Vargas Peña 40′).

Bélgica      0

Clasificado para semifinales: Estados Unidos.

Semifinales

Argentina            6 (Monti 20′, Scópelli 56′, Stábile 69′ y 87′ y Peucelle 80’y 85′).

Estados Unidos  1 (Brown 89′).

Uruguay      6 (Cea 19′, 66′ y 72′, Anselmo 21′ y 31′ e Iriarte 63′).

Yugoslavia  1  (Vujadinovic 4′).

Final

URUGUAY  4 – ARGENTINA  2

Montevideo. Estadio Centenario, 30 de julio de 1930.

Árbitro: Jean Langenus (Bélgica).

URUGUAY: Ballestrero; Nasazzi, Mascheroni; Andrade, Fernández, Gestido; Dorado, Scarone, Castro, Cea e Iriarte.

ARGENTINA: Botasso; Della Torre, Paternóster; J. Evaristo, Monti, Suárez; Peucelle, Varallo, Stábile, Ferreira y M. Evaristo.

GOLES: 1-0 (12′), Dorado; 1-1 (20′), Peucelle; 1-2 (37′), Stábile; 2-2 (57′), Cea; 3-2 (68′), Iriarte; 4-2 (89′), Castro.

Goleadores

8

Stábile (Argentina).

5

Cea (Uruguay).

4

Patenaude (Estados Unidos).

3

Peucelle (Argentina), Preguinho (Brasil), Anselmo (Uruguay) y Bek (Yugoslavia).

2

Monti y Zumelzu (Argentina), Moderato (Brasil), Subiabre y Vidal (Chile), Maschinot (Francia), Rosas (M) (México), Castro, Dorado e Iriarte (Uruguay) y Vujadinovic (Yugoslavia).

1

Evaristo (M), Scópelli y Varallo (Argentina), Brown, Florie y McGhee (Estados Unidos), Langiller y Laurent (Francia), Carreño y Gayón (México), Vargas Peña (Paraguay), Souza (Perú), Desu, Kovacs y Stanciu (Rumanía), Scarone (Uruguay) y Marjianovic y Tirnanic (Yugoslavia).

Goles totales: 70.

Goles en propia puerta: M. Rosas (México).

Partidos disputados: 18

Promedio de goles: 3,89.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Enrique BALLESTRERO

Miguel CAPUCCINI

Portero

Portero

25

23

Rampla Júniors

Peñarol

José NASAZZI

Ernesto MASCHERONI

Emilio RECOBA

Domingo TEJERA

Defensa

Defensa

Defensa

Defensa

29

22

27

31

Bella Vista

Olimpia

Nacional

Wanderers

José Leandro ANDRADE

Juan CALVO

Lorenzo FERNÁNDEZ

Álvaro GESTIDO

Carlos RIOLFO

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

28

27

30

23

29

Nacional

Misiones

Peñarol

Peñarol

Rosario Central

Juan Peregrino ANSELMO

Héctor CASTRO

José Pedro CEA

Pablo DORADO

Victoriano IRIARTE

Ángel MELOGNO

Pedro PETRONE

Conduelo PÍRIZ

Zoilo SALDOMBIDE

Héctor SCARONE

Santos URDINARÁN

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

25

25

29

22

27

29

25

30

24

31

30

Peñarol

Nacional

Nacional

Bella Vista

Rácing

Bella Vista

Nacional

Nacional

Nacional

Nacional

Nacional

SELECCIONADOR: Alberto Suppici.

II Copa del Mundo. Italia 1934.

Primer Mundial en el que participa España. Nuevo formato de competición. Desaparecen los grupos y se disputa por sistema de copa. Eliminatorias directas a un partido, desde los octavos de final. Uruguay, vigente campeón, no acudió, molesto aún por la escasa participación europea cuatro años antes. Por este motivo, Italia-34 ha sido el único Mundial donde no ha estado presente el campeón de la edición anterior. La presión política que el régimen fascista de Mussolini ejerció sobre los colegiados que dirigieron los encuentros de Italia, provocaron decisiones parciales y caseras de éstos, que sirvieron de ayuda al equipo local para sacar adelante los partidos. Luis Monti y Atilio Demaría, jugadores argentinos nacionalizados italianos y subcampeones en Uruguay-30 con la albiceleste, alzaron la Copa en esta edición defendiendo a la escuadra azzurra. Como Demaría no disputó la final, Monti ha sido en único futbolista de la historia que ha jugado dos finales de un Campeonato del Mundo, con dos países distintos.

Desarrollo del Campeonato:

Octavos de final

Italia               7 (Schiavio 18′, 29 y 64′, Orsi 20′ y 69′, Ferrari 63′ y Meazza 89′).

Estados Unidos 1 (Donelli 57′).

Checoslovaquia  2  (Puc 50′ y Nejedly 67′).

Rumanía              1 (Dobay 11′).

Alemania  5  (Kobierski 25′, Siffling 49′ y Conen 66′, 70′ y 87′).

Bélgica     2  (Voorhoof 29′ y 43′).

Austria   3  (Sindelar 44′, Schall 93′ y Bican 109′).

Francia  2  (Nicolas 18′ y Verriest 116′, pti).

España  3  (Iraragorri 17′, pti y Lángara 25′ y 28′).

Brasil     1  (Leónidas 55′).

Suiza       3  (Kielholz 7′ y 43′ y Abegglen 69′).

Holanda   2  (Smit 19′ y Vente 84′).

Suecia       3  (Jonasson 9′ y 67′ y Kroon 79′).

Argentina   2  (Belis 4′ y Galateo 46′).

Hungría  4  (Teleki 11′, Toldi 31′ y 61′ y Vincze 53′).

Egipto     2  (Fawzi 35′ y 39′).

Cuartos de final

Alemania   2  (Hohmann 60′ y 63′).

Suecia       1  (Dunker 82′).

Austria    2  (Horvath 8′ y Zischek 51′).

Hungría   1  (Sarosi 60′, pti).

Italia      1   (Ferrari 44′).

España   1  (Luis Regueiro 30′).

Checoslovaquia   3  (Svoboda 24′, Sobotka 49′ y Nejedly 82′).

Suiza                    2  (Kielholz 18′ y Jäggi 78′).

Italia      1 (Meazza 12′).

España  0

(Desempate).

Semifinales

Checoslovaquia   3  (Nejedly 21′, 71′ y 80′).

Alemania              1  (Noack 62′).

Italia       1 (Guaita 19′).

Austria    0

Tercer y cuarto puesto

Alemania   3  (Lehner 2′ y 42′ y Conen 27′).

Austria       2  (Horvath 28′ y Sesta 55′).

Final

ITALIA  2 – CHECOSLOVAQUIA  1

Roma. Stadio Nazionale, 10 de junio de 1934.

Árbitro: Ivan Eklind (Suecia).

ITALIA: Combi; Monzeglio, Allemandi; Ferraris, Monti, Bertolini; Guaita, Meazza, Schiavio, Ferrari y Orsi.

CHECOSLOVAQUIA: Planicka; Zenisek, Ctyroky; Kostalek, Cambal, Krcil; Junek, Svoboda, Sobotka, Nejedly y Puc.

GOLES: 0-1 (70′), Puc; 1-1 (80′), Orsi; 2-1 (95′), Schiavio.

Goleadores

5

Nejedly (Checoslovaquia).

4

Conen (Alemania) y Schiavio (Italia).

3

Orsi (Italia) y Kielholz (Suiza).

2

Hohmann y Lehner (Alemania), Horvath (Austria), Voorhoof (Bélgica), Puc (Checoslovaquia), Fawzi (Egipto), Lángara (España), Toldi (Hungría), Ferrari y Meazza (Italia) y Jonasson (Suecia).

1

Kobierski, Noack y Siffling (Alemania), Belis y Galateo (Argentina), Bican, Schall, Sesta, Sindelar y Zischek (Austria), Leónidas (Brasil), Sobotka y Svoboda (Checoslovaquia), Iraragorri y Luis Regueiro (España), Donelli (Estados Unidos), Nicolas y Verriest (Francia), Smit y Vente (Holanda), Sarosi, Teleki y Vincze (Hungría), Guaita (Italia), Dobay (Rumanía), Dunker y Kroon (Suecia) y Abegglen y Jäggi (Suiza).

Goles totales: 70.

Partidos disputados: 17.

Promedio de goles: 4,12.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Giuseppe CAVANNA

Giampiero COMBI

Guido MASETTI

Portero

Portero

Portero

28

31

26

Nápoles

Juventus

Roma

Luigi ALLEMANDI

Umberto CALIGARIS

Eraldo MONZEGLIO

Virginio ROSETTA

Defensa

Defensa

Defensa

Defensa

30

32

28

32

Inter

Juventus

Bolonia

Juventus

Luigi BERTOLINI

Armando CASTELLAZZI

Attilio FERRARIS

Luis MONTI

Mario PIZZIOLO

Mario VARGLIEN

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

29

30

30

33

24

28

Juventus

Inter

Roma

Juventus

Fiorentina

Juventus

Pietro ARCARI

Felice BOREL

Atilio DEMARÍA

Giovanni FERRARI

Enrique GUAITA

Anfilogino GUARISI

Giuseppe MEAZZA

Raimundo ORSI

Angelo SCHIAVIO

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

25

20

25

26

23

28

23

32

28

Milan

Juventus

Inter

Juventus

Roma

Lazio

Inter

Juventus

Bolonia

SELECCIONADOR: Vittorio Pozzo.

La lista de España

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Ricardo ZAMORA

Juan José NOGUÉS

Portero

Portero

33

25

Madrid FC

FC Barcelona

CIRIACO Errasti

Jacinto QUINCOCES

Ramón ZABALO

Defensa

Defensa

Defensa

29

28

24

Madrid FC

Madrid FC

FC Barcelona

Leonardo CILAURREN

Federico Sáiz, FEDE

José IRARAGORRI

Simón LECUE

Martín MARCULETA

José MUGUERZA

Pedro SOLÉ

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

21

26

22

22

26

22

29

Athlétic Club

Sevilla FC

Athlétic Club

Betis

Donostia FC

Athlétic Club

CD Español

Crisanto BOSCH

Guillermo CAMPANAL

Eduardo González, CHACHO

Guillermo GOROSTIZA

Ramón LAFUENTE

Isidro LÁNGARA

LUIS REGUEIRO

Martín VANTOLRÁ

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

26

22

23

25

26

22

25

27

CD Español

Sevilla FC

Deportivo

Athlétic Club

Athlétic Club

Oviedo

Madrid FC

FC Barcelona

SELECCIONADOR: Amadeo García Salazar.

III Copa del Mundo. Francia 1938.

Se repite el formato del Mundial de Italia, con eliminatorias directas. El partido de octavos de final Suecia-Austria no se disputó por incomparecencia de los austríacos. Habían sido invadidos por Alemania y habían perdido su independencia tres meses antes del inicio del Campeonato. Suecia pasó directamente a cuartos de final. España ni se inscribió para este torneo, al estar inmersa en plena Guerra Civil. Ernest Willimowski, de Polonia, primer futbolista en marcar cuatro goles en un mismo encuentro. El seleccionador italiano, Vittorio Pozzo, volvía a llevar a su país al título mundial, convirtiéndose en el primer y único preparador nacional de la historia con dos Campeonatos Mundiales logrados.

Desarrollo del Campeonato:

Octavos de final

Suiza         1 (Abegglen 43′).

Alemania   1 (Gauchel 29′).

Cuba          3  (Socorro 44′ y 103′ y Magriñá 69′).

Rumanía    3  (Bindea 35′, Baratky 88′ y Dobay 105′).

Hungría             6 (Kohut 13′, Toldi 15′, Sarosi 28′ y 89′ y Zsengeller 35′ y 77′).

Indias Orientales Holandesas  0

Francia    3  (Veinante 2′ y Nicolas 16′ y 69′).

Bélgica    1  (Isemborghs 38′).

Checoslovaquia  3  (Kostalek 93′, Zeman 111′ y Nejedly 118′).

Holanda               0

Brasil       6  (Leónidas 18′, 93′ y 104′, Romeu 25′ y Peracio 44′ y 71′).

Polonia    5  (Szerfke 23′, pti y Willimowski 53′, 59′, 89′ y 118′).

Italia         2  (Ferraris 2′ y Piola 94′).

Noruega   1  (Brustad 83′).

Suiza        4  (Walaschek 42′, Bickel 64′ y Abegglen 75′ y 78′).

Alemania  2  (Hahnemann 8′ y Lörtscher 22′, pp).

(Desempate).

Cuba        2  (Socorro 51′ y Fernández 57′).

Rumanía  1  (Dobay 35′).

(Desempate).

Cuartos de final

Suecia  8 (H. Andersson 9′, 81′ y 89′, Wetterström 22′, 37′ y 44′, Keller 80′ y            Nyberg 84′).

Cuba     0

Hungría   2  (Sarosi 40′ y Zsengeller 89′).

Suiza       0

Italia       3  (Colaussi 9′ y Piola 51′ y 72′).

Francia   1  (Heisserer 10′).

Brasil                   1  (Leónidas 30′).

Checoslovaquia  1  (Nejedly 65′, pti).

Brasil                   2  (Leónidas 57′ y Roberto 62′).

Checoslovaquia  1  (Kopecky 25′).

(Desempate).

Semifinales

Italia   2  (Colaussi 5′ y Meazza 60′, pti).

Brasil  1  (Romeu 87′).

Hungría   5  (Jacobsson 19′, pp, Titkos 37′, Zsengeller 39′ y 85′ y Sarosi 65′).

Suecia     1  (Nyberg 1′).

Tercer y cuarto puesto

Brasil    4  (Romeu 44′, Leónidas 63′ y 74′ y Peracio 80′).

Suecia  2  (Jonasson 28′ y Nyberg 38′).

Final

ITALIA  4 – HUNGRÍA  2

París. Stade Olympique de Colombes, 19 de junio de 1938.

Árbitro: George Capdeville (Francia).

ITALIA: Olivieri; Foni, Rava; Serantoni, Andreolo, Locatelli; Biavati, Meazza, Piola, Ferrari y Colaussi.

HUNGRÍA: Szabo; Polgar, Biro; Szalay, Szucs, Lazar; Sas, Vincze, Sarosi, Zsengeller y Titkos.

GOLES: 1-0 (5′), Colaussi; 1-1 (7′), Titkos; 2-1 (16′), Piola; 3-1 (35′), Colaussi; 3-2 (70′), Sarosi; 4-2 (82′), Piola.

Goleadores

7

Leónidas (Brasil).

5

Sarosi y Zsengeller (Hungría) y Piola (Italia).

4

Colaussi (Italia) y Willimowski (Polonia).

3

Peracio y Romeu (Brasil), Socorro (Cuba), Andersson (H), Nyberg y Wetterström (Suecia) y Abegglen (Suiza).

2

Nejedly (Checoslovaquia), Nicolas (Francia), Titkos (Hungría) y Dobay (Rumanía).

1

Gauchel y Hahnemann (Alemania), Isemborghs (Bélgica), Roberto (Brasil), Fernández y Magriñá (Cuba), Kopecky, Kostalek y Zeman (Checoslovaquia), Heisserer y Veinante (Francia), Kohut y Toldi (Hungría), Ferraris y Meazza (Italia), Brustad (Noruega), Szerfke (Polonia), Baratky y Bindea (Rumanía), Jonasson y Keller (Suecia) y Bickel y Walaschek (Suiza).

Goles totales: 84.

Goles en propia puerta: Jacobsson (Suecia) y Lörtscher (Suiza).

Partidos disputados: 18.

Promedio de goles: 4,66.

Los campeones

JUGADOR PUESTO

EDAD

EQUIPO
Carlo CERESOLI

Guido MASETTI

Aldo OLIVIERI

Portero

Portero

Portero

28

30

27

Bolonia

Roma

Lucchese

Alfredo FONI

Eraldo MONZEGLIO

Pietro RAVA

Defensa

Defensa

Defensa

27

32

22

Juventus

Roma

Juventus

Miguel Ángel ANDREOLO

Aldo DONATI

Mario GENTA

Ugo LOCATELLI

Renato OLMI

Pietro SERANTONI

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

Medio

25

27

26

22

23

31

Bolonia

Roma

Genoa

Inter

Inter

Roma

Sergio BERTONI

Amedeo BIAVATI

Bruno CHIZZO

Gino COLAUSSI

Giovanni FERRARI

Pietro FERRARIS

Giuseppe MEAZZA

Pietro PASINATI

Mario PERAZZOLO

Silvio PIOLA

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

Delantero

22

23

22

24

30

26

27

27

27

24

Genoa

Bolonia

Triestina

Triestina

Inter

Inter

Inter

Triestina

Genoa

Lazio

SELECCIONADOR: Vittorio Pozzo.




Peter Ilku: un futbolista sin suerte

La insurrección popular de Hungría en el otoño de 1956, y su ulterior represión a sangre y fuego por las tropas soviéticas, tuvo una nada desdeñable influencia sobre el fútbol español de los últimos años de la década de los 50, ya que una serie de destacados jugadores magiares buscaron refugio y acomodo en nuestro país y sus competiciones, aunque la Federación Húngara denunció sus casos a las instancias deportivas internacionales, y el que más y el que menos vio su carrera interrumpida durante cierto tiempo. El Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona ( entonces denominado oficialmente «Club de Fútbol Barcelona» ) se llevaron la parte del león de este éxodo, fichando a auténticos cracks, miembros del equipo que había asombrado a Europa y a punto había estado de proclamarse Campeón del Mundo en el torneo celebrado en Suiza el año 1954, doblando únicamente la rodilla en la final de Berna frente al combinado de la República Federal Alemana ( RFA ). Ferenc Puskas, Sandor Kocsis y Zoltan Czibor, grandes estrellas del Honved de Budapest y la Selección magiar, reforzaron a merengues y blaugranas, pero con ellos vinieron  a los terrenos de juego españoles más futbolistas: Szalay, Kaszas, Kuszman, Szolnok, Csabai, Csoka, Beke, y también el que hoy nos ocupa, Peter, cuyo nombre completo era Peter Ilku Kampfl.

Peter con la camiseta del Atlético de Madrid. Todo parecía sonreírle entonces...

Peter con la camiseta del Atlético de Madrid. Todo parecía sonreírle entonces...

Peter, hijo de Istvan Ilku y de Cristina Kampfl, y segundo de tres hermanos – el mayor de los cuales, Istvan, llegó a actuar como portero en la selección húngara en el Mundial celebrado en Suecia en 1958 -, había nacido el 22 de febrero de 1936 en la localidad húngara de Dorog, una pequeña ciudad al norte del país, cercana a Esztergom, residencia de los reyes de Hungría durante parte del siglo XI. Dorog se convirtió en un importante centro minero hacia 1900, unido a Budapest por un ferrocarril y un canal, y su población estaba compuesta mayoritariamente por colonos de origen alemán, que serían expulsados de allí tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Otros dos legendarios jugadores magiares, Gyula Grosics y Jeno Buzanszky, miembros del gran equipo de los años 50, eran también originarios de Dorog, en cuyo equipo representativo, el Dorogi-Banyasz,  se integrará Peter a temprana edad, tras pasar por todas sus categorías inferiores, debutando en la Primera División  del fútbol magiar con tan sólo 16 años, debido a su recia constitución física y buena planta, y destacando en las posiciones de medio de ataque y delantero centro, hasta el extremo de capitanear la selección juvenil húngara, y llegar a debutar incluso en la absoluta, con la que intervino en tres encuentros.

La dura e incierta situación política de su país le animó a abandonarlo, buscándose la vida en lugares más apacibles, y de ese modo se refugia primero en Viena, la capital austríaca, donde establece contacto con el Atlético de Madrid, uno de los principales clubes españoles en aquel momento. En compañía de su colega y compatriota Josef Csoka, los dos  futbolistas consiguieron llegar a España a principios de 1957, y ambos suscribirían  contrato con el Atlético  ( compromiso que, en el caso de Peter, le ligaba con el club colchonero hasta 1960 ). Por aquellos días, los del Metropolitano se hacían también con los servicios de un prestigioso técnico centroeuropeo, el eslovaco Ferdinand Daucik, cuñado de la gran estrella azulgrana Kubala y que había triunfado en toda la línea dirigiendo al Barça y al Athletic de Bilbao ( 3 Ligas y  5 Copas entre los años 1950 y 57).

El Atleti de Daucik contaba con una  gran plantilla, en la que destacaban el guardameta Pazos, el defensa central Heriberto Herrera y los delanteros Miguel, Agustín, Escudero, Peiró y Enrique Collar, todos ellos internacionales por España. Tal vez lo más flojo del equipo fuera el centro del campo, y ahí es donde Daucik, con su excelente olfato para descubrir nuevos talentos y situarlos en la demarcación más adecuada a sus facultades y condiciones  ( ya lo había hecho en Barcelona y Bilbao con jugadores como Bosch, Gracia, Tejada, Mauri o Maguregui ), se sacó de la manga una magnífica linea media con muy pocos años de edad, compuesta por el malagueño – natural de Antequera y con 18  recién cumplidos – Antonio González «Chuzo» y el magiar Peter.

El futbolista húngaro en su primera - y única - temporada triunfal con el Atlético de Madrid. Forman el equipo: Pazos, Rusiñol, Herrera, Peter, Cobo, Verde, San Román ( portero suplente ), Peiró, Rafa, Agustín, Chuzo y Garabal

El futbolista húngaro en su primera - y única - temporada triunfal con el Atlético de Madrid. Forman el equipo: Pazos, Rusiñol, Herrera, Peter, Cobo, Verde, San Román ( portero suplente ), Peiró, Rafa, Agustín, Chuzo y Garabal

En la medular rojiblanca Peter va a dar un excelente rendimiento, alineándose en 21 partidos durante  la temporada 57-58, y ayudando con sus 6 tantos a que los madrileños se proclamasen subcampeones de Liga ( tras el Real Madrid ), lo que les daba derecho a disputar la siguiente edición de la Copa de Europa, puesto que los blancos habían conquistado también el torneo continental, al derrotar en el Estadio Heysel de Bruselas al Milan por 3 goles a 2. Se trataba de  un jugador completo, físicamente poderoso pero también dotado de la depurada clase de la escuela húngara a la que pertenecía, y con sus 22 años parecía estar llamado a hacer grandes cosas, tanto en España como en Europa.

Pero el infortunio va a cruzarse en el camino de tan prometedor futbolista. El viernes 4 de julio de 1958, a primera hora de la mañana, a la altura del kilómetro 18 de la carretera de Aragón, el automóvil matrícula de Madrid M-106.509, un vehículo de alquiler, va a derrapar y chocará contra un árbol situado en el borde de dicha carretera. En el coche viajaban Peter y otro ciudadano húngaro, de 47 años de edad, llamado Gyula Pollak, a la sazón secretario del reciente fichaje del Real Madrid y compatriota Ferenc Puskas. Ambos heridos recibieron los primeros cuidados médicos en la clínica de la cercana base norteamericana de Torrejón de Ardoz, y fueron trasladados después en ambulancia al Equipo Quirúrgico de Urgencia.

El futbolista presentaba las siguientes lesiones: fractura del fémur izquierdo en su tercio medio, heridas contusas en el vértice de la nariz, región mentoniana y rotuliana izquierda, erosiones contusivas en diversas partes del cuerpo, probable fractura de la base del cráneo y conmoción cerebral. Por su parte, Gyula Pollak presentaba tan sólo lesiones de pronóstico leve. Peter fue trasladado a primera hora de la tarde de aquel mismo día 4 a una clínica particular. Inmediatamente después de conocerse lo sucedido acudieron a su lado el gerente del Atlético de Madrid, señor Morales, varios compañeros del equipo y también el madridista Puskas, quienes se interesaron vivamente por su estado, que se calificó de grave, según la información publicada el día siguiente por el diario ABC.

Pese a la gravedad de sus heridas, la juventud y la recia constitución física de Peter, así como los rápidos y eficaces cuidados recibidos, le permitieron salvar la vida e ir recuperándose paulatinamente. Por descontado, permanecería varios meses sin tocar un balón, hasta que reemprendió los entrenamientos. El Atlético le cede al Rayo Vallecano, en Segunda División, pero ya no volverá más al primer equipo colchonero. Al finalizar la temporada 59-60 concluye su contrato, y esta vez la buena suerte parece volver a llamar a su puerta, porque es fichado nada menos que por el Barcelona, que acababa de proclamarse Campeón de Liga en reñida pugna con el Real Madrid ( consiguiendo el título gracias a su mejor coeficiente de goles ), y que por lo tanto jugaría la Copa de Europa la siguiente campaña.

Pero el destino de Peter no va a ser la plantilla profesional barcelonista, al lado de los Kubala, Luís Suárez, Segarra, Ramallets o Evaristo, sino su  equipo filial, el Club Deportivo Condal, que había actuado en Primera División durante el curso 56-57, y que ahora militaba en la categoría de plata del fútbol español, disputando sus partidos en el viejo campo de Les Corts, abandonado por el Barça desde hacía tres años en beneficio del flamante Camp Nou. En el Condal tendría como compañeros a varios hombres que destacarían años más tarde: Eladio, Sanchís, Torrent o Molina. El húngaro va a llegar a jugar únicamente un partido amistoso con la camiseta  blaugrana, concretamente el 20 de abril de 1961, con triunfo de los que entonces entrenaba el cántabro Enrique Orizaola sobre el conjunto brasileño del Canto do Río por 4 a 0, saliendo en la segunda parte dentro de la siguiente alineación: Sadurní; Olivella, Rodri, Pinto; Peter, Marañón; Tejada, Ribelles, Eulogio Martínez, Evaristo y Beitia.

Una alineación del Condal de la temporada 60-61. Junto a Peter - delantero centro - figuran algunos jugadores que algunos años después serían importantes en el fútbol español: Torrent, Eladio, Sanchís, Molina...

Una alineación del Condal de la temporada 60-61. Junto a Peter - delantero centro - figuran algunos jugadores que algunos años después serían importantes en el fútbol español: Torrent, Eladio, Sanchís, Molina...

Su buen desempeño en las filas condalistas- se alinea en 24 partidos de Liga, casi siempre como delantero centro, marcando 7 goles –  va a hacer que el otro equipo importante de la Ciudad Condal, el RCD. Español, se interese por él, firmando por el club Perico con vistas a la temporada 61-62 y para otras dos más ( junto a refuerzos como los veteranos Rial, Czibor, Carranza y Gordejuela ), pero de nuevo la desgracia va a cebarse con  Peter, pues en el transcurso de una gira del equipo blanquiazul por

Estados Unidos y Canadá, concretamente 4 de agosto de 1961,  en el transcurso de un encuentro disputado en Montreal, se lesionará de gravedad en una rodilla ( rotura de ligamentos cruzados ). De regreso a España, y a causa de un diagnóstico erróneo, es operado únicamente del menisco, aunque una vez recuperado la rodilla no le responde. Un segundo diagnostico, esta vez acertado, confirma la rotura de ligamentos, siendo y  Intervenido quirúrgicamente de nuevo, y en esta ocasión sí va a recuperarse satisfactoriamente, pero el descenso de los de Sarriá a Segunda División al finalizar la temporada 61-62 ( derrotados en la promoción por el Real Valladolid ), va a traer aparejado que el club le conceda la carta de libertad, sin que el jugador magiar hubiese podido debutar oficialmente con los periquitos. Aquella iba a ser su última oportunidad de actuar en la élite. Con sólo 26 años volverá al fútbol en las filas del Badalona, en Tercera, y a principios de 1963 militará fugazmente en el Cádiz, del Grupo Sur de la Segunda División, por donde pasará con más pena que gloria, disputando tan sólo un partido oficial, a pesar de que su presencia en la «Tacita de Plata» levantó no poca expectación, y podía haber reforzado las aspiraciones de ascenso de los del Carranza.

Con su último equipo de cierto relieve, el histórico Nástic de Tarragona, intento el asalto a la Segunda División durante el curso 63-64, finalmente sin éxito. A su lado podemos ver algunos futbolistas con pasado y futuro azulgrana: Rodri, Marañón y Quimet Rifé

Con su último equipo de cierto relieve, el histórico Nástic de Tarragona, intento el asalto a la Segunda División durante el curso 63-64, finalmente sin éxito. A su lado podemos ver algunos futbolistas con pasado y futuro azulgrana: Rodri, Marañón y Quimet Rifé

De modo que regresa a Cataluña, y se enrola en uno de los gallitos de la Tercera División, el histórico Nástic de Tarragona, donde llegará a acariciar un ascenso finalmente no consumado, y tendrá como compañeros de lujo a tres futbolistas cedidos por el Barça a los bermellones: Rodri, Marañon y Quimet Rifé. Después, tras disputar algunos partidos como amateur en L´Ametlla del Vallés, se retirará al filo de la treintena, estableciéndose en dicha población barcelonesa, donde contraerá matrimonio, formará una familia y obtendrá el título de Entrenador Nacional en el curso celebrado en Zaragoza, como segundo de su promoción, dirigiendo durante varios años a diversos equipos de categoría regional. Fallece el 15 de septiembre de 2005, en su Hungría natal, tras larga enfermedad. Peter pudo ser un jugador de excepción, a juzgar por sus arrolladores comienzos en el Atlético de Madrid, pero la desgracia se cruzó en su trayectoria en un par de ocasiones, frustrando sus grandes expectativas. Sirva su historia como recordatorio  de que en el deporte – y en la vida en general-,   el azar y una suerte esquiva pueden confabularse a veces para tumbar a los mejores.




Los orígenes del fútbol en El Salvador (1897-1921)

Introducción

La influencia del liberalismo se hizo sentir principalmente durante el mandato del Dr. Rafael Zaldívar (1876-1884). A nivel general su gestión política giro en torno al mantenimiento de un tratamiento privilegiado para con el sector cafetalero, principalmente en cuanto al cambio en el régimen de propiedad de la tierra. Entre 1881 y 1882 decreto la confiscación de las tierras comunales ejidales y estableció la ley de Jornalero y Creación de Jueces Agrarios, provocando en el occidente del país la reacción de las comunidades indígenas por medio de una serie de levantamientos entre 1885 y 1889. Además, legitimó las reformas económicas y de secularización del matrimonio y la educación. También inició la era del ferrocarril con la apertura de la línea Acajutla-Sonsonate.1

Su intento de perpetuarse en el poder fue interrumpido por la voluntad hegemónica de Guatemala. Es así como llega al poder Francisco Menéndez (1885-1890) quien era caficultor. Suprimió el impuesto de exportación al café, promovió la creación del Banco Particular de El Salvador y la concesión a la compañía británica Salvador Railways Co., para la construcción de los ramales que unían las zonas cafetaleras al ferrocarril de Acajutla en 1885. Durante este gobierno se emitió la Constitución de 1886, la cual establecía definitivamente la secularización del Estado, la responsabilidad de la autoridad civil de asumir el registro civil y la desamortización de los bienes eclesiásticos. También definió la separación de poderes.

Esta Carta Magna fue el instrumento legal que posibilitó la autolegitimación de los sucesivos gobiernos oligárquicos cafetaleros. Sancionó el derecho de propiedad privada sobre la tierra. Todas estas medidas permitieron el inicio en el país de la modalidad de golpes de Estado como mecanismo de ajustes institucionales, «respetando» en esta forma la constitucionalidad. Luego de un pequeño período de provisionalidad de facto, el militar golpista se autolegitimaba en elecciones sin competencia.2

En 1890 Menéndez fue derrocado por general Carlos Ezeta (1890-1894) quien consolidó militarmente la soberanía salvadoreña y fomentó el profesionalismo del ejército a través del Código Militar y la modernización del armamento. En las postrimerías del siglo XIX la elite cafetalera salvadoreña fundamentó su tipo de democracia. El golpista Tomás Regalado (1898-1903) se constituyó en el encargado de viabilizar por la fuerza la transición hacia un mecanismo de selecciones y rotaciones pacíficas.3

A partir de 1903 cada presidente de la República fue electo para un período de cuatro años luego de ser escogido por su predecesor, lo que respetaba el principio de «no reelección». Los candidatos civiles dominaron la arena política entre 1903 y 1931. Sin embargo, el principal apoyo del gobierno venía del ejército. A raíz del asesinato de Manuel Enrique Araujo asume el monopolio del Estado la dinastía Meléndez-Quiñónez la cual estaba formada por dos familias muy importantes en la producción y exportación del café. Este grupo familiar, por medio de parientes, socios y amigos, extendió sus operaciones en el comercio y la agricultura, aliado a la expansión de las inversiones norteamericanas en la construcción de ferrocarriles y el mejoramiento de los puertos. Paralelamente, la administración pública mostró altos niveles de corrupción. La política de concentración de la riqueza llevó a la contestación política, por lo que entraron en escena los sectores medios urbanos demandando una mayor cuota de participación política.4

Desde el mandato de Carlos Meléndez (1913-1914) y (1915-1918) la política hacia las clases dominadas había sido cooptar a los dirigentes gremiales y a los intelectuales. Fue este último sector que se dio a la tarea de resaltar que el progreso no podía ser ajeno a la consolidación de la educación y del juego político. Sin embargo, la imposición fraudulenta de Jorge Meléndez (1919-1923) y el uso de la fuerza para reprimir las manifestaciones de descontento por medio de la denominada Liga Roja, que reunía en gran parte a grupos de campesinos a los que se les había ofrecido tierras y mejores salarios, hizo que los Meléndez-Quiñónez se fueran alejando del gobierno.5

Acerca de la llegada del deporte a El Salvador se tiene que esta actividad se ubica dentro de un contexto general de diversiones, cuya práctica social excluyente hizo que se creara una división marcada con respecto a los sectores que las ejecutaban. Sin embargo, tales entretenciones no se realizaron en un vacío cultural, por lo que no fueron las únicas, ya que pese a la llegada de diversiones modernas, también existían las procesiones religiosas y prácticas lúdicas coloniales como las peleas de gallos, las corridas de toros y el billar. Asimismo, debe resaltarse el interés de los gobernantes liberales de trastocar las pautas de diversión heredadas de la colonia y encauzar la forma de entretención del salvadoreño hacia la práctica del deporte. Una de las diversiones afectadas en este sentido lo constituyó el juego de chibolas o de canicas.6 La prohibición de la ejecución de esta actividad y a otras como los juegos de dados, se debe a las apuestas que se hacían en ellas donde los campesinos dejaban buena parte de su salario – sino todo – lo que les ocasionaba pobreza y el tener pocas posibilidades de consumo.

El origen del deporte moderno en El Salvador fue de acceso exclusivo de la elite de la capital – ubicada en la región central del país – y de Santa Ana, la principal urbe del occidente cafetalero. La dominación de la zona cafetalera en el deporte se explica porque en esta área estaban el capital, las mejores vías de comunicación y cierta infraestructura que posibilitó la ejecución de esta actividad. La elite cafetalera practicó las diferentes disciplinas deportivas que surgieron en el país junto a algunos integrantes de las principales colonias foráneas, tales como la francesa, la inglesa, la española y la estadounidense. Es de destacar que en sus inicios en el país el deporte moderno estuvo dominado por disciplinas individuales, hecho que hizo que los sectores que comenzaron a ejercitarse en ellos, consideraran su práctica como un acto social, por lo que la adecuada preparación y entrenamiento estuvieron en una gran medida ausentes. Antes de la aparición del fútbol los deportes que se practicaban en el país eran el ciclismo y las carreras de caballos. Es con el nacimiento de los deportes colectivos – como el balompié que los sectores trabajadores urbanos entraron a la arena deportiva.7 Una vez hecha esta contextualización se procederá a estudiar el origen del fútbol en El Salvador desde sus inicios en 1897 hasta la conformación de la primera selección de esta disciplina en 1921.

El nacimiento del fútbol en El Salvador 1897-1921

Sobre los inicios del balompié en El Salvador se sabe que, a principios de octubre de 1897 varios futbolistas se reunían a practicarlo en el Campo de Marte de San Salvador.8 Posteriormente, para el viernes 28 de julio de 1899 se sabe que regresarían de Santa Ana os miembros del Sport Club de San Salvador que, fueron a esa ciudad a tomar parte del partido de fútbol arreglado allí.9 Según se ha constatado en la capital el balompié era practicado con entusiasmo en el Campo de Marte, lugar que para los días en que había partido era frecuentado por gran número de paseantes.10 Esto hizo que el fútbol se convirtiera a principios de agosto en el deporte favorito de la elite capitalina.11

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Campo de Marte de San Salvador en los años veinte

Para el domingo 8 de octubre de 1899 el Sport Club de Santa Ana jugó contra su similar de la capital en el Campo de Marte a las 4 de la tarde. Fungió como árbitro don Ricardo Moreira hijo. El triunfo fue obtenido por los visitantes por un marcador de dos goles contra cero. Por Santa Ana participaron: Ángel Álvarez, E. Lewousk, Tomás Trujillo, Rafael Meza hijo, Pedro Geofroy, Manuel Trujillo hijo, Carlos Álvarez A., Rafael I. Sifontes, H. Butter, O. Molina y A. Dowine. El equipo capitalino estuvo compuesto por: F. J. Yúdice, Frederic Sawyer, Otelio Ungo, Manuel Fiallos, Ricardo Sagrera, Salvador Rivas V., Rafael A. Aguilar, Miguel Yúdice hijo, Rodolfo Barón, H. Drews hijo y E. Godfried.12

El auge de la fundación de asociaciones balompédicas en la capital se manifestó con la aparición del Small Foot Ball Club,13 el Wilson Club Salvadoreño,14 el Foot Ball Haculhuatecan Club y el Palecah Pelota Foot’ Match.15 Entre los buenos jugadores del Wilson Club Salvadoreño destacó su portero de apellido Castillo, quien aprendió el juego en Estados Unidos. Sin embargo, la práctica del fútbol decayó volviendo a aparecer esporádicamente hasta mediados de septiembre de 1900 con la inauguración del Jolly Boys Foot Ball Club,16 y, a finales de 1904 con la fundación del Club Hércules.17

El año de 1906 evidenció la participación de infantes en el fútbol. A mediados de mayo de ese año los alumnos del Liceo Santaneco se preparaban a celebrar el 15 de septiembre con un partido en la ciudad de Santa Ana. Para eso invitaron a los alumnos del Instituto Nacional Central de San Salvador. Esta idea se debía a la iniciativa del maestro costarricense Carlos Gagini que laboraba en esta institución educativa del occidente salvadoreño.18 Por otra parte, para inicios de octubre se destacaba en la capital un club balompédico infantil. Ninguno de sus miembros contaba con más de diez años y pertenecían a las principales familias salvadoreñas.19

Carlos Gagini (1865-1925)

Carlos Gagini (1865-1925)

Sobre la práctica del balompié a principios del siglo XX existe la información brindada por Enrique Humberto Flores «El zorro Flores», miembro fundador del club capitalino Cemita en 1908. Según él esta disciplina se jugaba con zapatos de «botón» y con corbata.20 Asimismo, para esta época Mariano Bordas integrante del club Esparta refiere que: «Antes el fútbol era una especie de «pleito», en cuyo desarrollo se empleaba toda clase de mañas».21 Para el domingo 26 de septiembre de 1909 se llevó a cabo en San Salvador un partido entre el Small Club y el Club de fútbol del Liceo Salvadoreño. La mayor parte de los jugadores de ambas corporaciones deportivas eran niños entre 10 a 14 años, lo que demuestra una mayor práctica del fútbol entre los infantes capitalinos.22

El 2 de diciembre de 1910 se realizó un partido en la localidad de Izalco entre el club de ese lugar y el de Sonsonate. Ambas asociaciones jugaron en el costado sur de la iglesia de la Asunción. Una vez finalizado el encuentro todos los jugadores se dirigieron a una recepción preparada por la capitana honoraria del club izalqueño, señorita Luisa Godines y sus ayudantes Elvira Vega, Ángela Pacheco y Manuela Artiga.23 Para el domingo 6 de abril de 1913 en la explanada del Campo de Marte de Santa Ana ocurriría un desafío de fútbol. Se enfrentarían el equipo Azul y Blanco y el Rojo y Blanco. En la noticia que registra este evento por primera vez aparecen los dos capitanes de cada equipo, los dos árbitros, los cuatros guardalíneas y los dos médicos que asistirían a los jugadores.24 Unos pocos meses después en el hipódromo de Nueva San Salvador algunos jóvenes de esa localidad se dedicaban a la práctica del balompié.25

A mediados de enero de 1914 Mardoqueo Corcio Ruano daba clases de fútbol a varios niños capitalinos, para lo cual practicaba ensayos por las tardes en el Campo de Marte.26 Meses después se sabe de la organización en San Salvador de un centro social obrero dedicado exclusivamente al balompié. Sus directivos eran: Presidente, Adrián Silva; Vicepresidente, Martín Santa María; Vocales, Eliseo Jule, Alfonso Azúcar, Juan Rosa Luna, Benjamín Castillo y Manuel Ramírez; Tesorero, Arcadio M. Rivera, y, Secretario, Juan Santos Herrera.27 Durante los primeros días de octubre del año antes citado se establecía en la capital el club de fútbol Patria.28 Para el 24 de diciembre los jóvenes integrantes de estas corporaciones deportivas, concertaron un partido en Santa Tecla, lo cual motivó la elección de reinas de belleza para que condecoraran a la asociación victoriosa.29

Un factor que ayudó a la extensión y popularización del balompié lo constituyó la inclusión de mujeres en las juntas directivas de las corporaciones futbolísticas. Esto se ilustra con el caso del Club Juventud Sportiva de Chinameca, corporación deportiva que incluyó entre sus directivos de 1916 a las señoras Emerenciana Granados, Lucila E. Gómez y Bersabé Granados.30 También se sabe que como obsequio a los vencedores del partido que se efectuó el 3 de agosto del año en mención en San Salvador, la primera dama de ese entonces Sara de Meléndez ordenó que se hicieran unas medallas de plata.31 La inserción del fútbol en las fiestas de El Salvador del Mundo de la capital – principales festividades del país – hizo que el fútbol fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.

En la noche del 29 de agosto de 1918, en el local del Consejo Supremo de la Federación Obrera Salvadoreña, se fundó el Club Maratón. Uno de sus primeros acuerdos lo constituyó el practicar el fútbol junto con otros deportes como el baloncesto, beisbol y tenis.32 Además, en este año se estableció el Club Mercurio, organización balompédica integrada por empleados de comercio capitalinos.33 La participación de los militares en la práctica del fútbol fue un hecho que no pasó inadvertido durante los años de análisis. A principios de agosto de 1919 se fundó en San Salvador un club balompédico integrado únicamente por militares.34 Pese a esto la práctica del fútbol fue un fenómeno dominado por civiles.

Sobre el resultado de la Selección de Fútbol de El Salvador en los Juegos Centroamericanos efectuados en Guatemala en 1921 para conmemorar el centenario de la Independencia de Centroamérica, se sabe que perdió ante su similar de Costa Rica por un marcador de siete goles contra cero, por lo que al existir la eliminación directa por partido perdido no pudo seguir disputando el campeonato balompédico regional.35 Por otra parte, al final de los años de estudio se comienza a manifestar la inserción del fútbol en las celebraciones populares. Más específicamente en 1921, en la ciudad de San Miguel, donde se incluía un partido dentro del programa de festejos de la coronación de la Virgen de la Paz.36 También en 1921 se realizó la disputa final de un campeonato entre varias asociaciones balompédicas capitalinas. La copa de campeonato que, durante tres años fue disputada quedó en manos del Club Maratón.37

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Primera Selección de Fútbol de El Salvador. Sentado al centro, el delantero Santiago Barrachina. Atrás suyo el portero Carlos Escobar Leyva y a la derecha Emilio Detruit. Asimismo participaron en ella José P. Huezo, Benjamín Sandoval, Emilio Dawson, Víctor Recinos, Guillermo Alcaine, José E. Alcaine, Guillermo Sandoval y Enrique Lindo. Foto tomada de: http://www.elbaloncuscatleco.com/historia1.html

Conclusión

El fútbol en El Salvador nace como una actividad cultural que formaba parte de la sociabilidad de la elite económica, principalmente de las ciudades de San Salvador y Santa Ana. La promoción de su práctica en sus primeros años se debe a su apropiación por parte de los infantes, de los trabajadores y del apoyo que algunas mujeres hicieron al sostenimiento de los clubes de balompié como uno de los principales centros de sociabilidad comunal, así como en su práctica y en la inclusión en festividades comunales. La inserción del fútbol en las fiestas agostinas de San Salvador – principales festividades del país – hizo que este fuera llevado a todas las partes de El Salvador por las personas que retornaban a sus lugares de origen luego de pasar su estadía en la capital para esta época del año.


1 Acuña Ortega, Víctor Hugo, editor. Historia General de Centroamérica. San José: FLACSO, 1994. Tomo IV. Las republicas agroexportadoras. p.187.

2 ibid. p.189.

3 ibid. p.190.

4 ibid. p.218.

5 ibid. pp.228-229.

6 Diario del Salvador. Lunes 7 de mayo de 1917. Año XXX. No.6679. p.1.

7 Urbina Gaitán, Chester. «Origen del deporte moderno en El Salvador (1895-1921)». En: http://www.efdeportes.com/ Revista Digital – Buenos Aires – Año 11 – N° 97 – Junio de 2006 En: http://www.efdeportes.com/efd97/salvador.htm

8 Diario del Salvador. Miércoles 6 de octubre de 1897. Año III. No.648. p.3.

9 ibid. Jueves 27 de julio de 1899. Año VII. No.1142 .p.3.

10 ibid. Viernes 28 de julio de 1899. Año VII. No.1143. p.3.

11 ibid. Miércoles 2 de agosto de 1899. Año VII. No.1147. p.3.

12 ibid. Martes 10 de octubre de 1899. Año VII. No.1202. p.2.

13 ibid. 10 de noviembre de 1899. Año VII. No.1228. p.3.

14ibid. Viernes 17 de noviembre de 1899. Año VII. No.1233. p.2.

15 ibid. Martes 5 de diciembre de 1899. Año VII. No.1248. p.2.

16 ibid. Jueves 13 de septiembre de 1900. Año IX. No.1472. p.3.

17 El Club Hércules fue fundado el 25 de septiembre de 1904. Información contenida en: ibid. Sábado 1 de octubre de 1904. Año XV. No.262. p.1.

18 ibid. Sábado 19 de mayo de 1906. Año XVII. No.3122. p.1.

19 ibid. Jueves 4 de octubre de 1906. Año XVII. No.3232. p.4.

20 El Gran Diario. Sábado 12 de agosto de 1939. Año I. No.45. p.7.

21 ibid. Sábado 19 de agosto de 1939. Año I. No.52. p.6.

22 Diario del Salvador. Lunes 27 de septiembre de 1909. Año XXI. No.4106. p.1.

23 ibid. Miércoles 30 de noviembre de 1910. Año XXIII. No.4453. p.1.

24 ibid. Abril 5 de 1913. Año XXVI. No.5154. p.2.

25 ibid. Miércoles 23 de julio de 1913. Año XXV. No.5261. p.3.

26 ibid. Lunes 19 de enero de 1914. Año XXVII. No.5435. p.8.

27 ibid. Miércoles 7 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5679. p.2.

28 ibid. Jueves 8 de octubre de 1914. Año XXVII. No.5680. p.2.

29 ibid. Lunes 14 de diciembre de 1914. Año XXVII. No.5737. p.2.

30 ibid. Jueves 3 de febrero de 1916. Año XXIX. No.6127. p.2.

31 ibid. Sábado 22 de julio de 1916. Año XXIX. No.6404. p.1.

32 ibid. Viernes 30 de agosto de 1918. Año XXXI. No.7071. p.3.

33 ibid. Miércoles 11 de diciembre de 1918. Año XXXI. No.7158. p.1.

34 ibid. Viernes 8 de agosto de 1919. Año XXXII. No.7352. p.4.

35 ibid. Martes 18 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7997. p.5.

36 ibid. Martes 11 de octubre de 1921. Año XXXIV. No.7992. p.3.

37 ibid. Lunes 8 de octubre de 1923. Año XXXVI. No.8580. p.2.




El Fútbol Británico antes de la International Board, (1863-1886)

En anteriores Cuadernos nos hemos referido a la creación de la International F.A. Board, en 1886.

Reseñaré acontecimientos del fútbol británico  anteriores a esa fecha. O sea, desde la fundación de la F. Association. Esta primera parte abarcará el período (1863-73).

La cronología  se basará en los siguientes puntos:

I. Fundaciones (Clubes y Asociaciones)

II. Partidos y Competencias

III. Reglas (Aspectos Básicos)

IV. Comentarios y Curiosidades.

1863

I.

Londres. Civil Service F.C….Chatham. Royal Engineers F.C; ambos clubes militan hoy en el fútbol amateur inglés.

Stoke-on-Trent, Ingl. Stoke City F.C. Es el segundo club profesional más antiguo, detrás del Notts. County F.C., de Nottingham (1862)..

Londres (26 oct.). The Football Association ; es la «decana»  de carácter nacional (Inglaterra). Primer presidente: Arthur Pember, del No Names F.C., de Kilburn, Londres.

II.

Mortlake ,Londres (19 dic.).Richmond F.C. y Barnes F.C. , primer juego con las nuevas reglas, (0:0); ambos son actuales clubes de rugby union.

III.

Redacción inicial por Ebenezer Cobb Morley, capitán del Barnes F.C.; aprobadas (08 dic.)… Algunas inclusiones: Dimensión del  campo de juego y porterías; gol válido a cualquier altura, entre los postes; saque de banda; cambio de lado, luego de cada gol; fuera de juego absoluto (como en el rugby). Prohibición de hacer zancadillas o dar puntapiés al rival. Tampoco llevar el balón con las manos.

Sin referencias de: árbitros, cantidad de jugadores; duración del juego;  tamaño del balón.Sin líneas marcadas en el campo (sólo 4 banderillas).

1865

I.

Nottingham., (Ingl.) . Nottingham Forest  F.C.

III.

Las reglas de la F.A. (1863) no tuvieron aceptación inmediata en todo el país. Existían otros reglamentos, entre ellos el de «Sheffield F.C.», aprobado el 21 oct. de 1858. Su adhesión final a la F.A. (1877) fue un gran avance institucional.

1866

II.

Battersea Park, Londres (31 mar). Primer interciudades; los locales vencieron a Sheffield  por 2 goles y  4 touch-downs a nada. Se jugó con las reglas de la F.A.

III.

Portería, .Incorporación de una soga o cordel (tape)entre los postes, a 2.44 mts. de altura; fue el antecesor del  larguero actual..

Fuera de Juego, no existirá cuando haya 3 adversarios entre el atacante y la meta; fue la modificación del off side absoluto.

IV.

La  adopción del tape fue idea de E.C. Morley, secretario de la F.A. Había presenciado -en Reigate-, un gol producido a  más de 10 mts. de altura.

Sorprendió, en el  interciudades, el  juego de cabeza practicado por  Sheffield. Esta modalidad era desconocida en la región londinense. Antes del partido se acordó el uso de un balón Nº 5 de Lillywhite´s.

1867

I.

Glasgow (09 jul.). Queen´s Park F.C., decano del fútbol escocés.

Sheffield (04 set.). Sheffield Wednesday F.C. (hasta 1929: The Wednesday F.C.)

II.

Sheffield (16 feb./06 mar). Copa Youdan. Fue el primer torneo que haya existido en cualquier tipo de fútbol. Se jugó con las «Reglas de Sheffield», entre 12 clubes de allí, y fue su ganador el vigente Hallam F.C. (fund. 1860).

Battersea Park, Londres (02 nov.).Middlesex  vs.  Surrey/Kent (0:0). Fue el primer juego entre condados.

IV.

Thomas Youdan, dueño del Teatro Alexandra (Sheffield) donó una copa que se disputó sólo ese año. Fue también el primer trofeo de la historia. Hallam F.C. sólo es superado en antigüedad futbolística por el Sheffield  F.C., de 1857.

1869

I.

Kilmarnock, Escocia. Kilmarnock F.C., segundo club más antiguo.

III.

Adopción del tiro de meta (goal-kick ).

IV.

La F.A. tenía 29 clubes afiliados . Hoy, con 32.000 entidades es la mayor Asociación de la F.I.F.A… Es la única que no incluye el nombre del país al que representa: sólo, The Football Association.

1871

I.

Londres  (26 ene.) The Rugby F. Union, (21 clubes). Origen de un nuevo deporte. El reglamento inicial tuvo 59 puntos.

II.

Londres  (11 nov.) Comienzo de The F.A. Cup. Es el torneo más antiguo del mundo y contó con 15 inscriptos iniciales.

III.

Portero, primera mención en las Reglas. Recién en 1909 usaría camisa distinta a la de sus compañeros.

IV.

En las reglas de la Copa (no en las de la F.A.) se mencionaron – primera vez- la duración del juego (1 ½ hs) y la cantidad de jugadores (11 por lado).

1872

I.

Glasgow (¿? mar.)  Rangers F.C.

II.

Londres, Kennington Oval (16 mar.) Primera final de Copa: The Wanderers (Londres): 1 ,Royal Engineers (Chatham): 0. El gol: Morton P. Bett.

Glasgow (30 nov.)  Escocia-Inglaterra (0:0). Primer internacional oficial. Nota en Cuadernos, dic. 2012.

III.

Adopción del tiro de esquina  (corner kick).

IV.

Final de Copa. El teniente Edward W. Creswell, de los perdedores, sufrió fractura de clavícula. A pesar de ello, no abandonó el campo.

1873

I.

Glasgow (13 mar.). The Scottish F.A. (7 clubes).

III.

Londres. Primer Oxford-Cambridge (1:0). Este «clásico» anual es el segundo más antiguo del calendario mundial.

IV.

En la etapa inicial, el association no fue un fútbol de pases o combinaciones.

Las «estrellas»  eran los regateadores que  efectuaban sus acciones en solitario. Cuando perdían el balón intervenían sus compañeros, para recuperarlo  lo antes posible.. Robert W. S. Vidal, apodado «El Príncipe de los Dribleadores» fue la  gran figura en esa función. Campeón con The Wanderers (1872) y  la Univ. de Oxford (1874). Estudiante de Teología, se graduó en 1877; fue entonces,  el  Reverendo Vidal. Primer crack y religioso !!.

Otras figuras iniciales:

Arthur Fitzgerald Kinnaird (The Wanderers, Old Etonians)

John Charles Clegg (The Wednesday )

Francis Arthur Marindin (Royal Engineers)

Charles William Alcock (The Wanderers).

Todos ellos, luego como árbitros y dirigentes, fueron sólidas columnas de la evolución del fútbol..




Orígenes del fútbol en México – Capítulo I

México vivía una época de aparente paz.  El general Porfirio Díaz1 hacía tiempo que gobernaba el país y todo aquello que oliera a europeo era bien recibido en las aduanas mexicanas.

La última década del siglo XIX mostraba un progreso significativo si tomamos en cuenta que el país, tantas veces devastado, había cimentado un acercamiento a la modernidad a través de la tecnología más importante de la época: la locomotora. Miles de kilómetros de vías férreas inundaron regiones antes inhóspitas y los extranjeros, deseosos de conquista, aceptaron la invitación del gobierno mexicano para explorar, conocer y modernizar al México del porfiriato2.

Grandes inventos hacían su aparición: el fonógrafo, el cine  y la luz eléctrica asombraban a propios y extraños3. Nuestro país intentaba mostrarse al nivel de las más destacadas ciudades europeas, con las ventajas del primer mundo y la modernidad del ya cercano siglo XX.

Norteamericanos, franceses, alemanes e ingleses llegaban cargados de las más espectaculares novedades, buscando en el suelo mexicano una oportunidad para hacerse ricos y sentar reales. Entre todo aquello que ingresaba a nuestro país, no solo existían las cosas materiales, sino también aquellas que reconfortaban al cuerpo y al espíritu.

Los mexicanos, poco aficionados a los deportes, comenzaron a descubrir en estos una forma de ejercitar el cuerpo, de hacerse de nuevos amigos, pasar un rato divertido, y sobre todo, matar el tiempo libre que la paz porfiriana les ponía enfrente.

Los paseos ciclistas, el tenis y el golf se convirtieron en los deportes de moda. El béisbol y el atletismo también tuvieron sus grandes espacios. Se crearon diversos complejos, academias y centros dedicados cien por ciento al deporte, así surgió el primer club «mexicano», el Reforma Athletic Club en 1894, en donde el críquet y el tenis eran la única atracción, con la limitante de que solo aceptaba ciudadanos ingleses.  Nacerían posteriormente el Country Club de Churubusco y el Country Club de Reforma, creados por norteamericanos, que dedicaba sus instalaciones especialmente al gol y al béisbol y el Bicycle Riding School, que  era un colegio que promovía el uso de la bicicleta y las «técnicas más modernas» para el mantenimiento de las mismas4.

Ante estas perspectivas, el gusto de los mexicanos se diversificó gracias a las diferentes propuestas deportivas. Según la clase social se accedía a ellas, aunque a finales del siglo XIX parecía que los ricos eran los únicos que tenían el tiempo y el dinero para practicar en forma un verdadero deporte, las clases bajas entre las que se contaban obreros, campesinos y peones de diversa índole, poco conocían del «placer y confort» que el deporte aportaba «en cada uno de nosotros» como se leía en un artículo de  la revista The Mexican Sportsman5 que surgió en 1896 para el deleite de los nuevos deportistas.

Registro de la revista The Mexican Sportman en el Diario Oficial Noº 90 octubre 13 de 1896

Registro de la revista The Mexican Sportman en el Diario Oficial Noº 90 octubre 13 de 1896

El furor ante esta nueva forma de pasar la vida y los ratos libres, trajo una invasión de productos especializados provenientes de Europa y de los Estados Unidos. Llegarían por el Puerto de Veracruz palos de golf, de cricket, bates y pelotas de diversos tamaños, así como unos balones ingleses de cuero, cosidos a mano y con una agujeta o tiento que permitía mantener en el interior una cámara de vejiga de cerdo inflada6.

Cuando se recibieron en la aduana estos balones solicitados por ciudadanos ingleses  que residían en nuestro país, los empleados que los desembarcaron no tenían ni la menor idea de para que servían y solo se limitaron a observarlos con curiosidad.

Los balones, fueron a parar a diversos colegios ingleses de la capital de la República Mexicana7, ahí, se intentó con poco éxito organizar algunos encuentros, ya que eran pocos los interesados. Se calcula -según el diario The Mexican Sportman- que en la capital 30 o 40 jugadores intentaban practicaban el fútbol hacia 1896, pero no más que ese número8.

¿Cuándo llegó a México en realidad el primer balón? Debió  de ser poco antes que este año, pero no tenemos ningún documento que lo avale, por lo que tenemos este año 1896 como punto de partida.

Pero no solo en la ciudad de México se practicaba el balompié, al interior de la República, en sitios de gran confluencia inglesa, sobre todo en lugares dedicados a la minería, también comenzó a prender el deporte de las patadas y sería ahí, en donde alcanzaría por vez primera la esencia de un verdadero deporte, con un club formalmente hecho y que respetaba las diferentes reglas que sobre el fútbol existían y que conocían por practicarlo en su natal Inglaterra.

Estos ingenieros ingleses, pertenecientes a la Compañía Minera de Santa Gertrudis, La Blanca y Real del Monte de Pachuca, deciden fundar un equipo, el primero en el país, de este deporte mágico llamado fútbol, el Pachuca Athletic Club. Ahí mismo, en los terrenos de la mina de La Blanca, instalan también la primera cancha.

Es por esto, que a lo largo de la historia se le ha considerado a Pachuca  como la cuna del fútbol en México.

Equipo Pachuca Athletic Club

Equipo Pachuca Athletic Club

1 Porfirio Díaz fue presidente de México en varios periodos, 1876 (noviembre- diciembre), 1877 febrero -mayo), 1877 (mayo-noviembre) y de 1884-1910.

2 Porfiriato es la forma como la mayoría de los historiadores ha dado por llamar a los 30 años de poder del presidente Porfirio Díaz.

3 El cinematógrafo y el fonógrafo hacían su aparición en 1896 en México y aunque desde 1881 se inició el servicio público de electricidad en la ciudad de México, este comenzó a regularizarse con un tendido de cables más extenso, justo en el mismo año de 1896.

4 El uso de la bicicleta se hizo muy frecuente entre las clases medias y altas, ya que se comenzó a ver al caballo como símbolo de decadencia o de poco «moderno», ya que era el transporte más común, es por esto que los clubes ciclistas tuvieron mucho éxito.

5 Ante la cantidad de nuevos «deportistas», surge esta pequeña revista en inglés que busca hablar de todos los deportes que comienzan a darse y sobre todo, de los clubes en donde se pueden practicar.

6 Se tiene conocimiento de que estos balones llegaron en 1896 para algunos colegios ingleses, pero antes de ellos seguro que algún ciudadano inglés trajo consigo alguno, pero no está consignado con datos fehacientes que puedan demostrarlo.

7 El Positivismo se convirtió en «el fundamento indispensable para orientar la educación» en nuestro país y durante el porfirismo se abrió la entrada a muchos colegios extranjeros, sobre todo ingleses, franceses y norteamericanos. Robles, Martha. Educación y Sociedad en la Historia de México. Publimex, 2010.

8 Más que jugadores propiamente dicho, eran los estudiantes de los colegios ingleses y cada equipo estaba formado por no más de 5 niños, que jugaban en el patio del colegio, en donde los arcos servían de portería.