Biografía de Ceferino Rodríguez Avecilla

cra1Quizá no sea exagerado decir que Ceferino Rodríguez Avecilla es el hombre más ignorado de la historia del fútbol español, sobre todo en comparación con la importancia que ha tenido para este. Cuando no vilipendiado y hasta insultado.

Las referencias que del presidente de la Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball durante 1904 encontramos en los pocos libros que lo mencionan son todas despreciativas y muchas veces irónicas. Por ejemplo Francisco Narbona en su libro Fútbol (1951) lo llama reiteradamente «inquieto» (págs. 131 y siguientes) y lo pone como único responsable de la mala organización de la Copa de 1904. Asunto este, por cierto, al que dedicaremos bastantes páginas en próximos números.

Con motivo precisamente de nuestra investigación sobre la Asociación Madrileña que empezamos a publicar en el último número y que continuaremos en los próximos meses tuvimos interés en conocer con mucha más profundidad al desconocido Avecilla. Junto a las exiguas referencias de los libros de fútbol, encontramos también las siguientes:

Avecilla (Ceferino R.). Biog. Escritor español contemporáneo, n. en Valladolid en 1880. Fundó y dirigió la Revista de Sport, colaboró en el Renacimiento Latino, Madrid Cómico y Diario Universal. Publicó: Cuentos ciclistas, El puesto de la inocencia (sainete) y las novelas Los crepúsculos y Rincón de humildes (Memorias de un viejo café). [Enciclopedia Espasa, ed. 1988].

Rodríguez Avecilla, Ceferino (Valladolid 1880 – ¿1936?). Dramaturgo y narrador. Es autor de las novelas Los crepúsculos (1906) y Rincón de humildes (1908) y de las piezas teatrales En mala tarde (1905), Silencio (1913) y Los caminos de Roma (1917). [Diccionario de literatura española e hispanoamericana, Ricardo Gullón, Madrid, ed. Alianza, 1993. Nota redactada por Javier Blasco].

Rodríguez Avecilla, Ceferino (Valladolid 1880 – ¿1936?). Dramaturgo y narrador. Se conocen sus obras dramáticas En mala tarde (1905), Silencio (1913) y Los caminos de Roma (1917), así como las novelas Los crepúsculos (1906) y Rincón de humildes (1908). [Diccionario Espasa de la literatura española. Jesús Bregante Otero, Madrid, ed. Espasa, 2003].

Estas brevísimas referencias, únicas publicadas, nos ponían en la pista del personaje, desaparecido absolutamente del fútbol desde el Campeonato de España de 1904. La investigación en consecuencia en que basamos las páginas siguientes es absolutamente novedosa, fruto de meses de trabajo en archivos y bibliotecas españoles y extranjeros, con las que hemos pretendido sacar definitivamente a Avecilla de su anonimato. No obstante no deja de ser una breve aproximación al personaje, y en consecuencia cualquier aportación será muy bienvenida.

Ceferino Rodríguez Alonso de Avecilla nació en Valladolid el 14 de diciembre de 1880. O eso parece. En realidad lo más correcto sería decir que ni sabemos ni dónde nació, ni sabemos cuándo lo hizo. En todos los papeles oficiales que hemos localizado afirma el propio Avecilla haber nacido en Valladolid, pero extrañamente en dos fechas diferentes: 24-12-1879 o 14-12-1880. En principio nos decantamos por la segunda porque es la que más veces repitió, pero también sabemos que en el Registro Civil de Valladolid no consta su inscripción ni en el año 1879, ni en 1880 ni en 1881. ¿Cómo explicarlo? ¿Quizá nació en un pueblo de la provincia? ¿Quizá sin más no fue inscrito? ¿Pero en todo caso cómo explicar que él mismo diera dos fechas diferentes de sí mismo? Seguiremos investigando.

Probablemente fue nieto de don Ceferino Avecilla González, senador por Lérida (1881-82) y Soria (1887-88) fallecido en 1888. En 1854 aparece otro Ceferino Avecilla como gobernador civil de la provincia de Segovia, pero por edad no parece que puedan ser el mismo. Por último hay que señalar la importancia de otro diputado, don Pablo Alonso de la Avecilla (1810-1860), periodista, político y sobre todo escritor, famoso sobre todo por su novela La conquista del Perú (1852). Toda la familia era acaudalada, propietaria de empresas de minería y bien introducida en la política española.

Parece ser que el último de ellos llevaba por nombre de pila Pablo Alonso, y a simple título de hipótesis este y el Ceferino mayor podían ser hermanos. Quizá el diputado era hijo de Pablo Alonso, y fue el primero en convertir el Alonso en parte del apellido apareciendo así el Alonso de Avecilla que es el segundo apellido de nuestro Ceferino. En este punto parece no haber duda, pues aunque nunca firmó con el Alonso, así consta en toda la documentación oficial. Y digno es de mención el artículo de Juan Antonio García Galindo titulado «El poder de la prensa de información ideológica y política en el nuevo periodismo andaluz» publicado en la obra Presse et pouvoir en Espagne (1868-1975) en 1996 (Madrid, Casa de Velázquez, ed. P. Aubert y J. Desvois), pues él es el único que cita a Avecilla con su segundo apellido completo: Alonso de Avecilla.

No tenemos referencia alguna de la infancia de Avecilla, y aunque apenas tenemos fotos, sí conocemos algunos de sus rasgos físicos. Era un hombre alto, de 1,70, de complexión normal, ojos pardos, boca grande y nariz grande. Antes de cumplir los veinte años Avecilla contrajo matrimonio con Carmen Cuesta López de la Rosa (Madrid, 23-10-1878), de quien enviudaría antes de exiliarse a México en 1942. Además de su labor periodística, literaria y futbolística, era abogado.

Desde su primera adolescencia empezó a escribir; en 1896 publicó su primer texto Radios tangentes: narraciones velocipédicas, firmado junto con Gerardo Failde y Ramón Cilla Pérez. Y entre 1903 y 1904 fundó y dirigió hasta tres revistas deportivas: Revista de Sport (1903), Mundo Sportivo (1903) y Gaceta del Sport (1904), además de colaborar como cronista deportivo en el diario madrileño Diario Universal, en el que firmaba sus artículos con el pseudónimo de F. Bowden. Por cierto que con toda probabilidad la segunda de las revistas que fundó sirvió como modelo para que en 1906 se fundara en Barcelona El Mundo Deportivo.

Su trayectoria periodística en estos años trabajando por el fomento del deporte madrileño es indudable, aunque como tantos aspectos del personaje nunca se hayan citado. Y probablemente como consecuencia de su trayectoria fue elegido presidente de la Asociación Madrileña de Clubs de Foot-ball el 4 de enero de 1904. Aunque es precisamente su presidencia el punto clave de su trayectoria deportiva no es oportuno ni repetir aquí lo que a grandes rasgos mencionamos en nuestro artículo del mes pasado ni tampoco adelantar lo que minuciosamente desarrollaremos en meses sucesivos.

Pero sí es quizá oportuno hacer mención a su trayectoria anterior a 1904, aunque solo sea para decir que también nos es desconocida. Tradicionalmente se ha dicho que Avecilla se marchó del Madrid FC y fundó el Club Español, desde el que intentó rivalizar con sus antiguos compañeros madridistas. Ignoramos por completo si esto es cierto, pero lo que sí sabemos es que Avecilla no dejó en sus múltiples escritos prueba de esto, y que tampoco encontramos en ninguna de las alineaciones del Madrid a ningún Rodríguez ni a ningún Avecilla.

También se dice que Avecilla fue presidente del Español y que compaginó este cargo con el de presidente de la Federación en 1904. Sí sabemos que el presidente del Español desde el 7-10-1903 era M. Méndez, pero es cierto que no sabemos si este sustituyó precisamente a Avecilla que ya tenía su objetivo puesto en la federación.

Por último queremos destacar otra información difundida tradicionalmente y que también nos vemos obligados a poner cuanto menos en duda. Se trata de la idea de que Avecilla aprovechó la presencia en Madrid de los presidentes de los clubes más importantes de España con motivo del Concurso del Ayuntamiento de 1902 para establecer conversaciones con sus respectivos presidentes (Hans Gamper, Carlos Castellanos, Juan Astorquia y José María Miró) con el fin de fundar una federación española de fútbol, a la que dieron el nombre de Unión de Clubs de Foot-ball, que supuestamente habría mantenido sus actividades hasta 1903. Cierto o no, no podemos dejar de mostrar nuestras absolutas reservas al respecto, ya que resulta extremadamente raro que no haya ni la mínima mención ni en Los Deportes de Barcelona ni en el Heraldo del Sport de Madrid, y tampoco en ninguna de las tres revistas antedichas publicadas por el propio Avecilla. Nadie de los que sostienen la existencia de esta misteriosa federación da ninguna fuente para sus afirmaciones, y dada la absoluta carencia de información nos obliga a pensar si no hay una confusión absoluta con los hechos ocurridos diez años después, en que sí se fundó una Unión Española de Clubs de Foot-ball. No nos resulta creíble que se fundara una federación con tan importantes miembros y que ninguno diera ni la mínima noticia.

Lo que sí podemos afirmar con absoluta seguridad es que la experiencia de Avecilla en el fútbol no fue buena. Una vez se puso al frente de la federación solo duró tres meses al frente, víctima de un conjunto de intrigas e insidias que resultan casi increíbles de imaginar en el lejano 1904 en que el fútbol solo era pasión y diversión. La primera dimisión que presentó en marzo de 1904 no le fue aceptada, pero el caso es que la federación dejó de tener actividad al terminar el Campeonato de España, el 29-3-1904. Meses después Avecilla volvió a mandar una carta de dimisión, pero ya meramente testimonial pues la federación había desaparecido.

Lo que está claro es que abandonó completamente su relación con el fútbol y el deporte y se dedicó plenamente a su prolífica labor como periodista y escritor.

Su labor periodística que había iniciado con tanto énfasis a través del fútbol la continuó en otros ámbitos, en los que no fue menos entusiasta. Escribió en La Tribuna, Libertad o Informaciones. Fue director de Castilla (1917), periódico de Alcalá de Henares, ciudad donde se convirtió en un personaje de primera categoría y en la que se le recuerda por haber sido principal promotor de la construcción de la moderna ermita del Val. Colaborador de La Voz de Madrid (1925), Abc y la revista Blanco y Negro, para los que enviaba crónicas desde París, ciudad en la que vivió desde finales de los años veinte. Algunas las firmó con el pseudónimo de Ricardo Begoña.

Antes de irse a vivir a París ya había publicado varias novelas. Ya en 1905, un año después de dejar el fútbol, publicó Los crepúsculos,  y en los años siguientes volvió a la narrativa con La vida eterna (1913) y otras como Margot tiene que ser honrada (1922). Su popularidad no obstante le llegó a través de sus numerosas obras teatrales y zarzuelas, escritas casi siempre en colaboración con Manuel Merino García-Pierrat.

Su primera obra Silencio…, fue estrenada en 1913 en el Coliseo Imperial de Madrid, y antes de 1922 había puesto en escena casi una decena de obras, entre las que se incluyen El enemigo malo, Tupi-Palace, Su majestad y El estudiante de Salamanca. Y entre las zarzuelas a las que Rafael Millán puso música se encuentran La mala tarde (1915) o Las alegres chicas de Berlín (1916).

A poco de instaurarse la II República regresó a España. De ideología comunista, Avecilla debió de tener una actividad política activa durante los años republicanos. No obstante su protagonismo continuó ligado al terreno literario. Ya en junio de 1931 editó la colección «La novela roja», en la que se publicaron siete obras a razón de una por semana. Eran novelitas muy cortas, de 16 páginas, vendidas al precio de 20 céntimos, concebidas como medio de expresión de las ideas de la llamada lucha del proletariado. El propio Avecilla publicó una de las novelas de la colección, El quinto evangelio, y junto a él lo hicieron personajes de la talla de Margarita Nelken.

Durante estos años bajó su producción dramática; solo se conocen dos obras, estrenadas ambas en 1934: El atajo, escrita con Manuel Merino, y Muchachas de uniforme.

El siguiente punto importante en la biografía de Avecilla es que formó parte del comité incautador de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Así lo contaba por ejemplo Abc del 5 y 6 de agosto de 1936. Formó la junta directiva con Pascual Guillén, Franch, Narciso Fernández Boixader, Pablo Sorozábal Mariezcurrena (en su ausencia José Tellaeche Arrillaga) y Alejandro Casona. Según se decía, «se ha realizado el cambio de rumbos de una manera cordial y sin la menor violencia, merced a la actuación de tres comediógrafos de tan probado espíritu revolucionario como Ceferino R. Avecilla, Enrique López Alarcón y Pascual Guillén».

Pero no todo el mundo vivió la incautación «de una manera cordial y sin la menor violencia». El periodista Tomás Borrás, falangista, respondía así a Abc (27-10-1977, pág. 95) cuando le preguntaban si había conocido a Avecilla: «¡Hombre que si lo conocí!, ¡vaya si lo conocí! Como que un día se presentó aquí de improviso, con intenciones de matarme. Mejor dicho, de matarnos, sí, a mi mujer y a mí».

Junto con su trabajo al frente de la SGAE es probable que también dirigiera algún periódico madrileño durante la guerra. Así nos lo dice Víctor de la Serna (9-1-1937, Abc de Sevilla): «dos días antes de estallar el movimiento nacional uno de estos tipos me visitaba en mi despacho para pedirme colaboración en Informaciones, después de asegurarme que él sentía el fascismo en lo hondo de sus entrañas. Diré su nombre: Ceferino R. Avecilla. Creo que ahora dirige alguna de sus siniestras hojas que paga -mal, por cierto- Moscú».

A partir de ese enero de 1937 no hemos encontrado más noticia de Avecilla, si bien nada hace indicar que no permaneciera en Madrid hasta el final de la guerra pues no en balde al terminar esta fue encarcelado y permaneció en prisión hasta que en 1942 salió desde Casablanca camino de Veracruz a bordo del célebre barco Nyassa. Durante su presidió sabemos que escribió su obra La condenada, estrenada en México en 1946.

Al llegar a México el 22 de mayo de 1942 inició nuevamente su activa carrera periodística y literaria. Colaboró en varias revistas como EstampaMéxico al DíaSaberRevista de Revistas Excelsior (al menos hasta 1947), en la que  escribió críticas teatrales y cinematográficas. Algunas de estas fueron recopiladas en su volumen El teatro, 1943-1945: opiniones, publicado en 1946. A su producción literaria mexicana pertenecen las obras Noche de feria (1941), y la antedicha La condenada (1946) estrenada por María Teresa Montoya. Por cierto que ya en 1930 había Avecilla estrenado su primera obra en México, La loba, interpretada primero por Virginia Fábregas y años después por Prudencia Grifell. Durante su estancia en México Avecilla perteneció a la Unión Nacional de Autores.

Además en 1944 fue el redactor de los diálogos del filme Marina, y un año después del argumento en Último amor de Goya, película también conocida con el título de La diabla y filmada en 1945. Ambas cintas fueron dirigidas por Jaime Salvador y Avecilla trabajó en colaboración con Carlos Martínez Baena.

Sabemos que ese mismo 1946 colaboró con Mi Revista, una publicación parisina bilingüe fundada por Eduardo Rubio Fernández, alias «el Chichito», sujeto al parecer popular por sus exitosas estafas. Tenía dos subtítulos la citada revista, Ilustración Latino-Americana y Organe de Diffusion de la Pensée et du Goût Français en Amerique Latine. Junto con Avecilla escribieron otros españoles como Luis Capdevila, Ángel Samblancat, Felipe Alaiz, Mariano Benlliure, Alonso Camín, Mario Aguilar, Fernando Pintado y Ventura Gassol y por la parte francesa Paul Valéry, Jean Cassou, Paul Eluard, Louis Aragon y Albert Camus, Claude Morgan y Claude Aveline.  La revista tenía además una dimensión política, «de combate» contra el régimen franquista y sus aliados, aún más acentuada en el semanario Heraldo de España, también publicada por el mismo Rubio Fernández.

Al año siguiente, en 1947, Avecilla ganó el primer premio del «Concurso de arte teatral y lírico» organizado en Francia por el Servicio de cultura y propaganda del Movimiento Libertario Español (MLE-CNT) con la obra Que en España empieza a amanecer. La representación del drama tuvo lugar el 18 de julio de 1948 en el Teatro del Capitol de Toulouse. En ella participaron actores del grupo Iberia, del Grupo Artístico Juvenil de las Juventudes Libertarias, que estaba formándose, y de la Compañía Dramática de Teodoro Monge; todos bajo la dirección de este último.

Ignoramos si Avecilla se desplazó a Francia o si vivía allí. Y después de este premio, nada más. Solo sabemos que el historiador mexicano Rafael Heliodoro Valle publicó su correspondencia con Avecilla en 1951. Pero nada más. No sabemos si volvió a España o no, y si realmente murió en México DF como dicen algunas fuentes. De hecho la fecha de 1956 para su fallecimiento tampoco es segura, ya que aunque las otras que se encuentran no son posibles (1936 o 1946), no tenemos dato alguno que nos permita asegurar que en efecto su fallecimiento tuvo lugar en México DF en 1956. A falta no obstante de más información, los daremos provisionalmente por buenos.

Como decíamos en el encabezamiento redactar esta pequeña biografía llena de vacíos nos ha costado meses de trabajo. Quizá impericia… No obstante y a falta de continuar nuestras investigaciones o recibir cualquier información que añada o corrija, entendemos que el salto entre las mínimas referencias que conocíamos de Avecilla y esta biografía es notable y que en consecuencia, a pesar de los pesares, el trabajo ha merecido la pena.

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Bibliografía

Novelas y otras narraciones

  • Los crepúsculos, Madrid, ed. El Trabajo, 1905.
  • La vida eterna, Madrid, R. Moliner, 1913.
  • Margot quiere ser honrada, Madrid, Prensa Gráfica, 1922.
  • La amaba locamente, Madrid, ed. Prensa gráfica, 1925.
  • La sombra enmascarada, Santander, Aldus, 1927.
  • El quinto evangelio, Madrid, colección La Novela Roja, 1931.
  • Noche de feria, Ciudad de México. Isla, ed. Manuel Altolaguirre, 1941.
  • La noche de los tiempos. Cuento burlesco.

No ficción

  • Radios tangentes: narraciones velocipédicas, con Gerardo Failde y Ramón Cilla Pérez. Madrid, Ángel B. Velasco, 1896.
  • Rincón de humildes: crónica de un viejo café, Madrid, Estab. Tip. El Trabajo, 1908.
  • La anarquía y el colectivismo (traducción del original francés de Alfred Naquet), Valencia, ed. F. Sempere y Compañía, 1905.
  • Mademoiselle gris: glosas sentimentales de provincial, Alcalá de Henares, ed. Tipografía de Castilla, 1919.
  • Teatro español del siglo XX. Con José Zaldívar; Alfred Maria Willner; Robert Bodanzky; Franz Lehár; Luis Millá Gacio; Guillermo X Roure; Manuel Moncayo; Luis Linares Becerra; Antonio Estremera; Francisco Graciani; Antonio Graciani; Antonio López Monís; José Pérez López; Juan José Lorente; José de Lucio; Domingo González Parra. Madrid, 1928.
  • Los mil y un días: cronicón, 1 – enero -1936, Madrid, ed. Tip. Europa, 1936.
  • El teatro, 1943-1945: opiniones, Ciudad de México, Talleres Claridad de los Hermanos Ramírez, 1946.
  • Correspondencia con Ceferino R. Avecilla, de Rafael Heliodoro Valle, México, 1951.

Dramaturgo y zarzuelista

  • El puesto de la inocencia. Sainete lírico. Con Félix Méndez Martínez y música de José Fernández Pacheco y Campuzano. Madrid. Ed. Florencio Fiscowich, 1897.
  • La reja. Música de Cándido Larruga. Madrid, ed. Casa Dotesio, 1912.
  • A la buena de Dios. Canción pasiega. Música de Cándido Larruga. Madrid, ed. Casa Dotesio, 1912.
  • Silencio. Drama en tres actos. Adaptación de la obra L‘Alibi de Gabriel Trarieux Madrid. Ed. Castilla, 1913.
  • Tupi – Palace. Sainete. Madrid, 1914.
  • Su afectísimo amigo. Comedia. Madrid, 1914.
  • El enemigo malo. Comedia. Con Manuel Merino. Madrid, ed. R. Velasco, 1915.
  • La mala tarde. Zarzuela. Con Manuel Merino y música de Rafael Millán. Madrid, SGAE, 1915.
  • Las alegres chicas de Berlín. Opereta. Con Manuel Merino y música de Rafael Millán. Madrid, ed. R. Velasco, 1916.
  • Tres miradas. Música notada de Hugo de Montey. Madrid, Unión Musical Española, 1917.
  • La máscara de don Juan. Drama. Con Manuel Merino. Madrid, Librería de Viuda de Pueyo, 1917.
  • Los caminos de Roma. Comedia. Con Manuel Merino. Madrid, R. Velasco, 1917.
  • Florentina (o Pastorela). Opereta. Con M. González (compositor), Enrique Nieto de Molina; Joan Ribé; Raquel Meller. Barcelona, ed. Compañía del Gramófono, 1917.
  • El estudiante de Salamanca. Zarzuela. Madrid, 1917. Música de Luis Pujol.
  • Amalia. La novela de una camarera de café.1919. Música de José Amich «Amichatis».
  • El hombre desconocido. Comedia. Con Manuel Merino. Madrid, Ed. La Correspondencia Militar, 1921.
  • No volvió el aventurero. Adaptación. 1922
  • La hija de nadie (La borda): historia de una mujer del arroyo. Drama. Traducción y adaptación de la obra de José Amich «Amichatis» y Montero Barcelona, Publicaciones Rafols, 1923.
  • La loba. Comedia. Con Manuel Merino. Madrid, ed. Rivadeneyra, 1929.
  • El Atajo. Comedia. Con Manuel Merino. Madrid, Estampa Rivadeneyra, 1934.
  • Muchachas de uniforme. Drama. Traducción. Obra estrenada en el Teatro Alcázar de Madrid el 20 de julio de 1934.
  • A la puerta de tu alcoba. 1937.
  • ¡No te rindas, mujer! Comedia. Con José Amich «Amichatis». 1938.
  • La condenada. Drama. 1946.
  • Que en España empieza a amanecer. Drama. 1948.
  • La reina rubia. Sainete.
  • El ocaso de los demonios. Tragicomedia.
  • La cabeza a pájaros. Comedia. Música de JL Campbell.
  • Luz en las tinieblas. Drama.
  • Circo. Comedia.
  • Calvario. Auto a lo divino.
  • Belén. Fantasía.
  • La cabeza del rey. Farsa.
  • El amor mudo. Entremés.
  • Su majestad. Zarzuela. Con Manuel Merino. Música de Pablo Luna.
  • La hierbabuena. Sainete.
  • La capa. Espectáculo.
  • Anda morena. También conocida como La Isabelina. Música de Cándido Larruga. 1915.
  • Don Jaime el Conquistador.
  • La mujer de todos. Música de José Amich «Amichatis».
  • Porque si.
  • La Chocolatera. Música de Joaquín Zamacois.



Aquellos torneos de verano (V)

XIV Trofeo Ramón de Carranza: homenaje al fútbol español

La temporada 1967/68 había tenido una prolongación inusual y no todo por haberse disputado la fase final de la Copa de Europa de Naciones. La final de la Copa del Generalísimo acabó jugándose el 11 de julio. Aquella edición copera dio mucho que hablar, especialmente por el protagonismo que acabó adquiriendo el árbitro, Antonio Rigo. Si su actuación fue muy criticada en semifinales, cuando sus decisiones favorecieron al FC Barcelona frente al Atlético de Madrid, en la final, el Santiago Bernabeu terminó cubierto de miles de botellas que materializaban el descontento de los seguidores madridistas, que recriminaron su permisividad con la contundencia de la defensa barcelonista y la no señalización de una posible penalty.

Un mes después, casi a mediados de agosto, los grandes del fútbol español reiniciaron sus actividades, con las inevitables ilusiones ante la nueva temporada. El primero que inició los entrenamientos fue el Valencia CF que lo hizo el 3 de agosto. El Atlético de Madrid realizó su primera sesión el 6 y el Real Madrid el 7. El FC Barcelona esperó hasta el 11 para reunir a sus jugadores tras las vacaciones.

Y casi con lo puesto empezaron los partidos importantes: el Atlético fue a Amsterdam para caer ante el Ajax 2-0. El Real Madrid se estrenó en el Costa del Sol, donde perdió sus dos partidos, para luego ir a Norteamérica y disputar un par de amistosos. El FC Barcelona ganó el Joan Gamper tras derrotar en la final al CR Flamengo de Río de Janeiro por 5-4, mientras que el Valencia CF entre sus amistosos destacó el doble encuentro contra el Huracán e Buenos Aires, derrota el primero y victoria en el segundo.

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Y llegó el Carranza. Se había programado una edición especial en la que se rendía homenaje al fútbol español. Junto al Valencia CF, vigente campeón del torneo, entraban el Real Madrid como campeón de Liga y el CF Barcelona como campeón de Copa. Cerraba el cartel el Club Atlético de Madrid. Se adelantaron en llegar a Cádiz el CF Barcelona y Valencia CF. Mientras que Real Madrid y Atlético se desplazaron en el mismo tren un día después.

El sorteo había sido un tanto caprichoso. Emparejó al Valencia con el Atlético y permitió que los dos finalistas de la última Copa de España volviesen a enfrentarse. Con ello, las previsiones que colocaban en la final al Valencia CF, cuestionaban si los levantinos serían capaces de retener su título ante el ganador de la otra semifinal. Pero así rodó el balón:

ATLÉTICO MADRID – VALENCIA CF 3-1 31/08/1968

Árbitro: Bueno

Goles: 1-0 (23′) Gárate. 2-0 (45′) Collar. 2-1 (59′) Ansola. 3-1 (89′) Ufarte.

Atlético Madrid: Zubiarraín; Paquito, Griffa, Calleja; Irureta, Iglesias; Ufarte, Luis, Gárate (Cardona), Adelardo, Collar.

Valencia CF: Pesudo; Sol[44′], Jesús Martínez, Tatono; Roberto, Paquito; Machicha (Panchulo 44′), Claramunt, Ansola, Waldo, Ramón Martínez (Poli 44′).

Aunque el Valencia CF partía como favorito, a la hora de la verdad, no pudo hacer frente a la decisión y juego más rápido de los rojiblancos. Una de las reglas elementales del fútbol se cumplió: ante un centro de campo elaborador y un tanto parsimonioso se le contesta con velocidad y decisión. Eso fue lo que ocurrió. El Valencia contaba con Claramunt y Paquito para trenzar su juego en espera de servir balones a sus dos arietes Waldo y Ansola. Y una dinámica de juego previsible, máxime cuando sus dos extremos no acaban de entrar. Pero el Atlético, en vez de plantear la pugna por el centro del campo jugó a amarrar mejor a sus rivales y aprovechar su única ventaja: los lados. Ufarte y Collar. Fue el contragolpe rojiblanco el arma que decidió el partido. Posiblemente la fortuna se decantó por el Atlético cuando Gárate se anticipó en un rechace y logró el primer gol. Pero luego, el Valencia fue perdiendo confianza, especialmente en su defensa que no acertaba a tapar las salidas por la bandas rivales. La dureza con que Sol se empleó sobre Collar le llevó al vestuario antes del descanso. Mundo, aprovechándose del reglamento del torneo, introdujo dos modificaciones para recomponer sus líneas, pero… expulsión y seguidamente gol madrileño. Con el 2-0 en contra el Valencia mantuvo su empuje arriba. Llegó a acortar distancias, demostrando una preparación física superior, pero una nueva escapada, ahora de Ufarte, a poco del final, resolvió la primera semifinal.

CF BARCELONA – REAL MADRID 2-1 31/08/1968

Árbitro: Sánchez Ibáñez.

Goles: 1-0 (24′) Juanito. 1-1 (59′) Gento. 2-1 (87′) Zaldúa.

CF Barcelona: Sadurní; Torres, Gallego, Eladio; Zabalza, Fusté; Juanito, Zaldúa, Mendonça, Pereda, Rifé.

Real Madrid: Betancort; Sanchis, De Felipe, Zunzunegui; Pirri, Zoco; Miguel Pérez, Amancio, Grosso, Vidal (José Luis 44′), Gento.

Era el plato fuerte. Entre los dos equipos alineaban 18 (19 si contamos el cambio en el Real Madrid) protagonistas de la última final de Copa. Si los madrileños contaban con mayor apoyo en las gradas debido a los cuantiosos veraneantes, el Barça presentaba su reciente fichaje, el ídolo local, Juanito, conocido como el Niño de oro. Y fue el gaditano quien abrió el marcador, culminando así la mejor predisposición barcelonista. Juanito estaba siendo el hombre del partido y el Madrid no acertaba a responder. Además, la superioridad técnica de los azulgrana llegaba a asfixiar a su rival. Pero con 1-0 llegó el descanso y el Madrid se preparó para responder. No contó Miguel Muñoz con que José Luis se lesionaría a los 2 minutos de juego, relegándose a hombre de relleno sobre el campo (solo se podían hacer las sustituciones durante la primera parte). El Real Madrid adelantó líneas y chocó con la sólida defensa contraria. Sin embargo, en un fallo del portero, Gento estableció el empate y así aumentó la incertidumbre. En la recta final del choque el CF Barcelona volvió a tomar el mando. Fue desarbolando poco a poco al Madrid y según se acercaba el final también se acercaba el gol del triunfo. Llegó tras una buena jugada de Juanito, tras librarse de Zunzunegui, llegó hasta el palo y cedió el balón a Zaldúa, perfectamente colocado. No hubo revancha, el Barça, esta vez sí, superó con claridad y sin polémica al Real Madrid.

REAL MADRID – VALENCIA CF 3-0 01/09/1968

Árbitro: Sánchez Ibáñez.

Goles: 1-0 (23′) Pirri. 2-0 (53′) Miguel Pérez. 3-0 (85′) Pirri de p.

Real Madrid: Junquera; Miera, De Felipe, Zunzunegui; Pirri, Zoco; Miguel Pérez, Amancio, Grosso (Grande), Vidal, Bueno.

Valencia CF: Pesudo; Tatono, Jesús Martínez, Panchulo; Paquito (Catalá Benet), Roberto; Claramunt, Waldo, Ansola, Poli, Nolito.

El partido por el tercer puesto convocó a dos equipos resignados. Los cambios introducidos por ambos entrenadores tuvieron mayor influencia el Valencia ya que tuvo que reorganizar toda su línea de ataque.

El Real Madrid se mostró sólido y sin necesidad de apretar, pues el rival tampoco lo hacía, fue imponiéndose con claridad. Para rematar la situación, Catalá-Benet, que había entrado por Paquito con la intención darle más vida al juego valencianista, se lesionó quedando sobre el terreno como simple testigo del partido.

Estaba claro que tratar de eludir el cuarto puesto no era suficiente motivo para incentivar a los jugadores. Con todo, Grande y Vidal, por parte del Real Madrid, intentaron agradar a su entrenador y pusieron sobre el campo las mejores muestras de fútbol.

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ATLÉTICO MADRID – CF BARCELONA 1-0 01/09/1968

Árbitro: Medina Iglesias.

Gol: 1-0 (37′) Calleja.

Atlético Madrid: Zubiarraín; Paquito, Griffa, Calleja; Irureta, Iglesias; Ufarte[52′], Luis, Gárate, Adelardo, Collar.

CF Barcelona: Sadurní; Torres, Gallego[40′], Eladio; Zabalza, Fusté; Oliveros (Juanito), Juan Carlos, Mendonça, Palau (Pereda[52′]), Rexach.

Y por fin llegó la gran final, el homenaje al fútbol español. Y así fue, todo un homenaje al fútbol despreocupado, desenvuelto y descarado con que el Atlético de Madrid se presentó ante el CF Barcelona. También tenían ganas de revancha los rojiblancos, que no olvidaban las semifinales de la última Copa donde siempre acusarán al arbitraje de los dos partidos, el balear Antonio Rigo.

Si Artigas contaba con Balmanya a su lado, Miguel lo hacía con Villalonga. Si el Barcelona demostraba más recursos introduciendo algunos cambios en su alineación, el Atlético presentaba a los mismo hombres, sin especular con el posible cansancio.

Ambos conjuntos fueron fieles a sus tradiciones, esas que los han identificado a lo largo de la historia. El potencial de CF Barcelona siempre se ha basado en su lista interminable de jugadores, elegantes y técnicos. El Atlético siempre ha sido más directo: una sólida defensa, más bien dura, y una delantera resolutiva, casi autosuficiente.

Cuando el partido comenzó se pudo apreciar que la pareja Luis-Gárate, alimentada por Ufarte y Collar, junto con la presencia de Irureta, estaban dando demasiado trabajo a la defensa azulgrana, que sin opción de respuesta se iba metiendo en su área. El Barcelona no sabía transitar el balón hasta sus delanteros y cuando lo intentaban se encontraban con los expeditivos defensas rivales, que iban adelantando su posición según avanzaba el partido. Y así, para sorpresa del público, llegó el único gol. Un balón centrado es despejado de puños por Sadurní, llega a Calleja, que conecta un disparo que traspasa la muralla de jugadores que todavía había en el área. Se pudo escuchar el disparo de Calleja en todo el estadio porque el público no daba crédito a tan manifiesta superioridad atlética.

Perdió los nervios el Barcelona, los perdió Gallego que fue expulsado por una dura entrada a Gárate. Cada vez que llegaba el delantero rojiblanco Gallego vivía un problema. Y la tensión subió cuando Pereda y Ufarte también fueron expulsados. Pereda había retrasado su posición a lateral y se emparejó con Ufarte. Hubo un roce entre ellos y el árbitro, pensando que todo podría ir a más, cortó por lo sano, para algunos con demasiado rigor.

Y así hasta el final. Los dos equipos se dieron cuenta de que el empleo de la fuerza podría transformarse en nuevas expulsiones. Y entonces los dos equipos trastocaron sus tradiciones. El Barcelona peleó para contrarrestar su desventaja en el marcador y en el número de hombres. El Atlético, por el contrario, se ordenó y fue dejando que el tiempo corriese sin que hubiese ningún gol más.

Al final, el Atlético fue campeón del torneo homenaje al fútbol español. Un fútbol que entraba en sus mínimos internacionales, especialmente en las competiciones de clubs. Esa temporada, la Liga fue de nuevo para el Real Madrid, que barrió (perdió solo un partido, ante el Elche CF). El CF Barcelona quedó tercero, superado por la UD Las Palmas de Molowny, mientras que el Valencia CF, quinto, y el Atlético Madrid, sexto, vieron como el CD Sabadell de Pasieguito les arrebataba la cuarta posición.




Radiografía de un… ¿soborno?

Con alguna regularidad, nuestro fútbol suele verse enredado en acusaciones o sospechas de amaño. Corría 1941 cuando el Hércules de Alicante decidió liquidar a buena parte de su plantilla, ante la probabilidad de que se hubieran dejado golear en campo propio frente al Celta vigués. Cinco años más tarde, al Levante se le fue la mano en su último choque liguero frente al Almansa. Competía por el ascenso con el Atlético Baleares y estaba claro que el «goal-average» resultaría decisivo. Puestos a remangarse, parece se aplicaron a conciencia. Pero claro, aquel 0-11 resultó tan escandaloso que la F.E.F. acabó sancionando a 10 de los 11 muchachos que esa tarde vistieron la camiseta manchega. También levantó muy serias sospechas la actitud de Vicente Dauder y Gabriel Taltabull en una decisiva promoción del «Nastic» tarraconense, aunque nadie lograra la menor prueba de compraventa. Según denuncia melillense, el 17 de marzo de 1956, un directivo del Córdoba habría ofrecido 50.000 ptas., de ellas 25.000 por adelantado, a cambio de que la U. D. Melilla entregase su partido en el Álvarez Claro. Como posteriormente el choque se resolviera a favor de los melillenses por 1-0, nadie hizo mucho por averiguar la verdad. El 30 de junio de 1956, las sospechas volvieron a cernirse en torno al «Nastic». Esta vez fue Lorenzo Rifé quien las desatara en otro partido de promoción, resuelto a favor del Europa mediante un doloroso 2-4. En 1980, el escándalo salpicó la 1ª División. Málaga y Salamanca fingieron tan mal, que el Comité de Competición, dispuesto a aplicar un buen escarmiento, suspendió por un año a los malacitanos Corral, Migueli, Orozco y Macías. Elevado el correspondiente recurso ante el Consejo Superior de Disciplina Deportiva, este organismo acabaría dejando sin efecto las sanciones. Mala solución, porque para entonces los cuatro estaban a punto de cumplir su pena. Corral, Orozco y Migueli, ya había colgado las botas, y sólo el central Macías, quién sabe si por cabezonada, se empeñó en continuar dándole al cuero en el Antequerano. Más recientemente, con los leones de San Mamés a punto de descender a 2ª División, la captura de una conversación telefónica entre el presidente del Levante y su capitán, el irundarra Iñaki Descarga, dejaba entrever la entrega de los 3 últimos puntos. El decisivo partido, en efecto, se resolvió en «la Catedral» a favor del Athletic. E incluso los cronistas más apasionados reconocieron haber visto a un Levante contemporizador, noblote y sin la garra que durante todo el Campeonato le caracterizara.

La relación aún podría ser más extensa, pues 100 ediciones coperas y 70 de Liga dan para casi todo. Pero hubo un caso especial, de puro anómalo. El presunto sobornado confesó su teórica debilidad. Llegó a salir del campo sin que el colegiado hubiera pitado el final, dejando a su equipo con un hombre menos. El Comité de Competición se mostró inflexible. Y a pesar de todo, nadie podría poner la mano sobre aquel fuego con la seguridad de no abrasarse. Estos fueron los hechos. Veámoslos al trasluz, como si se tratara de una radiografía.

Miguel Barrera iniciaba en 1966-67 su tercera campaña defendiendo el portal del Jumilla C. F.. Había ingresado durante el verano de 1964, procedente del Cieza, y nadie podía reprocharle nada en el conjunto vinatero. Era un buen guardameta de 3ª División, capacitado para encarar retos mayores. Aquella edición sería alineado como Barrera II, pues tendría a su lado a un hermano mayor, compitiendo por la defensa de los tres palos. Nada hacía pensar que su caso saltaría de la región murciana a toda la prensa y radio estatales, e incluso a la propia televisión, cuando ésta emitía en blanco y negro y acababa de estrenar su segundo canal.

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Escudo de aquel Jumilla, noticia desgraciada durante los años 60 por culpa de un “soborno” envuelto en sombras bastante densas.

Los hechos se produjeron el domingo 5 de marzo de 1967, cuando el Jumilla recibió en su campo de La Asunción al Albacete, para dirimir el choque correspondiente a la jornada 23 del Campeonato. El Albacete luchaba con el Eldense, el Alicante y el Cartagena, por ocupar una de las dos primeras plazas; únicas que daban derecho a disputar la promoción de ascenso a 2ª División. El Jumilla venía de una mala racha y aquellos puntos resultaban importantísimos para los dos contendientes. Las crónicas de «Línea» y «La Verdad» recrearon muy bien todo aquel nerviosismo. Aunque los locales comenzaran atacando, un descuido defensivo permitió a Martínez disparar desde lejos y alojar la pelota en la red de Barrera II. Continuó a la carga el Jumilla, pese al buen orden y la veteranía de que hizo gala el conjunto manchego. Se llegó al descanso con ese 0-1, pero a los 15 minutos de la reanudación un centro de Siles fue cortado con la mano por un defensa visitante. Sánchez transformaba el penalti, estableciendo la igualada. El Albacete, entonces, pareció reaccionar. Hilvanó buenas combinaciones, sin que ninguna de ellas desequilibrara el tanteador. De pronto, a falta de 5 minutos para la conclusión, el Albacete volvía a adelantarse, gracias a un disparo flojo, manso, ante el que Barrera no hizo nada útil. Más exactamente, empujó el balón a su portería. Ante el asombro general, traducido casi de inmediato en protestas, Barrera II abandonaba el campo. Su compañero Cárceles, un defensa, tendría que colocarse bajo el marco durante los escasos minutos que aún restaban.

No es que la jugada decisiva fuese mal vista por los dolidos espectadores jumillanos. El martes día 7 (entonces los lunes no existía otra prensa que «La Hoja»), «La Línea» y «La Voz de Albacete» coincidían en lo sustancial. «La Línea recogió: «Transcurría el minuto 40 de esta segunda parte cuando se produjo el más bochornoso espectáculo que se ha conocido en este estadio. Ante el asombro de cuantos presenciábamos el encuentro, el portero local Barrera, a tiro del delantero visitante, en vez de detener el esférico, remató a su propia meta lo que valió la victoria del equipo albacetense. En este momento el meta Barrera II decidió retirarse del terreno de juego». Y «La Voz de Albacete» corroboraba: «Se observó en Barrera II una torpeza desacostumbrada en sus intervenciones, que culminó cuando en una jugada ayudó a que el balón impulsado por un jugador del Albacete entrara en su propia red. Gol que valió la victoria del equipo visitante. Pero más extraño resultó que a raíz del gol, Barrera II abandonó el terreno de juego sin justificación».

La polémica, sin embargo, no había hecho sino comenzar. Pronto se supo que en el vestuario, ante sus compañeros y directivos, Barrera II, presa del remordimiento, declaró haberse dejado marcar el segundo tanto, luego de recibir 12.000 ptas. La directiva, entonces, exigió a su jugador una declaración escrita. Y a las 7 de la tarde, en los locales de Inspección Municipal de la policía jumillana, ante Matías Ríos Guardiola, delegado informador de la Delegación Provincial de Fútbol, Juan Lila Albiñana, presidente del Jumilla, Juan Jiménez Fernández, secretario, José Mª Tévar, vicesecretario, Vicente Calabuig, delegado de campo, y Antonio Romera, jefe de la policía local, que firmaron como testigos, Miguel Barrera confirmó que el viernes anterior, en Cartagena, donde cumplía el servicio militar, dos varones de entre 28 y 35 años le habían sobornado.

El Jumilla, de inmediato, solicitó a la Federación el esclarecimiento de los hechos, se castigara a los culpables y se diese por inválido el 1-2 de aquel partido. Al mismo tiempo, rescindió el contrato de su portero y le reclamó hasta la última peseta entregada a cuenta. En total, 12.300 de ficha y 10.000 de sueldos. Cuanto sucedió a esa confesión firmada, puede seguirse en titulares, como muy bien hicieron Juan José Melero y José García Simón en sus «80 años de una pasión: Historia del Jumilla»: «El Albacete Balompié sale al paso de una burda maniobra contra su prestigio» (La Voz de Albacete, 8-III-1967). «El Albacete niega su participación en los hechos. Señala que el Jumilla es testaferro de otras entidades» (La Verdad, de Murcia, 9-III). «Nota del Albacete: El Jumilla actúa por presión de otras entidades. La directiva niega toda participación en el soborno del portero jumillano» (Informaciones de Alicante, el mismo día 9). «No sobornó el Albacete» (ABC de Madrid, también el día 9).

Paralelamente, el miércoles día 8 de marzo Miguel Barrera fue citado a declarar en los locales de la Federación Murciana. No compareció. Lo hizo en cambio Barrera I, su suplente y hermano, justificando la ausencia al no haber podido obtener permiso militar en el cuartel de La Guía, próximo a Cartagena. Puestos en contacto con el Ejército de Tierra, los federativos fueron informados de que el futbolista sí disponía de permiso, y que llevaba disfrutándolo varios días. Como sus explicaciones resultaban imprescindibles para la instrucción, volvió a ser convocado para el viernes 10.

El escándalo ya era mayúsculo. El jueves día 9, Juan Lila, presidente del Jumilla, fue entrevistado en los estudios madrileños de Televisión Española. Justo ese mismo día, el diario madrileño «Pueblo» recogió unas declaraciones de Barrera II, donde afirmaba no haber sido sobornado, achacando aquella primera declaración a los nervios, fruto de las presiones. «Si acepté la culpabilidad de soborno fue porque me di cuenta del grave perjuicio que le había ocasionado a mi equipo y pensé que esa era la única posibilidad de anular el encuentro». En la misma entrevista dijo que durante todo el partido debió soportar los insultos de dos o tres espectadores próximos, y que para colmo vio cómo su hermano estaba peleándose con otro espectador desde el banquillo. «En eso vi que llegaba el balón, le di una patada y me fui a los vestuarios». Al día siguiente, «La Verdad» publicaba otra entrevista al portero, realizada en Cartagena. Para entonces Barrera ya no militaba en el Jumilla, pues los «vinateros» acababan de contratar a Espinosa, muchacho de 21 años que hasta entonces jugaba en el modestísimo Madimsa. Miguel Barrera se ratificó en su inocencia, asegurando le habían hundido la carrera deportiva por 12.000 ptas. Su amargura parecía sincera: «Es lo que tengo que agradecer a la directiva del Jumilla» -dijo-. «Se han portado muy mal conmigo. Después de jugar tres temporadas en el equipo, así me han tratado». Como contrapunto, el diario murciano recogía otras declaraciones del asesor técnico jumillano, Santiago Villaescusa, y del vicepresidente Miguel Trigueros. Del técnico sólo salían parabienes. Barrera había tenido siempre un comportamiento ejemplar, era el mejor portero de la región, el de más porvenir, hasta el punto que el At. Madrid lo había convocado para una prueba. Con todo, si algo no encajaba en aquel rompecabezas, era que Barrera hubiese llevado al campo, ese preciso día, a su hermana y a su novia. ¿Es que alguien podía dejarse golear, justo cuando su novia lo vería todo desde la grada?. El vicepresidente también ensalzaba a Barrera como portero. Le había acompañado hasta el vestuario cuando se retiró del campo, dejando a sus compañeros empantanados. «Y allí mismo, sin coacción, me dijo que había tomado dinero», escribió el entrevistador.

El Jumilla C. F. “heredero” de aquel otro  en cuyo seno se vivió esta increíble peripecia.

El Jumilla C. F. “heredero” de aquel otro en cuyo seno se vivió esta increíble peripecia.

Llegó el viernes y Barrera volvió a dar la espantada ante la Federación. Dos familiares se presentaron en su nombre, justificando la reiterada ausencia en supuestos deberes militares. Los federativos, entonces, optaron por desplazarse hasta Cartagena e interrogar al jugador. Desconocían que el soldado iba a estar de guardia y por ese motivo tampoco pudo decirles nada. De cuanto ese día declararon los directivos de Albacete y Jumilla, el colegiado y los jueces de línea, destacó la confirmación de que, en efecto, Barrera I había tenido un rifirrafe con parte del público, y que desde ese momento su hermano parecía estar más atento a cuanto ocurría en torno al banquillo que al desarrollo del juego.

Por fin el viernes 17, casi dos semanas después de encajar el gol, Miguel Barrera dio su versión oficial, reafirmándose en la distracción por culpa de la pelea, negando cualquier soborno y añadiendo que en aquel momento pudo haber firmado cualquier cosa: «Incluso mi condena a muerte». Según él, los directivos del Jumilla no emplearon la fuerza, pero sí la persuasión. «Me aconsejaron mal». Y en lo que parecía un borbotón sincero, aseguró: «Nunca pensé pudiera llegarse a un estado en que un hombre admitiría cualquier cosa para que le dejasen en paz». La misma sinceridad, rebozada en amargura, le hizo convenir: «Sé que estoy perdido para el fútbol. Esta mancha me hunde deportivamente».

La suerte estaba echada, pese a que toda la plantilla del Jumilla dirigió un escrito a la Federación, solicitando la mayor benevolencia posible en su fallo. Y sí, el Comité de Competición fue benevolente, asegurando no haber encontrado pruebas de soborno. En vista de ello, sancionaba al guardameta con una multa de 300 a 600 ptas. por ausentarse del campo sin permiso arbitral, según contemplaba en el artículo 100.

Emblema actual de Jumilla, en su segunda refundación, tras la catastrófica desaparición de dicha entidad al término del ejercicio 2010-11.

Emblema actual de Jumilla, en su segunda refundación, tras la catastrófica desaparición de dicha entidad al término del ejercicio 2010-11.

Las quejas fueron unánimes. ¿Para eso se había armado tanto revuelo?. ¿Es que nunca se iba a acabar con las sospechas de fraude en el fútbol?. Poniendo tan bajo el listón, cualquiera podría animarse a adulterar las competiciones. Después de todo, 2 puntos imprescindibles por 12.000 ptas., o 12.600, si se afrontaba también la multa, era un precio lo bastante atractivo para ser tenido en cuenta. Permeables a las presiones, desdiciéndose de su propio fallo, los miembros del Comité de Competición elevaron escrito al Comité Directivo de la Federación Regional, solicitando la suspensión de Barrera por un año. El martes 22 de marzo de 1967, el máximo organismo murciano suspendía a Barrera II no por uno, sino por dos años, amparándose en el artículo 90 del reglamento de Jugadores. Y haciéndose eco de la solicitud del Jumilla, daba el contrato deportivo del guardameta por rescindido.

¿Culpable o víctima?. Miguel Barrera, en todo caso, concluyó aquel lejano 1967 su prometedora marcha futbolística. El Jumilla ocupó el penúltimo puesto en el X Grupo de 3ª División, que implicaba descenso a categoría Regional. Pero eso no fue lo peor. Carcomida la moral de sus directivos, humillada la afición por el revuelo nacional del «soborno», el club no fue inscrito para la Liga Regional del Campeonato 1967-68. Dicho en otras palabras, el Jumilla desaparecía. Tendrían que transcurrir nueve años para que un nuevo grupo de aficionados, deglutida toda la hiel, refundase el club y lo pusiera a competir en la más baja categoría regional murciana. El Albacete, por cierto, coprotagonista de los acontecimientos, ocupó el segundo puesto en la clasificación final, a 2 puntos del Eldense. Ambos disputaron la promoción de ascenso a 2ª y ninguno de ellos logro encaramarse a la división de plata.

En esta historia llena de ambigüedades, como si de buen cine negro se tratara, todos salieron perdiendo.




J. Soler, el presidente del Barça sin rostro

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El 25 de junio de 2011 una noticia aparecía en los medios de comunicación: el Centro de Documentación y Estudios del FC Barcelona lanzaba una petición a los socios y simpatizantes demandando una fotografía de Josep (o Josep Maria) Soler, presidente de la entidad entre octubre de 1905 y octubre de 1906. Una de las etapas más oscuras para el club, con un gran descenso de socios (198), escasa actividad y duras derrotas deportivas (10-1 ante el Athletic de Bilbao, por ejemplo). Durante años se había exhibido una foto de Manuel G. Solé (director del Gimnasio Solé, donde se fundó el FC Barcelona el 29 de noviembre de 1899) atribuyéndosela por error a J. Soler.

A los pocos días de leer la noticia escribí al Centro de Documentación aportando fotografías del equipo en aquella época e indicando mi convicción de que el presidente  Soler era el guardameta de aquel equipo (J. Soler). El hecho de que la mayoría de componentes de la directiva elegida aquel 6 de octubre de 1905 (el vicepresidente Josep Llobet, el tesorero José Quirante y el vocal Udo Steinberg) fueran también jugadores o exjugadores avalaba mi hipótesis. Los únicos que no eran jugadores eran el secretario Miquel Userós y el vocal J. Sanz. Desde el Centro descartaron mi teoría alegando que ya había sido considerada.

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J.Soler en la portada de Los Deportes (7-06-1903) oculto en las sombras. Como en la historia.

J.Soler en la portada de Los Deportes (7-06-1903) oculto en las sombras. Como en la historia.

Meses después conversando con el historiador Ángel Iturriaga Barco (autor de los libros Diccionario de jugadores del FC Barcelona y Diccionario de técnicos y directivos del FC Barcelona) tuve conocimiento de otra teoría sobre la identidad de Josep Soler sobre la que se estaba trabajando: el mismo Josep Soler que presidió el Barça en esa época era el Josep Soler que había presidido la Asociación de Clubs de Football (antecedente de la Federación Catalana de Fútbol) en ese periodo y del que se conservaba una foto que podía verse en la galería de Presidentes de la web de la Federación:

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Era una hipótesis muy razonable y una buena noticia que pudiera ponerse rostro al Presidente Soler de forma tan sencilla, pero surgían dudas al rastrear el origen de esa foto. Un origen que tiene nombres y apellidos: Jaume Nolla Durán (1929-1997), autor del libro Ayer y hoy del Fútbol Catalán editado por la Federación Catalana en 1976 con motivo de su más que discutible (ya que la Asociación de Clubs de Foot-ball, antecesora de la Federación, se fundó el 12 de noviembre de 1902) 75º aniversario. Libro en el que la Federación Catalana basa su historia y del que procede la foto que nos ocupa.

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La foto está en la página 52 del libro y la explicación al «mandato» de Josep Soler al frente de la Asociación de Clubs de Football en la 53: «Comisión Gestora (J. Soler) octubre 1905 a diciembre 1905. El día de [sic] 6 de octubre de 1905 se reunió la Junta General de la Asociación y nombró presidente interino a D. J. Soler a quien acompañaban en su función de comisión gestora los siguientes señores, Vicepresidente, D. J. Llovet [sic], Tesorero, Quirante, Secretario, señor Ucebos [sic], y vocales, Streimberg [sic] y Sans [sic].»

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Posteriormente (Pág. 54) explica el final de la etapa Soler y el nombramiento de una nueva Junta Directiva presidida por Udo Steinberg en febrero de 1906, aunque indicando (erróneamente) que el alemán inicia su mandato en diciembre de 1905.

Otro libro más reciente de la Federación Catalana (1900-2000. Un segle de fútbol català, de Antoni Closa, Jaume Rius y Joan Vidal) repite la misma versión, basándose en el libro de Nolla de 1976: «Se hizo cargo de la Asociación una gestora encabezada por Josep Soler, que era, en aquellos momentos, el presidente del FC Barcelona. Esta, la integraban, también, los señores Llovet [sic], Quirante, Ucebos [sic], Steinberg y Sans [sic].» (Pág. 46).

El problema radica en una cuestión muy simple: ¿cómo es posible que la Junta del FC Barcelona y de la Comisión Gestora de la Asociación de Clubs fueran elegidas el mismo día y con exactamente los mismos integrantes? Creo que radica en que Nolla confundió la noticia publicada en Los Deportes el 14 de octubre de 1905 sobre la constitución de la Junta del Barça con la de la Asociación. Y la verdad es que casi puede entenderse el error porque la noticia (firmada por J. Mensa) no puede estar peor redactada y en ningún lugar indica que sea la Junta del FC Barcelona, sólo la lectura de la segunda parte de la noticia (en la que se habla de un partido entre el Barça y el X), el hecho de saber que los nombres de esa Junta eran casi todos jugadores azulgranas o consultar otras fuentes como el libro publicado con motivo del 25º aniversario del Barça (Historial del F.C. Barcelona 1899-1924 de Daniel Carbó i Santaeularia «Correcuita»), puede clarificarlo.

Los Deportes, 14-10-1905, Pág.11.

Los Deportes, 14-10-1905, Pág.11.

Historial del FC Barcelona 1899-1924, Pág.134.

Historial del FC Barcelona 1899-1924, Pág. 134.

¿Pero si Soler no fue el Presidente de la Comisión Gestora de la Asociación de Clubs en ese periodo, quién lo fue? Pues nadie, el puesto estuvo vacante según podemos seguir en Los Deportes. El 16 de diciembre de 1905 explican que tras un periodo de absoluta inactividad la Asociación se ha constituido de nuevo con los siguientes clubs: FC Barcelona, Catalá, Español, Internacional, X, Juventud, Villafranca, Badalona y Tarrassa y una Junta Directiva integrada por los señores Witty, Gamper, Steinberg, Miró Trepat, Pensen, Miquel, Almosqué, Armelin, Barraquer, Bru, Pina, Nonell, Gisbert y Lloret. Soler no figura en ninguna parte y no se indica que haya presidente.

El día 30 de diciembre de 1905 se indica que el Secretario de la Asociación es el señor Almasqué, pero el 20 de enero de 1906 se informa que ha dimitido (junto a su vicesecretario, cuyo nombre no se indica) y que han sido substituidos por Brú y Barraquer.

El 27 de enero de 1906 Joaquín Escardó publica un artículo titulado «¡Bien venido!» [sic] en el que celebra que próximamente la Asociación de Clubs va a tener de nuevo Presidente, recordando que el puesto está vacante desde la marcha de José de Togores (octubre de 1905) y posteriormente se informa que ese nuevo Presidente será Hans Gamper, que ha sido elegido por la Junta con Gibert como vicepresidente. Pero el mandato de Gamper en la Asociación dura muy poco, en el primer número de El Mundo Deportivo (1 de febrero de 1906) se informa que Gamper ha sido elegido presidente de la Asociación pero no puede aceptar el cargo «por sus múltiples e ineludibles ocupaciones» quedando el cargo «nuevamente vacante». Hans Gamper fue Presidente de la Asociación de Clubs de Football sólo durante unas horas, pero lo fue. Algo que es muy poco conocido. [En el libro de Closa ya citado del supuesto Centenario (1900-2000) se hace alusión (Pág. 47) a que Steinberg llega a la presidencia tras no aceptarla Gamper].

Este vacío de poder queda finalmente resuelto el 8 de febrero de 1906 con la constitución de una Junta Directiva presidida por Udo Steinberg (Los Deportes informa el 10 de febrero de 1906). Pina era Vicepresidente 1º, Lloret Vicepresidente 2º, Miquel Tesorero, Brú Secretario y Barraquer Vicesecretario.

J. Soler fue Presidente del FC Barcelona hasta el 1 de octubre de 1906 (no hasta el 6, como suele decirse). Ese día hubo una Junta General en el Gimnasio Solé y se eligió una nueva Junta Directiva con Juli Marial (Presidente), Josep Llobet (Vicepresidente), Miquel Userós (Secretario), Miquel Mensa (Vicesecretario), José Quirante (Tesorero), Udo Steinberg (Vocal 1º) y J. Sanz (Vocal 2º). (Los Deportes, 6-10-1906).

La siguiente pregunta que podemos hacernos es: ¿estamos seguros de que la J corresponde a Josep? No, de hecho sabemos que el J. Soler que fue guardameta del Barça (y que sospechamos que podría haber sido el presidente) no se llamaba José, se llamaba Juan.

En Los Deportes del 7 de junio de 1903 podemos encontrar una breve biografía de Joan Soler, guardameta del Barça y posible presidente en el periodo 1905-06.

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En el libro Historia del Club de Fútbol Barcelona (1949) de Alberto Maluquer, concretamente en la página 85 encontramos un breve párrafo sobre el portero Juan Soler en el que se nos indica que era conocido como «Soler el llarg» («Soler el largo») por su elevada estatura y que además del fútbol practicaba «todos los deportes».

Encontramos en la prensa de la época numerosas referencias a nuestro protagonista como tenista, atleta o pelotari, en ocasiones se le llama J. M. ¿Juan María? Soler.

Otra duda: ¿de quién es la foto del supuesto Josep Soler que Nolla publicó en su libro de 1975 y que sigue en la web de la Federación Catalana?

Pues la respuesta está en Stadium, en la página 10 del número del 15 de noviembre de 1927, en un artículo titulado «Por la rehabilitación de un esport». Y corresponde a su autor: Juan Soler Lluch, experto en pesca y caza y autor de varios libros sobre la materia. «Convencido deportista por haber practicado infinidad de ellos».

¿El Juan Soler Lluch experto en pesca de 1927 que había practicado infinidad de deportes podría ser el Juan Soler que tenía 19 años en 1903 y practicaba infinidad de deportes?

Podría ser.

Stadium, 15-11-1927. Pág.10

Stadium, 15-11-1927. Pág. 10

Pero entonces, ¿de dónde surge lo de «Josep» Soler? Pues la primera referencia que hemos encontrado de ello está en la página 95 del libro ya citado de A. Maluquer de 1949.

josepsoler11Pero da la impresión de que Alberto Maluquer no estaba muy seguro de que el nombre de pila del presidente Soler fuera José.

La prueba está en los anexos de su propio libro, allí encontramos todas las juntas directivas de los 50 años transcurridos (1899-1949) cuando se redacta la obra y Soler es el único presidente y de los pocos directivos al que se cita por la inicial de su nombre de pila.

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CONCLUSIONES

– El presidente del FC Barcelona del 6 de octubre de 1905 al 1 de octubre de 1906 fue J. Soler. Dado que la mayoría de los integrantes de aquella directiva eran jugadores o exjugadores: Josep Llobet (29 años), José Quirante (21) o Udo Steinberg (29) pensar que el presidente J. Soler fuera el guardameta Juan Soler (a pesar de sus 21 años) no es descabellado, aunque no lo podemos confirmar. En aquella época había otro Soler en el equipo, un defensa. Pero no podría ser el presidente que buscamos (J. Soler) porque varias fuentes le dan Manuel como nombre de pila. Debemos recordar que hablamos de un FC Barcelona de 198 socios, de los cuales sólo los jugadores y exjugadores lo eran (por norma general) de una forma activa y comprometida.

Juan Soler dejó de ser habitual en las formaciones del Barça en abril de 1906, aunque reapareció en algún encuentro. El presidente electo en la siguiente Junta fue otro guardameta: Juli Marial. El 21 de noviembre de 1909 J. M. Soler reaparece en La Vanguardia en una lista de «reforces» (árbitros) aprobada por la Federación Catalana.

Sólo tenemos una fuente anterior al libro de 1976 de Jaume Nolla (Alberto Maluquer) que le de al presidente Soler el nombre de pila «José». Fue en 1949 y en la primera ocasión que le cita. En las últimas páginas del mismo libro se refiere a él como «J. Soler».

– El Presidente del FC Barcelona J. Soler nunca fue presidente de la Asociación de Clubs de Foot-ball, sus presidentes fueron: Eduardo Alesson Gravirona (12 de noviembre de 1902-noviembre de 1904), José de Togores Muntades (noviembre de 1904-octubre de 1905), Hans-Max Gamper Haessig (25 de enero de 1906) y Udo Steinberg Werle (8 de febrero de 1906-9 de diciembre de 1906).

El domingo 9 de diciembre de 1906 la Asociación de Clubs de Foot-ball desaparecía y nacía la Federació Catalana de Fútbol con Isidre Lloret como primer presidente.

– La fotografía de J.Soler publicada en 1975 por Jaume Nolla en Ayer y hoy del Fútbol Catalán y que podemos ver en la web de la Federació Catalana corresponde a Juan Soler Lluch y es de 1927. Podría ser el mismo guardameta (y eventual presidente) Juan Soler de 1905 por algún dato que tenemos de él (deportista multidisciplinar en su juventud), pero no lo podemos confirmar en absoluto.

– Como curiosidades finales (o para complicar aún más el tema) recordemos que otro Joan Soler (Joan Baptista Soler i Bru, nacido en Sabadell en 1888, fallecido en Barcelona en 1954, político y mutualista) estuvo en las directivas azulgranas en los periodos 1916-1917, 1920-1921 y 1928-1930 y que el Presidente del Barça tras la Guerra Civil fue el doctor Joan Soler i Julià. Nacido en Barcelona en 1883 (por lo tanto de 19-20 años en 1903). Probablemente mera coincidencia…




El fútbol en Valencia antes del Valencia FC

El museo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia presenta desde hace varios meses una exposición histórica del Valencia CF donde también se ofrecen algunos datos sobre los inicios del fútbol en la ciudad, los cuales habían quedado difuminados en el tiempo y ahora han podido salir a la luz, en parte, gracias al excelente trabajo realizado por Felip Bens y José Luis García Nieves para su obra Historia del Levante UD de reciente aparición, donde se describe que antes de la fundación del actual Valencia CF hubo varios equipos que ostentaron el nombre de la ciudad, aunque su trayectoria, en la mayoría de los casos, fue efímera y pasó desapercibida ya que durante las dos primeras décadas del siglo, el fútbol no fue capaz de conseguir el definitivo arraigo ni alcanzó popularidad, aunque estuvo latente de forma anónima y tuvo sus momentos de esplendor con la Exposición Regional de 1909.

En los albores del siglo XX la práctica del foot-ball irrumpió en Valencia propiciado principalmente por la presencia en el puerto de numerosos buques británicos dedicados a la exportación de cebollas y cítricos, siendo por tanto marineros y trabajadores portuarios quienes comenzaron a practicarlo en las inmediaciones del distrito marítimo, sobre todo en la explanada de Las Arenas y en la Plageta del Cabanyal. Posteriormente se extendió hacia la capital por dos solares de su entorno, situados en el Camí del Grau y de Algirós, y ya en la ciudad se sitúan otros focos en el Parque de la Pechina, del Patronato de la Juventud Obrera, impulsados por residentes de la colonia inglesa respaldados por aficionados nativos que conocían el nuevo deporte por su estancia en tierras británicas con motivo de estudios o trabajos.

La referencia más antigua que se dispone, aparecida el 2 de febrero de 1903 en la revista Los Deportes, señala al Club Español como pionero del fútbol en Valencia. Fundado en los primeros días de ese año jugaba sus partidos en un solar situado frente al balneario Las Arenas, pero apenas existen indicios de su efímera actividad entre sus socios. Poco a poco los grupos de aficionados se fueron haciendo más numerosos, pero hasta 1906 no se puede documentar la existencia en la ciudad de ningún otro club organizado, encontrándose una cita del corresponsal en Valencia de El Mundo Deportivo, alentando a la práctica del fútbol en la ciudad, y tres semanas después con el anuncio del equipo formado por un grupo de aficionados, que se desplazó a la vecina ciudad de Castellón para disputar un match con motivo de las fiestas de la Magdalena. Sin embargo, algunas fuentes sitúan en 1905 la fundación de la sociedad Football Club Valencia, que adquirió carácter legal el 3 de enero de 1907. Tenía su sede social en el café Tupinamba, en la calle de la Paz, vestía camiseta blanca, pantalón y medias azul marino, y -según informaba el anterior medio citado- su Junta Directiva estaba presidida por Alfonso Ferrer; con Carlos Dupuy de Lome y Luis Salgado-Araujo, de vicepresidentes; Enrique Blay, Tesorero; Antonio Alorda y Arturo Ortigosa, como Secretario 1º y 2º; además de Francisco Torres; Juan Dupuy de Lome y Francisco Cubells, como Vocales. En su equipo infantil figuraba Ramón Leonarte, que unos años más tarde sería delegado del Colegio de Árbitros y presidente del actual Valencia CF. La nueva sociedad se estrenó el 4 de febrero ganando por 2-1 al Club Marítimo, otra de nueva aparición en las inmediaciones portuarias, donde el 13 de mayo, de 1907 se constituyó el FC Cabañal, embrión del posterior Levante FC, con sede en el antiguo Paseo de Colón y terreno de juego en la Plageta, presidido por Enrique Ochando, con Alberto Morales, Juan Lapuente y Alfonso Bernal, entre sus dirigentes.

A principio de 1908 el Club Valencia organizó dos partidos teniendo como adversario invitado al X Foot-ball Club de Barcelona, campeón de Catalunya en los dos últimos años, levantando su presencia gran animación en la ciudad, pero el 14 de enero la lluvia estropeó el espectáculo, aunque muchos aficionados la soportaron durante un buen rato, ya que el partido se inició y los jugadores locales llegaron incluso a marcar dos tantos, antes de ser aplazado hasta el día siguiente. Sin embargo, las condiciones meteorológicas no mejoraron y el equipo catalán debió regresar sin poder ofrecer el esperado duelo.

Uno de los personajes clave para el surgimiento del fútbol organizado en la ciudad y su definitiva implantación, fue Francisco Sinisterra Montesinos. Hijo de una familia acomodada de los poblados marítimos pasó siete años en las ciudades inglesas de Londres y Bristol por motivos de estudios y regresó en 1907 totalmente enamorado del nuevo deporte. No tardó en coger las riendas del fútbol valenciano con la inestimable ayuda de algunos antiguos compañeros de colegio. Participó en los primeros partidos como jugador -entre ellos el mencionado contra el club barcelonés-  y como árbitro.

Impulsó al nuevo FC Valencia, y junto con su hermano Julio fue uno de los líderes del Rat Penat, club que surgió en 1909 y en el cual también tomó parte activa. Francisco Sinisterra desempeño una labor fundamental en la configuración del fútbol valenciano, que posteriormente tendría vital repercusión en el ámbito estatal, ya que desde su cargo directivo de FC Valencia impulsó la celebración del torneo de fútbol en los actos de la Exposición Regional que se jugó la última semana de junio de 1909.

Este «concurso de foot-ball» organizado por el Comité de Fiestas de la Exposición despertó un gran interés por la calidad de los contendientes, y fue uno de las mejores competiciones disputadas hasta la fecha. Se inició el día 25 con un torneo que determinaría el representante regional, con participación del Recreación Club de Alicante, FC Cabañal y FC Valencia, que fue el vencedor, tras golear por 7-0 a los alicantinos y ganar al día siguiente por 3-0 al equipo marítimo, contendiendo en la fase nacional con el Club Deportivo Español de Barcelona, Sociedad Gimnástica Española de Madrid y Fútbol Club Barcelona. El programa dispuesto inicialmente fue modificado y el partido anunciado entre el equipo anfitrión y el Español no se jugó para permitir un descanso a los jugadores locales que habían jugado el torneo anterior, decidiendo que fuera el Barcelona quien se enfrentase a los blanquiazules la tarde del día 27. Acudió numeroso público a presenciarlo, ya que era esperado con enorme interés y al final resultó ganador el cuadro azulgrana por 3-2, aunque según la prensa «Al finalizar el partido el Español presenta una protesta, fundada en la parcialidad de los jueces de campo y de meta. A los que tienen antecedentes de dicho club no les extraña esto, pues dicen que es tal su costumbre de protestar, que hasta cuando gana protesta. El Jurado acepta dicha protesta para resolver lo que proceda«.

Al día siguiente, el jurado decidió dar validez al resultado, pero del desenlace entre valencianos y madrileños, fijado para este día no se ha encontrado ni rastro. Tras consultar todos los medios locales al alcance y algunos de Madrid se puede llegar a la conclusión -con las naturales reservas- que el partido no se jugó, y que el Valencia cedió los puntos a su rival, ya que la pista central de la Exposición, donde debía disputarse, estaba ocupada con los preparativos de la verbena de San Pedro que esa misma noche se celebró. El día 29 jugaron en primer lugar Español y Valencia, con victoria blanquiazul por 4-3, y luego lo hicieron Barcelona y Gimnástica, que llegaron hasta el minuto 50 sin goles, suspendiéndose por falta de luz, y reanudado al día siguiente, con un autogol de un defensor azulgrana, que acto seguido remontaron sus compañeros para anotarse una nueva victoria por 2-1. El día 1 de julio concluyó la competición con el triunfo de la Gimnástica sobre el Español por 3-0 y el 4-0 del Barcelona al Valencia que le proclamó campeón, y que presidió la Infanta Doña Isabel.

El título conseguido por el FC Barcelona en este torneo fue celebrado por la afición azulgrana como si se tratara de un Campeonato de España. La llegada de los vencedores a la ciudad Condal fue apoteósica por parte de los socios que los acompañaron hasta el café Torino, lugar de reunión de los azulgrana. Unos días después se celebró una cena en el hotel Mundial en honor de los campeones al final de la cual, y en medio de elocuentes discursos, se acordó impulsar de manera inmediata la creación de un organismo de ámbito nacional por el que hacía tiempo se venía trabajando. Una sonora ovación acogió la propuesta e inmediatamente se nombró una comisión compuesta por los señores Hans Gamper, Eleuterio Muga y Narciso Masferrer que la llevarían a feliz término. El 14 de octubre de 1909 se celebró en Madrid la Asamblea constitutiva de la Federación Española de Clubs de Football.

Las memorables jornadas vividas durante la celebración del torneo de fútbol de la Exposición fueron el punto de partida para que la afición brotase en la ciudad de Valencia con verdadero fervor en los meses posteriores. Al amparo de esta febril pasión aparecieron de inmediato nuevas sociedades, como el España FC constituido el 4 de septiembre, el Rat Penat FC nacido al día siguiente, y el Levante FC legalizado dos días después como continuación de FC Cabañal. Una semana después surgió el Club Gimnástico, con sede en el Patronato de la Juventud Obrera, y por las mismas fechas, de una escisión del FC Valencia, quedaba también constituido el Hispano FC.

Ya para entonces existía la Federación Valenciana del Clubs de Football, fundada el 2 de mayo de 1909 por Francisco Sinisterra, su primer presidente, que había ubicado el local social en su propio domicilio. Los representantes de los nuevos clubs, excepto el Gimnástico, pasaron a formar parte del organismo federativo que tomó el acuerdo de organizar el primer campeonato de Valencia entre sus cinco asociados, cuyo comienzo se fijó para el 24 de octubre; la confección del calendario, exámenes para poder arbitrar los partidos y el inicio de gestiones para adquirir un terreno de juego donde disputar la competición. Ésta se prolongó hasta el 20 de febrero de 1910 y fue ganada por el FC Valencia, que ostentó la hegemonía durante su corta etapa futbolística. En abril de 1910 dejaba de jugar con su nombre y adoptaba el de Sociedad Gimnástica Valenciana al integrarse en esta entidad. Antes de comenzar la nueva temporada se produjo la fusión del España FC y el Hispano, dando lugar al Hispania FC que heredó la gran Pista de la Exposición. Ambos, Hispania y Sociedad Gimnástica Valenciana rivalizaron en el campeonato de 1911 que ganaron éstos revalidando le éxito anterior, pero a finales de ese mismo año el equipo entonces decano desapareció prácticamente invicto.

El Hispania FC tomó el relevo del desaparecido FC Valencia al incorporar en sus filas a varios jugadores de la disuelta sociedad, como Leonarte, Reberg, Posada, Almenar y los hermanos Ferrer, para poder convertirse durante la siguiente etapa en el equipo más representativo de la ciudad, contendiendo con el Español de Barcelona y en diciembre de 1912 con el Madrid FC. El Hispania FC fue campeón regional tres temporadas seguidas entre 1912 y 1914, pero con el desmantelamiento de la pista central del Palacio de la Exposición por parte del Ayuntamiento, acabó su hegemonía y su fugaz trayectoria.

Mientras tanto fueron surgiendo en el ámbito valenciano nuevos clubs, como el Regional y el Sagunto, dirigido por el padre Viñas, con sede en el colegio de los Salesianos de dicha calle. Y el 18 de enero de 1912 quedaba constituido el Club Deportivo Español con la fusión del Valenciano y el Godella, dos entidades surgidas en 1909 en el entorno de la ciudad tras la efervescencia futbolística del Torneo de la Exposición. Alfredo Milego fue su primer presidente y su hermano Augusto figuraba como vocal en la junta directiva. Algunas fuentes apuntan a este club como continuación del desaparecido FC Valencia, pero no hay datos ni nombres que avalen esta vinculación. El Club Deportivo Español se incorporó a las competiciones regionales en las cuales mantuvo una trayectoria estable, aunque fue superado primero por el Hispania y posteriormente por el Sagunto, que sería la cuna de futuras figuras como Arturo Montes o Juan Puig. Este equipo también contó en sus filas con Augusto Milego y Gonzalo Medina, quienes posteriormente fundarían el actual Valencia CF

Los acontecimientos sociopolíticos vividos en la ciudad entre 1912 y 1914, la crisis económica que siguió al estallido de la Gran Guerra y la falta de terrenos de juego, tras el desmantelamiento de la Pista de la Exposición, marcaron un periodo poco favorecedor para el desarrollo del fútbol valenciano y éste entró en una grave crisis estructural, permaneciendo inactivo durante varios meses. La llama quedó viva en los colegios religiosos de la ciudad como los Jesuitas, Escolapios, Maristas y sobre todo los Salesianos del Padre Guillermo Viñas, organizando torneos, jornadas deportivas y cediendo sus instalaciones. En este contexto de fútbol escolar o callejero aparecieron fugazmente algunos equipos que actuaron con el nombre de Valencia, todos ellos con escasa entidad. A partir de 1917 se aprecia una ligera efervescencia en el fútbol valenciano con la competencia surgida desde los colegios y la revitalización de algunas sociedades que permanecían aletargadas, como el Regional, Levante, Cabañal, España y Deportivo Español. Se organizaron algunos «concursos» destacando los que patrocinó el Ayuntamiento con motivo de las Fiestas de Mayo y la Feria de Julio, ganados ambos por el Sagunto FC. A principio de 1918 desapareció el Regional FC y la rivalidad se entabló entre el Sagunto y el Gimnástico, que en este año arrasó en sus confrontaciones y se llevó el trofeo de la Feria de Julio. La afición al fútbol resurgió con renovado ímpetu y en la temporada 1918-19 volvió a disputarse el Campeonato ya con carácter regional.

El Deportivo Español había mantenido una trayectoria continuada y era el tercer equipo en la capital. Ante el inicio de la nueva temporada 1918-19 Augusto Milego y Gonzalo Medina se incorporaron a su cuadro directivo procedentes del Sagunto FC y por mediación del primero se acordó el desplazamiento del equipo a Elche para disputar un amistoso en los primeros días de 1919. Durante el desarrollo del juego se produjo la lesión fortuita del jugador del Deportivo Español, Luis Bonora, que sufrió rotura del peroné y aunque fue debidamente atendido las cosas se complicaron al llegar a casa, y tres días después falleció a causa de una embolia. Este trágico desenlace llenó de consternación al mundillo futbolístico valenciano y el equipo se disolvió.

El fuego no se apagó y pocas semanas después de la trágica muerte de Luis Bonora, de las cenizas del Deportivo Español nació el Valencia Fútbol Club. La idea de formar un equipo capaz de medirse con los del resto del país era el objetivo perseguido por Augusto Milego y Gonzalo Medina desde hacía tiempo. Pasado el impacto de la tragedia lograron reunir una selección de jugadores y el 18 de marzo de 1919 se hacía realidad el ambicioso proyecto, fraguado sobre las mesas del Café Torino, conocido también como horchatería Novejarque. Dos semanas después se nombró la primera Junta Directiva y se dice que una moneda lanzada al aire decidió la presidencia de Augusto Milego, y su opositor, Gonzalo Medina, como organizador de festejos. El recién nacido Valencia FC hizo su presentación el 21 de mayo de 1919 en Castellón, con motivo de las fiestas de la ciudad. El Ayuntamiento donó una copa que disputaron contra el Gimnástico FC de Valencia y que éstos ganaron por 1-0. Ambos equipos volvieron a encontrarse, ya en Valencia, con motivo del Torneo de la Feria de Julio cuyo cartel logró reunir, además del Sagunto -que ya languidecía- y del España, a los que iban a ser los tres pilares fundamentales del fútbol valenciano en las dos siguientes décadas: el Valencia FC, el Gimnástico FC y el Levante FC.




Foot-ball 1ª serie, 1923

Uno de los encantos y grandes satisfacciones del coleccionismo deportivo radica en el hallazgo de piezas excepcionales por su rareza o bien por su especial diseño o creatividad. En el caso que nos ocupa este mes, traemos una colección bastante rara, poco distribuida y con un origen bastante probable en la ciudad de Valencia.

Las empresas de artes gráficas publicaba coleciones con la intención de ofrecérselas a los comerciantes y que, éstos, fidelizaran a su clientela ofreciéndoles bonitos cromos por cada compra realizada. De esa forma se debió gestar esta colección que mostrando dibujos basados en fotografías, realizados por el destacado ilustrador E. Pastor, presentando a destacadas figuras del fútbol nacional, así como algunas alineaciones de equipos destacados y mostrando escenas del nuevo y noble deporte del foot-ball. Llaman la atención la aparición de algunos jugadores y equipos combinados con jugadas y la siempre divertida forma de expresarse de los ocurrentes creativos de la época. La colección consta de 24 cromos numerados por delante, con el dorso en blanco para la inclusión de publicidad. Las dimensiones son 5’4 cms. x 8’2 cms.; aunque existe una versión de la colección con unas dimensiones algo mayores: 11 cms. x 7’5 cms.

Se desconoce el editor de la colección, aunque los dorsos encontrados parecen indicar que el radio de acción de la colección se circunscribe a la ciudad de Valencia, lo que nos llevaría a pensar que ésa es la ciudad de origen de la colección.

Listado de la colección

1 Equipo del «Club Deportivo» de Barcelona

clubdeportivo

2 Ricardo Zamora: El «As» de los guardametas españoles

3 Equipo del F.C. Barcelona (Campeón de España)

4 Samitier: El Mago del Balón

5 Equipo del «Club Fortuna», de Vigo

6 Marcet: Notable guardameta del «Racing-Club»

7 Momento sugestivo. Corriendo en pos del balón

8 Uriach: Formidable guardameta del F. C. Barcelona

9 Lanzamiento del balón hacia la meta

10 Adelantándose al contrario

11 Momento interesante de un cabezazo

12 El guardameta devolviendo el balón

13 El Atletich de Bilbao (Campeón de España, 1923)

14 Marcando el primer «goal»

15 Alcántara, el rey del «schoot»

alcantara

16 Despejando un «corner»

17 Un remate al «goal»

18 Montes: Colosal delantero-centro del Valencia F. C.

montes1

19 Sacando un difícil balón acosado por el ataque

20 El guardameta detiene un magnífico tiro

21 Rechazando una pelota demasiado adelantada

22 Una jugada en el centro del terreno

23 Una peligrosa «melée»

24 Notable defensa de un «goal» por el portero

Dorsos

1 Librería Escolar de Vicente Moróder de Valencia

2 Zapatería «Los Ángeles» Jaime Serra  – Valencia




José Luis Núñez Clemente (Baracaldo, 1931). 1ª parte

El Barça cumplió sus primeros 112 años de vida el pasado 29 de noviembre de 2011. Y en todo  este tiempo, nada menos que durante veintidós años va a estar presidido por la misma persona, algo sin parangón en su historia, pues las presidencias más longevas – incluso sumando distintos períodos – no han excedido nunca de los 9 años. Tal honor  ( que seguramente no alcanzará jamás ningún otro dirigente blaugrana  ) le corresponde a un hombre que no ha nacido en Cataluña, aunque haya desarrollado allí, y concretamente en la Ciudad Condal, la mayor parte de su vida profesional y su trayectoria vital. José Luis Núñez va a ser el primer presidente barcelonista netamente democrático, entendido el término en el sentido de haber sido  elegido por sufragio universal de todos los socios mayores de edad y con una determinada antiguedad en el Club, tal como correspondía a los nuevos aires que al país le trajo la Transición, en mayo de 1978, once meses después de las primeras elecciones libres en cuarenta años tras el final  del Franquismo, y cuando aun se estaba elaborando la Constitución. Sistemáticamente reelegido – a veces sin oposición – en los años 81, 85, 89, 93 y 97, dimitió sorprendentemente de su cargo en mayo de 2000, cansado de recibir críticas y ser blanco de distintos movimientos de oposición a su gestión.

Posiblemente ningún mandatario barcelonista habrá sido más polémico y controvertido que Núñez – ni siquiera Enric Llaudet o Joan Laporta -, pero también su hoja de servicios a la entidad es impresionante. El Barça del emblemático año 2000 se va a parecer ya muy poco a aquel que él recibió en el año 1978. A un club segundón y tradicionalmente perdedor, muy enraizado en Cataluña pero con escasa proyección exterior y sumido en una grave crisis económica, con una elevada deuda, Núñez lo va a convertir en la primera sociedad polideportiva del mundo, con una dimensión universal, un rosario de  triunfos  ( tanto a nivel del primer equipo de fútbol como de las distintas secciones ),  una  excelente salud financiera y un cuantioso y envidiable patrimonio. La marca «Barça», apenas explotada fuera de la región, empezará a cotizarse muy fuerte en los mercados internacionales, y a ello no va a ser ajena la gestión de este hombre bajito y tenaz, de voz poco airosa y lágrima fácil, pero dotado de una energía y una clarividencia nada comunes.

Núñez es el típico ejemplo de lo que los norteamericanos llaman «Self made man», es decir, un hombre hecho a sí mismo. Emigrado junto a sus padres  desde el País Vasco, con raíces leonesas, crece en la dura Barcelona de la Postguerra, y comienza a moverse desde abajo en los ambientes   inmobiliarios. Autodidacta, acaba casándose con Maria Lluïsa Navarro, hija de un pequeño constructor, y al correr de los años llegará a presidir una gigantesca razón social en la que su apellido precederá al del suegro. Los años 1960-75, la Era del Desarrollismo, establecen a Núñez como un promotor mítico en la Ciudad Condal, envidiado por unos y odiado por otros. Comprarse un piso de «Núñez y Navarro» se convierte en  un hecho sociológico de la vida barcelonesa de la época, una manera de integrarse en la trama urbana. La izquierda, en la semiclandestinidad, le detesta, considerándole un gran especulador del suelo, y esa animadversión va a acompañarle durante toda su vida pública.

Mediada la década de los 70, al compás de nuestra transición democrática, Núñez decide dar el «Gran Salto Adelante». Al innegable éxito profesional, desea unir ahora el prestigio y el reconocimiento sociales, y pocos puestos más adecuados para alcanzar eso en Barcelona que la presidencia del Barça, tradicionalmente ostentada por conspicuos representantes de la burguesía textil. El constructor comienza a mover sus fichas, atrayéndose a la prensa y dándose a conocer ante la afición culé. Ya es lo que llamaríamos «un presidenciable». El segundo mandato de Agustí Montal hijo ( 1973-77 ) toca a su fin, y los aspirantes a sucederle empiezan a tomar posiciones de cara a los primeros comicios auténticamente democráticos de la entidad, a celebrar en la primavera de 1978. Varios precandidatos salen a la palestra, y entre ellos  brilla con luz propia el nombre de Víctor Sagi, destacado publicista barcelonés e hijo de un mítico jugador del gran equipo de los Felices Años 20, Sagi Barba.

Pero Sagi acabará por retirarse de la carrera hacia la presidencia ( la vox populi hablará de presiones y chantajes, nunca probados ), y de cara al sprint final, a las históricas votaciones del 6 de mayo de 1978, van a llegar con opciones tres candidatos: Ferran Ariño, un hombre muy próximo a Convergencia Democrática de Cataluña y por lo tanto a Jordi Pujol, y ex-directivo en las juntas de Montal, el veterano Nicolau Casáus, todo un clásico del barcelonismo, fundador de la legendaria «Peña Solera» y sempiterno opositor al Establishment blaugrana, y, como tercero en discordia, José Luis Núñez, gran empresario de la construcción, un personaje adinerado, un triunfador en toda regla, pero carente del pedigree culé que adorna a sus dos  rivales. De algún modo, Ariño y Casaus compiten por el mismo espacio «político», mientras que Núñez se presenta como un hombre nuevo, sin lastres ni vínculos con el pasado, dispuesto a aplicar criterios estrictamente empresariales a un club de fútbol que se ha venido rigiendo hasta entonces de una forma artesanal, muy de andar por casa, cassolá, como dirían los catalanes. Pero también cuenta con aliados importantes, ya que tanto Johan Cruyff, la estrella del equipo, como Charly Rexach, su futbolista más carismático, le brindan públicamente su apoyo, un gesto entonces muy comentado.

Y la dispersión del sufragio entre sus dos contrincantes,  llevará a Núñez a la victoria. Sumados los votos de Ariño y Casaus ( 9.572 y 6.202, respectivamente ) superan ampliamente a los 10.353 cosechados por el constructor, pero va a ser él quien recibirá el mandato ejecutivo para presidir al Barça durante los próximos cuatro años. Al frente de una Junta Directiva en la que figuran como vicepresidentes el industrial hotelero Joan Gaspart y – sorprendentemente – Nicoláu Casaus, uno de los candidatos derrotados ( que se granjearía a causa de esta decisión no pocos reproches ), Núñez va a poner manos a la obra inmediatamente, encarando con decisión y firmeza el más grave problema de la entidad, el económico.

Solicitará de los socios un adelanto sobre las cuotas, con el compromiso de ir reintegrando ese dinero prorrateado en los futuros recibos. La respuesta de los culés va a ser muy positiva. Se recaudará una elevada suma (409 millones de pesetas ), e incluso numerosos socios renunciarán a la devolución. El saneamiento económico se convierte así en la piedra angular sobre la que Núñez quiere construir el «Barça triomfant» , el lema de su campaña, y le permitirá acudir al mercado de jugadores con plena solvencia. Y hablando de jugadores, y también de entrenadores, el nuevo presidente se estrena con la marcha de Johan Cruyff, la estrella indiscutible del equipo, y también con la del técnico, su compatriota Rinus Michels. El primero va a ser sustituido por un jugador poco conocido en nuestro país, pero que viene avalado de una gran fama con goleador, el austriaco Hansi Krankl, procedente del Rapid de Viena. Y para el banquillo, Núñez va a elegir a un antiguo jugador barcelonista, el alsaciano Lucien Muller, que había despachado excelentes campañas en clubes como el Castellón- al que llevó a la final de Copa -, Burgos y Real Zaragoza.

Atendiendo a su cronología, puede hablarse de un primer Nuñismo, caracterizado por el saneamiento y la posterior buena salud de la economía del Club, lo cual se refleja en un rosario de  fichajes espectaculares ( Simonsen, Quini, Alexanko, Schuster, Maradona, Archibald, Lineker, Hughes, Zubizarreta…) y en una serie de obras con vocación de perennidad – La Masía, reconvertida en Escuela de Jugadores, la ampliación del Camp Nou, la construcción del Mini Estadi en terrenos aledaños, la creación del Museu del Club…-, pero que sin embargo no se corresponde con los resultados deportivos, bastante magros para el mucho dinero invertido en reforzar el equipo, aunque se consiguen algunos resonantes triunfos internacionales, como son las Recopas de 1979 y 1982. Este periodo, que cubre los primeros diez años de su presidencia, hasta 1988, se caracteriza también por estar trufado de una serie de acontecimientos muy accidentados, que van a marcar profundamente a la entidad, instalándose cierto clima de fatalismo entre la masa social.

La primera temporada de Núñez, la 1978-79, es testigo  del primer gran éxito a nivel continental del Barça, de mucha mayor relevancia que las tres Copas de Ferias conquistadas en los años 50 y 60. Esa Recopa, ganada en Basilea al Fortuna de Dusseldorf alemán, delante de 30.000 enfervorizados culés desplazados en ejemplar peregrinación hasta la ciudad helvética, no va a tener sin embargo continuidad, y el Club no tardará en entrar  en una espiral de conflictos y sucesos, un auténtico via crucis en el que al Barça le va a ocurrir literalmente de todo. Ya en el apoteósis de la Plaça Sant Jaume la multitud corea un doloroso «Núñez no, Neeskens sí», en alusión a la marcha del centrocampista holandés, muy querido por la afición gracias a su pundonor y entrega. Es el primer bofetón, metafóricamente hablando, que recibe el flamante mandatario.

Su segundo curso, el 79-80, con el fichaje estelar del danés Allan Simonsen, va a ser también agitado, puesto que, en lugar de nuevos triunfos,  traerá el profundo desencuentro entre el entrenador Quimet Rifé- que había revelado a Muller poco antes de Basilea –  y la otra gran estrella del equipo, el austríaco  Krankl, contencioso que se saldó a favor del técnico catalán, aunque los adversos resultados deportivos no tardarían en hacerle saltar también del banquillo, siendo sustituido por un ilustrísimo veterano, el incombustible Helenio Herrera, que veinte años después de su traumática salida retornaba a Can Barça, ya con una edad bastante avanzada. Núñez, mientras tanto, estaba aterrizando en el fútbol español con estrépito, manteniendo profundas diferencias tanto con los organismos federativos como con el eterno y gran rival, el Real Madrid. En otro orden de cosas, en Octubre de 1979 se inaugura la Residencia para jugadores en La Masía, un lugar llamado a convertirse en santo y seña de la entidad, con sucesivas y brillantes hornadas de canteranos. Y en Diciembre Núñez podrá proclamar con orgullo que el Camp Nou ya es completamente propiedad del Barça, al liquidarse los últimos flecos de la enorme deuda generada por su construcción.

Pero si bien el palmarés deportivo del Club no se incrementaba, al menos su economía sí parecía marchar viento en popa, y los continuos superavit hicieron  que Núñez pudiera plantearse una política de fichajes de auténticas campanillas, tales como el del central del Athletic de Bilbao José Ramón Alexanko o el del ya mítico goleador del Sporting de Gijón Enrique Castro «Quini», objeto de deseo del Barça desde hacía muchas temporadas, y al que los asturianos  dejaban por fin  marchar,  con casi 31 años y a cambio de una elevada suma. Y para reemplazar a HH, una vez pasada la situación de emergencia ( el «Mago» consiguió clasificar al equipo in extremis para la Copa de la UEFA ), Núñez va a apostar nada menos que por Ladislao Kubala, una leyenda viva para todos los culés y sempiterno seleccionador nacional español, que había quedado libre tras la Eurocopa de 1980.

Sin embargo Kubala tampoco va a echar raíces, pues los malos resultados continúan a pesar de la fuerte inversión  realizada. Al poco tiempo volverá  al banquillo Helenio Herrera, siempre ejerciendo como fiel bombero, y llegará un joven y extraordinario centrocampista alemán de rubios cabellos, Bernd Schuster, que había maravillado en la reciente Eurocopa de Italia, y que muy pronto se va a convertir en el auténtico líder del equipo. Pero el gran suceso de esta temporada 80-81 será de naturaleza extrafutbolística: el secuestro del «Pichichi» blaugrana Quini en Febrero del 81, días después del 23-F, a la finalización de un partido contra el Hércules de Alicante en el Camp Nou. El hecho va a tener en vilo a toda España, futbolera o no, durante casi un mes, y se resolverá felizmente con la liberación del delantero asturiano y la detención de sus captores por la policía, cuando estos iban a cobrar el rescate. El equipo, traumatizado por la suerte de su compañero, se resentirá en su rendimiento, y la Liga va a escaparse un año más, aunque no así la Copa del Rey, brillantemente conquistada en el madrileño «Vicente Calderón» al derrotar por 3 a 1 al Sporting de Gijón, y precisamente con dos dianas del «Brujo» a sus antiguos compañeros. El curso se  cerrará también con cuatro fichajes de relumbrón: el meta guipuzcoano Urruti, que cruza la Diagonal procedente del Español, el defensa canario Gerardo, el centrocampista  aragonés Víctor y el delantero astur Morán, todos ellos de lo mejorcito del mercado nacional.

La temporada siguiente, 81-82, va a contemplar la ampliación del Estadio de cara a albergar los partidos del Mundial de España ( entre ellos, el encuentro inaugural ). En lo deportivo, y con el prestigioso técnico alemán Udo Lattek en el banquillo, el Barça volverá a dejar escapar la Liga nuevamente, desperdiciando una amplia ventaja en las últimas jornadas, en favor de la Real Sociedad. Por contra, conquistará  su segunda Recopa, en la final celebrada en el propio Camp Nou frente al Standard de Lieja, al que supera por un apretado 2 a 1. Y poco después va a producirse la gran noticia del año, pues Núñez  – tras varios años intentándolo – consigue por fin los servicios de quien estaba considerado en aquellos momentos como el mejor jugador del mundo, el argentino Diego Armando Maradona, a cambio de una exorbitante cantidad de dinero que rondaba los 1200 millones de pesetas. En torno al «Pelusa» va a formarse una plantilla de ensueño ( una revista la definió como «el Barça Espacial», claro precedente de los posteriores «galácticos» madridistas ), en la que junto al astro argentino y al germano Schuster figuran los Marcos. Periko Alonso, Julio Alberto, Pichi Alonso y Urbano, fichados todos ellos a golpe de talonario. Paralelamente, Núñez va a ser nombrado Vicepresidente de la Real Federación Española de Fútbol. También será el encargado de negociar los derechos de retransmisión de partidos con Televisión Española, y va a conseguir un espectacular incremento de la cantidad abonada por el Ente público. Por otro lado, el Barça alcanza la cifra de 100.000 socios.

Pero los resultados deportivos, una vez más, distarán de ser los esperados, y la Liga se esfuma de nuevo, por noveno año consecutivo, aunque algo de culpa va a tener en ello la repentina enfermedad de Maradona – una hepatitis B – , que le dejará durante varios meses fuera de combate. El fiasco le cuesta el puesto a Lattek, sustituido por César Luís Menotti, el hombre que había conducido a la Albiceleste al Campeonato Mundial de 1978.»El Flaco» – otra de sus varias similitudes con Johan Cruyff – va a debutar con buen pie, ya que a sus órdenes el Barça obtendrá la Copa de la Liga ( una competición «Made in Núñez», ideada ex profeso para que los clubes pudieran hacer más caja ) y sobre todo la Copa del Rey, ambas ante el eterno archienemigo, que no rival, Real Madrid, y la segunda recordada por los gestos obscenos que, tras el gol de la victoria azulgrana conseguido por Marcos al filo del tiempo reglamentario, va a dedicarles Bernd Schuster a quienes no tardando demasiado se convertirían en compañeros suyos. Cierra el balance positivo de la campaña 82-83, salvada gracias a esa serie de triunfos ante los blancos, la inauguración de un nuevo equipamiento que incrementa el ya cuantioso patrimonio del Club, el Miniestadi, una coqueta bombonera aledaña al Camp Nou donde los culés van a poder solazarse admirando las evoluciones del equipo filial.

Había muchas esperanzas depositadas en el curso 83-84, con Menotti en el banquillo y Maradona ya felizmente recuperado, pero estaba escrito que el Pelusa no iba a triunfar en el Barça, porque a poco de comenzar la Liga, en un partido disputado en el Camp Nou ante el Athletic de Bilbao, el durísimo zaguero Andoni Goikoetxea – que ya había tronchado la rodilla de Schuster un par de años antes en San Mamés – va a lastimar el tobillo de Diego, enviándole al dique seco para varios meses. El cuadro rojiblanco volvería a ganar el Torneo de la Regularidad – ya iban diez temporadas consecutivas de frustraciones -, y también la Copa, precisamente ante el Barça, en Madrid, por la mínima y con una bochornosa batalla campal entre los jugadores de ambos equipos al finalizar el encuentro. Uno de sus protagonistas fue el propio Maradona, cuyos días ya estaban contados en la Ciudad Condal. Circunstancias imprevistas le habían impedido rendir a su mejor nivel, aun destilando esporádicas gotas de genialidad, y su entorno particular no constituía tampoco el marco ideal para un deportista de élite. Núñez va a recibir una oferta mareante del Nápoles, que deseaba dejar de ser un don nadie en el Calcio, y dará  su aquiescencia a la marcha del as argentino, en una operacion que se saldó incluso con beneficios para el Club. Con Maradona va a abandonar también la entidad Menotti ( aunque no rumbo a Italia ). Entre tanto morbo, la consecución de una nueva Copa de la Liga quedará absolutamente eclipsada, como es natural. Es momento de mudanza, y Núñez, tras las experiencias alemana y argentina, vuelve los ojos a las raíces del fútbol, y contrata a su octavo entrenador en tan sólo seis años, un semidesconocido técnico inglés llamado Terry Venables. También se plantea la necesidad de llenar el hueco dejado por el Pelusa. Un firme candidato va a ser el ariete mexicano Hugo Sánchez, del Atlético de Madrid, pero al final se opta por otro británico poco conocido, el delantero escocés, Steve Archibald, al que se le encomienda  la dificilísima misión de tratar de hacer olvidar a Diego.

Y la jugada no saldrá nada mal, porque – tras toda una década de fracasos – el Barça va a acabar adjudicándose la Liga 84-85  con bastante brillantez, liderando de cabo a rabo la clasificación. Una histórica goleada al Boca Juniors en el Gamper – 9 a 1 –  va a ser el prólogo del arranque soñado por todo culé que se precie: una victoria en el mismísimo «Santiago Bernabéu» por 0 a 3 en el primer partido liguero. A partir de ese momento el Barça, practicando un «pressing» demoledor,  ya no dejará el liderato, y por fin, once años después del último entorchado, volverá a conquistar el ansiado título que da opción a jugar la Copa de Europa, el más importante de los tres torneos continentales que se disputaban entonces. El Barça cantó el «Alirón» en Valladolid, en el Nuevo Zorrilla, después de que el guardameta Urruti subiese a los altares culés al detener un penalty en el último suspiro del encuentro. Algunos meses antes, concretamente el 24 de septiembre de 1984, se había inaugurado en el interior del Camp Nou el Museu del Barça, una instalación modélica en su género, que pronto se convertiría en el más visitado de toda Cataluña. Hoy lleva el nombre de su principal impulsor, el presidente Núñez.

El entusiasmo generado por el triunfo en la Liga fue tal,  que hizo olvidar  por completo el enfado por  la temprana y sorprendente eliminación en la Copa de la UEFA, ante el modesto conjunto francés del Metz. Podía haber sido, por fin, el arranque de aquel «Barça Triomfant»  prometido por Núñez hacía ya demasiado, pero en la temporada siguiente, la 85-86, no sólo no se reverdecieron laureles, sino que se añadieron  nuevos traumas históricos – «urgencias» las llamaba Menotti – al barcelonismo. Para empezar, brotaron abiertas discrepancias entre el presidente y la gran estrella del equipo, el alemán Bernd Schuster, que había liderado con gran acierto el juego blaugrana durante la exitosa campaña anterior. Schuster era un hombre de carácter difícil ( algo que se ha puesto de manifiesto en todos los equipos en los que ha jugado, y han sido unos cuantos…), y los tira y afloja entre ambas partes comenzaron a hacerse habituales. Pero todo estalló hecho pedazos la infausta tarde del 7 de Mayo de 1986, en el sevillano Estadio Sánchez Pizjuán. Mas antes de llegar hasta allí, el Barça había sido incapaz de revalidar el título liguero – se lo impidió el inicio del ciclo triunfal de la «Quinta del Buitre» madridista -, y también perdió la final de la Copa del Rey, al ser derrotado por el Real Zaragoza. Pero estos traspiés iban a quedar  en un segundo plano ante la posibilidad de coronarse por fin campeones de Europa, algo que el club catalán llevaba un cuarto de siglo anhelando. Todos los pronunciamientos estaban a favor del Barça: el equipo había eliminado a cuadros potentes como la Juventus y el Goteborg, tras remontar un 0 a 3 adverso en un partido de vuelta no apto para cardíacos, el rival era un desconocido cuadro rumano, el Steaua de Bucarest, y la final se disputaría en Sevilla, con una masiva presencia de seguidores culés en las gradas del Pizjuán, prácticamente como si se jugase en el Camp Nou. Pocas veces uno de los finalistas habrá sido más favorito, pero…

Aquel 7 de Mayo todo salió mal, empezando por la muerte en accidente de un grupo de barcelonistas que viajaban rumbo a la capital hispalense. Durante todo el encuentro  los de Venables llevaron el control del juego , pero apenas sí crearon ocasiones de gol. De esta manera se llegó al término de los 90 minutos reglamentarios con el marcador inicial, pero la prórroga tampoco resolvió nada, dejando el cero a cero inamovible. Sin embargo, lo peor estaba aun por venir en la lotería de los lanzamientos desde el punto de penalty. Urruti – una vez más providencial – cumplió con creces deteniendo los dos primeros disparos del Steaua, pero lo que nadíe podía sospechar era que el Barça fallaría…¡ cuatro penaltys ! Los rumanos, apoyados en su portero Duckadam ( que estuvo inconmensurable atajando  los castigos  chutados por Alexanko, Pedraza, Pichi Alonso y Marcos ) inscribieron su nombre como campeones de esta desgraciada edición de la Copa de Europa de 1986, y los azulgranas agrandaron aun más su leyenda de conjunto perdedor. Y, para colmo de males, el «Caso Schuster» explotó con toda su virulencia, pues el jugador teutón, al ser sustituido durante el encuentro, no se quedó en el banquillo, sino que abandonó a toda prisa las instalaciones del Sánchez Pizjuán, lo cual suponía un divorcio total con respecto al Club.

Ante este desolador panorama, José Luis Núñez  va a volver a tirar la casa por la ventana. Se fichó a dos futbolistas españoles de gran relieve, el portero Zubizarreta, del Athletic de Bilbao, y el centrocampista Roberto Fernández, procedente del Valencia, y también a dos buenos goleadores británicos, el galés Mark Hughes y el inglés Gary Lineker, «Pichichi» del Mundial mexicano aquel mismo verano. Por contra, Schuster era apartado del equipo. En ese momento, por lo tanto, el Barça contaba en su plantilla con cuatro jugadores extranjeros, y tan sólo podía alinear a dos. El alemán estaba fuera, pero aun sobraba Steve Archibald, cuya primera campaña, la 84-85, había sido muy buena, pero que después sería presa de continuas lesiones, y se toma la decisión  de «bajarle» al equipo filial, el Barcelona Atlético, que militaba en Segunda A.

La temporada 86-87 va a ser inusualmente larga – la denominada «Liga del Play-off» -, y resultará  igualmente esteril en cuanto a títulos, pero las cosas aun van a empeorar en la campaña siguiente, 87-88, y de la manera más traumática posible. La pésima marcha del equipo obligará a Núñez a cesar a Terry Venables, sustituyéndole por Luís Aragonés. Eliminados en Europa, por la Liga se deambula con más pena que gloria, lejos incluso de los puestos que dan derecho a acceder a competición continental. El único lenitivo es la Copa, donde sorprendentemente el Barça va a imponerse en la final a una magnífica Real Sociedad, donde militaban jugadores de la talla de López Rekarte, Jose Mari Bakero o Txiki Begiristáin. Pero este triunfo inesperado no va a ser suficiente para calmar las revueltas aguas de Can Barça…Bernd Schuster – al que le restaba aun un año de contrato – se reintegrará al equipo, cuya práctica totalidad de componentes, con el propio Luís Aragonés a la cabeza, va a enfrentarse abiertamente con la directiva de Núñez a causa de serias diferencias en torno a la fiscalidad de sus contratos. Juntos técnico y futbolistas pedirán públicamente la dimisión del mandatario en el curso de una multitudinaria rueda de prensa. Es lo que ha pasado a la historia blaugrana como «el Motín del Hesperia» ( por el nombre del hotel barcelonés donde tuvo lugar este insólito acto de rebeldía colectiva ). Schuster, haciendo honor a su peculiar carácter, no tomó parte en el evento.

Son días tristes y muy difíciles en Can Barça. Un colectivo de socios descontentos con la gestión de Núñez  había formado meses atrás el denominado «Grup d´Opinió Barcelonista» ( GOB ), que exigirá también la dimisión del presidente y la convocatoria urgente de elecciones. Y algunos jugadores llegan incluso a las manos con varios iracundos aficionados en el transcurso de un  entrenamiento,. Ante este estado de cosas, José Luis Núñez va a cortar por lo sano. Se deshará de buena parte de los díscolos y también de  Luís Aragonés, y tomará una decisión de enorme trascendencia para el futuro de la entidad: contratar como nuevo técnico barcelonista a Johan Cruyff. Recordemos que el holandés le había prestado su apoyo explícitamente en vísperas de las elecciones de 1978. Ahora, como responsable del Ajax, aparecía avalado por su firme apuesta a favor de un fútbol abierto y espectacularmente ofensivo, muy en la línea de la mítica «Naranja Mecánica». Para recibir al «Flaco», Núñez tira de chequera y le ficha un equipo completo: Unzué, Aloisio, Serna, Manolo Hierro, López Rekarte, Miquel Soler, Eusebio, Jon Andoni Goikoetxea, Valverde, Jose Mari Bakero, Julio Salinas y Txiki Begiristáin. También van a ascender a la primera plantilla dos brillantes canteranos, Luís Milla y Guillermo Amor. Con esta drástica renovación podemos dar por finalizado el primer período del Nuñismo. Alumbra una nueva era, preñada de incertidumbre, aunque los culés confían en que  el club de sus amores pueda volver por fin a la senda de los éxitos.




Goleadores de antes: Bernabé Ferreyra

El fútbol argentino ha tenido a través de su rica historia goleadores inolvidables con cifras asombrosas. Si bien es cierto que las marcaciones de antaño no eran ni por asomo como las actuales, señalar más de 200 goles es una hazaña reservada a unos pocos. Tan pocos que en el profesionalismo sólo 10 fueron los que superaron esa cifra.

Uno de ellos fue Bernabé Ferreyra, apodado «El Mortero de Rufino» o «La Fiera», un goleador que en 1932 batió todas las marcas, colmó los estadios y hasta llegaron a ofrecer un premio al arquero que se mantuviera invicto ante su poderoso remate.

Nació en Rufino (Santa Fe) el 12 de febrero de 1909. Se inició en el club Jorge Newbery de su ciudad natal cuando tenía 15 años. Al trasladarse su familia a Junín en 1927, pasó a jugar en el club B.A.P., sigla del Buenos Aires al Pacífico, nombre con que se conocía a la actual línea San Martín que llegaba hasta Chile.

Con el club ferroviario ganó el campeonato juninense de ese año al vencer 1 a 0 a Sarmiento con un gol marcado por él. Fue por esos días que fue probado en Talleres de Remedios de Escalada, pero no pasó la prueba y se volvió  Junin.

En 1929 el encargado del fútbol de Tigre, Alberto Monge, lo trajo al club de Victoria y ya no se fue más. El presidente Victorio Micheli le ofreció 200 pesos por mes disfrazados de «viáticos» Eran tiempos del llamado amateurismo «marrón». Debutó en la tercera fecha el 25 de agosto (el campeonato comenzó a mediados de año) frente a Banfield. Tigre ganó 3 a 1 con dos goles suyos, el primero anotado al minuto de juego.

En noviembre de 1930 fue solicitado por Vélez junto con Francisco Varallo para integrarse a una gira de cinco meses que abarcó Valparaíso, Santiago de Chile, Lima, La Habana, México DF y Nueva York. De los 75 goles marcados en la gira, Bernabé hizo 38 y Varallo 13. Cuando regresaron en mayo de 1931, ya era profesional. Tigre fue uno de los 18 clubes que ingresaron en la era rentada.

El 30 de agosto jugó su primer partido de ese año ante Quilmes y marcó los cuatro goles con que Tigre se impuso por  4 a 1. Pero acaso su actuación más recordada en esa temporada fue en la fecha 18ª. Tigre perdía 0-2 con San Lorenzo a 16 minutos del final cuando en siete minutos señaló tres goles que dieron vuelta el resultado.

En 1932 River, que ya era considerado «millonario» por las costosas compras de 1931, lo contrató por la suma de 32.000 pesos moneda nacional, todo un récord para la época.

Su aparición en el equipo de la banda fue espectacular. Marcó 19 goles en las primeras 12 fechas. Tal fue la sensación que produjo, que el diario «Crítica» que dirigía Natalio Botana, ofreció una medalla de oro al primer arquero que no fuera batido por «el gran Bernabé».

En la fecha 13 River y Huracán empataban 1 a 1 (gol de Peucelle) en Alvear y Tagle cuando el partido se suspendió a los 62 minutos por falta de luz. Bernabé no convirtió, pero el partido no había terminado. En las dos jornadas siguientes volvió a anotar ante Atlanta y Boca, pero en la fecha 16, Independiente le quitó el invicto con una goleada 5 a 0.

La medalla le correspondió al arquero rojo Néstor Sangiovanni, pero al completarse  el 13 de julio el encuentro con Huracán no hubo nuevos goles, es decir que Ferreyra tampoco marcó. Entonces el diario decidió premiar también a Cándido de Nicola, el arquero de Huracán.

En ese su primer año en River, marcó 44 goles en los 33 partidos disputados.

Bernabé ganó los campeonatos de 1932, 1936 y 1937. Este fue su último año de gloria. Los golpes hicieron mella en sus piernas y sus lesiones aparecieron cada vez con más frecuencia. En 1938 apenas jugó 9 partidos, hasta que en 1939 debió abandonar el fútbol a poco de comenzado el certamen.

Los números que dejó desde el 25 de agosto de 1927 hasta el 28 de mayo de 1939, cuando jugó su último partido ante Newell’s, fueron éstos:

En Tigre (1929-1931) – 50 partidos – 46 goles

En River (1932-1939) – 184 partidos – 187 goles

Total: 234 partidos y 233 goles.

Bernabé y Luis María Rongo son los únicos jugadores en la historia de River que marcaron más goles que partidos jugados.

Su primer gol se lo marcó al arquero de Banfield Abel Winkelman en 1929 y el último a Roberto Novara de Argentino de Quilmes diez años después.

Chacarita fue el equipo a quien más goles le convirtió, 17, y Sebastián Gualco fue el arquero más vencido: 12 veces.

Jugando para Tigre nunca le marcó a River y en el «millonario» le convirtió 11 a su ex club.

En toda su carrera ejecutó 24 penales: convirtió 16, desvió 3 y le atajaron 5 – (67% de eficacia)

Los arqueros que le contuvieron fueron: Atilio Losavio (Argentinos 1932), Sebastián Gualco (Platense 1932), Blas Fernando Bello (Independiente 1934), Eduardo Alterio (Atlanta 1935) y Ezequiel Aranda (Quilmes 1937).

Además del campeonato de primera división, jugó las siguientes copas oficiales:

En River – Copa Competencia de 1932 – 1 partido – 1 gol

En River – Copa Adrián Beccar Varela 1933 – 4 partidos – 3 goles

Bernabé Ferreyra ocupa el noveno puesto en la lista de máximos goleadores del profesionalismo después de Angel Labruna (243), Arsenio Erico (242), Herminio Masantonio (255), Manuel Gregorio Pelegrina (231), José Francisco Sanfilippo (227), Martín Palermo (227), Ricardo Roberto Infante (217) y Oscar Mas (215). Después están Bernabé y Carlos Bianchi con 206.

En la selección argentina no tuvo fortuna. Jugó apenas cuatro partidos y no pudo hacer goles, pero fue campeón en el Sudamericano de 1937.

Los partidos con la celeste y blanca fueron éstos:

29/05/1930 – Argentina 1-1 Uruguay – Copa Newton – Cancha de San Lorenzo

14/12/1933 – Uruguay 0-1 Argentina – Amistoso en Montevideo – Estadio Centenario

30/12/1936 – Argentina 2-1 Chile – Campeonato Sudamericano – Cancha de San Lorenzo

01/02/1937 – Argentina 2-0 Brasil – Campeonato Sudamericano – Cancha de San Lorenzo

Opiniones y anécdotas

Ese gran periodista y escritor que fue Osvaldo Ardizzone, lo evocó así en la desaparecida revista «Goles Match»:

«Y en esos inmaduros albores del profesionalismo argentino, debo detenerme en este acontecimiento histórico que protagonizó Bernabé Ferreyra, a mi juicio, el gran protagonista de la década del treinta y un fenómeno popular que a despecho de las técnicas incipientes de la promoción, admite un paralelo con la trascendencia de nuestro Diego Maradona. ¿Qué fue

Bernabé Ferreyra? El domingo de Buenos Aires y hasta del país. Fue la ansiedad de cada partido por la espera de ese gol infalible. Fue el personaje que rastreó y capturó el olfato periodístico de Natalio Botana, que desde las páginas de su «Crítica» acribilló a Bernabé con los bautismos que nacían de la ocurrencia del pueblo y de los periodistas deportivos, como «El Mortero de Rufino», como «La Fiera», o ese único «Bernabé» que nunca necesitó del Ferreyra para identificarse. A tal punto que Botana y Crítica organizaron una competencia entre los arqueros instituyendo una medalla para aquél que no fuera vencido por los despiadados taponazos de «La Fiera». Y que incorpora en la historia a Cándido De Nicola, aquel arquero de Huracán y Néstor Sangiovanni, de Independiente, que luego de noventa minutos de amenazas salieron ilesos…».

(Nota: en realidad De Nicola jugó 62  minutos porque en la reanudación fue reemplazado por Oscar Bermúdez).

Ricardo Lorenzo «Borocotó» fue amigo de Alberto Monge, el hombre que lo trajo a Tigre y ambos esperaron ansiosamente el debut de Bernabé en la selección en el partido con Uruguay de 1930 y así lo contó en una revista también desaparecida de los años 50 que se llamó «Pinceladas Deportivas»:

«Fuimos varios los que bregamos por la inclusión de Ferreyra en la selección. No lo hacíamos únicamente por la amistad con Monge, sino porque estábamos convencidos que el taponazo de Bernabé podía acordar la victoria. Fue elegido y jugó… y muy mal. Los que tanto luchamos por él, quedamos junto con el gordo Monge, completamente desorientados.

Salió de la cancha silbado y abucheado. Después supimos la verdad: esa mañana del partido Bernabé había donado sangre para su hermana enferma…».

El historiador Nazareno Atilio Scialpini se refiere así en su libro «La Historia de Tigre» a la inclusión de Ferreyra en la gira de Vélez de 1930:

«Corría el año 1930 cuando Vélez Sarsfield realizó una interesante gira al exterior, la cual comenzó con una ingeniosa «mula» o trampa.

En los contratos firmados entre el empresario de la gira y los clubes sobre los puntos que iban a visitarse, quedó especificado que deberían integrar la delegación «players» de reconocida fama en la Argentina y no menos de tres integrantes del «team» que intervino en la disputa del campeonato mundial. Para llenar este último requisito, habían sido elegidos Fernando Paternoster (Racing), Carlos Peucelle (Sportivo Buenos Aires), Francisco Varallo (Gimnasia) y Manuel Ferreira (Estudiantes de La Plata). Pero a este último, debido a la posición que ocupaba Estudiantes en el campeonato  donde peleaba la punta con Boca, le fue negado el permiso para viajar y además Carlos Peucelle sólo podía hacer la primera parte de la gira. Sin esos dos jugadores, se vulneraba un importante punto del contrato.

Ni tonto ni perezoso, el empresario, ante la dificultad de último momento, lo solucionó inteligentemente; de manera que no pudiendo llevar al piloto olímpico Manuel Ferreira, se llevó al piloto de Tigre Bernabé Ferreyra, cuyo parecido estriba sólo, como se dice por ahí, en lo blanco del ojo y en lo redondo del cuerpo, pero que en cambio tiene la similitud del apellido (la «i» y la «y» se asemejan y se confunden con frecuencia) y del puesto que ocupan en el equipo.

Así fue como ligó de colado el viaje el Ferreyra de Tigre, al que podríamos llamar la «mula del piloto olímpico». Lo gracioso del caso fue que, precisamente el jugador que debido a su apellido viajó en la gira, fue el triunfador de la excursión, el hombre atracción de las canchas que visitaron, el formidable shoteador que hizo realidad la ristra de triunfos excelentes que se trajo Vélez Sarsfield».

Fue tanta la popularidad que alcanzó en 1932, que una vez en el vestuario fue a saludarlo el presidente Agustín P. Justo y otra nada menos que Carlos Gardel quien quiso conocerlo personalmente.

Le molestaban terriblemente los botines de aquella época y se los mandaba a hacer de medida. Se cuenta que para que su remate fuera más potente, cuando jugaba como local, mojaba la pelota antes para que pesara más.

Murió el 22 de mayo de 1972.

Así era Bernabé Ferreyra, aquel de las hazañas que mi padre riverplatense me contaba y que por lo que investigué, no estaban alejadas de la realidad.

Fuentes consultadas:

La Historia del Club Tigre – Nazareno Scialpini – 2000

Los Centenarios del gol – Guillermo Gasparini – 1998

El Libro del fútbol – Editorial Abril – 1975

Historia de un siglo rojo y blanco – Ariel Estévez – 2006




Los primeros futbolistas nacidos en Asia

El tema de los máximos goleadores del F.C. Barcelona ha revivido la figura de Paulino Alcántara Riestrá (Iloílo, Filipinas, 7 oct. 1896 – Barcelona, 13 feb. 1964).

El pasado 25 de febrero, la F.I.F.A. le dedicó una nota titulada «El Fenómeno Filipino de Hace un Siglo». Allí apareció el siguiente comentario:

(…) Antes de su traslado a España, ningún futbolista asiático había representado a un club europeo (…)

Esto es inexacto. Por el lugar y fecha de nacimiento, no menos de 4 jugadores, luego internacionales británicos – nacidos en la India- compitieron en Europa antes que Paulino.

William Lindsay, nació en Benares (hoy Varanasi) el 3 de agosto de 1847. Su padre y parte de la familia fueron asesinados durante la Rebelión India (1857) en Kanpur. En 1858 fue admitido – por su condición de huérfano- en el colegio de Winchester, Inglaterra. Fue jugador  del Wanderers F.C. con el que logró las Copas inglesas de 1876, 1877 y 1878. También jugó en los extintos Crystal Palace F.C., Gitanos F.C. y South Norwood F.C., además del actual Civil Service F.C. Una presencia internacional (1877).  Falleció en 1923…

William S. Kenyon-Slaney, nació en Rajkot el 24 de agosto de 1847. Notable futbolista, militar y político. Fue 1873 su año de gloria deportiva. Ganó la Copa con The Wanderers (2:0, ante la Universidad de Oxford, 01 gol) . También jugó -08 mar.- el segundo internacional oficial donde su Selección batió a Escocia por 4 a 2. Marcó el gol inicial , considerado el primero en la historia de las Selecciones Nacionales. El primer Escocia-Inglaterra (1872) había sido 0-0.. Falleció en 1908..

Henry W. Renny-Taylour, nació en Mussoorie el 9 de octubre de 1849. Militar de carrera, representó al Royal Engineers F.C., con el que ganó la Copa inglesa de 1875. Fue el único deportista en representar a Escocia tanto en fútbol como en rugby. En la derrota escocesa de 1873 fue el autor del primer gol de su Selección. Falleció en Montrose, Escocia en 1920..

Los dos últimos citados – ambos nacidos en India- fueron los autores de los primeros goles oficiales de Inglaterra y Escocia. Sucedió en el mismo partido de 1873, en Londres.

Elphistone Jackson, de actuación posterior, nació en Calcuta el 9 de octubre de 1868. Jugó para el Corinthians londinense y registró su única presencia para Inglaterra en 1891. Ese año  finalizó sus estudios y regresó a la India. En su ciudad natal fue uno de los fundadores de la Indian Football Association (1893). Falleció en 1945…

Desconozco si alguno de los citados tuvo sangre india. Pero considerando sus fechas de actuación en Europa -insisto- fueron muy anteriores a Paulino Alcántara.

Si el debut de éste, en 1912, nos parece remoto, poco me resta agregar sobre los «Indo-británicos», que compitieron en los comienzos mismos del fútbol…

Fuentes Consultadas

BUTLER, Bryon, the Oficial Illustrated  History of the F.A. Cup, 1996

WILLIAMS, Graham. The Code War, 1994

Pág. Web F.I.F.A., El Fenómeno Filipino de Hace un Siglo, 25 feb. 2012.




Efectos secundarios provocados por la España Industrial

Cuando la empresa textil España Industrial (fundada en Madrid a mediados del siglo XIX y pronto trasladada y asentada en Cataluña) formó allá por 1934 un equipo de fútbol, era muy poco previsible que lo que podía entenderse como una actividad a caballo entre lo deportivo y lo publicitario, al llevar el nombre de la fábrica algodonera, llegase en algún momento a afectar al fútbol español de máximo nivel. Sin embargo el gran crecimiento que experimentaría le iba a llevar a ocupar un lugar destacado a nivel nacional y, junto a ello y por las especiales circunstancias que le rodeaban, a interferir directamente en las trayectorias de otros conjuntos, para beneficio de unos y perjuicio de otros.

Tras disputar competiciones en el ámbito regional durante sus primeros años de vida, en 1950 llegó su primer gran logro al obtener el ascenso a la 3.ª División, categoría en la que no se iba a conformar con jugar un papel de comparsa, pues tras finalizar en el 4.º puesto de la tabla clasificatoria la temporada de su debut, en la campaña 1951/52 lograría el campeonato que le permitiría asomar la cabeza en la 2.ª División.

espanaindustrialEn los óptimos resultados del equipo tendría mucho que ver la política de cesiones de futbolistas por parte del F.C. Barcelona, con lo que en la práctica la España Industrial se convirtió en filial del conjunto culé.

Pero tampoco en la división de plata tendría freno su brillante trayectoria, hasta el punto de que ya en la temporada de su estreno en 2.ª División, la 1952/53, encuadrado en el grupo I, finalizó la competición en segunda posición, lo que clasificaba a la España Industrial para disputar la fase de promoción de ascenso a 1.ª División con otros cinco rivales bajo el sistema de liguilla a doble vuelta, que era el establecido entonces, poniéndose en juego dos plazas para jugar en la máxima categoría la temporada siguiente.

La relación de filialidad no estaba en aquellos años de mitad del siglo XX regulada de manera clara, y sería el motivo por el que no podría disfrutar del ascenso de categoría ganado en el campo merced al segundo puesto que obtendría en dicha liguilla, como le había sucedido al Mestalla un año antes por ser filial del Valencia, después de haberse proclamado campeón de la fase de ascenso en aquella temporada 1951/52.

Como segundo clasificado en el grupo II de 2.ª División, el Mestalla había participado en la liguilla que otorgaba dos plazas para la 1.ª División en la temporada siguiente con R. Gijón y R. Santander (decimotercero y decimocuarto en 1.ª División), C.D. Logroñés y Ferrol (segundo y tercero del grupo I de 2.ª División) y Alcoyano (tercero de su grupo), ocupando el primer puesto a su finalización, lo que suponía el ascenso. Pero tras el pleno de la Federación Española de 10 de julio de 1952 el ascenso no fue aceptado dada la condición de equipo filial del Mestalla con el Valencia, lo que permitió al tercer clasificado (R. Santander) ocupar la plaza y mantener la categoría. La decisión federativa se amparaba en su argumentación para demostrar la relación de filialidad en la no disponibilidad por parte del Mestalla de un terreno de juego propio.

Si el R. Santander fue el gran beneficiado, el Hércules se vio perjudicado ya que, como cuarto clasificado del grupo II de 2.ª División debería haber disputado la promoción en lugar del Mestalla -si no podía subir- si la normativa sobre equipos dependientes fuese la actual.

mestallaEn la promoción de la temporada 1952/53 participaron el Celta y el Deportivo de la Coruña como clasificados en los puestos trece y catorce de 1.ª División con la España Industrial, R. Avilés, Hércules y At. Tetuán de 2.ª División (segundo y tercero de cada grupo, respectivamente), resultando campeón el Deportivo seguido de la España Industrial (2.º) y el Celta (3.º), quien mantendría a la postre la categoría ocupando la plaza de los barceloneses como había hecho la temporada anterior el R. Santander por el no ascenso del Mestalla.

En esta ocasión el agraviado había sido el Dep. Alavés, cuarto clasificado en la fase regular de la Liga que podría haber optado al ascenso disputando la fase de promoción en lugar del equipo catalán, si es que éste no podía ascender (como sucedería con la reglamentación aplicable hoy en día).

El 21 de julio de 1953 la Federación haría pública una decisión similar a la tomada en la temporada anterior en el caso del Mestalla, por la que se impedía a la España Industrial jugar en 1.ª División, al encontrarse en la misma situación que los valencianos, si bien se hablaba de renuncia por parte de la España Industrial al reconocerse expresamente equipo filial del Barcelona.

celtaDespués de otras dos campañas compitiendo a buen nivel en 2.ª División, en la 1955/56 el conjunto barcelonés volvió a ganarse el derecho a competir en 1.ª División al quedar campeón en la fase de promoción a la que había accedido como tercer clasificado, en esta ocasión del grupo II. Esta vez el At. Tetuán se podía sentir perjudicado por no haber optado a disputar la promoción (había concluido cuarto en la competición liguera), y el R. Oviedo era quien estaba expectante para ocupar la plaza de ascenso de la España Industrial como tercer clasificado de la liguilla, tras España Industrial y R. Zaragoza, y por delante de R. Murcia, R. Betis y Dep. Alavés. Pero en esta ocasión la España Industrial iba a tomar la determinación de desvincularse -al menos oficialmente- del Barcelona para, desprovisto de su condición de conjunto filial, no tener el impedimento que le impedía ascender.

Cambiaría su nombre por el de C.D. Condal y así jugaría en 1.ª División la temporada 1956/57, tras varios dimes y diretes con el tema del campo, argumento utilizado en su día para impedir el ascenso del Mestalla y que hizo que el Condal se plantease disputar sus partidos en Montjuich. El R. Oviedo no vería satisfecha su pretensión de ocupar la plaza en 1.ª División como habían hecho el Celta y el R. Santander en las ocasiones anteriores.

oviedoUna temporada entre los mejores sin que en la práctica cambiasen grandes cosas en cuanto a su vinculación con el Barcelona -seguirían siendo abundantes los futbolistas del Condal estrechamente ligados a la entidad barcelonista con la que compartiría terreno de juego al disputar a la postre sus encuentros en Les Corts, pese a toda la tinta vertida sobre la necesidad de contar con un campo propio-, descenso y cuatro más de nuevo en 2.ª División parecían haber puesto fin a todas esas peripecias que afectaban a terceros.

escudosPero, esta vez con la denominación de Condal, iba de nuevo a interferir en el desarrollo deportivo de la competición al término de la campaña 1960/61 al tomar la decisión de volver a declararse formalmente filial del Barcelona a la vez que, sorprendentemente, renunciaba a su plaza en 2.ª División, iniciándose entonces la disputa por el reconocimiento del derecho a ocupar la vacante.

Pese a que la noticia se conoció ya en el mes de junio con motivo de elección de Enrique Llaudet como nuevo presidente barcelonista, la renuncia oficial del Condal no llegó a la Federación hasta el 13 de julio, en vísperas de la reunión de su pleno anual del 14 que, finalmente, decidió que se disputase un torneo cuyo campeón sería el que ocupase la plaza de los barceloneses en 2.ª División. El torneo se debería disputar en Mallorca entre el 12 y el 20 de agosto y en él participarían los conjuntos de 2.ª División que habían descendido tras la promoción (R. Gijón, Sestao y Castellón), más los de 3.ª División que habían perdido el ascenso en la última eliminatoria (Sevilla At., Ferrol, Badalona y Amistad de Zaragoza).

La decisión tuvo numerosas contestaciones por parte de los afectados: el conjunto gijonés sintió vulnerados sus derechos (defendía que como mejor clasificado de los descendidos debía ser repescado) y presentó un recurso que fue desestimado en la reunión de la Delegación Nacional de Educación Física y Deportes el 28 de julio; también los equipos de 3.ª División que se habían quedado a las puertas del ascenso reclamaron ocupar la plaza que dejaba libre el Condal; y los conjuntos catalanes pretendieron que fuese uno de ellos quien cubriese la vacante. Ninguna petición sería aceptada y el torneo relámpago se llevó a efecto.

gijonSi la lista de equipos que podían sentirse perjudicados por estas vicisitudes era numeroso, así como el de beneficiados, en este segundo grupo habría que añadir al R. Gijón, que vería cómo se iba a librar de jugar en 3.ª División en la temporada 1961/62 al proclamarse vencedor del torneo mallorquín después de no de jugar la primera eliminatoria por renuncia del Sestao, ganar en la siguiente al Castellón gracias a la moneda que hubo de lanzarse para dilucidar mediante sorteo el empate que reflejaba el marcador tras la prórroga y vencer al Sevilla At. en la final por 2-1.

El Condal volvería todavía a 2.ª División (temporadas 1965/66 y 1966/67) y en 1970 su fusión con el At. Cataluña supondría el nacimiento del Barcelona At.




Hace 100 años (marzo – abril 1912)

MARZO 1912.

ANDALUCÍA.

En Cádiz se han jugado tres partidos. Dos de ellos han sido entre los marinos ingleses que se disputan desde 1909 la copa instituida por la cuarta división de cruceros británicos que está en poder del Donegall por haberla ganado en 1909 y 1910.

El primer partido lo jugaron los marinos de los buques Leviathan y Berwick venciendo los del primero por dos goles a cero.

El segundo partido lo jugaron Leviathan y Donegall venciendo los últimos por cero a uno y por tanto adjudicándose nuevamente la copa.

Ambos partidos se jugaron en el campo del Club Español.

L tercer y último partido lo disputaron el club local frente a una seleccción de la escuadra inglesa. Los ingleses se llevaron finalmente la victoria por dos goles a tres.

CANARIAS.

En la explanada del Polvorín de Las Palmas jugaron los clubes Buenos Aires y Nuevo Excursionista. Desconocemos el resultado.

CATALUÑA.

Las eliminatorias para clasificarse para el Campeonato de España presentan los siguientes resultados:

Fase 1:

Casual – Internacional           5-1

Universitari – Catalá              1-0

España – New Catalonia        1-0

Fase 2:

España – Casual                     8-0

El Casual se presentó con nueve jugadores.

Fase 3:

España – Universitari             3-0

CAMPEONATO DE ESPAÑA.

España, vencedor de las eliminatorias catalanas, y Barcelona, campeón de España de 1911, se enfrentan en una de las semifinales del Campeonato de España de 1912. Barcelona 3 – España 0.

En la otra semifinal la Real Sociedad Gimnástica Española, vencedor en las eliminatorias castellanas, e Irún Sporting Club, vencedor de las guipuzcoanas.

Gimnástica 2 – Irún 1.

En la final jugada en el Campo de la Industria de Barcelona los locales se imponen a los madrileños por dos goles a cero.

En Barcelona se ha jugado una copa donada por D. José Ciudad y D. Victoriano La Riva a condición de que la recaudación sea entregada para las víctimas de la campaña de Melilla y las escuelas de los distritos II y VII.

FC Barcelona y CD Español se la jugaron a dos partidos. En el primero, en el campo del Barcelona, los pericos se impusieron por un gol a cero. El segundo partido se jugó en el campo españolista repitiéndose resultado a su favor. Importante triunfo españolista que une al recién conseguido en el Campeonato de Cataluña.

Gibert se hizo acreedor aun reloj, regalo del socio barcelonista Sr. Verdaguer, como premio al portero menos goleado.

Marejada en el fútbol catalán. Continúan los problemas para la celebración normal de los partidos. En el partido aplazado que debían jugar Universitari y Barcelona este último se encontró con las instalaciones cerradas y se presentó con un notario para dar fe de su presencia.

El partido de segundos equipos que debían jugar España y Español no se celebró porque el capitán del club rojo no buscó ni aceptó la presencia de árbitro alguno.

También ha habido una cadena de dimisiones en la junta directiva de la Federación Catalana, empezando por la del presidente. En una posterior asamblea se acepta unanimemente levantar las descalificaciones a los señores Sampere y Aguirreche.

El Barcelona vence siete a cero al Tenismen en partido amistoso.

El Numancia vence por dos a cero al Catalá antes de ser suspendido el partido por la lluvia.

Ha sido creada la sección de foot-ball del Real Polo Club de Barcelona. La junta directiva elegida está compuesta por los señores Zoilo Oliver en la presidencia, Bernardo Cinnamond en la secretaría y Juan Bertrand. Para sus luchas adoptan el nombre de Gentlemen.

El campo del Barcelona se encuentra en obras con el fin de ser el mejor acondicionado para los espectadores.

D. Ramón Baxeras ha creado el escudo del Universitari SC. Consiste en la figura de un corpulento atleta que aparece junto a un balónrodeados por el nombre Universitari SC.

El Casual también cuenta con su escudo. Este es un trébol de cuatro hojas que lucen en un botón blanco.

GALICIA.

En el Parque de Riazor se pone en marcha la temporada futbolística. El RC Deportivo se enfrenta al Everton de la misma ciudad en partido amistoso.

También en el Campo de Deportes del Real Club Coruña, situado en el Parque de Monelos, comienza la temporada. Los clubes Galicia y María Pita disputan un amistoso. Ambos clubes se han reforzado para la nueva temporada. Los socios de los contendientes más los del club que cede las instalaciones tendrán entrada gratuita. El resultado terminó siendo favorable para María Pita por dos goles a cero.

El RC Deportivo y el María Pita disputan un amistoso en Riazor. Desconocemos el resultado.

El María Pita se enfrenta al Celita en Riazor, venciendo los últimos por dos goles a tres.

El RC Deportivo disputa un amistoso frente al Club Compostela en Riazor venciendo los locales por cuatro goles a uno. En el Deportivo debutó Joaquín Yarza.

El Campo de la Estrada sigue siendo lugar de encuentro de los clubes modestos. Finisterre y Barcelona han disputado un amistoso que han ganado los primeros por cuatro a dos.

El Mendo de Betanzos y el Arriola de la Coruña jugaron un amistoso en Betanzos venciendo los visitantes por cero goles a dos.

En el Local del Orfeón El Eco se ha celebrado Junta General del Club María Pita para la elección de presidente.

El Club Arriola elije nueva junta directiva compuesto por Francisco Rodríguez como presidente; Juan Rama como vicepresidente; Juan Llobé como secretario; Gerardo Porto como contador; Juan Canalejo como tesorero y como capitán Saturnino Nieto.

Se cumple el primer aniversario de la instalación en el actual domicilio social del Real Club Coruña en el Cantón Grande. Con tal motivo se celebrará un banquete en el Hotel de Francia.

En el Campo de la Compañía de Monforte de Lemos disputaron un amistos los clubes Sport Club y Club Victoria. Una concurrencia enorme fue testigo de la lucha reñidísima que ambos clubes mantuvieron hasta que a falta de pocos instantes para el final el Club Sport consiguió anotar llevándose así la victoria.

Se habla de que en Monforte de Lemos se va a celebrar un concurso regional de foot-ball cuyo premio será una copa de plata donada por el presidente honorario del Sport Club.

Para la inauguración del campo del Club Compostela, en el mes de abril, se han propuesto como contrincantes del club santiagués bien el Vigo FC o un club coruñés.

Aún tiene pendientes cuatro amistosos el Club Compostela, dos con el RC Deportivo y otros dos con el Real Club Coruña. Dicho club está formado por jóvenes estudiantes de la Universidad de Santiago.

El Coruña Sporting Club realiza una excursión para enfrentarse en Betanzos al club titular de la ciudad, Betanzos FC.

En el Salón Villa de París», situado entre las calles Real y del Torreiro en La Coruña se ha expuesto un cuadro obra del señor Urtiaga con los retratos de los jóvenes futbolistas del Real Club Coruña que el año pasado componían la primera plantilla. También hay una exposición con los trofeos ganados por la sección de fútbol de dicho club, tanto en concursos locales como provinciales, galaico-asturianos o nacionales.

Los dos mejores equipos de la escuadra inglesa del mediterráneo disputaron un amistoso en el Campo de Coya del Vigo FC como preparación para la Copa Urzáiz.

Copa Urzáiz. Reñidísima final disputada entre la escuadra del mediterráneo británica y el Vigo FC. El partido necesitó de una prórroga terminando con el resultado final de cinco goles a cuatro favorable a los marinos. Fue arbitrado por el director del Cable Inglés Mr. McKean y el Vigo presentó el siguiente once: Pech, Hawthorne, Díaz, H. Martín, Castro, Bryant, Lago, Nagle, Álvarez, Solís y Withers. La primera parte terminó con ventaja del Vigo de dos goles a uno dando la vuelta al gol inicial de la escuadra consiguiendo Álvarez ambos tantos. En la segunda parte apretaron los británicos consiguiendo empatar de penalty. Más tarde consiguieron dos nuevos tantos elevando la cuenta a cuatro. En los últimos minutos el Vigo puso ardor y empeño y consiguió empatar, primero en un barullo en el área y el cuarto tanto conseguido por Whiters en el minuto 87, marchando a una prórroga de treinta minutos en la cual los británicos consiguieron marcar el quinto gol que ya no pudo ser contestado.

Con esta victoria el palmarés queda con un triunfo, conseguido el año padaso por la escuadra británica del Atlántico y esta por la del Mediterráneo, aunque el trofeo quedó en poder del Vigo FC por expreso deseo del almirante Sir Ed. Poe, el cual lanzó los tres hurras de rigor al finalizar el match siendo contestados por D. José Sobrino Gómez, presidente del club organizador.

El Vigo FC está realizando una excursión por Portugal. Se ha enfrentado al FC Porto y ha sido derrotado por cuatro goles a uno. Los vigueses presentan la siguiente alineación: Peck, Vithers, A. Díaz, Martyn, F. Sastre, Bryant, Poncet, Félix Castro, A. Álvarez, A. Solís y Adams. De estos alineados cinco son españoles. Hawthorne no ha podido viajar por motivos de salud y Nagle por motivos particulares. Comenzó marcando el Porto y Arturo (¿) consiguió el empate. Tres goles más consiguieron los portugueses antes de finalizar el encuentro.

Una selección de jugadores de los clubes vigueses Vigo, Fortuna y Exiles se va a enfrentar proximamente a un conjunto inglés. Será en beneficio de los heridos y muertos de la campaña del Rif y es organizado por el Vigo FC bajo la protección de la Junta de Damas.

Llegado el día la escuadra no obtuvo permiso para bajar a tierra y no pudo celebrarse el homenaje. Se dejó para unos días después pero inesperadamente la flota zarpó y no pudo celebrarse.

Para no dejarlo más tiempo pendiente los clubes Vigo y Fortuna acordaron jugarlo ellos en Coya al amparo de la Junta de damas, pasando a engrosar la recaudación la suscripción ncional para los soldados de Melilla.

Mal mes de marzo para el Vigo FC. A la baja de Trotter se unen ahora las de Nagle que ha sido destinado a Aden junto Formby y Ventura Lago que ha partido para Inglaterra.

Continúan los enfrentamientos amistosos del Vigo frente a la marinería británica. El acorazado New Zealand es el siguiente. Vencieron los nuestros por cuatro goles contra uno siendo F. Sastre y Félix Castro los autores por partida doble.

En Bouzas, campo propiedad del Real Fortuna FC, contendieron estos frente a la escuadra británica del Mediterráneo que llevó a llevarse otra copa de plata de tierras viguesas tras vencer por dos goles a uno.

Ha fallecido en Liverpool Mr. T. Templeman oficial de Cable inglés que defendió los colores del Fortuna.

MADRID.

Celebrada importante Junta directiva de la Federación Española de Clubs de Foot-Ball.

Tras reñida discusión se toma el acuerdo de revocar el anterior de junta de 6 de enero en el que se nombró campeón al Athletic tras el resultado de cuatro votos contra dos.

También se toma el acuerdo de que sea el FC Barcelona quien celebre el ampeonato de este año por ser el Campeón de 1910.

Tras acalorada discusión en este punto dimite el vicepresidente sr. Paz y se retira del salón el sr. Macías representante del Athletic.

En las fiestas del 25º aniversario de la Real Sociedad Gimnástica Española se ha celebrado un torneo en la modalidad de fútbol-7 entre cuatro equipos resultando vencedor el equipo B con cuatro puntos y formado por Pola (portero), Codes (defensa), Roca – Gil (medios) y Gómez – Espinosa – Guzmán (delanteros). Cuatro de estos jugadores fueron subcampeones del Campeonato de España.

El English Sport Club se enfrenta en un partido amistoso al Madrid FC en el Campo del Corregidor, venciendo los madridistas por un gol a dos.

Por la Copa Rodríguez Arzuaga, válido para la clasificación al Campeonato de España:

Madrid – Gimnástica 2-0

Madrid – Gimnástica 1-3

Madrid – Gimnástica 1-2 (desempate)

PAÍS VASCO.

Clasificación para el Campeonato de España:

En Irún han jugado partido de clasificación para el Campeonato de España los clubes Racing y Sporting de la localidad venciendo los sportinguistas por un gol a cero. El Racing jugó con diez jugadores desde el minuto doce en que resultó lesionado Gamborena. Tras este partido el Sporting tiene que disputarse con la Real Sociedad la representación regional en el Campeonato.

Tras dos empates en los partidos de ida y vuelta el Sporting logra vencer en el desempate en Irún por un gol a cero consiguiendo así la clasificación.

En Ondarreta se han enfrentado la Real Sociedad y la Sociedad Náutica de Bayona (Francia) venciendo los donostiarras por cuatro goles a cero.

El Athletic Club tiene previsto organizar un campeonato con grandes premios en Semana Santa.

En Jolaseta se han enfrentado el Athletic Club y el Atletic 14 arrondissemnet de París venciendo los leones por seis goles a cuatro. El segundo partido programado finalizó con la victoria bilbaína por cuatro goles a cero.

VALENCIA.

En el programa de las fiestas de Alicante habrá partidos de foot-ball.

INTERNACIONAL.

En el gran conflicto laboral que mantienen los mineros ingleses desde hace semanas tan solo se para para ir a la iglesia, al cine o al fútbol.

En la última jornada liguera en  el Reino Unido asistieron la friolera de 60.000 espectadores.

Incluso han llegado a disputarse partidos entre la soldadesca y los huelguistas ante la mirada de los oficiales e incluso su participación.

En Edimburgo (Escocia) se enfrentaron las selecciones de Escocia y Gales venciendo uno a cero los anfitriones.

En Amberes, los Países Bajos vencen a Bélgica por uno a dos.

En Wrexham, Gales es vencido por los ingleses por cero a dos.

En Belfast, Escocia vapulea a Irlanda por un gol a cuatro.

En Turín, en un reñido encuentro, Francia vence a Italia por un apretado tres a cuatro.

Escocia e Inglaterra empatan a un gol en Glasgow en el clásico más antiguo del mundo.

En Zwolle, Países y Bajos y Alemania se destrozan en un empate a cinco.

ABRIL 1912.

ANDALUCÍA.

En Algeciras han jugado un partido internacional amistoso los equipos Sporting de la localidad y el Albión de Gibraltar venciendo el conjunto español por un gol a cero. Más tarde jugaron el Sporting y el España quedando empatados.

ARAGÓN.

Han jugado un partido benéfico para los heridos del Rif los conjuntos del Huesca y el Sparta venciendo estos últimos por cero goles a dos.

CANARIAS.

En la explanada de Santa Catalina, en Las Palmas, han jugado un partido los jóvenes turcos y el CD Porteño desconociendo el resultado del mismo.

También se desconoce el resultado del partido que enfrentó en Telde al Club Central Sporting del Puerto de la Luz y al reciente club creado en esta ciudad.

CATALUÑA.

Barcelona y New Crusaders de Londres se enfrentan en dos ocasiones venciendo en ambas los ingleses, la primera por uno a dos y la segunda por uno a tres.

Barcelona y Universitari han jugado un partido cuyos beneficios irán a parar a la construcción de un altar destinado para la Vírgen de los Desamparados. Los galenos vencieron por tres goles a cero.

Habiéndose suspendido el partido de la Copa de los Pirineos ante el Sporting Club de Nimes el Barcelona busca rival para un amistoso encontrándolo en el España. Los «españoles» terminan venciendo por cero goles a tres.

Español vence por cinco a dos a Universitary en partido amistoso.

En Sans se ha fundado un club deportivo con especial interés en el foot-ball y que atiende al nombre de Gladiator Sport Club. Narciso Masferrer ha sido nombrado Presidente Honorario.

En otros amistosos, Barcino vence por cuatro a cero a New Catalonia y Universitari a Catalá por uno a cero.

Figueras Sport y Port Bou FC empatan a uno en amistoso.

El Argos Sport Club de Barcelona inaugura su campo de deportes realizando una exhibición de pruebas atléticas y un concurso de foot-ball compuesto de cuatro equipos de siete jugadores el cual hubo de suspenderse por la lluvia.

GALICIA.

En la inauguración del campo del Club Compostela íban a enfrentarse Vigo FC y Real Club Coruña pero debido a un accidente automovilístico sufrido por los coruñeses, que hizo que retrasasen su llegada varias horas después, finalmente Vigo y el propio Club Compostela se enfrentaron terminando los 90′ con empate a uno.

El Real Club Fortuna elige nueva junta directiva. Raúl López, presidente; Cástor Otero, vicepresidente; Luis García, contador; Benito Serrano, tesorero; José Nieto, secretario; Roberto Pérez, vicesecretario; José Bar, bibliotecario; Sabas Izquierdo, Domingo Torres, Telmo Pérez y Jacobo Ulloa, vocales.

Acaba de constituirse en La Coruña el Club Titanic.

Continúan disputándose partidos en el Campo de la Estrada.. Arriola vence seis a uno al Infante Jaime y Castelar al Estrella por ocho a cero.

Han jugado un amistoso los equipos Infanta Isabel y Unión venciendo los primeros por seis goles a uno. También han jugado Arriola y Hércules ganando los primeros por cuatro a uno.

El segundo equipo del Real Club Coruña y los marineros del buque británico Urania se enfrentan en un partido amistoso

Eln Club Machaquita de La Coruña elige nueva junta directiva.

En Betanzos, Mendo y Coruña SC empatan a uno.

En Ferrol existe un club llamado Victoria FC que está compuesto unicamente por elementos británicos pertenecientes a la Sociedad Constructora Naval.

En Sada existe una sociedad footballistica llamada Club Español.

MADRID.

El ayuntamiento de Madrid, a la cabeza del cual se encuentra D. Joaquín Ruiz Jiménez,  tiene la idea de crear unas instalaciones recreativas en La Chopera del Retiro, entre las cuales se encuentran unos campos de foot-ball.

En las calles de Madrid causaba furor entre la juventud el juego del foot-ball como demuestra la carta firmada por un industrial de la calle de Galdo, situada entre Carmen y Preciados, enviada al director del Heraldo de Madrid para su publicación en la que se quejaba del ruido producido por un violinista y de las voces y jaleo que diez o doce chiquillos montaban con la práctica del dichoso sport, haciéndole imposible el trabajo.

También es curioso que ya empiezan a hacerse referencias al foot-ball en aspectos de la vida cotidiana. Como ejemplo, en La Correspondencia de España, para explicar al lector como se ha visto el eclipse total de sol que en esos días se produjo, haciendo un relato a la inversa, dice así: «El globo terráqueo se divisa desde estas alturas como una pelota de foot-ball…», dejando constancia de que tanto el autor como sus lectores tienen constancia del aspecto y tamaño de una pelota de foot-ball.

PAÍS VASCO.

En Jolaseta se han enfrentado en un primer partido el Athletic Club y el Civil Service de Londres venciendo los ingleses por tres goles a ocho. En el segundo partido han vuelto a vencer los londinenses por cero goles a cuatro.

En los soportales del restaurante La Urbana se ha realizado un banquete en homenaje a la Real Sociedad tras sus partidos frente al sporting irunés. Acudieron 150 comensales.

En San Sebastián se ha celebrado un concurso futbolístico internacional titulado «Gran Semana deportiva» con los siguientes partidos:

Sparta de Praga – London Eleven                 5-1

Sparta de Praga – Selección de París            5-0

Real Sociedad – Selección de París              3-3

Sparta de Praga – London Eleven                 2-0

Real Sociedad – Selección de París              2-2

London Eleven – Civil Service                     1-2

Real Sociedad – Civil Service                       1-1

INTERNACIONAL.

En Cardiff, Irdanla vence a Gales por dos goles a tres.

En Budapest, Hungría y Alemania empatan a cuatro.

En Dordrecht, los Países Bajos vencen sobre Bélgica por cuatro goles a tres.

Copa de los Pirineos.

Barcelona y Español se enfrentan venciendo los barcelonistas por tres goles a dos. En ambas semifinales hay cesión de puntos. La Real Sociedad cede los puntos al Burdeos y el Nimes al Barcelona.

La final la jugarán en Toulouse Barcelona y Burdeos.

Final en Toulouse.

La final de la FA ha deparado dos encuentros entre Barnsley y West Bromwich Albion. En el primero empataron a cero y cuatro días después el Barnsley vence con un solitario gol conseguido a falta de dos minutos para el final de la prórroga.

En Francia el AS Française y el Stade Raphaelois han jugado la final copera ganando los segundos por dos a uno tras jugarse una prórroga.