Extranjeros de antaño: primeras perlas exóticas en el fútbol español

Los escándalos de toda índole y las disputas más agrias vivieron en simbiosis con el fútbol pretérito, por mucho que hoy, desde la distancia, tienda a hacerse continua exaltación de virtudes y guante blanco en el deporte antiguo. Algunas de esas trifulcas tuvieron que ver, y no poco, con la presencia de perlas exóticas en el C. F. Barcelona. Sobre todo cuando éstas llegaron en tiempos de cerrojazo fronterizo a la importación.

Como ya se viera en estos mismos cuadernos, las malas artes pesqueras del Athletic bilbaíno por el mercado inglés, buscando erigirse en campeón de España, determinaron allá por 1911 las primeras medidas limitadoras a la contratación de extranjeros. Con ello, pensaron muchos ilusos, se daba carpetazo a un feo capítulo del ya por entonces deporte rey. Mera declaración de buenos propósitos, puesto que como habría de verse bien pronto, el ansia por alcanzar el éxito, la competitividad mal entendida y un paulatino olvido de las viejas virtudes éticas, reabrieron heridas tras cuatro años de aparente calma.

Tocaba a su fin la temporada 1915-16 cuando el Barcelona fichó a Garchitorena, inscribiéndolo como español. Nada sucedió en los 2 partidos disputados aquella campaña, pero durante la siguiente, el R.C.D. Español destapó lo que ya entonces fue calificado como «Caso Garchitorena». El muchacho era argentino, según se aseguró, y la documentación con que su club le hizo parecer español, tan falsa como un duro de plomo. El Campeonato de Cataluña estaba vedado a los extranjeros y Juan Garchitorena había intervenido en varios partidos. La Federación, por lo tanto, obligó a repetir aquellos encuentros, circunstancia a la que los azulgrana se negaron categóricamente. Su argumento, empero, ofrecía numerosos puntos flacos: Puesto que esa ficha había sido aceptada por la propia Federación Catalana, ¿a qué venía el intento sancionador?. ¡Por supuesto que la aceptaron! -rasgaban sus vestiduras los eternos rivales-. ¡Pero lo hicieron al mediar falsificación!. El caso es que bien fuera porque resultaba más fácil castigar al futbolista que a toda una entidad, bien por haberse hallado claros indicios de culpa en el argentino, si hemos de atenernos a lo publicado en su día, a Garchitorena se le prohibió jugar durante cerca de un año, hasta que en mayo de 1918 la Federación Española le autorizó a participar en el Campeonato de España. La temporada 1918-19 se saldaría para él, consecuentemente, con 3 únicas apariciones.

Lo sorprendente, sin embargo, es que a raíz de investigaciones realizadas 90 años más tarde, parece que Garchitorena no era argentino, sino natural de Filipinas, descendiente de españoles e inscrito en el consulado asiático como español. ¿Por qué, entonces, no hizo valer esta condición el club azulgrana?. ¿Con qué argumentos pudieron sustentar los federativos sus sanciones?.

Suponiendo que la documentación estuviese efectivamente manipulada, Garchitorena acababa de abrir la senda que medio siglo después seguirían los 60 sudamericanos incursos en el denominado timo del «falso oriundo». Futbolísticamente, como ocurriese más adelante con muchos de los falsos paraguayos, el inefable «argentino» aportó más bien poco. Pero eso sí, regaló un maletón de anécdotas.

Aficionado al whisky cuando semejante bebida era considerada rareza propia de snobs, hizo denodado proselitismo entre sus compañeros, quién sabe si para no beber solo, obteniendo, la verdad, pobres resultados. Era sumamente presumido y hasta para saltar al campo cuidaba el peinado con pasmosa pulcritud. En cierta ocasión, durante la disputa de un partido en el embarrado campo del España (situado detrás del actual Hospital Clínico barcelonés), renunció a rematar de cabeza una clara jugada de gol, por no ensuciarse el pelo. Con las damas era un auténtico artista. Sabía embobarlas gracias a su acento deliberadamente arrastrado, a su forma de bailar y a media docena de poses perfectamente ensayadas. Su sitio, entre una cosa y otra, más parecía hallarse en los salones de la alta sociedad que en cualquier irregular terreno de juego. Por eso nadie se sorprendió demasiado cuando dejó Barcelona para probar suerte en el Hollywood del primer celuloide. Allí hizo carrera artística como galán joven, con el nombre de Juan Torena, triunfó en plan play-boy y llegó a relacionarse sentimentalmente con la gran estrella Myrna Loy.

Todo un caso Juan Garchitorena, aún hoy lleno de borrones.

Algunas torres bien enhiestas del viejo Hollywood, donde el whisky corría a todas horas, se tambalearon a su paso sin necesidad de regates secos. Y es que cualquier regate vistiendo smoking y con un vaso largo en la mano, hubiera entusiasmado, por exótico, en aquella Babel mezcla de Gomorra, cuya vacuidad supo sajar sin anestesia el bisturí magistral de Scott Fitzgerald.

 Pero Garchitorena, que conste, no fue un caso aislado de extranjero en territorio prohibido. Repasando alineaciones barcelonistas de 1924 encontramos a los ingleses Broad (2 partidos disputados), Duham (un partido), Hills y Lane. Probablemente todos se colaron por la gatera de residentes en la ciudad condal, único resquicio válido para que los extranjeros pudiesen vestir de corto entonces por nuestros campos. Y al año siguiente tropezamos con Héctor Scarone, para muchos el más grande futbolista uruguayo de la historia, así como uno de los mejores del mundo en su tiempo, si no el mejor.

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Scarone, todavía máximo goleador de la selección uruguaya, gracias a sus tantos entre 1917 y 1930. En la imagen, mucho después de jugar en el Barcelona, cuando a su condición de vieja gloria unía la de entrenador.

 El gran Scarone (Montevideo, 26-XI-1898) pudo haber sido el primer mito de nuestro fútbol si su participación no hubiera quedado reducida a 9 partidos, en los que por cierto anotó 6 goles. Interior con gran precisión en los pases y muy buen remate, no llegó a la ciudad condal para admirar sus bellezas arquitectónicas, sino tentado por un cebo de muchos duros. La prensa, como si no tuviera cuestiones más trascendentales de qué ocuparse en tan difíciles años, especuló sobre las condiciones de su fichaje y hasta se hizo eco de un posible boicot deportivo entre sus nuevos compañeros. Aunque todavía las competiciones oficiales se mantuviesen cerradas para los extranjeros, el Barcelona confiaba en la abolición de vetos. Venía moviendo sus hilos desde hacía algún tiempo, en pos de esas meta. Y algo, o alguien, debió hacerles creer que la prohibición caería, pues de otro modo no puede entenderse aquel fichaje. Scarone, por su parte, prefirió no esperar a la maduración de esos planes, puesto que a la relativa incomodidad por no estar presente en competiciones oficiales se unía otro problema aún mayor: el del profesionalismo. Nuestro deporte había sido declarado profesional pocos meses antes, luego de muy enconadas discusiones. ¿No corría riesgo su participación en los Juegos Olímpicos, al serle aplicado el estatus de profesional?. Prudentemente, dio marcha atrás. Le resultaba más cómodo el disfraz de amateur marrón en Uruguay, así como socialmente más ventajoso. 

Años después, en la recta final de su carrera, pero revestido con mil laureles, sí aceptó encaramarse a la ley de oriundos impulsada por Benito Musolini. Ambrosiana (denominación antigua del Inter milanés), Palermo (entre 1932 y 1934) y de nuevo Ambrosiana (1934-35), le ayudaron a hacer caja en el «Calcio». Para entonces el vocablo profesional ya no asustaba.

Cuando el Campeonato Nacional de Liga echó a andar en febrero de 1929, la cotización de nuestros mejores futbolistas comenzó a subir como la espuma. Pura ley de oferta y demanda. Si el creciente interés de los aficionados por la nueva competición llevaba aparejado un mejor resultado en taquillas, y éstas, además, dependían sobremanera de la buena clasificación, parecía evidente que lo primordial era gozar de excelentes mimbres. Resultado: todos, en la medida de sus posibilidades, trataron de hacerse con los futbolistas mejor dotados, que al ser muy escasos, terminaron subiéndose a la parra.

Estaba claro que el mercado nacional no rendía lo suficiente. Si por lo menos se pudiera fichar a extranjeros, pensaron algunos. Y esa idea comenzó a cuajar, poquito a poco.

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 Fausto Dos Santos, perla brasileña del Barcelona en el arranque de los años 30, tampoco pudo debutar oficialmente en el Campeonato de Liga.

 Uno de los más empeñados en pescar a mar abierta tornó a ser el Barcelona. Bien porque no lograba reverdecer laureles desde el campeonato inaugural, bien porque las más deslumbrantes estrellas nacionales cambiaban de aires evitando Las Ramblas, o quizás porque para aumentar sus recaudaciones precisara golpes de efecto, en el verano de 1931, convencida su directiva de que acabaría abriéndose el portón migratorio, la entidad azulgrana adquirió a los brasileños Dos Santos y Jaguaré, medio centro y portero, respectivamente.

Su llegada resultó apoteósica. Jaguaré Becerra de Vasconcelos, conocido durante su militancia en Vasco da Gama por Vasconcelos, y Fausto Dos Santos, para los brasileños Fausto, o «La Maravilla Negra», a causa de su excepcional habilidad, eran muchísimo más que dos perlas exóticas. El primero parecía encargado de sustituir al veterano Plattko mientras el segundo, araña tejedora del fútbol carioca durante el Mundial Uruguayo de 1930, se decía iba a acabar asombrando a Europa. Pero el mandamás azulgrana Antoni Oliver cometió con ellos una tremenda equivocación. Como las fronteras continuasen cerradas a cal y canto, la pareja sólo pudo airear virtudes en choques amistosos.

El guardameta cobraba 800 ptas. mensuales y Dos Santos 1.600, junto a Piera la cifra salarial más alta del Barcelona en 1932. Y puesto que a los sueldos debía añadirse lo satisfecho en concepto de traspasos, viajes y alojamiento, semejante esfuerzo económico acabó pasando factura. Aquella no era, precisamente, época de vacas gordas para el Barcelona. En diciembre de 1932, por culpa de una política inflacionista en fichas y el crac de 1929, cuyas consecuencias fueron percibidas más a la larga en nuestras coordenadas, se tuvo que dar de baja a los nacionales Piera y Samitier, así como a la pareja brasileña, que hizo las maletas sin esperar a la definitiva apertura, acaecida por fin un año después.

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  Jaguaré Becerra de Vasconcelos, buen guardameta con mala estrella, sólo pudo lucir en amistosos. 

Jaguaré, campeón carioca en 1929, era una leyenda en el fútbol brasileño cuando participó con el Vasco en la gira europea que lo convertiría en culé. Su manera de atrapar los balones, con una sola mano, el hábito de arrojar el cuero contra la cabeza de cualquier atacante después de haber hecho una parada, para repetir la estirada en tiempos huérfanos de moviola, o el apodo de «Dengoso» (galán, presumido), que muy pronto acreditó le iba a medida, hablan por sí mismos de su concepto del espectáculo deportivo.

Pero es que aún hay más. Jaguaré ha pasado a la historia del fútbol brasileño, no por sus tres partidos como «canarinho», en los que salió a gol encajado por comparecencia, sino por haber sido el primero en utilizar guantes. Los conoció en Francia, durante la gira europea realizada con Vasco da Gama, y acabó llevándose dos pares a su país. Guantes de goma negros por fuera y rojos por dentro, de los que se hizo eco la prensa carioca, al constituir novedad(*).

 Sin otro oficio que el fútbol, estiró sus facultades cuanto pudo, una vez fuera del Barcelona. Con 38 años aún seguía realizando palomitas en Francia. Y no debió hacerlo mal, puesto que conquistaría el campeonato de 1937 y la copa de 1938, ambos bajo el portal del Olympique marsellés.

Sin embargo la vida les tenía preparada una emboscada a ambos. Dos Santos tuvo que retirarse con 31 años, a causa de una tuberculosis que acabaría matándolo 3 años después. Y Jaguaré pereció en la miseria durante 1940, apalizado por la policía de Santo Anastàcio, ciudad interior del estado de Sao Paulo.

Para él, como se ve, sólo mediaron dos años entre la gloria del vivir día a día y el infierno de la extrema pobreza.

Conforme queda dicho, el Campeonato 1934-35 fue el primero a disputar con extranjeros. Pudieron alinearse hasta dos por equipo en 1ª y 2ª División. Y el Barcelona, que venía deseándolo desde hacía años, por fin pudo contar con una pareja. Sin embargo pocos clubes de 1ª apostaron por tan nueva posibilidad de refuerzo, según se acredita en el siguiente cuadro. Lógico, pues nuestro país no estaba ni en lo político ni en lo económico para hipotecarse en grandes fichajes.

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Como un pasado tan lejano puede desdibujar referencias, bueno será repasar aquella realidad. Acababa de promulgarse la Ley de Vagos y Maleantes. Veía la luz el C. D. Alcoyano, que tan sólo década y media después haría célebre su moral sin desmayo. En el Teatro de la Comedia quedaba constituida la Falange. Con el advenimiento de la República se repatriaban solemnemente los restos del satanizado novelista Blasco Ibáñez, al tiempo que las mujeres accedían a la política. Como la risa suele ir por barrios, al banquero Juan March le sentaba malísimamente el vuelco en las elecciones municipales. Encarcelado en Alcalá de Enhares por las autoridades republicanas, lograría fugarse con el auxilio de dos funcionarios. La Guardia Civil daba muerte en la serranía de Ronda a «Pasos Largos», considerado último bandolero. La Junta Diocesana de Acción Católica protestaba en Barcelona por instalarse una exposición de desnudos artísticos en la estación ferroviaria de Sarriá. Según su punto de vista, semejante procacidad debería constreñirse a un recinto cerrado, donde los menores tuviesen terminantemente prohibida la entrada. En Argentina se establecía la semana laboral de 40 horas incluso para la agricultura, mientras por nuestro territorio la huelga del campesinado afectaba a 700 pueblos.

Por el resto del planeta tampoco se vivía en alegre carnaval. Fulgencio Batista, después de sublevar en Cuba a los suboficiales contra sus mandos, saltaba de sargento a coronel y se convertía en árbitro de su propia dictadura. Hartos de corrupción, tiroteos y enriquecimiento de las mafias, en los Estados Unidos abolían la Ley Seca. Luego de breve paréntesis volvía a recrudecerse la Guerra del Chaco, cuyas consecuencias (destrucción de archivos, incendios de registros, etc.) serían muy bien aprovechadas 30 años después para introducir falsos oriundos en nuestro fútbol. La buena noticia tuvo por protagonista a Lufthansa, al establecer en 2  días y 23 horas un asombroso récord de vuelo entre Berlín y Brasil.

En semejante marco, el C. F. Barcelona espigó a conciencia por el exterior. Morera (1932-1935), Loewinger (1933-34), Faccio (1933-34), Berkessy (1934-36), Enrique Fernández (1934-36) y Szeder (1934-35), costarricense, alemán, italiano, húngaro, uruguayo y austríaco, respectivamente, con más o menos fortuna aportaron su granito de arena hasta el estallido de la Guerra Civil. Luego, en plena negrura autárquica, cerradas otra vez las fronteras deportivas -y no sólo éstas, por desgracia para nuestra nación-, la entidad catalana volvió a cometer otro enorme error de cálculo con la contratación de un nuevo brasileño. Se llamaba Lucidio Battista Da Silva, costó 150.000 ptas. traerlo desde el Peñarol, cuando los sueldos a duras penas superaban las 1.000, y entre 1947 y 1949 sólo pudo vérsele en 3 partidos de Liga. El segundo de los Dos Santos, entregado a la vida muelle, acabaría descubriendo los más secretos rincones de la tolerante noche barcelonesa, remojada en champán y lentejuelas.

Lucidio Dos Santos, concluidas sus alegres vacaciones, puso rumbo hacia Oporto, antes de correr la banda por última vez en el Palmeiras. Luego, paradojas de la vida, acabó colocándose como policía en la Brigada paulista de Buenas Costumbres, Antivicio y Espectáculos. Es de suponer sabría desempeñarse bien en el cargo. Por falta de práctica no iba a quedar.

Lástima de perlas exóticas, sin apenas brillo en el estuche azulgrana.

 .- (*) Los guantes no sólo eran herramienta desconocida para los porteros brasileños, sino por todo el ámbito latinoamericano. En el fútbol argentino ningún portero los había utilizado hasta que el internacional bilbaíno Gregorio Blasco, componente del exiliado Euskadi, defendiese la portería de River Plate en 1940. La prensa bonaerense dejó registrada, como era lógico, tan curiosa novedad.

       

 




Aquellos torneos de verano (II)

Los torneos de verano tuvieron su época dorada a mediados de los años 60 hasta casi los 80. Hoy conocidos como bolos de verano, de los que todavía se desmarcan los históricos Teresa Herrera de La Coruña y el Ramón de Carranza de Cádiz, eran torneos mucho más allá de la puesta a punto de un equipo. Los actuales preparadores físicos se llevarían las manos a la cabeza al pensar que en esos enfrentamientos el aficionado exigía a sus jugadores ya el máximo rendimiento cuando tan solamente llevaban una quincena de días de entrenamientos. Y es que los responsables de tales eventos invertían todos los esfuerzos, tanto económicos como organizativos, para completar un cartel digno de «pequeñas copas del mundo».

 Hoy vamos a recordar la XXI edición del Trofeo Ramón de Carranza de Cádiz, disputada entre los días 29, 30 y 31 de agosto de 1975. Entonces organizado por el ayuntamiento gaditano, el cartel tenía siempre un compromiso con el fútbol de calidad y el espectáculo. Una vez más lo organizadores no regatearon esfuerzos y lograron la presencia del Real Madrid CF por 10 millones de pesetas. Los blancos eran los vigentes campeones de Liga y de Copa estaban dirigidos el alemán Günter Netzer, apoyado por la creatividad de Vicente Del Bosque y Manolo Velázquez, además del despliegue en el centro del campo de la fuerza de Paul Breitner y José Martínez Pirri. En la defensa destacaba la dureza sin paliativos de Gregorio Benito y José Antonio Camacho, reforzada con la incorporación del valencianista Juan Cruz Sol, y en la delantera Carlos Alonso Santillana y el «oriundo» Roberto Martinez, ahora en pugna por un puesto con el Chupete Guerini procedente del CD Málaga, esperaban los centros de Amancio. Un equipo mitad calidad mitad fuerza que entrenaba Miljan Miljanic.

El otro equipo español de cartel fue el Real Zaragoza CD, ya no con sus Magníficos, del que solo sobrevivía Violeta, sino con sus Zaraguayos Saturnino Arrúa y Carlos Martínez Lobo Diarte. Se presentaban como subcampeones de Liga, con el honor de haber vencido ese mismo año al Real Madrid en La Romareda por 6-1. Aquella derrota dio paso a la ya célebre frase de Miljanic: «Más vale perder un partido por seis goles que seis partidos por un gol». Este Zaragoza practicaba un juego dinámico y ofensivo. Luis Cid Carriega era el entrenador que había sabido darle libertad de movimientos a sus dos paraguayos, muy bien arropados por García Castany en el centro del campo. Mantenía una defensa típica de la época, con el ex-rojiblanco Iselín Santos Ovejero y jugadores trabajadores como José Luis Rico, Javier Planas, Laureano Rubial y Juan Manuel García Simarro.

 La otra atracción del trofeo era la SE Palmeiras de Sao Paulo. Es un hecho comprobado a lo largo de la historia de nuestra prensa española la ignoarancia y desconocimiento -a veces producto de cierta arrogancia europea- que ha tenido y se sigue teniendo del fútbol brasileño. Así, nuestros periódicos presentaron al campeón paulista casi como un conjunto desconocido. Simplemente reseñaban que en sus filas había seis jugadores que eran internacionales por Brasil, como si fuese un hecho anecdótico. Olvidaban que en el Palmeiras se alineaba uno de los ejes verticales de juego más impresionantes de la historia del fútbol mundial que no llegó a inscribirse en el máximo galardón por unas circunstancias que más tarde revelaremos. El defensa Luiz Pereira, el centrocampista albino Ademir da Guía y el delantero Joao Leiva Leivinha eran la respuesta sudamericana a la del eje Beckenbauer-Netzer-Müller que mandaba en Europa. ¿Tendría opciones la alternativa madridista Pirri-Netzer-Santillana?

 El cartel se completaba con el Dynamo de Moscú, aquel año clasificado en tercera posición del campeonato soviético. Entonces era uno de los aspirantes a desbancar al poderosísimo Dynamo de Kiev, conjunto que reunía la base de la selección de la Unión Soviética. Un bloque que conservaba todavía a varios jugadores del equipo que quedó subcampeón de la Recopa en 1972 y en el que destacaba el internacional Dolmatov.

 Según la prensa nacional, el Real Madrid debía confirmar su superioridad ante rivales dignos y por lo tanto inferiores. El éxito económico también dependía del Real Madrid, así que su primer rival sería el equipo moscovita, claramente el que ofrecía menor potencial. De todas formas, para evitar sorpresas en la final, la organización, se dijo que a instancias del propio Real Madrid, alteró la tradición del torneo y en vez de jugarlo en dos jornadas consecutivas, amplió el calendario a un tercer día. Dicho de otra manera, el Real Madrid adelantaba la primera semifinal a la noche del viernes, el sábado se jugaba la otra semifinal y el domingo la gran final. Los blancos, favoritos, ganaban un día de descanso. Este cambio inesperado llegó a molestar a la organización del Trofeo Ciudad de Sevilla, que veía como su final coincidía con la jornada de apertura del Carranza, perdiendo protagonismo en la noche futbolística veraniega.

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 El primer partido, con la reventa a 5000 pesetas y el estadio de bote en bote…

 29 de agosto de 1975

 REAL MADRID – DYNAMO DE MOSCÚ 2-1

Árbitro: Miquelotti (Italia).

Goles: 1-0 (25′) Netzer. 2-0 (60′) Velázquez. 2-1 (77′) Jershkovich.

Real Madrid: Miguel Ángel; Uría, Sol (Morgado 86′), Pirri, Rubiñán; Breitner, Netzer, Velázquez; Amancio, Santillana, Guerini (Aguilar 46′).

Dynamo de Moscú: Pilgui; Basalaev, Nikulin, Novikov, Maijoviciv; Dolmatov, Gavrilov (Evriuzhjin 59′), Jakuvic; Petrushin, Koslov (Jershkovic 72′), Shepel.

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 La calidad del Real Madrid derrotó al trabajo del Dynamo, que pese a tener el marcador en contra, buscó afanosamente contrarrestar la desventaja. Los blancos se movieron cómodos con el marcador a favor. Dieron una imagen un tanto conformista, con buen juego pero discontinuo, por lo que no convenció a sus seguidores. Los nuevos, Sol y Guerini, estuvieron a la altura de lo esperado. Dos goles de llegadas de los centrocampistas gracias a los espacios abiertos por los delanteros facilitaron el resultado. De todas formas, el primer paso ya se había dado.

 30 de agosto de 1975

 SE PALMEIRAS – REAL ZARAGOZA     1-0

Árbitro: Lobo (Portugal).

Gol: 1-0 (49′) Ademir.

SE Palmeiras: Leao; Eurico, Luiz Pereira, Arroruca, Joao Carlos; Leivinha (Didí 78′), Edson, Ademir; Edú, Mario (Itamar 65′), Nei.

Real Zaragoza: Irazusta; Rico, González, Violeta, Royo; Planas (Duñabeitia 46′), García Castany, Arrúa; Rubial, Insfrán (Porta 65′), Juanjo.

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 El Palmeiras durmió el partido y al público. Con un juego lento y reservón, los brasileños controlaron el juego a su ritmo. El Real Zaragoza tuvo arrebatos por momentos, incluso en uno de ellos, Arrúa pudo empatar pero el balón dio en el poste. No se vio al Palmeiras en su mejor forma, porque su objetivo era ocultar sus mejores armas. Como comentó su entrenador Dino Sani: «Jugamos lo necesario para superar al Zaragoza». Los maños, por el conttrario, lamentaron que el árbitro concediese el gol a Ademir, pues consideraban que se había ayudado de una mano en la jugada. Fuese así o no, el caso es que la final hispano-brasileña estaba servida, para satisfacción de O Globo, que había desplazado a Cádiz todo su potencial de enviados especiales, con retrasmisión en directo de los dos partidos del Palmeiras.

 31 de agosto de 1975

 DYNAMO DE MOSCÚ – REAL ZARAGOZA     3-0

Árbitro: Sainz Elizondo (España).

Goles: 1-0 (44′) Shepel. 2-0 (49′) Jakuvic. 3-0 (61′) Dolmatov.

Dynamo de Moscú: Gonter; Losien, Nikulin, Mocovikov; Novikov, Pietruchin (Gavrilov 46′); Shepel, Dolmatov (Koslov 65′), Jakuvic, Jershkovic, Evriuzhjin.

Real Zaragoza: Irazusta; Rico, Bastos, Blanco; Duñabeitia, Violeta; Rubial (Porta 65′), García Castany, Insfrán (José González 46′), Planas, Juanjo.

 No hubo prácticamente partido porque la fuerza del Dynamo desarboló a un Real Zaragoza que se mostró demasiado tierno a falta de unos días para comenzar la Liga. Los rusos movieron el balón con firmeza. La defensa zaragocista se mantuvo ordenada, evitando que el dominio rival se materializase hasta el final de la primera parte. Más tarde, con disparos desde fuera del área, práctica poco frecuente en el futbol español de entonces, cerraron un marcador que el público compensó con una fuerte ovación.

 Lo que no se pudo comprobar era si esa ovación era por la entrega del trofeo al tercer clasificado o si es que daba rienda a la expectación con que se recibían los primeros compases de la final. Porque había un total lleno, pese a que el partido se retransmitía por televisión.

 Si bien sucedió lo que en España, para los que leían la prensa, no esperaba:

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 SE PALMEIRAS – REAL MADRID         3-1

Árbitro: Miquelotti (Italia).

Goles: 1-0 (44′) Edú. 2-0 (60′) Leivinha. 3-0 (64′) Itamar. 3-1 (83′) Breitner.

SE Palmeiras: Leao; Eurico, Luiz Pereira, Arouca, Joao Carlos; Leivinha (Mario 74′), Edson (Didí 30′), Ademir; Edú, Itamar, Nei.

Real Madrid: Miguel Ángel; Uría, Sol, Pirri, Rubiñán; Breitner, Netzer, Del Bosque; Amancio, Santillana, Guerini (Roberto Martínez 68′).

 El Real Madrid quiso, salió a ello y lo intentó. Luchó y peleó con sus jugadores de brega. Porque a los pocos minutos la calidad de los hombres del Palmeiras ya habían decantado el ritmo del juego. Netzer no tenía nada que hacer ante la solvencia de Ademir, que simplemente se limitaba a girarse sobre sus propios pies para descolocar todo el centro del campo madridista. Se podía pensar que el 4-2-4 brasileño tendría que sufrir ante el 4-3-3 por el centro del campo. Pero Ademir no necesitaba moverse más de un paso para lanzar una y otra vez a su extremo derecha, Edú, jugador pequeño, negro, y rapidísimo. Le dio la noche al fortachón de Rubiñán. Dio la impresión de que el Palmeiras marcó cuando quiso y sentenció el partido lo justo para no humillar al Real Madrid. En el segundo gol, Leivinha desmontó todas las líneas defensivas madridistas desde medio campo hasta plantarse ante Miguel Ángel. Fue una carrera elegante, con zancada firme y precisa. Parecía que iba en línea recta y con un quiebro de cintura lograba apartar a sus rivales. Tras el tercero, el Real Madrid siguió peleando y alcanzó su recompensa con un gol que arreglaba un poco las diferencias entre el campeón paulista y el español.

 Pese a que la prensa madrileña se inclinó por criticar los deméritos del Real Madrid, cuando acabó el torneo todo el mundo tenía la impresión de haber visto al mejor equipo del mundo. Pero la bomba estalló días después:

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 El 4 de septiembre, justo cuando se cerraba el plazo para formalizar los últimos fichajes, el Atlético de Madrid hacía oficial el fichaje de dos de los mejores jugadores del mundo. Todo un golpe de mano, pues a lo largo del mes de agosto se fue llevando a cabo la operación, encubierta por un anunciado fichaje de un jugador brasileño, Ivo, de segunda fila como pareja de Sena, otro desconocido para completar las plazas de extranjeros que tenía libres el club rojiblanco. La marcha de estas dos estrellas significó el fin de una de las mejores épocas de la historia del Palmeiras. En su debut en el Manzanares Leivinha marcó tres goles pero una lesión le impidió jugar la temporada completa. El Atlético de Madrid ganaría la Liga 1976-77.




Etimología (V): jugadores (II)

Si en el número anterior quedaron expuestas con más o menos detalle las formas de llamar al portero, en esta segunda parte del tema explicaré los defensas y los centrocampistas. Y para ello voy a hacer referencias frecuentes al Tesoro de la lengua castellana o española, de Sebastián de Covarrubias, publicado en 1611 y que resulta ser el primer diccionario del español, más de un siglo anterior a la fundación de la Real Academia Española (1713). Y lo voy a hacer porque aunque es por todos conocido, quizá no muchos se han acercado a leer sus definiciones; y desde luego, merece la pena. Así pues, salvo indicación contraria, todas las definiciones que siguen son literales de Covarrubias. Quizá sorprenderá a muchos su ortografía, peculiar a nuestros ojos, pero habitual para un idioma que no tenía ortografía reglada y que no la tendría hasta más de un siglo después con la publicación del conocido como Diccionario de Autoridades, primero publicado por la RAE (1726-1739).

 ‘Defender’ es «hazer rostro al que opugna o contradize»; y esa es precisamente la labor de los defensas, evitar los ataques de los rivales; aunque etimológicamente éstos no opugnan, puesto que el latín ‘oppugnare’ deriva de ‘pugnum’, nuestro ‘puño’. Dejemos opugnar a los boxeadores y expliquemos que el latín ‘defendere’ significa en origen «alejar violentamente» y que junto con ‘offendere’ son los dos únicos restos latinos del verbo simple ‘*fendere’ desconocido en los textos y que significaba «golpear». Todos los derivados que tenemos en español son cultismos (‘defensa’, ‘ofensa’) salvo la palabra ‘dehesa’, cuyo significado básico es el de «prohibición», y que se utilizaba en la Edad Media para designar la tierra destinada a pastos, porque estaba generalmente acotada. Sin ir más lejos en Soria el parque más importante es precisamente conocido popularmente así, «la dehesa».

 La palabra ‘defensa’ utilizada en el fútbol es un préstamo del lenguaje militar (tan frecuentes, como hemos advertido otras veces) para designar en principio al conjunto de individuos que realizan la función defensiva en un equipo y después para referirse a un individuo que personifica dicha labor defensiva. Tal individuo es el ‘defensor’, palabra en la que está escondido el sufijo de agente -tor que ya hemos señalado en otras ocasiones (*defend-tor > defensor). Pero en un principio se designaba a estos jugadores con el nombre inglés de ‘back’, lo que coloquialmente podríamos traducir como «el de atrás». Sin embargo posteriormente se generalizó la metáfora guerrera, y ahora es también el nombre habitual en inglés, ‘defender’.

 Continuando con las metáforas guerreras y con el puesto de defensa, se oye también en ocasiones hablar de la ‘retaguardia’ de un equipo. Dice Covarrubias que es  «el esquadrón postrero, y dixose quasi retro guarda, guarda de detrás». La palabra procede en efecto de las palabras ‘retro’, «atrás» y ‘guardia’, «observación, vigilancia», cuya forma castellana se debe a un cruce entre la italiana ‘retroguardia’ y la catalana ‘reraguardia’. Y se dice ‘retaguardia’ por oposición a ‘vanguardia’, que según Covarrubias es «término militar, quasi avantiguardia, la guarda de delante. Es en el exército el esquadrón primero que haze rostro al enemigo».

Y para terminar nos queda hablar de los zagueros, que son los que están a la zaga. «Çaga: Vale detrás, latine retro. Es nombre arábigo, y vale tanto como postre, últimamente; nosotros le tomamos por la cosa que va o está detrás de otra, de donde se dixo çaguero que cerca de los arábigos vale el mínimo, el postrero, el pequeño, el ínfimo […]» Queda claro pues que la zaga es la parte trasera de una cosa. En efecto es nombre arábigo, deriva de ‘saqa’, cuyo significado es (¡sorpresa!) el de ‘retaguardia’. Así que el devenir de la palabra (cuyo significado original parece ser «empujar al rebaño») ha hecho que de la lengua militar haya entrado a la lengua común con un significado laxo y que haya terminado llegando al fútbol para recuperar el significado primero con el que entró la palabra en castellano:  ‘retaguardia’.

Los centrocampistas son evidentemente los jugadores que están en el «centro del campo», y también son conocidos habitualmente como ‘mediocampistas’ o simplemente ‘medios’, nombre este último que fue el más habitual hasta hace pocos años. Apenas nada se puede comentar de ellos, más que recordar que el latín ‘campus’ significa en origen llanura, y pronto pasó a designar al campo de batalla; el germánico dio un paso más allá y el alemán actual ‘Kampf’ significa «lucha», como escribió Hitler en su célebre «Mein Kampf». Así pues en el campo se desarrollaban las ‘batallas campales’ y quien las ganaba era el ‘campeón’.

 En su necesidad de crear sinónimos para dar mayor riqueza y fluidez a su discurso, los periodistas deportivos se las ingeniaron para dar un sinónimo a ‘centrocampista’, lo que no resultaba sencillo en principio. Aparte denominaciones específicas como medio ala, medio centro, medio volante, pivote, etc., se denomina al conjunto de los centrocampistas de un equipo con el nombre de ‘línea medular’ y otros parecidos como ‘columna vertebral’, haciendo referencia a la función creadora de los centrocampistas, pero no a su posición media en el campo, que sería la línea media. Aunque es muy posible que algunos utilicen ‘línea medular’ y ‘línea media’ como sinónimos, cuando no lo son.

 ‘Medula’ (con pronunciación clásica) o ‘médula’ (con pronunciación vulgar generalizada a partir del siglo XVII) es «el tuétano, por estar en medio del huesso». Como se ve, Covarrubias cae en la misma tentación de relacionar ‘médula’ y ‘medio’, aunque la realidad etimológica no sea esta. De hecho no es arriesgado asegurar que en último término sí es así, y que si todavía hoy desconocemos la etimología de la palabra ‘médula’ es porque sin duda ésta (latín ‘medulla’) se vio influida por el latín ‘medius’.

La diferencia entre ‘medular’ y ‘medio’ es sin duda un pequeño detalle, que algunos dirían sin importancia. Pero el camino hacia a la excelencia no conoce detalles sin importancia. Y puesto que el instrumento de trabajo de los periodistas es la palabra, parece mínimamente exigible que la cuiden. Porque aunque la diferencia pragmática entre ‘medular’ y ‘medio’ casi no exista, la diferencia de concepto es muy grande, no nos engañemos.




Una de gobiernos civiles

Siempre ha habido una tendencia natural a establecer la fundación de un club de football en base a la fecha de inscripción de la sociedad en los Libros Registros del Gobierno Civil correspondiente. En muchos casos, sobre todo en los clubes fundados en el siglo XX, la coincidencia entre fecha de fundación y de inscripción en el Libro Registro del Gobierno Civil era total. Es el caso por ejemplo de dos de los clubes importantes de nuestro país como son el FC Barcelona y el Sevilla FC. En ambos casos su fecha de inscripción en el libro registro de asociaciones coincide absolutamente con su fecha de fundación.

 Es pues el motivo de este artículo, dada la existencia de innumerables versiones sobre el asunto, el de ilustrar que no todos los Gobiernos Civiles funcionaban igual y que por tanto se hace fundamental estudiar en primer lugar las circunstancias de dicho Gobierno Civil para después considerar, de uno u otro modo, la información que sus libros nos suministre.

 Es muy probable pues que el funcionamiento de los diferentes Gobiernos Civiles de cada provincia fuera asimétrico y que por tanto hubiera determinados aspectos que se abordaran, en cada uno, en base a la realidad misma de dichas poblaciones. Entender estas circunstancias es vital para sacar conclusiones adecuadas, no sólo para un Club sino para todos los demás.

 Para explicar este hecho que pongo de relieve exponemos el caso del Gobierno  Civil de Huelva. ¿Quién podría llegar a pensar que un Gobierno Civil de Provincia pudiera albergar dos libros de registro de asociaciones diferentes, uno para sociedades «nacionales» y otro para «extranjeras o foráneas?. Pues ese era precisamente el caso del Gobierno Civil de Huelva. Veámoslo con detalle.

 Las pruebas:

Gracias a la documentación aportada por D. Alfredo Moreno Bolaños, gran historiador Riotinteño, podemos saber que el Club Inglés de Rio Tinto presenta su reglamento el día 16 de Agosto de 1901, registrado en el nº17 del «libro correspondiente» del Gobierno Civil y en base a la actual ley de Asociaciones.

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Se pone de relieve la existencia de «un libro» en cuyo nº 17, obviamente iría anotado la presentación por parte del «Club inglés de Rio Tinto» de esos reglamentos a los que se refiere la imagen anterior. En verdad, y con objeto de ser rigurosos, desconocemos si es el primer reglamento que se presenta o si se trata de una modificación de otro existente, más si tenemos en cuenta que en el «Club Inglés de Rio Tinto» existen copias de reglamentos pertenecientes a las últimas décadas del siglo XIX.

 Fuere como fuere, e independientemente que dicho libro al que hacemos alusión aquí y en el que fue presentado el citado documento del Club de Rio Tinto no se conserva, se constata la existencia de un primer libro de registro en el Gobierno Civil de Huelva.

 Y obviamente, como ya hemos adelantado, existe otro libro de registro de Asociaciones, que en este caso sí que se conserva en el Archivo Histórico Provincial, y que como comprobaremos es distinto al anterior.

 ¿Por qué es distinto?; simplemente porque si comprobamos el asiento nº17 de dicho libro de Registro que sí se conserva, la sociedad a la que hace referencia el asiento es otra distinta al «Club Inglés de Rio Tinto». Las conclusiones no pueden ser más claras: Hubo dos libros claramente diferentes y que debían reflejar sociedades o asociaciones «con componendas diferentes» o que simplemente requirieran un tratamiento especial, eso lo desconocemos.

 Sin embargo, mucho más adelante, el Club Inglés de Rio Tinto pasa también a formar parte del libro de Registro que actualmente se conserva, y en concreto en el asiento 1487 del mismo.

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 ¿Significaba esto que hubo un periodo en el que el Club Inglés de Rio Tinto no estaba legalmente establecido conforme a lo requerido por la Ley de Asociaciones y el Gobierno Civil?

 La respuesta es obviamente que NO. Esto se demuestra a partir de otro documento, mostrado más abajo, que nos ha sido cedido por el Historiador D. Alfredo Moreno Bolaños y en el que puede comprobarse como el 28 de Julio de 1941 la sociedad recibe la revisión por parte del Gobierno Civil con objeto de la nueva designación de la directiva; algo necesario por la Ley entonces vigente para las sociedades con elevado nº de extranjeros entre sus miembros (orden circular nº16 de 21 de Abril de 1941). Es entonces y con motivo de tal revisión cuando la sociedad «Club Inglés de Rio Tinto» aparece por primera vez en el libro registro de asociaciones llamémosle inicialmente «nacionales», sin que ello, como se puede entender, quiera decir en absoluto que dicha sociedad hubiera estado hasta entonces en situación ilegal desde el punto de vista del Gobierno Civil.

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El caso del Recreativo de Huelva:

 El caso del Recre guarda un gran paralelismo con el del Club Inglés de Rio Tinto. Veamos.

 El 18 de Mayo de 1903 el Recreativo, tras llevar algunos meses funcionando ya sin ser co-gestionado por el Seamen´s Institute de la capital, presenta ante el Gobierno Civil sus nuevos reglamentos, y dicho acto queda registrado en el nº 20 del «libro correspondiente».

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 Previamente entre 1896 y 1903, el «Huelva Recreation Club» había sido cogestionado por el propio Instituto Marinero de la capital (Seamen´s Institute), sirviendo desde entonces en gran medida a proporcionar distracción deportiva a los marineros y gente del Staff británico que llegaban a Huelva. He aquí el acta del 27 de Marzo de 1896 del Seamen´s Institute en el que se acuerda por el propio Dr. Mackay que la gestión del Recreation Club pase a manos de dicho organismo (para completar convenientemente la información relativa a las vicisitudes y actividades «footballisticas» del «Recreation Club» bajo la gestión del Seamen´s Institute, le indicamos en dónde obtener prolija información:

 http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2009/11/el-recre-entre-1893-y-1904-una-etapa-de-hermetismo/):

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Pasado ya 1903, y debido a la presión popular de la juventud onubense el Club vuelve a reabrirse a la sociedad, volviendo a tener «vida activa» de cara a dicha sociedad y reorganizándose de forma que volvía a ofrecer actividades deportivas para la juventud onubense, dejando atrás su etapa de servicio cerrado y privado a los socios del staff y marineros del Seamen´s Institute.

 Pero retomando la temática relativa a la inscripción del nuevo reglamento del Club Decano en el Gobierno Civil, al igual que en el caso del «Club Inglés de Rio Tinto», si nos dirigimos al Libro Registro que se conserva en el archivo histórico provincial y comprobamos el titular del asiento nº 20, podemos aseverar que dicho asiento corresponde a otra asociación que nada tiene que ver con el Club Decano.

 Este hecho corrobora por tanto, de nuevo, la existencia de dos libros de registro en el Gobierno Civil de Huelva entre finales del siglo XIX y principios del XX.

 Pero, ¿fue Mayo de 1903 la fecha en la que el «Recreativo de Huelva» quedó por primera vez inscrito en un Libro Registro, conforme a la Ley de 1887?.

 Lo primero que cabe constatar es que lo que presentó el Club al Gobierno Civil fueron los «nuevos reglamentos», y es precisamente ese acto, simplemente, lo que queda comunicado y registrado en el asiento 20. Algo similar, si recordamos, a lo que sucede con el Club Inglés de Rio Tinto. Por ello, es importante subrayar este hecho, pues parece no ser en absoluto una primera notificación de «legalización» del Club Decano, sino el registro y comunicación de unos «nuevos reglamentos».

 Es preciso recordar, para aquellos que lo desconozcan, que en algunos Gobiernos Civiles, el Libro registro era empleado como mera guía de comunicación de actos, en la que se registraban las diferentes actuaciones de las distintas asociaciones; pudiendo encontrar en asientos diferentes a la misma sociedad o asociación. Obviamente la primera comunicación de una sociedad (y por tanto el primer asiento o nº de registro en el que apareciera) debía corresponder al hecho mismo de su fundación o al de, en el caso de sociedades fundadas previamente, su «inscripción conforme a la Ley de 1887». No obstante habría que puntualizar, otra vez, que cada Gobierno funcionaba, dentro de unos límites, de forma peculiar, así que habría que estudiar cada caso en particular.

 Desconocemos las anotaciones en 18 de los 19 registros anteriores al nº 20 del Club Recreativo en el libro registro desaparecido. Pero si tenemos en cuenta el acta de constitución del «Huelva Recreation Club» en diciembre de 1889, podemos comprobar el papel predominante de personalidades de la época en el propio Club; tales como, precisamente el propio Gobernador Civil, el secretario del Gobernador Civil, el Gobernador Militar, el secretario del Gobernador Militar, el Alcalde, el presidente de la Diputación, el presidente de la Audiencia Provincial etc…

Parece pues muy poco probable que el «Huelva Recreation Club» no estuviera ya en el mismo momento de su constitución oficial, registrado en el Gobierno Civil de la provincia, y por tanto que fuera el titular de algunas de esas 18 anotaciones anteriores al registro nº20, desconocidas, del mismo Libro Registro en el que en 1903 registrara sus nuevos reglamentos.

 Aquí cada uno puede sacar sus conclusiones como les plazca.

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 Sin embargo, y tal y como le sucedió al «Club Inglés de Rio Tinto», el «Recreativo de Huelva» finalmente también aparece inscrito en el libro registro que se conserva en el Archivo histórico provincial de Huelva; en este caso en el asiento 696 y 1471. En éste último, tal y como puede leerse, haciendo referencia al asiento «original» 696 de ese libro.

 Este hecho por cierto, confirma lo que antes indiqué sobre que en algunos Gobiernos los libros de registro eran considerados como Guía de anotación de las comunicaciones diversas de las diferentes asociaciones. Así, al menos en este caso, funcionaba el Gobierno Civil de Huelva.

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 Pero, ¿porqué pasa el Club Decano a inscribirse en 1927 en el Libro Registro de las sociedades llamémoslas «nacionales»?.

 Bien, la razón hay que buscarla en los nuevos acuerdos fijados precisamente en 1927 por la FEF para que los Clubes de fútbol que participaran en competiciones oficiales en sus respectivas federaciones regionales, a partir de ese año, estuvieran legalmente registrados y actualizados conforme a la Ley de

Asociaciones de 1887 entonces vigente (Este acuerdo o exigencia para con los Clubes nacionales está reflejada en el anuario de la FEF para dicha temporada).

 Es obvio por tanto que el Club debía presentar a la NACIONAL los documentos legales oportunos avalados por las autoridades, así que la sociedad «Club Recreativo» debía ser objeto de una «revisión o actualización legal» por parte del Gobierno Civil con objeto de expedir el certificado de conformidad que debía remitirse a la FEF.

 Así que lo que se refleja en el Libro Registro de Asociaciones en el asiento 696, con fecha de 1927, es simplemente esa gestión legal recién explicada; pues ya hemos demostrado con otros  documentos y pruebas que en el libro registro de asociaciones se podían hacer asientos registrales tanto por la constitución de una sociedad, como por otras gestiones administrativas como cambios de sedes, nombramiento de nuevos administradores etc




Algunas novedades sobre el gol olímpico

Estas son las fechas que siempre consideré pioneras en el cambio reglamentario,producido en 1924:

 14 junio.     Londres. Aprobación por la International Board.

21 agosto.  Escocia. Gol de «Billy» Alston, del St. Bernard´s F.C. vs. Albion Rovers . 

     F.C. (II Div.-Escocia)                 

02 octubre  B. Aires. Gol de Cesáreo J. Onzari,  Argentina 2 Uruguay 1 (Amistoso).

11 octubre  Huddersfield, Inglaterra. Gol de William Henry «Billy» Smith. Huddersfield

       Town F.C. 4, Arsenal F.C. 0.  (I Div. -Inglaterra).

Mi información sobre el gol del 21 de agosto de 1924 fue extraída del libro «Guinness-Soccer Firsts», cuyo autor fue John Robinson, ed. 1989. En su página 27 se lee  (traducido):

«LA LIGA DE ESCOCIA»

  El primer jugador en lograr un gol directo de tiro de esquina.

  No obstante que los tiros de esquina fueron introducidos en 1872, no fue hasta la  temporada 1924-25 que los jugadores pudieron lograr goles directamente de ellos.  Billy Alston, del St. Bernard´s logró el primer gol directo de un tiro de esquina el 21  de agosto de 1924, contra Albion Rovers (II División de Escocia)»

 Esta información no está referida al primer gol en el orden absoluto (sólo a la Liga de Escocia). Sin embargo, su temprana fecha lo situaba como el primero de todos. Sostuve ese dato desde que compré el libro.

La revisión  del gol escocés comenzó hace varios meses; quise tener mas información .

Pude averiguar que:

El St. Bernard´s F.C.  de Edimburgo, existió entre 1878 y  1943. En 1895 fue ganador de la Copa de Escocia…

El Albion Rovers F.C. es una entidad actual de  la localidad de Coatbridge.

El partido, jugado en el campo de este último, finalizó 2:1 a su favor .

Fue el  sábado 23 de agosto de 1924.

Esta «diferencia» de dos días me llevó a pedir ayuda a Glasgow, Escocia. Allí vive  Robert Leiser, un investigador genealogista con quién «cruzo» información. Sus contactos reunieron interesantes datos.

George Park, autor de un libro del St. Bernard´s, le informó  que había copiado el dato de otra publicación (c. 1984) llamada «The Hamlyn A-Z of British Football Records».

Su autor – Phil Soar – registró (pág. 19): «el primer gol directo de corner fue logrado por el wing Alston contra Albion Rovers en la II Div. de Escocia el jueves 21 de agosto de 1924 (…).

Andrew Hickie , encargado de la pág.ina web del  Newtongrange Star F.C. (club junior y amateur) informó que THOMAS Alston jugó allí en 1923-24 y su posición era la de entreala izq.  pasando, el año siguiente, al club de Edimburgo…Al fin conocíamos el  nombre de Billy !!..

Allan Mackenzie, funcionario de la Biblioteca de Aidrie, envió las siguientes reseñas:

Coatbridge Express., 27 ago. 1924

«Entonces de un corner, Arnott (sic) anotó, de cabeza, el primer gol contra los Rovers» Este medio indicó que la línea de ataque del St. Bernard´s estuvo formada por  Reid, Keit, Young, Alston y Duncan..

Coatbridge Leader, 30 ago. 1924

«Como consecuencia de un corner, desde la derecha, a favor de los visitantes, Alston recibió la pelota logrando, a los 18  m., el primer gol para los «Santos» (…)

The Scotsman, tradicional diario de Edimburgo, informó:

(…) 25 ago. 1924. Alston conquistó, de cabeza, el primer gol para los «Santos», empatando Cornock, poco antes de finalizar la primera parte (…)

De acuerdo a los datos obtenidos, puedo afirmar que:

Thomas Alston, logró el primer gol del partido entre  Albion Rovers (2) St. Bernard´s (1), jugado en Coatbridge, Escocia, el sábado 23 de agosto de 1924.

Dicho gol no fue «olímpico», dado que lo consiguió con un golpe de cabeza. Ni siquiera existió la posibilidad de que Alston fuese el ejecutor del corner..

Sabemos que éste fue lanzado desde la derecha.; casi seguro por Reid, wing  de ese sector. Hubo coincidencia en que Alston era entreala izquierdo. Durante años los ejecutores de los corners  fueron los punteros;  como Onzari y Smith, ambos izquierdos.

No han aparecido registros que indiquen que el jugador escocés haya logrado gol de córner en la temporada 1924-25.

¿Cuál fue mi error?

Sostener una afirmación con un único documento, especialmente porque su edición  (1989), fue muy posterior al hecho (1924). Queda el atenuante que 20 años atrás no existía la fluidez informativa actual. Quiero agradecer a Robert Leiser por su vital ayuda, y también a  quienes le enviaron información.

Cesáreo Juan Onzari  (1903-64), del C.A. Huracán, de B. Aires- se confirma como el Autor del primer gol directo de córner, ya lo era en un partido internacional… En 1925 reforzó a Boca Juniors en su gira europea, la primera de un elenco nacional en ese continente. Participó en el debut (05 mar.) contra el Celta de Vigo siendo autor del 3er. gol (3:1)…

En Internet encontrarán -además de la mía- información del gol de Alston. Son datos erróneos; proceden de publicaciones que no se ajustaron a lo sucedido..

 

 




Los ases del fútbol y su juego de huecograbado mumbrú

En estos tiempos en los que un chavalín cualquiera es capaz de hacer las más enrevesadas maniobras con un balón, merced a la gran difusión mediática del fútbol; nos encontramos con que quizá ésto no sea más que un reflejo actualizado, corregido y aumentado de lo que ya en los lejanos años 20 del pasado siglo ocurría. Casi desde sus inicios la figura del deportista y, en nuestro caso, del futbolista se ha ido revistiendo de un halo de admiración y emulación. Admiración por los logros y hazañas deportivas  y emulación, en el caso de los más pequeños de la casa, soñadora de llegar a ser como el ídolo. En gran parte esa figura mítica se creaba desde la prensa escrita de la época que, con un estilo mucho más florido y vibrante que el actual, ensalzaba y engrandecía las gestas deportivas como si de épicas conquistas se tratara. También el nuevo soporte publicitario, el cromo, contribuyó en gran manera a crear los nuevos mitos del balompié español.

Una de las mejores empresas de aquella época fue Huecograbado Mumbrú, de Barcelona, que editó varias colecciones del Campeonato de España (1925 y 1927-28), así como otras dedicadas a jugadores de  diferentes equipos de fútbol bajo distintos títulos: Deportistas, Los ases del fútbol, etc… Pero su esfuerzo mayor supuso la edición de una colección de 45 cromos repartidos en tres series de 15 cromos cada una. La colección titulada «Los ases del fútbol y su juego» pretendía mostrar las habilidades técnicas de  diferentes jugadores a través de escenas fotografiadas en partidos jugados por el futbolista en cuestión. En cada serie se presentaba a 3 jugadores diferentes, a razón de 5 cromos por jugador, lo cual hace un total de 9 jugadores representados. ¿Y quiénes eran esos «cracks» de los años 20? Esta es la lista: Zamora, Alcántara, Piera, Montes, Cubells, Travieso, Cros, Sancho y Samitier. No se puede obviar la abundancia de jugadores del F. C. Barcelona (no en vano la empresa productora estaba radicada en la Ciudad Condal) y el contrapeso ofrecido por los dos del Valencia F. C. y los solitarios Travieso y Cros. La figura de Zamora, presentada aquí como guardameta nacional, parece estar por encima del bien y del mal. El primer cromo siempre es un retrato del jugador, mientras que los cuatro restantes son acciones del juego. Los cromos son fotografías en blanco y negro, de tamaño 10’6 x 7’5, de orientación tanto vertical como horizontal. Los cromos están identificados por delante y por detrás llevan un pequeño párrafo sobre la escena del anverso y espacio para la inclusión de publicidad. Este es el listado de la colección:

 Serie A

1 Ricardo Zamora, el guardameta nacional

2 Zamora despejando un corner

3 Zamora en una de sus típicas «Zamoranas»

4 Zamora iniciando un plongeón

5 Zamora blocando el balón y esquivando

6 Alcántara

7 Alcántara en uno de sus formidables tiros a goal.

8 Alcantara shootando en Burdeos en el partido España-Francia

9 Alcántara en una media vuelta

10 Un inteligente pase de Alcántara.

11Vicente Piera, el extremo derecha internacional.

12 Piera, marcado, haciendo un pase por alto

13 Piera driblando al contrario

14 Un buen centro de piera

15 Piera shootando.

2-ases

Serie B

1 Montes, delantero centro del Valencia, F. C.

2 Montes burlando al contrario

3 Montes en un shoot

4 Montes en un remate

5 Montes, driblando un contrario

6 Cubells, interior izquierda del Valencia F. C.

7 Cubells, driblando un contrario

8 Cubells, rematando un corner

9 Cubells, shootando

10 Cubells, desbordando la defensa contraria, centra

11 Travieso, delantero centro del Athletic Club de Bilbao

12 Una extraordinaria entrada de Travieso

13 Travieso, intenta arrebatar a Serra el balón

14 Un excelente shoot de travieso

15 Itra impetuosa entrada de Travieso

cubells

Serie C

1 Manuel Cros delantero del C.D. Europa

2 Un buen pase de cabeza de Cros

3 Cros trata de sortear a Conrado

4 Cros en un remate de cabeza

5 Una buena entrada de Cros en una «melée»

6 Sancho

7 Sancho interceptando un pase de Cros.

8 Un pase de cabeza de Sancho

9 Un excelente shoot de Sancho

10 Sancho en un despeje

11 Jose Samitier el «Mago del balón»

12 Samitier cruzando un contrario

13  ¿Samitier rematando un corner?

14

15 Un sensacional shoot de Samitier

Dorsos

1 Dragón Japonés –  Evaristo Juncosa Pañella

2 Chocolates Orús – Zaragoza

3 Casa Campos – Valdepeñas

montes

 Finalmente, es interesante apuntar un detalle al respecto de los dorsos. El primero remite directamente a Barcelona, lugar donde estaban establecidos los Chocolates Juncosa, pero los otros dorsos hablan elocuentemente de cómo la colección consiguió rimper las barreras localistas de Cataluña y llegar hasta La Mancha, incluso. Una muestra más de la potencia de los cromos como vehículo publicitario y difusor de las nuevas estrellas deportivas y sus sobresalientes logros.




Apogeo y caída de una tribuna (I)

Durante la temporada 1927-28 el Sporting vivió una de las situaciones más difíciles de su historia. Sin apenas competir, sumido en una parálisis deportiva y financiera como resultado de su decidida apuesta por la Liga Máxima, la entidad rojiblanca lograría, no obstante, remodelar el estadio de El Molinón en su totalidad, construyendo una gradería general y una imponente tribuna cubierta de preferencia en un tiempo récord.

Para comprender el aislamiento al que se vio sometido el conjunto gijonés hay que empezar explicando el conflicto de intereses en el que vivía el fútbol patrio en aquel momento.

Con el profesionalismo ya reglamentado desde 1926, los clubes se habían visto en la necesidad de obtener mayores ingresos de taquilla para hacer frente a las demandas cada vez más elevadas de sus principales figuras y subsistir económicamente. Los campeonatos regionales resultaban escasamente rentables para los equipos punteros, puesto que sus estadios sólo se llenaban en los partidos de máxima rivalidad. Por ello se hacía necesario la creación de una nueva competición que incrementara notablemente  las recaudaciones. Pero, como siempre en el fútbol español, la división era la tónica predominante.

La Unión de Campeones, integrada por los seis conjuntos que hasta el momento habían ganado la Copa del Rey[1], venía propugnando la celebración de una Liga entre sus miembros, cerrada al resto. Como respuesta, al final de la campaña anterior se había creado la Liga Profesional de Clubs de Foot-ball (en la que figuraba el Sporting), con la intención de formar un torneo liguero de mayor calado, que albergara a un mayor número de participantes. Ambas agrupaciones eran conocidas también como «Minimalistas» y «Maximalistas» respectivamente, de acuerdo con el tipo de competición que defendían. 

Las Federaciones Regionales[2] se mostraban reticentes ante el proyecto «Maximalista», pues temían que una liga amplia pudiera interferir con el desarrollo de los torneos comarcales y del propio Campeonato de España, haciendo peligrar su continuidad. Por eso, la gran mayoría apoyaba la propuesta de la Unión de Campeones que, al disputarse entre sólo seis equipos, permitía la celebración del resto de eventos.

En la asamblea de la RFEF se escenificó la fractura del balompié nacional. La nueva junta directiva fue vetada por los delegados de seis federaciones regionales (entre ellas la asturiana), quienes se negaban a reconocer la autoridad del Comité Nacional al considerar que favorecía el proyecto «Maximalista». La designación del máximo mandatario del Athletic madrileño, Luciano Urquijo, como secretario federativo, autentico motor y aglutinante de la Liga Profesional de Clubs (que también presidía), era el motivo de la discordia.

En el Principado la situación estaba al rojo vivo. El Sporting era el único equipo regional embarcado en las discusiones liguistas y se encontraba abiertamente enfrentado con el estamento federativo provincial, totalmente contrario a la celebración de la Liga Máxima. El veto a Luciano Urquijo por parte del resto de clubes motivó la renuncia del conjunto rojiblanco al certamen regional y, por ende,  la retirada de su delegado de la Federación Asturiana.

El 25 de agosto, con los ánimos muy caldeados tras los acontecimientos de la última asamblea regional, un directivo sportinguista realizaba unas declaraciones al cronista deportivo de El Noroeste en las que se reflejaban con meridiana claridad las razones subyacentes del conflicto:

«No, no variaremos de criterio. Lo tenemos bien meditado. Los Clubs de la Liga jugaremos nuestro torneo, y para esto comprenderá usted que más nos perjudica que nos favorece el Campeonato Regional; entre jugar seis partidos con los Clubs asturianos y jugar diez o doce con Clubs como el Español, el Celta y demás que figuran en la Liga, la elección no es dudosa. Por eso nosotros, sea cual sea la solución que tenga el pleito actual, hemos de resistirnos a intervenir en el torneo regional. Para nosotros era un sacrificio, y hemos sido relevados de él; el Oviedo puede ahora llevar la carga que tanto tiempo soportó el Sporting«.

 Así las cosas, con «Maximalistas» y «Minimalistas» fijando por separado los calendarios de los dos torneos, se produjo el último intento por acercar posturas. La RFEF celebró una Asamblea Extraordinaria el 1 de septiembre en Madrid. La renuncia pactada de Luciano Urquijo pareció serenar los ánimos y dejaba abierta la posibilidad de un acuerdo entre las partes. Pero pronto se comprobó que el entendimiento era imposible. Al día siguiente, se debate la propuesta del voto proporcional, por la que se pretende adjudicar a cada región un número de votos en consonancia con su historial deportivo. Con el reparto previsto las federaciones históricas, eminentemente partidarias de la Unión de Clubs, llevan las de ganar, por lo que las controladas por la Liga Profesional exigen una nueva fórmula. Como resultado, se escenifica la escisión del fútbol en nuestro país. Una parte de las Federaciones Regionales -defensoras de las tesis «Minimalistas»- deciden no participar en el Campeonato de España y jugar un torneo aparte. Éstas eran: Castilla-León, Centro, Guipúzcoa, Vizcaya, Cataluña y Asturias. La guerra futbolística ya es total.

En el Principado el organismo regional sortea el calendario del campeonato provincial incluyendo al conjunto rojiblanco entre los equipos contendientes. Una vez solventado el escollo del «tema Urquijo», el Sporting se aviene a participar siempre y cuando se le permita disponer de fechas libres para atender sus compromisos ligueros, y no se cierren las puertas al Campeonato de España. Pero la Federación rechaza de plano estas condiciones, por lo que el club desecha jugar un certamen que no le resulta rentable, y menos aún al no poder disputar el torneo de Copa.

Cabe señalar que una vez que la guerra futbolística se desató en toda su magnitud la Liga Máxima dio libertad a sus integrantes para disputar los torneos regionales. Pese a las anunciadas deserciones, a excepción del Sporting todos los equipos se las arreglaron para participar. El firme apoyo del club al proyecto «Maximalista» iba a costarle muy caro.

Finalmente, las dos competiciones ligueras iniciaron su andadura, cada una por su lado, al tiempo que lo hacían también las disputas regionales. Los equipos que integraron la Liga Minimalista, también llamada Torneo de Campeones, fueron: Athletic de Bilbao, Real Madrid, Real Sociedad, Barcelona, Arenas de Guecho y Real Unión de Irún. En la Liga Maximalista participaron los siguientes conjuntos: Sevilla, Celta, Athletic de Madrid, Murcia, Racing, Iberia de Zaragoza, Español, Valencia y Sporting.

Para intentar salvar la temporada la RFEF, tras solicitar un voto de confianza a las partes enfrentadas, ordenó a todas las territoriales participar en el Campeonato de España. A finales de noviembre el Comité Nacional envió a dos de sus delegados a Asturias, los señores Cabot y Fernández Prida, para que mediaran entre el Sporting y la Federación, y lograran que el equipo rojiblanco pudiera intervenir en el torneo regional. En un principio fueron varios los clubes que se negaban a que los gijoneses interviniesen en el torneo asturiano, que ya había concluido su primera vuelta. Pero ante la petición de transigencia por parte de los emisarios federativos, se aprobó por amplia mayoría la participación del club rojiblanco. Sólo el Racing de Sama se mostró en contra.

Una vez resuelta esta cuestión se procedió a la búsqueda de la mejor solución para el campeonato. La dificultad estribaba en la falta de fechas para que el Sporting se pusiera al día. Se discutieron distintas alternativas, pero tras cinco horas de negociación no pudo llegarse a un acuerdo. Esto dejaba al club sin posibilidades de disputar la Copa del Rey, y ante el cariz que estaban tomando los encuentros ligueros la situación del equipo de cara al resto de la campaña se vislumbraba dramática.

En efecto, el Sporting había comenzado su participación en la Liga Máxima en septiembre, con dos partidos en El Molinón saldados con una victoria sobre el Sevilla (4-2) y una derrota frente al Celta (0-3). Era el inicio de una competición que iría perdiendo fuelle, al igual que la Minimalista, conforme los torneos regionales entrasen en su recta final. Los rojiblancos jugarían otros dos partidos en octubre, uno en noviembre, y dos más en diciembre. En enero se disputaría un único match, que precedería a un largo parón provocado por el inicio del Campeonato de España. Esto da una idea de las dificultades que hubo de afrontar la entidad.

La institución intenta soslayar la situación mediante la celebración de encuentros de carácter amistoso, pero como el resto de clubes están inmersos en las distintas competiciones apenas encuentra rivales con los que medirse. Además, durante la primera parte de la temporada, la Federación Regional no puso las cosas nada fáciles a los dirigentes sportinguistas. Se prohibió la disputa de partidos no oficiales los días de Campeonato Asturiano, e incluso realizar entrenamientos en El Molinón, ya que podían restar público al resto de encuentros y perjudicar económicamente a los clubes y al propio organismo federativo, que percibía el 5% de la entrada a los campos. Era una auténtica andanada contra el Sporting, que se veía forzado a la inactividad ante la imposibilidad de concertar amistosos en aquellos fines de semana en los que no tuviera compromisos ligueros. Pese a ello, la afición no daba la espalda al equipo: «No hay partidos, no se juega el Campeonato Regional, y el número de asociados no disminuye y la recaudación de cuotas supera a la de épocas de normalidad«.

Para el Sporting significó un pequeño respiro el fallo del Comité Nacional respecto a la celebración de amistosos en la región los días en que hubiera competición. La Federación Española determinó que se podía jugar en El Molinón si no había partidos a menos de 10 Kilómetros de Gijón.

La inactividad que atravesaba el equipo rojiblanco propició una curiosa anécdota. Las buenas relaciones existentes entre el conjunto gijonés y el Athletic de Madrid, que habían quedado patentes durante las discusiones federativas, propició la cesión al club colchonero de tres de los futbolistas con más futuro de la plantilla: Adolfo, Tronchu y Pena, para reforzar sus filas en el campeonato de la zona Centro. Llegaban con la condición de que habrían de estar a disposición del cuadro asturiano en los partidos de Liga Maximalista. Recibieron el apelativo de «jugadores taxi», porque se desplazaban entre Gijón y Madrid para llegar a tiempo a los encuentros de ambos equipos. No serían los únicos gijoneses en el cuadro de la capital, pues el Metropolitano ya gozaba con la ciencia de Ramón Herrera, fichado a comienzos de la temporada. Con ellos el Athletic se proclamaría campeón regional. El trasvase de jugadores entre los dos clubes no constituía una novedad. Veintidós años antes el conjunto madrileño había contado con el concurso de algunos de los mejores jugadores sportinguistas de la época: los hermanos Fernando y Saturnino Villaverde y Secundino Felgueroso. En aquel entonces, fue la ausencia de competición oficial en Asturias y el hecho de que el mayor de los Villaverde se alineara con los colchoneros durante buena parte del año, pues residía en la capital mientras cursaba estudios de ingeniería, lo que facilitara la llegada de sus compañeros.

Hay que señalar que, pese a las dificultades para encontrar contrincantes, el Sporting celebró algunos encuentros amistosos durante la disputa del Campeonato de España, lo que ayudó a sobrellevar en cierta medida la «travesía del desierto» en la que se encontraba. Osasuna (1-2), Racing de Ferrol (3-3) y (2-1), y Español (3-3) se enfrentaron a los rojiblancos en El Molinón, éste último disputó también un partido de Liga en marzo, en el que se impuso por tres goles a cinco.

Una circunstancia iba a compensar, en cierta forma, la parálisis deportiva en la que se había visto envuelto el Sporting. Este año tocaba a Asturias acoger un partido de la Selección, por lo que el Comité Nacional envió una delegación a la región, a mediados de marzo, para elegir el escenario del encuentro. Pese al interés ovetense, la Federación Española decidió celebrar el choque entre España e Italia en El Molinón.

La elección de Gijón como sede del partido internacional movilizó a la ciudad. El Sporting convocó una asamblea pública para el domingo 25 de marzo, a las doce de la mañana, en los salones del Círculo Mercantil, a la que asistieron representaciones de las fuerzas vivas de la villa. Se estableció una Comisión Directiva encargada de contactar con industriales, comerciantes y particulares a fin de recaudar fondos para la ampliación y reforma del estadio rojiblanco. Estaba integrada por Ismael Figaredo y Roberto G. de Agustina, en representación del club, y por Pedro Eguren y Antonio Iglesias, tenientes de alcalde del Ayuntamiento. Se pretendía que el acontecimiento deportivo tuviera la resonancia que un evento de estas características merecía.

La envergadura de la tarea emprendida queda perfectamente reflejada en el siguiente artículo, publicado en el diario El Noroeste el martes 28 de marzo:

«La gente que acudió ayer tarde al Molinón sufrió una gran sorpresa al ver derruido cuanto allí había. De las antiguas graderías, tanto de preferencia como de general, que allí existían, no queda nada en pie. Todo ha venido abajo; parte, como la gradería central de preferencia, para echar sus restos al fuego; parte, como las laterales y la de general, para ser armadas en sitio apropiado, según el nuevo proyecto.

Éste ya está ultimado y hoy mismo se empezará a ejecutar; hasta ayer se destruyó, desde hoy se construirá. Y ello ha de hacerse con una celeridad desacostumbrada, trabajando día y noche, a fin de que para el día 22 esté todo perfectamente ultimado. Hoy se sacarán unas fotografías del aspecto que ofrece el campo, sin un palo en pie, para compararlas con las que se obtengan el día que pisen el terreno del Molinón los equipos representativos de Italia y España.

Como decimos más arriba, ya está decidido cuanto se refiere a obras en El Molinón. La gradería central partirá de donde está la caseta actualmente y correrá todo a lo largo del campo dando vuelta al goal de fondo, tras de cuya puerta terminará. Será de madera y se aprovechará la que existía, agregando lo que sea preciso. Se calcula que podrá acomodar cerca de seis mil personas.

En la parte de preferencia se construirá una gran tribuna, a base de muros de cemento, carriles de hierro, bovedilla y asientos de madera. Tendrá un largo de 108 metros, de córner a córner. En la parte baja irán ochenta palcos, tras de los cuales habrá un pasillo de acceso a las gradas, las cuales tendrán también entrada por la parte trasera. Toda la tribuna llevará una cubierta que vuela once metros, y que irá revestida de uralita. Se calcula en cerca de cuatro mil personas las que se pueden colocar con comodidad en esta tribuna.

En la parte baja de la misma irán todos los servicios del campo, casetas para los jugadores y para el árbitro, duchas, cabina para el teléfono, almacén, enfermería, gimnasio, etc.

Las actuales graderías laterales se colocarán en el goal del fondo por la parte de preferencia. Con esto queda cerrado todo el campo con graderías, excepto por la parte de entrada, que quedará libre para desahogo del público.

Todas las graderías irán separadas del terreno de juego cinco metros cuando menos, a fin de que la visualidad sea perfecta desde todos sitios.

En el campo propiamente dicho también se está trabajando, aunque se encontraba en condiciones inmejorables: se está sembrando y abonando, y para dentro de un mes ha de llamar poderosamente la atención.

Por estos detalles podrán darse nuestros lectores cuenta de la importancia de las obras que se están realizando en El Molinón. Se ha concedido a Gijón el honor de que italianos y españoles se encuentren en su principal estadio y Gijón se dispone a demostrar que es merecedor de tal honor«.

Conforme avanzaban las obras se iban publicando en los diarios locales las cantidades recaudadas hasta entonces en la suscripción pro-partido, así como el nombre de todas las entidades y personas que, con su participación, hacían posible tamaña proeza. Al final se superaron las 90.000 pesetas en la colecta. El apoyo de los gijoneses no se tradujo sólo en aportaciones económicas. Numerosos entusiastas se sumaron al trabajo de los obreros, echando una mano en el transporte de materiales. Los Sirgadores del Volga, les llamaban. La ciudad vivió unos días de frenética actividad.

El diario La Prensa fue uno de los que más se significó en el tratamiento gráfico del alzado de la tribuna. He aquí algunos ejemplos:

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La Prensa 17 de abril

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La Prensa 19 de abril

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El 20 de abril se dieron por terminados los trabajos de ampliación, pintándose los antepechos, la gradería y los palcos de color azul, y de blanco la valla que circundaba el césped. El amplio espacio que separaba la valla de los graderíos se había cubierto con tierra roja para destacar más el terreno de juego.

Ese mismo día se produjo la llegada del combinado italiano. Centenares de personas recibieron a los transalpinos en la Estación del Norte, lanzando vivas a Italia al tiempo que la banda de música tocaba el himno nacional de su país. Los jugadores fueron saludados por el nutrido grupo de autoridades y delegaciones deportivas que los esperaban, entre ellos el seleccionador español y varios componentes del equipo nacional, y después la comitiva partió en automóvil siendo vitoreados por las calles de Gijón.

Al día siguiente los italianos se entrenaron en La Campona, feudo del Club Gijón, y esa misma tarde se produjo una simpática anécdota. El seleccionador italiano, Sr. Rangone, se ofreció a arbitrar el encuentro amistoso concertado entre el Osasuna de Pamplona y el Club Gijón, actuando como jueces de línea el capitán de la escuadra azzurra, Baloncieri, y el responsable del conjunto español, José Ángel Berraondo. Así lo hicieron, al menos durante la primera parte del choque. El partido finalizó con victoria del conjunto navarro por 2-4, obra de Quirós para los locales y de Lazcano y Gurucharri (3) por parte visitante. Los pamplonicas tuvieron la gentileza de vestir de blanco para permitir al flamante equipo local (resultado de la fusión entre el Fortuna y el Unión Deportivo Racing) lucir su acostumbrado color rojo.

Finalmente, el 22 de abril se celebró el esperado acontecimiento, que fue presidido por el infante don Jaime. El nuevo recinto, con capacidad para 15.000 personas, se quedó pequeño el día del match. Cuando ambos conjuntos saltaron al terreno de juego el campo presentaba una entrada cercana a los 20.000 espectadores (casi cinco mil se acomodaban en los amplios paseos de general y preferencia), deseosos de contemplar buen fútbol. El partido, sin embargo, fue de poca calidad, jugándose además con excesiva dureza. España se adelanto en la primera mitad al transformar Quesada un penalti, y después ya casi no dio una a derechas. El dominio correspondió al cuadro italiano que logró empatar tras el descanso por medio de Libonatti. La gran actuación de Zamora, magistral toda la tarde, evitó la derrota del equipo español. Lo mejor del partido fue sin duda el lleno absoluto en el estadio, que dejó una recaudación de 125.000 pesetas y el debut del sportinguista Adolfo, el segundo jugador rojiblanco en vestir la camisola de la Selección. Sin duda, fue el momento de apogeo de la nueva tribuna que aún habría de vivir otro acontecimiento especial.

 Imagen de la tribuna, abarrotada, el día del choque:

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 Los dos equipos, lanzando los clásicos hurras de rigor antes del encuentro:    

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 Ataque español por el flanco derecho. El back italiano, Caligaris, se anticipa a Adolfo.

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 Un día después del encuentro internacional se celebró el homenaje de la Liga Profesional al Sporting por su compromiso en la defensa del certamen Maximalista. Algunos de los mejores futbolistas del torneo forman un combinado y se enfrentan en El Molinón al cuadro local (reforzado), a beneficio de las necesitadas arcas rojiblancas. La selección de la Liga venció por 4-3 en un choque espectacular.

Éstas fueron las alineaciones presentadas:

Sporting: Zamora (Español); Cuesta, Sedeño (Sevilla); Bango, Tronchu, Pena; Adolfo, Loredo (Racing), Palacios (Racing de Madrid), Pin, Nani;

Selección Maximalista: Jaumeandreu (Iberia); Santiuste (Racing), Carrasco (Osasuna); Hernández (Valencia), Ocaña (Sevilla), Ordóñez (Athletic de Madrid); Lazcano (Osasuna), Goiburu (Osasuna), Óscar (Racing), Zorrozúa (Iberia), Brand (Sevilla);

El encuentro, dirigido por Antonio Cárcer (presidente del Colegio de Árbitros), resultó espectacular, mucho mejor que el disputado por los combinados nacionales veinticuatro horas antes. Los ex rojiblancos Loredo y Palacios (2) marcaron para el conjunto local, obteniendo Hernández, Lazcano y Goiburu (2) los tantos de la formación liguista.

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Por la noche se celebró un banquete en el Restaurant Mercedes, en el que se dieron cita representantes de todos los clubes integrantes de la Liga Máxima.

Y poco después, el 28 del mismo mes, se celebraba otro banquete en el mismo lugar en honor de los responsables de la Comisión Directiva y Recaudadora, con cuyo esfuerzo se había logrado la remodelación completa del estadio sportinguista. El testimonio de gratitud se hizo extensivo a los técnicos encargados de las obras realizadas, Miguel G. de la Cruz, Antonio Cuevas y Enrique A. Sala.

Hasta el final de la campaña el cuadro gijonés sólo celebraría otros tres encuentros «oficiales», disputados entre el 20 de mayo y el 7 de junio. En dichos partidos el Sporting dio entrada a jugadores que acababa de incorporar a sus filas como Campanal, Morís o Paco Quirós, además de Corugedo, cedido por el Club Gijón para reforzar a los rojiblancos frente al Athletic de Madrid. Cabe reseñar que estos últimos partidos ligueros se tomaban ya más como amistosos que otra cosa, permitiéndose incluso el reemplazo de los futbolistas expulsados por reservas. El fracaso de la competición era evidente.

Como se sabe, ni «Maximalistas» ni «Minimalistas» consiguieron jugar todos los partidos programados en sus campeonatos respectivos, siendo el caos organizativo la tónica imperante. La Liga tendría que esperar al año siguiente.

Sería entonces cuando se evidenciara en toda su crudeza las consecuencias de la aventura en la que se había embarcado el club rojiblanco durante la presente temporada, pues la magna obra realizada en El Molinón habría de pasar la debida factura.

 [1] En el que se había incluido a la Real Sociedad como continuador del equipo que bajo el amparo legal del Club Ciclista de San Sebastián había conseguido el título de 1909.

[2]  Apoyadas por los clubes más modestos, quienes temían que la Liga los dejase en un segundo plano, abocados a la desaparición.

 




Solidaridad blanca

Nadie negará que en estos años, y en especial en las dos últimas temporadas ligueras ¡y de las cuales una no acaba sino de empezar! Se está manifestando de muy diversos modos una fractura en el entorno madridista.

Los hechos, rápidamente, son los siguientes, y el lector con toda seguridad los conocerá mejor que nosotros, mas no vendrá mal traer algunos a escena para plantear correctamente la contradicción blanca.

Por un lado, se ha expulsado a Valdano, por otro, Mouriño ha sido (y por tanto, sigue siendo) calificado como mínimo de «provocador», a los jugadores se les ha disfrazado de mouriñizados, el madridismo «noble» que ronda los palcos del Bernabéu no se manifiesta o está de perfil, pero del perfil bueno (¿Cuál será ese perfil?), Casillas y algún otro reprochaban actitudes a Ronaldo, y ahora a míster Mouriño; pero a su vez, la artillería mediática, tanto escrita, radiada como televisiva o internáutica coinciden en rematar el nuevo paradigma del talante deportivo y que hace sacar malas notas al club blanco. La cosa está clara, y muchos merengues hablan de «campaña antimadridista». Pero nadie negará otra vez que ese madridismo empieza incluso a sospechar hasta del mismísimo seleccionador nacional, nuestro querido Del Bosque, quien parece avivar las ansias mediáticas de Prisa, Intereconomía, Onda Cero, La Sexta, Etc., no digamos las de Sport, Mundo Deportivo, TV3, Ona Fm, etc.. La presión al club blanco, justificada o no, es total una vez que en los estadios de España los cánticos asumen la adormidera antimadridista sin contemplaciones.

Todo este arsenal de afirmaciones puede documentarse abundantísimamente, y que no necesitaría husmearse más allá de un día cualquiera es hasta cierto punto un sentir objetivo. Ahora bien, En este pequeño, casi atómico lugar opinológico, ponemos muchas de esas sentencias entre paréntesis cuando menos. Porque no admitimos que se deforme el sentir blanco. De ninguna manera podemos, los millones y millones de merengones que militamos en este modo de ver nuestra liga,repetimos: de ningún modo podemos aceptar que se nos silencie en aras de una falsa caballerosidad defendida por nuestros mayores enemigos, más que simples contrincantes, pues no olvidemos que su lema siempre va más allá del simple juego futbolístico. Estamos empezando a despertar, y tenemos una ventaja… la diremos al final.

La deformación no es información simplemente, y cuando va más allá de la caricatura, es decir, cuando transita del ámbito de la comedia, a otro terreno entonces debemos estar alerta, pues quizás el terreno comience a ser el de la tragedia. Y no olvidemos que lo agonístico, o sea, lo lúdico-bélico, habita con derecho propio en el espacio de lo trágico. Hay que ser cauto cuando en el ámbito de lo lúdico-bélico empezamos a hablar de que unos somos más que un club, mientras que los otros son partidarios de un secta (mouriñizada) que han perdido su caballerosidad antaño ondeante en nuestros estandartes. Unos son y pueden ser algo más que un simple juego nacional, pero otros no lo pueden ser. ¿El madridismo puede ser también más que un club?

Volviendo sobre el presunto sentir blanco y sus contradicciones. Nosotros no dudamos nuestro estandarte no puede ser sostenido por otro soldado que aquel que nos defiende si es que la cuestión va más allá de los clubes de simple juego deportivo, cosa que evidentemente es verdad. Lo que los madridistas queremos es que se nos reconozcan no sólo nuestros defectos, sino también y sobre todo, nuestras virtudes. Unas virtudes que no se reducen a las simples elegancias lúdico-deportivas, pues no somos nosotros los que vamos más allá de lo simplemente deportivo. Si el juego se extiende a otros ámbitos, entonces necesariamente los defectos y los afectos deberán ser proporcionados y estarán determinados a esos nuevos contextos que van más allá de lo que en teoría ocupa a un club. No somos nosotros los que ponemos el inri fuera del terreno de juego.

De acuerdo con esto, es necesario situarse en el frente correcto de la soldada. Nuestro equipo no puede estar sólo nunca como ahora lo está (salvo unos escasos juligans que dan la nota colorista y tienden a defender a capa y espada a nuestro sentimiento merengue). Y menos cuando se le ataca desde tantos frentes. La fortaleza blanca, la gran virtud occidental, ahora está acosada a muerte y además con poca caballerosidad. Es nuestro deber denunciarlo y posicionarnos con nuestros jugadores, con nuestro escudo, con nuestras armas que son las que nos defenderán del coloso blaugrana, un gigante que nunca ha sido tan poderoso, pero que nunca ha sido tan injustamente favorecido.

Se hace virtud, no sabemos si de la necesidad o de qué otra cosa, pero lo que sí entendemos es que el madridismo necesita ser defendido públicamente más que nunca, y que haciendo eso asumimos un papel en la vida. Una vida que ahora toma ejemplo de nuestros jugadores, que forman, otra vez, parte de algo más que un club. Es una necesidad histórica. El transcurrir de los hechos así ha querido que suceda en nuestro país a diferencia de otros que también tienen ligas. O si se prefiere, el pegamento que liga nuestras ciudades, a las cuales defiende cada afición según convenga, y que las liga en un circuito futbolístico ha llegado al extremo de que el club más poderoso de ese ligamen suprurbanístico nos reboce constantemente su trascendentalidad, su más allá con respecto al resto, suexcepcionalidad, o su … demasiado a la cara como para callarse.

¿Qué virtud desarrollas si te callas?¿realmente se desarrolla alguna virtud o excelencia? ¿cuál despliega nuestra persona cuando defiende a los representantes de nuestro club? ¿estamos posicionándonos adecuadamente cuando atacamos a Mouriño? ¿pero no es Mou nuestro héroe actual? ¿no es claro y meridiano que él está dando su persona por nuestro equipo? ¿no es evidente que su compromiso personal queda fuera de toda duda una vez que se ha ganado todos los desfavores de los medios de comunicación? ¿no es obvio que los que tejen contra él, o sea, contra el general de nuestro ejército semanal liguero, en realidad nos están atacando a nosotros? ¿cómo podemos hacer virtud cuando en plena disputa en el campo de batalla nuestros directivos tejen por detrás contra Mou porque les está quitando de la poltrona? ¿qué virtud propia de una persona civilizada se puede enseñar como norma moral cuando por detrás se usan afinidades electivas silenciosas para fingir que se representa con ellas al madridismo? ¿cómo se pueden creer que el sentimiento básico de la guerra futbolística puede ser aplacado con un falso señorío de gacetilla veinteañera?

Qué los valdanos, butragueños, pardezas o capas tengan amistad con los pipis, pulidos, efes, y tantos otros agarramicrófonos, desde hace unas cuantas décadas no debe ser nunca, y subrayamos lo de nunca, causa para no defender al madridismo cuando es injustamente zarandeado. Porque entonces ¿Dónde está la solidadridad lúdico-bélica que reivindica la afición madridista? Que nos quedamos solos. ¡Mejor! Eso nos pondrá en nuestro lugar. Ladran luego cabalgamos. Nosotros llevamos una camiseta que enarbola en primer lugar y ante todo la solidaridad madridista.

Y recordemos que su concepto no es el que se suele asignar a una ONG o se suele farfullar en los medios así como si supieran de qué se habla. El concepto de juego exige que exista un enfrentamiento, una agonística, una batalla, unas normas que organicen esa institución propia de las ciudades ligadas entre sí por algo más que meros caminos. El concepto de solidaridad exige que para en su empleo lingüístico implique una racionalidad real que vaya más allá del simple farfullar palabras biensonantes, exige que esa virtud se desarrolle frente a terceros. Precisamente frente a los que nos atacan. Pues sino cómo iba a entenderse en concepto de soldado, un concepto que tiene la misma raíz semántica. Unos soldados, unos jugadores serán solidarios frente a los otros, y los que entre bambalinas emponzoñan el devenir de la tragedia del juego son simple y llanamente traidores, y lo peor de todo, siempre figurarán en los mitos como figuras de la traición, nunca como figuras de la solidaridad.

Nosotros debemos soldarnos a los que nos defienden a capa y espada, debemos ser solidarios a muerte con nuestro capitán, que ya no es, según parece (aunque eso es un debate abierto) Casillas. Nuestro Napoleón no tiene compromisos personales, ni debe favores a la prensa desde hace décadas, no ha comido tantas y tantas veces con los abrazamicrófonos, ni ha urdido como ellos hacen para defender ¿el madridismo? Estaremos solos ante el resto. Muy bien, esa será la prueba de las virtudes blancas. Ahí aflorará la primera virtud del fútbol, la solidaridad frente a los que nos atacan. Y cuando nuestros capitanes abandonen y desfallezcan quedarán los logros de nuestras virtudes. Algo que cuando te pones la camiseta ya no siendo un niño no puede dejar de hacerte pensar que en algo te cambia la persona. Te suelda a un escudo.

La bola records




Hace 100 años (noviembre 1911)

Fútbol.

 Carlos Padrós renuncia a la presidencia de la Federación Española de Clubs de Foot-Ball. Es elegido en su lugar Ricardo Ruiz Ferry.

 La junta directiva de la Federación Española de Clubs de Foot-Ball acuerda convocar Asamblea general para el día 2 de diciembrecon tres puntos en el orden del día:

1º, Elección de presidente; 2º, discusión de las bases para el Campeonato de España de 1912 y 3º, proposiciones de los clubes, presentados en forma reglamentaria. Los clubes federados que tienen voz y voto en la asamblea son los siguientes: Foot-Ball Club Barcelona, Club Deportivo Español, Catalá Sport Club, Foot-Ball Club España, Athletic Club, Bilbao Foot-Ball Club, Club Coruña, Real Club Deportivo de La Coruña, Real Sociedad de Foot-Ball, Vasconia Sporting Club, Racing Club de Irún, Patronato de Jóvenes de Nuestra Señora del Juncal de Irún, Sociedad Gimnástica Española, Madrid Foot-Ball Club, Fortuna Foot-Ball Club, Vigo Foot-Ball Club, Santander Foot-Ball Club, Academia Militar de Artillería de Segovia, Academia Militar de Infantería de Toledo y Academia Militar de Caballería de Valladolid.

También tendrán voz y voto aquellos clubes que remitan su documentación y la cuota del presente año y los adheridos que se pongan al corriente con la Federación.

 Los clubes Numancia, New Catalonia, Sabadell e Internacional solicitan ser inscritos en la Federación Española de Clubs de Foot-Ball.

 Hay quejas en los campos de Madrid de que el público insulta a los jugadores y se invade el terreno de juego. Urge la necesidad de que los campos sean vallados. En todos ellos cualquier persona puede entrar al no ser recintos cerrados. Como ejemplo, en el partido amistoso entre el Madrid y la Gimnástica un grupo llamado por la prensa los «Beni Guarren» o «harka» invadió medio campo profiriendo insultos contra el resto del público no apareciendo la fuerza pública. Y mientras tanto el Velódromo de la Ciudad Lineal abandonado para el fútbol.

Según un diario de la prensa madrileña existen propósitos de cambiarle el nombre al Madrid FC.

 El Español FC de Madrid inaugura su nuevo terreno de juego enfrentándose a la Gimnástica. Está en inmejorables condiciones higiénicas pero algo estrecho en sus medidas.

 Yarza, ex del Madrid FC, recién regresado de La Habana ingresa en el Español FC de Madrid.

 Copa Ruete. De cuatro equipos de primera categoría existentes en Madrid tan solo dos de ellos podrán tomar parte en dicha Copa, Athletic y Madrid. La Gimnástica no lo hará por no estar de acuerdo con las bases del Concurso y el Español ha quedado fuera por no presentar la documentación en el plazo indicado.

 Ha sido fundado un nuevo club en Madrid que además de dedicarse a la práctica del foot-ball» también lo hará en «cricket» y «lawn-tennis». Está formado por el elemento inglés en Madrid, aunque admiten socios españoles siempre que no sobrepase el 50 % del total de socios. Su nombre es The British Sports Club.

 El CD Español concede pase para todos los directivos del resto de clubes barceloneses y también para los jugadores de los primeros bandos y los capitanes de los equipos juniors de otros clubes.

El FC Barcelona está atravesando una dura crisis interna. Han abandonado el club los hermanos Wallace además de Francisco Brú, Sans, Mensa y Manuel Pujol. Este último fue readmitido.

 El Catalá SC tras modificar el trazado de su terreno de juego se ha visto obligado a abandonarlo por no reunir las medidas reglamentarias. A su vez, el club ha dado de baja a un centenar aproximado de socios por diversas causas.

 Ha sido fundado en Barcelona el Argós Sport Club con . José M. Peris en la presidencia.

 La nueva sociedad futbolística barcelonesa FC Stadium elige como presidente a D. Francisco Gatuellas.

El New Catalonia, Avenç y Tibidabo son admitidos en la Federación Catalana.

 En el Pueblo Nuevo barcelonés se ha fundado un nuevo club de fútbol titulado Club Deportivo Júpiter que preside D. Serafín Espinosa y que ha adquirido un campo en la calle Taulat, 139 a 228.

(Esta noticia aparecida en El Mundo Deportivo debe ser tratada con cuidado porque según la página web del club la fecha de fundación es de 2 años y medio antes).

 En Vigo aparece la revista Ecos dedicada a ciencia, artes y deportes.

 En la tienda barcelonesa «La Nacional» pueden encontrarse los nuevos balones reglamentarios al precio de 18 y 20 pesetas.

En El Mundo Deportivo de Barcelona se escribe sobre el profesionalismo para los futbolistas y los ciclistas.

 La Dirección General de Prisiones solicita del Gobierno y Las Cortes un crédito especial para la construcción y/o reformas de los centros penitenciarios, donde entre otras cosas será obligatorio disponer de un campo de fútbol.

 Algo más de 4.000 libras ha repartido la Football Association entre los hospitales y casas de beneficencia producto de las entradas de pago de los entrenamientos durante el mes de agosto.

 Madrid – Athletic Madrid                                1-1

CD Español – Sporting de Bilbao                    4-0

Barcelona – Real Sociedad                             0-3

Barcelona – Real Sociedad                             0-1

Madrid – Gimnástica                                       1-6

Combinado Sporting y Racing de Irún  – Soc. Náutica de Bayona y Biarritz 0-1

CD Español – París                                         5-0

Español FC – Gimnástica                                1-1

CD Español – Etoile Club Levallois                 5-0

Bétulo Sport – CD Español                             1-9

Madrid – Athletic Madrid                                1-1

 Fútbol internacional.

 Hungría – Austria                                            2-0

 

Otros deportes.

Una vez aprobados los estatutos del Sindicato de Periodistas ha sido elegida la junta directiva la cual es presidida por D. Narciso Masferrer.

Aeronáutica.

 La Copa Michelín y 20.000 francos queda adjudicado a Helen que hizo 1252 kilómetros y 800 metros en 14 horas y 7 minutos.

La Copa Michelín inglesa y 12500 francos son para Cody. Voló 410 kilómetros y 350 metros en 5 horas y 21 minutos.

El premio de las Escalas y 3000 francos son para Chaves que realizó 27 escalas.

La Copa Pommery y 7500 francos para Vedrines tras hacer 395 kilómetros.

 Weymann triunfa en el Concurso militar francés que consiste en volar 300 kilómetros, lo cual hizo en 2 horas y 33 minutos.

 Rogers ha finalizado su vuelo transcontinental.

 Alpinismo.

 El Club Alpino Español elige una nueva junta directiva siendo nombrado presidente D. Manuel G. Amezua.

 Atletismo.

 En el Concurso Internacional de marcha celebrado en Milán el inglés Ross no solo ha vencido sino que también ha batido el récord de los 100 kilómetros al tardar 10 horas y 23 minutos en recorrer la distancia.

 Jean Bouin bate el récord del mundo de la media hora en Colombes con un registro de 9 kilómetros 721 metros. La anterior marca estaba en posesión del inglés White que hizo 9 kilómetros 712 metros. 48 años ha durado el registro.

 En Melbourne se han corrido tres pruebas de velocidad para el Campeonato del Mundo de profesionales. En la primera, con una distancia de 80 yardas, Pastie bate el récord anterior poniéndolo en 7 segundos y 8 décimas. En la de 100 yardas, fue batido también el récord, esta vez a cargo de Donaldson con un tiempo de 9 segundos y 6 décimas. Por último, en la de 110 yardas nuevamente vence Donaldson, igualando el récord del mundo en 10 segundos y 8 décimas.

 Aviación.

La lista de personas fallecidas en accidente de aviación desde 1908 a principios de noviembre de 1911 asciende a 99.

Ciclismo.

 La Junta directiva del Club Deportivo de Barcelona, decano de los clubes barceloneses, ha acordado que la 2ª edición de la Vuelta a Cataluña se celebre los días 17, 18 y 19 de marzo de 1912. A su vez creó la Comisión organizadora y aprobó el trazado de la prueba. 2.000 pesetas en premios animarán a los futuros inscritos, además de los premios especiales. La clasificación se hará por categorías, siendo premiados los vencedores de cada una de ellas.

 Para el próximo mes de diciembre ha sido fijada, en los locales del Club Deportivo de Barcelona, la reunión del Congreso ordinario de la UVE.

 Copa Touring Club Ciclista. Carrera para neófitos. En principio hubo 67 inscritos pero tomaron la salida 54. Finalmente 31 corredores llegaron a meta siendo los tres primeros clasificados: 1º, Isidro Esteve que tardó 2 horas 11 minutos en hacer los 62 kilómetros. Como premio recibió la Copa de vencedor. 2º, Barcino, que quedó a media rueda. Recibió un objeto de arte. 3º, N. Ballbé, que hizo el mismo recorrido en 2 horas y 12 minutos. Como premio recibió un objeto de arte. Prince, Montserrat, Blanco y Moltó ganaron los premios especiales y el paquete de puros, como último clasificado, para Sala. Barcino se lleva el premio de Linares por llegar primero a la entrada de Vilasar. El premio de Carbonell es para Prince y el de Vilardell para Marro.

 Con motivo de la inauguración oficial del Club Ciclista de Tarrasa se ha celebrado una fiesta en su honor abundando las pruebas ciclistas y el gentío. Mariano Balbé con un tiempo de 1 hora y 17 minutos se proclamó campeón de Tarrasa tras recorrer los 32 kilómetros de que constaba la prueba. Esto ocurrió por la mañana. Por la tarde se celebró una carrera de 9 kilómetros entre Tarrasa – Matadepera – Tarrasa y que nuevamente ganó Mariano Balbé.

 También en Tarrasa José Durán gana la medalla de oro y Germán Durán la copa del marqués de Villabueca en la carrera incluída en los festejos al maestro Pedrell.

En las carreras celebradas en Reus y organizadas por el Club Deportivo estos han sido los vencedores:

Carrera provincial, resistencia a 20 vueltas: Galtés

Campeonato de Reus, a 5 vueltas: Galtés

Campeonato del Club Deportivo, a 5 vueltas: Galtés

Carrera de lentitud: como Solé quedó último pues es el vencedor.

La Agrupación Ciclista atalana ha nombrado a su nueva junta directiva presidiéndola D. José Degollada.

El Comité Regional de la UVE de Castilla La Nueva elige como presidente a Antonio Belda.

Pelissier vence en la Vuelta a Lombardía haciendo el recorrido en 7 horas y 35 minutos.

 La Gaque – Petit es ganada por Paul Lescault.

En París, en el Velódromo de invierno, se celebró la carrera de 100 kilómetros tras tándem. Tan solo participaron los cuatro grandes vencedores de la temporada; Garrigou (Tour de Francia), Emile Georget (París – Brest – París), F. Faber (Burdeos – París) y León Georget (Bol de Oro).

Emile Georget se proclamó vencedor en 2 horas 6 minutos y 27 segundos haciendo récord. Garrigou quedó segundo a 6 vueltas, León Georget tercero a 17 vueltas y por último F. Faber a 19.

 Los ocho días de Mayence es una carrera por equipos disputada en el Velódromo de dicha localidad. Ludwic y Rosellen se proclamaron vencedores tras recorrer una distancia de 2324 kilómetros y 400 metros.

 Esgrima.

 Los gimnasios Solé y Tolosa organizaron diversos asaltos entre sus alumnos.

 Hípica.

 Comienza la temporada de carreras en Madrid.

Cruzados: Insurge del Sr. Attías.

Garvey, para caballos enteros y yeguas de 3 años en adelante: Jobber del Marqués de Martorell.

Criterium, para potros enteros y potrancas de dos años: Dernier Espoir II de D. Eugenio de Luque.

Militar lisa: Bellota del Sr. Aguilar.

Militar, para caballos y yeguas de segunda y tercera categoría: Jerez del Sr. Legoburu.

 Segunda jornada:

Primera carrera: Insurge del Sr. Attías.

Segunda carrera: Dernier Espoir II.

Tercera carrera: Jobber del Marqués de Martorell.

Cuarta carrera: Jerez, montado por el Sr. Castellanos. Jerez fallece dos días después víctima de un cólico en el propio Hipódromo.

Quinta carrera: Bellota.

 Tercera jornada:

Hándicap, para caballos enteros capones y yeguas de todas las razas y categorías de tres años en adelante: Bellota de D. Pedro Aguilar.

Militar de vallas, para caballos y yeguas de segunda y tercera categoría, que hayan corrido la similar del día anterior: Ven – Ero de D. Tomás Bargés.

Militar de vallas, para caballos y yeguas de primera categoría, que hayan corrido la similar del día anterior: Bilbao del Sr. Baturone.

Velocidad, para caballos enteros y yeguas de dos años en adelante: Bilbao del Sr. Baturone.

Velocidad: para caballos enteros y yeguas de dos años en adelante: Dernier Espoir II de D. Eugenio de Luque.

 Cuarta jornada:

Neptuno: Arbiter.

Steeple chasse militar, de segunda y tercera categorías: Van – Ero.

Omnium: Dernier Espoir II.

Consolación, para los que no hubiesen obtenido premio: Weigelie.

 Motociclismo.

 En el autódromo de Brooklands los pilotos norteamericanos Spencer y Gustafson dejando estableciendo varios números récords.

El de 4 horas en 334 kilómetros y 800 metros.

El de 5 horas en 426 kilómetros y 190 metros.

El de 6 horas en 514 kilómetros y 600 metros.

Las 250 millas han quedado en 4 horas y 42 minutos y las 300 en 5 horas y 38 minutos.

 Náutica. 

En Gijón ha sido fundado el Club Náutico Asturiano.

 Copa La Riva. En la séptima prueba quedan empatados los balandros Ena y Apache.

 Pelota Vasca.

 La Sociedad Sport Vasco de Madrid cumple 5 años celebrando una fiesta deportiva.

N la partida a 40 tantos Antonio López y César A. Torras vencen a Adolfo Llompart y Máximo Llompart por 40-34.

En una quiniela de 4 parejas los vencedores fueron Armando Pin y Agustín Bo.

En el último partido jugado entre el Euskal Jai de Madrid y el Sport Vasco, a 40 puntos vence el primero.

 Polo.

 Debido al acondicionamiento del terreno de Las Corts la junta del Real Polo Club informa que pasará a utilizar el Hipódromo de Casa Antúnez.

Ténis.

En las pistas del Catalunya Lawn Tennis Club se ha disputado el 8º concurso de la Asociación de Clubs de Lawn-Tennis de Barcelona. Los campeones fueron los siguientes:

En Individuales señoritas Miss C. Witty venció a Miss L. Witty por 2 sets a 1.

En Individuales caballeros Flaquer venció a A. Ortiz por 2 sets a 1.

En Mixto de señoritas y caballeros la pareja formada por Miss C. Witty y Mr. Sagnier vencieron a la formada por los hermanos Balcells por 2 sets a 0.

En parejas de caballeros la pareja formada por Ortiz y Matthias venció a la pareja Sagnier y Mendel por 2 sets a 1.

En las pruebas válidas para el Campeonato de Barcelona así acabaron las finales:

En Individuales caballeros Sagnier venció a Leask por 2 sets a 0.

En parejas de caballeros Witty y Sagnier vencieron a Leask y Flaquer por 2 sets a 1.