Origen y fundación de la RFEF

A continuación publicamos íntegramente la investigación que se ha llevado a cabo para Marca, publicada entre los días 9 y 12 de noviembre de 2009. En próximos números de Cuadernos de Fútbol publicaremos nuevos artículos en que ampliaremos notablemente la información sobre las federaciones españolas de fútbol, su gestación, origen y desarrollo.

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Historia de dos abucheos

Muchos españoles nos echamos las manos a la cabeza cuando el pasado 14 de mayo de 2009, durante la disputa de la Final de la Copa del Rey entre el Athletic de Bilbao y el Fútbol Club Barcelona, se produjo el abucheo del Himno Español y del Jefe del Estado, Su Alteza Real Don Juan Carlos de Borbón, por parte de una gran mayoría de las aficiones de ambos clubes presentes en el Estadio de Mestalla. Pero si vergonzoso fue el momento del abucheo, no menos abochornante fue la actitud hipócrita de TVE, que justo cuando se iba a producir la audición de la Marcha Real, cortó con la retransmisión alegando problemas técnicos, para después ofrecer en diferido, al descanso del encuentro, el momento de audición del Himno de España, censurando los abucheos al bajarlos de tono respecto a la música, e intercalando en el montaje imágenes «estratégicas» con algún presunto aficionado llevándose la mano al pecho durante aquel momento.

La acción de los responsables de TVE, orquestada desde los poderes públicos, fue en efecto a conciencia, a sabiendas que se produciría un abucheo organizado previamente, y confesado con todo lujo de detalles en la prensa días antes, por organizaciones independentistas ligadas a la reivindicación de las selecciones vasca y catalana, Esait y Catalunya Acció. Se pretendió ocultar a los españoles algo que es bien sabido: que existe un número considerable de compatriotas, canalizados a través de organizaciones separatistas, que viven enajenados por una ideología que busca la segregación de España de partes suyas como son el País Vasco o Cataluña. Al contrario de los autores de la fechoría, los responsables de hacer valer el orden frente al delito de injurias a España alentado por tales separatistas, se pusieron de perfil e hicieron como si nada hubiera sucedido. Desde el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, encargada de organizar la competición de Copa del Rey, hasta el propio Jefe del Estado, cuando tal hecho insólito hubiera requerido acciones firmes para que cualquier afrenta a los símbolos nacionales en un evento deportivo conllevará la suspensión del mismo.

No obstante, apenas dos semanas después, en una noticia difundida por la Agencia Europa Press el 27 de mayo de 2009, en el contexto de la campaña electoral de las Elecciones Europeas, Oriol Junqueras, candidato por ERC a la eurocámara, proponía, en la línea del separatismo, una liga de fútbol europea («ERC propone una liga de fútbol europea porque la española «queda pequeña»», titulaba la noticia Europa Press). Todo en el marco de otro acontecimiento futbolístico de primer orden, como la inminente final de la Liga de Campeones entre el Manchester United y el Fútbol Club Barcelona. En la línea del separatismo, proponía que los equipos de los denominados Países Catalanes, ya fueran el Español, el propio Barcelona, el Valencia o el Villarreal, jugaran una liga europea y sobre todo no española.

Pero más curiosa fue la anécdota que el candidato separatista relató en su acto político de Villafranca del Penedés. Junqueras afirmó que el fundador del Barcelona, el suizo Hans (Joan según los catalanistas, Juan en los documentos oficiales de la época) Gamper, fue protagonista de la única ocasión en que fue clausurado el campo del Fútbol Club Barcelona a raíz de un encuentro disputado contra una selección de la Royal Navy británica, el 14 de junio de 1925, en cuyos prolegómenos los asistentes silbaron la Marcha Real y aplaudieron el God Save the Queen británico. Considerado una «ofensa» por Primo de Rivera, se clausuró el campo y Gamper hubo de dimitir, siendo expulsado del país.

Junqueras, en su delirio, afirmó que sólo se permitió reabrir el campo después de que 12 religiosos lo bendijeran para «exorcizar los malos espíritus separatistas que lo habían contaminado». Según Junqueras, esto contribuyó a convertir al Barcelona en un «símbolo del catalanismo y la resistencia contra la dictadura» de Primo de Rivera.

Sin embargo, más allá de las afirmaciones extravagantes de un personaje como Junqueras, la  cuestión es qué paso realmente ese 14 de junio de 1925 para que se produjera una  pitada al Himno Español, curioso precedente de la acontecida en este año 2009.

El hecho está en efecto confirmado por todo tipo de informes policiales y por la propia historia de la entidad azulgrana. El 14 de Junio de 1925 los aficionados asistentes a Las Corts protagonizaron un masivo abucheo contra la Marcha Real en aquel partido contra la Royal Navy, que el equipo español ganó por 3 a 0. De inmediato se abrió expediente contra el Fútbol Club Barcelona con sanción de seis meses contra la entidad, la cual se defendió en documento remitido al Gobernador Civil de la provincia, el general Joaquín Milans del Bosch, el 16 de junio de 1925. El argumento para levantar la sanción consistía en disculpar a la entidad de elementos ajenos a la misma que habían pasado por taquilla. Como respuesta, el Gobernador Civil remitió una misiva dos días después para que el club realizase «un acto social en desagravio a los símbolos patrios» en menos de quince días, demostrando así que no se hacía solidario de tales injurias a los símbolos nacionales. La misiva instaba a que la bandera española ondease en el campo junto a otras enseñas al menos una vez a la semana y en el mismo tamaño, además de en determinados actos sociales y festividades españolas, y advertía que de no cumplirse el desagravio, el propio Gobernador solicitaría la disolución inmediata de la entidad.

La Jefatura Superior de Policía de Barcelona solicitó al Presidente del Gobierno, entonces el General Miguel Primo de Rivera, en documento fechado el 21 de Junio de 1925 la «clausura o disolución definitiva de dicha entidad» al ser evidente «el agravio inferido en su Campo al Himno Nacional». Pendiente de esa resolución, y en cumplimiento de la ley, algo que no exime a un extranjero (en referencia a la nacionalidad suiza de Gamper), y como el Barcelona «ha dado pruebas constantes de su desafecto a España, cuya responsabilidad por estos hechos alcanza de lleno a quien la preside ya que al no corregirlos o evitarlos con la autoridad que indudablemente le da su cargo dentro de ella, es que se hace solidario de los mismos, me honro con solicitar de V. E. sea expulsado de España el indicado D. Juan Gamper».

Sin embargo, la pitada al Himno Español producida aquel 14 de Junio de 1925 fue producto de un hecho en principio ajeno al separatismo catalán: según el «Oficio al Presidente del Club» remitido por el Gobernador Civil de Barcelona tras volver de entrevistarse con las autoridades en Madrid, el 24 de junio de 1925, Gamper, por «olvido involuntario», no señaló al pedir el preceptivo permiso a las autoridades que el encuentro constituía un homenaje al Orfeo Catalán, y que «si la Marcha Real no se oyó con la devoción debida fue por no hallarse preparado el público, y de aquí, que se produjeran siseos» y que «la presencia de la música de la escuadra inglesa, que tampoco figuraba en el programa debido a un acto de galantería del jefe de dicha escuadra correspondiendo así a la invitación que hizo el personal de dicha escuadra don Arturo Witty». El aplauso al himno inglés se explicaba desde el propio club por la fraternidad con una nación amiga y como mero acto de cortesía al rival.

Sin embargo, el propio Milans del Bosch se dio cuenta perfectamente que las intenciones o deseos de los asistentes, fueran o no separatistas, concluyeron en idéntico resultado: menosprecio e injurias a los símbolos de España. Así, considerando que en el Fútbol Club Barcelona «hay individuos que comulgan en ideas contrarias al bien de la patria», y que a raíz del abucheo del 14 de Junio «no promovieron acto alguno contrario a esa manifestación de desafecto de que se viene haciendo mérito, ni la contrarrestaron de modo que afirmara su patriotismo; […]», acordaba en su Oficio «haciendo uso de las facultades que me están conferidas, clausurar por término de seis meses el funcionamiento de esa Sociedad, no pudiendo, durante dicho tiempo, dar espectáculo alguno en su campo ni concurrir a otros como tal Asociación, ni usar los emblemas ni distintivos de la Sociedad».

A raíz de ello, Juan Gamper sería expulsado de España y en su lugar presidiría interinamente el sancionado club Joan Coma, que gestionaría una reducción de la sanción para evitar cuantiosas pérdidas económicas. Finalmente se logró reducir a la mitad la sanción por medio de un amigo personal del Rey Alfonso XIII, Arcadio Balaguer, que ese mismo año sería nombrado presidente del club en sustitución de Gamper. Así, el Fútbol Club Barcelona pudo iniciar la temporada con normalidad, al cesar el castigo a mediados de septiembre. A Gamper se le permitiría el retorno a España, a condición de no ostentar ningún tipo de vinculación con el club del que había sido fundador, jugador y presidente. Arruinado por la depresión de 1929, acabaría suicidándose un año después.

A día de hoy, ninguno de los presidentes de los dos clubes implicados en las injurias a la Marcha Real producidas este año, ni Laporta ni García Macua, han sido obligados a realizar ningún acto de desagravio como sí sucedió en 1925, máxime cuando el abucheo actual estaba perfectamente planeado y orquestado, y tenía un sesgo inequívocamente separatista. El gobierno español simplemente destituyó a un cabeza de turco, el Director General de RTVE, que cumplió órdenes estrictas de censurar el abucheo. Pese a diversas querellas por el delito de injurias a España, los jueces han señalado que no se puede prohibir «el ejercicio de la libertad de expresión». Pero la libertad de expresión tiene los límites que marca el código penal, y el abucheo, espontáneo o no, contra los símbolos del Estado, no debe ser tolerado en un acontecimiento de estas características, ni mucho menos ocultar un estado de ánimo antiespañol que ya hace más de ochenta años existía con gran intensidad en determinadas regiones de España. La única diferencia es que entonces las autoridades competentes, ante un hecho en principio extemporáneo, actuaron con máximo rigor, y las de ahora, cómplices de los enemigos de la Nación Española, simplemente miran para otro lado.




La mejor temporada del Palencia, en el filo de la navaja

El fútbol en la ciudad de Palencia alcanzó su punto más alto en las cuatro temporadas que el Palencia C.F. estuvo en Segunda División A, entre 1979 y 1984. En ellas sumó dos descensos a Segunda B (en 1981 y 1984), una permanencia lograda en la última jornada (en 1980) y una brillante campaña en la que perdió sus opciones matemáticas de ascenso a Primera en el penúltimo partido (en 1983), pero estuvo a punto de perder la categoría unos meses más tarde por su difícil situación económica, arrastrada de varios años antes.

En la temporada 1981-1982, el club castellano, entrenado por segundo año consecutivo por Miguel Ángel Montes, conseguía retornar a Segunda A tras vencer al Zamora por 2-0 cuando aún quedaba una jornada más por disputarse. Sin embargo, la escasa calidad del fútbol desplegado por los morados a lo largo de todo el año había enfrentado a la afición con el técnico, que decidió no seguir en el banquillo a pesar del éxito conseguido.

El 5 de Junio se celebró la Asamblea General de socios y en ella la Directiva, encabezada por Leandro Palacios, informó de que el déficit acumulado de la entidad ascendía a más de 82 millones de pesetas, 59 de ellos procedentes de temporadas anteriores a los que había que sumar 23 de la actual. Además, había que reunir 32 millones antes de Agosto para saldar las deudas con los jugadores y evitar así el descenso de categoría. Se aprobó un presupuesto de 70 millones, con el objetivo de llegar a los 3.000 socios, prácticamente el doble de los que había el año en curso.

A pesar de las dificultades, la Directiva empezó a trabajar en la confección de la nueva plantilla, empezando con la contratación de Luis Costa, procedente del Huesca, para el puesto de entrenador. Aprovechando la presencia de sus selecciones para disputar el Mundial de España, el Palencia negoció con el salvadoreño Huezo y el hondureño Bethancourt, llegando finalmente a un acuerdo con el primero para que vistiera la camiseta morada la temporada siguiente. El 22 de Julio, ante 3.000 personas, tuvo lugar la presentación del primer equipo en el estadio de La Balastera, presentando las novedades de Zubeldia, procedente del Zaragoza, Prados, del Almería, Merayo, del Athletic y López Murga, del Athletic B, además de los ya citados Huezo y Luis Costa. A lo largo de la pretemporada se sumarían también Belanche, del Zaragoza, Luna, del Valladolid y Módigo, del Recreativo de Huelva, aunque también se registró la baja del paraguayo Chaparro, que había sido el jugador más destacado de las últimas temporadas, fichado por el Racing de Santander.

Pero entretanto había que resolver también la situación económica, y para ello el primer paso fue pedir a los jugadores que continuaban en el equipo que retirasen sus denuncias a cambio de cobrar sus deudas a lo largo de la temporada que iba a empezar. Se llegó a un acuerdo con todos ellos excepto el palentino Sambade y se redujo la necesidad inmediata de dinero a un total de 15 millones de pesetas, según el club morado, 25 millones según la AFE. El Palencia se presentó ante la Federación con diez millones y medio, alegando que los otros cuatro y medio correspondían a la deuda que mantenía la propia Federación con el club por el reparto de las quinielas. Pese a la oposición inicial de la AFE, finalmente la Federación dio el visto bueno y el Palencia consiguió mantener la categoría que había conseguido unos meses antes.

La pretemporada ya fue un anuncio de lo que se iba a ver en el campeonato de Liga, con fáciles goleadas ante diversos equipos de la provincia, y buenos partidos ante rivales más serios, con victorias por 2-0 ante el Oviedo en La Balastera y por 2-1 ante el Atlético Madrileño en la semifinal del Trofeo Ciudad de Zamora, así como un empate a uno frente al Racing de Santander en el último partido de pretemporada. El único lunar fue la derrota por 2-0 en la prórroga ante el Racing Portuense en la final del trofeo zamorano, después de un polémico partido en el que fueron expulsados los morados Cano, Maldonado y Chaparro, que supuso para los dos primeros una sanción de tres semanas sin poder disputar competición oficial.

Llegó así el 5 de Septiembre, fecha en que el Palencia debía desplazarse a Sabadell para disputar el primer partido de Liga. Pero dos días antes, cuando la Directiva fue a formalizar las fichas de los nuevos jugadores, se encontró con que la Federación no las admitió, alegando que habían aparecido deudas con ex-jugadores después de que el club hubiera presentado la documentación que evitó el descenso de categoría. Estas deudas correspondían a casos que estaban aún en el juzgado, pero los directivos no tuvieron tiempo material de demostrarlo antes del partido, así que hubo que realizar el primer desplazamiento con jugadores del Cristo Olímpico, filial entonces del Palencia, más el portero Llacer y el delantero Mediavilla, que tenían contrato en vigor desde la temporada anterior. Aún así, los morados fueron capaces de plantar cara en el primer tiempo a los locales, que se fueron al descanso con un raquítico 1-0, aunque acabaron hundiéndose en la reanudación hasta llegar al definitivo 5-0.

Tres días después, con el problema con las fichas ya resuelto, el Palencia debutó en la Copa del Rey con una mínima victoria por 0-1 frente a la Toresana, con la única baja del salvadoreño Huezo, que aún no había recibido el «transfer» internacional. El mes de Septiembre transcurrió con dos meritorias victorias locales ante el Rayo y el Deportivo, ambas por 1-0, una derrota en Castellón por 2-0, y una fuerte goleada por 7-1 en la vuelta de la Copa. Después del primer punto que se escapó de La Balastera, en un empate a cero contra el Mallorca, el 6 de Octubre volvieron a aparecer los problemas económicos, al denunciar los jugadores que seguían de la temporada anterior que se han ido agotando los plazos prometidos por la Directiva y aún no han cobrado ni una peseta de las cantidades que se les adeudaban de dicha temporada. El presidente alegó que el número de socios es escaso (sólo 1.500, frente a los 3.000 esperados) y que las taquillas también están siendo flojas.

Después de empatar a dos en el difícil campo del Elche, y sólo dos días antes de recibir al líder, el Real Murcia, en La Balastera, los jugadores que seguían de la temporada anterior, decidieron encerrarse en el domicilio del club, de donde sólo saldrían para disputar los partidos oficiales. A continuación siguió un intenso cruce de declaraciones entre ambas partes en los diferentes medios de comunicación, tanto locales como nacionales, que produjo un claro enfrentamiento del que no parecía haber solución. Aún así, el domingo los jugadores convocados se desplazaron a La Balastera, hicieron un gran partido, y consiguieron vencer por 1-0 al todopoderoso Murcia, con un gol del debutante Huezo, que por fin había recibido su «transfer».

La Directiva, sobrepasada por la situación, decidió convocar una Asamblea Extraordinaria de socios, para tratar de encontrar soluciones. Esta se celebró el lunes día 25, un día después de perder en el Vicente Calderón por 1-0 contra el filial colchonero, desperdiciando numerosas oportunidades de gol para conseguir un resultado mejor. La presencia de socios en la Asamblea fue masiva y sirvió para que los directivos expusieran la difícil situación económica y plantearan la posibilidad de dimitir si no se presentaban al menos 20 voluntarios que les ayudasen a generar ingresos y a negociar con los jugadores, ya que el enfrentamiento personal impedía llegar a ningún tipo de acuerdos con ellos. Una a una se fueron presentando 21 personas dispuestas a llevar a cabo esta función, creándose así lo que se llamó la Comisión de los 21. Los jugadores, presentes en la Asamblea, anunciaron que abandonaban su encierro que duraba ya 10 días, como gesto de buena voluntad, a la espera de negociar con la recién creada Comisión.

Mientras el Palencia derrotaba al Xerez por 4-2 y al Recreativo en su campo por 0-1, y eliminaba en la Copa a la Arandina venciendo por 0-2 en El Montecillo y por 2-1 en La Balastera, la Comisión de los 21 empezó a hacer su trabajo. En una nueva Asamblea Extraordinaria expuso sus ideas para mejorar ingresos (rifas al descanso de los partidos, sorteo de un coche en combinación con la Lotería del Niño, fijar media jornada de ayuda al club cada mes…) al tiempo que los socios rechazaban el intento de dimisión de la Junta Directiva de Leandro Palacios.

Tras una derrota en La Balastera por 0-1 ante el Linares, el Palencia encadenó una racha de cuatro victorias consecutivas, 1-4 en Mendizorroza, 4-0 al Oviedo, 1-3 en Córdoba y 1-0 al Cartagena y se aupó a la tercera posición en la clasificación, que daba el ascenso directo en Primera. Entre medias, el Deportivo de La Coruña eliminó a los morados de la Copa, venciendo por 2-3 en La Balastera y 3-0 en Riazor. Tras un empate a uno en el Rico Pérez ante el Hércules llegó una derrota por 0-2 ante el Cádiz en La Balastera, seguida por un 3-1 adverso en el Bernabeu ante el Castilla el día de Reyes. Tres días después, los morados se reencontraron con la victoria al conseguir un 2-1 ante el Barcelona Atlético, pero un penalti pitado por el colegiado Jiménez Muñoz de Morales, que significó el momentáneo empate de los catalanes, provocó las iras del público produciéndose el lanzamiento de algunos objetos desde la grada, uno de los cuales impactó en el árbitro. El Comité de Competición decretó la clausura de La Balastera por dos partidos, que tuvieron que jugarse en Burgos, al no aceptar la Federación que se disputasen en Valladolid por estar a menos de 50 kilómetros de Palencia. Los partidos del exilio se saldaron con una victoria por 2-0 sobre el Sabadell y un empate a uno frente al Castellón. Entre ambos, se cosechó una derrota por 2-0 en Vallecas ante el Rayo.

Mientras tanto, los jugadores acusaron a la Directiva de un intento de engaño, al haberles pagado con unos talones que no se pudieron hacer efectivos. Tras un amago de dimisión de la Comisión de los 21 y de plante por parte de los jugadores, al final no se produjo ninguna de las dos cosas, aceptando los miembros de la Comisión ejercer la labor de mediadores entre las partes enfrentadas. Una vez resuelto el conflicto, el Palencia consiguió llegar al subliderato en la clasificación, el puesto más alto en su historia, tras vencer por 0-2 en un gran partido a un Deportivo que acabó con ocho jugadores. A continuación llegaron tres partidos con idéntico resultado, 1-0, adverso en Mallorca y Murcia y, en medio, favorable contra el Elche en La Balastera, en un partido con historia, ya que los jugadores morados denunciaron un intento de compra por parte de personas ligadas al club alicantino. Pero en una nueva vuelta de tuerca, la situación se volvió a complicar, al solicitar los jugadores Llacer, Joaquín y Baquero a la Federación que les concediese la baja ante el impago de sus salarios por parte del club, y aceptar esta dicha solicitud.

Sólo tres días después del fallo federativo, el Palencia recibió al Atlético Madrileño, y nuevamente saltó la polémica, al lograr el filial rojiblanco el definitivo empate a uno en los minutos de descuento, después de una jugada muy discutida por los locales. Los ánimos se encresparon y algunos aficionados trataron de agredir al árbitro, Mazorra Freire, que tuvo que abandonar el campo varias horas más tarde disfrazado de policía nacional. Nuevamente, la Federación clausuró La Balastera por dos partidos, aunque esta vez sí permitió que se disputaran en el Nuevo Zorrilla de Valladolid.

Después de una victoria por 0-1 en Xerez, el Palencia empató a cero con el Recreativo en el primer partido del «exilio», para luego caer por 2-0 en Linares y empatar a uno frente al Alavés nuevamente en Valladolid. A estas alturas, y en vista de la precaria situación económica, la mayoría de los jugadores estaban negociando con otros equipos, de Primera y Segunda División, para jugar en ellos la siguiente temporada. Aún así, realizaron un último esfuerzo para tratar de conseguir el ascenso de categoría, con un épico empate a cero en Oviedo en un partido pasado por agua, seguido de una victoria por 4-0 ante el Córdoba, otro empate sin goles en Cartagena y una brillante victoria por 2-0 sobre el Hércules.

Se llegó así al momento decisivo de la temporada. Faltando tres jornadas, Cádiz y Palencia estaban empatados en la cuarta plaza, a sólo dos puntos de la tercera, ocupada por el Deportivo. Por delante, sólo estaban el Murcia, ya ascendido, y el Mallorca, con tres puntos más que los gallegos. Gaditanos y palentinos se enfrentaron en el Ramón de Carranza, para decidir quién de ellos se convertía en la alternativa para disputar la plaza de ascenso a los deportivistas. Los jugadores morados echaron el resto, jugaron un gran partido y se lo pusieron realmente difícil a los locales, pero les falló la puntería y acabaron encajando el único gol del partido cuando sólo quedaba un cuarto de hora. El ascenso se puso prácticamente imposible, al ser necesaria una carambola a tres bandas que difícilmente se iba a producir. La penúltima jornada tuvo sabor a despedida, ya que la afición era consciente de que la mayoría de los jugadores no estarían en el club la temporada siguiente, si es que el Palencia conseguía evitar la desaparición. Los morados vencieron por 1-0 al Castilla a base de coraje, y perdieron las opciones matemáticas de ascenso. En este partido, además, se produjo una grave lesión del delantero morado Mediavilla, de quien se decía que tenía apalabrado su fichaje por el Betis, y que tardó más de un año en recuperarse, perdiendo la oportunidad de jugar en Primera División.

Antes de la última jornada, una vez perdidas las opciones de ascenso, la mayoría de jugadores solicitó a la Federación Oeste la rescisión de sus contratos por impagos, siendo aceptada su petición. Ante esta situación, la Directiva, de acuerdo con la Comisión de los 21 (que ya contaba con menos miembros ante el abandono de algunos de ellos), decidió acudir al Miniestadi sin ninguno de los integrantes de la primera plantilla. Acabó así la Liga de la misma manera que empezó, presentando una formación basada en jugadores del Cristo Olímpico que, como en la primera jornada, plantaron cara pero acabaron perdiendo por 2-0 frente al filial azulgrana.

Quedaba aún un último coletazo de la temporada, al tener que disputarse la Copa de la Liga, en la que los morados debían enfrentarse a doble partido al Deportivo de la Coruña. Pero, al no poder presentar el Palencia un once mayoritariamente compuesto por jugadores de la primera plantilla, los gallegos reclamaron ante la Federación, y esta les dio la razón, clasificándoles automáticamente para la siguiente ronda sin necesidad de disputar el partido.

A partir de este momento, en Palencia se vivió un verano frenético en lo futbolístico, ante la dificultad de mantener el club en la categoría e incluso de garantizar su supervivencia. La Directiva encargó una auditoría de cuentas, cuyo resultado se plasmó en Asamblea General. El resultado fue mucho más favorable de lo esperado, ya que la última temporada acabó con un leve superávit de 4 millones de pesetas, a pesar de contar con sólo 2.054 socios. La Directiva presentó su dimisión irrevocable y en la misma Asamblea se formó una Comisión Gestora, presidida por Carlos Herrero, que puso la condición de recaudar al menos 12 millones de pesetas en la campaña de socios antes del 30 de Julio. El objetivo se cumplió con creces, ya la Comisión informó de que intentaría negociar con los jugadores para que perdonasen la mitad de las cantidades que se les adeudaban, usando como argumento la imposibilidad de pagarlo todo y la total seguridad de que lo que cobrarían en caso de desaparición del club sería mucho menos. Esta negociación recibió el visto bueno de una nueva Asamblea de Socios, que puso como condición que sólo se siguiera adelante si todos los jugadores aceptaban la rebaja.

Siguieron días de reuniones, viajes y negociaciones, hasta que, faltando 24 horas para que se cerrase el plazo dado por la AFE, Joaquín, recién fichado por el Deportivo de la Coruña, se convirtió en el último jugador que aceptó perdonar la deuda. Al día siguiente, el Palencia depositó poco más de 15 millones en la Federación y, de este modo, evitó el descenso de categoría y garantizó su supervivencia. Era el 19 de Agosto de 1983 y, a falta de poco más de dos semanas para que empezase la Liga, el club morado no tenía entrenador y contaba con unos pocos jugadores. A marchas forzadas se hizo una nueva plantilla y se contrató a Juan Carlos Touriño para que ocupase el banquillo. El 4 de Septiembre, el nuevo Palencia debutó en Balaídos con una derrota por 2-1, pero esto ya es el principio de otra historia.




Las distinciones anuales de la IFFHS

En los primeros días de enero la IFFHS irá publicando sucesivamente los ganadores de las diferentes categorías con que se distinguen anualmente a los profesionales del fútbol. Son un total de diez distinciones que se resuelven de dos maneras muy diferentes: unas tienen como base la estadística pura y fría; mientras las otras son el resultado de las votaciones procedentes de los miembros de la IFFHS o de los usuarios, como es el caso del jugador en activo más popular.

Curiosamente, aquellas que en principio se presentan avaladas por los números, pues se contabilizan puntuaciones, cantidad de goles o porcentajes son vorazmente criticadas tanto por un sector del público como por los propios medios de comunicación. Parece ser que si los datos no dan ganador al club o al jugador que ellos tienen en mente en el preciso momento en que se divulga la noticia, no son de fiar.

Recuerdo el caso del Sevilla FC, vencedor por dos años consecutivos del Ranking Mundial de Clubs (ver los criterios de puntuación http://www.iffhs.de/?bcdbccac3be8e00390b02fc5fdcdc3bfcdc0aec28d6ed113), todo un hito, y los medios de comunicación españoles se indignaron por no ser el Real Madrid o el FC Barcelona. No sólo no habían sido capaces de leerse la dinámica que tiene esta distinción, sino que tampoco son capaces de comprender que el trofeo no premia vistosidad de juego ni la cotización de una plantilla por el precio de sus jugadores. Cuando el Sevilla FC le ganó la Supercopa de Europa al FC Barcelona, el club andaluz sumó 14 puntos por ninguno su rival. Y sumando partidos tras partidos, así se estableció el Ranking.

Admito que se puede comentar la ponderación de las puntuaciones. Incluso podría discutirse el periodo que se aplica para designar al vencedor (enero-diciembre). Lo que debe quedar muy claro es que estos criterios quedan fijados desde la diversidad de opinión del Comité Ejecutivo de la IFFHS. Sus miembros proceden de los seis continentes futbolísticos y, no cabe duda, el fútbol se ve con diferente óptica según nuestro lugar de residencia. Por eso, cuando se leen o escuchan comentarios contra los premios de la IFFHS, la mayoría están marcados por la parcialidad, y, los que no, por la ignorancia.

La construcción de un ranking, en líneas generales, tiene como objetivo englobar el total de partidos oficiales que se disputan en el mundo y premiar a aquel club que se haya mostrado más regular en todos ellos, por encima del hecho de ganar o no alguna de las competiciones. Es una distinción que no se puede comparar con ningún trofeo específico: ni liga, ni copa.  No tiene límites geográficos, pues tiene en cuenta todos los resultados de competiciones internacionales oficiales, y la liga y la copa de todos los países afiliados a la FIFA. Se establece el período de enero-diciembre porque el final de año es la única pausa internacional que han establecido las distintas confederaciones continentales -aunque en algunos países, como Inglaterra, muchas veces celebren incluso doble sesión liguera-.

Lógicamente, se mire como se mire, al final, los equipos más poderosos acaban ocupando los primeros puestos. Pero son las matemáticas las que deciden quien es el ganador. Y eso es incuestionable.

De ahí que todos aquellos que no entienden este sistema, lo único que tienen que hacer es informarse. Excuso al fanático ignorante, que al no ver elegido su equipo se indigna y maldice las estadísticas. Hay un motivo irracional en su postura y, por lo tanto, no es acertado discutir con él, sino una pérdida de tiempo. El problema es que hay un porcentaje amplio de participación de esta gente que se caracteriza por el insulto, menosprecio y paupérrima documentación para justificar sus preferencias.

Más grave es el hecho de que las críticas procedan de los profesionales de los medios de comunicación. Tanto si lo hacen por ignorancia como si lo hacen por defender sus preferencias, pues en ambos casos traicionan el principal motivo de su profesión: informar con objetividad. Malo, muy malo es el periodista que informa desde la ignorancia. Peor el que se deja llevar por sus colores. En ambos casos lo único que consiguen es confundirse con el fanatismo, caprichoso, consentido y transmisor de valores absolutos.

Para la IFFHS el fútbol es un juego. Quizá éste sea el punto de discrepancia con los medios de comunicación: el fútbol es un negocio. Pongamos el caso de un jugador de país africano que disputa un mundial. Para la IFFHS este jugador enriquece su historial, tanto como internacional como, si lo consiguiese, como goleador; para la Prensa, este mismo jugador simplemente aprovecha el escaparate de la competición para subir su cotización y fichar por algún club europeo. Juego versus negocio. Con la diferencia de que la Prensa puede mediatizar la opinión del público. No somos tan idealistas como para prescindir del aspecto material del fútbol, pero no sean tan materialistas como para valorar todo, absolutamente todo el fenómeno deportivo bajo la presión económica.

Hace uno años France-Football modificó su reglamento para adjudicar la Bota de Oro estableciendo puntos en vez de goles. El motivo externo: es más difícil marcar en las ligas más fuertes que en las débiles. El verdadero motivo: adiddas. Sólo apadrinaría el trofeo si había garantías de que el ganador perteneciese a un club de prestigio internacional. Era necesario descartar a los estonios, moldavos, finlandeses, andorranos… y asegurar el premio a españoles, ingleses, alemanes, franceses… al fin y al cabo verdaderos potenciadores del mercado mundial del fútbol. Pero el gol es proporcionalmente igual de difícil en cualquier campeonato. A mejores delanteros hay mejores defensas y a peores delanteros hay peores defensas. Por eso, el premio de la IFFHS se establece para aquel jugador que más ha destacado dentro de su propio campeonato, en proporción a la competitividad de sus rivales.

Contrariamente a lo expuesto anteriormente, los premios de la IFFHS que se deciden por votaciones no sufren las críticas ni en las misma cantidad ni con la misma saña. Por lo visto, la elección del mejor entrenador, seleccionador, portero, constructor de juego o árbitro del mundo no se desvía mucho de lo que la mayoría de los periodistas opinan. Éste es el caso de la elección de Iker Casillas como mejor guardameta de 2008 o la de Xavi Hernández, mejor constructor de juego de 2008. Pero la paz se mantiene siempre y cuando haya esta armonía. Cuando desaparecen las coincidencias, la balanza vuelve a cargarse con el desprestigio y el rechazo. El principal motivo por el que nuestros medios de comunicación -y sus lectores/oyentes-  y la IFFHS discrepen en sus apreciaciones es de origen. Toda elección se hace a partir de la información que uno dispone: partidos televisados y presenciados in situ. Más o menos, en España todos tenemos fuentes parecidas y, por lógica, llegaremos a conclusiones más o menos próximas. La cuestión es que en las votaciones de la IFFHS la opinión procede de casi cien países diferentes, por lo que la diversidad de fuentes se multiplica y los resultados son mucho más heterogéneos. Es la globalización aplicada al fútbol. Si algún miembro hace prevalecer sus preferencias locales en su elección, fácilmente quedan diluidas por el número de votantes.

En definitiva, detrás de cada distinción que otorga la IFFHS hay un profundo respeto por el fútbol como deporte, una amplia reflexión y un rechazo total al partidismo. Principios que muchos deberían aprender a aplicarse.




El canario que aguó la presentación de Di Stéfano

Aunque fueron numerosos los futbolistas canarios que desde los años 20 engrosaron clubes peninsulares, no es menos cierto que el deporte isleño vivía una especie de independencia con relación al resto del país. La lejanía geográfica, los paupérrimos medios de transporte y el elevado coste económico que representaban los traslados entre la metrópoli y Las Palmas o Santa Cruz de Tenerife, aconsejaron la creación de una liga regional. Habría de esperarse hasta 1950 para que la recién nacida Unión Deportiva Las Palmas -por fusión de cuatro sociedades históricas-, ganase el derecho a participar en 2ª División. Consecuentemente, esa ausencia de clubes canarios en nuestras dos categorías profesionales, acabó pasando factura en forma de agudo desconocimiento mutuo. Un desconocimiento, por cierto, extensible a casi todos los ámbitos de la vida.

Dan fe de ello las descripciones que la popular novelista Anita Serrano Rodríguez hacía   sobre Gran Canaria en su novela «Herencia de amor», aparecida en agosto de 1954. Una muestra de su página 39 resultará suficiente:

«La hermosa finca de Las Morenas no sólo era una mansión de lujo y recreo, sino una propiedad productiva, donde, además de las cosechas de cereales y plátanos que, aprovechando el paso de un riachuelo que permitía con gran facilidad verificar los riegos, había mandado plantar don Alfonso, poseía extenso olivar, algo de monte y una bien poblada ganadería de vacas suizas, con modernísima instalación de maquinaria para la esterilización de la leche, que, después, era vendida en los mercados mundiales en botellas especiales».

Pasando de largo sobre tan pedestre construcción literaria, resulta obvio que la autora, con varios títulos más a su espalda, no había visto las Canarias ni en foto, y que para documentarse pudo haber manejado folletos turísticos de la Suiza grisona. Poco importaba, puesto que el español de la época apenas podía viajar. Bastante hacía sobreviviendo a una posguerra tan dura como interminable. Por todo ello, el archipiélago canario podía ser como la mente de cada cual quisiera proponerlo. Para Anita Serrano Rodríguez no sólo era una especie de Suiza cerealera y con olivos, sino tierra poblada de nigromantes, según relataba en la página 78 del mismo ejemplar.

 La realidad canaria a principios de los 50 del pasado siglo, empero, estaba harto alejada de la leche pasterizada. Por las dos capitales, conglomerado de coloristas construcciones bajas denominadas terreras, no resultaba raro ver la ronda del cabrero, ordeñando a sus animales ante la clientela,  en los mismísimos porches.

Bajo ese prisma ha de entenderse el testimonio del goleador amarillo Sinforiano Padrón. Corría el 28 de mayo de 1950 y la Unión Deportiva acudió a Murcia para disputar un decisivo choque de promoción a 2ª. Tan pronto se detuvo el autocar que los conducía desde el hotel a las inmediaciones del estadio, la muchedumbre arremolinada en derredor de las taquillas comenzó a gritar «¡Los canarios!. ¡Llegan los canarios!». Dubitativos, comenzaron a descender, sin descartar alguna posible agresión. Pero el comportamiento de los murcianos no podía ser más pacífico. En lugar de enojo, sus rostros reflejaban asombro e incredulidad. Por fin alguien tradujo en palabras la decepción general. «Pero, ¿cómo es posible?. Vienen de las Islas Canarias y son blancos. ¡Todos blancos!».

Entre los componentes de aquel equipo se hallaban Cástor Elzo, durante mucho tiempo el más viajero de la 1ª División, al haber militado en 7 clubes diferentes, y Tacoronte, cuyas andanzas requieren atención.

 Juan González Tacoronte (Las Palmas, 2 de junio de 1927), no sólo fue un delantero corpulento, luchador, bien dotado para el remate de cabeza y con aceptable dominio del balón, sino protagonista de algunas excelentes anécdotas.

Formado en un equipo playero llamado Ribalta, pasó a los clubes Gran Canaria y Victoria, con cuyo presidente, hombre convencido de poder traspasarlo al Barcelona no tardando mucho, pactó la ficha más alta satisfecha hasta entonces en la entidad. Gracias a esa ficha compraría una casa en el barrio de las Alcaravaneras, donde residió algún tiempo. La constitución de la Unión Deportiva Las Palmas le sorprendió probando en varios clubes peninsulares, sin que su fuerza y brega llegasen a convencer. Ya amarillo, rompió defensas contrarias hasta aupar a los recién nacidos a la máxima categoría. El 13 de octubre de 1952 era traspasado al Zaragoza, donde sin embargo no permanecería mucho tiempo. Su siguiente club fue el Nancy francés. No cabe decir que triunfara, puesto que en el campeonato galo redujo su habitual registro goleador hasta 3 tantos en 18 encuentros. Y sin embargo con aquella camiseta tocó el cielo, siquiera por una vez.

Fue cuando acudió con el Nancy al estadio Santiago Bernabeu, para disputar contra los merengues el partido donde presentaban al gran Alfredo Di Stéfano. Si todavía necesitaba consagrarse por nuestros pagos, aprovechó bien la oportunidad, puesto que los blancos salieron humillados con un contundente 1-4. Tacoronte firmó tres goles y anonadó de tal modo al graderío, que la crónica de «Marca» no se anduvo con rodeos: «Hemos venido a ver el debut de Alfredo Di Stéfano y lo que en realidad hemos visto es a un genial delantero centro canario llamado Tacoronte».

Tras aguar la fiesta blanca y sembrar dudas en torno el astro argentino, los cazatalentos comenzaron a merodear, para beneficio del club francés. Fue el Marqués de la Florida quien finalmente, con algo de anticipación y bastante dinero, pudo llevárselo al Atlético de Madrid. Ya no volvió a repetir tardes tan gloriosas. Iba bien de cabeza, se fajaba con los defensas, pero de ahí a brillar nuevamente con luz propia… Di Stéfano acaudillaba al mejor Real Madrid de la historia, cuajando como el mejor futbolista de la época, en tanto él menguaba, a medida que disminuían sus prestaciones físicas. Aún habría de cambiar la camiseta colchonera por el listado blanquinegro del Badajoz, en cuya ciudad contrajo matrimonio y puso fin a su andadura deportiva. Era aquel un equipo bautizado como «Los diez mantas y un brasero», aludiendo a la cortedad de su plantilla, en consonancia con la precariedad de medios económicos, la justita calidad media y el brillo de sus goles. Un equipo que mientras fue respetado por las lesiones ocupó puestos cabeceros de 2ª División, para sorpresa general.

De las anécdotas anteriormente aludidas, probablemente no haya otra como la fechada en Cartagena, durante y después del partido que supusiera el debut canario en 2ª División.

Fajador tenaz, conforme se ha dicho, padeció aquella tarde numerosas entradas de la defensa departamental sin que el árbitro, caserísimo, se diera por aludido. A medida que avanzaban las agujas del reloj y se endurecía el lance, iba agotándosele la paciencia. Tacoronte, al fin, hincado de rodillas y mirando al cielo con las manos unidas, lanzó todo tipo de maldiciones, juramentos e improperios. Concluido el encuentro con tanteo favorable a los debutantes por 2-4, se presentaron en la estación ferroviaria varios sacerdotes que preguntaban por su paradero. Ante la extrañeza de entrenador y directivos expedicionarios, fue persuadido a salir del tren. Entonces los sacerdotes corrieron para abrazarle efusivamente, alborozados. «¡Usted es un santo!», clamaban. «¡Un auténtico santo!». Futbolistas, directivos y demás viajeros, no salían de su perplejidad. Cuando Tacoronte pudo encontrar palabras entre tanta turbación, los curas se explicaron: «Creemos que a usted se le debe proclamar santo porque a pesar del castigo infligido por los contrarios, se puso de rodillas y rogó a Dios por esos jugadores que no sabían lo que hacían». Al arrancar el tren y con el grupo de sacerdotes despidiéndoles bajo la marquesina, el sorpresón se tradujo en chirigota, multiplicada aún en el hotel cuando el propio Tacoronte se hizo con la sotana del capellán canario Juan Nuez y, vistiéndola, inició un solemne paseo por el comedor, trazando la señal de la cruz.

Patético reflejo de aquellos años empapados en moralina, fervor amachimbrado y milagrería, sólo comprensible desde la perspectiva nacional-católica cuyo máximo exponente habría ser el Congreso Eucarístico barcelonés. Un Congreso, por cierto, que si el No-Do calificó ampulosamente como magno acontecimiento cristiano, para el vulgo habría de ser, no sin cierta carga irreverente, la «Olimpiada de la Hostia».

Tacoronte, el canario que aguara la presentación de «La Saeta Rubia», olorosa flor de un día, se establecido en la capital de España como topógrafo, tras colgar las botas. Falleció el 6 de agosto de 1994, sin olvidar nunca la primera plana del «Marca» y su inmensa sorpresa en la estación ferroviaria de Cartagena.




Las porterías más grandes

Las fechas navideñas siempre han sido usadas, futbolísticamente hablando, para organizar partidos benéficos. En la actualidad suelen ser utilizadas para disputas de selecciones territoriales frente a selecciones nacionales traídas del más allá.

Allá por el día de Navidad de 1967, en el Camp Nou de la Ciudad Condal, se realizó una prueba para jugar con porterías más grandes de lo habitual. La elección del día cayó en primer lugar en el día ocho del mismo mes, pero una lluvia torrencial hizo que se suspendiera. Las porterías encogieron, en una palabra. Con motivo de la campaña benéfica de Radio Nacional de España (R.N.E.) el seleccionador español D. Domingo Balmanya se hizo cargo de seleccionar dos equipos para realizar una prueba para cambiar de manera definitiva la Regla 1 de las Reglas de Juego.

La fiesta, además de tener como punto central un partido de fútbol disputado por jugadores profesionales con el escudo de la Federación Catalana de Fútbol en el pecho, también contó con un castillo humano en la más tradicional costumbre catalana, un partido femenino de fútbol con las mismas porterías (algo nunca visto en la España de la época, el tamaño de las porterías y el fútbol femenino) jugado entre los equipos femeninos del Picadero y del CF Barcelona y el saque de honor realizado por la actriz catalana Mary Santpere.

Por una parte, con camiseta blanca y pantalón azul, formaron Reina, Isidro, Olivella, Torrens, Vall, Pereda,  Fusté, Paláu, Re, Seminario y Camps, y por el bando contrario, vistiendo elástica roja, Romero, Ochoa, Doménech, Montesinos, Moya, Ramírez, Endériz, Rifé, Kubala, Vidal y Pujol. Dos grandes equipos, sin lugar a dudas, formados por jugadores de los tres equipos barceloneses de Primera División en esos momentos, Centro de Deportes Sabadell, Real Club Deportivo Español y Club de Fútbol Barcelona.

Las porterías reglamentarias miden 7’32 metros de largo por 2’44 metros de alto. En aquella ocasión se aumentaron las medidas hasta 10 metros de largo por 2 metros y medio de alto. En los días anteriores se esperaba un diluvio de goles teniendo en cuenta las medidas de los arcos y las delanteras que formarían. Otros esperaban unos férreos marcajes para proteger tan inmensos objetivos. El hambre de goles era importante pues el nivel de juego había decaído en exceso en el fútbol español. La nostalgia de haber vivido hace cinco minutos escasos el mejor fútbol jamás jugado en el mundo y la falta repentina de goles en nuestro campeonato llevaron a esta probatura de dudoso éxito a priori. Y nulo a posteriori.

Foto Bert. Publicada el 27-12-1967 en Mundo Deportivo. Podemos apreciar los dos tipos de porterías, la reglamentaria más pequeña y la experimental, bajo cuyo travesaño forman ambos equipos.

Foto Bert. Publicada el 27-12-1967 en Mundo Deportivo. Podemos apreciar los dos tipos de porterías, la reglamentaria más pequeña y la experimental, bajo cuyo travesaño forman ambos equipos.

Georges Boulogne fue el autor de la iniciativa. Así se expresaba en lo referente a su idea: » Actualmente es difícil marcar un tanto desde fuera de los 16 metros. A los equipos les basta reunir dentro de sus 30 metros suficiente número de jugadores (7 u 8) para impedir, prácticamente, al adversario colocarse en posición de tiro a la distancia requerida».

 «Si se aumentan las dimensiones del marco de manera que se haga posible el gol desde 20 ó 25 metros, habrá que establecer la defensa cubriendo una zona de 40 ó 50. No hay bastante número de jugadores para hacerlo eficazmente. Al no poder defender con la seguridad actual, los equipos intentarán el ataque, que les dará más facilidades».  

A priori, la iniciativa contó con apoyos y también con detractores. Entre estos últimos se encontraba Sir Stanley Rous, a la sazón presidente de FIFA, que manifestó no esperar gran cosa del experimento. En la orilla contraria se encontraba Sir Stanley Matthews.        

Quince goles se consiguieron, nueve por los vencedores, los blancos,  y seis por los vencidos, los colorados. Marcaron tres tantos Fusté y Kubala, dos Vidal y Cayetano Re y uno Montesinos, Pereda, Seminario, Palau y Camps. Se divirtió el público y se divirtieron los jugadores. La recaudación fue excelente. Un millón de pesetas entre taquilla y huchas para los niños hospitalizados. Y eso siempre es lo más importante. Todo el mundo feliz. Pero ¿y la prueba?. ¿Resultó satisfactoria?.         

La sensación general de los 50.000 asistentes es que se divirtieron de lo lindo con los goles y con las figuras que desplegaron su juego en la mañana barcelonesa pero se echaba en falta la emoción pues cada tiro lanzado era medio gol asegurado.

Por parte de los artistas la opinión era bastante negativa con respecto a lo experimentado. Así, tenemos la opinión de un par de participantes del Sabadell. Seminario opinó que las medidas eran exageradas y que se disparaba desde cualquier sitio. Por su parte, su compañero Isidro, expresaba que sería algo  flor de un día. Para los porteros imposible de defender.

Parece que el estrés de haber conocido el mejor fútbol del mundo y haber quedado desposeídos de su magia incitó sobremanera a realizar esta prueba. Afortunadamente aquella oscura etapa de fútbol defensivo pasó a mejor vida, por el momento, pero no dudo que en un futuro volverá y regresará el experimento. Y es que ya está todo inventado y seguiremos tropezando en las mismas piedras.

 

Fuentes consultadas:

 

Reglas de Juego

Mundo Deportivo (Barcelona)

La Vanguardia Española (Barcelona)

Marca (Madrid)

As (Madrid)




Intrigas, jugadas y jugarretas en la rivalidad barcelonesa

En el número del mes anterior hacía una descripción de la rivalidad hispalense en sus primeros años y en esta ocasión voy a referirme al antagonismo existente entre los dos equipos barceloneses más representativos, nacido también a los pocos años de competencia precisamente cuando el conjunto españolista había plegado velas y alguno de sus integrantes acabó guarecido en las filas del X Sporting Club, en los primeros días del 1906.

El fútbol catalán languidecía y la crisis se había instalado en los escasos clubs que aún sobrevivían. La hermandad y el buen ambiente que había imperado en los primeros años de vida de la Asociación de Clubs de Foot-ball había dado paso a un clima de tensión permanente y luchas internas que llevaron a la desaparición del organismo federativo, sustituido a finales de ese mismo año por la Federación Catalana de Foot-ball, cuya presidencia fue aceptada por Isidro Lloret, un personaje que se vanagloriaba de hacer público su visceral aversión al FC Barcelona y lo transmitía a otros miembros de la junta, manifestándolo en las constantes y arbitrarias decisiones que provocaba continuas discusiones y disidencias en los clubs, siendo durante su nefasto mandato cuando el Club X dominó el Campeonato de Catalunya, siempre envuelto por una polémica que finalmente acabó por pasarle factura en octubre de 1908.

La marcha de Isidro Lloret calmó algo los ánimos, pero dejó a la Federación sumida en un tremendo caos y a los clubes al borde de la desaparición. Al FC Barcelona lo salvó la milagrosa intervención de su fundador Hans Gamper y ello coincidió con la reaparición del Club Deportivo Español, al fusionarse el equipo de Jiu-Jitsu -con algunos socios que habían integrado el antiguo club- y el X Sporting Club, y con el ínclito Sr. Lloret en la vicepresidencia de la nueva entidad blanquiazul.

Ambas sociedades resurgieron de forma pujante y la rivalidad creció, pero se trasladó de los despachos federativos al terreno de juego y a las gradas, aflorando con tonos dramáticos en la temporada 1911-12. Los disidentes del FC Barcelona que habían pasado al Español -hermanos Wallace, Massana y Comamala- contribuyeron a fomentar esta rivalidad que tuvo su culminación en los partidos que ambos equipos celebraron en el Trofeo Ciudad-La Riva, organizado por la presidencia del club blanquiazul el 24 y 25 de marzo de 1912. Al margen del resultado deportivo, que fue doblemente favorable al Español, hay que destacar la dureza desplegada por los jugadores que alcanzó caracteres de brutalidad y contagió a parte de espectadores y aficionados rivales que se enzarzaron en constantes y vergonzosas peleas. Fueron tantos y tan violentos los incidentes producidos en esta doble confrontación que pocos días más tarde las directivas de los respectivos clubs enviaron sendas notas a la prensa anunciando la ruptura de sus relaciones y la negativa a enfrentarse de nuevo en un campeonato de fútbol. Estos incidentes tuvieron una importante repercusión en el desarrollo final del Campeonato Regional ya que el Barcelona se negó a jugar su partido en el campo del Español por lo cual se le dio por perdido y el equipo blanquiazul se proclamó campeón.

En la temporada siguiente fue cuando se produjo el cisma federativo de la Unión de Clubs, que encabezó el Barcelona, mientras el Español se mantuvo en el seno de la Federación Española del Foot-ball y debido a ello no tuvieron oportunidad de enfrentarse en el Campeonato Regional ni en el campeonato de España, pero sí lo hicieron en la competición hispano francesa de la Copa de los Pirineos Orientales. Fue el 6 de abril en partido de semifinales y era el primer encuentro entre ambos, tras los incidentes ocurridos el año anterior, y tampoco en ésta ocasión iba a estar ajena la polémica. Se jugó en el campo del Barcelona y venció justa y merecidamente en conjunto blanquiazul por 3 a 1, pero de poco le sirvió esta victoria ya que su rival denunció al Comité Organizador la alineación de los jugadores ingleses Barrett, Darley y Harrisson, que fue declarada ilegal y en consecuencia sería  el Barcelona quien se clasificó para disputar la final, que posteriormente ganaría al conjunto galo del Comette et Simiot.

En los años siguientes, firmada la paz futbolística y bajo la tutela de la nueva Federación nacional, nacida en septiembre de 1913, el Deportivo Español, tocado ya del atributo Real, y el FC Barcelona volvieron a competir sin que se registrasen incidentes destacados, pero no pasó mucho tiempo sin que los agraviados blanquiazules tuvieran la oportunidad de devolver la moneda a sus vecinos haciendo estallar el llamado «Caso Garchitorena». Era éste un personaje singular, de ascendencia vasca, que había llegado al club azulgrana tras jugar dos amistoso en mayo de 1916 y con él, inició el Barcelona el campeonato regional. Poco antes de Navidad, el conjunto azulgrana derrotó por 3 a 0 al Español, pero apenas acabado el partido, que por cierto, estuvo plagado de incidentes, los blanquiazules impugnaban el resultado por alineación indebida del citado jugador. Tratado el caso por los delegados de la Federación Catalana y presentados por el Español los documentos precisos, quedó perfectamente comprobada la nacionalidad argentina de Juan Garchitorena y que, debido a la prohibición de alinear extranjeros, no podía tomar parte en la competición. También quedó claro que el Barcelona desconocía que la inscripción del jugador se había hecho con documentación española falsificada, y teniendo en cuenta que este equipo había accedido anteriormente a que el Español inscribiera dos jugadores fuera del plazo reglamentario, todo parecía indicar que el asunto no tendría mayor trascendencia y el problema quedaba resuelto.

Pero contrariamente a lo que se esperaba el club blanquiazul no estaba para hacer favores y reclamó los puntos de su partido perdido, instando al Sabadell, Universitari y Atlètic a que hiciesen lo propio y que al Barcelona se le dieran por perdidos dichos encuentros. Esta propuesta fue aceptada en la Federación y el club azulgrana quedó apartado de la lucha por el título, que finalmente tampoco logró el Español, pese a la «genial» jugada, y que indudablemente conocía la circunstancia de la nacionalidad de Garchitorena antes de iniciarse el torneo, pero prefirió denunciar el caso después de la derrota. Falta saber que hubiera ocurrido si hubieran ganado dicho partido; posiblemente habrían esperado a la segunda vuelta.

Por cierto, que Garchitorena continuó vinculado al club hasta el final de la temporada,  donde disputó numerosos partidos amistosos, y en años posteriores de manera muy esporádica, pero su actuación personal no dejaba de ser curiosa: bebía whisky, era un auténtico «play boy» de principios de siglo y siempre iba vestido y acicalado como un figurín hasta el punto de negarse a marcar un gol de cabeza en terreno embarrado para no estropear su peinado. No es de extrañar que posteriormente dedicase su vida al cine, una profesión menos violenta, en la cual alcanzó cierto éxito con el nombre de Juan Torena y sonadas aventuras amorosas, una de ellas -dicen- con la actriz Myrna Loy.

Las relaciones entre los dos clubs volvieron a tensarse y sobre el terreno de juego la violencia y los incidentes imperaron en sus enfrentamientos. También en el ámbito social tuvieron que hacer frente a campañas de desprestigio, como las sangrantes acusaciones de paladines del anticatalanismo a las que fue sometido el Español, en unos momentos de estallido autonomista, y en el bando contrario se recibían intrigas atribuidas a su rival que les acusaba de «germanismo» cuando estaban abiertas las heridas dejadas por la Gran Guerra, hasta el punto de tener que organizarse un par de partidos contra un equipo denominado Aliados, una especie de selección militar,  integrado por jugadores ingleses, franceses y belgas. Por cierto, en el segundo de ellos debutaron en las filas azulgranas José Samitier y Ricardo Zamora, la joven promesa españolista que había sido uno de los grandes artífices para la conquista del Campeonato de Catalunya en 1918 y que ahora protagonizaba un golpe de efecto fichando por el eterno rival.

El inicio de la década de los veinte contempló el decaimiento futbolístico de los españolistas y el inicio de la edad de oro barcelonista con dos títulos de Copa en tres años. Éstos aprovecharon su excelente momento para humillar a su rival en el Campeonato de 1921-22 venciéndoles en su propio feudo por 9 a 0, y saliendo al campo del la Industria en el partido de la segunda vuelta con el propósito de superar la cifra, cosa que lograron al ganar por diez a cero, que pudieron ser más de habérselo propuesto, condenándoles al mismo tiempo a jugar la promoción para evitar descender al abismo. La doble victoria sobre el España FC y la llegada de Genaro de la Riva a la presidencia blanquiazul les permitió remontar la crisis, logrando además convencer -mediante la suculenta cifra de 25.000 pesetas- a Ricardo Zamora para que volviera al Español y a punto estuvieron también de conquistar a su intimo amigo Samitier, que prefirió mantenerse en la disciplina azulgrana.

El retorno de Zamora al Español abrió otro litigio entre ambos clubs que duró toda la temporada 1922-23. El FC Barcelona hizo valer su derecho de retención, denunció esta marcha alegando duplicidad de contrato, y la Federación Catalana inhabilitó al portero internacional por un año. El asunto pasó al Comité Nacional quien, ante la negativa de Zamora de jugar con la selección frente a Portugal, revocó el fallo de la Catalana y le permitió jugar el Campeonato, pero más tarde y ante el recurso de alzada presentado por la Federación regional volvió de su acuerdo anterior y resolvió el caso a favor del FC Barcelona, obligando a repetir los partidos que el conjunto blanquiazul había ganado o empatado con su concurso y condenando al jugador a no poder alinearse con su equipo ni siquiera en partidos amistosos, a menos que lo permitiera en Barcelona, cosa que no sucedió hasta casi el final de la temporada.

El partido que el CD Europa había empatado con el Español tuvo que jugarse de nuevo y paradójicamente se volvió en contra del FC Barcelona, ya que el equipo graciense lo ganó por 4 a 1 y gracias a los dos puntos conquistados pudo forzar un desempate con los azulgrana para dilucidar el título. El Europa venció por uno a cero en este partido que se jugó en Girona y se proclamó campeón regional, jugando posteriormente la final del Campeonato de España.

Para cerrar este relato de desamor entre los dos eternos rivales de la ciudad Condal, que no voy a prolongar más allá de sus primeros 25 años de historia, convienen destacar lo sucedido el 23 de noviembre de 1924 en el reciente estrenado campo de Les Corts durante el partido de la sexta jornada del Campeonato regional, que fue tristemente bautizado como el «derby de la calderilla». El esperado duelo estuvo rodeado de una expectación indescriptible y cargado por un ambiente pasional y hostil, que estalló a los seis minutos tras una dura entrada del españolista Saprissa sobre Alcántara, quien hubo de abandonar el terreno de juego lesionado. A partir de allí hubo un constante reparto de leña, patadas y agresiones que se trasladaron a las gradas entre miembros radicales de ambos equipos.

El punto culminante llegó cuando Samitier repelió con una agresión un empujón previo de Caicedo y el árbitro, el vizcaíno Pelayo Serrano, ordenó la expulsión del azulgrana en medio de un enorme tumulto e intercambio de golpes entre jugadores y aficionados. A poco de reanudarse el partido y al momento de sacarse un córner en el área visitante el publico de la zona comenzó a lanzar monedas y alguna que otra piedra contra el referee quien advirtió por medio del delegado su intención de suspender el partido si continuaba la refriega, cosa que se reprodujo con mayor intensidad minutos después al señalar el descanso y retirarse a los vestuarios, donde finalmente anunció su decisión.

Eran tiempos de dictadura y había mucha crispación entre los aficionados. En los días siguientes, las juntas directivas de ambos equipos llenaron los diarios con todo tipo de notas y la Federación tras varias horas de deliberaciones decidió que se repitiera el encuentro, pero las autoridades militares no lo aceptaron. Se tardó varias semanas en llegar a un acuerdo y finalmente se acordó hacerlo a puerta cerrada, un hecho inédito hasta entonces, al que sólo podrían asistir federativos, directivos y periodistas. Curiosamente a Samitier se le permitió jugar porque tras haber sido inhabilitado por un mes, cuando se jugó el nuevo partido, el 15 de enero, ya había cumplido la sanción.

El ambiente gris y el sepulcral silencio de las gradas fue un handicap para los azulgrana, que vieron como su rival se llevó los dos puntos con un solitario gol de Zabala, pero el Barcelona se tomó la revancha en la segunda vuelta y culminó una espectacular remontada con una victoria sobre el Español gracias a un solitario gol marcado en una genialidad de Samitier que le dio el título de campeón.




Jerez de la Frontera 1870: ¿Football o Rugby?

En 2 de Noviembre de 1870, en el diario El Progreso de Jerez de la Frontera aparece la siguiente nota de prensa:

2 de Noviembre de 1870. Diario “El Progreso”. (Jerez de la Frontera).

2 de Noviembre de 1870. Diario “El Progreso”. (Jerez de la Frontera).

Hace poco tiempo que se tiene noticia de esta nota de prensa, descubrimiento excepcional llevado a cabo por el historiador jerezano Rafael Romero. Evidentemente dicha nota de prensa, por el contenido de la misma, y por contener la palabra «football» ha ido despertando la curiosidad de muchos historiadores y aficionados a la historia del football pues se podría tratar, en principio, de la primera nota de prensa de España y por ende el primer lugar geográfico en la que aparecería esa palabra «mágica».

Pero debemos detenernos un poco antes de sacar conclusiones demasiado precipitadas y analizar el contexto y el año en el que esta nota de prensa se desarrolla, pues bien podría referirse a «football-Rugby». De hecho no podemos obviar que la nota de prensa dice textualmente «Por la tarde gozarán los aficionados a porrazos de un rato de football», y el hecho de que sea «a porrazos» y así lo refiera el cronista, es muy significativo cuando menos. Cabe añadir aquí que el football-Rugby era un deporte que, dada su popularidad, en Inglaterra y otros lugares de entonces colonizados por los ingleses, era referido simplemente como «football», lo cual es obvio que nos podría llevar a equívocos.

Las razones por las que esa nota de prensa pueden no hacer referencia al football como juego de pelota con los pies.

La historia cuenta que en 1863 el football, tal y cómo se entiende hoy, recoge sus primeras reglas. Fue en la reunión de la «Free Mason´s Tavern». Esta noticia viene recogida en el diario deportivo «Bell’s Life» y en ella se indica que varios representantes de seis escuelas/Clubes se reunieron en Cambridge, y en pos de conseguir un Sport menos «violento» se acordaron varias reglas encaminadas a que imperase en el juego la habilidad (dribling) sobre el amontonamiento (melé); pretendiendo así eliminar las zancadillas, la posibilidad de hacer tropezar al contrario, la posibilidad de recoger el balón con las manos etc…

Allí mismo se gesta además la FA (football Asocciation). Sin embargo ya sea bien por la fuerza de la costumbre o bien porque aquellas reglas no fueran del todo aceptadas, la mayoría de Clubes y escuelas siguieron  practicando el «football» con las reglas anteriores («Rugby», como lo entendemos hoy) y también con las reglas y reglamentaciones «locales». Además, aquellos pocos Clubes que quisieron acogerse a las «nuevas reglas» de la FA, tenían que jugar siguiendo las antiguas reglas, pues apenas había contrincantes que aceptaran las reglas de la FA. No había por tanto ningún criterio uniforme en absoluto que diferenciara hasta el momento entre los dos Sports, y obviamente en estas circunstancias las normas del football como lo conocemos hoy no se extendieron en absoluto por Inglaterra.

Así transcurrieron varios años hasta 1871, durante los cuales la FA apenas tenía «peso» y en los que las reglas de la misma, en las que primaban el dribling sobre la melé, apenas fueron empleadas como ya hemos apuntado. Y fue Concretamente en 1871,  cuando los clubes más grandes y escuelas más prestigiosas e importantes, ante la variabilidad de las normas que se aplicaban a los «matchs» en función del lugar, tomaron cartas en el asunto y se reunieron para establecer definitivamente las diferencias. Crearon entonces la «Rugby football Union«, es decir, la Federación inglesa de Rugby. A partir de ese momento los Clubes se decidieron según sus preferencias por una u otra clase de «football», eliminándose la enorme variabilidad existente en las reglas del juego dependiendo del lugar en el que se jugara. De esta manera se fue asentando «rápidamente» el football tal y como lo entendemos hoy, y empezando a tomar cada vez más fuerza entre los ingleses.

EL FOOTBALL EN JEREZ:

Por tanto, en 1870, fecha de la nota de prensa que sometemos a este análisis, es complicado que se hubiera jugado en Jerez de la Frontera un partido de football tal y como lo entendemos hoy, pues en la mismísima Inglaterra la mayoría de los Clubes y escuelas practicaban le «football-Rugby» hasta 1871. Recordemos que fue en ese preciso año de 1871 cuando se establecieron las diferencias definitivamente entre el «Football» como rugby y el «football» tal y como lo entendemos hoy.

Aunque sólo tenga peso anecdótico, refuerza esta conclusión el hecho de que el cronista se refiera al juego como «un rato de porrazos». Esto es muy significativo sin duda alguna.

Un dato que no podemos pasar por alto es que la innumerable colonia inglesa de Jerez de la Frontera en el siglo XIX, cuya actividad se centraba en la exportación de los vinos de la zona y la gestión de sus famosas bodegas, llevaba muchos años instalada en tierras gaditanas. Esta información, aunque en principio intrascendente, puede explicar porqué el «football» tal y como se entiende hoy tardó en aparecer en Jerez (eso al menos se desprende de las diferentes investigaciones efectuadas y que demuestran que no vuelve a aparecer una referencia al football hasta principios del siglo XX, pero en este caso claramente referido al football que hoy concebimos). Y es que las reglas y separación definitivas de ambos Sports del football que se produjeron en 1871 difícilmente pudieron «haber llegado», «haberse instalado» y, lo más importante, «desarrollado» entre los «ingleses autóctonos» que vivían en Jerez de la Frontera desde mediados del siglo XIX pues es obvio que carecían de ese contacto «directo» con las cambiantes y nuevas costumbres deportivas de su país de origen. Así que de practicar el «football» siguieron haciéndolo «a porrazos», tal y como ellos lo entendían desde siempre.

Obviamente esta conclusión a la que llegamos no es definitiva, pero a la luz de los datos que ofrecemos esta es la lectura más certera que podemos hacer.




El récord de Torregrosa

José Torregrosa protagonizó una carrera deportiva plagada de éxitos. En su palmarés figuran un Campeonato de Liga, un Subcampeonato de la Copa de España, y siete Campeonatos Regionales (cinco de ellos con otros tantos clubes diferentes).

José Torregrosa Torregrosa nació en Alicante el 21 de diciembre de 1904. A los 15 años comenzó a jugar como extremo derecho en el Sporting, un equipo formado por los alumnos del Colegio Salesianos. En 1920 pasó a formar parte del Hércules, que en aquel momento era uno de los muchos clubes que existían en Alicante a la sombra del Natación, el gran equipo de la ciudad. En una ocasión se vio obligado a sustituir en la defensa a su compañero Vinata por indisposición de éste. Desde entonces Torregrosa ocuparía esta demarcación.

El Hércules derrotó por 6-0 al Bellas Artes en un partido amistoso disputado en los primeros meses del año 1921. Unos días después, Emilio Costa, presidente del Bellas Artes, convenció a seis jugadores herculanos, entre ellos Torregrosa, para que se incorporaran a su equipo. Costa tenía en mente un proyecto ambicioso para que el Bellas Artes se disputara con el Natación la supremacía del fútbol alicantino. De este modo en el verano de 1921 el Círculo de Bellas Artes inauguró un nuevo campo de fútbol «El Parque de Deportes». El 14 de septiembre el Bellas Artes, con Torregrosa en su alineación, demostró su potencial derrotando por 4-1 al Valencia.

elogios_de_ricardo_zamora_a_torregrosaEn la primavera de 1923 Ricardo Zamora fue contratado por el Natación para disputar dos partidos contra el Racing de Madrid los días 8 y 9 de abril. A su llegada a Alicante fue invitado a ver un partido del Bellas Artes. El portero catalán quedó gratamente sorprendido por la actuación de Torregrosa, hasta el punto de que al final del encuentro le propuso que se alineara en las filas del Natación. El 9 de abril de 1923, atendiendo a una petición expresa de Zamora, Torregrosa jugó por primera vez con el Natación. A partir de entonces se convirtió en titular indiscutible en la zaga de este equipo.

Ricardo Zamora, impresionado por las cualidades de Torregrosa, logró convencerle para que marchara a Barcelona a disputar dos partidos de prueba con el Español. La junta directiva del Natación se opuso. Finalmente Torregrosa viajó a Barcelona, pero no jugó por temor a sufrir una importante sanción. Pese a que no se alineó con el Español fue inhabilitado durante un mes.

A la edad de 18 años, José Torregrosa ya estaba considerado como uno de los mejores defensas levantinos. De este modo en el otoño de 1923 fue convocado por los técnicos de la Selección Levantina (que estaba formada por los mejores jugadores de los equipos de las provincias de Castellón, Valencia, Alicante, Murcia y Albacete) para participar en las eliminatorias del Campeonato de España. El 11 de noviembre de 1923 formó parte de la alineación que se enfrentó a la Selección Sur. La eliminatoria, que se disputó a partido único en Sevilla, se decantó del lado de los locales que vencieron por 3-2.

torregrosa_vestido_de_calleEl 10 de febrero de 1924 Torregrosa logró su primer título oficial al proclamarse campeón de Levante con el Natación tras derrotar en el partido decisivo al Gimnástico de Valencia por 2-1. La crónica publicada el 11 de febrero en El Mundo Deportivo indica que «Torregrosa y Samper fueron los héroes de su bando y a ellos debe en gran parte el Alicante el título de campeón levantino.» Gracias a esta victoria el Natación se clasificó para disputar el Campeonato de España, en el que fue eliminado en cuartos de final por el Real Madrid. En el partido de ida los madridistas se impusieron por 4-0. La crónica que aparece en El Mundo Deportivo refleja que los dos mejores jugadores del equipo alicantino fueron sus dos defensas, en especial, Torregrosa.

José Torregrosa militó en el Natación durante tres temporadas. En septiembre de 1926 la Federación Valenciana excluyó de la competición al equipo alicantino tras un asunto turbulento. A consecuencia de ello los jugadores del Natación se vieron obligados a fichar por otros clubes. Torregrosa se decantó por la oferta del Levante de Valencia, equipo en el que militaría durante dos campañas. En la temporada 1927/28 el Levante se proclamó campeón regional tras derrotar por 2-1 al Valencia en la final disputada el 22 de enero en el Campo de la Cruz El gran rendimiento del trío defensivo levantinista fue decisivo para que su guardameta, José María Cabo, fuera contratado por el Real Madrid al término de la temporada.

En septiembre de 1928 Torregrosa fichó por el Castellón. El defensa alicantino también logró el campeonato regional con este equipo. En el partido decisivo disputado el 11 de noviembre el Castellón derrotó por 3-0 al Levante (uno de los goles fue conseguido por el propio Torregrosa). En el Campeonato de España de ese año el Castellón completó una de las mejores participaciones de toda su historia, siendo eliminado en cuartos de final por el Athlétic de Bilbao por un resultado global de 4-3.

Curiosamente, por segundo año consecutivo, el Real Madrid fichó al portero del campeón regional de la Federación Valenciana (en este caso el guardameta del Castellón, José Ramón Nebot). Asimismo, el equipo madridista también contrató a Torregrosa. El futbolista alicantino permaneció en las filas del Real Madrid durante tres temporadas (1929/30, 1930/1931 y 1931/1932). Durante estas campañas logró varios éxitos:

  • El Campeonato de Liga en la temporada 1931/1932.
  • El subcampeonato de la Copa de España en la temporada 1929/30 tras perder en la final disputada el 1 de junio de 1930 en Montjuic ante el Athlétic de Bilbao por 3-2.
  • Tres Campeonatos Regionales.

En 1930 Torregrosa recibió una oferta del Español. El equipo catalán ofreció 25.000 pesetas al Real Madrid por el traspaso del jugador y 8.000 pesetas al propio futbolista por su firma. La operación no se materializó por el interés del Real Madrid en seguir contando con los servicios del defensa alicantino.torregrosa_con_la_camiseta_del_hercules

En el verano de 1932 Torregrosa dio por concluida su etapa en el Real Madrid. Tras estudiar varias ofertas decidió regresar a su ciudad natal para fichar por el Hércules. En la temporada 1932/1933 el equipo alicantino logró el primer éxito importante de su historia al proclamarse campeón de la Federación Murciana. De este modo, José Torregrosa logró su sexto campeonato regional consecutivo, el cuarto con un club diferente.

A partir de 1934 comenzó a ausentarse de los terrenos de juego por distintas lesiones. Estos contratiempos determinaron que abandonara la disciplina del Hércules. En 1935 fichó por el Elche, equipo en el que permaneció durante un breve periodo de tiempo. En noviembre de este año el equipo ilicitano, afectado por graves problemas económicos, concedió la baja a todos los profesionales del equipo. No han trascendido más datos del historial deportivo de Torregrosa. Se desconoce si tomó la decisión de abandonar la práctica del fútbol por voluntad propia, o si lo hizo por el estallido de la Guerra Civil.

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El 11 de abril de 1943 se organizó un partido de homenaje a Torregrosa que enfrentó al Hércules y al Real Madrid. La crónica que aparece en El Mundo Deportivo demuestra que, al margen de su calidad como futbolista, Torregrosa se ganó una gran simpatía por su extraordinario carisma. Según recoge la citada crónica el campo de Bardín registró una de las mejores entradas de su historia “para corresponder con su presencia cotizante al veteranísimo defensa que supo llevar en triunfo al fútbol alicantino por esas tierras de España, a lo largo de su dilatada vida de profesional en activo”. José Torregrosa, a sus 38 años, defendió por última vez la camiseta del Hércules durante 30 minutos.

José Torregrosa fue uno de los jugadores levantinos más emblemáticos de las décadas de 1920 y 1930. A mediados de los años 20 la prensa alicantina pidió insistentemente su presencia en la Selección Española. Sus defensores argumentaban que tenía calidad para defender la camiseta nacional, pero que los seleccionadores no le tenían en cuenta porque militaba en clubes adscritos a la Federación Levantina (Federación Valenciana a partir de 1924). A nivel personal, tuvo el mérito de engrandecer el palmarés de muchos equipos. Su record de ganar el campeonato regional con cinco equipos diferentes, es admirable, teniendo en cuenta que varios de los clubes en los que militó no partían como favoritos para ganar esta competición.

Historial Deportivo

Temporada Club
1919/1920 Sporting (Colegio Salesianos de Alicante)
1920/1921 Hércules de Alicante
1921/1922 Bellas Artes de Alicante
1922/1923 Bellas Artes de Alicante
1923/1924 Natación de Alicante
1924/1925 Natación de Alicante
1925/1926 Natación de Alicante
1926/1927 Levante de Valencia
1927/1928 Levante de Valencia
1928/1929 Club Deportivo Castellón
1929/1930 Real Madrid
1930/1931 Real Madrid
1931/1932 Real Madrid
1932/1933 Hércules de Alicante
1933/1934 Hércules de Alicante
1934/1935 Hércules de Alicante
1935 Elche

José Torregrosa fue jugador de la Selección Levantina en el año 1923

Palmarés

Un Campeonato Nacional de Liga con el Real Madrid en la temporada 1931/1932
Un Subcampeonato de Copa de España con el Real Madrid en la temporada 1929/1930
Siete Campeonatos Regionales (Natación de Alicante 1924, Levante 1928, Castellón 1929, Real Madrid 1930-1931-1932 y Hércules 1933)



Alineaciones, Goleadores y Jugadores más destacados

Todos los aficionados al Fútbol, hemos recitado o aprendido alguna alineación de nuestro equipo que consiguió realizar una hazaña importante en un partido o temporada, recordamos sobre todo a los equipos de nuestro lugar de residencia y en la época de nuestra infancia.

En este documento trato de resaltar las mejores alineaciones, los máximos goleadores y los jugadores más destacados  de los equipos en la competición del Campeonato Nacional de Liga en 1ª y 2ª Divisiones, ésta desde la temporada 68-69 que había un sólo Grupo, teniendo en cuenta los puntos conseguidos en la temporada.

La alineación que más puntos ha conseguido en una temporada, según baremo, de todas las temporadas disputadas es la que considero como la mejor del equipo, el baremo se obtiene teniendo en cuenta los partidos disputados, que varían desde el inicio de la competición liguera con 10, para ir aumentando progresivamente hasta los 20 actuales, con el inciso de las temporadas 95-96 y 96-97 que hubo 22 equipos y los puntos conseguidos, que por norma general son los que en la actualidad se otorgan, 3 por victoria, 1 por empate y 0 por derrota, para todas las temporadas. Los 11 jugadores incluido el portero que más jornadas han disputado en la temporada.

Los máximos goleadores, computando los goles anotados en todas las temporadas disputadas con el equipo.

Los jugadores más destacados, según baremo, detallado en el artículo de Baremación de Jugadores que apareció en la Revista nº 2. al aplicar los diferentes coeficientes.

De esta forma aparecen los 50 mejores equipos de nuestra Liga, por orden de puntuación.

             

1.- Real Madrid C.F.

60-61  (1ª): Vicente; Marquitos, Santamaría, Casado; J.Mª.Vidal, Pachín;  Canario, Del Sol, Di Stéfano, Puskas, Gento.

Camp. Liga    

G.- 223 Raúl, 216 Di Stéfano, 186 Santillana.

M.- Raúl, Santillana, Di Stéfano.       

 

2.- F.C. Barcelona

58-59  (1ª): Ramallets; Olivella, Rodri, Gràcia; Gensana, Segarra; Tejada, Kubala, Evaristo, Luis Suárez, Czibor.

Camp. Liga    

G.- 195 César, 131 Kubala, 107 Eto’o.

M.- César, Rexach, Basora.

 

3.- Athletic Club de Bilbao

55-56  (1ª): Carmelo; Orue, Garay, Canito; Mauri, Maguregi; Artetxe, Markaida, Arieta I, Uribe, Gaínza

Camp. Liga

              G.- 252 Zarra, 147 Dani, 136 Panizo.

M.- Zarra, Gainza, Panizo.

 

4.- Valencia C.F.

41-42  (1ª): Pío; Álvaro, Juan Ramón; Bertolí, Iturraspe, Lelé; Epi, Amadeo, Mundo, Asensi, Gorostiza.

Camp. Liga   

G.- 186 Mundo, 116 Kempes, 115 Waldo.

M.- Mundo, Fernando, Seguí.

 

5.- Atlético de Madrid

40-41  (1ª): Tabales; Mesa, Aparicio; Gabilondo, Germán, Machín; Manín, Arencibia, Pruden, Campos, Vázquez.

Camp. Liga

G.- 150 Escudero, 123 Luis, 120 Campos.

M.- Escudero, Adelardo, Collar.

 

6.- R.C.D. Espanyol de Barcelona.

72-73  (1ª): Borja; Granero, De Felipe, Ochoa; Poli, Glaría IV; Roberto Martínez, Solsona, Amiano, José María, Pepín.

3º Puesto

G.- 129 Tamudo, 111 Marañón, 86 Arcas.

M.- Tamudo, Marañón, Arcas.

 

7.- Sevilla F.C.

45-46  (1ª): Busto; Joaquín, Villalonga; Alconero, Félix, Eguiluz; López, Arza, Araujo, Herrera I, Campos.

Camp. Liga

G.- 182 Arza, 139 Araujo, 101 Campanal.

M.- Arza, Araujo, Campanal.

 

8.- Real Sociedad

81-82  (1ª): Arconada; Celayeta, Górriz, Kortabarria, Olaizola; Diego, Perico Alonso, Zamora; Uralde, Satrústegui, López Ufarte.

Camp. Liga

G.- 133 Satrústegui, 101 López Ufarte, 92 Kovacevic.

M. Zamora, Satrústegui, López Ufarte.

 

9.- Real Zaragoza.

74-75  (1ª): Irazusta; Rico, González, Blanco; Planas II, Violeta; Rubial, García Castany, Diarte, Arrúa, Soto.

2º Puesto

G.- 88 Murillo, 76 Pardeza, 70 Marcelino.

M.- Violeta, Marcelino, Aguado.

 

10.- R.C. Celta de Vigo.

47-48  (1ª): Simón; Mesa, Gabriel Alonso; Muñoz, Areitio, Yayo; Retamar, Hermida, Pahiño, Zubeldía, Vázquez.

 4º Puesto      

G.- 105 Hermida, 69 Mauro, 68 Gudelj.

M.- Hermida, Manolo, Juan.

 

11.- Real Betis Balompié.

34-35  (1ª): Urquiaga; Areso, Aedo; Peral, Gómez, Larrinoa; Timimi, Adolfo, Unamuno, Lecue, Saro.

Camp. Liga    

G.- 78 Rincón, 69 Alfonso, 55 Ansola.

M.- Cardeñosa, Esnaola, Gordillo.

 

12.- R.C. Deportivo de La Coruña

99-00  (1ª): Songo’o; Manuel Pablo, Donato, Naybet, Romero; Flavio, Mauro Silva, Víctor, Djalminha; Jokanovic, Makaay.

Camp. Liga     

G.- 86 Bebeto, 79 Makaay, 77 Diego Tristán.

M.- Fran, Mauro Silva, Donato.

 

13.- Real Oviedo

35-36  (1ª): Óscar; Riera, Pena; Sirio, Soladrero, Castro; Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita, Emilín.

3º Puesto     

G.- 117 Herrerita, 104 Lángara, 93 Carlos.

M.- Herrerita, Antón, Emilín.

 

14.- Real Racing Club de Santander

30-31  (1ª): Solà; Ceballos, Mendaro; Hernández, Baragaño, Larrinoa; Santi, Ibarra, Telete, Larrínaga, Cisco.

2º Puesto     

G.- 47 Larrínaga, 40 Cisco, 35 Aitor Aguirre.

M.- Quique Setién, J.Mª. Ceballos, Larrínaga.

 

15.- Real Valladolid C.F.

62-63  (1ª): Calvo; García Verdugo, Pini, Pintó; Ramírez, Sanchís; Aramendi, Endériz, Morollón, Rodilla, Molina.

4º Puesto     

G.- 53 Peternac, 52 Coque, Víctor.

M.- Marcos, Moré, Víctor.

 

16.- Real Sporting de Gijón.

78-79  (1ª): Castro; Redondo, Doria, Cundi; Rezza, Mesa; Morán, Joaquín, Quini, Ciriaco, Ferrero.

2º Puesto     

G.- 165 Quini, 65 Joaquín, 54 Ferrero.

M.- Quini, Joaquín, Jiménez.

 

17.- U.D. Las Palmas.

68-69  (1ª): Oregui; Aparicio, Tonono, Martín II; Castellano, Guedes; León, Justo Gilberto, José Juan, Germán, Gilberto I.

2º Puesto     

G.- 85 Germán, 80 Morete, 59 Juani.

M.- Germán, Castellano, León.

 

18.- C.A. Osasuna de Pamplona.

05-06  (1ª): Ricardo; Javier Flaño, Cuéllar, Josetxo, Clavero; David López, Puñal, Raúl García, Delporte; Romeo, Milosevic.

4º Puesto     

G.- 57 Sabino, 45 Urban, 36 Echevarría, Iriguíbel.

M.- Echeverría, Castañeda, Bustingorri.

 

19.- Elche C.F.

63-64  (1ª): Pazos; Chancho, Iborra, Quirant; Ramos, Forneris; Cardona, Lezcano, Eulogio Martínez, Romero, Oviedo.

5º Puesto     

G.- 79 Romero, 63 Vavá, 42 Lezcano.

M.- Iborra, Romero, Vavá.

 

20.- R.C.D. Mallorca

  • 00-01 (1ª): Leo Franco; Olaizola, Fernando Niño, Nadal, Soler; Finidi, Engonga, Marcos, Ibagaza; Eto’o, Luque.

3º Puesto      

G.- 54 Eto’o, 45 Arango, 28 Güiza.

M.- Nadal, Arango, Olaizola.

 

21.- Real Murcia C.F.

83-84  (1ª): Cervantes; Núñez, Higinio, Vidaña, Sierra; López, Guina, Del Barrio; Santi, Figueroa, Moyano.

11º Puesto    

G.- 22 Figueroa, 21 Manolo.

M.-Vidaña, Núñez, Juanjo.

 

22.- Hércules C.F.

74-75  (1ª): Santoro; José Antonio, Giuliano, Quique; Andréu, Rivera; Arieta II, Baena, Barrios, Juan Carlos, Carcelén.

5º Puesto     

G.- 35 Barrios, 34 Kustudic, 29 Tatono.

M.- Baena, Giuliano, Rivera.

 

23.- Rayo Vallecano de Madrid

99-00  (1ª): Keller; Cota, Helder, Hernández, Alcázar; Ferrón, Poschner, Canabal, Lloréns; Luis Cembranos, Bolo.

9º Puesto    

G.- 25 Bolo, 24 Guilherme, 22 Bolic.

M.- Cota, Uceda, Alcázar.

 

24.- C.D. Castellón.

42-43  (1ª): Pérez; Baiges, Melenchón; Santacatalina, Guillén, Santolaria; Ruano, Hernández, Basilio, Elzo, Andrade.

4º Puesto     

G.- 77 Basilio, 29 Arnau, 22 Pizá.

M.- Basilio, Javi, Viña.

 

25.- C.D. Málaga.

73-74  (1ª): Deusto; Irles, Macías, Monreal; Martínez, Bustillo; Requejo, Migueli, Orozco, Vilanova, Guerini.

7º Puesto     

G.- 31 Bazán, 27 Torres. 2ª 42 Paquito.

M.- Migueli, Martínez, Macías.

 

26.- C.D. Tenerife.

92-93  (1ª): Agustín; Toño, César Gómez, Mata, Paqui; Chano, Del Solar, Ezequiel Castillo, Felipe; Pizzi, Quique Estebaranz.

5º Puesto      

G.- 76 Pizzi, 35 Felipe, 31 Quique Estebaranz.

M.- Felipe, Chano, Pizzi.

 

27.- C.D. Sabadell F.C.

68-69  (1ª): Martínez; Isidro, Pini, Arnal; Marañón, Muñoz, Torrent; Montesinos, L.Vidal, Garzón, Pujol.

4º Puesto     

G.- 35 Vázquez, 27 Pallàs, 26 Palàu.

M.- Palàu, Lino, Montesinos.

 

28.- U.D. Salamanca.

74-75  (1ª): D’Alessandro; Iglesias, Huerta, Lanchas; Robi, Rezza; Álvarez, Pita, Víctor, Rial, Sánchez Barrios.

7º Puesto     

G.- 25 Juanito. 2ª 59 Quique Martín, 33 J. Orejuela.

M.- D’Alessandro, Enrique, Quique Martín.

 

29.- Cádiz C.F.

87-88  (1ª): Jaro; Juan José, Oliva, Carmelo, Amarillo; Linares, Manolito, Zalazar, Andrés; Cabrera, Mágico González.

12º Puesto    

G.- 42 Mágico González. 2ª 65 Baena, 44 Mejías I.

M.- Mejías I, Linares, Mágico González.

 

30.- Deportivo Alavés

99-00  (1ª): Martín Herrera; Contra, Karmona, Téllez, Torres Mestre; Nan Ribera, Desio, Pablo, Astudillo; Morales, Kodro.

6º Puesto     

G.- 29 Javi Moreno. 2ª 45 Serrano, 34 Salamanca.

M.- Astudillo, Pablo, Karmona.

 

31.- Granada C.F.

71-72  (1ª): Ñito (Izcoa); De la Cruz, Aguirre Suárez, Falito; Jaén, Fernández; Lasa, Porta, Barrios, Fontenla, Vicente.

6º Puesto     

G.- 34 Porta, 33 Marín, 31 Trompi.

M.- Vicente, Izcoa, Fernández.

 

32.- Córdoba C.F.

64-65  (1ª): Reina; Simonet, Mingorance, López; Galilea, Ricardo Costa; Luis Costa, Juanín, Miralles, Tejada, Cabrera.

5º Puesto     

G.- 44 Juanín. 2ª 57 Cuesta, 47 Burguete.

M.- Juanín, Cuesta, Simonet.

 

33.- R.C. Recreativo de Huelva.

06-07  (1ª): López Vallejo; Merino, Beto, Mario, Dani Bautista; Aitor, Cazorla, Jesús Vázquez, Viqueira; Sinama, Uche.

8º Puesto     

G.- 2ª 65 Alzugaray, 46 Luzardo, 42 Uche.

M.- Alzugaray, Luzardo, Uche.

 

34. Villarreal C.F.

07-08  (1ª): Diego López; Javi Venta, Cygan, Fuentes, Godín, Capdevila; Cazorla, Senna, Pires; Nihat, Rossi.

2º Puesto    

G.- 54 Forlán, 39 Víctor, 36 Riquelme.

M.- Arruabarrena, Forlán, Víctor.

 

35 Albacete Balompié.

91-92  (1ª): Conejo; Geli, Coco, Juárez, Oliete; Catali, Soler, Chesa; Parri, Zalazar, Menéndez.

7º Puesto     

G.- 57 Zalazar, 19 Bjeliça, Pacheco.

M.- Zalazar, Menéndez, Coco.

 

36.- Levante U.D.

63-64  (1ª): Rodri; Victoriero, Juliá, Calpe; Vidal, Castelló; Vall, Domínguez, Wanderley, Pepín, Serafín.

10º Puesto   

G.- 17 Riga. 2ª 37 Salillas.

M.- Ettien, Descarga, Riga.

 

37.- C.D. Logroñés

89-90  (1ª): Islas; Cristóbal, Salva, J.C. Herrero, López Pérez; Martín, Quique Setién, Pedro; Alzamendi, Sarabia, Rosagro.

7º Puesto     

G.- 23 Salenko, 20 Quique Setién. 2ª 71 Manel.

M.- J.C. Herrero, Martín, Manel.

 

38.- S.D. Éibar.

04-05  (2ª): Iraizoz; Cifu, Manuel, Fagoaga, Moisés, Corredoira; Silva, Garitano, Kike Mateo; Llorente, Varela.

4º Puesto     

G.- 2ª 42 Luluaga, 28 Bixente, 26 Llorente.

M.- Artetxe, Garmendia, Bixente.

 

39.- Burgos C.F.

77-78  (1ª): J. Navarro; Gómez, Ruiz Igartúa, Rubiñán; García Navajas, Valdés; M. Navarro, Tarrés, Viteri, Chazarreta, Quini.

12º Puesto    

G.- 20 Valdés, 15 Viteri, 14 Requejo.

M.- Valdés, Gómez, Olalde.

 

40.- U. E. Lleida.

50-51  (1ª): Monserrat; Telechea, Valle, Esquerda; Carrillo, Ramón, Cerveró; Martínez, Pellicer, Bidegain, Fustero.

16º Puesto    

G.- 2ª 30 Josemi, 28 Salillas, 23 Roa.

M.- Rubio, Txema, Palau.

 

41.- C. Gimnàstic de Tarragona.

47-48  (1ª): Soro; Babot, Cobo; Català, Corró, Perdomo; Roig, Taltavull, Peralta, Juanete, Panadés.

7º Puesto     

G.- 20 Peralta, 19 Gallardo.

M.- Taltavull, Roig, A. Català.

 

42.- Xerez C.D.

08-09  (2ª): Chema; Francis, Aythami, Martí Crespí, Mendoza; Bergantiños, Moreno, Viqueira; Carlos Calvo, Bermejo, Momo.

1º Puesto    

G.- 36 Mena, 35 Calle, 23 Pedro Ríos.

M.- Moreno, Mendoza, Mena.

 

43.- Málaga C.F.

00-01  (1ª): Contreras; Rojas, Bravo, Roteta, Valcarce; Rufete, De los Santos, Movilla, Larrainzar; Darío Silva, Dely Valdés.

8º Puesto     

G.- 38 Dely Valdés, 36 Darío Silva, 29 Salva

M.- Valcarce, Fernando Sanz, Dely Valdés.

 

44.- C.D. Numancia de Soria.

99-00  (1ª): Álvaro Núñez; Belsué, Iván Rocha, Muñiz, Octavio; Castaño, Nagore, Jaume; Pacheta, Ojeda, Barbu.

17º Puesto    

G.- 17 Rubén Navarro. 2ª 29 Moreno.

M.- Nagore, Moreno, Octavio.

 

45.- Getafe C.F.

05-06  (1ª): Luis García; Pulido, Matellán, Belenguer, Pernía; Contra, Diego Rivas, Gavilán, Mario Cotelo; Riki, Güiza.

9º Puesto     

G.- 20 Güiza, Manu del Moral.

M.- Berenguer, Vivar Dorado, Casquero.

 

46.- Pontevedra C.F.

65-66  (1ª): Celdrán; Azcueta, Batalla, Cholo; Calleja, Vallejo; Fuertes, Martín-Esperanza, Ceresuela, Neme, Odriozola.

7º Puesto     

G.- 35 Neme, 27 Roldán, 17 José Jorge.

M.- Neme, Calleja, Martín-Esperanza.

 

 

47.- S.D. Compostela.

95-96  (1ª): Falagán; Villena, Bellido, Mauro, Nacho; José Ramón, Passi, Fabiano, Lekumberri; Christensen, Ohen.

10º Puesto    

G.- 48 Ohen, 32 Penev, 24 Christensen.

M.- Fabiano, Bellido, Ohen.

 

48.- Castilla C.F.

83-84  (2ª): Ochotorena; Juanito, Francis, José Manuel, Martín González; Blanco, Blanco Vila, Míchel; Sánchez Candil, Butragueño, De las Heras.

1º Puesto     

G.- 40 Paco, 33 Butragueño, 29 Julià.

M.- Paco, Míchel, Francis.

 

49.- Racing Club de Ferrol.

68-69  (2ª): Zumalabe; Aurre, Arturo, Carlos; Pascual, Ledo; Gringo, Juan, Germán, Roberto, Arroyo.

4º Puesto     

G.- 41 Germán, 25 Bermejo.

M.- Germán, Arroyo, Carlos.

 

50.- C.D. Leganés.

95-96  (2ª): Emilio; Óscar, Mesas, Barbero, Angelín; Gerardo, Alfredo, Belenguer, Javi López; Rodri, Miguel Ángel.

8º Puesto      

G.- 52 Miguel Ángel.

M.- Miguel Ángel, Óscar, Julián Ronda.




Evolución Reglamentaria; Publics Schools y Universidad de Cambridge

Las Publics Schools hicieron resurgir el antiguo  football, a mediados del siglo XIX; ello significó un paso elemental en su evolución.

Caso opuesto a lo que su nombre sugiere, las Publics Schools, son centros de enseñanza media, pero de clase alta, privados y costosos.

Integran este grupo, por año de creación: Westminster (1179, refundada en 1560), Winchester (1382), Eton (1440), St. Paul´s (1509) Shrewsbury (1552), Merchant   Taylors (1569), Rugby (1567), Charterhouse (1611) y Cheltenham (1841).

Cada una de estas escuelas o colegios tenía  distintas formas de football; las mismas variaban en el tamaño del campo de juego, cantidad de jugadores por bando, tamaño y forma del balón, etc. Otro concepto disímil era la forma de transportar el balón hacia la portería contraria: mientras Rugby y Cheltenham eran partidarios del uso de las manos, Eton y Harrow iniciaron el sistema de pases y regates, o sea con los pies.

Si bien hay antecedentes de fútbol colegial desde tiempos medievales, recién este se reglamentó en la década de 1840.

Fue Rugby – el colegio de la «ovalada»- el primero en hacerlo, en 1846. Derivaría más tarde en un deporte diferente, que lleva el nombre puntual de su lugar de origen.

Centros de «excelencia académica», según algunos, «bastiones de privilegio», según otros, las Publics Schools han cumplido un rol básico en el desarrollo del fútbol y otros deportes.

Los viejos footballs  originales aún se practican en algunos de ellos. Eton se destaca por tener dos distintos. Se llaman Eton Field Game  e Eton Wall Game.

Haciendo referencia sólo al legado recibido por nuestro football association, el aporte de los colegios fue importante, por ejemplo:

  • Eton 1766: un documento citó los «football fields» de este colegio; fue la primera referencia a campo o campos de juego. Primer antecedente del travesaño actual.
  • Cheltenham 18??: Primera noticia de la existencia del referee o árbitro.
  • Winchester c.1840: La tradición de usar uniformes diferentes; un grabado de este colegio mostró a dos equipos identificados con  jerseys rojos y azules.  

Cada escuela tenía su propia regla del Off  Side.

El problema «de la evolución futbolística» se produjo cuando los estudiantes pasaron a la universidad. ¿Cómo jugamos? El enfrentamiento intercolegial había sido escaso y una nueva etapa comenzaba.

Las primeras reglas»en conjunto» se dictaron en Cambridge (1846, 1848 y c.1856); sólo se conoce el texto de esta última, hallado en la biblioteca de Shrewsbury.

Estas son algunas de las reglas de este documento, que tiene once puntos:

4. El balón esta fuera cuando ha pasado la línea de las banderillas en cualquier lugar del campo, en cuyo caso deberá ser lanzado, de frente, hacia el mismo.

5. El balón está detrás cuando ha pasado la meta en cualquier lugar de la misma.

6. Cuando el balón está detrás de la meta deberá ser puesto en juego – por medio de un puntapié- desde el lugar donde salió del campo; ello se producirá a no más de diez pasos hacia el interior del citado lugar.

7. Gol es cuando el balón es pateado entre los postes y el cordel.

11. Cada partido se decidirá por mayoría de goles.

Este último concepto es la esencia misma del juego. En otras palabras: ganará el equipo que convierta más goles !!

El documento – refrendado por representantes de la Universidad, Eton, Harrow, Rugby y Shrewsbury- fue el punto de partida del fútbol moderno…    

 

                                                        oooo

Jorge Horacio Gallego

Buenos Aires

Socio del Centro de Investigación de la Historia del Fútbol (C.I.H.F.)

 

Fuentes:

Libros

  • Britain in Close-Up, David Mc Dowall (2000).
  • The Code War, Graham Williams, (1994).
  • The History of the Football Association. Geoffrey Green (1953).
  • The Mammoth Book of Sports and Games of the World, Noam Friedlander (2000).

Revista

  • Living Sport History. Nota: Football at Winchester, Eton and Harrow, Steven Bailey (1995).   

Página Web

  • British Public School Football Games-wikipedia



Hace 100 años

Diciembre 1909

  • El Campeonato de Barcelona pasa por malos momentos debido a los continuos incidentes que se producen en los diferentes enfrentamientos.

 

  • Ha sido elegida la nueva junta directiva de la Asociación de Clubs de Foot-Ball de Barcelona. Como presidente ha sido elegido el Sr. Udo Stemberg, conocido «foot-ballista». El resto de miembros son el Sr. Pina como vicepresidente 1º, como vicepresidente 2º el Sr. Llorente, como tesorero el Sr. Miquel, el Sr. Bru como secretario, como vicesecretario el Sr. Barraquer y como vocales un delegado por cada club. Días después, los Sres. Bru y Barraquer dimiten y son sustituidos por los Sres. Quichner y Almasqué. A su vez, viendo las deficiencias que en el cargo desempeña el Sr. Miquel, la asociación llega al acuerdo de destituirle, reemplazándole el Sr. Armelín, tesorero del FC Català.

 

  • La Asociación de Clubs de Foot-Ball de Barcelona envía una circular a sus asociados indicándoles las graves dificultades por las que pasa el foot-ball en Barcelona, llegando a indicar que «se muere». Para evitarlo y elevar la moral del medio futbolístico se acuerda contratar una serie de partidos internacionales y la visita de un equipo de Madrid.

 

  • El FC Barcelona proyecta la formación de una sección atlética y para ello cuenta con una serie de socios dispuestos a participar en las diferentes carreras que en el futuro se organicen. Steinberg, Soler y Useros participarían en carreras de 100 y 400 metros y Forns, Comamala y Meuro lo harían en pruebas de medio fondo como 800, 1000 y 1500 metros. Para las pruebas de fondo, 5000 metros y en adelante, Quirante y Puig.

 

  • El Sr. Quirante, socio del FC Barcelona, bate el récord en la prueba atlética de los 20 minutos que ostentaba el Sr. Femenías poniendo la nueva marca en 5175 metros.

 

  • El FC Germania Mittweida cuenta con una legión de socios veteranos por todo el mundo y España no podía ser menos, contando con una treintena, los cuales acaban de crear la «Sección España». Forman parte de esta nueva sección los conocidos foot-ballistas A. Alonso de Vigo, Arzuaga y Urízar de Bilbao y da Costa y Steinberg de Barcelona.