De dos a tres puntos por victoria

En 1981 la Liga inglesa introdujo la modificación de conceder tres puntos por victoria en lugar de dos como se había hecho hasta entonces. Esta medida pretendía favorecer el juego ofensivo, al castigar a los equipos especuladores que buscasen el empate inicial, aunque desde el primer momento tuvo sus detractores, que basaban sus argumentos en que cuando un equipo marcase un gol se volvería conservador para mantener sus tres puntos en vez de buscar un resultado más amplio.

Inicialmente fueron pocas las federaciones del resto del mundo que se acogieron a este sistema de puntuación (Israel en 1982, Turquía en 1987, Noruega en 1988…), hasta que en 1994 la F.I.F.A. decidió utilizarlo primero en la fase final del Campeonato del Mundo disputado en Estados Unidos y luego en el resto de competiciones organizadas por este organismo, dándole el espaldarazo definitivo.

La U.E.F.A. adoptó los tres puntos por victoria a partir de la temporada 1994-1995, y lo mismo hicieron muchas federaciones nacionales, entre las que destacan la francesa y la italiana. Un año más tarde, el resto de Ligas importantes, entre ellas la española, también dejaron atrás el viejo sistema de dos puntos por victoria.

Después de catorce años, podemos evaluar desde un punto de vista numérico los efectos que tuvo este cambio. En particular, cabría pensar que se hubiera reducido el número de empates y que hubiera aumentado el número de goles marcados. Veamos si esto ha sido realmente así, y comprobemos también qué cambios hubiera habido en cuanto a campeones de Liga, ascensos y descensos en las tres categorías más altas de nuestro fútbol, si las victorias hubieran seguido siendo premiadas con sólo dos puntos.

¿Se ha reducido el número de empates?

El gráfico que aparece a continuación representa el porcentaje de empates respecto a partidos jugados en cada temporada desde la fundación de la Liga española desde 1929 hasta la actualidad, en Primera, Segunda A y Segunda B, sombreando las temporadas a partir de la 1994-1995:

Porcentaje de empates por temporada

Porcentaje de empates por temporada

Como podemos ver, hasta mediados de los años 60, en la Liga española el porcentaje de partidos que acababan en empate estaba entre el 15 y el 20 %, salvo excepciones puntuales que se situaban muy ligeramente por encima o por debajo de esas cifras. En un plazo muy breve, entre 1964 y 1969 se produjo un rápido crecimiento hasta llegar a los alrededores del 25%, donde se mantuvo más o menos estable hasta principios de los 80. En ese momento se produjo un nuevo incremento hasta situarse en el entorno del 30 %, con un máximo del 32,98 % en la temporada 1990-1991. Con esta situación llegamos a la temporada 1994-1995, en la que se produjo el cambio a las victorias de tres puntos. Si miramos la parte derecha del gráfico, comprobamos que la tendencia se mantuvo en torno al 30 % de empates, aunque ligeramente por debajo. Hay que destacar que en Primera División, en las temporadas 2007-2008 y 2008-2009 se ha producido un considerable descenso en el porcentaje de empates hasta el 21,84 %, cifra más propia de los años 60 que de los actuales. Esta reducción, sin embargo, no se ha producido en Segunda A ni Segunda B.

La temporada con más empates en Primera fue la 1984-1985, con un 35,62 %; en Segunda A y en Segunda B fue la 1990-1991, con un 38,95 % y un 32,11 %, respectivamente y en promedio fue también esta misma temporada, con un 32,98 %. Todas ellas son anteriores a 1995.

A partir de estos datos parece que, efectivamente, la medida de poner tres puntos por victoria implicó una reducción, aunque pequeña, al número de empates. Aún es pronto para saber si el descenso de los dos últimos años en Primera División se generalizará a todas las categorías y se mantendrá en el tiempo o si es algo puntual.

¿Ha aumentado el número de goles por partido?

El siguiente gráfico presenta el promedio de goles por partido temporada a temporada en la Liga española, en Primera, Segunda A y Segunda B, sombreando las temporadas a partir de 1995:

Promedio de goles por partido

Promedio de goles por partido

En este gráfico vemos que el promedio de goles por partido experimentó un descenso continuado desde valores superiores a 4 al comienzo de nuestra Liga, hasta quedar ligeramente por encima de 2 a principios de los setenta. Se produjo entonces una ligera recuperación hasta los 2,5 goles por partido en unos pocos años y, desde entonces, la cifra ha estado siempre entre esa cifra y los 2,146 que hubo en la temporada 1990-1991, que fue el mínimo histórico hasta la fecha. La introducción de los tres puntos por victoria en 1995 no afectó al promedio de goles por partido de las tres máximas categorías de nuestra Liga.

Sin embargo, si miramos exclusivamente los partidos de Primera División, vemos que el promedio ha pasado de estar alrededor de 2,5 goles por partido antes de 1995 a mantenerse entre los 2,5 y los 3 después de esa fecha. Parece que la entrada en vigor de los tres puntos por victoria sí ha favorecido al promedio de goles anotados en los partidos de Primera División, aunque no haya ocurrido lo mismo en el resto de categorías.

¿Qué hubiera cambiado en las clasificaciones si hubiéramos seguido con dos puntos por victoria?

Solamente una vez habría cambiado el campeón de Liga en Primera División. En la temporada 2006-2007, el Real Madrid quedó campeón empatado a 76 puntos con el Barcelona, al que superó por los resultados en sus enfrentamientos directos. Si las victorias hubiesen valido dos puntos, el Barcelona hubiera resultado campeón con 54 puntos, por los 53 del Real Madrid.

En cuanto al descenso de Primera a Segunda A, el gran beneficiado habría sido el Extremadura. En la temporada 1996-1997, habría intercambiado su puesto de descenso directo con el Rayo Vallecano, que acabó en Promoción; en la temporada 1998-1999, habría evitado jugar la promoción, a costa del Deportivo Alavés. Además, en la temporada 2003-2004 el Espanyol habría descendido en lugar del Valladolid, en la 2005-2006 lo habría hecho la Real Sociedad en lugar del Deportivo Alavés, en la 2007-2008 el perjudicado habría sido el Osasuna, salvándose el Zaragoza y en la 2008-2009 el puesto de descenso del Betis habría sido para el Sporting de Gijón.

En Segunda División, en la temporada 1998-1999 el Sevilla habría perdido su puesto de promoción de ascenso a costa de Las Palmas, en la 1999-2000 el Salamanca habría ascendido en lugar del Osasuna, en la 2004-2005, el Éibar en lugar del Deportivo Alavés y en la 2008-2009, el Hércules en lugar del Tenerife. El Barcelona B habría descendido en la 1995-1996 en lugar del Sestao, en la 1997-1998, el Logroñés en lugar del Jaén, en la 1998-1999, el Éibar en lugar del Mallorca y en la 2007-2008 el propio Éibar en lugar del Racing de Ferrol.

En Segunda B, habría habido 23 cambios en cuanto a los cuatro equipos que juegan la fase de ascenso, 29 en el puesto de promoción de permanencia y 18 en los puestos de descenso directo.

Conclusiones

Según hemos visto, los datos dicen que el cambio de dos a tres puntos por victoria trajo una pequeña reducción en el número de empates y, sólo en el caso de la Primera División, un aumento en el número de goles marcados. Sin embargo, no podemos deducir que realmente la causa de estas variaciones sea realmente dicho cambio, puesto que no podemos saber qué habría ocurrido de haberse mantenido los dos puntos por partido ganado.

En cuanto a los cambios en algunas clasificaciones, se puede decir lo mismo. Si las victorias hubiesen valido dos puntos en lugar de tres, la mentalidad de algunos equipos en las últimas jornadas podría sido distinta y quizá algunos resultados hubieran cambiado en ellas.




La Sociedad de Football de Barcelona de 1894 y el «Foot-ball Club Barcelona» de 1899: ¿Un mismo club o clubes diferentes?

Introducción:

Las primeras reseñas al football en Barcelona datan de 1890 gracias a que, según algunas crónicas atemporales, marineros ingleses y extranjeros llegados a puerto en unas ocasiones, y obreros y empleados británicos que trabajaban en el textil catalán en otras, se reunían en el velódromo de Bonanova o en las explanadas de San Gervasi para practicar el mencionado Sport ante la atenta y curiosa mirada de los que presenciaban dicho juego.

Sin embargo la primeras referencias «en tiempo» sobre football podemos encontrarlas en 1892, gracias a la documentación encontrada y reflejada en las obras de D. Agustí Rodes i Catalá («Los fundadores del Fútbol Club Barcelona» y «Biografía de Joan Gamper»-ediciones Joica-), en las que se observa una instantánea de un «team» de foot-ball integrado por jóvenes británicos de los cuales hablaremos un poco más adelante. Otras de las reseñas «en tiempo», como decimos, de este año de 1892 es la nota de prensa que aparece en el diario «La Dinastía» el día 24 de Diciembre de  dicho año, en la que se pone de manifiesto como los socios del Real Club de Regatas habían organizado una partida de foot-ball. Lo curioso, sin duda, es la hora de la partida: las 8 de la mañana…

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Pero no es precisamente nuestra intención desgranar los pormenores,  y vicisitudes diversas de aquellos precursores del football en Barcelona, lo cual sin duda daría para un extenso artículo a parte, sino, de poner sobre la mesa los dos hitos más importantes del foot-ball en Barcelona en la última década del siglo XIX: La creación en 1.894 de la «Sociedad de football de Barcelona» y de la fundación en 1.899 de otro Club: el «Foot-ball Club Barcelona».

La «Sociedad de football de Barcelona» de 1.894:

Muchos son los que piensan que el «Foot-ball Club Barcelona (1.899)» fue el primer club en organizarse de manera sólida en la ciudad condal, pero nada más lejos de la realidad. Como en muchas ciudades, en las que el foot-ball empezaba a hacerse un hueco en la sociedad a base de golpes y empujones, en Barcelona iban apareciendo jóvenes británicos y extranjeros que poco a poco fueron organizándose e introduciendo la afición por el «Sport» del foot-ball hasta que finalmente, esa (en la mayoría de las ocasiones) silenciosa y anónima tarea terminó por dar su fruto personificado en la fundación, en nuestro caso de análisis, del «Foot-ball Club Barcelona» en 1.899.

Pero antes de llegar a ese año de 1.899, pasaron, como decimos, muchas e interesantes cosas en la ciudad condal en torno al football. Pero vayamos por partes. Veamos.

El 2 de Febrero de 1.893, en el diario «La Dinastía», se informa de que los socios del Real Club de Regatas y algunos aficionados jugarán una partida de «foot-ball» en unos terrenos próximos al hipódromo.

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Pero lo que llama la atención de esta nota es que se indica con claridad las «equipaciones» que ambos grupos van a utilizar en dicha partida; los socios del Club de Regatas irán de Azul, y el «grupo de aficionados» irá con colores encarnados (=rojo); precisamente los colores que emplearán los jugadores de la «Sociedad de football de Barcelona» en 1894 y 1895, como luego comprobaremos.

Pero el foot-ball ya no tenía freno, y el fomento de dicho «Sport» cada vez era más habitual en Barcelona. El 26 de Octubre de 1.894 en el diario «La Dinastía» se puede leer como algunos jóvenes de la colonia inglesa van a dar comienzo al juego de pelota «foot-ball», juego que ya se venían practicando en años anteriores. Obviamente, parece evidente, que se referían a aquellos «aficionados» que se enfrentaban a los socios del Real Club de Regatas.

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Así, ya en 1.895, el 1 de febrero, en el diario «La Vanguardia» podemos leer la siguiente noticia:

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En ella se informa de que el próximo sábado a las tres y media de la tarde tendría lugar el segundo partido de foot-ball en el Velódromo de la bonanova entre los mismos socios que formaban la nueva sociedad de foot-ball de Barcelona, precisamente tal y como se había anunciado en la nota de prensa referida anteriormente de 26 de Octubre de 1894. Lo curioso de la nota es que se hace clara alusión a un futuro match con otra sociedad existente y que también practicaba el football: la Asociación de football de Torelló.

Por ende, de esta nota, se pueden extraer algunas reflexiones interesantes. En primer lugar que no solo en la ciudad condal se practicaba el foot-ball y había un equipo formado para la práctica de dicho Sport, sino que en otras localidades cercanas, como Torelló, el foot-ball había prendido con fuerza en el ánimo de sus gentes. Para el CIHEFE no quedará en el olvido la Asociación de foot-ball Torelló, sobre la cual escribiremos en el futuro. Ahora nos centraremos en los inicios del foot-ball en Barcelona.

Pero continuemos con nuestro tema en cuestión. Ese match contra la Asociación de Foot-ball Torelló que según la nota de prensa de 1 de Febrero de 1895 no se pudo verificar a tiempo, finalmente si llegó a jugarse, porque el día 5 de Febrero de ese mismo año, en el diario La Vanguardia podemos leer un amplio resumen de dicha partida:

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La nota es suculenta por el amplio detalle con el que el redactor explica la contienda entre ambos grupos. Si bien el resultado final, anecdótico a nuestros efectos, fue de 4-1 para la Sociedad de foot-ball de Barcelona, hay en ella varios detalles muy importantes que conviene ir teniendo en cuenta para explicaciones y análisis posteriores.

El primero es el de las alineaciones que se detalla para ambos grupos, de las cuales nos centraremos en la de la «Sociedad de football de Barcelona», a saber: J. Parsons, W. Parsons, Pownal, Soñé, Codina, Barrie, Brown, Dagniere, Phillips, Hicks y  Richardson.

El segundo detalle es que, el Cónsul Inglés de la Capital, el Sr. William Wyndham, acepta la presidencia de la Sociedad de foot-ball de Barcelona. Desde luego un detalle curioso que pone de relieve que esa sociedad de Barcelona era, cuando menos, un grupo organizado y serio.

La legalidad de la «sociedad de foot-ball Barcelona»:

Antes de continuar con las reseñas y datos de esta Sociedad de football de Barcelona, y a modo de paréntesis, nos gustaría hacer un pequeño análisis a cerca de la hipotética legalidad de la misma. Lo primero que nos gustaría que el lector entendiera es que no podemos extrapolar bajo ningún concepto, más de 100 años atrás en el tiempo, los modos de expresión actuales en nuestra prensa y tampoco nuestra propia manera de expresarnos. Es obvio que hay expresiones de antaño que han ido cayendo en desuso y que las prácticas literarias han ido cambiando en todo este tiempo.

Todo ello viene a colación a que creemos sinceramente que, determinadas expresiones y palabras de esas notas de prensa anteriormente referidas y las próximas que referiremos, deben ser analizadas en su contexto temporal y no en el nuestro. Por ejemplo, la palabra «reorganización» hace cien años era claramente referida a pequeños cambios organizacionales en la institución o ente en cuestión, pero en la actualidad la entendemos en gran medida como un proceso por el cual una entidad, tras un largo periodo de ostracismo, vuelve a organizarse. Creemos que este aspecto es muy importante de ser tenido en cuenta para todo aquel que se interese por la investigación de estos temas, pues una interpretación de una nota de prensa con los criterios actuales puede llevar a conclusiones muy equivocadas.

Dicho lo cual, tratemos el asunto de la legalidad de la Sociedad de foot-ball de Barcelona.

Para referirnos a una constitución legal de una sociedad sólo podemos utilizar en principio dos fuentes: Las periodísticas y las legales propiamente dichas. Obviamente las «legales» tienen mucho más peso que las periodísticas, y en caso de contradicción entre ambas, cuando se dispone de las dos, se atiende como no podía ser de otra manera a las fuentes legales. Lo que sucede es que a falta de «pruebas legales» no tenemos más remedio que guiarnos por las pruebas periodísticas, y queda claro que éstas están sujetas a cierto grado de interpretación (por ello preferimos las legales).

No obstante hay determinadas notas de prensa que tienen toda la fuerza legal posible y están sujetas a muy poca interpretación. «Se acaba de constituir una sociedad de….», «acaba de quedar definitivamente constituida…», «he aquí los estatutos redactados por la sociedad….» etc…, son sin duda expresiones de toda la credibilidad legal posible.

Dicho todo esto podemos concluir que no existe constancia legal alguna sobre la constitución legal de esta sociedad de football de Barcelona, y la periodística que existe tampoco arroja demasiada luz sobre el asunto. La nota de prensa de 26 de Octubre de 1894, en la que se dice que varios jóvenes van a dar comienzo a juegos de pelota -football-, no es para nada clara. Más bien da la impresión de que tiene carácter informal.

En cuanto al empleo de los vocablos «Sociedad» y «Asociación» para referirse a los equipos participantes en las contiendas de foot-ball referidas con anterioridad, no podemos más que decir que se tiene constancia documental de que dichos términos se han empleado con frecuencia en esa época sin que dichas «Sociedades» hubieran tenido constitución legal en ese momento. Es por ello por lo cual no podemos acogernos al simple empleo de dichas dichos vocablos (Sociedad, asociación, Club…) para determinar que tenían ese carácter de «legal» del que estamos tratando. Hay que tener en cuenta que el periodista o redactor de la noticia tenía que referirse de alguna manera digna y educada a ese equipo y simplemente empleó dichos vocablos. Como decimos, ante las pruebas que ahora están sobre la mesa y que existen, y que son las que les hemos mostrado (Pruebas periodísticas) solo podríamos hacer elucubraciones sin base documental y meras interpretaciones, que en realidad sirven para muy poco.

Siempre, claro está, quedará la duda de si tenía o no carácter legal, pero a la luz de los datos que tenemos, y lejos de interpretaciones, sólo se puede llegar a la conclusión de que aunque era un grupo serio y muy bien organizado, carecía de carácter legal.

Siguiendo con nuestro relato de los pormenores de aquel primitivo club barcelonés hay que apuntar que la actividad deportiva de aquella Sociedad de foot-ball de Barcelona continuó al menos durante ese mes de Marzo del año de 1895 de manera muy intensa. Así el 13 de Marzo de 1895, el diario «La Vanguardia» se hace eco de los entrenamientos a los que los socios del Club barcelonés se sometían de cara a los futuros enfrentamientos con la Asociación de foot-ball de Torelló.

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Lo que nos llama poderosamente la atención es que, lejos de lo que cabría pensarse para aquella época, los «teams» decidían sus equipaciones para distinguirse de sus contrarios. De esta manera el equipo Barcelonés, según puede leerse en la susodicha nota de prensa, vestiría otra vez con camisas de color encarnado, pantalón blanco y medias escocesas. Y volviendo por un momento al asunto de la «legalidad» de aquel Club, ¿El hecho de que vistieran equipaciones significa que fueran un grupo legalizado?. Obviamente no, está claro que demuestra un nivel muy alto de organización, pero para bien o para mal no podemos concluir con este dato que dicho club tenía carácter legal. Creemos que esto lo secunda todo investigador serio.

El encuentro de foot-ball tuvo lugar el día 24 y la prensa local se hace eco de dicho encuentro el día 27, con una muy buena y detallada crónica que exponemos íntegramente a continuación:

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La crónica es fácilmente entendible, si bien  habría que destacar lo abultado del resultado: 8 a 3 para los de Barcelona.

Veamos los jugadores que destacaron, según la prensa, en el bando de la Sociedad de foot-ball de Barcelona: Reeves, J. Parsons, Barrie, Fallon, H. Morris, Pownal J. y W. Parsons.

Poco después, el 13 de Abril en el diario La Vanguardia, se anuncia que la Asociación de football de Torelló cumpliendo con un deber de cortesía, devolvía la invitación a la Sociedad de football de Barcelona para diputar otro match, éste en el feudo del Torelló.

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Y efectivamente, la Asociación de football de Torelló y la Sociedad de football de Barcelona disputaron dicho «desafio» a modo de revancha, tal y como pudo leerse en las crónicas deportivas del 17 de Abril de 1895, otra vez en el diario «La vanguardia». En esta ocasión la victoria sonrió a los de Torelló.

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¿Y a partir de 1.895?, ¿Qué sucedió con la Sociedad de Football de Barcelona?

El 16 de Marzo de 1895, en el diario de La Vanguardia; unos días antes del primer encuentro al que nos hemos referido anteriormente  y en el cual la victoria sonrió al equipo barcelonés por 8 a 3, apareció la siguiente nota de prensa:

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Siendo el único dato que poseemos no podemos dejar pasar por alto que a la luz de esta crónica el equipo de la Sociedad de Football de Barcelona se formó de manera aparentemente esporádica para jugar una serie de partidas contra la Asociación de football de Torelló durante esos meses de Marzo y Abril de 1895.

A partir de aquí las noticias sobre la Sociedad de football de Barcelona son inexistentes, si bien se sabe que muchos de los jugadores de dicha sociedad siguieron practicando el football a través de otras sociedades como la Sociedad barcelonesa de Velocipedistas, que solía organizar partidas de Football y de otros Sports típicamente ingleses. Así, por ejemplo, podemos constatarlo en la nota de prensa de 5 de Mayo de 1895 en La Vanguardia.

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La fundación del «foot-ball Club Barcelona» (1.899):

La figura «Clave» de Hans Gamper:

Hans Gamper, nació en Winthertur, pero se estableció desde pequeño en la ciudad de Zurich, donde desarrolló desde joven actividades deportivas diversas, aunque decantándose finalmente por el football, en el cual tuvo como veremos un papel tremendamente activo. Fue capitán del F.C. Basilea y considerado como uno de los mejores jugadores suizos de la época. De ahí se traslada al F.C Excelsior, en el cual es considerado además como el mejor delantero. Diversos problemas con dicha entidad motivan a que funde en 1.896 el FC Zurich, que no tardaría, según las crónicas, en convertirse en unos de los mejores equipos Suizos.

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En 1.897, Hans Gamper, se traslada a Francia, Lyon, y allí ingresa en la «Unión Athletique», donde practicaría el rugby, para finalmente en el año 1.899 llegar a Barcelona donde pronto hace amistad con la colonia extranjera que había en la ciudad. Dado que el foot-ball era para él uno de sus Sports predilectos empieza a difundirlo y practicarlo en el barrio de Sant Gervasi de Cassoles, donde reside, consiguiendo adherir a un número considerable de «nuevos sportmen».

Así pues, movido por las ansias de practicar los diversos Sports, y especialmente el football, por el cual sentía auténtica devoción, el 22 de Octubre de 1899, en la revista «Los Deportes», Hans Gamper publica un anuncio en el que hace un llamamiento a todos aquellos que estuvieran interesados y sintieran afición por el football para que se pusieran en contacto con él. Dicha nota podemos leerla el 24 de Octubre de 1899 en el diario La Vanguardia.

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Sólo después de algo más de un mes, el 29 de Noviembre de 1899, en el Gimnasio Solé, de la Calle Montjuic del Carmen nº5, se reúnen 12 aficionados al foot-ball que dan forma y constituyen el Football Club Barcelona. De esos 12 aficionados tres eran ingleses, dos eran suizos y uno era alemán. La nota de la definitiva constitución del <<Foot-ball Club Barcelona>> aparece en el diario La Vanguardia el día 2 de Diciembre de 1.899.

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Hans Gamper juega y forma parte del primer equipo desde 1899 a 1903. Además formó parte de aquel team que ganó el primer título para el Football Club Barcelona; La Copa Macaya. En 1902 jugó la final de la Copa del Ayuntamiento de Madrid, perdida por 1 a 0 ante el Club Vizcaya. Cabe aclarar que se piensa erróneamente que ese año se juega la primera edición de la Copa de su Majestad el Rey, pero eso no sucede en realidad hasta 1903.

Un dato muy curioso:

Lo que llama poderosamente la atención es que gran parte de los jugadores que integran ese Club en sus inicios son los mismos jugadores que antes habían competido contra la Asociación de football de Torelló en 1.895. A continuación damos la lista de los hombres que jugaron en ambos equipos, es decir, en la Sociedad de football de Barcelona y la foot-ball Club Barcelona.

  • John Parsons «J. Parsons», nacido en Barcelona. Bautizado el 12 de noviembre de 1874. Ya jugaba en 1894.
  • William Parsons «W. Parsons», nacido en Barcelona. Bautizado el 19 de enero de 1877.
  • George Saint Noble «Noble», nacido en Barcelona. Bautizado el 26 de julio de 1883. Era uno de los amigos fundadores de Gamper.
  • «Artus» jugaba en 1895.
  • «Brown» ya jugaba en 1893.
  • J. Busquets y R. Busquets jugaban en 1895.
  • John Morris «Morris I». Este es el padre de los Morris.
  • Samuel Morris «Morris II».
  • Henry Morris «Morris III».

¿Son la Sociedad de foot-ball de Barcelona de 1.894 y el «foot-ball Club Barcelona» de 1.899 el mismo Club?:

¿Por qué hemos hecho la aclaración a cerca de los jugadores del recién fundado «football Club Barcelona» y su pasado en el equipo de 1.894?

A partir de este dato, es decir, que los jugadores del Football Club Barcelona de 1.899 habían sido gran parte de los integrantes de la sociedad de football de Barcelona en 1894 y 1895, algunos habrán querido ver que, hasta cierto punto de forma lógica, ambos grupos, el de 1894 y el de 1899, eran y son el mismo equipo. Por todo ello, bajo este modo de pensar, podría decirse que el Football Club Barcelona no es de 1899 sino de 1894. Cabe decir que algún que otro caso muy similar al que se da entre estos dos grupos de Barcelona nos podemos encontrar en España, y que analizaremos en otra ocasión.

Dicho todo esto nosotros sólo podemos decir que esto carece de toda lógica y sentido histórico. En este sentido los que hipotéticamente defiendan esta teoría de que el Foot-ball Club Barcelona es de 1.894 pondrán sobre la mesa argumentos como los siguientes:

  • a) «Los jugadores de 1.894 ayudaron claramente a Hans Gamper a formar el «Football Club Barcelona», y por eso son el mismo equipo.
  • b) El hecho de que jugaran en ambos clubes significa que tienen que ser el mismo club.
  • c) El hijo de uno de los fundadores de la Sociedad de Football de Barcelona es jugador del «Football Club Barcelona».
  • d) Etc…

Respondiendo a cada una de estos hipotéticos argumentos podemos desmontarlos con los siguientes razonamientos.

1º, que los jugadores de 1894 ayudaran  a Gamper a formar el Barsa de 1899 no significa nada. Usted mismo ha podido jugar en un equipo de basket de su pueblo y años después colaborar en la formación de otro club en un municipio cercano a su domicilio; ¿Significa eso que el Club de basket que usted  ha ayudado a constituir tiene como fecha de fundación la fecha en la que dio comienzo el primer club en el que usted estuvo jugando?; a todas luces la respuesta es NO.

2º, que dos jugadores hayan jugado en dos equipos diferentes no es óbice para categorizar que ambos equipos eran el mismo Club. Usted mismo, sin ir más lejos, ha podido jugar en el Ciudad de Murcia (recientemente desaparecido) y ahora estar jugando en el Murcia Imperial. ¿Significa eso que ambos clubes eran el mismo club y/o que el Murcia Imperial ha de tener como fecha de fundación la del Ciudad de Murcia?. A todas luces la respuesta es NO.

3º Que el hijo de uno de los jugadores de la Sociedad de football de Barcelona, o el hijo del referee del match jugado en 1894 juegue en 1.899 en el «Football Club Barcelona» no significa en absoluto que ambos equipos o grupos sean los mismos Clubes. Es del todo absurdo, desde luego. Por ejemplo, usted tiene un club de petanca actualmente al que su hijo asiste a presenciar todos los sábados. 15 años después su hijo, junto a otros amigos crea otro club de petanca. ¿Significa eso que el Club de su hijo ha de tener como fecha de fundación la del club en el que usted jugó 15 años atrás por el simple hecho de que es su hijo?. Es evidente y cae por su propio peso que la respuesta es NO.

Una pregunta más: ¿Y si el grupo de 1.894 y 1.899 hubieran tenido ambos la misma denominación?…

Lo cierto es que en ese caso, y como todos pueden presuponer, la situación cambia muy poco o nada. El hecho de que hubieran repetido la denominación no es una prueba ni nada por el estilo que sirva para argumentar que ambos equipos fueron el mismo y que por tanto el «Foot-ball Club Barcelona» se fundó en 1.894, más aún si cabe con los datos más que evidentes que así lo desmienten.

No queremos decir con esto que alguien esté reivindicando que el Football Club Barcelona sea de 1.894. De hecho nadie, ningún historiador del FC Barcelona y ningún aficionado del mismo ha querido ver en la Sociedad de football de Barcelona ni el origen del Football Club Barcelona, ni la chispa del Football Club Barcelona y ni mucho menos han querido ver al mismo club. Y la verdad es que sus razones tienen para pensar de esa forma. Esas razones, por las que evidentemente no son el mismo club y a las que acabamos de hacer alusión son las que siguen:

  • a) El «Football Club Barcelona» tiene un promotor diferente: el Señor Gamper, el cual se sirve de los jugadores que había en Barcelona para poner en marcha un Club llamado «football Club Barcelona». Desde el momento en el que el promotor es diferente queda claro que el proyecto es diferente y por tanto salta a la vista que el Club es diferente también.
  • b) La nota de prensa de 2 de Diciembre de 1899 de La Vanguardia dice claramente que «Se ha constituido definitivamente en esta capital la sociedad deportiva <<Foot-ball Club Barcelona>>«. Es obvio que si se hubiera tratado de un club ya existente habría sido absurdo decir que se acababa de constituir, pues como es lógico ya lo estaría anteriormente.

Por tanto, la Sociedad de Football de Barcelona ni es el origen, ni la chispa, ni el precursor, ni el primitivo, ni la semilla, ni nada similar, del «Foot-ball Club Barcelona». Fueron dos Entidades diferentes, aunque en ellas hubieran jugado muchos de los mismos jugadores y aunque Gamper hubiera tenido el apoyo o la ayuda de algunos de esos promotores de 1.894 para fundar y constituir su «Foot-ball Club Barcelona».

Barcelona: la principal capital Española en actividad y en volumen de Clubes de football de finales del siglo XIX:

Si ha habido en España una capital prolija en clubes de futbol o entidades deportivas que lo practicaran en la última década esa es Barcelona.

En la última década referida podemos llegar a enumerar hasta seis Clubes que practicaban el football en la capital condal, a saber:

  • Real Club de Regatas de Barcelona.
  • Sociedad de foot-ball de Barcelona.
  • Asociación de football de Torelló.
  • «Football Club Barcelona».
  • Team de foot-ball del Sr. Tolosa (24 octubre de 1899. La Vanguardia).
  • «Foot-ball Club Catalá», tal y como vemos en la nota expuesta a continuación del 24 de Diciembre de 1899 en el diario La vanguardia.

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Por tanto parece que queda del todo claro que Barcelona, junto con Huelva, fue una de las principales capitales impulsoras del football en España y en las que el football primero cuajó.

Otras curiosidades del <<Foot-ball Club Barcelona>>.

El Club, desde sus comienzos, siempre ha tenido interés en fomentar otros Sports diferentes al football. Esta ha sido una de las señas de identidad del «Foot-ball Club Barcelona». Este hecho, muy común entre las sociedades deportivas de finales del Siglo XIX, pone de manifiesto el hecho de que Barcelona también jugó un papel importante en el desarrollo de diversos Sports en nuestro país. En la siguiente nota de prensa del 20 de Octubre de 1900 puede leerse como el «Football Club Barcelona» nombra a D. Francisco Cruzate director de carreras a pie y que más adelante se nombrarían los directores de las secciones de cricket, tennis, saltos y otros Sports.

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El Trofeo General Moscardó

Muchos aficionados catalanes todavía recuerdan con cierta nostalgia un torneo regional que se hizo popular a finales de los años cincuenta, y estaba considerado como una copa de Cataluña de equipos modestos: el Trofeo General Moscardó, creado en la temporada 1957-58 con la finalidad de recaudar fondos para erigir un monumento a quien fue capitán general de Cataluña durante la primera etapa franquista y posteriormente, tras su retirada del ejército, ostentó el cargo de Delegado Nacional de Deportes hasta su fallecimiento en 1956.

El torneo estaba reservado para los equipos catalanes de Tercera División y vino a cubrir las fechas vacantes tras finalizar el Campeonato de Liga, sobre todo cuando la representación catalana en la categoría quedó sensiblemente recortada de 42 a 34 jornadas. De esta manera los equipos que no tenían opción de luchar por el ascenso, podrían contar con un programa de partidos que les asegurase la actividad hasta el final de la temporada. Además su reglamentación ofrecía diversas fómulas innovadoras, como aceptar, bajo determinadas normas, la alineación de hasta dos jugadores que estuvieran a prueba para un posible fichaje, y sobre todo el sistema que se aplicó en algunas ediciones de resolver los partidos de la fase final mediante «torneo relámpago» o sea tres partidos consecutivos de duración reducida, algo poco frecuente en aquellos tiempos; además se atendía a agrupar a los equipos por proximidad geografica fomentando la rivalidad vecinal.

La copa, ofrecida por la Federación Catalana de Fútbol quedaría en propiedad del equipo que la ganase en tres ediciones, y aunque la competición cambió diversas veces de formato, inicialmente se jugó por eliminatorias, con una fase de repesca que permitió organizar una competición paralela con los equipos eliminados, que tuvieron incluso su premio en una copa de consolación. Cuarenta y un participantes comenzaron el 18 de mayo la competición y después de cuatro rondas eliminatorias los cuatro equipos supervivientes se reunieron en Les Corts para disputar la fase final, dentro de un magnífico festival popular organizado por la Federación Catalana, en ediciones de mañana, tarde y noche, resolviéndose en la jornada matutina el torneo de repesca, ganado por la UD Olot al Badalona. Por la tarde, las finales regionales de juveniles y aficionados, y en la cálida sesión nocturna las semifinales y final del trofeo, ganado por el conjunto barcelonés del Pueblo Seco por 2 a 1 sobre el Club Atlético Iberia. Unos cincuenta mil aficionados llenaron el viejo recinto azulgrana atraidos por este certamen que resultó magnífico y sobrepasó las previsiones más optimistas.

La temporada siguiente se modificó el sistema de competición en su primera fase, jugándose una liguilla de siete grupos y clasificándose dos equipos para la fase decisiva, jugada de nuevo por torneo relámpago en cuatro sedes distintas, y la final ganada por el CD Europa por dos goles a uno sobre la UD Figueras, esta vez ante más de 30.000 aficionados que acudieron nuevamente al histórico campo de Les Corts, para poner broche final a la temporada. El éxito alcanzado por el torneo movió a los organizadores a llevar una propuesta a la Asamblea Nacional para que la fórmula se implantara en otras federaciones regionales con el posterior enfrentamiento entre los respectivos campeones, pero la iniciativa no obtuvo el respaldo de los asambleistas.

El torneo mantuvo su hegemonía durante tres temporadas más en las que el Gimnástico de Tarragona se coronó campeón en Sarriá, al derrotar en la final por 2- 1 al Fabra y Coats; al año siguiente hubo desempate en el Camp Nou y fue vencedor el CD Hospitalet tras igualar a dos goles con el CD Mataró y superarle en los penaltis, ya que su capitán Escarrá transformó los cinco de su tanda y Xirau falló el primero que lanzó para los del Maresme; y el 20 de junio de 1962 fue el CD Condal quien inscribió su nombre en la lista de campeones tras imponerse, en su propio campo de Les Corts por 3-1 ante el CD Tortosa.

El torneo cambió de formato en la sexta edición y volvió a sus origenes, al jugarse de nuevo por eliminatorias y con fase de repesca que permitió a seis equipos eliminados incorporarse de nuevo a la competición en octavos de final. Uno de ellos fue el Gerona, que disputó el partido decisivo frente al CD Europa -incorporado en cuartos tras haber superado con éxito la Promoción de Ascenso a Segunda-, siendo éstos quienes, ratificando su buen momento, ganaron en Sarriá por 3 a 1 y se anotaron su segundo título. Y fue en la temporada siguiente cuando se evidenció el declive. La representación catalana en Tercera División, debido a la reestructuración de la categoría, quedó reducida a veinte equipos y de ellos, tan sólo trece con opciones de disputar el torneo, dando entrada a equipos de la categoría Regional, y además, la decisión del título resultó polémica, porque en el partido final, jugado el 11 de julio en el feudo españolista entre AD Guíxols y Reus Deportivo, no hubo vencedor. Empataron a cero en el tiempo reglamentario, a uno en la prórroga, y en la decisión desde el punto fatídico ambos equipos convirtieron nueve penaltis de los diez lanzados. Se acordó jugar un nuevo partido cuarenta y ocho horas después en el mismo escenario, pero éste no estaba disponible y se tuvo que aplazar. La Federación decidió que se jugase a doble partido, pero el club reusense no estuvo de acuerdo y decidió no acudir ni a su propio campo ni a San Feliu, una semana después, por lo cual fue descalificado y el Guíxols proclamado campeón.

En las siguientes ediciones la popularidad de torneo fue languideciendo. Las fórmulas en las que basó su éxito en las primeras temporadas ya no eran posibles por la merma de equipos participantes, la aparición de otros torneos, el escaso atractivo de los equipos foráneos en la capital, y sobre todo el cambio de hábitos de la sociedad en las tardes dominicales veraniegas. La final de la octava edición se jugó a doble partido, con victoria por 2 a 1 del CD Mataró sobre el AD Balaguer en la ida, y al domingo siguiente empate a dos en la capital leridana, logrado en el último instante por el equipo del Maresme para proclamarse campeón. En la temporada siguiente el CD Mataró volvió a disputar la final, esta vez ante el Gerona CF, al que venció por 3-2 en la ida, pero los gerundenses remontaron en Vista Alegre y acabaron ganando por 4-1, aunque también con polémica ya que el partido fue suspendido por el árbitro en el minuto 37, al marcar los locales el primer gol y enzarzarse los jugadores en una pelea colectiva. El choque se reanudó una semana después, con un jugador menos por bando, y el resto de goles se marcaron en la prórroga.

En la X edición, con 16 equipos en liza, se volvió al sistema de liguilla y al partido único en la final, que se disputó en Sabadell y la ganó el CD Granollers por 3 a 1 ante el CD San Andrés. En la temporada siguiente fue campeón el CF Lloret, al imponerse por 2-1 al Atlético Cataluña, en otra final plagada de incidentes con tres expulsados y muchos contusionados, que curiosamente también tuvo por escenario el terreno de la capital gerundense; y el último en inscibir su nombre en la peana del trofeo fue la UD Figueras, pese a que en su propio campo no fue capaz de marcar un solo gol ni en semifinales ni en la final ante el Gerona CF, siendo necesario el lanzamiento de ¡treinta penaltis! para determinar el vencedor, sin que anteriormente se hubiera fallado ninguno. Una nueva estructuración de las categorías al final de la temporada 1968-69 acabó de apuntillar a un torneo que daba sus últimas bocanadas, pero éste aún tuvo su epílogo para determinar, quien se quedaba con el trofeo en propiedad. Y entre los once equipos que lo habían ganado, el Gerona CF se alzó con él, tras empatar a uno con el CD Europa, el 14 de agosto de 1971, y derrotarle por 2-1 en Vista Alegre, cinco días después.

 

I  EDICIÓN – Temporada 1957-58  (del 18 de mayo al 29 junio de 1958)

Participantes: 41. Partidos: 104. Se jugó por eliminatorias, con semifinales y final por el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 60 minutos en dos tiempos de 30 minutos) en el campo de Les Corts.

SEMIFINALES:  Pueblo Seco – Adrianense 1-0;  CA Iberia – Puigreig 1-0

FINAL:  UD Pueblo Seco – CA Iberia   2-1  (Fontanals, Sales I / Escamilla)

EQUIPO CAMPEÓN, UD Pueblo Seco: Serrat; Baltasar, Delgado, Font; Tosca, Boada; Mira Fontanals, Ribas, Sales I y Sales II.

Paralelamente se disputó una serie de repesca con los equipos eliminados que también tuvo su fase final y trofeo, en la misma fecha y escenario:

SEMIFINALES:  UD Olot – Amposta CF  1-1 (clas. Olot);  Badalona CF – UA Horta 2-0

FINAL:  UD Olot – Badalona CF   1-0  (Esteve)

 

II  EDICIÓN – Temporada 1958-59  (del 26 de abril al 1 de julio de 1959)

Participantes: 36. Partidos: 160. La primera fase se jugó por liguilla en siete grupos y la segunda fase por eliminatorias en el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 40 minutos) en cuatro sedes:

FIGUERAS: Olot – Mataró  2-0;  Figueras – Badalona  1-0;  Figueras – Olot  1-0

AMPOSTA: Gimnástico – Rapitense  2-1; Tortosa – Amposta  2-1; Gimnástico – Amposta  1-0

HOSPITALET: Sans – San Martín  2-1;  Hspitalet – Gavá  2-0;  Hospitalet – Sans  1-0

BARCELONA (Campo Europa): Fabra y Coats – Mercantil  2-0;  Europa – Manlleu  4-1; Europa – Fabra y Coats  0-0 (desempate 2-1)

SEMIFINALES: (Les Corts)  Europa – Gimnástico 1-0; Figueras – Hospitales  2-1

FINAL:  CD Europa – UD Figueras  2-1  (Torreblanca, Valls / Balasch)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Europa: Albadalejo; Prats, Martín, Romá; Seguer, Villacampa; hoscos, Granés, Torreblanca, Valls y Bosch.

 

III  EDICIÓN – Temporada 1959-60  (del 10 de abril al 25 de junio de 1960)

Participantes: 30. Partidos: 144. La primera fase se jugó por liguilla en cinco grupos y en la segunda fase por eliminatorias en el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 40 minutos) en cuatro sedes:

GERONA: Gerona – Manlleu  3-0;  Figueras – Granollers  3-1; Gerona – Figueras 1-1 (clas. Gerona)

TARRAGONA: Hospitalet – La Cava 3-0; Gimnástico – Amposta  2-0;  Gimnástico – Hospitalet  3-1

GAVÁ: Gavá – Sallent  6-2

BARCELONA (Campo Sans): Iberia – Badalona  1-0; Fabra y Coats – Sans 0-0 (clas. F. Coats); Fabra y Coats – Iberia 1-1 (desempate 2-0)

SEMIFINALES:  (Sarriá)  Gimnástico – Figueras  2-0;  Fabra y Coats – Gavá  3-0

FINAL: Gimnástico Tarragona – CD Fabra y Coats  2-1  (Segovia, Navarro / López, pen.)

EQUIPO CAMPEÓN, Gimnástico Tarragona: Juanito; Llobet, Aguilar, Gascón; Moya. Llobet II; Navarro, Gilabert, Serer, Segovia y Fabio.

 

IV EDICIÓN – Temporada 1960-61  (del 23 de abril al 9 de julio de 1961)

Participantes: 33. Partidos: 158. La primera fase se jugó por liguilla en cinco grupos y en la segunda fase por eliminatorias en el sistema de «torneo relámpago» (partidos de 40 minutos) en cuatro sedes:

MATARÓ: Gerona – Adrianense 1-1 (pp 5-2); Mataró – Badalona  1-1 (pp 5-4); Mataró – Adrianense  0-0  (desempate 3-1)

REUS: Lérida – Gimnástico 2-1;  Reus Deportivo – Gavá  2-1;  Reus Deportivo – Lerida  4-1

HOSPITALET: Sabadell – Olot 0-0 (pp 5-4); Hospitalet – San Martín 1-0;  Hospitalet – Sabadell 1-1  (desempate 4-0)

BARCELONA (campo Júpiter): Júpiter – Manresa  3.0; Europa – Iberia  0-0 (pp 9-5);  Júpiter – Europa  2-1

SEMIFINALES: (Les Corts) Hospitalet – Júpiter  3-0;  Mataró – Reus Deportivo  3-0

FINAL:  CD Hospitalet – CD Mataró 2-2

DESEMPATE: (Camp Nou)  CD Hospitalet – CD Mataró  2-2 (pp 5-0)  (Parés 2 / Esindi, Escolá)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Hospitalet: Albadalejo; Rodríguez, Ortolá, Pons; Gel, Piera; Vega, Pagés, Maíquez, Escarrá y Parés.

 

V EDICIÓN – Temporada 1961-62  (del 29 de abril al 20 de junio de 1962)

Participantes: 33. Partidos: 109. La primera fase se jugó por liguilla en siete grupos y la segunda fase, también por liguilla, en torneo triangular con partidos de una hora, en cuatro sedes. Semifinales y final por eliminatorias en sistema «torneo relámpago».

BARCELONA (campo Sans): Artiguense – Sans  1-0; Condal – Sans 1-0;  Condal – Artiguense 3-2

BARCELONA (campo Europa): Mataró – San Martín  2-2; Europa – San Martín 2-1;  Europa – Mataró  1-1

GERONA: Gerona – Olot  3-2;  Olot – San Celoni  1-1;  Gerona – San Celoni  3-0

TORTOSA: Tarrasa – Igualada  4-1;  Tortosa – Tarrasa  2-0;  Tortosa – Igualada  2-1

SEMIFINALES:  (campo Les Corts)  Condal – Gerona  5-0;  Tortosa – CD Europa  1-1 (pp 5-2)

FINAL:  CD Condal – CD Tortosa   3-1  (Vargas, Gasull, Segovia / Moreno)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Condal: Cantero, Salvador, Nebot, Alcoberro; Bosch, Arnau; Andresín, Segovia, Rifé, Vargas y Gasull.

 

VI EDICIÓN – Temporada 1962-63  (del 28 de abril al 6 de julio de 1963)

Participantes: 26. Partidos: 92. Se jugó por eliminatorias a doble partido, con una fase de repesca que permitió a seis equipos eliminados volver a incorporarse a la competición en octavos de final

SEMIFINALES:  Sans – Europa  1-3; 4-2 y 2-3.    Gerona -Fabra y Coats  4-1; 0-3 y 4-2  

TERCER Y CUARTO PUESTO (en Sarriá):  UD Sans – CD Fabra y Coats  7-3

FINAL  (en Sarriá):  CD Europa – Gerona CF   3-1 (Tomás, Robles 2 / Danés)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Europa: Ramón; Pedrín, Herrera, Pons; Salud, Boada; Joseíto, Duró, Tomás, Robles y Alqueza

 

VII EDICIÓN – Temporada 1963-64  (del 7 de mayo al 11 de julio de 1964)

Participantes: 26. Partidos: 88. Se jugó con el mismo esquema de la edición anterior

SEMIFINALES:  Guíxols – Tortosa  4-1 y 2-2.    Reus Deportivo – San Martín  1-0 y 2-2  

TERCER Y CUARTO PUESTO (en Sarriá):  CD Tortosa – UD San Martín  7-1

FINAL  (en Sarriá):  AD Guíxols – Reus Deportivo  1-1 (pp 9-9)  (Piera, pen./Campos) 

Se acordó jugar de nuevo la final a doble partido, pero el Reus Deportivo se negó y fue descalificado

EQUIPO CAMPEÓN, AD Guíxols: Vilalta; Guasch, Adam, Rius; Matías, Barberá; Ruscalleda, Riera, Balta, Tejedor y Sancho.

 

VIII EDICIÓN – Temporada 1964-65  (del 16 de mayo al 3 de julio de 1965)

Participantes: 13. Partidos: 24. Jugado por eliminatorias a doble partido, incluso la final

SEMIFINALES:  CF Vilafranca – CD Mataró  1-3 y 2-2     CD Moncada – AD Balaguer  3-2 y 0-3

FINAL  partido de ida:  CD Mataró – AD Balaguer  2-1  (Villegas, Roy / Roca)

            Partido de vuelta (en Lérida):  AD Balaguer – CD Mataró  2-2  (Aguilar, Roca / Xirau, Roy)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Mataró:  Visa; Villanueva, Villa, Villegas; Serra, Pons; Roy, Xirau. Esindi, Polo y Camps.

 

IX EDICIÓN – Temporada 1965-66  (del 22 de mayo al 16 de julio de 1966)

Participantes: 19. Partidos: 36. Jugado por eliminatorias a doble partido, incluso la final

SEMIFINALES:  CD Mataró – UDA Gramanet  4-0 y 1-1   Gerona CF – CD Moncada  7-2 y 1-1

FINAL  partido de ida: CD Mataró – Gerona  3-2  (Martínez, Talleda 2 / Granados, Torrent I)

            Partido de vuelta: Gerona CF – CD Mataró  4-1  (Torrent I, Lloveras, Granados 2 / Talleda)

EQUIPO CAMPEÓN, Gerona CF: Mis; Sunyé, Pinto, Torrent II; Noguera, Garza; Torrent I, Moy, Lloveras, Viñolas y Granados. Sala y González actuaron en la ida en lugar de Pinto y Noguera.

 

X EDICIÓN – Temporada 1966-67  (del 14 de mayo al 1 de julio de 1967)

Participantes: 16. Partidos: 53. Se volvió a la liguilla de grupos con los cuatro vencedores de éstos grupos en la eliminatoria de semifinales a doble partido, y la final en campo neutral

SEMIFINALES:  UD Figueras – CD Granollers  3-2 y 1-4   CD San Andrés – CD Tortosa  4-0 y 1-3

FINAL  (en Sabadell): CD Granollers – CD San Andrés  3-1  (Font 2, García / Pons)

EQUIPO CAMPEÓN, CD Granollers: García; Cutillas, Pujol, Castillo; Ochoa, Balaguer; Ramón, Gili, Font, Aguirre y García.

 

XI EDICIÓN – Temporada 1967-68  (del 12 de mayo al 30 de junio de 1968)

Participantes: 16. Partidos: 54. Se repitió la estructura de la edición anterior.

SEMIFINALES: CD San Andrés – Atl. Catalunña  1-1 y 0-3   CF Lloret – Gerona CF  1-1; 0-0 y 1-0

FINAL  (en Gerona): CF Lloret – Atlético Cataluña   2-1  (Mesa, López / Gil, de pen.)

EQUIPO CAMPEÓN, CF Lloret: García; Irusquieta, Canó, Massaguer; Vaquero, Vilarrasa; Roca, Cot, López, Fontanet y Mesa

 

XI EDICIÓN – Temporada 1968-69  (del 15 de junio al 6 de julio de 1969)

Participantes: 13. Partidos: 22. Dos eliminatorias a doble partido determinaron los cuatro equipos que disputaron la fase final en Figueras, donde se resolvió, a golpe de penalti, la última edición del torneo.

SEMIFINALES:  Gerona CF – CF Villanueva  3-1   UD Figueras – CF Samboyano  0-0 (pp 4-3)

TERCER Y CUARTO PUESTO:  CF Samboyano – CF Villanueva   0-0  (pp 5-4)

FINAL:  UD Figueras – Gerona CF  0-0  (pp 15-14)

EQUIPO CAMPEÓN, UD Figueras: Reig; Colomá; Carrillo, Joselín; Pío, Catalá; Echegoyen, Franco, Castro, Bartolomé y Rivero.

 

EPÍLOGO DEL TORNEO

Participantes: 11. Partidos: 18. Por eliminatorias a doble vuelta entre los que habían logrado inscribir su nombre en el palmarés del torneo para decidir quien de ellos se adjudicaba la copa en propiedad.

SEMIFINALES:  Barcelona Atlético – CD Europa  1-2 y 1-1   CD Mataró – Gerona CF  0-1 y 1-3

FINAL  ida (14 agosto 1971): CD Europa – Gerona CF  1-1  (Vela / Vivolas)

            vuelta (19 agosto 1971): Gerona CF – CD Europa  2-1  (Gruart, Busquets / Hernández)

EQUIPO CAMPEÓN, Gerona CF: García; Diego, Sala, Corona; Ortega (Mayoral), Vivolas; Gruart, Planas, Del Cueto (Parera), Busquets y Moy.




Las distinciones anuales de la IFFHS

En el artículo anterior, publicado en el nº 5 de nuestra revista, se presentaban los criterios con que la IFFHS nomina y elige a los más destacados jugadores, entrenadores, árbitros del año. Por un lado están las distinciones producto de la estadística marcadas por su total objetividad. Por el otro están aquéllas que se deciden por la opinión de los miembros de la propia IFFHS, asociaciones nacionales de historia y estadística de fútbol y -por primera vez- redacciones de las principales publicaciones deportivas.

Los miembros de CIHEFE, a lo largo del mes de diciembre, hicieron una votación previa que harían llegar a la IFFHS. Y, después de conocerse los resultados definitivos, nos complace poder decir que CIHEFE ha coincidido en todos los primeros puestos de todas las categorías.

MEJOR ÁRBITRO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Massimo Busacca 13   Massimo Busacca 225
Jorge Luis Larriondo 9   Roberto Rosetti 147
Hécor W Baldassi 6   Howard M Webb 52
Roberto Rosetti 6   Jorge Luis Larriondo 47
Wolfgang Stark 3   Frank de Bleeckere 45

Undiano Mallenco (2 votos) y Mejuto González (1 voto) también fueron considerados dentro de las preferencias de CIHEFE. Para la IFFHS estos dos árbitros obtuvieron un excelente resultado pues se clasificaron, respectivamente duodécimo (12 votos) y séptimo (22 votos), además de señalar que Medina Cantalejo quedó sexto con 25 votos.

MEJOR ENTRENADOR DE CLUB DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Pep Guardiola (FC Barcelona) 24   Pep Guardiola (FC Barcelona) 300
Arsène Wenger (Arsenal FC) 9   Alex Ferguson (Manchester Utd) 137
Alex Fereguson (Manchester Utd) 7   José Mourinho (Inter Milán) 66
Rafael Benítez (Liverpool FC) 6   Alejandro J Sabella (Estudiantes) 54
Hiddink, Mourinho, Jiménez, Lucescu 3   Mircea Lucescu (Shakhtyor) 45

Entre los miembros de CIHEFE ha habido unanimidad a la hora de elegir al ganador. Todos eligieron al barcelonista Guardiola. En cambio, para el segundo puesto, se destacó ligeramente el técnico del Arsenal de Londres, que se clasificó sexto en la general, a seis puntos del rumano Lucescu. Rafa Benítez quedó decimo tercero (9 votos), sin olvidar a Unai Emery que recibió cinco votos de los miembros de la IFFHS

MEJOR SELECCIONADOR NACIONAL DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Vicente del Bosque (España) 22   Vicente del Bosque (España) 185
Dunga (Brasil) 11   Fabio Capello (Inglaterra) 151
Robert Bradley (EE.UU) 9   Dunga (Brasil) 149
Fabio Capello (Inglaterra) 7   Marcelo A Bielsa (Chile) 82
Marcelo A Bielsa (Chile) 4   Robert Bradley (EE. UU) 32

Dominio absoluto de Vicente del Bosque. Sus resultados son espectaculares, ya que, salvo la derrota ante EE.UU, todos los demás partidos se cuentan por victorias. Ésta es la imagen que da la selección española al exterior y así lo manifiesta la IFFHS. Los cinco primeros son los mismos tanto para CIHEFE como para la IFFHS, aunque parece ser que la Copa FIFA-Sudáfrica 2009 nos influyó más. De ahí el segundo puesto para Dunga y el tercero para el sorprendente Robert Bradley -único que ha logrado vencer a España en los dos últimos años-. Por los dos lados se reconoce el mérito de Capello en Inglaterra y de Bielsa en Chile.

MEJOR PORTERO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Iker Casillas (Real Madrid) 22   Iker Casillas (Real Madrid) 230
Gianluigi Buffon (Juventus) 11   Gianluigi Buffon (Juventus) 150
José M Reina (Liverpool FC) 6   Julio César (Inter Milán) 124
Víctor Valdés (FC Barcelona) 6   Edwin van der Sar (Manchester Utd) 87
Petr Čech (Chelsea FC) 6   Petr Čech (Chelsea FC) 75

La elección de Iker Casillas no ha tenido discusión alguna, aunque para algunos no está precisamente en su mejor momento. Es el portero de la selección española y su presencia es una garantía. Ha obtenido una clara ventaja sobre su inmediato perseguidor. A juicio de los miembros de CIHEFE, en cambio, la presencia de porteros españoles debió ser más siginificativa. En la clasificación general de la IFFHS Víctor Valdés se colocó en sexta posición y Pepe Reina en séptima con 53 y 19 votos respectivamente.

MEJOR JUGADOR CONSTRUCTOR DE JUEGO DEL MUNDO

Votaciones de CIHEFE   Votaciones de IFFHS
Xavi Hernández (FC Barcelona) 24   Xavi Hernández (FC Barcelona) 164
Andrés Iniesta (FC Barcelona) 12   Lionel Messi (FC Barcelona) 143
Cesc Fábregas (Arsenal FC) 7   Kaká (Real Madrid) 99
Frank Lampard (Chelsea FC) 5   Andrés Iniesta (FC Barcelona) 98
Xabi Alonso (Real Madrid) 4   Steven Gerrard (Liverpool FC) 54

La elección de los miembros de CIHEFE ha seguido un criterio bastante conciso a la hora de concebir a un jugador constructor de juego, mientras que los miembros de la IFFHS han sido más heterogéneos. En España el triunfo de Xavi ha sido absoluto, con máxima puntuación. Y ese criterio ha prevalecido en líneas generales entre los votos de la IFFHS. En cambio, mientras que Lionel Messi ha obtenido el segundo puesto, de nosotros no ha recibido ningún punto. La única explicación radica en la definición de qué es un jugador constructor de juego. Messi es un jugador fuera de serie, impresionante, pero no dirige a su equipo. Algo parecido se puede decir de Kaká. Es destacable la presencia de Andrés Iniesta, pieza imprescindible tanto en el FC Barcelona como en la propia selección española.

Concluyendo:

Los resultados de las votaciones de la IFFHS han satisfecho a la mayoría de aficionados y periodistas del fútbol español. Mientras los primeros, especialmente en los foros, no pierden el tiempo en airear sus preferencias particulares elevándolas a categorías absolutas, los profesionales de la información, fecuentemente, necesitan de la publicación de estos premios para respaldar su propia opinión. Por ejemplo, los premios que recibió Lionel Messi de France Football o de la FIFA fueron bien recibidos en Argentina y también en España, aunque de manera más moderada. En cambio, ahora que el ganador ha sido Xavi, la prensa española no ha dudado en señalar el mérito de esta distinción, que, por cierto, Xavi gana por segundo año consecutivo, igual que Iker Casillas.

Tema diferente, como ya anticipé en mi anterior artículo, son las distinciones con referencias estadísticas: liga más fuerte, máximos goleadores… porque muchos confunden datos con opinión. Pero de eso ya hablaremos en otro número.




Florencio Amarilla, un extremo de película

Internacional paraguayo en 31 ocasiones, mundialista en 1958, formando parte de una delantera que recaló completa en nuestro fútbol, Florencio Amarilla (Bogado 30-I-1935), podría ser definido como personaje de cuerpo entero, irrepetible y sin aristas.

Llegó al Oviedo junto a su compatriota Jorge Lino Romero en el verano de 1958. Por esa época el armenio Arturo Bogosian, todoterreno del fútbol sudamericano, comenzó a introducir en Europa a su buena cincuentena de pupilos, en su mayoría paraguayos. Algunos clubes, como el Elche, nunca podrán agradecerle lo suficiente tan buenos oficios. Porque de su mano llegaron junto al palmeral, Romero, Lezcano, Cayetano Ré, González o Casco, por no hacer interminable la cita. Unos venían con pasaporte extranjero, otros en condición más o menos dudosa de oriundos, la mayoría dispuestos a comerse el mundo y alguno, como Romero, el más contrastado de todos gracias a su envidiable currículum, absolutamente engañado, puesto que creyó hacer el viaje para suscribir la cartulina del Real Madrid.

En la capital asturiana, si bien no pudo convertirse indiscutible titular, Amarilla acreditó buenas maneras. Tampoco era malo aquel equipo carbayón. Con el guardameta portugués Carlos Gomes -dueño, por cierto, de una biografía digna del celuloide-, Marigil, Laurín o Delfín Álvarez taponando el área, Paquito y Sánchez Lage sentando cátedra en la zona ancha, y Hermes González, Sande, Luis Aragonés, Agustín, Iceta o Braga ejerciendo de estiletes, dio muchos sustos por casi todos los campos de nuestra geografía. Pero si al equipo le pintó bien, Amarilla tuvo manos suerte.

Lesionado en el tendón de Aquiles, debió sufragar de su propio bolsillo la intervención quirúrgica en Barcelona, puesto que la Mutualidad de Futbolistas dejaba bastante por desear en aquel entonces. Con la carta de libertad en el bolsillo hizo escala en Elche y Mallorca, rumbo a una sucesión de equipos menores hasta colgar las botas en 1972. Luego, como tantos otros, se hizo entrenador, pasando por el fútbol base del Almería, al tiempo que ejercía como ayudante del máximo responsable en el primer equipo. Roquetas, Almería, Mojácar, Vera, Garrucha y Polideportivo Ejido durante el tramo final de la campaña 1982-83 y el ejercicio 1984-85, todos ellos clubes almerienses, lo tuvieron posteriormente en sus banquillos. Y es que aunque su vida era y dependería siempre del fútbol, en el desierto almeriense había dado con otra actividad que, sin robarle demasiado tiempo, le llenaba la faltriquera: el cine. O mejor aún, los «Spaghetti Westerns».  

Durante aquel «boom» cuyas primeras gestas llevaron las firmas de Clint Eastwood y Sergio Leone, hizo de extra en un centenar de filmes y hasta alcanzó el rango de actor de reparto en 6 ocasiones, junto a Yul Brinner, Leonard Nimoy, Alain Delon, Toshiro Mifune, Richard Crenna, Charles Bronson o Ursula Andress. Su papel siempre era el mismo: jefe indio, porque su atezado rostro guaraní apenas si necesitaba maquillaje. Hablar no es que hablara mucho. Los indios del cine, ya se sabe, no suelen extenderse en discursos. Pero es que, además, cuando debía decir algo, parecía un apache, sioux o comanche auténtico, gracias su lengua guaraní, a la que siempre sacaba jugo.

Agazapado en el cine, embebido en el fútbol comarcal y contando a favor con su austera forma de entender la vida, se las arregló bien mientras Almería fue un Hollywood de serie B, C y hasta Z. Cuando la televisión, el vídeo y los nuevos hábitos derivados del progreso económico mordieron con saña a las salas de exhibición, todo aquel tinglado de cartón piedra y mecanotubo comenzó a oxidarse. Entonces fue una víctima más. Como los especialistas, ayudantes de rodaje, domadores, transferistas, maquilladores, sastres y técnicos de atrezzo, tuvo que buscarse la vida. Los especialistas, al menos, al igual que los expertos en doma, podían seguir arañando el duro exhibiéndose ante puñados de turistas. Un indio no. Cualquiera podía hacer de piel roja para las cámaras de cuantos se hospedaran en Aguadulce, Cerrillos, o el Cabo de Gata. Bastaba un especialista recién incorporado de su caída, el carpintero, o el más torpe pinche de cocina. Entonces Amarilla estuvo vendiendo zapatos y libros para salir adelante.

En 2006, a sus 71 años, ejercía de utillero en el Club Comarca de Níjar. Vivía, incluso, en las dependencias del viejo campo de San Isidro, pese a que la directiva le había propuesto montar una casa prefabricada. «Es de agradecer -dijo-, pero me gusta vivir libre, en pleno campo. Me levanto a las 07,30, ando, corro, hago unos toques, me tomo un matecito. Soy feliz así. Luego cuido el material del club y estoy a disposición del equipo para lo que sea».

Su bonhomía tuvo premio. Al presidente del Níjar, Francisco Montoya, se le llenaba la boca al asegurar: «Nunca vi a nadie que recibiera más cestas de Navidad». Y el propio Amarilla apuntalaba: «Dirigentes del Oviedo de aquella época siguen invitándome a acercarme por la ciudad. Me pagan el avión y una semana de hotel a cuerpo de rey. Allí me adoran».

Florencio Amarilla, a diferencia de su compañero de ala en la selección paraguaya Jorge Lino Romero, no quiso buscar los dólares del por entonces rico fútbol profesional colombiano. Prefirió quedarse para siempre entre nosotros, como extremo de película. Si no en el más laudatorio sentido figurado, con letra de medio cuerpo en varios títulos de crédito.

Filmografía de Florencio Amarilla

AÑO TÍTULO DIRECTOR REPARTO
1970 «El Cóndor» J. Guillermin J. Brown y Lee Van Cleef
1971 «El oro de nadie» S. Wanamaker Yul Brynner, R. Crenna y Leonard Nimoy
1972 «Chato el apache» Michael Winner Charles Bronson y Jack Palance
1972 «Sol rojo» T. Young Ursula Andress, Alain Delon, Toshiro Mifune y Charles Bronson
1973 «Caballos salvajes» J. Sturges Charles Bronson, Jill Ireland y V. Van Patten
1984 «Yellow Hair & Pekos Kid» Matt Cimber Laurence Landon y Ken Roberson

 

Trayectoria deportiva en España de Amarilla

Florencio Amarilla Lacasa
Bogado 3-I-1935
Paraguay A
Oviedo 58-59 17 3
Oviedo 59-60 5
Oviedo 60-61 11 1
Elche 61-62 2 1
Mallorca 62-63
Constancia 63-64    
Hospitalet 64-65 12 3
Abarán 65-66    
Manchego 66-67    
Almería 67-68    
Almería 68-69    
Adra 69-70    
Adra 70-71 R    
Almería 71-72 R    

 




Putas, vírgenes y arqueros

El vocablo arquero, referido al portero de fútbol o guardameta, resulta de lo más familiar para el aficionado a este deporte. Empleada con profusión en Sudamérica, donde parece localizarse su origen, la palabra se escucha con naturalidad por parte de hispanohablantes de ambos lados del océano.

Sin embargo, parece evidente, el portero defiende un rectángulo vertical configurado por tres palos y una raya de cal, estructura que, en principio, no puede catalogarse como arco, a no ser que el hincha tenga los necesarios conocimientos en materia arquitectónica como para poder relacionar el larguero de la portería con un arco adintelado, esto es, un conjunto de dovelas que estructuralmente trabajen como un arco bajo una envolvente recta, sistema que, en todo caso, nada tiene que ver con dicho travesaño más allá de las apariencias.

No parece, sin embargo, que la designación de la meta como arco, provenga de este terreno, sino más bien, de las semejanzas entre los distintos tipos de puertas, adinteladas o en forma de arco, que el periodista y el aficionado conocen. Indagaremos, pues, en este asunto, sirviéndonos de las herramientas que nos brinda la etimología.

Es precisamente una puerta lo que el arquero-portero defiende, con objeto de evitar que el balón penetre en ese plano vertical por ella delimitado. El portero, a veces llamado cancerbero en un guiño a la mitología clásica, situado «bajo los palos», desarrollará su trabajo del mismo modo que en la antigua Roma, las prostitutas se ubicaban en los soportales porticados de la ciudad. Bajo el arco o fornix, las meretrices ofrecían sus servicios y permanecían -fornicaban- guarecidas y enmarcadas por aquéllos, componiendo una estampa figura-fornix, que la arquitectura emplearía con frecuencia en los templos. En efecto, las figuras de bulto de las deidades, dioses y vírgenes, quedan resguardadas en hornacinas, palabra derivada del fornix latino, bajo el que se situarían esas mujeres tan libres de mácula como plenas de fertilidad. Será con la llamada inversión teológica, cuando vírgenes y santos comiencen a desaparecer de la nueva arquitectura, que ya no gravita sobre númenes, sino sobre hombres que destacan en unas sociedades lanzadas a la industrialización y cada vez más distantes de los valores tradicionales de lo sagrado.

Pese a todo, la terminología religiosa sigue impregnando el lenguaje, incluso el deportivo, dando lugar a la etiqueta de «santo» que sirve para referirse a ciertos porteros especialmente brillantes. Las connotaciones morales negativas que iban ligadas a los citados arcos, también parecen sobrevivir y, del mismo modo que éstas eran encarnadas por la prostituta que se exhibía en el fornix, el portero que en el fútbol moderno no sale de su arco,-amenazado metafóricamente por la posibilidad de que se le caiga encima el larguero-, recibe críticas por su estatismo fornicatorio, contrario a un estilo que el propio reglamento, el que prima el juego con los pies, impulsa.




Real Sporting y Real Oviedo, historia de dos ciudades

El fútbol es un deporte universal por sus reglas e implantación. Pero esa universalidad se despliega normalmente mediante clubes ligados a estructuras políticas con unos flujos y ciclos muy definidos, las ciudades. La ciudad constituye históricamente el origen y el desarrollo de la civilización, en tanto que supone la negación de la sociedad tribal y el establecimiento de una serie de cauces de comunicación, ya sea por vía terrestre, marítima, aérea o incluso mediante complejas comunicaciones electrónicas como las que nos ofrece internet. La Historia Universal está unida a la de las ciudades, ya sea como ciudades-estado al estilo de las polis griegas, ciudades imperiales como la antigua Roma o las ciudades cosmopolitas en el difuso mundo «globalizado» en que vivimos a día de hoy.

Ciudades tan importantes como Madrid, Barcelona, Londres, Milán y otras muchas son sedes de los clubes de fútbol más laureados del mundo en virtud de los recursos económicos y medios humanos que esas urbes proporcionan a la actividad futbolística, sumando aficionados en toda su Nación e incluso fuera de las propias fronteras nacionales, convirtiéndose así en representantes de su ciudad en todo el mundo. Pero también el fútbol nos muestra a ciudades que presumen de rivalidad unas con otras o incluso rivalidades entre vecinos de una misma ciudad, como sucede con el Real Madrid y el Atlético de Madrid o el Betis y el Sevilla, de quienes ya se ha hablado en esta revista. En este caso, tomamos como referencia urbes más modestas, de provincias, como Gijón y Oviedo, pero que sirven como ejemplo de la implantación del balompié en las estructuras urbanas. Estructuras cuya historia está muy por encima de las postizas y ficticias autonomías que en la actualidad se quieren presentar no sólo como partes constituyentes de España, sino incluso como partes soberanas cuya existencia histórica antecede con mucho a la propia España.

Ello se comprueba a nivel de estos dos clubes históricos de Asturias y de España. Los responsables políticos regionales, imbuidos de megalomanía y de autonomismo, proyectaron hace unos años, justo cuando el Real Oviedo había sufrido el trauma de haber descendido a Tercera División, la fusión de ambos clubes y la formación de un «equipo de Asturias». Pero este proyecto no sólo es utópico, sino perjudicial: no sólo porque muchos gijoneses y ovetenses desertarían de su afición al fútbol, sino porque las respectivas ciudades perderían un elemento catalizador tan importante como su club de fútbol, cuyos ciclos en forma de calendario competitivo marcan los ritmos de vida de miles de gijoneses y ovetenses, además de la economía local, al recibir en sus establecimientos hosteleros no sólo a los jugadores del rival de turno, sino a sus respectivas aficiones que se desplazan con el equipo.

Además, el «equipo de Asturias» no podría jugar sin más en Asturias, sino en algún punto localizado, en alguna ciudad, que por motivos demográficos sólo podría ser Gijón u Oviedo, con lo que tal club acabaría siendo de una de las dos ciudades, con el enorme perjuicio para la localidad no escogida. No puede imaginarse mayor cacicada que disolver los equipos de las respectivas ciudades y refundirlos tan arbitrariamente como pretendían los megalómanos dirigentes asturianos, algo que sin embargo estuvo a punto de ver la luz no hace muchos años.

Todo ello tomaba la forma de lo que se ha dado en denominar coloquialmente como «cerco a Oviedo», el menosprecio a toda una ciudad cuya importancia es absurdo negar. Oviedo, sede de la monarquía hispánica durante un siglo, lugar emblemático por sus reliquias para los peregrinos del Camino de Santiago, y capital del Principado de Asturias en recuerdo de su papel como sede regia, ha sido siempre el lugar donde se encontraban las instituciones de gobierno provinciales, con el prestigio que ello conlleva. Sin embargo, el actual gobierno autonómico se han empeñado en negar esa Historia o incluso subsumir a la ciudad en el postizo magma de «lo asturiano», cuya importancia no puede datarse más allá de lo que fue la división provincial obra de Javier de Burgos del año 1833. La reacción contra este «cerco» ha encontrado su canalización precisamente en el fútbol. Uno de los principales motivos de que el Real Oviedo, pese a permanecer hace ya varios años en categorías no profesionales como Segunda División B o incluso Tercera División, bata records de afluencia de espectadores al Nuevo Tartiere durante varias temporadas, es precisamente el hartazgo de ese cerco a la ciudad promovido desde instituciones autonómicas.

Gijón, ciudad que nació como otras muchas ciudades de España en tiempos romanos sobre la existencia de una población celtibérica previa, ha tenido una historia documentada más larga que Oviedo pero también más discreta hasta tiempos modernos, los de la revolución industrial, la minería y el carbón en los que fue no sólo puntera de la región sino también una de las más destacadas de toda España. Tras la reconversión industrial y el frustrado intento de convertirla en ciudad turística, se puede decir, como varios periodistas locales han insinuado recientemente, que Gijón es conocida hoy día gracias al Sporting: el último ascenso a Primera División, en la temporada 2007-2008, movilizó a media ciudad al menos, y todas las tiendas y comercios lucían los colores rojiblancos, fiebre de apoyo al club que sigue aún viva. Hasta las estatuas de Octavio César Augusto y de Pelayo se vistieron como jugador número 12. Todos eran conscientes que figurar en Primera División era una verdadera prueba de existencia de la ciudad, una vez vivida una década de anonimato en Segunda División.

Pero si bien Gijón y Oviedo son ciudades con historia diferente e incluso enfrentadas en virtud de conflictos de clase como los que determinaban sectores económicos como los servicios y la industria hasta tiempos no muy lejanos, los respectivos clubes se asemejan, casi tanto como sus urbes en población, en ser modestos por su palmarés, pues hasta el momento no han conseguido ganar ningún campeonato de Liga ni ninguna Copa del Rey ni tampoco torneos internacionales. Sin embargo, el Sporting estuvo cerca cuando fue segundo en el Campeonato de Liga de Primera División en la temporada 1978-1979 y el Oviedo también lo rondó cuando fue tercero en las temporadas 1934-35, 1935-36 y 1962-63. El Sporting fue dos veces finalista de la Copa del Rey, en 1981 y 1982, sucumbiendo ante los dos grandes clubes del fútbol español, Real Madrid y Barcelona, respectivamente. El Oviedo por su parte fue semifinalista del torneo copero en 1933-34 y 1945-46.

Pese a que la rivalidad entre Oviedo y Gijón se expresó mediante el fútbol ya tiempo atrás, como ha dejado constancia Eduardo Muñoz Valdés en su artículo del número 6 de esta revista sobre los encuentros nocturnos en Oviedo en 1921, para encontrar el primer derby de la historia entre Real Sporting y Real Oviedo hay que remontarse al año 1926, el de la fundación del Real Oviedo (el Sporting había sido fundado ya en 1905), como resultado de la fusión del Real Stadium Club Ovetense y el Real Club Deportivo de Oviedo. El 6 de diciembre de 1926 se disputó en Gijón un partido entre los dos equipos correspondiente al Campeonato Regional que ganó el Sporting por 2 goles a 1. Desde entonces han tenido lugar 102 enfrentamientos oficiales entre ambos conjuntos en distintas categorías y competiciones, que arrojan un balance favorable al Real Oviedo: 43 victorias, frente a 33 derrotas y 26 empates, dándose la anécdota de que si el primer derby lo ganó el Sporting por 2 a 1, el último, que tuvo lugar en el año 2003, lo ganó el Real Oviedo por idéntico marcador.

Al comenzar la década de 1990 ambos equipos vivían consolidados con cierta tranquilidad en Primera División e incluso habían logrado el hito de participar en competiciones europeas en la temporada 1990-91: el Real Sporting directamente, al acabar en quinta posición aquel campeonato y lograr una plaza para participar en la entonces Copa de la UEFA; el Real Oviedo, sexto clasificado, tras la victoria del Atlético de Madrid en la Final de la Copa del Rey que dejaba una plaza libre en dicha competición europea. Era la primera vez que el Real Oviedo lograba clasificarse para dicha competición, la sexta para el Sporting, añadida a las cinco participaciones europeas de su etapa más gloriosa, entre la década de 1970 y la de 1980.

Sin embargo, la temporada siguiente, en la que ambos clubes disfrutaron lo que pudieron el premio europeo (dos rondas el Sporting, la primera únicamente el Oviedo), se culminó la conversión de los clubes profesionales de fútbol en sociedades anónimas deportivas (salvo algunas excepciones), lo que acabó afectando a la forma de gestionar las entidades y en segundo término a los resultados deportivos. Así sucedió que ambos clubes hubieron de sufrir pocos años después el trauma del descenso de categoría: el Sporting tras una temporada 1997-98 con mucha más pena que gloria y el Oviedo unos años después, en la 2000-01, llevando sus duelos a la Segunda División durante las dos temporadas siguientes.

Aunque desde el año 2003 no se han vivido más derbys en torneos oficiales, en parte debido al hundimiento súbito del Real Oviedo desde la Segunda hasta la Tercera División por problemas económicos, oscilando desde entonces entre la Segunda División B y la Tercera División, y tampoco se vislumbra la posibilidad a corto plazo una vez que las distancias se acentuaron con el ascenso del Real Sporting a la Primera División en la 2007-2008 (diez temporadas después de su descenso), donde intentará volver a consolidarse, sus duelos, en consonancia con la historia de estas dos ciudades, siguen siendo muy anhelados: recientemente, el pasado 13 de Octubre, se enfrentaron en Segunda División B el Sporting B y el Real Oviedo en Gijón, con victoria por 1 a 0 del filial rojiblanco frente al primer equipo ovetense. Aunque la noticia no fue el resultado sino las gradas pobladas de El Molinón, a rebosar como si se disputase un partido de Primera División. Anhelo de unas aficiones que esperan volver a ver de nuevo en el césped una rivalidad que no cesa desde hace más de ochenta años.




Misterios olímpicos (I). Villota y Amézola

DESBARAJUSTE OLÍMPICO

«A las ideas hay que aplicarles el cauterio y a las personas hay que tratarlas con consideración».
Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, Marqués de Villaviciosa de Asturias (1870-1941).

El verano de 2008 la fiebre olímpica inundó los medios de comunicación y prácticamente todos publicaron especiales sobre Beijing 2008 que contenían la historia de los Juegos Olímpicos y la trayectoria de los deportistas españoles.

Leímos cosas como estas: «En París 1900 España inauguró su medallero con el oro de los pelotaris Villota y Amézola y la plata del Marqués de Villaviciosa en tiro», algunos aumentaron la confusión al afirmar que la medalla del marqués fue de tiro con arco, otros publicaron que no sabía nada del torneo de pelota vasca, ni cuando se jugó, ni donde, ni cuál fue el resultado. Aquellos lectores más inquietos que acudieron a las webs del Comité Olímpico Internacional y del Comité Olímpico Español  para aclarar las ideas, fracasaron en su objetivo. El COI omitía la medalla del marqués de Villaviciosa, el COE afirmaba que la medalla de los pelotaris procedía «de los archivos del COI» y la de Villaviciosa «de la Academia Olímpica Española». Esta disparidad de criterios provocó una cierta polémica al ganar el tirador de esgrima José Luis Abajo una medalla de bronce y proclamar a los cuatro vientos TVE y casi todos los demás medios que se trataba de la medalla número cien del olimpismo patrio. Cualquiera que acudiera a la web del COI o a recursos como Wikipedia y se molestara en hacer cuentas adivinaba que faltaba una para la centena…

El origen de este lío está en los supuestos Juegos Olímpicos que se disputaron en París en 1900. Y digo supuestos porque lo que se celebró en París aquel verano no fueron unos JJ.OO., sino una Exposición Universal, en el marco de la cual se disputaron una larga serie de competiciones deportivas (34 en total, con 58.781 participantes de 30 países) para profesionales y aficionados llamadas «Concursos Internacionales de Ejercicios Físicos y Deportes». No hubo ceremonias de inauguración ni clausura, no hubo entrega de medallas, no se pronunció el termino «Juegos Olímpicos» ni una vez, ni nadie tuvo la sensación de estar participando en unos JJ.OO…

Pero el barón de Coubertin y el COI, a pesar de la vergüenza que les abrumaba, hicieron de tripas corazón y colocaron aquellos «Juegos Fantasma» en su palmares, y dejaron que cada país escribiera su historia a voluntad. Concretamente en España, a partir de los años 60, empezó a circular el dato de que don Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa de Asturias, había participado en París 1900 en la prueba de «tiro al pichón» y había ganado la medalla de plata. La leyenda adquirió diversas variantes (como toda leyenda urbana que se precie), así en ocasiones se le llama «Santiago» Pidal en lugar de Pedro, y en ocasiones se dice que fue un torneo de tiro con arco. ¿Se imaginan la caza de pichones con arco y flechas?…evidentemente fue con armas de fuego (calibre 12, cañón largo)… El historiador olímpico Joan Fauria i García lleva muchos años proclamando que ese torneo de tiro al pichón («Premio del Centenario») disputado en el «Bois de Boulogne» el 19 y 20 de junio de 1900, fue para profesionales, requería de una cuota de inscripción y tenía un premio de 5.000 Francos para el ganador. No fue olímpico y mantenerlo en el medallero es un error, pero no parece que la Academia Olímpica Española tenga ninguna intención de rectificar.

En 1998 un historiador llamado Bill Mallon publicó un libro (The 1900 Olympic Games. Results for All Competitors in All Events, with Commentary) en el que aplicando cuatro reglas (ser pruebas para amateurs, abiertas, internacionales y sin «hándicaps») clasificaba las pruebas deportivas de la Exposición de París 1900 entre «olímpicas» y «no olímpicas». Mallon rescataba del olvido dos torneos de pelota vasca disputados, uno para profesionales (por lo tanto «no olímpico»), ganado por Barrenechea e Ituarte, y otro amateur («olímpico») ganado por Villota y Amézola. En 2004 el COI aceptó las conclusiones de Mallon y las aplicó, de esta forma Villota y Amézola (de los que la única información que teníamos eran sus apellidos y sus ciudades de procedencia: Madrid y Bilbao), se convertían en los primeros medallistas olímpicos españoles.

El COE aceptó (sin entusiasmo) la nueva medalla de oro, pero se negó a borrar la medalla de plata «fantasma» de don Pedro. Además en el hall de su sede madrileña sigue destacando una placa de mármol dedicada al marqués de Villaviciosa como primer olímpico (tal honor corresponde al duque de Gor, que debutó en esgrima el 14 de mayo de 1900) y medallista español. Las protestas de varios historiadores y de don Jaime González Chas (tirador olímpico en cuatro Juegos y Presidente de la Asociación Nacional de Tiradores) no han surtido efecto alguno.

LA PELOTA VASCA EN PARÍS 1900

«Por lo mismo que el señor Villota es un hombre fuerte, es generoso, atento y bueno con los humildes, a los que tiende con verdadero afecto y noble desinterés su mano de amigo.»
«S.». «Gran Vida», marzo de 1904.

La inclusión de la pelota vasca en el programa de 1900 provocó críticas y burlas hacia «ce jeu du Midi», pero la insistencia de M.Petit, presidente de la Sociedad Vasca y bien relacionado con la organización de la Exposición, lo hizo posible.

Se convocaron tres torneos: uno profesional de cesta punta (con 800 Francos y el titulo de «campeones del mundo» en juego, al que se inscribieron tres parejas), uno amateur de cesta punta (con unos objetos de arte y el titulo de «campeones del mundo amateur» como premio, con dos parejas inscritas) y otro de pelota a mano para aficionados (al que no acudió nadie). Los torneos tuvieron el frontón de la Sociedad de Pelota como sede, se trataba de una pequeña instalación situada en el número 26 de la calle Pauline Borghèse de Neuilly-sur-Seine, y los partidos se jugaron el 17, 19 y 21 de junio de 1900, aunque el éxito de público fue tal (hasta 1.000 espectadores) que se programaron varios partidos amistosos durante el mes de julio.

Los inscritos en el torneo profesional fueron: Ángel Barrenechea y Juan Ituarte, ambos de Marquina (campeones), José Elicegui  y «Abadiano» que quedaron segundos, y los franceses de Cambó (y hermanos) Pierre y Joseph Apesteguy («Chiquito de Cambó»), que fueron últimos. Faltaban años para que Chiquito se convirtiera en la leyenda que aún se recuerda. El frontón de París lleva hoy su nombre.

Los resultados fueron los siguientes: el 17 de junio Elicegui-Abadiano ganaron a los hermanos Apesteguy 70-56.

El 19 Barrenechea-Ituarte baten a Elicegui-Abadiano por 70-62.

Finalmente, el 21, Barrenechea-Ituarte ganan a Chiquito de Cambó y su hermano por 90-72 tras un empate inicial a 67.

Recordemos que el COI no reconoce este torneo, que fue seguido con enorme interés por varios medios franceses de la época desde una perspectiva más antropológica que meramente deportiva.

¿Y el torneo amateur? ¿Cuál fue su marcador?

Según el libro oficial de los «Concursos», la pareja anfitriona (Maurice Durquetty y Etchegaray) se retiró antes del partido por «los cargos» de la organización  y los españoles Villota («de Madrid») y Amézola («de Bilbao») fueron proclamados «campeones del mundo amateurs de pelota vasca» y recibieron unos objetos de arte valorados en 150 Francos. 98 años después Bill Mallon los convirtió en «campeones olímpicos» y en 2004 el COI lo «bendijo».

Aparentemente, las medallas olímpicas menos sudadas de la historia desde las ganadas por Nerón en el año 67. He podido localizar otras dos fuentes contemporáneas que hablan de la disputa de varios partidos individuales y un único campeón: Villota. Es un descubrimiento muy reciente y motivo de debate. Pero nada más sabíamos de ellos hasta 2008, y a poca gente parecía interesarle. Seguían siendo «Villota» y «Amézola», sin nombre de pila, sin fotos, sin aparecer en ninguna parte, como unos parientes incómodos a los que no apetecía recordar.

Algunos hemos intentado remediar este extraño «castigo» investigando sobre ellos. Tuve la suerte de encontrar en el número de marzo de 1904 de la revista madrileña «Gran Vida» un breve artículo-homenaje a don Francisco Villota Baquiola, en la que se comentaba que era el vigente campeón del mundo amateur de pelota vasca, título que había logrado en la Exposición de 1900. El artículo estaba ilustrado con una foto histórica: Francisco Villota vestido de pelotari, con su cesta.

Francisco Villota Baquiola, nacido en Madrid en 1873, hijo de Luciano Villota Urroz y de Pilar Baquiola Villar, hidalgos ricos de Mioño (municipio de Castro Urdiales, Cantabria), licenciado en derecho en 1899, aparece con cierta frecuencia en la prensa madrileña deportiva de inicios del siglo XX como organizador y patrocinador de torneos de pelota en la capital y es uno de los dos primeros medallistas españoles, falleció en 1949.

¿Y Amézola?

Amézola fue don José de Amézola y Aspizúa (1874-1922).

La prueba más concluyente es la noticia aparecida en la «Unión Vascongada» (diario monárquico de San Sebastián) el 3 de enero de 1899 en la que podemos leer: «En el Euskalduna de Bilbao se efectuó también el domingo otro partido a beneficio del colegio de sordomudos y ciegos de Deusto. Jugaron primeramente a 40 tantos los distinguidos aficionados don Teodoro Aguirre y don José Power, azules, contra don José de Amézola y don José Echevarría, rojos.Los dos Pepes jugaron superiormente, y aunque los contrarios se defendieron bien, ganaron aquellos por 10 tantos. De juez de plaza actuó el maestro Chiquito de Eibar y de jueces don Roberto Echevarría y don Pedro Igartua. -Luego jugaron Chapasta y Abadiano contra Macala y Berrondo. Estos quedaron en 35 tantos. El beneficio a favor del colegio de sordomudos y ciegos de Deusto ha producido cerca de 3.609 pesetas.»

Es él, podemos afirmarlo: hijo de uno de los principales empresarios de la época (don José de Amézola Biriga) y por lo tanto uno de los pocos privilegiados que podía costearse el snobismo de viajar a París para visitar la Expo, «distinguido pelotari aficionado» (según Jesús Mª.Azurmendi, una eminencia en la historia de la pelota vasca), participante en partidos benéficos de «shistera» o cesta punta unos meses antes de la Exposición Parisina…

José de Amézola y Aspizúa nació en Izarra (Urkabustaiz, Álava) en 1874, fue empresario, vocal del Banco de Bilbao, secretario de la Comisión Provincial de Vizcaya , diputado conservador por Durango en las elecciones de 1914 (derrotando al candidato «jaimista» o tradicionalista Esteban Bilbao en unas discutidas elecciones cuyos resultados no aceptaron los derrotados dando lugar a enfrentamientos que acabaron con un fallecido entre los seguidores de Amézola y varios «requetés» detenidos) , gentilhombre con servicio de Alfonso XIII desde 1920 y empresario teatral y taurino. Falleció en 1922 en el sanatorio de Cercedilla dejando como viuda a Teresa Garay (habían tenido dos hijos: José y Soledad). Sus hermanos (Lauro, Teófilo, Martín, Baltasar, Ladislao) también destacaron en los negocios, la política (aunque Baltasar desde el PNV) y los deportes (tiro al pichón, vela, automovilismo, ciclismo, directivos del Athletic Club, etc.), al menos Lauro y Martín también fueron aficionados a la pelota. La familia procedía de Etxebarri (Vizcaya), donde se conserva el Palacio Amézola y en cuya iglesia (San Esteban) se encuentra la cripta familiar, aunque José de Amézola está enterrado en el pueblo de su esposa: Arceniega (Álava).

La pelota vasca nunca más ha estado en el programa oficial de unos Juegos Olímpicos, regresó como deporte de exhibición en París 1924, en México 68 y en Barcelona 92. También figuraba en la candidatura de Madrid 72.
Desgraciadamente el COI suprimió los deportes de exhibición tras los JJ.OO. de 1992, por lo que no parece probable que alguien pueda acompañar en el palmarés a Francisco Villota y a José de Amézola.
Primeros y últimos campeones olímpicos de pelota vasca.

Es de reseñar así mismo la numerosa presencia (además de los pelotaris profesionales y amateurs) de deportistas españoles en los «Concursos» de París 1900. En pruebas reconocidas hoy como «olímpicas» compitieron el duque de Gor en esgrima y cinco remeros de Barcelona (Camps, Formica-Corsi, Margarit, Quintana y Vela). También en ciclismo un francés llamado Fernand Sanz del que hemos podido demostrar que se trataba de Fernando Sanz y Martínez de Arizala, uno de los hijos naturales de Alfonso XII con la cantante de ópera Elena Sanz.

En pruebas «no olímpicas»: el celebre marqués de Villaviciosa y don Camilo Hurtado de Amézaga en tiro al pichón, Luis de Errazu en polo, el marqués de Guadalmina en hípica y un ciclista profesional apellidado Soler. En las pruebas de atletismo para profesionales se inscribió otro español (Estella) que no llegó a competir.

No descartamos que el competidor en automovilismo llamado Fernández y, considerado hasta ahora  francés, fuera don Jesús Fernández Duro, el pionero asturiano del motor y la aviación del que sabemos que estuvo en la Exposición y adquirió allí un vehículo…

Para saber más: «1900. La Primera Aventura Olímpica Española»:

                               http://www.bubok.com/libros/16391/1900-LA-PRIMERA-AVENTURA-OLIMPICA-ESPANOLA

                              http://olimpismo2007.blogspot.com




Héroes de finales

1915: Pichichi consagra su fama

El 2 de mayo de 1915 salieron al campo de Amute, en Irún, el Athletic Club y el Español de Barcelona. A las órdenes del suizo Walter Germann formaron ambos clubes, y entre los 22 jugadores que disputaron la final de Copa, uno entre todos ellos iba a destacar, un delantero cuyo nombre ha atravesado la historia: Rafael Moreno Aranzadi, «Pichichi».

Cuentan las crónicas que el partido no tuvo color, que estuvo constantemente dominado por un Athletic más acostumbrado al terreno de hierba. Al descanso Pichichi ya había hecho de las suyas en dos ocasiones: a los tres minutos, al transformar un penalti, y a los 43 al rematar un córner lanzado por Echevarría. A los quince minutos del segundo tiempo, nuevamente a pase de Echevarría, Pichichi marcó su tercer gol, lo que inclinaba la balanza definitivamente del lado bilbaíno, al par que convertía al célebre delantero en el primero en marcar tres goles en una final. Por aquel entonces eso de las estadísticas era totalmente desconocido y hasta es probable que Pichichi nunca conociera su récord, pero él, que el año anterior había marcado cuatro goles en una semifinal contra el Vigo Sporting, fue el primero en marcar tres en una final. Su eficacia goleadora fue premiada en 1953 por los diarios Marca y Arriba, quienes instituyeron un premio con su nombre para el máximo goleador de la Liga. El primer ganador fue Telmo Zarra, otro héroe de final…

Athletic Bilbao – Español Barcelona = 5-0 (2-0)

2-5-1915, Fuenterrabía (Guipúzcoa): Amute

Árbitro: Walter Germann.

Athletic: Ibarreche; Hurtado, Solaun; Cabieces, Belauste, Mestraitua; Echevarría, Pichichi, Zubizarreta, Iceta, Belauste.

Español: Gibert; Bru, Massana; Lemmel, Pomés, Juanico; Janer, Armet, López, Usobiaga, Sempere.

Goles: 1-0 Pichichi 3′; 2-0 Pichichi 43′; 3-0 Pichichi 60′; 4-0 Zubizarreta 69′; 5-0 Germán 70′.

1916: Félix Zubizarreta iguala a Pichichi

Aunque hoy es todo un desconocido, los 21 jugadores restantes que salieron al campo el 7 de mayo de 1916 para celebrar la final de Copa lo conocían bien. Al igual que Pichichi, Zubizarreta también había marcado cuatro goles en una semifinal, y también contra un equipo de Vigo, el Fortuna; había sido el 25 de abril de 1915.

El rival del Athletic en esta ocasión era el Madrid, y para los bilbaínos era, si cabe, más que una final: si ganaban obtendrían el trofeo en propiedad. El público que llenaba las gradas del campo del Español de Barcelona estaba claramente a favor de los leones de San Mamés, ya que el Madrid había eliminado al Barcelona en las semifinales y eran tiempos en los que más allá de los colores propios uno defendía los colores de la ciudad frente al rival; lo que no podían imaginar es que un hombre entre todos les devolvería el apoyo con goles, los aplausos con un excelente juego: Zubizarreta. Dio el pase del primer gol, rematado por Acedo, y antes del descanso marcó el segundo gol. Pero no contento con eso en el segundo tiempo volvió a marcar en dos ocasiones, rematando un córner lanzado por Germán, y poco antes del final, recogiendo un medido pase de Acedo. ¡Él solo había ganado la final para el Athletic!

Al terminar el partido un grupo de desaprensivos intentó agredir a los jugadores madridistas, que fueron protegidos por los agentes de la autoridad y por los futbolistas bilbaínos. Por la noche, los madridistas visitaron a los bilbaínos en su hotel para felicitarlos por su victoria y agradecerles su deportiva protección. Como es natural los merengues felicitaron especialmente a uno, a Félix Zubizarreta.

Athletic Club Bilbao – Madrid F.C.    4-0 (2-0)

7-5-1916, Barcelona: Campo del Español

Árbitro: Francisco Bru

Athletic: Ibarreche; Solaun, Hurtado; Eguía, Belauste, Cabieces; Echevarría, Pichichi, Zubizarreta, Iceta, Acedo.

Madrid: Teus; Erice, Irureta; Aranguren, René Petit, Castell; Sicilia, Belaunde, Bernabeu, Juan Petit, Sotero Aranguren.

Goles: 1-0 Acedo; 2-0 Zubizarreta; 3-0 Zubizarreta; 4-0 Zubizarreta.

1919: Félix Sesúmaga decidió una de las finales más espectaculares

La Copa de 1919 había supuesto un paso definitivo hacia su modernización: el número de participantes y partidos se había ampliado y por primera vez se jugaba el torneo completo desde los cuartos de final. En el primer partido de éstos, disputado entre el Arenas y el Racing de Madrid, un delantero centro había establecido una marca difícil de superar: ¡7 goles en un mismo partido! Ese mismo delantero sería clave en la victoria final del Arenas: Félix Sesúmaga.

El 18 de mayo, y a las órdenes del inefable Julián Ruete, salieron al campo el Barcelona y el Arenas para disputar una de las finales más espectaculares de la historia. Ya a los 12 minutos dejó Sesúmaga su marca en una jugada personal que terminó con un tiro ajustado al poste. ¡Qué golazo! El marcador se mantuvo con 1-0 durante gran parte de la primera parte, pero a poco de terminar ésta marcó Viñals para el Barcelona. Las cosas se pusieron feas para el Arenas cuando Lakatos, recién comenzada la segunda mitad marcó el 2-1. Los minutos pasaban y el final del partido se acercaba peligrosamente; en esos momentos cercanos ya a la desesperación apareció una mente fría y genialmente goleadora: ¡gol de Sesúmaga! El público volvió a aplaudir entusiasmado al delantero arenero: ese gol traía la prórroga, un premio de treinta minutos para los espectadores. Y como no podía ser de otra manera volvió a ser Sesúmaga quien diera espectáculo, marcando el camino de la victoria con una rapidísima internada que terminó en 3-2. Después vinieron dos goles más, pero quien había terminado con el Barcelona era un jugador con nombre y apellido: Félix Sesúmaga, uno de los más grandes goleadores de nuestra historia.

Arenas de Guecho – Barcelona = 5-2 (2-2)

18-5-1919, Madrid: O’Donnell

Árbitro: Julián Ruete

Arenas: Jáuregui; Vallana, Careaga; Uriarte, Arruza, José María Peña; Ibaibarriaga, Pagaza, Sesúmaga, Barturen, Florencio Peña.

Barcelona: Bru; Reguera, Costa; Torralba, Sancho, Blanco; Viñals, Garchitorena, Martínez, Alcántara, Lakatos.

Goles: 1-0 Sesúmaga 12′; 1-1 Viñals 38′; 1-2 Lakatos; 2-2 Sesúmaga 80′; 3-2 Sesúmaga 96′; 4-2 Florencio Peña; 5-2 Ibaibarriaga 118′.

1936: Zamora fue el protagonista

EN SU ÚLTIMO PARTIDO OFICIAL REALIZÓ SU PARADA MÁS FAMOSA

El 21 de junio de 1936 no menos de 22 mil personas se apretujaban en las 19 mil localidades oficiales de Mestalla para ver la final entre el Madrid y el Barcelona. Hacía un sol de castigo, y los reventas llegaban a vender a 70 pesetas las localidades de general, cuyo precio era de 5.

Aunque el partido no estaba siendo muy bueno, el comienzo había sido trepidante. El Barcelona salió muy impetuoso para sorprender al Madrid, pero fue éste quien marcó el primer gol, por mediación de Eugenio (min. 6′), y el segundo, por mediación de Lecue (min. 12′). El jarro de agua fría fue mitigado cuando en el minuto 29 Escolá marcó a la salida de un corner el 2-1.

Y ahí se terminó prácticamente el partido hasta que, cuando quedan cinco minutos para que se termine la final ataca el Barcelona; Vantolrá se zafa de Lecue y engaña con un quiebro a Quincoces. Todos esperan su tiro, pero cede retrasado y el balón le llega a Escolá. ¡Lo han dejado solo! Mira a puerta y ¡lanza un durísimo tiro raso, justo pegado al poste! Es gol seguro, pero Zamora vuela de palo a palo y hace un paradón asombroso. Su caída ha levantado una polvareda que corta la respiración a los espectadores. Inmediatamente Zamora se levanta con el balón en las manos. Las crónicas dijeron que el aplauso que le brindaron los espectadores duró ni más ni menos que cuatro minutos. Con esta actuación prácticamente concluyó el partido, al final del cual Zamora subió a recibir de manos del presidente de la Federación la Copa que les acreditaba como campeones de España. Al recibirla gritó Zamora: «¡Viva Valencia!, ¡viva el Madrid!, ¡viva España!

Con seguridad ésta es la parada, el paradón, más famoso de la historia de nuestro fútbol, ejecutada como no podía ser menos por el que quizá sea nuestro mejor jugador de todos los tiempos. Lo realizó además en el último partido oficial que disputó: justo tras ganar la última Copa del Presidente de la República decidió retirarse. 17 años en la elite del fútbol eran muchos, 17 años siendo el portero titular de España todavía no han sido igualados.

Madrid – Barcelona = 2-1 (2-1)

21-6-1936, Valencia: Mestalla

Árbitro: Ostalé              

Madrid: Zamora; Ciriaco, Quincoces; Pedro Regueiro, Bonet, Sauto; Eugenio, Luis Regueiro, Sañudo, Lecue, Emilín.

Barcelona: Iborra; Areso, Bayo; Argemí, Franco, Balmaña; Vantolrá, Raich, Escolá, Fernández, Munlloch.

Goles: 1-0 Eugenio 6′; 2-0 Lecue 12′; 2-1 Escolá 29′.

1939: Campanal fue clave para el primer título de posguerra

En octubre de 1938 se reunió la Asamblea de la Federación de San Sebastián y decidió que «dada la magnífica normalidad que se disfruta en la zona liberada, celebrar una competición nacional por eliminatorias entre clubs regionales clasificados. A esta competición se le ha dado el nombre de Copa del Generalísimo, por disputarse en ella una copa donada, al efecto, por el Caudillo». Participaron diez equipos, y a la final llegaron el Sevilla y el Racing de Ferrol.

La cita tenía lugar en Montjuich, el 25 de junio a las cinco y media de la tarde. El público escuchaba de pie el himno nacional mientras en el césped, en la alineación del Sevilla aparecía como delantero centro Marcelino Campanal, que ya antes de la Guerra había jugado dos temporadas con el Sevilla, y que daría toda una exhibición de juego.

Su primera actuación fue cuando se llevaban cinco minutos de juego, en el que dio un excelente pase a Raimundo con el que éste abrió el marcador. Quince minutos más tarde, aprovechando un fallo de Calichi, marcó el 2-0 de tiro cruzado. La fiesta no había hecho más que comenzar, y a los 27′ Campanal volvió a marcar con un fortísimo disparo desde fuera del área. Antes del descanso Pepillo marcó dos goles más y remachó la goleada que había preparado Campanal.

Los goles continuaron al reanudarse el partido, esta vez para el Racing con dos goles de Silvosa, y el último del Sevilla, marcado una vez más por Campanal. Así pues Marcelino González del Río, tal era el nombre escondido bajo el apodo de Campanal, había marcado tres goles y dado el pase del cuarto. No estaba mal para comenzar el fútbol después de la Guerra…

Sevilla – Racing Ferrol                                     6-2 (5-0)

25-6-1939 (17,30), Barcelona: Montjuich

Árbitro: Arribas

Sevilla: Bueno; Cayuso, Villalonga; Torróntegui, Félix, Leoncito; López, Pepillo, Campanal, Raimundo, Berrocal.

Racing: Alberty; Calichi, Moreno; Bertolí, Silvosa, Basterrechea; Lelé, Gallart, Barón, Edelmiro I, Portugués.

Goles: 1-0 Raimundo 5′; 2-0 Campanal 20′; 3-0 Campanal 27′; 4-0 Pepillo 38′; 5-0 Pepillo 42′; 5-1 Silvosa (p) 53′; 5-2 Silvosa 56′; 6-2 Campanal 62′.

1950: Zarra, máximo goleador

ZARRA OSTENTA EL RÉCORD DE HABER MARCADO 4 GOLES EN UNA FINAL

El estadio de Chamartín presentó un lleno total para recibir al Atlético de Bilbao, al Rey de Copas, y al Valladolid, que aparecía por primera vez en una final copera y que este año había realizado una de las mejores campañas de su historia. A pesar de todo era evidente que el pronóstico no resultaba complicado y que el Atlético de Bilbao debería ser claro vencedor…

Y para hacer honor a tal pronóstico el Atlético salió como una fiera, atacando sin parar como si quisiera terminar el partido cuanto antes. La delantera más famosa de la historia del club bilbaíno no dejaba ni un respiro a la defensa vallisoletana, que sin embargo estaba a la altura de las circunstancias y parecía no inmutarse. Pero a los 14 minutos coge el balón Zarra y se dirige sólo contra la portería de Saso; consigue avanzar unos metros sin embargo Babot no le deja espacio para disparar. Cuando logra ver un hueco, el disparo de Zarra se estrella en Babot, pero con la suerte de que el rechace le favorece al delantero, que se queda solo ante Saso. Y como no se podía esperar de otra manera, Zarra no desaprovechó la oportunidad y con un tiro muy duro batió al portero vallisoletano. ¡Gol!, ¡gol! El primero de la tarde.

A partir de este momento el partido cambió gracias al ímpetu del Valladolid, que parecía decidido a no dar por perdido el partido tan pronto. Sus ataques, aunque siempre infructuosos, no dejaron ni un momento de relajación al Atlético, que apenas podía salir de su campo. Esta tónica continuó durante la segunda parte, en la que parecía que el equipo bilbaíno se dedicaba sin más a mantener la renta conseguida por Zarra. Pero como era previsible, con todo el terreno a su favor y con un rival a su merced, el Valladolid terminó consiguiendo su justo premio a tan sólo cinco minutos del final del partido, por mediación de Coque. Así que esperaba la prórroga…

Y en este tiempo extra los leones de San Mamés no querían más sustos, así que salieron como un verdadero vendaval, liderados por Telmo Zarra. Tan sólo seis minutos tardó en sentenciar el partido, con dos goles que ya lo alzaban, además de con la Copa del Generalísimo, con el honor de ser el primer jugador en marcar tres goles en una final. Aún más, a falta de cuatro minutos para el final marcó el cuarto gol, récord todavía inigualado. Gracias Zarra.

At. Bilbao – Valladolid = 4-1 (1-0) (1-1) (3-1)

28-5-1950, Madrid: Chamartín

Árbitro: Azón

At. Bilbao: Lezama; Canito, Areta, Arámberri; Manolín, Nando; Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo, Gaínza.

Valladolid: Saso; Lesmes I, Babot, Lesmes II; Ortega, Lasala; Revuelta, Coque, Vaquero, Aldecoa, Juanco.

Goles: 1-0 Zarra 14′; 1-1 Coque 85′; 2-1 Zarra 94′; 3-1 Zarra 96′; 4-1 Zarra 116′.




Tres británicos pioneros en la Región de Murcia

El fútbol fue introducido por ciudadanos británicos en varias localidades españolas en las últimas décadas del siglo XIX. Sin embargo, en muchas de estas poblaciones se desconoce el nombre de las primeras personas que practicaron este deporte, o que fundaron el primer club.

En la Región de Murcia han quedado grabados los nombres de tres británicos que pasado a la historia porque fundaron los primeros equipos de fútbol que existieron en sus ciudades de residencia. Se trata de John Gray Watson  (Águilas), Manuel José Pelegrín Dunn (Lorca) y Bernard Haslip Brunton (Cieza).

John Gray Watson (Águilas)

John Gray Watson (conocido en Águilas como Juan Gray) fundó los dos primeros clubes de fútbol que existieron en la localidad de Águilas: el Águilas Football Club (1900-1907) y el Club Deportivo Aguileño (1910-1921). Estos dos equipos pueden ser considerados como los más potentes del fútbol murciano en las décadas de 1900 y 1910, a tenor de su trayectoria y de los resultados cosechados.

Juan Gray había nacido en Aberdeen. Se cree que llegó a Águilas procedente de Cartagena entre 1892 y 1893, atraído por la gran riqueza económica que se había generado en la ciudad a finales del siglo XIX. Es muy probable que antes de la llegada de Gray, los ingleses que residían en Águilas ya jugaran al fútbol, aunque de forma esporádica y desorganizada. En un principio, Gray se dedicó a la compraventa de todo tipo de productos (lagartos, huevos de pájaro…) etc. Más tarde, tras comprobar el gran desarrollo económico de la ciudad, fundó la primera Casa de Banca de Águilas. En apenas unos años se convirtió en un hombre rico, respetado y plenamente integrado en la localidad.

Durante algunos años los ingleses organizaron partidos de fútbol entre ellos ante la indiferencia de los lugareños. Fue entre 1896 y 1897 cuando los aguileños comenzaron a practicar este deporte, impulsados por Gabriel García Mora, un joven de la localidad que había residido durante un tiempo en Aberdeen para aprender inglés. Poco después los españoles retaron a los ingleses en el campo en el que éstos jugaban habitualmente. Durante algún tiempo, ingleses y españoles disputaron partidos de fútbol entre ellos con cierta frecuencia hasta que se decidió crear un equipo de fútbol representativo de la localidad en el que jugaran los mejores jugadores de ambas comunidades.

La responsabilidad de organizar este club recayó en Juan Gray, quien en 1900 fundó el Águilas Football Club. Gray fue presidente, entrenador y mecenas del equipo desde 1900 a 1907, año en que desapareció el Águilas Football Club al no encontrar oponentes a los que enfrentarse. Gray también participó en la fundación del segundo equipo que existió en la localidad: el Club Deportivo Aguileño, aunque en esta ocasión dejó a la presidencia a Joaquín López Morales; no obstante, siguió ejerciendo como entrenador y mecenas. Tal fue su versatilidad que en varias ocasiones actuó como árbitro.

Juan Gray dejó un legado que aún disfrutan los aguileños: el campo de fútbol de El Rubial. El Club Deportivo Aguileño disputaba allí sus partidos desde 1913. El 23 de junio de 1915 Juan Gray compró las tierras mediante escritura pública. El 17 de abril de 1917 se constituyó la Sociedad del Vallado con el objetivo de realizar una serie de mejoras en el campo de El Rubial, entre ellas el cercado de la instalación y la construcción de un palco. Gray aportó los terrenos, mientras que otros ochos socios entregaron dinero en efectivo. El escocés dejó escrito en su testamento que aquel terreno se dedicaría a actividades deportivas mientras hubiera un solo aguileño que quisiera practicar deporte. Ha pasado casi un siglo, y aún a día de hoy, El Rubial acoge los partidos del equipo más representativo de Águilas.

John Gray Watson regresó a Gran Bretaña, dónde falleció a principios de la década de 1930. No dejó descendencia.

Manuel José Pelegrín Dunn (Lorca)

Manuel José Pelegrín Dunn «Mannie», de padre lorquino y madre inglesa, ha pasado a la historia por haber sido el introductor del fútbol en Lorca y el fundador del primer equipo que existió en la ciudad: el Lorca Football Club. Mannie había nacido en 1857 en la localidad inglesa de Newcastle-Upon-Tyne. Era hijo de Manuel José Pelegrín, un lorquino que había sido designado cónsul en Newcastle y de Isabella Agnes Dunn. Los Pelegrín-Dunn eran una familia acomodada que poseía en Newcastle una sociedad que se dedica a la exportación e importación de carbón.

Manuel José Pelegrín se trasladó a Lorca a mediados de la década de 1880 para conocer a su familia paterna, entre cuyos miembros se encontraba su tío Francisco Pelegrín (quien había sido alcalde de Lorca hasta 1881) y para interesarse por la situación de algunas propiedades familiares relacionadas con la minería. Finalmente fijó su residencia en Lorca, ciudad en la que emprendió algunos negocios relacionados con la minería, y en la que contrajo matrimonio con su prima, Ascensión Ellún Pelegrín, en 1886.

Tras adquirir relevancia social en la ciudad, «Mannie» decidió organizar partidos de fútbol entre los jóvenes que mostraron interés por aprender este deporte desconocido. Aquella propuesta del emigrante inglés debió tener una cierta aceptación ya que se ha podido constatar que a mediados de la década de 1890 se jugaba al fútbol en Lorca con una cierta regularidad.

Posteriormente, «Mannie» fundó el primer equipo de fútbol de la localidad: el Lorca Foot Ball Club. Las primeras noticias sobre su existencia se remontan al año 1901 en que disputó un partido ante el Águilas Football Club, si bien se conserva una fuente original que indica que el Lorca Foot Ball Club se organizó a finales del siglo XIX. De este modo es probable que antes de 1901 el Lorca Foot Ball Club disputara algún partido, del que no ha quedado constancia, ante algún equipo formado por representantes de la colonia inglesa que llevaba a cabo los trabajos de construcción del ferrocarril. El primer uniforme del club fue blanquinegro, pues así vestía el Newcastle United, el equipo más representativo de la ciudad natal de «Mannie».

Una de las motivaciones de «Mannie» para sacar al club adelante era la presencia de sus hijos Manuel José y Mariano Patrick, quienes se convirtieron en jugadores del Lorca cuando aún eran adolescentes. Mannie continuó como presidente, entrenador y mecenas durante la primera década del siglo XX, en la que el Lorca concertó muy pocos encuentros al no disponer de rivales a los que enfrentarse, pues en 1904 las relaciones con el Águilas Football Club quedaron rotas. Así pues, la única manera de poder practicar el fútbol con regularidad era organizar partidos entre los componentes de la sociedad.

Hacia 1912 hay un parón en la actividad futbolística. En noviembre de 1914 se refunda el Lorca Foot Ball Club, nombrándose una directiva presidida por Antonio Morata, en la que no figura «Mannie», quien a partir de entonces derivó su actividad hacia el arbitraje (consta su presencia como colegiado en algunos partidos disputados en 1916).

En junio de 1916 presentó la «Guía del Referee», una traducción de la obra Referees Chart publicada por The Football Association Limited. El libro, editado por «Mannie» y Juan Martínez Flores, incluía diagramas explicativos de la regla del fuera de juego y un glosario de términos que se utilizaban habitualmente en el fútbol de la época.

En 1918, en atención a sus conocimientos, fue nombrado entrenador del Lorca Foot Ball Club. Manuel José Pelegrín Dunn «Mannie» falleció en Lorca el 25 de julio de 1919, a la edad de 62 años.

Bernard Haslip Brunton (Cieza)

La introducción del fútbol en la provincia de Murcia sigue una lógica evolución geográfica que va desde la costa hasta el interior. A finales del siglo XIX se jugaba con regularidad en Águilas y en Lorca. Sin embargo no será hasta finales de la década de 1910 y principios de la siguiente cuando el fútbol arraigue en el norte de la región.

Las primeras noticias sobre la práctica del fútbol en Cieza datan del mes de noviembre de 1919. No está claro quien es el introductor de este deporte en la ciudad, pero si se conoce que fue el Consejo de los Exploradores la primera entidad que impulsó su práctica. El primer terreno de juego conocido estaba situado en el Paraje de las Delicias, a las afueras de la localidad.

El historiador ciezano, Alfredo Marín Cano atribuye la fundación del primer equipo de la localidad: el Club Deportivo Cieza al ingeniero inglés Bernard Haslip Brunton. Brunton había nacido en Londres en 1871. Hacia 1895 se trasladó a Murcia para trabajar en las obras de fundación de la empresa Hidroeléctrica del Segura. Las primeras noticias de su vinculación con Cieza datan de 1910. En este año aparece en el periódico murciano El Liberal, una solicitud de Bernard Haslip Brunton, para circular con un automóvil de su propiedad.

Parece ser que Brunton se afincó en Cieza tras contraer matrimonio con Carmen Trigueros Gómez, una vecina de esta localidad. Pese a que conocía el reglamento del fútbol debido a su origen inglés, no hay constancia de que tratara de fomentar su práctica durante la década de 1910.

El interés repentino de Brunton por organizar un club de fútbol debió de responder a una causa muy concreta: su hijo Arturo era uno de los jugadores más destacados en los partidos que disputaban los jóvenes ciezanos entre sí. Con el paso del tiempo aquellos futbolistas sintieron la necesidad de formar un club que representara a la localidad para enfrentarse a equipos de otras poblaciones, pero no disponían de la capacidad organizativa suficiente como para llevar a cabo este proyecto. En ese momento entra en escena Bernard Haslip Brunton, quien (bien a petición de aquellos jóvenes, o bien por iniciativa propia) funda el Club Deportivo Cieza en 1923.

Arturo Brunton fue titular indiscutible en el Club Deportivo Cieza hasta que a principios de 1924 tuvo que marchar a Inglaterra. Parece ser que tras la partida de su hijo, Bernard Haslip Brunton se desvinculó del club, ya que su nombre no figura en ninguna de las relaciones de directivos del Club Deportivo Cieza que se publicaron en la prensa murciana.

El Club Deportivo Cieza tuvo una progresión meteórica. Cuando Arturo Brunton regresó a España catorce meses más tarde, encontró un panorama completamente diferente: el equipo jugaba sus partidos en un campo de fútbol distinto, el número de aficionados había crecido desmesuradamente, y  el Club Deportivo Cieza, reforzado con futbolistas de otras localidades, participaba en la segunda categoría del fútbol regional. Pocos meses más tarde sería campeón, logrando el ascenso a la máxima división del fútbol murciano.

El nivel de la plantilla era mucho más alto, lo que determinó que Arturo Brunton desapareciera de las alineaciones y muy probablemente abandonara la práctica del fútbol. Varios años más tarde sus padres trasladaron su residencia a Blanca. Bernard Haslip Brunton falleció en 1954, a la edad de 83 años




Fútbol, viajes y giras (hasta el año 1900)

La confrontación futbolística demandó -desde siempre- la necesidad de viajar. Las distancias aumentaron a medida que se producía su evolución. Respetando el orden cronológico, citaré datos referentes a estos temas, tanto a nivel mundial como de nuestra región sudamericana.

El primer viaje «exterior a su ciudad» que he hallado fue el que realizó el Sheffield F.C. de Inglaterra a Nottingham en 1865. La visita derrotó por  one goal a nil al Nottingham F.C. . El partido se disputó con las reglas del anfitrión, con 18 jugadores por bando, durante tres horas. La distancia entre ambas ciudades es de 60 kms. El club local fue el precursor del actual Notts. County F.C. Son las dos entidades – fundadas para fútbol- más antiguas: la primera como amateur (1857) y la segunda de carácter profesional (1862)…

La selección inglesa se presentó en Glasgow, Escocia, el 30 de noviembre de 1872. Fue el primer «internacional oficial» y finalizó empatado a cero. Los jugadores ingleses arribaron en el tren del viernes por la noche y cuatro de ellos, en el «nocturno» que  lo hizo a la mañana siguiente, día del juego. Este, acordado para las 2 p.m., comenzó con 20 minutos de atraso. Distancia Londres-Glasgow: 640 kms….

El Royal Engineers F.C., de Chatham, realizó (1873) por el interior de Inglaterra, la primera gira futbolística conocida. En cuatro días se presentó en Sheffield, Derby y Nottingham, derrotando a los representantes locales. Creado en 1859, el R.E.F.C. es el más antiguo club militar de fútbol. Ganó la Copa de Inglaterra en 1875 y en otras tres oportunidades jugó la final…

El primer partido intercontinental conocido se jugó en la universidad de Yale, New Haven, E. Unidos, el 6 de diciembre de 1873. Desde Inglaterra se trasladó un equipo de ex alumnos del colegio de Eton, que fueron derrotados por dos a uno. A pedido de los Old Etonians los equipos jugaron con once jugadores por lado. El viaje, de índole turístico y cultural, tuvo un ingrediente de fútbol. Hasta este momento, el más largo desplazamiento realizado…

El tour  educacional (1875) que realizó la universidad de Oxford por el flamante Imperio Alemán, sirvió para realizar exhibiciones de fútbol. Sin ser éste el motivo principal del viaje, fue la presentación de un equipo britanico en Europa continental…

Escocia, 1881. El primer «tren especial» fue fletado para trasladar a los aficionados del Dumbarton F. C. a Glasgow para la final de Copa contra el  Queen´s Park F.C., decano del fútbol escocés (1867). La fuente no aclaró si el equipo -que fue derrotado- viajó en el mismo trasporte que sus «hinchas». Sólo 22 kms. Separan ambas ciudades…

El ONT-Clark F.C., de Newark, Nueva Jersey fue el ganador de la primera American Soccer Cup en 1885. Esa temporada visitó la provincia canadiense de  Ontario; jugó en Toronto, Dundas, Galt y Berlín (hoy Kitchener), venciendo en 9 de 11 juegos. Fue la gira pionera entre dos paises de las Américas…

Primera visita de un equipo de ultramar a Europa. Fue el 19 de setiembre de 1888 cuando un combinado canadiense se presentó en Escocia. El partido, jugado en Glasgow, finalizó 4:0 favorable a los locales. La inexistencia de una «Asociación Nacional»canadiense (se crearía en 1912)  impide considerar este cotejo como «Internacional A»…

Montevideo y Buenos Aires se enfrentaron -por primera vez- el 15 de agosto de 1889. Habían pasado 21 años desde que elencos de ambas orillas inauguraron las confrontaciones deportivas internacionales; el cricket fue el sport inicial. El partido de fútbol que estoy recordando se jugó en el Montevideo Cricket Club, la entidad más antigua del Uruguay, creada en 1861. Finalizó con triunfo bonaerense por 3 a 1. Los 22 protagonistas tenían apellidos británicos; desconozco si entre ellos había nacidos en nuestros países. La ruta fluvial del Plata se convirtió en una de las más frecuentadas del fútbol mundial…

Así relató el historiador chileno Fernando Larraín Mancheño, el primer encuentro deportivo entre ambos países:

«Un grupo de argentinos, brillante y esforzada delegación deportiva de Buenos Aires,   cortando las distancias, en largos trechos a lomo de mula, apareció en el Puerto con  el objeto de alternar de cricket, tennis y fútbol con los aficionados de este lado de los Andes. Se jugó el encuentro internacional el 25 de noviembre de 1893, en la cancha del Sporting Club, en Viña del Mar (…) Resultó un empate a un goal».

Considerando que el ferrocarril a Chile fue inaugurado en 1910, no fue exagerada la referencia a «lomo de mula». Fue el primer cruce de la Cordillera de los Andes, por causas deportivas…

Restaurant de la estación ferroviaria de Olten, Suiza; 7 de abril de 1895. Delegados de 7 clubes crearon la «Asociación Suiza de Fútbol». ¿Porqué en Olten? Su situación central permitió el fácil traslado desde diferentes puntos del país. La reunión estuvo coordinada con los arribos y regresos de los diferentes trenes. La notable organización -tanto de ferrocarriles como asociaciones deportivas- son de antigua data entre los helvéticos…

Desafortunada fue la primera incursión de un club alemán en campos británicos. En 1896 el Duisburger Turn Verein jugó cuatro partidos contra equipos amateurs de la isla.

Perdió 9 a 0 -dos veces- 15 a 0 y 13 a 0…

El Corinthian A.F.C., afamada entidad amateur de Londres realizó una gira a Sudáfrica, en 1897. Jugó en las distintas colonias 23 partidos, con 21 éxitos y 2 empates. Se convirtió, hasta entonces en el más largo viaje – realizado hasta allí- por motivos futbolísticos..

Mi crónica finaliza en 1900. Viajes y giras son hechos cotidianos en el deporte actual, especialmente en el fútbol. El avión es el «culpable» de ese enorme desarrollo.

Me despido con una pregunta, sin respuesta desde hace tiempo:

¿Cuál fue el primer viaje aéreo de un equipo de fútbol?

 

Un cordial saludo a los aficionados españoles.

Jorge Horacio Gallego

Buenos Aires

Socio del Centro de Investigación de la Historia del Fútbol (C.I.H.F.)

 

Fuentes

Diario La Nación , B. Aires

Diario The Standard, B. Aires

Revistas de la Internacional Federation of  Football History & Statistics. (I.F.F.H.S.)

Libros

El Fútbol en Chile, Fernando Larraín Mancheño (1945) 

El Origen Británico del Deporte Argentino, Víctor Raffo (2004)

From Sheffield With Love, Brendan Murphy (2007)  

Soccer First, John Robinson (1989)

The Code War, Graham Williams (1994)

The History of The Football Association, Geoffrey Green 81953




Un hombre llamado Joan Gamper (Winterthur 1877 – Barcelona 1930)

Cuando llegó a  Barcelona, a finales del siglo XIX, su pasaporte de ciudadano helvético  ponía «Hans Maximilian Gamper Haessig», pero en el momento de su muerte era ya para todo el mundo Joan Gamper, un catalán más. Por el medio quedaban tres décadas consagradas a hacer realidad un sueño de juventud, un sueño del que tal vez jamás pudo  imaginar las dimensiones que un día  llegaría a cobrar, por más que a él ya le tocase ser testigo privilegiado de su imparable crecimiento.

Hijo de una familia acomodada, y destacado practicante de deportes como Ciclismo, Natación, Rugby o Atletismo, ya había tenido tiempo de fundar clubes de fútbol en su Suiza natal, cuando, casi por casualidad, recala en Barcelona, donde llevará a cabo  una intensa vida profesional, generalmente volcada hacia las labores comerciales. De todos es sobradamente conocida la histórica nota que Gamper, que entonces trabajaba como contable en la Compañía de Tranvías de Sarriá,  va a insertar en  la revista quincenal  barcelonesa «Los Deportes», con la idea de  aglutinar un grupo de jóvenes junto a los que practicar su pasatiempo favorito, el Fútbol. El 29 de Noviembre de 1899, en el Gimnasio Solé, tomó cuerpo esa feliz  idea, y echó a andar un proyecto llamado a asombrar al mundo, a través de un fenómeno de masas que hoy en día no tiene igual en parte alguna. Aunque, paradójicamente, tan sólo pudieron reunir a diez jugadores para disputar el que sería el primer partido del naciente club, que se saldó con una derrota mínima por 1 a 0 frente al team de la colonia inglesa de Barcelona, en el antiguo Velódromo de la Bonanova, el día 8 de Diciembre de 1899. Gamper, el impulsor, no quiso ser el primer presidente de la nueva entidad – lo sería  Walter Wild -, contentándose con el honor de capitanear el equipo. Jugó durante varios años con la nueva escuadra azul y grana (colores que muy posiblemente había sugerido él mismo), alcanzando unos registros goleadores impresionantes, de dos tantos por partido. Sin embargo su enorme amor hacia la sociedad que había creado de la nada le impelió en 1908 a asumir la responsabilidad de tomar las riendas cuando esta atravesaba por una grave crisis, y se encontraba al borde de la disolución., con únicamente 38 socios. De esa primera presidencia salió un FC. Barcelona renovado, revitalizado, que inauguraría muy pronto – Marzo de 1909 – su primer terreno de juego propio, el mítico campo de la Calle Industria, con su coquetona tribuna cubierta de dos pisos, y un aforo calculado para  nada menos que 6000 espectadores.

Cada nuevo periodo en el que Gamper presidía los destinos del Barça  – y los presidió hasta en cinco ocasiones, únicamente superado en tiempo por Josep Lluís Núñez – supondría un salto cualitativo y cuantitativo en el desarrollo de la entidad, que iba a conocer su primera «Edad de Oro» en los años 20,  formando un equipo cuajado de estrellas y muy difícil de batir, donde se daban cita ases como Samitier, Alcántara, Piera, Sancho, Platko o Sagi Barba. Gamper va a dirigir entonces una entidad que alcanzaría la mágica cifra de 10.000 socios, y será el gran impulsor de la construcción del campo de Les Corts, la Catedral del Fútbol Catalán, inaugurado en mayo de 1922, tras únicamente tres meses de obras, y con capacidad para 20.000 espectadores. Pero en Junio de 1925, y a consecuencia de un incidente ocurrido en los prolegómenos de un partido de homenaje al Orfeó Catalá, cuando parte del publico silbó la interpretación de la Marcha Real, el himno nacional español, las autoridades de la Dictadura del General Miguel Primo de Rivera van a clausurar el campo y prohibir todas las actividades del club durante seis meses, como represalia por dichos actos. Ello traerá también aparejada de hecho la inhabilitación a perpetuidad de Joan Gamper para ostentar cargos directivos, pasando la presidencia del Barça a una personalidad mejor vista por el régimen militar, Arcadi Balaguer, Barón de Olivar, amigo personal del Rey Alfonso XIII

Es indudable que este hecho, al alejarle forzosamente de su amado Barça – incluso llegó a abandonar Cataluña durante unos meses – , tuvo gran influencia en su estado de ánimo, siempre tan dinámico. Asimismo, las consecuencias del Crack bursátil de 1929 afectaron seriamente a sus negocios, y de ese modo fue germinando en él un estado depresivo que le condujo a tomar la terrible decisión de quitarse la vida, lo cual tuvo lugar en Julio  de 1930 (un hecho, por cierto, que las distintas historial del Barça no reseñaron hasta los años 90). Su entierro constituyó una gran manifestación popular de duelo en Barcelona, inaugurando una década trágica para la institución culé, con escasos triunfos deportivos – únicamente a nivel regional – , y en medio de un creciente desinterés popular hacia el fútbol a medida que la gente iba volcándose en la Política, y que desembocaría en el gran trauma colectivo de la Guerra Civil, que tantas vidas se cobraría en el bando barcelonista, comenzando por la del entonces presidente Josep Sunyol, y que a punto estuvo de hacer desaparecer el club, que finalmente se salvaría de los avatares bélicos gracias a la decidida acción de un puñado de personas que mantuvieron viva la llama del barcelonismo mientras a su alrededor todo  literalmente estallaba y se hundía

La enorme deuda de  la Gent Blaugrana con Joan Gamper se iría pagando poco a poco, primero con gestos como la restitución del busto del Fundador en Les Corts, promovida por el presidente Agustí Montal i Galobart, que también consiguió que el consistorio barcelonés le devolviese su nombre original a la cercana calle Crisantemos, dedicada a Gamper, después con la intención de que el magnífico estadio inaugurado de septiembre de 1957 llevase también su nombre – algo que el clima político del momento frustró debido a sus innegables simpatías catalanistas  -, y finalmente con la creación de un torneo veraniego para honrar su memoria, que iniciaría su larga andadura en el verano de 1966, auspiciado por el presidente Enric Llaudet. Incluso su hijo Joan Ricard va a formar parte de la junta directiva entre 1973 y 1977 (segundo mandato de Agustí Montal i Costa).  Además, tras su fallecimiento, la Asamblea General del Club  tomó   la decisión irrevocable de que Joan Gamper fuera siempre  el socio número 1 del Fútbol Club Barcelona. Hoy, la Ciudad Deportiva del Barça, situada en el vecino municipio de Sant Joan Despí, lleva también su nombre, el nombre de aquel joven sportman suizo que un buen día tuvo un sueño, un sueño que 110 años después comparten millones de personas en los cinco continentes.




¿”Club Inglés de Sevilla” o “Sevilla Football Club”?

¿»Los de Guardiola» o «Fútbol Club Barcelona«? ¿»El equipo de la Castellana» o «Real Madrid Club de Fútbol«?

¿Cuál es el nombre de una sociedad dedicada al fútbol?

Se le puede llamar de muchas maneras, y, dependiendo del contexto, todos entendemos las mil y una formas de denominar a un equipo, principalmente por no caer en la reiteración en un texto. Pero todo tiene su sitio y su modo de llamar las cosas.

¿Qué pensaríamos si el página oficial del club de Barcelona, en un cuadro histórico de resultados nos encontrásemos: «F.C. Barcelona, 1; Los de Pellegrini, 0.«? O de la misma manera, en la del club de Madrid:«Real Madrid C.F., 1; Los de Laporta, 0»

¿Creen que tardarían mucho en hacerse oír las protestas?

Parafrasear el nombre de un equipo no es algo nuevo, viene del siglo XIX. En este estudio tratamos de aclarar el nombre de una de las primeras sociedades fundada en España dedicada al deporte.

Para hacer este comentario hemos analizado los siguientes textos:

«El Baluarte» (Sevilla). 1890: 7, 8, 29 y 30 de marzo.

«El Español» (Sevilla). 1890: 12 de marzo.

«El Porvenir» (Sevilla). 1890: 7 de marzo.

«La Andalucía» (Huelva). 1890: 6 de marzo.

«La Provincia» (Huelva). 1890: 28 de febrero; 6, 12, 18, 22, 28, 30 de marzo. 1891: 2 de enero; 16 de febrero; 12 y 16 de diciembre. 1892: 16, 20 y 22 de febrero.

Son 21 textos publicados en la prensa de Sevilla y Huelva en los años 1890, 1891 y 1892. Es posible que haya algunos más, pero esos son los que hasta el momento tenemos catalogados.

Las expresiones se corresponden con la forma como son nombrados el Club de Sevilla y el Club de Huelva en las crónicas y anuncios publicados en esos años. No se han tenido en cuenta expresiones del tipo «ambas sociedades» o «ambos clubs». Se han agrupado por referencias similares y clasificadas por orden de repeticiones:

Club de Sevilla 14
Club de Huelva 11
*
Club sevillano 10
Club Recreativo 7
*
Club de Football de Sevilla 7
Club Recreativo de Huelva 9
Recreativo Club de Huelva 1
*
Los de Sevilla 5
Los de Huelva 4
*
Sevilla 4
Huelva 8
*
Club Inglés de Sevilla 3
*
Sociedad de Sevilla 3
Sociedad de Huelva 3
*
Sevilla Football Club 1
Huelva Recreation Club 2

Como vemos las expresiones «Club de Sevilla» y «Club de Huelva» fueron las que contaron con mayor aceptación. Le sigue en repeticiones «club sevillano«, dándose un hecho curioso, ya que no se usa recíprocamente el gentilicio «onubense» (no llega a aparecer), sino «club Recreativo«.

El nombre oficial iba siempre traducido, y solía encabezar las crónicas o anuncios, «Club de Football de Sevilla» o «Club Recreativo de Huelva».

Más abajo en esta clasificación aparece la expresión «Club Inglés de Sevilla». Esta denominación sólo aparece en la prensa de Huelva, no habiéndose encontrado ninguna referencia en la prensa sevillana.

La primera vez que aparece es en la «traducción» de la carta enviada por el Secretario del «Sevilla Football Club«, Sr. Isaias White J. a su homólogo onubense. Es en la parte final de una artículo en el que, tras la trascripción de dicha carta, figura una nota de prensa convocado una reunión para ver si se aceptaban los retos de «Football» y de «Cricket» que venían desde Sevilla y Río Tinto, respectivamente. Era una nota dirigida expresamente a los socios del club de Huelva. Esta nota tiene una particularidad importante, estaba escrita en inglés, es decir el receptor de la noticia iba a ser inglés.

En la última parte del artículo, traducción-resumen de la carta el Secretario del «Sevilla Football Club«. Esta «traducción» es la que incluye la expresión «Club Inglés de Sevilla«. La traducción correcta se publicó íntegra en esta revista (nº 6, enero de 2010). En el texto original no figura en ningún momento el vocablo «english«, el cual podría ser traducido como «inglés«, ni ningún otro parecido.

Días después apareció en dos periódicos de Huelva una nota (el mismo texto en ambas) en la que se comunicaba que se acordaba «comunicar al Sr. Secretario del Club Inglés de Sevilla, que se aceptaba su amable invitación«. Consideremos esta nota como única, para su análisis, aunque publicada en dos medios diferentes

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Situemos estos recortes en el tiempo y en el espacio. Ambas se producen antes de que se juegue el primer partido y cuando todavía los socios del «Recreation» no tienen constancia de la existencia del club de Sevilla. Ambas están localizadas en Huelva.

Tenemos dos notas cuya finalidad, además de comunicar la celebración del encuentro, es la de presentar el nuevo club sevillano a la comunidad de Huelva, en especial a los socios del «Recreation«, en su mayoría ingleses.

No es difícil leer entre líneas en estos textos:

  • El Football es deporte de ingleses (estamos en 1890).
  • Nosotros somos ingleses.
  • Ellos son un «Club Inglés» de Sevilla.
  • Ellos son de los nuestros y tienen categoría para jugar contra nosotros.

Esto nos lo deja muy claro otro recorte de prensa:

clubingles03

Una vez celebrado el partido, y posterior confraternización, ya no son necesarias más credenciales, desaparece para siempre de la prensa onubense, ya que nunca figuró en la sevillana la expresión «Club Inglés de Sevilla» y pasa a denominarse como «club de Sevilla» o»club sevillano«.

Todas las expresiones que hemos visto no son más que giros lingüísticos aplicados a ambos clubes, los cuales tenían sus nombres oficiales: «Huelva Recreation Club» y «Sevilla Football Club«, o sus más usadas traducciones de «Club Recreativo de Huelva» y «Club de Football de Sevilla«.




1905: El nacimiento oficial del Sevilla FC

A principios del siglo pasado, España estaba inmersa en una depresión de dimensiones colosales. La pérdida de Cuba supone un mazazo para los distintos estratos sociales del país. La pobreza hace estragos y las disputas políticas, con una monarquía vetusta y sin intención clara de gobernar para sus habitantes, no ayudaban demasiado.

Lebrija (Sevilla) en 1905. El conde de Romanones, ministro de Agricultura, dirigiéndose desde el Ayuntamiento a visitar las casas de los obreros.

Lebrija (Sevilla) en 1905. El conde de Romanones, ministro de Agricultura, dirigiéndose desde el Ayuntamiento a visitar las casas de los obreros.

En Sevilla el panorama no mejoraría mucho y sufrió en 1905 dos de las cuatro nevadas ocurridas en el siglo XX y una de las peores sequías que se recuerdan por aquella época. Ello derivaría en una gran hambruna. La última hambruna conocida en Europa.

Los cultivos no producen el mínimo necesario para alimentar a la población. Azorín desde el periódico «El Liberal», nos informó ampliamente de estos hechos acaecidos en pueblos como Osuna, Carmona, y especialmente de Lebrija donde se sufrió verdaderamente una hambruna feroz.

En este ambiente es donde el Sevilla FC legalizó su situación, se organizó y desarrolló dando sus primeros pasos oficiales.

Aunque no se tiene conocimiento de partidos organizados entre clubes desde 1893, el fútbol no deja de existir en Sevilla durante este período del que les hablamos, (según sabemos a través de Salvador López, médico pionero en medicina deportiva en la sociedad hispalense), «sport» que se practicaba en algún centro educativo sevillano de la época, concretamente en el Instituto San Isidoro.

Los sevillistas se consideraban a sí mismo como «sportmen», con un fuerte contenido ideológico muy definido, basado en un enfoque sobre la preocupación angustiada por el atraso de España y la búsqueda de soluciones para crear un moderno Estado a partir de la imitación de técnicas e ideologías extranjeras y de la exaltación de un nuevo patriotismo. Es lo que se conocía como «Regeneracionismo».

Esta necesidad de modernizar con realizaciones concretas, pasaba por una educación moderna y técnica y por una renovación física y espiritual. Se hace una crítica del oscurantismo español, así como se proponen soluciones que ampliarán al mundo iberoamericano. En el mundo artístico y literario nos encontramos a Miguel de Unamuno como el máximo exponente de esta corriente.

El Regeneracionismo deportivo se basaba en 3 pilares:

1.- El deporte como fuente de salud.
2.- El deporte moderno como expansión afectiva.
3.- El deporte moderno como medio para formar un hombre nuevo.

Y así pudimos comprobarlo en numerosas ocasiones a principios del siglo pasado a través de los regeneracionistas sevillistas:

Mundo Deportivo - 1913

Mundo Deportivo - 1913

Por esto, el Sevilla Foot-Ball Club nació fruto de una idea de cambio con respecto a la sociedad sevillana y española en el que se hallaba inserto. Los sevillistas de 1890 no dejaron de practicar el sport en ningún momento en la última década del siglo XIX y así sabemos, que a falta de equipos contra los que jugar, practicarían otros deportes, como por ejemplo el remo, tal y como sabemos de los jugadores y directivos de aquel momento, Welton e Isaías White.

Pero una nueva generación, 10-15 años después, empuja con fuerza y revolucionará la vida deportiva de la ciudad para siempre. Un grupo de muchachos de familias acomodadas, que viajan a países extranjeros a realizar sus estudios, conocen el fútbol en los países de destino y se reúnen para poder ponerlo en práctica cuando vuelven a Sevilla, encontrando en el antiguo Sevilla Foot-Ball Club de 1890 sus aspiraciones y modelo para ello.

Tal y como sabemos esto no ocurrió espontáneamente, sino que venía desarrollándose lenta y paulatinamente, conforme se van integrando componentes que llegan del extranjero, desde el año 1900, tal y como sabemos por testimonios de sus propios socios fundadores y por Arturo Otero, que escribió la primera historia del Sevilla FC conocida, donde detalla expresamente estos detalles con gran precisión.

Así, nos encontramos a personajes llegados de Gran Bretaña como Ybarra, Alba y Gallegos, otros de Suiza, como los hermanos Zapata y los Lafita y alguno que provenía de Francia, Bezard, unido a algunos ingleses de la colonia comercial en Sevilla que encontraron en el club la única posibilidad de practicar este sport. Nos encontramos, así mismo, al hijo de uno de los componentes del Sevilla FC de 1890, Carlos Langdon, que por su juventud encaja perfectamente en la renovación generacional.

Mientras que los antiguos componentes solían jugar en la Dehesa de Tablada, (lugar a las afueras de Sevilla),  los nuevos comenzarían a hacerlo en el descampado tras la Fábrica de vidrios de la Trinidad y no sin ciertos problemas, ya que eran perseguidos por la autoridad municipal, porque eran considerados «indecorosos» por su indumentaria y ruido.

Quizá ese fue el detonante que les llevó a legalizar la sociedad y se pusieron manos a la obra con José Luis Gallegos Arnosa a la cabeza, siendo probablemente el único que alcanzaba la mayoría de edad en este grupo de jóvenes entusiastas, cuestión esta por la que llegó a ser presidente muy probablemente, teniendo en cuenta que en aquella época, la mayoría de edad se conseguía a los 25 años.

Por ello y tras una junta de socios constitutiva, según obligaba la Ley de Asociaciones de 1870, entregaron la documentación pertinente en el Gobierno Civil, sito en la calle Bailen, comprendida por unos estatutos que definirán las normas y el funcionamiento a seguir por la sociedad.

Primeros Estatutos conocidos del Sevilla FC

Primeros Estatutos conocidos del Sevilla FC

En el mismo acto de entrega de la documentación, se les remitió una copia sellada y firmada por el gobernador civil de Sevilla, siendo desde ese mismo instante una sociedad legalmente constituida.

Sabemos que la primera directiva conforme a ley estaba compuesta por su Presidente, José Luis Gallegos Arnosa; Secretario-Tesorero, Manuel Jiménez León; vocales, Manuel Zapata, Carlos Langdon, Juan Mejías y Samuel Hanmech, que eran al mismo tiempo jugadores y que se reunían en casa de Tiburcio Alba en la Calle Génova, (hoy Avda. de la Constitución) – en número de unos cuarenta componentes- cuyo hijo Paco, sería parte de la directiva poco después, siendo uno de los mejores presidentes que la historia sevillista ha dado.

Hemos de decir que los estatutos conocidos no corresponden a 1905, sino a 1914, año en que se reformaron a imagen y semejanza de los del FC Barcelona a través del presidente sevillista de origen catalán José María Miró Trepats, (que fue presidente también del Español de Barcelona), donde se recoge el año de fundación en su artículo primero. En este caso el equipo sevillista debió presentar como mínimo un acta de una asamblea, donde sus socios tuvieron que votar por mayoría las modificaciones a realizar; esa acta existe en nuestros días en los archivos del Club y demuestra la existencia de unos Estatutos anteriores. El movimiento asambleario siempre fue muy fuerte desde el principio en el Sevilla FC desde el inicio.

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Así mismo, en 1905 la sociedad sevillista se publicitó en la Guía de Comercio y de la Industria de Sevilla y su provincia, también llamada Guía Gómez Zarzuela:

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Pero en ella observamos que no aparece con el nombre «Sevilla Football Club», sino como «Sociedad de Football». Ello se debe a que era también conocido con ese nombre hasta empezada la década de los 10, debido a que era la única sociedad dedicada al foot-ball en la ciudad y tan solo la aparición de otro equipo en la ciudad llamado «Sevilla Balompié», equipo fundado por los hijos de los altos militares sevillanos de la época, hace que retome su nombre como Sevilla Foot-Ball Club debido a que era el primer equipo con el nombre de la ciudad.

Hay quien argumenta que la «Sociedad de Football de Sevilla» no era el mismo equipo sevillista, a pesar de que en ella aparecen los mismos nombres, fundándose el Sevilla FC más tarde, pero en las crónicas de la época, (1910), observamos que se trata de la misma sociedad.

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Aquí podemos contemplar la crónica del mismo partido en otro periódico:

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Por lo que descarta la teoría de que pudiese tratarse de otro club distinto.

Aún así, la primera inscripción existente en el Libro de Sociedades del Gobierno Civil corresponde al 1 de marzo de 1909. ¿Cómo es esto posible si la sociedad se creó oficialmente en 1905?

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La respuesta está en esta crónica de El Imparcial de 1906:

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Efectivamente, el Gobierno Civil sufrió un incendio de proporciones colosales, acabando con el Libro de Registro de Sociedades anteriores a 1906, pudiendo incluso acabar con la inscripción de la primitiva sociedad de 1890, en caso de que esta se hubiese producido alguna vez.

Don Luís de Ybarra y Osborne fue un personaje importante a la hora de datar el nacimiento del Sevilla FC. Fue un eslabón más de la cadena para demostrar algunas de las claves sobre las circunstancias que rodearon dicha oficialización del Club.

En 1955, con motivo de la celebración del cincuentenario sevillista, concedió a la revista OIGA y a su redactor Enrique Tello «Beltrán» una entrevista sobre la efeméride.

Nos cuenta en esa entrevista Don Luís, que en 1902 le enviaron a Inglaterra para estudiar la lengua inglesa más rápidamente, ingresando como alumno en el «Paston Grama School» -según la revista- y nos habla del aprendizaje del «sport» que nos ocupa, el «foot ball». Cuando volvió a Sevilla a principios de 1905, nos cuenta que traía su equipación completa para el ejercicio de este deporte y cómo comenzó a reunirse con determinadas personas para practicarlo y fundar oficialmente el Sevilla Football-Club tras la feria de Septiembre. Don Luís nos habla de una de las reuniones, quizás la más importante, y nos relata lo siguiente:
«En aquella reunión nació la idea de formar un equipo de fútbol, pues varios de los que la constituían, lo habían practicado en el extranjero durante sus estudios y así había quedado fundado el Sevilla FC, aunque más tarde se cumplieron los trámites para legalizar la sociedad en el Gobierno Civil».

Nos cuenta en esta entrevista con todo lujo de detalles determinados aspectos anecdóticos de la fundación. Veamos parte de este artículo:

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Aunque en el periodo 1906-1908 la actividad decreció, debido al mismo problema de siempre, es decir, la falta de otros clubes contra los que jugar, la actividad sevillista no cesa. Así podemos comprobarlo en un artículo del director de Mundo Deportivo, donde nos dice que en la Dehesa de Tablada, un grupo de jóvenes formados en el extranjero practican el sport. No encontramos otras crónicas de partidos ya que jugaban entre ellos y no era de interés para la prensa probablemente, aunque descubrimos evidencias de la existencia del club, tal y como podemos comprobar:

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En este sentido, se encontró una foto sevillista de 1907 donde se ve a D. José Luís Gallegos, presidente sevillista y a D. Benito Romero, directivo y jugador en una caseta de feria propia, exponiendo unos trofeos que hasta el momento no hemos sido capaces de identificar, ya que el trofeo más antiguo que conserva la entidad es la copa de Sevilla de 1912, (que sepamos), por lo que es muy probable que el equipo sevillista ganase antes otros trofeos, no sabemos muy bien todavía a quién. También pueden observarse en la imagen que exponen fotos, placas y cuadros referentes probablemente al equipo y al club. La frase enigmática de Don Luis de Ybarra tendría sentido cuando dice en el mismo acto de la fundación sevillista: «…para conmemorar los éxitos del pasado…»

¿Cómo podemos saber que esa foto está datada en 1907?

En la parte de atrás en la foto aparece la inscripción:

«…Caseta del S.F.C. en la Feria de 1907. El presidente, don José Luis Gallegos (en la butaca), y Benito Romero (en el sofá)…

Pero lo cierto es que a finales de 1908 cuentan ya con más de 80 jóvenes repartidos en distintos equipos, fruto del trabajo de esos años. Ello era algo que no se conseguiría de la noche a la mañana.

Crónica de Mundo Deportivo

Crónica de Mundo Deportivo

Sabemos que jugaban entre ellos porque crónicas posteriores lo demuestran, jugándose los primeros derbis sevillanos entre equipos formados por jugadores del mismo club sevillista, como podemos comprobar en esta crónica de Mundo Deportivo de principios de 1909:

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Alguien se preguntará sobre las evidencias existentes de la relación ente los componentes de 1890 con los de 1905, o bien si existe algún documento que demuestre una relación mínima entre ellos.

Si bien los componentes de 1890 se retiraron debido a la edad para la práctica del sport, también es cierto que no dejaron de asesorar y de aportar su experiencia a los jóvenes valores que empujaban, ya que hemos encontrado evidencias de que se conocieron ambas generaciones.

Independientemente de que el hijo del Doctor John Sydney Langdon, socio de 1890, apareciese en la directiva de 1905, hemos comprobado cómo los principales personajes de ambas épocas aparecieron en 1913 para fundar el «Club Náutico de Sevilla», cuestión esta que demuestra su relación en el ámbito deportivo de la ciudad y para ello se fotografiaron con toda la solemnidad del momento:

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En ella sabemos que están, (todos eran sevillistas):

José Luis Gallego (1905), F. Caballero Infante (1905), Luis Ybarra Osborne (1905), A. Amorós, Paco Alba (1905), Laffita (1905), Serra y Pickman, J. Garcia Barraca, J. Otero Sánchez , (escritor de la historia del Sevilla FC junto a su hermano Arturo), R. Illanes, C. Folache, A. Rodriguez Garcia, Monesterio, J.M. Piñar y Pickman, Beltran, Isaías White (1890, primer secretario) y Enrique Welton (1890).

Por lo tanto, la documentación de la oficialización sevillista en 1905 es clara y concisa, siendo uno de los tres clubes del fútbol español que más claramente puede demostrar su nacimiento, en este caso su nacimiento oficial. Otros clubes, con mucho menos que esto, incluso habiendo desaparecido varias veces a lo largo de su Historia, se han lanzado a organizar los fastos de su nacimiento cuando no les corresponde.

Años más tarde, en 1914, José Luís Gallegos Arnosa, primer presidente oficial, en una entrevista en la revista «El fígaro» habla de que «… los principios de hace 10 años fueron muy difíciles…» siendo una aportación importantísima a los anales de la Historia sevillista.




Enseñanza del juego de Foot-Ball Asociación: Una colección centenaria

El interés por el noble deporte del balompié lleva a sus aficionados a extremos dignos de estudio. Algunos devienen en transformaciones dignas de licántropos, en las gradas de un estadio, en lugar de en las noches de luna llena; o abandonan la corbata y el correcto traje de vendedor para sustituirlos por la elástica de su jugador favorito; incluso, en situaciones muy especiales (estoy pensando en la final de un gran torneo), son capaces de decorar su faz con colores más propios de un spaghetti western que de una personalidad adulta. En ese cajón de sastre de las filias y fobias asociadas al noble deporte que nos apasiona se sitúa el coleccionismo. Ya de por sí una actividad digna de estudio individualizado, el coleccionismo deportivo, y en particular el futbolístico, nos podría llevar a escribir todo un ensayo. Que no se preocupe el amable lector, pues nada más lejos de mi intención escribir un sesudo artículo sobre el coleccionismo deportivo. Mi intención es mucho más humilde. Como autor y editor del Catálogo de cromos de fútbol en España 1910-2009, junto a mi amigo Joseba  Moro, suelo manejar mucha información sobre colecciones de cromos de fútbol y es sobre una de ellas sobre la que me gustaría llamar la atención.

ahutchootEn este año 2010 se podría conmemorar, en términos de anticuario y de un modo no estricto, la mayoría de edad de la afición por coleccionar cromos de fútbol. La colección más antigua que tenemos registrada, data de un modo impreciso de 1910, por lo que desde ya mismo puede ser considerada una antigüedad con todo derecho. Pero situemos en el tiempo y en sus términos precisos de qué estamos hablando.

Durante la segunda mitad y finales del siglo XIX, los avances en las artes gráficas llevaron de forma natural a la invención de la cromo-litografía. Una técnica que permitía la impresión de cualquier imagen en bellos y resultones colores. Sin llegar a la universalidad cromática de la moderna cuatricomía, la cromo-litografía permitió que los grabados monocromos pasaran al baúl de los recuerdos y una nueva era en la representación impresa de imágenes comenzara. De esa técnica proviene la denominación «cromo» para designar a un trozo de papel o cartón ligero, generalmente de forma rectangular, en el que aparece un motivo impreso. Los temas fueron ingenuos al principio, por ejemplo aparecían imágenes de niños jugando o de paisajes decimonónicos, aunque con el transcurrir del tiempo se apreció que era una magnífica forma de promocionar el consumo de algunos productos. De esa forma empezamos a ver como aparecen cromos troquelados en cajas de galletas o de caramelos. Al mismo tiempo, algunos comerciantes valoraron la bondad de los cromos para fidelizar  a su clientela. Fidelizar, un concepto que parece moderno y del siglo XXI, pero que a principios del siglo XX estaba plenamente instalado en las costumbres industriales del pequeño comercio. En las antípodas de la moderna comercialización de los cromos, donde una gran empresa multinancional (Panini) controla el mercado español, en aquellos albores del siglo XX las cosas eran muy diferentes. Generalmente una empresa de artes gráficas, muchas de ellas, si no la  gran mayoría, radicadas en Barcelona y Valencia, generaba una colección. Los temas eran diversos y cubrían terrenos tan amplios como curiosidades, historia, ciencia, variedades o deportes. Y de entre todos los deportes, el foot-ball era el que acaparó la mayor atención de estas empresas de artes gráficas. No olvidemos que nos encontramos en plena era de expansión de los sports que, con focos principales en Madrid, y sobre todo Barcelona (donde abundaban las empresas de artes gráficas), empezaban a impregnar la vida de los españoles de aquellos años. Como corresponde a una labor divulgativa, las colecciones mostraban coloridas imágenes por una cara y aprovechaban el dorso del cromo para incluir datos sobre los nuevos temas que apasionaban al público. Entre las colecciones de aquella época dedicadas al foot-ball abundan las que explican, de forma sencilla pero rigurosa a la vez, cómo se juega al nuevo deporte que causa furor entre los aficionados. Habitualmente en los dorsos siempre se dejaba un espacio para la inclusión de publicidad. Las empresas de artes gráficas ofrecían estas colecciones a diversos comerciantes, con la posibilidad de personalizarlas para sus negocios con la inclusión de publicidad al dorso y de esa forma, premiar a los clientes con cromos que al constituir una colección y ser repartidos periódicamente, hacían que el cliente volviera una y otra vez al negocio hasta conseguir todos los cromos de la colección.cona

goemsDentro de estas coordenadas debemos situar la colección Enseñanza del juego de Foot-Ball Asociación, editada por la empresa Litografías J. López de Barcelona, alrededor de 1910. La colección, a lo largo de 25 cromos de dimensiones 7’3 x 11’2 (algunos cromos tienen orientación vertical y otros apaisada), va desgranando todos los detalles del juego del foot-ball, desde las dimensiones del terreno de juego hasta las jugadas más exquisitas, culminando la colección, como muchas de la época, en el cromo que encarna el objetivo final del juego: el goal. No siendo muy diferente a otras colecciones que persiguen el mismo propósito: ilustrar a los nuevos conversos al sport sobre el modo correcto de jugar al foot-ball asociación, algunos detalles nos sitúan ante la, hasta el momento, colección más antigua conocida. El propio título nos revela que se distingue entre el originario fútbol frente al rugby, conocido a veces simplemente como foot-ball. Pero es en cuatro de los cromos donde apreciamos la verdadera antigüedad de la colección. Bien sabido es que el fútbol moderno proviene de las islas británicas y que su terminología está plagada de anglicismos. Pero… ¿qué habría que hacer si ha sido ahut?  ¿En qué parte del campo debo situarme para sacar una cona?  ¿Debería ser felicitado por mi último choot? ¿Por qué el referee ha pitado goems? La colección incorpora en esos cuatro cromos términos que están a medio camino entre la transcripción fonética del inglés al castellano y la incógnita más absoluta. Si bien ahut nos remite de forma bastante obvia a un fuera de banda (out en inglés), o choot podemos intuir que se refiere a un  fuerte lanzamiento con el pie a la portería (un chut de los de toda la vida), ¿nos parecería tan sencillo identificar cona con córner o goems (verdadero galimatías) con tocar el balón con las manos? Evidentemente, no. Recuerdo a mi padre diciendo orsay cuando se producía un fuera de juego o faus cuando el saque de banda era mal ejecutado, pero los términos que aparecen en la colección nos remiten, de forma indefectible, a los comienzos del juego en nuestro país. La colección puede encontrarse con dos anunciantes principales. Ambos son potentes productores de chocolates de la época: Chocolates Amatller (aún existe la marca) y Chocolates Jaime Boix. Los cromos aparecerían en el interior de los productos de ambas marcas y debieron venderse una buena cantidad de tabletas por la cantidad de colecciones completas que han llegado en buen estado hasta nuestros días.

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Para finalizar, cabe señalar que lo que a nuestros ojos aparece como dibujos plenos de colorido, no son más que fotografías retocadas de forma artística hasta convertirlas en muy buenos dibujos, con una plasticidad y movimientos muy reales, técnica ésta (la de colorear y retocar fotografías) muy extendida en las colecciones de principios del siglo XX.




Hace 100 años

Febrero 2010.

  • En la última reunión del Comité Ejecutivo de la Federación Española de Clubs de Foot-Ball se alcanzan los siguientes acuerdos:
    • La disputa de una copa concedida por el presidente de la Federación, Sr. Marqués de casa Alta;
    • invitar al Club Ciclista de San Sebastián, último Campeón de España, a ingresar en la Federación, haciéndole saber que solo la Federación puede organizar el Campeonato de España;
    • informar a todas las sociedades de España para que ingresen en la Federación
    • visitar al Rey y al duque de Alba y al de Arión para que cedan el Hipódromo para la disputa de diferentes partidos y campeonatos
    • proceder al cobro de cuotas a los clubes y
    • pretensión de celebrar un partido entre un equipo federativo y otro extranjero potente.
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  • La U.I.A.F.A. cursa instrucciones para que ningún equipo francés dispute partidos frente a equipos españoles no adheridos a la Federación Española de Clubs de Foot-Ball. La medida tiene como objetivo presionar al Club Ciclista de San Sebastián para que ingrese en la Federación, la cual está adherida a esta federación internacional.
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  • En la final del Concurso Ibérico – Copa Conde de Torre-Cedeira el Real Fortuna FC de Vigo vence a la Sociedad Gimnástica Española de Madrid por dos goles a cero.
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  • Amistosos en Vigo:
    • Vigo FC – Sociedad Gimnástica Española 1-1
    • Real Fortuna FC – Sociedad Gimnástica Española 3-1
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  • El Club Español de Barcelona abandona las instalaciones de la calle Marina y adquiere el terreno de la calle Muntaner, frente al Velódromo, que antes ocupaba la Agrupación de escolares ex alumnos de las Escuelas Pías.
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  • Para el campeonato de España a celebrar en San Sebastián inicialmente han quedado inscritos quince clubes, casi todos ellos no adheridos a la Federación Española de Clubs de Foot-Ball, aunque el Pamplona FC, inscrito en principio y afiliado a la Federación, decide retirarse cuando es informado del problema existente entre la Federación y el Club Ciclista.
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  • Español y España, ambos de Barcelona, disputaron la eliminatoria para el Campeonato de España a disputar en San Sebastián. El resultado final favoreció al conjunto españolista por 9 goles a 2. El partido se disputó en el recién estrenado terreno de la calle Muntaner.
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  • Coruña y Deportivo irán a San Sebastián a disputar el Campeonato de España.
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  • Comienza en Madrid la Copa Rodríguez Arzuaga que disputan el Madrid, la Gimnástica, el Athletic y el Español. Este último lidera la clasificación en estos momentos.
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  • Barcelona – Coalición barcelonesa 3-2 (amistoso).
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  • Ha nacido un nuevo club de foot-ball en La Coruña. Se titula Herculino y su uniforme es camiseta blanca con una franja azul representativa de la ciudad y pantalón blanco.
    Su presidente es el Sr. Julio Gómez.