El Athletic Club de Bilbao y los extranjeros

Han transcurrido casi 40 años desde que el Athletic de Bilbao, con el respaldo de la Real Sociedad de San Sebastián, enarbolara la onda de David en su desigual lucha contra un Goliat encarnado por los restantes clubes de fútbol, la Federación Española y el Consejo Superior de Deportes, reos, todos ellos, en el bochornoso espectáculo de falsificaciones y mayúscula corrupción que pasaría a la historia como «Timo de los Paraguayos». Cuarenta años desde las primeras escaramuzas, luego de que el Barcelona encendiese la mecha al no permitírsele inscribir a Irala, paraguayo no menos ilegal que otra treintena de teóricos compatriotas dispersos por nuestra geografía balompédica. Cuarenta años desde aquella monumental chapuza y cerca de 35 desde su más bien simbólica victoria, en defensa no sólo de la legalidad, sino de sus firmes convicciones respecto al valor de la cantera y el producto autóctono.

Lógico que aquella lucha por extirpar de nuestro fútbol a tanto extranjero ilegal, contase con el Athletic como abanderado, podrá argumentarse. ¿Quién sino un convencido defensor de su propio vivero, sería capaz de poner puertas al campo?. Porque cuando todo esto sucedía, durante la primera mitad de los años 70 en el pasado siglo, el Athletic (todavía Atlético por imperativo franquista) llevaba 12 lustros nutriéndose en exclusiva de españoles, de vascos casi en su totalidad, y puestos a hilar más fino, vizcaínos de cuna en un 93% rigurosamente estadístico. Excepciones aisladas como Isaac Oceja o Merodio, cántabro y barcelonés respectivamente por nacimiento, al fin y al cabo no constituían sino anécdotas. Con aquella lucha frente a los falsos oriundos, el Athletic simplemente defendía sus posibilidades deportivas, afianzando unos principios de captación territorial voluntariamente elegidos.

Hasta ahí nada nuevo. La sorpresa llegará para numerosos lectores al descubrir que los extranjeros alineados por el Athletic en competición oficial, determinaron la primera normativa limitadora en nuestro deporte rey. Ocurrió en 1911, hace prácticamente un siglo. Y en ello nada tuvieron que ver los británicos asimilados, tan comunes en nuestro pleistoceno futbolístico, sino una práctica mucho más artera y descarada.

Pero antes de llegar a ese 1911, bueno será ojear siquiera las páginas más vetustas del club vizcaíno.  

El primer partido disputado en Bilbao, al menos el primero de que se tienen noticias, tuvo lugar el 3 de mayo de 1884 en la campa de Lamiaco, entre los tripulantes de un buque inglés anclado en la ría y 11 muchachos bilbaínos. Por la crónica de «El Nervión» se deduce acabó «la partida de foot-ball» con victoria británica por «5 puntos». Entonces no había equipo constituido oficialmente. Se supone que quienes jugaron fueron chicos con algún conocimiento del fútbol por haber estudiado en colegios británicos, pues la conexión entre Inglaterra y Bilbao había sido intensa desde el siglo XVIII, respondiendo a razones comerciales.

El primer intento de crear un club arrancaría años más tarde. Su impulsor, Juan Astorquia, tardó poco en localizar el lugar para disputar los partidos: la campa de Lamiaco. Su problema era que sólo contaba con otros 6 futbolistas. Los hermanos Iraolagoitia, Alejandro Acha, Enrique Goiri, Montero y Luis Márquez, además de él mismo. De algún modo se las arreglaron para llegar hasta 11, porque existe constancia de la disputa de partidos en aquel enclave, bajo la denominación de Bilbao F. C.. Como en Lamiaco no se detenía el tren a Las Arenas, los maquinistas aflojaban la marcha para que en los días de partido pudieran saltar a tierra futbolistas y espectadores.

Juan Astorquia, impulsor de aquel proyecto, tenía tertulia en el bilbaíno Café García (ya desaparecido), y allí, en febrero de 1901, se abordó la constitución de otra entidad: el Athletic Club. Tras decidirse el nombramiento de una comisión formada para redactar un reglamento, 4 meses después, el 11 de junio de 1901, fue nombrada en Asamblea la primera junta directiva: Luis Márquez, presidente; Francisco Iñiguez, vicepresidente; José Mª Barquín, Enrique Goiri, Fernando Iraolagoitia, Luis Silva, Amado Arana y Alejandro Acha, vocales. Se nombró también a Juan Astorquia primer capitán, y a Alexander Mills segundo capitán. Algunos, como puede apreciarse, habían formado parte anteriormente del Bilbao F. C. El 5 de setiembre del mismo año se acordaba, por si el asunto no hubiera quedado claro «la constitución de una sociedad para el fomento de los deportes athléticos, y en especial del conocido con el nombre de foot-ball, y que se llamaría Athletic Club». Y entre los postulados de esa recién nacida sociedad figuraba el deseo de «contar con nombres nuestros», en clara oposición a cuanto acontecía en el Bilbao F. C., cuajado de apellidos extranjeros (ingenieros británicos y empleados de oficina, en la por entonces potentísima minería vizcaína). En el Athletic recién nacido, el único británico era Mills (defensa derecho), personaje curioso donde los haya, pues pese a residir en Vizcaya durante casi 25 años nunca llegó a dominar el idioma. Se cuenta que en los días de partido, plantándose ante el taquillero, pedía: «Dame dos turbinas», queriendo solicitarle dos tribunas.

La rivalidad entre ambos clubes fue grande, como se desprende de un anuncio en el que el Athletic desafiaba al Bilbao. A finales de 1901 se disputaron dos partidos, ambos resueltos con empate. Quede para la anécdota una alineación del Bilbao F. C.: Luis Arana; Enrique Careaga, Ugalde; J. Arana, J. Ansoleaga, M Ansoleaga; Langford, Dyer, Butwell, Evans y Guinea. Pese a todo, la rivalidad no era enconada, como acredita el acuerdo entre ambos para formar una selección, una especie de fusión ocasional, de cara a la disputa, bajo la denominación de Vizcaya -o Bizcaya según otras fuentes- la Copa Coronación Alfonso XIII en mayo de 1902, que finalmente obtendrían.

A finales de 1902 el Bilbao F. C. entró en declive. Los presidentes de ambas sociedades, Luis Arana y Juan Astorquia, comprendieron que se imponía la unión. El 29 de marzo de 1903, en asamblea conjunta de ambas sociedades, se decidió la integración del Bilbao en el Athletic, puesto que «concurrían en el Athletic méritos y entusiasmos sobrados para que la nueva Sociedad siguiese ostentando como únicos el nombre y los colores del viejo Club bilbaíno». Desaparecía el Bilbao, decano de la villa, dando lugar al Athletic Club de Bilbao.

Entre los mitos de ese fútbol pretérito habría que destacar a Juan Astorquia. Había estudiado en Manchester y destacando como uno de los mejores futbolistas de las «schools». Decían que dominaba muy bien el cuero, que era habilidoso. Probablemente fuese el tuerto en país de ciegos.

Con respecto a los colores, una curiosidad. El primer uniforme del Athletic fue azul y blanco (camisetas con colores mitad y mitad, adquiridas en Inglaterra). Hace ahora 100 años, cuando fue preciso renovarlas, se encomendó a un jugador del Athletic las adquiriese durante su desplazamiento a Southampton. Allí vio muchas rojiblancas -el club local vestía así-, pero no encontraba blanquiazules. Fue pasando el tiempo y tuvo que elegir entre camisetas rojas y blancas, a rayas, o nada. Y optó por el mal menor. Al fin y al cabo, la bandera de Bilbao era blanca y roja y esos los colores de la Villa desde tiempos del Consulado, una especie de Cámara de Comercio pujante ya en el siglo XVI. El Athletic, a partir de entonces y hasta nuestros días, habría de jugar con la camiseta del Southampton.

Convertido en club rojiblanco y con un fútbol directo, de patadón y carrera desenfrenada, el Athletic continuó bebiendo, hasta saciarse, en fuentes británicas. No sólo porque allí adquirían sus rudimentos básicos numerosos estudiantes, futuros jugadores del club, sino porque llegado el momento de hacerse con un entrenador, pusieron su punto de mira en la Gran Bretaña. Mr. Shepherd fue el primero en arribar, el ya lejano 1911. Según escribió la prensa local, se trataba de un hombre sin especial brillo, que al descubrir el café con leche nada más tocar puerto, apenas si se limitó a otra cosa que no fuera degustarlo con fruición. Aunque duró muy poco, el fracaso no arredró a la directiva bilbaína. En 1913 contratarían a Mr. Barness, laborioso exfutbolista, táctico aplicado y masajista con admirable ojo para pronosticar el alcance y la duración de las lesiones padecidas por sus pupilos. La entidad bilbaína había vuelto golosamente sus ojos hacia el mercado profesional inglés, y aquello trajo sus consecuencias, como inmediatamente veremos.

Por entonces el único campeonato nacional en disputa era el de Copa. O para hablar en puridad, el Campeonato de España, todavía hoy su auténtica denominación. Alzar esa copa equivalía a erigirse en primer club español, a convertirse en referente indiscutido del fútbol hispano, al menos durante un año. Y tanto los directivos como la masa social del Athletic, no estaban dispuestos a dejar pasar semejante oportunidad.

En 1910, meses antes de incorporar a su primer entrenador británico, aquel Athletic tan «amateur» como el resto de los clubes nacionales, dio la campanada. Y eso que el propio Campeonato de España ya resultó harto singular de por sí. Para empezar tuvo 2 campeones distintos: el de la Unión de Clubes y el de la Federación, al estar entonces el balompié dividido entre ambas agrupaciones, en medio de dura pugna por ostentar todo el poder. Pero es que aparte de dos campeones, la competición proporcionaría otros motivos de escándalo cuando el Vasconia de San Sebastián concluyó hincando la rodilla, frente al Athletic Club, en las campas de Ondarreta por un raquítico 0-1. El conjunto bilbaíno, para contrarrestar las incorporaciones donostiarras del anglovasco Goitisolo y los madrileños Pérez, Saura y Prats, había importado a última hora desde Inglaterra a cuatro profesionales: Cameron, Graphan, Burns y Weith. Cuatro hombres sin cuyo concurso el resultado final pudo haber sido otro.

 Al año siguiente, justo entre la salida de Mr. Shepherd y el fichaje de Mr. Barness, el Athletic quiso evitar sorpresas, acudiendo a la fase final del Campeonato bien provisto de extranjeros. Conocido el camino hacia el éxito, ¿por qué despreciarlo?, debieron pensar por Bilbao. Que se presentaran los demás, si querían, con fichajes madrileños, catalanes o levantinos, adquiridos ex profeso. ¿Acaso podían ser mejores que los inventores del fútbol, mucho más preparados que cualquier español en el aspecto físico, al ser profesionales de cuerpo entero?. La nueva afrenta bilbaína resultó insoportable para jugadores y directivos easonenses, máxime considerando que la herida del año anterior continuaba sin cicatrizar. Consecuentemente, abandonaron el campeonato sin disputar un sólo minuto.

Y eso que no todo era limpieza en la Real Sociedad, puesto que también ellos habían hurgado por las islas británicas a la caza de refuerzos, con menos suerte, es verdad, al gozar de un presupuesto inferior. Los bilbaínos, en cambio, bien provistas sus faltriqueras, no sólo hallaron tres jóvenes dispuestos a embarcar (Sloop, Martin y Weith), sino que éstos vinieron acompañados de otros dos meritorios denominados popularmente baracaldeses, a raíz de que un periodista los bautizase como Aguirre y Baracaldo, cuando, aparte de no hablar ni palabra de español, sus apellidos respondían en realidad a Harrison y Rous. El lío resultó mayúsculo. Y para que nada faltase, los nervios a flor de piel se tradujeron en algarada cuando la prensa se hizo eco de una supuesta y nunca bien confirmada agresión al madrileño Méndez, mediante llave inglesa y en el mismísimo hotel donde se hospedaba.

Las discusiones, los plantes, e incluso el órdago al campeonato, se produjeron de inmediato. Las Academias Militares de Artillería, Caballería e Infantería, hartas de tan poca formalidad, retiraron a sus plantillas. El Barcelona también regresó a sus cuarteles, expulsado por alineación indebida de Reñé. Con los catalanes se fue, para no ser menos, la muchachada del Fortuna vigués, añadiéndoseles más tarde la Real Sociedad Gimnástica Española, éstos por no perder el tren a San Sebastián, donde tenían concertado un «bolo». Como su choque frente al Athletic empezara con retraso, acabaron retirándose del campo antes del pitido final. Resumiendo, 8 de los 13 clubes inscritos dieron el portazo. Y como quiera que otros dos -Deportivo de la Coruña e Ingenieros Militares- ni siquiera llegaron a presentarse, cabe asegurar que la Copa de 1911 fue el torneo más complicado y polémico de cuantos se han disputado en España.

Pese a tanta irregularidad, quienes aún seguían en competición trataron de alcanzar un acuerdo salomónico. Puesto que el inglés Weith (también Veiths o Veitch, según qué fuentes) había quedado campeón el año anterior formando con los atléticos, su presencia fue admitida. A los demás se les puso el veto, para que el Español de la ciudad condal, único equipo todavía en competición, se aviniese a jugar el partido definitivo contra los bilbaínos, precisamente en Bilbao. Las campas de Jolaseta y seis mil aficionados fueron testigos del 3-1 favorable a los anfitriones. Triunfo que a punto estuvo de no servir para nada, puesto que la Federación anuló el título en un primer arrebato, desdiciéndose más tarde entre acusaciones de favoritismo y palmaria manifestación de debilidad.

Si alguna lección se extrajo de semejante lío fue que en el futuro en modo alguno podía volver a ocurrir nada parecido. Despropósitos de tal calibre no beneficiaban a nadie: ni al fútbol, ni a la raquítica Federación, ni a la Corona, que al fin y al cabo auspiciaba el Campeonato, ni a la pacífica convivencia ciudadana. Desde diversos ámbitos se pusieron manos a la obra. La Federación, por ejemplo, supo dotarse de poder a partir de 1912, organizándose en Regionales o Territoriales, de las que dependerían todos los clubes oficialmente constituidos. Y en cuanto esa fuerza comenzó a hacerse patente, decidió abordar el vidrioso asunto de los jugadores extranjeros, estableciendo por primera vez normas restrictivas. En adelante sólo se permitiría la alineación de 3 foráneos por equipo y partido en los torneos oficiales, siempre y cuando dichos jugadores pudiesen justificar, como mínimo, 3 años de residencia en nuestro suelo, y además hubieran sido inscritos con medio año de antelación.

Contrariamente a cuanto a veces se ha escrito, ello no supuso la total desaparición de apellidos extranjeros en numerosas alineaciones. Los hermanos Mengotti, suizos de nacionalidad por ser hijos del cónsul, aunque castellanos de corazón y nacidos en Valladolid, vistieron el blanco del Madrid y los colores de «Pucela». Juan y René Petit, franceses de Irún, jugaron en el Madrid y con los aguerridos fronterizos. Otros franceses de nacionalidad, como Labourdette, Barroux, Sotés, Germann, Anatol, Molères, Lasalde o Wehrly, aunque alguno natural en Irún, intervinieron regularmente en el por aquellos años potentísimo cuadro irundarra. Y junto a éstos, en tiempos de amateurismo oficial, varios profesionales encubiertos que muy a duras penas hubieran resistido el más benevolente análisis. Por ejemplo, ¿de qué vivía, sino del fútbol, el guardameta internacional galo Lozes, fichado por el Racing madrileño?. ¿Y el sueco del Athletic de Madrid Carrick Trouve?. Los campeones olímpicos uruguayos Urdirán y Scarone sólo pudieron jugar amistosos con el Barcelona, es bien cierto, al no haber residido en nuestro suelo el mínimo legal. Pero casi paralelamente, el meta húngaro Plattko -el de la oda de Alberti-, también internacional, se enfundaba sin problemas la camiseta azulgrana. Hecha la ley, tardó poco en descubrirse la trampa.

Quede sin embargo para la anécdota, o incluso para la historia, que el Athletic, hoy decidido defensor de lo autóctono, inspiró el primer cierre de fronteras en nuestro fútbol por su afición a espigar entre los «pros» de la Gran Bretaña. Aún habrían de transcurrir unos años hasta que la entidad adoptase su riguroso y nunca escrito código de admisión, obedeciendo, justo es decirlo, más a criterios de ideología política que a lo estrictamente deportivo. Pero esta ya es otra cuestión, sobre la que quizás merezca la pena dirigir algún día nuestra mirada.

De momento quedémonos con que la historia de nuestro fútbol es rica en recovecos, y que probablemente por ello depara abundantes sorpresas.




Quedarse a las puertas de primera división (I)

En la temporada 2008/09 el Xerez CD consiguió por primera vez en su historia el ascenso a la máxima categoría nacional. Con el club xerecista son 58 los que han llegado a jugar en la Primera División.

 Sin embargo, en este artículo no vamos a centrarnos en los éxitos históricos de todos aquellos que alcanzaron el ascenso, sino precisamente miraremos los que estuvieron muy cerca de lograrlo y no obtuvieron premio. Estos equipos, algunos ya desaparecidos, hasta la última jornada mantuvieron opciones para saltar a la élite nacional. Simplemente no se dieron las circunstancias que más les hubiesen favorecido.

 En este repaso histórico citaremos todos los equipos que hasta la última jornada, hasta el último partido conservaron esperanzas en un ascenso que los resultados les negaron. Unas veces dependían de sí mismos y en muchas más ocasiones quedaban pendientes de lo que los otros rivales obtuviesen. Al final un mismo destino, seguir en Segunda División.

 

1929/30 IBERIA SC de Zaragoza.

Cuatro equipos peleaban por la única plaza de ascenso. El campeón subía. El SC Iberia ya había sido subcampeón la temporada anterior y acabó cediendo el primer puesto al Sevilla FC que no el ascenso porque esa temporada el campeón disputaría la promoción.

El final de liga era pasionante: a falta de dos jornadas estaba empatado a puntos con el Sporting de Gijón gracias a su victoria sobre el Deportivo Alavés que pasaba a tercera posición. Detrás el Sevilla FC tratando de repetir el éxito del año anterior.

Pero los zaragozanos perdieron en La Coruña, al igual que el Sporting caía en casa con el Real Oviedo. Tropiezos que el Deportivo Alavés aprovechó goleando 5-0 al Sevilla FC y recuperando así la primera posición a falta de una jornada.

En la jornada final el Iberia SC marcó a los 3 minutos ante el Real Oviedo -¡ya estaba en Primera!-. A los 15 el Sporting Gijón se adelantaba ante el Valencia FC y desplazaba a los zaragozanos por gol-average, pero a los 21′ y a los 24′, con dos goles de Calero, era el CD Alavés el que encarrilaba su partido y cerraba el ascenso.

Al Iberia SC le sobraron 75 minutos.

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 Algunas temporadas más tarde, de todas formas, el espíritu del Iberia SC llegó a la Primera División ya rencarnado en el Zaragoza FC que consiguió el ascenso en 1936. Y no hace muchos años, la segunda equipación del Real Zaragoza, haciendo honor a sus orígenes, se inspiró en los colores del Iberia SC, en las „abejas», pudiéndose ver la camiseta aurinegra por los campos de la Primera División española.

 1943/44 CD CONSTANCIA de Inca.

Tras una extraordinara campaña el CD Constancia se clasificó en cuarta posición. Fue el primer año en que la Segunda División se disputaba a grupo único con 14 participantes, lo que da una idea de lo competido y difícil que fue el torneo. Real Gijón y CR Murcia ascendieron, mientras que CD Alcoyano y CD Constancia, ambos a sólo un punto de los murcianos, tenían una nueva oportunidad.

La promoción se disputó a partido único y el rival fue el RC Deportivo de La Coruña. Los coruñeses, pese a que contaban con un magnífico equipo, habían hecho una temporada floja. La eliminatoria se disputó a partido único en campo neutral: Chamartín. Partía como favorito el equipo gallego, pese a sus irregularidades. Los isleños tenían en la defensa su mejor baza, ya que a la hora de atacar encontraban problemas para encontrar el gol.

El partido se desarrolló bajo la iniciativa del RC Deportivo, que se mostró más habilidoso. En frente, el CD Constancia respondía con el brío de Germán o de Corró. El problema estaba en que no eran capaces de sujetar a los delanteros coruñeses y así, a los 21 minutos Paquirri ya inclinaba el marcador para su equipo. Las posibilidades de sorpresa se esfumaron nada más empezar la segunda parte cuando Viso estableció el 2-0. Entonces el RC Deportivo jugó con tranquilidad y a placer, aprovechando además que no fue la mejor tarde de Pericás.

 RC DEPORTIVO – CD CONSTANCIA                   4-0     MADRID: CHAMARTÍN                                 16.04.1944

ARB: ITURRALDE.

GOLES: 1-0 (21′) PAQUIRRI. 2-0 (48′) VISO. 3-0 (54′) VISO. 4-0 (57′) PAQUIRRI.

RC DEPORTIVO: ACUÑA; PEDRITO, PORTUGUÉS; MOLAZAS, BIENZOBAS, MONTANER; VISO, GUIMERANS, PAQUIRRI, LEZAMA, CHAO.

CD CONSTANCIA: PERICÁS; GERMÁN, SALAS; NAVARRO, CORRÓ, MARCULETA; GARCÍA, VERGARA, PLANAS, GALVANY, ZAMORITA.

 1952/53 REAL AVILÉS CF

El Grupo Norte estuvo comandado por el CA Osasuna, sin duda el equipo más fuerte. Fue el Real Avilés quien trató de mantener el pulso. Su buena marcha en la Liga también se veía acompañada por su trayectoria copera, donde iba salvando las eliminatorias previas a la ronda final, hasta que el calendario le empezó a ahogar. De hecho, cayó eliminado tras perder la ida por 5-1 sin disponer la vuelta porque su tercera posición en la clasificación le daba una nueva opción para el ascenso. Tercer puesto y una segunda oportunidad: la promoción. Entonces una liguilla de seis equipos daba dos plazas en Primera División. Participaba la SD España Industrial, aunque con su condición de club filial del FC Barcelona se preveía que, en el caso de que lo consiguiese, renunciaría al ascenso. El grupo estuvo muy igualado, hasta cinco de los seis participantes llegaron con opciones a la última jornada. El Real Avilés necesitaba además de su propia victoria, contando siempre con la renuncia de los industriales, que el RC Deportivo y la España Industrial ganasen sus respectivos partidos.

El marcador empezó a moverse a su favor: el RC Deportivo a los 20 minutos ya ganaba 0-2, y a los 24′ la España Industrial se adelantaba, aunque a los 26′ Chicha daba el empate a los norteafricanos. Poco después, con incertidumbre todavía, el volante derecho Linares marcaba para el Real Avilés. Faltaba un gol de la España Industrial… que no llegó, y a falta de un cuarto de hora el Hércules CF empataba. El sueño avilesino se desvanecía.

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Se mantienen en Primera División: RC Deportivo de La Coruña y RC Celta de Vigo. Al igual que sucediera en la temporada anterior con el CD Mestalla, la Sección Deportiva de la España Industrial de Barcelona renunció a su plaza de Primera División en beneficio del RC Celta por su condición de equipo filial del CF Barcelona.

  1954/55 UD ESPAÑA de Tánger

Hasta tres equipos se disputaban la primera posición que daba el ascenso automático. El CR Murcia partía con ventaja de un punto sobre el Atlético Tetuán y la UD España de Tánger. Los resultados directos perjudicaban a los tangerinos por lo que necesitaban forzosamente que los murcianos perdiesen y que el Atlético no ganase.

Nada más empezar el partido de Jaén se adelantó la UD España… pero no hubo milagro, especialmetne porque el CR Murcia a la media hora de juego ya tenía el partido claramente a su favor con un 2-0 que acabaría ampliando en la segunda parte. Por su parte, el Atlético Tetuán, que se había adelantado a los 10 minutos, también cumplió derrotando a un Levante UD que llegaba matemáticamente descendido, aunque con un apretado 2-1.

Les quedaba la tercera plaza con derecho a promoción. Llegaron al descanso con un 0-2 que al final resultó insuficiente porque en una segunda parte de muchas alternancias el Real Jaén le dio la vuelta hasta dejar un marcador de 6-4 para los locales. Esta derrota, junto con la contundente victoria del Granada en campo de la Balompédica Linense les relegó al cuarto puesto y les privó de una segunda oportunidad.

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Garchitorena: el primer argentino del FC Barcelona era filipino

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En numerosas ocasiones hemos leído que Juan de Garchitorena fue el primer argentino del FC Barcelona. En el Diccionario de jugadores del FC Barcelona de Ángel Iturriaga (Editorial Base, 2010), leemos (Pág. 155): «Garchitorena, Juan. (Manila, Filipinas, 24 de marzo de 1898- Santa Bárbara, California, 27 de junio de 1983). Fue un delantero argentino a pesar de haber nacido en Filipinas. Tenía mucha clase, pero también una frialdad sorprendente. Fue el primer jugador de su nacionalidad en vestir la camiseta del Barça, así como el primer caso conocido de pasaporte falso.»

Se refiere el autor al «caso Garchitorena», que Vicente Martínez Calatrava nos resumió en el número de Cuadernos de Fútbol de diciembre de 2009, en el brillante artículo Intrigas, jugadas y jugarretas en la rivalidad barcelonesa. http://www.cihefe.es/cuadernosdefutbol/2009/12/intrigas-jugadas-y-jugarretas-en-la-rivalidad-barcelonesa/: «…el llamado «Caso Garchitorena». Era éste un personaje singular, de ascendencia vasca, que había llegado al club azulgrana tras jugar dos amistoso en mayo de 1916 y con él, inició el Barcelona el campeonato regional. Poco antes de Navidad, el conjunto azulgrana derrotó por 3 a 0 al Español, pero apenas acabado el partido, que por cierto, estuvo plagado de incidentes, los blanquiazules impugnaban el resultado por alineación indebida del citado jugador. Tratado el caso por los delegados de la Federación Catalana y presentados por el Español los documentos precisos, quedó perfectamente comprobada la nacionalidad argentina de Juan Garchitorena y que, debido a la prohibición de alinear extranjeros, no podía tomar parte en la competición…Por cierto, que Garchitorena continuó vinculado al club hasta el final de la temporada,  donde disputó numerosos partidos amistosos, y en años posteriores de manera muy esporádica, pero su actuación personal no dejaba de ser curiosa: bebía whisky, era un auténtico «play boy» de principios de siglo y siempre iba vestido y acicalado como un figurín hasta el punto de negarse a marcar un gol de cabeza en terreno embarrado para no estropear su peinado. No es de extrañar que posteriormente dedicase su vida al cine, una profesión menos violenta, en la cual alcanzó cierto éxito con el nombre de Juan Torena.»

Siempre me había extrañado que un argentino de principios del siglo XX hubiera nacido en las Islas Filipinas y no me parecían convincentes los argumentos que podemos leer en la red sobre la nacionalidad de sus padres: «argentinos residentes en Filipinas». Una consulta a la prensa de la época nos aclara la nacionalidad de Garchitorena en 1917: ciudadano de una posesión insular (Filipinas) de los Estados Unidos de América. En La Vanguardia del 12 de enero de 1917 (Pág.4) encontramos este contundente dictamen jurídico del catedrático Trias de Bes: Garchitorena es un «yanqui», un ciudadano estadounidense de Filipinas, nacido allí de padre filipino. Ninguna vinculación con Argentina.

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El día 25 de enero de 1917, La Vanguardia vuelve sobre el «Caso Garchitorena» (Pág.6) con una crónica de la asamblea federativa y el alegato del Español sobre la nacionalidad «yanqui» del futbolista.

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También podemos aportar copia del pasaporte «de residente en una posesión insular de los Estados Unidos» de Juan de Garchitorena expedido en el Consulado de los EEUU en Barcelona el 6 de abril de 1921 para que el futbolista pudiera regresar a Filipinas tras 6 años en España. En el mismo reitera que tanto él, como su padre, eran ciudadanos filipinos.

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Como es conocido Garchitorena acabaría emigrando a EEUU y convirtiéndose en un galán de Hollywood con el alias «Juan Torena», especializándose en papeles de latino gracias a su perfecto dominio del español y teniendo una agitada vida sentimental.

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Tras muchos años residiendo en California, en 1954 consiguió finalmente la plena ciudadanía estadounidense:

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Por lo que podemos concluir que, a lo largo de su vida, Juan de Garchitorena fue: ciudadano español desde su nacimiento (24 de marzo de 1898) al 10 de diciembre del mismo año, ciudadano de las Filipinas (primero como posesión colonial de EEUU, posteriormente como república independiente) del 10-12-1898 al 26-03-1954 y, finalmente, ciudadano estadounidense de pleno derecho desde el 26 de marzo (casi su fecha de cumpleaños) de 1954 hasta su fallecimiento el 27 de junio de 1983.

 La primera alusión al Garchitorena «argentino» la he encontrado en El Mundo Deportivo el 24 de septiembre de 1957 (Pág.4), en un artículo sobre la historia del Barça con motivo de la inauguración del Camp Nou, y no he descubierto el motivo del error (¿pudo haber un cruce de recuerdos con Sagi Barba, otro futbolista azulgrana de la misma época, nacido en Argentina?). Ha sido algo tan repetido a lo largo de los años que casi ha llegado a ser verdad.

En realidad los Garchitorena son una familia muy conocida en las Filipinas, un clan de ascendencia vasca asentado en Manila y la región de Bicol, de los que puede encontrarse mucha información en la red.

El recuerdo de Juan de Garchitorena debe unirse a la tradición de futbolistas hispanofilipinos del FC Barcelona en la época (Manuel Amechazurra, Paulino Alcántara).

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Fernando Arrechea Rivas




Entrevista a Carlos Francisco Yametti, presidente del CIHF

          Es para mí todo un placer poder entrevistar a uno de los mejores investigadores mundiales de la historia del fútbol, aunque el tema a tratar no sea sobre él y su obra, que en otro momento será. Aunque no es del todo acertado decir que esta entrevista no trata sobre su obra porque el CIHF ya lo es.

            Carlos Francisco Yametti nació en Buenos Aires el 15 de junio de 1951 y es presidente del CIHF.

 Hola Carlos , ¿Podrías hacer un poco de historia y explicarnos cómo nació el CIHF?

Para hablar del nacimiento del CIHF tenemos que marcar dos etapas distintas.

La primera -digamos la Prehistoria del CIHF- fue hacia 1988. Por entonces comencé a editar una serie de cuadernillos (se llamaban «Archivo del Fútbol») y gracias al apoyo que me brindó Edgardo Martolio los publicitaba a traves de su revista revista Sólo Fútbol, ofreciéndolos en forma de suscripción. De esta forma, además de difundirlo, tenía un contacto mas fluido con quienes eran los compradores. Por entonces ya tenía unos cuantos años de concurrir a las distintas bibliotecas y siempre pude observar que había mucha gente que se apasionaba por la historia del fútbol, pero claro, el trabajo del historiador era bastante solitario, como una especie de hobby que se hacía solo y no se compartía. Se me ocurrió que eso se podía cambiar y de alguna manera transformarlo en algo más comunitario, donde con un menor esfuerzo y gasto de tiempo se podía llegar a las mismas metas, simplemente juntando a la gente. Yo hago A, vos hacés B, lo intercambiamos y tengo A y B en la mitad de tiempo.

Paralelamente para esa época -cuando todavía no existía la Internet y el mail y todo se hacía vía postal- yo había hecho contactos con varias asociaciones de historiadores que pululaban en Europa, en Suecia, Inglaterra, Alemania, Francia y España. De vuestro país recibía los Boletines que editaba José Del Olmo -hechos a puro pulmón y Olivetti- y los miraba con mucha envidia pensando que aquí deberiamos hacer algo similar.

Por entonces en la Super Fútbol se publicó una linda estadística sobre el Amateurismo, con una tabla acumulada y una serie de detalles. La nota la habia hecho Jorge Sepiurca, historiador de Platense y además Director del Museo Juan Manuel Fangio, de la ciudad de Balcarce. Me llamó la atención que hubiera alguien que también tuviera esa cantidad de datos.

Fui a visitar a Sepiurca y le propuse la idea de formar una asociación que nucleara a la gente que le gustaba la historia y la estadística; teniendo como base de partida los suscriptores de mis cuadernillos. Nuevamente Sólo Fútbol colaboró prestándonos una oficina donde hicimos una reunión (vinieron cerca de 50 personas) para dar a conocer la idea. Como hubo varios interesados decidimos avanzar en la organización.

Al centro que formamos lo bautizamos CIHF (Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol). Lo contacté a Del Olmo y le pedí autorización para «copiarnos» su nombre adaptándolo. Mandamos notas a los historiadores que yo conocía del exterior, quienes inmediatamente se asociaron. Conseguimos una oficina que subalquilamos en la calle Jean Jaures, del barrio de Once (a un primo de Italo Moreno) y editamos algunos boletines (llegamos a seis ediciones).

En poco tiempo llegamos a tener alrededor de 60 asociados y ya habíamos instalado una pequeña biblioteca. Todo esto fue hacia mediados/fines de 1989.

Casi un año después las dificultades económicas provocadas por la inestabilidad de la economía y de la moneda, que siempre asolaron al país, causó una temprana disolución. Ya no había dinero para subalquilar, imprimir el boletín salía más caro y cobrar las suscripciones (las del exterior) se dificultaba muchísimo por nuevas regulaciones bancarias.

Decidimos «cerrar la persiana», pero esa disolución fue sólo institucional ya que el núcleo fundador continuó frecuentándose e incorporando a nuevos adeptos a sus reuniones mensuales de camaradería, que afortunadamente logramos mantener vigente. Con las variantes lógicas del paso del tiempo, siempre lográmos mantener un grupo de al menos 10 personas y siempre se mantuvo como premisas fundamentales la amistad y el respeto hacia las preferencias del prójimo.

La segunda parte, la de la historia, comienza unos años después. Las reuniones mensuales continuaban y ya otras personas se habían integrado al grupo. Ya existía la Internet e incluso los «grupos», y una de estas nuevas personas, Osvaldo Gorgazzi, tuvo la idea de hacer un grupo en Yahoo para que el intercambio de información y el contacto entre nosotros, pudiera hacerse mas fluido y constante. La propuesta tuvo una rápida aceptación y esta vía logró que comenzara a unirse más gente.

Como resultado de esto, poco tiempo después bastó que se propusiera nuevamente la idea de reorganizar la institución para que esta prendiera con fuerza. Luego de unos reuniones preliminares entre los «antiguos» y los «nuevos», realizadas en un salón que nos prestó la UTPBA (Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, el sindicato de los periodistas), donde intercambiamos las ideas de cómo llevar adelante el centro, se decidió su refundación. El acto tuvo lugar en la sede del Club Excursionistas, gentilmente gestionada por Pablo Wildau, y allí, el 23 de Noviembre de 2002, el CIHF fue reorganizado mediante una asamblea en la cual participaron 19 historiadores, coleccionistas y estadígrafos de varios puntos del país.

Una de las decisiones fue gestionar su personería jurídica como una «Asociación Civil sin fines de lucro», lo cual se obtuvo el 12 de Abril del año siguiente. Fecha emblemática para el fútbol argentino ya que un 12 de Abril, en este caso de 1891, se jugaron los primeros partidos del primer torneo puntuable en Argentina.

 ¿Qué objetivos se marcaron en la fundación y si piensas que se han visto cumplidos?

 Los objetivos están claramente expresados en nuestro Estatuto, en el Articulo 2 dice: Son sus propósitos divulgar, hacer conocer y trabajar en post de una información confiable y definitiva de los distintos aspectos de la historia del fútbol argentino y mundial, a partir de trabajos de investigación, publicación y difusión. Establecer encuentros sociales y culturales, en un marco de respeto y camaradería por todos los integrantes del Centro, las Instituciones profesionales y amateurs que componen el Fútbol Mundial, y los medios de difusión pertinentes, mediante el intercambio de información ú otro dato de interés particular.

Con respecto a si creo que se han visto cumplidos los objetivos, diría que no. Estamos en camino y vamos avanzando. Pero los objetivos en definitiva están en el ideario de cada uno y creo que no tienen límite. Me parece bueno que no estén cumplidos porque de lo contrario se habría acabado la razón de ser del CIHF. Digamos, seria como que un filatelista un día consiga tener todas las estampillas editadas y ya no se hagan nuevas ediciones: simplemente ¡se acabó el motivo de su hobby!.

Nos vamos planteando objetivos a corto y largo plazo y en la medida de las posibilidades tratamos de cumplirlos. Pero nuestra pasíon y las ansias de conseguir las cosas chocan constantemente contra una lógica económica y de vida. Explico: casi todos los que nos dedicamos a estos lo hacemos por la simple pasión del conocimiento y de la acumulación de datos. Muy pocos logran ingresos monetarios por estos trabajos de investigación. Por esa causa el tiempo que uno puede dedicarle a la historia del fútbol, necesariamente tiene que robárselo a sus relaciones familiares y laborales. Como se comprenderá es dificil mantener esta situación a largo plazo, lo cual va en detrimento de este hobby.

 A lo largo de estos años el CIHF ha crecido enormemente en todos los sentidos, ¿no es cierto?

 Es cierto, hemos crecido.

Empezamos siendo 19 fundadores, y algunos más que seguramente faltaron ese día, y actualmente tenemos alrededor de 150 asociados y una cantidad indeterminada de seguidores.

Editamos un  primer Boletín y ya superamos el número 50.

Este boletín al comienzo era solo para socios y actualmente va a una gran cantidad de gente. No sé el numero exacto pero calculo que mas de 1.500 personas lo reciben.

Hicimos algunas investigaciones que acapararon la atención de algunos medios nacionales de gran alcance. El diario Clarín -sin duda el mas leido de Argentina- reprodujo algunas de estas como, por ejemplo, la fecha de fundación de River Plate, idem de la de Quilmes, el gol con que Labruna alcanzó a Erico en la tabla de goleadores, la puja Varallo/Palermo por máximo goleador de Boca y los primeros partidos de fútbol en el país; por mencionar solo algunas.

El nombre del CIHF suena muy seguido y muchos lo consideran el verdadero referente para la historia del fútbol. En varias ocasiones hemos sido citados como palabra autorizada.

Lo que nos está faltando para un mayor crecimiento es la posibilidad de disponer de una sede propia. Si bien hace poco pasamos a contar con una oficina alquilada, la misma se utilizará para atender cuestiones administrativas y un pequeño espacio para instalar una bibioteca. Nos está faltando un espacio amplio donde poder instalar un Museo del fútbol, salón para charlas y conferencias y salón para el recuerdo.

 ¿El tipo de socio que lo conforma ahora es muy distinto al que lo fundó?

 Diría distinto, sacándole el muy.

El grupo fundador estaba compuesto integramente por investigadores, historiadores y estadígrafos, con una cierta experiencia en el tema. Para algunos esta experiencia abarcaba varios años, para otros algo menos. Pero el común en todos era una cierta práctica en concurrir a bibliotecas, buscar diarios, revistas, indagar, etc. Como ya comenté, no existía Internet y el trabajo era más arduo.

Con el paso de los años y la mayor divulgación de la computación, los grupos y los foros, el crecimiento cuantitativo del Centro origino que al mismo se acercara mucha gente, joven y no tanto, pero con poca experiencia en este campo. Reemplazada, eso si, por las ansias de conocer y aprender más.

Actualmente vemos que a CIHF se acercan muchos historiadores monotemáticos -porque se dedican a un solo equipo o a un solo tipo de competición- y también muchos que limitan su investigación en el tiempo. Con tanta gente la variedad de gustos e intereses, lógicamente, se acrecienta. A menudo vemos que en el foro la mayor preocupación de los foristas se centra en la actualidad, en lo que ocurrió en la última fecha; pero creemos que de todas formas eso está dentro de los objetivos del CIHF ya que el presente mañana será historia.

 ¿Es el CIHF un lugar de encuentro para investigadores argentinos solamente?

No solamente. Es cierto que el 90% de los asociados son argentinos, pero también contamos con gente de otros países: Perú, España (además de vos hay otros cuatro), Uruguay (cerca de 10), Chile, Brasil, Italia. No recuerdo si hay de otros países. Normalmente en el foro se tocan temas vinculados al fútbol argentino; pero hay unos cuantos que siguen la historia de otros países así como también las competencias internacionales «urbi et orbi».

 ¿Qué actividades internas desarrolla el CIHF con sus socios?

 Como mencionaba anteriormente, al ser este un hobby y no un trabajo remunerado, en la mayor parte de los casos, dificulta a veces la concreción de proyectos. Hemos visto muy a menudo que algún proyecto que se empieza con gran entusiasmo, si se alarga en el tiempo, normalmente termina truncándose: las urgencias laborales y familiares en ocasiones hacen que perdamos soldados antes de terminar la batalla.

Otro aspecto a tener en cuenta es que en ocasiones muchos asociados sienten una especie de pánico escénico que los cohibe a tomar parte en actividades comunes.

De todas formas llevamos adelante algunas actividades abiertas a la totalidad de los socios: la página en Internet, que si todos los socios aportaran algo seguramente sería monstruosa; el foro de Internet realmente funciona bastante bien con un profuso intercambio e información y alguna que otra polémica; el Boletín lo estamos llevando adelante a pesar de que muchos socios parecen no animarse a enviar colaboraciones. Recientemente además tenemos un espacio semanal en una radio el que está abierto para la participación de todos los asociados del centro.

Los grupos de trabajo en un momento se plantearon varios, pero la realidad indica que quedan actualmente sólo dos o tres funcionando. Estamos en el intento de formar una Comisión que pueda darle más vuelo a esta actividad asociada.

 El grupo formado en yahoo es impresionante ¿puede ser el motor de las actividades?

El grupo seguramente sirve para plantear actividades. Pero lo que hemos notado es que este grupo es mas bien como el relax que necesitan los asociados dentro de su vorágine diaria; por lo cual es más que nada una especie de «mesa de café» enorme donde se plantean distintos temas y cada uno hace el aporte que cree necesario. De todas formas quienes participan activamente en el foro son aproximadamente un tercio de los asociados del centro; sabemos que un porcentaje importante lee toda la información que se cursa pero no participa.

Posiblemente el dia que consigamos mayor participación y compromiso de los asociados para llevar adelante tareas comunes, el foro puede motorizar más facilmente estas actividades.

 Recientemente habéis conseguido una sede física ¿qué beneficios aporta al Centro?

 También tenéis una biblioteca. Háblanos de ella.

La sede la hemos conseguido recientemente, y de hecho aún no la hemos inaugurado pues estamos haciendo reparaciones. La idea es que tener una sede propia va a redundar en beneficios ya que por de pronto nos va a brindar una especie de identidad; un lugar donde los asociados pueden encontrarse; un lugar para reuniones, donde poder citarse con los consocios. Logicamente todo esto dependerá de cómo el asociado sepa sacarle provecho. El lugar es, en realidad, como mencioné anteriormente, una oficina que servirá mas que nada para temas administrativos; el sueño que tenemos es en algún momento poder tener ese espacio amplio que además de oficiar de sede del CIHF sirva para tener una gran biblioteca, un museo del fútbol, salones para la memorabilia, sala para reuniones, charlas y conferencias, etc. Pero sabemos que para una asociación civil el proyecto es casi inalcanzable sin contar con un tipo de apoyo.

Con respecto a la Biblioteca, es muy amplio el material de que disponen los asociados. Diría que juntando todo tendríamos la mayor biblioteca deportiva, tal vez del mundo. Pero el CIHF -debido a que no contábamos con un espacio propio- por el momento cuenta con una incipiente colección. Esperamos que con la novedad de la sede propia, la biblioteca comience a crecer en breve, ya seas por adquisiciones y además por donaciones. Tenemos las puertas abiertas para todo aquel que quiera donar algún material.

 ¿Qué requisitos son necesarios para ser socio del CIHF?

 Siempre decimos que para asociarse al CIHF no hay que dar ningún examen previo. Solamente tener ganas de conocer la historia del futbol y saber compartir el hobby. A quienes quieren ingresar tratamos que les quede en claro que no es un foro de disputas ni de las clásicas «cargadas» hacia los rivales. Siempre mantuvimos en alto que uno de los principales objetivos del Centro es la difusión de la historia «dentro de un marco de respeto y camaradería». Por eso apoyamos fuertemente la tarea del Moderador del foro y la de la Comisión de Etica.

En lo material, el único requisito es abonar la cuota mensual.

             Muchas gracias Carlos. Os deseo lo mejor para el futuro.

 




José María Miró no fundó el Sevilla FC

¡ARRASTRO!

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Nos llevamos una gran sorpresa al ver publicado el artículo de J. Antonio Zancarrón Pérez en Cuadernos de Fútbol, publicado el pasado 1 de abril, ya que unos días antes había sido publicado en una página web. No sabíamos quien era el autor del escrito, ya que no figuraba ninguna firma, y por fin conocimos que su autor era el Sr. Zancarrón, del cual no conocíamos con anterioridad ningún artículo firmado.

Entre ambos artículos solo existe una «pequeña» diferencia y es la modificación de unas imágenes manipuladas y que omitían que el recorte de prensa alrededor del que gira el artículo se refería a la inauguración de un campo, y que el mismo estaba fechado en 1913 y no en 1908, como se dejaba entrever en el primitivo artículo. Una vez modificado estos datos, ya no contenía «irregularidades», claro que de esa forma el argumento principal se diluía.

Antes de continuar podemos coincidir en un dato con el Sr. Zancarrón, y no es otro que el Sevilla Fútbol Club no se fundó en 1905, la diferencia está en que nosotros pensamos que pudo ser mucho antes, y en eso estamos trabajando, pero los muchos datos acumulados de esta investigación, no se harán públicos hasta que todo esté atado y bien atado. Sí les adelantamos, que no cesan de aparecer nuevas evidencias.

Lo que sí está totalmente demostrado es que la oficialización, bajo la legalidad española, se produjo en el año 1905.

También queremos dejar claro que no son equiparables, a la hora de hacer un estudio serio, interpretaciones semánticas sobre qué pudo querer decir un periodista en determinado momento, cuando a su vez son desmentidas por otros recortes de prensa, o principalmente, con la oficialidad de un documento público.

El documento público al que hacemos referencia es la reforma de los Estatutos del Sevilla Fútbol Club, documento legal visado e inscrito en el Registro de Asociaciones y que dice textualmente que el Sevilla Fútbol Club se constituyó el 14 de octubre de 1905.

Dicha fecha se corresponde con los recortes de prensa localizados en periódicos de la ciudad y testimonios de los sportsmen no sólo del propio Club, sino de las sociedades deportivas rivales que vinieron después, que corroboran la veracidad de la redacción de los Estatutos.

Pasemos ahora a rebatir, punto por punto, los argumentos expuestos, no con interpretaciones de lo que se pudo querer decir, sino con documentos comprobados.

 Así comenzaba el Sr. Zancarrón

«Mucho se ha vilipendiado y vapuleado a aquellos que pensábamos que el Sevilla FC actual data en realidad de 1908 y no de 1905. Lo que es cierto, dicho sea de paso, es que esa opinión estaba basada en algunos «indicios» más que en datos con peso específico. Lo reconocemos, pero ahora, con los nuevos datos encontrados parece que la fecha de 1908 se erige como la verdadera fecha de fundación del Sevilla FC, recientemente proclamado como «mejor club del mundo por la IFFHS».

De esta forma enuncia su teoría cuya conclusión final es:

– El Sevilla FC se fundó en 1908.

Su exposición la basa en cinco argumentos fundamentales:

1º Miró es el fundador del Sevilla FC, y primer presidente, no llega a Sevilla hasta 1907.

Su texto:

«el primer presidente del «Sevilla FC» NO fue Jose Luís Gallegos, sino Jose María Miró Trepat»

2º La Sociedad de 1905 no es la misma que funda Miró en 1908, diferencias entre «club» y «sociedad».

Su texto:

«La fecha de 1905 debe estar presente en los corazones de los sevillistas pues al fin y al cabo supone el origen sentimental del Sevilla FC fundado en 1908. Muchos de los que fundaron el Sevilla FC de 1908 participaron en la fundación de la «Sociedad de football» de 1905, y es loable y lógico pensar que ambos grupos tienen una íntima relación entre si. Hasta ahí todos estamos de acuerdo, pero si bien la vinculación «sentimental» entre ambos grupos es indudable, la legal es claramente imposible a la luz de todos los datos aquí presentados ya que también a partir de este momento, existe un fundador del «Sevilla FC» que no fundo la «Sociedad de football» de 1905, a todas luces desaparecida.»

3º En el hipódromo de Tablada no se jugó al football hasta febrero de 1908.

Su texto:

«Esto demuestra, que en el «hipódromo de Tablada» no se jugó al football hasta Febrero de 1908″

4º La Sociedad dejó de tener vida entre 1906 y 1908.

Su texto:

«La «Sociedad de football» de 1905, por las razones que fueran, dejó de tener vida entre 1906 y 1907, sus integrantes debieron no seguir la estela de sus promotores, o la dejaron de lado languideciendo desde la óptica organizativa. El football se siguió practicando en Sevilla a modo aficionado.»

«desde mediados de 1906 y hasta mediados de 1908 no existieron noticias ni del Sevilla FC ni de football en Sevilla. Porque una cosa clara es que realmente no existen noticias ni tan siquiera de football «no organizado» por ninguna sociedad, a modo de partidas esporádicas de football en las que intervinieran los jóvenes de Sevilla.»

5º Las Bodas de Plata y la inscripción en el Registro de Asociaciones.

Su texto:

«Si organizaban las Bodas de Plata en 1930 (Sociedad de Football), habría que invitar a todos los fundadores del club que continuasen vivos, que en el año que estamos hablando (1930) eran la mayoría. Pero dirían: ¿Que hacemos con Miró?»

Y este otro:

«En Junio de 1908 se forma Junta directiva, y varios meses después la sociedad queda definitivamente constituida. De nuevo, pocos meses después, en Marzo de 1909, la Sociedad «Sevilla Football Club» se inscribe en el libro de Registro de Asociaciones del Gobierno Civil de Sevilla, quedando así legalmente registrada.»

El resto del artículo es repetir estos argumentos, con múltiples redacciones, llegando a utilizar citas periodísticas, en algunos casos, para un argumento y para el contrario.

Todo ello para rematar de la siguiente forma:

Su texto:

«Para entender el surgimiento en 1908 del SFC era imprescindible encontrar la pieza del puzzle que faltaba: Miró Trepat, justo a 500 km. de distancia de nuestra Sevilla.»

Para elaborar esta teoría el Sr. Zancarrón NO HA PRESENTADO NI UN SOLO DOCUMENTO, TESTIMONIO O RECORTE DE PRENSA EN EL QUE SE MENCIONE LA DISOLUCIÓN DEL CLUB DE 1905 Y TAMPOCO NI UNO SOLO QUE CITE QUE EL CLUB SE FUNDA EN 1908.

Son, con sus propias palabras: «INDICIOS MÁS QUE DATOS CON PESO ESPECÍFICO».

Estamos ante la teoría del «Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, porque lo pone aquí.» Lean el Credo de la Iglesia Católica, verán como lo pone.

Es un procedimiento que saca una frase de contexto y la hace un todo.

Vayamos a lo nuestro, una vez quitada la paja del artículo, y apartado el grano, pongamos nuestras cartas sobre la mesa.

 1º Miró es el fundador del Sevilla FC, y primer presidente. ¡INCORRECTO!

Aprovechando un artículo sobre la inauguración del Campo del Mercantil en 1913, escrito en Barcelona, en el que se hace referencia a que el Sr. Miró es «fundador».

Es la piedra angular de la teoría, de hecho repite la ilustración seis veces, cuando con una sería suficiente. No por enseñar el ocho de picas cinco veces, tienes repóker (además, sería trampa porque solo hay cuatro ochos en la baraja). Sigue siendo el ocho de picas, por muchas veces que se enseñe.

La misma revista lo vuelve a citar como «fundador» en otro número posterior. Tras muchas vueltas y repeticiones se manifiestan los testimonios de esta afirmación de Miró como fundador, uno de ellos, su hija.

Cito textualmente al Sr. Zancarrón:

«Nuestras pesquisas nos llevaron a conocer que D. Juan Segura, el historiador del C.D. Español de Barcelona, había tenido contacto directo con la hija de Jose María Trepat en Madrid, en 1974, con motivo de la elaboración de su primer libro sobre la historia del club periquito. Su hija, María Teresa Miró Barbany, en el momento de la entrevista del Sr. Palomares, tenía 73 años y suponemos por tanto que habrá fallecido. Esta señora vivía en la calle Viriato, de Madrid.»

No pongo en duda la honorabilidad de la señora Miró, pero tengamos en cuenta que si en el 74 tenía 73 años, en el 7 (año en el que con toda probabilidad llegó Miró a Sevilla), tenía 6 años. ¿Seguro que recordaba con precisión lo que hacía su padre hace 67 años? De hecho la teoría se refuerza al vivir la señora en la calle Viriato.

Otro testigo, don José María Romero

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«Quiero ante todo aclarar que el primer Presidente del Sevilla fue D. José M.ª Miró y no D. Joaquín Gallego como se ha dicho en estas entrevistas».

Entendemos que se refiere a José Luis, que no a Joaquín Gallego. Implícitamente está citando a otros testimonios, «como se ha dicho en otras entrevistas» que contradicen su declaración. Según el Sr. Zancarrón y el Sr. Romero Acosta, el resto de los entrevistados mentiría y sólo el Sr. Romero dice la verdad.

Probablemente, alguna de estas citas confundieran a anteriores investigadores, que al desconocer la fecha de la llegada a Sevilla de Miró Trepat lo incluyeran entre los fundadores.

Aunque con los nuevos datos que van apareciendo, y que contradicen este planteamiento, podemos ir colocando a cada personaje en su sitio.

No tenemos que ir tan lejos, basta con seguir leyendo el artículo y el Sr. Zancarrón nos pone encima de la mesa el argumento que pretendíamos utilizar:

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Curiosamente, se desmiente solo, aporta una «prueba» irrefutable de un testigo que dice que Miró fue el primer presidente, y unos párrafos más abajo nos enseña el nombramiento de una directiva en 1908 en la que no aparece Miró, ni siquiera de vocal, cargo este al que accedió en 1909.

Añade el Sr. Zancarrón:

«Y es que es evidente que todo parece indicar que el Sevilla FC que hoy conocemos se fundó a partir de la llegada de Miró Trepat a Sevilla y que por tanto él es considerado como el fundador y para muchos, como es el caso del Sr. Romero Acosta, se podría considerar como el presidente honorífico o en funciones; aunque el cargo legal lo ostentara, en 1908, D. Carlos García.»

Sr. Zancarrón, ¿literalidad o interpretaciones? Lo de honorífico o en funciones lo está diciendo usted, no el Sr. Romero. ¿Vale el testimonio como está o lo reinterpretamos? No vale usar un argumento para una cosa y para la contraria ¿fue el primer presidente o no?

Hasta ahora, quien ha pedido información desde Cuadernos de Fútbol, solicitaba que la información se mandara a esta revista, para desde aquí distribuirla, el Sr. Zancarrón nos presenta un nuevo sistema de hacer llamamientos (omito el nombre del foro bético citado):

«Por nuestra parte no hemos podido acceder a la entrevista entera, pero estamos seguros de que es más suculenta de lo que aparenta, aunque con lo que tenemos ya es mucho sin duda. Desde aquí hacemos un llamamiento a aquellos que la posean que por favor la transcriban íntegramente en el foro de ********.com.»

Pero. Ojo!, no queda ahí la cosa. Otra de las cosas sorprendentes (¡vaya coincidencia!) es lo que viene reflejado en la historia del Sevilla FC, publicada por el ABC, al tratar el asunto de la creación del club:

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 «…nombres como Joaquín Valenzuela, Benito Romero, los hermanos Laffita, Jose María Castañeda o Paco Alba se unieron al de José Luis Gallegos para hacer realidad esta idea. Las reuniones se celebraban en el bar Tupinamba, propiedad del futuro presidente del Club, José Miró, o en el propio domicilio de Paco Alba. Carecían de toda oficialidad…»

No es de extrañar que en 1905 se reunieran en Tupinamba. Cafés Tupinamba nace en Barcelona en 1897. En aquellos días, el café tomado fuera de casa era todavía una novedad y se vendía a granel. Tupinamba abrió sucursales por toda España, en 1905 ya contaban con 47, entre ellas la de Sevilla.

El Club de Sevilla venía jugando al fútbol desde mucho antes, y no es hasta que sus compañeros onubenses le proponen oficializarse hasta que no empiezan los trámites:

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Las reuniones con carácter formal o con oficialidad, en «tiempo real» les gusta decir a algunos, se celebraron en el Centro Mercantil, como dejó constancia de ello la prensa.

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Además, en el mismo recorte de ABC que nos aporta el Sr. Zancarrón dice también: «Cuando el pueblo sevillano estaba pendiente de la boda de Alfonso XIII, la retirada del torero Chicuelo, o la visita a Sevilla de la Reina Alejandra de Inglaterra, en 1905, la fundación del club se hará realidad.» A este «pequeño» detalle no le da importancia y no lo trascribe.

Claro, que en el recorte que nos muestra el Sr. Zancarrón aparece la palabra «Miró», aunque curiosamente no es citado entre los que «empezaron a plantear la posibilidad de crear oficialmente un club.» ¿Recuerdan lo de Pilatos?

A algunos de estos jóvenes les faltaba todavía algo de preparación, recordemos a Camilo Bel, estudiante de medicina que llegó desde Cádiz, y el Club de Foot-Ball, de Sevilla, (sic) en noviembre de 1905, tenía que aplazar los partidos y las invitaciones:

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No nos olvidamos que el protagonista de esta historia no es otro que José María Miró Trepat, y, claro está, no iba a permanecer callado, así que toma la palabra:

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(Como siempre hay quien lee lo que quiere, diremos que «iniciando» es un gerundio, y que el gerundio expresa una acción o estado durativo. No dice que él inició el club, sino que lo presidió cuando estaba «iniciando». No hay que olvidar que los primeros triunfos sonoros vinieron con la Copa de Sevilla de 1912, jugada en 1913, o la inauguración del Mercantil, otro hito brillante de ese año.)

Volviendo al telegrama, el propio Miró dice «tuve el honor de presidir desde 1912 a 1914«. ¿No quedamos en que se fundó en 1908 y Miró fue el primer presidente? A la vista del telegrama parece que se enteraron todos menos el propio Miró, probablemente no le habría informado el Sr. Romero.

Este telegrama se envía con motivo de la obtención de la primera liga, primer campeonato absoluto de España ganado por el club, que podría considerarse el segundo si el CIHEFE aplica a la Copa de S. E. el Generalísimo de 1939 el mismo criterio que el utilizado para los campeonatos de España jugados entre 1910 y 1928.

Lógicamente, los documentos en tiempo real del propio interesado parecen desmentir la memoria, cariñosa, de sus amigos y conocidos. Si a usted le preguntaran por un amigo del instituto o la facultad, incluso de su pandilla cercana, lo ubicaría perfectamente en el grupo, ¿pero podría usted asegurar cuándo se incorporó? Algunas veces recordamos a alguien que estuvo con nosotros desde siempre, hasta que alguien nos aclara que se incorporó en segundo, que vino de Segovia con su hermano.

Este telegrama no termina en sí mismo, ya que si Miró preside al Sevilla Fútbol Club en 1914. ¿Cómo encaja esta pieza?

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Miró dota de nuevas estructuras al club, la inauguración (que por seis veces nos muestra el Sr. Zancarrón) del Campo del Mercantil, la participación en nuevas competiciones que se están creando, la incorporación a la federación, la creación (en 1913) de la revista «Sport Sevillano«, medio oficial del club. Miró fue el impulsor y promotor del Sevilla FC «moderno» de su época. Revitalizó el club, eso es indiscutible.

De estos Estatutos, los ejemplares existentes conocidos son tres, que sepamos, siendo los que se entregaron a todos los socios de aquella época. Algunos se amparan en que el hecho de que no pudiesen estar firmados de puño y letra por el Gobernador de entonces sería una muestra de falsificación. ¿Tiene usted en su casa un ejemplar de la Constitución? ¿Está firmada por el Rey?

Dicho esto, el asunto que nos ocupa realmente es el de cuando se redactó la reforma de los estatutos sevillistas. El hecho es que coincide con la estancia en la presidencia de Miró Trepat. En su artículo primero, dichos Estatutos, dicen que el Sevilla FC se fundó en 1905.

En la Asamblea del 27 de junio de 1914 se aprueban los Estatutos sevillistas donde se expresa textualmente que el Sevilla FC se funda en 1905 y lógicamente quien los redacta es la junta directiva de Miró, que debió dar su visto bueno. Implícitamente Miró dice que él no es el fundador, porque si llegó en 1907, no pudo fundar al club en 1905, salvo que estuviera por Sevilla en aquellas fechas, dato que desconocemos.

Resumiendo:

– Miró afirma que no fue el primer presidente del Sevilla Fútbol Club en 1908.

– Miró afirma que el Sevilla se legalizó el 14 de octubre de 1905.

 

2º La Sociedad de 1905 no es la misma que funda Miró en 1908. ¡INCORRECTO!

Dice el Sr. Zancarrón:

«La fecha de 1905 debe estar presente en los corazones de los sevillistas pues al fin y al cabo supone el origen sentimental del Sevilla FC fundado en 1908. Muchos de los que fundaron el Sevilla FC de 1908 participaron en la fundación de la «Sociedad de football» de 1905, y es loable y lógico pensar que ambos grupos tienen una íntima relación entre si. Hasta ahí todos estamos de acuerdo, pero si bien la vinculación «sentimental» entre ambos grupos es indudable, la legal es claramente imposible a la luz de todos los datos aquí presentados ya que también a partir de este momento, existe un fundador del «Sevilla FC» que no fundo la «Sociedad de football» de 1905, a todas luces desaparecida.»

Nunca, absolutamente nadie, ni tan siquiera sus contemporáneos del Balompié cuestionaron la fecha de oficialización sevillista. Con la rivalidad existente desde el principio ¿no podrían haberlo manifestado? Pues claro, pero nadie dijo nada.

Existen pruebas incluso de que los componentes del primitivo Balompié hablan de que cuando ellos llegaron, los sevillistas ya estaban allí, sin dar fechas. Hablan de los enfrentamientos del Sevilla con el Recreativo de Huelva, pues fueron testigos de ello.

La primera de todas ellas es en referencia a que en aquellos años, las fundaciones de los clubes no se parecían en nada a las que hoy en día se suceden. No podemos analizar estos hechos con los ojos centrados en la actualidad, algo que el Sr. Zancarrón hace frecuentemente.

El Sevilla Football Club, por indicación de los miembros del Recreativo de Huelva, que acababa de tramitar su inscripción «a la española» debía seguir los pasos «oficiales». El Sevilla Fútbol Club realiza las actuaciones pertinentes.

Los documentos, en tiempo real, de la oficialización del Sevilla Fútbol Club ya se ofrecieron en Cuadernos. Estos documentos, que se desconocían hasta hace unos meses, están publicados aquí: «Sevilla Foot-ball Club, 1905, los documentos».

La argumentación del Sr. Zancarrón está basada en que Sociedad de Football y Club de Football son dos organizaciones distintas, por el mero hecho de variar la nomenclatura, ya que no aporta ninguna prueba de esta disolución. Además, independientemente que todos los socios que aparecen citados, sean los mismos. Es más llega a decir:

«supone el origen sentimental del Sevilla FC fundado en 1908. Muchos de los que fundaron el Sevilla FC de 1908 participaron en la fundación de la «Sociedad de football» de 1905, y es loable y lógico pensar que ambos grupos tienen una íntima relación entre si.»

Al menos es «loable y lógico» pensarlo, muchas gracias por su deferencia. Ya hemos probado que no es un origen sentimental, sino legal, pero claro, volvemos a la teoría del «Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, porque lo pone aquí.» Lean el Credo de la Iglesia Católica, verán como lo pone. Otra vez la literalidad de una expresión sin querer ver el contexto.

El CIHEFE, publicó en el número 18 de esta revista el artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico«, donde se definía qué sociedades podrían entenderse como desaparecidas y cuáles no y para ello determinó algunos parámetros:

«Los cambios de nombre o los traslados de residencia no implican cambio de sociedad ni de equipo. Por ejemplo, el Guadix C.F. se traslada en 2005 a Granada y cambia de nombre a Granada Atlético C.F.; sigue siendo la misma sociedad y el mismo equipo.»

Es más, estamos rebatiendo un asunto del que no aporta ni una sola prueba. ¿Dónde aparece que se disolvió o extinguió la Sociedad de 1905? ¿Dónde está el dato de la constitución de 1908? Yo les contesto, en la imaginación del Sr. Zancarrón, haciendo encaje de bolillos con cuatro palabras sueltas. ¿Digo otra vez lo de Pilatos?

En octubre de 1905, existe en Sevilla una única sociedad dedicada al Foot-ball, su denominación en la prensa y otras publicaciones es Sociedad de Foot-ball. No tenemos de esa fecha ningún documento oficial del club, solo conocemos su referencia en la prensa. En la prensa de Huelva, como hemos visto se refieren a esta sociedad como Club de Foot-Ball de Sevilla.

La «Guía de Sevilla y su provincia (Gómez Zarzuela)» de 1906 la cita como «Sociedad de Foot-ball» transcribiendo literalmente la cita de un periódico, incluidas las erratas en los nombres. Aparecen en la guía; el domicilio social de la entidad, el nombre del presidente, del secretario y de cuatro vocales, por supuesto todos miembros del Sevilla F. C. sin género alguno de duda.

El artículo del Sr. Zancarrón plantea, sin aportar ni un solo dato documentado, que esa sociedad desapareció al poco de crearse. De ser esto cierto, sería imposible ver en alguna crónica de años posteriores un encuentro jugado por esa supuestamente extinta sociedad, a no ser que permaneciese en el tiempo unos años más, compartiendo escenario futbolístico con el Sevilla Football Club y el resto de equipos de la ciudad.

Llevando el argumento al absurdo, si Sevilla Fútbol Club sustituye a Sociedad de Football de Sevilla no pueden jugar las dos el mismo día y a la misma hora contra el mismo rival. ¿Es fácil? Pues no todo el mundo lo entiende.

El 31 de marzo de 1910, fecha en la que yo no se pone duda que el nombre de la entidad es Sevilla Fútbol Club, se disputa en Sevilla, en el Prado de San Sebastián, una copa donada por el Ayuntamiento hispalense, enfrentándose los equipos del Club Recreativo de Huelva y la Sociedad de Foot-ball de Sevilla. Eso al menos es lo que recoge El Noticiero Sevillano el 1 de abril de 1910:

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Sociedad de «Foot-ball» de Sevilla, con mayúscula en las letras iniciales, como todo nombre propio. La crónica la realiza un periodista local, por lo que conoce perfectamente el nombre del equipo, o al menos como se le denomina en el ámbito sevillano.

El cronista aporta la alineación de la Sociedad de Foot-ball de Sevilla: «Smith, García Martínez, Romero, Lucas, Labourdette, Castañeda, Leconte, Ramos Asencio, Mackenzie, Lafita y Carretero.»

Casualmente todos, absolutamente todos, son socios y equipiers del Sevilla Foot-ball Club…Evidentemente se trataba del Sevilla F. C., también conocido como la Sociedad de Foot-ball de Sevilla.

Un mes más tarde se hace eco del partido la revista catalana Los Deportes donde se insertan las fotografías de ambos equipos y donde al Sevilla lo nombran por su denominación oficial: «Sevilla Foot Ball Club».

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Podríamos citar multitud de ejemplos de esa dualidad sociedad-club de principios de siglo, hablando del Sevilla Fútbol Club, pero creemos que basta con este.

Le volvemos a emplazar a que lea «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico«, para apreciar la diferencia semántica y legal. Del resto de España, que también encontramos una auténtica multitud de casos, solo vamos a citar sólo dos de ellos.

Nos quedamos con una cita del Madrid Foot-ball Club (Real Madrid Club de Fútbol, como habrán adivinado, en la actualidad)

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Alude el periódico, La Época del 10 de abril de 1907, a una prueba de este deporte -fútbol-, organizada por el presidente de la Sociedad de Foot-ball de Madrid, Sr. Padrós. Como todos sabrán, Carlos Padrós, fue presidente del Madrid Foot-ball Club y uno de los pioneros en el intento de creación de la primera Federación Española de Clubs (o de Sociedades, como figuraba en sus primitivas cartas) de Fútbol en 1909.

Esto otro que se publicaba en Barcelona en 1903 es muy jugoso:

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El Sevilla Fútbol Club, no solo no había cambiado de nombre, sino que era el mismo desde 1905, como lo podemos ver en una carta oficial del club, carta manuscrita de Manuel Zapata, socio de los de 1905, que envió al jugador Ismael el 21 de septiembre de 1922, con membrete del Sevilla FC, donde aparece el año de fundación del Club. La traemos aquí por cortesía de la familia de Ismael, propietaria del original de esta carta.

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La revista Stadium, como bien se ha encargado de recordarnos el Sr. Zancarrón, coloca como fundador al Sr. Miró, en este caso del «Football Club Sevilla» ¿Un tercer club? En esta imagen podemos ver también la «Copa de Sevilla», jugada en 1913.

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Ahora me gustaría mostrarles una foto de 1913 donde aparecen cuatro presidentes sevillistas juntos, entre ellos Miró Trepat. En el centro una copa, que les invito que comparen con la que «Copa del Ayuntamiento» ganada por el equipo del «Football Club Sevilla» que acabamos de ver en «Stadium«. Los señalados, de izquierda a derecha son: Carlos García Martínez, José Luis Gallegos, Paco Alba y José M.ª Miró Trepat.

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– «Sociedad de Foot-ball de Sevilla» y «Sevilla Fútbol Club» son exactamente lo mismo.

– No se ha aportado ni un solo indicio que dude de la continuidad o disolución de la oficializada en 1905.

– Los documentos oficiales del club llevan membrete con el año 1905.

 

3º En el hipódromo de Tablada no se jugó al football hasta febrero de 1908. ¡INCORRECTO!

En esta afirmación parte de sentar una premisa errónea, que es la de considerar el escenario de Tablada como el campo del Sevilla Fútbol Club, lo cual no fue así.

En cualquier compendio de historia sevillista que se consulte, los escenarios que se citan en los primeros años del siglo XX, se sitúan en diferentes ubicaciones, no siendo Tablada el lugar principal. Veamos solo un ejemplo de cada uno de ellos, por no extendernos demasiado.

Prado de San Sebastián, y La Trinidad en un mismo recorte, para no extenderse en citas:

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Por cierto, Camilo Bel nos habla de la fundación del Sevilla F. C. en 1905. Aquí tenemos otro «fundador», como Miró, este de 1905.

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Con este recorte pretende probar el Sr. Zancarrón la inexistencia del Sevilla Fútbol Club en 1908 y dice:

«Esto demuestra, que en el «hipódromo de Tablada» no se jugó al football hasta Febrero de 1908″

Claro que si ponemos la noticia completa vemos que el campo pertenece a la sociedad de tiro de pichones, que no al Sevilla Fútbol Club.

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Por otro lado, baste recordar que muchos de los primeros partidos que se jugaron en Madrid o Barcelona, lo hicieron en las instalaciones de sus hipódromos. Curiosamente, en Barcelona, los sportmen practicaban el fútbol en invierno y el remo en verano, igual que los sportmen sevillanos. En un hipódromo, el Madrid F. C. convocó una «Copa de España», la Copa de 1902, que nos narró en Cuadernos de Fútbol, con interesantísimos detalles, José del Olmo. ¡Y la copa se convocó sin estar acondicionado el hipódromo!

El asunto que tenemos entre manos es saber si en Tablada se jugó al fútbol antes de 1908. Así que veamos lo que nos dice el artículo del Sr. Zancarrón:

«<<Dichos señores (…) también tienen el propósito de implantar un campo completo de estos juegos ingleses como son a más de los mencionados, el golf, el lawn tennis y el foat ball>>

 En otras palabras, que en Febrero de 1908 se iba a implantar un campo para jugar al football en el hipódromo de Tablada.

Pero, ¡¡un momento!!: Si según algunos ya se jugaba al football en la Dehesa de Tablada, entonces ¿Para qué hacer un campo de football en Febrero de 1908?. Como ven poco a poco estamos cerrando el círculo y atando algunos cabos. Pero sigamos, que hay más.

Esto demuestra, que en el «hipódromo de Tablada» no se jugó al football hasta Febrero de 1908. Esto contradice a aquellos que «quisieron leer» en el texto de Masferrer que también se jugaba al football. Lamentamos que para algunos valga cualquier cosa con tal de tratar de demostrar el «estado vivo» de esa «Sociedad de football» de 1905.

Y es que Masferrer efectivamente apunta a que en Tablada se jugaron deportes como polo, golf y otros sports importados de Inglaterra, como el Cricket y el Hockey (como hemos leído en el recorte de prensa), pero el football, amigos y enemigos,….el football, NO. De ser así efectivamente no habría necesidad de implantar en 1908 un campo o terreno para la práctica del football porque ya lo habría.»

Todo esto es tal y como está redactado por el Sr. Zancarrón, «corta y pega» sin saltarme un párrafo.

En el primero de estos párrafos dice: «juegos ingleses como son a más de los mencionados, el golf, el lawn tennis y el foat ball» y un poco más adelante aclara: «Masferrer efectivamente apunta a que en Tablada se jugaron deportes como polo, golf y otros sports importados de Inglaterra, como el Cricket y el Hockey (como hemos leído en el recorte de prensa), pero el football, amigos y enemigos,….el football, NO

El Sr. Zancarrón tiene perfectamente claro que deportes se importaron de Inglaterra y cuales no, y eso lo decide por que «que en el «hipódromo de Tablada» no se jugó al football hasta Febrero de 1908

Los lectores Cuadernos de Fútbol ya lo conocen porque nos hemos referido a ello en tres ocasiones distintas: primero contamos la partida de 1890, luego comentamos la de 1891 y por último dimos a conocer que hasta en Nueva Zelanda sabían que en Sevilla se jugaba al football en el Hipódromo.

Es más, también conoce que en la Dehesa de Tablada, zona de esparcimiento de la Sevilla de finales del XIX y principios del XX, se jugaba al fútbol, aunque no fuera en las propias instalaciones del hipódromo, ya que nos dice también:

«Pero, ¡¡un momento!!: Si según algunos ya se jugaba al football en la Dehesa de Tablada, entonces ¿Para qué hacer un campo de football en Febrero de 1908?

Pues la verdad, en lo que afecta al Sevilla Fútbol Club, que para nada, ya que como hemos indicado antes el Sevilla Foot-ball Club jugaba en la Trinidad o en el Prado de San Sebastián.

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– En el Hipódromo de Tablada se jugó al Foot-ball con anterioridad a 1908.

– En los años próximos a su oficialización en 1905, el Sevilla Fútbol Club solía jugar en el Prado de San Sebastián o junto a la Fábrica «La Trinidad».

 

4º La Sociedad dejó de tener vida entre 1906 y 1908. ¡INCORRECTO!

Independiente de que esto va a ser rebatido convenientemente, incluso admitiendo que esto fuera cierto, que no lo es, no sería menoscabo, atendiendo los criterios del propio CIHEFE en el artículo «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico«, donde se hablaba de la posible suspensión de actividades:

«La suspensión indefinida de sus actividades sin precisar la intención de reanudarlas en el futuro puede entenderse también como una desaparición, a menos que reanude sus actividades.»

Estaríamos ante un caso, en el peor de los escenarios, en el que se podría contemplar una suspensión de actividades, pero en el que claramente después fue reanudada.

Nos dice el Sr. Zancarrón:

«La «Sociedad de football» de 1905, por las razones que fueran, dejó de tener vida entre 1906 y 1907, sus integrantes debieron no seguir la estela de sus promotores, o la dejaron de lado languideciendo desde la óptica organizativa. El football se siguió practicando en Sevilla a modo aficionado.»

Esta es la clave, sí señor: «el football se siguió practicando en Sevilla a modo aficionado.«

Ni profesionalismo marrón, ni amateur compensado, ni más zarandajas. Mientras que en España el fútbol profesional seguía avanzando y se daban los primeros pasos para constituir la LFP y se andaba en conversaciones para que el Banco de Bilbao (uno de los precursores del BBVA) patrocinara la liga, en Sevilla todavía jugaban, en 1907, «a modo aficionado«. Créanme, es muy difícil rebatir este argumento, porque estamos totalmente de acuerdo: se siguió practicando el football y los sevillistas de aquella época eran aficionados. No hemos encontrado ninguna nómina.

Por si no nos ha quedado claro, el Sr. Zancarrón, nos dice lo mismo de forma diferente:

«Otro hecho cuando menos curioso y significativo es que en la provincia onubense, desde 1906 el Huelva ya jugaba la Copa del Rey en Madrid…entonces, ¿si había un club como la «sociedad de football» porqué nunca se jugó con un club tan cercano?, ¿no es extraño?, ¿no es más que significativo?…¿no será que es que simplemente no existía? Sí, ya sabemos que son simples coincidencias, pero que unidas a tantas otras y los nuevos documentos que estamos mostrando, resultan que completan un puzzle, ¿no les parece?»

Aquí podemos añadir otro de los puntales de la teoría, el viaje de Masferrer, sobre el cual el Sr. Zancarrón afirma: «lo que es de football en Sevilla: NI LO NOMBRA.»

Ya saben, si Masferrer no lo nombra no puede haber football en Sevilla, así de contundente. En aquella época no había partido todos los domingos, obviedad que no habría que recordar. Masferrer realiza un gira por España en las fechas previas a la publicación del artículo que cita el Sr. Zancarrón, y esta se produce el día 17 mayo de 1906. De esta forma «solo» puede informar de lo ocurrido hasta esa fecha y no de lo que ocurrirá después, otra obviedad.

Hablamos del mes de mayo de 1906, si hubiera tenido la suerte de pasar por Sevilla solo unos días antes, podría haber presenciado el encuentro que recogía «La Provincia«:

Lástima que llegara unos días más tarde, aunque todos lo tenemos claro, que si Masferrer no nombra la palabra football, en Sevilla no había football. Da igual que un periódico recoja días antes que se va a jugar un partido. De camino se podría haber enterado de la existencia del «Club Recreativo de Huelva«, que según el Sr. Masferrer, «no existía» (permítanme esa expresión), ya que en Huelva quien estaba era «el «Huelva football Club» que ahora mismo ha paseado por España sus colores» (sic). Esta de vez es lo de Poncio Pilatos, pero al revés, «si aquí no lo pone, no existe».

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Que el Sr. Zancarrón no tenga noticias no quiere decir que no las haya. Además, precisamente, tome buena nota, dice usted que en 1907 no tiene ninguna noticia de fútbol en Sevilla, recuérdelo para otros casos. Nosotros sí tenemos noticias, y precisamente de partidos contra el Recreativo. Esto es lo que nos contaba José González Pérez en la «Historia del fútbol en Huelva y su provincia«:

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Vamos ahora con lo que el propio Sr. Zancarrón califica como «algunos «indicios» más que en datos con peso específico.»

«Ha quedado definitivamente constituida en esta ciudad (…) la novel Sociedad de foot-ball…con el título es <Sevilla Football Club>»….

Y es que ahora entendemos realmente eso de que «ha quedado definitivamente constituida la novel sociedad». Madre de Dios, vaya pareja de baile que hace esta noticia del «Mundo Deportivo» con esta otra que ya hemos visto y que no conviene perder de vista:

Lo que es evidente es que no es normal ni lógico que una sociedad tarde en constituirse 3 años. Es más, si «queda definitivamente constituida» es que antes no lo estaba; lo cual significa a cualquier efecto que justo en ese momento comienza a estar legalmente conformada. Pero sigamos.

Y es que de entrada, de la noticia aparecida en el «Mundo deportivo» nos llama la atención el adjetivo «novel». Veamos…vamos a coger el «comodín del diccionario». Acudamos al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua para conocer el significado del adjetivo NOVEL: (Del cat. novell, nuevo).

<<Que comienza a practicar un arte o una profesión, o tiene poca experiencia en ellos>>

Resalto primero que etimológicamente el adjetivo proviene de «novell, NUEVO, y también resalto la frase «Comienza a practicar» para que la gente lo entienda: Algo que comienza es algo que antes no existía. Al menos así nos lo enseñaron en la EGB. Saquen sus conclusiones, por favor.

Así que perfectamente y según la RAE podríamos hablar de que «ha quedado definitivamente constituida la nueva sociedad llamada Sevilla football Club».

Le diré al Sr. Zancarrón que yo también estudié Lengua Española en la E. G. B., y también me enseñaron que hay palabras polisémicas. Así que en el mismo diccionario podemos leer:

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Sin contradecir al periodista podríamos interpretarlo como «queda ya constituida, sin duda alguna, (debido a sus titubeantes comienzos, añado) una sociedad que todavía no ha tenido enfrentamientos importantes«. Eso podría ser, también, una lectura con el diccionario en la mano, de lo que pone el texto. Por cierto, en su propia cita textual de la definición escribe el Sr. Zancarrón para «novel»: «o tiene poca experiencia en ellos.» ¿Por qué subraya sólo la primera parte de la definición? ¿No le gusta la segunda?

Pero el asunto no es ese, la cuestión es que la sociedad ya estaba oficializada desde 1905, aunque su actividad fuera escasa, y en ese momento es cuando resolutivamente despega la sociedad. Recuerdo que junto a ese artículo del periodista no hay, en ese 1908, ninguna noticia de constitución de la sociedad.

Dice el Sr. Zancarrón: «Reconocemos que las conclusiones que ahora estamos sacando eran impensables o carecían de lógica o credibilidad si no tuviéramos la pieza que faltaba: La participación y el importantísimo papel de D. Jose María Miró Trepat, no solo para el Sevilla FC, sino para el football Sevillano entero. Ahora, con esa pieza todo tiene mas sentido, sin duda.»

Por supuesto, la piedra angular del proyecto es que Miró fue el fundador, lo cual ya ha sido ampliamente desmentido.

Añade el Sr. Zancarrón:

En cuanto a lo de los 80 jóvenes apuntados nos resulta lógico pensar que la sociedad Sevillana seguía practicando football, y que en cuanto se organizara un club, la mayoría se simpatizantes a este sport se unieran a ese Club, pero eso tuvo que ser a partir de 1907, porque de haber sido en 1906, es de suponer que Masferrer habría tomado buena nota, ¿no?.

Sobre todo si de ese club tenemos noticias de que lleva jugando un montón de años…

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5º Las Bodas de Plata y la inscripción en el Registro de Asociaciones. ¡INTRASCENDENTE!

Las Bodas de Plata según el Sr. Zancarrón:

«Vamos a dar nosotros por lo menos una explicación argumentada en base a los datos encontrados y expuestos en este artículo:

Los mandatarios del Sevilla F. C. al ser muchos de ellos en 1930 los que fundaron la «Sociedad de Football» no quisieron olvidarse nunca de su primera obra, por lo que intentaban rescatar a toda costa la fecha de 1905 como la fundacional, pero llegados a tan importante fecha había un serio problema.

Si organizaban las Bodas de Plata en 1930 (Sociedad de Football), habría que invitar a todos los fundadores del club que continuasen vivos, que en el año que estamos hablando (1930) eran la mayoría. Pero dirían: ¿Que hacemos con Miró?.

Si no se le invita, el feo gesto que se le hubiera hecho a un fundador, ex-Presidente y además el que construyó el primer campo estable de la historia del club, además de un importante político de la Villa y Corte, hubiese sido intolerable.

Ante esta situación tan difícil, viendo que la celebración podría traer polémicas (¿Sr. Romero Acosta?) y malos entendidos, optaron por no celebrar tan importante fecha y esperar otros 25 años para dejar que los estragos que hace el paso del tiempo en las memorias y la biología hiciesen el resto.»

Este texto deja las siguientes afirmaciones:

-al ser muchos de ellos en 1930 los que fundaron la «Sociedad de Football»

– intentaban rescatar a toda costa la fecha de 1905

– invitar a todos los fundadores del club que continuasen vivos

– ¿Que hacemos con Miró?

– la celebración podría traer polémicas

– optaron por no celebrar tan importante fecha

¿De verdad que eso se puede pensar así? ¿De verdad que eso se puede utilizar para decir que el Club se fundó en 1908?

En la primera afirmación se contesta: al ser muchos de ellos en 1930 los que fundaron la «Sociedad de Football». Los que fundaron esta sociedad son lo que fundaron el Sevilla Fútbol Club, como llevamos exponiendo desde el principio.

Además, estos de 1930, el 15 de octubre de 1905 se reunieron en el Pasaje de Oriente y firmaron un documento entre todos los presentes en el que se emplazaban a celebrar «los cincuenta años de la fundación del Club«, que no las Bodas de Plata.

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El Registro de Asociaciones. Veamos que nos quiere decir aquí el Sr. Zancarrón.

LOS ÚLTIMOS CABOS SUELTOS TERMINAN ATÁNDOSE:

«Además en 1908…¿Definitivamente constituida?, ¿es que en 1905 no estaba ya constituida?, ¿no habían presentado ya los papeles en el Gobierno Civil de Sevilla?, ¿es que eso no es trámite suficiente para que una sociedad quedara constituida?.

a) Ahora entendemos la razón de porqué en la inscripción del «Sevilla football Club» en el registro de asociaciones en 1909 no hace referencia alguna a la «sociedad de football» de 1905: eran sociedades diferentes.

b) Y también entendemos la razón de porqué no se dirigió ningún club de football al Registro cuando éste, ya avanzado el año 1907 y tras el incendio de 1906, hizo un llamamiento a las sociedades que estuvieran registradas antes del incendio para que se reinscribieran. No olvidemos que hay sociedades con fechas anteriores a 1906 (previas al incendio sufrido por el gobierno Civil de Sevilla) que se reinscriben en 1907. Nosotros ya habíamos apuntado lo extraño que resultaba que si el Sevilla FC hubiera existido como tal en 1906 o en 1907

Yo le diría, que más que atar cabos, eso es hacer encaje de bolillos.

Podría contestarle con mis palabras, pero prefiero utilizar el varias veces utilizado artículo editorial de CIHEFE: «Sociedades y equipos: criterios para un análisis histórico«.

«La fecha de inscripción en el registro de asociaciones o en el mercantil (para las sociedades mercantiles) puede ofrecernos una cronología absoluta si los socios proceden a la inscripción para constituir la sociedad, o una cronología relativa si la inscripción la hacen una vez constituida la sociedad. A priori no podemos saber si nos hallamos ante uno u otro caso ya que la inscripción solo tiene efectos declarativos (no constitutivos); esto es, el Registro constata, declara, que la sociedad existe. No es que la sociedad se constituya mediante la inscripción.»

Aunque hay más:

«De este modo, se puede mantener que el Registro instituido por la Ley de 1887 tenía un marcado carácter declarativo, no constitutivo. Además, de todo el articulado no se puede extraer ninguna referencia a la forma o procedimiento que habría de seguir una asociación para obtener personalidad jurídica, ni mucho menos una vinculación expresa entre esta y la inscripción. En realidad debemos entender que la personalidad jurídica de toda asociación se presuponía adquirida directamente a través de su constitución. Esta opinión sin duda recoge el sistema de reconocimiento genérico de personalidad que establecía, y aún recoge, el artículo 35 del Código civil para este tipo de entidades.» (EL DERECHO DE ASOCIACIÓN EN LA HISTORIA CONSTITUCIONAL ESPAÑOLA, CON PARTICULAR REFERENCIA A LAS LEYES DE 1887 Y 1964. José Daniel Pelayo Olmedo -Doctor en Derecho por la Universidad Nacional de Educación a Distancia)

Para no extenderme, termino mostrando un par de registros de la hoja 36 del Registro de Asociaciones de Sevilla, el del Sevilla Football Club y el de quien le antecede en la lista, se llevarán una sorpresa:

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Pues sí, es la Hermandad de la Santa Caridad de Marchena, a la que todos conocen en esa localidad desde mediados del XVII, y una fecha de anotación en el Registro de 1 de marzo de 1909.

Comenzaba el Sr. Zancarrón diciendo:

«Mucho se ha vilipendiado y vapuleado a aquellos que pensábamos que el Sevilla FC actual data en realidad de 1908 y no de 1905. Lo que es cierto, dicho sea de paso, es que esa opinión estaba basada en algunos «indicios» más que en datos con peso específico. Lo reconocemos, pero ahora, con los nuevos datos encontrados parece que la fecha de 1908 se erige como la verdadera fecha de fundación del Sevilla FC«.

El ÚNICO NUEVO DATO QUE PRETENDE APORTAR ES QUE MIRÓ FUNDÓ AL SEVILLA FÚTBOL CLUB, lo cual ha sido rebatido con diferentes documentos, tanto de prensa como documentos con valor jurídico.

Si esa era la nueva pieza y se ha demostrado que se monta sobre una estructura errónea, volvemos a la situación anterior a su descubrimiento.

Sobre el resto de su argumentación, no tengo nada que objetar en cuanto a su propio resumen esa opinión estaba basada en algunos «indicios» más que en datos con peso específico.

Nuestra RESPUESTA ESTÁ BASADA EN DOCUMENTOS, esa es la diferencia.

El Sevilla Fútbol Club oficializó su situación en 1905.

Cuando tengamos más documentos, hablaremos de su fundación, que pudiera estar en el siglo XIX.




El fichaje de Herrerita por el Real Oviedo

En no pocas aproximaciones históricas y artículos periodísticos se considera el pase del sportinguista Herrerita al Oviedo, en el verano de 1933, como uno de los grandes traspasos del fútbol español de la época. En realidad no fue tal. Sirvan estas líneas como explicación de lo sucedido.

Para comprender las circunstancias que precipitaron los hechos y, de paso, presenciar la eclosión y crecimiento de uno de los grandes fenómenos del fútbol español, conviene remontarse al comienzo de la temporada 1930-31.

Lo primero que hay que señalar es que desde finales de la campaña anterior el Sporting había cedido a un grupo de socios la dirección económica y administrativa de la entidad, al mismo tiempo que emitía acciones por un total de cien mil pesetas para sanear las finanzas de la institución, y poder hacer frente a la adquisición de nuevos jugadores para el futuro. La acertada labor del G.A.S. (Grupo Auxiliar del Sporting) se presumía vital para el futuro ya que la economía del club venía lastrada por la construcción de la tribuna cubierta en 1928 y por la realidad del profesionalismo que, de acuerdo con lo señalado por la directiva: «aún dentro de los modestísimos límites a que puede reducirlo el Sporting, agota nuestros ingresos normales

A mediados de agosto se habían recaudado ya más de 80.000 pesetas entre los miembros de la Ponencia y los socios del club. Buena parte de este dinero fue empleado por los integrantes del G.A.S. en la adquisición de nuevos elementos, entre los que destacaban con luz propia Ramón Herrera y Abdón (éste, procedente del Oviedo, fichaje que levantaría una gran polvareda en la capital, asunto éste que convendría tratar en otro artículo).

Ramón se había ido al Athletic de Madrid hacía tres campañas como una figura en ciernes del fútbol español y regresaba como Herrera I «El Sabio», apelativo con el que Rienzi, cronista deportivo madrileño, había pretendido sintetizar la enorme clase y personalidad del ariete gijonés, un verdadero artista con el balón. Lamentablemente, una seria enfermedad había mermado sus facultades, y apenas había jugado en la campaña anterior, en el Betis, donde había sido cedido por el conjunto colchonero mientras recuperaba la forma.

El jugador había mostrado sus deseos de volver a Gijón, junto a su familia, para intentar restablecerse completamente, lo que facilitó en buena medida su fichaje por el Sporting.

En una entrevista publicada en el diario El Comercio el 15 de agosto de 1930 el ariete daba sus impresiones acerca de la plantilla rojiblanca. En la conversación salía a colación la figura de su joven hermano Eduardo, que mostraba unas cualidades más que notables para su edad:

 

«Creo que tienes un hermano que sigue muy de cerca tus huellas…

-Es cierto. Tiene características análogas a las mías. Le veo a veces desenvolverse por entre los chavales que forman su Club -el Sporting Cifuentino- y pienso que soy yo el que está jugando. Con siete años menos, desde luego.

Naturalmente, le augurarás buen porvenir…

-Si no se malogra, sí. Voy a ver si le llevo conmigo a los entrenamientos. Allí con el míster y a mi lado podrá salir algo muy bueno. ¡Si no se malogra!

Dios quiera que no, hombre.»

 

No tardó mucho tiempo antes de que los diarios se hicieran eco del talento del joven Herrera. A comienzos de enero de 1931 el Sporting disputó un par de amistosos para observar los progresos de los equipiers reservas, y probar jugadores jóvenes de cara al futuro. En el primer encuentro se impuso al Nacional de Madrid por un contundente 9-3, destacando sobremanera la figura de Herrerita:

«Herrera II maravilló al público. Hizo un tanto de factura brillantísima que fue ovacionado larga e intensamente. En él se pudo apreciar con claridad la gran cantidad de jugador que el chico arrastra consigo. Su dribling, hábil y perfecto, su serenidad, y, sobre todo, su inteligencia para resolver las jugadas más difíciles, hacen creer que tenemos en este muchacho la continuación de las glorias del otro. De Ramón, el Sabio«.

Conviene señalar que durante esta campaña Ramón apenas participó con sus compañeros, ya que había decidido descansar para intentar reponerse definitivamente. Mientras, su hermano continuaría fogueándose con el cuadro reserva.

El Sporting logró el título regional de 1930-31 pero no paso del cuarto puesto en la Liga de Segunda División, siendo eliminado por el Unión de Irún en la Copa en Octavos de Final.

La temporada se saldaba pues con un fracaso en toda regla, y no sólo en el aspecto deportivo. Éste era el balance que hacía el cronista José Riera en El Comercio:

«Cambió todo en el intervalo de las tres competiciones. Todo. Todo. Se acabó el entusiasmo, se acabó el dinero. El G.A.S., que todos los días se reunía, terminó por no reunirse nunca. Primero el directivo don Fulano dejó de asistir al local. Después don Mengano hizo lo propio. Y más tarde don Zutano repitió la suerte de los anteriores. Sólo uno o dos señores aguantaron hasta el final realizando verdaderas heroicidades para mantener a flote la nave. Y cuando a veces esos señores abandonaban momentáneamente el club para atender a sus asuntos particulares, los jugadores habían de atisbar al cobrador de los recibos para pedirle cantidades a cuenta. Delicioso…

Ahora… proyectos y más proyectos. Todo a base de economías, circulares a los clubs ofreciendo los jugadores que se compraron a precio de oro. Rebajas de sueldos, licenciamientos…»

Efectivamente. Al final de la campaña se concedería la carta de libertad a diversos jugadores: Pachu, Castro, Paco Quirós… También el entrenador, Mr. Galloway, abandonaría la disciplina del club, lo mismo que Abdón, que había firmado por un año, y el recién llegado Travieso. La delicadísima situación económica obligaba a la entidad a desprenderse de la mayoría de los futbolistas «importados» al inicio de la temporada, y así Chicote, Villagrá y Pepín cambiaron de aires.

Tocaba empezar de nuevo.

 

Tras los desembolsos realizados el año anterior en la adquisición de jugadores, esta vez los integrantes del G.A.S. volvieron la vista a la cantera regional para reforzar el equipo. No se trataba de una nueva estrategia o un regreso a las «raíces», las circunstancias económicas mandaban. Y con el profesionalismo imperante, incluso los futbolistas locales pedían «argumentos» de peso para fichar.

Para cubrir el puesto de entrenador se volvió a ofrecer el cargo a Manolo Meana, quien únicamente puso como condición que Domingo, el gran extremo derecho de la década de los veinte, fuera nombrado su ayudante. Meana seguiría prestando sus servicios al club de forma desinteresada. En estos tiempos de exigencias económicas desorbitadas el concurso del experimentado jugador era todo un lujo.

Un jovencísimo Herrerita, recién cumplidos los diecisiete años, formaba parte ya de la primera plantilla, haciendo su debut en competición oficial el 13 de septiembre de 1931 en la victoria rojiblanca sobre el Club Eclipse de Santander por 1-2, en el partido inaugural del torneo mancomunado con Cantabria. Poco tardó en mostrar su clase, pues a los dos minutos de juego inauguraba el marcador. Así daba cuenta del debut Pepito Pedal en La Prensa:

«Herrera «junior» se universalizará, que tal clase superior lleva dentro de su caparazón de atleta en ciernes. Herrera «junior» nos recordó en muchos momentos algunos de aquellos gloriosos detalles del Sporting de Bango, Meana y Corsino…»

Una semana después, tras el triunfo sobre el Club Gijón, Refala daba sus impresiones sobre el joven Eduardo desde las páginas de El Noroeste:

«(…) Su hermanillo tiene cosas de gran jugador, de jugador fino, y lleva en su juego el sello de la familia. Cuando le llega la pelota a los pies, sabe bien qué es lo que va a hacer con ella, aunque la retiene en exceso; pero no sube, no ayuda, no se disputa una pelota, y eso es cosa indispensable en un interior. Herrerita será un magnífico equipier a poco que corrija estos defectos«.

El Sporting acabaría en segunda posición del superregional, a un punto del Oviedo, y por encima del Racing de Santander, reciente subcampeón de la Primera División. El juego de los gijoneses fue de menos a más, aunque seguía faltando cohesión en un conjunto que resolvía sus encuentros gracias a la calidad individual de sus jugadores.

En el Campeonato de Liga, y después de un comienzo titubeante, el Sporting se afianzó en las primeras posiciones de la tabla. Buena parte del mérito de la situación del equipo correspondía a las exhibiciones de Ramón Herrera quien, tras un año apático, en esta campaña volvía por sus fueros, realizando jugadas espectaculares y marcando goles prodigiosos. La recuperación del jugador fue acogida con entusiasmo en la prensa gijonesa. Para comprender la influencia que el delantero tenía en el juego sportinguista basta leer el siguiente extracto de una crónica del diario El Comercio:

 

«Giró todo lo concerniente al match alrededor de una figura, Ramón Herrera. Ramón Herrera, el recuperado, vuelve a ser el maestro de antes, el Sabio de Rienzi. Herrera, como en aquellos memorables tiempos de hace un lustro, explicó ayer su cátedra de nuevo. Hizo cosas geniales, lindantes a un paso de lo maravilloso.

El arte de Herrera es único. A nadie sino a él lo hemos visto. Porque ni siquiera entra en los campos del malabarismo. Este vocablo parece indicado para quien hace exhibición superflua de facultades hábiles. Pero en Herrera no hay nada superfluo. Para llegar al goal contrario debe emplear ni uno más ni uno menos de los procedimientos que emplea. Todo lo mide con la serenidad del matemático, que espera, seguro de sí, el resultado de una complicada ecuación…

Le veis frente a la meta adversa dar la cara a un grupo de rivales. Y, como por ensalmo, separarse de ellos para lanzar el shoot libremente. ¿Cómo se arregla para burlarlos?

Nos entusiasma el gran jugador. Si sigue por la vía del entrenamiento metódico, de higiénica vida que se ha impuesto, ha de darnos aún grandes tardes. Y a su club muchos triunfos. ¿No querrás Ramón?«.

 

Tras la disputa de la primera jornada de la segunda vuelta, el cuadro sportinguista encabezaba la clasificación igualado a puntos con el Betis, por delante del Oviedo. A partir de entonces estos tres conjuntos se alternarían en el liderato de la competición, en dura pugna por hacerse con la plaza de ascenso a 1ª División.

Los rojiblancos aguantaron el tipo casi hasta el final de la misma, a pesar de sufrir una plaga de lesiones que afectó a elementos básicos del equipo como Pin, Luisín, Tronchu o el propio Herrera. En el penúltimo choque liguero, con azules y verdiblancos optando al título, el Sporting venció a domicilio a los carbayones, devolviéndoles la moneda de lo ocurrido hacía dos temporadas (entonces el triunfo ovetense en El Molinón permitió el ascenso del Deportivo Alavés), y dejando el camino expedito para el triunfo sevillano. El equipo gijonés ocupó finalmente la tercera posición del campeonato.

Herrera había sido el segundo máximo goleador del torneo con 17 tantos, lejos no obstante del oviedista Lángara, que encabezó la lista de artilleros en Segunda con 23 dianas.

Por lo que se refiere al Campeonato de España, los gijoneses alcanzaron los Cuartos de Final, siendo apeados de la competición por el Celta de Vigo, verdadera bestia negra de los rojiblancos, a quienes tenía tomada la medida.

La participación de Herrerita durante esta campaña fue, lógicamente, modesta. Disputó cuatro partidos del torneo superregional, tres en la Liga, y un único choque copero, precisamente en la devolución de visita en Balaídos. El joven talento fue alineado indistintamente en cualquiera de los puestos de la tripleta central del ataque. Fue un año de aprendizaje, al lado de su hermano mayor. Pronto habrían de verse los resultados.

 En el apartado económico al Sporting seguían sin salirle las cuentas. Por un lado la fatalidad se cebó con el club al producirse un incendió que arrasó la magnífica tribuna cubierta construida en 1928 para el choque internacional frente a Italia, lo que ocasionó numerosos quebraderos de cabeza. Por otro, paradojas del destino, se quedó sin cobrar la segunda parte del anticipo reintegrable, consistente en 62.500 ptas., que el Ayuntamiento tenía pendiente con el club tras el acuerdo firmado en 1928, al que se había llegado mediante la intercesión del Gobernador Civil, para evitar la bancarrota de la entidad tras la remodelación del estadio y la construcción de esa misma tribuna. En febrero de 1932 el consistorio declaró lesivo dicho acuerdo para las arcas municipales y decidió no hacer frente al pago de la cantidad restante del préstamo.

Así pues, y ante la imposibilidad de realizar desembolsos importantes, el G.A.S continuó centrando sus objetivos en la cantera local, que seguiría nutriendo las filas rojiblancas de cara a la campaña 1932-33.

En esta temporada volvió a disputarse el Campeonato Regional tras el paréntesis del año anterior. Un torneo que iba a convertirse en un mano a mano entre los dos conjuntos representativos de la región. En el cuadro gijonés llamaba la atención la titularidad de Herrerita, que junto a su hermano en el vértice y a Pin en la izquierda formaban un trío temible en la vanguardia. Por su parte el Oviedo estaba terminando de conformar un equipo sensacional y se presentaba como un formidable adversario.

El Sporting no pudo pasar del empate ante su eterno rival en El Molinón, resultado que complicaba el camino a los rojiblancos, que ahora se veían obligados a ganar en Buenavista para hacerse con el título. Para ello era imprescindible mejorar el nivel de juego exhibido hasta el momento. Los gijoneses pusieron toda la carne en el asador y saldaron sus siguientes confrontaciones con goleadas, de la mano de los hermanos Herrera, que llevaban en volandas al equipo. Su actuación en el choque anterior al decisivo derbi en la capital fue reflejada de la siguiente manera por Refala en las páginas de El Noroeste:

«Si el mayor nos deleitó con sus jugadas geniales, que hicieron levantar al público en un aplauso cerrado en más de una ocasión, calcúlese que habrá hecho el pequeño de los Herrera para brillar esplendorosamente. Ramón fue el artista, el sabio, el inimitable; pero su hermano tuvo una actuación más completa, más igual. Ayudó a los medios, pasó, chutó; lo intentó todo, y todo lo realizó. Paso a un jugadorazo«.

En el esperado duelo cumbre del campeonato, ambos conjuntos despacharon un fenomenal partido, imponiéndose el cuadro carbayón por cinco goles a tres, en el que fue considerado uno de los mejores encuentros de rivalidad jamás disputados.

Pese a la derrota, en el seno del club gijonés se albergaban muchas esperanzas de cara a la competición liguera vistas las prestaciones de Herrerita, cuya influencia en el juego sportinguista empezaba a ser incluso mayor que la de su hermano, tanto como para que el joven jugador empezara a ser considerado el hombre clave en el fútbol de los gijoneses.

Tras unos inicios vacilantes el Sporting enlazó una gran racha de juego y resultados. Disputada la octava jornada de Liga el conjunto rojiblanco parecía embalado, empatado en cabeza de la tabla con el Unión de Irún y el Oviedo después de cuatro victorias consecutivas en las que había anotado 23 goles y recibido sólo 7. Además, Ramón Herrera figuraba en cabeza de los goleadores con 20 dianas, lejos de sus perseguidores. Todo debía ser satisfacción para los gijoneses, y sin embargo una sombra oscurecía un tanto el panorama. La lesión de Herrerita.

Las radiografías mostraban que tenía los ligamentos afectados por el golpe recibido ante el Castellón en una rodilla, complicado además con un pequeño derrame sinovial. El médico Sr. Alvargonzález estimaba que el jugador estaría en el dique seco más de un mes y medio.

Para intentar cubrir la baja de Herrerita el Sporting reforzó sus líneas con la llegada de Rubiera (Reconquista), y el regreso de Quico Campomanes. Posteriormente se ficharía a Cuestita, del Athletic de Madrid.

No sirvió de nada. El conjunto gijonés notó la ausencia del joven talento y a pesar de la fantástica campaña de su hermano Ramón, que con 29 goles se quedaría a solo dos tantos de Elícegui (Unión de Irún) en la tabla de goleadores, el cuadro sportinguista se hundió en la mediocridad, terminando el torneo en un discreto sexto puesto. Mientras, el Oviedo se hacía con el título de campeón de forma brillante, logrando el ansiado ascenso a Primera.

Quedaba echar el resto en el Campeonato de España.

 El Sporting eliminó al Donostia, de Primera División, y se deshizo después del Castellón, que acababa de descender a Tercera. En Cuartos de Final el sorteó emparejó a los gijoneses con los recientes campeones de Liga, el Madrid de los Zamora, Ciriaco, Quincoces, Luis Regueiro, Samitier…. Ante el choque de ida las lesiones, enfermedades y contratiempos diezmaron al cuadro rojiblanco. El portero Sión, con una clavícula rota, Manfredo enfermo, Herrerita también (aunque jugaría) y Luisín, de guardia en la Prevención hasta las ocho de la mañana del día del partido, teniendo que viajar hasta Madrid sin haber dormido. Éste era el comentario aparecido en El Comercio el día anterior al viaje del grueso de la expedición sportinguista:

«(…) Pena, de medio centro. No es la primera vez que actúa en ese puesto. Y en Madrid, precisamente.

Y el lector se preguntará: ¿Y si Amador se lesiona? Pues si Amador se lesiona se recurrirá a Meana para suplir su puesto. Es lo único que le faltaba ya al entrenador del Sporting para completar la gama de sacrificios por su Club«.

Efectivamente, Amador se lesionó.

El Sporting, caído en desgracia, sucumbió por ocho goles a cero. Ésta es la columna escrita por José Riera en El Comercio al respecto:

 SOLO PEDIMOS UN POCO DE COMPRENSIÓN

 «El Sporting ha sido vencido en Madrid por elevado tanteo. Un tanteo exagerado, catastrófico. Muchos años ha que el equipo gijonés no sucumbe de manera tan lamentable. ¿Qué no jugó en esos años con conjuntos de la categoría del Madrid? No. No es eso. El Madrid, con ser hoy por hoy, la base del equipo nacional no le hace al Sporting esos ocho tantos que «embarcó» el once que anteayer tuvo ante sí. La gente -mucha gente- que no quiere al Sporting adoptará un gesto burlesco. Y otra parte que dice que lo quiere -es lo doloroso- también…

El Sporting fue, como sabemos todos, a perder a Madrid. Así lo había impuesto el desquiciamiento de sus líneas originado por la lesión de Sión y la enfermedad de Manfredo. Luego se vio además que Nani, Herrerita y Luisín tampoco iban en condiciones completamente favorables. Había más. No iba portero reserva. Si se lesionara Amador… Pero no. ¿Tendrían también esa desgracia? Pues sí señor, esa desgracia tuvieron. Amador, al segundo tanto, recibió una patada de Olivares en la cabeza. Perdió el conocimiento, y cuando lo recuperó estuvo groggy en el marco hasta que, al volver del descanso, se desplomó de nuevo. Fue conducido en grave estado al vestuario. Y allí el doctor Oller, avisado con urgencia, se reservó el pronóstico, ordenando quietud absoluta.

Y luego se puso Meana en su lugar. Otros cuatro tantos. Como si hubieran sido veinticinco más. Meana, que ha sido hombre de muchos rasgos deportivos, anteayer tuvo uno de los más grandes de su vida. Bastaría él solo para consagrarle. Y el domingo próximo la gente que haya en El Molinón debe llamarle al centro del campo y tributarle la ovación más grande que en su vida haya oído…

Comprensión de todo esto. No pedimos más… Nadie tiene la culpa de que el Sporting haya adquirido un título que no buscaba: el de campeón de la Fatalidad«.

En el encuentro de vuelta el Madrid volvió a golear a los rojiblancos, ya faltos de tensión, que tuvieron que alinear al meta del Reconquista, un modesto conjunto local, para cubrir la portería. Un final desastroso para una temporada en la que se habían depositado grandes esperanzas.

 En el aspecto económico la situación continuaba siendo muy delicada. En la ciudad se repartió un manifiesto que llamaba a realizar una urgente labor pro Sporting, que fue recibido con los brazos abiertos por los dirigentes del G.A.S., quienes publicaron la siguiente nota oficiosa:

 «Todos los componentes del Grupo Auxiliar del Sporting (G.A.S.), han recibido con el mayor entusiasmo el escrito que destacadas personalidades deportivas han dirigido a la opinión gijonesa.

En su consecuencia el G.A.S. ofrece cuantas colaboraciones suyas se crean necesarias; pero conociendo muy de cerca los esfuerzos y sacrificios efectivos que exige el mantener un Sporting digno de Gijón, considera que sin una aportación considerable de pesetas, será muy difícil, sino imposible, lograr la aspiración tan fervientemente expresada en el citado escrito.

Sus firmantes aseguran que tienen un plan trazado para obtener esa finalidad. Pues, manos a la obra. El G.A.S. que no ha escatimado hasta ahora sus esfuerzos, y que está dispuesto a no restar ninguno, espera que la afición deportiva gijonesa se dará cuenta del momento actual y sabrá rendir los auxilios que el Sporting necesita«.

 Esta iniciativa tenía una finalidad muy concreta, blindar al jugador en el que más esperanzas se tenían depositadas, Herrerita, ante los cantos de sirena que empezaban a escucharse a su alrededor, provenientes fundamentalmente de Oviedo.

El futbolista, por su parte, conocedor del interés oviedista dio de plazo hasta finales de julio para que los dirigentes del club rojiblanco le hicieran llegar una oferta satisfactoria para renovar la ficha.

Todo fue en vano. La prensa recogía el 1 de agosto la firma de Herrerita por el conjunto carbayón por veinte mil pesetas de ficha, más un sueldo de seiscientas pesetas al mes. El G.A.S. hizo entonces un comunicado en el que explicaba a los aficionados gijoneses los intentos realizados para retener a su mayor valor. La nota se deslizaba entre la decepción, la rabia y la impotencia. Decía así:

 «Ayer tarde nos enteramos por los periódicos de Oviedo de que al fin era un hecho lo que hace bastante tiempo se rumoreaba, o sea, que nuestro ex equipier «Herrerita» firmó ficha de profesional por el Oviedo F.C. único Club quizás de España que posee asociados de tantas y tan grandes liberalidades.

Confesamos que al perder un jugador de las condiciones de «Herrerita», nacido y formado en el Sporting de Gijón, nos contraría grandemente; pero justo es también reconocer que, dadas las pretensiones de aquél, era muy difícil, por no decir imposible, evitarlo.

Para que la afición local pueda juzgar con conocimiento de causa, queremos exponer en el menor número de palabras lo sucedido en relación con este asunto, insistiendo en que hemos de hacerlo muy esquemáticamente en esta nota, pues de relatar todos los detalles la haríamos interminable.

1º En las postrimerías de la temporada última, unos deportistas muy destacados, previendo las dificultades que acarrearía conservar en nuestro equipo a dicho jugador, lanzaron un manifiesto pidiendo ayuda a todos los buenos aficionados gijoneses, manifiesto que nos fue comunicado con antelación por varios de sus firmantes y al que dimos nuestra conformidad, si bien subrayando e insistiendo en la necesidad de que el entusiasmo por el fútbol, por el Sporting y por Gijón había que demostrarlo abriendo todos la bolsa a medida de las posibilidades de cada uno.

2º Días después celebramos diversas entrevistas y conferencias con uno de los autores del manifiesto, cuyo nombre nos es forzoso velar, pero no así reconocer desde aquí su admirable e inteligente labor, el cual pretendía tan solo hallar treinta personas que arriesgasen mil pesetas en la temporada próxima y atender con esos fondos, en parte al menos, a la consecución de la ficha de «Herrerita».

Los componentes de G.A.S., a pesar de tener sobre sí un déficit de más de 170.000 pesetas, le ofrecimos cooperar los primeros en la aportación antedicha: mostramos nuestra conformidad a que esas 30.000 pesetas fuesen las que en primer término habrían de amortizarse con los ingresos que hubiese y hallándonos dispuestos a que un Comité, designado por esos aportantes, interviniese en la administración de G.A.S.

3º A base de tales proyectos comenzaron las mil y una conversaciones con «Herrerita» y sus familiares, llegando a tomar cuerpo la solución consistente en obtener su ficha a cambio de adquirir para él el conocido establecimiento «Los Doce», lo que suponía dado la tasación del mismo, y la forma de pago que demandaban sus dueños, un desembolso total de 39.450 pesetas.

Con toda sinceridad decimos que a la mayoría de los que regimos G.A.S. nos parecía un enorme dislate tal operación, pero era tal el deseo de lograr como fuese el objetivo perseguido que no se desmayó en la empresa, hasta que vimos con dolor la imposibilidad de encontrar aquellas aportaciones que constituían, si no la principal, sí una de las bases imprescindibles para llevar a término un tan acariciado propósito.

4º Ahora bien, antes de emprender este camino que resultó intransitable, media docena de personas desprendidas hicieron en firme la siguiente oferta a «Herrerita», entregarle al firmar la ficha 5.000 pesetas, darle un sueldo mensual de 500 Y DEJARLE EN LIBERTAD AL TERMINAR LA TEMPORADA. Él no quiso aceptar de ningún modo.

¿Habrá alguien que se considere capaz de reunir en Gijón todas las pesetas bastantes para colmar por entero las pretensiones prácticas y sustanciosas de un jugador que se cotiza tanto? Nosotros creemos resueltamente que no.

¿Qué se nos fue otro valor futbolístico? Es sin duda el sino del Sporting mientras quieran los que podrían evitarlo, aunque claro está que hay exigencias que ni con toda la fortuna de un Creso se pueden admitir…

En fin, que triunfe y… que se haga rico«.

 No fue, pues, un traspaso.

De esta forma, el Oviedo se hacía con los servicios del que habría de ser el mejor futbolista de su historia. Magnífico director de juego, eficaz goleador, era capaz de realizar las más brillantes jugadas individuales o de situarse como mediocentro para secar al mismísimo Zarra. De fuerte temperamento, podía increpar a un compañero por fallar un gol hecho o encararse con un periodista en el mismo terreno de juego. Fue el alma del Oviedo. Su acusada personalidad queda patente en la respuesta que dio al ser requerida su opinión sobre Maradona:

«Todo interior que tire un córner o saque un fau, está dicho todo. Nada de nada«.[1]

Genio y figura.

 Herrerita forma, junto a Manolo Meana (¡ay, de no haber sido por las lesiones!) y Enrique Castro Quini, el trío de ases del fútbol asturiano en el siglo XX. Un trío que, cumplida ya la primera década del XXI, bien puede considerarse un póquer con la inclusión del delantero langreano David Villa, a quien todavía le quedan unos años para mejorar sus cifras y palmarés como parte de la generación de futbolistas con más talento del fútbol español.

Cuatro auténticos fuera de serie a los que une un pasado en común. Todos, en mayor o menor medida, vistieron la zamarra rojiblanca del Sporting.

 


[1] Hablan los 30 que fueron grandes del fútbol asturiano (1990). Obra de Juan Martín Merino, Juanele.




Las modificaciones reglamentarias de 1891 (II)

También en el capítulo de la dirección arbitral, la International Board produjo

drásticos cambios. Antes de referirme a ellos, citaré algunas fechas importantes

-hasta 1891- en ese «rubro» del fútbol.

 1581

Richard Mulcaster (1531-1611) educador y pedagogo, fue un acérrimo defensor del

footeball  de su época. Una publicación personal, fue la primera en citar los beneficios

de un arbitraje:  «Juez sobre las partes» . A él también se debieron otros conceptos futbolísticos pioneros..

 C. 1850

En los umpires – procedentes del criquet- estuvo representada la primera autoridad

del antiguo football colegial. Centros como Eton y Winchester acordaron que cada

equipo debía presentar un umpire. Su función – cercana a las porterías- era contar los

goles producidos. En los casos dudosos debían decidir en su medio campo.. si los

capitanes lo  invitaban a hacerlo!!.

 1863

Ninguna referencia al arbitraje en las reglas iniciales del  football association.  

 1867

Del colegio de Cheltenham  fue la primera mención de un referee en cualquier forma de fútbol:

        . «En cada partido importante habrá un umpire de cada lado (cada capitán elegirá el suyo) y un   

           REFEREE, elegido por los propios umpires .Cualquier punto en que los umpires no estuviesen     

            de acuerdo, será decidido por el árbitro«.

 Igual que Rugby, Cheltenham fue partidario del «uso de las manos». Ambas escuelas

-sus localidades distan 75 kms.- disputan uno de los más antiguos «clásicos» del rugby intercolegial..

 1871

Primer registro oficial de un árbitro en fútbol; perteneció a las reglas de la Copa de

Inglaterra, no al reglamento general. En su punto n° 15 indicaba que :     

               

«La Comisión designará dos umpires y un referee para actuar en los partidos de semifinales y final.               

 Ni los umpires ni el referee deberán ser miembros de los clubes participantes y la decisión de los

 umpires será final salvo en el caso de que no concuerden, entonces una petición será hecha al árbitro

 cuya decisión será final».  

Se había adoptado el concepto de los directores de juego neutrales.

 1874

Primera mención de los UMPIRES en las reglas. La palabra deriva de «nomper»;

procedente del francés antiguo, puede traducirse como «hombre solo».

 1880

Aparición del árbitro en las reglas generales. Este fue su texto parcial:                        

 » Por mutuo acuerdo de los clubes en competencia, un REFEREE deberá ser designado y su tarea  

  será decidir en todos los casos de disputa entre umpires.Él también guardará un informe del juego y

  controlará el tiempo del mismo. En caso de comportamientos no caballerescos por parte de los    

  contendientes deberá, en presencia de los umpires, amonestar a los infractores. En caso de conducta                                                                                                                                                                                     

  violenta el referee tendrá el poder para expulsarlos (..)  

 El término «referee» procede del verbo «to refer» (recurrir, acudir, trasladar); era «la

persona a quien se acudía» en instancias dudosas.

 Las modificaciones reglamentarias de 1891, en cuanto a la dirección del juego

fueron:

        Eliminación de los umpires y su traslado a las líneas laterales, como jueces

        de línea (linesmen).

        El árbitro (referee), hasta entonces fuera del campo de juego, ingresó al mismo.

 Este fue el texto completo de la remodelada  Law 12:

 «Un referee será designado, cuyas obligaciones serán hacer cumplir las reglas y decidir todos

  los puntos en disputa. El también guardará un registro del juego, controlando también el tiempo

  del mismo; y, en el caso de cualquier conducta no caballeresca por parte de cualquiera de los

  contendientes, el infractor o infractores deberán ser advertidos, y si la infracción se reitera, o, en

  caso de conducta violenta, sin ninguna advertencia previa, el referee tendrá el poder para expulsar

  a esos infractores del campo de juego, y trasmitirá sus nombres a sus respectivas Asociaciones, en

  quienes estará el derecho de aceptar una disculpa. El referee tendrá el poder para finalizar el juego

  siempre que lo considere necesario, por falta de luz, interferencia de espectadores, o cualquier otra

  razón que estime conveniente, y reportará los sucesos a la Asociación bajo cuya jurisdicción el

  partido se haya jugado, la que tendrá pleno poder para tratar el asunto. Dos jueces de línea serán

  designados, cuyas obligaciones (sujetas a las decisiones del árbitro) serán decidir cuando el balón 

  esté fuera de juego, y a quién corresponderá el tiro de esquina, saque de meta o saque lateral.

  Cualquier indebida interferencia por parte de un juez de línea deberá ser informada por el árbitro

  a la Asociación Nacional a la que pertenezca el línea, la que tendrá pleno poder para tratar el asunto.

  El árbitro tendrá poder para conceder un tiro libre SIN NECESIDAD DE PETICION en cualquier

  caso donde considere la conducta de un jugador peligrosa, o presumiblemente peligrosa, pero no

  no lo suficiente para justificar poner en vigor los grandes poderes que se le acuerdan más arriba.»

 Alguns comentarios:

           No se hace referencia al ingreso del árbitro al campo de juego.

          El silbato de arbitraje, en uso -no documentado- desde 1878, tampoco aquí aparece.  

           Dado que el referee comenzó aquí su actuación dentro de la «cancha», parece ser el     

           momento ideal para ponerlo en funciones.. ¿O hasta entonces lo utilizaban los umpires?

             La facultad del colegiado de otorgar penalties, no citada aquí, lo está en la Regla de

              la nueva sanción, la que mencioné en la Primera Parte.

 

Un especial saludo a árbitros y colaboradores ; sin ellos el fútbol -o cualquier otro

deporte- serían imposibles de practicar.

  ———————————————————————-  

FUENTES (I y II Partes)

F.I.F.A., Football History-Laws of the Game-Referees, 1986.

Golesworthy, Maurice, The Encyclopedia of Association Football, 1973.

Green, Geoffrey, The History of The Football Association, 1953

Leatherdale, Clive, the Book of Football, 1997.

Minutes of International F.A. Board, Años 1890-91-92-94-1903-24-97-2010.

                

      

 

 




Dominó deportivo: Los ases de los deportes

            Los años 20 traen a la memoria resonancias agradables. Una época dorada, una era que tuvo su fin en el «crack» de la bolsa de Nueva York en 1929 y que, de modo innegable, supuso el advenimiento de la modernidad. Modernidad plasmada en el florecimiento de la moda femenina, las revistas, el jazz, el modernismo arquitectónico, el art-decó y los deportes, a menudo mencionados en la prensa de la época bajo la denominación de «sports». España, a pesar de su secular distanciamiento de las vanguardias culturales europeas y lastrada por el corsé inmemorial de la religión católica, también se subió al tren de la modernidad, sobre todo en los grandes núcleos urbanos. Barcelona siempre fue por delante de Madrid y en el mundo del coleccionismo esta afirmación aún es más cierta. Con un tejido industrial complejo y eficiente, la elaboración de productos de consumo como los chocolates era uno de los mascarones de proa de la moderna sociedad burguesa que empezaba a forjarse de forma celérica e imparable. Marcas como Chocolates E. Juncosa, Chocolates Amatller o Chocolates Jaime Boix pugnaban por hacerse un lugar  en un nuevo mercado que no hacía más que crecer, día a día. Y ofrecían con sus productos montones de cromos, muchos sobre fútbol, pero también sobre cualquier aspecto de la vida o de la historia que pudiera interesar a sus compradores.

             La colección sobre la que quiero llamar la atención en mi artículo de este mes es la titulada Dominó Deportivo Los Ases de los Deportes. Editada a mediados de los años 20 en exclusiva por Chocolates Jaime Boix, esta colección posee una de las virtudes de muchas colecciones de la época: la originalidad. Los 28 cromos que constituyen la colección miden 5’5 cms. de ancho por 10’5 cms. de alto, y tienen el aspecto de fichas de dominó, de modo que cada cromo es una ficha que se dedica a un deporte concreto, mostrando en el interior de los puntos de cada ficha el busto de los deportistas junto al nombre del mismo. La ficha «blanca doble»  es la utilizada para el cromo-portada de la colección. Algunos deportes como el fútbol o el boxeo tienen varias fichas, pero lo realmente interesante es la originalidad del diseño y la variedad caleidoscópica de los deportes representados. Automovilismo, tenis, atletismo, skis, pedestrismo, los ya mencionados boxeo y fútbol, e incluso se incluye algún cromo dedicado a las estrellas más rutilantes del cine, otro signo inequívoco de la modernidad. De momento las fichas que se conocen dedicadas al fútbol son las siguientes: 5-5, 2-6, 5-6 y 6-6. Que el fúbol aparezca en esas fichas es lógico, dada la popularidad del fútbol y de sus incipientes estrellas y su gran cantidad en comparación con deportes más minoritarios o con menos practicantes (como el tenis, por ejemplo). A continuación los jugadores que aparecen en cada ficha, respentando la ortografía del cromo:

2-domin222222222

Ficha 5/5

Aguirrezabala

Carmelo

René Petit

Peña

Ocaña

Rousse

Eguiazabal

Gamborena

Solaberri

Errazquin

Ficha 5/6

Platko

Mauri

Zamora

Sagi-Barba

Florensa

Cros

Pelaó

Trabal

Serra

Alcazar

Maurici

Ficha 6/6

Sastre

Torralba

Arnau

Montané

Alcantara

Llorens

Samitier

Planas

Piera

Sancho

Carulla

Walter

Ficha 2/6

Echeveste

Acedo

Olariaga

Tena

Saprisa

Alcoriza

Pellicer

Padrón

             Una lectura detallada de los nombres de los jugadores nos permite datar la colección en la segunda mitad de los años 20 y certificar que los equipos representados son el Athletic Club de Bilbao, el F. C. Barcelona, el C. D. Europa, el Real Unión de Irún y el R. C. D. Español.

             Se trata de una bonita colección, difícil de ver completa y en buen estado y muestra innegable de cómo la modernidad llegó hasta lugares insospechados, como los pequeños trocitos de papel o cartón que se incluían como regalo en las tabletas de chocolate.




Hace 100 años (mayo 1911)

– George Patullo, jugador del FC Barcelona, ha regresado a su Escocia natal.

 – Fundación del FC Mataró. En su primer partido vence al Catalunya por 6 goles a 2.

– En la última reunión de la junta directiva del Internacional FC de Barcelona sale una nueva junta directiva presidida por D. Manuel Rafols.

 – Partidos amistosos:

 

            – Zaragoza FC vs Huesca SC 0-0

            – Barcelona vs Catalá 5-1

 

 – Fútbol internacional:

 

            – Challenge internacional del sur de Francia:

                         – Olympique Cette vs Barcelona 1-2

                        – Stade Bordelais vs Barcelona 2-4 (2-2 y prórroga)

                        Por segunda ocasión el FC Barcelona se convierte en campeón.

 – Santander FC vs buques ingleses 3-1

  • – SCA de Figueras vs United Squadron of Mediterranee (buques ingleses) 1-4

 

             – Partidos amistosos de selecciones:

                         – Italia vs Suiza 2-2

                        – Austria vs Hungría 3-1

                        – Suiza vs Italia 3-0

 

– Final de la Copa de Inglaterra. En Old Trafford (Manchester) el Bradford City vence al Newcastle por 1 gol a 0 ante 70.000 espectadores y 30.000 más que se quedaron sin entrada.

 – En la Copa de Francia jugaron la final el Stade Helvetique y el Racing Club de Francia. El resultado final fue de 4 a 2 para el Etade Helvetique.

 

– Ciclismo:

  • – Imitando a la invitación hecha por los organizadores del Campeonato de España de Foot-Ball, la UVE (Unión Velocipédica Española) invita a cualquier militar, aunque no esté inscrito como socio en esta, a participar en el próximo Campeonato de España inscribiéndole de oficio como socio y regalándole el título de la presente temporada.
  • – Publicados los premios del Campeonato de España.
  • – Durán vence en la prueba con una bicicleta Alcyon y neumáticos Continental con un tiempo de 3 horas y 24 minutos.
  • – El Campeón de España Durán vence en el Gran Premio Peugeot.
  • – En el Campeonato de Europa de medio fondo, con un recorrido de 100 kms., ante una concurrencia de 10.000 espectadores resultó vencedor Moran empleando 1 hora, 21 minutos y 50 segundos.
  • – Por primera vez se correrá la Vuelta a Alemania. En Italia están preparados para comenzar la suya y en Bélgica ya comenzó.

– Automovilismo:

  • – Ha sido elegido el Comité Organizador para el Raid Barcelona – Zaragoza – Madrid. Ésta estará presidida por el alcalde de Barcelona, sr. Marqués de Marianao.

– Down Cars:

  • – En la carrera disputada entre el Tibidabo y la Plaza de Sarriá, con un recorrido de 7.700 metros, finalizan vencedores de la prueba Lee Guinés y F. Arruga con un tiempo de 12 minutos y 10 segundos.

– Atletismo:

  • – El Centre Autonomista de Dependents de Barcelona, a través de su sección de Sports y Excursiones, ha organizado la cuarta prueba del Concurso Gimnástico, del cual tenemos los siguientes vencedores:

Lanzamiento de peso: Agustín Dulcet

                             Salto con pértiga: Juan Rigol

                             Carrera a pie de 500 metros: Juan Seriña

                             Salto sin trampolín: Agustín Dulcet

– Hockey:

  • – Constitución del club del Ateneo Calasancio de Tarrasa

– Aeronáutica:

  • – Concurso de Cometas. Organizado por la Sociedad Aeronáutica Española se celebró este campeonato por primera vez en España. Quedó vencedor el sr. Juandó, con su cometa celular, que recibió de premio 25 pesetas, medalla de oro y diploma honorífico.

– Motociclismo:

  • – Carrera de 100 kms. organizada por el Moto-Club de Madrid. Vence y recibe la copa donada por el sr. Funes el sr. Gurumeta que conduce una moto Brown Brothers con neumáticos Dunlop, utilizando 2 horas y 12 minutos en el recorrido.

– Gimnasia:

–    Fiesta inaugural del Campo de Deportes del nuevo club «Gimnástico Sportsmen’s Club». Hubo carreras a pie, en bicicleta y partido de foot-ball.

– Rugby:

–    Primer partido jugado en Barcelona en la historia. Patrie (Francia) venció por 7 puntos a 0 al CD Español de Barcelona (primer equipo español conocido).

– Lucha Greco-Romana:

–    Organizado por el CD Español de Barcelona se celebró un Campeonato de dicha especialidad.

– Natación:

–    El Club Natación de Barcelona, dadas las diferencias entre los nadadores españoles y los extranjeros organiza unas clases para sus socios para que aprendan las técnicas necesarias.

 

– Publicaciones:

            Aparecen las revistas deportivas «Stadium», «Caza y Pesca» y «Sporting»