El penalti más largo del mundo

La Liga tuvo su penalti más largo en la temporada 1976/77: 352 km de distancia y 71 horas y 20 minutos desde que se señaló hasta que se lanzó.

Penalti, en España, penal en el resto del mundo de habla hispana. Una de las jugadas que más comentarios suscita es el penalti. Desde que la International FA Board lo introdujo en el reglamento en 1891 para compensar la gravedad de una falta con la peligrosidad de una jugada, esta sanción ha sido punto de fijación de deportistas, aficionados, periodistas y escritores.

Lo cierto es que se ha convertido en una suerte dentro del ritual futbolístico. Es anhelado recurso de los malos ganadores -vencer de penalti injusto en el último minuto- o descrédito de la puntería de un equipo -no marcar ni de penalti-. Hay penaltis de toda clase: rigurosos, clarísimos, inventados, provocados, de libro, sólo vistos por el árbitro… Y también hay mil maneras de tratar de transformarlo: fuerte y colocado -al hierro de la red, decía un veterano entrenador-, por el centro -confiando en que el portero se iba a mover-, engañando al portero, con paradiña, a lo «Panenka»… E incluso se discute eternamente si se falla o lo para el portero. Lo que todo aficionado tiene claro es que todo supuesto penalti no señalado es contabilizado como gol cuando se perjudica a su equipo, olvidándose de que en la estadística oscila entre el 70% y el 80% la efectividad de los delanteros.

Y ¿cuánto dura un penalti? Hasta en eso la máxima sanción tiene una naturaleza especial dentro del reglamento, pues permite prolongar el juego con tiempo acabado si en el instante final el árbitro castigó con penalti al bando defensor. Entonces, es el juez quien decide, al otorgar o no el tanto tras el lanzamiento de la máxima pena, cuando finaliza el encuentro. Ninguna otra jugada tiene este tratamiento, pese al enfado de público o jugadores cuando, teniendo el balón en posesión, escuchan el final del partido. Propiamente un penalti es un punto en el tiempo. No tiene duración. Se sanciona y se ejecuta de manera inmediata.

Pero no es tan sencillo. El penalti es la única jugada que huele a gol en su propia definición. Y el gol es lo más importante del fútbol. Con él se deciden partidos, clasificaciones, campeonatos… Con un penalti se alcanza la gloria. El lanzador si lo transforma; el portero si lo detiene. Los dos, solos, frente a frente, sí, y detrás de ellos los compañeros, el público, el éxito, la historia si cabe.

Osvaldo Soriano, escritor argentino fallecido en 1997 a los 54 años, aportó una precisosa experiencia sobre el penalti narrando un breve cuento. El penal más largo del mundo. Todos los protagonistas son desconocidos: ni fama, ni dinero. Sólo la pasión por el fútbol. ¿Sólo? Un penalti injusto, señalado ya sobre la hora va a decidir el título del campeonato regional. El árbitro es noqueado por un jugador del equipo sancionado y no se puede lanzar el castigo. Los incidentes se suceden y finalmente habrá que esperar una semana entera para poder saber quién será el campeón. Invito a los lectores a disfrutar con el relato completo en esta dirección http://www.elortiba.org/pasorian.html. Este cuento inspiró al director de cine Roberto Santiago para registrar la película El penalti más largo del mundo. En ella el popular actor Fernando Tejero encarna al guardameta suplente de un modesto equipo regional que podría lograr el ascenso de categoría si detiene el penalti. Una adaptación en clave de comedia, ambientada en un equipo de barrio de Madrid y estimulada por la naturaleza de perdedor del protagonista: ¿será capaz de deterner el penalti?

Curiosamente, en nuestra Primera División española también tuvimos un penalti más largo. Temporada 1976/77, jornada 33, partido Valencia CF-Real Zaragoza. Estadio Luis Casanova -como entonces se llamaba Mestalla-, con muy buena entrada, casi lleno. El Valencia CF, en sexta posición, luchaba por entrar en la Copa de la UEFA, si bien el público acababa de recibir un revés: esa semana habían sido eliminados por el Hércules CF en octavos de final de la Copa. En frente el Real Zaragoza, en situación crítica, empatado con el RC Celta y Racing de Santander, sólo se salvará del descenso uno de los tres.

La afición valencianista abroncó a su equipo para recibirlo, a la eliminación copera había que añadir el mal resultado en Burgos. Tras un comienzo de alternancias, al cuarto de hora el árbitro andaluz Sánchez Ríos señala penalti contra los visitantes en un forcejeo entre Cerveró y Rubial y el matador Kempes adelanta al Valencia CF. No acertó el colegiado, lo que no le importó mucho al público. Entonces el Zaragoza, más necesitado, tomó la iniciativa, tratando el Valencia de sorprender con algún contragolpe. Así se terminó la primera parte y así continuó la segunda, con un 1-0 inquietante, inestable. Hasta que llegó el minuto 84. ¡Penalti! Penalti contra el Valencia. Carrete y Juanjo disputan un balón por alto y finalmente cae el zaragocista. Penalti. Sólo lo ha visto el árbitro. El público protesta ruidosamente y lanza almohadillas al césped. Unos cuantos tratan de llegar al terreno de juego pero son detenidos por los propios jugadores. Parece que se calman los ánimos. Los empleados del club logran despejar el área para que se lance el castigo. Han pasado unos diez minutos, pero de nuevo hay lanzamiento masivo de almohadillas y ahora son más lo exaltados que quieren alcanzar al árbitro. La fuerza pública interviene. El trío arbitral se refugia ya en los vestuarios y desde allí se anuncia la suspensión del partido. Más protestas. Desalojado el estadio ahora son las calles colindantes donde la policía dispersa al público. Mientras, el Racing ya ha dado la vuelta al marcador y junto a la victoria celtiña coloca al Zaragoza antepenúltimo. Ese penalti es puro oxígeno para los aragoneses.

Ante estos hechos la directiva del Valencia se reunió con carácter de urgencia y facilitó el siguiente comunicado:»Primero: lamentar la parcial y desafortunada actuación de Sánchez Ríos. Segundo: sentir y comprender la reacción de nuestra afición, que siempre ha dado pruebas de madurez deportiva a través de su larga historia. Dicha reacción sólo ha podido producirse con la insólita actuación arbitral. Tercero: de conformidad con la reglamentación vigente, la Directiva hará uso de cuantos derechos y acciones correspondan en defensa de los intereses del club«.

Impresionante ejercicio de inmadurez e irresponsabilidad de la directiva valencianista que en ningún momento pide perdón por los hechos. En cambio, el Comité de Competición, el martes siguiente, decidió imponer multa de doscientas mil pesetas al Valencia por incidentes del público de especial gravedad, que determinaron la suspensión del encuentro antes de su normal terminación, apercibiéndole con una clausura de su terreno de juego si se reiteran los hechos de análoga naturaleza. Disponer que prosiga el encuentro en el estadio Santiago Bernabéu, a puerta cerrada, este próximo miércoles, día 18 del actual, a las 18,00 horas, lanzándose el penalty decretado por el árbitro contra el Valencia que no pudo ejecutarse como consecuencia de aquella suspensión.

Además se anunció que la continuación del partido sería dirigida por José Antonio Balsa Ron, del Colegio Oeste, que sustituía al titular, el andaluz Antonio Sánchez Ríos, que la noche del domingo realizó unas molestas declaraciones por televisión. Antonio Sánchez Ríos se retiró del arbitraje ese año.

Las reacciones fueron bastante curiosas. Por un lado la directiva valencianista acató con deportividad la sanción aunque un sector de los aficionados la consideraron dura. El Valencia desplazó a Madrid 12 jugadores, pues ya había utilizado los dos recambios reglamentarios. Por su parte en Zaragoza, desencantados porque esperaban que se les diese ganadores del partido, la incógnita giraba en torno a quién iba a lanzar el penalti. Llamaba la atención el hecho de que durante el entrenamiento del martes no se ensayó la jugada. El entrenador, el francés Lucien Müller, comentó que indicaría qué jugador tomaría tal responsabilidad en los mismos vestuarios del Santiago Bernabeu para evitar la persión psicológica. Todos sabían que iba a ser José González, el especialista del equipo.

Y así, tal y como estaba previsto, saltaron los dos equipos al terreno de juego. Había en torno a un millar de espectadores que se saltaron el a puerta cerrada preceptivo. Lo pudo ver toda España porque, además, el fragmento de partido se televisó en directo. El sorteo de campo dio el fondo norte al Valencia CF y a esa portería se dirigieron Pereira y José González, no hubo sorpresa. José González coloca el balón y echa unos pasos hacia atrás. Pereira en el centro del arco. Balsa da la señal. Pepe se adelanta, da unos pasos, amaga una paradiña y dispara. Pereira adivina la dirección y ataja el balón. Lo ha parado. No. El árbitro señala que Pereira se ha movido antes de que saliera el balón impulsado. Hay que repetir. 352 km de distancia y 71 horas y 20 minutos para lanzar el penalti y hay que repetirlo. Y a la segunda fue gol. Empató el Zaragoza. Luego se llegaron a correr hasta poco más de ocho minutos, pero no se movió el marcador.

Esta es la ficha técnica de tan extraño partido:

VALENCIA CF – REAL ZARAGOZA                       1-1

Fecha: 15 de mayo de 1977. Suspendido en el minuto 84′ se continuó el 18 de mayo de 1977.                         

Estadio: Luis Casanova (35000) – Madrid: Santiago Bernabéu (1000) al 84′.

Arbitro: Sánchez Ríos (Balsa Ron 84′).

Goles: 1-0 (15′) Kempes de penalti. 1-1 (84′) José González de penalti.

Valencia CF: Pereira; Carrete, Castellanos, Cerveró; Arias, Tirapu; Rep (Saura 84′), Teca (Eloy 46′), Kempes, Adorno (Juan Carlos 81′), Valdez <Mestre>.

Real Zaragoza: Nieves; Heredia, José Manuel González, Royo; Blanco, Violeta; Rubial, García Castany, Jordao, José González, Juanjo <L Müller>.

El Valencia CF ya había realizado sus dos cambios, pero según el reglamento, en el caso de que se trate de la reanudación de un partido un equipo puede alinear jugadores diferentes a los que estaban sobre el terreno de juego. Ese fue el caso de Saura que ocupó el puesto de Rep. El Real Zaragoza repitió la misma alienación y no efectuó cambios.

El resultado perjudicaba a ambos equipos. El Valencia aprovechó su desplazamiento a Madrid porque cerraba el campeonato en el Vicente Calderón. El Atlético había cantado su octavo título liguero la semana anterior y se reunía con su afición para festejar el éxito. Los valencianos tenían algunas opciones, aunque remotas para conseguir el cuarto puesto. Al final el Valencia ganó al Atlético, pero sólo celebraron el éxito de Kempes que se proclamó máximo goleador, pues se quedaron fueran de Europa. Por contra, el Real Zaragoza que no dependía de sí mismo, pese a que derrotó al RC Celta en La Romareda, tuvo que acompañarle a Segunda División porque el Racing ganó a la UD Salamanca en El Helmántico.

Finalmente un dato curioso más. Esa misma temporada en Tercera División se produjo un antecedente en el partido CD Laredo-CD Guecho del 23 de enero de 1977. Se disputaba en El Sardinero pues el equipo local tenía clausurado su terreno de juego cuando en el último minuto el árbitro, el Sr. Garagorri, señaló penalti en su contra y expulsó a un defensa por protestar. El marcador iba 1-0. Gonzalo del CD Guecho lo lanzó fuera pero el colegiado ordenó su repetición porque los defensores habían entrado en el área antes de que se moviese el balón. Entonces el público se avalanzó sobre el juez, que salió huyendo a los vestuarios tras recibir varios golpes. La Guardia Civil no le daba garantías para que se pudiese lanzar de nuevo el penalti. En definitiva, el partido se suspendió y el Comité de Competición mandó que se lanzara en San Mamés a puerta cerrada. El CD Guecho consiguió así el empate.

 




La S.D. Indauchu: un trampolín hacia primera

El tiempo desdibuja perfiles, ensombrece rasgos y difumina no pocos logros. Grandes gestas de antaño ceden espacio a efímeras manifestaciones del presente, sin otro reclamo que el de un titular. Ley de vida, obviamente. A veces injusta ley para entidades que, como la bilbaína Sociedad Deportiva Indauchu, constituyeron un hito.

Hoy, con el equipo sumergido en la categoría Regional vizcaína, cuando el campo de Garellano donde dirimiese tantas disputas deportivas es terminal de autobuses, aún enhiestas las torres de iluminación transportadas en los 60 desde la vieja Creu Alta vallesana, quizás sea momento de rememorar otra época. Aquella en que el Indauchu representó para muchos futbolistas un trampolín hacia la 1ª División.

Ya en 1924 existió un club de idéntico nombre. Jugaba sus partidos como local en el bilbaíno campo de Onchena, y al desaparecer ese suelo con la construcción del colegio de Jesuitas de Indautxu, el equipo se extinguió también. Recién terminada la Guerra Civil, algunos antiguos alumnos del centro decidieron federar un equipo, para entretenerse. La posguerra no andaba muy sobrada de dinero y distracciones, precisamente. Con un balón podían pasar el rato 22 chicos. ¿Acaso no era buena forma de mantenerse unidos?. Y como entre ellos hubiese algunos magníficamente dotados para el deporte (Luis Artajo, Arzanagui, Legórburu o los hermanos Rafa y Jaime Escudero) y otros con mucha más afición que virtudes, encomendaron a Jaime de Olaso, uno de los menos dotados, la gestión burocrática. En los primeros meses de 1940 volvía a ser realidad una nueva S. D.  Indauchu.

Jaime de Olaso, tan entusiasta como controvertido, habría de ser impulsor, tesorero, secretario técnico, presidente, avalista y alma mater del club que, arrancando desde abajo, acabaría proclamándose 6 veces campeón vizcaíno de aficionados, campeón de España en 1945, subcampeón en 1947 frente a la Ferroviaria y 1948 ante el Serpis-Alcoyano del futuro internacional y presidente de la FEF José Luis Pérez Payá, deviniendo, por fin, en un clásico de la 2ª División distribuida en dos grupos: Norte y Sur.

Tan huérfano de lo imprescindible nació el Indauchu, que incluso sus primeras camisetas fueron heredadas de los Koskas, modesto equipito recién disuelto. Con esa misma precariedad, nutriéndose sobre todo del alumnado jesuítico -lo que otorgó a sus miembros cierta fama señoritinga-,  pudo moverse hasta mediados los años 50 como club vocacionalmente amateur, sin apenas infraestructura y fiel a su origen de agrupación de ex alumnos. Con su ascenso a 2ª División en 1955, fueron cambiando las cosas.

Para aquella primera temporada de plata se reforzaron con algunas viejas glorias a punto de caducar: Sebastián Ontoria (Real Sociedad) y los internacionales de San Mamés José Luis López Panizo y Telmo Zarraonaindía, es decir los Panizo y Zarra de una delantera mítica. Esa campaña (1955-56), gracias sobre todo a la incorporación de Zarra, el Indauchu hizo ricos a los componentes del Grupo Norte de 2ª División. Sus campos, incluso los más acostumbrados a fútbol de muchos kilates, como en Gijón, Oviedo, Santander, Pamplona o Sabadell, se llenaban a reventar. En cambio jugando de local, las taquillas indauchutarras daban pena: 59.195 ptas. ante el Tarrasa; 5.295 ante el Caudal de Mieres; 14.335 ante La Felguera; 17.683 ante el Logroñés; 25.094 ante el Zaragoza; 26.895 ante el Ferrol; 43.270 ante el Santander; 45.635 frente al Lérida; 30.433 contra al Sabadell; 37.446 ante el Eibar; 54.605 frente al Oviedo… Recibiendo al Sestao, rival vizcaíno, 52.450. Tan sólo los muchos baracaldeses arrastrados desde la margen izquierda del Nervión arreglaron algo las cuentas, dejando en su visita 133.205 ptas. En total, una ruinosa media de 46.849 ptas. Así, aunque deportivamente no acusaran el salto, resultaba imposible mantenerse en 2ª. A menos que hiciesen caja traspasando a sus más firmes puntales.

De ese modo, sin proponérselo, el Indauchu asumió su papel de nodriza para la 1ª División. Al concluir cada temporada, 2, 3, y hasta 4 ó 5 de sus componentes, emigraban para que el club pudiera mantenerse vivo. Y pese a tamaña sangría, gracias al excelente ojo de Jaime de Olaso y a la gran oportunidad que para muchos jóvenes vizcaínos representaba vestir aquella camiseta, el equipo retuvo su entorchado de plata durante algo más de 10 años.

A fuer de sincero, resulta preciso aclarar que ya antes de 1955 se dieron ciertos traspasos. Ángel Arzanegui, el ariete goleador Esteban Echevarría, Villabeitia, o Llorente, por ejemplo. Pero otras veces, como en los casos de Nicol Viar, incorporado al Puebla mexicano por Travieso, el del más tarde gran entrenador Juanito Ochoa, o en los de los hermanos Escudero, la transacción se hacía de modo altruista. Rafael Escudero, último verdadero amateur en la elite de nuestro fútbol, ilustra magníficamente aquel sentimiento.  

Interior de magníficas condiciones, fue cedido graciosamente al At Bilbao para paliar la difícil situación de los propietarios de San Mamés. Con una delantera muy mermada y olfateando el descenso, su aportación resultó decisiva. En 23 partidos oficiales anotó 14 goles, algunos tan decisivos como los 2 de su debut, otros 2 en la última jornada, para evitar la promoción, y el de la victoriosa final copera de 1944. Concluida la temporada declinó renovar como atlético, pese a ser socio, puesto que ya no se daban las condiciones que aconsejaron su llegada. Recibió un reloj como muestra de agradecimiento y volvió a su Indauchu, siempre con ficha de aficionado, sin percibir una peseta. A tal punto llegaba su altruismo, que no dudó en plantar cara con ocasión de disputar en Las Corts la final de Copa para aficionados. El Barcelona, queriendo incluir el acontecimiento en la celebración de sus Bodas de Oro, había ofrecido 100.000 ptas. a los indauchutarras por aceptar el escenario. Dinero sucio según su mentalidad amateur, por lo que rehusó alinearse.

Poco después de contraer matrimonio, siendo ya directivo del Athletic (todavía Atlético por imperativo legal), falleció el 4 de diciembre de 1953, sin disfrutar del Indauchu en 2ª División, al caer el Bristol de la línea aérea Bilbao-Madrid sobre las crestas de Somosierra.

Pero los tiempos cambiaban y el Indauchu sobrevivió convirtiéndose en un caso irrepetible, por la cantidad de futbolistas que aupó a 1ª en tan breve tiempo. Olaso, entonces, hábil hombre de negocios, obtuvo 850.000 ptas. del Real Madrid por el futuro internacional «Chus» Pereda, un millón del Zaragoza por el medio Santiago Isasi, 400.000 del At Madrid, más la ficha de Allende, por Miguel Jones, otras 400.000 del Betis por Azcueta, 900.000 del Sevilla por Axpe, millón y medio también del Sevilla por el guardameta Cobo, 850.000 por el excepcional defensa Eusebio Ríos… Por este último estuvieron interesados Real Madrid, At Madrid y Barcelona. Tan fuerte fue el interés culé, luego del informe elaborado por Samitier, que Jaime de Olaso cayó en la tentación de desfondar el saco solicitando 3 millones a cambio del hercúleo defensa y su portero Cobo. Los azulgrana, confiando ciegamente en el entonces joven Sadurní, desestimaron la oferta del guardameta, por lo que finalmente Ríos no pudo instalarse en la ciudad condal. Allí tal vez se le hubiera reconocido cuanto muchos técnicos opinaban: que era el mejor central de España, con permiso del merengue José Emilio Santamaría.

Tanto traspaso agrió mucho la relación del Indauchu con los máximos mandatarios de San Mamés. Y ello, pese a que la meta de algunos acabara siendo «La Catedral» (Azcárate, Uribe, Quintela o Latatu, por ejemplo). El Athletic lo fagocitaba todo en el ámbito deportivo bilbaíno. Proyectos tan loables como los de Águilas, Kas o Caja Bilbao de baloncesto, sucumbieron a lo largo del tiempo bajo el peso de la apisonadora rojiblanca. A diferencia de Madrid, Barcelona o Sevilla, e incluso Valencia, en Bilbao sólo había sitio para un equipo, una disciplina deportiva, un credo y una bandera. Y el Athletic se había apoderado del mástil. Casi todos los directivos del Indauchu eran a su vez, y continúan siéndolo hoy, socios con un asiento en «La Catedral». Pero no importaba. Eran vistos, al fin y al cabo, como pigmeos socavando sus cimientos. Gente que, si bien cargada de buena fe, podía meterles en un aprieto a poco que sus traspasados diesen el do de pecho por lejanas geografías. Mientras Ríos triunfaba en el Betis, Echeverría era un firme puntal en San Mamés. ¿Quién podía añorar a Cobo, teniendo a Carmelo y López?. La medular Mauri-Maguregui parecía gozar de cuerda cuando Isasi se fue junto al Ebro. Pero es que el Indauchu podía permitirse incorporar y traspasar a jugadores sin espacio político en la entidad rojiblanca. Y esa sí que fue cuestión peliaguda, con el correr del calendario. Pereda no pudo ser atlético por su nacimiento en Medina de Pomar y la alta tasación «rojilla». A Víctor lo desechó el Athletic por ser de la turolense localidad de Utrilla. Gárate fue al At Madrid por haber venido al mundo coyunturalmente en Argentina. Y Jones, bilbaíno desde muy niño, era guineano. Hoy todos ellos jugarían en San Mamés. Pero aquellos eran tiempos más fundamentalistas, probablemente porque la necesidad no apretara tanto. Y aún con todo, Si Pereda, Víctor, Jones o Gárate triunfaran, ¿qué podía cruzar por la mente de muchos socios?. Tres de ellos lo hicieron por todo lo alto, avinagrando heridas.

Sólo a partir de 1961, con la llegada al Athletic de Javier Prado Urquijo, compañero de Olaso en las aulas jesuíticas, se produjo un acercamiento. Los de San Mamés cedieron a varios jugadores, suscribieron con el Indauchu un compromiso de colaboración y hasta entregaron cantidades económicas. Algunos de sus cedidos, sin sitio en el club de procedencia, como Zorriqueta, Argoitia, Zamora, Echevarría o Plácido, se redimieron. Urquijo, al que parecía habérsele escapado el tren de la 1ª División, supo abordarlo en marcha. Pero tan buen entendimiento saltó hecho añicos cuando desde San Mamés quisieron descontar sus dádivas al incorporar a Larrauri, medio de cierre forjado en la fragua «rojilla».

Jaime de Olaso dejó el Indauchu, su casa, en 1966. Tan buen hacer fue muy valorado por Santiago Bernabeu, quien en 1958 llegó a proponerle convertirse en gerente deportivo del Real Madrid. El club se despidió definitivamente de 2ª la campaña 1968-69, luego de que dicha categoría quedase reducida a un solo grupo de 20 equipos. Y aunque todavía saliera de aquellas filas alguna joya como Rojo II o Amorrortu, los grandes días habían quedado atrás.

Hoy sólo cabe recordar el pasado con una ojeada a cuantos saltaron catapultados hacia mayores logros. Alguno de ellos, como Axpe, viviendo una aventura en el fútbol sudafricano a partir de 1965. Otros, como Uría o Eraña (padre del también sportinguista Ignacio Eraña), perdiendo definitivamente el contacto con Bilbao.

¡Qué gran Indauchu aquel, menuda fábrica de futbolistas, aunque hoy muy pocos lo recuerden!.         

 

     Principales futbolistas del Indauchu, expedidos hacia el estrellato

 

JUGADOR

CLUBES Y PERIODO DE PERMANENCIA

Ángel ARZANEGUI R Madrid 41-46, Oviedo 1946-50
Esteban ECHEVARRÍA Oviedo 1942-51
José Luis VILLABEITIA Español 1942-43, R Sociedad 1943-44
Fernando LLORENTE Oviedo 1943-50
Juanito OCHOA R Madrid 1943-44
Rafael ESCUDERO At Bilbao 1943-44
Nicolás VIAR Puebla de México 1947-49
Jaime ESCUDERO II At Bilbao 1949-50, Barcelona 1950-52
Ignacio AZCÁRATE At Bilbao 1952-57
Ignacio URIBE At Bilbao 1953-63
José Mª PEREDA R Madrid 57-58, Sevilla 59-61, Barcelona 61-69, Sabadell 69-70
Luis AXPE Elche 1958-59
Eusebio RÍOS Betis 1958-68
José Mª COBO Sevilla 1958-62, Mallorca 1962-63, Pontevedra 1965-70
Santiago ISASI Zaragoza 1959-67
Miguel JONES At Madrid 1959-67
José Luis AZCUETA Betis 1959-62, Oviedo 1962-63, Pontevedra 1963-68
Joaquín URÍA Elche 1961-62
José Luis PEREA GENÚA Elche 1961-62
Isidro LATATU At Bilbao 1961-63
José Mª QUINTELA At Bilbao 1961-62
José Mª ARGOITIA At Bilbao 1962-72
Ignacio AYARZA At Bilbao 1962-63
Javier ECHEVARRÍA At Bilbao 1962-66, Sabadell 1966-69
PLÁCIDO Bilbao At Bilbao 1962-64
Juan ERAÑA Gijón 1962-70
José A. ROJO Latorre Mallorca 1962-65
Víctor Manuel URQUIJO At Bilbao 1963-64
José Mª ZORRIQUETA At Bilbao 1963-69
Juan Manuel ZAMORA At Bilbao 1964-71
José Mª IRUSQUIETA Zaragoza 1964-72
Mariano MARTÍN Pontevedra 1965-67
Andrés MENDIETA R Madrid 1965-68, Coruña 1968-69, Castellón 1970-74
VÍCTOR Díez At Madrid 1965-66, Sevilla 1966-67
José Mª LIZARRALDE Sevilla 1965-67, Valladolid 1967-76
José Eulogio GÁRATE At Madrid 1966-77
Jesús Mª IRÍZAR Betis 1967-72
José Luis RICO Zaragoza 1967-77
Javier VAHAMONDE Betis 1967-71
José Ángel ROJO II At Bilbao 1969-77, Santander 1977-78
José Luis MELÉNDEZ Valencia 1971-74,Málaga 1974-77
José Mª AMORRORTU At Bilbao 1973-78, Zaragoza 1978-83

 

 

 

 

 




El minuto negro del Mirandés

En 1927 se fundó en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro el Club Deportivo Mirandés. Después de varios años en categorías regionales, alcanzó la Tercera División en 1944, de donde sólo se ausentó tres temporadas antes de su ascenso a la recién creada Segunda B en 1977. En su debut en esta categoría ocupó una meritoria cuarta plaza, manteniendo sus opciones de ascenso a Segunda A hasta tres jornadas antes del final.

El 18 de Julio de 1978 se presentó ante su afición el nuevo proyecto del Mirandés, manteniendo a Victoriano Aguirrebeña como presidente y a Manuel Arano como entrenador. El objetivo de igualar o mejorar lo realizado la temporada anterior se antojaba complicado, tras los descensos de Oviedo y Tenerife que venían a incrementar la dureza del grupo.

Los burgaleses empezaron la temporada en la zona medio alta de la tabla, con victorias locales ante Bilbao Athletic y Lugo, empatando fuera con el Sestao y cosechando su primera derrota en Pontevedra en la jornada cuarta, de la que se recuperó con cinco victorias consecutivas que le llevaron a alcanzar el liderato. Una derrota por 1-0 en Avilés frente al Ensidesa devolvió a los mirandeses a una segunda plaza que sólo abandonaría momentáneamente en la jornada 22, pese a ganar en Lugo, tras ser superado en el cociente de goles por el Tenerife, que además era el único equipo que había puntuado en Anduva, al arrancar un empate a uno en un partido que tuvo que jugarse en dos días, tras suspenderse por la niebla.

En la jornada 27, el líder, Bilbao Athletic, perdió por 2-0 en Torrejón y el Mirandés aprovechó para arrebatarle la primera plaza tras derrotar por idéntico resultado al Atlético Madrileño. La clasificación estaba muy apretada en la parte alta de la tabla, con los burgaleses en lo más alto con 36 puntos, seguidos por el filial bilbaíno y el Palencia con 34, Tenerife con 33, Cultural Leonesa y Orense con 32, Oviedo con 31 y Sestao y Torrejón con 30.

La derrota por 3-0 del Mirandés en la jornada 30 en Irún redujo aún más las diferencias en la tabla, quedando siete equipos en solo tres puntos, pero dos victorias consecutivas de los burgaleses, el Palencia y el Oviedo, dejaron a estos tres conjuntos como los principales implicados en la lucha por el ascenso a falta de tres jornadas. Faltando cuatro jornadas para el final quedó como líder el Mirandés, con dos puntos de ventaja sobre el Palencia y tres más sobre el Oviedo, y además con el «goal-average» particular ganado frente a ambos equipos. Tres puntos más, y los rojillos alcanzarían el ascenso a Segunda División A.

El 27 de Mayo, el Mirandés caía por 3-1 en Zamora, lo que aprovecharon palentinos y ovetenses para acercarse en la tabla, tras vencer fuera de casa al Bilbao Athletic y el Lugo, respectivamente. La semana siguiente, los tres hacían valer su condición de locales, quedando el Mirandés, aún líder, a un solo punto del ascenso, que debía lograr en la penúltima jornada, en Tenerife, o en la última, en Anduva frente al Langreo, dos conjuntos que ya no se jugaban nada.

El día 10 de Junio el conjunto burgalés perdió la primera oportunidad, al caer derrotado en el Heliodoro Rodríguez por 2-1. Los rojillos aguantaron el empate a cero hasta el minuto 75, empataron de penalti en el 83 y encajaron el gol de la derrota, también de penalti, en el 88. Mientras tanto, el Palencia empataba a uno en Lugo, arrebatando el liderato al Mirandés, y el Oviedo ganaba 0-1 en Orense, quedando a un solo punto.

Las matemáticas decían que en la última jornada, que jugaban los tres equipos en sus respectivos feudos, Mirandés y Palencia ascenderían con el empate, mientras el Oviedo necesitaba ganar y esperar a que uno de los otros dos perdiese. La suerte estaba echada, y se decidiría el 17 de Junio a partir de las seis de la tarde, con Langreo, Pontevedra y Pegaso como convidados de piedra a las fiestas o dramas de Anduva, La Balastera y el Carlos Tartiere.

La tarde empezó bien para el Palencia, que marcó el 1-0 en el minuto trece, gracias a un penalti transformado por Teixidó. Cuando faltaban unos segundos para llegar al descanso, fue el Mirandés el que se puso por delante en su partido, gracias a un gol de Mata. Mientras tanto, en el Carlos Tartiere, el Oviedo no conseguía deshacer el empate inicial ante el subcolista. Hubo que esperar al minuto setenta y uno para que los asturianos hiciesen por mediación de Herbera el gol que les daba opciones de ascenso. Poco después, en el minuto 80, Manzano conseguía el empate del Langreo en Miranda, pero este resultado aún era suficiente para los locales. En los minutos siguientes, acabaron los partidos de La Balastera y el Carlos Tartiere, con fiesta por todo lo alto en Palencia, y decepción en Oviedo. Pero el último capítulo aún no estaba escrito y así, en el minuto 90, Atilano aprovechaba los nervios de los jugadores del Mirandés para hacer el 1-2 que apartaba a los burgaleses de la Segunda A y daba al Oviedo un ascenso que unos segundos antes daba por imposible. La crónica deportiva finaliza aquí, con la alegría inesperada de los asturianos y la amarga decepción de los mirandeses.

Pero hubo una historia paralela de este «no-ascenso» del Club Deportivo Mirandés. Conforme iba avanzando la temporada, empezó a circular un rumor que decía que a los burgaleses no les interesaba subir a Segunda División porque no tenían potencial económico para afrontar dicha categoría. Incluso se sugirió que la temporada anterior los rojillos no habían apretado lo suficiente para no verse envueltos en la lucha final por el ascenso. La afición mirandesa veía con preocupación todos estos comentarios, ya que de confirmarse, podrían frustrar el sueño de alcanzar la Segunda División.

Cuando se produjo la remontada del Langreo en los últimos minutos del último partido, muchos vieron la prueba de que sus temores estaban fundamentados; incluso se insinuó que la defensa mirandesa no había hecho muchos esfuerzos por evitar el segundo gol visitante. Nunca sabremos si hubo algo de cierto en ello, pero el hecho es que numerosos aficionados mirandeses se quedaron en el estadio increpando a sus jugadores, técnicos y, sobre todo, directivos. El escándalo fue mayúsculo y, como consecuencia de él, el presidente se vio forzado a presentar su dimisión irrevocable unos días después. Aunque también se alzaron voces sugiriendo que el Langreo pudo haber recibido una importante prima de sus vecinos del Oviedo, la opinión predominante fue la que indicaba que el partido y el ascenso se habían vendido.

El club acusó el golpe; la pérdida de credibilidad entre muchos de sus propios aficionados le ocasionó numerosos problemas económicos que le llevaron a perder la categoría tres años después, militando desde entonces mayoritariamente en Tercera División, salvo tres temporadas en Segunda B, hasta que en 1995 descendió a Categoría Regional. Sin embargo, este momento crítico marcó el principio del resurgir del Mirandés, con una numerosa afición entregada a sus colores. En 1997 llegó el retorno a Tercera División y en 2003 un nuevo ascenso a Segunda B. En la temporada de su reestreno en esta categoría, reverdecieron viejos laureles y se clasificaron para disputar la fase de ascenso a Segunda A, en la que acabaron cediendo ante el Pontevedra. Un nuevo e inesperado descenso a Tercera cortó la progresión deportiva del club, pero no redujo el empuje de la afición que, cuatro años después, vio como su equipo recuperaba la Segunda B tras superar sucesivamente a los equipos de La Muela, Peña Sport y Jerez Industrial, abriendo la puerta para un nuevo intento de alcanzar la categoría que se les escapó en 1979 por un minuto fatídico.




Una peineta doblemente atlética

Levantado con el fin de dotar a Madrid de unas instalaciones donde poder celebrar competiciones de atletismo, entre las que destacan los anhelados y esquivos Juegos Olímpicos, e inmerso en la actualidad en una ambiciosa reforma que permitirá al Atlético de Madrid disputar allí sus partidos, el Estadio Olímpico de la Comunidad de Madrid, vulgo La Peineta, constituye una singular construcción deportiva.

Como sus propios arquitectos, los sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz, han manifestado en alguna ocasión, el estadio se inspiró en los teatros griegos, razón por la cual cuenta con una sola grada de hormigón frente a la línea de meta, y se sirve de taludes o gradas naturales para rodear el resto de la pista de atletismo.

Las peculiaridades de La Peineta, invitan, por lo tanto, a la reflexión en torno a las relaciones entre los eventos deportivos y el público asistente, elemento indispensable en la celebración de los mismos si a las sociedades de mercado pletórico nos referimos.

Por lo que respecta a las carreras, es evidente que, al margen de la importancia de la salida y de ciertos momentos de su celebración, su instante cumbre es la línea de meta, razón por la cual, en ella se ubican todo tipo de artefactos que no sólo dilucidan en caso de duda quién es el vencedor, sino que sirven para medir las marcas realizadas por los participantes. La carrera, prueba que se desprende de conductas etológicas a menudo insertas en la caza o el juego, resultaría de la institucionalización de las mismas, constituyendo una ceremonia de arranque, recorrido y cierre precisos.

Será la presencia del público antes aludido, un público que se asienta ya en ciudades, la que dé origen a los primeros estadios, instalaciones que toman este nombre por metonimia, pues el estadio, en efecto, era una antigua unidad de medida griega. Con el fin de que los espectadores puedan contemplar las carreras en su totalidad, las gradas y la misma pista, se irían cerrando, hasta formar un anillo. Será precisamente la longitud de la pista, ajustada al Sistema Métrico Decimal, la que irá definiendo las distancias de cada prueba, quedando fuera del estadio tan sólo una carrera, el maratón, que aún conserva algo de su primitivo carácter al disputarse por lejos de las gradas, conectando dos puntos diferentes como haría el soldado Fidípides para anunciar en Atenas la victoria de sus conciudadanos.

Pero si todo esto ocurre en el atletismo, el fútbol es diferente, por cuanto éste, precisa de no de una, sino de dos metas, las porterías, circunstancia a la que hemos de añadir el hecho de que las jugadas decisivas o simplemente vistosas, se pueden dar en cualquier punto del rectángulo de juego. La linealidad de las carreras se pierde en el fútbol, por más que metafóricamente se acepte que un equipo haga un juego «vertical», expresión que acaso proceda del uso de pizarras donde los entrenadores, con profusión de líneas y flechas, plantean sus tácticas.

Son los particulares atributos del fútbol, su propia esencia, los que obligan a la reforma de una Peineta destinada fundamentalmente a ser el estadio local del equipo colchonero, sin perjuicio de que el campo de juego se encuentre circundado por una pista de atletismo. Algo, sin embargo, operará en contra del equipo rojiblanco, la lejanía de los espectadores con respecto al césped, tan valorada por los futbolistas, menoscabará el «miedo escénico» que los equipos visitantes sienten en terreno ajeno. Es esta metáfora, que ha hecho fortuna desde que el jugador argentino Jorge Valdano la enunciara, aludiendo precisamente al papel jugado por la hinchada madridista en las célebres remontadas europeas, la última conexión entre el fútbol que se verá en la Peineta rojiblanca y el teatro clásico, tan presente en los arquitectos sevillanos durante la concepción de este estadio doblemente atlético.

Iván Vélez




El equipo andaluz más laureado

Dos etapas de auténtico éxito han marcado la historia centenaria del Sevilla FC desde su fundación en 1905: la que actualmente está viviendo (desde 2006) y la más desconocida por muchos de los aficionados al fútbol en nuestro país: la que va desde 1916 a 1945, etapa en la que nos centraremos en exclusiva.

No pretendemos, en este caso, entrar en los detalles de todos los pormenores acaecidos en el equipo sevillista en dicho primer periodo de éxitos, sino dar algunos detalles y cifras que reflejan con claridad que el Sevilla F.C. es sin ningún género de dudas el mejor equipo andaluz de todos los tiempos.

Pero entremos en materia. A principios del siglo XX, en Andalucía el dominio del pujante panorama futbolístico correspondía al Recreativo de Huelva, el cual hasta 1.915, fue el encargado de organizar en su campo del Velódromo, para Andalucía y Extremadura, los torneos de football de Andalucía en los que confluían algunos equipos tales como el Sevilla Balompié, el Sevilla Football Club, el Betis F.C y otros extremeños.

A partir de 1915 la situación del fútbol andaluz va a dar un giro importante con la creación de la Federación Regional Sur, que a partir de entonces será la encargada de gestionar y administrar los designios de los equipos andaluces y de organizar el Campeonato Oficial de Andalucía. El fútbol en Sevilla había progresado notablemente y los equipos de la capital hispalense empezaban a tomar la delantera al resto de sus colegas andaluces; el Recreativo de Huelva empezaba una etapa de declive futbolístico de la que ya nunca se repondría del todo, excepto por la consecución del campeonato Andaluz de la temporada 1917-18, y el resto de los equipos andaluces aparecían y desaparecían del panorama futbolístico debido mayormente a la falta de recursos y apoyos económicos, entre otras razones.

Aún así, el primer campeonato Oficial de Andalucía, no terminó, contra todo pronóstico, en las vitrinas del Sevilla F.C. Ese honor le correspondió al Español de Cádiz, el cual en la final disputada en el sevillano Campo del Mercantil venció al equipo sevillista por 1 a 2, llevándose la copa para Cádiz. He aquí la foto del campeón.

espanol-de-cadiz-1917

Pero aquello al Sevilla F.C. debió de servirle de acicate porque a partir de entonces se erigió como el dominante absoluto de los campeonatos andaluces en la mayoría de las ediciones en que éstos fueron organizados por la Regional Sur.

Así en la temporada 16-17 se impone en la final al Recreativo de Huelva por 4 a 0; si bien estos últimos en la temporada 17-18 y tras un año muy accidentado en la Federación Regional Sur, acaban por recuperar el cetro del fútbol andaluz. Aquí tienen la fotografía de ese Sevilla campeón.

sevilla-1916-17

En la temporada 18-19, mediante sistema de liguilla, El Decano, el Recre,  consigue el campeonato andaluz. El viejo Recreativo de Huelva, a partir de entonces no volvería a conseguir ningún trofeo oficial.

recre-1918

En la 19-20 la liguilla termina con el Sevilla FC como campeón con 10 puntos, por delante del Betis con 8. Sin embargo uno de los partidos del Sevilla F.C. es anulado por la Federación Regional Sur, con lo que a igualdad de puntos tuvo que disputarse un encuentro de desempate entre ambos equipos. Dicho partido finalizó con la victoria sevillista por 3 a 2, volviendo así a ser campeón de Andalucía.

A partir de esa temporada el Sevilla F.C revalidaría constantemente su título de campeón de Andalucía hasta la temporada 26-27. En la mayoría de esas temporadas, jugadas al modo de liguilla, el Sevilla tendría como gran rival al Real Betis Balompié, que quedaría, excepto en la temporada 21-22, como subcampeón. En la antes mencionada 21-22 el subcampeón sería el Español de Cádiz.

sevilla-anos-20

Sin embargo en la temporada 26-27 el Betis llegó a igualar la puntuación al final de la liguilla, teniéndose que disputar un encuentro de desempate entre los dos equipos sevillanos en tierras cordobesas, en el cual vencieron los sevillistas por 3-0.

En la temporada siguiente, , el Sevilla F.C y el Real Betis vuelven a terminar empatando a puntos al finalizar la liguilla por lo que se hace necesario dilucidar al campeón de dicha temporada en un partido de desempate que vuelve a disputarse en Córdoba. En este caso lo que cambia es el resultado final: 3-1 a favor de los béticos, lo que hace que esta temporada sea la única en la que el Betis se alza con el título de campeón de Andalucía; siendo el único titulo de estas características que posee.

El Sevilla F.C recuperará no obstante al año siguiente el título de campeón, en la temporada 28-29, título que repetiría en la 29-30, 30-31 y 31-32.

Llegados a la temporada 32-33 la Federación Regional Sur y la  Centro unieron sus fuerzas para organizar el campeonato «centro-sur», campeonato que también se disputó en la temporada 33-34 y que en ambos casos fue ganado por el Madrid FC.

En la 35-36 la Regional Sur cambió de aires y se asoció a la Regional del levante Español. En este caso el título de campeón correspondió al Levante CF.

La temporada 36-37 y 37-38 no se disputó ningún campeonato en la Regional Sur por motivo de la Guerra Civil Española, si bien el fútbol retorna con nuevos brios en la temporada 38-39 y 39-40, años en los que el Sevilla F.C vuelve a revalidar su título de campeón de Andalucía.

Los títulos nacionales:

Pero el Sevilla F.C también tendría éxito en el ámbito nacional, lo cual demuestra el potencial del equipo andaluz durante esta etapa. En la temporada 45-46 se convirtió en campeón de Liga, y en los años 1935, 1939 y 1948 fue campeón del Campeonato de España.

Cabe destacar, aunque fuera considerado como un título menor, que el Sevilla F.C. fue subcampeón de la Liga española en las temporadas 39-40, 42-43, 50-51 y 56-57, lo cual sin duda pone de manifiesto que esta primera etapa fue muy fructífera en lo que a títulos se refiere para el equipo Sevillano.

 




Misterios olímpicos (III). Españoles en San Luis 1904

El rotativo quincenal Los Deportes publicado en Barcelona entre 1897 y 1910, fue prácticamente el único medio español que informó (muy brevemente) sobre los Juegos Olímpicos de 1904, celebrados en San Luis (Missouri, EE.UU.) en el marco de una Exposición Universal (se repitió el error de París 1900).

Concretamente el 28 de agosto de 1904 se publicó el artículo «Las manifestaciones de sport en la Exposición de San Luis» firmado por Amadeo Llaverías. Es un artículo algo confuso en el que se detallan las diferentes competiciones deportivas vinculándolas con los Juegos Olímpicos de Atenas 1896 (importante el dato que no consideren unos Juegos lo celebrado en París en 1900) y mezclando en la enumeración de deportes el atletismo con el motociclismo, el automovilismo, las competiciones escolares o el «golfo» (golf), un «batiburrillo» que nos recuerda los Concursos Internacionales de Ejercicios Físicos y Deportes de 1900, aunque al menos en San Luis hubo carteles anunciando los Juegos Olímpicos, ceremonias de inauguración y clausura y medallas. Lo más sorprendente llega cuando enumera las naciones «interesadas» y, entre otras muchas leemos: «…España (representada debidamente)»

«Representada debidamente» ¿pero no habíamos leído y oído millones de veces que no hubo participación española entre 1900 y 1920? Si, lo habíamos leído y oído millones de veces, pero como casi todo en esta suerte de «Matrix» que es la historia oficial del olimpismo español, es una verdad cuando menos cuestionable, fruto de la desidia y la ignorancia. Si en el verano de 1904 un periodista medianamente informado como el amigo Llaverías escribía que España estaba representada en las competiciones deportivas de San Luis es porque le constaba que había deportistas españoles en San Luis, aunque eso no quiere decir que estuvieran participando en los JJOO.

España estuvo en la Expo 1904 (sólo 6 años después de la guerra con los anfitriones) con pabellón propio (podría haber sido el pabellón de Andalucía, ya que representaba el Patio de los Leones de La Alhambra y la plaza del mercado de Triana y tenía corridas de toros con ¡toros mecánicos!), pero no se refería a eso «Los Deportes», ya que se hablaba de competiciones deportivas. Tampoco parece probable que Llaverías conociera el importante papel jugado por el misterioso «conde Peñaloza» (Henry de Peñaloza, supuesto exiliado carlista español que residió en San Luis entre 1897 y 1904 y se entrevistó con Coubertin en París en 1901 para presentarle los planes olímpicos de la ciudad de Missouri).

Creo que la respuesta se encontraba fuera del recinto de la Exposición (en el «Forest Park»), pero cerca de su entrada principal, en la avenida DeBaliviere. Allí, el 15 de mayo de 1904, se inauguraba el primer frontón «industrial» de los EE.UU. consagrado al jai alai, a la cesta punta. Su promotor era Basilio Zarasqueta (eibarrés afincado en Cuba, promotor del primer frontón profesional de la isla) y su arquitecto el ingeniero civil Ricardo Galbis (también afincado en Cuba); el plantel de pelotaris de auténtico lujo, con multitud de hijos de la «Muy ejemplar ciudad de Eibar» (Guipúzcoa) como Pasieguito, su hermano Pasiego el menor, Navarrete, Alí el menor o Chiquito de Eibar (hijo).

El éxito inicial fue grande, pero las apuestas (tan estrechamente vinculadas al jai alai como prohibidas en Missouri) dieron problemas desde el principio y la primera experiencia de pelota profesional en EE.UU. duró dos meses, según algunas fuentes influyó en el cierre la presión de la mafia local por controlar las apuestas, lo cierto es que la policía «visitó» el frontón en alguna ocasión y este finalmente cerró en julio, se transformó en pista de hielo antes de acabar la Exposición y se mantuvo en pie (con el nombre de «Jai Alai») hasta los años 60. No ha sido posible vincular este frontón con la Exposición o con los JJOO de manera directa, aunque hay publicaciones locales de San Luis que si lo hacen, lo cierto es que ninguno de los dos libros «oficiosos» de San Luis 1904 (el escrito por Charles J.P. Lucas y el Almanaque Spalding´s) menciona la pelota vasca en ningún momento (y si mencionan los vergonzosos «Días Antropológicos» y otras competiciones de escolares, juegos irlandeses, etc. y las «demostraciones» de baloncesto y béisbol) y, en consecuencia, no podemos incluir la pelota en la programación de San Luis 1904, aunque es de justicia mencionar la presencia de nuestros pelotaris, «representando debidamente» al país que ahora los ignora y ningunea.

Para saber más:

1900. La Primera Aventura Olímpica Española

http://www.bubok.com/libros/16391/1900-LA-PRIMERA-AVENTURA-OLIMPICA-ESPANOLAhttp://olimpismo2007.blogspot.com

 Fernando Arrechea Rivas




Sagas internacionales: padres e hijos

Marquitos y Marcos

 Marquitos, uno de los grandes nombres de la historia madridista, con cinco Copas de Europa a sus espaldas, fue padre de un hijo futbolista; de un extremo con calidad, remate y rapidez. Pero de un hijo que jugó en los dos principales rivales del amado equipo de su padre: el Atlético de Madrid y el Barcelona. Aunque la historia tiene interesantes tintes edípicos, la realidad dista de ser una tragedia, y aunque naturalmente la ilusión del padre era que su hijo jugara vestido de blanco, la familia está bien avenida.

Marcos Alonso Imaz, Marquitos, nació en Santander el 16 de abril de 1932. Defensa derecho contundente, de físico poderoso, con pundonor excepcional y técnicamente tosco, tampoco hacía ascos a la posición de central. Formado deportivamente en el Rayo Cantabria, pasó al Real Santander en 1951, y tres años más tarde al Real Madrid. Con el equipo blanco obtuvo su aplastante palmarés: 5 Ligas, 5 Copas de Europa, 1 Copa de España, 1 Copa Latina y 1 Copa Intercontinental. Jugó con los blancos un total de 228 partidos oficiales, 159 de ellos de Liga. En 1962, tras ocho años de madridista, se marchó al Hércules, del que pasó al Murcia y posteriormente al Calvo Sotelo, en el que se retiró en 1966.

Aunque fue convocado en cinco ocasiones, Marquitos sólo vistió la camiseta de la selección absoluta en dos: 17-3-1955 ante Francia (1-2) y 26-10-1960 en Inglaterra (4-2). Esas dos derrotas se compensaron por los dos partidos con la selección B, en que se venció a Francia por 3-1 y a Egipto por 5-1, ambos en noviembre de 1955.

Su hijo Marlos Alonso Peña (Santander, 10-10-1959) también comenzó jugando en el Racing. Pero de ahí el saltó fue al Atlético de Madrid, en 1979. Y para mayor disgusto de su padre, tras tres temporadas, de colchonero pasó a culé. Vestido de azulgrana ganó una Liga, una Copa, una Supercopa y dos Copas de la Liga. La Copa, en 1983, la ganó además marcando un gol de cabeza en la final, precisamente ante el Real Madrid. Una vez retirado, ha ocupado los banquillos del Rayo Vallecano, Racing de Santander, Sevilla, Atlético de Madrid, Zaragoza, Valladolid y Málaga.

Internacional en las categorías inferiores en un total de 24 ocasiones, con la absoluta jugó 22 más. Convocado para jugar la Eurocopa de Francia en 1984, no llegó a jugar ningún partido.

Perico y Xabi Alonso

Miguel Ángel Alonso Oyarbide, nació en Tolosa el 1 de febrero de 1953. Tras haber jugado en el equipo de su ciudad fichó por el Sanse en 1975, y de ahí pasó dos años después a la Real Sociedad. Tras cinco temporadas en el equipo easonense fichó en 1982 por el Barcelona. Fue a partir de ese momento cuando tomó relevancia el apodo de Perico, ya que coincidieron con él otros dos Alonso: Pichi y Marcos. Como de alguna manera había que distinguirlos, alguien resucitó el apodo que ocasionalmente lo había acompañado en San Sebastián, heredado de su hermano Pedro en el colegio tolosano de los Escolapios. Tras tres años de barcelonista colgó las botas en el Sabadell, en el que jugó hasta 1988. Centrocampista todo terreno, sacrificado y peleón, no muy sobrado de técnica pero imprescindible por su despliegue físico. Ganó dos Ligas consecutivas con la Real Sociedad (1980-81 y 1981-82), y una más con Barcelona (1984-85). Ganó también con el Barcelona una Copa, una Supercopa y una Copa de la Liga. Actualmente dos hijos suyos juegan en la elite del fútbol español: Mikel en la Real Sociedad y Xabi ni más ni menos que en el Liverpool.

Internacional B en 2 ocasiones, defendió la camiseta de la selección absoluta en 20 partidos, con un gol marcado. Debutó el 24 de septiembre de 1980 en un amistoso ante Hungría (2-2). Cinco de esos encuentros los disputó en el Mundial de España.

Xabier Alonso Olano nació en Tolosa el 25 de noviembre de 1981. Tras pasar por el Hernani, el Aurrerá de Vitoria y el Éibar, fichó por la Real Sociedad en 1998. Jugó su primer partido con el primer equipo el 1 de diciembre de 1999 en la Copa frente al Logroñés, aunque no debutó en la Liga hasta la temporada 2000-01, tras un nuevo paso por el Éibar. Y ahí dio comienzo definitivo su extraordinaria carrera, culminada en su etapa realista en 2002-03 cuando la Real Sociedad quedó segunda en la Liga, a sólo dos puntos del Madrid. De la mano de Rafa Benítez fichó en 2004 por el Liverpool, y en esa misma temporada se alzó con el trofeo más preciado: la Liga de Campeones. Medio centro al estilo tradicional, tiene gran visión del juego, mucha técnica y capacidad de liderazgo. Con seguridad es uno de los mejores futbolistas españoles de la actualidad.

Tras diez partidos con las selecciones inferiores, debutó con la absoluta de la mano de Iñaki Sáez, el 30 de abril de 2003 ante Ecuador. Desde entonces, además de haber participado en la Eurocopa de 2004 y en el reciente Mundial de Alemania, ha sido pieza imprescindible de nuestra selección en estos últimos cuatro años. Hasta la fecha ha jugado 35 partidos con la absoluta, y ha anotado un tanto.

Gaztelu y Aranzábal

Aunque sólo el hijo ha dado a conocer el apellido familiar, ambos son con seguridad una de las sagas más realistas de la historia. El sobrenombre del padre no es sino el nombre común en vasco ‘castillo’, nombre propio en este caso del caserío de un familiar en el que solía estar a menudo cuando era niño y por cuyo nombre comenzó a ser conocido en Vergara (Guipúzcoa), donde nació el 23 de agosto de 1946. A los veinte años fichó por el Sanse, y sólo un año después comenzó a jugar con la Real Sociedad. Su hijo, nacido también en Vergara el 15 de marzo de 1973, debutó con el primer equipo donostiarra el 21-2-1993, a punto de cumplir los veinte. Y a partir de ahí, tanto uno como otro se convirtieron en jugadores de gran popularidad en la Real, muy estimados por la afición. Gaztelu estuvo ¡15 temporadas! y su hijo «sólo» 12. Justo antes de su retirada el primero recibió el mejor premio que puede recibir un futbolista, un título, y en concreto la primera Liga de la Real Sociedad (1980-81). Agustín Aranzábal dejó el equipo en 2004 y fichó por el Zaragoza, equipo en cuya disciplina ya lleva tres temporadas.

Al comparar la trayectoria internacional de ambos el hijo sobresale claramente. Gaztelu vistió la camiseta de España en cinco ocasiones, aunque sólo dos con la selección absoluta. Su hijo por el contrario a las 13 apariciones con las selecciones menores suma las 28 con la absoluta, incluyendo el Mundial de 2002. Ni uno ni otro se estrenaron como goleadores.

Herrerita y Chus Herrera

Nacido en Gijón el 5 de julio de 1914, Eduardo Herrera Bueno es considerado unánimemente como uno de los mejores interiores de la historia del fútbol español. Aunque algunos defienden incluso que se trata del mejor jugador asturiano de todos los tiempos, lo que desde luego no resulta exagerado es afirmar que se trata de uno de los ciudadanos asturianos más populares de todo el siglo XX. Hasta el punto de que la ciudad de Oviedo lo reconoció dando su nombre a una calle en 1984 junto al antiguo Carlos Tartiere. Interior elegante, de excelente regate y buen olfato ante el gol, ingresó en el Oviedo en 1933, con 30.000 pesetas de ficha, la segunda más alta de España tras la de Ricardo Zamora. Componente de la ovetense Delantera Eléctrica, jugó en el equipo carbayón entre 1933 y 1950, excluyendo los años de Guerra y la temporada 1939-40 en que lo hizo en el Barcelona al no poder participar el Oviedo en la primera liga de posguerra. En Primera jugó 236 partidos y marcó la magnífica suma de 125 goles.

Hermano de otro excelente futbolista, conocido como Herrera el Sabio, y cuñado de Chus Alonso, fue padre de otro notable jugador, Chus Herrera. Nacido el 10 de mayo de 1938 en Cabueñes (Gijón) apareció por primera vez con el Oviedo a los 18 años, en Segunda división. Y tras sólo dos años mostrando su excelente dominio del balón fichó por el Madrid, en el que igualmente pudo destacar gracias a su calidad. Pero en 1962 cuando sólo contaba 24 años llegó la tragedia: se le detectó un cáncer en estado avanzado y nada se pudo hacer por salvar su vida; murió el 21 de octubre.

Herrerita fue internacional absoluto en seis ocasiones entre 1934 y 1947 y marcó dos goles. Su debut en 1934 y su último partido en 1947 demuestran su excelente nivel de juego en esos catorce años. La trágica muerte de su hijo cortó con toda probabilidad una amplia carrera internacional comenzada el 13-3-1960 ante Italia y nunca más repetida.

Miguel y José Manuel Reina

Los Reina son la única saga internacional de guardametas. Miguel Reina Santos nació en Córdoba el 21 de enero de 1946 y tras sus dos primeras temporadas en Primera con el equipo de su ciudad fue fichado por el Barcelona. Portero espectacular, muy valiente en las salidas y seguro bajo los palos, al principio no fue bien acogido por el público barcelonés, decantado por Sadurní. El entrenador Buckingham resolvió salomónicamente el caso, alineando en casa a Sadurní y al cordobés en las salidas. Tras siete temporadas de azulgrana y haber ganado dos Copas de España, Reina fue traspasado al Atlético de Madrid en el que estuvo otras tantas temporadas y consiguió un subcampeonato de Europa y la Copa Intercontinental, ésta con Luis Aragonés en el banquillo.

Su hijo José Manuel nació en Madrid el 31 de agosto de 1982. Forjado como futbolista y sobresaliente promesa en la cantera del Barcelona, subió al primer equipo en el año 2000. Después de dos temporadas en las que no tuvo suficientes oportunidades fichó por el Villarreal, donde sí pudo demostrar sobradamente sus excelentes condiciones, sus agudos reflejos y su casi felina agilidad. Tan fue así que hace dos temporadas Rafa Benítez lo llamó para el que en esos momentos era el vigente campeón de Europa. Titular indiscutible entre los tres palos de la portería del Liverpool, Reina tendrá el próximo 23 de mayo la opción de conseguir ni más ni menos que la Copa de Europa.

Miguel Reina jugó con España un total de 20 partidos, 5 de ellos con la Selección Absoluta. Portero suplente en el Mundial de Inglaterra 1966, debutó finalmente el 15-10-1969, en un rotundo 6-0 ante Finlandia. Con 24 años José Manuel ya ha igualado los 5 partidos de internacional absoluto de su padre, además de haberlo superado ampliamente en el cómputo global, ya que ha jugado 38 partidos con las selecciones menores.

Eusebio y Roberto Ríos

Nacido en Portugalete (Vizcaya) el 30 de marzo de 1935, jugó en el Arenas de Guecho y en el Indauchu antes de ser llamado a África para cumplir el servicio militar. Por este motivo el club bilbaíno lo traspasó al Betis, ya que este club tenía posibilidad de arreglar su traslado a Sevilla. Defensa central de gran corpulencia y seguridad, jugó diez temporadas con el equipo verdiblanco, en el que se retiró al terminar la temporada 1967-68. Tras foguearse como entrenador auxiliar en el Betis, dirigió, entre otros, al Jaén, Baracaldo, Recreativo de Huelva, Valladolid, Murcia, Rayo Vallecano, etc, y ocupó la secretaría técnica del Betis y del Athletic. Vistió la camiseta de la selección absoluta en una ocasión, contra Portugal, en Oporto, el 15 de noviembre de 1964, siendo seleccionador José Villalonga.

Su hijo Roberto nació en Bilbao, el 8 de octubre de 1971. Formado en las categorías inferiores del Betis, debutó en el primer equipo en 1992. Y en el equipo sevillano permaneció a lo largo de cinco temporadas, tres de ellas en Primera. Central muy fuerte, capaz también de jugar en el centro del campo, fue fichado en 1997 por el Athletic Club de Bilbao, en uno de los traspasos más sonados de ese verano. En San Mamés tuvo una enorme presión desde el principio, lo que sumado a la reiteración de sus lesiones lastró su carrera, cercenada definitivamente por el cuerpo técnico bilbaíno. Después de varios meses inactivo, abandonó el fútbol en enero de 2003, tras rechazar una oferta que desde Inglaterra le cursó el B. W. Albion. Internacional absoluto en once ocasiones de la mano de Javier Clemente, fue habitual en los partidos de clasificación para el Mundial de Francia 1998, para cuya fase final no fue convocado.

Sanchis y Sanchís

No, no se trata de un error, los acentos están bien puestos. Y es que el padre fue conocido como Sanchis, mientras que el hijo como Sanchís. Pero, ¿cuál es el apellido de verdad?

La respuesta en principio no es difícil: Sanchis, con acento llano, es la forma valenciana equivalente a la castellana Sánchez (y no Sanchez), «hijo de Sancho». Así pues la forma «correcta» es la del padre. Sin embargo el hijo, lejano de tierras valencianas y de otros apellidos como Peris (Pérez) o Gomis (Gómez), tendió a acentuar agudo su apellido. Y aunque la acentuación Sanchís provenga de un error lingüístico, indudablemente éste fue el nombre deportivo del hijo y con él debe figurar en los anales.

Manuel Sanchis Martínez nació en Alberique (Valencia) el 26 de marzo de 1938. Tras formarse en el equipo de su pueblo, fichó con 17 años ¡por el Barcelona! Aunque este dato no es muy conocido, lo cierto es que el club azulgrana lo cedió de inmediato al Condal, en el que estuvo seis temporadas. Y de ahí, gracias a Ramallets, por entonces entrenador del Valladolid, dio el salto en 1961 al equipo pucelano. Así pues, no llegó a jugar ni un solo amistoso con la camiseta del Barcelona. Tras tres años de blanquivioleta, dos de ellos en Primera, pasó en el verano de 1964 al Madrid. Y ahí comenzó la gloria para Sanchis. Siete temporadas de madridista le dieron cuatro Ligas, una Copa y una Copa de Europa, la del conocido como Madrid ye-ye. Jugó 143 partidos de Liga y un total de 213 oficiales con el equipo blanco, en los que tan sólo anotó un gol.

Convocado por primera vez por la selección el 9-1-1963 para un amistoso contra Francia (0-0), Sanchis no debutó hasta casi tres años después, el 8-12-1965 contra Inglaterra (0-2). En total fue internacional en 11 ocasiones, incluyendo los tres partidos que España jugó en el Mundial de Inglaterra 1966.

Su primogénito casi nació en el Madrid. Nacido en la capital el 23 de mayo de 1965, comenzó a jugar en su equipo juvenil en 1979. Y tan sólo con 18 años, el 4 de diciembre de 1983 debutó con el primer equipo en Murcia, e incluso se permitió marcar el gol del triunfo. A partir de ahí, comenzó la trayectoria más larga que jamás un jugador haya desarrollado en el equipo merengue: 18 temporadas, con 523 partidos de Liga y un total de 708 partidos oficiales. Y su palmarés, apabullante: 8 Ligas, 2 Copas del Rey, 2 Copas de Europa, 2 Copas de la UEFA, 1 Copa Intercontinental, 5 Supercopas de España y 1 Copa de la Liga.

Con la Selección absoluta debutó el 12 de noviembre de 1986, contra Rumanía (1-0). Para entonces ya había jugado 22 partidos con las selecciones menores, y aunque le quedaban por jugar otros dos con la sub 23, comenzó de manera ininterrumpida su trayectoria de internacional absoluto. Jugó 48 partidos en la máxima categoría, incluyendo los tres de la Eurocopa de 1988, y los cuatro de Italia 1990.




Real Club Deportivo Español, Pehuajó y otras informaciones

El club catalán realizó una gira por América Latina en 1926. Su primer destino fue Argentina. De los partidos jugados aquí -2 triunfos, 3 empates y 2 derrotas- el  menos conocido es el  que realizó en Pehuajó. 

 Esta localidad está situada a 365 kilómetros al oeste de Buenos Aires; tenía entonces 10.000 habitantes, un tercio de su población actual. Su nombre deriva de un vocablo indígena que significa: «terreno pantanoso».

 Los visitantes arribaron allí en el tren del 21 de julio, por la tarde. José Esteban Garré, hacendado local, fue el anfitrión en una de sus estancias. Sería el árbitro del cotejo.

 Este se jugó al día siguiente, paralizando a Pehuajó y su región. Los tres clubes locales -Estudiantes Unidos, C. Atlético K.D.T y Sportivo Argentino- aunaron sus fuerzas para enfrentar a los profesionales españoles, capitaneados por  Zamora.

 El campo del Sportivo albergó a 4.000 espectadores… sin contar árboles y techos vecinos !!

 Español:

Ricardo Zamora; Juan Urquizu, Félix Quesada; Ramón Trabal, Desiderio Esparza, Patricio Caicedo; Martín Vantolrá, Rafael Oramas, Teodoro Mauri, José Padrón, Mariano Yurrita.

Pehuajó:

Pedro Di Como; Francisco Curti, Alberto Iturrieta; Pedro Ricci, Pedro García, Eliseo Pérez; Francisco Torres, Jesús Diaz, Pedro Moleres, Tomás Irrazábal, Alejandro Santa Cruz.

 El juego fue muy disputado ; no se abrió el marcador en la primera parte. A los 15 minutos del complemento Diaz venció a Zamora. Este se abalanzó sobre el árbitro Garré reclamándole off side. Además le «informó» que de no anular el gol retiraría al equipo. El árbitro-anfitrión,  pensando que se «arruinaba la fiesta», invalidó el tanto.

El único gol se produjo a los 35 minutos, su autor fue Padrón o Quesada; las fuentes no coinciden.

 Concluyó así una inolvidable jornada, con una recordada actuación de los locales, no obstante su derrota La Vanguardia, de Barcelona, del 9 de setiembre, informó:

 «Además el Español jugó un partido en Pehuajó, que ganó por uno a cero, y aunque  este match no tiene la importancia de los demás (…).

 El desarrollo del juego no coincidió con dicho comentario. Fue un partido en serio. 

Otras informaciones

 Jesús Diaz, el del gol anulado, era español de nacimiento y pehuajense por adopción. En 1929 conquistaría en Gimnasia y Esgrima La Plata el único título de este club. Fundado el 3 de junio de 1887 es la entidad federada más antigua del continente…

 10 de febrero. Llegada del Plus Ultra. Una multitud enfervorizada -mi padre y mi abuelo presentes- se dio cita en la Costanera Sur para agasajar a los expedicionarios.

Esta travesía -capitaneada por Ramón Franco- fue el gran suceso de 1926 y marcó uno de los puntos más altos de las relaciones hispano-argentinas…   

 04 de julio. En la cancha de Boca, el Español empató con un Combinado local: 1 a 1. Ese mismo día, en el vecino barrio de Barracas – calle Universidad, hoy Salmón Feijoó n° 770- nació Alfredo Di Stéfano… 

 16 de julio. Se fundó El Club Deportivo Español. (…)Fomentará la práctica del sport entre los españoles residentes (…), anunció la revista El Gráfico. Club desaparecido, tenía su campo deportivo en Manuela Pedraza y Crámer, frente al C.A. Platense, de la Primera División.  Fue su primer  presidente Antonio Maura y Gamazo (1885-1964),

madrileño, de gran influencia en los círculos locales… Otros clubes con «algo de España», que le precedieron en el fútbol porteño fueron: «Hispano Argentino», «Barcelona y Río de la Plata», «La Protectora Balear» y «Catalonia»; sólo el primero jugó en el círculo superior…

 04 de setiembre. Lima, Perú. Ultimo enfrentamiento albiazul con un club argentino. Su rival fue el aún vigente Club Progresista, de Avellaneda; empataron en un gol….

 El «Monumento de los Españoles»,  magnífico obsequio a nuestro país, está casi concluído. Se inaugurará en 1927, en el cruce de las avenidas del Libertador y  Sarmiento (Palermo). A escasa distancia de allí, actual Planetario, se habían efectuado  (1867), los primeros ensayos futbolísticos en América Latina…

 Jorge H. Gallego

Socio del C.I.H.F.

B. Aires-Argentina

 




Rossend Calvet: el superfuncionario del Barça (Barcelona, 1896-1986)

No suele ser muy habitual, cuando hablamos sobre un club de fútbol, el glosar la personalidad de alguien que no sea jugador, técnico o dirigente, pero constituye un acto de elemental justicia el hacer una excepción con Rossend Calvet i Mata – un nombre tal vez no muy conocido por las más jóvenes generaciones de culés – , a causa de  lo mucho que este hombre hizo por el Fútbol Club Barcelona, jugándose literalmente el tipo por defenderlo en un contexto muy peligroso, y trabajando siempre desde la sombra para asegurar su supervivencia. Calvet fue un funcionario providencial en la coyuntura más azarosa que vivió el Barça, la de la Guerra Civil Española, y sus desvelos jugaron un papel trascendental para el futuro de la entidad, razón por la cual  todos los barcelonistas le deberían estar eternamente agradecidos.

          Calvet vino al mundo en Barcelona, en 1896, tan sólo tres años antes de la fundación del club al que consagraría su vida. Destacado atleta en las disciplinas de Fondo y Cross ( se proclamó varias veces Campeón de España,  ganando en 1920 la primera edición de una prueba que se convertiría en clásica, la «Jean Bouin»  ), así como uno de los pioneros del periodismo deportivo español, desde 1917 va a trabajar en las oficinas del Barça, del que llegaría a ser Secretario Técnico y Secretario General. Y es ahí donde la figura de Calvet comienza a ser providencial. En Julio de 1936 estalla la Guerra Civil, y las actividades del club van a quedar seriamente tocadas, puesto que se interrumpen bruscamente, o mejor dicho no se reanudan, las competiciones de ámbito nacional, y una mayoría de socios, envueltos en la vorágine bélica, dejan de abonar sus cuotas. Ante tan graves problemas, y en la primavera de 1937, justo cuando una pequeña guerra civil  en el seno del bando republicano brota en las calles de Barcelona, haciendo de la Ciudad Condal un lugar aun si cabe más inhóspito, el club va a aceptar una oferta para realizar una gira por México ( que después se prolongaría también a los Estados Unidos )

          Un antiguo jugador de béisbol barcelonista radicado en el país azteca, un empresario llamado Manuel Mas Soriano, se pone en contacto con el guardameta azulgrana Iborra, y le hace llegar un interesante ofrecimiento ( viaje y estancia pagados y una importante cantidad en metálico ). El club se encuentra entonces regido provisionalmente  por un Comité de Empleados, pues su directiva ha sido víctima de las terribles y luctuosas circunstancias por las que atraviesa el país, con la muerte del presidente Josep Sunyol en el frente de Guadarrama, y el desplazamiento de los tradicionales dirigentes barcelonistas, pertenecientes a las clases «poseedoras», debido al momento revolucionario. La expedición, compuesta por 20 personas, va a partir de Barcelona por vía marítima en mayo de 1937. Rossend Calvet irá al frente de ella, en calidad de delegado, junto con el entrenador, el irlandés Patrick O. Connell, el cuidador y encargado de material Modesto Amorós, el masajista Ángel Mur Navarro – al igual que el propio Calvet procedente de la sección de Atletismo del club – y los futbolistas José Iborra, Joan Babot, Ramón Zabalo, Josep Argemí, Fernando García, Domènec Balmanya, Josep Escolà, Martí Ventolrá, Miquel Gual, Félix Los Heros «Tache», Juli Munlloch, Esteve Pedrol, Joaquín Urquiaga, Juan Rafa, Josep Pagés y Josep Bardina.

          Los detalles del viaje y la gira darían material suficiente para escribir no una sino varias novelas. Aquí nos limitaremos a reseñar que la excursión se prolongó por espacio de cinco meses, y que en el aspecto deportivo se saldó con un balance de 14 partidos disputados, con diez victorias y cuatro derrotas. Varios jugadores aprovecharon la oportunidad  para no retornar a España, algunos quedándose en México y otros pasando a Francia una vez de vuelta al Viejo Continente. El detalle romántico fue la historia de amor surgida entre el extremo derecho internacional barcelonista Martí Ventolrá y una sobrina del presidente mexicano Lázaro Cárdenas, que terminó felizmente en boda  ( tres décadas más tarde, concretamente en 1969,  un hijo del matrimonio, José, llegaría a jugar contra el combinado nacional español,  formando parte de la selección azteca ). En el aspecto económico, la gira arrojó un beneficio neto  de 12.900 dólares USA, cantidad que fue previsoramente ingresada por Calvet en un banco de París, y que una vez finalizada la contienda le vendrían muy bien al Barça para afrontar su laboriosa reconstrucción.

          De regreso a la zona republicana, aun habría de prestar Rossend Calvet otros dos señalados servicios a la entidad barcelonista. El primero de ellos,  cuando las bombas de la aviación franquista destruyeron el local social del Barça, entonces emplazado en el primer piso de la casa número 333 de la calle Consell de Cent. en la noche del 16 de marzo de 1938. El conserje Josep Cubells, otros empleados y el propio Calvet, pusieron manos a la obra para rescatar de entre los escombros del edificio trofeos, banderines, fotografías y documentos de un incalculable valor, salvando así, con riesgo de sus vidas, buena parte de la historia del Barça. Y algunos meses después, en Enero de 1939, cuando las tropas nacionales entraron en Barcelona, una vez hundida la resistencia republicana, Rossend Calvet saldría también gallarda y valerosamente en defensa de los intereses del club de sus amores cuando los militares triunfantes pretendían ocupar el campo de Les Corts para instalar en él un parque móvil. La vehemente elocuencia de Calvet convenció al oficial al mando de la valiosa y casi sagrada naturaleza de aquel recinto deportivo, y de ese modo pudieron salvaguardarse tanto el terreno de juego como las gradas, y en el mes de Junio todo estuvo listo para que volvieran  a abrirse las puertas del coliseo barcelonista. En los primeros meses de la Guerra ya había hecho algo similar, oponiéndose a su incautación por la CNT, como cabeza visible del Comité de Empleados arriba mencionado, que había venido a llenar el vacío de poder que atravesaba la entidad.

          Calvet sería durante largos años asesor jurídico del Barça, responsabilizándose de numerosos escritos y recursos dirigidos a las autoridades deportivas españolas, siempre con la mira puesta en defender a capa y espada los intereses del club. Tan integrado estaba en él, que contraería matrimonio con la hija de Manuel Torres, cariñosamente conocido como «L´Avi Torres», el Portero Mayor del campo de Les Corts, toda una institución para la gent blaugrana, y a quien se rindió un muy merecido homenaje en Septiembre de 1954, con motivo de un partido contra el Stuttgart alemán, en el cual se inauguró la iluminación nocturna del estadio. Allí, en el propio campo, nacería su hijo Rossend Calvet i Torres, que también llegaría a ostentar un cargo de gran responsabilidad en el club, al frente de sus secciones deportivas. Jubilado desde mediados de los 60, y distinguido como Socio de Mérito ( un honor al alcance de muy pocos barcelonistas ), falleció cuando estaba a punto de cumplir los 90 años, en 1986.

  

 




Clasificación de jugadores.

Refiriéndome al documento que se publicó en esta Revista Digital de Cuadernos de Fútbol en su número 2, sobre la Baremación de Jugadores, cito a los jugadores, equipos y lugares más destacados en la Competición del Campeonato Nacional de Liga en 1ª División desde la temporada 1928-1929 y en 2ª División desde la temporada 68-69 que había un sólo Grupo, hasta la temporada 2008-2009 inclusive. Estas clasificaciones se han realizado sobre 12.120 jugadores en sus 10 mejores posiciones. Han sido jugadores muy importantes para sus equipos y que han sobresalido por sus excelentes capacidades futbolísticas.

Goleadores 1ª División.

Entre paréntesis figuran los Pichichis conseguidos.

1.- 252 Zarra (6)

2.- 234 Hugo Sánchez (5)

3.- 227 Di Stéfano (5)

4.- 226 César Rodríguez (1)

5.- 223 Raúl (2)

6.- 218 Quini (5)

7.- 210 Pahiño (2)

8.- 195 Mundo (2)

9.- 186 Santillana

10.- 182 Arza (1)

Goleadores 2ª División.

Entre paréntesis figuran los Pichichis conseguidos.

1.- 133 Nino (1)

2.- 108 Moisés García

3.- 103 Enrique Galán (1)

4.- 101 Salillas (1)

5.- 98 Illán (1)

6.- 95 Aquino (2)

7.- 89 Quique Martín

8.- 85 Manuel Álvarez

85 Manel Martínez (1)

10.- 82 Pichi Lucas (1)

Mel (1)

Goleadores penalti 1ª División

 

1.- 55 Hugo Sánchez

2.- 44 Penev

Koeman

4.- 34 Marañón

Dani Ruiz

6.- 31 Ander Garitano

Larrazabal

8.- 30 Quini

Tamudo

10.- 28 Míchel

David Villa

Goleadores penalti 2ª División1.- 27 Quique Martín

2.- 26 Luluaga

Fabiano

4.- 25 José Luis Vara

Aquino

6.- 23 Salillas

José Juan Luque

8.- 20 Moisés García

9.- 19 Piris

10.- 17 García Pitarch

Yordi

Goles en Propia puerta 1ª División

 

5.- Alfonso Aparicio, Diego Rodríguez, Loren Juarros, Fernando Cáceres,

Sergi Barjuan.

Goles en Propia puerta 2ª División

 

5.- Silvi, Pérez Durán.

4.- Pedro Robles, Espíldora, Francisco Hernández «Valle», Alaña.

 Mejores Jugadores Alineaciones

.- Son los jugadores que más jornadas han disputado de titulares en todas las temporadas de los Campeonatos Nacionales de Liga, según coeficiente de baremación descrito en Cuadernos de Fútbol nº 2, aparecen en su mayoría los porteros de más longeva vida futbolística y la inclusión de dos magníficos extremos izquierdos en las 8 primeras posiciones en 1ª División.

Mejores Jugadores Alineaciones 1ª División

 

1.- 297.598 Andoni Zubizarreta

2.- 263.585 Paco Buyo

3.- 262.800 Paco Gento

4.- 261.919 José Ángel Iribar

5.- 254.085 José Ramón Esnaola

6.- 249.000 Carmelo Cedrún

7.- 247.958 Agustín Gainza

8.- 244.060 Ignacio Eizaguirre

9.- 236.296 Francisco Fernández Rodríguez «Gallego»

10.- 234.883 Joaquín Alonso

1.- 118.622 Francisco Hernández Sánchez «Valle»

2.- 106.908 Jorge Castell

3.- 106.090 Óscar Artetxe

4.- 102.947 Clemente Iriarte

5.- 101.594 José Ignacio Garmendia

6.- 101.443 Quique Martín

7.- 101.321 Javier Bellido

8.- 95.368 Francisco López Gómez

9.- 95.295 Evilasio Sánchez «Vili»

10.- 94.660 Kike Burgos

1.- 302.111 Paco Buyo

2.- 297.598 Andoni Zubizarreta

3.- 277.769 José Ramón Esnaola

4.- 269.482 Roberto Fernández

5.- 262.800 Paco Gento

6.- 261.919 José Ángel Iribar

7.- 249.000 Carmelo Cedrún

8.- 247.958 Agustín Gainza

9.- 245.936 Joaquín Alonso

10.- 244.060 Ignacio Eizaguirre

Mejores Jugadores Alineaciones 2ª División

Mejores jugadores Alineaciones 1ª y 2ª Divisiones

Mejores Jugadores

.- Son los jugadores que más puntuación han obtenido sumando los coeficientes de las alineaciones de titulares y los goles anotados en todas las temporadas en los Campeonatos Nacionales de Liga de 1ª y 2ª Divisiones descritos. Aparecen en los puestos privilegiados los goleadores que constituyen «la salsa del fútbol».

1.- 491.288 Quini

2.- 450.353 César Rodríguez

3.- 448.642 Raúl

4.- 434.653 Zarra

5.- 418.400 Di Stéfano

6.- 415.987 Santillana

7.- 402.109 Arza

8.- 386.586 Gorostiza

9.- 386.001 Pahiño

10.- 384.400 Gento

Son los jugadores que han figurado en mayor número de equipos, han sido jugadores importantes en la 2ª División, destacan los hermanos García León entre ellos, aún en activo la temporada 2009-10 en otros equipos.

Jugadores en más equipos.-

10.- Moisés García, Arpón, José Juan Luque.

9.- Tito Blanco, Julio Iglesias, Fredi, Gerardo García, Ismael López.

Mejores jugadores por equipos.-

Los jugadores que más puntos han obtenido sumando los coeficientes de alineaciones y goles en un solo equipo en la competición de los Campeonatos Nacionales Liga de 1ª y 2ª Divisiones descritas. Jugadores del Real Madrid y Athletic Club acaparan las mayores puntuaciones.

1.- 448.326 Raúl (Real Madrid)

2.- 434.653 Zarra (Athletic Club)

3.- 402.109 Arza (Sevilla)

4.- 396.759 Quini (Sporting Gijón)

5.- 394.850 Santillana (Real Madrid)

6.- 379.200 Di Stéfano (Real Madrid)

7.- 378.338 César (Barcelona)

8.- 376.400 Gento (Real Madrid)

9.- 364.958 Gainza A. (Athletic Club)

10.- 353.976 Panizo (Athletic Club)

Familia de Jugadores más numerosaLa saga de los hermanos Glaría Jordán, jugadores de 1ª División.

Glaría I, José. Glaría II, Francisco. Glaría III, Jaime Javier. Glaría IV, Jesús.

Y el hijo de Glaría I, Jesús Glaría Yetano.

Jugadores con mayor número de temporadas de titulares.-

Son los jugadores que han sido titulares en los equipos por haber disputado mayor número de jornadas en cada temporada, incluido el portero. Se considera la Alineación Titular.

Jugadores con mayor número de temporadas titulares en 1ª División

 

1.- 17 Paco Gento

17 Andoni Zubizarreta

3.- 16 Agustín Gainza

16 José Ángel Iribar

16 José Martínez «Pirri»

16 Paco Buyo

16 Fernando Hierro

8.- 15 Epifanio Fernández «Epi»

15 Carmelo Cedrún

15 José María Orúe

15 José Ramón Esnaola

15 Loren Juarros

15 Sanchís Hontiyuelo

Jugadores con mayor número de temporadas titulares en 2ª División

 

1.- 11 Javier Bellido

11 Quique Martín

3.- 10 Francisco Hernández «Valle»

10 Jorge Castell

10 Óscar Artetxe

10 Julen Del Val

10 Antonio Roa

Jugadores con mayor número de temporadas titulares en 1ª y 2ª Divisiones

 

1.- 20 Roberto Fernández

2.- 19 Paco Buyo

3.- 17 Paco Gento

17 José Ramón Esnaola

17 Andoni Zubizarreta

6.- 16 Agustín Gainza

16 José Ángel Iribar

16 José Martínez «Pirri»

16 Rafael Gordillo

16 Fernando Hierro

Equipos con mejores puntuaciones.-

Constituyen los equipos que han conseguido las máximas puntuaciones teniendo en cuenta los coeficientes de alineaciones y goles anotados por sus jugadores.

1.- 20.278’20 Real Madrid C.F.

2.- 20.238’00 F.C. Barcelona

3.- 19.446’00 Athletic Club

4.- 18.563’15 Valencia C.F.

5.- 18.402’30 Club Atlético Madrid

6.- 18.242’40 R.C.D. Espanyol

7.- 17.050’90 Sevilla F.C.

8.- 15.490’25 Real Sociedad de F.

9.- 13.767’80 Real Zaragoza

10.- 13.187’20 R.C. Celta

Equipos con mayor número de jugadores que hayan sido titulares en alguna

Jornada o que hayan marcado algún gol no siendo titular en ninguna

Jornada del Campeonato Nacional de Liga en las Temporadas y Divisiones

aludidas

 

1.- 632 R.C.D. Espanyol

2.- 554 Club Atlético de Madrid

3.- 539 F.C. Barcelona

4.- 537 Real Murcia C.F.

5.- 520 Sevilla F.C.

6.- 505 Real Valladolid C.F.

7.- 504 Real Racing Club

8.- 502 Real Madrid C.F.

9.- 483 R.C. Deportivo Coruña

10.- 480 Hércules C.F.

Lugar de Nacimiento de 11.489 Jugadores.-

El total de jugadores de estas provincias y naciones están próximos a la mitad del cómputo total de jugadores y las cuatro primeras constituyen casi la cuarta parte de la totalidad.

1.- 757 Vizcaya 6.59%

2.- 714 Madrid 6.21%

3.- 708 Barcelona 6.16%

4.- 632 Argentina 5.50%

5.- 573 Guipúzcoa 4.99%

6.- 463 Asturias 4.03%

7.- 440 Sevilla 3.83%

8.- 417 Valencia 3.63%

9.- 314 Brasil 2.73%

10.- 276 Cádiz 2.40%

Porteros.-

Hay clasificados 1133 jugadores en la demarcación de porteros, las mejores posiciones son para los nacidos en las provincias vascas (1 de cada 8 jugadores es portero). Así queda la clasificación.

1.- 94 Vizcaya

2.- 73 Guipúzcoa

3.- 67 Barcelona

67 Madrid

5.- 47 Valencia

6.- 44 Sevilla

7.- 43 Asturias

8.- 40 Argentina

9.- 33 Navarra

10.- 28 Pontevedra

 




Una colección «divina»: una parada de Zamora

Si alguna figura del fútbol español tuvo una sombra alargada y que impregnó todos los estamentos en una época ya lejana, fue la de Ricardo Zamora, apodado «El Divino». Con una carrera como jugador que se inició en 1916 y que acabó 20 años después, una trayectoria en los banquillos como entrenador, culminada con el puesto de seleccionador nacional y hasta con un par de apariciones cinematográficas en su haber. La década de los años 20 y la primera mitad de los 30 fueron hegemónicas para Zamora. De ello dan fe sus traspasos millonarios del F. C. Barcelona al R. C. D. Español y de allí al Real Madrid, sus actuaciones fabulosas en los Juegos Olímpicos de Amberes, donde tras ganar 1-0 a Dinamarca en el primer partido, salió a hombros del estadio y se acuñó la frase «1-0 y Zamora de portero»; por no decir de su despeje característico con el codo y que recibió carta de naturaleza con su nombre: «la zamorana». Hechos, detalles y leyendas que forjaron el mito de un deportista de primera categoría y arrolladora personalidad, que junto a momentos inolvidables bajo los palos dejaba también suculentas anécdotas como la que cuenta que jugaba con un amigo tras la portería que le sostenía un habano para fumar cuando el partido no le exigía en demasía. La herencia futbolística de Zamora siguió en la persona de su hijo, también portero, como no, y que militó en Primera División en equipos como el Atlético de Madrid, C. D. Málaga, R. C. D. Español o Valencia C. F..

            Uno se da cuenta de la verdadera importancia de Zamora cuando volviendo la vista atrás y rastreando objetos, diarios y coleccionables de los años 20 y 30 comprueba la constante aparición del guardameta icono del fútbol nacional de los años 20. Muñecos, biografías, recortables, postales publicitarias o cromos. Una gran cantidad de colecciones de cromos de los años 20 tienen como primer cromo el de Zamora, incluso algunas que están dedicadas a equipos en los que nunca militó. De todas estas colecciones quiero llamar la atención sobre la titulada «Una parada de Zamora» y que por sus características es especialmente interesante.

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 La marca de chocolates Chocolates Amatller fue una de las pioneras en la difusión del fútbol en su ámbito comercial, sobre todo Cataluña, incluyendo en sus productos cromos que se iban coleccionando y formando diferentes series. Una de las más curiosas fue la colección de 54 cromos titulada: «Una parada de Zamora». La figura de Zamora, inmensa, daba como para plantear una colección larga (en la época las colecciones no solían pasar de 25 cromos) de 54 cromos que nos mostraban en una secuencia de «cine manual» al astro futbolístico realizando una parada.  Dado que el cine era un invento de reciente aparición en la vida y ocio de los españoles, la posibilidad de realizar una breve secuencia (no más de dos segundos) cinematográfica en nuestras propias manos debía parecer algo único. Puedo aportar un detalle personal que quizá revele mejor esta excepcionalidad. Mi suegro es una persona de mucha edad, cumplió 95 años en febrero de 2010. Pues bien, sabedor de mi interés por estas viejas colecciones, me comentó hace años sobre una que a él le dejó impactado en su infancia, en la loclaidad de Mazarrón (Murcia) de donde es originario. Él recordaba, con esa nitidez de los recuerdos infantiles, una colección dedicada a Zamora donde pasando los cromos se veía a éste haciendo una parada. Cuál no fue mi sorpresa al descubrir esta colección y comprobar que encajaba exactamente en los recuerdos añejos de mi suegro.

            Los cromos miden 4’4 cms. x 7’8 cms. y están partidos en dos zonas, la parte superior lleva la imagen de un portero (francamente, nada parecido al Zamora real) mientras que la parte inferior lleva un texto y una imagen referida a la colección, así como la marca comercial, Chocolates Amatller, que la editó. El dorso lleva instrucciones precisas sobre como crear la secuencia de cine manual. El cromo más destacado es el último, el nº 54, que lleva una foto del busto de Zamora enmarcado en un óvalo. Es esta colección una de las más raras y difíciles de completar, por lo que de enconterarse una colección completa hay que convenir que se está ante una pequeña joya del coleccionismo de cromos. A pesar de no disponer de todas las imágenes, he confeccionado una secuencia animada que de alguna manera nos da idea de cómo debía ser la misma cuando las manos inocentes de los niños la reproducían. Espero que os guste.




Hace 100 años

ABRIL 1910

 Son publicadas en prensa las bases para el nuevo Campeonato de España organizado por la Federación Española de Clubs de Foot-Ball. Una vez cerrada la inscripción estos son los clubes inscritos:

De Madrid; la Sociedad Gimnástica Española y la Asgrupación Excursionista Pedestre

de Barcelona; CD Español y FC Barcelona

de Pontevedra; Vigo FC, Real Club Fortuna y Teis FC

de La Coruña; RCD La Coruña

de Bilbao; Bilbao FC

y de Irún; Irún Sporting Club.

  • En El Mundo Deportivo se vierten graves acusaciones sobre el Campeonato jugado en San Sebastián y sobre los tres clubes participantes, hablando incluso de compra del partido que la Real Sociedad jugó frente al Madrid FC. Dicho club da contestación a dicho suelto en La Correspondencia de España aclarando que lo que recibió por parte de la organización fue una subvención para acudir a disputarlo. En un principio, en Junta General celebrada el 31 de enero de 1910, se decidió no acudir al Campeonato por falta de medios materiales siendo conocedores después de la subvención decidiendo entonces acudir.
  • Problemas en el partido de clasificación al Campeonato de España entre San Sebastián Recreation Club e Irún Sporting Club. No estaban colocadas las redes de las porterías ni el campo vallado, sufriendo el partido continuas paradas por invasión del público que andaba excitado e insultaba y amenazaba continuamente a los irundarras.
  • El Athletic Club de Bilbao vence al Lamiaco al FC Barcelona por ¡10 a 1!.
  • Por 7 goles a 0 venció el equipo de Pamplona al de Zaragoza en la capital navarra.
  • En partido eliminatorio del Campeonato de los Pirineos la Real Sociedad venció al Toulouse por 8 goles a 0.
  • España y Barcelona se enfrentan en partido amistoso empatando a dos. El partido era de campeonato pero el España cedió los puntos. Igualmente ocurrió entre Central y Universitari. Central cedió los puntos y en el amistoso vencieron los universitarios.
  • El Madrid FC se ofrece a la revista francesa L’Auto para la disputa de un amistoso internacional en beneficio de las víctimas de Nápoles.
  • Partido en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) entre el madrileño Reina Victoria y el Real Colegio Alfonso XIII de dicha localidad. Se disputarán una copa concedida por S.M. El Rey.
  • Ha sido fundado el Foot-Club de Inca enfrentándose en un reñidísimo partido a un equipo de Palma de Mallorca.
  • Se ha celebrado un partido entre los equipos de Murcia y Alicante venciendo y siendo ovacionados los alicantinos.
  • En Alicante existe un campo deportivo llamado Sportmen’s Club levantino donde entre otros deportes se practica el foot-ball.
  • En Granada existen un par de teams incompletos.
  • Garrido, conocido footballista madrileño, acompañado de José Pacheco pretenden dar la vuelta al mundo a pie.
  • El Foot-Ball Club Vilafranca de Villafranca del Penedés está afiliado a la Asociación de Lawn-Tennis de Barcelona.
  • En Salamanca y Pamplona los esolares son los practicantes del foot-ball.
  • En Pontevedra ha sido fundada la sociedad Sporting Club, nacida dentro de la sociedad Liceo Gimnasio. Parte con las siguientes secciones: foot-ball, gimnástica, esgrima, náutica, lawn-tennis y boxing. La Junta Directiva queda compuesta por los señores José Luis Martínez como presidente; Vicente Vázquez como vicepresidente;  César García como tesorero; Heriberto Fernández como vicetesorero; Evaristo Vázquez como secretario y Pelayo Rudido como vicesecretario.
  • Da comienzo el Concurso de equipos infantiles de Barcelona habiéndose inscrito el Club Central, Europa, Español, Universitari, Català, Andresense y Catalonia.
  • En Maliaño (Cantabria) se disputó un encuentro entre el local Sporting Club y el Santander Foot-Ball Club.
  • Hay noticias de que se juega al foot-ball en Castellón aunque poco. Lo hacen en un campo donde también practican los reclutas y los aficionados al tiro de pichón.
  • Continúan avanzando las obras en el Velódromo de la Ciudad Lineal de Madrid. Se espera que para mediados del mes próximo se pueda celebrar la primera concentración deportiva con carreras a pie, en bicicleta, en motocicleta, foot-ball y polo.
  • Los primeros y segundos equipos del CD Español «Blanco y Negro» de Chihuahua (Méjico) han ganado el Campeonato Internacional jugado en aquella localidad.
  • Es grande la afición al foot-ball en Alemania. El mismo Káiser es aficionado al mismo. Existen más de 1.000 clubes y el número de socios es de 80.000.

 

 

 

 




Copas que fueron ligas y ligas que fueron copas

¿Qué título es más importante, la Liga o la Copa?

La respuesta fue siempre muy sencilla. Cualquier aficionado interpelado daría con la competición correctamente. La cuestión depende del momento en que se haga la pregunta, porque no todo el mundo ha dado la misma solución a lo largo de la historia.

En efecto, Liga o Copa. ¿Qué título otorga la supremacía nacional al vencedor? Actualmente los nombres oficiales que reciben ambas competiciones son prácticamente sinónimos: Campeonato Nacional de Liga y Campeonato de España. Quizá en ello esté la importancia del dilema.

Porque no existe dilema hasta que uno se plantea el sentido de la trascendencia. En el fútbol mundial cada país organiza un número indeterminado de competiciones. Puede haber un único campeonato, sin más, o dos, tres, etc. hasta los que la federación nacional establezca. No hay más límite que el propio calendario. Cada uno es libre de arreglar su casa como desee o más le convenga. Sin embargo, el desarrollo de las competiciones internacionales de clubs ha obligado a que las diferentes confederaciones  continentales tengan que establecer una correspondencia entre las diversas competiciones nacionales, para fijar los derechos de participación. Normalmente son las propias federaciones nacionales quienes marcan los criterios para inscribir a sus clubs en las competiciones internacionales, aunque la confederación continental puede fijar unos requisitos mínimos. Con ello, volvemos a replantearnos el tema: qué campeonatos sirven o no para acceder a la mejor competición, a la «Liga de Campeones» de Europa, Asia, África o CONCACAF y a la «Libertadores» sudamericana.

La FIFA ha solicitado de la IFFHS que establezca un baremo para jerarquizar la importancia de cada campeonato dentro del contexo nacional que sea homologable en el plano internacional. En otras palabras: establecer una correspondencia de equivalencia entre los títulos de un país y de otro.

Para ello la IFFHS ha fijado unas premisas claras y concisas por las que define un organigrama de competiciones que en algunos países llega a ser muy complicado. El caso de España es, aparentemente, bastante sencillo: el Campeonato Nacional de Liga es el galardón más importante, seguido de la Copa (Campeonato de España). Son los dos torneos que la propia UEFA exige organizar a todas las federaciones -aunque luego no sea cierto, como sucede con Liechtenstein-. En un tercer rango están la Supercopa, la Copa de la Liga -si las hubiere-, etc. Las únicas condiciones son que esté organizado exclusivamente por la federación nacional, que sean extensibles a todo el territorio del estado de manera implícita y que dé un vencedor por título y año (no nos ocupa responder aquí a los casos de muchos países hispanoamericanos donde hay Apertura y Clausura).

La cuestión, volviendo al inicio del artículo, es que nuestras competiciones ofrecen unos resultados sorprendentes a la hora de aplicar esta revisión de títulos, por lo que, desde el punto de vista internacional, la importancia de los méritos cambia de manera sustancial.

Empezando por el primer punto: toda competición de la que se predique oficial debe estar organizada directamente por la federación nacional o por una entidad superior que la incluya. La actual RFEF publica en su lista de ediciones del Campeonato de España varias que no se ajustan a esta regla. La primera Federación Española de Clubs de Football se fundó a finales de 1909. Las ediciones del Campeonato de España de 1903 a 1909 fueron organizadas por el Madrid FC o por la Federación Madrileña (que sólo regía en la propia ciudad de Madrid) por lo que no cumplen esta premisa y, por lo tanto, no son homologables para el palmerés nacional desde el punto de vista de la FIFA.

De las dos competiciones que se disputaron en 1910, sólo es reconocida la edición jugada en Madrid, la ganada por el FC Barcelona, pues la de San Sebastián tampoco tiene respaldo federativo alguno, pese a que posteriormente se le reconoció el título al Athletic Club como gesto de restablecimiento de la paz entre federación y rebeldes. Igualmente no se homologa el Campeonato de España de 1913 de Barcelona, organizado por la Real Unión de Clubs de Football. Esta entidad, fundada en 1912, era la manifestación del cisma de base que padecía el fútbol español de la época. Por haber sido constituida más tarde no se le concede la potestad de poner en juego el título de campeón de España, pues ya era responsabilidad de la FECF.

La primera Copa del Generalísimo, 1939, era el premio para el Torneo Nacional de Fútbol, organizado por la propia FEF. Su carácter oficial es incuestionable. Sin embargo convergen una serie de circunstancias que dificultan su homologación. Por un lado, no se convoca -aunque posteriormente fue añadida una grabación de dudoso origen sobre el propio trofeo- como Campeonato de España, título necesario para que el torneo en cuestión se pueda añadir al palmarés de la competición. También es cierto que participan equipos federados y no federados y las fichas de los jugadores transitan excepcionalmente entre los equipos sin haber sido dadas de alta en la propia FEF. Son irregularidades que obligan a revisar profundamente el carácter que tuvo este Torneo Nacional de Fútbol. Es un capítulo pendiente.

Lógicamente el Concurso Madrid 1902, las ligas de 1927/28 -tanto la de la Unión de Clubs Campeones como la de la Liga Profesional-, la Liga del Mediterráneo 1937 y la Copa España Libre 1937 también quedan excluídos por ser todos de iniciativas extrafederativas.

Sólo se considera un campeón nacional absoluto por año. Aplicar este criterio actualmente es una obviedad: el campeón de Liga. Así, podemos fijar que desde 1929 en España hay un campeón absoluto y ése es el ganador del Campeonato Nacional de Liga. No obstante, para ser correctos con la historia, esta competición no fue siempre la que gozó de mayor prestigio en el panorama nacional. En sus comienzos se desarrolló a la sombra del Campeonato de España, título que mantuvo el vencedor de la Copa. Si tuviésemos que poner una fecha definitiva en que la Liga desplazó a la Copa en reconocimiento deberíamos ir a la edición de 1939/40, aunque no esté exenta de discusión.

Lo que sucede es que entre 1910 y 1928 al no haber propiamente un campeonato de Liga, los campeones de Copa asumen el reconocimiento de campeones nacionales, equiparables a los campeones de cualquier otro país y, por lo tanto, son campeones absolutos.

El desarrollo de las competiciones de esos años incluso replantean su concepción. No cabe duda que la Copa de 1910 es heredera de las anteriores ediciones -pese a que no cumplen el primer requisito FIFA/IFFHS-. Curiosamente en 1903, 1905, 1906, 1907 y 1910 -que es la que nos ocupa- se jugó bajo el sistema liga -de todos contra todos- y no hubo final propiamente dicha, aunque sí un desempate en 1907. No tenemos en cuenta la edición de 1908 pues fue a partido único entre los dos inscritos. En definitiva, las contamos como copas, pero fueron realmente ligas.

A partir de 1914, ya bajo la dirección de la RFEF, la competición se estructuró más sólidamente. Los campeones regionales, es decir, los ganadores de las ligas locales, pasaban a disputar el Campeonato de España y de entre ellos salía el campeón absoluto. Este mismo sistema, campeonatos regionales previos y fase nacional después, sirvió para señalar al campeón nacional absoluto de Alemania o Italia hasta que se creó la liga unificada en cada país, por poner ejemplos. No hay ninguna diferencia organizativa en la concepción de estos campeonatos. De ahí que desde un punto de vista internacional sean equivalentes u homologables en rango. Otra cuestión es la correlación histórica de los trofeos y de las competiciones. Como ya hemos dicho, la Copa/Campeonato de España siguió gozando de un mayor prestigio respecto a la Liga antes de la Guerra Civil e incluso en los primeros años de la posguerra. La gran diferencia entre España e Italia radica en que al crearse la liga, los españoles mantuvieron los campeonatos regionales y la Copa -más próximos al modelo inglés-, mientras que en Italia el nuevo sistema otorgó el título nacional a la Serie A y paulatinamente se fueron formando las categorías inferiores asimilando a los campeonatos regionales sin disputarse la Copa.

Con este planteamiento, el palmerés de campeones españoles de 1902 a 1940, queda remodelado de la siguiente manera a la hora de establecer su equivalencia y homologación con las competiciones de los demás países:

Temporada Campeón nacional absoluto (Copa) Campeón de Copa  -no homologado por IFFHS-
1902/03 Athletic Club 2
1903/04 Athletic Club 2
1904/05 Madrid FC 2
1905/06 Madrid FC 2
1906/07 Madrid FC 2
1907/08 Madrid FC 2
1908/09 Club Ciclista 2
1909/10 FC Barcelona 1 Athletic Club 2
1910/11 Athletic Club 1
1911/12 FC Barcelona 1
1912/13 Racing Club Irún 1 FC Barcelona 3
1913/14 Athletic Club
1914/15 Athletic Club
1915/16 Athletic Club
1916/17 Madrid FC
1917/18 Real Unión Club
1918/19 Arenas Club
1919/20 FC Barcelona
1920/21 Athletic Club
1921/22 FC Barcelona
1922/23 Athletic Club
1923/24 Real Unión Club
1924/25 FC Barcelona
1925/26 FC Barcelona
1926/27 Real Unión Club
1927/28 FC Barcelona

1 Organizados por la Federación Española de Clubs de Football.

2 Organizados por clubs o entidades federativas de ámbito local.

3 Organizado por la Real Unión Española de Clubs de Football.

Con la creación de la Liga, el palmarés ya coincide con las publicaciones más conocidas:

Temporada Campeón nacional absoluto (Liga) Campeón de Copa
1928/29 FC Barcelona RCD Español de Barcelona
1929/30 Athletic Club Athletic Club
1930/31 Athletic Club Athletic Club
1931/32 Madrid FC Athletic Club
1932/33 Madrid FC Athletic Club
1933/34 Athletic Club Madrid FC
1934/35 Betis Balompié Sevilla FC
1935/36 Athletic Club Madrid FC
1939/40 Athletic Club Aviación RCD Español de Barcelona

Y en términos absolutos, el palmarés de cada club también se ve alterado:

Club

Campeón nacional absoluto 1

Campeón de Copa 2

Real Madrid CF

32

12

FC Barcelona

26

17

Athletic Club

14

14

Club Atlético de Madrid

9

9

Valencia CF

6

7

Real Unión Club

3

Real Sociedad de Fútbol

2

1

Sevilla FC 3

1

3

Real Betis Balompié

1

2

RC Deportivo de La Coruña

1

2

Racing Club Irún

1

Arenas Club

1

Real Zaragoza

6

RCD Espanyol de Barcelona

4

RCD Mallorca

1

1 Incluye el Campeonato de España de 1910 a 1928 y el Campeonato Nacional de Liga a partir de su primera edición 1928/29.

2 Incluye el Campeonato de España a partir de la edición de 1929.

3 Pendiente de revisión el Torneo Nacional de Fútbol-Copa del Generalísimo de 1939.

Hay que reconocer que las cifras del palmarés pueden ser muy llamativas, acostumbrados a contabilizar la Copa por un lado y la Liga por otro. El cambio en el cómputo de los títulos de 1910 a 1928 dan unos números que reflejan de una manera más justa y proporcionada el mérito histórico de los clubs. El predominio del FC Barcelona en los primeros años del fútbol español le permite reducir distancias frente al Real Madrid CF, máximo dominador de la Liga con claridad. Cierto es que entonces, en la Copa, el equipo madridista reduce sustancialmente la cifra respecto a vascos y catalanes. También es reseñable la presencia de históricos como el Real Unión de Irún o el Arenas Club que en su día fueron campeones absolutos de España en todos los sentidos. Este mérito en su época es comparable al de ser campeón de Liga actualmente.




El Recreativo de Huelva, decano del fútbol español, se llamó Ónuba FC entre 1931 y 1940 (2ª parte)

Una vez  D. Víctor Martínez Patón me cuestionaba sobre lo extraño que resultaba que en el asiento 696 del Registro de Asociaciones del gobierno Civil de Huelva no apareciera el cambio de denominación del Onuba FC en 1940 por el de Recreativo Onuba.  A dicha duda lo cierto es que sólo podía responderle con creencias y suposiciones (falta de espacio en el asiento para inscribir otra denomianción, por ejemplo).  Repasemos el asiento registral 696:

Archivo Histórico Provincial de Huelva. Libro Registro de Asociaciones

Sin embargo, nuestro equipo investigador de Huelva sigue dando sus frutos, y habiendo llegando a sus oídos que al Archivo Histórico había llegado el libro nº2 (tomo II) del Libro registro de Asociaciones, cuyas anotaciones empezaban a partir de 1939, se pusieron manos a la obra para su revisión.

Y en el repaso de dicho libro de Registro apareció algo importante que respondía por completo a la duda suscitada por D. Víctor Martínez Patón: La inscripción del «Club Recreativo Onuba»:

ahph-leg-7026-registro-de-asociaciones-21

Como pueden comprobar en el asiento 1.431 aparce inscrito el «Club Recreativo Onuba» y en dicho asiento, al final, hace referencia a que se corresponde con el asiento 696; el asiento a la postre del «Club Recreativo de Huelva» y el «Onuba FC»

Como conclusión inevitable podemos sacar una bastante obvia: Si el «Onuba FC» hubiera sido una sociedad «nueva» (es decir, que no hubiera sido el propio Recreativo de Huelva») es evidente que el asiento del «Recreativo Onuba» (denominación que toma el Club llamado entonces «Onuba FC») habría hecho referencia a otro asiento que no fuera el 696, y eso como todo el mundo puede comprobar, no sucede.

Para complementar toda esta información basta con visitar  la ya conocida Web www.onubafc.com, en la cual se pone a disposición de los aficionados gratuitamente el libro Recre y Ónuba FC: dos nombres para una misma entidad, donde se aportan todas las pruebas legales y documentales que demuestran que el Recre cambió de denominación a finales de 1931 por la de Ónuba FC, y que por tanto es la misma sociedad que se oficializó legalmente en 1889: la sociedad decana del fútbol español.

Para complementar toda esta información y pruebas legales que se incluyen en el mencionado libro y en su Web correspondiente, hace poco también se descubrió por el antes mencionado equipo de investigación del fútbol en Huelva, del cual formo parte, un nuevo documento que reafirma aún más lo que se expone en dicho texto. Se trata de una carta remitida en enero 1932 por el Club Onubense al Ayuntamiento de Huelva en la cual se informa al Sr. Alcalde del definitivo cambio de denominación de la sociedad siguiendo instrucciones federativas:

La carta dice textualmente:

«Excmo. Sr:

Habiendo sido informado ampliamente la autoridad gubernativa tengo el honor en participar a V.E. que en reunión celebrada con fecha del pasado 21 de diciembre, quedó acordada por requerimiento federativo la sustitución temporal del nombre -Club Recreativo de Huelva, título original de esa sociedad, por el de Onuba F.C.

Lo que comunico a V.S. en representación de esta nueva junta directiva, esperando su reconocida atención para los efectos consiguientes.

En Huelva a 27 de enero de 1932.»

Archivo Histórico Provincial de Huelva

Archivo Histórico Provincial de Huelva

Seguidamente expondremos otros documentos legales, pero antes repasemos un poco las razones del cambio de denominación del Recre, el decano del fútbol español.

Mas información, al margen de la mostrada ya,  que demuestra que legalmente el Recre y el Onuba FC fueron el mismo equipo:

Para aportar más pruebas legales de peso incontestable, además de la antes mostrada carta del Ayuntamiento de Huelva de enero de 1932 en la que se informa claramente del cambio de denominación a instancias federativas, lo primero que haremos será hablar del artículo nº5 del Reglamento Orgánico de la FEF vigente en 1931 y 1932, años en los que el Club cambió de nombre.

art. Nº5. Reglamento Orgánico de la FEF. 1931 y 1932

art. Nº5. Reglamento Orgánico de la FEF. 1931 y 1932

Según este artículo, para que un equipo o sociedad futbolística pudiera inscribirse en una Federación debía presentar un certificado gubernativo que acreditase su legal constitución, y por tanto debía estar inscrita en el Registro legal de asociaciones del Gobierno Civil de cada provincia. El Ónuba FC, como sabemos, termina inscribiéndose en 1932 en La Federación de Fútbol del Oeste, por lo cual ha de estar inscrito obligatoriamente «de alguna manera» en el libro registro de asociaciones del Gobierno Civil de Huelva para poder presentar así obligatoriamente dicho certificado gubernativo exigido en el Art. Nº5 antes expuesto, y participar en competiciones oficiales con dicha Federación del Oeste.

La primera conclusión es pues que parece evidente que si el Ónuba FC ­hubiera sido un club diferente e independiente al viejo Club Recreativo, es obvio que para inscribirse en la Federación de fútbol del OesteOeste la hipotética sociedad Ónuba FC aparecería, obligatoriamente, en un expediente y asiento registral completamente diferente al del citado Club Recreativo.

Bien, pues repasado íntegramente el libro registro de asociaciones del Gobierno Civil de Huelva constatamos dos hechos legales:

1.- No existe ninguna sociedad inscrita con la denominación Ónuba FC en un asiento registral independiente y nuevo, a modo de nueva sociedad.

2.- Descubrimos que en el asiento 696, del citado libro aparece inscrito el Club Recreativo de Huelva y en ese mismo asiento y expediente (696) también aparece la denominación Ónuba FC junto a las de Club Recreativo y Real Club Recreativo de Huelva. Este dato por si solo ya es concluyente y demuestra que el Ónuba FC no era ninguna sociedad independiente del Club Recreativo.

No obstante existen algunas pruebas más de índole legal que demuestran simplemente que el Recreativo de Huelva y el Ónuba FC ran la misma sociedad legalmente constituida en 1889.

El 24 de febrero de 1941, el entonces llamado Recreativo Ónuba, nombre que como hemos apuntado adquirió el Ónuba FC en 1940, envía una carta al Gobernador Civil en la que remite una serie de documentación solicitada por éste conforme a una nueva ley y reglamentación que salió a la luz unos meses antes de febrero de 1941. En esa carta dice textualmente:

«Representado a esta sociedad recientemente tornada a llamarse Club Recreativo Ónuba y antes, según consta legalmente, con las denominaciones de Club Recreativo de Huelva y Ónuba FC, en cumplimiento de los dispuesto en el B.O. del estado nº 37 de fecha 6 de Febrero, adjunto remito a V.E. dos copias de los originales de:

-Reglamento interno,

-Lista de socios e inventario,

-Directiva y memoria de la Sociedad.

Por Dios, España y su Revolución Nacional Sindicalista.

Huelva, 24 de Febrero de 1941,

Excmo. Sr. Gobernador Civil de la Provincia de Huelva.»

Archivo Histórico Provincial de Huelva

Archivo Histórico Provincial de Huelva

Repasando los hechos que condujeron al cambio de denominación del Recreativo por el de «Onuba FC»

El 25 de octubre de 1931 se disputó en el campo del Velódromo de Huelva el partido del Campeonato Regional entre el Recreativo y el Betis. El partido era de importancia fundamen­tal, ya que de haberlo ganado el equipo local habría obtenido virtualmente la segunda plaza en la clasificación y con ella el derecho a jugar el Campeonato de España, por primera vez desde 1918. Pero el resultado final favoreció al equipo visitante por 1-2, por lo que fueron los béticos quienes se clasificaron para la Copa. Pero más allá del resultado la noticia estuvo en el propio desarrollo del encuentro y los graves incidentes producidos durante éste. Algunas de las decisiones del árbitro, el sevillano Gutié­rrez, fueron criticadas muy duramente desde la grada, quejas que según avanzó el partido se convirtieron en desórdenes graves. Hasta tal punto que el propio Gobernador Civil de Huelva, Sr. Cano López, decidió tomar el mando de la situación ante el eminente riesgo de un grave altercado de orden público. Así, acercándose el final del partido, el árbitro intentó suspenderlo puesto que decía haber recibido una pedrada, ante lo que el Gobernador Civil reaccionó de forma llamativa: aceptó la suspensión pero exi­giendo al árbitro que pasara un reconocimiento médico para que se certificara que en efecto había recibido tal pedrada. Curiosamente el árbitro decidió continuar con el partido que, como hemos dicho, terminó con la victoria visitante por 1-2. Los crecientes incidentes fueron justificados así por la prensa onubense: «Desde luego, no encontramos bien la agresión personal, no es humano, pero hay que tener en cuenta el apasionamiento de una multitud que de forma desaprensiva ve que se juega con sus sentimientos». Para poner fin a la situación el Gobernador Civil tomó una sorprendente deci­sión: encarceló y multó al árbitro del encuentro, al entrenador bético y a su jugador Velasco, acusados de generar desórdenes públicos.

Por otro lado la Junta Directiva del Recrea­tivo, indignada con la actuación arbitral, dio a conocer a la prensa esa misma noche una deci­sión tajante: abandonar la Federación Regional Sur. Así aparecía en la prensa onubense al día siguiente y en la prensa nacional días después: «El Recreativo de Huelva se da de baja de la Federación Sur», titulaba El Mundo Deportivo del 30 de octubre.

Pero la situación, ya muy enconada, se com­plicó aún más cuando la Federación Sur, tras recibir el informe arbitral del partido, decidió imponerle al Recreativo una multa de 17.000 pesetas por los incidentes. Esta cantidad no sólo era elevadísima, sino que además era contraria al Reglamento de competiciones vigente.

Así, según se puede leer en el apartado «Mani­festaciones y coacciones del público» (arts. 91-94) la multa máxima que se podía imponer al Recreativo por los hechos acaecidos durante el partido contra el Betis sería de 2.600 pesetas, sumando todas las acciones punibles recogidas en dicho Reglamento.

Por tanto, si acaso quedaba alguna opción de que el Recreativo permaneciera bajo la disciplina de la Federación Sur estas se desvanecieron con la multa, por lo que de forma definitiva la junta directiva del Recreativo confirmó su baja irrevo­cable de la Federación Sur y, por lo tanto, de la Federación Española, lo cual dicho sea de paso no significa «disolución» como algunos han querido hacer creer. De hecho así fue informado en la reunión del Comité Ejecutivo de la FEF con fecha 16 de noviembre, según se puede leer en el acta de dicha reunión.

Acta de Comité ejecutivo de 15 de Noviembre de 1931

Acta de Comité ejecutivo de 15 de Noviembre de 1931

A partir de ese momento la prensa local habló largo y tendido sobre la situación del Club, pero nada se sabía a ciencia cierta que es lo que sucedería con el club onubense. Sin embargo el día 12 de diciembre el diario onubense La Provincia rompió su silencio sobre el fútbol local con la siguiente nota: «Se va a crear en Huelva una organización local y depor­tiva, denominada Ónuba FC. De ella formarán los antiguos elementos del Club Recreativo y en la presente temporada actuará en el campeonato del grupo B Preferente (de la Federación Regional Sur)«. Dicho equipo se estrenó el 1 de enero de 1932 en el campo del Velódromo ante el Cata­luña, al que ganó por 3-0. El Mundo Deportivo titulaba al día siguiente: «El ex Recreativo, en plan de reorganización, jugó un gran encuentro«.

Según se anunciaba en la primera nota de prensa que hablaba del Ónuba FC, éste iba a inscribirse en la Federación Sur. O al menos intentarlo: razones de las que la prensa no se hizo eco impidieron dicha inscripción (aunque todo hace indicar que la Sur no aceptó al Ónuba ya que seguía siendo el Club Recreativo de Huelva), lo que provocó que el Ónuba se inscribiera finalmente para la temporada 1932-33 en la Federación Oeste, nuevo nombre que tomó la antigua Federación Extremeña al aglutinar también a la provincia de Huelva, precisamente en este momento.

Este Onuba FC, cambiaría en 1940 su denominación por la de Recreativo Onuba y finalmente en 1945 recuperaría su histórica denominación de Real Club Recreativo de Huelva.

Los datos de la prensa y los datos de fuentes oficiales y legales

Muchas veces los historiadores del fútbol se basan para sus conclusiones en los datos que aportan las diversas hemerotecas de que se disponen. Sin embargo está fuera de toda duda que mucha de la información que aparece en la prensa de aquella época (y de la de ahora) carece del rigor y de la veracidad necesaria. En este sentido y en referencia al asunto del Recreativo de Huelva y su cambio de denominación en 1931, aparecen notas de prensa que siembran algunas dudas por su redacción y estilo ambiguo, así como por el empleo de vocablos actualmente en desuso, y sin embargo, por el contrario, hay otras que claramente hablan del mencionado cambio de denominación y los problemas con la federación Sur.

Frente a la información sesgada y en ocasiones poco fiable de los antiguos medios de información nosotros hemos recurrido a las fuentes legales, que a todas luces aporta una mayor seguridad y arrojan datos incontestables. Es obvio que estos datos, oficiales y legales, tienen un mayor peso de «veracidad» y por ende invitamos desde aquí a los historiadores que lo consideren oportuno a recurrir a ellas para esclarecer las dudas que pudieran tener.

Ampliación de la documentación e información sobre este tema:

Para todos aquellos que deseen profundizar en este tema y conocer los pormenores les remitimos a la Web www.onubafc.com.




¿Los mejores árbitros españoles?

Este artículo ha sido el resultado de una cadena de errores. El primer error fue tratar de establecer una lista con los mejores árbitros españoles de la historia. Hombre, Escartín, sin duda, dirán algunos. No, no, Gardeazábal, que pitó tres mundiales. Espera, espera, Ortiz de Mendíbil, que pitó cinco finales internacionales. No hay forma de ponerse de acuerdo en qué es eso de ‘mejor árbitro’.

El segundo error fue el critero a utilizar para establecer esa lista. Podíamos utilizar los grandes logros internacionales, pero, ¿qué vale más, tres mundiales, cinco finales internacionales o pasarse veintisiete años en la comisión de reglas de FIFA? Nada, que no hay forma de cuantificar eso.

También se podrían usar el número de partidos arbitrados en el campeonato de liga. Tercer error. Si repasamos el artículo de noviembre de 2009 de César de la Prida sobre los sistemas de designación en la liga, vemos que durante demasiados años han habido métodos poco objetivos a la hora de designar: sorteo puro, sorteo dirigido, listas elaboradas por los equipos, elección directa de los equipos… Nada que nos sirva para establecer quiénes han sido los mejores.

Se podrían buscar argumentos para utilizar el número de partidos arbitrados en liga, a pesar de lo expuesto en el párrafo anterior. Cuarto error. No es comparable el número de partidos arbitrados en una liga de dieciocho jornadas con otra en la que hubo cuarenta y dos jornadas. Pedro Escartín no está muy arriba en el número de partidos arbitrados en liga, apenas 162. Sin embargo, durante los años en los que estuvo en activo arbitró un tanto por cierto de jornadas mucho mayor que la de árbitros posteriores que tienen un cómputo global mucho mayor que él. Nada, que no es comparable.

El quinto error podría ser fijarse solo en quiénes fueron internacionales y durante cuántos años. Ha habido grandes árbitros en la historia que nunca consiguieron la escarapela FIFA. ¿Quién ha sido más importante en la historia del arbitraje, Pérez Sánchez o Merino González? Habrá opiniones para todos los gustos, por lo que tampoco nos vale este critero.

Y así, de error en error, llegamos a las designaciones de las últimas rondas de la Copa de España, desde los octavos de final a la final. ¿Es este criterio el válido? Posiblemente no, pero es el que más se le acerca. En Copa también hubo designaciones por sorteo y al principio de la historia los árbitros los elegían los equipos, pero en la mayoría de las temporadas la elección la hacía el propio presidente del comité nacional o una comisión designadora. Además, el número de partidos siempre es el mismo: Dieciseis en octavos, ocho en cuartos, cuatro en semifinales y la gran final. Y no depende de que la liga tuviera más o menos jornadas. Bien es cierto que durante muchos años la forma que hubo de desempatar una eliminatoria fue jugando partidos de desempate, pero eso no afecta mucho a las cifras totales. Y, además, esos partidos de desempate los solían arbitrar los mejores de cada temporada.

Bueno, parece que ya nos estamos acercando a un criterio con el que nos sentimos cómodos. Ahora toca discutir por qué solo estudiamos los datos en la era Liga. Y discutir esto nos llevaría a repasar la historia del arbitraje español en sus orígenes, objetivo demasiado ambicioso para un simple artículo. Baste decir que en los primeros años, en las designaciones de Copa, se mezclan los jugadores, con directivos, con espectadores, con árbitros oficiales… Incluso la final de Copa de 1922, tan cercana en el tiempo al inicio de nuestro estudio, fue arbitrada por un francés, Georges Balway, ayudado en las bandas por un jugador del Atlético de Madrid y otro del Celta de Vigo.

Para este estudio podríamos haber elegido empezar en la edición de 1923, o de 1926, o de… Decidimos empezar en 1929, coincidiendo con el inicio del campeonato de Liga, porque nos parecía una fecha históricamente interesante, y porque el campeonato de Liga supuso el despegue del arbitraje «profesional» en España. Además, año arriba o año abajo no supone mucho, en cuanto al ranking general, en un periodo tan largo de estudio.

De esta forma ya tenemos un criterio. ¿Es el mejor? Indudablemente, no. Quizá el método óptimo es una mezcla de varios, pero hasta que podamos estudiar todos y quedar contentos con ellos, tendremos que conformarnos con el mejor de los expuestos hasta ahora.

Para elaborar nuestra lista, primero hemos observado todas las designaciones arbitrales desde octavos hasta la final, desde la edición de 1929 hasta la de este mismo año, 2010. Después, hemos otorgado un punto a la designación en octavos, dos puntos a la designación en cuartos, tres puntos a la de semifinales y cuatro puntos a la de la final. Esto, creemos, es lógico. No es lo mismo arbitrar unas semifinales que unos octavos de final. Y el nivel de los árbitros que arbitran unas rondas u otras tampoco es el mismo. Es difícil ver a un árbitro novato en las últimas ronda, mientras que los octavos se prestan más a premiar a árbitros que empiezan a sobresalir o a árbitros que, sin haber destacado demasiado en su carrera, cumplen su última temporada en activo. Las rondas finales se dejan para los mejores, o así lo han entendido siempre los designadores, la prensa, los aficionados y los propios árbitros.

Alguien podría argumentar que, al hilo del último párrafo, no es lo mismo arbitrar el partido de ida de una ronda, que arbitrar la vuelta. Es cierto, no es lo mismo. Por eso también se nos ocurrió cambiar el sistema de puntuación otorgando medio punto más a los partidos de vuelta que a los de ida. Pero el estudio ya estaba hecho con los primeros datos, y tras unas cuantas temporadas con la nueva puntuación, nos dimos cuenta que los puestos en el ranking no cambiaban sustancialmente. Como mucho había algún árbitro que subía o bajaba uno o dos puestos, pero nada significativo. Y como el objetivo de este artículo es el responder a la pregunta ¿quiénes han sido los árbitros españoles más importantes en la historia?, y no establecer una clasificación meramente numérica, creemos haber acertado con nuestra elección de criterio.

Desde los ya lejanos Arribas Seijás, Comorera Gatuellas, Cruella Tena, De Saracho Goitía, Escartín Morán, Menchaca González, Vilalta Bars o Villena Gascó, primero colegiados que nos encontramos en nuestro estudio, hasta los recientes Estrada Fernández y González González, debutantes en esta misma edición, unos trescientos árbitros han sido designados para arbitrar en las últimas cuatro rondas de la Copa de España. Si tenemos en cuenta que hasta esta temporada unos 900 colegiados han arbitrado partidos de Liga, podemos ver que solo un tercio de ellos han arbitrado las ronda importantes de Copa. En realidad, menos de un tercio, porque en estas rondas de Copa podemos encontrar colegiados que arbitraron estando en segunda división o, incluso, en segunda división B (los últimos de ellos, el navarro Jaso Delgado y el murciano Pereñíguez Pérez en 2002).

Según nuestros datos, el gran campeón en esto de arbitrar partidos importantes en la Copa es el madrileño Pedro Escartín Morán. Además, su ventaja sobre el segundo es inapelable. Para superarle, el segundo debería de haber pitado, por ejemplo, seis finales de Copa más. Esta es la clasificación de los diez primeros:

  1. Escartín Morán: 106 puntos
  2. Melcón Bartolomé: 79 puntos
  3. Vilalta Bars: 74 puntos
  4. Díaz Vega: 63 puntos
  5. Fombona Fernández: 63 puntos
  6. Zariquiegui Izco: 62 puntos
  7. Ortiz de Mendíbil Monasterio: 57 puntos
  8. Arribas Seijás: 57 puntos
  9. Sánchez Arminio: 54 puntos
  10. González Echeverría: 54 puntos

En esta pequeña lista encontramos a colegiados que, sin ninguna duda, todos los estudiosos y aficionados al fútbol español elegirían como algunos de los mejores de la historia. Entre los más modernos destacan el asturiano Díaz Vega y el cántabro Sánchez Arminio, actuales Director Técnico y Presidente, respectivamente, del Comité Técnico de Árbitros. Estamos en buenas manos, pues. O eso nos dicen los datos, al menos.

Algunos nombres importantes para el arbitraje español son lo de Soriano Aladrén (decimotercero), López Nieto (decimosexto), Azón Roma (decimoséptimo), Gardeazábal Garay (decimoctavo), Guruceta Muro (cuadragésimo)…, lo que demuestra la dificultad que hay para entrar en los primeros puestos y la importancia que tienen los diez primeros que podíamo leer un poco más arriba.

¿Y los árbitros en activo, que posiciones ocupan?

  • 12. Mejuto González
  • 14. Iturralde González

31. Pérez Burrull

37. Undiano Mallenco

55. González Vázquez

60. Pérez Lasa

64. Muñiz Fernández

95. Teixeira Vitienes

102. Rubinos Pérez

104. Ramírez Domínguez

Hay más, pero con los diez primeros basta. Este año se retira el asturiano Mejuto González, con lo que no sumará ningún punto más (queda incluida la final de este año), pero por detrás vienen el vizcaíno Iturralde González, al que quedan dos o tres años para seguir acumulando puntos, y que subirá mucho en la clasificación, o el navarro Undiano Mallenco, que está llamado a estar entre los primeros de la lista.

Como no podía ser de otra forma, la lista, en su zona alta, la dominan los colegiados internacionales. ¿En qué posiciones están los no que no consiguieron alcanzar la categoría de internacional?

44. Cruella Tena

48. Merino González

54. Andújar Oliver

56. Marín López

60. Pérez Lasa

66. De Aurré Larrea

70. Sánchez-Molina Soto

71. Martín Álvarez

72. Losantos Omar

73. Valdés Sánchez

No está mal la lista de los diez primeros. Cualquiera de ellos hubiera sido un digno poseedor de la escarapela, y casi todos estuvieron nominados en una o más ocasiones a esa categoría. Por unas cosas u otras, FIFA decidió no concedérsela, o la RFEF no les propuso en el momento idóneo, pero ellos hicieron su trabajo y ahí están en los puestos de honor de la historia del arbitraje español.

Y aquí lo dejamos, porque podríamos estar dando datos sin parar y sacar cientos de conclusiones a la vista de este ranking, pero tampoco conviene abrumar con datos y más datos. Añadiremos que, por supuesto, no hemos respondido a la pregunta de cuáles han sido los mejores árbitros españoles de la historia. Quizá, y nos contentamos con esto, hemos presentado a los colegiados más importantes en la historia del arbitraje español, que no es poco.




El esperpento del Francia-Kuwait

El 16 de Enero de 1982 se celebró en el Palacio de Congresos de Madrid el sorteo de la fase final del Campeonato del Mundo de Fútbol que se debía disputar en Junio y Julio de ese mismo año en España. Las 24 selecciones se repartieron en seis grupos, adjudicándose de antemano los cabezas de serie a las sedes que eligió la organización. Así, a Inglaterra le correspondió el grupo cuarto, cuya sede estaba compartida entre Bilbao y Valladolid, con la ventaja para los británicos de que jugarían todos sus partidos en el Estadio de San Mamés, correspondiendo al resto de selecciones alternar entre dicho estadio y el Nuevo José Zorrilla de Valladolid. Celebrado el sorteo, el grupo quedó compuesto, además de los ingleses, por Francia, Checoslovaquia y Kuwait. Dos de ellos se clasificarían para la siguiente ronda.

El 16 de Junio se enfrentaron Inglaterra y Francia en San Mamés, registrándose la victoria de los primeros por 3-1. Un día después, en el Nuevo Zorrilla, Kuwait conseguía un sorprendente empate ante Checoslovaquia, dejando además pinceladas de buen fútbol en algunos momentos.

El 20 de Junio los ingleses sellaron su pase a la siguiente ronda, al vencer por 2-0 a los checoslovacos, dejando una sola plaza libre que debían disputarse el resto de selecciones en los tres partidos que aún quedaban.

A las 5 y cuarto de la tarde del día 21 de Junio saltaron al césped del Nuevo Zorrilla los representantes de las selecciones francesa y kuwaití, bajo las órdenes del colegiado soviético Miroslav Stupar, con nutrida y ruidosa presencia de aficionados de ambos países. El partido empezó con buen juego de ambos equipos, aunque con mejores ocasiones por parte de los franceses, que acabaron adelantándose en el marcador en el minuto 31 gracias a un tanto de Genghini al lanzar una falta directa. Kuwait acusó el gol y se retiró al descanso con un 2-0 en contra, al marcar Platini tras una jugada personal en el minuto 43. En el minuto 2 de la segunda parte Six hizo el 3-0, siendo Al Buloushi quien acortó distancias en el 24.

La crónica «normal» del encuentro finaliza diez minutos más tarde, cuando se produjo un hecho sorprendente. El centrocampista francés Giresse realizó una buena jugada dentro del área rival y se disponía a driblar a un rival para tirar a puerta. En ese instante, uno de los espectadores que animaban a la selección gala hizo sonar un silbato, interpretando los jugadores kuwaitíes que el árbitro había señalado fuera de juego. Giresse finalmente se deshizo de su rival (que se detuvo al escuchar el silbato), lanzó a puerta y marcó gol. El árbitro se dirigió al centro del campo dando por válido el tanto, mientras los jugadores kuwaitíes protestaban airadamente y acababan dirigiéndose al túnel de vestuarios.

En el palco se encontraba el Jeque Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah, hermano del Emir de Kuwait y presidente de la Asociación de Fútbol de Kuwait. Al empezar el incidente bajó al césped del Nuevo Zorrilla, donde dialogó durante varios minutos con sus jugadores y con el árbitro soviético, rodeados por periodistas y miembros de la Policía Nacional. Finalmente, el Jeque volvió a su lugar en el palco, y los jugadores al suyo en el campo. Pero lo más sorprendente es que Miroslav Stupar se retractó de su decisión anterior, no concedió el gol de Giresse y ordenó continuar el partido con un bote neutral en el punto en que se encontraba el jugador francés antes de disparar a puerta. Durante todo este tiempo, el espectador que había provocado el incidente se refugiaba en el anonimato de la grada, guardando prudentemente el silbato en su bolsillo. Seguramente ni se imaginaba la trascendencia que iba a tener su acción.

El partido dio poco más de sí. Bossis hizo el 4-1 definitivo en el minuto 89 y poco después el colegiado señalaba el final del encuentro sin aplicar ningún descuento, quizá con ganas de desaparecer del lugar de los hechos, consciente de la gravedad de la decisión que había tomado. Un día después, la FIFA decidió dar por válido el resultado del partido, al tiempo que imponía una multa de 25.000 francos suizos a la Federación Kuwaití por conducta antideportiva, amonestaba al Jeque Fahad y a la organización del estadio, y suspendía a Miroslav Stupar hasta una nueva sesión de la Comisión de Árbitros.

A falta de una jornada, con Inglaterra clasificada con cuatro puntos, Francia, con dos, tomaba una ligera ventaja frente a Checoslovaquia y Kuwait, con un punto cada una. El 24 de Junio, otra vez en el Nuevo Zorrilla, franceses y checoslovacos empataban a uno, quedando estos últimos eliminados, mientras aquellos debían esperar que Kuwait no venciese a Inglaterra un día después por más de cuatro goles. Como era de suponer, el milagro no se produjo y los ingleses vencieron por 1-0 a los kuwaitíes en San Mamés, sellando de este modo la clasificación de Francia para la siguiente fase.

La selección francesa acabó ocupando la cuarta plaza en el Campeonato del Mundo, después de una polémica semifinal en Sevilla contra Alemania; la kuwaití abandonó España después de disputar tres partidos en Valladolid, con el balance de un empate y dos derrotas. Del árbitro Miroslav Stupar poco más se supo, mientras el Jeque Fahad Al-Ahmed Al-Jaber Al-Sabah volvió a aparecer en las noticias cuando se supo de su muerte a manos de tropas iraquíes cuando estas invadieron Kuwait el 2 de Agosto de 1992, poco más de diez años después de su papel protagonista en la esperpéntica situación que se vivió en el Nuevo Zorrilla.




Misterios olímpicos (II). La fundación del COE

Existen numerosas evidencias que demuestran que el Comité Olímpico Español se fundó en 1905 bajo la presidencia de don Julio Urbina Ceballos-Escalera, marqués de Cabriñana del Monte [deportista multidisciplinar, militar, diputado en Cortes, Director General de Correos y Telégrafos, implacable combatiente de la corrupción (lo que le costó un intento de asesinato en 1895 que provocó una gran manifestación popular en Madrid como protesta), Ministro del Tribunal de las Órdenes Militares, Presidente de la Sociedad Hípica Española, autor de un código de honor sobre duelos, etc.]
La noticia apareció en la revista madrileña Gran Vida en sus números de noviembre y diciembre de 1905, en el primer número del Mundo Deportivo en febrero de 1906 y en el Heraldo de Madrid el 13 de noviembre de 1905. Además en el libro The Olympic Games at Athens 1906 (Spalding´s Athletic Library, Nueva York, 1906) se cita la existencia del COE aunque España finalmente no envió delegación a Atenas.
También se conserva una carta del marqués de Villamejor a Narcís Masferrer (director del Mundo Deportivo) de noviembre de 1913 en la que el remitente reconoce haber «sucedido» al marqués de Cabriñana en la presidencia del COE y dice que ocupa el cargo «desde hace 4 años», lo que no cuadra con la fecha de 1912 como fecha de fundación del COE (tesis defendida por Conrado Durántez).
Todos estos datos fueron descubiertos por Joan Fauria i García y publicados en el boletín de los historiadores olímpicos en 1995 (The Formation of the Spanish Olympic Committee) y en varios artículos en El Mundo Deportivo.

También podemos encontrar la noticia (en «exclusiva» firmada por Luis Lozano) en El Liberal el 30 de julio de 1905: «Los comités nombrados en las diferentes naciones para asistir y representarlas en los Juegos Olímpicos, que bajo el patronato del Príncipe Jorge de Grecia se celebrarán en Atenas en la primavera próxima, trabajan activamente para desempañar su cometido, parece que entre ellas hay pugilato, tratando de que sus respectivas naciones queden a gran altura.

El comité español lo formarán, según noticias, los señores marqués de Cabriñana, presidente, marqués de Villaviciosa de Asturias, por el Tiro al pichón, el comandante Barreto, por el Tiro Nacional, el conde de Asmir, por las Sociedades de esgrima, y don Carlos Padrós, por la Gimnástica y Sociedades de Foot-ball

En el ejemplar de Gran Vida de noviembre de 1905 la noticia está en la página 12, leemos: «… ha nombrado Presidente de la delegación de España al Sr. Marqués de Cabriñana y secretario a don Luis Morote…», formaban parte de la comisión personajes célebres como el marqués de Villaviciosa de Asturias (el de los pichones en París 1900), Carlos Padrós o Román Macaya (delegado en Barcelona).
También leemos: «Días pasados se reunió el Comité Español en el domicilio del Sr. Marqués de Cabriñana, asistiendo el Sr. Pastora, secretario del Consulado de Grecia en Madrid, y el súbdito griego Sr. Alpoulafertis, que dieron a los concurrentes curiosísimos datos…»
En el número de diciembre de 1905 (Pág.11-12) encontramos el programa completo de los JJ.OO. 1906 y una breve nota en la que leemos que los organizadores griegos ofrecían alojamiento gratuito para 20 españoles y que el viaje les saldría por 400 francos.
Finalmente ningún español viajará a Atenas, ni a Londres en 1908 (sin contar a los gimnastas españoles nacionalizados franceses Louis Segura y Antoine Costa).

No consta que Cabriñana desarrollara actividad «olímpica» alguna después de finales de 1905 ni que hubiera intento alguno por revitalizar el COE en 1908, como en ocasiones se ha comentado, pero la carta ya citada de Villamejor (miembro del COI desde 1902) a Masferrer de 1913 indica que Cabriñana habría sido sucedido por este hacia 1909, fecha en la que (según testimonio de Coubertin a un grupo de periodistas españoles en Ampurias en 1926, reproducido por Luis Meléndez), el COI habría reconocido al COE. En cuyo caso el pasado año «celebramos» (en la «clandestinidad») el centenario de dicho «reconocimiento».

Lo cierto es que el COE no había sido dado de alta en ningún registro (a nadie se le ocurrió hacerlo hasta 1926 en el Gobierno Civil de Barcelona) y que Villamejor no informó por carta a Coubertin de la formación de «su»  Comité Olímpico Español hasta finales de 1912 [comité formado por: marqués de Villamejor, presidente y representante de España en el COI. Miembros: Carlos Padrós y Rubio, Pío Suárez Inclán (coronel del Estado Mayor), Marcelo Rivas Mateos (catedrático de la Universidad Central), Alejandro Saint Aubin, marqués de Cabriñana del Monte, Marcelo Sanz Romo (profesor de gimnasia sueca), Adolfo Díaz Enríquez (comandante de Infantería), Luis de Uhagón y Rogelio Ferreras Berros (capitán de la Guardia Civil y profesor de gimnasia) ]. Respecto al primer comité (1905) repiten Cabriñana («degradado») y Padrós (personaje clave en el fútbol español de la época), la continuidad es más que obvia…

El señor Durántez considera esta carta como la formación oficial del COE, pero resulta difícil fundar la misma cosa dos veces, y tampoco significó ningún cambio importante, ya que no se envió delegación a Estocolmo ni se conoce actividad «olímpica» alguna de Villamejor en esa época. Su pasividad despertó algunas críticas entre los sportmen de Barcelona como Josep Elias i Juncosa (periodista y deportista, amigo de Coubertin) quién desde 1911 demandaba un equipo español en los JJ.OO., Villamejor respondió a las críticas solicitando ayuda a los catalanes desde las páginas del Mundo Deportivo (4 de diciembre de 1913).

En abril de 1914 se disputan en Madrid unos «Juegos Olímpicos» (¡si se entera Gallardón!), en realidad unos torneos españoles de atletismo y otros deportes, con el objeto de formar un equipo que acuda a Berlín 1916, hubo críticas por el nombre elegido y por el bajo nivel de los participantes.
En agosto de 1915 Gran Vida publica un durísimo artículo contra la inactividad del COE y del marqués de Villamejor indicando que el Comité lleva «cuatro o cinco años funcionando», lo que nos situaría hacia 1910-11 como fecha de inicio…
En 1913 se había formado un «Comité Olímpico Catalán» como delegación regional del COE y con autorización de Villamejor.
Algunos dirigentes catalanes pretendían participar en los JJOO con delegación propia, ya que el COI diferenciaba los «países deportivos» de los estados, y ya había permitido participar a Finlandia (pese a pertenecer al Imperio Ruso hasta 1917) o a Austria, Hungría o Bohemia por separado pese a formar el Imperio Austrohúngaro hasta 1918. Parece que Coubertin hubiera visto con buenos ojos la participación de Polonia o Irlanda antes de ser independientes, pero no consideraba aplicable a Cataluña la doctrina de los «países deportivos» por sus buenas relaciones con Alfonso XIII o Villamejor (este envió una carta al Presidente del COI en 1914 en la que indicaba que «su único derecho en la vida [el de los catalanes] es ser españoles»). Otros dirigentes catalanes impulsaban el Comité Catalán con la intención de vigorizar e impulsar el deporte español, enviar una delegación fuerte a Berlín 1916 o a Amberes 1920 y conseguir unos JJ.OO. para Barcelona.

Los años sucesivos fueron de nuevo de inactividad, Villamejor dejó paso al barón Güell y a Horacio Echevarrieta, pero ninguno de los dos (especialmente el segundo) desarrollaron excesiva actividad mientras los JJ.OO. de París 1924 se acercaban, ante esta situación intervino personalmente el dictador Primo de Rivera, nombrando al Teniente Coronel Mariano de Rivera como encargado de reconducir la situación y formar un equipo para los Juegos. Rivera escogió Barcelona para la primera reunión el 11 de enero de 1924, de esta forma se neutralizaba el comité catalán. Durante años se ha considerado erroneamente esta reunión como la fundación del COE.
En realidad los estatutos no fueron aprobados por el Gobierno Civil de Barcelona hasta agosto de 1926 y entonces, y solo entonces, se registró el COE, aunque como nos indicó Víctor Martínez Patón (miembro del Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español ), la ley de asociaciones vigente en los inicios del siglo XX era la de 1887. Según un artículo de dicha ley no era necesaria la inscripción en el registro para ser constitutiva, es decir que tenía un carácter declarativo (publicidad y toma de razón). En otras palabras, para constituir una asociación (como el COE), bastaba con manifestar la voluntad de hacerlo, sin necesidad de registrarse o solicitar permiso a las autoridades. Un acto público como las reuniones en el domicilio (Carrera de San Jerónimo) del marqués de Cabriñana en 1905, en el que los reunidos manifestaban el deseo de constituirse en Comité Olímpico Español (o Delegación en España del COI, expresión más habitual en la época) bastaba para que el COE estuviera legalmente reconocido en aplicación de la ley vigente de 1887.
De forma que debemos concluir que en 1905 se constituyó el COE de facto y de jure, aunque no se registrara hasta 1926 .

El marqués de Cabriñana del Monte falleció en Madrid el 11 de septiembre de 1937 (6 días más tarde que el barón de Coubertin). Le sobrevivieron dos hijas (María Luisa y Josefina), su esposa y su único hijo varón fallecieron antes que él. Al enumerar en su esquela sus muchas profesiones, logros y actividades no se recordó que fue el primer presidente del COE.

Para saber más:

•- http://olimpismo2007.blogspot.com




Los saques de esquina para decidir una eliminatoria

Como recoge Oriol Pagés Rosique en su artículo «Tandas de penaltis»  (nº 6 de esta revista CUADERNOS DE FÚTBOL), en las competiciones futbolísticas disputadas mediante el sistema de enfrentamiento a doble partido, el encuentro de desempate -con o sin prórroga- fue desde siempre la fórmula habitualmente utilizada para resolver las eliminatorias que estaban igualadas tras concluir el tiempo reglamentario. Cuando el equilibrio persistía después de uno o más partidos de desempate se acudía al puro azar empleando sistemas como el de lanzar una moneda al aire para determinar el vencedor.

Sin desmerecer la importancia de los llamados torneos del KO en los que se utilizaba habitualmente para otorgar el pase, la especial trascendencia que alcanzaba en ciertos casos la aplicación de este recurso, como podía ser la clasificación para una fase final de un Campeonato del Mundo o la determinación de la categoría en la que había de disputar una temporada un equipo, hacía que estuviese generalmente aceptada la idea de que dejar la resolución al puro albur resultaba inapropiado, siendo necesario encontrar alguna alternativa que tuviese en cuenta criterios futbolísticos. La búsqueda concluyó con la implantación en la temporada 1970/71 de las tandas desde el punto de penalti (y el valor extra de los goles anotados a domicilio en caso de empate).

Como ejemplos de lo anteriormente dicho cabe recordar a Franco Gemma, el niño italiano de 10 años que se hizo famoso al ser la «mano inocente» que eligió la papeleta que clasificó a Turquía en detrimento de España para la fase final del Mundial de Suiza en 1954 tras concluir 2-2 el encuentro de desempate, convirtiéndose así en nuestro país en el «bambino maldito», o lo sucedido en la repesca del conocido como «torneo relámpago» de Mallorca en 1961, con una plaza en juego para jugar en 2ª división en la campaña 1961/62, cuando el Castellón se vio abocado a la 3ª división en beneficio del Sporting de Gijón -R. Gijón de aquella- por el sorteo efectuado con una moneda tras terminar igualados su enfrentamiento, como recoge Eugenio Llamas en el nº 4 de esta misma revista al tratar sobre el mencionado torneo.

 Entre medias se llegó a utilizar un método consistente en premiar al equipo que mayor número de saques de esquina hubiese lanzado. En el Campeonato de Copa (del Generalísimo) de la temporada 1967/68 hubo de recurrirse a la citada solución en una eliminatoria que pasaría a la historia por su duración.

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La citada competición iba a repetir el sistema que ya se había seguido en las anteriores ediciones, consistente en enfrentar a los conjuntos de 2ª división entre sí en una ronda eliminatoria en los primeros meses de la temporada, dejando para la conclusión del Campeonato de Liga la fase de dieciseisavos de final con la entrada en competición de los equipos de 1ª división.

Así pues, los 32 equipos que militaban entonces en la división de plata quedaron emparejados disputando los encuentros los días 1 y 22 de octubre de 1967, tras los cuales cinco eliminatorias quedaron empatadas. Cuatro de ellas se dilucidaron sin problema mediante los correspondientes partidos de desempate jugados en diferentes fechas durante los meses de noviembre y diciembre (U.P. de Langreo, Europa, Jerez y Gimnástica de Torrelavega eliminaron al Granada, R. Jaén, Lérida y Mestalla, respectivamente). La resolución de la otra eliminatoria restante, que enfrentaba al Recreativo de Huelva y al Real Oviedo, se iba a hacer de rogar.

Tras concluir en Oviedo el encuentro de ida con el resultado de 3-2 a favor de los oviedistas y de vencer en el de vuelta los onubenses por 2-1, al contrario de lo sucedido en las otras eliminatorias igualadas, en esta se acordó posponer el desenlace hasta que finalizase la Liga (los dieciseisavos de final de Copa no tenían previsto su inicio hasta el mes de mayo de 1968), si bien no llegaron a cumplir el plazo en su totalidad y la fecha para el partido de desempate acabó siendo la del 19 de marzo de 1968. Como lugar, un terreno neutral: el madrileño campo de Vallecas.

Nada más y nada menos que 171 días después de que se enfrentasen por primera vez en el encuentro de ida, en la mañana de aquel día festivo recreativistas y carbayones empataron a un gol, tras lo cual, buscando deshacer la igualada, disputaron la oportuna prórroga de 30 minutos. Arbitraba Rodríguez Barroso y tras no moverse el marcador durante esa media hora adicional el juego se prolongó durante otra prórroga, esta vez de 10 minutos. Dado que el marcador seguía reflejando 1-1, la pretendida solución se aplicó de nuevo hasta en tres ocasiones más sin que se desequilibrase el tanteador. Brillando los goles por su ausencia en todas las prórrogas disputadas y con varios futbolistas de ambos conjuntos extenuados por el cansancio, se tuvo que decidir al clasificado rebuscando en la reglamentación federativa, aplicando una norma que premiaba al equipo que mayor número de saques de esquina hubiese forzado, clasificándose el Recreativo por haber lanzado 9 córners por 8 del conjunto oviedista.

En definitiva, tras tres encuentros y de la disputa aquel 19 de marzo de 160 minutos de juego (90 del partido normal, 30 de una primera prórroga y 40 más correspondientes a otras cuatro prórrogas de 10 minutos cada una), que totalizaban 340 minutos en la eliminatoria, se tuvo que decidir la clasificación en base a la mencionada regla del mayor número de saques de esquina lanzados.

 

 




Samitier: el primer crack mediático (Barcelona, 1902-1972)

Nació el 2 de febrero de 1902, «el 2 del 2 del 2», vaya. Es evidente que estaba predestinado para la gloria. Hoy diríamos de él que fue el primer crack mediático, junto a su amigo Ricardo Zamora, con quien hizo sus primeras armas en el Barça, allá por el Año de gracia de 1919…Y si bien el hispanofilipino Paulino Alcántara puede ser considerado en estricta justicia como el primer gran ídolo del Barcelonismo ( y el término crack no le iría nada mal a un hombre capaz de romper las redes con sus terroríificos disparos ), este no llegó a alcanzar la dimensión popular de su compañero Samitier, mitad por haber nacido unos pocos años antes, mitad porque compaginaba el balón con los libros y una vez retirado del Fútbol se dedicó a ejercer la Medicina )

Sin embargo Samitier fue todo un ídolo de multitudes, aclamado por una afición que iba in crescendo durante los Felices Años 20, desde los legendarios partidos contra el Sparta de Praga en la antigua cantera de La Fuxarda, hasta la inauguración del Estadio de Montjuich, pasando por la vertiginosa construcción de Les Corts en un tiempo record, en la Primavera de 1922. De hecho, desde 1920 existe ya una Selección Española de Fútbol, y en 1930 se celebrará en Uruguay el primer Campeonato del Mundo. Ya acuden auténticas multitudes a los terrenos de juego españoles, y en este  tiempo de cambio Samitier va a ser unánimemente admirado por su habilidad y genialidad. Apelativos como «El Mago del Balón» o «El Hombre Langosta» ( de esa guisa lo dibujaba el gran caricaturista Valentí Castanys ) hacen justicia a su singular virtuosismo, a su fútbol siempre imaginativo y desconcertante. Con él en sus filas, el Barça de los años 20 es casi imbatible, prácticamente Campeón vitalicio de Cataluña, domina la Copa de España – que se adjudica en 1920, 1922, 1925, 1926 y 1928 – y se apunta el primer Campeonato de Liga, oficialmente conocido como temporada 1928-29, aunque de hecho se jugase de Febrero a Junio de 1929. Numerosas publicaciones periódicas y folletos glosan su figura, y su popularidad llega a ser inmensa. Carlos Gardel, gran amigo suyo, le dedica un tango, y en el cuplé «Jo soc barcelonista» ( que volvería a grabar la pizpireta Guillermina Motta en los años 70 ), su nombre encabeza la nómina de ases blaugranas.

Y en ese Fútbol español que ya se adentra por los caminos del profesionalismo, poniendo en pie una estructura hecha de fichajes, sueldos, técnicos, entrenamientos y viajes a lo largo y a lo ancho de la geografía del país, aunque los tres vértices de nuestra incipiente liga sigan siendo Barcelona, Madrid y el País Vasco, Samitier demostrará ser sumamente rentable – había suscrito su primer contrato con el Barça a cambio de un traje y un reloj con esfera luminosa – Pero es ley de vida que a todo deportista, por destacado que sea, le llega siempre su declive, y de ese modo comienza a ser menos habitual en las alineaciones, y ciertas diferencias con los directivos del club le van a llevar al Real Madrid, donde se reencontrará con su antiguo compañero Ricardo Zamora y conquistará la Liga 32-33 y la Copa del 34, antes de pasar al Niza francés, donde colgaría las botas.

Tras la Guerra Civil se hará entrenador, vertiendo todo el magisterio de  su gran experiencia. El Barça de la difícil Postguerra, huérfano de títulos – a excepción de la aislada Copa del Generalísimo de 1942 -, le entregará su banquillo en 1944, y Sami le devolverá el segundo  Campeonato de Liga de la historia culé la misma temporada de su debut, la 1944-45. Y bien puede decirse que revoluciona el Barça, pues contribuirá a profesionalizar a unos jugadores para los que entonces el fútbol era poco más que un hobby relativamente bien remunerado, regularizando entrenamientos y hasta hábitos alimenticios, al frente de un equipo donde brillaban los Escolá, Mariano Martín, Cesar, Gonzalvo III o Bravo. Pero Sami no durará demasiado en un puesto  siempre tan poco agradecido cuando los resultados no son los óptimos, y su siguiente destino va a ser la Secretaría Técnica del club, donde nuevamente pondrá de manifiesto toda su sabiduría futbolística. A él se le debe el descubrimiento, en un partido disputado en el campo del Español, de un rubio y fornido delantero magiar enrolado en un equipo de apátridas – el Hungaria – que se buscaban la vida jugando encuentros de exhibición. Aquel muchacho se llamaba Ladislao Kubala, y el servicio que Samitier acababa de rendirle a su Barça no tenía precio. También se traería para Les Corts a un tal Alfredo Di Stefano, cuyo frustrado fichaje provocaría una auténtica tormenta político-deportiva, marcando un antes y un después en la historia del fútbol español y europeo, y al no cuajar la jugada logró la contratación de Villaverde, compañero de equipo de la «Saeta Rubia» en el Millonarios colombiano, y algunos años más tarde la del as brasileño Evaristo de Macedo, dos de los sudamericanos de mejor rendimiento de toda la historia barcelonista

La llegada de Helenio Herrera, en 1958, va a suponer, empero,  su segundo exilio del club azulgrana. HH era entonces lo más parecido a un manager general inglés, pues su modus operandi abarcaba múltiples facetas, ya que no sólo entrenaba al primer equipo, sino que también asumía la responsabilidad de rastrear el mercado y contratar  jugadores, e incluso negociaba con la Directiva la política de fichas y primas. El choque entre dos personalidades tan fuertes era inevitable, y ante los plenos poderes de Herrera, a Samitier no le quedó otro remedio que volver a tomar de nuevo el camino de la Capital, donde reinaba como un monarca absoluto su viejo amigo Santiago Bernabéu. Trabajaría durante algún tiempo para el Real Madrid, pero tampoco tardaría mucho en regresar a su querida Barcelona, donde iba a seguir colaborando con el club de sus amores en una tarea que podríamos definir como de «relaciones públicas», sentando cátedra en cualquier acto en el que su presencia fuera requerida. Su repentino fallecimiento, acaecido el 6 de mayo de 1972, congregó en la Ciudad Condal el espontáneo y sincero homenaje de todo el fútbol español hacia uno de los hombres que lo había hecho grande. Se marchaba un futbolista genial e irrepetible, intuitivo e improvisador, y todo un hombre de mundo, un dandy, un bon vivant , un brillantísimo  conversador, lleno de gracia e ingenio . Un auténtico señor de Barcelona, y del Barcelona.




La constitución de la Federación Murciana de Fútbol

La constitución de la Federación Murciana de Fútbol

Desde el año 1919 los equipos de fútbol de Murcia y Albacete estaban adscritos a la Federación Levantina que englobaba, además de los clubes de las dos provincias citadas, a los de Castellón, Valencia y Alicante.

En 1923 varios deportistas murcianos encabezados por Manuel García Calvo, secretario del Real Murcia y director de la revista Murcia Deportiva, maduraron la posibilidad de fundar la Federación Murciana de Fútbol. El principal argumento esgrimido por los partidarios de la escisión radicaba en las dificultades que conllevaban los largos desplazamientos que tenían que realizar los equipos murcianos a las provincias de Valencia y Castellón, y la complicación para llevar a cabo los papeleos y trámites en la sede de la Federación Levantina que se encontraba en Valencia. Los defensores de la escisión razonaban que la creación de la Federación Murciana impulsaría el progreso del fútbol en las provincias de Murcia y Albacete. Se argumentaba que desde el norte de Albacete hasta la costa murciana todos los pueblos contaban con un equipo de fútbol, y algunos con varios, que se limitaban a disputar partidos amistosos debido a los grandes inconvenientes que existían para federar un club.

Pese a que el argumento anterior era lógico, en el fondo subyacía un mal disimulado rencor por las tirantes relaciones entre el Real Murcia y los rectores de la Federación Levantina. La revista Murcia Deportiva protestó en numerosas ocasiones por el presunto caciquismo y las decisiones arbitrarias que supuestamente había tomado la Federación Levantina en varias ocasiones en contra del Real Murcia. Asimismo, los directivos de este club se quejaban de que ejercían un papel secundario en la Federación Levantina, en la que el alicantino José Agulló Asensi, directivo del Natación y enemigo deportivo acérrimo de los murcianos, gozaba de una gran influencia.

En el verano de 1923 se realizan los primeros pasos para lograr una autonomía. En octubre se constituye la Federación Local Murciana de Football con el objetivo de organizar competiciones locales. El éxito de esta entidad fue rotundo, pues en apenas un mes se afiliaron 23 equipos de la ciudad de Murcia y sus alrededores. El 28 de octubre comienza el campeonato de liga en Segunda Categoría y en Infantiles. El 1 de diciembre la Federación Local Murciana de Football legaliza su situación.

Se había cumplido el primer objetivo de crear un organismo que regulara los campeonatos locales, pero la meta era constituir una Federación Murciana, independiente de la Levantina, y afiliada a la Federación Española de Fútbol. Miguel Ángel Cremades y Manuel García Calvo hicieron todo lo que estuvo en su mano para que la separación fuera posible, especialmente el segundo quién sería el principal ejecutor de la idea y quién realizó diversos desplazamientos a Valencia y a Madrid con el fin de reunir la documentación necesaria para presentarla en la Asamblea de Federaciones que se celebraba en Madrid entre los días 25 y 27 de junio de 1924.

El 27 de junio tuvo lugar la exposición de Manuel García Calvo en defensa de la escisión. En el turno de réplica Alfredo Milego, presidente de la Federación Levantina, manifestó «que no echa a nadie pero que si quieren separarse no habrá inconveniente». Curiosamente, la única persona que se opuso a la creación de la Federación Murciana fue el presidente de la Federación Asturiana. Después de esta inesperada objeción, Ricardo Cabot, presidente de la Federación Catalana, propuso la admisión de la Federación Murciana, que finalmente se llevó a cabo.

A partir de ese instante la naciente federación tuvo que trabajar contrarreloj para solventar los trámites que le permitieran constituirse con la antelación suficiente como para poder organizar el Campeonato Regional en la temporada 1924/1925. Los padres de la nueva entidad fijaron el 7 de septiembre como día para celebrar la asamblea de constitución. Durante el verano se conocieron  cuáles eran los documentos que tenían que presentar las sociedades que tuvieran la intención de asistir a la asamblea.

  • 1- Solicitud de ingreso del club aspirante
  • 2- La certificación del Gobierno Civil de estar constituidos legalmente.
  • 3- Dos ejemplares de los Estatutos y Reglamento de las sociedades. respectivas autorizados por el Presidente y el Secretario.
  • 4- Un dibujo a color, reproduciendo el uniforme usado por los jugadores.
  • 5- Descripción del lugar dónde estaba emplazado el campo y las medidas. del mismo, desnivel…etc., expresando también si la valla era de madera o de obra y la cabida del mismo.
  • 6- Composición de la Junta Directiva con expresión de nombres, apellidos y domicilio de los mismos.
  • 7- Designación de domicilio social para la remisión de comunicados.

El 7 de septiembre, a las 10:00 horas, se celebró la asamblea constituyente de la Federación Murciana de Fútbol en el Teatro Circo Villar, situado en el número 10 de la calle Caravija de Murcia. A esta reunión estaban convocados los representantes de los 29 clubes que cumplieron los requisitos exigidos para participar en la competición. Únicamente se permitía la asistencia de un representante por cada equipo para agilizar los trámites y evitar las aglomeraciones.

Finalmente asistieron a la asamblea representantes de 25 de los 29 clubes admitidos. Excusaron su presencia las juntas directivas del Almansa, Archena, Cieza e Iberia de Murcia.

RELACIÓN DE CLUBES FUNDADORES DE LA FEDERACIÓN MURCIANA DE FÚTBOL

CLUB                                       REPRESENTANTE

Alcantarilla Football Club Vicente Escobedo
Almansa Football Club
Alquerías Football Club Juan Martínez
Athlétic Club Jumilla Gabriel Carrión
Archena Football Club
Caravaca Football Club José López Palazón
Cartagena Football Club Carlos Ávalos
Cehegín Football Club Miguel Ángel García
Club Deportivo Cieza
Club Deportivo Europa (Murcia) José Asensio
Club Deportivo Mercantil (Cartagena) José Guillén
Club Deportivo Muleño Martín Perea
Club Deportivo Murciano Luís Morillas
Club Hellín Deportivo Juan Muñoz
Deportivo Balompié (La Ñora) José Ballesta
Football Club Deportivo Abanillense Julio Sánchez
Ford Football Club (Murcia) José Antonio Cascales
Iberia Football Club (Murcia)
Imperial Football Club Salvador Barceló
La Unión Football Club Asensio Saez
Lorca Football Club José García
Real Club Deportivo Español (Murcia) Enrique de la Plaza
Real Murcia Football Club Alfonso Guillamón
Real Unión Deportiva Albacetense Ceferino de Haro
River Thader (Murcia) Enrique Beviar
Sport Club Jumilla Juan Bernal
Unión Balompié de Beniaján Bernardino Barceló
Unión Deportiva Murcia Manuel Martínez
Unión Deportiva Muleña Constantino Herrero

En la lista no figuran el Espinardo Football Club y el Stadium Peral Football Club de Cartagena. Estos equipos no fueron invitados a la asamblea porque no habían cumplido los requisitos exigidos por la Federación. Ambos clubes formalizaron su inscripción unos días después y fueron admitidos para participar en la competición. Se cree que el Fortuna Football Club y la Agrupación Ferroviaria de Murcia también realizaron su inscripción a lo largo del mes de septiembre u octubre, pero al igual que otros equipos (Caravaca, Deportivo Abanillense, Alquerías…etc.) renunciaron a competir.

Durante la mañana se leyeron y aprobaron 79 de los 83 artículos de los estatutos de la Federación. La asamblea se reanudó a las tres y media de la tarde. En primer lugar se aprobó el reglamento y, posteriormente, se suscitó un amplio debate acerca de la división de las categorías y de la confección de los grupos. Una de las decisiones más importantes fue la de establecer las divisiones. Finalmente los directivos de la Federación y los representantes de los clubes acordaron la creación de tres categorías diferentes que quedaron estructuradas de la siguiente forma:

La División 1 recibió el nombre de Primera Categoría Grupo A

La División 2 recibió el nombre de Primera Categoría Grupo B

La División 3 recibió el nombre de Segunda Categoría

Los presentes decidieron dividir a los equipos en función de su nivel. Esta situación supuso un gran problema, pues la mayoría de los clubes inscritos nunca habían participado en competiciones federadas. Por tanto, la decisión de que un equipo compitiera en una división superior o inferior quedaba al criterio (en muchos casos arbitrario) de los asistentes, o a su influencia en la naciente entidad.

Finalmente los equipos quedaron divididos de la siguiente manera

Primera Categoría Grupo A: Cartagena Football Club, Club Deportivo Murciano, Real Murcia y Real Unión Deportiva Albacetense.

Primera Categoría Grupo B: Alcantarilla Football Club, Almansa Football Club, Athlétic Club Jumilla, Club Deportivo Cieza, Club Deportivo Mercantil de Cartagena, Club Deportivo Muleño, Club Hellín Deportivo, La Unión Football Club, Lorca Football Club y Unión Deportiva de Murcia, (se acordó que los equipos quedarían divididos en dos grupos atendiendo al criterio de proximidad geográfica).

Segunda Categoría: Todos los demás equipos federados (también serían divididos en varios grupos atendiendo al criterio de proximidad geográfica)

Más tarde se realizó la votación para elegir a la junta directiva que quedó compuesta de la siguiente manera:

Presidente: Miguel Ángel Cremades

Secretario: Manuel García Calvo

Tesorero: Fernando Perals

Vicepresidente: Un representante de la Junta Directiva del Cartagena. (sería elegido su presidente, Carlos Ávalos)

Vicesecretario: Un representante de la Junta Directiva de la Real Unión Deportiva Albacetense.

Contador: Un representante de la Junta Directiva del Real Murcia.

Asimismo, fueron elegidos varios vocales para representar a los equipos de todas las divisiones.

El 13 de septiembre la nueva entidad presentó la reforma de sus reglamentos en la delegación del Gobierno Civil. A partir de lo sucesivo la antigua Federación Local Murciana de Football pasaría a llamarse Federación Regional Murciana. La sede quedó establecida en la calle del Príncipe Alfonso (actual calle Trapería) 62.

Tras el júbilo inicial no tardaron en llegar los inconvenientes. Varios clubes se vieron desbordados, bien por las cuotas, o bien por otros requisitos impuestos por la Federación Murciana, y renunciaron a participar en la competición. El primero de ellos fue la Unión Muleña. Más tarde otros equipos como el Deportivo Abanillense, el Alquerías, el Club Deportivo Iberia o el Caravaca tomaron la misma decisión. El Almansa se disolvió tras la dimisión de su junta directiva por unos incidentes que se produjeron en un partido amistoso.

Una cuestión que también supuso un problema para algunos clubes fueron las infraestructuras. Varias poblaciones no disponían de un terreno de juego convenientemente acondicionado para albergar partidos de fútbol oficiales. Es posible que alguno de los equipos que renunciaron a participar lo hiciera por la imposibilidad de encontrar un recinto adecuado. En esta situación estaba el Archena, que tuvo que utilizar el campo de la Avenida de la Cierva de Mula como escenario de sus partidos.

Tras confeccionar las categorías la Federación Murciana estableció un plazo para la presentación de las licencias que serían expedidas todos los días no feriados entre el 6 de octubre y el 6 de noviembre de 16 a 17 horas. Una vez finalizado el plazo de presentación de las licencias la entidad ultimó el calendario.

El organismo dividió a los equipos inscritos Primera Categoría Grupo B y en Segunda Categoría en varios grupos siguiendo un criterio de proximidad geográfica. Esta división obedeció a la escasez de fechas, ya que el inicio del campeonato se tuvo que retrasar hasta el mes de diciembre, y a las dificultades que tenían algunos clubes para desplazarse debido a las malas comunicaciones de la época.

Primera Categoría Grupo A: Cartagena Football Club, Club Deportivo Murciano, Real Murcia y Real Unión Deportiva Albacetense

Primera Categoría Grupo B:

Sección Norte: Athlétic Club Jumilla, Club Deportivo Cieza, Club Deportivo Muleño y Hellín Deportivo.

Sección Sur: Alcantarilla Football Club, Club Deportivo Mercantil de Cartagena, La Unión Football Club, Lorca Football Club y Unión Deportiva de Murcia. Los campeones de ambas secciones debían de disputar una eliminatoria a doble partido para dilucidar la única plaza de  ascenso

Segunda Categoría:

Sección Norte: Archena Football Club, Cehegín Football Club y Sport de Jumilla.

Sección Centro: Beniaján Football Club, Imperial de Murcia, Ford de Murcia y Real Club Deportivo Español de Murcia.

Sección Sur: Club Deportivo Europa de Murcia, Espinardo Football Club, River Thader de Murcia y Stadium de Cartagena. Los campeones de ambas secciones debían de disputar una liguilla a doble partido para dilucidar la única plaza de  ascenso.

La primera jornada de liga se celebró el 14 de diciembre. El primer partido en comenzar fue el Español de Murcia-Beniaján, correspondiente al Grupo Centro de Segunda Categoría, que se disputó en el campo de La Torre de la Marquesa de Murcia. Saura, delantero del Español, fue el primer jugador de un equipo adscrito a la Federación Murciana en marcar un gol.

El campeón de Primera Categoría, Grupo A (que finalmente fue el Real Murcia) debía de participar en el Campeonato de España y enfrentarse en la primera eliminatoria a los campeones de las regiones Centro y Sur. Sin embargo, la antigua Federación Levantina, ahora llamada Federación Valenciana, se opuso por sus malas relaciones con la entidad murciana. Alfredo Milego, movió todos sus hilos para desacreditar a la Federación Murciana a la que acusó de no pagar una deuda. Al final, y a propuesta de la Federación Valenciana, se realizó una votación en la que la mayoría de los participantes se mostraron en contra de la participación de los murcianos, lo que determinó la exclusión del Real Murcia del Campeonato de España.

La Federación Murciana de Fútbol celebró su asamblea ordinaria el 7 de junio de 1925. La junta directiva consideró que la organización del Campeonato Regional había sido un éxito. El trabajo de Manuel García Calvo, Miguel Ángel Cremades y los partidarios de la creación de una federación propia sentó las bases de una entidad que ha cumplido 85 años de vida y que actualmente se denomina Federación de Fútbol de la Región de Murcia.